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diff --git a/.gitattributes b/.gitattributes new file mode 100644 index 0000000..d7b82bc --- /dev/null +++ b/.gitattributes @@ -0,0 +1,4 @@ +*.txt text eol=lf +*.htm text eol=lf +*.html text eol=lf +*.md text eol=lf diff --git a/LICENSE.txt b/LICENSE.txt new file mode 100644 index 0000000..6312041 --- /dev/null +++ b/LICENSE.txt @@ -0,0 +1,11 @@ +This eBook, including all associated images, markup, improvements, +metadata, and any other content or labor, has been confirmed to be +in the PUBLIC DOMAIN IN THE UNITED STATES. + +Procedures for determining public domain status are described in +the "Copyright How-To" at https://www.gutenberg.org. + +No investigation has been made concerning possible copyrights in +jurisdictions other than the United States. 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You may copy it, give it away or -re-use it under the terms of the Project Gutenberg License included -with this eBook or online at www.gutenberg.org/license - - -Title: Sainetes - -Author: Carlos Arniches y Barrera - -Release Date: August 23, 2020 [EBook #63019] - -Language: Spanish - -Character set encoding: UTF-8 - -*** START OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK SAINETES *** - - - - -Produced by Josep Cols Canals, Ramón Pajares Box and the -Online Distributed Proofreading Team at https://www.pgdp.net -(This file was produced from images generously made -available by The Internet Archive/Canadian Libraries) - - - - - - -NOTA DE TRANSCRIPCIÓN - - * Las cursivas se muestran entre _subrayados_, las negritas entre - =iguales= y las versalitas se han convertido a MAYÚSCULAS. - - * Los errores de imprenta han sido corregidos. - - * Se ha respetado la ortografía del original impreso, pero se han - puesto tildes a las mayúsculas. - - * Las páginas en blanco han sido eliminadas. - - * En la p. 91, se pone título a la Escena XV de «La pena negra», que - no aparece impreso por error. - - * En «El chico de las Peñuelas», se renumeran correctamente las - escenas del Cuadro primero. - - - - - BIBLIOTECA CALLEJA - SEGUNDA SERIE - - - CARLOS ARNICHES - - SAINETES - - - - - CARLOS ARNICHES - - SAINETES - - - [Ilustración] - - - MCMXVIII - - CASA EDITORIAL CALLEJA - FUNDADA EN 1876 - - MADRID - - - - - PROPIEDAD - - DERECHOS RESERVADOS - - - Imp. Martín de los Heros, 65. - - - - -A RAMÓN PÉREZ DE AYALA - - - _Pongo, lleno de vanidad, el nombre de usted en la primera página - de este libro, porque usted es mi mayor éxito._ - - CARLOS ARNICHES - -Madrid, Julio 1918. - - - - -EL SANTO DE LA ISIDRA - - - - -PERSONAJES - - - ISIDRA - LA SEÑÁ IGNACIA - CIRILA - BALTASARA - LA SEÑÁ JUSTA - UNA VECINA - UNA INVITADA - UNA NIÑA - VENANCIO - SEÑOR EULOGIO - SEÑOR MATÍAS - EPIFANIO - SECUNDINO - EL ROSCA - PACO EL CURIAL - JUAN EL MIGAS - PÉREZ - TORRIJA - UN VENDEDOR DE FLORES - CONVIDADO 1.º - ÍDEM 2.º - ÍDEM 3.º - UN PALETO - UN ROMERO - UN MOZO DE MERENDERO - -_Invitados vendedores, romeros, etc.—Coro general._ - - - - -ACTO ÚNICO - - -CUADRO PRIMERO - - Una plazuela de los barrios bajos. Al foro, dos casas separadas por - un callejón que da a la calle de Toledo, y en cuyo fondo se ve la - Plaza de la Cebada. La casa de la izquierda tiene en su planta baja - una tienda de ultramarinos con puertas practicables. La puerta de - esta casa, practicable también, da al callejón. A la derecha, otra - casa, y debajo una taberna con un rótulo que dice: NÚM. 8 VINOS Y - LICORES NÚM. 8. La puerta de la taberna que da frente al público - y la que da al callejón, practicables. En los laterales derecha - una casa de modesta construcción, y en el ángulo que forma esta - casa con la taberna, el chiscón de un zapatero de viejo. En los - laterales izquierda, otra casa, en cuya planta baja hay establecida - una tienda de sillas, de las cuales vense algunas colgadas en - la puerta. La muestra de la tienda dice: LA MECEDORA, SE PONEN - ASIENTOS, SE FORRAN SILLERÍAS. El balcón de la casa de la derecha, - que es practicable, lleno de tiestos con flores. - - -ESCENA PRIMERA - -SEÑOR EULOGIO, CIRILA, SECUNDINO _y un vendedor de flores. Al -levantarse el telón, aparece el señor Eulogio sentado ante una mesita -baja llena de herramientas de zapatería, trabajando. El florero, con -un borrico cargado de tiestos, pregona su mercancía. Cirila, con un -cántaro apoyado en la cintura, habla en la esquina de la izquierda con -Secundino._ - -VENDEDOR.—¡Buenos tiestos de claveles dobles!... - -EULOGIO (_Machacando suela y cantando._)— - - Estoy por decir, señores, - que si me tiran a un río - salgo llenito de flores. - -(_Se pone a hacer engrudo._) - -CIRILA (_Empujando a Secundino que la quiere abrazar._)—¡Vamos, quita, -quita! ¡Al principio tóos seis iguales!... ¡Muchas palabras... y -luego!... - -SECUNDINO.—Vamos, no me digas eso, porque tú no me conoces a mí cuando -yo me ofusco con una morena como tú. Ven y verás... - -CIRILA.—Sí, pa que me dejes al segundo chotis, cuando está una más -ilusioná, y te vayas con otra... - -SECUNDINO.—¿Dejarte yo a ti... que eres más rica que una mermelada...? -¡Vamos, que te calles, cacho e gloria! (_Intenta abrazarla._) - -CIRILA (_Rechazándole._)—¡Vamos, hombre!... - -EULOGIO (_Que los ha estado mirando, mientras hace el -engrudo._)—¡Eh!... ¡Chist, chist, chist!... - -CIRILA.—¿Qué hay? - -EULOGIO.—Na... que... ¿si queréis que me vaya a hacer el engrudo ahí -dentro? - -CIRILA.—¿Es envidia u caridaz? - -EULOGIO.—¡Es... bacalao de Escocia!... ¡Miá tú esta! - -SECUNDINO (_A Cirila._)—Conque, ¿vienes u qué? - -CIRILA.—Güeno; tú, a las tres, u tres y media, vas al puente de Toledo, -y, según se entra, a la derecha, te arrimas a la primera bola que -haiga, y me aguardas. - -SECUNDINO.—A las tres y media, me tiés arrimao a la bola... ¡Prenda! -¡Serrana! ¡Me tiés más loco, que!... - -CIRILA.—¡Anda, anda, zaragata! (_Le empuja y vase hacia la casa primera -derecha. Secundino coge el cesto y una zafra pequeña de aceite, que -tiene en el suelo, a su lado, y se dirige hacia la tienda._) - -EULOGIO (_Al pasar Cirila delante de él._)—¡Ay, Cirila, Cirila, -Cirila!... ¡Qué mal te veo! (_Lo dice como cantando._) - -CIRILA.—¿Sí?... ¡Caramba!... ¡Pues míreme usté con lentes! ¡El demonio -del tío visión!... (_Entra en la casa._) - -EULOGIO (_Silba y machaca, y de pronto se agacha como para mirar -las piernas a Cirila que sube._)—¡Negras!... (_Sigue silbando y -trabajando._) - - -ESCENA II - -EULOGIO _y_ SECUNDINO - -SECUNDINO (_Que habrá quedado a la puerta de la tienda observando se -acerca al señor Eulogio._)—¿Qué?... ¿Qué miraba usted?... - -EULOGIO.—¡Yo!... ¡Nada!... ¿Conque... entre tres u tres y media?... ¡No -estás mal tunarra! - -SECUNDINO.—¡Es que como hoy es San Isidro y la tengo ofrecido un pito, -la voy a llevar a la Pradera! Na, que le ha pasao lo que todas... me -ven y se alelan. - -EULOGIO.—¿Y cuántas novias tiés ahora? - -SECUNDINO.—¡Pocas!... Tengo la Consuelo y la Socorro, fijas; la Justa -de suplenta, y ésta de meritoria. - -EULOGIO.—¡Anda, diez; qué Secundino éste! Pus ten cuidiao con la -Cirila, porque ésta tié mucho coquetismo con el sexo feo, y no lo digo -por ti, y si se entera el asistente del siete, te va a llenar los -bolsillos de golpes. - -SECUNDINO.—Pero, ¿dónde se va a poner el asistente conmigo?... - -EULOGIO.—¡La verdad es que tú tiés suerte! (_Se levanta._) ¿Y cómo te -diriges a ellas?... ¿_Oral_ u por escrito? - -SECUNDINO.—¡Pues misté! en lo primero que conocen que las amo, es en el -peso, porque se lo empiezo a correr; y cuando las tengo atortolás las -dirijo una carta con letra gótica, con unos perfiles, que me salen unas -mayúsculas, que le digo a usté que hacen cosquillas. - -EULOGIO.—¡Lo creo! - -SECUNDINO.—El otro día le escribí a la Justa, y pa ponerla inolvidable -la hice una hache super... - -EULOGIO.—¿Y dónde le pusiste la hache? - -SECUNDINO.—¡Detrás del _ino_!... Y al final la decía: “No te olvido, -ni te olvidaré, y una acción como esa, no esperes que yo la cometa...” -¡Tenía usté que haber visto el rabo que puse en la cometa! - -EULOGIO.—¿Pa que no voltease?... - -SECUNDINO.—¡Quiá, hombre; pa acabar la carilla!... ¡Un rabo gótico! ¡Y -es que aquí, señor Eulogio, hay vista y entrevista, u sea estinto y -celebro! - -EULOGIO.—¡Celebro! ¡Celebro verte güeno, anda! (_Dándole un cogotazo._) -¡Déjame trabajar!... ¡Y ya lo sabes!... ¡Ojo con el asistentito ese!... - -SECUNDINO.—¿A mí ese?... ¡Lentejas!... (_Vase a la tienda._) - -EULOGIO.—¡Sí que descendemos del mono, sí! ¡No hay más que ver a -Secundino! (_Se sienta y sigue trabajando._) - - -ESCENA III - -EULOGIO, _una vecina, luego_ PÉREZ - -EULOGIO (_Cantando._)—“Con una falda de percal planchá...” - -VECINA (_Del foro con una cesta llena de verduras._)—¡Adiós, señó -Ulogio! - -EULOGIO.—¡Hola! ¿De dónde vienes sin verduras? - -VECINA.—¿No lo ve usté?... ¡De la compra!... (_Entra en la casa primera -derecha._) - -EULOGIO.—¡Y luego se quejan del flato! (_Mira a la escalera -agachándose._) ¡A listas!... “Y unos zapatos bajos de charol... Con el -mantón de...” (_Esto último cantando._) - -PÉREZ. (_Del portal de la casa número siete._)—¡Güenos días! - -EULOGIO.—¡Hola, Pérez! ¿Qué hay?... - -PÉREZ.—Oiga osté, señó Ulogio: ¿ha visto osté si ha bajao por casualidá -la Sirila? - -EULOGIO.—¿Que si ha bajao?... ¡Ha bajao!... ¡Y pa que lo sepas, ha -estao hablando con Secundino media hora! - -PÉREZ.—¿Con er Secundino?... ¿Ella con ese garabato urtramarino?... -¡Na, que ese chico se ha propuesto quitarme a mí de fumar! Pero, -¡mardita sea mi suerte, si no ve osté con dentadura postiza a esa -garrapata colonial er día que a mí me se acabe el ochavo de pasiensia -que me carateriza! - -EULOGIO.—¡Y te advierto que esta tarde van a la Pradera! - -PÉREZ.—¿A la Pradera?... ¿Ellos a la Pradera?... ¡Mardita sea mi -suerte!... ¡Pues allí es la ocurrensia!... - -EULOGIO.—¡No te acalores, Pérez!... - -PÉREZ.—¿Que no m’acalore?... ¡Si ve usté ar Secundino ese, hágame el -orsequio de decirle que como yo le vea en la Pradera esta tarde, si -calentura trujiere, gorverá con calentura, como dice el rétulo que hay -encima der chorro! (_Vase hacia la casa._) - -EULOGIO.—¡Adiós, Napolión! - -PÉREZ (_Desde la puerta._)—¡Por estas, que son cruses!... (_Entra._) - -EULOGIO.—¡Qué exageraos son los de a caballo! - - -ESCENA IV - -EULOGIO, _el_ SEÑOR MATÍAS, JUAN _el Migas_, PACO _el Curial_, EPIFANIO -_y el_ ROSCA. _Se oye en la taberna un gran estrépito de banquetazos, -palos, voces y gritos de pelea._ - -EULOGIO (_Levantándose asustado._)—¡Anda, diez!... ¡Ya se ha armao aquí -dentro! ¡Bronca en el ocho! - -=Música= - - MATÍAS (_Dentro._) - - ¡Toma, granuja! - ¡Toma, ladrón! - - EPIFANIO (_Ídem._) - - ¡Déjame, Rosca! - - ROSCA (_Ídem._) - - No quiero yo. - -(_Salen a la calle el señor Matías; y sujetándole Paco “el Curial” y -Juan “el Migas”._) - - MATÍAS - - Sal aquí, cobarde, - sal aquí y verás - como te acogoto - y no chillas más. - - EULOGIO (_Sentado en su silla._) - - Se armó la bronca, - ¡vaya por Dios! - Pero no hay miedo - con estos dos. - - EPIFANIO (_Saliendo, y con mucha calma._) - - Ya estoy en la calle, - ¿qué quiere usté? - - MATÍAS - - Darte un par de tortas. - - EPIFANIO - - Gracias. - - MATÍAS - - ¡No hay de qué! - - EPIFANIO - - Es usté un anciano, - respeto sus canas, - y aunque me provoque - yo no tengo ganas, - porque ya usté sabe - que si le hago así, (_Ademán de pegar._) - da usté con sus huesos - en Valladolid. - - MATÍAS - - Dejaime en seguida, - le como el redaño. - - EULOGIO (_Que se ha levantado de su asiento, aparte al señor - Matías._) - - No coma usté cerdo, - que le va a hacer daño. - - EPIFANIO - - ¡Basta de bromas, - soltarle ya! - - ROSCA - - Déjale, chico. - - EPIFANIO - - ¡Maldita siá! - - MATÍAS - - A mí los hombres guapos - de tu fachenda - me sirven de entremeses - pa la merienda, - porque en cuanto yo quiero - largar sopapos, - se acaban en seguida - los hombres guapos... - - EPIFANIO - - ¡Que no es verdad! - - JUAN _y_ PACO - - ¡Calma, señor Matías! - - MATÍAS - - ¡Maldita siá! - - EPIFANIO - - Yo, cuando quiero sangre - me comprometo - con hombres que merezgan - algún respeto; - y no con un pelele - _sesagenario_ - que es la última palabra - del _Dicionario_. - - MATÍAS - - ¡Que me lo como, - dejaime ya!... - - EPIFANIO - - ¡Suéltame, Rosca! - ¡Maldita siá! - - EULOGIO (_Riéndose._) - - ¡La sangre al río - no llegará! - - MATÍAS - - ¡Ah! - - EPIFANIO - - ¡Ah! - - LOS DOS - - ¡Ah! - - EULOGIO - - ¡Ja, ja, ja, ja! - -(_Quedan, Matías en una actitud furiosa, sujeto por Juan y Paco, y -Epifanio, en una actitud semejante, sujeto por el Rosca._) - -=Hablado= - -EULOGIO (_Adelanta mirando al señor Matías y señalándole con el dedo. -Llega cerca de él y le echa una bendición._)—“¡Dominus vobiscum!” - -MATÍAS (_Con coraje._)—¿Y qué es eso? - -ROSCA.—¡Que está usté indultao! (_Con desprecio._) - -MATÍAS.—¡Randa! ¡Golfo! ¡So gallina! - -EPIFANIO.—Y que no se le olvide a usté el encarguito; ¡su hija de usted -es para un servidor! - -MATÍAS.—¿Mi hija pa ti?... ¡Antes la quieo ver muerta! ¡Cien veces -muerta! - -EPIFANIO.—Mire usté, pollo, tómese usté una taza de tila pa que se le -pase el susto, porque es usté una miaja aprensivo, y cuando se haiga -usté tranquilizao hablaremos. (_Volviéndole la espalda._) - -MATÍAS.—¡Soltarme! ¡Soltarme! ¡Expósito!... - -EPIFANIO.—¡Chist! Y si me ve usted en la calle no tenga usted miedo, -que yo no tiro a los gorriones... - -MATÍAS.—¡Gorrión a mí! - -EPIFANIO.—¡Lo dicho! (_Empieza a marcharse._) - -EULOGIO.—¡Adiós, cóndor! - -EPIFANIO.—¡Vamos, Rosca! (_Vanse mirando y riéndose por el foro._) - -MATÍAS.—¡Maldita sea mi estampa!... ¡No te vayas... so gallina! ¡Ven -aquí!... - -PACO (_Conteniéndole._)—Pero, ¿quiés callar, señor?... ¡Miá que pué -volver! - -JUAN.—¡Gachó! ¡Tiés un timbre la mar de escandaloso! - -MATÍAS.—¡Déjame, que lo quió matar!... ¡Ven aquí! ¡Vuelve!... ¡Timador! -¡Golfo! ¡Granuja! (_Grita, yendo hacia el sitio por donde Epifanio ha -desaparecido, y a cada insulto levanta más la voz._) - - -ESCENA V - -MATÍAS, EULOGIO, JUAN, PACO, _la_ SEÑÁ IGNACIA _e_ ISIDRA. _Estas -últimas de la tienda de sillas._ - -ISIDRA (_Sale corriendo._)—Pero, padre, ¿qué es esto?... ¿Qué le pasa a -mi padre? - -IGNACIA (_Saliendo._)—Matías, pero ¿qué ha sido? - -MATÍAS.—Nada, señor; no sus apuréis. ¡Total, dos bofetás! Que me... -digo, que le... (_A Juan._) ¡Dame el sombrero! (_Juan lo coge del suelo -y se lo da. Matías lo limpia con la manga, se lo pone y se arregla la -corbata._) - -IGNACIA.—Nosotras oíamos voces, pero como siempre están con broncas en -la taberna, no hacíamos caso... ¿Y qué ha pasao? - -ISIDRA.—¿Con quién ha sido? (_Con ansiedad._) - -IGNACIA (_Al ver que Matías no habla y mueve la cabeza como dudando si -decirlo._)—No nos tengas así, hombre. Habla. ¿Con quién ha sido? - -MATÍAS.—¿Con quién quiés que sea? ¡Con... ese! - -PACO.—¡Con Epifanio! - -ISIDRA.—¿Con Epifanio? - -IGNACIA.—¿Con ese ladrón?... ¿Y no le has matao?... (_Con furia._) - -MATÍAS.—No me han dejao éstos. - -JUAN.—¡Toma, ni él! - -EULOGIO.—Pero, vamos a ver; la cuestión ¿por qué ha sido? - -MATÍAS.—Pus verá usté por qué, señó Ulogio. Ya sabe usté que Epifanio y -ésta (_Por Isidra._) tenían relaciones cordiales dende hace año y medio. - -IGNACIA.—¡Así nos hubiéramos muerto tóos el día que puso los pies en mi -casa! - -ISIDRA (_Llorando._)—¡Ojalá! - -MATÍAS.—Bueno; pues hace quince días, cuando ésta había ya empezao a -hacerse el _trunsó_, averigüemos que Epifanio vivía maritalmente con -Esperanza, la fiadora, y que la Esperanza lo mantiene... ¿Qué iba a -hacer la chica? ¡Lo que hacen las mujeres honrás! Ella se destrozó el -alma, y a él lo mandó... bastante lejos. - -EULOGIO.—Ya me figuro dónde. - -MATÍAS.—Bien; pues dende ese disgusto mi casa es un panteón de familia. -Pero hoy es San Isidro, el santo de ésta, y esta mañana les he dicho -pa animarlas: “¡Vaya, arreglar la merienda, que esta tarde vamos a ir -a la Pradera!” Salgo a invitar a estos amigos, me los encuentro en la -taberna, nos sentamos, y me veo en la mesa del rincón a Epifanio con -el Rosca. Yo, como es natural, no le hice caso, y me dirijo a éstos, -les hago la invitación, lo oye él y viene y me dice: “Señor Matías, -cuente usté con un anfitrión más pa ir con ustés donde sea.” Epifanio, -retírate, porque tú pa nosotros has caído en el panteón del olvido -involuntario... ¡Me parece que la frase era elegante! Pues bueno; me -se queda mirando de hito en hito y me da un papirotazo en la nariz que -me hizo de estornudar, y además me agarra de la solapa y me dice: “Si -va la Isidra esta tarde a la Pradera, al primero que baile con ella -dígale usté que le hago un chirlo.” Me cegué, le dí así en la cara, nos -liamos a golpes, salimos a la calle, y aquí fuera ya ha visto usté lo -que ha sucedido... ¡Que me se ha achicao! - -EULOGIO.—No, si ya lo he visto. Bueno; ¿y qué van ustés a hacer? - -IGNACIA.—¿Qué quiere usté que hagamos? ¡Ir esta tarde a la Pradera! -(_Con resolución._) - -ISIDRA.—Sí, señor; y bailar yo con quien se me antoje. ¡Pus no faltaba -más! - -MATÍAS.—Poco a poco, poco a poco. Esta tarde no salimos de casa. - -PACO.—Es lo cuerdo. - -IGNACIA.—¿Que no salimos?... ¿Pero le tiés miedo?... - -MATÍAS.—Mujer, es que... - -IGNACIA.—¡Cobarde! ¡Gallina! ¡Ma... Matías, no me hagas desbarrar! -¿Pero es que tú gozas en que ese zángano martirice a tu hija? ¡No! -¡Esto se ha acabao, hija mía, que todavía tié tu madre uñas pa sacarle -los ojos al que quiera verte sufrir! ¡Iremos a la Pradera aunque sea -solas! - -ISIDRA.—¡Sí, señora, sí! - -IGNACIA.—Y bailará con quien le dé la gana; y tú, si tiés miedo, te -quedas en casa; te quitas el bigote, te pones unas enaguas, y para -cuando volvamos a ver si me lo tiés tóo fregadito. ¡Vamos, hija! (_Vase -a la casa._) - -EULOGIO (_Yendo detrás de ella._) ¡Olé! usté es una persona mayor. - -MATÍAS.—Pero, ¿estáis viendo?... ¡Miá que es pusilánime el seso -débil!... - -PACO.—¡Va en carázteres! - -JUAN.—Déjalas que vayan solas si quieren, señor; nosotros podemos -quedarnos jugando tranquilamente al mus. - -MATÍAS.—¡Quita, hombre! - -EULOGIO.—Pues más valía que se metieran ustés de doncellas... (_Se -sienta a trabajar._) - -MATÍAS.—¡Natural, señor!... ¡Hay que ir y que sea lo que Dios -quiera!... Conque hasta luego. Que no tardéis. (_Vanse Paco y Juan por -el foro, y el señor Matías a su casa._) - - -ESCENA VI - -SEÑOR EULOGIO - -EULOGIO (_Se levanta._)—¡La Isidra peleá con Epifanio!... ¡Ha llegao -la mía! ¡Ha llegao el momento de sacar mi gallo! ¡Y poco que se va a -alegrar el pobre Venancio en cuanto sepa que la Isidra está libre! -¡Ese chico sí que la quiere! ¡Porque eso es tener cariño, lo que hace -él! Querer a una mujer con fatigas, verla con otro, como él la ve con -Epifanio, tener el gusano dentro y contentarse con venir aquí, doblar -el morro y mirar a su puerta... ¡Y es que ese chico es más tímido que -un pájaro-mosca!... Lo que tiene es que yo le quiero más que a un hijo, -y voy a hacer locuras pa que esa chica le aprecie... - - -ESCENA VII - -SEÑOR EULOGIO _y la_ SEÑÁ IGNACIA. _La señá Ignacia sale de su casa y -empieza a descolgar algunas sillas de las que había como muestra en la -puerta._ - -EULOGIO.—¡La señá Ignacia! ¡Yo le hablo en favor de Venancio! ¡Esta es -la ocasión! (_Se acerca a ella._) ¡Que sea enhorabuena! - -IGNACIA.—¿Está usted de chunga? - -EULOGIO.—Lo que estoy es que he visto que es usté una de las madres más -maternales que hay, que no consiente usté que le tomen la cabellera a -su señora hija... - -IGNACIA.—¡Y dígalo usté! Epifanio tié narices porque yo no tengo pelos -en la cara, que si no... ¡qué se había de reir ese ganso de nosotros! - -EULOGIO.—¡Ahí voy! Señá Ignacia, yo les aprecio a ustés y quiero que -sepa usté una cosa que se me está pudriendo aquí dentro. - -IGNACIA.—¿Qué cosa es esa? - -EULOGIO.—Que eso de que no hay ningún hombre que se arrime a la Isidra -por miedo de Epifanio eso es un cuento de las mil... y pico de noches. - -IGNACIA.—¿Que no es verdad? (_Con extrañeza._) - -EULOGIO.—Yo conozco a uno que la quiere a cegar, y que no le tiene -miedo a nadie... más que a ella. - -IGNACIA.—¿Y quién es ese? - -EULOGIO.—¡Venancio! - -IGNACIA.—¿Qué Venancio? ¿El panadero? - -EULOGIO.—¡El mismo! - -IGNACIA.—Pues no me he fijao en lo más mínimo. ¿Y la Isidra lo sabe? - -EULOGIO.—De seguro que lo ha notao; pero alocá con el otro... no ha -estao pa más reparos. Y diga usté que Venancio, en cuanto al físico, -no le diré yo a usté que sea un Adonis, ni un Romeo y Julieta; pero en -lo tocante a hombría de bien, ríase usté de Guzmán el Bueno y de San -Homobono, señá Inacia... - -IGNACIA.—¡Honrao creo que es! - -EULOGIO.—¡Que si lo es! El año pasao, cuando tuve la pulmonía y me -encontré sin amparo y más solo que un sombrero hongo, él fué la única -persona que se me arrimó al lecho del dolor de costao y me dijo: “¡No -se apure usté, abuelo, que aquí estoy yo!...” Y esas palabras las tengo -grabás en bronce aquí dentro, y como sé que revienta por la chica, poco -he de poder u los vinculo, si usté me lo consiente... - -IGNACIA.—¿Que si yo lo consiento?... ¡Sí, señor! ¡Ojalá tenga usté -poder pa eso! - -EULOGIO.—¡Yo lo arreglo todo! ¿Y sabe usté cómo? - -IGNACIA.—¡Chist! ¡Chist! ¡Calle usté; que sale la Isidra! - - -ESCENA VIII - -DICHOS, ISIDRA _de la casa. Luego_ BALTASARA _en el balcón. Sale con -un lebrillo de ropa recién lavada, que tiende en las cuerdas que habrá -colocadas en la barandilla. Al sacudir y al escurrir la ropa debe oir -el público el ruido del agua que cae a la escena._ - -ISIDRA.—¡Pero madre, no se duerma usté, que son las once! - -IGNACIA.—Pues anda, anda, ayúdame a entrar tóo esto. (_Descuelga -sillas, que va entrando Isidra._) - -BALTASARA (_Sale al balcón, coge del lebrillo una de las prendas de -ropa y la sacude antes de tenderla. Cantando._) - - “Las mujeres incorrutas - que se estiman por honrás...” - -(_Sacude y moja al señor Eulogio, que se levanta sorprendido._) - -EULOGIO.—¡Eh!... ¡Eh!... ¡Chist!... ¡Oye, tú, incorruta!... - -BALTASARA.—¿Qué pasa, maestro? - -EULOGIO.—Na; que u sacudes pa otro lao, u me compras un impermeable; -¡tú verás!... - -BALTASARA.—¡Estaría usté mu feo con el hule! (_Vuelve a escurrir y -prende la ropa en la cuerda con un alfiler._) - -EULOGIO (_Apartándose como si se sintiera mojado._)—¡Oye, tú: haz el -favor, que me estás mojando el chagrén!... - -BALTASARA.—¡Ande usted, y que le den dos duros, hombre!... (_Sigue -sacudiendo y tendiendo._) - -EULOGIO.—¡Na, esperaremos que pase la nube! (_Se aparta._) - -BALTASARA.—¿Y qué le parece a usté mi balcón, señá Ignacia? - -IGNACIA.—¡Eso estaba mirando, chica!... ¡Ni el botánico!... ¡Vaya una -de flores! - -EULOGIO.—Misté la enredadora, digo, la enredadera... Cudiao que trepa, -¿eh?... - -BALTASARA.—Y misté qué dos tiestos de claveles. Oye, Isidra, ¿a que no -sabes quién me los ha regalado? - -ISIDRA.—¡Qué sé yo!... ¡Tiés tanto conocimiento!... - -BALTASARA.—Pus, Epifanio. - -ISIDRA.—Epifa... (_Movimiento de contrariedad._) ¡Caramba, qué -suerte!... (_Con fingida sorna._) - -BALTASARA.—Supongo que no te enfadarás, porque yo sentiría... - -ISIDRA.—¿Yo?... ¡Como si te quiere regalar la quinta del Atanor!... - -BALTASARA.—Chica, yo no quería admitirlos; pero como me han dicho que -habíais roto... - -IGNACIA.—¡Claro, has recogío tú los tiestos! - -BALTASARA.—¡No, y luego, créame usté, que lo sentí... porque tuve que -oir lo que quiso hablar!... ¡y anda diciendo unas cosas de ti, que -chica!... - -ISIDRA.—¿De mí? ¿Qué dice de mí? (_Con energía._) - -IGNACIA.—¿Qué es lo que tié que decir de mi hija?... - -BALTASARA.—¡Pero no se sofoquen ustés, caramba! ¡Si yo lo sé! ¡Vaya, -hasta otro rato! (_Entra y cierra el balcón._) - -EULOGIO.—¡Adiós, cinematógrafo! - -IGNACIA.—¿Pero está usté oyendo? ¡Le digo a usté, señó Eulogio, que -debía venir la viruela!... - -EULOGIO.—Pero, ¿qué adelantábamos, si esa está revacuná? - -IGNACIA (_A la Isidra que llora en silencio y se limpia las -lágrimas._)—¡Oye... tú! Pero, ¿qué haces? ¡Pus no está llorando!... -¡Pero Isidra!... - -ISIDRA.—¡Déjeme usté, madre, déjeme usté!... - -IGNACIA.—Pero, ¿ve usté?... - -EULOGIO.—Pero, ¿qué quié usté que haga la infeliz?... ¡Vamos, que si -fuera hija mía!... ¡Na, que le digo a usté, señá Ignacia, que su marido -de usté es de clases pasivas! ¡Si ésta me tocara lo más mínimo... tiros -había aquí!... - -IGNACIA.—¡Y tú ten formalidad algún día, y olvida ya de una vez a esa -mala peste de hombre!... ¡Olvídalo!... - -ISIDRA.—¡No quiero!... ¡No quiero olvidarlo... pa no dejar de -aborrecerlo!... ¡Si yo no lloro por él!... ¿A mí qué? Si es la hiel y -la rabia, que me ahogan de pensar que no tengo quién me defienda... - -EULOGIO.—¡Pero ven acá, so lila! Si tú has despreciao a tóos los que -te se han arrimao... ¿quién va a defenderte? ¿U es que quieres que te -defiendan por teléfono?... - -ISIDRA.—Los he despreciao, porque yo he querido a ese hombre a cegar y -no podía querer a otro, pero hoy... - -EULOGIO.—Hoy, ¿qué? - -ISIDRA.—Créame usté, señó Ulogio, que hoy le haría caso al que se -me acercara, a cualquiera que pase, al primero que llegue... (_Con -energía._) - - -ESCENA IX - -DICHOS _y_ VENANCIO _por el foro. Sale con la cesta del pan a la -cabeza._ - -VENANCIO.—¡Buenos días! (_Las ve y se queda parado._) - -IGNACIA.—(¡Él!) ¡Buenos días, Venancio! - -EULOGIO.—(¡Anda, Dios, qué oportunidad!) (_A Isidra._) ¿Conque al -primero que llegue? - -ISIDRA.—¡Qué sé yo! ¡Pué que sí!... (_Entra en su casa._) - -IGNACIA (_Siguiéndola._)—¡Lástima de hija! - -EULOGIO.—(¡Cosa hecha!) (_Se sienta a trabajar._) - -VENANCIO.—¡Ni me ha mirao! (_Deja la canasta en el suelo y queda -mirando a la puerta de Isidra._) - - -ESCENA X - -DICHOS _y_ VENANCIO - -EULOGIO (_Después de una pausa._)—¿Qué?... ¿Se sabe si se han nivelao -ya los presupuestos? - -VENANCIO.—¡Qué sé yo!... ¡Señó Ulogio, yo no sé qué tié esa mujer para -mí! ¿Usté ve que la he visto?... ¡Misté cómo me he quedao! - -EULOGIO (_Le toca la mano._)—¡Frapé!... - -VENANCIO.—¡Un mármol! - -EULOGIO.—¡Anda, siéntate, marmolillo!... - -VENANCIO (_Dándole un pan._)—Tome usté lo suyo, que me falta repartir -en dos u tres casas todavía. - -EULOGIO.—No tengas prisa, hombre, que tenemos que hablar tendidamente. - -VENANCIO.—Nosotros... ¿De qué?... - -EULOGIO.—¡Pus... de ella! - -VENANCIO (_Con rapidez._)—¿De ella?... ¿Qué?... ¡Ande usté!... - -EULOGIO.—¡Venancio, vamos claros! ¿Tú deseas reirte de las aves que -topan? - -VENANCIO.—¿Yo?... Bueno, explíquese usté mejor, porque... - -EULOGIO.—¿Tú quieres a la Isidra?... - -VENANCIO.—¿Quererla? ¡Es poco! Más que eso, señó Ulogio, ya lo sabe -usté... - -EULOGIO.—Entonces, claro, con ese genio que tienes estás aguardando -a que la chica un día se enfade, te saque de tu casa y te deposite -judicialmente... ¿verdad? - -VENANCIO.—Yo callo... porque... porque sé lo que es el mundo. - -EULOGIO.—¿Tú?... ¿Tú qué vas a saber? ¡Tú eres un mixto de pardillo y -jilguero! ¡El mundo!... ¿Quieres saber lo que es mundo?... ¡Pues oye, -y sácate una copia! El mundo, Venancio, en lo referente al amor, es -talmente una zapatería: la juventuz es el escaparate, las mujeres son -el calzao y el hombre, el parroquiano. Las mujeres, como el calzao, -ca una tié una piel distinta... las tiés dende becerro (que Dios nos -libre), hasta el charol más fino y reluciente. Ahora, que la mujer es -un calzao que tié el defezto de que no lo hacen a la medida. ¿Qué tié -que hacer el hombre?... Pues mirar por el escaparate y escoger a ojo, -y decir aquel calzao es el mío, y entrar y disputárselo al _sursum -curda_... ¿Me entiendes?... Bueno, tú has encontrao lo que te gusta, -pues entra a cogerlo, cuéstete lo que te cuéstete, y cásate pronto, -porque mira, chico, el hombre que no se casa, u sea el que no va calzao -como Dios manda, tié que andar con chanclas toa su vida... y pa eso más -vale que te coja un Miura, crémelo. - -VENANCIO.—¡Pero es que ese calzao que usté me aconseja es de una piel -mu fina para mí! - -EULOGIO.—¡Quita, primo! ¡La Isidra te está que ni pintá! ¿Y sabes por -qué? - -VENANCIO.—¿Por qué? - -EULOGIO.—¡Porque te la he puesto yo en la horma! - -VENANCIO.—Pero, ¿qué está usté diciendo? - -EULOGIO.—Que la he hablao de ti y que te espera. ¿Lo quiés más claro? -¡Y que es preciso que la hables en seguida! - -VENANCIO.—¿Yo?... Pero... ¡usté me está volviendo tarumba, señó Ulogio! -¿Ella a mí?... - -EULOGIO.—¡Sí, señor!... ¡Lo de Epifanio se ha acabao, y vas a hablarla, -pero, cómo, ahora mismito! ¡Voy a llamarla! - -VENANCIO.—¡No! ¡Eh! ¡Estese usté quieto!... ¡Ahora no! ¿Qué voy a -decirla yo ahora? (_Deteniéndole._) - -EULOGIO.—¿Que qué vas a decirla?... Pues te arrimas a ella y la viertes -estas frases en la oreja izquierda: “Isidra, aquí dentro tengo un -corazón pa usté, y allá arriba un cuartito y un pedazo de pan pa los -dos: ¿usté gusta?” - -VENANCIO.—¿Y si me dice que no tié gana? - -EULOGIO.—¡La das un _vermú_; miá tú éste! Además, ¡hoy la pués caer en -gracia! - -VENANCIO.—¿Cómo?... - -EULOGIO.—Regalándole, como obsequio, por su santo, dos tiestos de -claveles iguales que aquellos. (_Señala al balcón de la Baltasara._) - -VENANCIO.—¿Pa qué? - -EULOGIO.—Tú obedece y calla, que yo me entiendo, y aguarda, que voy a -llamarla. - -VENANCIO.—¡No! (_Deteniéndole._) ¡Por Dios!... ¡Hoy no! ¡No la llame -usté, que no tendría valor!... ¡Otro día!... - -EULOGIO.—¡Qué otro día!... ¡Ahora mismo!... (_Llamando._) ¡Isidra!... - -VENANCIO.—¡No! ¡Por Dios! ¡Que si me la veo delante me muero! ¡No!... - -EULOGIO.—¡Tú te callas!... ¡Isidra!... (_Volviendo a llamar._) - -VENANCIO.—¡No! - - -ESCENA XI - -DICHOS. ISIDRA, _de la casa._ - -ISIDRA (_Saliendo._)—¿Qué quié usté? - -VENANCIO (_Azoradísimo._)—(¡Ella! ¡Me ha perdido!) (_Empieza muy -nervioso a hacerse nudos en los picos de la blusa y a retorcerlos._) - -EULOGIO (_A Isidra._)—¡Ven! Haz el favor... coge de aquí. (_De un pico -de la blusa de Venancio._) - -ISIDRA.—¿Yo? (_Con extrañeza._) - -VENANCIO.—Pero, hombre... que... - -EULOGIO.—¡Coge, mujer... coge de aquí... (_Isidra lo coge._) y no -sueltes hasta que éste te diga una cosa que quié decirte!... - -ISIDRA.—¿A mí? - -VENANCIO.—¡No!... Pero si yo... no la... - -EULOGIO.—¡Revienta de una vez, hombre! Conque arreglarsus. (_Yéndose._) -¡La primera vez de mi vida que he hecho de cimbel! (_Entra en la casa._) - - -ESCENA XII - -VENANCIO _e_ ISIDRA - -ISIDRA (_Después de una pausa, durante la cual Venancio la mira a -hurtadillas, sin atreverse a hablarla._)—¡Pues tú dirás! (_Soltándole -la blusa._) - -VENANCIO (_Muy azorado, soplando por el sofoco y limpiándose el -sudor._)—No... si yo... es que la... - -=Música= - - ISIDRA - - Anda, y desembucha - lo que has de decir. - - VENANCIO - - Dispénsame, Isidra; - tengo un nudo aquí. - - ISIDRA - - Desátalo y habla. - - VENANCIO - - Si no puede ser. - - ISIDRA - - ¿Por qué? - - VENANCIO - - Porque... ¡Vamos, - no digo el por qué! - - ISIDRA - - Cuando el hombre no es hombre de veras, - y hablar con mujeres - le da desazón, - pues... se debe dir a las afueras - y andar con los chicos - jugando al peón. (_Va a marcharse._) - - VENANCIO - - Oye, espera un momento si quieres, - que voy a decirte... - ¡que tienes razón! - Aunque yo, pa las otras mujeres, - no soy tan cobarde - ni soy tan melón. - - ISIDRA - - Pues vete con ellas. - - VENANCIO - - Si no quiero dir. - - ISIDRA - - Pues habla en seguida. - - VENANCIO - - ¡Lo voy a decir! - Isidra, yo siento - fatigas... - - ISIDRA - - ¿Por qué? - - VENANCIO (_Acobardándose._) - - Por... nada. ¡Recontra! - ¡Ya me atraganté! - - VOZ (_Dentro._) - - ¡Buenos tiestos de claveles dobles! - - VENANCIO - - ¿Te gustan los claveles? - - ISIDRA - - ¡Pues ya lo creo! - - VENANCIO - - Si yo te los regalo, - ¿me harás un feo? - - ISIDRA - - No tengo esa costumbre. - - VENANCIO - - ¡Bendita seas! - Voy a escape por ellos - para que veas. - - ISIDRA (_Deteniéndole._) - - Espera un poco. - ¿Qué voy a ver? - - VENANCIO - - Pues que yo... ¡Vaya, - que no pué ser! - - ISIDRA - - Maldigo y reniego - de tu cortedad. - ¡Un hombre que calla - no sirve pa na! - - VENANCIO - - Las palabras, aquí se me anudan. - Maldigo y reniego - de mi cortedad. - ¡Que no sepa decir lo que siente - un hombre que sabe - querer de verdad!... (_Isidra va a marcharse._) - Espérate un poco. - - ISIDRA - - Ya no hay ocasión. - - VENANCIO - - En cuatro palabras - está la cuestión. - - ISIDRA - - Pues dilas. - - VENANCIO - - Que tengo - deseos... - - ISIDRA - - ¿De qué? - - VENANCIO - - ¡De... nada! ¡Recontra! - ¡Ya me atraganté! - - VOZ (_Dentro._) - - ¡Buenos tiestos de claveles dobles! - - ISIDRA (_Riéndose._) - - El de los claveles - se va por allí. - - VENANCIO (_Decidido._) - - ¡Pues voy a traerlos, - pa que hablen por mí! - -(_Vase Venancio corriendo por el foro y la Isidra se mete en su casa._) - - -ESCENA XIII - -EULOGIO, EPIFANIO _y el_ ROSCA - -=Hablado= - -EULOGIO (_De la casa._)—¿Qué habrá pasao? ¡Se han ido! ¡No se ve a -naide! Digo, ¡contra!... ¡Epifanio viene!... (_Se sienta a trabajar._) - -EPIFANIO (_Por el foro._)—A éstos... (_Señalando la casa del sillero._) -les estropeo yo la merienda esta tarde. - -ROSCA.—No te ofusques, Epifanio, no te ofusques, y deja ya a la Isidra, -porque de esa no has sacao ni sacarás... ¡pero que ni agua! - -EPIFANIO.—Ya sé que no he sacao na; pues ese es mi coraje... ¡Pero yo -te juro que no me voy de rositas! - -ROSCA.—¡Epifanio! - -EPIFANIO.—¡Rosca... al Retiro! (_Vase Rosca a la taberna. A Eulogio._) -Oiga usted, maestro: ¿sabe usted, por una casualidaz, si ha salido la -Isidra? - -EULOGIO.—¿La Isidra?... No sé... digo, sí, hombre; ahora que me -acuerdo... hace un rato que la he visto ahí en la puerta hablando -con su novio. (_Epifanio hace un aspaviento de asombro, que asusta a -Eulogio._) - -EPIFANIO.—¿Con su qué?... - -EULOGIO.—¡Con su novio! ¡Con ese chico que la habla ahora! - -EPIFANIO.—Pero, ¿cuálo? - -EULOGIO.—¡Ese chico... Venancio! ¡El panadero ese!... ¡Na!... - -EPIFANIO.—¿Conque ese?... - -EULOGIO.—¡Creo que sí! Y no tardará... porque me parece que ha dicho -que se iba a comprarla dos tiestos de claveles. ¡Na, tonterías! ¡Na! -(¡Toma soga!) (_Entra en la casa._) - - -ESCENA XIV - -EPIFANIO _y_ VENANCIO - -EPIFANIO.—¡Anda, Dios! ¿Conque Venancio se ha atrevido? ¡Pues na, que -le perniquiebro un brazo en cuanto le vea! ¡Digo, ni pintao! ¡Por allí -viene! ¡Y con los claveles! ¡Se la gana! (_Se oculta en la esquina de -la tienda._) - -VENANCIO (_Sale muy risueño cargado con un tiesto de claveles._)—¡No -los llevaba mejores! ¡Cuando los vea! (_Se acerca a la casa a llamar._) -Isi... (_Se detiene al ver a Epifanio, que adelanta sonriendo con -sorna._) ¡Anda el otro! (_Tratando de ocultar el tiesto._) ¿Qué hago yo -con esto ahora? - -EPIFANIO.—¡Chist! ¡Pollo! - -VENANCIO.—¿Qué? - -EPIFANIO.—¡Que se ve un capullo! - -VENANCIO.—No importa. - -EPIFANIO.—¿Y dónde va usted con tanto reventón? - -VENANCIO.—Donde me parece. - -EPIFANIO.—¡Chist! (_Le detiene poniéndole la contera del bastón en la -cara._) Caramba, joven, ¿sabe usté que me han engañao? - -VENANCIO.—¡No sé nada! - -EPIFANIO.—Pues me han engañao, porque me habían dicho que era usté un -cachorro de lanas, y veo que no, que usté es ratonero. - -VENANCIO.—Yo... soy un hombre que no quié meterse con nadie... eso es -lo que soy. - -EPIFANIO.—¡Un hombre! ¿Y a usted le hacen mucha falta las muelas, joven? - -VENANCIO.—¡Regular! - -EPIFANIO.—¿Y qué haría usté si yo le extrajera unas varias? ¿Llorar? -(_Con guasa._) - -VENANCIO.—Misté, déjeme usté en paz, señor Epifanio, que yo no me he -metío con usté para nada. - -EPIFANIO.—¿Que no se ha metío usté conmigo? ¡So tórtola! ¿Y se dirige -usté a la Isidra sabiendo que es cosa mía? - -VENANCIO.—¡Yo no sabía eso! - -EPIFANIO.—¡Pues sépalo usté! Esa joven está prohibida... (_Aparecen en -las puertas respectivas Eulogio e Isidra, y quedan ocultos oyendo el -resto de la escena._) - -VENANCIO.—Eso lo veremos. - -EPIFANIO.—¡Ya está visto! Por lo tanto se lleva usté ese tiesto a su -casa y se lo regala usté a la portera. - -VENANCIO.—¡Usted me dispense, pero este tiesto es pa la Isidra! (_Con -energía._) - -EPIFANIO.—¡Quiá! - -VENANCIO.—¡Es para ella! - -EPIFANIO.—¿Para ella? ¡Tire usté eso! ¡So primo! (_Se lo tira de dos -manotazos._) - -VENANCIO (_Furioso._)—¡¡A mí!! (_Va a abalanzarse a Epifanio._) - - -ESCENA XV - -DICHOS, ISIDRA _y_ EULOGIO - -ISIDRA (_Salen y detienen a Venancio._)—¡Venancio! ¡No! - -EPIFANIO (_A Isidra, señalándole los claveles que están en el -suelo._)—¿Los ves? (_Riendo._) ¡Porque eran pa ti! (_A Venancio._) ¡So -párvulo! (_Entra riendo en la taberna._) - -ISIDRA.—¡Ladrón! (_Con furia entra en su casa._) - -VENANCIO (_Casi llorando de coraje se abalanza a la mesa del zapatero y -coge la cuchilla._)—¡Le parto el alma! - -EULOGIO.—¡Venancio! (_Sujetándole._) - -VENANCIO.—Le parto el corazón, suélteme usté. (_Forcejea._) - -EULOGIO.—¡Quieto! - -VENANCIO.—¡Suélteme usté, suélteme usté, señó Eulogio, u no respondo! - -EULOGIO.—¡Chist! Que viene gente. ¿No oyes? ¡Quieto ahora! ¡Ya le -buscaremos! - -VENANCIO.—¡Sí, pa matarlo! ¿eh? - -EULOGIO.—¡Pa lo que quieras! (_Le entra en la casa a empujones, después -que luchan y forcejean._) - - -ESCENA XVI - -JUAN _el Migas_; PACO _el Curial_; _la_ SEÑORA JUSTA, CORO GENERAL DE -CONVIDADOS. _Después_ MATÍAS, IGNACIA _e_ ISIDRA. _Luego_ EPIFANIO _y -el_ ROSCA. _Al fin_ EULOGIO _y_ VENANCIO. - -=Música= - - CORO (_Dentro._) - - Alegre es la mañana - y hermoso el día: - hoy va a ser cosa buena - la romería. - ¡Vamos allá! - y el que no se divierta - tonto será. - - MUJERES - - Veréis cómo la Isidra - tarda una hora. - - HOMBRES - - Es que ella nunca ha sido - madrugadora. - - MUJERES - - Y se estará poniendo - la ropa nueva, - pa bailar en el santo - si hay quien se atreva. - - HOMBRES - - ¡Pues no ha de haber! - - MUJERES - - Silencio, que eso pronto - lo hemos de ver... - - JUAN _y_ PACO - - Vamos, señor Matías, - anden ligeros, - que esperan aquí todos - los compañeros. - - ISIDRA (_Dentro._) - - Ahora mismo salimos. - - MATÍAS (_Ídem._) - - Voy en seguida. - -(_Sale Isidra con pañolón de Manila._) - - HOMBRES - - ¡Olé las buenas mozas! - - MUJERES - - ¡Qué bien vestida! - - ISIDRA - - Aquí estoy preparada y dispuesta - pa dir a la fiesta - con todos ustés, - y ande ya porque estoy deseando - pasarme bailando - dos horas u tres. - - HOMBRES - - Pues por nosotros - no ha de quedar; - pero Pifanio - se va a enfadar. - - ISIDRA (_Con coraje._) - - Que nadie diga - nada de ese hombre, - porque no quiero - que me lo nombren. - - CORO - - (¡Qué modo de engañar, - qué bien hace el papel! - ¡No quiere confesar - que la ha dejado él!) - - IGNACIA (_Saliendo. Lleva también pañuelo de Manila._) - - ¡Hola, señores! - - MATÍAS (_Saliendo._) - - Muy buenos días. - - CORO - - ¡Señora Ignacia! - ¡Señor Matías! - - MATÍAS - - Si estamos todos - vamos allá; - que si no el santo - se enfadará. - - TODOS - - Alegre es la mañana - y hermoso el día; - hoy va a ser cosa buena - la romería. - -(_Al empezar el desfile salen de la taberna Epifanio y el Rosca._) - - EPIFANIO - - ¡Un momento! - -(_Deteniendo a todos._) - - ISIDRA - - ¿Qué quieres? - - EPIFANIO - - Con tu licencia, - tengo que hacer a éstos - una advertencia. - - MUJERES (_A los hombres._) - - Ya está Epifanio - provocativo. - - HOMBRES (_A ellas._) - - Como le falte - le como vivo. - - EPIFANIO (_Con mucha calma._) - - ¿Por qué se van ustedes - a la Pradera - y a mí no me convidan? - - ISIDRA - - Pues bueno fuera. - - EPIFANIO - - Están ustedes - en su derecho, - y que les haga - muy buen provecho, - pero tengo que darles - un consejo de amigo. - ¡Que esa chica no baila - más que conmigo! (_Por Isidra_) - - MATÍAS (_Furioso._) - - Bailará con quien quiera. - ¡Pues no faltaba más! - Y aquí está quien te come - los hígados, si vas. - - EPIFANIO - - Usté debe callarse, - señor Matías, - porque son estas cosas - suyas y mías. - Conque, señores, - digo, lo dicho; - al que esta tarde - tenga el capricho - de sacar a la Isidra, - nada más que una vez, - allí mismo, ¡por éstas! - le rebano la nuez. - - IGNACIA (_Furiosa._) - - ¡Tú rebanas muchos - pedazos de pan! - ¡Canalla, granuja, - boceras, charrán! - -(_A los hombres._) - - De tantos mozos - como hay aquí, - ¿nadie rechista? - ¿Qué hacéis así? - ¿Es que no hay un hombre - de veras, u qué?... - - ISIDRA - - ¡No hay ninguno, madre; - no se canse usté! - - VENANCIO (_Saliendo de la casa de la derecha con el - señor Eulogio._) - - ¡Servidor! - - ISIDRA (_Con alegría._) - - ¡Venancio! - - VENANCIO - - Hay uno. - - EPIFANIO (_Burlonamente._) - - ¿Tú? - - VENANCIO - - ¡Yo! - ¡Yo bailo con ella! - - EPIFANIO - - ¡Me paice que no! - - CORO - - (Buena se prepara, - por lo que se ve.) - - VENANCIO (_A Epifanio._) - - Allí nos veremos. - - EPIFANIO (_A Venancio._) - - Allí te veré. - - PACO - - Ea, señores, - no ha pasao na; - a divertirnos - vámonos ya. - - TODOS (_Yéndose._) - - Alegre es la mañana - y hermoso el día; - hoy va a ser cosa buena - la romería. - ¡Vamos allá! - y el que no se divierta - tonto será. - -(_Se van todos, menos Epifanio y el Rosca, que quedan en medio de la -escena, y Eulogio y Venancio a la puerta de la casa de la derecha, -mirándose en actitud de reto, marchándose Epifanio y el Rosca por el -foro riéndose, y Eulogio y Venancio se meten en la casa._) - -=Mutación= - - - - -CUADRO SEGUNDO - - El puente de Toledo la tarde de San Isidro. - - -ESCENA PRIMERA - -SECUNDINO - -SECUNDINO.—Pues, señor, llevo un cuarto de hora arrimao a la bola, -y la Cirila sin venir. ¿Se habrá encontrao con el bruto ese del -asistente?... ¡Le tengo una _tirria_ a la tropa!... Porque ya se sabe, -el comercio y la melicia semos de lo más rivales que hay... en lo que -toca a las criadas; porque, claro, un paisano, por mucho que quiera, no -pué salir de un saqué, bien mezclilla, bien de cuadros, y los melitares -tienen el aquel del uniforme. ¡Digo! Pues si me pusiese yo un casco -con llorón de cerda, guerrera ajustá, mi pantalón de punto, mi media -bota, mi sable, mis espuelas y un puro así, y me fuese a paseo a la -plaza de Oriente, setenta y siete u setenta y ocho niñeras con pasión -de ánimo a la primera vuelta... Pero, claro, con este traje, tóo lo -más que las causo es _itericia_. Gracias que la Cirila tié un pupilaje -pa distinguir a la juventud comercial, que me río yo... Esta tarde nos -columpiamos, y la voy a dar unos _vaivienes_ en un columpio de esos que -dicen: “¡Ay, qué gusto da el mareo!”, que va a ser la descoyuntura. -¡Calla! ¡Ella! ¡Allí viene!... ¡Cirila! ¡Cirila! - - -ESCENA II - -CIRILA, _una_ NIÑA _y_ SECUNDINO - -SECUNDINO.—¡Chica, creí que no venías! - -CIRILA.—¡Pus gracias que me han dejao, y miá el rabo que traigo! - -SECUNDINO.—¡La niña! ¡Anda su madre! ¿Por qué no la has dejao en la -casa cuna?... - -NIÑA.—¡Yo quiero ir al brazo! - -SECUNDINO.—¡Cállate, chica, si no, no te compro un matasuegras! - -CIRILA.—Bueno, ¿y en qué vamos a pasar la tarde? - -SECUNDINO.—¡Primero te compro el pito más grande que haiga, y luego nos -columpiamos! - -CIRILA.—¡Sí, eso, eso, que a mí me gusta mucho! - -SECUNDINO.—Y después, ¿sabes lo que hacemos?... - -CIRILA.—¿Qué? - -SECUNDINO.—Nos vamos a la fotografía instantánia y nos hacemos un grupo -de cada uno, y luego uno de los tres juntos. - -CIRILA.—¡Eso!... ¡Yo de busto! - -SECUNDINO.—Justo; tú de busto; la niña sentá en el suelo, detrás de -ti pa que no se asuste, y yo de cuerpo entero, apoyao así, tocando -el pito, la metá de la cabeza recliná en tu busto y la otra metá de -perfil, mirándote así... - -CIRILA.—¡Vamos, vamos, zaragata!... ¡No te fijes tanto, que me -enturbias la vista! - -SECUNDINO.—¡Arza pa el columpio! - -NIÑA.—¡Yo quiero ir al brazo! - -SECUNDINO.—¡Vamos, chacha! (_La coge._) ¡Yo me columpio con niña y tóo! -(_Vanse._) - - -ESCENA III - -PÉREZ _y_ TORRIJA, _vestido de carrero de un regimiento_ - -TORRIJA.—¡Mialá, por allí va! - -PÉREZ.—¡Ya la he visto!... ¡Con la niña y el Secundino!... ¡Mardita sea -su estampa!... ¡So infiela!... Pero mialás: ¡si esta tarde no corre por -esa Pradera más sangre que cañamones dan por catorce pesetas... aunque -sea mala comparación, que sí lo es!... - -TORRIJA.—¡Calma, ten calma! - -PÉREZ.—¿Calma yo?... ¡Mardita sea mi suerte, si no cojo a ese hombre -y hago un triple asesinato con él solo!... ¡Mardita sea la!... -(_Yéndose._) - -TORRIJA.—¡A éste le va a perder el carácter! (_Vanse._) - -=Mutación= - - - - -CUADRO TERCERO - - La Pradera de San Isidro el día del Santo. A la derecha un - merendero rodeado de mesas y banquetas. A la izquierda un columpio - que juega. En primer término, al mismo lado, mesas y banquetas - de otro merendero supuesto. Puestos de vendedores ambulantes, - «Tíos vivos», barracones de figuras de cera, etc., etc. Corros - de gente merendando, bailes, romeros que van y vienen. Animación - extraordinaria. - - -ESCENA PRIMERA - -_Preludio en el que suenan mezclados los estrepitosos ruidos de la -fiesta, organillos, murgas, redobles de tambor, voces, gritos de -vendedores, algazara de la gente, etc., etc._ - -=Música= - - CORO - - Con tres o cuatro orquestas - de varias clases, - pueden bailarse a un tiempo - polkas y valses, - y con tanto barullo, - con tanto ruido, - nos alegramos todos - de haber venido. - - -ESCENA II - -CIRILA, SECUNDINO _y la_ NIÑA _comiendo rosquillas_ - -=Hablado= - -CIRILA (_Con un pito grandísimo, rodeado de flores de papel._)—¡Pero -miá que es hermoso! (_Le toca._) - -NIÑA.—¡Yo quiero un pito grande, como ese! - -SECUNDINO.—Cuando seas mayor. - -CIRILA.—Bueno, y ahora nos columpeamos. - -SECUNDINO.—¡Mira, mira, ahora bajan de ese columpio! - -CIRILA.—¡Pus anda, vamos nosotros! - -SECUNDINO.—Yo me subiré primero, y me das la niña. (_Se sube._) ¡Ajajá! -¡Venga la chica! - -CIRILA.—¡Toma! (_Suben a la Niña._) - -NIÑA.—¡Y cuando yo diga, das tocino! - -CIRILA.—¡No, si yo voy a subir también! ¡Dame la mano! (_Va a subir._) - - -ESCENA III - -DICHOS, PÉREZ _y_ TORRIJA - -PÉREZ (_Sale y detiene a Cirila._)—¡Arto! - -CIRILA.—¡María Santísima! ¡Pérez! - -SECUNDINO.—¡Uy, el asistente! - -PÉREZ.—¡Venga usté acá, fregatriz adurterina! - -CIRILA.—¡Haga usté el favor de retirarse, que no tengo ganas de -conversación! - -SECUNDINO.—¡Oiga usté, melitar, u deja usté a la señora, u bajo! - -PÉREZ.—¡Anda con él, Torrija! (_Torrija empieza a mover el columpio, y -cada vez que Secundino quiere bajar le da un palo en las piernas._) - -SECUNDINO.—¡Eh!... ¡Chist!... Pero ¡eh!... ¡Pare usté!... ¡Que me pare -usté! ¡Eh! - -NIÑA (_Muy contenta._)—¡Tocino! ¡Tocino! (_Palmoteando._) - -CIRILA.—¡Por Dios, la niña! - -PÉREZ (_Cogiéndola de un brazo._)—¡Venga usté acá, sirena -corrompida!... ¿A osté le parece bien puesponerme a mí a esa lamprea -urtramarina?... - -SECUNDINO.—¿Lamprea? ¿Yo?... ¡Pare usté!... - -TORRIJA (_Dándole más fuerte._)—¡Quieto! - -NIÑA.—¡Tocino! ¡Tocino! - -CIRILA.—¡Tú tiés la culpa! - -PÉREZ.—¿Yo?... ¡Infiela!... ¡Lo sé todo! ¡Sé lo de tu señorito, que me -lo acaban de contar! - -CIRILA.—¿Quién? - -PÉREZ.—La Vicenta. - -CIRILA.—¿Esa golfa? - -PÉREZ.—Sí, señora; que está allí en aquel grupo, y te lo dirá en tu -cara. - -CIRILA.—¿A mí ese pingo?... ¿Y está allí?... ¡Vamos a ver, si me lo -dice la arranco el moño! Aguarda un rato. - -SECUNDINO.—¡No! ¡Eh! ¡Chist! ¡Pararme! ¡No te vayas, Cirila! - -PÉREZ.—¡Tenga osté a la niña, que en seguía volvemos! (_Torrija le da -más fuerte, y vanse corriendo._) - -SECUNDINO.—¡No! ¡Eh!... ¡Chits!... ¡Melitar!... ¡Se van! - -NIÑA.—¡Tocino! ¡Tocino! - -SECUNDINO.—¡Eh, pararme, pararme! ¡Eh, buen hombre, haga usté el favor! -(_A un paleto que pasa._) ¡Haga usté el favor, por Dios! - -PALETO.—¿Que dé con más juerza?... ¡Güeno! (_Le da más fuerte al -columpio y se va._) - -SECUNDINO.—¡No, eh, por Dios, que no era eso!... ¡Amigo!... ¡Chits!... -¡Oiga usté!... (_A un romero que pasa._) - -ROMERO.—¡Esos de pueblo no saben! ¡Verá usté yo! (_Le da más fuerte y -vase._) - -SECUNDINO.—¡No, si no es eso! ¡Eh! ¡Chits!... ¡Y yo ya no los veo!... -(_Para el columpio._) - -NIÑA.—¿Pero no nos dan tocino? - -SECUNDINO.—¡La morcilla es lo que nos debían de dar! ¡Infames!... ¡Se -la ha llevao! (_Bajan_.) ¡Vamos, chica! - -NIÑA.—¿Vamos por rosquillas? - -SECUNDINO.—¡Por tripas de melitar! ¡Cirila!... ¡Cirila!... ¡Y haberla -comprao este pito pa eso!... (_Vase corriendo. Se lleva la Niña al -brazo._) - - -ESCENA IV - -_La orquesta toca parte del pasacalle, y a los últimos compases salen_ -PACO EL CURIAL, _que va delante con la guitarra al hombro; detrás -varios con cestas y botas de vino, otros con bandurrias y guitarras, -detrás las mujeres palmoteando y riendo, y a lo último_ JUAN, LA SEÑÁ -JUSTA, ISIDRA, IGNACIA _y el_ SEÑOR MATÍAS, _con cestas y líos. Coro -general._ - -=Música= - - TODOS - - Alegre es la mañana - y hermoso el día; - hoy va a ser cosa buena - la romería. - ¡Vamos allá! - ¡Y el que no se divierta - tonto será! - -=Hablado= - -PACO.—¡Alto... ar!... - -IGNACIO.—Bueno; ¿nos quedamos aquí? - -PACO.—Yo creo que aquí, porque como barullo, es donde hay menos barullo. - -TODOS.—¡Sí, sí! ¡Aquí, aquí! - -MATÍAS.—Pues vengan las cestas. (_Se las llevan._) - -MUCHACHA.—Traer la comba. - -UNO.—¿Quién quiere columpiarse? - -VARIOS.—¡Yo... yo!... (_Saltan, juegan, se columpian, etc._) - -MATÍAS (_A Paco._)—Oye, Paco: tú que eres de la curia, recomiéndales a -ellas y a ellos que usen del mayor tiento en juegos y demás. - -PACO.—No tenga usté cuidao, que yo les hablaré individualmente uno por -uno a cada cual. Por de pronto examinaré las botas. Esta parece que -rezuma. (_Se empina la bota y bebe._) - -JUSTA (_A la señá Ignacia._)—¿Pero no ve usté a mi marido?... ¡Ya -empieza! (_Interrumpiéndole._) Pero, ¿qué haces? - -PACO (_Muy enfadado._)—¡No me cortes la acción, señor, que es muy -dañino, hombre! (_Bebe._) - -IGNACIA.—¡Déjelo usté! - -JUSTA.—¡No quiero que abuse! - -PACO.—¡Si por eso no quió llevarla a ningún lao! ¡Esta es como los -baños del Molar!... ¡No sirve más que pa quitar el humor! (_Se va -bebiendo. Bajan varios invitados hablando._) - -CONVIDADO 1.º—¡Que te digo que esos mansos, a lo mejor, dan un -chasco!... - -CONVIDADO 2.º—¡Yo te digo que no, vaya! ¡A que no viene el panadero!... - -CONVIDADO 3.º—¡Pué que venga! - -CONVIDADO 2.º—¿Quién se quiere jugar cinco duros a que no viene? - -ISIDRA (_Que ha estado oyendo, se acerca._)—¡Yo! ¡Yo juego esos cinco -duros! - -CONVIDADO 2.º—¿Contra qué? - -ISIDRA.—¡Contra esto! (_Se quita el mantón de Manila y se lo tira a la -cara._) - -CONVIDADO 2.º (_Devolviéndoselo._)—¡No quió que te vuelvas a cuerpo! - -ISIDRA.—¡Si lo jugara por ti, puede!... ¿Quiés tener el gusto de bailar -conmigo el primer baile?... ¿A que no?... - -CONVIDADO 2.º—¿Que no?... Dí tú que no puedo, porque estoy comprometido -con... con... ésta creo que es... - -UNA.—¡Conmigo, no! - -CONVIDADO 2.º—¿No?... ¡Bueno, ya no me acuerdo!... ¡Pero yo estoy -comprometido con alguien! - -ISIDRA.—¡Con el miedo! ¡Gallina! (_Despreciándolo. Vanse los -invitados._) - -IGNACIA.—¡Por Dios, Isidra, no te exaltes ni te sofoques! - -MATÍAS.—¡Ten cachaza, Isidra, ten cachaza! Y ya que hemos hecho la -burrá de venir, mucho cudiao, porque tengo a Epifanio detrás de las -orejas. - -VOCES.—¡Aquí... aquí!... - -IGNACIA.—¿Qué es eso? - -TODOS.—¡Bravo! ¡Bravo! - -JUSTA.—¡Un organillo! ¡Ya hay organillo! - -TODOS.—¡A bailar! ¡A bailar! - -MATÍAS.—¡El baile! ¡Ya me ha entrao escalofrío! - -UNO.—¡Venga ya, señor Paco! - -PACO.—¡Ahí va el agua! (_Empieza a tocar y bailan todos, quedando -sentados el señor Matías, la Ignacia, la Justa y Juan en un lado. -Isidra, sola, separada del grupo, en otro._) - -IGNACIA.—¡Ven aquí, chica! - -ISIDRA.—¡Estoy bien, madre!... ¡Me he puesto aquí pa ver si se fija -algún hombre en que estoy de non! - - -ESCENA V - -DICHOS, EPIFANIO _y el_ ROSCA _aparecen en lo alto de una rampa del -foro. Paco, el Curial, que es el que toca, al ver a Epifanio, va dando -al manubrio cada vez más despacio, y las parejas, asombradas, bailan -con mayor lentitud._ - -ISIDRA.—¡Él! - -MATÍAS.—¡Anda la órdiga! ¡Ya está aquí! - -IGNACIA.—¡Maldito sea! - -JUSTA.—El bólido. (_Bebe. Calla el organillo y cesa el baile, quedando -cogidas las parejas._) - -EPIFANIO (_Al Rosca._)—Anda, ¡pus no han parao! - -ROSCA.—Te tién pánico. - -EPIFANIO.—Hombre, por Dios, señores, sigan ustés, que no me molesta. - -MATÍAS.—Toca, Paco. (_Toca y sigue el baile._) - -EPIFANIO (_Dirigiéndose a la Isidra._)—¿Se quié usté dar dos vueltas, -niña? - -ISIDRA.—¡Me dan nausias! - -EPIFANIO (_A la señora Ignacia._)—¿Y usté, joven? - -IGNACIA.—¡Vaya usté y que le ahorquen! - -EPIFANIO.—¡Está bien! (_Al señor Matías._) ¿Y usté, pollo? - -MATÍAS (_Se levanta._)—¡Epifanio, que tengo canas! - -EPIFANIO (_Poniéndose la mano sobre los ojos en pantalla._)—¡Uy, es -verdad! ¡No había reparao! ¡Tíñase usté el pelo! - -ROSCA.—¡O use usté el vigor del cabello! - -EPIFANIO (_A la Isidra._)—¿Conque no? - -ISIDRA.—¡No! - -EPIFANIO.—¡Está bien! (_Se sientan enfrente en una mesa del -merendero._) ¡Chico! (_Dan unas palmadas y sale un chico._) ¡Tráete dos -chicos! - -ROSCA (_Dando con el bastón a una pareja que pasa bailando por delante -de él._)—¡Chist! ¡Pollo! ¡A ver cómo se baila, que hace mucha calor! - -EL QUE BAILA (_Con sorna._)—¡Guasa! (_Sigue bailando._) - -ROSCA (_A Epifanio._)—Oyes tú, ¿sabes lo que observo?... que el -panadero no se da a luz. - -EPIFANIO.—¡Miá tú este! ¡Ni lo esperes! ¡A ese le ha salido una erución -del susto! - -ROSCA.—Natural... si es un tipo así... que... ¡Contra!... -(_Levantándose._) - -EPIFANIO.—¿Qué es? - -ROSCA.—¡Que no le ha salío na!... ¡Mialo, por ahí viene!... (_Eulogio y -Venancio aparecen en lo más alto de la rampa de la izquierda, y quedan -hablando y mirando al grupo de la gente que baila._) - -EPIFANIO.—¡Es verdad! ¡Ay, su madre! - -MATÍAS (_A Ignacia._)—Bueno, ahora nosotros. (_Se levanta y ve a -Venancio._) Va... ca... la... ¡Anda, Dios! - -IGNACIA.—¿Qué te ha dao? - -MATÍAS.—¡María Santísima! - -ISIDRA.—¡Él!... ¡Gracias a Dios!... (_Con intensa satisfacción._) - -JUSTA.—¡Mialo!... (_A Juan._) ¡Eso es un hombre! - -JUAN.—¡Me río del dos de Mayo! - - -ESCENA VI - -DICHOS, VENANCIO _y_ EULOGIO. _Venancio y Eulogio se acercan por detrás -del grupo que forman los que bailan, y vienen a pasar por delante de -Epifanio y el Rosca._ - -VENANCIO (_A Epifanio._)—¡Buenas tardes! - -EPIFANIO (_Poniéndose la mano en pantalla delante de los ojos._)—¿Quién -ha sido? - -VENANCIO.—¡Un servidor! (_Epifanio y Rosca se vuelven a mirarle._) - -EULOGIO (_Coge una de las copas de vino que tienen en la mesa._)—¡Con -permiso!... (_Se la bebe._) - -ROSCA.—Oiga usté: ¿quién le ha dao a usté licencia?... - -EULOGIO.—¡Tengo bula! (_Va hacia el sitio donde está el señor Matías._) - -EPIFANIO.—Bueno, ¿y quieres decirme dónde le pego yo a este chico que -no le haga daño? - -ROSCA.—¡Yo le daba en el cerviguillo! - -VENANCIO (_Llegando al grupo donde está el señor Matías._)—¡Buenas -tardes, señores! - -EULOGIO.—¡Pero que mu güenas! - -MATÍAS.—¡Paco, no toque más! (_Cesa el baile._) - -VENANCIO.—Señor Matías, usté dispense, pero... - -MATÍAS.—Y usté, ¿se pué saber a qué tenemos el honor de que haiga usté -venío a sobrar?... (_Muy enfadado._) - -EULOGIO.—Oiga usté, pero ¿es que esto es un baile de señoras solas?... - -MATÍAS.—¡Aquí lo que sobran son hombres! - -EULOGIO.—¡Hombres de... mote! (_Mirándolos a todos._) - -VENANCIO.—Bueno, a lo mío. Siento sobrar: pero yo le he dao a una -mujer palabra de bailar con ella, y vengo a cumplirla... Y esa mujer me -espera... - -MATÍAS.—Esa mujer no quiere bailar. - -VENANCIO.—Vamos a verlo. (_Va hacia ella._) Isidra, ¿me hace usté el -favor de bailar conmigo? - -ISIDRA.—Sí, señor. Gracias, Venancio. (_Se levanta y se cogen del -brazo._) - -VENANCIO.—Ya lo ve usté. Que hagan el osequio de seguir tocando. - -TODOS.—¡Sí, que toquen! ¡Que toquen! - -MATÍAS (_A Paco._)—No toques. Y tú (_A Isidra._) te sientas, que aquí -no quió broncas. (_Con mucha furia._) - -IGNACIA (_Levantándose enfurecida._)—¡Paco, a tocar! - -PACO.—¡Yo no toco! - -MATÍAS.—¡No toques, no toques! - -IGNACIA.—¡Vaya, u toca él u toco yo! - -PACO.—Misté que ahora viene una habanera ceñida. - -TODOS.—¡A bailar, a bailar! - -VENANCIO.—Gracias, señá Inacia. - -IGNACIA (_Sentándose._)—No hay por qué darlas. - -MATÍAS.—¿Y qué papel hago yo aquí ahora, se pué saber? - -EULOGIO.—¡Papel Job! (_Se sienta el señor Matías. Empieza a tocar Paco -y sigue el baile._) - -ROSCA (_A Epifanio._)—¡Oye tú... que... que están bailando! - -EPIFANIO.—¡Ya lo veo! Rosca, ve y avisa la Extremaunción pa un choto. - -VENANCIO (_Cada vez que pasa bailando por delante de Epifanio se quita -el sombrero como saludándole, y le dice con sorna._)—¡Servidor!... (_El -señor Eulogio, que va bailando solo detrás de Venancio, al pasar por -delante de Epifanio, le echa una bocanada de humo en la cara. Epifanio -hace un movimiento de ira. Dan otra vuelta._) ¡Servidor! - -EPIFANIO (_Levantándose._)—¡Vaya, se acabó el panizo! (_Se acerca a -Venancio y le da un cogotazo._) ¡Servidor! (_A Paco._) Toque usté a -banderillas. (_Retrocede, metiendo mano al bolsillo._) - -ISIDRA (_Deteniendo a Venancio en su primer impulso._)—¡Venancio, por -Dios!... ¡Por mí!... (_Venancio se detiene._) - -EULOGIO (_A Venancio._)—¡Calma, como te he dicho! (_La gente se -interpone entre ellos. Eulogio se coloca detrás de Venancio._) - -VENANCIO.—¡Soltarme!... ¡Si estoy sosegao! ¡Dejarme, a ver, que yo me -entere! ¿Quién ha sido ese que me ha pegao?... - -EPIFANIO.—¡Un hombre! (_Colocándose delante de él._) - -EULOGIO (_Alargándole hasta la cara uno de esos juguetes que se -estiran y se recogen a voluntad, y a cuyo extremo va una cabeza de -cartón figurando ser la de un gato, que abre la boca al estirarse el -juguete._)—¡Miau! - -EPIFANIO.—¡Estese usté quieto!... ¡Un hombre! - -ROSCA.—¡Hay comprobantes! - -VENANCIO.—¡No le hagan ustés caso, que es mentira! ¡Usté no es un -hombre!... Usté... ¡usté es un granuja! - -EPIFANIO.—¿Yo? (_Queriendo abalanzarse a él._) - -EULOGIO.—¡Miau!... (_Repite el juego de antes._) - -ROSCA.—¡Calma, hombre, que la ofensa no es tan grande! -(_Conteniéndole._) - -VENANCIO.—Usté es un granuja y un borracho que ha vivido hasta -hoy asustando a varios tontos que tienen más cariño a la piel que -a la vergüenza, y explotando a las mujeres para llenar el buche -gratuitamente, que es lo que buscaba usté con esta familia; y eso... lo -vengo yo a impedir, ¡so vago! - -EPIFANIO.—Eso... ¡Maldita siá! (_Queriendo acometerle._) - -EULOGIO (_Repite el juego._)—¡Miau! - -ROSCA.—¡La cosa no es pa alterarse aún! - -VENANCIO.—¡Y a esta joven la atosiga usté, porque ve usté que se le va -el momio, y porque ella no ha tenío un hombre que la defendiera!... - -MATÍAS.—¡Oye, tú, que está aquí su padre!... - -VENANCIO.—¡Muy señor mío! ¡Pero las cosas han cambiao! - -EULOGIO.—¡Todo cambea! (_Con filosofía._) - -VENANCIO.—Yo, esta mañana era un párvulo; pero dende mi casa aquí he -dao el gran estirón. - -EULOGIO.—¡He presenciao el desarrollo! - -VENANCIO.—Y digo que esta mujer... - -EPIFANIO.—¡Esa mujer es mía... para que usté se entere! - -ISIDRA.—¡Suya! ¿Tuya?... (_Adelantando._) - -IGNACIA.—¡Isidra! (_Queriendo detenerla._) - -ISIDRA (_Con ira._)—¡Pus anda, aquí me tienes; ven por lo tuyo! (_Se -cruza de brazos terciándose el mantón._) - -EPIFANIO.—Bueno, y si no... ande usté con ella... ¡peor pa usté!... -(_En tono muy despreciativo._) - -ISIDRA.—¡Peor!... ¿Qué dices? ¡Ladrón! ¿Qué has dicho?... (_Con furia._) - -MATÍAS.—¡Hija! (_Deteniéndola._) - -ISIDRA.—¡Charrán! Peor ¿por qué? ¡Dilo fuerte, dilo pronto! ¡Dilo! -(_Exaltadísima._) - -VENANCIO.—¡Basta! ¡Ea!... ¡Oiga usté, amigo, cuando esté usté delante -de esta mujer, se quita usté el sombrero, así!... (_Se adelanta -rápidamente, se lo quita y lo tira al suelo con rabia._) - -EPIFANIO.—¡Recontra! - -VENANCIO.—¡Y ahora le voy a cortar a usted la lengua! - -EPIFANIO.—¿A mí?... ¡Vamos a verlo! - -VENANCIO.—¡Mira, ladrón! (_Le da un palo._) - -EPIFANIO.—¡Lo mato! (_Mete mano al bolsillo y saca la navaja._) - -TODOS.—¡Socorro! ¡Guardias! ¡Que se matan! (_Confusión y gritos._) - -VENANCIO (_Al verle sacar la navaja a Epifanio, le coge las manos, -obligando al otro con su esfuerzo a que suelte la navaja._)—¡Suelte -usté eso, cobarde! ¡Granuja! ¡Ahí quieto! (_Lo sienta a la fuerza en -uno de los taburetes que están al lado de la mesa del merendero._) - -EPIFANIO.—¡Rosca, que lo mato! (_Se levanta en un esfuerzo._) - -VENANCIO (_Volviéndole a sentar._)—¡Quieto ahí! - -EPIFANIO.—¡Rosca, quítamelo, que lo mato! (_Vuelve a levantarse y -Venancio lo vuelve a sentar._) - -EULOGIO (_A Epifanio._)—¡Que tome usted asiento, señor! - -VENANCIO.—Y ahora... - -EULOGIO.—¡Déjalo ya! - -VENANCIO.—¡Gallina! (_Le da un empujón y caen rodando al suelo la -banqueta y Epifanio._) - -EPIFANIO (_Levantándose y con furor._)—¡Adiós! ¡Nos veremos... y miá si -no te la!... (_Se las jura y se va limpiándose._) - -TODOS.—¡Fuera, fuera! (_Vanse Epifanio y el Rosca por la segunda -derecha._) - -ROSCA (_Vuelve._)—¡Y usté... (_A Eulogio._) usté y yo nos veremos! - -EULOGIO (_Con el chirimbolo._)—¡Miau!... ¡Ah... y toma! (_Cogiendo la -navaja del suelo y cerrándola._) Dale eso a ése y no uséis cosas de -estas... ¡que son pa hombres na más! ¡Arrea! (_Dándole un puntapié._) - -IGNACIA (_A Venancio, que se ha sentado en un taburete agitado -y convulso, y al que rodean Isidra, la Justa, Paco, Juan y -Matías._)—¡Pero, sosiégate! ¿Qué te pasa? ¿Qué tienes? - -EULOGIO.—¡Qué quié usté que tenga! ¡El ejercicio que ha hecho! - -VENANCIO.—Es que a mí ese... ¡Maldita sea!... (_Se levanta agitado -blandiendo el palo. Se separan todos asustados. Vuelve a sentarse._) - -EULOGIO.—¡Oye, tú, a ver si te estás quieto! - -VENANCIO (_Volviendo a levantarse._)—A mí ese chulo no me... (_Se -separan todos._) - -ISIDRA.—¡Pero, Venancio!... (_Le obliga a sentarse._) - -IGNACIA.—¡Darle agua! - -JUAN (_Con un botijo._)—¡Bueno; pero quitarle el palo! - -MATÍAS.—Bueno. ¿Y a qué ha venío tóo esto, si pué saberse?... -(_Cogiendo el botijo que tiene Juan._) - -VENANCIO.—Pues esto ha venío a que la... (_Se levanta y va hacia -Isidra._) - -EULOGIO.—¡Revienta, hombre! - -VENANCIO (_Con pasión._)—¡A que la quiero con toda mi alma, señor -Matías! - -EULOGIO.—¡Gracias a Dios! - -MATÍAS.—¿Y pa eso sólo has armao esta bronca? ¡Vamos te daba así con el -pitorro! (_Amenazándole con el botijo._) - -IGNACIA (_A Isidra._)—Ya lo has oído. Y tú, ¿qué dices? - -ISIDRA.—¿Yo?... Ya se lo diré a él, madre. - -EULOGIO (_A Venancio._)—¡Dile que bendita sea su boca! - -VENANCIO.—Bendita sea la... (_Aparte a Eulogio._) Cuando tenga más -confianza. - -MATÍAS.—Lo único que me gusta de este chico es que tiene un carater -parecido al mío. - -IGNACIA.—¡Calla, fiera! - -EULOGIO.—¡Choca, chico! (_Dándole la mano a Venancio._) Y tú... (_A -Isidra._) el día que sea eso, cuenta con unos bebés, charol de primera. -En fin, pa celebrar lo de éstos, (_A Paco._) dele usté al manubrio y -echemos un baile. - -TODOS.—¡A bailar! ¡A bailar! (_Toca Paco y bailan todos._) - -EULOGIO (_A la señá Ignacia._)—¿Quiere usté? - -IGNACIA.—¡Vamos allá! (_Se cogen y bailan._) - -EULOGIO.—¡Y viva San Isidro!... - -TODOS.—¡Viva! ¡Viva!... (_Algazara, voces y risas. Mucha alegría._) - -TELÓN - - - - -LA PENA NEGRA - - - - -PERSONAJES - - LUCILA - LA CARMEN - SEÑÁ ANTONIA - EUSTASIA - SEÑÁ LORENZA - SEÑÁ ROSA - INVITADA 1.ª - QUINTINA - UNA VECINA - UNA NOVIA - UNA NIÑA - SEÑOR BALBINO - SERAFÍN - LADISLAO - SEÑOR VALERIANO - UN CARRETERO - TESTIGO 1.º - SEÑOR MANFREDO - TESTIGO 2.º - SEÑOR RÉGULO - SEÑOR METODIO - LIBORIO - EL DUEÑO DEL MERENDERO - EL PINTURAS - TESTIGO 3.º - UN NOVIO - INVITADO 1.º - EL CHICO DEL MERENDERO - DONISIO - CHICO 1.º - ÍDEM 2.º - INVITADOS, INVITADAS Y - VARIOS CHICUELOS - - - - -CUADRO PRIMERO - - La escena representa un trozo de la Ronda de Valencia. A la - izquierda, y en primer término, en un chiscón, construído con - tablas pintadas y techumbre de zinc, hay establecida una barbería - de quince céntimos y «cara al sol». A los lados de la puerta, - sillones para los servicios; en una mesita pequeña, útiles de - afeitar, como navajas, bacías, etc. Sobre la puerta un letrero - mal pintado que diga: SALÓN DE BARBERÍA. NO SE AZMITEN PROPINAS. - En el mismo lado y colocada de izquierda a derecha hasta mitad de - la escena, se verá la valla de un solar que continúa en ángulo - hasta cerca del foro. Próxima a este ángulo y frente al público, la - valla tiene una puerta practicable. Entre la barbería y la valla - hay espacio para una calle. A la derecha, en primer término, una - taberna de pobre aspecto con puerta practicable. En la calle y - frente a la puerta, dos mesas, y alrededor, banquetas. Sobre la - puerta un letrero que dice: VINOS. Cerca del foro queda un espacio - a manera de plaza, formado por las casas de la derecha y la valla - del solar que da frente a estos términos, y en este espacio, - desemboca una calle bastante ancha. El foro lo constituyen casas y - solares. Es de día; un día de invierno de sol muy claro. - - -ESCENA PRIMERA - -QUINTINA, EUSTASIA, SEÑÁ ROSA, VECINA 1.ª, UNA NIÑA, SEÑOR RÉGULO, EL -PINTURAS, LIBORIO, CHICO 1.º Y 2.º - -_Al levantarse el telón aparecen todas estas personas en la forma -siguiente. Quintina, la señá Rosa y Vecina 1.ª, sentadas junto a la -valla del solar. Quintina y la señá Rosa cosen al sol, puestos en la -cabeza los pañuelos formando pantalla. La Vecina 1.ª peina a una niña -que estará sentada en el suelo entre las piernas de su madre. Eustasia, -un poco más lejos, lava ropa en un barreño sostenido sobre un cajón. -Liborio, sentado en el suelo y apoyada la espalda en la valla, lee un -periódico. El señor Régulo, a la puerta de la barbería, pasa por la -badana varias navajas de afeitar. El Pinturas trata de obligar a un -perrito a que se sostenga sobre las patas traseras. Chico 1.º y 2.º, en -la parte derecha del foro, vuelan una cometa que se ve remontarse por -las bambalinas._ - -EUSTASIA (_Dando jabón a la ropa y restregándola luego, canta un -tiento._) - - ¡Ay, ayayay, ay, ayayay! ¡Ay, ayay!... - ¡El día que yo te vea... ay, ay, el día!... - -LIBORIO (_A Eustasia, dejando de leer y confidencialmente._)—¡Chits!... -¡Eustasia!... Daría los noventa y pico de años que me restan de -existencia por ser enagua. - -EUSTASIA.—¡Caramba! ¿sí?... ¿Y con qué ojeto? - -LIBORIO.—Pa tener el gusto de que me echase usté a la colada. - -EUSTASIA.—¡Caray, qué rico! (_Cantando._) - - ¡Ay, ayayay, ay, ayayay, ay!... - -ROSA.—¿Pero se pué saber qué es lo que te duele, hija? - -EUSTASIA.—¿Que qué me duele? (_Mirando a Liborio._) Un divieso... que -me ha salido aquí al lao. - -RÉGULO.—Pues belladona con él. - -EUSTASIA.—Estos me los suele reventar mi marido. - -LIBORIO (_Escamado y separándose un poco._)—¡Repringue! - -RÉGULO.—¡Que te mejores! - -EUSTASIA (_Al ver que Liborio se ha separado._)—¡Ya nos vamos -aliviando, ya! - -NIÑA (_La que se peina, casi llorando._)—¡Pero madre!... - -VECINA 1.ª—¡Calla, recondená! - -NIÑA.—¡Si es que m’arranca usté el cabello! - -VECINA 1.ª—¡Pues no le llama cabello a esto y paece el pelote d’un sofá! - -ROSA.—Dame una hebra, Quintina. - -QUINTINA (_Dándole una hebra de hilo._)—Tome usté, señá Rosa. - -LIBORIO.—¿Y cómo anda de istrución ese perro, Pinturas? - -PINTURAS.—Ya sabe el ejercicio. Ahora le estoy educando pa monecipal. - -EUSTASIA.—¡Qué gracia! ¿Y qué le enseñas? - -PINTURAS.—A andar despacio y a pararse en las esquinas. - -RÉGULO.—Tóo el manual. - -LIBORIO.—¡Já, já! (_Riendo._) ¡Tié salero! - -EUSTASIA (_Cogiendo el lebrillo de la ropa._)—¡Vaya, me voy a tender! - -LIBORIO.—Y yo. (_Se tiende en el suelo, apoya la cabeza en una piedra y -sigue leyendo._) - -EUSTASIA (_Amenazándole con la pala._)—¡Gracioso! (_Vase por la puerta -del solar._) - - -ESCENA II - -DICHOS _y_ SEÑOR METODIO (_guardia de Orden Público_). _Sale por la -calle de la derecha._ - -METODIO.—Salú, vecindario... Buenos días, Régulo. (_Yendo hacia la -barbería y quitándose la teresiana._) - -RÉGULO.—¡Hola, señor Metodio!... - -METODIO.—Afeitarme en un vuelo, que voy de servicio. - -RÉGULO.—Al vapor. Deje usté el armamento. (_Cuelga el sable que se -quita Metodio donde éste colgó la teresiana y procede rápidamente al -afeitado._) - -CHICO 1.º (_Dejando al Chico 2.º el hilo de la cometa y viniendo -furioso ante la taberna._)—¡Señá Lorenza, señá Lorenza, dígale usté a -Donisio que no tire piedras a la cometa, que va a cobrar! (_Cae una -piedra y da en el periódico que lee Liborio._) - -LIBORIO (_Incorporándose furioso._)—¡Pero, chico! (_Mirando hacia la -derecha._) ¡A ver si te estás quieto, que más dao en el folletín! (_Cae -otra piedra entre las vecinas._) - -ROSA (_Asustada._)—¡Rediez!... ¡qué cantazo! - -QUINTINA (_Indignada._)—¡Pero señá Lorenza, que sigue con las -piedras!... - -LORENZA (_Saliendo con calma de la taberna._)—¡Ay, hija, ni que fueran -ustés de porcelana! ¡Jesús!... (_Al chico._) ¡Donisio... no tires, -hijo, que vas a romper un cacharro! - -LIBORIO.—Guasitas encima, ¿eh? - -DONISIO (_Que sale huyendo por la derecha de los chicos de la cometa, -que la recogieron a su tiempo._)—¡Madre! ¡madréee... que me pegan! -(_Donisio es un pequeñuelo que va en mangas de camisa, lleva tirantes y -fuera de los calzones el faldón de la camisa._) - -LORENZA.—¡Hala pa dentro, mala pécora! (_Lo entra en la taberna dándole -azotes._) - - -ESCENA III - -DICHOS _y un_ CARRETERO - -_Se oye próximo el rodar de un carro, ruido de colleras y dos o tres -trallazos._ - -CARRETERO (_Dentro._)—¡Riá, mula! ¡Riá, condenada! ¡Mula! ¡Sooó! -¡Generala! ¡Sooó! (_Saliendo sucio de harina hasta la exageración, con -la boina casi blanca y cara y manos enharinadas._) ¡Güen día!... ¿Hay -quien _afaite_? - -PINTURAS.—Pase, caballero; pase y asiéntese, que se le va a servir de -seguida. - -CARRETERO.—¿_Ande_ m’asiento? (_Empieza a sacudirse la boina contra una -rodilla, y luego se golpea la ropa levantando una terrible polvareda de -harina. Tosen todos los que hay en escena._) - -PINTURAS.—¡Recoles!... (_Tosiendo._) ¡Ejem!... ¡ejem! Aquí... asiéntese -aquí. (_Le ofrece un sillón._) - -RÉGULO (_Tosiendo._)—¡Ejem!... ¡Chits!... Oiga, buen amigo, no sacuda -más, que ha desperdiciao usté dos libretas, lo menos. - -CARRETERO (_Sentándose._)—¡Maldita siá lá!... Si se pone uno que... - -PINTURAS (_Al maestro._)—Paño. - -RÉGULO (_Dándole el paño._)—A ese con verduguillo y sin repaso. - -PINTURAS (_Pone el paño al carretero y le quita la boina._)—Dejaremos -la boina aquí. (_La cuelga._) - -CARRETERO.—¡Oye, tú, a ver _ande_ la dejas, no me la _van_ quitar! - -PINTURAS.—¡Caballero, este salón es de confianza! - -CARRETERO.—Lo digo porque, no vas a pensarte, el otro día en la Ronda -Segovia m’apandaron una a listas, recién estrená. - -PINTURAS (_Dándole jabón._)—Aquí no semos de esos. (_Tose._) ¡Ejem! -¡ejem! ¿Y esa harinita que acarrea usté, es _candial_ u centeno? - -CARRETERO.—Es pa cataplasmas. - -PINTURAS.—¡Bullanguerillo! (_Le da más jabón._) - -METODIO (_Al señor Régulo._)—El bigote déjamelo a lo kaiser. - -CARRETERO (_Al escuchar un inquieto cascabeleo de colleras, se vuelve -furioso hacia la derecha y dice dando un grito terrible._)—¡Coronela! - -PINTURAS (_Asustado y dando un salto._)—¡Mi madre! ¿Qué pasa? - -CARRETERO.—¡Aguarda, hombre! (_Incorpórase y mira hacia donde ha dejado -el carro._) ¡Maldita siá! ¡Coronelááá! (_A gritos._) ¡Ay, Granaíto, -Granaíto, que te voy a hacer polvo! - -PINTURAS.—¿Más polvo? - -CARRETERO (_Se levanta rápidamente, coge el látigo que habrá dejado -apoyado en la pared y echa a correr con el paño puesto y la cara llena -de jabón_.)—¡Siooó, mula! (_Se oyen trallazos._) ¡Machooó!... ¡Perro! -¡Maldita sea tu casta, ladrona! (_Se oye ruido de colleras._) ¡Siooó! -¡Mala sangre! ¡Asesinooó! (_Vuelve y deja el látigo_) ¡Amos, hombre; -esa perra, ca vez que la engancho en varas, m’atolondra el macho! - -PINTURAS.—¿Es coqueta? - -CARRETERO.—¡Burro! (_A Pinturas._) (No es a ti.) (_Alto._) ¿Tú también? -¡ay, si güelvo, si güelvo! (_A Pinturas._) _Afaita._ - -PINTURAS (_Afeitando._)—¿Y qué, ha visto usté cómo anda eso de la -política? - -CARRETERO.—¡Política! Quita, hombre, a mí tóo lo que no sea la -República ¡agua limón! (_Metodio se vuelve y le mira._) Y vengan palos, -y cortar caezas, y colgar gente rica. (_Metodio vuelve a mirarle._) - -PINTURAS.—Sí, vamos, usté tira a la _demagogogía_. - -CARRETERO.—¡Natural! ¡Y ajuera ladrones, y abajo los empleaos, y a -destripar guindillas! Créeme a mí. - -METODIO (_Con la cara llena de jabón._)—¡Oiga usté, mi amigo! - -CARRETERO (_Con la cara llena de jabón, también._)—¿Qué pasa? - -METODIO.—Que como siga usté rebuznando a ese tenor, le acabamos a usté -de afeitar en la Delegación. - -CARRETERO.—¿_D’ande_ ha salío esa voz aflautada? - -METODIO.—De Metodio Lagunilla, agente de primera afezto a la Zona norte. - -CARRETERO.—Pus pa otro día se afeita usté con kepis, porque así -enjabonao no se le nota a usté la autoridaz. - -Metodio.—Se usan gafas. - -CARRETERO.—Se usan narices postizas. Acaba, chico. (_Por lo bajo._) -¡Nos ha matao el tío guinda éste! - -METODIO (_A Régulo._)—¿Y que tenga uno que aguantar esto? - -RÉGULO.—No haga usté caso, señor Metodio, en estos salones hay que oir -toa clase de ditirambos. - -PINTURAS (_Acabando con el carretero._)—Pa servir a usté. - -CARRETERO (_Levantándose._)—¡Está esto güeno! (_Mira al guardia con -ira, mientras saca de la faja una bolsa de cuero y deslía el cordón que -la cierra._) ¡Te digo que si uno no mirara!... ¡Así degollasen a la!... -¡Lástima de!... ¿Qué se debe? - -PINTURAS.—Quince céntimos. - -CARRETERO.—¡Maldita siá! (_Dando los quince céntimos._) En paz. -(_Liando la bolsa y guardándola._) ¡Y luego que si _libertá_, y si -pimientos morrones! (_Coge el látigo, se acerca a la pared y en vez de -descolgar su boina coge la teresiana de un manotón._) ¡Miá tú a mí el -esbirro éste! - -METODIO.—¿Eh? que ha cogido usté mi teresiana. - -CARRETERO (_Soltándola encima de la mesa._)—¡Rediezla, pues eso me -faltaba, irme con tonterías en la caeza! ¡Me caso hasta en!... (_Dando -trallazos y voces._) ¡Riá, Coronela! ¡Huesque! ¡Ladrona! ¡Granaíto! -¡Ay, qué macho, qué macho! ¡Mala sangre! ¡Arreeé! (_Se oye alejarse el -carro y se oyen las voces del Carretero que se pierden a lo lejos._) - -RÉGULO (_Acabando._)—Servidor, señor Metodio. - -METODIO.—Bueno, ¿y qué haces cuando te tropiezas con un _devocionario_ -de esos? - -RÉGULO.—Hacer la vista gruesa, es lo que coge. - -METODIO.—Hay que tener más pacencia... (_Vase foro izquierda. El señor -Régulo vase con Pinturas a la barbería. Durante la escena anterior, -se han marchado la Quintina, Vecina 1.ª y la Niña, y luego Liborio, -quedando sólo la señá Rosa._) - - -ESCENA IV - -SEÑÁ ROSA _y el_ SEÑOR BALBINO - -(_El señor Balbino, es un tipo de verdulero ambulante; sale por la -izquierda con un borriquillo que lleva un serón cargado de frutas y -hortalizas._) - -BALBINO (_Pregonando._)—¡Pimientos coloraos d’asar! ¡A treinta, tomates! -¡Como la grana, tomates! ¡Parroquianitas, que son de moda! ¡A treinta, -tomates! - -VOZ (_Dentro._)—¡Verdulero! - -BALBINO (_Contestando._)—¡_Perroquiana_! - -VOZ.—¿Los da usté a veinte? - -BALBINO (_En voz alta._)—Aguárdate que consulte. (_Al burro._) ¿Los -damos a veinte, Catalino? (_En voz alta._) Dice mi socio que no hay -negocio. (_Pregonando._) ¡Como la grana son! ¡Como la grana son! - -ROSA.—Adiós, Balbino. - -BALBINO.—Hola, señá Rosa, ¿pero toavía anda usté pol mundo? - -ROSA.—Y el rato que me queda, hijo. - -BALBINO.—Así sea. - -ROSA.—¿Y vienes por la manduca? - -BALBINO.—A ver. He visto bostezar a _Catalino_ y he dicho las doce y -cuarto y nos hemos venío pa acá en busca del _lunche_. (_Descarga el -serón con las verduras y lo pone junto a la taberna y le coloca al -burro en el cuello el saco del pienso._) - -ROSA.—Siempre estás de güen humor, hijo. - -BALBINO.—¿Yo? Yo no. El que es feliz es mi _socio_. Aquí lo tié usté; -tié tres cargos, cuadrúpedo, industrial y verdulero, pus entavía le -queda tiempo pa sus asuntos particulares con una burra vecina. Místelo; -nos queremos como hermanos. Hace cinco años que nos hemos juntao -bajo la razón social de Balbino Verdolaga y Compañía, y menos en las -algarrobas en tóo lo demás vamos a medias; pues aún no hemos tenío el -más ligero disgusto. ¿Qué le falta a este burro pa ser una persona?... -¡Darme un par de coces! Y no lo espero, ¿verdá _Catalino_? - -ROSA.—¿Qué dice? - -BALBINO.—¿Dice que si usté gusta? - -ROSA.—Gracias, hijo. - -BALBINO.—¡Ande come uno comen dos, no sea usté niña! - -ROSA (_Levantándose y marchándose._)—¡Anda y que te dé el viento, -guasón! (_Vase._) - -BALBINO.—Usté se lo pierde. (_Mira el reloj._) ¡Cuánto tarda la Lucila! -Voy a avisar que nos preparen la comida. (_Mete al burro por la calle -de la derecha y entra él en la taberna._) - - -ESCENA V - -SEÑOR MANFREDO. _Luego_, BALBINO. - -(_Manfredo, que es un viejo desastrado que se dedica a pasear anuncios, -sale por la izquierda llevando en alto y sujeto por un palo un gimnasta -de músculos atléticos, pintado en un lienzo en actitud de sostener dos -enormes pesas en las que se leen las palabras: “Fuerza”, “Robustez”, -“Hermosura”, “Virilidad” y a los pies de la figura un letrero que -dice_: BOLA, 10, GRAN GIMNASIO.) - -=Música= - - MANFREDO - - Quien quiá ser - un señor - de poder - y vigor - y adquirir - robustez, - puede ir - Bola diez. - Me alquilé para anunciar - como ustedes pueden ver, - mi misión es pasear - y exhibirme por doquier - y aunque no expreso el rubor - que esta exhibición me da, - digo para mi interior: - ¡Ay, mamá! ¡Ay, mamá! - Cuántas tonterías - hacen los mortales - cuando necesitan - tres o cuatro reales. - Yo he visto a un banquero - que quebró en León - bailando guajiras - en un callejón. - - —— - - Ayer tarde me paré - en la calle de Alcalá - y una joven de buen ver - que pasó con su mamá, - al mirar este Sansón - le salió del pecho un ¡ah! - y exclamó con timidez: - ¡Ay, mamá! ¡Ay, mamá! - y la madre al verla - tan acongojada - y tan suspirante - y tan colorada, - dijo: no hagas caso, - que es una ilusión, - Siempre se exagera - la musculación. - Este sansón - vale un millón. - -=Hablado= - -MANFREDO (_Mirando al gimnasta._)—¡Chitsss!... Hercúleo... ¿Vamos a ver -si nos fían media copa?... Bueno. (_Se dirige a la taberna._) - -BALBINO (_Que sale de ella._)—¡Calle!... (_Reparando en Manfredo._) -¡Manfredo!... pero, ¿eres tú?... - -MANFREDO.—¡Balbino de mi alma!... ¡¡Cuánto me alegro!! - -BALBINO.—¡No te había conocido! Chico, ¿pero qué es eso que llevas a -cuestas? - -MANFREDO.—¡Un _azleta_! - -BALBINO (_Mirándolo._)—¡Gachó, qué tío! (_Leyendo._) Fuerza, robustez, -hermosura, _verilidaz_... ¿Y tóo eso, qué es? - -MANFREDO.—Cinco reales. Que me he metido a niñera d’anuncios; los llevo -a paseo. - -BALBINO.—Pues la cosa no es mu pesá que digamos. - -MANFREDO.—Sin embargo; ¡el Herculitos este tié sus deficultades, no -creas! - -BALBINO.—¿Cuálas? - -MANFREDO.—Pues mira, primero, la chirigota pública. Ayer sin ir más -lejos nos ven dos señoritos y va uno y le dice al otro: ¡Miá qué grupo -tan bonito: _Sansón y Donlila!_ Y el pitorreo siempre molesta: Y -segunda y prencipal, que como tóo el peso lo llevas arriba, en cuanto -te tomas dos copas, te empieza a _titubear_ el _azleta_ y de una legua -te conocen que has bebido. - -BALBINO.—¿Por la _oscilación_? - -MANFREDO.—Natural. (_Deja el gimnasta apoyado en la tapia de la taberna -y se sientan._) ¿Y tú qué haces por estos barrios? - -BALBINO.—Pues náa, chico, que ahora comemos aquí. - -MANFREDO.—¿Sus habéis mudao? - -BALBINO.—Arganzuela, decisiete. Hace un mes escaso. - -MANFREDO.—¿Y tu vástaga? - -BALBINO.—Dedicá a su comercio. Ya no tardará. - -MANFREDO.—¿Y tu sobrino? - -BALBINO.—¿Quién, Serafín? No sé de él. - -MANFREDO.—¡Repringue! pero, ¿no vive con vosotros? - -BALBINO.—Hace dos meses. Nos la jugó de puño. - -MANFREDO.—¡Chico!... ¡No lo hubiá creído! ¡Qué _engratetú_! Toa la vida -a tu lao y de repente... - -BALBINO (_Con tristeza._)—Y lo peor de que nos haiga dejao no es la -_engratetú_, Manfredo... - -MANFREDO.—Pues, ¿qué es? (_Con interés._) - -BALBINO (_Acercándose a su interlocutor y con misterio._)—Lo peor es -que con ese motivo estoy atravesando un drama de familia que atufa. - -MANFREDO.—¡Porra! Pero, ¿es de veras? - -BALBINO.—¿Que si es de veras? Te quiero como un hermano y te lo voy a -contar tóo pa que veas cómo las estoy pasando. - -MANFREDO.—Me dejas _demudao_. Cuenta, cuenta... - -BALBINO.—Mira, Manfredo, tú ya sabes que respetive al bienestar, mi -casa era un eden... ¡Más!... ¡Un _eden concert_!... - -MANFREDO.—Me costa. - -BALBINO.—Ya que mi chica perdió a su madre a los tres años, dije, pues -que no eche de menos el cariño que la va a faltar y la _quintudupliqué_ -el mío; que tú sabes que ciego por ella y si me pide la luna no se la -traigo porque no sé por dónde se sube, que si no, se la bajaba de un -cuerno. - -MANFREDO.—Me sigue _costando_. - -BALBINO.—De chiquilla, pa que tuviese con quién juar, recogí a mi -sobrino Serafín, como sabes, cuando murió mi cuñada y me lo llevé a -casa. - -MANFREDO.—Acción meritoria. - -BALBINO.—Pues bien, los chicos, primero con el apego de criarse juntos, -después con lo natural que da el roce, pues lo que era una cosa, luego -fué otra, y en total, que mi Lucila se _pirrió_ por Serafín, sin que él -se diese cuenta, y de pronto, cuando más mochales estaba la chica, va -el ganso ese y se nos larga a vivir con una tal Carmen. - -MANFREDO.—¡Mi madre! - -BALBINO.—Lo que oyes. - -MANFREDO.—¿Ella se habrá quedao _desconsoladisma_? - -BALBINO.—¡Carcúlate! Ahora, que ya la conoces, y como ella cree que yo -no me he enterao de náa, pues pa no darme el desgusto, la creatura se -repudre por dentro y se va a llorar por los rincones; pero delante de -mí siempre está con unas risas y unas alegrías que m’hacen más daño que -un clavo en las botas. - -MANFREDO.—Pues vaya una coba triste. - -BALBINO.—¡Considera! Y yo, la verdad, quisiera una cosa de ti. - -MANFREDO.—¿Cuála? - -BALBINO.—Que t’aguardes, y cuando venga la chica, yo me largo ahí -dentro, y a ver si tú _pués_ sacarla con maña su verdadero sentir. No -sea que me haga algún disparate que me amargue. - -MANFREDO.—No lo creo; pero en fin, déjamela a mí, que yo la hablaré. -(_Se oyen risas lejanas._) - -BALBINO.—¡Calla!... ¡Ella viene! Ya está ahí. - -MANFREDO.—¡Y cómo se ríe! - -BALBINO.—Lo de siempre. ¡La pobrecilla, pa engañarme!... - - -ESCENA VI - -DICHOS _y_ LUCILA - -LUCILA (_Sale por la izquierda con una cesta llena de juguetes baratos, -y atado al asa un hilo con globitos de colores. Viene riéndose -exageradamente y mirando atrás._)—¡Já, já, já! ¡Qué gracia! ¡El demonio -del hombre! (_A su padre._) ¡Hola, agüelo! - -BALBINO.—¿Pero qué te pasa, tarambana? - -LUCILA.—¡Náa... calle usté, que vengo partía de risa! ¡Já, já, já! ¡Qué -salao! - -MANFREDO.—¿Pero qué t’ha sucedío pa ese jolgorio? - -LUCILA.—¡Quite usté, señor Manfredo! ¡La gracia _el_ mundo! Un señor -viejo que m’ha preguntao que cuánto quería por los _juetes_ con -escaparate y tóo. - -BALBINO.—¿Y tú qué has dicho? - -LUCILA.—Que veinticinco años y un bigote rubio. - -BALBINO.—¿Y qué t’ha contestao? - -LUCILA.—Que no llevaba suelto, y le he añadío que pa gaitas ya las -vendo yo. ¡Já, já! ¡Qué salero! - -MANFREDO.—¡Eres el demonio! - -BALBINO.—¿Y has vendío mucho? - -LUCILA.—¿Vender?... ¡Ganas! Dende que ha salío el futu-bul se están -poniendo las creaturas que no siendo a coces no saben a qué juar. ¡El -mejor día agarro yo el _bazar_, le pego un puntapié y _futu-bul_! En -toa la mañana no he vendío más que Don Nicanor tocando el tambor, a -una señora gruesa, y _Don Genaro_ saludando a una estitutriz, que como -era francesa no ha entendío el saludo y me lo quería devolver. Total: -entre la señora y la estitutriz, dos perras. Se lleva una perra el -Ayuntamiento, conque le queda a usté otra pa mantención, ropa limpia y -ladridos... ¡Usté verá el negocio! - -BALBINO.—¡Pa echar _utomóvil_! Vaya, voy a avisar que nos calen la -sopa. (_Vase a la taberna._) - -LUCILA.—Sí, que traigo gazuza, padre. - - -ESCENA VII - -LUCILA, MANFREDO. _Luego_ BALBINO. - -Manfredo (_Aparte._)—¡A ver si se me franquea! (_Hace señas de -inteligencia a Balbino, que se asoma con disimulo tras la puerta de la -taberna. Alto a Lucila_.) Oye, ya m’ha dicho tu padre que sus habéis -mudao. - -LUCILA.—Sí, señor, en la cae la Arganzuela. Tenemos un chalete -lujosísimo, con vistas a la mar... a la mar de solares. - -MANFREDO.—Ya iré a veros. - -LUCILA.—Pues vaya usté pronto, que está la escalera pa caerse. ¿Y -l’habrá dicho a usté también que Serafín nos hizo rabona, eh? - -MANFREDO.—Eso m’ha contao. Y que se fué con una tal Carmen. - -LUCILA (_Con tristeza._)—Sí, señor. Mañana precisamente hace dos meses, -mire usté. - -MANFREDO.—¿Tú habrás tenido el primer disgusto? - -LUCILA.—¡Hombre... sí que lo sentí, porque le tenía una miaja de ley, -pero náa más! Ahora que... ¡lo que son las cosas de la Providencia!... -¿A que no sabe usté lo que he sabío esta mañana, señor Manfredo? - -MANFREDO.—¿Qué has sabido? - -LUCILA.—¡Pues que Serafín y la Carmen han tarifao ya! - -MANFREDO.—¡Rediez! - -LUCILA.—¡Y de mala manera! Me he encontrao al cojo Changa, ese amigote -suyo, y me lo ha contao tóo. Al mes de vivir juntos, la madre lo echó -a la calle; creo que no congeniaban. Al menos eso dicen ellas. Pero la -verdá de la cosa es que la Carmen no le quería, y se ha encaprichao, -según dicen, con el señor Valeriano, el pollero, que tié guita larga, y -ha dejao al otro por puertas. - -MANFREDO.—¡Buen castigo! ¿Tú te habrás alegrao de ole? - -LUCILA.—¿Yo? ¿Por qué me voy a alegrar? - -MANFREDO.—¿Que por qué?... ¡Porque sí! No disimules; porque tú quiés a -Serafín hasta donde se pué querer. - -LUCILA (_Sorprendida._)—¿Yo? ¡Qué tontería! ¿Quién se lo ha dicho a -usté? - -MANFREDO.—Un pajarito que tóo lo sabe: la experencia. ¡Tú le quieres, -no lo niegues! - -LUCILA.—¡Hombre... quererle, claro!... Algo. - -MANFREDO.—¡Mucho! - -LUCILA.—Es natural... ¡Toa la vida a su lao!... Que cuidarle cuando se -ponía malo... que reirme con sus bromas... que adivinarle los gustos... -Y un año y otro, siempre juntos... pues, claro, aunque una sea un -perro... se toma cariño. - -MANFREDO.—Es que tú l’has tomao un poquito más que cariño. - -LUCILA (_Vacilando._)—¡Tanto como eso no, pero he pasao malos ratos, -sí, señor; pa qué le voy a usté a engañar! Pero no se lo diga usté a mi -padre, ¿eh? - -MANFREDO.—¡Descuida, mujer! - -LUCILA.—Pues los he pasao; porque yo que sé lo que es querer, he visto -que ella no le quería y él cáa vez más loco. A una palabra suya iba -de cabeza, y en cambio mis consejos y mis _avertencias_, náa... Como -si soplase usté al sol pa enfriarlo: inútil. Pero el querer es así: -loco, y hay que aguantarse. Ya ve usté, yo era todo por su bien, sin -interés denguno... (_Se le saltan las lágrimas_,) y ella en cambio, le -desprecia... pus se ha ido con ella, y es que la vida tié esas cosas... -¡Ay! ¡Si yo me hubiese podido hacer más chiquita, más chiquirritita de -lo que soy... y me hubiese podido esconder en el corazón de esa mujer, -entonces sí que le hubiera querido, señor Manfredo, entonces sí que le -hubiera querido! (_Llora._) - -MANFREDO (_Conmovido._)—¡Me caso en el gimnasta! ¡Maldita sea mi suerte! - -LUCILA (_Secándose las lágrimas._)—(¡Chito! ¡Calle usté! ¡Mi padre!) - -BALBINO.—Ya está la sopa, tú. - -LUCILA.—Vamos. - -BALBINO.—Oye, (_Observándola._) ¿pero qué es eso? ¿Llorabas?... - -LUCILA.—¿Yo?... ¡Quite usté, hombre! ¿Llorar? (_Ríe._) ¡Já, já! ¡qué -gracia!... Pues precisamente le estaba diciendo al señor Manfredo, -que estoy mu contenta porque ca día está usté más arriscadete y más -guapo. ¡Como que unas señoras me lo querían coger anteanoche pa una -tómbola!... ¡Misté qué ojos más ladrones... y misté qué nariz! ¿Usté ha -visto una alcachofa más bonita en su vida? - -BALBINO.—¡No seas niña, Lucila, y no desimules! - -LUCILA.—¡Bendito sea mi padre! ¡Ele! ¡Esto sí que se quiere de veras en -el mundo, señor Manfredo! ¡Él pa mí, yo pa él, sin coba, ni paripé... -siempre juntos los dos! (_Le abraza._) ¡mi agüelete!... ¡Ele! (_Quiere -reir y llora._) - -BALBINO.—¿Lo ves, lo ves cómo lloras? - -LUCILA.—Bueno, ¿y qué? Aunque llore, ¿qué? Es de alegría, señor. -También se llora de alegría. Hay días que llueve con sol, ¿verdá -usté?... (_Empujando a su padre._) ¡Eche usté pa alante, so gitanazo! -¡Já, já! ¡Místelo, tié la esbeltez del talego! (_Abrazándole._) ¡pues -no quiero yo na a este tío viejo! - -BALBINO.—¡Pero lloras, lloras! - -LUCILA (_Llorando francamente._)—¡De alegría... de alegría! ¡Si es de -alegría, señor! - -BALBINO (_A Manfredo._)—¿Estás viendo? ¡Maldita sea!... (_Entran -abrazados en la taberna._) - -MANFREDO (_Furioso, cogiendo el gimnasta._)—¡Mecachis hasta en!... -¡Después de ver esto, hoy te va a pasear a ti tu señora agüela! (_Se lo -echa al hombro y sale corriendo por detrás del solar._) - - -ESCENA VIII - -SERAFÍN _y_ LADISLAO - -_Salen por la derecha. Vienen mirando hacia atrás como ocultándose de -alguien._ - -SERAFÍN (_Azorado._)—¿Es la Carmen? - -LADISLAO.—Sí, es ella. Se ha parao en la tienda de telas con una mujer. - -SERAFÍN.—La esperaré aquí. - -LADISLAO.—Bien hecho. Y atiende, Serafín; espero que quedes como un -_hombrito_; duro con esa golfa, y que no te ablande el cariño que l’has -tenido. - -SERAFÍN.—No tengas cuidao. Lo que no la diga, será porque no me deje la -rabia. - -LADISLAO.—Piensa que esa mujer te ha tomao de pito en tales términos... -que te puede utilizar un sereno _impugnemente_; y piensa que por su -culpa estás siendo el _hazme de reir_ de la sociedad. - -SERAFÍN.—Lo he pensao tóo, y que no me quiera y me deje por otro es lo -que me importa. Lo demás, ¡a mí qué! - -LADISLAO (_Furioso._)—¿Cómo que a ti qué?... ¿Y el honor?... ¿Y la -guapeza de un hombre tirá por los suelos?... ¿Y la befa social?... ¿Son -fruslerías? Ten denidaz. - -SERAFÍN.—¡Lo que tengo es que no puedo vivir sin ella, y hay que -arreglarlo sea como sea! - -LADISLAO.—Por la tremenda. Créeme a mí. La mujer es un ser fútil y -veleta que compará con nosotros no vale el pan que come. Ahora tú -procede. - -SERAFÍN.—¡Chist! ¡Cállate! Ya viene. - -Ladislao.—Pues ahí estoy. A ver esas agallitas. (_Se oculta junto a la -barbería._) - - -ESCENA IX - -SERAFÍN _y_ CARMEN - -_Carmen sale por la derecha y va a seguir y marcharse por la izquierda -hasta que la detiene Serafín._ - -SERAFÍN (Estoy temblando, no sé si de coraje u de qué.) (_Alto a -Carmen._)—¡Carmen! - -CARMEN (_Volviéndose sorprendida._)—¡Tú! - -SERAFÍN.—Yo, sí, señora. - -CARMEN.—Bueno, ¿y qué quieres? - -SERAFÍN.—Dos palabras. - -CARMEN.—Vengan y que no sean más. - -SERAFÍN.—Mucha prisa llevas. - -CARMEN.—Regular. Conque, ¿qué hay? Acaba. - -SERAFÍN (_Titubeando._)—Náa... que yo... que yo no puedo estar así más -tiempo. - -CARMEN (_Con frialdad._)—Pues cambia de postura. - -SERAFÍN.—Miá, Carmen, no te burles, que vengo muy en serio. ¿Tú es que -quieres mi perdición? - -CARMEN.—De ti no quiero nada, ni eso; ya lo sabes. - -SERAFÍN (_Exaltado._)—Entonces, ¿por qué me has engañao? - -CARMEN.—Y dale molino. La engañá he sido yo, Serafín; te lo he dicho -cincuenta veces; yo, que creí que la simpatía que te tuve podría ser -cariño, que luego he visto que no y que prefiero ser franca a ponerte -en ridículo. Me lo debías de agradecer. - -SERAFÍN.—¡Carmen, piensa lo que dices! - -CARMEN.—Estas cosas del querer no se piensan, chico; se sienten u no se -sienten, y en paz. Conque me alegro verte bueno... (_Intenta irse._) - -SERAFÍN (_Sujetándola._)—Aguarda, miá que voy a hacer una barbaridad, -Carmen. - -CARMEN.—No lo creo. - -SERAFÍN.—Miá que tú no sabes cómo te quiero; miá que estoy en ridículo, -y miá que lo sé todo; porque tú me has dejao por otro. - -CARMEN.—¡Mentira! - -SERAFÍN.—Y ahora tiés prisa pa ir a buscarle. - -CARMEN.—¡Mentira! - -SERAFÍN.—Verdá; y es el señor Valeriano el pollero. - -CARMEN.—Bueno, y últimamente, ¿qué? ¿No soy libre? Ese u otro, alguno -tié que ser; porque monja no querrás que me meta. Conque suelta... - -SERAFÍN.—No te suelto... no... ¡Tú te vienes conmigo! - -CARMEN.—Vaya, Serafín, no te pongas pelma, y déjame... - -SERAFÍN.—Pues vente. - -CARMEN.—¡Ni arrastrá! Suéltame o grito. - -SERAFÍN (_Exasperado._)—¿Qué gritas?... ¡Maldita sea, no sé como no te -ahogo! - -CARMEN.—¡Ay!... (_Luchando por desasirse._) ¡Suelta, granuja!... -¡Guardias! - -SERAFÍN.—¡Calla! ¡calla! - -CARMEN (_Llorando._)—¡Déjame!... ¡Suelta!... ¡Guardias! (_Empieza a -asomarse gente a las puertas._) - - -ESCENA X - -DICHOS, SEÑÁ ANTONIA _y_ SEÑOR VALERIANO _por la izquierda_ - -ANTONIA.—¡Carmen! ¡Carmen! - -CARMEN (_Soltándose de Serafín._)—¡Madre! (_Se abraza a ella._) - -ANTONIA.—¿Pero qué es eso?... ¿Es ese golfo?... ¿Qué te hacía ese golfo? - -CARMEN.—No, nada; si no era nada. - -ANTONIA.—¿Pero otra vez a atosigarte? Quita... (_Queriendo soltarse._) -deja... déjame que lo lisie, ¡ladrón, sinvergüenza, granuja! - -SERAFÍN.—¡Usté tié la culpa de tóo! - -ANTONIA (_Gritando._)—¿Pero es que no nos vas a dejar en paz, so -randa?... ¡so vago!... ¡Que maldita sea la hora que te conocimos!... -¡Dilo! ¡dilo! (_Pausa._) - -VALERIANO (_Que ha quedado en último término, adelanta con cachaza y le -dice a Carmen en voz baja, casi al oído._)—Que no escandalice. - -ANTONIA.—¡Habla, so chulo sinvergüenza, habla! - -CARMEN.—Madre, por Dios, no escandalice usté, que se asoma gente. (_Se -van asomando más vecinos por esquinas, puertas y ventanas._) - -ANTONIA.—¿Y qué?... (_A grito pelado._) ¿Y qué que escandalicemos? -¡Mejor! Así se enterará tóo el mundo, que no, que no, y que no lo -quieres, no señor... ¡por granuja! ¡por golfo! ¡Eso es!... (_A todos._) -¡Sí, señores, ya lo saben ustés!... - -SERAFÍN (_Amenazador._)—¡Si no fuá usté una mujer!... - -ANTONIA.—Pos si no fuera yo una mujer, ya hace tiempo que llevarías tú -las narices con medias suelas: que por eso has abusao, so gallina; pero -se acabó la ganga... Ya hay un hombre que nos defiende... ¡Uno!... -¡Ahí lo tienes!... ¡Atrévete ahora! (_Señala a Valeriano._) - -VALERIANO (_Al oído de Antonia._)—¡No me ponga usté en ridículo! - -SERAFÍN.—Ya he visto a ese señor, sí señora; y sé cómo se llama y todo: -don Nadie. - -VALERIANO (_Va hacia él con calma._)—Creo que hace usté mal en -faltarme, joven. - -SERAFÍN.—Lo dicho, está dicho. - -ANTONIA.—¡Vale más que tú, cien mil veces! - -SERAFÍN.—¡Mentira! - -VALERIANO.—Con sosiego. (_Vuelve hacia Serafín._) - -CARMEN (_Intentando detenerlo._)—¡Por Dios, Valeriano! - -VALERIANO (_Al oído._)—No me pego con obleas. (_A Serafín._) -Esclarecido pollo. Esa joven y su respetable y distinguida madre... - -BALBINO (_Que está asomado con Lucila a la puerta de la taberna, -tose._)—¡Ejem! ¡ejem! - -VALERIANO (_Siempre en su voz._)—¡Tolú! Quedan desde este momento bajo -mi salva... guardia; con lo cual quiero decir que el camino de su -domicilio para usté desde hoy, es una senda erizada de cosco... rrones. -Punto. En la brevedaz está la claridaz. - -ANTONIA.—¡Mu bien dicho! - -SERAFÍN.—¡A mí, Prim! - -VALERIANO.—Sin embargo, medite. (_A los vecinos._) Y esto se ha -arrematao, curioso vecindario. (_Saludando a todos con el sombrero._) -De ustés afeztísimos. (_A Carmen y Antonia._) Caminen. - -ANTONIA.—Toma quina. (_Vanse los tres izquierda._) - -SERAFÍN (_Dando un puñetazo en una mesa y sentándose violentamente._) -¡Maldita siá! - -LUCILA.—¡Bribonas! ¡Infames!... ¡Serafín! - -BALBINO.—¡Chist! Nosotros ni pío. Se lo tiene ganao. Adentro. (_Entran -en la taberna._) - -VECINA 1.ª (_Con sorna a Eustasia, que está a la puerta del -solar._)—Oye, Ustasia, ¿has visto qué fresco... que qué fresco hace? - -EUSTASIA.—Éntrate no te costipes, chica. - -VECINA 1.ª—¡Ja jay! (_Ríe. Los vecinos se retiran sonriendo con burla y -comentando en voz baja el ridículo de Serafín._) - - -ESCENA XI - -SERAFÍN, LADISLAO, _que sale de su escondite_ - -_Ladislao, cuando ya se han ido todos, sale como disparado y furioso -del sitio donde se ocultaba, va hacia Serafín, que habrá quedado de -bruces sobre la mesa en que se apoyó, y levanta la estaca como para -sacudirle un palo en la cabeza, deteniéndola luego en el aire. Le mira, -después con desprecio y escupe._ - -SERAFÍN (_Levantando la cabeza y mirando a Ladislao._)—¿Has oído? - -LADISLAO (_Se sonríe, se acerca a él, y casi en su oído imita el balido -de un cordero._)—¡Béee! - -SERAFÍN (_Levantándose descompuesto._)—¡Ladislao! - -LADISLAO (_Muy serio._)—¡Béee! - -SERAFÍN (_Con rabia._)—¿Y qué quiés decir con eso? - -LADISLAO.—Que te lo _traduzgan_. - -SERAFÍN.—¿Qué me quiés decir, contesta? ¡Y no me vuelvas más loco de lo -que estoy! - -LADISLAO.—Serafín, has quedao a la altura de un cacahué apaisao. - -SERAFÍN.—¿Y qué quiés que haga, dímelo?... ¿Qué voy a hacer? - -LADISLAO (_Con energía._)—Después de la chunga de que eres _vírtima_, -no tiés más que dos caminos: u vengarte u rifar el bigote. _Ozta_. - -SERAFÍN.—¡Ladislao! - -LADISLAO.—En seco. Piensa en el choteo de tóo el mundo; en que los -vecinos se te han pitorreado; y sobre tóo, en que esa y ese a estas -horas se están columpiando con tu mansedumbre. - -SERAFÍN.—¡Eso es verdá! En eso tiés razón. - -LADISLAO.—Cuando una moza le hace a un hombre lo que esa te ha hecho a -ti, el hombre tié derecho a todo... ¡a todo! - -SERAFÍN.—¿Qué quiés decir?... (_Se asoman a la taberna Balbino y -Lucila._) - -LADISLAO.—Que pa un sujeto de vergüenza es más dizno un grillete que -un cencerro. Ya lo sabes. Conque si quiés recuperar mi estimación, -hoy se toman los dichos el Guitarrero y la Isabel; La Carmen y el -señor Valeriano son los padrinos; a las doce y media pasará por aquí -la comitiva pa ir a la Vicaría; pues bien, vente aquí a esa hora, -espéralos, y a la una ponme un Besa tu mano dende la delegación u dende -la Casa de Socorro. De lo contrario ya sabes el piropo que te aguarda -en la historia. ¡Béee! - -SERAFÍN (_Desesperado._)—¡Es verdá!... ¡Adiós! (_Le alarga la mano._) - -LADISLAO (_Rechazándola con el bastón._)—No, la manita no. ¡Cuando la -_denifiques_! - -SERAFÍN.—¡Por éstas, que me las pagan! (_Vase corriendo por la -derecha._) - -LADISLAO.—¡Anda con ellos! (_Se sienta._) Náa, que está visto; hombres -que tengan vergüenza no quedamos en el mundo arriba de siete. - - -ESCENA XII - -LADISLAO, SEÑOR BALBINO _y_ LUCILA, _de la taberna_ - -BALBINO (_Acercándose a Ladislao de puntillas y acercándose a su -oído._)—¡Béee! - -LADISLAO (_Asustándose._)—¡Canario! - -LUCILA (_Por el otro lado._)—¡Béee! - -LADISLAO.—¿Pero qué es esto? - -LUCILA.—Que te balamos. (_Sentándose a su lado._) - -BALBINO (_Sentándose también._)—Y de esos siete que tienen vergüenza -déjalo en media docena. - -LUCILA.—Pa que sea cuenta redonda. - -LADISLAO.—¿Quién sobra? - -BALBINO.—¡Tú! - -LADISLAO.—¿Yo? - -LUCILA (_Imitando el balido._)—¡Síiii! - -LADISLAO.—Señor Balbino, si es broma... - -BALBINO (_Levantándose._)—Ven aquí, obelisco de la _morralidaz_, diosa -_Cimbeles_ del honor: y tú que precipitas a una perdición a un pobre -chico que le ves amargao de un desengaño, dime... ¿Aonde tiés enterrao -el cadáver del que se fué a vevir con tu mujer y encima te rompió un -brazo?... ¡Contesta! - -LUCILA.—¡Es una pregunta suelta! - -LADISLAO.—¡Señor Balbino, lo mío era otra cosa! Me engañó mi mujer y -fué con un amigo, pero yo tenía un hijo. - -LUCILA.—Y no sabías de quien era... la culpa... ¿verdá? - -BALBINO.—¿Y aonde están los restos del que luego la puso una churrería, -y del monecipal que la usufructuó tres meses, y del que la mantiene -ahora?, ¿dónde? ¿Es en la _negrópolis_ del Este, por un casual?... - -LUCILA.—¡Contesta rico, no te cortes, que semos de confianza!... - -LADISLAO.—Lo mío fué una desgracia. - -BALBINO.—¿Una desgracia?... ¡Béee! - -LADISLAO.—¡Hombre, si se pone usté así!... - -LUCILA.—¿Y tú le niegas la mano a un hombre honrao?... ¡Béee! - -LADISLAO.—¡Si no fueran ustés un viejo y una chica!... (_Furioso._) - -LOS DOS.—¡Béee! - -LADISLAO.—¡Maldita siá! (_Vase rápido izquierda._) - -BALBINO.—¡Adiós, so _pulcro_! - -LUCILA.—¡_Canalla_... novedá! - -LOS DOS.—¡Sinvergüenza! - -BALBINO.—¡Va servido! - -LUCILA (_Apurada. Con amargura._)—Y ahora, padre, ¡por Dios! Corra -usté. Traiga usté a Serafín. - -BALBINO.—¡Miá, hija, que si nos metemos nosotros, van a creer!... - -LUCILA (_Suplicante._)—¡Hágalo usté por mí! ¡Es pa quitarle de una -perdición pa toa su vida! - -BALBINO.—Miá que está muy cegao y que me expongo a un desaire. - -LUCILA.—No, padre, no le hace. Búsquelo usté. Hay que salvarlo y que -piensen lo que quieran. - -BALBINO.—Tiés razón. Yo daré con ese loco. Pero tú me aguardas ahí -dentro. Sin salir pa náa. Sin meterte con nadie. - -LUCILA.—Sí, señor, palabra. Ahí quieta espero. - -BALBINO.—Pues adentro. No tardo. - -LUCILA.—¡Por Dios, tráigalo usté! (_Entra Lucila en la taberna._) - -BALBINO.—¡Ojalá lo encuentre! (_Vase corriendo derecha._) - - -ESCENA XIII - -TESTIGO 1.º, TESTIGO 2.º y TESTIGO 3.º _Son tres tipos ridículos; el -primero es el Pinturas, dependiente de la barbería, vestido de gala, -el segundo, un mancebo de una tienda de ultramarinos a todo lujo, y el -tercero un concertista de guitarra. Llevan una guitarra, una bandurria -y una cítara._ - -TESTIGO 1.º—Güeno, ¿estamos? - -TESTIGO 2.º y TESTIGO 3.º—Estamos. - -TESTIGO 1.º—Pus ahora permitidme que sus _arengue_. - -TESTIGO 2.º—Oye, tú, no te _dilates_, que faltan cinco minutos. - -TESTIGO 1.º—Seré un tiro. - -TESTIGO 3.º—Pues, ¡pum! - -TESTIGO 1.º—Allá voy. Semos, como sus costa, testigos de la boda de la -Isabel y Fernando el Guitarrero, y he creído de mi deber componerles un -hizno cantando sus esponsales. - -TESTIGO 2.º y TESTIGO 3.º—Ha sío una idea. - -TESTIGO 1.º—Conque vamos a darle el último repaso con ojeto de -ejecutarlo esta tarde después de la cuchipanda. - -TESTIGO 2.º y TESTIGO 3.º—Duro con él. - -TESTIGO 1.º—Bueno, pues cuando veamos a los novios más amartelaos, me -adelanto yo y exclamo: Señores, oído a la caja. Hizno-tango. A Isabel y -Fernando, en sus esponsales. - - -=Música= - - LOS TRES. - - No poneros tontitos ahora - y un instante tan sólo dejad - el arrobo, el cariño y los mimos - y este hizno al amor escuchad. - Hizno chulo - que ha compuesto este gachó, - un e-mulo - del glorioso don Gunó. - Paca, Paca, - pa casarse hay que tener - poca, poca, - poca juerga y trabajar, - y no beber y no faltar - ni una noche de tu hogar. - Se mu formalito, - cumple su deseo, - pero siempre acorde - con lo que aconsejan - en el himeneo. - Pero si ella _tace_ - algo que esté feo, - cógela del moño - y meneo, meneo, meneo. - Como este plan - lo cumplas tú, - turururú, - nadie en Madrí - te tose a ti, - tiriririrí; - mas si ella no - te es fiel del tó, - tororororó; - pero si la guías - como un hombre debe hacer - no hay que temer. - Si eres formalito - como así lo creo, - ya verás qué dulce - himeneo, meneo, meneo. - Y esto dicho - que el Señor salud os dé, - y avi-sarnos - en cuanto venga un bebé - bebé, bebé, bebebebé. - -=Hablado= - -TESTIGO 1.º—¡Creo que ha salío al pelo! - -TESTIGO 2.º—¡Superior! - -TESTIGO 3.º—Sin embargo, en la segunda corchea del otavo compás, te se -duerme la púa. - -TESTIGO 2.º—Se tendrá en cuenta. - -TESTIGO 1.º (_Se oye dentro rumor de gente._)—¡Chits!... ¡Callarse... -que están ahí! ¡Ya viene la cometiva! - -TESTIGO 3.º—¡Es verdá!... ¡Mialos! - -TESTIGO 2.º—¡Vivan los novios!... - -VOCES (_Dentro._)—¡Vivan!... - - -ESCENA XIV - -DICHOS, _el_ GUITARRERO, _la_ ISABEL, CARMEN, VALERIANO, _la_ SEÑÁ -ANTONIA, LIBORIO, INVITADOS _e_ INVITADAS. _Salen todos los del -acompañamiento, detrás de los novios y los padrinos, armando alegre -algazara, dando vivas y tirando al alto gorras y sombreros._ - -ANTONIA.—Hombre, podíais haber avisao. Ya sus echábamos de menos. - -TESTIGO 1.º—Pues estábamos aquí aguardando. - -LIBORIO.—Pues una vez que no falta nadie, en marcha pa la vicaría. -Primera pareja, los novios. Segunda, la Carmen y el señor Valeriano, -que pronto harán el mismo recorrido por su cuenta. - -ANTONIA.—¡Y que lo digas! - -LIBORIO.—¡Y el resto de la cometiva a la _neglisé_, y la orquesta a la -cola! - -TODOS.—Mú bien. - -TESTIGO 1.º—¡Andando! - -TODOS.—¡Andando! - - -ESCENA XV - -DICHOS _y_ SERAFÍN, _luego_ LUCILA, _después unos_ CHICOS, _y por -último_ BALBINO - -SERAFÍN (_Saliendo por la derecha._).—¡Señores, un minuto! - -CARMEN (_Con sorpresa._)—¡Serafín! - -ANTONIA.—¿Otra vez? - -VALERIANO.—¡El consabido pollo! - -LIBORIO.—¿Qué se ofrece, joven? - -SERAFÍN.—Ustés disimulen. Siento molestar, pero deseo decirle dos -palabras a ese señor. - -VALERIANO.—¿A mi humilde persona? - -SERAFÍN.—Quería que tratásemos un asunto solos y fuera de puertas. - -VALERIANO.—Joven, es usté menos oportuno que una charanga a la hora e -la siesta. Voy envitao. Tenga usté cachaza, que hay tiempo pa todo. (_A -la gente._) ¡Andando! - -SERAFÍN (_Deteniéndole._)—¡Es que u viene usté u le llevo yo! - -VALERIANO (_Con calma._)—No me zarandee usté, que puede que me moleste. - -HOMBRES.—¿Pero qué es eso? - -SERAFÍN.—¡Eche usté pa alante como los hombres, so tardío! - -TODOS.—¡Fuera ese! - -CARMEN.—No haga usté caso. (_A Valeriano._) - -ANTONIA.—¿Vienes a armarla, so charrán? - -VALERIANO.—Señores calma. Por un garbanzo no se descompone la olla. -Ustés, a la Vicaría. Yo voy ahí a cincuenta pasos, hago así, (_Acción -de dar un papirotazo._) y regreso. (_A Serafín._) ¡Andando! - -SERAFÍN.—Vamos. (_Vanse los dos por la izquierda._) - -TODOS (_Intentando detenerlos._)—¡No, no! - -ANTONIA (_Furiosa, deteniéndolos a todos._)—¡Sí!... ¡Sí!... ¡Dejarlos! -(_Se asoma Lucila a la taberna._) ¡Dejarlo que lo escalabre!... ¡Quieto -tóo el mundo! (_Volviéndose hacia donde se han ido._) ¡Rómpale usté la -cabeza a ese golfo, pa que escarmiente! ¡Zurre usté a ese granuja!... -¡Así te hagan trizas, so hambrón!... ¡Sinvergüenza!... ¡Fuerte, dele -usté fuerte! - -LUCILA (_Frenética de ira, sale de la taberna, se lanza hecha una hiena -sobre la señá Antonia, y la agarra del moño zarandeándola._)—¿Que le dé -fuerte? ¡Toma, tía perra! ¡Toma! - -ANTONIA (_Aterrada._)—¡Jesús! - -CARMEN.—¡Ay, mi madre! - -ANTONIA.—¿Pero quién?... ¿Quién ha sido? - -LUCILA.—¡Yo!... ¡Yo he sido, tía gamberra! - -ANTONIA.—La arrastro. (_La sujetan._) - -LUCILA.—¡Azuzar a dos hombres pa que se maten!... ¡Tía asesina! ¡tía -chula! (_A los hombres._) ¡Y vosotros, gallinas, que lo consentís!... -¡Cobardes!... ¡Granujas!... ¡Yo!... ¡Yo sola contra todos! (_Empieza a -tirarles verduras del serón que dejó Balbino a la puerta de la taberna, -con una ira y una rapidez que les asusta._) ¡Tomar, tomar, blancotes! - -ISABEL (_Huyendo._)—¡Ay, mi mantilla! (_Se arma un escándalo -monumental._) - -NOVIO.—¡Que me han dao con un tomate! (_Limpiándose la cara._) - -CARMEN.—¡Sujetarla! - -TESTIGO 1.º—¿Pero quién se arrima? - -MUCHOS.—¡Guardias, guardias! - -LUCILA (_A unos chicos que salen._)—¡Ayudarme vosotros, chicos! - -CHICO 1.º—¡Venga de ahí! (_Los chicos empiezan a tirar también._) - -CHICO 2.º—¡Duro! (_Tirando._) - -BALBINO (_Que sale corriendo._)—¿Pero qué es esto? - -LUCILA.—¡Padre, duro con ellos! - -BALBINO.—¡Vaya una menestra! (_Huyen todos chillando y corriendo._) - -LUCILA.—¡Cobardes! ¡Granujas! (_Tirando._) - -BALBINO.—¡Una boda con patatas! - -=Mutación= - - - - -CUADRO SEGUNDO - - Telón corto. Un lugar de las afueras de Madrid. En el telón, a la - izquierda, se verá pintado un merendero cuya puerta es practicable. - Sobre la puerta un emparrado, y debajo de él dos o tres mesas y - algunas sillas de anea y banquetas. Es de día. - - -ESCENA PRIMERA - -DUEÑO _del merendero y el_ CHICO - -_El Dueño retira el servicio de una mesa que acaba de ser abandonada -por algunos parroquianos._ - -CHICO (_Sale por la derecha mirando hacia atrás con cara de -asustado._)—¡Anda diez! - -DUEÑO.—¿Qué te pasa? - -CHICO.—Náa... dos que se están pegando ahí en un desmonte. - -DUEÑO.—¿Por qué? - -CHICO.—No sé; se conoce que venían desafiaos. Y uno le ha dao al más -joven una de tortas que lo ha vuelto loco... (_Mirando._) ¡Calle!... -Sí... ya han acabao de pegarse... y vienen pa acá. - -DUEÑO.—Pues silencio. Nosotros _ande_ nos llamen. (_Entran los dos en -el merendero._) - - -ESCENA II - -SERAFÍN _y_ SEÑOR VALERIANO - -_Salen por la derecha, revelando cierta agitación en sus semblantes, y -con los trajes algo descompuestos. Serafín viene sacudiéndose la ropa, -sucia de tierra, oprimiéndose los labios con un pañuelo, y mirando a -ver si tiene sangre. De vez en cuando escupe. Trae un carrillo muy -colorado._ - -VALERIANO (_Con su habitual tranquilidad._)—Bueno, yo, salvando su -parecer, creo que las bofetás tienen un límite, pollo. - -SERAFÍN (_Secamente._)—Lo que a usté le parezca. (_Se toca las narices -con un pañuelo._) - -VALERIANO.—Lo de las narices es una ligera erosión. Tengo una mano... -¡que estoy más disgustao!... ¡paece una piedra! ¿Conque me guarda usté -rencor por los cachetes? - -SERAFÍN.—A usté, no. - -VALERIANO.—Pues entonces, después de la refriega yo opino que debíamos -darnos las manitas, como hacen los hombres. - -SERAFÍN.—Me es igual. (_Se dan la mano._) - -VALERIANO.—Sí, señor; en medio de su desgracia, me ha sido usté -simpático, joven. Es usté un hombrito de corazón, aunque no le -acompañen las fuerzas; y ¡qué caramba! Eso no es náa; a su edad de usté -me las han arreao a mí, que durante ocho días tenía que llevar las -narices en equilibrio. Siéntese usté ahí. (_Señalando una mesa._) - -SERAFÍN.—No, gracias. - -VALERIANO.—Que se siente usté, digo. - -SERAFÍN.—Bueno. (_Se sientan los dos. Valeriano llama dando dos -palmadas._) - -DUEÑO (_Sale._)—¿Qué desean? - -VALERIANO.—Dos quinces y un botijo. - -DUEÑO.—En seguida. (_Vase al merendero._) - -VALERIANO.—Y ahora cuando la traigan, se lava usted el carrillo con un -poco de agua fresca; es mejor que el árnica. - -SERAFÍN.—No, si no tengo náa. - -VALERIANO.—Bueno, hombre, pero por si se infla _espontaniamente_. (_El -dueño sirve el vino y el botijo y vase._) Beba usté. (_Ofreciendo un -vaso de vino a Serafín. Beben unos sorbos._) - -SERAFÍN.—Gracias. - -VALERIANO.—Y ahora, joven, aquí de sobremesa y antes de separarnos, -quiero darle a usté como compensación de los mamporros, cuatro consejos. - -SERAFÍN.—Usté dirá. - -VALERIANO (_Bebe un trago._)—Discreto pollo: es usté un chavalillo -inesperto con el atolondro propio de la _juventú_ y debe usté apuntarse -esta máxima pa el resto de su vida: La mujer, es como un sorbete, -cuando se toma con mucho calor hace daño. Tóquese usté las narices y me -dará la razón; y crea usté a un zorro viejo: no desafíe usté a nadie -sin motivo, porque acalorao no mira usté el rótulo y, creyendo meterse -en una confitería, a lo mejor le resulta a usté una tahona. Llueven -las tortas. Y no canso más. Respective a lo de la Carmen, no sea usté -niño. Yo, como ca _quisque_, poseo el espejuelo de mis atraztivos y lo -manejo con la contumelia propia de una pestaña experimentada. ¿Que cae -una alondra? No la voy a hacer ascos por miramientos al cazador vecino. -Sería majadero. (_Se levanta._) Conque cuatro cosas en total, joven; -pacencia, serenidaz, agua fresca y... pague usté esas dos copas, que no -lo voy yo a poner todo. Y venga esa mano. Sé que se queda usté amargao -por dentro y por fuera; pero así he aprendido yo, y como el tiempo -_desinfla_ y tranquiliza, cuando pasen algunos días, pué que no tenga -usté una mano más amiga que la que hoy le ha hecho a usté daño, bien a -su pesar. Salú. (_Vase por la izquierda._) - - -ESCENA III - -SERAFÍN; _luego_ LADISLAO. EL DUEÑO _del merendero durante la escena_. - -SERAFÍN (_Casi llorando._)—¡Sí! ¡Me comen la vergüenza y la rabia!... -¡pero ese tío tié razón! ¡No tié él la culpa; es ella!... ¡ella! - -LADISLAO (_Sale por la derecha azorado y jadeante._)—¡Gracias a -Dios! ¡Por fin doy contigo! (_Mira a todos lados._) ¿Pero qué es -esto?... (_Con burlona sorpresa._) ¡Tú solo! ¡Solo con dos copas! ¡Tú -_meditamundo_! ¿Y ese hombre, que no lo veo? (_Mira por debajo de las -mesas y las banquetas y luego dice a Serafín con voz siniestra y casi -al oído._) Serafín, ¿ande has echao los pedazos? - -SERAFÍN (_Con desprecio._)—¡Déjame en paz! - -LADISLAO.—Oye, ¿pero qué tiés en la cara?... ¿Tú no habías pasao el -sarampión? - -SERAFÍN (_Llama y sale el dueño del merendero._)—¿Qué se debe? - -DUEÑO.—Treinta céntimos. - -SERAFÍN.—Ahí van. (_Paga y se levanta. Vase el dueño llevándose las -copas._) - -LADISLAO.—¡Recontra! De modo, que tras... _ecétera_, apaleao y encima -pagano. - -SERAFÍN (_Furioso._)—¡Cállate, o por mi salú que te dejo seco! - -LADISLAO (_Aterrado._)—Oye, tú... - -SERAFÍN (_Separándose dominado por una gran excitación._)—¡Sí! ¡No -tengo cara pa vivir mal mirao! Ahora irá ese tío, lo contará todo y se -reirán de mí... Y se reirá ella... ¡ella más que nadie! Y luego, por -donde voy, la burla y la chirigota... ¡No, no lo resisto; ella me ha -engañao, pues contra ella! ¡La mataré! ¡Tengo derecho! ¡Hay que ser -hombres! Adiós, Ladislao; voy a dar gusto a todos, a ti y a mí, y a -los compañeros de taller y a las vecinas y al mundo entero. - -LADISLAO.—Pero, ¿qué dices? - -SERAFÍN.—¡Adiós! (_Vase por la izquierda._) - -LADISLAO.—Oye, tú, y de paso dile a tu tío Balbino, que ya lo cogeré yo -a solas, que lo de esta mañana no me s’ha olvidao. (_Se sienta y da dos -palmadas._) ¡Merenderero! - - -ESCENA IV - -LADISLAO _y_ BALBINO - -BALBINO (_Que sale por la derecha, se acerca a la mesa._)—¡Va! - -LADISLAO (_Sorprendido y temeroso._)—¡Caray! - -BALBINO.—¿Qué desea el gorrión? - -LADISLAO.—¿Usté? ¡Hombre, m’alegro! (_Levantándose, al mismo tiempo se -sienta Balbino._) - -BALBINO.—No; que he venido, he visto la solfa que le han dao a tu amigo -por seguir tus consejos, he visto que la cosa no pasaba a mayores, he -permanecido _nutral_ y aquí me tiés pa servirte. - -LADISLAO.—Pues m’alegro, porque quería yo que arreglásemos la -cuentecita de esta mañana. - -BALBINO.—¿Tiés prisa en cobrar? - -LADISLAO (_Amenazador._)—¡Lo que tengo prisa es en mascarle la nuez a -los que me faltan, eso! - -BALBINO (_Fingiendo miedo._)—¡Oye, tú, Ladisladito, por Dios, que yo -creo... (_Solloza._) que no debías ensañarte con un pobre viejo! - -LADISLAO (_Envalentonado._)—Y si tié usté miedo, ¿pa qué insulta usté, -so maula? - -BALBINO (_Llorando._)—¡Hombre, no te enfades... yo, ha sío en -un pronto; y piensa que si a mis años me haces así, (_Le da un -pescozón._) me tiras al suelo!... ¡Tenme lástima! - -LADISLAO.—Oiga usté... (_Cogiendo el sombrero._) - -BALBINO.—No sabes el miedo que he pasao dende esta mañana... porque yo -decía, si esa fiera me encuentra, con el genio que tiene, y me da así -na más... (_Le da un puñetazo._) ¡me atonta! - -LADISLAO.—Oiga usté, haga el favor de poner los ejemplos de palabra, -¿eh? - -BALBINO.—Los viejos, hijo, ya no valemos pa náa... Figúrate si con -tu fuerza levantas el pie y me das de esta manera... (_Le da un -puntapié._) pues me amargas. - -LADISLAO (_Asustado._)—¿Pero quiere usté hablar sin acionar? - -BALBINO.—¡Yo es pa que me comprendas, hijo! De manera que tenme -lástima y que no te se ocurra darme dos chuletas así... (_Le pega -dos bofetadas._) ni tirarme encima de una silla, como un pingajo -indecente... (_Lo tira al suelo._) - -LADISLAO.—¡Pero qué es esto! - -BALBINO (_Llorando._)—Ten lástima de un pobrecito anciano, hijo... - -LADISLAO (_Furioso._)—¡Eso le vale a usté, que es un viejo! - -BALBINO.—¡Dios te lo pague, hijo! ¡Adiós, rico! (_Vase llorando._) - -=Mutación= - - - - -CUADRO TERCERO - - Riberas del Manzanares. En los laterales izquierda, últimos - términos, se ve la fachada posterior de un restaurant, y un trozo - de jardinillo correspondiente a él y circundado por una empalizada - de listones unidos en forma de celosía. Esta valla que constituye - un ángulo recto, tiene un pequeño portoncillo, practicable, que da - a la escena en línea paralela a la casa. Por las ventanas abiertas - del merendero sale la viva claridad de la luz eléctrica. En el - telón de fondo se ven los pinares de la Florida, y en la parte - derecha de la decoración un poético remanso del río, iluminado por - la luna, que luce su claridad entre las copas de viejos álamos. Un - puentecillo rústico da por el foro, paso sobre el río.—Sobre la - orquesta se oye muy lejos la marcha de un tren, que pasa por la - vía férrea próxima al lugar de la acción; las levísimas campanadas - de un reloj muy lejano y los perdidos ecos de la canción de un - viandante. Escúchase también el ladrido, casi imperceptible, de - un perro de los que acompañan a los vigilantes de los lavaderos, - y contrastando con estas perdidas notas de soledad y misterio se - escucha dentro del merendero el rasgueo alegre de las guitarras - y la vibrante voz de un cantador de flamenco, que es jaleado con - ruidoso entusiasmo. - - -ESCENA PRIMERA - -CANTADOR, _dentro_ - -=Música= - - Es la penita más grande - querer y que no te quieran, - quien quiere sin esperanza - conoce la pena negra. - Ay, serrana mía, - por quererte a ti de veras - conozco yo esa penita. - - -ESCENA II - -LUCILA. _Sale por la izquierda, primer término, envuelta en un -mantoncillo; se para junto a la empalizada y escucha las últimas notas -de la canción flamenca, que termina con voces y aplausos, reinando -luego el silencio._ - -=Hablado= - -LUCILA (_Admirada._)—¡Buena voz! Paece un mixto de verderón. Debe -ser Pepe el Trampas. Náa, que no he marrao. Aquí está la boda del -Guitarrero. ¡Jesús divino, qué día llevo! Dende la ensalá que armé esta -mañana lo estoy pasando de _ole_. Primero cuatro horas en la _delega_ -por haberle deteriorao el crepé a la Señá Antonia; así de que salgo, -dejo a mi padre, me voy a cá la señá Quintina a ver qué había sido de -Serafín, y me cuenta la pobre vieja, toa _azará_, que a las siete había -llegao el susodicho joven con la cara como una pandereta, después de -haber corrido tóo el _barrio_ averiguando en qué merendero estaban -celebrando la toma de dichos; y así de que llegó a casa escribió una -carta, le dijo a la señá Quintina que se la llevase a su maestro si a -las once de la noche no había vuelto, y apretó a correr. No se necesita -ser un lince pa calcular las tripitas que traerá. Y yo, yo estoy que me -deshago de nerviosa; tengo frío y calor tóo a un tiempo, y me saltan -las sienes. ¡Ojalá dé con él! Rondaré el merendero... (_De pronto queda -escuchando._) ¡Sí!... (_Mira con atención._) Uno se acerca. ¿Será él? -(_Se oculta por la izquierda._) - - -ESCENA III - -LUCILA, _oculta_; SERAFÍN. _Después_ CARMEN, SEÑOR VALERIANO, INVITADO -1.º _e_ INVITADA 1.ª - -SERAFÍN (_Apoyándose angustiado en la empalizada._)—¡No me puedo tener -en pie! Tengo el sudor helao y la boca amarga como una retama. Llevo -dos horas esperando una ocasión, sin saber si entrar de repente u -aguardar que salgan. Aguardaré: es más seguro. He querido irme cien -veces, he probao y no puedo; cuando me separo de aquí paece que hasta -las piedras me llaman gallina... Y en toas partes oigo lo mismo... las -mismas palabras, que ya se me han agarrao al corazón. ¡Te ha engañao! -¡Mátala! ¡Tiés derecho!... Y yo no sé; no sé si tengo derecho u no, -lo que digo es que me ciega la idea de que está con otro. Y así no -puedo vivir. Sí. Esta noche acabará todo. (_Se oyen voces dentro del -merendero._) Salen... ¡Que no me vean! ¡Si fuera ella! (_Se oculta tras -la empalizada._) - -CARMEN (_Dentro del jardinillo y como hablando con alguno del -merendero._)—¡Ja, ja, ja! (_Ríe._) No, si no tardamos. - -SERAFÍN.—¡Ella! ¡Por fin! (_Saca la navaja._) - -VALERIANO (_Dentro._)—No, un menuto. Vamos ahí, al lavadero del -_Quico_, a ver si quié dejar venir a la chica, y verán ustés cómo baila -las sevillanas. (_Salen por el portoncillo a la parte exterior de la -escena Carmen, Valeriano, Invitada primera e Invitado primero._) - -INVITADA 1.ª—¡Oye... qué noche hace; si paece de verano! - -INVITADO 1.º—Da gusto. - -CARMEN.—Yo estaba deseando de salir; me ahogaba ahí dentro con el humo -de los cigarros (_Aparte a Valeriano._) y tenía gana de que hablásemos -un ratito con libertá. - -VALERIANO.—Y yo. Pero, ¿por qué no has sacao el mantón? - -CARMEN.—Si no tengo frío. - -INVITADA 1.ª—Yo me le he puesto. - -VALERIANO.—Póntelo que por aquí siempre cae relente. - -CARMEN.—Lo cogeré por darte gusto. (_Entra por el jardinillo al -merendero._) - -INVITADA 1.ª—No tardes. - -INVITADO 1.º (_Desde el puentecillo._)—Mirar qué bonito hace desde aquí -este pedazo del río con la luna. (_Valeriano y la Invitada_ 1.ª _van a -mirar._) - -INVITADA 1.ª—Qué hermosa es la noche, ¿verdá? - -VALERIANO.—La noche y el día; cuando se está a gusto tóo es bonito. - -CARMEN (_Saliendo._)—¿Dónde están?... (_En este momento Serafín, que se -oculta tras la empalizada, va a lanzarse sobre Carmen con la navaja en -la mano y se encuentra fuertemente detenido por Lucila, que al ver su -actitud sale de su escondite sigilosamente quedando en acecho tras él, -hasta este momento en que le sujeta el brazo y le tapa la boca con la -otra mano._) - -SERAFÍN (_Va a llamar._)—Car... - -LUCILA (_Tapándole la boca._)—Chissss... - -SERAFÍN (_Con voz ahogada._)—¿Eeeeh?... ¿quién? - -LUCILA (_En voz baja._)—¡Silencio! - -CARMEN (_Llamando._)—¡Valeriano! - -VALERIANO (_Desde el foro._)—Por aquí. - -CARMEN (_Mirando hacia atrás al irse._)—Juraría que he oído moverse -esas ramas. (_Desaparece por el foro._) - - -ESCENA IV - -LUCILA _y_ SERAFÍN - -SERAFÍN.—¡Lucila! pero, ¿eres tú? - -LUCILA.—Sí, yo; ¡yo mismita! - -SERAFÍN.—Suelta... suelta... (_Forcejean._) - -LUCILA.—No... aguarda... aguarda un momento. (_Al ver que ha -desaparecido Carmen._) Ya... ya estás libre; ya _pués_ guardarte esa -navajita y salir. Y a tóo esto mu buenas noches. - -SERAFÍN (_Tembloroso y frenético._)—¿Y tú a qué has venido? - -LUCILA.—Náa, hombre, que como no _te se vé_ el pelo por dengún lao y no -tiés _tiléfono_, quería hablarte y ¡velay! - -SERAFÍN.—¡Vete... vete y déjame, Lucila! - -LUCILA.—Y ¡camará, cómo recibes; recibes que arañas! (_Restañándose con -saliva un arañazo de la mano._) Si lo sé te dejo _trajeta_. - -SERAFÍN.—Bueno, pronto; acaba y vete. ¿A qué has venido? - -LUCILA.—¿Que a qué he venido? (_En voz baja con ira._) ¡pues a llamarte -asesino y cobarde!... - -SERAFÍN.—¡A mí! - -LUCILA.—¡A ti!... ¡que querías asesinar a una mujer! (_Le sujeta el -brazo._) - -SERAFÍN.—¡Lucila! - -LUCILA.—¡Baja la voz!... ¡Sí, asesinarla! - -SERAFÍN.—¡Tengo derecho! - -LUCILA.—¿Derecho a matar? ¡A matar a una mujer! ¿porque no te -quiere?... ¡Mentira! - -SERAFÍN.—Suelta. - -LUCILA.—No quiero. Ten paciencia. Alguna vez en la vida hay que oir -a la razón, aunque moleste. El hombre, no tié derecho a matar a una -mujer, nunca, Serafín, nunca; ni aunque le engañe. Así, en redondo. -¡Ni aunque le engañe! - -SERAFÍN.—¡Bueno, déjame en paz! Tú eres una chica que no sabes lo que -hablas. - -LUCILA.—¿Que no sé lo que hablo? ¿que no tengo razón?... Bueno, -conformes; pero si yo no la tengo, menos la tienen esos chulos -indecentes que te aconsejan y que porque llevan un pantalón ceñido y -unos tufos repeinaos, se creen amos de las mujeres y jaleándose unos a -otros arrean por el mundo, haciendo cisco a toda la que se les resista. -¡Pero, eso sí, cuando ellos se cansan de una mujer, entonces, chito! -Pa eso son los amos. La pisotean y ahí queda eso. ¡A la basura!... -¡Ole los valientes! ¿Quién defiende eso?... ¿Quién? ¡porque si lo dice -la justicia, reniego de ella! ¡y si lo dicen los hombres, los hombres -que dicen eso, no son hombres, Serafín! ¿Queréis que la mujer sea una -esclava?... bueno; pero entonces lo menos que se pué hacer es dejarla -que escoja la cadena que más le guste. ¿No te parece? - -SERAFÍN.—Yo no sé de eso que me dices; pero oye, Lucila, (_Con -amargura._) ¿cómo vive uno viendo su querer en otros brazos? - -LUCILA.—¡Ay, mu remalamente, chico! Eso sí que lo sé yo por -_esperencia_. - -SERAFÍN (_Sorprendido._)—¿Tú? - -LUCILA.—¡Yo!... ¿Te paece raro, verdá? Pues sí, Serafín; yo, he querido -a un hombre más que a mi vida. - -SERAFÍN.—¿Pero tú? - -LUCILA.—Más que a mi padre; más que a náa en el mundo. ¡Y él, ni agua! - -SERAFÍN.—¡No se lo habrás demostrao! - -LUCILA.—Tóos los días. - -SERAFÍN.—¿Con palabras? - -LUCILA.—¡Qué palabras! Lo que no dicen los ojos al mirar y las acciones -buenas, ¿cómo lo van a decir los labios? Y ese hombre, no ha reparao en -ello ni pa agradecérmelo. Y yo callando y sufriendo le he visto irse -con otra. Llorar y reir por ella; y en mis ratos de desesperación lo -he pensao tóo, tóo... ¡Menos matarlo!... porque él no tenía la culpa. -El cariño lo escoge el corazón libremente y se quiere lo que se quiere, -bueno o malo, sin saber por qué. Y por amor, Serafín, se sufre, como yo -he sufrido; se llora, como yo lloro... ¡pero no se mata! (_Llora._) ¡No -se mata! - -SERAFÍN.—¡Lucila! - - -ESCENA V - -DICHOS, SEÑOR BALBINO; _luego_ VALERIANO _y_ CARMEN - -BALBINO (_Saliendo y poniendo la mano en el hombro de Serafín._)—Y -sabes... - -SERAFÍN (_Sorprendido._)—¡Tío Balbino! - -LUCILA.—¡Padre! - -BALBINO.—¿Y sabes quién es el sujeto que ha matao la alegría de esa -creatura? - -SERAFÍN.—¿Quién? - -BALBINO.—¡Tú! - -SERAFÍN.—¿Yo? - -BALBINO.—¡Tú! - -LUCILA.—¡Padre, por Dios! - -BALBINO.—¡Me da la gana decirlo! No está la nochecita pa miramientos; -conque trae esa navaja, (_Se la quita del bolsillo._) y arrea pa tu -casa. - -SERAFÍN (_Resistiéndose._)—¡Tío! - -BALBINO (_Amenazador._)—Y cállate, si no quiés llevarte el melón en -rajas; que lo menos que podemos pedirte es que sufras tú por esa, lo -que ésta ha sufrido por ti, ¡conque andando! - -SERAFÍN.—¡Es que me llamarán cobarde! - -BALBINO.—Te aguantas. ¡Más vale paecer cobarde que ser asesino de -mujeres! ¡Esa sí que es cobardía!... Y además, mira... (_Aparecen en -el fondo Carmen y Valeriano, cogidos del brazo muy juntos, hablándose -amorosamente al oído. Quedan parados._) - -SERAFÍN.—¡Ellos! - -BALBINO.—¡Ellos!... ¿Y ves ese cariño que es pa otro? ¡Pues ese no -sería pa ti ni a navajazos! Conque ¿a qué pelear?... - -SERAFÍN.—¡Sí... tié usté razón!... ¡Tié usté razón!... ¡Adiós!... ¿Por -qué... por qué no me habrá querido? (_Vase rápidamente frotándose los -ojos._) - -LUCILA (_Con amargura infinita. Abrazando a su padre._)—¡Así, Serafín, -así es como se quiere!... ¡Ay, padre, cuántas veces he dicho yo esas -mismas palabras!; ¿por qué... por qué no me habrá querido? - -(_Se escucha en el merendero la voz del Cantador que canta_:) - - ¡Es la penita más grande - querer y que no te quieran; - quien quiere sin esperanza - conoce la _pena negra_! - -(_Cae pausadamente el telón, mientras cantan la copla._) - -FIN DEL SAINETE - - - - -LAS ESTRELLAS - - - - -PERSONAJES - - - ANTOÑITA - SEÑÁ FELICIANA - UNA TIPLE - LA TRIANÓN - SEÑOR PRUDENCIO - CASILDO - POLINIO - SEÑOR PEPE EL CARPANTA - ACACIO - LEOVIGILDO - SEÑOR MÁXIMO - EL CIRUQUI - EL REPOLLO CHICO - PARROQUIANO 1.º - EL EMPRESARIO - RODRÍGUEZ - UN SERENO - UN INSPECTOR - UN CAFETERO AMBULANTE - ELECTRICISTA 1.º - ÍDEM 2.º - UN CARPINTERO - UN TRAMOYISTA - PARROQUIANO 2.º - -LA ACCIÓN EN MADRID.—ÉPOCA ACTUAL - - - - -ACTO ÚNICO - - - - -CUADRO PRIMERO - - Salón modesto, en planta baja, de una barbería. Al foro puerta - vidriera de dos hojas que da a la calle. En la pared del fondo, a - los lados de la puerta, perchas de hierro. En la lateral derecha, - en primero y segundo término, adosadas a la pared, anchas repisas - de madera imitando mármol, llenas de útiles para el servicio de - peluquería; sobre las repisas espejos grandes con marco negro, - y ante ellas sillones de rejilla de los que se usan en estos - establecimientos. En la lateral izquierda, en primer término, una - puerta practicable cubierta por un portier de reps; y en segundo - término otro servicio de peluquería igual en absoluto a los de la - derecha. En el centro de la habitación un velador sobre el cual - habrá periódicos y cepillos. Algunas sillas de rejilla estarán - próximas al velador y otras distribuídas convenientemente por el - salón. Es de día. - - -ESCENA PRIMERA - -_Al levantarse el telón aparecen el_ SEÑOR PRUDENCIO _afeitando al_ -SEÑOR MÁXIMO, _guardia de Orden público, cuyo sable y cuya teresiana -estarán colgados en la percha de la derecha._ ACACIO, _aprendiz de la -barbería, vestido con su blusa larga se halla sentado junto al velador -leyendo un periódico._ - -PRUDENCIO (_Afeitando._)—Pues nada, créame usté a mí, señor Máximo, -usté será todo lo de orden público que guste—sírvase de inflar el -izquierdo (_El señor Máximo infla el carrillo izquierdo._)—; pero yo lo -que repito es que no siendo el que yo le digo, pa la política española -no hay otro remedio. - -MÁXIMO (_Quejándose._)—¡Ay! - -PRUDENCIO.—¿Cuálo? - -MÁXIMO.—Oye, ¿hay otra navaja? Porque ¡camará! esa paece que la has -afilao en el fregadero. - -PRUDENCIO.—¡Hombre, pues precisamente es la joya de la casa! - -MÁXIMO.—¡Mecachis en la joya! Pues guárdala pa cuando venga el ispetor -de la Latina, le afeitas con ella y pué que le hagas un favor. - -PRUDENCIO.—¿Por qué? - -MÁXIMO.—¡Porque quié que lo trasladen al Hospital! - -PRUDENCIO.—¡Exagere usté una miaja! (_Mira el reloj._) ¡Recontra, -las once y cuarto y esos dos sin venir! ¡Qué habrá pasao! ¡Estoy de -nervioso que no sé cómo no he degollao a este hombre! (_Llamando._) -¡Acacio! - -ACACIO.—¿Mande usté? - -PRUDENCIO.—Oye, ponte a la puerta y mira a ver si vienen el señor -Polinio y el señor Pepe el Carpanta, que tardan y tengo el alma en un -hilo. - -ACACIO.—Güeno. (_Sale a la puerta y mira a ambos lados de la calle. El -señor Máximo, durante los anteriores apartes, se ha secado la cara que -le habrá lavado Prudencio y se mira al espejo._) - -PRUDENCIO (_Cogiendo el pulverizador._)—¿Refrescamos con colonia? - -MÁXIMO.—No, no quiero eso. - -PRUDENCIO.—¡Hombre lo siento! - -MÁXIMO.—¿Por qué? - -PRUDENCIO.—Porque me quita usté la única satisfacción que puedo -tener como republicano: pulverizar a un guardia de orden público. -(_Peinándole._) - -MÁXIMO.—¡Guasón! Lo que he notao es que me has hecho dos cortecitos mu -decentes. - -PRUDENCIO.—Señor Máximo, no le choque a usté; ¡me ha pillao usté en un -día terrible de nervioso que estoy! - -MÁXIMO.—¿Pues qué te pasa? - -PRUDENCIO (_Quitándole el paño, sacudiéndolo y doblándolo._)—¿Que qué -me pasa? (_Máximo se levanta y se cepilla._) ¡Pues que hoy... (_Con -voz conmovida y misteriosa._) pué ser un día célebre pa mí! Que estoy -esperando un recao que, de serme favorable, si el mes que viene está -usté franco un día y quié usté honrarme con su amistad, se viene usté a -mi hotel... - -MÁXIMO (_Queda inmóvil con la pierna derecha en alto y -asombradísimo._)—¡Arrea! - -PRUDENCIO.—Que ya le daré a usté las señas, y nos damos un paseo en mi -_automóvil_, que ya le diré al _Chufer_ que no corra. - -MÁXIMO.—Pero, ¡oye tú! ¿es que te ha caído la lotería? (_Se pone la -teresiana y el sable._) - -PRUDENCIO.—¡Mejor!... Sino que, hoy por hoy, no puedo ser más -explicativo. ¡Y lo dicho, dicho! - -MÁXIMO (_Con cara de asombro._)—¡Chico, me dejas parao! - -PRUDENCIO.—Sabía que le iba a dejar a usté parao, pero como usté es -guardia, ya tié costumbre. - -MÁXIMO.—Pues na, que sea como lo dices. (_Le paga el afeitado._) - -PRUDENCIO.—Gracias, señor Máximo. - -MÁXIMO (_Marchándose y mirando con recelo a Prudencio._)—¡Hotel!... -¡Chufer!... ¡Este está mochales!... (_Vase foro._) - -PRUDENCIO.—¡El infeliz se va creyendo que estoy loco! ¡Mísero agente! -(_Guarda el dinero en el cajón._) - -ACACIO (_Desde la puerta._)—¡Por fin! ¡El señor Polinio y el señor Pepe -vienen! - -PRUDENCIO (_Respirando con satisfacción._)—¡Ay, gracias a Dios! ¡Me -devora la impaciencia! (_Sale a su encuentro._) - - -ESCENA II - -DICHOS, POLINIO _y el_ SEÑOR PEPE EL CARPANTA, _por el foro_ - -POLINIO.—¡Hola! - -PEPE.—¡Ya estamos aquí! (_Entran corriendo y muy alegres._) - -PRUDENCIO.—¡Pasar... pasar! - -POLINIO.—¿No está tu mujer? - -PRUDENCIO.—No. ¡Os anhelaba, como el hambriento a una fuente! - -PEPE.—¡Será el sediento, hombre!... - -PRUDENCIO.—Yo me refería a una fuente de chuletas. ¿Qué hay? (_Con -impaciencia._) - -POLINIO (_Con alegría._)—¡Hecho el negocio! - -PRUDENCIO (_En el colmo de la satisfacción._)—¿Hecho?... ¡Venga un -abrazo, y cuarenta, y ciento! (_Se abrazan efusivamente._) - -PEPE.—¡Aprieta! ¡Ya eres feliz! - -PRUDENCIO.—¿No han puesto dificultad? - -POLINIO.—_Denguna_. El señor Román _aceta_ el traspaso de esta barbería -por setecientas pesetas. - -ACACIO (_Que está escuchando, en segundo término, con -asombro._)—¡Recontra! ¿Qué dicen? - -PEPE.—Dentro de un rato nos esperan en la taberna pa entregarte el -dinero, y que firmes la escritura. - -PRUDENCIO.—¡Gracias, gracias! ¡me habéis hecho hombre! (_Vuelven a -abrazarse._) - -ACACIO (_Aparte._)—¡Qué barbaridad! ¡Ha traspasao la barbería! ¡Ay, en -cuanto lo sepa la señá Feliciana! - -POLINIO.—Güeno, y una vez ultimao el asunto, me paece que ya es hora -de que me confíes tus proyectos y me digas el por qué del traspaso del -Salón, _ecetra_, _ecetra_, porque el señor Pepe no me lo ha querido -revelar. - -PEPE.—Era la _consina_, hasta que estuviese hecho. - -PRUDENCIO.—Es verdá; pero ahora nada más justo. ¿Se lo revelo todo? - -PEPE.—Revélaselo. - -PRUDENCIO.—Pues mira, Polinio, Dios le da a cá uno la fortuna, en una -forma diferente; y a mí me la dao con mis dos hijos, la Antoñita y -Casildo. Con la Antoñita, porque el día que esa criatura debute en un -teatro como _mono-cuplé-tanguista_, la Otero va a tener que tostar -cañamones, si quié atender a su susistencia. - -PEPE (_Asintiendo._)—¡Acordes! - -PRUDENCIO.—Y con mi Casildo, porque recortando capote al brazo y -metiendo el hombro a la hora suprema, el _Frascuelo_ era una pastilla -de clorato comparao con él. - -PEPE.—¡Acordísimos! - -PRUDENCIO.—Pus, güeno; (_Con tono iracundo._) mi mujer, la Feliciana, -celebro oscuro que no tié más horizontes que la boca del puchero, -al ver que he sacao a la chica den _cá_ la modista, y al chico de -la imprenta _pa_ atender a su educación artística, se ha empeñao en -decirme que estoy loco y que esto va a ser nuestra ruina. ¿Será tozuda? - -POLINIO.—¿Pero tú no te achicarás? - -PRUDENCIO (_Con exaltación creciente._)—¿Yo achicarme? Si Dios echa -al mundo una horná de celebridades, y en esa horná metes la _Patti_ -y metes _El Gordito_, y me tocan a mí en clase de hijos, dicho se -está que coger ambas _estrellas_ y _prostergarlas_ en el antro de una -barbería, ¡sería un crimen, que un padre como yo, no comete! - -POLINIO.—¡Bien hecho! - -PEPE.—Y en esto—y perdona que ataje tu palabra honrada—surjo yo con -mi ejemplo. Yo era un ser vago y errante que vendía por esas calles -_chuletas de huerta_, y que tenía una chiquilla que andaba galocheando -por ahí con ramitos de violetas; pues, güeno; de la noche a la mañana, -me se evadió mi hija a París, con su madre, contratá con una _troupe_ -pa bailes españoles, ayer hizo tres meses; y de una renacuaja vestía -con un pinguito de falda y una criba de mantón, fíjese usté en la -_metramórfosis_. El jueves me lo mandó. (_Le enseña un retrato._) - -PRUDENCIO.—Fíjate en el retratito. ¡Mira eso! - -POLINIO.—¡Camará, bonita es, pero va casi en cueros! - -PEPE.—Hay que azvertir que apenas ha tenío tiempo de hacerse ropa. - -POLINIO.—¡Ya, ya! ¿Y dice usté que aquí llevaba una faldita? - -PEPE.—¡Una vergüenza! - -POLINIO.—¡Pues se conoce que la ha perdido! - -PEPE.—Pues güeno, desde que se fué que me he dejao las patatas y vivo -de guagua, ¡porque no hay mes que no me mande de ciento cincuenta a -doscientos _franques_ oro! - -PRUDENCIO.—Se conoce que lo que se ahorra en ropa pa ti. - -PEPE.—Por eso le he aconsejao a éste que lo venda tóo, que se deje de -esta porquería de España, que emigre con su hija a París como yo, que -me voy pasao mañana, y a la vuelta de un par de años regresamos del -extranjero, y ¿usté sabe esos solares de la _cae_ de Lista, pasao un -estanco que hay? ¡Nuestros hoteles! - -POLINIO.—¿Usté dice donde la tienda-asilo? - -PEPE.—¡En la acera de enfrente! - -PRUDENCIO (_Exaltado._)—¡Y yo, Polinio, deslumbrao por este ejemplo, -te aseguro que es inútil que me _graznen_ lo que quieran! Busco el -aplauso, la fortuna, la gloria de mis hijos... ¡y aunque la persona que -se oponga a ello me haga escabeche, mi último cuarto de kilo se saldrá -del barril pa cumplimentar esta sacrosanta misión! - -PEPE (_Entusiasmado._)—¡Eres un varonil! - -PRUDENCIO (_Con energía._)—¡Soy un padre! - -PEPE (_Viendo aparecer a Casildo._)—¡Chits, callarse! - - -ESCENA III - -DICHOS _y_ CASILDO _puerta foro_ - -CASILDO (_Saludando con la mano desde la puerta._)—¡_Saluz_! - -PRUDENCIO (_Radiante de satisfacción._)—¡Mirarle! ¡Mi Casildo! ¡Ahí lo -tenéis! ¡Ese es el monumento _taurómaca_ más grande del porvenir! - -PEPE.—¡Hola, pollo! - -POLINIO.—¡Adiós, pollo! - -PEPE.—¿Cómo estás, pollo? (_Casildo no contesta._) - -PRUDENCIO.—¡Me se cae la baba! (_Casildo después de saludar -parsimoniosamente a lo torero, con la mano, se acerca a un espejo, -se atusa los tufos con un cepillo y vuelve a ponerse el sombrero con -coquetería, estirándose la chaquetilla. Carpanta, al ver que Casildo no -contesta, dice con voz más alta._) - -PEPE.—¿Que cómo estás? (_Sigue el silencio._) (Este monumento es -bastante mal educao.) - -PRUDENCIO (_Sonriendo._)—No te ha oído. Estas notabilidades son así, -chico; ¡no se fijan en na! (_Acercándose a su hijo._) ¿De aonde vienes, -hijo mío? - -CASILDO (_Con tono desdeñoso y sin mirar a su padre._)—Del mundo. - -PRUDENCIO (_Sonriente y muy complacido._)—¡Qué manera de contestar! ¿eh? - -POLINIO.—¿Ha madrugao? - -PRUDENCIO (_Con asombro._)—¿Madrugar esa personalidaz? Que se marchó -anoche a las diez y viene ahora. (_Aparte y sonriendo a los dos._) -(¡Las mujeres que se lo rifan!) - -POLINIO.—¡Ya, ya! - -PRUDENCIO (_A Casildo._)—¿Vas a acostarte, hijo? - -CASILDO.—¡Clarinete! - -PRUDENCIO.—¡Oye, qué gracia! ¿Habéis oído? ¡Clarinete! - -CASILDO (_A Prudencio. Secamente y sin mirarle._)—La petaca. - -PRUDENCIO (_Dándosela._)—Toma, hijo mío. - -CASILDO (_La vacía, se guarda los cigarros y la tira con desprecio -sobre el velador._)—Cerillas. - -PRUDENCIO (_Le da una caja._)—¡Ahí van! - -CASILDO (_Se guarda la caja._)—¡Que no me se despierte hasta que yo -avise! (_Saluda con la mano y se va contoneándose primera izquierda._) - -PRUDENCIO (_Siguiéndole hasta la puerta._)—No tengas miedo. ¡Ah, oye! -Ciérrate por dentro, no te sorprenda tu mamá en el primer sueño. - -POLINIO.—¿Por qué le dices eso? - -PRUDENCIO (_Sonriendo._)—¡Por na! ¡Que anoche se le llevó un mantón a -su madre y se conoce que lo ha empeñao! - -PEPE.—¡Angelito! ¡Qué monada de criatura! (_Riendo._) - -PRUDENCIO.—Y como la Feliciana no reflexiona que a estas grandes -figuras hay que aguantarlas sus genialidades, me temo un _esasbruto_. - -POLINIO.—¡Natural! - -PRUDENCIO.—Y qué, ¿habéis visto qué hechuras de torero tiene? ¿Se le da -un aire al Conejito, _verdá_? - -PEPE.—¡Sí, tiene algo de _Conejito_... sino que más en gazapo! - -POLINIO.—Güeno; y volviendo a lo de _enantes_, respective al chico, -na tengo que _ojetarte_, porque se ve que cuidándolo pué llegar a ser -_Gordito_, pero por lo que toca a la chica, ¿tú crees que servirá pa -_chanteuse_, Prudencio? - -PRUDENCIO.—¡Amos, hombre! ¿Que si servirá?... Vaya, ahora que estamos -solos, ¿queréis verla y oirla pa que veais que no es pasión de padre -cuando digo que es una maravilla? - -POLINIO.—¡Sí, hombre! - -PEPE.—¡Con mucho gusto! - -PRUDENCIO.—¡Pues quitarse las telarañas! (_Llamando._) ¡Acacio! - -ACACIO (_Acercándose._)—Mande usté. - -PRUDENCIO.—Ponte a la puerta, y si viene la señá Feliciana nos avisas, -no sea que nos sorprenda. - -ACACIO.—Güeno. (_Vase a la puerta a vigilar._) - -PRUDENCIO (_Yendo a la puerta primera izquierda y -llamando._)—¡Antoñita!... ¡Antoñita! - -ANTOÑITA (_Dentro._)—¿Mande usté? - -PRUDENCIO.—Sal un momento, haz el favor. - -ANTOÑITA.—Voy. - -PRUDENCIO.—Ya está aquí. ¡Veréis qué prodigio! - - -ESCENA IV - -DICHOS _y_ ANTOÑITA, _primera izquierda. Antoñita es una chiquilla -como de diez y seis años, con cara abobada y pretendiendo suplir con -una verbosidad ridícula la gracia de que carece. Al salir, ligera y -sonriente, hace una reverencia._ - -ANTOÑITA.—Servidora de ustedes. Muy buenos días, ¿Cómo están ustedes? - -LOS DOS.—Bien, ¿y tú? - -ANTOÑITA.—Yo, bien, a Dios gracias, pa servir a ustedes. ¿Las familias -güenas?... Vaya, me alegro mucho y por muchos años. Tanto gusto. - -POLINIO.—Muy bien, muy bien. - -PEPE.—Es una monada de chica. - -ANTOÑITA.—Tantas gracias, es favor. No lo merezco. Ustedes son muy -güenos, al parecer. Y ya lo saben ustedes, con permiso de mi papá, en -lo que sea útil, pueden mandar a una servidora. Tanto gusto. - -PRUDENCIO.—Bueno. Pues estos señores... - -ANTOÑITA.—Repito que tanto gusto. - -PRUDENCIO.—Desean verte bailar y que nos cantes algo aquí en familia. - -ANTOÑITA.—Sí, señor, tanto gusto. Lo que deseen de una servidora de -ustedes. ¿Quieren ustedes soleares, tango, sevillanas, panaderos, -malagueñas, peteneras u _cake-vale_? Porque eso tié que ser a gusto de -ustedes; porque ustedes sabrán lo que quieren; porque una no sabe con -qué dará gusto; porque a lo mejor va una servidora y baila panaderos, y -qué sabe una servidora si ustés les tien rabia a los panaderos. Porque -eso el que lo quiere es el que lo pide. - -PEPE.—¡Tié razón la chica! - -POLINIO.—¡Es lista, es lista! - -PRUDENCIO.—No, lo que queremos es lo que sepas mejor; un tanguito de -esos con que vas a debutar, u cualquier cosa... - -PEPE.—¡El tango, el tango! - -POLINIO.—¡Eso! ¡Venga el tango! - -PRUDENCIO.—¡Duro con él! - -ANTOÑITA.—_Perfetamente._ Bueno, y cuando baile, ¿lo marco con todo?... -(_Sonriendo picarescamente._) - -LOS DOS.—¡Con todo, con todo! - -ANTOÑITA.—Pues con permiso de ustedes voy a ponerme un alfiler (_Se lo -pone._) pa ceñirme la falda, ¿saben ustedes? porque si no el ondulao no -resalta. El tango se llama “Vete a la gloria.” - -PRUDENCIO.—Yo te acompañaré. Venga de ahí. (_Cogiendo una guitarra._) - -ANTOÑITA.—¡Lo voy a cantar con picardía! - -PRUDENCIO.—¡Veréis un pasmo! (_Acompaña con la guitarra._) - -=Música=[1] - - [1] En bailar y cantar este número con la poca gracia con que - lo haría una chiquilla de esas a quienes se quiere ridiculizar, - consiste su verdadero efecto. - - ANTOÑITA - - ¡Ay, que me voy a morir - y tú me vas a matar! - ¡Ay! ¡ay! ¡ay! - - LOS DOS - - ¿Qué hay? - - ANTOÑITA - - ¡Nada de particular! - El moreno que me enloquecía - se casa pa Mayo; - que yo _iznore_ por Dios la noticia - si no me desmayo. - ¡Ay, los hombres, mamita, mamita - de mi corazón, - qué embusteros, qué falsos, qué pillos, - qué pérfidos son! - ¡Ay! ¡ay! ¡ay! - -PRUDENCIO (_Recitando._)—¡Olé, por las laringitis agudas! - - ANTOÑITA (_Cantando._) - - Y ahora escuchen con mucho cuidao - un tanguito que me han enseñao. - - —— - - ¿Quién es pa ti más dulce - que lo es el mango? - ¡Mi guachindango! - ¿Quién es la que conmigo - quiere hacer changa? - ¡Mi guachindanga! - Dame una prueba sólo - de amor, nenita. - ¡Toma tripita! - ¡Ay, deja que me acerque, - guachindanguita! - ¡Ay, por Dios, chachito, - no te acerques, quita, déjame, - porque estás loquito, - ay, retírate, ay, retírate! - ¡Retírate, por Dios, Pepito, - retírate, por Dios, que grito, - y no me des con el codito - que me despepito! - - TODOS - - ¡Retírate, por Dios, Pepito, - retírate, por Dios, que grito, - y no me des con el codito - que me despepito! - - ANTOÑITA - - Anda, por Dios, José, - ¡retírate! - - TODOS - - Ande usté, don José, - ¡retírese! - -(_Después de cantar Antoñita hablan sobre música._) - -PEPE (_Entusiasmado._)—¡Devino! - -POLINIO.—¡Superior! - -PRUDENCIO.—¿Eh? ¿qué sus paece la vocecita? - -POLINIO.—¡Que es una voz que encanta!... ¡qué digo encanta!... ¡que -arroba!... y me quedo corto. - -PEPE.—El día que oigan a esta chica en el extranjero, te la -enjaulaban. ¡Esto no es mujer, esto es una _ruiseñora_, hombre! - -ANTOÑITA.—Güeno, ¿y a ustedes les molestará quedarse _bizcos_?... -¿No?... pues les voy a bailar a ustedes un tanguito; ¿que saben ustedes -lo que es _azúcar cande_?... ¡pues más _cande_! - -PRUDENCIO.—¡Veréis qué disloque!... ¡Arza con la salida! (_Antoñita -baila._) - -ACACIO (_Jaleando._)—¡Su gracia!... ¡Su cuerpo!... ¡Su madre!... -(_Todos se asustan. Prudencio corre a esconder la guitarra._) - -ANTOÑITA (_Asustada, cesa de bailar._)—¡Mi madre! - -PRUDENCIO.—¡Mi mujer! - -POLINIO.—¡Su madre! - -PEPE.—¡La Feliciana! (_Los cuatro simultáneamente._) - -ACACIO.—¡No, si era que la jaleaba! ¡No asustarse! - -PRUDENCIO.—¡Maldita sea tu estampa, qué susto nos has dao, ladrón! -(_Pegándole con la guitarra._) - -PEPE.—¡Anda, sigue, sigue! (_Antoñita sigue bailando hasta terminar el -tango._) - -=Hablado= - -POLINIO.—¡Ahí la gracia! - -LOS DOS (_Aplaudiendo._)—¡Bravo! ¡bravo! ¡Muy bien! - -PRUDENCIO (_Con entusiasmo._)—¿Qué? ¿qué tal? ¿y el salero? ¡el salero! - -POLINIO.—¡Yo no he visto un salero parecido! - -ANTOÑITA (_Sonriente y satisfecha._)—¡Tantas gracias!... Una servidora -está alicortada. No sé cómo pagar a ustedes... Es algo de favor... Y -eso que he bailao en suelo de madera, que el día que a una servidora le -pongan _linoleum_... ¿Saben ustés lo que es _linoleum_? - -PEPE.—¡Ya lo creo! - -ANTOÑITA.—Una cosa que se escurre... ¡pues ese día, que no se me -agarren los pies, yo creo que arrebato! - -PEPE.—Nada, chico, que esto en un París u en una Londres, nos traemos -el dinero en camiones. - -PRUDENCIO.—¿Sí, verdad? (_Con entusiasmo, abrazando a su hija._) ¡Hija -mía, qué porvenir nos aguarda!... - -ANTOÑITA.—¡Ya lo creo papá! - -PEPE (_A Polinio, aparte._) (¡Ya habrá usté advertío que tié menos -gracia que una caja e betún!) - -POLINIO (_Ídem._) (Ya, ya; pero, ¿quién le quita las ilusiones a un -hombre así?) - -ANTOÑITA.—Y respective a declamar en picaresco, sabe una servidora una -cosa un poco verde, que donde me la oyen, me se mueren de risa; porque -una servidora, la recalca con una intención, que verán ustedes, si no -les molesta. - -POLINIO.—No, dila, dila. - -PARROQUIANO 1.º (_Entrando._)—Buenos días; ¿me hacen el favor de -afeitarme? - -PRUDENCIO (_Contrariado._)—¡Hombre, espere usted si quiere, porque -ahora!... - -ACACIO.—Siéntese, que es que estamos mu ocupaos... (_El parroquiano se -sienta al foro._) - -PRUDENCIO.—Empieza. - -ANTOÑITA.—Pues verán ustedes. Es un monólogo, pero lo tengo que decir -yo sola, si no no paece monólogo. Es en verso, fijarse: - - Cuando salgo a la calle - y llovizna un poquito, - me levanto las faldas - enseñando el tobillo; - mas si un pollo me sigue, - recogiendo el vestido, - me le... (_Como recordando._) me le... - -¡Ay! ¿cómo dice?... ¡qué rabia! me le... ¡pos no me s’ha olvidao!... me -le... (_Haciendo esfuerzos ridículos por recordar._) me le... ¡mecachis -qué coraje! - -ACACIO (_Acercándose a ella y en voz baja._)—¿No es me le atortolo? - -ANTOÑITA.—¡Qué va a ser! Bueno, me se ha olvidao, pero es una cosa que -voy ¿saben ustés? y cuanto más me sigue el pollo, más me levanto, más -me levanto, hasta que una servidora le enseña las medias y acabo así -con este desplante: - - ¡Pa los listos son a listas! - ¡pa los tontos son a cuadros! - -(_Hace una postura ridícula, quedando recogida y enseñando las -pantorrillas. El parroquiano se acerca, mira y se vuelve a sentar._) - -PEPE.—¡Una monada! - -POLINIO.—¡Preciosa! (_Aplauden todos._) - - -ESCENA V - -DICHOS _y_ FELICIANA _en la puerta_ - -FELICIANA (_Con ira al ver el cuadro._)—¡Maldita sea la pena! - -PRUDENCIO (_Aterrado._)—¡La Feliciana! - -ANTOÑITA.—¡Mi madre! - -ACACIO.—¡El ama! - -PEPE.—¡_Tablón_! - -(_Estas voces simultáneas._) - -FELICIANA.—¡Muy bonito! ¡Está bien! (_A la Antoñita, zarandeándola._) -¡Arza pa dentro, gandula! (_Dándola metidos disimulados._) - -ANTOÑITA.—¡Madre, si era que!... (_Huyendo._) - -FELICIANA.—¡A remendar la ropa, que es tu obligación! ¡Bribona! -¡Holgazana! (_La persigue hasta que se va primera izquierda._) - -PRUDENCIO (_A Polinio y Carpanta._)—¿Estáis viendo cómo trata a las -celebridades? - -FELICIANA (_Al parroquiano._)—¿Y usté, qué quería? - -PARROQUIANO 1.º (_Con extrañeza._)—Servirme. - -FELICIANA.—¿Y lo tenéis esperando? ¡Anda a afeitarle u te desuello, -granuja! (_Queriendo pegar a Acacio._) - -ACACIO.—Si era que... era que... Siéntese, siéntese el caballero. (_Se -pone a afeitarlo._) - -FELICIANA.—Y ustés, (_A Polinio y a Carpanta, con brusquedad._) si no -tién na que hacer aquí, la calle es gratuita... - -POLINIO.—Señora, nosotros estábamos _almirando_... las dotes de la niña. - -FELICIANA.—¡Tantas gracias! Aquí pelo pa quitar es lo que nos hace -falta. - -PRUDENCIO.—Feliciana, que son amigos... - -FELICIANA.—Lo celebro. Tertulias en el Cerro e los Ángeles. - -PEPE.—Usté disimule... (_Excusándose._) - -FELICIANA.—Y si no quién ustés volver, aquí tienen ustedes su casa... - -PRUDENCIO (_Aparte a los dos._)—(Hacer caso _miso_ y esperarme en la -taberna.) - -LOS DOS.—Somos suyos... (_Saludan y se van._) - -FELICIANA.—Pal gato. (_Saluda también muy fina._) - - -ESCENA VI - -PRUDENCIO, FELICIANA, ACACIO _y el_ PARROQUIANO _que, después que lo -afeitan, paga y se va_ - -PRUDENCIO.—¡Muy bonito! (_Con ira._) ¡Feliciana! - -FELICIANA.—¿Qué hay? (_Rabiosa._) - -PRUDENCIO.—¡Como trato social eres más repelente que una manga riega! - -FELICIANA.—Mira, Prudencio, vamos a hablar con franqueza. ¿Tú necesitas -las narices este invierno? - -PRUDENCIO.—¡Quizás que sí! - -FELICIANA.—Pues si no quieres desprenderte de ellas... ¡Ya me conoces! -Hazme caso a mí y que acabe este desorden de casa; que acabe hoy mismo, -ahora mismo, porque estoy decidía, cueste lo que cueste, a que no -se lleve la trampa el peazo e pan que tenemos y a no perder por tus -locuras dos hijos que me han costao muchas lágrimas y muchos dolores el -criarlos. ¡Eso es! - -PRUDENCIO.—Está bien. (Cualquiera le dice ahora lo del traspasito.) -Bueno, ¿y todo eso, qué viene a ser poco más o menos? - -FELICIANA.—Pues viene a ser que mañana vuelve Casildo a la imprenta y -la chica en cá la modista. ¡Eso es! - -PRUDENCIO.—Bueno, de modo que te ostinas en que ese monumento -_taurómaca_... - -FELICIANA.—¡Mentira! El chico no sirve pa torero. - -PRUDENCIO.—¿Que no sirve? (_Con indignación._) - -FELICIANA.—¡Qué va a servir; si está la pobre criatura de cornás que lo -miras por la espalda y se le ve la corbata al trasluz!... ¿Y tú crees -que he criao yo a mi hijo pa colador? - -PRUDENCIO.—¿Y respetive a la Antoñita, qué?... ¿También es un guiñapo -artístico?... - -FELICIANA.—¡La Antoñita, peor! - -PRUDENCIO.—Entonces dí, celebro oscuro, ¿pa qué le ha dao la naturaleza -una voz a nuestra hija? - -FELICIANA.—Pa que se calle y no _berrée_. - -PRUDENCIO (_Frenético._)—¡Feliciana! - -FELICIANA.—Loco, más que loco. No quieres tú a tus hijos más que yo los -quiero. Pero el quererlos no es motivo pa que me ciegue y vea cosas que -no son. ¿Que es fácil ser torero?... ¡Ese es tu error, Prudencio! Y -no mires a los que han llegao porque Dios les dió ese don; mira a los -infelices que, ciegos por la avaricia, mueren como perros en la cama de -un hospital. Y por lo que toca a la chica, estás igualmente equivocao; -porque una cosa es la gracia que hacen los hijos a los padres en el -comedor de casa, y otra la que se necesita pa brillar en el mundo. Y -sobre todo, que no, ¡vaya! ¡Que no me da la gana ver a mi hija en un -tablao enseñando las carnes; porque mujer que se remangue más arriba -de lo necesario pa no coger barro, será buena pal cromo de una caja e -cerillas, pero no lo es pa su casa ni pa sus hijos! ¡Eso es! - -PRUDENCIO.—¡Pero ven acá, mollera vacía! Si eso fuera así, ¿por qué me -dicen tóos los parroquianos que hago bien? - -FELICIANA.—Pues, porque personas que vienen pa un cuarto de hora y que -encima te ven con una navaja en la mano, ¿pa qué te van a contrariar? - -PRUDENCIO.—¡Razonas como una sandía! - -FELICIANA.—Razono como una madre sensata y prudente. - -PRUDENCIO.—¿Sí, eh?... Pues ahí va mi _ulti-matum_. Estoy cumpliendo mi -deber y argumentarme en contrario es como tomar el caldo con tenedor. Y -creo haberte dicho lo suficiente. - -FELICIANA (_Con rabia._)—¿Es decir, que no cejas? - -PRUDENCIO.—¿Cómo cejas? ¡Ni cejas ni narices! - -FELICIANA.—¿Es decir que te empeñas? - -PRUDENCIO.—¡Empeñao! ¡Mi hijo será diestro, mi hija divete! ¡Es mi -misión! - -FELICIANA.—¡Tu hijo será impresor, tu hija modista! ¡Es la mía! - -PRUDENCIO.—¡Por estas te juro que no! (_Junta las manos._) - -FELICIANA.—¡Por estas te juro que sí! (_Le imita._) - -PRUDENCIO.—¡Hemos acabao! (_Desde la puerta. Vase foro._) - -FELICIANA.—¡Usté lo pase bien! (_Con ira._) - - -ESCENA VII - -FELICIANA _y_ ACACIO. _Luego,_ ANTOÑITA. - -FELICIANA (_Desolada._)—¡Dios mío; pero es posible que ni reflexiones, -ni amenazas, curen a este hombre de su ceguera!... ¿Y cómo voy a -consentir yo que este loco, trastornao por el consejo de unos cuantos -guasones, nos lleve a la miseria y a la perdición?... (_Llorando._) -¡Dios mío! ¡Dios mío! (_Se sienta junto al velador ocultando la cara -con el pañuelo con que seca sus lágrimas._) - -ACACIO (_Con pena._)—¡Pobre mujer!... ¡Y eso que no sabe la metá de -la metá! ¡Qué dramas! ¡Amos, que yo no puedo ver esto! Una mujer -traspasá por el dolor, una barbería traspasá por setecientas pesetas y -un servidor traspasao... al arroyo en cuanto venga el otro amo. Si yo -tuviese valor se lo relataba todo. Porque, ¿qué hago yo en la calle? -Nada, que se lo digo. Allá voy. (_Acercándose y con voz temblorosa._) -Se... se... señá Feliciana. - -FELICIANA.—¿Qué te pasa? - -ACACIO.—Que vaya, que quió que lo sepa usté todo; que el señor -Prudencio, a espaldas de usté y con objeto de allegar recursos pa irse -con la Antoñita a París, le ha traspasao al señor Román, (_Feliciana -se levanta._) por setecientas pesetas, el presente salón con tóos los -enseres, menos usté y yo, que seremos las vítimas. - -FELICIANA (_Aterrada._)—¡Jesús! ¿Qué dices? - -ACACIO.—Lo que usté oye, _ce_ por _be_. - -FELICIANA.—¡Dios mío!... ¿pero es posible? - -ACACIO.—_Ce_ por _be_. Se lo juro a usté por la memoria de mi santa -madre que está en el pueblo. - -FELICIANA (_Exaltadísima._)—¡Basta! ¡Te creo! ¡Ese loco es capaz de -todo!... ¡Me temía esto! ¡Ay, si no puedo evitarlo, nos ha perdío pa -siempre! (_Como tomando una resolución repentina._) ¡Acacio, la gorra, -ponte la gorra! - -ACACIO.—¿Y qué hago? - -FELICIANA.—Ponte la gorra y vete corriendo a la ebanistería de mi -hermano y le dices: Señor Leovigildo, de parte de la señá Feliciana que -vaya usté a la barbería en seguida pa una cosa mu grave. Vuela. - -ACACIO.—Comprendido. Un momento. (_Entra primera izquierda y sale en -seguida._) - -FELICIANA.—¡Quién sabe si todavía podremos evitar esta ruina! ¡Corre -por Dios, Acacio! (_Vase Acacio foro._) ¡Virgen del Carmen! ¡Qué -locura! ¡Ay, Dios mío, que yo no sé lo que me pasa! Pero güeno; no hay -que amilanarse; pa estas ocasiones es el carácter. ¿Traspasar el salón, -eh?... ¡Ni a pedazos, ni con el Juzgao, ni hecha harina me sacan de -aquí! ¡Lo juro! Y en este mismo instante se han acabao los toreros y -las divetes... pero pa siempre. - -ANTOÑITA (_Dentro, cantando._) - - Retírate por Dios, Pepito... - Retírate por Dios, que grito... - -FELICIANA (_Que se exalta más al oir a su hija._)—¡Sí, canta, canta... -so gamberra! ¡Ya te daré yo a ti Pepito! (_Llamando._) ¡Antoñita! -¡Antoñita! - -ANTOÑITA (_Dentro._)—¡Madre! - -FELICIANA.—Ven aquí, sal. - -ANTOÑITA.—Estoy ensayando. - -FELICIANA.—Sal, rica, sal, que te voy a dar un _repaso_. - -ANTOÑITA (_Saliendo._)—Oiga usté, madre, ya he cogido un cambio de tono -pa darle más picardía, misté. (_Cantando._) - - Retírate por Dios... - -FELICIANA (_Furiosa._)—¡Retírate de mi vista o te desuello, so tunanta! - -ANTOÑITA (_Huyendo atemorizada._)—¡Uy, por Dios! ¿pero qué es eso? - -FELICIANA.—Que como te oiga yo rebuznar otra vez u me vuelvas a cantar -un tango, es el último día de tu vida, ¡so bribona! ¡Y arza, ahora -mismo a ponerte el mantón, que vas a volver en cá la modista! - -ANTOÑITA (_Con espanto._)—¡Cómo en cá la modista! - -FELICIANA.—¡Yo, yo te voy a llevar de una oreja! (_Todo esto con gran -energía._) - -ANTOÑITA.—¿Pero está usté loca? ¡Una _meso-soplano_ quitando -hilvanes!... ¡En seguida!... ¡No señora; no, señora, y no, señora! - -FELICIANA.—¡Ah, sí! ¿Y te vuelves contra mí? ¡Te voy a arrancar la -piel, so tunanta, bribona, holgazana! (_Persiguiéndola furiosa._) - -ANTOÑITA (_Huyendo asustada._)—¡Ay, ay, ay! ¡Casildo! (_A grandes -voces._) ¡Padre! ¡Ay, que me quié pegar! ¡Casildo! ¡Casildo! - - -ESCENA VIII - -DICHAS _y_ CASILDO _primera izquierda, interponiéndose entre las dos_ - -CASILDO (_Con solemnidad._)—¡Chits! ¡Quietuz! - -FELICIANA.—¡La mato! (_Casildo la contiene._) - -CASILDO.—¡Parsimonia! ¿Óbice de la reyerta? - -ANTOÑITA.—Y tó por no quererse morir una iznorada en esta porquería de -casa, entre pelos y navajas, ¡eso es! - -FELICIANA.—¿Porquería, eh?... ¡Ya te daré yo a ti porquería! - -CASILDO.—Señora madre... El libre albedrío de los hijos es tan -respetable como la... - -FELICIANA (_Rabiosa._)—¿Y qué has hecho tú del mantón que te llevaste -anoche, so golfo? ¡Dilo, dilo en seguida! - -CASILDO.—¡No entremezclemos! - -FELICIANA.—¿Lo has empeñao, verdá? Lo mismo que los pendientes de -la semana pasá y los juegos de cama de hace quince días... ¿Y pa -eso quiés la turomaquia? Pa dejar tu casa sin un trapo y vengan -borracheras y malas compañías y vagancia y perdición, ¿no es eso? -Pues ea (_Sujetándole por la solapa._) ¡se acabó el toreo y mañana a -la imprenta a ganarte honradamente una peseta! ¡Porque yo quiero! ¿Lo -oyes? ¡Porque yo lo mando! (_Le zarandea._) - -CASILDO.—¡Del dicho al hecho hay que tomar el tranvía! - -FELICIANA (_Ya frenética._)—¡El tranvía! ¡Vaya, pues ahora mismo! ¡Ya -me se ha llenado a mí el costal de ganas! (_Furiosísima._) ¡Lo vas a -ver! (_De un tocador de la derecha coge unas tijeras._) - -ANTOÑITA (_Atemorizada._)—¡Pero, madre! - -CASILDO (_Con extrañeza y terror._)—Señora madre... - -FELICIANA (_Frenética._)—¡Córtate esa coleta inmediatamente! - -CASILDO (_Aterrado._)—¡Rediez! ¿Pero qué dice usté? ¿Que me ampute?... - -FELICIANA.—¡Córtate esa coleta he dicho, o por la sangre de mis venas -que te deshago, so granuja! ¡En seguida! - -ANTOÑITA (_De rodillas, suplicante._)—¡Ay, madre, la coleta no! - -CASILDO.—¡Que me suelte usté, que no! - -FELICIANA.—¡Que no! ¡Yo te la cortaré, so vago, tunante, infame! (_En -un arranque de fiereza le hace inclinarse contra el suelo y le corta la -coleta de un tijeretazo._) - -CASILDO (_Durante la lucha._)—¡No, madre! ¡Mi porvenir! ¡Por Dios! - -FELICIANA (_Tirando la coleta al suelo después de cortársela._)—¡Así, -fuera porquerías! - -CASILDO.—¡Rediez! (_Tocándose la cabeza y en el colmo del terror._) -¡¡Me la ha cortao!! - -ANTOÑITA (_Con horror._)—¡Se la ha cortao! - -CASILDO (_Tirado en el suelo y dando un grito desgarrador._)—¡¡Padre!! - - -ESCENA IX - -DICHOS _y_ PRUDENCIO - -PRUDENCIO (_Entra corriendo asustado por los gritos._)—¿Qué pasa? - -CASILDO (_Sentado en el suelo con desaliento y señalando la -coleta._)—¡Me la ha cortao! - -ANTOÑITA (_Señalándola también._)—¡De raíz! - -PRUDENCIO (_Cogiéndola y con inmenso pavor._)—¿La coleta? ¿Quién? - -FELICIANA (_Empuñando valientemente las tijeras._)—¡¡Yo!! - -PRUDENCIO (_Aterrado._)—¡Ah! ¡¡Tú!! ¡¡¡Tú!!! ¿Pero tú sabes lo que has -quitado de la cabeza a tu hijo, so imbécil? - -FELICIANA.—¡Una tontería! (_Con desprecio._) - -PRUDENCIO (_Frenético._)—¡Ea! ¡Esta bestialidad colma la medida! Y -puesto que te opones bárbaramente a que tus hijos lleguen a la gloria -que Dios les destina, me los llevo de aquí. ¡Nos vamos de esta casa! -¡No aguanto más! - - -ESCENA X - -DICHOS, LEOVIGILDO _y_ ACACIO _de la calle_; PARROQUIANO 2.º - -ACACIO (_Que entra corriendo._)—¡Aquí está, aquí está su hermano de -usted! - -FELICIANA.—Leovigildo, Leovigildo, ven, escucha... - -LEOVIGILDO (_Entrando._)—Lo sé todo. Silencio. Me lo ha contao Acacio -en el camino. (_A Prudencio._) ¿Pero, qué has hecho, so insensato? -¿Pero es de veras que has traspasao la barbería? - -PRUDENCIO.—¡Sí, señor! ¡La he traspasao porque estoy cumpliendo un -sacrosanto deber! (_Enseñándole la coleta._) ¡En cambio, mira la -mutilación bárbara que le ha hecho ese cernícalo a este monumento! -(_Enseñándole la cabeza de Casildo._) - -LEOVIGILDO.—¿Y le llamas monumento a una cebolleta? - -ANTOÑITA.—¡La cebolleta lo será usté! - -CASILDO.—¿Qué dirá el Ciruqui? (_Con voz llorosa._) - -LEOVIGILDO.—¡Prudencio, vuelve en ti, reflexiona! - -PRUDENCIO.—No tengo na que reflexionar. Nos vamos de esta casa. Estoy -decidido. - -ANTOÑITA.—Sí, señor; vámonos. - -CASILDO.—Nos vamos. - -FELICIANA (_A Leovigildo._)—¿Pero estás oyendo? - -PRUDENCIO.—Y conste, que te echarán de la barbería. - -FELICIANA (_Con furia._)—¡No hay quién! - -LEOVIGILDO.—No la echarán, porque yo desharé el traspaso devolviendo al -señor Román las setecientas pesetas. - -PRUDENCIO.—Haz lo que gustes. Mandaremos por la ropa. ¡Hijos míos, la -gloria nos llama! Yo os llevaré a ella. Vámonos de aquí. - -ANTOÑITA.—¡Madre, no sea usté tonta y véngase usté a la gloria! - -FELICIANA.—¡Prudencio, por Dios, mira lo que haces!... ¡Mira que si -sales por esa puerta!... - -PRUDENCIO.—¡Es mi deber! ¡Adiós pa siempre! - -ANTOÑITA.—¡Adiós, madre! - -CASILDO.—¡Qué dirá el Ciruqui! (_Vanse los tres foro._) - -FELICIANA (_Llamándolos acongojada._)—¡Prudencio!... ¡Hijos! - -LEOVIGILDO (_Sujetándola._)—¡Quieta! - -FELICIANA (_Llorando amargamente._)—Pero, ¡si se van! - -LEOVIGILDO (_Con energía._)—¡Deja que se vayan! ¡Muérdete el corazón, -pero tú aquí, a conservar la libreta! ¡Es tu deber serio y honrao! ¡Que -se vayan! Pué que sea mejor; así probarán dónde está la verdá, si en -las ilusiones tontas, o en el trabajo humilde y verdadero. ¡Y poquitas -lágrimas! - -FELICIANA.—Es verdá. Tiés razón. Ellos lo quieren; ¡que Dios los -ampare! (_Sin dejar de sollozar._) - -PARROQUIANO 2.º (_Entrando._)—¿Me pueden afeitar? - -FELICIANA.—Sí, señor. Acacio, afeita a este caballero. - -ACACIO.—Pase aquí. (_El Parroquiano se sienta en el tocador de la -izquierda y Acacio le afeita._) - -LEOVIGILDO.—Y tú, a tu trabajo, como si tal cosa. Voy a hablar con el -señor Román. Vuelvo en seguida. - -FELICIANA.—Gracias, Leovigildo. Pero, ¡esos hijos!... ¡ingratos!... -¡sin mí!... (_Llorando._) - -LEOVIGILDO.—Adentro, a lo tuyo, y calma. (_La lleva hasta primera -izquierda._) ¡Hasta luego! (_Vase foro. Acacio queda afeitando al -parroquiano y limpiándose las lágrimas.—Cae el telón pausadamente._) - - -_Empieza un preludio en la orquesta, y al terminar el motivo del tango, -se levanta la cortina y aparece un telón blanco, y, pegado en él, un -gran cartel de color que dirá_: - - - SALÓN MADRILEÑO - - Debut sensacional en la cuarta función - - LA BELLA ANTOÑITA - - mono-cuple tanguista - - NUEVA ESTRELLA - - No faltéis - - -_Al terminar el preludio, se alza el telón del anuncio y aparece el_ - - - - -CUADRO SEGUNDO - - La escena representa el escenario de un salón «Music-Hall» visto - de costado. El telón de boca del supuesto escenario figura estar - al lado izquierdo del verdadero, ocupando desde la segunda caja - hasta el foro, y, por consecuencia, el foro simulado ocupa iguales - términos a la derecha. Los bastidores de este escenario se verán - de canto, ocupando el centro de la escena, a distancias simétricas - y con varales de luz tras ellos. En primer término, a la izquierda - y cerca del supuesto telón, la taquilla de la luz eléctrica. A la - derecha una puerta practicable, que se supone da a un pasillo, con - cuartos de artistas. La decoración supuesta será una selva. - - -ESCENA PRIMERA - -_Al hacerse la mutación aparecen dos o tres_ CARPINTEROS _acabando de -colocar la decoración. El_ ELECTRICISTA 2.º _colocando bombillas de luz -en los varales. El_ ELECTRICISTA 1.º _manipulando en la taquilla de la -luz._ RODRÍGUEZ, _representante de la empresa, mirando por el agujero -del telón._ - -CARPINTERO 1.º (_A los otros._)—¡Amos, rediez, que sus dormís! -(_Mirando hacia las bambalinas y con voz más fuerte._) Manolo, pon el -foro. - -UNA VOZ (_Desde arriba._)—¿El japonés? - -CARPINTERO 1.º—No, hombre, la selva. (_Cae desde arriba un telón que -ventea el Carpintero 1.º, colocándolo en su sitio._) - -ELECTRICISTA 2.º (_Al primero._)—¿Qué luz se le da a la debutanta? - -ELECTRICISTA 1.º—P’al tango dicen que la demos el rojo; pa los _coplés_ -la daremos el verde. - -ELECTRICISTA 2.º—Pues prueba a ver. - -ELECTRICISTA 1.º (_Dando luz verde._)—¿Va? - -ELECTRICISTA 2.º—Sí, apaga. (_Se apaga la luz verde._) - - -ESCENA II - -DICHOS _y_ EMPRESARIO, _que sale primera derecha_ - -EMPRESARIO (_Con acento catalán._)—“¡Rodrígues! ¡Rodrígues!” - -RODRÍGUEZ (_Deja de mirar por el telón. Habla con acento -andaluz._)—¿Qué quié osté? - -EMPRESARIO.—Oiga, miri, que se dé la entrada a escape y curriendo, -¿sabe? ¡Que vamos con una mica de retraso y me tengo al ispetor detrás -de las urejas! - -RODRÍGUEZ.—Oiga osté, ¿y qué tar de gente, don Manué? - -EMPRESARIO.—Va a haber un llenaso de bote en bote. Pero miri, no es -estraño: cuarta sesión y debut... ¡as claro! - -RODRÍGUEZ.—Y qué, ¿ha visto osté vestía a esa niña? - -EMPRESARIO.—Ahora vengo de su _camarino_, y qué quiere que le diga, -como mona es mona. - -RODRÍGUEZ.—Pero oiga osté, que yo la he visto ensayar esta tarde y... -(_Gestos de duda._) - -EMPRESARIO.—Miri, miri, déjese de cuentos; el caso es que da un -lleno, que es lo que se buscaba, y si la matan que la maten, ¿sabe? A -nosotros, ¿qué? - -RODRÍGUEZ.—En eso tié osté rasón. - -EMPRESARIO.—Lu que se busca, y nada más... ¡hombre! Ande, avise. - -RODRÍGUEZ.—Voy allá. (_Vase primera derecha._) - -EMPRESARIO (_Al Carpintero_ 1.º)—¿Está todo listo? - -CARPINTERO 1.º—Todo, sí, señor. (_Vase el empresario por el foro. Suena -fuera un timbre eléctrico._) - - -ESCENA III - -POLINIO _y_ PRUDENCIO - -POLINIO (_Sacando casi en brazos a Prudencio._)—¡Vamos, hombre! ¡Pero -no te pongas así! ¿Pero qué te pasa? - -PRUDENCIO (_Temblando de miedo y con voz acongojada._)—¡Ay, Polinio! -¿Que qué me pasa?... ¡Pues que a medida que va llegando la hora del -debut de mi hija, me se está poniendo un amargor de boca, y tengo un -vacío de estómago que me muero! ¡Mira cómo tiemblo! - -POLINIO.—¿Pero hombre, qué has hecho de aquellos bríos? - -PRUDENCIO.—¡Ay, no sé, no sé! ¡Ay, Polinio de mi alma, oye! ¿Tú crees -en serio que gustará la chica? - -POLINIO.—¡Pues no ha de gustar! La chica es un asombro de gracia. ¿Qué -digo un asombro? ¡un aspaviento! - -PRUDENCIO (_Con voz entrecortada._)—¡Ay, Polinio, no te choque esta -emoción! Tú no sabes lo que es ver a una celebridad y decir: ¡eso es un -engendro mío! - -POLINIO.—¡Me lo explico! Y además que comprendo tu miedo; porque si por -una de esas cosas, que no lo mande Dios, la chica no gustase... - -PRUDENCIO.—¡Calla, hombre! (_Aterrado y nervioso le da un puñetazo._) - -POLINIO.—¡No, si hablo en _pletérito!_ ¡Calcúlate tu situación! Sin -dinero y sin barbería; porque aunque tu mujer siga con ella, con la -Feliciana no hay que contar. - -PRUDENCIO.—¡Como que ayer me la encontré, me miró el saqué, se echó -a reir y me volvió la cara!... ¡figúrate! (_Se oye un gran rumor -detrás del supuesto telón, rumor que remeda con la mayor exactitud -al del público cuando invade un teatro: escúchanse entre el natural -vocerío estas frases:_ ¡Acomodador... a ver mi asiento!—¡Caramelos y -bombones!—¡El _Heraldo_!... _Sin cesar en absoluto, se atenúan los -rumores del público supuesto, para que no se pierda el diálogo._) ¡Ay! -¿oyes? ¿qué ruido es ese? ¿qué pasará? ¿qué es? (_Impaciente._) - -POLINIO.—Voy a ver. (_Se acerca, mira por el agujero del telón y dice -con mucha alegría._) ¡La gente, la gente que entra!... ¡Ya están -entrando! - -PRUDENCIO (_Asustado y tembloroso._)—¿Entran ya? ¡Ay! ¡ay, qué emoción! - -POLINIO (_Que sigue mirando._)—¡Y qué buen público! ¡Va a estar lleno! - -PRUDENCIO.—¡Ay! ¡Aquí quisiá yo ver a la Feliciana, a ese ser egoísta -y bárbaro, que estará a estas horas roncando en su cama muy tranquila! -¡Ay, qué temblor! ¡Ay, que no creí que era esto tan emocionante! (_Se -escuchan bastoneos y muestras de impaciencia en el público._) ¡Oye!... -(_Los dos atienden._) ¿Qué pasa ahora? - -POLINIO.—¡Que se cansan de esperar! ¡Como no empiezan! - -PRUDENCIO.—¡Ay, pues que empiecen, que empiecen!... (_Muy nervioso, y -recorriendo el escenario dice a grandes voces._) ¡Que empiecen! ¡Que -empiecen! - -POLINIO (_Conteniéndolo._)—¡Calla, hombre! - - -ESCENA IV - -DICHOS _y_ RODRÍGUEZ; _luego_ ANTOÑITA; _después_ EMPRESARIO _y luego -el_ INSPECTOR; _por último,_ TRIANÓN - -RODRÍGUEZ (_Saliendo. A Prudencio._)—¿Y la Antoñita? - -PRUDENCIO.—¡Ya debe estar; ya debe estar vestida! - -RODRÍGUEZ.—¡Voy a avisarla, que empieza ella! (_Acercándose a la puerta -derecha._) ¡Antoñita! ¡Antoñita! (_Llamando a voces._) - -ANTOÑITA (_Dentro._)—¡Voy, voy en seguida! - -PRUDENCIO.—¡Ay, Polinio, llegó el momento! ¿Qué será de nosotros? - -POLINIO.—¡Ánimo, Prudencio! ¡El porvenir es tuyo! - -RODRÍGUEZ (_Asomándose por el agujero del telón._)—¡Molina, la -sinfonía! (_Se oye a poco un vals al piano. Antoñita sale por la puerta -de la derecha, vestida de “coupletista”, con un traje corto, verde y -rosa, de muy mal gusto; lleva muchas flores en la cabeza; saca en la -mano un sombrero cordobés. Viene radiante de alegría._) - -ANTOÑITA.—¡Ya estoy! ¿qué les paece a ustedes el trajecito? -(_Contoneándose muy satisfecha._) - -POLINIO.—¡Precioso! ¡Una monada! ¡Una divinidaz!... - -PRUDENCIO.—Oye, ¿no será demasiao verde pal público? - -ANTOÑITA (_Enfadada por la observación._)—¡Qué va a ser! ¿Usté qué -sabe? ¡Ya verá usté en cuanto me vean qué murmullo! ¡_Pal_ teatro cosas -vivas! ¡En vestir las voy a dejar a todas así!... (_Empequeñecidas._) - -PRUDENCIO.—Sí, hija; si pué que tengas razón. Pero yo es que ya no veo -de miedo. ¡Mira qué temblor! (_Enseñándole la mano temblorosa._) - -ANTOÑITA (_Enfadada._)—¡Caramba, padre! ¡pero qué pesao está usté con -el miedo! ¡Jesús! que lo tuviese yo, güeno; ¿pero usté?... ¡Si sabré -yo lo que va a pasar! ¡Un delirio en cuanto me vean y me oigan! y es -que lo mismo me se da a mí del público este que del del Real, que el de -cualsiquier lao. La cuestión pa gustar es atractivo, y desenvoltura, y -cosas modernistas... ¡y déjeme usté a mí!... ¿Que todas saludan de esta -manera? (_Hace un saludo vulgar._) ¡Pues yo así!... (_Hace un saludo -raro moviendo la cabeza hacia la izquierda muy rápidamente y con una -sonrisa más rara que el saludo todavía._) ¡que tié más novedad! ¡y con -esto y dos o tres ademanes que ha estudiao una servidora, el público en -el bolsillo de una servidora!... ¡Va usté a verlo! - -POLINIO (_Con entusiasmo._)—¿Pero no te animas de oirla? - -PRUDENCIO.—No; si yo también estoy seguro... pero... vaya... es que... - -ANTOÑITA.—¡Paece mentira! ¡Dudar de mí!... ¡Si gusto, como gustaré, no -le vuelvo a mirar a usté a la cara!... ¡Merecía usté tener una hija -tonta! - -RODRÍGUEZ (_Acercándose._)—¡Prevenida Antoñita! - -ANTOÑITA (_Preparándose._)—¡Venga ya! (_Acercándose a la primera caja._) - -RODRÍGUEZ.—¡Arriba el telón! (_Sube el telón y se llena de luz el -escenario._) - -PRUDENCIO (_Casi llorando._)—¡Ay, cómo me ha herido esa luz! ¡Hija mía, -Dios te bendiga! - -POLINIO (_A Antoñita._)—¡Ánimo! - -ANTOÑITA.—¡Me sobra! (_Con indiferencia._) - -RODRÍGUEZ.—¡Fuera! (_Antoñita sale a escena, saluda y se oye un aplauso -prolongado. Los personajes que están en escena y dos o tres tramoyistas -quedan entre cajas de topes y arrojes mirando a Antoñita._) - -POLINIO.—¿Lo ves? (_Con viva satisfacción y abrazando a Prudencio._) - -ANTOÑITA (_Desde escena, sonriendo a su padre con disimulo._)—¿Ve usté -el efecto del saludo? - -PRUDENCIO.—¡Qué aplauso! (_Muy alegre._) - -RODRÍGUEZ.—¡Tenemos una gran _clac_! (_Prudencio, indignado, le da un -cogotazo. El piano deja oir un tango y Antoñita empieza a bailarlo -muy mal y con ademanes raros; se pone el cordobés y se le cae en dos -ocasiones. Se oyen en el público risas prolongadas._) - -PRUDENCIO (_Con angustia._)—¡Ay, paece que se ríen! ¿Qué será?... ¿Qué -es?... ¿Qué es?... ¿Qué es?... - -RODRÍGUEZ.—No sé... ¡voy a ver! (_Vase a mirar por detrás del foro._) - -POLINIO.—¡Nada, que se conoce que hace gracia, que gusta!... ¡Que les -ha chocao lo del sombrero! (_Se acentúan las risas en el público y se -escuchan toses burlonas._) - -PRUDENCIO.—¡Ay, Polinio, que paece pitorreo! (_Lo dice muy azorado._) - -POLINIO.—¡No, hombre, qué va a ser! - -ANTOÑITA (_Sin dejar de bailar se acerca a la caja donde está su padre, -y al dar una vuelta, dice muy rápidamente y con cara de angustia que -trueca en seguida en el gesto sonriente que pone constantemente al -público._)—¡Se me ha desatao una cinta! (_Habla con gran rapidez._) - -PRUDENCIO.—¡Recontra! (_Aterrado. A Antoñita._) ¿Salgo a atártela? - -POLINIO (_Sujetándole._)—¡No por Dios! ¿Dónde vas? (_Siguen en el -público las toses y las risas._) - -PRUDENCIO.—¡Que se esperen un poco y ven y te la ato! - -ANTOÑITA (_Que baila ya azoradísima._)—¡No sé de dónde es! - -UNA VOZ (_En el público._)—Pero, ¿quién te ha vestido? - -PRUDENCIO.—¡No sigas!... ¡Ven, ven, Antoñita! - -POLINIO.—¡Calla, hombre, calla, por Dios! ¡Que la azaras! - -ANTOÑITA (_Sin dejar de bailar._)—¡Y me se está cayendo una liga! - -PRUDENCIO.—¡Dios mío! - -UNA VOZ (_Atiplada, del público._)—¡Pero si eso es una niñera! - -OTRA VOZ.—¡Asaura! - -VOCES.—¡Callarse! - -OTRAS.—¡Fuera la _clac_! (_Siguen rumores fuera._) - -ANTOÑITA (_Bailando cada vez peor y casi llorando ya._)—¡Ay, que me -muero de angustia! - -PRUDENCIO.—¡Éntrate, éntrate y no sigas! - -RODRÍGUEZ.—¡Deje usté de bailar! ¡El cuplé, el cuplé en seguida! -¡Pronto, el cuplé, Antoñita! ¡Valor! (_Todos hablan a un tiempo, -el público grita y patea; Antoñita, cada vez más azorada, hace un -desplante ridículo y termina el baile entre carcajadas y voces de -burlona aprobación. El piano preludia el cuplé._) - -POLINIO.—¡Duro en el cuplé, que te haces con el público! - -PRUDENCIO (_Furioso y a gritos y desesperado._)—¡Gritarla, con lo que -vale esa criatura! ¡Porque lo vale! ¡A qué andar ya con modestias! ¡Lo -vale, sí, señor! ¡Lo vale! - -RODRÍGUEZ.—¡Calle usté ahora! (_Antoñita empieza a cantar con voz -temblorosa._) - -ANTOÑITA.—(_Cantando._) - - ¡Ay, que me voy a morir! - ¡y tú me vas a matar! - ¡Ay!... (_Hace un gallo._) - -UNA VOZ (_Del público._)—¡Qui-qui-ri-quí! (_Risa general._) - -PRUDENCIO.—¡Cochinos! ¡Dejarme salir!... ¡Cerdos! - -POLINIO.—¡Cállate, Prudencio! - -ANTOÑITA.—(_Cantando con voz llorosa._) - - El moreno que me enloquecía - se casa pa Mayo, - que yo _iznore_, por Dios, la noticia - si no me desmayo. - ¡Ay, los hombres, mamaíta, mamaíta - de mi corazón! - -UNA VOZ.—¡Ande usté a vender décimos! - -PRUDENCIO.—¡Insúltalos! ¡Ladrones! ¡Asesinos! (_Frenético de ira._) - -ANTOÑITA (_Cantando._) - - ¡Qué embusteros, qué falsos, qué pillos, - qué pérfidos son! - -(_Acercándose._) ¡Ay, padre, que yo estoy muy mala!... ¡Yo me muero! -(_Intenta cantar otra vez, desafina y se produce un pateo formidable, -voces e insultos._) - -RODRÍGUEZ.—¡Al _Pepito_! ¡Al _Pepito_! - -ANTOÑITA (_Cantando._) - - Retírate, por Dios, Pepito, - retírate, por Dios, que grito. - -UNA VOZ (_Del público._)—¡Retírate tú!... (_Risas, toses, aullidos._) - -ANTOÑITA (_Llorosa, sofocada y sin saber lo que hace deja de cantar -y grita dirigiéndose al público._)—¡Indecentes! (_Vocerío espantoso, -gritos, imprecaciones. Cae el telón. Llorando, acongojada se abraza a -Prudencio._) ¡Ay, padre de mi alma, que creo que no he gustao! - -PRUDENCIO (_Sosteniéndola en sus brazos._)—¡Pues no has de gustar hija -mía!... ¡Han sido dos o tres!... ¡Morrales! ¡Golfos!... ¡No llores, -hija! - -POLINIO.—¡Cálmate, cálmate, Antoñita! (_Sigue oyéndose fuera un -alboroto horrible._) - -ANTOÑITA (_Angustiadísima._)—¡Ay, agua, agua, que me ahogo! - -PRUDENCIO (_Suplicante._)—¡Por Dios! ¡Por caridad! ¡Un poco de agua! - -EMPRESARIO (_Saliendo primera derecha hecho una fiera._)—¡Nos ha -perdido! ¡Insultar al público! ¿Qué ha hecho usted? - -POLINIO (_Con ira._)—¡Qué sabe la chica! - -RODRÍGUEZ (_Sin dejar de mirar por el telón._)—¡Y no callan! - -EMPRESARIO.—Pero, ¿qué quieren? - -RODRÍGUEZ.—¡Rompen las butacas! (_Miran los dos por el telón._) - -ANTOÑITA.—¡Ay, a mi casa! ¡Llevarme a mi casa! ¡Yo me muero aquí, me -ahogo! ¡Vámonos! - -INSPECTOR (_Furioso._)—¡La empresa! ¡A ver, la empresa inmediatamente! - -EMPRESARIO.—¡Servidor! - -INSPECTOR (_Con tono imperativo._)—Es necesario que esta señorita -salga inmediatamente a pedir perdón al público, inmediatamente. - -PRUDENCIO (_Frenético de coraje._)—¿Qué? ¿Mi hija a pedir perdón a esos -golfos? ¡Primero me ahorcan! - -INSPECTOR.—O pide perdón, o me la llevo detenida inmediatamente. - -PRUDENCIO.—¡Detenida mi hija! (_Furioso._) - -ANTOÑITA (_Sollozando y aterrada._)—¡Ay, no por Dios, perdón!... ¡Ay, -no padre, detenida no! ¡Ay, que no me lleven, por Dios! (_Se abraza a -su padre como quien se refugia de un peligro._) - -PRUDENCIO.—¡No hija; me matarán antes! - -INSPECTOR.—Pues que salga inmediatamente. - -EMPRESARIO.—Sí, hombre, que salga; verá usted, si no cuesta nada. -(_Empujando a Antoñita._) - -POLINIO.—Sí, hombre, es mejor, déjala. (_Trata de que Prudencio suelte -a su hija, que es zarandeada por unos y otros._) - -PRUDENCIO.—¡Mi hija humillada! - -ANTOÑITA.—¡Sí, señor; deje usted, padre, saldré! ¡Después de todo, -he faltao! Así no se me llevarán, ¿verdá? ¡Que suban el telón! ¡Ay, -sostenerme! (_Desfallecida, sin poder casi andar._) - -RODRÍGUEZ.—¡Arriba el telón! (_Sube el telón._) - -EMPRESARIO.—Vamos. (_Empujándola._) - -ANTOÑITA (_Sale trémula, cogida a los bastidores; al verla el público -protesta y grita._) - -VOCES.—Chist... (_Imponen silencio._) - -ANTOÑITA (_Entre el hipo amargo de un llanto mal contenido._)—¡Re... -re... respetable público!... ¡Perdón! (_Se echa a llorar amargamente y -cae arrodillada. Baja el telón en silencio._) - -PRUDENCIO (_Sale a cogerla._)—¡Canallas! ¡Asesinos! (_Llorando._) ¡Hija -mía! ¡Yo, yo tengo la culpa! ¡Perdón, hija mía! ¡Perdóname! ¡Insultarme -a mí!... ¡Matarme a mí, si queréis... pero a este peazo e mi alma!... -(_Llora._) - -POLINIO.—¡Vamos, vámonos! (_Sacándolos del escenario._) - -EMPRESARIO.—¡Vaya, fuera, fuera, despejar! (_Los empuja a un rincón._) - -RODRÍGUEZ.—¡Libre la escena! (_Empujando a todos._) - -ANTOÑITA.—¡Ay, sí... nos echan!... (_Angustiadísima._) Vámonos... ¡pero -con mi madre!... ¡Llevarme con mi madre! - -PRUDENCIO.—¡Sí, hija, sí! Polinio, trae la ropa en un rebuño. - -POLINIO.—¡Voy en seguida! (_Vase puerta derecha._) - -EMPRESARIO (_Empujándolos._)—¡Libre el paso! (_A Rodríguez._) Que salga -la Trianón y les cante la pulga, a ver si los contenta. - -RODRÍGUEZ.—¡Trianón! ¡Trianón! (_Dando voces primera derecha._) - -TRIANÓN (_Saliendo._)—Aquí estoy. (_Viste de cupletista._) - -RODRÍGUEZ.—¡Sugestiva, niña, sugestiva: a ver si los amansas! - -TRIANÓN.—Conmigo _hocican_... Verá osté. Arriba er trapo. (_Esto último -lo dice mirando arriba.—Se levanta el telón, se oye el tango, empieza a -bailar y se oyen voces en el público._) - -VOCES.—¡Esto, esto!... ¡Ahí lo bueno!... ¡Tu madre!... ¡Olé!... (_La -Trianón baila de un modo descocado e indecente._) - -POLINIO (_Sale, puerta derecha, con un lío de ropa y el mantón, y -se acerca donde están Prudencio y Antoñita abrazados._)—¡Vámonos! -(_En este momento hace la Trianón un desplante y el público aplaude, -quedando luego en silencio._) - -ANTOÑITA (_Llorando._)—¡Cómo la aplauden a esa! ¿Por qué no habré -gustao yo así, padre? - -PRUDENCIO (_Con amargura._)—¿Que por qué no has gustao así? ¡Pues -porque Dios no me ha querido castigar del todo, hija mía! (_Salen por -detrás del telón del foro. Sigue bailando la Trianón y el público -jaleándola._) - -=Mutación= - - - - -CUADRO TERCERO - -Calle corta de los barrios bajos de Madrid. Es de noche. - - -ESCENA PRIMERA - -_La SEÑÁ FELICIANA dando muestras de impaciencia y de extremada -curiosidad pasea por la calle envuelta en un mantón. Se para, se acerca -a menudo al primer término izquierda y mira._ - -FELICIANA.—¡Ay, Dios mío! ¡Cuánto tarda ese chico! ¿Qué habrá pasao?... -¡Los menutos se me hacen siglos! ¡Ay, Jesús Nazareno de mi alma, -Dios quiera que haiga gustao esa chica!... ¡Su padre me creerá tan -tranquila roncando en la cama, le conozco y llevo un diíta que no sé -cómo me tengo en pie!... Porque yo lo odio; odio eso de _ercenarios_ -y de públicos, bien lo sabe la Virgen Santísima, pero así de que -recibí el recao de que la chica debutaba esta noche, le puse dos velas -a la Virgen, le recé un rosario y le pedí... ¡paece mentira que se -lo pidiera yo!... ¡le pedí que la aplaudiesen, que la llenasen el -_ercenario_ de flores, de coronas, de tóo lo mejor que haiga en el -mundo! ¡No por mí, bien lo sabe Dios! ¡Por ella, na más que por ella, -por su bien y por su alegría! ¡Hija de mi alma! (_Se seca los ojos con -el pañuelo y mira a la izquierda._) ¡Ay! ¿es aquél?... ¡Sí, aquél es! -¡Gracias a Dios! ¡Acacio!... ¡Aquí, aquí estoy! (_Llamándole con la -mano._) - - -ESCENA II - -DICHA _y_ ACACIO_, que sale por la izquierda, con el traje descompuesto -y con las narices hinchadas; jadeante._ - -ACACIO.—¡Señá Feliciana! - -FELICIANA (_Cogiéndole la mano con gran impaciencia._)—¿Qué, qué ha -pasao? - -ACACIO.—Pu... pu... pues nada, que... - -FELICIANA.—¿Te has caído? - -ACACIO.—¡Yo no!... ¡Ha sido que!... ¡Espere usté que respire! (_Toma -aliento._) - -FELICIANA.—¿Pero ha gustao la chica?... ¡Pronto, dilo pronto! - -ACACIO (_Titubeando y sin saber qué decir._)—No... si... la... la -chica... como gustar la chica... le diré a usté... - -FELICIANA.—¿Qué? - -ACACIO.—Que al principio, sí, señora, ha gustao. - -FELICIANA.—¿Y luego? - -ACACIO.—Luego también... ¿sabe usted?... Al menos a mí. - -FELICIANA.—Bueno, ¿y al público, y al público? - -ACACIO.—Sí... sí, señora... al público, mucho... Sino que aunque ha -gustado un poco, yo que usté en cuanto llegase a casa, lo que es las -dos velitas de la Virgen, ¡puf! ¡puf!... (_Hace la acción de soplar._) -¡Apagás! - -FELICIANA.—¡Pero, ay, no me asesines! ¡Habla! ¿Qué es lo que ha sucedío -con la chica? - -ACACIO.—Pues na; tóo ha sío por culpa de uno; un guasón de patillas -que estaba en delantera. Verá usté cómo ha pasao la cosa. Se alza la -cortina, se presenta la Antoñita de verde, que estaba pa comérsela, con -permiso de usté, y rompo yo sólo en un aplauso nutrido, y me sigue el -público; ella, en vez de saludar, hace una cosa así elegante con la -cabeza, (_Imita el saludo de Antoñita._) como si _estornudara_, y va -el guasón de las patillas y dice:—¡_Jesús_!—Y yo digo:—¡_Fuera ese_! -y me sigue el público y le echan. Encomienza a bailar la chica, y en -esto me veo que se la salía una cinta por la abertura de la falda... -y van, y se ríen las butacas. La Antoñita, algo azará canta, se le va -una nota que yo no sé si era un _re_ o un _sí_, aunque creo que _sí_, y -al dar el _gallo_, se armó el _maremanun_ en el público. Risas, toses, -patadas, ladridos... Ella se sofoca, se echa a llorar, yo aplaudo, me -sigue el público; les llamo ¡_cochinos_!... y me sigue el público... me -sigue el público y me da una paliza en el _fuayere_, con grabaos en el -texto como salta a la vista. Y el final no lo he visto. No lo he visto -por dos razones: primera, porque misté cómo tengo este ojo; y segunda, -porque me echaron los guardias a la calle; y me he venido corriendo pa -tranquilizarla a usté como lo hago; porque como gustar, la verdá es que -la chica ha gustao. ¡Al menos a mí! - -FELICIANA (_Que durante el relato anterior expresa con gestos el -convencimiento del desastre, dice con energía._)—¡Bueno, no me digas -más! ¡Lo que yo me temía! (_Sigue furiosa como hablando consigo -misma._) ¿Lo ves, infame, ladrón, asesino, mal padre?... ¿Lo ves? ¿Lo -estás viendo? ¡Amarga es la _leción_... pero quién sabe si Dios lo -habrá hecho! ¿Dónde habrán ido?... ¿Qué será de ella?... ¡Pobre hija -mía! (_Vase derecha._) - -ACACIO (_Que ha dicho la anterior escena con el sombrero en la mano, -intenta ponérselo de varias maneras sin conseguirlo._)—¡Rediez con el -_debutito_! ¡Na, que póngame el sombrero como me lo _póngamelo_, me -encuentro con una dificultad del tamaño de una nuez! No, lo que es como -debute otro día, voy de mantilla. ¡Palabra! (_Vase corriendo por la -derecha._) - -=Mutación= - - - - -CUADRO CUARTO - - Plaza en los barrios bajos de Madrid. Desembocan en ella distintas - callejuelas. A la izquierda; en segundo término, una puerta - practicable cerrada, y sobre ella un rótulo que dirá «Barbería». - Sobre la puerta cuelgan dos bacías de cartón. Es de noche. Los - faroles de la plaza y de las callejuelas encendidos. La luna - ilumina con suave claridad la parte izquierda del escenario. - - -ESCENA PRIMERA - -EL SERENO _y un_ CAFETERO _ambulante. Al levantarse el telón aparece -el_ SERENO _sentado en un portal leyendo un periódico a la luz del -farol. Se oye a lo lejos el pregón del_ CAFETERO. - -CAFETERO (_Hablado con música._)—¡Cafeeé calienteeeé!... ¡Cafeeé!... -(_Sale a escena._) - -SERENO.—¡Hola, tú! - -CAFETERO.—¡Adiós, Pepe! - -SERENO.—Échate un vasito. - -CAFETERO (_Sirviéndole._)—¡Vaya una helá que está cayendo! - -SERENO.—¡Anda, que de peores han de caer! ¡Ahora escomienza el -invierno! (_Bebe el café._) - -VOZ (_Lejos._)—¡Serenooó! - -SERENO (_Fuerte._)—¡Vaaá!... (_Pagando._) ¡Toma! (_Vase foro -izquierda._) - -CAFETERO.—¡Hasta mañana! (_Vase foro derecha._) ¡Cafeeé calienteeé... -cafeeé! - - -ESCENA II - -_El_ SEÑOR PRUDENCIO _y_ ANTOÑITA. _Al desaparecer el_ CAFETERO, -_aparecen por el extremo de la calle del foro el señor Prudencio, -embozado en su capa y Antoñita, arrebujada en un mantón, con una -toquilla en la cabeza y un lío de ropa en la mano. Andan vacilantes y -como temerosos de llegar a la barbería_. - -ANTOÑITA (_Llorosa y sosteniéndose en el brazo de su padre._)—¡Ay, -padre de mi alma, yo no puedo más!... ¡Tengo un temblor y un frío!... -¡Yo no me muevo de aquí! (_Se sienta en el quicio de una puerta al lado -de la barbería._) - -PRUDENCIO (_Muy conmovido._)—Pero oye, rica, ¿por qué no nos vamos en -cá el señor Polinio, donde estábamos, y mañana de día vienes tú solita? - -ANTOÑITA.—¡Ay, no, padre; no se empeñe usté! ¡Yo estoy muy mala! ¡Yo -quiero subir a casa! ¡Yo no estoy fuera de mi madre ni un _menuto_ más, -no señor! - -PRUDENCIO.—¿Pero no comprendes, hija, que después de lo que nos acaba -de pasar y siendo tu madre dueña de la barbería, yo ya no puedo entrar -ahí más que a que me pelen? ¡y carcúlate si me coge tu madre, me -rapa!... ¡y con razón! - -ANTOÑITA.—¡Ay, qué temblor! (_Tiritando._) - -PRUDENCIO.—Llamaremos al sereno y entras tú, ¿quieres? ¡Yo... yo voy a -dar un paseo!... (_Llorando._) - -ANTOÑITA (_Se levanta y le abraza._)—¡No, padre; por Dios! ¿cómo se va -usté a ir? - -PRUDENCIO.—¿Pero con qué cara entro yo, si esa casa ya no es nuestra, -Antoñita? - -ANTOÑITA.—La casa no será de usté, pero es de mi madre, y mi madre es -mía, y usté también es mío; y yo la hablaré, y verá usté cómo no nos -echa; porque si nos echara, ¿dónde vamos a media noche y con la _helá_ -que está cayendo? - -PRUDENCIO.—¡Hija de mi alma!... ¿tienes frío? - -ANTOÑITA (_Llorando._)—¡Ay! ¿por qué no habré gustao, padre? - -PRUDENCIO.—¡No, si has gustao, hija!... ¿pero crees que no has -gustao?... ¡ya lo creo que sí!... sino que... vamos... te ha faltao eso -que... ¿Quiés mi capa, hija? ¿Estarás helá con ese traje? - -ANTOÑITA.—No. Misté qué lástima, ¡se me ha roto todo! (_Enseña el traje -roto._) ¡Pero el frío lo tengo en los huesos! - -PRUDENCIO (_Con ira, señalando a la barbería._)—¡Y esa madre infame y -egoísta, ahí dentro, roncando!... ¡miserable! - -ANTOÑITA.—¡Ay!... ¡mire usté! (_Asustada mirando al foro._) - -PRUDENCIO.—¿Qué es? (_Volviéndose._) - -ANTOÑITA.—Dos hombres. (_Aparecen en el foro discutiendo el Ciruqui -y el Repollo Chico._) ¿Me querrán coger por lo del teatro? Arrímese -usté... tengo miedo. (_Prudencio la abraza._) - - -ESCENA III - -DICHOS, _el_ CIRUQUI _y el_ REPOLLO CHICO, _que salen del foro, se -acercan a la barbería, se fijan en el grupo y saludan_ - -CIRUQUI (_Acercándose._)—¡Güena noche! - -PRUDENCIO.—(¡Calla! ¡Paece la voz del Ciruqui!) (_Alto._) Ciruqui, -¿eres tú? - -CIRUQUI.—¡Pa servirle, no asustarse! - -REPOLLO.—¡Y un servidó! - -PRUDENCIO.—¡Con el Repollo Chico! (¡La cuadrilla de tu hermano!) - -ANTOÑITA.—(¿A qué vendrán?) - -PRUDENCIO.—¿Y qué os trae por aquí a estas horas? - -CIRUQUI.—Pos na, que viníamos a jasele una rasón a la señá Felisiana -de parte de Casirdo y se la _jaremo_ a osté, que mejó será. ¿No? (_Al -Repollo._) - -REPOLLO.—Sí (_Muy seco._) - -PRUDENCIO.—¿Pues qué pasa? - -REPOLLO (_A Ciruqui._)—(Díselo en frazmentos. ¿No?) - -CIRUQUI.—(Sí.) (_Titubeando._) Pué lo que pasa es que... Casirdo ¿sabe -osté?... pué ha toreao esta tarde. - -PRUDENCIO.—¡Mi hijo! ¿Ha toreao? (_Muy alegre._) - -REPOLLO (_Con tristeza._)—Un ratito. - -CIRUQUI.—Y como Casirdo e como e, que ya sabe osté como e, dijo dise, -puesto que esta noche _drebuta_ mi hermaniya, si le digo a mi pare que -atoreo, le doy un día de acongojo... ¡y se lo cayó er probetiyo! - -PRUDENCIO.—¡Pobre hijo mío! (_Con cara radiante._) Y qué, ¿habrá quedao -como los ángeles? (_Los toreros se miran._) - -CIRUQUI.—¿Como los ángeles? (_Mira al cielo._) ¡Por ahí, por ahí! - -REPOLLO (_Mirando al cielo también._)—¡Más arto! - -PRUDENCIO (_Cambiando en gesto de terror la expresión alegre de su -cara._)—¡Recontra! ¿Qué decís? - -ANTOÑITA.—¡Ay mi Casildo! (_Llora._) - -PRUDENCIO.—¡Ay mi hijo! ¡Ay, Ciruqui, habla! ¿Muerto?... ¿herido?... -(_Interroga con ansia horrible._) - -CIRUQUI.—Una mijita meno. Carmarse. - -REPOLLO.—¡Cuéntalo tó! - -PRUDENCIO.—Sí, cuenta, cuenta... (_Impaciente._) ¿qué le ha ocurrido? - -CIRUQUI.—Pos na... fué en su segundo. Era un berrendo en negro, gordo, -de Palha... ¡Palha tenía que ser! ¡Mardita sea su casta, que le tengo -yo un asquito a esos bichos!... Coge Casirdo los trastos, se va ar -toro, y ar da er quinto pase, lo empitona, se lo sacude, ¡y a la -armósfera! - -PRUDENCIO.—¡Dios mío! - -ANTOÑITA.—¡Qué horror! - -CIRUQUI.—Y esto sería a las cinco y media... güeno, pos no le gorvimo a -ve hasta las ocho y cuarto. - -REPOLLO.—¡Con desile a osté que bajó ya vendao! - -ANTOÑITA.—¡Virgen Santa! - -PRUDENCIO.—¿Y dónde tiene la cornada? - -CIRUQUI.—No, corná no tié denguna. Ha sío una palisa na má, sino que ha -sío una de esa ¡de órdago! ¿No? (_Al Repollo._) - -REPOLLO.—¡Ha sío un _cúmulo_! - -PRUDENCIO.—¿Y dónde está? ¿dónde está mi hijo?... - -CIRUQUI.—Pues ahí se queó en un cafetín hasta sabé si su mare quié -recibilo. - -ANTOÑITA.—¡Vamos, vamos por él! - -PRUDENCIO.—Sí. ¿Dónde? ¿Dónde es? - - -ESCENA IV - -DICHOS _y_ CASILDO, _que viene por el foro cojeando, con la cabeza -vendada y un brazo en cabestrillo_ - -CASILDO (_Con voz llorosa._)—¡Padre! - -CIRUQUI.—_¡Erse-lomo!_ - -PRUDENCIO.—¡Hijo mío! (_Van a abrazarle Prudencio y Antonia y huye._) - -CASILDO (_Con terror._)—¡No; no apretarme! ¡Ay, ay, qué dolores! - -PRUDENCIO.—¿Qué tienes? - -ANTOÑITA.—¿Qué ha sido? - -CASILDO.—¡Ay, padre, que yo no toreo más! (_Llorando._) ¡Que no toreo -más! - -CIRUQUI.—¡Vaya, pues nosotros... con permiso!... - -PRUDENCIO.—¡Gracias por todo, hijos! - -REPOLLO.—Aliviarse y que no sea na. (_Mutis los toreros foro._) - -PRUDENCIO.—¿Dónde te duele, hijo de mi alma, dónde?... - -CASILDO.—¡Me duele _en el total_, padre! ¡Ay, qué dolores!... (_Mirando -a su hermana._) ¿Y qué... y ésta cómo ha quedao? - -PRUDENCIO.—Pues por el estilo. ¡Le ha tocao un publiquito de Palha -también! - -ANTOÑITA.—¡Podíamos estar en la cárcel, conque no te digo más! - -CASILDO (_Con desconsuelo._)—¡Dios mío! ¿De manera que ya no se van -ustés a París? - -PRUDENCIO (_Con viveza y furia imponente._)—¿A París?... ¡Maldita sea -su vida!... ¡Si yo cogiera alguna vez al ladrón aquel del Carpanta, que -fué el que me metió en el jaleo y el que me ha traío esta ruina y esta -tristeza, te juro que!... (_Amenazador y furioso._) - -PEPE (_Desde lejos pregonando._)—¡Chuletas de huerta! ¡Chuletaas!... - -PRUDENCIO.—¡Recontra! (_Con asombro._) - -CASILDO.—¡Paece su voz! (_Atendiendo._) - -PEPE.—¡Que humean!... ¡Chuletaas!... - -PRUDENCIO.—¡Él es! (_Se acerca a la primera derecha y llama a voces._) -¡Carpanta! ¡Carpanta! - - -ESCENA V - -DICHOS _y_ PEPE EL CARPANTA _por la primera derecha con una cesta_ - -PEPE (_Saliendo._)—¿Quién? - -PRUDENCIO.—¡Carpanta! ¡Maldita sea! (_Le amenaza._) - -PEPE.—¡Prudencio! ¡Tú! ¡Ay, Prudencio de mi alma, mátame si quieres! - -PRUDENCIO.—Pero oye: ¿cómo es esto? ¿No estabas en París? - -PEPE.—Sí, Prudencio. Allí estuve y de allí vengo. - -PRUDENCIO.—¿Pues qué te ha pasao? - -PEPE.—¿Que qué me ha pasao?... Pues que a mi mujer y a mi hija me las -encontré que estaban de una conformidad... que ya sabes tú que yo -siempre he sido un fresco; bueno, pues pa ver lo que veía y aguantarlo, -tenía que ser completamente _glacial_, y a _frapé_ no hay padre que -llegue. Las dejé y me volví. - -ANTOÑITA.—¡Pobrecito! ¿De manera que se ha quedao usté solo en el mundo? - -PEPE.—¡Solo, no, con patatas! (_Señalando la cesta._) Me he vuelto -a agarrar a la cesta, y poco es una peseta, pero al menos se duerme -tranquilo. ¿Y vosotros, qué hacéis? - -PRUDENCIO (_Señalándole a los hijos._)—Pues mira el _espetáculo_; ésta -recién gritada, éste recién cogido y yo recién ambas cosas; con la -barbería perdida y sin atreverme a implorar de la Feliciana la miaja de -acobijo que tanto despreciábamos. - - -ESCENA ÚLTIMA - -DICHOS, FELICIANA _y el_ SERENO _por el foro_ - -FELICIANA (_Dentro, llamando._)—¡Pepeee! ¡Serenooo! - -PRUDENCIO.—¡Ay, callarse! ¿Esa voz?... - -ANTOÑITA.—¡Es mi madre! (_Con alegría._) - -CASILDO.—¡Ella es! - -SERENO (_Dentro y desde lejos._)—¡Vaaa! - -PRUDENCIO.—¡Ay, en cuanto nos vea! ¡Pero ella fuera e casa! ¿A qué -habrá salido? (_Carpanta se separa y se va a un rincón. El padre y los -dos hijos se quedan formando un grupo a la puerta de su casa._) - -FELICIANA (_Sale foro._)—¡Abra, Pepe! (_Deteniéndose al fijarse en el -grupo._) ¿Quién está a la puerta e casa? - -SERENO.—No sé... (_Acercándose._) ¿Quién? - -ANTOÑITA.—¡Madre! (_Los dos con voz lastimera._) - -CASILDO.—¡Madre! - -FELICIANA (_Corriendo y abrazando a Antonia._)—¡Mis hijos! ¡Hijos míos! -¡Hija de mis entrañas! ¡Corazón! ¡Alma mía! (_Abraza y besa a su hija, -y al ir a abrazar a su hijo, éste da un grito de terror. Pausa larga._) -¿Has toreao, eh? (_Con amargura._) - -ANTOÑITA.—¡Un ratito! - -CASILDO.—¡Palhas, madre! - -FELICIANA.—¡Pobrecitos míos! (_A Prudencio que permanece callado._) ¿Y -tú alucinao, pobre loco, lo ves? (_Teniendo abrazados a sus hijos._) -¿Lo estás viendo? ¿Has visto las estrellas? - -CASILDO.—¡Yo las he visto, madre! - -ANTOÑITA.—¡Y yo casi, casi! - -PRUDENCIO (_Realmente conmovido._)—¡Feliciana, perdón... pero pa ellos -na más! ¡Yo no lo merezco! ¡Armítelos en casa, y yo... yo me iré solo! -¿Los armites? - -FELICIANA (_Furiosa y gritando._)—¡Vaya usté a paseo, peazo animal! -¡Eso se le pregunta a una loba! Abra usté esa puerta, sereno. (_Abre -el Sereno_.) Adentro, hijos míos. (_Con dulzura._) Entrad a ese rincón -de casa que llamábais triste y oscuro, porque vosotros ¡pobrecitos! no -sabíais que el cariño y el trabajo son alegría y claridad. Adentro. - -ANTOÑITA.—¡Ay, madre! ¡Cualquier día vuelvo yo a bailar un tanguito! -(_Antonia y Casildo hacen mutis por la barbería._) - -PRUDENCIO (_Entusiasmado y conmovido._)—¡Feliciana, eres una santa! -¡¡Adiós!! - -FELICIANA (_Cogiéndole del pescuezo._)—¡Pasa, pasa tú también o te -acogoto, so mandria! (_Le lleva a la barbería a empujones y puñetazos._) - -PRUDENCIO.—¡Eres una santa! ¡Dame un beso! - -FELICIANA (_Rechazándole bruscamente._)—¡Quita de ahí, majadero! - -PRUDENCIO.—Bueno, te lo daré dentro. (_Entra en la barbería._) - -FELICIANA (_Con inmensa satisfacción._)—¡Ya son míos! ¡Y curaos de su -locura! ¡Gracias a Dios! (_Al Sereno._) ¡Buenas noches, Pepe! (_Mutis -barbería._) - -SERENO (_Cerrando._)—¡Ustés descansen! - -PEPE (_Acercándose con entusiasmo._)—¡Eso es una madre, eso!... y -no las que cogen a las hijas y las quién pa... ¡maldita sea!... -(_Marchándose hacia el foro y pregonando._) ¡Chuletas de huerta!... -¡Chuletaaas! (_Música._) - -TELÓN - - - - - EL AMIGO MELQUIADES - O - POR LA BOCA MUERE EL PEZ - - - - -PERSONAJES - - -CUADRO PRIMERO - - BENITA - NIEVES - SEÑÁ DAMIANA - SEÑÁ ZOILA - TRINI - PEPITA - AMALIA - JULIA - LA ONOFRA - SEÑOR MELQUIADES - AVELINO - SERAFÍN EL PINTURERO - HIGINIO - SEÑOR RAFAEL - BERNABÉ - EL TULIQUI - EL VIRUTAS - EL SEÑOR VIRIATO - -_Coro general_ - - -CUADRO SEGUNDO - - BENITA - NIEVES - PACA LA FIERA - SEÑÁ CELES - UNA VIEJA - SEÑOR MELQUIADES - AVELINO - SERAFÍN EL PINTURERO - HIGINIO - UN CANTADOR - -_Un farolero y varios transeuntes_ - - -CUADRO TERCERO - - BENITA - NIEVES - PACA LA FIERA - MOZA 1.ª - ÍDEM 2.ª - SEÑOR MELQUIADES - AVELINO - SERAFÍN EL PINTURERO - HIGINIO - EL TULIQUI - BERNABÉ - EL VIRUTAS - UN CAMARERO - JOVEN 1.º - ÍDEM 2.º - ÍDEM 3.º - ÍDEM 4.º - UNO - LUCIO - UN JOVEN - NIÑO 1.º - ÍDEM 2.º - ÍDEM 3.º - NIÑA 1.ª - ÍDEM 2.ª - -_Concurrentes al salón_ - -— - -=La acción en Madrid.—Época actual.= - -— - -Derecha e izquierda, las del actor. - - - - -ACTO ÚNICO - - -CUADRO PRIMERO - - Lugar ameno y pintoresco, próximo a la Ribera del Manzanares, en - Puerta de Hierro. Sin simetría, pero dejando entre sí los espacios - naturales, se levantan por distintos lados de la escena los anchos - troncos de viejos árboles, cuyas espesas ramas prestan al lugar - grata sombra. El suelo está tapizado de césped. Al fondo continúa - la arboleda. En primer término izquierda, al pie de un árbol, un - tronco caído, que sirve de banco, y en tercero derecha, un columpio - hecho con una cuerda atada a dos árboles, dando frente al público. - Es un hermoso día del mes de Mayo. - - -ESCENA PRIMERA - -_Al alzarse el telón aparecen los siguientes personajes: Al pie de un -árbol corpulento que se levanta en primer término, hacia la derecha, -y en derredor de un mantel extendido sobre el césped, sentados en el -suelo, la_ SEÑÁ DAMIANA, _la_ SEÑÁ ZOILA, _el_ SEÑOR VIRIATO, _el_ -SEÑOR RAFAEL _y_ LA BENITA (_de derecha a izquierda_). _Sobre el mantel -se ve una cazuela con restos de comida, platos sucios, mendrugos de -pan, varios tenedores y cuchillos, botellas y algunos vasos mediados -de vino. Al pie de otro árbol próximo, cestas, mantones y guitarras. -Colgados en las ramas y en los troncos de algunos árboles, chaquetas -y sombreros de hombre. Debajo de otro árbol, en el primer término -izquierda, sentadas sobre el tronco cortado que sirve de banco_, NIEVES -_y_ LA TRINI. _Detrás de éstas, en un pequeño claro, varias_ INVITADAS_ -juegan al corro, cantando alguna canción infantil_. _Más a la -izquierda, otro grupo de_ INVITADOS _beben alegremente_. _En el fondo, -centro_, BERNABÉ _toca la guitarra y canta una jota, mientras bailan -dos_ MUCHACHAS, _rodeándolas varios_ INVITADOS DE AMBOS SEXOS, _entre -los que se cuentan el_ TULIQUI _y_ AMALIA. _En el columpio, sentada_, -JULIA, _a la que mece el_ VIRUTAS, _y a su lado, chillando y riendo_, -PEPITA _y dos o tres más_. _En el centro de la escena_, AVELINO _salta -a la comba, dando él mismo_. _Al empezar la obra hablan todos a la vez -y reina en los grupos gran animación y extraordinaria alegría_. - - -GRUPO DEL COLUMPIO - -VIRUTAS (_Dando fuerte._)—¡Arza!... ¡Ande! - -JULIA (_Asustada, a gritos._)—¡Estate quieto, Virutas!... ¡Que no me -dés más! - -VIRUTAS (_No haciendo caso._)—¡Arza!... ¡Vaya!... - -JULIA.—No le dejes, Pepita. - -PEPITA.—¡No seas bruto, que la vas a dejar de caer! (_Siguen chillando -y riendo._) - - -GRUPO DE LA DERECHA - -DAMIANA (_Ofreciendo con el tenedor._)—Amos; otra tajadita, señor -Viriato. - -VIRIATO.—No, gracias, Damiana; no me cumple más. - -RAFAEL.—Arriba con este muslo (_ofreciéndole uno de pollo, que saca -de la cazuela_), que sabemos tu debilidaz por los muslos. (_Ríen en el -grupo._) - -VIRIATO.—¡Si es que me vais a hacer de reventar! - -BENITA.—Yo me lo comeré si no lo quiere. (_Siguen bromeando. Benita -come vorazmente._) - -(_Las del baile y el corro cantan a la vez._) - -AVELINO (_Saltando._)—Ochocientos noventa y cinco. Ochocientos noventa -y seis. Ochocientos noventa y siete... - -DAMIANA (_Riendo._)—Pero ¿qué hace este chico? - -RAFAEL.—No saltes más, hombre. - -ZOILA.—Pero ¿qué furia te ha entrao de saltar, demonio? - -AVELINO (_Para de saltar; habla fatigosamente._)—No, ¿sabe usté? es -que le estoy batiendo a un amigo el _rencor_ de la hora, en el salto a -comba. Ya le he batido el _rencor_ de la media. - -RAFAEL (_Riendo._)—¿De la media? ¿Y por qué no te subes el calcetín? - -AVELINO.—¡Ay, es verdá! (_Se sube el que se le está cayendo._)—Esto, -lo hago yo porque hemos fundao una Sociedad el gremio de ultramarinos -que se titula: _La dependencia azlética_, y cada uno nos dedicamos a -un sport. Yo, es por ver si adelgazo. (_Sigue saltando._)—Ochocientos -noventa y ocho. Ochocientos noventa y nueve. _Nuevecientos_. -_Nuevecientos uno_... (_Sigue saltando y contando._) - -DAMIANA (_Al señor Rafael._)—Dale, dale un poco de vino, que se -refresque; que entre la corbata tan verde y la cara tan colorá, paece -un tomate mollar. (_El señor Rafael sirve vino._) - -JULIA (_En el columpio._)—¡Que no me dés tan fuerte, que me voy a -matar! (_Chillando._) ¡Madre!... ¡Madre! - -ZOILA.—Tú, Virutas, a ver si la tiráis a la chica. - -VIRUTAS.—No tenga usté cuidao; si cae, cae encima de mí. - -RAFAEL.—Pues eso le faltaba si cayese, darse contra un adoquín. - -AVELINO (_Riendo._)—¡Ja, ja, ja! ¡qué señor Rafael! Tié usté unos -golpes que acardenalan. (_Sigue saltando._) _Nuevecientos diez_. -_Nuevecientos once_. _Nuevecientos doce_... - -RAFAEL (_Dándole un vasito de vino._)—Toma, de lo blanco. - -AVELINO.—Gracias. (_A Benita._) ¿Quié usté _inagurarme_ este _chato_, -Benita? - -BENITA (_Muy huraña y hablando con la boca llena._) No, señor; no -quiero náa. - -NIEVES.—Qué fina eres, mujer. - -BENITA.—Soy como Dios me ha hecho; y el que no me quiera así, que me -deje. - -RAFAEL.—No decirla náa, que se atraganta. - -DAMIANA.—Ahí la tienes a este erizo, lo mismito que en casa; se pasa la -vida comiendo y gruñendo. - -VIRIATO.—Pa mí que os la debía de mirar un médico, que esta chica come -demasiao; debe tener algo. - -DAMIANA.—No, si desde pequeña ha sío una glotona. - -AVELINO.—Hace como yo; que cuando era chico, comía tanto, que hasta -quería que me diesen el aceite de hígado de bacalao _a la vizcaína_. - -DAMIANA.—Pues ahí tienes en cambio a su hermana, que hay que hacerla -comer con memoriales. - -ZOILA.—Esa es otra cosa en el tipo y en todo. No se parecen en náa. - -BENITA.—Ni falta que me hace parecerme a ella. - -NIEVES.—¡Y gracias a Dios, hija! - -BENITA.—¡Bueno, bueno, bueno! (_Sigue comiendo._) - -NIEVES (_Acercándose al grupo y dirigiéndose al señor Rafael._)—Oiga -usté, padre. - -RAFAEL.—¿Qué quieres, nena? - -NIEVES.—¿No quedaron en venir esta tarde el señor Melquiades y Serafín? - -RAFAEL.—En venir quedaron; me dijeron que a los postres. - -NIEVES.—¿Y cómo no habrán venido? - -RAFAEL.—¡Qué se yo! Ya me choca que no estén aquí. - -VIRIATO.—¡Esos dos puntos sí que tién buen humor! - -DAMIANA.—¡De que ellos lleguen, veréis cómo se alegra esto! - -BENITA (_Con rabia._)—Pues ojalá no vengan. - -DAMIANA.—¿Y por qué no van a venir? - -BENITA.—Porque hacen menos falta que los perros en misa; que ya sé yo -lo que me digo. (_A Nieves._) Y tú, más valía que te fueras a buscar a -tu novio, en vez de preguntar por nadie. - -NIEVES.—¡Pero están ustedes oyendo el demonio e la tonta! - -DAMIANA.—¿Y qué tié que ver que la chica pregunte una cosa inocente? - -BENITA.—¡Inocente! (_Con guasa._) ¡Ja, jay! - -NIEVES (_Con ira, a Trini._)—Vamos, vamos, que no tengo gana de -armarla. (_Vanse las dos del brazo por la izquierda._) - -BENITA.—¡Armarla, armarla! ¡Si yo dijera más de cuatro cosas! (_Sigue -comiendo._) - -AVELINO.—¡Bueno, bueno, bueno! dejarse de regaños, que no es día -pa ello y écheme usté otro chato, señor Rafael, que voy a echar un -brindis. (_Rafael le sirve._) Señores. - -VIRUTAS.—¿Qué pasa? - -AVELINO.—¡Viva el taller de lavao y planchao de la señá Damiana Perea, -anfitriona de esta garata que estamos celebrando! - -TODOS.—¡Vivaa! - -AVELINO.—Y arrimarse, que voy a leer unos versos en cuarteta, -improvisaos por mí. - -DAMIANA.—Venga, venga. - -VIRIATO.—Venir, que va a leer unos versos Avelino. (_Se acercan todos, -formando semicírculo. Avelino coloca una banqueta en el centro y se -sube a ella._) - -RAFAEL (_Riendo._)—¡Válgame Dios, qué chico! - -BERNABÉ.—Que sean cortitos. - -TULIQUI.—Venga d’ahí. - -ZOILA.—Silencio. - -TODOS.—¡Chist! (_Callan todos._) - -AVELINO (_Leyendo en un papel muy grande que ha sacado del -bolsillo._)—A la señá Damiana y consorte, en el _cincuenta y -cuatrogésimo_ cumpleaños del natalicio de la primera. - - “Subiste media centuria - de esta vida amarga y cruel; - que te subas la otra media - y que lo vea el señor Rafael”. - -TODOS (_Aplaudiendo._)—¡Bravo! ¡Bravo! - -VIRIATO.—Y que lo vea un servidor, que tampoco me disgustaría. - -(_Avelino da las gracias, saludando con una inclinación y cae sobre -Viriato y Rafael. Los grupos se esparcen por el fondo; Bernabé, Virutas -y Tuliqui quedan en la izquierda; Damiana y Zoila recogen todo lo de -la merienda, metiéndolo en una cesta que dejan tras el árbol; Benita -continúa de pie, comiendo. El Coro va desapareciendo por ambos lados._) - -RAFAEL.—Has estado muy bueno, Avelino. - -AVELINO.—Pues ahí tiene usté a Benavente en la Academia y a mí -despachando langa. - -RAFAEL.—¡Injusticias! (_Se une al grupo de Damiana y hacen mutis por la -derecha, como dando un paseo._) - -AVELINO (_Acercándose a Benita. Lleva la comba metida en el bolsillo -por un extremo y el otro arrastrando por el suelo._)—Benita. - -BENITA (_Con la boca llena._)—¿Qué pasa? - -AVELINO.—¿Qué quié usté que diga que toquen pa que bailemos: quié usté -que diga que _vals_ u que _tuesten_? - -BENITA.—Que _tuesten_ lo que quieran; yo no bailo. (_Se vuelve de -espaldas._) - -AVELINO.—¿Que no? Bueno; pues al menos me otorgará usté el que la aúpe -al columpio y la meza. - -BENITA.—Bueno; pero en cuanto no quiera, me bajo, ¿eh? - -AVELINO.—Sí, señora; sin compromiso. Con permiso. (_Va a cogerla en -brazos._) - -BENITA.—¿Pero me va usté a coger en brazos? - -AVELINO.—Como no quiera usté que la _trasporte_ con ata mantas; no hay -otro remedio. - -BENITA.—Bueno; pero coja usté lo menos posible, ¿eh? - -AVELINO.—Descuide usté, que tengo costumbre de coger señoritas. La -cogeré por lo indispensable. (_La levanta en vilo; Benita sigue -comiendo._) - -BERNABÉ (_Riendo._)—¡Ja, jay! ¿A qué llamas tú lo indispensable, joven? - -AVELINO.—Hombre, pues no creo yo que el perímetro abarcao exceda de lo -preciso. - -TULIQUI.—Cómo se ataraza, pollo. - -AVELINO.—¡Caray! Pues si no he calculao mal, lo cogido no es para que -nadie tenga que decir. - -VIRUTAS.—Amos, amigo, que hemos agarrao un puñaíto, ¿eh? - -AVELINO (_Yendo hacia el grupo, siempre con Benita en brazos._)—Hombre; -hagan ustés el favor de no lanzar especies _caciosas_, ¡caray! - -VIRUTAS.—¿Te irritan las especies? - -AVELINO.—Lo que me irrita es que están ahí los padres y podrían creerse -que yo no procedo de buena fe. - -BENITA.—Oiga usté, si va usté a seguir la conversación, haga usté el -favor de dejarme en el suelo. - -AVELINO (_No haciendo caso._)—Y que coste que he abarcao lo -indispensable, y si no que se mida. - -LOS DEL GRUPO.—¡Que se mida, que se mida! - -BENITA.—No, hombre, por Dios; qué se va a medir. Vamos al columpio. - -AVELINO (_Dirigiéndose al columpio._)—Es que uno tiene que contestar a -las sátiras. (_Volviéndose al grupo._) ¡Si yo la he cogido de donde la -he cogido!... - -BENITA (_Incomodada, tirándole el sombrero._)—Pero ¿me lleva usté o no? - -AVELINO.—Sí, señora; pero es que me molesta que se malicien lo que no -es. (_Yendo al columpio y deteniéndose a mitad de camino._) Estoy por -volver y... (_Lleva al fin a Benita al columpio y la deja sentada, -volviendo a recoger el sombrero. Aparte, para sí mismo._) ¡Rediez, -qué bien formadita! ¡Hubiese dao cinco reales porque hubiese estao el -columpio en el Puente de Vallecas! (_Vuelve y la mece._) - - -ESCENA II - -BENITA _y_ AVELINO, _en el columpio_. BERNABÉ, VIRUTAS _y_ TULIQUI, _al -fondo con dos o tres más. Por la izquierda, primeros términos_, NIEVES -_con la_ TRINI. - -NIEVES (_Saliendo._)—¿Lo ves? Ya no viene Serafín. ¡Si tengo yo una -suerte!... (_Contrariada, agitando nerviosamente el abanico._) - -TRINI (_Hablando en voz baja._)—¡Pero, por Dios, mujer; disimula, que -te van a conocer el mal humor! - -NIEVES.—¡Que me lo conozcan, no tengo genio de disimular náa! - -TRINI.—Y luego a mí, lo que me apura es tu novio. ¡Tóo el día -huyéndole! ¿Lo habrá notao? - -NIEVES.—Déjalo que lo note. Lo que siento es que no venga Serafín, -porque me hubiá gustao que le hubieses conocido. - -TRINI.—Sí; y pa verle tú, a mí no me la das. Pa mí, que ese tío te ha -enguirlotao, Nieves. - -NIEVES.—¡No tanto, mujer! ¡Si no hace arriba de un mes que nos tratamos! - -TRINI.—¿Y dónde os conocisteis? - -NIEVES.—En el Cine. La noche que íbamos no me quitaba ojo en los -intermedios; luego, con disimulo, se arrimó a nosotros y se hizo amigo -de mi padre. - -TRINI.—Tu novio se habrá escamao. - -NIEVES.—Está que no vive. - -TRINI.—¿Y es guapo ese hombre? - -NIEVES.—Guapo y bien portao. Se conoce que hay guita; ya lo verás. Y -es lo que yo digo, chica; un hombre así, aparte de lo que te guste es -algo. Porque, sí que me da lástima de mi novio, pero ¿qué sacas con un -pobre albañil? ¡Miseria y compañía! Y eso de estar agarrá toa tu vida a -un mísero jornal, y no tener una mujer siquiera un trapo pa que salga a -la calle y se luzca y la miren a una, no me hace, francamente. - -TRINI (_Dirigiéndose a sentarse al tronco de la izquierda._)—En eso -dices la verdad, chica. Pero, oye; ten ojo, que decían que era casao. - -NIEVES.—¡Qué va a ser! Ha vivido dos años con una, pero ya no la ve. -(_Se sientan; Nieves a la derecha._) - -TRINI (_Mirando hacia el fondo derecha._)—¡Calla; tu novio! ¡Vaya un -pisto que trae! - - -ESCENA III - -DICHOS _e_ HIGINIO _por el fondo derecha_ - -HIGINIO (_Que ha salido un poco antes, mirando a todas partes se acerca -al grupo._)—¡Gracias a Dios! Pero ¿dónde te metes, mujer? ¡Parece que -me huyes! - -NIEVES (_A Trini._)—¡Oye; dice que le huyo! Cansás de buscarte nos -hemos sentao aquí; que te diga ésta. - -HIGINIO.—¡Sí que me choca! - -TRINI (_Levantándose._)—Pero ya están ustés mano a mano. Poco se ha -perdido, y el onceno no estorbar. Conque: de verano, pollos. (_Vase -fondo izquierda. Pausa. Nieves se corre en el asiento dejando sitio a -Higinio, que se sienta a su derecha._) - -HIGINIO.—Bueno; ¿y qué es lo que te pasa? - -NIEVES.—¿A mí? - -HIGINIO.—A ti. - -NIEVES.—¡Tú dirás! - -HIGINIO.—¿Qué te pasa, que ni te veo ni puedo hablarte? - -NIEVES.—¡Ni que tuviese yo la culpa! ¡Si no te he encontrao en toa la -mañana! - -HIGINIO (_Con acritud._)—Mira, Nieves; guasitas encima, no. No me has -encontrao, porque no has querido. Y si te parece, lo mejor es que -hablemos francamente de una vez, que no estoy yo pa servir de mono a -nadie. Las cosas claras. - -NIEVES.—Como quieras; pero no sé a qué viene el ponerse así. - -HIGINIO.—Viene, a que tú ya no eres pa mí lo que eras. - -NIEVES.—Te se figurará a ti. - -HIGINIO.—Y es la verdá. Tú has dao un cambiazo, Nieves; ni me quieres -como me querías, ni te alegra ya mi querer. - -NIEVES.—Amos, chico; quita, quita. A ti te han hecho guiños. - -HIGINIO (_Con ira creciente._)—A mí no me han hecho náa. Y sé lo que te -pasa. - -NIEVES.—Tú dirás. - -HIGINIO.—Pues lo que te pasa, Nieves, es que tú le estás haciendo cara -a otro hombre; así, en plata. - -NIEVES.—¡Yo! (_Levantándose asombrada._) - -HIGINIO.—¡Tú! (_Levantándose también, y cada vez con mayor energía._) - -NIEVES.—¡Mentira! - -HIGINIO.—Verdá. Y si te has cansao de mí, me lo debías haber dicho -antes, y no que me estás haciendo hacer un papel feo. Pero yo soy -un hombre de bien, que te he querío con toda mi alma, y como no lo -merezco, no te lo aguanto; ¡por éstas! - -NIEVES.—Tóo eso es mentira. - -HIGINIO.—Es verdá. Y sé quién es. (_Amenazador._) Y si esta tarde viene -aquí ese tipo... - -NIEVES (_Desafiando._)—Si viene, ¿qué? (_Se oye gran algazara por el -fondo izquierda, y vuelven a salir todos los grupos de principio de -cuadro._) - -HIGINIO.—Si viene, por éstas que... Cállate ahora. (_Nieves se sienta, -y él queda en pie a su izquierda._) - - -ESCENA IV - - -_Todos los personajes que aparecieron a principio de cuadro, más_ -HIGINIO, MELQUIADES _y_ SERAFÍN. _Al final_ ONOFRA. - - -_Por el fondo izquierda, llegan Trini y Julia y detrás Pepita y Amalia, -trayendo ambas parejas en alto, y extendidos, mantones de Manila, -detrás de los cuales se ocultan Melquiades con las primeras y Serafín -con las otras. No ha de verse de ellos más que el sombrero y los pies, -hasta el momento que se indica. Les preceden alegremente los invitados, -moviendo gran algazara. Forman todos semicírculo, quedando al fondo las -de los mantones. Benita se apea del columpio, y avanza con Avelino al -lado de sus padres._ - - -=Música= - - TRINI, JULIA, PEPITA _y_ AMALIA - - ¡Quieto todo el mundo! - Presten atención. - Traigo una sorpresa - detrás del mantón. - - TODOS - - ¿Qué sorpresa es esa - que traéis ahí? - - LAS CUATRO - - Hay que adivinarla; - no se _pué_ decir. - - TODOS - - Dos _gachós_ se esconden - tras de los mantones. - - MUJERES - - ¿Serán dos amigos? - - HOMBRES - - ¿Serán dos guasones? - - TODOS - - Decid quiénes son. - - LAS CUATRO - - Hay que adivinarlo; - presten atención. - - TRINI (_Grupo de la izquierda; señalando y dejando - ver lo que se indica._) - - Por aquí un sombrero. - - JULIA (_Ídem._) - - Por aquí unos pies. - - PEPITA _y_ AMALIA - - Veinticinco duros, - si acertáis quién es. - - TODOS - - Por los cuatro pieses, - y los dos sombreros, - igual pueden ser golfos, - que dos caballeros. - - LAS CUATRO - - ¿Os dais por vencidos? - - TODOS - - Decid quiénes son. - - LAS CUATRO (_Levantando un poco el mantón, para - que por debajo aparezcan Melquiades y Serafín._) - - ¡Pues mirad qué guajas! - - TODOS (_Riendo._) - - ¡Valientes alhajas! - - MELQUIADES _y_ SERAFÍN (_Saludando sombrero en - mano._) - - ¡Salú a la reunión! - - (_Avanzan y los demás cierran el semicírculo._) - - —— - - SERAFÍN (_Haciendo su presentación._) - - Serafín el “Pinturero”, - el del trus de los placeres. - Donde hay vino y hay mujeres, - el primero. - - TODOS - - El primero. - - MELQUIADES - - Y Melquiades el “Chufita”, - exclusiva en el suspiro; - y señora que yo miro, - finiquita. - - TODOS - - Finiquita. - - MELQUIADES _y_ SERAFÍN - - Y donde vamos los dos - o juntos o separaos, - pa tó lo que mande Dios, - dos dechaos. - Y pa gente aliquindoy, - este pollo que hay aquí. (_Por ellos mismos._) - Por donde quiera que voy, - tó pa mí. - No hay en todo el hemisferio, - aunque usté no lo comprenda, - dos gachós que tengan ángel. - - SERAFÍN - - Como _mangue_. - - MELQUIADES - - Como _menda_. - - —— - - SERAFÍN (_Casi hablado._) - - Ni el mismo don Tenorio, - ni el mismo don Megía. - - MELQUIADES - - Ni el propio _Cize-Cize_, - _Cize Cize_ Campeador. - - TODOS - - Me paecen muchos _Cizes_, - los que ha dicho este señor. - - SERAFÍN - - Ni el señor de Romeo, - ni la señá Julieta... - - MELQUIADES - - _Tien_ tanta _verosimi-_ - _simi simi-liquitú._ - - TODOS - - De fijo tien más _simi-_ - _limisi_, que tienes tú. - - —— - - (_Mientras ellos andan contoneándose, los demás les - jalean._) - - ¡Ole! - ¡Ele! - ¡Vaya un tío! - - MELQUIADES - - ¡Atufante! - - SERAFÍN - - ¡Fototípico! - - MELQUIADES - - _Tres jolí._ - - TODOS - - ¡Olé que sí! - -=Hablado= - -(_Terminado el número vuelven todos con gran algazara a sus respectivos -sitios. El señor Rafael lleva a los recién llegados debajo del árbol -donde ellos merendaban y forman grupo. Aparte hacia la derecha Benita y -Avelino._) - -BENITA.—¿A qué habrán venido esos tipazos? - -AVELINO.—Me estomagan a mí esos dos _maniquises_. - -BENITA.—Tráigame usted un poco de salchichón que me he puesto nerviosa. -(_Avelino va a la cesta y trae lo pedido por Benita._) - -HIGINIO (_A Nieves._)—Ahí le tienes. - -NIEVES (_Con despecho._)—¿A quién tengo? - -HIGINIO.—A ese tío. ¡Ya estarás contenta! - -NIEVES.—¿A mí qué me importa ese hombre? (_Le vuelve la espalda._) - -HIGINIO.—¿Que no te importa? ¡Maldita sea! (_Vase iracundo fondo -izquierda; Nieves queda sola, sentada en el mismo sitio._) - -RAFAEL.—¿Y cómo ha sido eso de venir tan tarde, amigo Melquiades? - -MELQUIADES.—Señor, se ha cumplimentao la palabra. Dijimos que -vendríamos al postre y _hétetenos_ aquí. - -ZOILA.—Lo bueno siempre se hace esperar. - -SERAFÍN.—Lo bueno es lo que esperaba, señá Zoila. (_Al ver sentada -a Nieves y sola, hace señas de inteligencia a Melquiades._) Vamos a -colgar los sombreros, con permiso. (_Se separan del grupo y se dirigen -hacia el fondo._) - -MELQUIADES (_Parándose a mitad de camino y aparte a Serafín señalando a -Nieves._)—Ahí la tienes. - -SERAFÍN.—¡Más bonita que un sol! - -MELQUIADES.—Está queriendo caerse. Tambaléala. (_Le da un pequeño -empujón y vuelve al grupo de Rafael._) - -SERAFÍN (_Se engalla, se estira y se acerca a Nieves hablándola en voz -baja._)—Daría la metá de mi existencia por ser el Guadarrama. - -NIEVES (_Coqueteando._)—¿Pa qué? - -SERAFÍN (_Aproximándose; casi al oído._)—Pa verme rodeao de _nieves_ -por todas partes. - -NIEVES.—Iba usté a tener mucho frío. - -SERAFÍN.—¡Quiá! Nieves usté y primavera yo, a la media hora el deshielo. - -NIEVES (_Sonriendo._)—¡Pamplinas! - -SERAFÍN.— - - “Amarillo es el oro, - blanca la plata, - y negros son los ojos - que a mí me matan.” - -(_Vuelve hacia el corro donde está Melquiades, después de dirigir a -Nieves dos o tres miradas incendiarias, y dice a éste aparte dándole en -el hombro._) ¡Tambaleada! - -DAMIANA (_Ofreciéndoselo._)—¡Un chatito, Serafín! - -SERAFÍN (_Pasando a su lado._)—Siendo de usté, hasta con narices, señá -Damiana. (_Lo bebe._) - -MELQUIADES (_Aparte a Serafín._)—Pues ahora verás lo que te preparo. -(_En voz alta._) Pero ¿qué insipidez es esta, señores? ¿Es que no nos -vamos a divertir ni se va aquí a jugar a nada? - -RAFAEL.—Tiene razón el amigo Melquiades; estáis muy desanimaos. - -MELQUIADES.—Vaya: le voy a echar una meaja de sal a la juerga. -(_Llamando._) ¡Niñas!... ¡Pollos!... arrimarse pa acá, que me se ha -ocurrido un solaz modernista, para que nos divirtamos. - -TODOS (_Acercándose bulliciosamente._)—¡Sí, sí! ¡Eso!... ¡eso! - -MELQUIADES.—¿Queréis que organicemos un concurso de baile por parejas, -con premios y tóo? - -TODOS (_Aplaudiendo._)—¡Sí, sí! ¡Muy bien, muy bien! - -TULIQUI.—¿Y cómo va a ser ese concurso? - -MELQUIADES.—Pues de la siguiente forma: _Pograma_: Base primera. El -“Virutas” y el Bernabé, nos van a ejecutar en la guitarra una _Redova u -Mazurca rusa_, que ellos saben y que se intitula: “_Ay, qué Moskou._” -Se forman parejas, la van bailando una a una y a la pareja que a juicio -de un jurao la baile con más estilo, se le _ajudicará_, no una Copa, -porque aquí no las poseemos, pero sí un _chato_, al que llamaremos -_chato de honor_ u _chato_ Melquiades, si se quiere. - -TODOS.—¡Muy bien, muy bien! - -MELQUIADES.—Dicho chato, estará lleno de vino y la pareja gananciosa se -lo beberá a medias, primero la señora y después el caballero, con el -fin de que el premio consista en que el hombre pose los labios en aquel -lugar del _chato_ donde los haya _posao_ el _ojeto_ amado y bailarín. -¿Se aprueba? - -TODOS.—¡Muy bien, muy bien! - -MELQUIADES.—Pues vosotros, coger las guitarras, mocitos. (_Bernabé y -Virutas, van por ellas al fondo y figuran templarlas._) - -TULIQUI.—Y nosotros a elegir parejas. - -ONOFRA (_Joven feísima, sale de entre los grupos y se dirige hacia -Avelino._)—¿Vamos a romper la marcha usté y yo? - -AVELINO (_Mirándola de arriba abajo._)—¿Yo con usté? (_Volviéndole la -espalda._) “Llamad al sereno.” - -ONOFRA.—Hombre, ya sé que no soy guapa. - -AVELINO.—Hija, por Dios, no es por eso; es que yo me quedo pa _jurao_. - -ONOFRA (_A Tuliqui, que se coloca entre los dos._)—¿Qué _jurao_? - -TULIQUI (_A Avelino._)—Que pregunta que, ¿_qué jurao_? - -AVELINO.—¿Que qué he jurao? (_Al oído._) ¡No bailar con feas!... - -ONOFRA.—Pues le _avierto_ a usté, joven, que donde yo me marco un -_chotís_, se vienen detrás de mí tóos los pollos. - -AVELINO.—Les dará usté trigo. (_Ríen el chiste todos los del grupo._) - -ONOFRA (_Incomodada._)—Les doy narices. ¡¡El demonio el hortera!! - -VIRUTAS (_Avanzando._)—¡Ya están templás las guitarras! - -MELQUIADES.—Pues a empezar. (_Durante el diálogo anterior, Melquiades -y varias muchachas y muchachos han adornado una banqueta con hierbas y -flores y sobre ella han colocado un vasito de vino; dicha banqueta la -colocan en el centro de la escena y hacia el fondo._) Vosotros, (_A los -guitarristas._) sentarse ahí; (_En el tronco de la izquierda._) y el -Jurao, lo compondremos, el señor Viriato, la señá Zoila, (_Avanzan los -nombrados._) y un decrépito servidor de ustedes. - -TODOS.—¡Muy bien! - -MELQUIADES.—Y las parejas, podrían ser, por ejemplo: la Nieves, con... -(_Como buscando a uno; llevándola de la mano._) - -BENITA.—Con su novio; ¡con quién va a bailar! - -MELQUIADES.—No, eso no; novios con novios, no me hace. Porque novios -con novios se supone que se han cogido el _tingli_ en tóo lo tocante al -arte _corográfico_ y se llevarían el premio a poca costa. _Tien_ que -ser parejas impremeditadas. Veréis: Nieves, con... uno cualquiera... -con Serafín, pongo por caso. - -SERAFÍN (_Avanzando._)—Con mil amores. (_La coge de la mano._) - -BENITA (_Avanzando._)—Nieves debía bailar con su novio. - -DAMIANA (_Cogiéndola y haciéndola retroceder._)—Tú te callas, que no -eres quién. ¿No estás oyendo que dicen que novios con novios no? - -BENITA.—Pues que digan lo que quieran; yo digo que con su novio y náa -más. - -MELQUIADES.—A callar. Y tú, baila con Avelino, que es de Coloniales y -sabe lo que es jalea; arza. - -AVELINO.—¡Superior! Agárrese usté que va usté a ver dentro de dos -minutos un _chato_ apurao. (_Se agarran del brazo y se colocan en el -centro del fondo._) - -MELQUIADES.—Y el Tuliqui, que es un poco cojo, con la Onofra, que sabe -del pie que cojea. (_Los junta._) - -TULIQUI.—Haremos la nota cómica. - -MELQUIADES.—Otras tres parejas al líbitum y náa más. (_Forman parejas, -al fondo, Trini, Julia, Pepita y Amalia, con cuatro jóvenes._) ¿Estamos? - -LOS QUE VAN A BAILAR.—Sí, sí. - -MELQUIADES (_Colocándose a la derecha con el Jurado._)—Pues ¡a una! - -=Música= - - Picadito y afinao, - ceñidito y bien bailao. - Al bailar, poner - muchísima atención, - pa que vea la reunión, - que no es coba - el concurso de redowa - que manguela ha organizao. - - TODOS - - Bien hablao. - - —— - - MELQUIADES (_A Nieves y Serafín, que se colocan en el centro._) - - En posición de empiecen. - ¡Que me se cuide la base cuarta! - Primera pareja: al redoveo. - - (_Al quinto compás empiezan a bailar Serafín y Nieves._) - - La re-do- - la re-do- - la Redowa se baila sin coba, - por la gente de Madrid - lo mismo en el Palace Hotel - que en un salón de Chamberí. - - —— - - NIEVES - - Baila muy - apretao. - - SERAFÍN - - Es la base cuarta - que ha puesto el Jurao. - - TODOS - - La re-do- - la-re do- - etc., etc. - - —— - - MELQUIADES - - No tié fin - pa bailar - Serafín. - - TODOS - - ¡Qué pillín! - - —— - - MELQUIADES - - Otra pareja. - - (_Se retiran a la izquierda los que bailan, y avanzan - Benita y Avelino, que bailan ridículamente._) - - AVELINO - - Ya usté verá, - mi dulce amor, - cómo al final - es pa usté - el chato de honor. - - BENITA - - ¿De verdá? - ¡Ay, qué bien! - Pues si es así, - ya verá usté - que pongo yo - tó lo que sé. - - TODOS - - ¡Hay que ver - qué marcao! - Si el premio al fin - no lo han ganao, - cualquiera ya - les quitará lo bailao... - - —— - - AVELINO (_Cambiando de manera de bailar._) - - ¡A la _demimondaine_! - - (_Bailan todas las parejas._) - - ¡Eso es! - - (_Jaleándose._) - - ¡Mi mamá! - Un grupo así - es pa un Kodak. - ¡Diga usté que - venga Kaulak! - - —— - - TODOS - - La-re-do- - la-re-do- - La Redowa - tié más de una arroba - de sal y pimienta y tal, - y se ha bailado en _la Bombi_, - y en el propio palacio Real. - - —— - - VIRIATO - - Estos dos, han bailao tal cual. - - MELQUIADES - - Muy mal. - Otra pareja. - - (_Dejan de bailar todos y avanzan Onofra y el - Tuliqui._) - - TULIQUI (_Bailando a su modo._) - - Creo que de esta manera - no se nota la cojera, - y hasta puen premiarme - por mi gallardez. - - ONOFRA - - Tal vez. - - TULIQUI - - Comprímase - pa que vean que bailamos yo y usté - sobre un cacahué. (_Bailan todos._) - - TODOS - - La re do- - la re do- - La Redowa, - etc., etc. - - MELQUIADES (_Interrumpiendo._) - - Vayan ustedes a la coda. - - —— - - TODOS - - Pues digan ya - los del Jurao, - pa terminar, - quién ha ganao. - -(_Al terminar el baile, aplauden los que no han bailado._) - -=Hablado= - -TODOS.—¡Bravo! ¡Bravo! - -MELQUIADES (_Después de una pequeña conferencia con los del -Jurado._)—Señores: el Jurao ha acordao por unanimidaz, conceder el -_chato_ de honor, a la insuperable pareja, Nieves-Serafín. - -TODOS (_Aplaudiendo._)—¡Muy bien, muy bien! - -AVELINO (_Rabioso._)—Eso es una injusticia. - -VIRIATO.—¡Orden! - -TODOS.—¡Que se calle! (_Avelino afligido, se retira hacia la derecha, -acompañado de Benita._) - -MELQUIADES.—¿Se acepta este fallo? - -TODOS.—Sí, sí. - -MELQUIADES (_A Nieves y Serafín._)—Pues podéis beberos el premio -sorbito a sorbito, pollos. (_Dándole la copa a Nieves._) Cuando -quieras, nena. - -NIEVES.—Con mucho gusto. (_Coge el vaso._) A la salú de mi pareja. - -TODOS.—¡Olé! (_Vuelve Higinio por el foro izquierda lentamente y se -acerca al grupo poco a poco._) - -SERAFÍN.—¡Gracias, Nieves! - -NIEVES (_Va a beber y se detiene con coquetería._)—¡Ay, pero se va usté -a enterar de mis secretos! - -SERAFÍN.—Pué que me convenga. - -NIEVES.—A mí no; pero en fin, lo dicho. (_Bebe la mitad del vino y deja -la copa en la banqueta._) - -SERAFÍN (_Sin coger el vaso._)—Señores: antes de posar mis labios donde -los ha imprimido esa boca que parece talmente un clavel encarnao que se -le ha caído del pelo, tengo que manifestar que me embarga el júbilo, -que me embarga la emoción y que me embarga... (_Va a coger la copa, -pero se interpone Higinio, que enérgicamente la coge._) - -HIGINIO.—Pues no se moleste usté, yo me lo beberé, que no tengo na -embargao. (_Bebe y tira el vaso contra el suelo._) - -TODOS.—¡Eh! (_Movimiento de estupor; Higinio trata de agredir a -Serafín, pero los sujetan los hombres, apartándolos, quedando en medio -Melquiades._) - -BENITA (_Aplaudiendo._)—¡Muy bien, muy bien y muy bien! - -VIRIATO.—Eso no vale. - -MELQUIADES.—Pero, ¿qué has hecho? - -HIGINIO.—Lo que me ha parecido; ¿qué hay? - -BENITA.—¡Muy bien y muy bien! ¡Ja, ja; qué chasco! (_Ríe; sus padres la -amenazan._) - -RAFAEL (_A Higinio._)—Pero, ¿no ves que era una broma? - -NIEVES (_Sujetando a Serafín; con ira a Higinio._)—Has metío la pata. - -SERAFÍN (_Con tranquilidad._)—Hombre, ¿no se le ha ocurrido a usté -otra gansada en el rato que hace que está usté ahí haciendo el -orangután? - -HIGINIO.—Si se me ocurre otra, la hago. - -SERAFÍN.—Pues a ratos no crea usté que estorba una mijita de educación, -amigo. - -HIGINIO.—Tengo la que me hace falta. - -MELQUIADES.—Pues la pué usté llevar en la funda de un cacahué y no se -le llena; palabra. - -HIGINIO.—Lo que yo tengo es... (_Vuelve a acometerle._) - -SERAFÍN (_Sonriendo._)—Lo que tiene usté son _deciséis_ señoras al -lao y un sujeto de miramientos vis a vis; pero también tiene usté un -carrillo y yo una mano, y la vida ocasiones. Na más. - -MELQUIADES.—¡Hablas, que esculpes! Y terminao el incidente, señores, -que no le vamos a estropear el día a la señá Damiana. - -SERAFÍN.—Se continuará, pollo. - -HIGINIO.—Cuando usté quiera. - -MELQUIADES.—¿Vamos ahí, al sotillo, a jugar a prendas? - -TODOS.—Sí, sí; vamos. (_La gente se va con Melquiades, murmurando y -hablando entre sí, por el foro izquierda. Quedan en escena: la Trini, -al fondo; Nieves, junto al árbol de la izquierda; Benita, hacia la -derecha, y en el centro Higinio, Rafael y Damiana. Avelino hace mutis -por la derecha._) - -SERAFÍN (_A Trini._)—¿El perro de usté, embiste también, joven? - -TRINI (_Con coquetería._)—Ni perrito que me ladre tengo. - -SERAFÍN.—Pues cuelgue usté su hermosura de esta escarpia, que ha -encontrao usté un lebrel. (_Se cogen del brazo y hacen mutis por la -lateral izquierda, pero bajando al proscenio para pasar por delante -de Nieves que, como es natural, queda contrariada al ver que se van -juntos._) ¡Y a ver si va a poder ser que pueda uno hablar con una mujer -guapa! - - -ESCENA V - -BENITA, NIEVES, DAMIANA, HIGINIO _y el_ SEÑOR RAFAEL - -RAFAEL.—Te has _ocecao_, Higinio; te has _ocecao_. - -NIEVES (_Con ira._)—Ha metío la pata, dígalo usté claro. - -HIGINIO.—No, señora. - -DAMIANA.—Sí, señor; que si hubiese hecho algo malo aquí estaba su madre -pa regañarla. - -BENITA.—¡Ha hecho muy bien, muy bien y muy bien! - -DAMIANA.—Cállate tú ahora. - -HIGINIO.—Es que no podía más, Nieves; hazte cargo. - -NIEVES.—Si toa la vida serás lo mismo; un celoso, un primo sin correa -pa na. - -HIGINIO.—Porque te quiero pa mí solo. - -NIEVES.—Pues por éstas, que no me vuelves a poner en ridículo; hemos -acabao. - -HIGINIO.—¿Que hemos acabao? - -NIEVES.—Hemos acabao, sí, señor, pero pa siempre, ¡por éstas! (_Besando -la cruz de los dedos._) Hemos acabao. - -RAFAEL.—¡Calma, hijos! ¡Válgame Dios! - -HIGINIO.—¿Y qué he hecho yo pa esto, señor Rafael? ¿Qué he hecho yo pa -esto? Quererla y na más. ¡Y luego dicen! Si debía ser uno como todos: -un sinvergüenza pa las mujeres: esos tién suerte y no los primos como -yo, que se cuelan de buena fe. ¡Maldita sea! - -NIEVES.—Pues se acabaron los primos; puedes marcharte cuando te dé la -gana. - -HIGINIO.—¿Que me marche? Pero, ¿estás en lo que dices? - -NIEVES.—No tengo más que una palabra. - -HIGINIO.—Está bien. No me lo dirás dos veces. Me voy. Pero antes de -irme, escucha una cosa, Nieves. No serás mía, pero de ese hombre -tampoco lo eres. Mialás: jurao; al tiempo. (_Vase fondo izquierda._) - -BENITA (_Aplaudiendo._)—Muy bien, muy bien y muy bien. - -DAMIANA.—Pero, ¿quieres callarte y no agriarlo más, tonta del bote? - -BENITA.—Pues no me callo y no me callo, porque tié razón; sí, señora, y -sí, señora. - -NIEVES (_Airada._)—¿Y de qué tié razón, vamos a ver? - -BENITA.—De todo, sí, señora; que lo que hay es que tú quiés ser -señorita y tener lujo y por eso despachas a Higinio, porque es un -pobre, y en cambio te has enguirlotao con un tío pinturero que crees -que te va a dar el oro y el moro; eso es. - -NIEVES (_Contenida por sus padres._)—Pero ¿no es pa darla una bofetá? - -RAFAEL.—Pero ¿qué estás diciendo ahí contra tu hermana? - -DAMIANA.—Dejar a esa tonta. - -BENITA.—Sí; tonta, tonta; porque las canto claritas. ¡El lujo, el -lujo! ¡Eso, eso es lo que os pierde a muchas! El gabancito de moda, el -zapatito de charol y la faldita estrecha y a pintarla por ahí andando a -saltitos (_Remedando lo que va diciendo._) como pollos trabaos. Pues no -señora; hay que agarrarse al jornalito y ayudar al marido y chincharse; -esa es la obligación de una pobre. Y si hay que llevar un pingo, se -lleva y se aguanta una, que después de todo, siempre será mejor llevar -un pingo que serlo. Eso es. - -NIEVES.—Pero ¿oye usté? ¡Desvengonzá! ¡Mala hermana! ¡Suélteme -usté, que la arañe! (_Quiere pegarla pero sus padres la contienen, -llevándosela poco a poco por la primera izquierda._) - -DAMIANA.—¡Hija, por Dios, que vamos a dar un escándalo! - -RAFAEL.—¡Entre hermanas, válgame Dios! ¡Vamos, vamos! - -DAMIANA (_A Nieves._)—¡No llores, hija, no llores! - -NIEVES.—Envidiosa, más que envidiosa. (_Mutis._) - -BENITA.—¡El lujo!... ¡el lujo!... Eso, eso; que os da miedo ser pobres, -ni más ni menos. (_Al quedarse sola, con gran energía._) Pues no -señora: mi hermana, no. Ella pué que me arranque el moño, pero yo la -juro que la quito de ese tío. Todo, antes que verla por esas calles -sola y pintá de rubio, haciendo de reir a la gente. Mi hermana, no. -¡Por estas cruces! (_Se sienta en el tronco del árbol de la izquierda, -llorosa y agitada, limpiándose los ojos con el delantal._) - - -ESCENA VI - -BENITA _y_ AVELINO, _que sale por el fondo derecha, ocultándose, entre -los árboles_. - -AVELINO.—¡Sola! ¡Yo la exploro! ¡Me gusta a mí esa tontita de una -manera avasallante! ¡Tiene un no sé qué así, bobo, que engolosina! Yo -voy a ver si la enloquezco por un medio poético que me se ha ocurrido. -(_Saca una navaja de muelles, no muy grande, y la abre._) Un poco -grande es para mi _ojepto_, pero no he encontrao otra. Me tiembla el -corazón que parece que voy a cometer un crimen. ¡Ánimo! (_Llamando -desde donde está._) ¡Benita!... (_Avanzando._) ¡Benita! - -BENITA (_Se vuelve._)—¿Qué? (_Al verle se levanta aterrada._) ¡Jesús! - -AVELINO.—Perdone usté que venga a cortarla... - -BENITA (_Retrocediendo asustada._)—¿A mí? - -AVELINO.—Que venga a cortarla el hilo de sus cavilaciones nada más; que -esta navaja es para hacerla a usté una cosa muy agradable. - -BENITA.—¿Qué me va usted a hacer? - -AVELINO.—¿Que qué la voy a hacer? (_Avanza con pasos trágicos y -cogiéndola de una mano, la trae hasta el centro de la escena. Ella -avanza con miedo._) ¿Cómo se llama usted? - -BENITA.—¡Ah! pero ¿es el padrón? - -AVELINO.—Es otra cosa más de adorno. ¿Cómo se llama usté? - -BENITA.—Benita. - -AVELINO.—Digo de apellido. - -BENITA.—Baranda. - -AVELINO (_Sonriendo._)—¡Baranda! ¡Hombre, qué casualidad! Usté Baranda -y yo, Escalera. ¡Nos completamos! (_Mirándola con arrobamiento._) -¡Baranda! (_Muy meloso._) ¡Con qué gusto me asomaría! - -BENITA.—¿Dónde? - -AVELINO.—Nada, nada; es una cosa pa mí solo. De forma que las iniciales -de usté son, B. B. - -BENITA.—Creo que sí; B. B. - -AVELINO.—Bueno; pues la voy a hacer a usté un B. B. entrelazao, en -el tronco de un árbol, con letra de adorno, que se va usté a quedar -_visueja_. - -BENITA.—¿Y pa eso me ha dao usté este susto? - -AVELINO.—Y debajo de su enlace pondré mis iniciales: Avelino Escalera -Jordán. A. E. J. (_Muy fino._) ¿Me permitirá usted que por lo menos -toque la J en su enlace? - -BENITA.—Como si quiere usted tocar la muñeira. - -AVELINO.—Ni una palabra más. ¿Lo grabo en aquella encina (_Foro._) u en -este chopo? (_1.º derecha._) - -BENITA.—Pero ¿me quiere usted dejar en paz, hombre? - -AVELINO.—Lo grabaré en el chopo. ¡Y Dios quiera que algún día no tenga -yo que coger el chopo y recordarla dónde empezó nuestro idilio! Manos a -la obra. (_Se pone a grabar con la navaja en el tronco del árbol._) - -BENITA.—¡Tan bien como estaría usted durmiendo la siesta, hombre! - -AVELINO.—Benita. - -BENITA.—¿Qué? - -AVELINO.—Tié usté una mirada que _eleztrocuta_. - -(_Se oyen risas y rumor de voces de hombres hacia la primera -izquierda._) - -BENITA.—¡Chist!... ¡Silencio! - -AVELINO.—¿Qué pasa? - -BENITA (_Fijándose._)—El señor Melquiades y Serafín, que vienen. - -AVELINO.—¡Esos sinvergüenzas! - -BENITA.—¿Tramarán algo contra Higinio? - -AVELINO.—Si quiere usté, podemos escondernos y oirlos. - -BENITA.—Sí; mejor será. Calle usté; por aquí. (_Se esconden detrás -de un matorral alto en la primera derecha, de forma que los vea el -público._) - - -ESCENA VII - -DICHOS, SERAFÍN, MELQUIADES, VIRUTAS, TULIQUI, _y_ BERNABÉ, _por la -primera izquierda. Vienen riendo escandalosamente. El último trae un -frasco de vino y dos copas, y colocándolo en el banco de la izquierda -va sirviendo a sus amigos, que beben formando semicírculo._ - -SERAFÍN (_Saliendo._)—¡Calla, que me tronzo de risa! - -TODOS.—¡Ja, ja, ja! - -MELQUIADES.—Que sí, hombre, no reirse. - -TULIQUI.—¡Pero si es pa reventar! - -VIRUTAS.—¡Tienes unas cosas! - -MELQUIADES.—Señor, que sé lo que me digo, hombre. Oirme y veréis. (_A -Serafín._) ¿Cuál es aquí la única cosa que nos es _hóstil_ p’al logro -de tus fines benéficos con la Nieves? - -SERAFÍN.—La Benita. - -MELQUIADES.—Pues la hago yo el amor, primo, y tóo resuelto. (_Todos -ríen._) - -BENITA (_Estupefacta._)—¡A mí! - -TULIQUI.—¿Tú con esa mema? (_Riendo._) ¡Ja, ja, ja! - -MELQUIADES.—¡Natural, señor! Como ese cacho de tonta no ha tenido -nunca quien la diga “por ahí te pudras”, pues en cuanto yo la insinúe -tanto así, la incendio, cae en mis brazos, se pone de nuestra parte -y cuando tú haigas lograo tu ojeto con su hermana, yo abandono a esa -renacuaja y que se tome dos pastillas de sublimao, si le gusta. ¿Qué os -parece? - -VIRUTAS (_Riendo._)—¡Eres diabólico! - -SERAFÍN.—Oye, pero que de primera. - -TULIQUI.—¡A ver si te da calabazas! - -MELQUIADES.—¿A mí? ¡A las dos palabras, la pelo al rape si me da la -gana! (_Siguen hablando en voz baja y bebiendo. Avelino sale del -escondite, abre la navaja y avanza en actitud amenazadora. Benita le -sujeta._) - -AVELINO.—¡Suelte usté! ¡Suelte usté, que le voy a traer dos filetes de -cerdo! ¡Miserables! ¡Canallas! - -BENITA.—¡Chist!... ¡quieto! Déjeme usté a mí sola, que yo sé lo que -tengo que hacer con estos bandidos. Lárguese usté pronto. - -AVELINO.—Si hago falta, me da usté una voz. - -BENITA.—Bueno. (_Vase Avelino por la primera derecha._) Por mi salú -que os acordáis de esta mema pa toa la vida. ¡Deshonrar a mi hermana -y tomarme a mí el pelo! Veremos quién puede más, si una tonta o cinco -granujas. (_Vase tercera derecha._) - -MELQUIADES (_A Serafín.)_—De manera que tú a seguir dándola achares -a la Nieves con su amiga, y yo a buscar a esa pitusa, y de que la -encuentre... - -BENITA (_Por el foro derecha, lejos y quejándose._)—¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! - -SERAFÍN.—¿Quién se queja? (_Todos miran al sitio indicado._) - -MELQUIADES.—¡Calla!... ¡Pero si es la Benita! - -TULIQUI.—¡Y viene cojeando! - -MELQUIADES.—¿Se habrá caído? - -VIRUTAS.—¡Qué ocasión! - -MELQUIADES.—Dibujada. Dejarme solo. - -SERAFÍN.—Duro con ella. - -MELQUIADES.—Sus la brindo. (_Vanse los cuatro riendo por la primera -izquierda._) - - -ESCENA VIII - -MELQUIADES _y_ BENITA, _por el fondo derecha_. _Viene cojeando y se -apoya para andar en una sombrilla_. - -BENITA.—¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! (_Sale quejándose._) ¡Ay, señor Melquiades de mi -alma! - -MELQUIADES.—Pero, ¿qué es eso, rica, qué te ha pasao? - -BENITA.—¡Ay, que me he torcido un pie! ¡Ay!... ¡Agárreme usté, que no -puedo! - -MELQUIADES (_Yendo hacia ella._)—Pero, ¿es que te has resbalao? - -BENITA.—Y me he caído, sí, señor. ¡Ay! ¿Me quiere usté llevar a aquel -tronco? (_El de la izquierda._) - -MELQUIADES.—Con mil amores. (_Cogiéndola de la cintura._) - -BENITA (_Saltando a la “patita coja”, hasta llegar al banco._)—¡Ay! -¡Ay! ¡Ay! (_Se sienta a la izquierda._) - -MELQUIADES (_De rodillas, reconociendo el pie lesionado._)—¿Y dónde te -duele, rica? - -BENITA.—Aquí, un poquito más arriba del tobillo. (_Levantando la falda -y dejando ver un poco la pantorrilla._)—¿Lo tengo hinchao? - -MELQUIADES.—No, pero... (¡Camará, qué pantorrilla!) A ver, ¿te duele al -tazto? (_Toca con el dedo repetidamente._) - -BENITA.—No, señor; me hace una punzadita nada más. - -MELQUIADES.—Eso no es nada; descansando aquí un poquito conmigo, -te se pasa. (_Se sienta a su derecha, pero sin dejar de mirar la -pantorrilla._) Oye, rica, ¿y sabes que vas muy bien calzadita? - -BENITA.—¡Regular! ¡Cada una presumimos de lo que podemos! - -MELQUIADES.—Yo no me había fijao, pero, sabes que tienes un nacimiento -que... - -BENITA (_Haciéndose la tonta._)—¡Je, je! Lo mismo me dijo el otro día -el chico de la tienda de sedas. (_Ruborosa._) - -MELQUIADES.—¿Te dijo que vaya un nacimiento? - -BENITA.—Sí, señor; que vaya un nacimiento y que si se lo quería dejar -pa una _Nochebuena_. - -MELQUIADES.—¡Anda diez! - -BENITA.—Y luego, se puso así en jarras y me _añidió_: ¿Le falta a usté -una figurita pa ese nacimiento? Y yo enfadada le dije: “Sí, señor, me -falta el buey.” - -MELQUIADES (_Riendo._)—¡Muy salao! ¿Y qué te dijo? - -BENITA.—Pues... me dió las señas de su casa de usté. (_Se ríe -tontamente._) - -MELQUIADES (_Quedando de pronto serio._)—¿Y por qué no te dió las de su -padre político? - -BENITA.—Se le pasaría. (_Levantándose rápidamente._)—Y en fin, yo me -voy, que no quiero que me vean aquí sola. - -MELQUIADES (_Obligándola a sentarse._)—No tengas prisa, mujer. - -BENITA.—No, si yo estoy muy a gusto, pero... ¡ay!, no quiero ni -pensarlo, si me viesen aquí sola con usté, con las bromas que me dan. - -MELQUIADES.—Bromas, ¿de qué? - -BENITA.—Nada, que como a veces, cuando hablamos así de hombres con mis -amigas, yo siempre le saco a usté, pues se han maliciao tonterías, -que... Bueno, yo me voy. (_Como antes._) - -MELQUIADES.—Aguarda, mujer aguarda. (_Cada vez más acaramelado._) ¿Y -qué es lo que hablas de mí con tus amigas, si pué saberse? - -BENITA.—Yo, nada; tonterías de chicas. - -MELQUIADES.—Y dime, Benita, ¿tú no has tenío nunca novio? - -BENITA.—Novio, novio... lo que se dice novio, no, señor. Tonteos na -más. ¡Como soy tan tonta!... - -MELQUIADES.—Y escucha: ¿no te gustaría a ti tener un novio formal?... -Vamos a ver. - -BENITA.—Formal u chirigotero, que me gustase a mí, que lo demás... es -lo de menos. - -MELQUIADES.—¿Qué te parecería un sujeto como yo, pongo por caso? -(_Poniéndose de pie y engallándose._) - -BENITA (_De pie también._)—¿Cómo usté? ¡Ay! - -MELQUIADES (_Cogiéndola la mano._)—¿Te gustaría? ¡Dilo! - -BENITA (_Fingiendo._)—¡Ay, por Dios, señor Melquiades, suélteme usté! - -MELQUIADES.—Dímelo ya. - -BENITA.—¡Ay, por Dios, que nos pueden ver! - -MELQUIADES.—Dame un abrazo, anda. - -BENITA (_Soltándose y echando a correr hacia el fondo derecha._)—¡Ay, -eso no, Melquiades! Ahora no, que vienen. - -MELQUIADES.—¿Quieres que hablemos luego? - -BENITA.—Luego, sí. - -MELQUIADES.—¿Dónde te espero? - -BENITA.—Aquí mismo, a la hora de irnos. Adiós. (_Medio mutis._) - -MELQUIADES (_Llamándola._)—¡Benita! ¿Me quieres? - -BENITA (_Con rubor._)—Cuando yo me vaya, venga usté a leer lo que dejo -escrito aquí en la tierra. (_Escribe en el suelo con la punta de la -sombrilla._) Ya está. Dispense la _urtugrafía_. Adiós. (_Mutis fondo -derecha._) - -MELQUIADES.—¡Adiós, vida! Yo le he preguntao que si me quería. ¿Qué -habrá puesto? (_Va y lo lee._) “_Un porción._” (_Riendo._) ¡Camará -con la niña! No, pues se pué pasar el rato con la tontita esa mejor -de lo que yo me figuraba. ¡Y por lo visto, me venía camelando hace -tiempo! ¡¡Y habrá tantas así!! ¡Que uno no puede estar en todo! (_Vase -contoneando por la primera izquierda._) - - -ESCENA IX - -_Por el foro izquierda aparecen del brazo_, SERAFÍN _y la_ TRINI, _muy -amartelados. Hablan bajito; ella ríe locamente. Atraviesan la escena, -haciendo mutis por la derecha. Les sigue_ NIEVES, _recatándose entre -los árboles, nerviosa, jadeante_. _Falta luz. El cielo empieza a -nublarse. Después_ RAFAEL _y_ DAMIANA. _Al final, todos los invitados -de ambos sexos_ (_Coro general_). - -NIEVES (_Celosa y a punto de llorar._)—¡La Trini!... ¡La Trini con -él... y haciéndole cara! (_Se escuchan, ya lejanas, las risas locas de -Trini._) ¡Cómo ríe!... ¡Ella!... ¡A la que me he confiao... después -que le he abierto mi corazón!... ¡Infame! Si debí figurármelo. Y se -van lejos... y solos... y una aquí, atá por el qué dirán, sin poder -desahogar la rabia. ¡Maldita sea! (_Se apoya, llorosa, en el tronco del -árbol de la derecha, primer término._) - -UNA VOZ (_De hombre, dentro izquierda._)—¡Virutas, diles a esos que -vayan al merendero por paraguas, que se ha nublao del todo y va a caer -un chaparrón! - -OTRA (_Ídem, ídem, en la derecha._)—Ya vamos. - -NIEVES (_En lo suyo._)—¡Por allí van! ¡Y más juntos y más amartelados! -Tenía que ser ella; esa infame. ¡Sabiendo lo que yo le quiero! (_Queda -llorando._) - - -=Música= - -VOZ HOMBRE (_En la izquierda._)—¡Oye, que se ha nublao y va a caer un -aguacero! - -VOZ HOMBRE (_En la derecha._)—Llamar a esos, que vengan a coger cestas, -guitarras, mantones y tóo. Venir. - -VOZ HOMBRE (_En la izquierda._)—¡Pues no va a caer nada! - -UNO (_Pasa corriendo de izquierda a derecha, acompañado de una -mujer._)—¡A casa que llueve! - -CORO (_Dentro, repartido en ambos lados._) - - Que llueva, que llueva, - la Virgen de la Cueva. - Los pajaritos cantan, - las nubes se levantan. - Que sí, que no, - que llueva chaparrón. - -=Hablando sobre la música.= - -(_Salen_ DAMIANA _y_ RAFAEL, _muy deprisa, por la primera izquierda. -Ella saca su mantón de crespón negro y él un paraguas._) - -RAFAEL (_Dirigiéndose al árbol donde merendaron, que es en el que está -apoyada Nieves._)—Vamos deprisa, que va a caer un chaparrón. (_Al ver a -Nieves._) Anda, ¿pero estás tú aquí? - -DAMIANA.—Cogeré mi cesta y la guitarra. (_Coge lo que indica._) - -RAFAEL (_Acercándose y abrazándola._)—Pero, ¿qué es eso, hija? ¿Pero -lloras? - -NIEVES.—No es nada, padre. - -RAFAEL.—¡Válgame Dios! (_A Damiana._) Pero, ¿no ves la nena llorando? - -DAMIANA.—Déjala. El disgusto de antes... los nervios... que ella es -así. Está como el día. (_Vase por donde salió._) - -RAFAEL (_Conduciendo abrazada a su hija y haciendo mutis tras -Damiana._)—¡Ay qué hija ésta! ¡Lagrimitas de los veinte años, lluvia de -primavera; paece que se desgaja el cielo y luego na! (_Vanse._) - -=Cantando=. - - VOZ MUJER (_Dentro._) - - Empezó el día con sol - y acaba el día lloviendo. - Alegre estaba mi alma - y estoy llorando de celos. - -(_Entre risas y algazara, salen Invitados e Invitadas. Ellos se doblan -los pantalones, se suben el cuello de la americana; ellas se ponen -abrigos y mantones, recogen cestas y guitarras, y al fin se cobijan -bajo los paraguas, que abren los hombres. Empieza a llover._) - - ELLOS - - Anda ya; cógete de mi bracero. - Vámonos no descargue aquí el nublao; - que dirán, si me cala el aguacero: - va-calao, va-calao, va-calao. - - ELLAS - - Tápeme; pero no me apriete tanto, - que si no me separo yo de usté; - que pa mí, que aunque jure usté que es santo, - le-calé, le-calé, le-calé. (_Abren los paraguas._) - - ELLOS - - Pues vamos juntos - bajo el paraguas, - pa que te diga - con ilusión, - que en los encajes - de tus enaguas - llevas prendido - mi corazón. (_Llueve más fuerte._) - - ELLAS - - Aunque se ponga - muy zalamero, - no me convence - de su querer, - que son los hombres - muy embusteros; - y ande a casita - que va a llover. - -(_Empieza a llover con violencia. El Coro hace mutis por la lateral -izquierda._) - - TODOS - - Tápeme, etc... - Anda ya, etc... - - -ESCENA FINAL - -MELQUIADES, _el_ TULIQUI, _el_ VIRUTAS _y_ BERNABÉ, _primera izquierda. -Luego Benita, fondo derecha. Por último,_ AVELINO _por el mismo sitio._ - -(_Melquiades se resguarda de la lluvia con su paraguas y los otros tres -con uno solo._) - -=Hablado= - -TULIQUI.—¿De modo que la Benita?... - -MELQUIADES.—Dos palabras y cayó en mis brazos; y aquí me ha citao. - -TODOS (_Riendo._)—¡Ja, ja, ja! - -VIRUTAS.—¡Gachó, no eres tú nadie! - -TULIQUI (_Mirando fondo derecha._)—¡Mirarla; por allí viene a tóo -correr! - -MELQUIADES.—Buscándome como una loca. Veréis qué chifladura le ha -entrao por mí. - -TULIQUI.—Vamos a escondernos. (_Se ocultan detrás de un árbol del fondo -izquierda._) - -MELQUIADES.—No reiros muy fuerte, no se escame. - -BENITA (_Sale corriendo, muy remangada, con un paraguas, abierto -chorreando._)—¡Hola, señor Melquiades! ¿Ha visto usté que chaparrón? - -MELQUIADES.—Te estaba esperando, vida. - -BENITA.—¿A mí? ¡Ay, cuánto lo siento!, porque el caso es que tengo un -compromiso con... con un joven... (_Llamando._) Avelino: aquí. - -AVELINO.—Aquí estoy. ¡Vaya un diluvio! (_Sale con un pañuelo sobre el -hongo, todo mojado, y los pantalones muy subidos, igual que el cuello -de la americana._) ¡A casa, que llueve! (_Se cogen del brazo, y, muy -tapados con el mismo paraguas, se van riendo por la primera izquierda y -despidiéndose con la mano, guasonamente del señor Melquiades, que queda -estupefacto. Al mismo tiempo aparecen por detrás del árbol donde se -ocultaron, las caras rientes y burlonas de Tuliqui, Virutas y Bernabé._) - -MELQUIADES.—¡Mi madre! - -TULIQUI.—Oye tú: ¿y era esa la locura? - -VIRUTAS.—¿Y decías que en tus brazos? - -BERNABÉ.—¡Ja, ja! ¡Valiente chasco! - -LOS TRES.—¡A casa, que llueve! ¡Ja, ja, ja! (_Se van muertos de risa -por la primera izquierda._) - -MELQUIADES (_Indignado._)—¡La panocha! Pero, ¿qué es esto? Tomarme el -pelo a mí una mequetrefa, ¡que no levanta del suelo un metro treinta -y cinco! ¡¡A mí!! Vaya; pues ahora es cuando está empeñao mi amor -propio. Que me trufen, si no la vuelvo loca. (_Tropieza con una cesta -que ha quedado olvidada._) ¡Calla!... ¡una cesta! ¿Quién se habrá dejao -esto? (_La coge y se la cuelga del brazo._) Me la llevaré. ¡Miá que -al final tener yo que llevar la cesta! Pues sí que me han preparao el -mutis. ¡Maldita sea! (_Vase primera izquierda con el paraguas abierto y -la cesta al brazo._) - -(_Música en la orquesta._) - -=Mutación= - - - - -CUADRO SEGUNDO - - La Glorieta de la Ronda de Valencia frente a la calle de - Embajadores, entre la Veterinaria y la Fábrica de Tabacos. - - -ESCENA PRIMERA - -_El lugar está desierto; anochece. Pasa un farolero encendiendo los -faroles; a poco, a lo largo de la calle, brillan las lucecitas del -alumbrado público. Se escucha el pregón, muy lejano, de un vendedor -ambulante, y, mucho más lejana, la música, casi imperceptible de un -organillo. En una taberna próxima, en cuyos cristales resplandece una -luz rojiza, se oye un desacordado guitarreo. Un borracho, con su voz -incierta y ronca canta dentro:_ - - Eche usté cuatro botellas - y aquí me dejo la capa, - que aluego vendrán por ella. - -(_Un coro de voces infantiles canta lejísimo como un eco perdido:_) - - Ramón del alma mía: - del alma mía, Ramón; - si te hubieras casado - cuando te lo dije yo. - -(_Vuelve a quedar todo en silencio. Se acentúa la obscuridad; en las -fachadas de las casas lejanas, van brillando tenues lucecitas. Aparecen -por el primer término izquierda,_ NIEVES, _envuelta en un mantoncito de -crespón negro, muy repeinada, con su faldita estrecha y sus zapatitos -de charol, acompañada de una VIEJA, astrosa, con cara de bruja, -encorvada, que lleva mantón raído y un pañuelo viejo a la cabeza._) - - NIEVES (_Con inquietud._) - - ¡Virgen de la Paloma, - me salta el corazón! - - VIEJA (_Con voz cascada._) - - Mujer, ni que vinieses - por una mala _ación_. - - NIEVES - - No puedo remediarlo; - estoy muy _asustá_. - - VIEJA - - El sitio está muy solo - y nadie nos verá. - - NIEVES - - Me ahoga la angustia. - - VIEJA - - Deja ya ese apuro - y siéntate un poco - aquí que está oscuro. - -(_Nieves se sienta en un banco de la Glorieta. La Vieja queda en pie -a su lado. Dan ocho campanadas en el reloj de una iglesia distante. -Vuelve el guitarreo en la taberna. Canta una voz de hombre._) - - Hay que querer a las hembras - con los pensamientos malos, - que al que no lo hiciese así, - ellas le darán el pago. - - =Hablando sobre la música.= - - VIEJA (_A Nieves._) - - ¿Oyes? Las ocho. - - NIEVES - - ¡Las ocho! (_Pausa._) - - VIEJA - - Cantan bien en la taberna. (_Pausa._) - - NIEVES - - ¿Tardará mucho su hermana? - - VIEJA - - ¡Qué ha de tardar! ¡Buena es ella! - - NIEVES - - ¿La dijo usté lo que quiero? - - VIEJA - - Que te eche las cartas, prenda, - que tú no vas a su casa - porque no quiés que te vean, - y que viniese a las ocho - a un banco de la Glorieta. - - NIEVES - - ¡Cuánto tarda! - - VIEJA - - Estás nerviosa. - - NIEVES (_Levantándose._) - - ¿No viene allí? - - VIEJA - - Sí; es aquella. - -(_Sale fondo derecha la_ SEÑÁ CELES, _otra vieja, echadora de cartas, -más bruja que la anterior. Esta viste de obscuro. Lleva un gabán -cortito y un manto negro raído. Se apoya en una muletilla._) - - NIEVES (_Yendo a su encuentro._) - - ¡Señá Celes! - - CELES - - ¡Hija mía! - ¡Cuánta gana que tenía - de verte! ¡Qué hermosa estás! - ¿Qué te pasa? - - VIEJA - - No habléis fuerte. - - NIEVES - - Que quiero saber mi suerte, - señá Celes. - - CELES - - La sabrás. - - -=Cantando.= - - NIEVES - - Que mi vida ya no es vida; - que tiran de mí, a la vez, - de un lao mi casa y mis padres; - del otro lao mi querer. - Que Serafín me ha exigido - que vaya a vivir con él, - y yo quiero y no quisiera, - y lucho y no sé qué hacer. - - CELES - - Ven, que a la luz del farol - las cartas te voy a echar; - que tóo lo que te convenga, - las cartas te lo dirán. - - VIEJA - - Siéntate. (_Se sienta._) - - CELES - - Persígnate. - - VIEJA - - Reza una oración. - Corta con la izquierda. - En el nombre de Dios. - -(_Celes saca la baraja, la remueve. Nieves hace cuanto la dice. La -bruja echa las cartas sobre el banco. Se ven en el horizonte obscuro, -relámpagos lejanos. Nieves, de pronto, da un grito de terror._) - - NIEVES - - ¡Jesús! - - CELES - - ¿Qué ha pasao? - - VIEJA (_Ríe con su boca sin dientes._) - - ¡Que ha visto un murciélago - y que se ha asustao! - - CELES - - Aquí te salen dos hombres: - uno, perdido por ti; - otro, que te trae dinero: - mira los oros aquí. - -(_Sale_ SERAFÍN _foro derecha, sigilosamente, sin ser visto. Se coloca -detrás de las mujeres, oye y sonríe._) - - Bastos; te sale un disgusto, - pero al cabo triunfarás. - Copas, y un hombre moreno - rica y dichosa te hará. - - SERAFÍN - - Lo que las cartas te dicen, - esa es la pura verdá. - - NIEVES (_Con asombro y alegría._) - - ¡Serafín! (_Levantándose._) - - SERAFÍN - - Y ese moreno - aquí esperándote está. - -(_Muy meloso, ofreciéndola el brazo al que ella se coge._) - - Vámonos, chula mía; - vámonos, negra; - vámonos del bracero - donde nos vean. - - NIEVES (_Rendida._) - - Donde quieras llevarla - se va tu negra, - que al fin, será mi vida, - lo que tú quieras. - -(_Se van del brazo muy juntos por la izquierda, con las caras casi -pegadas; caminan lentamente._ HIGINIO _sale por la derecha, vacilante, -lívido, como un loco; los ve alejarse._) - - HIGINIO - - ¡Juntos! ¡Se van! ¡De agonía - se me salta el corazón! - ¡Malhaya la suerte mía, - si no los mato a traición! - -(_Se va tras ellos. Las dos brujas, que han recogido la baraja y que -observan lo que sucede, al desaparecer Higinio, siguen riendo._) - - VIEJAS - - Ya lo ves. - ¡Ja, ja, ja! - Siempre así - pasará. - Detrás del amor los celos - siempre irán. - Ya lo ves. - ¡Ja, ja, ja! - Siempre así - pasará. - ¡Ja, ja, ja! - -(_Vanse por primera izquierda. Sigue relampagueando en el horizonte -obscuro. Cesa la música._) - - -ESCENA II - -BENITA, AVELINO _e_ HIGINIO - -_Benita trae a Higinio casi a rastras, porque él forcejea por soltarse. -Avelino lleva una blusa larga y una cesta a la cabeza de las que usan -los ultramarinos para servir los pedidos, llena de comestibles y -bebestibles, la cual deja en el suelo para ayudar a Benita._ - -=Hablado= - -BENITA.—¡Quieto, por Dios! ¡Silencio! - -HIGINIO.—No, si contra ella no es; soltarme. - -AVELINO.—Efusión de sangre, no, joven. - -HIGINIO.—Si al que quiero matar es a él; a él, que sé que no la quiere -más que para perderla. ¡Suéltame! - -BENITA.—Que te he dicho que no. - -AVELINO.—Hágala usté caso, hombre. - -BENITA.—¡Ten calma y óyeme lo que te digo, ¡caray!, que la volvéis a -una más tonta de lo que es! Si esta noche no aparto a ese hombre del -camino de mi hermana, mañana te lo desayunas si quieres. (_Soltándole._) - -HIGINIO (_Abrumado._)—¡Se pierde esa loca! ¡Se pierde sin remedio! ¡Se -van juntos!... ¡juntos! ¡Dios sabe dónde! - -BENITA.—Y nosotros también lo sabemos, tonto; si no, ¿crees tú que los -hubiera dejao yo irse? - -AVELINO.—Van al baile de Provisiones; un baile titulao _El Vaivén_, de -ahí orilla a la fábrica de Tabacos. Precisamente a la casa de al lao -voy yo a llevar este pedido. - -BENITA.—Pues allí, en ese bailecito, es donde una servidora lo va a -arreglar tóo esta noche. - -HIGINIO.—Pero ¿cómo vas a evitar que tu hermana...? - -BENITA.—Muy sencillo. ¿Tú no te acuerdas del señor Melquiades? ¿Aquel -tío que me hizo el amor pa tomarme el pelo? - -HIGINIO.—Sí. - -AVELINO.—Pues lo ha _enagenao_. - -HIGINIO.—¿Qué? - -BENITA.—Que con mis tontunas le he vuelto _mochales_ y ahí lo tengo, al -principio de la Ronda, aguardándome sentao en un banco, con dos sacas -de ropa que me ha subido del río. - -AVELINO.—Don Juan Tenorio de mozo de chapa. - -HIGINIO.—Pero, ¿es posible? - -BENITA.—Pues ese tío bocón es el que me ha contao en secreto que -Serafín hace catorce años que está liao con una verdulera que le -mantiene el pico. - -AVELINO.—De manera que tóo el lujo de ese pollo, lechugas. - -BENITA.—Tiene cinco hijos con ella; y a esa mujer, que la llaman -Paca “La Fiera”, por el mal genio, se lo he ido a contar tóo; la he -suplicao que me ayude a salvar a mi hermana y me ha dicho que a las -nueve estaría aquí con los cinco vástagos, medio litro de vitriolo y un -vergajo. - -AVELINO.—¡Que es un equipo! Ahora calcúlese usté el _Agarren-Parti_ que -se va a armar en ese bailecito esta noche. - -HIGINIO.—Yo la ayudaré a esa mujer. - -BENITA (_Mirando por la segunda izquierda._)—Callarse, que me parece -que ya está ahí esa fiera. (_Mira._) Sí; ella es. - -AVELINO (_A Higinio._)—Agárrese usté, que es un huracán. (_Se echa la -cesta a la cabeza._) - - -ESCENA III - -DICHOS _y_ PACA _“La Fiera” segunda izquierda. Es una mujer algo -desastrada; viene a medio peinar. Lleva delantal, mantón atado atrás y -el pañuelo de la cabeza caído sobre los hombros._ - -PACA (_Saliendo y pasando entre Avelino e Higinio._)—¡Pero que muy -buenas! - -BENITA (_Dejándola libre el paso._)—¡Señá Paca! - -PACA.—Aquí estoy. He tardao, porque he ido a dejar los chicos en casa -mi prima pa cuando sea menester. - -AVELINO.—¿Y qué tal? - -PACA.—Vengo que muerdo. Y a mí no me sujetéis de que vea a ese chulo, -que por la papilla que me han dao, ¡maldita sea la leña!, que le hago -trizas. - -AVELINO.—¿Quié usté sentarse? - -PACA.—¿Yo sentarme? Muerta descansaría yo, ¡mi perra vida! (_Al hablar -zarandea a Avelino, produciéndose en la cesta que lleva en la cabeza -un gran ruido de cacharros que chocan entre sí._) Si no puedo parar, -hijo; si no puedo. Si dende que vino aquí la joven y me contó lo que me -contó, que me ha entrao una desazón que... vamos; si hasta creo que me -han crecío las uñas. (_Le zarandea más._) - -AVELINO (_Sujetando el cesto con ambas manos._)—¡Mi madre! - -PACA.—¿Usté ha visto pelar un pollo, pollo? - -AVELINO.—¡Por Dios, señora: el pedido! - -PACA.—Pues menos tardo yo en desollar a ese ladrón, ladrón, más que -ladrón. (_Asombrada ante el creciente ruido de la cesta._) ¡Caray! pero -¿qué le suena a este hombre? - -AVELINO.—El pedido, señora; si se lo estoy a usté diciendo. - -BENITA.—¡Pero cálmese usté, por Dios! - -PACA.—¿Que me calme? ¡Cuando le machaque los sesos a ese golfo! -¡Engañarme a mí!... ¡su sangre ladrona! Si son cinco hijos los que -tengo: ¡cinco! ¿Por qué no le habré matao ya? ¡Maldita sea la leña! -Tóo el santo día vendiendo repollos pa que el zanguango ese venga a -hacer el _pinta_ con las chuletas de aquí bajo. (_Volviendo a zarandear -a Avelino._) ¿De dónde lo voy a consentir yo; de dónde? ¡Antes voy -a la cárcel, a la cárcel y a la cárcel! (_A Benita._) Bueno; y este -sonajero, ¿quién es? - -BENITA.—El joven que nos va a acompañar. - -PACA.—¿Este? Pues vámonos pal Vaivén. Usté me entra y me suelta en -metá del baile, yo saco este vergajo que llevo debajo del delantal -(_Levantándoselo y enseñando uno._) y ¿ustedes se acuerdan de hace -catorce años que cayó una granizá que asoló medio Madrid? Pues fué un -estornudo comparao con la que les preparo. - -BENITA.—Que se le cae a usté el moño. - -PACA.—Y me se caerá el alma. ¡Maldita sea! ¡Si me arde la sangre! ¡Si -quería yo cogerle en una! ¡Si lo estaba deseandito! ¡Si de éstas me ha -hecho cuarenta y cinco! ¡Si es un loco! ¡Si no hay año que no tengamos -seis juicios! - -AVELINO.—¡Un loco y tanto juicio! - -PACA.—¡Pero de ésta le pierde, palabra!; porque yo le juro a usté, que -a él lo mato, al Vaivén le pego fuego y yo voy a la cárcel y ese ladrón -al Hospital. ¡Palabra! ¡Que le digo a usté que mi venganza va a ser -soná; (_Llevándose a Avelino a empellones por el fondo izquierda._) -pero que muy soná! (_Le zarandea para que suenen los cacharros de la -cesta._) - -AVELINO.—¡El pedido, señora; el pedido! - -BENITA.—¡Cálmese! ¡Cálmese usté! (_Siguiéndoles._) - -HIGINIO (_Ídem._)—¡Pues sí que es un huracán! (_Vanse._) - - -ESCENA IV - -MELQUIADES - -MELQUIADES (_Sale por la primera derecha con dos sacas grandes de -ropa, una debajo de cada brazo y silbando como quien llama a una -persona._)—Náa; que no se la vislumbra por parte ninguna. ¡Camará! -¡Hora y media esperando! ¿Dónde se habrá metido esa hija de Eva? -(_Silba._) Cuando vuelva, la ropita esta ya se ha pasao de moda. -(_Silba._) ¡Que si quieres! (_Deja las sacas encima del banco y se -sienta entre las dos, dejando el sombrero sobre una de ellas._) Bueno, -esa niña, me tié ya un poquito escamao, eso es aparte; porque cáa día -es una cosa. Unos días, como hoy, pongo por _verbi gracia_, me hace -que la acompañe a recoger la ropa, y así de que la cosa va pesando, me -la trasmite, me pone un pretexto pa largarse y me deja sentadito en un -banco y de cara al talego como puede comprobarse por la lámina azjunta. -Pues otras noches, otras noches es peor, porque me hace que la entre en -un café, me se toma una ración de riñones a la _broche_, me dice luego -que va a un recao, y me da otro solo de hora y pico. Y es lo que yo la -digo: Señor, no es que me duelan los riñones, pero hazte cargo que ante -los ojos del camarero, estoy haciendo un papelito de esos de rollo. Y -luego, que no me prueba la cerveza y no sé qué tomar. (_Pausa._) Náa, -que esa niña abusa de que la he tomao una miaja de ley y tiene conmigo -acciones que no son pa un hombre formal. Sobre todo, las que más me -cargan, son estas acciones del banco. - - -ESCENA V - -MELQUIADES _y_ BENITA, _foro izquierda_ - -BENITA (_Acercándose._)—Buenas noches, chacho. ¡Ay, rico mío! Estarás -aburrido, ¿verdá? ¡Qué lástima! - -MELQUIADES (_Levantándose malhumorado._)—¡Gracias a Dios! Pero ¿qué te -ha pasao, nena? Creí que no venías. - -BENITA.—Dispénsame este ratito de hora y media que es que me ha cogido -la señá Dionisia, que habla más que un loro borracho, y conque si -patatín, si patatán, no me soltaba. - -MELQUIADES.—Sí, pero hazte cargo, que uno tié sus quehaceres. (_Se -aparta del banco, dejando en él las sacas._) - -BENITA.—¿Y qué tiés tú que hacer que no sea con tu morucha, tunarra? -(_Dándole una bofetada de cariño._) - -MELQUIADES.—Sí, pero es que abusas de una forma, que... - -BENITA.—Amos, calla, tirano; después de que dice tóo el mundo que he -adelgazao desde que te hablo. - -MELQUIADES.—¿Qué has adelgazao? Pues que te lleven al café y verán. - -BENITA.—Si tú me quisiás a mí la metá na más de lo que yo... Pero, -¡claro!, acostumbrao a tantas quiero tantas tengo... (_Coge la saca de -la derecha y viene por el mismo lado a entregársela a Melquiades para -que la coja._) Anda; coge la saca, cariño. - -MELQUIADES.—¡Yo! Pero no querrás que yo... - -BENITA.—Anda, mala sangre; coge. - -MELQUIADES (_Resistiéndose._)—Mujer, por Dios, ¡que si me viese -alguien!... - -BENITA.—Amos, ladrón; carga. Si es de aquí a casa; media horita na más. - -MELQUIADES (_Cogiendo la saca con el brazo derecho._)—Bueno. Que a uno -le gusta condescender, que si no... - -BENITA (_Cogiendo la otra saca y pasando al lado izquierdo._)—Dí que -una no fuera tonta, pero sabes que me tiés loquita y por eso abusas. -(_Al volver hacia la izquierda Melquiades, se encuentra con que le -presenta la otra saca._) Toma la otra. - -MELQUIADES.—Pero oye; ¿yo con las dos? - -BENITA (_Haciendo que cargue con ella también._)—Tira pa alante, -asesino. ¡Si no fuera una tan tonta! ¡Soy más tonta! ¿qué tonta soy, -verdá? (_Haciéndole caricias._) - -MELQUIADES (_Resignándose._)—¡Ay, Melquiades! ¡Veinticinco años -haciéndote el Tenorio, y ya ves qué sacas; que te las echen a cuestas! -(_Inicia el mutis por la izquierda._) - -BENITA (_Se va dándole empujones._)—¡Amos, tira, cariño! (_Música en la -orquesta._) - -=Mutación= - - - - -CUADRO TERCERO - - Local cuadrado de paredes blancas, en planta baja, que denota - haber servido recientemente para tienda o almacén. La puerta - del foro un poco a la derecha, y de dos hojas abiertas, da a la - calle. Dentro, en la pared del fondo, un cartel con letras de - imprenta que dirá: «El Vaivén, Sociedad de baile.—Matinés los - jueves.—Prohibido entrar al salón con botas y todas clases de - bebidas.—No se permite bailar con la capa puesta.—No se azmiten - en el tocador más que señoras solas.—Guardarropa a voluntaz.—VOCAL - DE TURNO, _El Chinares_.—BASTONERO, _El Canito_.—ENCARGADO DEL - AMBIGÚ, _Lucio el Rifero_». En los laterales izquierda, en primer - término, una puerta atrancada con una mesa. Sobre la puerta un - letrero que dice: «Guardarropa». Al lado otro que dice: «No hay - devolución, sin chapa». En segundo término, otra puerta con otro - letrero «Ambigú», y al lado en el telón, frente al público, «Pagos - al contado.—On parle Francaise.» Ocupando todo este frente, tres - o cuatro veladores de hierro, y otro en primer término, con unas - cuantas banquetas alrededor. En las laterales derecha, una sola - puerta, grande, sobre la que dice: «Entrada al salón». Dicha puerta - la cubren dos cortinas encarnadas, recogidas con guardamalletas. - Del techo pende una araña, hecha con dos palos cruzados y cadenetas - de papel, con cinco lámparas eléctricas, una en cada punta y otra - en el centro colgando el flexible. Forillo de calle. Es de noche. - - -ESCENA PRIMERA - -NIEVES _y_ SERAFÍN, _sentados en el velador de primer término; ella a -la derecha, y con una carta con sobre, en la mano. En segundo término, -en otro velador_, MELQUIADES, EL VIRUTAS, EL TULIQUI _y_ BERNABÉ. MOZAS -1.ª _y_ 2.ª _con un_ JOVEN, _toman cerveza en otra de las mesas. El_ -CAMARERO _que sirve, es un viejo calvo y chato, que viste pantalón -gris, alpargatas negras, pañuelo al cuello y smoking_. JÓVENES 1.º, -2.º, 3.º y 4.º, _están a la puerta del salón, mirando hacia adentro -y jaleando a los que bailan. El organillo, con sonido muy atenuado, -deja oir una polka. En el guardarropa_ LUCIO EL RIFERO. _Durante la -primera escena, entran dos o tres parejas de la calle al Salón. A su -tiempo, salen del mismo_, UN JOVEN _y_ UNA JOVEN. _Todo el mocerío de -ambos sexos que figura en este cuadro, denotará por su aspecto físico -y por su indumento que pertenece a la más baja extracción del hampa -madrileña, que nutre sus gloriosas huestes de organilleros, timadores y -pícaros de toda laya. Empieza la acción._ - -JOVEN 1.º—¡Ole ahí!... ¡Finura! - -JOVEN 2.º—¡Lo ceñido! - -JOVEN 3.º—¡Arza, Babolla, que te sobra terreno con un baldosín! - -JOVEN 4.º—¡Filigranita pura! ¡Ele! (_Salen del salón un Joven y -una Joven y van al guardarropa a recoger sus prendas, previa la -presentación de la chapa._) - -UN JOVEN.—Lucio; lo nuestro. - -LUCIO (_Con voz aguardentosa._)—¿Ya sus vais? (_Les da el sombrero y un -mantón de Manila._) - -UN JOVEN.—A ésta, que la llaman. (_Vanse foro derecha._) - -MOZA 1.ª (_De las que están en la mesa._)—Oye; ¿cómo tardará tanto -Isidoro? - -UN JOVEN (_En la misma mesa._)—Ya me escama. A ver si ha bajao a -trabajar a la Puerta del Sol y le han echao el cierre los de la Poli. - -MOZA 1.ª—Si supiera que no venía... el “Colores”, me ha convidao a -cenar. (_Se levantan y se dirigen al salón._) - -MOZA 2.ª—No te comprometas, que luego llega Isidoro a los postres, -lo toma a mal, y acuérdate del domingo pasao, que llevabas carne de -membrillo hasta en el _guá_. (_Llegan a la entrada del salón._) - -UN JOVEN (_A los que están formando grupo._)—¡A ver si va a poder -ser que pasemos! (_Abren calle y entran, primero las mujeres con su -acompañante y luego los otro cuatro. Cesa el organillo._) - -NIEVES (_Entregándola a Serafín._)—Aquí tiés la carta; mándala cuando -quieras. - -SERAFÍN (_Tomándola._)—Gracias, chacha; así se portan las mujercitas. -(_Se levantan y avanzan._) ¿A quién se la diriges? - -NIEVES.—A mi madre. - -SERAFÍN.—¿Qué la dices? - -NIEVES.—Que esta noche ya no vuelvo a casa. Que no me esperen más; que -me voy con un hombre que me quiere pa toa su vida. - -SERAFÍN.—¡Ele! - -NIEVES.—Pero antes de mandarla dime la verdá, por Dios. ¿Tú no tiés -compromiso con ninguna mujer? - -SERAFÍN.—¡Y dale! - -NIEVES.—¿No me engañas? - -SERAFÍN.—Mis labios, pa ti besos y verdades; no tién otra cosa, nena. -(_Vuelve a tocar el organillo._) Y ahora vamos ahí dentro, y luego -donde yo te lleve, y mañana juntitos pa siempre. - -NIEVES.—¿Pa siempre, Serafín? - -SERAFÍN.—¡Ni qué decir! ¿Oyes? ¿No te embebece esa música? (_Casi al -oído._) Vamos al salón, que vean canela. (_Entran en él._) - - -ESCENA II - -MELQUIADES, _el_ TULIQUI, _el_ VIRUTAS _y_ BERNABÉ - -MELQUIADES (_Por Nieves._)—¿Lo veis? ¡Otra a la canasta! - -VIRUTAS.—¡Se la lleva en el pico! - -MELQUIADES (_Levantándose y avanzando al proscenio._)—¿Pues vosotros -oserváis la locura de esa chavala con Serafín? Pues es un grano de Anís -del Mono, comparao con el estrago que yo le he producido a la otra -hermanita. - -TULIQUI.—¿Tanto? - -MELQUIADES.—¡Chiquillos!... ¡Me quiere, que en algunas ocasiones, ya -hasta me carga; pero me carga bárbaramente! - -VIRUTAS.—Bueno; pero ¿sacas algo? - -MELQUIADES (_Sonriendo._)—¿Sacas? ¡Una enormidaz! (_Saca cuatro -cigarros puros, que reparte y encienden._) Ahí van tres _Panatelas_: -_Flor de Cuba_. Hay que echar humo, jóvenes. - -VIRUTAS.—¡Eres un gran sujeto, Melquiades! - -BERNABÉ.—Épico. (_Enciende._) - -TULIQUI.—Pa las mujeres, un _bacilus_. - -VIRUTAS.—Si a los hombres se les pusiesen rótulos como a los -comercios, a ti te se debía de poner en la cinta del sombrero: “A la -nueva encarnación...” - -MELQUIADES (_Con extrañeza._)—¡A mi encarnación!... - -VIRUTAS.—Déjame acabar, hombre. “A la nueva encarnación... de don Juan -Tenorio.” - -MELQUIADES (_Sonriendo, satisfecho._)—¡Ah; eso sí! ¡Me habías alarmao! -(_Chupando el cigarro._) Vamos a humear. (_Entra triunfalmente en el -salón, fumando y bailando; los otros le siguen chupando los puros._) - -TODOS.—Humeemos. - - -ESCENA III - -AVELINO, _foro derecha. Luego el_ CAMARERO, _del Ambigú_. - -AVELINO (_Llega a la puerta y retrocede, volviendo a asomarse mira a -todas partes con cara asustada. Entra tímidamente de puntillas. Viene -con traje de americana y sombrero._)—Aquí debe ser. (_Lee el cartel._) -Justo: ahí “El Vaivén”, escrito; (_Acercándose al salón y mirando._) -y ahí dentro, corroborao. (_Mirando dentro._) ¡Relente!... ¡Pero qué -pegaos bailan aquí! ¡Hay pareja que no se la conoce la soldadura! Y el -caso es que son parejas que se pegan, pero se ve que no se hacen daño. -¡Qué gentuza! (_Cesa el organillo. Avelino se separa de la puerta._) -Dios quiera que no tarden la Benita y la señá Paca la Fiera, que -mientras van por los niños, me han dicho que entrase yo a tomar datos. -Tomaré datos. (_Vuelve a mirar por la puerta del salón._) - -CAMARERO (_Saliendo y fijándose en Avelino._)—¿Qué hace aquél? -(_Llamándole desde lejos._) ¡Chist! - -AVELINO (_Volviéndose asustado._)—¿Qué? - -CAMARERO.—¿Qué va usté a tomar? - -AVELINO.—Datos. Iba a tomar datos, ¿sabe usté?, porque yo no soy socio, -pero soy transeunte y venía a... a... esperar que viniera una familia. - -CAMARERO.—¿No querrá usté tomarme el pelo, verdá? - -AVELINO (_Fijándose en la calva._)—Yo no quiero imposibles, camarero. -De forma que hasta ver si vienen las personas que espero, tráigame usté -un sifón de gaseosa, que tengo la boca seca. - -CAMARERO.—En seguida. (_Vase, vuelve y sirve en el velador de primer -término lo pedido por Avelino, y se retira._) - - -ESCENA IV - -AVELINO, JOVEN 1.º, JOVEN 2.º; _luego el_ CAMARERO - -AVELINO.—¡Dios quiera que vengan pronto esas mujeres! ¡Estoy -azoradísimo! Aunque yo creo que hago mal, porque si sale algún chulo de -esos y ven que me alagarto, me se comen. Sí, yo me hago el fresco, es -mejor. Adoztaré un aire de fresco. ¿Qué aire será mejor: este o este? -(_Hace dos posturas ridículas._) Ahora, pa lo que yo no tengo agallas -es pa entrar al salón y hacer lo que me ha dicho la Benita, que me ha -dicho, dice: “Tú, de que llegues, entras donde bailan, y si ves a mi -hermana con el Serafín, te vas y le dices:” (_Mirando hacia el salón._) -“Muy señor mío: (_Salen del salón los Jóvenes 1.º y 2.º_) ¡dos puntos! -(_Por los que salen._) Me alegraré”... (_Por los jóvenes._) Me alegraré -que no se fijen en mí. (_Se sienta a lado del velador en su parte -izquierda._) - -JOVEN 1.º (_Al otro._)—Oye, tú, ¿quién es ese pelanas? - -JOVEN 2.º—¡Gachó, pero que no lo he visto en mi vida! - -AVELINO.—(¡Ya se han fijao! Aquí del aire.) (_Adopta un aire de -despreocupación._) - -JOVEN 1.º—Yo voy a ver. (_Se acercan a la mesa de Avelino._) Buenas y -refrescantes. - -AVELINO.—Gordas y dulces. (Yo no me achico.) (_Al Joven 1.º, que se ha -quitado la gorra para saludar._) Cúbrase el joven. - -JOVEN 1.º—Gracias; es que no me viene la gorra. - -AVELINO.—¿Y qué apetecía el socio? - -JOVEN 1.º—Usté perdone mi curiosidaz. - -AVELINO.—El aseo es imperdonable; diga el amigo. - -JOVEN 1.º—¿A usté le han traído aquí pa rifarlo, pollo? - -AVELINO.—(¡Arrea!) Sí, señor; me han traído aquí pa rifarme, pero al -que yo le toque, pué que se le hinchen las narices. - -JOVEN 1.º—¿Esas? (_Por las de Avelino._) - -AVELINO.—O las vecinas. (_Por las del Joven 1.º_) - -JOVEN 2.º—Pues las tié usté bastante largas. - -AVELINO.—¡Y eso que no las tengo todas conmigo! - -JOVEN 1.º—¿Y qué está usté tomando, si no es mal preguntao? - -AVELINO.—¡Gaseosa! (_Levantándose._) - -JOVEN 1.º—¡Qué embustero! - -AVELINO.—Que sí, señor; que es gaseosa. - -JOVEN 1.º—A ver. (_Con mucha tranquilidad se sirve un vaso y se lo -bebe. Avelino le contempla asombrado._) Oye, (_Al segundo._) pues es -verdá. - -JOVEN 2.º—¡Pero qué va a ser gaseosa! - -JOVEN 1.º—Que sí, hombre; prueba y verás. - -JOVEN 2.º—¿De dónde? (_Se sirve otro vaso y se lo bebe._) Oye: pues tié -razón. (_Aparte al primero._) (¡Hemos refrescao!) - -JOVEN 1.º—¿Lo estás viendo? (_A Avelino._) ¡Que aproveche! (_Inician el -mutis hacia el salón._) - -AVELINO.—¡Igualmente! (¡Qué sinvergüenzas! No, pues yo no me aguanto.) -(_Alto._) Oigan, jovencitos, hagan el osequio; otra curiosidad. - -LOS DOS (_Volviendo._)—¿Qué pasa? - -AVELINO (_Les hace seña que se acerquen._)—Ustés que tó lo saben; -¿pa sacar el líquido de aquí dentro, de dónde se aprieta, de aquí -(_El pitorro._) u de aquí? (_Al dar a la palanca sale el líquido, -poniéndoles perdidos._) - -JOVEN 2.º—¡Mi madre! (_Retrocediendo._) - -JOVEN 1.º (_Agresivo._)—¡Y nos ha mojao! (_Van a acometerle, pero -Avelino, que ha dejado el sifón sobre el velador saca una pistola del -bolsillo y les apunta._) - -AVELINO.—Bueno, pero si no les gusta a ustedes, les dejo secos; cosa de -un segundo. - -LOS DOS (_Al ver la pistola echan a correr y se meten en el -salón._)—¡Rediez! - -AVELINO (_Riendo._)—¡Ja, ja, ja! ¡Miá si se dan cuenta que esta pistola -es un abanico! (_Tira del cañón y saca un abanico, con el que se hace -aire, contoneándose._) - -CAMARERO (_Que sale del ambigú con un servicio para el salón._)—Pero, -¿qué hace usté? - -AVELINO.—Dándome aires de matón. (_Vase el Camarero._) - - -ESCENA V - -AVELINO, BENITA, PACA LA FIERA; _luego tres_ CHICOS _y dos_ CHICAS, -_hermanos, el mayor de doce años y la pequeña de cinco, vestidos -pobremente, por el foro izquierda. Los chicos llevan todos en el -bolsillo un pliego de papel de barba._ - -BENITA (_Se asoma y llama._) Avelino. (_El organillo vuelve a sonar._) - -AVELINO.—¿Vosotras? (_Guarda la pistola y va a la puerta._) Adelante. - -BENITA.—Pase usté, señá Paca. - -PACA (_Entrando._)—¿Es aquí? - -AVELINO.—Aquí es. (_Benita va a mirar por entre las cortinas de la -puerta del salón._) - -PACA (_En la misma puerta._)—¡Lástima de edificio! Dentro de un minuto -no queda de tóo esto ni el solar. - -AVELINO.—¿Y los niños? - -PACA.—Ahí los traigo. (_Va a la puerta con ellos._) Pasar, pichones. -(_Entran los cinco hasta el proscenio._) - -AVELINO.—¡Rediez, qué orfelinato! - -PACA.—Aquí los tié usté: ¡cinco pedazos de mi alma!... ¡cinco pedazos! -¿No es esto pa poner el grito en el cielo? - -AVELINO.—Pa poner el grito en el cielo y una escuela municipal. -Sentarse, pedacitos. (_Los Chicos se sientan en un velador del fondo, -colocándolos Avelino._) - -PACA.—¡Y que no me rechistéis! - -AVELINO.—¿Y son todos de usté? - -PACA.—Pa lo que usté guste mandarles; que si fueran patatas, no sabe -usté lo que se lo agradecerían. (_A los chicos._) Bueno, ya sabéis, -luceros; vosotros lo de siempre: cuando entren los guardias, os -escurrís y a casa. Y ahora por lo pronto, sacar los documentos. (_Los -chicos sacan del bolsillo los papeles._) - -AVELINO.—¿Qué documentos son esos? - -PACA.—Las _feses_ de bautismo. ¿No ve usté que cá mes tengo una -escaramuza de estas con ese ladrón? ¡Pues ya los presento con el -comprobante en la manita! Los llevo catalogaos. - -AVELINO.—¡Pues hace precioso! ¡Paecen un lote! - -BENITA.—¡Chits!... Callarse... allí están. Ya veo a mi hermana con -Serafín; venga usté. - -PACA (_Va corriendo a mirar._)—¿Dónde están? - -BENITA.—Allí, a la derecha; mire usté. (_Quedan las dos mirando._) - -CHICO 1.º (_A Avelino._)—¿Se puede tomar algo? - -AVELINO.—¿Qué queréis? - -CHICO 1.º—¿Habrá escabeche? - -AVELINO.—Dentro de un minuto, pué que no haiga otra cosa. - -CHICO 1.º—¿Nos podía usté dar un bocadillo? - -AVELINO.—Eso tu mamá, que muerde. - -PACA.—¡Ah!... ¡Sí!... ¡Allí!... ¡Ya los veo! ¡Ay, ladrón! ¡Ya te he -guilao! ¡Ya eres mío! (_Quiere desliarse el vergajo de la cintura y -entrar._) - -BENITA (_Deteniéndola y haciéndola, ayudada de Avelino, que vuelva al -centro de la escena._)—¡Quieta, por Dios, que lo echa usté a perder! - -PACA.—¡Soltarme!... ¡Maldita sea la leña! Sí: baila, baila, ladrón. -Bueno; si le pego fuego al local, salven ustés a las criaturas. - -BENITA.—¡Señá Paca, por Dios! - -AVELINO (¡Qué mujer!... ¡Si lo sé la traigo con _Minimax_!) - -BENITA.—Aquí se debe hacer lo convenido: una _leción_ a mi hermana, un -escarmiento a ese tío y ¡_Laus Deo_! - -PACA.—¿Ha dicho usté que _deo_? ¡Puño cerrao y me va a parecer poco! -Vamos a entrar bailando usté y yo. - -AVELINO.—Bueno; pero mucho cuidao, que llevo un terno de lana dulce. - -PACA (_A Avelino._)—Usté, cuando estemos a tiro de _vergajo_, me -suelta; que el resto de la _suaré_, es cosa mía. - -AVELINO.—¡Prudencia, por Dios! - -BENITA.—Yo aquí me quedo con la _prole_. - -PACA.—Adentro. (_Entran bailando._) - -BENITA.—¡Ahí va el agua! ¡Dios los coja confesaos! ¡Ya se acercan!... -(_Mirando al interior del salón._) ¡Aún no los han visto!... ¡Ya -han reparao! (_El organillo toca cada vez más despacio._) ¡El -señor Melquiades se mete debajo de un banco!... ¡Serafín no sabe -qué hacer!... (_Comienza dentro un murmullo que crece._) Hablan... -disputan... todos se arremolinan... ¡Saca el vergajo!... ¡Ay! (_Se oye -dentro un grito espantoso._) ¡¡En metá de los sesos!! (_A partir de -esta frase, el escándalo de dentro es formidable. Gritos, alaridos, -ayes, etc. Voces de “¡Guardias!... ¡Socorro!... ¡Que se matan!...”_) - - -ESCENA VI - -_Salen del salón hombres y mujeres chillando._ TULIQUI, MELQUIADES, -VIRUTA, BERNABÉ, _que pasan a la izquierda; detrás_ SERAFÍN, _sin -sombrero, cuello, ni corbata, cogido por la solapa de la americana por_ -PACA LA FIERA, _que enarbola el vergajo. Detrás_, NIEVES, _llorosa -y aterrada, cuatro o cinco concurrentes del baile y_ AVELINO, _con -toda la chaqueta rota por un costado y la manga. Todos salen trémulos -y demudados._ BENITA _se aparta para que salgan, y los_ CHICOS _se -esconden bajo un velador. Otros concurrentes quedan en la misma puerta -escuchando._ - -TULIQUI (_Corriendo._)—¡Un guardia!... ¡Un guardia! - -AVELINO (_Queda en el centro._)—¡Un sastre! (_Enseñando el roto._) ¡Un -sastre! - -MELQUIADES (_Pasando a la izquierda._)—¡Mi media dentadura!... ¡A ver -mi media dentadura! - -SERAFÍN (_Saliendo furioso._)—¡Suelta! - -PACA.—¡Granuja! ¡Golfo! ¡Pelanas! - -SERAFÍN.—¡Suelta o te parto el alma! - -PACA.—¡Ni muerta! No vendo ni una alcachofa más pa que tú te chulees -con nadie; ea: se ha acabao. (_Colocación de derecha a izquierda; Paca, -Benita, Avelino, Nieves, Serafín, Melquiades, etc. El coro alrededor._) - -NIEVES.—Pero, ¿quién es esta mujer? (_A Serafín._) - -PACA.—¿Qué quién soy? Una prima pa el señor; pa usté, puede que una -tía; en el fondo, una madre que no se deja avasallar. Ni más ni menos. - -NIEVES.—Pero, ¿qué dice esta mujer, Serafín; contesta, por Dios? - -BENITA (_A su hermana._)—Pero, ¿estás sorda? Pues dice que es la socia -de aquí, del amigo. - -PACA.—Hace catorce años cumplidos; catorce, pa que usté lo sepa, joven. - -NIEVES (_A Serafín._)—Pero, ¿no decías que estabas libre? - -AVELINO.—Estaba libre, pero le han bajao el “Alquila.” - -SERAFÍN.—Tóo eso es mentira, Nieves; no lo creas. - -PACA (_Amenazadora._)—¿Que no lo crea? (_Hace avanzar a los chicos; -Serafín, al verlos, huye hacia la izquierda._) Aquí tié usté las -consecuencias. Con sus fés de bautismo; (_Los chicos presentan los -papeles._) los cinco reconocidos; deletrée usté si sabe. - -AVELINO.—¡La prueba testifical es pa bajarle las orejas al caballo de -la Plaza de Oriente! (_Pasa al lado de Serafín._) - -NIEVES.—¡Qué infamia! ¡Qué vergüenza! (_Llora abrumada, sentándose en -un velador del fondo._) - -SERAFÍN (_Ya sin saber qué decir._)—Está bien. ¡Maldita sea! ¡Ponerme -en un bochorno como este cada ocho días! ¿A ti te paece bonito lo que -me has hecho? - -PACA (_Señalando a los niños._)—¡¡Pues y lo que me has hecho tú, -ladrón, que no gano pa judías!! - -AVELINO.—¡Cinco pedazos! ¡¡Menudo estropicio!! - -SERAFÍN.—Te juro que me las pagas, ¡por estas! (_Paca le amenaza, y -contenida por todos, se agrupa a la derecha con sus hijos, siempre con -el vergajo en la mano._) - -BENITA (_Interviniendo._)—No la regañe usté, que no ha sido ella. El -que nos ha descubierto esta gatada de usté diciéndonos que era usté un -sinvergüenza y un canalla, ¿sabe usté quién ha sido? - -SERAFÍN.—¿Quién? - -BENITA.—Pues aquí, mi amante. (_Cogiendo a Melquiades y trayéndole a su -lado._) Ven aquí, rico. - -MELQUIADES (_Asombrado._)—¿Qué dices? - -BENITA.—¿Verdá que has sido tú el que nos ha dicho que el señor era un -sinvergüenza? - -MELQUIADES.—¿Yo?... Oye: a mí no entremezclarme. (_Se aleja hacia -la izquierda, pero Serafín, cogiéndole de la americana, le obliga a -detenerse._) - -SERAFÍN.—¿Que ha sido éste? - -MELQUIADES (_A Benita._)—Pero, ¿qué traición me haces? - -BENITA.—La que merece la infamia de usté, de brindar mi conquista a -esos tres golfos. (_Señalando a Virutas, Tuliqui y Bernabé._) Pero -luego, la conquista ha sido que el muy calavera se ha pasado quince -días subiéndome la ropa. - -AVELINO.—¡¡Del río; acaba los párrafos!! - -SERAFÍN (_Encarándose con Melquiades._)—¿De modo que has sido tú? Pues -toma, por charrán. (_Le da una bofetada._) - -MELQUIADES (_Con asombro._)—¡Mi madre! Pero... ¿me ha pegao? - -AVELINO (_A Serafín._)—Dele usté otra, que se ha quedao en la duda. - -SERAFÍN.—Y en la calle, ¡te voy a partir el corazón! - -MELQUIADES.—¿A mí? Soltarme, que voy a escabechar un bonito. (_Se lían -a golpes. La gente grita. Salen todos a la calle. Paca, comienza a -repartir vergajazos y hace mutis seguida de sus hijos._) - - -ESCENA FINAL - -BENITA (_Consolando a Nieves._)—¿Lo ves? ¿Lo estás viendo? ¡Pa caer en -esta golfería y en esta inmundicia, has querido dejar la honradez de tu -casa y te has desapartao de un hombre de bien! ¡Loca!... ¡Más que loca! - -NIEVES (_Llorosa y airada._)—¿Y tú quién eres pa hacerme cargos? - -AVELINO (_A Benita._)—¡Cállate, que bien castigada está! ¡Menuda -lección! - -BENITA.—¡Y que ha sido una leción de solfeo! (_Abrazándola para -llevársela._) En fin, no llores. Y ahora, vamos a casa, y mañana -vuelves con Higinio. ¡Y da gracias a que tiés una hermana tonta! - -AVELINO.—Y un cuñao aznegao. (_Mirando el roto de su americana._) - -NIEVES (_Dejándose llevar._)—¿Y qué le decimos a padre? - -AVELINO.—A padre yo se lo contaré todo que estoy en condiciones de -hablar como un descosido (_Mirándose al suyo de la ropa._) Andando. -(_Las hermanas, inician el mutis por el foro._) - -(_A ellas._) - - Y que os sirva el escarmiento - pa ser humildes y honradas. - -(_Al público._) - - Y aquí termina el sainete, - perdonad sus muchas faltas. - -TELÓN - - - - - EL CHICO DE LAS PEÑUELAS - O - NO HAY MAL COMO EL DE LA ENVIDIA - - - - -PERSONAJES - - -CUADRO PRIMERO - - VALENTINA (35 años) - LA SOLE (16 ídem) - ENCARNA (20 ídem) - LA JOSEFA (35 ídem) - LA SEÑÁ MAURICIA (50 íd.) - LA SINFO (20 ídem) - INDALECIA - DOMITILA - LAVANDERA 1.ª - ÍDEM 2.ª - ÍDEM 3.ª - ÍDEM 4.ª - ÍDEM 5.ª - ÍDEM 6.ª - ÍDEM 7.ª - ÍDEM 8.ª - ÍDEM 9.ª - SEÑOR HILARIO (45 años) - SEÑOR BERNABÉ (50 ídem) - PACO CEBRIÁN, CHICO DE LAS PEÑUELAS (25 ídem) - SEÑOR COSME (60 ídem) - AQUILINO (40 ídem) - SEÑOR CECILIO (30 ídem) - EL TÍO PELELE (65 años) - PANOLI (15 ídem) - UN CARTERO - -_Murguistas, vecinos, vecinas y chicos de la calle._ - - -CUADRO SEGUNDO - - SEÑÁ VALENTINA - SEÑÁ RITA - SEÑOR BERNABÉ - PACO - SEÑOR TOBÍAS (50 años) - TÍO PELELE - JUSTO VIDAL (ZIPILÍN) (20 ídem) - ANTONIO RIZO (VIGUDÍ) (18 años) - EMILIO RINCÓN (TELARAÑA) (22 ídem) - AMIGO 1.º - ÍDEM 2.º - ÍDEM 3.º - -_Transeuntes y banda._ - - -CUADRO TERCERO - - SEÑÁ VALENTINA - LA SOLE - ENCARNA - LA JOSEFA - CHULA 1.ª - ÍDEM 2.ª - UNA VENDEDORA - SEÑOR HILARIO - SEÑOR BERNABÉ - PACO - SEÑOR TOBÍAS - ZIPILÍN - VIGUDÍ - TELARAÑA - SEÑOR COSME - AQUILINO - UN POLICÍA - GUARDIA 1.º - ÍDEM 2.º - HORTERA 1.º - ÍDEM 2.º - - - - -ACTO ÚNICO - -CUADRO PRIMERO - - La escena representa el interior de un lavadero cubierto. Es una - habitación amplia, cuadrada, de paredes altas. Al foro un gran - portalón de dos hojas, ancho, practicable, que da a la carretera de - Puerta de Hierro, llena de sol. - - En los laterales izquierda, dos puertas de habitaciones de la casa, - cubiertas con cortinas de lona. - - En los laterales derecha y hacia el último término una puerta de - dos hojas que conduce al tendedero. - - En la parte superior de las paredes, grandes ventanas de forma - apaisada, con cristales polvorientos, por donde se supone que entra - la luz que necesita un local tan amplio. - - El techo, destartalado, con grandes vigas llenas de telarañas. - - En mitad de la escena, y próximos a los laterales, dos lavaderos - de piedra, corridos, llenos de agua y en los que puedan lavar ocho - mujeres en cada uno. - - En el rincón de la izquierda un gran fogón con la caldera para la - colada. Tiene tubería moderna. - - En los primeros términos una mesa de pino, sillas de anea, un - armario, un reloj de pesas, grande, antiguo. - - Arrimadas a la pared, sacas de ropa, canastas grandes y muy usadas, - barreños, cuerdas, estacas, largueros, etc., etc. Es de día. - - -ESCENA PRIMERA - -_Al levantarse el telón aparecen en el lavadero de la derecha en primer -término_ ENCARNA, VALENTINA, _la_ SINFO _y cinco_ LAVANDERAS. _En el -de la izquierda, la_ SEÑÁ JOSEFA, SOLE, _la_ SEÑÁ MAURICIA _y más_ -LAVANDERAS, _hasta ocho. Todas lavan animadamente riendo y bromeando: -restriegan las prendas, dan jabón, golpean con las palas, retuercen la -ropa, escurren. Una_ LAVANDERA, _con un barreño de ropa vase por el -tendedero. El_ TÍO PELELE _entra con un montón de prendas, ya secas y -las va doblando y metiendo en una saca_. - -=Música= - - TODAS - - Lava, lavandera, - vaya restregón, - dale con la pala, - venga más jabón. - Que si quiés blanquita - la ropa dejar, - pala, pala, pala, (_Golpeando._) - le tendrás que dar. - - RITA (_Asomándose a la puerta del tendedero y a - voces._) - - Señá Andrea. - - VOZ (_De mujer, dentro, muy fuerte._) - - ¿Qué quiés, chica? - - RITA - - Cuando tienda avíseme. - - SINFO - - ¡Dí que no tienda en mi cuerda - que va a tender Salomé! - - JOSEFA (_Furiosa a Sole._) - - ¿Pero qué haces, criatura? - - SOLE (_Con rabia._) - - Si me s’acabao el jabón. - - JOSEFA - - Pos coge el de la Tomasa. - ¡Jesús qué condenación! (_Siguen lavando._) - - —— - - SINFO - - Échate una copla, Sole. - - SOLE - - ¡Que me van a regañar! - - UNA - - No te apures. - - SINFO - - Picantita. - - VALENTINA - - De las tuyas. - - SOLE - - Allá va. - - —— - - La soltera del cuarenta - dicen que es de las cabales, - y ayer me ha echao dos pañales, - conque ajuste usté la cuenta. - - (_Todas ríen. La señá Josefa golpea enfurecida a la Sole._) - - —— - - JOSEFA - - ¡Pero ustedes oyen! - ¡Te voy a matar! (_La pega._) - - SOLE (_Queriendo huir._) - - ¡Por Dios, sujetarla! (_Avanzando a primer - término._) - - TODAS - - Amos, déjala. (_Se interponen._) - - JOSEFA - - ¡Cantar esas cosas!... - ¡Te arranco la piel! (_Pegándola más._) - Toma, toma, toma... - - TODAS - - No la pegue usté. - -=Hablado= - -SOLE (_Huyendo de su madre y llorando._)—¡Amos, pero están ustés -viendo!... Estése usté quieta, hombre... que si no pega usté no vive. - -JOSEFA.—¡Cállate o te arranco la lengua, recondená! - -SOLE.—¡Pero qué he hecho yo, señora!... ¡Misté que es lo grande, -hombre!... - -VALENTINA.—Amos, Josefa, déjala, que la tiés el cuerpo a la chica que -es un puro cardenal. (_Vuelven a las pilas menos Sole y Josefa._) - -SOLE.—¿Que si es un puro cardenal?... Amos, por gusto quiero que me -vean usté este muslo, a ver si saben ustés de qué color es. (_Va a -levantarse la falda._) - -JOSEFA (_Vivamente._)—¡Pero serás capaz, so arrastrá! - -SOLE.—Si semos mujeres solas. - -JOSEFA.—¿Y el tío Pelele? - -SOLE.—Es _nutral_. Al menos eso dice él cuando pellizca. - -PELELE.—A los setenta y dos cumplíos, le enseñen a uno lo que le -enseñen, desaplicao. - -SINFO.—A más, de que en esta ocasión la chica no es culpable. - -MAURICIA.—Hemos sío nosotras, que la hemos dicho que cantase a la -creatura. - -JOSEFA.—¿Y quién la manda cantar esas indecencias de coplas? (_Vuelve a -la pila._) - -SOLE.—Si me mandase usté a un colegio de pago, cantaría el _tuesten_, -u el _guau guau estep_, u cualquier otra cosa extranjera... ¡pero qué -quié usté que aprenda en la cae Los Moratines ande la persona más fina -se restriega con papel de lija! - -JOSEFA.—¿Dónde me he educao yo? - -SOLE.—En ninguna parte. - -JOSEFA.—Pues ya ves como no canto golferías. - -SOLE.—¡Porque tié usté _blonquitis_! - -JOSEFA.—¿_Blonquitis_?... Quítate de mi vista si no quiés que te -deshaga, so galocha. (_Avanza y la da unos tirones del pelo._) - -SOLE.—Sí, señora, que me quito, que no paece usté mi madre, que me tié -usté deshecha a golpes... (_Arreglándose el pelo._) que tengo la cabeza -que cuando me peino paece que le saco la raya a un montón de grava. - -JOSEFA.—¡Fuera de aquí! - -SOLE.—Sí, señora, que me voy. Que por no respetar no respeta usté ni a -los agüelos que los respeta tóo el mundo. ¡Me ha arrancao uno! ¡Misté -que lástima! ¡Maldita sea!... (_Como el que adopta una resolución -heroica._) Me voy a tender. (_Coge un barreño con ropa._) - -JOSEFA.—A ver si te duermes... - -SOLE (_Casi llorando._)—¡Miá si supiese que no me despertaba más!... - -JOSEFA.—¡Anda d’ahí, que me tiés la sangre negra! ¡Galocha, más que -galocha! - -VALENTINA.—Mujer, si es que la pegas por demás a la pobre criatura. - -JOSEFA.—Porque quiero que se haga una mujer. - -SOLE (_Volviendo desde la puerta del tendedero._)—¿Pero usté cree que -con estos golpes me voy a hacer una mujer?... ¡Como no me haga una -pandereta! (_Josefa va a pegarla y ella echa a correr por el tendedero. -Valentina va a probar con la mano el agua de la colada._) - - -ESCENA II - -DICHOS, _menos_ SOLE. _Luego_ PANOLI _por el tendedero._ - -VALENTINA.—¡Tío Pelele! - -PELELE.—Presente. - -VALENTINA.—Dígale usté a Panoli que eche más carbón, que esto está pa -servirlo en garrafa. - -PELELE (_Llamando._)—Panoli... - -VALENTINA.—Cuidao que se lo tengo avertido. Que no me se quede fría la -colá, niño. Pos como si lloviznara. - -PANOLI (_Un chicuelo con cara de tonto._)—¿Qué pasa? (_Avanza a primer -término por la derecha._) - -VALENTINA.—Que eches más carbón, vida mía. ¡Camará, que tiés un alma -que te se pasea por Recoletos y a lo mejor se sienta! - -PANOLI.—Pos antes he echao cinco palás. - -VALENTINA.—Pos dobla, rico. - -PANOLI.—¡Maldita sea!... Miá que tenerse que pasar uno la vida echando -lumbre. (_Simula echar carbón._) - -VALENTINA.—Mialo, paece un pasmao. (_Avanza secándose los brazos con el -delantal._) Bueno; las nueve y media; la que quiera irse a almorzar que -se vaya, que hasta la tarde hacemos fiesta en esta casa. Y tú, Sinfo, -y usté, señá Mauricia, si queréis un bollito y un trago, arrimaros. -(_Saca del armario bandejas, botellas y vasos que coloca sobre la mesa, -que está a la derecha._) - -SINFO.—Allá vamos. (_Se acercan y se sientan._) - -VALENTINA.—Y lo mismo te digo, Josefa. - -JOSEFA (_Secamente._)—Gracias. (_Sigue lavando._) - -VALENTINA.—Amos, ven y no seas erizo. - -JOSEFA.—No me cumple náa; se agradece. - -VALENTINA.—Tu gusto, hija. (_Josefa sigue lavando. Las demás -lavanderas, se secan, se quitan los delantales, se ponen los mantones -y se marchan por el foro. Alguna, así como Panoli, sale por el -tendedero._) - -SINFO.—¡Qué señá Josefa!... - -MAURICIA.—¡Miá que es agria! - -VALENTINA.—¡Eso es un limón pasao! (_A Encarna._) Y tú, Encarna, a ver -si dejas de lavar, no sea que venga tu padre. - -ENCARNA.—Le estaba ayudando a la Marcelina. - -VALENTINA.—Pero ya sabes que no te quié ver en ello. - -ENCARNA.—¡Y quién se lo va a decir! A más de que es mi gusto. Si no -ando en el agua no vivo. (_Viene secándose los brazos desnudos._) - -SINFO.—¡Pa que no te hubieses criao en el río!... (_Beben unas copas de -vino y comen de los bollos que ha servido Valentina._) - -MAURICIA.—¡De chica se tié dao cáa chapuzón!... ¿Te acuerdas? - -ENCARNA.—¡A ver! - -MAURICIA.—Paece que la estoy viendo. Se ponía tal que su madre la trajo -al mundo. Y, paf... se zampaba en el agua desnudita. - -VALENTINA.—Era su costumbre. - -PELELE.—Hay costumbres que no debían de perderse. Con permiso. (_Se -bebe una copa._) (_Sale Sole del tendedero y se acerca mirando los -bollos codiciosamente._) - -MAURICIA.—¿Y qué, hoy tengo oído que es el gran día en esta casa, -jóvenes? - -ENCARNA.—Y que lo diga usté, señá Mauricia. - -VALENTINA.—Hoy es el día más feliz de nuestra vida. Vienen a pedir la -mano de esta... y el mes que viene las amonestaciones de ella y de Paco -y las de su padre y las mías. ¡Los dos matrimonios en un mes! - -SINFO.—¡Ole con ole!... Eso sí que se mojará a lo grande. - -VALENTINA.—Ni te ocupes. Ya conoces a Hilario que estornuda, le sale -bien y convida; conque por una cosa así, que es su felicidad, no -digamos. - -SINFO.—Sus merecéis el bien que _tenís_, hay que decirlo. - -SOLE.—Sí, señora; que han sío ustés mú regüenas páa tóo bicho viviente -que las ha arrodeao y eso tié su pago. (_Comiéndose un bollo._) - -VALENTINA.—Eso no; la suerte de cáa uno, hija. Que esto ha sío como -un sueño. Ya veis; hace dos años, aún vivíamos, yo, tan ajena con mi -marido, y mi hermana casá con el padre de ésta; pos en menos que se -dice, faltó mi marido, murió mi hermana, quedó mi cuñao solo con la -chica, me hizo de venir a cuidarla, las dos nos encargamos de esto, él -se fué a su negocio del merendero páa no dar que decir, y pasao el -luto lo que estaba de Dios: esta se va a casar con el hombre que quiere -y su padre y yo, pues... ¡capicúa! - -SOLE.—Y tú estarás contenta, ¿verdá, Encarna? - -ENCARNA.—Contenta y más que contenta; contenta y recontenta, Sole. (_Se -abrazan con alegría._) - -SOLE.—La verdá es que tienes un cacho e novio que no cabe por ese -portalón. Es un rato de hombre. - -PELELE.—Y una celebridá, que no se os olvide. Que dentro de poco no -habrá en España un torero como Paco Cebrián, _Chico de las Peñuelas_, -porque tié unas agallas que pa él no hay toros grandes ni cornalones. A -ese le echan un pavo y se lo come. - -SOLE.—¡En veces, yo también! (_Ríen todos._) - -MAURICIA.—¿Y qué, el domingo dicen que alterna en Tetuán? - -VALENTINA.—Por primera vez, sí, señora. - -ENCARNA.—¡Ay, si queda bien, qué gusto! - -VALENTINA.—Mialá, de pensarlo, se ríe hasta con las orejas. - -ENCARNA.—¡La alegría que tengo! Que quiero, que me quieren, que te veo -a ti contenta, a mi padre satisfecho y que hoy por hoy no me cambiaría -ni por una marquesa. (_Ríe y palmotea._) - -SOLE.—Ni aunque te diesen prima, miá esta. - -ENCARNA.—Y vaya, vengan ustés pa dentro que les quió enseñar la ropa -blanca que me trajo ayer la bordadora. Un primor. - -VALENTINA.—Veréis qué seis enaguas; a la que pueda ser más bonita. - -TODOS.—Vamos, vamos. (_Vanse segunda izquierda. Sole queda la última._) - -SOLE.—Me gusta a mí más ver ropa interior de novios y novias... porque -claro, paece que una se anima y... - -JOSEFA (_Deteniéndola._)—¿Ande vas tú? (_Haciéndola retroceder de un -tirón de la falda y avanzando ambas al proscenio._) - - -ESCENA III - -JOSEFA _y_ SOLE - -SOLE.—A ver la ropa blanca que dice que la... - -JOSEFA.—Anda a lavar si no quiés que te arranque ese pelote que tienes, -so pispajo, fea, gandula... (_Amenazándola._) - -SOLE.—Pero señora... (_Retrocediendo._) - -JOSEFA.—¡Tú que tiés que ver náa de nadie!... - -SOLE.—Pero si es que m’han dicho que... - -JOSEFA.—Anda páa alante que en tóo me tiés que contradecir, mala -pécora, tunanta... (_Haciéndola retroceder a empujones._) - -SOLE.—Pero señor, pero hija, pero yo no sé qué la pasa a usté, que -cuanta más alegría tien los demás más fiera se pone usté, ¡caray! - -JOSEFA.—¡Fiera!... Cállate si no quiés que te retuerza la lengua, -indina, arrastrá... (_La pellizca._) - -SOLE (_Huyendo._)—¡Ay, por Dios, madre!... ¡Vamos, hombre!... -(_Frotándose el brazo pellizcado._) - -JOSEFA.—Que no te gozas si no me ves rabiando. ¡Que yo no debía vivir! -¡¡No debía vivir!! - -SOLE.—Ni beber, créame usté. - -JOSEFA.—Pué que te figures que es el vino. - -SOLE.—¿Es el aguardiente? - -JOSEFA.—Es el veneno que tengo aquí que me repudre de ver lo que estoy -viendo, que quisiá quedarme ciega pa no verlo... ¡ciega! - -SOLE.—¡Ya estamos con lo de siempre! (_Chillando._) - -JOSEFA (_Furiosa._)—No chilles. - -SOLE.—Pero ¿qué está usté viendo, vamos a ver?... ¿Que son felices? -Pues déjelas usté. - -JOSEFA.—Pues no me da la gana. No quiero, no quiero y no quiero, que -esto es un asco de farsa. Unos granujas y una tía hambrona engañando -entre tóos a un tío baboso... ¡maldita sea! ¿Y pa qué ha sío una buena -en este mundo? Pa tener este pago y verse arrastrá como una esclava y -ver que otros triunfan, y ver que otros se van a llevar lo que una... -¡Miá si no ardiese la casa y nos consumiese a tóos! - -SOLE.—Amos, hija, madre... amos, cállese usté, que me da usté miedo. -Pero, ¿por qué les tié usté ese odio, señor? - -JOSEFA.—Porque son unas asquerosas. - -SOLE.—Total, ¿qué nos han hecho aquí? Pos llenarnos la andorguita la -mar de veces; que si no hubiá sido por esta casa, ¿qué hubiésemos -comido la metá e los días? Pos aleluyas al _gratín_ y pan de _no hay_. - -JOSEFA.—Pero lo han hecho pa rebajarte, pa humillarte, pa tenerte bajo -el zapato. (_Reconcentrado._) - -SOLE (_Imitándola._)—Lo habrán hecho pa lo que haigan querido, pero yo -he aumentao cinco kilos; que antes paecía que llevaba las carnes en un -pellejo prestao y ahora no se me pué coger un pellizco. Al menos eso -dicen tóos los que me lo... (_Golpeándose los labios._) digo, ay... - -JOSEFA (_Interrumpiéndola bruscamente._)—Lo que eres tú, eres un peazo -e carne con ojos, que ni sientes ni padeces ni vales pa na; pero yo veo -el mundo, y esta casa y tóo esto podía ser mío, mío... ¡nuestro! - -SOLE.—Pero, ¿qué iba a ser nuestro? Ganas... - -JOSEFA.—¿Tú qué sabes? - -SOLE.—Pero si el señor Hilario no le ha hecho a usté en jamás ni -mención de na. - -JOSEFA.—Porque se entremetió esa golfa de la Valentina, que ha sío más -lagarta que una... y me engatusó a ese tío lila... Pero déjate, que -poco lo va a gozar, muy poco. ¡Por estas! (_Cruza los dedos. Llora._) - -SOLE.—Amos, madre, no se ponga usté así. ¡Miá que hasta llorar, hombre! -Después de tóo, ¿qué le vamos a hacer? ¿Que son felices? Que Dios se -lo habrá dao. ¿Que tienen hombres que las quieran? Pa eso son guapas. -Misté, a mí no me da envidia de la Encarna. ¿Que ella es más güena moza -que yo? Güeno, pero yo llego donde ella llegue. ¿Que no llego de mi -natural? Me aupo. Tóo tié remedio. Después de tóo, yo tengo visto que -en este mundo con una mijita de labia y un poquito de paripé, rubias, -morenas, altas, bajas, guapas, feas... tóo se despacha. - -JOSEFA.—¡Quítate d’ahí, cacho prima! - -SOLE.—Que sí, señora, ¿pa qué envidiar a nadie? Yo, con tener salú, un -río con agua clara, ropita que lavar, puños pa dar jabón, un cacho de -novio y boca pa cantar, pos no me cambio ni por la reina de España; -porque ¿qué tié la reina, corona? Pos me pongo yo dos claveles en el -pelo, salgo a la calle andando así (_Anda contoneándose._) y me saludan -hasta los alabarderos. (_Pasando a la izquierda._) - -JOSEFA (_Dándole un manotazo._)—¡Alabarderos! ¡Maldita sea tu estampa! -(_La zarandea._) - -SOLE.—¡Pero madre! - -JOSEFA.—¡Que la ves a una repudriéndose y llorando y encima te vienes -con chacharramanchas! - -SOLE.—Pero, señor, ¡encima que lo hago pa aplacarla!... - -JOSEFA.—¡Vete de aquí o te esgarro! (_Amenazándola._) - -SOLE.—¡Dios mío, pero por qué dará tanta pena la alegría de otro! ¡Miá -que es castigo! (_Vase, atravesando el foro de izquierda a derecha, al -tendedero, refunfuñando._) - -JOSEFA.—¡La alegría de otro! ¿Y qué le ha importao la mía a esa golfa? -(_Se oyen voces y risas dentro._) Yo que había soñao con ser el ama, -verla a ella feliz, rica, valiendo una cincuenta mil veces más... ¡Pues -no! ¡Sí, reiros, reiros! ¿Veis estas lágrimas? Pos más amargas las -tenéis que llorar. (_Vase foro izquierda._) - - -ESCENA IV - -VALENTINA, ENCARNA, SINFO, SEÑÁ MAURICIA _y_ TÍO PELELE _de la segunda -izquierda_ - -SINFO.—Bueno, esa camisa del canesú a ondas, esa paece que no l’han -tocao manos. - -MAURICIA.—Pos ¿y el cubrecorsé rosa? - -VALENTINA.—¿Os ha gustao? - -PELELE.—Lo que yo digo es que debe dar lástima ponerse una ropa con -tanto lazo pa tan poco público. (_Ríen._) - -VALENTINA.—Es mu requetebonito todo. - -ENCARNA.—Como dirigido por ti. - -SINFO.—A mí lo que me ha vuelto loca es el juego de novia. - -PELELE.—¡Qué juego! (_Con admiración._) - -SINFO.—¿Le ha gustao a usté? - -PELELE.—Como que es un juego pa hacer las diez de últimas. - -MAURICIA.—En fin, chicas, yo me voy al tendedero, que con estas y las -otras aún tengo dos sacas en las cuerdas. ¿Me ayudas, Pelele? - -PELELE.—Pa luego es tarde. - -ENCARNA.—Y yo echo una mano, ande; y así se recoge en cinco minutos. -(_Vanse los tres al tendedero. Encarna, al tiempo de hacer mutis, hace -una caricia a Valentina._) - - -ESCENA V - -VALENTINA _y_ SINFO - -SINFO.—Se ve que te quiere mucho. - -VALENTINA.—¿Quién, la Encarna? Y yo a ella. Si eso es un ángel. Tan -buena como su padre. - -SINFO.—Y oye, a propósito, ¿ande iría el señor Hilario esta mañana a -las siete, que le vi tan majo Cuesta e San Vicente arriba? - -VALENTINA.—Qué sé yo, mujer. Y no creas, que la salidita esa me tié -intrigá. - -SINFO.—¿Por qué? - -VALENTINA.—Pues que no ha habío forma de que me dijese ande se -marchaba. - - -ESCENA VI - -DICHOS, SEÑOR HILARIO, AQUILINO (_Guardia municipal_), COSME, SEÑOR -CECILIO _y_ CINCO MURGUISTAS - -HILARIO (_Se asoma con cuidado por la puerta y da dos golpecitos en el -suelo con el bastón._)—Valentina. - -VALENTINA.—¡Ay, hijo, qué susto! (_Retroceden hacia la derecha._) - -SINFO.—Miá si antes le nombramos. - -HILARIO (_En voz baja._)—¿Y la chica? - -VALENTINA.—En el tendedero. - -HILARIO.—Me alegro. - -VALENTINA.—Pero, ¿qué pasa? - -HILARIO (_Imponiendo silencio._)—Chist... (_A alguien que le sigue._) -Introducirse, patrulla. (_Entran los murguistas con sus instrumentos -y Aquilino y Cosme con una caja, un lío de ropa al parecer y otros -paquetes._) De puntillas, virtuosos. - -SINFO.—¡Qué comitiva! - -VALENTINA.—Oye, ¿pero traes charanga? - -HILARIO.—Cinco _Bentovenes_ y este Puchini. (_Por el señor Cecilio._) - -VALENTINA (_A Aquilino, que está a su lado._)—Y usté, ¿qué lleva aquí? - -AQUILINO.—Fuegos artificiales, faroles a la veneciana y cadeneta -tricolor. - -VALENTINA.—Pero, ¿qué preparas? - -SINFO.—Alguna de las suyas. - -HILARIO.—Chist... ya lo sabrás todo. Usté, señor Cecilio y sus -diznos... (_A Aquilino._) ¿cómo les llamaríamos a los de la banda? - -AQUILINO.—Bandoleros. - -HILARIO.—Y sus diznos bandoleros, introdúzcanmese en ese gabinete, -que ahora les será remitido bajo sobre un frasco de vino pa que vayan -tomando bríos. - -CECILIO.—Usté mándenos vino, que ya verá usté cómo soplamos. - -HILARIO (_Indicándoles la habitación._)—Pa adentro. - -CECILIO.—Y pa afuera. - -HILARIO.—Bueno, ahora pa adentro. (_Los encierra en la primera -izquierda._) - -VALENTINA.—Pero Hilario... pero ¿qué es este misterio, si pué saberse? - -HILARIO.—¡Chits! Valentina, al verme venir con el señor Cosme Pedrajas, -más conocido por Tarángano... - -COSME.—Campeón del mundo en el chascarrillo baturro, pa servir a usté. - -HILARIO.—Y con el probo urbano señor Aquilino Larrea... - -AQUILINO.—Cuyo lema es: “Allá donde fueres, ríete lo que pudieres.” - -HILARIO.—Habrás comprendido que el programa de festejos que nos traemos -compite vitoriosamente con el de la atracción pa forasteros. - -VALENTINA.—Bueno; pero si lo que yo no me explico... - -HILARIO.—Paso a aclararte... Tú sabes, Valentina, que Paco Cebrián, -_Chico de las Peñuelas_, hoy por hoy la única esperanza seria del arte -taurómaca nacional e hijo del antiguo y afamao picador de toros señor -Bernabé Cebrián, _Tomates_, va a contraer matrimonio canónigo con mi -hija Encarna, que, a medias contigo, es la reina de mi corazón. - -COSME.—Elocuente. - -AQUILINO.—Conmovedor. - -HILARIO.—Pues bien, como ahora mismo vendrán Paco y su padre a pedirme -la mano de la chica, quiero solenizar este día regalándole a él el -capote de paseo que ha de lucir el domingo en Tetuán y a ella el mantón -de Manila con que ha de concurrir a dicha fiesta; prendas que te -serán exhibidas _iso fazto_ por los pollos que al margen se expresan. -Desenvolvan. (_Cosme enseña el mantón y Aquilino el capote._) - -VALENTINA.—¡Qué preciosidad! - -SINFO.—¡Jesús, qué hermosura! - -HILARIO.—¿Te gustan? - -VALENTINA.—Un encanto. ¡Y no me habías dicho na, so arrastrao! - -HILARIO.—Quería sosprenderos. Y ahora comprenderás también que lo de la -murga tiene por ojeto amenizar el azto de la entrega de estas prendas -a los agraciaos; azto que quiero que se verifique con la solemnidaz de -_rública_. - -VALENTINA.—Te he cogío la idea. Entrega, bailoteo, un arroz, mucha -gente, cohetes, música, ecétera, ecétera. - -AQUILINO.—El ecétera de González Byas y en grandes proporciones, si pué -ser. - -HILARIO.—Me has calcao el pograma, reina. (_La abraza._) - -VALENTINA.—Descuida. Voy a convidar a media vecindaz. - -SINFO.—Verá usté qué festival organizamos. - -ENCARNA (_Dentro._)—Padre... padre... - -HILARIO.—Repeine, la chica. Esconde eso. - -VALENTINA.—Hasta luego. Vamos. (_Se llevan capote y mantón segunda -izquierda._) - - -ESCENA VII - -HILARIO, AQUILINO, COSME _y_ ENCARNA, _del foro izquierda_ - -ENCARNA (_Jadeante y contenta._)—Padre, padre... - -HILARIO.—¿Qué pasa, chiquilla? - -ENCARNA.—Que ya... que ya vienen por allá abajo Paco y el señor Bernabé. - -HILARIO.—¡Pero qué nerviosa, hija, y qué coloraíta te has puesto! De -que ves a ese melón, cerezas. - -ENCARNA (_Ruborosa._)—¡Amos no me sofoque usté, padre! Y a tóo esto, -¿cómo están ustés? - -AQUILINO.—Pa que nos revoquen, pero gozando de verte dichosa. (_Sube al -fondo._) - -COSME (_Le da la mano._)—Corroboro. - -ENCARNA.—Muchas gracias. - -COSME.—Conque a pedir tu manita, ¿eh? - -ENCARNA.—Sí, señor. Ya están ahí. Voy a arreglarme un poco. (_Vase -segunda izquierda._) - -AQUILINO (_Desde la puerta._)—¡Camará, vienen el padre y el hijo que -echan humo de elegancia! - - -ESCENA VIII - -HILARIO, AQUILINO, COSME, BERNABÉ _y_ PACO, _del foro izquierda_ - -BERNABÉ (_Desde la puerta, quitándose el sombrero._)—Viva cuarenta mil -años tóo lo que se acobija en este distinguido lavadero. - -HILARIO.—Y tú que lo veas, so tumbón. - -BERNABÉ.—¡Hilario! (_Avanzando._) - -HILARIO.—¡Bernabé! (_Se abrazan._) - -BERNABÉ (_Estrechándoles la mano._)—Adiós, Cosme... ¡Hola, munícipe! - -AQUILINO.—Salú, varilarguero. - -COSME.—¿Y el chico? - -PACO (_Que aparece en la puerta y sin avanzar._)—¡Señores, jovialidá y -metálico! (_Quedan unos cuantos chicos y chicas, que le han seguido, a -la puerta del lavadero._) - -BERNABÉ.—Ahí tenéis a esa aureola de la coleta. - -HILARIO.—Pasa fenómeno. - -BERNABÉ.—No le llames fenómeno, por tu salú, que eso ya está mu -desacreditao. Llámale compendio, estrépito, arrebato, ocecación... Lo -que te dé la gana, que de todo tiene. - -PACO.—Amos, padre, no me floree usté, que m’azaro. - -BERNABÉ.—¿Que s’azara? Un hombre como un hastial, más guapo que yo, -si cabe, astro naciente de la tauromaquia triunfante y más corto que -un cablegrama... Pasa, derrumbamiento taurómaca... (_Le hace entrar -empujándole._) - -PACO (_Con modestia._)—Ceguera paterna. Ustés le desimulen. (_Dándoles -la mano._) Padrino, señores... (_Se saludan._) - -BERNABÉ (_A los chicos de la puerta._)—¡Amos, niños! ¿Pero es que no -habéis visto nunca una celebridá, hombre? Largarse d’aquí. - -PACO.—Na, que salgo y un hormiguero de almiradores en mi pos. -(_Aquilino sube y hace intención de sacar el sable; los chicos vanse -corriendo._) - -HILARIO.—Eso es la popularidaz. - -PACO.—La popularidaz y la silueta. - -BERNABÉ.—Ven que te vean. (_A Hilario._) Qué, ¿te gusta la -presentación? (_Queda en el centro; a su izquierda Paco e Hilario._) - -HILARIO.—De primera. Vitola de matador de cinco mil. No le falta -detalle. Roten, dije, habano... - -PACO.—El sombrero es lo último. Cordobés; copa lisa, ala plana, tono -plomo, y por dentro forro verde, Cabestreros, 18, Sombrerería, y un -escudito que dice _Omni soit qui mal y pense_, que debe ser una cosa -pal dolor de cabeza. (_Se lo pone._) - -AQUILINO.—Y buen ternito, mi amigo. - -BERNABÉ (_Señalando a Hilario._)—Regalo de éste. - -COSME.—Y te cae de primera. ¡Vaya un sastre! - -PACO.—Sastre y que tengo un cuerpo que no debía decirlo; pero a mí, por -no sentarme mal, ni los calamares en tinta. - -BERNABÉ.—Hemos elegido el tono chocolate. No sé si te gustará. - -HILARIO.—Es muy señorito. - -PACO.—Señorito, y que como usté dijo que fuese un traje pa por las -mañanas, pues yo dije: pues pa por las mañanas, chocolate... Es sufrido -y alegre. (_Da unos pasos._) - -BERNABÉ.—¡Ahí mi niño! ¡Qué suerte tién las mujeres! ¡Maldita sea! - -COSME.—Cómo se nos cae la baba, amigo. - -BERNABÉ.—Si no tengo otra cosa en el mundo. Es mi ceguera, mi -chifladura, mi esperanza... mi tóo... ¡Y es que lo vale! No es porque -sea mi hijo. - -PACO.—Bueno, y sabrán ustés que al remate el domingo se ciñe la mona -aquí el tumbonazo este. (_Dando un golpe cariñoso a su padre._) - -HILARIO.—¡Hola! ¿Te has decidío al fin? - -BERNABÉ.—Sí, la verdá. Quiero picar yo el primer toro que mate mi hijo -en los Madriles. - -COSME.—¡Ole por los buenos picadores! - -BERNABÉ.—Aunque estoy arrinconao, ya verán apretar en lo alto. - -AQUILINO.—Y qué, ¿hay esperanzas de quedar bien, pollo? - -PACO (_Riendo con cierto desdén._)—Padre, aquí el urbano pregunta que -si hay esperanzas. - -BERNABÉ (_Riendo._)—Ja, ja... Esperanzas y realidades y moños por el -suelo y coletas mutiladas... El día que este espanto taurino despliegue -el capote en el ruedo de Madrid, con las plumas de los _Gallos_ se hace -una almohada. - -PACO.—Y con la asaúra de Belmonte un _endreón_. - -BERNABÉ.—Doy fe. - -PACO.—Y estará feo que yo lo diga. - -BERNABÉ.—A ti no te está feo na. (_Convencido._) - -PACO.—Ya lo sé. Es un decir. ¿Pero cuáles son las tres promesas del -porvenir aztual taurino? Examinemos: Antonio Rioja _El Confeti_. ¿Me -pué hacer a mí sombra _El Confeti_? - -BERNABÉ.—Muy poquita. - -PACO.—Descontao. Casildo Peña _Sorbete_. - -HILARIO.—Hombre, ese es un torero concienzudo. - -PACO.—Es un torero concienzudo, pero frío; eso no me lo niega a mí -nadie. - -BERNABÉ.—Descuenta el _Sorbete_. - -PACO.—Descontao. Felipe Canales _Chaparrón_. ¿Estira los brazos como -yo? ¿Empapa como yo? - -BERNABÉ.—¡Qué va empapar el _Chaparrón_! - -PACO.—Descontao. - -BERNABÉ.—En cambio éste tiene de tóos los clásicos. - -PACO.—Soy un _puz purri_. - -BERNABÉ.—Es _Lagartijo_, por el estilo. - -PACO.—Mejorao. - -BERNABÉ.—_Frascuelo_, por la valentía. - -PACO.—_Cientuplicada_. - -BERNABÉ.—_Guerrita_, por la elegancia. - -PACO.—Que ya quisiera... - -BERNABÉ.—_Espartero_, por el valor. - -PACO.—Chsss... (_Gesto de resignación._) - -BERNABÉ.—_Gordito_ por la figura y _Carancha_ por el aire. - -PACO.—Hombre, padre, por el aire no quisiera yo parecerme a nadie. - -BERNABÉ.—No me refiero al _amosférico_. En fin, que sus diga Hilario la -tarde que le vió torear en Morata de Tajuña, ¿te acuerdas? - -HILARIO.—Y eso que aquella tarde no te acompañó la fortuna. - -PACO.—¡La Guardia civil! - -HILARIO.—En fin, lo que tú eres lo verá el domingo la afición. Conque -ahora a lo que estamos. - -BERNABÉ (_Adoptando un tono solemne._)—Pues a lo que estamos, Hilario, -es que vengo con toda solemnidá a solicitar de ti pa esa memez taurina -la mano de ese manojito de claveles que Dios te ha dao por vástaga. - -HILARIO.—Pues yo, al llegar este momento, que me emociona como na en el -mundo te digo que te doy la mano de mi hija y mi corazón y un abrazo. - -PACO.—Gracias, padrino. - -BERNABÉ.—¡Bendita sea tu alma buena! (_Se abrazan._) - -AQUILINO.—¡Qué trístico! - -COSME.—¡Patético! - -HILARIO.—Y ahora una sospresa que os preparo. - -BERNABÉ.—¿Qué sospresa? - -HILARIO.—Silencio. (_Coloca tres sillas a la derecha._) Siéntate aquí. -(_Le sienta en la del centro._) - -PACO.—¿Me van a afeitar? - -HILARIO (_A Bernabé._)—Tú a su diestra. Y vosotros venir conmigo. - -BERNABÉ.—Pero, ¿qué es esto? - - -ESCENA IX - -DICHOS _y todos los que se indican en la escena_ - -=Música= - - HILARIO - - Ha llegao el momento. - - (_Va a la puerta segunda izquierda._) - - Sal aquí, hija mía, - que Paco te espera; - que aguardamos tóos. - - (_Sale Encarna._) - - Que quiere tu padre - darte una alegría. - - (_La lleva donde está Paco._) - - Siéntate a su vera, - juntitos los dos. - - ENCARNA - - ¡Mi Paco! - - PACO (_Se levanta._) - - ¡Mi Encarna! - - BERNABÉ - - ¡Cachito de cielo! - - ENCARNA - - Pero, bueno, padre, - ¿qué piensa usté hacer? - - COSME - - Pues una película. - - BERNABÉ - - Cállese el agüelo. - - HILARIO (_A Paco._) - - Repara qué cromo - llevas por mujer. - - —— - - PACO - - Chula más barbiana - yo nunca la ví, - ni ha venío al mundo - otra más juncal, - desde Mataderos - hasta Chamberí, - bien por Hortaleza, - bien por Fuencarral. - Y ese cuerpecito - sólo es para mí, - porque me lo gano - con el corazón. - ¡Ay del que se atreva - a mirarte a ti - sin consentimiento - de este chulapón! - - —— - - ENCARNA - - Pues tú eres, Paco, el torero - en quien tu Encarna se mira. - - PACO - - Y tú eres, negra, la chula - por quien tu Paco suspira. - - LOS DOS - - Si no estuviera delante - toa la gente que hay aquí, - te diría, mi chulapo/a, - lo que siento yo por ti. - - —— - - HILARIO - - Atención. - Que ahora llegan los momentos - de mayor espeztación. - - TODOS - - ¡Qué emoción! - -=Hablado con música= - -HILARIO (_En la segunda izquierda._)—Valentina, venga pa alante la -cabalgata con toda su debida solemnidá. - -VALENTINA.—Allá vamos. Desenvaine, munícipe. Toque la música. - -AQUILINO.—Abran paso, que viene la fuerza armá. (_Van saliendo todos -en dos filas. Delante el municipal como despejando. Luego la charanga; -después dos lavanderitas con una caja descubierta, en la que llevan -un mantón de Manila; detrás otras tres mozas, una que lleva el capote -colgado de un palo y las otras dos que lo sostienen abierto por las -puntas. Detrás gente con faroles de colores, banderolas, botas de vino -colgadas en palos, etc., etc. Mucha alegría y animación. Josefa y Sole -salen por el fondo y se ponen a lavar._) - -CECILIO (_Al salir._)—Marcha torera original de Cecilio Azquerino -Bangüey, director de la Sinfónica Asqueriana de Cabestreros, que tiene -el honor de dedicársela al _Chico de las Peñuelas_ en el día de hoy -y personas que le acompañen. Titulao “Entra por derecho”. ¡A una, -profesores! (_Tocan. La comitiva desfila._) - - HILARIO (_Adelantando._) - - Este mantón, hija mía, - tu padre te lo regala - pa que te vistas de gala - la tarde de la corría. - Del palco en el antepecho - lo tiendes pa que él lo vea, - y de seguro torea - como en su vida lo ha hecho. - - ENCARNA - - Es precioso y tóo lleno de flores. - - TODAS - - En tu cara las tiés tú mejores. - - ENCARNA - - Cuántas veces con él soñé yo. - - BERNABÉ - - Pues, mujer, anda ya, póntelo. (_Se lo pone._) - - ENCARNA - - Con este mantón de flecos - todo llenito de flores, - iré yo a ver la corría - donde Paco hará primores. - Con él iré a la Paloma - pa unirme con el que quiero; - con él iré a las _kremeses_ - cogida de su bracero. - Que envuelta una madrileña - con sus flecos y sus flores - le parece hasta pequeña - la calle de Embajadores. - Y a los hombres que me miran - y cuando paso, suspiran, - voy diciendo sin querer: - “¡Pa mi novio yo he de ser!” - - TODOS - - Que envuelta una madrileña, - etc., etc. - - HILARIO (_Ofreciendo el capote a Paco._) - - Y toma tú, torerazo, - un capote de paseo. - Si no te parece feo, - dame después un abrazo. - Póntelo con chulería, - porque tengo yo el empeño - de que un diestro madrileño - venza a los de Andalucía. - - PACO - - ¡Ay, padrino, me deja usté helao! - - TODOS - - Qué capote que le ha regalao. - - PACO - - Con él puesto me haré una postal. - - BERNABÉ - - Póntelo, torerazo inmortal. (_Se lo pone._) - - ENCARNA - - Parece que ya le veo - ceñido y envuelto en él, - y sale a hacer el paseo - y es pequeño el redondel. - - TODOS - - Parece que ya le veo - ceñido y envuelto en él - y sale a hacer el paseo - y es pequeño el redondel, - etc., etc. - ¡Olé ya - por las chulapas de verdá! - Míralo, - que ni Belmonte le igualó. - ¡Lo digo yo! - -(_Voces, aplausos, alegría, algazara._) - -=Hablado= - -TODOS (_Con mucha alegría._)—¡Olé!... ¡bien!... ¡bravo!... (_Aplausos, -risas, algazara._) - -BERNABÉ.—¡Qué bueno eres, Hilario!... (_Con entusiasmo._) Déjame que te -incruste mi gratitú en una mejilla. (_Le da un beso. Todos ríen._) - -HILARIO (_Limpiándose la cara y rechazándole con cómica -indignación._)—Amos, tonto. - -BERNABÉ.—¡Que sí, señor; que esta felicidad, el pan, el porvenir, hasta -la ropa, tóo se lo debemos a este hombre! - -PACO (_Con entusiasmo abrazando a Encarna._)—¡Ay, señor Hilario, qué -favor me hizo usté a mí también, de acuerdo con su señora, el día que -se les ocurrió esta tontería! - -BERNABÉ (_A Valentina._)—¿Pues y tú?... Ven acá... Diosa del -Manzanares, que lo que has hecho tú por nosotros no te lo pago yo ni -andando a gatas. (_A Hilario._) ¿Me permites que la dé un abrazo? - -HILARIO.—Y cuarenta. - -VALENTINA.—Amos, no seas pegajoso. - -PACO (_Riendo._)—A ver si se va a enfadar el señor Hilario, padre. - -BERNABÉ.—¿Enfadao éste?... Dentro de un rato. - -PACO.—Tendría yo gana de verle a usté un día enfadao, hombre. - -HILARIO (_Riendo también._)—Pos mira, pué que me veas. Y que soy un -tigre cuando me enfado. - -VALENTINA.—Como que muerde. - -HILARIO (_Cariñosamente._)—A ti. - -SINFO.—¡Bueno, señores, a bailar, a bailar!... - -TODOS.—¡Eso, eso!... - -PACO.—Amos ahí fuera al aire libre. - -TODOS.—Sí, sí. - -HILARIO.—Señor Cecilio, toque usté lo que quieran. - -BERNABÉ (_A Valentina._)—Y tú y yo vamos a romper la marcha. Con tu -permiso. - -HILARIO.—Anda con ella. - -VALENTINA.—Doy dos vueltas y vengo por ti... que aquí el socio es la -fama en chotis. - -HILARIO.—Aquí t’aguardo. (_Van saliendo algunos por el tendedero._) - -PACO (_Subiendo con todos._)—¡Pero señá Josefa!... No había reparao. -Amos, suelte usté la pala y venga a divertirse. - -JOSEFA.—¿Y quién me va a lavar la ropa, el obispo? - -PACO.—¡El obispo!... ¡Tendría gracia el obispo dando jabón! (_Risas -generales._) - -ENCARNA.—Al menos deje usté a la Sole que venga. - -SOLE.—Sí, madre, déjeme usté que vaya a echar un tuesten. - -JOSEFA.—Si sueltas la pala, t’amargo. - -VALENTINA.—Dejarla, no la pague con la criatura. - -PACO.—Señora, es usté menos animada que un callejón sin salida. - -VALENTINA.—Y que lo jures. - -PACO.—¿Quién ustés que le haga un chiste lavandero? - -TODOS.—Sí, sí. - -PACO.—A esta mujer no hay quién la saque de pila. (_Muerto de risa por -su supuesta gracia._) ¡Ja, ja, ja! - -UNO.—¡Precioso! - -TODOS.—¡Muy bien, bravo! (_Hacen mutis por el tendedero._) - -SOLE.—Un día que están tóos tan contentos... - -JOSEFA.—¿Y qué tenemos nosotras que ver con la alegría de nadie? A -trabajar. (_Siguen lavando. Hilario, Aquilino y Cosme, al quedarse -solos se sientan alrededor de la mesa y se sirven unas copas de vino; -beben y fuman puros que les da Hilario. Se oye fuera la murga y jaleo -de baile bastante lejano para que no interrumpa el diálogo._) - -AQUILINO.—¡Qué feliz eres, Hilario! - -HILARIO.—No lo sabes bien, Aquilino. Tu pecho municipal y cariñoso -no pué abarcar esta felicidad que me embriaga. Porque veo a mi hija -dichosa; a la mujer que quiero, feliz; a mis amigos, contentos: oigo -esa música; ese barullo, que es como el ruido de esta alegría interior -que me corre por dentro y reflexiono y me digo: este bien que gozo es -el fruto de mi vida, de mis afanes; tóo ganao con lágrimas y con horas -de trabajo. ¡Qué mayor dicha pa un hombre de bien! ¡Bendito sea Dios -que me la concede! - -AQUILINO.—Porque te la mereces. - -COSME.—¡A tu salú! - -AQUILINO.—¡Vaya! - -HILARIO.—¡A la vuestra! (_Chocan las copas y beben._) - - -ESCENA X - -DICHOS _y_ DIMAS (_cartero_) _foro izquierda_ - -DIMAS.—Buenos días. - -HILARIO.—Hola, Dimas. - -COSME.—Hombre, el cartero. - -AQUILINO.—Adiós, paloma mensajera. - -HILARIO.—¿Un chupito? - -DIMAS.—Se acepta y se agradece, que ya va haciendo mucha calor. -(_Bebe._) - -JOSEFA (_A la chica._)—Ámonos. (_Mirando con temor al cartero._) - -SOLE.—Pero... - -JOSEFA.—Ámonos. (_Vanse foro izquierda._) - -HILARIO.—¿Y que te trae por este domicilio? - -DIMAS.—Que tié usté carta. (_Busca en el paquete._) - -HILARIO.—Hombre, ¿quién se acordará de mí? Toma la perra. (_Se levanta -para dársela._) - -DIMAS.—No paga, es del interior (_Se la da._) Vaya, hasta otra, -señores. (_Vase foro._) - -HILARIO.—Anda con Dios, hombre. ¿Quién me escribirá a mí del casco y a -esta casa? Oye, y es letra de máquina. - -AQUILINO.—Algún amigo. - -HILARIO.—Yo amigos con máquina... no m’acuerdo. Veamos. (_Se sienta, -rompe el sobre y empieza a leer. A poco palidece, se demuda, tiembla, -se levanta, se sienta, se pasa la mano por la cara con angustia._) - -AQUILINO (_Alarmado._)—¿Qué te pasa? - -COSME.—Oye, ¿pero qué tienes? (_Hilario se pone en pie._) - -HILARIO.—Dame un... dame un poco de agua, haz el favor. - -AQUILINO.—¡Pero te has quedao blanco! (_Hilario vuelve a leer._) - -COSME (_Muy alarmado._)—¿Qué te dicen? - -AQUILINO.—¿De quién es esa carta? - -HILARIO.—Pues esta carta... yo no... no sé... si... (_Vuelve a -mirarla._) esto no... ¡mi madre! (_Cae sentado._) no es carta, sabes; -es... - -AQUILINO.—¿No trae firma? - -HILARIO.—Ni fecha ni na. - -COSME.—¿Un anónimo? - -HILARIO.—Sí; un anónimo... una puñalá... (_con ira creciente._) Esto es -una infamia... pero, amos... pero me ha dejao que yo no sé qué tengo... -(_Se pasa la mano por la cara con angustia._) - -AQUILINO.—¿Pero qué dice? Venga ya, hombre. - -HILARIO.—Toma, lee... - -AQUILINO (_Lee._)—¡Recontra!... ¡oye! ¡mi madre! Bueno, esto es una -asquerosidad; de esto no hay que hacer caso. (_Con la carta hecha un -rebuño da un puñetazo sobre la mesa._) - -HILARIO.—No, sí, claro... pero cuando hay quien te diga esas cosas y -ves en lo que te dicen algo que... - -AQUILINO.—Oye tú, reponte, que te va a dar una alferecía. Miá cómo -tiembla. - -COSME.—¿Pero qué dice ese papel, releñe? ¡Leer alto! (_Cesa de tocar la -murga._) - -AQUILINO.—Casi na. Atiende. (_Lee._) “Amigo Hilario: Una persona que le -quiere bien...” - -COSME (_Torciendo la cabeza._)—Mal. - -AQUILINO.—“Aunque usté no se lo merece, le avisa de que la Valentina -que le pinta a usté otra cosa, porque vale pa ello, está liada...” - -COSME.—¡Rechufla! - -AQUILINO.—“Está liada desde antes de quedarse viuda de su primer -marido, u lo que fuese... con el señor Bernabé el picador, carne y uña -como usté recordará de aquel pobre hombre.” - -COSME.—¡La panocha! - -AQUILINO.—“Y de ahí el meter en su casa de usté al citao Bernabé, -así como al hijo que ha engatusao a la Encarna. Y van tóos a una a -comérsele a usté su honrao sudor. Reflexione en todo y no haga el -primo. Se lo avisa quien bien le quiere.” (_Vuelve a oirse la murga._) - -COSME.—¡Mi madre!... ¡pues es una misivita! - -HILARIO (_Saliendo de su profunda abstracción._)—¡Maldita sea! (_Con -amargura._)—¿Habré tenío yo una venda en los ojos, Aquilino?... ¿Habré -estao ciego? - -AQUILINO.—¡Por Dios, Hilario, no desbarres, que esto es una infamia! - -HILARIO.—¿Pero quién va a tener interés en hacerme peazos la felicidad -de esta forma tan cruel y en un día como el de hoy si yo no tengo -enemigos? - -COSME.—Eso no lo digas. Tóo el que es feliz los tiene, Hilario. - -AQUILINO.—Esto es de algún envidioso, estoy seguro, que la envidia es -lo más malo de este mundo. - -HILARIO.—¿Pero qué me van a envidiar a mí, Aquilino?... ¿Un peazo e -pan, un rincón de casa, una pizca e felicidá? - -AQUILINO.—El envidioso no repara en más o en menos... quitarte el bien -que tengas, poco o mucho, grande o chico. - -HILARIO.—No, Aquilino, no... No hay alma por negra que sea que se -atreva sin motivo a hacer una cosa como ésta, cincuenta veces peor que -un asesinato. (_Se levanta y va hacia la derecha._) - -AQUILINO.—Por Dios, Hilario, cálmate. (_Siguiéndole._) - -HILARIO.—Sí; quizás que habré estao ciego: que cuando quieres hay cosas -que las tiés delante de los ojos y no las ves hasta que te las dicen... -La Valentina me trajo aquí a Bernabé. Eso no puedo negarlo. - -AQUILINO.—¿Pero vas a dudar?... - -HILARIO.—No es que dude; es decir, las cosas como han pasao. Ella trajo -a ese hombre y ella arregló lo de los chicos, y tóo se le hace poco -pa esa gente, esta es la verdad... ¡maldita sea!... Y si esto es una -traición; si esto fuese una traición después de lo que yo he hecho por -ellos, os juro por la sangre que tengo... (_Amenazador avanza._) - -AQUILINO (_Conteniéndole._)—Hilario... amos, hombre, una meaja de -aplomo, que tú no pués partir de ligero. - -COSME (_Cortándole el paso._)—A más de que lo primero es cerciorarse, -por lo tanto, lo que te conviene es fingir y... - -HILARIO (_Vivamente._)—No, eso no... fingir no; no tengo carácter pa -ello. De que me serene pensaré lo que sea menester... pero por de -pronto, como tengo ya el corazón envenenao, me molesta esa música y esa -alegría y ese barullo, conque vete a decirles a tóos que se vayan. - -AQUILINO.—Pero, hombre, no comprendes... - -COSME.—Calla, ellos vienen. Aplomo, Hilario. (_Pasa al lado de -Aquilino._) - - -ESCENA XI - -DICHOS, VALENTINA _y_ BERNABÉ. _Del tendedero vienen riendo._ - -BERNABÉ (_Entrando._)—¡Ja, ja, ja!... Bueno, vais a hacernos el favor -de asomar las narices pa vernos bailar la machicha brasileña. - -VALENTINA (_Muy alegre._)—Nos hemos llevao la palma... que se pué -decir... Conque, pollo, andandito, que vengo por el chotis ofrecido. - -HILARIO (_Secamente._)—Gracias, no tengo gana de na. - -VALENTINA (_Fijándose en él y con asombro._)—Oye, ¿pero qué tienes? -Estás blanco como el papel. - -BERNABÉ (_Quedando repentinamente serio._)—Es verdá. ¿Qué te pasa, -Hilario? - -VALENTINA.—¿Te has puesto malo? (_Anhelante._) - -HILARIO.—No, no tengo na, gracias. (_La rechaza._) - -VALENTINA.—Pero esa voz... ese tono... ¿Qué ha pasao aquí? - -BERNABÉ.—Hilario, ¿has tenío algún disgusto? - -HILARIO.—He dicho bien claro que no tengo na. - -VALENTINA.—¿Pero qué ha sucedío?... ¡No estén ustés como dos pasmaos y -hablen por lo que sea!... - -AQUILINO.—Señora... - -VALENTINA.—¿Qué tienes, Hilario?... ¿qué tienes?... No me atormentes. - -BERNABÉ.—Desembucha ya, hombre, que nos tiés con el alma... - -HILARIO.—He dicho que no me pasa nada, sino que tóo tié su fin y esta -juerga es hora ya que se acabe. - -VALENTINA.—Está bien; pero cuando tóo el mundo, y tú el primero, -estábamos tan contentos, ¿qué motivos tienes pa que así de repente...? - -HILARIO.—Es mi voluntá. Llama a tóo el mundo y que se vayan. - -VALENTINA.—¿Pero es que yo no tengo derecho a saber...? - -HILARIO.—¡Tienes derecho! Pero una meaja de calma que ya hablaremos tú -y yo lo que sea menester hablar. - -VALENTINA.—Está bien. - -HILARIO.—Llama a mi hija. (_Valentina sube despacio hacia el fondo._) - -BERNABÉ.—Hilario, yo estoy que no sé lo que me pasa... Yo salía tan -contento y de pronto te veo de una forma que... y comprenderás que... -amos, que necesito una explicación, porque esto... - -HILARIO.—No tengo explicación que dar a nadie. Deseo quedarme solo con -los míos. Creo que tengo derecho a hacer lo que quiera en mi casa. - -BERNABÉ.—Sí, señor, tiés derecho a hacer lo que quieras en tu casa; -pero el que está en ella y no la ha agraviao, también tié derecho a -saber por qué se le echa. - -HILARIO.—Yo no te echo. - -BERNABÉ.—No me dices que me vaya, pero me señalas la puerta, conque -verde y con asas... Y yo no salgo de aquí sin una explicación, Hilario. - -HILARIO (_Agresivo._)—Y a mí no me paece este el momento de dártela, -¿qué hay? - -VALENTINA.—¡Por Dios! (_Le contienen entre los tres._) - -BERNABÉ (_Con fría calma._)—Nada, nada. No te acalores. Me has hecho -mucho bien para que me se olvide en cinco minutos. No sé qué es esto: -algo pasa y algo muy grave. Tú me lo dirás hoy, mañana, cuando sea. -Pero escucha, Hilario: hoy, mañana, cuando sea, yo no te daré más que -una respuesta, una... Que si me hacen a cachitos el corazón, aquí -dentro no encontrarán más que lealtad y gratitú pa esta casa. Y ahora -me voy por mi hijo. - - -ESCENA XII - -DICHOS, PACO, ENCARNA, SEÑOR CECILIO, _los_ MURGUISTAS, LAVANDERAS, -VECINAS, VECINOS, TODOS. JOSEFA _y_ SOLE _vuelven a salir colocándose -en su puesto en la pila_. _Paco y Encarna salen delante riendo y -bromeando_. - -PACO.—Padre, salimos con murga y tóo, porque queremos que vean ustés -bailar al tío Pelele el... (_Viene con Encarna a primer término -derecha._) - -BERNABÉ (_Gravemente._)—Cállate, Paco. - -PACO (_Con asombro._)—¿Qué? - -BERNABÉ.—Paco. - -PACO.—¿Qué pasa? (_Mirándolos a todos._) ¡Oye, pero qué caras!... (_La -gente queda parada en segundo término al fondo._) - -ENCARNA.—Es verdá. ¿Qué sucede? ¿Qué es esto? ¡Tóos tan serios!... - -PACO (_Riendo locamente._)—¡Ja, ja, ja!... Calla, que ya caigo. ¡Tié -gracia! Como antes le he dicho a tu padre que tenía gana de verlo -serio, pues nos han preparao esa guasa para... ¡ja, ja, ja! - -ENCARNA.—Es verdá... ¡ja, ja, ja! y qué bien lo hacen. - -PACO (_Cariñosamente._)—Y miá cómo s’han quedao, paecen unas feguras de -celuloide. - -BERNABÉ (_Muy serio._)—Paco, que no es chufla. - -PACO.—Quíte usté d’ahí, so cómplice. Y miá el municipal; paece la -careta de Dato... ja, ja, ja. (_Ríe._) - -BERNABÉ.—Paco, por la memoria de tu madre, que es en serio. - -PACO (_Aterrado._)—¿Qué? - -BERNABÉ.—Que es en serio, por tu salú. - -PACO.—¡Rediez! - -ENCARNA (_Temblorosa._)—¿Pero es verdá? - -BERNABÉ.—Coge el sombrero y el bastón. - -PACO.—¿Pa qué? - -BERNABÉ.—Coge el sombrero y el bastón, que nos vamos. - -PACO.—¿A dónde? - -BERNABÉ.—A la calle. - -PACO.—¿Pero y el arroz? - -BERNABÉ.—Se nos ha pegao. (_Paco coge su sombrero y su bastón._) - -ENCARNA.—¿Pero qué dicen?... ¿pero es de veras esto, Valentina? (_Yendo -a su lado._) - -HILARIO (_Atrayéndola hacia sí._)—Es de veras. Tú, aquí, conmigo. -(_A todos._) Y ustés, señores, esto se ha arrematao; gracias por tóo -y hasta otra. (_Se van marchando todos poco a poco y en silencio, -quedando en las puertas sin desaparecer._) Señor Cecilio, puén ustés -retirarse. - -CECILIO.—¿Repito el pasacalle pal desfile? - -AQUILINO.—Desfile sin repetir na, haga el osequio. (_Vánse los -murguistas. Josefa y Sole vuelven a ponerse a lavar, en silencio, sin -ruido._) - -PACO.—Pero padre, ¿qué es esto?... ¿por qué nos vamos? ¿por qué nos -echan? - -BERNABÉ.—No te lo puedo decir. - -PACO.—¿Pero es que le he faltao yo a alguien en algo? Al que le haiga -yo faltao en algo, que lo diga. (_A Hilario._) ¿Le he faltao yo a usté? -(_Pasando a su lado._) - -HILARIO (_Con desabrimiento._)—A mí no. - -PACO.—¿A quién le he faltao yo?... Señor Aquilino, usté que es -autoridá, ¿le he faltao yo a usté en algo? - -BERNABÉ.—Tú no has faltao a nadie, hijo mío. - -PACO.—Entonces ha sío usté... porque de no haber sido yo, tié usté que -haber sido... - -BERNABÉ.—¿Pero es que dudas de mí? - -PACO.—¿Qué ha hecho usté pa que nos echen?... ¿qué ha hecho usté pa -destrozarme la felicidad? ¿qué ha hecho usté, padre? - -BERNABÉ.—¿Que qué he hecho yo?... Quererte con toa mi alma, y cuando -nos creíamos más dichosos, salgo y me dicen que nos vayamos; pido -explicaciones y no me las dan y quiero exigirlas porque me sobran -agallas, pero me acuerdo que hasta la ropa que llevas se la debemos a -este hombre y me repudro y me achanto y me voy a la calle. No puedo -hacer más, es decir, no puedo hacer menos. ¡Vámonos, hijo! (_Coge su -sombrero._) - -PACO.—¿Pero es que llora usté?... Caray, porque eso no. Que antes de -que se le caiga a usté una lágrima, me desnudo yo aquí mismo y dejo la -ropa y el corazón y lo que sea menester dejar. - -BERNABÉ.—Ámonos. - -PACO.—Sí, señor. - -ENCARNA.—¡Paco!... (_Suplicante._) - -PACO.—Es la primera vez que le veo llorar y mi padre no... ¡A la calle! - -BERNABÉ.—Y coste que me voy con la frente muy alta. - -PACO.—Y si quié usté, pa que la lleve más alta le saco yo a usté en -brazos. - -BERNABÉ.—Quedar con Dios. - -PACO.—Buenos días. (_Vanse abrazados foro izquierda._) - -ENCARNA.—¿Pero qué es esto, padre, hable usté?... Si estoy que me -muero... Si esto no pué ser... tanta felicidá y de repente... ¿qué ha -pasao por esta casa, Valentina, qué ha pasao? (_Yendo a su lado._) - -VALENTINA.—¡Yo no lo sé, Encarna, no lo sé; estoy como loca!... pero me -da el corazón que por esta casa... ¡por esta casa ha pasao la envidia! - -ENCARNA (_Aterrada._)—¡La envidia! - -SOLE (_Aterrada._)—¡Madre! - -JOSEFA.—¡Silencio! (_Cuadro._) (_Telón rápido._) - -=Intermedio musical.= - -=Mutación= - - - - -CUADRO SEGUNDO - - - Gabinete humildísimo en casa del señor Bernabé. - - En la pared del foro dos balconcitos con puertas vidrieras y - cortinas por dentro. A la izquierda la puerta de entrada al piso - con mirilla, cerradura y llamador de hierro que sonará cuando se - indique. - - En los laterales derecha dos puertas que dan acceso a habitaciones - interiores. Entre ambas, una silla con el chaleco, chaquetilla, - montera y capote de paseo de Paco. - - Mobiliario: un sofá foro izquierda y unas cuantas sillas de anea. - Una cómoda vieja entre los dos balcones y sobre ella varios - retratos deslucidos. En la pared una cabeza de toro disecada. - Números de «La Lidia» pegados por distintos sitios. - - En el centro de la habitación hacia la izquierda una camilla con un - tapete de hule. Encima una botella de barro y un vaso. Es de día. - - -ESCENA PRIMERA - -_La_ RITA. _El_ TÍO PELELE. - -_Al levantarse el telón nadie en escena. Sale Rita segunda derecha, -con un lío de capotes y dos estoques de matar, que deja sobre el sofá. -Llaman a la puerta._ - -RITA.—Ya voy, ya voy. (_Abre._) Alante. - -PELELE (_Con traje de fiesta._)—Buenas las tenga usté, señá Rita. - -RITA (_De mal talante._)—Regulares las quisiera, hijo. - -PELELE (_Quitándose el sombrero._)—Yo, como es la costumbre... ¿Y su -hermano de usté y su sobrino? - -RITA.—Ahí están, empezando a vestirse pa la corrida. - -PELELE.—Pos un servidor, como le ofrecí a Paco de hacerle de mozo de -estoques, pos venía pa ello. - -RITA.—¡Usté de mozo!... Bueno, asiéntese usté. (_Le da una silla._) - -PELELE.—S’agradece. (_Se sienta a la izquierda de la camilla. Con gran -interés y bajando un poco la voz._) ¿Y qué, los ánimos andarán mu -caídos por esta casa? - -RITA.—Ni quiá usté saber; con eso de no haber sabío de la Encarna en -tres días que van del desgusto, pos el chico está que su alma se la -arrancan. (_Queda de pie a la derecha._) - -PELELE.—¡Con tantas ilusiones y tóo pol suelo en media hora! - -RITA.—Un asco de mundo. ¡Pos la señá Valentina, la pobre, también -estará pa que la pidan una fábula! - -PELELE.—¿La señá Valentina?... Más serena que usté y que yo. ¡Eso es -una mujer! Del _seso_ femenino no se encorambra con más agallas. - -RITA.—¿Pero no se l’ha venío el mundo encima? - -PELELE.—Se le ha venío el mundo encima, pero ella lo ha apartao y ha -seguido pa alante. Amos, eso hay que verlo. Misté, de que supo por -boca del mismo señor Hilario que estaba acusá de mantener relaciones -_inlícitas_ con su hermano de usté, que fué y no le dijo más que esta -cosa lacónica: “Ah, ¿pero era eso?—Eso.—¿Y has dudao de mí?—Y dudo”, le -refutó él. Y fué ella, se quedó un poco amarilla, levantó así la cabeza -con orgullo, miró al señor Hilario de hito en hito, prorrumpió en una -carcajada consistente en ¡ja, ja, ja! agarró sus cuatro trapitos y echó -a andar calle alante, tranquila y serena. - -RITA.—Amos, miá que ese tío está loco. ¡Dejarse marchar a una mujer -como la Valentina! - -PELELE (_Dando un puñetazo en la mesa y poniéndose de pie._)—Y quedarse -con la perra de la Josefa, que dende el desgusto es la que lleva el -remo de la casa. Y pa mí que ella es la del anónimo... y la causanta -de tóo... - -RITA.—Pero qué me va usté a contar, hijo, si la tengo conocida de -chica, que íbamos juntas a la escuela y siempre estaba castigá de -envidiosa que era. Que, vamos, un día—pa que se vea lo que son las -presonas,—fué y tenía yo una berruga aquí, mal señalao, (_En la -mejilla._) que decían tóos que me hacía muchisma gracia, y fué ella -y pa que no la tuviese, me la quemó con una cosa negra que le dicen -nitrato, que me hizo de ver las estrellas; que yo no la he vuelto a -tratar en mi vida desde entonces. - -PELELE.—Pero señora, si su segundo marido tuvo que retirarse de con -ella y se fué a Buenos Aires por no matarla. Y su primer marido no -digamos, que ahí lo tié usté vivo y sano, que es el señor Antonio el -cañamonero, que cuando habla de ella hay que taparse los oídos con -hidrófilo. - -RITA.—Pero oiga usté, ¿cuántos maridos le viven? - -PELELE.—Bueno, digo maridos, porque de alguna manera hay que llamarle -en sociedad a cierta clase de ñudos. - -RITA.—Sí, ñudos, ñudos... corredizos. (_Llaman._) - -PELELE.—¿Quién será? - -RITA.—Voy a ver. (_Abre._) - - -ESCENA II - -DICHOS, SEÑOR TOBÍAS. _Es un tipo de tabernero rico, vestido de fiesta. -Cadena de oro muy gruesa, sombrero ancho, puro en la boca y un palasán -muy gordo, con bola de hierro._ - -RITA.—Pasa, Tobías. - -TOBÍAS (_Entra y da un golpe en el suelo con el bastón._)—¡La panocha, -qué cochino mundo! Amos, que si no lo viese uno... - -RITA.—¿Qué te pasa? - -TOBÍAS.—Dile a Bernabé que salga, maldita sea la liendre, que un -asesinato de esa forma no lo consiente mi cuerpo. - -RITA.—¿Pero qué estás diciendo? - -TOBÍAS.—Que a ese tío le pego yo un tiro en la sien, apuntarlo. Que -cuando se es amigo de un diestro se es amigo y no se debe consentir que -se le menoscabe ni se le atropelle. - -RITA.—Bueno, pero... - -TOBÍAS.—¡Ladrones!... ¡Qué proceder con un debutante! Ahora, que no se -han fijao en mi punto de apoyo y yo escalabro a uno. (_Mirando a la -garrota._) Hoy ejerces. - -RITA.—Pero... - -TOBÍAS.—Que salga tu hermanito, hale... - -RITA.—Es que está en calzoncillos. - -TOBÍAS.—Mejor. Pa lo que le voy a decir, sobra; porque Paco no torea -esta tarde. Eso firmao. - -RITA.—¿Qué dices? - -TOBÍAS.—Lo dicho. Hale, que es urgente. - -RITA.—Voy, voy. (_Vase primera derecha._) - -PELELE.—¿Pero es que ocurre algo? - -TOBÍAS (_Que pasea agitado._)—¡Qué granujá! ¡Maldita sea la liendre! - -PELELE.—Tome usted asiento. - -TOBÍAS.—No quiero. (_A Pelele._) No es a usté. No quiero, no quiero y -no quiero consentir una infamia como esa. ¡Abortarnos un torero de esta -manitú! ¡Canallas!... ¿De dónde?... Aquí está mi cuerpo pa que no. Hoy -ejerces. (_Blande la estaca._) - - -ESCENA III - -DICHOS, BERNABÉ. _Sale primera derecha con el calzón ya puesto y una -americana de casa._ - -BERNABÉ.—Hombre, Tobías. - -TOBÍAS.—Hola. Hagan el favor. (_Indica que se vayan Rita y Pelele._) - -BERNABÉ.—Chico, dispensa, pero nos estamos vistiendo porque son las -dos, y la cuadrilla... (_Vanse Rita y Pelele segunda derecha._) - -TOBÍAS (_Con misterio._)—Pues no sigas vistiéndote, Bernabé. - -BERNABÉ (_Asustado._)—¿Qué pasa? - -TOBÍAS.—Que tú no sabes lo que os han fraguao pa esta tarde. - -BERNABÉ.—¿Qué nos han fraguao? - -TOBÍAS.—¡Una infamia horrible! - -BERNABÉ.—¿Qué dices? - -TOBÍAS.—Que quién machacarle a tu hijo el porvenir, pero eso no será... -mientras a Tobías Peñasco le quede (_Accionando conforme habla._) un -dedo de vergüenza, un palmo de dinidá y una vara de acebuche. (_Por el -bastón._) ¡Hoy ejerces! - -BERNABÉ.—Bueno, pero dime pronto... - -TOBÍAS.—Agárrate, que de pie no lo aguantas. - -BERNABÉ.—Venga. - -TOBÍAS.—Bueno, pues que Hilario, que desde el desgusto que tuvísteis, -está ciego contra vosotros, ha ido a decirle a don Isidro Solano, el -empresario de Tetuán, que ya no tiene interés por Paco; y ese tío -asqueroso que le debe más de nueve mil pesetas, oliéndose que si tu -hijo queda mal esta tarde, el señor Hilario tendrá una gran alegría, -¿qué dirás que ha hecho el muy granuja? - -BERNABÉ.—¿Qué ha hecho, Tobías? porque yo ya estoy con un sobresalto en -el corazón, que tóo me lo espero. - -TOBÍAS.—Pues que a última hora, ha fijao un anuncio en el cartel -diciendo que se le han estropeao tres toros y en vez de los seis -Bobadillas que tenía preparaos para Paco y el Herrerito y que eran seis -merengues de fresa, los ha sustituído por seis marrajos... agárrate... -de Pérez Labulla. - -BERNABÉ (_Aterrado._)—¡¡Labullas!! ¡Mi madre! - -TOBÍAS.—Vengo de los corrales. Son seis mansos pregonaos, con más poder -que un mercancías, y con unos cuernos, que ¿tú has visto el palo ese -de la telegrafía sin hilos, que hay en San Fernando el Jarama? pos un -mondadientes en parangón. - -BERNABÉ.—¡Pero eso es un asesinato!... ¡Labullas pa un prencipiante!... -¡y en el estao de ánimo de ese chico!... (_Con indignación._) -¡canallas!... ¡asesinos! - -TOBÍAS.—Bernabé; Paco no debe torear esta tarde. - -BERNABÉ.—Pero si no torea, ¿cómo queda, Tobías? - -TOBÍAS.—Entero; pero como toree te lo traes en un pañuelo de hierbas, -que tú no has visto el ganao. - -BERNABÉ.—¡Calla, por Dios!... ¡Ladrones!... ¡Infames! ¿Qué hago, qué -hago, Tobías, qué hago?... Si torea, tal como está Paco, un bueyacón de -esos me lo pué mandar al hospital. Ya lo sé; pero si pone una excusa y -no torea, pos se ve el miedo... y vienen el descrédito, la burla y la -miseria... ¿Qué hago, Tobías? ¿Qué hago? - -TOBÍAS.—¡Qué sé yo, Bernabé, si tampoco sé qué decirte!... Ahora, que -esta infamia que os hacen no la aguanta mi cuerpo, y yo te garantizo -que esta tarde va a haber una de cabezas vendás en la plaza e toros que -va a parecer que la corrida se está dando en Aragón. (_A la estaca._) -Hoy ejerces. (_Se oye ruido de cascabeles. Sale por la segunda derecha -el tío Pelele y va a abrir._) - -BERNABÉ.—Calla, que ha parao un coche. (_Se asoma al balcón._) Es la -cuadrilla. - -TOBÍAS.—Buenos vendrán los pobres chicos si han visto el ganado. -(_Llaman._) - -PELELE (_Abriendo._)—Yo me voy a decírselo tóo a la señá Valentina. -(_Entran los toreros y sale él, dejando la puerta abierta._) - - -ESCENA IV - -DICHOS. _El_ ZIPILÍN, _el_ VIGUDÍ _y el_ TELARAÑA, _con trajes de -luces, capotes de paseo. Todo muy pobre y viejo. Entran con cara de -pánico, temblorosos._ - -LOS TRES.—Buenas tardes. - -BERNABÉ.—¡Hola, jóvenes! - -ZIPILÍN.—¿Ya sabrá usté el cambiazo? - -BERNABÉ.—Sí, hijo, sí. Me lo ha dicho, aquí, el señor Tobías. - -VIGUDÍ.—¡Nos echan Labullas! - -BERNABÉ.—¿Y habéis visto el ganao? - -VIGUDÍ.—¿Que si le hemos visto? Seis enormidades corniveletas, señor -Bernabé. - -ZIPILÍN.—Esos bichos no se le echan a una cuadrilla debutanta, a menos -que se esté conchavao con el trus funerario... - -BERNABÉ.—Hombre, no será tanto... - -TELARAÑA.—Ya los verá usté. ¡Qué cuernos!... Tiran un viaje y es con -kilométrico. (_Indicando la dimensión del cuerno._) - -TOBÍAS.—¿Y cómo os habéis vestío tan pronto? - -ZIPILÍN.—Por disfrutar un rato más de la ropa. - -VIGUDÍ.—¡Nos van a desnudar en seguida!... - -TELARAÑA.—Darme un cigarro... yo no hago más que fumar. (_Bernabé le da -un pitillo._) - -ZIPILÍN.—Con permiso... (_Se sirve agua. Tiembla la botella sobre el -vaso._) ¡Tengo una sequedá de boca!... - -TOBÍAS.—¿Pero es que tiemblas?... - -ZIPILÍN.—¿Pos qué creía usté, que repiqueteaba el tango argentino? - -BERNABÉ.—¡Bueno, hijos; hay que tener ánimos! - -VIGUDÍ.—No, si después de tóo qué me pué pasar a mí, que R. I. P... -Bueno, pero tengo una satisfación, que no se alegrará nadie. No tengo -amigos. - -PACO (_Dentro._)—Padre... - -BERNABÉ.—Por Dios santo, que no os vea Paco acoquinaos. - -ZIPILÍN.—Sí; pero la verdá hay que decírsela. - -TOBÍAS.—Bueno; pero de cierta manera. - - -ESCENA V - -DICHOS _y_ PACO, _primera derecha. Sale con la taleguilla puesta y la -faja en la mano._ - -PACO.—Padre, hágame usté el favor de ayudarme a la faja. - -BERNABÉ.—Sí, hijo mío. - -TOBÍAS.—Hola, Paquillo. - -PACO.—Adiós, señor Tobías. (_A la cuadrilla._) Y vosotros, qué pronto... - -ZIPILÍN (_Esforzándose por sonreir._)—Las ganas que tié uno de salir -de... - -TOBÍAS.—¿Y qué, hay muchos ánimos, pollo? - -PACO.—Pos ya ve usté; a cumplir. Ilusión... alegría... Eso ya, después -de lo pasao... Agarre usté, padre... (_Afectado._) - -TOBÍAS.—(¡Se le nublan los ojos!) - -BERNABÉ.—(¡Pobre hijo mío!) (_Paco empieza a ajustarse la faja que el -señor Bernabé sostiene en sus manos por el otro extremo._) Pues náa, -Paco, aquí los chicos, venían, sabes, a decirnos que... vamos... que -hay unas pequeñas variantes en el cartel. - -ZIPILÍN.—No tan pequeñas. - -PACO (_Que ha dado dos vueltas liándose la faja, se detiene._)—¿Qué -variantes? - -BERNABÉ.—Pos náa, que ya no toreas esta tarde seis Bobadillas. - -PACO (_Sorprendido._)—¿Que no toreo Bobadillas? - -BERNABÉ.—No; los han sustituído por seis bichos de... - -PACO.—¿De quién? - -BERNABÉ.—De Pérez Labulla. - -PACO (_Con terror._)—¿Labulla?... ¿Yo Labullas? - -BERNABÉ (_Con amargura._)—¡Labullas! - -PACO (_Se deslía._)—¡Ay, padre!... ¿Labullas a mí?... - -ZIPILÍN.—¡A nosotros!... ¡Una infamia, Paco! - -PACO.—¿Esa corrida que no ha querío torear nadie? - -VIGUDÍ.—¡La _mismisma_! - -PACO.—¿Esa que le llaman la del pa... pa... la del papánico?... - -TELARAÑA.—La propia. - -PACO.—¡Pero, padre, echarme Labullas!... ¡Eso es darme una puñalá -trapera!... - -BERNABÉ.—Sí, hijo; es una infamia la que te hacen. No sirve -negártelo... pero es que quién machacarte el porvenir. Reirse de -nosotros... vernos en la miseria, y eso, Paco, eso... - -PACO.—Es verdá, es verdá, padre... Tié usté razón. ¡Pos no!... ¡Maldita -sea! ¡No se ríen! (_Da tres vueltas en la faja y se detiene de -pronto._) ¿Y vosotros habéis visto el ganao? - -ZIPILÍN.—Lo hemos visto. - -PACO.—¿Y qué? - -ZIPILÍN.—Que ajustamos el árnica en mil pesetas y pierde el -farmacéutico. - -PACO.—¿Que pierde?... (_Desliándose de la faja._) ¡Ay, padre, que dice -que pierde!... - -BERNABÉ.—No te apures, que allí estaré yo, apretando en lo alto; -echando el corazón pa quitarles poder a esos bueyes ladrones... - -TOBÍAS.—Piensa en tu pundonor, en el pan de este viejo. - -PACO.—Sí, señor, sí; es verdá. (_Da dos vueltas._) Sea lo que Dios -quiera. - -ZIPILÍN.—Lo malo es el primero que te echan. Un jabonero sucio. - -PACO.—¿Sucio? (_Se detiene._) - -VIGUDÍ.—¡Una asquerosidad! - -TELARAÑA.—Y disforme. - -PACO.—¿Grande? - -VIGUDÍ.—Un automóvil con dos chuzos. - -PACO.—¿Dos chuzos? (_Se deslía._) ¡Dice que dos chuzos, padre!... - -TOBÍAS.—Paco, hay que estar sereno. - -PACO.—¿Sereno con dos chuzos?... Es demasiado, señor Tobías... ¡Qué -infamia!... El día de mi debut, a última hora echarme Labullas... y -sabiendo cómo estoy... ¿Qué hago, padre, qué hago?... - -BERNABÉ.—¡Qué voy a decirte, Paco!... Haz lo que quieras... Si fuera -yo, yo ya sé lo que haría, pero yo no soy nada mío... ¡tú, tú eres mi -hijo! - -PACO.—¡Pues no, no se ríen!... ¡no!... ¡Quedaré como usté quedaría, -(_Dando vueltas rápidamente._) como usté quedaría!... (_Al dar la -última vuelta a la faja cae en brazos de Bernabé._) ¡Sí... sí, -señor!... y si me matan, que me maten... que me maten... - -BERNABÉ.—¡Hijo mío! - -PACO.—¡Padre!... (_Quedan abrazados._) - -VIGUDÍ.—¡Nos están dando el vermú! (_Conmovido._) - -TELARAÑA.—¡Pos sí que es un cuadrito! - -ZIPILÍN.—¡Se me está poniendo el corazón que hoy no le pongo yo -banderillas ni a un caracol! ¡Maldita sea! - - -ESCENA VI - -DICHOS. VALENTINA. _Detrás_ PELELE. _Al final_ RITA _y_ AMIGOS 1.º, 2.º -_y_ 3.º, _puerta izquierda_. _Valentina viene con mantón de Manila y un -manojo de claveles en el pecho_. - -VALENTINA.—Buenas tardes. - -PACO (_Asombrado._)—¿Usté? - -VALENTINA.—Servidora. - -BERNABÉ.—¿Tú aquí? - -VALENTINA.—Yo aquí a daros ánimos, y luego a la corrida a aplaudiros. -Sé lo que os han hecho. Me lo ha venío a decir el tío Pelele. - -BERNABÉ.—¿Sabes la infamia? - -VALENTINA.—Lo sé todo. - -PACO (_Casi llorando._)—¡Me echan Labullas señá Valentina, Labullas a -mí!... - -VALENTINA.—No le hace. Que te echen lo que quieran. Tú eres un hombre y -quedarás como un hombre. - -BERNABÉ.—¡Pero Valentina, qué has hecho!... ¿No tiés miedo de lo que -digan si saben que has venío a esta casa? - -VALENTINA.—Déjalo... Si cuando hablan mal no dicen la verdá, que digan -lo que quieran. ¿Pos qué, os iba yo a dejar solos, acoquinaos en una -tarde como la de hoy, víctimas de una venganza asquerosa?... ¡En jamás! -¿No nos ha unío la infamia? Pos siquiera que nos sirva esta unión pa -darnos alientos unos a otros y pelear juntos contra ella. ¡Conque -arriba el ánimo!... - -BERNABÉ.—¡Valentina! - -VALENTINA.—¿Pero qué pasa aquí?... ¿A qué vienen esas caras de -pánico?... - -PACO.—Es que creo, señá Valentina, que los toros... - -VALENTINA.—No hagas caso... ¿Que salen toros que pegan? Ese es el -oficio. ¡Más grande el triunfo! Levanta el corazón pa que no te den en -él y fe en Dios y en las agallas de cáa uno. ¿No se juega esta tarde tu -porvenir?... Pos a jugarlo. - -ZIPILÍN.—Señora, usté no ha visto cuernos como los que... - -VALENTINA.—Yo he visto cuernos de todas clases, pollo. Hombres es lo -que quiero ver ahora. - -VIGUDÍ.—¿Pero no los querrá usté ver por el aire?... - -VALENTINA.—Por donde sea menester... ¡Pero a qué viene ese canguelo!... -¡Pero esto es cuadrilla u un pin, pan, pún!... Ánimo los valientes, -que paecéis ahí cuatro gelatinas... Y tú, Bernabé, dales el ejemplo, -levanta esa cara, vengan los arrestos de otros días, y tú que lo sabes -diles cómo se pelea y cómo se ganan las palmas... ¡Mirarme a mí, me -he quedao sola, calumniá, en metá e la calle; pos como no lo merezco -lo desprecio y aquí me tenéis, tan conforme y tan compuesta, de cara -a la vida, y alante siempre! ¡Conque si os faltan agallas, decírmelo, -porque yo, una pobre mujer, soy capaz de irme a la plaza y matarme los -seis toros! (_Todos han cobrado ánimos y sus caras tristes van tomando -expresión de valor y confianza._) - -VIGUDÍ (_Con entusiasmo._)—¡Señora, es usté mejor que tila! - -TOBÍAS.—¡Tié razón! - -BERNABÉ.—¡Valentina, eres como un rayo de sol que tóo lo llena de -alegría y de ánimo! - -PACO.—¡Sí, señora, ya soy otro!... ¡Que me echen Labullas!... ¡El tifus -va a ser una ligera indisposición compará conmigo! (_Se pone chaleco y -chaquetilla._) - -BERNABÉ.—Rita, Pelele... Las chaquetillas, mi sombrero... - -PACO.—Venga todo... Elefantes voy a matar yo esta tarde. - -ZIPILÍN.—¡Ahí los hombres! (_Sale Rita. Unos a otros se ayudan -llenos de entusiasmo, nerviosos... beben, fuman, se mueven. Se oyen -en la calle los sones alegres de una charanga que se aleja tocando -un pasodoble torero. Se escucha el ruido de los coches, sonar de -cascabeles. Voces de gente alegre. Gritos de “¡Eh, a la plaza, a la -plaza!”. Restallar de látigos. Mucho bullicio y animación. Bernabé -hace mutis primera derecha. Entran los Amigos 1.º, 2.º y 3.º por la -izquierda._) - -AMIGO 1.º—Hola, Paco, aquí venimos a saludarte. - -PACO.—¡Hola, señores! (_Coge el capote._) - -AMIGO 2.º—¡Toma un puro! - -AMIGO 3.º—¡Amos, que ya es hora! - -AMIGO 1.º—¡A ver cómo queda Madrid! - -TOBÍAS.—¡Amos allá, señores! - -PACO.—La montera... - -AMIGO 1.º—Si la llevas puesta... - -PACO.—¡Ah, sí, es verdá!... Vaya adiós... Hasta luego, señá Valentina. -(_Le da la mano._) - -VALENTINA.—Ahora voy yo. ¡Buena suerte, Paco! (_Salen todos en un -tropel bullicioso. Pausa. Valentina coge de Rita, que lo saca de la -segunda derecha, un cuadro de la Virgen de la Paloma, pone el mantón -de Manila sobre la cómoda, coloca el cuadro en ella y ante él dos -velas encendidas y un vaso con los claveles que se quita del pecho._) -¡Virgen de la Paloma, una mirá de compasión pa esos pobres hombres que -van a jugarse la vida por un cacho de pan!... (_Se arrodilla; se limpia -una lágrima. Asoma por la puerta derecha el señor Bernabé, se quita el -castoreño y dice:_) - -BERNABÉ.—¡Bendita seas! (_Pausa; pasa hacia la puerta de la calle. -Mutis al buen juicio del actor. Se escuchan ya muy lejanos los alegres -sones de la charanga y el bullicio de la gente. Telón de cuadro. Música -en la orquesta._) - -=Mutación= - - - - -CUADRO TERCERO - - Lugar donde se encuentra situada la Plaza de Toros de Tetuán, cuya - fachada se ve al foro, unida al Merendero de «El Cubanito». - - Son practicables la puerta de la plaza, la del patio de caballos y - la del merendero, en cuya terraza habrá algunas mesas rodeadas de - banquetas. - - Es por la tarde, una tarde radiante de primavera, en la que se - celebra una corrida, cuyo anuncio se verá pegado en las paredes de - la plaza. - - -ESCENA PRIMERA - -_Al levantarse el telón aparecen cuatro golfos mirando por las rendijas -de la puerta de la plaza._ - -_Uno de rodillas, otro empinándose sobre las puntas de los pies, otro -de pie, y el último tumbado mirando por debajo de la puerta. Dos -cocheros sentados ante una de las mesas del merendero, toman unos -quinces. Una vendedora junto a un pequeño tabanque con “cacahuets” y -naranjas, dormita tristemente._ - -_De la plaza, de vez en cuando, sale un griterío infernal de -indignación, con que el público castiga la torpeza de un torero._ - -_Suenan palmas de chunga, monótonas, acompasadas, burlonas; sobresalen -voces agudas_: “¡Al corral! ¡Maleta! ¡Asesino! ¡Pincha ratas!” _Todo -el público, con voces acompasadas:_ “¡Al corral! ¡Al corral!” _Vuelven -a escucharse silbidos, suenan trompetillas infamantes, un cencerro -golpeado con un palo. Risas, voces atipladas_: “¡Ay, qué miedo!... ¡que -se mude!... ¡Fenómeno!” - -_En un silencio, La Josefa sale por la izquierda, se acerca a la plaza, -escucha, mira también por las rendijas de la puerta, y oyendo los -denuestos y los gritos del público contra el pobre matador, sonríe y se -aleja. Desaparece por el fondo._ - -=Música= - -SOLE (_Aparece por la puerta de los corrales, demudada, temblorosa, -con un mantoncito de crespón negro y con dos o tres claveles -cayéndosele del pelo. Trae en la mano un par de banderillas adornadas -con muy mal gusto. Dos corchos van clavados en los arponcillos. -Lloriquea, y, a cada grito que se oye en la plaza da un salto -cómicamente atemorizada. Grito en la plaza y susto._)— - - ¡Ay!... Santa María - por poco me muero. - Ese hombre no sirve - para torear. - Catorce estocadas - le atizó al primero, - y al segundo toro - veinte mal contás. - Al tercero, ahora, - lo estaba pinchando, - y al treinta pinchazo - le dijo una voz: - “Oiga, _cocinero_, - ¿le está usté mechando, - o es que va a dejarle - para colador?” - Ese mismo toro - le dió una embestida, - y subió tan alto - que me figuré, - que si San Antonio - le ve, le convida, - ya que estaba un paso, - a tomar café. - - (_Grito en la plaza._) - - —— - - ¡Ay!... Y luego un tío, - con una trompeta, - daba unas notitas - que... ¡vaya con Dios! - Y otro le decía: - “Deja la muleta, - que pa cuando salgas - necesitas dos.” - Yo traje a la plaza - estas banderillas - pa que se luciera - poniendo un buen par; - y ahora estoy con ellas - que... tengo cosquillas, - y por no pincharme - no me puó rascar. - - (_Nuevos gritos en la plaza._) - - ¡Ay!... Ahora dan voces. - ¿Qué dicen? “Cabestros”. - ¿Es a él o es al toro - pa echarle al corral? - Yo llevo rezados - dos mil padrenuestros. - - (_Grito y susto._) - - ¡Ay!... ¡Ahora le llaman!... - ¡Le llaman morral! - - (_Grandes gritos en la plaza. Echando a correr asustadísima hace - mutis por donde salió._) - - -ESCENA II - -_Se abre la puerta de la plaza y salen el_ SEÑOR TOBÍAS, _descompuesto, -con la corbata deshecha, despeinado, el sombrero en la mano. Le trae -sujeto por un brazo un joven_ POLICÍA; _le siguen dos_ GUARDIAS _de -seguridad y tres o cuatro_ INDIVIDUOS _con la cabeza vendada, dos_, -MUJERES _y un_ HOMBRE. _Salen vociferando todos._ - -=Hablado= - -VENDADOS.—¡A la cárcel! - -MUJERES.—¡Granuja!... ¡Fuera! - -POLICÍA.—¡Eche usté adelante! - -TOBÍAS (_Golpeando el suelo con el bastón._)—¡Pero por qué me se -detiene a mí, que me se especifique! - -POLICÍA.—Porque ha golpeado usté a la gente. - -TOBÍAS.—No, señor. ¿De dónde? Lo que hay es que aquí, los denunciantes, -han dirigido a la familia del matador, que es amiga mía, un insulto -con música del _Ven y ven_, y eso no se lo aguanta un servidor ni al -alcalde de barrio. - -POLICÍA.—¡A la Comisaría! - -TOBÍAS.—Pero, señor; si yo no he faltao a nadie; y si no que lo diga -aquí la señora pareja, que ha sido testiga del cuplé. - -GUARDIA 1.º—¡Usté ha agredido al señor! - -TOBÍAS.—¿Servidor? ¡Miopía es lo que se padece, guardia! Que yo estaba -quieto; pero aquí, la parte contraproducente, se ha puesto de una forma -que si yo no les agredo, me agreden, y a mí no hay quien me agreda. - -POLICÍA.—Eche adelante y menos música. - -TOBÍAS.—Güeno, después de tóo estoy satisfecho. Me llevo una rondalla. -¡Has ejercido, palasán! (_Vanse izquierda. Se escucha dentro una bronca -definitiva. Gritos, insultos, ruidos de cencerro. Cesa poco a poco el -escándalo. Empieza a salir la gente por las puertas de la plaza, que -se abren. La charanga ejecuta un pasodoble._) - -ESPECTADOR 1.º—¡Que se l’han echao al corral, pobre chico! - -ESPECTADOR 2.º—¡Bien hecho! - -ESPECTADOR 3.º—¡Si eso es una torera!... (_Siguen._) - -ESPECTADOR 4.º—¡Anda y que lo maten! (_Salen dos chulas con el mantón -al hombro y comiendo cacahués._) - -CHULA 1.ª—¡Amos, miá que habernos traído pa esto! - -CHULA 2.ª—Paecéis de pueblo. - -HORTERA 1.º—Pos a mí me habían dicho que era un torero que se comía los -toros. - -CHULA 1.ª—Por medios kilos. (_Sigue saliendo gente._) - -CHULA 2.ª—Si no me gustan los _torraés_, hago la tarde. (_Vanse por la -izquierda._) - - -ESCENA III - -BERNABÉ _y_ VIGUDÍ. _El último sale cojeando por la puerta de caballos_. - -BERNABÉ.—Oye, Vigudí, tú que eres el único que has quedao en -condiciones de moverte haz el favor de decirle al chico del merendero -que nos busque un coche y que arrimen, que hasta la jardinera se nos ha -ido. - -VIGUDÍ.—¡Qué Labullitas, señor Bernabé! ¡Maldita sea su casta! - -BERNABÉ.—¡Anda, hijo! (_Sacan en hombros por la puerta principal a un -torero. La gente le aplaude._) - -Vigudí.—Y sacan al Herrerito en hombros; ¿oye usté? - -BERNABÉ.—Déjalo. Es nuestra desgracia. Anda. (_Vase Vigudí por el fondo -izquierda. Cesa la música y acaba de desfilar el público._) - - -ESCENA IV - -BERNABÉ _y_ VALENTINA, _que sale por la puerta de la plaza_ - -VALENTINA (_Con ansiedad._)—¡Bernabé, Bernabé! - -BERNABÉ.—¡Valentina! - -VALENTINA.—¿Cómo está Paco? - -BERNABÉ.—¿Cómo quiés que _estea_?... Magullao, sofocao, llorando. -¡Hecho una lástima por dentro y por fuera! La Virgen de la Paloma no ha -querío oirte. - -VALENTINA.—¿Pero crees tú que por un Padrenuestro tenemos derecho a que -nos lo arreglen tóo?... No es poco milagro que salga vivo. Confórmate. - -BERNABÉ.—Pué que digas la verdá. ¡Qué tardecita! Calla, ahí lo sacan. - -VALENTINA.—¡Pobre chico! ¡Qué compasión! - - -ESCENA V - -DICHOS, PACO, TELARAÑA, _el_ ZIPILÍN, SOLE. (_Puerta de caballos_). _Al -final_ VIGUDÍ. - -_Sale Paco apoyado en los hombros del Telaraña y el Zipilín. Detrás la -Sole. Paco trae todo el calzón roto, la corbata deshecha, la pechera -desgarrada, despeinado, la coleta suelta, las medias sucias de tierra. -Además lleva vendada la pantorrilla derecha. Cojea. Los compañeros de -cuadrilla vienen poco más o menos que él._ - -BERNABÉ.—¿Cómo estás, hijo? - -PACO (_Abrazándole y llorando amargamente._)—¡Ay, padre de mi alma, qué -mal he quedao! - -BERNABÉ.—¡Amos, hijo; por Dios, no te apures! - -PACO (_Abrazando a su compañero._)—¡Ay, Zipilín de mi vida, qué mal he -quedao! - -ZIPILÍN.—Consólate, que ya me verás en casa la región glútea. - -PACO.—¿Por qué habré salío yo esta tarde de lila, padre? - -VALENTINA.—¡Pero qué tié que ver la ropa! - -PACO.—¡Sí, señora, sí; que hay colores sombrones... y siempre que he -salío de lila me han catao! - -BERNABÉ.—No hagas caso. Ya ves, éste va de verde manzana y de poco le -mondan. - -PACO (_Llorando y mordiéndose los dedos de ira._)—¡Echarme a mí un toro -al corral!... ¿A mí?... ¡Maldita sea! ¡Yo no aguanto esta vergüenza! -¡Yo me quiero cortar la coleta! ¡Darme unas tijeras! - -VALENTINA.—Amos, Paco; ten reflexión y serénate, caray, que ahora no -estás pa cortarte nada. - -PACO (_Abrazándola._)—¡Ay, señá Valentina, qué mal he quedao! - -VALENTINA.—Has quedao entero, que no es poco. Lo demás ya se arreglará. -Árnica y reflexión. - -BERNABÉ.—No pués tener más que un consuelo, hijo; que toas las veces -has entrao por derecho, y hasta cuando te ha cogido el toro y te ha -zamarreao rompiéndote la taleguilla de arriba abajo, el público te ha -hecho una ovación. Algo habrá visto el público. - -SOLE.—¡Ya lo creo que ha visto! ¡Como que dende donde yo estaba, toas -las señoras nos hemos tenío que tapar los ojos! - -ZIPILÍN.—Y el torito ese te lo han echao al corral porque no me has -hecho a mí caso; si no, ¿de dónde? - -PACO.—Pero, ¿qué iba yo a hacer? - -ZIPILÍN.—¿Pero no oíste cuando yo te dije: anda vivo, que ese toro se -acuesta? - -PACO.—¡Yo que había de oirte! ¿Crees tú que con un toro con el que -llevo media hora de faena, si yo veo que se acuesta, no le canto hasta -la nana, hombre? - -BERNABÉ.—A más que el chico ya no sabía lo que se hacía. - -PACO.—El público me ha vuelto loco, padre. - -BERNABÉ.—Tóos gritándole: “Mójate los dátiles”; “Entra por uvas, melón, -que es una pera”. - -PACO.—Dátiles, uvas, melón y tirándome naranjas. Que si no hubiese sido -más que fruta nominal, menos mal. - -BERNABÉ (_Con amargura._)—¡En fin, l’han lograo! ¡Qué se le va a hacer! - -VALENTINA.—Déjalos. Triste alegría. - -VIGUDÍ (_Que vuelve._)—Ya está ahí el coche. - -BERNABÉ.—Amos, hijo, despacito. (_Lo llevan con precaución._) - - -ESCENA VI - -DICHOS _y_ ENCARNA, _primera izquierda_ - -ENCARNA (_Saliendo._)—¡Paco! ¡Paco! - -PACO.—¡Encarna! - -ENCARNA.—¡Paco de mi alma! (_Se abrazan._) - -PACO (_Llorando._)—¡Ay, Encarna de mi vida, qué mal he quedao!... - -VALENTINA.—Pero, ¿cómo estás aquí? ¿Qué has hecho, Encarna? - -ENCARNA.—Escaparme de con mi padre. Correr a vuestro lao. ¿Qué tienes, -Paco? ¿Estás herido? - -PACO.—No... Seis esquimosis, dos frazturas conminutas y un puntazo... - -ENCARNA.—¿Grave? - -PACO.—No; lo voy a tener que pasar de pie. - -ENCARNA.—Pero, ¿dónde lo tienes? - -PACO.—¿No te digo que lo voy a tener que pasar de pie? - -BERNABÉ.—¡Pero, oye, Encarna, márchate, por Dios!... Que si te -encontraran aquí, creerían que nosotros... - -ENCARNA.—Que crean lo que quieran, señor Bernabé. Yo sin Paco, sin -Valentina, sin ustés, me muero de tristeza. ¡Yo no vuelvo a mi casa! - - -ESCENA VII - -DICHOS, HILARIO, AQUILINO, COSME, _fondo izquierda_ - -HILARIO (_Con indignación._)—¿Veis? ¡Lo que yo decía! ¡aquí con -ellos!... ¡Maldita siá! - -ENCARNA (_Adelantando valientemente._)—¡Sí, padre; aquí... con ellos! - -HILARIO.—¿Quién te ha mandao venir aquí? - -ENCARNA.—Mi corazón. - -HILARIO.—Pero ¿qué te han dao esa gente? - -ENCARNA.—Alegría, cariño, ilusión pa vivir. Eso me han dao. - -HILARIO.—Amos a casa. (_Cogiéndola de un brazo._) - -ENCARNA.—¡Sin ellos, en jamás! (_Soltándose._) - -HILARIO.—Pero, ¿es que los prefieres a tu padre? - -ENCARNA.—No, señor; los prefiero a tóos juntos, como estábamos antes -que la envidia nos hubiese envenenao la felicidad. ¡La envidia negra, -la envidia triste! - -HILARIO.—¡No ha sío la envidia, ha sío la verdá! - -BERNABÉ y VALENTINA (_A un tiempo y con igual energía._)—Ha sío la -envidia. - -HILARIO.—¡La verdá! - -LOS DOS.—¡La envidia! (_Cuando Bernabé e Hilario están a punto de -acometerse, se interpone Sole, llorosa, temblando._) - -SOLE.—¡Señor Hilario, por Dios, no se pongan ustés así! Y, vaya: yo no -sé si hago bien u hago mal, pero yo le voy a decir a usté una cosa que -me la arrancan del corazón, pero yo se la digo. - -HILARIO.—¿Qué me vas a decir? - -SOLE.—Que sí, señor; que tóo lo que ha pasao ha sío una ceguera de la -envidia. (_Baja avergonzada la cabeza._) - -HILARIO.—¿Qué estás diciendo? - -SOLE.—Cuando yo se lo digo a usté... (_Se arrodilla a sus pies._) - -VALENTINA.—¿Lo oyes? ¿Lo estás oyendo? - -HILARIO.—Pero tú... - -SOLE (_Con tristeza._)—No me hagan ustés hablar más. - -VALENTINA.—Basta. Levanta, hija; no hace falta que pa defendernos -acuses a la persona que más tiés que querer. - -SOLE (_Enternecida._)—¡Señá Valentina! - -VALENTINA.—No hay nada que defienda a la gente mejor que la verdá. - -HILARIO.—Y si tóo era mentira, ¿por qué no has venío tú a defenderte? - -VALENTINA.—Porque no me hacía falta. Honrada he sido siempre. Creerme -honrada es hacerme justicia. Si tú no me la quiés hacer, no me la -hagas. Las mujeres como yo, esa justicia no la piden de limosna. - -HILARIO.—Eso es orgullo. - -VALENTINA.—No sé lo que será. - -HILARIO.—¿Y quién me prueba que tóo era mentira? - -VALENTINA.—Lo que acabas de oir a esta criatura. Mi vida siempre clara, -el cariño de tu hija. - -ENCARNA.—Si yo hubiese visto en ella lo más mínimo contra mi padre, -¿cómo la iba a haber querido? - -AQUILINO.—Hilario, son veinticinco años de afezto. ¿Quiés creerme, -aunque soy municipal? - -HILARIO.—¿Qué me vas a decir? - -AQUILINO.—Que abras los ojos a la luz. - -ENCARNA.—Sí, padre; toavía pué arreglarse tóo. - -PACO.—Tóo menos mi reputación. - -SOLE.—¡Señor Hilario!... (_Suplicante._) - -COSME.—Amos, ¡un rasgo, Hilario! - -HILARIO.—Que haga lo que guste... Que venga. Ya hablaremos. - -VALENTINA.—Voy o no voy. Lo que tú quieras. - -HILARIO.—Cuando no he querido, es de tanto que he querido. Ya lo sabes. - -ENCARNA.—¡Padre!... (_Los abraza y los aproxima._) - -BERNABÉ (_Con amargura._)—Bueno; ustés s’han arreglao. Está mu bien. -Pero nosotros estamos de más. Que lo de los Labullas lo tengo yo -clavao en el corazón. (_Paco da un suspiro muy hondo._) Ámonos, -monumento malograo. - -AQUILINO.—Perdónalo, Bernabé. Ha tenío una venda en los ojos. - -PACO.—Sí; pero por tener él una venda, fíjese usté la que tengo yo. -(_Enseñando la de la pierna._) - -BERNABÉ.—Doce metros. (_Inician el mutis._) - -VALENTINA.—¡Alto! ¡Quietos aquí! A obedecerme. Y oye una condición, -Hilario. - -HILARIO.—Tú dirás. - -VALENTINA.—Que mañana tóo el mundo a casa. Aquel arroz que quedó en -pie, se comerá, si Dios quiere. Tú torearás Bobadillas, y si entonces -quedas mal, a seguir en tu oficio. Luego os casaréis. Nosotros al -trabajo, al cariño; tóo como antes. No le cedo a la envidia ni el canto -de un duro. - -SOLE.—Y a mí no me echarán ustés del lavadero, ¿verdá, señá Valentina? - -VALENTINA.—¡Quiá hija, ni lo sueñes! Soy buena, pero no tanto. Tú tiés -que ganarte allí una peseta pa llevársela a tu madre. Que no hay peor -castigo pa un envidioso que tener que vivir del bien que ha querido -destrozar. - -BERNABÉ.—¡Olé, eres Agustina de Aragón y Cascorro tóo en una pieza! - -VALENTINA.—¡Soy una madrileña honrada, dilo de una vez! - -VIGUDÍ (_A Hilario._)—¿Convidará usté a árnica? - -HILARIO.—Y a más os doy un duro por cada chichón. - -PACO.—Se arruina. - -VALENTINA (_Al público._)— - - Y al fin vencida la envidia, - quien de ella triunfó, os demanda - que al terminar el sainete - perdonéis sus muchas faltas. - -TELÓN - - - - -LOS POBRES - - - Almas piadosas, corazones magnánimos, que cedéis ante la demanda - plañidera del mendigo que os tiende en la calle la mano escuálida, - seguidme. Venid conmigo a los inmundos rincones de un Madrid - lamentable y mísero, artimañoso y agenciero, que, por fortuna - desconocéis, y escuchad estos edificantes y verídicos diálogos. - - Estamos en el Campillo de Gilimón. Es una tarde clara y fría, de - cielo azul y sol espléndido. - - Dos vecinas, la _señá Gala_ y _Petra la Bizca_, acaban de dirimir - sus diferencias a mordiscos, golpes y arañazos, entre injurias - soeces, ante un público desarrapado y jubiloso. Terminado el jollín - se retiran las beligerantes, seguidas de sus partidarios, a reparar - desperfectos. Va cesando poco a poco el tumulto. - - Junto a la tapia del hospital de la Orden Tercera quedan - acurrucadas, tomando el sol, dos viejas andrajosas, la _señá - Librada_ y la _señá Justa_; próximo a ellas, el _señor Celipe el - Chinas_, viejo también, sentado en un cajón, deshace unas colillas - y lía un cigarro. El _Pendingue_ (afilador) se ocupa en buir unas - cuchillas de zapatero. Algo más lejos, unos chiquillos juegan con - gran alboroto. - -—— - -JUSTA.—¿Y por qué ha sío la zurra? - -LIBRADA.—Y diga usté que muy bien da que ha estao. - -JUSTA.—Pero, ¿tenía motivos la Bizca? - -LIBRADA.—¡Digo!... como que la Gala la debe dos quincenas del alquiler -de los chicos. Un abuso. - -JUSTA.—¡Ah! ¿Pero le tenía alquilás las creaturas? - -LIBRADA.—Hace mes y medio. Por seis reales diarios. Una peseta el -mayorcito y cinco gordas el chavea. Que es regalao, porque hay que ver -lo que vale ese niño pa pedir. - -JUSTA.—Tengo oído que es una alhaja. - -LIBRADA.—Como que no hay noche que no se retire con sus tres pesetas -corridas. Pero se lo merece; es un lince. Le suelta usté en la cá -Alcalá, ve a una señorita de esas muy _antravés_ con un señorón de -_levosa_, y ya le tiene usté agarrao a los faldones diciéndole al -caballero: “Señorito, una limosna, por la salú de la señorita, que es -muy guapa. Ya la podía usté comprar un coche, con esos ojos que tiene. -Cómpreselo usté, ande usté.” Hasta que le miran; se echan a reir; el -señorito dice: “¡Qué granuja!...” La señorita: “¡Es muy mono!” Y no hay -pareja que no le apoquine de dos a tres perras. - -JUSTA.—¡Vaya un vivales de creatura! - -LIBRADA.—¡Pos y el mayorcito! - -JUSTA.—¿El jorobeta? - -LIBRADA.—Jorobeta y tóo lo que usté quiera, hija, pero es un portento. -Ese coge una cestita, una botella vacía, se para en una esquina de -tránsito, se echa al suelo, rompe a llorar amargamente que su alma -se la arrancan, y cuando tiene corro hay que oirle: “¡Ay, mi pobre -madre!... ¡Ay, después de cuarenta y ocho horas que no comemos!... -¡Ella, que va y me da dos pesetas pa traer aceite, y voy y las pierdo! -¡Ay, que yo no vuelvo a mi casa, con mi pobre padre enfermo como -está!... ¡Ay, un día que podía alimentarse!...” Y misté, la gente se -conmove de oir a la creatura aquellos lamentos, hacen una _porrata_... -y no hay llorera que no le suba al chaval de cinco a seis reales. - -JUSTA.—Pos diga usté que esos dos niños son dos minitas. - -LIBRADA.—Dan más que una casa empeños. ¿Y sabe usté de mendigantas la -que también se saca lo suyo? - -JUSTA.—¿Cuála? - -LIBRADA.—Doña Encarnación, la de la cae San Bernabé. - -JUSTA.—Doña Encarnación..., doña Encarnación... No caigo. - -LIBRADA.—Hija, paece usté tonta. Esa que pide de luto, con manto largo, -que lleva la cara tapá, que paece que la sale la voz de una cisterna. - -JUSTA.—¡Ah, sí!... ¿Y esa dice usté que saca?... - -LIBRADA.—Como que no se deja cortar un deo por seis mil pesetas. - -JUSTA.—Bueno; pero es que esa he sentío decir que tira al gran mundo. - -LIBRADA.—Pide na más que en las iglesias de señorío, a las salidas -de los _vermuses_ u en los _cines_ y _fives cloques_ de moda. Su -martinganla es que en cuantito que ve a una señora se arrima y la dice -con voz que lo oiga toa la gente de alrededor: “Señora marquesa, me -hallo famélica; agradecería a vuecencia un pequeño óbolo.” - -JUSTA.—¿Qué es óbolo? - -LIBRADA.—No sé; pero debe ser una cosa cara, porque siempre que lo dice -la dan más de veinte céntimos. - -JUSTA.—¿Y cómo conoce a los títulos? - -LIBRADA.—No, si lo de marquesa lo dice al tuntún; pos ahí está la -gracia. A lo mejor le llama vuecencia a un ama de cría. - -JUSTA.—Hija, lo que saben algunas. - -LIBRADA.—Esa lo trae de casta. Ha sío una señorona en sus prencipios. -Diga usté que no se emborrachara, y ya quisieran más de cuatro sus -modales. A mí me tié dicho que es hija de un hacendao de Chinchón. - -JUSTA.—Por lo menos, a eso huele toas las mañanas. - -LIBRADA.—Tié un habla mu fina; siempre que me ve me llama _escuálida_, -que no sé lo que es. - -JUSTA.—Algo delicao será. - -LIBRADA.—Seguro. Cuando ella lo dice... - -JUSTA.—¿Y usté ya no pide en San Ginés, señá Librada? - -LIBRADA.—No, señora; tuve unas palabras con el _sacris_, y no he -güelto. Iba mucha gentuza. Ahora me he conchavao con la Pelitos y nos -hemos hecho vergonzantas. - -JUSTA.—¿Y las va a ustés bien? - -LIBRADA.—Pos, hija, pa como están las cosas, se va tirandillo. Sino -que es mucho aperreo. Porque, un supongamos, viene la vesita de San -Vicente a mi casa; pos ya me tié usté pasando tó el _mobilario_ a cá -la Pelitos. Me quedo con un jergón, el baúl viejo, media vela en una -botella y una silla inválida; acostamos a Casimiro, el chico de la -Onofra, que es una especialidad en toses y quejidos, y presentamos un -cuadro que es pa caérsele el corazón a una pantera. Que, otro suponer, -va la vesita _domicilaria_ a cáa la Pelitos: pos me pasa a mí tóos sus -trastos, se echa en una manta el señor Cosme, que hace el moribundo que -asusta de bien, y raro es el día que no nos dejan, a más del donativo -semanal, tres u cuatro pesetas de su _motu_. - -JUSTA.—Así se están ustés poniendo el cuerpo de ensalás de escabeche y -frascos de vino. - -LIBRADA.—¿Y no se lo gana una con lo que tié una que lidiar con esas -tías de señoronas, que le piden a usté recibo hasta de una perra -chica...? - -EL SEÑOR CELIPE. (_Terciando en la conversación._)—Y que lo digas... -¡Que hay que ver lo de mala fe que se ha puesto la caridá hoy en día! -Un asco. ¡Amos!; la otra tarde, que salí a pedir, me hizo a mí una -señorita una ación, que si no hay gente la pego. - -JUSTA.—Pues ¿qué le hizo a usté? - -SEÑOR CELIPE.—Náa, que le digo en un tono que era pa partir grava de -dolorido, y quitándome la gorra y todo: “Señorita, por la salú de sus -hijos, deme usté pa un panecillo, que hace cuarenta y ocho horas que no -lo pruebo.” Se hace la _magoya_ y aprieta el paso. “Señorita, que tengo -mucha nesecidá. Si no se fía usté, allí hay una tahona. Cómpremelo usté -misma.” Y va y dice: “Bueno, venga usté conmigo.” Y vamos y me compra -una libreta, salimos a la calle y, ¡pasmarse!..., me la parte por la -metá antes de dármela. - -LIBRADA.—¡Qué pécora! - -JUSTA.—Pa quitarte de revenderla. - -SEÑOR CELIPE.—Claro, como que es lo que yo pensaba hacer si no me la -mutila. ¡Serán sinvergonzonas! - -LIBRADA.—Haberla pegao, so primo. - -SEÑOR CELIPE.—Déjate, que ya la conozco. - -JUSTA.—¿Y _lo del pañuelo_, va cundiendo, señor Celipe? - -SEÑOR CELIPE.—Es lo más produtivo, pero ya va en baja. - -LIBRADA.—¿Y qué es _lo del pañuelo_? - -SEÑOR CELIPE.—Pues náa, un truco que se le ha ocurrío al señor _Quintín -el Bolas_, que es un diantre pa inventar. Nos ha reclutao a siete -u ocho conocidos de la Cuesta e las Descargas: nos carateriza de -albañiles con un poco de yeso, que paece talmente que acabamos de bajar -del andamio, nos lleva a Recoletos, tiende un pañuelo de hierbas en -metá del paseo y le dice, señalándonos, a tóo el que pasa: “Grupo de -obreros sin trabajo.” - -LIBRADA.—¿Y sacaban ustés mucho? - -SEÑOR CELIPE.—Ha habido día que hemos _porrateao_ a seis ochenta por -barba, descontá la cena, vino y puros. Pero la otra tarde, que íbamos -decisiete, tendimos el moquero en la Castellana, y... _ñascas_. Ni -quince céntimos..., y eso que pasó el Presidente del Consejo, que no es -que nos diera na, pero animó bastante. - -EL PENDINGUE. (_Cargándose a cuestas el artefacto._)—¡Amos, estoy -oyéndoles a ustés y me paece mentira que haiga primos que trabajemos -entavía!... - -SEÑOR CELIPE.—¿Qué te pasa, Pendingue? - -PENDINGUE.—¡Valiente mano de sinvergüenzas! Hacen pero que muy bien en -recogerlos a ustés y meterlos en los asilos. - -SEÑOR CELIPE.—¡Recogernos... jay... jay! ¡Pos no lo han intentao -veces!... ¡Si se creerá el alcalde que es hacer compota!... - -LIBRADA.—A más, que si no diesen no pediríamos. - -JUSTA.—Esa es la fija. De forma que si quién acabar con la mendicidaz y -quieren recoger, que no recojan a los pobres que piden, que recojan a -los tontos que dan, que son los culpables. - -SEÑOR CELIPE.—¡Aplastante! - -PENDINGUE.—¡Oye, pues eso es verdá! Si me lo tropiezo, se lo digo al -alcalde. (_Vase._) - -SEÑOR CELIPE.—Y dale dulces... recuerdos. - -TELÓN - - - - -LA RISA DEL PUEBLO - - - Pasadas las Ventas, en la carretera de Alcalá, antes de encontrar - el camino del Este, sobre un altozano, hay una casa humilde, taller - de cantería, donde se trabaja para el inmediato cementerio. - - Es la tarde de un domingo. Los sillares yacen silenciosos al pie - de los sombrajos. No golpea sobre ellos con su son alegre el - pico de los canteros. Unas cuantas gallinas escarban afanosas en - el estiércol, y varios chiquillos juegan y alborotan dejándose - resbalar por la cuesta de un desmonte próximo. - - A la derecha, borroso por la niebla de la tarde fría y gris, se - ve el cementerio con su enorme vastedad erizada de cruces; y más - allá diseminados en la lejanía, los barrios de Doña Carlota, - Pueblo Nuevo y Zafra; los caseríos míseros de La Elipa y Puente - de Vallecas; y más lejos aún, los tejares del Olivar de Perales. - Suburbios tristes, yermos, que circundan Madrid como mendigos que - acosan a un viejo hidalgo. - - Bonifacio Menéndez, el maestro cantero, sentado a la puerta de la - casa, echa un pitillo y lee un periódico. La _señá_ Angustias, su - mujer en serio, canturrea trajinando dentro del hogar. Primitivo y - el _Sardina_, dos próceres del riñón del Avapiés, con pañuelos de - luto al cuello y las cachabas colgadas del antebrazo, bajan lentos, - tristes, silenciosos, del camino del cementerio. Al ver al señor - Bonifacio se detienen, y uno de ellos grita desde la carretera: - -PRIMITIVO.—Adiós, canterito. - -BONIFACIO. (_Dejando de leer y mirando por encima de las -gafas._)—¡Atiza, qué pareja de pollos! (_A su mujer._) Atiende, tú. - -LA ANGUSTIAS. (_Que se asoma a la puerta._)—¡Virgen!... ¡Vaya un par de -banderillas de lujo! - -BONIFACIO.—Pero, ¿de dónde salís tan enlutaos? - -EL SARDINA. (_Muy serio._)—De la Negrópolis. - -PRIMITIVO.—Venimos de inumanizar a Saturnino, el de la Bastiana. - -LA ANGUSTIAS. (_Asombrada._)—¿S’ha muerto? - -EL SARDINA.—Del todo. En cinco días. Ayer la diñó. - -BONIFACIO.—¿Y qué ha sido? - -PRIMITIVO.—Pos un paralís local que le cogió tó el cuerpo y parte de la -cadera. - -LA ANGUSTIAS.—¡Buena estará la pobre viuda! - -EL SARDINA.—¡Carcúlate!... Una chica soltera, sin costumbre de estas -cosas... pues está que no la deja un ataque que no la coja otro. - -PRIMITIVO.—En la cama la hemos dejao con uno, que los gritos se oían en -la Arganzuela. - -BONIFACIO.—Pero pasar si queréis, galanes. - -EL SARDINA.—¿Dais algo? - -LA ANGUSTIAS.—Las buenas tardes y un taburete. - -PRIMITIVO.—No es pa repartir invitaciones. - -EL SARDINA.—¿No tendrías un buchito de cualisquier cosa pa un dolor de -muelas que trae aquí mi _cólega_? - -BONIFACIO.—¿Sus haría triple anís? - -EL SARDINA.—¡Digo!... Mejor que el Polo. - -BONIFACIO.—Pues adentro, pirandones. - -EL SARDINA.—Hale, Primi. - -(_Suben, se sientan; la Angustias saca unas copas y un frasco de -aguardiente y la visita bebe, fuma y charla._) - -EL SARDINA. (_A Bonifacio._)—¿Y tú por qué eres tan pigre, que no bajas -por allá abajo de cuándo en cuándo? - -BONIFACIO.—Hombre, no me apaño a ir, la verdá. Le pilla a uno un -destierro. ¡Tú sabes la distancia! - -PRIMITIVO.—Como que hay que echar merienda. - -BONIFACIO.—¿Y que hay de _nuvotés_ por aquellos andurriales? - -EL SARDINA.—Pues que tu compadre el _Pintao_ ya no tié la taberna en la -cae del Amparo. - -LA ANGUSTIAS.—¿La traspasó? - -EL SARDINA.—De parte a parte. Por mil doscientas _beatas_ y un juego de -alcoba bastante viejo. - -BONIFACIO.—¿Y s’ha quedao sin na? - -PRIMITIVO.—Ca, hombre. Ahora ha puesto un bar en la Glorieta y lo ha -titulao el “Bar Quito”... que me creo que es un chiste. - -LA ANGUSTIAS.—¡Mi madre, qué tontería! - -EL SARDINA.—Dice que, al mismo tiempo que rótulo, es _retrúcano_ y -s’hará popular. - -BONIFACIO.—¿Sigue tan chirigotero? - -PRIMITIVO.—¡Uf... es morirse de risa entrar en aquel establecimiento! -Allí van el _Berruga_, Paco el _Chalana_, Sisto el _Curial_, Mariano el -_Pajero_... ¡la jovialidaz de Embajadores! - -EL SARDINA.—¡Los amos de la gracia! - -LA ANGUSTIAS.—¡Menudos peines! - -BONIFACIO.—Aquello será una función cómica. - -PRIMITIVO.—Más que un teatro. Entras y te esgarras a reir. - -EL SARDINA.—Hay días que nos tronzamos. Cuéntale, pa que vea, el chiste -que se le ocurrió ayer al _Chalana_. - -PRIMITIVO.—¡Chiquillo, nos revolquemos! - -BONIFACIO.—A ver. - -PRIMITIVO.—Pues nos preguntó que en qué se parecía San José a un melón -de cuelga. - -LA ANGUSTIAS.—¡Mi madre, qué raro! - -BONIFACIO. (_Estupefacto._)—¿Y en qué se parece? - -PRIMITIVO. (_Muerto de risa._)—¡En que tiene _Pepitas_! - -EL SARDINA. (_Riendo a todo reir._)—¡Pepitas!... ¡Ja, ja, ja!... -¡Fíjate!... ¡Pepitas!... Claro, San José... de Pepes, Pepitas. - -BONIFACIO. (_Dudando._)—Pos no m’acaba a mí de hacer una gracia loca, -la verdá. - -LA ANGUSTIAS.—¿Loca...? Ni atontolinada siquiera. Menuda gansá. Amos, -que paece mentira que padres de familia, cargaos de miseria y de hijos, -se entretengan en esas tontunas. - -EL SARDINA.—Pos poquito que nos reímos. - -PRIMITIVO.—Y pué que lo de anoche tampoco os haga gracia. - -BONIFACIO.—¿Qué fué? - -PRIMITIVO.—Na, que como enfrente del bar la calle hace mucha cuesta -y la acera es estrechita, fué el _Berruga_ y a la plancha del -alcantarillao, que es de plomo, la dió de jaboncillo, y no pasaba un -transeunte que no resbalase y se diese una costalada. - -EL SARDINA.—Y no sus quiero decir ca talegazo la juerga que s’armaba en -el bar. - -BONIFACIO.—¡Pero qué cachos de brutos! - -PRIMITIVO.—¡Brutos porque nos divertimos!... - -LA ANGUSTIAS.—¡Valiente diversión! - -EL SARDINA.—No vamos a ser como vosotros, que yo no sé si de hacer -lápidas u qué, sois una familia más triste que un responso. - -PRIMITIVO.—Tenéis una formalidaz que acongoja. - -LA ANGUSTIAS.—¿Pos qué querías, mirarnos por detrás y encontrarte con -un chascarrillo, como en las hojas d’almanaque? - -EL SARDINA.—Yo, a ti que eres de Cadalso de los Vidrios, hija de un -cochero de funeraria, hermana de un calavera, y que encima te llamas -Angustias, no te voy a pedir que seas un parque de Recreos. Pero -éste... ¡Amos, que paece mentira que haiga nacido en el Portillo de -Embajadores, que es la cuna del chirigoteo madrileñista! - -PRIMITIVO.—No paeces hijo de Madrid, Bonifacio. - -BONIFACIO.—¡Alto allá! ¡Yo soy más hijo de Madrid que vosotros! - -EL SARDINA.—No chilles, que te se va a espantar el macho. - -BONIFACIO.—Y na más. ¡Y las cosas con pruebas, que es lo que vale! - -PRIMITIVO.—¡Pero si tú eres más serio que una corbata negra!... - -BONIFACIO.—Yo soy como me sale del bolsillo. Lo que tiene es que ca uno -vive según los prencipios que l’han dao. Vosotros, ¿en qué sus habéis -divertido siempre? Pues yo te lo diré. De chicos, en iros por las -mañanas con los tiradores a matar pájaros a la Moncloa, por las tardes -a la pedrea y por las noches, con las estacas, a perseguir gatos por el -barrio. Total, a disfrutar haciendo daño. Luego, de mocitos, a correr -de calle en calle, atormentando a _Garibaldi_ u a cualisquiera vieja -borracha, a tocarles la chepa a los jorobaos y a burlaros de los cojos. -A gozar con el dolor del prójimo. - -EL SARDINA.—Hombre, esas son cosas de la juventud. - -LA ANGUSTIAS.—Cosas de cafres... Si tuviás tú un hijo con joroba, ¿te -gustaría que se rieran de él? ¿No te morirías de pena? Pues ca vez que -veas a un lisiao piensa que te está oyendo su madre. - -PRIMITIVO.—Amos, Angustias, no te pongas macabra. - -LA ANGUSTIAS.—¡Oye, eso de macabra se lo dices a tu suegra! - -PRIMITIVO.—¡No es ningún insulto, señor! - -LA ANGUSTIAS.—Por si acaso. - -BONIFACIO.—Y luego, ya de hombres, ¿a qué le llamáis vosotros -diversión? Pos a ver destripar caballos en los toros. A marcharse en -patrulla armando bronca por los bailes de los merenderos; a acosar -por las calles a mujeres indefensas con pellizcos y gorrinerías; a -escandalizar en los cines y a insultar a las cupletistas. ¿Y eso es -alegría, y eso es chirigota, y eso es gracia...? Eso es barbarismo, -animalismo y bestialismo. Y hasta que los hijos del pueblo madrileño no -dejen de tomar a diversión todo lo que sea el mal de otro... hasta que -la gente no se divierta con el dolor de los demás, sino con la alegría -suya... la risa del pueblo será una cosa repugnante y despreciable. -Bonifacio Menéndez, ris ras, rubricao. - -LA ANGUSTIAS.—Chócate, Boni, que has estao súper. - -PRIMITIVO.—Bueno, bueno... (_Él y El Sardina se levantan._) Esta -Cuaresma te vas a las Carboneras, te pones un bonete, te encaramas al -púlpito, y el padre Calpena es un gorrión a tu lao. - -BONIFACIO.—Pero ¿es que no os he convencido...? - -EL SARDINA.—¡Qué nos vas a convencer!... Lo que tiene es que yo no te -desenvuelvo ahora mismo dos teorías pa pelarte al rape porque nos -están esperando; que si no... - -PRIMITIVO.—Es verdá, chiquillo; no m’acordaba. (_Mirando el reloj._) -Anda, que son las cuatro y media. - -BONIFACIO.—Pero ¿ande vais tan corriendo? - -EL SARDINA.—Al solar de Vítor el _Mengue_, que ha organizao unas -carreras de cojos, que va a ser morirse de risa. - -BONIFACIO. (_Con asombro._)—¡Carreras de cojos!... - -PRIMITIVO.—Na, que ha comprometío al cojo _Tranca_, a Natalio el -_Patapalo_ y a dos u tres cojos más y hacen carreras pa batir el récor -de las dos vueltas con muletas y sin ellas. El premio son doce docenas -de pájaros fritos y seis frascos de Morapio, que sufraga Indalecio el -de la Corrala. - -EL SARDINA.—¿Por qué no te vienes? Verás qué risa. - -BONIFACIO. (_Sonriendo._)—Hombre, mira; ves, eso tiene gracia... -¡Carreras de cojos!... Y dices que pájaros fritos... (_Vacila._) - -PRIMITIVO.—Tira pa alante. Verás qué tarde pasamos. - -BONIFACIO. (_Se levanta._)—Oye, Angustias, mira, yo voy a acercarme con -éstos... No tardo. - -LA ANGUSTIAS.—Pero ¿serás capaz de ir...? ¡Tú a divertirte con unos -desgraciaos!... ¡Pero no estabas diciendo que si el salvajismo, que -si!... - -BONIFACIO.—Mujer, uno conoce las cosas... Pero, después de tóo, ¿qué -culpa tengo yo de que haiga cojos ni de que me gusten los pájaros -fritos...? Es el fatalismo humano. Siéntate, que no tardo. - - Los tres hombres se alejan riendo. Por el desgarrón de una nube - morada brilla un rayo de sol que inunda el lejano cementerio de luz - amarilla. La mujer ve alejarse a los hombres, que ríen, y se dibuja - en sus labios una sonrisa extraña. - -LA ANGUSTIAS. (_Sentándose a la puerta de su casa._)—¡Qué hombres!... -Será que la vida es así. ¡Conoce uno que no se debe de reir del mal de -otro, y como si no!... (_Encogiéndose de hombros._) Bueno. - -TELÓN - - - - -LOS PASIONALES - - - Paco el _Metralla_, un jovenzuelo de mediana estatura, enteco, - amarillo, de mirada cínica, muy compuesto, con su traje flamante, - sus botas de caña, su corbatita de nudo y su gorrilla inglesa, va - con paso resuelto y marchoso Torrecilla del Leal abajo. A poco, - atraviesa la calle de Zurita, tuerce por la de la Fe y viene a dar - con la del Salitre, frente por frente a la iglesia de San Lorenzo, - simpática parroquia enclavada en el riñón del Madrid castizo y - jaranero. - - Está anocheciendo. El chulillo detiénese en la última esquina. Sus - miradas iracundas e inquisitivas, se dirigen a un frontero obrador - de plancha, cuya luz ya se ha encendido, y en el que trabajan, - sofocadas, alegres y dicharacheras unas cuantas mocitas de garbo. - - Paco pasa y repasa por delante del obrador, _dejándose ver_. - - Al reparar en él, se hace un enojoso silencio entre las bulliciosas - muchachas; y una de ellas, la más desenvuelta y garbosa, dice con - sincera acritud, sacando una plancha del anafre y arrimándosela a - la mejilla:—Ya está ahí ese mosca. - - —Pos ahora verás—exclama la maestra, y cierra violentamente la - puerta vidriera del obrador.—¡Miá que es pelma el niño!—añade - iracunda.—Pero ¿qué se habrá creído ese chulo de baile? - - Más excitado por el incidente, retorna el bullicio entre aquella - alborotadora y femenina juventud, y la voz entonada y firme de una - mocita destaca esta copla, llena de punzante ironía: - - “Me he cansao de quererte, - búscate otra, - o aguarda a San Isidro - si quieres _tontas_.” - - Paco, plantado en la esquina, calcula por la indirecta la - hostilidad con que es recibido, y al terminar la copla tira con - rabia la colilla contra el suelo, haciendo estallar en chispas la - lumbre del cigarro, y masculla amenazador:—¡Maldita siá!... ¡Pa que - no vayas a la Casa de Socorro esta noche!... No tendría yo lacha. - Tú saldrás. - - Pasea por la acera con paso desigual y nervioso; se estira la - visera de la gorra, se zarandea el chaleco, se afirma el pantalón. - Al fin, decidido a esperar, se recuesta en la esquina. - - A poco, un nuevo _personaje_, Gumersindo, el _Chulo de Postas_, - menos joven, pero peor encarado y más cínico que el _Metralla_, le - pone la mano en el hombro cariñosamente. - -—— - -GUMER.—¡Gachó, tú de puntalito! - -PACO (_Secamente._)—Hola. - -GUMER (_Mirando con guasa a lo alto._)—Oye, ¿pero es que amenaza ruina -esta medianería? - -PACO (_Con ira._)—Lo que amenaza ruina es que esta noche no duermo yo -en mi casa, Gumer. - -GUMER.—¿Y eso lo das como novedá? - -PACO.—Es que no se lo paso; ¡mialás!... ¡Que la pincho, por mi salú! - -GUMER.—Pero, ¿quiés cordinar, ninchi, a ver si te cojo el hilo? - -PACO.—Na, hombre... la Nieves. - -GUMER.—¿Qué t’ha hecho? - -PACO.—Una tontería... ¡Pa diez años de cárcel! - -GUMER.—Es una niña de pronóstico. Te lo tengo advertido. En fin, vuelca -el talego. - -PACO.—Verás qué rica. Pos na: que después de ocho meses de relaciones, -que me ha tenío hecho una oveja, sacándola a paseos y _cines_ cuando -l’ha dao la gana y haciéndola el favor de llevarla a mi diestra; -después de tenerme sacrificao, que me dice “no mires a ninguna”—y tengo -que mirar de reojo;—después que me compra una corbata y me la tengo -que poner aunque no me guste... ¡y encima—y esto es lo más horrible—que -me he gastao con ella un dineral!... - -GUMER.—¿Sobre cuánto? - -PACO.—Pos tóo lo que me ha dao en los ocho meses pa que se lo guardara -y tres pesetas mías. - -GUMER.—¡Qué bárbaro! ¡Estáis echando a perder a las mujeres! - -PACO.—Bueno; pos después de esa conduzta modelo—tóo por los cuatro -cochinos duros semanales que gana, que me cuesta un triunfo -sacárselos,—la llevo el sábado al baile de Provisiones, porque me -dijo que quería perfeccionarse en el _tuesten_, y porque al entrar me -distraigo media hora en el guardarropa con la _Piñones_, va, se atufa, -se mete en el salón y se me pone a bailar con el _Petaca_. - -GUMER.—¡Arrea!... ¡Con lo postinoso que es ese pa las mujeres! - -PACO.—¡Carcula! - -GUMER.—Te sentaría peor que el escabeche pasao. - -PACO.—Como que la saqué a la calle y la pegué una bofetá que la salté -un diente. - -GUMER.—¡Y pué que lo tomara a mal! - -PACO.—¿Que si lo tomó?... Que me dijo que habíamos acabao. - -GUMER.—¡Qué graciosas! Toas lo mismo. De seguida quién acabar... y el -hombre que ya tié arreglaos sus gastos al jornal que le gana una mujer, -que se chinche ¿verdá? - -PACO.—Yo, de primeras, lo tomé por un dicho de esos de cuando una cosa -les da coraje; pero, chiquillo, que nada... que ha estao dos días -dándome esquinazo sin venir a planchar; y el jueves pos vino acompañá -de un tío municipal que tiene; que no me quise arrimar, porque yo con -el Ayuntamiento no tengo valor pa nada. - -GUMER.—Haces bien. - -PACO.—Y, por último, ayer, pa celebrar el santo de la maestra, se -fueron de juergueo al Partidor, al ventorro del _Cuevas_. - -GUMER.—Lo he sabido. - -PACO.—De que me lo noticiaron, voy y me encamino pa allí con Pepe el -_Rosca_. Lleguemos... ¡y no quiás saber!... Miro y me la encuentro -agarrá a un panoli, a la vera de un manubrio, y bailándose otro -_tuesten_. - -GUMER.—¡Rediez, cuánto _tuesten_! - -PACO.—¿No es pa quemarse? - -GUMER.—¡Pa tener hollín! - -PACO.—De que los guilé me dió un vuelco el corazón, y me voy pa ellos, -y metiéndoles así la mano por entre los dos pa detenerlos, le digo a -él: “¿Me permite usted una vuelta con la socia?” “Pa Carnaval”, me -contesta el tío, y siguen girando. - -GUMER.—¡Qué boceras! - -PACO.—Me quedé helao. Vuelven a pasar, secundo la petición, y me dice -que me presente a concurso. Hasta que yo, harto de chuflas, me arranco -a él de mala forma y, dándole un manotazo en el hombro, le digo: “¿Pero -es que ha heredao usté a esta joven, pollo?” “Sí, señor; me la ha dejao -un tío.” “Pues a mí me la va a dejar un primo”; y agarro del brazo a -Nieves, y tiro de ella, y va él entonces, arrima su cara a la mía y me -estornuda a un milímetro cuadrao de mis narices... y, ¡chiquillo, qué -bofetá! - -GUMER.—¿Le diste? - -PACO.—Viceversa. - -GUMER.—¡Él a ti! - -PACO.—Que me cogió la acción. Pero cómo me dejaría este carrillo de -dormido, que hasta la quinta bofetá no se me empezó a desperezar. - -GUMER.—¿Te sopló leña? - -PACO.—Sí: pero tú ya me has visto en pelea... ¡Me cegué, me fuí pa él, -metí mano, abrí la chaira, le tiré dos viajes!... - -GUMER.—¿Y qué? - -PACO.—Na, que le vi correr pa la Casa e Socorro y dije: “Le he -matao”... pero luego me enteré que es hijo del conserje, y, como -vive allí, iba por una estaca. Total, que si no se me llevan hay una -desgracia. - -GUMER.—¿En tu familia? - -PACO.—U en la suya. Y escuso decirte, Gumer, que desde que esa mujer me -ha hecho esa ación indecorosa yo no duermo... - -GUMER.—¿No tiés dónde? - -PACO.—Ni vivo... ni como. - -GUMER.—Lo creo. - -PACO.—Porque, claro, de repente te ves sin cariño... - -GUMER.—Y sin veinte pesetas semanales. Si me ha pasao a mí la mar de -veces. - -PACO.—Por eso te digo; tú ¿qué harías en mi caso, Gumer? Aconséjame. - -GUMER.—Hombre, la cosa es grave; porque, claro, tú no te vas a poner a -trabajar ahora a la edaz que tienes. - -PACO.—Ni lo sueñes. Voy a cumplir los veintitrés. La edad del -aprovechen. - -GUMER.—Por eso te digo que el asunto es complicao; pero, en fin, te voy -a dar una leción que si me llaman a domicilio llevo cinco pesetas por -ella. - -PACO.—Venga. - -GUMER.—Pues atiende. La Nieves, con su proceder asqueroso, te holla dos -cosas: te holla tu pundonor y te holla el puchero. - -PACO.—Que son casi tres ollas. - -GUMER.—Clavao. Por lo tanto, si quiés quedar como un hombrito, la -aguardas esta noche, y de que salga la llamas y la planteas el -_poblema_ en esta forma: “Apreciable nincha: U sigues las relaciones -amorosas con un servidor, u te doy dos tajos en el rostro. A escoger.” -¿Que te dice que sí? pues, dominada ya por el miedo, haces cuenta que -te has comprao una burra; ¿que se emperra en que no? pues tiras de -navajita y la cortas la cara. Ni más ni menos. - -PACO (_Con cierto estupor._)—¡Gachó! Pero, ¿y si me llevan a la cárcel? - -GUMER.—¡Amos, quita, _manús_! Estás en primaria. Aquí me tiés a mí, que -he _pedricao_ con el ejemplo. Por una cosa parecida a la tuya le dí yo -dos tajos a la Enriqueta. - -PACO.—Ya m’acuerdo. - -GUMER.—¿Y qué me pasó?... Pues que, como era delito pasional, a los dos -meses _asolvido_. - -PACO.—Pero aquello fué la suerte que tú tienes. - -GUMER.—Y la de todos. Por un arrebato pasional le quitas el reló a un -amigo y es atenuante. - -PACO.—¿Estás seguro? - -GUMER.—¿Cómo seguro?... Acuérdate de lo mío. - -PACO.—Pero tú estuviste en la cárcel. - -GUMER.—Porque se diztó indebidamente auto de prisión. El juez que me -atropelló con el auto. - -PACO.—Lo que pasa con todos los autos. - -GUMER.—Pero, muchacho, se vió la vista causa, y como la seda. ¡Me tocó -un Jurao!... - -PACO.—¿Bueno? - -GUMER.—Ni escogido. El señor Pepe, el _Bocas_; Quintín, el _Churrero_; -el señor Serapio, el _Orejas_; Custodio el de la Leoncia; Valentín el -_Zapa_... tóos amigos. - -PACO.—Pero, ¿cómo estaban allí esos tíos? - -GUMER.—Sí, hombre; es que a los caballeros les gusta que haiga Jurao, -pero no quién ir, ¿sabes? y cuando les toca, pos, pa no molestarse, -delegan por las cinco pesetas en una colección de sustitutos, del -comercio de esta corte, que vagan por los pasillos de las Salesas a lo -que cae. Y, claro, yo que me vi con la mar de conocidos en el Tribunal -popular, compuesto en su mayoría de elemento vinatero, pues dije: “Sois -míos”; y alecionao por el defensor, a la primera pregunta del fiscal -empecé a llorar a lágrima viva y a decir que los celos me habían puesto -una venda sanguinolenta en los ojos, que la navaja me se había venido -sola a la mano y que al cometer el delito me pasó una cosa pasional -por el cranio, que yo no sabía si estaba jugando a la brisca o dando -puñalás. - -PACO.—¡Vaya un raspa! - -GUMER.—Y a tóo esto, yo, venga de sollozos, llamándole a la Enriqueta -“ser querido”, “arcángel de mi juventud”, “primer amor de mi -existencia”... y dando convulsiones y diciéndole al relator que me -hiciese el osequio de pegarme un tiro en la nuez, que yo no podía vivir -después de haber atentao contra aquella mujer “amada y fraudulenta”. - -PACO.—¡Chiquillo, es que tú también te usas unas frases! - -GUMER.—Hombre, la solenidá era pa ello. Resumen: que si ves el cuadro, -la hincas. El público era un puro sollozo; los juraos hicieron -charco de tanta lágrima, y el presidente del Tribunal yo creí que se -arcidentaba. Gracias que empezó a roncar. - -PACO.—¿Se quedó dormido? - -GUMER.—Como una rosca. Total: veredizto de inculpabilidaz, sentencia -asolutoria, la Enriqueta lisiada pa toa su vida y yo con un cartelito -entre las damas desde que salí de la cárcel, que aquí me tienes, -vestido, calzao, fumao, comido, bebido, ecétera, ecétera... Porque, -dime tú, después de aquello, ¿qué desgraciada le niega a un servidor -cinco duros, aunque tenga que sacárselos al Ayuntamiento? - -PACO.—¡Gachó, qué suerte! - -GUMER.—Táztica y _monocle_. (_Señalándose el ojo derecho._) - -PACO.—Eres el Hizdemburge del Sombrerete. - -GUMER.—Me has tañao. Por eso te digo, Paco, que sigas mis huellas con -la Nieves. U te se somete con jornal y todo, u la pinchas; no seas -primo. - -PACO.—Sí, estoy resuelto. Tiés razón. (_Mirando hacia el obrador._) -Calla, que salen. - -GUMER.—¡Camará, cuántas vienen! - -PACO.—La rodean las compañeras. - -GUMER.—Que se han maliciao algo; pero no le hace. Llámala aparte y se -lo dices. Conque salú y suerte, ninchi, que yo me voy. (_Vase calle -abajo, huyendo de la quema._) - -PACO (_Un poco pálido, acercándose al grupo de muchachas que ha salido -del obrador._)—Nieves. - -NIEVES.—Me llamo. - -PACO.—Haz el osequio de venir. - -NIEVES.—No me dejan en casa. - -PACO.—Nieves, que estoy ciego. - -NIEVES.—Cómprate un perro. - - Las risas de las compañeras excitan a Paco, que coge a Nieves de un - brazo y la hace bajar violentamente de la acera, mientras, lívido - y tembloroso, saca una navaja. Sin darle tiempo a abrirla, aquel - enjambre de mocitas bravías cae sobre él y le desarman, le tiran al - suelo y, con llaves, bolsos de mano y puños cerrados, le dan una - paliza de órdago a la grande y le dejan en tierra sangrando por - boca y narices, entre la rechifla de la gente del barrio, enterada - del suceso. - - Un guardia de Orden público, que se acerca al escándalo, se lleva a - pescozones al _Metralla_. - -GUARDIA.—Echa pa alante, vividor de mujeres. - -PACO.—Guardia, que ha sido por celos... que soy un pasional... - -GUARDIA.—¡Cállate ya, so golfo! La culpa de lo que hacéis la tié el -Jurao y na más que el Jurao. Que fuera yo el que sentenciara estas -cosas, y ya veríais... ¡¡Os echaba cinco años de presidio por granujas -y diez por pasionales!! - -TELÓN - - - - -LOS ATEOS - - - - -CUADRO PRIMERO - - - Interior de una taberna establecida en la calle del Peñón, a dos - pasos del Campillo de Mundo Nuevo. - - Es de noche. El aire de la _tasca_, enrarecido por el humo de los - cigarros, amengua la luz de las débiles bombillas, dando aspecto - siniestro a aquellas gentes famélicas y desarrapadas que llenan las - mesas. - - Se huele a vino, a tabaco, a guisos fuertes. - - En el velador de un rincón acaban de comerse unos _livianos_ y de - apurar unos _quinces_, previamente jugados al mus, Baldomero el - _Bizco_, Nicomedes el _Soga_, el señor Eulalio y el señor Floro. - - Pepe el _Malagua_, dueño del local, les hace los honores - _osequiándoles_ con unas _limpias_ de Monóvar. - - Se habla a voces de la última cogida de un _fenómeno_. - - De pronto, un poco confuso, suena a lo lejos, en el silencio de - la calle, espaciado y solemne, el repiqueteo de la campanilla del - Viático. Le sigue, como ruido complementario, el lento rodar de un - coche. - - En el interior de la taberna se hace un breve silencio. Todos - atienden. - - El señor Eulalio, un poco indeciso, levanta la mano con disimulo y - toca levemente la visera de su gorra. - - Una ruidosa carcajada, que se deshace en aspavientos, en muecas de - burla, y en soeces interjecciones, es el comentario que pone la - reunión a la inofensiva reverencia del pobre anciano. - -SEÑOR FLORO (_Muerto de risa._)—¡Ja, ja, ja..., pos no se iba a quitar -la gorra! ¡Ja, ja, ja!... - -SEÑOR EULALIO (_Un poco avergonzado._)—Hombre, yo... - -BALDOMERO.—¡Amos, quite usté d’ahí, so beata! - -SEÑOR EULALIO.—Pero, señores, el que un hombre haga una cosa porque -tenga ciertos principios, no creo yo que... - -NICOMEDES.—¡Te conocíamos como peón de mano, pero como santurrona!... -¡Ja, ja, ja!... - -PEPE EL MALAGUA.—¡Medio siglo haciéndonos creer que se desayunaba con -acólitos en pepitoria, y de pronto nos resulta un _cofrade_! - -SEÑOR EULALIO.—¡Hombre, hacer el favor de no insultar! - -SEÑOR FLORO.—Eulalio, vas camino del _jaimismo_. - -SEÑOR EULALIO (_Ya amoscado._)—¡Voy camino de la venta de la... Rubia! -¡Señor... miá tú qué tendrán que ver las narices con el buen tiempo! - -SEÑOR FLORO (_Dando un enérgico puñetazo sobre la mesa._)—Entonces, -¿por qué saludas ante las patrañas eclesiásticas? - -SEÑOR EULALIO.—Saludo porque no creo que haga falta la desageración en -cosa ninguna. Porque yo no es que pise una iglesia, que eso, Dios me -libre...; pero tampoco soy como tú, que porque un día _estarnudaste_ -en la calle y te dijeron “Jesús”, tuviste un juicio de faltas. Ni soy -como ese, que no pasa un cura por su lao que no le profiera una ofensa, -bien oral, bien mímica. Yo no me persigno ni creo en esas pamplinas -de santos ni de novenas; pero, señor, una meaja de fe en algo hay que -tenerla. - -SEÑOR FLORO.—¡Fe en el progreso humano! - -TODO EL CONCURSO (_Que queda pendiente de la discusión._)—¡Mu bien! - -SEÑOR EULALIO.—Estoy en ello; pero yo lo que te digo, Floro, es que tié -que haber un Ser superior, llámese Dios u llámese como se llámese, que -haiga formao este Universo que nos cobija. - -SEÑOR FLORO.—Aquí no hay más Dios ni más ser que la Naturaleza madre y -su produzto, que es el hombre, animal soberano y libre; y tóo lo demás -que te digan, zanahorias condimentadas. - -SEÑOR EULALIO.—¿De forma que tú crees que el mundo se ha hecho solo? - -SEÑOR FLORO.—De un modo automóvil, sí, señor. - -SEÑOR EULALIO.—¿Y de dónde ha surgido? - -SEÑOR FLORO.—Del caos. - -SEÑOR EULALIO (_Dudando._)—¡Qué caos ni qué cacaos!... - -SEÑOR FLORO.—Ni más ni menos. ¡Del caos! - -SEÑOR EULALIO.—¿Y qué es el caos, vamos a ver? - -SEÑOR FLORO.—La nada flotante. - -NICOMEDES (_Admirado._)—¡No le coge en una! - -SEÑOR FLORO.—Y pa que te enteres de lo que no sabes, te diré que este -globo terraquio que habitamos no es ni más ni menos que una corteza -desprendida de otro planeta que se ha enfriao. - -UN OYENTE.—Iría de verano. - -SEÑOR FLORO (_Muy molesto._)—Al que se chufle cojo una botella y le -hago una alusión personal en las narices. - -VARIOS.—Callarse, hombre. (_Silencio profundo._) - -SEÑOR EULALIO.—Entonces, dime a mí, ¿qué soy yo, vamos a ver? - -SEÑOR FLORO.—Un mísero gusano dedicao a la albañilería y nacido de la -putrefación terraquia. - -SEÑOR EULALIO.—¡Arrea! ¿Yo gusano...? Hombre, Floro, dices unas cosas... - -SEÑOR FLORO.—Chist...; aquí todo se prueba, como en las sastrerías. -Ejemplo práztico de tu gusanez. Coges un peazo de queso, lo tiras a ese -rincón, vuelves a los quince días y lo encuentras fermentao. - -SEÑOR EULALIO.—Eso será si no hay ratas, porque si hay ratas no lo -encuentras. - -SEÑOR FLORO.—Aquí tienen gato. Por eso he puesto el ejemplo. Pues de -la misma forma que el queso fermenta y salen gusanos u seres móviles -y vividores, lo mismo de la cáscara mundial salieron seres u gusanos, -que somos tú y yo, éste y ese, la Inacia, la Tadea y personas que nos -acompañan. - -TODOS.—¡Mu bien! - -UN OYENTE.—Eso no es posible, señor Floro. - -SEÑOR FLORO.—¿Quién ha graznao esa negativa? - -UN OYENTE.—Servidor; porque si yo creyera que una mujer con unos ojazos -y unas formas como las de su cuñada de usté era produzto de un pedazo -de queso, yo tiraba una bola. (_El auditorio ríe._) - -SEÑOR FLORO (_Amoscado._)—Tiés una cabeza, mi amigo, que la incluyes -en un puesto de melones y no desmerece. Estoy filosofeando, y, por lo -tanto, hablo en sentido hipotecario, ¿estamos? - -UN OYENTE.—Ah, bueno, usté disimule. - -SEÑOR FLORO.—No hay de _queque_. Orejita es lo que hace falta pa saber -oir. Y voy a rematar. Por lo tanto, Eulalio, ni hay ser superior, ni -cielo, ni purgatorio, ni andróminas de esas. En este mundo no hay nada -más que este mundo, donde está todo, lo bueno, lo malo y lo entreverao. -Y el día que te mueras vuelves al seno de la tierra materna y te haces -polvo, fósforo, gaseosa... nada. ¡He dicho! - - Delirantes aplausos y risas soeces acogen las últimas frases del - ateo. - - El señor Eulalio, reducido al silencio por la explosiva dialéctica - de su rival, calla en un rincón. - - Otra vez vuelve a oirse la campanilla del Viático, que regresa. Se - va acercando, acercando... Al fin, pasa, y, cada vez más lejana, se - pierde en el silencio de la calle desierta, seguida del lento rodar - del coche. - - Aquella pobre gente, a pesar de todo, deja de reir. - -=Mutación= - - - - -CUADRO SEGUNDO - - - Interior de una alcoba humilde en una casa pobre. - - Son las dos de la madrugada. - - En la obscuridad suena el tictac vigilante de un reloj. - - Tendidos en una modesta cama, duermen el implacable ateo señor - Floro y la señá Felipa, su consocia. - - De pronto, el pobre hombre despierta, da un grito agudo y se lleva - las manos al lado izquierdo del pecho, incorporándose, lívido y - tembloroso. - -SEÑOR FLORO.—¡Ay, madre!... ¡Ay, Felipa! - -SEÑÁ FELIPA (_Despertando aterrada._)—¿Qué te pasa, Floro? (_Enciende -la luz._) - -SEÑOR FLORO.—¡Ay, Felipa, qué dolor! ¡Ay, que me muero! - -SEÑÁ FELIPA.—Pero, ¿qué t’ha dao? - -SEÑOR FLORO.—¡Ay, que no lo sé!... ¡Ay, que tengo aquí un puñal! - -SEÑÁ FELIPA (_Echándose de la cama._)—Pero, ¿dónde? - -SEÑOR FLORO.—¡Ay, en esta parte!... ¡Ay, que llamen a un médico, que yo -no puedo respirar! ¡Ay, Felipa, que es un dolor de costao!... ¡Ay, que -yo no sé qué tengo! - -SEÑÁ FELIPA.—¡Por Dios, hombre, no te apures! - - Atacado de una aguda neuralgia intercostal, el señor Floro sigue - quejándose con amargos lamentos; mientras, la señá Felipa se echa - una falda y corre a llamar a los vecinos. - - A poco, el cuarto se llena de gente a medio vestir, que anda de un - lado a otro, perpleja y estuporizada. - -VECINA PRIMERA.—Pero, ¿qué ha sido? - -VECINO PRIMERO.—Pero, ¿qué tienes, Floro? - -VECINA SEGUNDA.—Debe ser algo que le ha hecho daño. - -VECINO SEGUNDO.—¿Qué cenaste anoche? - -SEÑOR FLORO.—¡Ay, que no lo sé!... ¡Ay, que yo me muero!... ¡Salvarme, -por lo que más queráis! - -UNO.—¡Eso ha sido la mojama! - -UNA.—¡Pué que sea flato! - -OTRA.—Hacerle tila. - -OTRO.—Darle aceite. - -VECINO PRIMERO.—Ponte boca abajo. - -VECINA SEGUNDA.—Calienta una franela. - -SEÑÁ FELIPA.—Matías, por Dios, vete a la Casa de Socorro y que venga un -médico. - -MATÍAS.—Voy en un vuelo. (_Sale disparado._) - - Dan al enfermo aguas cocidas, unturas; le aplican bayetas, - ladrillos calientes...; todo inútil. La violencia del mal no cede. - El señor Floro, en el paroxismo del dolor, da gritos desesperados - y espantosos, revolcándose en la cama. - -SEÑOR FLORO.—¡Ay, que me muero!... ¡Ay, que no puedo más!... ¡Ay, -Virgen del Carmen, quítame este sufrir, por lo que más quieras!... ¡Ay, -Dios mío de mi corazón!... - - La señá Escolástica, una vieja motejada de beata por la vecindad, - se acerca al lecho. - -SEÑÁ ESCOLA.—Hombre, señor Floro, como tié usté esas ideas, yo no me -he atrevido a decirle a usté una cosa... Pero ahora que le oigo a usté -mentar a Dios y a la Virgen Santísima, si usté quiere, yo le daré un -remedio que se le quita ese dolor en dos segundos. - -SEÑOR FLORO (_Incorporándose. La mira con ojos ávidos._)—¿En dos -segundos?... (_Abrazándose a ella._) ¡Ay, señá Escola de mi vida, -dígamelo usté por su madre, sea lo que sea antes que me muera! - -SEÑÁ ESCOLA.—Pues que yo tengo unos sellitos de la Virgen de la Paloma, -¿sabe usté...? que se rebuñan un poco, se hacen como una bolita, se -tragan en un sorbito de agua, se reza con fe un “Dios te salve María” y -al menuto curao. - -SEÑOR FLORO (_Mirándola con angustia._)—¡Ay, señá Escola!... ¡Ay, que -yo no puedo hacer eso! - -SEÑÁ ESCOLA.—Pero, ¿por qué? - -SEÑOR FLORO.—Mis ideas, que no me dejan. - -SEÑÁ ESCOLA.—¡Pero no ve usté que si se muere ya no va usté a tener -ninguna idea!... - -SEÑOR FLORO.—¡Ay, señá Escola, no me haga usté ajurar de mi credo, que -es no creer en náa!... - -SEÑÁ ESCOLA.—¡Pues vaya un credo! - -SEÑÁ FELIPA.—¡Amos, Floro, tómate el sello, que dicen que se han visto -casos milagrosos! - -SEÑOR FLORO.—¡Ay, que no puedo!... ¡Todo, menos eso! - -SEÑÁ ESCOLA.—Pero ¿qué le ha hecho a usté la Virgen de la Paloma? - -SEÑOR FLORO.—Si no es la Virgen, es Lerroux, que me pondría como un -trapo si lo supiera. - -VECINO PRIMERO.—¿Y quién se lo va a decir? - -SEÑÁ ESCOLA.—Hale... traer agua... Aquí tié usté el sello bendito... A -tomárselo. - -SEÑOR FLORO.—¿Pero yo...? ¡Una cosa eclesiástica!... - -SEÑÁ FELIPA.—Tómatelo con fe, Floro. - -SEÑOR FLORO.—¡Ay, bueno; lo tomaré porque no puedo más de dolor; pero -por Dios, no se lo digáis a Pablo Iglesias, que ya no me saludaría! - -SEÑÁ ESCOLA.—Adentro. - -SEÑOR FLORO (_Después de tomarse el sello._)—¡Ay, ya está...! ¡Ay, -Virgen Santa, dispénsame en lo que te haiga faltao; pero quítame esta -punzada, que me atraviesa, y en cuanto me levante te llevo un albañil -de cera...! - - Da un suspiro. Los quejidos son cada vez más débiles. A poco, se - duerme. Las mujeres rezan en voz baja. - -=Mutación= - - - - -CUADRO TERCERO - - - En la calle de la Ventosa se hallan departiendo animadamente el - señor Eulalio, insultado la noche antes por _clerical_ en la - taberna de la calle del Peñón, y el señor Dimas el _Churrero_. - - El señor Eulalio refiere a su amigo el incidente del Viático, y - éste a su vez le pone en autos de la _conversión_ del señor Floro, - su vecino, con el detalle del sellito y demás pormenores. - - Se despiden. El señor Eulalio sube calle arriba. Al torcer por la - de la Paloma se detiene estupefacto, viendo venir al señor Floro, - ojeroso y vacilante, camino de la iglesia. Trae un cirio en la - mano, cubierto hasta la mitad con un pedazo de papel de periódico. - -SEÑOR EULALIO (_Atajándole._)—¡Adiós, Floro! - -SEÑOR FLORO (_Aterrado._)—¡¡Eulalio!! (_No sabe dónde meterse el -cirio._) - -SEÑOR EULALIO (_Sonriendo._)—¿Qué llevas en la manita? - -SEÑOR FLORO.—Na; que, de paso que voy a la obra, unas vecinas me han -dao el encargo de que traiga esta tontería ahí, a esa estupidez de -iglesia que hay ahí en la... - -SEÑOR EULALIO (_Acentuando su sonrisa._)—No te molestes... ¡lo sé -todo...! - -SEÑOR FLORO.—¿Te han contao lo de mi dolor de anoche? - -SEÑOR EULALIO.—Y lo del sellito. - -SEÑOR FLORO (_Bajando la cabeza avergonzado._)—Chico. Eulalio, la -verdá, me hicieron hocicar; pero es que me vi negro. Creí que la -diñaba... ¡Y cuando le ve uno los zancajos a la muerte...! - -SEÑOR EULALIO.—¡Qué me vas a decir, Floro...! ¡Yo era peor que tú! Yo -te podía dar veinticinco pa cincuenta en custión de ateísmo. ¡Pero -amigo, un día—tú sabes la pasión que tengo yo por mi nieta, que no -quiero otra cosa en el mundo—, pues fué el angelito y me cogió eso -que le dicen la _dizteria_, que creí que me se moría! Chiquillo... de -pensar yo que me iba a quedar sin aquel pispajo que me se agarra a las -rodillas toas las tardes cuando vuelvo de la obra, y que es mi único -consuelo... Amos, que me dió una angustia interior, por dentro, que -dije: “¡Dios mío, si me la salvas, me pongo hábito aunque sea!” ¡Y me -la salvó! Por eso anoche, en la taberna, cuando pasaba el Viático, me -quité la gorra. Hay que ser agradecido. - -SEÑOR FLORO.—Tiés razón, Eulalio; dispensa las gansás que te dije. - -SEÑOR EULALIO.—Quita, primo; si uno lo comprende todo. Cuando el hombre -está bueno y sano y se encuentra en la taberna rodeao de cuatro necios -que le ríen las gracias, el hombre es un valiente, que se atreve con tó -lo humano y con tó lo divino; pero cuando cambia el viento, y viene la -negra, y el dolor te mete acobardao y solo en el rincón de tu casa... -Será uno tó lo blásfemo que sea; pero yo te digo que no hay quien no -levante los ojos pa lo alto y pida misericordia. - -SEÑOR FLORO.—Esa es la chipén. - -SEÑOR EULALIO.—En fin, con decirte que yo ya hasta me persigno por las -noches... - -SEÑOR FLORO (_Asombrado._)—¿Y te acuerdas? - -SEÑOR EULALIO.—Hombre, como es lo primero que le enseña a uno su -madre... Y hago más. - -SEÑOR FLORO.—¿Qué haces? - -SEÑOR EULALIO.—Pues que cuando paso por delante de una iglesia, pa -saludar y que no me se burlen los compañeros, me quito la boina y me la -sacudo de yeso. - -SEÑOR FLORO.—A mí me se había ocurrido levantarme la visera de la gorra -y rascarme, que también es disimulao. - -SEÑOR EULALIO.—Sí, pero eso no tié novedaz. - -SEÑOR FLORO.—¿Tú crees? - -SEÑOR EULALIO.—Se lo he visto hacer a la mar de _ateos_. - -TELÓN - - - - -ÍNDICE - - - _Páginas._ - - El santo de la Isidra. 9 - - La pena negra. 61 - - Las estrellas. 109 - - El amigo Melquiades o por la boca muere el pez. 161 - - El Chico de las Peñuelas o no hay mal como el de la envidia. 227 - - Los pobres. 289 - - La risa del pueblo. 295 - - Los pasionales. 301 - - Los ateos. 309 - - - - - -End of the Project Gutenberg EBook of Sainetes, by Carlos Arniches y Barrera - -*** END OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK SAINETES *** - -***** This file should be named 63019-0.txt or 63019-0.zip ***** -This and all associated files of various formats will be found in: - http://www.gutenberg.org/6/3/0/1/63019/ - -Produced by Josep Cols Canals, Ramón Pajares Box and the -Online Distributed Proofreading Team at https://www.pgdp.net -(This file was produced from images generously made -available by The Internet Archive/Canadian Libraries) - - -Updated editions will replace the previous one--the old editions -will be renamed. - -Creating the works from public domain print editions means that no -one owns a United States copyright in these works, so the Foundation -(and you!) can copy and distribute it in the United States without -permission and without paying copyright royalties. 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Redistribution is -subject to the trademark license, especially commercial -redistribution. - - - -*** START: FULL LICENSE *** - -THE FULL PROJECT GUTENBERG LICENSE -PLEASE READ THIS BEFORE YOU DISTRIBUTE OR USE THIS WORK - -To protect the Project Gutenberg-tm mission of promoting the free -distribution of electronic works, by using or distributing this work -(or any other work associated in any way with the phrase "Project -Gutenberg"), you agree to comply with all the terms of the Full Project -Gutenberg-tm License (available with this file or online at -http://gutenberg.org/license). - - -Section 1. General Terms of Use and Redistributing Project Gutenberg-tm -electronic works - -1.A. By reading or using any part of this Project Gutenberg-tm -electronic work, you indicate that you have read, understand, agree to -and accept all the terms of this license and intellectual property -(trademark/copyright) agreement. 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Information about the Project Gutenberg Literary Archive -Foundation - -The Project Gutenberg Literary Archive Foundation is a non profit -501(c)(3) educational corporation organized under the laws of the -state of Mississippi and granted tax exempt status by the Internal -Revenue Service. The Foundation's EIN or federal tax identification -number is 64-6221541. Its 501(c)(3) letter is posted at -http://pglaf.org/fundraising. Contributions to the Project Gutenberg -Literary Archive Foundation are tax deductible to the full extent -permitted by U.S. federal laws and your state's laws. - -The Foundation's principal office is located at 4557 Melan Dr. S. -Fairbanks, AK, 99712., but its volunteers and employees are scattered -throughout numerous locations. Its business office is located at -809 North 1500 West, Salt Lake City, UT 84116, (801) 596-1887, email -business@pglaf.org. 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Thus, we do not necessarily -keep eBooks in compliance with any particular paper edition. - - -Most people start at our Web site which has the main PG search facility: - - http://www.gutenberg.org - -This Web site includes information about Project Gutenberg-tm, -including how to make donations to the Project Gutenberg Literary -Archive Foundation, how to help produce our new eBooks, and how to -subscribe to our email newsletter to hear about new eBooks. diff --git a/old/63019-0.zip b/old/63019-0.zip Binary files differdeleted file mode 100644 index 60121bc..0000000 --- a/old/63019-0.zip +++ /dev/null diff --git a/old/63019-h.zip b/old/63019-h.zip Binary files differdeleted file mode 100644 index 9c0fe35..0000000 --- a/old/63019-h.zip +++ /dev/null diff --git a/old/63019-h/63019-h.htm b/old/63019-h/63019-h.htm deleted file mode 100644 index 37b3914..0000000 --- a/old/63019-h/63019-h.htm +++ /dev/null @@ -1,17184 +0,0 @@ -<!DOCTYPE html PUBLIC "-//W3C//DTD XHTML 1.0 Strict//EN" - "http://www.w3.org/TR/xhtml1/DTD/xhtml1-strict.dtd"> -<html xmlns="http://www.w3.org/1999/xhtml" xml:lang="es" lang="es"> - <head> - <meta http-equiv="Content-Type" content="text/html;charset=utf-8" /> - <meta http-equiv="Content-Style-Type" content="text/css" /> - <title> - Sainetes, by Carlos Arniches—A Project Gutenberg eBook - </title> - <link rel="coverpage" href="images/cover.jpg" /> - <style type="text/css"> - -body { margin: 0 auto; 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background-color: #f8f8f8; font-family: sans-serif; - font-size: smaller; margin: 0; page-break-before: always; padding: 1em 0; } -#tnote ul { list-style-type: inherit; margin: 0 0 0 1.5em; padding: 0 2em 0.5em 1em; } -#tnote li { margin-top: 0.5em; text-align: justify; } -.tnotetit { font-weight: bold; text-align: center; text-indent: 0; margin-bottom: 1em; } - -@media handheld, print -{ - body { font-size: medium; } - p { line-height: normal; } - - .pt6 { padding-top: 6em; } - - hr.chap0 { display: none; visibility: hidden; } - - .chapter { margin: 0 0 1em 0; } - .screenonly { display: none; visibility: hidden; } - .pagenum { display: none; } - .cartel { width: 80%; } - - .poem { margin: 0.5em 0 0.5em 17%; } -} - - </style> - </head> -<body> - - -<pre> - -The Project Gutenberg EBook of Sainetes, by Carlos Arniches y Barrera - -This eBook is for the use of anyone anywhere at no cost and with -almost no restrictions whatsoever. You may copy it, give it away or -re-use it under the terms of the Project Gutenberg License included -with this eBook or online at www.gutenberg.org/license - - -Title: Sainetes - -Author: Carlos Arniches y Barrera - -Release Date: August 23, 2020 [EBook #63019] - -Language: Spanish - -Character set encoding: UTF-8 - -*** START OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK SAINETES *** - - - - -Produced by Josep Cols Canals, Ramón Pajares Box and the -Online Distributed Proofreading Team at https://www.pgdp.net -(This file was produced from images generously made -available by The Internet Archive/Canadian Libraries) - - - - - - -</pre> - - -<div class="front"> - <hr class="full" /> - <p><a href="#tnote">Nota de transcripción</a></p> - <p><a href="#ToC">Índice</a></p> - <h1 class="faux">SAINETES</h1> -</div> - -<hr class="chap" /> - - -<div class="screenonly"> - <div class="figcenter"> - <img class="thin" - style="width: 28em; height: auto;" - src="images/cover.jpg" - alt="Cubierta del libro" /> - </div> - <hr class="chap" /> -</div> - - -<div class="tit pt6"> - <p><span class="pagenum" id="Page_3">p. 3</span></p> - <p class="fs110 g3 ws1">BIBLIOTECA CALLEJA</p> - <p class="fs90 ws1 g2 mt15">SEGUNDA SERIE</p> - <p class="fs130 ws1 mt3">CARLOS ARNICHES</p> - <p class="fs200 g3 mt05">SAINETES</p> - <hr class="chap" /> -</div> - - -<div class="tit"> - <p><span class="pagenum" id="Page_5">p. 5</span></p> - <p class="fs150 ws1">CARLOS ARNICHES</p> - <p class="fs250 g3 mt1">SAINETES</p> - <div class="figcenter mt2"> - <img style="width: 5em; height: auto;" - src="images/logo.jpg" - alt="Logotipo del editor" /> - </div> - <p class="fs75 g3 mt4">MCMXVIII</p> - <p class="g3 ws1 mt1">CASA EDITORIAL CALLEJA</p> - <p class="fs60 ws1">FUNDADA EN 1876</p> - <p class="g3 mt1">MADRID</p> -</div> - -<hr class="chap0" /> - - -<div class="tit pt6"> - <p><span class="pagenum" id="Page_6">p. 6</span></p> - <p>PROPIEDAD</p> - <p class="fs60 ws1">DERECHOS RESERVADOS</p> - <p class="fs75 ws1 mt6">Imp. Martín de los Heros, 65.</p> -</div> - -<hr class="chap0" /> - -<div class="chapter"> - <p><span class="pagenum" id="Page_7">p. 7</span></p> - <p class="centra fs140 ws1">A RAMÓN PÉREZ DE AYALA</p> - <div class="caja"> - <p><i>Pongo, lleno de vanidad, el nombre de usted en la primera - página de este libro, porque usted es mi mayor éxito.</i></p> - <p class="firma"><span class="smcap">Carlos Arniches</span></p> - </div> - <p>Madrid, Julio 1918.</p> -</div> - - -<div class="chapter pt6" id="P1"> - <hr class="chap" /> - <p><span class="pagenum" id="Page_9">p. 9</span></p> - <h2 class="nobreak">EL SANTO DE LA ISIDRA</h2> - <hr class="chap" /> -</div> - - -<div class="chapter"> - <p><span class="pagenum" id="Page_11">p. 11</span></p> - <h3 class="g2">PERSONAJES</h3> -</div> - -<ul class="pers"> - <li>ISIDRA</li> - <li>LA SEÑÁ IGNACIA</li> - <li>CIRILA</li> - <li>BALTASARA</li> - <li>LA SEÑÁ JUSTA</li> - <li>UNA VECINA</li> - <li>UNA INVITADA</li> - <li>UNA NIÑA</li> - <li>VENANCIO</li> - <li>SEÑOR EULOGIO</li> - <li>SEÑOR MATÍAS</li> - <li>EPIFANIO</li> - <li>SECUNDINO</li> - <li>EL ROSCA</li> - <li>PACO EL CURIAL</li> - <li>JUAN EL MIGAS</li> - <li>PÉREZ</li> - <li>TORRIJA</li> - <li>UN VENDEDOR DE FLORES</li> - <li>CONVIDADO 1.º</li> - <li>ÍDEM 2.º</li> - <li>ÍDEM 3.º</li> - <li>UN PALETO</li> - <li>UN ROMERO</li> - <li>UN MOZO DE MERENDERO</li> -</ul> - -<p class="centra mt1"><i>Invitados vendedores, romeros, etc.—Coro -general.</i></p> - - -<p class="centra fs150 ws1 mt2">ACTO ÚNICO</p> -<hr class="tir" /> -<h3>CUADRO PRIMERO</h3> - -<p class="donde">Una plazuela de los barrios bajos. Al foro, dos casas -separadas por un callejón que da a la calle de Toledo, y en cuyo -fondo se ve la Plaza de la Cebada. La casa de la izquierda tiene en -su planta baja una tienda de ultramarinos con puertas practicables. -La puerta de esta casa, practicable también, da al callejón. A la -derecha, otra casa, y debajo una taberna con un rótulo que dice: <span -class="smcap">Núm. 8 Vinos y Licores Núm. 8</span>. La puerta de la -taberna que da frente al público y la que da al callejón, practicables. -En los laterales derecha una casa de modesta<span class="pagenum" -id="Page_12">p. 12</span> construcción, y en el ángulo que forma -esta casa con la taberna, el chiscón de un zapatero de viejo. En los -laterales izquierda, otra casa, en cuya planta baja hay establecida una -tienda de sillas, de las cuales vense algunas colgadas en la puerta. -La muestra de la tienda dice: <span class="smcap">La mecedora, se -ponen asientos, se forran sillerías</span>. El balcón de la casa de la -derecha, que es practicable, lleno de tiestos con flores.</p> - - -<h4>ESCENA PRIMERA</h4> - -<p class="quienesj"><span class="smcap">Señor Eulogio, Cirila, -Secundino</span> <i>y un vendedor de flores. Al levantarse el telón, -aparece el señor Eulogio sentado ante una mesita baja llena de -herramientas de zapatería, trabajando. El florero, con un borrico -cargado de tiestos, pregona su mercancía. Cirila, con un cántaro -apoyado en la cintura, habla en la esquina de la izquierda con -Secundino.</i></p> - -<p><span class="smcap">Vendedor.</span>—¡Buenos tiestos de -claveles dobles!...</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Machacando suela y -cantando.</i>)—</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent2">Estoy por decir, señores,</div> - <div class="verse indent0">que si me tiran a un río</div> - <div class="verse indent0">salgo llenito de flores.</div> - </div> -</div> -</div> - -<p class="dcha">(<i>Se pone a hacer engrudo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Cirila</span> (<i>Empujando a Secundino que -la quiere abrazar.</i>)—¡Vamos, quita, quita! ¡Al principio tóos seis -iguales!... ¡Muchas palabras... y luego!...</p> - -<p><span class="smcap">Secundino.</span>—Vamos, no me digas eso, porque -tú no me conoces a mí cuando yo me ofusco con una morena como tú. Ven y -verás...</p> - -<p><span class="smcap">Cirila.</span>—Sí, pa que me dejes al segundo -chotis, cuando está una más ilusioná, y te vayas con otra...</p> - -<p><span class="smcap">Secundino.</span>—¿Dejarte yo a ti... que eres -más rica que una mermelada...? ¡Vamos, que te calles, cacho e gloria! -(<i>Intenta abrazarla.</i>)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_13">p. 13</span></p> - -<p><span class="smcap">Cirila</span> (<i>Rechazándole.</i>)—¡Vamos, -hombre!...</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Que los ha estado mirando, -mientras hace el engrudo.</i>)—¡Eh!... ¡Chist, chist, chist!...</p> - -<p><span class="smcap">Cirila.</span>—¿Qué hay?</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Na... que... ¿si queréis que me -vaya a hacer el engrudo ahí dentro?</p> - -<p><span class="smcap">Cirila.</span>—¿Es envidia u caridaz?</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Es... bacalao de Escocia!... -¡Miá tú esta!</p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span> (<i>A Cirila.</i>)—Conque, ¿vienes -u qué?</p> - -<p><span class="smcap">Cirila.</span>—Güeno; tú, a las tres, u tres y -media, vas al puente de Toledo, y, según se entra, a la derecha, te -arrimas a la primera bola que haiga, y me aguardas.</p> - -<p><span class="smcap">Secundino.</span>—A las tres y media, me tiés -arrimao a la bola... ¡Prenda! ¡Serrana! ¡Me tiés más loco, que!...</p> - -<p><span class="smcap">Cirila.</span>—¡Anda, anda, zaragata! (<i>Le -empuja y vase hacia la casa primera derecha. Secundino coge el cesto -y una zafra pequeña de aceite, que tiene en el suelo, a su lado, y se -dirige hacia la tienda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Al pasar Cirila delante de -él.</i>)—¡Ay, Cirila, Cirila, Cirila!... ¡Qué mal te veo! (<i>Lo dice como -cantando.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Cirila.</span>—¿Sí?... ¡Caramba!... ¡Pues -míreme usté con lentes! ¡El demonio del tío visión!... (<i>Entra en la -casa.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Silba y machaca, y de pronto -se agacha como para mirar las piernas a Cirila que sube.</i>)—¡Negras!... -(<i>Sigue silbando y trabajando.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA II</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Eulogio</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Secundino</span></p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span> (<i>Que habrá quedado a la puerta -de la tienda observando se acerca al señor Eulogio.</i>)—¿Qué?... ¿Qué -miraba usted?...</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Yo!... ¡Nada!... ¿Conque... -entre tres u tres y media?... ¡No estás mal tunarra!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_14">p. 14</span></p> - -<p><span class="smcap">Secundino.</span>—¡Es que como hoy es San Isidro -y la tengo ofrecido un pito, la voy a llevar a la Pradera! Na, que le -ha pasao lo que todas... me ven y se alelan.</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¿Y cuántas novias tiés ahora?</p> - -<p><span class="smcap">Secundino.</span>—¡Pocas!... Tengo la Consuelo y -la Socorro, fijas; la Justa de suplenta, y ésta de meritoria.</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Anda, diez; qué Secundino éste! -Pus ten cuidiao con la Cirila, porque ésta tié mucho coquetismo con el -sexo feo, y no lo digo por ti, y si se entera el asistente del siete, -te va a llenar los bolsillos de golpes.</p> - -<p><span class="smcap">Secundino.</span>—Pero, ¿dónde se va a poner el -asistente conmigo?...</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡La verdad es que tú tiés -suerte! (<i>Se levanta.</i>) ¿Y cómo te diriges a ellas?... ¿<i>Oral</i> u por -escrito?</p> - -<p><span class="smcap">Secundino.</span>—¡Pues misté! en lo primero que -conocen que las amo, es en el peso, porque se lo empiezo a correr; y -cuando las tengo atortolás las dirijo una carta con letra gótica, con -unos perfiles, que me salen unas mayúsculas, que le digo a usté que -hacen cosquillas.</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Lo creo!</p> - -<p><span class="smcap">Secundino.</span>—El otro día le escribí a la -Justa, y pa ponerla inolvidable la hice una hache super...</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¿Y dónde le pusiste la hache?</p> - -<p><span class="smcap">Secundino.</span>—¡Detrás del <i>ino</i>!... Y al -final la decía: “No te olvido, ni te olvidaré, y una acción como esa, -no esperes que yo la cometa...” ¡Tenía usté que haber visto el rabo que -puse en la cometa!</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¿Pa que no voltease?...</p> - -<p><span class="smcap">Secundino.</span>—¡Quiá, hombre; pa acabar la -carilla!... ¡Un rabo gótico! ¡Y es que aquí, señor Eulogio, hay vista y -entrevista, u sea estinto y celebro!</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Celebro! ¡Celebro verte güeno, -anda! (<i>Dándole un cogotazo.</i>) ¡Déjame trabajar!... ¡Y ya lo sabes!... -¡Ojo con el asistentito ese!...</p> - -<p><span class="smcap">Secundino.</span>—¿A mí ese?... ¡Lentejas!... -(<i>Vase a la tienda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Sí que descendemos del mono, -sí! ¡No<span class="pagenum" id="Page_15">p. 15</span> hay más que ver -a Secundino! (<i>Se sienta y sigue trabajando.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA III</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Eulogio</span>, <i>una vecina, -luego</i> <span class="smcap">Pérez</span></p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Cantando.</i>)—“Con una falda de -percal planchá...”</p> - -<p><span class="smcap">Vecina</span> (<i>Del foro con una cesta llena de -verduras.</i>)—¡Adiós, señó Ulogio!</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Hola! ¿De dónde vienes sin -verduras?</p> - -<p><span class="smcap">Vecina.</span>—¿No lo ve usté?... ¡De la -compra!... (<i>Entra en la casa primera derecha.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Y luego se quejan del flato! -(<i>Mira a la escalera agachándose.</i>) ¡A listas!... “Y unos zapatos bajos -de charol... Con el mantón de...” (<i>Esto último cantando.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Pérez.</span> (<i>Del portal de la casa número -siete.</i>)—¡Güenos días!</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Hola, Pérez! ¿Qué hay?...</p> - -<p><span class="smcap">Pérez.</span>—Oiga osté, señó Ulogio: ¿ha visto -osté si ha bajao por casualidá la Sirila?</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¿Que si ha bajao?... ¡Ha -bajao!... ¡Y pa que lo sepas, ha estao hablando con Secundino media -hora!</p> - -<p><span class="smcap">Pérez.</span>—¿Con er Secundino?... ¿Ella -con ese garabato urtramarino?... ¡Na, que ese chico se ha propuesto -quitarme a mí de fumar! Pero, ¡mardita sea mi suerte, si no ve osté con -dentadura postiza a esa garrapata colonial er día que a mí me se acabe -el ochavo de pasiensia que me carateriza!</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Y te advierto que esta tarde -van a la Pradera!</p> - -<p><span class="smcap">Pérez.</span>—¿A la Pradera?... ¿Ellos -a la Pradera?... ¡Mardita sea mi suerte!... ¡Pues allí es la -ocurrensia!...</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_16">p. 16</span></p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡No te acalores, Pérez!...</p> - -<p><span class="smcap">Pérez.</span>—¿Que no m’acalore?... ¡Si ve usté -ar Secundino ese, hágame el orsequio de decirle que como yo le vea en -la Pradera esta tarde, si calentura trujiere, gorverá con calentura, -como dice el rétulo que hay encima der chorro! (<i>Vase hacia la -casa.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Adiós, Napolión!</p> - -<p><span class="smcap">Pérez</span> (<i>Desde la puerta.</i>)—¡Por estas, -que son cruses!... (<i>Entra.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Qué exageraos son los de a -caballo!</p> - - -<h4>ESCENA IV</h4> - -<p class="quienesj"><span class="smcap">Eulogio</span>, -<i>el</i> <span class="smcap">Señor Matías, Juan</span> <i>el -Migas</i>, <span class="smcap">Paco</span> <i>el Curial</i>, <span -class="smcap">Epifanio</span> <i>y el</i> <span class="smcap">Rosca</span>. -<i>Se oye en la taberna un gran estrépito de banquetazos, palos, voces y -gritos de pelea.</i></p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Levantándose asustado.</i>)—¡Anda, -diez!... ¡Ya se ha armao aquí dentro! ¡Bronca en el ocho!</p> - -<p class="mushab"><b>Música</b></p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span> (<i>Dentro.</i>)</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">¡Toma, granuja!</div> - <div class="verse indent0">¡Toma, ladrón!</div> - </div> -</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>Ídem.</i>)</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">¡Déjame, Rosca!</div> - </div> -</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Rosca</span> (<i>Ídem.</i>)</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">No quiero yo.</div> - </div> -</div> -</div> - -<p>(<i>Salen a la calle el señor Matías; y sujetándole Paco -“el Curial” y Juan “el Migas”.</i>)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_17">p. 17</span></p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent5">Sal aquí, cobarde,</div> - <div class="verse indent5">sal aquí y verás</div> - <div class="verse indent5">como te acogoto</div> - <div class="verse indent5">y no chillas más.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Sentado en su -silla.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent5">Se armó la bronca,</div> - <div class="verse indent5">¡vaya por Dios!</div> - <div class="verse indent5">Pero no hay miedo</div> - <div class="verse indent5">con estos dos.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>Saliendo, y con -mucha calma.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent5">Ya estoy en la calle,</div> - <div class="verse indent5">¿qué quiere usté?</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent5">Darte un par de tortas.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent5">Gracias.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent12">¡No hay de qué!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent5">Es usté un anciano,</div> - <div class="verse indent5">respeto sus canas,</div> - <div class="verse indent5">y aunque me provoque</div> - <div class="verse indent5">yo no tengo ganas,</div> - <div class="verse indent5">porque ya usté sabe</div> - <div class="verse indent5">que si le hago así, (<i>Ademán de pegar.</i>)</div> - <div class="verse indent5">da usté con sus huesos</div> - <div class="verse indent5">en Valladolid.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent5">Dejaime en seguida,</div> - <div class="verse indent5">le como el redaño.</div> -</div> - -<p><span class="pagenum" id="Page_18">p. 18</span></p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Que se ha levantado -de su asiento, aparte al señor Matías.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent5">No coma usté cerdo,</div> - <div class="verse indent5">que le va a hacer daño.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent7">¡Basta de bromas,</div> - <div class="verse indent7">soltarle ya!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Rosca</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent7">Déjale, chico.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent7">¡Maldita siá!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent5">A mí los hombres guapos</div> - <div class="verse indent7">de tu fachenda</div> - <div class="verse indent5">me sirven de entremeses</div> - <div class="verse indent7">pa la merienda,</div> - <div class="verse indent5">porque en cuanto yo quiero</div> - <div class="verse indent7">largar sopapos,</div> - <div class="verse indent5">se acaban en seguida</div> - <div class="verse indent7">los hombres guapos...</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent7">¡Que no es verdad!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Juan</span> <i>y</i> <span class="smcap">Paco</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent5">¡Calma, señor Matías!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent7">¡Maldita siá!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Yo, cuando quiero sangre</div> - <div class="verse indent6">me comprometo</div> - <div class="verse indent4">con hombres que merezgan</div> - <div class="verse indent6">algún respeto;</div> - <div class="verse indent4">y no con un pelele</div> - <div class="verse indent6"><i>sesagenario</i></div> - <div class="verse indent4">que es la última palabra</div> - <div class="verse indent6">del <i>Dicionario</i>.</div> -</div> - -<p><span class="pagenum" id="Page_19">p. 19</span></p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent6">¡Que me lo como,</div> - <div class="verse indent8">dejaime ya!...</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent6">¡Suéltame, Rosca!</div> - <div class="verse indent8">¡Maldita siá!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Riéndose.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent6">¡La sangre al río</div> - <div class="verse indent8">no llegará!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent10">¡Ah!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent10">¡Ah!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Los dos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent10">¡Ah!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Eulogio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent6">¡Ja, ja, ja, ja!</div> -</div> - -<p class="mt1">(<i>Quedan, Matías en una actitud furiosa, sujeto por -Juan y Paco, y Epifanio, en una actitud semejante, sujeto por el -Rosca.</i>)</p> - -<p class="mushab"><b>Hablado</b></p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Adelanta mirando al señor -Matías y señalándole con el dedo. Llega cerca de él y le echa una -bendición.</i>)—“¡Dominus vobiscum!”</p> - -<p><span class="smcap">Matías</span> (<i>Con coraje.</i>)—¿Y qué es eso?</p> - -<p><span class="smcap">Rosca.</span>—¡Que está usté indultao! (<i>Con -desprecio.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Randa! ¡Golfo! ¡So gallina!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—Y que no se le olvide a usté el -encarguito; ¡su hija de usted es para un servidor!</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—¿Mi hija pa ti?... ¡Antes la -quieo ver muerta! ¡Cien veces muerta!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—Mire usté, pollo, tómese usté -una taza de tila pa que se le pase el susto, porque es usté una<span -class="pagenum" id="Page_20">p. 20</span> miaja aprensivo, y cuando se -haiga usté tranquilizao hablaremos. (<i>Volviéndole la espalda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Soltarme! ¡Soltarme! -¡Expósito!...</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Chist! Y si me ve usted en la -calle no tenga usted miedo, que yo no tiro a los gorriones...</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Gorrión a mí!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Lo dicho! (<i>Empieza a -marcharse.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Adiós, cóndor!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Vamos, Rosca! (<i>Vanse mirando -y riéndose por el foro.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Maldita sea mi estampa!... ¡No -te vayas... so gallina! ¡Ven aquí!...</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Conteniéndole.</i>)—Pero, ¿quiés -callar, señor?... ¡Miá que pué volver!</p> - -<p><span class="smcap">Juan.</span>—¡Gachó! ¡Tiés un timbre la mar de -escandaloso!</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Déjame, que lo quió matar!... -¡Ven aquí! ¡Vuelve!... ¡Timador! ¡Golfo! ¡Granuja! (<i>Grita, yendo hacia -el sitio por donde Epifanio ha desaparecido, y a cada insulto levanta -más la voz.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA V</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Matías, Eulogio, Juan, -Paco</span>, <i>la</i> <span class="smcap">Señá Ignacia</span> <i>e</i> <span -class="smcap">Isidra</span>. <i>Estas últimas de la tienda de sillas.</i></p> - -<p><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Sale corriendo.</i>)—Pero, padre, -¿qué es esto?... ¿Qué le pasa a mi padre?</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia</span> (<i>Saliendo.</i>)—Matías, pero ¿qué -ha sido?</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—Nada, señor; no sus apuréis. -¡Total, dos bofetás! Que me... digo, que le... (<i>A Juan.</i>) ¡Dame el -sombrero! (<i>Juan lo coge del suelo y se lo da. Matías lo limpia con la -manga, se lo pone y se arregla la corbata.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—Nosotras oíamos voces, pero como -siempre están con broncas en la taberna, no hacíamos caso... ¿Y qué ha -pasao?</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_21">p. 21</span></p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¿Con quién ha sido? (<i>Con -ansiedad.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia</span> (<i>Al ver que Matías no habla y -mueve la cabeza como dudando si decirlo.</i>)—No nos tengas así, hombre. -Habla. ¿Con quién ha sido?</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—¿Con quién quiés que sea? ¡Con... -ese!</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Con Epifanio!</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¿Con Epifanio?</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Con ese ladrón?... ¿Y no le has -matao?... (<i>Con furia.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—No me han dejao éstos.</p> - -<p><span class="smcap">Juan.</span>—¡Toma, ni él!</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Pero, vamos a ver; la cuestión -¿por qué ha sido?</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—Pus verá usté por qué, señó -Ulogio. Ya sabe usté que Epifanio y ésta (<i>Por Isidra.</i>) tenían -relaciones cordiales dende hace año y medio.</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Así nos hubiéramos muerto tóos -el día que puso los pies en mi casa!</p> - -<p><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Llorando.</i>)—¡Ojalá!</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—Bueno; pues hace quince días, -cuando ésta había ya empezao a hacerse el <i>trunsó</i>, averigüemos que -Epifanio vivía maritalmente con Esperanza, la fiadora, y que la -Esperanza lo mantiene... ¿Qué iba a hacer la chica? ¡Lo que hacen las -mujeres honrás! Ella se destrozó el alma, y a él lo mandó... bastante -lejos.</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Ya me figuro dónde.</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—Bien; pues dende ese disgusto -mi casa es un panteón de familia. Pero hoy es San Isidro, el santo de -ésta, y esta mañana les he dicho pa animarlas: “¡Vaya, arreglar la -merienda, que esta tarde vamos a ir a la Pradera!” Salgo a invitar a -estos amigos, me los encuentro en la taberna, nos sentamos, y me veo -en la mesa del rincón a Epifanio con el Rosca. Yo, como es natural, no -le hice caso, y me dirijo a éstos, les hago la invitación, lo oye él -y viene y me dice: “Señor Matías, cuente usté con un anfitrión más pa -ir con ustés donde sea.” Epifanio, retírate, porque tú pa nosotros has -caído en el panteón del olvido involuntario... ¡Me parece que la frase -era ele<span class="pagenum" id="Page_22">p. 22</span>gante! Pues -bueno; me se queda mirando de hito en hito y me da un papirotazo en la -nariz que me hizo de estornudar, y además me agarra de la solapa y me -dice: “Si va la Isidra esta tarde a la Pradera, al primero que baile -con ella dígale usté que le hago un chirlo.” Me cegué, le dí así en la -cara, nos liamos a golpes, salimos a la calle, y aquí fuera ya ha visto -usté lo que ha sucedido... ¡Que me se ha achicao!</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—No, si ya lo he visto. Bueno; ¿y -qué van ustés a hacer?</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Qué quiere usté que hagamos? -¡Ir esta tarde a la Pradera! (<i>Con resolución.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—Sí, señor; y bailar yo con quien -se me antoje. ¡Pus no faltaba más!</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—Poco a poco, poco a poco. Esta -tarde no salimos de casa.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Es lo cuerdo.</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Que no salimos?... ¿Pero le -tiés miedo?...</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—Mujer, es que...</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Cobarde! ¡Gallina! ¡Ma... -Matías, no me hagas desbarrar! ¿Pero es que tú gozas en que ese zángano -martirice a tu hija? ¡No! ¡Esto se ha acabao, hija mía, que todavía tié -tu madre uñas pa sacarle los ojos al que quiera verte sufrir! ¡Iremos a -la Pradera aunque sea solas!</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Sí, señora, sí!</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—Y bailará con quien le dé la -gana; y tú, si tiés miedo, te quedas en casa; te quitas el bigote, te -pones unas enaguas, y para cuando volvamos a ver si me lo tiés tóo -fregadito. ¡Vamos, hija! (<i>Vase a la casa.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Yendo detrás de ella.</i>) ¡Olé! -usté es una persona mayor.</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—Pero, ¿estáis viendo?... ¡Miá que -es pusilánime el seso débil!...</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Va en carázteres!</p> - -<p><span class="smcap">Juan.</span>—Déjalas que vayan solas si quieren, -señor; nosotros podemos quedarnos jugando tranquilamente al mus.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_23">p. 23</span></p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Quita, hombre!</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Pues más valía que se metieran -ustés de doncellas... (<i>Se sienta a trabajar.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Natural, señor!... ¡Hay que ir -y que sea lo que Dios quiera!... Conque hasta luego. Que no tardéis. -(<i>Vanse Paco y Juan por el foro, y el señor Matías a su casa.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA VI</h4> - -<p class="quienes g1"><span class="smcap">Señor Eulogio</span></p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Se levanta.</i>)—¡La Isidra peleá -con Epifanio!... ¡Ha llegao la mía! ¡Ha llegao el momento de sacar mi -gallo! ¡Y poco que se va a alegrar el pobre Venancio en cuanto sepa -que la Isidra está libre! ¡Ese chico sí que la quiere! ¡Porque eso es -tener cariño, lo que hace él! Querer a una mujer con fatigas, verla con -otro, como él la ve con Epifanio, tener el gusano dentro y contentarse -con venir aquí, doblar el morro y mirar a su puerta... ¡Y es que ese -chico es más tímido que un pájaro-mosca!... Lo que tiene es que yo le -quiero más que a un hijo, y voy a hacer locuras pa que esa chica le -aprecie...</p> - - -<h4>ESCENA VII</h4> - -<p class="quienesj"><span class="smcap">Señor Eulogio</span> <i>y la</i> -<span class="smcap">Señá Ignacia</span>. <i>La señá Ignacia sale de su -casa y empieza a descolgar algunas sillas de las que había como muestra -en la puerta.</i></p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡La señá Ignacia! ¡Yo le hablo -en favor de Venancio! ¡Esta es la ocasión! (<i>Se acerca a ella.</i>) ¡Que -sea enhorabuena!</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Está usted de chunga?</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_24">p. 24</span></p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Lo que estoy es que he visto que -es usté una de las madres más maternales que hay, que no consiente usté -que le tomen la cabellera a su señora hija...</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Y dígalo usté! Epifanio tié -narices porque yo no tengo pelos en la cara, que si no... ¡qué se había -de reir ese ganso de nosotros!</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Ahí voy! Señá Ignacia, yo -les aprecio a ustés y quiero que sepa usté una cosa que se me está -pudriendo aquí dentro.</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Qué cosa es esa?</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Que eso de que no hay ningún -hombre que se arrime a la Isidra por miedo de Epifanio eso es un cuento -de las mil... y pico de noches.</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Que no es verdad? (<i>Con -extrañeza.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Yo conozco a uno que la quiere a -cegar, y que no le tiene miedo a nadie... más que a ella.</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Y quién es ese?</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Venancio!</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Qué Venancio? ¿El panadero?</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡El mismo!</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—Pues no me he fijao en lo más -mínimo. ¿Y la Isidra lo sabe?</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—De seguro que lo ha notao; -pero alocá con el otro... no ha estao pa más reparos. Y diga usté que -Venancio, en cuanto al físico, no le diré yo a usté que sea un Adonis, -ni un Romeo y Julieta; pero en lo tocante a hombría de bien, ríase usté -de Guzmán el Bueno y de San Homobono, señá Inacia...</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Honrao creo que es!</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Que si lo es! El año pasao, -cuando tuve la pulmonía y me encontré sin amparo y más solo que un -sombrero hongo, él fué la única persona que se me arrimó al lecho del -dolor de costao y me dijo: “¡No se apure usté, abuelo, que aquí estoy -yo!...” Y esas palabras las tengo grabás en bronce aquí dentro, y como -sé que revienta por la chica, poco he de poder u los vinculo, si usté -me lo consiente...</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Que si yo lo consiento?... ¡Sí, -señor! ¡Ojalá tenga usté poder pa eso!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_25">p. 25</span></p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Yo lo arreglo todo! ¿Y sabe -usté cómo?</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Chist! ¡Chist! ¡Calle usté; que -sale la Isidra!</p> - - -<h4>ESCENA VIII</h4> - -<p class="quienesj"><span class="smcap">Dichos, Isidra</span> <i>de la -casa. Luego</i> <span class="smcap">Baltasara</span> <i>en el balcón. Sale -con un lebrillo de ropa recién lavada, que tiende en las cuerdas que -habrá colocadas en la barandilla. Al sacudir y al escurrir la ropa debe -oir el público el ruido del agua que cae a la escena.</i></p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Pero madre, no se duerma usté, -que son las once!</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—Pues anda, anda, ayúdame a -entrar tóo esto. (<i>Descuelga sillas, que va entrando Isidra.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Baltasara</span> (<i>Sale al balcón, coge del -lebrillo una de las prendas de ropa y la sacude antes de tenderla. -Cantando.</i>)</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">“Las mujeres incorrutas</div> - <div class="verse indent0">que se estiman por honrás...”</div> - </div> -</div> -</div> - -<p class="dcha">(<i>Sacude y moja al señor Eulogio, que se levanta -sorprendido.</i>)</p> - -<p class="mt05"><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Eh!... ¡Eh!... -¡Chist!... ¡Oye, tú, incorruta!...</p> - -<p><span class="smcap">Baltasara.</span>—¿Qué pasa, maestro?</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Na; que u sacudes pa otro lao, u -me compras un impermeable; ¡tú verás!...</p> - -<p><span class="smcap">Baltasara.</span>—¡Estaría usté mu feo con -el hule! (<i>Vuelve a escurrir y prende la ropa en la cuerda con un -alfiler.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Apartándose como si se sintiera -mojado.</i>)<span class="pagenum" id="Page_26">p. 26</span>—¡Oye, tú: -haz el favor, que me estás mojando el chagrén!...</p> - -<p><span class="smcap">Baltasara.</span>—¡Ande usted, y que le den dos -duros, hombre!... (<i>Sigue sacudiendo y tendiendo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Na, esperaremos que pase la -nube! (<i>Se aparta.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Baltasara.</span>—¿Y qué le parece a usté mi -balcón, señá Ignacia?</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Eso estaba mirando, chica!... -¡Ni el botánico!... ¡Vaya una de flores!</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Misté la enredadora, digo, la -enredadera... Cudiao que trepa, ¿eh?...</p> - -<p><span class="smcap">Baltasara.</span>—Y misté qué dos tiestos de -claveles. Oye, Isidra, ¿a que no sabes quién me los ha regalado?</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Qué sé yo!... ¡Tiés tanto -conocimiento!...</p> - -<p><span class="smcap">Baltasara.</span>—Pus, Epifanio.</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—Epifa... (<i>Movimiento de -contrariedad.</i>) ¡Caramba, qué suerte!... (<i>Con fingida sorna.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Baltasara.</span>—Supongo que no te enfadarás, -porque yo sentiría...</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¿Yo?... ¡Como si te quiere -regalar la quinta del Atanor!...</p> - -<p><span class="smcap">Baltasara.</span>—Chica, yo no quería -admitirlos; pero como me han dicho que habíais roto...</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Claro, has recogío tú los -tiestos!</p> - -<p><span class="smcap">Baltasara.</span>—¡No, y luego, créame usté, -que lo sentí... porque tuve que oir lo que quiso hablar!... ¡y anda -diciendo unas cosas de ti, que chica!...</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¿De mí? ¿Qué dice de mí? (<i>Con -energía.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Qué es lo que tié que decir de -mi hija?...</p> - -<p><span class="smcap">Baltasara.</span>—¡Pero no se sofoquen ustés, -caramba! ¡Si yo lo sé! ¡Vaya, hasta otro rato! (<i>Entra y cierra el -balcón.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Adiós, cinematógrafo!</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Pero está usté oyendo? ¡Le digo -a usté, señó Eulogio, que debía venir la viruela!...</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Pero, ¿qué adelantábamos, si esa -está revacuná?</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_27">p. 27</span></p> - -<p><span class="smcap">Ignacia</span> (<i>A la Isidra que llora en -silencio y se limpia las lágrimas.</i>)—¡Oye... tú! Pero, ¿qué haces? ¡Pus -no está llorando!... ¡Pero Isidra!...</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Déjeme usté, madre, déjeme -usté!...</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—Pero, ¿ve usté?...</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Pero, ¿qué quié usté que haga la -infeliz?... ¡Vamos, que si fuera hija mía!... ¡Na, que le digo a usté, -señá Ignacia, que su marido de usté es de clases pasivas! ¡Si ésta me -tocara lo más mínimo... tiros había aquí!...</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Y tú ten formalidad algún día, -y olvida ya de una vez a esa mala peste de hombre!... ¡Olvídalo!...</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡No quiero!... ¡No quiero -olvidarlo... pa no dejar de aborrecerlo!... ¡Si yo no lloro por él!... -¿A mí qué? Si es la hiel y la rabia, que me ahogan de pensar que no -tengo quién me defienda...</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Pero ven acá, so lila! Si -tú has despreciao a tóos los que te se han arrimao... ¿quién va a -defenderte? ¿U es que quieres que te defiendan por teléfono?...</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—Los he despreciao, porque yo he -querido a ese hombre a cegar y no podía querer a otro, pero hoy...</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Hoy, ¿qué?</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—Créame usté, señó Ulogio, que hoy -le haría caso al que se me acercara, a cualquiera que pase, al primero -que llegue... (<i>Con energía.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA IX</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Venancio</span> <i>por el foro. Sale con la cesta del pan a -la cabeza.</i></p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Buenos días! (<i>Las ve y se -queda parado.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—(¡Él!) ¡Buenos días, -Venancio!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_28">p. 28</span></p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—(¡Anda, Dios, qué oportunidad!) -(<i>A Isidra.</i>) ¿Conque al primero que llegue?</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Qué sé yo! ¡Pué que sí!... -(<i>Entra en su casa.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia</span> (<i>Siguiéndola.</i>)—¡Lástima de -hija!</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—(¡Cosa hecha!) (<i>Se sienta a -trabajar.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Ni me ha mirao! (<i>Deja la -canasta en el suelo y queda mirando a la puerta de Isidra.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA X</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Venancio</span></p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Después de una -pausa.</i>)—¿Qué?... ¿Se sabe si se han nivelao ya los presupuestos?</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Qué sé yo!... ¡Señó Ulogio, yo -no sé qué tié esa mujer para mí! ¿Usté ve que la he visto?... ¡Misté -cómo me he quedao!</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Le toca la -mano.</i>)—¡Frapé!...</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Un mármol!</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Anda, siéntate, -marmolillo!...</p> - -<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Dándole un pan.</i>)—Tome usté lo -suyo, que me falta repartir en dos u tres casas todavía.</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—No tengas prisa, hombre, que -tenemos que hablar tendidamente.</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Nosotros... ¿De qué?...</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Pus... de ella!</p> - -<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Con rapidez.</i>)—¿De ella?... -¿Qué?... ¡Ande usté!...</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Venancio, vamos claros! ¿Tú -deseas reirte de las aves que topan?</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¿Yo?... Bueno, explíquese usté -mejor, porque...</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¿Tú quieres a la Isidra?...</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¿Quererla? ¡Es poco! Más que -eso, señó Ulogio, ya lo sabe usté...</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Entonces, claro, con ese genio -que tienes<span class="pagenum" id="Page_29">p. 29</span> estás -aguardando a que la chica un día se enfade, te saque de tu casa y te -deposite judicialmente... ¿verdad?</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Yo callo... porque... porque sé -lo que es el mundo.</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¿Tú?... ¿Tú qué vas a saber? -¡Tú eres un mixto de pardillo y jilguero! ¡El mundo!... ¿Quieres saber -lo que es mundo?... ¡Pues oye, y sácate una copia! El mundo, Venancio, -en lo referente al amor, es talmente una zapatería: la juventuz es el -escaparate, las mujeres son el calzao y el hombre, el parroquiano. -Las mujeres, como el calzao, ca una tié una piel distinta... las -tiés dende becerro (que Dios nos libre), hasta el charol más fino y -reluciente. Ahora, que la mujer es un calzao que tié el defezto de que -no lo hacen a la medida. ¿Qué tié que hacer el hombre?... Pues mirar -por el escaparate y escoger a ojo, y decir aquel calzao es el mío, y -entrar y disputárselo al <i>sursum curda</i>... ¿Me entiendes?... Bueno, -tú has encontrao lo que te gusta, pues entra a cogerlo, cuéstete lo -que te cuéstete, y cásate pronto, porque mira, chico, el hombre que -no se casa, u sea el que no va calzao como Dios manda, tié que andar -con chanclas toa su vida... y pa eso más vale que te coja un Miura, -crémelo.</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Pero es que ese calzao que -usté me aconseja es de una piel mu fina para mí!</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Quita, primo! ¡La Isidra te -está que ni pintá! ¿Y sabes por qué?</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¿Por qué?</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Porque te la he puesto yo en la -horma!</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Pero, ¿qué está usté -diciendo?</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Que la he hablao de ti y que -te espera. ¿Lo quiés más claro? ¡Y que es preciso que la hables en -seguida!</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¿Yo?... Pero... ¡usté me está -volviendo tarumba, señó Ulogio! ¿Ella a mí?...</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Sí, señor!... ¡Lo de Epifanio -se ha acabao, y vas a hablarla, pero, cómo, ahora mismito! ¡Voy a -llamarla!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_30">p. 30</span></p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡No! ¡Eh! ¡Estese usté -quieto!... ¡Ahora no! ¿Qué voy a decirla yo ahora? (<i>Deteniéndole.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¿Que qué vas a decirla?... Pues -te arrimas a ella y la viertes estas frases en la oreja izquierda: -“Isidra, aquí dentro tengo un corazón pa usté, y allá arriba un -cuartito y un pedazo de pan pa los dos: ¿usté gusta?”</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¿Y si me dice que no tié -gana?</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡La das un <i>vermú</i>; miá tú éste! -Además, ¡hoy la pués caer en gracia!</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¿Cómo?...</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Regalándole, como obsequio, por -su santo, dos tiestos de claveles iguales que aquellos. (<i>Señala al -balcón de la Baltasara.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¿Pa qué?</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Tú obedece y calla, que yo me -entiendo, y aguarda, que voy a llamarla.</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡No! (<i>Deteniéndole.</i>) ¡Por -Dios!... ¡Hoy no! ¡No la llame usté, que no tendría valor!... ¡Otro -día!...</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Qué otro día!... ¡Ahora -mismo!... (<i>Llamando.</i>) ¡Isidra!...</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡No! ¡Por Dios! ¡Que si me la -veo delante me muero! ¡No!...</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Tú te callas!... ¡Isidra!... -(<i>Volviendo a llamar.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡No!</p> - - -<h4>ESCENA XI</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos. Isidra</span>, <i>de la -casa.</i></p> - -<p><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Saliendo.</i>)—¿Qué quié usté?</p> - -<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Azoradísimo.</i>)—(¡Ella! ¡Me ha -perdido!) (<i>Empieza muy nervioso a hacerse nudos en los picos de la -blusa y a retorcerlos.</i>)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_31">p. 31</span></p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>A Isidra.</i>)—¡Ven! Haz el -favor... coge de aquí. (<i>De un pico de la blusa de Venancio.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¿Yo? (<i>Con extrañeza.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Pero, hombre... que...</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Coge, mujer... coge de aquí... -(<i>Isidra lo coge.</i>) y no sueltes hasta que éste te diga una cosa que -quié decirte!...</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¿A mí?</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡No!... Pero si yo... no -la...</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Revienta de una vez, hombre! -Conque arreglarsus. (<i>Yéndose.</i>) ¡La primera vez de mi vida que he -hecho de cimbel! (<i>Entra en la casa.</i>)</p> - - -<div class="section"> - <h4>ESCENA XII</h4> -</div> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Venancio</span> <i>e</i> <span -class="smcap">Isidra</span></p> - -<p><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Después de una pausa, durante la -cual Venancio la mira a hurtadillas, sin atreverse a hablarla.</i>)—¡Pues -tú dirás! (<i>Soltándole la blusa.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Muy azorado, soplando por el -sofoco y limpiándose el sudor.</i>)—No... si yo... es que la...</p> - - -<p class="mushab"><b>Música</b></p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Anda, y desembucha</div> - <div class="verse indent4">lo que has de decir.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Dispénsame, Isidra;</div> - <div class="verse indent4">tengo un nudo aquí.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Desátalo y habla.</div> -</div> - -<p><span class="pagenum" id="Page_32">p. 32</span></p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Si no puede ser.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">¿Por qué?</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent13">Porque... ¡Vamos,</div> - <div class="verse indent4">no digo el por qué!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Cuando el hombre no es hombre de veras,</div> - <div class="verse indent4">y hablar con mujeres</div> - <div class="verse indent4">le da desazón,</div> - <div class="verse indent0">pues... se debe dir a las afueras</div> - <div class="verse indent4">y andar con los chicos</div> - <div class="verse indent4">jugando al peón. (<i>Va a marcharse.</i>)</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Oye, espera un momento si quieres,</div> - <div class="verse indent4">que voy a decirte...</div> - <div class="verse indent4">¡que tienes razón!</div> - <div class="verse indent0">Aunque yo, pa las otras mujeres,</div> - <div class="verse indent4">no soy tan cobarde</div> - <div class="verse indent4">ni soy tan melón.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Pues vete con ellas.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Si no quiero dir.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Pues habla en seguida.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">¡Lo voy a decir!</div> - <div class="verse indent4">Isidra, yo siento</div> - <div class="verse indent4">fatigas...</div> -</div> - -<p><span class="pagenum" id="Page_33">p. 33</span></p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent12">¿Por qué?</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Acobardándose.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Por... nada. ¡Recontra!</div> - <div class="verse indent4">¡Ya me atraganté!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Voz</span> (<i>Dentro.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¡Buenos tiestos de claveles dobles!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">¿Te gustan los claveles?</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent6">¡Pues ya lo creo!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Si yo te los regalo,</div> - <div class="verse indent6">¿me harás un feo?</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">No tengo esa costumbre.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent6">¡Bendita seas!</div> - <div class="verse indent4">Voy a escape por ellos</div> - <div class="verse indent6">para que veas.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Deteniéndole.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Espera un poco.</div> - <div class="verse indent4">¿Qué voy a ver?</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Pues que yo... ¡Vaya,</div> - <div class="verse indent4">que no pué ser!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Maldigo y reniego</div> - <div class="verse indent4">de tu cortedad.</div> - <div class="verse indent4">¡Un hombre que calla</div> - <div class="verse indent4">no sirve pa na!</div> -</div> - -<p><span class="pagenum" id="Page_34">p. 34</span></p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Las palabras, aquí se me anudan.</div> - <div class="verse indent4">Maldigo y reniego</div> - <div class="verse indent4">de mi cortedad.</div> - <div class="verse indent0">¡Que no sepa decir lo que siente</div> - <div class="verse indent4">un hombre que sabe</div> - <div class="verse indent4">querer de verdad!... (<i>Isidra va a marcharse.</i>)</div> - <div class="verse indent4">Espérate un poco.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Ya no hay ocasión.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">En cuatro palabras</div> - <div class="verse indent4">está la cuestión.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Pues dilas.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent14">Que tengo</div> - <div class="verse indent4">deseos...</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent12">¿De qué?</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">¡De... nada! ¡Recontra!</div> - <div class="verse indent4">¡Ya me atraganté!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Voz</span> (<i>Dentro.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¡Buenos tiestos de claveles dobles!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Riéndose.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">El de los claveles</div> - <div class="verse indent4">se va por allí.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Decidido.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">¡Pues voy a traerlos,</div> - <div class="verse indent4">pa que hablen por mí!</div> -</div> - -<p class="mt1">(<i>Vase Venancio corriendo por el foro y la Isidra se -mete en su casa.</i>)</p> - - -<h4 title="ESCENA XIII"><span class="pagenum" id="Page_35">p. -35</span>ESCENA XIII</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Eulogio, Epifanio</span> <i>y el</i> -<span class="smcap">Rosca</span></p> - -<p class="mushab"><b>Hablado</b></p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>De la casa.</i>)—¿Qué habrá pasao? -¡Se han ido! ¡No se ve a naide! Digo, ¡contra!... ¡Epifanio viene!... -(<i>Se sienta a trabajar.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>Por el foro.</i>)—A éstos... -(<i>Señalando la casa del sillero.</i>) les estropeo yo la merienda esta -tarde.</p> - -<p><span class="smcap">Rosca.</span>—No te ofusques, Epifanio, no -te ofusques, y deja ya a la Isidra, porque de esa no has sacao ni -sacarás... ¡pero que ni agua!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—Ya sé que no he sacao na; pues -ese es mi coraje... ¡Pero yo te juro que no me voy de rositas!</p> - -<p><span class="smcap">Rosca.</span>—¡Epifanio!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Rosca... al Retiro! (<i>Vase -Rosca a la taberna. A Eulogio.</i>) Oiga usted, maestro: ¿sabe usted, por -una casualidaz, si ha salido la Isidra?</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¿La Isidra?... No sé... digo, -sí, hombre; ahora que me acuerdo... hace un rato que la he visto ahí -en la puerta hablando con su novio. (<i>Epifanio hace un aspaviento de -asombro, que asusta a Eulogio.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¿Con su qué?...</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Con su novio! ¡Con ese chico -que la habla ahora!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—Pero, ¿cuálo?</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Ese chico... Venancio! ¡El -panadero ese!... ¡Na!...</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¿Conque ese?...</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Creo que sí! Y no tardará... -porque me parece que ha dicho que se iba a comprarla dos tiestos de -claveles. ¡Na, tonterías! ¡Na! (¡Toma soga!) (<i>Entra en la casa.</i>)</p> - - -<h4 title="ESCENA XIV"><span class="pagenum" id="Page_36">p. -36</span>ESCENA XIV</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Epifanio</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Venancio</span></p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Anda, Dios! ¿Conque Venancio -se ha atrevido? ¡Pues na, que le perniquiebro un brazo en cuanto le -vea! ¡Digo, ni pintao! ¡Por allí viene! ¡Y con los claveles! ¡Se la -gana! (<i>Se oculta en la esquina de la tienda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Sale muy risueño cargado con -un tiesto de claveles.</i>)—¡No los llevaba mejores! ¡Cuando los vea! (<i>Se -acerca a la casa a llamar.</i>) Isi... (<i>Se detiene al ver a Epifanio, que -adelanta sonriendo con sorna.</i>) ¡Anda el otro! (<i>Tratando de ocultar el -tiesto.</i>) ¿Qué hago yo con esto ahora?</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Chist! ¡Pollo!</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¿Qué?</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Que se ve un capullo!</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—No importa.</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¿Y dónde va usted con tanto -reventón?</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Donde me parece.</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Chist! (<i>Le detiene poniéndole -la contera del bastón en la cara.</i>) Caramba, joven, ¿sabe usté que me -han engañao?</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡No sé nada!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—Pues me han engañao, porque me -habían dicho que era usté un cachorro de lanas, y veo que no, que usté -es ratonero.</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Yo... soy un hombre que no quié -meterse con nadie... eso es lo que soy.</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Un hombre! ¿Y a usted le hacen -mucha falta las muelas, joven?</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Regular!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¿Y qué haría usté si yo le -extrajera unas varias? ¿Llorar? (<i>Con guasa.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Misté, déjeme usté en paz, -señor Epifanio, que yo no me he metío con usté para nada.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_37">p. 37</span></p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¿Que no se ha metío usté -conmigo? ¡So tórtola! ¿Y se dirige usté a la Isidra sabiendo que es -cosa mía?</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Yo no sabía eso!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Pues sépalo usté! Esa joven -está prohibida... (<i>Aparecen en las puertas respectivas Eulogio e -Isidra, y quedan ocultos oyendo el resto de la escena.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Eso lo veremos.</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Ya está visto! Por lo tanto se -lleva usté ese tiesto a su casa y se lo regala usté a la portera.</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Usted me dispense, pero este -tiesto es pa la Isidra! (<i>Con energía.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Quiá!</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Es para ella!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¿Para ella? ¡Tire usté eso! ¡So -primo! (<i>Se lo tira de dos manotazos.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Furioso.</i>)—¡¡A mí!! (<i>Va a abalanzarse a Epifanio.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA XV</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos, Isidra</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Eulogio</span></p> - -<p><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Salen y detienen a -Venancio.</i>)—¡Venancio! ¡No!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>A Isidra, señalándole los -claveles que están en el suelo.</i>)—¿Los ves? (<i>Riendo.</i>) ¡Porque eran pa -ti! (<i>A Venancio.</i>) ¡So párvulo! (<i>Entra riendo en la taberna.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Ladrón! (<i>Con furia entra en su -casa.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Casi llorando de coraje se -abalanza a la mesa del zapatero y coge la cuchilla.</i>)—¡Le parto el -alma!</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Venancio! (<i>Sujetándole.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Le parto el corazón, suélteme -usté. (<i>Forcejea.</i>)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_38">p. 38</span></p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span>.—¡Quieto!</p> - -<p><span class="smcap">Venancio</span>.—¡Suélteme usté, suélteme usté, -señó Eulogio, u no respondo!</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span>.—¡Chist! Que viene gente. ¿No -oyes? ¡Quieto ahora! ¡Ya le buscaremos!</p> - -<p><span class="smcap">Venancio</span>.—¡Sí, pa matarlo! ¿eh?</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span>.—¡Pa lo que quieras! (<i>Le entra -en la casa a empujones, después que luchan y forcejean.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA XVI</h4> - -<p class="quienesj"><span class="smcap">Juan</span> <i>el Migas</i>; -<span class="smcap">Paco</span> <i>el Curial</i>; <i>la</i> <span -class="smcap">señora Justa, coro general de convidados</span>. -<i>Después</i> <span class="smcap">Matías, Ignacia</span> -<i>e</i> <span class="smcap">Isidra</span>. <i>Luego</i> <span -class="smcap">Epifanio</span> <i>y el</i> <span class="smcap">Rosca</span>. -<i>Al fin</i> <span class="smcap">Eulogio</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Venancio</span>.</p> - -<p class="mushab"><b>Música</b></p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Coro</span> (<i>Dentro.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Alegre es la mañana</div> - <div class="verse indent6">y hermoso el día:</div> - <div class="verse indent4">hoy va a ser cosa buena</div> - <div class="verse indent6">la romería.</div> - <div class="verse indent6">¡Vamos allá!</div> - <div class="verse indent4">y el que no se divierta</div> - <div class="verse indent6">tonto será.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Mujeres</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Veréis cómo la Isidra</div> - <div class="verse indent4">tarda una hora.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Hombres</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Es que ella nunca ha sido</div> - <div class="verse indent4">madrugadora.</div> -</div> - -<p><span class="pagenum" id="Page_39">p. 39</span></p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Mujeres</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Y se estará poniendo</div> - <div class="verse indent4">la ropa nueva,</div> - <div class="verse indent4">pa bailar en el santo</div> - <div class="verse indent4">si hay quien se atreva.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Hombres</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">¡Pues no ha de haber!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Mujeres</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Silencio, que eso pronto</div> - <div class="verse indent4">lo hemos de ver...</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Juan</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Paco</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Vamos, señor Matías,</div> - <div class="verse indent4">anden ligeros,</div> - <div class="verse indent4">que esperan aquí todos</div> - <div class="verse indent4">los compañeros.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Dentro.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Ahora mismo salimos.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span> (<i>Ídem.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Voy en seguida.</div> -</div> - -<p class="dcha">(<i>Sale Isidra con pañolón de Manila.</i>)</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Hombres</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">¡Olé las buenas mozas!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Mujeres</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">¡Qué bien vestida!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Aquí estoy preparada y dispuesta</div> - <div class="verse indent4">pa dir a la fiesta</div> - <div class="verse indent4">con todos ustés,</div> - <div class="verse indent4">y ande ya porque estoy deseando</div> - <div class="verse indent4">pasarme bailando</div> - <div class="verse indent4">dos horas u tres.</div> -</div> - -<p><span class="pagenum" id="Page_40">p. 40</span></p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Hombres</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Pues por nosotros</div> - <div class="verse indent4">no ha de quedar;</div> - <div class="verse indent4">pero Pifanio</div> - <div class="verse indent4">se va a enfadar.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Con coraje.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Que nadie diga</div> - <div class="verse indent4">nada de ese hombre,</div> - <div class="verse indent4">porque no quiero</div> - <div class="verse indent4">que me lo nombren.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Coro</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">(¡Qué modo de engañar,</div> - <div class="verse indent4">qué bien hace el papel!</div> - <div class="verse indent4">¡No quiere confesar</div> - <div class="verse indent4">que la ha dejado él!)</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Ignacia</span> (<i>Saliendo. Lleva también pañuelo de Manila.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">¡Hola, señores!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span> (<i>Saliendo.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Muy buenos días.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Coro</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">¡Señora Ignacia!</div> - <div class="verse indent4">¡Señor Matías!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Si estamos todos</div> - <div class="verse indent4">vamos allá;</div> - <div class="verse indent4">que si no el santo</div> - <div class="verse indent4">se enfadará.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Alegre es la mañana</div> - <div class="verse indent6">y hermoso el día;</div> - <div class="verse indent4">hoy va a ser cosa buena</div> - <div class="verse indent6">la romería.</div> -</div> - -<p class="dcha">(<i>Al empezar el desfile salen de la taberna Epifanio y el Rosca.</i>)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_41">p. 41</span></p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">¡Un momento!</div> -</div> - -<p class="dcha">(<i>Deteniendo a todos.</i>)</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent17">¿Qué quieres?</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent6">Con tu licencia,</div> - <div class="verse indent4">tengo que hacer a éstos</div> - <div class="verse indent6">una advertencia.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Mujeres</span> (<i>A los hombres.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent6">Ya está Epifanio</div> - <div class="verse indent6">provocativo.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Hombres</span> (<i>A ellas.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent6">Como le falte</div> - <div class="verse indent6">le como vivo.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>Con mucha calma.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">¿Por qué se van ustedes</div> - <div class="verse indent6">a la Pradera</div> - <div class="verse indent4">y a mí no me convidan?</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent6">Pues bueno fuera.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Están ustedes</div> - <div class="verse indent6">en su derecho,</div> - <div class="verse indent4">y que les haga</div> - <div class="verse indent6">muy buen provecho,</div> - <div class="verse indent4">pero tengo que darles</div> - <div class="verse indent4">un consejo de amigo.</div> - <div class="verse indent4">¡Que esa chica no baila</div> - <div class="verse indent4">más que conmigo! (<i>Por Isidra</i>)</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span> (<i>Furioso.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Bailará con quien quiera.</div> - <div class="verse indent4">¡Pues no faltaba más!</div> - <div class="verse indent4"><span class="pagenum" id="Page_42">p. 42</span>Y aquí está quien te come</div> - <div class="verse indent4">los hígados, si vas.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Usté debe callarse,</div> - <div class="verse indent4">señor Matías,</div> - <div class="verse indent4">porque son estas cosas</div> - <div class="verse indent4">suyas y mías.</div> - <div class="verse indent4">Conque, señores,</div> - <div class="verse indent4">digo, lo dicho;</div> - <div class="verse indent4">al que esta tarde</div> - <div class="verse indent4">tenga el capricho</div> - <div class="verse indent4">de sacar a la Isidra,</div> - <div class="verse indent4">nada más que una vez,</div> - <div class="verse indent4">allí mismo, ¡por éstas!</div> - <div class="verse indent4">le rebano la nuez.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Ignacia</span> (<i>Furiosa.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">¡Tú rebanas muchos</div> - <div class="verse indent4">pedazos de pan!</div> - <div class="verse indent4">¡Canalla, granuja,</div> - <div class="verse indent4">boceras, charrán!</div> - <div class="verse dcha">(<i>A los hombres.</i>)</div> - <div class="verse indent4">De tantos mozos</div> - <div class="verse indent4">como hay aquí,</div> - <div class="verse indent4">¿nadie rechista?</div> - <div class="verse indent4">¿Qué hacéis así?</div> - <div class="verse indent4">¿Es que no hay un hombre</div> - <div class="verse indent4">de veras, u qué?...</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">¡No hay ninguno, madre;</div> - <div class="verse indent4">no se canse usté!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Saliendo de la -casa de la derecha con el señor Eulogio.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">¡Servidor!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Con alegría.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent13">¡Venancio!</div> -</div> - -<p><span class="pagenum" id="Page_43">p. 43</span></p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Hay uno.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>Burlonamente.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent12">¿Tú?</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent17">¡Yo!</div> - <div class="verse indent4">¡Yo bailo con ella!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">¡Me paice que no!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Coro</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">(Buena se prepara,</div> - <div class="verse indent4">por lo que se ve.)</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span> (<i>A Epifanio.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Allí nos veremos.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>A Venancio.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Allí te veré.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Paco</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Ea, señores,</div> - <div class="verse indent4">no ha pasao na;</div> - <div class="verse indent4">a divertirnos</div> - <div class="verse indent4">vámonos ya.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span> (<i>Yéndose.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">Alegre es la mañana</div> - <div class="verse indent6">y hermoso el día;</div> - <div class="verse indent4">hoy va a ser cosa buena</div> - <div class="verse indent6">la romería.</div> - <div class="verse indent6">¡Vamos allá!</div> - <div class="verse indent4">y el que no se divierta</div> - <div class="verse indent6">tonto será.</div> -</div> - - -<p class="mt1">(<i>Se van todos, menos Epifanio y el Rosca, que quedan -en medio de la escena, y Eulogio y Venancio a<span class="pagenum" -id="Page_44">p. 44</span> la puerta de la casa de la derecha, mirándose -en actitud de reto, marchándose Epifanio y el Rosca por el foro -riéndose, y Eulogio y Venancio se meten en la casa.</i>)</p> - -<p class="mushab"><b>Mutación</b></p> - - -<hr class="chap0" /> - -<div class="chapter"> -<h3>CUADRO SEGUNDO</h3> -</div> - -<p class="centra fs90">El puente de Toledo la tarde de San Isidro.</p> - - -<h4>ESCENA PRIMERA</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Secundino</span></p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span>.—Pues, señor, llevo un -cuarto de hora arrimao a la bola, y la Cirila sin venir. ¿Se habrá -encontrao con el bruto ese del asistente?... ¡Le tengo una <i>tirria</i> -a la tropa!... Porque ya se sabe, el comercio y la melicia semos -de lo más rivales que hay... en lo que toca a las criadas; porque, -claro, un paisano, por mucho que quiera, no pué salir de un saqué, -bien mezclilla, bien de cuadros, y los melitares tienen el aquel del -uniforme. ¡Digo! Pues si me pusiese yo un casco con llorón de cerda, -guerrera ajustá, mi pantalón de punto, mi media bota, mi sable, mis -espuelas y un puro así, y me fuese a paseo a la plaza de Oriente, -setenta y siete u setenta y ocho niñeras con pasión de ánimo a la -primera vuelta... Pero, claro, con este traje, tóo lo más que las causo -es <i>itericia</i>. Gracias que la Cirila tié un pupilaje pa distinguir a la -juventud comercial, que me río yo... Esta tarde nos columpiamos, y la -voy a dar unos <i>vaivienes</i> en un columpio de esos que dicen: “¡Ay, qué -gusto da el mareo!”, que va a ser la descoyuntura. ¡Calla! ¡Ella! ¡Allí -viene!... ¡Cirila! ¡Cirila!</p> - - -<h4 title="ESCENA II"><span class="pagenum" id="Page_45">p. -45</span>ESCENA II</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Cirila</span>, <i>una</i> <span -class="smcap">Niña</span> <i>y</i> <span class="smcap">Secundino</span></p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡Chica, creí que no venías!</p> - -<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¡Pus gracias que me han dejao, y -miá el rabo que traigo!</p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡La niña! ¡Anda su madre! ¿Por -qué no la has dejao en la casa cuna?...</p> - -<p><span class="smcap">Niña</span>.—¡Yo quiero ir al brazo!</p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡Cállate, chica, si no, no te -compro un matasuegras!</p> - -<p><span class="smcap">Cirila</span>.—Bueno, ¿y en qué vamos a pasar la -tarde?</p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡Primero te compro el pito más -grande que haiga, y luego nos columpiamos!</p> - -<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¡Sí, eso, eso, que a mí me gusta -mucho!</p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span>.—Y después, ¿sabes lo que -hacemos?...</p> - -<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¿Qué?</p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span>.—Nos vamos a la fotografía -instantánia y nos hacemos un grupo de cada uno, y luego uno de los tres -juntos.</p> - -<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¡Eso!... ¡Yo de busto!</p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span>.—Justo; tú de busto; la niña -sentá en el suelo, detrás de ti pa que no se asuste, y yo de cuerpo -entero, apoyao así, tocando el pito, la metá de la cabeza recliná en tu -busto y la otra metá de perfil, mirándote así...</p> - -<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¡Vamos, vamos, zaragata!... ¡No -te fijes tanto, que me enturbias la vista!</p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡Arza pa el columpio!</p> - -<p><span class="smcap">Niña</span>.—¡Yo quiero ir al brazo!</p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡Vamos, chacha! (<i>La coge.</i>) -¡Yo me columpio con niña y tóo! (<i>Vanse.</i>)</p> - - -<h4 title="ESCENA III"><span class="pagenum" id="Page_46">p. -46</span>ESCENA III</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Pérez</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Torrija</span>, <i>vestido de carrero de un regimiento</i></p> - -<p><span class="smcap">Torrija</span>.—¡Mialá, por allí va!</p> - -<p><span class="smcap">Pérez</span>.—¡Ya la he visto!... ¡Con la -niña y el Secundino!... ¡Mardita sea su estampa!... ¡So infiela!... -Pero mialás: ¡si esta tarde no corre por esa Pradera más sangre que -cañamones dan por catorce pesetas... aunque sea mala comparación, que -sí lo es!...</p> - -<p><span class="smcap">Torrija</span>.—¡Calma, ten calma!</p> - -<p><span class="smcap">Pérez</span>.—¿Calma yo?... ¡Mardita sea mi -suerte, si no cojo a ese hombre y hago un triple asesinato con él -solo!... ¡Mardita sea la!... (<i>Yéndose.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Torrija</span>.—¡A éste le va a perder el -carácter! (<i>Vanse.</i>)</p> - -<p class="mushab"><b>Mutación</b></p> - - -<hr class="chap0" /> - -<div class="chapter"> - <h3>CUADRO TERCERO</h3> -</div> - -<p class="donde">La Pradera de San Isidro el día del Santo. A la derecha -un merendero rodeado de mesas y banquetas. A la izquierda un columpio -que juega. En primer término, al mismo lado, mesas y banquetas de otro -merendero supuesto. Puestos de vendedores ambulantes, «Tíos vivos», -barracones de figuras de cera, etc., etc. Corros de gente merendando, -bailes, romeros que van y vienen. Animación extraordinaria.</p> - - -<h4>ESCENA PRIMERA</h4> - -<p class="quienesj"><i>Preludio en el que suenan mezclados los -estrepitosos ruidos de la fiesta, organillos, murgas, redobles de<span -class="pagenum" id="Page_47">p. 47</span> tambor, voces, gritos de -vendedores, algazara de la gente, etc., etc.</i></p> - -<p class="mushab"><b>Música</b></p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Coro</span></p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">Con tres o cuatro orquestas</div> - <div class="verse indent2">de varias clases,</div> - <div class="verse indent0">pueden bailarse a un tiempo</div> - <div class="verse indent2">polkas y valses,</div> - <div class="verse indent0">y con tanto barullo,</div> - <div class="verse indent2">con tanto ruido,</div> - <div class="verse indent0">nos alegramos todos</div> - <div class="verse indent2">de haber venido.</div> - </div> -</div> -</div> - - -<h4>ESCENA II</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Cirila</span>, <span -class="smcap">Secundino</span> <i>y la</i> <span class="smcap">Niña</span> -<i>comiendo rosquillas</i></p> - -<p class="mushab"><b>Hablado</b></p> - -<p><span class="smcap">Cirila</span> (<i>Con un pito grandísimo, rodeado -de flores de papel.</i>)—¡Pero miá que es hermoso! (<i>Le toca.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Niña</span>.—¡Yo quiero un pito grande, como -ese!</p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span>.—Cuando seas mayor.</p> - -<p><span class="smcap">Cirila</span>.—Bueno, y ahora nos -columpeamos.</p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡Mira, mira, ahora bajan de -ese columpio!</p> - -<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¡Pus anda, vamos nosotros!</p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span>.—Yo me subiré primero, y me das -la niña. (<i>Se sube.</i>) ¡Ajajá! ¡Venga la chica!</p> - -<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¡Toma! (<i>Suben a la Niña.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Niña</span>.—¡Y cuando yo diga, das tocino!</p> - -<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¡No, si yo voy a subir también! -¡Dame la mano! (<i>Va a subir.</i>)</p> - - -<h4 title="ESCENA III"><span class="pagenum" id="Page_48">p. -48</span>ESCENA III</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span>, <span -class="smcap">Pérez</span> <i>y</i> <span class="smcap">Torrija</span></p> - -<p><span class="smcap">Pérez</span> (<i>Sale y detiene a -Cirila.</i>)—¡Arto!</p> - -<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¡María Santísima! ¡Pérez!</p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡Uy, el asistente!</p> - -<p><span class="smcap">Pérez</span>.—¡Venga usté acá, fregatriz -adurterina!</p> - -<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¡Haga usté el favor de retirarse, -que no tengo ganas de conversación!</p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡Oiga usté, melitar, u deja -usté a la señora, u bajo!</p> - -<p><span class="smcap">Pérez</span>.—¡Anda con él, Torrija! (<i>Torrija -empieza a mover el columpio, y cada vez que Secundino quiere bajar le -da un palo en las piernas.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡Eh!... ¡Chist!... Pero -¡eh!... ¡Pare usté!... ¡Que me pare usté! ¡Eh!</p> - -<p><span class="smcap">Niña</span> (<i>Muy contenta.</i>)—¡Tocino! ¡Tocino! -(<i>Palmoteando.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¡Por Dios, la niña!</p> - -<p><span class="smcap">Pérez</span> (<i>Cogiéndola de un brazo.</i>)—¡Venga -usté acá, sirena corrompida!... ¿A osté le parece bien puesponerme a mí -a esa lamprea urtramarina?...</p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¿Lamprea? ¿Yo?... ¡Pare -usté!...</p> - -<p><span class="smcap">Torrija</span> (<i>Dándole más -fuerte.</i>)—¡Quieto!</p> - -<p><span class="smcap">Niña</span>.—¡Tocino! ¡Tocino!</p> - -<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¡Tú tiés la culpa!</p> - -<p><span class="smcap">Pérez</span>.—¿Yo?... ¡Infiela!... ¡Lo sé todo! -¡Sé lo de tu señorito, que me lo acaban de contar!</p> - -<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¿Quién?</p> - -<p><span class="smcap">Pérez</span>.—La Vicenta.</p> - -<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¿Esa golfa?</p> - -<p><span class="smcap">Pérez</span>.—Sí, señora; que está allí en aquel -grupo, y te lo dirá en tu cara.</p> - -<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¿A mí ese pingo?... ¿Y está -allí?... ¡Vamos a ver, si me lo dice la arranco el moño! Aguarda un -rato.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_49">p. 49</span></p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡No! ¡Eh! ¡Chist! ¡Pararme! -¡No te vayas, Cirila!</p> - -<p><span class="smcap">Pérez</span>.—¡Tenga osté a la niña, que en -seguía volvemos! (<i>Torrija le da más fuerte, y vanse corriendo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡No! ¡Eh!... ¡Chits!... -¡Melitar!... ¡Se van!</p> - -<p><span class="smcap">Niña</span>.—¡Tocino! ¡Tocino!</p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡Eh, pararme, pararme! ¡Eh, -buen hombre, haga usté el favor! (<i>A un paleto que pasa.</i>) ¡Haga usté -el favor, por Dios!</p> - -<p><span class="smcap">Paleto</span>.—¿Que dé con más juerza?... -¡Güeno! (<i>Le da más fuerte al columpio y se va.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡No, eh, por Dios, que no -era eso!... ¡Amigo!... ¡Chits!... ¡Oiga usté!... (<i>A un romero que -pasa.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Romero</span>.—¡Esos de pueblo no saben! ¡Verá -usté yo! (<i>Le da más fuerte y vase.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡No, si no es eso! ¡Eh! -¡Chits!... ¡Y yo ya no los veo!... (<i>Para el columpio.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Niña</span>.—¿Pero no nos dan tocino?</p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡La morcilla es lo que nos -debían de dar! ¡Infames!... ¡Se la ha llevao! (<i>Bajan</i>.) ¡Vamos, -chica!</p> - -<p><span class="smcap">Niña</span>.—¿Vamos por rosquillas?</p> - -<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡Por tripas de melitar! -¡Cirila!... ¡Cirila!... ¡Y haberla comprao este pito pa eso!... (<i>Vase -corriendo. Se lleva la Niña al brazo.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA IV</h4> - -<p class="quienesj"><i>La orquesta toca parte del pasacalle, y a los últimos -compases salen</i> <span class="smcap">Paco el Curial</span>, <i>que va delante con -la guitarra al hombro; detrás varios con cestas y botas -de vino, otros con bandurrias y guitarras, detrás -las mujeres palmoteando y riendo, y a lo último</i> <span class="smcap">Juan, -la señá Justa, Isidra, Ignacia</span> <i>y el</i> <span class="smcap">señor Matías</span>, <i>con -cestas y líos. Coro general.</i></p> - -<p class="mushab"><span class="pagenum" id="Page_50">p. 50</span><b>Música</b></p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">Alegre es la mañana</div> - <div class="verse indent2">y hermoso el día;</div> - <div class="verse indent0">hoy va a ser cosa buena</div> - <div class="verse indent2">la romería.</div> - <div class="verse indent2">¡Vamos allá!</div> - <div class="verse indent0">¡Y el que no se divierta</div> - <div class="verse indent2">tonto será!</div> - </div> -</div> -</div> - -<p class="mushab"><b>Hablado</b></p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Alto... ar!...</p> - -<p><span class="smcap">Ignacio.</span>—Bueno; ¿nos quedamos aquí?</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Yo creo que aquí, porque como -barullo, es donde hay menos barullo.</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Sí, sí! ¡Aquí, aquí!</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—Pues vengan las cestas. (<i>Se las -llevan.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Muchacha.</span>—Traer la comba.</p> - -<p><span class="smcap">Uno.</span>—¿Quién quiere columpiarse?</p> - -<p><span class="smcap">Varios.</span>—¡Yo... yo!... (<i>Saltan, juegan, -se columpian, etc.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Matías</span> (<i>A Paco.</i>)—Oye, Paco: tú que eres -de la curia, recomiéndales a ellas y a ellos que usen del mayor tiento -en juegos y demás.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—No tenga usté cuidao, que yo -les hablaré individualmente uno por uno a cada cual. Por de pronto -examinaré las botas. Esta parece que rezuma. (<i>Se empina la bota y -bebe.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Justa</span> (<i>A la señá Ignacia.</i>)—¿Pero no -ve usté a mi marido?... ¡Ya empieza! (<i>Interrumpiéndole.</i>) Pero, ¿qué -haces?</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Muy enfadado.</i>)—¡No me cortes la -acción, señor, que es muy dañino, hombre! (<i>Bebe.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Déjelo usté!</p> - -<p><span class="smcap">Justa.</span>—¡No quiero que abuse!</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Si por eso no quió llevarla a -ningún lao!<span class="pagenum" id="Page_51">p. 51</span> ¡Esta es -como los baños del Molar!... ¡No sirve más que pa quitar el humor! (<i>Se -va bebiendo. Bajan varios invitados hablando.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Convidado 1.º</span>—¡Que te digo que esos -mansos, a lo mejor, dan un chasco!...</p> - -<p><span class="smcap">Convidado 2.º</span>—¡Yo te digo que no, vaya! -¡A que no viene el panadero!...</p> - -<p><span class="smcap">Convidado 3.º</span>—¡Pué que venga!</p> - -<p><span class="smcap">Convidado 2.º</span>—¿Quién se quiere jugar -cinco duros a que no viene?</p> - -<p><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Que ha estado oyendo, se -acerca.</i>)—¡Yo! ¡Yo juego esos cinco duros!</p> - -<p><span class="smcap">Convidado 2.º</span>—¿Contra qué?</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Contra esto! (<i>Se quita el -mantón de Manila y se lo tira a la cara.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Convidado 2.º</span> (<i>Devolviéndoselo.</i>)—¡No -quió que te vuelvas a cuerpo!</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Si lo jugara por ti, puede!... -¿Quiés tener el gusto de bailar conmigo el primer baile?... ¿A que -no?...</p> - -<p><span class="smcap">Convidado 2.º</span>—¿Que no?... Dí tú que no -puedo, porque estoy comprometido con... con... ésta creo que es...</p> - -<p><span class="smcap">Una.</span>—¡Conmigo, no!</p> - -<p><span class="smcap">Convidado 2.º</span>—¿No?... ¡Bueno, ya no me -acuerdo!... ¡Pero yo estoy comprometido con alguien!</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Con el miedo! ¡Gallina! -(<i>Despreciándolo. Vanse los invitados.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Por Dios, Isidra, no te exaltes -ni te sofoques!</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Ten cachaza, Isidra, ten -cachaza! Y ya que hemos hecho la burrá de venir, mucho cudiao, porque -tengo a Epifanio detrás de las orejas.</p> - -<p><span class="smcap">Voces.</span>—¡Aquí... aquí!...</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Qué es eso?</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Bravo! ¡Bravo!</p> - -<p><span class="smcap">Justa.</span>—¡Un organillo! ¡Ya hay -organillo!</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡A bailar! ¡A bailar!</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡El baile! ¡Ya me ha entrao -escalofrío!</p> - -<p><span class="smcap">Uno.</span>—¡Venga ya, señor Paco!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_52">p. 52</span></p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Ahí va el agua! (<i>Empieza a tocar -y bailan todos, quedando sentados el señor Matías, la Ignacia, la Justa -y Juan en un lado. Isidra, sola, separada del grupo, en otro.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Ven aquí, chica!</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Estoy bien, madre!... ¡Me he -puesto aquí pa ver si se fija algún hombre en que estoy de non!</p> - - -<h4>ESCENA V</h4> - -<p class="quienesj"><span class="smcap">Dichos, Epifanio</span> <i>y el</i> -<span class="smcap">Rosca</span> <i>aparecen en lo alto de una rampa del -foro. Paco, el Curial, que es el que toca, al ver a Epifanio, va dando -al manubrio cada vez más despacio, y las parejas, asombradas, bailan -con mayor lentitud.</i></p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Él!</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Anda la órdiga! ¡Ya está -aquí!</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Maldito sea!</p> - -<p><span class="smcap">Justa.</span>—El bólido. (<i>Bebe. Calla el -organillo y cesa el baile, quedando cogidas las parejas.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>Al Rosca.</i>)—Anda, ¡pus no han -parao!</p> - -<p><span class="smcap">Rosca.</span>—Te tién pánico.</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—Hombre, por Dios, señores, -sigan ustés, que no me molesta.</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—Toca, Paco. (<i>Toca y sigue el -baile.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>Dirigiéndose a la -Isidra.</i>)—¿Se quié usté dar dos vueltas, niña?</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Me dan nausias!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>A la señora Ignacia.</i>)—¿Y -usté, joven?</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Vaya usté y que le ahorquen!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Está bien! (<i>Al señor -Matías.</i>) ¿Y usté, pollo?</p> - -<p><span class="smcap">Matías</span> (<i>Se levanta.</i>)—¡Epifanio, que -tengo canas!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>Poniéndose la mano sobre -los ojos en<span class="pagenum" id="Page_53">p. 53</span> -pantalla.</i>)—¡Uy, es verdad! ¡No había reparao! ¡Tíñase usté el pelo!</p> - -<p><span class="smcap">Rosca.</span>—¡O use usté el vigor del -cabello!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>A la Isidra.</i>)—¿Conque no?</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡No!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Está bien! (<i>Se sientan -enfrente en una mesa del merendero.</i>) ¡Chico! (<i>Dan unas palmadas y -sale un chico.</i>) ¡Tráete dos chicos!</p> - -<p><span class="smcap">Rosca</span> (<i>Dando con el bastón a una pareja -que pasa bailando por delante de él.</i>)—¡Chist! ¡Pollo! ¡A ver cómo se -baila, que hace mucha calor!</p> - -<p><span class="smcap">El que baila</span> (<i>Con sorna.</i>)—¡Guasa! -(<i>Sigue bailando.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Rosca</span> (<i>A Epifanio.</i>)—Oyes tú, ¿sabes lo -que observo?... que el panadero no se da a luz.</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Miá tú este! ¡Ni lo esperes! -¡A ese le ha salido una erución del susto!</p> - -<p><span class="smcap">Rosca.</span>—Natural... si es un tipo así... -que... ¡Contra!... (<i>Levantándose.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¿Qué es?</p> - -<p><span class="smcap">Rosca.</span>—¡Que no le ha salío na!... ¡Mialo, -por ahí viene!... (<i>Eulogio y Venancio aparecen en lo más alto de la -rampa de la izquierda, y quedan hablando y mirando al grupo de la gente -que baila.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Es verdad! ¡Ay, su madre!</p> - -<p><span class="smcap">Matías</span> (<i>A Ignacia.</i>)—Bueno, ahora -nosotros. (<i>Se levanta y ve a Venancio.</i>) Va... ca... la... ¡Anda, -Dios!</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Qué te ha dao?</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡María Santísima!</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Él!... ¡Gracias a Dios!... (<i>Con -intensa satisfacción.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Justa.</span>—¡Mialo!... (<i>A Juan.</i>) ¡Eso es un -hombre!</p> - -<p><span class="smcap">Juan.</span>—¡Me río del dos de Mayo!</p> - - -<h4 title="ESCENA VI"><span class="pagenum" id="Page_54">p. -54</span>ESCENA VI</h4> - -<p class="quienesj"><span class="smcap">Dichos, Venancio</span> <i>y</i> -<span class="smcap">Eulogio.</span> <i>Venancio y Eulogio se acercan -por detrás del grupo que forman los que bailan, y vienen a pasar por -delante de Epifanio y el Rosca.</i></p> - -<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>A Epifanio.</i>)—¡Buenas -tardes!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>Poniéndose la mano en pantalla -delante de los ojos.</i>)—¿Quién ha sido?</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Un servidor! (<i>Epifanio y -Rosca se vuelven a mirarle.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Coge una de las copas de vino -que tienen en la mesa.</i>)—¡Con permiso!... (<i>Se la bebe.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Rosca.</span>—Oiga usté: ¿quién le ha dao a usté -licencia?...</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Tengo bula! (<i>Va hacia el sitio -donde está el señor Matías.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—Bueno, ¿y quieres decirme dónde -le pego yo a este chico que no le haga daño?</p> - -<p><span class="smcap">Rosca.</span>—¡Yo le daba en el cerviguillo!</p> - -<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Llegando al grupo donde está -el señor Matías.</i>)—¡Buenas tardes, señores!</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Pero que mu güenas!</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Paco, no toque más! (<i>Cesa el -baile.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Señor Matías, usté dispense, -pero...</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—Y usté, ¿se pué saber a -qué tenemos el honor de que haiga usté venío a sobrar?... (<i>Muy -enfadado.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Oiga usté, pero ¿es que esto es -un baile de señoras solas?...</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Aquí lo que sobran son -hombres!</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Hombres de... mote! -(<i>Mirándolos a todos.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Bueno, a lo mío. Siento sobrar: -pero yo<span class="pagenum" id="Page_55">p. 55</span> le he dao a una -mujer palabra de bailar con ella, y vengo a cumplirla... Y esa mujer me -espera...</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—Esa mujer no quiere bailar.</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Vamos a verlo. (<i>Va hacia -ella.</i>) Isidra, ¿me hace usté el favor de bailar conmigo?</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—Sí, señor. Gracias, Venancio. -(<i>Se levanta y se cogen del brazo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Ya lo ve usté. Que hagan el -osequio de seguir tocando.</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Sí, que toquen! ¡Que toquen!</p> - -<p><span class="smcap">Matías</span> (<i>A Paco.</i>)—No toques. Y tú (<i>A -Isidra.</i>) te sientas, que aquí no quió broncas. (<i>Con mucha furia.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia</span> (<i>Levantándose -enfurecida.</i>)—¡Paco, a tocar!</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Yo no toco!</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡No toques, no toques!</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Vaya, u toca él u toco yo!</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Misté que ahora viene una habanera -ceñida.</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡A bailar, a bailar!</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Gracias, señá Inacia.</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia</span> (<i>Sentándose.</i>)—No hay por qué -darlas.</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—¿Y qué papel hago yo aquí ahora, -se pué saber?</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Papel Job! (<i>Se sienta el señor -Matías. Empieza a tocar Paco y sigue el baile.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Rosca</span> (<i>A Epifanio.</i>)—¡Oye tú... que... -que están bailando!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Ya lo veo! Rosca, ve y avisa -la Extremaunción pa un choto.</p> - -<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Cada vez que pasa bailando -por delante de Epifanio se quita el sombrero como saludándole, y le -dice con sorna.</i>)—¡Servidor!... (<i>El señor Eulogio, que va bailando -solo detrás de Venancio, al pasar por delante de Epifanio, le echa una -bocanada de humo en la cara. Epifanio hace un movimiento de ira. Dan -otra vuelta.</i>) ¡Servidor!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>Levantándose.</i>)—¡Vaya, -se acabó el panizo! (<i>Se acerca a Venancio y le da un cogotazo.</i>) -¡Servidor! (<i>A Paco.</i>) Toque usté a banderillas. (<i>Retrocede, metiendo -mano al bolsillo.</i>)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_56">p. 56</span></p> - -<p><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Deteniendo a Venancio en su -primer impulso.</i>)—¡Venancio, por Dios!... ¡Por mí!... (<i>Venancio se -detiene.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>A Venancio.</i>)—¡Calma, como te -he dicho! (<i>La gente se interpone entre ellos. Eulogio se coloca detrás -de Venancio.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Soltarme!... ¡Si estoy -sosegao! ¡Dejarme, a ver, que yo me entere! ¿Quién ha sido ese que me -ha pegao?...</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Un hombre! (<i>Colocándose -delante de él.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Alargándole hasta la cara uno -de esos juguetes que se estiran y se recogen a voluntad, y a cuyo -extremo va una cabeza de cartón figurando ser la de un gato, que abre -la boca al estirarse el juguete.</i>)—¡Miau!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Estese usté quieto!... ¡Un -hombre!</p> - -<p><span class="smcap">Rosca.</span>—¡Hay comprobantes!</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡No le hagan ustés caso, que es -mentira! ¡Usté no es un hombre!... Usté... ¡usté es un granuja!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¿Yo? (<i>Queriendo abalanzarse a -él.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Miau!... (<i>Repite el juego de -antes.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Rosca.</span>—¡Calma, hombre, que la ofensa no -es tan grande! (<i>Conteniéndole.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Usté es un granuja y un -borracho que ha vivido hasta hoy asustando a varios tontos que tienen -más cariño a la piel que a la vergüenza, y explotando a las mujeres -para llenar el buche gratuitamente, que es lo que buscaba usté con esta -familia; y eso... lo vengo yo a impedir, ¡so vago!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—Eso... ¡Maldita siá! -(<i>Queriendo acometerle.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Repite el juego.</i>)—¡Miau!</p> - -<p><span class="smcap">Rosca.</span>—¡La cosa no es pa alterarse -aún!</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Y a esta joven la atosiga -usté, porque ve usté que se le va el momio, y porque ella no ha tenío -un hombre que la defendiera!...</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Oye, tú, que está aquí su -padre!...</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Muy señor mío! ¡Pero las cosas -han cambiao!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_57">p. 57</span></p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Todo cambea! (<i>Con -filosofía.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Yo, esta mañana era un párvulo; -pero dende mi casa aquí he dao el gran estirón.</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡He presenciao el desarrollo!</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Y digo que esta mujer...</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Esa mujer es mía... para que -usté se entere!</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Suya! ¿Tuya?... -(<i>Adelantando.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Isidra! (<i>Queriendo -detenerla.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Con ira.</i>)—¡Pus anda, aquí -me tienes; ven por lo tuyo! (<i>Se cruza de brazos terciándose el -mantón.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—Bueno, y si no... ande usté con -ella... ¡peor pa usté!... (<i>En tono muy despreciativo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Peor!... ¿Qué dices? ¡Ladrón! -¿Qué has dicho?... (<i>Con furia.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Hija! (<i>Deteniéndola.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Charrán! Peor ¿por qué? ¡Dilo -fuerte, dilo pronto! ¡Dilo! (<i>Exaltadísima.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Basta! ¡Ea!... ¡Oiga usté, -amigo, cuando esté usté delante de esta mujer, se quita usté el -sombrero, así!... (<i>Se adelanta rápidamente, se lo quita y lo tira al -suelo con rabia.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Recontra!</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Y ahora le voy a cortar a -usted la lengua!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¿A mí?... ¡Vamos a verlo!</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Mira, ladrón! (<i>Le da un -palo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Lo mato! (<i>Mete mano al -bolsillo y saca la navaja.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Socorro! ¡Guardias! ¡Que se -matan! (<i>Confusión y gritos.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Al verle sacar la navaja a -Epifanio, le coge las manos, obligando al otro con su esfuerzo a que -suelte la navaja.</i>)—¡Suelte usté eso, cobarde! ¡Granuja! ¡Ahí quieto! -(<i>Lo sienta a la fuerza en uno de los taburetes que están al lado de la -mesa del merendero.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Rosca, que lo mato! (<i>Se -levanta en un esfuerzo.</i>)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_58">p. 58</span></p> - -<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Volviéndole a -sentar.</i>)—¡Quieto ahí!</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Rosca, quítamelo, que lo mato! -(<i>Vuelve a levantarse y Venancio lo vuelve a sentar.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>A Epifanio.</i>)—¡Que tome usted -asiento, señor!</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Y ahora...</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Déjalo ya!</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Gallina! (<i>Le da un empujón y -caen rodando al suelo la banqueta y Epifanio.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>Levantándose y con -furor.</i>)—¡Adiós! ¡Nos veremos... y miá si no te la!... (<i>Se las jura y -se va limpiándose.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Fuera, fuera! (<i>Vanse Epifanio y -el Rosca por la segunda derecha.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Rosca</span> (<i>Vuelve.</i>)—¡Y usté... (<i>A -Eulogio.</i>) usté y yo nos veremos!</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Con el chirimbolo.</i>)—¡Miau!... -¡Ah... y toma! (<i>Cogiendo la navaja del suelo y cerrándola.</i>) Dale eso -a ése y no uséis cosas de estas... ¡que son pa hombres na más! ¡Arrea! -(<i>Dándole un puntapié.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia</span> (<i>A Venancio, que se ha sentado -en un taburete agitado y convulso, y al que rodean Isidra, la Justa, -Paco, Juan y Matías.</i>)—¡Pero, sosiégate! ¿Qué te pasa? ¿Qué tienes?</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Qué quié usté que tenga! ¡El -ejercicio que ha hecho!</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Es que a mí ese... ¡Maldita -sea!... (<i>Se levanta agitado blandiendo el palo. Se separan todos -asustados. Vuelve a sentarse.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Oye, tú, a ver si te estás -quieto!</p> - -<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Volviendo a levantarse.</i>)—A mí -ese chulo no me... (<i>Se separan todos.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Pero, Venancio!... (<i>Le obliga a -sentarse.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Darle agua!</p> - -<p><span class="smcap">Juan</span> (<i>Con un botijo.</i>)—¡Bueno; pero -quitarle el palo!</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—Bueno. ¿Y a qué ha venío tóo -esto, si pué saberse?... (<i>Cogiendo el botijo que tiene Juan.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Pues esto ha venío a que la... -(<i>Se levanta y va hacia Isidra.</i>)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_59">p. 59</span></p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Revienta, hombre!</p> - -<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Con pasión.</i>)—¡A que la quiero -con toda mi alma, señor Matías!</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Gracias a Dios!</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—¿Y pa eso sólo has armao esta -bronca? ¡Vamos te daba así con el pitorro! (<i>Amenazándole con el -botijo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia</span> (<i>A Isidra.</i>)—Ya lo has oído. Y -tú, ¿qué dices?</p> - -<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¿Yo?... Ya se lo diré a él, -madre.</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>A Venancio.</i>)—¡Dile que bendita -sea su boca!</p> - -<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Bendita sea la... (<i>Aparte a -Eulogio.</i>) Cuando tenga más confianza.</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—Lo único que me gusta de este -chico es que tiene un carater parecido al mío.</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Calla, fiera!</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Choca, chico! (<i>Dándole la mano -a Venancio.</i>) Y tú... (<i>A Isidra.</i>) el día que sea eso, cuenta con unos -bebés, charol de primera. En fin, pa celebrar lo de éstos, (<i>A Paco.</i>) -dele usté al manubrio y echemos un baile.</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡A bailar! ¡A bailar! (<i>Toca Paco -y bailan todos.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>A la señá Ignacia.</i>)—¿Quiere -usté?</p> - -<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Vamos allá! (<i>Se cogen y -bailan.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Y viva San Isidro!...</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Viva! ¡Viva!... (<i>Algazara, voces -y risas. Mucha alegría.</i>)</p> - -<p class="telon">TELÓN</p> - - -<div class="chapter pt6" id="P2"> - <hr class="chap" /> - <p><span class="pagenum" id="Page_61">p. 61</span></p> - <h2 class="nobreak">LA PENA NEGRA</h2> - <hr class="chap" /> -</div> - - -<div class="chapter"> - <p><span class="pagenum" id="Page_63">p. 63</span></p> - <h3 class="g2">PERSONAJES</h3> -</div> - -<ul class="pers"> - <li>LUCILA</li> - <li>LA CARMEN</li> - <li>SEÑÁ ANTONIA</li> - <li>EUSTASIA</li> - <li>SEÑÁ LORENZA</li> - <li>SEÑÁ ROSA</li> - <li>INVITADA 1.ª</li> - <li>QUINTINA</li> - <li>UNA VECINA</li> - <li>UNA NOVIA</li> - <li>UNA NIÑA</li> - <li>SEÑOR BALBINO</li> - <li>SERAFÍN</li> - <li>LADISLAO</li> - <li>SEÑOR VALERIANO</li> - <li>UN CARRETERO</li> - <li>TESTIGO 1.º</li> - <li>SEÑOR MANFREDO</li> - <li>TESTIGO 2.º</li> - <li>SEÑOR RÉGULO</li> - <li>SEÑOR METODIO</li> - <li>LIBORIO</li> - <li>EL DUEÑO DEL MERENDERO</li> - <li>EL PINTURAS</li> - <li>TESTIGO 3.º</li> - <li>UN NOVIO</li> - <li>INVITADO 1.º</li> - <li>EL CHICO DEL MERENDERO</li> - <li>DONISIO</li> - <li>CHICO 1.º</li> - <li>ÍDEM 2.º</li> - <li>INVITADOS, INVITADAS Y</li> - <li>VARIOS CHICUELOS</li> -</ul> - - -<hr class="chap0" /> - -<div class="chapter"> -<h3>CUADRO PRIMERO</h3> -</div> - -<p class="donde">La escena representa un trozo de la Ronda de Valencia. -A la izquierda, y en primer término, en un chiscón, construído con -tablas pintadas y techumbre de zinc, hay establecida una barbería de -quince céntimos y «cara al sol». A los lados de la puerta, sillones -para los servicios; en una mesita pequeña, útiles de afeitar, como -navajas, bacías, etc. Sobre la puerta un letrero mal pintado que diga: -<span class="smcap">Salón de Barbería. No se azmiten propinas.</span> -En el mismo lado y colocada de izquierda a derecha hasta mitad de -la escena, se verá la valla de un solar que<span class="pagenum" -id="Page_64">p. 64</span> continúa en ángulo hasta cerca del foro. -Próxima a este ángulo y frente al público, la valla tiene una puerta -practicable. Entre la barbería y la valla hay espacio para una calle. -A la derecha, en primer término, una taberna de pobre aspecto con -puerta practicable. En la calle y frente a la puerta, dos mesas, y -alrededor, banquetas. Sobre la puerta un letrero que dice: <span -class="smcap">Vinos</span>. Cerca del foro queda un espacio a manera -de plaza, formado por las casas de la derecha y la valla del solar que -da frente a estos términos, y en este espacio, desemboca una calle -bastante ancha. El foro lo constituyen casas y solares. Es de día; un -día de invierno de sol muy claro.</p> - - -<h4>ESCENA PRIMERA</h4> - -<p class="quienesj"><span class="smcap">Quintina, Eustasia, Señá Rosa, -Vecina 1.ª, una Niña, Señor Régulo, el Pinturas, Liborio, Chico 1.º y -2.º</span></p> - -<p class="quienesj"><i>Al levantarse el telón aparecen todas estas personas en la forma -siguiente. Quintina, la señá Rosa y Vecina 1.ª, sentadas junto a la -valla del solar. Quintina y la señá Rosa cosen al sol, puestos en la -cabeza los pañuelos formando pantalla. La Vecina 1.ª peina a una niña -que estará sentada en el suelo entre las piernas de su madre. Eustasia, -un poco más lejos, lava ropa en un barreño sostenido sobre un cajón. -Liborio, sentado en el suelo y apoyada la espalda en la valla, lee un -periódico. El señor Régulo, a la puerta de la barbería, pasa por la -badana varias navajas de afeitar. El Pinturas trata de obligar a un -perrito a que se sostenga sobre las patas traseras. Chico 1.º y 2.º, en -la parte derecha del foro, vuelan una cometa que se ve remontarse por -las bambalinas.</i></p> - -<p><span class="smcap">Eustasia</span> (<i>Dando jabón a la ropa y -restregándola luego, canta un tiento.</i>)</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">¡Ay, ayayay, ay, ayayay! ¡Ay, ayay!...</div> - <div class="verse indent0">¡El día que yo te vea... ay, ay, el día!...</div> - </div> -</div> -</div> - -<p><span class="pagenum" id="Page_65">p. 65</span></p> - -<p><span class="smcap">Liborio</span> (<i>A Eustasia, dejando de leer y -confidencialmente.</i>)—¡Chits!... ¡Eustasia!... Daría los noventa y pico -de años que me restan de existencia por ser enagua.</p> - -<p><span class="smcap">Eustasia.</span>—¡Caramba! ¿sí?... ¿Y con qué -ojeto?</p> - -<p><span class="smcap">Liborio.</span>—Pa tener el gusto de que me -echase usté a la colada.</p> - -<p><span class="smcap">Eustasia.</span>—¡Caray, qué rico! -(<i>Cantando.</i>)</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">¡Ay, ayayay, ay, ayayay, ay!...</div> - </div> -</div> -</div> - -<p><span class="smcap">Rosa.</span>—¿Pero se pué saber qué es lo que te -duele, hija?</p> - -<p><span class="smcap">Eustasia.</span>—¿Que qué me duele? (<i>Mirando a -Liborio.</i>) Un divieso... que me ha salido aquí al lao.</p> - -<p><span class="smcap">Régulo.</span>—Pues belladona con él.</p> - -<p><span class="smcap">Eustasia.</span>—Estos me los suele reventar mi -marido.</p> - -<p><span class="smcap">Liborio</span> (<i>Escamado y separándose un -poco.</i>)—¡Repringue!</p> - -<p><span class="smcap">Régulo.</span>—¡Que te mejores!</p> - -<p><span class="smcap">Eustasia</span> (<i>Al ver que Liborio se ha -separado.</i>)—¡Ya nos vamos aliviando, ya!</p> - -<p><span class="smcap">Niña</span> (<i>La que se peina, casi -llorando.</i>)—¡Pero madre!...</p> - -<p><span class="smcap">Vecina 1.ª</span>—¡Calla, recondená!</p> - -<p><span class="smcap">Niña.</span>—¡Si es que m’arranca usté el -cabello!</p> - -<p><span class="smcap">Vecina 1.ª</span>—¡Pues no le llama cabello a -esto y paece el pelote d’un sofá!</p> - -<p><span class="smcap">Rosa.</span>—Dame una hebra, Quintina.</p> - -<p><span class="smcap">Quintina</span> (<i>Dándole una hebra de -hilo.</i>)—Tome usté, señá Rosa.</p> - -<p><span class="smcap">Liborio.</span>—¿Y cómo anda de istrución ese -perro, Pinturas?</p> - -<p><span class="smcap">Pinturas.</span>—Ya sabe el ejercicio. Ahora le -estoy educando pa monecipal.</p> - -<p><span class="smcap">Eustasia.</span>—¡Qué gracia! ¿Y qué le -enseñas?</p> - -<p><span class="smcap">Pinturas.</span>—A andar despacio y a pararse en -las esquinas.</p> - -<p><span class="smcap">Régulo.</span>—Tóo el manual.</p> - -<p><span class="smcap">Liborio.</span>—¡Já, já! (<i>Riendo.</i>) ¡Tié -salero!</p> - -<p><span class="smcap">Eustasia</span> (<i>Cogiendo el lebrillo de la -ropa.</i>)—¡Vaya, me voy a tender!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_66">p. 66</span></p> - -<p><span class="smcap">Liborio.</span>—Y yo. (<i>Se tiende en el suelo, -apoya la cabeza en una piedra y sigue leyendo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Eustasia</span> (<i>Amenazándole con la -pala.</i>)—¡Gracioso! (<i>Vase por la puerta del solar.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA II</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Señor Metodio</span> (<i>guardia de Orden Público</i>). <i>Sale -por la calle de la derecha.</i></p> - -<p><span class="smcap">Metodio.</span>—Salú, vecindario... Buenos días, -Régulo. (<i>Yendo hacia la barbería y quitándose la teresiana.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Régulo.</span>—¡Hola, señor Metodio!...</p> - -<p><span class="smcap">Metodio.</span>—Afeitarme en un vuelo, que voy -de servicio.</p> - -<p><span class="smcap">Régulo.</span>—Al vapor. Deje usté el armamento. -(<i>Cuelga el sable que se quita Metodio donde éste colgó la teresiana y -procede rápidamente al afeitado.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Chico 1.º</span> (<i>Dejando al Chico 2.º el hilo -de la cometa y viniendo furioso ante la taberna.</i>)—¡Señá Lorenza, señá -Lorenza, dígale usté a Donisio que no tire piedras a la cometa, que va -a cobrar! (<i>Cae una piedra y da en el periódico que lee Liborio.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Liborio</span> (<i>Incorporándose -furioso.</i>)—¡Pero, chico! (<i>Mirando hacia la derecha.</i>) ¡A ver si te -estás quieto, que más dao en el folletín! (<i>Cae otra piedra entre las -vecinas.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Rosa</span> (<i>Asustada.</i>)—¡Rediez!... ¡qué -cantazo!</p> - -<p><span class="smcap">Quintina</span> (<i>Indignada.</i>)—¡Pero señá -Lorenza, que sigue con las piedras!...</p> - -<p><span class="smcap">Lorenza</span> (<i>Saliendo con calma de la -taberna.</i>)—¡Ay, hija, ni que fueran ustés de porcelana! ¡Jesús!... (<i>Al -chico.</i>) ¡Donisio... no tires, hijo, que vas a romper un cacharro!</p> - -<p><span class="smcap">Liborio.</span>—Guasitas encima, ¿eh?</p> - -<p><span class="smcap">Donisio</span> (<i>Que sale huyendo por la derecha -de los<span class="pagenum" id="Page_67">p. 67</span> chicos de la -cometa, que la recogieron a su tiempo.</i>)—¡Madre! ¡madréee... que me -pegan! (<i>Donisio es un pequeñuelo que va en mangas de camisa, lleva -tirantes y fuera de los calzones el faldón de la camisa.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Lorenza.</span>—¡Hala pa dentro, mala pécora! -(<i>Lo entra en la taberna dándole azotes.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA III</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y un</i> <span -class="smcap">Carretero</span></p> - -<p class="quienes"><i>Se oye próximo el rodar de un carro, ruido de -colleras y dos o tres trallazos.</i></p> - -<p><span class="smcap">Carretero</span> (<i>Dentro.</i>)—¡Riá, mula! -¡Riá, condenada! ¡Mula! ¡Sooó! ¡Generala! ¡Sooó! (<i>Saliendo sucio de -harina hasta la exageración, con la boina casi blanca y cara y manos -enharinadas.</i>) ¡Güen día!... ¿Hay quien <i>afaite</i>?</p> - -<p><span class="smcap">Pinturas.</span>—Pase, caballero; pase y -asiéntese, que se le va a servir de seguida.</p> - -<p><span class="smcap">Carretero.</span>—¿<i>Ande</i> m’asiento? (<i>Empieza -a sacudirse la boina contra una rodilla, y luego se golpea la ropa -levantando una terrible polvareda de harina. Tosen todos los que hay en -escena.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Pinturas.</span>—¡Recoles!... (<i>Tosiendo.</i>) -¡Ejem!... ¡ejem! Aquí... asiéntese aquí. (<i>Le ofrece un sillón.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Régulo</span> (<i>Tosiendo.</i>)—¡Ejem!... ¡Chits!... -Oiga, buen amigo, no sacuda más, que ha desperdiciao usté dos libretas, -lo menos.</p> - -<p><span class="smcap">Carretero</span> (<i>Sentándose.</i>)—¡Maldita siá -lá!... Si se pone uno que...</p> - -<p><span class="smcap">Pinturas</span> (<i>Al maestro.</i>)—Paño.</p> - -<p><span class="smcap">Régulo</span> (<i>Dándole el paño.</i>)—A ese con -verduguillo y sin repaso.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_68">p. 68</span></p> - -<p><span class="smcap">Pinturas</span> (<i>Pone el paño al carretero y le -quita la boina.</i>)—Dejaremos la boina aquí. (<i>La cuelga.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Carretero</span>.—¡Oye, tú, a ver <i>ande</i> la -dejas, no me la <i>van</i> quitar!</p> - -<p><span class="smcap">Pinturas</span>.—¡Caballero, este salón es de -confianza!</p> - -<p><span class="smcap">Carretero</span>.—Lo digo porque, no vas a -pensarte, el otro día en la Ronda Segovia m’apandaron una a listas, -recién estrená.</p> - -<p><span class="smcap">Pinturas</span> (<i>Dándole jabón.</i>)—Aquí no semos -de esos. (<i>Tose.</i>) ¡Ejem! ¡ejem! ¿Y esa harinita que acarrea usté, es -<i>candial</i> u centeno?</p> - -<p><span class="smcap">Carretero</span>.—Es pa cataplasmas.</p> - -<p><span class="smcap">Pinturas</span>.—¡Bullanguerillo! (<i>Le da más -jabón.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Metodio</span> (<i>Al señor Régulo.</i>)—El bigote -déjamelo a lo kaiser.</p> - -<p><span class="smcap">Carretero</span> (<i>Al escuchar un inquieto -cascabeleo de colleras, se vuelve furioso hacia la derecha y dice dando -un grito terrible.</i>)—¡Coronela!</p> - -<p><span class="smcap">Pinturas</span> (<i>Asustado y dando un -salto.</i>)—¡Mi madre! ¿Qué pasa?</p> - -<p><span class="smcap">Carretero</span>.—¡Aguarda, hombre! -(<i>Incorpórase y mira hacia donde ha dejado el carro.</i>) ¡Maldita siá! -¡Coronelááá! (<i>A gritos.</i>) ¡Ay, Granaíto, Granaíto, que te voy a hacer -polvo!</p> - -<p><span class="smcap">Pinturas</span>.—¿Más polvo?</p> - -<p><span class="smcap">Carretero</span> (<i>Se levanta rápidamente, coge -el látigo que habrá dejado apoyado en la pared y echa a correr con -el paño puesto y la cara llena de jabón</i>.)—¡Siooó, mula! (<i>Se oyen -trallazos.</i>) ¡Machooó!... ¡Perro! ¡Maldita sea tu casta, ladrona! (<i>Se -oye ruido de colleras.</i>) ¡Siooó! ¡Mala sangre! ¡Asesinooó! (<i>Vuelve y -deja el látigo</i>) ¡Amos, hombre; esa perra, ca vez que la engancho en -varas, m’atolondra el macho!</p> - -<p><span class="smcap">Pinturas</span>.—¿Es coqueta?</p> - -<p><span class="smcap">Carretero</span>.—¡Burro! (<i>A Pinturas.</i>) -(No es a ti.) (<i>Alto.</i>) ¿Tú también? ¡ay, si güelvo, si güelvo! (<i>A -Pinturas.</i>) <i>Afaita.</i></p> - -<p><span class="smcap">Pinturas</span> (<i>Afeitando.</i>)—¿Y qué, ha visto -usté cómo anda eso de la política?</p> - -<p><span class="smcap">Carretero</span>.—¡Política! Quita, hombre, a mí -tóo lo<span class="pagenum" id="Page_69">p. 69</span> que no sea la -República ¡agua limón! (<i>Metodio se vuelve y le mira.</i>) Y vengan palos, -y cortar caezas, y colgar gente rica. (<i>Metodio vuelve a mirarle.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Pinturas</span>.—Sí, vamos, usté tira a la -<i>demagogogía</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Carretero</span>.—¡Natural! ¡Y ajuera ladrones, -y abajo los empleaos, y a destripar guindillas! Créeme a mí.</p> - -<p><span class="smcap">Metodio</span> (<i>Con la cara llena de -jabón.</i>)—¡Oiga usté, mi amigo!</p> - -<p><span class="smcap">Carretero</span> (<i>Con la cara llena de jabón, -también.</i>)—¿Qué pasa?</p> - -<p><span class="smcap">Metodio</span>.—Que como siga usté rebuznando a -ese tenor, le acabamos a usté de afeitar en la Delegación.</p> - -<p><span class="smcap">Carretero</span>.—¿<i>D’ande</i> ha salío esa voz -aflautada?</p> - -<p><span class="smcap">Metodio</span>.—De Metodio Lagunilla, agente de -primera afezto a la Zona norte.</p> - -<p><span class="smcap">Carretero</span>.—Pus pa otro día se afeita usté -con kepis, porque así enjabonao no se le nota a usté la autoridaz.</p> - -<p>Metodio.—Se usan gafas.</p> - -<p><span class="smcap">Carretero</span>.—Se usan narices postizas. -Acaba, chico. (<i>Por lo bajo.</i>) ¡Nos ha matao el tío guinda éste!</p> - -<p><span class="smcap">Metodio</span> (<i>A Régulo.</i>)—¿Y que tenga uno -que aguantar esto?</p> - -<p><span class="smcap">Régulo</span>.—No haga usté caso, señor Metodio, -en estos salones hay que oir toa clase de ditirambos.</p> - -<p><span class="smcap">Pinturas</span> (<i>Acabando con el -carretero.</i>)—Pa servir a usté.</p> - -<p><span class="smcap">Carretero</span> (<i>Levantándose.</i>)—¡Está esto -güeno! (<i>Mira al guardia con ira, mientras saca de la faja una bolsa -de cuero y deslía el cordón que la cierra.</i>) ¡Te digo que si uno no -mirara!... ¡Así degollasen a la!... ¡Lástima de!... ¿Qué se debe?</p> - -<p><span class="smcap">Pinturas</span>.—Quince céntimos.</p> - -<p><span class="smcap">Carretero</span>.—¡Maldita siá! (<i>Dando los -quince céntimos.</i>) En paz. (<i>Liando la bolsa y guardándola.</i>) ¡Y luego -que si <i>libertá</i>, y si pimientos morrones! (<i>Coge el látigo, se acerca -a la pared y en vez de descolgar su boina coge la teresiana de un -manotón.</i>) ¡Miá tú a mí el esbirro éste!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_70">p. 70</span></p> - -<p><span class="smcap">Metodio.</span>—¿Eh? que ha cogido usté mi -teresiana.</p> - -<p><span class="smcap">Carretero</span> (<i>Soltándola encima de la -mesa.</i>)—¡Rediezla, pues eso me faltaba, irme con tonterías en la caeza! -¡Me caso hasta en!... (<i>Dando trallazos y voces.</i>) ¡Riá, Coronela! -¡Huesque! ¡Ladrona! ¡Granaíto! ¡Ay, qué macho, qué macho! ¡Mala sangre! -¡Arreeé! (<i>Se oye alejarse el carro y se oyen las voces del Carretero -que se pierden a lo lejos.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Régulo</span> (<i>Acabando.</i>)—Servidor, señor -Metodio.</p> - -<p><span class="smcap">Metodio.</span>—Bueno, ¿y qué haces cuando te -tropiezas con un <i>devocionario</i> de esos?</p> - -<p><span class="smcap">Régulo.</span>—Hacer la vista gruesa, es lo que -coge.</p> - -<p><span class="smcap">Metodio.</span>—Hay que tener más pacencia... -(<i>Vase foro izquierda. El señor Régulo vase con Pinturas a la barbería. -Durante la escena anterior, se han marchado la Quintina, Vecina 1.ª y -la Niña, y luego Liborio, quedando sólo la señá Rosa.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA IV</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Señá Rosa</span> <i>y el</i> <span -class="smcap">Señor Balbino</span></p> - -<p class="quienesj">(<i>El señor Balbino, es un tipo de verdulero -ambulante; sale por la izquierda con un borriquillo que lleva un serón -cargado de frutas y hortalizas.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Pregonando.</i>)—¡Pimientos -coloraos d’asar! ¡A treinta, tomates! ¡Como la grana, tomates! -¡Parroquianitas, que son de moda! ¡A treinta, tomates!</p> - -<p><span class="smcap">Voz</span> (<i>Dentro.</i>)—¡Verdulero!</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span> -(<i>Contestando.</i>)—¡<i>Perroquiana</i>!</p> - -<p><span class="smcap">Voz.</span>—¿Los da usté a veinte?</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>En voz alta.</i>)—Aguárdate que -consulte. (<i>Al burro.</i>) ¿Los damos a veinte, Catalino? (<i>En voz alta.</i>) -Dice mi socio que no hay negocio. (<i>Pregonando.</i>) ¡Como la grana son! -¡Como la grana son!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_71">p. 71</span></p> - -<p><span class="smcap">Rosa.</span>—Adiós, Balbino.</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—Hola, señá Rosa, ¿pero toavía -anda usté pol mundo?</p> - -<p><span class="smcap">Rosa.</span>—Y el rato que me queda, hijo.</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—Así sea.</p> - -<p><span class="smcap">Rosa.</span>—¿Y vienes por la manduca?</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—A ver. He visto bostezar a -<i>Catalino</i> y he dicho las doce y cuarto y nos hemos venío pa acá en -busca del <i>lunche</i>. (<i>Descarga el serón con las verduras y lo pone -junto a la taberna y le coloca al burro en el cuello el saco del -pienso.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Rosa.</span>—Siempre estás de güen humor, -hijo.</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¿Yo? Yo no. El que es feliz es -mi <i>socio</i>. Aquí lo tié usté; tié tres cargos, cuadrúpedo, industrial -y verdulero, pus entavía le queda tiempo pa sus asuntos particulares -con una burra vecina. Místelo; nos queremos como hermanos. Hace cinco -años que nos hemos juntao bajo la razón social de Balbino Verdolaga y -Compañía, y menos en las algarrobas en tóo lo demás vamos a medias; -pues aún no hemos tenío el más ligero disgusto. ¿Qué le falta a este -burro pa ser una persona?... ¡Darme un par de coces! Y no lo espero, -¿verdá <i>Catalino</i>?</p> - -<p><span class="smcap">Rosa.</span>—¿Qué dice?</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¿Dice que si usté gusta?</p> - -<p><span class="smcap">Rosa.</span>—Gracias, hijo.</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¡Ande come uno comen dos, no sea -usté niña!</p> - -<p><span class="smcap">Rosa</span> (<i>Levantándose y -marchándose.</i>)—¡Anda y que te dé el viento, guasón! (<i>Vase.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—Usté se lo pierde. (<i>Mira el -reloj.</i>) ¡Cuánto tarda la Lucila! Voy a avisar que nos preparen la -comida. (<i>Mete al burro por la calle de la derecha y entra él en la -taberna.</i>)</p> - - -<h4 title="ESCENA V"><span class="pagenum" id="Page_72">p. 72</span>ESCENA V</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Señor Manfredo.</span> <i>Luego</i>, <span class="smcap">Balbino.</span></p> - -<p class="quienesj">(<i>Manfredo, que es un viejo desastrado que se dedica -a pasear anuncios, sale por la izquierda llevando en -alto y sujeto por un palo un gimnasta de músculos -atléticos, pintado en un lienzo en actitud de sostener -dos enormes pesas en las que se leen las palabras: -“Fuerza”, “Robustez”, “Hermosura”, “Virilidad” y -a los pies de la figura un letrero que dice</i>: <span class="smcap">Bola, 10, -Gran Gimnasio</span>.)</p> - -<p class="mushab"><b>Música</b></p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Manfredo</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent6">Quien quiá ser</div> - <div class="verse indent6">un señor</div> - <div class="verse indent6">de poder</div> - <div class="verse indent6">y vigor</div> - <div class="verse indent6">y adquirir</div> - <div class="verse indent6">robustez,</div> - <div class="verse indent6">puede ir</div> - <div class="verse indent6">Bola diez.</div> - <div class="verse indent0">Me alquilé para anunciar</div> - <div class="verse indent0">como ustedes pueden ver,</div> - <div class="verse indent0">mi misión es pasear</div> - <div class="verse indent0">y exhibirme por doquier</div> - <div class="verse indent0">y aunque no expreso el rubor</div> - <div class="verse indent0">que esta exhibición me da,</div> - <div class="verse indent0">digo para mi interior:</div> - <div class="verse indent0">¡Ay, mamá! ¡Ay, mamá!</div> - <div class="verse indent0">Cuántas tonterías</div> - <div class="verse indent0">hacen los mortales</div><span class="pagenum" id="Page_73">p. 73</span> - <div class="verse indent0">cuando necesitan</div> - <div class="verse indent0">tres o cuatro reales.</div> - <div class="verse indent0">Yo he visto a un banquero</div> - <div class="verse indent0">que quebró en León</div> - <div class="verse indent0">bailando guajiras</div> - <div class="verse indent0">en un callejón.</div> -</div> - -<p class="tab">——</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Ayer tarde me paré</div> - <div class="verse indent0">en la calle de Alcalá</div> - <div class="verse indent0">y una joven de buen ver</div> - <div class="verse indent0">que pasó con su mamá,</div> - <div class="verse indent0">al mirar este Sansón</div> - <div class="verse indent0">le salió del pecho un ¡ah!</div> - <div class="verse indent0">y exclamó con timidez:</div> - <div class="verse indent0">¡Ay, mamá! ¡Ay, mamá!</div> - <div class="verse indent0">y la madre al verla</div> - <div class="verse indent0">tan acongojada</div> - <div class="verse indent0">y tan suspirante</div> - <div class="verse indent0">y tan colorada,</div> - <div class="verse indent0">dijo: no hagas caso,</div> - <div class="verse indent0">que es una ilusión,</div> - <div class="verse indent0">Siempre se exagera</div> - <div class="verse indent0">la musculación.</div> - <div class="verse indent0">Este sansón</div> - <div class="verse indent0">vale un millón.</div> -</div> - -<p class="mushab"><b>Hablado</b></p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span> (<i>Mirando al -gimnasta.</i>)—¡Chitsss!... Hercúleo... ¿Vamos a ver si nos fían media -copa?... Bueno. (<i>Se dirige a la taberna.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Que sale de ella.</i>)—¡Calle!... -(<i>Reparando en Manfredo.</i>) ¡Manfredo!... pero, ¿eres tú?...</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo.</span>—¡Balbino de mi alma!... -¡¡Cuánto me alegro!!</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¡No te había conocido! Chico, -¿pero qué es eso que llevas a cuestas?</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_74">p. 74</span></p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¡Un <i>azleta</i>!</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Mirándolo.</i>)—¡Gachó, qué tío! -(<i>Leyendo.</i>) Fuerza, robustez, hermosura, <i>verilidaz</i>... ¿Y tóo eso, -qué es?</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Cinco reales. Que me he metido -a niñera d’anuncios; los llevo a paseo.</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Pues la cosa no es mu pesá que -digamos.</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Sin embargo; ¡el Herculitos -este tié sus deficultades, no creas!</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¿Cuálas?</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Pues mira, primero, la -chirigota pública. Ayer sin ir más lejos nos ven dos señoritos y va uno -y le dice al otro: ¡Miá qué grupo tan bonito: <i>Sansón y Donlila!</i> Y el -pitorreo siempre molesta: Y segunda y prencipal, que como tóo el peso -lo llevas arriba, en cuanto te tomas dos copas, te empieza a <i>titubear</i> -el <i>azleta</i> y de una legua te conocen que has bebido.</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¿Por la <i>oscilación</i>?</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Natural. (<i>Deja el gimnasta -apoyado en la tapia de la taberna y se sientan.</i>) ¿Y tú qué haces por -estos barrios?</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Pues náa, chico, que ahora -comemos aquí.</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¿Sus habéis mudao?</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Arganzuela, decisiete. Hace un -mes escaso.</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¿Y tu vástaga?</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Dedicá a su comercio. Ya no -tardará.</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¿Y tu sobrino?</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¿Quién, Serafín? No sé de él.</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¡Repringue! pero, ¿no vive con -vosotros?</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Hace dos meses. Nos la jugó de -puño.</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¡Chico!... ¡No lo hubiá creído! -¡Qué <i>engratetú</i>! Toa la vida a tu lao y de repente...</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Con tristeza.</i>)—Y lo peor de -que nos haiga dejao no es la <i>engratetú</i>, Manfredo...</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Pues, ¿qué es? (<i>Con -interés.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Acercándose a su interlocutor -y con mis<span class="pagenum" id="Page_75">p. 75</span>terio.</i>)—Lo -peor es que con ese motivo estoy atravesando un drama de familia que -atufa.</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¡Porra! Pero, ¿es de veras?</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¿Que si es de veras? Te quiero -como un hermano y te lo voy a contar tóo pa que veas cómo las estoy -pasando.</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Me dejas <i>demudao</i>. Cuenta, -cuenta...</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Mira, Manfredo, tú ya sabes -que respetive al bienestar, mi casa era un eden... ¡Más!... ¡Un <i>eden -concert</i>!...</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Me costa.</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Ya que mi chica perdió a su -madre a los tres años, dije, pues que no eche de menos el cariño que la -va a faltar y la <i>quintudupliqué</i> el mío; que tú sabes que ciego por -ella y si me pide la luna no se la traigo porque no sé por dónde se -sube, que si no, se la bajaba de un cuerno.</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Me sigue <i>costando</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—De chiquilla, pa que tuviese con -quién juar, recogí a mi sobrino Serafín, como sabes, cuando murió mi -cuñada y me lo llevé a casa.</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Acción meritoria.</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Pues bien, los chicos, primero -con el apego de criarse juntos, después con lo natural que da el roce, -pues lo que era una cosa, luego fué otra, y en total, que mi Lucila se -<i>pirrió</i> por Serafín, sin que él se diese cuenta, y de pronto, cuando -más mochales estaba la chica, va el ganso ese y se nos larga a vivir -con una tal Carmen.</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¡Mi madre!</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Lo que oyes.</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¿Ella se habrá quedao -<i>desconsoladisma</i>?</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡Carcúlate! Ahora, que ya la -conoces, y como ella cree que yo no me he enterao de náa, pues pa no -darme el desgusto, la creatura se repudre por dentro y se va a llorar -por los rincones; pero delante de mí siempre está con unas risas y unas -alegrías que m’hacen más daño que un clavo en las botas.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_76">p. 76</span></p> - -<p><span class="smcap">Manfredo.</span>—Pues vaya una coba triste.</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¡Considera! Y yo, la verdad, -quisiera una cosa de ti.</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo.</span>—¿Cuála?</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—Que t’aguardes, y cuando venga -la chica, yo me largo ahí dentro, y a ver si tú <i>pués</i> sacarla con -maña su verdadero sentir. No sea que me haga algún disparate que me -amargue.</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo.</span>—No lo creo; pero en fin, -déjamela a mí, que yo la hablaré. (<i>Se oyen risas lejanas.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¡Calla!... ¡Ella viene! Ya está -ahí.</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo.</span>—¡Y cómo se ríe!</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—Lo de siempre. ¡La pobrecilla, -pa engañarme!...</p> - - -<h4>ESCENA VI</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Lucila</span></p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Sale por la izquierda con una -cesta llena de juguetes baratos, y atado al asa un hilo con globitos de -colores. Viene riéndose exageradamente y mirando atrás.</i>)—¡Já, já, já! -¡Qué gracia! ¡El demonio del hombre! (<i>A su padre.</i>) ¡Hola, agüelo!</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¿Pero qué te pasa, tarambana?</p> - -<p><span class="smcap">Lucila.</span>—¡Náa... calle usté, que vengo -partía de risa! ¡Já, já, já! ¡Qué salao!</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo.</span>—¿Pero qué t’ha sucedío pa ese -jolgorio?</p> - -<p><span class="smcap">Lucila.</span>—¡Quite usté, señor Manfredo! ¡La -gracia <i>el</i> mundo! Un señor viejo que m’ha preguntao que cuánto quería -por los <i>juetes</i> con escaparate y tóo.</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¿Y tú qué has dicho?</p> - -<p><span class="smcap">Lucila.</span>—Que veinticinco años y un bigote -rubio.</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¿Y qué t’ha contestao?</p> - -<p><span class="smcap">Lucila.</span>—Que no llevaba suelto, y le he -añadío que pa gaitas ya las vendo yo. ¡Já, já! ¡Qué salero!</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo.</span>—¡Eres el demonio!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_77">p. 77</span></p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¿Y has vendío mucho?</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¿Vender?... ¡Ganas! Dende que -ha salío el futu-bul se están poniendo las creaturas que no siendo -a coces no saben a qué juar. ¡El mejor día agarro yo el <i>bazar</i>, le -pego un puntapié y <i>futu-bul</i>! En toa la mañana no he vendío más que -Don Nicanor tocando el tambor, a una señora gruesa, y <i>Don Genaro</i> -saludando a una estitutriz, que como era francesa no ha entendío el -saludo y me lo quería devolver. Total: entre la señora y la estitutriz, -dos perras. Se lleva una perra el Ayuntamiento, conque le queda a usté -otra pa mantención, ropa limpia y ladridos... ¡Usté verá el negocio!</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡Pa echar <i>utomóvil</i>! Vaya, voy -a avisar que nos calen la sopa. (<i>Vase a la taberna.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Sí, que traigo gazuza, padre.</p> - - -<h4>ESCENA VII</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Lucila, Manfredo</span>. -<i>Luego</i> <span class="smcap">Balbino</span>.</p> - -<p>Manfredo (<i>Aparte.</i>)—¡A ver si se me franquea! (<i>Hace señas de -inteligencia a Balbino, que se asoma con disimulo tras la puerta de la -taberna. Alto a Lucila</i>.) Oye, ya m’ha dicho tu padre que sus habéis -mudao.</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Sí, señor, en la cae la -Arganzuela. Tenemos un chalete lujosísimo, con vistas a la mar... a la -mar de solares.</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Ya iré a veros.</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Pues vaya usté pronto, que está -la escalera pa caerse. ¿Y l’habrá dicho a usté también que Serafín nos -hizo rabona, eh?</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Eso m’ha contao. Y que se fué -con una tal Carmen.</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Con tristeza.</i>)—Sí, señor. -Mañana precisamente hace dos meses, mire usté.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_78">p. 78</span></p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¿Tú habrás tenido el primer -disgusto?</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Hombre... sí que lo sentí, -porque le tenía una miaja de ley, pero náa más! Ahora que... ¡lo que -son las cosas de la Providencia!... ¿A que no sabe usté lo que he sabío -esta mañana, señor Manfredo?</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¿Qué has sabido?</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Pues que Serafín y la Carmen han -tarifao ya!</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¡Rediez!</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Y de mala manera! Me he -encontrao al cojo Changa, ese amigote suyo, y me lo ha contao tóo. -Al mes de vivir juntos, la madre lo echó a la calle; creo que no -congeniaban. Al menos eso dicen ellas. Pero la verdá de la cosa es que -la Carmen no le quería, y se ha encaprichao, según dicen, con el señor -Valeriano, el pollero, que tié guita larga, y ha dejao al otro por -puertas.</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¡Buen castigo! ¿Tú te habrás -alegrao de ole?</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¿Yo? ¿Por qué me voy a -alegrar?</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¿Que por qué?... ¡Porque sí! No -disimules; porque tú quiés a Serafín hasta donde se pué querer.</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Sorprendida.</i>)—¿Yo? ¡Qué -tontería! ¿Quién se lo ha dicho a usté?</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Un pajarito que tóo lo sabe: la -experencia. ¡Tú le quieres, no lo niegues!</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Hombre... quererle, claro!... -Algo.</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¡Mucho!</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Es natural... ¡Toa la vida a -su lao!... Que cuidarle cuando se ponía malo... que reirme con sus -bromas... que adivinarle los gustos... Y un año y otro, siempre -juntos... pues, claro, aunque una sea un perro... se toma cariño.</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Es que tú l’has tomao un -poquito más que cariño.</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Vacilando.</i>)—¡Tanto como eso no, -pero he pasao malos ratos, sí, señor; pa qué le voy a usté a engañar! -Pero no se lo diga usté a mi padre, ¿eh?</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¡Descuida, mujer!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_79">p. 79</span></p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Pues los he pasao; porque yo -que sé lo que es querer, he visto que ella no le quería y él cáa vez -más loco. A una palabra suya iba de cabeza, y en cambio mis consejos -y mis <i>avertencias</i>, náa... Como si soplase usté al sol pa enfriarlo: -inútil. Pero el querer es así: loco, y hay que aguantarse. Ya ve -usté, yo era todo por su bien, sin interés denguno... (<i>Se le saltan -las lágrimas</i>,) y ella en cambio, le desprecia... pus se ha ido con -ella, y es que la vida tié esas cosas... ¡Ay! ¡Si yo me hubiese -podido hacer más chiquita, más chiquirritita de lo que soy... y me -hubiese podido esconder en el corazón de esa mujer, entonces sí que le -hubiera querido, señor Manfredo, entonces sí que le hubiera querido! -(<i>Llora.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span> (<i>Conmovido.</i>)—¡Me caso en el -gimnasta! ¡Maldita sea mi suerte!</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Secándose las -lágrimas.</i>)—(¡Chito! ¡Calle usté! ¡Mi padre!)</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Ya está la sopa, tú.</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Vamos.</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Oye, (<i>Observándola.</i>) ¿pero qué -es eso? ¿Llorabas?...</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¿Yo?... ¡Quite usté, hombre! -¿Llorar? (<i>Ríe.</i>) ¡Já, já! ¡qué gracia!... Pues precisamente le estaba -diciendo al señor Manfredo, que estoy mu contenta porque ca día está -usté más arriscadete y más guapo. ¡Como que unas señoras me lo querían -coger anteanoche pa una tómbola!... ¡Misté qué ojos más ladrones... y -misté qué nariz! ¿Usté ha visto una alcachofa más bonita en su vida?</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡No seas niña, Lucila, y no -desimules!</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Bendito sea mi padre! ¡Ele! -¡Esto sí que se quiere de veras en el mundo, señor Manfredo! ¡Él pa mí, -yo pa él, sin coba, ni paripé... siempre juntos los dos! (<i>Le abraza.</i>) -¡mi agüelete!... ¡Ele! (<i>Quiere reir y llora.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¿Lo ves, lo ves cómo lloras?</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Bueno, ¿y qué? Aunque -llore, ¿qué? Es de alegría, señor. También se llora de alegría. -Hay días que llueve con sol, ¿verdá usté?... (<i>Empujando a<span -class="pagenum" id="Page_80">p. 80</span> su padre.</i>) ¡Eche usté pa -alante, so gitanazo! ¡Já, já! ¡Místelo, tié la esbeltez del talego! -(<i>Abrazándole.</i>) ¡pues no quiero yo na a este tío viejo!</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡Pero lloras, lloras!</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Llorando francamente.</i>)—¡De -alegría... de alegría! ¡Si es de alegría, señor!</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>A Manfredo.</i>)—¿Estás viendo? -¡Maldita sea!... (<i>Entran abrazados en la taberna.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Manfredo</span> (<i>Furioso, cogiendo el -gimnasta.</i>)—¡Mecachis hasta en!... ¡Después de ver esto, hoy te va a -pasear a ti tu señora agüela! (<i>Se lo echa al hombro y sale corriendo -por detrás del solar.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA VIII</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Serafín</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Ladislao</span></p> - -<p><i>Salen por la derecha. Vienen mirando hacia atrás como ocultándose -de alguien.</i></p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Azorado.</i>)—¿Es la Carmen?</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—Sí, es ella. Se ha parao en la -tienda de telas con una mujer.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—La esperaré aquí.</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—Bien hecho. Y atiende, Serafín; -espero que quedes como un <i>hombrito</i>; duro con esa golfa, y que no te -ablande el cariño que l’has tenido.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—No tengas cuidao. Lo que no la -diga, será porque no me deje la rabia.</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—Piensa que esa mujer te ha -tomao de pito en tales términos... que te puede utilizar un sereno -<i>impugnemente</i>; y piensa que por su culpa estás siendo el <i>hazme de -reir</i> de la sociedad.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Lo he pensao tóo, y que no me -quiera y me deje por otro es lo que me importa. Lo demás, ¡a mí qué!</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Furioso.</i>)—¿Cómo que a -ti qué?... ¿Y el<span class="pagenum" id="Page_81">p. 81</span> -honor?... ¿Y la guapeza de un hombre tirá por los suelos?... ¿Y la befa -social?... ¿Son fruslerías? Ten denidaz.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡Lo que tengo es que no puedo -vivir sin ella, y hay que arreglarlo sea como sea!</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—Por la tremenda. Créeme a mí. -La mujer es un ser fútil y veleta que compará con nosotros no vale el -pan que come. Ahora tú procede.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡Chist! ¡Cállate! Ya viene.</p> - -<p>Ladislao.—Pues ahí estoy. A ver esas agallitas. (<i>Se oculta junto a -la barbería.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA IX</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Serafín</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Carmen</span></p> - -<p class="quienesj"><i>Carmen sale por la derecha y va a seguir y -marcharse por la izquierda hasta que la detiene Serafín.</i></p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (Estoy temblando, no sé si de -coraje u de qué.) (<i>Alto a Carmen.</i>)—¡Carmen!</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span> (<i>Volviéndose -sorprendida.</i>)—¡Tú!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Yo, sí, señora.</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span>.—Bueno, ¿y qué quieres?</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Dos palabras.</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span>.—Vengan y que no sean más.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Mucha prisa llevas.</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span>.—Regular. Conque, ¿qué hay? -Acaba.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Titubeando.</i>)—Náa... que yo... -que yo no puedo estar así más tiempo.</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span> (<i>Con frialdad.</i>)—Pues cambia de -postura.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Miá, Carmen, no te burles, que -vengo muy en serio. ¿Tú es que quieres mi perdición?</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span>.—De ti no quiero nada, ni eso; ya -lo sabes.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Exaltado.</i>)—Entonces, ¿por qué -me has engañao?</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span>.—Y dale molino. La engañá he sido -yo, Se<span class="pagenum" id="Page_82">p. 82</span>rafín; te lo he -dicho cincuenta veces; yo, que creí que la simpatía que te tuve podría -ser cariño, que luego he visto que no y que prefiero ser franca a -ponerte en ridículo. Me lo debías de agradecer.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡Carmen, piensa lo que dices!</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span>.—Estas cosas del querer no se -piensan, chico; se sienten u no se sienten, y en paz. Conque me alegro -verte bueno... (<i>Intenta irse.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Sujetándola.</i>)—Aguarda, miá que -voy a hacer una barbaridad, Carmen.</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span>.—No lo creo.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Miá que tú no sabes cómo te -quiero; miá que estoy en ridículo, y miá que lo sé todo; porque tú me -has dejao por otro.</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span>.—¡Mentira!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Y ahora tiés prisa pa ir a -buscarle.</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span>.—¡Mentira!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Verdá; y es el señor Valeriano -el pollero.</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span>.—Bueno, y últimamente, ¿qué? ¿No -soy libre? Ese u otro, alguno tié que ser; porque monja no querrás que -me meta. Conque suelta...</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—No te suelto... no... ¡Tú te -vienes conmigo!</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span>.—Vaya, Serafín, no te pongas -pelma, y déjame...</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Pues vente.</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span>.—¡Ni arrastrá! Suéltame o -grito.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Exasperado.</i>)—¿Qué gritas?... -¡Maldita sea, no sé como no te ahogo!</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span>.—¡Ay!... (<i>Luchando por -desasirse.</i>) ¡Suelta, granuja!... ¡Guardias!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡Calla! ¡calla!</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span> (<i>Llorando.</i>)—¡Déjame!... -¡Suelta!... ¡Guardias! (<i>Empieza a asomarse gente a las puertas.</i>)</p> - - -<h4 title="ESCENA X"><span class="pagenum" id="Page_83">p. 83</span>ESCENA X</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos, señá Antonia</span> <i>y</i> -<span class="smcap">señor Valeriano</span> <i>por la izquierda</i></p> - -<p><span class="smcap">Antonia</span>.—¡Carmen! ¡Carmen!</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span> (<i>Soltándose de Serafín.</i>)—¡Madre! -(<i>Se abraza a ella.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antonia</span>.—¿Pero qué es eso?... ¿Es ese -golfo?... ¿Qué te hacía ese golfo?</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span>.—No, nada; si no era nada.</p> - -<p><span class="smcap">Antonia</span>.—¿Pero otra vez a atosigarte? -Quita... (<i>Queriendo soltarse.</i>) deja... déjame que lo lisie, ¡ladrón, -sinvergüenza, granuja!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡Usté tié la culpa de tóo!</p> - -<p><span class="smcap">Antonia</span> (<i>Gritando.</i>)—¿Pero es que no nos -vas a dejar en paz, so randa?... ¡so vago!... ¡Que maldita sea la hora -que te conocimos!... ¡Dilo! ¡dilo! (<i>Pausa.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano</span> (<i>Que ha quedado en último -término, adelanta con cachaza y le dice a Carmen en voz baja, casi al -oído.</i>)—Que no escandalice.</p> - -<p><span class="smcap">Antonia</span>.—¡Habla, so chulo sinvergüenza, -habla!</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span>.—Madre, por Dios, no escandalice -usté, que se asoma gente. (<i>Se van asomando más vecinos por esquinas, -puertas y ventanas.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antonia</span>.—¿Y qué?... (<i>A grito pelado.</i>) -¿Y qué que escandalicemos? ¡Mejor! Así se enterará tóo el mundo, que -no, que no, y que no lo quieres, no señor... ¡por granuja! ¡por golfo! -¡Eso es!... (<i>A todos.</i>) ¡Sí, señores, ya lo saben ustés!...</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Amenazador.</i>)—¡Si no fuá usté -una mujer!...</p> - -<p><span class="smcap">Antonia</span>.—Pos si no fuera yo una mujer, -ya hace tiempo que llevarías tú las narices con medias suelas: -que por eso has abusao, so gallina; pero se acabó la ganga... Ya -hay un hombre que nos defiende... ¡Uno!...<span class="pagenum" -id="Page_84">p. 84</span> ¡Ahí lo tienes!... ¡Atrévete ahora! (<i>Señala -a Valeriano.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano</span> (<i>Al oído de Antonia.</i>)—¡No me -ponga usté en ridículo!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Ya he visto a ese señor, sí -señora; y sé cómo se llama y todo: don Nadie.</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano</span> (<i>Va hacia él con calma.</i>)—Creo -que hace usté mal en faltarme, joven.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Lo dicho, está dicho.</p> - -<p><span class="smcap">Antonia</span>.—¡Vale más que tú, cien mil -veces!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡Mentira!</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano</span>.—Con sosiego. (<i>Vuelve hacia -Serafín.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span> (<i>Intentando detenerlo.</i>)—¡Por -Dios, Valeriano!</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano</span> (<i>Al oído.</i>)—No me pego con -obleas. (<i>A Serafín.</i>) Esclarecido pollo. Esa joven y su respetable y -distinguida madre...</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Que está asomado con Lucila a -la puerta de la taberna, tose.</i>)—¡Ejem! ¡ejem!</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano</span> (<i>Siempre en su voz.</i>)—¡Tolú! -Quedan desde este momento bajo mi salva... guardia; con lo cual quiero -decir que el camino de su domicilio para usté desde hoy, es una senda -erizada de cosco... rrones. Punto. En la brevedaz está la claridaz.</p> - -<p><span class="smcap">Antonia</span>.—¡Mu bien dicho!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡A mí, Prim!</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano</span>.—Sin embargo, medite. (<i>A los -vecinos.</i>) Y esto se ha arrematao, curioso vecindario. (<i>Saludando a -todos con el sombrero.</i>) De ustés afeztísimos. (<i>A Carmen y Antonia.</i>) -Caminen.</p> - -<p><span class="smcap">Antonia</span>.—Toma quina. (<i>Vanse los tres -izquierda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Dando un puñetazo en una mesa y -sentándose violentamente.</i>) ¡Maldita siá!</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Bribonas! ¡Infames!... -¡Serafín!</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡Chist! Nosotros ni pío. Se lo -tiene ganao. Adentro. (<i>Entran en la taberna.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Vecina 1</span>.ª (<i>Con sorna a Eustasia, que -está a la puerta del solar.</i>)—Oye, Ustasia, ¿has visto qué fresco... -que qué fresco hace?</p> - -<p><span class="smcap">Eustasia</span>.—Éntrate no te costipes, -chica.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_85">p. 85</span></p> - -<p><span class="smcap">Vecina</span> 1.ª—¡Ja jay! (<i>Ríe. Los vecinos -se retiran sonriendo con burla y comentando en voz baja el ridículo de -Serafín.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA XI</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Serafín, Ladislao</span>, <i>que -sale de su escondite</i></p> - -<p class="quienesj"><i>Ladislao, cuando ya se han ido todos, sale como -disparado y furioso del sitio donde se ocultaba, va hacia Serafín, que -habrá quedado de bruces sobre la mesa en que se apoyó, y levanta la -estaca como para sacudirle un palo en la cabeza, deteniéndola luego en -el aire. Le mira, después con desprecio y escupe.</i></p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Levantando la cabeza y mirando -a Ladislao.</i>)—¿Has oído?</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Se sonríe, se acerca a él, y -casi en su oído imita el balido de un cordero.</i>)—¡Béee!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Levantándose -descompuesto.</i>)—¡Ladislao!</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Muy serio.</i>)—¡Béee!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Con rabia.</i>)—¿Y qué quiés decir -con eso?</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—Que te lo <i>traduzgan</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¿Qué me quiés decir, contesta? -¡Y no me vuelvas más loco de lo que estoy!</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—Serafín, has quedao a la altura -de un cacahué apaisao.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¿Y qué quiés que haga, -dímelo?... ¿Qué voy a hacer?</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Con energía.</i>)—Después de la -chunga de que eres <i>vírtima</i>, no tiés más que dos caminos: u vengarte u -rifar el bigote. <i>Ozta</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡Ladislao!</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—En seco. Piensa en el choteo de -tóo el mundo; en que los vecinos se te han pitorreado; y sobre tóo, en -que esa y ese a estas horas se están columpiando con tu mansedumbre.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡Eso es verdá! En eso tiés -razón.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_86">p. 86</span></p> - -<p><span class="smcap">Ladislao.</span>—Cuando una moza le hace a un -hombre lo que esa te ha hecho a ti, el hombre tié derecho a todo... ¡a -todo!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¿Qué quiés decir?... (<i>Se asoman -a la taberna Balbino y Lucila.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao.</span>—Que pa un sujeto de vergüenza -es más dizno un grillete que un cencerro. Ya lo sabes. Conque si quiés -recuperar mi estimación, hoy se toman los dichos el Guitarrero y la -Isabel; La Carmen y el señor Valeriano son los padrinos; a las doce y -media pasará por aquí la comitiva pa ir a la Vicaría; pues bien, vente -aquí a esa hora, espéralos, y a la una ponme un Besa tu mano dende la -delegación u dende la Casa de Socorro. De lo contrario ya sabes el -piropo que te aguarda en la historia. ¡Béee!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Desesperado.</i>)—¡Es verdá!... -¡Adiós! (<i>Le alarga la mano.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Rechazándola con el -bastón.</i>)—No, la manita no. ¡Cuando la <i>denifiques</i>!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Por éstas, que me las pagan! -(<i>Vase corriendo por la derecha.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao.</span>—¡Anda con ellos! (<i>Se sienta.</i>) -Náa, que está visto; hombres que tengan vergüenza no quedamos en el -mundo arriba de siete.</p> - - -<h4>ESCENA XII</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Ladislao, señor Balbino</span> -<i>y</i> <span class="smcap">Lucila</span>, <i>de la taberna</i></p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Acercándose a Ladislao de -puntillas y acercándose a su oído.</i>)—¡Béee!</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Asustándose.</i>)—¡Canario!</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Por el otro lado.</i>)—¡Béee!</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao.</span>—¿Pero qué es esto?</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_87">p. 87</span></p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Que te balamos. (<i>Sentándose a su -lado.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Sentándose también.</i>)—Y de esos -siete que tienen vergüenza déjalo en media docena.</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Pa que sea cuenta redonda.</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—¿Quién sobra?</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡Tú!</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—¿Yo?</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Imitando el balido.</i>)—¡Síiii!</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—Señor Balbino, si es -broma...</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Levantándose.</i>)—Ven aquí, -obelisco de la <i>morralidaz</i>, diosa <i>Cimbeles</i> del honor: y tú que -precipitas a una perdición a un pobre chico que le ves amargao de un -desengaño, dime... ¿Aonde tiés enterrao el cadáver del que se fué a -vevir con tu mujer y encima te rompió un brazo?... ¡Contesta!</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Es una pregunta suelta!</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—¡Señor Balbino, lo mío era otra -cosa! Me engañó mi mujer y fué con un amigo, pero yo tenía un hijo.</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Y no sabías de quien era... la -culpa... ¿verdá?</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¿Y aonde están los restos del -que luego la puso una churrería, y del monecipal que la usufructuó tres -meses, y del que la mantiene ahora?, ¿dónde? ¿Es en la <i>negrópolis</i> del -Este, por un casual?...</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Contesta rico, no te cortes, que -semos de confianza!...</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—Lo mío fué una desgracia.</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¿Una desgracia?... ¡Béee!</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—¡Hombre, si se pone usté -así!...</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¿Y tú le niegas la mano a un -hombre honrao?... ¡Béee!</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—¡Si no fueran ustés un viejo y -una chica!... (<i>Furioso.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Los dos</span>.—¡Béee!</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—¡Maldita siá! (<i>Vase rápido -izquierda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡Adiós, so <i>pulcro</i>!</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡<i>Canalla</i>... novedá!</p> - -<p><span class="smcap">Los dos</span>.—¡Sinvergüenza!</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡Va servido!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_88">p. 88</span></p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Apurada. Con amargura.</i>)—Y -ahora, padre, ¡por Dios! Corra usté. Traiga usté a Serafín.</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡Miá, hija, que si nos metemos -nosotros, van a creer!...</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Suplicante.</i>)—¡Hágalo usté por -mí! ¡Es pa quitarle de una perdición pa toa su vida!</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Miá que está muy cegao y que me -expongo a un desaire.</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—No, padre, no le hace. Búsquelo -usté. Hay que salvarlo y que piensen lo que quieran.</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Tiés razón. Yo daré con ese -loco. Pero tú me aguardas ahí dentro. Sin salir pa náa. Sin meterte con -nadie.</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Sí, señor, palabra. Ahí quieta -espero.</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Pues adentro. No tardo.</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Por Dios, tráigalo usté! (<i>Entra -Lucila en la taberna.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡Ojalá lo encuentre! (<i>Vase -corriendo derecha.</i>)</p> - - -<div class="section"> - <h4>ESCENA XIII</h4> -</div> - -<p class="quienesj"><span class="smcap">Testigo</span> 1.º, <span -class="smcap">Testigo</span> 2.º y <span class="smcap">Testigo</span> -3.º <i>Son tres tipos ridículos; el primero es el Pinturas, dependiente -de la barbería, vestido de gala, el segundo, un mancebo de una tienda -de ultramarinos a todo lujo, y el tercero un concertista de guitarra. -Llevan una guitarra, una bandurria y una cítara.</i></p> - -<p><span class="smcap">Testigo</span> 1.º—Güeno, ¿estamos?</p> - -<p><span class="smcap">Testigo</span> 2.º y <span -class="smcap">Testigo</span> 3.º—Estamos.</p> - -<p><span class="smcap">Testigo</span> 1.º—Pus ahora permitidme que sus -<i>arengue</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Testigo</span> 2.º—Oye, tú, no te <i>dilates</i>, que -faltan cinco minutos.</p> - -<p><span class="smcap">Testigo</span> 1.º—Seré un tiro.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_89">p. 89</span></p> - -<p><span class="smcap">Testigo</span> 3.º—Pues, ¡pum!</p> - -<p><span class="smcap">Testigo</span> 1.º—Allá voy. Semos, como sus -costa, testigos de la boda de la Isabel y Fernando el Guitarrero, y he -creído de mi deber componerles un hizno cantando sus esponsales.</p> - -<p><span class="smcap">Testigo</span> 2.º y <span -class="smcap">Testigo</span> 3.º—Ha sío una idea.</p> - -<p><span class="smcap">Testigo</span> 1.º—Conque vamos a darle el -último repaso con ojeto de ejecutarlo esta tarde después de la -cuchipanda.</p> - -<p><span class="smcap">Testigo</span> 2.º y <span -class="smcap">Testigo</span> 3.º—Duro con él.</p> - -<p><span class="smcap">Testigo</span> 1.º—Bueno, pues cuando veamos a -los novios más amartelaos, me adelanto yo y exclamo: Señores, oído a la -caja. Hizno-tango. A Isabel y Fernando, en sus esponsales.</p> - -<p class="mushab"><b>Música</b></p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Los tres</span>.</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">No poneros tontitos ahora</div> - <div class="verse indent0">y un instante tan sólo dejad</div> - <div class="verse indent0">el arrobo, el cariño y los mimos</div> - <div class="verse indent0">y este hizno al amor escuchad.</div> - <div class="verse indent7">Hizno chulo</div> - <div class="verse indent0">que ha compuesto este gachó,</div> - <div class="verse indent7">un e-mulo</div> - <div class="verse indent0">del glorioso don Gunó.</div> - <div class="verse indent7">Paca, Paca,</div> - <div class="verse indent0">pa casarse hay que tener</div> - <div class="verse indent7">poca, poca,</div> - <div class="verse indent0">poca juerga y trabajar,</div> - <div class="verse indent0">y no beber y no faltar</div> - <div class="verse indent0">ni una noche de tu hogar.</div> - <div class="verse indent2">Se mu formalito,</div> - <div class="verse indent2">cumple su deseo,</div> - <div class="verse indent2">pero siempre acorde</div> - <div class="verse indent2">con lo que aconsejan</div> - <div class="verse indent2">en el himeneo.</div> - <div class="verse indent2">Pero si ella <i>tace</i></div><span class="pagenum" id="Page_90">p. 90</span> - <div class="verse indent2">algo que esté feo,</div> - <div class="verse indent2">cógela del moño</div> - <div class="verse indent2">y meneo, meneo, meneo.</div> - <div class="verse indent2">Como este plan</div> - <div class="verse indent2">lo cumplas tú,</div> - <div class="verse indent2">turururú,</div> - <div class="verse indent2">nadie en Madrí</div> - <div class="verse indent2">te tose a ti,</div> - <div class="verse indent2">tiriririrí;</div> - <div class="verse indent2">mas si ella no</div> - <div class="verse indent2">te es fiel del tó,</div> - <div class="verse indent2">tororororó;</div> - <div class="verse indent2">pero si la guías</div> - <div class="verse indent2">como un hombre debe hacer</div> - <div class="verse indent2">no hay que temer.</div> - <div class="verse indent2">Si eres formalito</div> - <div class="verse indent2">como así lo creo,</div> - <div class="verse indent2">ya verás qué dulce</div> - <div class="verse indent2">himeneo, meneo, meneo.</div> - <div class="verse indent2">Y esto dicho</div> - <div class="verse indent2">que el Señor salud os dé,</div> - <div class="verse indent2">y avi-sarnos</div> - <div class="verse indent2">en cuanto venga un bebé</div> - <div class="verse indent2">bebé, bebé, bebebebé.</div> -</div> - -<p class="mushab"><b>Hablado</b></p> - -<p><span class="smcap">Testigo</span> 1.º—¡Creo que ha salío al -pelo!</p> - -<p><span class="smcap">Testigo</span> 2.º—¡Superior!</p> - -<p><span class="smcap">Testigo</span> 3.º—Sin embargo, en la segunda -corchea del otavo compás, te se duerme la púa.</p> - -<p><span class="smcap">Testigo</span> 2.º—Se tendrá en cuenta.</p> - -<p><span class="smcap">Testigo</span> 1.º (<i>Se oye dentro rumor -de gente.</i>)—¡Chits!... ¡Callarse... que están ahí! ¡Ya viene la -cometiva!</p> - -<p><span class="smcap">Testigo</span> 3.º—¡Es verdá!... ¡Mialos!</p> - -<p><span class="smcap">Testigo</span> 2.º—¡Vivan los novios!...</p> - -<p><span class="smcap">Voces</span> (<i>Dentro.</i>)—¡Vivan!...</p> - - -<h4 title="ESCENA XIV"><span class="pagenum" id="Page_91">p. -91</span>ESCENA XIV</h4> - -<p class="quienesj"><span class="smcap">Dichos</span>, -<i>el</i> <span class="smcap">Guitarrero</span>, <i>la</i> <span -class="smcap">Isabel</span>, <span class="smcap">Carmen</span>, -<span class="smcap">Valeriano</span>, <i>la</i> <span class="smcap">señá -Antonia</span>, <span class="smcap">Liborio</span>, -<span class="smcap">invitados</span> <i>e</i> <span -class="smcap">invitadas</span>. <i>Salen todos los del acompañamiento, -detrás de los novios y los padrinos, armando alegre algazara, dando -vivas y tirando al alto gorras y sombreros.</i></p> - -<p><span class="smcap">Antonia</span>.—Hombre, podíais haber avisao. Ya -sus echábamos de menos.</p> - -<p><span class="smcap">Testigo</span> 1.º—Pues estábamos aquí -aguardando.</p> - -<p><span class="smcap">Liborio</span>.—Pues una vez que no falta nadie, -en marcha pa la vicaría. Primera pareja, los novios. Segunda, la Carmen -y el señor Valeriano, que pronto harán el mismo recorrido por su -cuenta.</p> - -<p><span class="smcap">Antonia</span>.—¡Y que lo digas!</p> - -<p><span class="smcap">Liborio</span>.—¡Y el resto de la cometiva a la -<i>neglisé</i>, y la orquesta a la cola!</p> - -<p><span class="smcap">Todos</span>.—Mú bien.</p> - -<p><span class="smcap">Testigo</span> 1.º—¡Andando!</p> - -<p><span class="smcap">Todos</span>.—¡Andando!</p> - - -<h4>ESCENA XV</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> -<i>y</i> <span class="smcap">Serafín</span>, <i>luego</i> <span -class="smcap">Lucila</span>, <i>después unos</i> <span -class="smcap">Chicos</span>, <i>y por último</i> <span -class="smcap">Balbino</span></p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Saliendo por la -derecha.</i>).—¡Señores, un minuto!</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span> (<i>Con sorpresa.</i>)—¡Serafín!</p> - -<p><span class="smcap">Antonia</span>.—¿Otra vez?</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano</span>.—¡El consabido pollo!</p> - -<p><span class="smcap">Liborio</span>.—¿Qué se ofrece, joven?</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Ustés disimulen. Siento -molestar, pero deseo decirle dos palabras a ese señor.</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano</span>.—¿A mi humilde persona?</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_92">p. 92</span></p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Quería que tratásemos un asunto -solos y fuera de puertas.</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano.</span>—Joven, es usté menos oportuno -que una charanga a la hora e la siesta. Voy envitao. Tenga usté -cachaza, que hay tiempo pa todo. (<i>A la gente.</i>) ¡Andando!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Deteniéndole.</i>)—¡Es que u viene -usté u le llevo yo!</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano</span> (<i>Con calma.</i>)—No me zarandee -usté, que puede que me moleste.</p> - -<p><span class="smcap">Hombres.</span>—¿Pero qué es eso?</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Eche usté pa alante como los -hombres, so tardío!</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Fuera ese!</p> - -<p><span class="smcap">Carmen.</span>—No haga usté caso. (<i>A -Valeriano.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antonia.</span>—¿Vienes a armarla, so -charrán?</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano.</span>—Señores calma. Por un garbanzo -no se descompone la olla. Ustés, a la Vicaría. Yo voy ahí a cincuenta -pasos, hago así, (<i>Acción de dar un papirotazo.</i>) y regreso. (<i>A -Serafín.</i>) ¡Andando!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Vamos. (<i>Vanse los dos por la -izquierda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Todos</span> (<i>Intentando detenerlos.</i>)—¡No, -no!</p> - -<p><span class="smcap">Antonia</span> (<i>Furiosa, deteniéndolos a -todos.</i>)—¡Sí!... ¡Sí!... ¡Dejarlos! (<i>Se asoma Lucila a la taberna.</i>) -¡Dejarlo que lo escalabre!... ¡Quieto tóo el mundo! (<i>Volviéndose -hacia donde se han ido.</i>) ¡Rómpale usté la cabeza a ese golfo, pa que -escarmiente! ¡Zurre usté a ese granuja!... ¡Así te hagan trizas, so -hambrón!... ¡Sinvergüenza!... ¡Fuerte, dele usté fuerte!</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Frenética de ira, sale de -la taberna, se lanza hecha una hiena sobre la señá Antonia, y la -agarra del moño zarandeándola.</i>)—¿Que le dé fuerte? ¡Toma, tía perra! -¡Toma!</p> - -<p><span class="smcap">Antonia</span> (<i>Aterrada.</i>)—¡Jesús!</p> - -<p><span class="smcap">Carmen.</span>—¡Ay, mi madre!</p> - -<p><span class="smcap">Antonia.</span>—¿Pero quién?... ¿Quién ha -sido?</p> - -<p><span class="smcap">Lucila.</span>—¡Yo!... ¡Yo he sido, tía -gamberra!</p> - -<p><span class="smcap">Antonia.</span>—La arrastro. (<i>La sujetan.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Lucila.</span>—¡Azuzar a dos hombres pa que -se maten!... ¡Tía asesina! ¡tía chula! (<i>A los hombres.</i>) ¡Y<span -class="pagenum" id="Page_93">p. 93</span> vosotros, gallinas, que lo -consentís!... ¡Cobardes!... ¡Granujas!... ¡Yo!... ¡Yo sola contra -todos! (<i>Empieza a tirarles verduras del serón que dejó Balbino a la -puerta de la taberna, con una ira y una rapidez que les asusta.</i>) -¡Tomar, tomar, blancotes!</p> - -<p><span class="smcap">Isabel</span> (<i>Huyendo.</i>)—¡Ay, mi mantilla! -(<i>Se arma un escándalo monumental.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Novio.</span>—¡Que me han dao con un tomate! -(<i>Limpiándose la cara.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Carmen.</span>—¡Sujetarla!</p> - -<p><span class="smcap">Testigo 1.º</span>—¿Pero quién se arrima?</p> - -<p><span class="smcap">Muchos.</span>—¡Guardias, guardias!</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>A unos chicos que -salen.</i>)—¡Ayudarme vosotros, chicos!</p> - -<p><span class="smcap">Chico 1.º</span>—¡Venga de ahí! (<i>Los chicos -empiezan a tirar también.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Chico 2.º</span>—¡Duro! (<i>Tirando.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Que sale corriendo.</i>)—¿Pero qué -es esto?</p> - -<p><span class="smcap">Lucila.</span>—¡Padre, duro con ellos!</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¡Vaya una menestra! (<i>Huyen -todos chillando y corriendo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Lucila.</span>—¡Cobardes! ¡Granujas! -(<i>Tirando.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¡Una boda con patatas!</p> - -<p class="mushab"><b>Mutación</b></p> - - -<hr class="chap0" /> - -<div class="chapter"> - <p><span class="pagenum" id="Page_94">p. 94</span></p> - <h3>CUADRO SEGUNDO</h3> -</div> - -<p class="donde">Telón corto. Un lugar de las afueras de Madrid. En el -telón, a la izquierda, se verá pintado un merendero cuya puerta es -practicable. Sobre la puerta un emparrado, y debajo de él dos o tres -mesas y algunas sillas de anea y banquetas. Es de día.</p> - - -<h4>ESCENA PRIMERA</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dueño</span> <i>del merendero y -el</i> <span class="smcap">Chico</span></p> - -<p class="quienesj"><i>El Dueño retira el servicio de una mesa que acaba -de ser abandonada por algunos parroquianos.</i></p> - -<p><span class="smcap">Chico</span> (<i>Sale por la derecha mirando hacia -atrás con cara de asustado.</i>)—¡Anda diez!</p> - -<p><span class="smcap">Dueño</span>.—¿Qué te pasa?</p> - -<p><span class="smcap">Chico</span>.—Náa... dos que se están pegando -ahí en un desmonte.</p> - -<p><span class="smcap">Dueño</span>.—¿Por qué?</p> - -<p><span class="smcap">Chico</span>.—No sé; se conoce que venían -desafiaos. Y uno le ha dao al más joven una de tortas que lo ha vuelto -loco... (<i>Mirando.</i>) ¡Calle!... Sí... ya han acabao de pegarse... y -vienen pa acá.</p> - -<p><span class="smcap">Dueño</span>.—Pues silencio. Nosotros <i>ande</i> nos -llamen. (<i>Entran los dos en el merendero.</i>)</p> - - -<h4 title="ESCENA II"><span class="pagenum" id="Page_95">p. -95</span>ESCENA II</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Serafín</span> <i>y</i> <span -class="smcap">señor Valeriano</span></p> - -<p class="quienesj"><i>Salen por la derecha, revelando cierta agitación -en sus semblantes, y con los trajes algo descompuestos. Serafín viene -sacudiéndose la ropa, sucia de tierra, oprimiéndose los labios con un -pañuelo, y mirando a ver si tiene sangre. De vez en cuando escupe. Trae -un carrillo muy colorado.</i></p> - -<p><span class="smcap">Valeriano</span> (<i>Con su habitual -tranquilidad.</i>)—Bueno, yo, salvando su parecer, creo que las bofetás -tienen un límite, pollo.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Secamente.</i>)—Lo que a usté le -parezca. (<i>Se toca las narices con un pañuelo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano</span>.—Lo de las narices es una -ligera erosión. Tengo una mano... ¡que estoy más disgustao!... ¡paece -una piedra! ¿Conque me guarda usté rencor por los cachetes?</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—A usté, no.</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano</span>.—Pues entonces, después de -la refriega yo opino que debíamos darnos las manitas, como hacen los -hombres.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Me es igual. (<i>Se dan la -mano.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano</span>.—Sí, señor; en medio de su -desgracia, me ha sido usté simpático, joven. Es usté un hombrito de -corazón, aunque no le acompañen las fuerzas; y ¡qué caramba! Eso no -es náa; a su edad de usté me las han arreao a mí, que durante ocho -días tenía que llevar las narices en equilibrio. Siéntese usté ahí. -(<i>Señalando una mesa.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—No, gracias.</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano</span>.—Que se siente usté, digo.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Bueno. (<i>Se sientan los dos. -Valeriano llama dando dos palmadas.</i>)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_96">p. 96</span></p> - -<p><span class="smcap">Dueño</span> (<i>Sale.</i>)—¿Qué desean?</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano</span>.—Dos quinces y un botijo.</p> - -<p><span class="smcap">Dueño</span>.—En seguida. (<i>Vase al -merendero.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano</span>.—Y ahora cuando la traigan, -se lava usted el carrillo con un poco de agua fresca; es mejor que el -árnica.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—No, si no tengo náa.</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano</span>.—Bueno, hombre, pero por si -se infla <i>espontaniamente</i>. (<i>El dueño sirve el vino y el botijo y -vase.</i>) Beba usté. (<i>Ofreciendo un vaso de vino a Serafín. Beben unos -sorbos.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Gracias.</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano</span>.—Y ahora, joven, aquí de -sobremesa y antes de separarnos, quiero darle a usté como compensación -de los mamporros, cuatro consejos.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Usté dirá.</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano</span> (<i>Bebe un trago.</i>)—Discreto -pollo: es usté un chavalillo inesperto con el atolondro propio de la -<i>juventú</i> y debe usté apuntarse esta máxima pa el resto de su vida: La -mujer, es como un sorbete, cuando se toma con mucho calor hace daño. -Tóquese usté las narices y me dará la razón; y crea usté a un zorro -viejo: no desafíe usté a nadie sin motivo, porque acalorao no mira usté -el rótulo y, creyendo meterse en una confitería, a lo mejor le resulta -a usté una tahona. Llueven las tortas. Y no canso más. Respective a -lo de la Carmen, no sea usté niño. Yo, como ca <i>quisque</i>, poseo el -espejuelo de mis atraztivos y lo manejo con la contumelia propia de una -pestaña experimentada. ¿Que cae una alondra? No la voy a hacer ascos -por miramientos al cazador vecino. Sería majadero. (<i>Se levanta.</i>) -Conque cuatro cosas en total, joven; pacencia, serenidaz, agua fresca -y... pague usté esas dos copas, que no lo voy yo a poner todo. Y venga -esa mano. Sé que se queda usté amargao por dentro y por fuera; pero -así he aprendido yo, y como el tiempo <i>desinfla</i> y tranquiliza, cuando -pasen algunos días, pué que no tenga usté una mano más amiga que la -que hoy le ha hecho a usté daño, bien a su pesar. Salú. (<i>Vase por la -izquierda.</i>)</p> - - -<h4 title="ESCENA III"><span class="pagenum" id="Page_97">p. -97</span>ESCENA III</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Serafín</span>; <i>luego</i> <span -class="smcap">Ladislao</span>. <span class="smcap">El Dueño</span> <i>del -merendero durante la escena</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Casi llorando.</i>)—¡Sí! ¡Me comen -la vergüenza y la rabia!... ¡pero ese tío tié razón! ¡No tié él la -culpa; es ella!... ¡ella!</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Sale por la derecha azorado -y jadeante.</i>)—¡Gracias a Dios! ¡Por fin doy contigo! (<i>Mira a todos -lados.</i>) ¿Pero qué es esto?... (<i>Con burlona sorpresa.</i>) ¡Tú solo! -¡Solo con dos copas! ¡Tú <i>meditamundo</i>! ¿Y ese hombre, que no lo veo? -(<i>Mira por debajo de las mesas y las banquetas y luego dice a Serafín -con voz siniestra y casi al oído.</i>) Serafín, ¿ande has echao los -pedazos?</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Con desprecio.</i>)—¡Déjame en -paz!</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—Oye, ¿pero qué tiés en la -cara?... ¿Tú no habías pasao el sarampión?</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Llama y sale el dueño del -merendero.</i>)—¿Qué se debe?</p> - -<p><span class="smcap">Dueño</span>.—Treinta céntimos.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Ahí van. (<i>Paga y se levanta. -Vase el dueño llevándose las copas.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—¡Recontra! De modo, que tras... -<i>ecétera</i>, apaleao y encima pagano.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Furioso.</i>)—¡Cállate, o por mi -salú que te dejo seco!</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Aterrado.</i>)—Oye, tú...</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Separándose dominado por una -gran excitación.</i>)—¡Sí! ¡No tengo cara pa vivir mal mirao! Ahora irá -ese tío, lo contará todo y se reirán de mí... Y se reirá ella... ¡ella -más que nadie! Y luego, por donde voy, la burla y la chirigota... -¡No, no lo resisto; ella me ha engañao, pues contra ella! ¡La mataré! -¡Tengo derecho! ¡Hay que ser hombres! Adiós, La<span class="pagenum" -id="Page_98">p. 98</span>dislao; voy a dar gusto a todos, a ti y a mí, -y a los compañeros de taller y a las vecinas y al mundo entero.</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao.</span>—Pero, ¿qué dices?</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Adiós! (<i>Vase por la -izquierda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao.</span>—Oye, tú, y de paso dile a tu -tío Balbino, que ya lo cogeré yo a solas, que lo de esta mañana no me -s’ha olvidao. (<i>Se sienta y da dos palmadas.</i>) ¡Merenderero!</p> - - -<h4>ESCENA IV</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Ladislao</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Balbino</span></p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Que sale por la derecha, se -acerca a la mesa.</i>)—¡Va!</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Sorprendido y -temeroso.</i>)—¡Caray!</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¿Qué desea el gorrión?</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao.</span>—¿Usté? ¡Hombre, m’alegro! -(<i>Levantándose, al mismo tiempo se sienta Balbino.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—No; que he venido, he visto la -solfa que le han dao a tu amigo por seguir tus consejos, he visto que -la cosa no pasaba a mayores, he permanecido <i>nutral</i> y aquí me tiés pa -servirte.</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao.</span>—Pues m’alegro, porque quería yo -que arreglásemos la cuentecita de esta mañana.</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¿Tiés prisa en cobrar?</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Amenazador.</i>)—¡Lo que tengo -prisa es en mascarle la nuez a los que me faltan, eso!</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Fingiendo miedo.</i>)—¡Oye, tú, -Ladisladito, por Dios, que yo creo... (<i>Solloza.</i>) que no debías -ensañarte con un pobre viejo!</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Envalentonado.</i>)—Y si tié usté -miedo, ¿pa qué insulta usté, so maula?</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Llorando.</i>)—¡Hombre, no te -enfades... yo, ha sío en un pronto; y piensa que si a mis años<span -class="pagenum" id="Page_99">p. 99</span> me haces así, (<i>Le da un -pescozón.</i>) me tiras al suelo!... ¡Tenme lástima!</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao.</span>—Oiga usté... (<i>Cogiendo el -sombrero.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—No sabes el miedo que he pasao -dende esta mañana... porque yo decía, si esa fiera me encuentra, con -el genio que tiene, y me da así na más... (<i>Le da un puñetazo.</i>) ¡me -atonta!</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao.</span>—Oiga usté, haga el favor de -poner los ejemplos de palabra, ¿eh?</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—Los viejos, hijo, ya no valemos -pa náa... Figúrate si con tu fuerza levantas el pie y me das de esta -manera... (<i>Le da un puntapié.</i>) pues me amargas.</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Asustado.</i>)—¿Pero quiere usté -hablar sin acionar?</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¡Yo es pa que me comprendas, -hijo! De manera que tenme lástima y que no te se ocurra darme dos -chuletas así... (<i>Le pega dos bofetadas.</i>) ni tirarme encima de una -silla, como un pingajo indecente... (<i>Lo tira al suelo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao.</span>—¡Pero qué es esto!</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Llorando.</i>)—Ten lástima de un -pobrecito anciano, hijo...</p> - -<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Furioso.</i>)—¡Eso le vale a -usté, que es un viejo!</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¡Dios te lo pague, hijo! ¡Adiós, -rico! (<i>Vase llorando.</i>)</p> - -<p class="mushab"><b>Mutación</b></p> - -<hr class="chap0" /> - -<div class="chapter"> - <p><span class="pagenum" id="Page_100">p. 100</span></p> - <h3>CUADRO TERCERO</h3> -</div> - -<p class="donde">Riberas del Manzanares. En los laterales izquierda, -últimos términos, se ve la fachada posterior de un restaurant, y -un trozo de jardinillo correspondiente a él y circundado por una -empalizada de listones unidos en forma de celosía. Esta valla que -constituye un ángulo recto, tiene un pequeño portoncillo, practicable, -que da a la escena en línea paralela a la casa. Por las ventanas -abiertas del merendero sale la viva claridad de la luz eléctrica. En el -telón de fondo se ven los pinares de la Florida, y en la parte derecha -de la decoración un poético remanso del río, iluminado por la luna, -que luce su claridad entre las copas de viejos álamos. Un puentecillo -rústico da por el foro, paso sobre el río.—Sobre la orquesta se oye -muy lejos la marcha de un tren, que pasa por la vía férrea próxima al -lugar de la acción; las levísimas campanadas de un reloj muy lejano y -los perdidos ecos de la canción de un viandante. Escúchase también el -ladrido, casi imperceptible, de un perro de los que acompañan a los -vigilantes de los lavaderos, y contrastando con estas perdidas notas de -soledad y misterio se escucha dentro del merendero el rasgueo alegre -de las guitarras y la vibrante voz de un cantador de flamenco, que es -jaleado con ruidoso entusiasmo.</p> - - -<h4>ESCENA PRIMERA</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Cantador</span>, <i>dentro</i></p> - -<p class="mushab"><b>Música</b></p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">Es la penita más grande</div> - <div class="verse indent0">querer y que no te quieran,</div> - <div class="verse indent0">quien quiere sin esperanza</div> - <div class="verse indent0">conoce la pena negra.</div> - <div class="verse indent0"><span class="pagenum" id="Page_101">p. 101</span>Ay, serrana mía,</div> - <div class="verse indent0">por quererte a ti de veras</div> - <div class="verse indent0">conozco yo esa penita.</div> - </div> -</div> -</div> - - -<h4>ESCENA II</h4> - -<p class="quienesj"><span class="smcap">Lucila.</span> <i>Sale por la -izquierda, primer término, envuelta en un mantoncillo; se para junto a -la empalizada y escucha las últimas notas de la canción flamenca, que -termina con voces y aplausos, reinando luego el silencio.</i></p> - -<p class="mushab"><b>Hablado</b></p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Admirada.</i>)—¡Buena voz! Paece -un mixto de verderón. Debe ser Pepe el Trampas. Náa, que no he marrao. -Aquí está la boda del Guitarrero. ¡Jesús divino, qué día llevo! Dende -la ensalá que armé esta mañana lo estoy pasando de <i>ole</i>. Primero -cuatro horas en la <i>delega</i> por haberle deteriorao el crepé a la -Señá Antonia; así de que salgo, dejo a mi padre, me voy a cá la señá -Quintina a ver qué había sido de Serafín, y me cuenta la pobre vieja, -toa <i>azará</i>, que a las siete había llegao el susodicho joven con la -cara como una pandereta, después de haber corrido tóo el <i>barrio</i> -averiguando en qué merendero estaban celebrando la toma de dichos; y -así de que llegó a casa escribió una carta, le dijo a la señá Quintina -que se la llevase a su maestro si a las once de la noche no había -vuelto, y apretó a correr. No se necesita ser un lince pa calcular las -tripitas que traerá. Y yo, yo estoy que me deshago de nerviosa; tengo -frío y calor tóo a un tiempo, y me saltan las sienes. ¡Ojalá dé con -él! Rondaré el merendero... (<i>De pronto queda escuchando.</i>) ¡Sí!... -(<i>Mira con atención.</i>) Uno se acerca. ¿Será él? (<i>Se oculta por la -izquierda.</i>)</p> - - -<h4 title="ESCENA III"><span class="pagenum" id="Page_102">p. -102</span>ESCENA III</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Lucila</span>, <i>oculta</i>; <span -class="smcap">Serafín</span>. <i>Después</i> <span class="smcap">Carmen, -señor Valeriano, Invitado 1.º</span> <i>e</i> <span -class="smcap">Invitada 1.ª</span></p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Apoyándose angustiado en la -empalizada.</i>)—¡No me puedo tener en pie! Tengo el sudor helao y la -boca amarga como una retama. Llevo dos horas esperando una ocasión, -sin saber si entrar de repente u aguardar que salgan. Aguardaré: es -más seguro. He querido irme cien veces, he probao y no puedo; cuando -me separo de aquí paece que hasta las piedras me llaman gallina... Y -en toas partes oigo lo mismo... las mismas palabras, que ya se me han -agarrao al corazón. ¡Te ha engañao! ¡Mátala! ¡Tiés derecho!... Y yo no -sé; no sé si tengo derecho u no, lo que digo es que me ciega la idea de -que está con otro. Y así no puedo vivir. Sí. Esta noche acabará todo. -(<i>Se oyen voces dentro del merendero.</i>) Salen... ¡Que no me vean! ¡Si -fuera ella! (<i>Se oculta tras la empalizada.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span> (<i>Dentro del jardinillo y como -hablando con alguno del merendero.</i>)—¡Ja, ja, ja! (<i>Ríe.</i>) No, si no -tardamos.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Ella! ¡Por fin! (<i>Saca la -navaja.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano</span> (<i>Dentro.</i>)—No, un menuto. -Vamos ahí, al lavadero del <i>Quico</i>, a ver si quié dejar venir a -la chica, y verán ustés cómo baila las sevillanas. (<i>Salen por el -portoncillo a la parte exterior de la escena Carmen, Valeriano, -Invitada primera e Invitado primero.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Invitada 1.ª</span>—¡Oye... qué noche hace; si -paece de verano!</p> - -<p><span class="smcap">Invitado 1.º</span>—Da gusto.</p> - -<p><span class="smcap">Carmen.</span>—Yo estaba deseando de salir; -me ahogaba ahí dentro con el humo de los cigarros (<i>Aparte a<span -class="pagenum" id="Page_103">p. 103</span> Valeriano.</i>) y tenía gana -de que hablásemos un ratito con libertá.</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano.</span>—Y yo. Pero, ¿por qué no has -sacao el mantón?</p> - -<p><span class="smcap">Carmen.</span>—Si no tengo frío.</p> - -<p><span class="smcap">Invitada</span> 1.ª—Yo me le he puesto.</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano.</span>—Póntelo que por aquí siempre -cae relente.</p> - -<p><span class="smcap">Carmen.</span>—Lo cogeré por darte gusto. -(<i>Entra por el jardinillo al merendero.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Invitada</span> 1.ª—No tardes.</p> - -<p><span class="smcap">Invitado</span> 1.º (<i>Desde el -puentecillo.</i>)—Mirar qué bonito hace desde aquí este pedazo del río con -la luna. (<i>Valeriano y la Invitada</i> 1.ª <i>van a mirar.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Invitada</span> 1.ª—Qué hermosa es la noche, -¿verdá?</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano.</span>—La noche y el día; cuando se -está a gusto tóo es bonito.</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span> (<i>Saliendo.</i>)—¿Dónde están?... -(<i>En este momento Serafín, que se oculta tras la empalizada, va -a lanzarse sobre Carmen con la navaja en la mano y se encuentra -fuertemente detenido por Lucila, que al ver su actitud sale de su -escondite sigilosamente quedando en acecho tras él, hasta este momento -en que le sujeta el brazo y le tapa la boca con la otra mano.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Va a llamar.</i>)—Car...</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Tapándole la -boca.</i>)—Chissss...</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Con voz ahogada.</i>)—¿Eeeeh?... -¿quién?</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>En voz baja.</i>)—¡Silencio!</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span> (<i>Llamando.</i>)—¡Valeriano!</p> - -<p><span class="smcap">Valeriano</span> (<i>Desde el foro.</i>)—Por aquí.</p> - -<p><span class="smcap">Carmen</span> (<i>Mirando hacia atrás al -irse.</i>)—Juraría que he oído moverse esas ramas. (<i>Desaparece por el -foro.</i>)</p> - - -<h4 title="ESCENA IV"><span class="pagenum" id="Page_104">p. -104</span>ESCENA IV</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Lucila</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Serafín</span></p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Lucila! pero, ¿eres tú?</p> - -<p><span class="smcap">Lucila.</span>—Sí, yo; ¡yo mismita!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Suelta... suelta... -(<i>Forcejean.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Lucila.</span>—No... aguarda... aguarda un -momento. (<i>Al ver que ha desaparecido Carmen.</i>) Ya... ya estás libre; -ya <i>pués</i> guardarte esa navajita y salir. Y a tóo esto mu buenas -noches.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Tembloroso y frenético.</i>)—¿Y tú -a qué has venido?</p> - -<p><span class="smcap">Lucila.</span>—Náa, hombre, que como no <i>te se -vé</i> el pelo por dengún lao y no tiés <i>tiléfono</i>, quería hablarte y -¡velay!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Vete... vete y déjame, -Lucila!</p> - -<p><span class="smcap">Lucila.</span>—Y ¡camará, cómo recibes; recibes -que arañas! (<i>Restañándose con saliva un arañazo de la mano.</i>) Si lo sé -te dejo <i>trajeta</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Bueno, pronto; acaba y vete. ¿A -qué has venido?</p> - -<p><span class="smcap">Lucila.</span>—¿Que a qué he venido? (<i>En voz -baja con ira.</i>) ¡pues a llamarte asesino y cobarde!...</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡A mí!</p> - -<p><span class="smcap">Lucila.</span>—¡A ti!... ¡que querías asesinar a -una mujer! (<i>Le sujeta el brazo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Lucila!</p> - -<p><span class="smcap">Lucila.</span>—¡Baja la voz!... ¡Sí, -asesinarla!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Tengo derecho!</p> - -<p><span class="smcap">Lucila.</span>—¿Derecho a matar? ¡A matar a una -mujer! ¿porque no te quiere?... ¡Mentira!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Suelta.</p> - -<p><span class="smcap">Lucila.</span>—No quiero. Ten paciencia. Alguna -vez en la vida hay que oir a la razón, aunque moleste. El hombre, -no tié derecho a matar a una mujer, nunca,<span class="pagenum" -id="Page_105">p. 105</span> Serafín, nunca; ni aunque le engañe. Así, -en redondo. ¡Ni aunque le engañe!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡Bueno, déjame en paz! Tú eres -una chica que no sabes lo que hablas.</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¿Que no sé lo que hablo? ¿que -no tengo razón?... Bueno, conformes; pero si yo no la tengo, menos la -tienen esos chulos indecentes que te aconsejan y que porque llevan un -pantalón ceñido y unos tufos repeinaos, se creen amos de las mujeres y -jaleándose unos a otros arrean por el mundo, haciendo cisco a toda la -que se les resista. ¡Pero, eso sí, cuando ellos se cansan de una mujer, -entonces, chito! Pa eso son los amos. La pisotean y ahí queda eso. -¡A la basura!... ¡Ole los valientes! ¿Quién defiende eso?... ¿Quién? -¡porque si lo dice la justicia, reniego de ella! ¡y si lo dicen los -hombres, los hombres que dicen eso, no son hombres, Serafín! ¿Queréis -que la mujer sea una esclava?... bueno; pero entonces lo menos que se -pué hacer es dejarla que escoja la cadena que más le guste. ¿No te -parece?</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Yo no sé de eso que me dices; -pero oye, Lucila, (<i>Con amargura.</i>) ¿cómo vive uno viendo su querer en -otros brazos?</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Ay, mu remalamente, chico! Eso -sí que lo sé yo por <i>esperencia</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Sorprendido.</i>)—¿Tú?</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Yo!... ¿Te paece raro, verdá? -Pues sí, Serafín; yo, he querido a un hombre más que a mi vida.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¿Pero tú?</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Más que a mi padre; más que a náa -en el mundo. ¡Y él, ni agua!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡No se lo habrás demostrao!</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Tóos los días.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¿Con palabras?</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Qué palabras! Lo que no dicen -los ojos al mirar y las acciones buenas, ¿cómo lo van a decir los -labios? Y ese hombre, no ha reparao en ello ni pa agradecérmelo. Y yo -callando y sufriendo le he visto irse con otra. Llorar y reir por ella; -y en mis<span class="pagenum" id="Page_106">p. 106</span> ratos de -desesperación lo he pensao tóo, tóo... ¡Menos matarlo!... porque él no -tenía la culpa. El cariño lo escoge el corazón libremente y se quiere -lo que se quiere, bueno o malo, sin saber por qué. Y por amor, Serafín, -se sufre, como yo he sufrido; se llora, como yo lloro... ¡pero no se -mata! (<i>Llora.</i>) ¡No se mata!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡Lucila!</p> - - -<h4>ESCENA V</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos, señor Balbino</span>; -<i>luego</i> <span class="smcap">Valeriano</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Carmen</span></p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Saliendo y poniendo la mano en -el hombro de Serafín.</i>)—Y sabes...</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Sorprendido.</i>)—¡Tío Balbino!</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Padre!</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¿Y sabes quién es el sujeto que -ha matao la alegría de esa creatura?</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¿Quién?</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡Tú!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¿Yo?</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡Tú!</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Padre, por Dios!</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡Me da la gana decirlo! No está -la nochecita pa miramientos; conque trae esa navaja, (<i>Se la quita del -bolsillo.</i>) y arrea pa tu casa.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Resistiéndose.</i>)—¡Tío!</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Amenazador.</i>)—Y cállate, si -no quiés llevarte el melón en rajas; que lo menos que podemos pedirte -es que sufras tú por esa, lo que ésta ha sufrido por ti, ¡conque -andando!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡Es que me llamarán cobarde!</p> - -<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Te aguantas. ¡Más vale paecer -cobarde que ser asesino de mujeres! ¡Esa sí que es cobardía!... Y -además, mira... (<i>Aparecen en el fondo Car<span class="pagenum" -id="Page_107">p. 107</span>men y Valeriano, cogidos del brazo muy -juntos, hablándose amorosamente al oído. Quedan parados.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Ellos!</p> - -<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¡Ellos!... ¿Y ves ese cariño -que es pa otro? ¡Pues ese no sería pa ti ni a navajazos! Conque ¿a qué -pelear?...</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Sí... tié usté razón!... ¡Tié -usté razón!... ¡Adiós!... ¿Por qué... por qué no me habrá querido? -(<i>Vase rápidamente frotándose los ojos.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Con amargura infinita. Abrazando -a su padre.</i>)—¡Así, Serafín, así es como se quiere!... ¡Ay, padre, -cuántas veces he dicho yo esas mismas palabras!; ¿por qué... por qué no -me habrá querido?</p> - -<p>(<i>Se escucha en el merendero la voz del Cantador que canta</i>:)</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">¡Es la penita más grande</div> - <div class="verse indent0">querer y que no te quieran;</div> - <div class="verse indent0">quien quiere sin esperanza</div> - <div class="verse indent0">conoce la <i>pena negra</i>!</div> - </div> -</div> -</div> - -<p>(<i>Cae pausadamente el telón, mientras cantan la copla.</i>)</p> - -<p class="telon">FIN DEL SAINETE</p> - - -<div class="chapter pt6" id="P3"> - <hr class="chap" /> - <p><span class="pagenum" id="Page_109">p. 109</span></p> - <h2 class="nobreak">LAS ESTRELLAS</h2> - <hr class="chap" /> -</div> - - -<div class="chapter"> - <p><span class="pagenum" id="Page_111">p. 111</span></p> - <h3 class="g2">PERSONAJES</h3> -</div> - -<ul class="pers"> - <li>ANTOÑITA</li> - <li>SEÑÁ FELICIANA</li> - <li>UNA TIPLE</li> - <li>LA TRIANÓN</li> - <li>SEÑOR PRUDENCIO</li> - <li>CASILDO</li> - <li>POLINIO</li> - <li>SEÑOR PEPE EL CARPANTA</li> - <li>ACACIO</li> - <li>LEOVIGILDO</li> - <li>SEÑOR MÁXIMO</li> - <li>EL CIRUQUI</li> - <li>EL REPOLLO CHICO</li> - <li>PARROQUIANO 1.º</li> - <li>EL EMPRESARIO</li> - <li>RODRÍGUEZ</li> - <li>UN SERENO</li> - <li>UN INSPECTOR</li> - <li>UN CAFETERO AMBULANTE</li> - <li>ELECTRICISTA 1.º</li> - <li>ÍDEM 2.º</li> - <li>UN CARPINTERO</li> - <li>UN TRAMOYISTA</li> - <li>PARROQUIANO 2.º</li> -</ul> - -<p class="centra">LA ACCIÓN EN MADRID.—ÉPOCA ACTUAL</p> - - -<hr class="chap0" /> - -<div class="chapter"> - <p class="centra fs150 ws1 mt2">ACTO ÚNICO</p> - <hr class="tir" /> - <h3>CUADRO PRIMERO</h3> -</div> - -<p class="donde">Salón modesto, en planta baja, de una barbería. Al -foro puerta vidriera de dos hojas que da a la calle. En la pared del -fondo, a los lados de la puerta, perchas de hierro. En la lateral -derecha, en primero y segundo término, adosadas a la pared, anchas -repisas de madera imitando mármol, llenas de útiles para el servicio de -peluquería; sobre las repisas espejos grandes con marco negro, y ante -ellas sillones de rejilla de los que se usan en estos establecimientos. -En la lateral izquierda, en primer término, una puerta practicable -cubierta por un portier de reps; y en segundo término otro servicio -de peluquería igual en absoluto a los de la derecha. En el centro de -la habitación un velador sobre el cual habrá periódicos y cepillos. -Algunas sillas de rejilla estarán próximas al velador y otras -distribuídas convenientemente por el salón. Es de día.</p> - - -<h4 title="ESCENA PRIMERA"><span class="pagenum" id="Page_112">p. -112</span>ESCENA PRIMERA</h4> - -<p class="quienesj"><i>Al levantarse el telón aparecen el</i> <span -class="smcap">Señor Prudencio</span> <i>afeitando al</i> <span -class="smcap">Señor Máximo</span>, <i>guardia de Orden público, cuyo -sable y cuya teresiana estarán colgados en la percha de la derecha.</i> -<span class="smcap">Acacio</span>, <i>aprendiz de la barbería, vestido -con su blusa larga se halla sentado junto al velador leyendo un -periódico.</i></p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Afeitando.</i>)—Pues nada, -créame usté a mí, señor Máximo, usté será todo lo de orden público -que guste—sírvase de inflar el izquierdo (<i>El señor Máximo infla el -carrillo izquierdo.</i>)—; pero yo lo que repito es que no siendo el que -yo le digo, pa la política española no hay otro remedio.</p> - -<p><span class="smcap">Máximo</span> (<i>Quejándose.</i>)—¡Ay!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Cuálo?</p> - -<p><span class="smcap">Máximo.</span>—Oye, ¿hay otra navaja? Porque -¡camará! esa paece que la has afilao en el fregadero.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Hombre, pues precisamente es -la joya de la casa!</p> - -<p><span class="smcap">Máximo.</span>—¡Mecachis en la joya! Pues -guárdala pa cuando venga el ispetor de la Latina, le afeitas con ella y -pué que le hagas un favor.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Por qué?</p> - -<p><span class="smcap">Máximo.</span>—¡Porque quié que lo trasladen al -Hospital!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Exagere usté una miaja! -(<i>Mira el reloj.</i>) ¡Recontra, las once y cuarto y esos dos sin venir! -¡Qué habrá pasao! ¡Estoy de nervioso que no sé cómo no he degollao a -este hombre! (<i>Llamando.</i>) ¡Acacio!</p> - -<p><span class="smcap">Acacio.</span>—¿Mande usté?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Oye, ponte a la puerta y mira -a ver si vienen el señor Polinio y el señor Pepe el Carpanta, que -tardan y tengo el alma en un hilo.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_113">p. 113</span></p> - -<p><span class="smcap">Acacio.</span>—Güeno. (<i>Sale a la puerta y mira -a ambos lados de la calle. El señor Máximo, durante los anteriores -apartes, se ha secado la cara que le habrá lavado Prudencio y se mira -al espejo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Cogiendo el -pulverizador.</i>)—¿Refrescamos con colonia?</p> - -<p><span class="smcap">Máximo.</span>—No, no quiero eso.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Hombre lo siento!</p> - -<p><span class="smcap">Máximo.</span>—¿Por qué?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Porque me quita usté la única -satisfacción que puedo tener como republicano: pulverizar a un guardia -de orden público. (<i>Peinándole.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Máximo.</span>—¡Guasón! Lo que he notao es que -me has hecho dos cortecitos mu decentes.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Señor Máximo, no le choque a -usté; ¡me ha pillao usté en un día terrible de nervioso que estoy!</p> - -<p><span class="smcap">Máximo.</span>—¿Pues qué te pasa?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Quitándole el paño, -sacudiéndolo y doblándolo.</i>)—¿Que qué me pasa? (<i>Máximo se levanta y -se cepilla.</i>) ¡Pues que hoy... (<i>Con voz conmovida y misteriosa.</i>) pué -ser un día célebre pa mí! Que estoy esperando un recao que, de serme -favorable, si el mes que viene está usté franco un día y quié usté -honrarme con su amistad, se viene usté a mi hotel...</p> - -<p><span class="smcap">Máximo</span> (<i>Queda inmóvil con la pierna -derecha en alto y asombradísimo.</i>)—¡Arrea!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Que ya le daré a usté las -señas, y nos damos un paseo en mi <i>automóvil</i>, que ya le diré al -<i>Chufer</i> que no corra.</p> - -<p><span class="smcap">Máximo.</span>—Pero, ¡oye tú! ¿es que te ha -caído la lotería? (<i>Se pone la teresiana y el sable.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Mejor!... Sino que, hoy por -hoy, no puedo ser más explicativo. ¡Y lo dicho, dicho!</p> - -<p><span class="smcap">Máximo</span> (<i>Con cara de asombro.</i>)—¡Chico, -me dejas parao!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Sabía que le iba a dejar a -usté parao, pero como usté es guardia, ya tié costumbre.</p> - -<p><span class="smcap">Máximo.</span>—Pues na, que sea como lo dices. -(<i>Le paga el afeitado.</i>)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_114">p. 114</span></p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Gracias, señor Máximo.</p> - -<p><span class="smcap">Máximo</span> (<i>Marchándose y mirando con recelo -a Prudencio.</i>)—¡Hotel!... ¡Chufer!... ¡Este está mochales!... (<i>Vase -foro.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡El infeliz se va creyendo que -estoy loco! ¡Mísero agente! (<i>Guarda el dinero en el cajón.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Acacio</span> (<i>Desde la puerta.</i>)—¡Por fin! ¡El -señor Polinio y el señor Pepe vienen!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Respirando con -satisfacción.</i>)—¡Ay, gracias a Dios! ¡Me devora la impaciencia! (<i>Sale -a su encuentro.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA II</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos, Polinio</span> <i>y el</i> -<span class="smcap">Señor Pepe el Carpanta</span>, <i>por el foro</i></p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Hola!</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Ya estamos aquí! (<i>Entran -corriendo y muy alegres.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Pasar... pasar!</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¿No está tu mujer?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—No. ¡Os anhelaba, como el -hambriento a una fuente!</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Será el sediento, hombre!...</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Yo me refería a una fuente de -chuletas. ¿Qué hay? (<i>Con impaciencia.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Polinio</span> (<i>Con alegría.</i>)—¡Hecho el -negocio!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>En el colmo de la -satisfacción.</i>)—¿Hecho?... ¡Venga un abrazo, y cuarenta, y ciento! (<i>Se -abrazan efusivamente.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Aprieta! ¡Ya eres feliz!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿No han puesto dificultad?</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—<i>Denguna</i>. El señor Román -<i>aceta</i> el traspaso de esta barbería por setecientas pesetas.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_115">p. 115</span></p> - -<p><span class="smcap">Acacio</span> (<i>Que está escuchando, en segundo -término, con asombro.</i>)—¡Recontra! ¿Qué dicen?</p> - -<p><span class="smcap">Pepe</span>.—Dentro de un rato nos esperan en la -taberna pa entregarte el dinero, y que firmes la escritura.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—¡Gracias, gracias! ¡me habéis -hecho hombre! (<i>Vuelven a abrazarse.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Acacio</span> (<i>Aparte.</i>)—¡Qué barbaridad! ¡Ha -traspasao la barbería! ¡Ay, en cuanto lo sepa la señá Feliciana!</p> - -<p><span class="smcap">Polinio</span>.—Güeno, y una vez ultimao el -asunto, me paece que ya es hora de que me confíes tus proyectos y me -digas el por qué del traspaso del Salón, <i>ecetra</i>, <i>ecetra</i>, porque el -señor Pepe no me lo ha querido revelar.</p> - -<p><span class="smcap">Pepe</span>.—Era la <i>consina</i>, hasta que -estuviese hecho.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—Es verdá; pero ahora nada más -justo. ¿Se lo revelo todo?</p> - -<p><span class="smcap">Pepe</span>.—Revélaselo.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—Pues mira, Polinio, Dios le da -a cá uno la fortuna, en una forma diferente; y a mí me la dao con mis -dos hijos, la Antoñita y Casildo. Con la Antoñita, porque el día que -esa criatura debute en un teatro como <i>mono-cuplé-tanguista</i>, la Otero -va a tener que tostar cañamones, si quié atender a su susistencia.</p> - -<p><span class="smcap">Pepe</span> (<i>Asintiendo.</i>)—¡Acordes!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—Y con mi Casildo, porque -recortando capote al brazo y metiendo el hombro a la hora suprema, el -<i>Frascuelo</i> era una pastilla de clorato comparao con él.</p> - -<p><span class="smcap">Pepe</span>.—¡Acordísimos!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—Pus, güeno; (<i>Con tono -iracundo.</i>) mi mujer, la Feliciana, celebro oscuro que no tié más -horizontes que la boca del puchero, al ver que he sacao a la chica den -<i>cá</i> la modista, y al chico de la imprenta <i>pa</i> atender a su educación -artística, se ha empeñao en decirme que estoy loco y que esto va a ser -nuestra ruina. ¿Será tozuda?</p> - -<p><span class="smcap">Polinio</span>.—¿Pero tú no te achicarás?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Con exaltación -creciente.</i>)—¿Yo achicarme? Si Dios echa al mundo una horná de -celebri<span class="pagenum" id="Page_116">p. 116</span>dades, y -en esa horná metes la <i>Patti</i> y metes <i>El Gordito</i>, y me tocan a -mí en clase de hijos, dicho se está que coger ambas <i>estrellas</i> y -<i>prostergarlas</i> en el antro de una barbería, ¡sería un crimen, que un -padre como yo, no comete!</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Bien hecho!</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—Y en esto—y perdona que ataje tu -palabra honrada—surjo yo con mi ejemplo. Yo era un ser vago y errante -que vendía por esas calles <i>chuletas de huerta</i>, y que tenía una -chiquilla que andaba galocheando por ahí con ramitos de violetas; pues, -güeno; de la noche a la mañana, me se evadió mi hija a París, con su -madre, contratá con una <i>troupe</i> pa bailes españoles, ayer hizo tres -meses; y de una renacuaja vestía con un pinguito de falda y una criba -de mantón, fíjese usté en la <i>metramórfosis</i>. El jueves me lo mandó. -(<i>Le enseña un retrato.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Fíjate en el retratito. ¡Mira -eso!</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Camará, bonita es, pero va casi -en cueros!</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—Hay que azvertir que apenas ha -tenío tiempo de hacerse ropa.</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Ya, ya! ¿Y dice usté que aquí -llevaba una faldita?</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Una vergüenza!</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Pues se conoce que la ha -perdido!</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—Pues güeno, desde que se fué que -me he dejao las patatas y vivo de guagua, ¡porque no hay mes que no me -mande de ciento cincuenta a doscientos <i>franques</i> oro!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Se conoce que lo que se ahorra -en ropa pa ti.</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—Por eso le he aconsejao a éste que -lo venda tóo, que se deje de esta porquería de España, que emigre con -su hija a París como yo, que me voy pasao mañana, y a la vuelta de un -par de años regresamos del extranjero, y ¿usté sabe esos solares de la -<i>cae</i> de Lista, pasao un estanco que hay? ¡Nuestros hoteles!</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¿Usté dice donde la -tienda-asilo?</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_117">p. 117</span></p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡En la acera de enfrente!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Exaltado.</i>)—¡Y yo, Polinio, -deslumbrao por este ejemplo, te aseguro que es inútil que me <i>graznen</i> -lo que quieran! Busco el aplauso, la fortuna, la gloria de mis hijos... -¡y aunque la persona que se oponga a ello me haga escabeche, mi último -cuarto de kilo se saldrá del barril pa cumplimentar esta sacrosanta -misión!</p> - -<p><span class="smcap">Pepe</span> (<i>Entusiasmado.</i>)—¡Eres un -varonil!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Con energía.</i>)—¡Soy un -padre!</p> - -<p><span class="smcap">Pepe</span> (<i>Viendo aparecer a -Casildo.</i>)—¡Chits, callarse!</p> - - -<h4>ESCENA III</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Casildo</span> <i>puerta foro</i></p> - -<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>Saludando con la mano desde la -puerta.</i>)—¡<i>Saluz</i>!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Radiante de -satisfacción.</i>)—¡Mirarle! ¡Mi Casildo! ¡Ahí lo tenéis! ¡Ese es el -monumento <i>taurómaca</i> más grande del porvenir!</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Hola, pollo!</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Adiós, pollo!</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¿Cómo estás, pollo? (<i>Casildo no -contesta.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Me se cae la baba! (<i>Casildo -después de saludar parsimoniosamente a lo torero, con la mano, se -acerca a un espejo, se atusa los tufos con un cepillo y vuelve a -ponerse el sombrero con coquetería, estirándose la chaquetilla. -Carpanta, al ver que Casildo no contesta, dice con voz más alta.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¿Que cómo estás? (<i>Sigue el -silencio.</i>) (Este monumento es bastante mal educao.)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Sonriendo.</i>)—No te ha oído. -Estas notabilidades son así, chico; ¡no se fijan en na! (<i>Acercándose a -su hijo.</i>) ¿De aonde vienes, hijo mío?</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_118">p. 118</span></p> - -<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>Con tono desdeñoso y sin mirar -a su padre.</i>)—Del mundo.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Sonriente y muy -complacido.</i>)—¡Qué manera de contestar! ¿eh?</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¿Ha madrugao?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Con asombro.</i>)—¿Madrugar esa -personalidaz? Que se marchó anoche a las diez y viene ahora. (<i>Aparte y -sonriendo a los dos.</i>) (¡Las mujeres que se lo rifan!)</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Ya, ya!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>A Casildo.</i>)—¿Vas a -acostarte, hijo?</p> - -<p><span class="smcap">Casildo.</span>—¡Clarinete!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Oye, qué gracia! ¿Habéis -oído? ¡Clarinete!</p> - -<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>A Prudencio. Secamente y sin -mirarle.</i>)—La petaca.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Dándosela.</i>)—Toma, hijo -mío.</p> - -<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>La vacía, se guarda los -cigarros y la tira con desprecio sobre el velador.</i>)—Cerillas.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Le da una caja.</i>)—¡Ahí -van!</p> - -<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>Se guarda la caja.</i>)—¡Que -no me se despierte hasta que yo avise! (<i>Saluda con la mano y se va -contoneándose primera izquierda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Siguiéndole hasta la -puerta.</i>)—No tengas miedo. ¡Ah, oye! Ciérrate por dentro, no te -sorprenda tu mamá en el primer sueño.</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¿Por qué le dices eso?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Sonriendo.</i>)—¡Por na! -¡Que anoche se le llevó un mantón a su madre y se conoce que lo ha -empeñao!</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Angelito! ¡Qué monada de criatura! -(<i>Riendo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Y como la Feliciana no -reflexiona que a estas grandes figuras hay que aguantarlas sus -genialidades, me temo un <i>esasbruto</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Natural!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Y qué, ¿habéis visto qué -hechuras de torero tiene? ¿Se le da un aire al Conejito, <i>verdá</i>?</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Sí, tiene algo de <i>Conejito</i>... -sino que más en gazapo!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_119">p. 119</span></p> - -<p><span class="smcap">Polinio</span>.—Güeno; y volviendo a lo de -<i>enantes</i>, respective al chico, na tengo que <i>ojetarte</i>, porque se ve -que cuidándolo pué llegar a ser <i>Gordito</i>, pero por lo que toca a la -chica, ¿tú crees que servirá pa <i>chanteuse</i>, Prudencio?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—¡Amos, hombre! ¿Que si -servirá?... Vaya, ahora que estamos solos, ¿queréis verla y oirla -pa que veais que no es pasión de padre cuando digo que es una -maravilla?</p> - -<p><span class="smcap">Polinio</span>.—¡Sí, hombre!</p> - -<p><span class="smcap">Pepe</span>.—¡Con mucho gusto!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—¡Pues quitarse las telarañas! -(<i>Llamando.</i>) ¡Acacio!</p> - -<p><span class="smcap">Acacio</span> (<i>Acercándose.</i>)—Mande usté.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—Ponte a la puerta, y si viene -la señá Feliciana nos avisas, no sea que nos sorprenda.</p> - -<p><span class="smcap">Acacio</span>.—Güeno. (<i>Vase a la puerta a -vigilar.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Yendo a la puerta primera -izquierda y llamando.</i>)—¡Antoñita!... ¡Antoñita!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Dentro.</i>)—¿Mande usté?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—Sal un momento, haz el -favor.</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—Voy.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—Ya está aquí. ¡Veréis qué -prodigio!</p> - - -<h4>ESCENA IV</h4> - -<p class="quienesj"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Antoñita</span>, <i>primera izquierda. Antoñita es una -chiquilla como de diez y seis años, con cara abobada y pretendiendo -suplir con una verbosidad ridícula la gracia de que carece. Al salir, -ligera y sonriente, hace una reverencia.</i></p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—Servidora de ustedes. Muy -buenos días, ¿Cómo están ustedes?</p> - -<p><span class="smcap">Los dos</span>.—Bien, ¿y tú?</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—Yo, bien, a Dios gracias, pa -servir a ustedes. ¿Las familias güenas?... Vaya, me alegro mucho y por -muchos años. Tanto gusto.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_120">p. 120</span></p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—Muy bien, muy bien.</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—Es una monada de chica.</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—Tantas gracias, es favor. No lo -merezco. Ustedes son muy güenos, al parecer. Y ya lo saben ustedes, con -permiso de mi papá, en lo que sea útil, pueden mandar a una servidora. -Tanto gusto.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Bueno. Pues estos -señores...</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—Repito que tanto gusto.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Desean verte bailar y que nos -cantes algo aquí en familia.</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—Sí, señor, tanto gusto. Lo -que deseen de una servidora de ustedes. ¿Quieren ustedes soleares, -tango, sevillanas, panaderos, malagueñas, peteneras u <i>cake-vale</i>? -Porque eso tié que ser a gusto de ustedes; porque ustedes sabrán lo que -quieren; porque una no sabe con qué dará gusto; porque a lo mejor va -una servidora y baila panaderos, y qué sabe una servidora si ustés les -tien rabia a los panaderos. Porque eso el que lo quiere es el que lo -pide.</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Tié razón la chica!</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Es lista, es lista!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—No, lo que queremos es lo que -sepas mejor; un tanguito de esos con que vas a debutar, u cualquier -cosa...</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡El tango, el tango!</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Eso! ¡Venga el tango!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Duro con él!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—<i>Perfetamente.</i> Bueno, y cuando -baile, ¿lo marco con todo?... (<i>Sonriendo picarescamente.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Los dos.</span>—¡Con todo, con todo!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—Pues con permiso de ustedes -voy a ponerme un alfiler (<i>Se lo pone.</i>) pa ceñirme la falda, ¿saben -ustedes? porque si no el ondulao no resalta. El tango se llama “Vete a -la gloria.”</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Yo te acompañaré. Venga de -ahí. (<i>Cogiendo una guitarra.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Lo voy a cantar con -picardía!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Veréis un pasmo! (<i>Acompaña -con la guitarra.</i>)</p> - -<p class="mushab"><span class="pagenum" id="Page_121">p. -121</span><b>Música</b><a id="FNanchor_1" href="#Footnote_1" -class="fnanchor">[1]</a></p> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_1" href="#FNanchor_1" class="label">[1]</a> En -bailar y cantar este número con la poca gracia con que lo haría -una chiquilla de esas a quienes se quiere ridiculizar, consiste su -verdadero efecto.</p> - -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Antoñita</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent6">¡Ay, que me voy a morir</div> - <div class="verse indent6">y tú me vas a matar!</div> - <div class="verse indent6">¡Ay! ¡ay! ¡ay!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Los dos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent18">¿Qué hay?</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Antoñita</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent6">¡Nada de particular!</div> - <div class="verse indent0">El moreno que me enloquecía</div> - <div class="verse indent6">se casa pa Mayo;</div> - <div class="verse indent0">que yo <i>iznore</i> por Dios la noticia</div> - <div class="verse indent6">si no me desmayo.</div> - <div class="verse indent0">¡Ay, los hombres, mamita, mamita</div> - <div class="verse indent6">de mi corazón,</div> - <div class="verse indent0">qué embusteros, qué falsos, qué pillos,</div> - <div class="verse indent6">qué pérfidos son!</div> - <div class="verse indent6">¡Ay! ¡ay! ¡ay!</div> -</div> - -<p class="mt1"><span class="smcap">Prudencio</span> -(<i>Recitando.</i>)—¡Olé, por las laringitis agudas!</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Cantando.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Y ahora escuchen con mucho cuidao</div> - <div class="verse indent0">un tanguito que me han enseñao.</div> -</div> - -<p class="tab">——</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¿Quién es pa ti más dulce</div> - <div class="verse indent0">que lo es el mango?</div> - <div class="verse indent0">¡Mi guachindango!</div> - <div class="verse indent0">¿Quién es la que conmigo</div> - <div class="verse indent0"><span class="pagenum" id="Page_122">p. 122</span>quiere hacer changa?</div> - <div class="verse indent0">¡Mi guachindanga!</div> - <div class="verse indent0">Dame una prueba sólo</div> - <div class="verse indent0">de amor, nenita.</div> - <div class="verse indent2">¡Toma tripita!</div> - <div class="verse indent0">¡Ay, deja que me acerque,</div> - <div class="verse indent2">guachindanguita!</div> - <div class="verse indent0">¡Ay, por Dios, chachito,</div> - <div class="verse indent0">no te acerques, quita, déjame,</div> - <div class="verse indent0">porque estás loquito,</div> - <div class="verse indent0">ay, retírate, ay, retírate!</div> - <div class="verse indent0">¡Retírate, por Dios, Pepito,</div> - <div class="verse indent0">retírate, por Dios, que grito,</div> - <div class="verse indent0">y no me des con el codito</div> - <div class="verse indent0">que me despepito!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¡Retírate, por Dios, Pepito,</div> - <div class="verse indent0">retírate, por Dios, que grito,</div> - <div class="verse indent0">y no me des con el codito</div> - <div class="verse indent0">que me despepito!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Antoñita</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Anda, por Dios, José,</div> - <div class="verse indent4">¡retírate!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Ande usté, don José,</div> - <div class="verse indent4">¡retírese!</div> -</div> - -<p class="dcha mt1">(<i>Después de cantar Antoñita hablan sobre -música.</i>)</p> - -<p class="mt05"><span class="smcap">Pepe</span> -(<i>Entusiasmado.</i>)—¡Devino!</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Superior!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Eh? ¿qué sus paece la -vocecita?</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Que es una voz que encanta!... -¡qué digo encanta!... ¡que arroba!... y me quedo corto.</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—El día que oigan a esta chica en -el extran<span class="pagenum" id="Page_123">p. 123</span>jero, te la -enjaulaban. ¡Esto no es mujer, esto es una <i>ruiseñora</i>, hombre!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—Güeno, ¿y a ustedes les -molestará quedarse <i>bizcos</i>?... ¿No?... pues les voy a bailar a ustedes -un tanguito; ¿que saben ustedes lo que es <i>azúcar cande</i>?... ¡pues más -<i>cande</i>!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Veréis qué disloque!... ¡Arza -con la salida! (<i>Antoñita baila.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Acacio</span> (<i>Jaleando.</i>)—¡Su gracia!... ¡Su -cuerpo!... ¡Su madre!... (<i>Todos se asustan. Prudencio corre a esconder -la guitarra.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Asustada, cesa de -bailar.</i>)—¡Mi madre!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Mi mujer!</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Su madre!</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡La Feliciana! (<i>Los cuatro -simultáneamente.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Acacio.</span>—¡No, si era que la jaleaba! ¡No -asustarse!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Maldita sea tu estampa, qué -susto nos has dao, ladrón! (<i>Pegándole con la guitarra.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Anda, sigue, sigue! (<i>Antoñita -sigue bailando hasta terminar el tango.</i>)</p> - -<p class="mushab"><b>Hablado</b></p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Ahí la gracia!</p> - -<p><span class="smcap">Los dos</span> (<i>Aplaudiendo.</i>)—¡Bravo! ¡bravo! -¡Muy bien!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Con entusiasmo.</i>)—¿Qué? ¿qué -tal? ¿y el salero? ¡el salero!</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Yo no he visto un salero -parecido!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Sonriente y -satisfecha.</i>)—¡Tantas gracias!... Una servidora está alicortada. No -sé cómo pagar a ustedes... Es algo de favor... Y eso que he bailao en -suelo de madera, que el día que a una servidora le pongan <i>linoleum</i>... -¿Saben ustés lo que es <i>linoleum</i>?</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Ya lo creo!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—Una cosa que se escurre... -¡pues ese<span class="pagenum" id="Page_124">p. 124</span> día, que no -se me agarren los pies, yo creo que arrebato!</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—Nada, chico, que esto en un París u -en una Londres, nos traemos el dinero en camiones.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Sí, verdad? (<i>Con entusiasmo, -abrazando a su hija.</i>) ¡Hija mía, qué porvenir nos aguarda!...</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Ya lo creo papá!</p> - -<p><span class="smcap">Pepe</span> (<i>A Polinio, aparte.</i>) (¡Ya habrá -usté advertío que tié menos gracia que una caja e betún!)</p> - -<p><span class="smcap">Polinio</span> (<i>Ídem.</i>) (Ya, ya; pero, ¿quién -le quita las ilusiones a un hombre así?)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—Y respective a declamar en -picaresco, sabe una servidora una cosa un poco verde, que donde me la -oyen, me se mueren de risa; porque una servidora, la recalca con una -intención, que verán ustedes, si no les molesta.</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—No, dila, dila.</p> - -<p><span class="smcap">Parroquiano 1.º</span> (<i>Entrando.</i>)—Buenos -días; ¿me hacen el favor de afeitarme?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Contrariado.</i>)—¡Hombre, -espere usted si quiere, porque ahora!...</p> - -<p><span class="smcap">Acacio.</span>—Siéntese, que es que estamos mu -ocupaos... (<i>El parroquiano se sienta al foro.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Empieza.</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—Pues verán ustedes. Es un -monólogo, pero lo tengo que decir yo sola, si no no paece monólogo. Es -en verso, fijarse:</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">Cuando salgo a la calle</div> - <div class="verse indent0">y llovizna un poquito,</div> - <div class="verse indent0">me levanto las faldas</div> - <div class="verse indent0">enseñando el tobillo;</div> - <div class="verse indent0">mas si un pollo me sigue,</div> - <div class="verse indent0">recogiendo el vestido,</div> - <div class="verse indent0">me le... (<i>Como recordando.</i>) me le...</div> - </div> -</div> -</div> - -<p class="ti0">¡Ay! ¿cómo dice?... ¡qué rabia! me le... ¡pos no me s’ha -olvidao!... me le... (<i>Haciendo esfuerzos ridículos por recordar.</i>) me -le... ¡mecachis qué coraje!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_125">p. 125</span></p> - -<p><span class="smcap">Acacio</span> (<i>Acercándose a ella y en voz -baja.</i>)—¿No es me le atortolo?</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Qué va a ser! Bueno, me se ha -olvidao, pero es una cosa que voy ¿saben ustés? y cuanto más me sigue -el pollo, más me levanto, más me levanto, hasta que una servidora le -enseña las medias y acabo así con este desplante:</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">¡Pa los listos son a listas!</div> - <div class="verse indent0">¡pa los tontos son a cuadros!</div> - </div> -</div> -</div> - -<p>(<i>Hace una postura ridícula, quedando recogida y enseñando -las pantorrillas. El parroquiano se acerca, mira -y se vuelve a sentar.</i>)</p> - -<p class="mt05"><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Una monada!</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Preciosa! (<i>Aplauden -todos.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA V</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Feliciana</span> <i>en la puerta</i></p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Con ira al ver el -cuadro.</i>)—¡Maldita sea la pena!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Aterrado.</i>)—¡La Feliciana!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Mi madre!</p> - -<p><span class="smcap">Acacio.</span>—¡El ama!</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡<i>Tablón</i>!</p> - -<p>(<i>Estas voces simultáneas.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¡Muy bonito! ¡Está bien! (<i>A -la Antoñita, zarandeándola.</i>) ¡Arza pa dentro, gandula! (<i>Dándola -metidos disimulados.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Madre, si era que!... -(<i>Huyendo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¡A remendar la ropa, que es tu -obligación! ¡Bribona! ¡Holgazana! (<i>La persigue hasta que se va primera -izquierda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>A Polinio y -Carpanta.</i>)—¿Estáis viendo cómo trata a las celebridades?</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_126">p. 126</span></p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Al parroquiano.</i>)—¿Y usté, -qué quería?</p> - -<p><span class="smcap">Parroquiano 1.º</span> (<i>Con -extrañeza.</i>)—Servirme.</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¿Y lo tenéis esperando? ¡Anda -a afeitarle u te desuello, granuja! (<i>Queriendo pegar a Acacio.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Acacio.</span>—Si era que... era que... -Siéntese, siéntese el caballero. (<i>Se pone a afeitarlo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Y ustés, (<i>A Polinio y a -Carpanta, con brusquedad.</i>) si no tién na que hacer aquí, la calle es -gratuita...</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—Señora, nosotros estábamos -<i>almirando</i>... las dotes de la niña.</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¡Tantas gracias! Aquí pelo pa -quitar es lo que nos hace falta.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Feliciana, que son -amigos...</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Lo celebro. Tertulias en el -Cerro e los Ángeles.</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—Usté disimule... -(<i>Excusándose.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Y si no quién ustés volver, -aquí tienen ustedes su casa...</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Aparte a los dos.</i>)—(Hacer -caso <i>miso</i> y esperarme en la taberna.)</p> - -<p><span class="smcap">Los dos.</span>—Somos suyos... (<i>Saludan y se -van.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Pal gato. (<i>Saluda también muy -fina.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA VI</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Prudencio, Feliciana, -Acacio</span> <i>y el</i> <span class="smcap">Parroquiano</span> <i>que, -después que lo afeitan, paga y se va</i></p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Muy bonito! (<i>Con ira.</i>) -¡Feliciana!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¿Qué hay? (<i>Rabiosa.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Como trato social eres más -repelente que una manga riega!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Mira, Prudencio, vamos a -hablar con franqueza. ¿Tú necesitas las narices este invierno?</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_127">p. 127</span></p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Quizás que sí!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Pues si no quieres -desprenderte de ellas... ¡Ya me conoces! Hazme caso a mí y que acabe -este desorden de casa; que acabe hoy mismo, ahora mismo, porque estoy -decidía, cueste lo que cueste, a que no se lleve la trampa el peazo -e pan que tenemos y a no perder por tus locuras dos hijos que me han -costao muchas lágrimas y muchos dolores el criarlos. ¡Eso es!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Está bien. (Cualquiera le dice -ahora lo del traspasito.) Bueno, ¿y todo eso, qué viene a ser poco más -o menos?</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Pues viene a ser que mañana -vuelve Casildo a la imprenta y la chica en cá la modista. ¡Eso es!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Bueno, de modo que te ostinas -en que ese monumento <i>taurómaca</i>...</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¡Mentira! El chico no sirve pa -torero.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Que no sirve? (<i>Con -indignación.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¡Qué va a servir; si está -la pobre criatura de cornás que lo miras por la espalda y se le ve -la corbata al trasluz!... ¿Y tú crees que he criao yo a mi hijo pa -colador?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Y respetive a la Antoñita, -qué?... ¿También es un guiñapo artístico?...</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¡La Antoñita, peor!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Entonces dí, celebro oscuro, -¿pa qué le ha dao la naturaleza una voz a nuestra hija?</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Pa que se calle y no -<i>berrée</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Frenético.</i>)—¡Feliciana!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Loco, más que loco. No quieres -tú a tus hijos más que yo los quiero. Pero el quererlos no es motivo -pa que me ciegue y vea cosas que no son. ¿Que es fácil ser torero?... -¡Ese es tu error, Prudencio! Y no mires a los que han llegao porque -Dios les dió ese don; mira a los infelices que, ciegos por la avaricia, -mueren como perros en la cama de un hospital. Y por lo que toca a la -chica, estás igualmente equivocao; porque una cosa es la gracia que -hacen<span class="pagenum" id="Page_128">p. 128</span> los hijos a los -padres en el comedor de casa, y otra la que se necesita pa brillar en -el mundo. Y sobre todo, que no, ¡vaya! ¡Que no me da la gana ver a mi -hija en un tablao enseñando las carnes; porque mujer que se remangue -más arriba de lo necesario pa no coger barro, será buena pal cromo de -una caja e cerillas, pero no lo es pa su casa ni pa sus hijos! ¡Eso -es!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Pero ven acá, mollera vacía! -Si eso fuera así, ¿por qué me dicen tóos los parroquianos que hago -bien?</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Pues, porque personas que -vienen pa un cuarto de hora y que encima te ven con una navaja en la -mano, ¿pa qué te van a contrariar?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Razonas como una sandía!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Razono como una madre sensata -y prudente.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Sí, eh?... Pues ahí va mi -<i>ulti-matum</i>. Estoy cumpliendo mi deber y argumentarme en contrario es -como tomar el caldo con tenedor. Y creo haberte dicho lo suficiente.</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Con rabia.</i>)—¿Es decir, que -no cejas?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Cómo cejas? ¡Ni cejas ni -narices!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¿Es decir que te empeñas?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Empeñao! ¡Mi hijo será -diestro, mi hija divete! ¡Es mi misión!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¡Tu hijo será impresor, tu -hija modista! ¡Es la mía!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Por estas te juro que no! -(<i>Junta las manos.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¡Por estas te juro que sí! -(<i>Le imita.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Hemos acabao! (<i>Desde la -puerta. Vase foro.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¡Usté lo pase bien! (<i>Con -ira.</i>)</p> - - -<div class="section"> - <h4 title="ESCENA VII"><span class="pagenum" id="Page_129">p. - 129</span>ESCENA VII</h4> -</div> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Feliciana</span> -<i>y</i> <span class="smcap">Acacio</span>. <i>Luego,</i> <span -class="smcap">Antoñita</span>.</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Desolada.</i>)—¡Dios mío; pero -es posible que ni reflexiones, ni amenazas, curen a este hombre de -su ceguera!... ¿Y cómo voy a consentir yo que este loco, trastornao -por el consejo de unos cuantos guasones, nos lleve a la miseria y -a la perdición?... (<i>Llorando.</i>) ¡Dios mío! ¡Dios mío! (<i>Se sienta -junto al velador ocultando la cara con el pañuelo con que seca sus -lágrimas.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Acacio</span> (<i>Con pena.</i>)—¡Pobre mujer!... -¡Y eso que no sabe la metá de la metá! ¡Qué dramas! ¡Amos, que yo no -puedo ver esto! Una mujer traspasá por el dolor, una barbería traspasá -por setecientas pesetas y un servidor traspasao... al arroyo en cuanto -venga el otro amo. Si yo tuviese valor se lo relataba todo. Porque, -¿qué hago yo en la calle? Nada, que se lo digo. Allá voy. (<i>Acercándose -y con voz temblorosa.</i>) Se... se... señá Feliciana.</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—¿Qué te pasa?</p> - -<p><span class="smcap">Acacio</span>.—Que vaya, que quió que lo sepa -usté todo; que el señor Prudencio, a espaldas de usté y con objeto de -allegar recursos pa irse con la Antoñita a París, le ha traspasao al -señor Román, (<i>Feliciana se levanta.</i>) por setecientas pesetas, el -presente salón con tóos los enseres, menos usté y yo, que seremos las -vítimas.</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Aterrada.</i>)—¡Jesús! ¿Qué -dices?</p> - -<p><span class="smcap">Acacio</span>.—Lo que usté oye, <i>ce</i> por -<i>be</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—¡Dios mío!... ¿pero es -posible?</p> - -<p><span class="smcap">Acacio</span>.—<i>Ce</i> por <i>be</i>. Se lo juro a usté -por la memoria de mi santa madre que está en el pueblo.</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Exaltadísima.</i>)—¡Basta! ¡Te -creo! ¡Ese loco es capaz de todo!... ¡Me temía esto! ¡Ay, si no<span -class="pagenum" id="Page_130">p. 130</span> puedo evitarlo, nos ha -perdío pa siempre! (<i>Como tomando una resolución repentina.</i>) ¡Acacio, -la gorra, ponte la gorra!</p> - -<p><span class="smcap">Acacio</span>.—¿Y qué hago?</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—Ponte la gorra y vete -corriendo a la ebanistería de mi hermano y le dices: Señor Leovigildo, -de parte de la señá Feliciana que vaya usté a la barbería en seguida pa -una cosa mu grave. Vuela.</p> - -<p><span class="smcap">Acacio</span>.—Comprendido. Un momento. (<i>Entra -primera izquierda y sale en seguida.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—¡Quién sabe si todavía -podremos evitar esta ruina! ¡Corre por Dios, Acacio! (<i>Vase Acacio -foro.</i>) ¡Virgen del Carmen! ¡Qué locura! ¡Ay, Dios mío, que yo no sé -lo que me pasa! Pero güeno; no hay que amilanarse; pa estas ocasiones -es el carácter. ¿Traspasar el salón, eh?... ¡Ni a pedazos, ni con el -Juzgao, ni hecha harina me sacan de aquí! ¡Lo juro! Y en este mismo -instante se han acabao los toreros y las divetes... pero pa siempre.</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Dentro, cantando.</i>)</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">Retírate por Dios, Pepito...</div> - <div class="verse indent0">Retírate por Dios, que grito...</div> - </div> -</div> -</div> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Que se exalta más al oir a su -hija.</i>)—¡Sí, canta, canta... so gamberra! ¡Ya te daré yo a ti Pepito! -(<i>Llamando.</i>) ¡Antoñita! ¡Antoñita!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Dentro.</i>)—¡Madre!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—Ven aquí, sal.</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—Estoy ensayando.</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—Sal, rica, sal, que te voy a -dar un <i>repaso</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Saliendo.</i>)—Oiga usté, -madre, ya he cogido un cambio de tono pa darle más picardía, misté. -(<i>Cantando.</i>)</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">Retírate por Dios...</div> - </div> -</div> -</div> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Furiosa.</i>)—¡Retírate de mi -vista o te desuello, so tunanta!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_131">p. 131</span></p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Huyendo atemorizada.</i>)—¡Uy, -por Dios! ¿pero qué es eso?</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Que como te oiga yo rebuznar -otra vez u me vuelvas a cantar un tango, es el último día de tu vida, -¡so bribona! ¡Y arza, ahora mismo a ponerte el mantón, que vas a volver -en cá la modista!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Con espanto.</i>)—¡Cómo en cá la -modista!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—¡Yo, yo te voy a llevar de una -oreja! (<i>Todo esto con gran energía.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—¿Pero está usté loca? ¡Una -<i>meso-soplano</i> quitando hilvanes!... ¡En seguida!... ¡No señora; no, -señora, y no, señora!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—¡Ah, sí! ¿Y te vuelves contra -mí? ¡Te voy a arrancar la piel, so tunanta, bribona, holgazana! -(<i>Persiguiéndola furiosa.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Huyendo asustada.</i>)—¡Ay, ay, -ay! ¡Casildo! (<i>A grandes voces.</i>) ¡Padre! ¡Ay, que me quié pegar! -¡Casildo! ¡Casildo!</p> - - -<h4>ESCENA VIII</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichas</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Casildo</span> <i>primera izquierda, interponiéndose entre -las dos</i></p> - -<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>Con solemnidad.</i>)—¡Chits! -¡Quietuz!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—¡La mato! (<i>Casildo la -contiene.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Casildo</span>.—¡Parsimonia! ¿Óbice de la -reyerta?</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—Y tó por no quererse morir una -iznorada en esta porquería de casa, entre pelos y navajas, ¡eso es!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—¿Porquería, eh?... ¡Ya te daré -yo a ti porquería!</p> - -<p><span class="smcap">Casildo</span>.—Señora madre... El libre -albedrío de los hijos es tan respetable como la...</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_132">p. 132</span></p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Rabiosa.</i>)—¿Y qué has -hecho tú del mantón que te llevaste anoche, so golfo? ¡Dilo, dilo en -seguida!</p> - -<p><span class="smcap">Casildo.</span>—¡No entremezclemos!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¿Lo has empeñao, verdá? Lo -mismo que los pendientes de la semana pasá y los juegos de cama de hace -quince días... ¿Y pa eso quiés la turomaquia? Pa dejar tu casa sin un -trapo y vengan borracheras y malas compañías y vagancia y perdición, -¿no es eso? Pues ea (<i>Sujetándole por la solapa.</i>) ¡se acabó el toreo -y mañana a la imprenta a ganarte honradamente una peseta! ¡Porque yo -quiero! ¿Lo oyes? ¡Porque yo lo mando! (<i>Le zarandea.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Casildo.</span>—¡Del dicho al hecho hay que -tomar el tranvía!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Ya frenética.</i>)—¡El tranvía! -¡Vaya, pues ahora mismo! ¡Ya me se ha llenado a mí el costal de ganas! -(<i>Furiosísima.</i>) ¡Lo vas a ver! (<i>De un tocador de la derecha coge unas -tijeras.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Atemorizada.</i>)—¡Pero, -madre!</p> - -<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>Con extrañeza y -terror.</i>)—Señora madre...</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Frenética.</i>)—¡Córtate esa -coleta inmediatamente!</p> - -<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>Aterrado.</i>)—¡Rediez! ¿Pero qué -dice usté? ¿Que me ampute?...</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¡Córtate esa coleta he -dicho, o por la sangre de mis venas que te deshago, so granuja! ¡En -seguida!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>De rodillas, -suplicante.</i>)—¡Ay, madre, la coleta no!</p> - -<p><span class="smcap">Casildo.</span>—¡Que me suelte usté, que no!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¡Que no! ¡Yo te la cortaré, so -vago, tunante, infame! (<i>En un arranque de fiereza le hace inclinarse -contra el suelo y le corta la coleta de un tijeretazo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>Durante la lucha.</i>)—¡No, madre! -¡Mi porvenir! ¡Por Dios!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Tirando la coleta al suelo -después de cortársela.</i>)—¡Así, fuera porquerías!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_133">p. 133</span></p> - -<p><span class="smcap">Casildo</span>.—¡Rediez! (<i>Tocándose la cabeza y -en el colmo del terror.</i>) ¡¡Me la ha cortao!!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Con horror.</i>)—¡Se la ha -cortao!</p> - -<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>Tirado en el suelo y dando un -grito desgarrador.</i>)—¡¡Padre!!</p> - - -<h4>ESCENA IX</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Prudencio</span></p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Entra corriendo asustado por -los gritos.</i>)—¿Qué pasa?</p> - -<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>Sentado en el suelo con -desaliento y señalando la coleta.</i>)—¡Me la ha cortao!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Señalándola también.</i>)—¡De -raíz!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Cogiéndola y con inmenso -pavor.</i>)—¿La coleta? ¿Quién?</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Empuñando valientemente las -tijeras.</i>)—¡¡Yo!!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Aterrado.</i>)—¡Ah! ¡¡Tú!! -¡¡¡Tú!!! ¿Pero tú sabes lo que has quitado de la cabeza a tu hijo, so -imbécil?</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—¡Una tontería! (<i>Con -desprecio.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Frenético.</i>)—¡Ea! ¡Esta -bestialidad colma la medida! Y puesto que te opones bárbaramente a que -tus hijos lleguen a la gloria que Dios les destina, me los llevo de -aquí. ¡Nos vamos de esta casa! ¡No aguanto más!</p> - - -<h4 title="ESCENA X"><span class="pagenum" id="Page_134">p. -134</span>ESCENA X</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos, Leovigildo</span> -<i>y</i> <span class="smcap">Acacio</span> <i>de la calle</i>; <span -class="smcap">Parroquiano</span> 2.º</p> - -<p><span class="smcap">Acacio</span> (<i>Que entra corriendo.</i>)—¡Aquí -está, aquí está su hermano de usted!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—Leovigildo, Leovigildo, ven, -escucha...</p> - -<p><span class="smcap">Leovigildo</span> (<i>Entrando.</i>)—Lo sé todo. -Silencio. Me lo ha contao Acacio en el camino. (<i>A Prudencio.</i>) ¿Pero, -qué has hecho, so insensato? ¿Pero es de veras que has traspasao la -barbería?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—¡Sí, señor! ¡La he traspasao -porque estoy cumpliendo un sacrosanto deber! (<i>Enseñándole la coleta.</i>) -¡En cambio, mira la mutilación bárbara que le ha hecho ese cernícalo a -este monumento! (<i>Enseñándole la cabeza de Casildo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Leovigildo</span>.—¿Y le llamas monumento a una -cebolleta?</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—¡La cebolleta lo será usté!</p> - -<p><span class="smcap">Casildo</span>.—¿Qué dirá el Ciruqui? (<i>Con voz -llorosa.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Leovigildo</span>.—¡Prudencio, vuelve en ti, -reflexiona!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—No tengo na que reflexionar. -Nos vamos de esta casa. Estoy decidido.</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—Sí, señor; vámonos.</p> - -<p><span class="smcap">Casildo</span>.—Nos vamos.</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>A Leovigildo.</i>)—¿Pero estás -oyendo?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—Y conste, que te echarán de la -barbería.</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Con furia.</i>)—¡No hay -quién!</p> - -<p><span class="smcap">Leovigildo</span>.—No la echarán, porque -yo desharé el traspaso devolviendo al señor Román las setecientas -pesetas.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—Haz lo que gustes. Mandaremos -por la<span class="pagenum" id="Page_135">p. 135</span> ropa. ¡Hijos -míos, la gloria nos llama! Yo os llevaré a ella. Vámonos de aquí.</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—¡Madre, no sea usté tonta y -véngase usté a la gloria!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—¡Prudencio, por Dios, mira lo -que haces!... ¡Mira que si sales por esa puerta!...</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—¡Es mi deber! ¡Adiós pa -siempre!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—¡Adiós, madre!</p> - -<p><span class="smcap">Casildo</span>.—¡Qué dirá el Ciruqui! (<i>Vanse -los tres foro.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Llamándolos -acongojada.</i>)—¡Prudencio!... ¡Hijos!</p> - -<p><span class="smcap">Leovigildo</span> (<i>Sujetándola.</i>)—¡Quieta!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Llorando amargamente.</i>)—Pero, -¡si se van!</p> - -<p><span class="smcap">Leovigildo</span> (<i>Con energía.</i>)—¡Deja que se -vayan! ¡Muérdete el corazón, pero tú aquí, a conservar la libreta! ¡Es -tu deber serio y honrao! ¡Que se vayan! Pué que sea mejor; así probarán -dónde está la verdá, si en las ilusiones tontas, o en el trabajo -humilde y verdadero. ¡Y poquitas lágrimas!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—Es verdá. Tiés razón. Ellos lo -quieren; ¡que Dios los ampare! (<i>Sin dejar de sollozar.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Parroquiano</span> 2.º (<i>Entrando.</i>)—¿Me pueden -afeitar?</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—Sí, señor. Acacio, afeita a -este caballero.</p> - -<p><span class="smcap">Acacio</span>.—Pase aquí. (<i>El Parroquiano se -sienta en el tocador de la izquierda y Acacio le afeita.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Leovigildo</span>.—Y tú, a tu trabajo, como si -tal cosa. Voy a hablar con el señor Román. Vuelvo en seguida.</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—Gracias, Leovigildo. Pero, -¡esos hijos!... ¡ingratos!... ¡sin mí!... (<i>Llorando.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Leovigildo</span>.—Adentro, a lo tuyo, y calma. -(<i>La lleva hasta primera izquierda.</i>) ¡Hasta luego! (<i>Vase foro. Acacio -queda afeitando al parroquiano y limpiándose las lágrimas.—Cae el telón -pausadamente.</i>)</p> - - -<div class="chapter"> -<p class="mt2"><i>Empieza un preludio en la orquesta, y al terminar el -motivo del tango, se levanta la cortina y aparece<span class="pagenum" -id="Page_136">p. 136</span> un telón blanco, y, pegado en él, un gran -cartel de color que dirá</i>:</p> -</div> - -<div class="cartel"> - - <p class="centra fs120 ws1 mt05">SALÓN MADRILEÑO</p> - - <hr class="tir" /> - - <p class="centra ws1">Debut sensacional en la cuarta función</p> - - <hr class="tir" /> - - <p class="centra fs150 ws1">LA BELLA ANTOÑITA</p> - - <p class="centra fs75 ws1 mt05">mono-cuple tanguista</p> - - <p class="centra g1 ws1 mt05">NUEVA ESTRELLA</p> - - <p class="dcha ws1 mt1">No faltéis</p> - -</div> - -<p class="mt1"><i>Al terminar el preludio, se alza el telón del anuncio y -aparece el</i></p> - - -<h3>CUADRO SEGUNDO</h3> - -<p class="donde">La escena representa el escenario de un salón -«Music-Hall» visto de costado. El telón de boca del supuesto escenario -figura estar al lado izquierdo del verdadero, ocupando desde la -se<span class="pagenum" id="Page_137">p. 137</span>gunda caja hasta el -foro, y, por consecuencia, el foro simulado ocupa iguales términos a la -derecha. Los bastidores de este escenario se verán de canto, ocupando -el centro de la escena, a distancias simétricas y con varales de luz -tras ellos. En primer término, a la izquierda y cerca del supuesto -telón, la taquilla de la luz eléctrica. A la derecha una puerta -practicable, que se supone da a un pasillo, con cuartos de artistas. La -decoración supuesta será una selva.</p> - - -<h4>ESCENA PRIMERA</h4> - -<p class="quienesj"><i>Al hacerse la mutación aparecen dos o tres</i> <span -class="smcap">Carpinteros</span> <i>acabando de colocar la decoración. -El</i> <span class="smcap">Electricista</span> 2.º <i>colocando bombillas -de luz en los varales. El</i> <span class="smcap">Electricista</span> -1.º <i>manipulando en la taquilla de la luz.</i> <span -class="smcap">Rodríguez</span>, <i>representante de la empresa, mirando -por el agujero del telón.</i></p> - -<p><span class="smcap">Carpintero</span> 1.º (<i>A los otros.</i>)—¡Amos, -rediez, que sus dormís! (<i>Mirando hacia las bambalinas y con voz más -fuerte.</i>) Manolo, pon el foro.</p> - -<p><span class="smcap">Una voz</span> (<i>Desde arriba.</i>)—¿El japonés?</p> - -<p><span class="smcap">Carpintero</span> 1.º—No, hombre, la selva. -(<i>Cae desde arriba un telón que ventea el Carpintero 1.º, colocándolo -en su sitio.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Electricista</span> 2.º (<i>Al primero.</i>)—¿Qué luz -se le da a la debutanta?</p> - -<p><span class="smcap">Electricista</span> 1.º—P’al tango dicen que la -demos el rojo; pa los <i>coplés</i> la daremos el verde.</p> - -<p><span class="smcap">Electricista</span> 2.º—Pues prueba a ver.</p> - -<p><span class="smcap">Electricista</span> 1.º (<i>Dando luz -verde.</i>)—¿Va?</p> - -<p><span class="smcap">Electricista</span> 2.º—Sí, apaga. (<i>Se apaga la -luz verde.</i>)</p> - - -<h4 title="ESCENA II"><span class="pagenum" id="Page_138">p. -138</span>ESCENA II</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Empresario</span>, <i>que sale primera derecha</i></p> - -<p><span class="smcap">Empresario</span> (<i>Con acento -catalán.</i>)—“¡Rodrígues! ¡Rodrígues!”</p> - -<p><span class="smcap">Rodríguez</span> (<i>Deja de mirar por el telón. -Habla con acento andaluz.</i>)—¿Qué quié osté?</p> - -<p><span class="smcap">Empresario</span>.—Oiga, miri, que se dé la -entrada a escape y curriendo, ¿sabe? ¡Que vamos con una mica de retraso -y me tengo al ispetor detrás de las urejas!</p> - -<p><span class="smcap">Rodríguez</span>.—Oiga osté, ¿y qué tar de -gente, don Manué?</p> - -<p><span class="smcap">Empresario</span>.—Va a haber un llenaso de -bote en bote. Pero miri, no es estraño: cuarta sesión y debut... ¡as -claro!</p> - -<p><span class="smcap">Rodríguez</span>.—Y qué, ¿ha visto osté vestía a -esa niña?</p> - -<p><span class="smcap">Empresario</span>.—Ahora vengo de su <i>camarino</i>, -y qué quiere que le diga, como mona es mona.</p> - -<p><span class="smcap">Rodríguez</span>.—Pero oiga osté, que yo la he -visto ensayar esta tarde y... (<i>Gestos de duda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Empresario</span>.—Miri, miri, déjese de -cuentos; el caso es que da un lleno, que es lo que se buscaba, y si la -matan que la maten, ¿sabe? A nosotros, ¿qué?</p> - -<p><span class="smcap">Rodríguez</span>.—En eso tié osté rasón.</p> - -<p><span class="smcap">Empresario</span>.—Lu que se busca, y nada -más... ¡hombre! Ande, avise.</p> - -<p><span class="smcap">Rodríguez</span>.—Voy allá. (<i>Vase primera -derecha.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Empresario</span> (<i>Al Carpintero</i> 1.º)—¿Está -todo listo?</p> - -<p><span class="smcap">Carpintero</span> 1.º—Todo, sí, señor. (<i>Vase el -empresario por el foro. Suena fuera un timbre eléctrico.</i>)</p> - - -<h4 title="ESCENA III"><span class="pagenum" id="Page_139">p. -139</span>ESCENA III</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Polinio</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Prudencio</span></p> - -<p><span class="smcap">Polinio</span> (<i>Sacando casi en brazos a -Prudencio.</i>)—¡Vamos, hombre! ¡Pero no te pongas así! ¿Pero qué te -pasa?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Temblando de miedo y con voz -acongojada.</i>)—¡Ay, Polinio! ¿Que qué me pasa?... ¡Pues que a medida -que va llegando la hora del debut de mi hija, me se está poniendo un -amargor de boca, y tengo un vacío de estómago que me muero! ¡Mira cómo -tiemblo!</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¿Pero hombre, qué has hecho de -aquellos bríos?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Ay, no sé, no sé! ¡Ay, -Polinio de mi alma, oye! ¿Tú crees en serio que gustará la chica?</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Pues no ha de gustar! La chica -es un asombro de gracia. ¿Qué digo un asombro? ¡un aspaviento!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Con voz entrecortada.</i>)—¡Ay, -Polinio, no te choque esta emoción! Tú no sabes lo que es ver a una -celebridad y decir: ¡eso es un engendro mío!</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Me lo explico! Y además que -comprendo tu miedo; porque si por una de esas cosas, que no lo mande -Dios, la chica no gustase...</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Calla, hombre! (<i>Aterrado y -nervioso le da un puñetazo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡No, si hablo en <i>pletérito!</i> -¡Calcúlate tu situación! Sin dinero y sin barbería; porque aunque tu -mujer siga con ella, con la Feliciana no hay que contar.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Como que ayer me la encontré, -me miró el saqué, se echó a reir y me volvió la cara!... ¡figúrate! -(<i>Se oye un gran rumor detrás del supuesto<span class="pagenum" -id="Page_140">p. 140</span> telón, rumor que remeda con la mayor -exactitud al del público cuando invade un teatro: escúchanse -entre el natural vocerío estas frases:</i> ¡Acomodador... a ver mi -asiento!—¡Caramelos y bombones!—¡El <i>Heraldo</i>!... <i>Sin cesar en -absoluto, se atenúan los rumores del público supuesto, para que no se -pierda el diálogo.</i>) ¡Ay! ¿oyes? ¿qué ruido es ese? ¿qué pasará? ¿qué -es? (<i>Impaciente.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—Voy a ver. (<i>Se acerca, mira por -el agujero del telón y dice con mucha alegría.</i>) ¡La gente, la gente -que entra!... ¡Ya están entrando!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Asustado y -tembloroso.</i>)—¿Entran ya? ¡Ay! ¡ay, qué emoción!</p> - -<p><span class="smcap">Polinio</span> (<i>Que sigue mirando.</i>)—¡Y qué -buen público! ¡Va a estar lleno!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Ay! ¡Aquí quisiá yo ver a -la Feliciana, a ese ser egoísta y bárbaro, que estará a estas horas -roncando en su cama muy tranquila! ¡Ay, qué temblor! ¡Ay, que no creí -que era esto tan emocionante! (<i>Se escuchan bastoneos y muestras de -impaciencia en el público.</i>) ¡Oye!... (<i>Los dos atienden.</i>) ¿Qué pasa -ahora?</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Que se cansan de esperar! ¡Como -no empiezan!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Ay, pues que empiecen, que -empiecen!... (<i>Muy nervioso, y recorriendo el escenario dice a grandes -voces.</i>) ¡Que empiecen! ¡Que empiecen!</p> - -<p><span class="smcap">Polinio</span> (<i>Conteniéndolo.</i>)—¡Calla, -hombre!</p> - - -<h4>ESCENA IV</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> -<i>y</i> <span class="smcap">Rodríguez</span>; <i>luego</i> -<span class="smcap">Antoñita</span>; <i>después</i> <span -class="smcap">Empresario</span> <i>y luego el</i> <span -class="smcap">Inspector</span>; <i>por último,</i> <span -class="smcap">Trianón</span></p> - -<p><span class="smcap">Rodríguez</span> (<i>Saliendo. A Prudencio.</i>)—¿Y -la Antoñita?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Ya debe estar; ya debe estar -vestida!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_141">p. 141</span></p> - -<p><span class="smcap">Rodríguez.</span>—¡Voy a avisarla, que empieza -ella! (<i>Acercándose a la puerta derecha.</i>) ¡Antoñita! ¡Antoñita! -(<i>Llamando a voces.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Dentro.</i>)—¡Voy, voy en -seguida!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Ay, Polinio, llegó el -momento! ¿Qué será de nosotros?</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Ánimo, Prudencio! ¡El porvenir -es tuyo!</p> - -<p><span class="smcap">Rodríguez</span> (<i>Asomándose por el agujero -del telón.</i>)—¡Molina, la sinfonía! (<i>Se oye a poco un vals al piano. -Antoñita sale por la puerta de la derecha, vestida de “coupletista”, -con un traje corto, verde y rosa, de muy mal gusto; lleva muchas flores -en la cabeza; saca en la mano un sombrero cordobés. Viene radiante de -alegría.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Ya estoy! ¿qué les paece a -ustedes el trajecito? (<i>Contoneándose muy satisfecha.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Precioso! ¡Una monada! ¡Una -divinidaz!...</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Oye, ¿no será demasiao verde -pal público?</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Enfadada por la -observación.</i>)—¡Qué va a ser! ¿Usté qué sabe? ¡Ya verá usté en cuanto -me vean qué murmullo! ¡<i>Pal</i> teatro cosas vivas! ¡En vestir las voy a -dejar a todas así!... (<i>Empequeñecidas.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Sí, hija; si pué que -tengas razón. Pero yo es que ya no veo de miedo. ¡Mira qué temblor! -(<i>Enseñándole la mano temblorosa.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Enfadada.</i>)—¡Caramba, padre! -¡pero qué pesao está usté con el miedo! ¡Jesús! que lo tuviese yo, -güeno; ¿pero usté?... ¡Si sabré yo lo que va a pasar! ¡Un delirio en -cuanto me vean y me oigan! y es que lo mismo me se da a mí del público -este que del del Real, que el de cualsiquier lao. La cuestión pa gustar -es atractivo, y desenvoltura, y cosas modernistas... ¡y déjeme usté a -mí!... ¿Que todas saludan de esta manera? (<i>Hace un saludo vulgar.</i>) -¡Pues yo así!... (<i>Hace un saludo raro moviendo la cabeza hacia la -izquierda muy rápidamente y con<span class="pagenum" id="Page_142">p. -142</span> una sonrisa más rara que el saludo todavía.</i>) ¡que tié -más novedad! ¡y con esto y dos o tres ademanes que ha estudiao una -servidora, el público en el bolsillo de una servidora!... ¡Va usté a -verlo!</p> - -<p><span class="smcap">Polinio</span> (<i>Con entusiasmo.</i>)—¿Pero no te -animas de oirla?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—No; si yo también estoy -seguro... pero... vaya... es que...</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Paece mentira! ¡Dudar de -mí!... ¡Si gusto, como gustaré, no le vuelvo a mirar a usté a la -cara!... ¡Merecía usté tener una hija tonta!</p> - -<p><span class="smcap">Rodríguez</span> (<i>Acercándose.</i>)—¡Prevenida -Antoñita!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Preparándose.</i>)—¡Venga ya! -(<i>Acercándose a la primera caja.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Rodríguez.</span>—¡Arriba el telón! (<i>Sube el -telón y se llena de luz el escenario.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Casi llorando.</i>)—¡Ay, cómo me -ha herido esa luz! ¡Hija mía, Dios te bendiga!</p> - -<p><span class="smcap">Polinio</span> (<i>A Antoñita.</i>)—¡Ánimo!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Me sobra! (<i>Con -indiferencia.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Rodríguez.</span>—¡Fuera! (<i>Antoñita sale a -escena, saluda y se oye un aplauso prolongado. Los personajes que -están en escena y dos o tres tramoyistas quedan entre cajas de topes y -arrojes mirando a Antoñita.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¿Lo ves? (<i>Con viva satisfacción -y abrazando a Prudencio.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Desde escena, sonriendo a su -padre con disimulo.</i>)—¿Ve usté el efecto del saludo?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Qué aplauso! (<i>Muy -alegre.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Rodríguez.</span>—¡Tenemos una gran <i>clac</i>! -(<i>Prudencio, indignado, le da un cogotazo. El piano deja oir un tango -y Antoñita empieza a bailarlo muy mal y con ademanes raros; se pone -el cordobés y se le cae en dos ocasiones. Se oyen en el público risas -prolongadas.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Con angustia.</i>)—¡Ay, paece -que se ríen! ¿Qué será?... ¿Qué es?... ¿Qué es?... ¿Qué es?...</p> - -<p><span class="smcap">Rodríguez.</span>—No sé... ¡voy a ver! (<i>Vase a -mirar por detrás del foro.</i>)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_143">p. 143</span></p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Nada, que se conoce que hace -gracia, que gusta!... ¡Que les ha chocao lo del sombrero! (<i>Se acentúan -las risas en el público y se escuchan toses burlonas.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Ay, Polinio, que paece -pitorreo! (<i>Lo dice muy azorado.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡No, hombre, qué va a ser!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Sin dejar de bailar se -acerca a la caja donde está su padre, y al dar una vuelta, dice muy -rápidamente y con cara de angustia que trueca en seguida en el gesto -sonriente que pone constantemente al público.</i>)—¡Se me ha desatao una -cinta! (<i>Habla con gran rapidez.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Recontra! (<i>Aterrado. A -Antoñita.</i>) ¿Salgo a atártela?</p> - -<p><span class="smcap">Polinio</span> (<i>Sujetándole.</i>)—¡No por Dios! -¿Dónde vas? (<i>Siguen en el público las toses y las risas.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Que se esperen un poco y ven -y te la ato!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Que baila ya -azoradísima.</i>)—¡No sé de dónde es!</p> - -<p><span class="smcap">Una voz</span> (<i>En el público.</i>)—Pero, ¿quién -te ha vestido?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡No sigas!... ¡Ven, ven, -Antoñita!</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Calla, hombre, calla, por Dios! -¡Que la azaras!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Sin dejar de bailar.</i>)—¡Y me -se está cayendo una liga!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Dios mío!</p> - -<p><span class="smcap">Una voz</span> (<i>Atiplada, del público.</i>)—¡Pero -si eso es una niñera!</p> - -<p><span class="smcap">Otra voz.</span>—¡Asaura!</p> - -<p><span class="smcap">Voces.</span>—¡Callarse!</p> - -<p><span class="smcap">Otras.</span>—¡Fuera la <i>clac</i>! (<i>Siguen rumores -fuera.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Bailando cada vez peor y casi -llorando ya.</i>)—¡Ay, que me muero de angustia!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Éntrate, éntrate y no -sigas!</p> - -<p><span class="smcap">Rodríguez.</span>—¡Deje usté de bailar! ¡El -cuplé, el cuplé en seguida! ¡Pronto, el cuplé, Antoñita! ¡Valor! -(<i>Todos hablan a un tiempo, el público grita y patea;<span -class="pagenum" id="Page_144">p. 144</span> Antoñita, cada vez más -azorada, hace un desplante ridículo y termina el baile entre carcajadas -y voces de burlona aprobación. El piano preludia el cuplé.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Polinio</span>.—¡Duro en el cuplé, que te haces -con el público!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Furioso y a gritos y -desesperado.</i>)—¡Gritarla, con lo que vale esa criatura! ¡Porque lo -vale! ¡A qué andar ya con modestias! ¡Lo vale, sí, señor! ¡Lo vale!</p> - -<p><span class="smcap">Rodríguez</span>.—¡Calle usté ahora! (<i>Antoñita -empieza a cantar con voz temblorosa.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—(<i>Cantando.</i>)</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">¡Ay, que me voy a morir!</div> - <div class="verse indent0">¡y tú me vas a matar!</div> - <div class="verse indent0">¡Ay!... (<i>Hace un gallo.</i>)</div> - </div> -</div> -</div> - -<p><span class="smcap">Una voz</span> (<i>Del público.</i>)—¡Qui-qui-ri-quí! -(<i>Risa general.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—¡Cochinos! ¡Dejarme salir!... -¡Cerdos!</p> - -<p><span class="smcap">Polinio</span>.—¡Cállate, Prudencio!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—(<i>Cantando con voz llorosa.</i>)</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">El moreno que me enloquecía</div> - <div class="verse indent4">se casa pa Mayo,</div> - <div class="verse indent0">que yo <i>iznore</i>, por Dios, la noticia</div> - <div class="verse indent4">si no me desmayo.</div> - <div class="verse indent0">¡Ay, los hombres, mamaíta, mamaíta</div> - <div class="verse indent4">de mi corazón!</div> - </div> -</div> -</div> - -<p><span class="smcap">Una voz</span>.—¡Ande usté a vender décimos!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—¡Insúltalos! ¡Ladrones! -¡Asesinos! (<i>Frenético de ira.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Cantando.</i>)</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">¡Qué embusteros, qué falsos, qué pillos,</div> - <div class="verse indent4">qué pérfidos son!</div> - </div> -</div> -</div> - -<p class="ti0">(<i>Acercándose.</i>) ¡Ay, padre, que yo estoy muy -mala!...<span class="pagenum" id="Page_145">p. 145</span> ¡Yo me -muero! (<i>Intenta cantar otra vez, desafina y se produce un pateo -formidable, voces e insultos.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Rodríguez.</span>—¡Al <i>Pepito</i>! ¡Al <i>Pepito</i>!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Cantando.</i>)</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">Retírate, por Dios, Pepito,</div> - <div class="verse indent0">retírate, por Dios, que grito.</div> - </div> -</div> -</div> - -<p><span class="smcap">Una voz</span> (<i>Del público.</i>)—¡Retírate tú!... -(<i>Risas, toses, aullidos.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Llorosa, sofocada y -sin saber lo que hace deja de cantar y grita dirigiéndose al -público.</i>)—¡Indecentes! (<i>Vocerío espantoso, gritos, imprecaciones. Cae -el telón. Llorando, acongojada se abraza a Prudencio.</i>) ¡Ay, padre de -mi alma, que creo que no he gustao!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Sosteniéndola en sus -brazos.</i>)—¡Pues no has de gustar hija mía!... ¡Han sido dos o tres!... -¡Morrales! ¡Golfos!... ¡No llores, hija!</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Cálmate, cálmate, Antoñita! -(<i>Sigue oyéndose fuera un alboroto horrible.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Angustiadísima.</i>)—¡Ay, agua, -agua, que me ahogo!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Suplicante.</i>)—¡Por Dios! ¡Por -caridad! ¡Un poco de agua!</p> - -<p><span class="smcap">Empresario</span> (<i>Saliendo primera derecha -hecho una fiera.</i>)—¡Nos ha perdido! ¡Insultar al público! ¿Qué ha hecho -usted?</p> - -<p><span class="smcap">Polinio</span> (<i>Con ira.</i>)—¡Qué sabe la -chica!</p> - -<p><span class="smcap">Rodríguez</span> (<i>Sin dejar de mirar por el -telón.</i>)—¡Y no callan!</p> - -<p><span class="smcap">Empresario.</span>—Pero, ¿qué quieren?</p> - -<p><span class="smcap">Rodríguez.</span>—¡Rompen las butacas! (<i>Miran -los dos por el telón.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Ay, a mi casa! ¡Llevarme a mi -casa! ¡Yo me muero aquí, me ahogo! ¡Vámonos!</p> - -<p><span class="smcap">Inspector</span> (<i>Furioso.</i>)—¡La empresa! ¡A -ver, la empresa inmediatamente!</p> - -<p><span class="smcap">Empresario.</span>—¡Servidor!</p> - -<p><span class="smcap">Inspector</span> (<i>Con tono imperativo.</i>)—Es -necesario<span class="pagenum" id="Page_146">p. 146</span> que -esta señorita salga inmediatamente a pedir perdón al público, -inmediatamente.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Frenético de coraje.</i>)—¿Qué? -¿Mi hija a pedir perdón a esos golfos? ¡Primero me ahorcan!</p> - -<p><span class="smcap">Inspector.</span>—O pide perdón, o me la llevo -detenida inmediatamente.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Detenida mi hija! -(<i>Furioso.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Sollozando y aterrada.</i>)—¡Ay, -no por Dios, perdón!... ¡Ay, no padre, detenida no! ¡Ay, que no me -lleven, por Dios! (<i>Se abraza a su padre como quien se refugia de un -peligro.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡No hija; me matarán antes!</p> - -<p><span class="smcap">Inspector.</span>—Pues que salga -inmediatamente.</p> - -<p><span class="smcap">Empresario.</span>—Sí, hombre, que salga; verá -usted, si no cuesta nada. (<i>Empujando a Antoñita.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—Sí, hombre, es mejor, déjala. -(<i>Trata de que Prudencio suelte a su hija, que es zarandeada por unos y -otros.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Mi hija humillada!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Sí, señor; deje usted, padre, -saldré! ¡Después de todo, he faltao! Así no se me llevarán, ¿verdá? -¡Que suban el telón! ¡Ay, sostenerme! (<i>Desfallecida, sin poder casi -andar.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Rodríguez.</span>—¡Arriba el telón! (<i>Sube el -telón.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Empresario.</span>—Vamos. (<i>Empujándola.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Sale trémula, cogida a los -bastidores; al verla el público protesta y grita.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Voces.</span>—Chist... (<i>Imponen silencio.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Entre el hipo amargo de un -llanto mal contenido.</i>)—¡Re... re... respetable público!... ¡Perdón! -(<i>Se echa a llorar amargamente y cae arrodillada. Baja el telón en -silencio.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Sale a cogerla.</i>)—¡Canallas! -¡Asesinos! (<i>Llorando.</i>) ¡Hija mía! ¡Yo, yo tengo la culpa! ¡Perdón, -hija mía! ¡Perdóname! ¡Insultarme a mí!... ¡Matarme a mí, si queréis... -pero a este peazo e mi alma!... (<i>Llora.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Vamos, vámonos! (<i>Sacándolos -del escenario.</i>)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_147">p. 147</span></p> - -<p><span class="smcap">Empresario.</span>—¡Vaya, fuera, fuera, -despejar! (<i>Los empuja a un rincón.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Rodríguez.</span>—¡Libre la escena! (<i>Empujando -a todos.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Ay, sí... nos echan!... -(<i>Angustiadísima.</i>) Vámonos... ¡pero con mi madre!... ¡Llevarme con mi -madre!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Sí, hija, sí! Polinio, trae -la ropa en un rebuño.</p> - -<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Voy en seguida! (<i>Vase puerta -derecha.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Empresario</span> (<i>Empujándolos.</i>)—¡Libre el -paso! (<i>A Rodríguez.</i>) Que salga la Trianón y les cante la pulga, a ver -si los contenta.</p> - -<p><span class="smcap">Rodríguez.</span>—¡Trianón! ¡Trianón! (<i>Dando -voces primera derecha.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Trianón</span> (<i>Saliendo.</i>)—Aquí estoy. (<i>Viste -de cupletista.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Rodríguez.</span>—¡Sugestiva, niña, sugestiva: a -ver si los amansas!</p> - -<p><span class="smcap">Trianón.</span>—Conmigo <i>hocican</i>... Verá osté. -Arriba er trapo. (<i>Esto último lo dice mirando arriba.—Se levanta -el telón, se oye el tango, empieza a bailar y se oyen voces en el -público.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Voces.</span>—¡Esto, esto!... ¡Ahí lo bueno!... -¡Tu madre!... ¡Olé!... (<i>La Trianón baila de un modo descocado e -indecente.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Polinio</span> (<i>Sale, puerta derecha, con un -lío de ropa y el mantón, y se acerca donde están Prudencio y Antoñita -abrazados.</i>)—¡Vámonos! (<i>En este momento hace la Trianón un desplante y -el público aplaude, quedando luego en silencio.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Llorando.</i>)—¡Cómo la aplauden -a esa! ¿Por qué no habré gustao yo así, padre?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Con amargura.</i>)—¿Que por qué -no has gustao así? ¡Pues porque Dios no me ha querido castigar del -todo, hija mía! (<i>Salen por detrás del telón del foro. Sigue bailando -la Trianón y el público jaleándola.</i>)</p> - -<p class="mushab"><b>Mutación</b></p> - -<hr class="chap0" /> - - -<div class="chapter"> - <p><span class="pagenum" id="Page_148">p. 148</span></p> - <h3>CUADRO TERCERO</h3> -</div> - -<p class="centra fs90">Calle corta de los barrios bajos de Madrid. Es de noche.</p> - - -<h4>ESCENA PRIMERA</h4> - -<p class="quienesj"><i>La <span class="smcap">Señá Feliciana</span> dando muestras de impaciencia -y de extremada curiosidad pasea por la calle envuelta -en un mantón. Se para, se acerca a menudo al primer -término izquierda y mira.</i></p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—¡Ay, Dios mío! ¡Cuánto tarda -ese chico! ¿Qué habrá pasao?... ¡Los menutos se me hacen siglos! -¡Ay, Jesús Nazareno de mi alma, Dios quiera que haiga gustao esa -chica!... ¡Su padre me creerá tan tranquila roncando en la cama, le -conozco y llevo un diíta que no sé cómo me tengo en pie!... Porque -yo lo odio; odio eso de <i>ercenarios</i> y de públicos, bien lo sabe la -Virgen Santísima, pero así de que recibí el recao de que la chica -debutaba esta noche, le puse dos velas a la Virgen, le recé un rosario -y le pedí... ¡paece mentira que se lo pidiera yo!... ¡le pedí que la -aplaudiesen, que la llenasen el <i>ercenario</i> de flores, de coronas, de -tóo lo mejor que haiga en el mundo! ¡No por mí, bien lo sabe Dios! ¡Por -ella, na más que por ella, por su bien y por su alegría! ¡Hija de mi -alma! (<i>Se seca los ojos con el pañuelo y mira a la izquierda.</i>) ¡Ay! -¿es aquél?... ¡Sí, aquél es! ¡Gracias a Dios! ¡Acacio!... ¡Aquí, aquí -estoy! (<i>Llamándole con la mano.</i>)</p> - - -<h4 title="ESCENA II"><span class="pagenum" id="Page_149">p. -149</span>ESCENA II</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dicha</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Acacio</span><i>, que sale por la izquierda, con el traje -descompuesto y con las narices hinchadas; jadeante.</i></p> - -<p><span class="smcap">Acacio.</span>—¡Señá Feliciana!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Cogiéndole la mano con gran -impaciencia.</i>)—¿Qué, qué ha pasao?</p> - -<p><span class="smcap">Acacio.</span>—Pu... pu... pues nada, que...</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¿Te has caído?</p> - -<p><span class="smcap">Acacio.</span>—¡Yo no!... ¡Ha sido que!... -¡Espere usté que respire! (<i>Toma aliento.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¿Pero ha gustao la chica?... -¡Pronto, dilo pronto!</p> - -<p><span class="smcap">Acacio</span> (<i>Titubeando y sin saber qué -decir.</i>)—No... si... la... la chica... como gustar la chica... le diré -a usté...</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¿Qué?</p> - -<p><span class="smcap">Acacio.</span>—Que al principio, sí, señora, ha -gustao.</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¿Y luego?</p> - -<p><span class="smcap">Acacio.</span>—Luego también... ¿sabe usted?... -Al menos a mí.</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Bueno, ¿y al público, y al -público?</p> - -<p><span class="smcap">Acacio.</span>—Sí... sí, señora... al público, -mucho... Sino que aunque ha gustado un poco, yo que usté en cuanto -llegase a casa, lo que es las dos velitas de la Virgen, ¡puf! ¡puf!... -(<i>Hace la acción de soplar.</i>) ¡Apagás!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¡Pero, ay, no me asesines! -¡Habla! ¿Qué es lo que ha sucedío con la chica?</p> - -<p><span class="smcap">Acacio.</span>—Pues na; tóo ha sío por culpa de -uno; un guasón de patillas que estaba en delantera. Verá usté cómo ha -pasao la cosa. Se alza la cortina, se presenta la Antoñita de verde, -que estaba pa comérsela, con permiso de usté, y rompo yo sólo en un -aplauso nu<span class="pagenum" id="Page_150">p. 150</span>trido, y me -sigue el público; ella, en vez de saludar, hace una cosa así elegante -con la cabeza, (<i>Imita el saludo de Antoñita.</i>) como si <i>estornudara</i>, -y va el guasón de las patillas y dice:—¡<i>Jesús</i>!—Y yo digo:—¡<i>Fuera -ese</i>! y me sigue el público y le echan. Encomienza a bailar la chica, y -en esto me veo que se la salía una cinta por la abertura de la falda... -y van, y se ríen las butacas. La Antoñita, algo azará canta, se le va -una nota que yo no sé si era un <i>re</i> o un <i>sí</i>, aunque creo que <i>sí</i>, y -al dar el <i>gallo</i>, se armó el <i>maremanun</i> en el público. Risas, toses, -patadas, ladridos... Ella se sofoca, se echa a llorar, yo aplaudo, me -sigue el público; les llamo ¡<i>cochinos</i>!... y me sigue el público... me -sigue el público y me da una paliza en el <i>fuayere</i>, con grabaos en el -texto como salta a la vista. Y el final no lo he visto. No lo he visto -por dos razones: primera, porque misté cómo tengo este ojo; y segunda, -porque me echaron los guardias a la calle; y me he venido corriendo pa -tranquilizarla a usté como lo hago; porque como gustar, la verdá es que -la chica ha gustao. ¡Al menos a mí!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Que durante el relato -anterior expresa con gestos el convencimiento del desastre, dice con -energía.</i>)—¡Bueno, no me digas más! ¡Lo que yo me temía! (<i>Sigue -furiosa como hablando consigo misma.</i>) ¿Lo ves, infame, ladrón, -asesino, mal padre?... ¿Lo ves? ¿Lo estás viendo? ¡Amarga es la -<i>leción</i>... pero quién sabe si Dios lo habrá hecho! ¿Dónde habrán -ido?... ¿Qué será de ella?... ¡Pobre hija mía! (<i>Vase derecha.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Acacio</span> (<i>Que ha dicho la anterior escena -con el sombrero en la mano, intenta ponérselo de varias maneras sin -conseguirlo.</i>)—¡Rediez con el <i>debutito</i>! ¡Na, que póngame el sombrero -como me lo <i>póngamelo</i>, me encuentro con una dificultad del tamaño -de una nuez! No, lo que es como debute otro día, voy de mantilla. -¡Palabra! (<i>Vase corriendo por la derecha.</i>)</p> - -<p class="mushab"><b>Mutación</b></p> - -<hr class="chap0" /> - -<div class="chapter"> - <p><span class="pagenum" id="Page_151">p. 151</span></p> - <h3>CUADRO CUARTO</h3> -</div> - -<p class="donde">Plaza en los barrios bajos de Madrid. Desembocan en -ella distintas callejuelas. A la izquierda; en segundo término, una -puerta practicable cerrada, y sobre ella un rótulo que dirá «Barbería». -Sobre la puerta cuelgan dos bacías de cartón. Es de noche. Los faroles -de la plaza y de las callejuelas encendidos. La luna ilumina con suave -claridad la parte izquierda del escenario.</p> - - -<h4>ESCENA PRIMERA</h4> - -<p class="quienesj"><span class="smcap">El Sereno</span> <i>y un</i> <span -class="smcap">Cafetero</span> <i>ambulante. Al levantarse el telón -aparece el</i> <span class="smcap">Sereno</span> <i>sentado en un portal -leyendo un periódico a la luz del farol. Se oye a lo lejos el pregón -del</i> <span class="smcap">Cafetero</span>.</p> - -<p><span class="smcap">Cafetero</span> (<i>Hablado con música.</i>)—¡Cafeeé -calienteeeé!... ¡Cafeeé!... (<i>Sale a escena.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Sereno.</span>—¡Hola, tú!</p> - -<p><span class="smcap">Cafetero.</span>—¡Adiós, Pepe!</p> - -<p><span class="smcap">Sereno.</span>—Échate un vasito.</p> - -<p><span class="smcap">Cafetero</span> (<i>Sirviéndole.</i>)—¡Vaya una helá -que está cayendo!</p> - -<p><span class="smcap">Sereno.</span>—¡Anda, que de peores han de caer! -¡Ahora escomienza el invierno! (<i>Bebe el café.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Voz</span> (<i>Lejos.</i>)—¡Serenooó!</p> - -<p><span class="smcap">Sereno</span> (<i>Fuerte.</i>)—¡Vaaá!... (<i>Pagando.</i>) -¡Toma! (<i>Vase foro izquierda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Cafetero.</span>—¡Hasta mañana! (<i>Vase foro -derecha.</i>) ¡Cafeeé calienteeé... cafeeé!</p> - - -<h4 title="ESCENA II"><span class="pagenum" id="Page_152">p. -152</span>ESCENA II</h4> - -<p class="quienesj"><i>El</i> <span class="smcap">Señor Prudencio</span> -<i>y</i> <span class="smcap">Antoñita</span>. <i>Al desaparecer el</i> <span -class="smcap">Cafetero</span>, <i>aparecen por el extremo de la calle del -foro el señor Prudencio, embozado en su capa y Antoñita, arrebujada en -un mantón, con una toquilla en la cabeza y un lío de ropa en la mano. -Andan vacilantes y como temerosos de llegar a la barbería</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Llorosa y sosteniéndose en el -brazo de su padre.</i>)—¡Ay, padre de mi alma, yo no puedo más!... ¡Tengo -un temblor y un frío!... ¡Yo no me muevo de aquí! (<i>Se sienta en el -quicio de una puerta al lado de la barbería.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Muy conmovido.</i>)—Pero oye, -rica, ¿por qué no nos vamos en cá el señor Polinio, donde estábamos, y -mañana de día vienes tú solita?</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Ay, no, padre; no se empeñe -usté! ¡Yo estoy muy mala! ¡Yo quiero subir a casa! ¡Yo no estoy fuera -de mi madre ni un <i>menuto</i> más, no señor!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Pero no comprendes, hija, -que después de lo que nos acaba de pasar y siendo tu madre dueña de -la barbería, yo ya no puedo entrar ahí más que a que me pelen? ¡y -carcúlate si me coge tu madre, me rapa!... ¡y con razón!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Ay, qué temblor! -(<i>Tiritando.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Llamaremos al sereno y entras -tú, ¿quieres? ¡Yo... yo voy a dar un paseo!... (<i>Llorando.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Se levanta y le abraza.</i>)—¡No, -padre; por Dios! ¿cómo se va usté a ir?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Pero con qué cara entro yo, -si esa casa ya no es nuestra, Antoñita?</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—La casa no será de usté, pero -es de mi madre, y mi madre es mía, y usté también es mío; y yo la -hablaré, y verá usté cómo no nos echa; porque<span class="pagenum" -id="Page_153">p. 153</span> si nos echara, ¿dónde vamos a media noche y -con la <i>helá</i> que está cayendo?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Hija de mi alma!... ¿tienes -frío?</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Llorando.</i>)—¡Ay! ¿por qué no -habré gustao, padre?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡No, si has gustao, hija!... -¿pero crees que no has gustao?... ¡ya lo creo que sí!... sino que... -vamos... te ha faltao eso que... ¿Quiés mi capa, hija? ¿Estarás helá -con ese traje?</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—No. Misté qué lástima, ¡se me -ha roto todo! (<i>Enseña el traje roto.</i>) ¡Pero el frío lo tengo en los -huesos!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Con ira, señalando a la -barbería.</i>)—¡Y esa madre infame y egoísta, ahí dentro, roncando!... -¡miserable!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Ay!... ¡mire usté! (<i>Asustada -mirando al foro.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Qué es? (<i>Volviéndose.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—Dos hombres. (<i>Aparecen en -el foro discutiendo el Ciruqui y el Repollo Chico.</i>) ¿Me querrán -coger por lo del teatro? Arrímese usté... tengo miedo. (<i>Prudencio la -abraza.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA III</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span>, <i>el</i> <span -class="smcap">Ciruqui</span> <i>y el</i> <span class="smcap">Repollo -Chico</span>, <i>que salen del foro, se acercan a la barbería, se fijan -en el grupo y saludan</i></p> - -<p><span class="smcap">Ciruqui</span> (<i>Acercándose.</i>)—¡Güena noche!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—(¡Calla! ¡Paece la voz del -Ciruqui!) (<i>Alto.</i>) Ciruqui, ¿eres tú?</p> - -<p><span class="smcap">Ciruqui.</span>—¡Pa servirle, no asustarse!</p> - -<p><span class="smcap">Repollo.</span>—¡Y un servidó!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Con el Repollo Chico! (¡La -cuadrilla de tu hermano!)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_154">p. 154</span></p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—(¿A qué vendrán?)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Y qué os trae por aquí a -estas horas?</p> - -<p><span class="smcap">Ciruqui.</span>—Pos na, que viníamos a jasele -una rasón a la señá Felisiana de parte de Casirdo y se la <i>jaremo</i> a -osté, que mejó será. ¿No? (<i>Al Repollo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Repollo.</span>—Sí (<i>Muy seco.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Pues qué pasa?</p> - -<p><span class="smcap">Repollo</span> (<i>A Ciruqui.</i>)—(Díselo en -frazmentos. ¿No?)</p> - -<p><span class="smcap">Ciruqui.</span>—(Sí.) (<i>Titubeando.</i>) Pué lo que -pasa es que... Casirdo ¿sabe osté?... pué ha toreao esta tarde.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Mi hijo! ¿Ha toreao? (<i>Muy -alegre.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Repollo</span> (<i>Con tristeza.</i>)—Un ratito.</p> - -<p><span class="smcap">Ciruqui.</span>—Y como Casirdo e como e, que -ya sabe osté como e, dijo dise, puesto que esta noche <i>drebuta</i> -mi hermaniya, si le digo a mi pare que atoreo, le doy un día de -acongojo... ¡y se lo cayó er probetiyo!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Pobre hijo mío! (<i>Con cara -radiante.</i>) Y qué, ¿habrá quedao como los ángeles? (<i>Los toreros se -miran.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Ciruqui.</span>—¿Como los ángeles? (<i>Mira al -cielo.</i>) ¡Por ahí, por ahí!</p> - -<p><span class="smcap">Repollo</span> (<i>Mirando al cielo -también.</i>)—¡Más arto!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Cambiando en gesto de terror -la expresión alegre de su cara.</i>)—¡Recontra! ¿Qué decís?</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Ay mi Casildo! (<i>Llora.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Ay mi hijo! ¡Ay, Ciruqui, -habla! ¿Muerto?... ¿herido?... (<i>Interroga con ansia horrible.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Ciruqui.</span>—Una mijita meno. Carmarse.</p> - -<p><span class="smcap">Repollo.</span>—¡Cuéntalo tó!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Sí, cuenta, cuenta... -(<i>Impaciente.</i>) ¿qué le ha ocurrido?</p> - -<p><span class="smcap">Ciruqui.</span>—Pos na... fué en su segundo. Era -un berrendo en negro, gordo, de Palha... ¡Palha tenía que ser! ¡Mardita -sea su casta, que le tengo yo un asquito a esos bichos!... Coge Casirdo -los trastos, se va ar toro, y ar da er quinto pase, lo empitona, se lo -sacude, ¡y a la armósfera!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Dios mío!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_155">p. 155</span></p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Qué horror!</p> - -<p><span class="smcap">Ciruqui.</span>—Y esto sería a las cinco y -media... güeno, pos no le gorvimo a ve hasta las ocho y cuarto.</p> - -<p><span class="smcap">Repollo.</span>—¡Con desile a osté que bajó ya -vendao!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Virgen Santa!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Y dónde tiene la cornada?</p> - -<p><span class="smcap">Ciruqui.</span>—No, corná no tié denguna. Ha -sío una palisa na má, sino que ha sío una de esa ¡de órdago! ¿No? (<i>Al -Repollo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Repollo.</span>—¡Ha sío un <i>cúmulo</i>!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Y dónde está? ¿dónde está mi -hijo?...</p> - -<p><span class="smcap">Ciruqui.</span>—Pues ahí se queó en un cafetín -hasta sabé si su mare quié recibilo.</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Vamos, vamos por él!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Sí. ¿Dónde? ¿Dónde es?</p> - - -<h4>ESCENA IV</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Casildo</span>, <i>que viene por el foro cojeando, con la -cabeza vendada y un brazo en cabestrillo</i></p> - -<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>Con voz llorosa.</i>)—¡Padre!</p> - -<p><span class="smcap">Ciruqui.</span>—<i>¡Erse-lomo!</i></p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Hijo mío! (<i>Van a abrazarle -Prudencio y Antonia y huye.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>Con terror.</i>)—¡No; no -apretarme! ¡Ay, ay, qué dolores!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Qué tienes?</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¿Qué ha sido?</p> - -<p><span class="smcap">Casildo.</span>—¡Ay, padre, que yo no toreo más! -(<i>Llorando.</i>) ¡Que no toreo más!</p> - -<p><span class="smcap">Ciruqui.</span>—¡Vaya, pues nosotros... con -permiso!...</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Gracias por todo, hijos!</p> - -<p><span class="smcap">Repollo.</span>—Aliviarse y que no sea na. -(<i>Mutis los toreros foro.</i>)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_156">p. 156</span></p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Dónde te duele, hijo de mi -alma, dónde?...</p> - -<p><span class="smcap">Casildo.</span>—¡Me duele <i>en el total</i>, padre! -¡Ay, qué dolores!... (<i>Mirando a su hermana.</i>) ¿Y qué... y ésta cómo ha -quedao?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Pues por el estilo. ¡Le ha -tocao un publiquito de Palha también!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Podíamos estar en la cárcel, -conque no te digo más!</p> - -<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>Con desconsuelo.</i>)—¡Dios mío! -¿De manera que ya no se van ustés a París?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Con viveza y furia -imponente.</i>)—¿A París?... ¡Maldita sea su vida!... ¡Si yo cogiera -alguna vez al ladrón aquel del Carpanta, que fué el que me metió en el -jaleo y el que me ha traío esta ruina y esta tristeza, te juro que!... -(<i>Amenazador y furioso.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Pepe</span> (<i>Desde lejos -pregonando.</i>)—¡Chuletas de huerta! ¡Chuletaas!...</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Recontra! (<i>Con asombro.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Casildo.</span>—¡Paece su voz! -(<i>Atendiendo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Que humean!... ¡Chuletaas!...</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Él es! (<i>Se acerca a la -primera derecha y llama a voces.</i>) ¡Carpanta! ¡Carpanta!</p> - - -<h4>ESCENA V</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Pepe el Carpanta</span> <i>por la primera derecha con una -cesta</i></p> - -<p><span class="smcap">Pepe</span> (<i>Saliendo.</i>)—¿Quién?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Carpanta! ¡Maldita sea! (<i>Le -amenaza.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Prudencio! ¡Tú! ¡Ay, Prudencio de -mi alma, mátame si quieres!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Pero oye: ¿cómo es esto? ¿No -estabas en París?</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_157">p. 157</span></p> - -<p><span class="smcap">Pepe</span>.—Sí, Prudencio. Allí estuve y de -allí vengo.</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Pues qué te ha pasao?</p> - -<p><span class="smcap">Pepe</span>.—¿Que qué me ha pasao?... Pues que a -mi mujer y a mi hija me las encontré que estaban de una conformidad... -que ya sabes tú que yo siempre he sido un fresco; bueno, pues pa ver -lo que veía y aguantarlo, tenía que ser completamente <i>glacial</i>, y a -<i>frapé</i> no hay padre que llegue. Las dejé y me volví.</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—¡Pobrecito! ¿De manera que se -ha quedao usté solo en el mundo?</p> - -<p><span class="smcap">Pepe</span>.—¡Solo, no, con patatas! (<i>Señalando -la cesta.</i>) Me he vuelto a agarrar a la cesta, y poco es una peseta, -pero al menos se duerme tranquilo. ¿Y vosotros, qué hacéis?</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Señalándole a los -hijos.</i>)—Pues mira el <i>espetáculo</i>; ésta recién gritada, éste recién -cogido y yo recién ambas cosas; con la barbería perdida y sin -atreverme a implorar de la Feliciana la miaja de acobijo que tanto -despreciábamos.</p> - - -<h4>ESCENA ÚLTIMA</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span>, <span -class="smcap">Feliciana</span> <i>y el</i> <span class="smcap">Sereno</span> -<i>por el foro</i></p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Dentro, llamando.</i>)—¡Pepeee! -¡Serenooo!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—¡Ay, callarse! ¿Esa voz?...</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—¡Es mi madre! (<i>Con -alegría.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Casildo</span>.—¡Ella es!</p> - -<p><span class="smcap">Sereno</span> (<i>Dentro y desde -lejos.</i>)—¡Vaaa!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—¡Ay, en cuanto nos vea! ¡Pero -ella fuera e casa! ¿A qué habrá salido? (<i>Carpanta se separa y se va a -un rincón. El padre y los dos hijos se quedan formando un grupo a la -puerta de su casa.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Sale foro.</i>)—¡Abra, Pepe! -(<i>Detenién<span class="pagenum" id="Page_158">p. 158</span>dose al -fijarse en el grupo.</i>) ¿Quién está a la puerta e casa?</p> - -<p><span class="smcap">Sereno</span>.—No sé... (<i>Acercándose.</i>) -¿Quién?</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—¡Madre! (<i>Los dos con voz -lastimera.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Casildo</span>.—¡Madre!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Corriendo y abrazando a -Antonia.</i>)—¡Mis hijos! ¡Hijos míos! ¡Hija de mis entrañas! ¡Corazón! -¡Alma mía! (<i>Abraza y besa a su hija, y al ir a abrazar a su hijo, -éste da un grito de terror. Pausa larga.</i>) ¿Has toreao, eh? (<i>Con -amargura.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—¡Un ratito!</p> - -<p><span class="smcap">Casildo</span>.—¡Palhas, madre!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—¡Pobrecitos míos! (<i>A -Prudencio que permanece callado.</i>) ¿Y tú alucinao, pobre loco, lo ves? -(<i>Teniendo abrazados a sus hijos.</i>) ¿Lo estás viendo? ¿Has visto las -estrellas?</p> - -<p><span class="smcap">Casildo</span>.—¡Yo las he visto, madre!</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—¡Y yo casi, casi!</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Realmente -conmovido.</i>)—¡Feliciana, perdón... pero pa ellos na más! ¡Yo no lo -merezco! ¡Armítelos en casa, y yo... yo me iré solo! ¿Los armites?</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Furiosa y gritando.</i>)—¡Vaya -usté a paseo, peazo animal! ¡Eso se le pregunta a una loba! Abra usté -esa puerta, sereno. (<i>Abre el Sereno</i>.) Adentro, hijos míos. (<i>Con -dulzura.</i>) Entrad a ese rincón de casa que llamábais triste y oscuro, -porque vosotros ¡pobrecitos! no sabíais que el cariño y el trabajo son -alegría y claridad. Adentro.</p> - -<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—¡Ay, madre! ¡Cualquier día -vuelvo yo a bailar un tanguito! (<i>Antonia y Casildo hacen mutis por la -barbería.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Entusiasmado y -conmovido.</i>)—¡Feliciana, eres una santa! ¡¡Adiós!!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Cogiéndole del -pescuezo.</i>)—¡Pasa, pasa tú también o te acogoto, so mandria! (<i>Le lleva -a la barbería a empujones y puñetazos.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—¡Eres una santa! ¡Dame un -beso!</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Rechazándole -bruscamente.</i>)—¡Quita de ahí, majadero!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_159">p. 159</span></p> - -<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—Bueno, te lo daré dentro. -(<i>Entra en la barbería.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Con inmensa -satisfacción.</i>)—¡Ya son míos! ¡Y curaos de su locura! ¡Gracias a Dios! -(<i>Al Sereno.</i>) ¡Buenas noches, Pepe! (<i>Mutis barbería.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Sereno</span> (<i>Cerrando.</i>)—¡Ustés descansen!</p> - -<p><span class="smcap">Pepe</span> (<i>Acercándose con entusiasmo.</i>)—¡Eso -es una madre, eso!... y no las que cogen a las hijas y las quién pa... -¡maldita sea!... (<i>Marchándose hacia el foro y pregonando.</i>) ¡Chuletas -de huerta!... ¡Chuletaaas! (<i>Música.</i>)</p> - -<p class="telon">TELÓN</p> - - -<div class="chapter pt6" id="P4"> - <hr class="chap" /> - <p><span class="pagenum" id="Page_161">p. 161</span></p> - <h2 class="nobreak">EL AMIGO MELQUIADES<br /> - <small><small>O</small></small><br /> - <small>POR LA BOCA MUERE EL PEZ</small></h2> - <hr class="chap" /> -</div> - - -<div class="chapter"> - <p><span class="pagenum" id="Page_163">p. 163</span></p> - <h3 class="g2">PERSONAJES</h3> -</div> - -<p class="centra fs120 ws1">CUADRO PRIMERO</p> - -<ul class="pers"> - <li>BENITA</li> - <li>NIEVES</li> - <li>SEÑÁ DAMIANA</li> - <li>SEÑÁ ZOILA</li> - <li>TRINI</li> - <li>PEPITA</li> - <li>AMALIA</li> - <li>JULIA</li> - <li>LA ONOFRA</li> - <li>SEÑOR MELQUIADES</li> - <li>AVELINO</li> - <li>SERAFÍN EL PINTURERO</li> - <li>HIGINIO</li> - <li>SEÑOR RAFAEL</li> - <li>BERNABÉ</li> - <li>EL TULIQUI</li> - <li>EL VIRUTAS</li> - <li>EL SEÑOR VIRIATO</li> -</ul> - -<p class="centra"><i>Coro general</i></p> - - -<p class="centra fs120 ws1 mt2">CUADRO SEGUNDO</p> - -<ul class="pers"> - <li>BENITA</li> - <li>NIEVES</li> - <li>PACA LA FIERA</li> - <li>SEÑÁ CELES</li> - <li>UNA VIEJA</li> - <li>SEÑOR MELQUIADES</li> - <li>AVELINO</li> - <li>SERAFÍN EL PINTURERO</li> - <li>HIGINIO</li> - <li>UN CANTADOR</li> -</ul> - -<p class="centra"><i>Un farolero y varios transeuntes</i></p> - - -<p class="centra fs120 ws1 mt2">CUADRO TERCERO</p> - -<ul class="pers"> - <li>BENITA</li> - <li>NIEVES</li> - <li>PACA LA FIERA</li> - <li>MOZA 1.ª</li> - <li>ÍDEM 2.ª</li> - <li>SEÑOR MELQUIADES</li> - <li>AVELINO</li> - <li>SERAFÍN EL PINTURERO</li> - <li><span class="pagenum" id="Page_164">p. 164</span>HIGINIO</li> - <li>EL TULIQUI</li> - <li>BERNABÉ</li> - <li>EL VIRUTAS</li> - <li>UN CAMARERO</li> - <li>JOVEN 1.º</li> - <li>ÍDEM 2.º</li> - <li>ÍDEM 3.º</li> - <li>ÍDEM 4.º</li> - <li>UNO</li> - <li>LUCIO</li> - <li>UN JOVEN</li> - <li>NIÑO 1.º</li> - <li>ÍDEM 2.º</li> - <li>ÍDEM 3.º</li> - <li>NIÑA 1.ª</li> - <li>ÍDEM 2.ª</li> -</ul> - -<p class="centra"><i>Concurrentes al salón</i></p> - -<p class="tab">—</p> - -<p class="centra"><b>La acción en Madrid.—Época actual.</b></p> - -<p class="tab">—</p> - -<p class="centra fs90">Derecha e izquierda, las del actor.</p> - -<hr class="chap0" /> - -<div class="chapter"> - <p><span class="pagenum" id="Page_165">p. 165</span></p> - <p class="centra fs150 ws1 mt2">ACTO ÚNICO</p> - <hr class="tir" /> - <h3>CUADRO PRIMERO</h3> -</div> - -<p class="donde">Lugar ameno y pintoresco, próximo a la Ribera del -Manzanares, en Puerta de Hierro. Sin simetría, pero dejando entre sí -los espacios naturales, se levantan por distintos lados de la escena -los anchos troncos de viejos árboles, cuyas espesas ramas prestan al -lugar grata sombra. El suelo está tapizado de césped. Al fondo continúa -la arboleda. En primer término izquierda, al pie de un árbol, un tronco -caído, que sirve de banco, y en tercero derecha, un columpio hecho con -una cuerda atada a dos árboles, dando frente al público. Es un hermoso -día del mes de Mayo.</p> - - -<h4>ESCENA PRIMERA</h4> - -<p class="quienesj"><i>Al alzarse el telón aparecen los siguientes -personajes: Al pie de un árbol corpulento que se levanta en primer -término, hacia la derecha, y en derredor de un mantel extendido -sobre el césped, sentados en el suelo, la</i> <span class="smcap">señá -Damiana</span>, <i>la</i> <span class="smcap">señá Zoila</span>, <i>el</i> <span -class="smcap">señor Viriato</span>, <i>el</i> <span class="smcap">señor -Rafael</span> <i>y</i> <span class="smcap">la Benita</span> (<i>de derecha -a izquierda</i>). <i>Sobre el mantel se ve una cazuela con restos de -comida, platos sucios, mendrugos de pan, varios tenedores y cuchillos, -botellas y algunos vasos mediados de vino. Al pie de otro árbol -próximo, cestas, mantones y guitarras. Colgados en las ramas y en los -troncos de<span class="pagenum" id="Page_166">p. 166</span> algunos -árboles, chaquetas y sombreros de hombre. Debajo de otro árbol, -en el primer término izquierda, sentadas sobre el tronco cortado -que sirve de banco</i>, <span class="smcap">Nieves</span> <i>y</i> <span -class="smcap">la Trini</span>. <i>Detrás de éstas, en un pequeño claro, -varias</i> <span class="smcap">Invitadas</span> <i>juegan al corro, cantando -alguna canción infantil</i>. <i>Más a la izquierda, otro grupo de</i> <span -class="smcap">Invitados</span> <i>beben alegremente</i>. <i>En el fondo, -centro</i>, <span class="smcap">Bernabé</span> <i>toca la guitarra y canta -una jota, mientras bailan dos</i> <span class="smcap">Muchachas</span>, -<i>rodeándolas varios</i> <span class="smcap">Invitados de -ambos sexos</span>, <i>entre los que se cuentan el</i> <span -class="smcap">Tuliqui</span> <i>y</i> <span class="smcap">Amalia</span>. -<i>En el columpio, sentada</i>, <span class="smcap">Julia</span>, <i>a la que -mece el</i> <span class="smcap">Virutas</span>, <i>y a su lado, chillando -y riendo</i>, <span class="smcap">Pepita</span> <i>y dos o tres más</i>. <i>En -el centro de la escena</i>, <span class="smcap">Avelino</span> <i>salta a -la comba, dando él mismo</i>. <i>Al empezar la obra hablan todos a la vez y -reina en los grupos gran animación y extraordinaria alegría</i>.</p> - - -<p class="centra mt2"><span class="asc">GRUPO DEL COLUMPIO</span></p> - -<p class="mt1"><span class="smcap">Virutas</span> (<i>Dando -fuerte.</i>)—¡Arza!... ¡Ande!</p> - -<p><span class="smcap">Julia</span> (<i>Asustada, a gritos.</i>)—¡Estate -quieto, Virutas!... ¡Que no me dés más!</p> - -<p><span class="smcap">Virutas</span> (<i>No haciendo caso.</i>)—¡Arza!... -¡Vaya!...</p> - -<p><span class="smcap">Julia.</span>—No le dejes, Pepita.</p> - -<p><span class="smcap">Pepita.</span>—¡No seas bruto, que la vas a -dejar de caer! (<i>Siguen chillando y riendo.</i>)</p> - - -<p class="centra mt2"><span class="asc">GRUPO DE LA DERECHA</span></p> - -<p class="mt1"><span class="smcap">Damiana</span> (<i>Ofreciendo con el -tenedor.</i>)—Amos; otra tajadita, señor Viriato.</p> - -<p><span class="smcap">Viriato.</span>—No, gracias, Damiana; no me -cumple más.</p> - -<p><span class="smcap">Rafael.</span>—Arriba con este muslo -(<i>ofreciéndole uno<span class="pagenum" id="Page_167">p. 167</span> -de pollo, que saca de la cazuela</i>), que sabemos tu debilidaz por los -muslos. (<i>Ríen en el grupo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Viriato.</span>—¡Si es que me vais a hacer de -reventar!</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Yo me lo comeré si no lo quiere. -(<i>Siguen bromeando. Benita come vorazmente.</i>)</p> - -<p class="dcha">(<i>Las del baile y el corro cantan a la vez.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Saltando.</i>)—Ochocientos noventa -y cinco. Ochocientos noventa y seis. Ochocientos noventa y siete...</p> - -<p><span class="smcap">Damiana</span> (<i>Riendo.</i>)—Pero ¿qué hace este -chico?</p> - -<p><span class="smcap">Rafael.</span>—No saltes más, hombre.</p> - -<p><span class="smcap">Zoila.</span>—Pero ¿qué furia te ha entrao de -saltar, demonio?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Para de saltar; habla -fatigosamente.</i>)—No, ¿sabe usté? es que le estoy batiendo a un amigo el -<i>rencor</i> de la hora, en el salto a comba. Ya le he batido el <i>rencor</i> -de la media.</p> - -<p><span class="smcap">Rafael</span> (<i>Riendo.</i>)—¿De la media? ¿Y por -qué no te subes el calcetín?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Ay, es verdá! (<i>Se sube el que -se le está cayendo.</i>)—Esto, lo hago yo porque hemos fundao una Sociedad -el gremio de ultramarinos que se titula: <i>La dependencia azlética</i>, y -cada uno nos dedicamos a un sport. Yo, es por ver si adelgazo. (<i>Sigue -saltando.</i>)—Ochocientos noventa y ocho. Ochocientos noventa y nueve. -<i>Nuevecientos</i>. <i>Nuevecientos uno</i>... (<i>Sigue saltando y contando.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Damiana</span> (<i>Al señor Rafael.</i>)—Dale, dale -un poco de vino, que se refresque; que entre la corbata tan verde y -la cara tan colorá, paece un tomate mollar. (<i>El señor Rafael sirve -vino.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Julia</span> (<i>En el columpio.</i>)—¡Que no me dés -tan fuerte, que me voy a matar! (<i>Chillando.</i>) ¡Madre!... ¡Madre!</p> - -<p><span class="smcap">Zoila.</span>—Tú, Virutas, a ver si la tiráis a -la chica.</p> - -<p><span class="smcap">Virutas.</span>—No tenga usté cuidao; si cae, -cae encima de mí.</p> - -<p><span class="smcap">Rafael.</span>—Pues eso le faltaba si cayese, -darse contra un adoquín.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Riendo.</i>)—¡Ja, ja, ja! ¡qué -señor Ra<span class="pagenum" id="Page_168">p. 168</span>fael! Tié -usté unos golpes que acardenalan. (<i>Sigue saltando.</i>) <i>Nuevecientos -diez</i>. <i>Nuevecientos once</i>. <i>Nuevecientos doce</i>...</p> - -<p><span class="smcap">Rafael</span> (<i>Dándole un vasito de -vino.</i>)—Toma, de lo blanco.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Gracias. (<i>A Benita.</i>) ¿Quié -usté <i>inagurarme</i> este <i>chato</i>, Benita?</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Muy huraña y hablando con la -boca llena.</i>) No, señor; no quiero náa.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Qué fina eres, mujer.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Soy como Dios me ha hecho; y el -que no me quiera así, que me deje.</p> - -<p><span class="smcap">Rafael.</span>—No decirla náa, que se -atraganta.</p> - -<p><span class="smcap">Damiana.</span>—Ahí la tienes a este erizo, lo -mismito que en casa; se pasa la vida comiendo y gruñendo.</p> - -<p><span class="smcap">Viriato.</span>—Pa mí que os la debía de mirar -un médico, que esta chica come demasiao; debe tener algo.</p> - -<p><span class="smcap">Damiana.</span>—No, si desde pequeña ha sío una -glotona.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Hace como yo; que cuando era -chico, comía tanto, que hasta quería que me diesen el aceite de hígado -de bacalao <i>a la vizcaína</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Damiana.</span>—Pues ahí tienes en cambio a su -hermana, que hay que hacerla comer con memoriales.</p> - -<p><span class="smcap">Zoila.</span>—Esa es otra cosa en el tipo y en -todo. No se parecen en náa.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Ni falta que me hace parecerme a -ella.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¡Y gracias a Dios, hija!</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Bueno, bueno, bueno! (<i>Sigue -comiendo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Acercándose al grupo y -dirigiéndose al señor Rafael.</i>)—Oiga usté, padre.</p> - -<p><span class="smcap">Rafael.</span>—¿Qué quieres, nena?</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¿No quedaron en venir esta tarde -el señor Melquiades y Serafín?</p> - -<p><span class="smcap">Rafael.</span>—En venir quedaron; me dijeron que -a los postres.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¿Y cómo no habrán venido?</p> - -<p><span class="smcap">Rafael.</span>—¡Qué se yo! Ya me choca que no -estén aquí.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_169">p. 169</span></p> - -<p><span class="smcap">Viriato</span>.—¡Esos dos puntos sí que tién -buen humor!</p> - -<p><span class="smcap">Damiana</span>.—¡De que ellos lleguen, veréis -cómo se alegra esto!</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Con rabia.</i>)—Pues ojalá no -vengan.</p> - -<p><span class="smcap">Damiana</span>.—¿Y por qué no van a venir?</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span>.—Porque hacen menos falta que -los perros en misa; que ya sé yo lo que me digo. (<i>A Nieves.</i>) Y tú, -más valía que te fueras a buscar a tu novio, en vez de preguntar por -nadie.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves</span>.—¡Pero están ustedes oyendo el -demonio e la tonta!</p> - -<p><span class="smcap">Damiana</span>.—¿Y qué tié que ver que la chica -pregunte una cosa inocente?</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span>.—¡Inocente! (<i>Con guasa.</i>) ¡Ja, -jay!</p> - -<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Con ira, a Trini.</i>)—Vamos, -vamos, que no tengo gana de armarla. (<i>Vanse las dos del brazo por la -izquierda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span>.—¡Armarla, armarla! ¡Si yo dijera -más de cuatro cosas! (<i>Sigue comiendo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span>.—¡Bueno, bueno, bueno! dejarse de -regaños, que no es día pa ello y écheme usté otro chato, señor Rafael, -que voy a echar un brindis. (<i>Rafael le sirve.</i>) Señores.</p> - -<p><span class="smcap">Virutas</span>.—¿Qué pasa?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span>.—¡Viva el taller de lavao y -planchao de la señá Damiana Perea, anfitriona de esta garata que -estamos celebrando!</p> - -<p><span class="smcap">Todos</span>.—¡Vivaa!</p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span>.—Y arrimarse, que voy a leer unos -versos en cuarteta, improvisaos por mí.</p> - -<p><span class="smcap">Damiana</span>.—Venga, venga.</p> - -<p><span class="smcap">Viriato</span>.—Venir, que va a leer unos versos -Avelino. (<i>Se acercan todos, formando semicírculo. Avelino coloca una -banqueta en el centro y se sube a ella.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Rafael</span> (<i>Riendo.</i>)—¡Válgame Dios, qué -chico!</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span>.—Que sean cortitos.</p> - -<p><span class="smcap">Tuliqui</span>.—Venga d’ahí.</p> - -<p><span class="smcap">Zoila</span>.—Silencio.</p> - -<p><span class="smcap">Todos</span>.—¡Chist! (<i>Callan todos.</i>)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_170">p. 170</span></p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Leyendo en un papel muy grande -que ha sacado del bolsillo.</i>)—A la señá Damiana y consorte, en el -<i>cincuenta y cuatrogésimo</i> cumpleaños del natalicio de la primera.</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">“Subiste media centuria</div> - <div class="verse indent0">de esta vida amarga y cruel;</div> - <div class="verse indent0">que te subas la otra media</div> - <div class="verse indent0">y que lo vea el señor Rafael”.</div> - </div> -</div> -</div> - -<p><span class="smcap">Todos</span> (<i>Aplaudiendo.</i>)—¡Bravo! ¡Bravo!</p> - -<p><span class="smcap">Viriato.</span>—Y que lo vea un servidor, que -tampoco me disgustaría.</p> - -<p class="quienesj mt1">(<i>Avelino da las gracias, saludando con una -inclinación y cae sobre Viriato y Rafael. Los grupos se esparcen por -el fondo; Bernabé, Virutas y Tuliqui quedan en la izquierda; Damiana -y Zoila recogen todo lo de la merienda, metiéndolo en una cesta que -dejan tras el árbol; Benita continúa de pie, comiendo. El Coro va -desapareciendo por ambos lados.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Rafael.</span>—Has estado muy bueno, Avelino.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Pues ahí tiene usté a Benavente -en la Academia y a mí despachando langa.</p> - -<p><span class="smcap">Rafael.</span>—¡Injusticias! (<i>Se une al grupo -de Damiana y hacen mutis por la derecha, como dando un paseo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Acercándose a Benita. Lleva la -comba metida en el bolsillo por un extremo y el otro arrastrando por el -suelo.</i>)—Benita.</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Con la boca llena.</i>)—¿Qué -pasa?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Qué quié usté que diga -que toquen pa que bailemos: quié usté que diga que <i>vals</i> u que -<i>tuesten</i>?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Que <i>tuesten</i> lo que quieran; yo -no bailo. (<i>Se vuelve de espaldas.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Que no? Bueno; pues al menos me -otorgará usté el que la aúpe al columpio y la meza.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Bueno; pero en cuanto no quiera, -me bajo, ¿eh?</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_171">p. 171</span></p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Sí, señora; sin compromiso. Con -permiso. (<i>Va a cogerla en brazos.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¿Pero me va usté a coger en -brazos?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Como no quiera usté que la -<i>trasporte</i> con ata mantas; no hay otro remedio.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Bueno; pero coja usté lo menos -posible, ¿eh?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Descuide usté, que tengo -costumbre de coger señoritas. La cogeré por lo indispensable. (<i>La -levanta en vilo; Benita sigue comiendo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Riendo.</i>)—¡Ja, jay! ¿A qué -llamas tú lo indispensable, joven?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Hombre, pues no creo yo que el -perímetro abarcao exceda de lo preciso.</p> - -<p><span class="smcap">Tuliqui.</span>—Cómo se ataraza, pollo.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Caray! Pues si no he calculao -mal, lo cogido no es para que nadie tenga que decir.</p> - -<p><span class="smcap">Virutas.</span>—Amos, amigo, que hemos agarrao -un puñaíto, ¿eh?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Yendo hacia el grupo, siempre -con Benita en brazos.</i>)—Hombre; hagan ustés el favor de no lanzar -especies <i>caciosas</i>, ¡caray!</p> - -<p><span class="smcap">Virutas.</span>—¿Te irritan las especies?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Lo que me irrita es que están -ahí los padres y podrían creerse que yo no procedo de buena fe.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Oiga usté, si va usté a seguir la -conversación, haga usté el favor de dejarme en el suelo.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>No haciendo caso.</i>)—Y que coste -que he abarcao lo indispensable, y si no que se mida.</p> - -<p><span class="smcap">Los del grupo.</span>—¡Que se mida, que se -mida!</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—No, hombre, por Dios; qué se va a -medir. Vamos al columpio.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Dirigiéndose al columpio.</i>)—Es -que uno tiene que contestar a las sátiras. (<i>Volviéndose al grupo.</i>) -¡Si yo la he cogido de donde la he cogido!...</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Incomodada, tirándole el -sombrero.</i>)—Pero ¿me lleva usté o no?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Sí, señora; pero es que me -molesta que se malicien lo que no es. (<i>Yendo al columpio y de<span -class="pagenum" id="Page_172">p. 172</span>teniéndose a mitad de -camino.</i>) Estoy por volver y... (<i>Lleva al fin a Benita al columpio -y la deja sentada, volviendo a recoger el sombrero. Aparte, para sí -mismo.</i>) ¡Rediez, qué bien formadita! ¡Hubiese dao cinco reales porque -hubiese estao el columpio en el Puente de Vallecas! (<i>Vuelve y la -mece.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA II</h4> - -<p class="quienesj"><span class="smcap">Benita</span> <i>y</i> -<span class="smcap">Avelino</span>, <i>en el columpio</i>. <span -class="smcap">Bernabé</span>, <span class="smcap">Virutas</span> <i>y</i> -<span class="smcap">Tuliqui</span>, <i>al fondo con dos o tres más. Por -la izquierda, primeros términos</i>, <span class="smcap">Nieves</span> -<i>con la</i> <span class="smcap">Trini</span>.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Saliendo.</i>)—¿Lo ves? Ya no -viene Serafín. ¡Si tengo yo una suerte!... (<i>Contrariada, agitando -nerviosamente el abanico.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Trini</span> (<i>Hablando en voz baja.</i>)—¡Pero, -por Dios, mujer; disimula, que te van a conocer el mal humor!</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¡Que me lo conozcan, no tengo -genio de disimular náa!</p> - -<p><span class="smcap">Trini.</span>—Y luego a mí, lo que me apura es -tu novio. ¡Tóo el día huyéndole! ¿Lo habrá notao?</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Déjalo que lo note. Lo que -siento es que no venga Serafín, porque me hubiá gustao que le hubieses -conocido.</p> - -<p><span class="smcap">Trini.</span>—Sí; y pa verle tú, a mí no me la -das. Pa mí, que ese tío te ha enguirlotao, Nieves.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¡No tanto, mujer! ¡Si no hace -arriba de un mes que nos tratamos!</p> - -<p><span class="smcap">Trini.</span>—¿Y dónde os conocisteis?</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—En el Cine. La noche que íbamos -no me quitaba ojo en los intermedios; luego, con disimulo, se arrimó a -nosotros y se hizo amigo de mi padre.</p> - -<p><span class="smcap">Trini.</span>—Tu novio se habrá escamao.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Está que no vive.</p> - -<p><span class="smcap">Trini.</span>—¿Y es guapo ese hombre?</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_173">p. 173</span></p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Guapo y bien portao. Se conoce -que hay guita; ya lo verás. Y es lo que yo digo, chica; un hombre así, -aparte de lo que te guste es algo. Porque, sí que me da lástima de mi -novio, pero ¿qué sacas con un pobre albañil? ¡Miseria y compañía! Y eso -de estar agarrá toa tu vida a un mísero jornal, y no tener una mujer -siquiera un trapo pa que salga a la calle y se luzca y la miren a una, -no me hace, francamente.</p> - -<p><span class="smcap">Trini</span> (<i>Dirigiéndose a sentarse al tronco -de la izquierda.</i>)—En eso dices la verdad, chica. Pero, oye; ten ojo, -que decían que era casao.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¡Qué va a ser! Ha vivido dos años -con una, pero ya no la ve. (<i>Se sientan; Nieves a la derecha.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Trini</span> (<i>Mirando hacia el fondo -derecha.</i>)—¡Calla; tu novio! ¡Vaya un pisto que trae!</p> - - -<h4>ESCENA III</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>e</i> <span -class="smcap">Higinio</span> <i>por el fondo derecha</i></p> - -<p><span class="smcap">Higinio</span> (<i>Que ha salido un poco antes, -mirando a todas partes se acerca al grupo.</i>)—¡Gracias a Dios! Pero -¿dónde te metes, mujer? ¡Parece que me huyes!</p> - -<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>A Trini.</i>)—¡Oye; dice que le -huyo! Cansás de buscarte nos hemos sentao aquí; que te diga ésta.</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—¡Sí que me choca!</p> - -<p><span class="smcap">Trini</span> (<i>Levantándose.</i>)—Pero ya están -ustés mano a mano. Poco se ha perdido, y el onceno no estorbar. Conque: -de verano, pollos. (<i>Vase fondo izquierda. Pausa. Nieves se corre en el -asiento dejando sitio a Higinio, que se sienta a su derecha.</i>)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_174">p. 174</span></p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Bueno; ¿y qué es lo que te -pasa?</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¿A mí?</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—A ti.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¡Tú dirás!</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—¿Qué te pasa, que ni te veo ni -puedo hablarte?</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¡Ni que tuviese yo la culpa! ¡Si -no te he encontrao en toa la mañana!</p> - -<p><span class="smcap">Higinio</span> (<i>Con acritud.</i>)—Mira, Nieves; -guasitas encima, no. No me has encontrao, porque no has querido. Y si -te parece, lo mejor es que hablemos francamente de una vez, que no -estoy yo pa servir de mono a nadie. Las cosas claras.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Como quieras; pero no sé a qué -viene el ponerse así.</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Viene, a que tú ya no eres pa mí -lo que eras.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Te se figurará a ti.</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Y es la verdá. Tú has dao un -cambiazo, Nieves; ni me quieres como me querías, ni te alegra ya mi -querer.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Amos, chico; quita, quita. A ti -te han hecho guiños.</p> - -<p><span class="smcap">Higinio</span> (<i>Con ira creciente.</i>)—A mí no me -han hecho náa. Y sé lo que te pasa.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Tú dirás.</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Pues lo que te pasa, Nieves, es -que tú le estás haciendo cara a otro hombre; así, en plata.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¡Yo! (<i>Levantándose -asombrada.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—¡Tú! (<i>Levantándose también, y -cada vez con mayor energía.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¡Mentira!</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Verdá. Y si te has cansao de mí, -me lo debías haber dicho antes, y no que me estás haciendo hacer un -papel feo. Pero yo soy un hombre de bien, que te he querío con toda mi -alma, y como no lo merezco, no te lo aguanto; ¡por éstas!</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Tóo eso es mentira.</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Es verdá. Y sé quién es. -(<i>Amenazador.</i>) Y si esta tarde viene aquí ese tipo...</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_175">p. 175</span></p> - -<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Desafiando.</i>)—Si viene, ¿qué? -(<i>Se oye gran algazara por el fondo izquierda, y vuelven a salir todos -los grupos de principio de cuadro.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Si viene, por éstas -que... Cállate ahora. (<i>Nieves se sienta, y él queda en pie a su -izquierda.</i>)</p> - - -<div class="section"> - <h4>ESCENA IV</h4> -</div> - -<p class="quienes"><i>Todos los personajes que aparecieron a principio -de cuadro, más</i> <span class="smcap">Higinio, Melquiades</span> -<i>y</i> <span class="smcap">Serafín</span>. <i>Al final</i> <span -class="smcap">Onofra</span>.</p> - -<p class="quienesj"><i>Por el fondo izquierda, llegan Trini y Julia y -detrás Pepita y Amalia, trayendo ambas parejas en alto, y extendidos, -mantones de Manila, detrás de los cuales se ocultan Melquiades con -las primeras y Serafín con las otras. No ha de verse de ellos más que -el sombrero y los pies, hasta el momento que se indica. Les preceden -alegremente los invitados, moviendo gran algazara. Forman todos -semicírculo, quedando al fondo las de los mantones. Benita se apea del -columpio, y avanza con Avelino al lado de sus padres.</i></p> - -<p class="mushab"><b>Música</b></p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Trini, Julia, Pepita</span> <i>y</i> -<span class="smcap">Amalia</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¡Quieto todo el mundo!</div> - <div class="verse indent0">Presten atención.</div> - <div class="verse indent0">Traigo una sorpresa</div> - <div class="verse indent0">detrás del mantón.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¿Qué sorpresa es esa</div> - <div class="verse indent0">que traéis ahí?</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_176">p. 176</span><span -class="smcap">Las cuatro</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Hay que adivinarla;</div> - <div class="verse indent0">no se <i>pué</i> decir.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Dos <i>gachós</i> se esconden</div> - <div class="verse indent0">tras de los mantones.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Mujeres</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¿Serán dos amigos?</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Hombres</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¿Serán dos guasones?</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Decid quiénes son.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Las cuatro</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Hay que adivinarlo;</div> - <div class="verse indent0">presten atención.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Trini</span> (<i>Grupo de la -izquierda; señalando y dejando ver lo que se indica.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Por aquí un sombrero.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Julia</span> (<i>Ídem.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Por aquí unos pies.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Pepita</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Amalia</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Veinticinco duros,</div> - <div class="verse indent0">si acertáis quién es.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Por los cuatro pieses,</div> - <div class="verse indent0">y los dos sombreros,</div> - <div class="verse indent0">igual pueden ser golfos,</div> - <div class="verse indent0">que dos caballeros.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Las cuatro</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¿Os dais por vencidos?</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_177">p. 177</span><span -class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Decid quiénes son.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Las cuatro</span> (<i>Levantando -un poco el mantón, para que por debajo aparezcan Melquiades y -Serafín.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¡Pues mirad qué guajas!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span> (<i>Riendo.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¡Valientes alhajas!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Melquiades</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Serafín</span> (<i>Saludando sombrero en mano.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¡Salú a la reunión!</div> -</div> - -<p class="dcha mt1">(<i>Avanzan y los demás cierran el semicírculo.</i>)</p> - -<p class="tab">——</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Haciendo su -presentación.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Serafín el “Pinturero”,</div> - <div class="verse indent0">el del trus de los placeres.</div> - <div class="verse indent0">Donde hay vino y hay mujeres,</div> - <div class="verse indent10">el primero.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent10">El primero.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Melquiades</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Y Melquiades el “Chufita”,</div> - <div class="verse indent0">exclusiva en el suspiro;</div> - <div class="verse indent0">y señora que yo miro,</div> - <div class="verse indent10">finiquita.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent10">Finiquita.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Melquiades</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Serafín</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Y donde vamos los dos</div> - <div class="verse indent0">o juntos o separaos,</div> - <div class="verse indent0">pa tó lo que mande Dios,</div> - <div class="verse indent10">dos dechaos.</div> - <div class="verse indent0">Y pa gente aliquindoy,</div> - <div class="verse indent0"><span class="pagenum" id="Page_178">p. 178</span>este pollo que hay aquí. (<i>Por ellos mismos.</i>)</div> - <div class="verse indent0">Por donde quiera que voy,</div> - <div class="verse indent10">tó pa mí.</div> - <div class="verse indent0">No hay en todo el hemisferio,</div> - <div class="verse indent0">aunque usté no lo comprenda,</div> - <div class="verse indent0">dos gachós que tengan ángel.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Serafín</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Como <i>mangue</i>.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Melquiades</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent14">Como <i>menda</i>.</div> -</div> - -<p class="tab">——</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Casi hablado.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Ni el mismo don Tenorio,</div> - <div class="verse indent0">ni el mismo don Megía.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Melquiades</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Ni el propio <i>Cize-Cize</i>,</div> - <div class="verse indent0"><i>Cize Cize</i> Campeador.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Me paecen muchos <i>Cizes</i>,</div> - <div class="verse indent0">los que ha dicho este señor.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Serafín</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Ni el señor de Romeo,</div> - <div class="verse indent0">ni la señá Julieta...</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Melquiades</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0"><i>Tien</i> tanta <i>verosimi-</i></div> - <div class="verse indent0"><i>simi simi-liquitú.</i></div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">De fijo tien más <i>simi-</i></div> - <div class="verse indent0"><i>limisi</i>, que tienes tú.</div> -</div> - -<p class="tab">——</p> - -<p class="quienes"><span class="pagenum" id="Page_179">p. -179</span>(<i>Mientras ellos andan contoneándose, los demás les -jalean.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent10">¡Ole!</div> - <div class="verse indent10">¡Ele!</div> - <div class="verse indent6">¡Vaya un tío!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Melquiades</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent6">¡Atufante!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Serafín</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent6">¡Fototípico!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Melquiades</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent6"><i>Tres jolí.</i></div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent6">¡Olé que sí!</div> -</div> - -<p class="mushab"><b>Hablado</b></p> - -<p class="quienesj">(<i>Terminado el número vuelven todos con gran -algazara a sus respectivos sitios. El señor Rafael lleva a los recién -llegados debajo del árbol donde ellos merendaban y forman grupo. Aparte -hacia la derecha Benita y Avelino.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¿A qué habrán venido esos -tipazos?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Me estomagan a mí esos dos -<i>maniquises</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Tráigame usted un poco de -salchichón que me he puesto nerviosa. (<i>Avelino va a la cesta y trae lo -pedido por Benita.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Higinio</span> (<i>A Nieves.</i>)—Ahí le tienes.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Con despecho.</i>)—¿A quién -tengo?</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—A ese tío. ¡Ya estarás -contenta!</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¿A mí qué me importa ese hombre? -(<i>Le vuelve la espalda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—¿Que no te importa? ¡Maldita -sea!<span class="pagenum" id="Page_180">p. 180</span> (<i>Vase iracundo -fondo izquierda; Nieves queda sola, sentada en el mismo sitio.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Rafael.</span>—¿Y cómo ha sido eso de venir tan -tarde, amigo Melquiades?</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Señor, se ha cumplimentao la -palabra. Dijimos que vendríamos al postre y <i>hétetenos</i> aquí.</p> - -<p><span class="smcap">Zoila.</span>—Lo bueno siempre se hace -esperar.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Lo bueno es lo que esperaba, -señá Zoila. (<i>Al ver sentada a Nieves y sola, hace señas de -inteligencia a Melquiades.</i>) Vamos a colgar los sombreros, con permiso. -(<i>Se separan del grupo y se dirigen hacia el fondo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Parándose a mitad de camino -y aparte a Serafín señalando a Nieves.</i>)—Ahí la tienes.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Más bonita que un sol!</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Está queriendo caerse. -Tambaléala. (<i>Le da un pequeño empujón y vuelve al grupo de -Rafael.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Se engalla, se estira y -se acerca a Nieves hablándola en voz baja.</i>)—Daría la metá de mi -existencia por ser el Guadarrama.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Coqueteando.</i>)—¿Pa qué?</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Aproximándose; casi al -oído.</i>)—Pa verme rodeao de <i>nieves</i> por todas partes.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Iba usté a tener mucho frío.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Quiá! Nieves usté y primavera -yo, a la media hora el deshielo.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Sonriendo.</i>)—¡Pamplinas!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span>.—</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">“Amarillo es el oro,</div> - <div class="verse indent0">blanca la plata,</div> - <div class="verse indent0">y negros son los ojos</div> - <div class="verse indent0">que a mí me matan.”</div> - </div> -</div> -</div> - -<p class="ti0">(<i>Vuelve hacia el corro donde está Melquiades, después -de dirigir a Nieves dos o tres miradas incendiarias, y dice a éste -aparte dándole en el hombro.</i>) ¡Tambaleada!</p> - -<p><span class="smcap">Damiana</span> (<i>Ofreciéndoselo.</i>)—¡Un chatito, -Serafín!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_181">p. 181</span></p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Pasando a su lado.</i>)—Siendo de -usté, hasta con narices, señá Damiana. (<i>Lo bebe.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Aparte a Serafín.</i>)—Pues -ahora verás lo que te preparo. (<i>En voz alta.</i>) Pero ¿qué insipidez es -esta, señores? ¿Es que no nos vamos a divertir ni se va aquí a jugar a -nada?</p> - -<p><span class="smcap">Rafael.</span>—Tiene razón el amigo Melquiades; -estáis muy desanimaos.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Vaya: le voy a echar una -meaja de sal a la juerga. (<i>Llamando.</i>) ¡Niñas!... ¡Pollos!... -arrimarse pa acá, que me se ha ocurrido un solaz modernista, para que -nos divirtamos.</p> - -<p><span class="smcap">Todos</span> (<i>Acercándose -bulliciosamente.</i>)—¡Sí, sí! ¡Eso!... ¡eso!</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¿Queréis que organicemos un -concurso de baile por parejas, con premios y tóo?</p> - -<p><span class="smcap">Todos</span> (<i>Aplaudiendo.</i>)—¡Sí, sí! ¡Muy -bien, muy bien!</p> - -<p><span class="smcap">Tuliqui.</span>—¿Y cómo va a ser ese -concurso?</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Pues de la siguiente forma: -<i>Pograma</i>: Base primera. El “Virutas” y el Bernabé, nos van a ejecutar -en la guitarra una <i>Redova u Mazurca rusa</i>, que ellos saben y que se -intitula: “<i>Ay, qué Moskou.</i>” Se forman parejas, la van bailando una a -una y a la pareja que a juicio de un jurao la baile con más estilo, se -le <i>ajudicará</i>, no una Copa, porque aquí no las poseemos, pero sí un -<i>chato</i>, al que llamaremos <i>chato de honor</i> u <i>chato</i> Melquiades, si se -quiere.</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Muy bien, muy bien!</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Dicho chato, estará lleno de -vino y la pareja gananciosa se lo beberá a medias, primero la señora -y después el caballero, con el fin de que el premio consista en que -el hombre pose los labios en aquel lugar del <i>chato</i> donde los haya -<i>posao</i> el <i>ojeto</i> amado y bailarín. ¿Se aprueba?</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Muy bien, muy bien!</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Pues vosotros, coger las -guitarras, mocitos. (<i>Bernabé y Virutas, van por ellas al fondo y -figuran templarlas.</i>)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_182">p. 182</span></p> - -<p><span class="smcap">Tuliqui.</span>—Y nosotros a elegir parejas.</p> - -<p><span class="smcap">Onofra</span> (<i>Joven feísima, sale de entre los -grupos y se dirige hacia Avelino.</i>)—¿Vamos a romper la marcha usté y -yo?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Mirándola de arriba -abajo.</i>)—¿Yo con usté? (<i>Volviéndole la espalda.</i>) “Llamad al -sereno.”</p> - -<p><span class="smcap">Onofra.</span>—Hombre, ya sé que no soy -guapa.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Hija, por Dios, no es por eso; -es que yo me quedo pa <i>jurao</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Onofra</span> (<i>A Tuliqui, que se coloca entre -los dos.</i>)—¿Qué <i>jurao</i>?</p> - -<p><span class="smcap">Tuliqui</span> (<i>A Avelino.</i>)—Que pregunta que, -¿<i>qué jurao</i>?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Que qué he jurao? (<i>Al oído.</i>) -¡No bailar con feas!...</p> - -<p><span class="smcap">Onofra.</span>—Pues le <i>avierto</i> a usté, joven, -que donde yo me marco un <i>chotís</i>, se vienen detrás de mí tóos los -pollos.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Les dará usté trigo. (<i>Ríen el -chiste todos los del grupo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Onofra</span> (<i>Incomodada.</i>)—Les doy narices. -¡¡El demonio el hortera!!</p> - -<p><span class="smcap">Virutas</span> (<i>Avanzando.</i>)—¡Ya están templás -las guitarras!</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Pues a empezar. (<i>Durante -el diálogo anterior, Melquiades y varias muchachas y muchachos han -adornado una banqueta con hierbas y flores y sobre ella han colocado -un vasito de vino; dicha banqueta la colocan en el centro de la escena -y hacia el fondo.</i>) Vosotros, (<i>A los guitarristas.</i>) sentarse ahí; -(<i>En el tronco de la izquierda.</i>) y el Jurao, lo compondremos, el señor -Viriato, la señá Zoila, (<i>Avanzan los nombrados.</i>) y un decrépito -servidor de ustedes.</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Muy bien!</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Y las parejas, podrían ser, -por ejemplo: la Nieves, con... (<i>Como buscando a uno; llevándola de la -mano.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Con su novio; ¡con quién va a -bailar!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_183">p. 183</span></p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—No, eso no; novios con -novios, no me hace. Porque novios con novios se supone que se -han cogido el <i>tingli</i> en tóo lo tocante al arte <i>corográfico</i> -y se llevarían el premio a poca costa. <i>Tien</i> que ser parejas -impremeditadas. Veréis: Nieves, con... uno cualquiera... con Serafín, -pongo por caso.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Avanzando.</i>)—Con mil amores. -(<i>La coge de la mano.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Avanzando.</i>)—Nieves debía bailar -con su novio.</p> - -<p><span class="smcap">Damiana</span> (<i>Cogiéndola y haciéndola -retroceder.</i>)—Tú te callas, que no eres quién. ¿No estás oyendo que -dicen que novios con novios no?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Pues que digan lo que quieran; yo -digo que con su novio y náa más.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—A callar. Y tú, baila con -Avelino, que es de Coloniales y sabe lo que es jalea; arza.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Superior! Agárrese usté que va -usté a ver dentro de dos minutos un <i>chato</i> apurao. (<i>Se agarran del -brazo y se colocan en el centro del fondo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Y el Tuliqui, que es un poco -cojo, con la Onofra, que sabe del pie que cojea. (<i>Los junta.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Tuliqui.</span>—Haremos la nota cómica.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Otras tres parejas al líbitum -y náa más. (<i>Forman parejas, al fondo, Trini, Julia, Pepita y Amalia, -con cuatro jóvenes.</i>) ¿Estamos?</p> - -<p><span class="smcap">Los que van a bailar.</span>—Sí, sí.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Colocándose a la derecha con -el Jurado.</i>)—Pues ¡a una!</p> - -<p class="mushab"><b>Música</b></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Picadito y afinao,</div> - <div class="verse indent0">ceñidito y bien bailao.</div> - <div class="verse indent0">Al bailar, poner</div> - <div class="verse indent0">muchísima atención,</div> - <div class="verse indent0">pa que vea la reunión,</div> - <div class="verse indent0"><span class="pagenum" id="Page_184">p. 184</span>que no es coba</div> - <div class="verse indent0">el concurso de redowa</div> - <div class="verse indent0">que manguela ha organizao.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent6">Bien hablao.</div> -</div> - -<p class="tab">——</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>A Nieves y -Serafín, que se colocan en el centro.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">En posición de empiecen.</div> - <div class="verse indent0">¡Que me se cuide la base cuarta!</div> - <div class="verse indent0">Primera pareja: al redoveo.</div> -</div> - -<p class="dcha">(<i>Al quinto compás empiezan a bailar Serafín y Nieves.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent7">La re-do-</div> - <div class="verse indent7">la re-do-</div> - <div class="verse indent0">la Redowa se baila sin coba,</div> - <div class="verse indent0">por la gente de Madrid</div> - <div class="verse indent0">lo mismo en el Palace Hotel</div> - <div class="verse indent0">que en un salón de Chamberí.</div> -</div> - -<p class="tab">——</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent7">Baila muy</div> - <div class="verse indent7">apretao.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Serafín</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Es la base cuarta</div> - <div class="verse indent0">que ha puesto el Jurao.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent7">La re-do-</div> - <div class="verse indent7">la-re do-</div> - <div class="verse indent7">etc., etc.</div> -</div> - -<p class="tab">——</p> - -<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_185">p. 185</span><span -class="smcap">Melquiades</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent7">No tié fin</div> - <div class="verse indent7">pa bailar</div> - <div class="verse indent7">Serafín.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent7">¡Qué pillín!</div> -</div> - -<p class="tab">——</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Melquiades</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent2">Otra pareja.</div> -</div> - -<p class="quienes">(<i>Se retiran a la izquierda los que bailan, y -avanzan Benita y Avelino, que bailan ridículamente.</i>)</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Avelino</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent7">Ya usté verá,</div> - <div class="verse indent7">mi dulce amor,</div> - <div class="verse indent7">cómo al final</div> - <div class="verse indent7">es pa usté</div> - <div class="verse indent7">el chato de honor.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Benita</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent7">¿De verdá?</div> - <div class="verse indent7">¡Ay, qué bien!</div> - <div class="verse indent7">Pues si es así,</div> - <div class="verse indent7">ya verá usté</div> - <div class="verse indent7">que pongo yo</div> - <div class="verse indent7">tó lo que sé.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent7">¡Hay que ver</div> - <div class="verse indent7">qué marcao!</div> - <div class="verse indent0">Si el premio al fin</div> - <div class="verse indent0">no lo han ganao,</div> - <div class="verse indent0">cualquiera ya</div> - <div class="verse indent0">les quitará lo bailao...</div> -</div> - -<p class="tab">——</p> - -<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_186">p. 186</span><span -class="smcap">Avelino</span> (<i>Cambiando de manera de bailar.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent2">¡A la <i>demimondaine</i>!</div> -</div> - -<p class="dcha">(<i>Bailan todas las parejas.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent7">¡Eso es!</div> -</div> - -<p class="dcha">(<i>Jaleándose.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent7">¡Mi mamá!</div> - <div class="verse indent7">Un grupo así</div> - <div class="verse indent7">es pa un Kodak.</div> - <div class="verse indent7">¡Diga usté que</div> - <div class="verse indent7">venga Kaulak!</div> -</div> - -<p class="tab">——</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent7">La-re-do-</div> - <div class="verse indent7">la-re-do-</div> - <div class="verse indent7">La Redowa</div> - <div class="verse indent0">tié más de una arroba</div> - <div class="verse indent0">de sal y pimienta y tal,</div> - <div class="verse indent0">y se ha bailado en <i>la Bombi</i>,</div> - <div class="verse indent0">y en el propio palacio Real.</div> -</div> - -<p class="tab">——</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Viriato</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Estos dos, han bailao tal cual.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Melquiades</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent7">Muy mal.</div> - <div class="verse indent0">Otra pareja.</div> -</div> - -<p class="dcha">(<i>Dejan de bailar todos y avanzan Onofra y el Tuliqui.</i>)</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Tuliqui</span> (<i>Bailando a su modo.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Creo que de esta manera</div> - <div class="verse indent0">no se nota la cojera,</div> - <div class="verse indent0">y hasta puen premiarme</div> - <div class="verse indent0">por mi gallardez.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_187">p. 187</span><span class="smcap">Onofra</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent7">Tal vez.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Tuliqui</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent7">Comprímase</div> - <div class="verse indent0">pa que vean que bailamos yo y usté</div> - <div class="verse indent0">sobre un cacahué. (<i>Bailan todos.</i>)</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent7">La re do-</div> - <div class="verse indent7">la re do-</div> - <div class="verse indent7">La Redowa,</div> - <div class="verse indent7">etc., etc.</div> - </div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Interrumpiendo.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Vayan ustedes a la coda.</div> -</div> - -<p class="tab">——</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent7">Pues digan ya</div> - <div class="verse indent7">los del Jurao,</div> - <div class="verse indent7">pa terminar,</div> - <div class="verse indent7">quién ha ganao.</div> -</div> - -<p class="dcha">(<i>Al terminar el baile, aplauden los que no han bailado.</i>)</p> - -<p class="mushab"><b>Hablado</b></p> - -<p><span class="smcap">Todos</span>.—¡Bravo! ¡Bravo!</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Después de una pequeña -conferencia con los del Jurado.</i>)—Señores: el Jurao ha acordao por -unanimidaz, conceder el <i>chato</i> de honor, a la insuperable pareja, -Nieves-Serafín.</p> - -<p><span class="smcap">Todos</span> (<i>Aplaudiendo.</i>)—¡Muy bien, muy -bien!</p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Rabioso.</i>)—Eso es una -injusticia.</p> - -<p><span class="smcap">Viriato</span>.—¡Orden!</p> - -<p><span class="smcap">Todos</span>.—¡Que se calle! (<i>Avelino afligido, -se retira hacia la derecha, acompañado de Benita.</i>)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_188">p. 188</span></p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¿Se acepta este fallo?</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—Sí, sí.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>A Nieves y Serafín.</i>)—Pues -podéis beberos el premio sorbito a sorbito, pollos. (<i>Dándole la copa a -Nieves.</i>) Cuando quieras, nena.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Con mucho gusto. (<i>Coge el -vaso.</i>) A la salú de mi pareja.</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Olé! (<i>Vuelve Higinio por el foro -izquierda lentamente y se acerca al grupo poco a poco.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Gracias, Nieves!</p> - -<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Va a beber y se detiene con -coquetería.</i>)—¡Ay, pero se va usté a enterar de mis secretos!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Pué que me convenga.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—A mí no; pero en fin, lo dicho. -(<i>Bebe la mitad del vino y deja la copa en la banqueta.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Sin coger el vaso.</i>)—Señores: -antes de posar mis labios donde los ha imprimido esa boca que parece -talmente un clavel encarnao que se le ha caído del pelo, tengo que -manifestar que me embarga el júbilo, que me embarga la emoción y que -me embarga... (<i>Va a coger la copa, pero se interpone Higinio, que -enérgicamente la coge.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Pues no se moleste usté, yo me -lo beberé, que no tengo na embargao. (<i>Bebe y tira el vaso contra el -suelo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Eh! (<i>Movimiento de estupor; -Higinio trata de agredir a Serafín, pero los sujetan los hombres, -apartándolos, quedando en medio Melquiades.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Aplaudiendo.</i>)—¡Muy bien, muy -bien y muy bien!</p> - -<p><span class="smcap">Viriato.</span>—Eso no vale.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Pero, ¿qué has hecho?</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Lo que me ha parecido; ¿qué -hay?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Muy bien y muy bien! ¡Ja, ja; -qué chasco! (<i>Ríe; sus padres la amenazan.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Rafael</span> (<i>A Higinio.</i>)—Pero, ¿no ves que -era una broma?</p> - -<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Sujetando a Serafín; con ira a -Higinio.</i>)—Has metío la pata.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Con tranquilidad.</i>)—Hombre, ¿no -se le<span class="pagenum" id="Page_189">p. 189</span> ha ocurrido a -usté otra gansada en el rato que hace que está usté ahí haciendo el -orangután?</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Si se me ocurre otra, la -hago.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Pues a ratos no crea usté que -estorba una mijita de educación, amigo.</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Tengo la que me hace falta.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Pues la pué usté llevar en la -funda de un cacahué y no se le llena; palabra.</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Lo que yo tengo es... (<i>Vuelve a -acometerle.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Sonriendo.</i>)—Lo que tiene usté -son <i>deciséis</i> señoras al lao y un sujeto de miramientos vis a vis; -pero también tiene usté un carrillo y yo una mano, y la vida ocasiones. -Na más.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¡Hablas, que esculpes! Y -terminao el incidente, señores, que no le vamos a estropear el día a la -señá Damiana.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Se continuará, pollo.</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Cuando usté quiera.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¿Vamos ahí, al sotillo, a -jugar a prendas?</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—Sí, sí; vamos. (<i>La gente se va -con Melquiades, murmurando y hablando entre sí, por el foro izquierda. -Quedan en escena: la Trini, al fondo; Nieves, junto al árbol de la -izquierda; Benita, hacia la derecha, y en el centro Higinio, Rafael y -Damiana. Avelino hace mutis por la derecha.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>A Trini.</i>)—¿El perro de usté, -embiste también, joven?</p> - -<p><span class="smcap">Trini</span> (<i>Con coquetería.</i>)—Ni perrito que -me ladre tengo.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Pues cuelgue usté su hermosura -de esta escarpia, que ha encontrao usté un lebrel. (<i>Se cogen del brazo -y hacen mutis por la lateral izquierda, pero bajando al proscenio para -pasar por delante de Nieves que, como es natural, queda contrariada -al ver que se van juntos.</i>) ¡Y a ver si va a poder ser que pueda uno -hablar con una mujer guapa!</p> - - -<h4 title="ESCENA V"><span class="pagenum" id="Page_190">p. -190</span>ESCENA V</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Benita, Nieves, Damiana, -Higinio</span> <i>y el</i> <span class="smcap">señor Rafael</span></p> - -<p><span class="smcap">Rafael.</span>—Te has <i>ocecao</i>, Higinio; te has -<i>ocecao</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Con ira.</i>)—Ha metío la pata, -dígalo usté claro.</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—No, señora.</p> - -<p><span class="smcap">Damiana.</span>—Sí, señor; que si hubiese hecho -algo malo aquí estaba su madre pa regañarla.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Ha hecho muy bien, muy bien y -muy bien!</p> - -<p><span class="smcap">Damiana.</span>—Cállate tú ahora.</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Es que no podía más, Nieves; -hazte cargo.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Si toa la vida serás lo mismo; un -celoso, un primo sin correa pa na.</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Porque te quiero pa mí solo.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Pues por éstas, que no me vuelves -a poner en ridículo; hemos acabao.</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—¿Que hemos acabao?</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Hemos acabao, sí, señor, pero pa -siempre, ¡por éstas! (<i>Besando la cruz de los dedos.</i>) Hemos acabao.</p> - -<p><span class="smcap">Rafael.</span>—¡Calma, hijos! ¡Válgame Dios!</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—¿Y qué he hecho yo pa esto, -señor Rafael? ¿Qué he hecho yo pa esto? Quererla y na más. ¡Y luego -dicen! Si debía ser uno como todos: un sinvergüenza pa las mujeres: -esos tién suerte y no los primos como yo, que se cuelan de buena fe. -¡Maldita sea!</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Pues se acabaron los primos; -puedes marcharte cuando te dé la gana.</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—¿Que me marche? Pero, ¿estás en -lo que dices?</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—No tengo más que una palabra.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_191">p. 191</span></p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Está bien. No me lo dirás dos -veces. Me voy. Pero antes de irme, escucha una cosa, Nieves. No serás -mía, pero de ese hombre tampoco lo eres. Mialás: jurao; al tiempo. -(<i>Vase fondo izquierda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Aplaudiendo.</i>)—Muy bien, muy -bien y muy bien.</p> - -<p><span class="smcap">Damiana.</span>—Pero, ¿quieres callarte y no -agriarlo más, tonta del bote?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Pues no me callo y no me callo, -porque tié razón; sí, señora, y sí, señora.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Airada.</i>)—¿Y de qué tié razón, -vamos a ver?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—De todo, sí, señora; que lo que -hay es que tú quiés ser señorita y tener lujo y por eso despachas a -Higinio, porque es un pobre, y en cambio te has enguirlotao con un tío -pinturero que crees que te va a dar el oro y el moro; eso es.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Contenida por sus padres.</i>)—Pero -¿no es pa darla una bofetá?</p> - -<p><span class="smcap">Rafael.</span>—Pero ¿qué estás diciendo ahí -contra tu hermana?</p> - -<p><span class="smcap">Damiana.</span>—Dejar a esa tonta.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Sí; tonta, tonta; porque las -canto claritas. ¡El lujo, el lujo! ¡Eso, eso es lo que os pierde a -muchas! El gabancito de moda, el zapatito de charol y la faldita -estrecha y a pintarla por ahí andando a saltitos (<i>Remedando lo que -va diciendo.</i>) como pollos trabaos. Pues no señora; hay que agarrarse -al jornalito y ayudar al marido y chincharse; esa es la obligación de -una pobre. Y si hay que llevar un pingo, se lleva y se aguanta una, -que después de todo, siempre será mejor llevar un pingo que serlo. Eso -es.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Pero ¿oye usté? ¡Desvengonzá! -¡Mala hermana! ¡Suélteme usté, que la arañe! (<i>Quiere pegarla pero -sus padres la contienen, llevándosela poco a poco por la primera -izquierda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Damiana.</span>—¡Hija, por Dios, que vamos a dar -un escándalo!</p> - -<p><span class="smcap">Rafael.</span>—¡Entre hermanas, válgame Dios! -¡Vamos, vamos!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_192">p. 192</span></p> - -<p><span class="smcap">Damiana</span> (<i>A Nieves.</i>)—¡No llores, hija, -no llores!</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Envidiosa, más que envidiosa. -(<i>Mutis.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡El lujo!... ¡el lujo!... Eso, -eso; que os da miedo ser pobres, ni más ni menos. (<i>Al quedarse sola, -con gran energía.</i>) Pues no señora: mi hermana, no. Ella pué que me -arranque el moño, pero yo la juro que la quito de ese tío. Todo, antes -que verla por esas calles sola y pintá de rubio, haciendo de reir a la -gente. Mi hermana, no. ¡Por estas cruces! (<i>Se sienta en el tronco del -árbol de la izquierda, llorosa y agitada, limpiándose los ojos con el -delantal.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA VI</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Benita</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Avelino</span>, <i>que sale por el fondo derecha, -ocultándose, entre los árboles</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Sola! ¡Yo la exploro! ¡Me -gusta a mí esa tontita de una manera avasallante! ¡Tiene un no sé -qué así, bobo, que engolosina! Yo voy a ver si la enloquezco por un -medio poético que me se ha ocurrido. (<i>Saca una navaja de muelles, -no muy grande, y la abre.</i>) Un poco grande es para mi <i>ojepto</i>, pero -no he encontrao otra. Me tiembla el corazón que parece que voy a -cometer un crimen. ¡Ánimo! (<i>Llamando desde donde está.</i>) ¡Benita!... -(<i>Avanzando.</i>) ¡Benita!</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Se vuelve.</i>)—¿Qué? (<i>Al verle se -levanta aterrada.</i>) ¡Jesús!</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Perdone usté que venga a -cortarla...</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Retrocediendo asustada.</i>)—¿A -mí?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Que venga a cortarla el hilo de -sus cavilaciones nada más; que esta navaja es para hacerla a usté una -cosa muy agradable.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¿Qué me va usted a hacer?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Que qué la voy a hacer? -(<i>Avanza con<span class="pagenum" id="Page_193">p. 193</span> pasos -trágicos y cogiéndola de una mano, la trae hasta el centro de la -escena. Ella avanza con miedo.</i>) ¿Cómo se llama usted?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Ah! pero ¿es el padrón?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Es otra cosa más de adorno. -¿Cómo se llama usté?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Benita.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Digo de apellido.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Baranda.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Sonriendo.</i>)—¡Baranda! ¡Hombre, -qué casualidad! Usté Baranda y yo, Escalera. ¡Nos completamos! -(<i>Mirándola con arrobamiento.</i>) ¡Baranda! (<i>Muy meloso.</i>) ¡Con qué -gusto me asomaría!</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¿Dónde?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Nada, nada; es una cosa pa mí -solo. De forma que las iniciales de usté son, B. B.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Creo que sí; B. B.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Bueno; pues la voy a hacer -a usté un B. B. entrelazao, en el tronco de un árbol, con letra de -adorno, que se va usté a quedar <i>visueja</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¿Y pa eso me ha dao usté este -susto?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Y debajo de su enlace pondré -mis iniciales: Avelino Escalera Jordán. A. E. J. (<i>Muy fino.</i>) ¿Me -permitirá usted que por lo menos toque la J en su enlace?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Como si quiere usted tocar la -muñeira.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Ni una palabra más. ¿Lo grabo en -aquella encina (<i>Foro.</i>) u en este chopo? (<i>1.º derecha.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Pero ¿me quiere usted dejar en -paz, hombre?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Lo grabaré en el chopo. ¡Y Dios -quiera que algún día no tenga yo que coger el chopo y recordarla dónde -empezó nuestro idilio! Manos a la obra. (<i>Se pone a grabar con la -navaja en el tronco del árbol.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Tan bien como estaría usted -durmiendo la siesta, hombre!</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Benita.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¿Qué?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Tié usté una mirada que -<i>eleztrocuta</i>.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_194">p. 194</span></p> - -<p>(<i>Se oyen risas y rumor de voces de hombres hacia la primera -izquierda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Chist!... ¡Silencio!</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Qué pasa?</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Fijándose.</i>)—El señor Melquiades -y Serafín, que vienen.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Esos sinvergüenzas!</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¿Tramarán algo contra Higinio?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Si quiere usté, podemos -escondernos y oirlos.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Sí; mejor será. Calle usté; por -aquí. (<i>Se esconden detrás de un matorral alto en la primera derecha, -de forma que los vea el público.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA VII</h4> - -<p class="quienesj"><span class="smcap">Dichos</span>, <span -class="smcap">Serafín</span>, <span class="smcap">Melquiades</span>, -<span class="smcap">Virutas</span>, <span class="smcap">Tuliqui</span>, -<i>y</i> <span class="smcap">Bernabé</span>, <i>por la primera izquierda. -Vienen riendo escandalosamente. El último trae un frasco de vino y dos -copas, y colocándolo en el banco de la izquierda va sirviendo a sus -amigos, que beben formando semicírculo.</i></p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Saliendo.</i>)—¡Calla, que me -tronzo de risa!</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Ja, ja, ja!</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Que sí, hombre, no reirse.</p> - -<p><span class="smcap">Tuliqui.</span>—¡Pero si es pa reventar!</p> - -<p><span class="smcap">Virutas.</span>—¡Tienes unas cosas!</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Señor, que sé lo que me digo, -hombre. Oirme y veréis. (<i>A Serafín.</i>) ¿Cuál es aquí la única cosa que -nos es <i>hóstil</i> p’al logro de tus fines benéficos con la Nieves?</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—La Benita.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Pues la hago yo el amor, -primo, y tóo resuelto. (<i>Todos ríen.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Estupefacta.</i>)—¡A mí!</p> - -<p><span class="smcap">Tuliqui.</span>—¿Tú con esa mema? (<i>Riendo.</i>) -¡Ja, ja, ja!</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¡Natural, señor! Como ese -cacho de<span class="pagenum" id="Page_195">p. 195</span> tonta no ha -tenido nunca quien la diga “por ahí te pudras”, pues en cuanto yo la -insinúe tanto así, la incendio, cae en mis brazos, se pone de nuestra -parte y cuando tú haigas lograo tu ojeto con su hermana, yo abandono -a esa renacuaja y que se tome dos pastillas de sublimao, si le gusta. -¿Qué os parece?</p> - -<p><span class="smcap">Virutas</span> (<i>Riendo.</i>)—¡Eres diabólico!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Oye, pero que de primera.</p> - -<p><span class="smcap">Tuliqui.</span>—¡A ver si te da calabazas!</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¿A mí? ¡A las dos palabras, -la pelo al rape si me da la gana! (<i>Siguen hablando en voz baja y -bebiendo. Avelino sale del escondite, abre la navaja y avanza en -actitud amenazadora. Benita le sujeta.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Suelte usté! ¡Suelte usté, que -le voy a traer dos filetes de cerdo! ¡Miserables! ¡Canallas!</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Chist!... ¡quieto! Déjeme usté a -mí sola, que yo sé lo que tengo que hacer con estos bandidos. Lárguese -usté pronto.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Si hago falta, me da usté una -voz.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Bueno. (<i>Vase Avelino por la -primera derecha.</i>) Por mi salú que os acordáis de esta mema pa toa la -vida. ¡Deshonrar a mi hermana y tomarme a mí el pelo! Veremos quién -puede más, si una tonta o cinco granujas. (<i>Vase tercera derecha.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>A Serafín.)</i>—De manera que -tú a seguir dándola achares a la Nieves con su amiga, y yo a buscar a -esa pitusa, y de que la encuentre...</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Por el foro derecha, lejos y -quejándose.</i>)—¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¿Quién se queja? (<i>Todos miran -al sitio indicado.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¡Calla!... ¡Pero si es la -Benita!</p> - -<p><span class="smcap">Tuliqui.</span>—¡Y viene cojeando!</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¿Se habrá caído?</p> - -<p><span class="smcap">Virutas.</span>—¡Qué ocasión!</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Dibujada. Dejarme solo.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Duro con ella.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Sus la brindo. (<i>Vanse los -cuatro riendo por la primera izquierda.</i>)</p> - - -<h4 title="ESCENA VIII"><span class="pagenum" id="Page_196">p. -196</span>ESCENA VIII</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Melquiades</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Benita</span>, <i>por el fondo derecha</i>. <i>Viene cojeando y -se apoya para andar en una sombrilla</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! (<i>Sale -quejándose.</i>) ¡Ay, señor Melquiades de mi alma!</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Pero, ¿qué es eso, rica, qué -te ha pasao?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Ay, que me he torcido un pie! -¡Ay!... ¡Agárreme usté, que no puedo!</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Yendo hacia ella.</i>)—Pero, -¿es que te has resbalao?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Y me he caído, sí, señor. ¡Ay! -¿Me quiere usté llevar a aquel tronco? (<i>El de la izquierda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Con mil amores. (<i>Cogiéndola -de la cintura.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Saltando a la “patita -coja”, hasta llegar al banco.</i>)—¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! (<i>Se sienta a la -izquierda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>De rodillas, reconociendo el -pie lesionado.</i>)—¿Y dónde te duele, rica?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Aquí, un poquito más arriba -del tobillo. (<i>Levantando la falda y dejando ver un poco la -pantorrilla.</i>)—¿Lo tengo hinchao?</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—No, pero... (¡Camará, -qué pantorrilla!) A ver, ¿te duele al tazto? (<i>Toca con el dedo -repetidamente.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—No, señor; me hace una punzadita -nada más.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Eso no es nada; descansando -aquí un poquito conmigo, te se pasa. (<i>Se sienta a su derecha, pero sin -dejar de mirar la pantorrilla.</i>) Oye, rica, ¿y sabes que vas muy bien -calzadita?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Regular! ¡Cada una presumimos de -lo que podemos!</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Yo no me había fijao, pero, -sabes que tienes un nacimiento que...</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Haciéndose la tonta.</i>)—¡Je, je! -Lo mismo<span class="pagenum" id="Page_197">p. 197</span> me dijo el -otro día el chico de la tienda de sedas. (<i>Ruborosa.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¿Te dijo que vaya un -nacimiento?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Sí, señor; que vaya un nacimiento -y que si se lo quería dejar pa una <i>Nochebuena</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¡Anda diez!</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Y luego, se puso así en jarras -y me <i>añidió</i>: ¿Le falta a usté una figurita pa ese nacimiento? Y yo -enfadada le dije: “Sí, señor, me falta el buey.”</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Riendo.</i>)—¡Muy salao! ¿Y qué -te dijo?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Pues... me dió las señas de su -casa de usté. (<i>Se ríe tontamente.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Quedando de pronto -serio.</i>)—¿Y por qué no te dió las de su padre político?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Se le pasaría. (<i>Levantándose -rápidamente.</i>)—Y en fin, yo me voy, que no quiero que me vean aquí -sola.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Obligándola a sentarse.</i>)—No -tengas prisa, mujer.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—No, si yo estoy muy a gusto, -pero... ¡ay!, no quiero ni pensarlo, si me viesen aquí sola con usté, -con las bromas que me dan.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Bromas, ¿de qué?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Nada, que como a veces, cuando -hablamos así de hombres con mis amigas, yo siempre le saco a usté, pues -se han maliciao tonterías, que... Bueno, yo me voy. (<i>Como antes.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Aguarda, mujer aguarda. -(<i>Cada vez más acaramelado.</i>) ¿Y qué es lo que hablas de mí con tus -amigas, si pué saberse?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Yo, nada; tonterías de chicas.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Y dime, Benita, ¿tú no has -tenío nunca novio?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Novio, novio... lo que se dice -novio, no, señor. Tonteos na más. ¡Como soy tan tonta!...</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Y escucha: ¿no te gustaría a -ti tener un novio formal?... Vamos a ver.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Formal u chirigotero, que me -gustase a mí, que lo demás... es lo de menos.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_198">p. 198</span></p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span>.—¿Qué te parecería un sujeto -como yo, pongo por caso? (<i>Poniéndose de pie y engallándose.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>De pie también.</i>)—¿Cómo usté? -¡Ay!</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Cogiéndola la mano.</i>)—¿Te -gustaría? ¡Dilo!</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Fingiendo.</i>)—¡Ay, por Dios, -señor Melquiades, suélteme usté!</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span>.—Dímelo ya.</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span>.—¡Ay, por Dios, que nos pueden -ver!</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span>.—Dame un abrazo, anda.</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Soltándose y echando a correr -hacia el fondo derecha.</i>)—¡Ay, eso no, Melquiades! Ahora no, que -vienen.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span>.—¿Quieres que hablemos -luego?</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span>.—Luego, sí.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span>.—¿Dónde te espero?</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span>.—Aquí mismo, a la hora de irnos. -Adiós. (<i>Medio mutis.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Llamándola.</i>)—¡Benita! ¿Me -quieres?</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Con rubor.</i>)—Cuando yo me vaya, -venga usté a leer lo que dejo escrito aquí en la tierra. (<i>Escribe -en el suelo con la punta de la sombrilla.</i>) Ya está. Dispense la -<i>urtugrafía</i>. Adiós. (<i>Mutis fondo derecha.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span>.—¡Adiós, vida! Yo le he -preguntao que si me quería. ¿Qué habrá puesto? (<i>Va y lo lee.</i>) “<i>Un -porción.</i>” (<i>Riendo.</i>) ¡Camará con la niña! No, pues se pué pasar -el rato con la tontita esa mejor de lo que yo me figuraba. ¡Y por -lo visto, me venía camelando hace tiempo! ¡¡Y habrá tantas así!! -¡Que uno no puede estar en todo! (<i>Vase contoneando por la primera -izquierda.</i>)</p> - - -<div class="section"> - <h4>ESCENA IX</h4> -</div> - -<p class="quienesj"><i>Por el foro izquierda aparecen del brazo</i>, <span -class="smcap">Serafín</span> <i>y la</i> <span class="smcap">Trini</span>, -<i>muy amartelados. Hablan bajito; ella ríe locamente. Atraviesan la -escena, haciendo mutis por<span class="pagenum" id="Page_199">p. -199</span> la derecha. Les sigue</i> <span class="smcap">Nieves</span>, -<i>recatándose entre los árboles, nerviosa, jadeante</i>. <i>Falta luz. El -cielo empieza a nublarse. Después</i> <span class="smcap">Rafael</span> -<i>y</i> <span class="smcap">Damiana</span>. <i>Al final, todos los invitados -de ambos sexos</i> (<i>Coro general</i>).</p> - -<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Celosa y a punto de -llorar.</i>)—¡La Trini!... ¡La Trini con él... y haciéndole cara! (<i>Se -escuchan, ya lejanas, las risas locas de Trini.</i>) ¡Cómo ríe!... -¡Ella!... ¡A la que me he confiao... después que le he abierto mi -corazón!... ¡Infame! Si debí figurármelo. Y se van lejos... y solos... -y una aquí, atá por el qué dirán, sin poder desahogar la rabia. -¡Maldita sea! (<i>Se apoya, llorosa, en el tronco del árbol de la -derecha, primer término.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Una voz</span> (<i>De hombre, dentro -izquierda.</i>)—¡Virutas, diles a esos que vayan al merendero por -paraguas, que se ha nublao del todo y va a caer un chaparrón!</p> - -<p><span class="smcap">Otra</span> (<i>Ídem, ídem, en la derecha.</i>)—Ya -vamos.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>En lo suyo.</i>)—¡Por allí van! ¡Y -más juntos y más amartelados! Tenía que ser ella; esa infame. ¡Sabiendo -lo que yo le quiero! (<i>Queda llorando.</i>)</p> - -<p class="mushab"><b>Música</b></p> - -<p><span class="smcap">Voz hombre</span> (<i>En la izquierda.</i>)—¡Oye, que -se ha nublao y va a caer un aguacero!</p> - -<p><span class="smcap">Voz hombre</span> (<i>En la derecha.</i>)—Llamar a -esos, que vengan a coger cestas, guitarras, mantones y tóo. Venir.</p> - -<p><span class="smcap">Voz hombre</span> (<i>En la izquierda.</i>)—¡Pues no -va a caer nada!</p> - -<p><span class="smcap">Uno</span> (<i>Pasa corriendo de izquierda a -derecha, acompañado de una mujer.</i>)—¡A casa que llueve!</p> - -<p><span class="smcap">Coro</span> (<i>Dentro, repartido en ambos -lados.</i>)</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">Que llueva, que llueva,</div> - <div class="verse indent0">la Virgen de la Cueva.</div> - <div class="verse indent0">Los pajaritos cantan,</div> - <div class="verse indent0">las nubes se levantan.</div> - <div class="verse indent0">Que sí, que no,</div> - <div class="verse indent0">que llueva chaparrón.</div> - </div> -</div> -</div> - -<p class="mushab"><span class="pagenum" id="Page_200">p. -200</span><b>Hablando sobre la música.</b></p> - -<p class="quienesj">(<i>Salen</i> <span class="smcap">Damiana</span> <i>y</i> -<span class="smcap">Rafael</span>, <i>muy deprisa, por la primera -izquierda. Ella saca su mantón de crespón negro y él un paraguas.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Rafael</span> (<i>Dirigiéndose al árbol donde -merendaron, que es en el que está apoyada Nieves.</i>)—Vamos deprisa, -que va a caer un chaparrón. (<i>Al ver a Nieves.</i>) Anda, ¿pero estás tú -aquí?</p> - -<p><span class="smcap">Damiana</span>.—Cogeré mi cesta y la guitarra. -(<i>Coge lo que indica.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Rafael</span> (<i>Acercándose y -abrazándola.</i>)—Pero, ¿qué es eso, hija? ¿Pero lloras?</p> - -<p><span class="smcap">Nieves</span>.—No es nada, padre.</p> - -<p><span class="smcap">Rafael.</span>—¡Válgame Dios! (<i>A Damiana.</i>) -Pero, ¿no ves la nena llorando?</p> - -<p><span class="smcap">Damiana.</span>—Déjala. El disgusto de antes... -los nervios... que ella es así. Está como el día. (<i>Vase por donde -salió.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Rafael</span> (<i>Conduciendo abrazada a su hija -y haciendo mutis tras Damiana.</i>)—¡Ay qué hija ésta! ¡Lagrimitas de los -veinte años, lluvia de primavera; paece que se desgaja el cielo y luego -na! (<i>Vanse.</i>)</p> - -<p class="mushab"><b>Cantando</b>.</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Voz mujer</span> (<i>Dentro.</i>)</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">Empezó el día con sol</div> - <div class="verse indent0">y acaba el día lloviendo.</div> - <div class="verse indent0">Alegre estaba mi alma</div> - <div class="verse indent0">y estoy llorando de celos.</div> - </div> -</div> -</div> - -<p class="quienesj">(<i>Entre risas y algazara, salen Invitados e -Invitadas. Ellos se doblan los pantalones, se suben el cuello de -la americana; ellas se ponen abrigos y mantones, recogen cestas y -guitarras, y al fin se cobijan bajo los paraguas, que abren los -hombres. Empieza a llover.</i>)</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Ellos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Anda ya; cógete de mi bracero.</div><span class="pagenum" id="Page_201">p. 201</span> - <div class="verse indent0">Vámonos no descargue aquí el nublao;</div> - <div class="verse indent0">que dirán, si me cala el aguacero:</div> - <div class="verse indent0">va-calao, va-calao, va-calao.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Ellas</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Tápeme; pero no me apriete tanto,</div> - <div class="verse indent0">que si no me separo yo de usté;</div> - <div class="verse indent0">que pa mí, que aunque jure usté que es santo,</div> - <div class="verse indent0">le-calé, le-calé, le-calé. (<i>Abren los paraguas.</i>)</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Ellos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent6">Pues vamos juntos</div> - <div class="verse indent6">bajo el paraguas,</div> - <div class="verse indent6">pa que te diga</div> - <div class="verse indent6">con ilusión,</div> - <div class="verse indent6">que en los encajes</div> - <div class="verse indent6">de tus enaguas</div> - <div class="verse indent6">llevas prendido</div> - <div class="verse indent6">mi corazón. (<i>Llueve más fuerte.</i>)</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Ellas</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent6">Aunque se ponga</div> - <div class="verse indent6">muy zalamero,</div> - <div class="verse indent6">no me convence</div> - <div class="verse indent6">de su querer,</div> - <div class="verse indent6">que son los hombres</div> - <div class="verse indent6">muy embusteros;</div> - <div class="verse indent6">y ande a casita</div> - <div class="verse indent6">que va a llover.</div> -</div> - -<p class="quienes">(<i>Empieza a llover con violencia. El Coro hace mutis -por la lateral izquierda.</i>)</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent6">Tápeme, etc...</div> - <div class="verse indent6">Anda ya, etc...</div> -</div> - - -<h4>ESCENA FINAL</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Melquiades</span>, <i>el</i> <span -class="smcap">Tuliqui</span>, <i>el</i> <span class="smcap">Virutas</span> -<i>y</i> <span class="smcap">Bernabé</span>, <i>primera izquierda. Luego -Benita, fondo derecha. Por último,</i> <span class="smcap">Avelino</span> -<i>por el mismo sitio.</i></p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_202">p. 202</span>(<i>Melquiades -se resguarda de la lluvia con su paraguas y los otros tres con uno -solo.</i>)</p> - -<p class="mushab"><b>Hablado</b></p> - -<p><span class="smcap">Tuliqui</span>.—¿De modo que la Benita?...</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span>.—Dos palabras y cayó en mis -brazos; y aquí me ha citao.</p> - -<p><span class="smcap">Todos</span> (<i>Riendo.</i>)—¡Ja, ja, ja!</p> - -<p><span class="smcap">Virutas</span>.—¡Gachó, no eres tú nadie!</p> - -<p><span class="smcap">Tuliqui</span> (<i>Mirando fondo -derecha.</i>)—¡Mirarla; por allí viene a tóo correr!</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span>.—Buscándome como una loca. -Veréis qué chifladura le ha entrao por mí.</p> - -<p><span class="smcap">Tuliqui</span>.—Vamos a escondernos. (<i>Se -ocultan detrás de un árbol del fondo izquierda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span>.—No reiros muy fuerte, no se -escame.</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Sale corriendo, muy remangada, -con un paraguas, abierto chorreando.</i>)—¡Hola, señor Melquiades! ¿Ha -visto usté que chaparrón?</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span>.—Te estaba esperando, vida.</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span>.—¿A mí? ¡Ay, cuánto lo siento!, -porque el caso es que tengo un compromiso con... con un joven... -(<i>Llamando.</i>) Avelino: aquí.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span>.—Aquí estoy. ¡Vaya un diluvio! -(<i>Sale con un pañuelo sobre el hongo, todo mojado, y los pantalones -muy subidos, igual que el cuello de la americana.</i>) ¡A casa, que -llueve! (<i>Se cogen del brazo, y, muy tapados con el mismo paraguas, -se van riendo por la primera izquierda y despidiéndose con la mano, -guasonamente del señor Melquiades, que queda estupefacto. Al mismo -tiempo aparecen por detrás del árbol donde se ocultaron, las caras -rientes y burlonas de Tuliqui, Virutas y Bernabé.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span>.—¡Mi madre!</p> - -<p><span class="smcap">Tuliqui</span>.—Oye tú: ¿y era esa la locura?</p> - -<p><span class="smcap">Virutas.</span>—¿Y decías que en tus brazos?</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Ja, ja! ¡Valiente chasco!</p> - -<p><span class="smcap">Los tres.</span>—¡A casa, que llueve! ¡Ja, ja, -ja! (<i>Se van muertos de risa por la primera izquierda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Indignado.</i>)—¡La panocha! -Pero, ¿qué es esto? Tomarme el pelo a mí una mequetrefa, ¡que no -levanta del suelo un metro treinta y cinco!<span class="pagenum" -id="Page_203">p. 203</span> ¡¡A mí!! Vaya; pues ahora es cuando está -empeñao mi amor propio. Que me trufen, si no la vuelvo loca. (<i>Tropieza -con una cesta que ha quedado olvidada.</i>) ¡Calla!... ¡una cesta! ¿Quién -se habrá dejao esto? (<i>La coge y se la cuelga del brazo.</i>) Me la -llevaré. ¡Miá que al final tener yo que llevar la cesta! Pues sí que me -han preparao el mutis. ¡Maldita sea! (<i>Vase primera izquierda con el -paraguas abierto y la cesta al brazo.</i>)</p> - -<p>(<i>Música en la orquesta.</i>)</p> - -<p class="mushab"><b>Mutación</b></p> - - -<hr class="chap0" /> - -<div class="chapter"> -<h3>CUADRO SEGUNDO</h3> -</div> - -<p class="donde">La Glorieta de la Ronda de Valencia frente a la calle -de Embajadores, entre la Veterinaria y la Fábrica de Tabacos.</p> - - -<h4>ESCENA PRIMERA</h4> - -<p class="quienesj"><i>El lugar está desierto; anochece. Pasa un -farolero encendiendo los faroles; a poco, a lo largo de la calle, -brillan las lucecitas del alumbrado público. Se escucha el pregón, -muy lejano, de un vendedor ambulante, y, mucho más lejana, la música, -casi imperceptible de un organillo. En una taberna próxima, en cuyos -cristales resplandece una luz rojiza, se oye un desacordado guitarreo. -Un borracho, con su voz incierta y ronca canta dentro:</i></p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">Eche usté cuatro botellas</div> - <div class="verse indent0">y aquí me dejo la capa,</div> - <div class="verse indent0">que aluego vendrán por ella.</div> - </div> -</div> -</div> - -<p>(<i>Un coro de voces infantiles canta lejísimo como un eco -perdido:</i>)</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">Ramón del alma mía:</div> - <div class="verse indent0">del alma mía, Ramón;</div> - <div class="verse indent0">si te hubieras casado</div> - <div class="verse indent0">cuando te lo dije yo.</div> - </div> -</div> -</div> - -<p class="quienesj"><span class="pagenum" id="Page_204">p. -204</span>(<i>Vuelve a quedar todo en silencio. Se acentúa la -obscuridad; en las fachadas de las casas lejanas, van brillando -tenues lucecitas. Aparecen por el primer término izquierda,</i> <span -class="smcap">Nieves</span>, <i>envuelta en un mantoncito de crespón -negro, muy repeinada, con su faldita estrecha y sus zapatitos de -charol, acompañada de una <span class="smcap">Vieja</span>, astrosa, -con cara de bruja, encorvada, que lleva mantón raído y un pañuelo viejo -a la cabeza.</i>)</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Con inquietud.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¡Virgen de la Paloma,</div> - <div class="verse indent0">me salta el corazón!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Vieja</span> (<i>Con voz cascada.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Mujer, ni que vinieses</div> - <div class="verse indent0">por una mala <i>ación</i>.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">No puedo remediarlo;</div> - <div class="verse indent0">estoy muy <i>asustá</i>.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Vieja</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">El sitio está muy solo</div> - <div class="verse indent0">y nadie nos verá.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Me ahoga la angustia.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Vieja</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Deja ya ese apuro</div> - <div class="verse indent0">y siéntate un poco</div> - <div class="verse indent0">aquí que está oscuro.</div> -</div> - -<p>(<i>Nieves se sienta en un banco de la Glorieta. La -Vieja queda en pie a su lado. Dan ocho campanadas en el reloj de una -iglesia distante. Vuelve el guitarreo en la taberna. Canta una voz de -hombre.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Hay que querer a las hembras</div> - <div class="verse indent0">con los pensamientos malos,</div> - <div class="verse indent0">que al que no lo hiciese así,</div> - <div class="verse indent0">ellas le darán el pago.</div> -</div> - -<p class="mushab"><b>Hablando sobre la música.</b></p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Vieja</span> (<i>A Nieves.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¿Oyes? Las ocho.</div><span class="pagenum" id="Page_205">p. 205</span> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent15">¡Las ocho! (<i>Pausa.</i>)</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Vieja</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Cantan bien en la taberna. (<i>Pausa.</i>)</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¿Tardará mucho su hermana?</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Vieja</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¡Qué ha de tardar! ¡Buena es ella!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¿La dijo usté lo que quiero?</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Vieja</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Que te eche las cartas, prenda,</div> - <div class="verse indent0">que tú no vas a su casa</div> - <div class="verse indent0">porque no quiés que te vean,</div> - <div class="verse indent0">y que viniese a las ocho</div> - <div class="verse indent0">a un banco de la Glorieta.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¡Cuánto tarda!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Vieja</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent13">Estás nerviosa.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Levantándose.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¿No viene allí?</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Vieja</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent14">Sí; es aquella.</div> -</div> - -<p>(<i>Sale fondo derecha la</i> <span class="smcap">señá Celes</span>, -<i>otra vieja, echadora de cartas, más bruja que la anterior. Esta viste -de obscuro. Lleva un gabán cortito y un manto negro raído. Se apoya en -una muletilla.</i>)</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Yendo a su -encuentro.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¡Señá Celes!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Celes</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent11">¡Hija mía!</div> - <div class="verse indent0">¡Cuánta gana que tenía</div> - <div class="verse indent0">de verte! ¡Qué hermosa estás!</div> - <div class="verse indent0">¿Qué te pasa?</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Vieja</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent12">No habléis fuerte.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_206">p. 206</span><span -class="smcap">Nieves</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Que quiero saber mi suerte,</div> - <div class="verse indent0">señá Celes.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Celes</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent10">La sabrás.</div> -</div> - -<p class="mushab"><b>Cantando.</b></p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Que mi vida ya no es vida;</div> - <div class="verse indent0">que tiran de mí, a la vez,</div> - <div class="verse indent0">de un lao mi casa y mis padres;</div> - <div class="verse indent0">del otro lao mi querer.</div> - <div class="verse indent0">Que Serafín me ha exigido</div> - <div class="verse indent0">que vaya a vivir con él,</div> - <div class="verse indent0">y yo quiero y no quisiera,</div> - <div class="verse indent0">y lucho y no sé qué hacer.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Celes</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Ven, que a la luz del farol</div> - <div class="verse indent0">las cartas te voy a echar;</div> - <div class="verse indent0">que tóo lo que te convenga,</div> - <div class="verse indent0">las cartas te lo dirán.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Vieja</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Siéntate. (<i>Se sienta.</i>)</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Celes</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent8">Persígnate.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Vieja</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Reza una oración.</div> - <div class="verse indent0">Corta con la izquierda.</div> - <div class="verse indent0">En el nombre de Dios.</div> -</div> - -<p>(<i>Celes saca la baraja, la remueve. Nieves hace cuanto la dice. La -bruja echa las cartas sobre el banco. Se ven en el horizonte obscuro, -relámpagos lejanos. Nieves, de pronto, da un grito de terror.</i>)</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¡Jesús!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Celes</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent7">¿Qué ha pasao?</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_207">p. 207</span><span -class="smcap">Vieja</span> (<i>Ríe con su boca sin dientes.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¡Que ha visto un murciélago</div> - <div class="verse indent0">y que se ha asustao!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Celes</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Aquí te salen dos hombres:</div> - <div class="verse indent0">uno, perdido por ti;</div> - <div class="verse indent0">otro, que te trae dinero:</div> - <div class="verse indent0">mira los oros aquí.</div> -</div> - -<p>(<i>Sale</i> <span class="smcap">Serafín</span> <i>foro derecha, -sigilosamente, sin ser visto. Se coloca detrás de las mujeres, oye y -sonríe.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Bastos; te sale un disgusto,</div> - <div class="verse indent0">pero al cabo triunfarás.</div> - <div class="verse indent0">Copas, y un hombre moreno</div> - <div class="verse indent0">rica y dichosa te hará.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Serafín</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Lo que las cartas te dicen,</div> - <div class="verse indent0">esa es la pura verdá.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Con asombro y -alegría.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¡Serafín! (<i>Levantándose.</i>)</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Serafín</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent8">Y ese moreno</div> - <div class="verse indent0">aquí esperándote está.</div> -</div> - -<p>(<i>Muy meloso, ofreciéndola el brazo al que ella se coge.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Vámonos, chula mía;</div> - <div class="verse indent0">vámonos, negra;</div> - <div class="verse indent0">vámonos del bracero</div> - <div class="verse indent0">donde nos vean.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Rendida.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Donde quieras llevarla</div> - <div class="verse indent0">se va tu negra,</div> - <div class="verse indent0">que al fin, será mi vida,</div> - <div class="verse indent0">lo que tú quieras.</div> -</div> - -<p>(<i>Se van del brazo muy juntos por la izquierda, con las caras casi -pegadas; caminan lentamente.</i> <span class="smcap">Higinio</span> <i>sale -por la derecha, vacilante, lívido, como un loco; los ve alejarse.</i>)</p> - -<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_208">p. 208</span><span -class="smcap">Higinio</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¡Juntos! ¡Se van! ¡De agonía</div> - <div class="verse indent0">se me salta el corazón!</div> - <div class="verse indent0">¡Malhaya la suerte mía,</div> - <div class="verse indent0">si no los mato a traición!</div> -</div> - -<p>(<i>Se va tras ellos. Las dos brujas, que han recogido la baraja y que -observan lo que sucede, al desaparecer Higinio, siguen riendo.</i>)</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Viejas</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent6">Ya lo ves.</div> - <div class="verse indent6">¡Ja, ja, ja!</div> - <div class="verse indent6">Siempre así</div> - <div class="verse indent6">pasará.</div> - <div class="verse indent0">Detrás del amor los celos</div> - <div class="verse indent6">siempre irán.</div> - <div class="verse indent6">Ya lo ves.</div> - <div class="verse indent6">¡Ja, ja, ja!</div> - <div class="verse indent6">Siempre así</div> - <div class="verse indent6">pasará.</div> - <div class="verse indent6">¡Ja, ja, ja!</div> -</div> - -<p>(<i>Vanse por primera izquierda. Sigue relampagueando en el horizonte -obscuro. Cesa la música.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA II</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Benita, Avelino</span> <i>e</i> -<span class="smcap">Higinio</span></p> - -<p class="quienesj"><i>Benita trae a Higinio casi a rastras, porque él -forcejea por soltarse. Avelino lleva una blusa larga y una cesta a la -cabeza de las que usan los ultramarinos para servir los pedidos, llena -de comestibles y bebestibles, la cual deja en el suelo para ayudar a -Benita.</i></p> <p><span class="pagenum" id="Page_209">p. 209</span></p> - -<p class="mushab"><b>Hablado</b></p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Quieto, por Dios! ¡Silencio!</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—No, si contra ella no es; -soltarme.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Efusión de sangre, no, joven.</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Si al que quiero matar es a él; -a él, que sé que no la quiere más que para perderla. ¡Suéltame!</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Que te he dicho que no.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Hágala usté caso, hombre.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Ten calma y óyeme lo que te -digo, ¡caray!, que la volvéis a una más tonta de lo que es! Si esta -noche no aparto a ese hombre del camino de mi hermana, mañana te lo -desayunas si quieres. (<i>Soltándole.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Higinio</span> (<i>Abrumado.</i>)—¡Se pierde esa -loca! ¡Se pierde sin remedio! ¡Se van juntos!... ¡juntos! ¡Dios sabe -dónde!</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Y nosotros también lo sabemos, -tonto; si no, ¿crees tú que los hubiera dejao yo irse?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Van al baile de Provisiones; -un baile titulao <i>El Vaivén</i>, de ahí orilla a la fábrica de Tabacos. -Precisamente a la casa de al lao voy yo a llevar este pedido.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Pues allí, en ese bailecito, es -donde una servidora lo va a arreglar tóo esta noche.</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Pero ¿cómo vas a evitar que tu -hermana...?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Muy sencillo. ¿Tú no te acuerdas -del señor Melquiades? ¿Aquel tío que me hizo el amor pa tomarme el -pelo?</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Sí.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Pues lo ha <i>enagenao</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—¿Qué?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Que con mis tontunas le he vuelto -<i>mochales</i> y ahí lo tengo, al principio de la Ronda, aguardándome -sentao en un banco, con dos sacas de ropa que me ha subido del río.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Don Juan Tenorio de mozo de -chapa.</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Pero, ¿es posible?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Pues ese tío bocón es el que me -ha contao<span class="pagenum" id="Page_210">p. 210</span> en secreto -que Serafín hace catorce años que está liao con una verdulera que le -mantiene el pico.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—De manera que tóo el lujo de ese -pollo, lechugas.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Tiene cinco hijos con ella; y a -esa mujer, que la llaman Paca “La Fiera”, por el mal genio, se lo he -ido a contar tóo; la he suplicao que me ayude a salvar a mi hermana y -me ha dicho que a las nueve estaría aquí con los cinco vástagos, medio -litro de vitriolo y un vergajo.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Que es un equipo! Ahora -calcúlese usté el <i>Agarren-Parti</i> que se va a armar en ese bailecito -esta noche.</p> - -<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Yo la ayudaré a esa mujer.</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Mirando por la segunda -izquierda.</i>)—Callarse, que me parece que ya está ahí esa fiera. -(<i>Mira.</i>) Sí; ella es.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>A Higinio.</i>)—Agárrese usté, que -es un huracán. (<i>Se echa la cesta a la cabeza.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA III</h4> - -<p class="quienesj"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Paca</span> <i>“La Fiera” segunda izquierda. Es una mujer -algo desastrada; viene a medio peinar. Lleva delantal, mantón atado -atrás y el pañuelo de la cabeza caído sobre los hombros.</i></p> - -<p><span class="smcap">Paca</span> (<i>Saliendo y pasando entre Avelino e -Higinio.</i>)—¡Pero que muy buenas!</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Dejándola libre el paso.</i>)—¡Señá -Paca!</p> - -<p><span class="smcap">Paca.</span>—Aquí estoy. He tardao, porque he -ido a dejar los chicos en casa mi prima pa cuando sea menester.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Y qué tal?</p> - -<p><span class="smcap">Paca.</span>—Vengo que muerdo. Y a mí no me -sujetéis de que vea a ese chulo, que por la papilla que me han dao, -¡maldita sea la leña!, que le hago trizas.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Quié usté sentarse?</p> - -<p><span class="smcap">Paca.</span>—¿Yo sentarme? Muerta descansaría -yo, ¡mi<span class="pagenum" id="Page_211">p. 211</span> perra vida! -(<i>Al hablar zarandea a Avelino, produciéndose en la cesta que lleva en -la cabeza un gran ruido de cacharros que chocan entre sí.</i>) Si no puedo -parar, hijo; si no puedo. Si dende que vino aquí la joven y me contó lo -que me contó, que me ha entrao una desazón que... vamos; si hasta creo -que me han crecío las uñas. (<i>Le zarandea más.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Sujetando el cesto con ambas -manos.</i>)—¡Mi madre!</p> - -<p><span class="smcap">Paca.</span>—¿Usté ha visto pelar un pollo, -pollo?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Por Dios, señora: el pedido!</p> - -<p><span class="smcap">Paca.</span>—Pues menos tardo yo en desollar a -ese ladrón, ladrón, más que ladrón. (<i>Asombrada ante el creciente ruido -de la cesta.</i>) ¡Caray! pero ¿qué le suena a este hombre?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—El pedido, señora; si se lo -estoy a usté diciendo.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Pero cálmese usté, por Dios!</p> - -<p><span class="smcap">Paca.</span>—¿Que me calme? ¡Cuando le machaque -los sesos a ese golfo! ¡Engañarme a mí!... ¡su sangre ladrona! Si son -cinco hijos los que tengo: ¡cinco! ¿Por qué no le habré matao ya? -¡Maldita sea la leña! Tóo el santo día vendiendo repollos pa que el -zanguango ese venga a hacer el <i>pinta</i> con las chuletas de aquí bajo. -(<i>Volviendo a zarandear a Avelino.</i>) ¿De dónde lo voy a consentir -yo; de dónde? ¡Antes voy a la cárcel, a la cárcel y a la cárcel! (<i>A -Benita.</i>) Bueno; y este sonajero, ¿quién es?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—El joven que nos va a -acompañar.</p> - -<p><span class="smcap">Paca.</span>—¿Este? Pues vámonos pal Vaivén. -Usté me entra y me suelta en metá del baile, yo saco este vergajo -que llevo debajo del delantal (<i>Levantándoselo y enseñando uno.</i>) y -¿ustedes se acuerdan de hace catorce años que cayó una granizá que -asoló medio Madrid? Pues fué un estornudo comparao con la que les -preparo.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Que se le cae a usté el moño.</p> - -<p><span class="smcap">Paca.</span>—Y me se caerá el alma. ¡Maldita -sea! ¡Si me arde la sangre! ¡Si quería yo cogerle en una! ¡Si lo -estaba deseandito! ¡Si de éstas me ha hecho cua<span class="pagenum" -id="Page_212">p. 212</span>renta y cinco! ¡Si es un loco! ¡Si no hay -año que no tengamos seis juicios!</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Un loco y tanto juicio!</p> - -<p><span class="smcap">Paca.</span>—¡Pero de ésta le pierde, palabra!; -porque yo le juro a usté, que a él lo mato, al Vaivén le pego fuego y -yo voy a la cárcel y ese ladrón al Hospital. ¡Palabra! ¡Que le digo a -usté que mi venganza va a ser soná; (<i>Llevándose a Avelino a empellones -por el fondo izquierda.</i>) pero que muy soná! (<i>Le zarandea para que -suenen los cacharros de la cesta.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡El pedido, señora; el -pedido!</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Cálmese! ¡Cálmese usté! -(<i>Siguiéndoles.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Higinio</span> (<i>Ídem.</i>)—¡Pues sí que es un -huracán! (<i>Vanse.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA IV</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Melquiades</span></p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Sale por la primera derecha -con dos sacas grandes de ropa, una debajo de cada brazo y silbando como -quien llama a una persona.</i>)—Náa; que no se la vislumbra por parte -ninguna. ¡Camará! ¡Hora y media esperando! ¿Dónde se habrá metido esa -hija de Eva? (<i>Silba.</i>) Cuando vuelva, la ropita esta ya se ha pasao -de moda. (<i>Silba.</i>) ¡Que si quieres! (<i>Deja las sacas encima del banco -y se sienta entre las dos, dejando el sombrero sobre una de ellas.</i>) -Bueno, esa niña, me tié ya un poquito escamao, eso es aparte; porque -cáa día es una cosa. Unos días, como hoy, pongo por <i>verbi gracia</i>, -me hace que la acompañe a recoger la ropa, y así de que la cosa va -pesando, me la trasmite, me pone un pretexto pa largarse y me deja -sentadito en un banco y de cara al talego como puede comprobarse por -la lámina azjunta. Pues otras noches, otras noches es peor, porque -me hace que la entre en un café, me se toma una ración de riñones a -la <i>broche</i>, me dice luego que va a un recao, y me da otro solo de -hora y pico. Y es lo que yo la<span class="pagenum" id="Page_213">p. -213</span> digo: Señor, no es que me duelan los riñones, pero hazte -cargo que ante los ojos del camarero, estoy haciendo un papelito de -esos de rollo. Y luego, que no me prueba la cerveza y no sé qué tomar. -(<i>Pausa.</i>) Náa, que esa niña abusa de que la he tomao una miaja de ley -y tiene conmigo acciones que no son pa un hombre formal. Sobre todo, -las que más me cargan, son estas acciones del banco.</p> - - -<h4>ESCENA V</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Melquiades</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Benita</span>, <i>foro izquierda</i></p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Acercándose.</i>)—Buenas noches, -chacho. ¡Ay, rico mío! Estarás aburrido, ¿verdá? ¡Qué lástima!</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Levantándose -malhumorado.</i>)—¡Gracias a Dios! Pero ¿qué te ha pasao, nena? Creí que -no venías.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Dispénsame este ratito de hora y -media que es que me ha cogido la señá Dionisia, que habla más que un -loro borracho, y conque si patatín, si patatán, no me soltaba.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Sí, pero hazte cargo, que -uno tié sus quehaceres. (<i>Se aparta del banco, dejando en él las -sacas.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¿Y qué tiés tú que hacer que no -sea con tu morucha, tunarra? (<i>Dándole una bofetada de cariño.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Sí, pero es que abusas de una -forma, que...</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Amos, calla, tirano; después de -que dice tóo el mundo que he adelgazao desde que te hablo.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¿Qué has adelgazao? Pues que -te lleven al café y verán.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Si tú me quisiás a mí la metá na -más de lo que yo... Pero, ¡claro!, acostumbrao a tantas quiero tantas -tengo... (<i>Coge la saca de la derecha y viene<span class="pagenum" -id="Page_214">p. 214</span> por el mismo lado a entregársela a -Melquiades para que la coja.</i>) Anda; coge la saca, cariño.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¡Yo! Pero no querrás que -yo...</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Anda, mala sangre; coge.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Resistiéndose.</i>)—Mujer, por -Dios, ¡que si me viese alguien!...</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Amos, ladrón; carga. Si es de -aquí a casa; media horita na más.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Cogiendo la saca con el -brazo derecho.</i>)—Bueno. Que a uno le gusta condescender, que si -no...</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Cogiendo la otra saca y pasando -al lado izquierdo.</i>)—Dí que una no fuera tonta, pero sabes que me tiés -loquita y por eso abusas. (<i>Al volver hacia la izquierda Melquiades, se -encuentra con que le presenta la otra saca.</i>) Toma la otra.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Pero oye; ¿yo con las dos?</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Haciendo que cargue con ella -también.</i>)—Tira pa alante, asesino. ¡Si no fuera una tan tonta! ¡Soy -más tonta! ¿qué tonta soy, verdá? (<i>Haciéndole caricias.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Resignándose.</i>)—¡Ay, -Melquiades! ¡Veinticinco años haciéndote el Tenorio, y ya ves -qué sacas; que te las echen a cuestas! (<i>Inicia el mutis por la -izquierda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Se va dándole -empujones.</i>)—¡Amos, tira, cariño! (<i>Música en la orquesta.</i>)</p> - -<p class="mushab"><b>Mutación</b></p> - -<hr class="chap0" /> - -<div class="chapter"> -<h3>CUADRO TERCERO</h3> -</div> - -<p class="donde">Local cuadrado de paredes blancas, en planta baja, que -denota haber servido recientemente para tienda o almacén. La puerta -del foro un poco a la derecha, y de dos hojas abiertas, da a la calle. -Dentro, en la pared del fondo, un cartel con letras de imprenta que -dirá: «El Vaivén, Sociedad de baile.—Matinés los jueves.—Prohibido -entrar al salón con botas y todas clases de bebidas.—No se permite -bailar con la capa puesta.—No se<span class="pagenum" id="Page_215">p. -215</span> azmiten en el tocador más que señoras solas.—Guardarropa -a voluntaz.—<span class="smcap">Vocal de turno</span>, <i>El -Chinares</i>.—<span class="smcap">Bastonero</span>, <i>El Canito</i>.—<span -class="smcap">Encargado del ambigú</span>, <i>Lucio el Rifero</i>». En los -laterales izquierda, en primer término, una puerta atrancada con una -mesa. Sobre la puerta un letrero que dice: «Guardarropa». Al lado otro -que dice: «No hay devolución, sin chapa». En segundo término, otra -puerta con otro letrero «Ambigú», y al lado en el telón, frente al -público, «Pagos al contado.—On parle Francaise.» Ocupando todo este -frente, tres o cuatro veladores de hierro, y otro en primer término, -con unas cuantas banquetas alrededor. En las laterales derecha, una -sola puerta, grande, sobre la que dice: «Entrada al salón». Dicha -puerta la cubren dos cortinas encarnadas, recogidas con guardamalletas. -Del techo pende una araña, hecha con dos palos cruzados y cadenetas de -papel, con cinco lámparas eléctricas, una en cada punta y otra en el -centro colgando el flexible. Forillo de calle. Es de noche.</p> - - -<h4>ESCENA PRIMERA</h4> - -<p class="quienesj"><span class="smcap">Nieves</span> <i>y</i> -<span class="smcap">Serafín</span>, <i>sentados en el velador -de primer término; ella a la derecha, y con una carta con -sobre, en la mano. En segundo término, en otro velador</i>, <span -class="smcap">Melquiades, El Virutas, El Tuliqui</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Bernabé. Mozas</span> 1.ª <i>y</i> 2.ª <i>con un</i> <span -class="smcap">Joven</span>, <i>toman cerveza en otra de las mesas. El</i> -<span class="smcap">Camarero</span> <i>que sirve, es un viejo calvo y -chato, que viste pantalón gris, alpargatas negras, pañuelo al cuello -y smoking</i>. <span class="smcap">Jóvenes</span> 1.º, 2.º, 3.º y 4.º, -<i>están a la puerta del salón, mirando hacia adentro y jaleando a los -que bailan. El organillo, con sonido muy atenuado, deja oir una polka. -En el guardarropa</i> <span class="smcap">Lucio el Rifero</span>. <i>Durante -la primera escena, entran dos o tres parejas de la calle al Salón. A -su tiempo, salen del mismo</i>, <span class="smcap">un Joven</span> <i>y</i> -<span class="smcap">una Joven</span>. <i>Todo el mocerío de ambos sexos -que figura en este cuadro, denotará por su aspecto físico y por su -indumento que pertenece a la más baja extracción del hampa madrileña, -que nutre sus gloriosas huestes de organilleros, timadores y pícaros de -toda laya. Empieza la acción.</i></p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_216">p. 216</span><span -class="smcap">Joven 1.º</span>—¡Ole ahí!... ¡Finura!</p> - -<p><span class="smcap">Joven</span> 2.º—¡Lo ceñido!</p> - -<p><span class="smcap">Joven</span> 3.º—¡Arza, Babolla, que te sobra -terreno con un baldosín!</p> - -<p><span class="smcap">Joven</span> 4.º—¡Filigranita pura! ¡Ele! -(<i>Salen del salón un Joven y una Joven y van al guardarropa a recoger -sus prendas, previa la presentación de la chapa.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Un Joven.</span>—Lucio; lo nuestro.</p> - -<p><span class="smcap">Lucio</span> (<i>Con voz aguardentosa.</i>)—¿Ya sus -vais? (<i>Les da el sombrero y un mantón de Manila.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Un Joven.</span>—A ésta, que la llaman. (<i>Vanse -foro derecha.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Moza</span> 1.ª (<i>De las que están en la -mesa.</i>)—Oye; ¿cómo tardará tanto Isidoro?</p> - -<p><span class="smcap">Un Joven</span> (<i>En la misma mesa.</i>)—Ya me -escama. A ver si ha bajao a trabajar a la Puerta del Sol y le han echao -el cierre los de la Poli.</p> - -<p><span class="smcap">Moza</span> 1.ª—Si supiera que no venía... -el “Colores”, me ha convidao a cenar. (<i>Se levantan y se dirigen al -salón.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Moza</span> 2.ª—No te comprometas, que luego -llega Isidoro a los postres, lo toma a mal, y acuérdate del domingo -pasao, que llevabas carne de membrillo hasta en el <i>guá</i>. (<i>Llegan a la -entrada del salón.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Un Joven</span> (<i>A los que están formando -grupo.</i>)—¡A ver si va a poder ser que pasemos! (<i>Abren calle y entran, -primero las mujeres con su acompañante y luego los otro cuatro. Cesa el -organillo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Entregándola a Serafín.</i>)—Aquí -tiés la carta; mándala cuando quieras.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Tomándola.</i>)—Gracias, chacha; -así se portan las mujercitas. (<i>Se levantan y avanzan.</i>) ¿A quién se la -diriges?</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—A mi madre.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¿Qué la dices?</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Que esta noche ya no vuelvo a -casa. Que no me esperen más; que me voy con un hombre que me quiere pa -toa su vida.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Ele!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_217">p. 217</span></p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Pero antes de mandarla dime la -verdá, por Dios. ¿Tú no tiés compromiso con ninguna mujer?</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Y dale!</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¿No me engañas?</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Mis labios, pa ti besos y -verdades; no tién otra cosa, nena. (<i>Vuelve a tocar el organillo.</i>) Y -ahora vamos ahí dentro, y luego donde yo te lleve, y mañana juntitos pa -siempre.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¿Pa siempre, Serafín?</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Ni qué decir! ¿Oyes? ¿No te -embebece esa música? (<i>Casi al oído.</i>) Vamos al salón, que vean canela. -(<i>Entran en él.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA II</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Melquiades</span>, <i>el</i> <span -class="smcap">Tuliqui</span>, <i>el</i> <span class="smcap">Virutas</span> -<i>y</i> <span class="smcap">Bernabé</span></p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Por Nieves.</i>)—¿Lo veis? -¡Otra a la canasta!</p> - -<p><span class="smcap">Virutas.</span>—¡Se la lleva en el pico!</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Levantándose y avanzando -al proscenio.</i>)—¿Pues vosotros oserváis la locura de esa chavala con -Serafín? Pues es un grano de Anís del Mono, comparao con el estrago que -yo le he producido a la otra hermanita.</p> - -<p><span class="smcap">Tuliqui.</span>—¿Tanto?</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¡Chiquillos!... ¡Me -quiere, que en algunas ocasiones, ya hasta me carga; pero me carga -bárbaramente!</p> - -<p><span class="smcap">Virutas.</span>—Bueno; pero ¿sacas algo?</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Sonriendo.</i>)—¿Sacas? ¡Una -enormidaz! (<i>Saca cuatro cigarros puros, que reparte y encienden.</i>) Ahí -van tres <i>Panatelas</i>: <i>Flor de Cuba</i>. Hay que echar humo, jóvenes.</p> - -<p><span class="smcap">Virutas.</span>—¡Eres un gran sujeto, -Melquiades!</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Épico. (<i>Enciende.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Tuliqui.</span>—Pa las mujeres, un <i>bacilus</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Virutas.</span>—Si a los hombres se les pusiesen -rótulos<span class="pagenum" id="Page_218">p. 218</span> como a los -comercios, a ti te se debía de poner en la cinta del sombrero: “A la -nueva encarnación...”</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Con extrañeza.</i>)—¡A mi -encarnación!...</p> - -<p><span class="smcap">Virutas.</span>—Déjame acabar, hombre. “A la -nueva encarnación... de don Juan Tenorio.”</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Sonriendo, -satisfecho.</i>)—¡Ah; eso sí! ¡Me habías alarmao! (<i>Chupando el cigarro.</i>) -Vamos a humear. (<i>Entra triunfalmente en el salón, fumando y bailando; -los otros le siguen chupando los puros.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—Humeemos.</p> - - -<h4>ESCENA III</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Avelino</span>, <i>foro derecha. -Luego el</i> <span class="smcap">Camarero</span>, <i>del Ambigú</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Llega a la -puerta y retrocede, volviendo a asomarse mira a todas partes con cara -asustada. Entra tímidamente de puntillas. Viene con traje de americana -y sombrero.</i>)—Aquí debe ser. (<i>Lee el cartel.</i>) Justo: ahí “El Vaivén”, -escrito; (<i>Acercándose al salón y mirando.</i>) y ahí dentro, corroborao. -(<i>Mirando dentro.</i>) ¡Relente!... ¡Pero qué pegaos bailan aquí! ¡Hay -pareja que no se la conoce la soldadura! Y el caso es que son parejas -que se pegan, pero se ve que no se hacen daño. ¡Qué gentuza! (<i>Cesa el -organillo. Avelino se separa de la puerta.</i>) Dios quiera que no tarden -la Benita y la señá Paca la Fiera, que mientras van por los niños, me -han dicho que entrase yo a tomar datos. Tomaré datos. (<i>Vuelve a mirar -por la puerta del salón.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Camarero</span> (<i>Saliendo y fijándose en -Avelino.</i>)—¿Qué hace aquél? (<i>Llamándole desde lejos.</i>) ¡Chist!</p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Volviéndose -asustado.</i>)—¿Qué?</p> - -<p><span class="smcap">Camarero.</span>—¿Qué va usté a tomar?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Datos. Iba a tomar datos, ¿sabe -usté?, porque yo no soy socio, pero soy transeunte y venía a... a... -esperar que viniera una familia.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_219">p. 219</span></p> - -<p><span class="smcap">Camarero.</span>—¿No querrá usté tomarme el -pelo, verdá?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Fijándose en la calva.</i>)—Yo -no quiero imposibles, camarero. De forma que hasta ver si vienen las -personas que espero, tráigame usté un sifón de gaseosa, que tengo la -boca seca.</p> - -<p><span class="smcap">Camarero.</span>—En seguida. (<i>Vase, vuelve -y sirve en el velador de primer término lo pedido por Avelino, y se -retira.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA IV</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Avelino</span>, <span -class="smcap">Joven</span> 1.º, <span class="smcap">Joven</span> 2.º; -<i>luego el</i> <span class="smcap">Camarero</span></p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Dios quiera que vengan pronto -esas mujeres! ¡Estoy azoradísimo! Aunque yo creo que hago mal, porque -si sale algún chulo de esos y ven que me alagarto, me se comen. Sí, -yo me hago el fresco, es mejor. Adoztaré un aire de fresco. ¿Qué aire -será mejor: este o este? (<i>Hace dos posturas ridículas.</i>) Ahora, pa -lo que yo no tengo agallas es pa entrar al salón y hacer lo que me ha -dicho la Benita, que me ha dicho, dice: “Tú, de que llegues, entras -donde bailan, y si ves a mi hermana con el Serafín, te vas y le dices:” -(<i>Mirando hacia el salón.</i>) “Muy señor mío: (<i>Salen del salón los -Jóvenes 1.º y 2.º</i>) ¡dos puntos! (<i>Por los que salen.</i>) Me alegraré”... -(<i>Por los jóvenes.</i>) Me alegraré que no se fijen en mí. (<i>Se sienta a -lado del velador en su parte izquierda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Joven</span> 1.º (<i>Al otro.</i>)—Oye, tú, ¿quién es -ese pelanas?</p> - -<p><span class="smcap">Joven</span> 2.º—¡Gachó, pero que no lo he -visto en mi vida!</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—(¡Ya se han fijao! Aquí del -aire.) (<i>Adopta un aire de despreocupación.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Joven</span> 1.º—Yo voy a ver. (<i>Se acercan a -la mesa de Avelino.</i>) Buenas y refrescantes.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Gordas y dulces. (Yo no me -achico.) (<i>Al Joven 1.º, que se ha quitado la gorra para saludar.</i>) -Cúbrase el joven.</p> - -<p><span class="smcap">Joven</span> 1.º—Gracias; es que no me viene la -gorra.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_220">p. 220</span></p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Y qué apetecía el socio?</p> - -<p><span class="smcap">Joven</span> 1.º—Usté perdone mi curiosidaz.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—El aseo es imperdonable; diga el -amigo.</p> - -<p><span class="smcap">Joven</span> 1.º—¿A usté le han traído aquí pa -rifarlo, pollo?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—(¡Arrea!) Sí, señor; me han -traído aquí pa rifarme, pero al que yo le toque, pué que se le hinchen -las narices.</p> - -<p><span class="smcap">Joven</span> 1.º—¿Esas? (<i>Por las de -Avelino.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—O las vecinas. (<i>Por las del -Joven 1.º</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Joven</span> 2.º—Pues las tié usté bastante -largas.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Y eso que no las tengo todas -conmigo!</p> - -<p><span class="smcap">Joven</span> 1.º—¿Y qué está usté tomando, si no -es mal preguntao?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Gaseosa! (<i>Levantándose.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Joven</span> 1.º—¡Qué embustero!</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Que sí, señor; que es -gaseosa.</p> - -<p><span class="smcap">Joven</span> 1.º—A ver. (<i>Con mucha tranquilidad -se sirve un vaso y se lo bebe. Avelino le contempla asombrado.</i>) Oye, -(<i>Al segundo.</i>) pues es verdá.</p> - -<p><span class="smcap">Joven</span> 2.º—¡Pero qué va a ser gaseosa!</p> - -<p><span class="smcap">Joven</span> 1.º—Que sí, hombre; prueba y -verás.</p> - -<p><span class="smcap">Joven</span> 2.º—¿De dónde? (<i>Se sirve otro vaso -y se lo bebe.</i>) Oye: pues tié razón. (<i>Aparte al primero.</i>) (¡Hemos -refrescao!)</p> - -<p><span class="smcap">Joven</span> 1.º—¿Lo estás viendo? (<i>A -Avelino.</i>) ¡Que aproveche! (<i>Inician el mutis hacia el salón.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Igualmente! (¡Qué -sinvergüenzas! No, pues yo no me aguanto.) (<i>Alto.</i>) Oigan, jovencitos, -hagan el osequio; otra curiosidad.</p> - -<p><span class="smcap">Los dos</span> (<i>Volviendo.</i>)—¿Qué pasa?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Les hace seña que se -acerquen.</i>)—Ustés que tó lo saben; ¿pa sacar el líquido de aquí dentro, -de dónde se aprieta, de aquí (<i>El pitorro.</i>) u de aquí? (<i>Al dar a la -palanca sale el líquido, poniéndoles perdidos.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Joven</span> 2.º—¡Mi madre! -(<i>Retrocediendo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Joven</span> 1.º (<i>Agresivo.</i>)—¡Y nos ha mojao! -(<i>Van a acometerle, pero Avelino, que ha dejado el sifón so<span -class="pagenum" id="Page_221">p. 221</span>bre el velador saca una -pistola del bolsillo y les apunta.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Bueno, pero si no les gusta a -ustedes, les dejo secos; cosa de un segundo.</p> - -<p><span class="smcap">Los dos</span> (<i>Al ver la pistola echan a -correr y se meten en el salón.</i>)—¡Rediez!</p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Riendo.</i>)—¡Ja, ja, ja! ¡Miá si -se dan cuenta que esta pistola es un abanico! (<i>Tira del cañón y saca -un abanico, con el que se hace aire, contoneándose.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Camarero</span> (<i>Que sale del ambigú con un -servicio para el salón.</i>)—Pero, ¿qué hace usté?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Dándome aires de matón. (<i>Vase -el Camarero.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA V</h4> - -<p class="quienesj"><span class="smcap">Avelino, Benita, Paca la -Fiera</span>; <i>luego tres</i> <span class="smcap">Chicos</span> <i>y dos</i> -<span class="smcap">Chicas</span>, <i>hermanos, el mayor de doce años y -la pequeña de cinco, vestidos pobremente, por el foro izquierda. Los -chicos llevan todos en el bolsillo un pliego de papel de barba.</i></p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Se asoma y llama.</i>) Avelino. -(<i>El organillo vuelve a sonar.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Vosotras? (<i>Guarda la pistola y -va a la puerta.</i>) Adelante.</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Pase usté, señá Paca.</p> - -<p><span class="smcap">Paca</span> (<i>Entrando.</i>)—¿Es aquí?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Aquí es. (<i>Benita va a mirar por -entre las cortinas de la puerta del salón.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Paca</span> (<i>En la misma puerta.</i>)—¡Lástima de -edificio! Dentro de un minuto no queda de tóo esto ni el solar.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Y los niños?</p> - -<p><span class="smcap">Paca.</span>—Ahí los traigo. (<i>Va a la -puerta con ellos.</i>) Pasar, pichones. (<i>Entran los cinco hasta el -proscenio.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Rediez, qué orfelinato!</p> - -<p><span class="smcap">Paca.</span>—Aquí los tié usté: ¡cinco pedazos -de mi al<span class="pagenum" id="Page_222">p. 222</span>ma!... ¡cinco -pedazos! ¿No es esto pa poner el grito en el cielo?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Pa poner el grito en el cielo y -una escuela municipal. Sentarse, pedacitos. (<i>Los Chicos se sientan en -un velador del fondo, colocándolos Avelino.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Paca.</span>—¡Y que no me rechistéis!</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Y son todos de usté?</p> - -<p><span class="smcap">Paca.</span>—Pa lo que usté guste mandarles; -que si fueran patatas, no sabe usté lo que se lo agradecerían. (<i>A los -chicos.</i>) Bueno, ya sabéis, luceros; vosotros lo de siempre: cuando -entren los guardias, os escurrís y a casa. Y ahora por lo pronto, sacar -los documentos. (<i>Los chicos sacan del bolsillo los papeles.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Qué documentos son esos?</p> - -<p><span class="smcap">Paca.</span>—Las <i>feses</i> de bautismo. ¿No ve -usté que cá mes tengo una escaramuza de estas con ese ladrón? ¡Pues ya -los presento con el comprobante en la manita! Los llevo catalogaos.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Pues hace precioso! ¡Paecen un -lote!</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Chits!... Callarse... allí -están. Ya veo a mi hermana con Serafín; venga usté.</p> - -<p><span class="smcap">Paca</span> (<i>Va corriendo a mirar.</i>)—¿Dónde -están?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Allí, a la derecha; mire usté. -(<i>Quedan las dos mirando.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Chico</span> 1.º (<i>A Avelino.</i>)—¿Se puede tomar -algo?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Qué queréis?</p> - -<p><span class="smcap">Chico</span> 1.º—¿Habrá escabeche?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Dentro de un minuto, pué que no -haiga otra cosa.</p> - -<p><span class="smcap">Chico</span> 1.º—¿Nos podía usté dar un -bocadillo?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Eso tu mamá, que muerde.</p> - -<p><span class="smcap">Paca.</span>—¡Ah!... ¡Sí!... ¡Allí!... ¡Ya los -veo! ¡Ay, ladrón! ¡Ya te he guilao! ¡Ya eres mío! (<i>Quiere desliarse el -vergajo de la cintura y entrar.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Deteniéndola y haciéndola, -ayudada de Avelino, que vuelva al centro de la escena.</i>)—¡Quieta, por -Dios, que lo echa usté a perder!</p> - -<p><span class="smcap">Paca.</span>—¡Soltarme!... ¡Maldita sea la leña! -Sí: baila, baila, ladrón. Bueno; si le pego fuego al local, salven -ustés a las criaturas.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_223">p. 223</span></p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Señá Paca, por Dios!</p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span> (¡Qué mujer!... ¡Si lo sé la -traigo con <i>Minimax</i>!)</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Aquí se debe hacer lo convenido: -una <i>leción</i> a mi hermana, un escarmiento a ese tío y ¡<i>Laus Deo</i>!</p> - -<p><span class="smcap">Paca.</span>—¿Ha dicho usté que <i>deo</i>? ¡Puño -cerrao y me va a parecer poco! Vamos a entrar bailando usté y yo.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Bueno; pero mucho cuidao, que -llevo un terno de lana dulce.</p> - -<p><span class="smcap">Paca</span> (<i>A Avelino.</i>)—Usté, cuando estemos -a tiro de <i>vergajo</i>, me suelta; que el resto de la <i>suaré</i>, es cosa -mía.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Prudencia, por Dios!</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Yo aquí me quedo con la -<i>prole</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Paca.</span>—Adentro. (<i>Entran bailando.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Ahí va el agua! ¡Dios los coja -confesaos! ¡Ya se acercan!... (<i>Mirando al interior del salón.</i>) ¡Aún -no los han visto!... ¡Ya han reparao! (<i>El organillo toca cada vez -más despacio.</i>) ¡El señor Melquiades se mete debajo de un banco!... -¡Serafín no sabe qué hacer!... (<i>Comienza dentro un murmullo que -crece.</i>) Hablan... disputan... todos se arremolinan... ¡Saca el -vergajo!... ¡Ay! (<i>Se oye dentro un grito espantoso.</i>) ¡¡En metá de los -sesos!! (<i>A partir de esta frase, el escándalo de dentro es formidable. -Gritos, alaridos, ayes, etc. Voces de “¡Guardias!... ¡Socorro!... ¡Que -se matan!...”</i>)</p> - - -<h4>ESCENA VI</h4> - -<p class="quienesj"><i>Salen del salón hombres y mujeres -chillando.</i> <span class="smcap">Tuliqui</span>, <span -class="smcap">Melquiades</span>, <span class="smcap">Viruta</span>, -<span class="smcap">Bernabé</span>, <i>que pasan a la izquierda; -detrás</i> <span class="smcap">Serafín</span>, <i>sin sombrero, cuello, -ni corbata, cogido por la solapa de la americana por</i> <span -class="smcap">Paca la Fiera</span>, <i>que enarbola el vergajo. Detrás</i>, -<span class="smcap">Nieves</span>, <i>llorosa y aterrada, cuatro o cinco -concurrentes del baile y</i> <span class="smcap">Avelino</span>, <i>con -toda la chaqueta rota por un costado y la manga. Todos salen trémulos -y demuda<span class="pagenum" id="Page_224">p. 224</span>dos.</i> <span -class="smcap">Benita</span> <i>se aparta para que salgan, y los</i> <span -class="smcap">Chicos</span> <i>se esconden bajo un velador. Otros -concurrentes quedan en la misma puerta escuchando.</i></p> - -<p><span class="smcap">Tuliqui</span> (<i>Corriendo.</i>)—¡Un guardia!... -¡Un guardia!</p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Queda en el centro.</i>)—¡Un -sastre! (<i>Enseñando el roto.</i>) ¡Un sastre!</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Pasando a la -izquierda.</i>)—¡Mi media dentadura!... ¡A ver mi media dentadura!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Saliendo furioso.</i>)—¡Suelta!</p> - -<p><span class="smcap">Paca.</span>—¡Granuja! ¡Golfo! ¡Pelanas!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Suelta o te parto el alma!</p> - -<p><span class="smcap">Paca.</span>—¡Ni muerta! No vendo ni una -alcachofa más pa que tú te chulees con nadie; ea: se ha acabao. -(<i>Colocación de derecha a izquierda; Paca, Benita, Avelino, Nieves, -Serafín, Melquiades, etc. El coro alrededor.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Pero, ¿quién es esta mujer? (<i>A -Serafín.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Paca.</span>—¿Qué quién soy? Una prima pa el -señor; pa usté, puede que una tía; en el fondo, una madre que no se -deja avasallar. Ni más ni menos.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Pero, ¿qué dice esta mujer, -Serafín; contesta, por Dios?</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>A su hermana.</i>)—Pero, ¿estás -sorda? Pues dice que es la socia de aquí, del amigo.</p> - -<p><span class="smcap">Paca.</span>—Hace catorce años cumplidos; -catorce, pa que usté lo sepa, joven.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>A Serafín.</i>)—Pero, ¿no decías -que estabas libre?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Estaba libre, pero le han bajao -el “Alquila.”</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Tóo eso es mentira, Nieves; no -lo creas.</p> - -<p><span class="smcap">Paca</span> (<i>Amenazadora.</i>)—¿Que no lo crea? -(<i>Hace avanzar a los chicos; Serafín, al verlos, huye hacia la -izquierda.</i>) Aquí tié usté las consecuencias. Con sus fés de bautismo; -(<i>Los chicos presentan los papeles.</i>) los cinco reconocidos; deletrée -usté si sabe.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡La prueba testifical es pa -bajarle las orejas al caballo de la Plaza de Oriente! (<i>Pasa al lado de -Serafín.</i>)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_225">p. 225</span></p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¡Qué infamia! ¡Qué vergüenza! -(<i>Llora abrumada, sentándose en un velador del fondo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Ya sin saber qué decir.</i>)—Está -bien. ¡Maldita sea! ¡Ponerme en un bochorno como este cada ocho días! -¿A ti te paece bonito lo que me has hecho?</p> - -<p><span class="smcap">Paca</span> (<i>Señalando a los niños.</i>)—¡¡Pues y -lo que me has hecho tú, ladrón, que no gano pa judías!!</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Cinco pedazos! ¡¡Menudo -estropicio!!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Te juro que me las pagas, ¡por -estas! (<i>Paca le amenaza, y contenida por todos, se agrupa a la derecha -con sus hijos, siempre con el vergajo en la mano.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Interviniendo.</i>)—No la regañe -usté, que no ha sido ella. El que nos ha descubierto esta gatada de -usté diciéndonos que era usté un sinvergüenza y un canalla, ¿sabe usté -quién ha sido?</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¿Quién?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—Pues aquí, mi amante. (<i>Cogiendo -a Melquiades y trayéndole a su lado.</i>) Ven aquí, rico.</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Asombrado.</i>)—¿Qué dices?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¿Verdá que has sido tú el que nos -ha dicho que el señor era un sinvergüenza?</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¿Yo?... Oye: a mí no -entremezclarme. (<i>Se aleja hacia la izquierda, pero Serafín, cogiéndole -de la americana, le obliga a detenerse.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¿Que ha sido éste?</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>A Benita.</i>)—Pero, ¿qué -traición me haces?</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—La que merece la infamia de usté, -de brindar mi conquista a esos tres golfos. (<i>Señalando a Virutas, -Tuliqui y Bernabé.</i>) Pero luego, la conquista ha sido que el muy -calavera se ha pasado quince días subiéndome la ropa.</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡¡Del río; acaba los -párrafos!!</p> - -<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Encarándose con -Melquiades.</i>)—¿De modo que has sido tú? Pues toma, por charrán. (<i>Le da -una bofetada.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Con asombro.</i>)—¡Mi madre! -Pero... ¿me ha pegao?</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_226">p. 226</span></p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>A Serafín.</i>)—Dele usté otra, -que se ha quedao en la duda.</p> - -<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Y en la calle, ¡te voy a partir -el corazón!</p> - -<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¿A mí? Soltarme, que voy a -escabechar un bonito. (<i>Se lían a golpes. La gente grita. Salen todos a -la calle. Paca, comienza a repartir vergajazos y hace mutis seguida de -sus hijos.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA FINAL</h4> - -<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Consolando a Nieves.</i>)—¿Lo ves? -¿Lo estás viendo? ¡Pa caer en esta golfería y en esta inmundicia, has -querido dejar la honradez de tu casa y te has desapartao de un hombre -de bien! ¡Loca!... ¡Más que loca!</p> - -<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Llorosa y airada.</i>)—¿Y tú quién -eres pa hacerme cargos?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>A Benita.</i>)—¡Cállate, que bien -castigada está! ¡Menuda lección!</p> - -<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Y que ha sido una leción de -solfeo! (<i>Abrazándola para llevársela.</i>) En fin, no llores. Y ahora, -vamos a casa, y mañana vuelves con Higinio. ¡Y da gracias a que tiés -una hermana tonta!</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Y un cuñao aznegao. (<i>Mirando el -roto de su americana.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Dejándose llevar.</i>)—¿Y qué le -decimos a padre?</p> - -<p><span class="smcap">Avelino.</span>—A padre yo se lo contaré todo -que estoy en condiciones de hablar como un descosido (<i>Mirándose al -suyo de la ropa.</i>) Andando. (<i>Las hermanas, inician el mutis por el -foro.</i>)</p> - -<p>(<i>A ellas.</i>)</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">Y que os sirva el escarmiento</div> - <div class="verse indent0">pa ser humildes y honradas.</div> - </div> -</div> -</div> - -<p>(<i>Al público.</i>)</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">Y aquí termina el sainete,</div> - <div class="verse indent0">perdonad sus muchas faltas.</div> - </div> -</div> -</div> - -<p class="telon">TELÓN</p> - - -<div class="chapter pt6" id="P5"> - <hr class="chap" /> - <p><span class="pagenum" id="Page_227">p. 227</span></p> - <h2 class="nobreak">EL CHICO DE LAS PEÑUELAS<br /> - <small><small>O</small></small><br /> - <small>NO HAY MAL COMO EL DE LA ENVIDIA</small></h2> - <hr class="chap" /> -</div> - - -<div class="chapter"> - <p><span class="pagenum" id="Page_229">p. 229</span></p> - <h3 class="g2">PERSONAJES</h3> -</div> - -<p class="centra fs120 ws1">CUADRO PRIMERO</p> - -<ul class="pers"> - <li>VALENTINA (35 años)</li> - <li>LA SOLE (16 ídem)</li> - <li>ENCARNA (20 ídem)</li> - <li>LA JOSEFA (35 ídem)</li> - <li>LA SEÑÁ MAURICIA (50 íd.)</li> - <li>LA SINFO (20 ídem)</li> - <li>INDALECIA</li> - <li>DOMITILA</li> - <li>LAVANDERA 1.ª</li> - <li>ÍDEM 2.ª</li> - <li>ÍDEM 3.ª</li> - <li>ÍDEM 4.ª</li> - <li>ÍDEM 5.ª</li> - <li>ÍDEM 6.ª</li> - <li>ÍDEM 7.ª</li> - <li>ÍDEM 8.ª</li> - <li>ÍDEM 9.ª</li> - <li>SEÑOR HILARIO (45 años)</li> - <li>SEÑOR BERNABÉ (50 ídem)</li> - <li>PACO CEBRIÁN, CHICO DE LAS PEÑUELAS (25 ídem)</li> - <li>SEÑOR COSME (60 ídem)</li> - <li>AQUILINO (40 ídem)</li> - <li>SEÑOR CECILIO (30 ídem)</li> - <li>EL TÍO PELELE (65 años)</li> - <li>PANOLI (15 ídem)</li> - <li>UN CARTERO</li> -</ul> - -<p class="centra"><i>Murguistas, vecinos, vecinas y chicos de la calle.</i></p> - - -<p class="centra fs120 ws1 mt2">CUADRO SEGUNDO</p> - -<ul class="pers"> - <li>SEÑÁ VALENTINA</li> - <li>SEÑÁ RITA</li> - <li>SEÑOR BERNABÉ</li> - <li>PACO</li> - <li>SEÑOR TOBÍAS (50 años)</li> - <li>TÍO PELELE</li> - <li>JUSTO VIDAL (ZIPILÍN) (20 ídem)</li> - <li>ANTONIO RIZO (VIGUDÍ) (18 años)</li> - <li>EMILIO RINCÓN (TELARAÑA) (22 ídem)</li> - <li>AMIGO 1.º</li> - <li>ÍDEM 2.º</li> - <li>ÍDEM 3.º</li> -</ul> - -<p class="centra"><i>Transeuntes y banda.</i></p> - - -<p class="centra fs120 ws1 mt2"><span class="pagenum" id="Page_230">p. -230</span>CUADRO TERCERO</p> - -<ul class="pers"> - <li>SEÑÁ VALENTINA</li> - <li>LA SOLE</li> - <li>ENCARNA</li> - <li>LA JOSEFA</li> - <li>CHULA 1.ª</li> - <li>ÍDEM 2.ª</li> - <li>UNA VENDEDORA</li> - <li>SEÑOR HILARIO</li> - <li>SEÑOR BERNABÉ</li> - <li>PACO</li> - <li>SEÑOR TOBÍAS</li> - <li>ZIPILÍN</li> - <li>VIGUDÍ</li> - <li>TELARAÑA</li> - <li>SEÑOR COSME</li> - <li>AQUILINO</li> - <li>UN POLICÍA</li> - <li>GUARDIA 1.º</li> - <li>ÍDEM 2.º</li> - <li>HORTERA 1.º</li> - <li>ÍDEM 2.º</li> -</ul> - - -<hr class="chap0" /> - -<div class="chapter"> - <p><span class="pagenum" id="Page_231">p. 231</span></p> - <p class="centra fs150 ws1 mt2">ACTO ÚNICO</p> - <hr class="tir" /> - <h3>CUADRO PRIMERO</h3> -</div> - -<p class="donde">La escena representa el interior de un lavadero -cubierto. Es una habitación amplia, cuadrada, de paredes altas. Al -foro un gran portalón de dos hojas, ancho, practicable, que da a la -carretera de Puerta de Hierro, llena de sol.</p> - -<p class="dondec">En los laterales izquierda, dos puertas de -habitaciones de la casa, cubiertas con cortinas de lona.</p> - -<p class="dondec">En los laterales derecha y hacia el último término -una puerta de dos hojas que conduce al tendedero.</p> - -<p class="dondec">En la parte superior de las paredes, grandes ventanas -de forma apaisada, con cristales polvorientos, por donde se supone que -entra la luz que necesita un local tan amplio.</p> - -<p class="dondec">El techo, destartalado, con grandes vigas llenas de -telarañas.</p> - -<p class="dondec">En mitad de la escena, y próximos a los laterales, -dos lavaderos de piedra, corridos, llenos de agua y en los que puedan -lavar ocho mujeres en cada uno.</p> - -<p class="dondec">En el rincón de la izquierda un gran fogón con la -caldera para la colada. Tiene tubería moderna.</p> - -<p class="dondec">En los primeros términos una mesa de pino, sillas de -anea, un armario, un reloj de pesas, grande, antiguo.</p> - -<p class="dondec">Arrimadas a la pared, sacas de ropa, canastas grandes -y muy usadas, barreños, cuerdas, estacas, largueros, etc., etc. Es de -día.</p> - - -<h4>ESCENA PRIMERA</h4> - -<p class="quienesj"><i>Al levantarse el telón aparecen en el lavadero -de la derecha en primer término</i> <span class="smcap">Encarna, -Valentina</span>, <i>la</i> <span class="smcap">Sinfo</span> <i>y -cinco</i> <span class="smcap">Lavanderas</span>. <i>En el de la -izquierda,<span class="pagenum" id="Page_232">p. 232</span> la</i> <span -class="smcap">señá Josefa</span>, <span class="smcap">Sole</span>, -<i>la</i> <span class="smcap">señá Mauricia</span> <i>y más</i> <span -class="smcap">Lavanderas</span>, <i>hasta ocho. Todas lavan -animadamente riendo y bromeando: restriegan las prendas, dan jabón, -golpean con las palas, retuercen la ropa, escurren. Una</i> <span -class="smcap">Lavandera</span>, <i>con un barreño de ropa vase por -el tendedero. El</i> <span class="smcap">tío Pelele</span> <i>entra con -un montón de prendas, ya secas y las va doblando y metiendo en una -saca</i>.</p> - -<p class="mushab"><b>Música</b></p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todas</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Lava, lavandera,</div> - <div class="verse indent0">vaya restregón,</div> - <div class="verse indent0">dale con la pala,</div> - <div class="verse indent0">venga más jabón.</div> - <div class="verse indent0">Que si quiés blanquita</div> - <div class="verse indent0">la ropa dejar,</div> - <div class="verse indent0">pala, pala, pala, (<i>Golpeando.</i>)</div> - <div class="verse indent0">le tendrás que dar.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Rita</span> (<i>Asomándose a la puerta -del tendedero y a voces.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Señá Andrea.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Voz</span> (<i>De mujer, dentro, muy -fuerte.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent12">¿Qué quiés, chica?</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Rita</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Cuando tienda avíseme.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Sinfo</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¡Dí que no tienda en mi cuerda</div> - <div class="verse indent0">que va a tender Salomé!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Josefa</span> (<i>Furiosa a Sole.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¿Pero qué haces, criatura?</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Sole</span> (<i>Con rabia.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Si me s’acabao el jabón.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Josefa</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Pos coge el de la Tomasa.</div> - <div class="verse indent0">¡Jesús qué condenación! (<i>Siguen lavando.</i>)</div> -</div> - -<p class="tab">——</p> - -<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_233">p. 233</span><span class="smcap">Sinfo</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Échate una copla, Sole.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Sole</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¡Que me van a regañar!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Una</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">No te apures.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Sinfo</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent12">Picantita.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Valentina</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">De las tuyas.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Sole</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent11">Allá va.</div> -</div> - -<p class="tab">——</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">La soltera del cuarenta</div> - <div class="verse indent0">dicen que es de las cabales,</div> - <div class="verse indent0">y ayer me ha echao dos pañales,</div> - <div class="verse indent0">conque ajuste usté la cuenta.</div> -</div> - -<p>(<i>Todas ríen. La señá Josefa golpea enfurecida a la Sole.</i>)</p> - -<p class="tab">——</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Josefa</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¡Pero ustedes oyen!</div> - <div class="verse indent0">¡Te voy a matar! (<i>La pega.</i>)</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Sole</span> (<i>Queriendo huir.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¡Por Dios, sujetarla! (<i>Avanzando a primer término.</i>)</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todas</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Amos, déjala. (<i>Se interponen.</i>)</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Josefa</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¡Cantar esas cosas!...</div> - <div class="verse indent0">¡Te arranco la piel! (<i>Pegándola más.</i>)</div> - <div class="verse indent0">Toma, toma, toma...</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todas</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">No la pegue usté.</div> -</div> - -<p class="mushab"><span class="pagenum" id="Page_234">p. 234</span><b>Hablado</b></p> - -<p><span class="smcap">Sole</span> (<i>Huyendo de su madre y -llorando.</i>)—¡Amos, pero están ustés viendo!... Estése usté quieta, -hombre... que si no pega usté no vive.</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¡Cállate o te arranco la lengua, -recondená!</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—¡Pero qué he hecho yo, señora!... -¡Misté que es lo grande, hombre!...</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Amos, Josefa, déjala, que la -tiés el cuerpo a la chica que es un puro cardenal. (<i>Vuelven a las -pilas menos Sole y Josefa.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—¿Que si es un puro cardenal?... -Amos, por gusto quiero que me vean usté este muslo, a ver si saben -ustés de qué color es. (<i>Va a levantarse la falda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Josefa</span> (<i>Vivamente.</i>)—¡Pero serás capaz, -so arrastrá!</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Si semos mujeres solas.</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¿Y el tío Pelele?</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Es <i>nutral</i>. Al menos eso dice él -cuando pellizca.</p> - -<p><span class="smcap">Pelele.</span>—A los setenta y dos cumplíos, le -enseñen a uno lo que le enseñen, desaplicao.</p> - -<p><span class="smcap">Sinfo.</span>—A más, de que en esta ocasión la -chica no es culpable.</p> - -<p><span class="smcap">Mauricia.</span>—Hemos sío nosotras, que la -hemos dicho que cantase a la creatura.</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¿Y quién la manda cantar esas -indecencias de coplas? (<i>Vuelve a la pila.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Si me mandase usté a un colegio -de pago, cantaría el <i>tuesten</i>, u el <i>guau guau estep</i>, u cualquier -otra cosa extranjera... ¡pero qué quié usté que aprenda en la cae Los -Moratines ande la persona más fina se restriega con papel de lija!</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¿Dónde me he educao yo?</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—En ninguna parte.</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Pues ya ves como no canto -golferías.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_235">p. 235</span></p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—¡Porque tié usté <i>blonquitis</i>!</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¿<i>Blonquitis</i>?... Quítate de mi -vista si no quiés que te deshaga, so galocha. (<i>Avanza y la da unos -tirones del pelo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Sí, señora, que me quito, -que no paece usté mi madre, que me tié usté deshecha a golpes... -(<i>Arreglándose el pelo.</i>) que tengo la cabeza que cuando me peino paece -que le saco la raya a un montón de grava.</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¡Fuera de aquí!</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Sí, señora, que me voy. Que por no -respetar no respeta usté ni a los agüelos que los respeta tóo el mundo. -¡Me ha arrancao uno! ¡Misté que lástima! ¡Maldita sea!... (<i>Como el que -adopta una resolución heroica.</i>) Me voy a tender. (<i>Coge un barreño con -ropa.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—A ver si te duermes...</p> - -<p><span class="smcap">Sole</span> (<i>Casi llorando.</i>)—¡Miá si supiese -que no me despertaba más!...</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¡Anda d’ahí, que me tiés la -sangre negra! ¡Galocha, más que galocha!</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Mujer, si es que la pegas por -demás a la pobre criatura.</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Porque quiero que se haga una -mujer.</p> - -<p><span class="smcap">Sole</span> (<i>Volviendo desde la puerta del -tendedero.</i>)—¿Pero usté cree que con estos golpes me voy a hacer una -mujer?... ¡Como no me haga una pandereta! (<i>Josefa va a pegarla y ella -echa a correr por el tendedero. Valentina va a probar con la mano el -agua de la colada.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA II</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span>, <i>menos</i> <span -class="smcap">Sole</span>. <i>Luego</i> <span class="smcap">Panoli</span> -<i>por el tendedero.</i></p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¡Tío Pelele!</p> - -<p><span class="smcap">Pelele.</span>—Presente.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Dígale usté a Panoli que eche -más carbón, que esto está pa servirlo en garrafa.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_236">p. 236</span></p> - -<p><span class="smcap">Pelele</span> (<i>Llamando.</i>)—Panoli...</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Cuidao que se lo tengo -avertido. Que no me se quede fría la colá, niño. Pos como si -lloviznara.</p> - -<p><span class="smcap">Panoli</span> (<i>Un chicuelo con cara de -tonto.</i>)—¿Qué pasa? (<i>Avanza a primer término por la derecha.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Que eches más carbón, vida -mía. ¡Camará, que tiés un alma que te se pasea por Recoletos y a lo -mejor se sienta!</p> - -<p><span class="smcap">Panoli.</span>—Pos antes he echao cinco -palás.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Pos dobla, rico.</p> - -<p><span class="smcap">Panoli.</span>—¡Maldita sea!... Miá que tenerse -que pasar uno la vida echando lumbre. (<i>Simula echar carbón.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Mialo, paece un pasmao. -(<i>Avanza secándose los brazos con el delantal.</i>) Bueno; las nueve y -media; la que quiera irse a almorzar que se vaya, que hasta la tarde -hacemos fiesta en esta casa. Y tú, Sinfo, y usté, señá Mauricia, si -queréis un bollito y un trago, arrimaros. (<i>Saca del armario bandejas, -botellas y vasos que coloca sobre la mesa, que está a la derecha.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Sinfo.</span>—Allá vamos. (<i>Se acercan y se -sientan.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Y lo mismo te digo, Josefa.</p> - -<p><span class="smcap">Josefa</span> (<i>Secamente.</i>)—Gracias. (<i>Sigue -lavando.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Amos, ven y no seas erizo.</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—No me cumple náa; se agradece.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Tu gusto, hija. (<i>Josefa sigue -lavando. Las demás lavanderas, se secan, se quitan los delantales, se -ponen los mantones y se marchan por el foro. Alguna, así como Panoli, -sale por el tendedero.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Sinfo.</span>—¡Qué señá Josefa!...</p> - -<p><span class="smcap">Mauricia.</span>—¡Miá que es agria!</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¡Eso es un limón pasao! (<i>A -Encarna.</i>) Y tú, Encarna, a ver si dejas de lavar, no sea que venga tu -padre.</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Le estaba ayudando a la -Marcelina.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Pero ya sabes que no te quié -ver en ello.</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—¡Y quién se lo va a decir! A -más de que<span class="pagenum" id="Page_237">p. 237</span> es mi -gusto. Si no ando en el agua no vivo. (<i>Viene secándose los brazos -desnudos.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Sinfo.</span>—¡Pa que no te hubieses criao en el -río!... (<i>Beben unas copas de vino y comen de los bollos que ha servido -Valentina.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Mauricia.</span>—¡De chica se tié dao cáa -chapuzón!... ¿Te acuerdas?</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—¡A ver!</p> - -<p><span class="smcap">Mauricia.</span>—Paece que la estoy viendo. Se -ponía tal que su madre la trajo al mundo. Y, paf... se zampaba en el -agua desnudita.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Era su costumbre.</p> - -<p><span class="smcap">Pelele.</span>—Hay costumbres que no debían de -perderse. Con permiso. (<i>Se bebe una copa.</i>) (<i>Sale Sole del tendedero -y se acerca mirando los bollos codiciosamente.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Mauricia.</span>—¿Y qué, hoy tengo oído que es -el gran día en esta casa, jóvenes?</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Y que lo diga usté, señá -Mauricia.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Hoy es el día más feliz de -nuestra vida. Vienen a pedir la mano de esta... y el mes que viene las -amonestaciones de ella y de Paco y las de su padre y las mías. ¡Los dos -matrimonios en un mes!</p> - -<p><span class="smcap">Sinfo.</span>—¡Ole con ole!... Eso sí que se -mojará a lo grande.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Ni te ocupes. Ya conoces a -Hilario que estornuda, le sale bien y convida; conque por una cosa así, -que es su felicidad, no digamos.</p> - -<p><span class="smcap">Sinfo.</span>—Sus merecéis el bien que <i>tenís</i>, -hay que decirlo.</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Sí, señora; que han sío ustés mú -regüenas páa tóo bicho viviente que las ha arrodeao y eso tié su pago. -(<i>Comiéndose un bollo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Eso no; la suerte de cáa -uno, hija. Que esto ha sío como un sueño. Ya veis; hace dos años, aún -vivíamos, yo, tan ajena con mi marido, y mi hermana casá con el padre -de ésta; pos en menos que se dice, faltó mi marido, murió mi hermana, -quedó mi cuñao solo con la chica, me hizo de venir a cuidarla, las -dos nos encargamos de esto, él se fué a su<span class="pagenum" -id="Page_238">p. 238</span> negocio del merendero páa no dar que decir, -y pasao el luto lo que estaba de Dios: esta se va a casar con el hombre -que quiere y su padre y yo, pues... ¡capicúa!</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Y tú estarás contenta, ¿verdá, -Encarna?</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Contenta y más que contenta; -contenta y recontenta, Sole. (<i>Se abrazan con alegría.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—La verdá es que tienes un cacho e -novio que no cabe por ese portalón. Es un rato de hombre.</p> - -<p><span class="smcap">Pelele.</span>—Y una celebridá, que no se os -olvide. Que dentro de poco no habrá en España un torero como Paco -Cebrián, <i>Chico de las Peñuelas</i>, porque tié unas agallas que pa él -no hay toros grandes ni cornalones. A ese le echan un pavo y se lo -come.</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—¡En veces, yo también! (<i>Ríen -todos.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Mauricia.</span>—¿Y qué, el domingo dicen que -alterna en Tetuán?</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Por primera vez, sí, -señora.</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—¡Ay, si queda bien, qué -gusto!</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Mialá, de pensarlo, se ríe -hasta con las orejas.</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—¡La alegría que tengo! Que -quiero, que me quieren, que te veo a ti contenta, a mi padre satisfecho -y que hoy por hoy no me cambiaría ni por una marquesa. (<i>Ríe y -palmotea.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Ni aunque te diesen prima, miá -esta.</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Y vaya, vengan ustés pa dentro -que les quió enseñar la ropa blanca que me trajo ayer la bordadora. Un -primor.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Veréis qué seis enaguas; a la -que pueda ser más bonita.</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—Vamos, vamos. (<i>Vanse segunda -izquierda. Sole queda la última.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Me gusta a mí más ver ropa interior -de novios y novias... porque claro, paece que una se anima y...</p> - -<p><span class="smcap">Josefa</span> (<i>Deteniéndola.</i>)—¿Ande vas tú? -(<i>Haciéndola retroceder de un tirón de la falda y avanzando ambas al -proscenio.</i>)</p> - - -<h4 title="ESCENA III"><span class="pagenum" id="Page_239">p. -239</span>ESCENA III</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Josefa</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Sole</span></p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—A ver la ropa blanca que dice que -la...</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Anda a lavar si no quiés que -te arranque ese pelote que tienes, so pispajo, fea, gandula... -(<i>Amenazándola.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Pero señora... -(<i>Retrocediendo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¡Tú que tiés que ver náa de -nadie!...</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Pero si es que m’han dicho -que...</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Anda páa alante que en tóo me -tiés que contradecir, mala pécora, tunanta... (<i>Haciéndola retroceder a -empujones.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Pero señor, pero hija, pero yo no -sé qué la pasa a usté, que cuanta más alegría tien los demás más fiera -se pone usté, ¡caray!</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¡Fiera!... Cállate si no quiés -que te retuerza la lengua, indina, arrastrá... (<i>La pellizca.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Sole</span> (<i>Huyendo.</i>)—¡Ay, por Dios, -madre!... ¡Vamos, hombre!... (<i>Frotándose el brazo pellizcado.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Que no te gozas si no me ves -rabiando. ¡Que yo no debía vivir! ¡¡No debía vivir!!</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Ni beber, créame usté.</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Pué que te figures que es el -vino.</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—¿Es el aguardiente?</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Es el veneno que tengo aquí que -me repudre de ver lo que estoy viendo, que quisiá quedarme ciega pa no -verlo... ¡ciega!</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—¡Ya estamos con lo de siempre! -(<i>Chillando.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Josefa</span> (<i>Furiosa.</i>)—No chilles.</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Pero ¿qué está usté viendo, vamos a -ver?... ¿Que son felices? Pues déjelas usté.</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Pues no me da la gana. No quiero, -no quiero y no quiero, que esto es un asco de farsa. Unos granujas -y una tía hambrona engañando entre tóos a un tío baboso... ¡maldita -sea! ¿Y pa qué ha sío una buena en este mundo? Pa tener este pago y -verse<span class="pagenum" id="Page_240">p. 240</span> arrastrá como -una esclava y ver que otros triunfan, y ver que otros se van a llevar -lo que una... ¡Miá si no ardiese la casa y nos consumiese a tóos!</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Amos, hija, madre... amos, cállese -usté, que me da usté miedo. Pero, ¿por qué les tié usté ese odio, -señor?</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Porque son unas asquerosas.</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Total, ¿qué nos han hecho aquí? -Pos llenarnos la andorguita la mar de veces; que si no hubiá sido por -esta casa, ¿qué hubiésemos comido la metá e los días? Pos aleluyas al -<i>gratín</i> y pan de <i>no hay</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Pero lo han hecho pa rebajarte, -pa humillarte, pa tenerte bajo el zapato. (<i>Reconcentrado.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Sole</span> (<i>Imitándola.</i>)—Lo habrán hecho -pa lo que haigan querido, pero yo he aumentao cinco kilos; que antes -paecía que llevaba las carnes en un pellejo prestao y ahora no se -me pué coger un pellizco. Al menos eso dicen tóos los que me lo... -(<i>Golpeándose los labios.</i>) digo, ay...</p> - -<p><span class="smcap">Josefa</span> (<i>Interrumpiéndola -bruscamente.</i>)—Lo que eres tú, eres un peazo e carne con ojos, que ni -sientes ni padeces ni vales pa na; pero yo veo el mundo, y esta casa y -tóo esto podía ser mío, mío... ¡nuestro!</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Pero, ¿qué iba a ser nuestro? -Ganas...</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¿Tú qué sabes?</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Pero si el señor Hilario no le ha -hecho a usté en jamás ni mención de na.</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Porque se entremetió esa golfa -de la Valentina, que ha sío más lagarta que una... y me engatusó a ese -tío lila... Pero déjate, que poco lo va a gozar, muy poco. ¡Por estas! -(<i>Cruza los dedos. Llora.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Amos, madre, no se ponga usté así. -¡Miá que hasta llorar, hombre! Después de tóo, ¿qué le vamos a hacer? -¿Que son felices? Que Dios se lo habrá dao. ¿Que tienen hombres que las -quieran? Pa eso son guapas. Misté, a mí no me da envidia de la Encarna. -¿Que ella es más güena moza que yo? Güeno, pero yo llego donde ella -llegue. ¿Que no llego de mi natural? Me aupo. Tóo tié remedio. Después -de<span class="pagenum" id="Page_241">p. 241</span> tóo, yo tengo -visto que en este mundo con una mijita de labia y un poquito de paripé, -rubias, morenas, altas, bajas, guapas, feas... tóo se despacha.</p> - -<p><span class="smcap">Josefa</span>.—¡Quítate d’ahí, cacho prima!</p> - -<p><span class="smcap">Sole</span>.—Que sí, señora, ¿pa qué envidiar -a nadie? Yo, con tener salú, un río con agua clara, ropita que lavar, -puños pa dar jabón, un cacho de novio y boca pa cantar, pos no me -cambio ni por la reina de España; porque ¿qué tié la reina, corona? -Pos me pongo yo dos claveles en el pelo, salgo a la calle andando así -(<i>Anda contoneándose.</i>) y me saludan hasta los alabarderos. (<i>Pasando a -la izquierda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Josefa</span> (<i>Dándole un -manotazo.</i>)—¡Alabarderos! ¡Maldita sea tu estampa! (<i>La zarandea.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Sole</span>.—¡Pero madre!</p> - -<p><span class="smcap">Josefa</span>.—¡Que la ves a una repudriéndose y -llorando y encima te vienes con chacharramanchas!</p> - -<p><span class="smcap">Sole</span>.—Pero, señor, ¡encima que lo hago pa -aplacarla!...</p> - -<p><span class="smcap">Josefa</span>.—¡Vete de aquí o te esgarro! -(<i>Amenazándola.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Sole</span>.—¡Dios mío, pero por qué dará tanta -pena la alegría de otro! ¡Miá que es castigo! (<i>Vase, atravesando el -foro de izquierda a derecha, al tendedero, refunfuñando.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Josefa</span>.—¡La alegría de otro! ¿Y qué le -ha importao la mía a esa golfa? (<i>Se oyen voces y risas dentro.</i>) Yo -que había soñao con ser el ama, verla a ella feliz, rica, valiendo -una cincuenta mil veces más... ¡Pues no! ¡Sí, reiros, reiros! ¿Veis -estas lágrimas? Pos más amargas las tenéis que llorar. (<i>Vase foro -izquierda.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA IV</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Valentina, Encarna, Sinfo, -señá Mauricia</span> <i>y</i> <span class="smcap">tío Pelele</span> <i>de la -segunda izquierda</i></p> - -<p><span class="smcap">Sinfo</span>.—Bueno, esa camisa del canesú a -ondas, esa paece que no l’han tocao manos.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_242">p. 242</span></p> - -<p><span class="smcap">Mauricia</span>.—Pos ¿y el cubrecorsé rosa?</p> - -<p><span class="smcap">Valentina</span>.—¿Os ha gustao?</p> - -<p><span class="smcap">Pelele</span>.—Lo que yo digo es que debe -dar lástima ponerse una ropa con tanto lazo pa tan poco público. -(<i>Ríen.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Valentina</span>.—Es mu requetebonito todo.</p> - -<p><span class="smcap">Encarna</span>.—Como dirigido por ti.</p> - -<p><span class="smcap">Sinfo</span>.—A mí lo que me ha vuelto loca es -el juego de novia.</p> - -<p><span class="smcap">Pelele</span>.—¡Qué juego! (<i>Con -admiración.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Sinfo</span>.—¿Le ha gustao a usté?</p> - -<p><span class="smcap">Pelele</span>.—Como que es un juego pa hacer las -diez de últimas.</p> - -<p><span class="smcap">Mauricia</span>.—En fin, chicas, yo me voy -al tendedero, que con estas y las otras aún tengo dos sacas en las -cuerdas. ¿Me ayudas, Pelele?</p> - -<p><span class="smcap">Pelele</span>.—Pa luego es tarde.</p> - -<p><span class="smcap">Encarna</span>.—Y yo echo una mano, ande; y así -se recoge en cinco minutos. (<i>Vanse los tres al tendedero. Encarna, al -tiempo de hacer mutis, hace una caricia a Valentina.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA V</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Valentina</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Sinfo</span></p> - -<p><span class="smcap">Sinfo</span>.—Se ve que te quiere mucho.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina</span>.—¿Quién, la Encarna? Y yo a -ella. Si eso es un ángel. Tan buena como su padre.</p> - -<p><span class="smcap">Sinfo</span>.—Y oye, a propósito, ¿ande iría el -señor Hilario esta mañana a las siete, que le vi tan majo Cuesta e San -Vicente arriba?</p> - -<p><span class="smcap">Valentina</span>.—Qué sé yo, mujer. Y no creas, -que la salidita esa me tié intrigá.</p> - -<p><span class="smcap">Sinfo</span>.—¿Por qué?</p> - -<p><span class="smcap">Valentina</span>.—Pues que no ha habío forma de -que me dijese ande se marchaba.</p> - - -<h4 title="ESCENA VI"><span class="pagenum" id="Page_243">p. -243</span>ESCENA VI</h4> - -<p class="quienesj"><span class="smcap">Dichos, señor Hilario, -Aquilino</span> (<i>Guardia municipal</i>), <span class="smcap">Cosme, señor -Cecilio</span> <i>y</i> <span class="smcap">cinco Murguistas</span></p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Se asoma con cuidado por la -puerta y da dos golpecitos en el suelo con el bastón.</i>)—Valentina.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina</span>.—¡Ay, hijo, qué susto! -(<i>Retroceden hacia la derecha.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Sinfo</span>.—Miá si antes le nombramos.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>En voz baja.</i>)—¿Y la chica?</p> - -<p><span class="smcap">Valentina</span>.—En el tendedero.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span>.—Me alegro.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina</span>.—Pero, ¿qué pasa?</p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Imponiendo silencio.</i>)—Chist... -(<i>A alguien que le sigue.</i>) Introducirse, patrulla. (<i>Entran los -murguistas con sus instrumentos y Aquilino y Cosme con una caja, un lío -de ropa al parecer y otros paquetes.</i>) De puntillas, virtuosos.</p> - -<p><span class="smcap">Sinfo</span>.—¡Qué comitiva!</p> - -<p><span class="smcap">Valentina</span>.—Oye, ¿pero traes charanga?</p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span>.—Cinco <i>Bentovenes</i> y este Puchini. -(<i>Por el señor Cecilio.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Valentina</span> (<i>A Aquilino, que está a su -lado.</i>)—Y usté, ¿qué lleva aquí?</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino</span>.—Fuegos artificiales, faroles a -la veneciana y cadeneta tricolor.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina</span>.—Pero, ¿qué preparas?</p> - -<p><span class="smcap">Sinfo</span>.—Alguna de las suyas.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span>.—Chist... ya lo sabrás todo. -Usté, señor Cecilio y sus diznos... (<i>A Aquilino.</i>) ¿cómo les -llamaríamos a los de la banda?</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino</span>.—Bandoleros.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span>.—Y sus diznos bandoleros, -introdúzcanmese en ese gabinete, que ahora les será remitido bajo sobre -un frasco de vino pa que vayan tomando bríos.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_244">p. 244</span></p> - -<p><span class="smcap">Cecilio.</span>—Usté mándenos vino, que ya verá -usté cómo soplamos.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Indicándoles la -habitación.</i>)—Pa adentro.</p> - -<p><span class="smcap">Cecilio.</span>—Y pa afuera.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Bueno, ahora pa adentro. (<i>Los -encierra en la primera izquierda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Pero Hilario... pero ¿qué es -este misterio, si pué saberse?</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¡Chits! Valentina, al verme -venir con el señor Cosme Pedrajas, más conocido por Tarángano...</p> - -<p><span class="smcap">Cosme.</span>—Campeón del mundo en el -chascarrillo baturro, pa servir a usté.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Y con el probo urbano señor -Aquilino Larrea...</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Cuyo lema es: “Allá donde -fueres, ríete lo que pudieres.”</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Habrás comprendido que el -programa de festejos que nos traemos compite vitoriosamente con el de -la atracción pa forasteros.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Bueno; pero si lo que yo no me -explico...</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Paso a aclararte... Tú sabes, -Valentina, que Paco Cebrián, <i>Chico de las Peñuelas</i>, hoy por hoy la -única esperanza seria del arte taurómaca nacional e hijo del antiguo y -afamao picador de toros señor Bernabé Cebrián, <i>Tomates</i>, va a contraer -matrimonio canónigo con mi hija Encarna, que, a medias contigo, es la -reina de mi corazón.</p> - -<p><span class="smcap">Cosme.</span>—Elocuente.</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Conmovedor.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Pues bien, como ahora mismo -vendrán Paco y su padre a pedirme la mano de la chica, quiero solenizar -este día regalándole a él el capote de paseo que ha de lucir el domingo -en Tetuán y a ella el mantón de Manila con que ha de concurrir a dicha -fiesta; prendas que te serán exhibidas <i>iso fazto</i> por los pollos que -al margen se expresan. Desenvolvan. (<i>Cosme enseña el mantón y Aquilino -el capote.</i>)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_245">p. 245</span></p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¡Qué preciosidad!</p> - -<p><span class="smcap">Sinfo.</span>—¡Jesús, qué hermosura!</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¿Te gustan?</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Un encanto. ¡Y no me habías -dicho na, so arrastrao!</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Quería sosprenderos. Y ahora -comprenderás también que lo de la murga tiene por ojeto amenizar el -azto de la entrega de estas prendas a los agraciaos; azto que quiero -que se verifique con la solemnidaz de <i>rública</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Te he cogío la idea. Entrega, -bailoteo, un arroz, mucha gente, cohetes, música, ecétera, ecétera.</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—El ecétera de González Byas y -en grandes proporciones, si pué ser.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Me has calcao el pograma, reina. -(<i>La abraza.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Descuida. Voy a convidar a -media vecindaz.</p> - -<p><span class="smcap">Sinfo.</span>—Verá usté qué festival -organizamos.</p> - -<p><span class="smcap">Encarna</span> (<i>Dentro.</i>)—Padre... padre...</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Repeine, la chica. Esconde -eso.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Hasta luego. Vamos. (<i>Se -llevan capote y mantón segunda izquierda.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA VII</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Hilario, Aquilino, Cosme</span> -<i>y</i> <span class="smcap">Encarna</span>, <i>del foro izquierda</i></p> - -<p><span class="smcap">Encarna</span> (<i>Jadeante y contenta.</i>)—Padre, -padre...</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¿Qué pasa, chiquilla?</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Que ya... que ya vienen por allá -abajo Paco y el señor Bernabé.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¡Pero qué nerviosa, hija, y qué -coloraíta te has puesto! De que ves a ese melón, cerezas.</p> - -<p><span class="smcap">Encarna</span> (<i>Ruborosa.</i>)—¡Amos no me sofoque -usté, padre! Y a tóo esto, ¿cómo están ustés?</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_246">p. 246</span></p> - -<p><span class="smcap">Aquilino</span>.—Pa que nos revoquen, pero -gozando de verte dichosa. (<i>Sube al fondo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Cosme</span> (<i>Le da la mano.</i>)—Corroboro.</p> - -<p><span class="smcap">Encarna</span>.—Muchas gracias.</p> - -<p><span class="smcap">Cosme</span>.—Conque a pedir tu manita, ¿eh?</p> - -<p><span class="smcap">Encarna</span>.—Sí, señor. Ya están ahí. Voy a -arreglarme un poco. (<i>Vase segunda izquierda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino</span> (<i>Desde la puerta.</i>)—¡Camará, -vienen el padre y el hijo que echan humo de elegancia!</p> - - -<h4>ESCENA VIII</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Hilario, Aquilino, Cosme, -Bernabé</span> <i>y</i> <span class="smcap">Paco</span>, <i>del foro -izquierda</i></p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Desde la puerta, quitándose -el sombrero.</i>)—Viva cuarenta mil años tóo lo que se acobija en este -distinguido lavadero.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span>.—Y tú que lo veas, so tumbón.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span>.—¡Hilario! (<i>Avanzando.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span>.—¡Bernabé! (<i>Se abrazan.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Estrechándoles la -mano.</i>)—Adiós, Cosme... ¡Hola, munícipe!</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino</span>.—Salú, varilarguero.</p> - -<p><span class="smcap">Cosme</span>.—¿Y el chico?</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Que aparece en la puerta y sin -avanzar.</i>)—¡Señores, jovialidá y metálico! (<i>Quedan unos cuantos chicos -y chicas, que le han seguido, a la puerta del lavadero.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span>.—Ahí tenéis a esa aureola de la -coleta.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span>.—Pasa fenómeno.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span>.—No le llames fenómeno, por tu -salú, que eso ya está mu desacreditao. Llámale compendio, estrépito, -arrebato, ocecación... Lo que te dé la gana, que de todo tiene.</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span>.—Amos, padre, no me floree usté, que -m’azaro.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span>.—¿Que s’azara? Un hombre como un -has<span class="pagenum" id="Page_247">p. 247</span>tial, más guapo -que yo, si cabe, astro naciente de la tauromaquia triunfante y más -corto que un cablegrama... Pasa, derrumbamiento taurómaca... (<i>Le hace -entrar empujándole.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Con modestia.</i>)—Ceguera paterna. -Ustés le desimulen. (<i>Dándoles la mano.</i>) Padrino, señores... (<i>Se -saludan.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>A los chicos de la -puerta.</i>)—¡Amos, niños! ¿Pero es que no habéis visto nunca una -celebridá, hombre? Largarse d’aquí.</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span>.—Na, que salgo y un hormiguero de -almiradores en mi pos. (<i>Aquilino sube y hace intención de sacar el -sable; los chicos vanse corriendo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span>.—Eso es la popularidaz.</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span>.—La popularidaz y la silueta.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span>.—Ven que te vean. (<i>A Hilario.</i>) -Qué, ¿te gusta la presentación? (<i>Queda en el centro; a su izquierda -Paco e Hilario.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span>.—De primera. Vitola de matador de -cinco mil. No le falta detalle. Roten, dije, habano...</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span>.—El sombrero es lo último. -Cordobés; copa lisa, ala plana, tono plomo, y por dentro forro verde, -Cabestreros, 18, Sombrerería, y un escudito que dice <i>Omni soit qui mal -y pense</i>, que debe ser una cosa pal dolor de cabeza. (<i>Se lo pone.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino</span>.—Y buen ternito, mi amigo.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Señalando a Hilario.</i>)—Regalo -de éste.</p> - -<p><span class="smcap">Cosme</span>.—Y te cae de primera. ¡Vaya un -sastre!</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span>.—Sastre y que tengo un cuerpo que -no debía decirlo; pero a mí, por no sentarme mal, ni los calamares en -tinta.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span>.—Hemos elegido el tono chocolate. -No sé si te gustará.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span>.—Es muy señorito.</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span>.—Señorito, y que como usté dijo -que fuese un traje pa por las mañanas, pues yo dije: pues pa por las -mañanas, chocolate... Es sufrido y alegre. (<i>Da unos pasos.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span>.—¡Ahí mi niño! ¡Qué suerte tién -las mujeres! ¡Maldita sea!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_248">p. 248</span></p> - -<p><span class="smcap">Cosme.</span>—Cómo se nos cae la baba, amigo.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Si no tengo otra cosa en el -mundo. Es mi ceguera, mi chifladura, mi esperanza... mi tóo... ¡Y es -que lo vale! No es porque sea mi hijo.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Bueno, y sabrán ustés que al remate -el domingo se ciñe la mona aquí el tumbonazo este. (<i>Dando un golpe -cariñoso a su padre.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¡Hola! ¿Te has decidío al -fin?</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Sí, la verdá. Quiero picar yo el -primer toro que mate mi hijo en los Madriles.</p> - -<p><span class="smcap">Cosme.</span>—¡Ole por los buenos picadores!</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Aunque estoy arrinconao, ya -verán apretar en lo alto.</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Y qué, ¿hay esperanzas de -quedar bien, pollo?</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Riendo con cierto desdén.</i>)—Padre, -aquí el urbano pregunta que si hay esperanzas.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Riendo.</i>)—Ja, ja... Esperanzas -y realidades y moños por el suelo y coletas mutiladas... El día que -este espanto taurino despliegue el capote en el ruedo de Madrid, con -las plumas de los <i>Gallos</i> se hace una almohada.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Y con la asaúra de Belmonte un -<i>endreón</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Doy fe.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Y estará feo que yo lo diga.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—A ti no te está feo na. -(<i>Convencido.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Ya lo sé. Es un decir. ¿Pero cuáles -son las tres promesas del porvenir aztual taurino? Examinemos: Antonio -Rioja <i>El Confeti</i>. ¿Me pué hacer a mí sombra <i>El Confeti</i>?</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Muy poquita.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Descontao. Casildo Peña -<i>Sorbete</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Hombre, ese es un torero -concienzudo.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Es un torero concienzudo, pero -frío; eso no me lo niega a mí nadie.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Descuenta el <i>Sorbete</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Descontao. Felipe Canales -<i>Chaparrón</i>. ¿Estira los brazos como yo? ¿Empapa como yo?</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Qué va empapar el -<i>Chaparrón</i>!</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Descontao.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_249">p. 249</span></p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—En cambio éste tiene de tóos los -clásicos.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Soy un <i>puz purri</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Es <i>Lagartijo</i>, por el -estilo.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Mejorao.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—<i>Frascuelo</i>, por la valentía.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—<i>Cientuplicada</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—<i>Guerrita</i>, por la elegancia.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Que ya quisiera...</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—<i>Espartero</i>, por el valor.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Chsss... (<i>Gesto de -resignación.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—<i>Gordito</i> por la figura y -<i>Carancha</i> por el aire.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Hombre, padre, por el aire no -quisiera yo parecerme a nadie.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—No me refiero al <i>amosférico</i>. -En fin, que sus diga Hilario la tarde que le vió torear en Morata de -Tajuña, ¿te acuerdas?</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Y eso que aquella tarde no te -acompañó la fortuna.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡La Guardia civil!</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—En fin, lo que tú eres lo verá -el domingo la afición. Conque ahora a lo que estamos.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Adoptando un tono -solemne.</i>)—Pues a lo que estamos, Hilario, es que vengo con toda -solemnidá a solicitar de ti pa esa memez taurina la mano de ese -manojito de claveles que Dios te ha dao por vástaga.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Pues yo, al llegar este momento, -que me emociona como na en el mundo te digo que te doy la mano de mi -hija y mi corazón y un abrazo.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Gracias, padrino.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Bendita sea tu alma buena! (<i>Se -abrazan.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—¡Qué trístico!</p> - -<p><span class="smcap">Cosme.</span>—¡Patético!</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Y ahora una sospresa que os -preparo.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¿Qué sospresa?</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Silencio. (<i>Coloca tres sillas a -la derecha.</i>) Siéntate aquí. (<i>Le sienta en la del centro.</i>)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_250">p. 250</span></p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Me van a afeitar?</p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>A Bernabé.</i>)—Tú a su diestra. Y -vosotros venir conmigo.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Pero, ¿qué es esto?</p> - - -<div class="section"> - <h4>ESCENA IX</h4> -</div> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y todos los que -se indican en la escena</i></p> - -<p class="mushab"><b>Música</b></p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Hilario</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Ha llegao el momento.</div> -</div> - -<p class="dcha">(<i>Va a la puerta segunda izquierda.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Sal aquí, hija mía,</div> - <div class="verse indent0">que Paco te espera;</div> - <div class="verse indent0">que aguardamos tóos.</div> -</div> - -<p class="dcha">(<i>Sale Encarna.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Que quiere tu padre</div> - <div class="verse indent0">darte una alegría.</div> -</div> - -<p class="dcha">(<i>La lleva donde está Paco.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Siéntate a su vera,</div> - <div class="verse indent0">juntitos los dos.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Encarna</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¡Mi Paco!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Paco</span> (<i>Se levanta.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent9">¡Mi Encarna!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Bernabé</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¡Cachito de cielo!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Encarna</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Pero, bueno, padre,</div> - <div class="verse indent0">¿qué piensa usté hacer?</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Cosme</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Pues una película.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Bernabé</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Cállese el agüelo.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_251">p. 251</span><span -class="smcap">Hilario</span> (<i>A Paco.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Repara qué cromo</div> - <div class="verse indent0">llevas por mujer.</div> -</div> - -<p class="tab">——</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Paco</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Chula más barbiana</div> - <div class="verse indent0">yo nunca la ví,</div> - <div class="verse indent0">ni ha venío al mundo</div> - <div class="verse indent0">otra más juncal,</div> - <div class="verse indent0">desde Mataderos</div> - <div class="verse indent0">hasta Chamberí,</div> - <div class="verse indent0">bien por Hortaleza,</div> - <div class="verse indent0">bien por Fuencarral.</div> - <div class="verse indent0">Y ese cuerpecito</div> - <div class="verse indent0">sólo es para mí,</div> - <div class="verse indent0">porque me lo gano</div> - <div class="verse indent0">con el corazón.</div> - <div class="verse indent0">¡Ay del que se atreva</div> - <div class="verse indent0">a mirarte a ti</div> - <div class="verse indent0">sin consentimiento</div> - <div class="verse indent0">de este chulapón!</div> -</div> - -<p class="tab">——</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Encarna</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Pues tú eres, Paco, el torero</div> - <div class="verse indent0">en quien tu Encarna se mira.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Paco</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Y tú eres, negra, la chula</div> - <div class="verse indent0">por quien tu Paco suspira.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Los dos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Si no estuviera delante</div> - <div class="verse indent0">toa la gente que hay aquí,</div> - <div class="verse indent0">te diría, mi chulapo/a,</div> - <div class="verse indent0">lo que siento yo por ti.</div> -</div> - -<p class="tab">——</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Hilario</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Atención.</div> - <div class="verse indent0"><span class="pagenum" id="Page_252">p. 252</span>Que ahora llegan los momentos</div> - <div class="verse indent0">de mayor espeztación.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¡Qué emoción!</div> -</div> - -<p class="mushab"><b>Hablado con música</b></p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>En la segunda -izquierda.</i>)—Valentina, venga pa alante la cabalgata con toda su debida -solemnidá.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Allá vamos. Desenvaine, -munícipe. Toque la música.</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Abran paso, que viene la -fuerza armá. (<i>Van saliendo todos en dos filas. Delante el municipal -como despejando. Luego la charanga; después dos lavanderitas con una -caja descubierta, en la que llevan un mantón de Manila; detrás otras -tres mozas, una que lleva el capote colgado de un palo y las otras dos -que lo sostienen abierto por las puntas. Detrás gente con faroles de -colores, banderolas, botas de vino colgadas en palos, etc., etc. Mucha -alegría y animación. Josefa y Sole salen por el fondo y se ponen a -lavar.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Cecilio</span> (<i>Al salir.</i>)—Marcha torera -original de Cecilio Azquerino Bangüey, director de la Sinfónica -Asqueriana de Cabestreros, que tiene el honor de dedicársela al -<i>Chico de las Peñuelas</i> en el día de hoy y personas que le acompañen. -Titulao “Entra por derecho”. ¡A una, profesores! (<i>Tocan. La comitiva -desfila.</i>)</p> - -<p class="rol"><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Adelantando.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Este mantón, hija mía,</div> - <div class="verse indent0">tu padre te lo regala</div> - <div class="verse indent0">pa que te vistas de gala</div> - <div class="verse indent0">la tarde de la corría.</div> - <div class="verse indent0">Del palco en el antepecho</div> - <div class="verse indent0">lo tiendes pa que él lo vea,</div> - <div class="verse indent0">y de seguro torea</div> - <div class="verse indent0">como en su vida lo ha hecho.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_253">p. 253</span><span -class="smcap">Encarna</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Es precioso y tóo lleno de flores.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todas</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">En tu cara las tiés tú mejores.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Encarna</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Cuántas veces con él soñé yo.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Bernabé</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Pues, mujer, anda ya, póntelo. (<i>Se lo pone.</i>)</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Encarna</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Con este mantón de flecos</div> - <div class="verse indent0">todo llenito de flores,</div> - <div class="verse indent0">iré yo a ver la corría</div> - <div class="verse indent0">donde Paco hará primores.</div> - <div class="verse indent0">Con él iré a la Paloma</div> - <div class="verse indent0">pa unirme con el que quiero;</div> - <div class="verse indent0">con él iré a las <i>kremeses</i></div> - <div class="verse indent0">cogida de su bracero.</div> - <div class="verse indent0">Que envuelta una madrileña</div> - <div class="verse indent0">con sus flecos y sus flores</div> - <div class="verse indent0">le parece hasta pequeña</div> - <div class="verse indent0">la calle de Embajadores.</div> - <div class="verse indent0">Y a los hombres que me miran</div> - <div class="verse indent0">y cuando paso, suspiran,</div> - <div class="verse indent0">voy diciendo sin querer:</div> - <div class="verse indent0">“¡Pa mi novio yo he de ser!”</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Que envuelta una madrileña,</div> - <div class="verse indent4">etc., etc.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Ofreciendo el -capote a Paco.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Y toma tú, torerazo,</div> - <div class="verse indent0">un capote de paseo.</div> - <div class="verse indent0">Si no te parece feo,</div> - <div class="verse indent0">dame después un abrazo.</div> - <div class="verse indent0">Póntelo con chulería,</div> - <div class="verse indent0">porque tengo yo el empeño</div> - <div class="verse indent0">de que un diestro madrileño</div> - <div class="verse indent0">venza a los de Andalucía.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_254">p. 254</span><span -class="smcap">Paco</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">¡Ay, padrino, me deja usté helao!</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Qué capote que le ha regalao.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Paco</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Con él puesto me haré una postal.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Bernabé</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Póntelo, torerazo inmortal. (<i>Se lo pone.</i>)</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Encarna</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Parece que ya le veo</div> - <div class="verse indent0">ceñido y envuelto en él,</div> - <div class="verse indent0">y sale a hacer el paseo</div> - <div class="verse indent0">y es pequeño el redondel.</div> -</div> - -<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent0">Parece que ya le veo</div> - <div class="verse indent0">ceñido y envuelto en él</div> - <div class="verse indent0">y sale a hacer el paseo</div> - <div class="verse indent0">y es pequeño el redondel,</div> - <div class="verse indent4">etc., etc.</div> - <div class="verse indent6">¡Olé ya</div> - <div class="verse indent0">por las chulapas de verdá!</div> - <div class="verse indent6">Míralo,</div> - <div class="verse indent0">que ni Belmonte le igualó.</div> - <div class="verse indent4">¡Lo digo yo!</div> -</div> - -<p class="dcha">(<i>Voces, aplausos, alegría, algazara.</i>)</p> - -<p class="mushab"><b>Hablado</b></p> - -<p><span class="smcap">Todos</span> (<i>Con mucha alegría.</i>)—¡Olé!... -¡bien!... ¡bravo!... (<i>Aplausos, risas, algazara.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Qué bueno eres, Hilario!... -(<i>Con entusiasmo.</i>) Déjame que te incruste mi gratitú en una mejilla. -(<i>Le da un beso. Todos ríen.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Limpiándose la cara y -rechazándole con cómica indignación.</i>)—Amos, tonto.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Que sí, señor; que esta -felicidad, el pan, el porvenir, hasta la ropa, tóo se lo debemos a este -hombre!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_255">p. 255</span></p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Con entusiasmo abrazando a -Encarna.</i>)—¡Ay, señor Hilario, qué favor me hizo usté a mí también, de -acuerdo con su señora, el día que se les ocurrió esta tontería!</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>A Valentina.</i>)—¿Pues y tú?... -Ven acá... Diosa del Manzanares, que lo que has hecho tú por nosotros -no te lo pago yo ni andando a gatas. (<i>A Hilario.</i>) ¿Me permites que la -dé un abrazo?</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Y cuarenta.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Amos, no seas pegajoso.</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Riendo.</i>)—A ver si se va a enfadar -el señor Hilario, padre.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¿Enfadao éste?... Dentro de un -rato.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Tendría yo gana de verle a usté un -día enfadao, hombre.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Riendo también.</i>)—Pos mira, pué -que me veas. Y que soy un tigre cuando me enfado.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Como que muerde.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Cariñosamente.</i>)—A ti.</p> - -<p><span class="smcap">Sinfo.</span>—¡Bueno, señores, a bailar, a -bailar!...</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Eso, eso!...</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Amos ahí fuera al aire libre.</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—Sí, sí.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Señor Cecilio, toque usté lo que -quieran.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>A Valentina.</i>)—Y tú y yo vamos -a romper la marcha. Con tu permiso.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Anda con ella.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Doy dos vueltas y vengo por -ti... que aquí el socio es la fama en chotis.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Aquí t’aguardo. (<i>Van saliendo -algunos por el tendedero.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Subiendo con todos.</i>)—¡Pero señá -Josefa!... No había reparao. Amos, suelte usté la pala y venga a -divertirse.</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¿Y quién me va a lavar la ropa, -el obispo?</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡El obispo!... ¡Tendría gracia el -obispo dando jabón! (<i>Risas generales.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Al menos deje usté a la Sole que -venga.</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Sí, madre, déjeme usté que vaya a -echar un tuesten.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_256">p. 256</span></p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Si sueltas la pala, t’amargo.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Dejarla, no la pague con la -criatura.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Señora, es usté menos animada que -un callejón sin salida.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Y que lo jures.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Quién ustés que le haga un chiste -lavandero?</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—Sí, sí.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—A esta mujer no hay quién la saque -de pila. (<i>Muerto de risa por su supuesta gracia.</i>) ¡Ja, ja, ja!</p> - -<p><span class="smcap">Uno.</span>—¡Precioso!</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Muy bien, bravo! (<i>Hacen mutis -por el tendedero.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Un día que están tóos tan -contentos...</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¿Y qué tenemos nosotras que -ver con la alegría de nadie? A trabajar. (<i>Siguen lavando. Hilario, -Aquilino y Cosme, al quedarse solos se sientan alrededor de la mesa y -se sirven unas copas de vino; beben y fuman puros que les da Hilario. -Se oye fuera la murga y jaleo de baile bastante lejano para que no -interrumpa el diálogo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—¡Qué feliz eres, Hilario!</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—No lo sabes bien, Aquilino. -Tu pecho municipal y cariñoso no pué abarcar esta felicidad que me -embriaga. Porque veo a mi hija dichosa; a la mujer que quiero, feliz; -a mis amigos, contentos: oigo esa música; ese barullo, que es como el -ruido de esta alegría interior que me corre por dentro y reflexiono -y me digo: este bien que gozo es el fruto de mi vida, de mis afanes; -tóo ganao con lágrimas y con horas de trabajo. ¡Qué mayor dicha pa un -hombre de bien! ¡Bendito sea Dios que me la concede!</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Porque te la mereces.</p> - -<p><span class="smcap">Cosme.</span>—¡A tu salú!</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—¡Vaya!</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¡A la vuestra! (<i>Chocan las -copas y beben.</i>)</p> - - -<h4 title="ESCENA X"><span class="pagenum" id="Page_257">p. -257</span>ESCENA X</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Dimas</span> (<i>cartero</i>) <i>foro izquierda</i></p> - -<p><span class="smcap">Dimas.</span>—Buenos días.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Hola, Dimas.</p> - -<p><span class="smcap">Cosme.</span>—Hombre, el cartero.</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Adiós, paloma mensajera.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¿Un chupito?</p> - -<p><span class="smcap">Dimas.</span>—Se acepta y se agradece, que ya va -haciendo mucha calor. (<i>Bebe.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Josefa</span> (<i>A la chica.</i>)—Ámonos. (<i>Mirando -con temor al cartero.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Pero...</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Ámonos. (<i>Vanse foro -izquierda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¿Y que te trae por este -domicilio?</p> - -<p><span class="smcap">Dimas.</span>—Que tié usté carta. (<i>Busca en el -paquete.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Hombre, ¿quién se acordará de -mí? Toma la perra. (<i>Se levanta para dársela.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Dimas.</span>—No paga, es del interior (<i>Se la -da.</i>) Vaya, hasta otra, señores. (<i>Vase foro.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Anda con Dios, hombre. ¿Quién me -escribirá a mí del casco y a esta casa? Oye, y es letra de máquina.</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Algún amigo.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Yo amigos con máquina... no -m’acuerdo. Veamos. (<i>Se sienta, rompe el sobre y empieza a leer. A poco -palidece, se demuda, tiembla, se levanta, se sienta, se pasa la mano -por la cara con angustia.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino</span> (<i>Alarmado.</i>)—¿Qué te pasa?</p> - -<p><span class="smcap">Cosme.</span>—Oye, ¿pero qué tienes? (<i>Hilario -se pone en pie.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Dame un... dame un poco de agua, -haz el favor.</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—¡Pero te has quedao blanco! -(<i>Hilario vuelve a leer.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Cosme</span> (<i>Muy alarmado.</i>)—¿Qué te dicen?</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—¿De quién es esa carta?</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Pues esta carta... yo no... no -sé... si...<span class="pagenum" id="Page_258">p. 258</span> (<i>Vuelve -a mirarla.</i>) esto no... ¡mi madre! (<i>Cae sentado.</i>) no es carta, sabes; -es...</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—¿No trae firma?</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Ni fecha ni na.</p> - -<p><span class="smcap">Cosme.</span>—¿Un anónimo?</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Sí; un anónimo... una puñalá... -(<i>con ira creciente.</i>) Esto es una infamia... pero, amos... pero me -ha dejao que yo no sé qué tengo... (<i>Se pasa la mano por la cara con -angustia.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—¿Pero qué dice? Venga ya, -hombre.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Toma, lee...</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino</span> (<i>Lee.</i>)—¡Recontra!... ¡oye! ¡mi -madre! Bueno, esto es una asquerosidad; de esto no hay que hacer caso. -(<i>Con la carta hecha un rebuño da un puñetazo sobre la mesa.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—No, sí, claro... pero cuando hay -quien te diga esas cosas y ves en lo que te dicen algo que...</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Oye tú, reponte, que te va a -dar una alferecía. Miá cómo tiembla.</p> - -<p><span class="smcap">Cosme.</span>—¿Pero qué dice ese papel, releñe? -¡Leer alto! (<i>Cesa de tocar la murga.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Casi na. Atiende. (<i>Lee.</i>) -“Amigo Hilario: Una persona que le quiere bien...”</p> - -<p><span class="smcap">Cosme</span> (<i>Torciendo la cabeza.</i>)—Mal.</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—“Aunque usté no se lo merece, -le avisa de que la Valentina que le pinta a usté otra cosa, porque vale -pa ello, está liada...”</p> - -<p><span class="smcap">Cosme.</span>—¡Rechufla!</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—“Está liada desde antes de -quedarse viuda de su primer marido, u lo que fuese... con el señor -Bernabé el picador, carne y uña como usté recordará de aquel pobre -hombre.”</p> - -<p><span class="smcap">Cosme.</span>—¡La panocha!</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—“Y de ahí el meter en su -casa de usté al citao Bernabé, así como al hijo que ha engatusao a -la Encarna. Y van tóos a una a comérsele a usté su honrao sudor. -Reflexione en todo y no haga el primo. Se lo avisa quien bien le -quiere.” (<i>Vuelve a oirse la murga.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Cosme.</span>—¡Mi madre!... ¡pues es una -misivita!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_259">p. 259</span></p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Saliendo de su profunda -abstracción.</i>)—¡Maldita sea! (<i>Con amargura.</i>)—¿Habré tenío yo una -venda en los ojos, Aquilino?... ¿Habré estao ciego?</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—¡Por Dios, Hilario, no -desbarres, que esto es una infamia!</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¿Pero quién va a tener interés -en hacerme peazos la felicidad de esta forma tan cruel y en un día como -el de hoy si yo no tengo enemigos?</p> - -<p><span class="smcap">Cosme.</span>—Eso no lo digas. Tóo el que es -feliz los tiene, Hilario.</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Esto es de algún envidioso, -estoy seguro, que la envidia es lo más malo de este mundo.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¿Pero qué me van a envidiar -a mí, Aquilino?... ¿Un peazo e pan, un rincón de casa, una pizca e -felicidá?</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—El envidioso no repara en más -o en menos... quitarte el bien que tengas, poco o mucho, grande o -chico.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—No, Aquilino, no... No hay alma -por negra que sea que se atreva sin motivo a hacer una cosa como ésta, -cincuenta veces peor que un asesinato. (<i>Se levanta y va hacia la -derecha.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Por Dios, Hilario, cálmate. -(<i>Siguiéndole.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Sí; quizás que habré estao -ciego: que cuando quieres hay cosas que las tiés delante de los ojos -y no las ves hasta que te las dicen... La Valentina me trajo aquí a -Bernabé. Eso no puedo negarlo.</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—¿Pero vas a dudar?...</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—No es que dude; es decir, las -cosas como han pasao. Ella trajo a ese hombre y ella arregló lo de -los chicos, y tóo se le hace poco pa esa gente, esta es la verdad... -¡maldita sea!... Y si esto es una traición; si esto fuese una traición -después de lo que yo he hecho por ellos, os juro por la sangre que -tengo... (<i>Amenazador avanza.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino</span> (<i>Conteniéndole.</i>)—Hilario... -amos, hombre, una meaja de aplomo, que tú no pués partir de ligero.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_260">p. 260</span></p> - -<p><span class="smcap">Cosme</span> (<i>Cortándole el paso.</i>)—A más de -que lo primero es cerciorarse, por lo tanto, lo que te conviene es -fingir y...</p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Vivamente.</i>)—No, eso no... -fingir no; no tengo carácter pa ello. De que me serene pensaré lo que -sea menester... pero por de pronto, como tengo ya el corazón envenenao, -me molesta esa música y esa alegría y ese barullo, conque vete a -decirles a tóos que se vayan.</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Pero, hombre, no -comprendes...</p> - -<p><span class="smcap">Cosme.</span>—Calla, ellos vienen. Aplomo, -Hilario. (<i>Pasa al lado de Aquilino.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA XI</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos, Valentina</span> <i>y</i> -<span class="smcap">Bernabé</span>. <i>Del tendedero vienen riendo.</i></p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Entrando.</i>)—¡Ja, ja, ja!... -Bueno, vais a hacernos el favor de asomar las narices pa vernos bailar -la machicha brasileña.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina</span> (<i>Muy alegre.</i>)—Nos hemos -llevao la palma... que se pué decir... Conque, pollo, andandito, que -vengo por el chotis ofrecido.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Secamente.</i>)—Gracias, no tengo -gana de na.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina</span> (<i>Fijándose en él y con -asombro.</i>)—Oye, ¿pero qué tienes? Estás blanco como el papel.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Quedando repentinamente -serio.</i>)—Es verdá. ¿Qué te pasa, Hilario?</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¿Te has puesto malo? -(<i>Anhelante.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—No, no tengo na, gracias. (<i>La -rechaza.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Pero esa voz... ese tono... -¿Qué ha pasao aquí?</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Hilario, ¿has tenío algún -disgusto?</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—He dicho bien claro que no tengo -na.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¿Pero qué ha sucedío?... ¡No -estén ustés como dos pasmaos y hablen por lo que sea!...</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_261">p. 261</span></p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Señora...</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¿Qué tienes, Hilario?... ¿qué -tienes?... No me atormentes.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Desembucha ya, hombre, que nos -tiés con el alma...</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—He dicho que no me pasa nada, -sino que tóo tié su fin y esta juerga es hora ya que se acabe.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Está bien; pero cuando tóo el -mundo, y tú el primero, estábamos tan contentos, ¿qué motivos tienes pa -que así de repente...?</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Es mi voluntá. Llama a tóo el -mundo y que se vayan.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¿Pero es que yo no tengo -derecho a saber...?</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¡Tienes derecho! Pero una meaja -de calma que ya hablaremos tú y yo lo que sea menester hablar.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Está bien.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Llama a mi hija. (<i>Valentina -sube despacio hacia el fondo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Hilario, yo estoy que no sé lo -que me pasa... Yo salía tan contento y de pronto te veo de una forma -que... y comprenderás que... amos, que necesito una explicación, porque -esto...</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—No tengo explicación que dar a -nadie. Deseo quedarme solo con los míos. Creo que tengo derecho a hacer -lo que quiera en mi casa.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Sí, señor, tiés derecho a -hacer lo que quieras en tu casa; pero el que está en ella y no la ha -agraviao, también tié derecho a saber por qué se le echa.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Yo no te echo.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—No me dices que me vaya, pero me -señalas la puerta, conque verde y con asas... Y yo no salgo de aquí sin -una explicación, Hilario.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Agresivo.</i>)—Y a mí no me paece -este el momento de dártela, ¿qué hay?</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¡Por Dios! (<i>Le contienen -entre los tres.</i>)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_262">p. 262</span></p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Con fría calma.</i>)—Nada, nada. -No te acalores. Me has hecho mucho bien para que me se olvide en cinco -minutos. No sé qué es esto: algo pasa y algo muy grave. Tú me lo dirás -hoy, mañana, cuando sea. Pero escucha, Hilario: hoy, mañana, cuando -sea, yo no te daré más que una respuesta, una... Que si me hacen a -cachitos el corazón, aquí dentro no encontrarán más que lealtad y -gratitú pa esta casa. Y ahora me voy por mi hijo.</p> - - -<h4>ESCENA XII</h4> - -<p class="quienesj"><span class="smcap">Dichos, Paco, Encarna, -señor Cecilio</span>, <i>los</i> <span class="smcap">Murguistas, -Lavanderas, Vecinas, Vecinos, Todos. Josefa</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Sole</span> <i>vuelven a salir colocándose en su puesto en -la pila</i>. <i>Paco y Encarna salen delante riendo y bromeando</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span>.—Padre, salimos con murga y tóo, -porque queremos que vean ustés bailar al tío Pelele el... (<i>Viene con -Encarna a primer término derecha.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Gravemente.</i>)—Cállate, Paco.</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Con asombro.</i>)—¿Qué?</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span>.—Paco.</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span>.—¿Qué pasa? (<i>Mirándolos a todos.</i>) -¡Oye, pero qué caras!... (<i>La gente queda parada en segundo término al -fondo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Encarna</span>.—Es verdá. ¿Qué sucede? ¿Qué es -esto? ¡Tóos tan serios!...</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Riendo locamente.</i>)—¡Ja, ja, -ja!... Calla, que ya caigo. ¡Tié gracia! Como antes le he dicho a tu -padre que tenía gana de verlo serio, pues nos han preparao esa guasa -para... ¡ja, ja, ja!</p> - -<p><span class="smcap">Encarna</span>.—Es verdá... ¡ja, ja, ja! y qué -bien lo hacen.</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Cariñosamente.</i>)—Y miá cómo s’han -quedao, paecen unas feguras de celuloide.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_263">p. 263</span></p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Muy serio.</i>)—Paco, que no es -chufla.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Quíte usté d’ahí, so cómplice. Y -miá el municipal; paece la careta de Dato... ja, ja, ja. (<i>Ríe.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Paco, por la memoria de tu -madre, que es en serio.</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Aterrado.</i>)—¿Qué?</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Que es en serio, por tu salú.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Rediez!</p> - -<p><span class="smcap">Encarna</span> (<i>Temblorosa.</i>)—¿Pero es -verdá?</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Coge el sombrero y el bastón.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Pa qué?</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Coge el sombrero y el bastón, -que nos vamos.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿A dónde?</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—A la calle.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Pero y el arroz?</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Se nos ha pegao. (<i>Paco coge su -sombrero y su bastón.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—¿Pero qué dicen?... ¿pero es de -veras esto, Valentina? (<i>Yendo a su lado.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Atrayéndola hacia sí.</i>)—Es de -veras. Tú, aquí, conmigo. (<i>A todos.</i>) Y ustés, señores, esto se ha -arrematao; gracias por tóo y hasta otra. (<i>Se van marchando todos poco -a poco y en silencio, quedando en las puertas sin desaparecer.</i>) Señor -Cecilio, puén ustés retirarse.</p> - -<p><span class="smcap">Cecilio.</span>—¿Repito el pasacalle pal -desfile?</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Desfile sin repetir na, haga -el osequio. (<i>Vánse los murguistas. Josefa y Sole vuelven a ponerse a -lavar, en silencio, sin ruido.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Pero padre, ¿qué es esto?... ¿por -qué nos vamos? ¿por qué nos echan?</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—No te lo puedo decir.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Pero es que le he faltao yo a -alguien en algo? Al que le haiga yo faltao en algo, que lo diga. (<i>A -Hilario.</i>) ¿Le he faltao yo a usté? (<i>Pasando a su lado.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Con desabrimiento.</i>)—A mí -no.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿A quién le he faltao yo?... Señor -Aquilino, usté que es autoridá, ¿le he faltao yo a usté en algo?</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_264">p. 264</span></p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Tú no has faltao a nadie, hijo -mío.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Entonces ha sío usté... porque de -no haber sido yo, tié usté que haber sido...</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¿Pero es que dudas de mí?</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Qué ha hecho usté pa que nos -echen?... ¿qué ha hecho usté pa destrozarme la felicidad? ¿qué ha hecho -usté, padre?</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¿Que qué he hecho yo?... -Quererte con toa mi alma, y cuando nos creíamos más dichosos, salgo y -me dicen que nos vayamos; pido explicaciones y no me las dan y quiero -exigirlas porque me sobran agallas, pero me acuerdo que hasta la ropa -que llevas se la debemos a este hombre y me repudro y me achanto y me -voy a la calle. No puedo hacer más, es decir, no puedo hacer menos. -¡Vámonos, hijo! (<i>Coge su sombrero.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Pero es que llora usté?... Caray, -porque eso no. Que antes de que se le caiga a usté una lágrima, me -desnudo yo aquí mismo y dejo la ropa y el corazón y lo que sea menester -dejar.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Ámonos.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Sí, señor.</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—¡Paco!... (<i>Suplicante.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Es la primera vez que le veo llorar -y mi padre no... ¡A la calle!</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Y coste que me voy con la frente -muy alta.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Y si quié usté, pa que la lleve más -alta le saco yo a usté en brazos.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Quedar con Dios.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Buenos días. (<i>Vanse abrazados foro -izquierda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—¿Pero qué es esto, padre, hable -usté?... Si estoy que me muero... Si esto no pué ser... tanta felicidá -y de repente... ¿qué ha pasao por esta casa, Valentina, qué ha pasao? -(<i>Yendo a su lado.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¡Yo no lo sé, Encarna, no lo -sé; estoy como loca!... pero me da el corazón que por esta casa... ¡por -esta casa ha pasao la envidia!</p> - -<p><span class="smcap">Encarna</span> (<i>Aterrada.</i>)—¡La envidia!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_265">p. 265</span></p> - -<p><span class="smcap">Sole</span> (<i>Aterrada.</i>)—¡Madre!</p> - -<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¡Silencio! (<i>Cuadro.</i>) (<i>Telón -rápido.</i>)</p> - -<p class="mushab"><b>Intermedio musical.</b></p> - -<p class="mushab"><b>Mutación</b></p> - -<hr class="chap0" /> - - -<div class="chapter"> - <h3>CUADRO SEGUNDO</h3> -</div> - - -<p class="donde">Gabinete humildísimo en casa del señor Bernabé.</p> - -<p class="dondec">En la pared del foro dos balconcitos con puertas -vidrieras y cortinas por dentro. A la izquierda la puerta de entrada al -piso con mirilla, cerradura y llamador de hierro que sonará cuando se -indique.</p> - -<p class="dondec">En los laterales derecha dos puertas que dan acceso -a habitaciones interiores. Entre ambas, una silla con el chaleco, -chaquetilla, montera y capote de paseo de Paco.</p> - -<p class="dondec">Mobiliario: un sofá foro izquierda y unas cuantas -sillas de anea. Una cómoda vieja entre los dos balcones y sobre ella -varios retratos deslucidos. En la pared una cabeza de toro disecada. -Números de «La Lidia» pegados por distintos sitios.</p> - -<p class="dondec">En el centro de la habitación hacia la izquierda una -camilla con un tapete de hule. Encima una botella de barro y un vaso. -Es de día.</p> - - -<h4>ESCENA PRIMERA</h4> - -<p class="quienes"><i>La</i> <span class="smcap">Rita</span>. <i>El</i> <span -class="smcap">tío Pelele</span>.</p> - -<p class="quienesj"><i>Al levantarse el telón nadie en escena. Sale Rita -segunda derecha, con un lío de capotes y dos estoques de matar, que -deja sobre el sofá. Llaman a la puerta.</i></p> - -<p><span class="smcap">Rita.</span>—Ya voy, ya voy. (<i>Abre.</i>) -Alante.</p> - -<p><span class="smcap">Pelele</span> (<i>Con traje de fiesta.</i>)—Buenas -las tenga usté, señá Rita.</p> - -<p><span class="smcap">Rita</span> (<i>De mal talante.</i>)—Regulares las -quisiera, hijo.</p> - -<p><span class="smcap">Pelele</span> (<i>Quitándose el sombrero.</i>)—Yo, -como es<span class="pagenum" id="Page_266">p. 266</span> la -costumbre... ¿Y su hermano de usté y su sobrino?</p> - -<p><span class="smcap">Rita.</span>—Ahí están, empezando a vestirse pa -la corrida.</p> - -<p><span class="smcap">Pelele.</span>—Pos un servidor, como le ofrecí a -Paco de hacerle de mozo de estoques, pos venía pa ello.</p> - -<p><span class="smcap">Rita.</span>—¡Usté de mozo!... Bueno, asiéntese -usté. (<i>Le da una silla.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Pelele.</span>—S’agradece. (<i>Se sienta a la -izquierda de la camilla. Con gran interés y bajando un poco la voz.</i>) -¿Y qué, los ánimos andarán mu caídos por esta casa?</p> - -<p><span class="smcap">Rita.</span>—Ni quiá usté saber; con eso de -no haber sabío de la Encarna en tres días que van del desgusto, -pos el chico está que su alma se la arrancan. (<i>Queda de pie a la -derecha.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Pelele.</span>—¡Con tantas ilusiones y tóo pol -suelo en media hora!</p> - -<p><span class="smcap">Rita.</span>—Un asco de mundo. ¡Pos la señá -Valentina, la pobre, también estará pa que la pidan una fábula!</p> - -<p><span class="smcap">Pelele.</span>—¿La señá Valentina?... Más -serena que usté y que yo. ¡Eso es una mujer! Del <i>seso</i> femenino no se -encorambra con más agallas.</p> - -<p><span class="smcap">Rita.</span>—¿Pero no se l’ha venío el mundo -encima?</p> - -<p><span class="smcap">Pelele.</span>—Se le ha venío el mundo encima, -pero ella lo ha apartao y ha seguido pa alante. Amos, eso hay que -verlo. Misté, de que supo por boca del mismo señor Hilario que estaba -acusá de mantener relaciones <i>inlícitas</i> con su hermano de usté, -que fué y no le dijo más que esta cosa lacónica: “Ah, ¿pero era -eso?—Eso.—¿Y has dudao de mí?—Y dudo”, le refutó él. Y fué ella, se -quedó un poco amarilla, levantó así la cabeza con orgullo, miró al -señor Hilario de hito en hito, prorrumpió en una carcajada consistente -en ¡ja, ja, ja! agarró sus cuatro trapitos y echó a andar calle alante, -tranquila y serena.</p> - -<p><span class="smcap">Rita.</span>—Amos, miá que ese tío está loco. -¡Dejarse marchar a una mujer como la Valentina!</p> - -<p><span class="smcap">Pelele</span> (<i>Dando un puñetazo en la mesa -y poniéndose de pie.</i>)—Y quedarse con la perra de la Josefa, que -dende el desgusto es la que lleva el remo de la<span class="pagenum" -id="Page_267">p. 267</span> casa. Y pa mí que ella es la del anónimo... -y la causanta de tóo...</p> - -<p><span class="smcap">Rita.</span>—Pero qué me va usté a contar, hijo, -si la tengo conocida de chica, que íbamos juntas a la escuela y siempre -estaba castigá de envidiosa que era. Que, vamos, un día—pa que se vea -lo que son las presonas,—fué y tenía yo una berruga aquí, mal señalao, -(<i>En la mejilla.</i>) que decían tóos que me hacía muchisma gracia, y fué -ella y pa que no la tuviese, me la quemó con una cosa negra que le -dicen nitrato, que me hizo de ver las estrellas; que yo no la he vuelto -a tratar en mi vida desde entonces.</p> - -<p><span class="smcap">Pelele.</span>—Pero señora, si su segundo marido -tuvo que retirarse de con ella y se fué a Buenos Aires por no matarla. -Y su primer marido no digamos, que ahí lo tié usté vivo y sano, que -es el señor Antonio el cañamonero, que cuando habla de ella hay que -taparse los oídos con hidrófilo.</p> - -<p><span class="smcap">Rita.</span>—Pero oiga usté, ¿cuántos maridos le -viven?</p> - -<p><span class="smcap">Pelele.</span>—Bueno, digo maridos, porque de -alguna manera hay que llamarle en sociedad a cierta clase de ñudos.</p> - -<p><span class="smcap">Rita.</span>—Sí, ñudos, ñudos... corredizos. -(<i>Llaman.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Pelele.</span>—¿Quién será?</p> - -<p><span class="smcap">Rita.</span>—Voy a ver. (<i>Abre.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA II</h4> - -<p class="quienesj"><span class="smcap">Dichos, señor Tobías</span>. -<i>Es un tipo de tabernero rico, vestido de fiesta. Cadena de oro muy -gruesa, sombrero ancho, puro en la boca y un palasán muy gordo, con -bola de hierro.</i></p> - -<p><span class="smcap">Rita.</span>—Pasa, Tobías.</p> - -<p><span class="smcap">Tobías</span> (<i>Entra y da un golpe en el suelo -con el bastón.</i>)—¡La panocha, qué cochino mundo! Amos, que si no lo -viese uno...</p> - -<p><span class="smcap">Rita.</span>—¿Qué te pasa?</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Dile a Bernabé que salga, maldita -sea la<span class="pagenum" id="Page_268">p. 268</span> liendre, que -un asesinato de esa forma no lo consiente mi cuerpo.</p> - -<p><span class="smcap">Rita.</span>—¿Pero qué estás diciendo?</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Que a ese tío le pego yo un tiro -en la sien, apuntarlo. Que cuando se es amigo de un diestro se es amigo -y no se debe consentir que se le menoscabe ni se le atropelle.</p> - -<p><span class="smcap">Rita.</span>—Bueno, pero...</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—¡Ladrones!... ¡Qué proceder con -un debutante! Ahora, que no se han fijao en mi punto de apoyo y yo -escalabro a uno. (<i>Mirando a la garrota.</i>) Hoy ejerces.</p> - -<p><span class="smcap">Rita.</span>—Pero...</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Que salga tu hermanito, -hale...</p> - -<p><span class="smcap">Rita.</span>—Es que está en calzoncillos.</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Mejor. Pa lo que le voy a decir, -sobra; porque Paco no torea esta tarde. Eso firmao.</p> - -<p><span class="smcap">Rita.</span>—¿Qué dices?</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Lo dicho. Hale, que es -urgente.</p> - -<p><span class="smcap">Rita.</span>—Voy, voy. (<i>Vase primera -derecha.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Pelele.</span>—¿Pero es que ocurre algo?</p> - -<p><span class="smcap">Tobías</span> (<i>Que pasea agitado.</i>)—¡Qué -granujá! ¡Maldita sea la liendre!</p> - -<p><span class="smcap">Pelele.</span>—Tome usted asiento.</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—No quiero. (<i>A Pelele.</i>) No es a -usté. No quiero, no quiero y no quiero consentir una infamia como esa. -¡Abortarnos un torero de esta manitú! ¡Canallas!... ¿De dónde?... Aquí -está mi cuerpo pa que no. Hoy ejerces. (<i>Blande la estaca.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA III</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos, Bernabé</span>. <i>Sale -primera derecha con el calzón ya puesto y una americana de casa.</i></p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Hombre, Tobías.</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Hola. Hagan el favor. (<i>Indica -que se vayan Rita y Pelele.</i>)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_269">p. 269</span></p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Chico, dispensa, pero nos -estamos vistiendo porque son las dos, y la cuadrilla... (<i>Vanse Rita y -Pelele segunda derecha.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Tobías</span> (<i>Con misterio.</i>)—Pues no sigas -vistiéndote, Bernabé.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Asustado.</i>)—¿Qué pasa?</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Que tú no sabes lo que os han -fraguao pa esta tarde.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¿Qué nos han fraguao?</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—¡Una infamia horrible!</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¿Qué dices?</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Que quién machacarle a tu hijo -el porvenir, pero eso no será... mientras a Tobías Peñasco le quede -(<i>Accionando conforme habla.</i>) un dedo de vergüenza, un palmo de dinidá -y una vara de acebuche. (<i>Por el bastón.</i>) ¡Hoy ejerces!</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Bueno, pero dime pronto...</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Agárrate, que de pie no lo -aguantas.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Venga.</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Bueno, pues que Hilario, que -desde el desgusto que tuvísteis, está ciego contra vosotros, ha ido -a decirle a don Isidro Solano, el empresario de Tetuán, que ya no -tiene interés por Paco; y ese tío asqueroso que le debe más de nueve -mil pesetas, oliéndose que si tu hijo queda mal esta tarde, el señor -Hilario tendrá una gran alegría, ¿qué dirás que ha hecho el muy -granuja?</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¿Qué ha hecho, Tobías? porque yo -ya estoy con un sobresalto en el corazón, que tóo me lo espero.</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Pues que a última hora, ha fijao -un anuncio en el cartel diciendo que se le han estropeao tres toros -y en vez de los seis Bobadillas que tenía preparaos para Paco y el -Herrerito y que eran seis merengues de fresa, los ha sustituído por -seis marrajos... agárrate... de Pérez Labulla.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Aterrado.</i>)—¡¡Labullas!! ¡Mi -madre!</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Vengo de los corrales. Son -seis mansos pregonaos, con más poder que un mercancías, y con unos -cuernos, que ¿tú has visto el palo ese de la te<span class="pagenum" -id="Page_270">p. 270</span>legrafía sin hilos, que hay en San Fernando -el Jarama? pos un mondadientes en parangón.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Pero eso es un asesinato!... -¡Labullas pa un prencipiante!... ¡y en el estao de ánimo de ese -chico!... (<i>Con indignación.</i>) ¡canallas!... ¡asesinos!</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Bernabé; Paco no debe torear esta -tarde.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Pero si no torea, ¿cómo queda, -Tobías?</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Entero; pero como toree te lo -traes en un pañuelo de hierbas, que tú no has visto el ganao.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Calla, por Dios!... -¡Ladrones!... ¡Infames! ¿Qué hago, qué hago, Tobías, qué hago?... Si -torea, tal como está Paco, un bueyacón de esos me lo pué mandar al -hospital. Ya lo sé; pero si pone una excusa y no torea, pos se ve el -miedo... y vienen el descrédito, la burla y la miseria... ¿Qué hago, -Tobías? ¿Qué hago?</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—¡Qué sé yo, Bernabé, si tampoco -sé qué decirte!... Ahora, que esta infamia que os hacen no la aguanta -mi cuerpo, y yo te garantizo que esta tarde va a haber una de cabezas -vendás en la plaza e toros que va a parecer que la corrida se está -dando en Aragón. (<i>A la estaca.</i>) Hoy ejerces. (<i>Se oye ruido -de cascabeles. Sale por la segunda derecha el tío Pelele y va a -abrir.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Calla, que ha parao un coche. -(<i>Se asoma al balcón.</i>) Es la cuadrilla.</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Buenos vendrán los pobres chicos -si han visto el ganado. (<i>Llaman.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Pelele</span> (<i>Abriendo.</i>)—Yo me voy a -decírselo tóo a la señá Valentina. (<i>Entran los toreros y sale él, -dejando la puerta abierta.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA IV</h4> - -<p class="quienesj"><span class="smcap">Dichos</span>. <i>El</i> <span -class="smcap">Zipilín</span>, <i>el</i> <span class="smcap">Vigudí</span> -<i>y el</i> <span class="smcap">Telaraña</span>, <i>con trajes de luces, -capotes de paseo. Todo muy pobre y viejo. Entran con cara de pánico, -temblorosos.</i></p> - -<p><span class="smcap">Los tres.</span>—Buenas tardes.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Hola, jóvenes!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_271">p. 271</span></p> - -<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—¿Ya sabrá usté el cambiazo?</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Sí, hijo, sí. Me lo ha dicho, -aquí, el señor Tobías.</p> - -<p><span class="smcap">Vigudí.</span>—¡Nos echan Labullas!</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¿Y habéis visto el ganao?</p> - -<p><span class="smcap">Vigudí.</span>—¿Que si le hemos visto? Seis -enormidades corniveletas, señor Bernabé.</p> - -<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—Esos bichos no se le echan a -una cuadrilla debutanta, a menos que se esté conchavao con el trus -funerario...</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Hombre, no será tanto...</p> - -<p><span class="smcap">Telaraña.</span>—Ya los verá usté. ¡Qué -cuernos!... Tiran un viaje y es con kilométrico. (<i>Indicando la -dimensión del cuerno.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—¿Y cómo os habéis vestío tan -pronto?</p> - -<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—Por disfrutar un rato más de la -ropa.</p> - -<p><span class="smcap">Vigudí.</span>—¡Nos van a desnudar en -seguida!...</p> - -<p><span class="smcap">Telaraña.</span>—Darme un cigarro... yo no hago -más que fumar. (<i>Bernabé le da un pitillo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—Con permiso... (<i>Se sirve agua. -Tiembla la botella sobre el vaso.</i>) ¡Tengo una sequedá de boca!...</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—¿Pero es que tiemblas?...</p> - -<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—¿Pos qué creía usté, que -repiqueteaba el tango argentino?</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Bueno, hijos; hay que tener -ánimos!</p> - -<p><span class="smcap">Vigudí.</span>—No, si después de tóo qué me pué -pasar a mí, que R. I. P... Bueno, pero tengo una satisfación, que no se -alegrará nadie. No tengo amigos.</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Dentro.</i>)—Padre...</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Por Dios santo, que no os vea -Paco acoquinaos.</p> - -<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—Sí; pero la verdá hay que -decírsela.</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Bueno; pero de cierta manera.</p> - - -<h4 title="ESCENA V"><span class="pagenum" id="Page_272">p. -272</span>ESCENA V</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Paco</span>, <i>primera derecha. Sale con la taleguilla -puesta y la faja en la mano.</i></p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Padre, hágame usté el favor de -ayudarme a la faja.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Sí, hijo mío.</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Hola, Paquillo.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Adiós, señor Tobías. (<i>A la -cuadrilla.</i>) Y vosotros, qué pronto...</p> - -<p><span class="smcap">Zipilín</span> (<i>Esforzándose por sonreir.</i>)—Las -ganas que tié uno de salir de...</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—¿Y qué, hay muchos ánimos, -pollo?</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Pos ya ve usté; a cumplir. -Ilusión... alegría... Eso ya, después de lo pasao... Agarre usté, -padre... (<i>Afectado.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—(¡Se le nublan los ojos!)</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—(¡Pobre hijo mío!) (<i>Paco -empieza a ajustarse la faja que el señor Bernabé sostiene en sus manos -por el otro extremo.</i>) Pues náa, Paco, aquí los chicos, venían, sabes, -a decirnos que... vamos... que hay unas pequeñas variantes en el -cartel.</p> - -<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—No tan pequeñas.</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Que ha dado dos vueltas liándose -la faja, se detiene.</i>)—¿Qué variantes?</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Pos náa, que ya no toreas esta -tarde seis Bobadillas.</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Sorprendido.</i>)—¿Que no toreo -Bobadillas?</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—No; los han sustituído por seis -bichos de...</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿De quién?</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—De Pérez Labulla.</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Con terror.</i>)—¿Labulla?... ¿Yo -Labullas?</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Con amargura.</i>)—¡Labullas!</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Se deslía.</i>)—¡Ay, padre!... -¿Labullas a mí?...</p> - -<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—¡A nosotros!... ¡Una infamia, -Paco!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_273">p. 273</span></p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Esa corrida que no ha querío -torear nadie?</p> - -<p><span class="smcap">Vigudí.</span>—¡La <i>mismisma</i>!</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Esa que le llaman la del pa... -pa... la del papánico?...</p> - -<p><span class="smcap">Telaraña.</span>—La propia.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Pero, padre, echarme Labullas!... -¡Eso es darme una puñalá trapera!...</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Sí, hijo; es una infamia la -que te hacen. No sirve negártelo... pero es que quién machacarte el -porvenir. Reirse de nosotros... vernos en la miseria, y eso, Paco, -eso...</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Es verdá, es verdá, padre... Tié -usté razón. ¡Pos no!... ¡Maldita sea! ¡No se ríen! (<i>Da tres vueltas en -la faja y se detiene de pronto.</i>) ¿Y vosotros habéis visto el ganao?</p> - -<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—Lo hemos visto.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Y qué?</p> - -<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—Que ajustamos el árnica en mil -pesetas y pierde el farmacéutico.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Que pierde?... (<i>Desliándose de la -faja.</i>) ¡Ay, padre, que dice que pierde!...</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—No te apures, que allí estaré -yo, apretando en lo alto; echando el corazón pa quitarles poder a esos -bueyes ladrones...</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Piensa en tu pundonor, en el pan -de este viejo.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Sí, señor, sí; es verdá. (<i>Da dos -vueltas.</i>) Sea lo que Dios quiera.</p> - -<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—Lo malo es el primero que te -echan. Un jabonero sucio.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Sucio? (<i>Se detiene.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Vigudí.</span>—¡Una asquerosidad!</p> - -<p><span class="smcap">Telaraña.</span>—Y disforme.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Grande?</p> - -<p><span class="smcap">Vigudí.</span>—Un automóvil con dos chuzos.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Dos chuzos? (<i>Se deslía.</i>) ¡Dice -que dos chuzos, padre!...</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Paco, hay que estar sereno.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Sereno con dos chuzos?... Es -demasiado,<span class="pagenum" id="Page_274">p. 274</span> señor -Tobías... ¡Qué infamia!... El día de mi debut, a última hora echarme -Labullas... y sabiendo cómo estoy... ¿Qué hago, padre, qué hago?...</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Qué voy a decirte, Paco!... Haz -lo que quieras... Si fuera yo, yo ya sé lo que haría, pero yo no soy -nada mío... ¡tú, tú eres mi hijo!</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Pues no, no se ríen!... ¡no!... -¡Quedaré como usté quedaría, (<i>Dando vueltas rápidamente.</i>) como usté -quedaría!... (<i>Al dar la última vuelta a la faja cae en brazos de -Bernabé.</i>) ¡Sí... sí, señor!... y si me matan, que me maten... que me -maten...</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Hijo mío!</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Padre!... (<i>Quedan abrazados.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Vigudí.</span>—¡Nos están dando el vermú! -(<i>Conmovido.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Telaraña.</span>—¡Pos sí que es un cuadrito!</p> - -<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—¡Se me está poniendo el corazón -que hoy no le pongo yo banderillas ni a un caracol! ¡Maldita sea!</p> - - -<h4>ESCENA VI</h4> - -<p class="quienesj"><span class="smcap">Dichos. Valentina</span>. -<i>Detrás</i> <span class="smcap">Pelele</span>. <i>Al final</i> <span -class="smcap">Rita</span> <i>y</i> <span class="smcap">Amigos</span> 1.º, -2.º <i>y</i> 3.º, <i>puerta izquierda</i>. <i>Valentina viene con mantón de Manila -y un manojo de claveles en el pecho</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Buenas tardes.</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Asombrado.</i>)—¿Usté?</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Servidora.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¿Tú aquí?</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Yo aquí a daros ánimos, y -luego a la corrida a aplaudiros. Sé lo que os han hecho. Me lo ha venío -a decir el tío Pelele.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¿Sabes la infamia?</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Lo sé todo.</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Casi llorando.</i>)—¡Me echan -Labullas señá Valentina, Labullas a mí!...</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—No le hace. Que te echen lo -que quieran. Tú eres un hombre y quedarás como un hombre.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_275">p. 275</span></p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Pero Valentina, qué has -hecho!... ¿No tiés miedo de lo que digan si saben que has venío a esta -casa?</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Déjalo... Si cuando hablan -mal no dicen la verdá, que digan lo que quieran. ¿Pos qué, os iba yo -a dejar solos, acoquinaos en una tarde como la de hoy, víctimas de -una venganza asquerosa?... ¡En jamás! ¿No nos ha unío la infamia? Pos -siquiera que nos sirva esta unión pa darnos alientos unos a otros y -pelear juntos contra ella. ¡Conque arriba el ánimo!...</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Valentina!</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¿Pero qué pasa aquí?... ¿A qué -vienen esas caras de pánico?...</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Es que creo, señá Valentina, que -los toros...</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—No hagas caso... ¿Que salen -toros que pegan? Ese es el oficio. ¡Más grande el triunfo! Levanta el -corazón pa que no te den en él y fe en Dios y en las agallas de cáa -uno. ¿No se juega esta tarde tu porvenir?... Pos a jugarlo.</p> - -<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—Señora, usté no ha visto cuernos -como los que...</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Yo he visto cuernos de todas -clases, pollo. Hombres es lo que quiero ver ahora.</p> - -<p><span class="smcap">Vigudí.</span>—¿Pero no los querrá usté ver por -el aire?...</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Por donde sea menester... -¡Pero a qué viene ese canguelo!... ¡Pero esto es cuadrilla u un pin, -pan, pún!... Ánimo los valientes, que paecéis ahí cuatro gelatinas... -Y tú, Bernabé, dales el ejemplo, levanta esa cara, vengan los arrestos -de otros días, y tú que lo sabes diles cómo se pelea y cómo se ganan -las palmas... ¡Mirarme a mí, me he quedao sola, calumniá, en metá e -la calle; pos como no lo merezco lo desprecio y aquí me tenéis, tan -conforme y tan compuesta, de cara a la vida, y alante siempre! ¡Conque -si os faltan agallas, decírmelo, porque yo, una pobre mujer, soy capaz -de irme a la plaza y matarme los seis toros! (<i>Todos han cobrado ánimos -y<span class="pagenum" id="Page_276">p. 276</span> sus caras tristes -van tomando expresión de valor y confianza.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Vigudí</span> (<i>Con entusiasmo.</i>)—¡Señora, es -usté mejor que tila!</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—¡Tié razón!</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Valentina, eres como un rayo de -sol que tóo lo llena de alegría y de ánimo!</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Sí, señora, ya soy otro!... ¡Que -me echen Labullas!... ¡El tifus va a ser una ligera indisposición -compará conmigo! (<i>Se pone chaleco y chaquetilla.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Rita, Pelele... Las -chaquetillas, mi sombrero...</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Venga todo... Elefantes voy a matar -yo esta tarde.</p> - -<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—¡Ahí los hombres! (<i>Sale Rita. -Unos a otros se ayudan llenos de entusiasmo, nerviosos... beben, fuman, -se mueven. Se oyen en la calle los sones alegres de una charanga que se -aleja tocando un pasodoble torero. Se escucha el ruido de los coches, -sonar de cascabeles. Voces de gente alegre. Gritos de “¡Eh, a la plaza, -a la plaza!”. Restallar de látigos. Mucho bullicio y animación. Bernabé -hace mutis primera derecha. Entran los Amigos 1.º, 2.º y 3.º por la -izquierda.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Amigo 1.º</span>—Hola, Paco, aquí venimos a -saludarte.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Hola, señores! (<i>Coge el -capote.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Amigo 2.º</span>—¡Toma un puro!</p> - -<p><span class="smcap">Amigo 3.º</span>—¡Amos, que ya es hora!</p> - -<p><span class="smcap">Amigo 1.º</span>—¡A ver cómo queda Madrid!</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—¡Amos allá, señores!</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—La montera...</p> - -<p><span class="smcap">Amigo 1.º</span>—Si la llevas puesta...</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Ah, sí, es verdá!... Vaya adiós... -Hasta luego, señá Valentina. (<i>Le da la mano.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Ahora voy yo. ¡Buena suerte, -Paco! (<i>Salen todos en un tropel bullicioso. Pausa. Valentina coge de -Rita, que lo saca de la segunda derecha, un cuadro de la Virgen de la -Paloma, pone el mantón de Manila sobre la cómoda, coloca el cuadro en -ella<span class="pagenum" id="Page_277">p. 277</span> y ante él dos -velas encendidas y un vaso con los claveles que se quita del pecho.</i>) -¡Virgen de la Paloma, una mirá de compasión pa esos pobres hombres que -van a jugarse la vida por un cacho de pan!... (<i>Se arrodilla; se limpia -una lágrima. Asoma por la puerta derecha el señor Bernabé, se quita el -castoreño y dice:</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Bendita seas! (<i>Pausa; pasa -hacia la puerta de la calle. Mutis al buen juicio del actor. Se -escuchan ya muy lejanos los alegres sones de la charanga y el bullicio -de la gente. Telón de cuadro. Música en la orquesta.</i>)</p> - -<p class="mushab"><b>Mutación</b></p> - -<hr class="chap0" /> - - -<div class="chapter"> - <h3>CUADRO TERCERO</h3> -</div> - -<p class="donde">Lugar donde se encuentra situada la Plaza de Toros -de Tetuán, cuya fachada se ve al foro, unida al Merendero de «El -Cubanito».</p> - -<p class="dondec">Son practicables la puerta de la plaza, la del patio -de caballos y la del merendero, en cuya terraza habrá algunas mesas -rodeadas de banquetas.</p> - -<p class="dondec">Es por la tarde, una tarde radiante de primavera, -en la que se celebra una corrida, cuyo anuncio se verá pegado en las -paredes de la plaza.</p> - - -<h4>ESCENA PRIMERA</h4> - -<p><i>Al levantarse el telón aparecen cuatro golfos mirando por las -rendijas de la puerta de la plaza.</i></p> - -<p><i>Uno de rodillas, otro empinándose sobre las puntas de los pies, -otro de pie, y el último tumbado mirando por debajo de la puerta. Dos -cocheros sentados ante una de las mesas del merendero, toman unos -quinces. Una vendedora junto a un pequeño tabanque con “cacahuets” y -naranjas, dormita tristemente.</i></p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_278">p. 278</span><i>De la plaza, de -vez en cuando, sale un griterío infernal de indignación, con que el -público castiga la torpeza de un torero.</i></p> - -<p><i>Suenan palmas de chunga, monótonas, acompasadas, burlonas; -sobresalen voces agudas</i>: “¡Al corral! ¡Maleta! ¡Asesino! ¡Pincha -ratas!” <i>Todo el público, con voces acompasadas:</i> “¡Al corral! -¡Al corral!” <i>Vuelven a escucharse silbidos, suenan trompetillas -infamantes, un cencerro golpeado con un palo. Risas, voces atipladas</i>: -“¡Ay, qué miedo!... ¡que se mude!... ¡Fenómeno!”</p> - -<p><i>En un silencio, La Josefa sale por la izquierda, se acerca a la -plaza, escucha, mira también por las rendijas de la puerta, y oyendo -los denuestos y los gritos del público contra el pobre matador, sonríe -y se aleja. Desaparece por el fondo.</i></p> - -<p class="mushab"><b>Música</b></p> - -<p><span class="smcap">Sole</span> (<i>Aparece por la puerta de los -corrales, demudada, temblorosa, con un mantoncito de crespón negro y -con dos o tres claveles cayéndosele del pelo. Trae en la mano un par de -banderillas adornadas con muy mal gusto. Dos corchos van clavados en -los arponcillos. Lloriquea, y, a cada grito que se oye en la plaza da -un salto cómicamente atemorizada. Grito en la plaza y susto.</i>)—</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">¡Ay!... Santa María</div> - <div class="verse indent4">por poco me muero.</div> - <div class="verse indent4">Ese hombre no sirve</div> - <div class="verse indent4">para torear.</div> - <div class="verse indent4">Catorce estocadas</div> - <div class="verse indent4">le atizó al primero,</div> - <div class="verse indent4">y al segundo toro</div> - <div class="verse indent4">veinte mal contás.</div> - <div class="verse indent4">Al tercero, ahora,</div> - <div class="verse indent4">lo estaba pinchando,</div> - <div class="verse indent4">y al treinta pinchazo</div> - <div class="verse indent4">le dijo una voz:</div> - <div class="verse indent4">“Oiga, <i>cocinero</i>,</div> - <div class="verse indent4">¿le está usté mechando,</div> - <div class="verse indent4"><span class="pagenum" id="Page_279">p. 279</span>o es que va a dejarle</div> - <div class="verse indent4">para colador?”</div> - <div class="verse indent4">Ese mismo toro</div> - <div class="verse indent4">le dió una embestida,</div> - <div class="verse indent4">y subió tan alto</div> - <div class="verse indent4">que me figuré,</div> - <div class="verse indent4">que si San Antonio</div> - <div class="verse indent4">le ve, le convida,</div> - <div class="verse indent4">ya que estaba un paso,</div> - <div class="verse indent4">a tomar café.</div> -</div> - -<p class="dcha">(<i>Grito en la plaza.</i>)</p> - -<p class="tab">——</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">¡Ay!... Y luego un tío,</div> - <div class="verse indent4">con una trompeta,</div> - <div class="verse indent4">daba unas notitas</div> - <div class="verse indent4">que... ¡vaya con Dios!</div> - <div class="verse indent4">Y otro le decía:</div> - <div class="verse indent4">“Deja la muleta,</div> - <div class="verse indent4">que pa cuando salgas</div> - <div class="verse indent4">necesitas dos.”</div> - <div class="verse indent4">Yo traje a la plaza</div> - <div class="verse indent4">estas banderillas</div> - <div class="verse indent4">pa que se luciera</div> - <div class="verse indent4">poniendo un buen par;</div> - <div class="verse indent4">y ahora estoy con ellas</div> - <div class="verse indent4">que... tengo cosquillas,</div> - <div class="verse indent4">y por no pincharme</div> - <div class="verse indent4">no me puó rascar.</div> -</div> - -<p class="dcha">(<i>Nuevos gritos en la plaza.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">¡Ay!... Ahora dan voces.</div> - <div class="verse indent4">¿Qué dicen? “Cabestros”.</div> - <div class="verse indent4">¿Es a él o es al toro</div> - <div class="verse indent4">pa echarle al corral?</div> - <div class="verse indent4">Yo llevo rezados</div> - <div class="verse indent4">dos mil padrenuestros.</div> - </div> - -<p class="dcha">(<i>Grito y susto.</i>)</p> - -<div class="poem"> - <div class="verse indent4">¡Ay!... ¡Ahora le llaman!...</div> - <div class="verse indent4">¡Le llaman morral!</div> -</div> - -<p>(<i>Grandes gritos en la plaza. Echando a correr asustadísima -hace mutis por donde salió.</i>)</p> - - -<h4 title="ESCENA II"><span class="pagenum" id="Page_280">p. -280</span>ESCENA II</h4> - -<p class="quienesj"><i>Se abre la puerta de la plaza y salen el</i> <span -class="smcap">señor Tobías</span>, <i>descompuesto, con la corbata -deshecha, despeinado, el sombrero en la mano. Le trae sujeto por -un brazo un joven</i> <span class="smcap">Policía</span>; <i>le siguen -dos</i> <span class="smcap">Guardias</span> <i>de seguridad y tres -o cuatro</i> <span class="smcap">Individuos</span> <i>con la cabeza -vendada, dos</i>, <span class="smcap">Mujeres</span> <i>y un</i> <span -class="smcap">Hombre</span>. <i>Salen vociferando todos.</i></p> - -<p class="mushab"><b>Hablado</b></p> - -<p><span class="smcap">Vendados.</span>—¡A la cárcel!</p> - -<p><span class="smcap">Mujeres.</span>—¡Granuja!... ¡Fuera!</p> - -<p><span class="smcap">Policía.</span>—¡Eche usté adelante!</p> - -<p><span class="smcap">Tobías</span> (<i>Golpeando el suelo con el -bastón.</i>)—¡Pero por qué me se detiene a mí, que me se especifique!</p> - -<p><span class="smcap">Policía.</span>—Porque ha golpeado usté a la -gente.</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—No, señor. ¿De dónde? Lo que hay -es que aquí, los denunciantes, han dirigido a la familia del matador, -que es amiga mía, un insulto con música del <i>Ven y ven</i>, y eso no se lo -aguanta un servidor ni al alcalde de barrio.</p> - -<p><span class="smcap">Policía.</span>—¡A la Comisaría!</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Pero, señor; si yo no he faltao a -nadie; y si no que lo diga aquí la señora pareja, que ha sido testiga -del cuplé.</p> - -<p><span class="smcap">Guardia</span> 1.º—¡Usté ha agredido al -señor!</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—¿Servidor? ¡Miopía es lo -que se padece, guardia! Que yo estaba quieto; pero aquí, la parte -contraproducente, se ha puesto de una forma que si yo no les agredo, me -agreden, y a mí no hay quien me agreda.</p> - -<p><span class="smcap">Policía.</span>—Eche adelante y menos música.</p> - -<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Güeno, después de tóo estoy -satisfecho. Me llevo una rondalla. ¡Has ejercido, palasán! (<i>Vanse -izquierda. Se escucha dentro una bronca definitiva. Gritos, insultos, -ruidos de cencerro. Cesa poco a poco el escándalo. Empieza a salir la -gente por las puertas<span class="pagenum" id="Page_281">p. 281</span> -de la plaza, que se abren. La charanga ejecuta un pasodoble.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Espectador 1.º</span>—¡Que se l’han echao al -corral, pobre chico!</p> - -<p><span class="smcap">Espectador 2.º</span>—¡Bien hecho!</p> - -<p><span class="smcap">Espectador 3.º</span>—¡Si eso es una torera!... -(<i>Siguen.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Espectador 4.º</span>—¡Anda y que lo maten! -(<i>Salen dos chulas con el mantón al hombro y comiendo cacahués.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Chula 1.ª</span>—¡Amos, miá que habernos traído -pa esto!</p> - -<p><span class="smcap">Chula 2.ª</span>—Paecéis de pueblo.</p> - -<p><span class="smcap">Hortera 1.º</span>—Pos a mí me habían dicho que -era un torero que se comía los toros.</p> - -<p><span class="smcap">Chula 1.ª</span>—Por medios kilos. (<i>Sigue -saliendo gente.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Chula 2.ª</span>—Si no me gustan los <i>torraés</i>, -hago la tarde. (<i>Vanse por la izquierda.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA III</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Bernabé</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Vigudí</span>. <i>El último sale cojeando por la puerta de -caballos</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Oye, Vigudí, tú que eres el -único que has quedao en condiciones de moverte haz el favor de decirle -al chico del merendero que nos busque un coche y que arrimen, que hasta -la jardinera se nos ha ido.</p> - -<p><span class="smcap">Vigudí.</span>—¡Qué Labullitas, señor Bernabé! -¡Maldita sea su casta!</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Anda, hijo! (<i>Sacan en hombros -por la puerta principal a un torero. La gente le aplaude.</i>)</p> - -<p>Vigudí.—Y sacan al Herrerito en hombros; ¿oye usté?</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Déjalo. Es nuestra desgracia. -Anda. (<i>Vase Vigudí por el fondo izquierda. Cesa la música y acaba de -desfilar el público.</i>)</p> - - -<h4 title="ESCENA IV"><span class="pagenum" id="Page_282">p. -282</span>ESCENA IV</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Bernabé</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Valentina</span>, <i>que sale por la puerta de la plaza</i></p> - -<p><span class="smcap">Valentina</span> (<i>Con ansiedad.</i>)—¡Bernabé, -Bernabé!</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Valentina!</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¿Cómo está Paco?</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¿Cómo quiés que <i>estea</i>?... -Magullao, sofocao, llorando. ¡Hecho una lástima por dentro y por fuera! -La Virgen de la Paloma no ha querío oirte.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¿Pero crees tú que por un -Padrenuestro tenemos derecho a que nos lo arreglen tóo?... No es poco -milagro que salga vivo. Confórmate.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Pué que digas la verdá. ¡Qué -tardecita! Calla, ahí lo sacan.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¡Pobre chico! ¡Qué -compasión!</p> - - -<h4>ESCENA V</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos, Paco, Telaraña</span>, -<i>el</i> <span class="smcap">Zipilín, Sole</span>. (<i>Puerta de caballos</i>). -<i>Al final</i> <span class="smcap">Vigudí</span>.</p> - -<p><i>Sale Paco apoyado en los hombros del Telaraña y el Zipilín. Detrás -la Sole. Paco trae todo el calzón roto, la corbata deshecha, la pechera -desgarrada, despeinado, la coleta suelta, las medias sucias de tierra. -Además lleva vendada la pantorrilla derecha. Cojea. Los compañeros de -cuadrilla vienen poco más o menos que él.</i></p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¿Cómo estás, hijo?</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Abrazándole y llorando -amargamente.</i>)—¡Ay, padre de mi alma, qué mal he quedao!</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Amos, hijo; por Dios, no te -apures!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_283">p. 283</span></p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Abrazando a su compañero.</i>)—¡Ay, -Zipilín de mi vida, qué mal he quedao!</p> - -<p><span class="smcap">Zipilín</span>.—Consólate, que ya me verás en -casa la región glútea.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Por qué habré salío yo esta tarde -de lila, padre?</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¡Pero qué tié que ver la -ropa!</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Sí, señora, sí; que hay colores -sombrones... y siempre que he salío de lila me han catao!</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—No hagas caso. Ya ves, éste va -de verde manzana y de poco le mondan.</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Llorando y mordiéndose los dedos -de ira.</i>)—¡Echarme a mí un toro al corral!... ¿A mí?... ¡Maldita sea! -¡Yo no aguanto esta vergüenza! ¡Yo me quiero cortar la coleta! ¡Darme -unas tijeras!</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Amos, Paco; ten reflexión y -serénate, caray, que ahora no estás pa cortarte nada.</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Abrazándola.</i>)—¡Ay, señá -Valentina, qué mal he quedao!</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Has quedao entero, que no es -poco. Lo demás ya se arreglará. Árnica y reflexión.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—No pués tener más que un -consuelo, hijo; que toas las veces has entrao por derecho, y hasta -cuando te ha cogido el toro y te ha zamarreao rompiéndote la taleguilla -de arriba abajo, el público te ha hecho una ovación. Algo habrá visto -el público.</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—¡Ya lo creo que ha visto! ¡Como que -dende donde yo estaba, toas las señoras nos hemos tenío que tapar los -ojos!</p> - -<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—Y el torito ese te lo han echao -al corral porque no me has hecho a mí caso; si no, ¿de dónde?</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Pero, ¿qué iba yo a hacer?</p> - -<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—¿Pero no oíste cuando yo te -dije: anda vivo, que ese toro se acuesta?</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Yo que había de oirte! ¿Crees tú -que con un toro con el que llevo media hora de faena, si yo veo que se -acuesta, no le canto hasta la nana, hombre?</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—A más que el chico ya no sabía -lo que se hacía.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_284">p. 284</span></p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—El público me ha vuelto loco, -padre.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Tóos gritándole: “Mójate los -dátiles”; “Entra por uvas, melón, que es una pera”.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Dátiles, uvas, melón y tirándome -naranjas. Que si no hubiese sido más que fruta nominal, menos mal.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Con amargura.</i>)—¡En fin, l’han -lograo! ¡Qué se le va a hacer!</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Déjalos. Triste alegría.</p> - -<p><span class="smcap">Vigudí</span> (<i>Que vuelve.</i>)—Ya está ahí el -coche.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Amos, hijo, despacito. (<i>Lo -llevan con precaución.</i>)</p> - - -<h4>ESCENA VI</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span -class="smcap">Encarna</span>, <i>primera izquierda</i></p> - -<p><span class="smcap">Encarna</span> (<i>Saliendo.</i>)—¡Paco! ¡Paco!</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Encarna!</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—¡Paco de mi alma! (<i>Se -abrazan.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Llorando.</i>)—¡Ay, Encarna de mi -vida, qué mal he quedao!...</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Pero, ¿cómo estás aquí? ¿Qué -has hecho, Encarna?</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Escaparme de con mi padre. -Correr a vuestro lao. ¿Qué tienes, Paco? ¿Estás herido?</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—No... Seis esquimosis, dos -frazturas conminutas y un puntazo...</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—¿Grave?</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—No; lo voy a tener que pasar de -pie.</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Pero, ¿dónde lo tienes?</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿No te digo que lo voy a tener que -pasar de pie?</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Pero, oye, Encarna, márchate, -por Dios!... Que si te encontraran aquí, creerían que nosotros...</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Que crean lo que quieran, señor -Bernabé. Yo sin Paco, sin Valentina, sin ustés, me muero de tristeza. -¡Yo no vuelvo a mi casa!</p> - - -<h4 title="ESCENA VII"><span class="pagenum" id="Page_285">p. -285</span>ESCENA VII</h4> - -<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span>, <span -class="smcap">Hilario</span>, <span class="smcap">Aquilino</span>, -<span class="smcap">Cosme</span>, <i>fondo izquierda</i></p> - -<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Con indignación.</i>)—¿Veis? ¡Lo -que yo decía! ¡aquí con ellos!... ¡Maldita siá!</p> - -<p><span class="smcap">Encarna</span> (<i>Adelantando -valientemente.</i>)—¡Sí, padre; aquí... con ellos!</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¿Quién te ha mandao venir -aquí?</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Mi corazón.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Pero ¿qué te han dao esa -gente?</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Alegría, cariño, ilusión pa -vivir. Eso me han dao.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Amos a casa. (<i>Cogiéndola de un -brazo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—¡Sin ellos, en jamás! -(<i>Soltándose.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Pero, ¿es que los prefieres a tu -padre?</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—No, señor; los prefiero a tóos -juntos, como estábamos antes que la envidia nos hubiese envenenao la -felicidad. ¡La envidia negra, la envidia triste!</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¡No ha sío la envidia, ha sío la -verdá!</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span> y <span -class="smcap">Valentina</span> (<i>A un tiempo y con igual energía.</i>)—Ha -sío la envidia.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¡La verdá!</p> - -<p><span class="smcap">Los dos.</span>—¡La envidia! (<i>Cuando Bernabé -e Hilario están a punto de acometerse, se interpone Sole, llorosa, -temblando.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—¡Señor Hilario, por Dios, no se -pongan ustés así! Y, vaya: yo no sé si hago bien u hago mal, pero yo le -voy a decir a usté una cosa que me la arrancan del corazón, pero yo se -la digo.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¿Qué me vas a decir?</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Que sí, señor; que tóo lo que -ha pasao ha sío una ceguera de la envidia. (<i>Baja avergonzada la -cabeza.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¿Qué estás diciendo?</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Cuando yo se lo digo a usté... (<i>Se -arrodilla a sus pies.</i>)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_286">p. 286</span></p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¿Lo oyes? ¿Lo estás oyendo?</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Pero tú...</p> - -<p><span class="smcap">Sole</span> (<i>Con tristeza.</i>)—No me hagan ustés -hablar más.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Basta. Levanta, hija; no -hace falta que pa defendernos acuses a la persona que más tiés que -querer.</p> - -<p><span class="smcap">Sole</span> (<i>Enternecida.</i>)—¡Señá Valentina!</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—No hay nada que defienda a la -gente mejor que la verdá.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Y si tóo era mentira, ¿por qué -no has venío tú a defenderte?</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Porque no me hacía falta. -Honrada he sido siempre. Creerme honrada es hacerme justicia. Si tú no -me la quiés hacer, no me la hagas. Las mujeres como yo, esa justicia no -la piden de limosna.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Eso es orgullo.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—No sé lo que será.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¿Y quién me prueba que tóo era -mentira?</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Lo que acabas de oir a esta -criatura. Mi vida siempre clara, el cariño de tu hija.</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Si yo hubiese visto en ella lo -más mínimo contra mi padre, ¿cómo la iba a haber querido?</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Hilario, son veinticinco años -de afezto. ¿Quiés creerme, aunque soy municipal?</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¿Qué me vas a decir?</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Que abras los ojos a la luz.</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Sí, padre; toavía pué arreglarse -tóo.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Tóo menos mi reputación.</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—¡Señor Hilario!... -(<i>Suplicante.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Cosme.</span>—Amos, ¡un rasgo, Hilario!</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Que haga lo que guste... Que -venga. Ya hablaremos.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Voy o no voy. Lo que tú -quieras.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Cuando no he querido, es de -tanto que he querido. Ya lo sabes.</p> - -<p><span class="smcap">Encarna.</span>—¡Padre!... (<i>Los abraza y los -aproxima.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Con amargura.</i>)—Bueno; -ustés s’han arreglao. Está mu bien. Pero nosotros estamos de<span -class="pagenum" id="Page_287">p. 287</span> más. Que lo de los Labullas -lo tengo yo clavao en el corazón. (<i>Paco da un suspiro muy hondo.</i>) -Ámonos, monumento malograo.</p> - -<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Perdónalo, Bernabé. Ha tenío -una venda en los ojos.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Sí; pero por tener él una venda, -fíjese usté la que tengo yo. (<i>Enseñando la de la pierna.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Doce metros. (<i>Inician el -mutis.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¡Alto! ¡Quietos aquí! A -obedecerme. Y oye una condición, Hilario.</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Tú dirás.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Que mañana tóo el mundo a -casa. Aquel arroz que quedó en pie, se comerá, si Dios quiere. Tú -torearás Bobadillas, y si entonces quedas mal, a seguir en tu oficio. -Luego os casaréis. Nosotros al trabajo, al cariño; tóo como antes. No -le cedo a la envidia ni el canto de un duro.</p> - -<p><span class="smcap">Sole.</span>—Y a mí no me echarán ustés del -lavadero, ¿verdá, señá Valentina?</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¡Quiá hija, ni lo sueñes! Soy -buena, pero no tanto. Tú tiés que ganarte allí una peseta pa llevársela -a tu madre. Que no hay peor castigo pa un envidioso que tener que vivir -del bien que ha querido destrozar.</p> - -<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Olé, eres Agustina de Aragón y -Cascorro tóo en una pieza!</p> - -<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¡Soy una madrileña honrada, -dilo de una vez!</p> - -<p><span class="smcap">Vigudí</span> (<i>A Hilario.</i>)—¿Convidará usté a -árnica?</p> - -<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Y a más os doy un duro por cada -chichón.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Se arruina.</p> - -<p><span class="smcap">Valentina</span> (<i>Al público.</i>)—</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">Y al fin vencida la envidia,</div> - <div class="verse indent2">quien de ella triunfó, os demanda</div> - <div class="verse indent0">que al terminar el sainete</div> - <div class="verse indent2">perdonéis sus muchas faltas.</div> - </div> -</div> -</div> - -<p class="telon">TELÓN</p> - -<hr class="chap0" /> - - -<div class="chapter" id="P6"> - <p><span class="pagenum" id="Page_289">p. 289</span></p> - <h2 class="nobreak g0">LOS POBRES</h2> -</div> - -<p>Almas piadosas, corazones magnánimos, que cedéis ante la demanda -plañidera del mendigo que os tiende en la calle la mano escuálida, -seguidme. Venid conmigo a los inmundos rincones de un Madrid lamentable -y mísero, artimañoso y agenciero, que, por fortuna desconocéis, y -escuchad estos edificantes y verídicos diálogos.</p> - -<p>Estamos en el Campillo de Gilimón. Es una tarde clara y fría, de -cielo azul y sol espléndido.</p> - -<p>Dos vecinas, la <i>señá Gala</i> y <i>Petra la Bizca</i>, acaban de dirimir -sus diferencias a mordiscos, golpes y arañazos, entre injurias soeces, -ante un público desarrapado y jubiloso. Terminado el jollín se retiran -las beligerantes, seguidas de sus partidarios, a reparar desperfectos. -Va cesando poco a poco el tumulto.</p> - -<p>Junto a la tapia del hospital de la Orden Tercera quedan -acurrucadas, tomando el sol, dos viejas andrajosas, la <i>señá Librada</i> -y la <i>señá Justa</i>; próximo a ellas, el <i>señor Celipe el Chinas</i>, viejo -también, sentado en un cajón, deshace unas colillas y lía un cigarro. -El <i>Pendingue</i> (afilador) se ocupa en buir unas cuchillas de zapatero. -Algo más lejos, unos chiquillos juegan con gran alboroto.</p> - -<p class="tab">——</p> - -<p><span class="smcap">Justa</span>.—¿Y por qué ha sío la zurra?</p> - -<p><span class="smcap">Librada</span>.—Y diga usté que muy bien da que -ha estao.</p> - -<p><span class="smcap">Justa</span>.—Pero, ¿tenía motivos la Bizca?</p> - -<p><span class="smcap">Librada</span>.—¡Digo!... como que la Gala la -debe dos quincenas del alquiler de los chicos. Un abuso.</p> - -<p><span class="smcap">Justa</span>.—¡Ah! ¿Pero le tenía alquilás las -creaturas?</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_290">p. 290</span></p> - -<p><span class="smcap">Librada.</span>—Hace mes y medio. Por seis -reales diarios. Una peseta el mayorcito y cinco gordas el chavea. Que -es regalao, porque hay que ver lo que vale ese niño pa pedir.</p> - -<p><span class="smcap">Justa.</span>—Tengo oído que es una alhaja.</p> - -<p><span class="smcap">Librada.</span>—Como que no hay noche que no -se retire con sus tres pesetas corridas. Pero se lo merece; es un -lince. Le suelta usté en la cá Alcalá, ve a una señorita de esas muy -<i>antravés</i> con un señorón de <i>levosa</i>, y ya le tiene usté agarrao a -los faldones diciéndole al caballero: “Señorito, una limosna, por la -salú de la señorita, que es muy guapa. Ya la podía usté comprar un -coche, con esos ojos que tiene. Cómpreselo usté, ande usté.” Hasta que -le miran; se echan a reir; el señorito dice: “¡Qué granuja!...” La -señorita: “¡Es muy mono!” Y no hay pareja que no le apoquine de dos a -tres perras.</p> - -<p><span class="smcap">Justa.</span>—¡Vaya un vivales de creatura!</p> - -<p><span class="smcap">Librada.</span>—¡Pos y el mayorcito!</p> - -<p><span class="smcap">Justa.</span>—¿El jorobeta?</p> - -<p><span class="smcap">Librada.</span>—Jorobeta y tóo lo que usté -quiera, hija, pero es un portento. Ese coge una cestita, una botella -vacía, se para en una esquina de tránsito, se echa al suelo, rompe a -llorar amargamente que su alma se la arrancan, y cuando tiene corro -hay que oirle: “¡Ay, mi pobre madre!... ¡Ay, después de cuarenta y -ocho horas que no comemos!... ¡Ella, que va y me da dos pesetas pa -traer aceite, y voy y las pierdo! ¡Ay, que yo no vuelvo a mi casa, -con mi pobre padre enfermo como está!... ¡Ay, un día que podía -alimentarse!...” Y misté, la gente se conmove de oir a la creatura -aquellos lamentos, hacen una <i>porrata</i>... y no hay llorera que no le -suba al chaval de cinco a seis reales.</p> - -<p><span class="smcap">Justa.</span>—Pos diga usté que esos dos niños -son dos minitas.</p> - -<p><span class="smcap">Librada.</span>—Dan más que una casa empeños. ¿Y -sabe usté de mendigantas la que también se saca lo suyo?</p> - -<p><span class="smcap">Justa.</span>—¿Cuála?</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_291">p. 291</span></p> - -<p><span class="smcap">Librada</span>.—Doña Encarnación, la de la cae -San Bernabé.</p> - -<p><span class="smcap">Justa</span>.—Doña Encarnación..., doña -Encarnación... No caigo.</p> - -<p><span class="smcap">Librada</span>.—Hija, paece usté tonta. Esa que -pide de luto, con manto largo, que lleva la cara tapá, que paece que la -sale la voz de una cisterna.</p> - -<p><span class="smcap">Justa</span>.—¡Ah, sí!... ¿Y esa dice usté que -saca?...</p> - -<p><span class="smcap">Librada</span>.—Como que no se deja cortar un -deo por seis mil pesetas.</p> - -<p><span class="smcap">Justa</span>.—Bueno; pero es que esa he sentío -decir que tira al gran mundo.</p> - -<p><span class="smcap">Librada</span>.—Pide na más que en las iglesias -de señorío, a las salidas de los <i>vermuses</i> u en los <i>cines</i> y <i>fives -cloques</i> de moda. Su martinganla es que en cuantito que ve a una señora -se arrima y la dice con voz que lo oiga toa la gente de alrededor: -“Señora marquesa, me hallo famélica; agradecería a vuecencia un pequeño -óbolo.”</p> - -<p><span class="smcap">Justa</span>.—¿Qué es óbolo?</p> - -<p><span class="smcap">Librada</span>.—No sé; pero debe ser una cosa -cara, porque siempre que lo dice la dan más de veinte céntimos.</p> - -<p><span class="smcap">Justa</span>.—¿Y cómo conoce a los títulos?</p> - -<p><span class="smcap">Librada</span>.—No, si lo de marquesa lo dice al -tuntún; pos ahí está la gracia. A lo mejor le llama vuecencia a un ama -de cría.</p> - -<p><span class="smcap">Justa</span>.—Hija, lo que saben algunas.</p> - -<p><span class="smcap">Librada</span>.—Esa lo trae de casta. Ha sío -una señorona en sus prencipios. Diga usté que no se emborrachara, y ya -quisieran más de cuatro sus modales. A mí me tié dicho que es hija de -un hacendao de Chinchón.</p> - -<p><span class="smcap">Justa</span>.—Por lo menos, a eso huele toas las -mañanas.</p> - -<p><span class="smcap">Librada</span>.—Tié un habla mu fina; siempre -que me ve me llama <i>escuálida</i>, que no sé lo que es.</p> - -<p><span class="smcap">Justa</span>.—Algo delicao será.</p> - -<p><span class="smcap">Librada</span>.—Seguro. Cuando ella lo -dice...</p> - -<p><span class="smcap">Justa</span>.—¿Y usté ya no pide en San Ginés, -señá Librada?</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_292">p. 292</span></p> - -<p><span class="smcap">Librada.</span>—No, señora; tuve unas palabras -con el <i>sacris</i>, y no he güelto. Iba mucha gentuza. Ahora me he -conchavao con la Pelitos y nos hemos hecho vergonzantas.</p> - -<p><span class="smcap">Justa.</span>—¿Y las va a ustés bien?</p> - -<p><span class="smcap">Librada.</span>—Pos, hija, pa como están -las cosas, se va tirandillo. Sino que es mucho aperreo. Porque, un -supongamos, viene la vesita de San Vicente a mi casa; pos ya me tié -usté pasando tó el <i>mobilario</i> a cá la Pelitos. Me quedo con un -jergón, el baúl viejo, media vela en una botella y una silla inválida; -acostamos a Casimiro, el chico de la Onofra, que es una especialidad en -toses y quejidos, y presentamos un cuadro que es pa caérsele el corazón -a una pantera. Que, otro suponer, va la vesita <i>domicilaria</i> a cáa la -Pelitos: pos me pasa a mí tóos sus trastos, se echa en una manta el -señor Cosme, que hace el moribundo que asusta de bien, y raro es el día -que no nos dejan, a más del donativo semanal, tres u cuatro pesetas de -su <i>motu</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Justa.</span>—Así se están ustés poniendo el -cuerpo de ensalás de escabeche y frascos de vino.</p> - -<p><span class="smcap">Librada.</span>—¿Y no se lo gana una con lo que -tié una que lidiar con esas tías de señoronas, que le piden a usté -recibo hasta de una perra chica...?</p> - -<p><span class="smcap">El señor Celipe.</span> (<i>Terciando en la -conversación.</i>)—Y que lo digas... ¡Que hay que ver lo de mala fe que -se ha puesto la caridá hoy en día! Un asco. ¡Amos!; la otra tarde, que -salí a pedir, me hizo a mí una señorita una ación, que si no hay gente -la pego.</p> - -<p><span class="smcap">Justa.</span>—Pues ¿qué le hizo a usté?</p> - -<p><span class="smcap">Señor Celipe.</span>—Náa, que le digo en un -tono que era pa partir grava de dolorido, y quitándome la gorra y -todo: “Señorita, por la salú de sus hijos, deme usté pa un panecillo, -que hace cuarenta y ocho horas que no lo pruebo.” Se hace la <i>magoya</i> -y aprieta el paso. “Señorita, que tengo mucha nesecidá. Si no se -fía usté, allí hay una tahona. Cómpremelo usté misma.” Y va y dice: -“Bueno, venga usté conmigo.” Y vamos y me compra una libreta, salimos -a la calle<span class="pagenum" id="Page_293">p. 293</span> y, -¡pasmarse!..., me la parte por la metá antes de dármela.</p> - -<p><span class="smcap">Librada</span>.—¡Qué pécora!</p> - -<p><span class="smcap">Justa</span>.—Pa quitarte de revenderla.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Celipe</span>.—Claro, como que es lo que -yo pensaba hacer si no me la mutila. ¡Serán sinvergonzonas!</p> - -<p><span class="smcap">Librada</span>.—Haberla pegao, so primo.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Celipe</span>.—Déjate, que ya la -conozco.</p> - -<p><span class="smcap">Justa</span>.—¿Y <i>lo del pañuelo</i>, va cundiendo, -señor Celipe?</p> - -<p><span class="smcap">Señor Celipe</span>.—Es lo más produtivo, pero -ya va en baja.</p> - -<p><span class="smcap">Librada</span>.—¿Y qué es <i>lo del pañuelo</i>?</p> - -<p><span class="smcap">Señor Celipe</span>.—Pues náa, un truco que -se le ha ocurrío al señor <i>Quintín el Bolas</i>, que es un diantre pa -inventar. Nos ha reclutao a siete u ocho conocidos de la Cuesta e las -Descargas: nos carateriza de albañiles con un poco de yeso, que paece -talmente que acabamos de bajar del andamio, nos lleva a Recoletos, -tiende un pañuelo de hierbas en metá del paseo y le dice, señalándonos, -a tóo el que pasa: “Grupo de obreros sin trabajo.”</p> - -<p><span class="smcap">Librada</span>.—¿Y sacaban ustés mucho?</p> - -<p><span class="smcap">Señor Celipe</span>.—Ha habido día que hemos -<i>porrateao</i> a seis ochenta por barba, descontá la cena, vino y puros. -Pero la otra tarde, que íbamos decisiete, tendimos el moquero en la -Castellana, y... <i>ñascas</i>. Ni quince céntimos..., y eso que pasó -el Presidente del Consejo, que no es que nos diera na, pero animó -bastante.</p> - -<p><span class="smcap">El pendingue</span>. (<i>Cargándose a cuestas el -artefacto.</i>)—¡Amos, estoy oyéndoles a ustés y me paece mentira que -haiga primos que trabajemos entavía!...</p> - -<p><span class="smcap">Señor Celipe</span>.—¿Qué te pasa, Pendingue?</p> - -<p><span class="smcap">Pendingue</span>.—¡Valiente mano de -sinvergüenzas! Hacen pero que muy bien en recogerlos a ustés y meterlos -en los asilos.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Celipe</span>.—¡Recogernos... jay... jay! -¡Pos no lo han intentao veces!... ¡Si se creerá el alcalde que es hacer -compota<span class="pagenum" id="Page_294">p. 294</span>!...</p> - -<p><span class="smcap">Librada.</span>—A más, que si no diesen no -pediríamos.</p> - -<p><span class="smcap">Justa.</span>—Esa es la fija. De forma que si -quién acabar con la mendicidaz y quieren recoger, que no recojan a -los pobres que piden, que recojan a los tontos que dan, que son los -culpables.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Celipe.</span>—¡Aplastante!</p> - -<p><span class="smcap">Pendingue.</span>—¡Oye, pues eso es verdá! Si me -lo tropiezo, se lo digo al alcalde. (<i>Vase.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Señor Celipe.</span>—Y dale dulces... -recuerdos.</p> - -<p class="telon">TELÓN</p> - -<hr class="chap0" /> - -<div class="chapter" id="P7"> - <p><span class="pagenum" id="Page_295">p. 295</span></p> - <h2 class="nobreak">LA RISA DEL PUEBLO</h2> -</div> - -<p>Pasadas las Ventas, en la carretera de Alcalá, antes de encontrar -el camino del Este, sobre un altozano, hay una casa humilde, taller de -cantería, donde se trabaja para el inmediato cementerio.</p> - -<p>Es la tarde de un domingo. Los sillares yacen silenciosos al pie de -los sombrajos. No golpea sobre ellos con su son alegre el pico de los -canteros. Unas cuantas gallinas escarban afanosas en el estiércol, y -varios chiquillos juegan y alborotan dejándose resbalar por la cuesta -de un desmonte próximo.</p> - -<p>A la derecha, borroso por la niebla de la tarde fría y gris, se ve -el cementerio con su enorme vastedad erizada de cruces; y más allá -diseminados en la lejanía, los barrios de Doña Carlota, Pueblo Nuevo -y Zafra; los caseríos míseros de La Elipa y Puente de Vallecas; y -más lejos aún, los tejares del Olivar de Perales. Suburbios tristes, -yermos, que circundan Madrid como mendigos que acosan a un viejo -hidalgo.</p> - -<p>Bonifacio Menéndez, el maestro cantero, sentado a la puerta de la -casa, echa un pitillo y lee un periódico. La <i>señá</i> Angustias, su -mujer en serio, canturrea trajinando dentro del hogar. Primitivo y el -<i>Sardina</i>, dos próceres del riñón del Avapiés, con pañuelos de luto al -cuello y las cachabas colgadas del antebrazo, bajan lentos, tristes, -silenciosos, del camino del cementerio. Al ver al señor Bonifacio se -detienen, y uno de ellos grita desde la carretera:</p> - -<p><span class="smcap">Primitivo</span>.—Adiós, canterito.</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio</span>. (<i>Dejando de leer y mirando -por encima de las gafas.</i>)—¡Atiza, qué pareja de pollos! (<i>A su -mujer.</i>) Atiende, tú.</p> - -<p><span class="smcap">La Angustias</span>. (<i>Que se asoma a la -puerta.</i>)—¡Virgen!... ¡Vaya un par de banderillas de lujo!</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio</span>.—Pero, ¿de dónde salís tan -enlutaos?</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_296">p. 296</span></p> - -<p><span class="smcap">El Sardina</span>. (<i>Muy serio.</i>)—De la -Negrópolis.</p> - -<p><span class="smcap">Primitivo</span>.—Venimos de inumanizar a -Saturnino, el de la Bastiana.</p> - -<p><span class="smcap">La Angustias.</span> (<i>Asombrada.</i>)—¿S’ha -muerto?</p> - -<p><span class="smcap">El Sardina</span>.—Del todo. En cinco días. Ayer -la diñó.</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio</span>.—¿Y qué ha sido?</p> - -<p><span class="smcap">Primitivo</span>.—Pos un paralís local que le -cogió tó el cuerpo y parte de la cadera.</p> - -<p><span class="smcap">La Angustias</span>.—¡Buena estará la pobre -viuda!</p> - -<p><span class="smcap">El Sardina</span>.—¡Carcúlate!... Una chica -soltera, sin costumbre de estas cosas... pues está que no la deja un -ataque que no la coja otro.</p> - -<p><span class="smcap">Primitivo</span>.—En la cama la hemos dejao con -uno, que los gritos se oían en la Arganzuela.</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio</span>.—Pero pasar si queréis, -galanes.</p> - -<p><span class="smcap">El Sardina</span>.—¿Dais algo?</p> - -<p><span class="smcap">La Angustias</span>.—Las buenas tardes y un -taburete.</p> - -<p><span class="smcap">Primitivo</span>.—No es pa repartir -invitaciones.</p> - -<p><span class="smcap">El Sardina</span>.—¿No tendrías un buchito de -cualisquier cosa pa un dolor de muelas que trae aquí mi <i>cólega</i>?</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio</span>.—¿Sus haría triple anís?</p> - -<p><span class="smcap">El Sardina</span>.—¡Digo!... Mejor que el -Polo.</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio</span>.—Pues adentro, pirandones.</p> - -<p><span class="smcap">El Sardina</span>.—Hale, Primi.</p> - -<p>(<i>Suben, se sientan; la Angustias saca unas copas y un frasco de -aguardiente y la visita bebe, fuma y charla.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">El Sardina</span>. (<i>A Bonifacio.</i>)—¿Y tú por -qué eres tan pigre, que no bajas por allá abajo de cuándo en cuándo?</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio</span>.—Hombre, no me apaño a ir, la -verdá. Le pilla a uno un destierro. ¡Tú sabes la distancia!</p> - -<p><span class="smcap">Primitivo</span>.—Como que hay que echar -merienda.</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio</span>.—¿Y que hay de <i>nuvotés</i> por -aquellos andurriales?</p> - -<p><span class="smcap">El Sardina</span>.—Pues que tu compadre el -<i>Pintao</i> ya no tié la taberna en la cae del Amparo.</p> - -<p><span class="smcap">La Angustias</span>.—¿La traspasó?</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_297">p. 297</span></p> - -<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—De parte a parte. Por mil -doscientas <i>beatas</i> y un juego de alcoba bastante viejo.</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—¿Y s’ha quedao sin na?</p> - -<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—Ca, hombre. Ahora ha puesto un -bar en la Glorieta y lo ha titulao el “Bar Quito”... que me creo que es -un chiste.</p> - -<p><span class="smcap">La Angustias.</span>—¡Mi madre, qué tontería!</p> - -<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—Dice que, al mismo tiempo que -rótulo, es <i>retrúcano</i> y s’hará popular.</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—¿Sigue tan chirigotero?</p> - -<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—¡Uf... es morirse de risa -entrar en aquel establecimiento! Allí van el <i>Berruga</i>, Paco el -<i>Chalana</i>, Sisto el <i>Curial</i>, Mariano el <i>Pajero</i>... ¡la jovialidaz de -Embajadores!</p> - -<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—¡Los amos de la gracia!</p> - -<p><span class="smcap">La Angustias.</span>—¡Menudos peines!</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—Aquello será una función -cómica.</p> - -<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—Más que un teatro. Entras y te -esgarras a reir.</p> - -<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—Hay días que nos tronzamos. -Cuéntale, pa que vea, el chiste que se le ocurrió ayer al <i>Chalana</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—¡Chiquillo, nos -revolquemos!</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—A ver.</p> - -<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—Pues nos preguntó que en qué -se parecía San José a un melón de cuelga.</p> - -<p><span class="smcap">La Angustias.</span>—¡Mi madre, qué raro!</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio.</span> (<i>Estupefacto.</i>)—¿Y en qué se -parece?</p> - -<p><span class="smcap">Primitivo.</span> (<i>Muerto de risa.</i>)—¡En que -tiene <i>Pepitas</i>!</p> - -<p><span class="smcap">El Sardina.</span> (<i>Riendo a todo -reir.</i>)—¡Pepitas!... ¡Ja, ja, ja!... ¡Fíjate!... ¡Pepitas!... Claro, -San José... de Pepes, Pepitas.</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio.</span> (<i>Dudando.</i>)—Pos no m’acaba a -mí de hacer una gracia loca, la verdá.</p> - -<p><span class="smcap">La Angustias.</span>—¿Loca...? Ni atontolinada -siquiera. Menuda gansá. Amos, que paece mentira que padres de familia, -cargaos de miseria y de hijos, se entretengan en esas tontunas.</p> - -<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—Pos poquito que nos -reímos.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_298">p. 298</span></p> - -<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—Y pué que lo de anoche tampoco -os haga gracia.</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—¿Qué fué?</p> - -<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—Na, que como enfrente del bar -la calle hace mucha cuesta y la acera es estrechita, fué el <i>Berruga</i> y -a la plancha del alcantarillao, que es de plomo, la dió de jaboncillo, -y no pasaba un transeunte que no resbalase y se diese una costalada.</p> - -<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—Y no sus quiero decir ca -talegazo la juerga que s’armaba en el bar.</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—¡Pero qué cachos de brutos!</p> - -<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—¡Brutos porque nos -divertimos!...</p> - -<p><span class="smcap">La Angustias.</span>—¡Valiente diversión!</p> - -<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—No vamos a ser como vosotros, -que yo no sé si de hacer lápidas u qué, sois una familia más triste que -un responso.</p> - -<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—Tenéis una formalidaz que -acongoja.</p> - -<p><span class="smcap">La Angustias.</span>—¿Pos qué querías, mirarnos -por detrás y encontrarte con un chascarrillo, como en las hojas -d’almanaque?</p> - -<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—Yo, a ti que eres de Cadalso -de los Vidrios, hija de un cochero de funeraria, hermana de un -calavera, y que encima te llamas Angustias, no te voy a pedir que seas -un parque de Recreos. Pero éste... ¡Amos, que paece mentira que haiga -nacido en el Portillo de Embajadores, que es la cuna del chirigoteo -madrileñista!</p> - -<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—No paeces hijo de Madrid, -Bonifacio.</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—¡Alto allá! ¡Yo soy más hijo -de Madrid que vosotros!</p> - -<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—No chilles, que te se va a -espantar el macho.</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—Y na más. ¡Y las cosas con -pruebas, que es lo que vale!</p> - -<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—¡Pero si tú eres más serio que -una corbata negra!...</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—Yo soy como me sale del -bolsillo. Lo que tiene es que ca uno vive según los prencipios que -l’han dao. Vosotros, ¿en qué sus habéis divertido siempre? Pues yo te -lo diré. De chicos, en iros por<span class="pagenum" id="Page_299">p. -299</span> las mañanas con los tiradores a matar pájaros a la Moncloa, -por las tardes a la pedrea y por las noches, con las estacas, a -perseguir gatos por el barrio. Total, a disfrutar haciendo daño. Luego, -de mocitos, a correr de calle en calle, atormentando a <i>Garibaldi</i> u -a cualisquiera vieja borracha, a tocarles la chepa a los jorobaos y a -burlaros de los cojos. A gozar con el dolor del prójimo.</p> - -<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—Hombre, esas son cosas de la -juventud.</p> - -<p><span class="smcap">La Angustias.</span>—Cosas de cafres... Si -tuviás tú un hijo con joroba, ¿te gustaría que se rieran de él? ¿No te -morirías de pena? Pues ca vez que veas a un lisiao piensa que te está -oyendo su madre.</p> - -<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—Amos, Angustias, no te pongas -macabra.</p> - -<p><span class="smcap">La Angustias.</span>—¡Oye, eso de macabra se lo -dices a tu suegra!</p> - -<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—¡No es ningún insulto, -señor!</p> - -<p><span class="smcap">La Angustias.</span>—Por si acaso.</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—Y luego, ya de hombres, ¿a -qué le llamáis vosotros diversión? Pos a ver destripar caballos en -los toros. A marcharse en patrulla armando bronca por los bailes de -los merenderos; a acosar por las calles a mujeres indefensas con -pellizcos y gorrinerías; a escandalizar en los cines y a insultar a las -cupletistas. ¿Y eso es alegría, y eso es chirigota, y eso es gracia...? -Eso es barbarismo, animalismo y bestialismo. Y hasta que los hijos del -pueblo madrileño no dejen de tomar a diversión todo lo que sea el mal -de otro... hasta que la gente no se divierta con el dolor de los demás, -sino con la alegría suya... la risa del pueblo será una cosa repugnante -y despreciable. Bonifacio Menéndez, ris ras, rubricao.</p> - -<p><span class="smcap">La Angustias.</span>—Chócate, Boni, que has -estao súper.</p> - -<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—Bueno, bueno... (<i>Él y El -Sardina se levantan.</i>) Esta Cuaresma te vas a las Carboneras, te pones -un bonete, te encaramas al púlpito, y el padre Calpena es un gorrión a -tu lao.</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—Pero ¿es que no os he -convencido...?</p> - -<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—¡Qué nos vas a convencer!... -Lo que tiene es que yo no te desenvuelvo ahora mismo dos<span -class="pagenum" id="Page_300">p. 300</span> teorías pa pelarte al rape -porque nos están esperando; que si no...</p> - -<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—Es verdá, chiquillo; no -m’acordaba. (<i>Mirando el reloj.</i>) Anda, que son las cuatro y media.</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—Pero ¿ande vais tan -corriendo?</p> - -<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—Al solar de Vítor el -<i>Mengue</i>, que ha organizao unas carreras de cojos, que va a ser morirse -de risa.</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio.</span> (<i>Con asombro.</i>)—¡Carreras de -cojos!...</p> - -<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—Na, que ha comprometío al cojo -<i>Tranca</i>, a Natalio el <i>Patapalo</i> y a dos u tres cojos más y hacen -carreras pa batir el récor de las dos vueltas con muletas y sin ellas. -El premio son doce docenas de pájaros fritos y seis frascos de Morapio, -que sufraga Indalecio el de la Corrala.</p> - -<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—¿Por qué no te vienes? Verás -qué risa.</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio.</span> (<i>Sonriendo.</i>)—Hombre, mira; -ves, eso tiene gracia... ¡Carreras de cojos!... Y dices que pájaros -fritos... (<i>Vacila.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—Tira pa alante. Verás qué -tarde pasamos.</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio.</span> (<i>Se levanta.</i>)—Oye, -Angustias, mira, yo voy a acercarme con éstos... No tardo.</p> - -<p><span class="smcap">La Angustias.</span>—Pero ¿serás capaz de ir...? -¡Tú a divertirte con unos desgraciaos!... ¡Pero no estabas diciendo que -si el salvajismo, que si!...</p> - -<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—Mujer, uno conoce las cosas... -Pero, después de tóo, ¿qué culpa tengo yo de que haiga cojos ni de que -me gusten los pájaros fritos...? Es el fatalismo humano. Siéntate, que -no tardo.</p> - - -<p class="mt1">Los tres hombres se alejan riendo. Por el desgarrón de -una nube morada brilla un rayo de sol que inunda el lejano cementerio -de luz amarilla. La mujer ve alejarse a los hombres, que ríen, y se -dibuja en sus labios una sonrisa extraña.</p> - - -<p class="mt1"><span class="smcap">La Angustias.</span> (<i>Sentándose -a la puerta de su casa.</i>)—¡Qué hombres!... Será que la vida es así. -¡Conoce uno que no se debe de reir del mal de otro, y como si no!... -(<i>Encogiéndose de hombros.</i>) Bueno.</p> - -<p class="telon">TELÓN</p> - -<hr class="chap0" /> - - -<div class="chapter" id="P8"> - <p><span class="pagenum" id="Page_301">p. 301</span></p> - <h2 class="nobreak">LOS PASIONALES</h2> -</div> - -<p>Paco el <i>Metralla</i>, un jovenzuelo de mediana estatura, enteco, -amarillo, de mirada cínica, muy compuesto, con su traje flamante, sus -botas de caña, su corbatita de nudo y su gorrilla inglesa, va con -paso resuelto y marchoso Torrecilla del Leal abajo. A poco, atraviesa -la calle de Zurita, tuerce por la de la Fe y viene a dar con la del -Salitre, frente por frente a la iglesia de San Lorenzo, simpática -parroquia enclavada en el riñón del Madrid castizo y jaranero.</p> - -<p>Está anocheciendo. El chulillo detiénese en la última esquina. Sus -miradas iracundas e inquisitivas, se dirigen a un frontero obrador de -plancha, cuya luz ya se ha encendido, y en el que trabajan, sofocadas, -alegres y dicharacheras unas cuantas mocitas de garbo.</p> - -<p>Paco pasa y repasa por delante del obrador, <i>dejándose ver</i>.</p> - -<p>Al reparar en él, se hace un enojoso silencio entre las bulliciosas -muchachas; y una de ellas, la más desenvuelta y garbosa, dice con -sincera acritud, sacando una plancha del anafre y arrimándosela a la -mejilla:—Ya está ahí ese mosca.</p> - -<p>—Pos ahora verás—exclama la maestra, y cierra violentamente -la puerta vidriera del obrador.—¡Miá que es pelma el niño!—añade -iracunda.—Pero ¿qué se habrá creído ese chulo de baile?</p> - -<p>Más excitado por el incidente, retorna el bullicio entre aquella -alborotadora y femenina juventud, y la voz entonada y firme de una -mocita destaca esta copla, llena de punzante ironía:</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="stanza"> - <div class="verse indent0">“Me he cansao de quererte,</div> - <div class="verse indent4">búscate otra,</div> - <div class="verse indent0">o aguarda a San Isidro</div> - <div class="verse indent4">si quieres <i>tontas</i>.”</div> - </div> -</div> -</div> - -<p><span class="pagenum" id="Page_302">p. 302</span>Paco, plantado -en la esquina, calcula por la indirecta la hostilidad con que es -recibido, y al terminar la copla tira con rabia la colilla contra el -suelo, haciendo estallar en chispas la lumbre del cigarro, y masculla -amenazador:—¡Maldita siá!... ¡Pa que no vayas a la Casa de Socorro esta -noche!... No tendría yo lacha. Tú saldrás.</p> - -<p>Pasea por la acera con paso desigual y nervioso; se estira la visera -de la gorra, se zarandea el chaleco, se afirma el pantalón. Al fin, -decidido a esperar, se recuesta en la esquina.</p> - -<p>A poco, un nuevo <i>personaje</i>, Gumersindo, el <i>Chulo de Postas</i>, -menos joven, pero peor encarado y más cínico que el <i>Metralla</i>, le pone -la mano en el hombro cariñosamente.</p> - -<p class="tab">——</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¡Gachó, tú de puntalito!</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Secamente.</i>)—Hola.</p> - -<p><span class="smcap">Gumer</span> (<i>Mirando con guasa a lo -alto.</i>)—Oye, ¿pero es que amenaza ruina esta medianería?</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Con ira.</i>)—Lo que amenaza ruina -es que esta noche no duermo yo en mi casa, Gumer.</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¿Y eso lo das como novedá?</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Es que no se lo paso; ¡mialás!... -¡Que la pincho, por mi salú!</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Pero, ¿quiés cordinar, ninchi, a -ver si te cojo el hilo?</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Na, hombre... la Nieves.</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¿Qué t’ha hecho?</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Una tontería... ¡Pa diez años de -cárcel!</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Es una niña de pronóstico. Te lo -tengo advertido. En fin, vuelca el talego.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Verás qué rica. Pos na: que -después de ocho meses de relaciones, que me ha tenío hecho una oveja, -sacándola a paseos y <i>cines</i> cuando l’ha dao la gana y haciéndola el -favor de llevarla a mi diestra; después de tenerme sacrificao, que me -dice “no mires a ninguna”—y tengo que mirar de reojo;—después<span -class="pagenum" id="Page_303">p. 303</span> que me compra una corbata y -me la tengo que poner aunque no me guste... ¡y encima—y esto es lo más -horrible—que me he gastao con ella un dineral!...</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¿Sobre cuánto?</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Pos tóo lo que me ha dao en los -ocho meses pa que se lo guardara y tres pesetas mías.</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¡Qué bárbaro! ¡Estáis echando a -perder a las mujeres!</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Bueno; pos después de esa conduzta -modelo—tóo por los cuatro cochinos duros semanales que gana, que -me cuesta un triunfo sacárselos,—la llevo el sábado al baile de -Provisiones, porque me dijo que quería perfeccionarse en el <i>tuesten</i>, -y porque al entrar me distraigo media hora en el guardarropa con la -<i>Piñones</i>, va, se atufa, se mete en el salón y se me pone a bailar con -el <i>Petaca</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¡Arrea!... ¡Con lo postinoso que -es ese pa las mujeres!</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Carcula!</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Te sentaría peor que el escabeche -pasao.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Como que la saqué a la calle y la -pegué una bofetá que la salté un diente.</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¡Y pué que lo tomara a mal!</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Que si lo tomó?... Que me dijo que -habíamos acabao.</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¡Qué graciosas! Toas lo mismo. De -seguida quién acabar... y el hombre que ya tié arreglaos sus gastos al -jornal que le gana una mujer, que se chinche ¿verdá?</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Yo, de primeras, lo tomé por un -dicho de esos de cuando una cosa les da coraje; pero, chiquillo, que -nada... que ha estao dos días dándome esquinazo sin venir a planchar; -y el jueves pos vino acompañá de un tío municipal que tiene; que no me -quise arrimar, porque yo con el Ayuntamiento no tengo valor pa nada.</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Haces bien.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Y, por último, ayer, pa celebrar el -santo de la maestra, se fueron de juergueo al Partidor, al ventorro del -<i>Cuevas</i>.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_304">p. 304</span></p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Lo he sabido.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—De que me lo noticiaron, voy y -me encamino pa allí con Pepe el <i>Rosca</i>. Lleguemos... ¡y no quiás -saber!... Miro y me la encuentro agarrá a un panoli, a la vera de un -manubrio, y bailándose otro <i>tuesten</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¡Rediez, cuánto <i>tuesten</i>!</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿No es pa quemarse?</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¡Pa tener hollín!</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—De que los guilé me dió un vuelco -el corazón, y me voy pa ellos, y metiéndoles así la mano por entre los -dos pa detenerlos, le digo a él: “¿Me permite usted una vuelta con la -socia?” “Pa Carnaval”, me contesta el tío, y siguen girando.</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¡Qué boceras!</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Me quedé helao. Vuelven a pasar, -secundo la petición, y me dice que me presente a concurso. Hasta que -yo, harto de chuflas, me arranco a él de mala forma y, dándole un -manotazo en el hombro, le digo: “¿Pero es que ha heredao usté a esta -joven, pollo?” “Sí, señor; me la ha dejao un tío.” “Pues a mí me la va -a dejar un primo”; y agarro del brazo a Nieves, y tiro de ella, y va él -entonces, arrima su cara a la mía y me estornuda a un milímetro cuadrao -de mis narices... y, ¡chiquillo, qué bofetá!</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¿Le diste?</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Viceversa.</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¡Él a ti!</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Que me cogió la acción. Pero cómo -me dejaría este carrillo de dormido, que hasta la quinta bofetá no se -me empezó a desperezar.</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¿Te sopló leña?</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Sí: pero tú ya me has visto en -pelea... ¡Me cegué, me fuí pa él, metí mano, abrí la chaira, le tiré -dos viajes!...</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¿Y qué?</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Na, que le vi correr pa la Casa e -Socorro y dije: “Le he matao”... pero luego me enteré que es hijo del -conserje, y, como vive allí, iba por una estaca. Total, que si no se me -llevan hay una desgracia.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_305">p. 305</span></p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¿En tu familia?</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—U en la suya. Y escuso decirte, -Gumer, que desde que esa mujer me ha hecho esa ación indecorosa yo no -duermo...</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¿No tiés dónde?</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Ni vivo... ni como.</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Lo creo.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Porque, claro, de repente te ves -sin cariño...</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Y sin veinte pesetas semanales. Si -me ha pasao a mí la mar de veces.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Por eso te digo; tú ¿qué harías en -mi caso, Gumer? Aconséjame.</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Hombre, la cosa es grave; porque, -claro, tú no te vas a poner a trabajar ahora a la edaz que tienes.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Ni lo sueñes. Voy a cumplir los -veintitrés. La edad del aprovechen.</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Por eso te digo que el asunto es -complicao; pero, en fin, te voy a dar una leción que si me llaman a -domicilio llevo cinco pesetas por ella.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Venga.</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Pues atiende. La Nieves, con su -proceder asqueroso, te holla dos cosas: te holla tu pundonor y te holla -el puchero.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Que son casi tres ollas.</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Clavao. Por lo tanto, si quiés -quedar como un hombrito, la aguardas esta noche, y de que salga la -llamas y la planteas el <i>poblema</i> en esta forma: “Apreciable nincha: U -sigues las relaciones amorosas con un servidor, u te doy dos tajos en -el rostro. A escoger.” ¿Que te dice que sí? pues, dominada ya por el -miedo, haces cuenta que te has comprao una burra; ¿que se emperra en -que no? pues tiras de navajita y la cortas la cara. Ni más ni menos.</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Con cierto estupor.</i>)—¡Gachó! -Pero, ¿y si me llevan a la cárcel?</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¡Amos, quita, <i>manús</i>! Estás -en primaria. Aquí me tiés a mí, que he <i>pedricao</i> con el<span -class="pagenum" id="Page_306">p. 306</span> ejemplo. Por una cosa -parecida a la tuya le dí yo dos tajos a la Enriqueta.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Ya m’acuerdo.</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¿Y qué me pasó?... Pues que, como -era delito pasional, a los dos meses <i>asolvido</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Pero aquello fué la suerte que tú -tienes.</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Y la de todos. Por un arrebato -pasional le quitas el reló a un amigo y es atenuante.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Estás seguro?</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¿Cómo seguro?... Acuérdate de lo -mío.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Pero tú estuviste en la cárcel.</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Porque se diztó indebidamente auto -de prisión. El juez que me atropelló con el auto.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Lo que pasa con todos los autos.</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Pero, muchacho, se vió la vista -causa, y como la seda. ¡Me tocó un Jurao!...</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Bueno?</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Ni escogido. El señor Pepe, -el <i>Bocas</i>; Quintín, el <i>Churrero</i>; el señor Serapio, el <i>Orejas</i>; -Custodio el de la Leoncia; Valentín el <i>Zapa</i>... tóos amigos.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Pero, ¿cómo estaban allí esos -tíos?</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Sí, hombre; es que a los -caballeros les gusta que haiga Jurao, pero no quién ir, ¿sabes? y -cuando les toca, pos, pa no molestarse, delegan por las cinco pesetas -en una colección de sustitutos, del comercio de esta corte, que vagan -por los pasillos de las Salesas a lo que cae. Y, claro, yo que me -vi con la mar de conocidos en el Tribunal popular, compuesto en su -mayoría de elemento vinatero, pues dije: “Sois míos”; y alecionao por -el defensor, a la primera pregunta del fiscal empecé a llorar a lágrima -viva y a decir que los celos me habían puesto una venda sanguinolenta -en los ojos, que la navaja me se había venido sola a la mano y que al -cometer el delito me pasó una cosa pasional por el cranio, que yo no -sabía si estaba jugando a la brisca o dando puñalás.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Vaya un raspa!</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Y a tóo esto, yo, venga de -sollozos, llamándole a la Enriqueta “ser querido”, “arcángel<span -class="pagenum" id="Page_307">p. 307</span> de mi juventud”, “primer -amor de mi existencia”... y dando convulsiones y diciéndole al relator -que me hiciese el osequio de pegarme un tiro en la nuez, que yo no -podía vivir después de haber atentao contra aquella mujer “amada y -fraudulenta”.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Chiquillo, es que tú también te -usas unas frases!</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Hombre, la solenidá era pa ello. -Resumen: que si ves el cuadro, la hincas. El público era un puro -sollozo; los juraos hicieron charco de tanta lágrima, y el presidente -del Tribunal yo creí que se arcidentaba. Gracias que empezó a -roncar.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Se quedó dormido?</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Como una rosca. Total: veredizto -de inculpabilidaz, sentencia asolutoria, la Enriqueta lisiada pa toa su -vida y yo con un cartelito entre las damas desde que salí de la cárcel, -que aquí me tienes, vestido, calzao, fumao, comido, bebido, ecétera, -ecétera... Porque, dime tú, después de aquello, ¿qué desgraciada -le niega a un servidor cinco duros, aunque tenga que sacárselos al -Ayuntamiento?</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Gachó, qué suerte!</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Táztica y <i>monocle</i>. (<i>Señalándose -el ojo derecho.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Eres el Hizdemburge del -Sombrerete.</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Me has tañao. Por eso te digo, -Paco, que sigas mis huellas con la Nieves. U te se somete con jornal y -todo, u la pinchas; no seas primo.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Sí, estoy resuelto. Tiés razón. -(<i>Mirando hacia el obrador.</i>) Calla, que salen.</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¡Camará, cuántas vienen!</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—La rodean las compañeras.</p> - -<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Que se han maliciao algo; pero no -le hace. Llámala aparte y se lo dices. Conque salú y suerte, ninchi, -que yo me voy. (<i>Vase calle abajo, huyendo de la quema.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Un poco pálido, acercándose al -grupo de muchachas que ha salido del obrador.</i>)—Nieves.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Me llamo.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Haz el osequio de venir.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_308">p. 308</span></p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—No me dejan en casa.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Nieves, que estoy ciego.</p> - -<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Cómprate un perro.</p> - - -<p class="mt1">Las risas de las compañeras excitan a Paco, que coge a -Nieves de un brazo y la hace bajar violentamente de la acera, mientras, -lívido y tembloroso, saca una navaja. Sin darle tiempo a abrirla, -aquel enjambre de mocitas bravías cae sobre él y le desarman, le tiran -al suelo y, con llaves, bolsos de mano y puños cerrados, le dan una -paliza de órdago a la grande y le dejan en tierra sangrando por boca -y narices, entre la rechifla de la gente del barrio, enterada del -suceso.</p> - -<p>Un guardia de Orden público, que se acerca al escándalo, se lleva a -pescozones al <i>Metralla</i>.</p> - - -<p class="mt1"><span class="smcap">Guardia.</span>—Echa pa alante, -vividor de mujeres.</p> - -<p><span class="smcap">Paco.</span>—Guardia, que ha sido por celos... -que soy un pasional...</p> - -<p><span class="smcap">Guardia.</span>—¡Cállate ya, so golfo! La culpa -de lo que hacéis la tié el Jurao y na más que el Jurao. Que fuera yo el -que sentenciara estas cosas, y ya veríais... ¡¡Os echaba cinco años de -presidio por granujas y diez por pasionales!!</p> - -<p class="telon">TELÓN</p> - -<hr class="chap0" /> - - -<div class="chapter" id="P9"> - <p><span class="pagenum" id="Page_309">p. 309</span></p> - <h2 class="nobreak g0">LOS ATEOS</h2> -</div> - - -<h3>CUADRO PRIMERO</h3> - -<p>Interior de una taberna establecida en la calle del Peñón, a dos -pasos del Campillo de Mundo Nuevo.</p> - -<p>Es de noche. El aire de la <i>tasca</i>, enrarecido por el humo de los -cigarros, amengua la luz de las débiles bombillas, dando aspecto -siniestro a aquellas gentes famélicas y desarrapadas que llenan las -mesas.</p> - -<p>Se huele a vino, a tabaco, a guisos fuertes.</p> - -<p>En el velador de un rincón acaban de comerse unos <i>livianos</i> y -de apurar unos <i>quinces</i>, previamente jugados al mus, Baldomero el -<i>Bizco</i>, Nicomedes el <i>Soga</i>, el señor Eulalio y el señor Floro.</p> - -<p>Pepe el <i>Malagua</i>, dueño del local, les hace los honores -<i>osequiándoles</i> con unas <i>limpias</i> de Monóvar.</p> - -<p>Se habla a voces de la última cogida de un <i>fenómeno</i>.</p> - -<p>De pronto, un poco confuso, suena a lo lejos, en el silencio de la -calle, espaciado y solemne, el repiqueteo de la campanilla del Viático. -Le sigue, como ruido complementario, el lento rodar de un coche.</p> - -<p>En el interior de la taberna se hace un breve silencio. Todos -atienden.</p> - -<p>El señor Eulalio, un poco indeciso, levanta la mano con disimulo y -toca levemente la visera de su gorra.</p> - -<p>Una ruidosa carcajada, que se deshace en aspavientos, en muecas de -burla, y en soeces interjecciones, es el comentario que pone la reunión -a la inofensiva reverencia del pobre anciano.</p> - -<p class="mt1"><span class="smcap">Señor Floro</span> (<i>Muerto de -risa.</i>)—¡Ja, ja, ja..., pos no se iba a quitar la gorra! ¡Ja, ja, -ja!...</p> - -<p><span class="smcap">Señor Eulalio</span> (<i>Un poco -avergonzado.</i>)—Hombre, yo...</p> - -<p><span class="smcap">Baldomero.</span>—¡Amos, quite usté d’ahí, so -beata!</p> - -<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—Pero, señores, el que un -hombre<span class="pagenum" id="Page_310">p. 310</span> haga una cosa -porque tenga ciertos principios, no creo yo que...</p> - -<p><span class="smcap">Nicomedes.</span>—¡Te conocíamos como peón de -mano, pero como santurrona!... ¡Ja, ja, ja!...</p> - -<p><span class="smcap">Pepe el malagua.</span>—¡Medio siglo haciéndonos -creer que se desayunaba con acólitos en pepitoria, y de pronto nos -resulta un <i>cofrade</i>!</p> - -<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—¡Hombre, hacer el favor de -no insultar!</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Eulalio, vas camino del -<i>jaimismo</i>.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Eulalio</span> (<i>Ya amoscado.</i>)—¡Voy -camino de la venta de la... Rubia! ¡Señor... miá tú qué tendrán que ver -las narices con el buen tiempo!</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro</span> (<i>Dando un enérgico puñetazo -sobre la mesa.</i>)—Entonces, ¿por qué saludas ante las patrañas -eclesiásticas?</p> - -<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—Saludo porque no creo -que haga falta la desageración en cosa ninguna. Porque yo no es que -pise una iglesia, que eso, Dios me libre...; pero tampoco soy como tú, -que porque un día <i>estarnudaste</i> en la calle y te dijeron “Jesús”, -tuviste un juicio de faltas. Ni soy como ese, que no pasa un cura por -su lao que no le profiera una ofensa, bien oral, bien mímica. Yo no -me persigno ni creo en esas pamplinas de santos ni de novenas; pero, -señor, una meaja de fe en algo hay que tenerla.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¡Fe en el progreso -humano!</p> - -<p><span class="smcap">Todo el concurso</span> (<i>Que queda pendiente -de la discusión.</i>)—¡Mu bien!</p> - -<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—Estoy en ello; pero yo -lo que te digo, Floro, es que tié que haber un Ser superior, llámese -Dios u llámese como se llámese, que haiga formao este Universo que nos -cobija.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Aquí no hay más Dios ni -más ser que la Naturaleza madre y su produzto, que es el hombre, -animal soberano y libre; y tóo lo demás que te digan, zanahorias -condimentadas.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—¿De forma que tú crees que -el mundo se ha hecho solo?</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—De un modo automóvil, sí, -señor.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_311">p. 311</span></p> - -<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—¿Y de dónde ha surgido?</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Del caos.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Eulalio</span> (<i>Dudando.</i>)—¡Qué caos ni -qué cacaos!...</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Ni más ni menos. ¡Del -caos!</p> - -<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—¿Y qué es el caos, vamos a -ver?</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—La nada flotante.</p> - -<p><span class="smcap">Nicomedes</span> (<i>Admirado.</i>)—¡No le coge en -una!</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Y pa que te enteres de lo -que no sabes, te diré que este globo terraquio que habitamos no es ni -más ni menos que una corteza desprendida de otro planeta que se ha -enfriao.</p> - -<p><span class="smcap">Un oyente.</span>—Iría de verano.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro</span> (<i>Muy molesto.</i>)—Al que -se chufle cojo una botella y le hago una alusión personal en las -narices.</p> - -<p><span class="smcap">Varios.</span>—Callarse, hombre. (<i>Silencio -profundo.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—Entonces, dime a mí, ¿qué -soy yo, vamos a ver?</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Un mísero gusano dedicao a -la albañilería y nacido de la putrefación terraquia.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—¡Arrea! ¿Yo gusano...? -Hombre, Floro, dices unas cosas...</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Chist...; aquí todo se -prueba, como en las sastrerías. Ejemplo práztico de tu gusanez. Coges -un peazo de queso, lo tiras a ese rincón, vuelves a los quince días y -lo encuentras fermentao.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—Eso será si no hay ratas, -porque si hay ratas no lo encuentras.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Aquí tienen gato. Por eso he -puesto el ejemplo. Pues de la misma forma que el queso fermenta y salen -gusanos u seres móviles y vividores, lo mismo de la cáscara mundial -salieron seres u gusanos, que somos tú y yo, éste y ese, la Inacia, la -Tadea y personas que nos acompañan.</p> - -<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Mu bien!</p> - -<p><span class="smcap">Un oyente.</span>—Eso no es posible, señor -Floro.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¿Quién ha graznao esa -negativa?</p> - -<p><span class="smcap">Un oyente.</span>—Servidor; porque si yo -creyera que una mujer con unos ojazos y unas formas como las<span -class="pagenum" id="Page_312">p. 312</span> de su cuñada de usté era -produzto de un pedazo de queso, yo tiraba una bola. (<i>El auditorio -ríe.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro</span> (<i>Amoscado.</i>)—Tiés una -cabeza, mi amigo, que la incluyes en un puesto de melones y no -desmerece. Estoy filosofeando, y, por lo tanto, hablo en sentido -hipotecario, ¿estamos?</p> - -<p><span class="smcap">Un oyente.</span>—Ah, bueno, usté disimule.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—No hay de <i>queque</i>. Orejita -es lo que hace falta pa saber oir. Y voy a rematar. Por lo tanto, -Eulalio, ni hay ser superior, ni cielo, ni purgatorio, ni andróminas de -esas. En este mundo no hay nada más que este mundo, donde está todo, lo -bueno, lo malo y lo entreverao. Y el día que te mueras vuelves al seno -de la tierra materna y te haces polvo, fósforo, gaseosa... nada. ¡He -dicho!</p> - -<p class="mt1">Delirantes aplausos y risas soeces acogen las últimas -frases del ateo.</p> - -<p>El señor Eulalio, reducido al silencio por la explosiva dialéctica -de su rival, calla en un rincón.</p> - -<p>Otra vez vuelve a oirse la campanilla del Viático, que regresa. Se -va acercando, acercando... Al fin, pasa, y, cada vez más lejana, se -pierde en el silencio de la calle desierta, seguida del lento rodar del -coche.</p> - -<p>Aquella pobre gente, a pesar de todo, deja de reir.</p> - -<p class="mushab"><b>Mutación</b></p> - - -<h3>CUADRO SEGUNDO</h3> - -<p>Interior de una alcoba humilde en una casa pobre.</p> - -<p>Son las dos de la madrugada.</p> - -<p>En la obscuridad suena el tictac vigilante de un reloj.</p> - -<p>Tendidos en una modesta cama, duermen el implacable ateo señor Floro -y la señá Felipa, su consocia.</p> - -<p>De pronto, el pobre hombre despierta, da un grito agudo y se lleva -las manos al lado izquierdo del pecho, incorporándose, lívido y -tembloroso.</p> - - -<p class="mt1"><span class="pagenum" id="Page_313">p. 313</span><span -class="smcap">Señor Floro.</span>—¡Ay, madre!... ¡Ay, Felipa!</p> - -<p><span class="smcap">Señá Felipa</span> (<i>Despertando -aterrada.</i>)—¿Qué te pasa, Floro? (<i>Enciende la luz.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¡Ay, Felipa, qué dolor! ¡Ay, -que me muero!</p> - -<p><span class="smcap">Señá Felipa.</span>—Pero, ¿qué t’ha dao?</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¡Ay, que no lo sé!... ¡Ay, -que tengo aquí un puñal!</p> - -<p><span class="smcap">Señá Felipa</span> (<i>Echándose de la -cama.</i>)—Pero, ¿dónde?</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¡Ay, en esta parte!... ¡Ay, -que llamen a un médico, que yo no puedo respirar! ¡Ay, Felipa, que es -un dolor de costao!... ¡Ay, que yo no sé qué tengo!</p> - -<p><span class="smcap">Señá Felipa.</span>—¡Por Dios, hombre, no te -apures!</p> - - -<p class="mt1">Atacado de una aguda neuralgia intercostal, el señor -Floro sigue quejándose con amargos lamentos; mientras, la señá Felipa -se echa una falda y corre a llamar a los vecinos.</p> - -<p>A poco, el cuarto se llena de gente a medio vestir, que anda de un -lado a otro, perpleja y estuporizada.</p> - - -<p class="mt1"><span class="smcap">Vecina primera.</span>—Pero, ¿qué ha -sido?</p> - -<p><span class="smcap">Vecino primero.</span>—Pero, ¿qué tienes, -Floro?</p> - -<p><span class="smcap">Vecina segunda.</span>—Debe ser algo que le ha -hecho daño.</p> - -<p><span class="smcap">Vecino segundo.</span>—¿Qué cenaste anoche?</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¡Ay, que no lo sé!... ¡Ay, -que yo me muero!... ¡Salvarme, por lo que más queráis!</p> - -<p><span class="smcap">Uno.</span>—¡Eso ha sido la mojama!</p> - -<p><span class="smcap">Una.</span>—¡Pué que sea flato!</p> - -<p><span class="smcap">Otra.</span>—Hacerle tila.</p> - -<p><span class="smcap">Otro.</span>—Darle aceite.</p> - -<p><span class="smcap">Vecino primero.</span>—Ponte boca abajo.</p> - -<p><span class="smcap">Vecina segunda.</span>—Calienta una franela.</p> - -<p><span class="smcap">Señá Felipa.</span>—Matías, por Dios, vete a la -Casa de Socorro y que venga un médico.</p> - -<p><span class="smcap">Matías.</span>—Voy en un vuelo. (<i>Sale -disparado.</i>)</p> - - -<p class="mt1">Dan al enfermo aguas cocidas, unturas; le aplican -bayetas, ladrillos calientes...; todo inútil. La violencia del -mal no cede. El señor Floro, en el paroxis<span class="pagenum" -id="Page_314">p. 314</span>mo del dolor, da gritos desesperados y -espantosos, revolcándose en la cama.</p> - - -<p class="mt1"><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¡Ay, que -me muero!... ¡Ay, que no puedo más!... ¡Ay, Virgen del Carmen, -quítame este sufrir, por lo que más quieras!... ¡Ay, Dios mío de mi -corazón!...</p> - - -<p class="mt1">La señá Escolástica, una vieja motejada de beata por la -vecindad, se acerca al lecho.</p> - - -<p class="mt1"><span class="smcap">Señá Escola.</span>—Hombre, señor -Floro, como tié usté esas ideas, yo no me he atrevido a decirle a usté -una cosa... Pero ahora que le oigo a usté mentar a Dios y a la Virgen -Santísima, si usté quiere, yo le daré un remedio que se le quita ese -dolor en dos segundos.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro</span> (<i>Incorporándose. La mira -con ojos ávidos.</i>)—¿En dos segundos?... (<i>Abrazándose a ella.</i>) ¡Ay, -señá Escola de mi vida, dígamelo usté por su madre, sea lo que sea -antes que me muera!</p> - -<p><span class="smcap">Señá Escola.</span>—Pues que yo tengo unos -sellitos de la Virgen de la Paloma, ¿sabe usté...? que se rebuñan un -poco, se hacen como una bolita, se tragan en un sorbito de agua, se -reza con fe un “Dios te salve María” y al menuto curao.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro</span> (<i>Mirándola con -angustia.</i>)—¡Ay, señá Escola!... ¡Ay, que yo no puedo hacer eso!</p> - -<p><span class="smcap">Señá Escola.</span>—Pero, ¿por qué?</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Mis ideas, que no me -dejan.</p> - -<p><span class="smcap">Señá Escola.</span>—¡Pero no ve usté que si se -muere ya no va usté a tener ninguna idea!...</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¡Ay, señá Escola, no me haga -usté ajurar de mi credo, que es no creer en náa!...</p> - -<p><span class="smcap">Señá Escola.</span>—¡Pues vaya un credo!</p> - -<p><span class="smcap">Señá Felipa.</span>—¡Amos, Floro, tómate el -sello, que dicen que se han visto casos milagrosos!</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¡Ay, que no puedo!... ¡Todo, -menos eso!</p> - -<p><span class="smcap">Señá Escola.</span>—Pero ¿qué le ha hecho a usté -la Virgen de la Paloma?</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Si no es la Virgen, es -Lerroux, que me pondría como un trapo si lo supiera.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_315">p. 315</span><span -class="smcap">Vecino primero.</span>—¿Y quién se lo va a decir?</p> - -<p><span class="smcap">Señá Escola.</span>—Hale... traer agua... Aquí -tié usté el sello bendito... A tomárselo.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¿Pero yo...? ¡Una cosa -eclesiástica!...</p> - -<p><span class="smcap">Señá Felipa.</span>—Tómatelo con fe, Floro.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¡Ay, bueno; lo tomaré porque -no puedo más de dolor; pero por Dios, no se lo digáis a Pablo Iglesias, -que ya no me saludaría!</p> - -<p><span class="smcap">Señá Escola.</span>—Adentro.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro</span> (<i>Después de tomarse el -sello.</i>)—¡Ay, ya está...! ¡Ay, Virgen Santa, dispénsame en lo que te -haiga faltao; pero quítame esta punzada, que me atraviesa, y en cuanto -me levante te llevo un albañil de cera...!</p> - - -<p class="mt1">Da un suspiro. Los quejidos son cada vez más débiles. A -poco, se duerme. Las mujeres rezan en voz baja.</p> - -<p class="mushab"><b>Mutación</b></p> - - -<h3>CUADRO TERCERO</h3> - -<p>En la calle de la Ventosa se hallan departiendo animadamente el -señor Eulalio, insultado la noche antes por <i>clerical</i> en la taberna de -la calle del Peñón, y el señor Dimas el <i>Churrero</i>.</p> - -<p>El señor Eulalio refiere a su amigo el incidente del Viático, y -éste a su vez le pone en autos de la <i>conversión</i> del señor Floro, su -vecino, con el detalle del sellito y demás pormenores.</p> - -<p>Se despiden. El señor Eulalio sube calle arriba. Al torcer por la de -la Paloma se detiene estupefacto, viendo venir al señor Floro, ojeroso -y vacilante, camino de la iglesia. Trae un cirio en la mano, cubierto -hasta la mitad con un pedazo de papel de periódico.</p> - -<p class="mt1"><span class="smcap">Señor Eulalio</span> -(<i>Atajándole.</i>)—¡Adiós, Floro!</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_316">p. 316</span></p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro</span> (<i>Aterrado.</i>)—¡¡Eulalio!! -(<i>No sabe dónde meterse el cirio.</i>)</p> - -<p><span class="smcap">Señor Eulalio</span> (<i>Sonriendo.</i>)—¿Qué llevas -en la manita?</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Na; que, de paso que voy a -la obra, unas vecinas me han dao el encargo de que traiga esta tontería -ahí, a esa estupidez de iglesia que hay ahí en la...</p> - -<p><span class="smcap">Señor Eulalio</span> (<i>Acentuando su -sonrisa.</i>)—No te molestes... ¡lo sé todo...!</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¿Te han contao lo de mi -dolor de anoche?</p> - -<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—Y lo del sellito.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro</span> (<i>Bajando la cabeza -avergonzado.</i>)—Chico. Eulalio, la verdá, me hicieron hocicar; pero es -que me vi negro. Creí que la diñaba... ¡Y cuando le ve uno los zancajos -a la muerte...!</p> - -<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—¡Qué me vas a decir, -Floro...! ¡Yo era peor que tú! Yo te podía dar veinticinco pa cincuenta -en custión de ateísmo. ¡Pero amigo, un día—tú sabes la pasión que -tengo yo por mi nieta, que no quiero otra cosa en el mundo—, pues fué -el angelito y me cogió eso que le dicen la <i>dizteria</i>, que creí que -me se moría! Chiquillo... de pensar yo que me iba a quedar sin aquel -pispajo que me se agarra a las rodillas toas las tardes cuando vuelvo -de la obra, y que es mi único consuelo... Amos, que me dió una angustia -interior, por dentro, que dije: “¡Dios mío, si me la salvas, me pongo -hábito aunque sea!” ¡Y me la salvó! Por eso anoche, en la taberna, -cuando pasaba el Viático, me quité la gorra. Hay que ser agradecido.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Tiés razón, Eulalio; -dispensa las gansás que te dije.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—Quita, primo; si uno lo -comprende todo. Cuando el hombre está bueno y sano y se encuentra en -la taberna rodeao de cuatro necios que le ríen las gracias, el hombre -es un valiente, que se atreve con tó lo humano y con tó lo divino; -pero cuando cambia el viento, y viene la negra, y el dolor<span -class="pagenum" id="Page_317">p. 317</span> te mete acobardao y solo -en el rincón de tu casa... Será uno tó lo blásfemo que sea; pero -yo te digo que no hay quien no levante los ojos pa lo alto y pida -misericordia.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Esa es la chipén.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—En fin, con decirte que yo -ya hasta me persigno por las noches...</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro</span> (<i>Asombrado.</i>)—¿Y te -acuerdas?</p> - -<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—Hombre, como es lo primero -que le enseña a uno su madre... Y hago más.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¿Qué haces?</p> - -<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—Pues que cuando paso -por delante de una iglesia, pa saludar y que no me se burlen los -compañeros, me quito la boina y me la sacudo de yeso.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—A mí me se había ocurrido -levantarme la visera de la gorra y rascarme, que también es -disimulao.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—Sí, pero eso no tié -novedaz.</p> - -<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¿Tú crees?</p> - -<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—Se lo he visto hacer a la -mar de <i>ateos</i>.</p> - -<p class="telon">TELÓN</p> - -<hr class="chap0" /> - - -<div class="chapter" id="ToC"> - <p><span class="pagenum" id="Page_319">p. 319</span></p> - <h2 class="nobreak g1">ÍNDICE</h2> -</div> - -<table class="toc" summary="Índice de contenidos"> - <tr> - <th colspan="2" class="tdru">Páginas.</th> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh"><a href="#P1">El santo de la Isidra</a>.</td> - <td class="tdrb">9</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh"><a href="#P2">La pena negra</a>.</td> - <td class="tdrb">61</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh"><a href="#P3">Las estrellas</a>.</td> - <td class="tdrb">109</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh"><a href="#P4">El amigo Melquiades o por la boca - muere el pez</a>.</td> - <td class="tdrb">161</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh"><a href="#P5">El Chico de las Peñuelas o no hay - mal como el de la envidia</a>.</td> - <td class="tdrb">227</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh"><a href="#P6">Los pobres</a>.</td> - <td class="tdrb">289</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh"><a href="#P7">La risa del pueblo</a>.</td> - <td class="tdrb">295</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh"><a href="#P8">Los pasionales</a>.</td> - <td class="tdrb">301</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh"><a href="#P9">Los ateos</a>.</td> - <td class="tdrb">309</td> - </tr> -</table> - -<hr class="chap0" /> - - -<div class="chapter"> -<div class="transnote" id="tnote"> - <p class="tnotetit">Nota de transcripción</p> - <ul> - <li>Los errores de imprenta han sido corregidos.</li> - - <li>Se ha respetado la ortografía del original impreso, pero se han - puesto tildes a las mayúsculas</li> - - <li>Las páginas en blanco han sido eliminadas.</li> - - <li>En la <a href="#Page_91">p. 91</a>, se pone título a la Escena XV - de «La pena negra», que no aparece impreso por error.</li> - - <li>En «El chico de las Peñuelas», se renumeran correctamente las escenas - del <a href="#Page_231">Cuadro primero</a>.</li> - </ul> -</div> -</div> - - -<hr class="full" /> - - - - - - - - -<pre> - - - - - -End of the Project Gutenberg EBook of Sainetes, by Carlos Arniches y Barrera - -*** END OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK SAINETES *** - -***** This file should be named 63019-h.htm or 63019-h.zip ***** -This and all associated files of various formats will be found in: - http://www.gutenberg.org/6/3/0/1/63019/ - -Produced by Josep Cols Canals, Ramón Pajares Box and the -Online Distributed Proofreading Team at https://www.pgdp.net -(This file was produced from images generously made -available by The Internet Archive/Canadian Libraries) - - -Updated editions will replace the previous one--the old editions -will be renamed. - -Creating the works from public domain print editions means that no -one owns a United States copyright in these works, so the Foundation -(and you!) can copy and distribute it in the United States without -permission and without paying copyright royalties. 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Redistribution is -subject to the trademark license, especially commercial -redistribution. - - - -*** START: FULL LICENSE *** - -THE FULL PROJECT GUTENBERG LICENSE -PLEASE READ THIS BEFORE YOU DISTRIBUTE OR USE THIS WORK - -To protect the Project Gutenberg-tm mission of promoting the free -distribution of electronic works, by using or distributing this work -(or any other work associated in any way with the phrase "Project -Gutenberg"), you agree to comply with all the terms of the Full Project -Gutenberg-tm License (available with this file or online at -http://gutenberg.org/license). - - -Section 1. General Terms of Use and Redistributing Project Gutenberg-tm -electronic works - -1.A. By reading or using any part of this Project Gutenberg-tm -electronic work, you indicate that you have read, understand, agree to -and accept all the terms of this license and intellectual property -(trademark/copyright) agreement. 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It exists -because of the efforts of hundreds of volunteers and donations from -people in all walks of life. - -Volunteers and financial support to provide volunteers with the -assistance they need, are critical to reaching Project Gutenberg-tm's -goals and ensuring that the Project Gutenberg-tm collection will -remain freely available for generations to come. In 2001, the Project -Gutenberg Literary Archive Foundation was created to provide a secure -and permanent future for Project Gutenberg-tm and future generations. -To learn more about the Project Gutenberg Literary Archive Foundation -and how your efforts and donations can help, see Sections 3 and 4 -and the Foundation web page at http://www.pglaf.org. - - -Section 3. Information about the Project Gutenberg Literary Archive -Foundation - -The Project Gutenberg Literary Archive Foundation is a non profit -501(c)(3) educational corporation organized under the laws of the -state of Mississippi and granted tax exempt status by the Internal -Revenue Service. The Foundation's EIN or federal tax identification -number is 64-6221541. Its 501(c)(3) letter is posted at -http://pglaf.org/fundraising. Contributions to the Project Gutenberg -Literary Archive Foundation are tax deductible to the full extent -permitted by U.S. federal laws and your state's laws. - -The Foundation's principal office is located at 4557 Melan Dr. S. -Fairbanks, AK, 99712., but its volunteers and employees are scattered -throughout numerous locations. Its business office is located at -809 North 1500 West, Salt Lake City, UT 84116, (801) 596-1887, email -business@pglaf.org. Email contact links and up to date contact -information can be found at the Foundation's web site and official -page at http://pglaf.org - -For additional contact information: - Dr. Gregory B. Newby - Chief Executive and Director - gbnewby@pglaf.org - - -Section 4. Information about Donations to the Project Gutenberg -Literary Archive Foundation - -Project Gutenberg-tm depends upon and cannot survive without wide -spread public support and donations to carry out its mission of -increasing the number of public domain and licensed works that can be -freely distributed in machine readable form accessible by the widest -array of equipment including outdated equipment. Many small donations -($1 to $5,000) are particularly important to maintaining tax exempt -status with the IRS. - -The Foundation is committed to complying with the laws regulating -charities and charitable donations in all 50 states of the United -States. Compliance requirements are not uniform and it takes a -considerable effort, much paperwork and many fees to meet and keep up -with these requirements. We do not solicit donations in locations -where we have not received written confirmation of compliance. To -SEND DONATIONS or determine the status of compliance for any -particular state visit http://pglaf.org - -While we cannot and do not solicit contributions from states where we -have not met the solicitation requirements, we know of no prohibition -against accepting unsolicited donations from donors in such states who -approach us with offers to donate. - -International donations are gratefully accepted, but we cannot make -any statements concerning tax treatment of donations received from -outside the United States. U.S. laws alone swamp our small staff. - -Please check the Project Gutenberg Web pages for current donation -methods and addresses. Donations are accepted in a number of other -ways including checks, online payments and credit card donations. -To donate, please visit: http://pglaf.org/donate - - -Section 5. General Information About Project Gutenberg-tm electronic -works. - -Professor Michael S. Hart is the originator of the Project Gutenberg-tm -concept of a library of electronic works that could be freely shared -with anyone. For thirty years, he produced and distributed Project -Gutenberg-tm eBooks with only a loose network of volunteer support. - - -Project Gutenberg-tm eBooks are often created from several printed -editions, all of which are confirmed as Public Domain in the U.S. -unless a copyright notice is included. Thus, we do not necessarily -keep eBooks in compliance with any particular paper edition. - - -Most people start at our Web site which has the main PG search facility: - - http://www.gutenberg.org - -This Web site includes information about Project Gutenberg-tm, -including how to make donations to the Project Gutenberg Literary -Archive Foundation, how to help produce our new eBooks, and how to -subscribe to our email newsletter to hear about new eBooks. - - -</pre> - -</body> -</html> diff --git a/old/63019-h/images/cover.jpg b/old/63019-h/images/cover.jpg Binary files differdeleted file mode 100644 index d4b999f..0000000 --- a/old/63019-h/images/cover.jpg +++ /dev/null diff --git a/old/63019-h/images/logo.jpg b/old/63019-h/images/logo.jpg Binary files differdeleted file mode 100644 index 4f0181a..0000000 --- a/old/63019-h/images/logo.jpg +++ /dev/null |
