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-The Project Gutenberg EBook of Sainetes, by Carlos Arniches y Barrera
-
-This eBook is for the use of anyone anywhere at no cost and with
-almost no restrictions whatsoever. You may copy it, give it away or
-re-use it under the terms of the Project Gutenberg License included
-with this eBook or online at www.gutenberg.org/license
-
-
-Title: Sainetes
-
-Author: Carlos Arniches y Barrera
-
-Release Date: August 23, 2020 [EBook #63019]
-
-Language: Spanish
-
-Character set encoding: UTF-8
-
-*** START OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK SAINETES ***
-
-
-
-
-Produced by Josep Cols Canals, Ramón Pajares Box and the
-Online Distributed Proofreading Team at https://www.pgdp.net
-(This file was produced from images generously made
-available by The Internet Archive/Canadian Libraries)
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-
-
-
-
-NOTA DE TRANSCRIPCIÓN
-
- * Las cursivas se muestran entre _subrayados_, las negritas entre
- =iguales= y las versalitas se han convertido a MAYÚSCULAS.
-
- * Los errores de imprenta han sido corregidos.
-
- * Se ha respetado la ortografía del original impreso, pero se han
- puesto tildes a las mayúsculas.
-
- * Las páginas en blanco han sido eliminadas.
-
- * En la p. 91, se pone título a la Escena XV de «La pena negra», que
- no aparece impreso por error.
-
- * En «El chico de las Peñuelas», se renumeran correctamente las
- escenas del Cuadro primero.
-
-
-
-
- BIBLIOTECA CALLEJA
- SEGUNDA SERIE
-
-
- CARLOS ARNICHES
-
- SAINETES
-
-
-
-
- CARLOS ARNICHES
-
- SAINETES
-
-
- [Ilustración]
-
-
- MCMXVIII
-
- CASA EDITORIAL CALLEJA
- FUNDADA EN 1876
-
- MADRID
-
-
-
-
- PROPIEDAD
-
- DERECHOS RESERVADOS
-
-
- Imp. Martín de los Heros, 65.
-
-
-
-
-A RAMÓN PÉREZ DE AYALA
-
-
- _Pongo, lleno de vanidad, el nombre de usted en la primera página
- de este libro, porque usted es mi mayor éxito._
-
- CARLOS ARNICHES
-
-Madrid, Julio 1918.
-
-
-
-
-EL SANTO DE LA ISIDRA
-
-
-
-
-PERSONAJES
-
-
- ISIDRA
- LA SEÑÁ IGNACIA
- CIRILA
- BALTASARA
- LA SEÑÁ JUSTA
- UNA VECINA
- UNA INVITADA
- UNA NIÑA
- VENANCIO
- SEÑOR EULOGIO
- SEÑOR MATÍAS
- EPIFANIO
- SECUNDINO
- EL ROSCA
- PACO EL CURIAL
- JUAN EL MIGAS
- PÉREZ
- TORRIJA
- UN VENDEDOR DE FLORES
- CONVIDADO 1.º
- ÍDEM 2.º
- ÍDEM 3.º
- UN PALETO
- UN ROMERO
- UN MOZO DE MERENDERO
-
-_Invitados vendedores, romeros, etc.—Coro general._
-
-
-
-
-ACTO ÚNICO
-
-
-CUADRO PRIMERO
-
- Una plazuela de los barrios bajos. Al foro, dos casas separadas por
- un callejón que da a la calle de Toledo, y en cuyo fondo se ve la
- Plaza de la Cebada. La casa de la izquierda tiene en su planta baja
- una tienda de ultramarinos con puertas practicables. La puerta de
- esta casa, practicable también, da al callejón. A la derecha, otra
- casa, y debajo una taberna con un rótulo que dice: NÚM. 8 VINOS Y
- LICORES NÚM. 8. La puerta de la taberna que da frente al público
- y la que da al callejón, practicables. En los laterales derecha
- una casa de modesta construcción, y en el ángulo que forma esta
- casa con la taberna, el chiscón de un zapatero de viejo. En los
- laterales izquierda, otra casa, en cuya planta baja hay establecida
- una tienda de sillas, de las cuales vense algunas colgadas en
- la puerta. La muestra de la tienda dice: LA MECEDORA, SE PONEN
- ASIENTOS, SE FORRAN SILLERÍAS. El balcón de la casa de la derecha,
- que es practicable, lleno de tiestos con flores.
-
-
-ESCENA PRIMERA
-
-SEÑOR EULOGIO, CIRILA, SECUNDINO _y un vendedor de flores. Al
-levantarse el telón, aparece el señor Eulogio sentado ante una mesita
-baja llena de herramientas de zapatería, trabajando. El florero, con
-un borrico cargado de tiestos, pregona su mercancía. Cirila, con un
-cántaro apoyado en la cintura, habla en la esquina de la izquierda con
-Secundino._
-
-VENDEDOR.—¡Buenos tiestos de claveles dobles!...
-
-EULOGIO (_Machacando suela y cantando._)—
-
- Estoy por decir, señores,
- que si me tiran a un río
- salgo llenito de flores.
-
-(_Se pone a hacer engrudo._)
-
-CIRILA (_Empujando a Secundino que la quiere abrazar._)—¡Vamos, quita,
-quita! ¡Al principio tóos seis iguales!... ¡Muchas palabras... y
-luego!...
-
-SECUNDINO.—Vamos, no me digas eso, porque tú no me conoces a mí cuando
-yo me ofusco con una morena como tú. Ven y verás...
-
-CIRILA.—Sí, pa que me dejes al segundo chotis, cuando está una más
-ilusioná, y te vayas con otra...
-
-SECUNDINO.—¿Dejarte yo a ti... que eres más rica que una mermelada...?
-¡Vamos, que te calles, cacho e gloria! (_Intenta abrazarla._)
-
-CIRILA (_Rechazándole._)—¡Vamos, hombre!...
-
-EULOGIO (_Que los ha estado mirando, mientras hace el
-engrudo._)—¡Eh!... ¡Chist, chist, chist!...
-
-CIRILA.—¿Qué hay?
-
-EULOGIO.—Na... que... ¿si queréis que me vaya a hacer el engrudo ahí
-dentro?
-
-CIRILA.—¿Es envidia u caridaz?
-
-EULOGIO.—¡Es... bacalao de Escocia!... ¡Miá tú esta!
-
-SECUNDINO (_A Cirila._)—Conque, ¿vienes u qué?
-
-CIRILA.—Güeno; tú, a las tres, u tres y media, vas al puente de Toledo,
-y, según se entra, a la derecha, te arrimas a la primera bola que
-haiga, y me aguardas.
-
-SECUNDINO.—A las tres y media, me tiés arrimao a la bola... ¡Prenda!
-¡Serrana! ¡Me tiés más loco, que!...
-
-CIRILA.—¡Anda, anda, zaragata! (_Le empuja y vase hacia la casa primera
-derecha. Secundino coge el cesto y una zafra pequeña de aceite, que
-tiene en el suelo, a su lado, y se dirige hacia la tienda._)
-
-EULOGIO (_Al pasar Cirila delante de él._)—¡Ay, Cirila, Cirila,
-Cirila!... ¡Qué mal te veo! (_Lo dice como cantando._)
-
-CIRILA.—¿Sí?... ¡Caramba!... ¡Pues míreme usté con lentes! ¡El demonio
-del tío visión!... (_Entra en la casa._)
-
-EULOGIO (_Silba y machaca, y de pronto se agacha como para mirar
-las piernas a Cirila que sube._)—¡Negras!... (_Sigue silbando y
-trabajando._)
-
-
-ESCENA II
-
-EULOGIO _y_ SECUNDINO
-
-SECUNDINO (_Que habrá quedado a la puerta de la tienda observando se
-acerca al señor Eulogio._)—¿Qué?... ¿Qué miraba usted?...
-
-EULOGIO.—¡Yo!... ¡Nada!... ¿Conque... entre tres u tres y media?... ¡No
-estás mal tunarra!
-
-SECUNDINO.—¡Es que como hoy es San Isidro y la tengo ofrecido un pito,
-la voy a llevar a la Pradera! Na, que le ha pasao lo que todas... me
-ven y se alelan.
-
-EULOGIO.—¿Y cuántas novias tiés ahora?
-
-SECUNDINO.—¡Pocas!... Tengo la Consuelo y la Socorro, fijas; la Justa
-de suplenta, y ésta de meritoria.
-
-EULOGIO.—¡Anda, diez; qué Secundino éste! Pus ten cuidiao con la
-Cirila, porque ésta tié mucho coquetismo con el sexo feo, y no lo digo
-por ti, y si se entera el asistente del siete, te va a llenar los
-bolsillos de golpes.
-
-SECUNDINO.—Pero, ¿dónde se va a poner el asistente conmigo?...
-
-EULOGIO.—¡La verdad es que tú tiés suerte! (_Se levanta._) ¿Y cómo te
-diriges a ellas?... ¿_Oral_ u por escrito?
-
-SECUNDINO.—¡Pues misté! en lo primero que conocen que las amo, es en el
-peso, porque se lo empiezo a correr; y cuando las tengo atortolás las
-dirijo una carta con letra gótica, con unos perfiles, que me salen unas
-mayúsculas, que le digo a usté que hacen cosquillas.
-
-EULOGIO.—¡Lo creo!
-
-SECUNDINO.—El otro día le escribí a la Justa, y pa ponerla inolvidable
-la hice una hache super...
-
-EULOGIO.—¿Y dónde le pusiste la hache?
-
-SECUNDINO.—¡Detrás del _ino_!... Y al final la decía: “No te olvido,
-ni te olvidaré, y una acción como esa, no esperes que yo la cometa...”
-¡Tenía usté que haber visto el rabo que puse en la cometa!
-
-EULOGIO.—¿Pa que no voltease?...
-
-SECUNDINO.—¡Quiá, hombre; pa acabar la carilla!... ¡Un rabo gótico! ¡Y
-es que aquí, señor Eulogio, hay vista y entrevista, u sea estinto y
-celebro!
-
-EULOGIO.—¡Celebro! ¡Celebro verte güeno, anda! (_Dándole un cogotazo._)
-¡Déjame trabajar!... ¡Y ya lo sabes!... ¡Ojo con el asistentito ese!...
-
-SECUNDINO.—¿A mí ese?... ¡Lentejas!... (_Vase a la tienda._)
-
-EULOGIO.—¡Sí que descendemos del mono, sí! ¡No hay más que ver a
-Secundino! (_Se sienta y sigue trabajando._)
-
-
-ESCENA III
-
-EULOGIO, _una vecina, luego_ PÉREZ
-
-EULOGIO (_Cantando._)—“Con una falda de percal planchá...”
-
-VECINA (_Del foro con una cesta llena de verduras._)—¡Adiós, señó
-Ulogio!
-
-EULOGIO.—¡Hola! ¿De dónde vienes sin verduras?
-
-VECINA.—¿No lo ve usté?... ¡De la compra!... (_Entra en la casa primera
-derecha._)
-
-EULOGIO.—¡Y luego se quejan del flato! (_Mira a la escalera
-agachándose._) ¡A listas!... “Y unos zapatos bajos de charol... Con el
-mantón de...” (_Esto último cantando._)
-
-PÉREZ. (_Del portal de la casa número siete._)—¡Güenos días!
-
-EULOGIO.—¡Hola, Pérez! ¿Qué hay?...
-
-PÉREZ.—Oiga osté, señó Ulogio: ¿ha visto osté si ha bajao por casualidá
-la Sirila?
-
-EULOGIO.—¿Que si ha bajao?... ¡Ha bajao!... ¡Y pa que lo sepas, ha
-estao hablando con Secundino media hora!
-
-PÉREZ.—¿Con er Secundino?... ¿Ella con ese garabato urtramarino?...
-¡Na, que ese chico se ha propuesto quitarme a mí de fumar! Pero,
-¡mardita sea mi suerte, si no ve osté con dentadura postiza a esa
-garrapata colonial er día que a mí me se acabe el ochavo de pasiensia
-que me carateriza!
-
-EULOGIO.—¡Y te advierto que esta tarde van a la Pradera!
-
-PÉREZ.—¿A la Pradera?... ¿Ellos a la Pradera?... ¡Mardita sea mi
-suerte!... ¡Pues allí es la ocurrensia!...
-
-EULOGIO.—¡No te acalores, Pérez!...
-
-PÉREZ.—¿Que no m’acalore?... ¡Si ve usté ar Secundino ese, hágame el
-orsequio de decirle que como yo le vea en la Pradera esta tarde, si
-calentura trujiere, gorverá con calentura, como dice el rétulo que hay
-encima der chorro! (_Vase hacia la casa._)
-
-EULOGIO.—¡Adiós, Napolión!
-
-PÉREZ (_Desde la puerta._)—¡Por estas, que son cruses!... (_Entra._)
-
-EULOGIO.—¡Qué exageraos son los de a caballo!
-
-
-ESCENA IV
-
-EULOGIO, _el_ SEÑOR MATÍAS, JUAN _el Migas_, PACO _el Curial_, EPIFANIO
-_y el_ ROSCA. _Se oye en la taberna un gran estrépito de banquetazos,
-palos, voces y gritos de pelea._
-
-EULOGIO (_Levantándose asustado._)—¡Anda, diez!... ¡Ya se ha armao aquí
-dentro! ¡Bronca en el ocho!
-
-=Música=
-
- MATÍAS (_Dentro._)
-
- ¡Toma, granuja!
- ¡Toma, ladrón!
-
- EPIFANIO (_Ídem._)
-
- ¡Déjame, Rosca!
-
- ROSCA (_Ídem._)
-
- No quiero yo.
-
-(_Salen a la calle el señor Matías; y sujetándole Paco “el Curial” y
-Juan “el Migas”._)
-
- MATÍAS
-
- Sal aquí, cobarde,
- sal aquí y verás
- como te acogoto
- y no chillas más.
-
- EULOGIO (_Sentado en su silla._)
-
- Se armó la bronca,
- ¡vaya por Dios!
- Pero no hay miedo
- con estos dos.
-
- EPIFANIO (_Saliendo, y con mucha calma._)
-
- Ya estoy en la calle,
- ¿qué quiere usté?
-
- MATÍAS
-
- Darte un par de tortas.
-
- EPIFANIO
-
- Gracias.
-
- MATÍAS
-
- ¡No hay de qué!
-
- EPIFANIO
-
- Es usté un anciano,
- respeto sus canas,
- y aunque me provoque
- yo no tengo ganas,
- porque ya usté sabe
- que si le hago así, (_Ademán de pegar._)
- da usté con sus huesos
- en Valladolid.
-
- MATÍAS
-
- Dejaime en seguida,
- le como el redaño.
-
- EULOGIO (_Que se ha levantado de su asiento, aparte al señor
- Matías._)
-
- No coma usté cerdo,
- que le va a hacer daño.
-
- EPIFANIO
-
- ¡Basta de bromas,
- soltarle ya!
-
- ROSCA
-
- Déjale, chico.
-
- EPIFANIO
-
- ¡Maldita siá!
-
- MATÍAS
-
- A mí los hombres guapos
- de tu fachenda
- me sirven de entremeses
- pa la merienda,
- porque en cuanto yo quiero
- largar sopapos,
- se acaban en seguida
- los hombres guapos...
-
- EPIFANIO
-
- ¡Que no es verdad!
-
- JUAN _y_ PACO
-
- ¡Calma, señor Matías!
-
- MATÍAS
-
- ¡Maldita siá!
-
- EPIFANIO
-
- Yo, cuando quiero sangre
- me comprometo
- con hombres que merezgan
- algún respeto;
- y no con un pelele
- _sesagenario_
- que es la última palabra
- del _Dicionario_.
-
- MATÍAS
-
- ¡Que me lo como,
- dejaime ya!...
-
- EPIFANIO
-
- ¡Suéltame, Rosca!
- ¡Maldita siá!
-
- EULOGIO (_Riéndose._)
-
- ¡La sangre al río
- no llegará!
-
- MATÍAS
-
- ¡Ah!
-
- EPIFANIO
-
- ¡Ah!
-
- LOS DOS
-
- ¡Ah!
-
- EULOGIO
-
- ¡Ja, ja, ja, ja!
-
-(_Quedan, Matías en una actitud furiosa, sujeto por Juan y Paco, y
-Epifanio, en una actitud semejante, sujeto por el Rosca._)
-
-=Hablado=
-
-EULOGIO (_Adelanta mirando al señor Matías y señalándole con el dedo.
-Llega cerca de él y le echa una bendición._)—“¡Dominus vobiscum!”
-
-MATÍAS (_Con coraje._)—¿Y qué es eso?
-
-ROSCA.—¡Que está usté indultao! (_Con desprecio._)
-
-MATÍAS.—¡Randa! ¡Golfo! ¡So gallina!
-
-EPIFANIO.—Y que no se le olvide a usté el encarguito; ¡su hija de usted
-es para un servidor!
-
-MATÍAS.—¿Mi hija pa ti?... ¡Antes la quieo ver muerta! ¡Cien veces
-muerta!
-
-EPIFANIO.—Mire usté, pollo, tómese usté una taza de tila pa que se le
-pase el susto, porque es usté una miaja aprensivo, y cuando se haiga
-usté tranquilizao hablaremos. (_Volviéndole la espalda._)
-
-MATÍAS.—¡Soltarme! ¡Soltarme! ¡Expósito!...
-
-EPIFANIO.—¡Chist! Y si me ve usted en la calle no tenga usted miedo,
-que yo no tiro a los gorriones...
-
-MATÍAS.—¡Gorrión a mí!
-
-EPIFANIO.—¡Lo dicho! (_Empieza a marcharse._)
-
-EULOGIO.—¡Adiós, cóndor!
-
-EPIFANIO.—¡Vamos, Rosca! (_Vanse mirando y riéndose por el foro._)
-
-MATÍAS.—¡Maldita sea mi estampa!... ¡No te vayas... so gallina! ¡Ven
-aquí!...
-
-PACO (_Conteniéndole._)—Pero, ¿quiés callar, señor?... ¡Miá que pué
-volver!
-
-JUAN.—¡Gachó! ¡Tiés un timbre la mar de escandaloso!
-
-MATÍAS.—¡Déjame, que lo quió matar!... ¡Ven aquí! ¡Vuelve!... ¡Timador!
-¡Golfo! ¡Granuja! (_Grita, yendo hacia el sitio por donde Epifanio ha
-desaparecido, y a cada insulto levanta más la voz._)
-
-
-ESCENA V
-
-MATÍAS, EULOGIO, JUAN, PACO, _la_ SEÑÁ IGNACIA _e_ ISIDRA. _Estas
-últimas de la tienda de sillas._
-
-ISIDRA (_Sale corriendo._)—Pero, padre, ¿qué es esto?... ¿Qué le pasa a
-mi padre?
-
-IGNACIA (_Saliendo._)—Matías, pero ¿qué ha sido?
-
-MATÍAS.—Nada, señor; no sus apuréis. ¡Total, dos bofetás! Que me...
-digo, que le... (_A Juan._) ¡Dame el sombrero! (_Juan lo coge del suelo
-y se lo da. Matías lo limpia con la manga, se lo pone y se arregla la
-corbata._)
-
-IGNACIA.—Nosotras oíamos voces, pero como siempre están con broncas en
-la taberna, no hacíamos caso... ¿Y qué ha pasao?
-
-ISIDRA.—¿Con quién ha sido? (_Con ansiedad._)
-
-IGNACIA (_Al ver que Matías no habla y mueve la cabeza como dudando si
-decirlo._)—No nos tengas así, hombre. Habla. ¿Con quién ha sido?
-
-MATÍAS.—¿Con quién quiés que sea? ¡Con... ese!
-
-PACO.—¡Con Epifanio!
-
-ISIDRA.—¿Con Epifanio?
-
-IGNACIA.—¿Con ese ladrón?... ¿Y no le has matao?... (_Con furia._)
-
-MATÍAS.—No me han dejao éstos.
-
-JUAN.—¡Toma, ni él!
-
-EULOGIO.—Pero, vamos a ver; la cuestión ¿por qué ha sido?
-
-MATÍAS.—Pus verá usté por qué, señó Ulogio. Ya sabe usté que Epifanio y
-ésta (_Por Isidra._) tenían relaciones cordiales dende hace año y medio.
-
-IGNACIA.—¡Así nos hubiéramos muerto tóos el día que puso los pies en mi
-casa!
-
-ISIDRA (_Llorando._)—¡Ojalá!
-
-MATÍAS.—Bueno; pues hace quince días, cuando ésta había ya empezao a
-hacerse el _trunsó_, averigüemos que Epifanio vivía maritalmente con
-Esperanza, la fiadora, y que la Esperanza lo mantiene... ¿Qué iba a
-hacer la chica? ¡Lo que hacen las mujeres honrás! Ella se destrozó el
-alma, y a él lo mandó... bastante lejos.
-
-EULOGIO.—Ya me figuro dónde.
-
-MATÍAS.—Bien; pues dende ese disgusto mi casa es un panteón de familia.
-Pero hoy es San Isidro, el santo de ésta, y esta mañana les he dicho
-pa animarlas: “¡Vaya, arreglar la merienda, que esta tarde vamos a ir
-a la Pradera!” Salgo a invitar a estos amigos, me los encuentro en la
-taberna, nos sentamos, y me veo en la mesa del rincón a Epifanio con
-el Rosca. Yo, como es natural, no le hice caso, y me dirijo a éstos,
-les hago la invitación, lo oye él y viene y me dice: “Señor Matías,
-cuente usté con un anfitrión más pa ir con ustés donde sea.” Epifanio,
-retírate, porque tú pa nosotros has caído en el panteón del olvido
-involuntario... ¡Me parece que la frase era elegante! Pues bueno; me
-se queda mirando de hito en hito y me da un papirotazo en la nariz que
-me hizo de estornudar, y además me agarra de la solapa y me dice: “Si
-va la Isidra esta tarde a la Pradera, al primero que baile con ella
-dígale usté que le hago un chirlo.” Me cegué, le dí así en la cara, nos
-liamos a golpes, salimos a la calle, y aquí fuera ya ha visto usté lo
-que ha sucedido... ¡Que me se ha achicao!
-
-EULOGIO.—No, si ya lo he visto. Bueno; ¿y qué van ustés a hacer?
-
-IGNACIA.—¿Qué quiere usté que hagamos? ¡Ir esta tarde a la Pradera!
-(_Con resolución._)
-
-ISIDRA.—Sí, señor; y bailar yo con quien se me antoje. ¡Pus no faltaba
-más!
-
-MATÍAS.—Poco a poco, poco a poco. Esta tarde no salimos de casa.
-
-PACO.—Es lo cuerdo.
-
-IGNACIA.—¿Que no salimos?... ¿Pero le tiés miedo?...
-
-MATÍAS.—Mujer, es que...
-
-IGNACIA.—¡Cobarde! ¡Gallina! ¡Ma... Matías, no me hagas desbarrar!
-¿Pero es que tú gozas en que ese zángano martirice a tu hija? ¡No!
-¡Esto se ha acabao, hija mía, que todavía tié tu madre uñas pa sacarle
-los ojos al que quiera verte sufrir! ¡Iremos a la Pradera aunque sea
-solas!
-
-ISIDRA.—¡Sí, señora, sí!
-
-IGNACIA.—Y bailará con quien le dé la gana; y tú, si tiés miedo, te
-quedas en casa; te quitas el bigote, te pones unas enaguas, y para
-cuando volvamos a ver si me lo tiés tóo fregadito. ¡Vamos, hija! (_Vase
-a la casa._)
-
-EULOGIO (_Yendo detrás de ella._) ¡Olé! usté es una persona mayor.
-
-MATÍAS.—Pero, ¿estáis viendo?... ¡Miá que es pusilánime el seso
-débil!...
-
-PACO.—¡Va en carázteres!
-
-JUAN.—Déjalas que vayan solas si quieren, señor; nosotros podemos
-quedarnos jugando tranquilamente al mus.
-
-MATÍAS.—¡Quita, hombre!
-
-EULOGIO.—Pues más valía que se metieran ustés de doncellas... (_Se
-sienta a trabajar._)
-
-MATÍAS.—¡Natural, señor!... ¡Hay que ir y que sea lo que Dios
-quiera!... Conque hasta luego. Que no tardéis. (_Vanse Paco y Juan por
-el foro, y el señor Matías a su casa._)
-
-
-ESCENA VI
-
-SEÑOR EULOGIO
-
-EULOGIO (_Se levanta._)—¡La Isidra peleá con Epifanio!... ¡Ha llegao
-la mía! ¡Ha llegao el momento de sacar mi gallo! ¡Y poco que se va a
-alegrar el pobre Venancio en cuanto sepa que la Isidra está libre!
-¡Ese chico sí que la quiere! ¡Porque eso es tener cariño, lo que hace
-él! Querer a una mujer con fatigas, verla con otro, como él la ve con
-Epifanio, tener el gusano dentro y contentarse con venir aquí, doblar
-el morro y mirar a su puerta... ¡Y es que ese chico es más tímido que
-un pájaro-mosca!... Lo que tiene es que yo le quiero más que a un hijo,
-y voy a hacer locuras pa que esa chica le aprecie...
-
-
-ESCENA VII
-
-SEÑOR EULOGIO _y la_ SEÑÁ IGNACIA. _La señá Ignacia sale de su casa y
-empieza a descolgar algunas sillas de las que había como muestra en la
-puerta._
-
-EULOGIO.—¡La señá Ignacia! ¡Yo le hablo en favor de Venancio! ¡Esta es
-la ocasión! (_Se acerca a ella._) ¡Que sea enhorabuena!
-
-IGNACIA.—¿Está usted de chunga?
-
-EULOGIO.—Lo que estoy es que he visto que es usté una de las madres más
-maternales que hay, que no consiente usté que le tomen la cabellera a
-su señora hija...
-
-IGNACIA.—¡Y dígalo usté! Epifanio tié narices porque yo no tengo pelos
-en la cara, que si no... ¡qué se había de reir ese ganso de nosotros!
-
-EULOGIO.—¡Ahí voy! Señá Ignacia, yo les aprecio a ustés y quiero que
-sepa usté una cosa que se me está pudriendo aquí dentro.
-
-IGNACIA.—¿Qué cosa es esa?
-
-EULOGIO.—Que eso de que no hay ningún hombre que se arrime a la Isidra
-por miedo de Epifanio eso es un cuento de las mil... y pico de noches.
-
-IGNACIA.—¿Que no es verdad? (_Con extrañeza._)
-
-EULOGIO.—Yo conozco a uno que la quiere a cegar, y que no le tiene
-miedo a nadie... más que a ella.
-
-IGNACIA.—¿Y quién es ese?
-
-EULOGIO.—¡Venancio!
-
-IGNACIA.—¿Qué Venancio? ¿El panadero?
-
-EULOGIO.—¡El mismo!
-
-IGNACIA.—Pues no me he fijao en lo más mínimo. ¿Y la Isidra lo sabe?
-
-EULOGIO.—De seguro que lo ha notao; pero alocá con el otro... no ha
-estao pa más reparos. Y diga usté que Venancio, en cuanto al físico,
-no le diré yo a usté que sea un Adonis, ni un Romeo y Julieta; pero en
-lo tocante a hombría de bien, ríase usté de Guzmán el Bueno y de San
-Homobono, señá Inacia...
-
-IGNACIA.—¡Honrao creo que es!
-
-EULOGIO.—¡Que si lo es! El año pasao, cuando tuve la pulmonía y me
-encontré sin amparo y más solo que un sombrero hongo, él fué la única
-persona que se me arrimó al lecho del dolor de costao y me dijo: “¡No
-se apure usté, abuelo, que aquí estoy yo!...” Y esas palabras las tengo
-grabás en bronce aquí dentro, y como sé que revienta por la chica, poco
-he de poder u los vinculo, si usté me lo consiente...
-
-IGNACIA.—¿Que si yo lo consiento?... ¡Sí, señor! ¡Ojalá tenga usté
-poder pa eso!
-
-EULOGIO.—¡Yo lo arreglo todo! ¿Y sabe usté cómo?
-
-IGNACIA.—¡Chist! ¡Chist! ¡Calle usté; que sale la Isidra!
-
-
-ESCENA VIII
-
-DICHOS, ISIDRA _de la casa. Luego_ BALTASARA _en el balcón. Sale con
-un lebrillo de ropa recién lavada, que tiende en las cuerdas que habrá
-colocadas en la barandilla. Al sacudir y al escurrir la ropa debe oir
-el público el ruido del agua que cae a la escena._
-
-ISIDRA.—¡Pero madre, no se duerma usté, que son las once!
-
-IGNACIA.—Pues anda, anda, ayúdame a entrar tóo esto. (_Descuelga
-sillas, que va entrando Isidra._)
-
-BALTASARA (_Sale al balcón, coge del lebrillo una de las prendas de
-ropa y la sacude antes de tenderla. Cantando._)
-
- “Las mujeres incorrutas
- que se estiman por honrás...”
-
-(_Sacude y moja al señor Eulogio, que se levanta sorprendido._)
-
-EULOGIO.—¡Eh!... ¡Eh!... ¡Chist!... ¡Oye, tú, incorruta!...
-
-BALTASARA.—¿Qué pasa, maestro?
-
-EULOGIO.—Na; que u sacudes pa otro lao, u me compras un impermeable;
-¡tú verás!...
-
-BALTASARA.—¡Estaría usté mu feo con el hule! (_Vuelve a escurrir y
-prende la ropa en la cuerda con un alfiler._)
-
-EULOGIO (_Apartándose como si se sintiera mojado._)—¡Oye, tú: haz el
-favor, que me estás mojando el chagrén!...
-
-BALTASARA.—¡Ande usted, y que le den dos duros, hombre!... (_Sigue
-sacudiendo y tendiendo._)
-
-EULOGIO.—¡Na, esperaremos que pase la nube! (_Se aparta._)
-
-BALTASARA.—¿Y qué le parece a usté mi balcón, señá Ignacia?
-
-IGNACIA.—¡Eso estaba mirando, chica!... ¡Ni el botánico!... ¡Vaya una
-de flores!
-
-EULOGIO.—Misté la enredadora, digo, la enredadera... Cudiao que trepa,
-¿eh?...
-
-BALTASARA.—Y misté qué dos tiestos de claveles. Oye, Isidra, ¿a que no
-sabes quién me los ha regalado?
-
-ISIDRA.—¡Qué sé yo!... ¡Tiés tanto conocimiento!...
-
-BALTASARA.—Pus, Epifanio.
-
-ISIDRA.—Epifa... (_Movimiento de contrariedad._) ¡Caramba, qué
-suerte!... (_Con fingida sorna._)
-
-BALTASARA.—Supongo que no te enfadarás, porque yo sentiría...
-
-ISIDRA.—¿Yo?... ¡Como si te quiere regalar la quinta del Atanor!...
-
-BALTASARA.—Chica, yo no quería admitirlos; pero como me han dicho que
-habíais roto...
-
-IGNACIA.—¡Claro, has recogío tú los tiestos!
-
-BALTASARA.—¡No, y luego, créame usté, que lo sentí... porque tuve que
-oir lo que quiso hablar!... ¡y anda diciendo unas cosas de ti, que
-chica!...
-
-ISIDRA.—¿De mí? ¿Qué dice de mí? (_Con energía._)
-
-IGNACIA.—¿Qué es lo que tié que decir de mi hija?...
-
-BALTASARA.—¡Pero no se sofoquen ustés, caramba! ¡Si yo lo sé! ¡Vaya,
-hasta otro rato! (_Entra y cierra el balcón._)
-
-EULOGIO.—¡Adiós, cinematógrafo!
-
-IGNACIA.—¿Pero está usté oyendo? ¡Le digo a usté, señó Eulogio, que
-debía venir la viruela!...
-
-EULOGIO.—Pero, ¿qué adelantábamos, si esa está revacuná?
-
-IGNACIA (_A la Isidra que llora en silencio y se limpia las
-lágrimas._)—¡Oye... tú! Pero, ¿qué haces? ¡Pus no está llorando!...
-¡Pero Isidra!...
-
-ISIDRA.—¡Déjeme usté, madre, déjeme usté!...
-
-IGNACIA.—Pero, ¿ve usté?...
-
-EULOGIO.—Pero, ¿qué quié usté que haga la infeliz?... ¡Vamos, que si
-fuera hija mía!... ¡Na, que le digo a usté, señá Ignacia, que su marido
-de usté es de clases pasivas! ¡Si ésta me tocara lo más mínimo... tiros
-había aquí!...
-
-IGNACIA.—¡Y tú ten formalidad algún día, y olvida ya de una vez a esa
-mala peste de hombre!... ¡Olvídalo!...
-
-ISIDRA.—¡No quiero!... ¡No quiero olvidarlo... pa no dejar de
-aborrecerlo!... ¡Si yo no lloro por él!... ¿A mí qué? Si es la hiel y
-la rabia, que me ahogan de pensar que no tengo quién me defienda...
-
-EULOGIO.—¡Pero ven acá, so lila! Si tú has despreciao a tóos los que
-te se han arrimao... ¿quién va a defenderte? ¿U es que quieres que te
-defiendan por teléfono?...
-
-ISIDRA.—Los he despreciao, porque yo he querido a ese hombre a cegar y
-no podía querer a otro, pero hoy...
-
-EULOGIO.—Hoy, ¿qué?
-
-ISIDRA.—Créame usté, señó Ulogio, que hoy le haría caso al que se
-me acercara, a cualquiera que pase, al primero que llegue... (_Con
-energía._)
-
-
-ESCENA IX
-
-DICHOS _y_ VENANCIO _por el foro. Sale con la cesta del pan a la
-cabeza._
-
-VENANCIO.—¡Buenos días! (_Las ve y se queda parado._)
-
-IGNACIA.—(¡Él!) ¡Buenos días, Venancio!
-
-EULOGIO.—(¡Anda, Dios, qué oportunidad!) (_A Isidra._) ¿Conque al
-primero que llegue?
-
-ISIDRA.—¡Qué sé yo! ¡Pué que sí!... (_Entra en su casa._)
-
-IGNACIA (_Siguiéndola._)—¡Lástima de hija!
-
-EULOGIO.—(¡Cosa hecha!) (_Se sienta a trabajar._)
-
-VENANCIO.—¡Ni me ha mirao! (_Deja la canasta en el suelo y queda
-mirando a la puerta de Isidra._)
-
-
-ESCENA X
-
-DICHOS _y_ VENANCIO
-
-EULOGIO (_Después de una pausa._)—¿Qué?... ¿Se sabe si se han nivelao
-ya los presupuestos?
-
-VENANCIO.—¡Qué sé yo!... ¡Señó Ulogio, yo no sé qué tié esa mujer para
-mí! ¿Usté ve que la he visto?... ¡Misté cómo me he quedao!
-
-EULOGIO (_Le toca la mano._)—¡Frapé!...
-
-VENANCIO.—¡Un mármol!
-
-EULOGIO.—¡Anda, siéntate, marmolillo!...
-
-VENANCIO (_Dándole un pan._)—Tome usté lo suyo, que me falta repartir
-en dos u tres casas todavía.
-
-EULOGIO.—No tengas prisa, hombre, que tenemos que hablar tendidamente.
-
-VENANCIO.—Nosotros... ¿De qué?...
-
-EULOGIO.—¡Pus... de ella!
-
-VENANCIO (_Con rapidez._)—¿De ella?... ¿Qué?... ¡Ande usté!...
-
-EULOGIO.—¡Venancio, vamos claros! ¿Tú deseas reirte de las aves que
-topan?
-
-VENANCIO.—¿Yo?... Bueno, explíquese usté mejor, porque...
-
-EULOGIO.—¿Tú quieres a la Isidra?...
-
-VENANCIO.—¿Quererla? ¡Es poco! Más que eso, señó Ulogio, ya lo sabe
-usté...
-
-EULOGIO.—Entonces, claro, con ese genio que tienes estás aguardando
-a que la chica un día se enfade, te saque de tu casa y te deposite
-judicialmente... ¿verdad?
-
-VENANCIO.—Yo callo... porque... porque sé lo que es el mundo.
-
-EULOGIO.—¿Tú?... ¿Tú qué vas a saber? ¡Tú eres un mixto de pardillo y
-jilguero! ¡El mundo!... ¿Quieres saber lo que es mundo?... ¡Pues oye,
-y sácate una copia! El mundo, Venancio, en lo referente al amor, es
-talmente una zapatería: la juventuz es el escaparate, las mujeres son
-el calzao y el hombre, el parroquiano. Las mujeres, como el calzao,
-ca una tié una piel distinta... las tiés dende becerro (que Dios nos
-libre), hasta el charol más fino y reluciente. Ahora, que la mujer es
-un calzao que tié el defezto de que no lo hacen a la medida. ¿Qué tié
-que hacer el hombre?... Pues mirar por el escaparate y escoger a ojo,
-y decir aquel calzao es el mío, y entrar y disputárselo al _sursum
-curda_... ¿Me entiendes?... Bueno, tú has encontrao lo que te gusta,
-pues entra a cogerlo, cuéstete lo que te cuéstete, y cásate pronto,
-porque mira, chico, el hombre que no se casa, u sea el que no va calzao
-como Dios manda, tié que andar con chanclas toa su vida... y pa eso más
-vale que te coja un Miura, crémelo.
-
-VENANCIO.—¡Pero es que ese calzao que usté me aconseja es de una piel
-mu fina para mí!
-
-EULOGIO.—¡Quita, primo! ¡La Isidra te está que ni pintá! ¿Y sabes por
-qué?
-
-VENANCIO.—¿Por qué?
-
-EULOGIO.—¡Porque te la he puesto yo en la horma!
-
-VENANCIO.—Pero, ¿qué está usté diciendo?
-
-EULOGIO.—Que la he hablao de ti y que te espera. ¿Lo quiés más claro?
-¡Y que es preciso que la hables en seguida!
-
-VENANCIO.—¿Yo?... Pero... ¡usté me está volviendo tarumba, señó Ulogio!
-¿Ella a mí?...
-
-EULOGIO.—¡Sí, señor!... ¡Lo de Epifanio se ha acabao, y vas a hablarla,
-pero, cómo, ahora mismito! ¡Voy a llamarla!
-
-VENANCIO.—¡No! ¡Eh! ¡Estese usté quieto!... ¡Ahora no! ¿Qué voy a
-decirla yo ahora? (_Deteniéndole._)
-
-EULOGIO.—¿Que qué vas a decirla?... Pues te arrimas a ella y la viertes
-estas frases en la oreja izquierda: “Isidra, aquí dentro tengo un
-corazón pa usté, y allá arriba un cuartito y un pedazo de pan pa los
-dos: ¿usté gusta?”
-
-VENANCIO.—¿Y si me dice que no tié gana?
-
-EULOGIO.—¡La das un _vermú_; miá tú éste! Además, ¡hoy la pués caer en
-gracia!
-
-VENANCIO.—¿Cómo?...
-
-EULOGIO.—Regalándole, como obsequio, por su santo, dos tiestos de
-claveles iguales que aquellos. (_Señala al balcón de la Baltasara._)
-
-VENANCIO.—¿Pa qué?
-
-EULOGIO.—Tú obedece y calla, que yo me entiendo, y aguarda, que voy a
-llamarla.
-
-VENANCIO.—¡No! (_Deteniéndole._) ¡Por Dios!... ¡Hoy no! ¡No la llame
-usté, que no tendría valor!... ¡Otro día!...
-
-EULOGIO.—¡Qué otro día!... ¡Ahora mismo!... (_Llamando._) ¡Isidra!...
-
-VENANCIO.—¡No! ¡Por Dios! ¡Que si me la veo delante me muero! ¡No!...
-
-EULOGIO.—¡Tú te callas!... ¡Isidra!... (_Volviendo a llamar._)
-
-VENANCIO.—¡No!
-
-
-ESCENA XI
-
-DICHOS. ISIDRA, _de la casa._
-
-ISIDRA (_Saliendo._)—¿Qué quié usté?
-
-VENANCIO (_Azoradísimo._)—(¡Ella! ¡Me ha perdido!) (_Empieza muy
-nervioso a hacerse nudos en los picos de la blusa y a retorcerlos._)
-
-EULOGIO (_A Isidra._)—¡Ven! Haz el favor... coge de aquí. (_De un pico
-de la blusa de Venancio._)
-
-ISIDRA.—¿Yo? (_Con extrañeza._)
-
-VENANCIO.—Pero, hombre... que...
-
-EULOGIO.—¡Coge, mujer... coge de aquí... (_Isidra lo coge._) y no
-sueltes hasta que éste te diga una cosa que quié decirte!...
-
-ISIDRA.—¿A mí?
-
-VENANCIO.—¡No!... Pero si yo... no la...
-
-EULOGIO.—¡Revienta de una vez, hombre! Conque arreglarsus. (_Yéndose._)
-¡La primera vez de mi vida que he hecho de cimbel! (_Entra en la casa._)
-
-
-ESCENA XII
-
-VENANCIO _e_ ISIDRA
-
-ISIDRA (_Después de una pausa, durante la cual Venancio la mira a
-hurtadillas, sin atreverse a hablarla._)—¡Pues tú dirás! (_Soltándole
-la blusa._)
-
-VENANCIO (_Muy azorado, soplando por el sofoco y limpiándose el
-sudor._)—No... si yo... es que la...
-
-=Música=
-
- ISIDRA
-
- Anda, y desembucha
- lo que has de decir.
-
- VENANCIO
-
- Dispénsame, Isidra;
- tengo un nudo aquí.
-
- ISIDRA
-
- Desátalo y habla.
-
- VENANCIO
-
- Si no puede ser.
-
- ISIDRA
-
- ¿Por qué?
-
- VENANCIO
-
- Porque... ¡Vamos,
- no digo el por qué!
-
- ISIDRA
-
- Cuando el hombre no es hombre de veras,
- y hablar con mujeres
- le da desazón,
- pues... se debe dir a las afueras
- y andar con los chicos
- jugando al peón. (_Va a marcharse._)
-
- VENANCIO
-
- Oye, espera un momento si quieres,
- que voy a decirte...
- ¡que tienes razón!
- Aunque yo, pa las otras mujeres,
- no soy tan cobarde
- ni soy tan melón.
-
- ISIDRA
-
- Pues vete con ellas.
-
- VENANCIO
-
- Si no quiero dir.
-
- ISIDRA
-
- Pues habla en seguida.
-
- VENANCIO
-
- ¡Lo voy a decir!
- Isidra, yo siento
- fatigas...
-
- ISIDRA
-
- ¿Por qué?
-
- VENANCIO (_Acobardándose._)
-
- Por... nada. ¡Recontra!
- ¡Ya me atraganté!
-
- VOZ (_Dentro._)
-
- ¡Buenos tiestos de claveles dobles!
-
- VENANCIO
-
- ¿Te gustan los claveles?
-
- ISIDRA
-
- ¡Pues ya lo creo!
-
- VENANCIO
-
- Si yo te los regalo,
- ¿me harás un feo?
-
- ISIDRA
-
- No tengo esa costumbre.
-
- VENANCIO
-
- ¡Bendita seas!
- Voy a escape por ellos
- para que veas.
-
- ISIDRA (_Deteniéndole._)
-
- Espera un poco.
- ¿Qué voy a ver?
-
- VENANCIO
-
- Pues que yo... ¡Vaya,
- que no pué ser!
-
- ISIDRA
-
- Maldigo y reniego
- de tu cortedad.
- ¡Un hombre que calla
- no sirve pa na!
-
- VENANCIO
-
- Las palabras, aquí se me anudan.
- Maldigo y reniego
- de mi cortedad.
- ¡Que no sepa decir lo que siente
- un hombre que sabe
- querer de verdad!... (_Isidra va a marcharse._)
- Espérate un poco.
-
- ISIDRA
-
- Ya no hay ocasión.
-
- VENANCIO
-
- En cuatro palabras
- está la cuestión.
-
- ISIDRA
-
- Pues dilas.
-
- VENANCIO
-
- Que tengo
- deseos...
-
- ISIDRA
-
- ¿De qué?
-
- VENANCIO
-
- ¡De... nada! ¡Recontra!
- ¡Ya me atraganté!
-
- VOZ (_Dentro._)
-
- ¡Buenos tiestos de claveles dobles!
-
- ISIDRA (_Riéndose._)
-
- El de los claveles
- se va por allí.
-
- VENANCIO (_Decidido._)
-
- ¡Pues voy a traerlos,
- pa que hablen por mí!
-
-(_Vase Venancio corriendo por el foro y la Isidra se mete en su casa._)
-
-
-ESCENA XIII
-
-EULOGIO, EPIFANIO _y el_ ROSCA
-
-=Hablado=
-
-EULOGIO (_De la casa._)—¿Qué habrá pasao? ¡Se han ido! ¡No se ve a
-naide! Digo, ¡contra!... ¡Epifanio viene!... (_Se sienta a trabajar._)
-
-EPIFANIO (_Por el foro._)—A éstos... (_Señalando la casa del sillero._)
-les estropeo yo la merienda esta tarde.
-
-ROSCA.—No te ofusques, Epifanio, no te ofusques, y deja ya a la Isidra,
-porque de esa no has sacao ni sacarás... ¡pero que ni agua!
-
-EPIFANIO.—Ya sé que no he sacao na; pues ese es mi coraje... ¡Pero yo
-te juro que no me voy de rositas!
-
-ROSCA.—¡Epifanio!
-
-EPIFANIO.—¡Rosca... al Retiro! (_Vase Rosca a la taberna. A Eulogio._)
-Oiga usted, maestro: ¿sabe usted, por una casualidaz, si ha salido la
-Isidra?
-
-EULOGIO.—¿La Isidra?... No sé... digo, sí, hombre; ahora que me
-acuerdo... hace un rato que la he visto ahí en la puerta hablando
-con su novio. (_Epifanio hace un aspaviento de asombro, que asusta a
-Eulogio._)
-
-EPIFANIO.—¿Con su qué?...
-
-EULOGIO.—¡Con su novio! ¡Con ese chico que la habla ahora!
-
-EPIFANIO.—Pero, ¿cuálo?
-
-EULOGIO.—¡Ese chico... Venancio! ¡El panadero ese!... ¡Na!...
-
-EPIFANIO.—¿Conque ese?...
-
-EULOGIO.—¡Creo que sí! Y no tardará... porque me parece que ha dicho
-que se iba a comprarla dos tiestos de claveles. ¡Na, tonterías! ¡Na!
-(¡Toma soga!) (_Entra en la casa._)
-
-
-ESCENA XIV
-
-EPIFANIO _y_ VENANCIO
-
-EPIFANIO.—¡Anda, Dios! ¿Conque Venancio se ha atrevido? ¡Pues na, que
-le perniquiebro un brazo en cuanto le vea! ¡Digo, ni pintao! ¡Por allí
-viene! ¡Y con los claveles! ¡Se la gana! (_Se oculta en la esquina de
-la tienda._)
-
-VENANCIO (_Sale muy risueño cargado con un tiesto de claveles._)—¡No
-los llevaba mejores! ¡Cuando los vea! (_Se acerca a la casa a llamar._)
-Isi... (_Se detiene al ver a Epifanio, que adelanta sonriendo con
-sorna._) ¡Anda el otro! (_Tratando de ocultar el tiesto._) ¿Qué hago yo
-con esto ahora?
-
-EPIFANIO.—¡Chist! ¡Pollo!
-
-VENANCIO.—¿Qué?
-
-EPIFANIO.—¡Que se ve un capullo!
-
-VENANCIO.—No importa.
-
-EPIFANIO.—¿Y dónde va usted con tanto reventón?
-
-VENANCIO.—Donde me parece.
-
-EPIFANIO.—¡Chist! (_Le detiene poniéndole la contera del bastón en la
-cara._) Caramba, joven, ¿sabe usté que me han engañao?
-
-VENANCIO.—¡No sé nada!
-
-EPIFANIO.—Pues me han engañao, porque me habían dicho que era usté un
-cachorro de lanas, y veo que no, que usté es ratonero.
-
-VENANCIO.—Yo... soy un hombre que no quié meterse con nadie... eso es
-lo que soy.
-
-EPIFANIO.—¡Un hombre! ¿Y a usted le hacen mucha falta las muelas, joven?
-
-VENANCIO.—¡Regular!
-
-EPIFANIO.—¿Y qué haría usté si yo le extrajera unas varias? ¿Llorar?
-(_Con guasa._)
-
-VENANCIO.—Misté, déjeme usté en paz, señor Epifanio, que yo no me he
-metío con usté para nada.
-
-EPIFANIO.—¿Que no se ha metío usté conmigo? ¡So tórtola! ¿Y se dirige
-usté a la Isidra sabiendo que es cosa mía?
-
-VENANCIO.—¡Yo no sabía eso!
-
-EPIFANIO.—¡Pues sépalo usté! Esa joven está prohibida... (_Aparecen en
-las puertas respectivas Eulogio e Isidra, y quedan ocultos oyendo el
-resto de la escena._)
-
-VENANCIO.—Eso lo veremos.
-
-EPIFANIO.—¡Ya está visto! Por lo tanto se lleva usté ese tiesto a su
-casa y se lo regala usté a la portera.
-
-VENANCIO.—¡Usted me dispense, pero este tiesto es pa la Isidra! (_Con
-energía._)
-
-EPIFANIO.—¡Quiá!
-
-VENANCIO.—¡Es para ella!
-
-EPIFANIO.—¿Para ella? ¡Tire usté eso! ¡So primo! (_Se lo tira de dos
-manotazos._)
-
-VENANCIO (_Furioso._)—¡¡A mí!! (_Va a abalanzarse a Epifanio._)
-
-
-ESCENA XV
-
-DICHOS, ISIDRA _y_ EULOGIO
-
-ISIDRA (_Salen y detienen a Venancio._)—¡Venancio! ¡No!
-
-EPIFANIO (_A Isidra, señalándole los claveles que están en el
-suelo._)—¿Los ves? (_Riendo._) ¡Porque eran pa ti! (_A Venancio._) ¡So
-párvulo! (_Entra riendo en la taberna._)
-
-ISIDRA.—¡Ladrón! (_Con furia entra en su casa._)
-
-VENANCIO (_Casi llorando de coraje se abalanza a la mesa del zapatero y
-coge la cuchilla._)—¡Le parto el alma!
-
-EULOGIO.—¡Venancio! (_Sujetándole._)
-
-VENANCIO.—Le parto el corazón, suélteme usté. (_Forcejea._)
-
-EULOGIO.—¡Quieto!
-
-VENANCIO.—¡Suélteme usté, suélteme usté, señó Eulogio, u no respondo!
-
-EULOGIO.—¡Chist! Que viene gente. ¿No oyes? ¡Quieto ahora! ¡Ya le
-buscaremos!
-
-VENANCIO.—¡Sí, pa matarlo! ¿eh?
-
-EULOGIO.—¡Pa lo que quieras! (_Le entra en la casa a empujones, después
-que luchan y forcejean._)
-
-
-ESCENA XVI
-
-JUAN _el Migas_; PACO _el Curial_; _la_ SEÑORA JUSTA, CORO GENERAL DE
-CONVIDADOS. _Después_ MATÍAS, IGNACIA _e_ ISIDRA. _Luego_ EPIFANIO _y
-el_ ROSCA. _Al fin_ EULOGIO _y_ VENANCIO.
-
-=Música=
-
- CORO (_Dentro._)
-
- Alegre es la mañana
- y hermoso el día:
- hoy va a ser cosa buena
- la romería.
- ¡Vamos allá!
- y el que no se divierta
- tonto será.
-
- MUJERES
-
- Veréis cómo la Isidra
- tarda una hora.
-
- HOMBRES
-
- Es que ella nunca ha sido
- madrugadora.
-
- MUJERES
-
- Y se estará poniendo
- la ropa nueva,
- pa bailar en el santo
- si hay quien se atreva.
-
- HOMBRES
-
- ¡Pues no ha de haber!
-
- MUJERES
-
- Silencio, que eso pronto
- lo hemos de ver...
-
- JUAN _y_ PACO
-
- Vamos, señor Matías,
- anden ligeros,
- que esperan aquí todos
- los compañeros.
-
- ISIDRA (_Dentro._)
-
- Ahora mismo salimos.
-
- MATÍAS (_Ídem._)
-
- Voy en seguida.
-
-(_Sale Isidra con pañolón de Manila._)
-
- HOMBRES
-
- ¡Olé las buenas mozas!
-
- MUJERES
-
- ¡Qué bien vestida!
-
- ISIDRA
-
- Aquí estoy preparada y dispuesta
- pa dir a la fiesta
- con todos ustés,
- y ande ya porque estoy deseando
- pasarme bailando
- dos horas u tres.
-
- HOMBRES
-
- Pues por nosotros
- no ha de quedar;
- pero Pifanio
- se va a enfadar.
-
- ISIDRA (_Con coraje._)
-
- Que nadie diga
- nada de ese hombre,
- porque no quiero
- que me lo nombren.
-
- CORO
-
- (¡Qué modo de engañar,
- qué bien hace el papel!
- ¡No quiere confesar
- que la ha dejado él!)
-
- IGNACIA (_Saliendo. Lleva también pañuelo de Manila._)
-
- ¡Hola, señores!
-
- MATÍAS (_Saliendo._)
-
- Muy buenos días.
-
- CORO
-
- ¡Señora Ignacia!
- ¡Señor Matías!
-
- MATÍAS
-
- Si estamos todos
- vamos allá;
- que si no el santo
- se enfadará.
-
- TODOS
-
- Alegre es la mañana
- y hermoso el día;
- hoy va a ser cosa buena
- la romería.
-
-(_Al empezar el desfile salen de la taberna Epifanio y el Rosca._)
-
- EPIFANIO
-
- ¡Un momento!
-
-(_Deteniendo a todos._)
-
- ISIDRA
-
- ¿Qué quieres?
-
- EPIFANIO
-
- Con tu licencia,
- tengo que hacer a éstos
- una advertencia.
-
- MUJERES (_A los hombres._)
-
- Ya está Epifanio
- provocativo.
-
- HOMBRES (_A ellas._)
-
- Como le falte
- le como vivo.
-
- EPIFANIO (_Con mucha calma._)
-
- ¿Por qué se van ustedes
- a la Pradera
- y a mí no me convidan?
-
- ISIDRA
-
- Pues bueno fuera.
-
- EPIFANIO
-
- Están ustedes
- en su derecho,
- y que les haga
- muy buen provecho,
- pero tengo que darles
- un consejo de amigo.
- ¡Que esa chica no baila
- más que conmigo! (_Por Isidra_)
-
- MATÍAS (_Furioso._)
-
- Bailará con quien quiera.
- ¡Pues no faltaba más!
- Y aquí está quien te come
- los hígados, si vas.
-
- EPIFANIO
-
- Usté debe callarse,
- señor Matías,
- porque son estas cosas
- suyas y mías.
- Conque, señores,
- digo, lo dicho;
- al que esta tarde
- tenga el capricho
- de sacar a la Isidra,
- nada más que una vez,
- allí mismo, ¡por éstas!
- le rebano la nuez.
-
- IGNACIA (_Furiosa._)
-
- ¡Tú rebanas muchos
- pedazos de pan!
- ¡Canalla, granuja,
- boceras, charrán!
-
-(_A los hombres._)
-
- De tantos mozos
- como hay aquí,
- ¿nadie rechista?
- ¿Qué hacéis así?
- ¿Es que no hay un hombre
- de veras, u qué?...
-
- ISIDRA
-
- ¡No hay ninguno, madre;
- no se canse usté!
-
- VENANCIO (_Saliendo de la casa de la derecha con el
- señor Eulogio._)
-
- ¡Servidor!
-
- ISIDRA (_Con alegría._)
-
- ¡Venancio!
-
- VENANCIO
-
- Hay uno.
-
- EPIFANIO (_Burlonamente._)
-
- ¿Tú?
-
- VENANCIO
-
- ¡Yo!
- ¡Yo bailo con ella!
-
- EPIFANIO
-
- ¡Me paice que no!
-
- CORO
-
- (Buena se prepara,
- por lo que se ve.)
-
- VENANCIO (_A Epifanio._)
-
- Allí nos veremos.
-
- EPIFANIO (_A Venancio._)
-
- Allí te veré.
-
- PACO
-
- Ea, señores,
- no ha pasao na;
- a divertirnos
- vámonos ya.
-
- TODOS (_Yéndose._)
-
- Alegre es la mañana
- y hermoso el día;
- hoy va a ser cosa buena
- la romería.
- ¡Vamos allá!
- y el que no se divierta
- tonto será.
-
-(_Se van todos, menos Epifanio y el Rosca, que quedan en medio de la
-escena, y Eulogio y Venancio a la puerta de la casa de la derecha,
-mirándose en actitud de reto, marchándose Epifanio y el Rosca por el
-foro riéndose, y Eulogio y Venancio se meten en la casa._)
-
-=Mutación=
-
-
-
-
-CUADRO SEGUNDO
-
- El puente de Toledo la tarde de San Isidro.
-
-
-ESCENA PRIMERA
-
-SECUNDINO
-
-SECUNDINO.—Pues, señor, llevo un cuarto de hora arrimao a la bola,
-y la Cirila sin venir. ¿Se habrá encontrao con el bruto ese del
-asistente?... ¡Le tengo una _tirria_ a la tropa!... Porque ya se sabe,
-el comercio y la melicia semos de lo más rivales que hay... en lo que
-toca a las criadas; porque, claro, un paisano, por mucho que quiera, no
-pué salir de un saqué, bien mezclilla, bien de cuadros, y los melitares
-tienen el aquel del uniforme. ¡Digo! Pues si me pusiese yo un casco
-con llorón de cerda, guerrera ajustá, mi pantalón de punto, mi media
-bota, mi sable, mis espuelas y un puro así, y me fuese a paseo a la
-plaza de Oriente, setenta y siete u setenta y ocho niñeras con pasión
-de ánimo a la primera vuelta... Pero, claro, con este traje, tóo lo
-más que las causo es _itericia_. Gracias que la Cirila tié un pupilaje
-pa distinguir a la juventud comercial, que me río yo... Esta tarde nos
-columpiamos, y la voy a dar unos _vaivienes_ en un columpio de esos que
-dicen: “¡Ay, qué gusto da el mareo!”, que va a ser la descoyuntura.
-¡Calla! ¡Ella! ¡Allí viene!... ¡Cirila! ¡Cirila!
-
-
-ESCENA II
-
-CIRILA, _una_ NIÑA _y_ SECUNDINO
-
-SECUNDINO.—¡Chica, creí que no venías!
-
-CIRILA.—¡Pus gracias que me han dejao, y miá el rabo que traigo!
-
-SECUNDINO.—¡La niña! ¡Anda su madre! ¿Por qué no la has dejao en la
-casa cuna?...
-
-NIÑA.—¡Yo quiero ir al brazo!
-
-SECUNDINO.—¡Cállate, chica, si no, no te compro un matasuegras!
-
-CIRILA.—Bueno, ¿y en qué vamos a pasar la tarde?
-
-SECUNDINO.—¡Primero te compro el pito más grande que haiga, y luego nos
-columpiamos!
-
-CIRILA.—¡Sí, eso, eso, que a mí me gusta mucho!
-
-SECUNDINO.—Y después, ¿sabes lo que hacemos?...
-
-CIRILA.—¿Qué?
-
-SECUNDINO.—Nos vamos a la fotografía instantánia y nos hacemos un grupo
-de cada uno, y luego uno de los tres juntos.
-
-CIRILA.—¡Eso!... ¡Yo de busto!
-
-SECUNDINO.—Justo; tú de busto; la niña sentá en el suelo, detrás de
-ti pa que no se asuste, y yo de cuerpo entero, apoyao así, tocando
-el pito, la metá de la cabeza recliná en tu busto y la otra metá de
-perfil, mirándote así...
-
-CIRILA.—¡Vamos, vamos, zaragata!... ¡No te fijes tanto, que me
-enturbias la vista!
-
-SECUNDINO.—¡Arza pa el columpio!
-
-NIÑA.—¡Yo quiero ir al brazo!
-
-SECUNDINO.—¡Vamos, chacha! (_La coge._) ¡Yo me columpio con niña y tóo!
-(_Vanse._)
-
-
-ESCENA III
-
-PÉREZ _y_ TORRIJA, _vestido de carrero de un regimiento_
-
-TORRIJA.—¡Mialá, por allí va!
-
-PÉREZ.—¡Ya la he visto!... ¡Con la niña y el Secundino!... ¡Mardita sea
-su estampa!... ¡So infiela!... Pero mialás: ¡si esta tarde no corre por
-esa Pradera más sangre que cañamones dan por catorce pesetas... aunque
-sea mala comparación, que sí lo es!...
-
-TORRIJA.—¡Calma, ten calma!
-
-PÉREZ.—¿Calma yo?... ¡Mardita sea mi suerte, si no cojo a ese hombre
-y hago un triple asesinato con él solo!... ¡Mardita sea la!...
-(_Yéndose._)
-
-TORRIJA.—¡A éste le va a perder el carácter! (_Vanse._)
-
-=Mutación=
-
-
-
-
-CUADRO TERCERO
-
- La Pradera de San Isidro el día del Santo. A la derecha un
- merendero rodeado de mesas y banquetas. A la izquierda un columpio
- que juega. En primer término, al mismo lado, mesas y banquetas
- de otro merendero supuesto. Puestos de vendedores ambulantes,
- «Tíos vivos», barracones de figuras de cera, etc., etc. Corros
- de gente merendando, bailes, romeros que van y vienen. Animación
- extraordinaria.
-
-
-ESCENA PRIMERA
-
-_Preludio en el que suenan mezclados los estrepitosos ruidos de la
-fiesta, organillos, murgas, redobles de tambor, voces, gritos de
-vendedores, algazara de la gente, etc., etc._
-
-=Música=
-
- CORO
-
- Con tres o cuatro orquestas
- de varias clases,
- pueden bailarse a un tiempo
- polkas y valses,
- y con tanto barullo,
- con tanto ruido,
- nos alegramos todos
- de haber venido.
-
-
-ESCENA II
-
-CIRILA, SECUNDINO _y la_ NIÑA _comiendo rosquillas_
-
-=Hablado=
-
-CIRILA (_Con un pito grandísimo, rodeado de flores de papel._)—¡Pero
-miá que es hermoso! (_Le toca._)
-
-NIÑA.—¡Yo quiero un pito grande, como ese!
-
-SECUNDINO.—Cuando seas mayor.
-
-CIRILA.—Bueno, y ahora nos columpeamos.
-
-SECUNDINO.—¡Mira, mira, ahora bajan de ese columpio!
-
-CIRILA.—¡Pus anda, vamos nosotros!
-
-SECUNDINO.—Yo me subiré primero, y me das la niña. (_Se sube._) ¡Ajajá!
-¡Venga la chica!
-
-CIRILA.—¡Toma! (_Suben a la Niña._)
-
-NIÑA.—¡Y cuando yo diga, das tocino!
-
-CIRILA.—¡No, si yo voy a subir también! ¡Dame la mano! (_Va a subir._)
-
-
-ESCENA III
-
-DICHOS, PÉREZ _y_ TORRIJA
-
-PÉREZ (_Sale y detiene a Cirila._)—¡Arto!
-
-CIRILA.—¡María Santísima! ¡Pérez!
-
-SECUNDINO.—¡Uy, el asistente!
-
-PÉREZ.—¡Venga usté acá, fregatriz adurterina!
-
-CIRILA.—¡Haga usté el favor de retirarse, que no tengo ganas de
-conversación!
-
-SECUNDINO.—¡Oiga usté, melitar, u deja usté a la señora, u bajo!
-
-PÉREZ.—¡Anda con él, Torrija! (_Torrija empieza a mover el columpio, y
-cada vez que Secundino quiere bajar le da un palo en las piernas._)
-
-SECUNDINO.—¡Eh!... ¡Chist!... Pero ¡eh!... ¡Pare usté!... ¡Que me pare
-usté! ¡Eh!
-
-NIÑA (_Muy contenta._)—¡Tocino! ¡Tocino! (_Palmoteando._)
-
-CIRILA.—¡Por Dios, la niña!
-
-PÉREZ (_Cogiéndola de un brazo._)—¡Venga usté acá, sirena
-corrompida!... ¿A osté le parece bien puesponerme a mí a esa lamprea
-urtramarina?...
-
-SECUNDINO.—¿Lamprea? ¿Yo?... ¡Pare usté!...
-
-TORRIJA (_Dándole más fuerte._)—¡Quieto!
-
-NIÑA.—¡Tocino! ¡Tocino!
-
-CIRILA.—¡Tú tiés la culpa!
-
-PÉREZ.—¿Yo?... ¡Infiela!... ¡Lo sé todo! ¡Sé lo de tu señorito, que me
-lo acaban de contar!
-
-CIRILA.—¿Quién?
-
-PÉREZ.—La Vicenta.
-
-CIRILA.—¿Esa golfa?
-
-PÉREZ.—Sí, señora; que está allí en aquel grupo, y te lo dirá en tu
-cara.
-
-CIRILA.—¿A mí ese pingo?... ¿Y está allí?... ¡Vamos a ver, si me lo
-dice la arranco el moño! Aguarda un rato.
-
-SECUNDINO.—¡No! ¡Eh! ¡Chist! ¡Pararme! ¡No te vayas, Cirila!
-
-PÉREZ.—¡Tenga osté a la niña, que en seguía volvemos! (_Torrija le da
-más fuerte, y vanse corriendo._)
-
-SECUNDINO.—¡No! ¡Eh!... ¡Chits!... ¡Melitar!... ¡Se van!
-
-NIÑA.—¡Tocino! ¡Tocino!
-
-SECUNDINO.—¡Eh, pararme, pararme! ¡Eh, buen hombre, haga usté el favor!
-(_A un paleto que pasa._) ¡Haga usté el favor, por Dios!
-
-PALETO.—¿Que dé con más juerza?... ¡Güeno! (_Le da más fuerte al
-columpio y se va._)
-
-SECUNDINO.—¡No, eh, por Dios, que no era eso!... ¡Amigo!... ¡Chits!...
-¡Oiga usté!... (_A un romero que pasa._)
-
-ROMERO.—¡Esos de pueblo no saben! ¡Verá usté yo! (_Le da más fuerte y
-vase._)
-
-SECUNDINO.—¡No, si no es eso! ¡Eh! ¡Chits!... ¡Y yo ya no los veo!...
-(_Para el columpio._)
-
-NIÑA.—¿Pero no nos dan tocino?
-
-SECUNDINO.—¡La morcilla es lo que nos debían de dar! ¡Infames!... ¡Se
-la ha llevao! (_Bajan_.) ¡Vamos, chica!
-
-NIÑA.—¿Vamos por rosquillas?
-
-SECUNDINO.—¡Por tripas de melitar! ¡Cirila!... ¡Cirila!... ¡Y haberla
-comprao este pito pa eso!... (_Vase corriendo. Se lleva la Niña al
-brazo._)
-
-
-ESCENA IV
-
-_La orquesta toca parte del pasacalle, y a los últimos compases salen_
-PACO EL CURIAL, _que va delante con la guitarra al hombro; detrás
-varios con cestas y botas de vino, otros con bandurrias y guitarras,
-detrás las mujeres palmoteando y riendo, y a lo último_ JUAN, LA SEÑÁ
-JUSTA, ISIDRA, IGNACIA _y el_ SEÑOR MATÍAS, _con cestas y líos. Coro
-general._
-
-=Música=
-
- TODOS
-
- Alegre es la mañana
- y hermoso el día;
- hoy va a ser cosa buena
- la romería.
- ¡Vamos allá!
- ¡Y el que no se divierta
- tonto será!
-
-=Hablado=
-
-PACO.—¡Alto... ar!...
-
-IGNACIO.—Bueno; ¿nos quedamos aquí?
-
-PACO.—Yo creo que aquí, porque como barullo, es donde hay menos barullo.
-
-TODOS.—¡Sí, sí! ¡Aquí, aquí!
-
-MATÍAS.—Pues vengan las cestas. (_Se las llevan._)
-
-MUCHACHA.—Traer la comba.
-
-UNO.—¿Quién quiere columpiarse?
-
-VARIOS.—¡Yo... yo!... (_Saltan, juegan, se columpian, etc._)
-
-MATÍAS (_A Paco._)—Oye, Paco: tú que eres de la curia, recomiéndales a
-ellas y a ellos que usen del mayor tiento en juegos y demás.
-
-PACO.—No tenga usté cuidao, que yo les hablaré individualmente uno por
-uno a cada cual. Por de pronto examinaré las botas. Esta parece que
-rezuma. (_Se empina la bota y bebe._)
-
-JUSTA (_A la señá Ignacia._)—¿Pero no ve usté a mi marido?... ¡Ya
-empieza! (_Interrumpiéndole._) Pero, ¿qué haces?
-
-PACO (_Muy enfadado._)—¡No me cortes la acción, señor, que es muy
-dañino, hombre! (_Bebe._)
-
-IGNACIA.—¡Déjelo usté!
-
-JUSTA.—¡No quiero que abuse!
-
-PACO.—¡Si por eso no quió llevarla a ningún lao! ¡Esta es como los
-baños del Molar!... ¡No sirve más que pa quitar el humor! (_Se va
-bebiendo. Bajan varios invitados hablando._)
-
-CONVIDADO 1.º—¡Que te digo que esos mansos, a lo mejor, dan un
-chasco!...
-
-CONVIDADO 2.º—¡Yo te digo que no, vaya! ¡A que no viene el panadero!...
-
-CONVIDADO 3.º—¡Pué que venga!
-
-CONVIDADO 2.º—¿Quién se quiere jugar cinco duros a que no viene?
-
-ISIDRA (_Que ha estado oyendo, se acerca._)—¡Yo! ¡Yo juego esos cinco
-duros!
-
-CONVIDADO 2.º—¿Contra qué?
-
-ISIDRA.—¡Contra esto! (_Se quita el mantón de Manila y se lo tira a la
-cara._)
-
-CONVIDADO 2.º (_Devolviéndoselo._)—¡No quió que te vuelvas a cuerpo!
-
-ISIDRA.—¡Si lo jugara por ti, puede!... ¿Quiés tener el gusto de bailar
-conmigo el primer baile?... ¿A que no?...
-
-CONVIDADO 2.º—¿Que no?... Dí tú que no puedo, porque estoy comprometido
-con... con... ésta creo que es...
-
-UNA.—¡Conmigo, no!
-
-CONVIDADO 2.º—¿No?... ¡Bueno, ya no me acuerdo!... ¡Pero yo estoy
-comprometido con alguien!
-
-ISIDRA.—¡Con el miedo! ¡Gallina! (_Despreciándolo. Vanse los
-invitados._)
-
-IGNACIA.—¡Por Dios, Isidra, no te exaltes ni te sofoques!
-
-MATÍAS.—¡Ten cachaza, Isidra, ten cachaza! Y ya que hemos hecho la
-burrá de venir, mucho cudiao, porque tengo a Epifanio detrás de las
-orejas.
-
-VOCES.—¡Aquí... aquí!...
-
-IGNACIA.—¿Qué es eso?
-
-TODOS.—¡Bravo! ¡Bravo!
-
-JUSTA.—¡Un organillo! ¡Ya hay organillo!
-
-TODOS.—¡A bailar! ¡A bailar!
-
-MATÍAS.—¡El baile! ¡Ya me ha entrao escalofrío!
-
-UNO.—¡Venga ya, señor Paco!
-
-PACO.—¡Ahí va el agua! (_Empieza a tocar y bailan todos, quedando
-sentados el señor Matías, la Ignacia, la Justa y Juan en un lado.
-Isidra, sola, separada del grupo, en otro._)
-
-IGNACIA.—¡Ven aquí, chica!
-
-ISIDRA.—¡Estoy bien, madre!... ¡Me he puesto aquí pa ver si se fija
-algún hombre en que estoy de non!
-
-
-ESCENA V
-
-DICHOS, EPIFANIO _y el_ ROSCA _aparecen en lo alto de una rampa del
-foro. Paco, el Curial, que es el que toca, al ver a Epifanio, va dando
-al manubrio cada vez más despacio, y las parejas, asombradas, bailan
-con mayor lentitud._
-
-ISIDRA.—¡Él!
-
-MATÍAS.—¡Anda la órdiga! ¡Ya está aquí!
-
-IGNACIA.—¡Maldito sea!
-
-JUSTA.—El bólido. (_Bebe. Calla el organillo y cesa el baile, quedando
-cogidas las parejas._)
-
-EPIFANIO (_Al Rosca._)—Anda, ¡pus no han parao!
-
-ROSCA.—Te tién pánico.
-
-EPIFANIO.—Hombre, por Dios, señores, sigan ustés, que no me molesta.
-
-MATÍAS.—Toca, Paco. (_Toca y sigue el baile._)
-
-EPIFANIO (_Dirigiéndose a la Isidra._)—¿Se quié usté dar dos vueltas,
-niña?
-
-ISIDRA.—¡Me dan nausias!
-
-EPIFANIO (_A la señora Ignacia._)—¿Y usté, joven?
-
-IGNACIA.—¡Vaya usté y que le ahorquen!
-
-EPIFANIO.—¡Está bien! (_Al señor Matías._) ¿Y usté, pollo?
-
-MATÍAS (_Se levanta._)—¡Epifanio, que tengo canas!
-
-EPIFANIO (_Poniéndose la mano sobre los ojos en pantalla._)—¡Uy, es
-verdad! ¡No había reparao! ¡Tíñase usté el pelo!
-
-ROSCA.—¡O use usté el vigor del cabello!
-
-EPIFANIO (_A la Isidra._)—¿Conque no?
-
-ISIDRA.—¡No!
-
-EPIFANIO.—¡Está bien! (_Se sientan enfrente en una mesa del
-merendero._) ¡Chico! (_Dan unas palmadas y sale un chico._) ¡Tráete dos
-chicos!
-
-ROSCA (_Dando con el bastón a una pareja que pasa bailando por delante
-de él._)—¡Chist! ¡Pollo! ¡A ver cómo se baila, que hace mucha calor!
-
-EL QUE BAILA (_Con sorna._)—¡Guasa! (_Sigue bailando._)
-
-ROSCA (_A Epifanio._)—Oyes tú, ¿sabes lo que observo?... que el
-panadero no se da a luz.
-
-EPIFANIO.—¡Miá tú este! ¡Ni lo esperes! ¡A ese le ha salido una erución
-del susto!
-
-ROSCA.—Natural... si es un tipo así... que... ¡Contra!...
-(_Levantándose._)
-
-EPIFANIO.—¿Qué es?
-
-ROSCA.—¡Que no le ha salío na!... ¡Mialo, por ahí viene!... (_Eulogio y
-Venancio aparecen en lo más alto de la rampa de la izquierda, y quedan
-hablando y mirando al grupo de la gente que baila._)
-
-EPIFANIO.—¡Es verdad! ¡Ay, su madre!
-
-MATÍAS (_A Ignacia._)—Bueno, ahora nosotros. (_Se levanta y ve a
-Venancio._) Va... ca... la... ¡Anda, Dios!
-
-IGNACIA.—¿Qué te ha dao?
-
-MATÍAS.—¡María Santísima!
-
-ISIDRA.—¡Él!... ¡Gracias a Dios!... (_Con intensa satisfacción._)
-
-JUSTA.—¡Mialo!... (_A Juan._) ¡Eso es un hombre!
-
-JUAN.—¡Me río del dos de Mayo!
-
-
-ESCENA VI
-
-DICHOS, VENANCIO _y_ EULOGIO. _Venancio y Eulogio se acercan por detrás
-del grupo que forman los que bailan, y vienen a pasar por delante de
-Epifanio y el Rosca._
-
-VENANCIO (_A Epifanio._)—¡Buenas tardes!
-
-EPIFANIO (_Poniéndose la mano en pantalla delante de los ojos._)—¿Quién
-ha sido?
-
-VENANCIO.—¡Un servidor! (_Epifanio y Rosca se vuelven a mirarle._)
-
-EULOGIO (_Coge una de las copas de vino que tienen en la mesa._)—¡Con
-permiso!... (_Se la bebe._)
-
-ROSCA.—Oiga usté: ¿quién le ha dao a usté licencia?...
-
-EULOGIO.—¡Tengo bula! (_Va hacia el sitio donde está el señor Matías._)
-
-EPIFANIO.—Bueno, ¿y quieres decirme dónde le pego yo a este chico que
-no le haga daño?
-
-ROSCA.—¡Yo le daba en el cerviguillo!
-
-VENANCIO (_Llegando al grupo donde está el señor Matías._)—¡Buenas
-tardes, señores!
-
-EULOGIO.—¡Pero que mu güenas!
-
-MATÍAS.—¡Paco, no toque más! (_Cesa el baile._)
-
-VENANCIO.—Señor Matías, usté dispense, pero...
-
-MATÍAS.—Y usté, ¿se pué saber a qué tenemos el honor de que haiga usté
-venío a sobrar?... (_Muy enfadado._)
-
-EULOGIO.—Oiga usté, pero ¿es que esto es un baile de señoras solas?...
-
-MATÍAS.—¡Aquí lo que sobran son hombres!
-
-EULOGIO.—¡Hombres de... mote! (_Mirándolos a todos._)
-
-VENANCIO.—Bueno, a lo mío. Siento sobrar: pero yo le he dao a una
-mujer palabra de bailar con ella, y vengo a cumplirla... Y esa mujer me
-espera...
-
-MATÍAS.—Esa mujer no quiere bailar.
-
-VENANCIO.—Vamos a verlo. (_Va hacia ella._) Isidra, ¿me hace usté el
-favor de bailar conmigo?
-
-ISIDRA.—Sí, señor. Gracias, Venancio. (_Se levanta y se cogen del
-brazo._)
-
-VENANCIO.—Ya lo ve usté. Que hagan el osequio de seguir tocando.
-
-TODOS.—¡Sí, que toquen! ¡Que toquen!
-
-MATÍAS (_A Paco._)—No toques. Y tú (_A Isidra._) te sientas, que aquí
-no quió broncas. (_Con mucha furia._)
-
-IGNACIA (_Levantándose enfurecida._)—¡Paco, a tocar!
-
-PACO.—¡Yo no toco!
-
-MATÍAS.—¡No toques, no toques!
-
-IGNACIA.—¡Vaya, u toca él u toco yo!
-
-PACO.—Misté que ahora viene una habanera ceñida.
-
-TODOS.—¡A bailar, a bailar!
-
-VENANCIO.—Gracias, señá Inacia.
-
-IGNACIA (_Sentándose._)—No hay por qué darlas.
-
-MATÍAS.—¿Y qué papel hago yo aquí ahora, se pué saber?
-
-EULOGIO.—¡Papel Job! (_Se sienta el señor Matías. Empieza a tocar Paco
-y sigue el baile._)
-
-ROSCA (_A Epifanio._)—¡Oye tú... que... que están bailando!
-
-EPIFANIO.—¡Ya lo veo! Rosca, ve y avisa la Extremaunción pa un choto.
-
-VENANCIO (_Cada vez que pasa bailando por delante de Epifanio se quita
-el sombrero como saludándole, y le dice con sorna._)—¡Servidor!... (_El
-señor Eulogio, que va bailando solo detrás de Venancio, al pasar por
-delante de Epifanio, le echa una bocanada de humo en la cara. Epifanio
-hace un movimiento de ira. Dan otra vuelta._) ¡Servidor!
-
-EPIFANIO (_Levantándose._)—¡Vaya, se acabó el panizo! (_Se acerca a
-Venancio y le da un cogotazo._) ¡Servidor! (_A Paco._) Toque usté a
-banderillas. (_Retrocede, metiendo mano al bolsillo._)
-
-ISIDRA (_Deteniendo a Venancio en su primer impulso._)—¡Venancio, por
-Dios!... ¡Por mí!... (_Venancio se detiene._)
-
-EULOGIO (_A Venancio._)—¡Calma, como te he dicho! (_La gente se
-interpone entre ellos. Eulogio se coloca detrás de Venancio._)
-
-VENANCIO.—¡Soltarme!... ¡Si estoy sosegao! ¡Dejarme, a ver, que yo me
-entere! ¿Quién ha sido ese que me ha pegao?...
-
-EPIFANIO.—¡Un hombre! (_Colocándose delante de él._)
-
-EULOGIO (_Alargándole hasta la cara uno de esos juguetes que se
-estiran y se recogen a voluntad, y a cuyo extremo va una cabeza de
-cartón figurando ser la de un gato, que abre la boca al estirarse el
-juguete._)—¡Miau!
-
-EPIFANIO.—¡Estese usté quieto!... ¡Un hombre!
-
-ROSCA.—¡Hay comprobantes!
-
-VENANCIO.—¡No le hagan ustés caso, que es mentira! ¡Usté no es un
-hombre!... Usté... ¡usté es un granuja!
-
-EPIFANIO.—¿Yo? (_Queriendo abalanzarse a él._)
-
-EULOGIO.—¡Miau!... (_Repite el juego de antes._)
-
-ROSCA.—¡Calma, hombre, que la ofensa no es tan grande!
-(_Conteniéndole._)
-
-VENANCIO.—Usté es un granuja y un borracho que ha vivido hasta
-hoy asustando a varios tontos que tienen más cariño a la piel que
-a la vergüenza, y explotando a las mujeres para llenar el buche
-gratuitamente, que es lo que buscaba usté con esta familia; y eso... lo
-vengo yo a impedir, ¡so vago!
-
-EPIFANIO.—Eso... ¡Maldita siá! (_Queriendo acometerle._)
-
-EULOGIO (_Repite el juego._)—¡Miau!
-
-ROSCA.—¡La cosa no es pa alterarse aún!
-
-VENANCIO.—¡Y a esta joven la atosiga usté, porque ve usté que se le va
-el momio, y porque ella no ha tenío un hombre que la defendiera!...
-
-MATÍAS.—¡Oye, tú, que está aquí su padre!...
-
-VENANCIO.—¡Muy señor mío! ¡Pero las cosas han cambiao!
-
-EULOGIO.—¡Todo cambea! (_Con filosofía._)
-
-VENANCIO.—Yo, esta mañana era un párvulo; pero dende mi casa aquí he
-dao el gran estirón.
-
-EULOGIO.—¡He presenciao el desarrollo!
-
-VENANCIO.—Y digo que esta mujer...
-
-EPIFANIO.—¡Esa mujer es mía... para que usté se entere!
-
-ISIDRA.—¡Suya! ¿Tuya?... (_Adelantando._)
-
-IGNACIA.—¡Isidra! (_Queriendo detenerla._)
-
-ISIDRA (_Con ira._)—¡Pus anda, aquí me tienes; ven por lo tuyo! (_Se
-cruza de brazos terciándose el mantón._)
-
-EPIFANIO.—Bueno, y si no... ande usté con ella... ¡peor pa usté!...
-(_En tono muy despreciativo._)
-
-ISIDRA.—¡Peor!... ¿Qué dices? ¡Ladrón! ¿Qué has dicho?... (_Con furia._)
-
-MATÍAS.—¡Hija! (_Deteniéndola._)
-
-ISIDRA.—¡Charrán! Peor ¿por qué? ¡Dilo fuerte, dilo pronto! ¡Dilo!
-(_Exaltadísima._)
-
-VENANCIO.—¡Basta! ¡Ea!... ¡Oiga usté, amigo, cuando esté usté delante
-de esta mujer, se quita usté el sombrero, así!... (_Se adelanta
-rápidamente, se lo quita y lo tira al suelo con rabia._)
-
-EPIFANIO.—¡Recontra!
-
-VENANCIO.—¡Y ahora le voy a cortar a usted la lengua!
-
-EPIFANIO.—¿A mí?... ¡Vamos a verlo!
-
-VENANCIO.—¡Mira, ladrón! (_Le da un palo._)
-
-EPIFANIO.—¡Lo mato! (_Mete mano al bolsillo y saca la navaja._)
-
-TODOS.—¡Socorro! ¡Guardias! ¡Que se matan! (_Confusión y gritos._)
-
-VENANCIO (_Al verle sacar la navaja a Epifanio, le coge las manos,
-obligando al otro con su esfuerzo a que suelte la navaja._)—¡Suelte
-usté eso, cobarde! ¡Granuja! ¡Ahí quieto! (_Lo sienta a la fuerza en
-uno de los taburetes que están al lado de la mesa del merendero._)
-
-EPIFANIO.—¡Rosca, que lo mato! (_Se levanta en un esfuerzo._)
-
-VENANCIO (_Volviéndole a sentar._)—¡Quieto ahí!
-
-EPIFANIO.—¡Rosca, quítamelo, que lo mato! (_Vuelve a levantarse y
-Venancio lo vuelve a sentar._)
-
-EULOGIO (_A Epifanio._)—¡Que tome usted asiento, señor!
-
-VENANCIO.—Y ahora...
-
-EULOGIO.—¡Déjalo ya!
-
-VENANCIO.—¡Gallina! (_Le da un empujón y caen rodando al suelo la
-banqueta y Epifanio._)
-
-EPIFANIO (_Levantándose y con furor._)—¡Adiós! ¡Nos veremos... y miá si
-no te la!... (_Se las jura y se va limpiándose._)
-
-TODOS.—¡Fuera, fuera! (_Vanse Epifanio y el Rosca por la segunda
-derecha._)
-
-ROSCA (_Vuelve._)—¡Y usté... (_A Eulogio._) usté y yo nos veremos!
-
-EULOGIO (_Con el chirimbolo._)—¡Miau!... ¡Ah... y toma! (_Cogiendo la
-navaja del suelo y cerrándola._) Dale eso a ése y no uséis cosas de
-estas... ¡que son pa hombres na más! ¡Arrea! (_Dándole un puntapié._)
-
-IGNACIA (_A Venancio, que se ha sentado en un taburete agitado
-y convulso, y al que rodean Isidra, la Justa, Paco, Juan y
-Matías._)—¡Pero, sosiégate! ¿Qué te pasa? ¿Qué tienes?
-
-EULOGIO.—¡Qué quié usté que tenga! ¡El ejercicio que ha hecho!
-
-VENANCIO.—Es que a mí ese... ¡Maldita sea!... (_Se levanta agitado
-blandiendo el palo. Se separan todos asustados. Vuelve a sentarse._)
-
-EULOGIO.—¡Oye, tú, a ver si te estás quieto!
-
-VENANCIO (_Volviendo a levantarse._)—A mí ese chulo no me... (_Se
-separan todos._)
-
-ISIDRA.—¡Pero, Venancio!... (_Le obliga a sentarse._)
-
-IGNACIA.—¡Darle agua!
-
-JUAN (_Con un botijo._)—¡Bueno; pero quitarle el palo!
-
-MATÍAS.—Bueno. ¿Y a qué ha venío tóo esto, si pué saberse?...
-(_Cogiendo el botijo que tiene Juan._)
-
-VENANCIO.—Pues esto ha venío a que la... (_Se levanta y va hacia
-Isidra._)
-
-EULOGIO.—¡Revienta, hombre!
-
-VENANCIO (_Con pasión._)—¡A que la quiero con toda mi alma, señor
-Matías!
-
-EULOGIO.—¡Gracias a Dios!
-
-MATÍAS.—¿Y pa eso sólo has armao esta bronca? ¡Vamos te daba así con el
-pitorro! (_Amenazándole con el botijo._)
-
-IGNACIA (_A Isidra._)—Ya lo has oído. Y tú, ¿qué dices?
-
-ISIDRA.—¿Yo?... Ya se lo diré a él, madre.
-
-EULOGIO (_A Venancio._)—¡Dile que bendita sea su boca!
-
-VENANCIO.—Bendita sea la... (_Aparte a Eulogio._) Cuando tenga más
-confianza.
-
-MATÍAS.—Lo único que me gusta de este chico es que tiene un carater
-parecido al mío.
-
-IGNACIA.—¡Calla, fiera!
-
-EULOGIO.—¡Choca, chico! (_Dándole la mano a Venancio._) Y tú... (_A
-Isidra._) el día que sea eso, cuenta con unos bebés, charol de primera.
-En fin, pa celebrar lo de éstos, (_A Paco._) dele usté al manubrio y
-echemos un baile.
-
-TODOS.—¡A bailar! ¡A bailar! (_Toca Paco y bailan todos._)
-
-EULOGIO (_A la señá Ignacia._)—¿Quiere usté?
-
-IGNACIA.—¡Vamos allá! (_Se cogen y bailan._)
-
-EULOGIO.—¡Y viva San Isidro!...
-
-TODOS.—¡Viva! ¡Viva!... (_Algazara, voces y risas. Mucha alegría._)
-
-TELÓN
-
-
-
-
-LA PENA NEGRA
-
-
-
-
-PERSONAJES
-
- LUCILA
- LA CARMEN
- SEÑÁ ANTONIA
- EUSTASIA
- SEÑÁ LORENZA
- SEÑÁ ROSA
- INVITADA 1.ª
- QUINTINA
- UNA VECINA
- UNA NOVIA
- UNA NIÑA
- SEÑOR BALBINO
- SERAFÍN
- LADISLAO
- SEÑOR VALERIANO
- UN CARRETERO
- TESTIGO 1.º
- SEÑOR MANFREDO
- TESTIGO 2.º
- SEÑOR RÉGULO
- SEÑOR METODIO
- LIBORIO
- EL DUEÑO DEL MERENDERO
- EL PINTURAS
- TESTIGO 3.º
- UN NOVIO
- INVITADO 1.º
- EL CHICO DEL MERENDERO
- DONISIO
- CHICO 1.º
- ÍDEM 2.º
- INVITADOS, INVITADAS Y
- VARIOS CHICUELOS
-
-
-
-
-CUADRO PRIMERO
-
- La escena representa un trozo de la Ronda de Valencia. A la
- izquierda, y en primer término, en un chiscón, construído con
- tablas pintadas y techumbre de zinc, hay establecida una barbería
- de quince céntimos y «cara al sol». A los lados de la puerta,
- sillones para los servicios; en una mesita pequeña, útiles de
- afeitar, como navajas, bacías, etc. Sobre la puerta un letrero
- mal pintado que diga: SALÓN DE BARBERÍA. NO SE AZMITEN PROPINAS.
- En el mismo lado y colocada de izquierda a derecha hasta mitad de
- la escena, se verá la valla de un solar que continúa en ángulo
- hasta cerca del foro. Próxima a este ángulo y frente al público, la
- valla tiene una puerta practicable. Entre la barbería y la valla
- hay espacio para una calle. A la derecha, en primer término, una
- taberna de pobre aspecto con puerta practicable. En la calle y
- frente a la puerta, dos mesas, y alrededor, banquetas. Sobre la
- puerta un letrero que dice: VINOS. Cerca del foro queda un espacio
- a manera de plaza, formado por las casas de la derecha y la valla
- del solar que da frente a estos términos, y en este espacio,
- desemboca una calle bastante ancha. El foro lo constituyen casas y
- solares. Es de día; un día de invierno de sol muy claro.
-
-
-ESCENA PRIMERA
-
-QUINTINA, EUSTASIA, SEÑÁ ROSA, VECINA 1.ª, UNA NIÑA, SEÑOR RÉGULO, EL
-PINTURAS, LIBORIO, CHICO 1.º Y 2.º
-
-_Al levantarse el telón aparecen todas estas personas en la forma
-siguiente. Quintina, la señá Rosa y Vecina 1.ª, sentadas junto a la
-valla del solar. Quintina y la señá Rosa cosen al sol, puestos en la
-cabeza los pañuelos formando pantalla. La Vecina 1.ª peina a una niña
-que estará sentada en el suelo entre las piernas de su madre. Eustasia,
-un poco más lejos, lava ropa en un barreño sostenido sobre un cajón.
-Liborio, sentado en el suelo y apoyada la espalda en la valla, lee un
-periódico. El señor Régulo, a la puerta de la barbería, pasa por la
-badana varias navajas de afeitar. El Pinturas trata de obligar a un
-perrito a que se sostenga sobre las patas traseras. Chico 1.º y 2.º, en
-la parte derecha del foro, vuelan una cometa que se ve remontarse por
-las bambalinas._
-
-EUSTASIA (_Dando jabón a la ropa y restregándola luego, canta un
-tiento._)
-
- ¡Ay, ayayay, ay, ayayay! ¡Ay, ayay!...
- ¡El día que yo te vea... ay, ay, el día!...
-
-LIBORIO (_A Eustasia, dejando de leer y confidencialmente._)—¡Chits!...
-¡Eustasia!... Daría los noventa y pico de años que me restan de
-existencia por ser enagua.
-
-EUSTASIA.—¡Caramba! ¿sí?... ¿Y con qué ojeto?
-
-LIBORIO.—Pa tener el gusto de que me echase usté a la colada.
-
-EUSTASIA.—¡Caray, qué rico! (_Cantando._)
-
- ¡Ay, ayayay, ay, ayayay, ay!...
-
-ROSA.—¿Pero se pué saber qué es lo que te duele, hija?
-
-EUSTASIA.—¿Que qué me duele? (_Mirando a Liborio._) Un divieso... que
-me ha salido aquí al lao.
-
-RÉGULO.—Pues belladona con él.
-
-EUSTASIA.—Estos me los suele reventar mi marido.
-
-LIBORIO (_Escamado y separándose un poco._)—¡Repringue!
-
-RÉGULO.—¡Que te mejores!
-
-EUSTASIA (_Al ver que Liborio se ha separado._)—¡Ya nos vamos
-aliviando, ya!
-
-NIÑA (_La que se peina, casi llorando._)—¡Pero madre!...
-
-VECINA 1.ª—¡Calla, recondená!
-
-NIÑA.—¡Si es que m’arranca usté el cabello!
-
-VECINA 1.ª—¡Pues no le llama cabello a esto y paece el pelote d’un sofá!
-
-ROSA.—Dame una hebra, Quintina.
-
-QUINTINA (_Dándole una hebra de hilo._)—Tome usté, señá Rosa.
-
-LIBORIO.—¿Y cómo anda de istrución ese perro, Pinturas?
-
-PINTURAS.—Ya sabe el ejercicio. Ahora le estoy educando pa monecipal.
-
-EUSTASIA.—¡Qué gracia! ¿Y qué le enseñas?
-
-PINTURAS.—A andar despacio y a pararse en las esquinas.
-
-RÉGULO.—Tóo el manual.
-
-LIBORIO.—¡Já, já! (_Riendo._) ¡Tié salero!
-
-EUSTASIA (_Cogiendo el lebrillo de la ropa._)—¡Vaya, me voy a tender!
-
-LIBORIO.—Y yo. (_Se tiende en el suelo, apoya la cabeza en una piedra y
-sigue leyendo._)
-
-EUSTASIA (_Amenazándole con la pala._)—¡Gracioso! (_Vase por la puerta
-del solar._)
-
-
-ESCENA II
-
-DICHOS _y_ SEÑOR METODIO (_guardia de Orden Público_). _Sale por la
-calle de la derecha._
-
-METODIO.—Salú, vecindario... Buenos días, Régulo. (_Yendo hacia la
-barbería y quitándose la teresiana._)
-
-RÉGULO.—¡Hola, señor Metodio!...
-
-METODIO.—Afeitarme en un vuelo, que voy de servicio.
-
-RÉGULO.—Al vapor. Deje usté el armamento. (_Cuelga el sable que se
-quita Metodio donde éste colgó la teresiana y procede rápidamente al
-afeitado._)
-
-CHICO 1.º (_Dejando al Chico 2.º el hilo de la cometa y viniendo
-furioso ante la taberna._)—¡Señá Lorenza, señá Lorenza, dígale usté a
-Donisio que no tire piedras a la cometa, que va a cobrar! (_Cae una
-piedra y da en el periódico que lee Liborio._)
-
-LIBORIO (_Incorporándose furioso._)—¡Pero, chico! (_Mirando hacia la
-derecha._) ¡A ver si te estás quieto, que más dao en el folletín! (_Cae
-otra piedra entre las vecinas._)
-
-ROSA (_Asustada._)—¡Rediez!... ¡qué cantazo!
-
-QUINTINA (_Indignada._)—¡Pero señá Lorenza, que sigue con las
-piedras!...
-
-LORENZA (_Saliendo con calma de la taberna._)—¡Ay, hija, ni que fueran
-ustés de porcelana! ¡Jesús!... (_Al chico._) ¡Donisio... no tires,
-hijo, que vas a romper un cacharro!
-
-LIBORIO.—Guasitas encima, ¿eh?
-
-DONISIO (_Que sale huyendo por la derecha de los chicos de la cometa,
-que la recogieron a su tiempo._)—¡Madre! ¡madréee... que me pegan!
-(_Donisio es un pequeñuelo que va en mangas de camisa, lleva tirantes y
-fuera de los calzones el faldón de la camisa._)
-
-LORENZA.—¡Hala pa dentro, mala pécora! (_Lo entra en la taberna dándole
-azotes._)
-
-
-ESCENA III
-
-DICHOS _y un_ CARRETERO
-
-_Se oye próximo el rodar de un carro, ruido de colleras y dos o tres
-trallazos._
-
-CARRETERO (_Dentro._)—¡Riá, mula! ¡Riá, condenada! ¡Mula! ¡Sooó!
-¡Generala! ¡Sooó! (_Saliendo sucio de harina hasta la exageración, con
-la boina casi blanca y cara y manos enharinadas._) ¡Güen día!... ¿Hay
-quien _afaite_?
-
-PINTURAS.—Pase, caballero; pase y asiéntese, que se le va a servir de
-seguida.
-
-CARRETERO.—¿_Ande_ m’asiento? (_Empieza a sacudirse la boina contra una
-rodilla, y luego se golpea la ropa levantando una terrible polvareda de
-harina. Tosen todos los que hay en escena._)
-
-PINTURAS.—¡Recoles!... (_Tosiendo._) ¡Ejem!... ¡ejem! Aquí... asiéntese
-aquí. (_Le ofrece un sillón._)
-
-RÉGULO (_Tosiendo._)—¡Ejem!... ¡Chits!... Oiga, buen amigo, no sacuda
-más, que ha desperdiciao usté dos libretas, lo menos.
-
-CARRETERO (_Sentándose._)—¡Maldita siá lá!... Si se pone uno que...
-
-PINTURAS (_Al maestro._)—Paño.
-
-RÉGULO (_Dándole el paño._)—A ese con verduguillo y sin repaso.
-
-PINTURAS (_Pone el paño al carretero y le quita la boina._)—Dejaremos
-la boina aquí. (_La cuelga._)
-
-CARRETERO.—¡Oye, tú, a ver _ande_ la dejas, no me la _van_ quitar!
-
-PINTURAS.—¡Caballero, este salón es de confianza!
-
-CARRETERO.—Lo digo porque, no vas a pensarte, el otro día en la Ronda
-Segovia m’apandaron una a listas, recién estrená.
-
-PINTURAS (_Dándole jabón._)—Aquí no semos de esos. (_Tose._) ¡Ejem!
-¡ejem! ¿Y esa harinita que acarrea usté, es _candial_ u centeno?
-
-CARRETERO.—Es pa cataplasmas.
-
-PINTURAS.—¡Bullanguerillo! (_Le da más jabón._)
-
-METODIO (_Al señor Régulo._)—El bigote déjamelo a lo kaiser.
-
-CARRETERO (_Al escuchar un inquieto cascabeleo de colleras, se vuelve
-furioso hacia la derecha y dice dando un grito terrible._)—¡Coronela!
-
-PINTURAS (_Asustado y dando un salto._)—¡Mi madre! ¿Qué pasa?
-
-CARRETERO.—¡Aguarda, hombre! (_Incorpórase y mira hacia donde ha dejado
-el carro._) ¡Maldita siá! ¡Coronelááá! (_A gritos._) ¡Ay, Granaíto,
-Granaíto, que te voy a hacer polvo!
-
-PINTURAS.—¿Más polvo?
-
-CARRETERO (_Se levanta rápidamente, coge el látigo que habrá dejado
-apoyado en la pared y echa a correr con el paño puesto y la cara llena
-de jabón_.)—¡Siooó, mula! (_Se oyen trallazos._) ¡Machooó!... ¡Perro!
-¡Maldita sea tu casta, ladrona! (_Se oye ruido de colleras._) ¡Siooó!
-¡Mala sangre! ¡Asesinooó! (_Vuelve y deja el látigo_) ¡Amos, hombre;
-esa perra, ca vez que la engancho en varas, m’atolondra el macho!
-
-PINTURAS.—¿Es coqueta?
-
-CARRETERO.—¡Burro! (_A Pinturas._) (No es a ti.) (_Alto._) ¿Tú también?
-¡ay, si güelvo, si güelvo! (_A Pinturas._) _Afaita._
-
-PINTURAS (_Afeitando._)—¿Y qué, ha visto usté cómo anda eso de la
-política?
-
-CARRETERO.—¡Política! Quita, hombre, a mí tóo lo que no sea la
-República ¡agua limón! (_Metodio se vuelve y le mira._) Y vengan palos,
-y cortar caezas, y colgar gente rica. (_Metodio vuelve a mirarle._)
-
-PINTURAS.—Sí, vamos, usté tira a la _demagogogía_.
-
-CARRETERO.—¡Natural! ¡Y ajuera ladrones, y abajo los empleaos, y a
-destripar guindillas! Créeme a mí.
-
-METODIO (_Con la cara llena de jabón._)—¡Oiga usté, mi amigo!
-
-CARRETERO (_Con la cara llena de jabón, también._)—¿Qué pasa?
-
-METODIO.—Que como siga usté rebuznando a ese tenor, le acabamos a usté
-de afeitar en la Delegación.
-
-CARRETERO.—¿_D’ande_ ha salío esa voz aflautada?
-
-METODIO.—De Metodio Lagunilla, agente de primera afezto a la Zona norte.
-
-CARRETERO.—Pus pa otro día se afeita usté con kepis, porque así
-enjabonao no se le nota a usté la autoridaz.
-
-Metodio.—Se usan gafas.
-
-CARRETERO.—Se usan narices postizas. Acaba, chico. (_Por lo bajo._)
-¡Nos ha matao el tío guinda éste!
-
-METODIO (_A Régulo._)—¿Y que tenga uno que aguantar esto?
-
-RÉGULO.—No haga usté caso, señor Metodio, en estos salones hay que oir
-toa clase de ditirambos.
-
-PINTURAS (_Acabando con el carretero._)—Pa servir a usté.
-
-CARRETERO (_Levantándose._)—¡Está esto güeno! (_Mira al guardia con
-ira, mientras saca de la faja una bolsa de cuero y deslía el cordón que
-la cierra._) ¡Te digo que si uno no mirara!... ¡Así degollasen a la!...
-¡Lástima de!... ¿Qué se debe?
-
-PINTURAS.—Quince céntimos.
-
-CARRETERO.—¡Maldita siá! (_Dando los quince céntimos._) En paz.
-(_Liando la bolsa y guardándola._) ¡Y luego que si _libertá_, y si
-pimientos morrones! (_Coge el látigo, se acerca a la pared y en vez de
-descolgar su boina coge la teresiana de un manotón._) ¡Miá tú a mí el
-esbirro éste!
-
-METODIO.—¿Eh? que ha cogido usté mi teresiana.
-
-CARRETERO (_Soltándola encima de la mesa._)—¡Rediezla, pues eso me
-faltaba, irme con tonterías en la caeza! ¡Me caso hasta en!... (_Dando
-trallazos y voces._) ¡Riá, Coronela! ¡Huesque! ¡Ladrona! ¡Granaíto!
-¡Ay, qué macho, qué macho! ¡Mala sangre! ¡Arreeé! (_Se oye alejarse el
-carro y se oyen las voces del Carretero que se pierden a lo lejos._)
-
-RÉGULO (_Acabando._)—Servidor, señor Metodio.
-
-METODIO.—Bueno, ¿y qué haces cuando te tropiezas con un _devocionario_
-de esos?
-
-RÉGULO.—Hacer la vista gruesa, es lo que coge.
-
-METODIO.—Hay que tener más pacencia... (_Vase foro izquierda. El señor
-Régulo vase con Pinturas a la barbería. Durante la escena anterior,
-se han marchado la Quintina, Vecina 1.ª y la Niña, y luego Liborio,
-quedando sólo la señá Rosa._)
-
-
-ESCENA IV
-
-SEÑÁ ROSA _y el_ SEÑOR BALBINO
-
-(_El señor Balbino, es un tipo de verdulero ambulante; sale por la
-izquierda con un borriquillo que lleva un serón cargado de frutas y
-hortalizas._)
-
-BALBINO (_Pregonando._)—¡Pimientos coloraos d’asar! ¡A treinta, tomates!
-¡Como la grana, tomates! ¡Parroquianitas, que son de moda! ¡A treinta,
-tomates!
-
-VOZ (_Dentro._)—¡Verdulero!
-
-BALBINO (_Contestando._)—¡_Perroquiana_!
-
-VOZ.—¿Los da usté a veinte?
-
-BALBINO (_En voz alta._)—Aguárdate que consulte. (_Al burro._) ¿Los
-damos a veinte, Catalino? (_En voz alta._) Dice mi socio que no hay
-negocio. (_Pregonando._) ¡Como la grana son! ¡Como la grana son!
-
-ROSA.—Adiós, Balbino.
-
-BALBINO.—Hola, señá Rosa, ¿pero toavía anda usté pol mundo?
-
-ROSA.—Y el rato que me queda, hijo.
-
-BALBINO.—Así sea.
-
-ROSA.—¿Y vienes por la manduca?
-
-BALBINO.—A ver. He visto bostezar a _Catalino_ y he dicho las doce y
-cuarto y nos hemos venío pa acá en busca del _lunche_. (_Descarga el
-serón con las verduras y lo pone junto a la taberna y le coloca al
-burro en el cuello el saco del pienso._)
-
-ROSA.—Siempre estás de güen humor, hijo.
-
-BALBINO.—¿Yo? Yo no. El que es feliz es mi _socio_. Aquí lo tié usté;
-tié tres cargos, cuadrúpedo, industrial y verdulero, pus entavía le
-queda tiempo pa sus asuntos particulares con una burra vecina. Místelo;
-nos queremos como hermanos. Hace cinco años que nos hemos juntao
-bajo la razón social de Balbino Verdolaga y Compañía, y menos en las
-algarrobas en tóo lo demás vamos a medias; pues aún no hemos tenío el
-más ligero disgusto. ¿Qué le falta a este burro pa ser una persona?...
-¡Darme un par de coces! Y no lo espero, ¿verdá _Catalino_?
-
-ROSA.—¿Qué dice?
-
-BALBINO.—¿Dice que si usté gusta?
-
-ROSA.—Gracias, hijo.
-
-BALBINO.—¡Ande come uno comen dos, no sea usté niña!
-
-ROSA (_Levantándose y marchándose._)—¡Anda y que te dé el viento,
-guasón! (_Vase._)
-
-BALBINO.—Usté se lo pierde. (_Mira el reloj._) ¡Cuánto tarda la Lucila!
-Voy a avisar que nos preparen la comida. (_Mete al burro por la calle
-de la derecha y entra él en la taberna._)
-
-
-ESCENA V
-
-SEÑOR MANFREDO. _Luego_, BALBINO.
-
-(_Manfredo, que es un viejo desastrado que se dedica a pasear anuncios,
-sale por la izquierda llevando en alto y sujeto por un palo un gimnasta
-de músculos atléticos, pintado en un lienzo en actitud de sostener dos
-enormes pesas en las que se leen las palabras: “Fuerza”, “Robustez”,
-“Hermosura”, “Virilidad” y a los pies de la figura un letrero que
-dice_: BOLA, 10, GRAN GIMNASIO.)
-
-=Música=
-
- MANFREDO
-
- Quien quiá ser
- un señor
- de poder
- y vigor
- y adquirir
- robustez,
- puede ir
- Bola diez.
- Me alquilé para anunciar
- como ustedes pueden ver,
- mi misión es pasear
- y exhibirme por doquier
- y aunque no expreso el rubor
- que esta exhibición me da,
- digo para mi interior:
- ¡Ay, mamá! ¡Ay, mamá!
- Cuántas tonterías
- hacen los mortales
- cuando necesitan
- tres o cuatro reales.
- Yo he visto a un banquero
- que quebró en León
- bailando guajiras
- en un callejón.
-
- ——
-
- Ayer tarde me paré
- en la calle de Alcalá
- y una joven de buen ver
- que pasó con su mamá,
- al mirar este Sansón
- le salió del pecho un ¡ah!
- y exclamó con timidez:
- ¡Ay, mamá! ¡Ay, mamá!
- y la madre al verla
- tan acongojada
- y tan suspirante
- y tan colorada,
- dijo: no hagas caso,
- que es una ilusión,
- Siempre se exagera
- la musculación.
- Este sansón
- vale un millón.
-
-=Hablado=
-
-MANFREDO (_Mirando al gimnasta._)—¡Chitsss!... Hercúleo... ¿Vamos a ver
-si nos fían media copa?... Bueno. (_Se dirige a la taberna._)
-
-BALBINO (_Que sale de ella._)—¡Calle!... (_Reparando en Manfredo._)
-¡Manfredo!... pero, ¿eres tú?...
-
-MANFREDO.—¡Balbino de mi alma!... ¡¡Cuánto me alegro!!
-
-BALBINO.—¡No te había conocido! Chico, ¿pero qué es eso que llevas a
-cuestas?
-
-MANFREDO.—¡Un _azleta_!
-
-BALBINO (_Mirándolo._)—¡Gachó, qué tío! (_Leyendo._) Fuerza, robustez,
-hermosura, _verilidaz_... ¿Y tóo eso, qué es?
-
-MANFREDO.—Cinco reales. Que me he metido a niñera d’anuncios; los llevo
-a paseo.
-
-BALBINO.—Pues la cosa no es mu pesá que digamos.
-
-MANFREDO.—Sin embargo; ¡el Herculitos este tié sus deficultades, no
-creas!
-
-BALBINO.—¿Cuálas?
-
-MANFREDO.—Pues mira, primero, la chirigota pública. Ayer sin ir más
-lejos nos ven dos señoritos y va uno y le dice al otro: ¡Miá qué grupo
-tan bonito: _Sansón y Donlila!_ Y el pitorreo siempre molesta: Y
-segunda y prencipal, que como tóo el peso lo llevas arriba, en cuanto
-te tomas dos copas, te empieza a _titubear_ el _azleta_ y de una legua
-te conocen que has bebido.
-
-BALBINO.—¿Por la _oscilación_?
-
-MANFREDO.—Natural. (_Deja el gimnasta apoyado en la tapia de la taberna
-y se sientan._) ¿Y tú qué haces por estos barrios?
-
-BALBINO.—Pues náa, chico, que ahora comemos aquí.
-
-MANFREDO.—¿Sus habéis mudao?
-
-BALBINO.—Arganzuela, decisiete. Hace un mes escaso.
-
-MANFREDO.—¿Y tu vástaga?
-
-BALBINO.—Dedicá a su comercio. Ya no tardará.
-
-MANFREDO.—¿Y tu sobrino?
-
-BALBINO.—¿Quién, Serafín? No sé de él.
-
-MANFREDO.—¡Repringue! pero, ¿no vive con vosotros?
-
-BALBINO.—Hace dos meses. Nos la jugó de puño.
-
-MANFREDO.—¡Chico!... ¡No lo hubiá creído! ¡Qué _engratetú_! Toa la vida
-a tu lao y de repente...
-
-BALBINO (_Con tristeza._)—Y lo peor de que nos haiga dejao no es la
-_engratetú_, Manfredo...
-
-MANFREDO.—Pues, ¿qué es? (_Con interés._)
-
-BALBINO (_Acercándose a su interlocutor y con misterio._)—Lo peor es
-que con ese motivo estoy atravesando un drama de familia que atufa.
-
-MANFREDO.—¡Porra! Pero, ¿es de veras?
-
-BALBINO.—¿Que si es de veras? Te quiero como un hermano y te lo voy a
-contar tóo pa que veas cómo las estoy pasando.
-
-MANFREDO.—Me dejas _demudao_. Cuenta, cuenta...
-
-BALBINO.—Mira, Manfredo, tú ya sabes que respetive al bienestar, mi
-casa era un eden... ¡Más!... ¡Un _eden concert_!...
-
-MANFREDO.—Me costa.
-
-BALBINO.—Ya que mi chica perdió a su madre a los tres años, dije, pues
-que no eche de menos el cariño que la va a faltar y la _quintudupliqué_
-el mío; que tú sabes que ciego por ella y si me pide la luna no se la
-traigo porque no sé por dónde se sube, que si no, se la bajaba de un
-cuerno.
-
-MANFREDO.—Me sigue _costando_.
-
-BALBINO.—De chiquilla, pa que tuviese con quién juar, recogí a mi
-sobrino Serafín, como sabes, cuando murió mi cuñada y me lo llevé a
-casa.
-
-MANFREDO.—Acción meritoria.
-
-BALBINO.—Pues bien, los chicos, primero con el apego de criarse juntos,
-después con lo natural que da el roce, pues lo que era una cosa, luego
-fué otra, y en total, que mi Lucila se _pirrió_ por Serafín, sin que él
-se diese cuenta, y de pronto, cuando más mochales estaba la chica, va
-el ganso ese y se nos larga a vivir con una tal Carmen.
-
-MANFREDO.—¡Mi madre!
-
-BALBINO.—Lo que oyes.
-
-MANFREDO.—¿Ella se habrá quedao _desconsoladisma_?
-
-BALBINO.—¡Carcúlate! Ahora, que ya la conoces, y como ella cree que yo
-no me he enterao de náa, pues pa no darme el desgusto, la creatura se
-repudre por dentro y se va a llorar por los rincones; pero delante de
-mí siempre está con unas risas y unas alegrías que m’hacen más daño que
-un clavo en las botas.
-
-MANFREDO.—Pues vaya una coba triste.
-
-BALBINO.—¡Considera! Y yo, la verdad, quisiera una cosa de ti.
-
-MANFREDO.—¿Cuála?
-
-BALBINO.—Que t’aguardes, y cuando venga la chica, yo me largo ahí
-dentro, y a ver si tú _pués_ sacarla con maña su verdadero sentir. No
-sea que me haga algún disparate que me amargue.
-
-MANFREDO.—No lo creo; pero en fin, déjamela a mí, que yo la hablaré.
-(_Se oyen risas lejanas._)
-
-BALBINO.—¡Calla!... ¡Ella viene! Ya está ahí.
-
-MANFREDO.—¡Y cómo se ríe!
-
-BALBINO.—Lo de siempre. ¡La pobrecilla, pa engañarme!...
-
-
-ESCENA VI
-
-DICHOS _y_ LUCILA
-
-LUCILA (_Sale por la izquierda con una cesta llena de juguetes baratos,
-y atado al asa un hilo con globitos de colores. Viene riéndose
-exageradamente y mirando atrás._)—¡Já, já, já! ¡Qué gracia! ¡El demonio
-del hombre! (_A su padre._) ¡Hola, agüelo!
-
-BALBINO.—¿Pero qué te pasa, tarambana?
-
-LUCILA.—¡Náa... calle usté, que vengo partía de risa! ¡Já, já, já! ¡Qué
-salao!
-
-MANFREDO.—¿Pero qué t’ha sucedío pa ese jolgorio?
-
-LUCILA.—¡Quite usté, señor Manfredo! ¡La gracia _el_ mundo! Un señor
-viejo que m’ha preguntao que cuánto quería por los _juetes_ con
-escaparate y tóo.
-
-BALBINO.—¿Y tú qué has dicho?
-
-LUCILA.—Que veinticinco años y un bigote rubio.
-
-BALBINO.—¿Y qué t’ha contestao?
-
-LUCILA.—Que no llevaba suelto, y le he añadío que pa gaitas ya las
-vendo yo. ¡Já, já! ¡Qué salero!
-
-MANFREDO.—¡Eres el demonio!
-
-BALBINO.—¿Y has vendío mucho?
-
-LUCILA.—¿Vender?... ¡Ganas! Dende que ha salío el futu-bul se están
-poniendo las creaturas que no siendo a coces no saben a qué juar. ¡El
-mejor día agarro yo el _bazar_, le pego un puntapié y _futu-bul_! En
-toa la mañana no he vendío más que Don Nicanor tocando el tambor, a
-una señora gruesa, y _Don Genaro_ saludando a una estitutriz, que como
-era francesa no ha entendío el saludo y me lo quería devolver. Total:
-entre la señora y la estitutriz, dos perras. Se lleva una perra el
-Ayuntamiento, conque le queda a usté otra pa mantención, ropa limpia y
-ladridos... ¡Usté verá el negocio!
-
-BALBINO.—¡Pa echar _utomóvil_! Vaya, voy a avisar que nos calen la
-sopa. (_Vase a la taberna._)
-
-LUCILA.—Sí, que traigo gazuza, padre.
-
-
-ESCENA VII
-
-LUCILA, MANFREDO. _Luego_ BALBINO.
-
-Manfredo (_Aparte._)—¡A ver si se me franquea! (_Hace señas de
-inteligencia a Balbino, que se asoma con disimulo tras la puerta de la
-taberna. Alto a Lucila_.) Oye, ya m’ha dicho tu padre que sus habéis
-mudao.
-
-LUCILA.—Sí, señor, en la cae la Arganzuela. Tenemos un chalete
-lujosísimo, con vistas a la mar... a la mar de solares.
-
-MANFREDO.—Ya iré a veros.
-
-LUCILA.—Pues vaya usté pronto, que está la escalera pa caerse. ¿Y
-l’habrá dicho a usté también que Serafín nos hizo rabona, eh?
-
-MANFREDO.—Eso m’ha contao. Y que se fué con una tal Carmen.
-
-LUCILA (_Con tristeza._)—Sí, señor. Mañana precisamente hace dos meses,
-mire usté.
-
-MANFREDO.—¿Tú habrás tenido el primer disgusto?
-
-LUCILA.—¡Hombre... sí que lo sentí, porque le tenía una miaja de ley,
-pero náa más! Ahora que... ¡lo que son las cosas de la Providencia!...
-¿A que no sabe usté lo que he sabío esta mañana, señor Manfredo?
-
-MANFREDO.—¿Qué has sabido?
-
-LUCILA.—¡Pues que Serafín y la Carmen han tarifao ya!
-
-MANFREDO.—¡Rediez!
-
-LUCILA.—¡Y de mala manera! Me he encontrao al cojo Changa, ese amigote
-suyo, y me lo ha contao tóo. Al mes de vivir juntos, la madre lo echó
-a la calle; creo que no congeniaban. Al menos eso dicen ellas. Pero la
-verdá de la cosa es que la Carmen no le quería, y se ha encaprichao,
-según dicen, con el señor Valeriano, el pollero, que tié guita larga, y
-ha dejao al otro por puertas.
-
-MANFREDO.—¡Buen castigo! ¿Tú te habrás alegrao de ole?
-
-LUCILA.—¿Yo? ¿Por qué me voy a alegrar?
-
-MANFREDO.—¿Que por qué?... ¡Porque sí! No disimules; porque tú quiés a
-Serafín hasta donde se pué querer.
-
-LUCILA (_Sorprendida._)—¿Yo? ¡Qué tontería! ¿Quién se lo ha dicho a
-usté?
-
-MANFREDO.—Un pajarito que tóo lo sabe: la experencia. ¡Tú le quieres,
-no lo niegues!
-
-LUCILA.—¡Hombre... quererle, claro!... Algo.
-
-MANFREDO.—¡Mucho!
-
-LUCILA.—Es natural... ¡Toa la vida a su lao!... Que cuidarle cuando se
-ponía malo... que reirme con sus bromas... que adivinarle los gustos...
-Y un año y otro, siempre juntos... pues, claro, aunque una sea un
-perro... se toma cariño.
-
-MANFREDO.—Es que tú l’has tomao un poquito más que cariño.
-
-LUCILA (_Vacilando._)—¡Tanto como eso no, pero he pasao malos ratos,
-sí, señor; pa qué le voy a usté a engañar! Pero no se lo diga usté a mi
-padre, ¿eh?
-
-MANFREDO.—¡Descuida, mujer!
-
-LUCILA.—Pues los he pasao; porque yo que sé lo que es querer, he visto
-que ella no le quería y él cáa vez más loco. A una palabra suya iba
-de cabeza, y en cambio mis consejos y mis _avertencias_, náa... Como
-si soplase usté al sol pa enfriarlo: inútil. Pero el querer es así:
-loco, y hay que aguantarse. Ya ve usté, yo era todo por su bien, sin
-interés denguno... (_Se le saltan las lágrimas_,) y ella en cambio, le
-desprecia... pus se ha ido con ella, y es que la vida tié esas cosas...
-¡Ay! ¡Si yo me hubiese podido hacer más chiquita, más chiquirritita de
-lo que soy... y me hubiese podido esconder en el corazón de esa mujer,
-entonces sí que le hubiera querido, señor Manfredo, entonces sí que le
-hubiera querido! (_Llora._)
-
-MANFREDO (_Conmovido._)—¡Me caso en el gimnasta! ¡Maldita sea mi suerte!
-
-LUCILA (_Secándose las lágrimas._)—(¡Chito! ¡Calle usté! ¡Mi padre!)
-
-BALBINO.—Ya está la sopa, tú.
-
-LUCILA.—Vamos.
-
-BALBINO.—Oye, (_Observándola._) ¿pero qué es eso? ¿Llorabas?...
-
-LUCILA.—¿Yo?... ¡Quite usté, hombre! ¿Llorar? (_Ríe._) ¡Já, já! ¡qué
-gracia!... Pues precisamente le estaba diciendo al señor Manfredo,
-que estoy mu contenta porque ca día está usté más arriscadete y más
-guapo. ¡Como que unas señoras me lo querían coger anteanoche pa una
-tómbola!... ¡Misté qué ojos más ladrones... y misté qué nariz! ¿Usté ha
-visto una alcachofa más bonita en su vida?
-
-BALBINO.—¡No seas niña, Lucila, y no desimules!
-
-LUCILA.—¡Bendito sea mi padre! ¡Ele! ¡Esto sí que se quiere de veras en
-el mundo, señor Manfredo! ¡Él pa mí, yo pa él, sin coba, ni paripé...
-siempre juntos los dos! (_Le abraza._) ¡mi agüelete!... ¡Ele! (_Quiere
-reir y llora._)
-
-BALBINO.—¿Lo ves, lo ves cómo lloras?
-
-LUCILA.—Bueno, ¿y qué? Aunque llore, ¿qué? Es de alegría, señor.
-También se llora de alegría. Hay días que llueve con sol, ¿verdá
-usté?... (_Empujando a su padre._) ¡Eche usté pa alante, so gitanazo!
-¡Já, já! ¡Místelo, tié la esbeltez del talego! (_Abrazándole._) ¡pues
-no quiero yo na a este tío viejo!
-
-BALBINO.—¡Pero lloras, lloras!
-
-LUCILA (_Llorando francamente._)—¡De alegría... de alegría! ¡Si es de
-alegría, señor!
-
-BALBINO (_A Manfredo._)—¿Estás viendo? ¡Maldita sea!... (_Entran
-abrazados en la taberna._)
-
-MANFREDO (_Furioso, cogiendo el gimnasta._)—¡Mecachis hasta en!...
-¡Después de ver esto, hoy te va a pasear a ti tu señora agüela! (_Se lo
-echa al hombro y sale corriendo por detrás del solar._)
-
-
-ESCENA VIII
-
-SERAFÍN _y_ LADISLAO
-
-_Salen por la derecha. Vienen mirando hacia atrás como ocultándose de
-alguien._
-
-SERAFÍN (_Azorado._)—¿Es la Carmen?
-
-LADISLAO.—Sí, es ella. Se ha parao en la tienda de telas con una mujer.
-
-SERAFÍN.—La esperaré aquí.
-
-LADISLAO.—Bien hecho. Y atiende, Serafín; espero que quedes como un
-_hombrito_; duro con esa golfa, y que no te ablande el cariño que l’has
-tenido.
-
-SERAFÍN.—No tengas cuidao. Lo que no la diga, será porque no me deje la
-rabia.
-
-LADISLAO.—Piensa que esa mujer te ha tomao de pito en tales términos...
-que te puede utilizar un sereno _impugnemente_; y piensa que por su
-culpa estás siendo el _hazme de reir_ de la sociedad.
-
-SERAFÍN.—Lo he pensao tóo, y que no me quiera y me deje por otro es lo
-que me importa. Lo demás, ¡a mí qué!
-
-LADISLAO (_Furioso._)—¿Cómo que a ti qué?... ¿Y el honor?... ¿Y la
-guapeza de un hombre tirá por los suelos?... ¿Y la befa social?... ¿Son
-fruslerías? Ten denidaz.
-
-SERAFÍN.—¡Lo que tengo es que no puedo vivir sin ella, y hay que
-arreglarlo sea como sea!
-
-LADISLAO.—Por la tremenda. Créeme a mí. La mujer es un ser fútil y
-veleta que compará con nosotros no vale el pan que come. Ahora tú
-procede.
-
-SERAFÍN.—¡Chist! ¡Cállate! Ya viene.
-
-Ladislao.—Pues ahí estoy. A ver esas agallitas. (_Se oculta junto a la
-barbería._)
-
-
-ESCENA IX
-
-SERAFÍN _y_ CARMEN
-
-_Carmen sale por la derecha y va a seguir y marcharse por la izquierda
-hasta que la detiene Serafín._
-
-SERAFÍN (Estoy temblando, no sé si de coraje u de qué.) (_Alto a
-Carmen._)—¡Carmen!
-
-CARMEN (_Volviéndose sorprendida._)—¡Tú!
-
-SERAFÍN.—Yo, sí, señora.
-
-CARMEN.—Bueno, ¿y qué quieres?
-
-SERAFÍN.—Dos palabras.
-
-CARMEN.—Vengan y que no sean más.
-
-SERAFÍN.—Mucha prisa llevas.
-
-CARMEN.—Regular. Conque, ¿qué hay? Acaba.
-
-SERAFÍN (_Titubeando._)—Náa... que yo... que yo no puedo estar así más
-tiempo.
-
-CARMEN (_Con frialdad._)—Pues cambia de postura.
-
-SERAFÍN.—Miá, Carmen, no te burles, que vengo muy en serio. ¿Tú es que
-quieres mi perdición?
-
-CARMEN.—De ti no quiero nada, ni eso; ya lo sabes.
-
-SERAFÍN (_Exaltado._)—Entonces, ¿por qué me has engañao?
-
-CARMEN.—Y dale molino. La engañá he sido yo, Serafín; te lo he dicho
-cincuenta veces; yo, que creí que la simpatía que te tuve podría ser
-cariño, que luego he visto que no y que prefiero ser franca a ponerte
-en ridículo. Me lo debías de agradecer.
-
-SERAFÍN.—¡Carmen, piensa lo que dices!
-
-CARMEN.—Estas cosas del querer no se piensan, chico; se sienten u no se
-sienten, y en paz. Conque me alegro verte bueno... (_Intenta irse._)
-
-SERAFÍN (_Sujetándola._)—Aguarda, miá que voy a hacer una barbaridad,
-Carmen.
-
-CARMEN.—No lo creo.
-
-SERAFÍN.—Miá que tú no sabes cómo te quiero; miá que estoy en ridículo,
-y miá que lo sé todo; porque tú me has dejao por otro.
-
-CARMEN.—¡Mentira!
-
-SERAFÍN.—Y ahora tiés prisa pa ir a buscarle.
-
-CARMEN.—¡Mentira!
-
-SERAFÍN.—Verdá; y es el señor Valeriano el pollero.
-
-CARMEN.—Bueno, y últimamente, ¿qué? ¿No soy libre? Ese u otro, alguno
-tié que ser; porque monja no querrás que me meta. Conque suelta...
-
-SERAFÍN.—No te suelto... no... ¡Tú te vienes conmigo!
-
-CARMEN.—Vaya, Serafín, no te pongas pelma, y déjame...
-
-SERAFÍN.—Pues vente.
-
-CARMEN.—¡Ni arrastrá! Suéltame o grito.
-
-SERAFÍN (_Exasperado._)—¿Qué gritas?... ¡Maldita sea, no sé como no te
-ahogo!
-
-CARMEN.—¡Ay!... (_Luchando por desasirse._) ¡Suelta, granuja!...
-¡Guardias!
-
-SERAFÍN.—¡Calla! ¡calla!
-
-CARMEN (_Llorando._)—¡Déjame!... ¡Suelta!... ¡Guardias! (_Empieza a
-asomarse gente a las puertas._)
-
-
-ESCENA X
-
-DICHOS, SEÑÁ ANTONIA _y_ SEÑOR VALERIANO _por la izquierda_
-
-ANTONIA.—¡Carmen! ¡Carmen!
-
-CARMEN (_Soltándose de Serafín._)—¡Madre! (_Se abraza a ella._)
-
-ANTONIA.—¿Pero qué es eso?... ¿Es ese golfo?... ¿Qué te hacía ese golfo?
-
-CARMEN.—No, nada; si no era nada.
-
-ANTONIA.—¿Pero otra vez a atosigarte? Quita... (_Queriendo soltarse._)
-deja... déjame que lo lisie, ¡ladrón, sinvergüenza, granuja!
-
-SERAFÍN.—¡Usté tié la culpa de tóo!
-
-ANTONIA (_Gritando._)—¿Pero es que no nos vas a dejar en paz, so
-randa?... ¡so vago!... ¡Que maldita sea la hora que te conocimos!...
-¡Dilo! ¡dilo! (_Pausa._)
-
-VALERIANO (_Que ha quedado en último término, adelanta con cachaza y le
-dice a Carmen en voz baja, casi al oído._)—Que no escandalice.
-
-ANTONIA.—¡Habla, so chulo sinvergüenza, habla!
-
-CARMEN.—Madre, por Dios, no escandalice usté, que se asoma gente. (_Se
-van asomando más vecinos por esquinas, puertas y ventanas._)
-
-ANTONIA.—¿Y qué?... (_A grito pelado._) ¿Y qué que escandalicemos?
-¡Mejor! Así se enterará tóo el mundo, que no, que no, y que no lo
-quieres, no señor... ¡por granuja! ¡por golfo! ¡Eso es!... (_A todos._)
-¡Sí, señores, ya lo saben ustés!...
-
-SERAFÍN (_Amenazador._)—¡Si no fuá usté una mujer!...
-
-ANTONIA.—Pos si no fuera yo una mujer, ya hace tiempo que llevarías tú
-las narices con medias suelas: que por eso has abusao, so gallina; pero
-se acabó la ganga... Ya hay un hombre que nos defiende... ¡Uno!...
-¡Ahí lo tienes!... ¡Atrévete ahora! (_Señala a Valeriano._)
-
-VALERIANO (_Al oído de Antonia._)—¡No me ponga usté en ridículo!
-
-SERAFÍN.—Ya he visto a ese señor, sí señora; y sé cómo se llama y todo:
-don Nadie.
-
-VALERIANO (_Va hacia él con calma._)—Creo que hace usté mal en
-faltarme, joven.
-
-SERAFÍN.—Lo dicho, está dicho.
-
-ANTONIA.—¡Vale más que tú, cien mil veces!
-
-SERAFÍN.—¡Mentira!
-
-VALERIANO.—Con sosiego. (_Vuelve hacia Serafín._)
-
-CARMEN (_Intentando detenerlo._)—¡Por Dios, Valeriano!
-
-VALERIANO (_Al oído._)—No me pego con obleas. (_A Serafín._)
-Esclarecido pollo. Esa joven y su respetable y distinguida madre...
-
-BALBINO (_Que está asomado con Lucila a la puerta de la taberna,
-tose._)—¡Ejem! ¡ejem!
-
-VALERIANO (_Siempre en su voz._)—¡Tolú! Quedan desde este momento bajo
-mi salva... guardia; con lo cual quiero decir que el camino de su
-domicilio para usté desde hoy, es una senda erizada de cosco... rrones.
-Punto. En la brevedaz está la claridaz.
-
-ANTONIA.—¡Mu bien dicho!
-
-SERAFÍN.—¡A mí, Prim!
-
-VALERIANO.—Sin embargo, medite. (_A los vecinos._) Y esto se ha
-arrematao, curioso vecindario. (_Saludando a todos con el sombrero._)
-De ustés afeztísimos. (_A Carmen y Antonia._) Caminen.
-
-ANTONIA.—Toma quina. (_Vanse los tres izquierda._)
-
-SERAFÍN (_Dando un puñetazo en una mesa y sentándose violentamente._)
-¡Maldita siá!
-
-LUCILA.—¡Bribonas! ¡Infames!... ¡Serafín!
-
-BALBINO.—¡Chist! Nosotros ni pío. Se lo tiene ganao. Adentro. (_Entran
-en la taberna._)
-
-VECINA 1.ª (_Con sorna a Eustasia, que está a la puerta del
-solar._)—Oye, Ustasia, ¿has visto qué fresco... que qué fresco hace?
-
-EUSTASIA.—Éntrate no te costipes, chica.
-
-VECINA 1.ª—¡Ja jay! (_Ríe. Los vecinos se retiran sonriendo con burla y
-comentando en voz baja el ridículo de Serafín._)
-
-
-ESCENA XI
-
-SERAFÍN, LADISLAO, _que sale de su escondite_
-
-_Ladislao, cuando ya se han ido todos, sale como disparado y furioso
-del sitio donde se ocultaba, va hacia Serafín, que habrá quedado de
-bruces sobre la mesa en que se apoyó, y levanta la estaca como para
-sacudirle un palo en la cabeza, deteniéndola luego en el aire. Le mira,
-después con desprecio y escupe._
-
-SERAFÍN (_Levantando la cabeza y mirando a Ladislao._)—¿Has oído?
-
-LADISLAO (_Se sonríe, se acerca a él, y casi en su oído imita el balido
-de un cordero._)—¡Béee!
-
-SERAFÍN (_Levantándose descompuesto._)—¡Ladislao!
-
-LADISLAO (_Muy serio._)—¡Béee!
-
-SERAFÍN (_Con rabia._)—¿Y qué quiés decir con eso?
-
-LADISLAO.—Que te lo _traduzgan_.
-
-SERAFÍN.—¿Qué me quiés decir, contesta? ¡Y no me vuelvas más loco de lo
-que estoy!
-
-LADISLAO.—Serafín, has quedao a la altura de un cacahué apaisao.
-
-SERAFÍN.—¿Y qué quiés que haga, dímelo?... ¿Qué voy a hacer?
-
-LADISLAO (_Con energía._)—Después de la chunga de que eres _vírtima_,
-no tiés más que dos caminos: u vengarte u rifar el bigote. _Ozta_.
-
-SERAFÍN.—¡Ladislao!
-
-LADISLAO.—En seco. Piensa en el choteo de tóo el mundo; en que los
-vecinos se te han pitorreado; y sobre tóo, en que esa y ese a estas
-horas se están columpiando con tu mansedumbre.
-
-SERAFÍN.—¡Eso es verdá! En eso tiés razón.
-
-LADISLAO.—Cuando una moza le hace a un hombre lo que esa te ha hecho a
-ti, el hombre tié derecho a todo... ¡a todo!
-
-SERAFÍN.—¿Qué quiés decir?... (_Se asoman a la taberna Balbino y
-Lucila._)
-
-LADISLAO.—Que pa un sujeto de vergüenza es más dizno un grillete que
-un cencerro. Ya lo sabes. Conque si quiés recuperar mi estimación,
-hoy se toman los dichos el Guitarrero y la Isabel; La Carmen y el
-señor Valeriano son los padrinos; a las doce y media pasará por aquí
-la comitiva pa ir a la Vicaría; pues bien, vente aquí a esa hora,
-espéralos, y a la una ponme un Besa tu mano dende la delegación u dende
-la Casa de Socorro. De lo contrario ya sabes el piropo que te aguarda
-en la historia. ¡Béee!
-
-SERAFÍN (_Desesperado._)—¡Es verdá!... ¡Adiós! (_Le alarga la mano._)
-
-LADISLAO (_Rechazándola con el bastón._)—No, la manita no. ¡Cuando la
-_denifiques_!
-
-SERAFÍN.—¡Por éstas, que me las pagan! (_Vase corriendo por la
-derecha._)
-
-LADISLAO.—¡Anda con ellos! (_Se sienta._) Náa, que está visto; hombres
-que tengan vergüenza no quedamos en el mundo arriba de siete.
-
-
-ESCENA XII
-
-LADISLAO, SEÑOR BALBINO _y_ LUCILA, _de la taberna_
-
-BALBINO (_Acercándose a Ladislao de puntillas y acercándose a su
-oído._)—¡Béee!
-
-LADISLAO (_Asustándose._)—¡Canario!
-
-LUCILA (_Por el otro lado._)—¡Béee!
-
-LADISLAO.—¿Pero qué es esto?
-
-LUCILA.—Que te balamos. (_Sentándose a su lado._)
-
-BALBINO (_Sentándose también._)—Y de esos siete que tienen vergüenza
-déjalo en media docena.
-
-LUCILA.—Pa que sea cuenta redonda.
-
-LADISLAO.—¿Quién sobra?
-
-BALBINO.—¡Tú!
-
-LADISLAO.—¿Yo?
-
-LUCILA (_Imitando el balido._)—¡Síiii!
-
-LADISLAO.—Señor Balbino, si es broma...
-
-BALBINO (_Levantándose._)—Ven aquí, obelisco de la _morralidaz_, diosa
-_Cimbeles_ del honor: y tú que precipitas a una perdición a un pobre
-chico que le ves amargao de un desengaño, dime... ¿Aonde tiés enterrao
-el cadáver del que se fué a vevir con tu mujer y encima te rompió un
-brazo?... ¡Contesta!
-
-LUCILA.—¡Es una pregunta suelta!
-
-LADISLAO.—¡Señor Balbino, lo mío era otra cosa! Me engañó mi mujer y
-fué con un amigo, pero yo tenía un hijo.
-
-LUCILA.—Y no sabías de quien era... la culpa... ¿verdá?
-
-BALBINO.—¿Y aonde están los restos del que luego la puso una churrería,
-y del monecipal que la usufructuó tres meses, y del que la mantiene
-ahora?, ¿dónde? ¿Es en la _negrópolis_ del Este, por un casual?...
-
-LUCILA.—¡Contesta rico, no te cortes, que semos de confianza!...
-
-LADISLAO.—Lo mío fué una desgracia.
-
-BALBINO.—¿Una desgracia?... ¡Béee!
-
-LADISLAO.—¡Hombre, si se pone usté así!...
-
-LUCILA.—¿Y tú le niegas la mano a un hombre honrao?... ¡Béee!
-
-LADISLAO.—¡Si no fueran ustés un viejo y una chica!... (_Furioso._)
-
-LOS DOS.—¡Béee!
-
-LADISLAO.—¡Maldita siá! (_Vase rápido izquierda._)
-
-BALBINO.—¡Adiós, so _pulcro_!
-
-LUCILA.—¡_Canalla_... novedá!
-
-LOS DOS.—¡Sinvergüenza!
-
-BALBINO.—¡Va servido!
-
-LUCILA (_Apurada. Con amargura._)—Y ahora, padre, ¡por Dios! Corra
-usté. Traiga usté a Serafín.
-
-BALBINO.—¡Miá, hija, que si nos metemos nosotros, van a creer!...
-
-LUCILA (_Suplicante._)—¡Hágalo usté por mí! ¡Es pa quitarle de una
-perdición pa toa su vida!
-
-BALBINO.—Miá que está muy cegao y que me expongo a un desaire.
-
-LUCILA.—No, padre, no le hace. Búsquelo usté. Hay que salvarlo y que
-piensen lo que quieran.
-
-BALBINO.—Tiés razón. Yo daré con ese loco. Pero tú me aguardas ahí
-dentro. Sin salir pa náa. Sin meterte con nadie.
-
-LUCILA.—Sí, señor, palabra. Ahí quieta espero.
-
-BALBINO.—Pues adentro. No tardo.
-
-LUCILA.—¡Por Dios, tráigalo usté! (_Entra Lucila en la taberna._)
-
-BALBINO.—¡Ojalá lo encuentre! (_Vase corriendo derecha._)
-
-
-ESCENA XIII
-
-TESTIGO 1.º, TESTIGO 2.º y TESTIGO 3.º _Son tres tipos ridículos; el
-primero es el Pinturas, dependiente de la barbería, vestido de gala,
-el segundo, un mancebo de una tienda de ultramarinos a todo lujo, y el
-tercero un concertista de guitarra. Llevan una guitarra, una bandurria
-y una cítara._
-
-TESTIGO 1.º—Güeno, ¿estamos?
-
-TESTIGO 2.º y TESTIGO 3.º—Estamos.
-
-TESTIGO 1.º—Pus ahora permitidme que sus _arengue_.
-
-TESTIGO 2.º—Oye, tú, no te _dilates_, que faltan cinco minutos.
-
-TESTIGO 1.º—Seré un tiro.
-
-TESTIGO 3.º—Pues, ¡pum!
-
-TESTIGO 1.º—Allá voy. Semos, como sus costa, testigos de la boda de la
-Isabel y Fernando el Guitarrero, y he creído de mi deber componerles un
-hizno cantando sus esponsales.
-
-TESTIGO 2.º y TESTIGO 3.º—Ha sío una idea.
-
-TESTIGO 1.º—Conque vamos a darle el último repaso con ojeto de
-ejecutarlo esta tarde después de la cuchipanda.
-
-TESTIGO 2.º y TESTIGO 3.º—Duro con él.
-
-TESTIGO 1.º—Bueno, pues cuando veamos a los novios más amartelaos, me
-adelanto yo y exclamo: Señores, oído a la caja. Hizno-tango. A Isabel y
-Fernando, en sus esponsales.
-
-
-=Música=
-
- LOS TRES.
-
- No poneros tontitos ahora
- y un instante tan sólo dejad
- el arrobo, el cariño y los mimos
- y este hizno al amor escuchad.
- Hizno chulo
- que ha compuesto este gachó,
- un e-mulo
- del glorioso don Gunó.
- Paca, Paca,
- pa casarse hay que tener
- poca, poca,
- poca juerga y trabajar,
- y no beber y no faltar
- ni una noche de tu hogar.
- Se mu formalito,
- cumple su deseo,
- pero siempre acorde
- con lo que aconsejan
- en el himeneo.
- Pero si ella _tace_
- algo que esté feo,
- cógela del moño
- y meneo, meneo, meneo.
- Como este plan
- lo cumplas tú,
- turururú,
- nadie en Madrí
- te tose a ti,
- tiriririrí;
- mas si ella no
- te es fiel del tó,
- tororororó;
- pero si la guías
- como un hombre debe hacer
- no hay que temer.
- Si eres formalito
- como así lo creo,
- ya verás qué dulce
- himeneo, meneo, meneo.
- Y esto dicho
- que el Señor salud os dé,
- y avi-sarnos
- en cuanto venga un bebé
- bebé, bebé, bebebebé.
-
-=Hablado=
-
-TESTIGO 1.º—¡Creo que ha salío al pelo!
-
-TESTIGO 2.º—¡Superior!
-
-TESTIGO 3.º—Sin embargo, en la segunda corchea del otavo compás, te se
-duerme la púa.
-
-TESTIGO 2.º—Se tendrá en cuenta.
-
-TESTIGO 1.º (_Se oye dentro rumor de gente._)—¡Chits!... ¡Callarse...
-que están ahí! ¡Ya viene la cometiva!
-
-TESTIGO 3.º—¡Es verdá!... ¡Mialos!
-
-TESTIGO 2.º—¡Vivan los novios!...
-
-VOCES (_Dentro._)—¡Vivan!...
-
-
-ESCENA XIV
-
-DICHOS, _el_ GUITARRERO, _la_ ISABEL, CARMEN, VALERIANO, _la_ SEÑÁ
-ANTONIA, LIBORIO, INVITADOS _e_ INVITADAS. _Salen todos los del
-acompañamiento, detrás de los novios y los padrinos, armando alegre
-algazara, dando vivas y tirando al alto gorras y sombreros._
-
-ANTONIA.—Hombre, podíais haber avisao. Ya sus echábamos de menos.
-
-TESTIGO 1.º—Pues estábamos aquí aguardando.
-
-LIBORIO.—Pues una vez que no falta nadie, en marcha pa la vicaría.
-Primera pareja, los novios. Segunda, la Carmen y el señor Valeriano,
-que pronto harán el mismo recorrido por su cuenta.
-
-ANTONIA.—¡Y que lo digas!
-
-LIBORIO.—¡Y el resto de la cometiva a la _neglisé_, y la orquesta a la
-cola!
-
-TODOS.—Mú bien.
-
-TESTIGO 1.º—¡Andando!
-
-TODOS.—¡Andando!
-
-
-ESCENA XV
-
-DICHOS _y_ SERAFÍN, _luego_ LUCILA, _después unos_ CHICOS, _y por
-último_ BALBINO
-
-SERAFÍN (_Saliendo por la derecha._).—¡Señores, un minuto!
-
-CARMEN (_Con sorpresa._)—¡Serafín!
-
-ANTONIA.—¿Otra vez?
-
-VALERIANO.—¡El consabido pollo!
-
-LIBORIO.—¿Qué se ofrece, joven?
-
-SERAFÍN.—Ustés disimulen. Siento molestar, pero deseo decirle dos
-palabras a ese señor.
-
-VALERIANO.—¿A mi humilde persona?
-
-SERAFÍN.—Quería que tratásemos un asunto solos y fuera de puertas.
-
-VALERIANO.—Joven, es usté menos oportuno que una charanga a la hora e
-la siesta. Voy envitao. Tenga usté cachaza, que hay tiempo pa todo. (_A
-la gente._) ¡Andando!
-
-SERAFÍN (_Deteniéndole._)—¡Es que u viene usté u le llevo yo!
-
-VALERIANO (_Con calma._)—No me zarandee usté, que puede que me moleste.
-
-HOMBRES.—¿Pero qué es eso?
-
-SERAFÍN.—¡Eche usté pa alante como los hombres, so tardío!
-
-TODOS.—¡Fuera ese!
-
-CARMEN.—No haga usté caso. (_A Valeriano._)
-
-ANTONIA.—¿Vienes a armarla, so charrán?
-
-VALERIANO.—Señores calma. Por un garbanzo no se descompone la olla.
-Ustés, a la Vicaría. Yo voy ahí a cincuenta pasos, hago así, (_Acción
-de dar un papirotazo._) y regreso. (_A Serafín._) ¡Andando!
-
-SERAFÍN.—Vamos. (_Vanse los dos por la izquierda._)
-
-TODOS (_Intentando detenerlos._)—¡No, no!
-
-ANTONIA (_Furiosa, deteniéndolos a todos._)—¡Sí!... ¡Sí!... ¡Dejarlos!
-(_Se asoma Lucila a la taberna._) ¡Dejarlo que lo escalabre!... ¡Quieto
-tóo el mundo! (_Volviéndose hacia donde se han ido._) ¡Rómpale usté la
-cabeza a ese golfo, pa que escarmiente! ¡Zurre usté a ese granuja!...
-¡Así te hagan trizas, so hambrón!... ¡Sinvergüenza!... ¡Fuerte, dele
-usté fuerte!
-
-LUCILA (_Frenética de ira, sale de la taberna, se lanza hecha una hiena
-sobre la señá Antonia, y la agarra del moño zarandeándola._)—¿Que le dé
-fuerte? ¡Toma, tía perra! ¡Toma!
-
-ANTONIA (_Aterrada._)—¡Jesús!
-
-CARMEN.—¡Ay, mi madre!
-
-ANTONIA.—¿Pero quién?... ¿Quién ha sido?
-
-LUCILA.—¡Yo!... ¡Yo he sido, tía gamberra!
-
-ANTONIA.—La arrastro. (_La sujetan._)
-
-LUCILA.—¡Azuzar a dos hombres pa que se maten!... ¡Tía asesina! ¡tía
-chula! (_A los hombres._) ¡Y vosotros, gallinas, que lo consentís!...
-¡Cobardes!... ¡Granujas!... ¡Yo!... ¡Yo sola contra todos! (_Empieza a
-tirarles verduras del serón que dejó Balbino a la puerta de la taberna,
-con una ira y una rapidez que les asusta._) ¡Tomar, tomar, blancotes!
-
-ISABEL (_Huyendo._)—¡Ay, mi mantilla! (_Se arma un escándalo
-monumental._)
-
-NOVIO.—¡Que me han dao con un tomate! (_Limpiándose la cara._)
-
-CARMEN.—¡Sujetarla!
-
-TESTIGO 1.º—¿Pero quién se arrima?
-
-MUCHOS.—¡Guardias, guardias!
-
-LUCILA (_A unos chicos que salen._)—¡Ayudarme vosotros, chicos!
-
-CHICO 1.º—¡Venga de ahí! (_Los chicos empiezan a tirar también._)
-
-CHICO 2.º—¡Duro! (_Tirando._)
-
-BALBINO (_Que sale corriendo._)—¿Pero qué es esto?
-
-LUCILA.—¡Padre, duro con ellos!
-
-BALBINO.—¡Vaya una menestra! (_Huyen todos chillando y corriendo._)
-
-LUCILA.—¡Cobardes! ¡Granujas! (_Tirando._)
-
-BALBINO.—¡Una boda con patatas!
-
-=Mutación=
-
-
-
-
-CUADRO SEGUNDO
-
- Telón corto. Un lugar de las afueras de Madrid. En el telón, a la
- izquierda, se verá pintado un merendero cuya puerta es practicable.
- Sobre la puerta un emparrado, y debajo de él dos o tres mesas y
- algunas sillas de anea y banquetas. Es de día.
-
-
-ESCENA PRIMERA
-
-DUEÑO _del merendero y el_ CHICO
-
-_El Dueño retira el servicio de una mesa que acaba de ser abandonada
-por algunos parroquianos._
-
-CHICO (_Sale por la derecha mirando hacia atrás con cara de
-asustado._)—¡Anda diez!
-
-DUEÑO.—¿Qué te pasa?
-
-CHICO.—Náa... dos que se están pegando ahí en un desmonte.
-
-DUEÑO.—¿Por qué?
-
-CHICO.—No sé; se conoce que venían desafiaos. Y uno le ha dao al más
-joven una de tortas que lo ha vuelto loco... (_Mirando._) ¡Calle!...
-Sí... ya han acabao de pegarse... y vienen pa acá.
-
-DUEÑO.—Pues silencio. Nosotros _ande_ nos llamen. (_Entran los dos en
-el merendero._)
-
-
-ESCENA II
-
-SERAFÍN _y_ SEÑOR VALERIANO
-
-_Salen por la derecha, revelando cierta agitación en sus semblantes, y
-con los trajes algo descompuestos. Serafín viene sacudiéndose la ropa,
-sucia de tierra, oprimiéndose los labios con un pañuelo, y mirando a
-ver si tiene sangre. De vez en cuando escupe. Trae un carrillo muy
-colorado._
-
-VALERIANO (_Con su habitual tranquilidad._)—Bueno, yo, salvando su
-parecer, creo que las bofetás tienen un límite, pollo.
-
-SERAFÍN (_Secamente._)—Lo que a usté le parezca. (_Se toca las narices
-con un pañuelo._)
-
-VALERIANO.—Lo de las narices es una ligera erosión. Tengo una mano...
-¡que estoy más disgustao!... ¡paece una piedra! ¿Conque me guarda usté
-rencor por los cachetes?
-
-SERAFÍN.—A usté, no.
-
-VALERIANO.—Pues entonces, después de la refriega yo opino que debíamos
-darnos las manitas, como hacen los hombres.
-
-SERAFÍN.—Me es igual. (_Se dan la mano._)
-
-VALERIANO.—Sí, señor; en medio de su desgracia, me ha sido usté
-simpático, joven. Es usté un hombrito de corazón, aunque no le
-acompañen las fuerzas; y ¡qué caramba! Eso no es náa; a su edad de usté
-me las han arreao a mí, que durante ocho días tenía que llevar las
-narices en equilibrio. Siéntese usté ahí. (_Señalando una mesa._)
-
-SERAFÍN.—No, gracias.
-
-VALERIANO.—Que se siente usté, digo.
-
-SERAFÍN.—Bueno. (_Se sientan los dos. Valeriano llama dando dos
-palmadas._)
-
-DUEÑO (_Sale._)—¿Qué desean?
-
-VALERIANO.—Dos quinces y un botijo.
-
-DUEÑO.—En seguida. (_Vase al merendero._)
-
-VALERIANO.—Y ahora cuando la traigan, se lava usted el carrillo con un
-poco de agua fresca; es mejor que el árnica.
-
-SERAFÍN.—No, si no tengo náa.
-
-VALERIANO.—Bueno, hombre, pero por si se infla _espontaniamente_. (_El
-dueño sirve el vino y el botijo y vase._) Beba usté. (_Ofreciendo un
-vaso de vino a Serafín. Beben unos sorbos._)
-
-SERAFÍN.—Gracias.
-
-VALERIANO.—Y ahora, joven, aquí de sobremesa y antes de separarnos,
-quiero darle a usté como compensación de los mamporros, cuatro consejos.
-
-SERAFÍN.—Usté dirá.
-
-VALERIANO (_Bebe un trago._)—Discreto pollo: es usté un chavalillo
-inesperto con el atolondro propio de la _juventú_ y debe usté apuntarse
-esta máxima pa el resto de su vida: La mujer, es como un sorbete,
-cuando se toma con mucho calor hace daño. Tóquese usté las narices y me
-dará la razón; y crea usté a un zorro viejo: no desafíe usté a nadie
-sin motivo, porque acalorao no mira usté el rótulo y, creyendo meterse
-en una confitería, a lo mejor le resulta a usté una tahona. Llueven
-las tortas. Y no canso más. Respective a lo de la Carmen, no sea usté
-niño. Yo, como ca _quisque_, poseo el espejuelo de mis atraztivos y lo
-manejo con la contumelia propia de una pestaña experimentada. ¿Que cae
-una alondra? No la voy a hacer ascos por miramientos al cazador vecino.
-Sería majadero. (_Se levanta._) Conque cuatro cosas en total, joven;
-pacencia, serenidaz, agua fresca y... pague usté esas dos copas, que no
-lo voy yo a poner todo. Y venga esa mano. Sé que se queda usté amargao
-por dentro y por fuera; pero así he aprendido yo, y como el tiempo
-_desinfla_ y tranquiliza, cuando pasen algunos días, pué que no tenga
-usté una mano más amiga que la que hoy le ha hecho a usté daño, bien a
-su pesar. Salú. (_Vase por la izquierda._)
-
-
-ESCENA III
-
-SERAFÍN; _luego_ LADISLAO. EL DUEÑO _del merendero durante la escena_.
-
-SERAFÍN (_Casi llorando._)—¡Sí! ¡Me comen la vergüenza y la rabia!...
-¡pero ese tío tié razón! ¡No tié él la culpa; es ella!... ¡ella!
-
-LADISLAO (_Sale por la derecha azorado y jadeante._)—¡Gracias a
-Dios! ¡Por fin doy contigo! (_Mira a todos lados._) ¿Pero qué es
-esto?... (_Con burlona sorpresa._) ¡Tú solo! ¡Solo con dos copas! ¡Tú
-_meditamundo_! ¿Y ese hombre, que no lo veo? (_Mira por debajo de las
-mesas y las banquetas y luego dice a Serafín con voz siniestra y casi
-al oído._) Serafín, ¿ande has echao los pedazos?
-
-SERAFÍN (_Con desprecio._)—¡Déjame en paz!
-
-LADISLAO.—Oye, ¿pero qué tiés en la cara?... ¿Tú no habías pasao el
-sarampión?
-
-SERAFÍN (_Llama y sale el dueño del merendero._)—¿Qué se debe?
-
-DUEÑO.—Treinta céntimos.
-
-SERAFÍN.—Ahí van. (_Paga y se levanta. Vase el dueño llevándose las
-copas._)
-
-LADISLAO.—¡Recontra! De modo, que tras... _ecétera_, apaleao y encima
-pagano.
-
-SERAFÍN (_Furioso._)—¡Cállate, o por mi salú que te dejo seco!
-
-LADISLAO (_Aterrado._)—Oye, tú...
-
-SERAFÍN (_Separándose dominado por una gran excitación._)—¡Sí! ¡No
-tengo cara pa vivir mal mirao! Ahora irá ese tío, lo contará todo y se
-reirán de mí... Y se reirá ella... ¡ella más que nadie! Y luego, por
-donde voy, la burla y la chirigota... ¡No, no lo resisto; ella me ha
-engañao, pues contra ella! ¡La mataré! ¡Tengo derecho! ¡Hay que ser
-hombres! Adiós, Ladislao; voy a dar gusto a todos, a ti y a mí, y a
-los compañeros de taller y a las vecinas y al mundo entero.
-
-LADISLAO.—Pero, ¿qué dices?
-
-SERAFÍN.—¡Adiós! (_Vase por la izquierda._)
-
-LADISLAO.—Oye, tú, y de paso dile a tu tío Balbino, que ya lo cogeré yo
-a solas, que lo de esta mañana no me s’ha olvidao. (_Se sienta y da dos
-palmadas._) ¡Merenderero!
-
-
-ESCENA IV
-
-LADISLAO _y_ BALBINO
-
-BALBINO (_Que sale por la derecha, se acerca a la mesa._)—¡Va!
-
-LADISLAO (_Sorprendido y temeroso._)—¡Caray!
-
-BALBINO.—¿Qué desea el gorrión?
-
-LADISLAO.—¿Usté? ¡Hombre, m’alegro! (_Levantándose, al mismo tiempo se
-sienta Balbino._)
-
-BALBINO.—No; que he venido, he visto la solfa que le han dao a tu amigo
-por seguir tus consejos, he visto que la cosa no pasaba a mayores, he
-permanecido _nutral_ y aquí me tiés pa servirte.
-
-LADISLAO.—Pues m’alegro, porque quería yo que arreglásemos la
-cuentecita de esta mañana.
-
-BALBINO.—¿Tiés prisa en cobrar?
-
-LADISLAO (_Amenazador._)—¡Lo que tengo prisa es en mascarle la nuez a
-los que me faltan, eso!
-
-BALBINO (_Fingiendo miedo._)—¡Oye, tú, Ladisladito, por Dios, que yo
-creo... (_Solloza._) que no debías ensañarte con un pobre viejo!
-
-LADISLAO (_Envalentonado._)—Y si tié usté miedo, ¿pa qué insulta usté,
-so maula?
-
-BALBINO (_Llorando._)—¡Hombre, no te enfades... yo, ha sío en
-un pronto; y piensa que si a mis años me haces así, (_Le da un
-pescozón._) me tiras al suelo!... ¡Tenme lástima!
-
-LADISLAO.—Oiga usté... (_Cogiendo el sombrero._)
-
-BALBINO.—No sabes el miedo que he pasao dende esta mañana... porque yo
-decía, si esa fiera me encuentra, con el genio que tiene, y me da así
-na más... (_Le da un puñetazo._) ¡me atonta!
-
-LADISLAO.—Oiga usté, haga el favor de poner los ejemplos de palabra,
-¿eh?
-
-BALBINO.—Los viejos, hijo, ya no valemos pa náa... Figúrate si con
-tu fuerza levantas el pie y me das de esta manera... (_Le da un
-puntapié._) pues me amargas.
-
-LADISLAO (_Asustado._)—¿Pero quiere usté hablar sin acionar?
-
-BALBINO.—¡Yo es pa que me comprendas, hijo! De manera que tenme
-lástima y que no te se ocurra darme dos chuletas así... (_Le pega
-dos bofetadas._) ni tirarme encima de una silla, como un pingajo
-indecente... (_Lo tira al suelo._)
-
-LADISLAO.—¡Pero qué es esto!
-
-BALBINO (_Llorando._)—Ten lástima de un pobrecito anciano, hijo...
-
-LADISLAO (_Furioso._)—¡Eso le vale a usté, que es un viejo!
-
-BALBINO.—¡Dios te lo pague, hijo! ¡Adiós, rico! (_Vase llorando._)
-
-=Mutación=
-
-
-
-
-CUADRO TERCERO
-
- Riberas del Manzanares. En los laterales izquierda, últimos
- términos, se ve la fachada posterior de un restaurant, y un trozo
- de jardinillo correspondiente a él y circundado por una empalizada
- de listones unidos en forma de celosía. Esta valla que constituye
- un ángulo recto, tiene un pequeño portoncillo, practicable, que da
- a la escena en línea paralela a la casa. Por las ventanas abiertas
- del merendero sale la viva claridad de la luz eléctrica. En el
- telón de fondo se ven los pinares de la Florida, y en la parte
- derecha de la decoración un poético remanso del río, iluminado por
- la luna, que luce su claridad entre las copas de viejos álamos. Un
- puentecillo rústico da por el foro, paso sobre el río.—Sobre la
- orquesta se oye muy lejos la marcha de un tren, que pasa por la
- vía férrea próxima al lugar de la acción; las levísimas campanadas
- de un reloj muy lejano y los perdidos ecos de la canción de un
- viandante. Escúchase también el ladrido, casi imperceptible, de
- un perro de los que acompañan a los vigilantes de los lavaderos,
- y contrastando con estas perdidas notas de soledad y misterio se
- escucha dentro del merendero el rasgueo alegre de las guitarras
- y la vibrante voz de un cantador de flamenco, que es jaleado con
- ruidoso entusiasmo.
-
-
-ESCENA PRIMERA
-
-CANTADOR, _dentro_
-
-=Música=
-
- Es la penita más grande
- querer y que no te quieran,
- quien quiere sin esperanza
- conoce la pena negra.
- Ay, serrana mía,
- por quererte a ti de veras
- conozco yo esa penita.
-
-
-ESCENA II
-
-LUCILA. _Sale por la izquierda, primer término, envuelta en un
-mantoncillo; se para junto a la empalizada y escucha las últimas notas
-de la canción flamenca, que termina con voces y aplausos, reinando
-luego el silencio._
-
-=Hablado=
-
-LUCILA (_Admirada._)—¡Buena voz! Paece un mixto de verderón. Debe
-ser Pepe el Trampas. Náa, que no he marrao. Aquí está la boda del
-Guitarrero. ¡Jesús divino, qué día llevo! Dende la ensalá que armé esta
-mañana lo estoy pasando de _ole_. Primero cuatro horas en la _delega_
-por haberle deteriorao el crepé a la Señá Antonia; así de que salgo,
-dejo a mi padre, me voy a cá la señá Quintina a ver qué había sido de
-Serafín, y me cuenta la pobre vieja, toa _azará_, que a las siete había
-llegao el susodicho joven con la cara como una pandereta, después de
-haber corrido tóo el _barrio_ averiguando en qué merendero estaban
-celebrando la toma de dichos; y así de que llegó a casa escribió una
-carta, le dijo a la señá Quintina que se la llevase a su maestro si a
-las once de la noche no había vuelto, y apretó a correr. No se necesita
-ser un lince pa calcular las tripitas que traerá. Y yo, yo estoy que me
-deshago de nerviosa; tengo frío y calor tóo a un tiempo, y me saltan
-las sienes. ¡Ojalá dé con él! Rondaré el merendero... (_De pronto queda
-escuchando._) ¡Sí!... (_Mira con atención._) Uno se acerca. ¿Será él?
-(_Se oculta por la izquierda._)
-
-
-ESCENA III
-
-LUCILA, _oculta_; SERAFÍN. _Después_ CARMEN, SEÑOR VALERIANO, INVITADO
-1.º _e_ INVITADA 1.ª
-
-SERAFÍN (_Apoyándose angustiado en la empalizada._)—¡No me puedo tener
-en pie! Tengo el sudor helao y la boca amarga como una retama. Llevo
-dos horas esperando una ocasión, sin saber si entrar de repente u
-aguardar que salgan. Aguardaré: es más seguro. He querido irme cien
-veces, he probao y no puedo; cuando me separo de aquí paece que hasta
-las piedras me llaman gallina... Y en toas partes oigo lo mismo... las
-mismas palabras, que ya se me han agarrao al corazón. ¡Te ha engañao!
-¡Mátala! ¡Tiés derecho!... Y yo no sé; no sé si tengo derecho u no,
-lo que digo es que me ciega la idea de que está con otro. Y así no
-puedo vivir. Sí. Esta noche acabará todo. (_Se oyen voces dentro del
-merendero._) Salen... ¡Que no me vean! ¡Si fuera ella! (_Se oculta tras
-la empalizada._)
-
-CARMEN (_Dentro del jardinillo y como hablando con alguno del
-merendero._)—¡Ja, ja, ja! (_Ríe._) No, si no tardamos.
-
-SERAFÍN.—¡Ella! ¡Por fin! (_Saca la navaja._)
-
-VALERIANO (_Dentro._)—No, un menuto. Vamos ahí, al lavadero del
-_Quico_, a ver si quié dejar venir a la chica, y verán ustés cómo baila
-las sevillanas. (_Salen por el portoncillo a la parte exterior de la
-escena Carmen, Valeriano, Invitada primera e Invitado primero._)
-
-INVITADA 1.ª—¡Oye... qué noche hace; si paece de verano!
-
-INVITADO 1.º—Da gusto.
-
-CARMEN.—Yo estaba deseando de salir; me ahogaba ahí dentro con el humo
-de los cigarros (_Aparte a Valeriano._) y tenía gana de que hablásemos
-un ratito con libertá.
-
-VALERIANO.—Y yo. Pero, ¿por qué no has sacao el mantón?
-
-CARMEN.—Si no tengo frío.
-
-INVITADA 1.ª—Yo me le he puesto.
-
-VALERIANO.—Póntelo que por aquí siempre cae relente.
-
-CARMEN.—Lo cogeré por darte gusto. (_Entra por el jardinillo al
-merendero._)
-
-INVITADA 1.ª—No tardes.
-
-INVITADO 1.º (_Desde el puentecillo._)—Mirar qué bonito hace desde aquí
-este pedazo del río con la luna. (_Valeriano y la Invitada_ 1.ª _van a
-mirar._)
-
-INVITADA 1.ª—Qué hermosa es la noche, ¿verdá?
-
-VALERIANO.—La noche y el día; cuando se está a gusto tóo es bonito.
-
-CARMEN (_Saliendo._)—¿Dónde están?... (_En este momento Serafín, que se
-oculta tras la empalizada, va a lanzarse sobre Carmen con la navaja en
-la mano y se encuentra fuertemente detenido por Lucila, que al ver su
-actitud sale de su escondite sigilosamente quedando en acecho tras él,
-hasta este momento en que le sujeta el brazo y le tapa la boca con la
-otra mano._)
-
-SERAFÍN (_Va a llamar._)—Car...
-
-LUCILA (_Tapándole la boca._)—Chissss...
-
-SERAFÍN (_Con voz ahogada._)—¿Eeeeh?... ¿quién?
-
-LUCILA (_En voz baja._)—¡Silencio!
-
-CARMEN (_Llamando._)—¡Valeriano!
-
-VALERIANO (_Desde el foro._)—Por aquí.
-
-CARMEN (_Mirando hacia atrás al irse._)—Juraría que he oído moverse
-esas ramas. (_Desaparece por el foro._)
-
-
-ESCENA IV
-
-LUCILA _y_ SERAFÍN
-
-SERAFÍN.—¡Lucila! pero, ¿eres tú?
-
-LUCILA.—Sí, yo; ¡yo mismita!
-
-SERAFÍN.—Suelta... suelta... (_Forcejean._)
-
-LUCILA.—No... aguarda... aguarda un momento. (_Al ver que ha
-desaparecido Carmen._) Ya... ya estás libre; ya _pués_ guardarte esa
-navajita y salir. Y a tóo esto mu buenas noches.
-
-SERAFÍN (_Tembloroso y frenético._)—¿Y tú a qué has venido?
-
-LUCILA.—Náa, hombre, que como no _te se vé_ el pelo por dengún lao y no
-tiés _tiléfono_, quería hablarte y ¡velay!
-
-SERAFÍN.—¡Vete... vete y déjame, Lucila!
-
-LUCILA.—Y ¡camará, cómo recibes; recibes que arañas! (_Restañándose con
-saliva un arañazo de la mano._) Si lo sé te dejo _trajeta_.
-
-SERAFÍN.—Bueno, pronto; acaba y vete. ¿A qué has venido?
-
-LUCILA.—¿Que a qué he venido? (_En voz baja con ira._) ¡pues a llamarte
-asesino y cobarde!...
-
-SERAFÍN.—¡A mí!
-
-LUCILA.—¡A ti!... ¡que querías asesinar a una mujer! (_Le sujeta el
-brazo._)
-
-SERAFÍN.—¡Lucila!
-
-LUCILA.—¡Baja la voz!... ¡Sí, asesinarla!
-
-SERAFÍN.—¡Tengo derecho!
-
-LUCILA.—¿Derecho a matar? ¡A matar a una mujer! ¿porque no te
-quiere?... ¡Mentira!
-
-SERAFÍN.—Suelta.
-
-LUCILA.—No quiero. Ten paciencia. Alguna vez en la vida hay que oir
-a la razón, aunque moleste. El hombre, no tié derecho a matar a una
-mujer, nunca, Serafín, nunca; ni aunque le engañe. Así, en redondo.
-¡Ni aunque le engañe!
-
-SERAFÍN.—¡Bueno, déjame en paz! Tú eres una chica que no sabes lo que
-hablas.
-
-LUCILA.—¿Que no sé lo que hablo? ¿que no tengo razón?... Bueno,
-conformes; pero si yo no la tengo, menos la tienen esos chulos
-indecentes que te aconsejan y que porque llevan un pantalón ceñido y
-unos tufos repeinaos, se creen amos de las mujeres y jaleándose unos a
-otros arrean por el mundo, haciendo cisco a toda la que se les resista.
-¡Pero, eso sí, cuando ellos se cansan de una mujer, entonces, chito!
-Pa eso son los amos. La pisotean y ahí queda eso. ¡A la basura!...
-¡Ole los valientes! ¿Quién defiende eso?... ¿Quién? ¡porque si lo dice
-la justicia, reniego de ella! ¡y si lo dicen los hombres, los hombres
-que dicen eso, no son hombres, Serafín! ¿Queréis que la mujer sea una
-esclava?... bueno; pero entonces lo menos que se pué hacer es dejarla
-que escoja la cadena que más le guste. ¿No te parece?
-
-SERAFÍN.—Yo no sé de eso que me dices; pero oye, Lucila, (_Con
-amargura._) ¿cómo vive uno viendo su querer en otros brazos?
-
-LUCILA.—¡Ay, mu remalamente, chico! Eso sí que lo sé yo por
-_esperencia_.
-
-SERAFÍN (_Sorprendido._)—¿Tú?
-
-LUCILA.—¡Yo!... ¿Te paece raro, verdá? Pues sí, Serafín; yo, he querido
-a un hombre más que a mi vida.
-
-SERAFÍN.—¿Pero tú?
-
-LUCILA.—Más que a mi padre; más que a náa en el mundo. ¡Y él, ni agua!
-
-SERAFÍN.—¡No se lo habrás demostrao!
-
-LUCILA.—Tóos los días.
-
-SERAFÍN.—¿Con palabras?
-
-LUCILA.—¡Qué palabras! Lo que no dicen los ojos al mirar y las acciones
-buenas, ¿cómo lo van a decir los labios? Y ese hombre, no ha reparao en
-ello ni pa agradecérmelo. Y yo callando y sufriendo le he visto irse
-con otra. Llorar y reir por ella; y en mis ratos de desesperación lo
-he pensao tóo, tóo... ¡Menos matarlo!... porque él no tenía la culpa.
-El cariño lo escoge el corazón libremente y se quiere lo que se quiere,
-bueno o malo, sin saber por qué. Y por amor, Serafín, se sufre, como yo
-he sufrido; se llora, como yo lloro... ¡pero no se mata! (_Llora._) ¡No
-se mata!
-
-SERAFÍN.—¡Lucila!
-
-
-ESCENA V
-
-DICHOS, SEÑOR BALBINO; _luego_ VALERIANO _y_ CARMEN
-
-BALBINO (_Saliendo y poniendo la mano en el hombro de Serafín._)—Y
-sabes...
-
-SERAFÍN (_Sorprendido._)—¡Tío Balbino!
-
-LUCILA.—¡Padre!
-
-BALBINO.—¿Y sabes quién es el sujeto que ha matao la alegría de esa
-creatura?
-
-SERAFÍN.—¿Quién?
-
-BALBINO.—¡Tú!
-
-SERAFÍN.—¿Yo?
-
-BALBINO.—¡Tú!
-
-LUCILA.—¡Padre, por Dios!
-
-BALBINO.—¡Me da la gana decirlo! No está la nochecita pa miramientos;
-conque trae esa navaja, (_Se la quita del bolsillo._) y arrea pa tu
-casa.
-
-SERAFÍN (_Resistiéndose._)—¡Tío!
-
-BALBINO (_Amenazador._)—Y cállate, si no quiés llevarte el melón en
-rajas; que lo menos que podemos pedirte es que sufras tú por esa, lo
-que ésta ha sufrido por ti, ¡conque andando!
-
-SERAFÍN.—¡Es que me llamarán cobarde!
-
-BALBINO.—Te aguantas. ¡Más vale paecer cobarde que ser asesino de
-mujeres! ¡Esa sí que es cobardía!... Y además, mira... (_Aparecen en
-el fondo Carmen y Valeriano, cogidos del brazo muy juntos, hablándose
-amorosamente al oído. Quedan parados._)
-
-SERAFÍN.—¡Ellos!
-
-BALBINO.—¡Ellos!... ¿Y ves ese cariño que es pa otro? ¡Pues ese no
-sería pa ti ni a navajazos! Conque ¿a qué pelear?...
-
-SERAFÍN.—¡Sí... tié usté razón!... ¡Tié usté razón!... ¡Adiós!... ¿Por
-qué... por qué no me habrá querido? (_Vase rápidamente frotándose los
-ojos._)
-
-LUCILA (_Con amargura infinita. Abrazando a su padre._)—¡Así, Serafín,
-así es como se quiere!... ¡Ay, padre, cuántas veces he dicho yo esas
-mismas palabras!; ¿por qué... por qué no me habrá querido?
-
-(_Se escucha en el merendero la voz del Cantador que canta_:)
-
- ¡Es la penita más grande
- querer y que no te quieran;
- quien quiere sin esperanza
- conoce la _pena negra_!
-
-(_Cae pausadamente el telón, mientras cantan la copla._)
-
-FIN DEL SAINETE
-
-
-
-
-LAS ESTRELLAS
-
-
-
-
-PERSONAJES
-
-
- ANTOÑITA
- SEÑÁ FELICIANA
- UNA TIPLE
- LA TRIANÓN
- SEÑOR PRUDENCIO
- CASILDO
- POLINIO
- SEÑOR PEPE EL CARPANTA
- ACACIO
- LEOVIGILDO
- SEÑOR MÁXIMO
- EL CIRUQUI
- EL REPOLLO CHICO
- PARROQUIANO 1.º
- EL EMPRESARIO
- RODRÍGUEZ
- UN SERENO
- UN INSPECTOR
- UN CAFETERO AMBULANTE
- ELECTRICISTA 1.º
- ÍDEM 2.º
- UN CARPINTERO
- UN TRAMOYISTA
- PARROQUIANO 2.º
-
-LA ACCIÓN EN MADRID.—ÉPOCA ACTUAL
-
-
-
-
-ACTO ÚNICO
-
-
-
-
-CUADRO PRIMERO
-
- Salón modesto, en planta baja, de una barbería. Al foro puerta
- vidriera de dos hojas que da a la calle. En la pared del fondo, a
- los lados de la puerta, perchas de hierro. En la lateral derecha,
- en primero y segundo término, adosadas a la pared, anchas repisas
- de madera imitando mármol, llenas de útiles para el servicio de
- peluquería; sobre las repisas espejos grandes con marco negro,
- y ante ellas sillones de rejilla de los que se usan en estos
- establecimientos. En la lateral izquierda, en primer término, una
- puerta practicable cubierta por un portier de reps; y en segundo
- término otro servicio de peluquería igual en absoluto a los de la
- derecha. En el centro de la habitación un velador sobre el cual
- habrá periódicos y cepillos. Algunas sillas de rejilla estarán
- próximas al velador y otras distribuídas convenientemente por el
- salón. Es de día.
-
-
-ESCENA PRIMERA
-
-_Al levantarse el telón aparecen el_ SEÑOR PRUDENCIO _afeitando al_
-SEÑOR MÁXIMO, _guardia de Orden público, cuyo sable y cuya teresiana
-estarán colgados en la percha de la derecha._ ACACIO, _aprendiz de la
-barbería, vestido con su blusa larga se halla sentado junto al velador
-leyendo un periódico._
-
-PRUDENCIO (_Afeitando._)—Pues nada, créame usté a mí, señor Máximo,
-usté será todo lo de orden público que guste—sírvase de inflar el
-izquierdo (_El señor Máximo infla el carrillo izquierdo._)—; pero yo lo
-que repito es que no siendo el que yo le digo, pa la política española
-no hay otro remedio.
-
-MÁXIMO (_Quejándose._)—¡Ay!
-
-PRUDENCIO.—¿Cuálo?
-
-MÁXIMO.—Oye, ¿hay otra navaja? Porque ¡camará! esa paece que la has
-afilao en el fregadero.
-
-PRUDENCIO.—¡Hombre, pues precisamente es la joya de la casa!
-
-MÁXIMO.—¡Mecachis en la joya! Pues guárdala pa cuando venga el ispetor
-de la Latina, le afeitas con ella y pué que le hagas un favor.
-
-PRUDENCIO.—¿Por qué?
-
-MÁXIMO.—¡Porque quié que lo trasladen al Hospital!
-
-PRUDENCIO.—¡Exagere usté una miaja! (_Mira el reloj._) ¡Recontra,
-las once y cuarto y esos dos sin venir! ¡Qué habrá pasao! ¡Estoy de
-nervioso que no sé cómo no he degollao a este hombre! (_Llamando._)
-¡Acacio!
-
-ACACIO.—¿Mande usté?
-
-PRUDENCIO.—Oye, ponte a la puerta y mira a ver si vienen el señor
-Polinio y el señor Pepe el Carpanta, que tardan y tengo el alma en un
-hilo.
-
-ACACIO.—Güeno. (_Sale a la puerta y mira a ambos lados de la calle. El
-señor Máximo, durante los anteriores apartes, se ha secado la cara que
-le habrá lavado Prudencio y se mira al espejo._)
-
-PRUDENCIO (_Cogiendo el pulverizador._)—¿Refrescamos con colonia?
-
-MÁXIMO.—No, no quiero eso.
-
-PRUDENCIO.—¡Hombre lo siento!
-
-MÁXIMO.—¿Por qué?
-
-PRUDENCIO.—Porque me quita usté la única satisfacción que puedo
-tener como republicano: pulverizar a un guardia de orden público.
-(_Peinándole._)
-
-MÁXIMO.—¡Guasón! Lo que he notao es que me has hecho dos cortecitos mu
-decentes.
-
-PRUDENCIO.—Señor Máximo, no le choque a usté; ¡me ha pillao usté en un
-día terrible de nervioso que estoy!
-
-MÁXIMO.—¿Pues qué te pasa?
-
-PRUDENCIO (_Quitándole el paño, sacudiéndolo y doblándolo._)—¿Que qué
-me pasa? (_Máximo se levanta y se cepilla._) ¡Pues que hoy... (_Con
-voz conmovida y misteriosa._) pué ser un día célebre pa mí! Que estoy
-esperando un recao que, de serme favorable, si el mes que viene está
-usté franco un día y quié usté honrarme con su amistad, se viene usté a
-mi hotel...
-
-MÁXIMO (_Queda inmóvil con la pierna derecha en alto y
-asombradísimo._)—¡Arrea!
-
-PRUDENCIO.—Que ya le daré a usté las señas, y nos damos un paseo en mi
-_automóvil_, que ya le diré al _Chufer_ que no corra.
-
-MÁXIMO.—Pero, ¡oye tú! ¿es que te ha caído la lotería? (_Se pone la
-teresiana y el sable._)
-
-PRUDENCIO.—¡Mejor!... Sino que, hoy por hoy, no puedo ser más
-explicativo. ¡Y lo dicho, dicho!
-
-MÁXIMO (_Con cara de asombro._)—¡Chico, me dejas parao!
-
-PRUDENCIO.—Sabía que le iba a dejar a usté parao, pero como usté es
-guardia, ya tié costumbre.
-
-MÁXIMO.—Pues na, que sea como lo dices. (_Le paga el afeitado._)
-
-PRUDENCIO.—Gracias, señor Máximo.
-
-MÁXIMO (_Marchándose y mirando con recelo a Prudencio._)—¡Hotel!...
-¡Chufer!... ¡Este está mochales!... (_Vase foro._)
-
-PRUDENCIO.—¡El infeliz se va creyendo que estoy loco! ¡Mísero agente!
-(_Guarda el dinero en el cajón._)
-
-ACACIO (_Desde la puerta._)—¡Por fin! ¡El señor Polinio y el señor Pepe
-vienen!
-
-PRUDENCIO (_Respirando con satisfacción._)—¡Ay, gracias a Dios! ¡Me
-devora la impaciencia! (_Sale a su encuentro._)
-
-
-ESCENA II
-
-DICHOS, POLINIO _y el_ SEÑOR PEPE EL CARPANTA, _por el foro_
-
-POLINIO.—¡Hola!
-
-PEPE.—¡Ya estamos aquí! (_Entran corriendo y muy alegres._)
-
-PRUDENCIO.—¡Pasar... pasar!
-
-POLINIO.—¿No está tu mujer?
-
-PRUDENCIO.—No. ¡Os anhelaba, como el hambriento a una fuente!
-
-PEPE.—¡Será el sediento, hombre!...
-
-PRUDENCIO.—Yo me refería a una fuente de chuletas. ¿Qué hay? (_Con
-impaciencia._)
-
-POLINIO (_Con alegría._)—¡Hecho el negocio!
-
-PRUDENCIO (_En el colmo de la satisfacción._)—¿Hecho?... ¡Venga un
-abrazo, y cuarenta, y ciento! (_Se abrazan efusivamente._)
-
-PEPE.—¡Aprieta! ¡Ya eres feliz!
-
-PRUDENCIO.—¿No han puesto dificultad?
-
-POLINIO.—_Denguna_. El señor Román _aceta_ el traspaso de esta barbería
-por setecientas pesetas.
-
-ACACIO (_Que está escuchando, en segundo término, con
-asombro._)—¡Recontra! ¿Qué dicen?
-
-PEPE.—Dentro de un rato nos esperan en la taberna pa entregarte el
-dinero, y que firmes la escritura.
-
-PRUDENCIO.—¡Gracias, gracias! ¡me habéis hecho hombre! (_Vuelven a
-abrazarse._)
-
-ACACIO (_Aparte._)—¡Qué barbaridad! ¡Ha traspasao la barbería! ¡Ay, en
-cuanto lo sepa la señá Feliciana!
-
-POLINIO.—Güeno, y una vez ultimao el asunto, me paece que ya es hora
-de que me confíes tus proyectos y me digas el por qué del traspaso del
-Salón, _ecetra_, _ecetra_, porque el señor Pepe no me lo ha querido
-revelar.
-
-PEPE.—Era la _consina_, hasta que estuviese hecho.
-
-PRUDENCIO.—Es verdá; pero ahora nada más justo. ¿Se lo revelo todo?
-
-PEPE.—Revélaselo.
-
-PRUDENCIO.—Pues mira, Polinio, Dios le da a cá uno la fortuna, en una
-forma diferente; y a mí me la dao con mis dos hijos, la Antoñita y
-Casildo. Con la Antoñita, porque el día que esa criatura debute en un
-teatro como _mono-cuplé-tanguista_, la Otero va a tener que tostar
-cañamones, si quié atender a su susistencia.
-
-PEPE (_Asintiendo._)—¡Acordes!
-
-PRUDENCIO.—Y con mi Casildo, porque recortando capote al brazo y
-metiendo el hombro a la hora suprema, el _Frascuelo_ era una pastilla
-de clorato comparao con él.
-
-PEPE.—¡Acordísimos!
-
-PRUDENCIO.—Pus, güeno; (_Con tono iracundo._) mi mujer, la Feliciana,
-celebro oscuro que no tié más horizontes que la boca del puchero,
-al ver que he sacao a la chica den _cá_ la modista, y al chico de
-la imprenta _pa_ atender a su educación artística, se ha empeñao en
-decirme que estoy loco y que esto va a ser nuestra ruina. ¿Será tozuda?
-
-POLINIO.—¿Pero tú no te achicarás?
-
-PRUDENCIO (_Con exaltación creciente._)—¿Yo achicarme? Si Dios echa
-al mundo una horná de celebridades, y en esa horná metes la _Patti_
-y metes _El Gordito_, y me tocan a mí en clase de hijos, dicho se
-está que coger ambas _estrellas_ y _prostergarlas_ en el antro de una
-barbería, ¡sería un crimen, que un padre como yo, no comete!
-
-POLINIO.—¡Bien hecho!
-
-PEPE.—Y en esto—y perdona que ataje tu palabra honrada—surjo yo con
-mi ejemplo. Yo era un ser vago y errante que vendía por esas calles
-_chuletas de huerta_, y que tenía una chiquilla que andaba galocheando
-por ahí con ramitos de violetas; pues, güeno; de la noche a la mañana,
-me se evadió mi hija a París, con su madre, contratá con una _troupe_
-pa bailes españoles, ayer hizo tres meses; y de una renacuaja vestía
-con un pinguito de falda y una criba de mantón, fíjese usté en la
-_metramórfosis_. El jueves me lo mandó. (_Le enseña un retrato._)
-
-PRUDENCIO.—Fíjate en el retratito. ¡Mira eso!
-
-POLINIO.—¡Camará, bonita es, pero va casi en cueros!
-
-PEPE.—Hay que azvertir que apenas ha tenío tiempo de hacerse ropa.
-
-POLINIO.—¡Ya, ya! ¿Y dice usté que aquí llevaba una faldita?
-
-PEPE.—¡Una vergüenza!
-
-POLINIO.—¡Pues se conoce que la ha perdido!
-
-PEPE.—Pues güeno, desde que se fué que me he dejao las patatas y vivo
-de guagua, ¡porque no hay mes que no me mande de ciento cincuenta a
-doscientos _franques_ oro!
-
-PRUDENCIO.—Se conoce que lo que se ahorra en ropa pa ti.
-
-PEPE.—Por eso le he aconsejao a éste que lo venda tóo, que se deje de
-esta porquería de España, que emigre con su hija a París como yo, que
-me voy pasao mañana, y a la vuelta de un par de años regresamos del
-extranjero, y ¿usté sabe esos solares de la _cae_ de Lista, pasao un
-estanco que hay? ¡Nuestros hoteles!
-
-POLINIO.—¿Usté dice donde la tienda-asilo?
-
-PEPE.—¡En la acera de enfrente!
-
-PRUDENCIO (_Exaltado._)—¡Y yo, Polinio, deslumbrao por este ejemplo,
-te aseguro que es inútil que me _graznen_ lo que quieran! Busco el
-aplauso, la fortuna, la gloria de mis hijos... ¡y aunque la persona que
-se oponga a ello me haga escabeche, mi último cuarto de kilo se saldrá
-del barril pa cumplimentar esta sacrosanta misión!
-
-PEPE (_Entusiasmado._)—¡Eres un varonil!
-
-PRUDENCIO (_Con energía._)—¡Soy un padre!
-
-PEPE (_Viendo aparecer a Casildo._)—¡Chits, callarse!
-
-
-ESCENA III
-
-DICHOS _y_ CASILDO _puerta foro_
-
-CASILDO (_Saludando con la mano desde la puerta._)—¡_Saluz_!
-
-PRUDENCIO (_Radiante de satisfacción._)—¡Mirarle! ¡Mi Casildo! ¡Ahí lo
-tenéis! ¡Ese es el monumento _taurómaca_ más grande del porvenir!
-
-PEPE.—¡Hola, pollo!
-
-POLINIO.—¡Adiós, pollo!
-
-PEPE.—¿Cómo estás, pollo? (_Casildo no contesta._)
-
-PRUDENCIO.—¡Me se cae la baba! (_Casildo después de saludar
-parsimoniosamente a lo torero, con la mano, se acerca a un espejo,
-se atusa los tufos con un cepillo y vuelve a ponerse el sombrero con
-coquetería, estirándose la chaquetilla. Carpanta, al ver que Casildo no
-contesta, dice con voz más alta._)
-
-PEPE.—¿Que cómo estás? (_Sigue el silencio._) (Este monumento es
-bastante mal educao.)
-
-PRUDENCIO (_Sonriendo._)—No te ha oído. Estas notabilidades son así,
-chico; ¡no se fijan en na! (_Acercándose a su hijo._) ¿De aonde vienes,
-hijo mío?
-
-CASILDO (_Con tono desdeñoso y sin mirar a su padre._)—Del mundo.
-
-PRUDENCIO (_Sonriente y muy complacido._)—¡Qué manera de contestar! ¿eh?
-
-POLINIO.—¿Ha madrugao?
-
-PRUDENCIO (_Con asombro._)—¿Madrugar esa personalidaz? Que se marchó
-anoche a las diez y viene ahora. (_Aparte y sonriendo a los dos._)
-(¡Las mujeres que se lo rifan!)
-
-POLINIO.—¡Ya, ya!
-
-PRUDENCIO (_A Casildo._)—¿Vas a acostarte, hijo?
-
-CASILDO.—¡Clarinete!
-
-PRUDENCIO.—¡Oye, qué gracia! ¿Habéis oído? ¡Clarinete!
-
-CASILDO (_A Prudencio. Secamente y sin mirarle._)—La petaca.
-
-PRUDENCIO (_Dándosela._)—Toma, hijo mío.
-
-CASILDO (_La vacía, se guarda los cigarros y la tira con desprecio
-sobre el velador._)—Cerillas.
-
-PRUDENCIO (_Le da una caja._)—¡Ahí van!
-
-CASILDO (_Se guarda la caja._)—¡Que no me se despierte hasta que yo
-avise! (_Saluda con la mano y se va contoneándose primera izquierda._)
-
-PRUDENCIO (_Siguiéndole hasta la puerta._)—No tengas miedo. ¡Ah, oye!
-Ciérrate por dentro, no te sorprenda tu mamá en el primer sueño.
-
-POLINIO.—¿Por qué le dices eso?
-
-PRUDENCIO (_Sonriendo._)—¡Por na! ¡Que anoche se le llevó un mantón a
-su madre y se conoce que lo ha empeñao!
-
-PEPE.—¡Angelito! ¡Qué monada de criatura! (_Riendo._)
-
-PRUDENCIO.—Y como la Feliciana no reflexiona que a estas grandes
-figuras hay que aguantarlas sus genialidades, me temo un _esasbruto_.
-
-POLINIO.—¡Natural!
-
-PRUDENCIO.—Y qué, ¿habéis visto qué hechuras de torero tiene? ¿Se le da
-un aire al Conejito, _verdá_?
-
-PEPE.—¡Sí, tiene algo de _Conejito_... sino que más en gazapo!
-
-POLINIO.—Güeno; y volviendo a lo de _enantes_, respective al chico,
-na tengo que _ojetarte_, porque se ve que cuidándolo pué llegar a ser
-_Gordito_, pero por lo que toca a la chica, ¿tú crees que servirá pa
-_chanteuse_, Prudencio?
-
-PRUDENCIO.—¡Amos, hombre! ¿Que si servirá?... Vaya, ahora que estamos
-solos, ¿queréis verla y oirla pa que veais que no es pasión de padre
-cuando digo que es una maravilla?
-
-POLINIO.—¡Sí, hombre!
-
-PEPE.—¡Con mucho gusto!
-
-PRUDENCIO.—¡Pues quitarse las telarañas! (_Llamando._) ¡Acacio!
-
-ACACIO (_Acercándose._)—Mande usté.
-
-PRUDENCIO.—Ponte a la puerta, y si viene la señá Feliciana nos avisas,
-no sea que nos sorprenda.
-
-ACACIO.—Güeno. (_Vase a la puerta a vigilar._)
-
-PRUDENCIO (_Yendo a la puerta primera izquierda y
-llamando._)—¡Antoñita!... ¡Antoñita!
-
-ANTOÑITA (_Dentro._)—¿Mande usté?
-
-PRUDENCIO.—Sal un momento, haz el favor.
-
-ANTOÑITA.—Voy.
-
-PRUDENCIO.—Ya está aquí. ¡Veréis qué prodigio!
-
-
-ESCENA IV
-
-DICHOS _y_ ANTOÑITA, _primera izquierda. Antoñita es una chiquilla
-como de diez y seis años, con cara abobada y pretendiendo suplir con
-una verbosidad ridícula la gracia de que carece. Al salir, ligera y
-sonriente, hace una reverencia._
-
-ANTOÑITA.—Servidora de ustedes. Muy buenos días, ¿Cómo están ustedes?
-
-LOS DOS.—Bien, ¿y tú?
-
-ANTOÑITA.—Yo, bien, a Dios gracias, pa servir a ustedes. ¿Las familias
-güenas?... Vaya, me alegro mucho y por muchos años. Tanto gusto.
-
-POLINIO.—Muy bien, muy bien.
-
-PEPE.—Es una monada de chica.
-
-ANTOÑITA.—Tantas gracias, es favor. No lo merezco. Ustedes son muy
-güenos, al parecer. Y ya lo saben ustedes, con permiso de mi papá, en
-lo que sea útil, pueden mandar a una servidora. Tanto gusto.
-
-PRUDENCIO.—Bueno. Pues estos señores...
-
-ANTOÑITA.—Repito que tanto gusto.
-
-PRUDENCIO.—Desean verte bailar y que nos cantes algo aquí en familia.
-
-ANTOÑITA.—Sí, señor, tanto gusto. Lo que deseen de una servidora de
-ustedes. ¿Quieren ustedes soleares, tango, sevillanas, panaderos,
-malagueñas, peteneras u _cake-vale_? Porque eso tié que ser a gusto de
-ustedes; porque ustedes sabrán lo que quieren; porque una no sabe con
-qué dará gusto; porque a lo mejor va una servidora y baila panaderos, y
-qué sabe una servidora si ustés les tien rabia a los panaderos. Porque
-eso el que lo quiere es el que lo pide.
-
-PEPE.—¡Tié razón la chica!
-
-POLINIO.—¡Es lista, es lista!
-
-PRUDENCIO.—No, lo que queremos es lo que sepas mejor; un tanguito de
-esos con que vas a debutar, u cualquier cosa...
-
-PEPE.—¡El tango, el tango!
-
-POLINIO.—¡Eso! ¡Venga el tango!
-
-PRUDENCIO.—¡Duro con él!
-
-ANTOÑITA.—_Perfetamente._ Bueno, y cuando baile, ¿lo marco con todo?...
-(_Sonriendo picarescamente._)
-
-LOS DOS.—¡Con todo, con todo!
-
-ANTOÑITA.—Pues con permiso de ustedes voy a ponerme un alfiler (_Se lo
-pone._) pa ceñirme la falda, ¿saben ustedes? porque si no el ondulao no
-resalta. El tango se llama “Vete a la gloria.”
-
-PRUDENCIO.—Yo te acompañaré. Venga de ahí. (_Cogiendo una guitarra._)
-
-ANTOÑITA.—¡Lo voy a cantar con picardía!
-
-PRUDENCIO.—¡Veréis un pasmo! (_Acompaña con la guitarra._)
-
-=Música=[1]
-
- [1] En bailar y cantar este número con la poca gracia con que
- lo haría una chiquilla de esas a quienes se quiere ridiculizar,
- consiste su verdadero efecto.
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- ANTOÑITA
-
- ¡Ay, que me voy a morir
- y tú me vas a matar!
- ¡Ay! ¡ay! ¡ay!
-
- LOS DOS
-
- ¿Qué hay?
-
- ANTOÑITA
-
- ¡Nada de particular!
- El moreno que me enloquecía
- se casa pa Mayo;
- que yo _iznore_ por Dios la noticia
- si no me desmayo.
- ¡Ay, los hombres, mamita, mamita
- de mi corazón,
- qué embusteros, qué falsos, qué pillos,
- qué pérfidos son!
- ¡Ay! ¡ay! ¡ay!
-
-PRUDENCIO (_Recitando._)—¡Olé, por las laringitis agudas!
-
- ANTOÑITA (_Cantando._)
-
- Y ahora escuchen con mucho cuidao
- un tanguito que me han enseñao.
-
- ——
-
- ¿Quién es pa ti más dulce
- que lo es el mango?
- ¡Mi guachindango!
- ¿Quién es la que conmigo
- quiere hacer changa?
- ¡Mi guachindanga!
- Dame una prueba sólo
- de amor, nenita.
- ¡Toma tripita!
- ¡Ay, deja que me acerque,
- guachindanguita!
- ¡Ay, por Dios, chachito,
- no te acerques, quita, déjame,
- porque estás loquito,
- ay, retírate, ay, retírate!
- ¡Retírate, por Dios, Pepito,
- retírate, por Dios, que grito,
- y no me des con el codito
- que me despepito!
-
- TODOS
-
- ¡Retírate, por Dios, Pepito,
- retírate, por Dios, que grito,
- y no me des con el codito
- que me despepito!
-
- ANTOÑITA
-
- Anda, por Dios, José,
- ¡retírate!
-
- TODOS
-
- Ande usté, don José,
- ¡retírese!
-
-(_Después de cantar Antoñita hablan sobre música._)
-
-PEPE (_Entusiasmado._)—¡Devino!
-
-POLINIO.—¡Superior!
-
-PRUDENCIO.—¿Eh? ¿qué sus paece la vocecita?
-
-POLINIO.—¡Que es una voz que encanta!... ¡qué digo encanta!... ¡que
-arroba!... y me quedo corto.
-
-PEPE.—El día que oigan a esta chica en el extranjero, te la
-enjaulaban. ¡Esto no es mujer, esto es una _ruiseñora_, hombre!
-
-ANTOÑITA.—Güeno, ¿y a ustedes les molestará quedarse _bizcos_?...
-¿No?... pues les voy a bailar a ustedes un tanguito; ¿que saben ustedes
-lo que es _azúcar cande_?... ¡pues más _cande_!
-
-PRUDENCIO.—¡Veréis qué disloque!... ¡Arza con la salida! (_Antoñita
-baila._)
-
-ACACIO (_Jaleando._)—¡Su gracia!... ¡Su cuerpo!... ¡Su madre!...
-(_Todos se asustan. Prudencio corre a esconder la guitarra._)
-
-ANTOÑITA (_Asustada, cesa de bailar._)—¡Mi madre!
-
-PRUDENCIO.—¡Mi mujer!
-
-POLINIO.—¡Su madre!
-
-PEPE.—¡La Feliciana! (_Los cuatro simultáneamente._)
-
-ACACIO.—¡No, si era que la jaleaba! ¡No asustarse!
-
-PRUDENCIO.—¡Maldita sea tu estampa, qué susto nos has dao, ladrón!
-(_Pegándole con la guitarra._)
-
-PEPE.—¡Anda, sigue, sigue! (_Antoñita sigue bailando hasta terminar el
-tango._)
-
-=Hablado=
-
-POLINIO.—¡Ahí la gracia!
-
-LOS DOS (_Aplaudiendo._)—¡Bravo! ¡bravo! ¡Muy bien!
-
-PRUDENCIO (_Con entusiasmo._)—¿Qué? ¿qué tal? ¿y el salero? ¡el salero!
-
-POLINIO.—¡Yo no he visto un salero parecido!
-
-ANTOÑITA (_Sonriente y satisfecha._)—¡Tantas gracias!... Una servidora
-está alicortada. No sé cómo pagar a ustedes... Es algo de favor... Y
-eso que he bailao en suelo de madera, que el día que a una servidora le
-pongan _linoleum_... ¿Saben ustés lo que es _linoleum_?
-
-PEPE.—¡Ya lo creo!
-
-ANTOÑITA.—Una cosa que se escurre... ¡pues ese día, que no se me
-agarren los pies, yo creo que arrebato!
-
-PEPE.—Nada, chico, que esto en un París u en una Londres, nos traemos
-el dinero en camiones.
-
-PRUDENCIO.—¿Sí, verdad? (_Con entusiasmo, abrazando a su hija._) ¡Hija
-mía, qué porvenir nos aguarda!...
-
-ANTOÑITA.—¡Ya lo creo papá!
-
-PEPE (_A Polinio, aparte._) (¡Ya habrá usté advertío que tié menos
-gracia que una caja e betún!)
-
-POLINIO (_Ídem._) (Ya, ya; pero, ¿quién le quita las ilusiones a un
-hombre así?)
-
-ANTOÑITA.—Y respective a declamar en picaresco, sabe una servidora una
-cosa un poco verde, que donde me la oyen, me se mueren de risa; porque
-una servidora, la recalca con una intención, que verán ustedes, si no
-les molesta.
-
-POLINIO.—No, dila, dila.
-
-PARROQUIANO 1.º (_Entrando._)—Buenos días; ¿me hacen el favor de
-afeitarme?
-
-PRUDENCIO (_Contrariado._)—¡Hombre, espere usted si quiere, porque
-ahora!...
-
-ACACIO.—Siéntese, que es que estamos mu ocupaos... (_El parroquiano se
-sienta al foro._)
-
-PRUDENCIO.—Empieza.
-
-ANTOÑITA.—Pues verán ustedes. Es un monólogo, pero lo tengo que decir
-yo sola, si no no paece monólogo. Es en verso, fijarse:
-
- Cuando salgo a la calle
- y llovizna un poquito,
- me levanto las faldas
- enseñando el tobillo;
- mas si un pollo me sigue,
- recogiendo el vestido,
- me le... (_Como recordando._) me le...
-
-¡Ay! ¿cómo dice?... ¡qué rabia! me le... ¡pos no me s’ha olvidao!... me
-le... (_Haciendo esfuerzos ridículos por recordar._) me le... ¡mecachis
-qué coraje!
-
-ACACIO (_Acercándose a ella y en voz baja._)—¿No es me le atortolo?
-
-ANTOÑITA.—¡Qué va a ser! Bueno, me se ha olvidao, pero es una cosa que
-voy ¿saben ustés? y cuanto más me sigue el pollo, más me levanto, más
-me levanto, hasta que una servidora le enseña las medias y acabo así
-con este desplante:
-
- ¡Pa los listos son a listas!
- ¡pa los tontos son a cuadros!
-
-(_Hace una postura ridícula, quedando recogida y enseñando las
-pantorrillas. El parroquiano se acerca, mira y se vuelve a sentar._)
-
-PEPE.—¡Una monada!
-
-POLINIO.—¡Preciosa! (_Aplauden todos._)
-
-
-ESCENA V
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-DICHOS _y_ FELICIANA _en la puerta_
-
-FELICIANA (_Con ira al ver el cuadro._)—¡Maldita sea la pena!
-
-PRUDENCIO (_Aterrado._)—¡La Feliciana!
-
-ANTOÑITA.—¡Mi madre!
-
-ACACIO.—¡El ama!
-
-PEPE.—¡_Tablón_!
-
-(_Estas voces simultáneas._)
-
-FELICIANA.—¡Muy bonito! ¡Está bien! (_A la Antoñita, zarandeándola._)
-¡Arza pa dentro, gandula! (_Dándola metidos disimulados._)
-
-ANTOÑITA.—¡Madre, si era que!... (_Huyendo._)
-
-FELICIANA.—¡A remendar la ropa, que es tu obligación! ¡Bribona!
-¡Holgazana! (_La persigue hasta que se va primera izquierda._)
-
-PRUDENCIO (_A Polinio y Carpanta._)—¿Estáis viendo cómo trata a las
-celebridades?
-
-FELICIANA (_Al parroquiano._)—¿Y usté, qué quería?
-
-PARROQUIANO 1.º (_Con extrañeza._)—Servirme.
-
-FELICIANA.—¿Y lo tenéis esperando? ¡Anda a afeitarle u te desuello,
-granuja! (_Queriendo pegar a Acacio._)
-
-ACACIO.—Si era que... era que... Siéntese, siéntese el caballero. (_Se
-pone a afeitarlo._)
-
-FELICIANA.—Y ustés, (_A Polinio y a Carpanta, con brusquedad._) si no
-tién na que hacer aquí, la calle es gratuita...
-
-POLINIO.—Señora, nosotros estábamos _almirando_... las dotes de la niña.
-
-FELICIANA.—¡Tantas gracias! Aquí pelo pa quitar es lo que nos hace
-falta.
-
-PRUDENCIO.—Feliciana, que son amigos...
-
-FELICIANA.—Lo celebro. Tertulias en el Cerro e los Ángeles.
-
-PEPE.—Usté disimule... (_Excusándose._)
-
-FELICIANA.—Y si no quién ustés volver, aquí tienen ustedes su casa...
-
-PRUDENCIO (_Aparte a los dos._)—(Hacer caso _miso_ y esperarme en la
-taberna.)
-
-LOS DOS.—Somos suyos... (_Saludan y se van._)
-
-FELICIANA.—Pal gato. (_Saluda también muy fina._)
-
-
-ESCENA VI
-
-PRUDENCIO, FELICIANA, ACACIO _y el_ PARROQUIANO _que, después que lo
-afeitan, paga y se va_
-
-PRUDENCIO.—¡Muy bonito! (_Con ira._) ¡Feliciana!
-
-FELICIANA.—¿Qué hay? (_Rabiosa._)
-
-PRUDENCIO.—¡Como trato social eres más repelente que una manga riega!
-
-FELICIANA.—Mira, Prudencio, vamos a hablar con franqueza. ¿Tú necesitas
-las narices este invierno?
-
-PRUDENCIO.—¡Quizás que sí!
-
-FELICIANA.—Pues si no quieres desprenderte de ellas... ¡Ya me conoces!
-Hazme caso a mí y que acabe este desorden de casa; que acabe hoy mismo,
-ahora mismo, porque estoy decidía, cueste lo que cueste, a que no
-se lleve la trampa el peazo e pan que tenemos y a no perder por tus
-locuras dos hijos que me han costao muchas lágrimas y muchos dolores el
-criarlos. ¡Eso es!
-
-PRUDENCIO.—Está bien. (Cualquiera le dice ahora lo del traspasito.)
-Bueno, ¿y todo eso, qué viene a ser poco más o menos?
-
-FELICIANA.—Pues viene a ser que mañana vuelve Casildo a la imprenta y
-la chica en cá la modista. ¡Eso es!
-
-PRUDENCIO.—Bueno, de modo que te ostinas en que ese monumento
-_taurómaca_...
-
-FELICIANA.—¡Mentira! El chico no sirve pa torero.
-
-PRUDENCIO.—¿Que no sirve? (_Con indignación._)
-
-FELICIANA.—¡Qué va a servir; si está la pobre criatura de cornás que lo
-miras por la espalda y se le ve la corbata al trasluz!... ¿Y tú crees
-que he criao yo a mi hijo pa colador?
-
-PRUDENCIO.—¿Y respetive a la Antoñita, qué?... ¿También es un guiñapo
-artístico?...
-
-FELICIANA.—¡La Antoñita, peor!
-
-PRUDENCIO.—Entonces dí, celebro oscuro, ¿pa qué le ha dao la naturaleza
-una voz a nuestra hija?
-
-FELICIANA.—Pa que se calle y no _berrée_.
-
-PRUDENCIO (_Frenético._)—¡Feliciana!
-
-FELICIANA.—Loco, más que loco. No quieres tú a tus hijos más que yo los
-quiero. Pero el quererlos no es motivo pa que me ciegue y vea cosas que
-no son. ¿Que es fácil ser torero?... ¡Ese es tu error, Prudencio! Y
-no mires a los que han llegao porque Dios les dió ese don; mira a los
-infelices que, ciegos por la avaricia, mueren como perros en la cama de
-un hospital. Y por lo que toca a la chica, estás igualmente equivocao;
-porque una cosa es la gracia que hacen los hijos a los padres en el
-comedor de casa, y otra la que se necesita pa brillar en el mundo. Y
-sobre todo, que no, ¡vaya! ¡Que no me da la gana ver a mi hija en un
-tablao enseñando las carnes; porque mujer que se remangue más arriba
-de lo necesario pa no coger barro, será buena pal cromo de una caja e
-cerillas, pero no lo es pa su casa ni pa sus hijos! ¡Eso es!
-
-PRUDENCIO.—¡Pero ven acá, mollera vacía! Si eso fuera así, ¿por qué me
-dicen tóos los parroquianos que hago bien?
-
-FELICIANA.—Pues, porque personas que vienen pa un cuarto de hora y que
-encima te ven con una navaja en la mano, ¿pa qué te van a contrariar?
-
-PRUDENCIO.—¡Razonas como una sandía!
-
-FELICIANA.—Razono como una madre sensata y prudente.
-
-PRUDENCIO.—¿Sí, eh?... Pues ahí va mi _ulti-matum_. Estoy cumpliendo mi
-deber y argumentarme en contrario es como tomar el caldo con tenedor. Y
-creo haberte dicho lo suficiente.
-
-FELICIANA (_Con rabia._)—¿Es decir, que no cejas?
-
-PRUDENCIO.—¿Cómo cejas? ¡Ni cejas ni narices!
-
-FELICIANA.—¿Es decir que te empeñas?
-
-PRUDENCIO.—¡Empeñao! ¡Mi hijo será diestro, mi hija divete! ¡Es mi
-misión!
-
-FELICIANA.—¡Tu hijo será impresor, tu hija modista! ¡Es la mía!
-
-PRUDENCIO.—¡Por estas te juro que no! (_Junta las manos._)
-
-FELICIANA.—¡Por estas te juro que sí! (_Le imita._)
-
-PRUDENCIO.—¡Hemos acabao! (_Desde la puerta. Vase foro._)
-
-FELICIANA.—¡Usté lo pase bien! (_Con ira._)
-
-
-ESCENA VII
-
-FELICIANA _y_ ACACIO. _Luego,_ ANTOÑITA.
-
-FELICIANA (_Desolada._)—¡Dios mío; pero es posible que ni reflexiones,
-ni amenazas, curen a este hombre de su ceguera!... ¿Y cómo voy a
-consentir yo que este loco, trastornao por el consejo de unos cuantos
-guasones, nos lleve a la miseria y a la perdición?... (_Llorando._)
-¡Dios mío! ¡Dios mío! (_Se sienta junto al velador ocultando la cara
-con el pañuelo con que seca sus lágrimas._)
-
-ACACIO (_Con pena._)—¡Pobre mujer!... ¡Y eso que no sabe la metá de
-la metá! ¡Qué dramas! ¡Amos, que yo no puedo ver esto! Una mujer
-traspasá por el dolor, una barbería traspasá por setecientas pesetas y
-un servidor traspasao... al arroyo en cuanto venga el otro amo. Si yo
-tuviese valor se lo relataba todo. Porque, ¿qué hago yo en la calle?
-Nada, que se lo digo. Allá voy. (_Acercándose y con voz temblorosa._)
-Se... se... señá Feliciana.
-
-FELICIANA.—¿Qué te pasa?
-
-ACACIO.—Que vaya, que quió que lo sepa usté todo; que el señor
-Prudencio, a espaldas de usté y con objeto de allegar recursos pa irse
-con la Antoñita a París, le ha traspasao al señor Román, (_Feliciana
-se levanta._) por setecientas pesetas, el presente salón con tóos los
-enseres, menos usté y yo, que seremos las vítimas.
-
-FELICIANA (_Aterrada._)—¡Jesús! ¿Qué dices?
-
-ACACIO.—Lo que usté oye, _ce_ por _be_.
-
-FELICIANA.—¡Dios mío!... ¿pero es posible?
-
-ACACIO.—_Ce_ por _be_. Se lo juro a usté por la memoria de mi santa
-madre que está en el pueblo.
-
-FELICIANA (_Exaltadísima._)—¡Basta! ¡Te creo! ¡Ese loco es capaz de
-todo!... ¡Me temía esto! ¡Ay, si no puedo evitarlo, nos ha perdío pa
-siempre! (_Como tomando una resolución repentina._) ¡Acacio, la gorra,
-ponte la gorra!
-
-ACACIO.—¿Y qué hago?
-
-FELICIANA.—Ponte la gorra y vete corriendo a la ebanistería de mi
-hermano y le dices: Señor Leovigildo, de parte de la señá Feliciana que
-vaya usté a la barbería en seguida pa una cosa mu grave. Vuela.
-
-ACACIO.—Comprendido. Un momento. (_Entra primera izquierda y sale en
-seguida._)
-
-FELICIANA.—¡Quién sabe si todavía podremos evitar esta ruina! ¡Corre
-por Dios, Acacio! (_Vase Acacio foro._) ¡Virgen del Carmen! ¡Qué
-locura! ¡Ay, Dios mío, que yo no sé lo que me pasa! Pero güeno; no hay
-que amilanarse; pa estas ocasiones es el carácter. ¿Traspasar el salón,
-eh?... ¡Ni a pedazos, ni con el Juzgao, ni hecha harina me sacan de
-aquí! ¡Lo juro! Y en este mismo instante se han acabao los toreros y
-las divetes... pero pa siempre.
-
-ANTOÑITA (_Dentro, cantando._)
-
- Retírate por Dios, Pepito...
- Retírate por Dios, que grito...
-
-FELICIANA (_Que se exalta más al oir a su hija._)—¡Sí, canta, canta...
-so gamberra! ¡Ya te daré yo a ti Pepito! (_Llamando._) ¡Antoñita!
-¡Antoñita!
-
-ANTOÑITA (_Dentro._)—¡Madre!
-
-FELICIANA.—Ven aquí, sal.
-
-ANTOÑITA.—Estoy ensayando.
-
-FELICIANA.—Sal, rica, sal, que te voy a dar un _repaso_.
-
-ANTOÑITA (_Saliendo._)—Oiga usté, madre, ya he cogido un cambio de tono
-pa darle más picardía, misté. (_Cantando._)
-
- Retírate por Dios...
-
-FELICIANA (_Furiosa._)—¡Retírate de mi vista o te desuello, so tunanta!
-
-ANTOÑITA (_Huyendo atemorizada._)—¡Uy, por Dios! ¿pero qué es eso?
-
-FELICIANA.—Que como te oiga yo rebuznar otra vez u me vuelvas a cantar
-un tango, es el último día de tu vida, ¡so bribona! ¡Y arza, ahora
-mismo a ponerte el mantón, que vas a volver en cá la modista!
-
-ANTOÑITA (_Con espanto._)—¡Cómo en cá la modista!
-
-FELICIANA.—¡Yo, yo te voy a llevar de una oreja! (_Todo esto con gran
-energía._)
-
-ANTOÑITA.—¿Pero está usté loca? ¡Una _meso-soplano_ quitando
-hilvanes!... ¡En seguida!... ¡No señora; no, señora, y no, señora!
-
-FELICIANA.—¡Ah, sí! ¿Y te vuelves contra mí? ¡Te voy a arrancar la
-piel, so tunanta, bribona, holgazana! (_Persiguiéndola furiosa._)
-
-ANTOÑITA (_Huyendo asustada._)—¡Ay, ay, ay! ¡Casildo! (_A grandes
-voces._) ¡Padre! ¡Ay, que me quié pegar! ¡Casildo! ¡Casildo!
-
-
-ESCENA VIII
-
-DICHAS _y_ CASILDO _primera izquierda, interponiéndose entre las dos_
-
-CASILDO (_Con solemnidad._)—¡Chits! ¡Quietuz!
-
-FELICIANA.—¡La mato! (_Casildo la contiene._)
-
-CASILDO.—¡Parsimonia! ¿Óbice de la reyerta?
-
-ANTOÑITA.—Y tó por no quererse morir una iznorada en esta porquería de
-casa, entre pelos y navajas, ¡eso es!
-
-FELICIANA.—¿Porquería, eh?... ¡Ya te daré yo a ti porquería!
-
-CASILDO.—Señora madre... El libre albedrío de los hijos es tan
-respetable como la...
-
-FELICIANA (_Rabiosa._)—¿Y qué has hecho tú del mantón que te llevaste
-anoche, so golfo? ¡Dilo, dilo en seguida!
-
-CASILDO.—¡No entremezclemos!
-
-FELICIANA.—¿Lo has empeñao, verdá? Lo mismo que los pendientes de
-la semana pasá y los juegos de cama de hace quince días... ¿Y pa
-eso quiés la turomaquia? Pa dejar tu casa sin un trapo y vengan
-borracheras y malas compañías y vagancia y perdición, ¿no es eso?
-Pues ea (_Sujetándole por la solapa._) ¡se acabó el toreo y mañana a
-la imprenta a ganarte honradamente una peseta! ¡Porque yo quiero! ¿Lo
-oyes? ¡Porque yo lo mando! (_Le zarandea._)
-
-CASILDO.—¡Del dicho al hecho hay que tomar el tranvía!
-
-FELICIANA (_Ya frenética._)—¡El tranvía! ¡Vaya, pues ahora mismo! ¡Ya
-me se ha llenado a mí el costal de ganas! (_Furiosísima._) ¡Lo vas a
-ver! (_De un tocador de la derecha coge unas tijeras._)
-
-ANTOÑITA (_Atemorizada._)—¡Pero, madre!
-
-CASILDO (_Con extrañeza y terror._)—Señora madre...
-
-FELICIANA (_Frenética._)—¡Córtate esa coleta inmediatamente!
-
-CASILDO (_Aterrado._)—¡Rediez! ¿Pero qué dice usté? ¿Que me ampute?...
-
-FELICIANA.—¡Córtate esa coleta he dicho, o por la sangre de mis venas
-que te deshago, so granuja! ¡En seguida!
-
-ANTOÑITA (_De rodillas, suplicante._)—¡Ay, madre, la coleta no!
-
-CASILDO.—¡Que me suelte usté, que no!
-
-FELICIANA.—¡Que no! ¡Yo te la cortaré, so vago, tunante, infame! (_En
-un arranque de fiereza le hace inclinarse contra el suelo y le corta la
-coleta de un tijeretazo._)
-
-CASILDO (_Durante la lucha._)—¡No, madre! ¡Mi porvenir! ¡Por Dios!
-
-FELICIANA (_Tirando la coleta al suelo después de cortársela._)—¡Así,
-fuera porquerías!
-
-CASILDO.—¡Rediez! (_Tocándose la cabeza y en el colmo del terror._)
-¡¡Me la ha cortao!!
-
-ANTOÑITA (_Con horror._)—¡Se la ha cortao!
-
-CASILDO (_Tirado en el suelo y dando un grito desgarrador._)—¡¡Padre!!
-
-
-ESCENA IX
-
-DICHOS _y_ PRUDENCIO
-
-PRUDENCIO (_Entra corriendo asustado por los gritos._)—¿Qué pasa?
-
-CASILDO (_Sentado en el suelo con desaliento y señalando la
-coleta._)—¡Me la ha cortao!
-
-ANTOÑITA (_Señalándola también._)—¡De raíz!
-
-PRUDENCIO (_Cogiéndola y con inmenso pavor._)—¿La coleta? ¿Quién?
-
-FELICIANA (_Empuñando valientemente las tijeras._)—¡¡Yo!!
-
-PRUDENCIO (_Aterrado._)—¡Ah! ¡¡Tú!! ¡¡¡Tú!!! ¿Pero tú sabes lo que has
-quitado de la cabeza a tu hijo, so imbécil?
-
-FELICIANA.—¡Una tontería! (_Con desprecio._)
-
-PRUDENCIO (_Frenético._)—¡Ea! ¡Esta bestialidad colma la medida! Y
-puesto que te opones bárbaramente a que tus hijos lleguen a la gloria
-que Dios les destina, me los llevo de aquí. ¡Nos vamos de esta casa!
-¡No aguanto más!
-
-
-ESCENA X
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-DICHOS, LEOVIGILDO _y_ ACACIO _de la calle_; PARROQUIANO 2.º
-
-ACACIO (_Que entra corriendo._)—¡Aquí está, aquí está su hermano de
-usted!
-
-FELICIANA.—Leovigildo, Leovigildo, ven, escucha...
-
-LEOVIGILDO (_Entrando._)—Lo sé todo. Silencio. Me lo ha contao Acacio
-en el camino. (_A Prudencio._) ¿Pero, qué has hecho, so insensato?
-¿Pero es de veras que has traspasao la barbería?
-
-PRUDENCIO.—¡Sí, señor! ¡La he traspasao porque estoy cumpliendo un
-sacrosanto deber! (_Enseñándole la coleta._) ¡En cambio, mira la
-mutilación bárbara que le ha hecho ese cernícalo a este monumento!
-(_Enseñándole la cabeza de Casildo._)
-
-LEOVIGILDO.—¿Y le llamas monumento a una cebolleta?
-
-ANTOÑITA.—¡La cebolleta lo será usté!
-
-CASILDO.—¿Qué dirá el Ciruqui? (_Con voz llorosa._)
-
-LEOVIGILDO.—¡Prudencio, vuelve en ti, reflexiona!
-
-PRUDENCIO.—No tengo na que reflexionar. Nos vamos de esta casa. Estoy
-decidido.
-
-ANTOÑITA.—Sí, señor; vámonos.
-
-CASILDO.—Nos vamos.
-
-FELICIANA (_A Leovigildo._)—¿Pero estás oyendo?
-
-PRUDENCIO.—Y conste, que te echarán de la barbería.
-
-FELICIANA (_Con furia._)—¡No hay quién!
-
-LEOVIGILDO.—No la echarán, porque yo desharé el traspaso devolviendo al
-señor Román las setecientas pesetas.
-
-PRUDENCIO.—Haz lo que gustes. Mandaremos por la ropa. ¡Hijos míos, la
-gloria nos llama! Yo os llevaré a ella. Vámonos de aquí.
-
-ANTOÑITA.—¡Madre, no sea usté tonta y véngase usté a la gloria!
-
-FELICIANA.—¡Prudencio, por Dios, mira lo que haces!... ¡Mira que si
-sales por esa puerta!...
-
-PRUDENCIO.—¡Es mi deber! ¡Adiós pa siempre!
-
-ANTOÑITA.—¡Adiós, madre!
-
-CASILDO.—¡Qué dirá el Ciruqui! (_Vanse los tres foro._)
-
-FELICIANA (_Llamándolos acongojada._)—¡Prudencio!... ¡Hijos!
-
-LEOVIGILDO (_Sujetándola._)—¡Quieta!
-
-FELICIANA (_Llorando amargamente._)—Pero, ¡si se van!
-
-LEOVIGILDO (_Con energía._)—¡Deja que se vayan! ¡Muérdete el corazón,
-pero tú aquí, a conservar la libreta! ¡Es tu deber serio y honrao! ¡Que
-se vayan! Pué que sea mejor; así probarán dónde está la verdá, si en
-las ilusiones tontas, o en el trabajo humilde y verdadero. ¡Y poquitas
-lágrimas!
-
-FELICIANA.—Es verdá. Tiés razón. Ellos lo quieren; ¡que Dios los
-ampare! (_Sin dejar de sollozar._)
-
-PARROQUIANO 2.º (_Entrando._)—¿Me pueden afeitar?
-
-FELICIANA.—Sí, señor. Acacio, afeita a este caballero.
-
-ACACIO.—Pase aquí. (_El Parroquiano se sienta en el tocador de la
-izquierda y Acacio le afeita._)
-
-LEOVIGILDO.—Y tú, a tu trabajo, como si tal cosa. Voy a hablar con el
-señor Román. Vuelvo en seguida.
-
-FELICIANA.—Gracias, Leovigildo. Pero, ¡esos hijos!... ¡ingratos!...
-¡sin mí!... (_Llorando._)
-
-LEOVIGILDO.—Adentro, a lo tuyo, y calma. (_La lleva hasta primera
-izquierda._) ¡Hasta luego! (_Vase foro. Acacio queda afeitando al
-parroquiano y limpiándose las lágrimas.—Cae el telón pausadamente._)
-
-
-_Empieza un preludio en la orquesta, y al terminar el motivo del tango,
-se levanta la cortina y aparece un telón blanco, y, pegado en él, un
-gran cartel de color que dirá_:
-
-
- SALÓN MADRILEÑO
-
- Debut sensacional en la cuarta función
-
- LA BELLA ANTOÑITA
-
- mono-cuple tanguista
-
- NUEVA ESTRELLA
-
- No faltéis
-
-
-_Al terminar el preludio, se alza el telón del anuncio y aparece el_
-
-
-
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-CUADRO SEGUNDO
-
- La escena representa el escenario de un salón «Music-Hall» visto
- de costado. El telón de boca del supuesto escenario figura estar
- al lado izquierdo del verdadero, ocupando desde la segunda caja
- hasta el foro, y, por consecuencia, el foro simulado ocupa iguales
- términos a la derecha. Los bastidores de este escenario se verán
- de canto, ocupando el centro de la escena, a distancias simétricas
- y con varales de luz tras ellos. En primer término, a la izquierda
- y cerca del supuesto telón, la taquilla de la luz eléctrica. A la
- derecha una puerta practicable, que se supone da a un pasillo, con
- cuartos de artistas. La decoración supuesta será una selva.
-
-
-ESCENA PRIMERA
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-_Al hacerse la mutación aparecen dos o tres_ CARPINTEROS _acabando de
-colocar la decoración. El_ ELECTRICISTA 2.º _colocando bombillas de luz
-en los varales. El_ ELECTRICISTA 1.º _manipulando en la taquilla de la
-luz._ RODRÍGUEZ, _representante de la empresa, mirando por el agujero
-del telón._
-
-CARPINTERO 1.º (_A los otros._)—¡Amos, rediez, que sus dormís!
-(_Mirando hacia las bambalinas y con voz más fuerte._) Manolo, pon el
-foro.
-
-UNA VOZ (_Desde arriba._)—¿El japonés?
-
-CARPINTERO 1.º—No, hombre, la selva. (_Cae desde arriba un telón que
-ventea el Carpintero 1.º, colocándolo en su sitio._)
-
-ELECTRICISTA 2.º (_Al primero._)—¿Qué luz se le da a la debutanta?
-
-ELECTRICISTA 1.º—P’al tango dicen que la demos el rojo; pa los _coplés_
-la daremos el verde.
-
-ELECTRICISTA 2.º—Pues prueba a ver.
-
-ELECTRICISTA 1.º (_Dando luz verde._)—¿Va?
-
-ELECTRICISTA 2.º—Sí, apaga. (_Se apaga la luz verde._)
-
-
-ESCENA II
-
-DICHOS _y_ EMPRESARIO, _que sale primera derecha_
-
-EMPRESARIO (_Con acento catalán._)—“¡Rodrígues! ¡Rodrígues!”
-
-RODRÍGUEZ (_Deja de mirar por el telón. Habla con acento
-andaluz._)—¿Qué quié osté?
-
-EMPRESARIO.—Oiga, miri, que se dé la entrada a escape y curriendo,
-¿sabe? ¡Que vamos con una mica de retraso y me tengo al ispetor detrás
-de las urejas!
-
-RODRÍGUEZ.—Oiga osté, ¿y qué tar de gente, don Manué?
-
-EMPRESARIO.—Va a haber un llenaso de bote en bote. Pero miri, no es
-estraño: cuarta sesión y debut... ¡as claro!
-
-RODRÍGUEZ.—Y qué, ¿ha visto osté vestía a esa niña?
-
-EMPRESARIO.—Ahora vengo de su _camarino_, y qué quiere que le diga,
-como mona es mona.
-
-RODRÍGUEZ.—Pero oiga osté, que yo la he visto ensayar esta tarde y...
-(_Gestos de duda._)
-
-EMPRESARIO.—Miri, miri, déjese de cuentos; el caso es que da un
-lleno, que es lo que se buscaba, y si la matan que la maten, ¿sabe? A
-nosotros, ¿qué?
-
-RODRÍGUEZ.—En eso tié osté rasón.
-
-EMPRESARIO.—Lu que se busca, y nada más... ¡hombre! Ande, avise.
-
-RODRÍGUEZ.—Voy allá. (_Vase primera derecha._)
-
-EMPRESARIO (_Al Carpintero_ 1.º)—¿Está todo listo?
-
-CARPINTERO 1.º—Todo, sí, señor. (_Vase el empresario por el foro. Suena
-fuera un timbre eléctrico._)
-
-
-ESCENA III
-
-POLINIO _y_ PRUDENCIO
-
-POLINIO (_Sacando casi en brazos a Prudencio._)—¡Vamos, hombre! ¡Pero
-no te pongas así! ¿Pero qué te pasa?
-
-PRUDENCIO (_Temblando de miedo y con voz acongojada._)—¡Ay, Polinio!
-¿Que qué me pasa?... ¡Pues que a medida que va llegando la hora del
-debut de mi hija, me se está poniendo un amargor de boca, y tengo un
-vacío de estómago que me muero! ¡Mira cómo tiemblo!
-
-POLINIO.—¿Pero hombre, qué has hecho de aquellos bríos?
-
-PRUDENCIO.—¡Ay, no sé, no sé! ¡Ay, Polinio de mi alma, oye! ¿Tú crees
-en serio que gustará la chica?
-
-POLINIO.—¡Pues no ha de gustar! La chica es un asombro de gracia. ¿Qué
-digo un asombro? ¡un aspaviento!
-
-PRUDENCIO (_Con voz entrecortada._)—¡Ay, Polinio, no te choque esta
-emoción! Tú no sabes lo que es ver a una celebridad y decir: ¡eso es un
-engendro mío!
-
-POLINIO.—¡Me lo explico! Y además que comprendo tu miedo; porque si por
-una de esas cosas, que no lo mande Dios, la chica no gustase...
-
-PRUDENCIO.—¡Calla, hombre! (_Aterrado y nervioso le da un puñetazo._)
-
-POLINIO.—¡No, si hablo en _pletérito!_ ¡Calcúlate tu situación! Sin
-dinero y sin barbería; porque aunque tu mujer siga con ella, con la
-Feliciana no hay que contar.
-
-PRUDENCIO.—¡Como que ayer me la encontré, me miró el saqué, se echó
-a reir y me volvió la cara!... ¡figúrate! (_Se oye un gran rumor
-detrás del supuesto telón, rumor que remeda con la mayor exactitud
-al del público cuando invade un teatro: escúchanse entre el natural
-vocerío estas frases:_ ¡Acomodador... a ver mi asiento!—¡Caramelos y
-bombones!—¡El _Heraldo_!... _Sin cesar en absoluto, se atenúan los
-rumores del público supuesto, para que no se pierda el diálogo._) ¡Ay!
-¿oyes? ¿qué ruido es ese? ¿qué pasará? ¿qué es? (_Impaciente._)
-
-POLINIO.—Voy a ver. (_Se acerca, mira por el agujero del telón y dice
-con mucha alegría._) ¡La gente, la gente que entra!... ¡Ya están
-entrando!
-
-PRUDENCIO (_Asustado y tembloroso._)—¿Entran ya? ¡Ay! ¡ay, qué emoción!
-
-POLINIO (_Que sigue mirando._)—¡Y qué buen público! ¡Va a estar lleno!
-
-PRUDENCIO.—¡Ay! ¡Aquí quisiá yo ver a la Feliciana, a ese ser egoísta
-y bárbaro, que estará a estas horas roncando en su cama muy tranquila!
-¡Ay, qué temblor! ¡Ay, que no creí que era esto tan emocionante! (_Se
-escuchan bastoneos y muestras de impaciencia en el público._) ¡Oye!...
-(_Los dos atienden._) ¿Qué pasa ahora?
-
-POLINIO.—¡Que se cansan de esperar! ¡Como no empiezan!
-
-PRUDENCIO.—¡Ay, pues que empiecen, que empiecen!... (_Muy nervioso, y
-recorriendo el escenario dice a grandes voces._) ¡Que empiecen! ¡Que
-empiecen!
-
-POLINIO (_Conteniéndolo._)—¡Calla, hombre!
-
-
-ESCENA IV
-
-DICHOS _y_ RODRÍGUEZ; _luego_ ANTOÑITA; _después_ EMPRESARIO _y luego
-el_ INSPECTOR; _por último,_ TRIANÓN
-
-RODRÍGUEZ (_Saliendo. A Prudencio._)—¿Y la Antoñita?
-
-PRUDENCIO.—¡Ya debe estar; ya debe estar vestida!
-
-RODRÍGUEZ.—¡Voy a avisarla, que empieza ella! (_Acercándose a la puerta
-derecha._) ¡Antoñita! ¡Antoñita! (_Llamando a voces._)
-
-ANTOÑITA (_Dentro._)—¡Voy, voy en seguida!
-
-PRUDENCIO.—¡Ay, Polinio, llegó el momento! ¿Qué será de nosotros?
-
-POLINIO.—¡Ánimo, Prudencio! ¡El porvenir es tuyo!
-
-RODRÍGUEZ (_Asomándose por el agujero del telón._)—¡Molina, la
-sinfonía! (_Se oye a poco un vals al piano. Antoñita sale por la puerta
-de la derecha, vestida de “coupletista”, con un traje corto, verde y
-rosa, de muy mal gusto; lleva muchas flores en la cabeza; saca en la
-mano un sombrero cordobés. Viene radiante de alegría._)
-
-ANTOÑITA.—¡Ya estoy! ¿qué les paece a ustedes el trajecito?
-(_Contoneándose muy satisfecha._)
-
-POLINIO.—¡Precioso! ¡Una monada! ¡Una divinidaz!...
-
-PRUDENCIO.—Oye, ¿no será demasiao verde pal público?
-
-ANTOÑITA (_Enfadada por la observación._)—¡Qué va a ser! ¿Usté qué
-sabe? ¡Ya verá usté en cuanto me vean qué murmullo! ¡_Pal_ teatro cosas
-vivas! ¡En vestir las voy a dejar a todas así!... (_Empequeñecidas._)
-
-PRUDENCIO.—Sí, hija; si pué que tengas razón. Pero yo es que ya no veo
-de miedo. ¡Mira qué temblor! (_Enseñándole la mano temblorosa._)
-
-ANTOÑITA (_Enfadada._)—¡Caramba, padre! ¡pero qué pesao está usté con
-el miedo! ¡Jesús! que lo tuviese yo, güeno; ¿pero usté?... ¡Si sabré
-yo lo que va a pasar! ¡Un delirio en cuanto me vean y me oigan! y es
-que lo mismo me se da a mí del público este que del del Real, que el de
-cualsiquier lao. La cuestión pa gustar es atractivo, y desenvoltura, y
-cosas modernistas... ¡y déjeme usté a mí!... ¿Que todas saludan de esta
-manera? (_Hace un saludo vulgar._) ¡Pues yo así!... (_Hace un saludo
-raro moviendo la cabeza hacia la izquierda muy rápidamente y con una
-sonrisa más rara que el saludo todavía._) ¡que tié más novedad! ¡y con
-esto y dos o tres ademanes que ha estudiao una servidora, el público en
-el bolsillo de una servidora!... ¡Va usté a verlo!
-
-POLINIO (_Con entusiasmo._)—¿Pero no te animas de oirla?
-
-PRUDENCIO.—No; si yo también estoy seguro... pero... vaya... es que...
-
-ANTOÑITA.—¡Paece mentira! ¡Dudar de mí!... ¡Si gusto, como gustaré, no
-le vuelvo a mirar a usté a la cara!... ¡Merecía usté tener una hija
-tonta!
-
-RODRÍGUEZ (_Acercándose._)—¡Prevenida Antoñita!
-
-ANTOÑITA (_Preparándose._)—¡Venga ya! (_Acercándose a la primera caja._)
-
-RODRÍGUEZ.—¡Arriba el telón! (_Sube el telón y se llena de luz el
-escenario._)
-
-PRUDENCIO (_Casi llorando._)—¡Ay, cómo me ha herido esa luz! ¡Hija mía,
-Dios te bendiga!
-
-POLINIO (_A Antoñita._)—¡Ánimo!
-
-ANTOÑITA.—¡Me sobra! (_Con indiferencia._)
-
-RODRÍGUEZ.—¡Fuera! (_Antoñita sale a escena, saluda y se oye un aplauso
-prolongado. Los personajes que están en escena y dos o tres tramoyistas
-quedan entre cajas de topes y arrojes mirando a Antoñita._)
-
-POLINIO.—¿Lo ves? (_Con viva satisfacción y abrazando a Prudencio._)
-
-ANTOÑITA (_Desde escena, sonriendo a su padre con disimulo._)—¿Ve usté
-el efecto del saludo?
-
-PRUDENCIO.—¡Qué aplauso! (_Muy alegre._)
-
-RODRÍGUEZ.—¡Tenemos una gran _clac_! (_Prudencio, indignado, le da un
-cogotazo. El piano deja oir un tango y Antoñita empieza a bailarlo
-muy mal y con ademanes raros; se pone el cordobés y se le cae en dos
-ocasiones. Se oyen en el público risas prolongadas._)
-
-PRUDENCIO (_Con angustia._)—¡Ay, paece que se ríen! ¿Qué será?... ¿Qué
-es?... ¿Qué es?... ¿Qué es?...
-
-RODRÍGUEZ.—No sé... ¡voy a ver! (_Vase a mirar por detrás del foro._)
-
-POLINIO.—¡Nada, que se conoce que hace gracia, que gusta!... ¡Que les
-ha chocao lo del sombrero! (_Se acentúan las risas en el público y se
-escuchan toses burlonas._)
-
-PRUDENCIO.—¡Ay, Polinio, que paece pitorreo! (_Lo dice muy azorado._)
-
-POLINIO.—¡No, hombre, qué va a ser!
-
-ANTOÑITA (_Sin dejar de bailar se acerca a la caja donde está su padre,
-y al dar una vuelta, dice muy rápidamente y con cara de angustia que
-trueca en seguida en el gesto sonriente que pone constantemente al
-público._)—¡Se me ha desatao una cinta! (_Habla con gran rapidez._)
-
-PRUDENCIO.—¡Recontra! (_Aterrado. A Antoñita._) ¿Salgo a atártela?
-
-POLINIO (_Sujetándole._)—¡No por Dios! ¿Dónde vas? (_Siguen en el
-público las toses y las risas._)
-
-PRUDENCIO.—¡Que se esperen un poco y ven y te la ato!
-
-ANTOÑITA (_Que baila ya azoradísima._)—¡No sé de dónde es!
-
-UNA VOZ (_En el público._)—Pero, ¿quién te ha vestido?
-
-PRUDENCIO.—¡No sigas!... ¡Ven, ven, Antoñita!
-
-POLINIO.—¡Calla, hombre, calla, por Dios! ¡Que la azaras!
-
-ANTOÑITA (_Sin dejar de bailar._)—¡Y me se está cayendo una liga!
-
-PRUDENCIO.—¡Dios mío!
-
-UNA VOZ (_Atiplada, del público._)—¡Pero si eso es una niñera!
-
-OTRA VOZ.—¡Asaura!
-
-VOCES.—¡Callarse!
-
-OTRAS.—¡Fuera la _clac_! (_Siguen rumores fuera._)
-
-ANTOÑITA (_Bailando cada vez peor y casi llorando ya._)—¡Ay, que me
-muero de angustia!
-
-PRUDENCIO.—¡Éntrate, éntrate y no sigas!
-
-RODRÍGUEZ.—¡Deje usté de bailar! ¡El cuplé, el cuplé en seguida!
-¡Pronto, el cuplé, Antoñita! ¡Valor! (_Todos hablan a un tiempo,
-el público grita y patea; Antoñita, cada vez más azorada, hace un
-desplante ridículo y termina el baile entre carcajadas y voces de
-burlona aprobación. El piano preludia el cuplé._)
-
-POLINIO.—¡Duro en el cuplé, que te haces con el público!
-
-PRUDENCIO (_Furioso y a gritos y desesperado._)—¡Gritarla, con lo que
-vale esa criatura! ¡Porque lo vale! ¡A qué andar ya con modestias! ¡Lo
-vale, sí, señor! ¡Lo vale!
-
-RODRÍGUEZ.—¡Calle usté ahora! (_Antoñita empieza a cantar con voz
-temblorosa._)
-
-ANTOÑITA.—(_Cantando._)
-
- ¡Ay, que me voy a morir!
- ¡y tú me vas a matar!
- ¡Ay!... (_Hace un gallo._)
-
-UNA VOZ (_Del público._)—¡Qui-qui-ri-quí! (_Risa general._)
-
-PRUDENCIO.—¡Cochinos! ¡Dejarme salir!... ¡Cerdos!
-
-POLINIO.—¡Cállate, Prudencio!
-
-ANTOÑITA.—(_Cantando con voz llorosa._)
-
- El moreno que me enloquecía
- se casa pa Mayo,
- que yo _iznore_, por Dios, la noticia
- si no me desmayo.
- ¡Ay, los hombres, mamaíta, mamaíta
- de mi corazón!
-
-UNA VOZ.—¡Ande usté a vender décimos!
-
-PRUDENCIO.—¡Insúltalos! ¡Ladrones! ¡Asesinos! (_Frenético de ira._)
-
-ANTOÑITA (_Cantando._)
-
- ¡Qué embusteros, qué falsos, qué pillos,
- qué pérfidos son!
-
-(_Acercándose._) ¡Ay, padre, que yo estoy muy mala!... ¡Yo me muero!
-(_Intenta cantar otra vez, desafina y se produce un pateo formidable,
-voces e insultos._)
-
-RODRÍGUEZ.—¡Al _Pepito_! ¡Al _Pepito_!
-
-ANTOÑITA (_Cantando._)
-
- Retírate, por Dios, Pepito,
- retírate, por Dios, que grito.
-
-UNA VOZ (_Del público._)—¡Retírate tú!... (_Risas, toses, aullidos._)
-
-ANTOÑITA (_Llorosa, sofocada y sin saber lo que hace deja de cantar
-y grita dirigiéndose al público._)—¡Indecentes! (_Vocerío espantoso,
-gritos, imprecaciones. Cae el telón. Llorando, acongojada se abraza a
-Prudencio._) ¡Ay, padre de mi alma, que creo que no he gustao!
-
-PRUDENCIO (_Sosteniéndola en sus brazos._)—¡Pues no has de gustar hija
-mía!... ¡Han sido dos o tres!... ¡Morrales! ¡Golfos!... ¡No llores,
-hija!
-
-POLINIO.—¡Cálmate, cálmate, Antoñita! (_Sigue oyéndose fuera un
-alboroto horrible._)
-
-ANTOÑITA (_Angustiadísima._)—¡Ay, agua, agua, que me ahogo!
-
-PRUDENCIO (_Suplicante._)—¡Por Dios! ¡Por caridad! ¡Un poco de agua!
-
-EMPRESARIO (_Saliendo primera derecha hecho una fiera._)—¡Nos ha
-perdido! ¡Insultar al público! ¿Qué ha hecho usted?
-
-POLINIO (_Con ira._)—¡Qué sabe la chica!
-
-RODRÍGUEZ (_Sin dejar de mirar por el telón._)—¡Y no callan!
-
-EMPRESARIO.—Pero, ¿qué quieren?
-
-RODRÍGUEZ.—¡Rompen las butacas! (_Miran los dos por el telón._)
-
-ANTOÑITA.—¡Ay, a mi casa! ¡Llevarme a mi casa! ¡Yo me muero aquí, me
-ahogo! ¡Vámonos!
-
-INSPECTOR (_Furioso._)—¡La empresa! ¡A ver, la empresa inmediatamente!
-
-EMPRESARIO.—¡Servidor!
-
-INSPECTOR (_Con tono imperativo._)—Es necesario que esta señorita
-salga inmediatamente a pedir perdón al público, inmediatamente.
-
-PRUDENCIO (_Frenético de coraje._)—¿Qué? ¿Mi hija a pedir perdón a esos
-golfos? ¡Primero me ahorcan!
-
-INSPECTOR.—O pide perdón, o me la llevo detenida inmediatamente.
-
-PRUDENCIO.—¡Detenida mi hija! (_Furioso._)
-
-ANTOÑITA (_Sollozando y aterrada._)—¡Ay, no por Dios, perdón!... ¡Ay,
-no padre, detenida no! ¡Ay, que no me lleven, por Dios! (_Se abraza a
-su padre como quien se refugia de un peligro._)
-
-PRUDENCIO.—¡No hija; me matarán antes!
-
-INSPECTOR.—Pues que salga inmediatamente.
-
-EMPRESARIO.—Sí, hombre, que salga; verá usted, si no cuesta nada.
-(_Empujando a Antoñita._)
-
-POLINIO.—Sí, hombre, es mejor, déjala. (_Trata de que Prudencio suelte
-a su hija, que es zarandeada por unos y otros._)
-
-PRUDENCIO.—¡Mi hija humillada!
-
-ANTOÑITA.—¡Sí, señor; deje usted, padre, saldré! ¡Después de todo,
-he faltao! Así no se me llevarán, ¿verdá? ¡Que suban el telón! ¡Ay,
-sostenerme! (_Desfallecida, sin poder casi andar._)
-
-RODRÍGUEZ.—¡Arriba el telón! (_Sube el telón._)
-
-EMPRESARIO.—Vamos. (_Empujándola._)
-
-ANTOÑITA (_Sale trémula, cogida a los bastidores; al verla el público
-protesta y grita._)
-
-VOCES.—Chist... (_Imponen silencio._)
-
-ANTOÑITA (_Entre el hipo amargo de un llanto mal contenido._)—¡Re...
-re... respetable público!... ¡Perdón! (_Se echa a llorar amargamente y
-cae arrodillada. Baja el telón en silencio._)
-
-PRUDENCIO (_Sale a cogerla._)—¡Canallas! ¡Asesinos! (_Llorando._) ¡Hija
-mía! ¡Yo, yo tengo la culpa! ¡Perdón, hija mía! ¡Perdóname! ¡Insultarme
-a mí!... ¡Matarme a mí, si queréis... pero a este peazo e mi alma!...
-(_Llora._)
-
-POLINIO.—¡Vamos, vámonos! (_Sacándolos del escenario._)
-
-EMPRESARIO.—¡Vaya, fuera, fuera, despejar! (_Los empuja a un rincón._)
-
-RODRÍGUEZ.—¡Libre la escena! (_Empujando a todos._)
-
-ANTOÑITA.—¡Ay, sí... nos echan!... (_Angustiadísima._) Vámonos... ¡pero
-con mi madre!... ¡Llevarme con mi madre!
-
-PRUDENCIO.—¡Sí, hija, sí! Polinio, trae la ropa en un rebuño.
-
-POLINIO.—¡Voy en seguida! (_Vase puerta derecha._)
-
-EMPRESARIO (_Empujándolos._)—¡Libre el paso! (_A Rodríguez._) Que salga
-la Trianón y les cante la pulga, a ver si los contenta.
-
-RODRÍGUEZ.—¡Trianón! ¡Trianón! (_Dando voces primera derecha._)
-
-TRIANÓN (_Saliendo._)—Aquí estoy. (_Viste de cupletista._)
-
-RODRÍGUEZ.—¡Sugestiva, niña, sugestiva: a ver si los amansas!
-
-TRIANÓN.—Conmigo _hocican_... Verá osté. Arriba er trapo. (_Esto último
-lo dice mirando arriba.—Se levanta el telón, se oye el tango, empieza a
-bailar y se oyen voces en el público._)
-
-VOCES.—¡Esto, esto!... ¡Ahí lo bueno!... ¡Tu madre!... ¡Olé!... (_La
-Trianón baila de un modo descocado e indecente._)
-
-POLINIO (_Sale, puerta derecha, con un lío de ropa y el mantón, y
-se acerca donde están Prudencio y Antoñita abrazados._)—¡Vámonos!
-(_En este momento hace la Trianón un desplante y el público aplaude,
-quedando luego en silencio._)
-
-ANTOÑITA (_Llorando._)—¡Cómo la aplauden a esa! ¿Por qué no habré
-gustao yo así, padre?
-
-PRUDENCIO (_Con amargura._)—¿Que por qué no has gustao así? ¡Pues
-porque Dios no me ha querido castigar del todo, hija mía! (_Salen por
-detrás del telón del foro. Sigue bailando la Trianón y el público
-jaleándola._)
-
-=Mutación=
-
-
-
-
-CUADRO TERCERO
-
-Calle corta de los barrios bajos de Madrid. Es de noche.
-
-
-ESCENA PRIMERA
-
-_La SEÑÁ FELICIANA dando muestras de impaciencia y de extremada
-curiosidad pasea por la calle envuelta en un mantón. Se para, se acerca
-a menudo al primer término izquierda y mira._
-
-FELICIANA.—¡Ay, Dios mío! ¡Cuánto tarda ese chico! ¿Qué habrá pasao?...
-¡Los menutos se me hacen siglos! ¡Ay, Jesús Nazareno de mi alma,
-Dios quiera que haiga gustao esa chica!... ¡Su padre me creerá tan
-tranquila roncando en la cama, le conozco y llevo un diíta que no sé
-cómo me tengo en pie!... Porque yo lo odio; odio eso de _ercenarios_
-y de públicos, bien lo sabe la Virgen Santísima, pero así de que
-recibí el recao de que la chica debutaba esta noche, le puse dos velas
-a la Virgen, le recé un rosario y le pedí... ¡paece mentira que se
-lo pidiera yo!... ¡le pedí que la aplaudiesen, que la llenasen el
-_ercenario_ de flores, de coronas, de tóo lo mejor que haiga en el
-mundo! ¡No por mí, bien lo sabe Dios! ¡Por ella, na más que por ella,
-por su bien y por su alegría! ¡Hija de mi alma! (_Se seca los ojos con
-el pañuelo y mira a la izquierda._) ¡Ay! ¿es aquél?... ¡Sí, aquél es!
-¡Gracias a Dios! ¡Acacio!... ¡Aquí, aquí estoy! (_Llamándole con la
-mano._)
-
-
-ESCENA II
-
-DICHA _y_ ACACIO_, que sale por la izquierda, con el traje descompuesto
-y con las narices hinchadas; jadeante._
-
-ACACIO.—¡Señá Feliciana!
-
-FELICIANA (_Cogiéndole la mano con gran impaciencia._)—¿Qué, qué ha
-pasao?
-
-ACACIO.—Pu... pu... pues nada, que...
-
-FELICIANA.—¿Te has caído?
-
-ACACIO.—¡Yo no!... ¡Ha sido que!... ¡Espere usté que respire! (_Toma
-aliento._)
-
-FELICIANA.—¿Pero ha gustao la chica?... ¡Pronto, dilo pronto!
-
-ACACIO (_Titubeando y sin saber qué decir._)—No... si... la... la
-chica... como gustar la chica... le diré a usté...
-
-FELICIANA.—¿Qué?
-
-ACACIO.—Que al principio, sí, señora, ha gustao.
-
-FELICIANA.—¿Y luego?
-
-ACACIO.—Luego también... ¿sabe usted?... Al menos a mí.
-
-FELICIANA.—Bueno, ¿y al público, y al público?
-
-ACACIO.—Sí... sí, señora... al público, mucho... Sino que aunque ha
-gustado un poco, yo que usté en cuanto llegase a casa, lo que es las
-dos velitas de la Virgen, ¡puf! ¡puf!... (_Hace la acción de soplar._)
-¡Apagás!
-
-FELICIANA.—¡Pero, ay, no me asesines! ¡Habla! ¿Qué es lo que ha sucedío
-con la chica?
-
-ACACIO.—Pues na; tóo ha sío por culpa de uno; un guasón de patillas
-que estaba en delantera. Verá usté cómo ha pasao la cosa. Se alza la
-cortina, se presenta la Antoñita de verde, que estaba pa comérsela, con
-permiso de usté, y rompo yo sólo en un aplauso nutrido, y me sigue el
-público; ella, en vez de saludar, hace una cosa así elegante con la
-cabeza, (_Imita el saludo de Antoñita._) como si _estornudara_, y va
-el guasón de las patillas y dice:—¡_Jesús_!—Y yo digo:—¡_Fuera ese_!
-y me sigue el público y le echan. Encomienza a bailar la chica, y en
-esto me veo que se la salía una cinta por la abertura de la falda...
-y van, y se ríen las butacas. La Antoñita, algo azará canta, se le va
-una nota que yo no sé si era un _re_ o un _sí_, aunque creo que _sí_, y
-al dar el _gallo_, se armó el _maremanun_ en el público. Risas, toses,
-patadas, ladridos... Ella se sofoca, se echa a llorar, yo aplaudo, me
-sigue el público; les llamo ¡_cochinos_!... y me sigue el público... me
-sigue el público y me da una paliza en el _fuayere_, con grabaos en el
-texto como salta a la vista. Y el final no lo he visto. No lo he visto
-por dos razones: primera, porque misté cómo tengo este ojo; y segunda,
-porque me echaron los guardias a la calle; y me he venido corriendo pa
-tranquilizarla a usté como lo hago; porque como gustar, la verdá es que
-la chica ha gustao. ¡Al menos a mí!
-
-FELICIANA (_Que durante el relato anterior expresa con gestos el
-convencimiento del desastre, dice con energía._)—¡Bueno, no me digas
-más! ¡Lo que yo me temía! (_Sigue furiosa como hablando consigo
-misma._) ¿Lo ves, infame, ladrón, asesino, mal padre?... ¿Lo ves? ¿Lo
-estás viendo? ¡Amarga es la _leción_... pero quién sabe si Dios lo
-habrá hecho! ¿Dónde habrán ido?... ¿Qué será de ella?... ¡Pobre hija
-mía! (_Vase derecha._)
-
-ACACIO (_Que ha dicho la anterior escena con el sombrero en la mano,
-intenta ponérselo de varias maneras sin conseguirlo._)—¡Rediez con el
-_debutito_! ¡Na, que póngame el sombrero como me lo _póngamelo_, me
-encuentro con una dificultad del tamaño de una nuez! No, lo que es como
-debute otro día, voy de mantilla. ¡Palabra! (_Vase corriendo por la
-derecha._)
-
-=Mutación=
-
-
-
-
-CUADRO CUARTO
-
- Plaza en los barrios bajos de Madrid. Desembocan en ella distintas
- callejuelas. A la izquierda; en segundo término, una puerta
- practicable cerrada, y sobre ella un rótulo que dirá «Barbería».
- Sobre la puerta cuelgan dos bacías de cartón. Es de noche. Los
- faroles de la plaza y de las callejuelas encendidos. La luna
- ilumina con suave claridad la parte izquierda del escenario.
-
-
-ESCENA PRIMERA
-
-EL SERENO _y un_ CAFETERO _ambulante. Al levantarse el telón aparece
-el_ SERENO _sentado en un portal leyendo un periódico a la luz del
-farol. Se oye a lo lejos el pregón del_ CAFETERO.
-
-CAFETERO (_Hablado con música._)—¡Cafeeé calienteeeé!... ¡Cafeeé!...
-(_Sale a escena._)
-
-SERENO.—¡Hola, tú!
-
-CAFETERO.—¡Adiós, Pepe!
-
-SERENO.—Échate un vasito.
-
-CAFETERO (_Sirviéndole._)—¡Vaya una helá que está cayendo!
-
-SERENO.—¡Anda, que de peores han de caer! ¡Ahora escomienza el
-invierno! (_Bebe el café._)
-
-VOZ (_Lejos._)—¡Serenooó!
-
-SERENO (_Fuerte._)—¡Vaaá!... (_Pagando._) ¡Toma! (_Vase foro
-izquierda._)
-
-CAFETERO.—¡Hasta mañana! (_Vase foro derecha._) ¡Cafeeé calienteeé...
-cafeeé!
-
-
-ESCENA II
-
-_El_ SEÑOR PRUDENCIO _y_ ANTOÑITA. _Al desaparecer el_ CAFETERO,
-_aparecen por el extremo de la calle del foro el señor Prudencio,
-embozado en su capa y Antoñita, arrebujada en un mantón, con una
-toquilla en la cabeza y un lío de ropa en la mano. Andan vacilantes y
-como temerosos de llegar a la barbería_.
-
-ANTOÑITA (_Llorosa y sosteniéndose en el brazo de su padre._)—¡Ay,
-padre de mi alma, yo no puedo más!... ¡Tengo un temblor y un frío!...
-¡Yo no me muevo de aquí! (_Se sienta en el quicio de una puerta al lado
-de la barbería._)
-
-PRUDENCIO (_Muy conmovido._)—Pero oye, rica, ¿por qué no nos vamos en
-cá el señor Polinio, donde estábamos, y mañana de día vienes tú solita?
-
-ANTOÑITA.—¡Ay, no, padre; no se empeñe usté! ¡Yo estoy muy mala! ¡Yo
-quiero subir a casa! ¡Yo no estoy fuera de mi madre ni un _menuto_ más,
-no señor!
-
-PRUDENCIO.—¿Pero no comprendes, hija, que después de lo que nos acaba
-de pasar y siendo tu madre dueña de la barbería, yo ya no puedo entrar
-ahí más que a que me pelen? ¡y carcúlate si me coge tu madre, me
-rapa!... ¡y con razón!
-
-ANTOÑITA.—¡Ay, qué temblor! (_Tiritando._)
-
-PRUDENCIO.—Llamaremos al sereno y entras tú, ¿quieres? ¡Yo... yo voy a
-dar un paseo!... (_Llorando._)
-
-ANTOÑITA (_Se levanta y le abraza._)—¡No, padre; por Dios! ¿cómo se va
-usté a ir?
-
-PRUDENCIO.—¿Pero con qué cara entro yo, si esa casa ya no es nuestra,
-Antoñita?
-
-ANTOÑITA.—La casa no será de usté, pero es de mi madre, y mi madre es
-mía, y usté también es mío; y yo la hablaré, y verá usté cómo no nos
-echa; porque si nos echara, ¿dónde vamos a media noche y con la _helá_
-que está cayendo?
-
-PRUDENCIO.—¡Hija de mi alma!... ¿tienes frío?
-
-ANTOÑITA (_Llorando._)—¡Ay! ¿por qué no habré gustao, padre?
-
-PRUDENCIO.—¡No, si has gustao, hija!... ¿pero crees que no has
-gustao?... ¡ya lo creo que sí!... sino que... vamos... te ha faltao eso
-que... ¿Quiés mi capa, hija? ¿Estarás helá con ese traje?
-
-ANTOÑITA.—No. Misté qué lástima, ¡se me ha roto todo! (_Enseña el traje
-roto._) ¡Pero el frío lo tengo en los huesos!
-
-PRUDENCIO (_Con ira, señalando a la barbería._)—¡Y esa madre infame y
-egoísta, ahí dentro, roncando!... ¡miserable!
-
-ANTOÑITA.—¡Ay!... ¡mire usté! (_Asustada mirando al foro._)
-
-PRUDENCIO.—¿Qué es? (_Volviéndose._)
-
-ANTOÑITA.—Dos hombres. (_Aparecen en el foro discutiendo el Ciruqui
-y el Repollo Chico._) ¿Me querrán coger por lo del teatro? Arrímese
-usté... tengo miedo. (_Prudencio la abraza._)
-
-
-ESCENA III
-
-DICHOS, _el_ CIRUQUI _y el_ REPOLLO CHICO, _que salen del foro, se
-acercan a la barbería, se fijan en el grupo y saludan_
-
-CIRUQUI (_Acercándose._)—¡Güena noche!
-
-PRUDENCIO.—(¡Calla! ¡Paece la voz del Ciruqui!) (_Alto._) Ciruqui,
-¿eres tú?
-
-CIRUQUI.—¡Pa servirle, no asustarse!
-
-REPOLLO.—¡Y un servidó!
-
-PRUDENCIO.—¡Con el Repollo Chico! (¡La cuadrilla de tu hermano!)
-
-ANTOÑITA.—(¿A qué vendrán?)
-
-PRUDENCIO.—¿Y qué os trae por aquí a estas horas?
-
-CIRUQUI.—Pos na, que viníamos a jasele una rasón a la señá Felisiana
-de parte de Casirdo y se la _jaremo_ a osté, que mejó será. ¿No? (_Al
-Repollo._)
-
-REPOLLO.—Sí (_Muy seco._)
-
-PRUDENCIO.—¿Pues qué pasa?
-
-REPOLLO (_A Ciruqui._)—(Díselo en frazmentos. ¿No?)
-
-CIRUQUI.—(Sí.) (_Titubeando._) Pué lo que pasa es que... Casirdo ¿sabe
-osté?... pué ha toreao esta tarde.
-
-PRUDENCIO.—¡Mi hijo! ¿Ha toreao? (_Muy alegre._)
-
-REPOLLO (_Con tristeza._)—Un ratito.
-
-CIRUQUI.—Y como Casirdo e como e, que ya sabe osté como e, dijo dise,
-puesto que esta noche _drebuta_ mi hermaniya, si le digo a mi pare que
-atoreo, le doy un día de acongojo... ¡y se lo cayó er probetiyo!
-
-PRUDENCIO.—¡Pobre hijo mío! (_Con cara radiante._) Y qué, ¿habrá quedao
-como los ángeles? (_Los toreros se miran._)
-
-CIRUQUI.—¿Como los ángeles? (_Mira al cielo._) ¡Por ahí, por ahí!
-
-REPOLLO (_Mirando al cielo también._)—¡Más arto!
-
-PRUDENCIO (_Cambiando en gesto de terror la expresión alegre de su
-cara._)—¡Recontra! ¿Qué decís?
-
-ANTOÑITA.—¡Ay mi Casildo! (_Llora._)
-
-PRUDENCIO.—¡Ay mi hijo! ¡Ay, Ciruqui, habla! ¿Muerto?... ¿herido?...
-(_Interroga con ansia horrible._)
-
-CIRUQUI.—Una mijita meno. Carmarse.
-
-REPOLLO.—¡Cuéntalo tó!
-
-PRUDENCIO.—Sí, cuenta, cuenta... (_Impaciente._) ¿qué le ha ocurrido?
-
-CIRUQUI.—Pos na... fué en su segundo. Era un berrendo en negro, gordo,
-de Palha... ¡Palha tenía que ser! ¡Mardita sea su casta, que le tengo
-yo un asquito a esos bichos!... Coge Casirdo los trastos, se va ar
-toro, y ar da er quinto pase, lo empitona, se lo sacude, ¡y a la
-armósfera!
-
-PRUDENCIO.—¡Dios mío!
-
-ANTOÑITA.—¡Qué horror!
-
-CIRUQUI.—Y esto sería a las cinco y media... güeno, pos no le gorvimo a
-ve hasta las ocho y cuarto.
-
-REPOLLO.—¡Con desile a osté que bajó ya vendao!
-
-ANTOÑITA.—¡Virgen Santa!
-
-PRUDENCIO.—¿Y dónde tiene la cornada?
-
-CIRUQUI.—No, corná no tié denguna. Ha sío una palisa na má, sino que ha
-sío una de esa ¡de órdago! ¿No? (_Al Repollo._)
-
-REPOLLO.—¡Ha sío un _cúmulo_!
-
-PRUDENCIO.—¿Y dónde está? ¿dónde está mi hijo?...
-
-CIRUQUI.—Pues ahí se queó en un cafetín hasta sabé si su mare quié
-recibilo.
-
-ANTOÑITA.—¡Vamos, vamos por él!
-
-PRUDENCIO.—Sí. ¿Dónde? ¿Dónde es?
-
-
-ESCENA IV
-
-DICHOS _y_ CASILDO, _que viene por el foro cojeando, con la cabeza
-vendada y un brazo en cabestrillo_
-
-CASILDO (_Con voz llorosa._)—¡Padre!
-
-CIRUQUI.—_¡Erse-lomo!_
-
-PRUDENCIO.—¡Hijo mío! (_Van a abrazarle Prudencio y Antonia y huye._)
-
-CASILDO (_Con terror._)—¡No; no apretarme! ¡Ay, ay, qué dolores!
-
-PRUDENCIO.—¿Qué tienes?
-
-ANTOÑITA.—¿Qué ha sido?
-
-CASILDO.—¡Ay, padre, que yo no toreo más! (_Llorando._) ¡Que no toreo
-más!
-
-CIRUQUI.—¡Vaya, pues nosotros... con permiso!...
-
-PRUDENCIO.—¡Gracias por todo, hijos!
-
-REPOLLO.—Aliviarse y que no sea na. (_Mutis los toreros foro._)
-
-PRUDENCIO.—¿Dónde te duele, hijo de mi alma, dónde?...
-
-CASILDO.—¡Me duele _en el total_, padre! ¡Ay, qué dolores!... (_Mirando
-a su hermana._) ¿Y qué... y ésta cómo ha quedao?
-
-PRUDENCIO.—Pues por el estilo. ¡Le ha tocao un publiquito de Palha
-también!
-
-ANTOÑITA.—¡Podíamos estar en la cárcel, conque no te digo más!
-
-CASILDO (_Con desconsuelo._)—¡Dios mío! ¿De manera que ya no se van
-ustés a París?
-
-PRUDENCIO (_Con viveza y furia imponente._)—¿A París?... ¡Maldita sea
-su vida!... ¡Si yo cogiera alguna vez al ladrón aquel del Carpanta, que
-fué el que me metió en el jaleo y el que me ha traío esta ruina y esta
-tristeza, te juro que!... (_Amenazador y furioso._)
-
-PEPE (_Desde lejos pregonando._)—¡Chuletas de huerta! ¡Chuletaas!...
-
-PRUDENCIO.—¡Recontra! (_Con asombro._)
-
-CASILDO.—¡Paece su voz! (_Atendiendo._)
-
-PEPE.—¡Que humean!... ¡Chuletaas!...
-
-PRUDENCIO.—¡Él es! (_Se acerca a la primera derecha y llama a voces._)
-¡Carpanta! ¡Carpanta!
-
-
-ESCENA V
-
-DICHOS _y_ PEPE EL CARPANTA _por la primera derecha con una cesta_
-
-PEPE (_Saliendo._)—¿Quién?
-
-PRUDENCIO.—¡Carpanta! ¡Maldita sea! (_Le amenaza._)
-
-PEPE.—¡Prudencio! ¡Tú! ¡Ay, Prudencio de mi alma, mátame si quieres!
-
-PRUDENCIO.—Pero oye: ¿cómo es esto? ¿No estabas en París?
-
-PEPE.—Sí, Prudencio. Allí estuve y de allí vengo.
-
-PRUDENCIO.—¿Pues qué te ha pasao?
-
-PEPE.—¿Que qué me ha pasao?... Pues que a mi mujer y a mi hija me las
-encontré que estaban de una conformidad... que ya sabes tú que yo
-siempre he sido un fresco; bueno, pues pa ver lo que veía y aguantarlo,
-tenía que ser completamente _glacial_, y a _frapé_ no hay padre que
-llegue. Las dejé y me volví.
-
-ANTOÑITA.—¡Pobrecito! ¿De manera que se ha quedao usté solo en el mundo?
-
-PEPE.—¡Solo, no, con patatas! (_Señalando la cesta._) Me he vuelto
-a agarrar a la cesta, y poco es una peseta, pero al menos se duerme
-tranquilo. ¿Y vosotros, qué hacéis?
-
-PRUDENCIO (_Señalándole a los hijos._)—Pues mira el _espetáculo_; ésta
-recién gritada, éste recién cogido y yo recién ambas cosas; con la
-barbería perdida y sin atreverme a implorar de la Feliciana la miaja de
-acobijo que tanto despreciábamos.
-
-
-ESCENA ÚLTIMA
-
-DICHOS, FELICIANA _y el_ SERENO _por el foro_
-
-FELICIANA (_Dentro, llamando._)—¡Pepeee! ¡Serenooo!
-
-PRUDENCIO.—¡Ay, callarse! ¿Esa voz?...
-
-ANTOÑITA.—¡Es mi madre! (_Con alegría._)
-
-CASILDO.—¡Ella es!
-
-SERENO (_Dentro y desde lejos._)—¡Vaaa!
-
-PRUDENCIO.—¡Ay, en cuanto nos vea! ¡Pero ella fuera e casa! ¿A qué
-habrá salido? (_Carpanta se separa y se va a un rincón. El padre y los
-dos hijos se quedan formando un grupo a la puerta de su casa._)
-
-FELICIANA (_Sale foro._)—¡Abra, Pepe! (_Deteniéndose al fijarse en el
-grupo._) ¿Quién está a la puerta e casa?
-
-SERENO.—No sé... (_Acercándose._) ¿Quién?
-
-ANTOÑITA.—¡Madre! (_Los dos con voz lastimera._)
-
-CASILDO.—¡Madre!
-
-FELICIANA (_Corriendo y abrazando a Antonia._)—¡Mis hijos! ¡Hijos míos!
-¡Hija de mis entrañas! ¡Corazón! ¡Alma mía! (_Abraza y besa a su hija,
-y al ir a abrazar a su hijo, éste da un grito de terror. Pausa larga._)
-¿Has toreao, eh? (_Con amargura._)
-
-ANTOÑITA.—¡Un ratito!
-
-CASILDO.—¡Palhas, madre!
-
-FELICIANA.—¡Pobrecitos míos! (_A Prudencio que permanece callado._) ¿Y
-tú alucinao, pobre loco, lo ves? (_Teniendo abrazados a sus hijos._)
-¿Lo estás viendo? ¿Has visto las estrellas?
-
-CASILDO.—¡Yo las he visto, madre!
-
-ANTOÑITA.—¡Y yo casi, casi!
-
-PRUDENCIO (_Realmente conmovido._)—¡Feliciana, perdón... pero pa ellos
-na más! ¡Yo no lo merezco! ¡Armítelos en casa, y yo... yo me iré solo!
-¿Los armites?
-
-FELICIANA (_Furiosa y gritando._)—¡Vaya usté a paseo, peazo animal!
-¡Eso se le pregunta a una loba! Abra usté esa puerta, sereno. (_Abre
-el Sereno_.) Adentro, hijos míos. (_Con dulzura._) Entrad a ese rincón
-de casa que llamábais triste y oscuro, porque vosotros ¡pobrecitos! no
-sabíais que el cariño y el trabajo son alegría y claridad. Adentro.
-
-ANTOÑITA.—¡Ay, madre! ¡Cualquier día vuelvo yo a bailar un tanguito!
-(_Antonia y Casildo hacen mutis por la barbería._)
-
-PRUDENCIO (_Entusiasmado y conmovido._)—¡Feliciana, eres una santa!
-¡¡Adiós!!
-
-FELICIANA (_Cogiéndole del pescuezo._)—¡Pasa, pasa tú también o te
-acogoto, so mandria! (_Le lleva a la barbería a empujones y puñetazos._)
-
-PRUDENCIO.—¡Eres una santa! ¡Dame un beso!
-
-FELICIANA (_Rechazándole bruscamente._)—¡Quita de ahí, majadero!
-
-PRUDENCIO.—Bueno, te lo daré dentro. (_Entra en la barbería._)
-
-FELICIANA (_Con inmensa satisfacción._)—¡Ya son míos! ¡Y curaos de su
-locura! ¡Gracias a Dios! (_Al Sereno._) ¡Buenas noches, Pepe! (_Mutis
-barbería._)
-
-SERENO (_Cerrando._)—¡Ustés descansen!
-
-PEPE (_Acercándose con entusiasmo._)—¡Eso es una madre, eso!... y
-no las que cogen a las hijas y las quién pa... ¡maldita sea!...
-(_Marchándose hacia el foro y pregonando._) ¡Chuletas de huerta!...
-¡Chuletaaas! (_Música._)
-
-TELÓN
-
-
-
-
- EL AMIGO MELQUIADES
- O
- POR LA BOCA MUERE EL PEZ
-
-
-
-
-PERSONAJES
-
-
-CUADRO PRIMERO
-
- BENITA
- NIEVES
- SEÑÁ DAMIANA
- SEÑÁ ZOILA
- TRINI
- PEPITA
- AMALIA
- JULIA
- LA ONOFRA
- SEÑOR MELQUIADES
- AVELINO
- SERAFÍN EL PINTURERO
- HIGINIO
- SEÑOR RAFAEL
- BERNABÉ
- EL TULIQUI
- EL VIRUTAS
- EL SEÑOR VIRIATO
-
-_Coro general_
-
-
-CUADRO SEGUNDO
-
- BENITA
- NIEVES
- PACA LA FIERA
- SEÑÁ CELES
- UNA VIEJA
- SEÑOR MELQUIADES
- AVELINO
- SERAFÍN EL PINTURERO
- HIGINIO
- UN CANTADOR
-
-_Un farolero y varios transeuntes_
-
-
-CUADRO TERCERO
-
- BENITA
- NIEVES
- PACA LA FIERA
- MOZA 1.ª
- ÍDEM 2.ª
- SEÑOR MELQUIADES
- AVELINO
- SERAFÍN EL PINTURERO
- HIGINIO
- EL TULIQUI
- BERNABÉ
- EL VIRUTAS
- UN CAMARERO
- JOVEN 1.º
- ÍDEM 2.º
- ÍDEM 3.º
- ÍDEM 4.º
- UNO
- LUCIO
- UN JOVEN
- NIÑO 1.º
- ÍDEM 2.º
- ÍDEM 3.º
- NIÑA 1.ª
- ÍDEM 2.ª
-
-_Concurrentes al salón_
-
-—
-
-=La acción en Madrid.—Época actual.=
-
-—
-
-Derecha e izquierda, las del actor.
-
-
-
-
-ACTO ÚNICO
-
-
-CUADRO PRIMERO
-
- Lugar ameno y pintoresco, próximo a la Ribera del Manzanares, en
- Puerta de Hierro. Sin simetría, pero dejando entre sí los espacios
- naturales, se levantan por distintos lados de la escena los anchos
- troncos de viejos árboles, cuyas espesas ramas prestan al lugar
- grata sombra. El suelo está tapizado de césped. Al fondo continúa
- la arboleda. En primer término izquierda, al pie de un árbol, un
- tronco caído, que sirve de banco, y en tercero derecha, un columpio
- hecho con una cuerda atada a dos árboles, dando frente al público.
- Es un hermoso día del mes de Mayo.
-
-
-ESCENA PRIMERA
-
-_Al alzarse el telón aparecen los siguientes personajes: Al pie de un
-árbol corpulento que se levanta en primer término, hacia la derecha,
-y en derredor de un mantel extendido sobre el césped, sentados en el
-suelo, la_ SEÑÁ DAMIANA, _la_ SEÑÁ ZOILA, _el_ SEÑOR VIRIATO, _el_
-SEÑOR RAFAEL _y_ LA BENITA (_de derecha a izquierda_). _Sobre el mantel
-se ve una cazuela con restos de comida, platos sucios, mendrugos de
-pan, varios tenedores y cuchillos, botellas y algunos vasos mediados
-de vino. Al pie de otro árbol próximo, cestas, mantones y guitarras.
-Colgados en las ramas y en los troncos de algunos árboles, chaquetas
-y sombreros de hombre. Debajo de otro árbol, en el primer término
-izquierda, sentadas sobre el tronco cortado que sirve de banco_, NIEVES
-_y_ LA TRINI. _Detrás de éstas, en un pequeño claro, varias_ INVITADAS_
-juegan al corro, cantando alguna canción infantil_. _Más a la
-izquierda, otro grupo de_ INVITADOS _beben alegremente_. _En el fondo,
-centro_, BERNABÉ _toca la guitarra y canta una jota, mientras bailan
-dos_ MUCHACHAS, _rodeándolas varios_ INVITADOS DE AMBOS SEXOS, _entre
-los que se cuentan el_ TULIQUI _y_ AMALIA. _En el columpio, sentada_,
-JULIA, _a la que mece el_ VIRUTAS, _y a su lado, chillando y riendo_,
-PEPITA _y dos o tres más_. _En el centro de la escena_, AVELINO _salta
-a la comba, dando él mismo_. _Al empezar la obra hablan todos a la vez
-y reina en los grupos gran animación y extraordinaria alegría_.
-
-
-GRUPO DEL COLUMPIO
-
-VIRUTAS (_Dando fuerte._)—¡Arza!... ¡Ande!
-
-JULIA (_Asustada, a gritos._)—¡Estate quieto, Virutas!... ¡Que no me
-dés más!
-
-VIRUTAS (_No haciendo caso._)—¡Arza!... ¡Vaya!...
-
-JULIA.—No le dejes, Pepita.
-
-PEPITA.—¡No seas bruto, que la vas a dejar de caer! (_Siguen chillando
-y riendo._)
-
-
-GRUPO DE LA DERECHA
-
-DAMIANA (_Ofreciendo con el tenedor._)—Amos; otra tajadita, señor
-Viriato.
-
-VIRIATO.—No, gracias, Damiana; no me cumple más.
-
-RAFAEL.—Arriba con este muslo (_ofreciéndole uno de pollo, que saca
-de la cazuela_), que sabemos tu debilidaz por los muslos. (_Ríen en el
-grupo._)
-
-VIRIATO.—¡Si es que me vais a hacer de reventar!
-
-BENITA.—Yo me lo comeré si no lo quiere. (_Siguen bromeando. Benita
-come vorazmente._)
-
-(_Las del baile y el corro cantan a la vez._)
-
-AVELINO (_Saltando._)—Ochocientos noventa y cinco. Ochocientos noventa
-y seis. Ochocientos noventa y siete...
-
-DAMIANA (_Riendo._)—Pero ¿qué hace este chico?
-
-RAFAEL.—No saltes más, hombre.
-
-ZOILA.—Pero ¿qué furia te ha entrao de saltar, demonio?
-
-AVELINO (_Para de saltar; habla fatigosamente._)—No, ¿sabe usté? es
-que le estoy batiendo a un amigo el _rencor_ de la hora, en el salto a
-comba. Ya le he batido el _rencor_ de la media.
-
-RAFAEL (_Riendo._)—¿De la media? ¿Y por qué no te subes el calcetín?
-
-AVELINO.—¡Ay, es verdá! (_Se sube el que se le está cayendo._)—Esto,
-lo hago yo porque hemos fundao una Sociedad el gremio de ultramarinos
-que se titula: _La dependencia azlética_, y cada uno nos dedicamos a
-un sport. Yo, es por ver si adelgazo. (_Sigue saltando._)—Ochocientos
-noventa y ocho. Ochocientos noventa y nueve. _Nuevecientos_.
-_Nuevecientos uno_... (_Sigue saltando y contando._)
-
-DAMIANA (_Al señor Rafael._)—Dale, dale un poco de vino, que se
-refresque; que entre la corbata tan verde y la cara tan colorá, paece
-un tomate mollar. (_El señor Rafael sirve vino._)
-
-JULIA (_En el columpio._)—¡Que no me dés tan fuerte, que me voy a
-matar! (_Chillando._) ¡Madre!... ¡Madre!
-
-ZOILA.—Tú, Virutas, a ver si la tiráis a la chica.
-
-VIRUTAS.—No tenga usté cuidao; si cae, cae encima de mí.
-
-RAFAEL.—Pues eso le faltaba si cayese, darse contra un adoquín.
-
-AVELINO (_Riendo._)—¡Ja, ja, ja! ¡qué señor Rafael! Tié usté unos
-golpes que acardenalan. (_Sigue saltando._) _Nuevecientos diez_.
-_Nuevecientos once_. _Nuevecientos doce_...
-
-RAFAEL (_Dándole un vasito de vino._)—Toma, de lo blanco.
-
-AVELINO.—Gracias. (_A Benita._) ¿Quié usté _inagurarme_ este _chato_,
-Benita?
-
-BENITA (_Muy huraña y hablando con la boca llena._) No, señor; no
-quiero náa.
-
-NIEVES.—Qué fina eres, mujer.
-
-BENITA.—Soy como Dios me ha hecho; y el que no me quiera así, que me
-deje.
-
-RAFAEL.—No decirla náa, que se atraganta.
-
-DAMIANA.—Ahí la tienes a este erizo, lo mismito que en casa; se pasa la
-vida comiendo y gruñendo.
-
-VIRIATO.—Pa mí que os la debía de mirar un médico, que esta chica come
-demasiao; debe tener algo.
-
-DAMIANA.—No, si desde pequeña ha sío una glotona.
-
-AVELINO.—Hace como yo; que cuando era chico, comía tanto, que hasta
-quería que me diesen el aceite de hígado de bacalao _a la vizcaína_.
-
-DAMIANA.—Pues ahí tienes en cambio a su hermana, que hay que hacerla
-comer con memoriales.
-
-ZOILA.—Esa es otra cosa en el tipo y en todo. No se parecen en náa.
-
-BENITA.—Ni falta que me hace parecerme a ella.
-
-NIEVES.—¡Y gracias a Dios, hija!
-
-BENITA.—¡Bueno, bueno, bueno! (_Sigue comiendo._)
-
-NIEVES (_Acercándose al grupo y dirigiéndose al señor Rafael._)—Oiga
-usté, padre.
-
-RAFAEL.—¿Qué quieres, nena?
-
-NIEVES.—¿No quedaron en venir esta tarde el señor Melquiades y Serafín?
-
-RAFAEL.—En venir quedaron; me dijeron que a los postres.
-
-NIEVES.—¿Y cómo no habrán venido?
-
-RAFAEL.—¡Qué se yo! Ya me choca que no estén aquí.
-
-VIRIATO.—¡Esos dos puntos sí que tién buen humor!
-
-DAMIANA.—¡De que ellos lleguen, veréis cómo se alegra esto!
-
-BENITA (_Con rabia._)—Pues ojalá no vengan.
-
-DAMIANA.—¿Y por qué no van a venir?
-
-BENITA.—Porque hacen menos falta que los perros en misa; que ya sé yo
-lo que me digo. (_A Nieves._) Y tú, más valía que te fueras a buscar a
-tu novio, en vez de preguntar por nadie.
-
-NIEVES.—¡Pero están ustedes oyendo el demonio e la tonta!
-
-DAMIANA.—¿Y qué tié que ver que la chica pregunte una cosa inocente?
-
-BENITA.—¡Inocente! (_Con guasa._) ¡Ja, jay!
-
-NIEVES (_Con ira, a Trini._)—Vamos, vamos, que no tengo gana de
-armarla. (_Vanse las dos del brazo por la izquierda._)
-
-BENITA.—¡Armarla, armarla! ¡Si yo dijera más de cuatro cosas! (_Sigue
-comiendo._)
-
-AVELINO.—¡Bueno, bueno, bueno! dejarse de regaños, que no es día
-pa ello y écheme usté otro chato, señor Rafael, que voy a echar un
-brindis. (_Rafael le sirve._) Señores.
-
-VIRUTAS.—¿Qué pasa?
-
-AVELINO.—¡Viva el taller de lavao y planchao de la señá Damiana Perea,
-anfitriona de esta garata que estamos celebrando!
-
-TODOS.—¡Vivaa!
-
-AVELINO.—Y arrimarse, que voy a leer unos versos en cuarteta,
-improvisaos por mí.
-
-DAMIANA.—Venga, venga.
-
-VIRIATO.—Venir, que va a leer unos versos Avelino. (_Se acercan todos,
-formando semicírculo. Avelino coloca una banqueta en el centro y se
-sube a ella._)
-
-RAFAEL (_Riendo._)—¡Válgame Dios, qué chico!
-
-BERNABÉ.—Que sean cortitos.
-
-TULIQUI.—Venga d’ahí.
-
-ZOILA.—Silencio.
-
-TODOS.—¡Chist! (_Callan todos._)
-
-AVELINO (_Leyendo en un papel muy grande que ha sacado del
-bolsillo._)—A la señá Damiana y consorte, en el _cincuenta y
-cuatrogésimo_ cumpleaños del natalicio de la primera.
-
- “Subiste media centuria
- de esta vida amarga y cruel;
- que te subas la otra media
- y que lo vea el señor Rafael”.
-
-TODOS (_Aplaudiendo._)—¡Bravo! ¡Bravo!
-
-VIRIATO.—Y que lo vea un servidor, que tampoco me disgustaría.
-
-(_Avelino da las gracias, saludando con una inclinación y cae sobre
-Viriato y Rafael. Los grupos se esparcen por el fondo; Bernabé, Virutas
-y Tuliqui quedan en la izquierda; Damiana y Zoila recogen todo lo de
-la merienda, metiéndolo en una cesta que dejan tras el árbol; Benita
-continúa de pie, comiendo. El Coro va desapareciendo por ambos lados._)
-
-RAFAEL.—Has estado muy bueno, Avelino.
-
-AVELINO.—Pues ahí tiene usté a Benavente en la Academia y a mí
-despachando langa.
-
-RAFAEL.—¡Injusticias! (_Se une al grupo de Damiana y hacen mutis por la
-derecha, como dando un paseo._)
-
-AVELINO (_Acercándose a Benita. Lleva la comba metida en el bolsillo
-por un extremo y el otro arrastrando por el suelo._)—Benita.
-
-BENITA (_Con la boca llena._)—¿Qué pasa?
-
-AVELINO.—¿Qué quié usté que diga que toquen pa que bailemos: quié usté
-que diga que _vals_ u que _tuesten_?
-
-BENITA.—Que _tuesten_ lo que quieran; yo no bailo. (_Se vuelve de
-espaldas._)
-
-AVELINO.—¿Que no? Bueno; pues al menos me otorgará usté el que la aúpe
-al columpio y la meza.
-
-BENITA.—Bueno; pero en cuanto no quiera, me bajo, ¿eh?
-
-AVELINO.—Sí, señora; sin compromiso. Con permiso. (_Va a cogerla en
-brazos._)
-
-BENITA.—¿Pero me va usté a coger en brazos?
-
-AVELINO.—Como no quiera usté que la _trasporte_ con ata mantas; no hay
-otro remedio.
-
-BENITA.—Bueno; pero coja usté lo menos posible, ¿eh?
-
-AVELINO.—Descuide usté, que tengo costumbre de coger señoritas. La
-cogeré por lo indispensable. (_La levanta en vilo; Benita sigue
-comiendo._)
-
-BERNABÉ (_Riendo._)—¡Ja, jay! ¿A qué llamas tú lo indispensable, joven?
-
-AVELINO.—Hombre, pues no creo yo que el perímetro abarcao exceda de lo
-preciso.
-
-TULIQUI.—Cómo se ataraza, pollo.
-
-AVELINO.—¡Caray! Pues si no he calculao mal, lo cogido no es para que
-nadie tenga que decir.
-
-VIRUTAS.—Amos, amigo, que hemos agarrao un puñaíto, ¿eh?
-
-AVELINO (_Yendo hacia el grupo, siempre con Benita en brazos._)—Hombre;
-hagan ustés el favor de no lanzar especies _caciosas_, ¡caray!
-
-VIRUTAS.—¿Te irritan las especies?
-
-AVELINO.—Lo que me irrita es que están ahí los padres y podrían creerse
-que yo no procedo de buena fe.
-
-BENITA.—Oiga usté, si va usté a seguir la conversación, haga usté el
-favor de dejarme en el suelo.
-
-AVELINO (_No haciendo caso._)—Y que coste que he abarcao lo
-indispensable, y si no que se mida.
-
-LOS DEL GRUPO.—¡Que se mida, que se mida!
-
-BENITA.—No, hombre, por Dios; qué se va a medir. Vamos al columpio.
-
-AVELINO (_Dirigiéndose al columpio._)—Es que uno tiene que contestar a
-las sátiras. (_Volviéndose al grupo._) ¡Si yo la he cogido de donde la
-he cogido!...
-
-BENITA (_Incomodada, tirándole el sombrero._)—Pero ¿me lleva usté o no?
-
-AVELINO.—Sí, señora; pero es que me molesta que se malicien lo que no
-es. (_Yendo al columpio y deteniéndose a mitad de camino._) Estoy por
-volver y... (_Lleva al fin a Benita al columpio y la deja sentada,
-volviendo a recoger el sombrero. Aparte, para sí mismo._) ¡Rediez,
-qué bien formadita! ¡Hubiese dao cinco reales porque hubiese estao el
-columpio en el Puente de Vallecas! (_Vuelve y la mece._)
-
-
-ESCENA II
-
-BENITA _y_ AVELINO, _en el columpio_. BERNABÉ, VIRUTAS _y_ TULIQUI, _al
-fondo con dos o tres más. Por la izquierda, primeros términos_, NIEVES
-_con la_ TRINI.
-
-NIEVES (_Saliendo._)—¿Lo ves? Ya no viene Serafín. ¡Si tengo yo una
-suerte!... (_Contrariada, agitando nerviosamente el abanico._)
-
-TRINI (_Hablando en voz baja._)—¡Pero, por Dios, mujer; disimula, que
-te van a conocer el mal humor!
-
-NIEVES.—¡Que me lo conozcan, no tengo genio de disimular náa!
-
-TRINI.—Y luego a mí, lo que me apura es tu novio. ¡Tóo el día
-huyéndole! ¿Lo habrá notao?
-
-NIEVES.—Déjalo que lo note. Lo que siento es que no venga Serafín,
-porque me hubiá gustao que le hubieses conocido.
-
-TRINI.—Sí; y pa verle tú, a mí no me la das. Pa mí, que ese tío te ha
-enguirlotao, Nieves.
-
-NIEVES.—¡No tanto, mujer! ¡Si no hace arriba de un mes que nos tratamos!
-
-TRINI.—¿Y dónde os conocisteis?
-
-NIEVES.—En el Cine. La noche que íbamos no me quitaba ojo en los
-intermedios; luego, con disimulo, se arrimó a nosotros y se hizo amigo
-de mi padre.
-
-TRINI.—Tu novio se habrá escamao.
-
-NIEVES.—Está que no vive.
-
-TRINI.—¿Y es guapo ese hombre?
-
-NIEVES.—Guapo y bien portao. Se conoce que hay guita; ya lo verás. Y
-es lo que yo digo, chica; un hombre así, aparte de lo que te guste es
-algo. Porque, sí que me da lástima de mi novio, pero ¿qué sacas con un
-pobre albañil? ¡Miseria y compañía! Y eso de estar agarrá toa tu vida a
-un mísero jornal, y no tener una mujer siquiera un trapo pa que salga a
-la calle y se luzca y la miren a una, no me hace, francamente.
-
-TRINI (_Dirigiéndose a sentarse al tronco de la izquierda._)—En eso
-dices la verdad, chica. Pero, oye; ten ojo, que decían que era casao.
-
-NIEVES.—¡Qué va a ser! Ha vivido dos años con una, pero ya no la ve.
-(_Se sientan; Nieves a la derecha._)
-
-TRINI (_Mirando hacia el fondo derecha._)—¡Calla; tu novio! ¡Vaya un
-pisto que trae!
-
-
-ESCENA III
-
-DICHOS _e_ HIGINIO _por el fondo derecha_
-
-HIGINIO (_Que ha salido un poco antes, mirando a todas partes se acerca
-al grupo._)—¡Gracias a Dios! Pero ¿dónde te metes, mujer? ¡Parece que
-me huyes!
-
-NIEVES (_A Trini._)—¡Oye; dice que le huyo! Cansás de buscarte nos
-hemos sentao aquí; que te diga ésta.
-
-HIGINIO.—¡Sí que me choca!
-
-TRINI (_Levantándose._)—Pero ya están ustés mano a mano. Poco se ha
-perdido, y el onceno no estorbar. Conque: de verano, pollos. (_Vase
-fondo izquierda. Pausa. Nieves se corre en el asiento dejando sitio a
-Higinio, que se sienta a su derecha._)
-
-HIGINIO.—Bueno; ¿y qué es lo que te pasa?
-
-NIEVES.—¿A mí?
-
-HIGINIO.—A ti.
-
-NIEVES.—¡Tú dirás!
-
-HIGINIO.—¿Qué te pasa, que ni te veo ni puedo hablarte?
-
-NIEVES.—¡Ni que tuviese yo la culpa! ¡Si no te he encontrao en toa la
-mañana!
-
-HIGINIO (_Con acritud._)—Mira, Nieves; guasitas encima, no. No me has
-encontrao, porque no has querido. Y si te parece, lo mejor es que
-hablemos francamente de una vez, que no estoy yo pa servir de mono a
-nadie. Las cosas claras.
-
-NIEVES.—Como quieras; pero no sé a qué viene el ponerse así.
-
-HIGINIO.—Viene, a que tú ya no eres pa mí lo que eras.
-
-NIEVES.—Te se figurará a ti.
-
-HIGINIO.—Y es la verdá. Tú has dao un cambiazo, Nieves; ni me quieres
-como me querías, ni te alegra ya mi querer.
-
-NIEVES.—Amos, chico; quita, quita. A ti te han hecho guiños.
-
-HIGINIO (_Con ira creciente._)—A mí no me han hecho náa. Y sé lo que te
-pasa.
-
-NIEVES.—Tú dirás.
-
-HIGINIO.—Pues lo que te pasa, Nieves, es que tú le estás haciendo cara
-a otro hombre; así, en plata.
-
-NIEVES.—¡Yo! (_Levantándose asombrada._)
-
-HIGINIO.—¡Tú! (_Levantándose también, y cada vez con mayor energía._)
-
-NIEVES.—¡Mentira!
-
-HIGINIO.—Verdá. Y si te has cansao de mí, me lo debías haber dicho
-antes, y no que me estás haciendo hacer un papel feo. Pero yo soy
-un hombre de bien, que te he querío con toda mi alma, y como no lo
-merezco, no te lo aguanto; ¡por éstas!
-
-NIEVES.—Tóo eso es mentira.
-
-HIGINIO.—Es verdá. Y sé quién es. (_Amenazador._) Y si esta tarde viene
-aquí ese tipo...
-
-NIEVES (_Desafiando._)—Si viene, ¿qué? (_Se oye gran algazara por el
-fondo izquierda, y vuelven a salir todos los grupos de principio de
-cuadro._)
-
-HIGINIO.—Si viene, por éstas que... Cállate ahora. (_Nieves se sienta,
-y él queda en pie a su izquierda._)
-
-
-ESCENA IV
-
-
-_Todos los personajes que aparecieron a principio de cuadro, más_
-HIGINIO, MELQUIADES _y_ SERAFÍN. _Al final_ ONOFRA.
-
-
-_Por el fondo izquierda, llegan Trini y Julia y detrás Pepita y Amalia,
-trayendo ambas parejas en alto, y extendidos, mantones de Manila,
-detrás de los cuales se ocultan Melquiades con las primeras y Serafín
-con las otras. No ha de verse de ellos más que el sombrero y los pies,
-hasta el momento que se indica. Les preceden alegremente los invitados,
-moviendo gran algazara. Forman todos semicírculo, quedando al fondo las
-de los mantones. Benita se apea del columpio, y avanza con Avelino al
-lado de sus padres._
-
-
-=Música=
-
- TRINI, JULIA, PEPITA _y_ AMALIA
-
- ¡Quieto todo el mundo!
- Presten atención.
- Traigo una sorpresa
- detrás del mantón.
-
- TODOS
-
- ¿Qué sorpresa es esa
- que traéis ahí?
-
- LAS CUATRO
-
- Hay que adivinarla;
- no se _pué_ decir.
-
- TODOS
-
- Dos _gachós_ se esconden
- tras de los mantones.
-
- MUJERES
-
- ¿Serán dos amigos?
-
- HOMBRES
-
- ¿Serán dos guasones?
-
- TODOS
-
- Decid quiénes son.
-
- LAS CUATRO
-
- Hay que adivinarlo;
- presten atención.
-
- TRINI (_Grupo de la izquierda; señalando y dejando
- ver lo que se indica._)
-
- Por aquí un sombrero.
-
- JULIA (_Ídem._)
-
- Por aquí unos pies.
-
- PEPITA _y_ AMALIA
-
- Veinticinco duros,
- si acertáis quién es.
-
- TODOS
-
- Por los cuatro pieses,
- y los dos sombreros,
- igual pueden ser golfos,
- que dos caballeros.
-
- LAS CUATRO
-
- ¿Os dais por vencidos?
-
- TODOS
-
- Decid quiénes son.
-
- LAS CUATRO (_Levantando un poco el mantón, para
- que por debajo aparezcan Melquiades y Serafín._)
-
- ¡Pues mirad qué guajas!
-
- TODOS (_Riendo._)
-
- ¡Valientes alhajas!
-
- MELQUIADES _y_ SERAFÍN (_Saludando sombrero en
- mano._)
-
- ¡Salú a la reunión!
-
- (_Avanzan y los demás cierran el semicírculo._)
-
- ——
-
- SERAFÍN (_Haciendo su presentación._)
-
- Serafín el “Pinturero”,
- el del trus de los placeres.
- Donde hay vino y hay mujeres,
- el primero.
-
- TODOS
-
- El primero.
-
- MELQUIADES
-
- Y Melquiades el “Chufita”,
- exclusiva en el suspiro;
- y señora que yo miro,
- finiquita.
-
- TODOS
-
- Finiquita.
-
- MELQUIADES _y_ SERAFÍN
-
- Y donde vamos los dos
- o juntos o separaos,
- pa tó lo que mande Dios,
- dos dechaos.
- Y pa gente aliquindoy,
- este pollo que hay aquí. (_Por ellos mismos._)
- Por donde quiera que voy,
- tó pa mí.
- No hay en todo el hemisferio,
- aunque usté no lo comprenda,
- dos gachós que tengan ángel.
-
- SERAFÍN
-
- Como _mangue_.
-
- MELQUIADES
-
- Como _menda_.
-
- ——
-
- SERAFÍN (_Casi hablado._)
-
- Ni el mismo don Tenorio,
- ni el mismo don Megía.
-
- MELQUIADES
-
- Ni el propio _Cize-Cize_,
- _Cize Cize_ Campeador.
-
- TODOS
-
- Me paecen muchos _Cizes_,
- los que ha dicho este señor.
-
- SERAFÍN
-
- Ni el señor de Romeo,
- ni la señá Julieta...
-
- MELQUIADES
-
- _Tien_ tanta _verosimi-_
- _simi simi-liquitú._
-
- TODOS
-
- De fijo tien más _simi-_
- _limisi_, que tienes tú.
-
- ——
-
- (_Mientras ellos andan contoneándose, los demás les
- jalean._)
-
- ¡Ole!
- ¡Ele!
- ¡Vaya un tío!
-
- MELQUIADES
-
- ¡Atufante!
-
- SERAFÍN
-
- ¡Fototípico!
-
- MELQUIADES
-
- _Tres jolí._
-
- TODOS
-
- ¡Olé que sí!
-
-=Hablado=
-
-(_Terminado el número vuelven todos con gran algazara a sus respectivos
-sitios. El señor Rafael lleva a los recién llegados debajo del árbol
-donde ellos merendaban y forman grupo. Aparte hacia la derecha Benita y
-Avelino._)
-
-BENITA.—¿A qué habrán venido esos tipazos?
-
-AVELINO.—Me estomagan a mí esos dos _maniquises_.
-
-BENITA.—Tráigame usted un poco de salchichón que me he puesto nerviosa.
-(_Avelino va a la cesta y trae lo pedido por Benita._)
-
-HIGINIO (_A Nieves._)—Ahí le tienes.
-
-NIEVES (_Con despecho._)—¿A quién tengo?
-
-HIGINIO.—A ese tío. ¡Ya estarás contenta!
-
-NIEVES.—¿A mí qué me importa ese hombre? (_Le vuelve la espalda._)
-
-HIGINIO.—¿Que no te importa? ¡Maldita sea! (_Vase iracundo fondo
-izquierda; Nieves queda sola, sentada en el mismo sitio._)
-
-RAFAEL.—¿Y cómo ha sido eso de venir tan tarde, amigo Melquiades?
-
-MELQUIADES.—Señor, se ha cumplimentao la palabra. Dijimos que
-vendríamos al postre y _hétetenos_ aquí.
-
-ZOILA.—Lo bueno siempre se hace esperar.
-
-SERAFÍN.—Lo bueno es lo que esperaba, señá Zoila. (_Al ver sentada
-a Nieves y sola, hace señas de inteligencia a Melquiades._) Vamos a
-colgar los sombreros, con permiso. (_Se separan del grupo y se dirigen
-hacia el fondo._)
-
-MELQUIADES (_Parándose a mitad de camino y aparte a Serafín señalando a
-Nieves._)—Ahí la tienes.
-
-SERAFÍN.—¡Más bonita que un sol!
-
-MELQUIADES.—Está queriendo caerse. Tambaléala. (_Le da un pequeño
-empujón y vuelve al grupo de Rafael._)
-
-SERAFÍN (_Se engalla, se estira y se acerca a Nieves hablándola en voz
-baja._)—Daría la metá de mi existencia por ser el Guadarrama.
-
-NIEVES (_Coqueteando._)—¿Pa qué?
-
-SERAFÍN (_Aproximándose; casi al oído._)—Pa verme rodeao de _nieves_
-por todas partes.
-
-NIEVES.—Iba usté a tener mucho frío.
-
-SERAFÍN.—¡Quiá! Nieves usté y primavera yo, a la media hora el deshielo.
-
-NIEVES (_Sonriendo._)—¡Pamplinas!
-
-SERAFÍN.—
-
- “Amarillo es el oro,
- blanca la plata,
- y negros son los ojos
- que a mí me matan.”
-
-(_Vuelve hacia el corro donde está Melquiades, después de dirigir a
-Nieves dos o tres miradas incendiarias, y dice a éste aparte dándole en
-el hombro._) ¡Tambaleada!
-
-DAMIANA (_Ofreciéndoselo._)—¡Un chatito, Serafín!
-
-SERAFÍN (_Pasando a su lado._)—Siendo de usté, hasta con narices, señá
-Damiana. (_Lo bebe._)
-
-MELQUIADES (_Aparte a Serafín._)—Pues ahora verás lo que te preparo.
-(_En voz alta._) Pero ¿qué insipidez es esta, señores? ¿Es que no nos
-vamos a divertir ni se va aquí a jugar a nada?
-
-RAFAEL.—Tiene razón el amigo Melquiades; estáis muy desanimaos.
-
-MELQUIADES.—Vaya: le voy a echar una meaja de sal a la juerga.
-(_Llamando._) ¡Niñas!... ¡Pollos!... arrimarse pa acá, que me se ha
-ocurrido un solaz modernista, para que nos divirtamos.
-
-TODOS (_Acercándose bulliciosamente._)—¡Sí, sí! ¡Eso!... ¡eso!
-
-MELQUIADES.—¿Queréis que organicemos un concurso de baile por parejas,
-con premios y tóo?
-
-TODOS (_Aplaudiendo._)—¡Sí, sí! ¡Muy bien, muy bien!
-
-TULIQUI.—¿Y cómo va a ser ese concurso?
-
-MELQUIADES.—Pues de la siguiente forma: _Pograma_: Base primera. El
-“Virutas” y el Bernabé, nos van a ejecutar en la guitarra una _Redova u
-Mazurca rusa_, que ellos saben y que se intitula: “_Ay, qué Moskou._”
-Se forman parejas, la van bailando una a una y a la pareja que a juicio
-de un jurao la baile con más estilo, se le _ajudicará_, no una Copa,
-porque aquí no las poseemos, pero sí un _chato_, al que llamaremos
-_chato de honor_ u _chato_ Melquiades, si se quiere.
-
-TODOS.—¡Muy bien, muy bien!
-
-MELQUIADES.—Dicho chato, estará lleno de vino y la pareja gananciosa se
-lo beberá a medias, primero la señora y después el caballero, con el
-fin de que el premio consista en que el hombre pose los labios en aquel
-lugar del _chato_ donde los haya _posao_ el _ojeto_ amado y bailarín.
-¿Se aprueba?
-
-TODOS.—¡Muy bien, muy bien!
-
-MELQUIADES.—Pues vosotros, coger las guitarras, mocitos. (_Bernabé y
-Virutas, van por ellas al fondo y figuran templarlas._)
-
-TULIQUI.—Y nosotros a elegir parejas.
-
-ONOFRA (_Joven feísima, sale de entre los grupos y se dirige hacia
-Avelino._)—¿Vamos a romper la marcha usté y yo?
-
-AVELINO (_Mirándola de arriba abajo._)—¿Yo con usté? (_Volviéndole la
-espalda._) “Llamad al sereno.”
-
-ONOFRA.—Hombre, ya sé que no soy guapa.
-
-AVELINO.—Hija, por Dios, no es por eso; es que yo me quedo pa _jurao_.
-
-ONOFRA (_A Tuliqui, que se coloca entre los dos._)—¿Qué _jurao_?
-
-TULIQUI (_A Avelino._)—Que pregunta que, ¿_qué jurao_?
-
-AVELINO.—¿Que qué he jurao? (_Al oído._) ¡No bailar con feas!...
-
-ONOFRA.—Pues le _avierto_ a usté, joven, que donde yo me marco un
-_chotís_, se vienen detrás de mí tóos los pollos.
-
-AVELINO.—Les dará usté trigo. (_Ríen el chiste todos los del grupo._)
-
-ONOFRA (_Incomodada._)—Les doy narices. ¡¡El demonio el hortera!!
-
-VIRUTAS (_Avanzando._)—¡Ya están templás las guitarras!
-
-MELQUIADES.—Pues a empezar. (_Durante el diálogo anterior, Melquiades
-y varias muchachas y muchachos han adornado una banqueta con hierbas y
-flores y sobre ella han colocado un vasito de vino; dicha banqueta la
-colocan en el centro de la escena y hacia el fondo._) Vosotros, (_A los
-guitarristas._) sentarse ahí; (_En el tronco de la izquierda._) y el
-Jurao, lo compondremos, el señor Viriato, la señá Zoila, (_Avanzan los
-nombrados._) y un decrépito servidor de ustedes.
-
-TODOS.—¡Muy bien!
-
-MELQUIADES.—Y las parejas, podrían ser, por ejemplo: la Nieves, con...
-(_Como buscando a uno; llevándola de la mano._)
-
-BENITA.—Con su novio; ¡con quién va a bailar!
-
-MELQUIADES.—No, eso no; novios con novios, no me hace. Porque novios
-con novios se supone que se han cogido el _tingli_ en tóo lo tocante al
-arte _corográfico_ y se llevarían el premio a poca costa. _Tien_ que
-ser parejas impremeditadas. Veréis: Nieves, con... uno cualquiera...
-con Serafín, pongo por caso.
-
-SERAFÍN (_Avanzando._)—Con mil amores. (_La coge de la mano._)
-
-BENITA (_Avanzando._)—Nieves debía bailar con su novio.
-
-DAMIANA (_Cogiéndola y haciéndola retroceder._)—Tú te callas, que no
-eres quién. ¿No estás oyendo que dicen que novios con novios no?
-
-BENITA.—Pues que digan lo que quieran; yo digo que con su novio y náa
-más.
-
-MELQUIADES.—A callar. Y tú, baila con Avelino, que es de Coloniales y
-sabe lo que es jalea; arza.
-
-AVELINO.—¡Superior! Agárrese usté que va usté a ver dentro de dos
-minutos un _chato_ apurao. (_Se agarran del brazo y se colocan en el
-centro del fondo._)
-
-MELQUIADES.—Y el Tuliqui, que es un poco cojo, con la Onofra, que sabe
-del pie que cojea. (_Los junta._)
-
-TULIQUI.—Haremos la nota cómica.
-
-MELQUIADES.—Otras tres parejas al líbitum y náa más. (_Forman parejas,
-al fondo, Trini, Julia, Pepita y Amalia, con cuatro jóvenes._) ¿Estamos?
-
-LOS QUE VAN A BAILAR.—Sí, sí.
-
-MELQUIADES (_Colocándose a la derecha con el Jurado._)—Pues ¡a una!
-
-=Música=
-
- Picadito y afinao,
- ceñidito y bien bailao.
- Al bailar, poner
- muchísima atención,
- pa que vea la reunión,
- que no es coba
- el concurso de redowa
- que manguela ha organizao.
-
- TODOS
-
- Bien hablao.
-
- ——
-
- MELQUIADES (_A Nieves y Serafín, que se colocan en el centro._)
-
- En posición de empiecen.
- ¡Que me se cuide la base cuarta!
- Primera pareja: al redoveo.
-
- (_Al quinto compás empiezan a bailar Serafín y Nieves._)
-
- La re-do-
- la re-do-
- la Redowa se baila sin coba,
- por la gente de Madrid
- lo mismo en el Palace Hotel
- que en un salón de Chamberí.
-
- ——
-
- NIEVES
-
- Baila muy
- apretao.
-
- SERAFÍN
-
- Es la base cuarta
- que ha puesto el Jurao.
-
- TODOS
-
- La re-do-
- la-re do-
- etc., etc.
-
- ——
-
- MELQUIADES
-
- No tié fin
- pa bailar
- Serafín.
-
- TODOS
-
- ¡Qué pillín!
-
- ——
-
- MELQUIADES
-
- Otra pareja.
-
- (_Se retiran a la izquierda los que bailan, y avanzan
- Benita y Avelino, que bailan ridículamente._)
-
- AVELINO
-
- Ya usté verá,
- mi dulce amor,
- cómo al final
- es pa usté
- el chato de honor.
-
- BENITA
-
- ¿De verdá?
- ¡Ay, qué bien!
- Pues si es así,
- ya verá usté
- que pongo yo
- tó lo que sé.
-
- TODOS
-
- ¡Hay que ver
- qué marcao!
- Si el premio al fin
- no lo han ganao,
- cualquiera ya
- les quitará lo bailao...
-
- ——
-
- AVELINO (_Cambiando de manera de bailar._)
-
- ¡A la _demimondaine_!
-
- (_Bailan todas las parejas._)
-
- ¡Eso es!
-
- (_Jaleándose._)
-
- ¡Mi mamá!
- Un grupo así
- es pa un Kodak.
- ¡Diga usté que
- venga Kaulak!
-
- ——
-
- TODOS
-
- La-re-do-
- la-re-do-
- La Redowa
- tié más de una arroba
- de sal y pimienta y tal,
- y se ha bailado en _la Bombi_,
- y en el propio palacio Real.
-
- ——
-
- VIRIATO
-
- Estos dos, han bailao tal cual.
-
- MELQUIADES
-
- Muy mal.
- Otra pareja.
-
- (_Dejan de bailar todos y avanzan Onofra y el
- Tuliqui._)
-
- TULIQUI (_Bailando a su modo._)
-
- Creo que de esta manera
- no se nota la cojera,
- y hasta puen premiarme
- por mi gallardez.
-
- ONOFRA
-
- Tal vez.
-
- TULIQUI
-
- Comprímase
- pa que vean que bailamos yo y usté
- sobre un cacahué. (_Bailan todos._)
-
- TODOS
-
- La re do-
- la re do-
- La Redowa,
- etc., etc.
-
- MELQUIADES (_Interrumpiendo._)
-
- Vayan ustedes a la coda.
-
- ——
-
- TODOS
-
- Pues digan ya
- los del Jurao,
- pa terminar,
- quién ha ganao.
-
-(_Al terminar el baile, aplauden los que no han bailado._)
-
-=Hablado=
-
-TODOS.—¡Bravo! ¡Bravo!
-
-MELQUIADES (_Después de una pequeña conferencia con los del
-Jurado._)—Señores: el Jurao ha acordao por unanimidaz, conceder el
-_chato_ de honor, a la insuperable pareja, Nieves-Serafín.
-
-TODOS (_Aplaudiendo._)—¡Muy bien, muy bien!
-
-AVELINO (_Rabioso._)—Eso es una injusticia.
-
-VIRIATO.—¡Orden!
-
-TODOS.—¡Que se calle! (_Avelino afligido, se retira hacia la derecha,
-acompañado de Benita._)
-
-MELQUIADES.—¿Se acepta este fallo?
-
-TODOS.—Sí, sí.
-
-MELQUIADES (_A Nieves y Serafín._)—Pues podéis beberos el premio
-sorbito a sorbito, pollos. (_Dándole la copa a Nieves._) Cuando
-quieras, nena.
-
-NIEVES.—Con mucho gusto. (_Coge el vaso._) A la salú de mi pareja.
-
-TODOS.—¡Olé! (_Vuelve Higinio por el foro izquierda lentamente y se
-acerca al grupo poco a poco._)
-
-SERAFÍN.—¡Gracias, Nieves!
-
-NIEVES (_Va a beber y se detiene con coquetería._)—¡Ay, pero se va usté
-a enterar de mis secretos!
-
-SERAFÍN.—Pué que me convenga.
-
-NIEVES.—A mí no; pero en fin, lo dicho. (_Bebe la mitad del vino y deja
-la copa en la banqueta._)
-
-SERAFÍN (_Sin coger el vaso._)—Señores: antes de posar mis labios donde
-los ha imprimido esa boca que parece talmente un clavel encarnao que se
-le ha caído del pelo, tengo que manifestar que me embarga el júbilo,
-que me embarga la emoción y que me embarga... (_Va a coger la copa,
-pero se interpone Higinio, que enérgicamente la coge._)
-
-HIGINIO.—Pues no se moleste usté, yo me lo beberé, que no tengo na
-embargao. (_Bebe y tira el vaso contra el suelo._)
-
-TODOS.—¡Eh! (_Movimiento de estupor; Higinio trata de agredir a
-Serafín, pero los sujetan los hombres, apartándolos, quedando en medio
-Melquiades._)
-
-BENITA (_Aplaudiendo._)—¡Muy bien, muy bien y muy bien!
-
-VIRIATO.—Eso no vale.
-
-MELQUIADES.—Pero, ¿qué has hecho?
-
-HIGINIO.—Lo que me ha parecido; ¿qué hay?
-
-BENITA.—¡Muy bien y muy bien! ¡Ja, ja; qué chasco! (_Ríe; sus padres la
-amenazan._)
-
-RAFAEL (_A Higinio._)—Pero, ¿no ves que era una broma?
-
-NIEVES (_Sujetando a Serafín; con ira a Higinio._)—Has metío la pata.
-
-SERAFÍN (_Con tranquilidad._)—Hombre, ¿no se le ha ocurrido a usté
-otra gansada en el rato que hace que está usté ahí haciendo el
-orangután?
-
-HIGINIO.—Si se me ocurre otra, la hago.
-
-SERAFÍN.—Pues a ratos no crea usté que estorba una mijita de educación,
-amigo.
-
-HIGINIO.—Tengo la que me hace falta.
-
-MELQUIADES.—Pues la pué usté llevar en la funda de un cacahué y no se
-le llena; palabra.
-
-HIGINIO.—Lo que yo tengo es... (_Vuelve a acometerle._)
-
-SERAFÍN (_Sonriendo._)—Lo que tiene usté son _deciséis_ señoras al
-lao y un sujeto de miramientos vis a vis; pero también tiene usté un
-carrillo y yo una mano, y la vida ocasiones. Na más.
-
-MELQUIADES.—¡Hablas, que esculpes! Y terminao el incidente, señores,
-que no le vamos a estropear el día a la señá Damiana.
-
-SERAFÍN.—Se continuará, pollo.
-
-HIGINIO.—Cuando usté quiera.
-
-MELQUIADES.—¿Vamos ahí, al sotillo, a jugar a prendas?
-
-TODOS.—Sí, sí; vamos. (_La gente se va con Melquiades, murmurando y
-hablando entre sí, por el foro izquierda. Quedan en escena: la Trini,
-al fondo; Nieves, junto al árbol de la izquierda; Benita, hacia la
-derecha, y en el centro Higinio, Rafael y Damiana. Avelino hace mutis
-por la derecha._)
-
-SERAFÍN (_A Trini._)—¿El perro de usté, embiste también, joven?
-
-TRINI (_Con coquetería._)—Ni perrito que me ladre tengo.
-
-SERAFÍN.—Pues cuelgue usté su hermosura de esta escarpia, que ha
-encontrao usté un lebrel. (_Se cogen del brazo y hacen mutis por la
-lateral izquierda, pero bajando al proscenio para pasar por delante
-de Nieves que, como es natural, queda contrariada al ver que se van
-juntos._) ¡Y a ver si va a poder ser que pueda uno hablar con una mujer
-guapa!
-
-
-ESCENA V
-
-BENITA, NIEVES, DAMIANA, HIGINIO _y el_ SEÑOR RAFAEL
-
-RAFAEL.—Te has _ocecao_, Higinio; te has _ocecao_.
-
-NIEVES (_Con ira._)—Ha metío la pata, dígalo usté claro.
-
-HIGINIO.—No, señora.
-
-DAMIANA.—Sí, señor; que si hubiese hecho algo malo aquí estaba su madre
-pa regañarla.
-
-BENITA.—¡Ha hecho muy bien, muy bien y muy bien!
-
-DAMIANA.—Cállate tú ahora.
-
-HIGINIO.—Es que no podía más, Nieves; hazte cargo.
-
-NIEVES.—Si toa la vida serás lo mismo; un celoso, un primo sin correa
-pa na.
-
-HIGINIO.—Porque te quiero pa mí solo.
-
-NIEVES.—Pues por éstas, que no me vuelves a poner en ridículo; hemos
-acabao.
-
-HIGINIO.—¿Que hemos acabao?
-
-NIEVES.—Hemos acabao, sí, señor, pero pa siempre, ¡por éstas! (_Besando
-la cruz de los dedos._) Hemos acabao.
-
-RAFAEL.—¡Calma, hijos! ¡Válgame Dios!
-
-HIGINIO.—¿Y qué he hecho yo pa esto, señor Rafael? ¿Qué he hecho yo pa
-esto? Quererla y na más. ¡Y luego dicen! Si debía ser uno como todos:
-un sinvergüenza pa las mujeres: esos tién suerte y no los primos como
-yo, que se cuelan de buena fe. ¡Maldita sea!
-
-NIEVES.—Pues se acabaron los primos; puedes marcharte cuando te dé la
-gana.
-
-HIGINIO.—¿Que me marche? Pero, ¿estás en lo que dices?
-
-NIEVES.—No tengo más que una palabra.
-
-HIGINIO.—Está bien. No me lo dirás dos veces. Me voy. Pero antes de
-irme, escucha una cosa, Nieves. No serás mía, pero de ese hombre
-tampoco lo eres. Mialás: jurao; al tiempo. (_Vase fondo izquierda._)
-
-BENITA (_Aplaudiendo._)—Muy bien, muy bien y muy bien.
-
-DAMIANA.—Pero, ¿quieres callarte y no agriarlo más, tonta del bote?
-
-BENITA.—Pues no me callo y no me callo, porque tié razón; sí, señora, y
-sí, señora.
-
-NIEVES (_Airada._)—¿Y de qué tié razón, vamos a ver?
-
-BENITA.—De todo, sí, señora; que lo que hay es que tú quiés ser
-señorita y tener lujo y por eso despachas a Higinio, porque es un
-pobre, y en cambio te has enguirlotao con un tío pinturero que crees
-que te va a dar el oro y el moro; eso es.
-
-NIEVES (_Contenida por sus padres._)—Pero ¿no es pa darla una bofetá?
-
-RAFAEL.—Pero ¿qué estás diciendo ahí contra tu hermana?
-
-DAMIANA.—Dejar a esa tonta.
-
-BENITA.—Sí; tonta, tonta; porque las canto claritas. ¡El lujo, el
-lujo! ¡Eso, eso es lo que os pierde a muchas! El gabancito de moda, el
-zapatito de charol y la faldita estrecha y a pintarla por ahí andando a
-saltitos (_Remedando lo que va diciendo._) como pollos trabaos. Pues no
-señora; hay que agarrarse al jornalito y ayudar al marido y chincharse;
-esa es la obligación de una pobre. Y si hay que llevar un pingo, se
-lleva y se aguanta una, que después de todo, siempre será mejor llevar
-un pingo que serlo. Eso es.
-
-NIEVES.—Pero ¿oye usté? ¡Desvengonzá! ¡Mala hermana! ¡Suélteme
-usté, que la arañe! (_Quiere pegarla pero sus padres la contienen,
-llevándosela poco a poco por la primera izquierda._)
-
-DAMIANA.—¡Hija, por Dios, que vamos a dar un escándalo!
-
-RAFAEL.—¡Entre hermanas, válgame Dios! ¡Vamos, vamos!
-
-DAMIANA (_A Nieves._)—¡No llores, hija, no llores!
-
-NIEVES.—Envidiosa, más que envidiosa. (_Mutis._)
-
-BENITA.—¡El lujo!... ¡el lujo!... Eso, eso; que os da miedo ser pobres,
-ni más ni menos. (_Al quedarse sola, con gran energía._) Pues no
-señora: mi hermana, no. Ella pué que me arranque el moño, pero yo la
-juro que la quito de ese tío. Todo, antes que verla por esas calles
-sola y pintá de rubio, haciendo de reir a la gente. Mi hermana, no.
-¡Por estas cruces! (_Se sienta en el tronco del árbol de la izquierda,
-llorosa y agitada, limpiándose los ojos con el delantal._)
-
-
-ESCENA VI
-
-BENITA _y_ AVELINO, _que sale por el fondo derecha, ocultándose, entre
-los árboles_.
-
-AVELINO.—¡Sola! ¡Yo la exploro! ¡Me gusta a mí esa tontita de una
-manera avasallante! ¡Tiene un no sé qué así, bobo, que engolosina! Yo
-voy a ver si la enloquezco por un medio poético que me se ha ocurrido.
-(_Saca una navaja de muelles, no muy grande, y la abre._) Un poco
-grande es para mi _ojepto_, pero no he encontrao otra. Me tiembla el
-corazón que parece que voy a cometer un crimen. ¡Ánimo! (_Llamando
-desde donde está._) ¡Benita!... (_Avanzando._) ¡Benita!
-
-BENITA (_Se vuelve._)—¿Qué? (_Al verle se levanta aterrada._) ¡Jesús!
-
-AVELINO.—Perdone usté que venga a cortarla...
-
-BENITA (_Retrocediendo asustada._)—¿A mí?
-
-AVELINO.—Que venga a cortarla el hilo de sus cavilaciones nada más; que
-esta navaja es para hacerla a usté una cosa muy agradable.
-
-BENITA.—¿Qué me va usted a hacer?
-
-AVELINO.—¿Que qué la voy a hacer? (_Avanza con pasos trágicos y
-cogiéndola de una mano, la trae hasta el centro de la escena. Ella
-avanza con miedo._) ¿Cómo se llama usted?
-
-BENITA.—¡Ah! pero ¿es el padrón?
-
-AVELINO.—Es otra cosa más de adorno. ¿Cómo se llama usté?
-
-BENITA.—Benita.
-
-AVELINO.—Digo de apellido.
-
-BENITA.—Baranda.
-
-AVELINO (_Sonriendo._)—¡Baranda! ¡Hombre, qué casualidad! Usté Baranda
-y yo, Escalera. ¡Nos completamos! (_Mirándola con arrobamiento._)
-¡Baranda! (_Muy meloso._) ¡Con qué gusto me asomaría!
-
-BENITA.—¿Dónde?
-
-AVELINO.—Nada, nada; es una cosa pa mí solo. De forma que las iniciales
-de usté son, B. B.
-
-BENITA.—Creo que sí; B. B.
-
-AVELINO.—Bueno; pues la voy a hacer a usté un B. B. entrelazao, en
-el tronco de un árbol, con letra de adorno, que se va usté a quedar
-_visueja_.
-
-BENITA.—¿Y pa eso me ha dao usté este susto?
-
-AVELINO.—Y debajo de su enlace pondré mis iniciales: Avelino Escalera
-Jordán. A. E. J. (_Muy fino._) ¿Me permitirá usted que por lo menos
-toque la J en su enlace?
-
-BENITA.—Como si quiere usted tocar la muñeira.
-
-AVELINO.—Ni una palabra más. ¿Lo grabo en aquella encina (_Foro._) u en
-este chopo? (_1.º derecha._)
-
-BENITA.—Pero ¿me quiere usted dejar en paz, hombre?
-
-AVELINO.—Lo grabaré en el chopo. ¡Y Dios quiera que algún día no tenga
-yo que coger el chopo y recordarla dónde empezó nuestro idilio! Manos a
-la obra. (_Se pone a grabar con la navaja en el tronco del árbol._)
-
-BENITA.—¡Tan bien como estaría usted durmiendo la siesta, hombre!
-
-AVELINO.—Benita.
-
-BENITA.—¿Qué?
-
-AVELINO.—Tié usté una mirada que _eleztrocuta_.
-
-(_Se oyen risas y rumor de voces de hombres hacia la primera
-izquierda._)
-
-BENITA.—¡Chist!... ¡Silencio!
-
-AVELINO.—¿Qué pasa?
-
-BENITA (_Fijándose._)—El señor Melquiades y Serafín, que vienen.
-
-AVELINO.—¡Esos sinvergüenzas!
-
-BENITA.—¿Tramarán algo contra Higinio?
-
-AVELINO.—Si quiere usté, podemos escondernos y oirlos.
-
-BENITA.—Sí; mejor será. Calle usté; por aquí. (_Se esconden detrás
-de un matorral alto en la primera derecha, de forma que los vea el
-público._)
-
-
-ESCENA VII
-
-DICHOS, SERAFÍN, MELQUIADES, VIRUTAS, TULIQUI, _y_ BERNABÉ, _por la
-primera izquierda. Vienen riendo escandalosamente. El último trae un
-frasco de vino y dos copas, y colocándolo en el banco de la izquierda
-va sirviendo a sus amigos, que beben formando semicírculo._
-
-SERAFÍN (_Saliendo._)—¡Calla, que me tronzo de risa!
-
-TODOS.—¡Ja, ja, ja!
-
-MELQUIADES.—Que sí, hombre, no reirse.
-
-TULIQUI.—¡Pero si es pa reventar!
-
-VIRUTAS.—¡Tienes unas cosas!
-
-MELQUIADES.—Señor, que sé lo que me digo, hombre. Oirme y veréis. (_A
-Serafín._) ¿Cuál es aquí la única cosa que nos es _hóstil_ p’al logro
-de tus fines benéficos con la Nieves?
-
-SERAFÍN.—La Benita.
-
-MELQUIADES.—Pues la hago yo el amor, primo, y tóo resuelto. (_Todos
-ríen._)
-
-BENITA (_Estupefacta._)—¡A mí!
-
-TULIQUI.—¿Tú con esa mema? (_Riendo._) ¡Ja, ja, ja!
-
-MELQUIADES.—¡Natural, señor! Como ese cacho de tonta no ha tenido
-nunca quien la diga “por ahí te pudras”, pues en cuanto yo la insinúe
-tanto así, la incendio, cae en mis brazos, se pone de nuestra parte
-y cuando tú haigas lograo tu ojeto con su hermana, yo abandono a esa
-renacuaja y que se tome dos pastillas de sublimao, si le gusta. ¿Qué os
-parece?
-
-VIRUTAS (_Riendo._)—¡Eres diabólico!
-
-SERAFÍN.—Oye, pero que de primera.
-
-TULIQUI.—¡A ver si te da calabazas!
-
-MELQUIADES.—¿A mí? ¡A las dos palabras, la pelo al rape si me da la
-gana! (_Siguen hablando en voz baja y bebiendo. Avelino sale del
-escondite, abre la navaja y avanza en actitud amenazadora. Benita le
-sujeta._)
-
-AVELINO.—¡Suelte usté! ¡Suelte usté, que le voy a traer dos filetes de
-cerdo! ¡Miserables! ¡Canallas!
-
-BENITA.—¡Chist!... ¡quieto! Déjeme usté a mí sola, que yo sé lo que
-tengo que hacer con estos bandidos. Lárguese usté pronto.
-
-AVELINO.—Si hago falta, me da usté una voz.
-
-BENITA.—Bueno. (_Vase Avelino por la primera derecha._) Por mi salú
-que os acordáis de esta mema pa toa la vida. ¡Deshonrar a mi hermana
-y tomarme a mí el pelo! Veremos quién puede más, si una tonta o cinco
-granujas. (_Vase tercera derecha._)
-
-MELQUIADES (_A Serafín.)_—De manera que tú a seguir dándola achares
-a la Nieves con su amiga, y yo a buscar a esa pitusa, y de que la
-encuentre...
-
-BENITA (_Por el foro derecha, lejos y quejándose._)—¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
-
-SERAFÍN.—¿Quién se queja? (_Todos miran al sitio indicado._)
-
-MELQUIADES.—¡Calla!... ¡Pero si es la Benita!
-
-TULIQUI.—¡Y viene cojeando!
-
-MELQUIADES.—¿Se habrá caído?
-
-VIRUTAS.—¡Qué ocasión!
-
-MELQUIADES.—Dibujada. Dejarme solo.
-
-SERAFÍN.—Duro con ella.
-
-MELQUIADES.—Sus la brindo. (_Vanse los cuatro riendo por la primera
-izquierda._)
-
-
-ESCENA VIII
-
-MELQUIADES _y_ BENITA, _por el fondo derecha_. _Viene cojeando y se
-apoya para andar en una sombrilla_.
-
-BENITA.—¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! (_Sale quejándose._) ¡Ay, señor Melquiades de mi
-alma!
-
-MELQUIADES.—Pero, ¿qué es eso, rica, qué te ha pasao?
-
-BENITA.—¡Ay, que me he torcido un pie! ¡Ay!... ¡Agárreme usté, que no
-puedo!
-
-MELQUIADES (_Yendo hacia ella._)—Pero, ¿es que te has resbalao?
-
-BENITA.—Y me he caído, sí, señor. ¡Ay! ¿Me quiere usté llevar a aquel
-tronco? (_El de la izquierda._)
-
-MELQUIADES.—Con mil amores. (_Cogiéndola de la cintura._)
-
-BENITA (_Saltando a la “patita coja”, hasta llegar al banco._)—¡Ay!
-¡Ay! ¡Ay! (_Se sienta a la izquierda._)
-
-MELQUIADES (_De rodillas, reconociendo el pie lesionado._)—¿Y dónde te
-duele, rica?
-
-BENITA.—Aquí, un poquito más arriba del tobillo. (_Levantando la falda
-y dejando ver un poco la pantorrilla._)—¿Lo tengo hinchao?
-
-MELQUIADES.—No, pero... (¡Camará, qué pantorrilla!) A ver, ¿te duele al
-tazto? (_Toca con el dedo repetidamente._)
-
-BENITA.—No, señor; me hace una punzadita nada más.
-
-MELQUIADES.—Eso no es nada; descansando aquí un poquito conmigo,
-te se pasa. (_Se sienta a su derecha, pero sin dejar de mirar la
-pantorrilla._) Oye, rica, ¿y sabes que vas muy bien calzadita?
-
-BENITA.—¡Regular! ¡Cada una presumimos de lo que podemos!
-
-MELQUIADES.—Yo no me había fijao, pero, sabes que tienes un nacimiento
-que...
-
-BENITA (_Haciéndose la tonta._)—¡Je, je! Lo mismo me dijo el otro día
-el chico de la tienda de sedas. (_Ruborosa._)
-
-MELQUIADES.—¿Te dijo que vaya un nacimiento?
-
-BENITA.—Sí, señor; que vaya un nacimiento y que si se lo quería dejar
-pa una _Nochebuena_.
-
-MELQUIADES.—¡Anda diez!
-
-BENITA.—Y luego, se puso así en jarras y me _añidió_: ¿Le falta a usté
-una figurita pa ese nacimiento? Y yo enfadada le dije: “Sí, señor, me
-falta el buey.”
-
-MELQUIADES (_Riendo._)—¡Muy salao! ¿Y qué te dijo?
-
-BENITA.—Pues... me dió las señas de su casa de usté. (_Se ríe
-tontamente._)
-
-MELQUIADES (_Quedando de pronto serio._)—¿Y por qué no te dió las de su
-padre político?
-
-BENITA.—Se le pasaría. (_Levantándose rápidamente._)—Y en fin, yo me
-voy, que no quiero que me vean aquí sola.
-
-MELQUIADES (_Obligándola a sentarse._)—No tengas prisa, mujer.
-
-BENITA.—No, si yo estoy muy a gusto, pero... ¡ay!, no quiero ni
-pensarlo, si me viesen aquí sola con usté, con las bromas que me dan.
-
-MELQUIADES.—Bromas, ¿de qué?
-
-BENITA.—Nada, que como a veces, cuando hablamos así de hombres con mis
-amigas, yo siempre le saco a usté, pues se han maliciao tonterías,
-que... Bueno, yo me voy. (_Como antes._)
-
-MELQUIADES.—Aguarda, mujer aguarda. (_Cada vez más acaramelado._) ¿Y
-qué es lo que hablas de mí con tus amigas, si pué saberse?
-
-BENITA.—Yo, nada; tonterías de chicas.
-
-MELQUIADES.—Y dime, Benita, ¿tú no has tenío nunca novio?
-
-BENITA.—Novio, novio... lo que se dice novio, no, señor. Tonteos na
-más. ¡Como soy tan tonta!...
-
-MELQUIADES.—Y escucha: ¿no te gustaría a ti tener un novio formal?...
-Vamos a ver.
-
-BENITA.—Formal u chirigotero, que me gustase a mí, que lo demás... es
-lo de menos.
-
-MELQUIADES.—¿Qué te parecería un sujeto como yo, pongo por caso?
-(_Poniéndose de pie y engallándose._)
-
-BENITA (_De pie también._)—¿Cómo usté? ¡Ay!
-
-MELQUIADES (_Cogiéndola la mano._)—¿Te gustaría? ¡Dilo!
-
-BENITA (_Fingiendo._)—¡Ay, por Dios, señor Melquiades, suélteme usté!
-
-MELQUIADES.—Dímelo ya.
-
-BENITA.—¡Ay, por Dios, que nos pueden ver!
-
-MELQUIADES.—Dame un abrazo, anda.
-
-BENITA (_Soltándose y echando a correr hacia el fondo derecha._)—¡Ay,
-eso no, Melquiades! Ahora no, que vienen.
-
-MELQUIADES.—¿Quieres que hablemos luego?
-
-BENITA.—Luego, sí.
-
-MELQUIADES.—¿Dónde te espero?
-
-BENITA.—Aquí mismo, a la hora de irnos. Adiós. (_Medio mutis._)
-
-MELQUIADES (_Llamándola._)—¡Benita! ¿Me quieres?
-
-BENITA (_Con rubor._)—Cuando yo me vaya, venga usté a leer lo que dejo
-escrito aquí en la tierra. (_Escribe en el suelo con la punta de la
-sombrilla._) Ya está. Dispense la _urtugrafía_. Adiós. (_Mutis fondo
-derecha._)
-
-MELQUIADES.—¡Adiós, vida! Yo le he preguntao que si me quería. ¿Qué
-habrá puesto? (_Va y lo lee._) “_Un porción._” (_Riendo._) ¡Camará
-con la niña! No, pues se pué pasar el rato con la tontita esa mejor
-de lo que yo me figuraba. ¡Y por lo visto, me venía camelando hace
-tiempo! ¡¡Y habrá tantas así!! ¡Que uno no puede estar en todo! (_Vase
-contoneando por la primera izquierda._)
-
-
-ESCENA IX
-
-_Por el foro izquierda aparecen del brazo_, SERAFÍN _y la_ TRINI, _muy
-amartelados. Hablan bajito; ella ríe locamente. Atraviesan la escena,
-haciendo mutis por la derecha. Les sigue_ NIEVES, _recatándose entre
-los árboles, nerviosa, jadeante_. _Falta luz. El cielo empieza a
-nublarse. Después_ RAFAEL _y_ DAMIANA. _Al final, todos los invitados
-de ambos sexos_ (_Coro general_).
-
-NIEVES (_Celosa y a punto de llorar._)—¡La Trini!... ¡La Trini con
-él... y haciéndole cara! (_Se escuchan, ya lejanas, las risas locas de
-Trini._) ¡Cómo ríe!... ¡Ella!... ¡A la que me he confiao... después
-que le he abierto mi corazón!... ¡Infame! Si debí figurármelo. Y se
-van lejos... y solos... y una aquí, atá por el qué dirán, sin poder
-desahogar la rabia. ¡Maldita sea! (_Se apoya, llorosa, en el tronco del
-árbol de la derecha, primer término._)
-
-UNA VOZ (_De hombre, dentro izquierda._)—¡Virutas, diles a esos que
-vayan al merendero por paraguas, que se ha nublao del todo y va a caer
-un chaparrón!
-
-OTRA (_Ídem, ídem, en la derecha._)—Ya vamos.
-
-NIEVES (_En lo suyo._)—¡Por allí van! ¡Y más juntos y más amartelados!
-Tenía que ser ella; esa infame. ¡Sabiendo lo que yo le quiero! (_Queda
-llorando._)
-
-
-=Música=
-
-VOZ HOMBRE (_En la izquierda._)—¡Oye, que se ha nublao y va a caer un
-aguacero!
-
-VOZ HOMBRE (_En la derecha._)—Llamar a esos, que vengan a coger cestas,
-guitarras, mantones y tóo. Venir.
-
-VOZ HOMBRE (_En la izquierda._)—¡Pues no va a caer nada!
-
-UNO (_Pasa corriendo de izquierda a derecha, acompañado de una
-mujer._)—¡A casa que llueve!
-
-CORO (_Dentro, repartido en ambos lados._)
-
- Que llueva, que llueva,
- la Virgen de la Cueva.
- Los pajaritos cantan,
- las nubes se levantan.
- Que sí, que no,
- que llueva chaparrón.
-
-=Hablando sobre la música.=
-
-(_Salen_ DAMIANA _y_ RAFAEL, _muy deprisa, por la primera izquierda.
-Ella saca su mantón de crespón negro y él un paraguas._)
-
-RAFAEL (_Dirigiéndose al árbol donde merendaron, que es en el que está
-apoyada Nieves._)—Vamos deprisa, que va a caer un chaparrón. (_Al ver a
-Nieves._) Anda, ¿pero estás tú aquí?
-
-DAMIANA.—Cogeré mi cesta y la guitarra. (_Coge lo que indica._)
-
-RAFAEL (_Acercándose y abrazándola._)—Pero, ¿qué es eso, hija? ¿Pero
-lloras?
-
-NIEVES.—No es nada, padre.
-
-RAFAEL.—¡Válgame Dios! (_A Damiana._) Pero, ¿no ves la nena llorando?
-
-DAMIANA.—Déjala. El disgusto de antes... los nervios... que ella es
-así. Está como el día. (_Vase por donde salió._)
-
-RAFAEL (_Conduciendo abrazada a su hija y haciendo mutis tras
-Damiana._)—¡Ay qué hija ésta! ¡Lagrimitas de los veinte años, lluvia de
-primavera; paece que se desgaja el cielo y luego na! (_Vanse._)
-
-=Cantando=.
-
- VOZ MUJER (_Dentro._)
-
- Empezó el día con sol
- y acaba el día lloviendo.
- Alegre estaba mi alma
- y estoy llorando de celos.
-
-(_Entre risas y algazara, salen Invitados e Invitadas. Ellos se doblan
-los pantalones, se suben el cuello de la americana; ellas se ponen
-abrigos y mantones, recogen cestas y guitarras, y al fin se cobijan
-bajo los paraguas, que abren los hombres. Empieza a llover._)
-
- ELLOS
-
- Anda ya; cógete de mi bracero.
- Vámonos no descargue aquí el nublao;
- que dirán, si me cala el aguacero:
- va-calao, va-calao, va-calao.
-
- ELLAS
-
- Tápeme; pero no me apriete tanto,
- que si no me separo yo de usté;
- que pa mí, que aunque jure usté que es santo,
- le-calé, le-calé, le-calé. (_Abren los paraguas._)
-
- ELLOS
-
- Pues vamos juntos
- bajo el paraguas,
- pa que te diga
- con ilusión,
- que en los encajes
- de tus enaguas
- llevas prendido
- mi corazón. (_Llueve más fuerte._)
-
- ELLAS
-
- Aunque se ponga
- muy zalamero,
- no me convence
- de su querer,
- que son los hombres
- muy embusteros;
- y ande a casita
- que va a llover.
-
-(_Empieza a llover con violencia. El Coro hace mutis por la lateral
-izquierda._)
-
- TODOS
-
- Tápeme, etc...
- Anda ya, etc...
-
-
-ESCENA FINAL
-
-MELQUIADES, _el_ TULIQUI, _el_ VIRUTAS _y_ BERNABÉ, _primera izquierda.
-Luego Benita, fondo derecha. Por último,_ AVELINO _por el mismo sitio._
-
-(_Melquiades se resguarda de la lluvia con su paraguas y los otros tres
-con uno solo._)
-
-=Hablado=
-
-TULIQUI.—¿De modo que la Benita?...
-
-MELQUIADES.—Dos palabras y cayó en mis brazos; y aquí me ha citao.
-
-TODOS (_Riendo._)—¡Ja, ja, ja!
-
-VIRUTAS.—¡Gachó, no eres tú nadie!
-
-TULIQUI (_Mirando fondo derecha._)—¡Mirarla; por allí viene a tóo
-correr!
-
-MELQUIADES.—Buscándome como una loca. Veréis qué chifladura le ha
-entrao por mí.
-
-TULIQUI.—Vamos a escondernos. (_Se ocultan detrás de un árbol del fondo
-izquierda._)
-
-MELQUIADES.—No reiros muy fuerte, no se escame.
-
-BENITA (_Sale corriendo, muy remangada, con un paraguas, abierto
-chorreando._)—¡Hola, señor Melquiades! ¿Ha visto usté que chaparrón?
-
-MELQUIADES.—Te estaba esperando, vida.
-
-BENITA.—¿A mí? ¡Ay, cuánto lo siento!, porque el caso es que tengo un
-compromiso con... con un joven... (_Llamando._) Avelino: aquí.
-
-AVELINO.—Aquí estoy. ¡Vaya un diluvio! (_Sale con un pañuelo sobre el
-hongo, todo mojado, y los pantalones muy subidos, igual que el cuello
-de la americana._) ¡A casa, que llueve! (_Se cogen del brazo, y, muy
-tapados con el mismo paraguas, se van riendo por la primera izquierda y
-despidiéndose con la mano, guasonamente del señor Melquiades, que queda
-estupefacto. Al mismo tiempo aparecen por detrás del árbol donde se
-ocultaron, las caras rientes y burlonas de Tuliqui, Virutas y Bernabé._)
-
-MELQUIADES.—¡Mi madre!
-
-TULIQUI.—Oye tú: ¿y era esa la locura?
-
-VIRUTAS.—¿Y decías que en tus brazos?
-
-BERNABÉ.—¡Ja, ja! ¡Valiente chasco!
-
-LOS TRES.—¡A casa, que llueve! ¡Ja, ja, ja! (_Se van muertos de risa
-por la primera izquierda._)
-
-MELQUIADES (_Indignado._)—¡La panocha! Pero, ¿qué es esto? Tomarme el
-pelo a mí una mequetrefa, ¡que no levanta del suelo un metro treinta
-y cinco! ¡¡A mí!! Vaya; pues ahora es cuando está empeñao mi amor
-propio. Que me trufen, si no la vuelvo loca. (_Tropieza con una cesta
-que ha quedado olvidada._) ¡Calla!... ¡una cesta! ¿Quién se habrá dejao
-esto? (_La coge y se la cuelga del brazo._) Me la llevaré. ¡Miá que
-al final tener yo que llevar la cesta! Pues sí que me han preparao el
-mutis. ¡Maldita sea! (_Vase primera izquierda con el paraguas abierto y
-la cesta al brazo._)
-
-(_Música en la orquesta._)
-
-=Mutación=
-
-
-
-
-CUADRO SEGUNDO
-
- La Glorieta de la Ronda de Valencia frente a la calle de
- Embajadores, entre la Veterinaria y la Fábrica de Tabacos.
-
-
-ESCENA PRIMERA
-
-_El lugar está desierto; anochece. Pasa un farolero encendiendo los
-faroles; a poco, a lo largo de la calle, brillan las lucecitas del
-alumbrado público. Se escucha el pregón, muy lejano, de un vendedor
-ambulante, y, mucho más lejana, la música, casi imperceptible de un
-organillo. En una taberna próxima, en cuyos cristales resplandece una
-luz rojiza, se oye un desacordado guitarreo. Un borracho, con su voz
-incierta y ronca canta dentro:_
-
- Eche usté cuatro botellas
- y aquí me dejo la capa,
- que aluego vendrán por ella.
-
-(_Un coro de voces infantiles canta lejísimo como un eco perdido:_)
-
- Ramón del alma mía:
- del alma mía, Ramón;
- si te hubieras casado
- cuando te lo dije yo.
-
-(_Vuelve a quedar todo en silencio. Se acentúa la obscuridad; en las
-fachadas de las casas lejanas, van brillando tenues lucecitas. Aparecen
-por el primer término izquierda,_ NIEVES, _envuelta en un mantoncito de
-crespón negro, muy repeinada, con su faldita estrecha y sus zapatitos
-de charol, acompañada de una VIEJA, astrosa, con cara de bruja,
-encorvada, que lleva mantón raído y un pañuelo viejo a la cabeza._)
-
- NIEVES (_Con inquietud._)
-
- ¡Virgen de la Paloma,
- me salta el corazón!
-
- VIEJA (_Con voz cascada._)
-
- Mujer, ni que vinieses
- por una mala _ación_.
-
- NIEVES
-
- No puedo remediarlo;
- estoy muy _asustá_.
-
- VIEJA
-
- El sitio está muy solo
- y nadie nos verá.
-
- NIEVES
-
- Me ahoga la angustia.
-
- VIEJA
-
- Deja ya ese apuro
- y siéntate un poco
- aquí que está oscuro.
-
-(_Nieves se sienta en un banco de la Glorieta. La Vieja queda en pie
-a su lado. Dan ocho campanadas en el reloj de una iglesia distante.
-Vuelve el guitarreo en la taberna. Canta una voz de hombre._)
-
- Hay que querer a las hembras
- con los pensamientos malos,
- que al que no lo hiciese así,
- ellas le darán el pago.
-
- =Hablando sobre la música.=
-
- VIEJA (_A Nieves._)
-
- ¿Oyes? Las ocho.
-
- NIEVES
-
- ¡Las ocho! (_Pausa._)
-
- VIEJA
-
- Cantan bien en la taberna. (_Pausa._)
-
- NIEVES
-
- ¿Tardará mucho su hermana?
-
- VIEJA
-
- ¡Qué ha de tardar! ¡Buena es ella!
-
- NIEVES
-
- ¿La dijo usté lo que quiero?
-
- VIEJA
-
- Que te eche las cartas, prenda,
- que tú no vas a su casa
- porque no quiés que te vean,
- y que viniese a las ocho
- a un banco de la Glorieta.
-
- NIEVES
-
- ¡Cuánto tarda!
-
- VIEJA
-
- Estás nerviosa.
-
- NIEVES (_Levantándose._)
-
- ¿No viene allí?
-
- VIEJA
-
- Sí; es aquella.
-
-(_Sale fondo derecha la_ SEÑÁ CELES, _otra vieja, echadora de cartas,
-más bruja que la anterior. Esta viste de obscuro. Lleva un gabán
-cortito y un manto negro raído. Se apoya en una muletilla._)
-
- NIEVES (_Yendo a su encuentro._)
-
- ¡Señá Celes!
-
- CELES
-
- ¡Hija mía!
- ¡Cuánta gana que tenía
- de verte! ¡Qué hermosa estás!
- ¿Qué te pasa?
-
- VIEJA
-
- No habléis fuerte.
-
- NIEVES
-
- Que quiero saber mi suerte,
- señá Celes.
-
- CELES
-
- La sabrás.
-
-
-=Cantando.=
-
- NIEVES
-
- Que mi vida ya no es vida;
- que tiran de mí, a la vez,
- de un lao mi casa y mis padres;
- del otro lao mi querer.
- Que Serafín me ha exigido
- que vaya a vivir con él,
- y yo quiero y no quisiera,
- y lucho y no sé qué hacer.
-
- CELES
-
- Ven, que a la luz del farol
- las cartas te voy a echar;
- que tóo lo que te convenga,
- las cartas te lo dirán.
-
- VIEJA
-
- Siéntate. (_Se sienta._)
-
- CELES
-
- Persígnate.
-
- VIEJA
-
- Reza una oración.
- Corta con la izquierda.
- En el nombre de Dios.
-
-(_Celes saca la baraja, la remueve. Nieves hace cuanto la dice. La
-bruja echa las cartas sobre el banco. Se ven en el horizonte obscuro,
-relámpagos lejanos. Nieves, de pronto, da un grito de terror._)
-
- NIEVES
-
- ¡Jesús!
-
- CELES
-
- ¿Qué ha pasao?
-
- VIEJA (_Ríe con su boca sin dientes._)
-
- ¡Que ha visto un murciélago
- y que se ha asustao!
-
- CELES
-
- Aquí te salen dos hombres:
- uno, perdido por ti;
- otro, que te trae dinero:
- mira los oros aquí.
-
-(_Sale_ SERAFÍN _foro derecha, sigilosamente, sin ser visto. Se coloca
-detrás de las mujeres, oye y sonríe._)
-
- Bastos; te sale un disgusto,
- pero al cabo triunfarás.
- Copas, y un hombre moreno
- rica y dichosa te hará.
-
- SERAFÍN
-
- Lo que las cartas te dicen,
- esa es la pura verdá.
-
- NIEVES (_Con asombro y alegría._)
-
- ¡Serafín! (_Levantándose._)
-
- SERAFÍN
-
- Y ese moreno
- aquí esperándote está.
-
-(_Muy meloso, ofreciéndola el brazo al que ella se coge._)
-
- Vámonos, chula mía;
- vámonos, negra;
- vámonos del bracero
- donde nos vean.
-
- NIEVES (_Rendida._)
-
- Donde quieras llevarla
- se va tu negra,
- que al fin, será mi vida,
- lo que tú quieras.
-
-(_Se van del brazo muy juntos por la izquierda, con las caras casi
-pegadas; caminan lentamente._ HIGINIO _sale por la derecha, vacilante,
-lívido, como un loco; los ve alejarse._)
-
- HIGINIO
-
- ¡Juntos! ¡Se van! ¡De agonía
- se me salta el corazón!
- ¡Malhaya la suerte mía,
- si no los mato a traición!
-
-(_Se va tras ellos. Las dos brujas, que han recogido la baraja y que
-observan lo que sucede, al desaparecer Higinio, siguen riendo._)
-
- VIEJAS
-
- Ya lo ves.
- ¡Ja, ja, ja!
- Siempre así
- pasará.
- Detrás del amor los celos
- siempre irán.
- Ya lo ves.
- ¡Ja, ja, ja!
- Siempre así
- pasará.
- ¡Ja, ja, ja!
-
-(_Vanse por primera izquierda. Sigue relampagueando en el horizonte
-obscuro. Cesa la música._)
-
-
-ESCENA II
-
-BENITA, AVELINO _e_ HIGINIO
-
-_Benita trae a Higinio casi a rastras, porque él forcejea por soltarse.
-Avelino lleva una blusa larga y una cesta a la cabeza de las que usan
-los ultramarinos para servir los pedidos, llena de comestibles y
-bebestibles, la cual deja en el suelo para ayudar a Benita._
-
-=Hablado=
-
-BENITA.—¡Quieto, por Dios! ¡Silencio!
-
-HIGINIO.—No, si contra ella no es; soltarme.
-
-AVELINO.—Efusión de sangre, no, joven.
-
-HIGINIO.—Si al que quiero matar es a él; a él, que sé que no la quiere
-más que para perderla. ¡Suéltame!
-
-BENITA.—Que te he dicho que no.
-
-AVELINO.—Hágala usté caso, hombre.
-
-BENITA.—¡Ten calma y óyeme lo que te digo, ¡caray!, que la volvéis a
-una más tonta de lo que es! Si esta noche no aparto a ese hombre del
-camino de mi hermana, mañana te lo desayunas si quieres. (_Soltándole._)
-
-HIGINIO (_Abrumado._)—¡Se pierde esa loca! ¡Se pierde sin remedio! ¡Se
-van juntos!... ¡juntos! ¡Dios sabe dónde!
-
-BENITA.—Y nosotros también lo sabemos, tonto; si no, ¿crees tú que los
-hubiera dejao yo irse?
-
-AVELINO.—Van al baile de Provisiones; un baile titulao _El Vaivén_, de
-ahí orilla a la fábrica de Tabacos. Precisamente a la casa de al lao
-voy yo a llevar este pedido.
-
-BENITA.—Pues allí, en ese bailecito, es donde una servidora lo va a
-arreglar tóo esta noche.
-
-HIGINIO.—Pero ¿cómo vas a evitar que tu hermana...?
-
-BENITA.—Muy sencillo. ¿Tú no te acuerdas del señor Melquiades? ¿Aquel
-tío que me hizo el amor pa tomarme el pelo?
-
-HIGINIO.—Sí.
-
-AVELINO.—Pues lo ha _enagenao_.
-
-HIGINIO.—¿Qué?
-
-BENITA.—Que con mis tontunas le he vuelto _mochales_ y ahí lo tengo, al
-principio de la Ronda, aguardándome sentao en un banco, con dos sacas
-de ropa que me ha subido del río.
-
-AVELINO.—Don Juan Tenorio de mozo de chapa.
-
-HIGINIO.—Pero, ¿es posible?
-
-BENITA.—Pues ese tío bocón es el que me ha contao en secreto que
-Serafín hace catorce años que está liao con una verdulera que le
-mantiene el pico.
-
-AVELINO.—De manera que tóo el lujo de ese pollo, lechugas.
-
-BENITA.—Tiene cinco hijos con ella; y a esa mujer, que la llaman
-Paca “La Fiera”, por el mal genio, se lo he ido a contar tóo; la he
-suplicao que me ayude a salvar a mi hermana y me ha dicho que a las
-nueve estaría aquí con los cinco vástagos, medio litro de vitriolo y un
-vergajo.
-
-AVELINO.—¡Que es un equipo! Ahora calcúlese usté el _Agarren-Parti_ que
-se va a armar en ese bailecito esta noche.
-
-HIGINIO.—Yo la ayudaré a esa mujer.
-
-BENITA (_Mirando por la segunda izquierda._)—Callarse, que me parece
-que ya está ahí esa fiera. (_Mira._) Sí; ella es.
-
-AVELINO (_A Higinio._)—Agárrese usté, que es un huracán. (_Se echa la
-cesta a la cabeza._)
-
-
-ESCENA III
-
-DICHOS _y_ PACA _“La Fiera” segunda izquierda. Es una mujer algo
-desastrada; viene a medio peinar. Lleva delantal, mantón atado atrás y
-el pañuelo de la cabeza caído sobre los hombros._
-
-PACA (_Saliendo y pasando entre Avelino e Higinio._)—¡Pero que muy
-buenas!
-
-BENITA (_Dejándola libre el paso._)—¡Señá Paca!
-
-PACA.—Aquí estoy. He tardao, porque he ido a dejar los chicos en casa
-mi prima pa cuando sea menester.
-
-AVELINO.—¿Y qué tal?
-
-PACA.—Vengo que muerdo. Y a mí no me sujetéis de que vea a ese chulo,
-que por la papilla que me han dao, ¡maldita sea la leña!, que le hago
-trizas.
-
-AVELINO.—¿Quié usté sentarse?
-
-PACA.—¿Yo sentarme? Muerta descansaría yo, ¡mi perra vida! (_Al hablar
-zarandea a Avelino, produciéndose en la cesta que lleva en la cabeza
-un gran ruido de cacharros que chocan entre sí._) Si no puedo parar,
-hijo; si no puedo. Si dende que vino aquí la joven y me contó lo que me
-contó, que me ha entrao una desazón que... vamos; si hasta creo que me
-han crecío las uñas. (_Le zarandea más._)
-
-AVELINO (_Sujetando el cesto con ambas manos._)—¡Mi madre!
-
-PACA.—¿Usté ha visto pelar un pollo, pollo?
-
-AVELINO.—¡Por Dios, señora: el pedido!
-
-PACA.—Pues menos tardo yo en desollar a ese ladrón, ladrón, más que
-ladrón. (_Asombrada ante el creciente ruido de la cesta._) ¡Caray! pero
-¿qué le suena a este hombre?
-
-AVELINO.—El pedido, señora; si se lo estoy a usté diciendo.
-
-BENITA.—¡Pero cálmese usté, por Dios!
-
-PACA.—¿Que me calme? ¡Cuando le machaque los sesos a ese golfo!
-¡Engañarme a mí!... ¡su sangre ladrona! Si son cinco hijos los que
-tengo: ¡cinco! ¿Por qué no le habré matao ya? ¡Maldita sea la leña!
-Tóo el santo día vendiendo repollos pa que el zanguango ese venga a
-hacer el _pinta_ con las chuletas de aquí bajo. (_Volviendo a zarandear
-a Avelino._) ¿De dónde lo voy a consentir yo; de dónde? ¡Antes voy
-a la cárcel, a la cárcel y a la cárcel! (_A Benita._) Bueno; y este
-sonajero, ¿quién es?
-
-BENITA.—El joven que nos va a acompañar.
-
-PACA.—¿Este? Pues vámonos pal Vaivén. Usté me entra y me suelta en
-metá del baile, yo saco este vergajo que llevo debajo del delantal
-(_Levantándoselo y enseñando uno._) y ¿ustedes se acuerdan de hace
-catorce años que cayó una granizá que asoló medio Madrid? Pues fué un
-estornudo comparao con la que les preparo.
-
-BENITA.—Que se le cae a usté el moño.
-
-PACA.—Y me se caerá el alma. ¡Maldita sea! ¡Si me arde la sangre! ¡Si
-quería yo cogerle en una! ¡Si lo estaba deseandito! ¡Si de éstas me ha
-hecho cuarenta y cinco! ¡Si es un loco! ¡Si no hay año que no tengamos
-seis juicios!
-
-AVELINO.—¡Un loco y tanto juicio!
-
-PACA.—¡Pero de ésta le pierde, palabra!; porque yo le juro a usté, que
-a él lo mato, al Vaivén le pego fuego y yo voy a la cárcel y ese ladrón
-al Hospital. ¡Palabra! ¡Que le digo a usté que mi venganza va a ser
-soná; (_Llevándose a Avelino a empellones por el fondo izquierda._)
-pero que muy soná! (_Le zarandea para que suenen los cacharros de la
-cesta._)
-
-AVELINO.—¡El pedido, señora; el pedido!
-
-BENITA.—¡Cálmese! ¡Cálmese usté! (_Siguiéndoles._)
-
-HIGINIO (_Ídem._)—¡Pues sí que es un huracán! (_Vanse._)
-
-
-ESCENA IV
-
-MELQUIADES
-
-MELQUIADES (_Sale por la primera derecha con dos sacas grandes de
-ropa, una debajo de cada brazo y silbando como quien llama a una
-persona._)—Náa; que no se la vislumbra por parte ninguna. ¡Camará!
-¡Hora y media esperando! ¿Dónde se habrá metido esa hija de Eva?
-(_Silba._) Cuando vuelva, la ropita esta ya se ha pasao de moda.
-(_Silba._) ¡Que si quieres! (_Deja las sacas encima del banco y se
-sienta entre las dos, dejando el sombrero sobre una de ellas._) Bueno,
-esa niña, me tié ya un poquito escamao, eso es aparte; porque cáa día
-es una cosa. Unos días, como hoy, pongo por _verbi gracia_, me hace
-que la acompañe a recoger la ropa, y así de que la cosa va pesando, me
-la trasmite, me pone un pretexto pa largarse y me deja sentadito en un
-banco y de cara al talego como puede comprobarse por la lámina azjunta.
-Pues otras noches, otras noches es peor, porque me hace que la entre en
-un café, me se toma una ración de riñones a la _broche_, me dice luego
-que va a un recao, y me da otro solo de hora y pico. Y es lo que yo la
-digo: Señor, no es que me duelan los riñones, pero hazte cargo que ante
-los ojos del camarero, estoy haciendo un papelito de esos de rollo. Y
-luego, que no me prueba la cerveza y no sé qué tomar. (_Pausa._) Náa,
-que esa niña abusa de que la he tomao una miaja de ley y tiene conmigo
-acciones que no son pa un hombre formal. Sobre todo, las que más me
-cargan, son estas acciones del banco.
-
-
-ESCENA V
-
-MELQUIADES _y_ BENITA, _foro izquierda_
-
-BENITA (_Acercándose._)—Buenas noches, chacho. ¡Ay, rico mío! Estarás
-aburrido, ¿verdá? ¡Qué lástima!
-
-MELQUIADES (_Levantándose malhumorado._)—¡Gracias a Dios! Pero ¿qué te
-ha pasao, nena? Creí que no venías.
-
-BENITA.—Dispénsame este ratito de hora y media que es que me ha cogido
-la señá Dionisia, que habla más que un loro borracho, y conque si
-patatín, si patatán, no me soltaba.
-
-MELQUIADES.—Sí, pero hazte cargo, que uno tié sus quehaceres. (_Se
-aparta del banco, dejando en él las sacas._)
-
-BENITA.—¿Y qué tiés tú que hacer que no sea con tu morucha, tunarra?
-(_Dándole una bofetada de cariño._)
-
-MELQUIADES.—Sí, pero es que abusas de una forma, que...
-
-BENITA.—Amos, calla, tirano; después de que dice tóo el mundo que he
-adelgazao desde que te hablo.
-
-MELQUIADES.—¿Qué has adelgazao? Pues que te lleven al café y verán.
-
-BENITA.—Si tú me quisiás a mí la metá na más de lo que yo... Pero,
-¡claro!, acostumbrao a tantas quiero tantas tengo... (_Coge la saca de
-la derecha y viene por el mismo lado a entregársela a Melquiades para
-que la coja._) Anda; coge la saca, cariño.
-
-MELQUIADES.—¡Yo! Pero no querrás que yo...
-
-BENITA.—Anda, mala sangre; coge.
-
-MELQUIADES (_Resistiéndose._)—Mujer, por Dios, ¡que si me viese
-alguien!...
-
-BENITA.—Amos, ladrón; carga. Si es de aquí a casa; media horita na más.
-
-MELQUIADES (_Cogiendo la saca con el brazo derecho._)—Bueno. Que a uno
-le gusta condescender, que si no...
-
-BENITA (_Cogiendo la otra saca y pasando al lado izquierdo._)—Dí que
-una no fuera tonta, pero sabes que me tiés loquita y por eso abusas.
-(_Al volver hacia la izquierda Melquiades, se encuentra con que le
-presenta la otra saca._) Toma la otra.
-
-MELQUIADES.—Pero oye; ¿yo con las dos?
-
-BENITA (_Haciendo que cargue con ella también._)—Tira pa alante,
-asesino. ¡Si no fuera una tan tonta! ¡Soy más tonta! ¿qué tonta soy,
-verdá? (_Haciéndole caricias._)
-
-MELQUIADES (_Resignándose._)—¡Ay, Melquiades! ¡Veinticinco años
-haciéndote el Tenorio, y ya ves qué sacas; que te las echen a cuestas!
-(_Inicia el mutis por la izquierda._)
-
-BENITA (_Se va dándole empujones._)—¡Amos, tira, cariño! (_Música en la
-orquesta._)
-
-=Mutación=
-
-
-
-
-CUADRO TERCERO
-
- Local cuadrado de paredes blancas, en planta baja, que denota
- haber servido recientemente para tienda o almacén. La puerta
- del foro un poco a la derecha, y de dos hojas abiertas, da a la
- calle. Dentro, en la pared del fondo, un cartel con letras de
- imprenta que dirá: «El Vaivén, Sociedad de baile.—Matinés los
- jueves.—Prohibido entrar al salón con botas y todas clases de
- bebidas.—No se permite bailar con la capa puesta.—No se azmiten
- en el tocador más que señoras solas.—Guardarropa a voluntaz.—VOCAL
- DE TURNO, _El Chinares_.—BASTONERO, _El Canito_.—ENCARGADO DEL
- AMBIGÚ, _Lucio el Rifero_». En los laterales izquierda, en primer
- término, una puerta atrancada con una mesa. Sobre la puerta un
- letrero que dice: «Guardarropa». Al lado otro que dice: «No hay
- devolución, sin chapa». En segundo término, otra puerta con otro
- letrero «Ambigú», y al lado en el telón, frente al público, «Pagos
- al contado.—On parle Francaise.» Ocupando todo este frente, tres
- o cuatro veladores de hierro, y otro en primer término, con unas
- cuantas banquetas alrededor. En las laterales derecha, una sola
- puerta, grande, sobre la que dice: «Entrada al salón». Dicha puerta
- la cubren dos cortinas encarnadas, recogidas con guardamalletas.
- Del techo pende una araña, hecha con dos palos cruzados y cadenetas
- de papel, con cinco lámparas eléctricas, una en cada punta y otra
- en el centro colgando el flexible. Forillo de calle. Es de noche.
-
-
-ESCENA PRIMERA
-
-NIEVES _y_ SERAFÍN, _sentados en el velador de primer término; ella a
-la derecha, y con una carta con sobre, en la mano. En segundo término,
-en otro velador_, MELQUIADES, EL VIRUTAS, EL TULIQUI _y_ BERNABÉ. MOZAS
-1.ª _y_ 2.ª _con un_ JOVEN, _toman cerveza en otra de las mesas. El_
-CAMARERO _que sirve, es un viejo calvo y chato, que viste pantalón
-gris, alpargatas negras, pañuelo al cuello y smoking_. JÓVENES 1.º,
-2.º, 3.º y 4.º, _están a la puerta del salón, mirando hacia adentro
-y jaleando a los que bailan. El organillo, con sonido muy atenuado,
-deja oir una polka. En el guardarropa_ LUCIO EL RIFERO. _Durante la
-primera escena, entran dos o tres parejas de la calle al Salón. A su
-tiempo, salen del mismo_, UN JOVEN _y_ UNA JOVEN. _Todo el mocerío de
-ambos sexos que figura en este cuadro, denotará por su aspecto físico
-y por su indumento que pertenece a la más baja extracción del hampa
-madrileña, que nutre sus gloriosas huestes de organilleros, timadores y
-pícaros de toda laya. Empieza la acción._
-
-JOVEN 1.º—¡Ole ahí!... ¡Finura!
-
-JOVEN 2.º—¡Lo ceñido!
-
-JOVEN 3.º—¡Arza, Babolla, que te sobra terreno con un baldosín!
-
-JOVEN 4.º—¡Filigranita pura! ¡Ele! (_Salen del salón un Joven y
-una Joven y van al guardarropa a recoger sus prendas, previa la
-presentación de la chapa._)
-
-UN JOVEN.—Lucio; lo nuestro.
-
-LUCIO (_Con voz aguardentosa._)—¿Ya sus vais? (_Les da el sombrero y un
-mantón de Manila._)
-
-UN JOVEN.—A ésta, que la llaman. (_Vanse foro derecha._)
-
-MOZA 1.ª (_De las que están en la mesa._)—Oye; ¿cómo tardará tanto
-Isidoro?
-
-UN JOVEN (_En la misma mesa._)—Ya me escama. A ver si ha bajao a
-trabajar a la Puerta del Sol y le han echao el cierre los de la Poli.
-
-MOZA 1.ª—Si supiera que no venía... el “Colores”, me ha convidao a
-cenar. (_Se levantan y se dirigen al salón._)
-
-MOZA 2.ª—No te comprometas, que luego llega Isidoro a los postres,
-lo toma a mal, y acuérdate del domingo pasao, que llevabas carne de
-membrillo hasta en el _guá_. (_Llegan a la entrada del salón._)
-
-UN JOVEN (_A los que están formando grupo._)—¡A ver si va a poder
-ser que pasemos! (_Abren calle y entran, primero las mujeres con su
-acompañante y luego los otro cuatro. Cesa el organillo._)
-
-NIEVES (_Entregándola a Serafín._)—Aquí tiés la carta; mándala cuando
-quieras.
-
-SERAFÍN (_Tomándola._)—Gracias, chacha; así se portan las mujercitas.
-(_Se levantan y avanzan._) ¿A quién se la diriges?
-
-NIEVES.—A mi madre.
-
-SERAFÍN.—¿Qué la dices?
-
-NIEVES.—Que esta noche ya no vuelvo a casa. Que no me esperen más; que
-me voy con un hombre que me quiere pa toa su vida.
-
-SERAFÍN.—¡Ele!
-
-NIEVES.—Pero antes de mandarla dime la verdá, por Dios. ¿Tú no tiés
-compromiso con ninguna mujer?
-
-SERAFÍN.—¡Y dale!
-
-NIEVES.—¿No me engañas?
-
-SERAFÍN.—Mis labios, pa ti besos y verdades; no tién otra cosa, nena.
-(_Vuelve a tocar el organillo._) Y ahora vamos ahí dentro, y luego
-donde yo te lleve, y mañana juntitos pa siempre.
-
-NIEVES.—¿Pa siempre, Serafín?
-
-SERAFÍN.—¡Ni qué decir! ¿Oyes? ¿No te embebece esa música? (_Casi al
-oído._) Vamos al salón, que vean canela. (_Entran en él._)
-
-
-ESCENA II
-
-MELQUIADES, _el_ TULIQUI, _el_ VIRUTAS _y_ BERNABÉ
-
-MELQUIADES (_Por Nieves._)—¿Lo veis? ¡Otra a la canasta!
-
-VIRUTAS.—¡Se la lleva en el pico!
-
-MELQUIADES (_Levantándose y avanzando al proscenio._)—¿Pues vosotros
-oserváis la locura de esa chavala con Serafín? Pues es un grano de Anís
-del Mono, comparao con el estrago que yo le he producido a la otra
-hermanita.
-
-TULIQUI.—¿Tanto?
-
-MELQUIADES.—¡Chiquillos!... ¡Me quiere, que en algunas ocasiones, ya
-hasta me carga; pero me carga bárbaramente!
-
-VIRUTAS.—Bueno; pero ¿sacas algo?
-
-MELQUIADES (_Sonriendo._)—¿Sacas? ¡Una enormidaz! (_Saca cuatro
-cigarros puros, que reparte y encienden._) Ahí van tres _Panatelas_:
-_Flor de Cuba_. Hay que echar humo, jóvenes.
-
-VIRUTAS.—¡Eres un gran sujeto, Melquiades!
-
-BERNABÉ.—Épico. (_Enciende._)
-
-TULIQUI.—Pa las mujeres, un _bacilus_.
-
-VIRUTAS.—Si a los hombres se les pusiesen rótulos como a los
-comercios, a ti te se debía de poner en la cinta del sombrero: “A la
-nueva encarnación...”
-
-MELQUIADES (_Con extrañeza._)—¡A mi encarnación!...
-
-VIRUTAS.—Déjame acabar, hombre. “A la nueva encarnación... de don Juan
-Tenorio.”
-
-MELQUIADES (_Sonriendo, satisfecho._)—¡Ah; eso sí! ¡Me habías alarmao!
-(_Chupando el cigarro._) Vamos a humear. (_Entra triunfalmente en el
-salón, fumando y bailando; los otros le siguen chupando los puros._)
-
-TODOS.—Humeemos.
-
-
-ESCENA III
-
-AVELINO, _foro derecha. Luego el_ CAMARERO, _del Ambigú_.
-
-AVELINO (_Llega a la puerta y retrocede, volviendo a asomarse mira a
-todas partes con cara asustada. Entra tímidamente de puntillas. Viene
-con traje de americana y sombrero._)—Aquí debe ser. (_Lee el cartel._)
-Justo: ahí “El Vaivén”, escrito; (_Acercándose al salón y mirando._)
-y ahí dentro, corroborao. (_Mirando dentro._) ¡Relente!... ¡Pero qué
-pegaos bailan aquí! ¡Hay pareja que no se la conoce la soldadura! Y el
-caso es que son parejas que se pegan, pero se ve que no se hacen daño.
-¡Qué gentuza! (_Cesa el organillo. Avelino se separa de la puerta._)
-Dios quiera que no tarden la Benita y la señá Paca la Fiera, que
-mientras van por los niños, me han dicho que entrase yo a tomar datos.
-Tomaré datos. (_Vuelve a mirar por la puerta del salón._)
-
-CAMARERO (_Saliendo y fijándose en Avelino._)—¿Qué hace aquél?
-(_Llamándole desde lejos._) ¡Chist!
-
-AVELINO (_Volviéndose asustado._)—¿Qué?
-
-CAMARERO.—¿Qué va usté a tomar?
-
-AVELINO.—Datos. Iba a tomar datos, ¿sabe usté?, porque yo no soy socio,
-pero soy transeunte y venía a... a... esperar que viniera una familia.
-
-CAMARERO.—¿No querrá usté tomarme el pelo, verdá?
-
-AVELINO (_Fijándose en la calva._)—Yo no quiero imposibles, camarero.
-De forma que hasta ver si vienen las personas que espero, tráigame usté
-un sifón de gaseosa, que tengo la boca seca.
-
-CAMARERO.—En seguida. (_Vase, vuelve y sirve en el velador de primer
-término lo pedido por Avelino, y se retira._)
-
-
-ESCENA IV
-
-AVELINO, JOVEN 1.º, JOVEN 2.º; _luego el_ CAMARERO
-
-AVELINO.—¡Dios quiera que vengan pronto esas mujeres! ¡Estoy
-azoradísimo! Aunque yo creo que hago mal, porque si sale algún chulo de
-esos y ven que me alagarto, me se comen. Sí, yo me hago el fresco, es
-mejor. Adoztaré un aire de fresco. ¿Qué aire será mejor: este o este?
-(_Hace dos posturas ridículas._) Ahora, pa lo que yo no tengo agallas
-es pa entrar al salón y hacer lo que me ha dicho la Benita, que me ha
-dicho, dice: “Tú, de que llegues, entras donde bailan, y si ves a mi
-hermana con el Serafín, te vas y le dices:” (_Mirando hacia el salón._)
-“Muy señor mío: (_Salen del salón los Jóvenes 1.º y 2.º_) ¡dos puntos!
-(_Por los que salen._) Me alegraré”... (_Por los jóvenes._) Me alegraré
-que no se fijen en mí. (_Se sienta a lado del velador en su parte
-izquierda._)
-
-JOVEN 1.º (_Al otro._)—Oye, tú, ¿quién es ese pelanas?
-
-JOVEN 2.º—¡Gachó, pero que no lo he visto en mi vida!
-
-AVELINO.—(¡Ya se han fijao! Aquí del aire.) (_Adopta un aire de
-despreocupación._)
-
-JOVEN 1.º—Yo voy a ver. (_Se acercan a la mesa de Avelino._) Buenas y
-refrescantes.
-
-AVELINO.—Gordas y dulces. (Yo no me achico.) (_Al Joven 1.º, que se ha
-quitado la gorra para saludar._) Cúbrase el joven.
-
-JOVEN 1.º—Gracias; es que no me viene la gorra.
-
-AVELINO.—¿Y qué apetecía el socio?
-
-JOVEN 1.º—Usté perdone mi curiosidaz.
-
-AVELINO.—El aseo es imperdonable; diga el amigo.
-
-JOVEN 1.º—¿A usté le han traído aquí pa rifarlo, pollo?
-
-AVELINO.—(¡Arrea!) Sí, señor; me han traído aquí pa rifarme, pero al
-que yo le toque, pué que se le hinchen las narices.
-
-JOVEN 1.º—¿Esas? (_Por las de Avelino._)
-
-AVELINO.—O las vecinas. (_Por las del Joven 1.º_)
-
-JOVEN 2.º—Pues las tié usté bastante largas.
-
-AVELINO.—¡Y eso que no las tengo todas conmigo!
-
-JOVEN 1.º—¿Y qué está usté tomando, si no es mal preguntao?
-
-AVELINO.—¡Gaseosa! (_Levantándose._)
-
-JOVEN 1.º—¡Qué embustero!
-
-AVELINO.—Que sí, señor; que es gaseosa.
-
-JOVEN 1.º—A ver. (_Con mucha tranquilidad se sirve un vaso y se lo
-bebe. Avelino le contempla asombrado._) Oye, (_Al segundo._) pues es
-verdá.
-
-JOVEN 2.º—¡Pero qué va a ser gaseosa!
-
-JOVEN 1.º—Que sí, hombre; prueba y verás.
-
-JOVEN 2.º—¿De dónde? (_Se sirve otro vaso y se lo bebe._) Oye: pues tié
-razón. (_Aparte al primero._) (¡Hemos refrescao!)
-
-JOVEN 1.º—¿Lo estás viendo? (_A Avelino._) ¡Que aproveche! (_Inician el
-mutis hacia el salón._)
-
-AVELINO.—¡Igualmente! (¡Qué sinvergüenzas! No, pues yo no me aguanto.)
-(_Alto._) Oigan, jovencitos, hagan el osequio; otra curiosidad.
-
-LOS DOS (_Volviendo._)—¿Qué pasa?
-
-AVELINO (_Les hace seña que se acerquen._)—Ustés que tó lo saben;
-¿pa sacar el líquido de aquí dentro, de dónde se aprieta, de aquí
-(_El pitorro._) u de aquí? (_Al dar a la palanca sale el líquido,
-poniéndoles perdidos._)
-
-JOVEN 2.º—¡Mi madre! (_Retrocediendo._)
-
-JOVEN 1.º (_Agresivo._)—¡Y nos ha mojao! (_Van a acometerle, pero
-Avelino, que ha dejado el sifón sobre el velador saca una pistola del
-bolsillo y les apunta._)
-
-AVELINO.—Bueno, pero si no les gusta a ustedes, les dejo secos; cosa de
-un segundo.
-
-LOS DOS (_Al ver la pistola echan a correr y se meten en el
-salón._)—¡Rediez!
-
-AVELINO (_Riendo._)—¡Ja, ja, ja! ¡Miá si se dan cuenta que esta pistola
-es un abanico! (_Tira del cañón y saca un abanico, con el que se hace
-aire, contoneándose._)
-
-CAMARERO (_Que sale del ambigú con un servicio para el salón._)—Pero,
-¿qué hace usté?
-
-AVELINO.—Dándome aires de matón. (_Vase el Camarero._)
-
-
-ESCENA V
-
-AVELINO, BENITA, PACA LA FIERA; _luego tres_ CHICOS _y dos_ CHICAS,
-_hermanos, el mayor de doce años y la pequeña de cinco, vestidos
-pobremente, por el foro izquierda. Los chicos llevan todos en el
-bolsillo un pliego de papel de barba._
-
-BENITA (_Se asoma y llama._) Avelino. (_El organillo vuelve a sonar._)
-
-AVELINO.—¿Vosotras? (_Guarda la pistola y va a la puerta._) Adelante.
-
-BENITA.—Pase usté, señá Paca.
-
-PACA (_Entrando._)—¿Es aquí?
-
-AVELINO.—Aquí es. (_Benita va a mirar por entre las cortinas de la
-puerta del salón._)
-
-PACA (_En la misma puerta._)—¡Lástima de edificio! Dentro de un minuto
-no queda de tóo esto ni el solar.
-
-AVELINO.—¿Y los niños?
-
-PACA.—Ahí los traigo. (_Va a la puerta con ellos._) Pasar, pichones.
-(_Entran los cinco hasta el proscenio._)
-
-AVELINO.—¡Rediez, qué orfelinato!
-
-PACA.—Aquí los tié usté: ¡cinco pedazos de mi alma!... ¡cinco pedazos!
-¿No es esto pa poner el grito en el cielo?
-
-AVELINO.—Pa poner el grito en el cielo y una escuela municipal.
-Sentarse, pedacitos. (_Los Chicos se sientan en un velador del fondo,
-colocándolos Avelino._)
-
-PACA.—¡Y que no me rechistéis!
-
-AVELINO.—¿Y son todos de usté?
-
-PACA.—Pa lo que usté guste mandarles; que si fueran patatas, no sabe
-usté lo que se lo agradecerían. (_A los chicos._) Bueno, ya sabéis,
-luceros; vosotros lo de siempre: cuando entren los guardias, os
-escurrís y a casa. Y ahora por lo pronto, sacar los documentos. (_Los
-chicos sacan del bolsillo los papeles._)
-
-AVELINO.—¿Qué documentos son esos?
-
-PACA.—Las _feses_ de bautismo. ¿No ve usté que cá mes tengo una
-escaramuza de estas con ese ladrón? ¡Pues ya los presento con el
-comprobante en la manita! Los llevo catalogaos.
-
-AVELINO.—¡Pues hace precioso! ¡Paecen un lote!
-
-BENITA.—¡Chits!... Callarse... allí están. Ya veo a mi hermana con
-Serafín; venga usté.
-
-PACA (_Va corriendo a mirar._)—¿Dónde están?
-
-BENITA.—Allí, a la derecha; mire usté. (_Quedan las dos mirando._)
-
-CHICO 1.º (_A Avelino._)—¿Se puede tomar algo?
-
-AVELINO.—¿Qué queréis?
-
-CHICO 1.º—¿Habrá escabeche?
-
-AVELINO.—Dentro de un minuto, pué que no haiga otra cosa.
-
-CHICO 1.º—¿Nos podía usté dar un bocadillo?
-
-AVELINO.—Eso tu mamá, que muerde.
-
-PACA.—¡Ah!... ¡Sí!... ¡Allí!... ¡Ya los veo! ¡Ay, ladrón! ¡Ya te he
-guilao! ¡Ya eres mío! (_Quiere desliarse el vergajo de la cintura y
-entrar._)
-
-BENITA (_Deteniéndola y haciéndola, ayudada de Avelino, que vuelva al
-centro de la escena._)—¡Quieta, por Dios, que lo echa usté a perder!
-
-PACA.—¡Soltarme!... ¡Maldita sea la leña! Sí: baila, baila, ladrón.
-Bueno; si le pego fuego al local, salven ustés a las criaturas.
-
-BENITA.—¡Señá Paca, por Dios!
-
-AVELINO (¡Qué mujer!... ¡Si lo sé la traigo con _Minimax_!)
-
-BENITA.—Aquí se debe hacer lo convenido: una _leción_ a mi hermana, un
-escarmiento a ese tío y ¡_Laus Deo_!
-
-PACA.—¿Ha dicho usté que _deo_? ¡Puño cerrao y me va a parecer poco!
-Vamos a entrar bailando usté y yo.
-
-AVELINO.—Bueno; pero mucho cuidao, que llevo un terno de lana dulce.
-
-PACA (_A Avelino._)—Usté, cuando estemos a tiro de _vergajo_, me
-suelta; que el resto de la _suaré_, es cosa mía.
-
-AVELINO.—¡Prudencia, por Dios!
-
-BENITA.—Yo aquí me quedo con la _prole_.
-
-PACA.—Adentro. (_Entran bailando._)
-
-BENITA.—¡Ahí va el agua! ¡Dios los coja confesaos! ¡Ya se acercan!...
-(_Mirando al interior del salón._) ¡Aún no los han visto!... ¡Ya
-han reparao! (_El organillo toca cada vez más despacio._) ¡El
-señor Melquiades se mete debajo de un banco!... ¡Serafín no sabe
-qué hacer!... (_Comienza dentro un murmullo que crece._) Hablan...
-disputan... todos se arremolinan... ¡Saca el vergajo!... ¡Ay! (_Se oye
-dentro un grito espantoso._) ¡¡En metá de los sesos!! (_A partir de
-esta frase, el escándalo de dentro es formidable. Gritos, alaridos,
-ayes, etc. Voces de “¡Guardias!... ¡Socorro!... ¡Que se matan!...”_)
-
-
-ESCENA VI
-
-_Salen del salón hombres y mujeres chillando._ TULIQUI, MELQUIADES,
-VIRUTA, BERNABÉ, _que pasan a la izquierda; detrás_ SERAFÍN, _sin
-sombrero, cuello, ni corbata, cogido por la solapa de la americana por_
-PACA LA FIERA, _que enarbola el vergajo. Detrás_, NIEVES, _llorosa
-y aterrada, cuatro o cinco concurrentes del baile y_ AVELINO, _con
-toda la chaqueta rota por un costado y la manga. Todos salen trémulos
-y demudados._ BENITA _se aparta para que salgan, y los_ CHICOS _se
-esconden bajo un velador. Otros concurrentes quedan en la misma puerta
-escuchando._
-
-TULIQUI (_Corriendo._)—¡Un guardia!... ¡Un guardia!
-
-AVELINO (_Queda en el centro._)—¡Un sastre! (_Enseñando el roto._) ¡Un
-sastre!
-
-MELQUIADES (_Pasando a la izquierda._)—¡Mi media dentadura!... ¡A ver
-mi media dentadura!
-
-SERAFÍN (_Saliendo furioso._)—¡Suelta!
-
-PACA.—¡Granuja! ¡Golfo! ¡Pelanas!
-
-SERAFÍN.—¡Suelta o te parto el alma!
-
-PACA.—¡Ni muerta! No vendo ni una alcachofa más pa que tú te chulees
-con nadie; ea: se ha acabao. (_Colocación de derecha a izquierda; Paca,
-Benita, Avelino, Nieves, Serafín, Melquiades, etc. El coro alrededor._)
-
-NIEVES.—Pero, ¿quién es esta mujer? (_A Serafín._)
-
-PACA.—¿Qué quién soy? Una prima pa el señor; pa usté, puede que una
-tía; en el fondo, una madre que no se deja avasallar. Ni más ni menos.
-
-NIEVES.—Pero, ¿qué dice esta mujer, Serafín; contesta, por Dios?
-
-BENITA (_A su hermana._)—Pero, ¿estás sorda? Pues dice que es la socia
-de aquí, del amigo.
-
-PACA.—Hace catorce años cumplidos; catorce, pa que usté lo sepa, joven.
-
-NIEVES (_A Serafín._)—Pero, ¿no decías que estabas libre?
-
-AVELINO.—Estaba libre, pero le han bajao el “Alquila.”
-
-SERAFÍN.—Tóo eso es mentira, Nieves; no lo creas.
-
-PACA (_Amenazadora._)—¿Que no lo crea? (_Hace avanzar a los chicos;
-Serafín, al verlos, huye hacia la izquierda._) Aquí tié usté las
-consecuencias. Con sus fés de bautismo; (_Los chicos presentan los
-papeles._) los cinco reconocidos; deletrée usté si sabe.
-
-AVELINO.—¡La prueba testifical es pa bajarle las orejas al caballo de
-la Plaza de Oriente! (_Pasa al lado de Serafín._)
-
-NIEVES.—¡Qué infamia! ¡Qué vergüenza! (_Llora abrumada, sentándose en
-un velador del fondo._)
-
-SERAFÍN (_Ya sin saber qué decir._)—Está bien. ¡Maldita sea! ¡Ponerme
-en un bochorno como este cada ocho días! ¿A ti te paece bonito lo que
-me has hecho?
-
-PACA (_Señalando a los niños._)—¡¡Pues y lo que me has hecho tú,
-ladrón, que no gano pa judías!!
-
-AVELINO.—¡Cinco pedazos! ¡¡Menudo estropicio!!
-
-SERAFÍN.—Te juro que me las pagas, ¡por estas! (_Paca le amenaza, y
-contenida por todos, se agrupa a la derecha con sus hijos, siempre con
-el vergajo en la mano._)
-
-BENITA (_Interviniendo._)—No la regañe usté, que no ha sido ella. El
-que nos ha descubierto esta gatada de usté diciéndonos que era usté un
-sinvergüenza y un canalla, ¿sabe usté quién ha sido?
-
-SERAFÍN.—¿Quién?
-
-BENITA.—Pues aquí, mi amante. (_Cogiendo a Melquiades y trayéndole a su
-lado._) Ven aquí, rico.
-
-MELQUIADES (_Asombrado._)—¿Qué dices?
-
-BENITA.—¿Verdá que has sido tú el que nos ha dicho que el señor era un
-sinvergüenza?
-
-MELQUIADES.—¿Yo?... Oye: a mí no entremezclarme. (_Se aleja hacia
-la izquierda, pero Serafín, cogiéndole de la americana, le obliga a
-detenerse._)
-
-SERAFÍN.—¿Que ha sido éste?
-
-MELQUIADES (_A Benita._)—Pero, ¿qué traición me haces?
-
-BENITA.—La que merece la infamia de usté, de brindar mi conquista a
-esos tres golfos. (_Señalando a Virutas, Tuliqui y Bernabé._) Pero
-luego, la conquista ha sido que el muy calavera se ha pasado quince
-días subiéndome la ropa.
-
-AVELINO.—¡¡Del río; acaba los párrafos!!
-
-SERAFÍN (_Encarándose con Melquiades._)—¿De modo que has sido tú? Pues
-toma, por charrán. (_Le da una bofetada._)
-
-MELQUIADES (_Con asombro._)—¡Mi madre! Pero... ¿me ha pegao?
-
-AVELINO (_A Serafín._)—Dele usté otra, que se ha quedao en la duda.
-
-SERAFÍN.—Y en la calle, ¡te voy a partir el corazón!
-
-MELQUIADES.—¿A mí? Soltarme, que voy a escabechar un bonito. (_Se lían
-a golpes. La gente grita. Salen todos a la calle. Paca, comienza a
-repartir vergajazos y hace mutis seguida de sus hijos._)
-
-
-ESCENA FINAL
-
-BENITA (_Consolando a Nieves._)—¿Lo ves? ¿Lo estás viendo? ¡Pa caer en
-esta golfería y en esta inmundicia, has querido dejar la honradez de tu
-casa y te has desapartao de un hombre de bien! ¡Loca!... ¡Más que loca!
-
-NIEVES (_Llorosa y airada._)—¿Y tú quién eres pa hacerme cargos?
-
-AVELINO (_A Benita._)—¡Cállate, que bien castigada está! ¡Menuda
-lección!
-
-BENITA.—¡Y que ha sido una leción de solfeo! (_Abrazándola para
-llevársela._) En fin, no llores. Y ahora, vamos a casa, y mañana
-vuelves con Higinio. ¡Y da gracias a que tiés una hermana tonta!
-
-AVELINO.—Y un cuñao aznegao. (_Mirando el roto de su americana._)
-
-NIEVES (_Dejándose llevar._)—¿Y qué le decimos a padre?
-
-AVELINO.—A padre yo se lo contaré todo que estoy en condiciones de
-hablar como un descosido (_Mirándose al suyo de la ropa._) Andando.
-(_Las hermanas, inician el mutis por el foro._)
-
-(_A ellas._)
-
- Y que os sirva el escarmiento
- pa ser humildes y honradas.
-
-(_Al público._)
-
- Y aquí termina el sainete,
- perdonad sus muchas faltas.
-
-TELÓN
-
-
-
-
- EL CHICO DE LAS PEÑUELAS
- O
- NO HAY MAL COMO EL DE LA ENVIDIA
-
-
-
-
-PERSONAJES
-
-
-CUADRO PRIMERO
-
- VALENTINA (35 años)
- LA SOLE (16 ídem)
- ENCARNA (20 ídem)
- LA JOSEFA (35 ídem)
- LA SEÑÁ MAURICIA (50 íd.)
- LA SINFO (20 ídem)
- INDALECIA
- DOMITILA
- LAVANDERA 1.ª
- ÍDEM 2.ª
- ÍDEM 3.ª
- ÍDEM 4.ª
- ÍDEM 5.ª
- ÍDEM 6.ª
- ÍDEM 7.ª
- ÍDEM 8.ª
- ÍDEM 9.ª
- SEÑOR HILARIO (45 años)
- SEÑOR BERNABÉ (50 ídem)
- PACO CEBRIÁN, CHICO DE LAS PEÑUELAS (25 ídem)
- SEÑOR COSME (60 ídem)
- AQUILINO (40 ídem)
- SEÑOR CECILIO (30 ídem)
- EL TÍO PELELE (65 años)
- PANOLI (15 ídem)
- UN CARTERO
-
-_Murguistas, vecinos, vecinas y chicos de la calle._
-
-
-CUADRO SEGUNDO
-
- SEÑÁ VALENTINA
- SEÑÁ RITA
- SEÑOR BERNABÉ
- PACO
- SEÑOR TOBÍAS (50 años)
- TÍO PELELE
- JUSTO VIDAL (ZIPILÍN) (20 ídem)
- ANTONIO RIZO (VIGUDÍ) (18 años)
- EMILIO RINCÓN (TELARAÑA) (22 ídem)
- AMIGO 1.º
- ÍDEM 2.º
- ÍDEM 3.º
-
-_Transeuntes y banda._
-
-
-CUADRO TERCERO
-
- SEÑÁ VALENTINA
- LA SOLE
- ENCARNA
- LA JOSEFA
- CHULA 1.ª
- ÍDEM 2.ª
- UNA VENDEDORA
- SEÑOR HILARIO
- SEÑOR BERNABÉ
- PACO
- SEÑOR TOBÍAS
- ZIPILÍN
- VIGUDÍ
- TELARAÑA
- SEÑOR COSME
- AQUILINO
- UN POLICÍA
- GUARDIA 1.º
- ÍDEM 2.º
- HORTERA 1.º
- ÍDEM 2.º
-
-
-
-
-ACTO ÚNICO
-
-CUADRO PRIMERO
-
- La escena representa el interior de un lavadero cubierto. Es una
- habitación amplia, cuadrada, de paredes altas. Al foro un gran
- portalón de dos hojas, ancho, practicable, que da a la carretera de
- Puerta de Hierro, llena de sol.
-
- En los laterales izquierda, dos puertas de habitaciones de la casa,
- cubiertas con cortinas de lona.
-
- En los laterales derecha y hacia el último término una puerta de
- dos hojas que conduce al tendedero.
-
- En la parte superior de las paredes, grandes ventanas de forma
- apaisada, con cristales polvorientos, por donde se supone que entra
- la luz que necesita un local tan amplio.
-
- El techo, destartalado, con grandes vigas llenas de telarañas.
-
- En mitad de la escena, y próximos a los laterales, dos lavaderos
- de piedra, corridos, llenos de agua y en los que puedan lavar ocho
- mujeres en cada uno.
-
- En el rincón de la izquierda un gran fogón con la caldera para la
- colada. Tiene tubería moderna.
-
- En los primeros términos una mesa de pino, sillas de anea, un
- armario, un reloj de pesas, grande, antiguo.
-
- Arrimadas a la pared, sacas de ropa, canastas grandes y muy usadas,
- barreños, cuerdas, estacas, largueros, etc., etc. Es de día.
-
-
-ESCENA PRIMERA
-
-_Al levantarse el telón aparecen en el lavadero de la derecha en primer
-término_ ENCARNA, VALENTINA, _la_ SINFO _y cinco_ LAVANDERAS. _En el
-de la izquierda, la_ SEÑÁ JOSEFA, SOLE, _la_ SEÑÁ MAURICIA _y más_
-LAVANDERAS, _hasta ocho. Todas lavan animadamente riendo y bromeando:
-restriegan las prendas, dan jabón, golpean con las palas, retuercen la
-ropa, escurren. Una_ LAVANDERA, _con un barreño de ropa vase por el
-tendedero. El_ TÍO PELELE _entra con un montón de prendas, ya secas y
-las va doblando y metiendo en una saca_.
-
-=Música=
-
- TODAS
-
- Lava, lavandera,
- vaya restregón,
- dale con la pala,
- venga más jabón.
- Que si quiés blanquita
- la ropa dejar,
- pala, pala, pala, (_Golpeando._)
- le tendrás que dar.
-
- RITA (_Asomándose a la puerta del tendedero y a
- voces._)
-
- Señá Andrea.
-
- VOZ (_De mujer, dentro, muy fuerte._)
-
- ¿Qué quiés, chica?
-
- RITA
-
- Cuando tienda avíseme.
-
- SINFO
-
- ¡Dí que no tienda en mi cuerda
- que va a tender Salomé!
-
- JOSEFA (_Furiosa a Sole._)
-
- ¿Pero qué haces, criatura?
-
- SOLE (_Con rabia._)
-
- Si me s’acabao el jabón.
-
- JOSEFA
-
- Pos coge el de la Tomasa.
- ¡Jesús qué condenación! (_Siguen lavando._)
-
- ——
-
- SINFO
-
- Échate una copla, Sole.
-
- SOLE
-
- ¡Que me van a regañar!
-
- UNA
-
- No te apures.
-
- SINFO
-
- Picantita.
-
- VALENTINA
-
- De las tuyas.
-
- SOLE
-
- Allá va.
-
- ——
-
- La soltera del cuarenta
- dicen que es de las cabales,
- y ayer me ha echao dos pañales,
- conque ajuste usté la cuenta.
-
- (_Todas ríen. La señá Josefa golpea enfurecida a la Sole._)
-
- ——
-
- JOSEFA
-
- ¡Pero ustedes oyen!
- ¡Te voy a matar! (_La pega._)
-
- SOLE (_Queriendo huir._)
-
- ¡Por Dios, sujetarla! (_Avanzando a primer
- término._)
-
- TODAS
-
- Amos, déjala. (_Se interponen._)
-
- JOSEFA
-
- ¡Cantar esas cosas!...
- ¡Te arranco la piel! (_Pegándola más._)
- Toma, toma, toma...
-
- TODAS
-
- No la pegue usté.
-
-=Hablado=
-
-SOLE (_Huyendo de su madre y llorando._)—¡Amos, pero están ustés
-viendo!... Estése usté quieta, hombre... que si no pega usté no vive.
-
-JOSEFA.—¡Cállate o te arranco la lengua, recondená!
-
-SOLE.—¡Pero qué he hecho yo, señora!... ¡Misté que es lo grande,
-hombre!...
-
-VALENTINA.—Amos, Josefa, déjala, que la tiés el cuerpo a la chica que
-es un puro cardenal. (_Vuelven a las pilas menos Sole y Josefa._)
-
-SOLE.—¿Que si es un puro cardenal?... Amos, por gusto quiero que me
-vean usté este muslo, a ver si saben ustés de qué color es. (_Va a
-levantarse la falda._)
-
-JOSEFA (_Vivamente._)—¡Pero serás capaz, so arrastrá!
-
-SOLE.—Si semos mujeres solas.
-
-JOSEFA.—¿Y el tío Pelele?
-
-SOLE.—Es _nutral_. Al menos eso dice él cuando pellizca.
-
-PELELE.—A los setenta y dos cumplíos, le enseñen a uno lo que le
-enseñen, desaplicao.
-
-SINFO.—A más, de que en esta ocasión la chica no es culpable.
-
-MAURICIA.—Hemos sío nosotras, que la hemos dicho que cantase a la
-creatura.
-
-JOSEFA.—¿Y quién la manda cantar esas indecencias de coplas? (_Vuelve a
-la pila._)
-
-SOLE.—Si me mandase usté a un colegio de pago, cantaría el _tuesten_,
-u el _guau guau estep_, u cualquier otra cosa extranjera... ¡pero qué
-quié usté que aprenda en la cae Los Moratines ande la persona más fina
-se restriega con papel de lija!
-
-JOSEFA.—¿Dónde me he educao yo?
-
-SOLE.—En ninguna parte.
-
-JOSEFA.—Pues ya ves como no canto golferías.
-
-SOLE.—¡Porque tié usté _blonquitis_!
-
-JOSEFA.—¿_Blonquitis_?... Quítate de mi vista si no quiés que te
-deshaga, so galocha. (_Avanza y la da unos tirones del pelo._)
-
-SOLE.—Sí, señora, que me quito, que no paece usté mi madre, que me tié
-usté deshecha a golpes... (_Arreglándose el pelo._) que tengo la cabeza
-que cuando me peino paece que le saco la raya a un montón de grava.
-
-JOSEFA.—¡Fuera de aquí!
-
-SOLE.—Sí, señora, que me voy. Que por no respetar no respeta usté ni a
-los agüelos que los respeta tóo el mundo. ¡Me ha arrancao uno! ¡Misté
-que lástima! ¡Maldita sea!... (_Como el que adopta una resolución
-heroica._) Me voy a tender. (_Coge un barreño con ropa._)
-
-JOSEFA.—A ver si te duermes...
-
-SOLE (_Casi llorando._)—¡Miá si supiese que no me despertaba más!...
-
-JOSEFA.—¡Anda d’ahí, que me tiés la sangre negra! ¡Galocha, más que
-galocha!
-
-VALENTINA.—Mujer, si es que la pegas por demás a la pobre criatura.
-
-JOSEFA.—Porque quiero que se haga una mujer.
-
-SOLE (_Volviendo desde la puerta del tendedero._)—¿Pero usté cree que
-con estos golpes me voy a hacer una mujer?... ¡Como no me haga una
-pandereta! (_Josefa va a pegarla y ella echa a correr por el tendedero.
-Valentina va a probar con la mano el agua de la colada._)
-
-
-ESCENA II
-
-DICHOS, _menos_ SOLE. _Luego_ PANOLI _por el tendedero._
-
-VALENTINA.—¡Tío Pelele!
-
-PELELE.—Presente.
-
-VALENTINA.—Dígale usté a Panoli que eche más carbón, que esto está pa
-servirlo en garrafa.
-
-PELELE (_Llamando._)—Panoli...
-
-VALENTINA.—Cuidao que se lo tengo avertido. Que no me se quede fría la
-colá, niño. Pos como si lloviznara.
-
-PANOLI (_Un chicuelo con cara de tonto._)—¿Qué pasa? (_Avanza a primer
-término por la derecha._)
-
-VALENTINA.—Que eches más carbón, vida mía. ¡Camará, que tiés un alma
-que te se pasea por Recoletos y a lo mejor se sienta!
-
-PANOLI.—Pos antes he echao cinco palás.
-
-VALENTINA.—Pos dobla, rico.
-
-PANOLI.—¡Maldita sea!... Miá que tenerse que pasar uno la vida echando
-lumbre. (_Simula echar carbón._)
-
-VALENTINA.—Mialo, paece un pasmao. (_Avanza secándose los brazos con el
-delantal._) Bueno; las nueve y media; la que quiera irse a almorzar que
-se vaya, que hasta la tarde hacemos fiesta en esta casa. Y tú, Sinfo,
-y usté, señá Mauricia, si queréis un bollito y un trago, arrimaros.
-(_Saca del armario bandejas, botellas y vasos que coloca sobre la mesa,
-que está a la derecha._)
-
-SINFO.—Allá vamos. (_Se acercan y se sientan._)
-
-VALENTINA.—Y lo mismo te digo, Josefa.
-
-JOSEFA (_Secamente._)—Gracias. (_Sigue lavando._)
-
-VALENTINA.—Amos, ven y no seas erizo.
-
-JOSEFA.—No me cumple náa; se agradece.
-
-VALENTINA.—Tu gusto, hija. (_Josefa sigue lavando. Las demás
-lavanderas, se secan, se quitan los delantales, se ponen los mantones
-y se marchan por el foro. Alguna, así como Panoli, sale por el
-tendedero._)
-
-SINFO.—¡Qué señá Josefa!...
-
-MAURICIA.—¡Miá que es agria!
-
-VALENTINA.—¡Eso es un limón pasao! (_A Encarna._) Y tú, Encarna, a ver
-si dejas de lavar, no sea que venga tu padre.
-
-ENCARNA.—Le estaba ayudando a la Marcelina.
-
-VALENTINA.—Pero ya sabes que no te quié ver en ello.
-
-ENCARNA.—¡Y quién se lo va a decir! A más de que es mi gusto. Si no
-ando en el agua no vivo. (_Viene secándose los brazos desnudos._)
-
-SINFO.—¡Pa que no te hubieses criao en el río!... (_Beben unas copas de
-vino y comen de los bollos que ha servido Valentina._)
-
-MAURICIA.—¡De chica se tié dao cáa chapuzón!... ¿Te acuerdas?
-
-ENCARNA.—¡A ver!
-
-MAURICIA.—Paece que la estoy viendo. Se ponía tal que su madre la trajo
-al mundo. Y, paf... se zampaba en el agua desnudita.
-
-VALENTINA.—Era su costumbre.
-
-PELELE.—Hay costumbres que no debían de perderse. Con permiso. (_Se
-bebe una copa._) (_Sale Sole del tendedero y se acerca mirando los
-bollos codiciosamente._)
-
-MAURICIA.—¿Y qué, hoy tengo oído que es el gran día en esta casa,
-jóvenes?
-
-ENCARNA.—Y que lo diga usté, señá Mauricia.
-
-VALENTINA.—Hoy es el día más feliz de nuestra vida. Vienen a pedir la
-mano de esta... y el mes que viene las amonestaciones de ella y de Paco
-y las de su padre y las mías. ¡Los dos matrimonios en un mes!
-
-SINFO.—¡Ole con ole!... Eso sí que se mojará a lo grande.
-
-VALENTINA.—Ni te ocupes. Ya conoces a Hilario que estornuda, le sale
-bien y convida; conque por una cosa así, que es su felicidad, no
-digamos.
-
-SINFO.—Sus merecéis el bien que _tenís_, hay que decirlo.
-
-SOLE.—Sí, señora; que han sío ustés mú regüenas páa tóo bicho viviente
-que las ha arrodeao y eso tié su pago. (_Comiéndose un bollo._)
-
-VALENTINA.—Eso no; la suerte de cáa uno, hija. Que esto ha sío como
-un sueño. Ya veis; hace dos años, aún vivíamos, yo, tan ajena con mi
-marido, y mi hermana casá con el padre de ésta; pos en menos que se
-dice, faltó mi marido, murió mi hermana, quedó mi cuñao solo con la
-chica, me hizo de venir a cuidarla, las dos nos encargamos de esto, él
-se fué a su negocio del merendero páa no dar que decir, y pasao el
-luto lo que estaba de Dios: esta se va a casar con el hombre que quiere
-y su padre y yo, pues... ¡capicúa!
-
-SOLE.—Y tú estarás contenta, ¿verdá, Encarna?
-
-ENCARNA.—Contenta y más que contenta; contenta y recontenta, Sole. (_Se
-abrazan con alegría._)
-
-SOLE.—La verdá es que tienes un cacho e novio que no cabe por ese
-portalón. Es un rato de hombre.
-
-PELELE.—Y una celebridá, que no se os olvide. Que dentro de poco no
-habrá en España un torero como Paco Cebrián, _Chico de las Peñuelas_,
-porque tié unas agallas que pa él no hay toros grandes ni cornalones. A
-ese le echan un pavo y se lo come.
-
-SOLE.—¡En veces, yo también! (_Ríen todos._)
-
-MAURICIA.—¿Y qué, el domingo dicen que alterna en Tetuán?
-
-VALENTINA.—Por primera vez, sí, señora.
-
-ENCARNA.—¡Ay, si queda bien, qué gusto!
-
-VALENTINA.—Mialá, de pensarlo, se ríe hasta con las orejas.
-
-ENCARNA.—¡La alegría que tengo! Que quiero, que me quieren, que te veo
-a ti contenta, a mi padre satisfecho y que hoy por hoy no me cambiaría
-ni por una marquesa. (_Ríe y palmotea._)
-
-SOLE.—Ni aunque te diesen prima, miá esta.
-
-ENCARNA.—Y vaya, vengan ustés pa dentro que les quió enseñar la ropa
-blanca que me trajo ayer la bordadora. Un primor.
-
-VALENTINA.—Veréis qué seis enaguas; a la que pueda ser más bonita.
-
-TODOS.—Vamos, vamos. (_Vanse segunda izquierda. Sole queda la última._)
-
-SOLE.—Me gusta a mí más ver ropa interior de novios y novias... porque
-claro, paece que una se anima y...
-
-JOSEFA (_Deteniéndola._)—¿Ande vas tú? (_Haciéndola retroceder de un
-tirón de la falda y avanzando ambas al proscenio._)
-
-
-ESCENA III
-
-JOSEFA _y_ SOLE
-
-SOLE.—A ver la ropa blanca que dice que la...
-
-JOSEFA.—Anda a lavar si no quiés que te arranque ese pelote que tienes,
-so pispajo, fea, gandula... (_Amenazándola._)
-
-SOLE.—Pero señora... (_Retrocediendo._)
-
-JOSEFA.—¡Tú que tiés que ver náa de nadie!...
-
-SOLE.—Pero si es que m’han dicho que...
-
-JOSEFA.—Anda páa alante que en tóo me tiés que contradecir, mala
-pécora, tunanta... (_Haciéndola retroceder a empujones._)
-
-SOLE.—Pero señor, pero hija, pero yo no sé qué la pasa a usté, que
-cuanta más alegría tien los demás más fiera se pone usté, ¡caray!
-
-JOSEFA.—¡Fiera!... Cállate si no quiés que te retuerza la lengua,
-indina, arrastrá... (_La pellizca._)
-
-SOLE (_Huyendo._)—¡Ay, por Dios, madre!... ¡Vamos, hombre!...
-(_Frotándose el brazo pellizcado._)
-
-JOSEFA.—Que no te gozas si no me ves rabiando. ¡Que yo no debía vivir!
-¡¡No debía vivir!!
-
-SOLE.—Ni beber, créame usté.
-
-JOSEFA.—Pué que te figures que es el vino.
-
-SOLE.—¿Es el aguardiente?
-
-JOSEFA.—Es el veneno que tengo aquí que me repudre de ver lo que estoy
-viendo, que quisiá quedarme ciega pa no verlo... ¡ciega!
-
-SOLE.—¡Ya estamos con lo de siempre! (_Chillando._)
-
-JOSEFA (_Furiosa._)—No chilles.
-
-SOLE.—Pero ¿qué está usté viendo, vamos a ver?... ¿Que son felices?
-Pues déjelas usté.
-
-JOSEFA.—Pues no me da la gana. No quiero, no quiero y no quiero, que
-esto es un asco de farsa. Unos granujas y una tía hambrona engañando
-entre tóos a un tío baboso... ¡maldita sea! ¿Y pa qué ha sío una buena
-en este mundo? Pa tener este pago y verse arrastrá como una esclava y
-ver que otros triunfan, y ver que otros se van a llevar lo que una...
-¡Miá si no ardiese la casa y nos consumiese a tóos!
-
-SOLE.—Amos, hija, madre... amos, cállese usté, que me da usté miedo.
-Pero, ¿por qué les tié usté ese odio, señor?
-
-JOSEFA.—Porque son unas asquerosas.
-
-SOLE.—Total, ¿qué nos han hecho aquí? Pos llenarnos la andorguita la
-mar de veces; que si no hubiá sido por esta casa, ¿qué hubiésemos
-comido la metá e los días? Pos aleluyas al _gratín_ y pan de _no hay_.
-
-JOSEFA.—Pero lo han hecho pa rebajarte, pa humillarte, pa tenerte bajo
-el zapato. (_Reconcentrado._)
-
-SOLE (_Imitándola._)—Lo habrán hecho pa lo que haigan querido, pero yo
-he aumentao cinco kilos; que antes paecía que llevaba las carnes en un
-pellejo prestao y ahora no se me pué coger un pellizco. Al menos eso
-dicen tóos los que me lo... (_Golpeándose los labios._) digo, ay...
-
-JOSEFA (_Interrumpiéndola bruscamente._)—Lo que eres tú, eres un peazo
-e carne con ojos, que ni sientes ni padeces ni vales pa na; pero yo veo
-el mundo, y esta casa y tóo esto podía ser mío, mío... ¡nuestro!
-
-SOLE.—Pero, ¿qué iba a ser nuestro? Ganas...
-
-JOSEFA.—¿Tú qué sabes?
-
-SOLE.—Pero si el señor Hilario no le ha hecho a usté en jamás ni
-mención de na.
-
-JOSEFA.—Porque se entremetió esa golfa de la Valentina, que ha sío más
-lagarta que una... y me engatusó a ese tío lila... Pero déjate, que
-poco lo va a gozar, muy poco. ¡Por estas! (_Cruza los dedos. Llora._)
-
-SOLE.—Amos, madre, no se ponga usté así. ¡Miá que hasta llorar, hombre!
-Después de tóo, ¿qué le vamos a hacer? ¿Que son felices? Que Dios se
-lo habrá dao. ¿Que tienen hombres que las quieran? Pa eso son guapas.
-Misté, a mí no me da envidia de la Encarna. ¿Que ella es más güena moza
-que yo? Güeno, pero yo llego donde ella llegue. ¿Que no llego de mi
-natural? Me aupo. Tóo tié remedio. Después de tóo, yo tengo visto que
-en este mundo con una mijita de labia y un poquito de paripé, rubias,
-morenas, altas, bajas, guapas, feas... tóo se despacha.
-
-JOSEFA.—¡Quítate d’ahí, cacho prima!
-
-SOLE.—Que sí, señora, ¿pa qué envidiar a nadie? Yo, con tener salú, un
-río con agua clara, ropita que lavar, puños pa dar jabón, un cacho de
-novio y boca pa cantar, pos no me cambio ni por la reina de España;
-porque ¿qué tié la reina, corona? Pos me pongo yo dos claveles en el
-pelo, salgo a la calle andando así (_Anda contoneándose._) y me saludan
-hasta los alabarderos. (_Pasando a la izquierda._)
-
-JOSEFA (_Dándole un manotazo._)—¡Alabarderos! ¡Maldita sea tu estampa!
-(_La zarandea._)
-
-SOLE.—¡Pero madre!
-
-JOSEFA.—¡Que la ves a una repudriéndose y llorando y encima te vienes
-con chacharramanchas!
-
-SOLE.—Pero, señor, ¡encima que lo hago pa aplacarla!...
-
-JOSEFA.—¡Vete de aquí o te esgarro! (_Amenazándola._)
-
-SOLE.—¡Dios mío, pero por qué dará tanta pena la alegría de otro! ¡Miá
-que es castigo! (_Vase, atravesando el foro de izquierda a derecha, al
-tendedero, refunfuñando._)
-
-JOSEFA.—¡La alegría de otro! ¿Y qué le ha importao la mía a esa golfa?
-(_Se oyen voces y risas dentro._) Yo que había soñao con ser el ama,
-verla a ella feliz, rica, valiendo una cincuenta mil veces más... ¡Pues
-no! ¡Sí, reiros, reiros! ¿Veis estas lágrimas? Pos más amargas las
-tenéis que llorar. (_Vase foro izquierda._)
-
-
-ESCENA IV
-
-VALENTINA, ENCARNA, SINFO, SEÑÁ MAURICIA _y_ TÍO PELELE _de la segunda
-izquierda_
-
-SINFO.—Bueno, esa camisa del canesú a ondas, esa paece que no l’han
-tocao manos.
-
-MAURICIA.—Pos ¿y el cubrecorsé rosa?
-
-VALENTINA.—¿Os ha gustao?
-
-PELELE.—Lo que yo digo es que debe dar lástima ponerse una ropa con
-tanto lazo pa tan poco público. (_Ríen._)
-
-VALENTINA.—Es mu requetebonito todo.
-
-ENCARNA.—Como dirigido por ti.
-
-SINFO.—A mí lo que me ha vuelto loca es el juego de novia.
-
-PELELE.—¡Qué juego! (_Con admiración._)
-
-SINFO.—¿Le ha gustao a usté?
-
-PELELE.—Como que es un juego pa hacer las diez de últimas.
-
-MAURICIA.—En fin, chicas, yo me voy al tendedero, que con estas y las
-otras aún tengo dos sacas en las cuerdas. ¿Me ayudas, Pelele?
-
-PELELE.—Pa luego es tarde.
-
-ENCARNA.—Y yo echo una mano, ande; y así se recoge en cinco minutos.
-(_Vanse los tres al tendedero. Encarna, al tiempo de hacer mutis, hace
-una caricia a Valentina._)
-
-
-ESCENA V
-
-VALENTINA _y_ SINFO
-
-SINFO.—Se ve que te quiere mucho.
-
-VALENTINA.—¿Quién, la Encarna? Y yo a ella. Si eso es un ángel. Tan
-buena como su padre.
-
-SINFO.—Y oye, a propósito, ¿ande iría el señor Hilario esta mañana a
-las siete, que le vi tan majo Cuesta e San Vicente arriba?
-
-VALENTINA.—Qué sé yo, mujer. Y no creas, que la salidita esa me tié
-intrigá.
-
-SINFO.—¿Por qué?
-
-VALENTINA.—Pues que no ha habío forma de que me dijese ande se
-marchaba.
-
-
-ESCENA VI
-
-DICHOS, SEÑOR HILARIO, AQUILINO (_Guardia municipal_), COSME, SEÑOR
-CECILIO _y_ CINCO MURGUISTAS
-
-HILARIO (_Se asoma con cuidado por la puerta y da dos golpecitos en el
-suelo con el bastón._)—Valentina.
-
-VALENTINA.—¡Ay, hijo, qué susto! (_Retroceden hacia la derecha._)
-
-SINFO.—Miá si antes le nombramos.
-
-HILARIO (_En voz baja._)—¿Y la chica?
-
-VALENTINA.—En el tendedero.
-
-HILARIO.—Me alegro.
-
-VALENTINA.—Pero, ¿qué pasa?
-
-HILARIO (_Imponiendo silencio._)—Chist... (_A alguien que le sigue._)
-Introducirse, patrulla. (_Entran los murguistas con sus instrumentos
-y Aquilino y Cosme con una caja, un lío de ropa al parecer y otros
-paquetes._) De puntillas, virtuosos.
-
-SINFO.—¡Qué comitiva!
-
-VALENTINA.—Oye, ¿pero traes charanga?
-
-HILARIO.—Cinco _Bentovenes_ y este Puchini. (_Por el señor Cecilio._)
-
-VALENTINA (_A Aquilino, que está a su lado._)—Y usté, ¿qué lleva aquí?
-
-AQUILINO.—Fuegos artificiales, faroles a la veneciana y cadeneta
-tricolor.
-
-VALENTINA.—Pero, ¿qué preparas?
-
-SINFO.—Alguna de las suyas.
-
-HILARIO.—Chist... ya lo sabrás todo. Usté, señor Cecilio y sus
-diznos... (_A Aquilino._) ¿cómo les llamaríamos a los de la banda?
-
-AQUILINO.—Bandoleros.
-
-HILARIO.—Y sus diznos bandoleros, introdúzcanmese en ese gabinete,
-que ahora les será remitido bajo sobre un frasco de vino pa que vayan
-tomando bríos.
-
-CECILIO.—Usté mándenos vino, que ya verá usté cómo soplamos.
-
-HILARIO (_Indicándoles la habitación._)—Pa adentro.
-
-CECILIO.—Y pa afuera.
-
-HILARIO.—Bueno, ahora pa adentro. (_Los encierra en la primera
-izquierda._)
-
-VALENTINA.—Pero Hilario... pero ¿qué es este misterio, si pué saberse?
-
-HILARIO.—¡Chits! Valentina, al verme venir con el señor Cosme Pedrajas,
-más conocido por Tarángano...
-
-COSME.—Campeón del mundo en el chascarrillo baturro, pa servir a usté.
-
-HILARIO.—Y con el probo urbano señor Aquilino Larrea...
-
-AQUILINO.—Cuyo lema es: “Allá donde fueres, ríete lo que pudieres.”
-
-HILARIO.—Habrás comprendido que el programa de festejos que nos traemos
-compite vitoriosamente con el de la atracción pa forasteros.
-
-VALENTINA.—Bueno; pero si lo que yo no me explico...
-
-HILARIO.—Paso a aclararte... Tú sabes, Valentina, que Paco Cebrián,
-_Chico de las Peñuelas_, hoy por hoy la única esperanza seria del arte
-taurómaca nacional e hijo del antiguo y afamao picador de toros señor
-Bernabé Cebrián, _Tomates_, va a contraer matrimonio canónigo con mi
-hija Encarna, que, a medias contigo, es la reina de mi corazón.
-
-COSME.—Elocuente.
-
-AQUILINO.—Conmovedor.
-
-HILARIO.—Pues bien, como ahora mismo vendrán Paco y su padre a pedirme
-la mano de la chica, quiero solenizar este día regalándole a él el
-capote de paseo que ha de lucir el domingo en Tetuán y a ella el mantón
-de Manila con que ha de concurrir a dicha fiesta; prendas que te
-serán exhibidas _iso fazto_ por los pollos que al margen se expresan.
-Desenvolvan. (_Cosme enseña el mantón y Aquilino el capote._)
-
-VALENTINA.—¡Qué preciosidad!
-
-SINFO.—¡Jesús, qué hermosura!
-
-HILARIO.—¿Te gustan?
-
-VALENTINA.—Un encanto. ¡Y no me habías dicho na, so arrastrao!
-
-HILARIO.—Quería sosprenderos. Y ahora comprenderás también que lo de la
-murga tiene por ojeto amenizar el azto de la entrega de estas prendas
-a los agraciaos; azto que quiero que se verifique con la solemnidaz de
-_rública_.
-
-VALENTINA.—Te he cogío la idea. Entrega, bailoteo, un arroz, mucha
-gente, cohetes, música, ecétera, ecétera.
-
-AQUILINO.—El ecétera de González Byas y en grandes proporciones, si pué
-ser.
-
-HILARIO.—Me has calcao el pograma, reina. (_La abraza._)
-
-VALENTINA.—Descuida. Voy a convidar a media vecindaz.
-
-SINFO.—Verá usté qué festival organizamos.
-
-ENCARNA (_Dentro._)—Padre... padre...
-
-HILARIO.—Repeine, la chica. Esconde eso.
-
-VALENTINA.—Hasta luego. Vamos. (_Se llevan capote y mantón segunda
-izquierda._)
-
-
-ESCENA VII
-
-HILARIO, AQUILINO, COSME _y_ ENCARNA, _del foro izquierda_
-
-ENCARNA (_Jadeante y contenta._)—Padre, padre...
-
-HILARIO.—¿Qué pasa, chiquilla?
-
-ENCARNA.—Que ya... que ya vienen por allá abajo Paco y el señor Bernabé.
-
-HILARIO.—¡Pero qué nerviosa, hija, y qué coloraíta te has puesto! De
-que ves a ese melón, cerezas.
-
-ENCARNA (_Ruborosa._)—¡Amos no me sofoque usté, padre! Y a tóo esto,
-¿cómo están ustés?
-
-AQUILINO.—Pa que nos revoquen, pero gozando de verte dichosa. (_Sube al
-fondo._)
-
-COSME (_Le da la mano._)—Corroboro.
-
-ENCARNA.—Muchas gracias.
-
-COSME.—Conque a pedir tu manita, ¿eh?
-
-ENCARNA.—Sí, señor. Ya están ahí. Voy a arreglarme un poco. (_Vase
-segunda izquierda._)
-
-AQUILINO (_Desde la puerta._)—¡Camará, vienen el padre y el hijo que
-echan humo de elegancia!
-
-
-ESCENA VIII
-
-HILARIO, AQUILINO, COSME, BERNABÉ _y_ PACO, _del foro izquierda_
-
-BERNABÉ (_Desde la puerta, quitándose el sombrero._)—Viva cuarenta mil
-años tóo lo que se acobija en este distinguido lavadero.
-
-HILARIO.—Y tú que lo veas, so tumbón.
-
-BERNABÉ.—¡Hilario! (_Avanzando._)
-
-HILARIO.—¡Bernabé! (_Se abrazan._)
-
-BERNABÉ (_Estrechándoles la mano._)—Adiós, Cosme... ¡Hola, munícipe!
-
-AQUILINO.—Salú, varilarguero.
-
-COSME.—¿Y el chico?
-
-PACO (_Que aparece en la puerta y sin avanzar._)—¡Señores, jovialidá y
-metálico! (_Quedan unos cuantos chicos y chicas, que le han seguido, a
-la puerta del lavadero._)
-
-BERNABÉ.—Ahí tenéis a esa aureola de la coleta.
-
-HILARIO.—Pasa fenómeno.
-
-BERNABÉ.—No le llames fenómeno, por tu salú, que eso ya está mu
-desacreditao. Llámale compendio, estrépito, arrebato, ocecación... Lo
-que te dé la gana, que de todo tiene.
-
-PACO.—Amos, padre, no me floree usté, que m’azaro.
-
-BERNABÉ.—¿Que s’azara? Un hombre como un hastial, más guapo que yo,
-si cabe, astro naciente de la tauromaquia triunfante y más corto que
-un cablegrama... Pasa, derrumbamiento taurómaca... (_Le hace entrar
-empujándole._)
-
-PACO (_Con modestia._)—Ceguera paterna. Ustés le desimulen. (_Dándoles
-la mano._) Padrino, señores... (_Se saludan._)
-
-BERNABÉ (_A los chicos de la puerta._)—¡Amos, niños! ¿Pero es que no
-habéis visto nunca una celebridá, hombre? Largarse d’aquí.
-
-PACO.—Na, que salgo y un hormiguero de almiradores en mi pos.
-(_Aquilino sube y hace intención de sacar el sable; los chicos vanse
-corriendo._)
-
-HILARIO.—Eso es la popularidaz.
-
-PACO.—La popularidaz y la silueta.
-
-BERNABÉ.—Ven que te vean. (_A Hilario._) Qué, ¿te gusta la
-presentación? (_Queda en el centro; a su izquierda Paco e Hilario._)
-
-HILARIO.—De primera. Vitola de matador de cinco mil. No le falta
-detalle. Roten, dije, habano...
-
-PACO.—El sombrero es lo último. Cordobés; copa lisa, ala plana, tono
-plomo, y por dentro forro verde, Cabestreros, 18, Sombrerería, y un
-escudito que dice _Omni soit qui mal y pense_, que debe ser una cosa
-pal dolor de cabeza. (_Se lo pone._)
-
-AQUILINO.—Y buen ternito, mi amigo.
-
-BERNABÉ (_Señalando a Hilario._)—Regalo de éste.
-
-COSME.—Y te cae de primera. ¡Vaya un sastre!
-
-PACO.—Sastre y que tengo un cuerpo que no debía decirlo; pero a mí, por
-no sentarme mal, ni los calamares en tinta.
-
-BERNABÉ.—Hemos elegido el tono chocolate. No sé si te gustará.
-
-HILARIO.—Es muy señorito.
-
-PACO.—Señorito, y que como usté dijo que fuese un traje pa por las
-mañanas, pues yo dije: pues pa por las mañanas, chocolate... Es sufrido
-y alegre. (_Da unos pasos._)
-
-BERNABÉ.—¡Ahí mi niño! ¡Qué suerte tién las mujeres! ¡Maldita sea!
-
-COSME.—Cómo se nos cae la baba, amigo.
-
-BERNABÉ.—Si no tengo otra cosa en el mundo. Es mi ceguera, mi
-chifladura, mi esperanza... mi tóo... ¡Y es que lo vale! No es porque
-sea mi hijo.
-
-PACO.—Bueno, y sabrán ustés que al remate el domingo se ciñe la mona
-aquí el tumbonazo este. (_Dando un golpe cariñoso a su padre._)
-
-HILARIO.—¡Hola! ¿Te has decidío al fin?
-
-BERNABÉ.—Sí, la verdá. Quiero picar yo el primer toro que mate mi hijo
-en los Madriles.
-
-COSME.—¡Ole por los buenos picadores!
-
-BERNABÉ.—Aunque estoy arrinconao, ya verán apretar en lo alto.
-
-AQUILINO.—Y qué, ¿hay esperanzas de quedar bien, pollo?
-
-PACO (_Riendo con cierto desdén._)—Padre, aquí el urbano pregunta que
-si hay esperanzas.
-
-BERNABÉ (_Riendo._)—Ja, ja... Esperanzas y realidades y moños por el
-suelo y coletas mutiladas... El día que este espanto taurino despliegue
-el capote en el ruedo de Madrid, con las plumas de los _Gallos_ se hace
-una almohada.
-
-PACO.—Y con la asaúra de Belmonte un _endreón_.
-
-BERNABÉ.—Doy fe.
-
-PACO.—Y estará feo que yo lo diga.
-
-BERNABÉ.—A ti no te está feo na. (_Convencido._)
-
-PACO.—Ya lo sé. Es un decir. ¿Pero cuáles son las tres promesas del
-porvenir aztual taurino? Examinemos: Antonio Rioja _El Confeti_. ¿Me
-pué hacer a mí sombra _El Confeti_?
-
-BERNABÉ.—Muy poquita.
-
-PACO.—Descontao. Casildo Peña _Sorbete_.
-
-HILARIO.—Hombre, ese es un torero concienzudo.
-
-PACO.—Es un torero concienzudo, pero frío; eso no me lo niega a mí
-nadie.
-
-BERNABÉ.—Descuenta el _Sorbete_.
-
-PACO.—Descontao. Felipe Canales _Chaparrón_. ¿Estira los brazos como
-yo? ¿Empapa como yo?
-
-BERNABÉ.—¡Qué va empapar el _Chaparrón_!
-
-PACO.—Descontao.
-
-BERNABÉ.—En cambio éste tiene de tóos los clásicos.
-
-PACO.—Soy un _puz purri_.
-
-BERNABÉ.—Es _Lagartijo_, por el estilo.
-
-PACO.—Mejorao.
-
-BERNABÉ.—_Frascuelo_, por la valentía.
-
-PACO.—_Cientuplicada_.
-
-BERNABÉ.—_Guerrita_, por la elegancia.
-
-PACO.—Que ya quisiera...
-
-BERNABÉ.—_Espartero_, por el valor.
-
-PACO.—Chsss... (_Gesto de resignación._)
-
-BERNABÉ.—_Gordito_ por la figura y _Carancha_ por el aire.
-
-PACO.—Hombre, padre, por el aire no quisiera yo parecerme a nadie.
-
-BERNABÉ.—No me refiero al _amosférico_. En fin, que sus diga Hilario la
-tarde que le vió torear en Morata de Tajuña, ¿te acuerdas?
-
-HILARIO.—Y eso que aquella tarde no te acompañó la fortuna.
-
-PACO.—¡La Guardia civil!
-
-HILARIO.—En fin, lo que tú eres lo verá el domingo la afición. Conque
-ahora a lo que estamos.
-
-BERNABÉ (_Adoptando un tono solemne._)—Pues a lo que estamos, Hilario,
-es que vengo con toda solemnidá a solicitar de ti pa esa memez taurina
-la mano de ese manojito de claveles que Dios te ha dao por vástaga.
-
-HILARIO.—Pues yo, al llegar este momento, que me emociona como na en el
-mundo te digo que te doy la mano de mi hija y mi corazón y un abrazo.
-
-PACO.—Gracias, padrino.
-
-BERNABÉ.—¡Bendita sea tu alma buena! (_Se abrazan._)
-
-AQUILINO.—¡Qué trístico!
-
-COSME.—¡Patético!
-
-HILARIO.—Y ahora una sospresa que os preparo.
-
-BERNABÉ.—¿Qué sospresa?
-
-HILARIO.—Silencio. (_Coloca tres sillas a la derecha._) Siéntate aquí.
-(_Le sienta en la del centro._)
-
-PACO.—¿Me van a afeitar?
-
-HILARIO (_A Bernabé._)—Tú a su diestra. Y vosotros venir conmigo.
-
-BERNABÉ.—Pero, ¿qué es esto?
-
-
-ESCENA IX
-
-DICHOS _y todos los que se indican en la escena_
-
-=Música=
-
- HILARIO
-
- Ha llegao el momento.
-
- (_Va a la puerta segunda izquierda._)
-
- Sal aquí, hija mía,
- que Paco te espera;
- que aguardamos tóos.
-
- (_Sale Encarna._)
-
- Que quiere tu padre
- darte una alegría.
-
- (_La lleva donde está Paco._)
-
- Siéntate a su vera,
- juntitos los dos.
-
- ENCARNA
-
- ¡Mi Paco!
-
- PACO (_Se levanta._)
-
- ¡Mi Encarna!
-
- BERNABÉ
-
- ¡Cachito de cielo!
-
- ENCARNA
-
- Pero, bueno, padre,
- ¿qué piensa usté hacer?
-
- COSME
-
- Pues una película.
-
- BERNABÉ
-
- Cállese el agüelo.
-
- HILARIO (_A Paco._)
-
- Repara qué cromo
- llevas por mujer.
-
- ——
-
- PACO
-
- Chula más barbiana
- yo nunca la ví,
- ni ha venío al mundo
- otra más juncal,
- desde Mataderos
- hasta Chamberí,
- bien por Hortaleza,
- bien por Fuencarral.
- Y ese cuerpecito
- sólo es para mí,
- porque me lo gano
- con el corazón.
- ¡Ay del que se atreva
- a mirarte a ti
- sin consentimiento
- de este chulapón!
-
- ——
-
- ENCARNA
-
- Pues tú eres, Paco, el torero
- en quien tu Encarna se mira.
-
- PACO
-
- Y tú eres, negra, la chula
- por quien tu Paco suspira.
-
- LOS DOS
-
- Si no estuviera delante
- toa la gente que hay aquí,
- te diría, mi chulapo/a,
- lo que siento yo por ti.
-
- ——
-
- HILARIO
-
- Atención.
- Que ahora llegan los momentos
- de mayor espeztación.
-
- TODOS
-
- ¡Qué emoción!
-
-=Hablado con música=
-
-HILARIO (_En la segunda izquierda._)—Valentina, venga pa alante la
-cabalgata con toda su debida solemnidá.
-
-VALENTINA.—Allá vamos. Desenvaine, munícipe. Toque la música.
-
-AQUILINO.—Abran paso, que viene la fuerza armá. (_Van saliendo todos
-en dos filas. Delante el municipal como despejando. Luego la charanga;
-después dos lavanderitas con una caja descubierta, en la que llevan
-un mantón de Manila; detrás otras tres mozas, una que lleva el capote
-colgado de un palo y las otras dos que lo sostienen abierto por las
-puntas. Detrás gente con faroles de colores, banderolas, botas de vino
-colgadas en palos, etc., etc. Mucha alegría y animación. Josefa y Sole
-salen por el fondo y se ponen a lavar._)
-
-CECILIO (_Al salir._)—Marcha torera original de Cecilio Azquerino
-Bangüey, director de la Sinfónica Asqueriana de Cabestreros, que tiene
-el honor de dedicársela al _Chico de las Peñuelas_ en el día de hoy
-y personas que le acompañen. Titulao “Entra por derecho”. ¡A una,
-profesores! (_Tocan. La comitiva desfila._)
-
- HILARIO (_Adelantando._)
-
- Este mantón, hija mía,
- tu padre te lo regala
- pa que te vistas de gala
- la tarde de la corría.
- Del palco en el antepecho
- lo tiendes pa que él lo vea,
- y de seguro torea
- como en su vida lo ha hecho.
-
- ENCARNA
-
- Es precioso y tóo lleno de flores.
-
- TODAS
-
- En tu cara las tiés tú mejores.
-
- ENCARNA
-
- Cuántas veces con él soñé yo.
-
- BERNABÉ
-
- Pues, mujer, anda ya, póntelo. (_Se lo pone._)
-
- ENCARNA
-
- Con este mantón de flecos
- todo llenito de flores,
- iré yo a ver la corría
- donde Paco hará primores.
- Con él iré a la Paloma
- pa unirme con el que quiero;
- con él iré a las _kremeses_
- cogida de su bracero.
- Que envuelta una madrileña
- con sus flecos y sus flores
- le parece hasta pequeña
- la calle de Embajadores.
- Y a los hombres que me miran
- y cuando paso, suspiran,
- voy diciendo sin querer:
- “¡Pa mi novio yo he de ser!”
-
- TODOS
-
- Que envuelta una madrileña,
- etc., etc.
-
- HILARIO (_Ofreciendo el capote a Paco._)
-
- Y toma tú, torerazo,
- un capote de paseo.
- Si no te parece feo,
- dame después un abrazo.
- Póntelo con chulería,
- porque tengo yo el empeño
- de que un diestro madrileño
- venza a los de Andalucía.
-
- PACO
-
- ¡Ay, padrino, me deja usté helao!
-
- TODOS
-
- Qué capote que le ha regalao.
-
- PACO
-
- Con él puesto me haré una postal.
-
- BERNABÉ
-
- Póntelo, torerazo inmortal. (_Se lo pone._)
-
- ENCARNA
-
- Parece que ya le veo
- ceñido y envuelto en él,
- y sale a hacer el paseo
- y es pequeño el redondel.
-
- TODOS
-
- Parece que ya le veo
- ceñido y envuelto en él
- y sale a hacer el paseo
- y es pequeño el redondel,
- etc., etc.
- ¡Olé ya
- por las chulapas de verdá!
- Míralo,
- que ni Belmonte le igualó.
- ¡Lo digo yo!
-
-(_Voces, aplausos, alegría, algazara._)
-
-=Hablado=
-
-TODOS (_Con mucha alegría._)—¡Olé!... ¡bien!... ¡bravo!... (_Aplausos,
-risas, algazara._)
-
-BERNABÉ.—¡Qué bueno eres, Hilario!... (_Con entusiasmo._) Déjame que te
-incruste mi gratitú en una mejilla. (_Le da un beso. Todos ríen._)
-
-HILARIO (_Limpiándose la cara y rechazándole con cómica
-indignación._)—Amos, tonto.
-
-BERNABÉ.—¡Que sí, señor; que esta felicidad, el pan, el porvenir, hasta
-la ropa, tóo se lo debemos a este hombre!
-
-PACO (_Con entusiasmo abrazando a Encarna._)—¡Ay, señor Hilario, qué
-favor me hizo usté a mí también, de acuerdo con su señora, el día que
-se les ocurrió esta tontería!
-
-BERNABÉ (_A Valentina._)—¿Pues y tú?... Ven acá... Diosa del
-Manzanares, que lo que has hecho tú por nosotros no te lo pago yo ni
-andando a gatas. (_A Hilario._) ¿Me permites que la dé un abrazo?
-
-HILARIO.—Y cuarenta.
-
-VALENTINA.—Amos, no seas pegajoso.
-
-PACO (_Riendo._)—A ver si se va a enfadar el señor Hilario, padre.
-
-BERNABÉ.—¿Enfadao éste?... Dentro de un rato.
-
-PACO.—Tendría yo gana de verle a usté un día enfadao, hombre.
-
-HILARIO (_Riendo también._)—Pos mira, pué que me veas. Y que soy un
-tigre cuando me enfado.
-
-VALENTINA.—Como que muerde.
-
-HILARIO (_Cariñosamente._)—A ti.
-
-SINFO.—¡Bueno, señores, a bailar, a bailar!...
-
-TODOS.—¡Eso, eso!...
-
-PACO.—Amos ahí fuera al aire libre.
-
-TODOS.—Sí, sí.
-
-HILARIO.—Señor Cecilio, toque usté lo que quieran.
-
-BERNABÉ (_A Valentina._)—Y tú y yo vamos a romper la marcha. Con tu
-permiso.
-
-HILARIO.—Anda con ella.
-
-VALENTINA.—Doy dos vueltas y vengo por ti... que aquí el socio es la
-fama en chotis.
-
-HILARIO.—Aquí t’aguardo. (_Van saliendo algunos por el tendedero._)
-
-PACO (_Subiendo con todos._)—¡Pero señá Josefa!... No había reparao.
-Amos, suelte usté la pala y venga a divertirse.
-
-JOSEFA.—¿Y quién me va a lavar la ropa, el obispo?
-
-PACO.—¡El obispo!... ¡Tendría gracia el obispo dando jabón! (_Risas
-generales._)
-
-ENCARNA.—Al menos deje usté a la Sole que venga.
-
-SOLE.—Sí, madre, déjeme usté que vaya a echar un tuesten.
-
-JOSEFA.—Si sueltas la pala, t’amargo.
-
-VALENTINA.—Dejarla, no la pague con la criatura.
-
-PACO.—Señora, es usté menos animada que un callejón sin salida.
-
-VALENTINA.—Y que lo jures.
-
-PACO.—¿Quién ustés que le haga un chiste lavandero?
-
-TODOS.—Sí, sí.
-
-PACO.—A esta mujer no hay quién la saque de pila. (_Muerto de risa por
-su supuesta gracia._) ¡Ja, ja, ja!
-
-UNO.—¡Precioso!
-
-TODOS.—¡Muy bien, bravo! (_Hacen mutis por el tendedero._)
-
-SOLE.—Un día que están tóos tan contentos...
-
-JOSEFA.—¿Y qué tenemos nosotras que ver con la alegría de nadie? A
-trabajar. (_Siguen lavando. Hilario, Aquilino y Cosme, al quedarse
-solos se sientan alrededor de la mesa y se sirven unas copas de vino;
-beben y fuman puros que les da Hilario. Se oye fuera la murga y jaleo
-de baile bastante lejano para que no interrumpa el diálogo._)
-
-AQUILINO.—¡Qué feliz eres, Hilario!
-
-HILARIO.—No lo sabes bien, Aquilino. Tu pecho municipal y cariñoso
-no pué abarcar esta felicidad que me embriaga. Porque veo a mi hija
-dichosa; a la mujer que quiero, feliz; a mis amigos, contentos: oigo
-esa música; ese barullo, que es como el ruido de esta alegría interior
-que me corre por dentro y reflexiono y me digo: este bien que gozo es
-el fruto de mi vida, de mis afanes; tóo ganao con lágrimas y con horas
-de trabajo. ¡Qué mayor dicha pa un hombre de bien! ¡Bendito sea Dios
-que me la concede!
-
-AQUILINO.—Porque te la mereces.
-
-COSME.—¡A tu salú!
-
-AQUILINO.—¡Vaya!
-
-HILARIO.—¡A la vuestra! (_Chocan las copas y beben._)
-
-
-ESCENA X
-
-DICHOS _y_ DIMAS (_cartero_) _foro izquierda_
-
-DIMAS.—Buenos días.
-
-HILARIO.—Hola, Dimas.
-
-COSME.—Hombre, el cartero.
-
-AQUILINO.—Adiós, paloma mensajera.
-
-HILARIO.—¿Un chupito?
-
-DIMAS.—Se acepta y se agradece, que ya va haciendo mucha calor.
-(_Bebe._)
-
-JOSEFA (_A la chica._)—Ámonos. (_Mirando con temor al cartero._)
-
-SOLE.—Pero...
-
-JOSEFA.—Ámonos. (_Vanse foro izquierda._)
-
-HILARIO.—¿Y que te trae por este domicilio?
-
-DIMAS.—Que tié usté carta. (_Busca en el paquete._)
-
-HILARIO.—Hombre, ¿quién se acordará de mí? Toma la perra. (_Se levanta
-para dársela._)
-
-DIMAS.—No paga, es del interior (_Se la da._) Vaya, hasta otra,
-señores. (_Vase foro._)
-
-HILARIO.—Anda con Dios, hombre. ¿Quién me escribirá a mí del casco y a
-esta casa? Oye, y es letra de máquina.
-
-AQUILINO.—Algún amigo.
-
-HILARIO.—Yo amigos con máquina... no m’acuerdo. Veamos. (_Se sienta,
-rompe el sobre y empieza a leer. A poco palidece, se demuda, tiembla,
-se levanta, se sienta, se pasa la mano por la cara con angustia._)
-
-AQUILINO (_Alarmado._)—¿Qué te pasa?
-
-COSME.—Oye, ¿pero qué tienes? (_Hilario se pone en pie._)
-
-HILARIO.—Dame un... dame un poco de agua, haz el favor.
-
-AQUILINO.—¡Pero te has quedao blanco! (_Hilario vuelve a leer._)
-
-COSME (_Muy alarmado._)—¿Qué te dicen?
-
-AQUILINO.—¿De quién es esa carta?
-
-HILARIO.—Pues esta carta... yo no... no sé... si... (_Vuelve a
-mirarla._) esto no... ¡mi madre! (_Cae sentado._) no es carta, sabes;
-es...
-
-AQUILINO.—¿No trae firma?
-
-HILARIO.—Ni fecha ni na.
-
-COSME.—¿Un anónimo?
-
-HILARIO.—Sí; un anónimo... una puñalá... (_con ira creciente._) Esto es
-una infamia... pero, amos... pero me ha dejao que yo no sé qué tengo...
-(_Se pasa la mano por la cara con angustia._)
-
-AQUILINO.—¿Pero qué dice? Venga ya, hombre.
-
-HILARIO.—Toma, lee...
-
-AQUILINO (_Lee._)—¡Recontra!... ¡oye! ¡mi madre! Bueno, esto es una
-asquerosidad; de esto no hay que hacer caso. (_Con la carta hecha un
-rebuño da un puñetazo sobre la mesa._)
-
-HILARIO.—No, sí, claro... pero cuando hay quien te diga esas cosas y
-ves en lo que te dicen algo que...
-
-AQUILINO.—Oye tú, reponte, que te va a dar una alferecía. Miá cómo
-tiembla.
-
-COSME.—¿Pero qué dice ese papel, releñe? ¡Leer alto! (_Cesa de tocar la
-murga._)
-
-AQUILINO.—Casi na. Atiende. (_Lee._) “Amigo Hilario: Una persona que le
-quiere bien...”
-
-COSME (_Torciendo la cabeza._)—Mal.
-
-AQUILINO.—“Aunque usté no se lo merece, le avisa de que la Valentina
-que le pinta a usté otra cosa, porque vale pa ello, está liada...”
-
-COSME.—¡Rechufla!
-
-AQUILINO.—“Está liada desde antes de quedarse viuda de su primer
-marido, u lo que fuese... con el señor Bernabé el picador, carne y uña
-como usté recordará de aquel pobre hombre.”
-
-COSME.—¡La panocha!
-
-AQUILINO.—“Y de ahí el meter en su casa de usté al citao Bernabé,
-así como al hijo que ha engatusao a la Encarna. Y van tóos a una a
-comérsele a usté su honrao sudor. Reflexione en todo y no haga el
-primo. Se lo avisa quien bien le quiere.” (_Vuelve a oirse la murga._)
-
-COSME.—¡Mi madre!... ¡pues es una misivita!
-
-HILARIO (_Saliendo de su profunda abstracción._)—¡Maldita sea! (_Con
-amargura._)—¿Habré tenío yo una venda en los ojos, Aquilino?... ¿Habré
-estao ciego?
-
-AQUILINO.—¡Por Dios, Hilario, no desbarres, que esto es una infamia!
-
-HILARIO.—¿Pero quién va a tener interés en hacerme peazos la felicidad
-de esta forma tan cruel y en un día como el de hoy si yo no tengo
-enemigos?
-
-COSME.—Eso no lo digas. Tóo el que es feliz los tiene, Hilario.
-
-AQUILINO.—Esto es de algún envidioso, estoy seguro, que la envidia es
-lo más malo de este mundo.
-
-HILARIO.—¿Pero qué me van a envidiar a mí, Aquilino?... ¿Un peazo e
-pan, un rincón de casa, una pizca e felicidá?
-
-AQUILINO.—El envidioso no repara en más o en menos... quitarte el bien
-que tengas, poco o mucho, grande o chico.
-
-HILARIO.—No, Aquilino, no... No hay alma por negra que sea que se
-atreva sin motivo a hacer una cosa como ésta, cincuenta veces peor que
-un asesinato. (_Se levanta y va hacia la derecha._)
-
-AQUILINO.—Por Dios, Hilario, cálmate. (_Siguiéndole._)
-
-HILARIO.—Sí; quizás que habré estao ciego: que cuando quieres hay cosas
-que las tiés delante de los ojos y no las ves hasta que te las dicen...
-La Valentina me trajo aquí a Bernabé. Eso no puedo negarlo.
-
-AQUILINO.—¿Pero vas a dudar?...
-
-HILARIO.—No es que dude; es decir, las cosas como han pasao. Ella trajo
-a ese hombre y ella arregló lo de los chicos, y tóo se le hace poco
-pa esa gente, esta es la verdad... ¡maldita sea!... Y si esto es una
-traición; si esto fuese una traición después de lo que yo he hecho por
-ellos, os juro por la sangre que tengo... (_Amenazador avanza._)
-
-AQUILINO (_Conteniéndole._)—Hilario... amos, hombre, una meaja de
-aplomo, que tú no pués partir de ligero.
-
-COSME (_Cortándole el paso._)—A más de que lo primero es cerciorarse,
-por lo tanto, lo que te conviene es fingir y...
-
-HILARIO (_Vivamente._)—No, eso no... fingir no; no tengo carácter pa
-ello. De que me serene pensaré lo que sea menester... pero por de
-pronto, como tengo ya el corazón envenenao, me molesta esa música y esa
-alegría y ese barullo, conque vete a decirles a tóos que se vayan.
-
-AQUILINO.—Pero, hombre, no comprendes...
-
-COSME.—Calla, ellos vienen. Aplomo, Hilario. (_Pasa al lado de
-Aquilino._)
-
-
-ESCENA XI
-
-DICHOS, VALENTINA _y_ BERNABÉ. _Del tendedero vienen riendo._
-
-BERNABÉ (_Entrando._)—¡Ja, ja, ja!... Bueno, vais a hacernos el favor
-de asomar las narices pa vernos bailar la machicha brasileña.
-
-VALENTINA (_Muy alegre._)—Nos hemos llevao la palma... que se pué
-decir... Conque, pollo, andandito, que vengo por el chotis ofrecido.
-
-HILARIO (_Secamente._)—Gracias, no tengo gana de na.
-
-VALENTINA (_Fijándose en él y con asombro._)—Oye, ¿pero qué tienes?
-Estás blanco como el papel.
-
-BERNABÉ (_Quedando repentinamente serio._)—Es verdá. ¿Qué te pasa,
-Hilario?
-
-VALENTINA.—¿Te has puesto malo? (_Anhelante._)
-
-HILARIO.—No, no tengo na, gracias. (_La rechaza._)
-
-VALENTINA.—Pero esa voz... ese tono... ¿Qué ha pasao aquí?
-
-BERNABÉ.—Hilario, ¿has tenío algún disgusto?
-
-HILARIO.—He dicho bien claro que no tengo na.
-
-VALENTINA.—¿Pero qué ha sucedío?... ¡No estén ustés como dos pasmaos y
-hablen por lo que sea!...
-
-AQUILINO.—Señora...
-
-VALENTINA.—¿Qué tienes, Hilario?... ¿qué tienes?... No me atormentes.
-
-BERNABÉ.—Desembucha ya, hombre, que nos tiés con el alma...
-
-HILARIO.—He dicho que no me pasa nada, sino que tóo tié su fin y esta
-juerga es hora ya que se acabe.
-
-VALENTINA.—Está bien; pero cuando tóo el mundo, y tú el primero,
-estábamos tan contentos, ¿qué motivos tienes pa que así de repente...?
-
-HILARIO.—Es mi voluntá. Llama a tóo el mundo y que se vayan.
-
-VALENTINA.—¿Pero es que yo no tengo derecho a saber...?
-
-HILARIO.—¡Tienes derecho! Pero una meaja de calma que ya hablaremos tú
-y yo lo que sea menester hablar.
-
-VALENTINA.—Está bien.
-
-HILARIO.—Llama a mi hija. (_Valentina sube despacio hacia el fondo._)
-
-BERNABÉ.—Hilario, yo estoy que no sé lo que me pasa... Yo salía tan
-contento y de pronto te veo de una forma que... y comprenderás que...
-amos, que necesito una explicación, porque esto...
-
-HILARIO.—No tengo explicación que dar a nadie. Deseo quedarme solo con
-los míos. Creo que tengo derecho a hacer lo que quiera en mi casa.
-
-BERNABÉ.—Sí, señor, tiés derecho a hacer lo que quieras en tu casa;
-pero el que está en ella y no la ha agraviao, también tié derecho a
-saber por qué se le echa.
-
-HILARIO.—Yo no te echo.
-
-BERNABÉ.—No me dices que me vaya, pero me señalas la puerta, conque
-verde y con asas... Y yo no salgo de aquí sin una explicación, Hilario.
-
-HILARIO (_Agresivo._)—Y a mí no me paece este el momento de dártela,
-¿qué hay?
-
-VALENTINA.—¡Por Dios! (_Le contienen entre los tres._)
-
-BERNABÉ (_Con fría calma._)—Nada, nada. No te acalores. Me has hecho
-mucho bien para que me se olvide en cinco minutos. No sé qué es esto:
-algo pasa y algo muy grave. Tú me lo dirás hoy, mañana, cuando sea.
-Pero escucha, Hilario: hoy, mañana, cuando sea, yo no te daré más que
-una respuesta, una... Que si me hacen a cachitos el corazón, aquí
-dentro no encontrarán más que lealtad y gratitú pa esta casa. Y ahora
-me voy por mi hijo.
-
-
-ESCENA XII
-
-DICHOS, PACO, ENCARNA, SEÑOR CECILIO, _los_ MURGUISTAS, LAVANDERAS,
-VECINAS, VECINOS, TODOS. JOSEFA _y_ SOLE _vuelven a salir colocándose
-en su puesto en la pila_. _Paco y Encarna salen delante riendo y
-bromeando_.
-
-PACO.—Padre, salimos con murga y tóo, porque queremos que vean ustés
-bailar al tío Pelele el... (_Viene con Encarna a primer término
-derecha._)
-
-BERNABÉ (_Gravemente._)—Cállate, Paco.
-
-PACO (_Con asombro._)—¿Qué?
-
-BERNABÉ.—Paco.
-
-PACO.—¿Qué pasa? (_Mirándolos a todos._) ¡Oye, pero qué caras!... (_La
-gente queda parada en segundo término al fondo._)
-
-ENCARNA.—Es verdá. ¿Qué sucede? ¿Qué es esto? ¡Tóos tan serios!...
-
-PACO (_Riendo locamente._)—¡Ja, ja, ja!... Calla, que ya caigo. ¡Tié
-gracia! Como antes le he dicho a tu padre que tenía gana de verlo
-serio, pues nos han preparao esa guasa para... ¡ja, ja, ja!
-
-ENCARNA.—Es verdá... ¡ja, ja, ja! y qué bien lo hacen.
-
-PACO (_Cariñosamente._)—Y miá cómo s’han quedao, paecen unas feguras de
-celuloide.
-
-BERNABÉ (_Muy serio._)—Paco, que no es chufla.
-
-PACO.—Quíte usté d’ahí, so cómplice. Y miá el municipal; paece la
-careta de Dato... ja, ja, ja. (_Ríe._)
-
-BERNABÉ.—Paco, por la memoria de tu madre, que es en serio.
-
-PACO (_Aterrado._)—¿Qué?
-
-BERNABÉ.—Que es en serio, por tu salú.
-
-PACO.—¡Rediez!
-
-ENCARNA (_Temblorosa._)—¿Pero es verdá?
-
-BERNABÉ.—Coge el sombrero y el bastón.
-
-PACO.—¿Pa qué?
-
-BERNABÉ.—Coge el sombrero y el bastón, que nos vamos.
-
-PACO.—¿A dónde?
-
-BERNABÉ.—A la calle.
-
-PACO.—¿Pero y el arroz?
-
-BERNABÉ.—Se nos ha pegao. (_Paco coge su sombrero y su bastón._)
-
-ENCARNA.—¿Pero qué dicen?... ¿pero es de veras esto, Valentina? (_Yendo
-a su lado._)
-
-HILARIO (_Atrayéndola hacia sí._)—Es de veras. Tú, aquí, conmigo.
-(_A todos._) Y ustés, señores, esto se ha arrematao; gracias por tóo
-y hasta otra. (_Se van marchando todos poco a poco y en silencio,
-quedando en las puertas sin desaparecer._) Señor Cecilio, puén ustés
-retirarse.
-
-CECILIO.—¿Repito el pasacalle pal desfile?
-
-AQUILINO.—Desfile sin repetir na, haga el osequio. (_Vánse los
-murguistas. Josefa y Sole vuelven a ponerse a lavar, en silencio, sin
-ruido._)
-
-PACO.—Pero padre, ¿qué es esto?... ¿por qué nos vamos? ¿por qué nos
-echan?
-
-BERNABÉ.—No te lo puedo decir.
-
-PACO.—¿Pero es que le he faltao yo a alguien en algo? Al que le haiga
-yo faltao en algo, que lo diga. (_A Hilario._) ¿Le he faltao yo a usté?
-(_Pasando a su lado._)
-
-HILARIO (_Con desabrimiento._)—A mí no.
-
-PACO.—¿A quién le he faltao yo?... Señor Aquilino, usté que es
-autoridá, ¿le he faltao yo a usté en algo?
-
-BERNABÉ.—Tú no has faltao a nadie, hijo mío.
-
-PACO.—Entonces ha sío usté... porque de no haber sido yo, tié usté que
-haber sido...
-
-BERNABÉ.—¿Pero es que dudas de mí?
-
-PACO.—¿Qué ha hecho usté pa que nos echen?... ¿qué ha hecho usté pa
-destrozarme la felicidad? ¿qué ha hecho usté, padre?
-
-BERNABÉ.—¿Que qué he hecho yo?... Quererte con toa mi alma, y cuando
-nos creíamos más dichosos, salgo y me dicen que nos vayamos; pido
-explicaciones y no me las dan y quiero exigirlas porque me sobran
-agallas, pero me acuerdo que hasta la ropa que llevas se la debemos a
-este hombre y me repudro y me achanto y me voy a la calle. No puedo
-hacer más, es decir, no puedo hacer menos. ¡Vámonos, hijo! (_Coge su
-sombrero._)
-
-PACO.—¿Pero es que llora usté?... Caray, porque eso no. Que antes de
-que se le caiga a usté una lágrima, me desnudo yo aquí mismo y dejo la
-ropa y el corazón y lo que sea menester dejar.
-
-BERNABÉ.—Ámonos.
-
-PACO.—Sí, señor.
-
-ENCARNA.—¡Paco!... (_Suplicante._)
-
-PACO.—Es la primera vez que le veo llorar y mi padre no... ¡A la calle!
-
-BERNABÉ.—Y coste que me voy con la frente muy alta.
-
-PACO.—Y si quié usté, pa que la lleve más alta le saco yo a usté en
-brazos.
-
-BERNABÉ.—Quedar con Dios.
-
-PACO.—Buenos días. (_Vanse abrazados foro izquierda._)
-
-ENCARNA.—¿Pero qué es esto, padre, hable usté?... Si estoy que me
-muero... Si esto no pué ser... tanta felicidá y de repente... ¿qué ha
-pasao por esta casa, Valentina, qué ha pasao? (_Yendo a su lado._)
-
-VALENTINA.—¡Yo no lo sé, Encarna, no lo sé; estoy como loca!... pero me
-da el corazón que por esta casa... ¡por esta casa ha pasao la envidia!
-
-ENCARNA (_Aterrada._)—¡La envidia!
-
-SOLE (_Aterrada._)—¡Madre!
-
-JOSEFA.—¡Silencio! (_Cuadro._) (_Telón rápido._)
-
-=Intermedio musical.=
-
-=Mutación=
-
-
-
-
-CUADRO SEGUNDO
-
-
- Gabinete humildísimo en casa del señor Bernabé.
-
- En la pared del foro dos balconcitos con puertas vidrieras y
- cortinas por dentro. A la izquierda la puerta de entrada al piso
- con mirilla, cerradura y llamador de hierro que sonará cuando se
- indique.
-
- En los laterales derecha dos puertas que dan acceso a habitaciones
- interiores. Entre ambas, una silla con el chaleco, chaquetilla,
- montera y capote de paseo de Paco.
-
- Mobiliario: un sofá foro izquierda y unas cuantas sillas de anea.
- Una cómoda vieja entre los dos balcones y sobre ella varios
- retratos deslucidos. En la pared una cabeza de toro disecada.
- Números de «La Lidia» pegados por distintos sitios.
-
- En el centro de la habitación hacia la izquierda una camilla con un
- tapete de hule. Encima una botella de barro y un vaso. Es de día.
-
-
-ESCENA PRIMERA
-
-_La_ RITA. _El_ TÍO PELELE.
-
-_Al levantarse el telón nadie en escena. Sale Rita segunda derecha,
-con un lío de capotes y dos estoques de matar, que deja sobre el sofá.
-Llaman a la puerta._
-
-RITA.—Ya voy, ya voy. (_Abre._) Alante.
-
-PELELE (_Con traje de fiesta._)—Buenas las tenga usté, señá Rita.
-
-RITA (_De mal talante._)—Regulares las quisiera, hijo.
-
-PELELE (_Quitándose el sombrero._)—Yo, como es la costumbre... ¿Y su
-hermano de usté y su sobrino?
-
-RITA.—Ahí están, empezando a vestirse pa la corrida.
-
-PELELE.—Pos un servidor, como le ofrecí a Paco de hacerle de mozo de
-estoques, pos venía pa ello.
-
-RITA.—¡Usté de mozo!... Bueno, asiéntese usté. (_Le da una silla._)
-
-PELELE.—S’agradece. (_Se sienta a la izquierda de la camilla. Con gran
-interés y bajando un poco la voz._) ¿Y qué, los ánimos andarán mu
-caídos por esta casa?
-
-RITA.—Ni quiá usté saber; con eso de no haber sabío de la Encarna en
-tres días que van del desgusto, pos el chico está que su alma se la
-arrancan. (_Queda de pie a la derecha._)
-
-PELELE.—¡Con tantas ilusiones y tóo pol suelo en media hora!
-
-RITA.—Un asco de mundo. ¡Pos la señá Valentina, la pobre, también
-estará pa que la pidan una fábula!
-
-PELELE.—¿La señá Valentina?... Más serena que usté y que yo. ¡Eso es
-una mujer! Del _seso_ femenino no se encorambra con más agallas.
-
-RITA.—¿Pero no se l’ha venío el mundo encima?
-
-PELELE.—Se le ha venío el mundo encima, pero ella lo ha apartao y ha
-seguido pa alante. Amos, eso hay que verlo. Misté, de que supo por
-boca del mismo señor Hilario que estaba acusá de mantener relaciones
-_inlícitas_ con su hermano de usté, que fué y no le dijo más que esta
-cosa lacónica: “Ah, ¿pero era eso?—Eso.—¿Y has dudao de mí?—Y dudo”, le
-refutó él. Y fué ella, se quedó un poco amarilla, levantó así la cabeza
-con orgullo, miró al señor Hilario de hito en hito, prorrumpió en una
-carcajada consistente en ¡ja, ja, ja! agarró sus cuatro trapitos y echó
-a andar calle alante, tranquila y serena.
-
-RITA.—Amos, miá que ese tío está loco. ¡Dejarse marchar a una mujer
-como la Valentina!
-
-PELELE (_Dando un puñetazo en la mesa y poniéndose de pie._)—Y quedarse
-con la perra de la Josefa, que dende el desgusto es la que lleva el
-remo de la casa. Y pa mí que ella es la del anónimo... y la causanta
-de tóo...
-
-RITA.—Pero qué me va usté a contar, hijo, si la tengo conocida de
-chica, que íbamos juntas a la escuela y siempre estaba castigá de
-envidiosa que era. Que, vamos, un día—pa que se vea lo que son las
-presonas,—fué y tenía yo una berruga aquí, mal señalao, (_En la
-mejilla._) que decían tóos que me hacía muchisma gracia, y fué ella
-y pa que no la tuviese, me la quemó con una cosa negra que le dicen
-nitrato, que me hizo de ver las estrellas; que yo no la he vuelto a
-tratar en mi vida desde entonces.
-
-PELELE.—Pero señora, si su segundo marido tuvo que retirarse de con
-ella y se fué a Buenos Aires por no matarla. Y su primer marido no
-digamos, que ahí lo tié usté vivo y sano, que es el señor Antonio el
-cañamonero, que cuando habla de ella hay que taparse los oídos con
-hidrófilo.
-
-RITA.—Pero oiga usté, ¿cuántos maridos le viven?
-
-PELELE.—Bueno, digo maridos, porque de alguna manera hay que llamarle
-en sociedad a cierta clase de ñudos.
-
-RITA.—Sí, ñudos, ñudos... corredizos. (_Llaman._)
-
-PELELE.—¿Quién será?
-
-RITA.—Voy a ver. (_Abre._)
-
-
-ESCENA II
-
-DICHOS, SEÑOR TOBÍAS. _Es un tipo de tabernero rico, vestido de fiesta.
-Cadena de oro muy gruesa, sombrero ancho, puro en la boca y un palasán
-muy gordo, con bola de hierro._
-
-RITA.—Pasa, Tobías.
-
-TOBÍAS (_Entra y da un golpe en el suelo con el bastón._)—¡La panocha,
-qué cochino mundo! Amos, que si no lo viese uno...
-
-RITA.—¿Qué te pasa?
-
-TOBÍAS.—Dile a Bernabé que salga, maldita sea la liendre, que un
-asesinato de esa forma no lo consiente mi cuerpo.
-
-RITA.—¿Pero qué estás diciendo?
-
-TOBÍAS.—Que a ese tío le pego yo un tiro en la sien, apuntarlo. Que
-cuando se es amigo de un diestro se es amigo y no se debe consentir que
-se le menoscabe ni se le atropelle.
-
-RITA.—Bueno, pero...
-
-TOBÍAS.—¡Ladrones!... ¡Qué proceder con un debutante! Ahora, que no se
-han fijao en mi punto de apoyo y yo escalabro a uno. (_Mirando a la
-garrota._) Hoy ejerces.
-
-RITA.—Pero...
-
-TOBÍAS.—Que salga tu hermanito, hale...
-
-RITA.—Es que está en calzoncillos.
-
-TOBÍAS.—Mejor. Pa lo que le voy a decir, sobra; porque Paco no torea
-esta tarde. Eso firmao.
-
-RITA.—¿Qué dices?
-
-TOBÍAS.—Lo dicho. Hale, que es urgente.
-
-RITA.—Voy, voy. (_Vase primera derecha._)
-
-PELELE.—¿Pero es que ocurre algo?
-
-TOBÍAS (_Que pasea agitado._)—¡Qué granujá! ¡Maldita sea la liendre!
-
-PELELE.—Tome usted asiento.
-
-TOBÍAS.—No quiero. (_A Pelele._) No es a usté. No quiero, no quiero y
-no quiero consentir una infamia como esa. ¡Abortarnos un torero de esta
-manitú! ¡Canallas!... ¿De dónde?... Aquí está mi cuerpo pa que no. Hoy
-ejerces. (_Blande la estaca._)
-
-
-ESCENA III
-
-DICHOS, BERNABÉ. _Sale primera derecha con el calzón ya puesto y una
-americana de casa._
-
-BERNABÉ.—Hombre, Tobías.
-
-TOBÍAS.—Hola. Hagan el favor. (_Indica que se vayan Rita y Pelele._)
-
-BERNABÉ.—Chico, dispensa, pero nos estamos vistiendo porque son las
-dos, y la cuadrilla... (_Vanse Rita y Pelele segunda derecha._)
-
-TOBÍAS (_Con misterio._)—Pues no sigas vistiéndote, Bernabé.
-
-BERNABÉ (_Asustado._)—¿Qué pasa?
-
-TOBÍAS.—Que tú no sabes lo que os han fraguao pa esta tarde.
-
-BERNABÉ.—¿Qué nos han fraguao?
-
-TOBÍAS.—¡Una infamia horrible!
-
-BERNABÉ.—¿Qué dices?
-
-TOBÍAS.—Que quién machacarle a tu hijo el porvenir, pero eso no será...
-mientras a Tobías Peñasco le quede (_Accionando conforme habla._) un
-dedo de vergüenza, un palmo de dinidá y una vara de acebuche. (_Por el
-bastón._) ¡Hoy ejerces!
-
-BERNABÉ.—Bueno, pero dime pronto...
-
-TOBÍAS.—Agárrate, que de pie no lo aguantas.
-
-BERNABÉ.—Venga.
-
-TOBÍAS.—Bueno, pues que Hilario, que desde el desgusto que tuvísteis,
-está ciego contra vosotros, ha ido a decirle a don Isidro Solano, el
-empresario de Tetuán, que ya no tiene interés por Paco; y ese tío
-asqueroso que le debe más de nueve mil pesetas, oliéndose que si tu
-hijo queda mal esta tarde, el señor Hilario tendrá una gran alegría,
-¿qué dirás que ha hecho el muy granuja?
-
-BERNABÉ.—¿Qué ha hecho, Tobías? porque yo ya estoy con un sobresalto en
-el corazón, que tóo me lo espero.
-
-TOBÍAS.—Pues que a última hora, ha fijao un anuncio en el cartel
-diciendo que se le han estropeao tres toros y en vez de los seis
-Bobadillas que tenía preparaos para Paco y el Herrerito y que eran seis
-merengues de fresa, los ha sustituído por seis marrajos... agárrate...
-de Pérez Labulla.
-
-BERNABÉ (_Aterrado._)—¡¡Labullas!! ¡Mi madre!
-
-TOBÍAS.—Vengo de los corrales. Son seis mansos pregonaos, con más poder
-que un mercancías, y con unos cuernos, que ¿tú has visto el palo ese
-de la telegrafía sin hilos, que hay en San Fernando el Jarama? pos un
-mondadientes en parangón.
-
-BERNABÉ.—¡Pero eso es un asesinato!... ¡Labullas pa un prencipiante!...
-¡y en el estao de ánimo de ese chico!... (_Con indignación._)
-¡canallas!... ¡asesinos!
-
-TOBÍAS.—Bernabé; Paco no debe torear esta tarde.
-
-BERNABÉ.—Pero si no torea, ¿cómo queda, Tobías?
-
-TOBÍAS.—Entero; pero como toree te lo traes en un pañuelo de hierbas,
-que tú no has visto el ganao.
-
-BERNABÉ.—¡Calla, por Dios!... ¡Ladrones!... ¡Infames! ¿Qué hago, qué
-hago, Tobías, qué hago?... Si torea, tal como está Paco, un bueyacón de
-esos me lo pué mandar al hospital. Ya lo sé; pero si pone una excusa y
-no torea, pos se ve el miedo... y vienen el descrédito, la burla y la
-miseria... ¿Qué hago, Tobías? ¿Qué hago?
-
-TOBÍAS.—¡Qué sé yo, Bernabé, si tampoco sé qué decirte!... Ahora, que
-esta infamia que os hacen no la aguanta mi cuerpo, y yo te garantizo
-que esta tarde va a haber una de cabezas vendás en la plaza e toros que
-va a parecer que la corrida se está dando en Aragón. (_A la estaca._)
-Hoy ejerces. (_Se oye ruido de cascabeles. Sale por la segunda derecha
-el tío Pelele y va a abrir._)
-
-BERNABÉ.—Calla, que ha parao un coche. (_Se asoma al balcón._) Es la
-cuadrilla.
-
-TOBÍAS.—Buenos vendrán los pobres chicos si han visto el ganado.
-(_Llaman._)
-
-PELELE (_Abriendo._)—Yo me voy a decírselo tóo a la señá Valentina.
-(_Entran los toreros y sale él, dejando la puerta abierta._)
-
-
-ESCENA IV
-
-DICHOS. _El_ ZIPILÍN, _el_ VIGUDÍ _y el_ TELARAÑA, _con trajes de
-luces, capotes de paseo. Todo muy pobre y viejo. Entran con cara de
-pánico, temblorosos._
-
-LOS TRES.—Buenas tardes.
-
-BERNABÉ.—¡Hola, jóvenes!
-
-ZIPILÍN.—¿Ya sabrá usté el cambiazo?
-
-BERNABÉ.—Sí, hijo, sí. Me lo ha dicho, aquí, el señor Tobías.
-
-VIGUDÍ.—¡Nos echan Labullas!
-
-BERNABÉ.—¿Y habéis visto el ganao?
-
-VIGUDÍ.—¿Que si le hemos visto? Seis enormidades corniveletas, señor
-Bernabé.
-
-ZIPILÍN.—Esos bichos no se le echan a una cuadrilla debutanta, a menos
-que se esté conchavao con el trus funerario...
-
-BERNABÉ.—Hombre, no será tanto...
-
-TELARAÑA.—Ya los verá usté. ¡Qué cuernos!... Tiran un viaje y es con
-kilométrico. (_Indicando la dimensión del cuerno._)
-
-TOBÍAS.—¿Y cómo os habéis vestío tan pronto?
-
-ZIPILÍN.—Por disfrutar un rato más de la ropa.
-
-VIGUDÍ.—¡Nos van a desnudar en seguida!...
-
-TELARAÑA.—Darme un cigarro... yo no hago más que fumar. (_Bernabé le da
-un pitillo._)
-
-ZIPILÍN.—Con permiso... (_Se sirve agua. Tiembla la botella sobre el
-vaso._) ¡Tengo una sequedá de boca!...
-
-TOBÍAS.—¿Pero es que tiemblas?...
-
-ZIPILÍN.—¿Pos qué creía usté, que repiqueteaba el tango argentino?
-
-BERNABÉ.—¡Bueno, hijos; hay que tener ánimos!
-
-VIGUDÍ.—No, si después de tóo qué me pué pasar a mí, que R. I. P...
-Bueno, pero tengo una satisfación, que no se alegrará nadie. No tengo
-amigos.
-
-PACO (_Dentro._)—Padre...
-
-BERNABÉ.—Por Dios santo, que no os vea Paco acoquinaos.
-
-ZIPILÍN.—Sí; pero la verdá hay que decírsela.
-
-TOBÍAS.—Bueno; pero de cierta manera.
-
-
-ESCENA V
-
-DICHOS _y_ PACO, _primera derecha. Sale con la taleguilla puesta y la
-faja en la mano._
-
-PACO.—Padre, hágame usté el favor de ayudarme a la faja.
-
-BERNABÉ.—Sí, hijo mío.
-
-TOBÍAS.—Hola, Paquillo.
-
-PACO.—Adiós, señor Tobías. (_A la cuadrilla._) Y vosotros, qué pronto...
-
-ZIPILÍN (_Esforzándose por sonreir._)—Las ganas que tié uno de salir
-de...
-
-TOBÍAS.—¿Y qué, hay muchos ánimos, pollo?
-
-PACO.—Pos ya ve usté; a cumplir. Ilusión... alegría... Eso ya, después
-de lo pasao... Agarre usté, padre... (_Afectado._)
-
-TOBÍAS.—(¡Se le nublan los ojos!)
-
-BERNABÉ.—(¡Pobre hijo mío!) (_Paco empieza a ajustarse la faja que el
-señor Bernabé sostiene en sus manos por el otro extremo._) Pues náa,
-Paco, aquí los chicos, venían, sabes, a decirnos que... vamos... que
-hay unas pequeñas variantes en el cartel.
-
-ZIPILÍN.—No tan pequeñas.
-
-PACO (_Que ha dado dos vueltas liándose la faja, se detiene._)—¿Qué
-variantes?
-
-BERNABÉ.—Pos náa, que ya no toreas esta tarde seis Bobadillas.
-
-PACO (_Sorprendido._)—¿Que no toreo Bobadillas?
-
-BERNABÉ.—No; los han sustituído por seis bichos de...
-
-PACO.—¿De quién?
-
-BERNABÉ.—De Pérez Labulla.
-
-PACO (_Con terror._)—¿Labulla?... ¿Yo Labullas?
-
-BERNABÉ (_Con amargura._)—¡Labullas!
-
-PACO (_Se deslía._)—¡Ay, padre!... ¿Labullas a mí?...
-
-ZIPILÍN.—¡A nosotros!... ¡Una infamia, Paco!
-
-PACO.—¿Esa corrida que no ha querío torear nadie?
-
-VIGUDÍ.—¡La _mismisma_!
-
-PACO.—¿Esa que le llaman la del pa... pa... la del papánico?...
-
-TELARAÑA.—La propia.
-
-PACO.—¡Pero, padre, echarme Labullas!... ¡Eso es darme una puñalá
-trapera!...
-
-BERNABÉ.—Sí, hijo; es una infamia la que te hacen. No sirve
-negártelo... pero es que quién machacarte el porvenir. Reirse de
-nosotros... vernos en la miseria, y eso, Paco, eso...
-
-PACO.—Es verdá, es verdá, padre... Tié usté razón. ¡Pos no!... ¡Maldita
-sea! ¡No se ríen! (_Da tres vueltas en la faja y se detiene de
-pronto._) ¿Y vosotros habéis visto el ganao?
-
-ZIPILÍN.—Lo hemos visto.
-
-PACO.—¿Y qué?
-
-ZIPILÍN.—Que ajustamos el árnica en mil pesetas y pierde el
-farmacéutico.
-
-PACO.—¿Que pierde?... (_Desliándose de la faja._) ¡Ay, padre, que dice
-que pierde!...
-
-BERNABÉ.—No te apures, que allí estaré yo, apretando en lo alto;
-echando el corazón pa quitarles poder a esos bueyes ladrones...
-
-TOBÍAS.—Piensa en tu pundonor, en el pan de este viejo.
-
-PACO.—Sí, señor, sí; es verdá. (_Da dos vueltas._) Sea lo que Dios
-quiera.
-
-ZIPILÍN.—Lo malo es el primero que te echan. Un jabonero sucio.
-
-PACO.—¿Sucio? (_Se detiene._)
-
-VIGUDÍ.—¡Una asquerosidad!
-
-TELARAÑA.—Y disforme.
-
-PACO.—¿Grande?
-
-VIGUDÍ.—Un automóvil con dos chuzos.
-
-PACO.—¿Dos chuzos? (_Se deslía._) ¡Dice que dos chuzos, padre!...
-
-TOBÍAS.—Paco, hay que estar sereno.
-
-PACO.—¿Sereno con dos chuzos?... Es demasiado, señor Tobías... ¡Qué
-infamia!... El día de mi debut, a última hora echarme Labullas... y
-sabiendo cómo estoy... ¿Qué hago, padre, qué hago?...
-
-BERNABÉ.—¡Qué voy a decirte, Paco!... Haz lo que quieras... Si fuera
-yo, yo ya sé lo que haría, pero yo no soy nada mío... ¡tú, tú eres mi
-hijo!
-
-PACO.—¡Pues no, no se ríen!... ¡no!... ¡Quedaré como usté quedaría,
-(_Dando vueltas rápidamente._) como usté quedaría!... (_Al dar la
-última vuelta a la faja cae en brazos de Bernabé._) ¡Sí... sí,
-señor!... y si me matan, que me maten... que me maten...
-
-BERNABÉ.—¡Hijo mío!
-
-PACO.—¡Padre!... (_Quedan abrazados._)
-
-VIGUDÍ.—¡Nos están dando el vermú! (_Conmovido._)
-
-TELARAÑA.—¡Pos sí que es un cuadrito!
-
-ZIPILÍN.—¡Se me está poniendo el corazón que hoy no le pongo yo
-banderillas ni a un caracol! ¡Maldita sea!
-
-
-ESCENA VI
-
-DICHOS. VALENTINA. _Detrás_ PELELE. _Al final_ RITA _y_ AMIGOS 1.º, 2.º
-_y_ 3.º, _puerta izquierda_. _Valentina viene con mantón de Manila y un
-manojo de claveles en el pecho_.
-
-VALENTINA.—Buenas tardes.
-
-PACO (_Asombrado._)—¿Usté?
-
-VALENTINA.—Servidora.
-
-BERNABÉ.—¿Tú aquí?
-
-VALENTINA.—Yo aquí a daros ánimos, y luego a la corrida a aplaudiros.
-Sé lo que os han hecho. Me lo ha venío a decir el tío Pelele.
-
-BERNABÉ.—¿Sabes la infamia?
-
-VALENTINA.—Lo sé todo.
-
-PACO (_Casi llorando._)—¡Me echan Labullas señá Valentina, Labullas a
-mí!...
-
-VALENTINA.—No le hace. Que te echen lo que quieran. Tú eres un hombre y
-quedarás como un hombre.
-
-BERNABÉ.—¡Pero Valentina, qué has hecho!... ¿No tiés miedo de lo que
-digan si saben que has venío a esta casa?
-
-VALENTINA.—Déjalo... Si cuando hablan mal no dicen la verdá, que digan
-lo que quieran. ¿Pos qué, os iba yo a dejar solos, acoquinaos en una
-tarde como la de hoy, víctimas de una venganza asquerosa?... ¡En jamás!
-¿No nos ha unío la infamia? Pos siquiera que nos sirva esta unión pa
-darnos alientos unos a otros y pelear juntos contra ella. ¡Conque
-arriba el ánimo!...
-
-BERNABÉ.—¡Valentina!
-
-VALENTINA.—¿Pero qué pasa aquí?... ¿A qué vienen esas caras de
-pánico?...
-
-PACO.—Es que creo, señá Valentina, que los toros...
-
-VALENTINA.—No hagas caso... ¿Que salen toros que pegan? Ese es el
-oficio. ¡Más grande el triunfo! Levanta el corazón pa que no te den en
-él y fe en Dios y en las agallas de cáa uno. ¿No se juega esta tarde tu
-porvenir?... Pos a jugarlo.
-
-ZIPILÍN.—Señora, usté no ha visto cuernos como los que...
-
-VALENTINA.—Yo he visto cuernos de todas clases, pollo. Hombres es lo
-que quiero ver ahora.
-
-VIGUDÍ.—¿Pero no los querrá usté ver por el aire?...
-
-VALENTINA.—Por donde sea menester... ¡Pero a qué viene ese canguelo!...
-¡Pero esto es cuadrilla u un pin, pan, pún!... Ánimo los valientes,
-que paecéis ahí cuatro gelatinas... Y tú, Bernabé, dales el ejemplo,
-levanta esa cara, vengan los arrestos de otros días, y tú que lo sabes
-diles cómo se pelea y cómo se ganan las palmas... ¡Mirarme a mí, me
-he quedao sola, calumniá, en metá e la calle; pos como no lo merezco
-lo desprecio y aquí me tenéis, tan conforme y tan compuesta, de cara
-a la vida, y alante siempre! ¡Conque si os faltan agallas, decírmelo,
-porque yo, una pobre mujer, soy capaz de irme a la plaza y matarme los
-seis toros! (_Todos han cobrado ánimos y sus caras tristes van tomando
-expresión de valor y confianza._)
-
-VIGUDÍ (_Con entusiasmo._)—¡Señora, es usté mejor que tila!
-
-TOBÍAS.—¡Tié razón!
-
-BERNABÉ.—¡Valentina, eres como un rayo de sol que tóo lo llena de
-alegría y de ánimo!
-
-PACO.—¡Sí, señora, ya soy otro!... ¡Que me echen Labullas!... ¡El tifus
-va a ser una ligera indisposición compará conmigo! (_Se pone chaleco y
-chaquetilla._)
-
-BERNABÉ.—Rita, Pelele... Las chaquetillas, mi sombrero...
-
-PACO.—Venga todo... Elefantes voy a matar yo esta tarde.
-
-ZIPILÍN.—¡Ahí los hombres! (_Sale Rita. Unos a otros se ayudan
-llenos de entusiasmo, nerviosos... beben, fuman, se mueven. Se oyen
-en la calle los sones alegres de una charanga que se aleja tocando
-un pasodoble torero. Se escucha el ruido de los coches, sonar de
-cascabeles. Voces de gente alegre. Gritos de “¡Eh, a la plaza, a la
-plaza!”. Restallar de látigos. Mucho bullicio y animación. Bernabé
-hace mutis primera derecha. Entran los Amigos 1.º, 2.º y 3.º por la
-izquierda._)
-
-AMIGO 1.º—Hola, Paco, aquí venimos a saludarte.
-
-PACO.—¡Hola, señores! (_Coge el capote._)
-
-AMIGO 2.º—¡Toma un puro!
-
-AMIGO 3.º—¡Amos, que ya es hora!
-
-AMIGO 1.º—¡A ver cómo queda Madrid!
-
-TOBÍAS.—¡Amos allá, señores!
-
-PACO.—La montera...
-
-AMIGO 1.º—Si la llevas puesta...
-
-PACO.—¡Ah, sí, es verdá!... Vaya adiós... Hasta luego, señá Valentina.
-(_Le da la mano._)
-
-VALENTINA.—Ahora voy yo. ¡Buena suerte, Paco! (_Salen todos en un
-tropel bullicioso. Pausa. Valentina coge de Rita, que lo saca de la
-segunda derecha, un cuadro de la Virgen de la Paloma, pone el mantón
-de Manila sobre la cómoda, coloca el cuadro en ella y ante él dos
-velas encendidas y un vaso con los claveles que se quita del pecho._)
-¡Virgen de la Paloma, una mirá de compasión pa esos pobres hombres que
-van a jugarse la vida por un cacho de pan!... (_Se arrodilla; se limpia
-una lágrima. Asoma por la puerta derecha el señor Bernabé, se quita el
-castoreño y dice:_)
-
-BERNABÉ.—¡Bendita seas! (_Pausa; pasa hacia la puerta de la calle.
-Mutis al buen juicio del actor. Se escuchan ya muy lejanos los alegres
-sones de la charanga y el bullicio de la gente. Telón de cuadro. Música
-en la orquesta._)
-
-=Mutación=
-
-
-
-
-CUADRO TERCERO
-
- Lugar donde se encuentra situada la Plaza de Toros de Tetuán, cuya
- fachada se ve al foro, unida al Merendero de «El Cubanito».
-
- Son practicables la puerta de la plaza, la del patio de caballos y
- la del merendero, en cuya terraza habrá algunas mesas rodeadas de
- banquetas.
-
- Es por la tarde, una tarde radiante de primavera, en la que se
- celebra una corrida, cuyo anuncio se verá pegado en las paredes de
- la plaza.
-
-
-ESCENA PRIMERA
-
-_Al levantarse el telón aparecen cuatro golfos mirando por las rendijas
-de la puerta de la plaza._
-
-_Uno de rodillas, otro empinándose sobre las puntas de los pies, otro
-de pie, y el último tumbado mirando por debajo de la puerta. Dos
-cocheros sentados ante una de las mesas del merendero, toman unos
-quinces. Una vendedora junto a un pequeño tabanque con “cacahuets” y
-naranjas, dormita tristemente._
-
-_De la plaza, de vez en cuando, sale un griterío infernal de
-indignación, con que el público castiga la torpeza de un torero._
-
-_Suenan palmas de chunga, monótonas, acompasadas, burlonas; sobresalen
-voces agudas_: “¡Al corral! ¡Maleta! ¡Asesino! ¡Pincha ratas!” _Todo
-el público, con voces acompasadas:_ “¡Al corral! ¡Al corral!” _Vuelven
-a escucharse silbidos, suenan trompetillas infamantes, un cencerro
-golpeado con un palo. Risas, voces atipladas_: “¡Ay, qué miedo!... ¡que
-se mude!... ¡Fenómeno!”
-
-_En un silencio, La Josefa sale por la izquierda, se acerca a la plaza,
-escucha, mira también por las rendijas de la puerta, y oyendo los
-denuestos y los gritos del público contra el pobre matador, sonríe y se
-aleja. Desaparece por el fondo._
-
-=Música=
-
-SOLE (_Aparece por la puerta de los corrales, demudada, temblorosa,
-con un mantoncito de crespón negro y con dos o tres claveles
-cayéndosele del pelo. Trae en la mano un par de banderillas adornadas
-con muy mal gusto. Dos corchos van clavados en los arponcillos.
-Lloriquea, y, a cada grito que se oye en la plaza da un salto
-cómicamente atemorizada. Grito en la plaza y susto._)—
-
- ¡Ay!... Santa María
- por poco me muero.
- Ese hombre no sirve
- para torear.
- Catorce estocadas
- le atizó al primero,
- y al segundo toro
- veinte mal contás.
- Al tercero, ahora,
- lo estaba pinchando,
- y al treinta pinchazo
- le dijo una voz:
- “Oiga, _cocinero_,
- ¿le está usté mechando,
- o es que va a dejarle
- para colador?”
- Ese mismo toro
- le dió una embestida,
- y subió tan alto
- que me figuré,
- que si San Antonio
- le ve, le convida,
- ya que estaba un paso,
- a tomar café.
-
- (_Grito en la plaza._)
-
- ——
-
- ¡Ay!... Y luego un tío,
- con una trompeta,
- daba unas notitas
- que... ¡vaya con Dios!
- Y otro le decía:
- “Deja la muleta,
- que pa cuando salgas
- necesitas dos.”
- Yo traje a la plaza
- estas banderillas
- pa que se luciera
- poniendo un buen par;
- y ahora estoy con ellas
- que... tengo cosquillas,
- y por no pincharme
- no me puó rascar.
-
- (_Nuevos gritos en la plaza._)
-
- ¡Ay!... Ahora dan voces.
- ¿Qué dicen? “Cabestros”.
- ¿Es a él o es al toro
- pa echarle al corral?
- Yo llevo rezados
- dos mil padrenuestros.
-
- (_Grito y susto._)
-
- ¡Ay!... ¡Ahora le llaman!...
- ¡Le llaman morral!
-
- (_Grandes gritos en la plaza. Echando a correr asustadísima hace
- mutis por donde salió._)
-
-
-ESCENA II
-
-_Se abre la puerta de la plaza y salen el_ SEÑOR TOBÍAS, _descompuesto,
-con la corbata deshecha, despeinado, el sombrero en la mano. Le trae
-sujeto por un brazo un joven_ POLICÍA; _le siguen dos_ GUARDIAS _de
-seguridad y tres o cuatro_ INDIVIDUOS _con la cabeza vendada, dos_,
-MUJERES _y un_ HOMBRE. _Salen vociferando todos._
-
-=Hablado=
-
-VENDADOS.—¡A la cárcel!
-
-MUJERES.—¡Granuja!... ¡Fuera!
-
-POLICÍA.—¡Eche usté adelante!
-
-TOBÍAS (_Golpeando el suelo con el bastón._)—¡Pero por qué me se
-detiene a mí, que me se especifique!
-
-POLICÍA.—Porque ha golpeado usté a la gente.
-
-TOBÍAS.—No, señor. ¿De dónde? Lo que hay es que aquí, los denunciantes,
-han dirigido a la familia del matador, que es amiga mía, un insulto
-con música del _Ven y ven_, y eso no se lo aguanta un servidor ni al
-alcalde de barrio.
-
-POLICÍA.—¡A la Comisaría!
-
-TOBÍAS.—Pero, señor; si yo no he faltao a nadie; y si no que lo diga
-aquí la señora pareja, que ha sido testiga del cuplé.
-
-GUARDIA 1.º—¡Usté ha agredido al señor!
-
-TOBÍAS.—¿Servidor? ¡Miopía es lo que se padece, guardia! Que yo estaba
-quieto; pero aquí, la parte contraproducente, se ha puesto de una forma
-que si yo no les agredo, me agreden, y a mí no hay quien me agreda.
-
-POLICÍA.—Eche adelante y menos música.
-
-TOBÍAS.—Güeno, después de tóo estoy satisfecho. Me llevo una rondalla.
-¡Has ejercido, palasán! (_Vanse izquierda. Se escucha dentro una bronca
-definitiva. Gritos, insultos, ruidos de cencerro. Cesa poco a poco el
-escándalo. Empieza a salir la gente por las puertas de la plaza, que
-se abren. La charanga ejecuta un pasodoble._)
-
-ESPECTADOR 1.º—¡Que se l’han echao al corral, pobre chico!
-
-ESPECTADOR 2.º—¡Bien hecho!
-
-ESPECTADOR 3.º—¡Si eso es una torera!... (_Siguen._)
-
-ESPECTADOR 4.º—¡Anda y que lo maten! (_Salen dos chulas con el mantón
-al hombro y comiendo cacahués._)
-
-CHULA 1.ª—¡Amos, miá que habernos traído pa esto!
-
-CHULA 2.ª—Paecéis de pueblo.
-
-HORTERA 1.º—Pos a mí me habían dicho que era un torero que se comía los
-toros.
-
-CHULA 1.ª—Por medios kilos. (_Sigue saliendo gente._)
-
-CHULA 2.ª—Si no me gustan los _torraés_, hago la tarde. (_Vanse por la
-izquierda._)
-
-
-ESCENA III
-
-BERNABÉ _y_ VIGUDÍ. _El último sale cojeando por la puerta de caballos_.
-
-BERNABÉ.—Oye, Vigudí, tú que eres el único que has quedao en
-condiciones de moverte haz el favor de decirle al chico del merendero
-que nos busque un coche y que arrimen, que hasta la jardinera se nos ha
-ido.
-
-VIGUDÍ.—¡Qué Labullitas, señor Bernabé! ¡Maldita sea su casta!
-
-BERNABÉ.—¡Anda, hijo! (_Sacan en hombros por la puerta principal a un
-torero. La gente le aplaude._)
-
-Vigudí.—Y sacan al Herrerito en hombros; ¿oye usté?
-
-BERNABÉ.—Déjalo. Es nuestra desgracia. Anda. (_Vase Vigudí por el fondo
-izquierda. Cesa la música y acaba de desfilar el público._)
-
-
-ESCENA IV
-
-BERNABÉ _y_ VALENTINA, _que sale por la puerta de la plaza_
-
-VALENTINA (_Con ansiedad._)—¡Bernabé, Bernabé!
-
-BERNABÉ.—¡Valentina!
-
-VALENTINA.—¿Cómo está Paco?
-
-BERNABÉ.—¿Cómo quiés que _estea_?... Magullao, sofocao, llorando.
-¡Hecho una lástima por dentro y por fuera! La Virgen de la Paloma no ha
-querío oirte.
-
-VALENTINA.—¿Pero crees tú que por un Padrenuestro tenemos derecho a que
-nos lo arreglen tóo?... No es poco milagro que salga vivo. Confórmate.
-
-BERNABÉ.—Pué que digas la verdá. ¡Qué tardecita! Calla, ahí lo sacan.
-
-VALENTINA.—¡Pobre chico! ¡Qué compasión!
-
-
-ESCENA V
-
-DICHOS, PACO, TELARAÑA, _el_ ZIPILÍN, SOLE. (_Puerta de caballos_). _Al
-final_ VIGUDÍ.
-
-_Sale Paco apoyado en los hombros del Telaraña y el Zipilín. Detrás la
-Sole. Paco trae todo el calzón roto, la corbata deshecha, la pechera
-desgarrada, despeinado, la coleta suelta, las medias sucias de tierra.
-Además lleva vendada la pantorrilla derecha. Cojea. Los compañeros de
-cuadrilla vienen poco más o menos que él._
-
-BERNABÉ.—¿Cómo estás, hijo?
-
-PACO (_Abrazándole y llorando amargamente._)—¡Ay, padre de mi alma, qué
-mal he quedao!
-
-BERNABÉ.—¡Amos, hijo; por Dios, no te apures!
-
-PACO (_Abrazando a su compañero._)—¡Ay, Zipilín de mi vida, qué mal he
-quedao!
-
-ZIPILÍN.—Consólate, que ya me verás en casa la región glútea.
-
-PACO.—¿Por qué habré salío yo esta tarde de lila, padre?
-
-VALENTINA.—¡Pero qué tié que ver la ropa!
-
-PACO.—¡Sí, señora, sí; que hay colores sombrones... y siempre que he
-salío de lila me han catao!
-
-BERNABÉ.—No hagas caso. Ya ves, éste va de verde manzana y de poco le
-mondan.
-
-PACO (_Llorando y mordiéndose los dedos de ira._)—¡Echarme a mí un toro
-al corral!... ¿A mí?... ¡Maldita sea! ¡Yo no aguanto esta vergüenza!
-¡Yo me quiero cortar la coleta! ¡Darme unas tijeras!
-
-VALENTINA.—Amos, Paco; ten reflexión y serénate, caray, que ahora no
-estás pa cortarte nada.
-
-PACO (_Abrazándola._)—¡Ay, señá Valentina, qué mal he quedao!
-
-VALENTINA.—Has quedao entero, que no es poco. Lo demás ya se arreglará.
-Árnica y reflexión.
-
-BERNABÉ.—No pués tener más que un consuelo, hijo; que toas las veces
-has entrao por derecho, y hasta cuando te ha cogido el toro y te ha
-zamarreao rompiéndote la taleguilla de arriba abajo, el público te ha
-hecho una ovación. Algo habrá visto el público.
-
-SOLE.—¡Ya lo creo que ha visto! ¡Como que dende donde yo estaba, toas
-las señoras nos hemos tenío que tapar los ojos!
-
-ZIPILÍN.—Y el torito ese te lo han echao al corral porque no me has
-hecho a mí caso; si no, ¿de dónde?
-
-PACO.—Pero, ¿qué iba yo a hacer?
-
-ZIPILÍN.—¿Pero no oíste cuando yo te dije: anda vivo, que ese toro se
-acuesta?
-
-PACO.—¡Yo que había de oirte! ¿Crees tú que con un toro con el que
-llevo media hora de faena, si yo veo que se acuesta, no le canto hasta
-la nana, hombre?
-
-BERNABÉ.—A más que el chico ya no sabía lo que se hacía.
-
-PACO.—El público me ha vuelto loco, padre.
-
-BERNABÉ.—Tóos gritándole: “Mójate los dátiles”; “Entra por uvas, melón,
-que es una pera”.
-
-PACO.—Dátiles, uvas, melón y tirándome naranjas. Que si no hubiese sido
-más que fruta nominal, menos mal.
-
-BERNABÉ (_Con amargura._)—¡En fin, l’han lograo! ¡Qué se le va a hacer!
-
-VALENTINA.—Déjalos. Triste alegría.
-
-VIGUDÍ (_Que vuelve._)—Ya está ahí el coche.
-
-BERNABÉ.—Amos, hijo, despacito. (_Lo llevan con precaución._)
-
-
-ESCENA VI
-
-DICHOS _y_ ENCARNA, _primera izquierda_
-
-ENCARNA (_Saliendo._)—¡Paco! ¡Paco!
-
-PACO.—¡Encarna!
-
-ENCARNA.—¡Paco de mi alma! (_Se abrazan._)
-
-PACO (_Llorando._)—¡Ay, Encarna de mi vida, qué mal he quedao!...
-
-VALENTINA.—Pero, ¿cómo estás aquí? ¿Qué has hecho, Encarna?
-
-ENCARNA.—Escaparme de con mi padre. Correr a vuestro lao. ¿Qué tienes,
-Paco? ¿Estás herido?
-
-PACO.—No... Seis esquimosis, dos frazturas conminutas y un puntazo...
-
-ENCARNA.—¿Grave?
-
-PACO.—No; lo voy a tener que pasar de pie.
-
-ENCARNA.—Pero, ¿dónde lo tienes?
-
-PACO.—¿No te digo que lo voy a tener que pasar de pie?
-
-BERNABÉ.—¡Pero, oye, Encarna, márchate, por Dios!... Que si te
-encontraran aquí, creerían que nosotros...
-
-ENCARNA.—Que crean lo que quieran, señor Bernabé. Yo sin Paco, sin
-Valentina, sin ustés, me muero de tristeza. ¡Yo no vuelvo a mi casa!
-
-
-ESCENA VII
-
-DICHOS, HILARIO, AQUILINO, COSME, _fondo izquierda_
-
-HILARIO (_Con indignación._)—¿Veis? ¡Lo que yo decía! ¡aquí con
-ellos!... ¡Maldita siá!
-
-ENCARNA (_Adelantando valientemente._)—¡Sí, padre; aquí... con ellos!
-
-HILARIO.—¿Quién te ha mandao venir aquí?
-
-ENCARNA.—Mi corazón.
-
-HILARIO.—Pero ¿qué te han dao esa gente?
-
-ENCARNA.—Alegría, cariño, ilusión pa vivir. Eso me han dao.
-
-HILARIO.—Amos a casa. (_Cogiéndola de un brazo._)
-
-ENCARNA.—¡Sin ellos, en jamás! (_Soltándose._)
-
-HILARIO.—Pero, ¿es que los prefieres a tu padre?
-
-ENCARNA.—No, señor; los prefiero a tóos juntos, como estábamos antes
-que la envidia nos hubiese envenenao la felicidad. ¡La envidia negra,
-la envidia triste!
-
-HILARIO.—¡No ha sío la envidia, ha sío la verdá!
-
-BERNABÉ y VALENTINA (_A un tiempo y con igual energía._)—Ha sío la
-envidia.
-
-HILARIO.—¡La verdá!
-
-LOS DOS.—¡La envidia! (_Cuando Bernabé e Hilario están a punto de
-acometerse, se interpone Sole, llorosa, temblando._)
-
-SOLE.—¡Señor Hilario, por Dios, no se pongan ustés así! Y, vaya: yo no
-sé si hago bien u hago mal, pero yo le voy a decir a usté una cosa que
-me la arrancan del corazón, pero yo se la digo.
-
-HILARIO.—¿Qué me vas a decir?
-
-SOLE.—Que sí, señor; que tóo lo que ha pasao ha sío una ceguera de la
-envidia. (_Baja avergonzada la cabeza._)
-
-HILARIO.—¿Qué estás diciendo?
-
-SOLE.—Cuando yo se lo digo a usté... (_Se arrodilla a sus pies._)
-
-VALENTINA.—¿Lo oyes? ¿Lo estás oyendo?
-
-HILARIO.—Pero tú...
-
-SOLE (_Con tristeza._)—No me hagan ustés hablar más.
-
-VALENTINA.—Basta. Levanta, hija; no hace falta que pa defendernos
-acuses a la persona que más tiés que querer.
-
-SOLE (_Enternecida._)—¡Señá Valentina!
-
-VALENTINA.—No hay nada que defienda a la gente mejor que la verdá.
-
-HILARIO.—Y si tóo era mentira, ¿por qué no has venío tú a defenderte?
-
-VALENTINA.—Porque no me hacía falta. Honrada he sido siempre. Creerme
-honrada es hacerme justicia. Si tú no me la quiés hacer, no me la
-hagas. Las mujeres como yo, esa justicia no la piden de limosna.
-
-HILARIO.—Eso es orgullo.
-
-VALENTINA.—No sé lo que será.
-
-HILARIO.—¿Y quién me prueba que tóo era mentira?
-
-VALENTINA.—Lo que acabas de oir a esta criatura. Mi vida siempre clara,
-el cariño de tu hija.
-
-ENCARNA.—Si yo hubiese visto en ella lo más mínimo contra mi padre,
-¿cómo la iba a haber querido?
-
-AQUILINO.—Hilario, son veinticinco años de afezto. ¿Quiés creerme,
-aunque soy municipal?
-
-HILARIO.—¿Qué me vas a decir?
-
-AQUILINO.—Que abras los ojos a la luz.
-
-ENCARNA.—Sí, padre; toavía pué arreglarse tóo.
-
-PACO.—Tóo menos mi reputación.
-
-SOLE.—¡Señor Hilario!... (_Suplicante._)
-
-COSME.—Amos, ¡un rasgo, Hilario!
-
-HILARIO.—Que haga lo que guste... Que venga. Ya hablaremos.
-
-VALENTINA.—Voy o no voy. Lo que tú quieras.
-
-HILARIO.—Cuando no he querido, es de tanto que he querido. Ya lo sabes.
-
-ENCARNA.—¡Padre!... (_Los abraza y los aproxima._)
-
-BERNABÉ (_Con amargura._)—Bueno; ustés s’han arreglao. Está mu bien.
-Pero nosotros estamos de más. Que lo de los Labullas lo tengo yo
-clavao en el corazón. (_Paco da un suspiro muy hondo._) Ámonos,
-monumento malograo.
-
-AQUILINO.—Perdónalo, Bernabé. Ha tenío una venda en los ojos.
-
-PACO.—Sí; pero por tener él una venda, fíjese usté la que tengo yo.
-(_Enseñando la de la pierna._)
-
-BERNABÉ.—Doce metros. (_Inician el mutis._)
-
-VALENTINA.—¡Alto! ¡Quietos aquí! A obedecerme. Y oye una condición,
-Hilario.
-
-HILARIO.—Tú dirás.
-
-VALENTINA.—Que mañana tóo el mundo a casa. Aquel arroz que quedó en
-pie, se comerá, si Dios quiere. Tú torearás Bobadillas, y si entonces
-quedas mal, a seguir en tu oficio. Luego os casaréis. Nosotros al
-trabajo, al cariño; tóo como antes. No le cedo a la envidia ni el canto
-de un duro.
-
-SOLE.—Y a mí no me echarán ustés del lavadero, ¿verdá, señá Valentina?
-
-VALENTINA.—¡Quiá hija, ni lo sueñes! Soy buena, pero no tanto. Tú tiés
-que ganarte allí una peseta pa llevársela a tu madre. Que no hay peor
-castigo pa un envidioso que tener que vivir del bien que ha querido
-destrozar.
-
-BERNABÉ.—¡Olé, eres Agustina de Aragón y Cascorro tóo en una pieza!
-
-VALENTINA.—¡Soy una madrileña honrada, dilo de una vez!
-
-VIGUDÍ (_A Hilario._)—¿Convidará usté a árnica?
-
-HILARIO.—Y a más os doy un duro por cada chichón.
-
-PACO.—Se arruina.
-
-VALENTINA (_Al público._)—
-
- Y al fin vencida la envidia,
- quien de ella triunfó, os demanda
- que al terminar el sainete
- perdonéis sus muchas faltas.
-
-TELÓN
-
-
-
-
-LOS POBRES
-
-
- Almas piadosas, corazones magnánimos, que cedéis ante la demanda
- plañidera del mendigo que os tiende en la calle la mano escuálida,
- seguidme. Venid conmigo a los inmundos rincones de un Madrid
- lamentable y mísero, artimañoso y agenciero, que, por fortuna
- desconocéis, y escuchad estos edificantes y verídicos diálogos.
-
- Estamos en el Campillo de Gilimón. Es una tarde clara y fría, de
- cielo azul y sol espléndido.
-
- Dos vecinas, la _señá Gala_ y _Petra la Bizca_, acaban de dirimir
- sus diferencias a mordiscos, golpes y arañazos, entre injurias
- soeces, ante un público desarrapado y jubiloso. Terminado el jollín
- se retiran las beligerantes, seguidas de sus partidarios, a reparar
- desperfectos. Va cesando poco a poco el tumulto.
-
- Junto a la tapia del hospital de la Orden Tercera quedan
- acurrucadas, tomando el sol, dos viejas andrajosas, la _señá
- Librada_ y la _señá Justa_; próximo a ellas, el _señor Celipe el
- Chinas_, viejo también, sentado en un cajón, deshace unas colillas
- y lía un cigarro. El _Pendingue_ (afilador) se ocupa en buir unas
- cuchillas de zapatero. Algo más lejos, unos chiquillos juegan con
- gran alboroto.
-
-——
-
-JUSTA.—¿Y por qué ha sío la zurra?
-
-LIBRADA.—Y diga usté que muy bien da que ha estao.
-
-JUSTA.—Pero, ¿tenía motivos la Bizca?
-
-LIBRADA.—¡Digo!... como que la Gala la debe dos quincenas del alquiler
-de los chicos. Un abuso.
-
-JUSTA.—¡Ah! ¿Pero le tenía alquilás las creaturas?
-
-LIBRADA.—Hace mes y medio. Por seis reales diarios. Una peseta el
-mayorcito y cinco gordas el chavea. Que es regalao, porque hay que ver
-lo que vale ese niño pa pedir.
-
-JUSTA.—Tengo oído que es una alhaja.
-
-LIBRADA.—Como que no hay noche que no se retire con sus tres pesetas
-corridas. Pero se lo merece; es un lince. Le suelta usté en la cá
-Alcalá, ve a una señorita de esas muy _antravés_ con un señorón de
-_levosa_, y ya le tiene usté agarrao a los faldones diciéndole al
-caballero: “Señorito, una limosna, por la salú de la señorita, que es
-muy guapa. Ya la podía usté comprar un coche, con esos ojos que tiene.
-Cómpreselo usté, ande usté.” Hasta que le miran; se echan a reir; el
-señorito dice: “¡Qué granuja!...” La señorita: “¡Es muy mono!” Y no hay
-pareja que no le apoquine de dos a tres perras.
-
-JUSTA.—¡Vaya un vivales de creatura!
-
-LIBRADA.—¡Pos y el mayorcito!
-
-JUSTA.—¿El jorobeta?
-
-LIBRADA.—Jorobeta y tóo lo que usté quiera, hija, pero es un portento.
-Ese coge una cestita, una botella vacía, se para en una esquina de
-tránsito, se echa al suelo, rompe a llorar amargamente que su alma
-se la arrancan, y cuando tiene corro hay que oirle: “¡Ay, mi pobre
-madre!... ¡Ay, después de cuarenta y ocho horas que no comemos!...
-¡Ella, que va y me da dos pesetas pa traer aceite, y voy y las pierdo!
-¡Ay, que yo no vuelvo a mi casa, con mi pobre padre enfermo como
-está!... ¡Ay, un día que podía alimentarse!...” Y misté, la gente se
-conmove de oir a la creatura aquellos lamentos, hacen una _porrata_...
-y no hay llorera que no le suba al chaval de cinco a seis reales.
-
-JUSTA.—Pos diga usté que esos dos niños son dos minitas.
-
-LIBRADA.—Dan más que una casa empeños. ¿Y sabe usté de mendigantas la
-que también se saca lo suyo?
-
-JUSTA.—¿Cuála?
-
-LIBRADA.—Doña Encarnación, la de la cae San Bernabé.
-
-JUSTA.—Doña Encarnación..., doña Encarnación... No caigo.
-
-LIBRADA.—Hija, paece usté tonta. Esa que pide de luto, con manto largo,
-que lleva la cara tapá, que paece que la sale la voz de una cisterna.
-
-JUSTA.—¡Ah, sí!... ¿Y esa dice usté que saca?...
-
-LIBRADA.—Como que no se deja cortar un deo por seis mil pesetas.
-
-JUSTA.—Bueno; pero es que esa he sentío decir que tira al gran mundo.
-
-LIBRADA.—Pide na más que en las iglesias de señorío, a las salidas
-de los _vermuses_ u en los _cines_ y _fives cloques_ de moda. Su
-martinganla es que en cuantito que ve a una señora se arrima y la dice
-con voz que lo oiga toa la gente de alrededor: “Señora marquesa, me
-hallo famélica; agradecería a vuecencia un pequeño óbolo.”
-
-JUSTA.—¿Qué es óbolo?
-
-LIBRADA.—No sé; pero debe ser una cosa cara, porque siempre que lo dice
-la dan más de veinte céntimos.
-
-JUSTA.—¿Y cómo conoce a los títulos?
-
-LIBRADA.—No, si lo de marquesa lo dice al tuntún; pos ahí está la
-gracia. A lo mejor le llama vuecencia a un ama de cría.
-
-JUSTA.—Hija, lo que saben algunas.
-
-LIBRADA.—Esa lo trae de casta. Ha sío una señorona en sus prencipios.
-Diga usté que no se emborrachara, y ya quisieran más de cuatro sus
-modales. A mí me tié dicho que es hija de un hacendao de Chinchón.
-
-JUSTA.—Por lo menos, a eso huele toas las mañanas.
-
-LIBRADA.—Tié un habla mu fina; siempre que me ve me llama _escuálida_,
-que no sé lo que es.
-
-JUSTA.—Algo delicao será.
-
-LIBRADA.—Seguro. Cuando ella lo dice...
-
-JUSTA.—¿Y usté ya no pide en San Ginés, señá Librada?
-
-LIBRADA.—No, señora; tuve unas palabras con el _sacris_, y no he
-güelto. Iba mucha gentuza. Ahora me he conchavao con la Pelitos y nos
-hemos hecho vergonzantas.
-
-JUSTA.—¿Y las va a ustés bien?
-
-LIBRADA.—Pos, hija, pa como están las cosas, se va tirandillo. Sino
-que es mucho aperreo. Porque, un supongamos, viene la vesita de San
-Vicente a mi casa; pos ya me tié usté pasando tó el _mobilario_ a cá
-la Pelitos. Me quedo con un jergón, el baúl viejo, media vela en una
-botella y una silla inválida; acostamos a Casimiro, el chico de la
-Onofra, que es una especialidad en toses y quejidos, y presentamos un
-cuadro que es pa caérsele el corazón a una pantera. Que, otro suponer,
-va la vesita _domicilaria_ a cáa la Pelitos: pos me pasa a mí tóos sus
-trastos, se echa en una manta el señor Cosme, que hace el moribundo que
-asusta de bien, y raro es el día que no nos dejan, a más del donativo
-semanal, tres u cuatro pesetas de su _motu_.
-
-JUSTA.—Así se están ustés poniendo el cuerpo de ensalás de escabeche y
-frascos de vino.
-
-LIBRADA.—¿Y no se lo gana una con lo que tié una que lidiar con esas
-tías de señoronas, que le piden a usté recibo hasta de una perra
-chica...?
-
-EL SEÑOR CELIPE. (_Terciando en la conversación._)—Y que lo digas...
-¡Que hay que ver lo de mala fe que se ha puesto la caridá hoy en día!
-Un asco. ¡Amos!; la otra tarde, que salí a pedir, me hizo a mí una
-señorita una ación, que si no hay gente la pego.
-
-JUSTA.—Pues ¿qué le hizo a usté?
-
-SEÑOR CELIPE.—Náa, que le digo en un tono que era pa partir grava de
-dolorido, y quitándome la gorra y todo: “Señorita, por la salú de sus
-hijos, deme usté pa un panecillo, que hace cuarenta y ocho horas que no
-lo pruebo.” Se hace la _magoya_ y aprieta el paso. “Señorita, que tengo
-mucha nesecidá. Si no se fía usté, allí hay una tahona. Cómpremelo usté
-misma.” Y va y dice: “Bueno, venga usté conmigo.” Y vamos y me compra
-una libreta, salimos a la calle y, ¡pasmarse!..., me la parte por la
-metá antes de dármela.
-
-LIBRADA.—¡Qué pécora!
-
-JUSTA.—Pa quitarte de revenderla.
-
-SEÑOR CELIPE.—Claro, como que es lo que yo pensaba hacer si no me la
-mutila. ¡Serán sinvergonzonas!
-
-LIBRADA.—Haberla pegao, so primo.
-
-SEÑOR CELIPE.—Déjate, que ya la conozco.
-
-JUSTA.—¿Y _lo del pañuelo_, va cundiendo, señor Celipe?
-
-SEÑOR CELIPE.—Es lo más produtivo, pero ya va en baja.
-
-LIBRADA.—¿Y qué es _lo del pañuelo_?
-
-SEÑOR CELIPE.—Pues náa, un truco que se le ha ocurrío al señor _Quintín
-el Bolas_, que es un diantre pa inventar. Nos ha reclutao a siete
-u ocho conocidos de la Cuesta e las Descargas: nos carateriza de
-albañiles con un poco de yeso, que paece talmente que acabamos de bajar
-del andamio, nos lleva a Recoletos, tiende un pañuelo de hierbas en
-metá del paseo y le dice, señalándonos, a tóo el que pasa: “Grupo de
-obreros sin trabajo.”
-
-LIBRADA.—¿Y sacaban ustés mucho?
-
-SEÑOR CELIPE.—Ha habido día que hemos _porrateao_ a seis ochenta por
-barba, descontá la cena, vino y puros. Pero la otra tarde, que íbamos
-decisiete, tendimos el moquero en la Castellana, y... _ñascas_. Ni
-quince céntimos..., y eso que pasó el Presidente del Consejo, que no es
-que nos diera na, pero animó bastante.
-
-EL PENDINGUE. (_Cargándose a cuestas el artefacto._)—¡Amos, estoy
-oyéndoles a ustés y me paece mentira que haiga primos que trabajemos
-entavía!...
-
-SEÑOR CELIPE.—¿Qué te pasa, Pendingue?
-
-PENDINGUE.—¡Valiente mano de sinvergüenzas! Hacen pero que muy bien en
-recogerlos a ustés y meterlos en los asilos.
-
-SEÑOR CELIPE.—¡Recogernos... jay... jay! ¡Pos no lo han intentao
-veces!... ¡Si se creerá el alcalde que es hacer compota!...
-
-LIBRADA.—A más, que si no diesen no pediríamos.
-
-JUSTA.—Esa es la fija. De forma que si quién acabar con la mendicidaz y
-quieren recoger, que no recojan a los pobres que piden, que recojan a
-los tontos que dan, que son los culpables.
-
-SEÑOR CELIPE.—¡Aplastante!
-
-PENDINGUE.—¡Oye, pues eso es verdá! Si me lo tropiezo, se lo digo al
-alcalde. (_Vase._)
-
-SEÑOR CELIPE.—Y dale dulces... recuerdos.
-
-TELÓN
-
-
-
-
-LA RISA DEL PUEBLO
-
-
- Pasadas las Ventas, en la carretera de Alcalá, antes de encontrar
- el camino del Este, sobre un altozano, hay una casa humilde, taller
- de cantería, donde se trabaja para el inmediato cementerio.
-
- Es la tarde de un domingo. Los sillares yacen silenciosos al pie
- de los sombrajos. No golpea sobre ellos con su son alegre el
- pico de los canteros. Unas cuantas gallinas escarban afanosas en
- el estiércol, y varios chiquillos juegan y alborotan dejándose
- resbalar por la cuesta de un desmonte próximo.
-
- A la derecha, borroso por la niebla de la tarde fría y gris, se
- ve el cementerio con su enorme vastedad erizada de cruces; y más
- allá diseminados en la lejanía, los barrios de Doña Carlota,
- Pueblo Nuevo y Zafra; los caseríos míseros de La Elipa y Puente
- de Vallecas; y más lejos aún, los tejares del Olivar de Perales.
- Suburbios tristes, yermos, que circundan Madrid como mendigos que
- acosan a un viejo hidalgo.
-
- Bonifacio Menéndez, el maestro cantero, sentado a la puerta de la
- casa, echa un pitillo y lee un periódico. La _señá_ Angustias, su
- mujer en serio, canturrea trajinando dentro del hogar. Primitivo y
- el _Sardina_, dos próceres del riñón del Avapiés, con pañuelos de
- luto al cuello y las cachabas colgadas del antebrazo, bajan lentos,
- tristes, silenciosos, del camino del cementerio. Al ver al señor
- Bonifacio se detienen, y uno de ellos grita desde la carretera:
-
-PRIMITIVO.—Adiós, canterito.
-
-BONIFACIO. (_Dejando de leer y mirando por encima de las
-gafas._)—¡Atiza, qué pareja de pollos! (_A su mujer._) Atiende, tú.
-
-LA ANGUSTIAS. (_Que se asoma a la puerta._)—¡Virgen!... ¡Vaya un par de
-banderillas de lujo!
-
-BONIFACIO.—Pero, ¿de dónde salís tan enlutaos?
-
-EL SARDINA. (_Muy serio._)—De la Negrópolis.
-
-PRIMITIVO.—Venimos de inumanizar a Saturnino, el de la Bastiana.
-
-LA ANGUSTIAS. (_Asombrada._)—¿S’ha muerto?
-
-EL SARDINA.—Del todo. En cinco días. Ayer la diñó.
-
-BONIFACIO.—¿Y qué ha sido?
-
-PRIMITIVO.—Pos un paralís local que le cogió tó el cuerpo y parte de la
-cadera.
-
-LA ANGUSTIAS.—¡Buena estará la pobre viuda!
-
-EL SARDINA.—¡Carcúlate!... Una chica soltera, sin costumbre de estas
-cosas... pues está que no la deja un ataque que no la coja otro.
-
-PRIMITIVO.—En la cama la hemos dejao con uno, que los gritos se oían en
-la Arganzuela.
-
-BONIFACIO.—Pero pasar si queréis, galanes.
-
-EL SARDINA.—¿Dais algo?
-
-LA ANGUSTIAS.—Las buenas tardes y un taburete.
-
-PRIMITIVO.—No es pa repartir invitaciones.
-
-EL SARDINA.—¿No tendrías un buchito de cualisquier cosa pa un dolor de
-muelas que trae aquí mi _cólega_?
-
-BONIFACIO.—¿Sus haría triple anís?
-
-EL SARDINA.—¡Digo!... Mejor que el Polo.
-
-BONIFACIO.—Pues adentro, pirandones.
-
-EL SARDINA.—Hale, Primi.
-
-(_Suben, se sientan; la Angustias saca unas copas y un frasco de
-aguardiente y la visita bebe, fuma y charla._)
-
-EL SARDINA. (_A Bonifacio._)—¿Y tú por qué eres tan pigre, que no bajas
-por allá abajo de cuándo en cuándo?
-
-BONIFACIO.—Hombre, no me apaño a ir, la verdá. Le pilla a uno un
-destierro. ¡Tú sabes la distancia!
-
-PRIMITIVO.—Como que hay que echar merienda.
-
-BONIFACIO.—¿Y que hay de _nuvotés_ por aquellos andurriales?
-
-EL SARDINA.—Pues que tu compadre el _Pintao_ ya no tié la taberna en la
-cae del Amparo.
-
-LA ANGUSTIAS.—¿La traspasó?
-
-EL SARDINA.—De parte a parte. Por mil doscientas _beatas_ y un juego de
-alcoba bastante viejo.
-
-BONIFACIO.—¿Y s’ha quedao sin na?
-
-PRIMITIVO.—Ca, hombre. Ahora ha puesto un bar en la Glorieta y lo ha
-titulao el “Bar Quito”... que me creo que es un chiste.
-
-LA ANGUSTIAS.—¡Mi madre, qué tontería!
-
-EL SARDINA.—Dice que, al mismo tiempo que rótulo, es _retrúcano_ y
-s’hará popular.
-
-BONIFACIO.—¿Sigue tan chirigotero?
-
-PRIMITIVO.—¡Uf... es morirse de risa entrar en aquel establecimiento!
-Allí van el _Berruga_, Paco el _Chalana_, Sisto el _Curial_, Mariano el
-_Pajero_... ¡la jovialidaz de Embajadores!
-
-EL SARDINA.—¡Los amos de la gracia!
-
-LA ANGUSTIAS.—¡Menudos peines!
-
-BONIFACIO.—Aquello será una función cómica.
-
-PRIMITIVO.—Más que un teatro. Entras y te esgarras a reir.
-
-EL SARDINA.—Hay días que nos tronzamos. Cuéntale, pa que vea, el chiste
-que se le ocurrió ayer al _Chalana_.
-
-PRIMITIVO.—¡Chiquillo, nos revolquemos!
-
-BONIFACIO.—A ver.
-
-PRIMITIVO.—Pues nos preguntó que en qué se parecía San José a un melón
-de cuelga.
-
-LA ANGUSTIAS.—¡Mi madre, qué raro!
-
-BONIFACIO. (_Estupefacto._)—¿Y en qué se parece?
-
-PRIMITIVO. (_Muerto de risa._)—¡En que tiene _Pepitas_!
-
-EL SARDINA. (_Riendo a todo reir._)—¡Pepitas!... ¡Ja, ja, ja!...
-¡Fíjate!... ¡Pepitas!... Claro, San José... de Pepes, Pepitas.
-
-BONIFACIO. (_Dudando._)—Pos no m’acaba a mí de hacer una gracia loca,
-la verdá.
-
-LA ANGUSTIAS.—¿Loca...? Ni atontolinada siquiera. Menuda gansá. Amos,
-que paece mentira que padres de familia, cargaos de miseria y de hijos,
-se entretengan en esas tontunas.
-
-EL SARDINA.—Pos poquito que nos reímos.
-
-PRIMITIVO.—Y pué que lo de anoche tampoco os haga gracia.
-
-BONIFACIO.—¿Qué fué?
-
-PRIMITIVO.—Na, que como enfrente del bar la calle hace mucha cuesta
-y la acera es estrechita, fué el _Berruga_ y a la plancha del
-alcantarillao, que es de plomo, la dió de jaboncillo, y no pasaba un
-transeunte que no resbalase y se diese una costalada.
-
-EL SARDINA.—Y no sus quiero decir ca talegazo la juerga que s’armaba en
-el bar.
-
-BONIFACIO.—¡Pero qué cachos de brutos!
-
-PRIMITIVO.—¡Brutos porque nos divertimos!...
-
-LA ANGUSTIAS.—¡Valiente diversión!
-
-EL SARDINA.—No vamos a ser como vosotros, que yo no sé si de hacer
-lápidas u qué, sois una familia más triste que un responso.
-
-PRIMITIVO.—Tenéis una formalidaz que acongoja.
-
-LA ANGUSTIAS.—¿Pos qué querías, mirarnos por detrás y encontrarte con
-un chascarrillo, como en las hojas d’almanaque?
-
-EL SARDINA.—Yo, a ti que eres de Cadalso de los Vidrios, hija de un
-cochero de funeraria, hermana de un calavera, y que encima te llamas
-Angustias, no te voy a pedir que seas un parque de Recreos. Pero
-éste... ¡Amos, que paece mentira que haiga nacido en el Portillo de
-Embajadores, que es la cuna del chirigoteo madrileñista!
-
-PRIMITIVO.—No paeces hijo de Madrid, Bonifacio.
-
-BONIFACIO.—¡Alto allá! ¡Yo soy más hijo de Madrid que vosotros!
-
-EL SARDINA.—No chilles, que te se va a espantar el macho.
-
-BONIFACIO.—Y na más. ¡Y las cosas con pruebas, que es lo que vale!
-
-PRIMITIVO.—¡Pero si tú eres más serio que una corbata negra!...
-
-BONIFACIO.—Yo soy como me sale del bolsillo. Lo que tiene es que ca uno
-vive según los prencipios que l’han dao. Vosotros, ¿en qué sus habéis
-divertido siempre? Pues yo te lo diré. De chicos, en iros por las
-mañanas con los tiradores a matar pájaros a la Moncloa, por las tardes
-a la pedrea y por las noches, con las estacas, a perseguir gatos por el
-barrio. Total, a disfrutar haciendo daño. Luego, de mocitos, a correr
-de calle en calle, atormentando a _Garibaldi_ u a cualisquiera vieja
-borracha, a tocarles la chepa a los jorobaos y a burlaros de los cojos.
-A gozar con el dolor del prójimo.
-
-EL SARDINA.—Hombre, esas son cosas de la juventud.
-
-LA ANGUSTIAS.—Cosas de cafres... Si tuviás tú un hijo con joroba, ¿te
-gustaría que se rieran de él? ¿No te morirías de pena? Pues ca vez que
-veas a un lisiao piensa que te está oyendo su madre.
-
-PRIMITIVO.—Amos, Angustias, no te pongas macabra.
-
-LA ANGUSTIAS.—¡Oye, eso de macabra se lo dices a tu suegra!
-
-PRIMITIVO.—¡No es ningún insulto, señor!
-
-LA ANGUSTIAS.—Por si acaso.
-
-BONIFACIO.—Y luego, ya de hombres, ¿a qué le llamáis vosotros
-diversión? Pos a ver destripar caballos en los toros. A marcharse en
-patrulla armando bronca por los bailes de los merenderos; a acosar
-por las calles a mujeres indefensas con pellizcos y gorrinerías; a
-escandalizar en los cines y a insultar a las cupletistas. ¿Y eso es
-alegría, y eso es chirigota, y eso es gracia...? Eso es barbarismo,
-animalismo y bestialismo. Y hasta que los hijos del pueblo madrileño no
-dejen de tomar a diversión todo lo que sea el mal de otro... hasta que
-la gente no se divierta con el dolor de los demás, sino con la alegría
-suya... la risa del pueblo será una cosa repugnante y despreciable.
-Bonifacio Menéndez, ris ras, rubricao.
-
-LA ANGUSTIAS.—Chócate, Boni, que has estao súper.
-
-PRIMITIVO.—Bueno, bueno... (_Él y El Sardina se levantan._) Esta
-Cuaresma te vas a las Carboneras, te pones un bonete, te encaramas al
-púlpito, y el padre Calpena es un gorrión a tu lao.
-
-BONIFACIO.—Pero ¿es que no os he convencido...?
-
-EL SARDINA.—¡Qué nos vas a convencer!... Lo que tiene es que yo no te
-desenvuelvo ahora mismo dos teorías pa pelarte al rape porque nos
-están esperando; que si no...
-
-PRIMITIVO.—Es verdá, chiquillo; no m’acordaba. (_Mirando el reloj._)
-Anda, que son las cuatro y media.
-
-BONIFACIO.—Pero ¿ande vais tan corriendo?
-
-EL SARDINA.—Al solar de Vítor el _Mengue_, que ha organizao unas
-carreras de cojos, que va a ser morirse de risa.
-
-BONIFACIO. (_Con asombro._)—¡Carreras de cojos!...
-
-PRIMITIVO.—Na, que ha comprometío al cojo _Tranca_, a Natalio el
-_Patapalo_ y a dos u tres cojos más y hacen carreras pa batir el récor
-de las dos vueltas con muletas y sin ellas. El premio son doce docenas
-de pájaros fritos y seis frascos de Morapio, que sufraga Indalecio el
-de la Corrala.
-
-EL SARDINA.—¿Por qué no te vienes? Verás qué risa.
-
-BONIFACIO. (_Sonriendo._)—Hombre, mira; ves, eso tiene gracia...
-¡Carreras de cojos!... Y dices que pájaros fritos... (_Vacila._)
-
-PRIMITIVO.—Tira pa alante. Verás qué tarde pasamos.
-
-BONIFACIO. (_Se levanta._)—Oye, Angustias, mira, yo voy a acercarme con
-éstos... No tardo.
-
-LA ANGUSTIAS.—Pero ¿serás capaz de ir...? ¡Tú a divertirte con unos
-desgraciaos!... ¡Pero no estabas diciendo que si el salvajismo, que
-si!...
-
-BONIFACIO.—Mujer, uno conoce las cosas... Pero, después de tóo, ¿qué
-culpa tengo yo de que haiga cojos ni de que me gusten los pájaros
-fritos...? Es el fatalismo humano. Siéntate, que no tardo.
-
- Los tres hombres se alejan riendo. Por el desgarrón de una nube
- morada brilla un rayo de sol que inunda el lejano cementerio de luz
- amarilla. La mujer ve alejarse a los hombres, que ríen, y se dibuja
- en sus labios una sonrisa extraña.
-
-LA ANGUSTIAS. (_Sentándose a la puerta de su casa._)—¡Qué hombres!...
-Será que la vida es así. ¡Conoce uno que no se debe de reir del mal de
-otro, y como si no!... (_Encogiéndose de hombros._) Bueno.
-
-TELÓN
-
-
-
-
-LOS PASIONALES
-
-
- Paco el _Metralla_, un jovenzuelo de mediana estatura, enteco,
- amarillo, de mirada cínica, muy compuesto, con su traje flamante,
- sus botas de caña, su corbatita de nudo y su gorrilla inglesa, va
- con paso resuelto y marchoso Torrecilla del Leal abajo. A poco,
- atraviesa la calle de Zurita, tuerce por la de la Fe y viene a dar
- con la del Salitre, frente por frente a la iglesia de San Lorenzo,
- simpática parroquia enclavada en el riñón del Madrid castizo y
- jaranero.
-
- Está anocheciendo. El chulillo detiénese en la última esquina. Sus
- miradas iracundas e inquisitivas, se dirigen a un frontero obrador
- de plancha, cuya luz ya se ha encendido, y en el que trabajan,
- sofocadas, alegres y dicharacheras unas cuantas mocitas de garbo.
-
- Paco pasa y repasa por delante del obrador, _dejándose ver_.
-
- Al reparar en él, se hace un enojoso silencio entre las bulliciosas
- muchachas; y una de ellas, la más desenvuelta y garbosa, dice con
- sincera acritud, sacando una plancha del anafre y arrimándosela a
- la mejilla:—Ya está ahí ese mosca.
-
- —Pos ahora verás—exclama la maestra, y cierra violentamente la
- puerta vidriera del obrador.—¡Miá que es pelma el niño!—añade
- iracunda.—Pero ¿qué se habrá creído ese chulo de baile?
-
- Más excitado por el incidente, retorna el bullicio entre aquella
- alborotadora y femenina juventud, y la voz entonada y firme de una
- mocita destaca esta copla, llena de punzante ironía:
-
- “Me he cansao de quererte,
- búscate otra,
- o aguarda a San Isidro
- si quieres _tontas_.”
-
- Paco, plantado en la esquina, calcula por la indirecta la
- hostilidad con que es recibido, y al terminar la copla tira con
- rabia la colilla contra el suelo, haciendo estallar en chispas la
- lumbre del cigarro, y masculla amenazador:—¡Maldita siá!... ¡Pa que
- no vayas a la Casa de Socorro esta noche!... No tendría yo lacha.
- Tú saldrás.
-
- Pasea por la acera con paso desigual y nervioso; se estira la
- visera de la gorra, se zarandea el chaleco, se afirma el pantalón.
- Al fin, decidido a esperar, se recuesta en la esquina.
-
- A poco, un nuevo _personaje_, Gumersindo, el _Chulo de Postas_,
- menos joven, pero peor encarado y más cínico que el _Metralla_, le
- pone la mano en el hombro cariñosamente.
-
-——
-
-GUMER.—¡Gachó, tú de puntalito!
-
-PACO (_Secamente._)—Hola.
-
-GUMER (_Mirando con guasa a lo alto._)—Oye, ¿pero es que amenaza ruina
-esta medianería?
-
-PACO (_Con ira._)—Lo que amenaza ruina es que esta noche no duermo yo
-en mi casa, Gumer.
-
-GUMER.—¿Y eso lo das como novedá?
-
-PACO.—Es que no se lo paso; ¡mialás!... ¡Que la pincho, por mi salú!
-
-GUMER.—Pero, ¿quiés cordinar, ninchi, a ver si te cojo el hilo?
-
-PACO.—Na, hombre... la Nieves.
-
-GUMER.—¿Qué t’ha hecho?
-
-PACO.—Una tontería... ¡Pa diez años de cárcel!
-
-GUMER.—Es una niña de pronóstico. Te lo tengo advertido. En fin, vuelca
-el talego.
-
-PACO.—Verás qué rica. Pos na: que después de ocho meses de relaciones,
-que me ha tenío hecho una oveja, sacándola a paseos y _cines_ cuando
-l’ha dao la gana y haciéndola el favor de llevarla a mi diestra;
-después de tenerme sacrificao, que me dice “no mires a ninguna”—y tengo
-que mirar de reojo;—después que me compra una corbata y me la tengo
-que poner aunque no me guste... ¡y encima—y esto es lo más horrible—que
-me he gastao con ella un dineral!...
-
-GUMER.—¿Sobre cuánto?
-
-PACO.—Pos tóo lo que me ha dao en los ocho meses pa que se lo guardara
-y tres pesetas mías.
-
-GUMER.—¡Qué bárbaro! ¡Estáis echando a perder a las mujeres!
-
-PACO.—Bueno; pos después de esa conduzta modelo—tóo por los cuatro
-cochinos duros semanales que gana, que me cuesta un triunfo
-sacárselos,—la llevo el sábado al baile de Provisiones, porque me
-dijo que quería perfeccionarse en el _tuesten_, y porque al entrar me
-distraigo media hora en el guardarropa con la _Piñones_, va, se atufa,
-se mete en el salón y se me pone a bailar con el _Petaca_.
-
-GUMER.—¡Arrea!... ¡Con lo postinoso que es ese pa las mujeres!
-
-PACO.—¡Carcula!
-
-GUMER.—Te sentaría peor que el escabeche pasao.
-
-PACO.—Como que la saqué a la calle y la pegué una bofetá que la salté
-un diente.
-
-GUMER.—¡Y pué que lo tomara a mal!
-
-PACO.—¿Que si lo tomó?... Que me dijo que habíamos acabao.
-
-GUMER.—¡Qué graciosas! Toas lo mismo. De seguida quién acabar... y el
-hombre que ya tié arreglaos sus gastos al jornal que le gana una mujer,
-que se chinche ¿verdá?
-
-PACO.—Yo, de primeras, lo tomé por un dicho de esos de cuando una cosa
-les da coraje; pero, chiquillo, que nada... que ha estao dos días
-dándome esquinazo sin venir a planchar; y el jueves pos vino acompañá
-de un tío municipal que tiene; que no me quise arrimar, porque yo con
-el Ayuntamiento no tengo valor pa nada.
-
-GUMER.—Haces bien.
-
-PACO.—Y, por último, ayer, pa celebrar el santo de la maestra, se
-fueron de juergueo al Partidor, al ventorro del _Cuevas_.
-
-GUMER.—Lo he sabido.
-
-PACO.—De que me lo noticiaron, voy y me encamino pa allí con Pepe el
-_Rosca_. Lleguemos... ¡y no quiás saber!... Miro y me la encuentro
-agarrá a un panoli, a la vera de un manubrio, y bailándose otro
-_tuesten_.
-
-GUMER.—¡Rediez, cuánto _tuesten_!
-
-PACO.—¿No es pa quemarse?
-
-GUMER.—¡Pa tener hollín!
-
-PACO.—De que los guilé me dió un vuelco el corazón, y me voy pa ellos,
-y metiéndoles así la mano por entre los dos pa detenerlos, le digo a
-él: “¿Me permite usted una vuelta con la socia?” “Pa Carnaval”, me
-contesta el tío, y siguen girando.
-
-GUMER.—¡Qué boceras!
-
-PACO.—Me quedé helao. Vuelven a pasar, secundo la petición, y me dice
-que me presente a concurso. Hasta que yo, harto de chuflas, me arranco
-a él de mala forma y, dándole un manotazo en el hombro, le digo: “¿Pero
-es que ha heredao usté a esta joven, pollo?” “Sí, señor; me la ha dejao
-un tío.” “Pues a mí me la va a dejar un primo”; y agarro del brazo a
-Nieves, y tiro de ella, y va él entonces, arrima su cara a la mía y me
-estornuda a un milímetro cuadrao de mis narices... y, ¡chiquillo, qué
-bofetá!
-
-GUMER.—¿Le diste?
-
-PACO.—Viceversa.
-
-GUMER.—¡Él a ti!
-
-PACO.—Que me cogió la acción. Pero cómo me dejaría este carrillo de
-dormido, que hasta la quinta bofetá no se me empezó a desperezar.
-
-GUMER.—¿Te sopló leña?
-
-PACO.—Sí: pero tú ya me has visto en pelea... ¡Me cegué, me fuí pa él,
-metí mano, abrí la chaira, le tiré dos viajes!...
-
-GUMER.—¿Y qué?
-
-PACO.—Na, que le vi correr pa la Casa e Socorro y dije: “Le he
-matao”... pero luego me enteré que es hijo del conserje, y, como
-vive allí, iba por una estaca. Total, que si no se me llevan hay una
-desgracia.
-
-GUMER.—¿En tu familia?
-
-PACO.—U en la suya. Y escuso decirte, Gumer, que desde que esa mujer me
-ha hecho esa ación indecorosa yo no duermo...
-
-GUMER.—¿No tiés dónde?
-
-PACO.—Ni vivo... ni como.
-
-GUMER.—Lo creo.
-
-PACO.—Porque, claro, de repente te ves sin cariño...
-
-GUMER.—Y sin veinte pesetas semanales. Si me ha pasao a mí la mar de
-veces.
-
-PACO.—Por eso te digo; tú ¿qué harías en mi caso, Gumer? Aconséjame.
-
-GUMER.—Hombre, la cosa es grave; porque, claro, tú no te vas a poner a
-trabajar ahora a la edaz que tienes.
-
-PACO.—Ni lo sueñes. Voy a cumplir los veintitrés. La edad del
-aprovechen.
-
-GUMER.—Por eso te digo que el asunto es complicao; pero, en fin, te voy
-a dar una leción que si me llaman a domicilio llevo cinco pesetas por
-ella.
-
-PACO.—Venga.
-
-GUMER.—Pues atiende. La Nieves, con su proceder asqueroso, te holla dos
-cosas: te holla tu pundonor y te holla el puchero.
-
-PACO.—Que son casi tres ollas.
-
-GUMER.—Clavao. Por lo tanto, si quiés quedar como un hombrito, la
-aguardas esta noche, y de que salga la llamas y la planteas el
-_poblema_ en esta forma: “Apreciable nincha: U sigues las relaciones
-amorosas con un servidor, u te doy dos tajos en el rostro. A escoger.”
-¿Que te dice que sí? pues, dominada ya por el miedo, haces cuenta que
-te has comprao una burra; ¿que se emperra en que no? pues tiras de
-navajita y la cortas la cara. Ni más ni menos.
-
-PACO (_Con cierto estupor._)—¡Gachó! Pero, ¿y si me llevan a la cárcel?
-
-GUMER.—¡Amos, quita, _manús_! Estás en primaria. Aquí me tiés a mí, que
-he _pedricao_ con el ejemplo. Por una cosa parecida a la tuya le dí yo
-dos tajos a la Enriqueta.
-
-PACO.—Ya m’acuerdo.
-
-GUMER.—¿Y qué me pasó?... Pues que, como era delito pasional, a los dos
-meses _asolvido_.
-
-PACO.—Pero aquello fué la suerte que tú tienes.
-
-GUMER.—Y la de todos. Por un arrebato pasional le quitas el reló a un
-amigo y es atenuante.
-
-PACO.—¿Estás seguro?
-
-GUMER.—¿Cómo seguro?... Acuérdate de lo mío.
-
-PACO.—Pero tú estuviste en la cárcel.
-
-GUMER.—Porque se diztó indebidamente auto de prisión. El juez que me
-atropelló con el auto.
-
-PACO.—Lo que pasa con todos los autos.
-
-GUMER.—Pero, muchacho, se vió la vista causa, y como la seda. ¡Me tocó
-un Jurao!...
-
-PACO.—¿Bueno?
-
-GUMER.—Ni escogido. El señor Pepe, el _Bocas_; Quintín, el _Churrero_;
-el señor Serapio, el _Orejas_; Custodio el de la Leoncia; Valentín el
-_Zapa_... tóos amigos.
-
-PACO.—Pero, ¿cómo estaban allí esos tíos?
-
-GUMER.—Sí, hombre; es que a los caballeros les gusta que haiga Jurao,
-pero no quién ir, ¿sabes? y cuando les toca, pos, pa no molestarse,
-delegan por las cinco pesetas en una colección de sustitutos, del
-comercio de esta corte, que vagan por los pasillos de las Salesas a lo
-que cae. Y, claro, yo que me vi con la mar de conocidos en el Tribunal
-popular, compuesto en su mayoría de elemento vinatero, pues dije: “Sois
-míos”; y alecionao por el defensor, a la primera pregunta del fiscal
-empecé a llorar a lágrima viva y a decir que los celos me habían puesto
-una venda sanguinolenta en los ojos, que la navaja me se había venido
-sola a la mano y que al cometer el delito me pasó una cosa pasional
-por el cranio, que yo no sabía si estaba jugando a la brisca o dando
-puñalás.
-
-PACO.—¡Vaya un raspa!
-
-GUMER.—Y a tóo esto, yo, venga de sollozos, llamándole a la Enriqueta
-“ser querido”, “arcángel de mi juventud”, “primer amor de mi
-existencia”... y dando convulsiones y diciéndole al relator que me
-hiciese el osequio de pegarme un tiro en la nuez, que yo no podía vivir
-después de haber atentao contra aquella mujer “amada y fraudulenta”.
-
-PACO.—¡Chiquillo, es que tú también te usas unas frases!
-
-GUMER.—Hombre, la solenidá era pa ello. Resumen: que si ves el cuadro,
-la hincas. El público era un puro sollozo; los juraos hicieron
-charco de tanta lágrima, y el presidente del Tribunal yo creí que se
-arcidentaba. Gracias que empezó a roncar.
-
-PACO.—¿Se quedó dormido?
-
-GUMER.—Como una rosca. Total: veredizto de inculpabilidaz, sentencia
-asolutoria, la Enriqueta lisiada pa toa su vida y yo con un cartelito
-entre las damas desde que salí de la cárcel, que aquí me tienes,
-vestido, calzao, fumao, comido, bebido, ecétera, ecétera... Porque,
-dime tú, después de aquello, ¿qué desgraciada le niega a un servidor
-cinco duros, aunque tenga que sacárselos al Ayuntamiento?
-
-PACO.—¡Gachó, qué suerte!
-
-GUMER.—Táztica y _monocle_. (_Señalándose el ojo derecho._)
-
-PACO.—Eres el Hizdemburge del Sombrerete.
-
-GUMER.—Me has tañao. Por eso te digo, Paco, que sigas mis huellas con
-la Nieves. U te se somete con jornal y todo, u la pinchas; no seas
-primo.
-
-PACO.—Sí, estoy resuelto. Tiés razón. (_Mirando hacia el obrador._)
-Calla, que salen.
-
-GUMER.—¡Camará, cuántas vienen!
-
-PACO.—La rodean las compañeras.
-
-GUMER.—Que se han maliciao algo; pero no le hace. Llámala aparte y se
-lo dices. Conque salú y suerte, ninchi, que yo me voy. (_Vase calle
-abajo, huyendo de la quema._)
-
-PACO (_Un poco pálido, acercándose al grupo de muchachas que ha salido
-del obrador._)—Nieves.
-
-NIEVES.—Me llamo.
-
-PACO.—Haz el osequio de venir.
-
-NIEVES.—No me dejan en casa.
-
-PACO.—Nieves, que estoy ciego.
-
-NIEVES.—Cómprate un perro.
-
- Las risas de las compañeras excitan a Paco, que coge a Nieves de un
- brazo y la hace bajar violentamente de la acera, mientras, lívido
- y tembloroso, saca una navaja. Sin darle tiempo a abrirla, aquel
- enjambre de mocitas bravías cae sobre él y le desarman, le tiran al
- suelo y, con llaves, bolsos de mano y puños cerrados, le dan una
- paliza de órdago a la grande y le dejan en tierra sangrando por
- boca y narices, entre la rechifla de la gente del barrio, enterada
- del suceso.
-
- Un guardia de Orden público, que se acerca al escándalo, se lleva a
- pescozones al _Metralla_.
-
-GUARDIA.—Echa pa alante, vividor de mujeres.
-
-PACO.—Guardia, que ha sido por celos... que soy un pasional...
-
-GUARDIA.—¡Cállate ya, so golfo! La culpa de lo que hacéis la tié el
-Jurao y na más que el Jurao. Que fuera yo el que sentenciara estas
-cosas, y ya veríais... ¡¡Os echaba cinco años de presidio por granujas
-y diez por pasionales!!
-
-TELÓN
-
-
-
-
-LOS ATEOS
-
-
-
-
-CUADRO PRIMERO
-
-
- Interior de una taberna establecida en la calle del Peñón, a dos
- pasos del Campillo de Mundo Nuevo.
-
- Es de noche. El aire de la _tasca_, enrarecido por el humo de los
- cigarros, amengua la luz de las débiles bombillas, dando aspecto
- siniestro a aquellas gentes famélicas y desarrapadas que llenan las
- mesas.
-
- Se huele a vino, a tabaco, a guisos fuertes.
-
- En el velador de un rincón acaban de comerse unos _livianos_ y de
- apurar unos _quinces_, previamente jugados al mus, Baldomero el
- _Bizco_, Nicomedes el _Soga_, el señor Eulalio y el señor Floro.
-
- Pepe el _Malagua_, dueño del local, les hace los honores
- _osequiándoles_ con unas _limpias_ de Monóvar.
-
- Se habla a voces de la última cogida de un _fenómeno_.
-
- De pronto, un poco confuso, suena a lo lejos, en el silencio de
- la calle, espaciado y solemne, el repiqueteo de la campanilla del
- Viático. Le sigue, como ruido complementario, el lento rodar de un
- coche.
-
- En el interior de la taberna se hace un breve silencio. Todos
- atienden.
-
- El señor Eulalio, un poco indeciso, levanta la mano con disimulo y
- toca levemente la visera de su gorra.
-
- Una ruidosa carcajada, que se deshace en aspavientos, en muecas de
- burla, y en soeces interjecciones, es el comentario que pone la
- reunión a la inofensiva reverencia del pobre anciano.
-
-SEÑOR FLORO (_Muerto de risa._)—¡Ja, ja, ja..., pos no se iba a quitar
-la gorra! ¡Ja, ja, ja!...
-
-SEÑOR EULALIO (_Un poco avergonzado._)—Hombre, yo...
-
-BALDOMERO.—¡Amos, quite usté d’ahí, so beata!
-
-SEÑOR EULALIO.—Pero, señores, el que un hombre haga una cosa porque
-tenga ciertos principios, no creo yo que...
-
-NICOMEDES.—¡Te conocíamos como peón de mano, pero como santurrona!...
-¡Ja, ja, ja!...
-
-PEPE EL MALAGUA.—¡Medio siglo haciéndonos creer que se desayunaba con
-acólitos en pepitoria, y de pronto nos resulta un _cofrade_!
-
-SEÑOR EULALIO.—¡Hombre, hacer el favor de no insultar!
-
-SEÑOR FLORO.—Eulalio, vas camino del _jaimismo_.
-
-SEÑOR EULALIO (_Ya amoscado._)—¡Voy camino de la venta de la... Rubia!
-¡Señor... miá tú qué tendrán que ver las narices con el buen tiempo!
-
-SEÑOR FLORO (_Dando un enérgico puñetazo sobre la mesa._)—Entonces,
-¿por qué saludas ante las patrañas eclesiásticas?
-
-SEÑOR EULALIO.—Saludo porque no creo que haga falta la desageración en
-cosa ninguna. Porque yo no es que pise una iglesia, que eso, Dios me
-libre...; pero tampoco soy como tú, que porque un día _estarnudaste_
-en la calle y te dijeron “Jesús”, tuviste un juicio de faltas. Ni soy
-como ese, que no pasa un cura por su lao que no le profiera una ofensa,
-bien oral, bien mímica. Yo no me persigno ni creo en esas pamplinas
-de santos ni de novenas; pero, señor, una meaja de fe en algo hay que
-tenerla.
-
-SEÑOR FLORO.—¡Fe en el progreso humano!
-
-TODO EL CONCURSO (_Que queda pendiente de la discusión._)—¡Mu bien!
-
-SEÑOR EULALIO.—Estoy en ello; pero yo lo que te digo, Floro, es que tié
-que haber un Ser superior, llámese Dios u llámese como se llámese, que
-haiga formao este Universo que nos cobija.
-
-SEÑOR FLORO.—Aquí no hay más Dios ni más ser que la Naturaleza madre y
-su produzto, que es el hombre, animal soberano y libre; y tóo lo demás
-que te digan, zanahorias condimentadas.
-
-SEÑOR EULALIO.—¿De forma que tú crees que el mundo se ha hecho solo?
-
-SEÑOR FLORO.—De un modo automóvil, sí, señor.
-
-SEÑOR EULALIO.—¿Y de dónde ha surgido?
-
-SEÑOR FLORO.—Del caos.
-
-SEÑOR EULALIO (_Dudando._)—¡Qué caos ni qué cacaos!...
-
-SEÑOR FLORO.—Ni más ni menos. ¡Del caos!
-
-SEÑOR EULALIO.—¿Y qué es el caos, vamos a ver?
-
-SEÑOR FLORO.—La nada flotante.
-
-NICOMEDES (_Admirado._)—¡No le coge en una!
-
-SEÑOR FLORO.—Y pa que te enteres de lo que no sabes, te diré que este
-globo terraquio que habitamos no es ni más ni menos que una corteza
-desprendida de otro planeta que se ha enfriao.
-
-UN OYENTE.—Iría de verano.
-
-SEÑOR FLORO (_Muy molesto._)—Al que se chufle cojo una botella y le
-hago una alusión personal en las narices.
-
-VARIOS.—Callarse, hombre. (_Silencio profundo._)
-
-SEÑOR EULALIO.—Entonces, dime a mí, ¿qué soy yo, vamos a ver?
-
-SEÑOR FLORO.—Un mísero gusano dedicao a la albañilería y nacido de la
-putrefación terraquia.
-
-SEÑOR EULALIO.—¡Arrea! ¿Yo gusano...? Hombre, Floro, dices unas cosas...
-
-SEÑOR FLORO.—Chist...; aquí todo se prueba, como en las sastrerías.
-Ejemplo práztico de tu gusanez. Coges un peazo de queso, lo tiras a ese
-rincón, vuelves a los quince días y lo encuentras fermentao.
-
-SEÑOR EULALIO.—Eso será si no hay ratas, porque si hay ratas no lo
-encuentras.
-
-SEÑOR FLORO.—Aquí tienen gato. Por eso he puesto el ejemplo. Pues de
-la misma forma que el queso fermenta y salen gusanos u seres móviles
-y vividores, lo mismo de la cáscara mundial salieron seres u gusanos,
-que somos tú y yo, éste y ese, la Inacia, la Tadea y personas que nos
-acompañan.
-
-TODOS.—¡Mu bien!
-
-UN OYENTE.—Eso no es posible, señor Floro.
-
-SEÑOR FLORO.—¿Quién ha graznao esa negativa?
-
-UN OYENTE.—Servidor; porque si yo creyera que una mujer con unos ojazos
-y unas formas como las de su cuñada de usté era produzto de un pedazo
-de queso, yo tiraba una bola. (_El auditorio ríe._)
-
-SEÑOR FLORO (_Amoscado._)—Tiés una cabeza, mi amigo, que la incluyes
-en un puesto de melones y no desmerece. Estoy filosofeando, y, por lo
-tanto, hablo en sentido hipotecario, ¿estamos?
-
-UN OYENTE.—Ah, bueno, usté disimule.
-
-SEÑOR FLORO.—No hay de _queque_. Orejita es lo que hace falta pa saber
-oir. Y voy a rematar. Por lo tanto, Eulalio, ni hay ser superior, ni
-cielo, ni purgatorio, ni andróminas de esas. En este mundo no hay nada
-más que este mundo, donde está todo, lo bueno, lo malo y lo entreverao.
-Y el día que te mueras vuelves al seno de la tierra materna y te haces
-polvo, fósforo, gaseosa... nada. ¡He dicho!
-
- Delirantes aplausos y risas soeces acogen las últimas frases del
- ateo.
-
- El señor Eulalio, reducido al silencio por la explosiva dialéctica
- de su rival, calla en un rincón.
-
- Otra vez vuelve a oirse la campanilla del Viático, que regresa. Se
- va acercando, acercando... Al fin, pasa, y, cada vez más lejana, se
- pierde en el silencio de la calle desierta, seguida del lento rodar
- del coche.
-
- Aquella pobre gente, a pesar de todo, deja de reir.
-
-=Mutación=
-
-
-
-
-CUADRO SEGUNDO
-
-
- Interior de una alcoba humilde en una casa pobre.
-
- Son las dos de la madrugada.
-
- En la obscuridad suena el tictac vigilante de un reloj.
-
- Tendidos en una modesta cama, duermen el implacable ateo señor
- Floro y la señá Felipa, su consocia.
-
- De pronto, el pobre hombre despierta, da un grito agudo y se lleva
- las manos al lado izquierdo del pecho, incorporándose, lívido y
- tembloroso.
-
-SEÑOR FLORO.—¡Ay, madre!... ¡Ay, Felipa!
-
-SEÑÁ FELIPA (_Despertando aterrada._)—¿Qué te pasa, Floro? (_Enciende
-la luz._)
-
-SEÑOR FLORO.—¡Ay, Felipa, qué dolor! ¡Ay, que me muero!
-
-SEÑÁ FELIPA.—Pero, ¿qué t’ha dao?
-
-SEÑOR FLORO.—¡Ay, que no lo sé!... ¡Ay, que tengo aquí un puñal!
-
-SEÑÁ FELIPA (_Echándose de la cama._)—Pero, ¿dónde?
-
-SEÑOR FLORO.—¡Ay, en esta parte!... ¡Ay, que llamen a un médico, que yo
-no puedo respirar! ¡Ay, Felipa, que es un dolor de costao!... ¡Ay, que
-yo no sé qué tengo!
-
-SEÑÁ FELIPA.—¡Por Dios, hombre, no te apures!
-
- Atacado de una aguda neuralgia intercostal, el señor Floro sigue
- quejándose con amargos lamentos; mientras, la señá Felipa se echa
- una falda y corre a llamar a los vecinos.
-
- A poco, el cuarto se llena de gente a medio vestir, que anda de un
- lado a otro, perpleja y estuporizada.
-
-VECINA PRIMERA.—Pero, ¿qué ha sido?
-
-VECINO PRIMERO.—Pero, ¿qué tienes, Floro?
-
-VECINA SEGUNDA.—Debe ser algo que le ha hecho daño.
-
-VECINO SEGUNDO.—¿Qué cenaste anoche?
-
-SEÑOR FLORO.—¡Ay, que no lo sé!... ¡Ay, que yo me muero!... ¡Salvarme,
-por lo que más queráis!
-
-UNO.—¡Eso ha sido la mojama!
-
-UNA.—¡Pué que sea flato!
-
-OTRA.—Hacerle tila.
-
-OTRO.—Darle aceite.
-
-VECINO PRIMERO.—Ponte boca abajo.
-
-VECINA SEGUNDA.—Calienta una franela.
-
-SEÑÁ FELIPA.—Matías, por Dios, vete a la Casa de Socorro y que venga un
-médico.
-
-MATÍAS.—Voy en un vuelo. (_Sale disparado._)
-
- Dan al enfermo aguas cocidas, unturas; le aplican bayetas,
- ladrillos calientes...; todo inútil. La violencia del mal no cede.
- El señor Floro, en el paroxismo del dolor, da gritos desesperados
- y espantosos, revolcándose en la cama.
-
-SEÑOR FLORO.—¡Ay, que me muero!... ¡Ay, que no puedo más!... ¡Ay,
-Virgen del Carmen, quítame este sufrir, por lo que más quieras!... ¡Ay,
-Dios mío de mi corazón!...
-
- La señá Escolástica, una vieja motejada de beata por la vecindad,
- se acerca al lecho.
-
-SEÑÁ ESCOLA.—Hombre, señor Floro, como tié usté esas ideas, yo no me
-he atrevido a decirle a usté una cosa... Pero ahora que le oigo a usté
-mentar a Dios y a la Virgen Santísima, si usté quiere, yo le daré un
-remedio que se le quita ese dolor en dos segundos.
-
-SEÑOR FLORO (_Incorporándose. La mira con ojos ávidos._)—¿En dos
-segundos?... (_Abrazándose a ella._) ¡Ay, señá Escola de mi vida,
-dígamelo usté por su madre, sea lo que sea antes que me muera!
-
-SEÑÁ ESCOLA.—Pues que yo tengo unos sellitos de la Virgen de la Paloma,
-¿sabe usté...? que se rebuñan un poco, se hacen como una bolita, se
-tragan en un sorbito de agua, se reza con fe un “Dios te salve María” y
-al menuto curao.
-
-SEÑOR FLORO (_Mirándola con angustia._)—¡Ay, señá Escola!... ¡Ay, que
-yo no puedo hacer eso!
-
-SEÑÁ ESCOLA.—Pero, ¿por qué?
-
-SEÑOR FLORO.—Mis ideas, que no me dejan.
-
-SEÑÁ ESCOLA.—¡Pero no ve usté que si se muere ya no va usté a tener
-ninguna idea!...
-
-SEÑOR FLORO.—¡Ay, señá Escola, no me haga usté ajurar de mi credo, que
-es no creer en náa!...
-
-SEÑÁ ESCOLA.—¡Pues vaya un credo!
-
-SEÑÁ FELIPA.—¡Amos, Floro, tómate el sello, que dicen que se han visto
-casos milagrosos!
-
-SEÑOR FLORO.—¡Ay, que no puedo!... ¡Todo, menos eso!
-
-SEÑÁ ESCOLA.—Pero ¿qué le ha hecho a usté la Virgen de la Paloma?
-
-SEÑOR FLORO.—Si no es la Virgen, es Lerroux, que me pondría como un
-trapo si lo supiera.
-
-VECINO PRIMERO.—¿Y quién se lo va a decir?
-
-SEÑÁ ESCOLA.—Hale... traer agua... Aquí tié usté el sello bendito... A
-tomárselo.
-
-SEÑOR FLORO.—¿Pero yo...? ¡Una cosa eclesiástica!...
-
-SEÑÁ FELIPA.—Tómatelo con fe, Floro.
-
-SEÑOR FLORO.—¡Ay, bueno; lo tomaré porque no puedo más de dolor; pero
-por Dios, no se lo digáis a Pablo Iglesias, que ya no me saludaría!
-
-SEÑÁ ESCOLA.—Adentro.
-
-SEÑOR FLORO (_Después de tomarse el sello._)—¡Ay, ya está...! ¡Ay,
-Virgen Santa, dispénsame en lo que te haiga faltao; pero quítame esta
-punzada, que me atraviesa, y en cuanto me levante te llevo un albañil
-de cera...!
-
- Da un suspiro. Los quejidos son cada vez más débiles. A poco, se
- duerme. Las mujeres rezan en voz baja.
-
-=Mutación=
-
-
-
-
-CUADRO TERCERO
-
-
- En la calle de la Ventosa se hallan departiendo animadamente el
- señor Eulalio, insultado la noche antes por _clerical_ en la
- taberna de la calle del Peñón, y el señor Dimas el _Churrero_.
-
- El señor Eulalio refiere a su amigo el incidente del Viático, y
- éste a su vez le pone en autos de la _conversión_ del señor Floro,
- su vecino, con el detalle del sellito y demás pormenores.
-
- Se despiden. El señor Eulalio sube calle arriba. Al torcer por la
- de la Paloma se detiene estupefacto, viendo venir al señor Floro,
- ojeroso y vacilante, camino de la iglesia. Trae un cirio en la
- mano, cubierto hasta la mitad con un pedazo de papel de periódico.
-
-SEÑOR EULALIO (_Atajándole._)—¡Adiós, Floro!
-
-SEÑOR FLORO (_Aterrado._)—¡¡Eulalio!! (_No sabe dónde meterse el
-cirio._)
-
-SEÑOR EULALIO (_Sonriendo._)—¿Qué llevas en la manita?
-
-SEÑOR FLORO.—Na; que, de paso que voy a la obra, unas vecinas me han
-dao el encargo de que traiga esta tontería ahí, a esa estupidez de
-iglesia que hay ahí en la...
-
-SEÑOR EULALIO (_Acentuando su sonrisa._)—No te molestes... ¡lo sé
-todo...!
-
-SEÑOR FLORO.—¿Te han contao lo de mi dolor de anoche?
-
-SEÑOR EULALIO.—Y lo del sellito.
-
-SEÑOR FLORO (_Bajando la cabeza avergonzado._)—Chico. Eulalio, la
-verdá, me hicieron hocicar; pero es que me vi negro. Creí que la
-diñaba... ¡Y cuando le ve uno los zancajos a la muerte...!
-
-SEÑOR EULALIO.—¡Qué me vas a decir, Floro...! ¡Yo era peor que tú! Yo
-te podía dar veinticinco pa cincuenta en custión de ateísmo. ¡Pero
-amigo, un día—tú sabes la pasión que tengo yo por mi nieta, que no
-quiero otra cosa en el mundo—, pues fué el angelito y me cogió eso
-que le dicen la _dizteria_, que creí que me se moría! Chiquillo... de
-pensar yo que me iba a quedar sin aquel pispajo que me se agarra a las
-rodillas toas las tardes cuando vuelvo de la obra, y que es mi único
-consuelo... Amos, que me dió una angustia interior, por dentro, que
-dije: “¡Dios mío, si me la salvas, me pongo hábito aunque sea!” ¡Y me
-la salvó! Por eso anoche, en la taberna, cuando pasaba el Viático, me
-quité la gorra. Hay que ser agradecido.
-
-SEÑOR FLORO.—Tiés razón, Eulalio; dispensa las gansás que te dije.
-
-SEÑOR EULALIO.—Quita, primo; si uno lo comprende todo. Cuando el hombre
-está bueno y sano y se encuentra en la taberna rodeao de cuatro necios
-que le ríen las gracias, el hombre es un valiente, que se atreve con tó
-lo humano y con tó lo divino; pero cuando cambia el viento, y viene la
-negra, y el dolor te mete acobardao y solo en el rincón de tu casa...
-Será uno tó lo blásfemo que sea; pero yo te digo que no hay quien no
-levante los ojos pa lo alto y pida misericordia.
-
-SEÑOR FLORO.—Esa es la chipén.
-
-SEÑOR EULALIO.—En fin, con decirte que yo ya hasta me persigno por las
-noches...
-
-SEÑOR FLORO (_Asombrado._)—¿Y te acuerdas?
-
-SEÑOR EULALIO.—Hombre, como es lo primero que le enseña a uno su
-madre... Y hago más.
-
-SEÑOR FLORO.—¿Qué haces?
-
-SEÑOR EULALIO.—Pues que cuando paso por delante de una iglesia, pa
-saludar y que no me se burlen los compañeros, me quito la boina y me la
-sacudo de yeso.
-
-SEÑOR FLORO.—A mí me se había ocurrido levantarme la visera de la gorra
-y rascarme, que también es disimulao.
-
-SEÑOR EULALIO.—Sí, pero eso no tié novedaz.
-
-SEÑOR FLORO.—¿Tú crees?
-
-SEÑOR EULALIO.—Se lo he visto hacer a la mar de _ateos_.
-
-TELÓN
-
-
-
-
-ÍNDICE
-
-
- _Páginas._
-
- El santo de la Isidra. 9
-
- La pena negra. 61
-
- Las estrellas. 109
-
- El amigo Melquiades o por la boca muere el pez. 161
-
- El Chico de las Peñuelas o no hay mal como el de la envidia. 227
-
- Los pobres. 289
-
- La risa del pueblo. 295
-
- Los pasionales. 301
-
- Los ateos. 309
-
-
-
-
-
-End of the Project Gutenberg EBook of Sainetes, by Carlos Arniches y Barrera
-
-*** END OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK SAINETES ***
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-To learn more about the Project Gutenberg Literary Archive Foundation
-and how your efforts and donations can help, see Sections 3 and 4
-and the Foundation web page at http://www.pglaf.org.
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-
-Section 3. Information about the Project Gutenberg Literary Archive
-Foundation
-
-The Project Gutenberg Literary Archive Foundation is a non profit
-501(c)(3) educational corporation organized under the laws of the
-state of Mississippi and granted tax exempt status by the Internal
-Revenue Service. The Foundation's EIN or federal tax identification
-number is 64-6221541. Its 501(c)(3) letter is posted at
-http://pglaf.org/fundraising. Contributions to the Project Gutenberg
-Literary Archive Foundation are tax deductible to the full extent
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- </head>
-<body>
-
-
-<pre>
-
-The Project Gutenberg EBook of Sainetes, by Carlos Arniches y Barrera
-
-This eBook is for the use of anyone anywhere at no cost and with
-almost no restrictions whatsoever. You may copy it, give it away or
-re-use it under the terms of the Project Gutenberg License included
-with this eBook or online at www.gutenberg.org/license
-
-
-Title: Sainetes
-
-Author: Carlos Arniches y Barrera
-
-Release Date: August 23, 2020 [EBook #63019]
-
-Language: Spanish
-
-Character set encoding: UTF-8
-
-*** START OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK SAINETES ***
-
-
-
-
-Produced by Josep Cols Canals, Ramón Pajares Box and the
-Online Distributed Proofreading Team at https://www.pgdp.net
-(This file was produced from images generously made
-available by The Internet Archive/Canadian Libraries)
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-</pre>
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-
-<div class="front">
- <hr class="full" />
- <p><a href="#tnote">Nota de transcripción</a></p>
- <p><a href="#ToC">Índice</a></p>
- <h1 class="faux">SAINETES</h1>
-</div>
-
-<hr class="chap" />
-
-
-<div class="screenonly">
- <div class="figcenter">
- <img class="thin"
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- alt="Cubierta del libro" />
- </div>
- <hr class="chap" />
-</div>
-
-
-<div class="tit pt6">
- <p><span class="pagenum" id="Page_3">p. 3</span></p>
- <p class="fs110 g3 ws1">BIBLIOTECA CALLEJA</p>
- <p class="fs90 ws1 g2 mt15">SEGUNDA SERIE</p>
- <p class="fs130 ws1 mt3">CARLOS ARNICHES</p>
- <p class="fs200 g3 mt05">SAINETES</p>
- <hr class="chap" />
-</div>
-
-
-<div class="tit">
- <p><span class="pagenum" id="Page_5">p. 5</span></p>
- <p class="fs150 ws1">CARLOS ARNICHES</p>
- <p class="fs250 g3 mt1">SAINETES</p>
- <div class="figcenter mt2">
- <img style="width: 5em; height: auto;"
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- alt="Logotipo del editor" />
- </div>
- <p class="fs75 g3 mt4">MCMXVIII</p>
- <p class="g3 ws1 mt1">CASA EDITORIAL CALLEJA</p>
- <p class="fs60 ws1">FUNDADA EN 1876</p>
- <p class="g3 mt1">MADRID</p>
-</div>
-
-<hr class="chap0" />
-
-
-<div class="tit pt6">
- <p><span class="pagenum" id="Page_6">p. 6</span></p>
- <p>PROPIEDAD</p>
- <p class="fs60 ws1">DERECHOS RESERVADOS</p>
- <p class="fs75 ws1 mt6">Imp. Martín de los Heros, 65.</p>
-</div>
-
-<hr class="chap0" />
-
-<div class="chapter">
- <p><span class="pagenum" id="Page_7">p. 7</span></p>
- <p class="centra fs140 ws1">A RAMÓN PÉREZ DE AYALA</p>
- <div class="caja">
- <p><i>Pongo, lleno de vanidad, el nombre de usted en la primera
- página de este libro, porque usted es mi mayor éxito.</i></p>
- <p class="firma"><span class="smcap">Carlos Arniches</span></p>
- </div>
- <p>Madrid, Julio 1918.</p>
-</div>
-
-
-<div class="chapter pt6" id="P1">
- <hr class="chap" />
- <p><span class="pagenum" id="Page_9">p. 9</span></p>
- <h2 class="nobreak">EL SANTO DE LA ISIDRA</h2>
- <hr class="chap" />
-</div>
-
-
-<div class="chapter">
- <p><span class="pagenum" id="Page_11">p. 11</span></p>
- <h3 class="g2">PERSONAJES</h3>
-</div>
-
-<ul class="pers">
- <li>ISIDRA</li>
- <li>LA SEÑÁ IGNACIA</li>
- <li>CIRILA</li>
- <li>BALTASARA</li>
- <li>LA SEÑÁ JUSTA</li>
- <li>UNA VECINA</li>
- <li>UNA INVITADA</li>
- <li>UNA NIÑA</li>
- <li>VENANCIO</li>
- <li>SEÑOR EULOGIO</li>
- <li>SEÑOR MATÍAS</li>
- <li>EPIFANIO</li>
- <li>SECUNDINO</li>
- <li>EL ROSCA</li>
- <li>PACO EL CURIAL</li>
- <li>JUAN EL MIGAS</li>
- <li>PÉREZ</li>
- <li>TORRIJA</li>
- <li>UN VENDEDOR DE FLORES</li>
- <li>CONVIDADO 1.º</li>
- <li>ÍDEM 2.º</li>
- <li>ÍDEM 3.º</li>
- <li>UN PALETO</li>
- <li>UN ROMERO</li>
- <li>UN MOZO DE MERENDERO</li>
-</ul>
-
-<p class="centra mt1"><i>Invitados vendedores, romeros, etc.—Coro
-general.</i></p>
-
-
-<p class="centra fs150 ws1 mt2">ACTO ÚNICO</p>
-<hr class="tir" />
-<h3>CUADRO PRIMERO</h3>
-
-<p class="donde">Una plazuela de los barrios bajos. Al foro, dos casas
-separadas por un callejón que da a la calle de Toledo, y en cuyo
-fondo se ve la Plaza de la Cebada. La casa de la izquierda tiene en
-su planta baja una tienda de ultramarinos con puertas practicables.
-La puerta de esta casa, practicable también, da al callejón. A la
-derecha, otra casa, y debajo una taberna con un rótulo que dice: <span
-class="smcap">Núm. 8 Vinos y Licores Núm. 8</span>. La puerta de la
-taberna que da frente al público y la que da al callejón, practicables.
-En los laterales derecha una casa de modesta<span class="pagenum"
-id="Page_12">p. 12</span> construcción, y en el ángulo que forma
-esta casa con la taberna, el chiscón de un zapatero de viejo. En los
-laterales izquierda, otra casa, en cuya planta baja hay establecida una
-tienda de sillas, de las cuales vense algunas colgadas en la puerta.
-La muestra de la tienda dice: <span class="smcap">La mecedora, se
-ponen asientos, se forran sillerías</span>. El balcón de la casa de la
-derecha, que es practicable, lleno de tiestos con flores.</p>
-
-
-<h4>ESCENA PRIMERA</h4>
-
-<p class="quienesj"><span class="smcap">Señor Eulogio, Cirila,
-Secundino</span> <i>y un vendedor de flores. Al levantarse el telón,
-aparece el señor Eulogio sentado ante una mesita baja llena de
-herramientas de zapatería, trabajando. El florero, con un borrico
-cargado de tiestos, pregona su mercancía. Cirila, con un cántaro
-apoyado en la cintura, habla en la esquina de la izquierda con
-Secundino.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Vendedor.</span>—¡Buenos tiestos de
-claveles dobles!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Machacando suela y
-cantando.</i>)—</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent2">Estoy por decir, señores,</div>
- <div class="verse indent0">que si me tiran a un río</div>
- <div class="verse indent0">salgo llenito de flores.</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="dcha">(<i>Se pone a hacer engrudo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila</span> (<i>Empujando a Secundino que
-la quiere abrazar.</i>)—¡Vamos, quita, quita! ¡Al principio tóos seis
-iguales!... ¡Muchas palabras... y luego!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino.</span>—Vamos, no me digas eso, porque
-tú no me conoces a mí cuando yo me ofusco con una morena como tú. Ven y
-verás...</p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila.</span>—Sí, pa que me dejes al segundo
-chotis, cuando está una más ilusioná, y te vayas con otra...</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino.</span>—¿Dejarte yo a ti... que eres
-más rica que una mermelada...? ¡Vamos, que te calles, cacho e gloria!
-(<i>Intenta abrazarla.</i>)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_13">p. 13</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila</span> (<i>Rechazándole.</i>)—¡Vamos,
-hombre!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Que los ha estado mirando,
-mientras hace el engrudo.</i>)—¡Eh!... ¡Chist, chist, chist!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila.</span>—¿Qué hay?</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Na... que... ¿si queréis que me
-vaya a hacer el engrudo ahí dentro?</p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila.</span>—¿Es envidia u caridaz?</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Es... bacalao de Escocia!...
-¡Miá tú esta!</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span> (<i>A Cirila.</i>)—Conque, ¿vienes
-u qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila.</span>—Güeno; tú, a las tres, u tres y
-media, vas al puente de Toledo, y, según se entra, a la derecha, te
-arrimas a la primera bola que haiga, y me aguardas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino.</span>—A las tres y media, me tiés
-arrimao a la bola... ¡Prenda! ¡Serrana! ¡Me tiés más loco, que!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila.</span>—¡Anda, anda, zaragata! (<i>Le
-empuja y vase hacia la casa primera derecha. Secundino coge el cesto
-y una zafra pequeña de aceite, que tiene en el suelo, a su lado, y se
-dirige hacia la tienda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Al pasar Cirila delante de
-él.</i>)—¡Ay, Cirila, Cirila, Cirila!... ¡Qué mal te veo! (<i>Lo dice como
-cantando.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila.</span>—¿Sí?... ¡Caramba!... ¡Pues
-míreme usté con lentes! ¡El demonio del tío visión!... (<i>Entra en la
-casa.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Silba y machaca, y de pronto
-se agacha como para mirar las piernas a Cirila que sube.</i>)—¡Negras!...
-(<i>Sigue silbando y trabajando.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA II</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Eulogio</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Secundino</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span> (<i>Que habrá quedado a la puerta
-de la tienda observando se acerca al señor Eulogio.</i>)—¿Qué?... ¿Qué
-miraba usted?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Yo!... ¡Nada!... ¿Conque...
-entre tres u tres y media?... ¡No estás mal tunarra!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_14">p. 14</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino.</span>—¡Es que como hoy es San Isidro
-y la tengo ofrecido un pito, la voy a llevar a la Pradera! Na, que le
-ha pasao lo que todas... me ven y se alelan.</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¿Y cuántas novias tiés ahora?</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino.</span>—¡Pocas!... Tengo la Consuelo y
-la Socorro, fijas; la Justa de suplenta, y ésta de meritoria.</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Anda, diez; qué Secundino éste!
-Pus ten cuidiao con la Cirila, porque ésta tié mucho coquetismo con el
-sexo feo, y no lo digo por ti, y si se entera el asistente del siete,
-te va a llenar los bolsillos de golpes.</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino.</span>—Pero, ¿dónde se va a poner el
-asistente conmigo?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡La verdad es que tú tiés
-suerte! (<i>Se levanta.</i>) ¿Y cómo te diriges a ellas?... ¿<i>Oral</i> u por
-escrito?</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino.</span>—¡Pues misté! en lo primero que
-conocen que las amo, es en el peso, porque se lo empiezo a correr; y
-cuando las tengo atortolás las dirijo una carta con letra gótica, con
-unos perfiles, que me salen unas mayúsculas, que le digo a usté que
-hacen cosquillas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Lo creo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino.</span>—El otro día le escribí a la
-Justa, y pa ponerla inolvidable la hice una hache super...</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¿Y dónde le pusiste la hache?</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino.</span>—¡Detrás del <i>ino</i>!... Y al
-final la decía: “No te olvido, ni te olvidaré, y una acción como esa,
-no esperes que yo la cometa...” ¡Tenía usté que haber visto el rabo que
-puse en la cometa!</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¿Pa que no voltease?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino.</span>—¡Quiá, hombre; pa acabar la
-carilla!... ¡Un rabo gótico! ¡Y es que aquí, señor Eulogio, hay vista y
-entrevista, u sea estinto y celebro!</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Celebro! ¡Celebro verte güeno,
-anda! (<i>Dándole un cogotazo.</i>) ¡Déjame trabajar!... ¡Y ya lo sabes!...
-¡Ojo con el asistentito ese!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino.</span>—¿A mí ese?... ¡Lentejas!...
-(<i>Vase a la tienda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Sí que descendemos del mono,
-sí! ¡No<span class="pagenum" id="Page_15">p. 15</span> hay más que ver
-a Secundino! (<i>Se sienta y sigue trabajando.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA III</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Eulogio</span>, <i>una vecina,
-luego</i> <span class="smcap">Pérez</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Cantando.</i>)—“Con una falda de
-percal planchá...”</p>
-
-<p><span class="smcap">Vecina</span> (<i>Del foro con una cesta llena de
-verduras.</i>)—¡Adiós, señó Ulogio!</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Hola! ¿De dónde vienes sin
-verduras?</p>
-
-<p><span class="smcap">Vecina.</span>—¿No lo ve usté?... ¡De la
-compra!... (<i>Entra en la casa primera derecha.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Y luego se quejan del flato!
-(<i>Mira a la escalera agachándose.</i>) ¡A listas!... “Y unos zapatos bajos
-de charol... Con el mantón de...” (<i>Esto último cantando.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Pérez.</span> (<i>Del portal de la casa número
-siete.</i>)—¡Güenos días!</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Hola, Pérez! ¿Qué hay?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Pérez.</span>—Oiga osté, señó Ulogio: ¿ha visto
-osté si ha bajao por casualidá la Sirila?</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¿Que si ha bajao?... ¡Ha
-bajao!... ¡Y pa que lo sepas, ha estao hablando con Secundino media
-hora!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pérez.</span>—¿Con er Secundino?... ¿Ella
-con ese garabato urtramarino?... ¡Na, que ese chico se ha propuesto
-quitarme a mí de fumar! Pero, ¡mardita sea mi suerte, si no ve osté con
-dentadura postiza a esa garrapata colonial er día que a mí me se acabe
-el ochavo de pasiensia que me carateriza!</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Y te advierto que esta tarde
-van a la Pradera!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pérez.</span>—¿A la Pradera?... ¿Ellos
-a la Pradera?... ¡Mardita sea mi suerte!... ¡Pues allí es la
-ocurrensia!...</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_16">p. 16</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡No te acalores, Pérez!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Pérez.</span>—¿Que no m’acalore?... ¡Si ve usté
-ar Secundino ese, hágame el orsequio de decirle que como yo le vea en
-la Pradera esta tarde, si calentura trujiere, gorverá con calentura,
-como dice el rétulo que hay encima der chorro! (<i>Vase hacia la
-casa.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Adiós, Napolión!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pérez</span> (<i>Desde la puerta.</i>)—¡Por estas,
-que son cruses!... (<i>Entra.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Qué exageraos son los de a
-caballo!</p>
-
-
-<h4>ESCENA IV</h4>
-
-<p class="quienesj"><span class="smcap">Eulogio</span>,
-<i>el</i> <span class="smcap">Señor Matías, Juan</span> <i>el
-Migas</i>, <span class="smcap">Paco</span> <i>el Curial</i>, <span
-class="smcap">Epifanio</span> <i>y el</i> <span class="smcap">Rosca</span>.
-<i>Se oye en la taberna un gran estrépito de banquetazos, palos, voces y
-gritos de pelea.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Levantándose asustado.</i>)—¡Anda,
-diez!... ¡Ya se ha armao aquí dentro! ¡Bronca en el ocho!</p>
-
-<p class="mushab"><b>Música</b></p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span> (<i>Dentro.</i>)</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">¡Toma, granuja!</div>
- <div class="verse indent0">¡Toma, ladrón!</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>Ídem.</i>)</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">¡Déjame, Rosca!</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Rosca</span> (<i>Ídem.</i>)</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">No quiero yo.</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p>(<i>Salen a la calle el señor Matías; y sujetándole Paco
-“el Curial” y Juan “el Migas”.</i>)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_17">p. 17</span></p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent5">Sal aquí, cobarde,</div>
- <div class="verse indent5">sal aquí y verás</div>
- <div class="verse indent5">como te acogoto</div>
- <div class="verse indent5">y no chillas más.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Sentado en su
-silla.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent5">Se armó la bronca,</div>
- <div class="verse indent5">¡vaya por Dios!</div>
- <div class="verse indent5">Pero no hay miedo</div>
- <div class="verse indent5">con estos dos.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>Saliendo, y con
-mucha calma.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent5">Ya estoy en la calle,</div>
- <div class="verse indent5">¿qué quiere usté?</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent5">Darte un par de tortas.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent5">Gracias.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent12">¡No hay de qué!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent5">Es usté un anciano,</div>
- <div class="verse indent5">respeto sus canas,</div>
- <div class="verse indent5">y aunque me provoque</div>
- <div class="verse indent5">yo no tengo ganas,</div>
- <div class="verse indent5">porque ya usté sabe</div>
- <div class="verse indent5">que si le hago así, (<i>Ademán de pegar.</i>)</div>
- <div class="verse indent5">da usté con sus huesos</div>
- <div class="verse indent5">en Valladolid.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent5">Dejaime en seguida,</div>
- <div class="verse indent5">le como el redaño.</div>
-</div>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_18">p. 18</span></p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Que se ha levantado
-de su asiento, aparte al señor Matías.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent5">No coma usté cerdo,</div>
- <div class="verse indent5">que le va a hacer daño.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent7">¡Basta de bromas,</div>
- <div class="verse indent7">soltarle ya!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Rosca</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent7">Déjale, chico.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent7">¡Maldita siá!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent5">A mí los hombres guapos</div>
- <div class="verse indent7">de tu fachenda</div>
- <div class="verse indent5">me sirven de entremeses</div>
- <div class="verse indent7">pa la merienda,</div>
- <div class="verse indent5">porque en cuanto yo quiero</div>
- <div class="verse indent7">largar sopapos,</div>
- <div class="verse indent5">se acaban en seguida</div>
- <div class="verse indent7">los hombres guapos...</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent7">¡Que no es verdad!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Juan</span> <i>y</i> <span class="smcap">Paco</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent5">¡Calma, señor Matías!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent7">¡Maldita siá!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Yo, cuando quiero sangre</div>
- <div class="verse indent6">me comprometo</div>
- <div class="verse indent4">con hombres que merezgan</div>
- <div class="verse indent6">algún respeto;</div>
- <div class="verse indent4">y no con un pelele</div>
- <div class="verse indent6"><i>sesagenario</i></div>
- <div class="verse indent4">que es la última palabra</div>
- <div class="verse indent6">del <i>Dicionario</i>.</div>
-</div>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_19">p. 19</span></p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent6">¡Que me lo como,</div>
- <div class="verse indent8">dejaime ya!...</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent6">¡Suéltame, Rosca!</div>
- <div class="verse indent8">¡Maldita siá!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Riéndose.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent6">¡La sangre al río</div>
- <div class="verse indent8">no llegará!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent10">¡Ah!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent10">¡Ah!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Los dos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent10">¡Ah!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Eulogio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent6">¡Ja, ja, ja, ja!</div>
-</div>
-
-<p class="mt1">(<i>Quedan, Matías en una actitud furiosa, sujeto por
-Juan y Paco, y Epifanio, en una actitud semejante, sujeto por el
-Rosca.</i>)</p>
-
-<p class="mushab"><b>Hablado</b></p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Adelanta mirando al señor
-Matías y señalándole con el dedo. Llega cerca de él y le echa una
-bendición.</i>)—“¡Dominus vobiscum!”</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías</span> (<i>Con coraje.</i>)—¿Y qué es eso?</p>
-
-<p><span class="smcap">Rosca.</span>—¡Que está usté indultao! (<i>Con
-desprecio.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Randa! ¡Golfo! ¡So gallina!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—Y que no se le olvide a usté el
-encarguito; ¡su hija de usted es para un servidor!</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—¿Mi hija pa ti?... ¡Antes la
-quieo ver muerta! ¡Cien veces muerta!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—Mire usté, pollo, tómese usté
-una taza de tila pa que se le pase el susto, porque es usté una<span
-class="pagenum" id="Page_20">p. 20</span> miaja aprensivo, y cuando se
-haiga usté tranquilizao hablaremos. (<i>Volviéndole la espalda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Soltarme! ¡Soltarme!
-¡Expósito!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Chist! Y si me ve usted en la
-calle no tenga usted miedo, que yo no tiro a los gorriones...</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Gorrión a mí!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Lo dicho! (<i>Empieza a
-marcharse.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Adiós, cóndor!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Vamos, Rosca! (<i>Vanse mirando
-y riéndose por el foro.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Maldita sea mi estampa!... ¡No
-te vayas... so gallina! ¡Ven aquí!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Conteniéndole.</i>)—Pero, ¿quiés
-callar, señor?... ¡Miá que pué volver!</p>
-
-<p><span class="smcap">Juan.</span>—¡Gachó! ¡Tiés un timbre la mar de
-escandaloso!</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Déjame, que lo quió matar!...
-¡Ven aquí! ¡Vuelve!... ¡Timador! ¡Golfo! ¡Granuja! (<i>Grita, yendo hacia
-el sitio por donde Epifanio ha desaparecido, y a cada insulto levanta
-más la voz.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA V</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Matías, Eulogio, Juan,
-Paco</span>, <i>la</i> <span class="smcap">Señá Ignacia</span> <i>e</i> <span
-class="smcap">Isidra</span>. <i>Estas últimas de la tienda de sillas.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Sale corriendo.</i>)—Pero, padre,
-¿qué es esto?... ¿Qué le pasa a mi padre?</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia</span> (<i>Saliendo.</i>)—Matías, pero ¿qué
-ha sido?</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—Nada, señor; no sus apuréis.
-¡Total, dos bofetás! Que me... digo, que le... (<i>A Juan.</i>) ¡Dame el
-sombrero! (<i>Juan lo coge del suelo y se lo da. Matías lo limpia con la
-manga, se lo pone y se arregla la corbata.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—Nosotras oíamos voces, pero como
-siempre están con broncas en la taberna, no hacíamos caso... ¿Y qué ha
-pasao?</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_21">p. 21</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¿Con quién ha sido? (<i>Con
-ansiedad.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia</span> (<i>Al ver que Matías no habla y
-mueve la cabeza como dudando si decirlo.</i>)—No nos tengas así, hombre.
-Habla. ¿Con quién ha sido?</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—¿Con quién quiés que sea? ¡Con...
-ese!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Con Epifanio!</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¿Con Epifanio?</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Con ese ladrón?... ¿Y no le has
-matao?... (<i>Con furia.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—No me han dejao éstos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Juan.</span>—¡Toma, ni él!</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Pero, vamos a ver; la cuestión
-¿por qué ha sido?</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—Pus verá usté por qué, señó
-Ulogio. Ya sabe usté que Epifanio y ésta (<i>Por Isidra.</i>) tenían
-relaciones cordiales dende hace año y medio.</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Así nos hubiéramos muerto tóos
-el día que puso los pies en mi casa!</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Llorando.</i>)—¡Ojalá!</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—Bueno; pues hace quince días,
-cuando ésta había ya empezao a hacerse el <i>trunsó</i>, averigüemos que
-Epifanio vivía maritalmente con Esperanza, la fiadora, y que la
-Esperanza lo mantiene... ¿Qué iba a hacer la chica? ¡Lo que hacen las
-mujeres honrás! Ella se destrozó el alma, y a él lo mandó... bastante
-lejos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Ya me figuro dónde.</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—Bien; pues dende ese disgusto
-mi casa es un panteón de familia. Pero hoy es San Isidro, el santo de
-ésta, y esta mañana les he dicho pa animarlas: “¡Vaya, arreglar la
-merienda, que esta tarde vamos a ir a la Pradera!” Salgo a invitar a
-estos amigos, me los encuentro en la taberna, nos sentamos, y me veo
-en la mesa del rincón a Epifanio con el Rosca. Yo, como es natural, no
-le hice caso, y me dirijo a éstos, les hago la invitación, lo oye él
-y viene y me dice: “Señor Matías, cuente usté con un anfitrión más pa
-ir con ustés donde sea.” Epifanio, retírate, porque tú pa nosotros has
-caído en el panteón del olvido involuntario... ¡Me parece que la frase
-era ele<span class="pagenum" id="Page_22">p. 22</span>gante! Pues
-bueno; me se queda mirando de hito en hito y me da un papirotazo en la
-nariz que me hizo de estornudar, y además me agarra de la solapa y me
-dice: “Si va la Isidra esta tarde a la Pradera, al primero que baile
-con ella dígale usté que le hago un chirlo.” Me cegué, le dí así en la
-cara, nos liamos a golpes, salimos a la calle, y aquí fuera ya ha visto
-usté lo que ha sucedido... ¡Que me se ha achicao!</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—No, si ya lo he visto. Bueno; ¿y
-qué van ustés a hacer?</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Qué quiere usté que hagamos?
-¡Ir esta tarde a la Pradera! (<i>Con resolución.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—Sí, señor; y bailar yo con quien
-se me antoje. ¡Pus no faltaba más!</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—Poco a poco, poco a poco. Esta
-tarde no salimos de casa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Es lo cuerdo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Que no salimos?... ¿Pero le
-tiés miedo?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—Mujer, es que...</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Cobarde! ¡Gallina! ¡Ma...
-Matías, no me hagas desbarrar! ¿Pero es que tú gozas en que ese zángano
-martirice a tu hija? ¡No! ¡Esto se ha acabao, hija mía, que todavía tié
-tu madre uñas pa sacarle los ojos al que quiera verte sufrir! ¡Iremos a
-la Pradera aunque sea solas!</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Sí, señora, sí!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—Y bailará con quien le dé la
-gana; y tú, si tiés miedo, te quedas en casa; te quitas el bigote, te
-pones unas enaguas, y para cuando volvamos a ver si me lo tiés tóo
-fregadito. ¡Vamos, hija! (<i>Vase a la casa.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Yendo detrás de ella.</i>) ¡Olé!
-usté es una persona mayor.</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—Pero, ¿estáis viendo?... ¡Miá que
-es pusilánime el seso débil!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Va en carázteres!</p>
-
-<p><span class="smcap">Juan.</span>—Déjalas que vayan solas si quieren,
-señor; nosotros podemos quedarnos jugando tranquilamente al mus.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_23">p. 23</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Quita, hombre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Pues más valía que se metieran
-ustés de doncellas... (<i>Se sienta a trabajar.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Natural, señor!... ¡Hay que ir
-y que sea lo que Dios quiera!... Conque hasta luego. Que no tardéis.
-(<i>Vanse Paco y Juan por el foro, y el señor Matías a su casa.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA VI</h4>
-
-<p class="quienes g1"><span class="smcap">Señor Eulogio</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Se levanta.</i>)—¡La Isidra peleá
-con Epifanio!... ¡Ha llegao la mía! ¡Ha llegao el momento de sacar mi
-gallo! ¡Y poco que se va a alegrar el pobre Venancio en cuanto sepa
-que la Isidra está libre! ¡Ese chico sí que la quiere! ¡Porque eso es
-tener cariño, lo que hace él! Querer a una mujer con fatigas, verla con
-otro, como él la ve con Epifanio, tener el gusano dentro y contentarse
-con venir aquí, doblar el morro y mirar a su puerta... ¡Y es que ese
-chico es más tímido que un pájaro-mosca!... Lo que tiene es que yo le
-quiero más que a un hijo, y voy a hacer locuras pa que esa chica le
-aprecie...</p>
-
-
-<h4>ESCENA VII</h4>
-
-<p class="quienesj"><span class="smcap">Señor Eulogio</span> <i>y la</i>
-<span class="smcap">Señá Ignacia</span>. <i>La señá Ignacia sale de su
-casa y empieza a descolgar algunas sillas de las que había como muestra
-en la puerta.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡La señá Ignacia! ¡Yo le hablo
-en favor de Venancio! ¡Esta es la ocasión! (<i>Se acerca a ella.</i>) ¡Que
-sea enhorabuena!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Está usted de chunga?</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_24">p. 24</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Lo que estoy es que he visto que
-es usté una de las madres más maternales que hay, que no consiente usté
-que le tomen la cabellera a su señora hija...</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Y dígalo usté! Epifanio tié
-narices porque yo no tengo pelos en la cara, que si no... ¡qué se había
-de reir ese ganso de nosotros!</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Ahí voy! Señá Ignacia, yo
-les aprecio a ustés y quiero que sepa usté una cosa que se me está
-pudriendo aquí dentro.</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Qué cosa es esa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Que eso de que no hay ningún
-hombre que se arrime a la Isidra por miedo de Epifanio eso es un cuento
-de las mil... y pico de noches.</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Que no es verdad? (<i>Con
-extrañeza.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Yo conozco a uno que la quiere a
-cegar, y que no le tiene miedo a nadie... más que a ella.</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Y quién es ese?</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Venancio!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Qué Venancio? ¿El panadero?</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡El mismo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—Pues no me he fijao en lo más
-mínimo. ¿Y la Isidra lo sabe?</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—De seguro que lo ha notao;
-pero alocá con el otro... no ha estao pa más reparos. Y diga usté que
-Venancio, en cuanto al físico, no le diré yo a usté que sea un Adonis,
-ni un Romeo y Julieta; pero en lo tocante a hombría de bien, ríase usté
-de Guzmán el Bueno y de San Homobono, señá Inacia...</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Honrao creo que es!</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Que si lo es! El año pasao,
-cuando tuve la pulmonía y me encontré sin amparo y más solo que un
-sombrero hongo, él fué la única persona que se me arrimó al lecho del
-dolor de costao y me dijo: “¡No se apure usté, abuelo, que aquí estoy
-yo!...” Y esas palabras las tengo grabás en bronce aquí dentro, y como
-sé que revienta por la chica, poco he de poder u los vinculo, si usté
-me lo consiente...</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Que si yo lo consiento?... ¡Sí,
-señor! ¡Ojalá tenga usté poder pa eso!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_25">p. 25</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Yo lo arreglo todo! ¿Y sabe
-usté cómo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Chist! ¡Chist! ¡Calle usté; que
-sale la Isidra!</p>
-
-
-<h4>ESCENA VIII</h4>
-
-<p class="quienesj"><span class="smcap">Dichos, Isidra</span> <i>de la
-casa. Luego</i> <span class="smcap">Baltasara</span> <i>en el balcón. Sale
-con un lebrillo de ropa recién lavada, que tiende en las cuerdas que
-habrá colocadas en la barandilla. Al sacudir y al escurrir la ropa debe
-oir el público el ruido del agua que cae a la escena.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Pero madre, no se duerma usté,
-que son las once!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—Pues anda, anda, ayúdame a
-entrar tóo esto. (<i>Descuelga sillas, que va entrando Isidra.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Baltasara</span> (<i>Sale al balcón, coge del
-lebrillo una de las prendas de ropa y la sacude antes de tenderla.
-Cantando.</i>)</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">“Las mujeres incorrutas</div>
- <div class="verse indent0">que se estiman por honrás...”</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="dcha">(<i>Sacude y moja al señor Eulogio, que se levanta
-sorprendido.</i>)</p>
-
-<p class="mt05"><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Eh!... ¡Eh!...
-¡Chist!... ¡Oye, tú, incorruta!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Baltasara.</span>—¿Qué pasa, maestro?</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Na; que u sacudes pa otro lao, u
-me compras un impermeable; ¡tú verás!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Baltasara.</span>—¡Estaría usté mu feo con
-el hule! (<i>Vuelve a escurrir y prende la ropa en la cuerda con un
-alfiler.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Apartándose como si se sintiera
-mojado.</i>)<span class="pagenum" id="Page_26">p. 26</span>—¡Oye, tú:
-haz el favor, que me estás mojando el chagrén!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Baltasara.</span>—¡Ande usted, y que le den dos
-duros, hombre!... (<i>Sigue sacudiendo y tendiendo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Na, esperaremos que pase la
-nube! (<i>Se aparta.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Baltasara.</span>—¿Y qué le parece a usté mi
-balcón, señá Ignacia?</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Eso estaba mirando, chica!...
-¡Ni el botánico!... ¡Vaya una de flores!</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Misté la enredadora, digo, la
-enredadera... Cudiao que trepa, ¿eh?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Baltasara.</span>—Y misté qué dos tiestos de
-claveles. Oye, Isidra, ¿a que no sabes quién me los ha regalado?</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Qué sé yo!... ¡Tiés tanto
-conocimiento!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Baltasara.</span>—Pus, Epifanio.</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—Epifa... (<i>Movimiento de
-contrariedad.</i>) ¡Caramba, qué suerte!... (<i>Con fingida sorna.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Baltasara.</span>—Supongo que no te enfadarás,
-porque yo sentiría...</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¿Yo?... ¡Como si te quiere
-regalar la quinta del Atanor!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Baltasara.</span>—Chica, yo no quería
-admitirlos; pero como me han dicho que habíais roto...</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Claro, has recogío tú los
-tiestos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Baltasara.</span>—¡No, y luego, créame usté,
-que lo sentí... porque tuve que oir lo que quiso hablar!... ¡y anda
-diciendo unas cosas de ti, que chica!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¿De mí? ¿Qué dice de mí? (<i>Con
-energía.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Qué es lo que tié que decir de
-mi hija?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Baltasara.</span>—¡Pero no se sofoquen ustés,
-caramba! ¡Si yo lo sé! ¡Vaya, hasta otro rato! (<i>Entra y cierra el
-balcón.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Adiós, cinematógrafo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Pero está usté oyendo? ¡Le digo
-a usté, señó Eulogio, que debía venir la viruela!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Pero, ¿qué adelantábamos, si esa
-está revacuná?</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_27">p. 27</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia</span> (<i>A la Isidra que llora en
-silencio y se limpia las lágrimas.</i>)—¡Oye... tú! Pero, ¿qué haces? ¡Pus
-no está llorando!... ¡Pero Isidra!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Déjeme usté, madre, déjeme
-usté!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—Pero, ¿ve usté?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Pero, ¿qué quié usté que haga la
-infeliz?... ¡Vamos, que si fuera hija mía!... ¡Na, que le digo a usté,
-señá Ignacia, que su marido de usté es de clases pasivas! ¡Si ésta me
-tocara lo más mínimo... tiros había aquí!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Y tú ten formalidad algún día,
-y olvida ya de una vez a esa mala peste de hombre!... ¡Olvídalo!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡No quiero!... ¡No quiero
-olvidarlo... pa no dejar de aborrecerlo!... ¡Si yo no lloro por él!...
-¿A mí qué? Si es la hiel y la rabia, que me ahogan de pensar que no
-tengo quién me defienda...</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Pero ven acá, so lila! Si
-tú has despreciao a tóos los que te se han arrimao... ¿quién va a
-defenderte? ¿U es que quieres que te defiendan por teléfono?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—Los he despreciao, porque yo he
-querido a ese hombre a cegar y no podía querer a otro, pero hoy...</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Hoy, ¿qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—Créame usté, señó Ulogio, que hoy
-le haría caso al que se me acercara, a cualquiera que pase, al primero
-que llegue... (<i>Con energía.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA IX</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Venancio</span> <i>por el foro. Sale con la cesta del pan a
-la cabeza.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Buenos días! (<i>Las ve y se
-queda parado.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—(¡Él!) ¡Buenos días,
-Venancio!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_28">p. 28</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—(¡Anda, Dios, qué oportunidad!)
-(<i>A Isidra.</i>) ¿Conque al primero que llegue?</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Qué sé yo! ¡Pué que sí!...
-(<i>Entra en su casa.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia</span> (<i>Siguiéndola.</i>)—¡Lástima de
-hija!</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—(¡Cosa hecha!) (<i>Se sienta a
-trabajar.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Ni me ha mirao! (<i>Deja la
-canasta en el suelo y queda mirando a la puerta de Isidra.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA X</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Venancio</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Después de una
-pausa.</i>)—¿Qué?... ¿Se sabe si se han nivelao ya los presupuestos?</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Qué sé yo!... ¡Señó Ulogio, yo
-no sé qué tié esa mujer para mí! ¿Usté ve que la he visto?... ¡Misté
-cómo me he quedao!</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Le toca la
-mano.</i>)—¡Frapé!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Un mármol!</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Anda, siéntate,
-marmolillo!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Dándole un pan.</i>)—Tome usté lo
-suyo, que me falta repartir en dos u tres casas todavía.</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—No tengas prisa, hombre, que
-tenemos que hablar tendidamente.</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Nosotros... ¿De qué?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Pus... de ella!</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Con rapidez.</i>)—¿De ella?...
-¿Qué?... ¡Ande usté!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Venancio, vamos claros! ¿Tú
-deseas reirte de las aves que topan?</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¿Yo?... Bueno, explíquese usté
-mejor, porque...</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¿Tú quieres a la Isidra?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¿Quererla? ¡Es poco! Más que
-eso, señó Ulogio, ya lo sabe usté...</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Entonces, claro, con ese genio
-que tienes<span class="pagenum" id="Page_29">p. 29</span> estás
-aguardando a que la chica un día se enfade, te saque de tu casa y te
-deposite judicialmente... ¿verdad?</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Yo callo... porque... porque sé
-lo que es el mundo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¿Tú?... ¿Tú qué vas a saber?
-¡Tú eres un mixto de pardillo y jilguero! ¡El mundo!... ¿Quieres saber
-lo que es mundo?... ¡Pues oye, y sácate una copia! El mundo, Venancio,
-en lo referente al amor, es talmente una zapatería: la juventuz es el
-escaparate, las mujeres son el calzao y el hombre, el parroquiano.
-Las mujeres, como el calzao, ca una tié una piel distinta... las
-tiés dende becerro (que Dios nos libre), hasta el charol más fino y
-reluciente. Ahora, que la mujer es un calzao que tié el defezto de que
-no lo hacen a la medida. ¿Qué tié que hacer el hombre?... Pues mirar
-por el escaparate y escoger a ojo, y decir aquel calzao es el mío, y
-entrar y disputárselo al <i>sursum curda</i>... ¿Me entiendes?... Bueno,
-tú has encontrao lo que te gusta, pues entra a cogerlo, cuéstete lo
-que te cuéstete, y cásate pronto, porque mira, chico, el hombre que
-no se casa, u sea el que no va calzao como Dios manda, tié que andar
-con chanclas toa su vida... y pa eso más vale que te coja un Miura,
-crémelo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Pero es que ese calzao que
-usté me aconseja es de una piel mu fina para mí!</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Quita, primo! ¡La Isidra te
-está que ni pintá! ¿Y sabes por qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¿Por qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Porque te la he puesto yo en la
-horma!</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Pero, ¿qué está usté
-diciendo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Que la he hablao de ti y que
-te espera. ¿Lo quiés más claro? ¡Y que es preciso que la hables en
-seguida!</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¿Yo?... Pero... ¡usté me está
-volviendo tarumba, señó Ulogio! ¿Ella a mí?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Sí, señor!... ¡Lo de Epifanio
-se ha acabao, y vas a hablarla, pero, cómo, ahora mismito! ¡Voy a
-llamarla!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_30">p. 30</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡No! ¡Eh! ¡Estese usté
-quieto!... ¡Ahora no! ¿Qué voy a decirla yo ahora? (<i>Deteniéndole.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¿Que qué vas a decirla?... Pues
-te arrimas a ella y la viertes estas frases en la oreja izquierda:
-“Isidra, aquí dentro tengo un corazón pa usté, y allá arriba un
-cuartito y un pedazo de pan pa los dos: ¿usté gusta?”</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¿Y si me dice que no tié
-gana?</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡La das un <i>vermú</i>; miá tú éste!
-Además, ¡hoy la pués caer en gracia!</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¿Cómo?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Regalándole, como obsequio, por
-su santo, dos tiestos de claveles iguales que aquellos. (<i>Señala al
-balcón de la Baltasara.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¿Pa qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Tú obedece y calla, que yo me
-entiendo, y aguarda, que voy a llamarla.</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡No! (<i>Deteniéndole.</i>) ¡Por
-Dios!... ¡Hoy no! ¡No la llame usté, que no tendría valor!... ¡Otro
-día!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Qué otro día!... ¡Ahora
-mismo!... (<i>Llamando.</i>) ¡Isidra!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡No! ¡Por Dios! ¡Que si me la
-veo delante me muero! ¡No!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Tú te callas!... ¡Isidra!...
-(<i>Volviendo a llamar.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡No!</p>
-
-
-<h4>ESCENA XI</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos. Isidra</span>, <i>de la
-casa.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Saliendo.</i>)—¿Qué quié usté?</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Azoradísimo.</i>)—(¡Ella! ¡Me ha
-perdido!) (<i>Empieza muy nervioso a hacerse nudos en los picos de la
-blusa y a retorcerlos.</i>)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_31">p. 31</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>A Isidra.</i>)—¡Ven! Haz el
-favor... coge de aquí. (<i>De un pico de la blusa de Venancio.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¿Yo? (<i>Con extrañeza.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Pero, hombre... que...</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Coge, mujer... coge de aquí...
-(<i>Isidra lo coge.</i>) y no sueltes hasta que éste te diga una cosa que
-quié decirte!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¿A mí?</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡No!... Pero si yo... no
-la...</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Revienta de una vez, hombre!
-Conque arreglarsus. (<i>Yéndose.</i>) ¡La primera vez de mi vida que he
-hecho de cimbel! (<i>Entra en la casa.</i>)</p>
-
-
-<div class="section">
- <h4>ESCENA XII</h4>
-</div>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Venancio</span> <i>e</i> <span
-class="smcap">Isidra</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Después de una pausa, durante la
-cual Venancio la mira a hurtadillas, sin atreverse a hablarla.</i>)—¡Pues
-tú dirás! (<i>Soltándole la blusa.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Muy azorado, soplando por el
-sofoco y limpiándose el sudor.</i>)—No... si yo... es que la...</p>
-
-
-<p class="mushab"><b>Música</b></p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Anda, y desembucha</div>
- <div class="verse indent4">lo que has de decir.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Dispénsame, Isidra;</div>
- <div class="verse indent4">tengo un nudo aquí.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Desátalo y habla.</div>
-</div>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_32">p. 32</span></p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Si no puede ser.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">¿Por qué?</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent13">Porque... ¡Vamos,</div>
- <div class="verse indent4">no digo el por qué!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Cuando el hombre no es hombre de veras,</div>
- <div class="verse indent4">y hablar con mujeres</div>
- <div class="verse indent4">le da desazón,</div>
- <div class="verse indent0">pues... se debe dir a las afueras</div>
- <div class="verse indent4">y andar con los chicos</div>
- <div class="verse indent4">jugando al peón. (<i>Va a marcharse.</i>)</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Oye, espera un momento si quieres,</div>
- <div class="verse indent4">que voy a decirte...</div>
- <div class="verse indent4">¡que tienes razón!</div>
- <div class="verse indent0">Aunque yo, pa las otras mujeres,</div>
- <div class="verse indent4">no soy tan cobarde</div>
- <div class="verse indent4">ni soy tan melón.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Pues vete con ellas.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Si no quiero dir.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Pues habla en seguida.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">¡Lo voy a decir!</div>
- <div class="verse indent4">Isidra, yo siento</div>
- <div class="verse indent4">fatigas...</div>
-</div>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_33">p. 33</span></p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent12">¿Por qué?</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Acobardándose.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Por... nada. ¡Recontra!</div>
- <div class="verse indent4">¡Ya me atraganté!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Voz</span> (<i>Dentro.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¡Buenos tiestos de claveles dobles!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">¿Te gustan los claveles?</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent6">¡Pues ya lo creo!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Si yo te los regalo,</div>
- <div class="verse indent6">¿me harás un feo?</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">No tengo esa costumbre.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent6">¡Bendita seas!</div>
- <div class="verse indent4">Voy a escape por ellos</div>
- <div class="verse indent6">para que veas.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Deteniéndole.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Espera un poco.</div>
- <div class="verse indent4">¿Qué voy a ver?</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Pues que yo... ¡Vaya,</div>
- <div class="verse indent4">que no pué ser!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Maldigo y reniego</div>
- <div class="verse indent4">de tu cortedad.</div>
- <div class="verse indent4">¡Un hombre que calla</div>
- <div class="verse indent4">no sirve pa na!</div>
-</div>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_34">p. 34</span></p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Las palabras, aquí se me anudan.</div>
- <div class="verse indent4">Maldigo y reniego</div>
- <div class="verse indent4">de mi cortedad.</div>
- <div class="verse indent0">¡Que no sepa decir lo que siente</div>
- <div class="verse indent4">un hombre que sabe</div>
- <div class="verse indent4">querer de verdad!... (<i>Isidra va a marcharse.</i>)</div>
- <div class="verse indent4">Espérate un poco.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Ya no hay ocasión.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">En cuatro palabras</div>
- <div class="verse indent4">está la cuestión.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Pues dilas.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent14">Que tengo</div>
- <div class="verse indent4">deseos...</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent12">¿De qué?</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">¡De... nada! ¡Recontra!</div>
- <div class="verse indent4">¡Ya me atraganté!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Voz</span> (<i>Dentro.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¡Buenos tiestos de claveles dobles!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Riéndose.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">El de los claveles</div>
- <div class="verse indent4">se va por allí.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Decidido.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">¡Pues voy a traerlos,</div>
- <div class="verse indent4">pa que hablen por mí!</div>
-</div>
-
-<p class="mt1">(<i>Vase Venancio corriendo por el foro y la Isidra se
-mete en su casa.</i>)</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA XIII"><span class="pagenum" id="Page_35">p.
-35</span>ESCENA XIII</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Eulogio, Epifanio</span> <i>y el</i>
-<span class="smcap">Rosca</span></p>
-
-<p class="mushab"><b>Hablado</b></p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>De la casa.</i>)—¿Qué habrá pasao?
-¡Se han ido! ¡No se ve a naide! Digo, ¡contra!... ¡Epifanio viene!...
-(<i>Se sienta a trabajar.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>Por el foro.</i>)—A éstos...
-(<i>Señalando la casa del sillero.</i>) les estropeo yo la merienda esta
-tarde.</p>
-
-<p><span class="smcap">Rosca.</span>—No te ofusques, Epifanio, no
-te ofusques, y deja ya a la Isidra, porque de esa no has sacao ni
-sacarás... ¡pero que ni agua!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—Ya sé que no he sacao na; pues
-ese es mi coraje... ¡Pero yo te juro que no me voy de rositas!</p>
-
-<p><span class="smcap">Rosca.</span>—¡Epifanio!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Rosca... al Retiro! (<i>Vase
-Rosca a la taberna. A Eulogio.</i>) Oiga usted, maestro: ¿sabe usted, por
-una casualidaz, si ha salido la Isidra?</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¿La Isidra?... No sé... digo,
-sí, hombre; ahora que me acuerdo... hace un rato que la he visto ahí
-en la puerta hablando con su novio. (<i>Epifanio hace un aspaviento de
-asombro, que asusta a Eulogio.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¿Con su qué?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Con su novio! ¡Con ese chico
-que la habla ahora!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—Pero, ¿cuálo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Ese chico... Venancio! ¡El
-panadero ese!... ¡Na!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¿Conque ese?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Creo que sí! Y no tardará...
-porque me parece que ha dicho que se iba a comprarla dos tiestos de
-claveles. ¡Na, tonterías! ¡Na! (¡Toma soga!) (<i>Entra en la casa.</i>)</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA XIV"><span class="pagenum" id="Page_36">p.
-36</span>ESCENA XIV</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Epifanio</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Venancio</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Anda, Dios! ¿Conque Venancio
-se ha atrevido? ¡Pues na, que le perniquiebro un brazo en cuanto le
-vea! ¡Digo, ni pintao! ¡Por allí viene! ¡Y con los claveles! ¡Se la
-gana! (<i>Se oculta en la esquina de la tienda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Sale muy risueño cargado con
-un tiesto de claveles.</i>)—¡No los llevaba mejores! ¡Cuando los vea! (<i>Se
-acerca a la casa a llamar.</i>) Isi... (<i>Se detiene al ver a Epifanio, que
-adelanta sonriendo con sorna.</i>) ¡Anda el otro! (<i>Tratando de ocultar el
-tiesto.</i>) ¿Qué hago yo con esto ahora?</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Chist! ¡Pollo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¿Qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Que se ve un capullo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—No importa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¿Y dónde va usted con tanto
-reventón?</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Donde me parece.</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Chist! (<i>Le detiene poniéndole
-la contera del bastón en la cara.</i>) Caramba, joven, ¿sabe usté que me
-han engañao?</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡No sé nada!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—Pues me han engañao, porque me
-habían dicho que era usté un cachorro de lanas, y veo que no, que usté
-es ratonero.</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Yo... soy un hombre que no quié
-meterse con nadie... eso es lo que soy.</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Un hombre! ¿Y a usted le hacen
-mucha falta las muelas, joven?</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Regular!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¿Y qué haría usté si yo le
-extrajera unas varias? ¿Llorar? (<i>Con guasa.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Misté, déjeme usté en paz,
-señor Epifanio, que yo no me he metío con usté para nada.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_37">p. 37</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¿Que no se ha metío usté
-conmigo? ¡So tórtola! ¿Y se dirige usté a la Isidra sabiendo que es
-cosa mía?</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Yo no sabía eso!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Pues sépalo usté! Esa joven
-está prohibida... (<i>Aparecen en las puertas respectivas Eulogio e
-Isidra, y quedan ocultos oyendo el resto de la escena.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Eso lo veremos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Ya está visto! Por lo tanto se
-lleva usté ese tiesto a su casa y se lo regala usté a la portera.</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Usted me dispense, pero este
-tiesto es pa la Isidra! (<i>Con energía.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Quiá!</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Es para ella!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¿Para ella? ¡Tire usté eso! ¡So
-primo! (<i>Se lo tira de dos manotazos.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Furioso.</i>)—¡¡A mí!! (<i>Va a abalanzarse a Epifanio.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA XV</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos, Isidra</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Eulogio</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Salen y detienen a
-Venancio.</i>)—¡Venancio! ¡No!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>A Isidra, señalándole los
-claveles que están en el suelo.</i>)—¿Los ves? (<i>Riendo.</i>) ¡Porque eran pa
-ti! (<i>A Venancio.</i>) ¡So párvulo! (<i>Entra riendo en la taberna.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Ladrón! (<i>Con furia entra en su
-casa.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Casi llorando de coraje se
-abalanza a la mesa del zapatero y coge la cuchilla.</i>)—¡Le parto el
-alma!</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Venancio! (<i>Sujetándole.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Le parto el corazón, suélteme
-usté. (<i>Forcejea.</i>)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_38">p. 38</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span>.—¡Quieto!</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio</span>.—¡Suélteme usté, suélteme usté,
-señó Eulogio, u no respondo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span>.—¡Chist! Que viene gente. ¿No
-oyes? ¡Quieto ahora! ¡Ya le buscaremos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio</span>.—¡Sí, pa matarlo! ¿eh?</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span>.—¡Pa lo que quieras! (<i>Le entra
-en la casa a empujones, después que luchan y forcejean.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA XVI</h4>
-
-<p class="quienesj"><span class="smcap">Juan</span> <i>el Migas</i>;
-<span class="smcap">Paco</span> <i>el Curial</i>; <i>la</i> <span
-class="smcap">señora Justa, coro general de convidados</span>.
-<i>Después</i> <span class="smcap">Matías, Ignacia</span>
-<i>e</i> <span class="smcap">Isidra</span>. <i>Luego</i> <span
-class="smcap">Epifanio</span> <i>y el</i> <span class="smcap">Rosca</span>.
-<i>Al fin</i> <span class="smcap">Eulogio</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Venancio</span>.</p>
-
-<p class="mushab"><b>Música</b></p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Coro</span> (<i>Dentro.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Alegre es la mañana</div>
- <div class="verse indent6">y hermoso el día:</div>
- <div class="verse indent4">hoy va a ser cosa buena</div>
- <div class="verse indent6">la romería.</div>
- <div class="verse indent6">¡Vamos allá!</div>
- <div class="verse indent4">y el que no se divierta</div>
- <div class="verse indent6">tonto será.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Mujeres</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Veréis cómo la Isidra</div>
- <div class="verse indent4">tarda una hora.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Hombres</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Es que ella nunca ha sido</div>
- <div class="verse indent4">madrugadora.</div>
-</div>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_39">p. 39</span></p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Mujeres</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Y se estará poniendo</div>
- <div class="verse indent4">la ropa nueva,</div>
- <div class="verse indent4">pa bailar en el santo</div>
- <div class="verse indent4">si hay quien se atreva.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Hombres</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">¡Pues no ha de haber!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Mujeres</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Silencio, que eso pronto</div>
- <div class="verse indent4">lo hemos de ver...</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Juan</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Paco</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Vamos, señor Matías,</div>
- <div class="verse indent4">anden ligeros,</div>
- <div class="verse indent4">que esperan aquí todos</div>
- <div class="verse indent4">los compañeros.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Dentro.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Ahora mismo salimos.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span> (<i>Ídem.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Voy en seguida.</div>
-</div>
-
-<p class="dcha">(<i>Sale Isidra con pañolón de Manila.</i>)</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Hombres</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">¡Olé las buenas mozas!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Mujeres</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">¡Qué bien vestida!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Aquí estoy preparada y dispuesta</div>
- <div class="verse indent4">pa dir a la fiesta</div>
- <div class="verse indent4">con todos ustés,</div>
- <div class="verse indent4">y ande ya porque estoy deseando</div>
- <div class="verse indent4">pasarme bailando</div>
- <div class="verse indent4">dos horas u tres.</div>
-</div>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_40">p. 40</span></p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Hombres</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Pues por nosotros</div>
- <div class="verse indent4">no ha de quedar;</div>
- <div class="verse indent4">pero Pifanio</div>
- <div class="verse indent4">se va a enfadar.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Con coraje.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Que nadie diga</div>
- <div class="verse indent4">nada de ese hombre,</div>
- <div class="verse indent4">porque no quiero</div>
- <div class="verse indent4">que me lo nombren.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Coro</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">(¡Qué modo de engañar,</div>
- <div class="verse indent4">qué bien hace el papel!</div>
- <div class="verse indent4">¡No quiere confesar</div>
- <div class="verse indent4">que la ha dejado él!)</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Ignacia</span> (<i>Saliendo. Lleva también pañuelo de Manila.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">¡Hola, señores!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span> (<i>Saliendo.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Muy buenos días.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Coro</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">¡Señora Ignacia!</div>
- <div class="verse indent4">¡Señor Matías!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Si estamos todos</div>
- <div class="verse indent4">vamos allá;</div>
- <div class="verse indent4">que si no el santo</div>
- <div class="verse indent4">se enfadará.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Alegre es la mañana</div>
- <div class="verse indent6">y hermoso el día;</div>
- <div class="verse indent4">hoy va a ser cosa buena</div>
- <div class="verse indent6">la romería.</div>
-</div>
-
-<p class="dcha">(<i>Al empezar el desfile salen de la taberna Epifanio y el Rosca.</i>)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_41">p. 41</span></p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">¡Un momento!</div>
-</div>
-
-<p class="dcha">(<i>Deteniendo a todos.</i>)</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent17">¿Qué quieres?</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent6">Con tu licencia,</div>
- <div class="verse indent4">tengo que hacer a éstos</div>
- <div class="verse indent6">una advertencia.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Mujeres</span> (<i>A los hombres.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent6">Ya está Epifanio</div>
- <div class="verse indent6">provocativo.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Hombres</span> (<i>A ellas.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent6">Como le falte</div>
- <div class="verse indent6">le como vivo.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>Con mucha calma.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">¿Por qué se van ustedes</div>
- <div class="verse indent6">a la Pradera</div>
- <div class="verse indent4">y a mí no me convidan?</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent6">Pues bueno fuera.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Están ustedes</div>
- <div class="verse indent6">en su derecho,</div>
- <div class="verse indent4">y que les haga</div>
- <div class="verse indent6">muy buen provecho,</div>
- <div class="verse indent4">pero tengo que darles</div>
- <div class="verse indent4">un consejo de amigo.</div>
- <div class="verse indent4">¡Que esa chica no baila</div>
- <div class="verse indent4">más que conmigo! (<i>Por Isidra</i>)</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Matías</span> (<i>Furioso.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Bailará con quien quiera.</div>
- <div class="verse indent4">¡Pues no faltaba más!</div>
- <div class="verse indent4"><span class="pagenum" id="Page_42">p. 42</span>Y aquí está quien te come</div>
- <div class="verse indent4">los hígados, si vas.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Usté debe callarse,</div>
- <div class="verse indent4">señor Matías,</div>
- <div class="verse indent4">porque son estas cosas</div>
- <div class="verse indent4">suyas y mías.</div>
- <div class="verse indent4">Conque, señores,</div>
- <div class="verse indent4">digo, lo dicho;</div>
- <div class="verse indent4">al que esta tarde</div>
- <div class="verse indent4">tenga el capricho</div>
- <div class="verse indent4">de sacar a la Isidra,</div>
- <div class="verse indent4">nada más que una vez,</div>
- <div class="verse indent4">allí mismo, ¡por éstas!</div>
- <div class="verse indent4">le rebano la nuez.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Ignacia</span> (<i>Furiosa.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">¡Tú rebanas muchos</div>
- <div class="verse indent4">pedazos de pan!</div>
- <div class="verse indent4">¡Canalla, granuja,</div>
- <div class="verse indent4">boceras, charrán!</div>
- <div class="verse dcha">(<i>A los hombres.</i>)</div>
- <div class="verse indent4">De tantos mozos</div>
- <div class="verse indent4">como hay aquí,</div>
- <div class="verse indent4">¿nadie rechista?</div>
- <div class="verse indent4">¿Qué hacéis así?</div>
- <div class="verse indent4">¿Es que no hay un hombre</div>
- <div class="verse indent4">de veras, u qué?...</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">¡No hay ninguno, madre;</div>
- <div class="verse indent4">no se canse usté!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Saliendo de la
-casa de la derecha con el señor Eulogio.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">¡Servidor!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Con alegría.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent13">¡Venancio!</div>
-</div>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_43">p. 43</span></p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Hay uno.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>Burlonamente.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent12">¿Tú?</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent17">¡Yo!</div>
- <div class="verse indent4">¡Yo bailo con ella!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">¡Me paice que no!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Coro</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">(Buena se prepara,</div>
- <div class="verse indent4">por lo que se ve.)</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Venancio</span> (<i>A Epifanio.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Allí nos veremos.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>A Venancio.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Allí te veré.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Paco</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Ea, señores,</div>
- <div class="verse indent4">no ha pasao na;</div>
- <div class="verse indent4">a divertirnos</div>
- <div class="verse indent4">vámonos ya.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span> (<i>Yéndose.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">Alegre es la mañana</div>
- <div class="verse indent6">y hermoso el día;</div>
- <div class="verse indent4">hoy va a ser cosa buena</div>
- <div class="verse indent6">la romería.</div>
- <div class="verse indent6">¡Vamos allá!</div>
- <div class="verse indent4">y el que no se divierta</div>
- <div class="verse indent6">tonto será.</div>
-</div>
-
-
-<p class="mt1">(<i>Se van todos, menos Epifanio y el Rosca, que quedan
-en medio de la escena, y Eulogio y Venancio a<span class="pagenum"
-id="Page_44">p. 44</span> la puerta de la casa de la derecha, mirándose
-en actitud de reto, marchándose Epifanio y el Rosca por el foro
-riéndose, y Eulogio y Venancio se meten en la casa.</i>)</p>
-
-<p class="mushab"><b>Mutación</b></p>
-
-
-<hr class="chap0" />
-
-<div class="chapter">
-<h3>CUADRO SEGUNDO</h3>
-</div>
-
-<p class="centra fs90">El puente de Toledo la tarde de San Isidro.</p>
-
-
-<h4>ESCENA PRIMERA</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Secundino</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span>.—Pues, señor, llevo un
-cuarto de hora arrimao a la bola, y la Cirila sin venir. ¿Se habrá
-encontrao con el bruto ese del asistente?... ¡Le tengo una <i>tirria</i>
-a la tropa!... Porque ya se sabe, el comercio y la melicia semos
-de lo más rivales que hay... en lo que toca a las criadas; porque,
-claro, un paisano, por mucho que quiera, no pué salir de un saqué,
-bien mezclilla, bien de cuadros, y los melitares tienen el aquel del
-uniforme. ¡Digo! Pues si me pusiese yo un casco con llorón de cerda,
-guerrera ajustá, mi pantalón de punto, mi media bota, mi sable, mis
-espuelas y un puro así, y me fuese a paseo a la plaza de Oriente,
-setenta y siete u setenta y ocho niñeras con pasión de ánimo a la
-primera vuelta... Pero, claro, con este traje, tóo lo más que las causo
-es <i>itericia</i>. Gracias que la Cirila tié un pupilaje pa distinguir a la
-juventud comercial, que me río yo... Esta tarde nos columpiamos, y la
-voy a dar unos <i>vaivienes</i> en un columpio de esos que dicen: “¡Ay, qué
-gusto da el mareo!”, que va a ser la descoyuntura. ¡Calla! ¡Ella! ¡Allí
-viene!... ¡Cirila! ¡Cirila!</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA II"><span class="pagenum" id="Page_45">p.
-45</span>ESCENA II</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Cirila</span>, <i>una</i> <span
-class="smcap">Niña</span> <i>y</i> <span class="smcap">Secundino</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡Chica, creí que no venías!</p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¡Pus gracias que me han dejao, y
-miá el rabo que traigo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡La niña! ¡Anda su madre! ¿Por
-qué no la has dejao en la casa cuna?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Niña</span>.—¡Yo quiero ir al brazo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡Cállate, chica, si no, no te
-compro un matasuegras!</p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila</span>.—Bueno, ¿y en qué vamos a pasar la
-tarde?</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡Primero te compro el pito más
-grande que haiga, y luego nos columpiamos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¡Sí, eso, eso, que a mí me gusta
-mucho!</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span>.—Y después, ¿sabes lo que
-hacemos?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¿Qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span>.—Nos vamos a la fotografía
-instantánia y nos hacemos un grupo de cada uno, y luego uno de los tres
-juntos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¡Eso!... ¡Yo de busto!</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span>.—Justo; tú de busto; la niña
-sentá en el suelo, detrás de ti pa que no se asuste, y yo de cuerpo
-entero, apoyao así, tocando el pito, la metá de la cabeza recliná en tu
-busto y la otra metá de perfil, mirándote así...</p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¡Vamos, vamos, zaragata!... ¡No
-te fijes tanto, que me enturbias la vista!</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡Arza pa el columpio!</p>
-
-<p><span class="smcap">Niña</span>.—¡Yo quiero ir al brazo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡Vamos, chacha! (<i>La coge.</i>)
-¡Yo me columpio con niña y tóo! (<i>Vanse.</i>)</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA III"><span class="pagenum" id="Page_46">p.
-46</span>ESCENA III</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Pérez</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Torrija</span>, <i>vestido de carrero de un regimiento</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Torrija</span>.—¡Mialá, por allí va!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pérez</span>.—¡Ya la he visto!... ¡Con la
-niña y el Secundino!... ¡Mardita sea su estampa!... ¡So infiela!...
-Pero mialás: ¡si esta tarde no corre por esa Pradera más sangre que
-cañamones dan por catorce pesetas... aunque sea mala comparación, que
-sí lo es!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Torrija</span>.—¡Calma, ten calma!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pérez</span>.—¿Calma yo?... ¡Mardita sea mi
-suerte, si no cojo a ese hombre y hago un triple asesinato con él
-solo!... ¡Mardita sea la!... (<i>Yéndose.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Torrija</span>.—¡A éste le va a perder el
-carácter! (<i>Vanse.</i>)</p>
-
-<p class="mushab"><b>Mutación</b></p>
-
-
-<hr class="chap0" />
-
-<div class="chapter">
- <h3>CUADRO TERCERO</h3>
-</div>
-
-<p class="donde">La Pradera de San Isidro el día del Santo. A la derecha
-un merendero rodeado de mesas y banquetas. A la izquierda un columpio
-que juega. En primer término, al mismo lado, mesas y banquetas de otro
-merendero supuesto. Puestos de vendedores ambulantes, «Tíos vivos»,
-barracones de figuras de cera, etc., etc. Corros de gente merendando,
-bailes, romeros que van y vienen. Animación extraordinaria.</p>
-
-
-<h4>ESCENA PRIMERA</h4>
-
-<p class="quienesj"><i>Preludio en el que suenan mezclados los
-estrepitosos ruidos de la fiesta, organillos, murgas, redobles de<span
-class="pagenum" id="Page_47">p. 47</span> tambor, voces, gritos de
-vendedores, algazara de la gente, etc., etc.</i></p>
-
-<p class="mushab"><b>Música</b></p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Coro</span></p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Con tres o cuatro orquestas</div>
- <div class="verse indent2">de varias clases,</div>
- <div class="verse indent0">pueden bailarse a un tiempo</div>
- <div class="verse indent2">polkas y valses,</div>
- <div class="verse indent0">y con tanto barullo,</div>
- <div class="verse indent2">con tanto ruido,</div>
- <div class="verse indent0">nos alegramos todos</div>
- <div class="verse indent2">de haber venido.</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-
-<h4>ESCENA II</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Cirila</span>, <span
-class="smcap">Secundino</span> <i>y la</i> <span class="smcap">Niña</span>
-<i>comiendo rosquillas</i></p>
-
-<p class="mushab"><b>Hablado</b></p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila</span> (<i>Con un pito grandísimo, rodeado
-de flores de papel.</i>)—¡Pero miá que es hermoso! (<i>Le toca.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Niña</span>.—¡Yo quiero un pito grande, como
-ese!</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span>.—Cuando seas mayor.</p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila</span>.—Bueno, y ahora nos
-columpeamos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡Mira, mira, ahora bajan de
-ese columpio!</p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¡Pus anda, vamos nosotros!</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span>.—Yo me subiré primero, y me das
-la niña. (<i>Se sube.</i>) ¡Ajajá! ¡Venga la chica!</p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¡Toma! (<i>Suben a la Niña.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Niña</span>.—¡Y cuando yo diga, das tocino!</p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¡No, si yo voy a subir también!
-¡Dame la mano! (<i>Va a subir.</i>)</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA III"><span class="pagenum" id="Page_48">p.
-48</span>ESCENA III</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span>, <span
-class="smcap">Pérez</span> <i>y</i> <span class="smcap">Torrija</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Pérez</span> (<i>Sale y detiene a
-Cirila.</i>)—¡Arto!</p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¡María Santísima! ¡Pérez!</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡Uy, el asistente!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pérez</span>.—¡Venga usté acá, fregatriz
-adurterina!</p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¡Haga usté el favor de retirarse,
-que no tengo ganas de conversación!</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡Oiga usté, melitar, u deja
-usté a la señora, u bajo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pérez</span>.—¡Anda con él, Torrija! (<i>Torrija
-empieza a mover el columpio, y cada vez que Secundino quiere bajar le
-da un palo en las piernas.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡Eh!... ¡Chist!... Pero
-¡eh!... ¡Pare usté!... ¡Que me pare usté! ¡Eh!</p>
-
-<p><span class="smcap">Niña</span> (<i>Muy contenta.</i>)—¡Tocino! ¡Tocino!
-(<i>Palmoteando.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¡Por Dios, la niña!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pérez</span> (<i>Cogiéndola de un brazo.</i>)—¡Venga
-usté acá, sirena corrompida!... ¿A osté le parece bien puesponerme a mí
-a esa lamprea urtramarina?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¿Lamprea? ¿Yo?... ¡Pare
-usté!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Torrija</span> (<i>Dándole más
-fuerte.</i>)—¡Quieto!</p>
-
-<p><span class="smcap">Niña</span>.—¡Tocino! ¡Tocino!</p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¡Tú tiés la culpa!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pérez</span>.—¿Yo?... ¡Infiela!... ¡Lo sé todo!
-¡Sé lo de tu señorito, que me lo acaban de contar!</p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¿Quién?</p>
-
-<p><span class="smcap">Pérez</span>.—La Vicenta.</p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¿Esa golfa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Pérez</span>.—Sí, señora; que está allí en aquel
-grupo, y te lo dirá en tu cara.</p>
-
-<p><span class="smcap">Cirila</span>.—¿A mí ese pingo?... ¿Y está
-allí?... ¡Vamos a ver, si me lo dice la arranco el moño! Aguarda un
-rato.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_49">p. 49</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡No! ¡Eh! ¡Chist! ¡Pararme!
-¡No te vayas, Cirila!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pérez</span>.—¡Tenga osté a la niña, que en
-seguía volvemos! (<i>Torrija le da más fuerte, y vanse corriendo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡No! ¡Eh!... ¡Chits!...
-¡Melitar!... ¡Se van!</p>
-
-<p><span class="smcap">Niña</span>.—¡Tocino! ¡Tocino!</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡Eh, pararme, pararme! ¡Eh,
-buen hombre, haga usté el favor! (<i>A un paleto que pasa.</i>) ¡Haga usté
-el favor, por Dios!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paleto</span>.—¿Que dé con más juerza?...
-¡Güeno! (<i>Le da más fuerte al columpio y se va.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡No, eh, por Dios, que no
-era eso!... ¡Amigo!... ¡Chits!... ¡Oiga usté!... (<i>A un romero que
-pasa.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Romero</span>.—¡Esos de pueblo no saben! ¡Verá
-usté yo! (<i>Le da más fuerte y vase.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡No, si no es eso! ¡Eh!
-¡Chits!... ¡Y yo ya no los veo!... (<i>Para el columpio.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Niña</span>.—¿Pero no nos dan tocino?</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡La morcilla es lo que nos
-debían de dar! ¡Infames!... ¡Se la ha llevao! (<i>Bajan</i>.) ¡Vamos,
-chica!</p>
-
-<p><span class="smcap">Niña</span>.—¿Vamos por rosquillas?</p>
-
-<p><span class="smcap">Secundino</span>.—¡Por tripas de melitar!
-¡Cirila!... ¡Cirila!... ¡Y haberla comprao este pito pa eso!... (<i>Vase
-corriendo. Se lleva la Niña al brazo.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA IV</h4>
-
-<p class="quienesj"><i>La orquesta toca parte del pasacalle, y a los últimos
-compases salen</i> <span class="smcap">Paco el Curial</span>, <i>que va delante con
-la guitarra al hombro; detrás varios con cestas y botas
-de vino, otros con bandurrias y guitarras, detrás
-las mujeres palmoteando y riendo, y a lo último</i> <span class="smcap">Juan,
-la señá Justa, Isidra, Ignacia</span> <i>y el</i> <span class="smcap">señor Matías</span>, <i>con
-cestas y líos. Coro general.</i></p>
-
-<p class="mushab"><span class="pagenum" id="Page_50">p. 50</span><b>Música</b></p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Alegre es la mañana</div>
- <div class="verse indent2">y hermoso el día;</div>
- <div class="verse indent0">hoy va a ser cosa buena</div>
- <div class="verse indent2">la romería.</div>
- <div class="verse indent2">¡Vamos allá!</div>
- <div class="verse indent0">¡Y el que no se divierta</div>
- <div class="verse indent2">tonto será!</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="mushab"><b>Hablado</b></p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Alto... ar!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacio.</span>—Bueno; ¿nos quedamos aquí?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Yo creo que aquí, porque como
-barullo, es donde hay menos barullo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Sí, sí! ¡Aquí, aquí!</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—Pues vengan las cestas. (<i>Se las
-llevan.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Muchacha.</span>—Traer la comba.</p>
-
-<p><span class="smcap">Uno.</span>—¿Quién quiere columpiarse?</p>
-
-<p><span class="smcap">Varios.</span>—¡Yo... yo!... (<i>Saltan, juegan,
-se columpian, etc.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías</span> (<i>A Paco.</i>)—Oye, Paco: tú que eres
-de la curia, recomiéndales a ellas y a ellos que usen del mayor tiento
-en juegos y demás.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—No tenga usté cuidao, que yo
-les hablaré individualmente uno por uno a cada cual. Por de pronto
-examinaré las botas. Esta parece que rezuma. (<i>Se empina la bota y
-bebe.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa</span> (<i>A la señá Ignacia.</i>)—¿Pero no
-ve usté a mi marido?... ¡Ya empieza! (<i>Interrumpiéndole.</i>) Pero, ¿qué
-haces?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Muy enfadado.</i>)—¡No me cortes la
-acción, señor, que es muy dañino, hombre! (<i>Bebe.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Déjelo usté!</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa.</span>—¡No quiero que abuse!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Si por eso no quió llevarla a
-ningún lao!<span class="pagenum" id="Page_51">p. 51</span> ¡Esta es
-como los baños del Molar!... ¡No sirve más que pa quitar el humor! (<i>Se
-va bebiendo. Bajan varios invitados hablando.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Convidado 1.º</span>—¡Que te digo que esos
-mansos, a lo mejor, dan un chasco!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Convidado 2.º</span>—¡Yo te digo que no, vaya!
-¡A que no viene el panadero!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Convidado 3.º</span>—¡Pué que venga!</p>
-
-<p><span class="smcap">Convidado 2.º</span>—¿Quién se quiere jugar
-cinco duros a que no viene?</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Que ha estado oyendo, se
-acerca.</i>)—¡Yo! ¡Yo juego esos cinco duros!</p>
-
-<p><span class="smcap">Convidado 2.º</span>—¿Contra qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Contra esto! (<i>Se quita el
-mantón de Manila y se lo tira a la cara.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Convidado 2.º</span> (<i>Devolviéndoselo.</i>)—¡No
-quió que te vuelvas a cuerpo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Si lo jugara por ti, puede!...
-¿Quiés tener el gusto de bailar conmigo el primer baile?... ¿A que
-no?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Convidado 2.º</span>—¿Que no?... Dí tú que no
-puedo, porque estoy comprometido con... con... ésta creo que es...</p>
-
-<p><span class="smcap">Una.</span>—¡Conmigo, no!</p>
-
-<p><span class="smcap">Convidado 2.º</span>—¿No?... ¡Bueno, ya no me
-acuerdo!... ¡Pero yo estoy comprometido con alguien!</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Con el miedo! ¡Gallina!
-(<i>Despreciándolo. Vanse los invitados.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Por Dios, Isidra, no te exaltes
-ni te sofoques!</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Ten cachaza, Isidra, ten
-cachaza! Y ya que hemos hecho la burrá de venir, mucho cudiao, porque
-tengo a Epifanio detrás de las orejas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Voces.</span>—¡Aquí... aquí!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Qué es eso?</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Bravo! ¡Bravo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa.</span>—¡Un organillo! ¡Ya hay
-organillo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡A bailar! ¡A bailar!</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡El baile! ¡Ya me ha entrao
-escalofrío!</p>
-
-<p><span class="smcap">Uno.</span>—¡Venga ya, señor Paco!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_52">p. 52</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Ahí va el agua! (<i>Empieza a tocar
-y bailan todos, quedando sentados el señor Matías, la Ignacia, la Justa
-y Juan en un lado. Isidra, sola, separada del grupo, en otro.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Ven aquí, chica!</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Estoy bien, madre!... ¡Me he
-puesto aquí pa ver si se fija algún hombre en que estoy de non!</p>
-
-
-<h4>ESCENA V</h4>
-
-<p class="quienesj"><span class="smcap">Dichos, Epifanio</span> <i>y el</i>
-<span class="smcap">Rosca</span> <i>aparecen en lo alto de una rampa del
-foro. Paco, el Curial, que es el que toca, al ver a Epifanio, va dando
-al manubrio cada vez más despacio, y las parejas, asombradas, bailan
-con mayor lentitud.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Él!</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Anda la órdiga! ¡Ya está
-aquí!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Maldito sea!</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa.</span>—El bólido. (<i>Bebe. Calla el
-organillo y cesa el baile, quedando cogidas las parejas.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>Al Rosca.</i>)—Anda, ¡pus no han
-parao!</p>
-
-<p><span class="smcap">Rosca.</span>—Te tién pánico.</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—Hombre, por Dios, señores,
-sigan ustés, que no me molesta.</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—Toca, Paco. (<i>Toca y sigue el
-baile.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>Dirigiéndose a la
-Isidra.</i>)—¿Se quié usté dar dos vueltas, niña?</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Me dan nausias!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>A la señora Ignacia.</i>)—¿Y
-usté, joven?</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Vaya usté y que le ahorquen!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Está bien! (<i>Al señor
-Matías.</i>) ¿Y usté, pollo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías</span> (<i>Se levanta.</i>)—¡Epifanio, que
-tengo canas!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>Poniéndose la mano sobre
-los ojos en<span class="pagenum" id="Page_53">p. 53</span>
-pantalla.</i>)—¡Uy, es verdad! ¡No había reparao! ¡Tíñase usté el pelo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Rosca.</span>—¡O use usté el vigor del
-cabello!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>A la Isidra.</i>)—¿Conque no?</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡No!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Está bien! (<i>Se sientan
-enfrente en una mesa del merendero.</i>) ¡Chico! (<i>Dan unas palmadas y
-sale un chico.</i>) ¡Tráete dos chicos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Rosca</span> (<i>Dando con el bastón a una pareja
-que pasa bailando por delante de él.</i>)—¡Chist! ¡Pollo! ¡A ver cómo se
-baila, que hace mucha calor!</p>
-
-<p><span class="smcap">El que baila</span> (<i>Con sorna.</i>)—¡Guasa!
-(<i>Sigue bailando.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Rosca</span> (<i>A Epifanio.</i>)—Oyes tú, ¿sabes lo
-que observo?... que el panadero no se da a luz.</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Miá tú este! ¡Ni lo esperes!
-¡A ese le ha salido una erución del susto!</p>
-
-<p><span class="smcap">Rosca.</span>—Natural... si es un tipo así...
-que... ¡Contra!... (<i>Levantándose.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¿Qué es?</p>
-
-<p><span class="smcap">Rosca.</span>—¡Que no le ha salío na!... ¡Mialo,
-por ahí viene!... (<i>Eulogio y Venancio aparecen en lo más alto de la
-rampa de la izquierda, y quedan hablando y mirando al grupo de la gente
-que baila.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Es verdad! ¡Ay, su madre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías</span> (<i>A Ignacia.</i>)—Bueno, ahora
-nosotros. (<i>Se levanta y ve a Venancio.</i>) Va... ca... la... ¡Anda,
-Dios!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¿Qué te ha dao?</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡María Santísima!</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Él!... ¡Gracias a Dios!... (<i>Con
-intensa satisfacción.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa.</span>—¡Mialo!... (<i>A Juan.</i>) ¡Eso es un
-hombre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Juan.</span>—¡Me río del dos de Mayo!</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA VI"><span class="pagenum" id="Page_54">p.
-54</span>ESCENA VI</h4>
-
-<p class="quienesj"><span class="smcap">Dichos, Venancio</span> <i>y</i>
-<span class="smcap">Eulogio.</span> <i>Venancio y Eulogio se acercan
-por detrás del grupo que forman los que bailan, y vienen a pasar por
-delante de Epifanio y el Rosca.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>A Epifanio.</i>)—¡Buenas
-tardes!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>Poniéndose la mano en pantalla
-delante de los ojos.</i>)—¿Quién ha sido?</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Un servidor! (<i>Epifanio y
-Rosca se vuelven a mirarle.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Coge una de las copas de vino
-que tienen en la mesa.</i>)—¡Con permiso!... (<i>Se la bebe.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Rosca.</span>—Oiga usté: ¿quién le ha dao a usté
-licencia?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Tengo bula! (<i>Va hacia el sitio
-donde está el señor Matías.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—Bueno, ¿y quieres decirme dónde
-le pego yo a este chico que no le haga daño?</p>
-
-<p><span class="smcap">Rosca.</span>—¡Yo le daba en el cerviguillo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Llegando al grupo donde está
-el señor Matías.</i>)—¡Buenas tardes, señores!</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Pero que mu güenas!</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Paco, no toque más! (<i>Cesa el
-baile.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Señor Matías, usté dispense,
-pero...</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—Y usté, ¿se pué saber a
-qué tenemos el honor de que haiga usté venío a sobrar?... (<i>Muy
-enfadado.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—Oiga usté, pero ¿es que esto es
-un baile de señoras solas?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Aquí lo que sobran son
-hombres!</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Hombres de... mote!
-(<i>Mirándolos a todos.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Bueno, a lo mío. Siento sobrar:
-pero yo<span class="pagenum" id="Page_55">p. 55</span> le he dao a una
-mujer palabra de bailar con ella, y vengo a cumplirla... Y esa mujer me
-espera...</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—Esa mujer no quiere bailar.</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Vamos a verlo. (<i>Va hacia
-ella.</i>) Isidra, ¿me hace usté el favor de bailar conmigo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—Sí, señor. Gracias, Venancio.
-(<i>Se levanta y se cogen del brazo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Ya lo ve usté. Que hagan el
-osequio de seguir tocando.</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Sí, que toquen! ¡Que toquen!</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías</span> (<i>A Paco.</i>)—No toques. Y tú (<i>A
-Isidra.</i>) te sientas, que aquí no quió broncas. (<i>Con mucha furia.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia</span> (<i>Levantándose
-enfurecida.</i>)—¡Paco, a tocar!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Yo no toco!</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡No toques, no toques!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Vaya, u toca él u toco yo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Misté que ahora viene una habanera
-ceñida.</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡A bailar, a bailar!</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Gracias, señá Inacia.</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia</span> (<i>Sentándose.</i>)—No hay por qué
-darlas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—¿Y qué papel hago yo aquí ahora,
-se pué saber?</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Papel Job! (<i>Se sienta el señor
-Matías. Empieza a tocar Paco y sigue el baile.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Rosca</span> (<i>A Epifanio.</i>)—¡Oye tú... que...
-que están bailando!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Ya lo veo! Rosca, ve y avisa
-la Extremaunción pa un choto.</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Cada vez que pasa bailando
-por delante de Epifanio se quita el sombrero como saludándole, y le
-dice con sorna.</i>)—¡Servidor!... (<i>El señor Eulogio, que va bailando
-solo detrás de Venancio, al pasar por delante de Epifanio, le echa una
-bocanada de humo en la cara. Epifanio hace un movimiento de ira. Dan
-otra vuelta.</i>) ¡Servidor!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>Levantándose.</i>)—¡Vaya,
-se acabó el panizo! (<i>Se acerca a Venancio y le da un cogotazo.</i>)
-¡Servidor! (<i>A Paco.</i>) Toque usté a banderillas. (<i>Retrocede, metiendo
-mano al bolsillo.</i>)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_56">p. 56</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Deteniendo a Venancio en su
-primer impulso.</i>)—¡Venancio, por Dios!... ¡Por mí!... (<i>Venancio se
-detiene.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>A Venancio.</i>)—¡Calma, como te
-he dicho! (<i>La gente se interpone entre ellos. Eulogio se coloca detrás
-de Venancio.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Soltarme!... ¡Si estoy
-sosegao! ¡Dejarme, a ver, que yo me entere! ¿Quién ha sido ese que me
-ha pegao?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Un hombre! (<i>Colocándose
-delante de él.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Alargándole hasta la cara uno
-de esos juguetes que se estiran y se recogen a voluntad, y a cuyo
-extremo va una cabeza de cartón figurando ser la de un gato, que abre
-la boca al estirarse el juguete.</i>)—¡Miau!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Estese usté quieto!... ¡Un
-hombre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Rosca.</span>—¡Hay comprobantes!</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡No le hagan ustés caso, que es
-mentira! ¡Usté no es un hombre!... Usté... ¡usté es un granuja!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¿Yo? (<i>Queriendo abalanzarse a
-él.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Miau!... (<i>Repite el juego de
-antes.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Rosca.</span>—¡Calma, hombre, que la ofensa no
-es tan grande! (<i>Conteniéndole.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Usté es un granuja y un
-borracho que ha vivido hasta hoy asustando a varios tontos que tienen
-más cariño a la piel que a la vergüenza, y explotando a las mujeres
-para llenar el buche gratuitamente, que es lo que buscaba usté con esta
-familia; y eso... lo vengo yo a impedir, ¡so vago!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—Eso... ¡Maldita siá!
-(<i>Queriendo acometerle.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Repite el juego.</i>)—¡Miau!</p>
-
-<p><span class="smcap">Rosca.</span>—¡La cosa no es pa alterarse
-aún!</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Y a esta joven la atosiga
-usté, porque ve usté que se le va el momio, y porque ella no ha tenío
-un hombre que la defendiera!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Oye, tú, que está aquí su
-padre!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Muy señor mío! ¡Pero las cosas
-han cambiao!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_57">p. 57</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Todo cambea! (<i>Con
-filosofía.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Yo, esta mañana era un párvulo;
-pero dende mi casa aquí he dao el gran estirón.</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡He presenciao el desarrollo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Y digo que esta mujer...</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Esa mujer es mía... para que
-usté se entere!</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Suya! ¿Tuya?...
-(<i>Adelantando.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Isidra! (<i>Queriendo
-detenerla.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra</span> (<i>Con ira.</i>)—¡Pus anda, aquí
-me tienes; ven por lo tuyo! (<i>Se cruza de brazos terciándose el
-mantón.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—Bueno, y si no... ande usté con
-ella... ¡peor pa usté!... (<i>En tono muy despreciativo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Peor!... ¿Qué dices? ¡Ladrón!
-¿Qué has dicho?... (<i>Con furia.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—¡Hija! (<i>Deteniéndola.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Charrán! Peor ¿por qué? ¡Dilo
-fuerte, dilo pronto! ¡Dilo! (<i>Exaltadísima.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Basta! ¡Ea!... ¡Oiga usté,
-amigo, cuando esté usté delante de esta mujer, se quita usté el
-sombrero, así!... (<i>Se adelanta rápidamente, se lo quita y lo tira al
-suelo con rabia.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Recontra!</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Y ahora le voy a cortar a
-usted la lengua!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¿A mí?... ¡Vamos a verlo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Mira, ladrón! (<i>Le da un
-palo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Lo mato! (<i>Mete mano al
-bolsillo y saca la navaja.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Socorro! ¡Guardias! ¡Que se
-matan! (<i>Confusión y gritos.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Al verle sacar la navaja a
-Epifanio, le coge las manos, obligando al otro con su esfuerzo a que
-suelte la navaja.</i>)—¡Suelte usté eso, cobarde! ¡Granuja! ¡Ahí quieto!
-(<i>Lo sienta a la fuerza en uno de los taburetes que están al lado de la
-mesa del merendero.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Rosca, que lo mato! (<i>Se
-levanta en un esfuerzo.</i>)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_58">p. 58</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Volviéndole a
-sentar.</i>)—¡Quieto ahí!</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio.</span>—¡Rosca, quítamelo, que lo mato!
-(<i>Vuelve a levantarse y Venancio lo vuelve a sentar.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>A Epifanio.</i>)—¡Que tome usted
-asiento, señor!</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Y ahora...</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Déjalo ya!</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—¡Gallina! (<i>Le da un empujón y
-caen rodando al suelo la banqueta y Epifanio.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Epifanio</span> (<i>Levantándose y con
-furor.</i>)—¡Adiós! ¡Nos veremos... y miá si no te la!... (<i>Se las jura y
-se va limpiándose.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Fuera, fuera! (<i>Vanse Epifanio y
-el Rosca por la segunda derecha.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Rosca</span> (<i>Vuelve.</i>)—¡Y usté... (<i>A
-Eulogio.</i>) usté y yo nos veremos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>Con el chirimbolo.</i>)—¡Miau!...
-¡Ah... y toma! (<i>Cogiendo la navaja del suelo y cerrándola.</i>) Dale eso
-a ése y no uséis cosas de estas... ¡que son pa hombres na más! ¡Arrea!
-(<i>Dándole un puntapié.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia</span> (<i>A Venancio, que se ha sentado
-en un taburete agitado y convulso, y al que rodean Isidra, la Justa,
-Paco, Juan y Matías.</i>)—¡Pero, sosiégate! ¿Qué te pasa? ¿Qué tienes?</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Qué quié usté que tenga! ¡El
-ejercicio que ha hecho!</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Es que a mí ese... ¡Maldita
-sea!... (<i>Se levanta agitado blandiendo el palo. Se separan todos
-asustados. Vuelve a sentarse.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Oye, tú, a ver si te estás
-quieto!</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Volviendo a levantarse.</i>)—A mí
-ese chulo no me... (<i>Se separan todos.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¡Pero, Venancio!... (<i>Le obliga a
-sentarse.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Darle agua!</p>
-
-<p><span class="smcap">Juan</span> (<i>Con un botijo.</i>)—¡Bueno; pero
-quitarle el palo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—Bueno. ¿Y a qué ha venío tóo
-esto, si pué saberse?... (<i>Cogiendo el botijo que tiene Juan.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Pues esto ha venío a que la...
-(<i>Se levanta y va hacia Isidra.</i>)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_59">p. 59</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Revienta, hombre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio</span> (<i>Con pasión.</i>)—¡A que la quiero
-con toda mi alma, señor Matías!</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Gracias a Dios!</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—¿Y pa eso sólo has armao esta
-bronca? ¡Vamos te daba así con el pitorro! (<i>Amenazándole con el
-botijo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia</span> (<i>A Isidra.</i>)—Ya lo has oído. Y
-tú, ¿qué dices?</p>
-
-<p><span class="smcap">Isidra.</span>—¿Yo?... Ya se lo diré a él,
-madre.</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>A Venancio.</i>)—¡Dile que bendita
-sea su boca!</p>
-
-<p><span class="smcap">Venancio.</span>—Bendita sea la... (<i>Aparte a
-Eulogio.</i>) Cuando tenga más confianza.</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—Lo único que me gusta de este
-chico es que tiene un carater parecido al mío.</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Calla, fiera!</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Choca, chico! (<i>Dándole la mano
-a Venancio.</i>) Y tú... (<i>A Isidra.</i>) el día que sea eso, cuenta con unos
-bebés, charol de primera. En fin, pa celebrar lo de éstos, (<i>A Paco.</i>)
-dele usté al manubrio y echemos un baile.</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡A bailar! ¡A bailar! (<i>Toca Paco
-y bailan todos.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio</span> (<i>A la señá Ignacia.</i>)—¿Quiere
-usté?</p>
-
-<p><span class="smcap">Ignacia.</span>—¡Vamos allá! (<i>Se cogen y
-bailan.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Eulogio.</span>—¡Y viva San Isidro!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Viva! ¡Viva!... (<i>Algazara, voces
-y risas. Mucha alegría.</i>)</p>
-
-<p class="telon">TELÓN</p>
-
-
-<div class="chapter pt6" id="P2">
- <hr class="chap" />
- <p><span class="pagenum" id="Page_61">p. 61</span></p>
- <h2 class="nobreak">LA PENA NEGRA</h2>
- <hr class="chap" />
-</div>
-
-
-<div class="chapter">
- <p><span class="pagenum" id="Page_63">p. 63</span></p>
- <h3 class="g2">PERSONAJES</h3>
-</div>
-
-<ul class="pers">
- <li>LUCILA</li>
- <li>LA CARMEN</li>
- <li>SEÑÁ ANTONIA</li>
- <li>EUSTASIA</li>
- <li>SEÑÁ LORENZA</li>
- <li>SEÑÁ ROSA</li>
- <li>INVITADA 1.ª</li>
- <li>QUINTINA</li>
- <li>UNA VECINA</li>
- <li>UNA NOVIA</li>
- <li>UNA NIÑA</li>
- <li>SEÑOR BALBINO</li>
- <li>SERAFÍN</li>
- <li>LADISLAO</li>
- <li>SEÑOR VALERIANO</li>
- <li>UN CARRETERO</li>
- <li>TESTIGO 1.º</li>
- <li>SEÑOR MANFREDO</li>
- <li>TESTIGO 2.º</li>
- <li>SEÑOR RÉGULO</li>
- <li>SEÑOR METODIO</li>
- <li>LIBORIO</li>
- <li>EL DUEÑO DEL MERENDERO</li>
- <li>EL PINTURAS</li>
- <li>TESTIGO 3.º</li>
- <li>UN NOVIO</li>
- <li>INVITADO 1.º</li>
- <li>EL CHICO DEL MERENDERO</li>
- <li>DONISIO</li>
- <li>CHICO 1.º</li>
- <li>ÍDEM 2.º</li>
- <li>INVITADOS, INVITADAS Y</li>
- <li>VARIOS CHICUELOS</li>
-</ul>
-
-
-<hr class="chap0" />
-
-<div class="chapter">
-<h3>CUADRO PRIMERO</h3>
-</div>
-
-<p class="donde">La escena representa un trozo de la Ronda de Valencia.
-A la izquierda, y en primer término, en un chiscón, construído con
-tablas pintadas y techumbre de zinc, hay establecida una barbería de
-quince céntimos y «cara al sol». A los lados de la puerta, sillones
-para los servicios; en una mesita pequeña, útiles de afeitar, como
-navajas, bacías, etc. Sobre la puerta un letrero mal pintado que diga:
-<span class="smcap">Salón de Barbería. No se azmiten propinas.</span>
-En el mismo lado y colocada de izquierda a derecha hasta mitad de
-la escena, se verá la valla de un solar que<span class="pagenum"
-id="Page_64">p. 64</span> continúa en ángulo hasta cerca del foro.
-Próxima a este ángulo y frente al público, la valla tiene una puerta
-practicable. Entre la barbería y la valla hay espacio para una calle.
-A la derecha, en primer término, una taberna de pobre aspecto con
-puerta practicable. En la calle y frente a la puerta, dos mesas, y
-alrededor, banquetas. Sobre la puerta un letrero que dice: <span
-class="smcap">Vinos</span>. Cerca del foro queda un espacio a manera
-de plaza, formado por las casas de la derecha y la valla del solar que
-da frente a estos términos, y en este espacio, desemboca una calle
-bastante ancha. El foro lo constituyen casas y solares. Es de día; un
-día de invierno de sol muy claro.</p>
-
-
-<h4>ESCENA PRIMERA</h4>
-
-<p class="quienesj"><span class="smcap">Quintina, Eustasia, Señá Rosa,
-Vecina 1.ª, una Niña, Señor Régulo, el Pinturas, Liborio, Chico 1.º y
-2.º</span></p>
-
-<p class="quienesj"><i>Al levantarse el telón aparecen todas estas personas en la forma
-siguiente. Quintina, la señá Rosa y Vecina 1.ª, sentadas junto a la
-valla del solar. Quintina y la señá Rosa cosen al sol, puestos en la
-cabeza los pañuelos formando pantalla. La Vecina 1.ª peina a una niña
-que estará sentada en el suelo entre las piernas de su madre. Eustasia,
-un poco más lejos, lava ropa en un barreño sostenido sobre un cajón.
-Liborio, sentado en el suelo y apoyada la espalda en la valla, lee un
-periódico. El señor Régulo, a la puerta de la barbería, pasa por la
-badana varias navajas de afeitar. El Pinturas trata de obligar a un
-perrito a que se sostenga sobre las patas traseras. Chico 1.º y 2.º, en
-la parte derecha del foro, vuelan una cometa que se ve remontarse por
-las bambalinas.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Eustasia</span> (<i>Dando jabón a la ropa y
-restregándola luego, canta un tiento.</i>)</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">¡Ay, ayayay, ay, ayayay! ¡Ay, ayay!...</div>
- <div class="verse indent0">¡El día que yo te vea... ay, ay, el día!...</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_65">p. 65</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Liborio</span> (<i>A Eustasia, dejando de leer y
-confidencialmente.</i>)—¡Chits!... ¡Eustasia!... Daría los noventa y pico
-de años que me restan de existencia por ser enagua.</p>
-
-<p><span class="smcap">Eustasia.</span>—¡Caramba! ¿sí?... ¿Y con qué
-ojeto?</p>
-
-<p><span class="smcap">Liborio.</span>—Pa tener el gusto de que me
-echase usté a la colada.</p>
-
-<p><span class="smcap">Eustasia.</span>—¡Caray, qué rico!
-(<i>Cantando.</i>)</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">¡Ay, ayayay, ay, ayayay, ay!...</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p><span class="smcap">Rosa.</span>—¿Pero se pué saber qué es lo que te
-duele, hija?</p>
-
-<p><span class="smcap">Eustasia.</span>—¿Que qué me duele? (<i>Mirando a
-Liborio.</i>) Un divieso... que me ha salido aquí al lao.</p>
-
-<p><span class="smcap">Régulo.</span>—Pues belladona con él.</p>
-
-<p><span class="smcap">Eustasia.</span>—Estos me los suele reventar mi
-marido.</p>
-
-<p><span class="smcap">Liborio</span> (<i>Escamado y separándose un
-poco.</i>)—¡Repringue!</p>
-
-<p><span class="smcap">Régulo.</span>—¡Que te mejores!</p>
-
-<p><span class="smcap">Eustasia</span> (<i>Al ver que Liborio se ha
-separado.</i>)—¡Ya nos vamos aliviando, ya!</p>
-
-<p><span class="smcap">Niña</span> (<i>La que se peina, casi
-llorando.</i>)—¡Pero madre!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Vecina 1.ª</span>—¡Calla, recondená!</p>
-
-<p><span class="smcap">Niña.</span>—¡Si es que m’arranca usté el
-cabello!</p>
-
-<p><span class="smcap">Vecina 1.ª</span>—¡Pues no le llama cabello a
-esto y paece el pelote d’un sofá!</p>
-
-<p><span class="smcap">Rosa.</span>—Dame una hebra, Quintina.</p>
-
-<p><span class="smcap">Quintina</span> (<i>Dándole una hebra de
-hilo.</i>)—Tome usté, señá Rosa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Liborio.</span>—¿Y cómo anda de istrución ese
-perro, Pinturas?</p>
-
-<p><span class="smcap">Pinturas.</span>—Ya sabe el ejercicio. Ahora le
-estoy educando pa monecipal.</p>
-
-<p><span class="smcap">Eustasia.</span>—¡Qué gracia! ¿Y qué le
-enseñas?</p>
-
-<p><span class="smcap">Pinturas.</span>—A andar despacio y a pararse en
-las esquinas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Régulo.</span>—Tóo el manual.</p>
-
-<p><span class="smcap">Liborio.</span>—¡Já, já! (<i>Riendo.</i>) ¡Tié
-salero!</p>
-
-<p><span class="smcap">Eustasia</span> (<i>Cogiendo el lebrillo de la
-ropa.</i>)—¡Vaya, me voy a tender!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_66">p. 66</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Liborio.</span>—Y yo. (<i>Se tiende en el suelo,
-apoya la cabeza en una piedra y sigue leyendo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Eustasia</span> (<i>Amenazándole con la
-pala.</i>)—¡Gracioso! (<i>Vase por la puerta del solar.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA II</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Señor Metodio</span> (<i>guardia de Orden Público</i>). <i>Sale
-por la calle de&nbsp;la&nbsp;derecha.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Metodio.</span>—Salú, vecindario... Buenos días,
-Régulo. (<i>Yendo hacia la barbería y quitándose la teresiana.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Régulo.</span>—¡Hola, señor Metodio!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Metodio.</span>—Afeitarme en un vuelo, que voy
-de servicio.</p>
-
-<p><span class="smcap">Régulo.</span>—Al vapor. Deje usté el armamento.
-(<i>Cuelga el sable que se quita Metodio donde éste colgó la teresiana y
-procede rápidamente al afeitado.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Chico 1.º</span> (<i>Dejando al Chico 2.º el hilo
-de la cometa y viniendo furioso ante la taberna.</i>)—¡Señá Lorenza, señá
-Lorenza, dígale usté a Donisio que no tire piedras a la cometa, que va
-a cobrar! (<i>Cae una piedra y da en el periódico que lee Liborio.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Liborio</span> (<i>Incorporándose
-furioso.</i>)—¡Pero, chico! (<i>Mirando hacia la derecha.</i>) ¡A ver si te
-estás quieto, que más dao en el folletín! (<i>Cae otra piedra entre las
-vecinas.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Rosa</span> (<i>Asustada.</i>)—¡Rediez!... ¡qué
-cantazo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Quintina</span> (<i>Indignada.</i>)—¡Pero señá
-Lorenza, que sigue con las piedras!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Lorenza</span> (<i>Saliendo con calma de la
-taberna.</i>)—¡Ay, hija, ni que fueran ustés de porcelana! ¡Jesús!... (<i>Al
-chico.</i>) ¡Donisio... no tires, hijo, que vas a romper un cacharro!</p>
-
-<p><span class="smcap">Liborio.</span>—Guasitas encima, ¿eh?</p>
-
-<p><span class="smcap">Donisio</span> (<i>Que sale huyendo por la derecha
-de los<span class="pagenum" id="Page_67">p. 67</span> chicos de la
-cometa, que la recogieron a su tiempo.</i>)—¡Madre! ¡madréee... que me
-pegan! (<i>Donisio es un pequeñuelo que va en mangas de camisa, lleva
-tirantes y fuera de los calzones el faldón de la camisa.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Lorenza.</span>—¡Hala pa dentro, mala pécora!
-(<i>Lo entra en la taberna dándole azotes.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA III</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y un</i> <span
-class="smcap">Carretero</span></p>
-
-<p class="quienes"><i>Se oye próximo el rodar de un carro, ruido de
-colleras y dos o tres trallazos.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Carretero</span> (<i>Dentro.</i>)—¡Riá, mula!
-¡Riá, condenada! ¡Mula! ¡Sooó! ¡Generala! ¡Sooó! (<i>Saliendo sucio de
-harina hasta la exageración, con la boina casi blanca y cara y manos
-enharinadas.</i>) ¡Güen día!... ¿Hay quien <i>afaite</i>?</p>
-
-<p><span class="smcap">Pinturas.</span>—Pase, caballero; pase y
-asiéntese, que se le va a servir de seguida.</p>
-
-<p><span class="smcap">Carretero.</span>—¿<i>Ande</i> m’asiento? (<i>Empieza
-a sacudirse la boina contra una rodilla, y luego se golpea la ropa
-levantando una terrible polvareda de harina. Tosen todos los que hay en
-escena.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Pinturas.</span>—¡Recoles!... (<i>Tosiendo.</i>)
-¡Ejem!... ¡ejem! Aquí... asiéntese aquí. (<i>Le ofrece un sillón.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Régulo</span> (<i>Tosiendo.</i>)—¡Ejem!... ¡Chits!...
-Oiga, buen amigo, no sacuda más, que ha desperdiciao usté dos libretas,
-lo menos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Carretero</span> (<i>Sentándose.</i>)—¡Maldita siá
-lá!... Si se pone uno que...</p>
-
-<p><span class="smcap">Pinturas</span> (<i>Al maestro.</i>)—Paño.</p>
-
-<p><span class="smcap">Régulo</span> (<i>Dándole el paño.</i>)—A ese con
-verduguillo y sin repaso.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_68">p. 68</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Pinturas</span> (<i>Pone el paño al carretero y le
-quita la boina.</i>)—Dejaremos la boina aquí. (<i>La cuelga.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Carretero</span>.—¡Oye, tú, a ver <i>ande</i> la
-dejas, no me la <i>van</i> quitar!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pinturas</span>.—¡Caballero, este salón es de
-confianza!</p>
-
-<p><span class="smcap">Carretero</span>.—Lo digo porque, no vas a
-pensarte, el otro día en la Ronda Segovia m’apandaron una a listas,
-recién estrená.</p>
-
-<p><span class="smcap">Pinturas</span> (<i>Dándole jabón.</i>)—Aquí no semos
-de esos. (<i>Tose.</i>) ¡Ejem! ¡ejem! ¿Y esa harinita que acarrea usté, es
-<i>candial</i> u centeno?</p>
-
-<p><span class="smcap">Carretero</span>.—Es pa cataplasmas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Pinturas</span>.—¡Bullanguerillo! (<i>Le da más
-jabón.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Metodio</span> (<i>Al señor Régulo.</i>)—El bigote
-déjamelo a lo kaiser.</p>
-
-<p><span class="smcap">Carretero</span> (<i>Al escuchar un inquieto
-cascabeleo de colleras, se vuelve furioso hacia la derecha y dice dando
-un grito terrible.</i>)—¡Coronela!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pinturas</span> (<i>Asustado y dando un
-salto.</i>)—¡Mi madre! ¿Qué pasa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Carretero</span>.—¡Aguarda, hombre!
-(<i>Incorpórase y mira hacia donde ha dejado el carro.</i>) ¡Maldita siá!
-¡Coronelááá! (<i>A gritos.</i>) ¡Ay, Granaíto, Granaíto, que te voy a hacer
-polvo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pinturas</span>.—¿Más polvo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Carretero</span> (<i>Se levanta rápidamente, coge
-el látigo que habrá dejado apoyado en la pared y echa a correr con
-el paño puesto y la cara llena de jabón</i>.)—¡Siooó, mula! (<i>Se oyen
-trallazos.</i>) ¡Machooó!... ¡Perro! ¡Maldita sea tu casta, ladrona! (<i>Se
-oye ruido de colleras.</i>) ¡Siooó! ¡Mala sangre! ¡Asesinooó! (<i>Vuelve y
-deja el látigo</i>) ¡Amos, hombre; esa perra, ca vez que la engancho en
-varas, m’atolondra el macho!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pinturas</span>.—¿Es coqueta?</p>
-
-<p><span class="smcap">Carretero</span>.—¡Burro! (<i>A Pinturas.</i>)
-(No es a ti.) (<i>Alto.</i>) ¿Tú también? ¡ay, si güelvo, si güelvo! (<i>A
-Pinturas.</i>) <i>Afaita.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Pinturas</span> (<i>Afeitando.</i>)—¿Y qué, ha visto
-usté cómo anda eso de la política?</p>
-
-<p><span class="smcap">Carretero</span>.—¡Política! Quita, hombre, a mí
-tóo lo<span class="pagenum" id="Page_69">p. 69</span> que no sea la
-República ¡agua limón! (<i>Metodio se vuelve y le mira.</i>) Y vengan palos,
-y cortar caezas, y colgar gente rica. (<i>Metodio vuelve a mirarle.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Pinturas</span>.—Sí, vamos, usté tira a la
-<i>demagogogía</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Carretero</span>.—¡Natural! ¡Y ajuera ladrones,
-y abajo los empleaos, y a destripar guindillas! Créeme a mí.</p>
-
-<p><span class="smcap">Metodio</span> (<i>Con la cara llena de
-jabón.</i>)—¡Oiga usté, mi amigo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Carretero</span> (<i>Con la cara llena de jabón,
-también.</i>)—¿Qué pasa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Metodio</span>.—Que como siga usté rebuznando a
-ese tenor, le acabamos a usté de afeitar en la Delegación.</p>
-
-<p><span class="smcap">Carretero</span>.—¿<i>D’ande</i> ha salío esa voz
-aflautada?</p>
-
-<p><span class="smcap">Metodio</span>.—De Metodio Lagunilla, agente de
-primera afezto a la Zona norte.</p>
-
-<p><span class="smcap">Carretero</span>.—Pus pa otro día se afeita usté
-con kepis, porque así enjabonao no se le nota a usté la autoridaz.</p>
-
-<p>Metodio.—Se usan gafas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Carretero</span>.—Se usan narices postizas.
-Acaba, chico. (<i>Por lo bajo.</i>) ¡Nos ha matao el tío guinda éste!</p>
-
-<p><span class="smcap">Metodio</span> (<i>A Régulo.</i>)—¿Y que tenga uno
-que aguantar esto?</p>
-
-<p><span class="smcap">Régulo</span>.—No haga usté caso, señor Metodio,
-en estos salones hay que oir toa clase de ditirambos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Pinturas</span> (<i>Acabando con el
-carretero.</i>)—Pa servir a usté.</p>
-
-<p><span class="smcap">Carretero</span> (<i>Levantándose.</i>)—¡Está esto
-güeno! (<i>Mira al guardia con ira, mientras saca de la faja una bolsa
-de cuero y deslía el cordón que la cierra.</i>) ¡Te digo que si uno no
-mirara!... ¡Así degollasen a la!... ¡Lástima de!... ¿Qué se debe?</p>
-
-<p><span class="smcap">Pinturas</span>.—Quince céntimos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Carretero</span>.—¡Maldita siá! (<i>Dando los
-quince céntimos.</i>) En paz. (<i>Liando la bolsa y guardándola.</i>) ¡Y luego
-que si <i>libertá</i>, y si pimientos morrones! (<i>Coge el látigo, se acerca
-a la pared y en vez de descolgar su boina coge la teresiana de un
-manotón.</i>) ¡Miá tú a mí el esbirro éste!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_70">p. 70</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Metodio.</span>—¿Eh? que ha cogido usté mi
-teresiana.</p>
-
-<p><span class="smcap">Carretero</span> (<i>Soltándola encima de la
-mesa.</i>)—¡Rediezla, pues eso me faltaba, irme con tonterías en la caeza!
-¡Me caso hasta en!... (<i>Dando trallazos y voces.</i>) ¡Riá, Coronela!
-¡Huesque! ¡Ladrona! ¡Granaíto! ¡Ay, qué macho, qué macho! ¡Mala sangre!
-¡Arreeé! (<i>Se oye alejarse el carro y se oyen las voces del Carretero
-que se pierden a lo lejos.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Régulo</span> (<i>Acabando.</i>)—Servidor, señor
-Metodio.</p>
-
-<p><span class="smcap">Metodio.</span>—Bueno, ¿y qué haces cuando te
-tropiezas con un <i>devocionario</i> de esos?</p>
-
-<p><span class="smcap">Régulo.</span>—Hacer la vista gruesa, es lo que
-coge.</p>
-
-<p><span class="smcap">Metodio.</span>—Hay que tener más pacencia...
-(<i>Vase foro izquierda. El señor Régulo vase con Pinturas a la barbería.
-Durante la escena anterior, se han marchado la Quintina, Vecina 1.ª y
-la Niña, y luego Liborio, quedando sólo la señá Rosa.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA IV</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Señá Rosa</span> <i>y el</i> <span
-class="smcap">Señor Balbino</span></p>
-
-<p class="quienesj">(<i>El señor Balbino, es un tipo de verdulero
-ambulante; sale por la izquierda con un borriquillo que lleva un serón
-cargado de frutas y hortalizas.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Pregonando.</i>)—¡Pimientos
-coloraos d’asar! ¡A treinta, tomates! ¡Como la grana, tomates!
-¡Parroquianitas, que son de moda! ¡A treinta, tomates!</p>
-
-<p><span class="smcap">Voz</span> (<i>Dentro.</i>)—¡Verdulero!</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>
-(<i>Contestando.</i>)—¡<i>Perroquiana</i>!</p>
-
-<p><span class="smcap">Voz.</span>—¿Los da usté a veinte?</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>En voz alta.</i>)—Aguárdate que
-consulte. (<i>Al burro.</i>) ¿Los damos a veinte, Catalino? (<i>En voz alta.</i>)
-Dice mi socio que no hay negocio. (<i>Pregonando.</i>) ¡Como la grana son!
-¡Como la grana son!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_71">p. 71</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Rosa.</span>—Adiós, Balbino.</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—Hola, señá Rosa, ¿pero toavía
-anda usté pol mundo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Rosa.</span>—Y el rato que me queda, hijo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—Así sea.</p>
-
-<p><span class="smcap">Rosa.</span>—¿Y vienes por la manduca?</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—A ver. He visto bostezar a
-<i>Catalino</i> y he dicho las doce y cuarto y nos hemos venío pa acá en
-busca del <i>lunche</i>. (<i>Descarga el serón con las verduras y lo pone
-junto a la taberna y le coloca al burro en el cuello el saco del
-pienso.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Rosa.</span>—Siempre estás de güen humor,
-hijo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¿Yo? Yo no. El que es feliz es
-mi <i>socio</i>. Aquí lo tié usté; tié tres cargos, cuadrúpedo, industrial
-y verdulero, pus entavía le queda tiempo pa sus asuntos particulares
-con una burra vecina. Místelo; nos queremos como hermanos. Hace cinco
-años que nos hemos juntao bajo la razón social de Balbino Verdolaga y
-Compañía, y menos en las algarrobas en tóo lo demás vamos a medias;
-pues aún no hemos tenío el más ligero disgusto. ¿Qué le falta a este
-burro pa ser una persona?... ¡Darme un par de coces! Y no lo espero,
-¿verdá <i>Catalino</i>?</p>
-
-<p><span class="smcap">Rosa.</span>—¿Qué dice?</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¿Dice que si usté gusta?</p>
-
-<p><span class="smcap">Rosa.</span>—Gracias, hijo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¡Ande come uno comen dos, no sea
-usté niña!</p>
-
-<p><span class="smcap">Rosa</span> (<i>Levantándose y
-marchándose.</i>)—¡Anda y que te dé el viento, guasón! (<i>Vase.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—Usté se lo pierde. (<i>Mira el
-reloj.</i>) ¡Cuánto tarda la Lucila! Voy a avisar que nos preparen la
-comida. (<i>Mete al burro por la calle de la derecha y entra él en la
-taberna.</i>)</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA V"><span class="pagenum" id="Page_72">p. 72</span>ESCENA V</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Señor Manfredo.</span> <i>Luego</i>, <span class="smcap">Balbino.</span></p>
-
-<p class="quienesj">(<i>Manfredo, que es un viejo desastrado que se dedica
-a pasear anuncios, sale por la izquierda llevando en
-alto y sujeto por un palo un gimnasta de músculos
-atléticos, pintado en un lienzo en actitud de sostener
-dos enormes pesas en las que se leen las palabras:
-“Fuerza”, “Robustez”, “Hermosura”, “Virilidad” y
-a los pies de la figura un letrero que dice</i>: <span class="smcap">Bola, 10,
-Gran Gimnasio</span>.)</p>
-
-<p class="mushab"><b>Música</b></p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Manfredo</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent6">Quien quiá ser</div>
- <div class="verse indent6">un señor</div>
- <div class="verse indent6">de poder</div>
- <div class="verse indent6">y vigor</div>
- <div class="verse indent6">y adquirir</div>
- <div class="verse indent6">robustez,</div>
- <div class="verse indent6">puede ir</div>
- <div class="verse indent6">Bola diez.</div>
- <div class="verse indent0">Me alquilé para anunciar</div>
- <div class="verse indent0">como ustedes pueden ver,</div>
- <div class="verse indent0">mi misión es pasear</div>
- <div class="verse indent0">y exhibirme por doquier</div>
- <div class="verse indent0">y aunque no expreso el rubor</div>
- <div class="verse indent0">que esta exhibición me da,</div>
- <div class="verse indent0">digo para mi interior:</div>
- <div class="verse indent0">¡Ay, mamá! ¡Ay, mamá!</div>
- <div class="verse indent0">Cuántas tonterías</div>
- <div class="verse indent0">hacen los mortales</div><span class="pagenum" id="Page_73">p. 73</span>
- <div class="verse indent0">cuando necesitan</div>
- <div class="verse indent0">tres o cuatro reales.</div>
- <div class="verse indent0">Yo he visto a un banquero</div>
- <div class="verse indent0">que quebró en León</div>
- <div class="verse indent0">bailando guajiras</div>
- <div class="verse indent0">en un callejón.</div>
-</div>
-
-<p class="tab">——</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Ayer tarde me paré</div>
- <div class="verse indent0">en la calle de Alcalá</div>
- <div class="verse indent0">y una joven de buen ver</div>
- <div class="verse indent0">que pasó con su mamá,</div>
- <div class="verse indent0">al mirar este Sansón</div>
- <div class="verse indent0">le salió del pecho un ¡ah!</div>
- <div class="verse indent0">y exclamó con timidez:</div>
- <div class="verse indent0">¡Ay, mamá! ¡Ay, mamá!</div>
- <div class="verse indent0">y la madre al verla</div>
- <div class="verse indent0">tan acongojada</div>
- <div class="verse indent0">y tan suspirante</div>
- <div class="verse indent0">y tan colorada,</div>
- <div class="verse indent0">dijo: no hagas caso,</div>
- <div class="verse indent0">que es una ilusión,</div>
- <div class="verse indent0">Siempre se exagera</div>
- <div class="verse indent0">la musculación.</div>
- <div class="verse indent0">Este sansón</div>
- <div class="verse indent0">vale un millón.</div>
-</div>
-
-<p class="mushab"><b>Hablado</b></p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span> (<i>Mirando al
-gimnasta.</i>)—¡Chitsss!... Hercúleo... ¿Vamos a ver si nos fían media
-copa?... Bueno. (<i>Se dirige a la taberna.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Que sale de ella.</i>)—¡Calle!...
-(<i>Reparando en Manfredo.</i>) ¡Manfredo!... pero, ¿eres tú?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo.</span>—¡Balbino de mi alma!...
-¡¡Cuánto me alegro!!</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¡No te había conocido! Chico,
-¿pero qué es eso que llevas a cuestas?</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_74">p. 74</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¡Un <i>azleta</i>!</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Mirándolo.</i>)—¡Gachó, qué tío!
-(<i>Leyendo.</i>) Fuerza, robustez, hermosura, <i>verilidaz</i>... ¿Y tóo eso,
-qué es?</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Cinco reales. Que me he metido
-a niñera d’anuncios; los llevo a paseo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Pues la cosa no es mu pesá que
-digamos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Sin embargo; ¡el Herculitos
-este tié sus deficultades, no creas!</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¿Cuálas?</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Pues mira, primero, la
-chirigota pública. Ayer sin ir más lejos nos ven dos señoritos y va uno
-y le dice al otro: ¡Miá qué grupo tan bonito: <i>Sansón y Donlila!</i> Y el
-pitorreo siempre molesta: Y segunda y prencipal, que como tóo el peso
-lo llevas arriba, en cuanto te tomas dos copas, te empieza a <i>titubear</i>
-el <i>azleta</i> y de una legua te conocen que has bebido.</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¿Por la <i>oscilación</i>?</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Natural. (<i>Deja el gimnasta
-apoyado en la tapia de la taberna y se sientan.</i>) ¿Y tú qué haces por
-estos barrios?</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Pues náa, chico, que ahora
-comemos aquí.</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¿Sus habéis mudao?</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Arganzuela, decisiete. Hace un
-mes escaso.</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¿Y tu vástaga?</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Dedicá a su comercio. Ya no
-tardará.</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¿Y tu sobrino?</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¿Quién, Serafín? No sé de él.</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¡Repringue! pero, ¿no vive con
-vosotros?</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Hace dos meses. Nos la jugó de
-puño.</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¡Chico!... ¡No lo hubiá creído!
-¡Qué <i>engratetú</i>! Toa la vida a tu lao y de repente...</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Con tristeza.</i>)—Y lo peor de
-que nos haiga dejao no es la <i>engratetú</i>, Manfredo...</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Pues, ¿qué es? (<i>Con
-interés.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Acercándose a su interlocutor
-y con mis<span class="pagenum" id="Page_75">p. 75</span>terio.</i>)—Lo
-peor es que con ese motivo estoy atravesando un drama de familia que
-atufa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¡Porra! Pero, ¿es de veras?</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¿Que si es de veras? Te quiero
-como un hermano y te lo voy a contar tóo pa que veas cómo las estoy
-pasando.</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Me dejas <i>demudao</i>. Cuenta,
-cuenta...</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Mira, Manfredo, tú ya sabes
-que respetive al bienestar, mi casa era un eden... ¡Más!... ¡Un <i>eden
-concert</i>!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Me costa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Ya que mi chica perdió a su
-madre a los tres años, dije, pues que no eche de menos el cariño que la
-va a faltar y la <i>quintudupliqué</i> el mío; que tú sabes que ciego por
-ella y si me pide la luna no se la traigo porque no sé por dónde se
-sube, que si no, se la bajaba de un cuerno.</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Me sigue <i>costando</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—De chiquilla, pa que tuviese con
-quién juar, recogí a mi sobrino Serafín, como sabes, cuando murió mi
-cuñada y me lo llevé a casa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Acción meritoria.</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Pues bien, los chicos, primero
-con el apego de criarse juntos, después con lo natural que da el roce,
-pues lo que era una cosa, luego fué otra, y en total, que mi Lucila se
-<i>pirrió</i> por Serafín, sin que él se diese cuenta, y de pronto, cuando
-más mochales estaba la chica, va el ganso ese y se nos larga a vivir
-con una tal Carmen.</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¡Mi madre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Lo que oyes.</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¿Ella se habrá quedao
-<i>desconsoladisma</i>?</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡Carcúlate! Ahora, que ya la
-conoces, y como ella cree que yo no me he enterao de náa, pues pa no
-darme el desgusto, la creatura se repudre por dentro y se va a llorar
-por los rincones; pero delante de mí siempre está con unas risas y unas
-alegrías que m’hacen más daño que un clavo en las botas.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_76">p. 76</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo.</span>—Pues vaya una coba triste.</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¡Considera! Y yo, la verdad,
-quisiera una cosa de ti.</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo.</span>—¿Cuála?</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—Que t’aguardes, y cuando venga
-la chica, yo me largo ahí dentro, y a ver si tú <i>pués</i> sacarla con
-maña su verdadero sentir. No sea que me haga algún disparate que me
-amargue.</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo.</span>—No lo creo; pero en fin,
-déjamela a mí, que yo la hablaré. (<i>Se oyen risas lejanas.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¡Calla!... ¡Ella viene! Ya está
-ahí.</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo.</span>—¡Y cómo se ríe!</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—Lo de siempre. ¡La pobrecilla,
-pa engañarme!...</p>
-
-
-<h4>ESCENA VI</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Lucila</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Sale por la izquierda con una
-cesta llena de juguetes baratos, y atado al asa un hilo con globitos de
-colores. Viene riéndose exageradamente y mirando atrás.</i>)—¡Já, já, já!
-¡Qué gracia! ¡El demonio del hombre! (<i>A su padre.</i>) ¡Hola, agüelo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¿Pero qué te pasa, tarambana?</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila.</span>—¡Náa... calle usté, que vengo
-partía de risa! ¡Já, já, já! ¡Qué salao!</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo.</span>—¿Pero qué t’ha sucedío pa ese
-jolgorio?</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila.</span>—¡Quite usté, señor Manfredo! ¡La
-gracia <i>el</i> mundo! Un señor viejo que m’ha preguntao que cuánto quería
-por los <i>juetes</i> con escaparate y tóo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¿Y tú qué has dicho?</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila.</span>—Que veinticinco años y un bigote
-rubio.</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¿Y qué t’ha contestao?</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila.</span>—Que no llevaba suelto, y le he
-añadío que pa gaitas ya las vendo yo. ¡Já, já! ¡Qué salero!</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo.</span>—¡Eres el demonio!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_77">p. 77</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¿Y has vendío mucho?</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¿Vender?... ¡Ganas! Dende que
-ha salío el futu-bul se están poniendo las creaturas que no siendo
-a coces no saben a qué juar. ¡El mejor día agarro yo el <i>bazar</i>, le
-pego un puntapié y <i>futu-bul</i>! En toa la mañana no he vendío más que
-Don Nicanor tocando el tambor, a una señora gruesa, y <i>Don Genaro</i>
-saludando a una estitutriz, que como era francesa no ha entendío el
-saludo y me lo quería devolver. Total: entre la señora y la estitutriz,
-dos perras. Se lleva una perra el Ayuntamiento, conque le queda a usté
-otra pa mantención, ropa limpia y ladridos... ¡Usté verá el negocio!</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡Pa echar <i>utomóvil</i>! Vaya, voy
-a avisar que nos calen la sopa. (<i>Vase a la taberna.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Sí, que traigo gazuza, padre.</p>
-
-
-<h4>ESCENA VII</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Lucila, Manfredo</span>.
-<i>Luego</i> <span class="smcap">Balbino</span>.</p>
-
-<p>Manfredo (<i>Aparte.</i>)—¡A ver si se me franquea! (<i>Hace señas de
-inteligencia a Balbino, que se asoma con disimulo tras la puerta de la
-taberna. Alto a Lucila</i>.) Oye, ya m’ha dicho tu padre que sus habéis
-mudao.</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Sí, señor, en la cae la
-Arganzuela. Tenemos un chalete lujosísimo, con vistas a la mar... a la
-mar de solares.</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Ya iré a veros.</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Pues vaya usté pronto, que está
-la escalera pa caerse. ¿Y l’habrá dicho a usté también que Serafín nos
-hizo rabona, eh?</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Eso m’ha contao. Y que se fué
-con una tal Carmen.</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Con tristeza.</i>)—Sí, señor.
-Mañana precisamente hace dos meses, mire usté.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_78">p. 78</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¿Tú habrás tenido el primer
-disgusto?</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Hombre... sí que lo sentí,
-porque le tenía una miaja de ley, pero náa más! Ahora que... ¡lo que
-son las cosas de la Providencia!... ¿A que no sabe usté lo que he sabío
-esta mañana, señor Manfredo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¿Qué has sabido?</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Pues que Serafín y la Carmen han
-tarifao ya!</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¡Rediez!</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Y de mala manera! Me he
-encontrao al cojo Changa, ese amigote suyo, y me lo ha contao tóo.
-Al mes de vivir juntos, la madre lo echó a la calle; creo que no
-congeniaban. Al menos eso dicen ellas. Pero la verdá de la cosa es que
-la Carmen no le quería, y se ha encaprichao, según dicen, con el señor
-Valeriano, el pollero, que tié guita larga, y ha dejao al otro por
-puertas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¡Buen castigo! ¿Tú te habrás
-alegrao de ole?</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¿Yo? ¿Por qué me voy a
-alegrar?</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¿Que por qué?... ¡Porque sí! No
-disimules; porque tú quiés a Serafín hasta donde se pué querer.</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Sorprendida.</i>)—¿Yo? ¡Qué
-tontería! ¿Quién se lo ha dicho a usté?</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Un pajarito que tóo lo sabe: la
-experencia. ¡Tú le quieres, no lo niegues!</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Hombre... quererle, claro!...
-Algo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¡Mucho!</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Es natural... ¡Toa la vida a
-su lao!... Que cuidarle cuando se ponía malo... que reirme con sus
-bromas... que adivinarle los gustos... Y un año y otro, siempre
-juntos... pues, claro, aunque una sea un perro... se toma cariño.</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—Es que tú l’has tomao un
-poquito más que cariño.</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Vacilando.</i>)—¡Tanto como eso no,
-pero he pasao malos ratos, sí, señor; pa qué le voy a usté a engañar!
-Pero no se lo diga usté a mi padre, ¿eh?</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span>.—¡Descuida, mujer!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_79">p. 79</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Pues los he pasao; porque yo
-que sé lo que es querer, he visto que ella no le quería y él cáa vez
-más loco. A una palabra suya iba de cabeza, y en cambio mis consejos
-y mis <i>avertencias</i>, náa... Como si soplase usté al sol pa enfriarlo:
-inútil. Pero el querer es así: loco, y hay que aguantarse. Ya ve
-usté, yo era todo por su bien, sin interés denguno... (<i>Se le saltan
-las lágrimas</i>,) y ella en cambio, le desprecia... pus se ha ido con
-ella, y es que la vida tié esas cosas... ¡Ay! ¡Si yo me hubiese
-podido hacer más chiquita, más chiquirritita de lo que soy... y me
-hubiese podido esconder en el corazón de esa mujer, entonces sí que le
-hubiera querido, señor Manfredo, entonces sí que le hubiera querido!
-(<i>Llora.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span> (<i>Conmovido.</i>)—¡Me caso en el
-gimnasta! ¡Maldita sea mi suerte!</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Secándose las
-lágrimas.</i>)—(¡Chito! ¡Calle usté! ¡Mi padre!)</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Ya está la sopa, tú.</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Vamos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Oye, (<i>Observándola.</i>) ¿pero qué
-es eso? ¿Llorabas?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¿Yo?... ¡Quite usté, hombre!
-¿Llorar? (<i>Ríe.</i>) ¡Já, já! ¡qué gracia!... Pues precisamente le estaba
-diciendo al señor Manfredo, que estoy mu contenta porque ca día está
-usté más arriscadete y más guapo. ¡Como que unas señoras me lo querían
-coger anteanoche pa una tómbola!... ¡Misté qué ojos más ladrones... y
-misté qué nariz! ¿Usté ha visto una alcachofa más bonita en su vida?</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡No seas niña, Lucila, y no
-desimules!</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Bendito sea mi padre! ¡Ele!
-¡Esto sí que se quiere de veras en el mundo, señor Manfredo! ¡Él pa mí,
-yo pa él, sin coba, ni paripé... siempre juntos los dos! (<i>Le abraza.</i>)
-¡mi agüelete!... ¡Ele! (<i>Quiere reir y llora.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¿Lo ves, lo ves cómo lloras?</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Bueno, ¿y qué? Aunque
-llore, ¿qué? Es de alegría, señor. También se llora de alegría.
-Hay días que llueve con sol, ¿verdá usté?... (<i>Empujando a<span
-class="pagenum" id="Page_80">p. 80</span> su padre.</i>) ¡Eche usté pa
-alante, so gitanazo! ¡Já, já! ¡Místelo, tié la esbeltez del talego!
-(<i>Abrazándole.</i>) ¡pues no quiero yo na a este tío viejo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡Pero lloras, lloras!</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Llorando francamente.</i>)—¡De
-alegría... de alegría! ¡Si es de alegría, señor!</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>A Manfredo.</i>)—¿Estás viendo?
-¡Maldita sea!... (<i>Entran abrazados en la taberna.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Manfredo</span> (<i>Furioso, cogiendo el
-gimnasta.</i>)—¡Mecachis hasta en!... ¡Después de ver esto, hoy te va a
-pasear a ti tu señora agüela! (<i>Se lo echa al hombro y sale corriendo
-por detrás del solar.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA VIII</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Serafín</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Ladislao</span></p>
-
-<p><i>Salen por la derecha. Vienen mirando hacia atrás como ocultándose
-de alguien.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Azorado.</i>)—¿Es la Carmen?</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—Sí, es ella. Se ha parao en la
-tienda de telas con una mujer.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—La esperaré aquí.</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—Bien hecho. Y atiende, Serafín;
-espero que quedes como un <i>hombrito</i>; duro con esa golfa, y que no te
-ablande el cariño que l’has tenido.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—No tengas cuidao. Lo que no la
-diga, será porque no me deje la rabia.</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—Piensa que esa mujer te ha
-tomao de pito en tales términos... que te puede utilizar un sereno
-<i>impugnemente</i>; y piensa que por su culpa estás siendo el <i>hazme de
-reir</i> de la sociedad.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Lo he pensao tóo, y que no me
-quiera y me deje por otro es lo que me importa. Lo demás, ¡a mí qué!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Furioso.</i>)—¿Cómo que a
-ti qué?... ¿Y el<span class="pagenum" id="Page_81">p. 81</span>
-honor?... ¿Y la guapeza de un hombre tirá por los suelos?... ¿Y la befa
-social?... ¿Son fruslerías? Ten denidaz.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡Lo que tengo es que no puedo
-vivir sin ella, y hay que arreglarlo sea como sea!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—Por la tremenda. Créeme a mí.
-La mujer es un ser fútil y veleta que compará con nosotros no vale el
-pan que come. Ahora tú procede.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡Chist! ¡Cállate! Ya viene.</p>
-
-<p>Ladislao.—Pues ahí estoy. A ver esas agallitas. (<i>Se oculta junto a
-la barbería.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA IX</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Serafín</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Carmen</span></p>
-
-<p class="quienesj"><i>Carmen sale por la derecha y va a seguir y
-marcharse por la izquierda hasta que la detiene Serafín.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (Estoy temblando, no sé si de
-coraje u de qué.) (<i>Alto a Carmen.</i>)—¡Carmen!</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span> (<i>Volviéndose
-sorprendida.</i>)—¡Tú!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Yo, sí, señora.</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span>.—Bueno, ¿y qué quieres?</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Dos palabras.</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span>.—Vengan y que no sean más.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Mucha prisa llevas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span>.—Regular. Conque, ¿qué hay?
-Acaba.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Titubeando.</i>)—Náa... que yo...
-que yo no puedo estar así más tiempo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span> (<i>Con frialdad.</i>)—Pues cambia de
-postura.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Miá, Carmen, no te burles, que
-vengo muy en serio. ¿Tú es que quieres mi perdición?</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span>.—De ti no quiero nada, ni eso; ya
-lo sabes.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Exaltado.</i>)—Entonces, ¿por qué
-me has engañao?</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span>.—Y dale molino. La engañá he sido
-yo, Se<span class="pagenum" id="Page_82">p. 82</span>rafín; te lo he
-dicho cincuenta veces; yo, que creí que la simpatía que te tuve podría
-ser cariño, que luego he visto que no y que prefiero ser franca a
-ponerte en ridículo. Me lo debías de agradecer.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡Carmen, piensa lo que dices!</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span>.—Estas cosas del querer no se
-piensan, chico; se sienten u no se sienten, y en paz. Conque me alegro
-verte bueno... (<i>Intenta irse.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Sujetándola.</i>)—Aguarda, miá que
-voy a hacer una barbaridad, Carmen.</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span>.—No lo creo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Miá que tú no sabes cómo te
-quiero; miá que estoy en ridículo, y miá que lo sé todo; porque tú me
-has dejao por otro.</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span>.—¡Mentira!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Y ahora tiés prisa pa ir a
-buscarle.</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span>.—¡Mentira!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Verdá; y es el señor Valeriano
-el pollero.</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span>.—Bueno, y últimamente, ¿qué? ¿No
-soy libre? Ese u otro, alguno tié que ser; porque monja no querrás que
-me meta. Conque suelta...</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—No te suelto... no... ¡Tú te
-vienes conmigo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span>.—Vaya, Serafín, no te pongas
-pelma, y déjame...</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Pues vente.</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span>.—¡Ni arrastrá! Suéltame o
-grito.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Exasperado.</i>)—¿Qué gritas?...
-¡Maldita sea, no sé como no te ahogo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span>.—¡Ay!... (<i>Luchando por
-desasirse.</i>) ¡Suelta, granuja!... ¡Guardias!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡Calla! ¡calla!</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span> (<i>Llorando.</i>)—¡Déjame!...
-¡Suelta!... ¡Guardias! (<i>Empieza a asomarse gente a las puertas.</i>)</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA X"><span class="pagenum" id="Page_83">p. 83</span>ESCENA X</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos, señá Antonia</span> <i>y</i>
-<span class="smcap">señor Valeriano</span> <i>por la izquierda</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Antonia</span>.—¡Carmen! ¡Carmen!</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span> (<i>Soltándose de Serafín.</i>)—¡Madre!
-(<i>Se abraza a ella.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antonia</span>.—¿Pero qué es eso?... ¿Es ese
-golfo?... ¿Qué te hacía ese golfo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span>.—No, nada; si no era nada.</p>
-
-<p><span class="smcap">Antonia</span>.—¿Pero otra vez a atosigarte?
-Quita... (<i>Queriendo soltarse.</i>) deja... déjame que lo lisie, ¡ladrón,
-sinvergüenza, granuja!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡Usté tié la culpa de tóo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antonia</span> (<i>Gritando.</i>)—¿Pero es que no nos
-vas a dejar en paz, so randa?... ¡so vago!... ¡Que maldita sea la hora
-que te conocimos!... ¡Dilo! ¡dilo! (<i>Pausa.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano</span> (<i>Que ha quedado en último
-término, adelanta con cachaza y le dice a Carmen en voz baja, casi al
-oído.</i>)—Que no escandalice.</p>
-
-<p><span class="smcap">Antonia</span>.—¡Habla, so chulo sinvergüenza,
-habla!</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span>.—Madre, por Dios, no escandalice
-usté, que se asoma gente. (<i>Se van asomando más vecinos por esquinas,
-puertas y ventanas.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antonia</span>.—¿Y qué?... (<i>A grito pelado.</i>)
-¿Y qué que escandalicemos? ¡Mejor! Así se enterará tóo el mundo, que
-no, que no, y que no lo quieres, no señor... ¡por granuja! ¡por golfo!
-¡Eso es!... (<i>A todos.</i>) ¡Sí, señores, ya lo saben ustés!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Amenazador.</i>)—¡Si no fuá usté
-una mujer!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Antonia</span>.—Pos si no fuera yo una mujer,
-ya hace tiempo que llevarías tú las narices con medias suelas:
-que por eso has abusao, so gallina; pero se acabó la ganga... Ya
-hay un hombre que nos defiende... ¡Uno!...<span class="pagenum"
-id="Page_84">p. 84</span> ¡Ahí lo tienes!... ¡Atrévete ahora! (<i>Señala
-a Valeriano.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano</span> (<i>Al oído de Antonia.</i>)—¡No me
-ponga usté en ridículo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Ya he visto a ese señor, sí
-señora; y sé cómo se llama y todo: don Nadie.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano</span> (<i>Va hacia él con calma.</i>)—Creo
-que hace usté mal en faltarme, joven.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Lo dicho, está dicho.</p>
-
-<p><span class="smcap">Antonia</span>.—¡Vale más que tú, cien mil
-veces!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡Mentira!</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano</span>.—Con sosiego. (<i>Vuelve hacia
-Serafín.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span> (<i>Intentando detenerlo.</i>)—¡Por
-Dios, Valeriano!</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano</span> (<i>Al oído.</i>)—No me pego con
-obleas. (<i>A Serafín.</i>) Esclarecido pollo. Esa joven y su respetable y
-distinguida madre...</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Que está asomado con Lucila a
-la puerta de la taberna, tose.</i>)—¡Ejem! ¡ejem!</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano</span> (<i>Siempre en su voz.</i>)—¡Tolú!
-Quedan desde este momento bajo mi salva... guardia; con lo cual quiero
-decir que el camino de su domicilio para usté desde hoy, es una senda
-erizada de cosco... rrones. Punto. En la brevedaz está la claridaz.</p>
-
-<p><span class="smcap">Antonia</span>.—¡Mu bien dicho!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡A mí, Prim!</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano</span>.—Sin embargo, medite. (<i>A los
-vecinos.</i>) Y esto se ha arrematao, curioso vecindario. (<i>Saludando a
-todos con el sombrero.</i>) De ustés afeztísimos. (<i>A Carmen y Antonia.</i>)
-Caminen.</p>
-
-<p><span class="smcap">Antonia</span>.—Toma quina. (<i>Vanse los tres
-izquierda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Dando un puñetazo en una mesa y
-sentándose violentamente.</i>) ¡Maldita siá!</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Bribonas! ¡Infames!...
-¡Serafín!</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡Chist! Nosotros ni pío. Se lo
-tiene ganao. Adentro. (<i>Entran en la taberna.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Vecina 1</span>.ª (<i>Con sorna a Eustasia, que
-está a la puerta del solar.</i>)—Oye, Ustasia, ¿has visto qué fresco...
-que qué fresco hace?</p>
-
-<p><span class="smcap">Eustasia</span>.—Éntrate no te costipes,
-chica.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_85">p. 85</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Vecina</span> 1.ª—¡Ja jay! (<i>Ríe. Los vecinos
-se retiran sonriendo con burla y comentando en voz baja el ridículo de
-Serafín.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA XI</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Serafín, Ladislao</span>, <i>que
-sale de su escondite</i></p>
-
-<p class="quienesj"><i>Ladislao, cuando ya se han ido todos, sale como
-disparado y furioso del sitio donde se ocultaba, va hacia Serafín, que
-habrá quedado de bruces sobre la mesa en que se apoyó, y levanta la
-estaca como para sacudirle un palo en la cabeza, deteniéndola luego en
-el aire. Le mira, después con desprecio y escupe.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Levantando la cabeza y mirando
-a Ladislao.</i>)—¿Has oído?</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Se sonríe, se acerca a él, y
-casi en su oído imita el balido de un cordero.</i>)—¡Béee!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Levantándose
-descompuesto.</i>)—¡Ladislao!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Muy serio.</i>)—¡Béee!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Con rabia.</i>)—¿Y qué quiés decir
-con eso?</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—Que te lo <i>traduzgan</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¿Qué me quiés decir, contesta?
-¡Y no me vuelvas más loco de lo que estoy!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—Serafín, has quedao a la altura
-de un cacahué apaisao.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¿Y qué quiés que haga,
-dímelo?... ¿Qué voy a hacer?</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Con energía.</i>)—Después de la
-chunga de que eres <i>vírtima</i>, no tiés más que dos caminos: u vengarte u
-rifar el bigote. <i>Ozta</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡Ladislao!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—En seco. Piensa en el choteo de
-tóo el mundo; en que los vecinos se te han pitorreado; y sobre tóo, en
-que esa y ese a estas horas se están columpiando con tu mansedumbre.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡Eso es verdá! En eso tiés
-razón.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_86">p. 86</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao.</span>—Cuando una moza le hace a un
-hombre lo que esa te ha hecho a ti, el hombre tié derecho a todo... ¡a
-todo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¿Qué quiés decir?... (<i>Se asoman
-a la taberna Balbino y Lucila.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao.</span>—Que pa un sujeto de vergüenza
-es más dizno un grillete que un cencerro. Ya lo sabes. Conque si quiés
-recuperar mi estimación, hoy se toman los dichos el Guitarrero y la
-Isabel; La Carmen y el señor Valeriano son los padrinos; a las doce y
-media pasará por aquí la comitiva pa ir a la Vicaría; pues bien, vente
-aquí a esa hora, espéralos, y a la una ponme un Besa tu mano dende la
-delegación u dende la Casa de Socorro. De lo contrario ya sabes el
-piropo que te aguarda en la historia. ¡Béee!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Desesperado.</i>)—¡Es verdá!...
-¡Adiós! (<i>Le alarga la mano.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Rechazándola con el
-bastón.</i>)—No, la manita no. ¡Cuando la <i>denifiques</i>!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Por éstas, que me las pagan!
-(<i>Vase corriendo por la derecha.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao.</span>—¡Anda con ellos! (<i>Se sienta.</i>)
-Náa, que está visto; hombres que tengan vergüenza no quedamos en el
-mundo arriba de siete.</p>
-
-
-<h4>ESCENA XII</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Ladislao, señor Balbino</span>
-<i>y</i> <span class="smcap">Lucila</span>, <i>de la taberna</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Acercándose a Ladislao de
-puntillas y acercándose a su oído.</i>)—¡Béee!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Asustándose.</i>)—¡Canario!</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Por el otro lado.</i>)—¡Béee!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao.</span>—¿Pero qué es esto?</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_87">p. 87</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Que te balamos. (<i>Sentándose a su
-lado.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Sentándose también.</i>)—Y de esos
-siete que tienen vergüenza déjalo en media docena.</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Pa que sea cuenta redonda.</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—¿Quién sobra?</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡Tú!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—¿Yo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Imitando el balido.</i>)—¡Síiii!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—Señor Balbino, si es
-broma...</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Levantándose.</i>)—Ven aquí,
-obelisco de la <i>morralidaz</i>, diosa <i>Cimbeles</i> del honor: y tú que
-precipitas a una perdición a un pobre chico que le ves amargao de un
-desengaño, dime... ¿Aonde tiés enterrao el cadáver del que se fué a
-vevir con tu mujer y encima te rompió un brazo?... ¡Contesta!</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Es una pregunta suelta!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—¡Señor Balbino, lo mío era otra
-cosa! Me engañó mi mujer y fué con un amigo, pero yo tenía un hijo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Y no sabías de quien era... la
-culpa... ¿verdá?</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¿Y aonde están los restos del
-que luego la puso una churrería, y del monecipal que la usufructuó tres
-meses, y del que la mantiene ahora?, ¿dónde? ¿Es en la <i>negrópolis</i> del
-Este, por un casual?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Contesta rico, no te cortes, que
-semos de confianza!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—Lo mío fué una desgracia.</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¿Una desgracia?... ¡Béee!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—¡Hombre, si se pone usté
-así!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¿Y tú le niegas la mano a un
-hombre honrao?... ¡Béee!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—¡Si no fueran ustés un viejo y
-una chica!... (<i>Furioso.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Los dos</span>.—¡Béee!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—¡Maldita siá! (<i>Vase rápido
-izquierda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡Adiós, so <i>pulcro</i>!</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡<i>Canalla</i>... novedá!</p>
-
-<p><span class="smcap">Los dos</span>.—¡Sinvergüenza!</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡Va servido!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_88">p. 88</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Apurada. Con amargura.</i>)—Y
-ahora, padre, ¡por Dios! Corra usté. Traiga usté a Serafín.</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡Miá, hija, que si nos metemos
-nosotros, van a creer!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Suplicante.</i>)—¡Hágalo usté por
-mí! ¡Es pa quitarle de una perdición pa toa su vida!</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Miá que está muy cegao y que me
-expongo a un desaire.</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—No, padre, no le hace. Búsquelo
-usté. Hay que salvarlo y que piensen lo que quieran.</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Tiés razón. Yo daré con ese
-loco. Pero tú me aguardas ahí dentro. Sin salir pa náa. Sin meterte con
-nadie.</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Sí, señor, palabra. Ahí quieta
-espero.</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Pues adentro. No tardo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Por Dios, tráigalo usté! (<i>Entra
-Lucila en la taberna.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡Ojalá lo encuentre! (<i>Vase
-corriendo derecha.</i>)</p>
-
-
-<div class="section">
- <h4>ESCENA XIII</h4>
-</div>
-
-<p class="quienesj"><span class="smcap">Testigo</span> 1.º, <span
-class="smcap">Testigo</span> 2.º y <span class="smcap">Testigo</span>
-3.º <i>Son tres tipos ridículos; el primero es el Pinturas, dependiente
-de la barbería, vestido de gala, el segundo, un mancebo de una tienda
-de ultramarinos a todo lujo, y el tercero un concertista de guitarra.
-Llevan una guitarra, una bandurria y una cítara.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Testigo</span> 1.º—Güeno, ¿estamos?</p>
-
-<p><span class="smcap">Testigo</span> 2.º y <span
-class="smcap">Testigo</span> 3.º—Estamos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Testigo</span> 1.º—Pus ahora permitidme que sus
-<i>arengue</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Testigo</span> 2.º—Oye, tú, no te <i>dilates</i>, que
-faltan cinco minutos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Testigo</span> 1.º—Seré un tiro.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_89">p. 89</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Testigo</span> 3.º—Pues, ¡pum!</p>
-
-<p><span class="smcap">Testigo</span> 1.º—Allá voy. Semos, como sus
-costa, testigos de la boda de la Isabel y Fernando el Guitarrero, y he
-creído de mi deber componerles un hizno cantando sus esponsales.</p>
-
-<p><span class="smcap">Testigo</span> 2.º y <span
-class="smcap">Testigo</span> 3.º—Ha sío una idea.</p>
-
-<p><span class="smcap">Testigo</span> 1.º—Conque vamos a darle el
-último repaso con ojeto de ejecutarlo esta tarde después de la
-cuchipanda.</p>
-
-<p><span class="smcap">Testigo</span> 2.º y <span
-class="smcap">Testigo</span> 3.º—Duro con él.</p>
-
-<p><span class="smcap">Testigo</span> 1.º—Bueno, pues cuando veamos a
-los novios más amartelaos, me adelanto yo y exclamo: Señores, oído a la
-caja. Hizno-tango. A Isabel y Fernando, en sus esponsales.</p>
-
-<p class="mushab"><b>Música</b></p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Los tres</span>.</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">No poneros tontitos ahora</div>
- <div class="verse indent0">y un instante tan sólo dejad</div>
- <div class="verse indent0">el arrobo, el cariño y los mimos</div>
- <div class="verse indent0">y este hizno al amor escuchad.</div>
- <div class="verse indent7">Hizno chulo</div>
- <div class="verse indent0">que ha compuesto este gachó,</div>
- <div class="verse indent7">un e-mulo</div>
- <div class="verse indent0">del glorioso don Gunó.</div>
- <div class="verse indent7">Paca, Paca,</div>
- <div class="verse indent0">pa casarse hay que tener</div>
- <div class="verse indent7">poca, poca,</div>
- <div class="verse indent0">poca juerga y trabajar,</div>
- <div class="verse indent0">y no beber y no faltar</div>
- <div class="verse indent0">ni una noche de tu hogar.</div>
- <div class="verse indent2">Se mu formalito,</div>
- <div class="verse indent2">cumple su deseo,</div>
- <div class="verse indent2">pero siempre acorde</div>
- <div class="verse indent2">con lo que aconsejan</div>
- <div class="verse indent2">en el himeneo.</div>
- <div class="verse indent2">Pero si ella <i>tace</i></div><span class="pagenum" id="Page_90">p. 90</span>
- <div class="verse indent2">algo que esté feo,</div>
- <div class="verse indent2">cógela del moño</div>
- <div class="verse indent2">y meneo, meneo, meneo.</div>
- <div class="verse indent2">Como este plan</div>
- <div class="verse indent2">lo cumplas tú,</div>
- <div class="verse indent2">turururú,</div>
- <div class="verse indent2">nadie en Madrí</div>
- <div class="verse indent2">te tose a ti,</div>
- <div class="verse indent2">tiriririrí;</div>
- <div class="verse indent2">mas si ella no</div>
- <div class="verse indent2">te es fiel del tó,</div>
- <div class="verse indent2">tororororó;</div>
- <div class="verse indent2">pero si la guías</div>
- <div class="verse indent2">como un hombre debe hacer</div>
- <div class="verse indent2">no hay que temer.</div>
- <div class="verse indent2">Si eres formalito</div>
- <div class="verse indent2">como así lo creo,</div>
- <div class="verse indent2">ya verás qué dulce</div>
- <div class="verse indent2">himeneo, meneo, meneo.</div>
- <div class="verse indent2">Y esto dicho</div>
- <div class="verse indent2">que el Señor salud os dé,</div>
- <div class="verse indent2">y avi-sarnos</div>
- <div class="verse indent2">en cuanto venga un bebé</div>
- <div class="verse indent2">bebé, bebé, bebebebé.</div>
-</div>
-
-<p class="mushab"><b>Hablado</b></p>
-
-<p><span class="smcap">Testigo</span> 1.º—¡Creo que ha salío al
-pelo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Testigo</span> 2.º—¡Superior!</p>
-
-<p><span class="smcap">Testigo</span> 3.º—Sin embargo, en la segunda
-corchea del otavo compás, te se duerme la púa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Testigo</span> 2.º—Se tendrá en cuenta.</p>
-
-<p><span class="smcap">Testigo</span> 1.º (<i>Se oye dentro rumor
-de gente.</i>)—¡Chits!... ¡Callarse... que están ahí! ¡Ya viene la
-cometiva!</p>
-
-<p><span class="smcap">Testigo</span> 3.º—¡Es verdá!... ¡Mialos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Testigo</span> 2.º—¡Vivan los novios!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Voces</span> (<i>Dentro.</i>)—¡Vivan!...</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA XIV"><span class="pagenum" id="Page_91">p.
-91</span>ESCENA XIV</h4>
-
-<p class="quienesj"><span class="smcap">Dichos</span>,
-<i>el</i> <span class="smcap">Guitarrero</span>, <i>la</i> <span
-class="smcap">Isabel</span>, <span class="smcap">Carmen</span>,
-<span class="smcap">Valeriano</span>, <i>la</i> <span class="smcap">señá
-Antonia</span>, <span class="smcap">Liborio</span>,
-<span class="smcap">invitados</span> <i>e</i> <span
-class="smcap">invitadas</span>. <i>Salen todos los del acompañamiento,
-detrás de los novios y los padrinos, armando alegre algazara, dando
-vivas y tirando al alto gorras y sombreros.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Antonia</span>.—Hombre, podíais haber avisao. Ya
-sus echábamos de menos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Testigo</span> 1.º—Pues estábamos aquí
-aguardando.</p>
-
-<p><span class="smcap">Liborio</span>.—Pues una vez que no falta nadie,
-en marcha pa la vicaría. Primera pareja, los novios. Segunda, la Carmen
-y el señor Valeriano, que pronto harán el mismo recorrido por su
-cuenta.</p>
-
-<p><span class="smcap">Antonia</span>.—¡Y que lo digas!</p>
-
-<p><span class="smcap">Liborio</span>.—¡Y el resto de la cometiva a la
-<i>neglisé</i>, y la orquesta a la cola!</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos</span>.—Mú bien.</p>
-
-<p><span class="smcap">Testigo</span> 1.º—¡Andando!</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos</span>.—¡Andando!</p>
-
-
-<h4>ESCENA XV</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span>
-<i>y</i> <span class="smcap">Serafín</span>, <i>luego</i> <span
-class="smcap">Lucila</span>, <i>después unos</i> <span
-class="smcap">Chicos</span>, <i>y por último</i> <span
-class="smcap">Balbino</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Saliendo por la
-derecha.</i>).—¡Señores, un minuto!</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span> (<i>Con sorpresa.</i>)—¡Serafín!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antonia</span>.—¿Otra vez?</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano</span>.—¡El consabido pollo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Liborio</span>.—¿Qué se ofrece, joven?</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Ustés disimulen. Siento
-molestar, pero deseo decirle dos palabras a ese señor.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano</span>.—¿A mi humilde persona?</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_92">p. 92</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Quería que tratásemos un asunto
-solos y fuera de puertas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano.</span>—Joven, es usté menos oportuno
-que una charanga a la hora e la siesta. Voy envitao. Tenga usté
-cachaza, que hay tiempo pa todo. (<i>A la gente.</i>) ¡Andando!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Deteniéndole.</i>)—¡Es que u viene
-usté u le llevo yo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano</span> (<i>Con calma.</i>)—No me zarandee
-usté, que puede que me moleste.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hombres.</span>—¿Pero qué es eso?</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Eche usté pa alante como los
-hombres, so tardío!</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Fuera ese!</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen.</span>—No haga usté caso. (<i>A
-Valeriano.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antonia.</span>—¿Vienes a armarla, so
-charrán?</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano.</span>—Señores calma. Por un garbanzo
-no se descompone la olla. Ustés, a la Vicaría. Yo voy ahí a cincuenta
-pasos, hago así, (<i>Acción de dar un papirotazo.</i>) y regreso. (<i>A
-Serafín.</i>) ¡Andando!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Vamos. (<i>Vanse los dos por la
-izquierda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos</span> (<i>Intentando detenerlos.</i>)—¡No,
-no!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antonia</span> (<i>Furiosa, deteniéndolos a
-todos.</i>)—¡Sí!... ¡Sí!... ¡Dejarlos! (<i>Se asoma Lucila a la taberna.</i>)
-¡Dejarlo que lo escalabre!... ¡Quieto tóo el mundo! (<i>Volviéndose
-hacia donde se han ido.</i>) ¡Rómpale usté la cabeza a ese golfo, pa que
-escarmiente! ¡Zurre usté a ese granuja!... ¡Así te hagan trizas, so
-hambrón!... ¡Sinvergüenza!... ¡Fuerte, dele usté fuerte!</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Frenética de ira, sale de
-la taberna, se lanza hecha una hiena sobre la señá Antonia, y la
-agarra del moño zarandeándola.</i>)—¿Que le dé fuerte? ¡Toma, tía perra!
-¡Toma!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antonia</span> (<i>Aterrada.</i>)—¡Jesús!</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen.</span>—¡Ay, mi madre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antonia.</span>—¿Pero quién?... ¿Quién ha
-sido?</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila.</span>—¡Yo!... ¡Yo he sido, tía
-gamberra!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antonia.</span>—La arrastro. (<i>La sujetan.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila.</span>—¡Azuzar a dos hombres pa que
-se maten!... ¡Tía asesina! ¡tía chula! (<i>A los hombres.</i>) ¡Y<span
-class="pagenum" id="Page_93">p. 93</span> vosotros, gallinas, que lo
-consentís!... ¡Cobardes!... ¡Granujas!... ¡Yo!... ¡Yo sola contra
-todos! (<i>Empieza a tirarles verduras del serón que dejó Balbino a la
-puerta de la taberna, con una ira y una rapidez que les asusta.</i>)
-¡Tomar, tomar, blancotes!</p>
-
-<p><span class="smcap">Isabel</span> (<i>Huyendo.</i>)—¡Ay, mi mantilla!
-(<i>Se arma un escándalo monumental.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Novio.</span>—¡Que me han dao con un tomate!
-(<i>Limpiándose la cara.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen.</span>—¡Sujetarla!</p>
-
-<p><span class="smcap">Testigo 1.º</span>—¿Pero quién se arrima?</p>
-
-<p><span class="smcap">Muchos.</span>—¡Guardias, guardias!</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>A unos chicos que
-salen.</i>)—¡Ayudarme vosotros, chicos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Chico 1.º</span>—¡Venga de ahí! (<i>Los chicos
-empiezan a tirar también.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Chico 2.º</span>—¡Duro! (<i>Tirando.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Que sale corriendo.</i>)—¿Pero qué
-es esto?</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila.</span>—¡Padre, duro con ellos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¡Vaya una menestra! (<i>Huyen
-todos chillando y corriendo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila.</span>—¡Cobardes! ¡Granujas!
-(<i>Tirando.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¡Una boda con patatas!</p>
-
-<p class="mushab"><b>Mutación</b></p>
-
-
-<hr class="chap0" />
-
-<div class="chapter">
- <p><span class="pagenum" id="Page_94">p. 94</span></p>
- <h3>CUADRO SEGUNDO</h3>
-</div>
-
-<p class="donde">Telón corto. Un lugar de las afueras de Madrid. En el
-telón, a la izquierda, se verá pintado un merendero cuya puerta es
-practicable. Sobre la puerta un emparrado, y debajo de él dos o tres
-mesas y algunas sillas de anea y banquetas. Es de día.</p>
-
-
-<h4>ESCENA PRIMERA</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dueño</span> <i>del merendero y
-el</i> <span class="smcap">Chico</span></p>
-
-<p class="quienesj"><i>El Dueño retira el servicio de una mesa que acaba
-de ser abandonada por algunos parroquianos.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Chico</span> (<i>Sale por la derecha mirando hacia
-atrás con cara de asustado.</i>)—¡Anda diez!</p>
-
-<p><span class="smcap">Dueño</span>.—¿Qué te pasa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Chico</span>.—Náa... dos que se están pegando
-ahí en un desmonte.</p>
-
-<p><span class="smcap">Dueño</span>.—¿Por qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Chico</span>.—No sé; se conoce que venían
-desafiaos. Y uno le ha dao al más joven una de tortas que lo ha vuelto
-loco... (<i>Mirando.</i>) ¡Calle!... Sí... ya han acabao de pegarse... y
-vienen pa acá.</p>
-
-<p><span class="smcap">Dueño</span>.—Pues silencio. Nosotros <i>ande</i> nos
-llamen. (<i>Entran los dos en el merendero.</i>)</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA II"><span class="pagenum" id="Page_95">p.
-95</span>ESCENA II</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Serafín</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">señor Valeriano</span></p>
-
-<p class="quienesj"><i>Salen por la derecha, revelando cierta agitación
-en sus semblantes, y con los trajes algo descompuestos. Serafín viene
-sacudiéndose la ropa, sucia de tierra, oprimiéndose los labios con un
-pañuelo, y mirando a ver si tiene sangre. De vez en cuando escupe. Trae
-un carrillo muy colorado.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano</span> (<i>Con su habitual
-tranquilidad.</i>)—Bueno, yo, salvando su parecer, creo que las bofetás
-tienen un límite, pollo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Secamente.</i>)—Lo que a usté le
-parezca. (<i>Se toca las narices con un pañuelo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano</span>.—Lo de las narices es una
-ligera erosión. Tengo una mano... ¡que estoy más disgustao!... ¡paece
-una piedra! ¿Conque me guarda usté rencor por los cachetes?</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—A usté, no.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano</span>.—Pues entonces, después de
-la refriega yo opino que debíamos darnos las manitas, como hacen los
-hombres.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Me es igual. (<i>Se dan la
-mano.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano</span>.—Sí, señor; en medio de su
-desgracia, me ha sido usté simpático, joven. Es usté un hombrito de
-corazón, aunque no le acompañen las fuerzas; y ¡qué caramba! Eso no
-es náa; a su edad de usté me las han arreao a mí, que durante ocho
-días tenía que llevar las narices en equilibrio. Siéntese usté ahí.
-(<i>Señalando una mesa.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—No, gracias.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano</span>.—Que se siente usté, digo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Bueno. (<i>Se sientan los dos.
-Valeriano llama dando dos palmadas.</i>)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_96">p. 96</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Dueño</span> (<i>Sale.</i>)—¿Qué desean?</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano</span>.—Dos quinces y un botijo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Dueño</span>.—En seguida. (<i>Vase al
-merendero.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano</span>.—Y ahora cuando la traigan,
-se lava usted el carrillo con un poco de agua fresca; es mejor que el
-árnica.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—No, si no tengo náa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano</span>.—Bueno, hombre, pero por si
-se infla <i>espontaniamente</i>. (<i>El dueño sirve el vino y el botijo y
-vase.</i>) Beba usté. (<i>Ofreciendo un vaso de vino a Serafín. Beben unos
-sorbos.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Gracias.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano</span>.—Y ahora, joven, aquí de
-sobremesa y antes de separarnos, quiero darle a usté como compensación
-de los mamporros, cuatro consejos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Usté dirá.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano</span> (<i>Bebe un trago.</i>)—Discreto
-pollo: es usté un chavalillo inesperto con el atolondro propio de la
-<i>juventú</i> y debe usté apuntarse esta máxima pa el resto de su vida: La
-mujer, es como un sorbete, cuando se toma con mucho calor hace daño.
-Tóquese usté las narices y me dará la razón; y crea usté a un zorro
-viejo: no desafíe usté a nadie sin motivo, porque acalorao no mira usté
-el rótulo y, creyendo meterse en una confitería, a lo mejor le resulta
-a usté una tahona. Llueven las tortas. Y no canso más. Respective a
-lo de la Carmen, no sea usté niño. Yo, como ca <i>quisque</i>, poseo el
-espejuelo de mis atraztivos y lo manejo con la contumelia propia de una
-pestaña experimentada. ¿Que cae una alondra? No la voy a hacer ascos
-por miramientos al cazador vecino. Sería majadero. (<i>Se levanta.</i>)
-Conque cuatro cosas en total, joven; pacencia, serenidaz, agua fresca
-y... pague usté esas dos copas, que no lo voy yo a poner todo. Y venga
-esa mano. Sé que se queda usté amargao por dentro y por fuera; pero
-así he aprendido yo, y como el tiempo <i>desinfla</i> y tranquiliza, cuando
-pasen algunos días, pué que no tenga usté una mano más amiga que la
-que hoy le ha hecho a usté daño, bien a su pesar. Salú. (<i>Vase por la
-izquierda.</i>)</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA III"><span class="pagenum" id="Page_97">p.
-97</span>ESCENA III</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Serafín</span>; <i>luego</i> <span
-class="smcap">Ladislao</span>. <span class="smcap">El Dueño</span> <i>del
-merendero durante la escena</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Casi llorando.</i>)—¡Sí! ¡Me comen
-la vergüenza y la rabia!... ¡pero ese tío tié razón! ¡No tié él la
-culpa; es ella!... ¡ella!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Sale por la derecha azorado
-y jadeante.</i>)—¡Gracias a Dios! ¡Por fin doy contigo! (<i>Mira a todos
-lados.</i>) ¿Pero qué es esto?... (<i>Con burlona sorpresa.</i>) ¡Tú solo!
-¡Solo con dos copas! ¡Tú <i>meditamundo</i>! ¿Y ese hombre, que no lo veo?
-(<i>Mira por debajo de las mesas y las banquetas y luego dice a Serafín
-con voz siniestra y casi al oído.</i>) Serafín, ¿ande has echao los
-pedazos?</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Con desprecio.</i>)—¡Déjame en
-paz!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—Oye, ¿pero qué tiés en la
-cara?... ¿Tú no habías pasao el sarampión?</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Llama y sale el dueño del
-merendero.</i>)—¿Qué se debe?</p>
-
-<p><span class="smcap">Dueño</span>.—Treinta céntimos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Ahí van. (<i>Paga y se levanta.
-Vase el dueño llevándose las copas.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span>.—¡Recontra! De modo, que tras...
-<i>ecétera</i>, apaleao y encima pagano.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Furioso.</i>)—¡Cállate, o por mi
-salú que te dejo seco!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Aterrado.</i>)—Oye, tú...</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Separándose dominado por una
-gran excitación.</i>)—¡Sí! ¡No tengo cara pa vivir mal mirao! Ahora irá
-ese tío, lo contará todo y se reirán de mí... Y se reirá ella... ¡ella
-más que nadie! Y luego, por donde voy, la burla y la chirigota...
-¡No, no lo resisto; ella me ha engañao, pues contra ella! ¡La mataré!
-¡Tengo derecho! ¡Hay que ser hombres! Adiós, La<span class="pagenum"
-id="Page_98">p. 98</span>dislao; voy a dar gusto a todos, a ti y a mí,
-y a los compañeros de taller y a las vecinas y al mundo entero.</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao.</span>—Pero, ¿qué dices?</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Adiós! (<i>Vase por la
-izquierda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao.</span>—Oye, tú, y de paso dile a tu
-tío Balbino, que ya lo cogeré yo a solas, que lo de esta mañana no me
-s’ha olvidao. (<i>Se sienta y da dos palmadas.</i>) ¡Merenderero!</p>
-
-
-<h4>ESCENA IV</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Ladislao</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Balbino</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Que sale por la derecha, se
-acerca a la mesa.</i>)—¡Va!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Sorprendido y
-temeroso.</i>)—¡Caray!</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¿Qué desea el gorrión?</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao.</span>—¿Usté? ¡Hombre, m’alegro!
-(<i>Levantándose, al mismo tiempo se sienta Balbino.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—No; que he venido, he visto la
-solfa que le han dao a tu amigo por seguir tus consejos, he visto que
-la cosa no pasaba a mayores, he permanecido <i>nutral</i> y aquí me tiés pa
-servirte.</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao.</span>—Pues m’alegro, porque quería yo
-que arreglásemos la cuentecita de esta mañana.</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¿Tiés prisa en cobrar?</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Amenazador.</i>)—¡Lo que tengo
-prisa es en mascarle la nuez a los que me faltan, eso!</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Fingiendo miedo.</i>)—¡Oye, tú,
-Ladisladito, por Dios, que yo creo... (<i>Solloza.</i>) que no debías
-ensañarte con un pobre viejo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Envalentonado.</i>)—Y si tié usté
-miedo, ¿pa qué insulta usté, so maula?</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Llorando.</i>)—¡Hombre, no te
-enfades... yo, ha sío en un pronto; y piensa que si a mis años<span
-class="pagenum" id="Page_99">p. 99</span> me haces así, (<i>Le da un
-pescozón.</i>) me tiras al suelo!... ¡Tenme lástima!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao.</span>—Oiga usté... (<i>Cogiendo el
-sombrero.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—No sabes el miedo que he pasao
-dende esta mañana... porque yo decía, si esa fiera me encuentra, con
-el genio que tiene, y me da así na más... (<i>Le da un puñetazo.</i>) ¡me
-atonta!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao.</span>—Oiga usté, haga el favor de
-poner los ejemplos de palabra, ¿eh?</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—Los viejos, hijo, ya no valemos
-pa náa... Figúrate si con tu fuerza levantas el pie y me das de esta
-manera... (<i>Le da un puntapié.</i>) pues me amargas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Asustado.</i>)—¿Pero quiere usté
-hablar sin acionar?</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¡Yo es pa que me comprendas,
-hijo! De manera que tenme lástima y que no te se ocurra darme dos
-chuletas así... (<i>Le pega dos bofetadas.</i>) ni tirarme encima de una
-silla, como un pingajo indecente... (<i>Lo tira al suelo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao.</span>—¡Pero qué es esto!</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Llorando.</i>)—Ten lástima de un
-pobrecito anciano, hijo...</p>
-
-<p><span class="smcap">Ladislao</span> (<i>Furioso.</i>)—¡Eso le vale a
-usté, que es un viejo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¡Dios te lo pague, hijo! ¡Adiós,
-rico! (<i>Vase llorando.</i>)</p>
-
-<p class="mushab"><b>Mutación</b></p>
-
-<hr class="chap0" />
-
-<div class="chapter">
- <p><span class="pagenum" id="Page_100">p. 100</span></p>
- <h3>CUADRO TERCERO</h3>
-</div>
-
-<p class="donde">Riberas del Manzanares. En los laterales izquierda,
-últimos términos, se ve la fachada posterior de un restaurant, y
-un trozo de jardinillo correspondiente a él y circundado por una
-empalizada de listones unidos en forma de celosía. Esta valla que
-constituye un ángulo recto, tiene un pequeño portoncillo, practicable,
-que da a la escena en línea paralela a la casa. Por las ventanas
-abiertas del merendero sale la viva claridad de la luz eléctrica. En el
-telón de fondo se ven los pinares de la Florida, y en la parte derecha
-de la decoración un poético remanso del río, iluminado por la luna,
-que luce su claridad entre las copas de viejos álamos. Un puentecillo
-rústico da por el foro, paso sobre el río.—Sobre la orquesta se oye
-muy lejos la marcha de un tren, que pasa por la vía férrea próxima al
-lugar de la acción; las levísimas campanadas de un reloj muy lejano y
-los perdidos ecos de la canción de un viandante. Escúchase también el
-ladrido, casi imperceptible, de un perro de los que acompañan a los
-vigilantes de los lavaderos, y contrastando con estas perdidas notas de
-soledad y misterio se escucha dentro del merendero el rasgueo alegre
-de las guitarras y la vibrante voz de un cantador de flamenco, que es
-jaleado con ruidoso entusiasmo.</p>
-
-
-<h4>ESCENA PRIMERA</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Cantador</span>, <i>dentro</i></p>
-
-<p class="mushab"><b>Música</b></p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Es la penita más grande</div>
- <div class="verse indent0">querer y que no te quieran,</div>
- <div class="verse indent0">quien quiere sin esperanza</div>
- <div class="verse indent0">conoce la pena negra.</div>
- <div class="verse indent0"><span class="pagenum" id="Page_101">p. 101</span>Ay, serrana mía,</div>
- <div class="verse indent0">por quererte a ti de veras</div>
- <div class="verse indent0">conozco yo esa penita.</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-
-<h4>ESCENA II</h4>
-
-<p class="quienesj"><span class="smcap">Lucila.</span> <i>Sale por la
-izquierda, primer término, envuelta en un mantoncillo; se para junto a
-la empalizada y escucha las últimas notas de la canción flamenca, que
-termina con voces y aplausos, reinando luego el silencio.</i></p>
-
-<p class="mushab"><b>Hablado</b></p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Admirada.</i>)—¡Buena voz! Paece
-un mixto de verderón. Debe ser Pepe el Trampas. Náa, que no he marrao.
-Aquí está la boda del Guitarrero. ¡Jesús divino, qué día llevo! Dende
-la ensalá que armé esta mañana lo estoy pasando de <i>ole</i>. Primero
-cuatro horas en la <i>delega</i> por haberle deteriorao el crepé a la
-Señá Antonia; así de que salgo, dejo a mi padre, me voy a cá la señá
-Quintina a ver qué había sido de Serafín, y me cuenta la pobre vieja,
-toa <i>azará</i>, que a las siete había llegao el susodicho joven con la
-cara como una pandereta, después de haber corrido tóo el <i>barrio</i>
-averiguando en qué merendero estaban celebrando la toma de dichos; y
-así de que llegó a casa escribió una carta, le dijo a la señá Quintina
-que se la llevase a su maestro si a las once de la noche no había
-vuelto, y apretó a correr. No se necesita ser un lince pa calcular las
-tripitas que traerá. Y yo, yo estoy que me deshago de nerviosa; tengo
-frío y calor tóo a un tiempo, y me saltan las sienes. ¡Ojalá dé con
-él! Rondaré el merendero... (<i>De pronto queda escuchando.</i>) ¡Sí!...
-(<i>Mira con atención.</i>) Uno se acerca. ¿Será él? (<i>Se oculta por la
-izquierda.</i>)</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA III"><span class="pagenum" id="Page_102">p.
-102</span>ESCENA III</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Lucila</span>, <i>oculta</i>; <span
-class="smcap">Serafín</span>. <i>Después</i> <span class="smcap">Carmen,
-señor Valeriano, Invitado 1.º</span> <i>e</i>&nbsp;<span
-class="smcap">Invitada 1.ª</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Apoyándose angustiado en la
-empalizada.</i>)—¡No me puedo tener en pie! Tengo el sudor helao y la
-boca amarga como una retama. Llevo dos horas esperando una ocasión,
-sin saber si entrar de repente u aguardar que salgan. Aguardaré: es
-más seguro. He querido irme cien veces, he probao y no puedo; cuando
-me separo de aquí paece que hasta las piedras me llaman gallina... Y
-en toas partes oigo lo mismo... las mismas palabras, que ya se me han
-agarrao al corazón. ¡Te ha engañao! ¡Mátala! ¡Tiés derecho!... Y yo no
-sé; no sé si tengo derecho u no, lo que digo es que me ciega la idea de
-que está con otro. Y así no puedo vivir. Sí. Esta noche acabará todo.
-(<i>Se oyen voces dentro del merendero.</i>) Salen... ¡Que no me vean! ¡Si
-fuera ella! (<i>Se oculta tras la empalizada.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span> (<i>Dentro del jardinillo y como
-hablando con alguno del merendero.</i>)—¡Ja, ja, ja! (<i>Ríe.</i>) No, si no
-tardamos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Ella! ¡Por fin! (<i>Saca la
-navaja.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano</span> (<i>Dentro.</i>)—No, un menuto.
-Vamos ahí, al lavadero del <i>Quico</i>, a ver si quié dejar venir a
-la chica, y verán ustés cómo baila las sevillanas. (<i>Salen por el
-portoncillo a la parte exterior de la escena Carmen, Valeriano,
-Invitada primera e Invitado primero.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Invitada 1.ª</span>—¡Oye... qué noche hace; si
-paece de verano!</p>
-
-<p><span class="smcap">Invitado 1.º</span>—Da gusto.</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen.</span>—Yo estaba deseando de salir;
-me ahogaba ahí dentro con el humo de los cigarros (<i>Aparte a<span
-class="pagenum" id="Page_103">p. 103</span> Valeriano.</i>) y tenía gana
-de que hablásemos un ratito con libertá.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano.</span>—Y yo. Pero, ¿por qué no has
-sacao el mantón?</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen.</span>—Si no tengo frío.</p>
-
-<p><span class="smcap">Invitada</span> 1.ª—Yo me le he puesto.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano.</span>—Póntelo que por aquí siempre
-cae relente.</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen.</span>—Lo cogeré por darte gusto.
-(<i>Entra por el jardinillo al merendero.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Invitada</span> 1.ª—No tardes.</p>
-
-<p><span class="smcap">Invitado</span> 1.º (<i>Desde el
-puentecillo.</i>)—Mirar qué bonito hace desde aquí este pedazo del río con
-la luna. (<i>Valeriano y la Invitada</i> 1.ª <i>van a mirar.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Invitada</span> 1.ª—Qué hermosa es la noche,
-¿verdá?</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano.</span>—La noche y el día; cuando se
-está a gusto tóo es bonito.</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span> (<i>Saliendo.</i>)—¿Dónde están?...
-(<i>En este momento Serafín, que se oculta tras la empalizada, va
-a lanzarse sobre Carmen con la navaja en la mano y se encuentra
-fuertemente detenido por Lucila, que al ver su actitud sale de su
-escondite sigilosamente quedando en acecho tras él, hasta este momento
-en que le sujeta el brazo y le tapa la boca con la otra mano.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Va a llamar.</i>)—Car...</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Tapándole la
-boca.</i>)—Chissss...</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Con voz ahogada.</i>)—¿Eeeeh?...
-¿quién?</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>En voz baja.</i>)—¡Silencio!</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span> (<i>Llamando.</i>)—¡Valeriano!</p>
-
-<p><span class="smcap">Valeriano</span> (<i>Desde el foro.</i>)—Por aquí.</p>
-
-<p><span class="smcap">Carmen</span> (<i>Mirando hacia atrás al
-irse.</i>)—Juraría que he oído moverse esas ramas. (<i>Desaparece por el
-foro.</i>)</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA IV"><span class="pagenum" id="Page_104">p.
-104</span>ESCENA IV</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Lucila</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Serafín</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Lucila! pero, ¿eres tú?</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila.</span>—Sí, yo; ¡yo mismita!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Suelta... suelta...
-(<i>Forcejean.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila.</span>—No... aguarda... aguarda un
-momento. (<i>Al ver que ha desaparecido Carmen.</i>) Ya... ya estás libre;
-ya <i>pués</i> guardarte esa navajita y salir. Y a tóo esto mu buenas
-noches.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Tembloroso y frenético.</i>)—¿Y tú
-a qué has venido?</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila.</span>—Náa, hombre, que como no <i>te se
-vé</i> el pelo por dengún lao y no tiés <i>tiléfono</i>, quería hablarte y
-¡velay!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Vete... vete y déjame,
-Lucila!</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila.</span>—Y ¡camará, cómo recibes; recibes
-que arañas! (<i>Restañándose con saliva un arañazo de la mano.</i>) Si lo sé
-te dejo <i>trajeta</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Bueno, pronto; acaba y vete. ¿A
-qué has venido?</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila.</span>—¿Que a qué he venido? (<i>En voz
-baja con ira.</i>) ¡pues a llamarte asesino y cobarde!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡A mí!</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila.</span>—¡A ti!... ¡que querías asesinar a
-una mujer! (<i>Le sujeta el brazo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Lucila!</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila.</span>—¡Baja la voz!... ¡Sí,
-asesinarla!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Tengo derecho!</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila.</span>—¿Derecho a matar? ¡A matar a una
-mujer! ¿porque no te quiere?... ¡Mentira!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Suelta.</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila.</span>—No quiero. Ten paciencia. Alguna
-vez en la vida hay que oir a la razón, aunque moleste. El hombre,
-no tié derecho a matar a una mujer, nunca,<span class="pagenum"
-id="Page_105">p. 105</span> Serafín, nunca; ni aunque le engañe. Así,
-en redondo. ¡Ni aunque le engañe!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡Bueno, déjame en paz! Tú eres
-una chica que no sabes lo que hablas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¿Que no sé lo que hablo? ¿que
-no tengo razón?... Bueno, conformes; pero si yo no la tengo, menos la
-tienen esos chulos indecentes que te aconsejan y que porque llevan un
-pantalón ceñido y unos tufos repeinaos, se creen amos de las mujeres y
-jaleándose unos a otros arrean por el mundo, haciendo cisco a toda la
-que se les resista. ¡Pero, eso sí, cuando ellos se cansan de una mujer,
-entonces, chito! Pa eso son los amos. La pisotean y ahí queda eso.
-¡A la basura!... ¡Ole los valientes! ¿Quién defiende eso?... ¿Quién?
-¡porque si lo dice la justicia, reniego de ella! ¡y si lo dicen los
-hombres, los hombres que dicen eso, no son hombres, Serafín! ¿Queréis
-que la mujer sea una esclava?... bueno; pero entonces lo menos que se
-pué hacer es dejarla que escoja la cadena que más le guste. ¿No te
-parece?</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—Yo no sé de eso que me dices;
-pero oye, Lucila, (<i>Con amargura.</i>) ¿cómo vive uno viendo su querer en
-otros brazos?</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Ay, mu remalamente, chico! Eso
-sí que lo sé yo por <i>esperencia</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Sorprendido.</i>)—¿Tú?</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Yo!... ¿Te paece raro, verdá?
-Pues sí, Serafín; yo, he querido a un hombre más que a mi vida.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¿Pero tú?</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Más que a mi padre; más que a náa
-en el mundo. ¡Y él, ni agua!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡No se lo habrás demostrao!</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—Tóos los días.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¿Con palabras?</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Qué palabras! Lo que no dicen
-los ojos al mirar y las acciones buenas, ¿cómo lo van a decir los
-labios? Y ese hombre, no ha reparao en ello ni pa agradecérmelo. Y yo
-callando y sufriendo le he visto irse con otra. Llorar y reir por ella;
-y en mis<span class="pagenum" id="Page_106">p. 106</span> ratos de
-desesperación lo he pensao tóo, tóo... ¡Menos matarlo!... porque él no
-tenía la culpa. El cariño lo escoge el corazón libremente y se quiere
-lo que se quiere, bueno o malo, sin saber por qué. Y por amor, Serafín,
-se sufre, como yo he sufrido; se llora, como yo lloro... ¡pero no se
-mata! (<i>Llora.</i>) ¡No se mata!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡Lucila!</p>
-
-
-<h4>ESCENA V</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos, señor Balbino</span>;
-<i>luego</i> <span class="smcap">Valeriano</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Carmen</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Saliendo y poniendo la mano en
-el hombro de Serafín.</i>)—Y sabes...</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Sorprendido.</i>)—¡Tío Balbino!</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Padre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¿Y sabes quién es el sujeto que
-ha matao la alegría de esa creatura?</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¿Quién?</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡Tú!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¿Yo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡Tú!</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span>.—¡Padre, por Dios!</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—¡Me da la gana decirlo! No está
-la nochecita pa miramientos; conque trae esa navaja, (<i>Se la quita del
-bolsillo.</i>) y arrea pa tu casa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Resistiéndose.</i>)—¡Tío!</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span> (<i>Amenazador.</i>)—Y cállate, si
-no quiés llevarte el melón en rajas; que lo menos que podemos pedirte
-es que sufras tú por esa, lo que ésta ha sufrido por ti, ¡conque
-andando!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—¡Es que me llamarán cobarde!</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino</span>.—Te aguantas. ¡Más vale paecer
-cobarde que ser asesino de mujeres! ¡Esa sí que es cobardía!... Y
-además, mira... (<i>Aparecen en el fondo Car<span class="pagenum"
-id="Page_107">p. 107</span>men y Valeriano, cogidos del brazo muy
-juntos, hablándose amorosamente al oído. Quedan parados.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Ellos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Balbino.</span>—¡Ellos!... ¿Y ves ese cariño
-que es pa otro? ¡Pues ese no sería pa ti ni a navajazos! Conque ¿a qué
-pelear?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Sí... tié usté razón!... ¡Tié
-usté razón!... ¡Adiós!... ¿Por qué... por qué no me habrá querido?
-(<i>Vase rápidamente frotándose los ojos.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucila</span> (<i>Con amargura infinita. Abrazando
-a su padre.</i>)—¡Así, Serafín, así es como se quiere!... ¡Ay, padre,
-cuántas veces he dicho yo esas mismas palabras!; ¿por qué... por qué no
-me habrá querido?</p>
-
-<p>(<i>Se escucha en el merendero la voz del Cantador que canta</i>:)</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">¡Es la penita más grande</div>
- <div class="verse indent0">querer y que no te quieran;</div>
- <div class="verse indent0">quien quiere sin esperanza</div>
- <div class="verse indent0">conoce la <i>pena negra</i>!</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p>(<i>Cae pausadamente el telón, mientras cantan la copla.</i>)</p>
-
-<p class="telon">FIN DEL SAINETE</p>
-
-
-<div class="chapter pt6" id="P3">
- <hr class="chap" />
- <p><span class="pagenum" id="Page_109">p. 109</span></p>
- <h2 class="nobreak">LAS ESTRELLAS</h2>
- <hr class="chap" />
-</div>
-
-
-<div class="chapter">
- <p><span class="pagenum" id="Page_111">p. 111</span></p>
- <h3 class="g2">PERSONAJES</h3>
-</div>
-
-<ul class="pers">
- <li>ANTOÑITA</li>
- <li>SEÑÁ FELICIANA</li>
- <li>UNA TIPLE</li>
- <li>LA TRIANÓN</li>
- <li>SEÑOR PRUDENCIO</li>
- <li>CASILDO</li>
- <li>POLINIO</li>
- <li>SEÑOR PEPE EL CARPANTA</li>
- <li>ACACIO</li>
- <li>LEOVIGILDO</li>
- <li>SEÑOR MÁXIMO</li>
- <li>EL CIRUQUI</li>
- <li>EL REPOLLO CHICO</li>
- <li>PARROQUIANO 1.º</li>
- <li>EL EMPRESARIO</li>
- <li>RODRÍGUEZ</li>
- <li>UN SERENO</li>
- <li>UN INSPECTOR</li>
- <li>UN CAFETERO AMBULANTE</li>
- <li>ELECTRICISTA 1.º</li>
- <li>ÍDEM 2.º</li>
- <li>UN CARPINTERO</li>
- <li>UN TRAMOYISTA</li>
- <li>PARROQUIANO 2.º</li>
-</ul>
-
-<p class="centra">LA ACCIÓN EN MADRID.—ÉPOCA ACTUAL</p>
-
-
-<hr class="chap0" />
-
-<div class="chapter">
- <p class="centra fs150 ws1 mt2">ACTO ÚNICO</p>
- <hr class="tir" />
- <h3>CUADRO PRIMERO</h3>
-</div>
-
-<p class="donde">Salón modesto, en planta baja, de una barbería. Al
-foro puerta vidriera de dos hojas que da a la calle. En la pared del
-fondo, a los lados de la puerta, perchas de hierro. En la lateral
-derecha, en primero y segundo término, adosadas a la pared, anchas
-repisas de madera imitando mármol, llenas de útiles para el servicio de
-peluquería; sobre las repisas espejos grandes con marco negro, y ante
-ellas sillones de rejilla de los que se usan en estos establecimientos.
-En la lateral izquierda, en primer término, una puerta practicable
-cubierta por un portier de reps; y en segundo término otro servicio
-de peluquería igual en absoluto a los de la derecha. En el centro de
-la habitación un velador sobre el cual habrá periódicos y cepillos.
-Algunas sillas de rejilla estarán próximas al velador y otras
-distribuídas convenientemente por el salón. Es de día.</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA PRIMERA"><span class="pagenum" id="Page_112">p.
-112</span>ESCENA PRIMERA</h4>
-
-<p class="quienesj"><i>Al levantarse el telón aparecen el</i> <span
-class="smcap">Señor Prudencio</span> <i>afeitando al</i> <span
-class="smcap">Señor Máximo</span>, <i>guardia de Orden público, cuyo
-sable y cuya teresiana estarán colgados en la percha de la derecha.</i>
-<span class="smcap">Acacio</span>, <i>aprendiz de la barbería, vestido
-con su blusa larga se halla sentado junto al velador leyendo un
-periódico.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Afeitando.</i>)—Pues nada,
-créame usté a mí, señor Máximo, usté será todo lo de orden público
-que guste—sírvase de inflar el izquierdo (<i>El señor Máximo infla el
-carrillo izquierdo.</i>)—; pero yo lo que repito es que no siendo el que
-yo le digo, pa la política española no hay otro remedio.</p>
-
-<p><span class="smcap">Máximo</span> (<i>Quejándose.</i>)—¡Ay!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Cuálo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Máximo.</span>—Oye, ¿hay otra navaja? Porque
-¡camará! esa paece que la has afilao en el fregadero.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Hombre, pues precisamente es
-la joya de la casa!</p>
-
-<p><span class="smcap">Máximo.</span>—¡Mecachis en la joya! Pues
-guárdala pa cuando venga el ispetor de la Latina, le afeitas con ella y
-pué que le hagas un favor.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Por qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Máximo.</span>—¡Porque quié que lo trasladen al
-Hospital!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Exagere usté una miaja!
-(<i>Mira el reloj.</i>) ¡Recontra, las once y cuarto y esos dos sin venir!
-¡Qué habrá pasao! ¡Estoy de nervioso que no sé cómo no he degollao a
-este hombre! (<i>Llamando.</i>) ¡Acacio!</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio.</span>—¿Mande usté?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Oye, ponte a la puerta y mira
-a ver si vienen el señor Polinio y el señor Pepe el Carpanta, que
-tardan y tengo el alma en un hilo.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_113">p. 113</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio.</span>—Güeno. (<i>Sale a la puerta y mira
-a ambos lados de la calle. El señor Máximo, durante los anteriores
-apartes, se ha secado la cara que le habrá lavado Prudencio y se mira
-al espejo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Cogiendo el
-pulverizador.</i>)—¿Refrescamos con colonia?</p>
-
-<p><span class="smcap">Máximo.</span>—No, no quiero eso.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Hombre lo siento!</p>
-
-<p><span class="smcap">Máximo.</span>—¿Por qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Porque me quita usté la única
-satisfacción que puedo tener como republicano: pulverizar a un guardia
-de orden público. (<i>Peinándole.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Máximo.</span>—¡Guasón! Lo que he notao es que
-me has hecho dos cortecitos mu decentes.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Señor Máximo, no le choque a
-usté; ¡me ha pillao usté en un día terrible de nervioso que estoy!</p>
-
-<p><span class="smcap">Máximo.</span>—¿Pues qué te pasa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Quitándole el paño,
-sacudiéndolo y doblándolo.</i>)—¿Que qué me pasa? (<i>Máximo se levanta y
-se cepilla.</i>) ¡Pues que hoy... (<i>Con voz conmovida y misteriosa.</i>) pué
-ser un día célebre pa mí! Que estoy esperando un recao que, de serme
-favorable, si el mes que viene está usté franco un día y quié usté
-honrarme con su amistad, se viene usté a mi hotel...</p>
-
-<p><span class="smcap">Máximo</span> (<i>Queda inmóvil con la pierna
-derecha en alto y asombradísimo.</i>)—¡Arrea!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Que ya le daré a usté las
-señas, y nos damos un paseo en mi <i>automóvil</i>, que ya le diré al
-<i>Chufer</i> que no corra.</p>
-
-<p><span class="smcap">Máximo.</span>—Pero, ¡oye tú! ¿es que te ha
-caído la lotería? (<i>Se pone la teresiana y el sable.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Mejor!... Sino que, hoy por
-hoy, no puedo ser más explicativo. ¡Y lo dicho, dicho!</p>
-
-<p><span class="smcap">Máximo</span> (<i>Con cara de asombro.</i>)—¡Chico,
-me dejas parao!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Sabía que le iba a dejar a
-usté parao, pero como usté es guardia, ya tié costumbre.</p>
-
-<p><span class="smcap">Máximo.</span>—Pues na, que sea como lo dices.
-(<i>Le paga el afeitado.</i>)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_114">p. 114</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Gracias, señor Máximo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Máximo</span> (<i>Marchándose y mirando con recelo
-a Prudencio.</i>)—¡Hotel!... ¡Chufer!... ¡Este está mochales!... (<i>Vase
-foro.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡El infeliz se va creyendo que
-estoy loco! ¡Mísero agente! (<i>Guarda el dinero en el cajón.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio</span> (<i>Desde la puerta.</i>)—¡Por fin! ¡El
-señor Polinio y el señor Pepe vienen!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Respirando con
-satisfacción.</i>)—¡Ay, gracias a Dios! ¡Me devora la impaciencia! (<i>Sale
-a su encuentro.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA II</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos, Polinio</span> <i>y el</i>
-<span class="smcap">Señor Pepe el Carpanta</span>, <i>por el foro</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Hola!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Ya estamos aquí! (<i>Entran
-corriendo y muy alegres.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Pasar... pasar!</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¿No está tu mujer?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—No. ¡Os anhelaba, como el
-hambriento a una fuente!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Será el sediento, hombre!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Yo me refería a una fuente de
-chuletas. ¿Qué hay? (<i>Con impaciencia.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio</span> (<i>Con alegría.</i>)—¡Hecho el
-negocio!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>En el colmo de la
-satisfacción.</i>)—¿Hecho?... ¡Venga un abrazo, y cuarenta, y ciento! (<i>Se
-abrazan efusivamente.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Aprieta! ¡Ya eres feliz!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿No han puesto dificultad?</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—<i>Denguna</i>. El señor Román
-<i>aceta</i> el traspaso de esta barbería por setecientas pesetas.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_115">p. 115</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio</span> (<i>Que está escuchando, en segundo
-término, con asombro.</i>)—¡Recontra! ¿Qué dicen?</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe</span>.—Dentro de un rato nos esperan en la
-taberna pa entregarte el dinero, y que firmes la escritura.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—¡Gracias, gracias! ¡me habéis
-hecho hombre! (<i>Vuelven a abrazarse.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio</span> (<i>Aparte.</i>)—¡Qué barbaridad! ¡Ha
-traspasao la barbería! ¡Ay, en cuanto lo sepa la señá Feliciana!</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio</span>.—Güeno, y una vez ultimao el
-asunto, me paece que ya es hora de que me confíes tus proyectos y me
-digas el por qué del traspaso del Salón, <i>ecetra</i>, <i>ecetra</i>, porque el
-señor Pepe no me lo ha querido revelar.</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe</span>.—Era la <i>consina</i>, hasta que
-estuviese hecho.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—Es verdá; pero ahora nada más
-justo. ¿Se lo revelo todo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe</span>.—Revélaselo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—Pues mira, Polinio, Dios le da
-a cá uno la fortuna, en una forma diferente; y a mí me la dao con mis
-dos hijos, la Antoñita y Casildo. Con la Antoñita, porque el día que
-esa criatura debute en un teatro como <i>mono-cuplé-tanguista</i>, la Otero
-va a tener que tostar cañamones, si quié atender a su susistencia.</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe</span> (<i>Asintiendo.</i>)—¡Acordes!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—Y con mi Casildo, porque
-recortando capote al brazo y metiendo el hombro a la hora suprema, el
-<i>Frascuelo</i> era una pastilla de clorato comparao con él.</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe</span>.—¡Acordísimos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—Pus, güeno; (<i>Con tono
-iracundo.</i>) mi mujer, la Feliciana, celebro oscuro que no tié más
-horizontes que la boca del puchero, al ver que he sacao a la chica den
-<i>cá</i> la modista, y al chico de la imprenta <i>pa</i> atender a su educación
-artística, se ha empeñao en decirme que estoy loco y que esto va a ser
-nuestra ruina. ¿Será tozuda?</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio</span>.—¿Pero tú no te achicarás?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Con exaltación
-creciente.</i>)—¿Yo achicarme? Si Dios echa al mundo una horná de
-celebri<span class="pagenum" id="Page_116">p. 116</span>dades, y
-en esa horná metes la <i>Patti</i> y metes <i>El Gordito</i>, y me tocan a
-mí en clase de hijos, dicho se está que coger ambas <i>estrellas</i> y
-<i>prostergarlas</i> en el antro de una barbería, ¡sería un crimen, que un
-padre como yo, no comete!</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Bien hecho!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—Y en esto—y perdona que ataje tu
-palabra honrada—surjo yo con mi ejemplo. Yo era un ser vago y errante
-que vendía por esas calles <i>chuletas de huerta</i>, y que tenía una
-chiquilla que andaba galocheando por ahí con ramitos de violetas; pues,
-güeno; de la noche a la mañana, me se evadió mi hija a París, con su
-madre, contratá con una <i>troupe</i> pa bailes españoles, ayer hizo tres
-meses; y de una renacuaja vestía con un pinguito de falda y una criba
-de mantón, fíjese usté en la <i>metramórfosis</i>. El jueves me lo mandó.
-(<i>Le enseña un retrato.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Fíjate en el retratito. ¡Mira
-eso!</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Camará, bonita es, pero va casi
-en cueros!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—Hay que azvertir que apenas ha
-tenío tiempo de hacerse ropa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Ya, ya! ¿Y dice usté que aquí
-llevaba una faldita?</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Una vergüenza!</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Pues se conoce que la ha
-perdido!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—Pues güeno, desde que se fué que
-me he dejao las patatas y vivo de guagua, ¡porque no hay mes que no me
-mande de ciento cincuenta a doscientos <i>franques</i> oro!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Se conoce que lo que se ahorra
-en ropa pa ti.</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—Por eso le he aconsejao a éste que
-lo venda tóo, que se deje de esta porquería de España, que emigre con
-su hija a París como yo, que me voy pasao mañana, y a la vuelta de un
-par de años regresamos del extranjero, y ¿usté sabe esos solares de la
-<i>cae</i> de Lista, pasao un estanco que hay? ¡Nuestros hoteles!</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¿Usté dice donde la
-tienda-asilo?</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_117">p. 117</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡En la acera de enfrente!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Exaltado.</i>)—¡Y yo, Polinio,
-deslumbrao por este ejemplo, te aseguro que es inútil que me <i>graznen</i>
-lo que quieran! Busco el aplauso, la fortuna, la gloria de mis hijos...
-¡y aunque la persona que se oponga a ello me haga escabeche, mi último
-cuarto de kilo se saldrá del barril pa cumplimentar esta sacrosanta
-misión!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe</span> (<i>Entusiasmado.</i>)—¡Eres un
-varonil!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Con energía.</i>)—¡Soy un
-padre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe</span> (<i>Viendo aparecer a
-Casildo.</i>)—¡Chits, callarse!</p>
-
-
-<h4>ESCENA III</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Casildo</span> <i>puerta foro</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>Saludando con la mano desde la
-puerta.</i>)—¡<i>Saluz</i>!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Radiante de
-satisfacción.</i>)—¡Mirarle! ¡Mi Casildo! ¡Ahí lo tenéis! ¡Ese es el
-monumento <i>taurómaca</i> más grande del porvenir!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Hola, pollo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Adiós, pollo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¿Cómo estás, pollo? (<i>Casildo no
-contesta.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Me se cae la baba! (<i>Casildo
-después de saludar parsimoniosamente a lo torero, con la mano, se
-acerca a un espejo, se atusa los tufos con un cepillo y vuelve a
-ponerse el sombrero con coquetería, estirándose la chaquetilla.
-Carpanta, al ver que Casildo no contesta, dice con voz más alta.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¿Que cómo estás? (<i>Sigue el
-silencio.</i>) (Este monumento es bastante mal educao.)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Sonriendo.</i>)—No te ha oído.
-Estas notabilidades son así, chico; ¡no se fijan en na! (<i>Acercándose a
-su hijo.</i>) ¿De aonde vienes, hijo mío?</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_118">p. 118</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>Con tono desdeñoso y sin mirar
-a su padre.</i>)—Del mundo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Sonriente y muy
-complacido.</i>)—¡Qué manera de contestar! ¿eh?</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¿Ha madrugao?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Con asombro.</i>)—¿Madrugar esa
-personalidaz? Que se marchó anoche a las diez y viene ahora. (<i>Aparte y
-sonriendo a los dos.</i>) (¡Las mujeres que se lo rifan!)</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Ya, ya!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>A Casildo.</i>)—¿Vas a
-acostarte, hijo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo.</span>—¡Clarinete!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Oye, qué gracia! ¿Habéis
-oído? ¡Clarinete!</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>A Prudencio. Secamente y sin
-mirarle.</i>)—La petaca.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Dándosela.</i>)—Toma, hijo
-mío.</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>La vacía, se guarda los
-cigarros y la tira con desprecio sobre el velador.</i>)—Cerillas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Le da una caja.</i>)—¡Ahí
-van!</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>Se guarda la caja.</i>)—¡Que
-no me se despierte hasta que yo avise! (<i>Saluda con la mano y se va
-contoneándose primera izquierda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Siguiéndole hasta la
-puerta.</i>)—No tengas miedo. ¡Ah, oye! Ciérrate por dentro, no te
-sorprenda tu mamá en el primer sueño.</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¿Por qué le dices eso?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Sonriendo.</i>)—¡Por na!
-¡Que anoche se le llevó un mantón a su madre y se conoce que lo ha
-empeñao!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Angelito! ¡Qué monada de criatura!
-(<i>Riendo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Y como la Feliciana no
-reflexiona que a estas grandes figuras hay que aguantarlas sus
-genialidades, me temo un <i>esasbruto</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Natural!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Y qué, ¿habéis visto qué
-hechuras de torero tiene? ¿Se le da un aire al Conejito, <i>verdá</i>?</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Sí, tiene algo de <i>Conejito</i>...
-sino que más en gazapo!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_119">p. 119</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio</span>.—Güeno; y volviendo a lo de
-<i>enantes</i>, respective al chico, na tengo que <i>ojetarte</i>, porque se ve
-que cuidándolo pué llegar a ser <i>Gordito</i>, pero por lo que toca a la
-chica, ¿tú crees que servirá pa <i>chanteuse</i>, Prudencio?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—¡Amos, hombre! ¿Que si
-servirá?... Vaya, ahora que estamos solos, ¿queréis verla y oirla
-pa que veais que no es pasión de padre cuando digo que es una
-maravilla?</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio</span>.—¡Sí, hombre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe</span>.—¡Con mucho gusto!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—¡Pues quitarse las telarañas!
-(<i>Llamando.</i>) ¡Acacio!</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio</span> (<i>Acercándose.</i>)—Mande usté.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—Ponte a la puerta, y si viene
-la señá Feliciana nos avisas, no sea que nos sorprenda.</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio</span>.—Güeno. (<i>Vase a la puerta a
-vigilar.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Yendo a la puerta primera
-izquierda y llamando.</i>)—¡Antoñita!... ¡Antoñita!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Dentro.</i>)—¿Mande usté?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—Sal un momento, haz el
-favor.</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—Voy.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—Ya está aquí. ¡Veréis qué
-prodigio!</p>
-
-
-<h4>ESCENA IV</h4>
-
-<p class="quienesj"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Antoñita</span>, <i>primera izquierda. Antoñita es una
-chiquilla como de diez y seis años, con cara abobada y pretendiendo
-suplir con una verbosidad ridícula la gracia de que carece. Al salir,
-ligera y sonriente, hace una reverencia.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—Servidora de ustedes. Muy
-buenos días, ¿Cómo están ustedes?</p>
-
-<p><span class="smcap">Los dos</span>.—Bien, ¿y tú?</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—Yo, bien, a Dios gracias, pa
-servir a ustedes. ¿Las familias güenas?... Vaya, me alegro mucho y por
-muchos años. Tanto gusto.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_120">p. 120</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—Muy bien, muy bien.</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—Es una monada de chica.</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—Tantas gracias, es favor. No lo
-merezco. Ustedes son muy güenos, al parecer. Y ya lo saben ustedes, con
-permiso de mi papá, en lo que sea útil, pueden mandar a una servidora.
-Tanto gusto.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Bueno. Pues estos
-señores...</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—Repito que tanto gusto.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Desean verte bailar y que nos
-cantes algo aquí en familia.</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—Sí, señor, tanto gusto. Lo
-que deseen de una servidora de ustedes. ¿Quieren ustedes soleares,
-tango, sevillanas, panaderos, malagueñas, peteneras u <i>cake-vale</i>?
-Porque eso tié que ser a gusto de ustedes; porque ustedes sabrán lo que
-quieren; porque una no sabe con qué dará gusto; porque a lo mejor va
-una servidora y baila panaderos, y qué sabe una servidora si ustés les
-tien rabia a los panaderos. Porque eso el que lo quiere es el que lo
-pide.</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Tié razón la chica!</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Es lista, es lista!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—No, lo que queremos es lo que
-sepas mejor; un tanguito de esos con que vas a debutar, u cualquier
-cosa...</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡El tango, el tango!</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Eso! ¡Venga el tango!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Duro con él!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—<i>Perfetamente.</i> Bueno, y cuando
-baile, ¿lo marco con todo?... (<i>Sonriendo picarescamente.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Los dos.</span>—¡Con todo, con todo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—Pues con permiso de ustedes
-voy a ponerme un alfiler (<i>Se lo pone.</i>) pa ceñirme la falda, ¿saben
-ustedes? porque si no el ondulao no resalta. El tango se llama “Vete a
-la gloria.”</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Yo te acompañaré. Venga de
-ahí. (<i>Cogiendo una guitarra.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Lo voy a cantar con
-picardía!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Veréis un pasmo! (<i>Acompaña
-con la guitarra.</i>)</p>
-
-<p class="mushab"><span class="pagenum" id="Page_121">p.
-121</span><b>Música</b><a id="FNanchor_1" href="#Footnote_1"
-class="fnanchor">[1]</a></p>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_1" href="#FNanchor_1" class="label">[1]</a> En
-bailar y cantar este número con la poca gracia con que lo haría
-una chiquilla de esas a quienes se quiere ridiculizar, consiste su
-verdadero efecto.</p>
-
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Antoñita</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent6">¡Ay, que me voy a morir</div>
- <div class="verse indent6">y tú me vas a matar!</div>
- <div class="verse indent6">¡Ay! ¡ay! ¡ay!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Los dos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent18">¿Qué hay?</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Antoñita</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent6">¡Nada de particular!</div>
- <div class="verse indent0">El moreno que me enloquecía</div>
- <div class="verse indent6">se casa pa Mayo;</div>
- <div class="verse indent0">que yo <i>iznore</i> por Dios la noticia</div>
- <div class="verse indent6">si no me desmayo.</div>
- <div class="verse indent0">¡Ay, los hombres, mamita, mamita</div>
- <div class="verse indent6">de mi corazón,</div>
- <div class="verse indent0">qué embusteros, qué falsos, qué pillos,</div>
- <div class="verse indent6">qué pérfidos son!</div>
- <div class="verse indent6">¡Ay! ¡ay! ¡ay!</div>
-</div>
-
-<p class="mt1"><span class="smcap">Prudencio</span>
-(<i>Recitando.</i>)—¡Olé, por las laringitis agudas!</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Cantando.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Y ahora escuchen con mucho cuidao</div>
- <div class="verse indent0">un tanguito que me han enseñao.</div>
-</div>
-
-<p class="tab">——</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¿Quién es pa ti más dulce</div>
- <div class="verse indent0">que lo es el mango?</div>
- <div class="verse indent0">¡Mi guachindango!</div>
- <div class="verse indent0">¿Quién es la que conmigo</div>
- <div class="verse indent0"><span class="pagenum" id="Page_122">p. 122</span>quiere hacer changa?</div>
- <div class="verse indent0">¡Mi guachindanga!</div>
- <div class="verse indent0">Dame una prueba sólo</div>
- <div class="verse indent0">de amor, nenita.</div>
- <div class="verse indent2">¡Toma tripita!</div>
- <div class="verse indent0">¡Ay, deja que me acerque,</div>
- <div class="verse indent2">guachindanguita!</div>
- <div class="verse indent0">¡Ay, por Dios, chachito,</div>
- <div class="verse indent0">no te acerques, quita, déjame,</div>
- <div class="verse indent0">porque estás loquito,</div>
- <div class="verse indent0">ay, retírate, ay, retírate!</div>
- <div class="verse indent0">¡Retírate, por Dios, Pepito,</div>
- <div class="verse indent0">retírate, por Dios, que grito,</div>
- <div class="verse indent0">y no me des con el codito</div>
- <div class="verse indent0">que me despepito!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¡Retírate, por Dios, Pepito,</div>
- <div class="verse indent0">retírate, por Dios, que grito,</div>
- <div class="verse indent0">y no me des con el codito</div>
- <div class="verse indent0">que me despepito!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Antoñita</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Anda, por Dios, José,</div>
- <div class="verse indent4">¡retírate!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Ande usté, don José,</div>
- <div class="verse indent4">¡retírese!</div>
-</div>
-
-<p class="dcha mt1">(<i>Después de cantar Antoñita hablan sobre
-música.</i>)</p>
-
-<p class="mt05"><span class="smcap">Pepe</span>
-(<i>Entusiasmado.</i>)—¡Devino!</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Superior!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Eh? ¿qué sus paece la
-vocecita?</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Que es una voz que encanta!...
-¡qué digo encanta!... ¡que arroba!... y me quedo corto.</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—El día que oigan a esta chica en
-el extran<span class="pagenum" id="Page_123">p. 123</span>jero, te la
-enjaulaban. ¡Esto no es mujer, esto es una <i>ruiseñora</i>, hombre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—Güeno, ¿y a ustedes les
-molestará quedarse <i>bizcos</i>?... ¿No?... pues les voy a bailar a ustedes
-un tanguito; ¿que saben ustedes lo que es <i>azúcar cande</i>?... ¡pues más
-<i>cande</i>!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Veréis qué disloque!... ¡Arza
-con la salida! (<i>Antoñita baila.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio</span> (<i>Jaleando.</i>)—¡Su gracia!... ¡Su
-cuerpo!... ¡Su madre!... (<i>Todos se asustan. Prudencio corre a esconder
-la guitarra.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Asustada, cesa de
-bailar.</i>)—¡Mi madre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Mi mujer!</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Su madre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡La Feliciana! (<i>Los cuatro
-simultáneamente.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio.</span>—¡No, si era que la jaleaba! ¡No
-asustarse!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Maldita sea tu estampa, qué
-susto nos has dao, ladrón! (<i>Pegándole con la guitarra.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Anda, sigue, sigue! (<i>Antoñita
-sigue bailando hasta terminar el tango.</i>)</p>
-
-<p class="mushab"><b>Hablado</b></p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Ahí la gracia!</p>
-
-<p><span class="smcap">Los dos</span> (<i>Aplaudiendo.</i>)—¡Bravo! ¡bravo!
-¡Muy bien!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Con entusiasmo.</i>)—¿Qué? ¿qué
-tal? ¿y el salero? ¡el salero!</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Yo no he visto un salero
-parecido!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Sonriente y
-satisfecha.</i>)—¡Tantas gracias!... Una servidora está alicortada. No
-sé cómo pagar a ustedes... Es algo de favor... Y eso que he bailao en
-suelo de madera, que el día que a una servidora le pongan <i>linoleum</i>...
-¿Saben ustés lo que es <i>linoleum</i>?</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Ya lo creo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—Una cosa que se escurre...
-¡pues ese<span class="pagenum" id="Page_124">p. 124</span> día, que no
-se me agarren los pies, yo creo que arrebato!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—Nada, chico, que esto en un París u
-en una Londres, nos traemos el dinero en camiones.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Sí, verdad? (<i>Con entusiasmo,
-abrazando a su hija.</i>) ¡Hija mía, qué porvenir nos aguarda!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Ya lo creo papá!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe</span> (<i>A Polinio, aparte.</i>) (¡Ya habrá
-usté advertío que tié menos gracia que una caja e betún!)</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio</span> (<i>Ídem.</i>) (Ya, ya; pero, ¿quién
-le quita las ilusiones a un hombre así?)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—Y respective a declamar en
-picaresco, sabe una servidora una cosa un poco verde, que donde me la
-oyen, me se mueren de risa; porque una servidora, la recalca con una
-intención, que verán ustedes, si no les molesta.</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—No, dila, dila.</p>
-
-<p><span class="smcap">Parroquiano 1.º</span> (<i>Entrando.</i>)—Buenos
-días; ¿me hacen el favor de afeitarme?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Contrariado.</i>)—¡Hombre,
-espere usted si quiere, porque ahora!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio.</span>—Siéntese, que es que estamos mu
-ocupaos... (<i>El parroquiano se sienta al foro.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Empieza.</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—Pues verán ustedes. Es un
-monólogo, pero lo tengo que decir yo sola, si no no paece monólogo. Es
-en verso, fijarse:</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Cuando salgo a la calle</div>
- <div class="verse indent0">y llovizna un poquito,</div>
- <div class="verse indent0">me levanto las faldas</div>
- <div class="verse indent0">enseñando el tobillo;</div>
- <div class="verse indent0">mas si un pollo me sigue,</div>
- <div class="verse indent0">recogiendo el vestido,</div>
- <div class="verse indent0">me le... (<i>Como recordando.</i>) me le...</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="ti0">¡Ay! ¿cómo dice?... ¡qué rabia! me le... ¡pos no me s’ha
-olvidao!... me le... (<i>Haciendo esfuerzos ridículos por recordar.</i>) me
-le... ¡mecachis qué coraje!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_125">p. 125</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio</span> (<i>Acercándose a ella y en voz
-baja.</i>)—¿No es me le atortolo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Qué va a ser! Bueno, me se ha
-olvidao, pero es una cosa que voy ¿saben ustés? y cuanto más me sigue
-el pollo, más me levanto, más me levanto, hasta que una servidora le
-enseña las medias y acabo así con este desplante:</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">¡Pa los listos son a listas!</div>
- <div class="verse indent0">¡pa los tontos son a cuadros!</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p>(<i>Hace una postura ridícula, quedando recogida y enseñando
-las pantorrillas. El parroquiano se acerca, mira
-y se vuelve a sentar.</i>)</p>
-
-<p class="mt05"><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Una monada!</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Preciosa! (<i>Aplauden
-todos.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA V</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Feliciana</span> <i>en la puerta</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Con ira al ver el
-cuadro.</i>)—¡Maldita sea la pena!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Aterrado.</i>)—¡La Feliciana!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Mi madre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio.</span>—¡El ama!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡<i>Tablón</i>!</p>
-
-<p>(<i>Estas voces simultáneas.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¡Muy bonito! ¡Está bien! (<i>A
-la Antoñita, zarandeándola.</i>) ¡Arza pa dentro, gandula! (<i>Dándola
-metidos disimulados.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Madre, si era que!...
-(<i>Huyendo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¡A remendar la ropa, que es tu
-obligación! ¡Bribona! ¡Holgazana! (<i>La persigue hasta que se va primera
-izquierda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>A Polinio y
-Carpanta.</i>)—¿Estáis viendo cómo trata a las celebridades?</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_126">p. 126</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Al parroquiano.</i>)—¿Y usté,
-qué quería?</p>
-
-<p><span class="smcap">Parroquiano 1.º</span> (<i>Con
-extrañeza.</i>)—Servirme.</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¿Y lo tenéis esperando? ¡Anda
-a afeitarle u te desuello, granuja! (<i>Queriendo pegar a Acacio.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio.</span>—Si era que... era que...
-Siéntese, siéntese el caballero. (<i>Se pone a afeitarlo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Y ustés, (<i>A Polinio y a
-Carpanta, con brusquedad.</i>) si no tién na que hacer aquí, la calle es
-gratuita...</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—Señora, nosotros estábamos
-<i>almirando</i>... las dotes de la niña.</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¡Tantas gracias! Aquí pelo pa
-quitar es lo que nos hace falta.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Feliciana, que son
-amigos...</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Lo celebro. Tertulias en el
-Cerro e los Ángeles.</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—Usté disimule...
-(<i>Excusándose.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Y si no quién ustés volver,
-aquí tienen ustedes su casa...</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Aparte a los dos.</i>)—(Hacer
-caso <i>miso</i> y esperarme en la taberna.)</p>
-
-<p><span class="smcap">Los dos.</span>—Somos suyos... (<i>Saludan y se
-van.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Pal gato. (<i>Saluda también muy
-fina.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA VI</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Prudencio, Feliciana,
-Acacio</span> <i>y el</i> <span class="smcap">Parroquiano</span> <i>que,
-después que lo afeitan, paga y se va</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Muy bonito! (<i>Con ira.</i>)
-¡Feliciana!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¿Qué hay? (<i>Rabiosa.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Como trato social eres más
-repelente que una manga riega!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Mira, Prudencio, vamos a
-hablar con franqueza. ¿Tú necesitas las narices este invierno?</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_127">p. 127</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Quizás que sí!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Pues si no quieres
-desprenderte de ellas... ¡Ya me conoces! Hazme caso a mí y que acabe
-este desorden de casa; que acabe hoy mismo, ahora mismo, porque estoy
-decidía, cueste lo que cueste, a que no se lleve la trampa el peazo
-e pan que tenemos y a no perder por tus locuras dos hijos que me han
-costao muchas lágrimas y muchos dolores el criarlos. ¡Eso es!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Está bien. (Cualquiera le dice
-ahora lo del traspasito.) Bueno, ¿y todo eso, qué viene a ser poco más
-o menos?</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Pues viene a ser que mañana
-vuelve Casildo a la imprenta y la chica en cá la modista. ¡Eso es!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Bueno, de modo que te ostinas
-en que ese monumento <i>taurómaca</i>...</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¡Mentira! El chico no sirve pa
-torero.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Que no sirve? (<i>Con
-indignación.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¡Qué va a servir; si está
-la pobre criatura de cornás que lo miras por la espalda y se le ve
-la corbata al trasluz!... ¿Y tú crees que he criao yo a mi hijo pa
-colador?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Y respetive a la Antoñita,
-qué?... ¿También es un guiñapo artístico?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¡La Antoñita, peor!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Entonces dí, celebro oscuro,
-¿pa qué le ha dao la naturaleza una voz a nuestra hija?</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Pa que se calle y no
-<i>berrée</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Frenético.</i>)—¡Feliciana!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Loco, más que loco. No quieres
-tú a tus hijos más que yo los quiero. Pero el quererlos no es motivo
-pa que me ciegue y vea cosas que no son. ¿Que es fácil ser torero?...
-¡Ese es tu error, Prudencio! Y no mires a los que han llegao porque
-Dios les dió ese don; mira a los infelices que, ciegos por la avaricia,
-mueren como perros en la cama de un hospital. Y por lo que toca a la
-chica, estás igualmente equivocao; porque una cosa es la gracia que
-hacen<span class="pagenum" id="Page_128">p. 128</span> los hijos a los
-padres en el comedor de casa, y otra la que se necesita pa brillar en
-el mundo. Y sobre todo, que no, ¡vaya! ¡Que no me da la gana ver a mi
-hija en un tablao enseñando las carnes; porque mujer que se remangue
-más arriba de lo necesario pa no coger barro, será buena pal cromo de
-una caja e cerillas, pero no lo es pa su casa ni pa sus hijos! ¡Eso
-es!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Pero ven acá, mollera vacía!
-Si eso fuera así, ¿por qué me dicen tóos los parroquianos que hago
-bien?</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Pues, porque personas que
-vienen pa un cuarto de hora y que encima te ven con una navaja en la
-mano, ¿pa qué te van a contrariar?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Razonas como una sandía!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Razono como una madre sensata
-y prudente.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Sí, eh?... Pues ahí va mi
-<i>ulti-matum</i>. Estoy cumpliendo mi deber y argumentarme en contrario es
-como tomar el caldo con tenedor. Y creo haberte dicho lo suficiente.</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Con rabia.</i>)—¿Es decir, que
-no cejas?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Cómo cejas? ¡Ni cejas ni
-narices!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¿Es decir que te empeñas?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Empeñao! ¡Mi hijo será
-diestro, mi hija divete! ¡Es mi misión!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¡Tu hijo será impresor, tu
-hija modista! ¡Es la mía!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Por estas te juro que no!
-(<i>Junta las manos.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¡Por estas te juro que sí!
-(<i>Le imita.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Hemos acabao! (<i>Desde la
-puerta. Vase foro.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¡Usté lo pase bien! (<i>Con
-ira.</i>)</p>
-
-
-<div class="section">
- <h4 title="ESCENA VII"><span class="pagenum" id="Page_129">p.
- 129</span>ESCENA VII</h4>
-</div>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Feliciana</span>
-<i>y</i> <span class="smcap">Acacio</span>. <i>Luego,</i> <span
-class="smcap">Antoñita</span>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Desolada.</i>)—¡Dios mío; pero
-es posible que ni reflexiones, ni amenazas, curen a este hombre de
-su ceguera!... ¿Y cómo voy a consentir yo que este loco, trastornao
-por el consejo de unos cuantos guasones, nos lleve a la miseria y
-a la perdición?... (<i>Llorando.</i>) ¡Dios mío! ¡Dios mío! (<i>Se sienta
-junto al velador ocultando la cara con el pañuelo con que seca sus
-lágrimas.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio</span> (<i>Con pena.</i>)—¡Pobre mujer!...
-¡Y eso que no sabe la metá de la metá! ¡Qué dramas! ¡Amos, que yo no
-puedo ver esto! Una mujer traspasá por el dolor, una barbería traspasá
-por setecientas pesetas y un servidor traspasao... al arroyo en cuanto
-venga el otro amo. Si yo tuviese valor se lo relataba todo. Porque,
-¿qué hago yo en la calle? Nada, que se lo digo. Allá voy. (<i>Acercándose
-y con voz temblorosa.</i>) Se... se... señá Feliciana.</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—¿Qué te pasa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio</span>.—Que vaya, que quió que lo sepa
-usté todo; que el señor Prudencio, a espaldas de usté y con objeto de
-allegar recursos pa irse con la Antoñita a París, le ha traspasao al
-señor Román, (<i>Feliciana se levanta.</i>) por setecientas pesetas, el
-presente salón con tóos los enseres, menos usté y yo, que seremos las
-vítimas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Aterrada.</i>)—¡Jesús! ¿Qué
-dices?</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio</span>.—Lo que usté oye, <i>ce</i> por
-<i>be</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—¡Dios mío!... ¿pero es
-posible?</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio</span>.—<i>Ce</i> por <i>be</i>. Se lo juro a usté
-por la memoria de mi santa madre que está en el pueblo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Exaltadísima.</i>)—¡Basta! ¡Te
-creo! ¡Ese loco es capaz de todo!... ¡Me temía esto! ¡Ay, si no<span
-class="pagenum" id="Page_130">p. 130</span> puedo evitarlo, nos ha
-perdío pa siempre! (<i>Como tomando una resolución repentina.</i>) ¡Acacio,
-la gorra, ponte la gorra!</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio</span>.—¿Y qué hago?</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—Ponte la gorra y vete
-corriendo a la ebanistería de mi hermano y le dices: Señor Leovigildo,
-de parte de la señá Feliciana que vaya usté a la barbería en seguida pa
-una cosa mu grave. Vuela.</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio</span>.—Comprendido. Un momento. (<i>Entra
-primera izquierda y sale en seguida.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—¡Quién sabe si todavía
-podremos evitar esta ruina! ¡Corre por Dios, Acacio! (<i>Vase Acacio
-foro.</i>) ¡Virgen del Carmen! ¡Qué locura! ¡Ay, Dios mío, que yo no sé
-lo que me pasa! Pero güeno; no hay que amilanarse; pa estas ocasiones
-es el carácter. ¿Traspasar el salón, eh?... ¡Ni a pedazos, ni con el
-Juzgao, ni hecha harina me sacan de aquí! ¡Lo juro! Y en este mismo
-instante se han acabao los toreros y las divetes... pero pa siempre.</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Dentro, cantando.</i>)</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Retírate por Dios, Pepito...</div>
- <div class="verse indent0">Retírate por Dios, que grito...</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Que se exalta más al oir a su
-hija.</i>)—¡Sí, canta, canta... so gamberra! ¡Ya te daré yo a ti Pepito!
-(<i>Llamando.</i>) ¡Antoñita! ¡Antoñita!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Dentro.</i>)—¡Madre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—Ven aquí, sal.</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—Estoy ensayando.</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—Sal, rica, sal, que te voy a
-dar un <i>repaso</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Saliendo.</i>)—Oiga usté,
-madre, ya he cogido un cambio de tono pa darle más picardía, misté.
-(<i>Cantando.</i>)</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Retírate por Dios...</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Furiosa.</i>)—¡Retírate de mi
-vista o te desuello, so tunanta!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_131">p. 131</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Huyendo atemorizada.</i>)—¡Uy,
-por Dios! ¿pero qué es eso?</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Que como te oiga yo rebuznar
-otra vez u me vuelvas a cantar un tango, es el último día de tu vida,
-¡so bribona! ¡Y arza, ahora mismo a ponerte el mantón, que vas a volver
-en cá la modista!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Con espanto.</i>)—¡Cómo en cá la
-modista!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—¡Yo, yo te voy a llevar de una
-oreja! (<i>Todo esto con gran energía.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—¿Pero está usté loca? ¡Una
-<i>meso-soplano</i> quitando hilvanes!... ¡En seguida!... ¡No señora; no,
-señora, y no, señora!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—¡Ah, sí! ¿Y te vuelves contra
-mí? ¡Te voy a arrancar la piel, so tunanta, bribona, holgazana!
-(<i>Persiguiéndola furiosa.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Huyendo asustada.</i>)—¡Ay, ay,
-ay! ¡Casildo! (<i>A grandes voces.</i>) ¡Padre! ¡Ay, que me quié pegar!
-¡Casildo! ¡Casildo!</p>
-
-
-<h4>ESCENA VIII</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichas</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Casildo</span> <i>primera izquierda, interponiéndose entre
-las dos</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>Con solemnidad.</i>)—¡Chits!
-¡Quietuz!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—¡La mato! (<i>Casildo la
-contiene.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo</span>.—¡Parsimonia! ¿Óbice de la
-reyerta?</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—Y tó por no quererse morir una
-iznorada en esta porquería de casa, entre pelos y navajas, ¡eso es!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—¿Porquería, eh?... ¡Ya te daré
-yo a ti porquería!</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo</span>.—Señora madre... El libre
-albedrío de los hijos es tan respetable como la...</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_132">p. 132</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Rabiosa.</i>)—¿Y qué has
-hecho tú del mantón que te llevaste anoche, so golfo? ¡Dilo, dilo en
-seguida!</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo.</span>—¡No entremezclemos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¿Lo has empeñao, verdá? Lo
-mismo que los pendientes de la semana pasá y los juegos de cama de hace
-quince días... ¿Y pa eso quiés la turomaquia? Pa dejar tu casa sin un
-trapo y vengan borracheras y malas compañías y vagancia y perdición,
-¿no es eso? Pues ea (<i>Sujetándole por la solapa.</i>) ¡se acabó el toreo
-y mañana a la imprenta a ganarte honradamente una peseta! ¡Porque yo
-quiero! ¿Lo oyes? ¡Porque yo lo mando! (<i>Le zarandea.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo.</span>—¡Del dicho al hecho hay que
-tomar el tranvía!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Ya frenética.</i>)—¡El tranvía!
-¡Vaya, pues ahora mismo! ¡Ya me se ha llenado a mí el costal de ganas!
-(<i>Furiosísima.</i>) ¡Lo vas a ver! (<i>De un tocador de la derecha coge unas
-tijeras.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Atemorizada.</i>)—¡Pero,
-madre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>Con extrañeza y
-terror.</i>)—Señora madre...</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Frenética.</i>)—¡Córtate esa
-coleta inmediatamente!</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>Aterrado.</i>)—¡Rediez! ¿Pero qué
-dice usté? ¿Que me ampute?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¡Córtate esa coleta he
-dicho, o por la sangre de mis venas que te deshago, so granuja! ¡En
-seguida!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>De rodillas,
-suplicante.</i>)—¡Ay, madre, la coleta no!</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo.</span>—¡Que me suelte usté, que no!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¡Que no! ¡Yo te la cortaré, so
-vago, tunante, infame! (<i>En un arranque de fiereza le hace inclinarse
-contra el suelo y le corta la coleta de un tijeretazo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>Durante la lucha.</i>)—¡No, madre!
-¡Mi porvenir! ¡Por Dios!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Tirando la coleta al suelo
-después de cortársela.</i>)—¡Así, fuera porquerías!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_133">p. 133</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo</span>.—¡Rediez! (<i>Tocándose la cabeza y
-en el colmo del terror.</i>) ¡¡Me la ha cortao!!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Con horror.</i>)—¡Se la ha
-cortao!</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>Tirado en el suelo y dando un
-grito desgarrador.</i>)—¡¡Padre!!</p>
-
-
-<h4>ESCENA IX</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Prudencio</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Entra corriendo asustado por
-los gritos.</i>)—¿Qué pasa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>Sentado en el suelo con
-desaliento y señalando la coleta.</i>)—¡Me la ha cortao!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Señalándola también.</i>)—¡De
-raíz!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Cogiéndola y con inmenso
-pavor.</i>)—¿La coleta? ¿Quién?</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Empuñando valientemente las
-tijeras.</i>)—¡¡Yo!!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Aterrado.</i>)—¡Ah! ¡¡Tú!!
-¡¡¡Tú!!! ¿Pero tú sabes lo que has quitado de la cabeza a tu hijo, so
-imbécil?</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—¡Una tontería! (<i>Con
-desprecio.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Frenético.</i>)—¡Ea! ¡Esta
-bestialidad colma la medida! Y puesto que te opones bárbaramente a que
-tus hijos lleguen a la gloria que Dios les destina, me los llevo de
-aquí. ¡Nos vamos de esta casa! ¡No aguanto más!</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA X"><span class="pagenum" id="Page_134">p.
-134</span>ESCENA X</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos, Leovigildo</span>
-<i>y</i> <span class="smcap">Acacio</span> <i>de la calle</i>; <span
-class="smcap">Parroquiano</span> 2.º</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio</span> (<i>Que entra corriendo.</i>)—¡Aquí
-está, aquí está su hermano de usted!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—Leovigildo, Leovigildo, ven,
-escucha...</p>
-
-<p><span class="smcap">Leovigildo</span> (<i>Entrando.</i>)—Lo sé todo.
-Silencio. Me lo ha contao Acacio en el camino. (<i>A Prudencio.</i>) ¿Pero,
-qué has hecho, so insensato? ¿Pero es de veras que has traspasao la
-barbería?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—¡Sí, señor! ¡La he traspasao
-porque estoy cumpliendo un sacrosanto deber! (<i>Enseñándole la coleta.</i>)
-¡En cambio, mira la mutilación bárbara que le ha hecho ese cernícalo a
-este monumento! (<i>Enseñándole la cabeza de Casildo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Leovigildo</span>.—¿Y le llamas monumento a una
-cebolleta?</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—¡La cebolleta lo será usté!</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo</span>.—¿Qué dirá el Ciruqui? (<i>Con voz
-llorosa.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Leovigildo</span>.—¡Prudencio, vuelve en ti,
-reflexiona!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—No tengo na que reflexionar.
-Nos vamos de esta casa. Estoy decidido.</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—Sí, señor; vámonos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo</span>.—Nos vamos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>A Leovigildo.</i>)—¿Pero estás
-oyendo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—Y conste, que te echarán de la
-barbería.</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Con furia.</i>)—¡No hay
-quién!</p>
-
-<p><span class="smcap">Leovigildo</span>.—No la echarán, porque
-yo desharé el traspaso devolviendo al señor Román las setecientas
-pesetas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—Haz lo que gustes. Mandaremos
-por la<span class="pagenum" id="Page_135">p. 135</span> ropa. ¡Hijos
-míos, la gloria nos llama! Yo os llevaré a ella. Vámonos de aquí.</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—¡Madre, no sea usté tonta y
-véngase usté a la gloria!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—¡Prudencio, por Dios, mira lo
-que haces!... ¡Mira que si sales por esa puerta!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—¡Es mi deber! ¡Adiós pa
-siempre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—¡Adiós, madre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo</span>.—¡Qué dirá el Ciruqui! (<i>Vanse
-los tres foro.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Llamándolos
-acongojada.</i>)—¡Prudencio!... ¡Hijos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Leovigildo</span> (<i>Sujetándola.</i>)—¡Quieta!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Llorando amargamente.</i>)—Pero,
-¡si se van!</p>
-
-<p><span class="smcap">Leovigildo</span> (<i>Con energía.</i>)—¡Deja que se
-vayan! ¡Muérdete el corazón, pero tú aquí, a conservar la libreta! ¡Es
-tu deber serio y honrao! ¡Que se vayan! Pué que sea mejor; así probarán
-dónde está la verdá, si en las ilusiones tontas, o en el trabajo
-humilde y verdadero. ¡Y poquitas lágrimas!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—Es verdá. Tiés razón. Ellos lo
-quieren; ¡que Dios los ampare! (<i>Sin dejar de sollozar.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Parroquiano</span> 2.º (<i>Entrando.</i>)—¿Me pueden
-afeitar?</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—Sí, señor. Acacio, afeita a
-este caballero.</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio</span>.—Pase aquí. (<i>El Parroquiano se
-sienta en el tocador de la izquierda y Acacio le afeita.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Leovigildo</span>.—Y tú, a tu trabajo, como si
-tal cosa. Voy a hablar con el señor Román. Vuelvo en seguida.</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—Gracias, Leovigildo. Pero,
-¡esos hijos!... ¡ingratos!... ¡sin mí!... (<i>Llorando.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Leovigildo</span>.—Adentro, a lo tuyo, y calma.
-(<i>La lleva hasta primera izquierda.</i>) ¡Hasta luego! (<i>Vase foro. Acacio
-queda afeitando al parroquiano y limpiándose las lágrimas.—Cae el telón
-pausadamente.</i>)</p>
-
-
-<div class="chapter">
-<p class="mt2"><i>Empieza un preludio en la orquesta, y al terminar el
-motivo del tango, se levanta la cortina y aparece<span class="pagenum"
-id="Page_136">p. 136</span> un telón blanco, y, pegado en él, un gran
-cartel de color que dirá</i>:</p>
-</div>
-
-<div class="cartel">
-
- <p class="centra fs120 ws1 mt05">SALÓN MADRILEÑO</p>
-
- <hr class="tir" />
-
- <p class="centra ws1">Debut sensacional en la cuarta función</p>
-
- <hr class="tir" />
-
- <p class="centra fs150 ws1">LA BELLA ANTOÑITA</p>
-
- <p class="centra fs75 ws1 mt05">mono-cuple tanguista</p>
-
- <p class="centra g1 ws1 mt05">NUEVA ESTRELLA</p>
-
- <p class="dcha ws1 mt1">No faltéis</p>
-
-</div>
-
-<p class="mt1"><i>Al terminar el preludio, se alza el telón del anuncio y
-aparece el</i></p>
-
-
-<h3>CUADRO SEGUNDO</h3>
-
-<p class="donde">La escena representa el escenario de un salón
-«Music-Hall» visto de costado. El telón de boca del supuesto escenario
-figura estar al lado izquierdo del verdadero, ocupando desde la
-se<span class="pagenum" id="Page_137">p. 137</span>gunda caja hasta el
-foro, y, por consecuencia, el foro simulado ocupa iguales términos a la
-derecha. Los bastidores de este escenario se verán de canto, ocupando
-el centro de la escena, a distancias simétricas y con varales de luz
-tras ellos. En primer término, a la izquierda y cerca del supuesto
-telón, la taquilla de la luz eléctrica. A la derecha una puerta
-practicable, que se supone da a un pasillo, con cuartos de artistas. La
-decoración supuesta será una selva.</p>
-
-
-<h4>ESCENA PRIMERA</h4>
-
-<p class="quienesj"><i>Al hacerse la mutación aparecen dos o tres</i> <span
-class="smcap">Carpinteros</span> <i>acabando de colocar la decoración.
-El</i> <span class="smcap">Electricista</span> 2.º <i>colocando bombillas
-de luz en los varales. El</i> <span class="smcap">Electricista</span>
-1.º <i>manipulando en la taquilla de la luz.</i> <span
-class="smcap">Rodríguez</span>, <i>representante de la empresa, mirando
-por el agujero del telón.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Carpintero</span> 1.º (<i>A los otros.</i>)—¡Amos,
-rediez, que sus dormís! (<i>Mirando hacia las bambalinas y con voz más
-fuerte.</i>) Manolo, pon el foro.</p>
-
-<p><span class="smcap">Una voz</span> (<i>Desde arriba.</i>)—¿El japonés?</p>
-
-<p><span class="smcap">Carpintero</span> 1.º—No, hombre, la selva.
-(<i>Cae desde arriba un telón que ventea el Carpintero 1.º, colocándolo
-en su sitio.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Electricista</span> 2.º (<i>Al primero.</i>)—¿Qué luz
-se le da a la debutanta?</p>
-
-<p><span class="smcap">Electricista</span> 1.º—P’al tango dicen que la
-demos el rojo; pa los <i>coplés</i> la daremos el verde.</p>
-
-<p><span class="smcap">Electricista</span> 2.º—Pues prueba a ver.</p>
-
-<p><span class="smcap">Electricista</span> 1.º (<i>Dando luz
-verde.</i>)—¿Va?</p>
-
-<p><span class="smcap">Electricista</span> 2.º—Sí, apaga. (<i>Se apaga la
-luz verde.</i>)</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA II"><span class="pagenum" id="Page_138">p.
-138</span>ESCENA II</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Empresario</span>, <i>que sale primera derecha</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Empresario</span> (<i>Con acento
-catalán.</i>)—“¡Rodrígues! ¡Rodrígues!”</p>
-
-<p><span class="smcap">Rodríguez</span> (<i>Deja de mirar por el telón.
-Habla con acento andaluz.</i>)—¿Qué quié osté?</p>
-
-<p><span class="smcap">Empresario</span>.—Oiga, miri, que se dé la
-entrada a escape y curriendo, ¿sabe? ¡Que vamos con una mica de retraso
-y me tengo al ispetor detrás de las urejas!</p>
-
-<p><span class="smcap">Rodríguez</span>.—Oiga osté, ¿y qué tar de
-gente, don Manué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Empresario</span>.—Va a haber un llenaso de
-bote en bote. Pero miri, no es estraño: cuarta sesión y debut... ¡as
-claro!</p>
-
-<p><span class="smcap">Rodríguez</span>.—Y qué, ¿ha visto osté vestía a
-esa niña?</p>
-
-<p><span class="smcap">Empresario</span>.—Ahora vengo de su <i>camarino</i>,
-y qué quiere que le diga, como mona es mona.</p>
-
-<p><span class="smcap">Rodríguez</span>.—Pero oiga osté, que yo la he
-visto ensayar esta tarde y... (<i>Gestos de duda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Empresario</span>.—Miri, miri, déjese de
-cuentos; el caso es que da un lleno, que es lo que se buscaba, y si la
-matan que la maten, ¿sabe? A nosotros, ¿qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Rodríguez</span>.—En eso tié osté rasón.</p>
-
-<p><span class="smcap">Empresario</span>.—Lu que se busca, y nada
-más... ¡hombre! Ande, avise.</p>
-
-<p><span class="smcap">Rodríguez</span>.—Voy allá. (<i>Vase primera
-derecha.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Empresario</span> (<i>Al Carpintero</i> 1.º)—¿Está
-todo listo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Carpintero</span> 1.º—Todo, sí, señor. (<i>Vase el
-empresario por el foro. Suena fuera un timbre eléctrico.</i>)</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA III"><span class="pagenum" id="Page_139">p.
-139</span>ESCENA III</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Polinio</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Prudencio</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio</span> (<i>Sacando casi en brazos a
-Prudencio.</i>)—¡Vamos, hombre! ¡Pero no te pongas así! ¿Pero qué te
-pasa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Temblando de miedo y con voz
-acongojada.</i>)—¡Ay, Polinio! ¿Que qué me pasa?... ¡Pues que a medida
-que va llegando la hora del debut de mi hija, me se está poniendo un
-amargor de boca, y tengo un vacío de estómago que me muero! ¡Mira cómo
-tiemblo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¿Pero hombre, qué has hecho de
-aquellos bríos?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Ay, no sé, no sé! ¡Ay,
-Polinio de mi alma, oye! ¿Tú crees en serio que gustará la chica?</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Pues no ha de gustar! La chica
-es un asombro de gracia. ¿Qué digo un asombro? ¡un aspaviento!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Con voz entrecortada.</i>)—¡Ay,
-Polinio, no te choque esta emoción! Tú no sabes lo que es ver a una
-celebridad y decir: ¡eso es un engendro mío!</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Me lo explico! Y además que
-comprendo tu miedo; porque si por una de esas cosas, que no lo mande
-Dios, la chica no gustase...</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Calla, hombre! (<i>Aterrado y
-nervioso le da un puñetazo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡No, si hablo en <i>pletérito!</i>
-¡Calcúlate tu situación! Sin dinero y sin barbería; porque aunque tu
-mujer siga con ella, con la Feliciana no hay que contar.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Como que ayer me la encontré,
-me miró el saqué, se echó a reir y me volvió la cara!... ¡figúrate!
-(<i>Se oye un gran rumor detrás del supuesto<span class="pagenum"
-id="Page_140">p. 140</span> telón, rumor que remeda con la mayor
-exactitud al del público cuando invade un teatro: escúchanse
-entre el natural vocerío estas frases:</i> ¡Acomodador... a ver mi
-asiento!—¡Caramelos y bombones!—¡El <i>Heraldo</i>!... <i>Sin cesar en
-absoluto, se atenúan los rumores del público supuesto, para que no se
-pierda el diálogo.</i>) ¡Ay! ¿oyes? ¿qué ruido es ese? ¿qué pasará? ¿qué
-es? (<i>Impaciente.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—Voy a ver. (<i>Se acerca, mira por
-el agujero del telón y dice con mucha alegría.</i>) ¡La gente, la gente
-que entra!... ¡Ya están entrando!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Asustado y
-tembloroso.</i>)—¿Entran ya? ¡Ay! ¡ay, qué emoción!</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio</span> (<i>Que sigue mirando.</i>)—¡Y qué
-buen público! ¡Va a estar lleno!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Ay! ¡Aquí quisiá yo ver a
-la Feliciana, a ese ser egoísta y bárbaro, que estará a estas horas
-roncando en su cama muy tranquila! ¡Ay, qué temblor! ¡Ay, que no creí
-que era esto tan emocionante! (<i>Se escuchan bastoneos y muestras de
-impaciencia en el público.</i>) ¡Oye!... (<i>Los dos atienden.</i>) ¿Qué pasa
-ahora?</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Que se cansan de esperar! ¡Como
-no empiezan!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Ay, pues que empiecen, que
-empiecen!... (<i>Muy nervioso, y recorriendo el escenario dice a grandes
-voces.</i>) ¡Que empiecen! ¡Que empiecen!</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio</span> (<i>Conteniéndolo.</i>)—¡Calla,
-hombre!</p>
-
-
-<h4>ESCENA IV</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span>
-<i>y</i> <span class="smcap">Rodríguez</span>; <i>luego</i>
-<span class="smcap">Antoñita</span>; <i>después</i> <span
-class="smcap">Empresario</span> <i>y luego el</i>&nbsp;<span
-class="smcap">Inspector</span>; <i>por último,</i> <span
-class="smcap">Trianón</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Rodríguez</span> (<i>Saliendo. A Prudencio.</i>)—¿Y
-la Antoñita?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Ya debe estar; ya debe estar
-vestida!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_141">p. 141</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Rodríguez.</span>—¡Voy a avisarla, que empieza
-ella! (<i>Acercándose a la puerta derecha.</i>) ¡Antoñita! ¡Antoñita!
-(<i>Llamando a voces.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Dentro.</i>)—¡Voy, voy en
-seguida!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Ay, Polinio, llegó el
-momento! ¿Qué será de nosotros?</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Ánimo, Prudencio! ¡El porvenir
-es tuyo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Rodríguez</span> (<i>Asomándose por el agujero
-del telón.</i>)—¡Molina, la sinfonía! (<i>Se oye a poco un vals al piano.
-Antoñita sale por la puerta de la derecha, vestida de “coupletista”,
-con un traje corto, verde y rosa, de muy mal gusto; lleva muchas flores
-en la cabeza; saca en la mano un sombrero cordobés. Viene radiante de
-alegría.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Ya estoy! ¿qué les paece a
-ustedes el trajecito? (<i>Contoneándose muy satisfecha.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Precioso! ¡Una monada! ¡Una
-divinidaz!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Oye, ¿no será demasiao verde
-pal público?</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Enfadada por la
-observación.</i>)—¡Qué va a ser! ¿Usté qué sabe? ¡Ya verá usté en cuanto
-me vean qué murmullo! ¡<i>Pal</i> teatro cosas vivas! ¡En vestir las voy a
-dejar a todas así!... (<i>Empequeñecidas.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Sí, hija; si pué que
-tengas razón. Pero yo es que ya no veo de miedo. ¡Mira qué temblor!
-(<i>Enseñándole la mano temblorosa.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Enfadada.</i>)—¡Caramba, padre!
-¡pero qué pesao está usté con el miedo! ¡Jesús! que lo tuviese yo,
-güeno; ¿pero usté?... ¡Si sabré yo lo que va a pasar! ¡Un delirio en
-cuanto me vean y me oigan! y es que lo mismo me se da a mí del público
-este que del del Real, que el de cualsiquier lao. La cuestión pa gustar
-es atractivo, y desenvoltura, y cosas modernistas... ¡y déjeme usté a
-mí!... ¿Que todas saludan de esta manera? (<i>Hace un saludo vulgar.</i>)
-¡Pues yo así!... (<i>Hace un saludo raro moviendo la cabeza hacia la
-izquierda muy rápidamente y con<span class="pagenum" id="Page_142">p.
-142</span> una sonrisa más rara que el saludo todavía.</i>) ¡que tié
-más novedad! ¡y con esto y dos o tres ademanes que ha estudiao una
-servidora, el público en el bolsillo de una servidora!... ¡Va usté a
-verlo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio</span> (<i>Con entusiasmo.</i>)—¿Pero no te
-animas de oirla?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—No; si yo también estoy
-seguro... pero... vaya... es que...</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Paece mentira! ¡Dudar de
-mí!... ¡Si gusto, como gustaré, no le vuelvo a mirar a usté a la
-cara!... ¡Merecía usté tener una hija tonta!</p>
-
-<p><span class="smcap">Rodríguez</span> (<i>Acercándose.</i>)—¡Prevenida
-Antoñita!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Preparándose.</i>)—¡Venga ya!
-(<i>Acercándose a la primera caja.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Rodríguez.</span>—¡Arriba el telón! (<i>Sube el
-telón y se llena de luz el escenario.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Casi llorando.</i>)—¡Ay, cómo me
-ha herido esa luz! ¡Hija mía, Dios te bendiga!</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio</span> (<i>A Antoñita.</i>)—¡Ánimo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Me sobra! (<i>Con
-indiferencia.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Rodríguez.</span>—¡Fuera! (<i>Antoñita sale a
-escena, saluda y se oye un aplauso prolongado. Los personajes que
-están en escena y dos o tres tramoyistas quedan entre cajas de topes y
-arrojes mirando a Antoñita.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¿Lo ves? (<i>Con viva satisfacción
-y abrazando a Prudencio.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Desde escena, sonriendo a su
-padre con disimulo.</i>)—¿Ve usté el efecto del saludo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Qué aplauso! (<i>Muy
-alegre.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Rodríguez.</span>—¡Tenemos una gran <i>clac</i>!
-(<i>Prudencio, indignado, le da un cogotazo. El piano deja oir un tango
-y Antoñita empieza a bailarlo muy mal y con ademanes raros; se pone
-el cordobés y se le cae en dos ocasiones. Se oyen en el público risas
-prolongadas.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Con angustia.</i>)—¡Ay, paece
-que se ríen! ¿Qué será?... ¿Qué es?... ¿Qué es?... ¿Qué es?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Rodríguez.</span>—No sé... ¡voy a ver! (<i>Vase a
-mirar por detrás del foro.</i>)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_143">p. 143</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Nada, que se conoce que hace
-gracia, que gusta!... ¡Que les ha chocao lo del sombrero! (<i>Se acentúan
-las risas en el público y se escuchan toses burlonas.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Ay, Polinio, que paece
-pitorreo! (<i>Lo dice muy azorado.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡No, hombre, qué va a ser!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Sin dejar de bailar se
-acerca a la caja donde está su padre, y al dar una vuelta, dice muy
-rápidamente y con cara de angustia que trueca en seguida en el gesto
-sonriente que pone constantemente al público.</i>)—¡Se me ha desatao una
-cinta! (<i>Habla con gran rapidez.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Recontra! (<i>Aterrado. A
-Antoñita.</i>) ¿Salgo a atártela?</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio</span> (<i>Sujetándole.</i>)—¡No por Dios!
-¿Dónde vas? (<i>Siguen en el público las toses y las risas.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Que se esperen un poco y ven
-y te la ato!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Que baila ya
-azoradísima.</i>)—¡No sé de dónde es!</p>
-
-<p><span class="smcap">Una voz</span> (<i>En el público.</i>)—Pero, ¿quién
-te ha vestido?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡No sigas!... ¡Ven, ven,
-Antoñita!</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Calla, hombre, calla, por Dios!
-¡Que la azaras!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Sin dejar de bailar.</i>)—¡Y me
-se está cayendo una liga!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Dios mío!</p>
-
-<p><span class="smcap">Una voz</span> (<i>Atiplada, del público.</i>)—¡Pero
-si eso es una niñera!</p>
-
-<p><span class="smcap">Otra voz.</span>—¡Asaura!</p>
-
-<p><span class="smcap">Voces.</span>—¡Callarse!</p>
-
-<p><span class="smcap">Otras.</span>—¡Fuera la <i>clac</i>! (<i>Siguen rumores
-fuera.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Bailando cada vez peor y casi
-llorando ya.</i>)—¡Ay, que me muero de angustia!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Éntrate, éntrate y no
-sigas!</p>
-
-<p><span class="smcap">Rodríguez.</span>—¡Deje usté de bailar! ¡El
-cuplé, el cuplé en seguida! ¡Pronto, el cuplé, Antoñita! ¡Valor!
-(<i>Todos hablan a un tiempo, el público grita y patea;<span
-class="pagenum" id="Page_144">p. 144</span> Antoñita, cada vez más
-azorada, hace un desplante ridículo y termina el baile entre carcajadas
-y voces de burlona aprobación. El piano preludia el cuplé.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio</span>.—¡Duro en el cuplé, que te haces
-con el público!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Furioso y a gritos y
-desesperado.</i>)—¡Gritarla, con lo que vale esa criatura! ¡Porque lo
-vale! ¡A qué andar ya con modestias! ¡Lo vale, sí, señor! ¡Lo vale!</p>
-
-<p><span class="smcap">Rodríguez</span>.—¡Calle usté ahora! (<i>Antoñita
-empieza a cantar con voz temblorosa.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—(<i>Cantando.</i>)</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">¡Ay, que me voy a morir!</div>
- <div class="verse indent0">¡y tú me vas a matar!</div>
- <div class="verse indent0">¡Ay!... (<i>Hace un gallo.</i>)</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p><span class="smcap">Una voz</span> (<i>Del público.</i>)—¡Qui-qui-ri-quí!
-(<i>Risa general.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—¡Cochinos! ¡Dejarme salir!...
-¡Cerdos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio</span>.—¡Cállate, Prudencio!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—(<i>Cantando con voz llorosa.</i>)</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">El moreno que me enloquecía</div>
- <div class="verse indent4">se casa pa Mayo,</div>
- <div class="verse indent0">que yo <i>iznore</i>, por Dios, la noticia</div>
- <div class="verse indent4">si no me desmayo.</div>
- <div class="verse indent0">¡Ay, los hombres, mamaíta, mamaíta</div>
- <div class="verse indent4">de mi corazón!</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p><span class="smcap">Una voz</span>.—¡Ande usté a vender décimos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—¡Insúltalos! ¡Ladrones!
-¡Asesinos! (<i>Frenético de ira.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Cantando.</i>)</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">¡Qué embusteros, qué falsos, qué pillos,</div>
- <div class="verse indent4">qué pérfidos son!</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="ti0">(<i>Acercándose.</i>) ¡Ay, padre, que yo estoy muy
-mala!...<span class="pagenum" id="Page_145">p. 145</span> ¡Yo me
-muero! (<i>Intenta cantar otra vez, desafina y se produce un pateo
-formidable, voces e insultos.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Rodríguez.</span>—¡Al <i>Pepito</i>! ¡Al <i>Pepito</i>!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Cantando.</i>)</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Retírate, por Dios, Pepito,</div>
- <div class="verse indent0">retírate, por Dios, que grito.</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p><span class="smcap">Una voz</span> (<i>Del público.</i>)—¡Retírate tú!...
-(<i>Risas, toses, aullidos.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Llorosa, sofocada y
-sin saber lo que hace deja de cantar y grita dirigiéndose al
-público.</i>)—¡Indecentes! (<i>Vocerío espantoso, gritos, imprecaciones. Cae
-el telón. Llorando, acongojada se abraza a Prudencio.</i>) ¡Ay, padre de
-mi alma, que creo que no he gustao!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Sosteniéndola en sus
-brazos.</i>)—¡Pues no has de gustar hija mía!... ¡Han sido dos o tres!...
-¡Morrales! ¡Golfos!... ¡No llores, hija!</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Cálmate, cálmate, Antoñita!
-(<i>Sigue oyéndose fuera un alboroto horrible.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Angustiadísima.</i>)—¡Ay, agua,
-agua, que me ahogo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Suplicante.</i>)—¡Por Dios! ¡Por
-caridad! ¡Un poco de agua!</p>
-
-<p><span class="smcap">Empresario</span> (<i>Saliendo primera derecha
-hecho una fiera.</i>)—¡Nos ha perdido! ¡Insultar al público! ¿Qué ha hecho
-usted?</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio</span> (<i>Con ira.</i>)—¡Qué sabe la
-chica!</p>
-
-<p><span class="smcap">Rodríguez</span> (<i>Sin dejar de mirar por el
-telón.</i>)—¡Y no callan!</p>
-
-<p><span class="smcap">Empresario.</span>—Pero, ¿qué quieren?</p>
-
-<p><span class="smcap">Rodríguez.</span>—¡Rompen las butacas! (<i>Miran
-los dos por el telón.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Ay, a mi casa! ¡Llevarme a mi
-casa! ¡Yo me muero aquí, me ahogo! ¡Vámonos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Inspector</span> (<i>Furioso.</i>)—¡La empresa! ¡A
-ver, la empresa inmediatamente!</p>
-
-<p><span class="smcap">Empresario.</span>—¡Servidor!</p>
-
-<p><span class="smcap">Inspector</span> (<i>Con tono imperativo.</i>)—Es
-necesario<span class="pagenum" id="Page_146">p. 146</span> que
-esta señorita salga inmediatamente a pedir perdón al público,
-inmediatamente.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Frenético de coraje.</i>)—¿Qué?
-¿Mi hija a pedir perdón a esos golfos? ¡Primero me ahorcan!</p>
-
-<p><span class="smcap">Inspector.</span>—O pide perdón, o me la llevo
-detenida inmediatamente.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Detenida mi hija!
-(<i>Furioso.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Sollozando y aterrada.</i>)—¡Ay,
-no por Dios, perdón!... ¡Ay, no padre, detenida no! ¡Ay, que no me
-lleven, por Dios! (<i>Se abraza a su padre como quien se refugia de un
-peligro.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡No hija; me matarán antes!</p>
-
-<p><span class="smcap">Inspector.</span>—Pues que salga
-inmediatamente.</p>
-
-<p><span class="smcap">Empresario.</span>—Sí, hombre, que salga; verá
-usted, si no cuesta nada. (<i>Empujando a Antoñita.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—Sí, hombre, es mejor, déjala.
-(<i>Trata de que Prudencio suelte a su hija, que es zarandeada por unos y
-otros.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Mi hija humillada!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Sí, señor; deje usted, padre,
-saldré! ¡Después de todo, he faltao! Así no se me llevarán, ¿verdá?
-¡Que suban el telón! ¡Ay, sostenerme! (<i>Desfallecida, sin poder casi
-andar.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Rodríguez.</span>—¡Arriba el telón! (<i>Sube el
-telón.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Empresario.</span>—Vamos. (<i>Empujándola.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Sale trémula, cogida a los
-bastidores; al verla el público protesta y grita.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Voces.</span>—Chist... (<i>Imponen silencio.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Entre el hipo amargo de un
-llanto mal contenido.</i>)—¡Re... re... respetable público!... ¡Perdón!
-(<i>Se echa a llorar amargamente y cae arrodillada. Baja el telón en
-silencio.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Sale a cogerla.</i>)—¡Canallas!
-¡Asesinos! (<i>Llorando.</i>) ¡Hija mía! ¡Yo, yo tengo la culpa! ¡Perdón,
-hija mía! ¡Perdóname! ¡Insultarme a mí!... ¡Matarme a mí, si queréis...
-pero a este peazo e mi alma!... (<i>Llora.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Vamos, vámonos! (<i>Sacándolos
-del escenario.</i>)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_147">p. 147</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Empresario.</span>—¡Vaya, fuera, fuera,
-despejar! (<i>Los empuja a un rincón.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Rodríguez.</span>—¡Libre la escena! (<i>Empujando
-a todos.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Ay, sí... nos echan!...
-(<i>Angustiadísima.</i>) Vámonos... ¡pero con mi madre!... ¡Llevarme con mi
-madre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Sí, hija, sí! Polinio, trae
-la ropa en un rebuño.</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio.</span>—¡Voy en seguida! (<i>Vase puerta
-derecha.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Empresario</span> (<i>Empujándolos.</i>)—¡Libre el
-paso! (<i>A Rodríguez.</i>) Que salga la Trianón y les cante la pulga, a ver
-si los contenta.</p>
-
-<p><span class="smcap">Rodríguez.</span>—¡Trianón! ¡Trianón! (<i>Dando
-voces primera derecha.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Trianón</span> (<i>Saliendo.</i>)—Aquí estoy. (<i>Viste
-de cupletista.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Rodríguez.</span>—¡Sugestiva, niña, sugestiva: a
-ver si los amansas!</p>
-
-<p><span class="smcap">Trianón.</span>—Conmigo <i>hocican</i>... Verá osté.
-Arriba er trapo. (<i>Esto último lo dice mirando arriba.—Se levanta
-el telón, se oye el tango, empieza a bailar y se oyen voces en el
-público.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Voces.</span>—¡Esto, esto!... ¡Ahí lo bueno!...
-¡Tu madre!... ¡Olé!... (<i>La Trianón baila de un modo descocado e
-indecente.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Polinio</span> (<i>Sale, puerta derecha, con un
-lío de ropa y el mantón, y se acerca donde están Prudencio y Antoñita
-abrazados.</i>)—¡Vámonos! (<i>En este momento hace la Trianón un desplante y
-el público aplaude, quedando luego en silencio.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Llorando.</i>)—¡Cómo la aplauden
-a esa! ¿Por qué no habré gustao yo así, padre?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Con amargura.</i>)—¿Que por qué
-no has gustao así? ¡Pues porque Dios no me ha querido castigar del
-todo, hija mía! (<i>Salen por detrás del telón del foro. Sigue bailando
-la Trianón y el público jaleándola.</i>)</p>
-
-<p class="mushab"><b>Mutación</b></p>
-
-<hr class="chap0" />
-
-
-<div class="chapter">
- <p><span class="pagenum" id="Page_148">p. 148</span></p>
- <h3>CUADRO TERCERO</h3>
-</div>
-
-<p class="centra fs90">Calle corta de los barrios bajos de Madrid. Es de noche.</p>
-
-
-<h4>ESCENA PRIMERA</h4>
-
-<p class="quienesj"><i>La <span class="smcap">Señá Feliciana</span> dando muestras de impaciencia
-y de extremada curiosidad pasea por la calle envuelta
-en un mantón. Se para, se acerca a menudo al primer
-término izquierda y mira.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—¡Ay, Dios mío! ¡Cuánto tarda
-ese chico! ¿Qué habrá pasao?... ¡Los menutos se me hacen siglos!
-¡Ay, Jesús Nazareno de mi alma, Dios quiera que haiga gustao esa
-chica!... ¡Su padre me creerá tan tranquila roncando en la cama, le
-conozco y llevo un diíta que no sé cómo me tengo en pie!... Porque
-yo lo odio; odio eso de <i>ercenarios</i> y de públicos, bien lo sabe la
-Virgen Santísima, pero así de que recibí el recao de que la chica
-debutaba esta noche, le puse dos velas a la Virgen, le recé un rosario
-y le pedí... ¡paece mentira que se lo pidiera yo!... ¡le pedí que la
-aplaudiesen, que la llenasen el <i>ercenario</i> de flores, de coronas, de
-tóo lo mejor que haiga en el mundo! ¡No por mí, bien lo sabe Dios! ¡Por
-ella, na más que por ella, por su bien y por su alegría! ¡Hija de mi
-alma! (<i>Se seca los ojos con el pañuelo y mira a la izquierda.</i>) ¡Ay!
-¿es aquél?... ¡Sí, aquél es! ¡Gracias a Dios! ¡Acacio!... ¡Aquí, aquí
-estoy! (<i>Llamándole con la mano.</i>)</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA II"><span class="pagenum" id="Page_149">p.
-149</span>ESCENA II</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dicha</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Acacio</span><i>, que sale por la izquierda, con el traje
-descompuesto y con las narices hinchadas; jadeante.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio.</span>—¡Señá Feliciana!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Cogiéndole la mano con gran
-impaciencia.</i>)—¿Qué, qué ha pasao?</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio.</span>—Pu... pu... pues nada, que...</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¿Te has caído?</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio.</span>—¡Yo no!... ¡Ha sido que!...
-¡Espere usté que respire! (<i>Toma aliento.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¿Pero ha gustao la chica?...
-¡Pronto, dilo pronto!</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio</span> (<i>Titubeando y sin saber qué
-decir.</i>)—No... si... la... la chica... como gustar la chica... le diré
-a usté...</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¿Qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio.</span>—Que al principio, sí, señora, ha
-gustao.</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¿Y luego?</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio.</span>—Luego también... ¿sabe usted?...
-Al menos a mí.</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—Bueno, ¿y al público, y al
-público?</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio.</span>—Sí... sí, señora... al público,
-mucho... Sino que aunque ha gustado un poco, yo que usté en cuanto
-llegase a casa, lo que es las dos velitas de la Virgen, ¡puf! ¡puf!...
-(<i>Hace la acción de soplar.</i>) ¡Apagás!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana.</span>—¡Pero, ay, no me asesines!
-¡Habla! ¿Qué es lo que ha sucedío con la chica?</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio.</span>—Pues na; tóo ha sío por culpa de
-uno; un guasón de patillas que estaba en delantera. Verá usté cómo ha
-pasao la cosa. Se alza la cortina, se presenta la Antoñita de verde,
-que estaba pa comérsela, con permiso de usté, y rompo yo sólo en un
-aplauso nu<span class="pagenum" id="Page_150">p. 150</span>trido, y me
-sigue el público; ella, en vez de saludar, hace una cosa así elegante
-con la cabeza, (<i>Imita el saludo de Antoñita.</i>) como si <i>estornudara</i>,
-y va el guasón de las patillas y dice:—¡<i>Jesús</i>!—Y yo digo:—¡<i>Fuera
-ese</i>! y me sigue el público y le echan. Encomienza a bailar la chica, y
-en esto me veo que se la salía una cinta por la abertura de la falda...
-y van, y se ríen las butacas. La Antoñita, algo azará canta, se le va
-una nota que yo no sé si era un <i>re</i> o un <i>sí</i>, aunque creo que <i>sí</i>, y
-al dar el <i>gallo</i>, se armó el <i>maremanun</i> en el público. Risas, toses,
-patadas, ladridos... Ella se sofoca, se echa a llorar, yo aplaudo, me
-sigue el público; les llamo ¡<i>cochinos</i>!... y me sigue el público... me
-sigue el público y me da una paliza en el <i>fuayere</i>, con grabaos en el
-texto como salta a la vista. Y el final no lo he visto. No lo he visto
-por dos razones: primera, porque misté cómo tengo este ojo; y segunda,
-porque me echaron los guardias a la calle; y me he venido corriendo pa
-tranquilizarla a usté como lo hago; porque como gustar, la verdá es que
-la chica ha gustao. ¡Al menos a mí!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Que durante el relato
-anterior expresa con gestos el convencimiento del desastre, dice con
-energía.</i>)—¡Bueno, no me digas más! ¡Lo que yo me temía! (<i>Sigue
-furiosa como hablando consigo misma.</i>) ¿Lo ves, infame, ladrón,
-asesino, mal padre?... ¿Lo ves? ¿Lo estás viendo? ¡Amarga es la
-<i>leción</i>... pero quién sabe si Dios lo habrá hecho! ¿Dónde habrán
-ido?... ¿Qué será de ella?... ¡Pobre hija mía! (<i>Vase derecha.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Acacio</span> (<i>Que ha dicho la anterior escena
-con el sombrero en la mano, intenta ponérselo de varias maneras sin
-conseguirlo.</i>)—¡Rediez con el <i>debutito</i>! ¡Na, que póngame el sombrero
-como me lo <i>póngamelo</i>, me encuentro con una dificultad del tamaño
-de una nuez! No, lo que es como debute otro día, voy de mantilla.
-¡Palabra! (<i>Vase corriendo por la derecha.</i>)</p>
-
-<p class="mushab"><b>Mutación</b></p>
-
-<hr class="chap0" />
-
-<div class="chapter">
- <p><span class="pagenum" id="Page_151">p. 151</span></p>
- <h3>CUADRO CUARTO</h3>
-</div>
-
-<p class="donde">Plaza en los barrios bajos de Madrid. Desembocan en
-ella distintas callejuelas. A la izquierda; en segundo término, una
-puerta practicable cerrada, y sobre ella un rótulo que dirá «Barbería».
-Sobre la puerta cuelgan dos bacías de cartón. Es de noche. Los faroles
-de la plaza y de las callejuelas encendidos. La luna ilumina con suave
-claridad la parte izquierda del escenario.</p>
-
-
-<h4>ESCENA PRIMERA</h4>
-
-<p class="quienesj"><span class="smcap">El Sereno</span> <i>y un</i> <span
-class="smcap">Cafetero</span> <i>ambulante. Al levantarse el telón
-aparece el</i> <span class="smcap">Sereno</span> <i>sentado en un portal
-leyendo un periódico a la luz del farol. Se oye a lo lejos el pregón
-del</i> <span class="smcap">Cafetero</span>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Cafetero</span> (<i>Hablado con música.</i>)—¡Cafeeé
-calienteeeé!... ¡Cafeeé!... (<i>Sale a escena.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Sereno.</span>—¡Hola, tú!</p>
-
-<p><span class="smcap">Cafetero.</span>—¡Adiós, Pepe!</p>
-
-<p><span class="smcap">Sereno.</span>—Échate un vasito.</p>
-
-<p><span class="smcap">Cafetero</span> (<i>Sirviéndole.</i>)—¡Vaya una helá
-que está cayendo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Sereno.</span>—¡Anda, que de peores han de caer!
-¡Ahora escomienza el invierno! (<i>Bebe el café.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Voz</span> (<i>Lejos.</i>)—¡Serenooó!</p>
-
-<p><span class="smcap">Sereno</span> (<i>Fuerte.</i>)—¡Vaaá!... (<i>Pagando.</i>)
-¡Toma! (<i>Vase foro izquierda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Cafetero.</span>—¡Hasta mañana! (<i>Vase foro
-derecha.</i>) ¡Cafeeé calienteeé... cafeeé!</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA II"><span class="pagenum" id="Page_152">p.
-152</span>ESCENA II</h4>
-
-<p class="quienesj"><i>El</i> <span class="smcap">Señor Prudencio</span>
-<i>y</i> <span class="smcap">Antoñita</span>. <i>Al desaparecer el</i> <span
-class="smcap">Cafetero</span>, <i>aparecen por el extremo de la calle del
-foro el señor Prudencio, embozado en su capa y Antoñita, arrebujada en
-un mantón, con una toquilla en la cabeza y un lío de ropa en la mano.
-Andan vacilantes y como temerosos de llegar a la barbería</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Llorosa y sosteniéndose en el
-brazo de su padre.</i>)—¡Ay, padre de mi alma, yo no puedo más!... ¡Tengo
-un temblor y un frío!... ¡Yo no me muevo de aquí! (<i>Se sienta en el
-quicio de una puerta al lado de la barbería.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Muy conmovido.</i>)—Pero oye,
-rica, ¿por qué no nos vamos en cá el señor Polinio, donde estábamos, y
-mañana de día vienes tú solita?</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Ay, no, padre; no se empeñe
-usté! ¡Yo estoy muy mala! ¡Yo quiero subir a casa! ¡Yo no estoy fuera
-de mi madre ni un <i>menuto</i> más, no señor!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Pero no comprendes, hija,
-que después de lo que nos acaba de pasar y siendo tu madre dueña de
-la barbería, yo ya no puedo entrar ahí más que a que me pelen? ¡y
-carcúlate si me coge tu madre, me rapa!... ¡y con razón!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Ay, qué temblor!
-(<i>Tiritando.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Llamaremos al sereno y entras
-tú, ¿quieres? ¡Yo... yo voy a dar un paseo!... (<i>Llorando.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Se levanta y le abraza.</i>)—¡No,
-padre; por Dios! ¿cómo se va usté a ir?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Pero con qué cara entro yo,
-si esa casa ya no es nuestra, Antoñita?</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—La casa no será de usté, pero
-es de mi madre, y mi madre es mía, y usté también es mío; y yo la
-hablaré, y verá usté cómo no nos echa; porque<span class="pagenum"
-id="Page_153">p. 153</span> si nos echara, ¿dónde vamos a media noche y
-con la <i>helá</i> que está cayendo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Hija de mi alma!... ¿tienes
-frío?</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span> (<i>Llorando.</i>)—¡Ay! ¿por qué no
-habré gustao, padre?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡No, si has gustao, hija!...
-¿pero crees que no has gustao?... ¡ya lo creo que sí!... sino que...
-vamos... te ha faltao eso que... ¿Quiés mi capa, hija? ¿Estarás helá
-con ese traje?</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—No. Misté qué lástima, ¡se me
-ha roto todo! (<i>Enseña el traje roto.</i>) ¡Pero el frío lo tengo en los
-huesos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Con ira, señalando a la
-barbería.</i>)—¡Y esa madre infame y egoísta, ahí dentro, roncando!...
-¡miserable!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Ay!... ¡mire usté! (<i>Asustada
-mirando al foro.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Qué es? (<i>Volviéndose.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—Dos hombres. (<i>Aparecen en
-el foro discutiendo el Ciruqui y el Repollo Chico.</i>) ¿Me querrán
-coger por lo del teatro? Arrímese usté... tengo miedo. (<i>Prudencio la
-abraza.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA III</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span>, <i>el</i> <span
-class="smcap">Ciruqui</span> <i>y el</i> <span class="smcap">Repollo
-Chico</span>, <i>que salen del foro, se acercan a la barbería, se fijan
-en el grupo y saludan</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Ciruqui</span> (<i>Acercándose.</i>)—¡Güena noche!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—(¡Calla! ¡Paece la voz del
-Ciruqui!) (<i>Alto.</i>) Ciruqui, ¿eres tú?</p>
-
-<p><span class="smcap">Ciruqui.</span>—¡Pa servirle, no asustarse!</p>
-
-<p><span class="smcap">Repollo.</span>—¡Y un servidó!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Con el Repollo Chico! (¡La
-cuadrilla de tu hermano!)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_154">p. 154</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—(¿A qué vendrán?)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Y qué os trae por aquí a
-estas horas?</p>
-
-<p><span class="smcap">Ciruqui.</span>—Pos na, que viníamos a jasele
-una rasón a la señá Felisiana de parte de Casirdo y se la <i>jaremo</i> a
-osté, que mejó será. ¿No? (<i>Al Repollo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Repollo.</span>—Sí (<i>Muy seco.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Pues qué pasa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Repollo</span> (<i>A Ciruqui.</i>)—(Díselo en
-frazmentos. ¿No?)</p>
-
-<p><span class="smcap">Ciruqui.</span>—(Sí.) (<i>Titubeando.</i>) Pué lo que
-pasa es que... Casirdo ¿sabe osté?... pué ha toreao esta tarde.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Mi hijo! ¿Ha toreao? (<i>Muy
-alegre.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Repollo</span> (<i>Con tristeza.</i>)—Un ratito.</p>
-
-<p><span class="smcap">Ciruqui.</span>—Y como Casirdo e como e, que
-ya sabe osté como e, dijo dise, puesto que esta noche <i>drebuta</i>
-mi hermaniya, si le digo a mi pare que atoreo, le doy un día de
-acongojo... ¡y se lo cayó er probetiyo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Pobre hijo mío! (<i>Con cara
-radiante.</i>) Y qué, ¿habrá quedao como los ángeles? (<i>Los toreros se
-miran.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Ciruqui.</span>—¿Como los ángeles? (<i>Mira al
-cielo.</i>) ¡Por ahí, por ahí!</p>
-
-<p><span class="smcap">Repollo</span> (<i>Mirando al cielo
-también.</i>)—¡Más arto!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Cambiando en gesto de terror
-la expresión alegre de su cara.</i>)—¡Recontra! ¿Qué decís?</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Ay mi Casildo! (<i>Llora.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Ay mi hijo! ¡Ay, Ciruqui,
-habla! ¿Muerto?... ¿herido?... (<i>Interroga con ansia horrible.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Ciruqui.</span>—Una mijita meno. Carmarse.</p>
-
-<p><span class="smcap">Repollo.</span>—¡Cuéntalo tó!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Sí, cuenta, cuenta...
-(<i>Impaciente.</i>) ¿qué le ha ocurrido?</p>
-
-<p><span class="smcap">Ciruqui.</span>—Pos na... fué en su segundo. Era
-un berrendo en negro, gordo, de Palha... ¡Palha tenía que ser! ¡Mardita
-sea su casta, que le tengo yo un asquito a esos bichos!... Coge Casirdo
-los trastos, se va ar toro, y ar da er quinto pase, lo empitona, se lo
-sacude, ¡y a la armósfera!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Dios mío!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_155">p. 155</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Qué horror!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ciruqui.</span>—Y esto sería a las cinco y
-media... güeno, pos no le gorvimo a ve hasta las ocho y cuarto.</p>
-
-<p><span class="smcap">Repollo.</span>—¡Con desile a osté que bajó ya
-vendao!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Virgen Santa!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Y dónde tiene la cornada?</p>
-
-<p><span class="smcap">Ciruqui.</span>—No, corná no tié denguna. Ha
-sío una palisa na má, sino que ha sío una de esa ¡de órdago! ¿No? (<i>Al
-Repollo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Repollo.</span>—¡Ha sío un <i>cúmulo</i>!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Y dónde está? ¿dónde está mi
-hijo?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Ciruqui.</span>—Pues ahí se queó en un cafetín
-hasta sabé si su mare quié recibilo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Vamos, vamos por él!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Sí. ¿Dónde? ¿Dónde es?</p>
-
-
-<h4>ESCENA IV</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Casildo</span>, <i>que viene por el foro cojeando, con la
-cabeza vendada y un brazo en cabestrillo</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>Con voz llorosa.</i>)—¡Padre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ciruqui.</span>—<i>¡Erse-lomo!</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Hijo mío! (<i>Van a abrazarle
-Prudencio y Antonia y huye.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>Con terror.</i>)—¡No; no
-apretarme! ¡Ay, ay, qué dolores!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Qué tienes?</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¿Qué ha sido?</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo.</span>—¡Ay, padre, que yo no toreo más!
-(<i>Llorando.</i>) ¡Que no toreo más!</p>
-
-<p><span class="smcap">Ciruqui.</span>—¡Vaya, pues nosotros... con
-permiso!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Gracias por todo, hijos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Repollo.</span>—Aliviarse y que no sea na.
-(<i>Mutis los toreros foro.</i>)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_156">p. 156</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Dónde te duele, hijo de mi
-alma, dónde?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo.</span>—¡Me duele <i>en el total</i>, padre!
-¡Ay, qué dolores!... (<i>Mirando a su hermana.</i>) ¿Y qué... y ésta cómo ha
-quedao?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Pues por el estilo. ¡Le ha
-tocao un publiquito de Palha también!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita.</span>—¡Podíamos estar en la cárcel,
-conque no te digo más!</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo</span> (<i>Con desconsuelo.</i>)—¡Dios mío!
-¿De manera que ya no se van ustés a París?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Con viveza y furia
-imponente.</i>)—¿A París?... ¡Maldita sea su vida!... ¡Si yo cogiera
-alguna vez al ladrón aquel del Carpanta, que fué el que me metió en el
-jaleo y el que me ha traío esta ruina y esta tristeza, te juro que!...
-(<i>Amenazador y furioso.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe</span> (<i>Desde lejos
-pregonando.</i>)—¡Chuletas de huerta! ¡Chuletaas!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Recontra! (<i>Con asombro.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo.</span>—¡Paece su voz!
-(<i>Atendiendo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Que humean!... ¡Chuletaas!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Él es! (<i>Se acerca a la
-primera derecha y llama a voces.</i>) ¡Carpanta! ¡Carpanta!</p>
-
-
-<h4>ESCENA V</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Pepe el Carpanta</span> <i>por la primera derecha con una
-cesta</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe</span> (<i>Saliendo.</i>)—¿Quién?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¡Carpanta! ¡Maldita sea! (<i>Le
-amenaza.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe.</span>—¡Prudencio! ¡Tú! ¡Ay, Prudencio de
-mi alma, mátame si quieres!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—Pero oye: ¿cómo es esto? ¿No
-estabas en París?</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_157">p. 157</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe</span>.—Sí, Prudencio. Allí estuve y de
-allí vengo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio.</span>—¿Pues qué te ha pasao?</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe</span>.—¿Que qué me ha pasao?... Pues que a
-mi mujer y a mi hija me las encontré que estaban de una conformidad...
-que ya sabes tú que yo siempre he sido un fresco; bueno, pues pa ver
-lo que veía y aguantarlo, tenía que ser completamente <i>glacial</i>, y a
-<i>frapé</i> no hay padre que llegue. Las dejé y me volví.</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—¡Pobrecito! ¿De manera que se
-ha quedao usté solo en el mundo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe</span>.—¡Solo, no, con patatas! (<i>Señalando
-la cesta.</i>) Me he vuelto a agarrar a la cesta, y poco es una peseta,
-pero al menos se duerme tranquilo. ¿Y vosotros, qué hacéis?</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Señalándole a los
-hijos.</i>)—Pues mira el <i>espetáculo</i>; ésta recién gritada, éste recién
-cogido y yo recién ambas cosas; con la barbería perdida y sin
-atreverme a implorar de la Feliciana la miaja de acobijo que tanto
-despreciábamos.</p>
-
-
-<h4>ESCENA ÚLTIMA</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span>, <span
-class="smcap">Feliciana</span> <i>y el</i> <span class="smcap">Sereno</span>
-<i>por el foro</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Dentro, llamando.</i>)—¡Pepeee!
-¡Serenooo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—¡Ay, callarse! ¿Esa voz?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—¡Es mi madre! (<i>Con
-alegría.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo</span>.—¡Ella es!</p>
-
-<p><span class="smcap">Sereno</span> (<i>Dentro y desde
-lejos.</i>)—¡Vaaa!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—¡Ay, en cuanto nos vea! ¡Pero
-ella fuera e casa! ¿A qué habrá salido? (<i>Carpanta se separa y se va a
-un rincón. El padre y los dos hijos se quedan formando un grupo a la
-puerta de su casa.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Sale foro.</i>)—¡Abra, Pepe!
-(<i>Detenién<span class="pagenum" id="Page_158">p. 158</span>dose al
-fijarse en el grupo.</i>) ¿Quién está a la puerta e casa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Sereno</span>.—No sé... (<i>Acercándose.</i>)
-¿Quién?</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—¡Madre! (<i>Los dos con voz
-lastimera.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo</span>.—¡Madre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Corriendo y abrazando a
-Antonia.</i>)—¡Mis hijos! ¡Hijos míos! ¡Hija de mis entrañas! ¡Corazón!
-¡Alma mía! (<i>Abraza y besa a su hija, y al ir a abrazar a su hijo,
-éste da un grito de terror. Pausa larga.</i>) ¿Has toreao, eh? (<i>Con
-amargura.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—¡Un ratito!</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo</span>.—¡Palhas, madre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span>.—¡Pobrecitos míos! (<i>A
-Prudencio que permanece callado.</i>) ¿Y tú alucinao, pobre loco, lo ves?
-(<i>Teniendo abrazados a sus hijos.</i>) ¿Lo estás viendo? ¿Has visto las
-estrellas?</p>
-
-<p><span class="smcap">Casildo</span>.—¡Yo las he visto, madre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—¡Y yo casi, casi!</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Realmente
-conmovido.</i>)—¡Feliciana, perdón... pero pa ellos na más! ¡Yo no lo
-merezco! ¡Armítelos en casa, y yo... yo me iré solo! ¿Los armites?</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Furiosa y gritando.</i>)—¡Vaya
-usté a paseo, peazo animal! ¡Eso se le pregunta a una loba! Abra usté
-esa puerta, sereno. (<i>Abre el Sereno</i>.) Adentro, hijos míos. (<i>Con
-dulzura.</i>) Entrad a ese rincón de casa que llamábais triste y oscuro,
-porque vosotros ¡pobrecitos! no sabíais que el cariño y el trabajo son
-alegría y claridad. Adentro.</p>
-
-<p><span class="smcap">Antoñita</span>.—¡Ay, madre! ¡Cualquier día
-vuelvo yo a bailar un tanguito! (<i>Antonia y Casildo hacen mutis por la
-barbería.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span> (<i>Entusiasmado y
-conmovido.</i>)—¡Feliciana, eres una santa! ¡¡Adiós!!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Cogiéndole del
-pescuezo.</i>)—¡Pasa, pasa tú también o te acogoto, so mandria! (<i>Le lleva
-a la barbería a empujones y puñetazos.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—¡Eres una santa! ¡Dame un
-beso!</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Rechazándole
-bruscamente.</i>)—¡Quita de ahí, majadero!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_159">p. 159</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Prudencio</span>.—Bueno, te lo daré dentro.
-(<i>Entra en la barbería.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Feliciana</span> (<i>Con inmensa
-satisfacción.</i>)—¡Ya son míos! ¡Y curaos de su locura! ¡Gracias a Dios!
-(<i>Al Sereno.</i>) ¡Buenas noches, Pepe! (<i>Mutis barbería.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Sereno</span> (<i>Cerrando.</i>)—¡Ustés descansen!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe</span> (<i>Acercándose con entusiasmo.</i>)—¡Eso
-es una madre, eso!... y no las que cogen a las hijas y las quién pa...
-¡maldita sea!... (<i>Marchándose hacia el foro y pregonando.</i>) ¡Chuletas
-de huerta!... ¡Chuletaaas! (<i>Música.</i>)</p>
-
-<p class="telon">TELÓN</p>
-
-
-<div class="chapter pt6" id="P4">
- <hr class="chap" />
- <p><span class="pagenum" id="Page_161">p. 161</span></p>
- <h2 class="nobreak">EL AMIGO MELQUIADES<br />
- <small><small>O</small></small><br />
- <small>POR LA BOCA MUERE EL PEZ</small></h2>
- <hr class="chap" />
-</div>
-
-
-<div class="chapter">
- <p><span class="pagenum" id="Page_163">p. 163</span></p>
- <h3 class="g2">PERSONAJES</h3>
-</div>
-
-<p class="centra fs120 ws1">CUADRO PRIMERO</p>
-
-<ul class="pers">
- <li>BENITA</li>
- <li>NIEVES</li>
- <li>SEÑÁ DAMIANA</li>
- <li>SEÑÁ ZOILA</li>
- <li>TRINI</li>
- <li>PEPITA</li>
- <li>AMALIA</li>
- <li>JULIA</li>
- <li>LA ONOFRA</li>
- <li>SEÑOR MELQUIADES</li>
- <li>AVELINO</li>
- <li>SERAFÍN EL PINTURERO</li>
- <li>HIGINIO</li>
- <li>SEÑOR RAFAEL</li>
- <li>BERNABÉ</li>
- <li>EL TULIQUI</li>
- <li>EL VIRUTAS</li>
- <li>EL SEÑOR VIRIATO</li>
-</ul>
-
-<p class="centra"><i>Coro general</i></p>
-
-
-<p class="centra fs120 ws1 mt2">CUADRO SEGUNDO</p>
-
-<ul class="pers">
- <li>BENITA</li>
- <li>NIEVES</li>
- <li>PACA LA FIERA</li>
- <li>SEÑÁ CELES</li>
- <li>UNA VIEJA</li>
- <li>SEÑOR MELQUIADES</li>
- <li>AVELINO</li>
- <li>SERAFÍN EL PINTURERO</li>
- <li>HIGINIO</li>
- <li>UN CANTADOR</li>
-</ul>
-
-<p class="centra"><i>Un farolero y varios transeuntes</i></p>
-
-
-<p class="centra fs120 ws1 mt2">CUADRO TERCERO</p>
-
-<ul class="pers">
- <li>BENITA</li>
- <li>NIEVES</li>
- <li>PACA LA FIERA</li>
- <li>MOZA 1.ª</li>
- <li>ÍDEM 2.ª</li>
- <li>SEÑOR MELQUIADES</li>
- <li>AVELINO</li>
- <li>SERAFÍN EL PINTURERO</li>
- <li><span class="pagenum" id="Page_164">p. 164</span>HIGINIO</li>
- <li>EL TULIQUI</li>
- <li>BERNABÉ</li>
- <li>EL VIRUTAS</li>
- <li>UN CAMARERO</li>
- <li>JOVEN 1.º</li>
- <li>ÍDEM 2.º</li>
- <li>ÍDEM 3.º</li>
- <li>ÍDEM 4.º</li>
- <li>UNO</li>
- <li>LUCIO</li>
- <li>UN JOVEN</li>
- <li>NIÑO 1.º</li>
- <li>ÍDEM 2.º</li>
- <li>ÍDEM 3.º</li>
- <li>NIÑA 1.ª</li>
- <li>ÍDEM 2.ª</li>
-</ul>
-
-<p class="centra"><i>Concurrentes al salón</i></p>
-
-<p class="tab">—</p>
-
-<p class="centra"><b>La acción en Madrid.—Época actual.</b></p>
-
-<p class="tab">—</p>
-
-<p class="centra fs90">Derecha e izquierda, las del actor.</p>
-
-<hr class="chap0" />
-
-<div class="chapter">
- <p><span class="pagenum" id="Page_165">p. 165</span></p>
- <p class="centra fs150 ws1 mt2">ACTO ÚNICO</p>
- <hr class="tir" />
- <h3>CUADRO PRIMERO</h3>
-</div>
-
-<p class="donde">Lugar ameno y pintoresco, próximo a la Ribera del
-Manzanares, en Puerta de Hierro. Sin simetría, pero dejando entre sí
-los espacios naturales, se levantan por distintos lados de la escena
-los anchos troncos de viejos árboles, cuyas espesas ramas prestan al
-lugar grata sombra. El suelo está tapizado de césped. Al fondo continúa
-la arboleda. En primer término izquierda, al pie de un árbol, un tronco
-caído, que sirve de banco, y en tercero derecha, un columpio hecho con
-una cuerda atada a dos árboles, dando frente al público. Es un hermoso
-día del mes de Mayo.</p>
-
-
-<h4>ESCENA PRIMERA</h4>
-
-<p class="quienesj"><i>Al alzarse el telón aparecen los siguientes
-personajes: Al pie de un árbol corpulento que se levanta en primer
-término, hacia la derecha, y en derredor de un mantel extendido
-sobre el césped, sentados en el suelo, la</i> <span class="smcap">señá
-Damiana</span>, <i>la</i> <span class="smcap">señá Zoila</span>, <i>el</i> <span
-class="smcap">señor Viriato</span>, <i>el</i> <span class="smcap">señor
-Rafael</span> <i>y</i> <span class="smcap">la Benita</span> (<i>de derecha
-a izquierda</i>). <i>Sobre el mantel se ve una cazuela con restos de
-comida, platos sucios, mendrugos de pan, varios tenedores y cuchillos,
-botellas y algunos vasos mediados de vino. Al pie de otro árbol
-próximo, cestas, mantones y guitarras. Colgados en las ramas y en los
-troncos de<span class="pagenum" id="Page_166">p. 166</span> algunos
-árboles, chaquetas y sombreros de hombre. Debajo de otro árbol,
-en el primer término izquierda, sentadas sobre el tronco cortado
-que sirve de banco</i>, <span class="smcap">Nieves</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">la Trini</span>. <i>Detrás de éstas, en un pequeño claro,
-varias</i> <span class="smcap">Invitadas</span> <i>juegan al corro, cantando
-alguna canción infantil</i>. <i>Más a la izquierda, otro grupo de</i> <span
-class="smcap">Invitados</span> <i>beben alegremente</i>. <i>En el fondo,
-centro</i>, <span class="smcap">Bernabé</span> <i>toca la guitarra y canta
-una jota, mientras bailan dos</i> <span class="smcap">Muchachas</span>,
-<i>rodeándolas varios</i> <span class="smcap">Invitados de
-ambos sexos</span>, <i>entre los que se cuentan el</i> <span
-class="smcap">Tuliqui</span> <i>y</i> <span class="smcap">Amalia</span>.
-<i>En el columpio, sentada</i>, <span class="smcap">Julia</span>, <i>a la que
-mece el</i> <span class="smcap">Virutas</span>, <i>y a su lado, chillando
-y riendo</i>, <span class="smcap">Pepita</span> <i>y dos o tres más</i>. <i>En
-el centro de la escena</i>, <span class="smcap">Avelino</span> <i>salta a
-la comba, dando él mismo</i>. <i>Al empezar la obra hablan todos a la vez y
-reina en los grupos gran animación y extraordinaria alegría</i>.</p>
-
-
-<p class="centra mt2"><span class="asc">GRUPO DEL COLUMPIO</span></p>
-
-<p class="mt1"><span class="smcap">Virutas</span> (<i>Dando
-fuerte.</i>)—¡Arza!... ¡Ande!</p>
-
-<p><span class="smcap">Julia</span> (<i>Asustada, a gritos.</i>)—¡Estate
-quieto, Virutas!... ¡Que no me dés más!</p>
-
-<p><span class="smcap">Virutas</span> (<i>No haciendo caso.</i>)—¡Arza!...
-¡Vaya!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Julia.</span>—No le dejes, Pepita.</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepita.</span>—¡No seas bruto, que la vas a
-dejar de caer! (<i>Siguen chillando y riendo.</i>)</p>
-
-
-<p class="centra mt2"><span class="asc">GRUPO DE LA DERECHA</span></p>
-
-<p class="mt1"><span class="smcap">Damiana</span> (<i>Ofreciendo con el
-tenedor.</i>)—Amos; otra tajadita, señor Viriato.</p>
-
-<p><span class="smcap">Viriato.</span>—No, gracias, Damiana; no me
-cumple más.</p>
-
-<p><span class="smcap">Rafael.</span>—Arriba con este muslo
-(<i>ofreciéndole uno<span class="pagenum" id="Page_167">p. 167</span>
-de pollo, que saca de la cazuela</i>), que sabemos tu debilidaz por los
-muslos. (<i>Ríen en el grupo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Viriato.</span>—¡Si es que me vais a hacer de
-reventar!</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Yo me lo comeré si no lo quiere.
-(<i>Siguen bromeando. Benita come vorazmente.</i>)</p>
-
-<p class="dcha">(<i>Las del baile y el corro cantan a la vez.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Saltando.</i>)—Ochocientos noventa
-y cinco. Ochocientos noventa y seis. Ochocientos noventa y siete...</p>
-
-<p><span class="smcap">Damiana</span> (<i>Riendo.</i>)—Pero ¿qué hace este
-chico?</p>
-
-<p><span class="smcap">Rafael.</span>—No saltes más, hombre.</p>
-
-<p><span class="smcap">Zoila.</span>—Pero ¿qué furia te ha entrao de
-saltar, demonio?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Para de saltar; habla
-fatigosamente.</i>)—No, ¿sabe usté? es que le estoy batiendo a un amigo el
-<i>rencor</i> de la hora, en el salto a comba. Ya le he batido el <i>rencor</i>
-de la media.</p>
-
-<p><span class="smcap">Rafael</span> (<i>Riendo.</i>)—¿De la media? ¿Y por
-qué no te subes el calcetín?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Ay, es verdá! (<i>Se sube el que
-se le está cayendo.</i>)—Esto, lo hago yo porque hemos fundao una Sociedad
-el gremio de ultramarinos que se titula: <i>La dependencia azlética</i>, y
-cada uno nos dedicamos a un sport. Yo, es por ver si adelgazo. (<i>Sigue
-saltando.</i>)—Ochocientos noventa y ocho. Ochocientos noventa y nueve.
-<i>Nuevecientos</i>. <i>Nuevecientos uno</i>... (<i>Sigue saltando y contando.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Damiana</span> (<i>Al señor Rafael.</i>)—Dale, dale
-un poco de vino, que se refresque; que entre la corbata tan verde y
-la cara tan colorá, paece un tomate mollar. (<i>El señor Rafael sirve
-vino.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Julia</span> (<i>En el columpio.</i>)—¡Que no me dés
-tan fuerte, que me voy a matar! (<i>Chillando.</i>) ¡Madre!... ¡Madre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Zoila.</span>—Tú, Virutas, a ver si la tiráis a
-la chica.</p>
-
-<p><span class="smcap">Virutas.</span>—No tenga usté cuidao; si cae,
-cae encima de mí.</p>
-
-<p><span class="smcap">Rafael.</span>—Pues eso le faltaba si cayese,
-darse contra un adoquín.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Riendo.</i>)—¡Ja, ja, ja! ¡qué
-señor Ra<span class="pagenum" id="Page_168">p. 168</span>fael! Tié
-usté unos golpes que acardenalan. (<i>Sigue saltando.</i>) <i>Nuevecientos
-diez</i>. <i>Nuevecientos once</i>. <i>Nuevecientos doce</i>...</p>
-
-<p><span class="smcap">Rafael</span> (<i>Dándole un vasito de
-vino.</i>)—Toma, de lo blanco.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Gracias. (<i>A Benita.</i>) ¿Quié
-usté <i>inagurarme</i> este <i>chato</i>, Benita?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Muy huraña y hablando con la
-boca llena.</i>) No, señor; no quiero náa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Qué fina eres, mujer.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Soy como Dios me ha hecho; y el
-que no me quiera así, que me deje.</p>
-
-<p><span class="smcap">Rafael.</span>—No decirla náa, que se
-atraganta.</p>
-
-<p><span class="smcap">Damiana.</span>—Ahí la tienes a este erizo, lo
-mismito que en casa; se pasa la vida comiendo y gruñendo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Viriato.</span>—Pa mí que os la debía de mirar
-un médico, que esta chica come demasiao; debe tener algo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Damiana.</span>—No, si desde pequeña ha sío una
-glotona.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Hace como yo; que cuando era
-chico, comía tanto, que hasta quería que me diesen el aceite de hígado
-de bacalao <i>a la vizcaína</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Damiana.</span>—Pues ahí tienes en cambio a su
-hermana, que hay que hacerla comer con memoriales.</p>
-
-<p><span class="smcap">Zoila.</span>—Esa es otra cosa en el tipo y en
-todo. No se parecen en náa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Ni falta que me hace parecerme a
-ella.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¡Y gracias a Dios, hija!</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Bueno, bueno, bueno! (<i>Sigue
-comiendo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Acercándose al grupo y
-dirigiéndose al señor Rafael.</i>)—Oiga usté, padre.</p>
-
-<p><span class="smcap">Rafael.</span>—¿Qué quieres, nena?</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¿No quedaron en venir esta tarde
-el señor Melquiades y Serafín?</p>
-
-<p><span class="smcap">Rafael.</span>—En venir quedaron; me dijeron que
-a los postres.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¿Y cómo no habrán venido?</p>
-
-<p><span class="smcap">Rafael.</span>—¡Qué se yo! Ya me choca que no
-estén aquí.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_169">p. 169</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Viriato</span>.—¡Esos dos puntos sí que tién
-buen humor!</p>
-
-<p><span class="smcap">Damiana</span>.—¡De que ellos lleguen, veréis
-cómo se alegra esto!</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Con rabia.</i>)—Pues ojalá no
-vengan.</p>
-
-<p><span class="smcap">Damiana</span>.—¿Y por qué no van a venir?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span>.—Porque hacen menos falta que
-los perros en misa; que ya sé yo lo que me digo. (<i>A Nieves.</i>) Y tú,
-más valía que te fueras a buscar a tu novio, en vez de preguntar por
-nadie.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves</span>.—¡Pero están ustedes oyendo el
-demonio e la tonta!</p>
-
-<p><span class="smcap">Damiana</span>.—¿Y qué tié que ver que la chica
-pregunte una cosa inocente?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span>.—¡Inocente! (<i>Con guasa.</i>) ¡Ja,
-jay!</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Con ira, a Trini.</i>)—Vamos,
-vamos, que no tengo gana de armarla. (<i>Vanse las dos del brazo por la
-izquierda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span>.—¡Armarla, armarla! ¡Si yo dijera
-más de cuatro cosas! (<i>Sigue comiendo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span>.—¡Bueno, bueno, bueno! dejarse de
-regaños, que no es día pa ello y écheme usté otro chato, señor Rafael,
-que voy a echar un brindis. (<i>Rafael le sirve.</i>) Señores.</p>
-
-<p><span class="smcap">Virutas</span>.—¿Qué pasa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span>.—¡Viva el taller de lavao y
-planchao de la señá Damiana Perea, anfitriona de esta garata que
-estamos celebrando!</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos</span>.—¡Vivaa!</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span>.—Y arrimarse, que voy a leer unos
-versos en cuarteta, improvisaos por mí.</p>
-
-<p><span class="smcap">Damiana</span>.—Venga, venga.</p>
-
-<p><span class="smcap">Viriato</span>.—Venir, que va a leer unos versos
-Avelino. (<i>Se acercan todos, formando semicírculo. Avelino coloca una
-banqueta en el centro y se sube a ella.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Rafael</span> (<i>Riendo.</i>)—¡Válgame Dios, qué
-chico!</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span>.—Que sean cortitos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Tuliqui</span>.—Venga d’ahí.</p>
-
-<p><span class="smcap">Zoila</span>.—Silencio.</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos</span>.—¡Chist! (<i>Callan todos.</i>)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_170">p. 170</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Leyendo en un papel muy grande
-que ha sacado del bolsillo.</i>)—A la señá Damiana y consorte, en el
-<i>cincuenta y cuatrogésimo</i> cumpleaños del natalicio de la primera.</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">“Subiste media centuria</div>
- <div class="verse indent0">de esta vida amarga y cruel;</div>
- <div class="verse indent0">que te subas la otra media</div>
- <div class="verse indent0">y que lo vea el señor Rafael”.</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p><span class="smcap">Todos</span> (<i>Aplaudiendo.</i>)—¡Bravo! ¡Bravo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Viriato.</span>—Y que lo vea un servidor, que
-tampoco me disgustaría.</p>
-
-<p class="quienesj mt1">(<i>Avelino da las gracias, saludando con una
-inclinación y cae sobre Viriato y Rafael. Los grupos se esparcen por
-el fondo; Bernabé, Virutas y Tuliqui quedan en la izquierda; Damiana
-y Zoila recogen todo lo de la merienda, metiéndolo en una cesta que
-dejan tras el árbol; Benita continúa de pie, comiendo. El Coro va
-desapareciendo por ambos lados.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Rafael.</span>—Has estado muy bueno, Avelino.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Pues ahí tiene usté a Benavente
-en la Academia y a mí despachando langa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Rafael.</span>—¡Injusticias! (<i>Se une al grupo
-de Damiana y hacen mutis por la derecha, como dando un paseo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Acercándose a Benita. Lleva la
-comba metida en el bolsillo por un extremo y el otro arrastrando por el
-suelo.</i>)—Benita.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Con la boca llena.</i>)—¿Qué
-pasa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Qué quié usté que diga
-que toquen pa que bailemos: quié usté que diga que <i>vals</i> u que
-<i>tuesten</i>?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Que <i>tuesten</i> lo que quieran; yo
-no bailo. (<i>Se vuelve de espaldas.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Que no? Bueno; pues al menos me
-otorgará usté el que la aúpe al columpio y la meza.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Bueno; pero en cuanto no quiera,
-me bajo, ¿eh?</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_171">p. 171</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Sí, señora; sin compromiso. Con
-permiso. (<i>Va a cogerla en brazos.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¿Pero me va usté a coger en
-brazos?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Como no quiera usté que la
-<i>trasporte</i> con ata mantas; no hay otro remedio.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Bueno; pero coja usté lo menos
-posible, ¿eh?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Descuide usté, que tengo
-costumbre de coger señoritas. La cogeré por lo indispensable. (<i>La
-levanta en vilo; Benita sigue comiendo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Riendo.</i>)—¡Ja, jay! ¿A qué
-llamas tú lo indispensable, joven?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Hombre, pues no creo yo que el
-perímetro abarcao exceda de lo preciso.</p>
-
-<p><span class="smcap">Tuliqui.</span>—Cómo se ataraza, pollo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Caray! Pues si no he calculao
-mal, lo cogido no es para que nadie tenga que decir.</p>
-
-<p><span class="smcap">Virutas.</span>—Amos, amigo, que hemos agarrao
-un puñaíto, ¿eh?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Yendo hacia el grupo, siempre
-con Benita en brazos.</i>)—Hombre; hagan ustés el favor de no lanzar
-especies <i>caciosas</i>, ¡caray!</p>
-
-<p><span class="smcap">Virutas.</span>—¿Te irritan las especies?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Lo que me irrita es que están
-ahí los padres y podrían creerse que yo no procedo de buena fe.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Oiga usté, si va usté a seguir la
-conversación, haga usté el favor de dejarme en el suelo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>No haciendo caso.</i>)—Y que coste
-que he abarcao lo indispensable, y si no que se mida.</p>
-
-<p><span class="smcap">Los del grupo.</span>—¡Que se mida, que se
-mida!</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—No, hombre, por Dios; qué se va a
-medir. Vamos al columpio.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Dirigiéndose al columpio.</i>)—Es
-que uno tiene que contestar a las sátiras. (<i>Volviéndose al grupo.</i>)
-¡Si yo la he cogido de donde la he cogido!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Incomodada, tirándole el
-sombrero.</i>)—Pero ¿me lleva usté o no?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Sí, señora; pero es que me
-molesta que se malicien lo que no es. (<i>Yendo al columpio y de<span
-class="pagenum" id="Page_172">p. 172</span>teniéndose a mitad de
-camino.</i>) Estoy por volver y... (<i>Lleva al fin a Benita al columpio
-y la deja sentada, volviendo a recoger el sombrero. Aparte, para sí
-mismo.</i>) ¡Rediez, qué bien formadita! ¡Hubiese dao cinco reales porque
-hubiese estao el columpio en el Puente de Vallecas! (<i>Vuelve y la
-mece.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA II</h4>
-
-<p class="quienesj"><span class="smcap">Benita</span> <i>y</i>
-<span class="smcap">Avelino</span>, <i>en el columpio</i>. <span
-class="smcap">Bernabé</span>, <span class="smcap">Virutas</span> <i>y</i>
-<span class="smcap">Tuliqui</span>, <i>al fondo con dos o tres más. Por
-la izquierda, primeros términos</i>, <span class="smcap">Nieves</span>
-<i>con la</i> <span class="smcap">Trini</span>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Saliendo.</i>)—¿Lo ves? Ya no
-viene Serafín. ¡Si tengo yo una suerte!... (<i>Contrariada, agitando
-nerviosamente el abanico.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Trini</span> (<i>Hablando en voz baja.</i>)—¡Pero,
-por Dios, mujer; disimula, que te van a conocer el mal humor!</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¡Que me lo conozcan, no tengo
-genio de disimular náa!</p>
-
-<p><span class="smcap">Trini.</span>—Y luego a mí, lo que me apura es
-tu novio. ¡Tóo el día huyéndole! ¿Lo habrá notao?</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Déjalo que lo note. Lo que
-siento es que no venga Serafín, porque me hubiá gustao que le hubieses
-conocido.</p>
-
-<p><span class="smcap">Trini.</span>—Sí; y pa verle tú, a mí no me la
-das. Pa mí, que ese tío te ha enguirlotao, Nieves.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¡No tanto, mujer! ¡Si no hace
-arriba de un mes que nos tratamos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Trini.</span>—¿Y dónde os conocisteis?</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—En el Cine. La noche que íbamos
-no me quitaba ojo en los intermedios; luego, con disimulo, se arrimó a
-nosotros y se hizo amigo de mi padre.</p>
-
-<p><span class="smcap">Trini.</span>—Tu novio se habrá escamao.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Está que no vive.</p>
-
-<p><span class="smcap">Trini.</span>—¿Y es guapo ese hombre?</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_173">p. 173</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Guapo y bien portao. Se conoce
-que hay guita; ya lo verás. Y es lo que yo digo, chica; un hombre así,
-aparte de lo que te guste es algo. Porque, sí que me da lástima de mi
-novio, pero ¿qué sacas con un pobre albañil? ¡Miseria y compañía! Y eso
-de estar agarrá toa tu vida a un mísero jornal, y no tener una mujer
-siquiera un trapo pa que salga a la calle y se luzca y la miren a una,
-no me hace, francamente.</p>
-
-<p><span class="smcap">Trini</span> (<i>Dirigiéndose a sentarse al tronco
-de la izquierda.</i>)—En eso dices la verdad, chica. Pero, oye; ten ojo,
-que decían que era casao.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¡Qué va a ser! Ha vivido dos años
-con una, pero ya no la ve. (<i>Se sientan; Nieves a la derecha.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Trini</span> (<i>Mirando hacia el fondo
-derecha.</i>)—¡Calla; tu novio! ¡Vaya un pisto que trae!</p>
-
-
-<h4>ESCENA III</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>e</i> <span
-class="smcap">Higinio</span> <i>por el fondo derecha</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio</span> (<i>Que ha salido un poco antes,
-mirando a todas partes se acerca al grupo.</i>)—¡Gracias a Dios! Pero
-¿dónde te metes, mujer? ¡Parece que me huyes!</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>A Trini.</i>)—¡Oye; dice que le
-huyo! Cansás de buscarte nos hemos sentao aquí; que te diga ésta.</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—¡Sí que me choca!</p>
-
-<p><span class="smcap">Trini</span> (<i>Levantándose.</i>)—Pero ya están
-ustés mano a mano. Poco se ha perdido, y el onceno no estorbar. Conque:
-de verano, pollos. (<i>Vase fondo izquierda. Pausa. Nieves se corre en el
-asiento dejando sitio a Higinio, que se sienta a su derecha.</i>)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_174">p. 174</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Bueno; ¿y qué es lo que te
-pasa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¿A mí?</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—A ti.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¡Tú dirás!</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—¿Qué te pasa, que ni te veo ni
-puedo hablarte?</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¡Ni que tuviese yo la culpa! ¡Si
-no te he encontrao en toa la mañana!</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio</span> (<i>Con acritud.</i>)—Mira, Nieves;
-guasitas encima, no. No me has encontrao, porque no has querido. Y si
-te parece, lo mejor es que hablemos francamente de una vez, que no
-estoy yo pa servir de mono a nadie. Las cosas claras.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Como quieras; pero no sé a qué
-viene el ponerse así.</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Viene, a que tú ya no eres pa mí
-lo que eras.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Te se figurará a ti.</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Y es la verdá. Tú has dao un
-cambiazo, Nieves; ni me quieres como me querías, ni te alegra ya mi
-querer.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Amos, chico; quita, quita. A ti
-te han hecho guiños.</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio</span> (<i>Con ira creciente.</i>)—A mí no me
-han hecho náa. Y sé lo que te pasa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Tú dirás.</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Pues lo que te pasa, Nieves, es
-que tú le estás haciendo cara a otro hombre; así, en plata.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¡Yo! (<i>Levantándose
-asombrada.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—¡Tú! (<i>Levantándose también, y
-cada vez con mayor energía.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¡Mentira!</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Verdá. Y si te has cansao de mí,
-me lo debías haber dicho antes, y no que me estás haciendo hacer un
-papel feo. Pero yo soy un hombre de bien, que te he querío con toda mi
-alma, y como no lo merezco, no te lo aguanto; ¡por éstas!</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Tóo eso es mentira.</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Es verdá. Y sé quién es.
-(<i>Amenazador.</i>) Y si esta tarde viene aquí ese tipo...</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_175">p. 175</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Desafiando.</i>)—Si viene, ¿qué?
-(<i>Se oye gran algazara por el fondo izquierda, y vuelven a salir todos
-los grupos de principio de cuadro.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Si viene, por éstas
-que... Cállate ahora. (<i>Nieves se sienta, y él queda en pie a su
-izquierda.</i>)</p>
-
-
-<div class="section">
- <h4>ESCENA IV</h4>
-</div>
-
-<p class="quienes"><i>Todos los personajes que aparecieron a principio
-de cuadro, más</i> <span class="smcap">Higinio, Melquiades</span>
-<i>y</i> <span class="smcap">Serafín</span>. <i>Al final</i> <span
-class="smcap">Onofra</span>.</p>
-
-<p class="quienesj"><i>Por el fondo izquierda, llegan Trini y Julia y
-detrás Pepita y Amalia, trayendo ambas parejas en alto, y extendidos,
-mantones de Manila, detrás de los cuales se ocultan Melquiades con
-las primeras y Serafín con las otras. No ha de verse de ellos más que
-el sombrero y los pies, hasta el momento que se indica. Les preceden
-alegremente los invitados, moviendo gran algazara. Forman todos
-semicírculo, quedando al fondo las de los mantones. Benita se apea del
-columpio, y avanza con Avelino al lado de sus padres.</i></p>
-
-<p class="mushab"><b>Música</b></p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Trini, Julia, Pepita</span> <i>y</i>
-<span class="smcap">Amalia</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¡Quieto todo el mundo!</div>
- <div class="verse indent0">Presten atención.</div>
- <div class="verse indent0">Traigo una sorpresa</div>
- <div class="verse indent0">detrás del mantón.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¿Qué sorpresa es esa</div>
- <div class="verse indent0">que traéis ahí?</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_176">p. 176</span><span
-class="smcap">Las cuatro</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Hay que adivinarla;</div>
- <div class="verse indent0">no se <i>pué</i> decir.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Dos <i>gachós</i> se esconden</div>
- <div class="verse indent0">tras de los mantones.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Mujeres</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¿Serán dos amigos?</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Hombres</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¿Serán dos guasones?</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Decid quiénes son.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Las cuatro</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Hay que adivinarlo;</div>
- <div class="verse indent0">presten atención.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Trini</span> (<i>Grupo de la
-izquierda; señalando y dejando ver lo que se indica.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Por aquí un sombrero.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Julia</span> (<i>Ídem.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Por aquí unos pies.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Pepita</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Amalia</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Veinticinco duros,</div>
- <div class="verse indent0">si acertáis quién es.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Por los cuatro pieses,</div>
- <div class="verse indent0">y los dos sombreros,</div>
- <div class="verse indent0">igual pueden ser golfos,</div>
- <div class="verse indent0">que dos caballeros.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Las cuatro</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¿Os dais por vencidos?</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_177">p. 177</span><span
-class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Decid quiénes son.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Las cuatro</span> (<i>Levantando
-un poco el mantón, para que por debajo aparezcan Melquiades y
-Serafín.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¡Pues mirad qué guajas!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span> (<i>Riendo.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¡Valientes alhajas!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Melquiades</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Serafín</span> (<i>Saludando sombrero en mano.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¡Salú a la reunión!</div>
-</div>
-
-<p class="dcha mt1">(<i>Avanzan y los demás cierran el semicírculo.</i>)</p>
-
-<p class="tab">——</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Haciendo su
-presentación.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Serafín el “Pinturero”,</div>
- <div class="verse indent0">el del trus de los placeres.</div>
- <div class="verse indent0">Donde hay vino y hay mujeres,</div>
- <div class="verse indent10">el primero.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent10">El primero.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Melquiades</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Y Melquiades el “Chufita”,</div>
- <div class="verse indent0">exclusiva en el suspiro;</div>
- <div class="verse indent0">y señora que yo miro,</div>
- <div class="verse indent10">finiquita.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent10">Finiquita.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Melquiades</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Serafín</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Y donde vamos los dos</div>
- <div class="verse indent0">o juntos o separaos,</div>
- <div class="verse indent0">pa tó lo que mande Dios,</div>
- <div class="verse indent10">dos dechaos.</div>
- <div class="verse indent0">Y pa gente aliquindoy,</div>
- <div class="verse indent0"><span class="pagenum" id="Page_178">p. 178</span>este pollo que hay aquí. (<i>Por ellos mismos.</i>)</div>
- <div class="verse indent0">Por donde quiera que voy,</div>
- <div class="verse indent10">tó pa mí.</div>
- <div class="verse indent0">No hay en todo el hemisferio,</div>
- <div class="verse indent0">aunque usté no lo comprenda,</div>
- <div class="verse indent0">dos gachós que tengan ángel.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Serafín</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Como <i>mangue</i>.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Melquiades</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent14">Como <i>menda</i>.</div>
-</div>
-
-<p class="tab">——</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Casi hablado.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Ni el mismo don Tenorio,</div>
- <div class="verse indent0">ni el mismo don Megía.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Melquiades</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Ni el propio <i>Cize-Cize</i>,</div>
- <div class="verse indent0"><i>Cize Cize</i> Campeador.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Me paecen muchos <i>Cizes</i>,</div>
- <div class="verse indent0">los que ha dicho este señor.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Serafín</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Ni el señor de Romeo,</div>
- <div class="verse indent0">ni la señá Julieta...</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Melquiades</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0"><i>Tien</i> tanta <i>verosimi-</i></div>
- <div class="verse indent0"><i>simi simi-liquitú.</i></div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">De fijo tien más <i>simi-</i></div>
- <div class="verse indent0"><i>limisi</i>, que tienes tú.</div>
-</div>
-
-<p class="tab">——</p>
-
-<p class="quienes"><span class="pagenum" id="Page_179">p.
-179</span>(<i>Mientras ellos andan contoneándose, los demás les
-jalean.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent10">¡Ole!</div>
- <div class="verse indent10">¡Ele!</div>
- <div class="verse indent6">¡Vaya un tío!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Melquiades</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent6">¡Atufante!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Serafín</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent6">¡Fototípico!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Melquiades</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent6"><i>Tres jolí.</i></div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent6">¡Olé que sí!</div>
-</div>
-
-<p class="mushab"><b>Hablado</b></p>
-
-<p class="quienesj">(<i>Terminado el número vuelven todos con gran
-algazara a sus respectivos sitios. El señor Rafael lleva a los recién
-llegados debajo del árbol donde ellos merendaban y forman grupo. Aparte
-hacia la derecha Benita y Avelino.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¿A qué habrán venido esos
-tipazos?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Me estomagan a mí esos dos
-<i>maniquises</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Tráigame usted un poco de
-salchichón que me he puesto nerviosa. (<i>Avelino va a la cesta y trae lo
-pedido por Benita.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio</span> (<i>A Nieves.</i>)—Ahí le tienes.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Con despecho.</i>)—¿A quién
-tengo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—A ese tío. ¡Ya estarás
-contenta!</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¿A mí qué me importa ese hombre?
-(<i>Le vuelve la espalda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—¿Que no te importa? ¡Maldita
-sea!<span class="pagenum" id="Page_180">p. 180</span> (<i>Vase iracundo
-fondo izquierda; Nieves queda sola, sentada en el mismo sitio.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Rafael.</span>—¿Y cómo ha sido eso de venir tan
-tarde, amigo Melquiades?</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Señor, se ha cumplimentao la
-palabra. Dijimos que vendríamos al postre y <i>hétetenos</i> aquí.</p>
-
-<p><span class="smcap">Zoila.</span>—Lo bueno siempre se hace
-esperar.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Lo bueno es lo que esperaba,
-señá Zoila. (<i>Al ver sentada a Nieves y sola, hace señas de
-inteligencia a Melquiades.</i>) Vamos a colgar los sombreros, con permiso.
-(<i>Se separan del grupo y se dirigen hacia el fondo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Parándose a mitad de camino
-y aparte a Serafín señalando a Nieves.</i>)—Ahí la tienes.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Más bonita que un sol!</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Está queriendo caerse.
-Tambaléala. (<i>Le da un pequeño empujón y vuelve al grupo de
-Rafael.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Se engalla, se estira y
-se acerca a Nieves hablándola en voz baja.</i>)—Daría la metá de mi
-existencia por ser el Guadarrama.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Coqueteando.</i>)—¿Pa qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Aproximándose; casi al
-oído.</i>)—Pa verme rodeao de <i>nieves</i> por todas partes.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Iba usté a tener mucho frío.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Quiá! Nieves usté y primavera
-yo, a la media hora el deshielo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Sonriendo.</i>)—¡Pamplinas!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span>.—</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">“Amarillo es el oro,</div>
- <div class="verse indent0">blanca la plata,</div>
- <div class="verse indent0">y negros son los ojos</div>
- <div class="verse indent0">que a mí me matan.”</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="ti0">(<i>Vuelve hacia el corro donde está Melquiades, después
-de dirigir a Nieves dos o tres miradas incendiarias, y dice a éste
-aparte dándole en el hombro.</i>) ¡Tambaleada!</p>
-
-<p><span class="smcap">Damiana</span> (<i>Ofreciéndoselo.</i>)—¡Un chatito,
-Serafín!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_181">p. 181</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Pasando a su lado.</i>)—Siendo de
-usté, hasta con narices, señá Damiana. (<i>Lo bebe.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Aparte a Serafín.</i>)—Pues
-ahora verás lo que te preparo. (<i>En voz alta.</i>) Pero ¿qué insipidez es
-esta, señores? ¿Es que no nos vamos a divertir ni se va aquí a jugar a
-nada?</p>
-
-<p><span class="smcap">Rafael.</span>—Tiene razón el amigo Melquiades;
-estáis muy desanimaos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Vaya: le voy a echar una
-meaja de sal a la juerga. (<i>Llamando.</i>) ¡Niñas!... ¡Pollos!...
-arrimarse pa acá, que me se ha ocurrido un solaz modernista, para que
-nos divirtamos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos</span> (<i>Acercándose
-bulliciosamente.</i>)—¡Sí, sí! ¡Eso!... ¡eso!</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¿Queréis que organicemos un
-concurso de baile por parejas, con premios y tóo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos</span> (<i>Aplaudiendo.</i>)—¡Sí, sí! ¡Muy
-bien, muy bien!</p>
-
-<p><span class="smcap">Tuliqui.</span>—¿Y cómo va a ser ese
-concurso?</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Pues de la siguiente forma:
-<i>Pograma</i>: Base primera. El “Virutas” y el Bernabé, nos van a ejecutar
-en la guitarra una <i>Redova u Mazurca rusa</i>, que ellos saben y que se
-intitula: “<i>Ay, qué Moskou.</i>” Se forman parejas, la van bailando una a
-una y a la pareja que a juicio de un jurao la baile con más estilo, se
-le <i>ajudicará</i>, no una Copa, porque aquí no las poseemos, pero sí un
-<i>chato</i>, al que llamaremos <i>chato de honor</i> u <i>chato</i> Melquiades, si se
-quiere.</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Muy bien, muy bien!</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Dicho chato, estará lleno de
-vino y la pareja gananciosa se lo beberá a medias, primero la señora
-y después el caballero, con el fin de que el premio consista en que
-el hombre pose los labios en aquel lugar del <i>chato</i> donde los haya
-<i>posao</i> el <i>ojeto</i> amado y bailarín. ¿Se aprueba?</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Muy bien, muy bien!</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Pues vosotros, coger las
-guitarras, mocitos. (<i>Bernabé y Virutas, van por ellas al fondo y
-figuran templarlas.</i>)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_182">p. 182</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Tuliqui.</span>—Y nosotros a elegir parejas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Onofra</span> (<i>Joven feísima, sale de entre los
-grupos y se dirige hacia Avelino.</i>)—¿Vamos a romper la marcha usté y
-yo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Mirándola de arriba
-abajo.</i>)—¿Yo con usté? (<i>Volviéndole la espalda.</i>) “Llamad al
-sereno.”</p>
-
-<p><span class="smcap">Onofra.</span>—Hombre, ya sé que no soy
-guapa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Hija, por Dios, no es por eso;
-es que yo me quedo pa <i>jurao</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Onofra</span> (<i>A Tuliqui, que se coloca entre
-los dos.</i>)—¿Qué <i>jurao</i>?</p>
-
-<p><span class="smcap">Tuliqui</span> (<i>A Avelino.</i>)—Que pregunta que,
-¿<i>qué jurao</i>?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Que qué he jurao? (<i>Al oído.</i>)
-¡No bailar con feas!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Onofra.</span>—Pues le <i>avierto</i> a usté, joven,
-que donde yo me marco un <i>chotís</i>, se vienen detrás de mí tóos los
-pollos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Les dará usté trigo. (<i>Ríen el
-chiste todos los del grupo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Onofra</span> (<i>Incomodada.</i>)—Les doy narices.
-¡¡El demonio el hortera!!</p>
-
-<p><span class="smcap">Virutas</span> (<i>Avanzando.</i>)—¡Ya están templás
-las guitarras!</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Pues a empezar. (<i>Durante
-el diálogo anterior, Melquiades y varias muchachas y muchachos han
-adornado una banqueta con hierbas y flores y sobre ella han colocado
-un vasito de vino; dicha banqueta la colocan en el centro de la escena
-y hacia el fondo.</i>) Vosotros, (<i>A los guitarristas.</i>) sentarse ahí;
-(<i>En el tronco de la izquierda.</i>) y el Jurao, lo compondremos, el señor
-Viriato, la señá Zoila, (<i>Avanzan los nombrados.</i>) y un decrépito
-servidor de ustedes.</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Muy bien!</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Y las parejas, podrían ser,
-por ejemplo: la Nieves, con... (<i>Como buscando a uno; llevándola de la
-mano.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Con su novio; ¡con quién va a
-bailar!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_183">p. 183</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—No, eso no; novios con
-novios, no me hace. Porque novios con novios se supone que se
-han cogido el <i>tingli</i> en tóo lo tocante al arte <i>corográfico</i>
-y se llevarían el premio a poca costa. <i>Tien</i> que ser parejas
-impremeditadas. Veréis: Nieves, con... uno cualquiera... con Serafín,
-pongo por caso.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Avanzando.</i>)—Con mil amores.
-(<i>La coge de la mano.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Avanzando.</i>)—Nieves debía bailar
-con su novio.</p>
-
-<p><span class="smcap">Damiana</span> (<i>Cogiéndola y haciéndola
-retroceder.</i>)—Tú te callas, que no eres quién. ¿No estás oyendo que
-dicen que novios con novios no?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Pues que digan lo que quieran; yo
-digo que con su novio y náa más.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—A callar. Y tú, baila con
-Avelino, que es de Coloniales y sabe lo que es jalea; arza.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Superior! Agárrese usté que va
-usté a ver dentro de dos minutos un <i>chato</i> apurao. (<i>Se agarran del
-brazo y se colocan en el centro del fondo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Y el Tuliqui, que es un poco
-cojo, con la Onofra, que sabe del pie que cojea. (<i>Los junta.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Tuliqui.</span>—Haremos la nota cómica.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Otras tres parejas al líbitum
-y náa más. (<i>Forman parejas, al fondo, Trini, Julia, Pepita y Amalia,
-con cuatro jóvenes.</i>) ¿Estamos?</p>
-
-<p><span class="smcap">Los que van a bailar.</span>—Sí, sí.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Colocándose a la derecha con
-el Jurado.</i>)—Pues ¡a una!</p>
-
-<p class="mushab"><b>Música</b></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Picadito y afinao,</div>
- <div class="verse indent0">ceñidito y bien bailao.</div>
- <div class="verse indent0">Al bailar, poner</div>
- <div class="verse indent0">muchísima atención,</div>
- <div class="verse indent0">pa que vea la reunión,</div>
- <div class="verse indent0"><span class="pagenum" id="Page_184">p. 184</span>que no es coba</div>
- <div class="verse indent0">el concurso de redowa</div>
- <div class="verse indent0">que manguela ha organizao.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent6">Bien hablao.</div>
-</div>
-
-<p class="tab">——</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>A Nieves y
-Serafín, que se colocan en el centro.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">En posición de empiecen.</div>
- <div class="verse indent0">¡Que me se cuide la base cuarta!</div>
- <div class="verse indent0">Primera pareja: al redoveo.</div>
-</div>
-
-<p class="dcha">(<i>Al quinto compás empiezan a bailar Serafín y Nieves.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent7">La re-do-</div>
- <div class="verse indent7">la re-do-</div>
- <div class="verse indent0">la Redowa se baila sin coba,</div>
- <div class="verse indent0">por la gente de Madrid</div>
- <div class="verse indent0">lo mismo en el Palace Hotel</div>
- <div class="verse indent0">que en un salón de Chamberí.</div>
-</div>
-
-<p class="tab">——</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent7">Baila muy</div>
- <div class="verse indent7">apretao.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Serafín</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Es la base cuarta</div>
- <div class="verse indent0">que ha puesto el Jurao.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent7">La re-do-</div>
- <div class="verse indent7">la-re do-</div>
- <div class="verse indent7">etc., etc.</div>
-</div>
-
-<p class="tab">——</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_185">p. 185</span><span
-class="smcap">Melquiades</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent7">No tié fin</div>
- <div class="verse indent7">pa bailar</div>
- <div class="verse indent7">Serafín.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent7">¡Qué pillín!</div>
-</div>
-
-<p class="tab">——</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Melquiades</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent2">Otra pareja.</div>
-</div>
-
-<p class="quienes">(<i>Se retiran a la izquierda los que bailan, y
-avanzan Benita y Avelino, que bailan ridículamente.</i>)</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Avelino</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent7">Ya usté verá,</div>
- <div class="verse indent7">mi dulce amor,</div>
- <div class="verse indent7">cómo al final</div>
- <div class="verse indent7">es pa usté</div>
- <div class="verse indent7">el chato de honor.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Benita</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent7">¿De verdá?</div>
- <div class="verse indent7">¡Ay, qué bien!</div>
- <div class="verse indent7">Pues si es así,</div>
- <div class="verse indent7">ya verá usté</div>
- <div class="verse indent7">que pongo yo</div>
- <div class="verse indent7">tó lo que sé.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent7">¡Hay que ver</div>
- <div class="verse indent7">qué marcao!</div>
- <div class="verse indent0">Si el premio al fin</div>
- <div class="verse indent0">no lo han ganao,</div>
- <div class="verse indent0">cualquiera ya</div>
- <div class="verse indent0">les quitará lo bailao...</div>
-</div>
-
-<p class="tab">——</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_186">p. 186</span><span
-class="smcap">Avelino</span> (<i>Cambiando de manera de bailar.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent2">¡A la <i>demimondaine</i>!</div>
-</div>
-
-<p class="dcha">(<i>Bailan todas las parejas.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent7">¡Eso es!</div>
-</div>
-
-<p class="dcha">(<i>Jaleándose.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent7">¡Mi mamá!</div>
- <div class="verse indent7">Un grupo así</div>
- <div class="verse indent7">es pa un Kodak.</div>
- <div class="verse indent7">¡Diga usté que</div>
- <div class="verse indent7">venga Kaulak!</div>
-</div>
-
-<p class="tab">——</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent7">La-re-do-</div>
- <div class="verse indent7">la-re-do-</div>
- <div class="verse indent7">La Redowa</div>
- <div class="verse indent0">tié más de una arroba</div>
- <div class="verse indent0">de sal y pimienta y tal,</div>
- <div class="verse indent0">y se ha bailado en <i>la Bombi</i>,</div>
- <div class="verse indent0">y en el propio palacio Real.</div>
-</div>
-
-<p class="tab">——</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Viriato</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Estos dos, han bailao tal cual.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Melquiades</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent7">Muy mal.</div>
- <div class="verse indent0">Otra pareja.</div>
-</div>
-
-<p class="dcha">(<i>Dejan de bailar todos y avanzan Onofra y el Tuliqui.</i>)</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Tuliqui</span> (<i>Bailando a su modo.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Creo que de esta manera</div>
- <div class="verse indent0">no se nota la cojera,</div>
- <div class="verse indent0">y hasta puen premiarme</div>
- <div class="verse indent0">por mi gallardez.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_187">p. 187</span><span class="smcap">Onofra</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent7">Tal vez.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Tuliqui</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent7">Comprímase</div>
- <div class="verse indent0">pa que vean que bailamos yo y usté</div>
- <div class="verse indent0">sobre un cacahué. (<i>Bailan todos.</i>)</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent7">La re do-</div>
- <div class="verse indent7">la re do-</div>
- <div class="verse indent7">La Redowa,</div>
- <div class="verse indent7">etc., etc.</div>
- </div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Interrumpiendo.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Vayan ustedes a la coda.</div>
-</div>
-
-<p class="tab">——</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent7">Pues digan ya</div>
- <div class="verse indent7">los del Jurao,</div>
- <div class="verse indent7">pa terminar,</div>
- <div class="verse indent7">quién ha ganao.</div>
-</div>
-
-<p class="dcha">(<i>Al terminar el baile, aplauden los que no han bailado.</i>)</p>
-
-<p class="mushab"><b>Hablado</b></p>
-
-<p><span class="smcap">Todos</span>.—¡Bravo! ¡Bravo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Después de una pequeña
-conferencia con los del Jurado.</i>)—Señores: el Jurao ha acordao por
-unanimidaz, conceder el <i>chato</i> de honor, a la insuperable pareja,
-Nieves-Serafín.</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos</span> (<i>Aplaudiendo.</i>)—¡Muy bien, muy
-bien!</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Rabioso.</i>)—Eso es una
-injusticia.</p>
-
-<p><span class="smcap">Viriato</span>.—¡Orden!</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos</span>.—¡Que se calle! (<i>Avelino afligido,
-se retira hacia la derecha, acompañado de Benita.</i>)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_188">p. 188</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¿Se acepta este fallo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—Sí, sí.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>A Nieves y Serafín.</i>)—Pues
-podéis beberos el premio sorbito a sorbito, pollos. (<i>Dándole la copa a
-Nieves.</i>) Cuando quieras, nena.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Con mucho gusto. (<i>Coge el
-vaso.</i>) A la salú de mi pareja.</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Olé! (<i>Vuelve Higinio por el foro
-izquierda lentamente y se acerca al grupo poco a poco.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Gracias, Nieves!</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Va a beber y se detiene con
-coquetería.</i>)—¡Ay, pero se va usté a enterar de mis secretos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Pué que me convenga.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—A mí no; pero en fin, lo dicho.
-(<i>Bebe la mitad del vino y deja la copa en la banqueta.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Sin coger el vaso.</i>)—Señores:
-antes de posar mis labios donde los ha imprimido esa boca que parece
-talmente un clavel encarnao que se le ha caído del pelo, tengo que
-manifestar que me embarga el júbilo, que me embarga la emoción y que
-me embarga... (<i>Va a coger la copa, pero se interpone Higinio, que
-enérgicamente la coge.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Pues no se moleste usté, yo me
-lo beberé, que no tengo na embargao. (<i>Bebe y tira el vaso contra el
-suelo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Eh! (<i>Movimiento de estupor;
-Higinio trata de agredir a Serafín, pero los sujetan los hombres,
-apartándolos, quedando en medio Melquiades.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Aplaudiendo.</i>)—¡Muy bien, muy
-bien y muy bien!</p>
-
-<p><span class="smcap">Viriato.</span>—Eso no vale.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Pero, ¿qué has hecho?</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Lo que me ha parecido; ¿qué
-hay?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Muy bien y muy bien! ¡Ja, ja;
-qué chasco! (<i>Ríe; sus padres la amenazan.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Rafael</span> (<i>A Higinio.</i>)—Pero, ¿no ves que
-era una broma?</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Sujetando a Serafín; con ira a
-Higinio.</i>)—Has metío la pata.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Con tranquilidad.</i>)—Hombre, ¿no
-se le<span class="pagenum" id="Page_189">p. 189</span> ha ocurrido a
-usté otra gansada en el rato que hace que está usté ahí haciendo el
-orangután?</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Si se me ocurre otra, la
-hago.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Pues a ratos no crea usté que
-estorba una mijita de educación, amigo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Tengo la que me hace falta.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Pues la pué usté llevar en la
-funda de un cacahué y no se le llena; palabra.</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Lo que yo tengo es... (<i>Vuelve a
-acometerle.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Sonriendo.</i>)—Lo que tiene usté
-son <i>deciséis</i> señoras al lao y un sujeto de miramientos vis a vis;
-pero también tiene usté un carrillo y yo una mano, y la vida ocasiones.
-Na más.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¡Hablas, que esculpes! Y
-terminao el incidente, señores, que no le vamos a estropear el día a la
-señá Damiana.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Se continuará, pollo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Cuando usté quiera.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¿Vamos ahí, al sotillo, a
-jugar a prendas?</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—Sí, sí; vamos. (<i>La gente se va
-con Melquiades, murmurando y hablando entre sí, por el foro izquierda.
-Quedan en escena: la Trini, al fondo; Nieves, junto al árbol de la
-izquierda; Benita, hacia la derecha, y en el centro Higinio, Rafael y
-Damiana. Avelino hace mutis por la derecha.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>A Trini.</i>)—¿El perro de usté,
-embiste también, joven?</p>
-
-<p><span class="smcap">Trini</span> (<i>Con coquetería.</i>)—Ni perrito que
-me ladre tengo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Pues cuelgue usté su hermosura
-de esta escarpia, que ha encontrao usté un lebrel. (<i>Se cogen del brazo
-y hacen mutis por la lateral izquierda, pero bajando al proscenio para
-pasar por delante de Nieves que, como es natural, queda contrariada
-al ver que se van juntos.</i>) ¡Y a ver si va a poder ser que pueda uno
-hablar con una mujer guapa!</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA V"><span class="pagenum" id="Page_190">p.
-190</span>ESCENA V</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Benita, Nieves, Damiana,
-Higinio</span> <i>y el</i> <span class="smcap">señor Rafael</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Rafael.</span>—Te has <i>ocecao</i>, Higinio; te has
-<i>ocecao</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Con ira.</i>)—Ha metío la pata,
-dígalo usté claro.</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—No, señora.</p>
-
-<p><span class="smcap">Damiana.</span>—Sí, señor; que si hubiese hecho
-algo malo aquí estaba su madre pa regañarla.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Ha hecho muy bien, muy bien y
-muy bien!</p>
-
-<p><span class="smcap">Damiana.</span>—Cállate tú ahora.</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Es que no podía más, Nieves;
-hazte cargo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Si toa la vida serás lo mismo; un
-celoso, un primo sin correa pa na.</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Porque te quiero pa mí solo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Pues por éstas, que no me vuelves
-a poner en ridículo; hemos acabao.</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—¿Que hemos acabao?</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Hemos acabao, sí, señor, pero pa
-siempre, ¡por éstas! (<i>Besando la cruz de los dedos.</i>) Hemos acabao.</p>
-
-<p><span class="smcap">Rafael.</span>—¡Calma, hijos! ¡Válgame Dios!</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—¿Y qué he hecho yo pa esto,
-señor Rafael? ¿Qué he hecho yo pa esto? Quererla y na más. ¡Y luego
-dicen! Si debía ser uno como todos: un sinvergüenza pa las mujeres:
-esos tién suerte y no los primos como yo, que se cuelan de buena fe.
-¡Maldita sea!</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Pues se acabaron los primos;
-puedes marcharte cuando te dé la gana.</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—¿Que me marche? Pero, ¿estás en
-lo que dices?</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—No tengo más que una palabra.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_191">p. 191</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Está bien. No me lo dirás dos
-veces. Me voy. Pero antes de irme, escucha una cosa, Nieves. No serás
-mía, pero de ese hombre tampoco lo eres. Mialás: jurao; al tiempo.
-(<i>Vase fondo izquierda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Aplaudiendo.</i>)—Muy bien, muy
-bien y muy bien.</p>
-
-<p><span class="smcap">Damiana.</span>—Pero, ¿quieres callarte y no
-agriarlo más, tonta del bote?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Pues no me callo y no me callo,
-porque tié razón; sí, señora, y sí, señora.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Airada.</i>)—¿Y de qué tié razón,
-vamos a ver?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—De todo, sí, señora; que lo que
-hay es que tú quiés ser señorita y tener lujo y por eso despachas a
-Higinio, porque es un pobre, y en cambio te has enguirlotao con un tío
-pinturero que crees que te va a dar el oro y el moro; eso es.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Contenida por sus padres.</i>)—Pero
-¿no es pa darla una bofetá?</p>
-
-<p><span class="smcap">Rafael.</span>—Pero ¿qué estás diciendo ahí
-contra tu hermana?</p>
-
-<p><span class="smcap">Damiana.</span>—Dejar a esa tonta.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Sí; tonta, tonta; porque las
-canto claritas. ¡El lujo, el lujo! ¡Eso, eso es lo que os pierde a
-muchas! El gabancito de moda, el zapatito de charol y la faldita
-estrecha y a pintarla por ahí andando a saltitos (<i>Remedando lo que
-va diciendo.</i>) como pollos trabaos. Pues no señora; hay que agarrarse
-al jornalito y ayudar al marido y chincharse; esa es la obligación de
-una pobre. Y si hay que llevar un pingo, se lleva y se aguanta una,
-que después de todo, siempre será mejor llevar un pingo que serlo. Eso
-es.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Pero ¿oye usté? ¡Desvengonzá!
-¡Mala hermana! ¡Suélteme usté, que la arañe! (<i>Quiere pegarla pero
-sus padres la contienen, llevándosela poco a poco por la primera
-izquierda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Damiana.</span>—¡Hija, por Dios, que vamos a dar
-un escándalo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Rafael.</span>—¡Entre hermanas, válgame Dios!
-¡Vamos, vamos!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_192">p. 192</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Damiana</span> (<i>A Nieves.</i>)—¡No llores, hija,
-no llores!</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Envidiosa, más que envidiosa.
-(<i>Mutis.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡El lujo!... ¡el lujo!... Eso,
-eso; que os da miedo ser pobres, ni más ni menos. (<i>Al quedarse sola,
-con gran energía.</i>) Pues no señora: mi hermana, no. Ella pué que me
-arranque el moño, pero yo la juro que la quito de ese tío. Todo, antes
-que verla por esas calles sola y pintá de rubio, haciendo de reir a la
-gente. Mi hermana, no. ¡Por estas cruces! (<i>Se sienta en el tronco del
-árbol de la izquierda, llorosa y agitada, limpiándose los ojos con el
-delantal.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA VI</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Benita</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Avelino</span>, <i>que sale por el fondo derecha,
-ocultándose, entre los&nbsp;árboles</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Sola! ¡Yo la exploro! ¡Me
-gusta a mí esa tontita de una manera avasallante! ¡Tiene un no sé
-qué así, bobo, que engolosina! Yo voy a ver si la enloquezco por un
-medio poético que me se ha ocurrido. (<i>Saca una navaja de muelles,
-no muy grande, y la abre.</i>) Un poco grande es para mi <i>ojepto</i>, pero
-no he encontrao otra. Me tiembla el corazón que parece que voy a
-cometer un crimen. ¡Ánimo! (<i>Llamando desde donde está.</i>) ¡Benita!...
-(<i>Avanzando.</i>) ¡Benita!</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Se vuelve.</i>)—¿Qué? (<i>Al verle se
-levanta aterrada.</i>) ¡Jesús!</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Perdone usté que venga a
-cortarla...</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Retrocediendo asustada.</i>)—¿A
-mí?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Que venga a cortarla el hilo de
-sus cavilaciones nada más; que esta navaja es para hacerla a usté una
-cosa muy agradable.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¿Qué me va usted a hacer?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Que qué la voy a hacer?
-(<i>Avanza con<span class="pagenum" id="Page_193">p. 193</span> pasos
-trágicos y cogiéndola de una mano, la trae hasta el centro de la
-escena. Ella avanza con miedo.</i>) ¿Cómo se llama usted?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Ah! pero ¿es el padrón?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Es otra cosa más de adorno.
-¿Cómo se llama usté?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Benita.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Digo de apellido.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Baranda.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Sonriendo.</i>)—¡Baranda! ¡Hombre,
-qué casualidad! Usté Baranda y yo, Escalera. ¡Nos completamos!
-(<i>Mirándola con arrobamiento.</i>) ¡Baranda! (<i>Muy meloso.</i>) ¡Con qué
-gusto me asomaría!</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¿Dónde?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Nada, nada; es una cosa pa mí
-solo. De forma que las iniciales de usté son, B. B.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Creo que sí; B. B.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Bueno; pues la voy a hacer
-a usté un B. B. entrelazao, en el tronco de un árbol, con letra de
-adorno, que se va usté a quedar <i>visueja</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¿Y pa eso me ha dao usté este
-susto?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Y debajo de su enlace pondré
-mis iniciales: Avelino Escalera Jordán. A. E. J. (<i>Muy fino.</i>) ¿Me
-permitirá usted que por lo menos toque la J en su enlace?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Como si quiere usted tocar la
-muñeira.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Ni una palabra más. ¿Lo grabo en
-aquella encina (<i>Foro.</i>) u en este chopo? (<i>1.º derecha.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Pero ¿me quiere usted dejar en
-paz, hombre?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Lo grabaré en el chopo. ¡Y Dios
-quiera que algún día no tenga yo que coger el chopo y recordarla dónde
-empezó nuestro idilio! Manos a la obra. (<i>Se pone a grabar con la
-navaja en el tronco del árbol.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Tan bien como estaría usted
-durmiendo la siesta, hombre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Benita.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¿Qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Tié usté una mirada que
-<i>eleztrocuta</i>.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_194">p. 194</span></p>
-
-<p>(<i>Se oyen risas y rumor de voces de hombres hacia la primera
-izquierda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Chist!... ¡Silencio!</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Qué pasa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Fijándose.</i>)—El señor Melquiades
-y Serafín, que vienen.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Esos sinvergüenzas!</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¿Tramarán algo contra Higinio?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Si quiere usté, podemos
-escondernos y oirlos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Sí; mejor será. Calle usté; por
-aquí. (<i>Se esconden detrás de un matorral alto en la primera derecha,
-de forma que los vea el público.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA VII</h4>
-
-<p class="quienesj"><span class="smcap">Dichos</span>, <span
-class="smcap">Serafín</span>, <span class="smcap">Melquiades</span>,
-<span class="smcap">Virutas</span>, <span class="smcap">Tuliqui</span>,
-<i>y</i> <span class="smcap">Bernabé</span>, <i>por la primera izquierda.
-Vienen riendo escandalosamente. El último trae un frasco de vino y dos
-copas, y colocándolo en el banco de la izquierda va sirviendo a sus
-amigos, que beben formando semicírculo.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Saliendo.</i>)—¡Calla, que me
-tronzo de risa!</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Ja, ja, ja!</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Que sí, hombre, no reirse.</p>
-
-<p><span class="smcap">Tuliqui.</span>—¡Pero si es pa reventar!</p>
-
-<p><span class="smcap">Virutas.</span>—¡Tienes unas cosas!</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Señor, que sé lo que me digo,
-hombre. Oirme y veréis. (<i>A Serafín.</i>) ¿Cuál es aquí la única cosa que
-nos es <i>hóstil</i> p’al logro de tus fines benéficos con la Nieves?</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—La Benita.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Pues la hago yo el amor,
-primo, y tóo resuelto. (<i>Todos ríen.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Estupefacta.</i>)—¡A mí!</p>
-
-<p><span class="smcap">Tuliqui.</span>—¿Tú con esa mema? (<i>Riendo.</i>)
-¡Ja, ja, ja!</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¡Natural, señor! Como ese
-cacho de<span class="pagenum" id="Page_195">p. 195</span> tonta no ha
-tenido nunca quien la diga “por ahí te pudras”, pues en cuanto yo la
-insinúe tanto así, la incendio, cae en mis brazos, se pone de nuestra
-parte y cuando tú haigas lograo tu ojeto con su hermana, yo abandono
-a esa renacuaja y que se tome dos pastillas de sublimao, si le gusta.
-¿Qué os parece?</p>
-
-<p><span class="smcap">Virutas</span> (<i>Riendo.</i>)—¡Eres diabólico!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Oye, pero que de primera.</p>
-
-<p><span class="smcap">Tuliqui.</span>—¡A ver si te da calabazas!</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¿A mí? ¡A las dos palabras,
-la pelo al rape si me da la gana! (<i>Siguen hablando en voz baja y
-bebiendo. Avelino sale del escondite, abre la navaja y avanza en
-actitud amenazadora. Benita le sujeta.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Suelte usté! ¡Suelte usté, que
-le voy a traer dos filetes de cerdo! ¡Miserables! ¡Canallas!</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Chist!... ¡quieto! Déjeme usté a
-mí sola, que yo sé lo que tengo que hacer con estos bandidos. Lárguese
-usté pronto.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Si hago falta, me da usté una
-voz.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Bueno. (<i>Vase Avelino por la
-primera derecha.</i>) Por mi salú que os acordáis de esta mema pa toa la
-vida. ¡Deshonrar a mi hermana y tomarme a mí el pelo! Veremos quién
-puede más, si una tonta o cinco granujas. (<i>Vase tercera derecha.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>A Serafín.)</i>—De manera que
-tú a seguir dándola achares a la Nieves con su amiga, y yo a buscar a
-esa pitusa, y de que la encuentre...</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Por el foro derecha, lejos y
-quejándose.</i>)—¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¿Quién se queja? (<i>Todos miran
-al sitio indicado.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¡Calla!... ¡Pero si es la
-Benita!</p>
-
-<p><span class="smcap">Tuliqui.</span>—¡Y viene cojeando!</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¿Se habrá caído?</p>
-
-<p><span class="smcap">Virutas.</span>—¡Qué ocasión!</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Dibujada. Dejarme solo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Duro con ella.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Sus la brindo. (<i>Vanse los
-cuatro riendo por la primera izquierda.</i>)</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA VIII"><span class="pagenum" id="Page_196">p.
-196</span>ESCENA VIII</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Melquiades</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Benita</span>, <i>por el fondo derecha</i>. <i>Viene cojeando y
-se apoya para andar en una sombrilla</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! (<i>Sale
-quejándose.</i>) ¡Ay, señor Melquiades de mi alma!</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Pero, ¿qué es eso, rica, qué
-te ha pasao?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Ay, que me he torcido un pie!
-¡Ay!... ¡Agárreme usté, que no puedo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Yendo hacia ella.</i>)—Pero,
-¿es que te has resbalao?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Y me he caído, sí, señor. ¡Ay!
-¿Me quiere usté llevar a aquel tronco? (<i>El de la izquierda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Con mil amores. (<i>Cogiéndola
-de la cintura.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Saltando a la “patita
-coja”, hasta llegar al banco.</i>)—¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! (<i>Se sienta a la
-izquierda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>De rodillas, reconociendo el
-pie lesionado.</i>)—¿Y dónde te duele, rica?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Aquí, un poquito más arriba
-del tobillo. (<i>Levantando la falda y dejando ver un poco la
-pantorrilla.</i>)—¿Lo tengo hinchao?</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—No, pero... (¡Camará,
-qué pantorrilla!) A ver, ¿te duele al tazto? (<i>Toca con el dedo
-repetidamente.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—No, señor; me hace una punzadita
-nada más.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Eso no es nada; descansando
-aquí un poquito conmigo, te se pasa. (<i>Se sienta a su derecha, pero sin
-dejar de mirar la pantorrilla.</i>) Oye, rica, ¿y sabes que vas muy bien
-calzadita?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Regular! ¡Cada una presumimos de
-lo que podemos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Yo no me había fijao, pero,
-sabes que tienes un nacimiento que...</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Haciéndose la tonta.</i>)—¡Je, je!
-Lo mismo<span class="pagenum" id="Page_197">p. 197</span> me dijo el
-otro día el chico de la tienda de sedas. (<i>Ruborosa.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¿Te dijo que vaya un
-nacimiento?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Sí, señor; que vaya un nacimiento
-y que si se lo quería dejar pa una <i>Nochebuena</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¡Anda diez!</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Y luego, se puso así en jarras
-y me <i>añidió</i>: ¿Le falta a usté una figurita pa ese nacimiento? Y yo
-enfadada le dije: “Sí, señor, me falta el buey.”</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Riendo.</i>)—¡Muy salao! ¿Y qué
-te dijo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Pues... me dió las señas de su
-casa de usté. (<i>Se ríe tontamente.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Quedando de pronto
-serio.</i>)—¿Y por qué no te dió las de su padre político?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Se le pasaría. (<i>Levantándose
-rápidamente.</i>)—Y en fin, yo me voy, que no quiero que me vean aquí
-sola.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Obligándola a sentarse.</i>)—No
-tengas prisa, mujer.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—No, si yo estoy muy a gusto,
-pero... ¡ay!, no quiero ni pensarlo, si me viesen aquí sola con usté,
-con las bromas que me dan.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Bromas, ¿de qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Nada, que como a veces, cuando
-hablamos así de hombres con mis amigas, yo siempre le saco a usté, pues
-se han maliciao tonterías, que... Bueno, yo me voy. (<i>Como antes.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Aguarda, mujer aguarda.
-(<i>Cada vez más acaramelado.</i>) ¿Y qué es lo que hablas de mí con tus
-amigas, si pué saberse?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Yo, nada; tonterías de chicas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Y dime, Benita, ¿tú no has
-tenío nunca novio?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Novio, novio... lo que se dice
-novio, no, señor. Tonteos na más. ¡Como soy tan tonta!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Y escucha: ¿no te gustaría a
-ti tener un novio formal?... Vamos a ver.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Formal u chirigotero, que me
-gustase a mí, que lo demás... es lo de menos.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_198">p. 198</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span>.—¿Qué te parecería un sujeto
-como yo, pongo por caso? (<i>Poniéndose de pie y engallándose.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>De pie también.</i>)—¿Cómo usté?
-¡Ay!</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Cogiéndola la mano.</i>)—¿Te
-gustaría? ¡Dilo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Fingiendo.</i>)—¡Ay, por Dios,
-señor Melquiades, suélteme usté!</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span>.—Dímelo ya.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span>.—¡Ay, por Dios, que nos pueden
-ver!</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span>.—Dame un abrazo, anda.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Soltándose y echando a correr
-hacia el fondo derecha.</i>)—¡Ay, eso no, Melquiades! Ahora no, que
-vienen.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span>.—¿Quieres que hablemos
-luego?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span>.—Luego, sí.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span>.—¿Dónde te espero?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span>.—Aquí mismo, a la hora de irnos.
-Adiós. (<i>Medio mutis.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Llamándola.</i>)—¡Benita! ¿Me
-quieres?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Con rubor.</i>)—Cuando yo me vaya,
-venga usté a leer lo que dejo escrito aquí en la tierra. (<i>Escribe
-en el suelo con la punta de la sombrilla.</i>) Ya está. Dispense la
-<i>urtugrafía</i>. Adiós. (<i>Mutis fondo derecha.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span>.—¡Adiós, vida! Yo le he
-preguntao que si me quería. ¿Qué habrá puesto? (<i>Va y lo lee.</i>) “<i>Un
-porción.</i>” (<i>Riendo.</i>) ¡Camará con la niña! No, pues se pué pasar
-el rato con la tontita esa mejor de lo que yo me figuraba. ¡Y por
-lo visto, me venía camelando hace tiempo! ¡¡Y habrá tantas así!!
-¡Que uno no puede estar en todo! (<i>Vase contoneando por la primera
-izquierda.</i>)</p>
-
-
-<div class="section">
- <h4>ESCENA IX</h4>
-</div>
-
-<p class="quienesj"><i>Por el foro izquierda aparecen del brazo</i>, <span
-class="smcap">Serafín</span> <i>y la</i> <span class="smcap">Trini</span>,
-<i>muy amartelados. Hablan bajito; ella ríe locamente. Atraviesan la
-escena, haciendo mutis por<span class="pagenum" id="Page_199">p.
-199</span> la derecha. Les sigue</i> <span class="smcap">Nieves</span>,
-<i>recatándose entre los árboles, nerviosa, jadeante</i>. <i>Falta luz. El
-cielo empieza a nublarse. Después</i> <span class="smcap">Rafael</span>
-<i>y</i> <span class="smcap">Damiana</span>. <i>Al final, todos los invitados
-de ambos sexos</i> (<i>Coro general</i>).</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Celosa y a punto de
-llorar.</i>)—¡La Trini!... ¡La Trini con él... y haciéndole cara! (<i>Se
-escuchan, ya lejanas, las risas locas de Trini.</i>) ¡Cómo ríe!...
-¡Ella!... ¡A la que me he confiao... después que le he abierto mi
-corazón!... ¡Infame! Si debí figurármelo. Y se van lejos... y solos...
-y una aquí, atá por el qué dirán, sin poder desahogar la rabia.
-¡Maldita sea! (<i>Se apoya, llorosa, en el tronco del árbol de la
-derecha, primer término.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Una voz</span> (<i>De hombre, dentro
-izquierda.</i>)—¡Virutas, diles a esos que vayan al merendero por
-paraguas, que se ha nublao del todo y va a caer un chaparrón!</p>
-
-<p><span class="smcap">Otra</span> (<i>Ídem, ídem, en la derecha.</i>)—Ya
-vamos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>En lo suyo.</i>)—¡Por allí van! ¡Y
-más juntos y más amartelados! Tenía que ser ella; esa infame. ¡Sabiendo
-lo que yo le quiero! (<i>Queda llorando.</i>)</p>
-
-<p class="mushab"><b>Música</b></p>
-
-<p><span class="smcap">Voz hombre</span> (<i>En la izquierda.</i>)—¡Oye, que
-se ha nublao y va a caer un aguacero!</p>
-
-<p><span class="smcap">Voz hombre</span> (<i>En la derecha.</i>)—Llamar a
-esos, que vengan a coger cestas, guitarras, mantones y tóo. Venir.</p>
-
-<p><span class="smcap">Voz hombre</span> (<i>En la izquierda.</i>)—¡Pues no
-va a caer nada!</p>
-
-<p><span class="smcap">Uno</span> (<i>Pasa corriendo de izquierda a
-derecha, acompañado de una mujer.</i>)—¡A casa que llueve!</p>
-
-<p><span class="smcap">Coro</span> (<i>Dentro, repartido en ambos
-lados.</i>)</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Que llueva, que llueva,</div>
- <div class="verse indent0">la Virgen de la Cueva.</div>
- <div class="verse indent0">Los pajaritos cantan,</div>
- <div class="verse indent0">las nubes se levantan.</div>
- <div class="verse indent0">Que sí, que no,</div>
- <div class="verse indent0">que llueva chaparrón.</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="mushab"><span class="pagenum" id="Page_200">p.
-200</span><b>Hablando sobre la música.</b></p>
-
-<p class="quienesj">(<i>Salen</i> <span class="smcap">Damiana</span> <i>y</i>
-<span class="smcap">Rafael</span>, <i>muy deprisa, por la primera
-izquierda. Ella saca su mantón de crespón negro y él un paraguas.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Rafael</span> (<i>Dirigiéndose al árbol donde
-merendaron, que es en el que está apoyada Nieves.</i>)—Vamos deprisa,
-que va a caer un chaparrón. (<i>Al ver a Nieves.</i>) Anda, ¿pero estás tú
-aquí?</p>
-
-<p><span class="smcap">Damiana</span>.—Cogeré mi cesta y la guitarra.
-(<i>Coge lo que indica.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Rafael</span> (<i>Acercándose y
-abrazándola.</i>)—Pero, ¿qué es eso, hija? ¿Pero lloras?</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves</span>.—No es nada, padre.</p>
-
-<p><span class="smcap">Rafael.</span>—¡Válgame Dios! (<i>A Damiana.</i>)
-Pero, ¿no ves la nena llorando?</p>
-
-<p><span class="smcap">Damiana.</span>—Déjala. El disgusto de antes...
-los nervios... que ella es así. Está como el día. (<i>Vase por donde
-salió.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Rafael</span> (<i>Conduciendo abrazada a su hija
-y haciendo mutis tras Damiana.</i>)—¡Ay qué hija ésta! ¡Lagrimitas de los
-veinte años, lluvia de primavera; paece que se desgaja el cielo y luego
-na! (<i>Vanse.</i>)</p>
-
-<p class="mushab"><b>Cantando</b>.</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Voz mujer</span> (<i>Dentro.</i>)</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Empezó el día con sol</div>
- <div class="verse indent0">y acaba el día lloviendo.</div>
- <div class="verse indent0">Alegre estaba mi alma</div>
- <div class="verse indent0">y estoy llorando de celos.</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="quienesj">(<i>Entre risas y algazara, salen Invitados e
-Invitadas. Ellos se doblan los pantalones, se suben el cuello de
-la americana; ellas se ponen abrigos y mantones, recogen cestas y
-guitarras, y al fin se cobijan bajo los paraguas, que abren los
-hombres. Empieza a llover.</i>)</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Ellos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Anda ya; cógete de mi bracero.</div><span class="pagenum" id="Page_201">p. 201</span>
- <div class="verse indent0">Vámonos no descargue aquí el nublao;</div>
- <div class="verse indent0">que dirán, si me cala el aguacero:</div>
- <div class="verse indent0">va-calao, va-calao, va-calao.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Ellas</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Tápeme; pero no me apriete tanto,</div>
- <div class="verse indent0">que si no me separo yo de usté;</div>
- <div class="verse indent0">que pa mí, que aunque jure usté que es santo,</div>
- <div class="verse indent0">le-calé, le-calé, le-calé. (<i>Abren los paraguas.</i>)</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Ellos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent6">Pues vamos juntos</div>
- <div class="verse indent6">bajo el paraguas,</div>
- <div class="verse indent6">pa que te diga</div>
- <div class="verse indent6">con ilusión,</div>
- <div class="verse indent6">que en los encajes</div>
- <div class="verse indent6">de tus enaguas</div>
- <div class="verse indent6">llevas prendido</div>
- <div class="verse indent6">mi corazón. (<i>Llueve más fuerte.</i>)</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Ellas</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent6">Aunque se ponga</div>
- <div class="verse indent6">muy zalamero,</div>
- <div class="verse indent6">no me convence</div>
- <div class="verse indent6">de su querer,</div>
- <div class="verse indent6">que son los hombres</div>
- <div class="verse indent6">muy embusteros;</div>
- <div class="verse indent6">y ande a casita</div>
- <div class="verse indent6">que va a llover.</div>
-</div>
-
-<p class="quienes">(<i>Empieza a llover con violencia. El Coro hace mutis
-por la lateral izquierda.</i>)</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent6">Tápeme, etc...</div>
- <div class="verse indent6">Anda ya, etc...</div>
-</div>
-
-
-<h4>ESCENA FINAL</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Melquiades</span>, <i>el</i> <span
-class="smcap">Tuliqui</span>, <i>el</i> <span class="smcap">Virutas</span>
-<i>y</i> <span class="smcap">Bernabé</span>, <i>primera izquierda. Luego
-Benita, fondo derecha. Por último,</i> <span class="smcap">Avelino</span>
-<i>por el mismo sitio.</i></p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_202">p. 202</span>(<i>Melquiades
-se resguarda de la lluvia con su paraguas y los otros tres con uno
-solo.</i>)</p>
-
-<p class="mushab"><b>Hablado</b></p>
-
-<p><span class="smcap">Tuliqui</span>.—¿De modo que la Benita?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span>.—Dos palabras y cayó en mis
-brazos; y aquí me ha citao.</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos</span> (<i>Riendo.</i>)—¡Ja, ja, ja!</p>
-
-<p><span class="smcap">Virutas</span>.—¡Gachó, no eres tú nadie!</p>
-
-<p><span class="smcap">Tuliqui</span> (<i>Mirando fondo
-derecha.</i>)—¡Mirarla; por allí viene a tóo correr!</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span>.—Buscándome como una loca.
-Veréis qué chifladura le ha entrao por mí.</p>
-
-<p><span class="smcap">Tuliqui</span>.—Vamos a escondernos. (<i>Se
-ocultan detrás de un árbol del fondo izquierda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span>.—No reiros muy fuerte, no se
-escame.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Sale corriendo, muy remangada,
-con un paraguas, abierto chorreando.</i>)—¡Hola, señor Melquiades! ¿Ha
-visto usté que chaparrón?</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span>.—Te estaba esperando, vida.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span>.—¿A mí? ¡Ay, cuánto lo siento!,
-porque el caso es que tengo un compromiso con... con un joven...
-(<i>Llamando.</i>) Avelino: aquí.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span>.—Aquí estoy. ¡Vaya un diluvio!
-(<i>Sale con un pañuelo sobre el hongo, todo mojado, y los pantalones
-muy subidos, igual que el cuello de la americana.</i>) ¡A casa, que
-llueve! (<i>Se cogen del brazo, y, muy tapados con el mismo paraguas,
-se van riendo por la primera izquierda y despidiéndose con la mano,
-guasonamente del señor Melquiades, que queda estupefacto. Al mismo
-tiempo aparecen por detrás del árbol donde se ocultaron, las caras
-rientes y burlonas de Tuliqui, Virutas y Bernabé.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span>.—¡Mi madre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Tuliqui</span>.—Oye tú: ¿y era esa la locura?</p>
-
-<p><span class="smcap">Virutas.</span>—¿Y decías que en tus brazos?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Ja, ja! ¡Valiente chasco!</p>
-
-<p><span class="smcap">Los tres.</span>—¡A casa, que llueve! ¡Ja, ja,
-ja! (<i>Se van muertos de risa por la primera izquierda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Indignado.</i>)—¡La panocha!
-Pero, ¿qué es esto? Tomarme el pelo a mí una mequetrefa, ¡que no
-levanta del suelo un metro treinta y cinco!<span class="pagenum"
-id="Page_203">p. 203</span> ¡¡A mí!! Vaya; pues ahora es cuando está
-empeñao mi amor propio. Que me trufen, si no la vuelvo loca. (<i>Tropieza
-con una cesta que ha quedado olvidada.</i>) ¡Calla!... ¡una cesta! ¿Quién
-se habrá dejao esto? (<i>La coge y se la cuelga del brazo.</i>) Me la
-llevaré. ¡Miá que al final tener yo que llevar la cesta! Pues sí que me
-han preparao el mutis. ¡Maldita sea! (<i>Vase primera izquierda con el
-paraguas abierto y la cesta al brazo.</i>)</p>
-
-<p>(<i>Música en la orquesta.</i>)</p>
-
-<p class="mushab"><b>Mutación</b></p>
-
-
-<hr class="chap0" />
-
-<div class="chapter">
-<h3>CUADRO SEGUNDO</h3>
-</div>
-
-<p class="donde">La Glorieta de la Ronda de Valencia frente a la calle
-de Embajadores, entre la Veterinaria y la Fábrica de Tabacos.</p>
-
-
-<h4>ESCENA PRIMERA</h4>
-
-<p class="quienesj"><i>El lugar está desierto; anochece. Pasa un
-farolero encendiendo los faroles; a poco, a lo largo de la calle,
-brillan las lucecitas del alumbrado público. Se escucha el pregón,
-muy lejano, de un vendedor ambulante, y, mucho más lejana, la música,
-casi imperceptible de un organillo. En una taberna próxima, en cuyos
-cristales resplandece una luz rojiza, se oye un desacordado guitarreo.
-Un borracho, con su voz incierta y ronca canta dentro:</i></p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Eche usté cuatro botellas</div>
- <div class="verse indent0">y aquí me dejo la capa,</div>
- <div class="verse indent0">que aluego vendrán por ella.</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p>(<i>Un coro de voces infantiles canta lejísimo como un eco
-perdido:</i>)</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Ramón del alma mía:</div>
- <div class="verse indent0">del alma mía, Ramón;</div>
- <div class="verse indent0">si te hubieras casado</div>
- <div class="verse indent0">cuando te lo dije yo.</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="quienesj"><span class="pagenum" id="Page_204">p.
-204</span>(<i>Vuelve a quedar todo en silencio. Se acentúa la
-obscuridad; en las fachadas de las casas lejanas, van brillando
-tenues lucecitas. Aparecen por el primer término izquierda,</i> <span
-class="smcap">Nieves</span>, <i>envuelta en un mantoncito de crespón
-negro, muy repeinada, con su faldita estrecha y sus zapatitos de
-charol, acompañada de una <span class="smcap">Vieja</span>, astrosa,
-con cara de bruja, encorvada, que lleva mantón raído y un pañuelo viejo
-a la cabeza.</i>)</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Con inquietud.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¡Virgen de la Paloma,</div>
- <div class="verse indent0">me salta el corazón!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Vieja</span> (<i>Con voz cascada.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Mujer, ni que vinieses</div>
- <div class="verse indent0">por una mala <i>ación</i>.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">No puedo remediarlo;</div>
- <div class="verse indent0">estoy muy <i>asustá</i>.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Vieja</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">El sitio está muy solo</div>
- <div class="verse indent0">y nadie nos verá.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Me ahoga la angustia.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Vieja</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Deja ya ese apuro</div>
- <div class="verse indent0">y siéntate un poco</div>
- <div class="verse indent0">aquí que está oscuro.</div>
-</div>
-
-<p>(<i>Nieves se sienta en un banco de la Glorieta. La
-Vieja queda en pie a su lado. Dan ocho campanadas en el reloj de una
-iglesia distante. Vuelve el guitarreo en la taberna. Canta una voz de
-hombre.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Hay que querer a las hembras</div>
- <div class="verse indent0">con los pensamientos malos,</div>
- <div class="verse indent0">que al que no lo hiciese así,</div>
- <div class="verse indent0">ellas le darán el pago.</div>
-</div>
-
-<p class="mushab"><b>Hablando sobre la música.</b></p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Vieja</span> (<i>A Nieves.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¿Oyes? Las ocho.</div><span class="pagenum" id="Page_205">p. 205</span>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent15">¡Las ocho! (<i>Pausa.</i>)</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Vieja</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Cantan bien en la taberna. (<i>Pausa.</i>)</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¿Tardará mucho su hermana?</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Vieja</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¡Qué ha de tardar! ¡Buena es ella!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¿La dijo usté lo que quiero?</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Vieja</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Que te eche las cartas, prenda,</div>
- <div class="verse indent0">que tú no vas a su casa</div>
- <div class="verse indent0">porque no quiés que te vean,</div>
- <div class="verse indent0">y que viniese a las ocho</div>
- <div class="verse indent0">a un banco de la Glorieta.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¡Cuánto tarda!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Vieja</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent13">Estás nerviosa.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Levantándose.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¿No viene allí?</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Vieja</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent14">Sí; es aquella.</div>
-</div>
-
-<p>(<i>Sale fondo derecha la</i> <span class="smcap">señá Celes</span>,
-<i>otra vieja, echadora de cartas, más bruja que la anterior. Esta viste
-de obscuro. Lleva un gabán cortito y un manto negro raído. Se apoya en
-una muletilla.</i>)</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Yendo a su
-encuentro.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¡Señá Celes!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Celes</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent11">¡Hija mía!</div>
- <div class="verse indent0">¡Cuánta gana que tenía</div>
- <div class="verse indent0">de verte! ¡Qué hermosa estás!</div>
- <div class="verse indent0">¿Qué te pasa?</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Vieja</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent12">No habléis fuerte.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_206">p. 206</span><span
-class="smcap">Nieves</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Que quiero saber mi suerte,</div>
- <div class="verse indent0">señá Celes.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Celes</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent10">La sabrás.</div>
-</div>
-
-<p class="mushab"><b>Cantando.</b></p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Que mi vida ya no es vida;</div>
- <div class="verse indent0">que tiran de mí, a la vez,</div>
- <div class="verse indent0">de un lao mi casa y mis padres;</div>
- <div class="verse indent0">del otro lao mi querer.</div>
- <div class="verse indent0">Que Serafín me ha exigido</div>
- <div class="verse indent0">que vaya a vivir con él,</div>
- <div class="verse indent0">y yo quiero y no quisiera,</div>
- <div class="verse indent0">y lucho y no sé qué hacer.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Celes</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Ven, que a la luz del farol</div>
- <div class="verse indent0">las cartas te voy a echar;</div>
- <div class="verse indent0">que tóo lo que te convenga,</div>
- <div class="verse indent0">las cartas te lo dirán.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Vieja</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Siéntate. (<i>Se sienta.</i>)</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Celes</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent8">Persígnate.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Vieja</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Reza una oración.</div>
- <div class="verse indent0">Corta con la izquierda.</div>
- <div class="verse indent0">En el nombre de Dios.</div>
-</div>
-
-<p>(<i>Celes saca la baraja, la remueve. Nieves hace cuanto la dice. La
-bruja echa las cartas sobre el banco. Se ven en el horizonte obscuro,
-relámpagos lejanos. Nieves, de pronto, da un grito de terror.</i>)</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¡Jesús!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Celes</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent7">¿Qué ha pasao?</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_207">p. 207</span><span
-class="smcap">Vieja</span> (<i>Ríe con su boca sin dientes.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¡Que ha visto un murciélago</div>
- <div class="verse indent0">y que se ha asustao!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Celes</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Aquí te salen dos hombres:</div>
- <div class="verse indent0">uno, perdido por ti;</div>
- <div class="verse indent0">otro, que te trae dinero:</div>
- <div class="verse indent0">mira los oros aquí.</div>
-</div>
-
-<p>(<i>Sale</i> <span class="smcap">Serafín</span> <i>foro derecha,
-sigilosamente, sin ser visto. Se coloca detrás de las mujeres, oye y
-sonríe.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Bastos; te sale un disgusto,</div>
- <div class="verse indent0">pero al cabo triunfarás.</div>
- <div class="verse indent0">Copas, y un hombre moreno</div>
- <div class="verse indent0">rica y dichosa te hará.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Serafín</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Lo que las cartas te dicen,</div>
- <div class="verse indent0">esa es la pura verdá.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Con asombro y
-alegría.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¡Serafín! (<i>Levantándose.</i>)</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Serafín</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent8">Y ese moreno</div>
- <div class="verse indent0">aquí esperándote está.</div>
-</div>
-
-<p>(<i>Muy meloso, ofreciéndola el brazo al que ella se coge.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Vámonos, chula mía;</div>
- <div class="verse indent0">vámonos, negra;</div>
- <div class="verse indent0">vámonos del bracero</div>
- <div class="verse indent0">donde nos vean.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Rendida.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Donde quieras llevarla</div>
- <div class="verse indent0">se va tu negra,</div>
- <div class="verse indent0">que al fin, será mi vida,</div>
- <div class="verse indent0">lo que tú quieras.</div>
-</div>
-
-<p>(<i>Se van del brazo muy juntos por la izquierda, con las caras casi
-pegadas; caminan lentamente.</i> <span class="smcap">Higinio</span> <i>sale
-por la derecha, vacilante, lívido, como un loco; los ve alejarse.</i>)</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_208">p. 208</span><span
-class="smcap">Higinio</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¡Juntos! ¡Se van! ¡De agonía</div>
- <div class="verse indent0">se me salta el corazón!</div>
- <div class="verse indent0">¡Malhaya la suerte mía,</div>
- <div class="verse indent0">si no los mato a traición!</div>
-</div>
-
-<p>(<i>Se va tras ellos. Las dos brujas, que han recogido la baraja y que
-observan lo que sucede, al desaparecer Higinio, siguen riendo.</i>)</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Viejas</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent6">Ya lo ves.</div>
- <div class="verse indent6">¡Ja, ja, ja!</div>
- <div class="verse indent6">Siempre así</div>
- <div class="verse indent6">pasará.</div>
- <div class="verse indent0">Detrás del amor los celos</div>
- <div class="verse indent6">siempre irán.</div>
- <div class="verse indent6">Ya lo ves.</div>
- <div class="verse indent6">¡Ja, ja, ja!</div>
- <div class="verse indent6">Siempre así</div>
- <div class="verse indent6">pasará.</div>
- <div class="verse indent6">¡Ja, ja, ja!</div>
-</div>
-
-<p>(<i>Vanse por primera izquierda. Sigue relampagueando en el horizonte
-obscuro. Cesa la música.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA II</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Benita, Avelino</span> <i>e</i>
-<span class="smcap">Higinio</span></p>
-
-<p class="quienesj"><i>Benita trae a Higinio casi a rastras, porque él
-forcejea por soltarse. Avelino lleva una blusa larga y una cesta a la
-cabeza de las que usan los ultramarinos para servir los pedidos, llena
-de comestibles y bebestibles, la cual deja en el suelo para ayudar a
-Benita.</i></p> <p><span class="pagenum" id="Page_209">p. 209</span></p>
-
-<p class="mushab"><b>Hablado</b></p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Quieto, por Dios! ¡Silencio!</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—No, si contra ella no es;
-soltarme.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Efusión de sangre, no, joven.</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Si al que quiero matar es a él;
-a él, que sé que no la quiere más que para perderla. ¡Suéltame!</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Que te he dicho que no.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Hágala usté caso, hombre.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Ten calma y óyeme lo que te
-digo, ¡caray!, que la volvéis a una más tonta de lo que es! Si esta
-noche no aparto a ese hombre del camino de mi hermana, mañana te lo
-desayunas si quieres. (<i>Soltándole.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio</span> (<i>Abrumado.</i>)—¡Se pierde esa
-loca! ¡Se pierde sin remedio! ¡Se van juntos!... ¡juntos! ¡Dios sabe
-dónde!</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Y nosotros también lo sabemos,
-tonto; si no, ¿crees tú que los hubiera dejao yo irse?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Van al baile de Provisiones;
-un baile titulao <i>El Vaivén</i>, de ahí orilla a la fábrica de Tabacos.
-Precisamente a la casa de al lao voy yo a llevar este pedido.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Pues allí, en ese bailecito, es
-donde una servidora lo va a arreglar tóo esta noche.</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Pero ¿cómo vas a evitar que tu
-hermana...?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Muy sencillo. ¿Tú no te acuerdas
-del señor Melquiades? ¿Aquel tío que me hizo el amor pa tomarme el
-pelo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Sí.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Pues lo ha <i>enagenao</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—¿Qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Que con mis tontunas le he vuelto
-<i>mochales</i> y ahí lo tengo, al principio de la Ronda, aguardándome
-sentao en un banco, con dos sacas de ropa que me ha subido del río.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Don Juan Tenorio de mozo de
-chapa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Pero, ¿es posible?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Pues ese tío bocón es el que me
-ha contao<span class="pagenum" id="Page_210">p. 210</span> en secreto
-que Serafín hace catorce años que está liao con una verdulera que le
-mantiene el pico.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—De manera que tóo el lujo de ese
-pollo, lechugas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Tiene cinco hijos con ella; y a
-esa mujer, que la llaman Paca “La Fiera”, por el mal genio, se lo he
-ido a contar tóo; la he suplicao que me ayude a salvar a mi hermana y
-me ha dicho que a las nueve estaría aquí con los cinco vástagos, medio
-litro de vitriolo y un vergajo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Que es un equipo! Ahora
-calcúlese usté el <i>Agarren-Parti</i> que se va a armar en ese bailecito
-esta noche.</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio.</span>—Yo la ayudaré a esa mujer.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Mirando por la segunda
-izquierda.</i>)—Callarse, que me parece que ya está ahí esa fiera.
-(<i>Mira.</i>) Sí; ella es.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>A Higinio.</i>)—Agárrese usté, que
-es un huracán. (<i>Se echa la cesta a la cabeza.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA III</h4>
-
-<p class="quienesj"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Paca</span> <i>“La Fiera” segunda izquierda. Es una mujer
-algo desastrada; viene a medio peinar. Lleva delantal, mantón atado
-atrás y el pañuelo de la cabeza caído sobre los hombros.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Paca</span> (<i>Saliendo y pasando entre Avelino e
-Higinio.</i>)—¡Pero que muy buenas!</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Dejándola libre el paso.</i>)—¡Señá
-Paca!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca.</span>—Aquí estoy. He tardao, porque he
-ido a dejar los chicos en casa mi prima pa cuando sea menester.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Y qué tal?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca.</span>—Vengo que muerdo. Y a mí no me
-sujetéis de que vea a ese chulo, que por la papilla que me han dao,
-¡maldita sea la leña!, que le hago trizas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Quié usté sentarse?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca.</span>—¿Yo sentarme? Muerta descansaría
-yo, ¡mi<span class="pagenum" id="Page_211">p. 211</span> perra vida!
-(<i>Al hablar zarandea a Avelino, produciéndose en la cesta que lleva en
-la cabeza un gran ruido de cacharros que chocan entre sí.</i>) Si no puedo
-parar, hijo; si no puedo. Si dende que vino aquí la joven y me contó lo
-que me contó, que me ha entrao una desazón que... vamos; si hasta creo
-que me han crecío las uñas. (<i>Le zarandea más.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Sujetando el cesto con ambas
-manos.</i>)—¡Mi madre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca.</span>—¿Usté ha visto pelar un pollo,
-pollo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Por Dios, señora: el pedido!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca.</span>—Pues menos tardo yo en desollar a
-ese ladrón, ladrón, más que ladrón. (<i>Asombrada ante el creciente ruido
-de la cesta.</i>) ¡Caray! pero ¿qué le suena a este hombre?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—El pedido, señora; si se lo
-estoy a usté diciendo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Pero cálmese usté, por Dios!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca.</span>—¿Que me calme? ¡Cuando le machaque
-los sesos a ese golfo! ¡Engañarme a mí!... ¡su sangre ladrona! Si son
-cinco hijos los que tengo: ¡cinco! ¿Por qué no le habré matao ya?
-¡Maldita sea la leña! Tóo el santo día vendiendo repollos pa que el
-zanguango ese venga a hacer el <i>pinta</i> con las chuletas de aquí bajo.
-(<i>Volviendo a zarandear a Avelino.</i>) ¿De dónde lo voy a consentir
-yo; de dónde? ¡Antes voy a la cárcel, a la cárcel y a la cárcel! (<i>A
-Benita.</i>) Bueno; y este sonajero, ¿quién es?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—El joven que nos va a
-acompañar.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca.</span>—¿Este? Pues vámonos pal Vaivén.
-Usté me entra y me suelta en metá del baile, yo saco este vergajo
-que llevo debajo del delantal (<i>Levantándoselo y enseñando uno.</i>) y
-¿ustedes se acuerdan de hace catorce años que cayó una granizá que
-asoló medio Madrid? Pues fué un estornudo comparao con la que les
-preparo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Que se le cae a usté el moño.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca.</span>—Y me se caerá el alma. ¡Maldita
-sea! ¡Si me arde la sangre! ¡Si quería yo cogerle en una! ¡Si lo
-estaba deseandito! ¡Si de éstas me ha hecho cua<span class="pagenum"
-id="Page_212">p. 212</span>renta y cinco! ¡Si es un loco! ¡Si no hay
-año que no tengamos seis juicios!</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Un loco y tanto juicio!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca.</span>—¡Pero de ésta le pierde, palabra!;
-porque yo le juro a usté, que a él lo mato, al Vaivén le pego fuego y
-yo voy a la cárcel y ese ladrón al Hospital. ¡Palabra! ¡Que le digo a
-usté que mi venganza va a ser soná; (<i>Llevándose a Avelino a empellones
-por el fondo izquierda.</i>) pero que muy soná! (<i>Le zarandea para que
-suenen los cacharros de la cesta.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡El pedido, señora; el
-pedido!</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Cálmese! ¡Cálmese usté!
-(<i>Siguiéndoles.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Higinio</span> (<i>Ídem.</i>)—¡Pues sí que es un
-huracán! (<i>Vanse.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA IV</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Melquiades</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Sale por la primera derecha
-con dos sacas grandes de ropa, una debajo de cada brazo y silbando como
-quien llama a una persona.</i>)—Náa; que no se la vislumbra por parte
-ninguna. ¡Camará! ¡Hora y media esperando! ¿Dónde se habrá metido esa
-hija de Eva? (<i>Silba.</i>) Cuando vuelva, la ropita esta ya se ha pasao
-de moda. (<i>Silba.</i>) ¡Que si quieres! (<i>Deja las sacas encima del banco
-y se sienta entre las dos, dejando el sombrero sobre una de ellas.</i>)
-Bueno, esa niña, me tié ya un poquito escamao, eso es aparte; porque
-cáa día es una cosa. Unos días, como hoy, pongo por <i>verbi gracia</i>,
-me hace que la acompañe a recoger la ropa, y así de que la cosa va
-pesando, me la trasmite, me pone un pretexto pa largarse y me deja
-sentadito en un banco y de cara al talego como puede comprobarse por
-la lámina azjunta. Pues otras noches, otras noches es peor, porque
-me hace que la entre en un café, me se toma una ración de riñones a
-la <i>broche</i>, me dice luego que va a un recao, y me da otro solo de
-hora y pico. Y es lo que yo la<span class="pagenum" id="Page_213">p.
-213</span> digo: Señor, no es que me duelan los riñones, pero hazte
-cargo que ante los ojos del camarero, estoy haciendo un papelito de
-esos de rollo. Y luego, que no me prueba la cerveza y no sé qué tomar.
-(<i>Pausa.</i>) Náa, que esa niña abusa de que la he tomao una miaja de ley
-y tiene conmigo acciones que no son pa un hombre formal. Sobre todo,
-las que más me cargan, son estas acciones del banco.</p>
-
-
-<h4>ESCENA V</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Melquiades</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Benita</span>, <i>foro izquierda</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Acercándose.</i>)—Buenas noches,
-chacho. ¡Ay, rico mío! Estarás aburrido, ¿verdá? ¡Qué lástima!</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Levantándose
-malhumorado.</i>)—¡Gracias a Dios! Pero ¿qué te ha pasao, nena? Creí que
-no venías.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Dispénsame este ratito de hora y
-media que es que me ha cogido la señá Dionisia, que habla más que un
-loro borracho, y conque si patatín, si patatán, no me soltaba.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Sí, pero hazte cargo, que
-uno tié sus quehaceres. (<i>Se aparta del banco, dejando en él las
-sacas.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¿Y qué tiés tú que hacer que no
-sea con tu morucha, tunarra? (<i>Dándole una bofetada de cariño.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Sí, pero es que abusas de una
-forma, que...</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Amos, calla, tirano; después de
-que dice tóo el mundo que he adelgazao desde que te hablo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¿Qué has adelgazao? Pues que
-te lleven al café y verán.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Si tú me quisiás a mí la metá na
-más de lo que yo... Pero, ¡claro!, acostumbrao a tantas quiero tantas
-tengo... (<i>Coge la saca de la derecha y viene<span class="pagenum"
-id="Page_214">p. 214</span> por el mismo lado a entregársela a
-Melquiades para que la coja.</i>) Anda; coge la saca, cariño.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¡Yo! Pero no querrás que
-yo...</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Anda, mala sangre; coge.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Resistiéndose.</i>)—Mujer, por
-Dios, ¡que si me viese alguien!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Amos, ladrón; carga. Si es de
-aquí a casa; media horita na más.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Cogiendo la saca con el
-brazo derecho.</i>)—Bueno. Que a uno le gusta condescender, que si
-no...</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Cogiendo la otra saca y pasando
-al lado izquierdo.</i>)—Dí que una no fuera tonta, pero sabes que me tiés
-loquita y por eso abusas. (<i>Al volver hacia la izquierda Melquiades, se
-encuentra con que le presenta la otra saca.</i>) Toma la otra.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—Pero oye; ¿yo con las dos?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Haciendo que cargue con ella
-también.</i>)—Tira pa alante, asesino. ¡Si no fuera una tan tonta! ¡Soy
-más tonta! ¿qué tonta soy, verdá? (<i>Haciéndole caricias.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Resignándose.</i>)—¡Ay,
-Melquiades! ¡Veinticinco años haciéndote el Tenorio, y ya ves
-qué sacas; que te las echen a cuestas! (<i>Inicia el mutis por la
-izquierda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Se va dándole
-empujones.</i>)—¡Amos, tira, cariño! (<i>Música en la orquesta.</i>)</p>
-
-<p class="mushab"><b>Mutación</b></p>
-
-<hr class="chap0" />
-
-<div class="chapter">
-<h3>CUADRO TERCERO</h3>
-</div>
-
-<p class="donde">Local cuadrado de paredes blancas, en planta baja, que
-denota haber servido recientemente para tienda o almacén. La puerta
-del foro un poco a la derecha, y de dos hojas abiertas, da a la calle.
-Dentro, en la pared del fondo, un cartel con letras de imprenta que
-dirá: «El Vaivén, Sociedad de baile.—Matinés los jueves.—Prohibido
-entrar al salón con botas y todas clases de bebidas.—No se permite
-bailar con la capa puesta.—No se<span class="pagenum" id="Page_215">p.
-215</span> azmiten en el tocador más que señoras solas.—Guardarropa
-a voluntaz.—<span class="smcap">Vocal de turno</span>, <i>El
-Chinares</i>.—<span class="smcap">Bastonero</span>, <i>El Canito</i>.—<span
-class="smcap">Encargado del ambigú</span>, <i>Lucio el Rifero</i>». En los
-laterales izquierda, en primer término, una puerta atrancada con una
-mesa. Sobre la puerta un letrero que dice: «Guardarropa». Al lado otro
-que dice: «No hay devolución, sin chapa». En segundo término, otra
-puerta con otro letrero «Ambigú», y al lado en el telón, frente al
-público, «Pagos al contado.—On parle Francaise.» Ocupando todo este
-frente, tres o cuatro veladores de hierro, y otro en primer término,
-con unas cuantas banquetas alrededor. En las laterales derecha, una
-sola puerta, grande, sobre la que dice: «Entrada al salón». Dicha
-puerta la cubren dos cortinas encarnadas, recogidas con guardamalletas.
-Del techo pende una araña, hecha con dos palos cruzados y cadenetas de
-papel, con cinco lámparas eléctricas, una en cada punta y otra en el
-centro colgando el flexible. Forillo de calle. Es de noche.</p>
-
-
-<h4>ESCENA PRIMERA</h4>
-
-<p class="quienesj"><span class="smcap">Nieves</span> <i>y</i>
-<span class="smcap">Serafín</span>, <i>sentados en el velador
-de primer término; ella a la derecha, y con una carta con
-sobre, en la mano. En segundo término, en otro velador</i>, <span
-class="smcap">Melquiades, El Virutas, El Tuliqui</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Bernabé. Mozas</span> 1.ª <i>y</i> 2.ª <i>con un</i> <span
-class="smcap">Joven</span>, <i>toman cerveza en otra de las mesas. El</i>
-<span class="smcap">Camarero</span> <i>que sirve, es un viejo calvo y
-chato, que viste pantalón gris, alpargatas negras, pañuelo al cuello
-y smoking</i>. <span class="smcap">Jóvenes</span> 1.º, 2.º, 3.º y 4.º,
-<i>están a la puerta del salón, mirando hacia adentro y jaleando a los
-que bailan. El organillo, con sonido muy atenuado, deja oir una polka.
-En el guardarropa</i> <span class="smcap">Lucio el Rifero</span>. <i>Durante
-la primera escena, entran dos o tres parejas de la calle al Salón. A
-su tiempo, salen del mismo</i>, <span class="smcap">un Joven</span> <i>y</i>
-<span class="smcap">una Joven</span>. <i>Todo el mocerío de ambos sexos
-que figura en este cuadro, denotará por su aspecto físico y por su
-indumento que pertenece a la más baja extracción del hampa madrileña,
-que nutre sus gloriosas huestes de organilleros, timadores y pícaros de
-toda laya. Empieza la acción.</i></p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_216">p. 216</span><span
-class="smcap">Joven 1.º</span>—¡Ole ahí!... ¡Finura!</p>
-
-<p><span class="smcap">Joven</span> 2.º—¡Lo ceñido!</p>
-
-<p><span class="smcap">Joven</span> 3.º—¡Arza, Babolla, que te sobra
-terreno con un baldosín!</p>
-
-<p><span class="smcap">Joven</span> 4.º—¡Filigranita pura! ¡Ele!
-(<i>Salen del salón un Joven y una Joven y van al guardarropa a recoger
-sus prendas, previa la presentación de la chapa.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Un Joven.</span>—Lucio; lo nuestro.</p>
-
-<p><span class="smcap">Lucio</span> (<i>Con voz aguardentosa.</i>)—¿Ya sus
-vais? (<i>Les da el sombrero y un mantón de Manila.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Un Joven.</span>—A ésta, que la llaman. (<i>Vanse
-foro derecha.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Moza</span> 1.ª (<i>De las que están en la
-mesa.</i>)—Oye; ¿cómo tardará tanto Isidoro?</p>
-
-<p><span class="smcap">Un Joven</span> (<i>En la misma mesa.</i>)—Ya me
-escama. A ver si ha bajao a trabajar a la Puerta del Sol y le han echao
-el cierre los de la Poli.</p>
-
-<p><span class="smcap">Moza</span> 1.ª—Si supiera que no venía...
-el “Colores”, me ha convidao a cenar. (<i>Se levantan y se dirigen al
-salón.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Moza</span> 2.ª—No te comprometas, que luego
-llega Isidoro a los postres, lo toma a mal, y acuérdate del domingo
-pasao, que llevabas carne de membrillo hasta en el <i>guá</i>. (<i>Llegan a la
-entrada del salón.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Un Joven</span> (<i>A los que están formando
-grupo.</i>)—¡A ver si va a poder ser que pasemos! (<i>Abren calle y entran,
-primero las mujeres con su acompañante y luego los otro cuatro. Cesa el
-organillo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Entregándola a Serafín.</i>)—Aquí
-tiés la carta; mándala cuando quieras.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Tomándola.</i>)—Gracias, chacha;
-así se portan las mujercitas. (<i>Se levantan y avanzan.</i>) ¿A quién se la
-diriges?</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—A mi madre.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¿Qué la dices?</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Que esta noche ya no vuelvo a
-casa. Que no me esperen más; que me voy con un hombre que me quiere pa
-toa su vida.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Ele!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_217">p. 217</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Pero antes de mandarla dime la
-verdá, por Dios. ¿Tú no tiés compromiso con ninguna mujer?</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Y dale!</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¿No me engañas?</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Mis labios, pa ti besos y
-verdades; no tién otra cosa, nena. (<i>Vuelve a tocar el organillo.</i>) Y
-ahora vamos ahí dentro, y luego donde yo te lleve, y mañana juntitos pa
-siempre.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¿Pa siempre, Serafín?</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Ni qué decir! ¿Oyes? ¿No te
-embebece esa música? (<i>Casi al oído.</i>) Vamos al salón, que vean canela.
-(<i>Entran en él.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA II</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Melquiades</span>, <i>el</i> <span
-class="smcap">Tuliqui</span>, <i>el</i> <span class="smcap">Virutas</span>
-<i>y</i> <span class="smcap">Bernabé</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Por Nieves.</i>)—¿Lo veis?
-¡Otra a la canasta!</p>
-
-<p><span class="smcap">Virutas.</span>—¡Se la lleva en el pico!</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Levantándose y avanzando
-al proscenio.</i>)—¿Pues vosotros oserváis la locura de esa chavala con
-Serafín? Pues es un grano de Anís del Mono, comparao con el estrago que
-yo le he producido a la otra hermanita.</p>
-
-<p><span class="smcap">Tuliqui.</span>—¿Tanto?</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¡Chiquillos!... ¡Me
-quiere, que en algunas ocasiones, ya hasta me carga; pero me carga
-bárbaramente!</p>
-
-<p><span class="smcap">Virutas.</span>—Bueno; pero ¿sacas algo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Sonriendo.</i>)—¿Sacas? ¡Una
-enormidaz! (<i>Saca cuatro cigarros puros, que reparte y encienden.</i>) Ahí
-van tres <i>Panatelas</i>: <i>Flor de Cuba</i>. Hay que echar humo, jóvenes.</p>
-
-<p><span class="smcap">Virutas.</span>—¡Eres un gran sujeto,
-Melquiades!</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Épico. (<i>Enciende.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Tuliqui.</span>—Pa las mujeres, un <i>bacilus</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Virutas.</span>—Si a los hombres se les pusiesen
-rótulos<span class="pagenum" id="Page_218">p. 218</span> como a los
-comercios, a ti te se debía de poner en la cinta del sombrero: “A la
-nueva encarnación...”</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Con extrañeza.</i>)—¡A mi
-encarnación!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Virutas.</span>—Déjame acabar, hombre. “A la
-nueva encarnación... de don Juan Tenorio.”</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Sonriendo,
-satisfecho.</i>)—¡Ah; eso sí! ¡Me habías alarmao! (<i>Chupando el cigarro.</i>)
-Vamos a humear. (<i>Entra triunfalmente en el salón, fumando y bailando;
-los otros le siguen chupando los puros.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—Humeemos.</p>
-
-
-<h4>ESCENA III</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Avelino</span>, <i>foro derecha.
-Luego el</i> <span class="smcap">Camarero</span>, <i>del Ambigú</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Llega a la
-puerta y retrocede, volviendo a asomarse mira a todas partes con cara
-asustada. Entra tímidamente de puntillas. Viene con traje de americana
-y sombrero.</i>)—Aquí debe ser. (<i>Lee el cartel.</i>) Justo: ahí “El Vaivén”,
-escrito; (<i>Acercándose al salón y mirando.</i>) y ahí dentro, corroborao.
-(<i>Mirando dentro.</i>) ¡Relente!... ¡Pero qué pegaos bailan aquí! ¡Hay
-pareja que no se la conoce la soldadura! Y el caso es que son parejas
-que se pegan, pero se ve que no se hacen daño. ¡Qué gentuza! (<i>Cesa el
-organillo. Avelino se separa de la puerta.</i>) Dios quiera que no tarden
-la Benita y la señá Paca la Fiera, que mientras van por los niños, me
-han dicho que entrase yo a tomar datos. Tomaré datos. (<i>Vuelve a mirar
-por la puerta del salón.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Camarero</span> (<i>Saliendo y fijándose en
-Avelino.</i>)—¿Qué hace aquél? (<i>Llamándole desde lejos.</i>) ¡Chist!</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Volviéndose
-asustado.</i>)—¿Qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Camarero.</span>—¿Qué va usté a tomar?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Datos. Iba a tomar datos, ¿sabe
-usté?, porque yo no soy socio, pero soy transeunte y venía a... a...
-esperar que viniera una familia.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_219">p. 219</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Camarero.</span>—¿No querrá usté tomarme el
-pelo, verdá?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Fijándose en la calva.</i>)—Yo
-no quiero imposibles, camarero. De forma que hasta ver si vienen las
-personas que espero, tráigame usté un sifón de gaseosa, que tengo la
-boca seca.</p>
-
-<p><span class="smcap">Camarero.</span>—En seguida. (<i>Vase, vuelve
-y sirve en el velador de primer término lo pedido por Avelino, y se
-retira.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA IV</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Avelino</span>, <span
-class="smcap">Joven</span> 1.º, <span class="smcap">Joven</span> 2.º;
-<i>luego el</i> <span class="smcap">Camarero</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Dios quiera que vengan pronto
-esas mujeres! ¡Estoy azoradísimo! Aunque yo creo que hago mal, porque
-si sale algún chulo de esos y ven que me alagarto, me se comen. Sí,
-yo me hago el fresco, es mejor. Adoztaré un aire de fresco. ¿Qué aire
-será mejor: este o este? (<i>Hace dos posturas ridículas.</i>) Ahora, pa
-lo que yo no tengo agallas es pa entrar al salón y hacer lo que me ha
-dicho la Benita, que me ha dicho, dice: “Tú, de que llegues, entras
-donde bailan, y si ves a mi hermana con el Serafín, te vas y le dices:”
-(<i>Mirando hacia el salón.</i>) “Muy señor mío: (<i>Salen del salón los
-Jóvenes 1.º y 2.º</i>) ¡dos puntos! (<i>Por los que salen.</i>) Me alegraré”...
-(<i>Por los jóvenes.</i>) Me alegraré que no se fijen en mí. (<i>Se sienta a
-lado del velador en su parte izquierda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Joven</span> 1.º (<i>Al otro.</i>)—Oye, tú, ¿quién es
-ese pelanas?</p>
-
-<p><span class="smcap">Joven</span> 2.º—¡Gachó, pero que no lo he
-visto en mi vida!</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—(¡Ya se han fijao! Aquí del
-aire.) (<i>Adopta un aire de despreocupación.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Joven</span> 1.º—Yo voy a ver. (<i>Se acercan a
-la mesa de Avelino.</i>) Buenas y refrescantes.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Gordas y dulces. (Yo no me
-achico.) (<i>Al Joven 1.º, que se ha quitado la gorra para saludar.</i>)
-Cúbrase el joven.</p>
-
-<p><span class="smcap">Joven</span> 1.º—Gracias; es que no me viene la
-gorra.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_220">p. 220</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Y qué apetecía el socio?</p>
-
-<p><span class="smcap">Joven</span> 1.º—Usté perdone mi curiosidaz.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—El aseo es imperdonable; diga el
-amigo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Joven</span> 1.º—¿A usté le han traído aquí pa
-rifarlo, pollo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—(¡Arrea!) Sí, señor; me han
-traído aquí pa rifarme, pero al que yo le toque, pué que se le hinchen
-las narices.</p>
-
-<p><span class="smcap">Joven</span> 1.º—¿Esas? (<i>Por las de
-Avelino.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—O las vecinas. (<i>Por las del
-Joven 1.º</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Joven</span> 2.º—Pues las tié usté bastante
-largas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Y eso que no las tengo todas
-conmigo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Joven</span> 1.º—¿Y qué está usté tomando, si no
-es mal preguntao?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Gaseosa! (<i>Levantándose.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Joven</span> 1.º—¡Qué embustero!</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Que sí, señor; que es
-gaseosa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Joven</span> 1.º—A ver. (<i>Con mucha tranquilidad
-se sirve un vaso y se lo bebe. Avelino le contempla asombrado.</i>) Oye,
-(<i>Al segundo.</i>) pues es verdá.</p>
-
-<p><span class="smcap">Joven</span> 2.º—¡Pero qué va a ser gaseosa!</p>
-
-<p><span class="smcap">Joven</span> 1.º—Que sí, hombre; prueba y
-verás.</p>
-
-<p><span class="smcap">Joven</span> 2.º—¿De dónde? (<i>Se sirve otro vaso
-y se lo bebe.</i>) Oye: pues tié razón. (<i>Aparte al primero.</i>) (¡Hemos
-refrescao!)</p>
-
-<p><span class="smcap">Joven</span> 1.º—¿Lo estás viendo? (<i>A
-Avelino.</i>) ¡Que aproveche! (<i>Inician el mutis hacia el salón.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Igualmente! (¡Qué
-sinvergüenzas! No, pues yo no me aguanto.) (<i>Alto.</i>) Oigan, jovencitos,
-hagan el osequio; otra curiosidad.</p>
-
-<p><span class="smcap">Los dos</span> (<i>Volviendo.</i>)—¿Qué pasa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Les hace seña que se
-acerquen.</i>)—Ustés que tó lo saben; ¿pa sacar el líquido de aquí dentro,
-de dónde se aprieta, de aquí (<i>El pitorro.</i>) u de aquí? (<i>Al dar a la
-palanca sale el líquido, poniéndoles perdidos.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Joven</span> 2.º—¡Mi madre!
-(<i>Retrocediendo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Joven</span> 1.º (<i>Agresivo.</i>)—¡Y nos ha mojao!
-(<i>Van a acometerle, pero Avelino, que ha dejado el sifón so<span
-class="pagenum" id="Page_221">p. 221</span>bre el velador saca una
-pistola del bolsillo y les apunta.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Bueno, pero si no les gusta a
-ustedes, les dejo secos; cosa de un segundo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Los dos</span> (<i>Al ver la pistola echan a
-correr y se meten en el salón.</i>)—¡Rediez!</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Riendo.</i>)—¡Ja, ja, ja! ¡Miá si
-se dan cuenta que esta pistola es un abanico! (<i>Tira del cañón y saca
-un abanico, con el que se hace aire, contoneándose.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Camarero</span> (<i>Que sale del ambigú con un
-servicio para el salón.</i>)—Pero, ¿qué hace usté?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Dándome aires de matón. (<i>Vase
-el Camarero.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA V</h4>
-
-<p class="quienesj"><span class="smcap">Avelino, Benita, Paca la
-Fiera</span>; <i>luego tres</i> <span class="smcap">Chicos</span> <i>y dos</i>
-<span class="smcap">Chicas</span>, <i>hermanos, el mayor de doce años y
-la pequeña de cinco, vestidos pobremente, por el foro izquierda. Los
-chicos llevan todos en el bolsillo un pliego de papel de barba.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Se asoma y llama.</i>) Avelino.
-(<i>El organillo vuelve a sonar.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Vosotras? (<i>Guarda la pistola y
-va a la puerta.</i>) Adelante.</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Pase usté, señá Paca.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca</span> (<i>Entrando.</i>)—¿Es aquí?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Aquí es. (<i>Benita va a mirar por
-entre las cortinas de la puerta del salón.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca</span> (<i>En la misma puerta.</i>)—¡Lástima de
-edificio! Dentro de un minuto no queda de tóo esto ni el solar.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Y los niños?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca.</span>—Ahí los traigo. (<i>Va a la
-puerta con ellos.</i>) Pasar, pichones. (<i>Entran los cinco hasta el
-proscenio.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Rediez, qué orfelinato!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca.</span>—Aquí los tié usté: ¡cinco pedazos
-de mi al<span class="pagenum" id="Page_222">p. 222</span>ma!... ¡cinco
-pedazos! ¿No es esto pa poner el grito en el cielo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Pa poner el grito en el cielo y
-una escuela municipal. Sentarse, pedacitos. (<i>Los Chicos se sientan en
-un velador del fondo, colocándolos Avelino.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca.</span>—¡Y que no me rechistéis!</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Y son todos de usté?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca.</span>—Pa lo que usté guste mandarles;
-que si fueran patatas, no sabe usté lo que se lo agradecerían. (<i>A los
-chicos.</i>) Bueno, ya sabéis, luceros; vosotros lo de siempre: cuando
-entren los guardias, os escurrís y a casa. Y ahora por lo pronto, sacar
-los documentos. (<i>Los chicos sacan del bolsillo los papeles.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Qué documentos son esos?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca.</span>—Las <i>feses</i> de bautismo. ¿No ve
-usté que cá mes tengo una escaramuza de estas con ese ladrón? ¡Pues ya
-los presento con el comprobante en la manita! Los llevo catalogaos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Pues hace precioso! ¡Paecen un
-lote!</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Chits!... Callarse... allí
-están. Ya veo a mi hermana con Serafín; venga usté.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca</span> (<i>Va corriendo a mirar.</i>)—¿Dónde
-están?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Allí, a la derecha; mire usté.
-(<i>Quedan las dos mirando.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Chico</span> 1.º (<i>A Avelino.</i>)—¿Se puede tomar
-algo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¿Qué queréis?</p>
-
-<p><span class="smcap">Chico</span> 1.º—¿Habrá escabeche?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Dentro de un minuto, pué que no
-haiga otra cosa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Chico</span> 1.º—¿Nos podía usté dar un
-bocadillo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Eso tu mamá, que muerde.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca.</span>—¡Ah!... ¡Sí!... ¡Allí!... ¡Ya los
-veo! ¡Ay, ladrón! ¡Ya te he guilao! ¡Ya eres mío! (<i>Quiere desliarse el
-vergajo de la cintura y entrar.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Deteniéndola y haciéndola,
-ayudada de Avelino, que vuelva al centro de la escena.</i>)—¡Quieta, por
-Dios, que lo echa usté a perder!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca.</span>—¡Soltarme!... ¡Maldita sea la leña!
-Sí: baila, baila, ladrón. Bueno; si le pego fuego al local, salven
-ustés a las criaturas.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_223">p. 223</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Señá Paca, por Dios!</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span> (¡Qué mujer!... ¡Si lo sé la
-traigo con <i>Minimax</i>!)</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Aquí se debe hacer lo convenido:
-una <i>leción</i> a mi hermana, un escarmiento a ese tío y ¡<i>Laus Deo</i>!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca.</span>—¿Ha dicho usté que <i>deo</i>? ¡Puño
-cerrao y me va a parecer poco! Vamos a entrar bailando usté y yo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Bueno; pero mucho cuidao, que
-llevo un terno de lana dulce.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca</span> (<i>A Avelino.</i>)—Usté, cuando estemos
-a tiro de <i>vergajo</i>, me suelta; que el resto de la <i>suaré</i>, es cosa
-mía.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Prudencia, por Dios!</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Yo aquí me quedo con la
-<i>prole</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca.</span>—Adentro. (<i>Entran bailando.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Ahí va el agua! ¡Dios los coja
-confesaos! ¡Ya se acercan!... (<i>Mirando al interior del salón.</i>) ¡Aún
-no los han visto!... ¡Ya han reparao! (<i>El organillo toca cada vez
-más despacio.</i>) ¡El señor Melquiades se mete debajo de un banco!...
-¡Serafín no sabe qué hacer!... (<i>Comienza dentro un murmullo que
-crece.</i>) Hablan... disputan... todos se arremolinan... ¡Saca el
-vergajo!... ¡Ay! (<i>Se oye dentro un grito espantoso.</i>) ¡¡En metá de los
-sesos!! (<i>A partir de esta frase, el escándalo de dentro es formidable.
-Gritos, alaridos, ayes, etc. Voces de “¡Guardias!... ¡Socorro!... ¡Que
-se matan!...”</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA VI</h4>
-
-<p class="quienesj"><i>Salen del salón hombres y mujeres
-chillando.</i> <span class="smcap">Tuliqui</span>, <span
-class="smcap">Melquiades</span>, <span class="smcap">Viruta</span>,
-<span class="smcap">Bernabé</span>, <i>que pasan a la izquierda;
-detrás</i> <span class="smcap">Serafín</span>, <i>sin sombrero, cuello,
-ni corbata, cogido por la solapa de la americana por</i> <span
-class="smcap">Paca la Fiera</span>, <i>que enarbola el vergajo. Detrás</i>,
-<span class="smcap">Nieves</span>, <i>llorosa y aterrada, cuatro o cinco
-concurrentes del baile y</i> <span class="smcap">Avelino</span>, <i>con
-toda la chaqueta rota por un costado y la manga. Todos salen trémulos
-y demuda<span class="pagenum" id="Page_224">p. 224</span>dos.</i> <span
-class="smcap">Benita</span> <i>se aparta para que salgan, y los</i> <span
-class="smcap">Chicos</span> <i>se esconden bajo un velador. Otros
-concurrentes quedan en la misma puerta escuchando.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Tuliqui</span> (<i>Corriendo.</i>)—¡Un guardia!...
-¡Un guardia!</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>Queda en el centro.</i>)—¡Un
-sastre! (<i>Enseñando el roto.</i>) ¡Un sastre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Pasando a la
-izquierda.</i>)—¡Mi media dentadura!... ¡A ver mi media dentadura!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Saliendo furioso.</i>)—¡Suelta!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca.</span>—¡Granuja! ¡Golfo! ¡Pelanas!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¡Suelta o te parto el alma!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca.</span>—¡Ni muerta! No vendo ni una
-alcachofa más pa que tú te chulees con nadie; ea: se ha acabao.
-(<i>Colocación de derecha a izquierda; Paca, Benita, Avelino, Nieves,
-Serafín, Melquiades, etc. El coro alrededor.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Pero, ¿quién es esta mujer? (<i>A
-Serafín.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca.</span>—¿Qué quién soy? Una prima pa el
-señor; pa usté, puede que una tía; en el fondo, una madre que no se
-deja avasallar. Ni más ni menos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Pero, ¿qué dice esta mujer,
-Serafín; contesta, por Dios?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>A su hermana.</i>)—Pero, ¿estás
-sorda? Pues dice que es la socia de aquí, del amigo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca.</span>—Hace catorce años cumplidos;
-catorce, pa que usté lo sepa, joven.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>A Serafín.</i>)—Pero, ¿no decías
-que estabas libre?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Estaba libre, pero le han bajao
-el “Alquila.”</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Tóo eso es mentira, Nieves; no
-lo creas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca</span> (<i>Amenazadora.</i>)—¿Que no lo crea?
-(<i>Hace avanzar a los chicos; Serafín, al verlos, huye hacia la
-izquierda.</i>) Aquí tié usté las consecuencias. Con sus fés de bautismo;
-(<i>Los chicos presentan los papeles.</i>) los cinco reconocidos; deletrée
-usté si sabe.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡La prueba testifical es pa
-bajarle las orejas al caballo de la Plaza de Oriente! (<i>Pasa al lado de
-Serafín.</i>)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_225">p. 225</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—¡Qué infamia! ¡Qué vergüenza!
-(<i>Llora abrumada, sentándose en un velador del fondo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Ya sin saber qué decir.</i>)—Está
-bien. ¡Maldita sea! ¡Ponerme en un bochorno como este cada ocho días!
-¿A ti te paece bonito lo que me has hecho?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paca</span> (<i>Señalando a los niños.</i>)—¡¡Pues y
-lo que me has hecho tú, ladrón, que no gano pa judías!!</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡Cinco pedazos! ¡¡Menudo
-estropicio!!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Te juro que me las pagas, ¡por
-estas! (<i>Paca le amenaza, y contenida por todos, se agrupa a la derecha
-con sus hijos, siempre con el vergajo en la mano.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Interviniendo.</i>)—No la regañe
-usté, que no ha sido ella. El que nos ha descubierto esta gatada de
-usté diciéndonos que era usté un sinvergüenza y un canalla, ¿sabe usté
-quién ha sido?</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¿Quién?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—Pues aquí, mi amante. (<i>Cogiendo
-a Melquiades y trayéndole a su lado.</i>) Ven aquí, rico.</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Asombrado.</i>)—¿Qué dices?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¿Verdá que has sido tú el que nos
-ha dicho que el señor era un sinvergüenza?</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¿Yo?... Oye: a mí no
-entremezclarme. (<i>Se aleja hacia la izquierda, pero Serafín, cogiéndole
-de la americana, le obliga a detenerse.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—¿Que ha sido éste?</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>A Benita.</i>)—Pero, ¿qué
-traición me haces?</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—La que merece la infamia de usté,
-de brindar mi conquista a esos tres golfos. (<i>Señalando a Virutas,
-Tuliqui y Bernabé.</i>) Pero luego, la conquista ha sido que el muy
-calavera se ha pasado quince días subiéndome la ropa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—¡¡Del río; acaba los
-párrafos!!</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín</span> (<i>Encarándose con
-Melquiades.</i>)—¿De modo que has sido tú? Pues toma, por charrán. (<i>Le da
-una bofetada.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades</span> (<i>Con asombro.</i>)—¡Mi madre!
-Pero... ¿me ha pegao?</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_226">p. 226</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>A Serafín.</i>)—Dele usté otra,
-que se ha quedao en la duda.</p>
-
-<p><span class="smcap">Serafín.</span>—Y en la calle, ¡te voy a partir
-el corazón!</p>
-
-<p><span class="smcap">Melquiades.</span>—¿A mí? Soltarme, que voy a
-escabechar un bonito. (<i>Se lían a golpes. La gente grita. Salen todos a
-la calle. Paca, comienza a repartir vergajazos y hace mutis seguida de
-sus hijos.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA FINAL</h4>
-
-<p><span class="smcap">Benita</span> (<i>Consolando a Nieves.</i>)—¿Lo ves?
-¿Lo estás viendo? ¡Pa caer en esta golfería y en esta inmundicia, has
-querido dejar la honradez de tu casa y te has desapartao de un hombre
-de bien! ¡Loca!... ¡Más que loca!</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Llorosa y airada.</i>)—¿Y tú quién
-eres pa hacerme cargos?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino</span> (<i>A Benita.</i>)—¡Cállate, que bien
-castigada está! ¡Menuda lección!</p>
-
-<p><span class="smcap">Benita.</span>—¡Y que ha sido una leción de
-solfeo! (<i>Abrazándola para llevársela.</i>) En fin, no llores. Y ahora,
-vamos a casa, y mañana vuelves con Higinio. ¡Y da gracias a que tiés
-una hermana tonta!</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—Y un cuñao aznegao. (<i>Mirando el
-roto de su americana.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves</span> (<i>Dejándose llevar.</i>)—¿Y qué le
-decimos a padre?</p>
-
-<p><span class="smcap">Avelino.</span>—A padre yo se lo contaré todo
-que estoy en condiciones de hablar como un descosido (<i>Mirándose al
-suyo de la ropa.</i>) Andando. (<i>Las hermanas, inician el mutis por el
-foro.</i>)</p>
-
-<p>(<i>A ellas.</i>)</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Y que os sirva el escarmiento</div>
- <div class="verse indent0">pa ser humildes y honradas.</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p>(<i>Al público.</i>)</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Y aquí termina el sainete,</div>
- <div class="verse indent0">perdonad sus muchas faltas.</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="telon">TELÓN</p>
-
-
-<div class="chapter pt6" id="P5">
- <hr class="chap" />
- <p><span class="pagenum" id="Page_227">p. 227</span></p>
- <h2 class="nobreak">EL CHICO DE LAS PEÑUELAS<br />
- <small><small>O</small></small><br />
- <small>NO HAY MAL COMO EL DE LA ENVIDIA</small></h2>
- <hr class="chap" />
-</div>
-
-
-<div class="chapter">
- <p><span class="pagenum" id="Page_229">p. 229</span></p>
- <h3 class="g2">PERSONAJES</h3>
-</div>
-
-<p class="centra fs120 ws1">CUADRO PRIMERO</p>
-
-<ul class="pers">
- <li>VALENTINA (35 años)</li>
- <li>LA SOLE (16 ídem)</li>
- <li>ENCARNA (20 ídem)</li>
- <li>LA JOSEFA (35 ídem)</li>
- <li>LA SEÑÁ MAURICIA (50 íd.)</li>
- <li>LA SINFO (20 ídem)</li>
- <li>INDALECIA</li>
- <li>DOMITILA</li>
- <li>LAVANDERA 1.ª</li>
- <li>ÍDEM 2.ª</li>
- <li>ÍDEM 3.ª</li>
- <li>ÍDEM 4.ª</li>
- <li>ÍDEM 5.ª</li>
- <li>ÍDEM 6.ª</li>
- <li>ÍDEM 7.ª</li>
- <li>ÍDEM 8.ª</li>
- <li>ÍDEM 9.ª</li>
- <li>SEÑOR HILARIO (45 años)</li>
- <li>SEÑOR BERNABÉ (50 ídem)</li>
- <li>PACO CEBRIÁN, CHICO DE LAS PEÑUELAS (25 ídem)</li>
- <li>SEÑOR COSME (60 ídem)</li>
- <li>AQUILINO (40 ídem)</li>
- <li>SEÑOR CECILIO (30 ídem)</li>
- <li>EL TÍO PELELE (65 años)</li>
- <li>PANOLI (15 ídem)</li>
- <li>UN CARTERO</li>
-</ul>
-
-<p class="centra"><i>Murguistas, vecinos, vecinas y chicos de la calle.</i></p>
-
-
-<p class="centra fs120 ws1 mt2">CUADRO SEGUNDO</p>
-
-<ul class="pers">
- <li>SEÑÁ VALENTINA</li>
- <li>SEÑÁ RITA</li>
- <li>SEÑOR BERNABÉ</li>
- <li>PACO</li>
- <li>SEÑOR TOBÍAS (50 años)</li>
- <li>TÍO PELELE</li>
- <li>JUSTO VIDAL (ZIPILÍN) (20 ídem)</li>
- <li>ANTONIO RIZO (VIGUDÍ) (18 años)</li>
- <li>EMILIO RINCÓN (TELARAÑA) (22 ídem)</li>
- <li>AMIGO 1.º</li>
- <li>ÍDEM 2.º</li>
- <li>ÍDEM 3.º</li>
-</ul>
-
-<p class="centra"><i>Transeuntes y banda.</i></p>
-
-
-<p class="centra fs120 ws1 mt2"><span class="pagenum" id="Page_230">p.
-230</span>CUADRO TERCERO</p>
-
-<ul class="pers">
- <li>SEÑÁ VALENTINA</li>
- <li>LA SOLE</li>
- <li>ENCARNA</li>
- <li>LA JOSEFA</li>
- <li>CHULA 1.ª</li>
- <li>ÍDEM 2.ª</li>
- <li>UNA VENDEDORA</li>
- <li>SEÑOR HILARIO</li>
- <li>SEÑOR BERNABÉ</li>
- <li>PACO</li>
- <li>SEÑOR TOBÍAS</li>
- <li>ZIPILÍN</li>
- <li>VIGUDÍ</li>
- <li>TELARAÑA</li>
- <li>SEÑOR COSME</li>
- <li>AQUILINO</li>
- <li>UN POLICÍA</li>
- <li>GUARDIA 1.º</li>
- <li>ÍDEM 2.º</li>
- <li>HORTERA 1.º</li>
- <li>ÍDEM 2.º</li>
-</ul>
-
-
-<hr class="chap0" />
-
-<div class="chapter">
- <p><span class="pagenum" id="Page_231">p. 231</span></p>
- <p class="centra fs150 ws1 mt2">ACTO ÚNICO</p>
- <hr class="tir" />
- <h3>CUADRO PRIMERO</h3>
-</div>
-
-<p class="donde">La escena representa el interior de un lavadero
-cubierto. Es una habitación amplia, cuadrada, de paredes altas. Al
-foro un gran portalón de dos hojas, ancho, practicable, que da a la
-carretera de Puerta de Hierro, llena de sol.</p>
-
-<p class="dondec">En los laterales izquierda, dos puertas de
-habitaciones de la casa, cubiertas con cortinas de lona.</p>
-
-<p class="dondec">En los laterales derecha y hacia el último término
-una puerta de dos hojas que conduce al tendedero.</p>
-
-<p class="dondec">En la parte superior de las paredes, grandes ventanas
-de forma apaisada, con cristales polvorientos, por donde se supone que
-entra la luz que necesita un local tan amplio.</p>
-
-<p class="dondec">El techo, destartalado, con grandes vigas llenas de
-telarañas.</p>
-
-<p class="dondec">En mitad de la escena, y próximos a los laterales,
-dos lavaderos de piedra, corridos, llenos de agua y en los que puedan
-lavar ocho mujeres en cada uno.</p>
-
-<p class="dondec">En el rincón de la izquierda un gran fogón con la
-caldera para la colada. Tiene tubería moderna.</p>
-
-<p class="dondec">En los primeros términos una mesa de pino, sillas de
-anea, un armario, un reloj de pesas, grande, antiguo.</p>
-
-<p class="dondec">Arrimadas a la pared, sacas de ropa, canastas grandes
-y muy usadas, barreños, cuerdas, estacas, largueros, etc., etc. Es de
-día.</p>
-
-
-<h4>ESCENA PRIMERA</h4>
-
-<p class="quienesj"><i>Al levantarse el telón aparecen en el lavadero
-de la derecha en primer término</i> <span class="smcap">Encarna,
-Valentina</span>, <i>la</i> <span class="smcap">Sinfo</span> <i>y
-cinco</i> <span class="smcap">Lavanderas</span>. <i>En el de la
-izquierda,<span class="pagenum" id="Page_232">p. 232</span> la</i> <span
-class="smcap">señá Josefa</span>, <span class="smcap">Sole</span>,
-<i>la</i> <span class="smcap">señá Mauricia</span> <i>y más</i> <span
-class="smcap">Lavanderas</span>, <i>hasta ocho. Todas lavan
-animadamente riendo y bromeando: restriegan las prendas, dan jabón,
-golpean con las palas, retuercen la ropa, escurren. Una</i> <span
-class="smcap">Lavandera</span>, <i>con un barreño de ropa vase por
-el tendedero. El</i> <span class="smcap">tío Pelele</span> <i>entra con
-un montón de prendas, ya secas y las va doblando y metiendo en una
-saca</i>.</p>
-
-<p class="mushab"><b>Música</b></p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todas</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Lava, lavandera,</div>
- <div class="verse indent0">vaya restregón,</div>
- <div class="verse indent0">dale con la pala,</div>
- <div class="verse indent0">venga más jabón.</div>
- <div class="verse indent0">Que si quiés blanquita</div>
- <div class="verse indent0">la ropa dejar,</div>
- <div class="verse indent0">pala, pala, pala, (<i>Golpeando.</i>)</div>
- <div class="verse indent0">le tendrás que dar.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Rita</span> (<i>Asomándose a la puerta
-del tendedero y a voces.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Señá Andrea.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Voz</span> (<i>De mujer, dentro, muy
-fuerte.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent12">¿Qué quiés, chica?</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Rita</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Cuando tienda avíseme.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Sinfo</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¡Dí que no tienda en mi cuerda</div>
- <div class="verse indent0">que va a tender Salomé!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Josefa</span> (<i>Furiosa a Sole.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¿Pero qué haces, criatura?</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Sole</span> (<i>Con rabia.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Si me s’acabao el jabón.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Josefa</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Pos coge el de la Tomasa.</div>
- <div class="verse indent0">¡Jesús qué condenación! (<i>Siguen lavando.</i>)</div>
-</div>
-
-<p class="tab">——</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_233">p. 233</span><span class="smcap">Sinfo</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Échate una copla, Sole.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Sole</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¡Que me van a regañar!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Una</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">No te apures.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Sinfo</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent12">Picantita.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Valentina</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">De las tuyas.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Sole</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent11">Allá va.</div>
-</div>
-
-<p class="tab">——</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">La soltera del cuarenta</div>
- <div class="verse indent0">dicen que es de las cabales,</div>
- <div class="verse indent0">y ayer me ha echao dos pañales,</div>
- <div class="verse indent0">conque ajuste usté la cuenta.</div>
-</div>
-
-<p>(<i>Todas ríen. La señá Josefa golpea enfurecida a la Sole.</i>)</p>
-
-<p class="tab">——</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Josefa</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¡Pero ustedes oyen!</div>
- <div class="verse indent0">¡Te voy a matar! (<i>La pega.</i>)</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Sole</span> (<i>Queriendo huir.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¡Por Dios, sujetarla! (<i>Avanzando a primer término.</i>)</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todas</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Amos, déjala. (<i>Se interponen.</i>)</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Josefa</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¡Cantar esas cosas!...</div>
- <div class="verse indent0">¡Te arranco la piel! (<i>Pegándola más.</i>)</div>
- <div class="verse indent0">Toma, toma, toma...</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todas</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">No la pegue usté.</div>
-</div>
-
-<p class="mushab"><span class="pagenum" id="Page_234">p. 234</span><b>Hablado</b></p>
-
-<p><span class="smcap">Sole</span> (<i>Huyendo de su madre y
-llorando.</i>)—¡Amos, pero están ustés viendo!... Estése usté quieta,
-hombre... que si no pega usté no vive.</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¡Cállate o te arranco la lengua,
-recondená!</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—¡Pero qué he hecho yo, señora!...
-¡Misté que es lo grande, hombre!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Amos, Josefa, déjala, que la
-tiés el cuerpo a la chica que es un puro cardenal. (<i>Vuelven a las
-pilas menos Sole y Josefa.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—¿Que si es un puro cardenal?...
-Amos, por gusto quiero que me vean usté este muslo, a ver si saben
-ustés de qué color es. (<i>Va a levantarse la falda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa</span> (<i>Vivamente.</i>)—¡Pero serás capaz,
-so arrastrá!</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Si semos mujeres solas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¿Y el tío Pelele?</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Es <i>nutral</i>. Al menos eso dice él
-cuando pellizca.</p>
-
-<p><span class="smcap">Pelele.</span>—A los setenta y dos cumplíos, le
-enseñen a uno lo que le enseñen, desaplicao.</p>
-
-<p><span class="smcap">Sinfo.</span>—A más, de que en esta ocasión la
-chica no es culpable.</p>
-
-<p><span class="smcap">Mauricia.</span>—Hemos sío nosotras, que la
-hemos dicho que cantase a la creatura.</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¿Y quién la manda cantar esas
-indecencias de coplas? (<i>Vuelve a la pila.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Si me mandase usté a un colegio
-de pago, cantaría el <i>tuesten</i>, u el <i>guau guau estep</i>, u cualquier
-otra cosa extranjera... ¡pero qué quié usté que aprenda en la cae Los
-Moratines ande la persona más fina se restriega con papel de lija!</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¿Dónde me he educao yo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—En ninguna parte.</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Pues ya ves como no canto
-golferías.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_235">p. 235</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—¡Porque tié usté <i>blonquitis</i>!</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¿<i>Blonquitis</i>?... Quítate de mi
-vista si no quiés que te deshaga, so galocha. (<i>Avanza y la da unos
-tirones del pelo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Sí, señora, que me quito,
-que no paece usté mi madre, que me tié usté deshecha a golpes...
-(<i>Arreglándose el pelo.</i>) que tengo la cabeza que cuando me peino paece
-que le saco la raya a un montón de grava.</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¡Fuera de aquí!</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Sí, señora, que me voy. Que por no
-respetar no respeta usté ni a los agüelos que los respeta tóo el mundo.
-¡Me ha arrancao uno! ¡Misté que lástima! ¡Maldita sea!... (<i>Como el que
-adopta una resolución heroica.</i>) Me voy a tender. (<i>Coge un barreño con
-ropa.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—A ver si te duermes...</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole</span> (<i>Casi llorando.</i>)—¡Miá si supiese
-que no me despertaba más!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¡Anda d’ahí, que me tiés la
-sangre negra! ¡Galocha, más que galocha!</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Mujer, si es que la pegas por
-demás a la pobre criatura.</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Porque quiero que se haga una
-mujer.</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole</span> (<i>Volviendo desde la puerta del
-tendedero.</i>)—¿Pero usté cree que con estos golpes me voy a hacer una
-mujer?... ¡Como no me haga una pandereta! (<i>Josefa va a pegarla y ella
-echa a correr por el tendedero. Valentina va a probar con la mano el
-agua de la colada.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA II</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span>, <i>menos</i> <span
-class="smcap">Sole</span>. <i>Luego</i> <span class="smcap">Panoli</span>
-<i>por el tendedero.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¡Tío Pelele!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pelele.</span>—Presente.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Dígale usté a Panoli que eche
-más carbón, que esto está pa servirlo en garrafa.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_236">p. 236</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Pelele</span> (<i>Llamando.</i>)—Panoli...</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Cuidao que se lo tengo
-avertido. Que no me se quede fría la colá, niño. Pos como si
-lloviznara.</p>
-
-<p><span class="smcap">Panoli</span> (<i>Un chicuelo con cara de
-tonto.</i>)—¿Qué pasa? (<i>Avanza a primer término por la derecha.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Que eches más carbón, vida
-mía. ¡Camará, que tiés un alma que te se pasea por Recoletos y a lo
-mejor se sienta!</p>
-
-<p><span class="smcap">Panoli.</span>—Pos antes he echao cinco
-palás.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Pos dobla, rico.</p>
-
-<p><span class="smcap">Panoli.</span>—¡Maldita sea!... Miá que tenerse
-que pasar uno la vida echando lumbre. (<i>Simula echar carbón.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Mialo, paece un pasmao.
-(<i>Avanza secándose los brazos con el delantal.</i>) Bueno; las nueve y
-media; la que quiera irse a almorzar que se vaya, que hasta la tarde
-hacemos fiesta en esta casa. Y tú, Sinfo, y usté, señá Mauricia, si
-queréis un bollito y un trago, arrimaros. (<i>Saca del armario bandejas,
-botellas y vasos que coloca sobre la mesa, que está a la derecha.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Sinfo.</span>—Allá vamos. (<i>Se acercan y se
-sientan.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Y lo mismo te digo, Josefa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa</span> (<i>Secamente.</i>)—Gracias. (<i>Sigue
-lavando.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Amos, ven y no seas erizo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—No me cumple náa; se agradece.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Tu gusto, hija. (<i>Josefa sigue
-lavando. Las demás lavanderas, se secan, se quitan los delantales, se
-ponen los mantones y se marchan por el foro. Alguna, así como Panoli,
-sale por el tendedero.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Sinfo.</span>—¡Qué señá Josefa!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Mauricia.</span>—¡Miá que es agria!</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¡Eso es un limón pasao! (<i>A
-Encarna.</i>) Y tú, Encarna, a ver si dejas de lavar, no sea que venga tu
-padre.</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Le estaba ayudando a la
-Marcelina.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Pero ya sabes que no te quié
-ver en ello.</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—¡Y quién se lo va a decir! A
-más de que<span class="pagenum" id="Page_237">p. 237</span> es mi
-gusto. Si no ando en el agua no vivo. (<i>Viene secándose los brazos
-desnudos.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Sinfo.</span>—¡Pa que no te hubieses criao en el
-río!... (<i>Beben unas copas de vino y comen de los bollos que ha servido
-Valentina.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Mauricia.</span>—¡De chica se tié dao cáa
-chapuzón!... ¿Te acuerdas?</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—¡A ver!</p>
-
-<p><span class="smcap">Mauricia.</span>—Paece que la estoy viendo. Se
-ponía tal que su madre la trajo al mundo. Y, paf... se zampaba en el
-agua desnudita.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Era su costumbre.</p>
-
-<p><span class="smcap">Pelele.</span>—Hay costumbres que no debían de
-perderse. Con permiso. (<i>Se bebe una copa.</i>) (<i>Sale Sole del tendedero
-y se acerca mirando los bollos codiciosamente.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Mauricia.</span>—¿Y qué, hoy tengo oído que es
-el gran día en esta casa, jóvenes?</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Y que lo diga usté, señá
-Mauricia.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Hoy es el día más feliz de
-nuestra vida. Vienen a pedir la mano de esta... y el mes que viene las
-amonestaciones de ella y de Paco y las de su padre y las mías. ¡Los dos
-matrimonios en un mes!</p>
-
-<p><span class="smcap">Sinfo.</span>—¡Ole con ole!... Eso sí que se
-mojará a lo grande.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Ni te ocupes. Ya conoces a
-Hilario que estornuda, le sale bien y convida; conque por una cosa así,
-que es su felicidad, no digamos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Sinfo.</span>—Sus merecéis el bien que <i>tenís</i>,
-hay que decirlo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Sí, señora; que han sío ustés mú
-regüenas páa tóo bicho viviente que las ha arrodeao y eso tié su pago.
-(<i>Comiéndose un bollo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Eso no; la suerte de cáa
-uno, hija. Que esto ha sío como un sueño. Ya veis; hace dos años, aún
-vivíamos, yo, tan ajena con mi marido, y mi hermana casá con el padre
-de ésta; pos en menos que se dice, faltó mi marido, murió mi hermana,
-quedó mi cuñao solo con la chica, me hizo de venir a cuidarla, las
-dos nos encargamos de esto, él se fué a su<span class="pagenum"
-id="Page_238">p. 238</span> negocio del merendero páa no dar que decir,
-y pasao el luto lo que estaba de Dios: esta se va a casar con el hombre
-que quiere y su padre y yo, pues... ¡capicúa!</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Y tú estarás contenta, ¿verdá,
-Encarna?</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Contenta y más que contenta;
-contenta y recontenta, Sole. (<i>Se abrazan con alegría.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—La verdá es que tienes un cacho e
-novio que no cabe por ese portalón. Es un rato de hombre.</p>
-
-<p><span class="smcap">Pelele.</span>—Y una celebridá, que no se os
-olvide. Que dentro de poco no habrá en España un torero como Paco
-Cebrián, <i>Chico de las Peñuelas</i>, porque tié unas agallas que pa él
-no hay toros grandes ni cornalones. A ese le echan un pavo y se lo
-come.</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—¡En veces, yo también! (<i>Ríen
-todos.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Mauricia.</span>—¿Y qué, el domingo dicen que
-alterna en Tetuán?</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Por primera vez, sí,
-señora.</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—¡Ay, si queda bien, qué
-gusto!</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Mialá, de pensarlo, se ríe
-hasta con las orejas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—¡La alegría que tengo! Que
-quiero, que me quieren, que te veo a ti contenta, a mi padre satisfecho
-y que hoy por hoy no me cambiaría ni por una marquesa. (<i>Ríe y
-palmotea.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Ni aunque te diesen prima, miá
-esta.</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Y vaya, vengan ustés pa dentro
-que les quió enseñar la ropa blanca que me trajo ayer la bordadora. Un
-primor.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Veréis qué seis enaguas; a la
-que pueda ser más bonita.</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—Vamos, vamos. (<i>Vanse segunda
-izquierda. Sole queda la última.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Me gusta a mí más ver ropa interior
-de novios y novias... porque claro, paece que una se anima y...</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa</span> (<i>Deteniéndola.</i>)—¿Ande vas tú?
-(<i>Haciéndola retroceder de un tirón de la falda y avanzando ambas al
-proscenio.</i>)</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA III"><span class="pagenum" id="Page_239">p.
-239</span>ESCENA III</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Josefa</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Sole</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—A ver la ropa blanca que dice que
-la...</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Anda a lavar si no quiés que
-te arranque ese pelote que tienes, so pispajo, fea, gandula...
-(<i>Amenazándola.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Pero señora...
-(<i>Retrocediendo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¡Tú que tiés que ver náa de
-nadie!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Pero si es que m’han dicho
-que...</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Anda páa alante que en tóo me
-tiés que contradecir, mala pécora, tunanta... (<i>Haciéndola retroceder a
-empujones.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Pero señor, pero hija, pero yo no
-sé qué la pasa a usté, que cuanta más alegría tien los demás más fiera
-se pone usté, ¡caray!</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¡Fiera!... Cállate si no quiés
-que te retuerza la lengua, indina, arrastrá... (<i>La pellizca.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole</span> (<i>Huyendo.</i>)—¡Ay, por Dios,
-madre!... ¡Vamos, hombre!... (<i>Frotándose el brazo pellizcado.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Que no te gozas si no me ves
-rabiando. ¡Que yo no debía vivir! ¡¡No debía vivir!!</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Ni beber, créame usté.</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Pué que te figures que es el
-vino.</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—¿Es el aguardiente?</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Es el veneno que tengo aquí que
-me repudre de ver lo que estoy viendo, que quisiá quedarme ciega pa no
-verlo... ¡ciega!</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—¡Ya estamos con lo de siempre!
-(<i>Chillando.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa</span> (<i>Furiosa.</i>)—No chilles.</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Pero ¿qué está usté viendo, vamos a
-ver?... ¿Que son felices? Pues déjelas usté.</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Pues no me da la gana. No quiero,
-no quiero y no quiero, que esto es un asco de farsa. Unos granujas
-y una tía hambrona engañando entre tóos a un tío baboso... ¡maldita
-sea! ¿Y pa qué ha sío una buena en este mundo? Pa tener este pago y
-verse<span class="pagenum" id="Page_240">p. 240</span> arrastrá como
-una esclava y ver que otros triunfan, y ver que otros se van a llevar
-lo que una... ¡Miá si no ardiese la casa y nos consumiese a tóos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Amos, hija, madre... amos, cállese
-usté, que me da usté miedo. Pero, ¿por qué les tié usté ese odio,
-señor?</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Porque son unas asquerosas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Total, ¿qué nos han hecho aquí?
-Pos llenarnos la andorguita la mar de veces; que si no hubiá sido por
-esta casa, ¿qué hubiésemos comido la metá e los días? Pos aleluyas al
-<i>gratín</i> y pan de <i>no hay</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Pero lo han hecho pa rebajarte,
-pa humillarte, pa tenerte bajo el zapato. (<i>Reconcentrado.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole</span> (<i>Imitándola.</i>)—Lo habrán hecho
-pa lo que haigan querido, pero yo he aumentao cinco kilos; que antes
-paecía que llevaba las carnes en un pellejo prestao y ahora no se
-me pué coger un pellizco. Al menos eso dicen tóos los que me lo...
-(<i>Golpeándose los labios.</i>) digo, ay...</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa</span> (<i>Interrumpiéndola
-bruscamente.</i>)—Lo que eres tú, eres un peazo e carne con ojos, que ni
-sientes ni padeces ni vales pa na; pero yo veo el mundo, y esta casa y
-tóo esto podía ser mío, mío... ¡nuestro!</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Pero, ¿qué iba a ser nuestro?
-Ganas...</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¿Tú qué sabes?</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Pero si el señor Hilario no le ha
-hecho a usté en jamás ni mención de na.</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Porque se entremetió esa golfa
-de la Valentina, que ha sío más lagarta que una... y me engatusó a ese
-tío lila... Pero déjate, que poco lo va a gozar, muy poco. ¡Por estas!
-(<i>Cruza los dedos. Llora.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Amos, madre, no se ponga usté así.
-¡Miá que hasta llorar, hombre! Después de tóo, ¿qué le vamos a hacer?
-¿Que son felices? Que Dios se lo habrá dao. ¿Que tienen hombres que las
-quieran? Pa eso son guapas. Misté, a mí no me da envidia de la Encarna.
-¿Que ella es más güena moza que yo? Güeno, pero yo llego donde ella
-llegue. ¿Que no llego de mi natural? Me aupo. Tóo tié remedio. Después
-de<span class="pagenum" id="Page_241">p. 241</span> tóo, yo tengo
-visto que en este mundo con una mijita de labia y un poquito de paripé,
-rubias, morenas, altas, bajas, guapas, feas... tóo se despacha.</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa</span>.—¡Quítate d’ahí, cacho prima!</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole</span>.—Que sí, señora, ¿pa qué envidiar
-a nadie? Yo, con tener salú, un río con agua clara, ropita que lavar,
-puños pa dar jabón, un cacho de novio y boca pa cantar, pos no me
-cambio ni por la reina de España; porque ¿qué tié la reina, corona?
-Pos me pongo yo dos claveles en el pelo, salgo a la calle andando así
-(<i>Anda contoneándose.</i>) y me saludan hasta los alabarderos. (<i>Pasando a
-la izquierda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa</span> (<i>Dándole un
-manotazo.</i>)—¡Alabarderos! ¡Maldita sea tu estampa! (<i>La zarandea.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole</span>.—¡Pero madre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa</span>.—¡Que la ves a una repudriéndose y
-llorando y encima te vienes con chacharramanchas!</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole</span>.—Pero, señor, ¡encima que lo hago pa
-aplacarla!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa</span>.—¡Vete de aquí o te esgarro!
-(<i>Amenazándola.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole</span>.—¡Dios mío, pero por qué dará tanta
-pena la alegría de otro! ¡Miá que es castigo! (<i>Vase, atravesando el
-foro de izquierda a derecha, al tendedero, refunfuñando.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa</span>.—¡La alegría de otro! ¿Y qué le
-ha importao la mía a esa golfa? (<i>Se oyen voces y risas dentro.</i>) Yo
-que había soñao con ser el ama, verla a ella feliz, rica, valiendo
-una cincuenta mil veces más... ¡Pues no! ¡Sí, reiros, reiros! ¿Veis
-estas lágrimas? Pos más amargas las tenéis que llorar. (<i>Vase foro
-izquierda.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA IV</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Valentina, Encarna, Sinfo,
-señá Mauricia</span> <i>y</i> <span class="smcap">tío Pelele</span> <i>de la
-segunda izquierda</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Sinfo</span>.—Bueno, esa camisa del canesú a
-ondas, esa paece que no l’han tocao manos.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_242">p. 242</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Mauricia</span>.—Pos ¿y el cubrecorsé rosa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina</span>.—¿Os ha gustao?</p>
-
-<p><span class="smcap">Pelele</span>.—Lo que yo digo es que debe
-dar lástima ponerse una ropa con tanto lazo pa tan poco público.
-(<i>Ríen.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina</span>.—Es mu requetebonito todo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna</span>.—Como dirigido por ti.</p>
-
-<p><span class="smcap">Sinfo</span>.—A mí lo que me ha vuelto loca es
-el juego de novia.</p>
-
-<p><span class="smcap">Pelele</span>.—¡Qué juego! (<i>Con
-admiración.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Sinfo</span>.—¿Le ha gustao a usté?</p>
-
-<p><span class="smcap">Pelele</span>.—Como que es un juego pa hacer las
-diez de últimas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Mauricia</span>.—En fin, chicas, yo me voy
-al tendedero, que con estas y las otras aún tengo dos sacas en las
-cuerdas. ¿Me ayudas, Pelele?</p>
-
-<p><span class="smcap">Pelele</span>.—Pa luego es tarde.</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna</span>.—Y yo echo una mano, ande; y así
-se recoge en cinco minutos. (<i>Vanse los tres al tendedero. Encarna, al
-tiempo de hacer mutis, hace una caricia a Valentina.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA V</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Valentina</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Sinfo</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Sinfo</span>.—Se ve que te quiere mucho.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina</span>.—¿Quién, la Encarna? Y yo a
-ella. Si eso es un ángel. Tan buena como su padre.</p>
-
-<p><span class="smcap">Sinfo</span>.—Y oye, a propósito, ¿ande iría el
-señor Hilario esta mañana a las siete, que le vi tan majo Cuesta e San
-Vicente arriba?</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina</span>.—Qué sé yo, mujer. Y no creas,
-que la salidita esa me tié intrigá.</p>
-
-<p><span class="smcap">Sinfo</span>.—¿Por qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina</span>.—Pues que no ha habío forma de
-que me dijese ande se marchaba.</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA VI"><span class="pagenum" id="Page_243">p.
-243</span>ESCENA VI</h4>
-
-<p class="quienesj"><span class="smcap">Dichos, señor Hilario,
-Aquilino</span> (<i>Guardia municipal</i>), <span class="smcap">Cosme, señor
-Cecilio</span> <i>y</i> <span class="smcap">cinco Murguistas</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Se asoma con cuidado por la
-puerta y da dos golpecitos en el suelo con el bastón.</i>)—Valentina.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina</span>.—¡Ay, hijo, qué susto!
-(<i>Retroceden hacia la derecha.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Sinfo</span>.—Miá si antes le nombramos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>En voz baja.</i>)—¿Y la chica?</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina</span>.—En el tendedero.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span>.—Me alegro.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina</span>.—Pero, ¿qué pasa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Imponiendo silencio.</i>)—Chist...
-(<i>A alguien que le sigue.</i>) Introducirse, patrulla. (<i>Entran los
-murguistas con sus instrumentos y Aquilino y Cosme con una caja, un lío
-de ropa al parecer y otros paquetes.</i>) De puntillas, virtuosos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Sinfo</span>.—¡Qué comitiva!</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina</span>.—Oye, ¿pero traes charanga?</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span>.—Cinco <i>Bentovenes</i> y este Puchini.
-(<i>Por el señor Cecilio.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina</span> (<i>A Aquilino, que está a su
-lado.</i>)—Y usté, ¿qué lleva aquí?</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino</span>.—Fuegos artificiales, faroles a
-la veneciana y cadeneta tricolor.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina</span>.—Pero, ¿qué preparas?</p>
-
-<p><span class="smcap">Sinfo</span>.—Alguna de las suyas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span>.—Chist... ya lo sabrás todo.
-Usté, señor Cecilio y sus diznos... (<i>A Aquilino.</i>) ¿cómo les
-llamaríamos a los de la banda?</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino</span>.—Bandoleros.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span>.—Y sus diznos bandoleros,
-introdúzcanmese en ese gabinete, que ahora les será remitido bajo sobre
-un frasco de vino pa que vayan tomando bríos.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_244">p. 244</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Cecilio.</span>—Usté mándenos vino, que ya verá
-usté cómo soplamos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Indicándoles la
-habitación.</i>)—Pa adentro.</p>
-
-<p><span class="smcap">Cecilio.</span>—Y pa afuera.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Bueno, ahora pa adentro. (<i>Los
-encierra en la primera izquierda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Pero Hilario... pero ¿qué es
-este misterio, si pué saberse?</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¡Chits! Valentina, al verme
-venir con el señor Cosme Pedrajas, más conocido por Tarángano...</p>
-
-<p><span class="smcap">Cosme.</span>—Campeón del mundo en el
-chascarrillo baturro, pa servir a usté.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Y con el probo urbano señor
-Aquilino Larrea...</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Cuyo lema es: “Allá donde
-fueres, ríete lo que pudieres.”</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Habrás comprendido que el
-programa de festejos que nos traemos compite vitoriosamente con el de
-la atracción pa forasteros.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Bueno; pero si lo que yo no me
-explico...</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Paso a aclararte... Tú sabes,
-Valentina, que Paco Cebrián, <i>Chico de las Peñuelas</i>, hoy por hoy la
-única esperanza seria del arte taurómaca nacional e hijo del antiguo y
-afamao picador de toros señor Bernabé Cebrián, <i>Tomates</i>, va a contraer
-matrimonio canónigo con mi hija Encarna, que, a medias contigo, es la
-reina de mi corazón.</p>
-
-<p><span class="smcap">Cosme.</span>—Elocuente.</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Conmovedor.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Pues bien, como ahora mismo
-vendrán Paco y su padre a pedirme la mano de la chica, quiero solenizar
-este día regalándole a él el capote de paseo que ha de lucir el domingo
-en Tetuán y a ella el mantón de Manila con que ha de concurrir a dicha
-fiesta; prendas que te serán exhibidas <i>iso fazto</i> por los pollos que
-al margen se expresan. Desenvolvan. (<i>Cosme enseña el mantón y Aquilino
-el capote.</i>)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_245">p. 245</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¡Qué preciosidad!</p>
-
-<p><span class="smcap">Sinfo.</span>—¡Jesús, qué hermosura!</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¿Te gustan?</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Un encanto. ¡Y no me habías
-dicho na, so arrastrao!</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Quería sosprenderos. Y ahora
-comprenderás también que lo de la murga tiene por ojeto amenizar el
-azto de la entrega de estas prendas a los agraciaos; azto que quiero
-que se verifique con la solemnidaz de <i>rública</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Te he cogío la idea. Entrega,
-bailoteo, un arroz, mucha gente, cohetes, música, ecétera, ecétera.</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—El ecétera de González Byas y
-en grandes proporciones, si pué ser.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Me has calcao el pograma, reina.
-(<i>La abraza.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Descuida. Voy a convidar a
-media vecindaz.</p>
-
-<p><span class="smcap">Sinfo.</span>—Verá usté qué festival
-organizamos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna</span> (<i>Dentro.</i>)—Padre... padre...</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Repeine, la chica. Esconde
-eso.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Hasta luego. Vamos. (<i>Se
-llevan capote y mantón segunda izquierda.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA VII</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Hilario, Aquilino, Cosme</span>
-<i>y</i> <span class="smcap">Encarna</span>, <i>del foro izquierda</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna</span> (<i>Jadeante y contenta.</i>)—Padre,
-padre...</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¿Qué pasa, chiquilla?</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Que ya... que ya vienen por allá
-abajo Paco y el señor Bernabé.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¡Pero qué nerviosa, hija, y qué
-coloraíta te has puesto! De que ves a ese melón, cerezas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna</span> (<i>Ruborosa.</i>)—¡Amos no me sofoque
-usté, padre! Y a tóo esto, ¿cómo están ustés?</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_246">p. 246</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino</span>.—Pa que nos revoquen, pero
-gozando de verte dichosa. (<i>Sube al fondo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Cosme</span> (<i>Le da la mano.</i>)—Corroboro.</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna</span>.—Muchas gracias.</p>
-
-<p><span class="smcap">Cosme</span>.—Conque a pedir tu manita, ¿eh?</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna</span>.—Sí, señor. Ya están ahí. Voy a
-arreglarme un poco. (<i>Vase segunda izquierda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino</span> (<i>Desde la puerta.</i>)—¡Camará,
-vienen el padre y el hijo que echan humo de elegancia!</p>
-
-
-<h4>ESCENA VIII</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Hilario, Aquilino, Cosme,
-Bernabé</span> <i>y</i> <span class="smcap">Paco</span>, <i>del foro
-izquierda</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Desde la puerta, quitándose
-el sombrero.</i>)—Viva cuarenta mil años tóo lo que se acobija en este
-distinguido lavadero.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span>.—Y tú que lo veas, so tumbón.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span>.—¡Hilario! (<i>Avanzando.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span>.—¡Bernabé! (<i>Se abrazan.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Estrechándoles la
-mano.</i>)—Adiós, Cosme... ¡Hola, munícipe!</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino</span>.—Salú, varilarguero.</p>
-
-<p><span class="smcap">Cosme</span>.—¿Y el chico?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Que aparece en la puerta y sin
-avanzar.</i>)—¡Señores, jovialidá y metálico! (<i>Quedan unos cuantos chicos
-y chicas, que le han seguido, a la puerta del lavadero.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span>.—Ahí tenéis a esa aureola de la
-coleta.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span>.—Pasa fenómeno.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span>.—No le llames fenómeno, por tu
-salú, que eso ya está mu desacreditao. Llámale compendio, estrépito,
-arrebato, ocecación... Lo que te dé la gana, que de todo tiene.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span>.—Amos, padre, no me floree usté, que
-m’azaro.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span>.—¿Que s’azara? Un hombre como un
-has<span class="pagenum" id="Page_247">p. 247</span>tial, más guapo
-que yo, si cabe, astro naciente de la tauromaquia triunfante y más
-corto que un cablegrama... Pasa, derrumbamiento taurómaca... (<i>Le hace
-entrar empujándole.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Con modestia.</i>)—Ceguera paterna.
-Ustés le desimulen. (<i>Dándoles la mano.</i>) Padrino, señores... (<i>Se
-saludan.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>A los chicos de la
-puerta.</i>)—¡Amos, niños! ¿Pero es que no habéis visto nunca una
-celebridá, hombre? Largarse d’aquí.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span>.—Na, que salgo y un hormiguero de
-almiradores en mi pos. (<i>Aquilino sube y hace intención de sacar el
-sable; los chicos vanse corriendo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span>.—Eso es la popularidaz.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span>.—La popularidaz y la silueta.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span>.—Ven que te vean. (<i>A Hilario.</i>)
-Qué, ¿te gusta la presentación? (<i>Queda en el centro; a su izquierda
-Paco e Hilario.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span>.—De primera. Vitola de matador de
-cinco mil. No le falta detalle. Roten, dije, habano...</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span>.—El sombrero es lo último.
-Cordobés; copa lisa, ala plana, tono plomo, y por dentro forro verde,
-Cabestreros, 18, Sombrerería, y un escudito que dice <i>Omni soit qui mal
-y pense</i>, que debe ser una cosa pal dolor de cabeza. (<i>Se lo pone.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino</span>.—Y buen ternito, mi amigo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Señalando a Hilario.</i>)—Regalo
-de éste.</p>
-
-<p><span class="smcap">Cosme</span>.—Y te cae de primera. ¡Vaya un
-sastre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span>.—Sastre y que tengo un cuerpo que
-no debía decirlo; pero a mí, por no sentarme mal, ni los calamares en
-tinta.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span>.—Hemos elegido el tono chocolate.
-No sé si te gustará.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span>.—Es muy señorito.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span>.—Señorito, y que como usté dijo
-que fuese un traje pa por las mañanas, pues yo dije: pues pa por las
-mañanas, chocolate... Es sufrido y alegre. (<i>Da unos pasos.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span>.—¡Ahí mi niño! ¡Qué suerte tién
-las mujeres! ¡Maldita sea!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_248">p. 248</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Cosme.</span>—Cómo se nos cae la baba, amigo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Si no tengo otra cosa en el
-mundo. Es mi ceguera, mi chifladura, mi esperanza... mi tóo... ¡Y es
-que lo vale! No es porque sea mi hijo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Bueno, y sabrán ustés que al remate
-el domingo se ciñe la mona aquí el tumbonazo este. (<i>Dando un golpe
-cariñoso a su padre.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¡Hola! ¿Te has decidío al
-fin?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Sí, la verdá. Quiero picar yo el
-primer toro que mate mi hijo en los Madriles.</p>
-
-<p><span class="smcap">Cosme.</span>—¡Ole por los buenos picadores!</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Aunque estoy arrinconao, ya
-verán apretar en lo alto.</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Y qué, ¿hay esperanzas de
-quedar bien, pollo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Riendo con cierto desdén.</i>)—Padre,
-aquí el urbano pregunta que si hay esperanzas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Riendo.</i>)—Ja, ja... Esperanzas
-y realidades y moños por el suelo y coletas mutiladas... El día que
-este espanto taurino despliegue el capote en el ruedo de Madrid, con
-las plumas de los <i>Gallos</i> se hace una almohada.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Y con la asaúra de Belmonte un
-<i>endreón</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Doy fe.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Y estará feo que yo lo diga.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—A ti no te está feo na.
-(<i>Convencido.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Ya lo sé. Es un decir. ¿Pero cuáles
-son las tres promesas del porvenir aztual taurino? Examinemos: Antonio
-Rioja <i>El Confeti</i>. ¿Me pué hacer a mí sombra <i>El Confeti</i>?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Muy poquita.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Descontao. Casildo Peña
-<i>Sorbete</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Hombre, ese es un torero
-concienzudo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Es un torero concienzudo, pero
-frío; eso no me lo niega a mí nadie.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Descuenta el <i>Sorbete</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Descontao. Felipe Canales
-<i>Chaparrón</i>. ¿Estira los brazos como yo? ¿Empapa como yo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Qué va empapar el
-<i>Chaparrón</i>!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Descontao.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_249">p. 249</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—En cambio éste tiene de tóos los
-clásicos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Soy un <i>puz purri</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Es <i>Lagartijo</i>, por el
-estilo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Mejorao.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—<i>Frascuelo</i>, por la valentía.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—<i>Cientuplicada</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—<i>Guerrita</i>, por la elegancia.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Que ya quisiera...</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—<i>Espartero</i>, por el valor.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Chsss... (<i>Gesto de
-resignación.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—<i>Gordito</i> por la figura y
-<i>Carancha</i> por el aire.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Hombre, padre, por el aire no
-quisiera yo parecerme a nadie.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—No me refiero al <i>amosférico</i>.
-En fin, que sus diga Hilario la tarde que le vió torear en Morata de
-Tajuña, ¿te acuerdas?</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Y eso que aquella tarde no te
-acompañó la fortuna.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡La Guardia civil!</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—En fin, lo que tú eres lo verá
-el domingo la afición. Conque ahora a lo que estamos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Adoptando un tono
-solemne.</i>)—Pues a lo que estamos, Hilario, es que vengo con toda
-solemnidá a solicitar de ti pa esa memez taurina la mano de ese
-manojito de claveles que Dios te ha dao por vástaga.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Pues yo, al llegar este momento,
-que me emociona como na en el mundo te digo que te doy la mano de mi
-hija y mi corazón y un abrazo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Gracias, padrino.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Bendita sea tu alma buena! (<i>Se
-abrazan.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—¡Qué trístico!</p>
-
-<p><span class="smcap">Cosme.</span>—¡Patético!</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Y ahora una sospresa que os
-preparo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¿Qué sospresa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Silencio. (<i>Coloca tres sillas a
-la derecha.</i>) Siéntate aquí. (<i>Le sienta en la del centro.</i>)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_250">p. 250</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Me van a afeitar?</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>A Bernabé.</i>)—Tú a su diestra. Y
-vosotros venir conmigo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Pero, ¿qué es esto?</p>
-
-
-<div class="section">
- <h4>ESCENA IX</h4>
-</div>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y todos los que
-se indican en la escena</i></p>
-
-<p class="mushab"><b>Música</b></p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Hilario</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Ha llegao el momento.</div>
-</div>
-
-<p class="dcha">(<i>Va a la puerta segunda izquierda.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Sal aquí, hija mía,</div>
- <div class="verse indent0">que Paco te espera;</div>
- <div class="verse indent0">que aguardamos tóos.</div>
-</div>
-
-<p class="dcha">(<i>Sale Encarna.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Que quiere tu padre</div>
- <div class="verse indent0">darte una alegría.</div>
-</div>
-
-<p class="dcha">(<i>La lleva donde está Paco.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Siéntate a su vera,</div>
- <div class="verse indent0">juntitos los dos.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Encarna</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¡Mi Paco!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Paco</span> (<i>Se levanta.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent9">¡Mi Encarna!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Bernabé</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¡Cachito de cielo!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Encarna</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Pero, bueno, padre,</div>
- <div class="verse indent0">¿qué piensa usté hacer?</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Cosme</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Pues una película.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Bernabé</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Cállese el agüelo.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_251">p. 251</span><span
-class="smcap">Hilario</span> (<i>A Paco.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Repara qué cromo</div>
- <div class="verse indent0">llevas por mujer.</div>
-</div>
-
-<p class="tab">——</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Paco</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Chula más barbiana</div>
- <div class="verse indent0">yo nunca la ví,</div>
- <div class="verse indent0">ni ha venío al mundo</div>
- <div class="verse indent0">otra más juncal,</div>
- <div class="verse indent0">desde Mataderos</div>
- <div class="verse indent0">hasta Chamberí,</div>
- <div class="verse indent0">bien por Hortaleza,</div>
- <div class="verse indent0">bien por Fuencarral.</div>
- <div class="verse indent0">Y ese cuerpecito</div>
- <div class="verse indent0">sólo es para mí,</div>
- <div class="verse indent0">porque me lo gano</div>
- <div class="verse indent0">con el corazón.</div>
- <div class="verse indent0">¡Ay del que se atreva</div>
- <div class="verse indent0">a mirarte a ti</div>
- <div class="verse indent0">sin consentimiento</div>
- <div class="verse indent0">de este chulapón!</div>
-</div>
-
-<p class="tab">——</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Encarna</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Pues tú eres, Paco, el torero</div>
- <div class="verse indent0">en quien tu Encarna se mira.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Paco</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Y tú eres, negra, la chula</div>
- <div class="verse indent0">por quien tu Paco suspira.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Los dos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Si no estuviera delante</div>
- <div class="verse indent0">toa la gente que hay aquí,</div>
- <div class="verse indent0">te diría, mi chulapo/a,</div>
- <div class="verse indent0">lo que siento yo por ti.</div>
-</div>
-
-<p class="tab">——</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Hilario</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Atención.</div>
- <div class="verse indent0"><span class="pagenum" id="Page_252">p. 252</span>Que ahora llegan los momentos</div>
- <div class="verse indent0">de mayor espeztación.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¡Qué emoción!</div>
-</div>
-
-<p class="mushab"><b>Hablado con música</b></p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>En la segunda
-izquierda.</i>)—Valentina, venga pa alante la cabalgata con toda su debida
-solemnidá.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Allá vamos. Desenvaine,
-munícipe. Toque la música.</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Abran paso, que viene la
-fuerza armá. (<i>Van saliendo todos en dos filas. Delante el municipal
-como despejando. Luego la charanga; después dos lavanderitas con una
-caja descubierta, en la que llevan un mantón de Manila; detrás otras
-tres mozas, una que lleva el capote colgado de un palo y las otras dos
-que lo sostienen abierto por las puntas. Detrás gente con faroles de
-colores, banderolas, botas de vino colgadas en palos, etc., etc. Mucha
-alegría y animación. Josefa y Sole salen por el fondo y se ponen a
-lavar.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Cecilio</span> (<i>Al salir.</i>)—Marcha torera
-original de Cecilio Azquerino Bangüey, director de la Sinfónica
-Asqueriana de Cabestreros, que tiene el honor de dedicársela al
-<i>Chico de las Peñuelas</i> en el día de hoy y personas que le acompañen.
-Titulao “Entra por derecho”. ¡A una, profesores! (<i>Tocan. La comitiva
-desfila.</i>)</p>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Adelantando.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Este mantón, hija mía,</div>
- <div class="verse indent0">tu padre te lo regala</div>
- <div class="verse indent0">pa que te vistas de gala</div>
- <div class="verse indent0">la tarde de la corría.</div>
- <div class="verse indent0">Del palco en el antepecho</div>
- <div class="verse indent0">lo tiendes pa que él lo vea,</div>
- <div class="verse indent0">y de seguro torea</div>
- <div class="verse indent0">como en su vida lo ha hecho.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_253">p. 253</span><span
-class="smcap">Encarna</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Es precioso y tóo lleno de flores.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todas</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">En tu cara las tiés tú mejores.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Encarna</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Cuántas veces con él soñé yo.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Bernabé</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Pues, mujer, anda ya, póntelo. (<i>Se lo pone.</i>)</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Encarna</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Con este mantón de flecos</div>
- <div class="verse indent0">todo llenito de flores,</div>
- <div class="verse indent0">iré yo a ver la corría</div>
- <div class="verse indent0">donde Paco hará primores.</div>
- <div class="verse indent0">Con él iré a la Paloma</div>
- <div class="verse indent0">pa unirme con el que quiero;</div>
- <div class="verse indent0">con él iré a las <i>kremeses</i></div>
- <div class="verse indent0">cogida de su bracero.</div>
- <div class="verse indent0">Que envuelta una madrileña</div>
- <div class="verse indent0">con sus flecos y sus flores</div>
- <div class="verse indent0">le parece hasta pequeña</div>
- <div class="verse indent0">la calle de Embajadores.</div>
- <div class="verse indent0">Y a los hombres que me miran</div>
- <div class="verse indent0">y cuando paso, suspiran,</div>
- <div class="verse indent0">voy diciendo sin querer:</div>
- <div class="verse indent0">“¡Pa mi novio yo he de ser!”</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Que envuelta una madrileña,</div>
- <div class="verse indent4">etc., etc.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Ofreciendo el
-capote a Paco.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Y toma tú, torerazo,</div>
- <div class="verse indent0">un capote de paseo.</div>
- <div class="verse indent0">Si no te parece feo,</div>
- <div class="verse indent0">dame después un abrazo.</div>
- <div class="verse indent0">Póntelo con chulería,</div>
- <div class="verse indent0">porque tengo yo el empeño</div>
- <div class="verse indent0">de que un diestro madrileño</div>
- <div class="verse indent0">venza a los de Andalucía.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_254">p. 254</span><span
-class="smcap">Paco</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">¡Ay, padrino, me deja usté helao!</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Qué capote que le ha regalao.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Paco</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Con él puesto me haré una postal.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Bernabé</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Póntelo, torerazo inmortal. (<i>Se lo pone.</i>)</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Encarna</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Parece que ya le veo</div>
- <div class="verse indent0">ceñido y envuelto en él,</div>
- <div class="verse indent0">y sale a hacer el paseo</div>
- <div class="verse indent0">y es pequeño el redondel.</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="smcap">Todos</span></p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent0">Parece que ya le veo</div>
- <div class="verse indent0">ceñido y envuelto en él</div>
- <div class="verse indent0">y sale a hacer el paseo</div>
- <div class="verse indent0">y es pequeño el redondel,</div>
- <div class="verse indent4">etc., etc.</div>
- <div class="verse indent6">¡Olé ya</div>
- <div class="verse indent0">por las chulapas de verdá!</div>
- <div class="verse indent6">Míralo,</div>
- <div class="verse indent0">que ni Belmonte le igualó.</div>
- <div class="verse indent4">¡Lo digo yo!</div>
-</div>
-
-<p class="dcha">(<i>Voces, aplausos, alegría, algazara.</i>)</p>
-
-<p class="mushab"><b>Hablado</b></p>
-
-<p><span class="smcap">Todos</span> (<i>Con mucha alegría.</i>)—¡Olé!...
-¡bien!... ¡bravo!... (<i>Aplausos, risas, algazara.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Qué bueno eres, Hilario!...
-(<i>Con entusiasmo.</i>) Déjame que te incruste mi gratitú en una mejilla.
-(<i>Le da un beso. Todos ríen.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Limpiándose la cara y
-rechazándole con cómica indignación.</i>)—Amos, tonto.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Que sí, señor; que esta
-felicidad, el pan, el porvenir, hasta la ropa, tóo se lo debemos a este
-hombre!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_255">p. 255</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Con entusiasmo abrazando a
-Encarna.</i>)—¡Ay, señor Hilario, qué favor me hizo usté a mí también, de
-acuerdo con su señora, el día que se les ocurrió esta tontería!</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>A Valentina.</i>)—¿Pues y tú?...
-Ven acá... Diosa del Manzanares, que lo que has hecho tú por nosotros
-no te lo pago yo ni andando a gatas. (<i>A Hilario.</i>) ¿Me permites que la
-dé un abrazo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Y cuarenta.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Amos, no seas pegajoso.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Riendo.</i>)—A ver si se va a enfadar
-el señor Hilario, padre.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¿Enfadao éste?... Dentro de un
-rato.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Tendría yo gana de verle a usté un
-día enfadao, hombre.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Riendo también.</i>)—Pos mira, pué
-que me veas. Y que soy un tigre cuando me enfado.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Como que muerde.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Cariñosamente.</i>)—A ti.</p>
-
-<p><span class="smcap">Sinfo.</span>—¡Bueno, señores, a bailar, a
-bailar!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Eso, eso!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Amos ahí fuera al aire libre.</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—Sí, sí.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Señor Cecilio, toque usté lo que
-quieran.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>A Valentina.</i>)—Y tú y yo vamos
-a romper la marcha. Con tu permiso.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Anda con ella.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Doy dos vueltas y vengo por
-ti... que aquí el socio es la fama en chotis.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Aquí t’aguardo. (<i>Van saliendo
-algunos por el tendedero.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Subiendo con todos.</i>)—¡Pero señá
-Josefa!... No había reparao. Amos, suelte usté la pala y venga a
-divertirse.</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¿Y quién me va a lavar la ropa,
-el obispo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡El obispo!... ¡Tendría gracia el
-obispo dando jabón! (<i>Risas generales.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Al menos deje usté a la Sole que
-venga.</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Sí, madre, déjeme usté que vaya a
-echar un tuesten.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_256">p. 256</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Si sueltas la pala, t’amargo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Dejarla, no la pague con la
-criatura.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Señora, es usté menos animada que
-un callejón sin salida.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Y que lo jures.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Quién ustés que le haga un chiste
-lavandero?</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—Sí, sí.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—A esta mujer no hay quién la saque
-de pila. (<i>Muerto de risa por su supuesta gracia.</i>) ¡Ja, ja, ja!</p>
-
-<p><span class="smcap">Uno.</span>—¡Precioso!</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Muy bien, bravo! (<i>Hacen mutis
-por el tendedero.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Un día que están tóos tan
-contentos...</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¿Y qué tenemos nosotras que
-ver con la alegría de nadie? A trabajar. (<i>Siguen lavando. Hilario,
-Aquilino y Cosme, al quedarse solos se sientan alrededor de la mesa y
-se sirven unas copas de vino; beben y fuman puros que les da Hilario.
-Se oye fuera la murga y jaleo de baile bastante lejano para que no
-interrumpa el diálogo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—¡Qué feliz eres, Hilario!</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—No lo sabes bien, Aquilino.
-Tu pecho municipal y cariñoso no pué abarcar esta felicidad que me
-embriaga. Porque veo a mi hija dichosa; a la mujer que quiero, feliz;
-a mis amigos, contentos: oigo esa música; ese barullo, que es como el
-ruido de esta alegría interior que me corre por dentro y reflexiono
-y me digo: este bien que gozo es el fruto de mi vida, de mis afanes;
-tóo ganao con lágrimas y con horas de trabajo. ¡Qué mayor dicha pa un
-hombre de bien! ¡Bendito sea Dios que me la concede!</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Porque te la mereces.</p>
-
-<p><span class="smcap">Cosme.</span>—¡A tu salú!</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—¡Vaya!</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¡A la vuestra! (<i>Chocan las
-copas y beben.</i>)</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA X"><span class="pagenum" id="Page_257">p.
-257</span>ESCENA X</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Dimas</span> (<i>cartero</i>) <i>foro izquierda</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Dimas.</span>—Buenos días.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Hola, Dimas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Cosme.</span>—Hombre, el cartero.</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Adiós, paloma mensajera.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¿Un chupito?</p>
-
-<p><span class="smcap">Dimas.</span>—Se acepta y se agradece, que ya va
-haciendo mucha calor. (<i>Bebe.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa</span> (<i>A la chica.</i>)—Ámonos. (<i>Mirando
-con temor al cartero.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Pero...</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—Ámonos. (<i>Vanse foro
-izquierda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¿Y que te trae por este
-domicilio?</p>
-
-<p><span class="smcap">Dimas.</span>—Que tié usté carta. (<i>Busca en el
-paquete.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Hombre, ¿quién se acordará de
-mí? Toma la perra. (<i>Se levanta para dársela.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Dimas.</span>—No paga, es del interior (<i>Se la
-da.</i>) Vaya, hasta otra, señores. (<i>Vase foro.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Anda con Dios, hombre. ¿Quién me
-escribirá a mí del casco y a esta casa? Oye, y es letra de máquina.</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Algún amigo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Yo amigos con máquina... no
-m’acuerdo. Veamos. (<i>Se sienta, rompe el sobre y empieza a leer. A poco
-palidece, se demuda, tiembla, se levanta, se sienta, se pasa la mano
-por la cara con angustia.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino</span> (<i>Alarmado.</i>)—¿Qué te pasa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Cosme.</span>—Oye, ¿pero qué tienes? (<i>Hilario
-se pone en pie.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Dame un... dame un poco de agua,
-haz el favor.</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—¡Pero te has quedao blanco!
-(<i>Hilario vuelve a leer.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Cosme</span> (<i>Muy alarmado.</i>)—¿Qué te dicen?</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—¿De quién es esa carta?</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Pues esta carta... yo no... no
-sé... si...<span class="pagenum" id="Page_258">p. 258</span> (<i>Vuelve
-a mirarla.</i>) esto no... ¡mi madre! (<i>Cae sentado.</i>) no es carta, sabes;
-es...</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—¿No trae firma?</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Ni fecha ni na.</p>
-
-<p><span class="smcap">Cosme.</span>—¿Un anónimo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Sí; un anónimo... una puñalá...
-(<i>con ira creciente.</i>) Esto es una infamia... pero, amos... pero me
-ha dejao que yo no sé qué tengo... (<i>Se pasa la mano por la cara con
-angustia.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—¿Pero qué dice? Venga ya,
-hombre.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Toma, lee...</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino</span> (<i>Lee.</i>)—¡Recontra!... ¡oye! ¡mi
-madre! Bueno, esto es una asquerosidad; de esto no hay que hacer caso.
-(<i>Con la carta hecha un rebuño da un puñetazo sobre la mesa.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—No, sí, claro... pero cuando hay
-quien te diga esas cosas y ves en lo que te dicen algo que...</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Oye tú, reponte, que te va a
-dar una alferecía. Miá cómo tiembla.</p>
-
-<p><span class="smcap">Cosme.</span>—¿Pero qué dice ese papel, releñe?
-¡Leer alto! (<i>Cesa de tocar la murga.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Casi na. Atiende. (<i>Lee.</i>)
-“Amigo Hilario: Una persona que le quiere bien...”</p>
-
-<p><span class="smcap">Cosme</span> (<i>Torciendo la cabeza.</i>)—Mal.</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—“Aunque usté no se lo merece,
-le avisa de que la Valentina que le pinta a usté otra cosa, porque vale
-pa ello, está liada...”</p>
-
-<p><span class="smcap">Cosme.</span>—¡Rechufla!</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—“Está liada desde antes de
-quedarse viuda de su primer marido, u lo que fuese... con el señor
-Bernabé el picador, carne y uña como usté recordará de aquel pobre
-hombre.”</p>
-
-<p><span class="smcap">Cosme.</span>—¡La panocha!</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—“Y de ahí el meter en su
-casa de usté al citao Bernabé, así como al hijo que ha engatusao a
-la Encarna. Y van tóos a una a comérsele a usté su honrao sudor.
-Reflexione en todo y no haga el primo. Se lo avisa quien bien le
-quiere.” (<i>Vuelve a oirse la murga.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Cosme.</span>—¡Mi madre!... ¡pues es una
-misivita!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_259">p. 259</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Saliendo de su profunda
-abstracción.</i>)—¡Maldita sea! (<i>Con amargura.</i>)—¿Habré tenío yo una
-venda en los ojos, Aquilino?... ¿Habré estao ciego?</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—¡Por Dios, Hilario, no
-desbarres, que esto es una infamia!</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¿Pero quién va a tener interés
-en hacerme peazos la felicidad de esta forma tan cruel y en un día como
-el de hoy si yo no tengo enemigos?</p>
-
-<p><span class="smcap">Cosme.</span>—Eso no lo digas. Tóo el que es
-feliz los tiene, Hilario.</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Esto es de algún envidioso,
-estoy seguro, que la envidia es lo más malo de este mundo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¿Pero qué me van a envidiar
-a mí, Aquilino?... ¿Un peazo e pan, un rincón de casa, una pizca e
-felicidá?</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—El envidioso no repara en más
-o en menos... quitarte el bien que tengas, poco o mucho, grande o
-chico.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—No, Aquilino, no... No hay alma
-por negra que sea que se atreva sin motivo a hacer una cosa como ésta,
-cincuenta veces peor que un asesinato. (<i>Se levanta y va hacia la
-derecha.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Por Dios, Hilario, cálmate.
-(<i>Siguiéndole.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Sí; quizás que habré estao
-ciego: que cuando quieres hay cosas que las tiés delante de los ojos
-y no las ves hasta que te las dicen... La Valentina me trajo aquí a
-Bernabé. Eso no puedo negarlo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—¿Pero vas a dudar?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—No es que dude; es decir, las
-cosas como han pasao. Ella trajo a ese hombre y ella arregló lo de
-los chicos, y tóo se le hace poco pa esa gente, esta es la verdad...
-¡maldita sea!... Y si esto es una traición; si esto fuese una traición
-después de lo que yo he hecho por ellos, os juro por la sangre que
-tengo... (<i>Amenazador avanza.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino</span> (<i>Conteniéndole.</i>)—Hilario...
-amos, hombre, una meaja de aplomo, que tú no pués partir de ligero.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_260">p. 260</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Cosme</span> (<i>Cortándole el paso.</i>)—A más de
-que lo primero es cerciorarse, por lo tanto, lo que te conviene es
-fingir y...</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Vivamente.</i>)—No, eso no...
-fingir no; no tengo carácter pa ello. De que me serene pensaré lo que
-sea menester... pero por de pronto, como tengo ya el corazón envenenao,
-me molesta esa música y esa alegría y ese barullo, conque vete a
-decirles a tóos que se vayan.</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Pero, hombre, no
-comprendes...</p>
-
-<p><span class="smcap">Cosme.</span>—Calla, ellos vienen. Aplomo,
-Hilario. (<i>Pasa al lado de Aquilino.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA XI</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos, Valentina</span> <i>y</i>
-<span class="smcap">Bernabé</span>. <i>Del tendedero vienen riendo.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Entrando.</i>)—¡Ja, ja, ja!...
-Bueno, vais a hacernos el favor de asomar las narices pa vernos bailar
-la machicha brasileña.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina</span> (<i>Muy alegre.</i>)—Nos hemos
-llevao la palma... que se pué decir... Conque, pollo, andandito, que
-vengo por el chotis ofrecido.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Secamente.</i>)—Gracias, no tengo
-gana de na.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina</span> (<i>Fijándose en él y con
-asombro.</i>)—Oye, ¿pero qué tienes? Estás blanco como el papel.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Quedando repentinamente
-serio.</i>)—Es verdá. ¿Qué te pasa, Hilario?</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¿Te has puesto malo?
-(<i>Anhelante.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—No, no tengo na, gracias. (<i>La
-rechaza.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Pero esa voz... ese tono...
-¿Qué ha pasao aquí?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Hilario, ¿has tenío algún
-disgusto?</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—He dicho bien claro que no tengo
-na.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¿Pero qué ha sucedío?... ¡No
-estén ustés como dos pasmaos y hablen por lo que sea!...</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_261">p. 261</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Señora...</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¿Qué tienes, Hilario?... ¿qué
-tienes?... No me atormentes.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Desembucha ya, hombre, que nos
-tiés con el alma...</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—He dicho que no me pasa nada,
-sino que tóo tié su fin y esta juerga es hora ya que se acabe.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Está bien; pero cuando tóo el
-mundo, y tú el primero, estábamos tan contentos, ¿qué motivos tienes pa
-que así de repente...?</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Es mi voluntá. Llama a tóo el
-mundo y que se vayan.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¿Pero es que yo no tengo
-derecho a saber...?</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¡Tienes derecho! Pero una meaja
-de calma que ya hablaremos tú y yo lo que sea menester hablar.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Está bien.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Llama a mi hija. (<i>Valentina
-sube despacio hacia el fondo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Hilario, yo estoy que no sé lo
-que me pasa... Yo salía tan contento y de pronto te veo de una forma
-que... y comprenderás que... amos, que necesito una explicación, porque
-esto...</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—No tengo explicación que dar a
-nadie. Deseo quedarme solo con los míos. Creo que tengo derecho a hacer
-lo que quiera en mi casa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Sí, señor, tiés derecho a
-hacer lo que quieras en tu casa; pero el que está en ella y no la ha
-agraviao, también tié derecho a saber por qué se le echa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Yo no te echo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—No me dices que me vaya, pero me
-señalas la puerta, conque verde y con asas... Y yo no salgo de aquí sin
-una explicación, Hilario.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Agresivo.</i>)—Y a mí no me paece
-este el momento de dártela, ¿qué hay?</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¡Por Dios! (<i>Le contienen
-entre los tres.</i>)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_262">p. 262</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Con fría calma.</i>)—Nada, nada.
-No te acalores. Me has hecho mucho bien para que me se olvide en cinco
-minutos. No sé qué es esto: algo pasa y algo muy grave. Tú me lo dirás
-hoy, mañana, cuando sea. Pero escucha, Hilario: hoy, mañana, cuando
-sea, yo no te daré más que una respuesta, una... Que si me hacen a
-cachitos el corazón, aquí dentro no encontrarán más que lealtad y
-gratitú pa esta casa. Y ahora me voy por mi hijo.</p>
-
-
-<h4>ESCENA XII</h4>
-
-<p class="quienesj"><span class="smcap">Dichos, Paco, Encarna,
-señor Cecilio</span>, <i>los</i> <span class="smcap">Murguistas,
-Lavanderas, Vecinas, Vecinos, Todos. Josefa</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Sole</span> <i>vuelven a salir colocándose en su puesto en
-la pila</i>. <i>Paco y Encarna salen delante riendo y bromeando</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span>.—Padre, salimos con murga y tóo,
-porque queremos que vean ustés bailar al tío Pelele el... (<i>Viene con
-Encarna a primer término derecha.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Gravemente.</i>)—Cállate, Paco.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Con asombro.</i>)—¿Qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span>.—Paco.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span>.—¿Qué pasa? (<i>Mirándolos a todos.</i>)
-¡Oye, pero qué caras!... (<i>La gente queda parada en segundo término al
-fondo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna</span>.—Es verdá. ¿Qué sucede? ¿Qué es
-esto? ¡Tóos tan serios!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Riendo locamente.</i>)—¡Ja, ja,
-ja!... Calla, que ya caigo. ¡Tié gracia! Como antes le he dicho a tu
-padre que tenía gana de verlo serio, pues nos han preparao esa guasa
-para... ¡ja, ja, ja!</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna</span>.—Es verdá... ¡ja, ja, ja! y qué
-bien lo hacen.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Cariñosamente.</i>)—Y miá cómo s’han
-quedao, paecen unas feguras de celuloide.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_263">p. 263</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Muy serio.</i>)—Paco, que no es
-chufla.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Quíte usté d’ahí, so cómplice. Y
-miá el municipal; paece la careta de Dato... ja, ja, ja. (<i>Ríe.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Paco, por la memoria de tu
-madre, que es en serio.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Aterrado.</i>)—¿Qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Que es en serio, por tu salú.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Rediez!</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna</span> (<i>Temblorosa.</i>)—¿Pero es
-verdá?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Coge el sombrero y el bastón.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Pa qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Coge el sombrero y el bastón,
-que nos vamos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿A dónde?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—A la calle.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Pero y el arroz?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Se nos ha pegao. (<i>Paco coge su
-sombrero y su bastón.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—¿Pero qué dicen?... ¿pero es de
-veras esto, Valentina? (<i>Yendo a su lado.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Atrayéndola hacia sí.</i>)—Es de
-veras. Tú, aquí, conmigo. (<i>A todos.</i>) Y ustés, señores, esto se ha
-arrematao; gracias por tóo y hasta otra. (<i>Se van marchando todos poco
-a poco y en silencio, quedando en las puertas sin desaparecer.</i>) Señor
-Cecilio, puén ustés retirarse.</p>
-
-<p><span class="smcap">Cecilio.</span>—¿Repito el pasacalle pal
-desfile?</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Desfile sin repetir na, haga
-el osequio. (<i>Vánse los murguistas. Josefa y Sole vuelven a ponerse a
-lavar, en silencio, sin ruido.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Pero padre, ¿qué es esto?... ¿por
-qué nos vamos? ¿por qué nos echan?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—No te lo puedo decir.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Pero es que le he faltao yo a
-alguien en algo? Al que le haiga yo faltao en algo, que lo diga. (<i>A
-Hilario.</i>) ¿Le he faltao yo a usté? (<i>Pasando a su lado.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Con desabrimiento.</i>)—A mí
-no.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿A quién le he faltao yo?... Señor
-Aquilino, usté que es autoridá, ¿le he faltao yo a usté en algo?</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_264">p. 264</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Tú no has faltao a nadie, hijo
-mío.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Entonces ha sío usté... porque de
-no haber sido yo, tié usté que haber sido...</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¿Pero es que dudas de mí?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Qué ha hecho usté pa que nos
-echen?... ¿qué ha hecho usté pa destrozarme la felicidad? ¿qué ha hecho
-usté, padre?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¿Que qué he hecho yo?...
-Quererte con toa mi alma, y cuando nos creíamos más dichosos, salgo y
-me dicen que nos vayamos; pido explicaciones y no me las dan y quiero
-exigirlas porque me sobran agallas, pero me acuerdo que hasta la ropa
-que llevas se la debemos a este hombre y me repudro y me achanto y me
-voy a la calle. No puedo hacer más, es decir, no puedo hacer menos.
-¡Vámonos, hijo! (<i>Coge su sombrero.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Pero es que llora usté?... Caray,
-porque eso no. Que antes de que se le caiga a usté una lágrima, me
-desnudo yo aquí mismo y dejo la ropa y el corazón y lo que sea menester
-dejar.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Ámonos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Sí, señor.</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—¡Paco!... (<i>Suplicante.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Es la primera vez que le veo llorar
-y mi padre no... ¡A la calle!</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Y coste que me voy con la frente
-muy alta.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Y si quié usté, pa que la lleve más
-alta le saco yo a usté en brazos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Quedar con Dios.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Buenos días. (<i>Vanse abrazados foro
-izquierda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—¿Pero qué es esto, padre, hable
-usté?... Si estoy que me muero... Si esto no pué ser... tanta felicidá
-y de repente... ¿qué ha pasao por esta casa, Valentina, qué ha pasao?
-(<i>Yendo a su lado.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¡Yo no lo sé, Encarna, no lo
-sé; estoy como loca!... pero me da el corazón que por esta casa... ¡por
-esta casa ha pasao la envidia!</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna</span> (<i>Aterrada.</i>)—¡La envidia!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_265">p. 265</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Sole</span> (<i>Aterrada.</i>)—¡Madre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Josefa.</span>—¡Silencio! (<i>Cuadro.</i>) (<i>Telón
-rápido.</i>)</p>
-
-<p class="mushab"><b>Intermedio musical.</b></p>
-
-<p class="mushab"><b>Mutación</b></p>
-
-<hr class="chap0" />
-
-
-<div class="chapter">
- <h3>CUADRO SEGUNDO</h3>
-</div>
-
-
-<p class="donde">Gabinete humildísimo en casa del señor Bernabé.</p>
-
-<p class="dondec">En la pared del foro dos balconcitos con puertas
-vidrieras y cortinas por dentro. A la izquierda la puerta de entrada al
-piso con mirilla, cerradura y llamador de hierro que sonará cuando se
-indique.</p>
-
-<p class="dondec">En los laterales derecha dos puertas que dan acceso
-a habitaciones interiores. Entre ambas, una silla con el chaleco,
-chaquetilla, montera y capote de paseo de Paco.</p>
-
-<p class="dondec">Mobiliario: un sofá foro izquierda y unas cuantas
-sillas de anea. Una cómoda vieja entre los dos balcones y sobre ella
-varios retratos deslucidos. En la pared una cabeza de toro disecada.
-Números de «La Lidia» pegados por distintos sitios.</p>
-
-<p class="dondec">En el centro de la habitación hacia la izquierda una
-camilla con un tapete de hule. Encima una botella de barro y un vaso.
-Es de día.</p>
-
-
-<h4>ESCENA PRIMERA</h4>
-
-<p class="quienes"><i>La</i> <span class="smcap">Rita</span>. <i>El</i> <span
-class="smcap">tío Pelele</span>.</p>
-
-<p class="quienesj"><i>Al levantarse el telón nadie en escena. Sale Rita
-segunda derecha, con un lío de capotes y dos estoques de matar, que
-deja sobre el sofá. Llaman a la puerta.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Rita.</span>—Ya voy, ya voy. (<i>Abre.</i>)
-Alante.</p>
-
-<p><span class="smcap">Pelele</span> (<i>Con traje de fiesta.</i>)—Buenas
-las tenga usté, señá Rita.</p>
-
-<p><span class="smcap">Rita</span> (<i>De mal talante.</i>)—Regulares las
-quisiera, hijo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Pelele</span> (<i>Quitándose el sombrero.</i>)—Yo,
-como es<span class="pagenum" id="Page_266">p. 266</span> la
-costumbre... ¿Y su hermano de usté y su sobrino?</p>
-
-<p><span class="smcap">Rita.</span>—Ahí están, empezando a vestirse pa
-la corrida.</p>
-
-<p><span class="smcap">Pelele.</span>—Pos un servidor, como le ofrecí a
-Paco de hacerle de mozo de estoques, pos venía pa ello.</p>
-
-<p><span class="smcap">Rita.</span>—¡Usté de mozo!... Bueno, asiéntese
-usté. (<i>Le da una silla.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Pelele.</span>—S’agradece. (<i>Se sienta a la
-izquierda de la camilla. Con gran interés y bajando un poco la voz.</i>)
-¿Y qué, los ánimos andarán mu caídos por esta casa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Rita.</span>—Ni quiá usté saber; con eso de
-no haber sabío de la Encarna en tres días que van del desgusto,
-pos el chico está que su alma se la arrancan. (<i>Queda de pie a la
-derecha.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Pelele.</span>—¡Con tantas ilusiones y tóo pol
-suelo en media hora!</p>
-
-<p><span class="smcap">Rita.</span>—Un asco de mundo. ¡Pos la señá
-Valentina, la pobre, también estará pa que la pidan una fábula!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pelele.</span>—¿La señá Valentina?... Más
-serena que usté y que yo. ¡Eso es una mujer! Del <i>seso</i> femenino no se
-encorambra con más agallas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Rita.</span>—¿Pero no se l’ha venío el mundo
-encima?</p>
-
-<p><span class="smcap">Pelele.</span>—Se le ha venío el mundo encima,
-pero ella lo ha apartao y ha seguido pa alante. Amos, eso hay que
-verlo. Misté, de que supo por boca del mismo señor Hilario que estaba
-acusá de mantener relaciones <i>inlícitas</i> con su hermano de usté,
-que fué y no le dijo más que esta cosa lacónica: “Ah, ¿pero era
-eso?—Eso.—¿Y has dudao de mí?—Y dudo”, le refutó él. Y fué ella, se
-quedó un poco amarilla, levantó así la cabeza con orgullo, miró al
-señor Hilario de hito en hito, prorrumpió en una carcajada consistente
-en ¡ja, ja, ja! agarró sus cuatro trapitos y echó a andar calle alante,
-tranquila y serena.</p>
-
-<p><span class="smcap">Rita.</span>—Amos, miá que ese tío está loco.
-¡Dejarse marchar a una mujer como la Valentina!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pelele</span> (<i>Dando un puñetazo en la mesa
-y poniéndose de pie.</i>)—Y quedarse con la perra de la Josefa, que
-dende el desgusto es la que lleva el remo de la<span class="pagenum"
-id="Page_267">p. 267</span> casa. Y pa mí que ella es la del anónimo...
-y la causanta de tóo...</p>
-
-<p><span class="smcap">Rita.</span>—Pero qué me va usté a contar, hijo,
-si la tengo conocida de chica, que íbamos juntas a la escuela y siempre
-estaba castigá de envidiosa que era. Que, vamos, un día—pa que se vea
-lo que son las presonas,—fué y tenía yo una berruga aquí, mal señalao,
-(<i>En la mejilla.</i>) que decían tóos que me hacía muchisma gracia, y fué
-ella y pa que no la tuviese, me la quemó con una cosa negra que le
-dicen nitrato, que me hizo de ver las estrellas; que yo no la he vuelto
-a tratar en mi vida desde entonces.</p>
-
-<p><span class="smcap">Pelele.</span>—Pero señora, si su segundo marido
-tuvo que retirarse de con ella y se fué a Buenos Aires por no matarla.
-Y su primer marido no digamos, que ahí lo tié usté vivo y sano, que
-es el señor Antonio el cañamonero, que cuando habla de ella hay que
-taparse los oídos con hidrófilo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Rita.</span>—Pero oiga usté, ¿cuántos maridos le
-viven?</p>
-
-<p><span class="smcap">Pelele.</span>—Bueno, digo maridos, porque de
-alguna manera hay que llamarle en sociedad a cierta clase de ñudos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Rita.</span>—Sí, ñudos, ñudos... corredizos.
-(<i>Llaman.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Pelele.</span>—¿Quién será?</p>
-
-<p><span class="smcap">Rita.</span>—Voy a ver. (<i>Abre.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA II</h4>
-
-<p class="quienesj"><span class="smcap">Dichos, señor Tobías</span>.
-<i>Es un tipo de tabernero rico, vestido de fiesta. Cadena de oro muy
-gruesa, sombrero ancho, puro en la boca y un palasán muy gordo, con
-bola de hierro.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Rita.</span>—Pasa, Tobías.</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías</span> (<i>Entra y da un golpe en el suelo
-con el bastón.</i>)—¡La panocha, qué cochino mundo! Amos, que si no lo
-viese uno...</p>
-
-<p><span class="smcap">Rita.</span>—¿Qué te pasa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Dile a Bernabé que salga, maldita
-sea la<span class="pagenum" id="Page_268">p. 268</span> liendre, que
-un asesinato de esa forma no lo consiente mi cuerpo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Rita.</span>—¿Pero qué estás diciendo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Que a ese tío le pego yo un tiro
-en la sien, apuntarlo. Que cuando se es amigo de un diestro se es amigo
-y no se debe consentir que se le menoscabe ni se le atropelle.</p>
-
-<p><span class="smcap">Rita.</span>—Bueno, pero...</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—¡Ladrones!... ¡Qué proceder con
-un debutante! Ahora, que no se han fijao en mi punto de apoyo y yo
-escalabro a uno. (<i>Mirando a la garrota.</i>) Hoy ejerces.</p>
-
-<p><span class="smcap">Rita.</span>—Pero...</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Que salga tu hermanito,
-hale...</p>
-
-<p><span class="smcap">Rita.</span>—Es que está en calzoncillos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Mejor. Pa lo que le voy a decir,
-sobra; porque Paco no torea esta tarde. Eso firmao.</p>
-
-<p><span class="smcap">Rita.</span>—¿Qué dices?</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Lo dicho. Hale, que es
-urgente.</p>
-
-<p><span class="smcap">Rita.</span>—Voy, voy. (<i>Vase primera
-derecha.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Pelele.</span>—¿Pero es que ocurre algo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías</span> (<i>Que pasea agitado.</i>)—¡Qué
-granujá! ¡Maldita sea la liendre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pelele.</span>—Tome usted asiento.</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—No quiero. (<i>A Pelele.</i>) No es a
-usté. No quiero, no quiero y no quiero consentir una infamia como esa.
-¡Abortarnos un torero de esta manitú! ¡Canallas!... ¿De dónde?... Aquí
-está mi cuerpo pa que no. Hoy ejerces. (<i>Blande la estaca.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA III</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos, Bernabé</span>. <i>Sale
-primera derecha con el calzón ya puesto y una americana de casa.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Hombre, Tobías.</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Hola. Hagan el favor. (<i>Indica
-que se vayan Rita y Pelele.</i>)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_269">p. 269</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Chico, dispensa, pero nos
-estamos vistiendo porque son las dos, y la cuadrilla... (<i>Vanse Rita y
-Pelele segunda derecha.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías</span> (<i>Con misterio.</i>)—Pues no sigas
-vistiéndote, Bernabé.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Asustado.</i>)—¿Qué pasa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Que tú no sabes lo que os han
-fraguao pa esta tarde.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¿Qué nos han fraguao?</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—¡Una infamia horrible!</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¿Qué dices?</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Que quién machacarle a tu hijo
-el porvenir, pero eso no será... mientras a Tobías Peñasco le quede
-(<i>Accionando conforme habla.</i>) un dedo de vergüenza, un palmo de dinidá
-y una vara de acebuche. (<i>Por el bastón.</i>) ¡Hoy ejerces!</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Bueno, pero dime pronto...</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Agárrate, que de pie no lo
-aguantas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Venga.</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Bueno, pues que Hilario, que
-desde el desgusto que tuvísteis, está ciego contra vosotros, ha ido
-a decirle a don Isidro Solano, el empresario de Tetuán, que ya no
-tiene interés por Paco; y ese tío asqueroso que le debe más de nueve
-mil pesetas, oliéndose que si tu hijo queda mal esta tarde, el señor
-Hilario tendrá una gran alegría, ¿qué dirás que ha hecho el muy
-granuja?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¿Qué ha hecho, Tobías? porque yo
-ya estoy con un sobresalto en el corazón, que tóo me lo espero.</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Pues que a última hora, ha fijao
-un anuncio en el cartel diciendo que se le han estropeao tres toros
-y en vez de los seis Bobadillas que tenía preparaos para Paco y el
-Herrerito y que eran seis merengues de fresa, los ha sustituído por
-seis marrajos... agárrate... de Pérez Labulla.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Aterrado.</i>)—¡¡Labullas!! ¡Mi
-madre!</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Vengo de los corrales. Son
-seis mansos pregonaos, con más poder que un mercancías, y con unos
-cuernos, que ¿tú has visto el palo ese de la te<span class="pagenum"
-id="Page_270">p. 270</span>legrafía sin hilos, que hay en San Fernando
-el Jarama? pos un mondadientes en parangón.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Pero eso es un asesinato!...
-¡Labullas pa un prencipiante!... ¡y en el estao de ánimo de ese
-chico!... (<i>Con indignación.</i>) ¡canallas!... ¡asesinos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Bernabé; Paco no debe torear esta
-tarde.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Pero si no torea, ¿cómo queda,
-Tobías?</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Entero; pero como toree te lo
-traes en un pañuelo de hierbas, que tú no has visto el ganao.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Calla, por Dios!...
-¡Ladrones!... ¡Infames! ¿Qué hago, qué hago, Tobías, qué hago?... Si
-torea, tal como está Paco, un bueyacón de esos me lo pué mandar al
-hospital. Ya lo sé; pero si pone una excusa y no torea, pos se ve el
-miedo... y vienen el descrédito, la burla y la miseria... ¿Qué hago,
-Tobías? ¿Qué hago?</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—¡Qué sé yo, Bernabé, si tampoco
-sé qué decirte!... Ahora, que esta infamia que os hacen no la aguanta
-mi cuerpo, y yo te garantizo que esta tarde va a haber una de cabezas
-vendás en la plaza e toros que va a parecer que la corrida se está
-dando en Aragón. (<i>A la estaca.</i>) Hoy ejerces. (<i>Se oye ruido
-de cascabeles. Sale por la segunda derecha el tío Pelele y va a
-abrir.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Calla, que ha parao un coche.
-(<i>Se asoma al balcón.</i>) Es la cuadrilla.</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Buenos vendrán los pobres chicos
-si han visto el ganado. (<i>Llaman.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Pelele</span> (<i>Abriendo.</i>)—Yo me voy a
-decírselo tóo a la señá Valentina. (<i>Entran los toreros y sale él,
-dejando la puerta abierta.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA IV</h4>
-
-<p class="quienesj"><span class="smcap">Dichos</span>. <i>El</i> <span
-class="smcap">Zipilín</span>, <i>el</i> <span class="smcap">Vigudí</span>
-<i>y el</i> <span class="smcap">Telaraña</span>, <i>con trajes de luces,
-capotes de paseo. Todo muy pobre y viejo. Entran con cara de pánico,
-temblorosos.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Los tres.</span>—Buenas tardes.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Hola, jóvenes!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_271">p. 271</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—¿Ya sabrá usté el cambiazo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Sí, hijo, sí. Me lo ha dicho,
-aquí, el señor Tobías.</p>
-
-<p><span class="smcap">Vigudí.</span>—¡Nos echan Labullas!</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¿Y habéis visto el ganao?</p>
-
-<p><span class="smcap">Vigudí.</span>—¿Que si le hemos visto? Seis
-enormidades corniveletas, señor Bernabé.</p>
-
-<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—Esos bichos no se le echan a
-una cuadrilla debutanta, a menos que se esté conchavao con el trus
-funerario...</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Hombre, no será tanto...</p>
-
-<p><span class="smcap">Telaraña.</span>—Ya los verá usté. ¡Qué
-cuernos!... Tiran un viaje y es con kilométrico. (<i>Indicando la
-dimensión del cuerno.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—¿Y cómo os habéis vestío tan
-pronto?</p>
-
-<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—Por disfrutar un rato más de la
-ropa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Vigudí.</span>—¡Nos van a desnudar en
-seguida!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Telaraña.</span>—Darme un cigarro... yo no hago
-más que fumar. (<i>Bernabé le da un pitillo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—Con permiso... (<i>Se sirve agua.
-Tiembla la botella sobre el vaso.</i>) ¡Tengo una sequedá de boca!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—¿Pero es que tiemblas?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—¿Pos qué creía usté, que
-repiqueteaba el tango argentino?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Bueno, hijos; hay que tener
-ánimos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Vigudí.</span>—No, si después de tóo qué me pué
-pasar a mí, que R. I. P... Bueno, pero tengo una satisfación, que no se
-alegrará nadie. No tengo amigos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Dentro.</i>)—Padre...</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Por Dios santo, que no os vea
-Paco acoquinaos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—Sí; pero la verdá hay que
-decírsela.</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Bueno; pero de cierta manera.</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA V"><span class="pagenum" id="Page_272">p.
-272</span>ESCENA V</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Paco</span>, <i>primera derecha. Sale con la taleguilla
-puesta y la faja en&nbsp;la&nbsp;mano.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Padre, hágame usté el favor de
-ayudarme a la faja.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Sí, hijo mío.</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Hola, Paquillo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Adiós, señor Tobías. (<i>A la
-cuadrilla.</i>) Y vosotros, qué pronto...</p>
-
-<p><span class="smcap">Zipilín</span> (<i>Esforzándose por sonreir.</i>)—Las
-ganas que tié uno de salir de...</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—¿Y qué, hay muchos ánimos,
-pollo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Pos ya ve usté; a cumplir.
-Ilusión... alegría... Eso ya, después de lo pasao... Agarre usté,
-padre... (<i>Afectado.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—(¡Se le nublan los ojos!)</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—(¡Pobre hijo mío!) (<i>Paco
-empieza a ajustarse la faja que el señor Bernabé sostiene en sus manos
-por el otro extremo.</i>) Pues náa, Paco, aquí los chicos, venían, sabes,
-a decirnos que... vamos... que hay unas pequeñas variantes en el
-cartel.</p>
-
-<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—No tan pequeñas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Que ha dado dos vueltas liándose
-la faja, se detiene.</i>)—¿Qué variantes?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Pos náa, que ya no toreas esta
-tarde seis Bobadillas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Sorprendido.</i>)—¿Que no toreo
-Bobadillas?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—No; los han sustituído por seis
-bichos de...</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿De quién?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—De Pérez Labulla.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Con terror.</i>)—¿Labulla?... ¿Yo
-Labullas?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Con amargura.</i>)—¡Labullas!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Se deslía.</i>)—¡Ay, padre!...
-¿Labullas a mí?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—¡A nosotros!... ¡Una infamia,
-Paco!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_273">p. 273</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Esa corrida que no ha querío
-torear nadie?</p>
-
-<p><span class="smcap">Vigudí.</span>—¡La <i>mismisma</i>!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Esa que le llaman la del pa...
-pa... la del papánico?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Telaraña.</span>—La propia.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Pero, padre, echarme Labullas!...
-¡Eso es darme una puñalá trapera!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Sí, hijo; es una infamia la
-que te hacen. No sirve negártelo... pero es que quién machacarte el
-porvenir. Reirse de nosotros... vernos en la miseria, y eso, Paco,
-eso...</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Es verdá, es verdá, padre... Tié
-usté razón. ¡Pos no!... ¡Maldita sea! ¡No se ríen! (<i>Da tres vueltas en
-la faja y se detiene de pronto.</i>) ¿Y vosotros habéis visto el ganao?</p>
-
-<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—Lo hemos visto.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Y qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—Que ajustamos el árnica en mil
-pesetas y pierde el farmacéutico.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Que pierde?... (<i>Desliándose de la
-faja.</i>) ¡Ay, padre, que dice que pierde!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—No te apures, que allí estaré
-yo, apretando en lo alto; echando el corazón pa quitarles poder a esos
-bueyes ladrones...</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Piensa en tu pundonor, en el pan
-de este viejo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Sí, señor, sí; es verdá. (<i>Da dos
-vueltas.</i>) Sea lo que Dios quiera.</p>
-
-<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—Lo malo es el primero que te
-echan. Un jabonero sucio.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Sucio? (<i>Se detiene.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Vigudí.</span>—¡Una asquerosidad!</p>
-
-<p><span class="smcap">Telaraña.</span>—Y disforme.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Grande?</p>
-
-<p><span class="smcap">Vigudí.</span>—Un automóvil con dos chuzos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Dos chuzos? (<i>Se deslía.</i>) ¡Dice
-que dos chuzos, padre!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Paco, hay que estar sereno.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Sereno con dos chuzos?... Es
-demasiado,<span class="pagenum" id="Page_274">p. 274</span> señor
-Tobías... ¡Qué infamia!... El día de mi debut, a última hora echarme
-Labullas... y sabiendo cómo estoy... ¿Qué hago, padre, qué hago?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Qué voy a decirte, Paco!... Haz
-lo que quieras... Si fuera yo, yo ya sé lo que haría, pero yo no soy
-nada mío... ¡tú, tú eres mi hijo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Pues no, no se ríen!... ¡no!...
-¡Quedaré como usté quedaría, (<i>Dando vueltas rápidamente.</i>) como usté
-quedaría!... (<i>Al dar la última vuelta a la faja cae en brazos de
-Bernabé.</i>) ¡Sí... sí, señor!... y si me matan, que me maten... que me
-maten...</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Hijo mío!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Padre!... (<i>Quedan abrazados.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Vigudí.</span>—¡Nos están dando el vermú!
-(<i>Conmovido.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Telaraña.</span>—¡Pos sí que es un cuadrito!</p>
-
-<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—¡Se me está poniendo el corazón
-que hoy no le pongo yo banderillas ni a un caracol! ¡Maldita sea!</p>
-
-
-<h4>ESCENA VI</h4>
-
-<p class="quienesj"><span class="smcap">Dichos. Valentina</span>.
-<i>Detrás</i> <span class="smcap">Pelele</span>. <i>Al final</i> <span
-class="smcap">Rita</span> <i>y</i> <span class="smcap">Amigos</span> 1.º,
-2.º <i>y</i> 3.º, <i>puerta izquierda</i>. <i>Valentina viene con mantón de Manila
-y un manojo de claveles en el pecho</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Buenas tardes.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Asombrado.</i>)—¿Usté?</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Servidora.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¿Tú aquí?</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Yo aquí a daros ánimos, y
-luego a la corrida a aplaudiros. Sé lo que os han hecho. Me lo ha venío
-a decir el tío Pelele.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¿Sabes la infamia?</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Lo sé todo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Casi llorando.</i>)—¡Me echan
-Labullas señá Valentina, Labullas a mí!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—No le hace. Que te echen lo
-que quieran. Tú eres un hombre y quedarás como un hombre.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_275">p. 275</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Pero Valentina, qué has
-hecho!... ¿No tiés miedo de lo que digan si saben que has venío a esta
-casa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Déjalo... Si cuando hablan
-mal no dicen la verdá, que digan lo que quieran. ¿Pos qué, os iba yo
-a dejar solos, acoquinaos en una tarde como la de hoy, víctimas de
-una venganza asquerosa?... ¡En jamás! ¿No nos ha unío la infamia? Pos
-siquiera que nos sirva esta unión pa darnos alientos unos a otros y
-pelear juntos contra ella. ¡Conque arriba el ánimo!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Valentina!</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¿Pero qué pasa aquí?... ¿A qué
-vienen esas caras de pánico?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Es que creo, señá Valentina, que
-los toros...</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—No hagas caso... ¿Que salen
-toros que pegan? Ese es el oficio. ¡Más grande el triunfo! Levanta el
-corazón pa que no te den en él y fe en Dios y en las agallas de cáa
-uno. ¿No se juega esta tarde tu porvenir?... Pos a jugarlo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—Señora, usté no ha visto cuernos
-como los que...</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Yo he visto cuernos de todas
-clases, pollo. Hombres es lo que quiero ver ahora.</p>
-
-<p><span class="smcap">Vigudí.</span>—¿Pero no los querrá usté ver por
-el aire?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Por donde sea menester...
-¡Pero a qué viene ese canguelo!... ¡Pero esto es cuadrilla u un pin,
-pan, pún!... Ánimo los valientes, que paecéis ahí cuatro gelatinas...
-Y tú, Bernabé, dales el ejemplo, levanta esa cara, vengan los arrestos
-de otros días, y tú que lo sabes diles cómo se pelea y cómo se ganan
-las palmas... ¡Mirarme a mí, me he quedao sola, calumniá, en metá e
-la calle; pos como no lo merezco lo desprecio y aquí me tenéis, tan
-conforme y tan compuesta, de cara a la vida, y alante siempre! ¡Conque
-si os faltan agallas, decírmelo, porque yo, una pobre mujer, soy capaz
-de irme a la plaza y matarme los seis toros! (<i>Todos han cobrado ánimos
-y<span class="pagenum" id="Page_276">p. 276</span> sus caras tristes
-van tomando expresión de valor y confianza.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Vigudí</span> (<i>Con entusiasmo.</i>)—¡Señora, es
-usté mejor que tila!</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—¡Tié razón!</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Valentina, eres como un rayo de
-sol que tóo lo llena de alegría y de ánimo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Sí, señora, ya soy otro!... ¡Que
-me echen Labullas!... ¡El tifus va a ser una ligera indisposición
-compará conmigo! (<i>Se pone chaleco y chaquetilla.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Rita, Pelele... Las
-chaquetillas, mi sombrero...</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Venga todo... Elefantes voy a matar
-yo esta tarde.</p>
-
-<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—¡Ahí los hombres! (<i>Sale Rita.
-Unos a otros se ayudan llenos de entusiasmo, nerviosos... beben, fuman,
-se mueven. Se oyen en la calle los sones alegres de una charanga que se
-aleja tocando un pasodoble torero. Se escucha el ruido de los coches,
-sonar de cascabeles. Voces de gente alegre. Gritos de “¡Eh, a la plaza,
-a la plaza!”. Restallar de látigos. Mucho bullicio y animación. Bernabé
-hace mutis primera derecha. Entran los Amigos 1.º, 2.º y 3.º por la
-izquierda.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Amigo 1.º</span>—Hola, Paco, aquí venimos a
-saludarte.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Hola, señores! (<i>Coge el
-capote.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Amigo 2.º</span>—¡Toma un puro!</p>
-
-<p><span class="smcap">Amigo 3.º</span>—¡Amos, que ya es hora!</p>
-
-<p><span class="smcap">Amigo 1.º</span>—¡A ver cómo queda Madrid!</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—¡Amos allá, señores!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—La montera...</p>
-
-<p><span class="smcap">Amigo 1.º</span>—Si la llevas puesta...</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Ah, sí, es verdá!... Vaya adiós...
-Hasta luego, señá Valentina. (<i>Le da la mano.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Ahora voy yo. ¡Buena suerte,
-Paco! (<i>Salen todos en un tropel bullicioso. Pausa. Valentina coge de
-Rita, que lo saca de la segunda derecha, un cuadro de la Virgen de la
-Paloma, pone el mantón de Manila sobre la cómoda, coloca el cuadro en
-ella<span class="pagenum" id="Page_277">p. 277</span> y ante él dos
-velas encendidas y un vaso con los claveles que se quita del pecho.</i>)
-¡Virgen de la Paloma, una mirá de compasión pa esos pobres hombres que
-van a jugarse la vida por un cacho de pan!... (<i>Se arrodilla; se limpia
-una lágrima. Asoma por la puerta derecha el señor Bernabé, se quita el
-castoreño y dice:</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Bendita seas! (<i>Pausa; pasa
-hacia la puerta de la calle. Mutis al buen juicio del actor. Se
-escuchan ya muy lejanos los alegres sones de la charanga y el bullicio
-de la gente. Telón de cuadro. Música en la orquesta.</i>)</p>
-
-<p class="mushab"><b>Mutación</b></p>
-
-<hr class="chap0" />
-
-
-<div class="chapter">
- <h3>CUADRO TERCERO</h3>
-</div>
-
-<p class="donde">Lugar donde se encuentra situada la Plaza de Toros
-de Tetuán, cuya fachada se ve al foro, unida al Merendero de «El
-Cubanito».</p>
-
-<p class="dondec">Son practicables la puerta de la plaza, la del patio
-de caballos y la del merendero, en cuya terraza habrá algunas mesas
-rodeadas de banquetas.</p>
-
-<p class="dondec">Es por la tarde, una tarde radiante de primavera,
-en la que se celebra una corrida, cuyo anuncio se verá pegado en las
-paredes de la plaza.</p>
-
-
-<h4>ESCENA PRIMERA</h4>
-
-<p><i>Al levantarse el telón aparecen cuatro golfos mirando por las
-rendijas de la puerta de la plaza.</i></p>
-
-<p><i>Uno de rodillas, otro empinándose sobre las puntas de los pies,
-otro de pie, y el último tumbado mirando por debajo de la puerta. Dos
-cocheros sentados ante una de las mesas del merendero, toman unos
-quinces. Una vendedora junto a un pequeño tabanque con “cacahuets” y
-naranjas, dormita tristemente.</i></p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_278">p. 278</span><i>De la plaza, de
-vez en cuando, sale un griterío infernal de indignación, con que el
-público castiga la torpeza de un torero.</i></p>
-
-<p><i>Suenan palmas de chunga, monótonas, acompasadas, burlonas;
-sobresalen voces agudas</i>: “¡Al corral! ¡Maleta! ¡Asesino! ¡Pincha
-ratas!” <i>Todo el público, con voces acompasadas:</i> “¡Al corral!
-¡Al corral!” <i>Vuelven a escucharse silbidos, suenan trompetillas
-infamantes, un cencerro golpeado con un palo. Risas, voces atipladas</i>:
-“¡Ay, qué miedo!... ¡que se mude!... ¡Fenómeno!”</p>
-
-<p><i>En un silencio, La Josefa sale por la izquierda, se acerca a la
-plaza, escucha, mira también por las rendijas de la puerta, y oyendo
-los denuestos y los gritos del público contra el pobre matador, sonríe
-y se aleja. Desaparece por el fondo.</i></p>
-
-<p class="mushab"><b>Música</b></p>
-
-<p><span class="smcap">Sole</span> (<i>Aparece por la puerta de los
-corrales, demudada, temblorosa, con un mantoncito de crespón negro y
-con dos o tres claveles cayéndosele del pelo. Trae en la mano un par de
-banderillas adornadas con muy mal gusto. Dos corchos van clavados en
-los arponcillos. Lloriquea, y, a cada grito que se oye en la plaza da
-un salto cómicamente atemorizada. Grito en la plaza y susto.</i>)—</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">¡Ay!... Santa María</div>
- <div class="verse indent4">por poco me muero.</div>
- <div class="verse indent4">Ese hombre no sirve</div>
- <div class="verse indent4">para torear.</div>
- <div class="verse indent4">Catorce estocadas</div>
- <div class="verse indent4">le atizó al primero,</div>
- <div class="verse indent4">y al segundo toro</div>
- <div class="verse indent4">veinte mal contás.</div>
- <div class="verse indent4">Al tercero, ahora,</div>
- <div class="verse indent4">lo estaba pinchando,</div>
- <div class="verse indent4">y al treinta pinchazo</div>
- <div class="verse indent4">le dijo una voz:</div>
- <div class="verse indent4">“Oiga, <i>cocinero</i>,</div>
- <div class="verse indent4">¿le está usté mechando,</div>
- <div class="verse indent4"><span class="pagenum" id="Page_279">p. 279</span>o es que va a dejarle</div>
- <div class="verse indent4">para colador?”</div>
- <div class="verse indent4">Ese mismo toro</div>
- <div class="verse indent4">le dió una embestida,</div>
- <div class="verse indent4">y subió tan alto</div>
- <div class="verse indent4">que me figuré,</div>
- <div class="verse indent4">que si San Antonio</div>
- <div class="verse indent4">le ve, le convida,</div>
- <div class="verse indent4">ya que estaba un paso,</div>
- <div class="verse indent4">a tomar café.</div>
-</div>
-
-<p class="dcha">(<i>Grito en la plaza.</i>)</p>
-
-<p class="tab">——</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">¡Ay!... Y luego un tío,</div>
- <div class="verse indent4">con una trompeta,</div>
- <div class="verse indent4">daba unas notitas</div>
- <div class="verse indent4">que... ¡vaya con Dios!</div>
- <div class="verse indent4">Y otro le decía:</div>
- <div class="verse indent4">“Deja la muleta,</div>
- <div class="verse indent4">que pa cuando salgas</div>
- <div class="verse indent4">necesitas dos.”</div>
- <div class="verse indent4">Yo traje a la plaza</div>
- <div class="verse indent4">estas banderillas</div>
- <div class="verse indent4">pa que se luciera</div>
- <div class="verse indent4">poniendo un buen par;</div>
- <div class="verse indent4">y ahora estoy con ellas</div>
- <div class="verse indent4">que... tengo cosquillas,</div>
- <div class="verse indent4">y por no pincharme</div>
- <div class="verse indent4">no me puó rascar.</div>
-</div>
-
-<p class="dcha">(<i>Nuevos gritos en la plaza.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">¡Ay!... Ahora dan voces.</div>
- <div class="verse indent4">¿Qué dicen? “Cabestros”.</div>
- <div class="verse indent4">¿Es a él o es al toro</div>
- <div class="verse indent4">pa echarle al corral?</div>
- <div class="verse indent4">Yo llevo rezados</div>
- <div class="verse indent4">dos mil padrenuestros.</div>
- </div>
-
-<p class="dcha">(<i>Grito y susto.</i>)</p>
-
-<div class="poem">
- <div class="verse indent4">¡Ay!... ¡Ahora le llaman!...</div>
- <div class="verse indent4">¡Le llaman morral!</div>
-</div>
-
-<p>(<i>Grandes gritos en la plaza. Echando a correr asustadísima
-hace mutis por donde salió.</i>)</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA II"><span class="pagenum" id="Page_280">p.
-280</span>ESCENA II</h4>
-
-<p class="quienesj"><i>Se abre la puerta de la plaza y salen el</i> <span
-class="smcap">señor Tobías</span>, <i>descompuesto, con la corbata
-deshecha, despeinado, el sombrero en la mano. Le trae sujeto por
-un brazo un joven</i> <span class="smcap">Policía</span>; <i>le siguen
-dos</i> <span class="smcap">Guardias</span> <i>de seguridad y tres
-o cuatro</i> <span class="smcap">Individuos</span> <i>con la cabeza
-vendada, dos</i>, <span class="smcap">Mujeres</span> <i>y un</i> <span
-class="smcap">Hombre</span>. <i>Salen vociferando todos.</i></p>
-
-<p class="mushab"><b>Hablado</b></p>
-
-<p><span class="smcap">Vendados.</span>—¡A la cárcel!</p>
-
-<p><span class="smcap">Mujeres.</span>—¡Granuja!... ¡Fuera!</p>
-
-<p><span class="smcap">Policía.</span>—¡Eche usté adelante!</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías</span> (<i>Golpeando el suelo con el
-bastón.</i>)—¡Pero por qué me se detiene a mí, que me se especifique!</p>
-
-<p><span class="smcap">Policía.</span>—Porque ha golpeado usté a la
-gente.</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—No, señor. ¿De dónde? Lo que hay
-es que aquí, los denunciantes, han dirigido a la familia del matador,
-que es amiga mía, un insulto con música del <i>Ven y ven</i>, y eso no se lo
-aguanta un servidor ni al alcalde de barrio.</p>
-
-<p><span class="smcap">Policía.</span>—¡A la Comisaría!</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Pero, señor; si yo no he faltao a
-nadie; y si no que lo diga aquí la señora pareja, que ha sido testiga
-del cuplé.</p>
-
-<p><span class="smcap">Guardia</span> 1.º—¡Usté ha agredido al
-señor!</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—¿Servidor? ¡Miopía es lo
-que se padece, guardia! Que yo estaba quieto; pero aquí, la parte
-contraproducente, se ha puesto de una forma que si yo no les agredo, me
-agreden, y a mí no hay quien me agreda.</p>
-
-<p><span class="smcap">Policía.</span>—Eche adelante y menos música.</p>
-
-<p><span class="smcap">Tobías.</span>—Güeno, después de tóo estoy
-satisfecho. Me llevo una rondalla. ¡Has ejercido, palasán! (<i>Vanse
-izquierda. Se escucha dentro una bronca definitiva. Gritos, insultos,
-ruidos de cencerro. Cesa poco a poco el escándalo. Empieza a salir la
-gente por las puertas<span class="pagenum" id="Page_281">p. 281</span>
-de la plaza, que se abren. La charanga ejecuta un pasodoble.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Espectador 1.º</span>—¡Que se l’han echao al
-corral, pobre chico!</p>
-
-<p><span class="smcap">Espectador 2.º</span>—¡Bien hecho!</p>
-
-<p><span class="smcap">Espectador 3.º</span>—¡Si eso es una torera!...
-(<i>Siguen.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Espectador 4.º</span>—¡Anda y que lo maten!
-(<i>Salen dos chulas con el mantón al hombro y comiendo cacahués.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Chula 1.ª</span>—¡Amos, miá que habernos traído
-pa esto!</p>
-
-<p><span class="smcap">Chula 2.ª</span>—Paecéis de pueblo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hortera 1.º</span>—Pos a mí me habían dicho que
-era un torero que se comía los toros.</p>
-
-<p><span class="smcap">Chula 1.ª</span>—Por medios kilos. (<i>Sigue
-saliendo gente.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Chula 2.ª</span>—Si no me gustan los <i>torraés</i>,
-hago la tarde. (<i>Vanse por la izquierda.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA III</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Bernabé</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Vigudí</span>. <i>El último sale cojeando por la puerta de
-caballos</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Oye, Vigudí, tú que eres el
-único que has quedao en condiciones de moverte haz el favor de decirle
-al chico del merendero que nos busque un coche y que arrimen, que hasta
-la jardinera se nos ha ido.</p>
-
-<p><span class="smcap">Vigudí.</span>—¡Qué Labullitas, señor Bernabé!
-¡Maldita sea su casta!</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Anda, hijo! (<i>Sacan en hombros
-por la puerta principal a un torero. La gente le aplaude.</i>)</p>
-
-<p>Vigudí.—Y sacan al Herrerito en hombros; ¿oye usté?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Déjalo. Es nuestra desgracia.
-Anda. (<i>Vase Vigudí por el fondo izquierda. Cesa la música y acaba de
-desfilar el público.</i>)</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA IV"><span class="pagenum" id="Page_282">p.
-282</span>ESCENA IV</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Bernabé</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Valentina</span>, <i>que sale por la puerta de la plaza</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina</span> (<i>Con ansiedad.</i>)—¡Bernabé,
-Bernabé!</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Valentina!</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¿Cómo está Paco?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¿Cómo quiés que <i>estea</i>?...
-Magullao, sofocao, llorando. ¡Hecho una lástima por dentro y por fuera!
-La Virgen de la Paloma no ha querío oirte.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¿Pero crees tú que por un
-Padrenuestro tenemos derecho a que nos lo arreglen tóo?... No es poco
-milagro que salga vivo. Confórmate.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Pué que digas la verdá. ¡Qué
-tardecita! Calla, ahí lo sacan.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¡Pobre chico! ¡Qué
-compasión!</p>
-
-
-<h4>ESCENA V</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos, Paco, Telaraña</span>,
-<i>el</i> <span class="smcap">Zipilín, Sole</span>. (<i>Puerta de caballos</i>).
-<i>Al final</i> <span class="smcap">Vigudí</span>.</p>
-
-<p><i>Sale Paco apoyado en los hombros del Telaraña y el Zipilín. Detrás
-la Sole. Paco trae todo el calzón roto, la corbata deshecha, la pechera
-desgarrada, despeinado, la coleta suelta, las medias sucias de tierra.
-Además lleva vendada la pantorrilla derecha. Cojea. Los compañeros de
-cuadrilla vienen poco más o menos que él.</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¿Cómo estás, hijo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Abrazándole y llorando
-amargamente.</i>)—¡Ay, padre de mi alma, qué mal he quedao!</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Amos, hijo; por Dios, no te
-apures!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_283">p. 283</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Abrazando a su compañero.</i>)—¡Ay,
-Zipilín de mi vida, qué mal he quedao!</p>
-
-<p><span class="smcap">Zipilín</span>.—Consólate, que ya me verás en
-casa la región glútea.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Por qué habré salío yo esta tarde
-de lila, padre?</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¡Pero qué tié que ver la
-ropa!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Sí, señora, sí; que hay colores
-sombrones... y siempre que he salío de lila me han catao!</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—No hagas caso. Ya ves, éste va
-de verde manzana y de poco le mondan.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Llorando y mordiéndose los dedos
-de ira.</i>)—¡Echarme a mí un toro al corral!... ¿A mí?... ¡Maldita sea!
-¡Yo no aguanto esta vergüenza! ¡Yo me quiero cortar la coleta! ¡Darme
-unas tijeras!</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Amos, Paco; ten reflexión y
-serénate, caray, que ahora no estás pa cortarte nada.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Abrazándola.</i>)—¡Ay, señá
-Valentina, qué mal he quedao!</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Has quedao entero, que no es
-poco. Lo demás ya se arreglará. Árnica y reflexión.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—No pués tener más que un
-consuelo, hijo; que toas las veces has entrao por derecho, y hasta
-cuando te ha cogido el toro y te ha zamarreao rompiéndote la taleguilla
-de arriba abajo, el público te ha hecho una ovación. Algo habrá visto
-el público.</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—¡Ya lo creo que ha visto! ¡Como que
-dende donde yo estaba, toas las señoras nos hemos tenío que tapar los
-ojos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—Y el torito ese te lo han echao
-al corral porque no me has hecho a mí caso; si no, ¿de dónde?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Pero, ¿qué iba yo a hacer?</p>
-
-<p><span class="smcap">Zipilín.</span>—¿Pero no oíste cuando yo te
-dije: anda vivo, que ese toro se acuesta?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Yo que había de oirte! ¿Crees tú
-que con un toro con el que llevo media hora de faena, si yo veo que se
-acuesta, no le canto hasta la nana, hombre?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—A más que el chico ya no sabía
-lo que se hacía.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_284">p. 284</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—El público me ha vuelto loco,
-padre.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Tóos gritándole: “Mójate los
-dátiles”; “Entra por uvas, melón, que es una pera”.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Dátiles, uvas, melón y tirándome
-naranjas. Que si no hubiese sido más que fruta nominal, menos mal.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Con amargura.</i>)—¡En fin, l’han
-lograo! ¡Qué se le va a hacer!</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Déjalos. Triste alegría.</p>
-
-<p><span class="smcap">Vigudí</span> (<i>Que vuelve.</i>)—Ya está ahí el
-coche.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Amos, hijo, despacito. (<i>Lo
-llevan con precaución.</i>)</p>
-
-
-<h4>ESCENA VI</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span> <i>y</i> <span
-class="smcap">Encarna</span>, <i>primera izquierda</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna</span> (<i>Saliendo.</i>)—¡Paco! ¡Paco!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Encarna!</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—¡Paco de mi alma! (<i>Se
-abrazan.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Llorando.</i>)—¡Ay, Encarna de mi
-vida, qué mal he quedao!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Pero, ¿cómo estás aquí? ¿Qué
-has hecho, Encarna?</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Escaparme de con mi padre.
-Correr a vuestro lao. ¿Qué tienes, Paco? ¿Estás herido?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—No... Seis esquimosis, dos
-frazturas conminutas y un puntazo...</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—¿Grave?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—No; lo voy a tener que pasar de
-pie.</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Pero, ¿dónde lo tienes?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿No te digo que lo voy a tener que
-pasar de pie?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Pero, oye, Encarna, márchate,
-por Dios!... Que si te encontraran aquí, creerían que nosotros...</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Que crean lo que quieran, señor
-Bernabé. Yo sin Paco, sin Valentina, sin ustés, me muero de tristeza.
-¡Yo no vuelvo a mi casa!</p>
-
-
-<h4 title="ESCENA VII"><span class="pagenum" id="Page_285">p.
-285</span>ESCENA VII</h4>
-
-<p class="quienes"><span class="smcap">Dichos</span>, <span
-class="smcap">Hilario</span>, <span class="smcap">Aquilino</span>,
-<span class="smcap">Cosme</span>, <i>fondo izquierda</i></p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario</span> (<i>Con indignación.</i>)—¿Veis? ¡Lo
-que yo decía! ¡aquí con ellos!... ¡Maldita siá!</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna</span> (<i>Adelantando
-valientemente.</i>)—¡Sí, padre; aquí... con ellos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¿Quién te ha mandao venir
-aquí?</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Mi corazón.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Pero ¿qué te han dao esa
-gente?</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Alegría, cariño, ilusión pa
-vivir. Eso me han dao.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Amos a casa. (<i>Cogiéndola de un
-brazo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—¡Sin ellos, en jamás!
-(<i>Soltándose.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Pero, ¿es que los prefieres a tu
-padre?</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—No, señor; los prefiero a tóos
-juntos, como estábamos antes que la envidia nos hubiese envenenao la
-felicidad. ¡La envidia negra, la envidia triste!</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¡No ha sío la envidia, ha sío la
-verdá!</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span> y <span
-class="smcap">Valentina</span> (<i>A un tiempo y con igual energía.</i>)—Ha
-sío la envidia.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¡La verdá!</p>
-
-<p><span class="smcap">Los dos.</span>—¡La envidia! (<i>Cuando Bernabé
-e Hilario están a punto de acometerse, se interpone Sole, llorosa,
-temblando.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—¡Señor Hilario, por Dios, no se
-pongan ustés así! Y, vaya: yo no sé si hago bien u hago mal, pero yo le
-voy a decir a usté una cosa que me la arrancan del corazón, pero yo se
-la digo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¿Qué me vas a decir?</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Que sí, señor; que tóo lo que
-ha pasao ha sío una ceguera de la envidia. (<i>Baja avergonzada la
-cabeza.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¿Qué estás diciendo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Cuando yo se lo digo a usté... (<i>Se
-arrodilla a sus pies.</i>)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_286">p. 286</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¿Lo oyes? ¿Lo estás oyendo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Pero tú...</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole</span> (<i>Con tristeza.</i>)—No me hagan ustés
-hablar más.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Basta. Levanta, hija; no
-hace falta que pa defendernos acuses a la persona que más tiés que
-querer.</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole</span> (<i>Enternecida.</i>)—¡Señá Valentina!</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—No hay nada que defienda a la
-gente mejor que la verdá.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Y si tóo era mentira, ¿por qué
-no has venío tú a defenderte?</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Porque no me hacía falta.
-Honrada he sido siempre. Creerme honrada es hacerme justicia. Si tú no
-me la quiés hacer, no me la hagas. Las mujeres como yo, esa justicia no
-la piden de limosna.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Eso es orgullo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—No sé lo que será.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¿Y quién me prueba que tóo era
-mentira?</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Lo que acabas de oir a esta
-criatura. Mi vida siempre clara, el cariño de tu hija.</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Si yo hubiese visto en ella lo
-más mínimo contra mi padre, ¿cómo la iba a haber querido?</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Hilario, son veinticinco años
-de afezto. ¿Quiés creerme, aunque soy municipal?</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—¿Qué me vas a decir?</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Que abras los ojos a la luz.</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—Sí, padre; toavía pué arreglarse
-tóo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Tóo menos mi reputación.</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—¡Señor Hilario!...
-(<i>Suplicante.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Cosme.</span>—Amos, ¡un rasgo, Hilario!</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Que haga lo que guste... Que
-venga. Ya hablaremos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Voy o no voy. Lo que tú
-quieras.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Cuando no he querido, es de
-tanto que he querido. Ya lo sabes.</p>
-
-<p><span class="smcap">Encarna.</span>—¡Padre!... (<i>Los abraza y los
-aproxima.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé</span> (<i>Con amargura.</i>)—Bueno;
-ustés s’han arreglao. Está mu bien. Pero nosotros estamos de<span
-class="pagenum" id="Page_287">p. 287</span> más. Que lo de los Labullas
-lo tengo yo clavao en el corazón. (<i>Paco da un suspiro muy hondo.</i>)
-Ámonos, monumento malograo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Aquilino.</span>—Perdónalo, Bernabé. Ha tenío
-una venda en los ojos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Sí; pero por tener él una venda,
-fíjese usté la que tengo yo. (<i>Enseñando la de la pierna.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—Doce metros. (<i>Inician el
-mutis.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¡Alto! ¡Quietos aquí! A
-obedecerme. Y oye una condición, Hilario.</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Tú dirás.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—Que mañana tóo el mundo a
-casa. Aquel arroz que quedó en pie, se comerá, si Dios quiere. Tú
-torearás Bobadillas, y si entonces quedas mal, a seguir en tu oficio.
-Luego os casaréis. Nosotros al trabajo, al cariño; tóo como antes. No
-le cedo a la envidia ni el canto de un duro.</p>
-
-<p><span class="smcap">Sole.</span>—Y a mí no me echarán ustés del
-lavadero, ¿verdá, señá Valentina?</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¡Quiá hija, ni lo sueñes! Soy
-buena, pero no tanto. Tú tiés que ganarte allí una peseta pa llevársela
-a tu madre. Que no hay peor castigo pa un envidioso que tener que vivir
-del bien que ha querido destrozar.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bernabé.</span>—¡Olé, eres Agustina de Aragón y
-Cascorro tóo en una pieza!</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina.</span>—¡Soy una madrileña honrada,
-dilo de una vez!</p>
-
-<p><span class="smcap">Vigudí</span> (<i>A Hilario.</i>)—¿Convidará usté a
-árnica?</p>
-
-<p><span class="smcap">Hilario.</span>—Y a más os doy un duro por cada
-chichón.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Se arruina.</p>
-
-<p><span class="smcap">Valentina</span> (<i>Al público.</i>)—</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Y al fin vencida la envidia,</div>
- <div class="verse indent2">quien de ella triunfó, os demanda</div>
- <div class="verse indent0">que al terminar el sainete</div>
- <div class="verse indent2">perdonéis sus muchas faltas.</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="telon">TELÓN</p>
-
-<hr class="chap0" />
-
-
-<div class="chapter" id="P6">
- <p><span class="pagenum" id="Page_289">p. 289</span></p>
- <h2 class="nobreak g0">LOS POBRES</h2>
-</div>
-
-<p>Almas piadosas, corazones magnánimos, que cedéis ante la demanda
-plañidera del mendigo que os tiende en la calle la mano escuálida,
-seguidme. Venid conmigo a los inmundos rincones de un Madrid lamentable
-y mísero, artimañoso y agenciero, que, por fortuna desconocéis, y
-escuchad estos edificantes y verídicos diálogos.</p>
-
-<p>Estamos en el Campillo de Gilimón. Es una tarde clara y fría, de
-cielo azul y sol espléndido.</p>
-
-<p>Dos vecinas, la <i>señá Gala</i> y <i>Petra la Bizca</i>, acaban de dirimir
-sus diferencias a mordiscos, golpes y arañazos, entre injurias soeces,
-ante un público desarrapado y jubiloso. Terminado el jollín se retiran
-las beligerantes, seguidas de sus partidarios, a reparar desperfectos.
-Va cesando poco a poco el tumulto.</p>
-
-<p>Junto a la tapia del hospital de la Orden Tercera quedan
-acurrucadas, tomando el sol, dos viejas andrajosas, la <i>señá Librada</i>
-y la <i>señá Justa</i>; próximo a ellas, el <i>señor Celipe el Chinas</i>, viejo
-también, sentado en un cajón, deshace unas colillas y lía un cigarro.
-El <i>Pendingue</i> (afilador) se ocupa en buir unas cuchillas de zapatero.
-Algo más lejos, unos chiquillos juegan con gran alboroto.</p>
-
-<p class="tab">——</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa</span>.—¿Y por qué ha sío la zurra?</p>
-
-<p><span class="smcap">Librada</span>.—Y diga usté que muy bien da que
-ha estao.</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa</span>.—Pero, ¿tenía motivos la Bizca?</p>
-
-<p><span class="smcap">Librada</span>.—¡Digo!... como que la Gala la
-debe dos quincenas del alquiler de los chicos. Un abuso.</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa</span>.—¡Ah! ¿Pero le tenía alquilás las
-creaturas?</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_290">p. 290</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Librada.</span>—Hace mes y medio. Por seis
-reales diarios. Una peseta el mayorcito y cinco gordas el chavea. Que
-es regalao, porque hay que ver lo que vale ese niño pa pedir.</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa.</span>—Tengo oído que es una alhaja.</p>
-
-<p><span class="smcap">Librada.</span>—Como que no hay noche que no
-se retire con sus tres pesetas corridas. Pero se lo merece; es un
-lince. Le suelta usté en la cá Alcalá, ve a una señorita de esas muy
-<i>antravés</i> con un señorón de <i>levosa</i>, y ya le tiene usté agarrao a
-los faldones diciéndole al caballero: “Señorito, una limosna, por la
-salú de la señorita, que es muy guapa. Ya la podía usté comprar un
-coche, con esos ojos que tiene. Cómpreselo usté, ande usté.” Hasta que
-le miran; se echan a reir; el señorito dice: “¡Qué granuja!...” La
-señorita: “¡Es muy mono!” Y no hay pareja que no le apoquine de dos a
-tres perras.</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa.</span>—¡Vaya un vivales de creatura!</p>
-
-<p><span class="smcap">Librada.</span>—¡Pos y el mayorcito!</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa.</span>—¿El jorobeta?</p>
-
-<p><span class="smcap">Librada.</span>—Jorobeta y tóo lo que usté
-quiera, hija, pero es un portento. Ese coge una cestita, una botella
-vacía, se para en una esquina de tránsito, se echa al suelo, rompe a
-llorar amargamente que su alma se la arrancan, y cuando tiene corro
-hay que oirle: “¡Ay, mi pobre madre!... ¡Ay, después de cuarenta y
-ocho horas que no comemos!... ¡Ella, que va y me da dos pesetas pa
-traer aceite, y voy y las pierdo! ¡Ay, que yo no vuelvo a mi casa,
-con mi pobre padre enfermo como está!... ¡Ay, un día que podía
-alimentarse!...” Y misté, la gente se conmove de oir a la creatura
-aquellos lamentos, hacen una <i>porrata</i>... y no hay llorera que no le
-suba al chaval de cinco a seis reales.</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa.</span>—Pos diga usté que esos dos niños
-son dos minitas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Librada.</span>—Dan más que una casa empeños. ¿Y
-sabe usté de mendigantas la que también se saca lo suyo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa.</span>—¿Cuála?</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_291">p. 291</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Librada</span>.—Doña Encarnación, la de la cae
-San Bernabé.</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa</span>.—Doña Encarnación..., doña
-Encarnación... No caigo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Librada</span>.—Hija, paece usté tonta. Esa que
-pide de luto, con manto largo, que lleva la cara tapá, que paece que la
-sale la voz de una cisterna.</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa</span>.—¡Ah, sí!... ¿Y esa dice usté que
-saca?...</p>
-
-<p><span class="smcap">Librada</span>.—Como que no se deja cortar un
-deo por seis mil pesetas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa</span>.—Bueno; pero es que esa he sentío
-decir que tira al gran mundo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Librada</span>.—Pide na más que en las iglesias
-de señorío, a las salidas de los <i>vermuses</i> u en los <i>cines</i> y <i>fives
-cloques</i> de moda. Su martinganla es que en cuantito que ve a una señora
-se arrima y la dice con voz que lo oiga toa la gente de alrededor:
-“Señora marquesa, me hallo famélica; agradecería a vuecencia un pequeño
-óbolo.”</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa</span>.—¿Qué es óbolo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Librada</span>.—No sé; pero debe ser una cosa
-cara, porque siempre que lo dice la dan más de veinte céntimos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa</span>.—¿Y cómo conoce a los títulos?</p>
-
-<p><span class="smcap">Librada</span>.—No, si lo de marquesa lo dice al
-tuntún; pos ahí está la gracia. A lo mejor le llama vuecencia a un ama
-de cría.</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa</span>.—Hija, lo que saben algunas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Librada</span>.—Esa lo trae de casta. Ha sío
-una señorona en sus prencipios. Diga usté que no se emborrachara, y ya
-quisieran más de cuatro sus modales. A mí me tié dicho que es hija de
-un hacendao de Chinchón.</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa</span>.—Por lo menos, a eso huele toas las
-mañanas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Librada</span>.—Tié un habla mu fina; siempre
-que me ve me llama <i>escuálida</i>, que no sé lo que es.</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa</span>.—Algo delicao será.</p>
-
-<p><span class="smcap">Librada</span>.—Seguro. Cuando ella lo
-dice...</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa</span>.—¿Y usté ya no pide en San Ginés,
-señá Librada?</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_292">p. 292</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Librada.</span>—No, señora; tuve unas palabras
-con el <i>sacris</i>, y no he güelto. Iba mucha gentuza. Ahora me he
-conchavao con la Pelitos y nos hemos hecho vergonzantas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa.</span>—¿Y las va a ustés bien?</p>
-
-<p><span class="smcap">Librada.</span>—Pos, hija, pa como están
-las cosas, se va tirandillo. Sino que es mucho aperreo. Porque, un
-supongamos, viene la vesita de San Vicente a mi casa; pos ya me tié
-usté pasando tó el <i>mobilario</i> a cá la Pelitos. Me quedo con un
-jergón, el baúl viejo, media vela en una botella y una silla inválida;
-acostamos a Casimiro, el chico de la Onofra, que es una especialidad en
-toses y quejidos, y presentamos un cuadro que es pa caérsele el corazón
-a una pantera. Que, otro suponer, va la vesita <i>domicilaria</i> a cáa la
-Pelitos: pos me pasa a mí tóos sus trastos, se echa en una manta el
-señor Cosme, que hace el moribundo que asusta de bien, y raro es el día
-que no nos dejan, a más del donativo semanal, tres u cuatro pesetas de
-su <i>motu</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa.</span>—Así se están ustés poniendo el
-cuerpo de ensalás de escabeche y frascos de vino.</p>
-
-<p><span class="smcap">Librada.</span>—¿Y no se lo gana una con lo que
-tié una que lidiar con esas tías de señoronas, que le piden a usté
-recibo hasta de una perra chica...?</p>
-
-<p><span class="smcap">El señor Celipe.</span> (<i>Terciando en la
-conversación.</i>)—Y que lo digas... ¡Que hay que ver lo de mala fe que
-se ha puesto la caridá hoy en día! Un asco. ¡Amos!; la otra tarde, que
-salí a pedir, me hizo a mí una señorita una ación, que si no hay gente
-la pego.</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa.</span>—Pues ¿qué le hizo a usté?</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Celipe.</span>—Náa, que le digo en un
-tono que era pa partir grava de dolorido, y quitándome la gorra y
-todo: “Señorita, por la salú de sus hijos, deme usté pa un panecillo,
-que hace cuarenta y ocho horas que no lo pruebo.” Se hace la <i>magoya</i>
-y aprieta el paso. “Señorita, que tengo mucha nesecidá. Si no se
-fía usté, allí hay una tahona. Cómpremelo usté misma.” Y va y dice:
-“Bueno, venga usté conmigo.” Y vamos y me compra una libreta, salimos
-a la calle<span class="pagenum" id="Page_293">p. 293</span> y,
-¡pasmarse!..., me la parte por la metá antes de dármela.</p>
-
-<p><span class="smcap">Librada</span>.—¡Qué pécora!</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa</span>.—Pa quitarte de revenderla.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Celipe</span>.—Claro, como que es lo que
-yo pensaba hacer si no me la mutila. ¡Serán sinvergonzonas!</p>
-
-<p><span class="smcap">Librada</span>.—Haberla pegao, so primo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Celipe</span>.—Déjate, que ya la
-conozco.</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa</span>.—¿Y <i>lo del pañuelo</i>, va cundiendo,
-señor Celipe?</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Celipe</span>.—Es lo más produtivo, pero
-ya va en baja.</p>
-
-<p><span class="smcap">Librada</span>.—¿Y qué es <i>lo del pañuelo</i>?</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Celipe</span>.—Pues náa, un truco que
-se le ha ocurrío al señor <i>Quintín el Bolas</i>, que es un diantre pa
-inventar. Nos ha reclutao a siete u ocho conocidos de la Cuesta e las
-Descargas: nos carateriza de albañiles con un poco de yeso, que paece
-talmente que acabamos de bajar del andamio, nos lleva a Recoletos,
-tiende un pañuelo de hierbas en metá del paseo y le dice, señalándonos,
-a tóo el que pasa: “Grupo de obreros sin trabajo.”</p>
-
-<p><span class="smcap">Librada</span>.—¿Y sacaban ustés mucho?</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Celipe</span>.—Ha habido día que hemos
-<i>porrateao</i> a seis ochenta por barba, descontá la cena, vino y puros.
-Pero la otra tarde, que íbamos decisiete, tendimos el moquero en la
-Castellana, y... <i>ñascas</i>. Ni quince céntimos..., y eso que pasó
-el Presidente del Consejo, que no es que nos diera na, pero animó
-bastante.</p>
-
-<p><span class="smcap">El pendingue</span>. (<i>Cargándose a cuestas el
-artefacto.</i>)—¡Amos, estoy oyéndoles a ustés y me paece mentira que
-haiga primos que trabajemos entavía!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Celipe</span>.—¿Qué te pasa, Pendingue?</p>
-
-<p><span class="smcap">Pendingue</span>.—¡Valiente mano de
-sinvergüenzas! Hacen pero que muy bien en recogerlos a ustés y meterlos
-en los asilos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Celipe</span>.—¡Recogernos... jay... jay!
-¡Pos no lo han intentao veces!... ¡Si se creerá el alcalde que es hacer
-compota<span class="pagenum" id="Page_294">p. 294</span>!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Librada.</span>—A más, que si no diesen no
-pediríamos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Justa.</span>—Esa es la fija. De forma que si
-quién acabar con la mendicidaz y quieren recoger, que no recojan a
-los pobres que piden, que recojan a los tontos que dan, que son los
-culpables.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Celipe.</span>—¡Aplastante!</p>
-
-<p><span class="smcap">Pendingue.</span>—¡Oye, pues eso es verdá! Si me
-lo tropiezo, se lo digo al alcalde. (<i>Vase.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Celipe.</span>—Y dale dulces...
-recuerdos.</p>
-
-<p class="telon">TELÓN</p>
-
-<hr class="chap0" />
-
-<div class="chapter" id="P7">
- <p><span class="pagenum" id="Page_295">p. 295</span></p>
- <h2 class="nobreak">LA RISA DEL PUEBLO</h2>
-</div>
-
-<p>Pasadas las Ventas, en la carretera de Alcalá, antes de encontrar
-el camino del Este, sobre un altozano, hay una casa humilde, taller de
-cantería, donde se trabaja para el inmediato cementerio.</p>
-
-<p>Es la tarde de un domingo. Los sillares yacen silenciosos al pie de
-los sombrajos. No golpea sobre ellos con su son alegre el pico de los
-canteros. Unas cuantas gallinas escarban afanosas en el estiércol, y
-varios chiquillos juegan y alborotan dejándose resbalar por la cuesta
-de un desmonte próximo.</p>
-
-<p>A la derecha, borroso por la niebla de la tarde fría y gris, se ve
-el cementerio con su enorme vastedad erizada de cruces; y más allá
-diseminados en la lejanía, los barrios de Doña Carlota, Pueblo Nuevo
-y Zafra; los caseríos míseros de La Elipa y Puente de Vallecas; y
-más lejos aún, los tejares del Olivar de Perales. Suburbios tristes,
-yermos, que circundan Madrid como mendigos que acosan a un viejo
-hidalgo.</p>
-
-<p>Bonifacio Menéndez, el maestro cantero, sentado a la puerta de la
-casa, echa un pitillo y lee un periódico. La <i>señá</i> Angustias, su
-mujer en serio, canturrea trajinando dentro del hogar. Primitivo y el
-<i>Sardina</i>, dos próceres del riñón del Avapiés, con pañuelos de luto al
-cuello y las cachabas colgadas del antebrazo, bajan lentos, tristes,
-silenciosos, del camino del cementerio. Al ver al señor Bonifacio se
-detienen, y uno de ellos grita desde la carretera:</p>
-
-<p><span class="smcap">Primitivo</span>.—Adiós, canterito.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio</span>. (<i>Dejando de leer y mirando
-por encima de las gafas.</i>)—¡Atiza, qué pareja de pollos! (<i>A su
-mujer.</i>) Atiende, tú.</p>
-
-<p><span class="smcap">La Angustias</span>. (<i>Que se asoma a la
-puerta.</i>)—¡Virgen!... ¡Vaya un par de banderillas de lujo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio</span>.—Pero, ¿de dónde salís tan
-enlutaos?</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_296">p. 296</span></p>
-
-<p><span class="smcap">El Sardina</span>. (<i>Muy serio.</i>)—De la
-Negrópolis.</p>
-
-<p><span class="smcap">Primitivo</span>.—Venimos de inumanizar a
-Saturnino, el de la Bastiana.</p>
-
-<p><span class="smcap">La Angustias.</span> (<i>Asombrada.</i>)—¿S’ha
-muerto?</p>
-
-<p><span class="smcap">El Sardina</span>.—Del todo. En cinco días. Ayer
-la diñó.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio</span>.—¿Y qué ha sido?</p>
-
-<p><span class="smcap">Primitivo</span>.—Pos un paralís local que le
-cogió tó el cuerpo y parte de la cadera.</p>
-
-<p><span class="smcap">La Angustias</span>.—¡Buena estará la pobre
-viuda!</p>
-
-<p><span class="smcap">El Sardina</span>.—¡Carcúlate!... Una chica
-soltera, sin costumbre de estas cosas... pues está que no la deja un
-ataque que no la coja otro.</p>
-
-<p><span class="smcap">Primitivo</span>.—En la cama la hemos dejao con
-uno, que los gritos se oían en la Arganzuela.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio</span>.—Pero pasar si queréis,
-galanes.</p>
-
-<p><span class="smcap">El Sardina</span>.—¿Dais algo?</p>
-
-<p><span class="smcap">La Angustias</span>.—Las buenas tardes y un
-taburete.</p>
-
-<p><span class="smcap">Primitivo</span>.—No es pa repartir
-invitaciones.</p>
-
-<p><span class="smcap">El Sardina</span>.—¿No tendrías un buchito de
-cualisquier cosa pa un dolor de muelas que trae aquí mi <i>cólega</i>?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio</span>.—¿Sus haría triple anís?</p>
-
-<p><span class="smcap">El Sardina</span>.—¡Digo!... Mejor que el
-Polo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio</span>.—Pues adentro, pirandones.</p>
-
-<p><span class="smcap">El Sardina</span>.—Hale, Primi.</p>
-
-<p>(<i>Suben, se sientan; la Angustias saca unas copas y un frasco de
-aguardiente y la visita bebe, fuma y charla.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">El Sardina</span>. (<i>A Bonifacio.</i>)—¿Y tú por
-qué eres tan pigre, que no bajas por allá abajo de cuándo en cuándo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio</span>.—Hombre, no me apaño a ir, la
-verdá. Le pilla a uno un destierro. ¡Tú sabes la distancia!</p>
-
-<p><span class="smcap">Primitivo</span>.—Como que hay que echar
-merienda.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio</span>.—¿Y que hay de <i>nuvotés</i> por
-aquellos andurriales?</p>
-
-<p><span class="smcap">El Sardina</span>.—Pues que tu compadre el
-<i>Pintao</i> ya no tié la taberna en la cae del Amparo.</p>
-
-<p><span class="smcap">La Angustias</span>.—¿La traspasó?</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_297">p. 297</span></p>
-
-<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—De parte a parte. Por mil
-doscientas <i>beatas</i> y un juego de alcoba bastante viejo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—¿Y s’ha quedao sin na?</p>
-
-<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—Ca, hombre. Ahora ha puesto un
-bar en la Glorieta y lo ha titulao el “Bar Quito”... que me creo que es
-un chiste.</p>
-
-<p><span class="smcap">La Angustias.</span>—¡Mi madre, qué tontería!</p>
-
-<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—Dice que, al mismo tiempo que
-rótulo, es <i>retrúcano</i> y s’hará popular.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—¿Sigue tan chirigotero?</p>
-
-<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—¡Uf... es morirse de risa
-entrar en aquel establecimiento! Allí van el <i>Berruga</i>, Paco el
-<i>Chalana</i>, Sisto el <i>Curial</i>, Mariano el <i>Pajero</i>... ¡la jovialidaz de
-Embajadores!</p>
-
-<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—¡Los amos de la gracia!</p>
-
-<p><span class="smcap">La Angustias.</span>—¡Menudos peines!</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—Aquello será una función
-cómica.</p>
-
-<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—Más que un teatro. Entras y te
-esgarras a reir.</p>
-
-<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—Hay días que nos tronzamos.
-Cuéntale, pa que vea, el chiste que se le ocurrió ayer al <i>Chalana</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—¡Chiquillo, nos
-revolquemos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—A ver.</p>
-
-<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—Pues nos preguntó que en qué
-se parecía San José a un melón de cuelga.</p>
-
-<p><span class="smcap">La Angustias.</span>—¡Mi madre, qué raro!</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio.</span> (<i>Estupefacto.</i>)—¿Y en qué se
-parece?</p>
-
-<p><span class="smcap">Primitivo.</span> (<i>Muerto de risa.</i>)—¡En que
-tiene <i>Pepitas</i>!</p>
-
-<p><span class="smcap">El Sardina.</span> (<i>Riendo a todo
-reir.</i>)—¡Pepitas!... ¡Ja, ja, ja!... ¡Fíjate!... ¡Pepitas!... Claro,
-San José... de Pepes, Pepitas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio.</span> (<i>Dudando.</i>)—Pos no m’acaba a
-mí de hacer una gracia loca, la verdá.</p>
-
-<p><span class="smcap">La Angustias.</span>—¿Loca...? Ni atontolinada
-siquiera. Menuda gansá. Amos, que paece mentira que padres de familia,
-cargaos de miseria y de hijos, se entretengan en esas tontunas.</p>
-
-<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—Pos poquito que nos
-reímos.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_298">p. 298</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—Y pué que lo de anoche tampoco
-os haga gracia.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—¿Qué fué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—Na, que como enfrente del bar
-la calle hace mucha cuesta y la acera es estrechita, fué el <i>Berruga</i> y
-a la plancha del alcantarillao, que es de plomo, la dió de jaboncillo,
-y no pasaba un transeunte que no resbalase y se diese una costalada.</p>
-
-<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—Y no sus quiero decir ca
-talegazo la juerga que s’armaba en el bar.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—¡Pero qué cachos de brutos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—¡Brutos porque nos
-divertimos!...</p>
-
-<p><span class="smcap">La Angustias.</span>—¡Valiente diversión!</p>
-
-<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—No vamos a ser como vosotros,
-que yo no sé si de hacer lápidas u qué, sois una familia más triste que
-un responso.</p>
-
-<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—Tenéis una formalidaz que
-acongoja.</p>
-
-<p><span class="smcap">La Angustias.</span>—¿Pos qué querías, mirarnos
-por detrás y encontrarte con un chascarrillo, como en las hojas
-d’almanaque?</p>
-
-<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—Yo, a ti que eres de Cadalso
-de los Vidrios, hija de un cochero de funeraria, hermana de un
-calavera, y que encima te llamas Angustias, no te voy a pedir que seas
-un parque de Recreos. Pero éste... ¡Amos, que paece mentira que haiga
-nacido en el Portillo de Embajadores, que es la cuna del chirigoteo
-madrileñista!</p>
-
-<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—No paeces hijo de Madrid,
-Bonifacio.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—¡Alto allá! ¡Yo soy más hijo
-de Madrid que vosotros!</p>
-
-<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—No chilles, que te se va a
-espantar el macho.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—Y na más. ¡Y las cosas con
-pruebas, que es lo que vale!</p>
-
-<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—¡Pero si tú eres más serio que
-una corbata negra!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—Yo soy como me sale del
-bolsillo. Lo que tiene es que ca uno vive según los prencipios que
-l’han dao. Vosotros, ¿en qué sus habéis divertido siempre? Pues yo te
-lo diré. De chicos, en iros por<span class="pagenum" id="Page_299">p.
-299</span> las mañanas con los tiradores a matar pájaros a la Moncloa,
-por las tardes a la pedrea y por las noches, con las estacas, a
-perseguir gatos por el barrio. Total, a disfrutar haciendo daño. Luego,
-de mocitos, a correr de calle en calle, atormentando a <i>Garibaldi</i> u
-a cualisquiera vieja borracha, a tocarles la chepa a los jorobaos y a
-burlaros de los cojos. A gozar con el dolor del prójimo.</p>
-
-<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—Hombre, esas son cosas de la
-juventud.</p>
-
-<p><span class="smcap">La Angustias.</span>—Cosas de cafres... Si
-tuviás tú un hijo con joroba, ¿te gustaría que se rieran de él? ¿No te
-morirías de pena? Pues ca vez que veas a un lisiao piensa que te está
-oyendo su madre.</p>
-
-<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—Amos, Angustias, no te pongas
-macabra.</p>
-
-<p><span class="smcap">La Angustias.</span>—¡Oye, eso de macabra se lo
-dices a tu suegra!</p>
-
-<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—¡No es ningún insulto,
-señor!</p>
-
-<p><span class="smcap">La Angustias.</span>—Por si acaso.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—Y luego, ya de hombres, ¿a
-qué le llamáis vosotros diversión? Pos a ver destripar caballos en
-los toros. A marcharse en patrulla armando bronca por los bailes de
-los merenderos; a acosar por las calles a mujeres indefensas con
-pellizcos y gorrinerías; a escandalizar en los cines y a insultar a las
-cupletistas. ¿Y eso es alegría, y eso es chirigota, y eso es gracia...?
-Eso es barbarismo, animalismo y bestialismo. Y hasta que los hijos del
-pueblo madrileño no dejen de tomar a diversión todo lo que sea el mal
-de otro... hasta que la gente no se divierta con el dolor de los demás,
-sino con la alegría suya... la risa del pueblo será una cosa repugnante
-y despreciable. Bonifacio Menéndez, ris ras, rubricao.</p>
-
-<p><span class="smcap">La Angustias.</span>—Chócate, Boni, que has
-estao súper.</p>
-
-<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—Bueno, bueno... (<i>Él y El
-Sardina se levantan.</i>) Esta Cuaresma te vas a las Carboneras, te pones
-un bonete, te encaramas al púlpito, y el padre Calpena es un gorrión a
-tu lao.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—Pero ¿es que no os he
-convencido...?</p>
-
-<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—¡Qué nos vas a convencer!...
-Lo que tiene es que yo no te desenvuelvo ahora mismo dos<span
-class="pagenum" id="Page_300">p. 300</span> teorías pa pelarte al rape
-porque nos están esperando; que si no...</p>
-
-<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—Es verdá, chiquillo; no
-m’acordaba. (<i>Mirando el reloj.</i>) Anda, que son las cuatro y media.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—Pero ¿ande vais tan
-corriendo?</p>
-
-<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—Al solar de Vítor el
-<i>Mengue</i>, que ha organizao unas carreras de cojos, que va a ser morirse
-de risa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio.</span> (<i>Con asombro.</i>)—¡Carreras de
-cojos!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—Na, que ha comprometío al cojo
-<i>Tranca</i>, a Natalio el <i>Patapalo</i> y a dos u tres cojos más y hacen
-carreras pa batir el récor de las dos vueltas con muletas y sin ellas.
-El premio son doce docenas de pájaros fritos y seis frascos de Morapio,
-que sufraga Indalecio el de la Corrala.</p>
-
-<p><span class="smcap">El Sardina.</span>—¿Por qué no te vienes? Verás
-qué risa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio.</span> (<i>Sonriendo.</i>)—Hombre, mira;
-ves, eso tiene gracia... ¡Carreras de cojos!... Y dices que pájaros
-fritos... (<i>Vacila.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Primitivo.</span>—Tira pa alante. Verás qué
-tarde pasamos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio.</span> (<i>Se levanta.</i>)—Oye,
-Angustias, mira, yo voy a acercarme con éstos... No tardo.</p>
-
-<p><span class="smcap">La Angustias.</span>—Pero ¿serás capaz de ir...?
-¡Tú a divertirte con unos desgraciaos!... ¡Pero no estabas diciendo que
-si el salvajismo, que si!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Bonifacio.</span>—Mujer, uno conoce las cosas...
-Pero, después de tóo, ¿qué culpa tengo yo de que haiga cojos ni de que
-me gusten los pájaros fritos...? Es el fatalismo humano. Siéntate, que
-no tardo.</p>
-
-
-<p class="mt1">Los tres hombres se alejan riendo. Por el desgarrón de
-una nube morada brilla un rayo de sol que inunda el lejano cementerio
-de luz amarilla. La mujer ve alejarse a los hombres, que ríen, y se
-dibuja en sus labios una sonrisa extraña.</p>
-
-
-<p class="mt1"><span class="smcap">La Angustias.</span> (<i>Sentándose
-a la puerta de su casa.</i>)—¡Qué hombres!... Será que la vida es así.
-¡Conoce uno que no se debe de reir del mal de otro, y como si no!...
-(<i>Encogiéndose de hombros.</i>) Bueno.</p>
-
-<p class="telon">TELÓN</p>
-
-<hr class="chap0" />
-
-
-<div class="chapter" id="P8">
- <p><span class="pagenum" id="Page_301">p. 301</span></p>
- <h2 class="nobreak">LOS PASIONALES</h2>
-</div>
-
-<p>Paco el <i>Metralla</i>, un jovenzuelo de mediana estatura, enteco,
-amarillo, de mirada cínica, muy compuesto, con su traje flamante, sus
-botas de caña, su corbatita de nudo y su gorrilla inglesa, va con
-paso resuelto y marchoso Torrecilla del Leal abajo. A poco, atraviesa
-la calle de Zurita, tuerce por la de la Fe y viene a dar con la del
-Salitre, frente por frente a la iglesia de San Lorenzo, simpática
-parroquia enclavada en el riñón del Madrid castizo y jaranero.</p>
-
-<p>Está anocheciendo. El chulillo detiénese en la última esquina. Sus
-miradas iracundas e inquisitivas, se dirigen a un frontero obrador de
-plancha, cuya luz ya se ha encendido, y en el que trabajan, sofocadas,
-alegres y dicharacheras unas cuantas mocitas de garbo.</p>
-
-<p>Paco pasa y repasa por delante del obrador, <i>dejándose ver</i>.</p>
-
-<p>Al reparar en él, se hace un enojoso silencio entre las bulliciosas
-muchachas; y una de ellas, la más desenvuelta y garbosa, dice con
-sincera acritud, sacando una plancha del anafre y arrimándosela a la
-mejilla:—Ya está ahí ese mosca.</p>
-
-<p>—Pos ahora verás—exclama la maestra, y cierra violentamente
-la puerta vidriera del obrador.—¡Miá que es pelma el niño!—añade
-iracunda.—Pero ¿qué se habrá creído ese chulo de baile?</p>
-
-<p>Más excitado por el incidente, retorna el bullicio entre aquella
-alborotadora y femenina juventud, y la voz entonada y firme de una
-mocita destaca esta copla, llena de punzante ironía:</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">“Me he cansao de quererte,</div>
- <div class="verse indent4">búscate otra,</div>
- <div class="verse indent0">o aguarda a San Isidro</div>
- <div class="verse indent4">si quieres <i>tontas</i>.”</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_302">p. 302</span>Paco, plantado
-en la esquina, calcula por la indirecta la hostilidad con que es
-recibido, y al terminar la copla tira con rabia la colilla contra el
-suelo, haciendo estallar en chispas la lumbre del cigarro, y masculla
-amenazador:—¡Maldita siá!... ¡Pa que no vayas a la Casa de Socorro esta
-noche!... No tendría yo lacha. Tú saldrás.</p>
-
-<p>Pasea por la acera con paso desigual y nervioso; se estira la visera
-de la gorra, se zarandea el chaleco, se afirma el pantalón. Al fin,
-decidido a esperar, se recuesta en la esquina.</p>
-
-<p>A poco, un nuevo <i>personaje</i>, Gumersindo, el <i>Chulo de Postas</i>,
-menos joven, pero peor encarado y más cínico que el <i>Metralla</i>, le pone
-la mano en el hombro cariñosamente.</p>
-
-<p class="tab">——</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¡Gachó, tú de puntalito!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Secamente.</i>)—Hola.</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer</span> (<i>Mirando con guasa a lo
-alto.</i>)—Oye, ¿pero es que amenaza ruina esta medianería?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Con ira.</i>)—Lo que amenaza ruina
-es que esta noche no duermo yo en mi casa, Gumer.</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¿Y eso lo das como novedá?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Es que no se lo paso; ¡mialás!...
-¡Que la pincho, por mi salú!</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Pero, ¿quiés cordinar, ninchi, a
-ver si te cojo el hilo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Na, hombre... la Nieves.</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¿Qué t’ha hecho?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Una tontería... ¡Pa diez años de
-cárcel!</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Es una niña de pronóstico. Te lo
-tengo advertido. En fin, vuelca el talego.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Verás qué rica. Pos na: que
-después de ocho meses de relaciones, que me ha tenío hecho una oveja,
-sacándola a paseos y <i>cines</i> cuando l’ha dao la gana y haciéndola el
-favor de llevarla a mi diestra; después de tenerme sacrificao, que me
-dice “no mires a ninguna”—y tengo que mirar de reojo;—después<span
-class="pagenum" id="Page_303">p. 303</span> que me compra una corbata y
-me la tengo que poner aunque no me guste... ¡y encima—y esto es lo más
-horrible—que me he gastao con ella un dineral!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¿Sobre cuánto?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Pos tóo lo que me ha dao en los
-ocho meses pa que se lo guardara y tres pesetas mías.</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¡Qué bárbaro! ¡Estáis echando a
-perder a las mujeres!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Bueno; pos después de esa conduzta
-modelo—tóo por los cuatro cochinos duros semanales que gana, que
-me cuesta un triunfo sacárselos,—la llevo el sábado al baile de
-Provisiones, porque me dijo que quería perfeccionarse en el <i>tuesten</i>,
-y porque al entrar me distraigo media hora en el guardarropa con la
-<i>Piñones</i>, va, se atufa, se mete en el salón y se me pone a bailar con
-el <i>Petaca</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¡Arrea!... ¡Con lo postinoso que
-es ese pa las mujeres!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Carcula!</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Te sentaría peor que el escabeche
-pasao.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Como que la saqué a la calle y la
-pegué una bofetá que la salté un diente.</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¡Y pué que lo tomara a mal!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Que si lo tomó?... Que me dijo que
-habíamos acabao.</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¡Qué graciosas! Toas lo mismo. De
-seguida quién acabar... y el hombre que ya tié arreglaos sus gastos al
-jornal que le gana una mujer, que se chinche ¿verdá?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Yo, de primeras, lo tomé por un
-dicho de esos de cuando una cosa les da coraje; pero, chiquillo, que
-nada... que ha estao dos días dándome esquinazo sin venir a planchar;
-y el jueves pos vino acompañá de un tío municipal que tiene; que no me
-quise arrimar, porque yo con el Ayuntamiento no tengo valor pa nada.</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Haces bien.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Y, por último, ayer, pa celebrar el
-santo de la maestra, se fueron de juergueo al Partidor, al ventorro del
-<i>Cuevas</i>.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_304">p. 304</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Lo he sabido.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—De que me lo noticiaron, voy y
-me encamino pa allí con Pepe el <i>Rosca</i>. Lleguemos... ¡y no quiás
-saber!... Miro y me la encuentro agarrá a un panoli, a la vera de un
-manubrio, y bailándose otro <i>tuesten</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¡Rediez, cuánto <i>tuesten</i>!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿No es pa quemarse?</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¡Pa tener hollín!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—De que los guilé me dió un vuelco
-el corazón, y me voy pa ellos, y metiéndoles así la mano por entre los
-dos pa detenerlos, le digo a él: “¿Me permite usted una vuelta con la
-socia?” “Pa Carnaval”, me contesta el tío, y siguen girando.</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¡Qué boceras!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Me quedé helao. Vuelven a pasar,
-secundo la petición, y me dice que me presente a concurso. Hasta que
-yo, harto de chuflas, me arranco a él de mala forma y, dándole un
-manotazo en el hombro, le digo: “¿Pero es que ha heredao usté a esta
-joven, pollo?” “Sí, señor; me la ha dejao un tío.” “Pues a mí me la va
-a dejar un primo”; y agarro del brazo a Nieves, y tiro de ella, y va él
-entonces, arrima su cara a la mía y me estornuda a un milímetro cuadrao
-de mis narices... y, ¡chiquillo, qué bofetá!</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¿Le diste?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Viceversa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¡Él a ti!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Que me cogió la acción. Pero cómo
-me dejaría este carrillo de dormido, que hasta la quinta bofetá no se
-me empezó a desperezar.</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¿Te sopló leña?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Sí: pero tú ya me has visto en
-pelea... ¡Me cegué, me fuí pa él, metí mano, abrí la chaira, le tiré
-dos viajes!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¿Y qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Na, que le vi correr pa la Casa e
-Socorro y dije: “Le he matao”... pero luego me enteré que es hijo del
-conserje, y, como vive allí, iba por una estaca. Total, que si no se me
-llevan hay una desgracia.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_305">p. 305</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¿En tu familia?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—U en la suya. Y escuso decirte,
-Gumer, que desde que esa mujer me ha hecho esa ación indecorosa yo no
-duermo...</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¿No tiés dónde?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Ni vivo... ni como.</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Lo creo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Porque, claro, de repente te ves
-sin cariño...</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Y sin veinte pesetas semanales. Si
-me ha pasao a mí la mar de veces.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Por eso te digo; tú ¿qué harías en
-mi caso, Gumer? Aconséjame.</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Hombre, la cosa es grave; porque,
-claro, tú no te vas a poner a trabajar ahora a la edaz que tienes.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Ni lo sueñes. Voy a cumplir los
-veintitrés. La edad del aprovechen.</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Por eso te digo que el asunto es
-complicao; pero, en fin, te voy a dar una leción que si me llaman a
-domicilio llevo cinco pesetas por ella.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Venga.</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Pues atiende. La Nieves, con su
-proceder asqueroso, te holla dos cosas: te holla tu pundonor y te holla
-el puchero.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Que son casi tres ollas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Clavao. Por lo tanto, si quiés
-quedar como un hombrito, la aguardas esta noche, y de que salga la
-llamas y la planteas el <i>poblema</i> en esta forma: “Apreciable nincha: U
-sigues las relaciones amorosas con un servidor, u te doy dos tajos en
-el rostro. A escoger.” ¿Que te dice que sí? pues, dominada ya por el
-miedo, haces cuenta que te has comprao una burra; ¿que se emperra en
-que no? pues tiras de navajita y la cortas la cara. Ni más ni menos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Con cierto estupor.</i>)—¡Gachó!
-Pero, ¿y si me llevan a la cárcel?</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¡Amos, quita, <i>manús</i>! Estás
-en primaria. Aquí me tiés a mí, que he <i>pedricao</i> con el<span
-class="pagenum" id="Page_306">p. 306</span> ejemplo. Por una cosa
-parecida a la tuya le dí yo dos tajos a la Enriqueta.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Ya m’acuerdo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¿Y qué me pasó?... Pues que, como
-era delito pasional, a los dos meses <i>asolvido</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Pero aquello fué la suerte que tú
-tienes.</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Y la de todos. Por un arrebato
-pasional le quitas el reló a un amigo y es atenuante.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Estás seguro?</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¿Cómo seguro?... Acuérdate de lo
-mío.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Pero tú estuviste en la cárcel.</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Porque se diztó indebidamente auto
-de prisión. El juez que me atropelló con el auto.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Lo que pasa con todos los autos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Pero, muchacho, se vió la vista
-causa, y como la seda. ¡Me tocó un Jurao!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Bueno?</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Ni escogido. El señor Pepe,
-el <i>Bocas</i>; Quintín, el <i>Churrero</i>; el señor Serapio, el <i>Orejas</i>;
-Custodio el de la Leoncia; Valentín el <i>Zapa</i>... tóos amigos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Pero, ¿cómo estaban allí esos
-tíos?</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Sí, hombre; es que a los
-caballeros les gusta que haiga Jurao, pero no quién ir, ¿sabes? y
-cuando les toca, pos, pa no molestarse, delegan por las cinco pesetas
-en una colección de sustitutos, del comercio de esta corte, que vagan
-por los pasillos de las Salesas a lo que cae. Y, claro, yo que me
-vi con la mar de conocidos en el Tribunal popular, compuesto en su
-mayoría de elemento vinatero, pues dije: “Sois míos”; y alecionao por
-el defensor, a la primera pregunta del fiscal empecé a llorar a lágrima
-viva y a decir que los celos me habían puesto una venda sanguinolenta
-en los ojos, que la navaja me se había venido sola a la mano y que al
-cometer el delito me pasó una cosa pasional por el cranio, que yo no
-sabía si estaba jugando a la brisca o dando puñalás.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Vaya un raspa!</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Y a tóo esto, yo, venga de
-sollozos, llamándole a la Enriqueta “ser querido”, “arcángel<span
-class="pagenum" id="Page_307">p. 307</span> de mi juventud”, “primer
-amor de mi existencia”... y dando convulsiones y diciéndole al relator
-que me hiciese el osequio de pegarme un tiro en la nuez, que yo no
-podía vivir después de haber atentao contra aquella mujer “amada y
-fraudulenta”.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Chiquillo, es que tú también te
-usas unas frases!</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Hombre, la solenidá era pa ello.
-Resumen: que si ves el cuadro, la hincas. El público era un puro
-sollozo; los juraos hicieron charco de tanta lágrima, y el presidente
-del Tribunal yo creí que se arcidentaba. Gracias que empezó a
-roncar.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¿Se quedó dormido?</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Como una rosca. Total: veredizto
-de inculpabilidaz, sentencia asolutoria, la Enriqueta lisiada pa toa su
-vida y yo con un cartelito entre las damas desde que salí de la cárcel,
-que aquí me tienes, vestido, calzao, fumao, comido, bebido, ecétera,
-ecétera... Porque, dime tú, después de aquello, ¿qué desgraciada
-le niega a un servidor cinco duros, aunque tenga que sacárselos al
-Ayuntamiento?</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—¡Gachó, qué suerte!</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Táztica y <i>monocle</i>. (<i>Señalándose
-el ojo derecho.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Eres el Hizdemburge del
-Sombrerete.</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Me has tañao. Por eso te digo,
-Paco, que sigas mis huellas con la Nieves. U te se somete con jornal y
-todo, u la pinchas; no seas primo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Sí, estoy resuelto. Tiés razón.
-(<i>Mirando hacia el obrador.</i>) Calla, que salen.</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—¡Camará, cuántas vienen!</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—La rodean las compañeras.</p>
-
-<p><span class="smcap">Gumer.</span>—Que se han maliciao algo; pero no
-le hace. Llámala aparte y se lo dices. Conque salú y suerte, ninchi,
-que yo me voy. (<i>Vase calle abajo, huyendo de la quema.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco</span> (<i>Un poco pálido, acercándose al
-grupo de muchachas que ha salido del obrador.</i>)—Nieves.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Me llamo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Haz el osequio de venir.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_308">p. 308</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—No me dejan en casa.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Nieves, que estoy ciego.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nieves.</span>—Cómprate un perro.</p>
-
-
-<p class="mt1">Las risas de las compañeras excitan a Paco, que coge a
-Nieves de un brazo y la hace bajar violentamente de la acera, mientras,
-lívido y tembloroso, saca una navaja. Sin darle tiempo a abrirla,
-aquel enjambre de mocitas bravías cae sobre él y le desarman, le tiran
-al suelo y, con llaves, bolsos de mano y puños cerrados, le dan una
-paliza de órdago a la grande y le dejan en tierra sangrando por boca
-y narices, entre la rechifla de la gente del barrio, enterada del
-suceso.</p>
-
-<p>Un guardia de Orden público, que se acerca al escándalo, se lleva a
-pescozones al <i>Metralla</i>.</p>
-
-
-<p class="mt1"><span class="smcap">Guardia.</span>—Echa pa alante,
-vividor de mujeres.</p>
-
-<p><span class="smcap">Paco.</span>—Guardia, que ha sido por celos...
-que soy un pasional...</p>
-
-<p><span class="smcap">Guardia.</span>—¡Cállate ya, so golfo! La culpa
-de lo que hacéis la tié el Jurao y na más que el Jurao. Que fuera yo el
-que sentenciara estas cosas, y ya veríais... ¡¡Os echaba cinco años de
-presidio por granujas y diez por pasionales!!</p>
-
-<p class="telon">TELÓN</p>
-
-<hr class="chap0" />
-
-
-<div class="chapter" id="P9">
- <p><span class="pagenum" id="Page_309">p. 309</span></p>
- <h2 class="nobreak g0">LOS ATEOS</h2>
-</div>
-
-
-<h3>CUADRO PRIMERO</h3>
-
-<p>Interior de una taberna establecida en la calle del Peñón, a dos
-pasos del Campillo de Mundo Nuevo.</p>
-
-<p>Es de noche. El aire de la <i>tasca</i>, enrarecido por el humo de los
-cigarros, amengua la luz de las débiles bombillas, dando aspecto
-siniestro a aquellas gentes famélicas y desarrapadas que llenan las
-mesas.</p>
-
-<p>Se huele a vino, a tabaco, a guisos fuertes.</p>
-
-<p>En el velador de un rincón acaban de comerse unos <i>livianos</i> y
-de apurar unos <i>quinces</i>, previamente jugados al mus, Baldomero el
-<i>Bizco</i>, Nicomedes el <i>Soga</i>, el señor Eulalio y el señor Floro.</p>
-
-<p>Pepe el <i>Malagua</i>, dueño del local, les hace los honores
-<i>osequiándoles</i> con unas <i>limpias</i> de Monóvar.</p>
-
-<p>Se habla a voces de la última cogida de un <i>fenómeno</i>.</p>
-
-<p>De pronto, un poco confuso, suena a lo lejos, en el silencio de la
-calle, espaciado y solemne, el repiqueteo de la campanilla del Viático.
-Le sigue, como ruido complementario, el lento rodar de un coche.</p>
-
-<p>En el interior de la taberna se hace un breve silencio. Todos
-atienden.</p>
-
-<p>El señor Eulalio, un poco indeciso, levanta la mano con disimulo y
-toca levemente la visera de su gorra.</p>
-
-<p>Una ruidosa carcajada, que se deshace en aspavientos, en muecas de
-burla, y en soeces interjecciones, es el comentario que pone la reunión
-a la inofensiva reverencia del pobre anciano.</p>
-
-<p class="mt1"><span class="smcap">Señor Floro</span> (<i>Muerto de
-risa.</i>)—¡Ja, ja, ja..., pos no se iba a quitar la gorra! ¡Ja, ja,
-ja!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Eulalio</span> (<i>Un poco
-avergonzado.</i>)—Hombre, yo...</p>
-
-<p><span class="smcap">Baldomero.</span>—¡Amos, quite usté d’ahí, so
-beata!</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—Pero, señores, el que un
-hombre<span class="pagenum" id="Page_310">p. 310</span> haga una cosa
-porque tenga ciertos principios, no creo yo que...</p>
-
-<p><span class="smcap">Nicomedes.</span>—¡Te conocíamos como peón de
-mano, pero como santurrona!... ¡Ja, ja, ja!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Pepe el malagua.</span>—¡Medio siglo haciéndonos
-creer que se desayunaba con acólitos en pepitoria, y de pronto nos
-resulta un <i>cofrade</i>!</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—¡Hombre, hacer el favor de
-no insultar!</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Eulalio, vas camino del
-<i>jaimismo</i>.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Eulalio</span> (<i>Ya amoscado.</i>)—¡Voy
-camino de la venta de la... Rubia! ¡Señor... miá tú qué tendrán que ver
-las narices con el buen tiempo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro</span> (<i>Dando un enérgico puñetazo
-sobre la mesa.</i>)—Entonces, ¿por qué saludas ante las patrañas
-eclesiásticas?</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—Saludo porque no creo
-que haga falta la desageración en cosa ninguna. Porque yo no es que
-pise una iglesia, que eso, Dios me libre...; pero tampoco soy como tú,
-que porque un día <i>estarnudaste</i> en la calle y te dijeron “Jesús”,
-tuviste un juicio de faltas. Ni soy como ese, que no pasa un cura por
-su lao que no le profiera una ofensa, bien oral, bien mímica. Yo no
-me persigno ni creo en esas pamplinas de santos ni de novenas; pero,
-señor, una meaja de fe en algo hay que tenerla.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¡Fe en el progreso
-humano!</p>
-
-<p><span class="smcap">Todo el concurso</span> (<i>Que queda pendiente
-de la discusión.</i>)—¡Mu bien!</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—Estoy en ello; pero yo
-lo que te digo, Floro, es que tié que haber un Ser superior, llámese
-Dios u llámese como se llámese, que haiga formao este Universo que nos
-cobija.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Aquí no hay más Dios ni
-más ser que la Naturaleza madre y su produzto, que es el hombre,
-animal soberano y libre; y tóo lo demás que te digan, zanahorias
-condimentadas.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—¿De forma que tú crees que
-el mundo se ha hecho solo?</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—De un modo automóvil, sí,
-señor.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_311">p. 311</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—¿Y de dónde ha surgido?</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Del caos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Eulalio</span> (<i>Dudando.</i>)—¡Qué caos ni
-qué cacaos!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Ni más ni menos. ¡Del
-caos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—¿Y qué es el caos, vamos a
-ver?</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—La nada flotante.</p>
-
-<p><span class="smcap">Nicomedes</span> (<i>Admirado.</i>)—¡No le coge en
-una!</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Y pa que te enteres de lo
-que no sabes, te diré que este globo terraquio que habitamos no es ni
-más ni menos que una corteza desprendida de otro planeta que se ha
-enfriao.</p>
-
-<p><span class="smcap">Un oyente.</span>—Iría de verano.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro</span> (<i>Muy molesto.</i>)—Al que
-se chufle cojo una botella y le hago una alusión personal en las
-narices.</p>
-
-<p><span class="smcap">Varios.</span>—Callarse, hombre. (<i>Silencio
-profundo.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—Entonces, dime a mí, ¿qué
-soy yo, vamos a ver?</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Un mísero gusano dedicao a
-la albañilería y nacido de la putrefación terraquia.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—¡Arrea! ¿Yo gusano...?
-Hombre, Floro, dices unas cosas...</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Chist...; aquí todo se
-prueba, como en las sastrerías. Ejemplo práztico de tu gusanez. Coges
-un peazo de queso, lo tiras a ese rincón, vuelves a los quince días y
-lo encuentras fermentao.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—Eso será si no hay ratas,
-porque si hay ratas no lo encuentras.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Aquí tienen gato. Por eso he
-puesto el ejemplo. Pues de la misma forma que el queso fermenta y salen
-gusanos u seres móviles y vividores, lo mismo de la cáscara mundial
-salieron seres u gusanos, que somos tú y yo, éste y ese, la Inacia, la
-Tadea y personas que nos acompañan.</p>
-
-<p><span class="smcap">Todos.</span>—¡Mu bien!</p>
-
-<p><span class="smcap">Un oyente.</span>—Eso no es posible, señor
-Floro.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¿Quién ha graznao esa
-negativa?</p>
-
-<p><span class="smcap">Un oyente.</span>—Servidor; porque si yo
-creyera que una mujer con unos ojazos y unas formas como las<span
-class="pagenum" id="Page_312">p. 312</span> de su cuñada de usté era
-produzto de un pedazo de queso, yo tiraba una bola. (<i>El auditorio
-ríe.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro</span> (<i>Amoscado.</i>)—Tiés una
-cabeza, mi amigo, que la incluyes en un puesto de melones y no
-desmerece. Estoy filosofeando, y, por lo tanto, hablo en sentido
-hipotecario, ¿estamos?</p>
-
-<p><span class="smcap">Un oyente.</span>—Ah, bueno, usté disimule.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—No hay de <i>queque</i>. Orejita
-es lo que hace falta pa saber oir. Y voy a rematar. Por lo tanto,
-Eulalio, ni hay ser superior, ni cielo, ni purgatorio, ni andróminas de
-esas. En este mundo no hay nada más que este mundo, donde está todo, lo
-bueno, lo malo y lo entreverao. Y el día que te mueras vuelves al seno
-de la tierra materna y te haces polvo, fósforo, gaseosa... nada. ¡He
-dicho!</p>
-
-<p class="mt1">Delirantes aplausos y risas soeces acogen las últimas
-frases del ateo.</p>
-
-<p>El señor Eulalio, reducido al silencio por la explosiva dialéctica
-de su rival, calla en un rincón.</p>
-
-<p>Otra vez vuelve a oirse la campanilla del Viático, que regresa. Se
-va acercando, acercando... Al fin, pasa, y, cada vez más lejana, se
-pierde en el silencio de la calle desierta, seguida del lento rodar del
-coche.</p>
-
-<p>Aquella pobre gente, a pesar de todo, deja de reir.</p>
-
-<p class="mushab"><b>Mutación</b></p>
-
-
-<h3>CUADRO SEGUNDO</h3>
-
-<p>Interior de una alcoba humilde en una casa pobre.</p>
-
-<p>Son las dos de la madrugada.</p>
-
-<p>En la obscuridad suena el tictac vigilante de un reloj.</p>
-
-<p>Tendidos en una modesta cama, duermen el implacable ateo señor Floro
-y la señá Felipa, su consocia.</p>
-
-<p>De pronto, el pobre hombre despierta, da un grito agudo y se lleva
-las manos al lado izquierdo del pecho, incorporándose, lívido y
-tembloroso.</p>
-
-
-<p class="mt1"><span class="pagenum" id="Page_313">p. 313</span><span
-class="smcap">Señor Floro.</span>—¡Ay, madre!... ¡Ay, Felipa!</p>
-
-<p><span class="smcap">Señá Felipa</span> (<i>Despertando
-aterrada.</i>)—¿Qué te pasa, Floro? (<i>Enciende la luz.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¡Ay, Felipa, qué dolor! ¡Ay,
-que me muero!</p>
-
-<p><span class="smcap">Señá Felipa.</span>—Pero, ¿qué t’ha dao?</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¡Ay, que no lo sé!... ¡Ay,
-que tengo aquí un puñal!</p>
-
-<p><span class="smcap">Señá Felipa</span> (<i>Echándose de la
-cama.</i>)—Pero, ¿dónde?</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¡Ay, en esta parte!... ¡Ay,
-que llamen a un médico, que yo no puedo respirar! ¡Ay, Felipa, que es
-un dolor de costao!... ¡Ay, que yo no sé qué tengo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Señá Felipa.</span>—¡Por Dios, hombre, no te
-apures!</p>
-
-
-<p class="mt1">Atacado de una aguda neuralgia intercostal, el señor
-Floro sigue quejándose con amargos lamentos; mientras, la señá Felipa
-se echa una falda y corre a llamar a los vecinos.</p>
-
-<p>A poco, el cuarto se llena de gente a medio vestir, que anda de un
-lado a otro, perpleja y estuporizada.</p>
-
-
-<p class="mt1"><span class="smcap">Vecina primera.</span>—Pero, ¿qué ha
-sido?</p>
-
-<p><span class="smcap">Vecino primero.</span>—Pero, ¿qué tienes,
-Floro?</p>
-
-<p><span class="smcap">Vecina segunda.</span>—Debe ser algo que le ha
-hecho daño.</p>
-
-<p><span class="smcap">Vecino segundo.</span>—¿Qué cenaste anoche?</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¡Ay, que no lo sé!... ¡Ay,
-que yo me muero!... ¡Salvarme, por lo que más queráis!</p>
-
-<p><span class="smcap">Uno.</span>—¡Eso ha sido la mojama!</p>
-
-<p><span class="smcap">Una.</span>—¡Pué que sea flato!</p>
-
-<p><span class="smcap">Otra.</span>—Hacerle tila.</p>
-
-<p><span class="smcap">Otro.</span>—Darle aceite.</p>
-
-<p><span class="smcap">Vecino primero.</span>—Ponte boca abajo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Vecina segunda.</span>—Calienta una franela.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señá Felipa.</span>—Matías, por Dios, vete a la
-Casa de Socorro y que venga un médico.</p>
-
-<p><span class="smcap">Matías.</span>—Voy en un vuelo. (<i>Sale
-disparado.</i>)</p>
-
-
-<p class="mt1">Dan al enfermo aguas cocidas, unturas; le aplican
-bayetas, ladrillos calientes...; todo inútil. La violencia del
-mal no cede. El señor Floro, en el paroxis<span class="pagenum"
-id="Page_314">p. 314</span>mo del dolor, da gritos desesperados y
-espantosos, revolcándose en la cama.</p>
-
-
-<p class="mt1"><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¡Ay, que
-me muero!... ¡Ay, que no puedo más!... ¡Ay, Virgen del Carmen,
-quítame este sufrir, por lo que más quieras!... ¡Ay, Dios mío de mi
-corazón!...</p>
-
-
-<p class="mt1">La señá Escolástica, una vieja motejada de beata por la
-vecindad, se acerca al lecho.</p>
-
-
-<p class="mt1"><span class="smcap">Señá Escola.</span>—Hombre, señor
-Floro, como tié usté esas ideas, yo no me he atrevido a decirle a usté
-una cosa... Pero ahora que le oigo a usté mentar a Dios y a la Virgen
-Santísima, si usté quiere, yo le daré un remedio que se le quita ese
-dolor en dos segundos.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro</span> (<i>Incorporándose. La mira
-con ojos ávidos.</i>)—¿En dos segundos?... (<i>Abrazándose a ella.</i>) ¡Ay,
-señá Escola de mi vida, dígamelo usté por su madre, sea lo que sea
-antes que me muera!</p>
-
-<p><span class="smcap">Señá Escola.</span>—Pues que yo tengo unos
-sellitos de la Virgen de la Paloma, ¿sabe usté...? que se rebuñan un
-poco, se hacen como una bolita, se tragan en un sorbito de agua, se
-reza con fe un “Dios te salve María” y al menuto curao.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro</span> (<i>Mirándola con
-angustia.</i>)—¡Ay, señá Escola!... ¡Ay, que yo no puedo hacer eso!</p>
-
-<p><span class="smcap">Señá Escola.</span>—Pero, ¿por qué?</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Mis ideas, que no me
-dejan.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señá Escola.</span>—¡Pero no ve usté que si se
-muere ya no va usté a tener ninguna idea!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¡Ay, señá Escola, no me haga
-usté ajurar de mi credo, que es no creer en náa!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Señá Escola.</span>—¡Pues vaya un credo!</p>
-
-<p><span class="smcap">Señá Felipa.</span>—¡Amos, Floro, tómate el
-sello, que dicen que se han visto casos milagrosos!</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¡Ay, que no puedo!... ¡Todo,
-menos eso!</p>
-
-<p><span class="smcap">Señá Escola.</span>—Pero ¿qué le ha hecho a usté
-la Virgen de la Paloma?</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Si no es la Virgen, es
-Lerroux, que me pondría como un trapo si lo supiera.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_315">p. 315</span><span
-class="smcap">Vecino primero.</span>—¿Y quién se lo va a decir?</p>
-
-<p><span class="smcap">Señá Escola.</span>—Hale... traer agua... Aquí
-tié usté el sello bendito... A tomárselo.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¿Pero yo...? ¡Una cosa
-eclesiástica!...</p>
-
-<p><span class="smcap">Señá Felipa.</span>—Tómatelo con fe, Floro.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¡Ay, bueno; lo tomaré porque
-no puedo más de dolor; pero por Dios, no se lo digáis a Pablo Iglesias,
-que ya no me saludaría!</p>
-
-<p><span class="smcap">Señá Escola.</span>—Adentro.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro</span> (<i>Después de tomarse el
-sello.</i>)—¡Ay, ya está...! ¡Ay, Virgen Santa, dispénsame en lo que te
-haiga faltao; pero quítame esta punzada, que me atraviesa, y en cuanto
-me levante te llevo un albañil de cera...!</p>
-
-
-<p class="mt1">Da un suspiro. Los quejidos son cada vez más débiles. A
-poco, se duerme. Las mujeres rezan en voz baja.</p>
-
-<p class="mushab"><b>Mutación</b></p>
-
-
-<h3>CUADRO TERCERO</h3>
-
-<p>En la calle de la Ventosa se hallan departiendo animadamente el
-señor Eulalio, insultado la noche antes por <i>clerical</i> en la taberna de
-la calle del Peñón, y el señor Dimas el <i>Churrero</i>.</p>
-
-<p>El señor Eulalio refiere a su amigo el incidente del Viático, y
-éste a su vez le pone en autos de la <i>conversión</i> del señor Floro, su
-vecino, con el detalle del sellito y demás pormenores.</p>
-
-<p>Se despiden. El señor Eulalio sube calle arriba. Al torcer por la de
-la Paloma se detiene estupefacto, viendo venir al señor Floro, ojeroso
-y vacilante, camino de la iglesia. Trae un cirio en la mano, cubierto
-hasta la mitad con un pedazo de papel de periódico.</p>
-
-<p class="mt1"><span class="smcap">Señor Eulalio</span>
-(<i>Atajándole.</i>)—¡Adiós, Floro!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_316">p. 316</span></p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro</span> (<i>Aterrado.</i>)—¡¡Eulalio!!
-(<i>No sabe dónde meterse el cirio.</i>)</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Eulalio</span> (<i>Sonriendo.</i>)—¿Qué llevas
-en la manita?</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Na; que, de paso que voy a
-la obra, unas vecinas me han dao el encargo de que traiga esta tontería
-ahí, a esa estupidez de iglesia que hay ahí en la...</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Eulalio</span> (<i>Acentuando su
-sonrisa.</i>)—No te molestes... ¡lo sé todo...!</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¿Te han contao lo de mi
-dolor de anoche?</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—Y lo del sellito.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro</span> (<i>Bajando la cabeza
-avergonzado.</i>)—Chico. Eulalio, la verdá, me hicieron hocicar; pero es
-que me vi negro. Creí que la diñaba... ¡Y cuando le ve uno los zancajos
-a la muerte...!</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—¡Qué me vas a decir,
-Floro...! ¡Yo era peor que tú! Yo te podía dar veinticinco pa cincuenta
-en custión de ateísmo. ¡Pero amigo, un día—tú sabes la pasión que
-tengo yo por mi nieta, que no quiero otra cosa en el mundo—, pues fué
-el angelito y me cogió eso que le dicen la <i>dizteria</i>, que creí que
-me se moría! Chiquillo... de pensar yo que me iba a quedar sin aquel
-pispajo que me se agarra a las rodillas toas las tardes cuando vuelvo
-de la obra, y que es mi único consuelo... Amos, que me dió una angustia
-interior, por dentro, que dije: “¡Dios mío, si me la salvas, me pongo
-hábito aunque sea!” ¡Y me la salvó! Por eso anoche, en la taberna,
-cuando pasaba el Viático, me quité la gorra. Hay que ser agradecido.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Tiés razón, Eulalio;
-dispensa las gansás que te dije.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—Quita, primo; si uno lo
-comprende todo. Cuando el hombre está bueno y sano y se encuentra en
-la taberna rodeao de cuatro necios que le ríen las gracias, el hombre
-es un valiente, que se atreve con tó lo humano y con tó lo divino;
-pero cuando cambia el viento, y viene la negra, y el dolor<span
-class="pagenum" id="Page_317">p. 317</span> te mete acobardao y solo
-en el rincón de tu casa... Será uno tó lo blásfemo que sea; pero
-yo te digo que no hay quien no levante los ojos pa lo alto y pida
-misericordia.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—Esa es la chipén.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—En fin, con decirte que yo
-ya hasta me persigno por las noches...</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro</span> (<i>Asombrado.</i>)—¿Y te
-acuerdas?</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—Hombre, como es lo primero
-que le enseña a uno su madre... Y hago más.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¿Qué haces?</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—Pues que cuando paso
-por delante de una iglesia, pa saludar y que no me se burlen los
-compañeros, me quito la boina y me la sacudo de yeso.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—A mí me se había ocurrido
-levantarme la visera de la gorra y rascarme, que también es
-disimulao.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—Sí, pero eso no tié
-novedaz.</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Floro.</span>—¿Tú crees?</p>
-
-<p><span class="smcap">Señor Eulalio.</span>—Se lo he visto hacer a la
-mar de <i>ateos</i>.</p>
-
-<p class="telon">TELÓN</p>
-
-<hr class="chap0" />
-
-
-<div class="chapter" id="ToC">
- <p><span class="pagenum" id="Page_319">p. 319</span></p>
- <h2 class="nobreak g1">ÍNDICE</h2>
-</div>
-
-<table class="toc" summary="Índice de contenidos">
- <tr>
- <th colspan="2" class="tdru">Páginas.</th>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh"><a href="#P1">El santo de la Isidra</a>.</td>
- <td class="tdrb">9</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh"><a href="#P2">La pena negra</a>.</td>
- <td class="tdrb">61</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh"><a href="#P3">Las estrellas</a>.</td>
- <td class="tdrb">109</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh"><a href="#P4">El amigo Melquiades o por la boca
- muere el pez</a>.</td>
- <td class="tdrb">161</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh"><a href="#P5">El Chico de las Peñuelas o no hay
- mal como el de la envidia</a>.</td>
- <td class="tdrb">227</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh"><a href="#P6">Los pobres</a>.</td>
- <td class="tdrb">289</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh"><a href="#P7">La risa del pueblo</a>.</td>
- <td class="tdrb">295</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh"><a href="#P8">Los pasionales</a>.</td>
- <td class="tdrb">301</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh"><a href="#P9">Los ateos</a>.</td>
- <td class="tdrb">309</td>
- </tr>
-</table>
-
-<hr class="chap0" />
-
-
-<div class="chapter">
-<div class="transnote" id="tnote">
- <p class="tnotetit">Nota de transcripción</p>
- <ul>
- <li>Los errores de imprenta han sido corregidos.</li>
-
- <li>Se ha respetado la ortografía del original impreso, pero se han
- puesto tildes a las mayúsculas</li>
-
- <li>Las páginas en blanco han sido eliminadas.</li>
-
- <li>En la <a href="#Page_91">p. 91</a>, se pone título a la Escena XV
- de «La pena negra», que no aparece impreso por error.</li>
-
- <li>En «El chico de las Peñuelas», se renumeran correctamente las escenas
- del <a href="#Page_231">Cuadro primero</a>.</li>
- </ul>
-</div>
-</div>
-
-
-<hr class="full" />
-
-
-
-
-
-
-
-
-<pre>
-
-
-
-
-
-End of the Project Gutenberg EBook of Sainetes, by Carlos Arniches y Barrera
-
-*** END OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK SAINETES ***
-
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