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diff --git a/.gitattributes b/.gitattributes new file mode 100644 index 0000000..d7b82bc --- /dev/null +++ b/.gitattributes @@ -0,0 +1,4 @@ +*.txt text eol=lf +*.htm text eol=lf +*.html text eol=lf +*.md text eol=lf diff --git a/LICENSE.txt b/LICENSE.txt new file mode 100644 index 0000000..6312041 --- /dev/null +++ b/LICENSE.txt @@ -0,0 +1,11 @@ +This eBook, including all associated images, markup, improvements, +metadata, and any other content or labor, has been confirmed to be +in the PUBLIC DOMAIN IN THE UNITED STATES. + +Procedures for determining public domain status are described in +the "Copyright How-To" at https://www.gutenberg.org. + +No investigation has been made concerning possible copyrights in +jurisdictions other than the United States. Anyone seeking to utilize +this eBook outside of the United States should confirm copyright +status under the laws that apply to them. diff --git a/README.md b/README.md new file mode 100644 index 0000000..32f431e --- /dev/null +++ b/README.md @@ -0,0 +1,2 @@ +Project Gutenberg (https://www.gutenberg.org) public repository for +eBook #65880 (https://www.gutenberg.org/ebooks/65880) diff --git a/old/65880-0.txt b/old/65880-0.txt deleted file mode 100644 index e950f62..0000000 --- a/old/65880-0.txt +++ /dev/null @@ -1,12484 +0,0 @@ -The Project Gutenberg eBook of Las cien mejores poesías (líricas) de la -lengua castellana, by Marcelino Menéndez y Pelayo - -This eBook is for the use of anyone anywhere in the United States and -most other parts of the world at no cost and with almost no restrictions -whatsoever. You may copy it, give it away or re-use it under the terms -of the Project Gutenberg License included with this eBook or online at -www.gutenberg.org. If you are not located in the United States, you -will have to check the laws of the country where you are located before -using this eBook. - -Title: Las cien mejores poesías (líricas) de la lengua castellana - -Compiler: Marcelino Menéndez y Pelayo - -Release Date: July 20, 2021 [eBook #65880] - -Language: Spanish - -Character set encoding: UTF-8 - -Produced by: Ramón Pajares Box and the Online Distributed Proofreading - Team at https://www.pgdp.net (This file was produced from - images generously made available by The Internet - Archive/Canadian Libraries) - -*** START OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK LAS CIEN MEJORES POESÍAS -(LÍRICAS) DE LA LENGUA CASTELLANA *** - -NOTA DE TRANSCRIPCIÓN - - * Las cursivas se muestran entre _subrayados_, y las versalitas se - han convertido a MAYÚSCULAS. - - * Los errores de imprenta han sido corregidos. Para su mejor - detección, se ha comparado el texto con el de otras ediciones. - - * La ortografía del texto original ha sido actualizada de acuerdo - con las normas publicadas en 2010 por la Real Academia Española, - salvo en los casos en los queda afectada la métrica del verso o - se haya querido preservar el vocabulario arcaico castellano, como - en los poemas iniciales. - - * Las escasas notas a pie de página han sido renumeradas y ubicadas al - final del libro. - - * Las páginas en blanco han sido eliminadas. - - - - - LAS CIEN MEJORES POESÍAS - (LÍRICAS) - DE LA LENGUA CASTELLANA - - - - -_Primera Edición, Agosto 1908. Segunda Edición, Diciembre, 1908. -Tercera Edición, Febrero 1910._ - - - - - LAS - CIEN MEJORES POESÍAS - (LÍRICAS) - DE LA LENGUA CASTELLANA - - - Escogidas por - DON M. MENÉNDEZ Y PELAYO - - - MADRID: VICTORIANO SUÁREZ, 48 PRECIADOS - LISBOA: FERREIRA LIMITADA, 132 RUA AUREA - PARIS: A. PERCHE, 45 RUE JACOB - LAUSANNE: EDWIN FRANKFURTER, 12 GRAND-CHÊNE - BERLIN: WILHELM WEICHER, HABERLANDSTR. 4 - LONDON & GLASGOW: GOWANS & GRAY, LTD. - 1910 - - - - -ADVERTENCIA PRELIMINAR - - -Comprende este tomo cien poesías líricas escogidas entre lo mejor de la -literatura española antigua y moderna, excluyendo los autores vivos. No -se nos oculta la dificultad de esta selección, en que tanta parte puede -tener el gusto individual, ni presumimos tanto del nuestro que estemos -seguros de haber logrado constantemente el acierto. Hemos procurado, -sin embargo, no omitir ninguna de las poesías ya consagradas por la -universal admiración, ni dar entrada a ninguna que no tenga a nuestros -ojos mérito positivo, aunque no siempre llegue a la absoluta perfección -formal. Hay en algunas de estas composiciones rasgos de mal gusto -propios de una época o escuela determinada, pero hubiera sido temeridad -borrarlos, porque la integridad de los textos es la primera obligación -que la crítica impone al colector de toda antología por diminuta y -popular que sea. - -Hemos prescindido de las poesías anteriores al siglo XV porque -exigirían comentario filológico, inoportuno en la ocasión presente. Las -pocas que insertamos del siglo XV son de belleza indudable y de fácil -lectura para todo el mundo. El mayor espacio de nuestra colección va -dedicado naturalmente a la edad de oro de nuestra lírica (siglo XVI -y principios del XVII). Se notarán en ella omisiones que nos duelen -mucho, pero que eran inevitables dentro de los estrechos límites -impuestos a nuestro plan: _spatiis exclusas iniquis_. Nada hemos puesto -de Castillejo, de Acuña, de Valbuena, de Jáuregui, y otros preclaros -ingenios, y hemos tenido que reducir a muy pocas muestras el tesoro -poético de Góngora, de Lope de Vega y de Quevedo. - -Nuestra tarea era relativamente fácil tratándose del siglo XVIII, -el mas prosaico de nuestra historia literaria, pero se tornaba -dificilísima respecto de la opulenta producción poética del siglo XIX, -que sin ser superior a la antigua como lo ha sido en Francia y en otras -partes, ha continuado con nuevo espíritu la tradición de las formas -líricas, las ha remozado a veces merced al impulso genial de los poetas -y al contacto con extrañas literaturas, y ofrece buen numero de obras -ya sancionadas por el común aplauso. En esta parte más que en ninguna -solicitamos y esperamos indulgencia. - -Aunque se titulan _líricos_ los poemas de esta colección, no ha de -entenderse esta palabra en sentido tan riguroso que excluya algunas -narraciones poéticas breves en que se entremezcla lo épico con lo -lírico. Esta salvedad, que a todas las literaturas alcanza, tiene más -propio lugar en la castellana, que siempre ha conservado rastros de -su origen épico. Por eso incluimos algunos romances antiguos, de los -de tono más lírico, y un par de leyendas de los dos grandes poetas -románticos Zorrilla y el Duque de Rivas. - -El orden en que van colocadas las poesías no siempre es estrictamente -cronológico, porque se ha atendido a la sucesión de escuelas y formas -artísticas. - - M. MENÉNDEZ Y PELAYO - - - - -ÍNDICE - - - PÁGINAS - - _Romances Viejos_ - 3. _Romance de Abenámar_ 18 - 4. _Romance del rey moro que perdió Alhama_ 20 - 5. _Romance de Rosa fresca_ 22 - 6. _Romance de Fontefrida_ 23 - 7. _Romance de Blanca-niña_ 23 - 8. _Romance del conde Arnaldos_ 25 - 9. _Romance de la hija del rey de Francia_ 26 - 10. _Romance de doña Alda_ 27 - - Alcázar (Baltasar del) (1530-1606) - 32. _Una cena_ 87 - - Anónimo - 23. «_No me mueve, mi Dios, para quererte_» 67 - - Argensola (Bartolomé Leonardo de) (1562-1631) - 39. «_Dime, Padre común, pues eres justo_» 104 - - Argensola (Lupercio Leonardo de) (1559-1613) - 36. _A la Esperanza_ 101 - 37. «_Imagen espantosa de la muerte_» 103 - 38. «_Llevó tras sí los pámpanos octubre_» 104 - - Arguijo (Don Juan de) (1567-1623) - 28. _Al Guadalquivir, en una avenida_ 85 - 29. _La tempestad y la calma_ 86 - 30. _La avaricia_ 86 - 31. «_En segura pobreza vive Eumelo_» 87 - - Arjona (Don Manuel María de) (1771-1820) - 66. _La diosa del bosque_ 174 - - Arolas (Padre Juan) (1805-1849) - 83. _Sé más feliz que yo_ 276 - - Avellaneda (Doña Gertrudis Gómez de) (1816-1873) - 86. _Amor y orgullo_ 283 - - Balart (Don Federico) (1831-1905) - 99. _Restitución_ 343 - - Bécquer (Don Gustavo A.) (1836-1870) - 95. _Rimas._ «_Del salón en el ángulo oscuro_» 327 - 96. «_Cerraron sus ojos_» 328 - - Bello (Don Andrés) (1781-1865) - 72. _La agricultura de la zona tórrida_ 199 - - Calderón de la Barca (Don Pedro) (1600-1681) - 60. «_Estas que fueron pompa y alegría_» 146 - - Campoamor (Don Ramón de) (1817-1901) - 89. _¡Quién supiera escribir!_ 296 - 90. _Lo que hace el tiempo_ 299 - - Caro (Rodrigo) (1573-1647) - 34. _A las ruinas de Itálica_ 92 - - Cetina (Gutierre de) (1520-1560?) - 13. _Madrigal_ 46 - - Cruz (San Juan de la) (1542-1591) - 22. _Cántico espiritual..._ 60 - - Espronceda (Don José de) (1808-1842) - 76. _Himno de la Inmortalidad_ 226 - 77. _Canción del Pirata_ 228 - 78. _Canto a Teresa_ 232 - - Fernández de Andrada (? - ?) - 35. _Epístola moral_ 95 - - Gallego (Don Juan Nicasio) (1777-1853) - 69. _Elegía a la muerte de la Duquesa de Frías_ 184 - - Gil (Don Enrique) (1815-1846) - 82. _La violeta_ 273 - - Góngora (Don Luis de) (1561-1627) - 48. _Angélica y Medoro_ 118 - 49. «_Servía en Orán al rey_» 123 - 50. «_Entre los sueltos caballos_» 124 - 51. «_Ande yo caliente_» 128 - 52. «_La más bella niña_» 129 - - Heredia (Don José María) (1803-1839) - 73. _Niágara_ 210 - - Herrera (Fernando de) (1534-1597) - 26. _Por la vitoria de Lepanto_ 75 - 27. _Por la pérdida del rey don Sebastián_ 82 - - Jovellanos (Don Gaspar M. de) (1744-1811) - 63. _Epístola de Fabio a Anfriso_ 162 - - León (Fray Luis de) (1529-1591) - 14. _Vida retirada_ 46 - 15. _A Francisco Salinas_ 49 - 16. _A Felipe Ruiz_ 51 - 17. _Noche serena_ 53 - 18. _Morada del Cielo_ 56 - 19. _En la Ascensión_ 57 - 20. _Imitación de diversos_ 58 - 21. _Soneto_ 60 - - Lista (Don Alberto) (1775-1848) - 67. _Al Sueño_ 176 - - López de Ayala (Don Adelardo) (1828-1879) - 88. _Epístola a Emilio Arrieta_ 292 - - Manrique, Jorge (1440-1478) - 2. _A la muerte del maestre de Santiago..._ 2 - - Maury (Don Juan María) (1772-1845) - 70. _La timidez_ 193 - - Meléndez Valdés (Don Juan) (1754-1817) - 64. _Rosana en los fuegos_ 168 - - Mira de Mescua (Don Antonio) (1578?-1644) - 61. _Canción_ 146 - - Mora (Don José Joaquín de) (1783-1864) - 71. _El Estío_ 198 - - Moratín (Don Nicolás F. de) (1737-1780) - 62. _Fiesta de toros en Madrid_ 151 - - Moratín (Don Leandro F. de) (1760-1828) - 65. _Elegía a las Musas_ 172 - - Núñez de Arce (Don Gaspar) (1834-1903) - 93. _Estrofas_ 315 - 94. _Tristezas_ 322 - - Palacio (Don Manuel del) (1832-1906) - 100. _Amor oculto_ 347 - - Pastor Díaz (Don Nicomedes) (1811-1862) - 81. _A la luna_ 269 - - Piferrer (Don Pablo) (1817-1848) - 84. _Canción de la Primavera_ 277 - - Polo (Gil) (c. 1535-1591) - 25. _Canción_ 70 - - Querol (Don Vicente W.) (1836-1889) - 97. _Carta al Sr. D. Pedro A. de Alarcón..._ 331 - 98. _En Noche-Buena..._ 338 - - Quevedo (Don Francisco de) (1580-1645) - 53. _El Sueño_ 131 - 54. _Epístola satírica y censoria..._ 134 - 55. _Memoria inmortal de don Pedro Girón..._ 141 - 56. «_Ya formidable y espantoso suena_» 141 - 57. «_Miré los muros de la patria mía_» 142 - 58. _Letrilla satírica_ 142 - - Quintana (Don Manuel José) (1772-1857) - 68. _A España, después de la revolución de Marzo_ 179 - - Rioja (Francisco de) (1583-1659) - 33. _A la rosa_ 91 - - Rivas (Duque de) (1791-1865) - 74. _El Faro de Malta_ 215 - 75. _Un castellano leal_ 217 - - Ruiz Aguilera (Don Ventura) (1820-1881) - 92. _Epístola_ 310 - - Santillana (Marqués de) (1398-1458) - 1. _Serranilla_ 1 - - Sanz (Don Eulogio Florentino) (1825-1881) - 87. _Epístola a Pedro_ 286 - - Selgas (Don José) (1824-1882) - 91. _El Estío_ 305 - - Tassara (Don Gabriel García) (1817-1875) - 85. _Himno al Mesías_ 279 - - Torre (Francisco de la)[1] - 24. _La cierva_ 68 - - Vega (Garcilaso de la) (1503-1536) - 11. _Égloga primera_ 29 - 12. _A la flor de Gnido_ 42 - - Vega (Lope de) (1562-1635) - 40. _Canción_ 105 - 41. «_A mis soledades voy_» 109 - 42. «_Pobre barquilla mía_» 112 - 43. _Judit_ 116 - 44. «_Suelta mi manso, mayoral extraño_» 116 - 45. «_¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?_» 117 - 46. «_Pastor, que con tus silbos amorosos_» 117 - 47. _Temores en el favor_ 118 - - Villegas (Don Esteban Manuel de) (1596-1669) - 59. _Oda sáfica_ 145 - - Zorrilla (Don José) (1817-1893) - 79. _Introducción a los «Cantos del Trovador»_ 244 - 80. _A buen juez, mejor testigo_ 247 - - - - -MARQUÉS DE SANTILLANA - - -_1. Serranilla_ - - Moça tan fermosa - Non vi en la frontera, - Como una vaquera - _De la Finojosa_. - Façiendo la vía - Del Calatraveño - A Sancta María, - Vençido del sueño - Por tierra fragosa - Perdí la carrera, - Do vi la vaquera - _De la Finojosa_. - En un verde prado - De rosas e flores, - Guardando ganado - Con otros pastores, - La vi tan graçiosa - Que apenas creyera - Que fuesse vaquera - _De la Finojosa_. - Non creo las rosas - De la primavera - Sean tan fermosas - Nin de tal manera, - Fablando sin glosa, - Si antes sopiera - D’aquella vaquera - _De la Finojosa_. - Non tanto mirara - Su mucha beldat, - Porque me dexara - En mi libertat. - Mas dixe: «Donosa - (Por saber quién era), - ¿Dónde es la vaquera - _De la Finojosa_?...» - Bien como riendo, - Dixo: «Bien vengades; - Que ya bien entiendo - Lo que demandades: - Non es desseosa - De amar, nin lo espera, - Aquessa vaquera - _De la Finojosa_.» - - - - -JORGE MANRIQUE - - -_2. A la muerte del maestre de Santiago don Rodrigo Manrique, su padre_ - - Recuerde el alma dormida, - Avive el seso y despierte - Contemplando - Cómo se pasa la vida, - Cómo se viene la muerte - Tan callando: - Cuán presto se va el placer, - Cómo después de acordado - Da dolor, - Cómo a nuestro parescer - Cualquiera tiempo pasado - Fue mejor. - - Y pues vemos lo presente - Cómo en un punto es ido - Y acabado, - Si juzgamos sabiamente, - Daremos lo no venido - Por pasado. - No se engañe nadie, no, - Pensando que ha de durar - Lo que espera - Más que duró lo que vio, - Porque todo ha de pasar - Por tal manera. - - Nuestras vidas son los ríos - Que van a dar en la mar, - Que es el morir; - Allí van los señoríos - Derechos a se acabar - Y consumir; - Allí los ríos caudales, - Allí los otros medianos - Y más chicos; - Allegados, son iguales - Los que viven por sus manos - Y los ricos. - -INVOCACIÓN - - Dexo las invocaciones - De los famosos poetas - Y oradores; - No curo de sus ficciones, - Que traen yerbas secretas - Sus sabores. - A aquél solo me encomiendo, - Aquél solo invoco yo - De verdad, - Que en este mundo viviendo, - El mundo no conoció - Su deidad. - - Este mundo es el camino - Para el otro, qu’es morada - Sin pesar; - Mas cumple tener buen tino - Para andar esta jornada - Sin errar. - Partimos cuando nacemos, - Andamos mientras vivimos, - Y llegamos - Al tiempo que fenecemos; - Así que cuando morimos - Descansamos. - - Este mundo bueno fue - Si bien usásemos d’él - Como debemos, - Porque, según nuestra fe, - Es para ganar aquel - Que atendemos. - Y aún el Hijo de Dios, - Para subirnos al cielo, - Descendió - A nacer acá entre nos, - Y vivir en este suelo - Do murió. - - Ved de cuán poco valor - Son las cosas tras que andamos - Y corremos; - Que en este mundo traidor - Aun primero que muramos - Las perdemos. - D’ellas deshace la edad, - D’ellas casos desastrados - Que acaescen, - D’ellas, por su calidad, - En los más altos estados - Desfallescen. - - Decidme: la hermosura, - La gentil frescura y tez - De la cara, - La color y la blancura, - Cuando viene la vejez - ¿Cuál se para? - Las mañas y ligereza - Y la fuerça corporal - De juventud, - Todo se torna graveza - Cuando llega al arrabal - De senectud. - - Pues la sangre de los godos, - El linaje y la nobleza - Tan crecida, - ¡Por cuántas vías e modos - Se pierde su gran alteza - En esta vida! - ¡Unos por poco valer, - Por cuán bajos y abatidos - Que los tienen! - Otros que por no tener, - Con oficios no debidos - Se mantienen. - - Los estados y riqueza - Que nos dexan a deshora - ¿Quién lo duda? - No les pidamos firmeza, - Pues que son de una señora - Que se muda. - Que bienes son de fortuna - Que revuelve con su rueda - Presurosa, - La cual no puede ser una, - Ni ser estable ni queda - En una cosa. - - Pero digo que acompañen - Y lleguen hasta la huesa - Con su dueño; - Por eso no nos engañen, - Pues se va la vida apriesa - Como sueño: - Y los deleites de acá - Son en que nos deleitamos - Temporales, - Y los tormentos de allá - Que por ellos esperamos, - Eternales. - - Los placeres y dulçores - D’esta vida trabajada - Que tenemos, - ¿Qué son sino corredores, - Y la muerte es la celada - En que caemos? - No mirando a nuestro daño - Corremos a rienda suelta - Sin parar; - Des que vemos el engaño - Y queremos dar la vuelta - No hay lugar. - - Si fuese en nuestro poder - Tornar la cara fermosa - Corporal, - Como podemos hacer - El alma tan gloriosa - Angelical, - ¡Qué diligencia tan viva - Tuviéramos cada hora, - Y tan presta, - En componer la cativa, - Dexándonos la señora - Descompuesta! - - Estos reyes poderosos - Que vemos por escripturas - Ya pasadas, - Con casos tristes, llorosos, - Fueron sus buenas venturas - Trastornadas; - Así que no hay cosa fuerte; - Que a Papas y Emperadores - Y Perlados - Así los trata la muerte - Como a los pobres pastores - De ganados. - - Dexemos a los Troyanos, - Que sus males no los vimos, - Ni sus glorias; - Dexemos a los Romanos, - Aunque oímos y leímos - Sus historias. - No curemos de saber - Lo de aquel siglo pasado - Qué fue d’ello; - Vengamos a lo de ayer, - Que también es olvidado - Como aquello. - - ¿Qué se hizo el Rey Don Juan? - Los Infantes de Aragón - ¿Qué se hicieron? - ¿Qué fue de tanto galán, - Qué fue de tanta invención - Como truxeron? - Las justas e los torneos, - Paramentos, bordaduras - E cimeras, - ¿Fueron sino devaneos? - ¿Qué fueron sino verduras - De las eras? - - ¿Qué se hicieron las damas, - Sus tocados, sus vestidos, - Sus olores? - ¿Qué se hicieron las llamas - De los fuegos encendidos - De amadores? - ¿Qué se hizo aquel trovar, - Las músicas acordadas - Que tañían? - ¿Qué se hizo aquel dançar - Y aquellas ropas chapadas - Que traían? - - Pues el otro su heredero, - Don Enrique ¡qué poderes - Alcançava! - ¡Cuán blando, cuán alagüero - El mundo con sus placeres - Se le daba! - Mas verás cuán enemigo, - Cuán contrario, cuán cruel - Se le mostró, - Habiéndole sido amigo, - ¡Cuán poco duró con él - Lo que le dio! - - Las dádivas desmedidas, - Los edificios reales - Llenos de oro, - Las vajillas tan fabridas, - Los enriques y reales - Del tesoro; - Los jaeces y cavallos - De su gente y atavíos - Tan sobrados, - ¿Dónde iremos a buscallos? - ¿Qué fueron sino rocíos - De los prados? - - Pues su hermano el innocente, - Que en su vida sucesor - Se llamó, - ¡Qué corte tan excelente - Tuvo y cuánto gran señor - Que le siguió! - Mas como fuese mortal, - Metiolo la muerte luego - En su fragua. - ¡Oh juïcio divinal! - Cuando más ardía el fuego - Echaste agua. - - Pues aquel gran Condestable - Maestre que conocimos - Tan privado, - No cumple que d’él se hable, - Sino solo que le vimos - Degollado. - Sus infinitos tesoros, - Sus villas y sus lugares, - Su mandar, - ¿Qué le fueron sino lloros? - ¿Qué fueron sino pesares - Al dexar? - - Pues los otros dos hermanos, - Maestres tan prosperados - Como reyes, - C’a los grandes y medianos - Traxeron tan sojuzgados - A sus leyes; - Aquella prosperidad - Que tan alta fue subida - Y ensalçada, - ¿Qué fue sino claridad - Que cuando más encendida - Fue amatada? - - Tantos Duques excelentes, - Tantos Marqueses y Condes - Y Barones - Como vimos tan potentes, - Di, muerte, ¿dó los escondes - Y los pones? - Y sus muy claras hazañas - Que hicieron en las guerras - Y en las paces, - Cuando tú, cruel, te ensañas, - Con tu fuerça los atierras - Y deshaces. - - Las huestes innumerables, - Los pendones y estandartes - Y banderas, - Los castillos impunables, - Los muros e baluartes - Y barreras, - La cava honda chapada, - O cualquier otro reparo - ¿Qué aprovecha? - Cuando tú vienes airada - Todo lo pasas de claro - Con tu flecha. - - Aquel de buenos abrigo, - Amado por virtuoso - De la gente, - El Maestre Don Rodrigo - Manrique, tan famoso - Y tan valiente, - Sus grandes hechos y claros - No cumple que los alabe, - Pues los vieron, - Ni los quiero hacer caros, - Pues el mundo todo sabe - Cuáles fueron. - - ¡Qué amigo de sus amigos! - ¡Qué señor para criados - Y parientes! - ¡Qué enemigo de enemigos! - ¡Qué Maestre de esforçados - Y valientes! - ¡Qué seso para discretos! - ¡Qué gracia para donosos! - ¡Qué razón! - ¡Cuán benigno a los subjectos, - Y a los bravos y dañosos - Un león! - - En ventura Octaviano; - Julio César en vencer - Y batallar; - En la virtud, Africano; - Aníbal en el saber - Y trabajar: - En la bondad un Trajano; - Tito en liberalidad - Con alegría; - En su braço, un Archidano; - Marco Tulio en la verdad - Que prometía. - - Antonio Pío en clemencia; - Marco Aurelio en igualdad - Del semblante: - Adriano en elocuencia; - Teodosio en humanidad - Y buen talante. - Aurelio Alexandre fue - En disciplina y rigor - De la guerra; - Un Constantino en la fe; - Gamelio en el gran amor - De su tierra. - - No dejó grandes tesoros, - Ni alcançó muchas riquezas - Ni vajillas, - Mas hizo guerra a los moros, - Ganando sus fortalezas - Y sus villas; - Y en las lides que venció - Caballeros y caballos - Se prendieron, - Y en este oficio ganó - Las rentas e los vasallos - Que le dieron. - - Pues por su honra y estado - En otros tiempos pasados - ¿Cómo se hubo? - Quedando desamparado, - Con hermanos y criados - Se sostuvo. - Después que hechos famosos - Hizo en esta dicha guerra - Que hacía, - Hizo tratos tan honrosos, - Que le dieron muy más tierra - Que tenía. - - Estas sus viejas historias - Que con su braço pintó - En la juventud, - Con otras nuevas victorias - Agora las renovó - En la senectud. - Por su gran habilidad, - Por méritos y ancianía - Bien gastada - Alcançó la dignidad - De la gran caballería - Del Espada. - - E sus villas e sus tierras - Ocupadas de tiranos - Las halló, - Mas por cercos e por guerras - Y por fuerças de sus manos - Las cobró. - Pues nuestro Rey natural, - Si de las obras que obró - Fue servido, - Dígalo el de Portugal, - Y en Castilla quien siguió - Su partido. - - Después de puesta la vida - Tantas veces por su ley - Al tablero; - Después de tan bien servida - La corona de su Rey - Verdadero; - Después de tanta hazaña - A que no puede bastar - Cuenta cierta, - En la su villa de Ocaña - Vino la muerte a llamar - A su puerta. - -(HABLA LA MUERTE) - - Diciendo: «Buen caballero, - Dejad el mundo engañoso - Y su halago; - Muestre su esfuerço famoso - Vuestro coraçón de acero - En este trago; - Y pues de vida y salud - Hiciste tan poca cuenta - Por la fama, - Esfuércese la virtud - Para sufrir esta afrenta - Que os llama. - - »No se os haga tan amarga - La batalla temerosa - Que esperáis, - Pues otra vida más larga - De fama tan gloriosa - Acá dexáis: - Aunque esta vida de honor - Tampoco no es eternal - Ni verdadera, - Mas con todo es muy mejor - Que la otra temporal - Perecedera. - - »El vivir que es perdurable - No se gana con estados - Mundanales, - Ni con vida deleitable - En que moran los pecados - Infernales; - Mas los buenos religiosos - Gánanlo con oraciones - Y con lloros; - Los caballeros famosos - Con trabajos y aflicciones - Contra moros. - - »Y pues vos, claro varón, - Tanta sangre derramastes - De paganos, - Esperad el galardón - Que en este mundo ganastes - Por las manos; - Y con esta confianza - Y con la fe tan entera - Que tenéis, - Partid con buena esperança - Que esta otra vida tercera - Ganaréis.» - -(RESPONDE EL MAESTRE) - - «No gastemos tiempo ya - En esta vida mezquina - Por tal modo, - Que mi voluntad está - Conforme con la divina - Para todo; - Y consiento en mi morir - Con voluntad placentera, - Clara, pura, - Que querer hombre vivir - Cuando Dios quiere que muera - Es locura.» - -ORACIÓN - - Tú que por nuestra maldad - Tomaste forma civil - Y bajo nombre; - Tú que en tu divinidad - Juntaste cosa tan vil - Como el hombre; - Tú que tan grandes tormentos - Sufriste sin resistencia - En tu persona, - No por mis merecimientos, - Mas por tu sola clemencia - Me perdona. - -CABO - - Así con tal entender - Todos sentidos humanos - Conservados, - Cercado de su mujer, - De hijos y de hermanos - Y criados, - Dio el alma a quien se la dio, - (El cual la ponga en el cielo - Y en su gloria), - Y aunque la vida murió, - Nos dexó harto consuelo - Su memoria. - - - - -ROMANCES VIEJOS - - -_3. Romance de Abenámar_ - - --¡Abenámar, Abenámar, - moro de la morería, - el día que tú naciste - grandes señales había! - Estaba la mar en calma, - la luna estaba crecida: - moro que en tal signo nace, - no debe decir mentira.-- - Allí respondiera el moro, - bien oiréis lo que decía: - --Yo te la diré, señor, - aunque me cueste la vida, - porque soy hijo de un moro - y una cristiana cautiva; - siendo yo niño y muchacho - mi madre me lo decía: - que mentira no dijese, - que era grande villanía: - por tanto pregunta, rey, - que la verdad te diría. - --Yo te agradezco, Abenámar - aquesa tu cortesía. - ¿Qué castillos son aquellos? - ¡Altos son y relucían! - --El Alhambra era, señor, - y la otra la mezquita; - los otros los Alixares, - labrados a maravilla. - El moro que los labraba - cien doblas ganaba al día, - y el día que no los labra - otras tantas se perdía. - El otro es Generalife, - huerta que par no tenía; - el otro Torres Bermejas, - castillo de gran valía.-- - Allí habló el rey don Juan, - bien oiréis lo que decía: - --Si tú quisieses, Granada, - contigo me casaría; - darete en arras y dote - a Córdoba y a Sevilla. - --Casada soy, rey don Juan, - casada soy, que no viuda; - el moro que a mí me tiene - muy grande bien me quería. - - -_4. Romance del rey moro que perdió Alhama_ - - Paseábase el rey moro - por la ciudad de Granada, - desde la puerta de Elvira - hasta la de Vivarrambla. - «¡Ay de mi Alhama!» - Cartas le fueron venidas - que Alhama era ganada: - las cartas echó en el fuego, - y al mensajero matara. - «¡Ay de mi Alhama!» - Descabalga de una mula, - y en un caballo cabalga; - por el Zacatín arriba - subido se había al Alhambra. - «¡Ay de mi Alhama!» - Como en el Alhambra estuvo, - al mismo punto mandaba - que se toquen sus trompetas, - sus añafiles de plata. - «¡Ay de mi Alhama!» - Y que las cajas de guerra - apriesa toquen al arma, - porque lo oigan sus moros, - los de la Vega y Granada. - «¡Ay de mi Alhama!» - Los moros que el son oyeron - que al sangriento Marte llama, - uno a uno y dos a dos - juntado se ha gran batalla. - «¡Ay de mi Alhama!» - Allí habló un moro viejo, - de esta manera hablara: - --¿Para qué nos llamas, rey, - para qué es esta llamada?-- - «¡Ay de mi Alhama!» - --Habéis de saber, amigos, - una nueva desdichada: - que cristianos de braveza - ya nos han ganado Alhama.-- - «¡Ay de mi Alhama!» - Allí habló un alfaquí - de barba crecida y cana: - --¡Bien se te emplea, buen rey, - buen rey, bien se te empleara! - «¡Ay de mi Alhama!» - Mataste los Bencerrajes, - que eran la flor de Granada; - cogiste los tornadizos - de Córdoba la nombrada. - «¡Ay de mi Alhama!» - Por eso mereces, rey, - una pena muy doblada: - que te pierdas tú y el reino, - y aquí se pierda Granada.-- - «¡Ay de mi Alhama!» - - -_5. Romance de Rosa fresca_ - - --Rosa fresca, rosa fresca, - tan garrida y con amor, - cuando vos tuve en mis brazos, - no vos supe servir, no; - y agora que os serviría - no vos puedo haber, no. - --Vuestra fue la culpa, amigo, - vuestra fue, que mía no; - enviástesme una carta - con un vuestro servidor, - y en lugar de recaudar - él dijera otra razón: - que érades casado, amigo, - allá en tierras de León; - que tenéis mujer hermosa - y hijos como una flor. - --Quien os lo dijo, señora, - no vos dijo verdad, no; - que yo nunca entré en Castilla - ni allá en tierras de León, - sino cuando era pequeño, - que no sabía de amor. - - -_6. Romance de Fontefrida_ - - Fonte-frida, fonte-frida, - fonte-frida y con amor, - do todas las avecicas - van tomar consolación, - si no es la tortolica - que está viuda y con dolor. - Por allí fuera a pasar - el traidor del ruiseñor: - las palabras que le dice - llenas son de traïción: - --Si tú quisieses, señora, - yo sería tu servidor. - --Vete de ahí, enemigo, - malo, falso, engañador, - que ni poso en ramo verde, - ni en prado que tenga flor; - que si el agua hallo clara, - turbia la bebía yo; - que no quiero haber marido, - porque hijos no haya, no: - no quiero placer con ellos, - ni menos consolación. - ¡Déjame, triste enemigo, - malo, falso, mal traidor, - que no quiero ser tu amiga, - ni casar contigo, no! - - -_7. Romance de Blanca-niña_ - - Blanca sois, señora mía, - más que no el rayo del sol: - ¿si la dormiré esta noche - desarmado y sin pavor? - que siete años había, siete, - que no me desarmo, no. - Más negras tengo mis carnes - que un tiznado carbón. - --Dormilda, señor, dormilda, - desarmado sin temor, - que el conde es ido a la caza - a los montes de León. - --Rabia le mate los perros, - y águilas el su halcón, - y del monte hasta casa - a él arrastre el morón.-- - Ellos en aquesto estando - su marido que llegó: - --¿Qué hacéis, la Blanca-niña, - hija de padre traidor? - --Señor, peino mis cabellos, - péinolos con gran dolor, - que me dejéis a mi sola - y a los montes os vais vos. - --Esa palabra, la niña, - no era sino traición: - ¿cúyo es aquel caballo - que allá bajo relinchó? - --Señor, era de mi padre, - y envióoslo para vos. - --¿Cúyas son aquellas armas - que están en el corredor? - --Señor, eran de mi hermano, - y hoy os las envió. - --¿Cúya es aquella lanza, - desde aquí la veo yo? - --Tomalda, conde, tomalda, - matadme con ella vos, - que aquesta muerte, buen conde - bien os la merezco yo. - - -_8. Romance del conde Arnaldos_ - - ¡Quién hubiese tal ventura - sobre las aguas del mar, - como hubo el conde Arnaldos - la mañana de San Juan! - Con un falcón en la mano - la caza iba a cazar, - vio venir una galera - que a tierra quiere llegar. - Las velas traía de seda, - la jarcia de un cendal, - marinero que la manda - diciendo viene un cantar - que la mar facía en calma, - los vientos hace amainar, - los peces que andan nel hondo - arriba los hace andar, - las aves que andan volando - nel mástel las faz posar. - Allí fabló el conde Arnaldos, - bien oiréis lo que dirá: - --Por Dios te ruego, marinero, - dígasme ora ese cantar.-- - Respondiole el marinero, - tal respuesta le fue a dar: - --Yo no digo esta canción - sino a quien conmigo va. - - -_9. Romance de la hija del rey de Francia_ - - De Francia partió la niña, - de Francia la bien guarnida: - íbase para París, - do padre y madre tenía. - Errado lleva el camino, - errado lleva la guía: - arrimárase a un roble - por esperar compañía. - Vio venir un caballero - que a París lleva la guía. - La niña desque lo vido - de esta suerte le decía: - --Si te place, caballero, - llévesme en tu compañía. - --Pláceme, dijo, señora, - pláceme, dijo, mi vida.-- - Apeose del caballo - por hacelle cortesía; - puso la niña en las ancas - y él subiérase en la silla. - En el medio del camino - de amores la requería. - La niña desque lo oyera - díjole con osadía: - --Tate, tate, caballero, - no hagáis tal villanía: - hija soy de un malato - y de una malatía; - el hombre que a mí llegase - malato se tornaría.-- - El caballero con temor - palabra no respondía. - A la entrada de París - la niña se sonreía. - --¿De qué vos reís, señora? - ¿de qué vos reís, mi vida? - --Ríome del caballero, - y de su gran cobardía, - ¡tener la niña en el campo - y catarle cortesía!-- - Caballero con vergüenza - estas palabras decía: - --Vuelta, vuelta, mi señora, - que una cosa se me olvida.-- - La niña como discreta - dijo: --Yo no volvería, - ni persona, aunque volviese, - en mi cuerpo tocaría: - hija soy del rey de Francia - y de la reina Constantina, - el hombre que a mí llegase, - muy caro le costaría. - - -_10. Romance de doña Alda_ - - En París está doña Alda - la esposa de don Roldán, - trescientas damas con ella - para la acompañar: - todas visten un vestido, - todas calzan un calzar, - todas comen a una mesa, - todas comían de un pan, - sino era doña Alda, - que era la mayoral. - Las ciento hilaban oro, - las ciento tejen cendal, - las ciento tañen instrumentos - para doña Alda holgar. - Al son de los instrumentos - doña Alda adormido se ha: - ensoñado había un sueño, - un sueño de gran pesar. - Recordó despavorida - y con un pavor muy grand, - los gritos daba tan grandes - que se oían en la ciudad. - Allí hablaron sus doncellas, - bien oiréis lo que dirán: - --¿Qué es aquesto, mi señora? - ¿quién es el que os hizo mal? - --Un sueño soñé, doncellas, - que me ha dado gran pesar; - que me veía en un monte - en un desierto lugar: - de so los montes muy altos - un azor vide volar, - tras dél viene una aguililla - que lo ahinca muy mal. - El azor con grande cuita - metiose so mi brial; - el aguililla con grande ira - de allí lo iba a sacar; - con las uñas lo despluma, - con el pico lo deshaz.-- - Allí habló su camarera, - bien oiréis lo que dirá: - --Aquese sueño, señora, - bien os lo entiendo soltar; - el azor es vuestro esposo, - que viene de allén la mar; - el águila sedes vos, - con la cual ha de casar, - y aquel monte es la iglesia - donde os han de velar. - --Si así es, mi camarera, - bien te lo entiendo pagar.-- - Otro día de mañana - cartas de fuera le traen; - tintas venían de dentro, - de fuera escritas con sangre, - que su Roldán era muerto - en la caza de Roncesvalles. - - - - -GARCILASO DE LA VEGA - - -_11. Égloga primera_ - -_A Don Pedro de Toledo, marqués de Villafranca, virrey de Nápoles_ - -SALICIO, NEMOROSO - - El dulce lamentar de dos pastores, - Salicio juntamente y Nemoroso, - He de cantar, sus quejas imitando; - Cuyas ovejas al cantar sabroso - Estaban muy atentas, los amores, - De pacer olvidadas, escuchando. - Tú, que ganaste obrando - Un nombre en todo el mundo, - Y un grado sin segundo, - Agora estés atento, solo y dado - Al ínclito gobierno del estado - Albano; agora vuelto a la otra parte, - Resplandeciente, armado, - Representando en tierra el fiero Marte; - Agora de cuidados enojosos - Y de negocios libre, por ventura - Andes a caza, el monte fatigando - En ardiente jinete, que apresura - El curso tras los ciervos temerosos, - Que en vano su morir van dilatando; - Espera, que en tornando - A ser restituido - Al ocio ya perdido, - Luego verás ejercitar mi pluma - Por la infinita innumerable suma - De tus virtudes y famosas obras; - Antes que me consuma, - Faltando a ti, que a todo el mundo sobras. - En tanto que este tiempo que adivino - Viene a sacarme de la deuda un día, - Que se debe a tu fama y a tu gloria; - Que es deuda general, no solo mía, - Mas de cualquier ingenio peregrino - Que celebra lo digno de memoria; - El árbol de vitoria - Que ciñe estrechamente - Tu gloriosa frente - Dé lugar a la hiedra que se planta - Debajo de tu sombra, y se levanta - Poco a poco, arrimada a tus loores; - Y en cuanto esto se canta, - Escucha tú el cantar de mis pastores. - Saliendo de las ondas encendido, - Rayaba de los montes el altura - El sol, cuando Salicio, recostado - Al pie de una alta haya, en la verdura, - Por donde una agua clara con sonido - Atravesaba el fresco y verde prado; - Él, con canto acordado - Al rumor que sonaba - Del agua que pasaba, - Se quejaba tan dulce y blandamente - Como si no estuviera de allí ausente - La que de su dolor culpa tenía; - Y así, como presente, - Razonando con ella, le decía. - -SALICIO - - --¡Oh más dura que mármol a mis quejas, - Y al encendido fuego en que me quemo - Más helada que nieve, Galatea! - Estoy muriendo, y aun la vida temo; - Témola con razón, pues tú me dejas; - Que no hay, sin ti, el vivir para qué sea. - Vergüenza he que me vea - Ninguno en tal estado, - De ti desamparado, - Y de mí mismo yo me corro agora. - ¿De un alma te desdeñas ser señora, - Donde siempre moraste, no pudiendo - Della salir un hora? - Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. - El sol tiende los rayos de su lumbre - Por montes y por valles, despertando - Las aves y animales y la gente; - Cuál por el aire claro va volando, - Cuál por el verde valle o alta cumbre - Paciendo va segura y libremente, - Cuál con el sol presente - Va de nuevo al oficio, - Y al usado ejercicio - Do su natura o menester le inclina. - Siempre está en llanto esta ánima mezquina - Cuando la sombra el mundo va cubriendo - O la luz se avecina. - Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. - ¿Y tú, desta mi vida ya olvidada, - Sin mostrar un pequeño sentimiento - De que por ti Salicio triste muera, - Dejas llevar, desconocida, al viento - El amor y la fe que ser guardada - Eternamente solo a mí debiera? - ¡Oh Dios! ¿Por qué siquiera, - Pues ves desde tu altura - Esta falsa perjura - Causar la muerte de un estrecho amigo, - No recibe del cielo algún castigo? - Si en pago del amor yo estoy muriendo, - ¿Qué hará el enemigo? - Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. - Por ti el silencio de la selva umbrosa, - Por ti la esquividad y apartamiento - Del solitario monte me agradaba; - Por ti la verde yerba, el fresco viento, - El blanco lirio y colorada rosa - Y dulce primavera deseaba. - ¡Ay, cuánto me engañaba! - ¡Ay, cuán diferente era - Y cuán de otra manera - Lo que en tu falso pecho se escondía! - Bien claro con su voz me lo decía - La siniestra corneja, repitiendo - La desventura mía. - Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. - ¡Cuántas veces, durmiendo en la floresta, - Reputándolo yo por desvarío, - Vi mi mal entre sueños, desdichado! - Soñaba que en el tiempo del estío - Llevaba, por pasar allí la siesta, - A beber en el Tajo mi ganado; - Y después de llegado, - Sin saber de cuál arte, - Por desusada parte - Y por nuevo camino el agua se iba; - Ardiendo yo con la calor estiva, - El curso enajenado iba siguiendo - Del agua fugitiva. - Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. - Tu dulce habla ¿en cúya oreja suena? - Tus claros ojos ¿a quién los volviste? - ¿Por quién tan sin respeto me trocaste? - Tu quebrantada fe ¿dó la pusiste? - ¿Cuál es el cuello que como en cadena - De tus hermosos brazos anudaste? - No hay corazón que baste, - Aunque fuese de piedra, - Viendo mi amada hiedra, - De mí arrancada, en otro muro asida, - Y mi parra en otro olmo entretejida, - Que no se esté con llanto deshaciendo - Hasta acabar la vida. - Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. - ¿Qué no se esperará de aquí adelante, - Por difícil que sea y por incierto? - O ¿qué discordia no será juntada? - Y juntamente ¿qué tendrá por cierto, - O qué de hoy más no temerá el amante, - Siendo a todo materia por ti dada? - Cuando tú enajenada - De mí, cuitado, fuiste, - Notable causa diste - Y ejemplo a todos cuantos cubre el cielo, - Que el más seguro tema con recelo - Perder lo que estuviere poseyendo. - Salid fuera sin duelo, - Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. - Materia diste al mundo de esperanza - De alcanzar lo imposible y no pensado, - Y de hacer juntar lo diferente, - Dando a quien diste el corazón malvado, - Quitándolo de mí con tal mudanza - Que siempre sonará de gente en gente. - La cordera paciente - Con el lobo hambriento - Hará su ayuntamiento, - Y con las simples aves sin ruido - Harán las bravas sierpes ya su nido; - Que mayor diferencia comprehendo - De ti al que has escogido. - Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. - Siempre de nueva leche en el verano - Y en el invierno abundo; en mi majada - La manteca y el queso está sobrado; - De mi cantar pues yo te vi agradada, - Tanto, que no pudiera el mantuano - Títiro ser de ti más alabado, - No soy pues, bien mirado, - Tan disforme ni feo; - Que aun agora me veo - En esta agua que corre clara y pura, - Y cierto no trocara mi figura - Con ese que de mí se está riendo; - Trocara mi ventura. - Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. - ¿Cómo te vine en tanto menosprecio? - ¿Cómo te fui tan presto aborrecible? - ¿Cómo te faltó en mí el conocimiento? - Si no tuvieras condición terrible, - Siempre fuera tenido de ti en precio, - Y no viera de ti este apartamiento. - ¿No sabes que sin cuento - Buscan en el estío - Mis ovejas el frío - De la sierra de Cuenca, y el gobierno - Del abrigado Extremo en el invierno? - Mas ¡qué vale el tener, si derritiendo - Me estoy en llanto eterno! - Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. - Con mi llorar las piedras enternecen - Su natural dureza y la quebrantan, - Los árboles parece que se inclinan, - Las aves que me escuchan, cuando cantan, - Con diferente voz se condolecen, - Y mi morir cantando me adivinan. - Las fieras que reclinan - Su cuerpo fatigado, - Dejan el sosegado - Sueño por escuchar mi llanto triste. - Tú sola contra mí te endureciste, - Los ojos aun siquiera no volviendo - A lo que tú hiciste. - Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. - Mas ya que a socorrerme aquí no vienes, - No dejes el lugar que tanto amaste; - Que bien podrás venir de mí segura; - Y dejaré el lugar do me dejaste; - Ven, si por solo esto te detienes. - Ves aquí un prado lleno de verdura, - Ves aquí una espesura, - Ves aquí una agua clara, - En otro tiempo cara, - A quien de ti con lágrimas me quejo. - Quizá aquí hallarás, pues yo me alejo, - Al que todo mi bien quitarme puede; - Que pues el bien le dejo, - No es mucho que lugar también le quede.-- - Aquí dio fin a su cantar Salicio, - Y suspirando en el postrero acento, - Soltó de llanto una profunda vena. - Queriendo el monte al grave sentimiento - De aquel dolor en algo ser propicio, - Con la pasada voz retumba y suena. - La blanda Filomena, - Casi como dolida - Y a compasión movida, - Dulcemente responde al son lloroso. - Lo que cantó tras esto Nemoroso - Decidlo vos, Pïérides; que tanto - No puedo yo ni oso, - Que siento enflaquecer mi débil canto. - -NEMOROSO - - --Corrientes aguas, puras, cristalinas; - Árboles que os estáis mirando en ellas, - Verde prado de fresca sombra lleno, - Aves que aquí sembráis vuestras querellas, - Hiedra que por los árboles caminas, - Torciendo el paso por su verde seno; - Yo me vi tan ajeno - Del grave mal que siento, - Que de puro contento - Con vuestra soledad me recreaba, - Donde con dulce sueño reposaba, - O con el pensamiento discurría - Por donde no hallaba - Sino memorias llenas de alegría; - Y en este mismo valle, donde agora - Me entristezco y me canso, en el reposo - Estuve ya contento y descansado. - ¡Oh bien caduco, vano y presuroso! - Acuérdome durmiendo aquí algún hora, - Que despertando, a Elisa vi a mi lado. - ¡Oh miserable hado! - ¡Oh tela delicada - Antes de tiempo dada - A los agudos filos de la muerte! - Más convenible fuera aquesta suerte - A los cansados años de mi vida, - Que es más que el hierro fuerte, - Pues no la ha quebrantado tu partida. - ¿Dó están agora aquellos claros ojos - Que llevaban tras sí como colgada - Mi ánima do quier que se volvían? - ¿Dó está la blanca mano delicada, - Llena de vencimientos y despojos - Que de mí mis sentidos le ofrecían? - Los cabellos que vían - Con gran desprecio al oro, - Como a menor tesoro - ¿Adónde están? ¿Adónde el blanco pecho? - ¿Dó la columna que el dorado techo - Con presunción graciosa sostenía? - Aquesto todo agora ya se encierra, - Por desventura mía, - En la fría, desierta y dura tierra. - ¿Quién me dijera, Elisa, vida mía, - Cuando en aqueste valle al fresco viento - Andábamos cogiendo tiernas flores, - Que había de ver con largo apartamiento - Venir el triste y solitario día - Que diese amargo fin a mis amores? - El cielo en mis dolores - Cargó la mano tanto, - Que a sempiterno llanto - Y a triste soledad me ha condenado; - Y lo que siento más es verme atado - A la pesada vida y enojosa, - Solo, desamparado, - Ciego sin lumbre en cárcel tenebrosa. - Después que nos dejaste, nunca pace - En hartura el ganado ya, ni acude - El campo al labrador con mano llena. - No hay bien que en mal no se convierta y mude: - La mala yerba al trigo ahoga, y nace - En lugar suyo la infelice avena; - La tierra, que de buena - Gana nos producía - Flores con que solía - Quitar en solo vellas mil enojos, - Produce agora en cambio estos abrojos, - Ya de rigor de espinas intratable; - Y yo hago con mis ojos - Crecer, llorando, el fruto miserable. - Como al partir del sol la sombra crece, - Y en cayendo su rayo se levanta - La negra escuridad que el mundo cubre, - De do viene el temor que nos espanta, - Y la medrosa forma en que se ofrece - Aquello que la noche nos encubre, - Hasta que el sol descubre - Su luz pura y hermosa; - Tal es la tenebrosa - Noche de tu partir, en que he quedado - De sombra y de temor atormentado, - Hasta que muerte el tiempo determine - Que a ver el deseado - Sol de tu clara vista me encamine. - Cual suele el ruiseñor con triste canto - Quejarse, entre las hojas escondido, - Del duro labrador, que cautamente - Le despojó su caro y dulce nido - De los tiernos hijuelos entre tanto - Que del amado ramo estaba ausente, - Y aquel dolor que siente - Con diferencia tanta - Por la dulce garganta - Despide, y a su canto el aire suena, - Y la callada noche no refrena - Su lamentable oficio y sus querellas, - Trayendo de su pena - Al cielo por testigo y las estrellas; - Desta manera suelto yo la rienda - A mi dolor, y así me quejo en vano - De la dureza de la muerte airada. - Ella en mi corazón metió la mano, - Y de allí me llevó mi dulce prenda; - Que aquel era su nido y su morada. - ¡Ay muerte arrebatada! - Por ti me estoy quejando - Al cielo y enojando - Con importuno llanto al mundo todo: - Tan desigual dolor no sufre modo. - No me podrán quitar el dolorido - Sentir, si ya del todo - Primero no me quitan el sentido. - Una parte guardé de tus cabellos, - Elisa, envueltos en un blanco paño, - Que nunca de mi seno se me apartan; - Descójolos, y de un dolor tamaño - Enternecerme siento, que sobre ellos - Nunca mis ojos de llorar se hartan. - Sin que de allí se partan, - Con suspiros calientes, - Más que la llama ardientes, - Los enjugo del llanto, y de consuno - Casi los paso y cuento uno a uno; - Juntándolos, con un cordón los ato. - Tras esto el importuno - Dolor me deja descansar un rato. - Mas luego a la memoria se me ofrece - Aquella noche tenebrosa, escura, - Que siempre aflige esta ánima mezquina - Con la memoria de mi desventura. - Verte presente agora me parece - En aquel duro trance de Lucina, - Y aquella voz divina, - Con cuyo son y acentos - A los airados vientos - Pudieras amansar, que agora es muda, - Me parece que oigo que a la cruda, - Inexorable diosa demandabas - En aquel paso ayuda; - Y tú, rústica diosa, ¿dónde estabas? - ¿Íbate tanto en perseguir las fieras? - ¿Íbate tanto en un pastor dormido? - ¿Cosa pudo bastar a tal crüeza, - Que, conmovida a compasión, oído - A los votos y lágrimas no dieras - Por no ver hecha tierra tal belleza, - O no ver la tristeza - En que tu Nemoroso - Queda, que su reposo - Era seguir tu oficio, persiguiendo - Las fieras por los montes, y ofreciendo - A tus sagradas aras los despojos? - ¿Y tú, ingrata, riendo - Dejas morir mi bien ante mis ojos? - Divina Elisa, pues agora el cielo - Con inmortales pies pisas y mides, - Y su mudanza ves, estando queda, - ¿Por qué de mí te olvidas, y no pides - Que se apresure el tiempo en que este velo - Rompa del cuerpo, y verme libre pueda, - Y en la tercera rueda - Contigo mano a mano - Busquemos otro llano, - Busquemos otros montes y otros ríos, - Otros valles floridos y sombríos, - Donde descanse y siempre pueda verte - Ante los ojos míos, - Sin miedo y sobresalto de perderte?-- - Nunca pusieran fin al triste lloro - Los pastores, ni fueran acabadas - Las canciones que solo el monte oía, - Si mirando las nubes coloradas, - Al trasmontar del sol bordadas de oro, - No vieran que era ya pasado el día. - La sombra se veía - Venir corriendo apriesa - Ya por la falda espesa - Del altísimo monte, y recordando - Ambos como de sueño, y acabando - El fugitivo sol, de luz escaso, - Su ganado llevando, - Se fueron recogiendo paso a paso. - - -_12. A la flor de Gnido_ - - Si de mi baja lira - Tanto pudiese el son, que en un momento - Aplacase la ira - Del animoso viento, - Y la furia del mar y el movimiento; - Y en ásperas montañas - Con el suave canto enterneciese - Las fieras alimañas, - Los árboles moviese, - Y al son confusamente los trajese; - No pienses que cantado - Sería de mí, hermosa flor de Gnido, - El fiero Marte airado, - A muerte convertido, - De polvo y sangre y de sudor teñido; - Ni aquellos capitanes - En las sublimes ruedas colocados, - Por quien los alemanes - El fiero cuello atados, - Y los franceses van domesticados. - Mas solamente aquella - Fuerza de tu beldad sería cantada, - Y alguna vez con ella - También sería notada - El aspereza de que estás armada; - Y cómo por ti sola, - Y por tu gran valor y hermosura, - Convertido en viola, - Llora su desventura - El miserable amante en tu figura. - Hablo de aquel cativo, - De quien tener se debe más cuidado, - Que está muriendo vivo, - Al remo condenado, - En la concha de Venus amarrado. - Por ti, como solía, - Del áspero caballo no corrige - La furia y gallardía, - Ni con freno le rige, - Ni con vivas espuelas ya le aflige. - Por ti, con diestra mano - No revuelve la espada presurosa, - Y en el dudoso llano - Huye la polvorosa - Palestra como sierpe ponzoñosa. - Por ti, su blanda musa, - En lugar de la cítara sonante, - Tristes querellas usa, - Que con llanto abundante - Hacen bañar el rostro del amante. - Por ti, el mayor amigo - Le es importuno, grave y enojoso; - Yo puedo ser testigo - Que ya del peligroso - Naufragio fui su puerto y su reposo. - Y agora en tal manera - Vence el dolor a la razón perdida, - Que ponzoñosa fiera - Nunca fue aborrecida - Tanto como yo dél, ni tan temida. - No fuiste tú engendrada - Ni producida de la dura tierra; - No debe ser notada - Que ingratamente yerra - Quien todo el otro error de sí destierra. - Hágate temerosa - El caso de Anaxárete, y cobarde, - Que de ser desdeñosa - Se arrepintió muy tarde; - Y así, su alma con su mármol arde. - Estábase alegrando - Del mal ajeno el pecho empedernido, - Cuando abajo mirando - El cuerpo muerto vido - Del miserable amante, allí tendido. - Y al cuello el lazo atado, - Con que desenlazó de la cadena - El corazón cuitado, - Que con su breve pena - Compró la eterna punición ajena. - Sintió allí convertirse - En piedad amorosa el aspereza. - ¡Oh tarde arrepentirse! - ¡Oh última terneza! - ¿Cómo te sucedió mayor dureza? - Los ojos se enclavaron - En el tendido cuerpo que allí vieron, - Los huesos se tornaron - Más duros y crecieron, - Y en sí toda la carne convirtieron; - Las entrañas heladas - Tornaron poco a poco en piedra dura; - Por las venas cuitadas - La sangre su figura - Iba desconociendo y su natura; - Hasta que finalmente - En duro mármol vuelta y trasformada, - Hizo de sí la gente - No tan maravillada - Cuanto de aquella ingratitud vengada. - No quieras tú, señora, - De Némesis airada las saetas - Probar, por Dios, agora; - Baste que tus perfetas - Obras y hermosura a los poetas - Den inmortal materia, - Sin que también en verso lamentable - Celebren la miseria - De algún caso notable - Que por ti pase triste y miserable. - - - - -GUTIERRE DE CETINA - - -_13. Madrigal_ - - Ojos claros, serenos, - Si de un dulce mirar sois alabados, - ¿Por qué, si me miráis, miráis airados? - Si cuando más piadosos, - Más bellos parecéis a aquel que os mira, - No me miréis con ira, - Porque no parezcáis menos hermosos. - ¡Ay tormentos rabiosos! - Ojos claros, serenos, - Ya que así me miráis, miradme al menos. - - - - -FRAY LUIS DE LEÓN - - -_14. Vida retirada_ - - ¡Qué descansada vida - la del que huye el mundanal ruïdo, - y sigue la escondida - senda por donde han ido - los pocos sabios que en el mundo han sido! - Que no le enturbia el pecho - de los soberbios grandes el estado, - ni del dorado techo - se admira, fabricado - del sabio moro, en jaspes sustentado. - No cura si la fama - canta con voz su nombre pregonera, - ni cura si encarama - la lengua lisonjera - lo que condena la verdad sincera. - ¿Qué presta a mi contento - si soy del vano dedo señalado, - si en busca de este viento - ando desalentado - con ansias vivas, y mortal cuidado? - ¡Oh campo, oh monte, oh río! - ¡oh secreto seguro deleitoso! - roto casi el navío, - a vuestro almo reposo - huyo de aqueste mar tempestuoso. - Un no rompido sueño, - un día puro, alegre, libre quiero; - no quiero ver el ceño - vanamente severo - de quien la sangre ensalza o el dinero. - Despiértenme las aves - con su cantar süave no aprendido, - no los cuidados graves - de que es siempre seguido - quien al ajeno arbitrio está atenido. - Vivir quiero conmigo, - gozar quiero del bien que debo al cielo, - a solas sin testigo - libre de amor, de celo, - de odio, de esperanzas, de recelo. - Del monte en la ladera - por mi mano plantado tengo un huerto - que con la primavera - de bella flor cubierto - ya muestra en esperanza el fruto cierto. - Y como codiciosa - de ver y acrecentar su hermosura, - desde la cumbre airosa - una fontana pura - hasta llegar corriendo se apresura. - Y luego sosegada - el paso entre los árboles torciendo, - el suelo de pasada - de verdura vistiendo, - y con diversas flores va esparciendo. - El aire el huerto orea, - y ofrece mil olores al sentido, - los árboles menea - con un manso ruido - que del oro y del cetro pone olvido. - Ténganse su tesoro - los que de un flaco leño se confían: - no es mío ver el lloro - de los que desconfían - cuando el cierzo y el ábrego porfían. - La combatida antena - cruje, y en ciega noche el claro día - se torna, al cielo suena - confusa vocería, - y la mar enriquecen a porfía. - A mí una pobrecilla - mesa de amable paz bien abastada - me baste, y la vajilla - de fino oro labrada - sea de quien la mar no teme airada. - Y mientras miserable- - mente se están los otros abrasando - en sed insaciable - del no durable mando, - tendido yo a la sombra esté cantando. - A la sombra tendido - de yedra y lauro eterno coronado, - puesto el atento oído - al son dulce acordado - del plectro sabiamente meneado. - - -_15. A Francisco Salinas_ - - El aire se serena - y viste de hermosura y luz no usada, - Salinas, cuando suena - la música extremada - por vuestra sabia mano gobernada. - A cuyo son divino - mi alma que en olvido está sumida, - torna a cobrar el tino, - y memoria perdida - de su origen primera esclarecida. - Y como se conoce, - en suerte y pensamientos se mejora; - el oro desconoce - que el vulgo ciego adora, - la belleza caduca engañadora. - Traspasa el aire todo - hasta llegar a la más alta esfera, - y oye allí otro modo - de no perecedera - música, que es de todas la primera. - Ve cómo el gran maestro - a aquesta inmensa cítara aplicado, - con movimiento diestro - produce el son sagrado - con que este eterno templo es sustentado. - Y como está compuesta - de números concordes, luego envía - consonante respuesta, - y entrambas a porfía - mezclan una dulcísima armonía. - Aquí la alma navega - por un mar de dulzura, y finalmente - en él así se anega, - que ningún accidente - extraño o peregrino oye o siente. - ¡Oh desmayo dichoso! - ¡oh muerte que das vida! ¡oh dulce olvido! - ¡durase en tu reposo - sin ser restituido - jamás a aqueste bajo y vil sentido! - A este bien os llamo, - gloria del Apolíneo sacro coro, - amigos, a quien amo - sobre todo tesoro; - que todo lo demás es triste lloro. - ¡Oh! suene de contino, - Salinas, vuestro son en mis oídos, - por quien al bien divino - despiertan los sentidos, - quedando a lo demás amortecidos. - - -_16. A Felipe Ruiz_ - - ¿Cuándo será que pueda - libre de esta prisión volar al cielo, - Felipe, y en la rueda - que huye más del suelo, - contemplar la verdad pura sin velo? - Allí a mi vida junto - en luz resplandeciente convertido, - veré distinto y junto - lo que es y lo que ha sido, - y su principio propio y escondido. - Entonces veré cómo - el divino poder echó el cimiento - tan a nivel y plomo, - do estable eterno asiento - posee el pesadísimo elemento. - Veré las inmortales - columnas do la tierra está fundada, - las lindes y señales - con que a la mar airada - la Providencia tiene aprisionada. - Por qué tiembla la tierra, - por qué las hondas mares se embravecen, - dó sale a mover guerra - el cierzo, y por qué crecen - las aguas del Océano y descrecen. - De dó manan las fuentes; - quién ceba, y quién bastece de los ríos - las perpetuas corrientes; - de los helados fríos - veré las causas, y de los estíos. - Las soberanas aguas - del aire en la región quién las sostiene; - de los rayos las fraguas; - dó los tesoros tiene - de nieve Dios, y el trueno dónde viene. - ¿No ves cuando acontece - turbarse el aire todo en el verano? - el día se ennegrece, - sopla el gallego insano, - y sube hasta el cielo el polvo vano; - Y entre las nubes mueve - su carro Dios ligero y reluciente, - horrible son conmueve, - relumbra fuego ardiente, - treme la tierra, humíllase la gente. - La lluvia baña el techo, - envían largos ríos los collados; - su trabajo deshecho, - los campos anegados - miran los labradores espantados. - Y de allí levantado - veré los movimientos celestiales, - así el arrebatado - como los naturales, - las causas de los hados, las señales. - Quién rige las estrellas - veré, y quién las enciende con hermosas - y eficaces centellas; - por qué están las dos osas, - de bañarse en el mar siempre medrosas. - Veré este fuego eterno - fuente de vida y luz dó se mantiene; - y por qué en el invierno - tan presuroso viene, - por qué en las noches largas se detiene. - Veré sin movimiento - en la más alta esfera las moradas - del gozo y del contento, - de oro y luz labradas, - de espíritus dichosos habitadas. - - -_17. Noche serena_ - - Cuando contemplo el cielo - de innumerables luces adornado, - y miro hacia el suelo - de noche rodeado, - en sueño y en olvido sepultado: - El amor y la pena - despiertan en mi pecho una ansia ardiente; - despiden larga vena - los ojos hechos fuente; - la lengua dice al fin con voz doliente: - Morada de grandeza, - templo de claridad y hermosura, - mi alma que a tu alteza - nació, ¿qué desventura - la tiene en esta cárcel baja, oscura? - ¿Qué mortal desatino - de la verdad aleja así el sentido, - que de tu bien divino - olvidado, perdido - sigue la vana sombra, el bien fingido? - El hombre está entregado - al sueño, de su suerte no cuidando, - y con paso callado - el cielo vueltas dando - las horas del vivir le va hurtando. - ¡Ay! despertad, mortales; - mirad con atención en vuestro daño; - ¿las almas inmortales - hechas a bien tamaño - podrán vivir de sombra y solo engaño? - ¡Ay! levantad los ojos - a aquesta celestial eterna esfera, - burlaréis los antojos - de aquesa lisonjera - vida, con cuanto teme y cuanto espera. - ¿Es más que un breve punto - el bajo y torpe suelo, comparado - a aqueste gran trasunto, - do vive mejorado - lo que es, lo que será, lo que ha pasado? - Quien mira el gran concierto - de aquestos resplandores eternales, - su movimiento cierto, - sus pasos desiguales, - y en proporción concorde tan iguales: - La luna cómo mueve - la plateada rueda, y va en pos de ella - la luz do el saber llueve, - y la graciosa estrella - de amor le sigue reluciente y bella: - Y cómo otro camino - prosigue el sanguinoso Marte airado, - y el Júpiter benino - de bienes mil cercado - serena el cielo con su rayo amado: - Rodéase en la cumbre - Saturno, padre de los siglos de oro, - tras él la muchedumbre - del reluciente coro - su luz va repartiendo y su tesoro: - ¿Quién es el que esto mira, - y precia la bajeza de la tierra, - y no gime y suspira - por romper lo que encierra - el alma, y de estos bienes la destierra? - Aquí vive el contento, - aquí reina la paz: aquí asentado - en rico y alto asiento - está al amor sagrado - de honra y de deleites rodeado. - Inmensa hermosura - aquí se muestra toda; y resplandece - clarísima luz pura, - que jamás anochece; - eterna primavera aquí florece. - ¡Oh campos verdaderos! - ¡oh prados con verdad frescos y amenos! - ¡riquísimos mineros! - ¡Oh deleitosos senos! - ¡repuestos valles de mil bienes llenos! - - -_18. Morada del cielo_ - - Alma región luciente, - prado de bienandanza, que ni al hielo - ni con el rayo ardiente - falleces, fértil suelo - producidor eterno de consuelo: - De púrpura y de nieve - florida la cabeza coronado, - a dulces pastos mueve - sin honda ni cayado, - el buen Pastor en ti su hato amado. - Él va, y en pos dichosas - le siguen sus ovejas, do las pace - con inmortales rosas, - con flor que siempre nace, - y cuanto más se goza más renace. - Ya dentro a la montaña - del alto bien las guía; ya en la vena - del gozo fiel las baña, - y les da mesa llena, - pastor y pasto él solo, y suerte buena. - Y de su esfera cuando - la cumbre toca altísimo subido - el sol, él sesteando - de su hato ceñido - con dulce son deleita el santo oído. - Toca el rabel sonoro, - y el inmortal dulzor al alma pasa, - con que envilece el oro, - y ardiendo se traspasa - y lanza en aquel bien libre de tasa. - ¡Oh son, oh voz, siquiera - pequeña parte alguna descendiese - en mi sentido, y fuera - de sí el alma pusiese - y toda en ti, oh amor, la convirtiese! - Conocería dónde - sesteas, dulce Esposo, y desatada - de esta prisión a donde - padece, a tu manada - junta, no ya andará perdida, errada. - - -_19. En la Ascensión_ - - ¡Y dejas, Pastor santo, - tu grey en este valle hondo, escuro, - con soledad y llanto, - y tú rompiendo el puro - aire, te vas al inmortal seguro! - ¿Los antes bienhadados, - y los agora tristes y afligidos, - a tus pechos criados, - de Ti desposeídos, - a dó convertirán ya sus sentidos? - ¿Qué mirarán los ojos - que vieron de tu rostro la hermosura, - que no les sea enojos? - quien oyó tu dulzura, - ¿qué no tendrá por sordo y desventura? - Aqueste mar turbado - ¿quién le pondrá ya freno? ¿quién concierto - al viento fiero airado? - estando tú encubierto - ¿qué norte guiará la nave al puerto? - ¡Ay! nube envidïosa - aun de este breve gozo ¿qué te aquejas? - ¿dó vuelas presurosa? - ¡cuán rica tú te alejas! - ¡cuán pobres y cuán ciegos, ay, nos dejas! - - -_20. Imitación de diversos_ - - Vuestra tirana exención - y ese vuestro cuello erguido - estoy cierto que Cupido - pondrá en dura sujeción. - Vivid esquiva y exenta; - que a mi cuenta - vos serviréis al amor - cuando de vuestro dolor - ninguno quiera hacer cuenta. - Cuando la dorada cumbre - fuere de nieve esparcida, - y las dos luces de vida - recogieren ya su lumbre: - cuando la ruga enojosa - en la hermosa - frente y cara se mostrare, - y el tiempo que vuela helare - esa fresca y linda rosa: - Cuando os viéredes perdida, - os perderéis por querer, - sentiréis que es padecer - querer y no ser querida. - Diréis con dolor, Señora, - cada hora: - ¡quién tuviera, ay sin ventura, - o agora aquella hermosura - o antes el amor de agora! - A mil gentes que agraviadas - tenéis con vuestra porfía, - dejaréis en aquel día - alegres y bien vengadas. - Y por mil partes volando - publicando - el amor irá este cuento, - para aviso y escarmiento - de quien huye de su bando. - ¡Ay! por Dios, Señora bella, - mirad por vos, mientras dura - esa flor graciosa y pura, - que el no gozalla es perdella, - y pues no menos discreta - y perfeta - sois que bella y desdeñosa, - mirad que ninguna cosa - hay que a amor no esté sujeta. - El amor gobierna el cielo - con ley dulce eternamente, - ¿y pensáis vos ser valiente - contra él acá en el suelo? - Da movimiento y viveza - a belleza - el amor, y es dulce vida; - y la suerte más valida - sin él es triste pobreza. - ¿Qué vale el beber en oro, - el vestir seda y brocado, - el techo rico labrado, - los montones de tesoro? - ¿Y qué vale si a derecho - os da pecho - el mundo todo y adora, - si a la fin dormís, Señora, - en el solo y frío lecho? - - -_21. Soneto_ - - Agora con la aurora se levanta - mi luz, agora coge en rico ñudo - el hermoso cabello, agora el crudo - pecho ciñe con oro, y la garganta. - Agora vuelta al cielo pura y santa - las manos y ojos bellos alza, y pudo - dolerse agora de mi mal agudo; - agora incomparable tañe y canta. - Ansí digo, y del dulce error llevado, - presente ante mis ojos la imagino, - y lleno de humildad y amor la adoro. - Mas luego vuelve en sí el engañado - ánimo, y conociendo el desatino, - la rienda suelta largamente al lloro. - - - - -SAN JUAN DE LA CRUZ - - -_22. Cántico espiritual entre el alma y Cristo su Esposo_ - -ESPOSA - - ¿Adónde te escondiste, - Amado, y me dejaste con gemido? - Como el ciervo huiste, - Habiéndome herido; - Salí tras ti clamando, y ya eras ido. - Pastores, los que fuerdes - Allá por las majadas al otero, - Si por ventura vierdes - Aquel que yo más quiero - Decidle que adolezco, peno y muero. - Buscando mis amores, - Iré por esos montes y riberas, - Ni cogeré las flores, - Ni temeré las fieras, - Y pasaré los fuertes y fronteras. - ¡Oh bosques y espesuras, - Plantadas por la mano del Amado, - Oh prado de verduras, - De flores esmaltado, - Decid si por vosotros ha pasado! - -RESPUESTA DE LAS CRIATURAS - - Mil gracias derramando - Pasó por estos sotos con presura, - Y, yéndolos mirando, - Con sola su figura - Vestidos los dejó de su hermosura. - -ESPOSA - - ¡Ay, quién podrá sanarme! - Acaba de entregarte ya de vero, - No quieras enviarme - De hoy ya más mensajero, - Que no saben decirme lo que quiero. - Y todos cuantos vagan, - De ti me van mil gracias refiriendo, - Y todos más me llagan, - Y déjame muriendo - Un no sé qué que quedan balbuciendo. - Mas ¿cómo perseveras, - Oh vida, no viviendo donde vives, - Y haciendo porque mueras - Las flechas que recibes, - De lo que del Amado en ti concibes? - ¿Por qué, pues has llagado - A aqueste corazón, no le sanaste? - Y pues me le has robado, - ¿Por qué así lo dejaste, - Y no tomas el robo que robaste? - Apaga mis enojos, - Pues que ninguno basta a deshacellos, - Y véante mis ojos, - Pues eres lumbre de ellos - Y solo para ti quiero tenellos. - Descubre tu presencia, - Y máteme tu vista y hermosura: - Mira que la dolencia - De amor, que no se cura - Sino con la presencia y la figura. - ¡Oh cristalina fuente, - Si en esos tus semblantes plateados - Formases de repente - Los ojos deseados - Que tengo en mis entrañas dibujados! - Apártalos, Amado, - Que voy de vuelo. - -ESPOSO - - Vuélvete, paloma, - Que el ciervo vulnerado - Por el otero asoma, - Al aire de tu vuelo, y fresco toma. - -ESPOSA - - Mi amado, las montañas, - Los valles solitarios nemorosos, - Las ínsulas extrañas, - Los ríos sonorosos, - El silbo de los aires amorosos. - La noche sosegada, - En par de los levantes de la aurora, - La música callada, - La soledad sonora, - La cena, que recrea y enamora. - Cazadnos las raposas, - Que está ya florecida nuestra viña, - En tanto que de rosas - Hacemos una piña, - Y no parezca nadie en la montiña. - Detente, Cierzo muerto: - Ven, Austro, que recuerdas los amores, - Aspira por mi huerto, - Y corran tus olores, - Y pacerá el Amado entre las flores. - Oh ninfas de Judea, - En tanto que en las flores y rosales - El ámbar perfumea, - Morá en los arrabales, - Y no queráis tocar nuestros umbrales. - Escóndete, Carillo, - Y mira con tu haz a las montañas, - Y no quieras decillo; - Mas mira las compañas - De la que va por ínsulas extrañas. - -ESPOSO - - A las aves ligeras, - Leones, ciervos, gamos saltadores, - Montes, valles, riberas, - Aguas, aires, ardores, - Y miedos de las noches veladores, - Por las amenas liras - Y cantos de sirenas os conjuro - Que cesen vuestras iras, - Y no toquéis al muro, - Porque la Esposa duerma más seguro. - Entrádose ha la Esposa - En el ameno huerto deseado, - Y a su sabor reposa, - El cuello reclinado - Sobre los dulces brazos del Amado. - Debajo del manzano - Allí conmigo fuiste desposada, - Allí te di la mano, - Y fuiste reparada - Donde tu madre fuera violada. - -ESPOSA - - Nuestro lecho florido, - De cuevas de leones enlazado, - En púrpura teñido, - De paz edificado, - De mil escudos de oro coronado. - A zaga de tu huella - Los jóvenes discurren el camino, - Al toque de centella, - Al adobado vino, - Emisiones de bálsamo divino. - En la interior bodega - De mi amado bebí, y cuando salía - Por toda aquesta vega, - Ya cosa no sabía - Y el ganado perdí que antes seguía. - Allí me dio su pecho, - Allí me enseñó ciencia muy sabrosa, - Y yo le di de hecho - A mí, sin dejar cosa, - Allí le prometí de ser su esposa. - Mi alma se ha empleado - Y todo mi caudal en su servicio. - Ya no guardo ganado, - Ni ya tengo otro oficio: - Que ya solo en amar es mi ejercicio. - Pues ya si en el ejido - De hoy más no fuere vista ni hallada, - Diréis que me he perdido, - Que andando enamorada - Me hice perdidiza, y fui ganada. - De flores y esmeraldas - En las frescas mañanas escogidas, - Haremos las guirnaldas, - En tu amor florecidas, - Y en un cabello mío entretejidas. - En solo aquel cabello - Que en mi cuello volar consideraste, - Mirástele en mi cuello, - Y en él preso quedaste, - Y en uno de mis ojos te llagaste. - Cuando tú me mirabas, - Su gracia en mí tus ojos imprimían; - Por eso me adamabas, - Y en eso merecían - Los míos adorar lo que en ti vían. - No quieras despreciarme, - Que si color moreno en mí hallaste - Ya bien puedes mirarme, - Después que me miraste, - Que gracia y hermosura en mí dejaste. - -ESPOSO - - La blanca palomica - Al arca con el ramo se ha tornado, - Y ya la tortolica - Al socio deseado - En las riberas verdes ha hallado. - En soledad vivía, - Y en soledad ha puesto ya su nido, - Y en soledad la guía - A solas su querido, - También en soledad de amor herido. - -ESPOSA - - Gocémonos, Amado, - Y vámonos a ver en tu hermosura - Al monte y al collado, - Do mana el agua pura; - Entremos más adentro en la espesura. - Y luego a las subidas - Cavernas de las piedras nos iremos, - Que están bien escondidas, - Y allí nos entraremos, - Y el mosto de granadas gustaremos. - Allí me mostrarías - Aquello que mi alma pretendía, - Y luego me darías - Allí tú, vida mía, - Aquello que me diste el otro día. - El aspirar del aire, - El canto de la dulce Filomena, - El soto y su donaire, - En la noche serena - Con llama que consume y no da pena. - Que nadie lo miraba, - Aminadab tampoco parecía, - Y el cerco sosegaba, - Y la caballería - A vista de las aguas descendía. - - - - -ANÓNIMO - - -_23._ - - No me mueve, mi Dios, para quererte - El cielo que me tienes prometido, - Ni me mueve el infierno tan temido - Para dejar por eso de ofenderte. - Tú me mueves, Señor; muéveme el verte - Clavado en una cruz y escarnecido; - Muéveme ver tu cuerpo tan herido; - Muévenme tus afrentas y tu muerte. - Muéveme, al fin, tu amor, y en tal manera, - Que aunque no hubiera cielo, yo te amara. - Y aunque no hubiera infierno, te temiera. - No me tienes que dar porque te quiera; - Pues aunque lo que espero no esperara, - Lo mismo que te quiero te quisiera. - - - - -FRANCISCO DE LA TORRE - - -_24. La cierva_ - - Doliente cierva, que el herido lado - De ponzoñosa y cruda yerba lleno, - Buscas el agua de la fuente pura, - Con el cansado aliento y con el seno - Bello de la corriente sangre hinchado, - Débil y decaída tu hermosura: - ¡Ay! que la mano dura - Que tu nevado pecho - Ha puesto en tal estrecho, - Gozosa va con tu desdicha, cuando - Cierva mortal, viviendo, estás penando - Tu desangrado y dulce compañero, - El regalado y blando - Pecho pasado del veloz montero: - Vuelve cuitada, vuelve al valle, donde - Queda muerto tu amor, en vano dando - Términos desdichados a tu suerte. - Morirás en su seno, reclinando - La beldad, que la cruda mano esconde - Delante de la nube de la muerte. - Que el paso duro y fuerte, - Ya forzoso y terrible, - No puede ser posible - Que le escusen los cielos, permitiendo - Crudos astros que muera padeciendo - Las asechanzas de un montero crudo, - Que te vino siguiendo - Por los desiertos de este campo mudo. - Mas ¡ay! que no dilatas la inclemente - Muerte, que en tu sangriento pecho llevas, - Del crudo amor vencido y maltratado: - Tú con el fatigado aliento pruebas - A rendir el espíritu doliente - En la corriente de este valle amado. - Que el ciervo desangrado, - Que contigo la vida - Tuvo por bien perdida, - No fue tan poco de tu amor querido, - Que habiendo tan cruelmente padecido, - Quieras vivir sin él, cuando pudieras - Librar el pecho herido - De crudas llagas y memorias fieras. - Cuando por la espesura deste prado - Como tórtolas solas y queridas, - Solos y acompañados anduvistes: - Cuando de verde mirto y de floridas - Violetas, tierno acanto y lauro amado, - Vuestras frentes bellísimas ceñistes: - Cuando las horas tristes, - Ausentes y queridos, - Con mil mustios bramidos - Ensordecistes la ribera umbrosa - Del claro Tajo, rica y venturosa - Con vuestro bien, con vuestro mal sentida; - Cuya muerte penosa - No deja rastro de contenta vida. - Agora el uno, cuerpo muerto lleno - De desdén y de espanto, quien solía - Ser ornamento de la selva umbrosa: - Tú, quebrantada y mustia, al agonía - De la muerte rendida, el bello seno - Agonizando, el alma congojosa: - Cuya muerte gloriosa, - En los ojos de aquellos - Cuyos despojos bellos - Son victorias del crudo amor furioso, - Martirio fue de amor, triunfo glorioso - Con que corona y premia dos amantes - Que del siempre rabioso - Trance mortal salieron muy triunfantes. - Canción, fábula un tiempo, y caso agora - De una cierva doliente, que la dura - Flecha del cazador dejó sin vida, - Errad por la espesura - Del monte, que de gloria tan perdida - No hay sino lamentar su desventura. - - - - -GIL POLO - - -_25. Canción_ - - En el campo venturoso, - Donde con clara corriente - Guadalaviar hermoso - Dejando el suelo abundoso - Da tributo al mar potente; - Galatea, desdeñosa - Del dolor que a Licio daña, - Iba alegre y bulliciosa - Por la ribera arenosa - Que el mar con sus ondas baña, - Entre la arena cogiendo - Conchas y piedras pintadas, - Muchos cantares diciendo - Con el son del ronco estruendo - De las ondas alteradas: - Junto el agua se ponía, - Y las ondas aguardaba, - Y en verlas llegar huía; - Pero a veces no podía - Y el blanco pie se mojaba. - Licio, al cual en sufrimiento - Amador ninguno iguala, - Suspendió allí su tormento - Mientras miraba el contento - De su pulida zagala. - Mas cotejando su mal - Con el gozo que ella había - El fatigado zagal - Con voz amarga y mortal - De esta manera decía: - Ninfa hermosa, no te vea - Jugar con el mar horrendo; - Y aunque más placer te sea, - Huye del mar, Galatea, - Como estás de Licio huyendo. - Deja ahora de jugar, - Que me es dolor importuno: - No me hagas más penar, - Que en verte cerca del mar - Tengo celos de Neptuno. - Causa mi triste cuidado - Que a mi pensamiento crea: - Porque ya está averiguado - Que si no es tu enamorado - Lo será cuando te vea. - Y está cierto, porque amor - Sabe desde que me hirió, - Que para pena mayor - Me falta un competidor - Más poderoso que yo. - Deja la seca ribera, - Do está el alga infructuosa: - Guarda que no salga afuera - Alguna marina fiera - Enroscada y escamosa. - Huye ya, y mira que siento - Por ti dolores sobrados; - Porque con doble tormento - Celos me da tu contento - Y tu peligro cuidados. - En verte regocijada - Celos me hacen acordar - De Europa, ninfa preciada, - Del toro blanco engañada - En la ribera del mar. - Y el ordinario cuidado - Hace que piense contino - De aquel desdeñoso alnado, - Orilla el mar arrastrado, - Visto aquel monstruo marino. - Mas no veo en ti temor - De congoja y pena tanta; - Que bien sé por mi dolor - Que a quien no teme al amor - Ningún peligro le espanta. - Guarte pues de un gran cuidado: - Que el vengativo Cupido - Viéndose menospreciado, - Lo que no hace de grado, - Suele hacerlo de ofendido. - Ven conmigo al bosque ameno, - Y al apacible sombrío - De olorosas flores lleno, - Do en el día más sereno - No es enojoso el Estío. - Si el agua te es placentera, - Hay allí fuente tan bella, - Que para ser la primera - Entre todas, solo espera - Que tú te laves en ella. - En aqueste raso suelo - A guardar tu hermosa cara - No basta sombrero o velo; - Que estando al abierto cielo - El sol morena te para. - No escuchas dulces concentos, - Sino el espantoso estruendo - Con que los bravosos vientos - Con soberbios movimientos - Van las aguas revolviendo. - Y tras la fortuna fiera - Son las vistas más suaves - Ver llegar a la ribera - La destrozada madera - De las anegadas naves. - Ven a la dulce floresta, - Do natura no fue escasa: - Donde haciendo alegre fiesta - La más calorosa siesta - Con más deleite se pasa. - Huye los soberbios mares; - Ven, verás cómo cantamos - Tan deleitosos cantares - Que los más duros pesares - Suspendemos y engañamos; - Y aunque quien pasa dolores, - Amor le fuerza a cantarlos, - Yo haré que los pastores - No digan cantos de amores, - Porque huelgues de escucharlos. - Allí, por bosques y prados, - Podrás leer todas horas, - En mil robles señalados - Los nombres más celebrados - De las ninfas y pastoras. - Mas serate cosa triste - Ver tu nombre allí pintado, - En saber que escrita fuiste - Por el que siempre tuviste - De tu memoria borrado. - Y aunque mucho estés airada, - No creo yo que te asombre - Tanto el verte allí pintada, - Como el ver que eres amada - Del que allí escribió tu nombre. - No ser querida y amar - Fuera triste desplacer; - Mas ¿qué tormento o pesar - Te puede, Ninfa, causar - Ser querida y no querer? - Mas desprecia cuanto quieras - A tu pastor, Galatea; - Solo que en estas riberas - Cerca de las ondas fieras - Con mis ojos no te vea. - ¿Qué pasatiempo mejor - Orilla el mar puede hallarse - Que escuchar el ruiseñor, - Coger la olorosa flor - Y en clara fuente lavarse? - Pluguiera a Dios que gozaras - De nuestro campo y ribera, - Y porque más lo preciaras, - Ojalá tú lo probaras, - Antes que yo lo dijera. - Porque cuanto alabo aquí - De su crédito lo quito; - Pues el contentarme a mí - Bastará para que a ti - No te venga en apetito. - Licio mucho más le hablara, - Y tenía más que hablalle, - Si ella no se lo estorbara, - Que con desdeñosa cara - Al triste dice que calle. - Volvió a sus juegos la fiera - Y a sus llantos el pastor, - Y de la misma manera - Ella queda en la ribera, - Y él en su mismo dolor. - - - - -FERNANDO DE HERRERA - - -_26. Por la victoria de Lepanto_ - - Cantemos al Señor, que en la llanura - Venció del ancho mar al Trace fiero; - Tú, Dios de las batallas, tú eres diestra, - Salud y gloria nuestra. - Tú rompiste las fuerzas y la dura - Frente de Faraón, feroz guerrero; - Sus escogidos príncipes cubrieron - Los abismos del mar, y descendieron, - Cual piedra, en el profundo, y tu ira luego - Los tragó, como arista seca el fuego. - El soberbio tirano, confiado - En el grande aparato de sus naves, - Que de los nuestros la cerviz cautiva - Y las manos aviva - Al ministerio injusto de su estado, - Derribó con los brazos suyos graves - Los cedros más excelsos de la cima - Y el árbol que más yerto se sublima, - Bebiendo ajenas aguas y atrevido - Pisando el bando nuestro y defendido. - Temblaron los pequeños, confundidos - Del impío furor suyo; alzó la frente - Contra ti, Señor Dios, y con semblante - Y con pecho arrogante, - Y los armados brazos extendidos, - Movió el airado cuello aquel potente; - Cercó su corazón de ardiente saña - Contra las dos Hesperias, que el mar baña, - Porque en ti confiadas le resisten - Y de armas de tu fe y amor se visten. - Dijo aquel insolente y desdeñoso: - «¿No conocen mis iras estas tierras, - Y de mis padres los ilustres hechos, - O valieron sus pechos - Contra ellos con el húngaro medroso, - Y de Dalmacia y Rodas en las guerras? - ¿Quién las pudo librar? ¿Quién de sus manos - Pudo salvar los de Austria y los germanos? - ¿Podrá su Dios, podrá por suerte ahora - Guardallos de mi diestra vencedora? - »Su Roma, temerosa y humillada, - Los cánticos en lágrimas convierte; - Ella y sus hijos tristes mi ira esperan - Cuando vencidos mueran; - Francia está con discordia quebrantada, - Y en España amenaza horrible muerte - Quien honra de la luna las banderas; - Y aquellas en la guerra gentes fieras - Ocupadas están en su defensa, - Y aunque no, ¿quién hacerme puede ofensa? - »Los poderosos pueblos me obedecen, - Y el cuello con su daño al yugo inclinan, - Y me dan por salvarse ya la mano. - Y su valor es vano; - Que sus luces cayendo se oscurecen, - Sus fuertes a la muerte ya caminan, - Sus vírgenes están en cautiverio, - Su gloria ha vuelto al cetro de mi imperio. - Del Nilo a Éufrates fértil e Istro frío, - Cuanto el sol alto mira todo es mío.» - Tú, Señor, que no sufres que tu gloria - Usurpe quien su fuerza osado estima, - Prevaleciendo en vanidad y en ira, - Este soberbio mira, - Que tus aras afea en su vitoria. - No dejes que los tuyos así oprima, - Y en su cuerpo, cruel, las fieras cebe, - Y en su esparcida sangre el odio pruebe; - Que hecho ya su oprobio, dice: «¿Dónde - El Dios de estos está? ¿De quién se asconde?» - Por la debida gloria de tu nombre, - Por la justa venganza de tu gente, - Por aquel de los míseros gemido, - Vuelve el brazo tendido - Contra este, que aborrece ya ser hombre; - Y las honras que celas tú consiente; - Y tres y cuatro veces el castigo - Esfuerza con rigor a tu enemigo, - Y la injuria a tu nombre cometida - Sea el hierro contrario de su vida. - Levantó la cabeza el poderoso - Que tanto odio te tiene; en nuestro estrago - Juntó el consejo, y contra nos pensaron - Los que en él se hallaron. - «Venid, dijeron, y en el mar ondoso - Hagamos de su sangre un grande lago; - Deshagamos a estos de la gente, - Y el nombre de su Cristo juntamente, - Y dividiendo de ellos los despojos, - Hártense en muerte suya nuestros ojos.» - Vinieron de Asia y portentoso Egito - Los árabes y leves africanos, - Y los que Grecia junta mal con ellos, - Con los erguidos cuellos, - Con gran poder y número infinito; - Y prometer osaron con sus manos - Encender nuestros fines y dar muerte - A nuestra juventud con hierro fuerte, - Nuestros niños prender y las doncellas, - Y la gloria manchar y la luz dellas. - Ocuparon del piélago los senos, - Puesta en silencio y en temor la tierra, - Y cesaron los nuestros valerosos, - Y callaron dudosos, - Hasta que al fiero ardor de sarracenos - El Señor eligiendo nueva guerra, - Se opuso el joven de Austria generoso - Con el claro español y belicoso; - Que Dios no sufre ya en Babel cautiva - Que su Sion querida siempre viva. - Cual león a la presa apercibido, - Sin recelo los impíos esperaban - A los que tú, Señor, eras escudo; - Que el corazón desnudo - De pavor, y de amor y fe vestido, - Con celestial aliento confiaban. - Sus manos a la guerra compusiste, - Y sus brazos fortísimos pusiste - Como el arco acerado, y con la espada - Vibraste en su favor la diestra armada. - Turbáronse los grandes, los robustos - Rindiéronse temblando y desmayaron; - Y tú entregaste, Dios, como la rueda, - Como la arista queda - Al ímpetu del viento, a estos injustos, - Que mil huyendo de uno se pasmaron. - Cual fuego abrasa selvas, cuya llama - En las espesas cumbres se derrama, - Tal en tu ira y tempestad seguiste - Y su faz de ignominia convertiste. - Quebrantaste al cruel dragón, cortando - Las alas de su cuerpo temerosas - Y sus brazos terribles no vencidos; - Que con hondos gemidos - Se retira a su cueva, do silbando - Tiembla con sus culebras venenosas, - Lleno de miedo torpe sus entrañas, - De tu león temiendo las hazañas; - Que, saliendo de España, dio un rugido - Que lo dejó asombrado y aturdido. - Hoy se vieron los ojos humillados - Del sublime varón y su grandeza, - Y tú solo, Señor, fuiste exaltado; - Que tu día es llegado, - Señor de los ejércitos armados, - Sobre la alta cerviz y su dureza, - Sobre derechos cedros y extendidos, - Sobre empinados montes y crecidos, - Sobre torres y muros, y las naves - De Tiro, que a los tuyos fueron graves. - Babilonia y Egito amedrentada - Temerá el fuego y la asta violenta, - Y el humo subirá a la luz del cielo, - Y faltos de consuelo, - Con rostro oscuro y soledad turbada - Tus enemigos llorarán su afrenta. - Mas tú, Grecia, concorde a la esperanza - Egicia y gloria de su confianza, - Triste que a ella pareces, no temiendo - A Dios y a tu remedio no atendiendo, - ¿Por qué, ingrata, tus hijas adornaste - En adulterio infame a una impía gente, - Que deseaba profanar tus frutos, - Y con ojos enjutos - Sus odiosos pasos imitaste, - Su aborrecida vida y mal presente? - Dios vengará sus iras en tu muerte; - Que llega a tu cerviz con diestra fuerte - La aguda espada suya; ¿quién, cuitada, - Reprimirá su mano desatada? - Mas tú, fuerza del mar, tú, excelsa Tiro, - Que en tus naves estabas gloriosa, - Y el término espantabas de la tierra, - Y si hacías guerra, - De temor la cubrías con suspiro - ¿Cómo acabaste, fiera y orgullosa? - ¿Quién pensó a tu cabeza daño tanto? - Dios, para convertir tu gloria en llanto - Y derribar tus ínclitos y fuertes - Te hizo perecer con tantas muertes. - Llorad, naves del mar; que es destruïda - Vuestra vana soberbia y pensamiento. - ¿Quién ya tendrá de ti lástima alguna, - Tú, que sigues la luna, - Asia adúltera, en vicios sumergida? - ¿Quien mostrará un liviano sentimiento? - ¿Quién rogará por ti? Que a Dios enciende - Tu ira y la arrogancia que te ofende, - Y tus viejos delitos y mudanza - Han vuelto contra ti a pedir venganza. - Los que vieron tus brazos quebrantados - Y de tus pinos ir el mar desnudo, - Que sus ondas turbaron y llanura, - Viendo tu muerte oscura, - Dirán, de tus estragos espantados: - ¿Quién contra la espantosa tanto pudo? - El Señor, que mostró su fuerte mano - Por la fe de su príncipe cristiano - Y por el nombre santo de su gloria, - A su España concede esta vitoria. - Bendita, Señor, sea tu grandeza; - Que después de los daños padecidos, - Después de nuestras culpas y castigo, - Rompiste al enemigo - De la antigua soberbia la dureza. - Adórente, Señor, tus escogidos, - Confiese cuanto cerca el ancho cielo - Tu nombre ¡oh nuestro Dios, nuestro consuelo! - Y la cerviz rebelde, condenada, - Perezca en bravas llamas abrasada. - - -_27. Por la pérdida del rey don Sebastián_ - - Voz de dolor y canto de gemido - Y espíritu de miedo, envuelto en ira, - Hagan principio acerbo a la memoria - De aquel día fatal, aborrecido, - Que Lusitania mísera suspira, - Desnuda de valor, falta de gloria; - Y la llorosa historia - Asombre con horror funesto y triste - Desde el áfrico Atlante y seno ardiente - Hasta do el mar de otro color se viste, - Y do el límite rojo de oriente - Y todas sus vencidas gentes fieras - Ven tremolar de Cristo las banderas. - ¡Ay de los que pasaron, confiados - En sus caballos y en la muchedumbre - De sus carros, en ti, Libia desierta, - Y en su vigor y fuerzas engañados, - No alzaron su esperanza a aquella cumbre - De eterna luz, mas con soberbia cierta - Se ofrecieron la incierta - Vitoria, y sin volver a Dios sus ojos, - Con yerto cuello y corazón ufano - Solo atendieron siempre a los despojos! - Y el Santo de Israel abrió su mano, - Y los dejó, y cayó en despeñadero - El carro, y el caballo y caballero. - Vino el día crüel, el día lleno - De indignación, de ira y furor, que puso - En soledad y en un profundo llanto, - De gente y de placer el reino ajeno. - El cielo no alumbró, quedó confuso - El nuevo sol, presagio de mal tanto, - Y con terrible espanto - El Señor visitó sobre sus males, - Para humillar los fuertes arrogantes, - Y levantó los bárbaros no iguales, - Que con osados pechos y constantes - No busquen oro, mas con hierro airado - La ofensa venguen y el error culpado. - Los impíos y robustos, indinados, - Las ardientes espadas desnudaron - Sobre la claridad y hermosura - De tu gloria y valor, y no cansados - En tu muerte, tu honor todo afearon, - Mezquina Lusitania sin ventura; - Y con frente segura - Rompieron sin temor con fiero estrago - Tus armadas escuadras y braveza. - La arena se tornó sangriento lago, - La llanura con muertos aspereza; - Cayó en unos vigor, cayó denuedo; - Mas en otros desmayo y torpe miedo. - ¿Son estos por ventura los famosos, - Los fuertes, los belígeros varones - Que conturbaron con furor la tierra, - Que sacudieron reinos poderosos, - Que domaron las hórridas naciones, - Que pusieron desierto en cruda guerra - Cuanto el mar Indo encierra, - Y soberbias ciudades destruyeron? - ¿Dó el corazón seguro y la osadía? - ¿Cómo así se acabaron, y perdieron - Tanto heroico valor en solo un día; - Y lejos de su patria derribados, - No fueron justamente sepultados? - Tales ya fueron estos, cual hermoso - Cedro del alto Líbano, vestido - De ramos, hojas, con excelsa alteza; - Las aguas lo criaron poderoso - Sobre empinados árboles crecido, - Y se multiplicaron en grandeza - Sus ramos con belleza; - Y extendiendo su sombra, se anidaron - Las aves que sustenta el grande cielo, - Y en sus hojas las fieras engendraron, - Y hizo a mucha gente umbroso velo; - No igualó en celsitud y en hermosura - Jamás árbol alguno a su figura. - Pero elevose con su verde cima, - Y sublimó la presunción su pecho, - Desvanecido todo y confiado, - Haciendo de su alteza solo estima. - Por eso Dios lo derribó deshecho, - A los impíos y ajenos entregado, - Por la raíz cortado; - Que opreso de los montes arrojados, - Sin ramos y sin hojas y desnudo, - Huyeron dél los hombres, espantados, - Que su sombra tuvieron por escudo; - En su ruina y ramos cuantas fueron - Las aves y las fieras se pusieron. - Tú, infanda Libia, en cuya seca arena - Murió el vencido reino lusitano, - Y se acabó su generosa gloria, - No estés alegre y de ufanía llena; - Porque tu temerosa y flaca mano - Hubo sin esperanza tal vitoria, - Indina de memoria; - Que si el justo dolor mueve a venganza - Alguna vez el español coraje, - Despedazada con aguda lanza, - Compensarás muriendo el hecho ultraje; - Y Luco amedrentado, al mar inmenso - Pagará de africana sangre el censo. - - - - -DON JUAN DE ARGUIJO - - -_28. Al Guadalquivir, en una avenida_ - - Tú, a quien ofrece el apartado polo, - Hasta donde tu nombre se dilata, - Preciosos dones de luciente plata, - Que envidia el rico Tajo y el Pactolo; - Para cuya corona, como a solo - Rey de los ríos, entreteje y ata - Palas su oliva con la rama ingrata - Que contempla en tus márgenes Apolo; - Claro Guadalquivir, si impetuoso - Con crespas ondas y mayor corriente - Cubrieres nuestros campos mal seguros, - De la mejor ciudad, por quien famoso - Alzas igual al mar la altiva frente, - Respeta humilde los antiguos muros. - - -_29. La tempestad y la calma_ - - Yo vi del rojo sol la luz serena - Turbarse, y que en un punto desparece - Su alegre faz, y en torno se oscurece - El cielo con tiniebla de horror llena. - El austro proceloso airado suena, - Crece su furia, y la tormenta crece, - Y en los hombros de Atlante se estremece - El alto olimpo y con espanto truena; - Mas luego vi romperse el negro velo - Deshecho en agua, y a su luz primera - Restituirse alegre el claro día, - Y de nuevo esplendor ornado el cielo - Miré, y dije: ¿Quién sabe si le espera - Igual mudanza a la fortuna mía? - - -_30. La avaricia_ - - Castiga el cielo a Tántalo inhumano, - Que en impía mesa su rigor provoca, - Medir queriendo en competencia loca - Saber divino con engaño humano. - Agua en las aguas busca, y con la mano - El árbol fugitivo casi toca; - Huye el copioso Erídano a su boca, - Y en vez de fruta toca el aire vano. - Tú, que espantado de su pena, admiras - Que el cercano manjar en largo ayuno - Al gusto falte y a la vida sobre, - ¿Cómo de muchos Tántalos no miras - Ejemplo igual? Y si codicias uno, - Mira el avaro, en sus riquezas pobre. - - -_31._ - - En segura pobreza vive Eumelo - Con dulce libertad, y le mantienen - Las simples aves, que engañadas vienen - A los lazos y liga sin recelo. - Por mejor suerte no importuna al cielo, - Ni se muestra envidioso a la que tienen - Los que con ansia de subir sostienen - En flacas alas el incierto vuelo. - Muerte tras luengos años no le espanta, - Ni la recibe con indigna queja, - Mas con sosiego grato y faz amiga. - Al fin, muriendo con pobreza tanta, - Ricos juzga sus hijos, pues les deja - La libertad, las aves y la liga. - - - - -BALTASAR DEL ALCÁZAR - - -_32. Una cena_ - - En Jaén, donde resido, - Vive don Lope de Sosa, - Y direte, Inés, la cosa - Más brava de él que has oído. - Tenía este caballero - Un criado portugués... - Pero cenemos, Inés, - Si te parece, primero. - La mesa tenemos puesta, - Lo que se ha de cenar junto, - Las tazas del vino a punto, - Falta comenzar la fiesta. - Comience el vinillo nuevo, - Y échole la bendición; - Yo tengo por devoción - De santiguar lo que bebo. - Franco fue, Inés, este toque; - Pero arrójame la bota: - Vale un florín cada gota - De aqueste vinillo aloque. - ¿De qué taberna se trajo? - Mas ya... de la del Castillo; - Diez y seis vale el cuartillo, - No tiene vino más bajo. - Por nuestro Señor, que es mina - La taberna de Alcocer; - Grande consuelo es tener - La taberna por vecina. - Si es o no invención moderna, - Vive Dios que no lo sé, - Pero delicada fue - La invención de la taberna. - Porque allí llego sediento, - Pido vino de lo nuevo, - Mídenlo, dánmelo, bebo, - Págolo y voyme contento. - Esto, Inés, ello se alaba, - No es menester alaballo; - Solo una falta le hallo, - Que con la priesa se acaba. - La ensalada y salpicón - Hizo fin: ¿qué viene ahora? - La morcilla, ¡oh gran señora, - Digna de veneración! - ¡Qué oronda viene y qué bella! - ¡Qué través y enjundia tiene! - Paréceme, Inés, que viene - Para que demos en ella. - Pues sus, encójase y entre, - Que es algo estrecho el camino. - No eches agua, Inés, al vino; - No se escandalice el vientre. - Echa de lo tras añejo, - Porque con más gusto comas; - Dios te guarde, que así tomas, - Como sabia, mi consejo. - Mas di, ¿no adoras y precias - La morcilla ilustre y rica? - ¡Cómo la traidora pica! - Tal debe tener especias. - ¡Qué llena está de piñones! - Morcilla de cortesanos, - Y asada por esas manos, - Hechas a cebar lechones. - El corazón me revienta - De placer; no sé de ti. - ¿Cómo te va? Yo por mí - Sospecho que estás contenta. - Alegre estoy, vive Dios; - Mas oye un punto sutil: - ¿No pusiste allí un candil? - ¿Cómo me parecen dos? - Pero son preguntas viles; - Ya sé lo que puede ser: - Con este negro beber - Se acrecientan los candiles. - Probemos lo del pichel, - Alto licor celestial; - No es el aloquillo tal, - Ni tiene que ver con él. - ¡Qué suavidad! ¡qué clareza! - ¡Qué rancio gusto y olor! - ¡Qué paladar! ¡qué color! - ¡Todo con tanta fineza! - Mas el queso sale a plaza, - La moradilla va entrando, - Y ambos vienen preguntando - Por el pichel y la taza. - Prueba el queso, que es extremo, - El de Pinto no le iguala; - Pues la aceituna no es mala, - Bien puede bogar su remo. - Haz pues, Inés, lo que sueles, - Daca de la bota llena - Seis tragos; hecha es la cena, - Levántense los manteles. - Ya que, Inés, hemos cenado - Tan bien y con tanto gusto, - Parece que será justo - Volver al cuento pasado. - Pues sabrás, Inés hermana, - Que el portugués cayó enfermo... - Las once dan, yo me duermo; - Quédese para mañana. - - - - -FRANCISCO DE RIOJA - - -_33. A la rosa_ - - Pura, encendida rosa, - Émula de la llama - Que sale con el día, - ¿Cómo naces tan llena de alegría - Si sabes que la edad que te da el cielo - Es apenas un breve y veloz vuelo? - Y no valdrán las puntas de tu rama - Ni tu púrpura hermosa - A detener un punto - La ejecución del hado presurosa. - El mismo cerco alado, - Que estoy viendo riente, - Ya temo amortiguado, - Presto despojo de la llama ardiente. - Para las hojas de tu crespo seno - Te dio Amor de sus alas blandas plumas, - Y oro de su cabello dio a tu frente. - ¡Oh fiel imagen suya peregrina! - Bañote en su color sangre divina - De la deidad que dieron las espumas; - Y esto, purpúrea flor, y esto ¿no pudo - Hacer menos violento el rayo agudo? - Róbate en una hora, - Róbate licencioso su ardimiento - El color y el aliento; - Tiendes aun no las alas abrasadas, - Y ya vuelan al suelo desmayadas. - Tan cerca, tan unida - Está al morir tu vida, - Que dudo si en sus lágrimas la aurora - Mustia tu nacimiento o muerte llora. - - - - -RODRIGO CARO - - -_34. A las ruinas de Itálica_ - - Estos, Fabio ¡ay dolor! que ves ahora - Campos de soledad, mustio collado, - Fueron un tiempo Itálica famosa; - Aquí de Cipión la vencedora - Colonia fue; por tierra derribado - Yace el temido honor de la espantosa - Muralla, y lastimosa - Reliquia es solamente - De su invencible gente. - Solo quedan memorias funerales - Donde erraron ya sombras de alto ejemplo; - Este llano fue plaza, allí fue templo; - De todo apenas quedan las señales. - Del gimnasio y las termas regaladas - Leves vuelan cenizas desdichadas; - Las torres que desprecio al aire fueron - A su gran pesadumbre se rindieron. - Este despedazado anfiteatro, - Impío honor de los dioses, cuya afrenta - Publica el amarillo jaramago, - Ya reducido a trágico teatro, - ¡Oh fábula del tiempo! representa - Cuánta fue su grandeza y es su estrago. - ¿Cómo en el cerco vago - De su desierta arena - El gran pueblo no suena? - ¿Dónde, pues fieras hay, está el desnudo - Luchador? ¿Dónde está el atleta fuerte? - Todo despareció, cambió la suerte - Voces alegres en silencio mudo; - Mas aun el tiempo da en estos despojos - Espectáculos fieros a los ojos, - Y miran tan confuso lo presente - Que voces de dolor el alma siente. - Aquí nació aquel rayo de la guerra, - Gran padre de la patria, honor de España, - Pío, felice, triunfador Trajano, - Ante quien muda se postró la tierra - Que ve del sol la cuna y la que baña - El mar, también vencido, gaditano. - Aquí de Elio Adriano, - De Teodosio divino, - De Silio peregrino - Rodaron de marfil y oro las cunas. - Aquí ya de laurel, ya de jazmines - Coronados los vieron los jardines, - Que ahora son zarzales y lagunas. - La casa para el César fabricada - ¡Ay! yace de lagartos vil morada; - Casas, jardines, césares murieron, - Y aun las piedras que de ellos se escribieron. - Fabio, si tú no lloras, pon atenta - La vista en luengas calles destruïdas; - Mira mármoles y arcos destrozados, - Mira estatuas soberbias que violenta - Némesis derribó, yacer tendidas, - Y ya en alto silencio sepultados - Sus dueños celebrados. - Así a Troya figuro, - Así a su antiguo muro, - Y a ti, Roma, a quien queda el nombre apenas, - ¡Oh patria de los dioses y los reyes! - Y a ti, a quien no valieron justas leyes, - Fábrica de Minerva, sabia Atenas, - Emulación ayer de las edades, - Hoy cenizas, hoy vastas soledades, - Que no os respetó el hado, no la muerte, - ¡Ay! ni por sabia a ti, ni a ti por fuerte. - Mas ¿para qué la mente se derrama - En buscar al dolor nuevo argumento? - Basta ejemplo menor, basta el presente, - Que aun se ve el humo aquí, se ve la llama, - Aun se oyen llantos hoy, hoy ronco acento; - Tal genio o religión fuerza la mente - De la vecina gente, - Que refiere admirada - Que en la noche callada - Una voz triste se oye, que, llorando - _Cayó Itálica_ dice, y lastimosa, - Eco reclama _Itálica_ en la hojosa - Selva que se le opone, resonando - _Itálica_, y el claro nombre oído - De _Itálica_, renuevan el gemido - Mil sombras nobles de su gran ruina; - ¡Tanto aun la plebe a sentimiento inclina! - Esta corta piedad que, agradecido - Huésped, a tus sagrados manes debo, - Les do y consagro, _Itálica_ famosa. - Tú, si lloroso don han admitido - Las ingratas cenizas, de que llevo - Dulce noticia asaz, si lastimosa, - Permíteme, piadosa - Usura a tierno llanto, - Que vea el cuerpo santo - De Geroncio, tu mártir y prelado. - Muestra de su sepulcro algunas señas, - Y cavaré con lágrimas las peñas - Que ocultan su sarcófago sagrado; - Pero mal pido el único consuelo - De todo el bien que airado quitó el cielo. - Goza en las tuyas sus reliquias bellas - Para envidia del mundo y sus estrellas. - - - - -ANÓNIMO SEVILLANO - -(Probablemente Fernández de Andrada) - - -_35. Epístola moral_ - - Fabio, las esperanzas cortesanas - Prisiones son do el ambicioso muere - Y donde al más astuto nacen canas. - El que no las limare o las rompiere, - Ni el nombre de varón ha merecido, - Ni subir al honor que pretendiere. - El ánimo plebeyo y abatido - Elija, en sus intentos temeroso, - Primero estar suspenso que caído; - Que el corazón entero y generoso - Al caso adverso inclinará la frente - Antes que la rodilla al poderoso. - Más triunfos, más coronas dio al prudente - Que supo retirarse, la fortuna, - Que al que esperó obstinada y locamente. - Esta invasión terrible e importuna - De contrarios sucesos nos espera - Desde el primer sollozo de la cuna. - Dejémosla pasar como a la fiera - Corriente del gran Betis, cuando airado - Dilata hasta los montes su ribera. - Aquel entre los héroes es contado - Que el premio mereció, no quien le alcanza - Por vanas consecuencias del estado. - Peculio propio es ya de la privanza - Cuanto de Astrea fue, cuanto regía - Con su temida espada y su balanza. - El oro, la maldad, la tiranía - Del inicuo procede y pasa al bueno. - ¿Qué espera la virtud o qué confía? - Ven y reposa en el materno seno - De la antigua Romúlea, cuyo clima - Te será más humano y más sereno. - Adonde por lo menos, cuando oprima - Nuestro cuerpo la tierra, dirá alguno; - «Blanda le sea», al derramarla encima; - Donde no dejarás la mesa ayuno - Cuando te falte en ella el pece raro - O cuando su pavón nos niegue Juno. - Busca pues el sosiego dulce y caro, - Como en la obscura noche del Egeo - Busca el piloto el eminente faro; - Que si acortas y ciñes tu deseo - Dirás: «Lo que desprecio he conseguido; - Que la opinión vulgar es devaneo.» - Más precia el ruiseñor su pobre nido - De pluma y leves pajas, más sus quejas - En el bosque repuesto y escondido, - Que halagar lisonjero las orejas - De algún príncipe insigne; aprisionado - En el metal de las doradas rejas. - Triste de aquel que vive destinado - A esa antigua colonia de los vicios, - Augur de los semblantes del privado. - Cese el ansia y la sed de los oficios; - Que acepta el don y burla del intento - El ídolo a quien haces sacrificios. - Iguala con la vida el pensamiento, - Y no le pasarás de hoy a mañana, - Ni quizá de un momento a otro momento. - Casi no tienes ni una sombra vana - De nuestra antigua Itálica, y ¿esperas? - ¡Oh error perpetuo de la suerte humana! - Las enseñas grecianas, las banderas - Del senado y romana monarquía - Murieron, y pasaron sus carreras. - ¿Qué es nuestra vida más que un breve día - Do apena sale el sol cuando se pierde - En las tinieblas de la noche fría? - ¿Qué más que el heno, a la mañana verde, - Seco a la tarde? ¡Oh ciego desvarío! - ¿Será que de este sueño me recuerde? - ¿Será que pueda ver que me desvío - De la vida viviendo, y que está unida - La cauta muerte al simple vivir mío? - Como los ríos, que en veloz corrida - Se llevan a la mar, tal soy llevado - Al último suspiro de mi vida. - De la pasada edad ¿qué me ha quedado? - O ¿qué tengo yo, a dicha, en la que espero, - Sin ninguna noticia de mi hado? - ¡Oh, si acabase, viendo cómo muero, - De aprender a morir antes que llegue - Aquel forzoso término postrero; - Antes que aquesta mies inútil siegue - De la severa muerte dura mano, - Y a la común materia se la entregue! - Pasáronse las flores del verano, - El otoño pasó con sus racimos, - Pasó el invierno con sus nieves cano; - Las hojas que en las altas selvas vimos - Cayeron, ¡y nosotros a porfía - En nuestro engaño inmóviles vivimos! - Temamos al Señor que nos envía - Las espigas del año y la hartura, - Y la temprana pluvia y la tardía. - No imitemos la tierra siempre dura - A las aguas del cielo y al arado, - Ni la vid cuyo fruto no madura. - ¿Piensas acaso tú que fue criado - El varón para rayo de la guerra, - Para surcar el piélago salado, - Para medir el orbe de la tierra - Y el cerco donde el sol siempre camina? - ¡Oh, quien así lo entiende, cuánto yerra! - Esta nuestra porción, alta y divina, - A mayores acciones es llamada - Y en más nobles objetos se termina. - Así aquella que al hombre solo es dada, - Sacra razón y pura, me despierta, - De esplendor y de rayos coronada; - Y en la fría región dura y desierta - De aqueste pecho enciende nueva llama, - Y la luz vuelve a arder que estaba muerta. - Quiero, Fabio, seguir a quien me llama, - Y callado pasar entre la gente, - Que no afecto los nombres ni la fama. - El soberbio tirano del Oriente - Que maciza las torres de cien codos - Del cándido metal puro y luciente - Apenas puede ya comprar los modos - Del pecar; la virtud es más barata, - Ella consigo mesma ruega a todos. - ¡Pobre de aquel que corre y se dilata - Por cuantos son los climas y los mares, - Perseguidor del oro y de la plata! - Un ángulo me basta entre mis lares, - Un libro y un amigo, un sueño breve, - Que no perturben deudas ni pesares. - Esto tan solamente es cuanto debe - Naturaleza al simple y al discreto, - Y algún manjar común, honesto y leve. - No, porque así te escribo, hagas conceto - Que pongo la virtud en ejercicio: - Que aun esto fue difícil a Epiteto. - Basta al que empieza aborrecer el vicio, - Y el ánimo enseñar a ser modesto; - Después le será el cielo más propicio. - Despreciar el deleite no es supuesto - De sólida virtud; que aun el vicioso - En sí propio le nota de molesto. - Mas no podrás negarme cuán forzoso - Este camino sea al alto asiento, - Morada de la paz y del reposo. - No sazona la fruta en un momento - Aquella inteligencia que mensura - La duración de todo a su talento. - Flor la vimos primero hermosa y pura, - Luego materia acerba y desabrida, - Y perfecta después, dulce y madura; - Tal la humana prudencia es bien que mida - Y dispense y comparta las acciones - Que han de ser compañeras de la vida. - No quiera Dios que imite estos varones - Que moran nuestras plazas macilentos, - De la virtud infames histriones; - Esos inmundos trágicos, atentos - Al aplauso común, cuyas entrañas - Son infaustos y oscuros monumentos. - ¡Cuán callada que pasa las montañas - El aura, respirando mansamente! - ¡Qué gárrula y sonante por las cañas! - ¡Qué muda la virtud por el prudente! - ¡Qué redundante y llena de ruïdo - Por el vano, ambicioso y aparente! - Quiero imitar al pueblo en el vestido, - En las costumbres solo a los mejores, - Sin presumir de roto y mal ceñido. - No resplandezca el oro y los colores - En nuestro traje, ni tampoco sea - Igual al de los dóricos cantores. - Una mediana vida yo posea, - Un estilo común y moderado, - Que no lo note nadie que lo vea. - En el plebeyo barro mal tostado - Hubo ya quien bebió tan ambicioso - Como en el vaso Múrino preciado; - Y alguno tan ilustre y generoso - Que usó, como si fuera plata neta, - Del cristal transparente y luminoso. - Sin la templanza ¿viste tú perfeta - Alguna cosa? ¡Oh muerte! ven callada, - Como sueles venir en la saeta, - No en la tonante máquina preñada - De fuego y de rumor; que no es mi puerta - De doblados metales fabricada. - Así, Fabio, me muestra descubierta - Su esencia la verdad, y mi albedrío - Con ella se compone y se concierta. - No te burles de ver cuánto confío, - Ni al arte de decir, vana y pomposa, - El ardor atribuyas de este brío. - ¿Es por ventura menos poderosa - Que el vicio la virtud? ¿Es menos fuerte? - No la arguyas de flaca y temerosa. - La codicia en las manos de la suerte - Se arroja al mar, la ira a las espadas, - Y la ambición se ríe de la muerte. - Y ¿no serán siquiera tan osadas - Las opuestas acciones, si las miro - De más ilustres genios ayudadas? - Ya, dulce amigo, huyo y me retiro - De cuanto simple amé; rompí los lazos. - Ven y verás al alto fin que aspiro, - Antes que el tiempo muera en nuestros brazos. - - - - -LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA - - -_36. A la esperanza_ - - Alivia sus fatigas - El labrador cansado - Cuando su yerta barba escarcha cubre, - Pensando en las espigas - Del agosto abrasado - Y en los lagares ricos del octubre; - La hoz se le descubre - Cuando el arado apaña, - Y con dulces memorias le acompaña. - Carga de hierro duro - Sus miembros, y se obliga - El joven al trabajo de la guerra. - Huye el ocio seguro, - Trueca por la enemiga - Su dulce, natural y amiga tierra; - Mas cuando se destierra - O al asalto acomete, - Mil triunfos y mil glorias se promete. - La vida al mar confía, - Y a dos tablas delgadas, - El otro, que del oro está sediento. - Escóndesele el día, - Y las olas hinchadas - Suben a combatir el firmamento; - Él quita el pensamiento - De la muerte vecina, - Y en el oro le pone y en la mina. - Deja el lecho caliente - Con la esposa dormida - El cazador solícito y robusto. - Sufre el cierzo inclemente, - La nieve endurecida, - Y tiene de su afán por premio justo - Interrumpir el gusto - Y la paz de las fieras - En vano cautas, fuertes y ligeras. - Premio y cierto fin tiene - Cualquier trabajo humano, - Y el uno llama al otro sin mudanza; - El invierno entretiene - La opinión del verano, - Y un tiempo sirve al otro de templanza. - El bien de la esperanza - Solo quedó en el suelo, - Cuando todos huyeron para el cielo. - Si la esperanza quitas, - ¿Qué le dejas al mundo? - Su máquina disuelves y destruyes; - Todo lo precipitas - En olvido profundo, - Y ¿del fin natural, Flérida, huyes? - Si la cerviz rehuyes - De los brazos amados, - ¿Qué premio piensas dar a los cuidados? - Amor, en diferentes - Géneros dividido, - Él publica su fin, y quien le admite. - Todos los accidentes - De un amante atrevido - (Niéguelo o disimúlelo) permite. - Limite pues, limite - La vana resistencia; - Que, dada la ocasión, todo es licencia. - - -_37._ - - Imagen espantosa de la muerte, - Sueño cruel, no turbes más mi pecho, - Mostrándome cortado el nudo estrecho, - Consuelo solo de mi adversa suerte. - Busca de algún tirano el muro fuerte, - De jaspe las paredes, de oro el techo, - O el rico avaro en el angosto lecho - Haz que temblando con sudor despierte. - El uno vea el popular tumulto - Romper con furia las herradas puertas, - O al sobornado siervo el hierro oculto. - El otro sus riquezas, descubiertas - Con llave falsa o con violento insulto, - Y déjale al amor sus glorias ciertas. - - -_38._ - - Llevó tras sí los pámpanos octubre, - Y con las grandes lluvias insolente, - No sufre Ibero márgenes ni puente, - Mas antes los vecinos campos cubre. - Moncayo, como suele, ya descubre - Coronada de nieve la alta frente; - Y el sol apenas vemos en oriente, - Cuando la opaca tierra nos lo encubre. - Sienten el mar y selvas ya la saña - Del Aquilón, y encierra su bramido - Gente en el puerto y gente en la cabaña. - Y Fabio, en el umbral de Tais tendido - Con vergonzosas lágrimas lo baña, - Debiéndolas al tiempo que ha perdido. - - - - -BARTOLOMÉ LEONARDO DE ARGENSOLA - - -_39._ - - «Dime, Padre común, pues eres justo, - ¿Por qué ha de permitir tu providencia - Que, arrastrando prisiones la inocencia, - Suba la fraude a tribunal augusto? - »¿Quién da fuerzas al brazo que robusto - Hace a tus leyes firme resistencia, - Y que el celo, que más la reverencia, - Gima a los pies del vencedor injusto? - »Vemos que vibran victoriosas palmas - Manos inicuas, la virtud gimiendo - Del triunfo en el injusto regocijo.» - Esto decía yo, cuando riendo - Celestial ninfa apareció, y me dijo: - «¡Ciego! ¿es la tierra el centro de las almas?» - - - - -LOPE DE VEGA - - -_40. Canción_ - - ¡Oh libertad preciosa, - No comparada al oro, - Ni al bien mayor de la espaciosa tierra! - Más rica y más gozosa - Que el precioso tesoro - Que el mar del sur entre su nácar cierra; - Con armas, sangre y guerra, - Con las vidas y famas, - Conquistado en el mundo; - Paz dulce, amor profundo, - Que el mal apartas y a tu bien nos llamas: - En ti sola se anida - Oro, tesoro, paz, bien, gloria y vida. - Cuando de las humanas - Tinieblas vi del cielo - La luz, principio de mis dulces días, - Aquellas tres hermanas - Que nuestro humano velo - Tejiendo, llevan por inciertas vías, - Las duras penas mías - Trocaron en la gloria - Que en libertad poseo, - Con siempre igual deseo, - Donde verá por mi dichosa historia, - Quien más leyere en ella, - Que es dulce libertad lo menos della. - Yo pues, señor exento - Desta montaña y prado, - Gozo la gloria y libertad que tengo. - Soberbio pensamiento - Jamás ha derribado - La vida humilde y pobre que sostengo. - Cuando a las manos vengo - Con el muchacho ciego, - Haciendo rostro embisto, - Venzo, triunfo y resisto - La flecha, el arco, la ponzoña, el fuego, - Y con libre albedrío - Lloro el ajeno mal y canto el mío. - Cuando el aurora baña - Con helado rocío - De aljófar celestial el monte y prado, - Salgo de mi cabaña, - Riberas deste río, - A dar el nuevo pasto a mi ganado, - Y cuando el sol dorado - Muestra sus fuerzas graves, - Al sueño el pecho inclino - Debajo un sauce o pino, - Oyendo el son de las parleras aves, - O ya gozando el aura, - Donde el perdido aliento se restaura. - Cuando la noche oscura - Con su estrellado manto - El claro día en su tiniebla encierra, - Y suena en la espesura - El tenebroso canto - De los nocturnos hijos de la tierra, - Al pie de aquesta sierra - Con rústicas palabras - Mi ganadillo cuento - Y el corazón contento - Del gobierno de ovejas y de cabras, - La temerosa cuenta - Del cuidadoso rey me representa. - Aquí la verde pera - Con la manzana hermosa, - De gualda y roja sangre matizada, - Y de color de rosa - La cermeña olorosa - Tengo, y la endrina de color morada; - Aquí de la enramada - Parra que al olmo enlaza, - Melosas uvas cojo; - Y en cantidad recojo, - Al tiempo que las ramas desenlaza - El caluroso estío, - Membrillos que coronan este río. - No me da descontento - El hábito costoso - Que de lascivo el pecho noble infama; - Es mi dulce sustento - Del campo generoso - Estas silvestres frutas que derrama; - Mi regalada cama - De blandas pieles y hojas, - Que algún rey la envidiara, - Y de ti, fuente clara, - Que bullendo, el arena y agua arrojas, - Estos cristales puros, - Sustentos pobres, pero bien seguros. - Estese el cortesano - Procurando a su gusto - La blanda cama y el mejor sustento; - Bese la ingrata mano - Del poderoso injusto, - Formando torres de esperanza al viento; - Viva y muera sediento - Por el honroso oficio, - Y goce yo del suelo, - Al aire, al sol y al hielo, - Ocupado en mi rústico ejercicio; - Que más vale pobreza - En paz, que en guerra mísera riqueza. - Ni temo al poderoso - Ni al rico lisonjeo, - Ni soy camaleón del que gobierna, - Ni me tiene envidioso - La ambición y deseo - De ajena gloria ni de fama eterna; - Carne sabrosa y tierna, - Vino aromatizado, - Pan blanco de aquel día, - En prado, en fuente fría, - Halla un pastor con hambre fatigado; - Que el grande y el pequeño - Somos iguales lo que dura el sueño. - - -_41._ - - A mis soledades voy, - De mis soledades vengo, - Porque para andar conmigo - Me bastan mis pensamientos. - ¡No sé qué tiene la aldea - Donde vivo y donde muero, - Que con venir de mí mismo - No puedo venir más lejos! - Ni estoy bien ni mal conmigo; - Mas dice mi entendimiento - Que un hombre que todo es alma - Está cautivo en su cuerpo. - Entiendo lo que me basta, - Y solamente no entiendo - Cómo se sufre a sí mismo - Un ignorante soberbio. - De cuantas cosas me cansan, - Fácilmente me defiendo; - Pero no puedo guardarme - De los peligros de un necio. - Él dirá que yo lo soy, - Pero con falso argumento; - Que humildad y necedad - No caben en un sujeto. - La diferencia conozco, - Porque en él y en mí contemplo, - Su locura en su arrogancia, - Mi humildad en su desprecio. - O sabe naturaleza - Más que supo en otro tiempo, - O tantos que nacen sabios - Es porque lo dicen ellos. - Solo sé que no sé nada, - Dijo un filósofo, haciendo - La cuenta con su humildad, - Adonde lo más es menos. - No me precio de entendido, - De desdichado me precio; - Que los que no son dichosos, - ¿Cómo pueden ser discretos? - No puede durar el mundo, - Porque dicen, y lo creo, - Que suena a vidrio quebrado - Y que ha de romperse presto. - Señales son del juïcio - Ver que todos le perdemos, - Unos por carta de más, - Otros por carta de menos. - Dijeron que antiguamente - Se fue la verdad al cielo: - Tal la pusieron los hombres - Que desde entonces no ha vuelto. - En dos edades vivimos - Los propios y los ajenos, - La de plata los extraños, - Y la de cobre los nuestros. - ¿A quién no dará cuidado, - Si es español verdadero, - Ver los hombres a lo antiguo - Y el valor a lo moderno? - Dijo Dios que comería - Su pan el hombre primero - Con el sudor de su cara, - Por quebrar su mandamiento; - Y algunos inobedientes - A la vergüenza y al miedo, - Con las prendas de su honor - Han trocado los efectos. - Virtud y filosofía - Peregrinan como ciegos: - El uno se lleva al otro, - Llorando van y pidiendo. - Dos polos tiene la tierra, - Universal movimiento, - La mejor vida el favor, - La mejor sangre el dinero. - Oigo tañer las campanas, - Y no me espanto, aunque puedo, - Que en lugar de tantas cruces - Haya tantos hombres muertos. - Mirando estoy los sepulcros - Cuyos mármoles eternos - Están diciendo sin lengua - Que no lo fueron sus dueños. - ¡Oh, bien haya quien los hizo, - Porque solamente en ellos - De los poderosos grandes - Se vengaron los pequeños! - Fea pintan a la envidia: - Yo confieso que la tengo - De unos hombres que no saben - Quien vive pared en medio. - Sin libros y sin papeles, - Sin tratos, cuentas ni cuentos, - Cuando quieren escribir - Piden prestado el tintero. - Sin ser pobres ni ser ricos, - Tienen chimenea y huerto; - No los despiertan cuidados, - Ni pretensiones, ni pleitos. - Ni murmuraron del grande, - Ni ofendieron al pequeño; - Nunca, como yo, firmaron - Parabién, ni pascua dieron. - Con esta envidia que digo, - Y lo que paso en silencio, - A mis soledades voy, - De mis soledades vengo. - - -_42._ - - ¡Pobre barquilla mía, - Entre peñascos rota, - Sin velas desvelada, - Y entre las olas sola! - ¿Adónde vas perdida? - ¿Adónde, di, te engolfas? - Que no hay deseos cuerdos - Con esperanzas locas. - Como las altas naves, - Te apartas animosa - De la vecina tierra, - Y al fiero mar te arrojas. - Igual en las fortunas, - Mayor en las congojas, - Pequeña en las defensas, - Incitas a las ondas. - Advierte que te llevan - A dar entre las rocas - De la soberbia envidia, - Naufragio de las honras. - Cuando por las riberas - Andabas costa a costa, - Nunca del mar temiste - Las iras procelosas. - Segura navegabas; - Que por la tierra propia - Nunca el peligro es mucho - Adonde el agua es poca. - Verdad es que en la patria - No es la virtud dichosa, - Ni se estima la perla - Hasta dejar la concha. - Dirás que muchas barcas - Con el favor en popa, - Saliendo desdichadas, - Volvieron venturosas. - No mires los ejemplos - De las que van y tornan, - Que a muchas ha perdido - La dicha de las otras. - Para los altos mares - No llevas cautelosa, - Ni velas de mentiras, - Ni remos de lisonjas. - ¿Quién te engañó, barquilla? - Vuelve, vuelve la proa; - Que presumir de nave - Fortunas ocasiona. - ¿Qué jarcias te entretejen? - ¿Qué ricas banderolas - Azote son del viento - Y de las aguas sombra? - ¿En qué gavia descubres - Del árbol alta copa, - La tierra en perspectiva, - Del mar incultas orlas? - ¿En qué celajes fundas - Que es bien echar la sonda, - Cuando, perdido el rumbo, - Erraste la derrota? - Si te sepulta arena, - ¿Qué sirve fama heroica? - Que nunca desdichados - Sus pensamientos logran. - ¿Qué importa que te ciñan - Ramas verdes o rojas, - Que en selvas de corales - Salado césped brota? - Laureles de la orilla - Solamente coronan - Navíos de alto bordo - Que jarcias de oro adornan. - No quieras que yo sea, - Por tu soberbia pompa, - Faetonte de barqueros - Que los laureles lloran. - Pasaron ya los tiempos - Cuando lamiendo rosas - El céfiro bullía - Y suspiraba aromas. - Ya fieros huracanes - Tan arrogantes soplan - Que, salpicando estrellas, - Del sol la frente mojan; - Ya los valientes rayos - De la vulcana forja, - En vez de torres altas, - Abrasan pobres chozas. - Contenta con tus redes, - A la playa arenosa - Mojado me sacabas; - Pero vivo, ¿qué importa? - Cuando de rojo nácar - Se afeitaba la aurora, - Más peces te llenaban - Que ella lloraba aljófar. - Al bello sol que adoro, - Enjuta ya la ropa, - Nos daba una cabaña - La cama de sus hojas. - Esposa me llamaba, - Yo la llamaba esposa, - Parándose de envidia - La celestial antorcha. - Sin pleito, sin disgusto, - La muerte nos divorcia: - ¡Ay de la pobre barca - Que en lágrimas se ahoga! - Quedad sobre la arena, - Inútiles escotas; - Que no ha menester velas - Quien a su bien no torna. - Si con eternas plantas - Las fijas luces doras, - ¡Oh dueño de mi barca! - Y en dulce paz reposas, - Merezca que le pidas - Al bien que eterno gozas, - Que adonde estás, me lleve, - Más pura y más hermosa. - Mi honesto amor te obligue; - Que no es digna victoria - Para quejas humanas - Ser las deidades sordas. - Mas ¡ay que no me escuchas! - Pero la vida es corta: - Viviendo, todo falta; - Muriendo, todo sobra. - - -_43. Judit_ - - Cuelga sangriento de la cama al suelo - El hombro diestro del feroz tirano, - Que opuesto al muro de Betulia en vano, - Despidió contra sí rayos al cielo. - Revuelto con el ansia el rojo velo - Del pabellón a la siniestra mano, - Descubre el espectáculo inhumano - Del tronco horrible, convertido en hielo. - Vertido Baco, el fuerte arnés afea - Los vasos y la mesa derribada, - Duermen los guardas, que tan mal emplea; - Y sobre la muralla, coronada - Del pueblo de Israel, la casta hebrea - Con la cabeza resplandece armada. - - -_44._ - - Suelta mi manso, mayoral extraño, - Pues otro tienes tú de igual decoro: - Suelta la prenda que en el alma adoro, - Perdida por tu bien y por mi daño. - Ponle su esquila de labrado estaño, - Y no le engañen tus collares de oro: - Toma en albricias este blanco toro - Que a las primeras yerbas cumple un año. - Si pides señas, tiene el vellocino - Pardo, encrespado, y los ojuelos tiene - Como durmiendo en regalado sueño. - Si piensas que no soy su dueño, Alcino, - Suelta, y verasle si a mi choza viene; - Que aun tienen sal las manos de su dueño. - - -_45._ - - ¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras? - ¿Qué interés se te sigue, Jesús mío, - Que a mi puerta, cubierto de rocío, - Pasas las noches del invierno escuras? - ¡Oh cuánto fueron mis entrañas duras, - Pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío - Si de mi ingratitud el hielo frío - Secó las llagas de tus plantas puras! - ¡Cuántas veces el ángel me decía: - «Alma, asómate agora a la ventana; - Verás con cuánto amor llamar porfía!» - Y ¡cuántas, hermosura soberana, - «Mañana le abriremos,» respondía, - Para lo mismo responder mañana! - - -_46._ - - Pastor, que con tus silbos amorosos - Me despertaste del profundo sueño; - Tú, que hiciste cayado dese leño - En que tiendes los brazos poderosos; - Vuelve los ojos a mi fe piadosos, - Pues te confieso por mi amor y dueño, - Y la palabra de seguirte empeño - Tus dulces silbos y tus pies hermosos. - Oye, Pastor que por amores mueres, - No te espante el rigor de mis pecados, - Pues tan amigo de rendidos eres; - Espera pues, y escucha mis cuidados; - Pero ¿cómo te digo que me esperes, - Si estás para esperar los pies clavados? - - -_47. Temores en el favor_ - - Cuando en mis manos, Rey eterno, os miro, - Y la cándida víctima levanto, - De mi atrevida indignidad me espanto, - Y la piedad de vuestro pecho admiro. - Tal vez el alma con temor retiro, - Tal vez la doy al amoroso llanto; - Que, arrepentido de ofenderos tanto, - Con ansias temo y con dolor suspiro. - Volved los ojos a mirarme humanos; - Que por las sendas de mi error siniestras - Me despeñaron pensamientos vanos. - No sean tantas las miserias nuestras - Que a quien os tuvo en sus indignas manos - Vos le dejéis de las divinas vuestras. - - - - -DON LUIS DE GÓNGORA - - -_48. Angélica y Medoro_ - - En un pastoral albergue - Que la guerra entre unos robles - Lo dejó por escondido - O lo perdonó por pobre, - Do la paz viste pellico - Y conduce entre pastores - Ovejas del monte al llano - Y cabras del llano al monte, - Mal herido y bien curado, - Se alberga un dichoso joven, - Que sin clavarle Amor flecha - Le coronó de favores. - Las venas con poca sangre, - Los ojos con mucha noche, - Lo halló en el campo aquella - Vida y muerte de los hombres. - Del palafrén se derriba, - No porque al moro conoce, - Sino por ver que la yerba - Tanta sangre paga en flores. - Límpiale el rostro, y la mano - Siente al Amor que se esconde - Tras las rosas, que la muerte - Va violando sus colores. - Escondiose tras las rosas, - Porque labren sus arpones - El diamante del Catay - Con aquella sangre noble. - Ya le regala los ojos, - Ya le entra, sin ver por dónde, - Una piedad mal nacida - Entre dulces escorpiones. - Ya es herido el pedernal, - Ya despide el primer golpe - Centellas de agua, ¡oh piedad, - Hija de padres traidores! - Yerbas le aplica a sus llagas, - Que si no sanan entonces, - En virtud de tales manos - Lisonjean los dolores. - Amor le ofrece su venda, - Mas ella sus velos rompe - Para ligar sus heridas; - Los rayos del sol perdonen. - Los últimos nudos daba - Cuando el cielo la socorre - De un villano en una yegua - Que iba penetrando el bosque. - Enfrénanle de la bella - Las tristes piadosas voces, - Que los firmes troncos mueven - Y las sordas piedras oyen; - Y la que mejor se halla - En las selvas que en la corte, - Simple bondad, al pío ruego - Cortésmente corresponde. - Humilde se apea el villano, - Y sobre la yegua pone - Un cuerpo con poca sangre, - Pero con dos corazones. - A su cabaña los guía; - Que el sol deja su horizonte - Y el humo de su cabaña - Le va sirviendo de norte. - Llegaron temprano a ella, - Do una labradora acoge - Un mal vivo con dos almas, - Una ciega con dos soles. - Blando heno en vez de pluma - Para lecho les compone, - Que será tálamo luego - Do el garzón sus dichas logre. - Las manos, pues, cuyos dedos - Desta vida fueron dioses, - Restituyen a Medoro - Salud nueva, fuerzas dobles, - Y le entregan, cuando menos, - Su beldad y un reino en dote, - Segunda envidia de Marte, - Primera dicha de Adonis. - Corona un lascivo enjambre - De cupidillos menores - La choza, bien como abejas - Hueco tronco de alcornoque. - ¡Qué de nudos le está dando - A un áspid la envidia torpe, - Contando de las palomas - Los arrullos gemidores! - ¡Qué bien la destierra Amor, - Haciendo la cuerda azote, - Porque el caso no se infame - Y el lugar no se inficione! - Todo es gala el africano, - Su vestido espira olores, - El lunado arco suspende - Y el corvo alfanje depone. - Tórtolas enamoradas - Son sus roncos atambores, - Y los volantes de Venus - Sus bien seguidos pendones. - Desnuda el pecho anda ella, - Vuela el cabello sin orden; - Si lo abrocha, es con claveles, - Con jazmines si lo coge. - El pie calza en lazos de oro, - Porque la nieve se goce, - Y no se vaya por pies - La hermosura del orbe. - Todo sirve a los amantes, - Plumas les baten veloces, - Airecillos lisonjeros, - Si no son murmuradores. - Los campos les dan alfombras, - Los árboles pabellones, - La apacible fuente sueño, - Música los ruiseñores. - Los troncos les dan cortezas, - En que se guarden sus nombres - Mejor que en tablas de mármol - O que en láminas de bronce. - No hay verde fresno sin letra, - Ni blanco chopo sin mote; - Si un valle _Angélica_ suena, - Otro _Angélica_ responde. - Cuevas do el silencio apenas - Deja que sombras las moren, - Profanan con sus abrazos - A pesar de sus horrores. - Choza pues, tálamo y lecho, - Contestes destos amores, - El cielo os guarde, si puede, - De las locuras del Conde. - - -_49._ - - Servía en Orán al Rey - Un español con dos lanzas, - Y con el alma y la vida - A una gallarda africana, - Tan noble como hermosa, - Tan amante como amada, - Con quien estaba una noche - Cuando tocaron al arma. - Trescientos Zenetes eran - Deste rebato la causa; - Que los rayos de la luna - Descubrieron las adargas; - Las adargas avisaron - A las mudas atalayas, - Las atalayas los fuegos, - Los fuegos a las campanas; - Y ellas al enamorado, - Que en los brazos de su dama - Oyó el militar estruendo - De las trompas y las cajas. - Espuelas de honor le pican - Y freno de amor le para; - No salir es cobardía, - Ingratitud es dejalla. - Del cuello pendiente ella, - Viéndole tomar la espada, - Con lágrimas y suspiros - Le dice aquestas palabras: - «Salid al campo, Señor, - Bañen mis ojos la cama; - Que ella me será también, - Sin vos, campo de batalla. - »Vestíos y salid apriesa, - Que el general os aguarda; - Yo os hago a vos mucha sobra - Y vos a él mucha falta. - »Bien podéis salir desnudo - Pues mi llanto no os ablanda; - Que tenéis de acero el pecho - Y no habéis menester armas.» - Viendo el español brioso - Cuánto le detiene y habla, - Le dice así: «Mi señora, - Tan dulce como enojada, - »Porque con honra y amor - Yo me quede, cumpla y vaya, - Vaya a los moros el cuerpo, - Y quede con vos el alma. - »Concededme, dueño mío, - Licencia para que salga - Al rebato en vuestro nombre, - Y en vuestro nombre combata.» - - -_50._ - - Entre los sueltos caballos - De los vencidos Zenetes, - Que por el campo buscaban - Entre lo rojo lo verde, - Aquel español de Orán - Un suelto caballo prende, - Por sus relinchos lozano - Y por sus cernejas fuerte, - Para que lo lleve a él, - Y a un moro cautivo lleve, - Que es uno que ha cautivado, - Capitán de cien Zenetes. - En el ligero caballo - Suben ambos, y él parece, - De cuatro espuelas herido, - Que cuatro vientos lo mueven. - Triste camina el alarbe, - Y lo más bajo que puede - Ardientes suspiros lanza - Y amargas lágrimas vierte. - Admirado el español - De ver cada vez que vuelve - Que tan tiernamente llore - Quien tan duramente hiere, - Con razones le pregunta - Comedidas y corteses - De sus suspiros la causa, - Si la causa lo consiente. - El cautivo, como tal, - Sin excusarlo, obedece, - Y a su piadosa demanda - Satisface desta suerte: - «Valiente eres, capitán, - Y cortés como valiente; - Por tu espada y por tu trato - Me has cautivado dos veces. - »Preguntado me has la causa - De mis suspiros ardientes, - Y débote la respuesta - Por quien soy y por quien eres. - »Yo nací en Gelves el año - Que os perdísteis en los Gelves, - De una berberisca noble - Y de un turco mata-siete. - »En Tremecén me crié - Con mi madre y mis parientes - Después que murió mi padre, - Corsario de tres bajeles. - »Junto a mi casa vivía, - Porque más cerca muriese, - Una dama del linaje - De los nobles Melioneses: - »Extremo de las hermosas, - Cuando no de las crueles, - Hija al fin destas arenas - Engendradoras de sierpes. - »Era tal su hermosura, - Que se hallaran claveles - Más ciertos en sus dos labios - Que en los dos floridos meses. - »Cada vez que la miraba - Salía el sol por su frente, - De tantos rayos vestido - Cuantos cabellos contiene. - »Juntos así nos criamos, - Y Amor en nuestras niñeces - Hirió nuestros corazones - Con arpones diferentes. - »Labró el oro en mis entrañas - Dulces lazos, tiernas redes, - Mientras el plomo en las suyas - Libertades y desdenes. - »Mas, ya la razón sujeta, - Con palabras me requiere - Que su crueldad le perdone - Y de su beldad me acuerde; - »Y apenas vide trocada - La dureza desta sierpe, - Cuando tú me cautivaste; - Mira si es bien que lamente. - »Esta, español, es la causa - Que a llanto pudo moverme; - Mira si es razón que llore - Tantos males juntamente.» - Conmovido el capitán - De las lágrimas que vierte, - Parando el veloz caballo, - Que paren sus males quiere. - «Gallardo moro, le dice, - Si adoras como refieres, - Y si como dices amas, - Dichosamente padeces - »¿Quién pudiera imaginar, - Viendo tus golpes crueles, - Que cupiera alma tan tierna - En pecho tan duro y fuerte? - »Si eres del Amor cautivo, - Desde aquí puedes volverte; - Que me pedirán por robo - Lo que entendí que era suerte. - »Y no quiero por rescate - Que tu dama me presente - Ni las alfombras más finas - Ni las granas más alegres. - »Anda con Dios, sufre y ama, - Y vivirás si lo hicieres, - Con tal que cuando la veas - Pido que de mí te acuerdes.» - Apeose del caballo, - Y el moro tras él desciende, - Y por el suelo postrado, - La boca a sus pies ofrece. - «Vivas mil años, le dice, - Noble capitán valiente, - Que ganas más con librarme - Que ganaste con prenderme. - »Alá se quede contigo - Y te dé vitoria siempre - Para que extiendas tu fama - Con hechos tan excelentes.» - - -_51._ - - _Ande yo caliente,_ - _Y ríase la gente._ - - Traten otros del gobierno - Del mundo y sus monarquías, - Mientras gobiernan mis días - Mantequillas y pan tierno, - Y las mañanas de invierno - Naranjada y aguardiente, - _Y ríase la gente_. - - Coma en dorada vajilla - El príncipe mil cuidados - Como píldoras dorados; - Que yo en mi pobre mesilla - Quiero más una morcilla - Que en el asador reviente, - _Y ríase la gente_. - - Cuando cubra las montañas - De plata y nieve el enero - Tenga yo lleno el brasero - De bellotas y castañas, - Y quien las dulces patrañas - Del rey que rabió me cuente, - _Y ríase la gente_. - - Busque muy en hora buena - El mercader nuevos soles; - Yo conchas y caracoles - Entre la menuda arena, - Escuchando a Filomena - Sobre el chopo de la fuente, - _Y ríase la gente_. - - Pase a media noche el mar, - Y arda en amorosa llama - Leandro por ver su dama; - Que yo más quiero pasar - De Yepes a Madrigar - La regalada corriente, - _Y ríase la gente_. - - Pues Amor es tan cruel - Que de Píramo y su amada - Hace tálamo una espada, - Do se junten ella y él, - Sea mi Tisbe un pastel, - Y la espada sea mi diente, - _Y ríase la gente_. - - - _52._ - - La más bella niña - De nuestro lugar, - Hoy viuda y sola - Y ayer por casar, - Viendo que sus ojos - A la guerra van, - A su madre dice - Que escucha su mal: - _Dejadme llorar_ - _Orillas del mar._ - Pues me disteis, madre, - En tan tierna edad - Tan corto el placer, - Tan largo el penar, - Y me cautivasteis - De quien hoy se va - Y lleva las llaves - De mi libertad, - _Dejadme llorar_ - _Orillas del mar._ - En llorar conviertan - Mis ojos de hoy más - El sabroso oficio - Del dulce mirar, - Pues que no se pueden - Mejor ocupar - Yéndose a la guerra - Quien era mi paz. - _Dejadme llorar_ - _Orillas del mar._ - No me pongáis freno - Ni queráis culpar; - Que lo uno es justo, - Lo otro por demás. - Si me queréis bien - No me hagáis mal; - Harto peor fue - Morir y callar. - _Dejadme llorar_ - _Orillas del mar._ - Dulce madre mía, - ¿Quién no llorará, - Aunque tenga el pecho - Como un pedernal, - Y no dará voces - Viendo marchitar - Los más verdes años - De mi mocedad? - _Dejadme llorar_ - _Orillas del mar._ - Váyanse las noches, - Pues ido se han - Los ojos que hacían - Los míos velar; - Váyanse, y no vean - Tanta soledad - Después que en mi lecho - Sobra la mitad. - _Dejadme llorar_ - _Orillas del mar._ - - - - -DON FRANCISCO DE QUEVEDO - - -_53. El Sueño_ - - ¿Con qué culpa tan grave, - Sueño blando y suave, - Pude en largo destierro merecerte - Que se aparte de mí tu olvido manso? - Pues no te busco yo por ser descanso, - Sino por muda imagen de la muerte. - Cuidados veladores - Hacen inobedientes mis dos ojos - A la ley de las horas: - No han podido vencer a mis dolores - Las noches, ni dar paz a mis enojos. - Madrugan más en mí que en las auroras - Lágrimas a este llano; - Que amanece a mi mal siempre temprano; - Y tanto, que persuade la tristeza - A mis dos ojos, que nacieron antes - Para llorar que para ver. Tú, sueño, - De sosiego los tienes ignorantes, - De tal manera, que al morir el día - Con luz enferma vi que permitía - El sol que le mirasen en Poniente. - Con pies torpes al punto, ciega y fría, - Cayó de las estrellas blandamente - La noche, tras las pardas sombras mudas, - Que el sueño persuadieron a la gente. - Escondieron las galas a los prados - Y quedaron desnudas - Estas laderas y sus peñas solas: - Duermen ya entre sus montes recostados - Los mares y las olas. - Si con algún acento - Ofenden las orejas, - Es que entre sueños dan al cielo quejas - Del yerto lecho y duro acogimiento, - Que blandos hallan en los cerros duros. - Los arroyuelos puros - Se adormecen al son del llanto mío, - Y a su modo también se duerme el río. - Con sosiego agradable - Se dejan poseer de ti las flores; - Mudos están los males, - No hay cuidado que hable, - Faltan lenguas y voz a los dolores, - Y en todos los mortales - Yace la vida envuelta en alto olvido. - Tan solo mi gemido - Pierde el respeto a tu silencio santo: - Yo tu quietud molesto con mi llanto, - Y te desacredito - El nombre de callado, con mi grito. - Dame, cortés mancebo, algún reposo: - No seas digno del nombre de avariento - En el más desdichado y firme amante - Que lo merece ser por dueño hermoso. - Débate alguna pausa mi tormento. - Gózante en las cabañas - Y debajo del cielo - Los ásperos villanos; - Hállate en el rigor de los pantanos - Y encuéntrate en las nieves y en el hielo - El soldado valiente, - Y yo no puedo hallarte, aunque lo intente, - Entre mi pensamiento y mi deseo. - Ya, pues, con dolor creo - Que eres más riguroso que la tierra, - Más duro que la roca, - Pues te alcanza el soldado envuelto en guerra, - Y en ella mi alma por jamás te toca. - Mira que es gran rigor: dame siquiera - Lo que de ti desprecia tanto avaro, - Por el oro en que alegre considera, - Hasta que da la vuelta el tiempo claro; - Lo que había de dormir en blando lecho - Y da el enamorado a su señora, - Y a ti se te debía de derecho. - Dame lo que desprecia de ti agora - Por robar el ladrón; lo que desecha - El que invidiosos celos tuvo y llora. - Quede en parte mi queja satisfecha, - Tócame con el cuento de tu vara: - Oirán siquiera el ruido de tus plumas - Mis desventuras sumas; - Que yo no quiero verte cara a cara, - Ni que hagas más caso - De mí, que hasta pasar por mí de paso; - O que a tu sombra negra por lo menos, - Si fueres a otra parte peregrino, - Se le haga camino - Por estos ojos de sosiego ajenos. - Quítame, blando sueño, este desvelo, - O de él alguna parte, - Y te prometo, mientras viere el cielo, - De desvelarme solo en celebrarte. - - -_54. Epístola satírica y censoria_ - -_contra las costumbres presentes de los castellanos, escrita al -Conde-Duque de Olivares._ - - No he de callar, por más que con el dedo, - Ya tocando la boca, o ya la frente, - Silencio avises o amenaces miedo. - ¿No ha de haber un espíritu valiente? - ¿Siempre se ha de sentir lo que se dice? - ¿Nunca se ha de decir lo que se siente? - Hoy sin miedo que libre escandalice - Puede hablar el ingenio, asegurado - De que mayor poder le atemorice. - En otros siglos pudo ser pecado - Severo estudio y la verdad desnuda, - Y romper el silencio el bien hablado. - Pues sepa quien lo niega y quien lo duda - Que es lengua la verdad de Dios severo - Y la lengua de Dios nunca fue muda. - Son la verdad y Dios, Dios verdadero: - Ni eternidad divina los separa, - Ni de los dos alguno fue primero. - Si Dios a la verdad se adelantara, - Siendo verdad, implicación hubiera - En ser y en que verdad de ser dejara. - La justicia de Dios es verdadera, - Y la misericordia, y todo cuanto - Es Dios todo ha de ser verdad entera. - Señor Excelentísimo, mi llanto - Ya no consiente márgenes ni orillas: - Inundación será la de mi canto. - Ya sumergirse miro mis mejillas, - La vista por dos urnas derramada - Sobre las aras de las dos Castillas. - Yace aquella virtud desaliñada - Que fue, si rica menos, más temida, - En vanidad y en sueño sepultada. - Y aquella libertad esclarecida - Que en donde supo hallar honrada muerte - Nunca quiso tener más larga vida. - Y pródiga del alma, nación fuerte - Contaba por afrentas de los años - Envejecer en brazos de la suerte. - Del tiempo el ocio torpe, y los engaños - Del paso de las horas y del día - Reputaban los nuestros por extraños. - Nadie contaba cuánta edad vivía, - Sino de qué manera: ni aun un hora - Lograba sin afán su valentía. - La robusta virtud era señora, - Y sola dominaba al pueblo rudo; - Edad, si mal hablada, vencedora. - El temor de la mano daba escudo - Al corazón, que, en ella confiado, - Todas las armas despreció desnudo. - Multiplicó en escuadras un soldado - Su honor precioso, su ánimo valiente, - De sola honesta obligación armado. - Y debajo del cielo aquella gente, - Si no a más descansado, a más honroso - Sueño entregó los ojos, no la mente. - Hilaba la mujer para su esposo - La mortaja primero que el vestido; - Menos le vio galán que peligroso. - Acompañaba el lado del marido - Más veces en la hueste que en la cama; - Sano le aventuró, vengole herido. - Todas matronas y ninguna dama, - Que nombres del halago cortesano - No admitió lo severo de su fama. - Derramado y sonoro el Oceáno - Era divorcio de las rubias minas - Que usurparon la paz del pecho humano. - Ni los trujo costumbres peregrinas - El áspero dinero, ni el Oriente - Compró la honestidad con piedras finas. - Joya fue la virtud pura y ardiente; - Gala el merecimiento y alabanza; - Solo se codiciaba lo decente. - No de la pluma dependió la lanza, - Ni el cántabro con cajas y tinteros - Hizo el campo heredad, sino matanza. - Y España con legítimos dineros, - No mendigando el crédito a Liguria, - Más quiso los turbantes que los ceros. - Menos fuera la pérdida y la injuria - Si se volvieran Muzas los asientos, - Que esta usura es peor que aquella furia. - Caducaban las aves en los vientos, - Y espiraba decrépito el venado: - Grande vejez duró en los elementos. - Que el vientre entonces, bien disciplinado, - Buscó satisfacción y no hartura, - Y estaba la garganta sin pecado. - Del mayor infanzón de aquella pura - República de grandes hombres, era - Una vaca sustento y armadura. - No había venido al gusto lisonjera - La pimienta arrugada, ni del clavo - La adulación fragante forastera. - Carnero y vaca fue principio y cabo, - Y con rojos pimientos y ajos duros - Tan bien como el señor comió el esclavo. - Bebió la sed los arroyuelos puros: - Después mostraron del carquesio a Baco - El camino los brindis mal seguros. - El rostro macilento, el cuerpo flaco, - Eran recuerdo del trabajo honroso, - Y honra y provecho andaban en un saco. - Pudo sin miedo un español velloso - Llamar a los tudescos bacanales, - Y al holandés hereje y alevoso. - Pudo acusar los celos desiguales - A la Italia; pero hoy de muchos modos - Somos copias, si son originales. - Las descendencias gastan muchos godos, - Todos blasonan, nadie los imita, - Y no son sucesores, sino apodos. - Vino el betún precioso que vomita - La ballena o la espuma de las olas, - Que el vicio, no el olor, nos acredita. - Y quedaron las huestes españolas - Bien perfumadas, pero mal regidas, - Y alhajas las que fueron pieles solas. - Estaban las hazañas mal vestidas, - Y aún no se hartaba de buriel y lana - La vanidad de hembras presumidas. - A la seda pomposa siciliana, - Que manchó ardiente múrice, el romano - Y el oro hicieron áspera y tirana. - Nunca al duro español supo el gusano - Persuadir que vistiese su mortaja, - Intercediendo el Can por el verano. - Hoy desprecia el honor al que trabaja, - Y entonces fue el trabajo ejecutoria, - Y el vicio gradüó la gente baja. - Pretende el alentado joven gloria - Por dejar la vacada sin marido, - Y de Ceres ofende la memoria. - Un animal a la labor nacido - Y símbolo celoso a los mortales, - Que a Jove fue disfraz y fue vestido; - Que un tiempo endureció manos reales, - Y detrás de él los cónsules gimieron, - Y rumia luz en campos celestiales, - ¿Por cuál enemistad se persuadieron - A que su apocamiento fuese hazaña, - Y a las mieses tan grande ofensa hicieron? - ¡Qué cosa es ver un infanzón de España - Abreviado en la silla a la jineta, - Y gastar un caballo en una caña! - Que la niñez al gallo le acometa - Con semejante munición apruebo; - Mas no la edad madura y la perfeta. - Ejercite sus fuerzas el mancebo - En frentes de escuadrones, no en la frente - Del útil bruto la asta del acebo. - El trompeta le llame diligente, - Dando fuerza de ley el viento vano, - Y al son esté el ejército obediente. - ¡Con cuánta majestad llena la mano - La pica, y el mosquete carga el hombro, - Del que se atreve a ser buen castellano! - Con asco entre las otras gentes nombro - Al que de su persona, sin decoro, - Más quiere nota dar que dar asombro. - Gineta y cañas son contagio moro; - Restitúyanse justas y torneos, - Y hagan paces las capas con el toro. - Pasadnos vos de juegos a trofeos; - Que solo grande rey y buen privado - Pueden ejecutar estos deseos. - Vos, que hacéis repetir siglo pasado - Con desembarazarnos las personas - Y sacar a los miembros de cuidado, - Vos distes libertad con las valonas, - Para que sean corteses las cabezas, - Desnudando el enfado a las coronas; - Y, pues vos enmendastes las cortezas, - Dad a la mejor parte medicina: - Vuélvanse los tablados fortalezas. - Que la cortés estrella que os inclina - A privar sin intento y sin venganza, - Milagro que a la envidia desatina, - Tiene por sola bienaventuranza - El reconocimiento temeroso, - No presumida y ciega confianza. - Y si os dio el ascendiente generoso - Escudos, de armas y blasones llenos, - Y por timbre el martirio glorioso, - Mejores sean por vos los que eran buenos - Guzmanes, y la cumbre desdeñosa - Os muestre a su pesar campos serenos. - Lograd, señor, edad tan venturosa; - Y cuando nuestras fuerzas examina - Persecución unida y belicosa, - La militar valiente disciplina - Tenga más platicantes que la plaza: - Descansen tela falsa y tela fina. - Suceda a la marlota la coraza, - Y si el Corpus con danzas no los pide, - Velillos y oropel no hagan baza. - El que en treinta lacayos los divide, - Hace suerte en el toro y con un dedo - La hace en él la vara que los mide. - Mandadlo así, que aseguraros puedo - Que habéis de restaurar más que Pelayo, - Pues valdrá por ejércitos el miedo - Y os verá el cielo administrar su rayo. - - -_55. Memoria inmortal_ - -_de don Pedro Girón, Duque de Osuna, muerto en la prisión_ - - Faltar pudo su patria al grande Osuna, - Pero no a su defensa sus hazañas; - Diéronle muerte y cárcel las Españas, - De quien él hizo esclava la fortuna. - Lloraron sus envidias una a una - Con las propias naciones las extrañas; - Su tumba son de Flandes las campañas, - Y su epitafio la sangrienta luna. - En sus exequias encendió al Vesubio - Parténope, y Trinacria el Mongibelo; - El llanto militar creció en diluvio. - Diole el mejor lugar Marte en su cielo; - La Mosa, el Rhin, el Tajo y el Danubio - Murmuran con dolor su desconsuelo. - - -_56._ - - Ya formidable y espantoso suena - Dentro del corazón el postrer día, - Y la última hora, negra y fría, - Se acerca, de temor y sombras llena. - Si agradable descanso, paz serena, - La muerte en traje de dolor envía, - Señas da su desdén de cortesía: - Más tiene de caricia que de pena. - ¿Qué pretende el temor desacordado - De la que a rescatar piadosa viene - Espíritu en miserias añudado? - Llegue rogada, pues mi bien previene; - Hálleme agradecido, no asustado; - Mi vida acabe y mi vivir ordene. - - -_57._ - - Miré los muros de la patria mía, - Si un tiempo fuertes, ya desmoronados, - De la carrera de la edad cansados, - Por quien caduca ya su valentía. - Salime al campo, vi que el sol bebía - Los arroyos del hielo desatados, - Y del monte quejosos los ganados, - Que con sombras hurtó su luz al día. - Entré en mi casa; vi que amancillada - De anciana habitación era despojos; - Mi báculo más corvo y menos fuerte. - Vencida de la edad sentí mi espada, - Y no hallé cosa en que poner los ojos - Que no fuese recuerdo de la muerte. - - -_58. Letrilla satírica_ - - Poderoso caballero - Es don Dinero. - Madre, yo al oro me humillo: - Él es mi amante y mi amado, - Pues de puro enamorado, - De contino anda amarillo; - Que pues, doblón o sencillo, - Hace todo cuanto quiero, - Poderoso caballero - Es don Dinero. - Nace en las Indias honrado, - Donde el mundo le acompaña; - Viene a morir en España - Y es en Génova enterrado. - Y pues quien le trae al lado - Es hermoso, aunque sea fiero, - Poderoso caballero - Es don Dinero. - Es galán y es como un oro, - Tiene quebrado el color, - Persona de gran valor, - Tan cristiano como moro; - Pues que da y quita el decoro - Y quebranta cualquier fuero, - Poderoso caballero - Es don Dinero. - Son sus padres principales - Y es de nobles descendiente, - Porque en las venas de Oriente - Todas las sangres son reales: - Y pues es quien hace iguales - Al duque y al ganadero, - Poderoso caballero - Es don Dinero. - Mas ¿a quién no maravilla - Ver en su gloria sin tasa - Que es lo menos de su casa - Doña Blanca de Castilla? - Pero pues da al bajo silla - Y al cobarde hace guerrero, - Poderoso caballero - Es don Dinero. - Sus escudos de armas nobles - Son siempre tan principales, - Que sin sus escudos reales - No hay escudos de armas dobles; - Y pues a los mismos robles - Da codicia su minero, - Poderoso caballero - Es don Dinero. - Por importar en los tratos - Y dar tan buenos consejos, - En las casas de los viejos - Gatos le guardan de gatos. - Y pues él rompe recatos - Y ablanda al juez más severo, - Poderoso caballero - Es don Dinero. - Y es tanta su majestad - (Aunque son sus duelos hartos) - Que con haberle hecho cuartos - No pierde su autoridad; - Pero pues da calidad - Al noble y al pordiosero, - Poderoso caballero - Es don Dinero. - Nunca vi damas ingratas - A su gusto y afición, - Que a las caras de un doblón - Hacen sus caras baratas. - Y pues las hace bravatas - Desde una bolsa de cuero, - Poderoso caballero - Es don Dinero. - Más valen en cualquier tierra, - Mirad si es harto sagaz, - Sus escudos en la paz - Que rodelas en la guerra. - Y pues al pobre le entierra - Y hace propio al forastero, - Poderoso caballero - Es don Dinero. - - - - -DON ESTEBAN MANUEL DE VILLEGAS - - -_59. Oda sáfica_ - - Dulce vecino de la verde selva, - Huésped eterno del abril florido, - Vital aliento de la madre Venus, - Céfiro blando; - Si de mis ansias el amor supiste, - Tú, que las quejas de mi voz llevaste, - Oye, no temas, y a mi ninfa dile, - Dile que muero. - Filis un tiempo mi dolor sabía; - Filis un tiempo mi dolor lloraba; - Quísome un tiempo, mas agora temo, - Temo sus iras. - Así los dioses con amor paterno, - Así los cielos con amor benigno, - Nieguen al tiempo que feliz volares - Nieve a la tierra. - Jamás el peso de la nube parda - Cuando amanece en la elevada cumbre, - Toque tus hombros ni su mal granizo - Hiera tus alas. - - - - -DON PEDRO CALDERÓN DE LA BARCA - - -_60._ - - Estas que fueron pompa y alegría - Despertando al albor de la mañana, - A la tarde serán lástima vana - Durmiendo en brazos de la noche fría. - Este matiz que al cielo desafía, - Iris listado de oro, nieve y grana, - Será escarmiento de la vida humana: - ¡Tanto se emprende en término de un día! - A florecer las rosas madrugaron, - Y para envejecerse florecieron: - Cuna y sepulcro en un botón hallaron. - Tales los hombres sus fortunas vieron: - En un día nacieron y expiraron; - Que pasados los siglos, horas fueron. - - - - -DON ANTONIO MIRA DE MESCUA - - -_61. Canción_ - - Ufano, alegre, altivo, enamorado, - Rompiendo el aire el pardo jilguerillo, - Se sentó en los pimpollos de una haya, - Y con su pico de marfil nevado - De su pechuelo blanco y amarillo - La pluma concertó pajiza y baya; - Y celoso se ensaya - A discantar en alto contrapunto - Sus celos y amor junto, - Y al ramillo, y al prado y a las flores - Libre y ufano cuenta sus amores. - Mas ¡ay! que en este estado - El cazador cruel, de astucia armado, - Escondido le acecha, - Y al tierno corazón aguda flecha - Tira con mano esquiva - Y envuelto en sangre en tierra lo derriba. - ¡Ay, vida mal lograda, - Retrato de mi suerte desdichada! - De la custodia del amor materno - El corderillo juguetón se aleja, - Enamorado de la yerba y flores, - Y por la libertad del pasto tierno - El cándido licor olvida y deja - Por quien hizo a su madre mil amores: - Sin conocer temores, - De la florida primavera bella - El vario manto huella - Con retozos y brincos licenciosos, - Y pace tallos tiernos y sabrosos. - Mas ¡ay! que en un otero - Dio en la boca de un lobo carnicero, - Que en partes diferentes - Lo dividió con sus voraces dientes, - Y a convertirse vino - En purpúreo el dorado vellocino. - ¡Oh inocencia ofendida, - Breve bien, caro pasto, corta vida! - Rica con sus penachos y copetes, - Ufana y loca, con ligero vuelo - Se remonta la garza a las estrellas, - Y, puliendo sus negros martinetes, - Procura ser allá cerca del cielo - La reina sola de las aves bellas: - Y por ser ella de ellas - La que más altanera se remonta, - Ya se encubre y trasmonta - A los ojos del lince más atentos - Y se contempla reina de los vientos. - Mas ¡ay! que en la alta nube - El águila la vio y al cielo sube, - Donde con pico y garra - El pecho candidísimo desgarra - Del bello airón que quiso - Volar tan alto con tan corto aviso. - ¡Ay, pájaro altanero, - Retrato de mi suerte verdadero! - Al son de las belísonas trompetas - Y al retumbar del sonoroso parche, - Formó escuadrón el capitán gallardo; - Con relinchos, bufidos y corvetas - Pidió el caballo que la gente marche - Trocando en paso presuroso el tardo: - Sonó el clarín bastardo - La esperada señal de arremetida, - Y en batalla rompida, - Teniendo cierta de vencer la gloria, - Oyó a su gente que cantó victoria. - Mas ¡ay! que el desconcierto - Del capitán bisoño y poco experto, - Por no observar el orden - Causó en su gente general desorden, - Y, la ocasión perdida, - El vencedor perdió victoria y vida. - ¡Ay, fortuna voltaria, - En mis prósperos fines siempre varia! - Al cristalino y mudo lisonjero - La bella dama en su beldad se goza, - Contemplándose Venus en la tierra, - Y al más rebelde corazón de acero - Con su vista enternece y alboroza, - Y es de las libertades dulce guerra: - El desamor destierra - De donde pone sus divinos ojos, - Y de ellos son despojos - Los purísimos castos de Diana, - Y en su belleza se contempla ufana. - Mas ¡ay! que un accidente, - Apenas puso el pulso intercadente, - Cuando cubrió de manchas, - Cárdenas ronchas y viruelas anchas - El bello rostro hermoso - Y lo trocó en horrible y asqueroso. - ¡Ay, beldad malograda, - Muerta luz, turbio sol y flor pisada! - Sobre frágiles leños, que con alas - De lienzo débil de la mar son carros, - El mercader surcó sus claras olas: - Llegó a la India, y, rico de bengalas, - Perlas, aromas, nácares bizarros, - Volvió a ver las riberas españolas. - Tremoló banderolas, - Flámulas, estandartes, gallardetes: - Dio premio a los grumetes - Por haber descubierto - De la querida patria el dulce puerto. - Mas ¡ay! que estaba ignoto - A la experiencia y ciencia del piloto - En la barra un peñasco, - Donde, tocando de la nave el casco, - Dio a fondo, hechos mil piezas, - Mercader, esperanzas y riquezas. - ¡Pobre bajel, figura - Del que anegó mi próspera ventura! - Mi pensamiento con ligero vuelo - Ufano, alegre, altivo, enamorado, - Sin conocer temores la memoria, - Se remontó, señora, hasta tu cielo, - Y contrastando tu desdén airado, - Triunfó mi amor, captó mi fe victoria; - Y en la sublime gloria - De esa beldad se contempló mi alma, - Y el mar de amor sin calma - Mi navecilla con su viento en popa - Llevaba navegando a toda ropa. - Mas ¡ay! que mi contento - Fue el pajarillo y corderillo exento, - Fue la garza altanera, - Fue el capitán que la victoria espera, - Fue la Venus del mundo, - Fue la nave del piélago profundo; - Pues por diversos modos - Todos los males padecí de todos. - Canción, ve a la coluna - Que sustentó mi próspera fortuna, - Y verás que si entonces - Te pareció de mármoles y bronces, - Hoy es mujer; y en suma - Breve bien, fácil viento, leve espuma. - - - - -DON NICOLÁS F. DE MORATÍN - - -_62. Fiesta de toros en Madrid_ - - Madrid, castillo famoso - Que al rey moro alivia el miedo, - Arde en fiestas en su coso - Por ser el natal dichoso - De Alimenón de Toledo. - Su bravo alcaide Aliatar, - De la hermosa Zaida amante, - Las ordena celebrar - Por si la puede ablandar - El corazón de diamante. - Pasó, vencida a sus ruegos, - Desde Aravaca a Madrid; - Hubo pandorgas y fuegos, - Con otros nocturnos juegos - Que dispuso el adalid. - Y en adargas y colores, - En las cifras y libreas, - Mostraron los amadores, - Y en pendones y preseas, - La dicha de sus amores. - Vinieron las moras bellas - De toda la cercanía, - Y de lejos muchas de ellas: - Las más apuestas doncellas - Que España entonces tenía. - Aja de Getafe vino, - Y Zahara la de Alcorcón, - En cuyo obsequio muy fino - Corrió de un vuelo el camino - El moraicel de Alcabón. - Jarifa de Almonacid, - Que de la Alcarria en que habita - Llevó a asombrar a Madrid - Su amante Audalla, adalid - Del castillo de Zorita. - De Adamud y la famosa - Meco llegaron allí - Dos, cada cual más hermosa, - Y Fátima la preciosa, - Hija de Alí el alcadí. - El ancho circo se llena - De multitud clamorosa, - Que atiende a ver en la arena - La sangrienta lid dudosa, - Y todo en torno resuena. - La bella Zaida ocupó - Sus dorados miradores - Que el arte afiligranó, - Y con espejos y flores - Y damascos adornó. - Añafiles y atabales, - Con militar armonía, - Hicieron salva, y señales - De mostrar su valentía - Los moros más principales. - No en las vegas de Jarama - Pacieron la verde grama - Nunca animales tan fieros, - Junto al puente que se llama, - Por sus peces, de Viveros, - Como los que el vulgo vio - Ser lidiados aquel día; - Y en la fiesta que gozó, - La popular alegría - Muchas heridas costó. - Salió un toro del toril - Y a Tarfe tiró por tierra, - Y luego a Benalguacil; - Después con Hamete cierra - El temerón de Conil. - Traía un ancho listón - Con uno y otro matiz - Hecho un lazo por airón, - Sobre la inhiesta cerviz - Clavado con un arpón. - Todo galán pretendía - Ofrecerle vencedor - A la dama que servía: - Por eso perdió Almanzor - El potro que más quería. - El alcaide muy zambrero - De Guadalajara, huyó - Mal herido al golpe fiero, - Y desde un caballo overo - El moro de Horche cayó. - Todos miran a Aliatar, - Que, aunque tres toros ha muerto, - No se quiere aventurar, - Porque en lance tan incierto - El caudillo no ha de entrar. - Mas viendo se culparía, - Va a ponérsele delante: - La fiera le acometía, - Y sin que el rejón la plante - Le mató una yegua pía. - Otra monta acelerado: - Le embiste el toro de un vuelo - Cogiéndole entablerado; - Rodó el bonete encarnado - Con las plumas por el suelo. - Dio vuelta hiriendo y matando - A los de a pie que encontrara, - El circo desocupando, - Y emplazándose, se para, - Con la vista amenazando. - Nadie se atreve a salir: - La plebe grita indignada, - Las damas se quieren ir, - Porque la fiesta empezada - No puede ya proseguir. - Ninguno al riesgo se entrega - Y está en medio el toro fijo, - Cuando un portero que llega - De la puerta de la Vega, - Hincó la rodilla, y dijo: - Sobre un caballo alazano, - Cubierto de galas y oro, - Demanda licencia urbano - Para alancear a un toro - Un caballero cristiano. - Mucho le pesa a Aliatar; - Pero Zaida dio respuesta - Diciendo que puede entrar, - Porque en tan solemne fiesta - Nada se debe negar. - Suspenso el concurso entero - Entre dudas se embaraza, - Cuando en un potro ligero - Vieron entrar en la plaza - Un bizarro caballero. - Sonrosado, albo color, - Belfo labio, juveniles - Alientos, inquieto ardor, - En el florido verdor - De sus lozanos abriles. - Cuelga la rubia guedeja - Por donde el almete sube, - Cual mirarse tal vez deja - Del sol la ardiente madeja - Entre cenicienta nube. - Gorguera de anchos follajes, - De una cristiana primores; - En el yelmo los plumajes - Por los visos y celajes - Vergel de diversas flores. - En la cuja gruesa lanza, - Con recamado pendón, - Y una cifra a ver se alcanza, - Que es de desesperación, - O a lo menos de venganza. - En el arzón de la silla - Ancho escudo reverbera - Con blasones de Castilla, - Y el mote dice a la orilla: - _Nunca mi espada venciera_. - Era el caballo galán, - El bruto más generoso, - De más gallardo ademán: - Cabos negros, y brioso, - Muy tostado, y alazán. - Larga cola recogida - En las piernas descarnadas, - Cabeza pequeña, erguida, - Las narices dilatadas, - Vista feroz y encendida. - Nunca en el ancho rodeo - Que da Betis con tal fruto - Pudo fingir el deseo - Más bella estampa de bruto, - Ni más hermoso paseo. - Dio la vuelta al rededor; - Los ojos que le veían - Lleva prendados de amor: - ¡Alah te salve! decían, - ¡Dete el Profeta favor! - Causaba lástima y grima - Su tierna edad floreciente: - Todos quieren que se exima - Del riesgo, y él solamente - Ni recela ni se estima. - Las doncellas, al pasar, - Hacen de ámbar y alcanfor - Pebeteros exhalar, - Vertiendo pomos de olor, - De jazmines y azahar. - Mas cuando en medio se para, - Y de más cerca le mira - La cristiana esclava Aldara, - Con su señora se encara, - Y así la dice, y suspira: - Señora, sueños no son; - Así los cielos, vencidos - De mi ruego y aflicción, - Acerquen a mis oídos - Las campanas de León, - Como ese doncel, que ufano - Tanto asombro viene a dar - A todo el pueblo africano, - Es Rodrigo de Vivar, - El soberbio castellano. - Sin descubrirle quién es, - La Zaida desde una almena - Le habló una noche cortés, - Por donde se abrió después - El cubo de la Almudena. - Y supo que, fugitivo - De la corte de Fernando, - El cristiano, apenas vivo, - Está a Jimena adorando - Y en su memoria cautivo. - Tal vez a Madrid se acerca - Con frecuentes correrías - Y todo en torno la cerca; - Observa sus saetías, - Arroyadas y ancha alberca. - Por eso le ha conocido: - Que en medio de aclamaciones, - El caballo ha detenido - Delante de sus balcones, - Y la saluda rendido. - La mora se puso en pie - Y sus doncellas detrás: - El alcaide que lo ve, - Enfurecido además, - Muestra cuán celoso esté. - Suena un rumor placentero - Entre el vulgo de Madrid: - No habrá mejor caballero, - Dicen, en el mundo entero, - Y algunos le llaman Cid. - Crece la algazara, y él, - Torciendo las riendas de oro, - Marcha al combate crüel: - Alza el galope, y al toro - Busca en sonoro tropel. - El bruto se le ha encarado - Desde que le vio llegar, - De tanta gala asombrado, - Y al rededor le ha observado - Sin moverse de un lugar. - Cual flecha se disparó - Despedida de la cuerda, - De tal suerte le embistió; - Detrás de la oreja izquierda - La aguda lanza le hirió. - Brama la fiera burlada; - Segunda vez acomete, - De espuma y sudor bañada, - Y segunda vez la mete - Sutil la punta acerada. - Pero ya Rodrigo espera - Con heroico atrevimiento, - El pueblo mudo y atento: - Se engalla el toro y altera, - Y finge acometimiento. - La arena escarba ofendido, - Sobre la espalda la arroja - Con el hueso retorcido; - El suelo huele y le moja - En ardiente resoplido. - La cola inquieto menea, - La diestra oreja mosquea, - Vase retirando atrás, - Para que la fuerza sea - Mayor, y el ímpetu más. - El que en esta ocasión viera - De Zaida el rostro alterado, - Claramente conociera - Cuanto le cuesta cuidado - El que tanto riesgo espera. - Mas ¡ay, que le embiste horrendo - El animal espantoso! - Jamás peñasco tremendo - Del Cáucaso cavernoso - Se desgaja estrago haciendo, - Ni llama así fulminante - Cruza en negra oscuridad - Con relámpagos delante, - Al estrépito tronante - De sonora tempestad, - Como el bruto se abalanza - Con terrible ligereza; - Mas rota con gran pujanza - La alta nuca, la fiereza - Y el último aliento lanza. - La confusa vocería - Que en tal instante se oyó - Fue tanta, que parecía - Que honda mina reventó, - O el monte y valle se hundía. - A caballo como estaba - Rodrigo, el lazo alcanzó - Con que el toro se adornaba: - En su lanza le clavó - Y a los balcones llegaba. - Y alzándose en los estribos, - Le alarga a Zaida, diciendo: - Sultana, aunque bien entiendo - Ser favores excesivos, - Mi corto don admitiendo; - Si no os dignáredes ser - Con él benigna, advertid - Que a mí me basta saber - Que no le debo ofrecer - A otra persona en Madrid. - Ella, el rostro placentero, - Dijo, y turbada: señor, - Yo le admito y le venero, - Por conservar el favor - De tan gentil caballero. - Y besando el rico don, - Para agradar al doncel, - Le prende con afición - Al lado del corazón - Por brinquiño y por joyel. - Pero Aliatar el caudillo - De envidia ardiendo se ve, - Y, trémulo y amarillo, - Sobre un tremecén rosillo - Lozaneándose fue. - Y en ronca voz: Castellano, - Le dice: con más decoros - Suelo yo dar de mi mano, - Si no penachos de toros, - Las cabezas del cristiano. - Y si vinieras de guerra - Cual vienes de fiesta y gala, - Vieras que en toda la tierra, - Al valor que dentro encierra - Madrid, ninguno se iguala. - Así, dijo el de Vivar, - Respondo; y la lanza al ristre - Pone, y espera a Aliatar; - Mas sin que nadie administre - Orden, tocaron a armar. - Ya fiero bando con gritos - Su muerte o prisión pedía, - Cuando se oyó en los distritos - Del monte de Leganitos - Del Cid la trompetería. - Entre la Monclova y Soto - Tercio escogido emboscó, - Que, viendo como tardó, - Se acerca, oyó el alboroto, - Y al muro se abalanzó. - Y si no vieran salir - Por la puerta a su señor, - Y Zaida a le despedir, - Iban la fuerza a embestir: - Tal era ya su furor. - El alcaide, recelando - Que en Madrid tenga partido, - Se templó disimulando, - Y por el parque florido - Salió con él razonando. - Y es fama que, a la bajada, - Juró por la cruz el Cid - De su vencedora espada - De no quitar la celada - Hasta que gane a Madrid. - - - - -DON GASPAR M. DE JOVELLANOS - - -_63. Epístola de Fabio a Anfriso_ - -_Descripción del Paular_ - - _Credibile est illi numen inesse loco_ - OVIDIUS - - Desde el oculto y venerable asilo - Do la virtud austera y penitente - Vive ignorada y, del liviano mundo - Huida, en santa soledad se esconde, - El triste Fabio al venturoso Anfriso - Salud en versos flébiles envía. - Salud le envía a Anfriso, al que inspirado - De las mantuanas musas, tal vez suele - Al grave son de su celeste canto - Precipitar del viejo Manzanares - El curso perezoso: tal süave - Suele ablandar con amorosa lira - La altiva condición de sus zagalas. - ¡Pluguiera a Dios, oh Anfriso, que el cuitado - A quien no dio la suerte tal ventura - Pudiese huir del mundo y sus peligros! - ¡Pluguiera a Dios, pues ya con su barquilla - Logró arribar a puerto tan seguro, - Que esconderla supiera en este abrigo, - A tanta luz y ejemplos enseñado! - Huyera así la furia tempestuosa - De los contrarios vientos, los escollos, - Y las fieras borrascas tantas veces - Entre sustos y lágrimas corridas. - Así también del mundanal tumulto - Lejos, y en estos montes guarecido, - Alguna vez gozara del reposo, - Que hoy desterrado de su pecho vive. - Mas ¡ay de aquel que hasta en el santo asilo - De la virtud arrastra la cadena, - La pesada cadena con que el mundo - Oprime a sus esclavos! ¡Ay del triste - En cuyo oído suena con espanto, - Por esta oculta soledad rompiendo, - De su señor el imperioso grito! - Busco en estas moradas silenciosas - El reposo y la paz que aquí se esconden, - Y solo encuentro la inquietud funesta - Que mis sentidos y razón conturba. - Busco paz y reposo, pero en vano - Los busco ¡oh caro Anfriso! que estos dones, - Herencia santa que al partir del mundo - Dejó Bruno en sus hijos vinculada, - Nunca en profano corazón entraron - Ni a los parciales del placer se dieron. - Conozco bien que, fuera de este asilo, - Solo me guarda el mundo sinrazones, - Vanos deseos, duros desengaños, - Susto y dolor; empero todavía - A entrar en él no puedo resolverme. - No puedo resolverme, y despechado - Sigo el impulso del fatal destino - Que a muy más dura esclavitud me guía. - Sigo su fiero impulso, y llevo siempre - Por todas partes los pesados grillos - Que de la ansiada libertad me privan. - De afán y angustia el pecho traspasado, - Pido a la muda soledad consuelo - Y con dolientes quejas la importuno. - Salgo al ameno valle, subo al monte, - Sigo del claro río las corrientes, - Busco la fresca y deleitosa sombra, - Corro por todas partes, y no encuentro - En parte alguna la quietud perdida. - ¡Ay, Anfriso, qué escenas a mis ojos, - Cansados de llorar, presenta el cielo! - Rodeado de frondosos y altos montes - Se extiende un valle, que de mil delicias - Con sabia mano ornó naturaleza. - Pártele en dos mitades, despeñado - De las vecinas rocas, el Lozoya, - Por su pesca famoso y dulces aguas. - Del claro río sobre el verde margen - Crecen frondosos álamos, que al cielo - Ya erguidos alzan las plateadas copas, - O ya, sobre las aguas encorvados, - En mil figuras miran con asombro - Su forma en los cristales retratada. - De la siniestra orilla un bosque umbrío - Hasta la falda del vecino monte - Se extiende: tan ameno y delicioso - Que le hubiera juzgado el gentilismo - Morada de algún dios, o a los misterios - De las silvanas Dríadas guardado. - Aquí encamino mis inciertos pasos, - Y en su recinto umbrío y silencioso, - Mansión la más conforme para un triste, - Entro a pensar en mi cruel destino. - La grata soledad, la dulce sombra, - El aire blando y el silencio mudo, - Mi desventura y mi dolor adulan. - No alcanza aquí del padre de las luces - El rayo acechador, ni su reflejo - Viene a cubrir de confusión el rostro - De un infeliz en su dolor sumido. - El canto de las aves no interrumpe - Aquí tampoco la quietud de un triste, - Pues solo de la viuda tortolilla - Se oye tal vez el lastimero arrullo, - Tal vez el melancólico trinado - De la angustiada y dulce Filomena. - Con blando impulso el céfiro süave, - Las copas de los árboles moviendo, - Recrea el alma con el manso ruido, - Mientras al dulce soplo desprendidas - Las agostadas hojas, revolando, - Bajan en lentos círculos al suelo, - Cúbrenle en torno, y la frondosa pompa - Que al árbol adornara en primavera, - Yace marchita y muestra los rigores - Del abrasado estío y seco otoño. - ¡Así también de juventud lozana - Pasan, oh Anfriso, las livianas dichas! - Un soplo de inconstancia, de fastidio, - O de capricho femenil las tala - Y lleva por el aire, cual las hojas - De los frondosos árboles caídas. - Ciegos empero, y tras su vana sombra - De contino exhalados, en pos de ellas - Corremos hasta hallar el precipicio - Do nuestro error y su ilusión nos guían. - Volamos en pos de ellas como suele - Volar a la dulzura del reclamo - Incauto el pajarillo: entre las hojas - El preparado visco le detiene: - Lucha cautivo por huir, y en vano, - Porque un traidor, que en asechanza atisba, - Con mano infiel la libertad le roba - Y a muerte le condena o cárcel dura. - ¡Ah, dichoso el mortal de cuyos ojos - Un pronto desengaño corrió el velo - De la ciega ilusión! ¡Una y mil veces - Dichoso el solitario penitente - Que, triunfando del mundo y de sí mismo, - Vive en la soledad libre y contento! - Unido a Dios por medio de la santa - Contemplación, le goza ya en la tierra, - Y retirado en su tranquilo albergue - Observa reflexivo los milagros - De la naturaleza, sin que nunca - Turben el susto ni el dolor su pecho. - Regálanle las aves con su canto, - Mientras la aurora sale refulgente - A cubrir de alegría y luz el mundo. - Nácele siempre el sol claro y brillante, - Y nunca a él levanta conturbados - Sus ojos, ora en el oriente raye, - Ora, del cielo a la mitad subiendo, - En pompa guíe el reluciente carro; - Ora con tibia luz, más perezoso, - Su faz esconda en los vecinos montes. - Cuando en las claras noches cuidadoso - Vuelve desde los santos ejercicios, - La plateada luna en lo más alto - Del cielo mueve la luciente rueda - Con augusto silencio, y recreando - Con blando resplandor su humilde vista, - Eleva su razón, y la dispone - A contemplar la alteza y la inefable - Gloria del Padre y Criador del mundo. - Libre de los cuidados enojosos - Que en los palacios y dorados techos - Nos turban de contino, y entregado - A la inefable y justa Providencia, - Si al breve sueño alguna pausa pide - De sus santas tareas, obediente - Viene a cerrar sus párpados el sueño - Con mano amiga, y de su lado ahuyenta - El susto y las fantasmas de la noche. - ¡Oh suerte venturosa, a los amigos - De la virtud guardada! ¡Oh dicha, nunca - De los tristes mundanos conocida! - ¡Oh monte impenetrable! ¡Oh bosque umbrío! - ¡Oh valle deleitoso! ¡Oh solitaria, - Taciturna mansión! ¡Oh, quién, del alto - Y proceloso mar del mundo huyendo - A vuestra santa calma, aquí seguro - Vivir pudiera siempre, y escondido! - Tales cosas revuelvo en mi memoria - En esta triste soledad sumido. - Llega en tanto la noche, y con su manto - Cobija el ancho mundo. Vuelvo entonces - A los medrosos claustros. De una escasa - Luz el distante y pálido reflejo - Guía por ellos mis inciertos pasos; - Y en medio del horror y del silencio, - ¡Oh fuerza del ejemplo portentosa! - Mi corazón palpita, en mi cabeza - Se erizan los cabellos, se estremecen - Mis carnes, y discurre por mis nervios - Un súbito rigor que los embarga. - Parece que oigo que del centro oscuro - Sale una voz tremenda que, rompiendo - El eterno silencio, así me dice: - «Huye de aquí, profano; tú, que llevas - »De ideas mundanales lleno el pecho, - »Huye de esta morada, do se albergan - »Con la virtud humilde y silenciosa - »Sus escogidos: huye, y no profanes - »Con tu planta sacrílega este asilo.» - De aviso tal al golpe confundido, - Con paso vacilante voy cruzando - Los pavorosos tránsitos, y llego - Por fin a mi morada, donde ni hallo - El ansiado reposo, ni recobran - La suspirada calma mis sentidos. - Lleno de congojosos pensamientos - Paso la triste y perezosa noche - En molesta vigilia, sin que llegue - A mis ojos el sueño, ni interrumpan - Sus regalados bálsamos mi pena. - Vuelve por fin con la rosada aurora - La luz aborrecida, y en pos de ella - El claro día a publicar mi llanto - Y dar nueva materia al dolor mío. - - - - -DON JUAN MELÉNDEZ VALDÉS - - -_64. Rosana en los fuegos_ - - Del sol llevaba la lumbre, - Y la alegría del alba, - En sus celestiales ojos - La hermosísima Rosana, - Una noche que a los fuegos - Salió la fiesta de Pascua - Para abrasar todo el valle - En mil amorosas ansias. - Por do quiera que camina - Lleva tras sí la mañana, - Y donde se vuelve rinde - La libertad de mil almas. - El céfiro la acaricia - Y mansamente la halaga, - Los Amores la rodean - Y las Gracias la acompañan. - Y ella, así como en el valle - Descuella la altiva palma - Cuando sus verdes pimpollos - Hasta las nubes levanta; - O cual vid de fruto llena - Que con el olmo se abraza, - Y sus vástagos extiende - Al arbitrio de las ramas; - Así entre sus compañeras - El nevado cuello alza, - Sobresaliendo entre todas - Cual fresca rosa entre zarzas. - Todos los ojos se lleva - Tras sí, todo lo avasalla; - De amor mata a los pastores - Y de envidia a las zagalas. - Ni las músicas se atienden, - Ni se gozan las lumbradas; - Que todos corren por verla - Y al verla todos se abrasan. - ¡Qué de suspiros se escuchan! - ¡Qué de vivas y de salvas! - No hay zagal que no la admire - Y no se esmere en loarla. - Cuál absorto la contempla - Y a la aurora la compara - Cuando más alegre sale - Y el cielo de su albor baña; - Cuál al fresco y verde aliso - Que crece al margen del agua, - Cuando más pomposo en hojas - En su cristal se retrata; - Cuál a la luna, si muestra - Llena su esfera de plata, - Y asoma por los collados - De luceros coronada. - Otros pasmados la miran - Y mudamente la alaban, - Y cuanto más la contemplan - Muy más hermosa la hallan. - Que es como el cielo su rostro - Cuando en la noche callada - Brilla con todas sus luces - Y los ojos embaraza. - ¡Ay, qué de envidias se encienden! - ¡Ay, qué de celos que causa - En las serranas del Tormes - Su perfección sobrehumana! - Las más hermosas la temen, - Mas sin osar murmurarla; - Que como el oro más puro - No sufre una leve mancha. - Bien haya tu gentileza, - Una y mil veces bien haya, - Y abrase la envidia al pueblo, - Hermosísima aldeana. - Toda, toda eres perfecta, - Toda eres donaire y gracia, - El amor vive en tus ojos - Y la gloria está en tu cara. - La libertad me has robado, - Yo la doy por bien robada, - Mas recibe el don benigna - Que mi humildad te consagra. - Esto un zagal la decía - Con razones mal formadas, - Que salió libre a los fuegos - Y volvió cautivo a casa. - Y desde entonces perdido - El día a sus puertas le halla; - Ayer le cantó esta letra - Echándole la alborada: - Linda zagaleja - De cuerpo gentil, - _Muérome de amores_ - _Desde que te vi._ - Tu talle, tu aseo, - Tu gala y donaire, - No tienen, serrana, - Igual en el valle. - Del cielo son ellos - Y tú un serafín: - _Muérome de amores_ - _Desde que te vi._ - De amores me muero, - Sin que nada baste - A darme la vida - Que allá te llevaste, - Si ya no te dueles - Benigna de mí; - _Que muero de amores_ - _Desde que te vi_. - - - - -DON LEANDRO F. DE MORATÍN - - -_65. Elegía a las Musas_ - - Esta corona, adorno de mi frente, - Esta sonante lira y flautas de oro - Y máscaras alegres, que algún día - Me disteis, sacras Musas, de mis manos - Trémulas recibid, y el canto acabe, - Que fuera osado intento repetirle. - He visto ya cómo la edad ligera, - Apresurando a no volver las horas, - Robó con ellas su vigor al numen. - Sé que negáis vuestro favor divino - A la cansada senectud, y en vano - Fuera implorarle; pero en tanto, bellas - Ninfas, del verde Pindo habitadoras, - No me neguéis que os agradezca humilde - Los bienes que os debí. Si pude un día, - No indigno sucesor de nombre ilustre, - Dilatarle famoso, a vos fue dado - Llevar al fin mi atrevimiento. Solo - Pudo bastar vuestro amoroso anhelo - A prestarme constancia en los afanes - Que turbaron mi paz, cuando insolente - Vano saber, enconos y venganzas, - Codicia y ambición, la patria mía - Abandonaron a civil discordia. - Yo vi del polvo levantarse audaces, - A dominar y perecer, tiranos: - Atropellarse efímeras las leyes, - Y llamarse virtudes los delitos. - Vi las fraternas armas nuestros muros - Bañar en sangre nuestra, combatirse, - Vencido y vencedor hijos de España, - Y el trono desplomándose al vendido - Ímpetu popular. De las arenas - Que el mar sacude en la fenicia Gades, - A las que el Tajo lusitano envuelve - En oro y conchas, uno y otro imperio, - Iras, desorden esparciendo y luto, - Comunicarse el funeral estrago. - Así cuando en Sicilia el Etna ronco - Revienta incendios, su bifronte cima - Cubre el Vesubio en humo denso y llamas, - Turba el Averno sus calladas ondas; - Y allá del Tibre en la ribera etrusca - Se estremece la cúpula soberbia - Que al Vicario de Cristo da sepulcro. - ¿Quién pudo en tanto horror mover el plectro? - ¿Quién dar al verso acordes armonías, - Oyendo resonar grito de muerte? - Tronó la tempestad: bramó iracundo - El huracán, y arrebató a los campos - Sus frutos, su matiz: la rica pompa - Destrozó de los árboles sombríos: - Todas huyeron tímidas las aves - Del blando nido, en el espanto mudas; - No más trinos de amor. Así agitaron - Los tardos años mi existencia, y pudo - Solo en región extraña el oprimido - Ánimo hallar dulce descanso y vida. - Breve será; que ya la tumba aguarda - Y sus mármoles abre a recibirme; - Ya los voy a ocupar... Si no es eterno - El rigor de los hados, y reservan - A mi patria infeliz mayor ventura, - Dénsela presto, y mi postrer suspiro - Será por ella... Prevenid en tanto - Flébiles tonos, enlazad coronas - De ciprés funeral, Musas celestes; - Y donde a las del mar sus aguas mezcla - El Garona opulento, en silencioso - Bosque de lauros y menudos mirtos, - Ocultad entre flores mis cenizas. - - - - -DON MANUEL MARÍA DE ARJONA - - -_66. La diosa del bosque_ - - ¡Oh, si bajo estos árboles frondosos - Se mostrase la célica hermosura - Que vi algún día en inmortal dulzura - Este bosque bañar! - Del cielo tu benéfico descenso - Sin duda ha sido, lúcida belleza: - Deja, pues, diosa, que mi grato incienso - Arda sobre tu altar. - Que no es amor mi tímido alborozo, - Y me acobarda el rígido escarmiento, - Que ¡oh Piritöo! condenó tu intento - Y tu intento, Ixïón. - Lejos de mí sacrílega osadía: - Bástame que con plácido semblante - Aceptes, diosa, a mis anhelos pía, - Mi ardiente adoración. - Mi adoración y el cántico de gloria - Que de mí el Pindo atónito ya espera: - Baja tú a oírme de la sacra esfera - ¡Oh radiante deidad! - Y tu mirar más nítido y süave, - He de cantar, que fúlgido lucero; - Y el limpio encanto que infundirnos sabe - Tu dulce majestad. - De pureza jactándose natura, - Te ha formado del cándido rocío - Que sobre el nardo al apuntar de estío - La aurora derramó; - Y excelsamente lánguida retrata - El rosicler pacífico de Mayo - Tu alma: Favonio su frescura grata - A tu hablar trasladó. - ¡Oh imagen perfectísima del orden - Que liga en lazos fáciles el mundo, - Solo en los brazos de la paz fecundo, - Solo amable en la paz! - En vano con espléndido aparato - Finge el arte solícito grandezas: - Natura vence con sencillo ornato - Tan altivo disfraz. - Monarcas, que los pérsicos tesoros - Ostentáis con magnífica porfía, - Copiad el brillo de un sereno día - Sobre el azul del mar: - O copie estudio de émula hermosura - De mi deidad el mágico descuido; - Antes veremos la estrellada altura - Los hombres escalar. - Tú, mi verso, en magnánimo ardimiento - Ya las alas del céfiro recibe, - Y al pecho ilustre en que tu numen vive - Vuela, vuela veloz; - Y en los erguidos álamos ufana - Penda siempre esta cítara, aunque nueva; - Que ya a sus ecos hermosura humana - No ha de ensalzar mi voz. - - - - -DON ALBERTO LISTA - - -_67. Al Sueño_ - -_El himno del desgraciado_ - - «_El grande y el pequeño_ - _Iguales son lo que les dura el sueño._» - - Desciende a mí, consolador Morfeo, - Único dios que imploro, - Antes que muera el esplendor febeo - Sobre las playas del adusto moro. - Y en tu regazo el importuno día - Me encuentre aletargado, - Cuando triunfante de la niebla umbría - Asciende al trono del cenit dorado. - Pierda en la noche y pierda en la mañana - Tu calma silenciosa - Aquel feliz que en lecho de oro y grana - Estrecha al seno la adorada esposa. - Y el que halagado con los dulces dones - De Pluto y de Citeres, - Las que a la tarde fueron ilusiones, - A la aurora verá ciertos placeres. - No halle jamás la matutina estrella - En tus brazos rendido - Al que bebió en los labios de su bella - El suspiro de amor correspondido. - ¡Ah! déjalos que gocen. Tu presencia - No turbe su contento; - Que es perpetua delicia su existencia - Y un siglo de placer cada momento. - Para ellos nace, el orbe colorando, - La sonrosada aurora, - Y el ave sus amores va cantando, - Y la copia de Abril derrama Flora. - Para ellos tiende su brillante velo - La noche sosegada, - Y de trémula luz esmalta el cielo, - Y da al amor la sombra deseada. - Si el tiempo del placer para el dichoso - Huye en veloz carrera, - Une con breve y plácido reposo - Las dichas que ha gozado a las que espera. - Mas ¡ay! a un alma del dolor guarida - Desciende ya propicio; - Cuanto me quites de la odiosa vida, - Me quitarás de mi inmortal suplicio. - ¿De qué me sirve el súbito alborozo - Que a la aurora resuena, - Si al despertar el mundo para el gozo, - Solo despierto yo para la pena? - ¿De qué el ave canora, o la verdura - Del prado que florece, - Si mis ojos no miran su hermosura, - Y el universo para mí enmudece? - El ámbar de la vega, el blando ruido, - Con que el raudal se lanza, - ¿Qué son ¡ay! para el triste que ha perdido, - Último bien del hombre, la esperanza? - Girará en vano, cuando el sol se ausente, - La esfera luminosa; - En vano, de almas tiernas confidente, - Los campos bañará la luna hermosa. - Esa blanda tristeza que derrama - A un pecho enamorado, - Si su tranquila amortiguada llama - Resbala por las faldas del collado, - No es para un corazón de quien ha huido - La ilusión lisonjera, - Cuando pidió, del desengaño herido, - Su triste antorcha a la razón severa. - Corta el hilo a mi acerba desventura, - Oh tú, sueño piadoso; - Que aquellas horas que tu imperio dura - Se iguala el infeliz con el dichoso. - Ignorada de sí yazca mi mente, - Y muerto mi sentido; - Empapa el ramo, para herir mi frente, - En las tranquilas aguas del olvido. - De la tumba me iguale tu beleño - A la ceniza yerta, - Solo ¡ay de mí! que del eterno sueño, - Mas felice que yo, nunca despierta. - Ni aviven mi existencia interrumpida - Fantasmas voladores, - Ni los sucesos de mi amarga vida - Con tus pinceles lánguidos colores. - No me acuerdes crüel de mi tormento - La triste imagen fiera; - Bástale su malicia al pensamiento, - Sin darle tú el puñal para que hiera. - Ni me halagues con pérfidos placeres, - Que volarán contigo; - Y el dolor de perderlos cuando huyeres - De atreverme a gozar será el castigo. - Deslízate callado, y encadena - Mi ardiente fantasía; - Que asaz libre será para la pena - Cuando me entregues a la luz del día. - Ven, termina la mísera querella - De un pecho acongojado. - ¡Imagen de la muerte! después de ella - Eres el bien mayor del desgraciado. - - - - -DON MANUEL JOSÉ QUINTANA - - -_68. A España, después de la revolución de Marzo_ - - ¿Qué era, decidme, la nación que un día - Reina del mundo proclamó el destino, - La que a todas las zonas extendía - Su cetro de oro y su blasón divino? - Volábase a occidente, - Y el vasto mar Atlántico sembrado - Se hallaba de su gloria y su fortuna. - Do quiera España: en el preciado seno - De América, en el Asia, en los confines - Del África, allí España. El soberano - Vuelo de la atrevida fantasía - Para abarcarla se cansaba en vano; - La tierra sus mineros le rendía, - Sus perlas y coral el Oceáno. - Y donde quier que revolver sus olas - Él intentase, a quebrantar su furia - Siempre encontraba costas españolas. - Ora en el cieno del oprobio hundida, - Abandonada a la insolencia ajena, - Como esclava en mercado, ya aguardaba - La ruda argolla y la servil cadena. - ¡Qué de plagas, oh Dios! Su aliento impuro - La pestilente fiebre respirando, - Infestó el aire, emponzoñó la vida; - La hambre enflaquecida - Tendió sus brazos lívidos, ahogando - Cuanto el contagio perdonó; tres veces - De Jano el templo abrimos, - Y a la trompa de Marte aliento dimos; - Tres veces ¡ay! Los dioses tutelares - Su escudo nos negaron, y nos vimos - Rotos en tierra y rotos en los mares. - ¿Qué en tanto tiempo viste - Por tus inmensos términos, oh Iberia? - ¿Qué viste ya sino funesto luto, - Honda tristeza, sin igual miseria, - De tu vil servidumbre acerbo fruto? - Así, rota la vela, abierto el lado, - Pobre bajel a naufragar camina, - De tormenta en tormenta despeñado, - Por los yermos del mar; ya ni en su popa - Las guirnaldas se ven que antes le ornaban, - Ni en señal de esperanza y de contento - La flámula riendo al aire ondea. - Cesó en su dulce canto el pasajero, - Ahogó su vocerío - El ronco marinero, - Terror de muerte en torno le rodea, - Terror de muerte silencioso y frío; - Y él va a estrellarse al áspero bajío. - Llega el momento, en fin; tiende su mano - El tirano del mundo al occidente, - Y fiero exclama: «El occidente es mío.» - Bárbaro gozo en su ceñuda frente - Resplandeció, como en el seno oscuro - De nube tormentosa en el estío - Relámpago fugaz brilla un momento - Que añade horror con su fulgor sombrío. - Sus guerreros feroces - Con gritos de soberbia el viento llenan; - Gimen los yunques, los martillos suenan, - Arden las forjas. ¡Oh vergüenza! ¿Acaso - Pensáis que espadas son para el combate - Las que mueven sus manos codiciosas? - No en tanto os estiméis: grillos, esposas, - Cadenas son que en vergonzosos lazos - Por siempre amarren tan inertes brazos. - Estremeciose España - Del indigno rumor que cerca oía, - Y al grande impulso de su justa saña - Rompió el volcán que en su interior hervía. - Sus déspotas antiguos - Consternados y pálidos se esconden; - Resuena el eco de venganza en torno, - Y del Tajo las márgenes responden: - «¡Venganza!» ¿Dónde están, sagrado río, - Los colosos de oprobio y de vergüenza - Que nuestro bien en su insolencia ahogaban? - Su gloria fue, nuestro esplendor comienza; - Y tú, orgulloso y fiero, - Viendo que aun hay Castilla y castellanos, - Precipitas al mar tus rubias ondas, - Diciendo: «Ya acabaron los tiranos.» - ¡Oh triunfo! ¡Oh gloria! ¡Oh celestial momento! - ¿Con que puede ya dar el labio mío - El nombre augusto de la patria al viento? - Yo le daré; mas no en el arpa de oro - Que mi cantar sonoro - Acompañó hasta aquí; no aprisionado - En estrecho recinto, en que se apoca - El numen en el pecho - Y el aliento fatídico en la boca. - Desenterrad la lira de Tirteo, - Y al aire abierto, a la radiante lumbre - Del sol, en la alta cumbre - Del riscoso y pinífero Fuenfría, - Allí volaré yo, y allí cantando - Con voz que atruene en derredor la sierra, - Lanzaré por los campos castellanos - Los ecos de la gloria y de la guerra. - ¡Guerra, nombre tremendo, ahora sublime, - Único asilo y sacrosanto escudo - Al ímpetu sañudo - Del fiero Atila que a occidente oprime! - ¡Guerra, guerra, españoles! En el Betis - Ved del Tercer Fernando alzarse airada - La augusta sombra; su divina frente - Mostrar Gonzalo en la imperial Granada; - Blandir el Cid su centellante espada, - Y allá sobre los altos Pirineos, - Del hijo de Jimena - Animarse los miembros giganteos. - En torvo ceño y desdeñosa pena - Ved cómo cruzan por los aires vanos; - Y el valor exhalando que se encierra - Dentro del hueco de sus tumbas frías, - En fiera y ronca voz pronuncian: «¡Guerra! - ¡Pues qué! ¿Con faz serena - Vierais los campos devastar opimos, - Eterno objeto de ambición ajena, - Herencia inmensa que afanando os dimos? - Despertad, raza de héroes: el momento - Llegó ya de arrojarse a la victoria; - Que vuestro nombre eclipse nuestro nombre, - Que vuestra gloria humille nuestra gloria. - No ha sido en el gran día - El altar de la patria alzado en vano - Por vuestra mano fuerte. - Juradlo, ella os lo manda: _¡Antes la muerte_ - _Que consentir jamás ningún tirano!_» - Sí, yo lo juro, venerables sombras; - Yo lo juro también, y en este instante - Ya me siento mayor. Dadme una lanza, - Ceñidme el casco fiero y refulgente; - Volemos al combate, a la venganza; - Y el que niegue su pecho a la esperanza, - Hunda en el polvo la cobarde frente. - Tal vez el gran torrente - De la devastación en su carrera - Me llevará. ¿Qué importa? ¿Por ventura - No se muere una vez? ¿No iré, expirando, - A encontrar nuestros ínclitos mayores? - «¡Salud, oh padres de la patria mía, - Yo les diré, salud! La heroica España - De entre el estrago universal y horrores - Levanta la cabeza ensangrentada, - Y vencedora de su mal destino, - Vuelve a dar a la tierra amedrentada - Su cetro de oro y su blasón divino.» - - - - -DON JUAN NICASIO GALLEGO - - -_69. Elegía a la muerte -de la Duquesa de Frías_ - - Al sonante bramido - Del piélago feroz que el viento ensaña - Lanzando atrás del Turia la corriente; - En medio al denegrido - Cerco de nubes que de Sirio empaña - Cual velo funeral la roja frente; - Cuando el cárabo oscuro - Ayes despide entre la breña inculta, - Y a tardo paso soñoliento Arturo - En el mar de occidente se sepulta; - A los mustios reflejos - Con que en las ondas alteradas tiembla - De moribunda luna el rayo frío, - Daré del mundo y de los hombres lejos - Libre rienda al dolor del pecho mío. - Sí, que al mortal a quien del hado el ceño - A infortunios sin término condena, - Sobre su cuello mísero cargando - De uno en otro eslabón larga cadena, - No en jardín halagüeño, - Ni al puro ambiente de apacible aurora - Soltar conviene el lastimero canto - Con que al cielo importuna. - Solitario arenal, sangrienta luna - Y embravecidas olas acompañen - Sus lamentos fatídicos ¡Oh lira - Que escenas solo de aflicción recuerdas; - Lira que ven mis ojos con espanto - Y a recorrer tus cuerdas - Mi ya trémula mano se resiste! - Ven, lira del dolor. ¡Piedad no existe! - ¡No existe, y vivo yo! ¡No existe aquella - Gentil, discreta, incomparable amiga, - Cuya presencia sola - El tropel de mis penas disipaba! - ¿Cuándo en tal hermosura alma tan bella - De la corte española - Más digno fue y espléndido ornamento? - ¡Y aquel mágico acento - Enmudeció por siempre, que llenaba - De inefable dulzura el alma mía! - Y ¡qué! fortuna impía, - ¿Ni su postrer adiós oír me dejas? - ¿Ni de su esposo amado - Templar el llanto y las amargas quejas? - ¿Ni el estéril consuelo - De acompañar hasta el sepulcro helado - Sus pálidos despojos? - ¡Ay! Derramen sin duelo - Sangre mi corazón, llanto mis ojos. - ¿Por qué, por qué a la tumba, - Insaciable de víctimas, tu amigo - Antes que tú no descendió, Señora? - ¿Por qué al menos contigo - La memoria fatal no te llevaste - Que es un tormento irresistible ahora? - ¿Qué mármol hay que pueda - En tan acerba angustia los aciagos - Recuerdos resistir del bien perdido? - Aún resuena en mi oído - El espantoso obús lanzando estragos, - Cuando mis ojos ávidos te vieron - Por la primera vez. Cien bombas fueron - A tu arribo marcial salva triunfante. - Con inmóvil semblante - Escucho amedrentado el son horrendo - De los globos mortíferos, en torno - Del leño frágil a tus pies cayendo, - Y el agua que a su empuje se encumbraba - Y hasta las altas grímpolas saltaba. - El dulce soplo de Favonio en tanto - Las velas hinche del bajel ligero, - Sin que salude con festivo canto - La suspirada costa el marinero. - Ardiendo de la patria en fuego santo, - Insensible al horror del bronce fiero, - Fijar te miro impávida y serena - La planta breve en la menuda arena. - ¡Salve, oh Deidad! --del gaditano muro - Grita la muchedumbre alborozada; - ¡Salve, oh Deidad! --de gozo enajenada - La ruidosa marina - Que a ti se agolpa y el batel rodea; - Y al cielo sube el aclamar sonoro - Como al aplauso del celeste coro - Salió del mar la hermosa Citerea. - Absortas contemplaron - El fuego de tus ojos - Las bellas ninfas de la bella Gades; - Absortas te envidiaron - El pie donoso y la mejilla pura, - El vivo esmalte de tus labios rojos, - El albo seno y la gentil cintura. - Yo te miraba atónito: no empero - Sentí en el alma el pasador agudo - De bastarda pasión; que a dicha pudo - Del honor y el deber la ley severa - Ser a mi pecho impenetrable escudo. - Mas ¿quién el homenaje - De afecto noble, de amistad sincera - Cual yo te tributó, cuando el tesoro - De tu divino ingenio descubría, - Que en cuerpo tan gallardo relucía - Como rico brillante en joya de oro? - ¡Cuántas, ay, qué apacibles - Horas en dulces pláticas pasadas - Betis me viera de tu voz pendiente! - ¡Cuántas en las calladas - Florestas de Aranjuez el eco blando - Detuvo el paso a la tranquila fuente! - Ya el primor ensalzando - Que al fragante clavel las hojas riza - Y la ancha cola del pavón matiza; - Ya la varia fortuna - Del cetro godo y del laurel romano; - O el poder sobrehumano - Que de un soplo derroca - Del alto solio al triunfador de Jena - Y con duras amarras le encadena, - Como al antiguo Encélado, a una roca. - Pero otro don magnífico, sublime, - Más alto que el ingenio y la hermosura, - Debiste al Criador, vivaz destello - De su lumbre inmortal, alma ternura. - ¿Cuándo, cuándo al gemido - Negó del infeliz oro tu mano, - Ayes tu corazón? El escondido - Volcán que decoroso - Tu noble aspecto revelaba apenas, - Un infortunio, un rasgo generoso, - Un sacrificio heroico hervir hacía. - Entonces agitado - Tu rostro angelical resplandecía - De más purpúreo rosicler cubierto: - Del seno relevado - La extraña conmoción, el entreabierto - Labio, las refulgentes - Ráfagas de tus ojos - Que entre los anchos párpados brillaban, - Las lágrimas ardientes - Que a tus negras pestañas asomaban, - El gesto, el ademán, los mal seguros - Acentos, la expresión... ¡Ah! Nunca, nunca - Tan insigne modelo - De estro feliz, de inspiración divina - Mostró Casandra en los dardanios muros - Ni en las lides olímpicas Corina. - Y solo al santo fuego - De un pecho tan magnánimo pudiera - Deber tu amigo el aire que respira. - Solo a tu blando ruego - La Amistad se vistiera - Máscara y formas del Amor su hermano. - ¿Quién sino tú, señora, - Dejando inquieta la mullida pluma - Antes que el frío tálamo la Aurora, - Entrar osara en la mansión del crimen? - ¿Quién sino tú del duro carcelero, - Menos al son del oro empedernido - Que al eco de los míseros que gimen, - Quisiera el ceño soportar? Perdona, - Cara Piedad, que mi indiscreta musa - Publique al mundo tan heroico ejemplo, - Y que mi gratitud cuelgue en el templo - De la santa Amistad digna corona. - En el mezquino lecho - De cárcel solitaria - Fiebre lenta y voraz me consumía, - Cuando sordo a mis quejas - Rayaba apenas en las altas rejas - El perezoso albor del nuevo día. - De planta cautelosa - Insólito rumor hiere mi oído; - Los vacilantes ojos - Clavo en la ruda puerta estremecido - Del súbito crujir de sus cerrojos, - Y el repugnante gesto - Del fiero alcaide mi atención excita, - Que hacia mí sin cesar su mano agita - Con labio mudo y sonreír funesto. - Salto del lecho, y sígole azorado, - Cruzando los revueltos corredores - De aquella triste y lóbrega caverna - Hasta un breve recinto iluminado - De moribunda y fúnebre linterna. - Y a par que por oculto - Tránsito desparece - Como visión fantástica el cerbero, - De nuevo extraño bulto, - Sombra confusa, que se acerca y crece, - La angustia dobla de mi horror primero. - Mas ¡cuál mi asombro fue cuando improvisa - A la pálida luz mi vista errante - Los bellos rasgos de Piedad divisa - Entre los pliegues del cendal flotante! - «¿Por qué, por qué benigna,» - Clamé bañado en llanto de alborozo, - «Osas pisar, Señora, - »Esta morada indigna - »Que tu respeto y tu virtud desdora? - »¡Ah! si a la fuerza del inmenso gozo, - »Del placer celestial que el alma oprime, - »Hoy a tus plantas expirar consigo, - »Mi fiebre, mi prisión, mi fin bendigo. - »A este oscuro aposento - »No a que de pena o de placer expires - »La voz de la amistad mis pasos guía, - »Sino a esforzar tu desmayado aliento - »Contra los golpes de la suerte impía. - »Su cuello al susto y la congoja doble - »El que del crimen en su pecho sienta - »El punzante aguijón; que al alma noble - »Do la inocencia plácida se anida, - »Ni el peso de los grillos la atormenta, - »Ni el son de los cerrojos la intimida. - »Recobra, amigo caro, - »La esperanza marchita - »Y el digno esfuerzo del varón constante. - »Pronto será que el astro rutilante, - »Que jamás estas bóvedas visita, - »De la calumnia vil triunfar te vea: - »Mi fausto anuncio tu consuelo sea. - »Seralo, sí; lo juro; - »Y aunque ese llanto que tu rostro inunda - »Vaticinio tan próspero desmiente, - »No me hará de fortuna el torvo ceño - »Fruncir las cejas ni arrugar la frente; - »Que el dichoso mortal a quien risueño - »Mira el destino...» ¡No acabé! A deshora - La aciaga voz del carcelero escucho, - Diciendo: «es tarde; baste ya, Señora.» - «¡Adiós! ¡adiós! Del vulgo malicioso - »Que al despuntar del sol sacude el sueño - »Temo el labio mordaz. ¡Adiós te queda!» - «Aguarda»... «¡Adiós!»... Y en soledad sumido - Oigo ¡ay de mí! del caracol torcido - Barrer las gradas la crujiente seda. - ¡Oh digno, oh generoso - Dechado de amistad! ¡Oh alegre día! - ¿Y en dónde estás, en dónde, - Ángel consolador, Duquesa amada, - Que no te mueve ya la angustia mía? - ¡Gran Dios, y ni responde - De su esposo infeliz al caro acento, - Aunque en la tumba helada - Lágrimas de dolor vierte a raudales! - ¡Ni de su triste huérfana el lamento, - Con ambos brazos al sepulcro asida, - Ablanda sus entrañas maternales! - ¡Oh dulces prendas de su amor! Al mármol - En vano importunáis. Hará el rocío - Del venidero Abril que al campo vuelva - La verde pompa que abrasó el estío; - Mas no esperéis que el túmulo sombrío - La devorada víctima devuelva, - Ni a sus profundos huecos - Otra respuesta oír que sordos ecos. - En él de bronce y oro, - Ínclito vate[2], entallarán cinceles - Vuestro heroico blasón, entretejiendo - Con sus antiguas palmas tus laureles... - ¡Inútil afanar! La sien ceñida - De adelfa y mirto, pulsará tu mano - La dolorosa cítara, moviendo - El orbe todo a compasión... ¡En vano! - Resonarán con ellas - Mis gemidos simpáticos, y el coro - De cuantos cisnes tu infortunio inspira - Alzar podrá a su gloria - Noble trofeo en canto peregrino. - Mas ¡ay! ¿podrá su lira - Forzar las puertas del Edén divino - Y el diente ensangrentado - Del áspid arrancar en ti clavado? - A más alto poder, mísero amigo, - Los ojos torna y el clamor dirige - Que entre sollozos lúgubres exhalas. - Al Ser inmenso que los orbes rige, - En las rápidas alas - De ferviente oración remonta el vuelo. - Yo elevaré contigo - Mis tiernos votos, y al gemir de aquella, - Que en mis brazos creció, cándida niña, - Trasunto vivo de tu esposa bella, - Dará benigno el cielo - Paz a su madre, a tu aflicción consuelo. - Sí; que hasta el solio del Eterno llega - El ardiente suspiro - De quien con puro corazón le ruega, - Como en su templo santo el humo sube - Del balsámico incienso en vaga nube. - - - - -DON JUAN MARÍA MAURY - - -_70. La timidez_ - - A las márgenes alegres - Que el Guadalquivir fecunda, - Y adonde ostenta pomposo - El orgullo de su cuna, - Vino Rosalba, sirena - De los mares que tributan - A España, entre perlas y oro, - Peregrinas hermosuras. - Más festiva que las auras, - Más ligera que la espuma, - Hermosa como los cielos, - Gallarda como ninguna, - Con el hechicero adorno - De tantas bellezas juntas, - No hay corazón que no robe, - Ni quietud que no destruya. - Así Rosalba se goza, - Mas la que tanto procura - Avasallar libertades, - Al cabo empeña la suya. - Lisardo, joven amable, - Sobresale entre la turba - De esclavos que por Rosalba - Sufren de amor la coyunda. - Tal vez sus floridos años - No bien de la edad adulta - Acaban de ver cumplida - La primavera segunda. - Aventajado en ingenio, - Rico en bienes de fortuna, - Dichoso, en fin, si supiera - Que audacias amor indulta, - Idólatra más que amante, - Con adoración profunda, - A Rosalba reverencia, - Y deidad se la figura. - Un día alcanza otro día - Sin que su amor le descubra; - El respeto le encadena - Y ella su respeto culpa. - Bien a Lisardo sus ojos - Dijeran que más presuma; - Pero él, comedido amante, - O los huye o no los busca. - Perdido y desconsolado, - Una noche en que natura - A meditación convida - Con su pompa taciturna, - Mientras el disco mudable, - En que ceñirse acostumbra, - Entre celajes de nácar - Esconde tímida luna; - Al margen del sacro río - La inocente suerte acusa, - Y así fatiga los aires - Con endechas importunas: - «Baja tu vuelo - Amor altivo, - Mira que al cielo - Osado va; - Buscas en vano - Correspondencia; - Amor insano, - Déjame ya. - »Déjame el alma - Que otra vez libre - Plácida calma - Vuelva a tener: - ¡Qué digo, necio! - El cielo sabe - Si más aprecio - Mi padecer. - »Gima y padezca. - Una esperanza - Sin que merezca - A mi deidad; - Sin que le pida - Jamás el premio - De mi perdida - Felicidad. - »Tímida boca, - Nunca le digas - La pasión loca - Del corazón, - Adonde oculto - Está su templo, - Y ofrenda y culto - Lágrimas son.» - Más dijera, pero el llanto, - En que sus ojos abundan, - Le interrumpe, y las palabras - En la garganta se anudan. - Cuando junto a la ribera, - En un valle donde muchas - Del árbol grato a Minerva - Opimas ramas se cruzan, - Süave cuanto sonora, - Lisardo otra voz escucha, - Que, enamorando los ecos - Tales acentos modula: - «Prepara el ensayo - De más atractivos - La rosa en los vivos - Albores de Mayo: - »Si al férvido rayo - Su cáliz expone, - Que el sol la corone - En premio ha logrado, - Y es reina del prado - Y amor de Dïone. - »¡Oh fuente! En eterno - Olvido quedaras - Si no te lanzaras - Del seno materno; - »Tal vez el invierno - Tu curso demora, - Mas tú, vencedora, - Burlando las nieves, - A tu ímpetu debes - Los besos de Flora. - »Y tú, que en dolores - Consumes los años, - Autor de tus daños - Por vanos temores, - »En pago de amores - No temas enojos, - Enjuga los ojos; - Que el dios que te hiere - Más culto no quiere - Que audacias y arrojos.» - Rayo son estas palabras - Que al ciego joven alumbran, - Quien su engaño reconoce - Y la voz que las pronuncia. - Y al valle se arroja, adonde - Testigos de su ventura - Fueron las amigas sombras - De la noche y selva muda; - Mas muda la selva en vano - Y en vano la sombra oscura; - No sufre orgullosa Venus - Que sus victorias se encubran. - Lo que celaron los ramos - Las cortezas lo divulgan, - Que en ellas dulces memorias - Con emblemas perpetúan. - Las Náyades en los troncos - La fe y amor que se juran - Leyeron, y ruborosas - Se volvieron a sus urnas. - - - - -DON JOSÉ JOAQUÍN DE MORA - - -_71. El Estío_ - - Hermosa fuente que al vecino río - Sonora envías tu cristal undoso, - Y tú, blanda cual sueño venturoso, - Yerba empapada en matinal rocío: - Augusta soledad del bosque umbrío - Que da y protege el álamo frondoso, - Amparad de verano riguroso - Al inocente y fiel rebaño mío. - Que ya el suelo feraz de la campiña - Selló Julio con planta abrasadora - Y su verdura a marchitar empieza; - Y alegre ve la pampanosa viña - En sus yemas la savia bienhechora - Nuncio feliz de la otoñal riqueza. - - - - -DON ANDRÉS BELLO - - -_72. La agricultura de la zona tórrida_ - - ¡Salve, fecunda zona, - Que al sol enamorado circunscribes - El vago curso, y cuanto ser se anima - En cada vario clima, - Acariciada de su luz, concibes! - Tú tejes al verano su guirnalda - De granadas espigas; tú la uva - Das a la hirviente cuba: - No de purpúrea flor, o roja, o gualda - A tus florestas bellas - Falta matiz alguno; y bebe en ellas - Aromas mil el viento; - Y greyes van sin cuento - Paciendo tu verdura, desde el llano - Que tiene por lindero el horizonte, - Hasta el erguido monte, - De inaccesible nieve siempre cano. - Tú das la caña hermosa, - De do la miel se acendra, - Por quien desdeña el mundo los panales: - Tú en urnas de coral cuajas la almendra - Que en la espumante jícara rebosa: - Bulle carmín viviente en tus nopales, - Que afrenta fuera al múrice de Tiro; - Y de tu añil la tinta generosa - Émula es de la lumbre del zafiro; - El vino es tuyo, que la herida agave - Para los hijos vierte - Del Anáhuac feliz; y la hoja es tuya - Que cuando de süave - Humo en espiras vagorosas huya, - Solazará el fastidio al ocio inerte. - Tú vistes de jazmines - El arbusto sabeo, - Y el perfume le das que en los festines - La fiebre insana templará a Lieo. - Para tus hijos la procera palma - Su vario feudo cría, - Y el ananás sazona su ambrosía: - Su blanco pan la yuca, - Sus rubias pomas la patata educa, - Y el algodón despliega al aura leve - Las rosas de oro y el vellón de nieve. - Tendida para ti la fresca parcha - En enramadas de verdor lozano, - Cuelga de sus sarmientos trepadores - Nectáreos globos y franjadas flores; - Y para ti el maíz, jefe altanero - De la espigada tribu, hinche su grano; - Y para ti el banano - Desmaya al peso de su dulce carga; - El banano, primero - De cuantos concedió bellos presentes - Providencia a las gentes - Del Ecuador feliz con mano larga. - No ya de humanas artes obligado - El premio rinde opimo: - No es a la podadera, no al arado - Deudor de su racimo; - Escasa industria bástale, cual puede - Hurtar a sus fatigas mano esclava: - Crece veloz, y cuando exhausto acaba, - Adulta prole en torno le sucede. - - Mas ¡oh! si cual no cede - El tuyo, fértil zona, a suelo alguno, - Y como de natura esmero ha sido, - De tu indolente habitador lo fuera. - ¡Oh! Si al falaz ruïdo - La dicha al fin supiese verdadera - Anteponer, que del umbral le llama - Del labrador sencillo, - Lejos del necio y vano - Fausto, el mentido brillo, - El ocio pestilente ciudadano. - ¿Por qué ilusión funesta - Aquellos que fortuna hizo señores - De tan dichosa tierra y pingüe y varia, - Al cuidado abandonan - Y a la fe mercenaria - Las patrias heredades, - Y en el ciego tumulto se aprisionan - De míseras ciudades, - Do la ambición proterva - Sopla la llama de civiles bandos, - O al patriotismo la desidia enerva; - Do el lujo las costumbres atosiga, - Y combaten los vicios - La incauta edad en poderosa liga? - No allí con varoniles ejercicios - Se endurece el mancebo a la fatiga; - Mas la salud estraga en el abrazo - De pérfida hermosura, - Que pone en almoneda los favores; - Mas pasatiempo estima - Prender aleve en casto seno el fuego - De ilícitos amores; - O embebecido le hallará la aurora - En mesa infame de ruinoso juego. - En tanto a la lisonja seductora - Del asiduo amador fácil oído - Da la consorte: crece - En la materna escuela - De la disipación y el galanteo - La tierna virgen, y al delito espuela - Es antes el ejemplo que el deseo. - ¿Y será que se formen de este modo - Los ánimos heroicos denodados - Que fundan y sustentan los Estados? - ¿De la algazara del festín beodo, - O de los coros de liviana danza, - La dura juventud saldrá, modesta, - Orgullo de la patria y esperanza? - ¿Sabrá con firme pulso - De la severa ley regir el freno, - Brillar en torno aceros homicidas - En la dudosa lid verá sereno, - O animoso hará frente al genio altivo - Del engreído mando en la tribuna, - Aquel que ya en la cuna - Durmió al arrullo del cantar lascivo, - Que riza el pelo, y se unge y se atavía - Con femenil esmero, - Y en indolente ociosidad el día, - O en criminal lujuria pasa entero? - No así trató la triunfadora Roma - Las artes de la paz y de la guerra; - Antes fio las riendas del Estado - A la mano robusta - Que tostó el sol y encalleció el arado: - Y bajo el techo humoso campesino - Los hijos educó, que el conjurado - Mundo allanaron al valor latino. - - ¡Oh! ¡Los que afortunados poseedores - Habéis nacido de la tierra hermosa - En que reseña hacer de sus favores, - Como para ganaros y atraeros, - Quiso naturaleza bondadosa, - Romped el duro encanto - Que os tiene entre murallas prisioneros! - El vulgo de las artes laborioso, - El mercader que, necesario al lujo, - Al lujo necesita, - Los que anhelando van tras el señuelo - Del alto cargo y del honor ruidoso, - La grey de aduladores parasita, - Gustosos pueblen ese infecto caos; - El campo es vuestra herencia: en él gozaos. - ¿Amáis la libertad? El campo habita: - No allá donde el magnate - Entre armados satélites se mueve, - Y de la moda, universal señora, - Va la razón al triunfal carro atada, - Y a la fortuna la insensata plebe, - Y el noble al aura popular adora. - ¿O la virtud amáis? ¡Ah! ¡Que el retiro, - La solitaria calma - En que, juez de sí misma, pasa el alma - A las acciones muestra, - Es de la vida la mejor maestra! - ¿Buscáis durables goces, - Felicidad, cuanta es al hombre dada - Y a su terreno asiento, en que vecina - Está la risa al llanto, y siempre ¡ah! siempre, - Donde halaga la flor, punza la espina? - Id a gozar la suerte campesina; - La regalada paz, que ni rencores, - Al labrador, ni envidias acibaran; - La cama que mullida le preparan - El contento, el trabajo, el aire puro; - Y el sabor de los fáciles manjares, - Que dispendiosa gula no le aceda; - Y el asilo seguro - De sus patrios hogares - Que a la salud y al regocijo hospeda. - El aura respirad de la montaña, - Que vuelve al cuerpo laso - El perdido vigor, que a la enojosa - Vejez retarda el paso, - Y el rostro a la beldad tiñe de rosa. - ¿Es allí menos blanda por ventura - De amor la llama, que templó el recato? - ¿O menos aficiona la hermosura - Que de extranjero ornato - Y afeites impostores no se cura? - ¿O el corazón escucha indiferente - El lenguaje inocente - Que los afectos sin disfraz expresa - Y a la intención ajusta la promesa? - No del espejo al importuno ensayo - La risa se compone, el paso, el gesto; - No falta allí carmín al rostro honesto - Que la modestia y la salud colora, - Ni la mirada que lanzó al soslayo - Tímido amor, la senda al alma ignora. - ¿Esperaréis que forme - Más venturosos lazos himeneo, - Do el interés barata, - Tirano del deseo, - Ajena mano y fe por nombre o plata, - Que do conforme gusto, edad conforme, - Y elección libre, y mutuo ardor los ata? - - Allí también deberes - Hay que llenar: cerrad, cerrad las hondas - Heridas de la guerra: el fértil suelo, - Áspero ahora y bravo, - Al desacostumbrado yugo torne - Del arte humana y le tribute esclavo. - Del obstruido estanque y del molino - Recuerden ya las aguas el camino: - El intrincado bosque el hacha rompa, - Consuma el fuego: abrid en luengas calles - La obscuridad de su infructuosa pompa. - Abrigo den los valles - A la sedienta caña; - La manzana y la pera - En la fresca montaña - El cielo olviden de su madre España; - Adorne la ladera - El cafetal; ampare - A la tierna teobroma en la ribera - La sombra maternal de su bucare: - Aquí el vergel, allá la huerta ría... - ¿Es ciego error de ilusa fantasía? - Ya dócil a tu voz, agricultura, - Nodriza de las gentes, la caterva - Servil armada va de corvas hoces; - Mírola ya que invade la espesura - De la floresta opaca; oigo las voces; - Siento el rumor confuso, el hierro suena; - Los golpes el lejano - Eco redobla; gime el ceibo anciano, - Que a numerosa tropa - Largo tiempo fatiga: - Batido de cien hachas se estremece, - Estalla al fin, y rinde el ancha copa. - Huyó la fiera; deja el caro nido, - Deja la prole implume - El ave, y otro bosque no sabido - De los humanos, va a buscar doliente... - ¿Qué miro? Alto torrente - De sonorosa llama - Corre, y sobre las áridas ruinas - De la postrada selva se derrama. - El raudo incendio a gran distancia brama, - Y el humo en negro remolino sube, - Aglomerando nube sobre nube. - Ya de lo que antes era - Verdor hermoso y fresca lozanía, - Solo difuntos troncos, - Solo cenizas quedan, monumento - De la dicha mortal, burla del viento. - Mas al vulgo bravío - De las tupidas plantas montaraces - Sucede ya el fructífero plantío - En muestra ufana de ordenados haces. - Ya ramo a ramo alcanza - Y a los rollizos tallos hurta el día: - Ya la primera flor desvuelve el seno, - Bello a la vista, alegre a la esperanza: - A la esperanza, que riendo enjuga - Del fatigado agricultor la frente, - Y allá a lo lejos el opimo fruto - Y la cosecha apañadora pinta, - Que lleva de los campos el tributo, - Colmado el cesto, y con la falda en cinta: - Y bajo el peso de los largos bienes - Con que al colono acude, - Hace crujir los vastos almacenes. - - ¡Buen Dios! no en vano sude, - Mas a merced y compasión te mueva - La gente agricultora - Del Ecuador, que del desmayo triste - Con renovado aliento vuelve ahora, - Y tras tanta zozobra, ansia, tumulto, - Tantos años de fiera - Devastación y militar insulto, - Aun más que tu clemencia antigua implora. - Su rústica piedad, pero sincera, - Halle a tus ojos gracia: no el risueño - Porvenir que las penas le aligera, - Cual de dorado sueño - Visión falaz, desvanecido llore: - Intempestiva lluvia no maltrate - El delicado embrión: el diente impío - Del insecto roedor no lo devore: - Sañudo vendaval no lo arrebate, - Ni agote al árbol el materno jugo - La calorosa sed de largo estío. - Y pues al fin te plugo, - Árbitro de la suerte soberano, - Que suelto el cuello de extranjero yugo - Erguiese al cielo el hombre americano, - Bendecida de ti se arraigue y medre - Su libertad; en el más hondo encierra - De los abismos la malvada guerra, - Y el miedo de la espada asoladora - Al suspicaz cultivador no arredre - Del arte bienhechora, - Que las familias nutre y los Estados: - La azorada inquietud deje las almas, - Deje la triste herrumbre los arados. - Asaz de nuestros padres malhadados - Expiamos la bárbara conquista. - ¿Cuántas doquier la vista - No asombran erizadas soledades, - Do cultos campos fueron, do ciudades? - De muertes, proscripciones, - Suplicios, orfandades, - ¿Quién contará la pavorosa suma? - Saciadas duermen ya de sangre ibera - Las sombras de Atahualpa y Moctezuma. - ¡Ah! Desde el alto asiento - En que escabel te son alados coros - Que velan en pasmado acatamiento - La faz ante la lumbre de tu frente - (Si merece por dicha una mirada - Tuya la sin ventura humana gente), - El ángel nos envía, - El ángel de la paz, que al crudo ibero - Haga olvidar la antigua tiranía, - Y acatar reverente el que a los hombres - Sagrado diste, imprescriptible fuero; - Que alargar le haga al injuriado hermano - (¡Ensangrentola asaz!) la diestra inerme; - Y si la innata mansedumbre duerme, - La despierte en el pecho americano. - El corazón lozano - Que una feliz obscuridad desdeña, - Que en el azar sangriento del combate - Alborozado late, - Y codicioso de poder o fama, - Nobles peligros ama; - Baldón estime solo y vituperio - El prez que de la patria no reciba, - La libertad más dulce que el imperio, - Y más hermosa que el laurel la oliva. - Ciudadano el soldado, - Deponga de la guerra la librea: - El ramo de victoria - Colgado al ara de la patria sea, - Y sola adorne al mérito la gloria. - De su trïunfo entonces patria mía, - Verá la paz el suspirado día; - La paz, a cuya vista el mundo llena - Alma, serenidad y regocijo, - Vuelve alentado el hombre a la faena, - Alza el ancla la nave, a las amigas - Auras encomendándose animosa, - Enjámbrase el taller, hierve el cortijo, - Y no basta la hoz a las espigas. - - ¡Oh jóvenes naciones, que ceñida - Alzáis sobre el atónito Occidente - De tempranos laureles la cabeza! - Honrad al campo, honrad la simple vida - Del labrador y su frugal llaneza. - Así tendrán en vos perpetuamente - La libertad morada, - Y freno la ambición, y la ley templo. - Las gentes a la senda - De la inmortalidad, ardua y fragosa, - Se animarán, citando vuestro ejemplo. - Lo emulará celosa - Vuestra posteridad, y nuevos nombres - Añadiendo la fama - A los que ahora aclama, - «Hijos son estos, hijos - (Pregonará a los hombres) - De los que vencedores superaron - De los Andes la cima: - De los que en Boyacá, los que en la arena - De Maipo y en Junín, y en la campaña - Gloriosa de Apurima, - Postrar supieron al león de España.» - - - - -DON JOSÉ MARÍA HEREDIA - - -_73. Niágara_ - - Dadme mi lira, dádmela: que siento - En mi alma estremecida y agitada - Arder la inspiración. ¡Oh! ¡cuánto tiempo - En tinieblas pasó, sin que mi frente - Brillase con su luz!... Niágara undoso, - Sola tu faz sublime ya podría - Tornarme el don divino, que ensañada - Me robó del dolor la mano impía. - Torrente prodigioso, calma, acalla - Tu trueno aterrador: disipa un tanto - Las tinieblas que en torno te circundan, - Y déjame mirar tu faz serena, - Y de entusiasmo ardiente mi alma llena. - Yo digno soy de contemplarte: siempre, - Lo común y mezquino desdeñando, - Ansié por lo terrífico y sublime. - Al despeñarse el huracán furioso, - Al retumbar sobre mi frente el rayo, - Palpitando gocé: vi al Océano - Azotado del austro proceloso - Combatir mi bajel, y ante mis plantas - Sus abismos abrir, y amé el peligro, - Y sus iras amé: mas su fiereza - En mi alma no dejara - La profunda impresión que tu grandeza. - Corres sereno y majestuoso, y luego - En ásperos peñascos quebrantado, - Te abalanzas violento, arrebatado, - Como el destino irresistible y ciego. - ¿Qué voz humana describir podría - De la sirte rugiente - La aterradora faz? El alma mía - En vagos pensamientos se confunde, - Al contemplar la férvida corriente, - Que en vano quiere la turbada vista - En su vuelo seguir al borde oscuro - Del precipicio altísimo: mil olas, - Cual pensamiento rápidas pasando, - Chocan y se enfurecen, - Y otras mil y otras mil ya las alcanzan, - Y entre espuma y fragor desaparecen. - Mas llegan... saltan... el abismo horrendo - Devora los torrentes despeñados; - Crúzanse en él mil iris, y asordados - Vuelven los bosques el fragor tremendo. - Al golpe violentísimo en las peñas - Rómpese el agua, y salta, y una nube - De revueltos vapores - Cubre el abismo en remolinos, sube, - Gira en torno, y al cielo - Cual pirámide inmensa se levanta, - Y por sobre los bosques que le cercan - Al solitario cazador espanta. - Mas ¿qué en ti busca mi anhelante vista - Con inquieto afanar? ¿Por qué no miro - Alrededor de tu caverna inmensa - Las palmas ¡ay! las palmas deliciosas, - Que en las llanuras de mi ardiente patria - Nacen del sol a la sonrisa, y crecen, - Y al soplo de la brisa del Océano - Bajo un cielo purísimo se mecen? - Este recuerdo a mi pesar me viene... - Nada ¡oh Niágara! falta a tu destino, - Ni otra corona que el agreste pino - A tu terrible majestad conviene. - La palma y mirto, y delicada rosa, - Muelle placer inspiren y ocio blando - En frívolo jardín: a ti la suerte - Guarda más digno objeto y más sublime. - El alma libre, generosa y fuerte, - Viene, te ve, se asombra, - Menosprecia los frívolos deleites - Y aun se siente elevar cuando te nombra. - ¡Dios, Dios de la verdad! en otros climas - Vi monstruos execrables - Blasfemando tu nombre sacrosanto, - Sembrar error y fanatismo impío, - Los campos inundar con sangre y llanto, - De hermanos atizar la infanda guerra - Y desolar frenéticos la tierra. - Vilos, y el pecho se inflamó a su vista - En grave indignación. Por otra parte - Vi mentidos filósofos que osaban - Escrutar tus misterios, ultrajarte, - Y de impiedad al lamentable abismo - A los míseros hombres arrastraban: - Por eso siempre te buscó mi mente - En la sublime soledad: ahora - Entera se abre a ti; tu mano siente - En esta inmensidad que me circunda, - Y tu profunda voz baja a mi seno - De este raudal en el eterno trueno. - ¡Asombroso torrente! - ¡Cómo tu vista mi ánimo enajena - Y de terror y admiración me llena! - ¿Do tu origen está? ¿Quién fertiliza - Por tantos siglos tu inexhausta fuente? - ¿Qué poderosa mano - Hace que al recibirte - No rebose en la tierra el Oceáno? - Abrió el Señor su mano omnipotente, - Cubrió tu faz de nubes agitadas, - Dio su voz a tus aguas despeñadas - Y ornó con su arco tu terrible frente. - Miro tus aguas que incansables corren, - Como el largo torrente de los siglos - Rueda en la eternidad: así del hombre - Pasan volando los floridos días - Y despierta el dolor... ¡Ay! ya agotada - Siento mi juventud, mi faz marchita, - Y la profunda pena que me agita - Ruga mi frente de dolor nublada. - Nunca tanto sentí como este día - Mi mísero aislamiento, mi abandono, - Mi lamentable desamor... ¿Podría - Una alma apasionada y borrascosa - Sin amor ser feliz?... ¡Oh! ¡Si una hermosa - Digna de mí me amase - Y de este abismo al borde turbulento - Mi vago pensamiento - Y mi andar solitario acompañase! - ¡Cual gozara al mirar su faz cubrirse - De leve palidez, y ser más bella - En su dulce terror, y sonreírse - Al sostenerla en mis amantes brazos!... - ¡Delirios de virtud!... ¡Ay! desterrado, - Sin patria, sin amores, - Solo miro ante mí llanto y dolores. - ¡Niágara poderoso! - Oye mi última voz: en pocos años - Ya devorado habrá la tumba fría - A tu débil cantor. ¡Duren mis versos - Cual tu gloria inmortal! Pueda piadoso, - Al contemplar tu faz algún viajero, - Dar un suspiro a la memoria mía. - Y yo al hundirse el sol en Occidente, - Vuele gozoso do el Criador me llama, - Y al escuchar los ecos de mi fama - Alce en las nubes la radiosa frente. - - - - -DUQUE DE RIVAS - - -_74. El faro de Malta_ - - Envuelve al mundo extenso triste noche, - Ronco huracán y borrascosas nubes - Confunden y tinieblas impalpables - El cielo, el mar, la tierra: - Y tú invisible te alzas, en tu frente - Ostentando de fuego una corona, - Cual rey del caos, que refleja y arde - Con luz de paz y vida. - En vano ronco el mar alza sus montes - Y revienta a tus pies, do rebramante - Creciendo en blanca espuma, esconde y borra - El abrigo del puerto: - Tú, con lengua de fuego, aquí está dices, - Sin voz hablando al tímido piloto, - Que como a numen bienhechor te adora, - Y en ti los ojos clava. - Tiende apacible noche el manto rico, - Que céfiro amoroso desenrolla, - Recamado de estrellas y luceros, - Por él rueda la luna; - Y entonces tú, de niebla vaporosa - Vestido, dejas ver en formas vagas - Tu cuerpo colosal, y tu diadema - Arde al par de los astros. - Duerme tranquilo el mar, pérfido esconde - Rocas aleves, áridos escollos; - Falso señuelo son, lejanas cumbres - Engañan a las naves. - Mas tú, cuyo esplendor todo lo ofusca, - Tú, cuya inmoble posición indica - El trono de un monarca, eres su norte, - Les adviertes su engaño. - Así de la razón arde la antorcha, - En medio del furor de las pasiones - O de aleves halagos de fortuna, - A los ojos del alma. - Desque refugio de la airada suerte - En esta escasa tierra que presides, - Y grato albergue el cielo bondadoso - Me concedió propicio; - Ni una vez solo a mis pesares busco - Dulce olvido del sueño entre los brazos - Sin saludarte, y sin tornar los ojos - A tu espléndida frente. - ¡Cuántos, ay, desde el seno de los mares - Al par los tornarán!... tras larga ausencia - Unos, que vuelven a su patria amada, - A sus hijos y esposa. - Otros prófugos, pobres, perseguidos, - Que asilo buscan, cual busqué, lejano, - Y a quienes que lo hallaron tu luz dice, - Hospitalaria estrella. - Arde, y sirve de norte a los bajeles, - Que de mi patria, aunque de tarde en tarde, - Me traen nuevas amargas, y renglones - Con lágrimas escritos. - Cuando la vez primera deslumbraste - Mis afligidos ojos, ¡cuál mi pecho, - Destrozado y hundido en amargura - Palpitó venturoso! - Del Lacio moribundo las riberas - Huyendo inhospitables, contrastado - Del viento y mar entre ásperos bajíos - Vi tu lumbre divina: - Viéronla como yo los marineros, - Y, olvidando los votos y plegarias - Que en las sordas tinieblas se perdían, - ¡¡Malta!! ¡¡Malta!!, gritaron; - Y fuiste a nuestros ojos la aureola - Que orna la frente de la santa imagen - En quien busca afanoso peregrino - La salud y el consuelo. - Jamás te olvidaré, jamás... Tan solo - Trocara tu esplendor, sin olvidarlo, - Rey de la noche, y de tu excelsa cumbre - La benéfica llama, - Por la llama y los fúlgidos destellos - Que lanza, reflejando al sol naciente, - El arcángel dorado que corona - De Córdoba la torre. - - -_75. Un castellano leal_ - -ROMANCE PRIMERO - - «Hola, hidalgos y escuderos - De mi alcurnia y mi blasón, - Mirad como bien nacidos - De mi sangre y casa en pro. - »Esas puertas se defiendan; - Que no ha de entrar, vive Dios, - Por ellas, quien no estuviere - Más limpio que lo está el sol. - »No profane mi palacio - Un fementido traidor - Que contra su Rey combate - Y que a su patria vendió. - »Pues si él es de Reyes primo, - Primo de Reyes soy yo; - Y conde de Benavente - Si él es duque de Borbón. - »Llevándole de ventaja - Que nunca jamás manchó - La traición mi noble sangre, - Y haber nacido español.» - - Así atronaba la calle - Una ya cascada voz, - Que de un palacio salía - Cuya puerta se cerró; - Y a la que estaba a caballo - Sobre un negro pisador, - Siendo en su escudo las lises - Más bien que timbre baldón, - Y de pajes y escuderos - Llevando un tropel en pos - Cubiertos de ricas galas, - El gran duque de Borbón: - El que lidiando en Pavía, - Más que valiente, feroz, - Gozose en ver prisionero - A su natural señor; - Y que a Toledo ha venido, - Ufano de su traición, - Para recibir mercedes - Y ver al Emperador. - -ROMANCE SEGUNDO - - En una anchurosa cuadra - Del alcázar de Toledo, - Cuyas paredes adornan - Ricos tapices flamencos, - Al lado de una gran mesa, - Que cubre de terciopelo - Napolitano tapete - Con borlones de oro y flecos; - Ante un sillón de respaldo - Que entre bordado arabesco - Los timbres de España ostentan - Y el águila del imperio, - De pie estaba Carlos Quinto, - Que en España era primero, - Con gallardo y noble talle, - Con noble y tranquilo aspecto. - - De brocado de oro y blanco - Viste tabardo tudesco, - De rubias martas orlado, - Y desabrochado y suelto, - Dejando ver un justillo - De raso jalde, cubierto - Con primorosos bordados - Y costosos sobrepuestos, - Y la excelsa y noble insignia - Del Toisón de oro, pendiendo - De una preciosa cadena - En la mitad de su pecho. - Un birrete de velludo - Con un blanco airón, sujeto - Por un joyel de diamantes - Y un antiguo camafeo, - Descubre por ambos lados, - Tanta majestad cubriendo, - Rubio, cual barba y bigote, - Bien atusado el cabello. - Apoyada en la cadera - La potente diestra ha puesto, - Que aprieta dos guantes de ámbar - Y un primoroso mosquero, - Y con la siniestra halaga - De un mastín muy corpulento, - Blanco y las orejas rubias, - El ancho y carnoso cuello. - - Con el Condestable insigne, - Apaciguador del reino, - De los pasados disturbios - Acaso está discurriendo; - O del trato que dispone - Con el Rey de Francia preso, - O de asuntos de Alemania - Agitada por Lutero; - Cuando un tropel de caballos - Oye venir a lo lejos - Y ante el alcázar pararse, - Quedando todo en silencio. - En la antecámara suena - Rumor impensado luego, - Ábrese al fin la mampara - Y entra el de Borbón soberbio, - Con el semblante de azufre - Y con los ojos de fuego, - Bramando de ira y de rabia - Que enfrena mal el respeto; - Y con balbuciente lengua, - Y con mal borrado ceño, - Acusa al de Benavente, - Un desagravio pidiendo. - - Del español Condestable - Latió con orgullo el pecho, - Ufano de la entereza - De su esclarecido deudo. - Y aunque advertido procura - Disimular cual discreto, - A su noble rostro asoman - La aprobación y el contento. - El Emperador un punto - Quedó indeciso y suspenso, - Sin saber qué responderle - Al francés, de enojo ciego. - Y aunque en su interior se goza - Con el proceder violento - Del conde de Benavente, - De altas esperanzas lleno - Por tener tales vasallos, - De noble lealtad modelos, - Y con los que el ancho mundo - Será a sus glorias estrecho. - Mucho al de Borbón le debe - Y es fuerza satisfacerlo: - Le ofrece para calmarlo - Un desagravio completo. - Y, llamando a un gentil-hombre, - Con el semblante severo - Manda que el de Benavente - Venga a su presencia presto. - -ROMANCE TERCERO - - Sostenido por sus pajes - Desciende de su litera - El conde de Benavente - Del alcázar a la puerta. - Era un viejo respetable, - Cuerpo enjuto, cara seca, - Con dos ojos como chispas, - Cargados de largas cejas, - Y con semblante muy noble, - Mas de gravedad tan seria - Que veneración de lejos - Y miedo causa de cerca. - Eran su traje unas calzas - De púrpura de Valencia, - Y de recamado ante - Un coleto a la leonesa: - De fino lienzo gallego - Los puños y la gorguera, - Unos y otra guarnecidos - Con randas barcelonesas: - Un birretón de velludo - Con su cintillo de perlas, - Y el gabán de paño verde - Con alamares de seda. - Tan solo de Calatrava - La insignia española lleva; - Que el Toisón ha despreciado - Por ser orden extranjera. - - Con paso tardo, aunque firme, - Sube por las escaleras, - Y al verle, las alabardas - Un golpe dan en la tierra. - Golpe de honor, y de aviso - De que en el alcázar entra - Un Grande, a quien se le debe - Todo honor y reverencia. - Al llegar a la antesala, - Los pajes que están en ella - Con respeto le saludan - Abriendo las anchas puertas. - Con grave paso entra el conde - Sin que otro aviso preceda, - Salones atravesando - Hasta la cámara regia. - - Pensativo está el Monarca, - Discurriendo como pueda - Componer aquel disturbio - Sin hacer a nadie ofensa. - Mucho al de Borbón le debe, - Aun mucho más de él espera, - Y al de Benavente mucho - Considerar le interesa. - Dilación no admite el caso, - No hay quien dar consejo pueda - Y Villalar y Pavía - A un tiempo se le recuerdan. - En el sillón asentado - Y el codo sobre la mesa, - Al personaje recibe, - Que comedido se acerca. - Grave el conde le saluda - Con una rodilla en tierra, - Mas como Grande del reino - Sin descubrir la cabeza. - El Emperador benigno - Que alce del suelo le ordena, - Y la plática difícil - Con sagacidad empieza. - Y entre severo y afable - Al cabo le manifiesta - Que es el que a Borbón aloje - Voluntad suya resuelta. - Con respeto muy profundo, - Pero con la voz entera, - Respóndele Benavente, - Destocando la cabeza: - «Soy, señor, vuestro vasallo, - Vos sois mi rey en la tierra, - A vos ordenar os cumple - De mi vida y de mi hacienda. - »Vuestro soy, vuestra mi casa, - De mí disponed y de ella, - Pero no toquéis mi honra - Y respetad mi conciencia. - »Mi casa Borbón ocupe - Puesto que es voluntad vuestra, - Contamine sus paredes, - Sus blasones envilezca; - »Que a mí me sobra en Toledo - Donde vivir, sin que tenga - Que rozarme con traidores, - Cuyo solo aliento infesta. - »Y en cuanto él deje mi casa, - Antes de tornar yo a ella, - Purificaré con fuego - Sus paredes y sus puertas.» - Dijo el conde, la real mano - Besó, cubrió su cabeza, - Y retirose bajando - A do estaba su litera. - Y a casa de un su pariente - Mandó que le condujeran, - Abandonando la suya - Con cuanto dentro se encierra. - Quedó absorto Carlos Quinto - De ver tan noble firmeza, - Estimando la de España - Más que la imperial diadema. - -ROMANCE CUARTO - - Muy pocos días el duque - Hizo mansión en Toledo, - Del noble conde ocupando - Los honrados aposentos. - Y la noche en que el palacio - Dejó vacío, partiendo, - Con su séquito y sus pajes, - Orgulloso y satisfecho, - Turbó la apacible luna - Un vapor blanco y espeso - Que de las altas techumbres - Se iba elevando y creciendo: - A poco rato tornose - En humo confuso y denso - Que en nubarrones oscuros - Ofuscaba el claro cielo; - Después en ardientes chispas, - Y en un resplandor horrendo - Que iluminaba los valles - Dando en el Tajo reflejos, - Y al fin su furor mostrando - En embravecido incendio - Que devoraba altas torres - Y derrumbaba altos techos. - Resonaron las campanas, - Conmoviose todo el pueblo, - De Benavente el palacio - Presa de las llamas viendo. - El Emperador confuso - Corre a procurar remedio, - En atajar tanto daño - Mostrando tenaz empeño. - En vano todo: tragose - Tantas riquezas el fuego, - A la lealtad castellana - Levantando un monumento. - Aun hoy unos viejos muros - Del humo y las llamas negros - Recuerdan acción tan grande - En la famosa Toledo. - - - - -DON JOSÉ DE ESPRONCEDA - - -_76. Himno de la Inmortalidad_ - - ¡Salve, llama creadora del mundo, - Lengua ardiente de eterno saber, - Puro germen, principio fecundo - Que encadenas la muerte a tus pies! - Tú la inerte materia espoleas, - Tú la ordenas juntarse y vivir, - Tú su lodo modelas, y creas - Miles seres de formas sin fin. - Desbarata tus obras en vano - Vencedora la muerte tal vez; - De sus restos levanta tu mano - Nuevas obras triunfante otra vez. - Tú la hoguera del sol alimentas, - Tú revistes los cielos de azul, - Tú la luna en las sombras argentas, - Tú coronas la aurora de luz. - Gratos ecos al bosque sombrío, - Verde pompa a los árboles das, - Melancólica música al río, - Ronco grito a las olas del mar. - Tú el aroma en las flores exhalas, - En los valles suspiras de amor, - Tú murmuras del aura en las alas, - En el Bóreas retumba tu voz. - Tú derramas el oro en la tierra - En arroyos de hirviente metal; - Tú abrillantas la perla que encierra - En su abismo profundo la mar. - Tú las cárdenas nubes extiendes, - Negro manto que agita Aquilón; - Con tu aliento los aires enciendes, - Tus rugidos infunden pavor. - Tú eres pura simiente de vida, - Manantial sempiterno del bien; - Luz del mismo Hacedor desprendida, - Juventud y hermosura es tu ser. - Tú eres fuerza secreta que el mundo - En sus ejes impulsa a rodar, - Sentimiento armonioso y profundo - De los orbes que anima tu faz. - De tus obras los siglos que vuelan - Incansables artífices son, - Del espíritu ardiente cincelan - Y embellecen la estrecha prisión. - Tú en violento, veloz torbellino - Los empujas enérgica, y van; - Y adelante en tu raudo camino - A otros siglos ordenas llegar. - Y otros siglos ansiosos se lanzan, - Desparecen y llegan sin fin, - Y en su eterno trabajo se alcanzan, - Y se arrancan sin tregua el buril. - Y afanosos sus fuerzas emplean - En tu inmenso taller sin cesar, - Y en la tosca materia golpean, - Y redobla el trabajo su afán. - De la vida en el hondo Oceáno - Flota el hombre en perpetuo vaivén, - Y derrama abundante tu mano - La creadora semilla en su ser. - Hombre débil, levanta la frente, - Pon tu labio en su eterno raudal; - Tú serás como el sol en Oriente, - Tú serás como el mundo, inmortal. - - -_77. Canción del Pirata_ - - Con diez cañones por banda, - Viento en popa a toda vela, - No corta el mar, sino vuela - Un velero bergantín: - Bajel pirata que llaman, - Por su bravura, el _Temido_, - En todo mar conocido - Del uno al otro confín. - La luna en el mar riela, - En la lona gime el viento, - Y alza en blando movimiento - Olas de plata y azul; - Y ve el capitán pirata, - Cantando alegre en la popa, - Asia a un lado, al otro Europa, - Y allá a su frente Estambul, - «Navega, velero mío, - Sin temor; - Que ni enemigo navío, - Ni tormenta, ni bonanza - Tu rumbo a torcer alcanza, - Ni a sujetar tu valor. - »Veinte presas - Hemos hecho - A despecho - Del inglés, - Y han rendido - Sus pendones - Cien naciones - A mis pies.» - _Que es mi barco mi tesoro,_ - _Que es mi Dios la libertad,_ - _Mi ley la fuerza y el viento,_ - _Mi única patria la mar._ - - «Allá muevan feroz guerra - Ciegos reyes - Por un palmo más de tierra: - Que yo tengo aquí por mío - Cuanto abarca el mar bravío, - A quien nadie impuso leyes. - »Y no hay playa, - Sea cualquiera, - Ni bandera - De esplendor, - Que no sienta - Mi derecho, - Y dé pecho - A mi valor.» - _Que es mi barco mi tesoro..._ - - «A la voz de “¡barco viene!” - Es de ver - Cómo vira y se previene - A todo trapo escapar; - Que yo soy el rey del mar, - Y mi furia es de temer. - »En las presas - Yo divido - Lo cogido - Por igual: - Solo quiero - Por riqueza - La belleza - Sin rival.» - _Que es mi barco mi tesoro..._ - - «¡Sentenciado estoy a muerte! - Yo me río: - No me abandone la suerte - Y al mismo que me condena, - Colgaré de alguna entena, - Quizá en su propio navío. - »Y si caigo, - ¿Qué es la vida? - Por perdida - Ya la di, - Cuando el yugo - Del esclavo, - Como un bravo, - Sacudí.» - _Que es mi barco mi tesoro..._ - - «Son mi música mejor - Aquilones: - El estrépito y temblor - De los cables sacudidos, - Del negro mar los bramidos - Y el rugir de mis cañones - »Y del trueno - Al son violento - Y del viento - Al rebramar, - Yo me duermo - Sosegado, - Arrullado - Por el mar.» - _Que es mi barco mi tesoro,_ - _Que es mi Dios la libertad,_ - _Mi ley la fuerza y el viento,_ - _Mi única patria, la mar._ - - -_78. Canto a Teresa_ - -_Descansa en paz_ - - Bueno es el mundo, ¡bueno! ¡bueno! ¡bueno! - Como de Dios al fin obra maestra, - Por todas partes de delicias lleno, - De que Dios ama al hombre hermosa muestra. - Salga la voz alegre de mi seno - A celebrar esta vivienda nuestra; - ¡Paz a los hombres! ¡gloria en las alturas! - ¡Cantad en vuestra jaula, criaturas! - - _María_, por D. Miguel de los Santos Álvarez. - - ¿Por qué volvéis a la memoria mía, - Tristes recuerdos del placer perdido, - A aumentar la ansiedad y la agonía - De este desierto corazón herido? - ¡Ay! que de aquellas horas de alegría - Le quedó al corazón solo un gemido, - Y el llanto que al dolor los ojos niegan - Lágrimas son de hiel que el alma anegan. - - ¿Dónde volaron ¡ay! aquellas horas - De juventud, de amor y de ventura, - Regaladas de músicas sonoras, - Adornadas de luz y de hermosura? - Imágenes de oro bullidoras. - Sus alas de carmín y nieve pura, - Al sol de mi esperanza desplegando, - Pasaban ¡ay! a mi alredor cantando. - - Gorjeaban los dulces ruiseñores, - El sol iluminaba mi alegría, - El aura susurraba entre las flores, - El bosque mansamente respondía, - Las fuentes murmuraban sus amores... - ¡Ilusiones que llora el alma mía! - ¡Oh! ¡cuán süave resonó en mi oído - El bullicio del mundo y su ruïdo! - - Mi vida entonces, cual guerrera nave - Que el puerto deja por la vez primera, - Y al soplo de los céfiros suave - Orgullosa desplega su bandera, - Y al mar dejando que a sus pies alabe - Su triunfo en roncos cantos, va velera, - Una ola tras otra bramadora - Hollando y dividiendo vencedora. - - ¡Ay! en el mar del mundo, en ansia ardiente - De amor volaba; el sol de la mañana - Llevaba yo sobre mi tersa frente, - Y el alma pura de su dicha ufana: - Dentro de ella el amor, cual rica fuente - Que entre frescuras y arboledas mana, - Brotaba entonces abundante río - De ilusiones y dulce desvarío. - - Yo amaba todo: un noble sentimiento - Exaltaba mi ánimo, y sentía - En mi pecho un secreto movimiento, - De grandes hechos generoso guía: - La libertad con su inmortal aliento, - Santa diosa, mi espíritu encendía, - Contino imaginando en mi fe pura - Sueños de gloria al mundo y de ventura. - - El puñal de Catón, la adusta frente - Del noble Bruto, la constancia fiera - Y el arrojo de Scévola valiente, - La doctrina de Sócrates severa, - La voz atronadora y elocuente - Del orador de Atenas, la bandera - Contra el tirano Macedonio alzando, - Y al espantado pueblo arrebatando: - - El valor y la fe del caballero, - Del trovador el arpa y los cantares, - Del gótico castillo el altanero - Antiguo torreón, do sus pesares - Cantó tal vez con eco lastimero, - ¡Ay! arrancada de sus patrios lares, - Joven cautiva, al rayo de la luna, - Lamentando su ausencia y su fortuna: - - El dulce anhelo del amor que aguarda, - Tal vez inquieto y con mortal recelo; - La forma bella que cruzó gallarda, - Allá en la noche, entre medroso velo; - La ansiada cita que en llegar se tarda - Al impaciente y amoroso anhelo, - La mujer y la voz de su dulzura, - Que inspira al alma celestial ternura: - - A un tiempo mismo en rápida tormenta - Mi alma alborotaban de contino, - Cual las olas que azota con violenta - Cólera impetuoso torbellino: - Soñaba al héroe ya, la plebe atenta - En mi voz escuchaba su destino; - Ya al caballero, al trovador soñaba, - Y de gloria y de amores suspiraba. - - Hay una voz secreta, un dulce canto, - Que el alma solo recogida entiende, - Un sentimiento misterioso y santo, - Que del barro al espíritu desprende; - Agreste, vago y solitario encanto - Que en inefable amor el alma enciende, - Volando tras la imagen peregrina - El corazón de su ilusión divina. - - Yo, desterrado en extranjera playa, - Con los ojos estático seguía - La nave audaz que en argentada raya - Volaba al puerto de la patria mía: - Yo, cuando en Occidente el sol desmaya, - Solo y perdido en la arboleda umbría, - Oír pensaba el armonioso acento - De una mujer, al suspirar del viento. - - ¡Una mujer! En el templado rayo - De la mágica luna se colora, - Del sol poniente al lánguido desmayo - Lejos entre las nubes se evapora; - Sobre las cumbres que florece Mayo - Brilla fugaz al despuntar la aurora, - Cruza tal vez por entre el bosque umbrío, - Juega en las aguas del sereno río. - - ¡Una mujer! Deslízase en el cielo - Allá en la noche desprendida estrella. - Si aroma el aire recogió en el suelo, - Es el aroma que le presta ella. - Blanca es la nube que en callado vuelo - Cruza la esfera, y que su planta huella. - Y en la tarde la mar olas le ofrece - De plata y de zafir, donde se mece. - - Mujer que amor en su ilusión figura, - Mujer que nada dice a los sentidos, - Ensueño de suavísima ternura, - Eco que regaló nuestros oídos; - De amor la llama generosa y pura, - Los goces dulces del amor cumplidos, - Que engalana la rica fantasía, - Goces que avaro el corazón ansía: - - ¡Ay! aquella mujer, tan solo aquella, - Tanto delirio a realizar alcanza, - Y esa mujer tan cándida y tan bella - Es mentida ilusión de la esperanza: - Es el alma que vívida destella - Su luz al mundo cuando en él se lanza, - Y el mundo con su magia y galanura - Es espejo no más de su hermosura: - - Es el amor que al mismo amor adora, - El que creó las Sílfides y Ondinas, - La sacra ninfa que bordando mora - Debajo de las aguas cristalinas: - Es el amor que recordando llora - Las arboledas del Edén divinas: - Amor de allí arrancado, allí nacido, - Que busca en vano aquí su bien perdido. - - ¡Oh llama santa! ¡celestial anhelo! - ¡Sentimiento purísimo! ¡memoria - Acaso triste de un perdido cielo, - Quizá esperanza de futura gloria! - ¡Huyes y dejas llanto y desconsuelo! - ¡Oh qué mujer, qué imagen ilusoria - Tan pura, tan feliz, tan placentera, - Brindó el amor a mi ilusión primera!... - - ¡Oh Teresa! ¡Oh dolor! Lágrimas mías, - ¡Ah! ¿dónde estáis que no corréis a mares? - ¿Por qué, por qué como en mejores días, - No consoláis vosotras mis pesares? - ¡Oh! los que no sabéis las agonías - De un corazón que penas a millares - ¡Ay! desgarraron y que ya no llora, - ¡Piedad tened de mi tormento ahora! - - ¡Oh dichosos mil veces, sí, dichosos - Los que podéis llorar! y ¡ay! sin ventura - De mí, que entre suspiros angustiosos - Ahogar me siento en infernal tortura. - ¡Retuércese entre nudos dolorosos - Mi corazón, gimiendo de amargura! - También tu corazón, hecho pavesa, - ¡Ay! llegó a no llorar, ¡pobre Teresa! - - ¿Quién pensara jamás, Teresa mía, - Que fuera eterno manantial de llanto, - Tanto inocente amor, tanta alegría, - Tantas delicias y delirio tanto? - ¿Quién pensara jamás llegase un día - En que perdido el celestial encanto - Y caída la venda de los ojos, - Cuanto diera placer causara enojos? - - Aun parece, Teresa, que te veo - Aérea como dorada mariposa, - Ensueño delicioso del deseo, - Sobre tallo gentil temprana rosa, - Del amor venturoso devaneo, - Angélica, purísima y dichosa, - Y oigo tu voz dulcísima, y respiro - Tu aliento perfumado en tu suspiro. - - Y aun miro aquellos ojos que robaron - A los cielos su azul, y las rosadas - Tintas sobre la nieve, que envidiaron - Las de Mayo serenas alboradas: - Y aquellas horas dulces que pasaron - Tan breves, ¡ay! como después lloradas, - Horas de confianza y de delicias, - De abandono y de amor y de caricias. - - Que así las horas rápidas pasaban, - Y pasaba a la par nuestra ventura; - Y nunca nuestras ansias las contaban, - Tú embriagada en mi amor, yo en tu hermosura. - Las horas ¡ay! huyendo nos miraban, - Llanto tal vez vertiendo de ternura; - Que nuestro amor y juventud veían, - Y temblaban las horas que vendrían. - - Y llegaron en fin: ¡oh! ¿quién impío - ¡Ay! agostó la flor de tu pureza? - Tú fuiste un tiempo cristalino río, - Manantial de purísima limpieza; - Después torrente de color sombrío, - Rompiendo entre peñascos y maleza, - Y estanque, en fin, de aguas corrompidas, - Entre fétido fango detenidas. - - ¿Cómo caíste despeñado al suelo, - Astro de la mañana luminoso? - Ángel de luz, ¿quién te arrojó del cielo - A este valle de lágrimas odioso? - Aun cercaba tu frente el blanco velo - Del serafín, y en ondas fulguroso - Rayos al mundo tu esplendor vertía, - Y otro cielo el amor te prometía. - - Mas ¡ay! que es la mujer ángel caído, - O mujer nada más y lodo inmundo, - Hermoso ser para llorar nacido, - O vivir como autómata en el mundo. - Sí, que el demonio en el Edén perdido, - Abrasara con fuego del profundo - La primera mujer, y ¡ay! aquel fuego - La herencia ha sido de sus hijos luego. - - Brota en el cielo del amor la fuente, - Que a fecundar el universo mana, - Y en la tierra su límpida corriente - Sus márgenes con flores engalana; - Mas, ¡ay! huid: el corazón ardiente - Que el agua clara por beber se afana, - Lágrimas verterá de duelo eterno, - Que su raudal lo envenenó el infierno. - - Huid, si no queréis que llegue un día - En que enredado en retorcidos lazos - El corazón, con bárbara porfía - Luchéis por arrancároslo a pedazos: - En que al cielo en histérica agonía - Frenéticos alcéis entrambos brazos, - Para en vuestra impotencia maldecirle, - Y escupiros, tal vez, al escupirle. - - Los años ¡ay! de la ilusión pasaron, - Las dulces esperanzas que trajeron - Con sus blancos ensueños se llevaron, - Y el porvenir de oscuridad vistieron: - Las rosas del amor se marchitaron, - Las flores en abrojos convirtieron, - Y de afán tanto y tan soñada gloria - Solo quedó una tumba, una memoria. - - ¡Pobre Teresa! ¡Al recordarte siento - Un pesar tan intenso! Embarga impío - Mi quebrantada voz mi sentimiento, - Y suspira tu nombre el labio mío: - Para allí su carrera el pensamiento, - Hiela mi corazón punzante frío, - Ante mis ojos la funesta losa, - Donde vil polvo tu beldad reposa. - - Y tú feliz, que hallastes en la muerte - Sombra a que descansar en tu camino, - Cuando llegabas, mísera, a perderte - Y era llorar tu único destino: - Cuando en tu frente la implacable suerte - Grababa de los réprobos el sino. - Feliz, la muerte te arrancó del suelo, - Y otra vez ángel, te volviste al cielo. - - Roída de recuerdos de amargura, - Árido el corazón, sin ilusiones, - La delicada flor de tu hermosura - Ajaron del dolor los aquilones: - Sola, y envilecida, y sin ventura, - Tu corazón secaron las pasiones: - Tus hijos ¡ay! de ti se avergonzaran, - Y hasta el nombre de madre te negaran. - - Los ojos escaldados de tu llanto, - Tu rostro cadavérico y hundido; - Único desahogo en tu quebranto, - El histérico ¡ay! de tu gemido: - ¿Quién, quién pudiera en infortunio tanto - Envolver tu desdicha en el olvido, - Disipar tu dolor y recogerte - En su seno de paz? ¡Solo la muerte! - - ¡Y tan joven, y ya tan desgraciada! - Espíritu indomable, alma violenta, - En ti, mezquina sociedad, lanzada - A romper tus barreras turbulenta. - Nave contra las rocas quebrantada, - Allá vaga, a merced de la tormenta, - En las olas tal vez náufraga tabla, - Que solo ya de sus grandezas habla. - - Un recuerdo de amor que nunca muere - Y está en mi corazón; un lastimero - Tierno quejido que en el alma hiere, - Eco suave de su amor primero: - ¡Ay! de tu luz, en tanto yo viviere, - Quedará un rayo en mí, blanco lucero, - Que iluminaste con tu luz querida - La dorada mañana de mi vida. - - Que yo, como una flor que en la mañana - Abre su cáliz al naciente día, - ¡Ay! al amor abrí tu alma temprana, - Y exalté tu inocente fantasía, - Yo inocente también ¡oh! cuán ufana - Al porvenir mi mente sonreía, - Y en alas de mi amor, ¡con cuánto anhelo - Pensé contigo remontarme al cielo! - - Y alegre, audaz, ansioso, enamorado, - En tus brazos en lánguido abandono, - De glorias y deleites rodeado - Levantar para ti soñé yo un trono: - Y allí, tú venturosa y yo a tu lado, - Vencer del mundo el implacable encono, - Y en un tiempo, sin horas ni medida, - Ver como un sueño resbalar la vida. - - ¡Pobre Teresa! Cuando ya tus ojos - Áridos ni una lágrima brotaban; - Cuando ya su color tus labios rojos - En cárdenos matices se cambiaban; - Cuando de tu dolor tristes despojos - La vida y su ilusión te abandonaban, - Y consumía lenta calentura - Tu corazón al par de tu amargura; - - Si en tu penosa y última agonía - Volviste a lo pasado el pensamiento; - Si comparaste a tu existencia un día - Tu triste soledad y tu aislamiento; - Si arrojó a tu dolor tu fantasía - Tus hijos ¡ay! en tu postrer momento - A otra mujer tal vez acariciando, - Madre tal vez a otra mujer llamando; - - Si el cuadro de tus breves glorias viste - Pasar como fantástica quimera, - Y si la voz de tu conciencia oíste - Dentro de ti gritándote severa; - Sí, en fin, entonces tú llorar quisiste - Y no brotó una lágrima siquiera - Tu seco corazón, y a Dios llamaste, - Y no te escuchó Dios, y blasfemaste. - - ¡Oh! ¡crüel! ¡muy crüel! ¡martirio horrendo! - ¡Espantosa expiación de tu pecado! - Sobre un lecho de espinas, maldiciendo, - Morir, ¡el corazón desesperado! - Tus mismas manos de dolor mordiendo, - Presente a tu conciencia lo pasado, - Buscando en vano, con los ojos fijos, - Y extendiendo tus brazos a tus hijos. - - ¡Oh! ¡crüel! ¡muy crüel!... ¡Ay! yo entre tanto - Dentro del pecho mi dolor oculto, - Enjugo de mis párpados el llanto - Y doy al mundo el exigido culto: - Yo escondo con vergüenza mi quebranto, - Mi propia pena con mi risa insulto, - Y me divierto en arrancar del pecho - Mi mismo corazón pedazos hecho. - - Gocemos, sí; la cristalina esfera - Gira bañada en luz: ¡bella es la vida! - ¿Quién a parar alcanza la carrera - Del mundo hermoso que al placer convida? - Brilla radiante el sol, la primavera - Los campos pinta en la estación florida: - Truéquese en risa mi dolor profundo... - Que haya un cadáver más ¿qué importa al mundo? - - - - -DON JOSÉ ZORRILLA - - -_79. Introducción a los «Cantos del Trovador»_ - - ¿Qué se hicieron las auras deliciosas - Que henchidas de perfume se perdían - Entre los lirios y las frescas rosas - Que el huerto ameno en derredor ceñían? - Las brisas del otoño revoltosas - En rápido tropel las impelían, - Y ahogaron la estación de los amores - Entre las hojas de sus yertas flores. - Hoy al fuego de un tronco nos sentamos - En torno de la antigua chimenea, - Y acaso la ancha sombra recordamos - De aquel tizón que a nuestros pies humea. - Y hora tras hora tristes esperamos - Que pase la estación adusta y fea, - En pereza febril adormecidos - Y en las propias memorias embebidos. - En vano a los placeres avarientos - Nos lanzamos do quier, y orgías sonoras - Estremecen los ricos aposentos - Y fantásticas danzas tentadoras; - Porque antes y después caminan lentos - Los turbios días y las lentas horas, - Sin que alguna ilusión de breve instante - Del alma el sueño fugitiva encante. - Pero yo, que he pasado entre ilusiones, - Sueños de oro y de luz, mi dulce vida, - No os dejaré dormir en los salones - Donde al placer la soledad convida; - Ni esperar, revolviendo los tizones, - Al yerto amigo o la falaz querida, - Sin que más esperanza os alimente - Que ir contando las horas tristemente. - Los que vivís de alcázares señores, - Venid, yo halagaré vuestra pereza; - Niñas hermosas que morís de amores, - Venid, yo encantaré vuestra belleza; - Viejos que idolatráis vuestros mayores, - Venid, yo os contaré vuestra grandeza; - Venid a oír en dulces armonías - Las sabrosas historias de otros días. - Yo soy el Trovador que vaga errante: - Si son de vuestro parque estos linderos, - No me dejéis pasar, mandad que cante; - Que yo sé de los bravos caballeros - La dama ingrata y la cautiva amante, - La cita oculta y los combates fieros - Con que a cabo llevaron sus empresas - Por hermosas esclavas y princesas. - Venid a mí, yo canto los amores; - Yo soy el trovador de los festines; - Yo ciño el arpa con vistosas flores, - Guirnalda que recojo en mil jardines; - Yo tengo el tulipán de cien colores - Que adoran de Estambul en los confines, - Y el lirio azul incógnito y campestre - Que nace y muere en el peñón silvestre. - ¡Ven a mis manos, ven, arpa sonora! - ¡Baja a mi mente, inspiración cristiana, - Y enciende en mí la llama creadora - Que del aliento del Querub emana! - ¡Lejos de mí la historia tentadora - De ajena tierra y religión profana! - Mi voz, mi corazón, mi fantasía - La gloria cantan de la patria mía. - Venid, yo no hollaré con mis cantares - Del pueblo en que he nacido la creencia, - Respetaré su ley y sus altares; - En su desgracia a par que en su opulencia - Celebraré su fuerza o sus azares, - Y, fiel ministro de la gaya ciencia, - Levantaré mi voz consoladora - Sobre las ruinas en que España llora. - ¡Tierra de amor! ¡tesoro de memorias, - Grande, opulenta y vencedora un día, - Sembrada de recuerdos y de historias, - Y hollada asaz por la fortuna impía! - Yo cantaré tus olvidadas glorias; - Que en alas de la ardiente poesía - No aspiro a más laurel ni a más hazaña - Que a una sonrisa de mi dulce España. - - -_80. A buen juez mejor testigo_ - -_Tradición de Toledo_ - -I - - Entre pardos nubarrones - Pasando la blanca luna, - Con resplandor fugitivo, - La baja tierra no alumbra. - La brisa con frescas alas - Juguetona no murmura, - Y las veletas no giran - Entre la cruz y la cúpula. - Tal vez un pálido rayo - La opaca atmósfera cruza, - Y unas en otras las sombras - Confundidas se dibujan. - Las almenas de las torres - Un momento se columbran, - Como lanzas de soldados - Apostados en la altura. - Reverberan los cristales - La trémula llama turbia, - Y un instante entre las rocas - Riela la fuente oculta. - Los álamos de la vega - Parecen en la espesura - De fantasmas apiñados - Medrosa y gigante turba; - Y alguna vez desprendida - Gotea pesada lluvia, - Que no despierta a quien duerme, - Ni a quien medita importuna. - Yace Toledo en el sueño - Entre las sombras confusa, - Y el Tajo a sus pies pasando - Con pardas ondas lo arrulla. - El monótono murmullo - Sonar perdido se escucha, - Cual si por las hondas calles - Hirviera del mar la espuma. - ¡Qué dulce es dormir en calma - Cuando a lo lejos susurran - Los álamos que se mecen, - Las aguas que se derrumban! - Se sueñan bellos fantasmas - Que el sueño del triste endulzan, - Y en tanto que sueña el triste, - No le aqueja su amargura. - Tan en calma y tan sombría - Como la noche que enluta - La esquina en que desemboca - Una callejuela oculta, - Se ve de un hombre que aguarda - La vigilante figura, - Y tan a la sombra vela - Que entre las sombras se ofusca. - Frente por frente a sus ojos - Un balcón a poca altura - Deja escapar por los vidrios - La luz que dentro le alumbra; - Mas ni en el claro aposento, - Ni en la callejuela oscura - El silencio de la noche - Rumor sospechoso turba. - Pasó así tan largo tiempo, - Que pudiera haberse duda - De si es hombre, o solamente - Mentida ilusión nocturna; - Pero es hombre, y bien se ve, - Porque con planta segura - Ganando el centro a la calle - Resuelto y audaz pregunta: - --¿Quién va? --y a corta distancia - El igual compás se escucha - De un caballo que sacude - Las sonoras herraduras. - ¿Quién va? repite, y cercana - Otra voz menos robusta - Responde: --Un hidalgo ¡calle!-- - Y el paso el bulto apresura. - --Téngase el hidalgo --el hombre - Replica, y la espada empuña. - --Ved más bien si me haréis calle - (Repitieron con mesura) - Que hasta hoy a nadie se tuvo - Iván de Vargas y Acuña. - --Pase el Acuña y perdone-- - Dijo el mozo en faz de fuga, - Pues teniéndose el embozo - Sopla un silbato, y se oculta. - Paró el jinete a una puerta, - Y con precaución difusa - Salió una niña al balcón - Que llama interior alumbra. - --¡Mi padre! --clamó en voz baja - Y el viejo en la cerradura - Metió la llave pidiendo - A sus gentes que le acudan. - Un negro por ambas bridas - Tomó la cabalgadura, - Cerrose detrás la puerta - Y quedó la calle muda. - En esto desde el balcón, - Como quien tal acostumbra, - Un mancebo por las rejas - De la calle se asegura. - Asió el brazo al que apostado - Hizo cara a Iván de Acuña, - Y huyeron, en el embozo - Velando la catadura. - -II - - Clara, apacible y serena - Pasa la siguiente tarde, - Y el sol tocando su ocaso - Apaga su luz gigante: - Se ve la imperial Toledo - Dorada por los remates, - Como una ciudad de grana - Coronada de cristales. - El Tajo por entre rocas - Sus anchos cimientos lame, - Dibujando en las arenas - Las ondas con que las bate. - Y la ciudad se retrata - En las ondas desiguales, - Como en prendas de que el río - Tan afanoso la bañe. - A lo lejos en la vega - Tiende galán por sus márgenes, - De sus álamos y huertos - El pintoresco ropaje, - Y porque su altiva gala - Más a los ojos halague, - La salpica con escombros - De castillos y de alcázares. - Un recuerdo es cada piedra - Que toda una historia vale, - Cada colina un secreto - De príncipes o galanes. - Aquí se bañó la hermosa - Por quien dejó un rey culpable - Amor, fama, reino y vida - En manos de musulmanes. - Allí recibió Galiana - A su receloso amante - En esa cuesta que entonces - Era un plantel de azahares. - Allá por aquella torre, - Que hicieron puerta los árabes, - Subió el Cid sobre Babieca - Con su gente y su estandarte. - Más lejos se ve el castillo - De San Servando, o Cervantes, - Donde nada se hizo nunca - Y nada al presente se hace. - A este lado está la almena - Por do sacó vigilante - El conde Don Peranzules - Al rey, que supo una tarde - Fingir tan tenaz modorra, - Que, político y constante, - Tuvo siempre el brazo quedo - Las palmas al horadarle. - Allí está el circo romano, - Gran cifra de un pueblo grande, - Y aquí la antigua Basílica - De bizantinos pilares, - Que oyó en el primer concilio - Las palabras de los Padres - Que velaron por la Iglesia - Perseguida o vacilante. - La sombra en este momento - Tiende sus turbios cendales - Por todas esas memorias - De las pasadas edades, - Y del Cambrón y Visagra - Los caminos desiguales, - Camino a los toledanos - Hacia las murallas abren. - Los labradores se acercan - Al fuego de sus hogares, - Cargados con sus aperos, - Cansados de sus afanes. - Los ricos y sedentarios - Se tornan con paso grave, - Calado el ancho sombrero, - Abrochados los gabanes; - Y los clérigos y monjes - Y los prelados y abades - Sacudiendo el leve polvo - De capelos y sayales. - Quédase solo un mancebo - De impetuosos ademanes, - Que se pasea ocultando - Entre la capa el semblante. - Los que pasan le contemplan - Con decisión de evitarle, - Y él contempla a los que pasan - Como si a alguien aguardase. - Los tímidos aceleran - Los pasos al divisarle, - Cual temiendo de seguro - Que les proponga un combate; - Y los valientes le miran - Cual si sintieran dejarle - Sin que libres sus estoques - En riña sonora dancen. - Una mujer también sola - Se viene el llano adelante, - La luz del rostro escondida - En tocas y tafetanes. - Mas en lo leve del paso, - Y en lo flexible del talle, - Puede a través de los velos - Una hermosa adivinarse. - Vase derecha al que aguarda, - Y él al encuentro la sale - Diciendo... cuanto se dicen - En las citas los amantes. - Mas ella, galanterías - Dejando severa aparte, - Así al mancebo interrumpe - En voz decisiva y grave: - - --Abreviemos de razones, - Diego Martínez; mi padre, - Que un hombre ha entrado en su ausencia - Dentro mi aposento sabe: - Y así quien mancha mi honra - Con la suya me la lave; - O dadme mano de esposo, - O libre de vos dejadme.-- - Mirola Diego Martínez - Atentamente un instante, - Y echando a un lado el embozo, - Repuso palabras tales: - --Dentro de un mes, Inés mía, - Parto a la guerra de Flandes; - Al año estaré de vuelta - Y contigo en los altares. - Honra que yo te desluzca, - Con honra mía se lave; - Que por honra vuelven honra - Hidalgos que en honra nacen. - --Júralo --exclamó la niña. - --Más que mi palabra vale - No te valdrá un juramento. - --Diego, la palabra es aire. - --¡Vive Dios que estás tenaz! - Dalo por jurado y baste. - --No me basta; que olvidar - Puedes la palabra en Flandes. - --¡Voto a Dios! ¿qué más pretendes? - --Que a los pies de aquella imagen - Lo jures como cristiano - Del santo Cristo delante.-- - Vaciló un punto Martínez, - Mas porfiando que jurase, - Llevole Inés hacia el templo - Que en medio la vega yace. - Enclavado en un madero, - En duro y postrero trance, - Ceñida la sien de espinas, - Descolorido el semblante, - Víase allí un crucifijo - Teñido de negra sangre, - A quien Toledo devota - Acude hoy en sus azares. - Ante sus plantas divinas - Llegaron ambos amantes, - Y haciendo Inés que Martínez - Los sagrados pies tocase, - Preguntole: - --Diego, ¿juras - A tu vuelta desposarme? - Contestó al mozo: - --¡Sí juro! - Y ambos del templo se salen. - -III - - Pasó un día y otro día, - Un mes y otro mes pasó, - Y un año pasado había, - Mas de Flandes no volvía - Diego, que a Flandes partió. - Lloraba la bella Inés - Su vuelta aguardando en vano, - Oraba un mes y otro mes - Del crucifijo a los pies - Do puso el galán su mano. - Todas las tardes venía - Después de traspuesto el sol, - Y a Dios llorando pedía - La vuelta del español, - Y el español no volvía. - Y siempre al anochecer, - Sin dueña y sin escudero, - En un manto una mujer - El campo salía a ver - Al alto del _Miradero_. - ¡Ay del triste que consume - Su existencia en esperar! - ¡Ay del triste que presume - Que el duelo con que él se abrume - Al ausente ha de pesar! - La esperanza es de los cielos - Precioso y funesto don, - Pues los amantes desvelos - Cambian la esperanza en celos, - Que abrasan el corazón. - Si es cierto lo que se espera, - Es un consuelo en verdad; - Pero siendo una quimera, - En tan frágil realidad - Quien espera desespera. - Así Inés desesperaba - Sin acabar de esperar, - Y su tez se marchitaba, - Y su llanto se secaba - Para volver a brotar. - En vano a su confesor - Pidió remedio o consejo - Para aliviar su dolor; - Que mal se cura el amor - Con las palabras de un viejo. - En vano a Iván acudía, - Llorosa y desconsolada; - El padre no respondía; - Que la lengua le tenía - Su propia deshonra atada. - Y ambos maldicen su estrella, - Callando el padre severo - Y suspirando la bella, - Porque nació mujer ella, - Y el viejo nació altanero. - Dos años al fin pasaron - En esperar y gemir, - Y las guerras acabaron, - Y los de Flandes tornaron - A sus tierras a vivir. - Pasó un día y otro día, - Un mes y otro mes pasó, - Y el tercer año corría; - Diego a Flandes se partió, - Mas de Flandes no volvía. - Era una tarde serena, - Doraba el sol de occidente - Del Tajo la vega amena, - Y apoyada en una almena - Miraba Inés la corriente. - Iban las tranquilas olas - Las riberas azotando - Bajo las murallas solas, - Musgo, espigas y amapolas - Ligeramente doblando. - Algún olmo que escondido - Creció entre la yerba blanda, - Sobre las aguas tendido - Se reflejaba perdido - En su cristalina banda. - Y algún ruiseñor colgado - Entre su fresca espesura - Daba al aire embalsamado - Su cántico regalado - Desde la enramada oscura. - Y algún pez con cien colores, - Tornasolada la escama, - Saltaba a besar las flores, - Que exhalan gratos olores - A las puntas de una rama. - Y allá en el trémulo fondo - El torreón se dibuja - Como el contorno redondo - Del hueco sombrío y hondo - Que habita nocturna bruja. - Así la niña lloraba - El rigor de su fortuna, - Y así la tarde pasaba - Y al horizonte trepaba - La consoladora luna. - A lo lejos por el llano - En confuso remolino - Vio de hombres tropel lejano - Que en pardo polvo liviano - Dejan envuelto el camino. - Bajó Inés del torreón, - Y llegando recelosa - A las puertas del Cambrón, - Sintió latir zozobrosa - Más inquieto el corazón. - Tan galán como altanero - Dejó ver la escasa luz - Por bajo el arco primero - Un hidalgo caballero - En un caballo andaluz. - Jubón negro acuchillado, - Banda azul, lazo en la hombrera, - Y sin pluma al diestro lado - El sombrero derribado - Tocando con la gorguera. - Bombacho gris guarnecido, - Bota de ante, espuela de oro, - Hierro al cinto suspendido, - Y a una cadena prendido - Agudo cuchillo moro. - Vienen tras este jinete - Sobre potros jerezanos - De lanceros hasta siete, - Y en adarga y coselete - Diez peones castellanos. - Asiose a su estribo Inés - Gritando: --¡Diego, eres tú!-- - Y él viéndola de través - Dijo: --¡Voto a Belcebú, - Que no me acuerdo quién es!-- - Dio la triste un alarido - Tal respuesta al escuchar, - Y a poco perdió el sentido, - Sin que más voz ni gemido - Volviera en tierra a exhalar. - Frunciendo ambas a dos cejas - Encomendola a su gente, - Diciendo: --¡Malditas viejas - Que a las mozas malamente - Enloquecen con consejas!-- - Y aplicando el capitán - A su potro las espuelas - El rostro a Toledo dan, - Y a trote cruzando van - Las oscuras callejuelas. - -IV - - Así por sus altos fines - Dispone y permite el cielo - Que puedan mudar al hombre - Fortuna, poder y tiempo. - A Flandes partió Martínez - De soldado aventurero, - Y por su suerte y hazañas - Allí capitán le hicieron. - Según alzaba en honores - Alzábase en pensamientos, - Y tanto ayudó en la guerra - Con su valor y altos hechos, - Que el mismo rey a su vuelta - Le armó en Madrid caballero, - Tomándole a su servicio - Por capitán de Lanceros. - Y otro no fue que Martínez - Quien ha poco entró en Toledo, - Tan orgulloso y ufano - Cual salió humilde y pequeño. - Ni es otro a quien se dirige, - Cobrado el conocimiento, - La amorosa Inés de Vargas, - Que vive por él muriendo. - Mas él, que olvidando todo - Olvidó su nombre mesmo, - Puesto que Diego Martínez - Es el capitán Don Diego, - Ni se ablanda a sus caricias, - Ni cura de sus lamentos; - Diciendo que son locuras - De gentes de poco seso; - Que ni él prometió casarse - Ni pensó jamás en ello. - ¡Tanto mudan a los hombres - Fortuna, poder y tiempo! - En vano porfiaba Inés - Con amenazas y ruegos; - Cuanto más ella importuna - Está Martínez severo. - Abrazada a sus rodillas - Enmarañado el cabello, - La hermosa niña lloraba - Prosternada por el suelo. - Mas todo empeño es inútil, - Porque el capitán Don Diego - No ha de ser Diego Martínez - Como lo era en otro tiempo. - Y así llamando a su gente, - De amor y piedad ajeno, - Mandoles que a Inés llevaran - De grado o de valimiento. - Mas ella antes que la asieran, - Cesando un punto en su duelo, - Así habló, el rostro lloroso - Hacia Martínez volviendo: - --Contigo se fue mi honra, - Conmigo tu juramento; - Pues buenas prendas son ambas, - En buen fiel las pesaremos.-- - Y la faz descolorida - En la mantilla envolviendo - A pasos desatentados - Saliose del aposento. - -V - - Era entonces de Toledo - Por el rey gobernador - El justiciero y valiente - Don Pedro Ruiz de Alarcón. - Muchos años por su patria - El buen viejo peleó; - Cercenado tiene un brazo, - Mas entero el corazón. - La mesa tiene delante, - Los jueces en derredor, - Los corchetes a la puerta - Y en la derecha el bastón. - Está, como presidente - Del tribunal superior, - Entre un dosel y una alfombra - Reclinado en un sillón - Escuchando con paciencia - La casi asmática voz - Con que un tétrico escribano - Solfea una apelación. - Los asistentes bostezan - Al murmullo arrullador, - Los jueces medio dormidos - Hacen pliegues al ropón, - Los escribanos repasan - Sus pergaminos al sol, - Los corchetes a una moza - Guiñan en un corredor, - Y abajo en Zocodover - Gritan en discorde son - Los que en el mercado venden - Lo vendido y el valor. - Una mujer en tal punto, - En faz de grande aflicción, - Rojos de llorar los ojos, - Ronca de gemir la voz, - Suelto el cabello y el manto, - Tomó plaza en el salón - Diciendo a gritos: --¡Justicia, - Jueces, justicia, señor!-- - Y a los pies se arroja humilde - De Don Pedro de Alarcón, - En tanto que los curiosos - Se agitan al rededor. - Alzola cortés Don Pedro - Calmando la confusión - Y el tumultuoso murmullo - Que esta escena ocasionó, - Diciendo: - --Mujer, ¿qué quieres? - --Quiero justicia, señor. - --¿De qué? - --De una prenda hurtada. - --¿Qué prenda? - --Mi corazón. - --¿Tú le diste? - --Le presté. - --¿Y no te le han vuelto? - --No. - --¿Tienes testigos? - --Ninguno. - --¿Y promesa? - --¡Sí, por Dios! - Que al partirse de Toledo - Un juramento empeñó. - --¿Quién es él? - --Diego Martínez. - --¿Noble? - --Y capitán, señor. - --Presentadme al capitán, - Que cumplirá si juró.-- - Quedó en silencio la sala, - Y a poco en el corredor - Se oyó de botas y espuelas - El acompasado son. - Un portero, levantando - El tapiz, en alta voz - Dijo: --El capitán Don Diego.-- - Y entró luego en el salón - Diego Martínez, los ojos - Llenos de orgullo y furor. - --¿Sois el capitán Don Diego, - Díjole Don Pedro, vos?-- - Contestó altivo y sereno - Diego Martínez: - --Yo soy. - --¿Conocéis a esta muchacha? - --Ha tres años, salvo error. - --¿Hicísteisla juramento - De ser su marido? - --No. - --¿Juráis no haberlo jurado? - --Sí juro. - --Pues id con Dios. - --¡Miente! --clamó Inés llorando - De despecho y de rubor. - --Mujer, ¡piensa lo que dices!... - --Digo que miente, juró. - --¿Tienes testigos? - --Ninguno. - --Capitán, idos con Dios, - Y dispensad que acusado - Dudara de vuestro honor.-- - Tornó Martínez la espalda - Con brusca satisfacción, - E Inés, que le vio partirse, - Resuelta y firme gritó: - --Llamadle, tengo un testigo. - Llamadle otra vez, señor.-- - Volvió el capitán Don Diego, - Sentose Ruiz de Alarcón, - La multitud aquietose - Y la de Vargas siguió: - --Tengo un testigo a quien nunca - Faltó verdad ni razón. - --¿Quién? - --Un hombre que de lejos - Nuestras palabras oyó, - Mirándonos desde arriba. - --¿Estaba en algún balcón? - --No, que estaba en un suplicio - Donde ha tiempo que expiró. - --¿Luego es muerto? - --No, que vive. - --Estáis loca, ¡vive Dios! - ¿Quién fue? - --El CRISTO de la Vega, - A cuya faz perjuró.-- - Pusiéronse en pie los jueces - Al nombre del Redentor, - Escuchando con asombro - Tan excelsa apelación. - Reinó un profundo silencio - De sorpresa y de pavor, - Y Diego bajó los ojos - De vergüenza y confusión. - Un instante con los jueces - Don Pedro en secreto habló, - Y levantose diciendo - Con respetuosa voz: - --La ley es ley para todos, - Tu testigo es el mejor, - Mas para tales testigos - No hay más tribunal que Dios. - Haremos... lo que sepamos; - Escribano, al caer el sol - Al CRISTO que está en la Vega - Tomaréis declaración.-- - -VI - - Es una tarde serena, - Cuya luz tornasolada - Del purpurino horizonte - Blandamente se derrama. - Plácido aroma las flores - Sus hojas plegando exhalan, - Y el céfiro entre perfumes - Mece las trémulas alas. - Brillan abajo en el valle - Con suave rumor las aguas, - Y las aves en la orilla - Despidiendo al día cantan. - Allá por el _Miradero_ - Por el Cambrón y Visagra - Confuso tropel de gente - Del Tajo a la vega baja. - Vienen delante Don Pedro - De Alarcón, Iván de Vargas, - Su hija Inés, los escribanos, - Los corchetes y los guardias; - Y detrás monjes, hidalgos, - Mozas, chicos y canalla. - Otra turba de curiosos - En la vega les aguarda, - Cada cual comentariando - El caso según le cuadra. - Entre ellos está Martínez - En apostura bizarra, - Calzadas espuelas de oro, - Valona de encaje blanca, - Bigote a la borgoñesa, - Melena desmelenada, - El sombrero guarnecido - Con cuatro lazos de plata, - Un pie delante del otro, - Y el puño en el de la espada. - Los plebeyos de reojo - Le miran de entre las capas, - Los chicos al uniforme - Y las mozas a la cara. - Llegado el gobernador - Y gente que le acompaña, - Entraron todos al claustro - Que iglesia y patio separa. - Encendieron ante el CRISTO - Cuatro cirios y una lámpara, - Y de hinojos un momento - Le rezaron en voz baja. - Está el CRISTO de la Vega - La cruz en tierra posada, - Los pies alzados del suelo - Poco menos de una vara; - Hacia la severa imagen - Un notario se adelanta, - De modo que con el rostro - Al pecho santo llegaba. - A un lado tiene a Martínez, - A otro lado a Inés de Vargas, - Detrás al gobernador - Con sus jueces y sus guardias. - Después de leer dos veces - La acusación entablada, - El notario a Jesucristo - Así demandó en voz alta: - _--Jesús, Hijo de María,_ - _Ante nos esta mañana_ - _Citado como testigo_ - _Por boca de Inés de Vargas,_ - _¿Juráis ser cierto que un día_ - _A vuestras divinas plantas_ - _Juró a Inés Diego Martínez_ - _Por su mujer desposarla?--_ - Asida a un _brazo_ desnudo - Una _mano_ atarazada - Vino a posar en los autos - La seca y hendida palma, - Y allá en los aires «¡Sí, JURO!» - Clamó una voz más que humana. - Alzó la turba medrosa - La vista a la imagen santa... - Los labios tenía abiertos, - Y una mano desclavada. - -CONCLUSIÓN - - Las vanidades del mundo - Renunció allí mismo Inés, - Y espantado de sí propio - Diego Martínez también. - Los escribanos temblando - Dieron de esta escena fe, - Firmando como testigos - Cuantos hubieron poder. - Fundose un aniversario - Y una capilla con él, - Y Don Pedro de Alarcón - El altar ordenó hacer, - Donde hasta el tiempo que corre, - Y en cada año una vez, - Con la mano desclavada - El crucifijo se ve. - - - - -DON NICOMEDES PASTOR DÍAZ - - -_81. A la luna_ - - Desde el primer latido de mi pecho, - Condenado al amor y a la tristeza, - Ni un eco a mi gemir, ni a la belleza - Un suspiro alcancé: - Halló por fin mi fúnebre despecho - Inmenso objeto a mi ilusión amante; - Y de la luna el célico semblante, - Y el triste mar amé. - - El mar quedose allá por su ribera; - Sus olas no treparon las montañas; - Nunca llega a estas márgenes extrañas - Su solemne mugir. - Tú empero que mi amor sigues do quiera, - Cándida luna, en tu amoroso vuelo, - Tú eres la misma que miré en el cielo - De mi patria lucir. - - Tú sola mi beldad, sola mi amante, - Única antorcha que mis pasos guía, - Tú sola enciendes en el alma fría - Una sombra de amor. - Solo el blando lucir de tu semblante - Mis ya cansados párpados resisten; - Solo tus formas inconstantes visten - Bello, grato color. - - Ora cubra cargada, rubicunda - Nube de fuego tu ardorosa frente; - Ora cándida, pura, refulgente, - Deslumbre tu mirar. - Ora sumida en soledad profunda - Te mire el cielo desmayada y yerta, - Como el semblante de una virgen muerta - ¡Ah!... que yo vi expirar. - - La he visto ¡ay, Dios!... Al sueño en que reposa - Yo le cerré los anublados ojos; - Yo tendí sus angélicos despojos - Sobre el negro ataúd. - Yo solo oré sobre la yerta losa - Donde no corre ya lágrima alguna... - ¡Báñala al menos tú, pálida luna... - Báñala con tu luz! - - Tú lo harás... que a los tristes acompañas, - Y al pensador y al infeliz visitas; - Con la inocencia o con la muerte habitas: - El mundo huye de ti. - Antorcha de alegría en las cabañas, - Lámpara solitaria en las ruïnas, - El salón del magnate no iluminas, - Pero su tumba... sí. - - Cargado a veces de aplomadas nubes - Amaga el cielo con tormenta oscura; - Mas ríe al horizonte tu hermosura, - Y huyó la tempestad. - Y allá del trono do esplendente subes - Riges el curso al férvido Oceáno, - Cual pecho amante, que al mirar lejano - Hierve, de su beldad. - - Mas ¡ay! que en vano en tu esplendor encantas: - Ese hechizo falaz no es de alegría; - Y huyen tu luz y triste compañía - Los astros con temor. - Sola por el vacío te adelantas, - Y en vano en derredor tus rayos tiendes; - Que solo al mundo en tu dolor desciendes, - Cual sube a ti mi amor. - - Y en esta tierra, de aflicción guarida, - ¿Quién goza en tu fulgor blandos placeres? - Del nocturno reposo de los seres - No turbas la quietud. - No cantarán las aves tu venida; - Ni abren su cáliz las dormidas flores: - ¡Solo un ser... de desvelos y dolores, - Ama tu yerta luz!... - - ¡Sí, tú mi amor, mi admiración, mi encanto! - La noche anhelo por vivir contigo, - Y hacia el ocaso lentamente sigo - Tu curso al fin veloz. - Páraste a veces a escuchar mi llanto, - Y desciende en tus rayos amoroso - Un espíritu vago, misterioso, - Que responde a mi voz... - - ¡Ay! calló ya... Mi celestial querida - Sufrió también mi inexorable suerte... - Era un sueño de amor... Desvanecerte - Pudo una realidad. - Es cieno ya la esqueletada vida; - No hay ilusión, ni encantos, ni hermosura; - La muerte reina ya sobre natura, - Y la llaman... ¡VERDAD! - - ¡Qué feliz, qué encantado, si ignorante, - El hombre de otros tiempos viviría, - Cuando en el mundo, de los dioses vía - Do quiera la mansión! - Cada eco fuera un suspirar amante, - Una inmortal belleza cada fuente; - Cada pastor ¡oh luna! en sueño ardiente - Ser pudo un Endimión. - - Ora trocada en un planeta oscuro, - Girando en los abismos del vacío, - Do fuerza oculta y ciega, en su extravío, - Cual piedra te arrojó, - Es luz de ajena luz tu brillo puro; - Es ilusión tu mágica influencia, - Y mi celeste amor... ciega demencia, - ¡Ay!... que se disipó. - - Astro de paz, belleza de consuelo, - Antorcha celestial de los amores, - Lámpara sepulcral de los dolores, - Tierna y casta deidad, - ¿Qué eres, de hoy más, sobre ese helado cielo? - Un peñasco que rueda en el olvido, - O el cadáver de un sol que, endurecido, - ¡Yace en la eternidad! - - - - -DON ENRIQUE GIL - - -_82. La violeta_ - - Flor deliciosa en la memoria mía, - Ven mi triste laúd a coronar, - Y volverán las trovas de alegría - En sus ecos tal vez a resonar. - Mezcla tu aroma a sus cansadas cuerdas; - Yo sobre ti no inclinaré mi sien, - De miedo, pura flor, que entonces pierdas - Tu tesoro de olores y tu bien. - Yo, sin embargo, coroné mi frente - Con tu gala en las tardes del Abril, - Yo te buscaba orillas de la fuente, - Yo te adoraba tímida y gentil. - Porque eras melancólica y perdida, - Y era perdido y lúgubre mi amor, - Y en ti miré el emblema de mi vida - Y mi destino, solitaria flor. - Tú allí crecías olorosa y pura - Con tus moradas hojas de pesar; - Pasaba entre la yerba tu frescura - De la fuente al confuso murmurar. - Y pasaba mi amor desconocido, - De un arpa oscura al apagado son, - Con frívolos cantares confundido - El himno de mi amante corazón. - Yo busqué la hermandad de la desdicha - En tu cáliz de aroma y soledad, - Y a tu ventura asemejé mi dicha, - Y a tu prisión mi antigua libertad. - ¡Cuántas meditaciones han pasado - Por mi frente mirando tu arrebol! - ¡Cuántas veces mis ojos te han dejado - Para volverse al moribundo sol! - ¡Qué de consuelos a mi pena diste - Con tu calma y tu dulce lobreguez, - Cuando la mente imaginaba triste - El negro porvenir de la vejez! - Yo me decía: «Buscaré en las flores - Seres que escuchen mi infeliz cantar, - Que mitiguen con bálsamo de olores - Las ocultas heridas del pesar.» - Y me apartaba, al alumbrar la luna, - De ti, bañada en moribunda luz, - Adormecida en tu vistosa cuna, - Velada en tu aromático capuz. - Y una esperanza el corazón llevaba - Pensando en tu sereno amanecer, - Y otra vez en tu cáliz divisaba - Perdidas ilusiones de placer. - - Heme hoy aquí: ¡cuán otros mis cantares! - ¡Cuán otro mi pensar, mi porvenir! - Ya no hay flores que escuchen mis pesares, - Ni soledad donde poder gemir. - Lo secó todo el soplo de mi aliento, - Y naufragué con mi doliente amor: - Lejos ya de la paz y del contento, - Mírame aquí en el valle del dolor. - Era dulce mi pena y mi tristeza; - Tal vez moraba una ilusión detrás: - Mas la ilusión voló con su pureza, - Mis ojos ¡ay! no la verán jamás. - Hoy vuelvo a ti, cual pobre viajero - Vuelve al hogar que niño le acogió; - Pero mis glorias recobrar no espero, - Solo a buscar la huesa vengo yo. - Vengo a buscar mi huesa solitaria - Para dormir tranquilo junto a ti, - Ya que escuchaste un día mi plegaria, - Y un ser humano en tu corola vi. - Ven mi tumba a adornar, triste viola, - Y embalsama mi oscura soledad; - Sé de su pobre césped la aureola - Con tu vaga y poética beldad. - Quizá al pasar la virgen de los valles, - Enamorada y rica en juventud, - Por las umbrosas y desiertas calles - Do yacerá escondido mi ataúd, - Irá a cortar la humilde vïoleta - Y la pondrá en su seno con dolor, - Y llorando dirá: «¡Pobre poeta! - ¡Ya está callada el arpa del amor!» - - - - -PADRE JUAN AROLAS - - -_83. Sé más feliz que yo_ - - Sobre pupila azul, con sueño leve, - Tu párpado cayendo amortecido, - Se parece a la pura y blanca nieve - Que sobre las violetas reposó: - Yo el sueño del placer nunca he dormido: - Sé más feliz que yo. - Se asemeja tu voz en la plegaria - Al canto del zorzal de indiano suelo - Que sobre la pagoda solitaria - Los himnos de la tarde suspiró: - Yo solo esta oración dirijo al cielo: - Sé más feliz que yo. - Es tu aliento la esencia más fragante - De los lirios del Arno caudaloso - Que brotan sobre un junco vacilante - Cuando el céfiro blando los meció: - Yo no gozo su aroma delicioso: - Sé más feliz que yo. - El amor, que es espíritu de fuego, - Que de callada noche se aconseja - Y se nutre con lágrimas y ruego, - En tus purpúreos labios se escondió: - Él te guarde el placer y a mí la queja: - Sé más feliz que yo. - Bella es tu juventud en sus albores - Como un campo de rosas del Oriente; - Al ángel del recuerdo pedí flores - Para adornar tu sien, y me las dio; - Yo decía al ponerlas en tu frente: - Sé más feliz que yo. - Tu mirada vivaz es de paloma; - Como la adormidera del desierto - Causas dulce embriaguez, hurí de aroma - Que el cielo de topacio abandonó: - Mi suerte es dura, mi destino incierto: - Sé más feliz que yo. - - - - -DON PABLO PIFERRER - - -_84. Canción de la Primavera_ - - Ya vuelve la primavera: - Suene la gaita,--ruede la danza: - Tiende sobre la pradera - El verde manto--de la esperanza. - - Sopla caliente la brisa: - Suene la gaita,--ruede la danza: - Las nubes pasan aprisa, - Y el azur muestran--de la esperanza. - - La flor ríe en su capullo: - Suene la gaita,--ruede la danza: - Canta el agua en su murmullo - El poder santo--de la esperanza. - - ¿La oís que en los aires trina? - Suene la gaita,--ruede la danza: - --«Abrid a la golondrina, - Que vuelve en alas--de la esperanza.»-- - - Niña, la niña modesta: - Suene la gaita,--ruede la danza: - El Mayo trae tu fiesta - Que el logro trae--de tu esperanza. - - Cubre la tierra el amor: - Suene la gaita,--ruede la danza: - El perfume engendrador - Al seno sube--de la esperanza. - - Todo zumba y reverdece: - Suene la gaita,--ruede la danza: - Cuanto el son y el verdor crece, - Tanto más crece--toda esperanza. - - Sonido, aroma y color - (Suene la gaita,--ruede la danza) - Únense en himnos de amor, - Que engendra el himno--de la esperanza. - - Morirá la primavera: - Suene la gaita,--ruede la danza: - Mas cada año en la pradera - Tornará el manto--de la esperanza. - - La inocencia de la vida - (Calle la gaita,--pare la danza) - No torna una vez perdida: - ¡Perdí la mía!--¡ay mi esperanza! - - - - -DON GABRIEL GARCÍA TASSARA - - -_85. Himno al Mesías_ - - Baja otra vez al mundo, - ¡Baja otra vez, Mesías! - De nuevo son los días - De tu alta vocación; - Y en su dolor profundo - La humanidad entera - El nuevo oriente espera - De un sol de redención. - Corrieron veinte edades - Desde el supremo día - Que en esa cruz te vía - Morir Jerusalén; - Y nuevas tempestades - Surgieron y bramaron, - De aquellas que asolaron - El primitivo Edén. - De aquellas que le ocultan - Al hombre su camino - Con ciego torbellino - De culpa y expiación; - De aquellas que sepultan - En hondos cautiverios - Cadáveres de imperios - Que fueron y no son. - Sereno está en la esfera - El sol del firmamento: - La tierra en su cimiento - Inconmovible está: - La blanca primavera - Con su gentil abrazo - Fecunda el gran regazo - Que flor y fruto da. - Mas ¡ay! que de las almas - El sol yace eclipsado: - Mas ¡ay! que ha vacilado - El polo de la fe; - Mas ¡ay! que ya tus palmas - Se vuelven al desierto: - No crecen, no, en el huerto - Del que tu pueblo fue. - Tiniebla es ya la Europa: - Ella agotó la ciencia, - Maldijo su creencia, - Se apacentó con hiel; - Y rota ya la copa - En que su fe bebía, - Se alzaba y te decía: - ¡Señor! yo soy Luzbel. - Mas ¡ay! que contra el cielo - No tiene el hombre rayo, - Y en súbito desmayo - Cayó de ayer a hoy; - Y en son de desconsuelo, - en llanto de impotencia, - Hoy clama en tu presencia: - Señor, tu pueblo soy. - No es, no, la Roma atea - Que entre aras derrocadas - Despide a carcajadas - Los dioses que se van: - Es la que, humilde rea, - Baja a las catacumbas, - Y palpa entre las tumbas - Los tiempos que vendrán. - Todo, Señor, diciendo - Está los grandes días - De luto y agonías, - De muerte y orfandad; - Que, del pecado horrendo - Envuelta en el sudario, - Pasa por un Calvario - La ciega humanidad. - Baja ¡oh Señor! no en vano - Siglos y siglos vuelan; - Los siglos nos revelan - Con misteriosa luz - El infinito arcano - Y la virtud que encierra, - Trono de cielo y tierra - Tu sacrosanta cruz. - Toda la historia humana - ¡Señor! está en tu nombre; - Tú fuiste Dios del hombre, - Dios de la humanidad. - Tu sangre soberana - Es su Calvario eterno: - Tu triunfo del infierno - Es su inmortalidad. - ¿Quién dijo, Dios clemente, - Que tú no volverías, - Y a horribles gemonías, - Y a eterna perdición, - Condena a esta doliente - Raza del ser humano - Que espera de tu mano - Su nueva salvación? - Sí, tú vendrás. Vencidos - Serán con nuevo ejemplo - Los que del santo templo - Apartan a tu grey. - Vendrás y confundidos - Caerán con los ateos - Los nuevos fariseos - De la caduca ley. - ¿Quién sabe si ahora mismo - Entre alaridos tantos - De tus profetas santos - La voz no suena ya? - Ven, saca del abismo - A un pueblo moribundo; - Luzbel ha vuelto al mundo - Y Dios ¿no volverá? - ¡Señor! En tus juicios - La comprensión se abisma; - Mas es siempre la misma - Del Gólgota la voz. - Fatídicos auspicios - Resonarán en vano; - No es el destino humano - La humanidad sin Dios. - Ya pasarán los siglos - De la tremenda prueba; - ¡Ya nacerás, luz nueva - De la futura edad! - Ya huiréis ¡negros vestiglos - De los antiguos días! - Ya volverás ¡Mesías! - En gloria y majestad. - - - - -DOÑA GERTRUDIS GÓMEZ DE AVELLANEDA - - -_86. Amor y orgullo_ - - Un tiempo hollaba por alfombra rosas; - Y nobles vates, de mentidas diosas - Prodigábanme nombres; - Mas yo, altanera, con orgullo vano, - Cual águila real al vil gusano - Contemplaba a los hombres. - Mi pensamiento --en temerario vuelo-- - Ardiente osaba demandar al cielo - Objeto a mis amores: - Y si a la tierra con desdén volvía - Triste mirada, mi soberbia impía - Marchitaba sus flores. - Tal vez por un momento caprichosa - Entre ellas revolé, cual mariposa, - Sin fijarme en ninguna; - Pues de místico bien siempre anhelante, - Clamaba en vano, como tierno infante - Quiere abrazar la luna. - Hoy, despeñada de la excelsa cumbre, - Do osé mirar del sol la ardiente lumbre - Que fascinó mis ojos, - Cual hoja seca al raudo torbellino, - Cedo al poder del áspero destino... - ¡Me entrego a sus antojos! - Cobarde corazón, que el nudo estrecho - Gimiendo sufres, dime: ¿qué se ha hecho - Tu presunción altiva? - ¿Qué mágico poder, en tal bajeza - Trocando ya tu indómita fiereza, - De libertad te priva? - ¡Mísero esclavo de tirano dueño; - Tu gloria fue cual mentiroso sueño, - Que con las sombras huye! - Di ¿qué se hicieron ilusiones tantas - De necia vanidad, débiles plantas - Que el aquilón destruye? - En hora infausta a mi feliz reposo, - ¿No dijiste, soberbio y orgulloso: - --Quién domará mi brío? - ¡Con mi solo poder haré, si quiero, - Mudar de rumbo al céfiro ligero - Y arder al mármol frío!-- - ¡Funesta ceguedad! ¡Delirio insano! - Te gritó la razón... Mas ¡cuán en vano - Te advirtió tu locura! - Tú misma te forjaste la cadena, - Que a servidumbre eterna te condena, - Y a duelo y amargura. - Los lazos caprichosos que otros días - --Por pasatiempo-- a tu placer tejías, - Fueron de seda y oro: - Los que hora rinden tu valor primero - Son eslabones de pesado acero, - Templados con tu lloro. - ¿Qué esperaste ¡ay de ti! de un pecho helado, - De inmenso orgullo y presunción hinchado, - De víboras nutrido? - Tú --que anhelabas tan sublime objeto-- - ¿Cómo al capricho de un mortal sujeto - Te arrastras abatido? - ¿Con qué velo tu amor cubrió mis ojos, - Que por flores tomé duros abrojos - Y por oro la arcilla?... - ¡Del torpe engaño mis rivales ríen, - Y mis amantes ¡ay! tal vez se engríen - Del yugo que me humilla! - ¿Y tú lo sufres, corazón cobarde? - ¿Y de tu servidumbre haciendo alarde, - Quieres ver en mi frente - El sello del amor que te devora?... - ¡Ah! velo, pues, y búrlese en buen hora - De mi baldón la gente. - ¡Salga del pecho --requemando el labio-- - El caro nombre, de mi orgullo agravio, - De mi dolor sustento! - ¿Escrito no le ves en las estrellas - Y en la luna apacible, que con ellas - Alumbra el firmamento? - ¿No le oyes, de las auras al murmullo? - ¿No le pronuncia --en gemidor arrullo-- - La tórtola amorosa? - ¿No resuena en los árboles, que el viento - Halaga con pausado movimiento - En esa selva hojosa? - De aquella fuente entre las claras linfas, - ¿No le articulan invisibles ninfas - Con eco lisonjero?... - ¿Por qué callar el nombre que te inflama, - Si aun el silencio tiene voz, que aclama - Ese nombre que quiero? - Nombre que un alma lleva por despojo; - Nombre que excita con placer enojo, - Y con ira ternura; - Nombre más dulce que el primer cariño - De joven madre al inocente niño, - Copia de su hermosura: - Y más amargo que el adiós postrero - Que al suelo damos, donde el sol primero - Alumbró nuestra vida. - Nombre que halaga y halagando mata; - Nombre que hiere --como sierpe ingrata-- - Al pecho que le anida. - ¡No, no lo envíes, corazón, al labio!... - ¡Guarda tu mengua con silencio sabio! - ¡Guarda, guarda tu mengua! - ¡Callad también vosotras, auras, fuente, - Trémulas hojas, tórtola doliente, - Como calla mi lengua! - - - - -DON EULOGIO FLORENTINO SANZ - - -_87. Epístola a Pedro_ - - Quiero que sepas, aunque bien lo sabes, - Que a orillas del Spree (ya que del río - Se hace mención en circunstancias graves) - Mora un semi-alemán, muy señor mío, - Que entre los rudos témpanos del Norte - Recuerda la amistad y olvida el frío. - Lejos de mi Madrid, la villa y corte, - Ni de ella falto yo porque esté lejos, - Ni hay una piedra allí que no me importe; - Pues sueña con la patria, a los reflejos - De su distante sol, el desterrado, - Como con su niñez sueñan los viejos. - Ver quisiera un momento, y a tu lado, - Cuál por ese aire azul nuestra Cibeles - En carroza triunfal rompe hacia el Prado... - ¿Ríes?... Juzga el volar cuando no vueles... - ¡Átomo harás del mundo que poseas - Y mundo harás del átomo que anheles! - Al sentir _coram vulgo_ no te creas... - Al pensar _coram vulgo_, no te olvides - De compulsar a solas tus ideas. - Como dejes la España en que resides, - Donde quiera que estés, ya echarás menos - Esa patria de Dolfos y de Cides; - Que obeliscos y pórticos ajenos - Nunca valdrán los patrios palomares - Con las memorias de la infancia llenos. - Por eso, aunque dan son a mis cantares - Elba, Danubio y Rin, yo los olvido - Recordando a mi pobre Manzanares. - ¡Allí mi juventud!... ¡ay! ¿quién no ha oído - Desde cualquier región, ecos de aquella - Donde niñez y juventud han sido? - Hoy mi vida de ayer, pálida o bella, - Múltiple se repite en mis memorias, - Como en lágrimas mil única estrella... - Que quedan en el alma las historias - De dolor o placer, y allí se hacinan, - Del fundido metal muertas escorias. - Y, aunque ya no calientan ni iluminan, - Si al soplo de un suspiro se estremecen, - ¡Aún consuelan el alma!... ¡o la asesinan! - _Cuando al partir del sol las sombras crecen_, - Y, entre sombras y sol, tibios instantes - En torno del horario se adormecen; - El dolor y el placer, férvidos antes, - Se pierden ya en el alma indefinidos, - A la luz y a la sombra semejantes. - Y en esta languidez de los sentidos, - Crepúsculo moral en que indolente - Se arrulla el corazón con sus latidos, - Pláceme contemplar indiferente - Cuál del dormido Spree sobre la espalda - Y en lúbrico chapín sesga la gente. - O recordar el toldo de esmeralda - Que antes bordó el Abril en donde ahora - Nieve septentrional tiende su falda: - Mientras la luz del Héspero incolora - Baña el campo sin fin, que el Norte rudo - Salpicó de brillantes a la aurora. - - . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . - - ¡Hijo de otra región, trémulo y mudo - Con la mirada que por ti paseo, - Nieve septentrional, yo te saludo! - Una tarde de Mayo (casi creo - Que salta a mi memoria su hermosura - De este cuadro invernal, como un deseo), - Una tarde de flores y verdura, - Rica de cielo azul, sin un celaje, - Y empapada en aromas y frescura; - En que, al son de las auras, el ramaje - Trémulo de los tilos repetía - De otros lejanos bosques el mensaje; - Yo, con mi propio afán por compañía, - Del recinto salí que nombró el mundo - Corte del rey filósofo algún día. - A su verdor del Norte sin segundo, - De un frondoso jardín los laberintos - Atrajeron mi paso vagabundo... - En armoniosa confusión distintos, - Cándidos nardos y claveles rojos, - Tulipanes, violas y jacintos, - De admirar el vergel diéronme antojos; - Y perdime en sus vueltas, rebuscando, - Ya que no al corazón, pasto a los ojos. - Y una viola, que al favonio blando - Columpiaba su tímida corola, - Quise arrancar... Mas súbito, clavando - Mis ojos en el césped, donde sola - Daba al favonio sus esencias puras, - Respeté por el césped la viola... - ¡Guirnalda funeral, de desventuras - Y lágrimas nacida, eran las flores - De aquel vasto jardín de sepulturas! - Pero jardín. Allí, cuando los llores, - Aún te hablarán la amante o el amigo - Con aromas y jugos y colores... - ¡Y de tu santo afán mudo testigo, - Algo en aquellas flores sepulcrales, - Algo del muerto bien será contigo! - Dentro de nuestros muros funerales - Jamás brota una flor... Mal brotaría - De ese alcázar de cal y mechinales, - Índice de la nada en simetría, - Que a la madre común roba los muertos - Para henchir su profana estantería; - ¡Ruin estación de huéspedes inciertos - Que ofreciera a los vivos su morada - Por alquilar los túmulos abiertos! - De tierra sobre tierra fabricadas, - Más solemnes quizá, por más sencillas, - Las del santo jardín tumbas aisladas, - Con su césped de flores amarillas - Se elevan... no muy altas... a la altura - Del que llore, al besarlas, de rodillas. - ¡Mas sola allí, sin flores, sin verdura, - Bajo su cruz de hierro se levanta - De un hispano cantor la sepultura!...[3] - Delante de su cruz tuve mi planta... - Y soñé que en su rótulo leía: - «¡Nunca duerme entre flores quien las canta!» - ¡Pobre césped marchito! ¡Quién diría - Que el cantor de las flores en tu seno - Durmiera tan sin flores algún día! - Mas ¡ay del ruiseñor que, en aire ajeno, - Por atmósfera extraña sofocado, - Sobre extraña región cayó en el cieno! - ¡Ay del vate infeliz que, amortajado - Con su negro ropón de peregrino, - Yace en su propia tumba desterrado! - Yo, al encontrar su cruz en mi camino, - Como engendra el dolor supersticiones, - Llamé tres veces al cantor divino. - Y de su lira desperté los sones, - Y turbé los sepulcros murmurando - La más triste canción de sus canciones... - Y a la viola, que al favonio blando - Columpiaba allí cerca su corola, - Volví turbios los ojos... Y clavando - La rodilla en el césped (donde sola - Era airón sepulcral de una doncella) - Desprendí de su césped la viola. - Y al lado del cantor volví con ella; - Y así lloré, sobre su cruz mi mano, - La del pobre cantor mísera estrella: - --Bien te dice mi voz que soy tu hermano; - ¿Quién saludara tus despojos fríos - Sin el ¡ay! de mi acento castellano? - Diéronte ajena tumba hados impíos... - ¡Si ojos extraños la contemplan secos, - Hoy la riegan de lágrimas los míos! - Solo suena mi voz entre sus huecos, - Para que en ella, si la escuchas, halles - Los de tu propria voz póstumos ecos... - _¡Por las desiertas y sombrías calles_ - _Donde duerme tu féretro escondido,_ - _No pasa_, no, la virgen de los valles! - Una vez que ha pasado no ha venido... - Trajéronla con rosas... A tu lado - La virgen, desde entonces, ha dormido... - Si su pálida sombra, al compasado - Son de la media noche, inoportuna, - Flores entre tu césped ha buscado, - Bien habrá visto a la menguante luna - Que en el santo jardín, rico de flores, - Solo yace tu césped sin ninguna. - ¡No tienes una flor!... Ni ¿a qué dolores - Una flor de tu césped respondiera - Con aromas y jugos y colores? - Solo al riego de lágrimas naciera, - Y de tu fosa en el terrón ajeno - ¿Quién derrama una lágrima siquiera? - ¡Ay, sí, del ruiseñor, de vida lleno, - Que, en atmósfera extraña sofocado, - Sobre extraña región cayó en el cieno! - Cantor en el sepulcro desterrado, - Descansa en paz. ¡Adiós!... Y si a deshora - Un viajero del Sur pasa a tu lado, - Si al contemplar tu cruz, como yo ahora, - Con su idioma español el vïajero - Te llama aquí tres veces y aquí llora, - Dígale el son del aura lastimero - Cuál en los brazos de tu cruz escueta - Peregrino del Sur lloré primero... - ¡Recibe con mi adiós _tu vïoleta_! - La tumba de la virgen te la envía...-- - - . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . - - ¡Y al unirse la flor con su poeta, - Ya en el ocaso agonizaba el día! - - - - -DON ADELARDO LÓPEZ DE AYALA - - -_88. Epístola a Emilio Arrieta_ - - De nuestra gran virtud y fortaleza - Al mundo hacemos con placer testigo: - Las ruindades del alma y su flaqueza - Solo se cuentan al secreto amigo. - De mi ardiente ansiedad y mi tristeza - A solas quiero razonar contigo: - Rasgue a su alma sin pudor el velo - Quien busque admiración y no consuelo. - No quiera Dios que en rimas insolentes - De mi pesar al mundo le dé indicios, - Imitando a esos genios impudentes - Que alzan la voz para cantar sus vicios. - Yo busco, retirado de las gentes, - De la amistad los dulces beneficios: - No hay causa ni razón que me convenza - De que es genio la falta de vergüenza. - En esta humilde y escondida estancia, - Donde aún resuenan con medroso acento - Los primeros sollozos de mi infancia - Y de mi padre el postrimer lamento: - Esclarecido el mundo a la distancia - A que de aquí le mira el pensamiento, - Se eleva la verdad que amaba tanto; - Y, antes que afecto, me produce espanto. - Aquí, aumentando mi congoja fiera, - Mi edad pasada y la presente miro. - La limpia voz de mi virtud entera, - Hoy convertida en áspero suspiro, - Y el noble aliento de mi edad primera - Trocado en la ansiedad con que respiro, - Claro publican dentro de mi pecho - Lo que hizo Dios y lo que el mundo ha hecho. - Me dotaron los cielos de profundo - Amor al bien y de valor bastante - Para exponer al embriagado mundo - Del vicio vil el sórdido semblante; - Y al ver que imbécil en el cieno hundo - De mi existencia la misión brillante, - Me parece que el hombre en voz confusa - Me pide el robo y de ladrón me acusa. - Y estos salvajes montes corpulentos, - Fieles amigos de la infancia mía, - Que con la voz de los airados vientos - Me hablaban de virtud y de energía, - Hoy con duros semblantes macilentos - Contemplan mi abandono y cobardía, - Y gimen de dolor, y cuando braman, - Ingrato y débil y traidor me llaman. - Tal vez a la batalla me apercibo; - Dudo de mi constancia y de esta duda - Toma ocasión el vicio ejecutivo - Para moverme guerra más sañuda; - Y, cuando débil el combate esquivo, - «Mañana, digo, llegará en mi ayuda;» - ¡Y _mañana_ es la muerte, y mi ansia vana - Deja mi redención para mañana! - Perdido tengo el crédito conmigo, - Y avanza cual gangrena el desaliento: - Conozco y aborrezco a mi enemigo, - Y en sus brazos me arrojo soñoliento. - La conciencia el deleite que consigo - Perturba siempre: sofocar su acento - Quiere el placer, y, lleno de impaciencia, - Ni gozo el mal ni aplaco la conciencia. - Inquieto, vacilante, confundido - Con la múltiple forma del deseo, - Impávido una vez, otra corrido - Del vergonzoso estado en que me veo, - Al mismo Dios contemplo arrepentido - De darme un alma que tan mal empleo: - La hacienda que he perdido no era mía, - Y el deshonor los tuétanos me enfría. - Aquí, revuelto en la fatal madeja - Del torpe amor, disipador cansado - Del tiempo, que al pasar solo me deja - El disgusto de haberlo malgastado; - Si el hondo afán con que de mí se queja - Todo mi ser, me tiene desvelado, - ¿Por qué no es antes noble impedimento - Lo que es después atroz remordimiento? - ¡Valor! y que resulte de mi daño - Fecundo el bien: que de la edad perdida - Brote la clara luz del desengaño - Iluminando mi razón dormida: - Para vivir me basta con un año, - Que envejecer no es alargar la vida: - ¡Joven murió tal vez que eterno ha sido, - Y viejos mueren sin haber vivido! - Que tu voz, queridísimo Emiliano, - Me mantenga seguro en mi porfía; - Y así el Creador, que con tan larga mano - Te regaló fecunda fantasía, - Te enriquezca, mostrándote el arcano - De su eterna y espléndida armonía; - Tanto, que el hombre, en su placer o duelo - Tu canto elija para hablar al cielo. - Los ecos de la cándida alborada, - Que al mundo anima en blando movimiento, - Te demuestren del alma enamorada - El dulce anhelo y el primer acento; - El rumor de la noche sosegada, - La noble gravedad del pensamiento; - Y las quejas del ábrego sombrío - La ronca voz del corazón impío. - Y el gran torrente que, con pena tanta, - Por las quiebras del hondo precipicio, - Rugiendo de amargura, se quebranta, - Deje en tu alma verdadero indicio - De la virtud, que gime y se abrillanta - En las quiebras del rudo sacrificio, - Y en tu canto resuenen juntamente - El bien futuro y el dolor presente. - Y en las férvidas olas impelidas - Del huracán, que asalta las estrellas, - Y rebraman, mostrando embravecidas - Que el aliento de Dios se encierra en ellas, - Aprendas las canciones dirigidas - Al que para en su curso las centellas, - Y resuene tu voz de polo a polo, - De su grandeza intérprete tú solo. - - - - -DON RAMÓN DE CAMPOAMOR - - -_89. ¡Quién supiera escribir!_ - -I - - --Escribidme una carta, señor Cura. - --Ya sé para quién es. - --¿Sabéis quién es, porque una noche oscura - Nos visteis juntos? --Pues. - - --Perdonad; mas... --No extraño ese tropiezo. - La noche... la ocasión... - Dadme pluma y papel. Gracias. Empiezo: - _Mi querido Ramón_: - - --¿Querido?... Pero, en fin, ya lo habéis puesto... - --Si no queréis... --¡Sí, sí! - --_¡Qué triste estoy!_ ¿No es eso? --Por supuesto. - --_¡Qué triste estoy sin ti!_ - - _Una congoja, al empezar, me viene..._ - --¿Cómo sabéis mi mal? - --Para un viejo, una niña siempre tiene - El pecho de cristal. - - _¿Qué es sin ti el mundo? Un valle de amargura._ - _¿Y contigo? Un edén._ - --Haced la letra clara, señor Cura; - Que lo entienda eso bien. - - --_El beso aquel que de marchar a punto_ - _Te di..._ --¿Cómo sabéis?... - --Cuando se va y se viene y se está junto - Siempre... no os afrentéis. - - _Y si volver tu afecto no procura,_ - _Tanto me harás sufrir..._ - --¿Sufrir y nada más? No, señor Cura, - ¡Que me voy a morir! - - --¿Morir? ¿Sabéis que es ofender al cielo?... - --Pues, sí, señor, ¡morir! - --Yo no pongo _morir_. --¡Qué hombre de hielo! - ¡Quién supiera escribir! - -II - - ¡Señor Rector, señor Rector! en vano - Me queréis complacer, - Si no encarnan los signos de la mano - Todo el ser de mi ser. - - Escribidle, por Dios, que el alma mía - Ya en mí no quiere estar; - Que la pena no me ahoga cada día... - Porque puedo llorar. - - Que mis labios, las rosas de su aliento, - No se saben abrir; - Que olvidan de la risa el movimiento - A fuerza de sentir. - - Que mis ojos, que él tiene por tan bellos, - Cargados con mi afán, - Como no tienen quien se mire en ellos, - Cerrados siempre están. - - Que es, de cuantos tormentos he sufrido, - La ausencia el más atroz; - Que es un perpetuo sueño de mi oído - El eco de su voz... - - Que siendo por su causa, el alma mía - ¡Goza tanto en sufrir!.. - Dios mío ¡cuántas cosas le diría - Si supiera escribir!... - -III - -EPÍLOGO - - --Pues señor, ¡bravo amor! Copio y concluyo: - _A don Ramón_... En fin, - Que es inútil saber para esto arguyo - Ni el griego ni el latín. - - -_90. Lo que hace el tiempo_ - -_A Blanca Rosa de Osma_ - - Con mis coplas, Blanca Rosa, - Tal vez te cause cuidados - Por cantar - Con la voz ya temblorosa, - Y los ojos ya cansados - De llorar. - - Hoy para ti solo hay glorias, - Y danzas y flores bellas; - Mas después, - Se alzarán tristes memorias, - Hasta de las mismas huellas - De tus pies. - - En tus fiestas seductoras - ¿No oyes del alma en lo interno - Un rumor, - Que lúgubre a todas horas, - Nos dice que no es eterno - Nuestro amor? - - ¡Cuánto a creer se resiste - Una verdad tan odiosa - Tu bondad! - ¡Y esto fuera menos triste - Si no fuera, Blanca Rosa, - Tan verdad! - - Te aseguro, como amigo, - Que es muy raro, y no te extrañe, - Amar bien. - Siento decir lo que digo; - Pero ¿quieres que te engañe - Yo también? - - Pasa un viento arrebatado, - Viene amor, y a dos en uno - Funde Dios; - Sopla el desamor helado, - Y vuelve a hacer, importuno, - De uno, dos. - - Que amor, de egoísmo lleno, - A su gusto se acomoda - Bien y mal; - En él hasta herir es bueno, - Se ama o no ama, aquí está toda - Su moral. - - ¡Oh! ¡qué bien cumple el amante, - Cuando aún tiene la inocencia, - Su deber! - Y ¡cómo, más adelante, - Aviene con su conciencia - Su placer! - - ¿Y es culpable el que, sediento, - Buscando va en nuevos lazos - Otro amor? - ¡Sí! culpable como el viento - Que, al pasar, hace pedazos - Una flor. - - ¿Verdad que es abominable - Que el corazón vagabundo - Mude así, - Sin ser por ello culpable, - Porque esto pasa en el mundo - Porque sí? - - Se ama una vez sin medida, - Y aun se vuelve a amar sin tino - Más de dos. - ¡Cuán versátil es la vida! - ¡Cuán vano es nuestro destino, - Santo Dios! - - Él lleve tu labio ayuno - A algún manantial querido - De placer, - Donde dichosa, ninguno - Te enseñe nunca el olvido - Del deber. - - Siempre el destino inconstante - Nos da cual vil usurero - Su favor: - Da amor primero y no amante; - Después mucho amante, pero - Poco amor. - - Tranquila a veces reposa, - Y otras se marcha volando - Nuestra fe. - Y esto pasa, Blanca Rosa, - Sin saber cómo, ni cuándo, - Ni por qué. - - Nunca es estable el deseo, - Ni he visto jamás terneza - Siempre igual. - Y ¿a qué negarlo? No creo - Ni del bien en la fijeza, - Ni del mal. - - Este ir y venir sin tasa, - Y este moverse impaciente, - Pasa así, - Porque así ha pasado y pasa, - Porque sí, y ¡ay! solamente - Porque sí. - - ¡Cuán inútil es que huyamos - De los fáciles amores - Con horror, - Si cuanto más las pisamos, - Más nos embriagan las flores - Con su olor! - - El cielo sin duda envía - La lucha a la tormentosa - Juventud; - Pues ¿qué mérito tendría - Sin esfuerzos, Blanca Rosa, - La virtud? - - ¡Ay! un alma inteligente, - Siempre en nuestra alma divisa - Una flor, - Que se abre infaliblemente - Al soplo de alguna brisa - De otro amor. - - Mas dirás: --¿Y en qué consiste - Que todo a mudar convida?-- - ¡Ay de mí! - En que la vida es muy triste... - Pero aunque triste, la vida - Es así. - - Y si no es amor el vaso - Donde el sobrante se vierte - Del dolor, - Pregunto yo: --¿Es digno acaso - De ocuparnos vida y muerte - Tal amor?-- - - Nunca sepas, Blanca Rosa, - Que es la dicha una locura; - Cual yo sé; - Si quieres ser venturosa, - Ten mucha fe en la ventura, - Mucha fe. - - Si eres feliz algún día, - ¡Guay, que el recuerdo tirano - De otro amor - No se filtre en tu alegría, - Cual se desliza un gusano - Roedor! - - Tú eres de las almas buenas, - Cuyos honrados amores - Siempre son - Los que bendicen sus penas, - Penas que se abren en flores - De pasión. - - Con tus visiones hermosas, - Nunca de tu alma el abismo - Llenarás, - Pues la fuerza de las cosas - Puede más que Hércules mismo, - ¡Mucho más!... - - Si huye una vez la ventura, - Nadie después ve las flores - Renacer - Que cubren la sepultura - De los recuerdos traidores - Del ayer. - - ¿Y quién es el responsable - De hacer tragar sin medida - Tanta hiel? - ¡La vida! ¡esa es la culpable! - La vida, solo es la vida - Nuestra infiel. - - La vida, que desalada, - De un vértigo del infierno - Corre en pos: - Ella corre hacia la nada; - ¿Quieres ir hacia lo eterno? - Ve hacia Dios. - - ¡Sí! corre hacia Dios, y Él haga - Que tengas siempre una vieja - Juventud. - La tumba todo lo traga; - Solo de tragarse deja - La virtud. - - - - -DON JOSÉ SELGAS - - -_91. El Estío_ - - Mayo recoge el virginal tesoro; - Desciñe Flora su gentil guirnalda; - La sombra busca el manantial sonoro - Del alto monte en la risueña falda; - Campos son ya de púrpura y de oro - Los que fueron de rosa y esmeralda; - Y apenas riza su corriente el río - A los primeros soplos del Estío. - El soto ameno y la enramada umbrosa, - El valle alegre y la feraz ribera, - Con voz desalentada y cariñosa - Despiden a la dulce Primavera; - Muere en su tallo la inocente rosa; - Desfallece la altiva enredadera; - Y en desigual y tenue movimiento - Gime en el bosque fatigado el viento. - Por la alta cumbre del collado asoma - La blanca aurora su rosada frente, - Reparte perlas y recoge aroma; - Se abre la flor que su mirada siente; - Repite sus arrullos la paloma - Bajo las ramas del laurel naciente; - Y allá por los tendidos olivares - Se escuchan melancólicos cantares. - Del aura dócil al impulso blando - La rubia mies en la llanura ondea; - Del dulce nido alrededor volando - La alondra gira y de placer gorjea; - Las ondas de la fuente suspirando - Quiebran el rayo de la luz febea, - Y en delicados mágicos colores - El fruto asoma al expirar las flores. - Sobre los montes que cercando toca - La niebla tiende su bordado encaje; - Desde el peñón de la desierta roca - Lánzase audaz el águila salvaje; - El seco vientecillo que sofoca - Cubre de polvo el pálido follaje; - Y por el monte y por la vega umbría - Crece el calor y se derrama el día. - Y en el árido ambiente se dilata - La esencia de la flor de los tomillos, - Y lento el río su raudal desata - Entre mimbres y juncos amarillos; - Y si al cubrir sus círculos de plata - Con sus plumeros blandos y sencillos - La caña dócil la corriente roza, - Trémula el agua de placer solloza. - Del valle en tanto en la pendiente orilla - Manso cordero del calor sosiega; - Se oyen los cantos de la alegre trilla; - Suenan los ecos de la tarda siega; - Ardiente el sol en el espacio brilla; - El cielo azul su majestad despliega, - Y duermen a la sombra los pastores, - Y se abrasan de sed los segadores. - Presta sombra a la rústica majada - La noble encina que a la edad resiste; - En su copa de fruto coronada - La vid de verde majestad se viste; - A su pie la doncella enamorada - Canta de amor, pero su canto es triste, - Que, en el profundo afán que la devora, - Amores canta porque celos llora. - Y el eco de su voz, dulce al oído - Más que el tierno arrullar de la paloma, - Por el monte y el valle repetido, - Tristes, confusas vibraciones toma; - Y en las ondas del aire suspendido - Se escapa al fin por la quebrada loma, - Y sin que el aura devolverlo pueda - Todo en reposo y en silencio queda. - Mudas están las fuentes y las aves; - No circula ni un átomo de viento; - Cortadas por el sol lentas y graves - Caen las hojas del árbol macilento; - Tenue vapor en ráfagas suaves - Se levanta con fácil movimiento, - Y mezclando en la luz su sombra extraña, - Va formando la nube en la montaña. - Hinchada, al fin, soberbia, se desprende - Del horizonte azul la nube densa, - Y el fuego del relámpago la enciende, - Y gira por la atmósfera suspensa. - Y ya sus flancos inflamados tiende, - Ya el vapor de su seno se condensa, - Y soltando el granizo en lluvia escasa - La rompe el trueno, y se divide y pasa. - Y el sol que se reclina en Occidente - De su encendido manto se despoja, - Y en los blancos celajes del Oriente - Se pierde el rayo de su lumbre roja. - Brilla la gota de agua trasparente - Detenida en el polvo de la hoja, - Y tendiendo el crepúsculo su planta - Del fondo de los valles se levanta. - Como el ensueño dulce y regalado - Que en la fiebre de amor templa el desvelo, - Vertiendo en nuestro espíritu agitado - La misteriosa esencia del consuelo; - Así por el ambiente reposado - De estrellas y vapor bordando el cielo, - Breves y llenas de feraz rocío - Cruzan las noches del ardiente Estío. - Y en tristes ecos el silencio crece, - Y en tibio resplandor la sombra vaga; - La luz de las estrellas se estremece - Y en el limpio raudal brilla y se apaga; - Naturaleza entera se adormece - En el hondo placer que la embriaga, - Y lleva al aura en vacilantes giros - Besos, sombras, perfumes y suspiros. - Más puro que la tímida esperanza - Que sueña el alma en el amor primero, - Su rayo débil desde Oriente lanza, - Sol de la noche, virginal lucero; - Triste y sereno por el cielo avanza - De la cándida luna mensajero, - Por ella viene, y suspirando ella, - Síguele en pos enamorada y bella. - Cuantos guardáis la tímida inocencia - Que a la esperanza y al amor convida; - Los que en el alma la impalpable esencia - De su primer amor lloráis perdida; - Cuantos con dolorosa indiferencia - Vais apurando el cáliz de la vida; - Todos llegad, y bajo el bosque umbrío - Sentid las noches del ardiente Estío. - Las del tirano amor, desengañadas, - Pálidas y dulcísimas doncellas, - Vosotras que lloráis desconsoladas - Solo el delito de nacer tan bellas; - Mirad entre las nubes sosegadas - Cómo cruzan el cielo las estrellas; - Que no hay duda, ni afán, ni desconsuelo - Que no se calme contemplando el cielo. - Y tú, tierna a mi voz, blanca hermosura, - Fuente de virginal melancolía, - Más hermosa a mis ojos y más pura - Que el rayo azul con que despunta el día; - Corazón abrasado de ternura, - Espíritu de amor y de armonía, - Ven y derrama en el tranquilo viento - El ámbar delicado de tu aliento. - La dulce vaguedad que me enajena - Aumenta la inquietud de mi deseo; - Tu voz perdida en el ambiente suena; - Donde mis ojos van tu sombra veo; - De amor y afán mi corazón se llena, - Porque en tu amor y en mi esperanza creo; - Y así suspende el sentimiento mío - La tibia noche del ardiente Estío. - Noche serena y misteriosa, en donde - Dormido vaga el pensamiento humano, - Todo a los ecos de tu voz responde, - La mar, el monte, la espesura, el llano; - Acaso Dios entre tu sombra esconde - La impenetrable luz de algún arcano; - Tal vez cubierta de tu inmenso velo - Se confunde la tierra con el cielo. - - - - -DON VENTURA RUIZ AGUILERA - - -_92. Epístola_ - -(_A Don Damián Menéndez Rayón y Don Francisco Giner de los Ríos_) - - No arrojará cobarde el limpio acero - mientras oiga el clarín de la pelea, - soldado que su honor conserve entero; - ni del piloto el ánimo flaquea - porque rayos alumbren su camino - y el golfo inmenso alborotarse vea. - ¡Siempre luchar!... del hombre es el destino; - y al que impávido lucha, con fe ardiente, - le da la gloria su laurel divino. - Por sosiego suspira eternamente; - pero ¿dónde se oculta, dónde mana - de esta sed inmortal la ansiada fuente?... - En el profundo valle, que se afana - cuando del año la estación florida - lo viste de verdura y luz temprana; - en las cumbres salvajes, donde anida - el águila que pone junto al cielo - su mansión de huracanes combatida, - el límite no encuentra de su anhelo; - ni porque esclava suya haga la suerte, - tras íntima inquietud y estéril duelo. - Aquel solo el varón dichoso y fuerte - será, que viva en paz con su conciencia - hasta el sueño apacible de la muerte. - ¿Qué sirve el esplendor, qué la opulencia, - la oscuridad, ni holgada medianía, - si a sufrir el delito nos sentencia? - Choza del campesino, humilde y fría, - alcázar de los reyes, corpulento, - cuya altitud al monte desafía, - bien sé yo que, invisible como el viento, - huésped que el alma hiela, se ha sentado - de vuestro hogar al pie el remordimiento. - ¿Qué fue del corso altivo, no domado - hasta asomar de España en las fronteras - cual cometa del cielo desgajado? - El poder que le dieron sus banderas - con asombro y terror de las naciones - ¿colmó sus esperanzas lisonjeras?... - Cayó; y entre los bárbaros peñones - de su destierro, en las nocturnas horas - le acosaron fatídicas visiones; - y diéronle tristeza las auroras, - y en el manso murmullo de la brisa - voces oyó gemir acusadoras. - Más conforme recibe y más sumisa - la voluntad de Dios, el alma bella - que abrojos siempre lacerada pisa. - Francisco, así pasar vimos aquella - que te arrulló en sus brazos maternales, - y hoy, vestida de luz, los astros huella: - que al tocar del sepulcro los umbrales, - bañó su dulce faz con dulce rayo - la alborada de goces inmortales. - Y así, Damián, en el risueño mayo - de una vida sin mancha, como arbusto - que el aquilón derriba en el Moncayo, - pasó también tu hermano, y la del justo - severa majestad brilló en su frente, - de un alma religiosa templo augusto. - Huya de las ciudades el que intente - esquivar la batalla de la vida - y en el ocio perderla muellemente: - que a la virtud el riesgo no intimida; - cuando náufragos hay, los ojos cierra - y se lanza a la mar embravecida. - Avaro miserable es el que encierra - la fecunda semilla en el granero, - cuando larga escasez llora la tierra. - Compadecer la desventura quiero - del que, por no mirar la abierta llaga, - de su limosna priva al pordiosero. - Ebrio, y alegre, y victorioso vaga - el vicio por el mundo cortesano: - su canto de sirena ¿a quién no embriaga? - Los que dones reciben de su mano - himnos alzan de júbilo, y de flores - rinden tributo en el altar profano. - En tanto, de la fiesta a los rumores, - criaturas sin fin, herido el seno, - responden con el ¡ay! de sus dolores. - Mas el hombre de espíritu sereno - y de conciencia inquebrantable (roca - donde se estrella, sin mancharla, el cieno) - la horrible sien del ídolo destoca, - y con acento de anatema inflama - tal vez en noble ardor la turba loca. - Jinete de experiencia y limpia fama, - armado va de freno y dura espuela - donde una voz en abandono clama; - de heroica pasión en alas vuela, - y en ella clava el acicate agudo - por acudir al mal que le desvela. - Si un instante el error cegarle pudo, - los engañosos ímpetus reprime, - y es su propia razón freno y escudo. - Sin tregua combatir por el que gime; - defender la justicia y verdad santa, - llena la mente de ideal sublime; - caminar hacia el bien con firme planta, - a la edad consolando que agoniza, - apóstol de otra edad que se adelanta, - es empresa que al vulgo escandaliza; - por loco siempre o necio fue tenido - quien lanzas en su pro rompe en la liza. - Si a tierna compasión alguien movido - vio al generoso hidalgo de Cervantes, - ¡cuántos, con risa, viéronle caído! - Acomete a quiméricos gigantes, - de sus delirios prodigiosa hechura, - y es de niños escarnio y de ignorantes. - Mas él, dándoles cuerpo, se figura - limpiar de monstruos la afligida tierra, - y llanto arranca al bueno su locura. - Así debe sufrir, en cruda guerra, - (sin vergonzoso pacto ni sosiego) - contra el mal, que a los débiles aterra, - el que abrasado en el celeste fuego - de inagotable caridad, no atiende - solo de su interés el torpe ruego. - Árbol de seco erial, las ramas tiende - al que rendido llega de fatiga, - y del sol, cariñoso, le defiende. - Él sabe que sus frutos no prodiga - heredad que se deja sin cultivo; - sabe que del sudor brota la espiga, - como de agua sonoro raudal vivo, - si del trabajo el útil instrumento - hiende la roca en que durmió cautivo. - ¡Oh del bosque anhelado apartamiento, - cuyos olmos son arpas melodiosas - cuando sacude su follaje el viento! - ¡Oh fresco valle, donde crecen rosas - de perfumado cáliz, y azucenas, - que liban las abejas codiciosas! - ¡Oh soledades de armonías llenas! - en vano me brindáis ocio y amores, - mientras haya un esclavo entre cadenas. - Que aún pide con sacrílegos rumores - ver libre a Barrabás la muchedumbre - y alzados en la Cruz los redentores. - Que del sombrío Gólgota en la cumbre, - regada con la sangre del Cordero - sublime en humildad y mansedumbre, - mártires ¡ay! aún suben al madero - que ha de ser, convertido en árbol santo, - patria y hogar del universo entero. - Padecer es vivir; riego es el llanto - a quien la flor del alma, con su esencia - debe perpetuo y virginal encanto. - Amigos, bendecid la Providencia - si mandare a la vuestra ese rocío, - y nieguen los malvados su clemencia. - ¡Qué alegre y qué gentil llega el navío - al puerto salvador, cuando aún le azota - con fiera saña el huracán bravío! - Así el justo halla al fin de su derrota - por el mar de la vida proceloso, - del claro cielo en la extensión remota - puerto seguro y eternal reposo. - - - - -DON GASPAR NÚÑEZ DE ARCE - -_93. Estrofas_ - -I - - La generosa musa de Quevedo - desbordose una vez como un torrente - y exclamó llena de viril denuedo: - «No he de callar, por más que con el dedo, - ya tocando los labios, ya la frente, - silencio avises o amenaces miedo.» - -II - - Y al estampar sobre la herida abierta - el hierro de su cólera encendido, - tembló la concusión que siempre alerta, - incansable y voraz, labra su nido, - como gusano ruin en carne muerta, - en todo Estado exánime y podrido. - -III - - Arranque de dolor, de ese profundo - dolor que se concentra en el misterio - y huye amargado del rumor del mundo, - fue su sangrienta sátira, cauterio - que aplicó sollozando al patrio imperio, - mísero, gangrenado y moribundo. - -IV - - ¡Ah! si hoy pudiera resonar la lira - que con Quevedo descendió a la tumba, - en medio de esta universal mentira, - de este viento de escándalo que zumba, - de este fétido hedor que se respira, - de esta España moral que se derrumba; - -V - - De la viva y creciente incertidumbre - que en lucha estéril nuestra fuerza agota; - del huracán de sangre que alborota - el mar de la revuelta muchedumbre; - de la insaciable y honda podredumbre - que el rostro y la conciencia nos azota; - -VI - - De este horror, de este ciego desvarío - que cubre nuestras almas con un velo, - como el sepulcro, impenetrable y frío; - de este insensato pensamiento impío - que destituye a Dios, despuebla el cielo - y precipita el mundo en el vacío; - -VII - - Si en medio de esta borrascosa orgía - que infunde repugnancia al par que aterra, - esa lira estallara ¿qué sería? - Grito de indignación, canto de guerra, - que en las entrañas mismas de la tierra - la muerta humanidad conmovería. - -VIII - - Mas ¿porque el gran satírico no aliente - ha de haber quien contemple y autorice - tanta degradación, indiferente? - «¿No ha de haber un espíritu valiente? - ¿Siempre se ha de sentir lo que se dice? - ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?» - -IX - - ¡Cuántos sueños de gloria evaporados - como las leves gotas de rocío - que apenas mojan los sedientos prados! - ¡Cuánta ilusión perdida en el vacío, - y cuántos corazones anegados - en la amarga corriente del hastío! - -X - - No es la revolución raudal de plata - que fertiliza la extendida vega: - es sorda inundación que se desata. - No es viva luz que se difunde grata, - sino confuso resplandor que ciega - y tormentoso vértigo que mata. - -XI - - Al menos en el siglo desdichado - que aquel ilustre y vigoroso vate - con el rayo marcó de su censura, - podía el corazón atribulado - salir ileso del mortal combate - en alas de la fe radiante y pura. - -XII - - Y apartando la vista de aquel cieno - social, de aquellos fétidos despojos, - de aquel lúbrico y torpe desenfreno, - fijar llorando los ardientes ojos - en ese cielo azul, limpio y sereno, - de santa paz y de esperanza lleno. - -XIII - - Pero hoy ¿dónde mirar? Un golpe mismo - hiere al César y a Dios. Sorda carcoma - prepara el misterioso cataclismo, - y como en tiempo de la antigua Roma, - todo cruje, vacila y se desploma - en el cielo, en la tierra, en el abismo. - -XIV - - Perdida en tanta soledad la calma, - de noche eterna el corazón cubierto, - la gloria muda, desolada el alma, - en este pavoroso desconcierto - se eleva la Razón, como la palma - que crece triste y sola en el desierto. - -XV - - ¡Triste y sola, es verdad! ¿Dónde hay miseria - mayor? ¿Dónde más rudo desconsuelo? - ¿De qué la sirve desgarrar el velo - que envuelve y cubre la vivaz materia, - y con profundo, inextinguible anhelo - sondar la tierra, escudriñar el cielo; - -XVI - - Entregarse a merced del torbellino - y en la duda incesante que la aqueja - el secreto inquirir de su destino, - si a cada paso que adelanta deja - su fe inmortal, como el vellón la oveja, - enredada en las zarzas del camino? - -XVII - - ¿Si a su culpada humillación se adhiere - con la constancia infame del beodo, - que goza en su abyección, y en ella muere? - ¿Si ciega, y torpe, y degradada en todo, - desconoce su origen, y prefiere - a descender de Dios, surgir del lodo? - -XVIII - - ¡Libertad, libertad! No eres aquella - virgen, de blanca túnica ceñida, - que vi en mis sueños pudibunda y bella. - No eres, no, la deidad esclarecida - que alumbra con su luz, como una estrella, - los oscuros abismos de la vida. - -XIX - - No eres la fuente de perenne gloria - que dignifica el corazón humano - y engrandece esta vida transitoria. - No el ángel vengador que con su mano - imprime en las espaldas del tirano - el hierro enrojecido de la historia. - -XX - - No eres la vaga aparición que sigo - con hondo afán desde mi edad primera, - sin alcanzarla nunca... Mas ¿qué digo? - No eres la libertad, disfraces fuera, - ¡licencia desgreñada, vil ramera - del motín, te conozco y te maldigo! - -XXI - - ¡Ah! No es extraño que sin luz ni guía, - los humanos instintos se desborden - con el rugido del volcán que estalla, - y en medio del tumulto y la anarquía, - como corcel indómito el desorden - no respete ni látigo ni valla. - -XXII - - ¿Quién podrá detenerle en su carrera? - ¿Quién templar los impulsos de la fiera - y loca multitud enardecida, - que principia a dudar y ya no espera - hallar en otra luminosa esfera, - bálsamo a los dolores de esta vida? - -XXIII - - Como Cristo en la cúspide del monte, - rotas ya sus mortales ligaduras, - mira doquier con ojos espantados, - por toda la extensión del horizonte - dilatarse a sus pies vastas llanuras, - ricas ciudades, fértiles collados. - -XXIV - - Y excitando su afán calenturiento - tanta grandeza y tanto poderío, - de la codicia el persuasivo acento - grítale audaz: --¡El cielo está vacío! - ¿A quién temer?-- Y ronca y sin aliento - la muchedumbre grita: --¡Todo es mío!-- - -XXV - - Y en el tumulto su puñal afila, - y la enconada cólera que encierra - enturbia y enardece su pupila, - y ensordeciendo el aire en son de guerra - hace temblar bajo sus pies la tierra, - como las hordas bárbaras de Atila. - -XXVI - - No esperéis que esa turba alborotada - infunda nueva sangre generosa - en las venas de Europa desmayada; - ni que termine su fatal jornada, - sobre el ara desierta y polvorosa - otro Dios levantando con su espada. - -XXVII - - No esperéis, no, que la confusa plebe, - como santo depósito en su pecho - nobles instintos y virtudes lleve. - Hallará el mundo a su codicia estrecho, - que es la fuerza, es el número, es el hecho - brutal ¡es la materia que se mueve! - -XXVIII - - Y buscará la libertad en vano; - que no arraiga en los crímenes la idea, - ni entre las olas fructifica el grano. - Su castigo en sus iras centellea - pronto a estallar; que el rayo y el tirano - hermanos son. ¡La tempestad los crea! - - -_94. Tristezas_ - - Cuando recuerdo la piedad sincera - con que en mi edad primera - entraba en nuestras viejas catedrales, - donde postrado ante la cruz de hinojos - alzaba a Dios mis ojos, - soñando en las venturas celestiales; - - Hoy que mi frente atónito golpeo, - y con febril deseo - busco los restos de mi fe perdida, - por hallarla otra vez, radiante y bella - como en la edad aquella, - ¡desgraciado de mí! diera la vida. - - ¡Con qué profundo amor, niño inocente, - prosternaba mi frente - en las losas del templo sacrosanto! - Llenábase mi joven fantasía - de luz, de poesía, - de mudo asombro, de terrible espanto. - - Aquellas altas bóvedas que al cielo - levantaban mi anhelo; - aquella majestad solemne y grave; - aquel pausado canto, parecido - a un doliente gemido, - que retumbaba en la espaciosa nave; - - Las marmóreas y austeras esculturas - de antiguas sepulturas, - aspiración del arte a lo infinito; - la luz que por los vidrios de colores - sus tibios resplandores - quebraba en los pilares de granito; - - Haces de donde en curva fugitiva, - para formar la ojiva, - cada ramal subiendo se separa, - cual del rumor de multitud que ruega, - cuando a los cielos llega, - surge cada oración distinta y clara; - - En el gótico altar inmoble y fijo - el santo crucifijo, - que extiende sin vigor sus brazos yertos, - siempre en la sorda lucha de la vida, - tan áspera y reñida, - para el dolor y la humildad abiertos; - - El místico clamor de la campana - que sobre el alma humana - de las caladas torres se despeña, - y anuncia y lleva en sus aladas notas - mil promesas ignotas - al triste corazón que sufre o sueña; - - Todo elevaba mi ánimo intranquilo - a más sereno asilo: - religión, arte, soledad, misterio... - todo en el templo secular hacía - vibrar el alma mía, - como vibran las cuerdas de un salterio. - - Y a esta voz interior que solo entiende - quien crédulo se enciende - en fervoroso y celestial cariño, - envuelta en sus flotantes vestiduras - volaba a las alturas, - virgen sin mancha, mi oración de niño. - - Su rauda, viva y luminosa huella - como fugaz centella - traspasaba el espacio, y ante el puro - resplandor de sus alas de querube, - rasgábase la nube - que me ocultaba el inmortal seguro. - - ¡Oh anhelo de esta vida transitoria! - ¡Oh perdurable gloria! - ¡Oh sed inextinguible del deseo! - ¡Oh cielo, que antes para mí tenías - fulgores y armonías, - y hoy tan oscuro y desolado veo! - - Ya no templas mis íntimos pesares, - ya al pie de tus altares - como en mis años de candor no acudo. - Para llegar a ti perdí el camino, - y errante peregrino - entre tinieblas desespero y dudo. - - Voy espantado sin saber por dónde; - grito, y nadie responde - a mi angustiada voz; alzo los ojos - y a penetrar la lobreguez no alcanzo; - medrosamente avanzo, - y me hieren el alma los abrojos. - - Hijo del siglo, en vano me resisto - a su impiedad, ¡oh Cristo! - Su grandeza satánica me oprime. - Siglo de maravillas y de asombros, - levanta sobre escombros - un Dios sin esperanza, un Dios que gime. - - ¡Y ese Dios no eres tú! No tu serena - faz, de consuelos llena, - alumbra y guía nuestro incierto paso. - Es otro Dios incógnito y sombrío: - su cielo es el vacío, - Sacerdote el error, ley el Acaso. - - ¡Ay! No recuerda el ánimo suspenso - un siglo más inmenso, - más rebelde a tu voz, más atrevido; - entre nubes de fuego alza su frente, - como Luzbel, potente; - pero también, como Luzbel, caído. - - A medida que marcha y que investiga - es mayor su fatiga, - es su noche más honda y más oscura, - y pasma, al ver lo que padece y sabe, - cómo en su seno cabe - tanta grandeza y tanta desventura. - - Como la nave sin timón y rota - que el ronco mar azota, - incendia el rayo y la borrasca mece - en piélago ignorado y proceloso, - nuestro siglo --coloso-- - con la luz que le abrasa, resplandece. - - ¡Y está la playa mística tan lejos!... - a los tristes reflejos - del sol poniente se colora y brilla. - El huracán arrecia, el bajel arde, - y es tarde, es ¡ay! muy tarde - para alcanzar la sosegada orilla. - - ¿Qué es la ciencia sin fe? Corcel sin freno, - a todo yugo ajeno, - que al impulso del vértigo se entrega, - y a través de intrincadas espesuras, - desbocado y a oscuras - avanza sin cesar y nunca llega. - - ¡Llegar! ¿Adónde?... El pensamiento humano - en vano lucha, en vano - su ley oculta y misteriosa infringe. - En la lumbre del sol sus alas quema, - y no aclara el problema, - ni penetra el enigma de la Esfinge. - - ¡Sálvanos, Cristo, sálvanos, si es cierto - que tu poder no ha muerto! - Salva a esta sociedad desventurada, - que bajo el peso de su orgullo mismo - rueda al profundo abismo - acaso más enferma que culpada. - - La ciencia audaz, cuando de ti se aleja, - en nuestras almas deja - el germen de recónditos dolores, - como al tender el vuelo hacia la altura, - deja su larva impura - el insecto en el cáliz de las flores. - - Si en esta confusión honda y sombría - es, Señor, todavía - raudal de vida tu palabra santa, - di a nuestra fe desalentada y yerta: - --¡Anímate y despierta! - Como dijiste a Lázaro: --¡Levanta! - - - - -DON GUSTAVO A. BÉCQUER - - -_95. Rimas_ - - Del salón en el ángulo oscuro, - De su dueño tal vez olvidada, - Silenciosa y cubierta de polvo - Veíase el arpa. - - ¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas, - Como el pájaro duerme en las ramas, - Esperando la mano de nieve - Que sabe arrancarla! - - ¡Ay! pensé; ¡cuántas veces el genio - Así duerme en el fondo del alma, - Y una voz, como Lázaro, espera - Que le diga: «¡Levántate y anda!» - - -_96._ - - Cerraron sus ojos - Que aún tenía abiertos; - Taparon su cara - Con un blanco lienzo; - Y unos sollozando, - Otros en silencio, - De la triste alcoba - Todos se salieron. - - La luz, que en un vaso - Ardía en el suelo, - Al muro arrojaba - La sombra del lecho; - Y entre aquella sombra - Veíase a intérvalos - Dibujarse rígida - La forma del cuerpo. - - Despertaba el día - Y a su albor primero - Con sus mil ruïdos - Despertaba el pueblo. - Ante aquel contraste - De vida y misterios, - De luz y tinieblas, - Medité un momento: - «_¡Dios mío, qué solos_ - _Se quedan los muertos!_» - - De la casa en hombros - Lleváronla al templo - Y en una capilla - Dejaron el féretro. - Allí rodearon - Sus pálidos restos - De amarillas velas - Y de paños negros. - - Al dar de las ánimas - El toque postrero, - Acabó una vieja - Sus últimos rezos; - Cruzó la ancha nave, - Las puertas gimieron, - Y el santo recinto - Quedose desierto. - - De un reloj se oía - Compasado el péndulo, - Y de algunos cirios - El chisporroteo. - Tan medroso y triste, - Tan oscuro y yerto - Todo se encontraba... - Que pensé un momento: - «_¡Dios mío, qué solos - _Se quedan los muertos!_» - - De la alta campana - La lengua de hierro, - Le dio, volteando, - Su adiós lastimero. - El luto en las ropas, - Amigos y deudos - Cruzaron en fila, - Formando el cortejo. - - Del último asilo, - Oscuro y estrecho, - Abrió la piqueta - El nicho a un extremo. - Allí la acostaron, - Tapiáronle luego, - Y con un saludo - Despidiose el duelo. - - La piqueta al hombro, - El sepulturero - Cantando entre dientes - Se perdió a lo lejos. - La noche se entraba, - Reinaba el silencio; - Perdido en las sombras, - Medité un momento: - «_¡Dios mío, qué solos_ - _Se quedan los muertos!_» - - En las largas noches - Del helado invierno, - Cuando las maderas - Crujir hace el viento - Y azota los vidrios - El fuerte aguacero, - De la pobre niña - A solas me acuerdo. - - Allí cae la lluvia - Con un son eterno; - Allí la combate - El soplo del cierzo. - Del húmedo muro - Tendida en el hueco, - ¡Acaso de frío - Se hielan sus huesos!... - - . . . . . . . . . . . . . . . - - ¿Vuelve el polvo al polvo? - ¿Vuela el alma al cielo? - ¿Todo es vil materia, - Podredumbre y cieno? - ¡No sé; pero hay algo - Que explicar no puedo, - Que al par nos infunde - Repugnancia y miedo, - Al dejar tan tristes, - Tan solos los muertos! - - - - -DON VICENTE W. QUEROL - - -_97. Carta_ _al Sr. D. Pedro A. de Alarcón, acerca de la Poesía_ - - Amigo, cedo al fin. Los que dispersos - Entregué al aire vano - En mi edad juvenil fútiles versos, - Hoy con piadosa mano - Recojo y cierro en el modesto libro, - Que al triste olvido de la edad entrego, - O al duro fallo de los tiempos libro. - Lo engendré en la nocturna - Fiebre de mis pasiones primerizas, - Y hoy guardo en él, como en sagrada urna, - Del corazón las cálidas cenizas. - En él están mis infantiles sueños, - El laurel disputado en arduas lizas, - De la osada ambición locos empeños, - La fe jurada, la esperanza muerta, - La aspiración incierta, - Los horizontes del amor risueños: - Cuanto amé y esperé. Huecas y frías - En el oído extraño, - Ajeno a mi placer, sordo a mi daño, - Sonarán siempre las canciones mías; - Pero, al volver sus páginas, yo encuentro - Mi gozo entre ellas o mi antigua angustia, - Cual suele hallarse dentro - De un olvidado libro una flor mustia. - - * * * * * - - Yo cobarde no oculto - Mi fe en ti, desdeñada Poesía, - Ni el ciego amor y el fervoroso culto - Con que en tus aras me postré algún día: - No reniego de ti cuando la mofa, - Cuando el villano insulto - Responden solo a tu vibrante estrofa: - No aparto de mi labio - De tu cáliz de hiel las negras heces, - Ni te abandono al miserable agravio, - O a las burlas soeces - Del vulgo, indigno de tu noble estro; - Y cuando ante el siniestro - Tribunal vas de tus inicuos jueces, - Yo, discípulo tuyo, por tres veces - No negaré al Maestro. - - * * * * * - - ¡Santa palabra de Jehová! - --Con ella - Moisés cantó el enojo - Con que borró de Faraón la huella - En sus líquidos antros el Mar-Rojo: - Con ella sobre Nínive, sujeta - Al yugo del pecado, y sobre Tiro, - Y en la ancha plaza de Sidón inquieta, - Quejumbroso suspiro - O eterna maldición lanzó el Profeta: - Con ella junto al cauce - Del extranjero río, su salterio - Colgando al tronco del umbroso sauce, - Lloró Judá su amargo cautiverio: - Con ella dijo su doliente cuita - Job a la inmunda fiera del desierto; - Y con ella la hermosa Sulamita - Cantó al amor en su cercado huerto. - - * * * * * - - ¡Numen severo de la historia! - --¡Vive - Todo lo que el poeta - Con sabio ritmo sonoroso escribe; - Muere lo que desdeña!-- Allá, en la vaga - Muda extensión del páramo infinito, - La soberbia pirámide naufraga: - La esfinge de granito - Se hunde en la arena movediza: el verde - Musgo los templos de Ática sepulta: - La corva reja del arado muerde - Las feraces colinas - Donde su oprobio Babilonia oculta: - El rebaño del árabe se pierde - Entre las vastas ruinas - Que cubren tus llanuras, oh Cartago; - Mientras que en las vecinas - Costas de Italia, con el propio estrago, - Tu egregia vencedora, - La Reina de las águilas latinas, - Sola, entre tumbas profanadas llora. - - * * * * * - - Envuelta en el sudario - De un vergonzoso olvido, - Fuera la Tierra el miserable osario - De las humanas razas, si el gemido - O el cántico de gloria - De los antiguos vates, - Eco veraz de la solemne historia, - No nos trajera en clamoroso ruido - Sus fragorosas ruinas y combates, - Ayes de muerte y gritos de victoria. - De un siglo al otro siglo el viento lleva - En las vibrantes cuerdas de la lira, - La predicción de la esperanza nueva - O el triste llanto de la edad que expira, - Y como en la callada - Soledad de las noches de astro en astro - Vuela el pálido rastro - De la luz increada, - Así el vate, en la oscura - Noche del tiempo que el pasado esconde, - Habla a los bardos de la edad futura, - Y Osián los cantos de Ilión murmura - Y Dante al salmo de David responde. - - * * * * * - - ¡Hija de la Belleza! - --A la alborada - De blanca luz ceñida, - A la aurora de púrpura bañada, - Y en la tarde apagada - De húmeda niebla y de vapor vestida. - Son sus joyas las perlas del rocío, - Las flores son sus galas, - Su claro espejo el trasparente río, - Los céfiros sus alas. - Las rojas nubes sus movibles tiendas, - Su blanda cuna las inciertas olas, - Y el ancho espacio las etéreas sendas - Por donde marcha a solas. - Gime en la selva que estremece el viento, - Triste en la fuente solitaria llora, - Canta del ave en el alegre acento, - Ríe en la luz de la naciente aurora; - Y cuando cruza con callado vuelo - La tierra, el mar o el cielo, - Todo en ritmo sonoro - Vibra al compás del cadencioso metro, - Y en luminoso coro - Van las estrellas de oro - Rodando en torno a su extendido cetro. - - * * * * * - - ¡Hija del sentimiento! - --En la indecisa - Vaguedad del espíritu: en la calma - De la conciencia justa: - Del débil niño en la infantil sonrisa; - En los deliquios lánguidos del alma; - Del corazón en la soberbia augusta: - En la ira noble, en el amor materno, - En la ansia no cumplida, - En los hastíos de la humana vida - Y en el místico amor de un bien eterno: - En el lóbrego abismo, - Cárcel que la pasión fiera quebranta, - En el grito febril del heroísmo, - Y en la oculta virtud, callada y santa, - Como en el crimen mismo, - Ella, la Poesía, - Surge y cruza sombría, - Y el puñal blande o la oración murmura: - Ciñe a la virgen los nupciales velos: - Solloza en la olvidada sepultura, - Y, en los humanos duelos, - Con la tendida diestra - A toda angustia inconsolable muestra - La eterna luz de los abiertos cielos. - - * * * * * - - Tal, en la edad confusa - En que a la vida el corazón despierta, - Yo, la soñada Musa - Vi en el dintel de la cerrada puerta, - Que mi ambición ilusa - Juzgó a la gloria y la esperanza abierta. - No entré... pero en mi oído - Sonó el grande ruïdo - De los santos acordes celestiales; - Y aun hoy, en este olvido - Y en esta amiga sombra, - Donde es la paz un díctamo a mis males, - Entre el silencio escucho, y aun me asombra, - El rumor de los himnos inmortales. - - * * * * * - - Tú, que has unido a ellos, - Oh dulce amigo, tu canción sonora, - Y alumbraste con vívidos destellos - Esta noche del alma abrumadora: - Brioso corazón que en las bastardas - Horas sin fe que nos legó el destino, - Inmaculado aun guardas - De una alta estirpe el resplandor divino, - Abre el libro y no temas, - Al revolver las hojas - De mis pobres poemas, - Que ose en ellos cantar glorias supremas - Ni supremas congojas. - El débil numen que mi verso inspira - Nunca osó ambicionar más noble palma - Que traducir fielmente con la lira - La efusión de mi alma. - - -_98. En Noche-Buena_ - - _A mis ancianos padres_ - -I - - Un año más en el hogar paterno - Celebramos la fiesta del Dios-niño, - Símbolo augusto del amor eterno, - Cuando cubre los montes el invierno - Con su manto de armiño. - -II - - Como en el día de la fausta boda - O en el que el santo de los padres llega, - La turba alegre de los niños juega, - Y en la ancha sala la familia toda - De noche se congrega. - -III - - La roja lumbre de los troncos brilla - Del pequeño dormido en la mejilla, - Que con tímido afán su madre besa; - Y se refleja alegre en la vajilla - De la dispuesta mesa. - -IV - - A su sobrino, que lo escucha atento, - Mi hermana dice el pavoroso cuento, - Y mi otra hermana la canción modula - Que, o bien surge vibrante, o bien ondula - Prolongada en el viento. - -V - - Mi madre tiende las rugosas manos - Al nieto que huye por la blanda alfombra; - Hablan de pie mi padre y mis hermanos, - Mientras yo, recatándome en la sombra, - Pienso en hondos arcanos. - -VI - - Pienso que de los días de ventura - Las horas van apresurando el paso, - Y que empaña el oriente niebla oscura, - Cuando aun el rayo trémulo fulgura - Último del ocaso. - -VII - - ¡Padres míos, mi amor! ¡Cómo envenena - Las breves dichas el temor del daño! - Hoy presidís nuestra modesta cena, - Pero en el porvenir... yo sé que un año - Vendrá sin Noche-Buena. - -VIII - - Vendrá, y las que hoy son risas y alborozo - Serán muda aflicción y hondo sollozo. - No cantará mi hermana, y mi sobrina - No escuchará la historia peregrina - Que le da miedo y gozo. - -IX - - No dará nuestro hogar rojos destellos - Sobre el limpio cristal de la vajilla, - Y, si alguien osa hablar, será de aquellos - Que hoy honran nuestra fiesta tan sencilla - Con sus blancos cabellos. - -X - - Blancos cabellos cuya amada hebra - Es cual corona de laurel de plata, - Mejor que esas coronas que celebra - La vil lisonja, la ignorancia acata, - Y el infortunio quiebra. - -XI - - ¡Padres míos, mi amor! Cuando contemplo - La sublime bondad de vuestro rostro, - Mi alma a los trances de la vida templo, - Y ante esa imagen para orar me postro, - Cual me postro en el templo. - -XII - - Cada arruga que surca ese semblante - Es del trabajo la profunda huella, - O fue un dolor de vuestro pecho amante. - La historia fiel de una época distante - Puedo leer yo en ella. - -XIII - - La historia de los tiempos sin ventura - En que luchasteis con la adversa suerte, - Y en que, tras negras horas de amargura, - Mi madre se sintió más noble y pura - Y mi padre más fuerte. - -XIV - - Cuando la noche toda en la cansada - Labor tuvísteis vuestros ojos fijos, - Y, al venceros el sueño a la alborada, - Fuerzas os dio posar vuestra mirada - En los dormidos hijos. - -XV - - Las lágrimas correr una tras una - Con noble orgullo por mi faz yo siento, - Pensando que hayan sido por fortuna, - Esas honradas manos mi sustento - Y esos brazos mi cuna. - -XVI - - ¡Padres míos, mi amor! Mi alma quisiera - Pagaros hoy la que en mi edad primera - Sufristeis sin gemir, lenta agonía, - Y que cada dolor de entonces fuera - Germen de una alegría. - -XVII - - Entonces vuestro mal curaba el gozo - De ver al hijo convertirse en mozo, - Mientras que al verme yo en vuestra presencia - Siento mi dicha ahogada en el sollozo - De una temida ausencia. - -XVIII - - Si el vigor juvenil volver de nuevo - Pudiese a vuestra edad, ¿por qué estas penas? - Yo os daría mi sangre de mancebo, - Tornando así con ella a vuestras venas - Esta vida que os debo. - -XIX - - Que de tal modo la aflicción me embarga - Pensando en la posible despedida, - Que imagino ha de ser tarea amarga - Llevar la vida, como inútil carga, - Después de vuestra vida. - -XX - - Ese plazo fatal, sordo, inflexible, - Miro acercarse con profundo espanto, - Y en dudas grita el corazón sensible: - «Si aplacar al destino es imposible, - ¿Para qué amarnos tanto?» - -XXI - - Para estar juntos en la vida eterna - Cuando acabe esta vida transitoria: - Si Dios, que el curso universal gobierna, - Nos devuelve en el cielo esta unión tierna, - Yo no aspiro a más gloria. - -XXII - - Pero en tanto, buen Dios, mi mejor palma - Será que prolonguéis la dulce calma - Que hoy nuestro hogar en su recinto encierra: - Para marchar yo solo por la tierra - No hay fuerzas en mi alma. - - - - -DON FEDERICO BALART - - -_99. Restitución_ - - Estas pobres canciones que te consagro, - En mi mente han nacido por un milagro. - Desnudas de las galas que presta el arte, - Mi voluntad en ellas no tiene parte: - Yo no sé resistirlas ni suscitarlas; - Yo ni aun sé comprenderlas al formularlas; - Y es en mí su lamento, sentido y grave, - Natural como el trino que lanza el ave. - Santas inspiraciones que tú me envías, - Puedo decir, esposa, que no son mías: - Pensamiento y palabra de ti recibo: - Tú en silencio las dictas; yo las escribo. - - * * * * * - - Desde que abandonaste nuestra morada, - De la mortal escoria purificada, - Transformado está el fondo del alma mía, - Y voces oigo en ella que antes no oía. - Todo cuanto, en la tierra y el mar y el viento, - Tiene matiz, aroma, forma o acento, - De mi ánimo abatido turba la calma - Y en canción se convierte dentro del alma. - Y es que, en estas tinieblas donde me pierdo, - Todo está confundido con tu recuerdo: - ¡Sin él, todo es silencio, sombra y vacío - En la tierra y el viento y el mar bravío! - - * * * * * - - Revueltos peñascales, áspera breña - Donde salta el torrente de peña en peña; - Corrientes bullidoras del claro río; - Religiosos murmullos del bosque umbrío; - Tórtola que en sus frondas unes tus quejas - Al calmante zumbido de las abejas; - Águila que levantas el corvo vuelo - Por el azul espacio que cubre el cielo; - Golondrina que emigras cuando el Octubre, - Con sus pálidas hojas el suelo cubre, - Y al amor de tu nido tornas ligera - Cuando esparce sus flores la primavera; - Aura mansa que llevas, en vuelo tardo, - Efluvios de azucena, jazmín y nardo; - Brisas que en el desierto sois mensajeras - De los tiernos amores de las palmeras - (¡De las pobres palmeras que, separadas, - Se miran silenciosas y enamoradas!); - Pardas nieblas del valle, nieves del monte, - Cambiantes y vislumbres del horizonte; - Tempestad que bramando con ronco acento - Tus cabellos de lluvia tiendes al viento; - Solitaria ensenada, restinga ignota - Donde oculta su nido la gavïota; - Olas embravecidas que pone a raya - Con sus rubias arenas la corva playa; - Grutas donde repiten con sordo acento - Sus querellas y halagos la mar y el viento; - Velas desconocidas que en lontananza - Pasáis como los sueños de la esperanza; - Nebuloso horizonte, tras cuyo velo - Sus límites confunden la mar y el cielo; - Rayo de sol poniente que te abres paso - Por los rotos celajes del triste ocaso; - Melancólico rayo de blanca luna - Reflejado en la cresta de escueta duna; - Negra noche que dejas de monte a monte - Granizado de estrellas el horizonte; - Lamento misterioso de la campana - Que en la nocturna sombra suena lejana, - Pidiendo por ciudades y por desiertos - La oración de los vivos para los muertos; - Plegaria que te elevas entre la nube - Del incienso que en ondas al cielo sube - Cuando al Señor dirigen himnos fervientes - Santos anacoretas y penitentes: - Catedrales ruinosas, mudas y muertas, - Cuyas góticas naves hallo desiertas, - Cuyas leves agujas, al cielo alzadas, - Parecen oraciones petrificadas; - Torres donde, por cima de la veleta - Que a merced de los vientos se agita inquieta, - Señalando regiones que nadie ha visto - Tiende inmóvil sus brazos la fe de Cristo: - Luces, sombras, murmullos, flores, espumas, - Transparentes neblinas, espesas brumas, - Valles, montes, abismos, tormentas, mares, - Auras, brisas, aromas, nidos y altares, - Vosotras en el fondo del alma mía - Despertáis siempre un eco de poesía: - Y es que siempre a vosotros encuentro unido - El recuerdo doliente del bien perdido. - Sin él, ¿qué es la grandeza, qué es el tesoro - De la tierra y el viento y el mar sonoro? - - * * * * * - - Ya lo ves: las canciones que te consagro, - En mi mente han nacido por un milagro. - Nada en ellas es mío, todo es don tuyo: - Por eso a ti, de hinojos, las restituyo. - ¡Pobres hojas caídas de la arboleda, - Sin su verdor el alma desnuda queda! - - Pero no, que aún te deben mis desventuras - Otras más delicadas, otras más puras: - Canciones que, por miedo de profanarlas, - En el alma conservo sin pronunciarlas; - Recuerdos de las horas que, embelesado, - En nuestro pobre albergue pasé a tu lado, - Cuando al alma y al cuerpo daban pujanza - Juventud y cariño, fe y esperanza; - Cuando, lejos del mundo parlero y vano, - Íbamos por la vida mano con mano; - Cuando, húmedos los ojos, juntas las palmas, - En una se fundían nuestras dos almas: - Canciones silenciosas que el alma hieren; - Canciones que en mí nacen y que en mí mueren; - ¡Hechizadas canciones, con cuyo encanto - A mis áridos ojos se agolpa el llanto! - - Y aun a veces aplacan mis amarguras - Otras más misteriosas, otras más puras: - Canciones sin palabra, sin pensamiento, - Vagas emanaciones del sentimiento; - Silencioso gemido de amor y pena - Que, en el fondo del pecho, callado suena; - Aspiración confusa que, en vivo anhelo, - Ya es canción, ya plegaria que sube al cielo; - Inquietudes del alma, de amor herida; - Vagos presentimientos de la otra vida; - Éxtasis de la mente que a Dios se lanza; - Luminosos destellos de la esperanza; - Voces que me aseguran que podré verte - Cuando al mundo mis ojos cierre la muerte: - ¡Canciones que, por santas, no tienen nombres - En la lengua grosera que hablan los hombres! - Esas son las que endulzan mi amargo duelo; - Esas son las que el alma llaman al cielo; - Esas de mi esperanza fijan el polo, - ¡Y esas son las que guardo para mí solo! - - - - -DON MANUEL DEL PALACIO - - -_100. Amor oculto_ - - Ya de mi amor la confesión sincera - Oyeron tus calladas celosías, - Y fue testigo de las ansias mías - La luna, de los tristes compañera. - Tu nombre dice el ave placentera - A quien visito yo todos los días, - Y alegran mis soñadas alegrías - El valle, el monte, la comarca entera. - Solo tú mi secreto no conoces, - Por más que el alma con latido ardiente, - Sin yo quererlo, te lo diga a voces; - Y acaso has de ignorarlo eternamente, - Como las ondas de la mar veloces - La ofrenda ignoran que les da la fuente. - - -FIN - - - - -NOTAS - - -[1] Poeta del Siglo XVI. No constan las fechas de su nacimiento ni de -su muerte. - -[2] El Duque de Frías. - -[3] Enrique Gil. - -*** END OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK LAS CIEN MEJORES POESÍAS (LÍRICAS) -DE LA LENGUA CASTELLANA *** - -Updated editions will replace the previous one--the old editions will -be renamed. - -Creating the works from print editions not protected by U.S. copyright -law means that no one owns a United States copyright in these works, -so the Foundation (and you!) can copy and distribute it in the -United States without permission and without paying copyright -royalties. Special rules, set forth in the General Terms of Use part -of this license, apply to copying and distributing Project -Gutenberg-tm electronic works to protect the PROJECT GUTENBERG-tm -concept and trademark. 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Information about Donations to the Project Gutenberg -Literary Archive Foundation - -Project Gutenberg-tm depends upon and cannot survive without -widespread public support and donations to carry out its mission of -increasing the number of public domain and licensed works that can be -freely distributed in machine-readable form accessible by the widest -array of equipment including outdated equipment. Many small donations -($1 to $5,000) are particularly important to maintaining tax exempt -status with the IRS. - -The Foundation is committed to complying with the laws regulating -charities and charitable donations in all 50 states of the United -States. Compliance requirements are not uniform and it takes a -considerable effort, much paperwork and many fees to meet and keep up -with these requirements. We do not solicit donations in locations -where we have not received written confirmation of compliance. 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Hart was the originator of the Project -Gutenberg-tm concept of a library of electronic works that could be -freely shared with anyone. For forty years, he produced and -distributed Project Gutenberg-tm eBooks with only a loose network of -volunteer support. - -Project Gutenberg-tm eBooks are often created from several printed -editions, all of which are confirmed as not protected by copyright in -the U.S. unless a copyright notice is included. Thus, we do not -necessarily keep eBooks in compliance with any particular paper -edition. - -Most people start at our website which has the main PG search -facility: www.gutenberg.org - -This website includes information about Project Gutenberg-tm, -including how to make donations to the Project Gutenberg Literary -Archive Foundation, how to help produce our new eBooks, and how to -subscribe to our email newsletter to hear about new eBooks. diff --git a/old/65880-0.zip b/old/65880-0.zip Binary files differdeleted file mode 100644 index d5477e9..0000000 --- a/old/65880-0.zip +++ /dev/null diff --git a/old/65880-h.zip b/old/65880-h.zip Binary files differdeleted file mode 100644 index 945692a..0000000 --- a/old/65880-h.zip +++ /dev/null diff --git a/old/65880-h/65880-h.htm b/old/65880-h/65880-h.htm deleted file mode 100644 index 0756850..0000000 --- a/old/65880-h/65880-h.htm +++ /dev/null @@ -1,14310 +0,0 @@ -<!DOCTYPE html PUBLIC "-//W3C//DTD XHTML 1.0 Strict//EN" - "http://www.w3.org/TR/xhtml1/DTD/xhtml1-strict.dtd"> -<html xmlns="http://www.w3.org/1999/xhtml" xml:lang="es" lang="es"> - <head> - <meta http-equiv="Content-Type" content="text/html; 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You may copy it, give it away or re-use it under the terms -of the Project Gutenberg License included with this eBook or online -at <a href="https://www.gutenberg.org">www.gutenberg.org</a>. If you -are not located in the United States, you will have to check the laws of the -country where you are located before using this eBook. -</div> - -<p style='display:block; margin-top:1em; margin-bottom:1em; margin-left:2em; text-indent:-2em'>Title: Las cien mejores poesías (líricas) de la lengua castellana</p> - -<div style='display:block; margin-top:1em; margin-bottom:1em; margin-left:2em; text-indent:-2em'>Compiler: Marcelino Menéndez y Pelayo</div> - -<div style='display:block; margin:1em 0'>Release Date: July 20, 2021 [eBook #65880]</div> - -<div style='display:block; margin:1em 0'>Language: Spanish</div> - -<div style='display:block; margin:1em 0'>Character set encoding: UTF-8</div> - -<div style='display:block; margin-left:2em; text-indent:-2em'>Produced by: Ramón Pajares Box and the Online Distributed Proofreading Team at https://www.pgdp.net (This file was produced from images generously made available by The Internet Archive/Canadian Libraries)</div> - -<div style='margin-top:2em; margin-bottom:4em'>*** START OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK LAS CIEN MEJORES POESÍAS (LÍRICAS) DE LA LENGUA CASTELLANA ***</div> - -<div class="front"> - <hr class="full" /> - <p><a href="#ToC">Índice</a></p> - <p><a href="#Notas">Notas</a></p> - <h1 class="faux">Las cien mejores poesías (líricas) de la lengua castellana</h1> -</div> - -<div class="transnote" id="tnote"> - <p class="tnotetit">Nota de transcripción</p> - <ul> - <li>Los errores de imprenta han sido corregidos. Para su mejor - detección, se ha comparado el texto con el de otras ediciones.</li> - - <li>La ortografía del texto original ha sido actualizada de acuerdo - con las normas publicadas en 2010 por la Real Academia Española, - salvo en los casos en los queda afectada la métrica del verso o - se haya querido preservar el vocabulario arcaico castellano, como - en los poemas iniciales.</li> - - <li>Las escasas notas a pie de página han sido renumeradas y ubicadas al - final del libro.</li> - - <li>Las páginas en blanco han sido eliminadas.</li> - </ul> -</div> - - -<div class="screenonly x-ebookmaker-drop"> - <hr class="chap" /> - <div class="figcenter"> - <img class="thin" - style="width: 26em; height: auto;" - src="images/cover.jpg" - alt="Cubierta del libro" /> - </div> -</div> - - -<div class="tit pt6"> - <hr class="chap" /> - <p><span class="pagenum" id="Page_i">p. i</span></p> - <p class="fs130 lh200 g0 ws1">LAS CIEN MEJORES POESÍAS</p> - <p class="fs110 lh200 g0">(LÍRICAS)</p> - <p class="fs130 lh200 g0 ws1">DE LA LENGUA CASTELLANA</p> - <hr class="chap" /> -</div> - - -<div class="chapter"> - <p><span class="pagenum" id="Page_ii">p. ii</span></p> - <p class="fs85 ti0 ws1"><i>Primera Edición, Agosto 1908. Segunda Edición, - Diciembre, 1908. Tercera Edición, Febrero 1910.</i></p> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="tit"> - <p><span class="pagenum" id="Page_iii">p. iii</span></p> - <p class="fs110 lh200 g0">LAS</p> - <p class="fs175 lh200 g0 ws1">CIEN MEJORES POESÍAS</p> - <p class="fs90 lh200 g0">(LÍRICAS)</p> - <p class="fs110 lh200 g0 ws1 mt05">DE LA LENGUA CASTELLANA</p> - - <p class="fs110 lh150 ws1 mt3">Escogidas por</p> - <p class="fs110 lh150 g0 ws1">DON M. MENÉNDEZ Y PELAYO</p> - - <p class="fs85 lh140 ws1 smcap mt4">Madrid: Victoriano Suárez, 48 Preciados<br /> - Lisboa: Ferreira Limitada, 132 Rua Aurea<br /> - Paris: A. Perche, 45 Rue Jacob<br /> - Lausanne: Edwin Frankfurter, 12 Grand-Chêne<br /> - Berlin: Wilhelm Weicher, Haberlandstr. 4<br /> - London & Glasgow: Gowans & Gray, Ltd.<br /> - 1910</p> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <p><span class="pagenum" id="Page_v">p. v</span></p> - <h2 class="nobreak">ADVERTENCIA PRELIMINAR</h2> -</div> - -<div class="lh150"> - -<p class="ti0"><span class="smcap g0">Comprende</span> este tomo -cien poesías líricas escogidas entre lo mejor de la literatura española -antigua y moderna, excluyendo los autores vivos. No se nos oculta la -dificultad de esta selección, en que tanta parte puede tener el gusto -individual, ni presumimos tanto del nuestro que estemos seguros de -haber logrado constantemente el acierto. Hemos procurado, sin embargo, -no omitir ninguna de las poesías ya consagradas por la universal -admiración, ni dar entrada a ninguna que no tenga a nuestros ojos -mérito positivo, aunque no siempre llegue a la absoluta perfección -formal. Hay en algunas de estas composiciones rasgos de mal gusto -propios de una época o escuela determinada, pero hubiera sido temeridad -borrarlos, porque la integridad de los textos es la primera obligación -que la crítica impone al colector de toda antología por diminuta y -popular que sea.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_vi">p. vi</span>Hemos prescindido -de las poesías anteriores al siglo <span class="asc">XV</span> porque -exigirían comentario filológico, inoportuno en la ocasión presente. -Las pocas que insertamos del siglo <span class="asc">XV</span> son -de belleza indudable y de fácil lectura para todo el mundo. El mayor -espacio de nuestra colección va dedicado naturalmente a la edad de oro -de nuestra lírica (siglo <span class="asc">XVI</span> y principios del -<span class="asc">XVII</span>). Se notarán en ella omisiones que nos -duelen mucho, pero que eran inevitables dentro de los estrechos límites -impuestos a nuestro plan: <i>spatiis exclusas iniquis</i>. Nada hemos -puesto de Castillejo, de Acuña, de Valbuena, de Jáuregui, y otros -preclaros ingenios, y hemos tenido que reducir a muy pocas muestras el -tesoro poético de Góngora, de Lope de Vega y de Quevedo.</p> - -<p>Nuestra tarea era relativamente fácil tratándose del siglo <span -class="asc">XVIII</span>, el mas prosaico de nuestra historia -literaria, pero se tornaba dificilísima respecto de la opulenta -producción poética del siglo <span class="asc">XIX</span>, que sin ser -superior a la antigua como lo ha sido en Francia y en otras partes, ha -continuado con nuevo espíritu la tradición de las formas líricas, las -ha remozado a veces merced al impulso genial de los poetas y al<span -class="pagenum" id="Page_vii">p. vii</span> contacto con extrañas -literaturas, y ofrece buen numero de obras ya sancionadas por el común -aplauso. En esta parte más que en ninguna solicitamos y esperamos -indulgencia.</p> - -<p>Aunque se titulan <i>líricos</i> los poemas de esta colección, no -ha de entenderse esta palabra en sentido tan riguroso que excluya -algunas narraciones poéticas breves en que se entremezcla lo épico con -lo lírico. Esta salvedad, que a todas las literaturas alcanza, tiene -más propio lugar en la castellana, que siempre ha conservado rastros -de su origen épico. Por eso incluimos algunos romances antiguos, de -los de tono más lírico, y un par de leyendas de los dos grandes poetas -románticos Zorrilla y el Duque de Rivas.</p> - -<p>El orden en que van colocadas las poesías no siempre es -estrictamente cronológico, porque se ha atendido a la sucesión de -escuelas y formas artísticas.</p> - -</div> - -<p class="firma ws1">M. MENÉNDEZ Y PELAYO</p> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3" id="ToC"> - <p><span class="pagenum" id="Page_ix">p. ix</span></p> - <h2 class="nobreak g1">ÍNDICE</h2> -</div> - -<table class="toc" summary="Índice de contenidos"> - <tr> - <td> </td> - <td> </td> - <td class="tdrb fs60">PÁGINAS</td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh"><i>Romances Viejos</i></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P003">3.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Romance de Abenámar</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_18">18</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P004">4.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Romance del rey moro que perdió Alhama</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_20">20</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P005">5.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Romance de Rosa fresca</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_22">22</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P006">6.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Romance de Fontefrida</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_23">23</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P007">7.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Romance de Blanca-niña</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_23">23</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P008">8.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Romance del conde Arnaldos</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_25">25</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P009">9.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Romance de la hija del rey de Francia</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_26">26</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P010">10.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Romance de doña Alda</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_27">27</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Alcázar (Baltasar del) (1530-1606)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P032">32.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Una cena</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_87">87</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Anónimo</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P023">23.</a></td> - <td class="tdlh">«<i>No me mueve, mi Dios, para quererte</i>»</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_67">67</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Argensola (Bartolomé Leonardo de) (1562-1631)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P039">39.</a></td> - <td class="tdlh">«<i>Dime, Padre común, pues eres justo</i>»</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_104">104</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Argensola (Lupercio Leonardo de) (1559-1613)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P036">36.</a></td> - <td class="tdlh"><i>A la Esperanza</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_101">101</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><span class="pagenum" id="Page_x">p. x</span><a href="#P037">37.</a></td> - <td class="tdlh">«<i>Imagen espantosa de la muerte</i>»</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_103">103</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P038">38.</a></td> - <td class="tdlh">«<i>Llevó tras sí los pámpanos octubre</i>»</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_104">104</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Arguijo (Don Juan de) (1567-1623)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P028">28.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Al Guadalquivir, en una avenida</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_85">85</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P029">29.</a></td> - <td class="tdlh"><i>La tempestad y la calma</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_86">86</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P030">30.</a></td> - <td class="tdlh"><i>La avaricia</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_86">86</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P031">31.</a></td> - <td class="tdlh">«<i>En segura pobreza vive Eumelo</i>»</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_87">87</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Arjona (Don Manuel María de) (1771-1820)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P066">66.</a></td> - <td class="tdlh"><i>La diosa del bosque</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_174">174</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Arolas (Padre Juan) (1805-1849)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P083">83.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Sé más feliz que yo</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_276">276</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Avellaneda (Doña Gertrudis Gómez de) (1816-1873)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P086">86.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Amor y orgullo</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_283">283</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Balart (Don Federico) (1831-1905)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P099">99.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Restitución</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_343">343</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Bécquer (Don Gustavo A.) (1836-1870)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P095">95.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Rimas.</i> «<i>Del salón en el ángulo oscuro</i>»</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_327">327</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P096">96.</a></td> - <td class="tdlh">«<i>Cerraron sus ojos</i>»</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_328">328</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Bello (Don Andrés) (1781-1865)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P072">72.</a></td> - <td class="tdlh"><i>La agricultura de la zona tórrida</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_199">199</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05"><span class="pagenum" id="Page_xi">p. xi</span>Calderón de la Barca (Don Pedro) (1600-1681)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P060">60.</a></td> - <td class="tdlh">«<i>Estas que fueron pompa y alegría</i>»</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_146">146</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Campoamor (Don Ramón de) (1817-1901)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P089">89.</a></td> - <td class="tdlh"><i>¡Quién supiera escribir!</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_296">296</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P090">90.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Lo que hace el tiempo</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_299">299</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Caro (Rodrigo) (1573-1647)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P034">34.</a></td> - <td class="tdlh"><i>A las ruinas de Itálica</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_92">92</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Cetina (Gutierre de) (1520-1560?)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P013">13.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Madrigal</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_46">46</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Cruz (San Juan de la) (1542-1591)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P022">22.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Cántico espiritual...</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_60">60</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Espronceda (Don José de) (1808-1842)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P076">76.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Himno de la Inmortalidad</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_226">226</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P077">77.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Canción del Pirata</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_228">228</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P078">78.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Canto a Teresa</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_232">232</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Fernández de Andrada (? - ?)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P035">35.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Epístola moral</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_95">95</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Gallego (Don Juan Nicasio) (1777-1853)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P069">69.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Elegía a la muerte de la Duquesa de Frías</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_184">184</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Gil (Don Enrique) (1815-1846)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P082">82.</a></td> - <td class="tdlh"><i>La violeta</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_273">273</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Góngora (Don Luis de) (1561-1627)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P048">48.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Angélica y Medoro</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_118">118</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P049">49.</a></td> - <td class="tdlh">«<i>Servía en Orán al rey</i>»</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_123">123</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><span class="pagenum" id="Page_xii">p. xii</span><a href="#P050">50.</a></td> - <td class="tdlh">«<i>Entre los sueltos caballos</i>»</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_124">124</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P051">51.</a></td> - <td class="tdlh">«<i>Ande yo caliente</i>»</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_128">128</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P052">52.</a></td> - <td class="tdlh">«<i>La más bella niña</i>»</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_129">129</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Heredia (Don José María) (1803-1839)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P073">73.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Niágara</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_210">210</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Herrera (Fernando de) (1534-1597)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P026">26.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Por la vitoria de Lepanto</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_75">75</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P027">27.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Por la pérdida del rey don Sebastián</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_82">82</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Jovellanos (Don Gaspar M. de) (1744-1811)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P063">63.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Epístola de Fabio a Anfriso</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_162">162</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">León (Fray Luis de) (1529-1591)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P014">14.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Vida retirada</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_46">46</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P015">15.</a></td> - <td class="tdlh"><i>A Francisco Salinas</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_49">49</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P016">16.</a></td> - <td class="tdlh"><i>A Felipe Ruiz</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_51">51</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P017">17.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Noche serena</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_53">53</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P018">18.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Morada del Cielo</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_56">56</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P019">19.</a></td> - <td class="tdlh"><i>En la Ascensión</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_57">57</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P020">20.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Imitación de diversos</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_58">58</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P021">21.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Soneto</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_60">60</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Lista (Don Alberto) (1775-1848)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P067">67.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Al Sueño</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_176">176</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05"><span class="pagenum" id="Page_xiii">p. xiii</span>López de Ayala (Don Adelardo) (1828-1879)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P088">88.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Epístola a Emilio Arrieta</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_292">292</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Manrique, Jorge (1440-1478)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P002">2.</a></td> - <td class="tdlh"><i>A la muerte del maestre de Santiago...</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_2">2</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Maury (Don Juan María) (1772-1845)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P070">70.</a></td> - <td class="tdlh"><i>La timidez</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_193">193</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Meléndez Valdés (Don Juan) (1754-1817)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P064">64.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Rosana en los fuegos</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_168">168</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Mira de Mescua (Don Antonio) (1578?-1644)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P061">61.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Canción</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_146">146</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Mora (Don José Joaquín de) (1783-1864)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P071">71.</a></td> - <td class="tdlh"><i>El Estío</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_198">198</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Moratín (Don Nicolás F. de) (1737-1780)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P062">62.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Fiesta de toros en Madrid</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_151">151</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Moratín (Don Leandro F. de) (1760-1828)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P065">65.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Elegía a las Musas</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_172">172</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Núñez de Arce (Don Gaspar) (1834-1903)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P093">93.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Estrofas</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_315">315</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P094">94.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Tristezas</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_322">322</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Palacio (Don Manuel del) (1832-1906)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P100">100.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Amor oculto</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_347">347</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Pastor Díaz (Don Nicomedes) (1811-1862)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P081">81.</a></td> - <td class="tdlh"><i>A la luna</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_269">269</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05"><span class="pagenum" id="Page_xiv">p. xiv</span>Piferrer (Don Pablo) (1817-1848)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P084">84.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Canción de la Primavera</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_277">277</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Polo (Gil) (c. 1535-1591)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P025">25.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Canción</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_70">70</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Querol (Don Vicente W.) (1836-1889)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P097">97.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Carta al Sr. D. Pedro A. de Alarcón...</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_331">331</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P098">98.</a></td> - <td class="tdlh"><i>En Noche-Buena...</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_338">338</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Quevedo (Don Francisco de) (1580-1645)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P053">53.</a></td> - <td class="tdlh"><i>El Sueño</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_131">131</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P054">54.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Epístola satírica y censoria...</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_134">134</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P055">55.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Memoria inmortal de don Pedro Girón...</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_141">141</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P056">56.</a></td> - <td class="tdlh">«<i>Ya formidable y espantoso suena</i>»</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_141">141</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P057">57.</a></td> - <td class="tdlh">«<i>Miré los muros de la patria mía</i>»</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_142">142</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P058">58.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Letrilla satírica</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_142">142</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Quintana (Don Manuel José) (1772-1857)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P068">68.</a></td> - <td class="tdlh"><i>A España, después de la revolución de Marzo</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_179">179</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Rioja (Francisco de) (1583-1659)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P033">33.</a></td> - <td class="tdlh"><i>A la rosa</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_91">91</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Rivas (Duque de) (1791-1865)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P074">74.</a></td> - <td class="tdlh"><i>El Faro de Malta</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_215">215</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P075">75.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Un castellano leal</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_217">217</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05"><span class="pagenum" id="Page_xv">p. xv</span>Ruiz Aguilera (Don Ventura) (1820-1881)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P092">92.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Epístola</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_310">310</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Santillana (Marqués de) (1398-1458)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P001">1.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Serranilla</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_1">1</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Sanz (Don Eulogio Florentino) (1825-1881)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P087">87.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Epístola a Pedro</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_286">286</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Selgas (Don José) (1824-1882)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P091">91.</a></td> - <td class="tdlh"><i>El Estío</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_305">305</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Tassara (Don Gabriel García) (1817-1875)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P085">85.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Himno al Mesías</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_279">279</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Torre (Francisco de la)<a id="FNanchor_1" href="#Footnote_1" class="fnanchor">[1]</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P024">24.</a></td> - <td class="tdlh"><i>La cierva</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_68">68</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Vega (Garcilaso de la) (1503-1536)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P011">11.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Égloga primera</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_29">29</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P012">12.</a></td> - <td class="tdlh"><i>A la flor de Gnido</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_42">42</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Vega (Lope de) (1562-1635)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P040">40.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Canción</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_105">105</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P041">41.</a></td> - <td class="tdlh">«<i>A mis soledades voy</i>»</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_109">109</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P042">42.</a></td> - <td class="tdlh">«<i>Pobre barquilla mía</i>»</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_112">112</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P043">43.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Judit</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_116">116</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P044">44.</a></td> - <td class="tdlh">«<i>Suelta mi manso, mayoral extraño</i>»</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_116">116</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P045">45.</a></td> - <td class="tdlh">«<i>¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?</i>»</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_117">117</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><span class="pagenum" id="Page_xvi">p. xvi</span><a href="#P046">46.</a></td> - <td class="tdlh">«<i>Pastor, que con tus silbos amorosos</i>»</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_117">117</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P047">47.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Temores en el favor</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_118">118</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Villegas (Don Esteban Manuel de) (1596-1669)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P059">59.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Oda sáfica</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_145">145</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdlh pt05">Zorrilla (Don José) (1817-1893)</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P079">79.</a></td> - <td class="tdlh"><i>Introducción a los «Cantos del Trovador»</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_244">244</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><a href="#P080">80.</a></td> - <td class="tdlh"><i>A buen juez, mejor testigo</i></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_247">247</a></td> - </tr> -</table> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <p><span class="pagenum" id="Page_1">p. 1</span></p> - <h2 class="nobreak">MARQUÉS DE SANTILLANA</h2> -</div> - -<h3 id="P001">1. Serranilla</h3> - -<div class="versos ml36"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Moça</span> tan fermosa</p> - <p class="i0">Non vi en la frontera,</p> - <p class="i0">Como una vaquera</p> - <p class="i0"><i>De la Finojosa</i>.</p> - <p class="i2">Façiendo la vía</p> - <p class="i0">Del Calatraveño</p> - <p class="i0">A Sancta María,</p> - <p class="i0">Vençido del sueño</p> - <p class="i0">Por tierra fragosa</p> - <p class="i0">Perdí la carrera,</p> - <p class="i0">Do vi la vaquera</p> - <p class="i0"><i>De la Finojosa</i>.</p> - <p class="i2">En un verde prado</p> - <p class="i0">De rosas e flores,</p> - <p class="i0">Guardando ganado</p> - <p class="i0">Con otros pastores,</p> - <p class="i0">La vi tan graçiosa</p> - <p class="i0">Que apenas creyera</p> - <p class="i0">Que fuesse vaquera</p> - <p class="i0"><i>De la Finojosa</i>.</p> - <p class="i2">Non creo las rosas</p> - <p class="i0">De la primavera</p> - <p class="i0">Sean tan fermosas</p> - <p class="i0">Nin de tal manera,</p> - <p class="i0">Fablando sin glosa,</p> - <p class="i0">Si antes sopiera</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_2">p. 2</span>D’aquella vaquera</p> - <p class="i0"><i>De la Finojosa</i>.</p> - <p class="i2">Non tanto mirara</p> - <p class="i0">Su mucha beldat,</p> - <p class="i0">Porque me dexara</p> - <p class="i0">En mi libertat.</p> - <p class="i0">Mas dixe: «Donosa</p> - <p class="i0">(Por saber quién era),</p> - <p class="i0">¿Dónde es la vaquera</p> - <p class="i0"><i>De la Finojosa</i>?...»</p> - <p class="i2">Bien como riendo,</p> - <p class="i0">Dixo: «Bien vengades;</p> - <p class="i0">Que ya bien entiendo</p> - <p class="i0">Lo que demandades:</p> - <p class="i0">Non es desseosa</p> - <p class="i0">De amar, nin lo espera,</p> - <p class="i0">Aquessa vaquera</p> - <p class="i0"><i>De la Finojosa</i>.»</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">JORGE MANRIQUE</h2> -</div> - -<h3 id="P002">2. A la muerte del maestre de Santiago<br /> -don Rodrigo Manrique, su padre</h3> - -<div class="versos ml32"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Recuerde</span> el alma dormida,</p> - <p class="i0">Avive el seso y despierte</p> - <p class="i0">Contemplando</p> - <p class="i0">Cómo se pasa la vida,</p> - <p class="i0">Cómo se viene la muerte</p> - <p class="i0">Tan callando:</p> - <p class="i0">Cuán presto se va el placer,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_3">p. 3</span>Cómo después de acordado</p> - <p class="i0">Da dolor,</p> - <p class="i0">Cómo a nuestro parescer</p> - <p class="i0">Cualquiera tiempo pasado</p> - <p class="i0">Fue mejor.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Y pues vemos lo presente</p> - <p class="i0">Cómo en un punto es ido</p> - <p class="i0">Y acabado,</p> - <p class="i0">Si juzgamos sabiamente,</p> - <p class="i0">Daremos lo no venido</p> - <p class="i0">Por pasado.</p> - <p class="i0">No se engañe nadie, no,</p> - <p class="i0">Pensando que ha de durar</p> - <p class="i0">Lo que espera</p> - <p class="i0">Más que duró lo que vio,</p> - <p class="i0">Porque todo ha de pasar</p> - <p class="i0">Por tal manera.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Nuestras vidas son los ríos</p> - <p class="i0">Que van a dar en la mar,</p> - <p class="i0">Que es el morir;</p> - <p class="i0">Allí van los señoríos</p> - <p class="i0">Derechos a se acabar</p> - <p class="i0">Y consumir;</p> - <p class="i0">Allí los ríos caudales,</p> - <p class="i0">Allí los otros medianos</p> - <p class="i0">Y más chicos;</p> - <p class="i0">Allegados, son iguales</p> - <p class="i0">Los que viven por sus manos</p> - <p class="i0">Y los ricos.</p> - </div> -</div> - -<h4 title="Invocación"><span class="pagenum" id="Page_4">p. -4</span><span class="smcap">Invocación</span></h4> - -<div class="versos ml32"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Dexo las invocaciones</p> - <p class="i0">De los famosos poetas</p> - <p class="i0">Y oradores;</p> - <p class="i0">No curo de sus ficciones,</p> - <p class="i0">Que traen yerbas secretas</p> - <p class="i0">Sus sabores.</p> - <p class="i0">A aquél solo me encomiendo,</p> - <p class="i0">Aquél solo invoco yo</p> - <p class="i0">De verdad,</p> - <p class="i0">Que en este mundo viviendo,</p> - <p class="i0">El mundo no conoció</p> - <p class="i0">Su deidad.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Este mundo es el camino</p> - <p class="i0">Para el otro, qu’es morada</p> - <p class="i0">Sin pesar;</p> - <p class="i0">Mas cumple tener buen tino</p> - <p class="i0">Para andar esta jornada</p> - <p class="i0">Sin errar.</p> - <p class="i0">Partimos cuando nacemos,</p> - <p class="i0">Andamos mientras vivimos,</p> - <p class="i0">Y llegamos</p> - <p class="i0">Al tiempo que fenecemos;</p> - <p class="i0">Así que cuando morimos</p> - <p class="i0">Descansamos.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Este mundo bueno fue</p> - <p class="i0">Si bien usásemos d’él</p> - <p class="i0">Como debemos,</p> - <p class="i0">Porque, según nuestra fe,</p> - <p class="i0">Es para ganar aquel</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_5">p. 5</span>Que atendemos.</p> - <p class="i0">Y aún el Hijo de Dios,</p> - <p class="i0">Para subirnos al cielo,</p> - <p class="i0">Descendió</p> - <p class="i0">A nacer acá entre nos,</p> - <p class="i0">Y vivir en este suelo</p> - <p class="i0">Do murió.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Ved de cuán poco valor</p> - <p class="i0">Son las cosas tras que andamos</p> - <p class="i0">Y corremos;</p> - <p class="i0">Que en este mundo traidor</p> - <p class="i0">Aun primero que muramos</p> - <p class="i0">Las perdemos.</p> - <p class="i0">D’ellas deshace la edad,</p> - <p class="i0">D’ellas casos desastrados</p> - <p class="i0">Que acaescen,</p> - <p class="i0">D’ellas, por su calidad,</p> - <p class="i0">En los más altos estados</p> - <p class="i0">Desfallescen.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Decidme: la hermosura,</p> - <p class="i0">La gentil frescura y tez</p> - <p class="i0">De la cara,</p> - <p class="i0">La color y la blancura,</p> - <p class="i0">Cuando viene la vejez</p> - <p class="i0">¿Cuál se para?</p> - <p class="i0">Las mañas y ligereza</p> - <p class="i0">Y la fuerça corporal</p> - <p class="i0">De juventud,</p> - <p class="i0">Todo se torna graveza</p> - <p class="i0">Cuando llega al arrabal</p> - <p class="i0">De senectud.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_6">p. 6</span>Pues la sangre de los godos,</p> - <p class="i0">El linaje y la nobleza</p> - <p class="i0">Tan crecida,</p> - <p class="i0">¡Por cuántas vías e modos</p> - <p class="i0">Se pierde su gran alteza</p> - <p class="i0">En esta vida!</p> - <p class="i0">¡Unos por poco valer,</p> - <p class="i0">Por cuán bajos y abatidos</p> - <p class="i0">Que los tienen!</p> - <p class="i0">Otros que por no tener,</p> - <p class="i0">Con oficios no debidos</p> - <p class="i0">Se mantienen.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Los estados y riqueza</p> - <p class="i0">Que nos dexan a deshora</p> - <p class="i0">¿Quién lo duda?</p> - <p class="i0">No les pidamos firmeza,</p> - <p class="i0">Pues que son de una señora</p> - <p class="i0">Que se muda.</p> - <p class="i0">Que bienes son de fortuna</p> - <p class="i0">Que revuelve con su rueda</p> - <p class="i0">Presurosa,</p> - <p class="i0">La cual no puede ser una,</p> - <p class="i0">Ni ser estable ni queda</p> - <p class="i0">En una cosa.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Pero digo que acompañen</p> - <p class="i0">Y lleguen hasta la huesa</p> - <p class="i0">Con su dueño;</p> - <p class="i0">Por eso no nos engañen,</p> - <p class="i0">Pues se va la vida apriesa</p> - <p class="i0">Como sueño:</p> - <p class="i0">Y los deleites de acá</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_7">p. 7</span>Son en que nos deleitamos</p> - <p class="i0">Temporales,</p> - <p class="i0">Y los tormentos de allá</p> - <p class="i0">Que por ellos esperamos,</p> - <p class="i0">Eternales.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Los placeres y dulçores</p> - <p class="i0">D’esta vida trabajada</p> - <p class="i0">Que tenemos,</p> - <p class="i0">¿Qué son sino corredores,</p> - <p class="i0">Y la muerte es la celada</p> - <p class="i0">En que caemos?</p> - <p class="i0">No mirando a nuestro daño</p> - <p class="i0">Corremos a rienda suelta</p> - <p class="i0">Sin parar;</p> - <p class="i0">Des que vemos el engaño</p> - <p class="i0">Y queremos dar la vuelta</p> - <p class="i0">No hay lugar.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Si fuese en nuestro poder</p> - <p class="i0">Tornar la cara fermosa</p> - <p class="i0">Corporal,</p> - <p class="i0">Como podemos hacer</p> - <p class="i0">El alma tan gloriosa</p> - <p class="i0">Angelical,</p> - <p class="i0">¡Qué diligencia tan viva</p> - <p class="i0">Tuviéramos cada hora,</p> - <p class="i0">Y tan presta,</p> - <p class="i0">En componer la cativa,</p> - <p class="i0">Dexándonos la señora</p> - <p class="i0">Descompuesta!</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Estos reyes poderosos</p> - <p class="i0">Que vemos por escripturas</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_8">p. 8</span>Ya pasadas,</p> - <p class="i0">Con casos tristes, llorosos,</p> - <p class="i0">Fueron sus buenas venturas</p> - <p class="i0">Trastornadas;</p> - <p class="i0">Así que no hay cosa fuerte;</p> - <p class="i0">Que a Papas y Emperadores</p> - <p class="i0">Y Perlados</p> - <p class="i0">Así los trata la muerte</p> - <p class="i0">Como a los pobres pastores</p> - <p class="i0">De ganados.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Dexemos a los Troyanos,</p> - <p class="i0">Que sus males no los vimos,</p> - <p class="i0">Ni sus glorias;</p> - <p class="i0">Dexemos a los Romanos,</p> - <p class="i0">Aunque oímos y leímos</p> - <p class="i0">Sus historias.</p> - <p class="i0">No curemos de saber</p> - <p class="i0">Lo de aquel siglo pasado</p> - <p class="i0">Qué fue d’ello;</p> - <p class="i0">Vengamos a lo de ayer,</p> - <p class="i0">Que también es olvidado</p> - <p class="i0">Como aquello.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¿Qué se hizo el Rey Don Juan?</p> - <p class="i0">Los Infantes de Aragón</p> - <p class="i0">¿Qué se hicieron?</p> - <p class="i0">¿Qué fue de tanto galán,</p> - <p class="i0">Qué fue de tanta invención</p> - <p class="i0">Como truxeron?</p> - <p class="i0">Las justas e los torneos,</p> - <p class="i0">Paramentos, bordaduras</p> - <p class="i0">E cimeras,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_9">p. 9</span>¿Fueron sino devaneos?</p> - <p class="i0">¿Qué fueron sino verduras</p> - <p class="i0">De las eras?</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¿Qué se hicieron las damas,</p> - <p class="i0">Sus tocados, sus vestidos,</p> - <p class="i0">Sus olores?</p> - <p class="i0">¿Qué se hicieron las llamas</p> - <p class="i0">De los fuegos encendidos</p> - <p class="i0">De amadores?</p> - <p class="i0">¿Qué se hizo aquel trovar,</p> - <p class="i0">Las músicas acordadas</p> - <p class="i0">Que tañían?</p> - <p class="i0">¿Qué se hizo aquel dançar</p> - <p class="i0">Y aquellas ropas chapadas</p> - <p class="i0">Que traían?</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Pues el otro su heredero,</p> - <p class="i0">Don Enrique ¡qué poderes</p> - <p class="i0">Alcançava!</p> - <p class="i0">¡Cuán blando, cuán alagüero</p> - <p class="i0">El mundo con sus placeres</p> - <p class="i0">Se le daba!</p> - <p class="i0">Mas verás cuán enemigo,</p> - <p class="i0">Cuán contrario, cuán cruel</p> - <p class="i0">Se le mostró,</p> - <p class="i0">Habiéndole sido amigo,</p> - <p class="i0">¡Cuán poco duró con él</p> - <p class="i0">Lo que le dio!</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Las dádivas desmedidas,</p> - <p class="i0">Los edificios reales</p> - <p class="i0">Llenos de oro,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_10">p. 10</span>Las vajillas tan fabridas,</p> - <p class="i0">Los enriques y reales</p> - <p class="i0">Del tesoro;</p> - <p class="i0">Los jaeces y cavallos</p> - <p class="i0">De su gente y atavíos</p> - <p class="i0">Tan sobrados,</p> - <p class="i0">¿Dónde iremos a buscallos?</p> - <p class="i0">¿Qué fueron sino rocíos</p> - <p class="i0">De los prados?</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Pues su hermano el innocente,</p> - <p class="i0">Que en su vida sucesor</p> - <p class="i0">Se llamó,</p> - <p class="i0">¡Qué corte tan excelente</p> - <p class="i0">Tuvo y cuánto gran señor</p> - <p class="i0">Que le siguió!</p> - <p class="i0">Mas como fuese mortal,</p> - <p class="i0">Metiolo la muerte luego</p> - <p class="i0">En su fragua.</p> - <p class="i0">¡Oh juïcio divinal!</p> - <p class="i0">Cuando más ardía el fuego</p> - <p class="i0">Echaste agua.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Pues aquel gran Condestable</p> - <p class="i0">Maestre que conocimos</p> - <p class="i0">Tan privado,</p> - <p class="i0">No cumple que d’él se hable,</p> - <p class="i0">Sino solo que le vimos</p> - <p class="i0">Degollado.</p> - <p class="i0">Sus infinitos tesoros,</p> - <p class="i0">Sus villas y sus lugares,</p> - <p class="i0">Su mandar,</p> - <p class="i0">¿Qué le fueron sino lloros?</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_11">p. 11</span>¿Qué fueron sino pesares</p> - <p class="i0">Al dexar?</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Pues los otros dos hermanos,</p> - <p class="i0">Maestres tan prosperados</p> - <p class="i0">Como reyes,</p> - <p class="i0">C’a los grandes y medianos</p> - <p class="i0">Traxeron tan sojuzgados</p> - <p class="i0">A sus leyes;</p> - <p class="i0">Aquella prosperidad</p> - <p class="i0">Que tan alta fue subida</p> - <p class="i0">Y ensalçada,</p> - <p class="i0">¿Qué fue sino claridad</p> - <p class="i0">Que cuando más encendida</p> - <p class="i0">Fue amatada?</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Tantos Duques excelentes,</p> - <p class="i0">Tantos Marqueses y Condes</p> - <p class="i0">Y Barones</p> - <p class="i0">Como vimos tan potentes,</p> - <p class="i0">Di, muerte, ¿dó los escondes</p> - <p class="i0">Y los pones?</p> - <p class="i0">Y sus muy claras hazañas</p> - <p class="i0">Que hicieron en las guerras</p> - <p class="i0">Y en las paces,</p> - <p class="i0">Cuando tú, cruel, te ensañas,</p> - <p class="i0">Con tu fuerça los atierras</p> - <p class="i0">Y deshaces.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Las huestes innumerables,</p> - <p class="i0">Los pendones y estandartes</p> - <p class="i0">Y banderas,</p> - <p class="i0">Los castillos impunables,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_12">p. 12</span>Los muros e baluartes</p> - <p class="i0">Y barreras,</p> - <p class="i0">La cava honda chapada,</p> - <p class="i0">O cualquier otro reparo</p> - <p class="i0">¿Qué aprovecha?</p> - <p class="i0">Cuando tú vienes airada</p> - <p class="i0">Todo lo pasas de claro</p> - <p class="i0">Con tu flecha.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Aquel de buenos abrigo,</p> - <p class="i0">Amado por virtuoso</p> - <p class="i0">De la gente,</p> - <p class="i0">El Maestre Don Rodrigo</p> - <p class="i0">Manrique, tan famoso</p> - <p class="i0">Y tan valiente,</p> - <p class="i0">Sus grandes hechos y claros</p> - <p class="i0">No cumple que los alabe,</p> - <p class="i0">Pues los vieron,</p> - <p class="i0">Ni los quiero hacer caros,</p> - <p class="i0">Pues el mundo todo sabe</p> - <p class="i0">Cuáles fueron.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Qué amigo de sus amigos!</p> - <p class="i0">¡Qué señor para criados</p> - <p class="i0">Y parientes!</p> - <p class="i0">¡Qué enemigo de enemigos!</p> - <p class="i0">¡Qué Maestre de esforçados</p> - <p class="i0">Y valientes!</p> - <p class="i0">¡Qué seso para discretos!</p> - <p class="i0">¡Qué gracia para donosos!</p> - <p class="i0">¡Qué razón!</p> - <p class="i0">¡Cuán benigno a los subjectos,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_13">p. 13</span>Y a los bravos y dañosos</p> - <p class="i0">Un león!</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">En ventura Octaviano;</p> - <p class="i0">Julio César en vencer</p> - <p class="i0">Y batallar;</p> - <p class="i0">En la virtud, Africano;</p> - <p class="i0">Aníbal en el saber</p> - <p class="i0">Y trabajar:</p> - <p class="i0">En la bondad un Trajano;</p> - <p class="i0">Tito en liberalidad</p> - <p class="i0">Con alegría;</p> - <p class="i0">En su braço, un Archidano;</p> - <p class="i0">Marco Tulio en la verdad</p> - <p class="i0">Que prometía.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Antonio Pío en clemencia;</p> - <p class="i0">Marco Aurelio en igualdad</p> - <p class="i0">Del semblante:</p> - <p class="i0">Adriano en elocuencia;</p> - <p class="i0">Teodosio en humanidad</p> - <p class="i0">Y buen talante.</p> - <p class="i0">Aurelio Alexandre fue</p> - <p class="i0">En disciplina y rigor</p> - <p class="i0">De la guerra;</p> - <p class="i0">Un Constantino en la fe;</p> - <p class="i0">Gamelio en el gran amor</p> - <p class="i0">De su tierra.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">No dejó grandes tesoros,</p> - <p class="i0">Ni alcançó muchas riquezas</p> - <p class="i0">Ni vajillas,</p> - <p class="i0">Mas hizo guerra a los moros,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_14">p. 14</span>Ganando sus fortalezas</p> - <p class="i0">Y sus villas;</p> - <p class="i0">Y en las lides que venció</p> - <p class="i0">Caballeros y caballos</p> - <p class="i0">Se prendieron,</p> - <p class="i0">Y en este oficio ganó</p> - <p class="i0">Las rentas e los vasallos</p> - <p class="i0">Que le dieron.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Pues por su honra y estado</p> - <p class="i0">En otros tiempos pasados</p> - <p class="i0">¿Cómo se hubo?</p> - <p class="i0">Quedando desamparado,</p> - <p class="i0">Con hermanos y criados</p> - <p class="i0">Se sostuvo.</p> - <p class="i0">Después que hechos famosos</p> - <p class="i0">Hizo en esta dicha guerra</p> - <p class="i0">Que hacía,</p> - <p class="i0">Hizo tratos tan honrosos,</p> - <p class="i0">Que le dieron muy más tierra</p> - <p class="i0">Que tenía.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Estas sus viejas historias</p> - <p class="i0">Que con su braço pintó</p> - <p class="i0">En la juventud,</p> - <p class="i0">Con otras nuevas victorias</p> - <p class="i0">Agora las renovó</p> - <p class="i0">En la senectud.</p> - <p class="i0">Por su gran habilidad,</p> - <p class="i0">Por méritos y ancianía</p> - <p class="i0">Bien gastada</p> - <p class="i0">Alcançó la dignidad</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_15">p. 15</span>De la gran caballería</p> - <p class="i0">Del Espada.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">E sus villas e sus tierras</p> - <p class="i0">Ocupadas de tiranos</p> - <p class="i0">Las halló,</p> - <p class="i0">Mas por cercos e por guerras</p> - <p class="i0">Y por fuerças de sus manos</p> - <p class="i0">Las cobró.</p> - <p class="i0">Pues nuestro Rey natural,</p> - <p class="i0">Si de las obras que obró</p> - <p class="i0">Fue servido,</p> - <p class="i0">Dígalo el de Portugal,</p> - <p class="i0">Y en Castilla quien siguió</p> - <p class="i0">Su partido.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Después de puesta la vida</p> - <p class="i0">Tantas veces por su ley</p> - <p class="i0">Al tablero;</p> - <p class="i0">Después de tan bien servida</p> - <p class="i0">La corona de su Rey</p> - <p class="i0">Verdadero;</p> - <p class="i0">Después de tanta hazaña</p> - <p class="i0">A que no puede bastar</p> - <p class="i0">Cuenta cierta,</p> - <p class="i0">En la su villa de Ocaña</p> - <p class="i0">Vino la muerte a llamar</p> - <p class="i0">A su puerta.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">(HABLA LA MUERTE)</h4> - -<div class="versos ml32"> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Diciendo: «Buen caballero,</p> - <p class="i0">Dejad el mundo engañoso</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_16">p. 16</span>Y su halago;</p> - <p class="i0">Muestre su esfuerço famoso</p> - <p class="i0">Vuestro coraçón de acero</p> - <p class="i0">En este trago;</p> - <p class="i0">Y pues de vida y salud</p> - <p class="i0">Hiciste tan poca cuenta</p> - <p class="i0">Por la fama,</p> - <p class="i0">Esfuércese la virtud</p> - <p class="i0">Para sufrir esta afrenta</p> - <p class="i0">Que os llama.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">»No se os haga tan amarga</p> - <p class="i0">La batalla temerosa</p> - <p class="i0">Que esperáis,</p> - <p class="i0">Pues otra vida más larga</p> - <p class="i0">De fama tan gloriosa</p> - <p class="i0">Acá dexáis:</p> - <p class="i0">Aunque esta vida de honor</p> - <p class="i0">Tampoco no es eternal</p> - <p class="i0">Ni verdadera,</p> - <p class="i0">Mas con todo es muy mejor</p> - <p class="i0">Que la otra temporal</p> - <p class="i0">Perecedera.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">»El vivir que es perdurable</p> - <p class="i0">No se gana con estados</p> - <p class="i0">Mundanales,</p> - <p class="i0">Ni con vida deleitable</p> - <p class="i0">En que moran los pecados</p> - <p class="i0">Infernales;</p> - <p class="i0">Mas los buenos religiosos</p> - <p class="i0">Gánanlo con oraciones</p> - <p class="i0">Y con lloros;</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_17">p. 17</span>Los caballeros famosos</p> - <p class="i0">Con trabajos y aflicciones</p> - <p class="i0">Contra moros.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">»Y pues vos, claro varón,</p> - <p class="i0">Tanta sangre derramastes</p> - <p class="i0">De paganos,</p> - <p class="i0">Esperad el galardón</p> - <p class="i0">Que en este mundo ganastes</p> - <p class="i0">Por las manos;</p> - <p class="i0">Y con esta confianza</p> - <p class="i0">Y con la fe tan entera</p> - <p class="i0">Que tenéis,</p> - <p class="i0">Partid con buena esperança</p> - <p class="i0">Que esta otra vida tercera</p> - <p class="i0">Ganaréis.»</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">(RESPONDE EL MAESTRE)</h4> - -<div class="versos ml32"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">«No gastemos tiempo ya</p> - <p class="i0">En esta vida mezquina</p> - <p class="i0">Por tal modo,</p> - <p class="i0">Que mi voluntad está</p> - <p class="i0">Conforme con la divina</p> - <p class="i0">Para todo;</p> - <p class="i0">Y consiento en mi morir</p> - <p class="i0">Con voluntad placentera,</p> - <p class="i0">Clara, pura,</p> - <p class="i0">Que querer hombre vivir</p> - <p class="i0">Cuando Dios quiere que muera</p> - <p class="i0">Es locura.»</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">ORACIÓN</h4> - -<div class="versos ml32"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Tú que por nuestra maldad</p> - <p class="i0">Tomaste forma civil</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_18">p. 18</span>Y bajo nombre;</p> - <p class="i0">Tú que en tu divinidad</p> - <p class="i0">Juntaste cosa tan vil</p> - <p class="i0">Como el hombre;</p> - <p class="i0">Tú que tan grandes tormentos</p> - <p class="i0">Sufriste sin resistencia</p> - <p class="i0">En tu persona,</p> - <p class="i0">No por mis merecimientos,</p> - <p class="i0">Mas por tu sola clemencia</p> - <p class="i0">Me perdona.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">CABO</h4> - -<div class="versos ml32"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Así con tal entender</p> - <p class="i0">Todos sentidos humanos</p> - <p class="i0">Conservados,</p> - <p class="i0">Cercado de su mujer,</p> - <p class="i0">De hijos y de hermanos</p> - <p class="i0">Y criados,</p> - <p class="i0">Dio el alma a quien se la dio,</p> - <p class="i0">(El cual la ponga en el cielo</p> - <p class="i0">Y en su gloria),</p> - <p class="i0">Y aunque la vida murió,</p> - <p class="i0">Nos dexó harto consuelo</p> - <p class="i0">Su memoria.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">ROMANCES VIEJOS</h2> -</div> - -<h3 id="P003">3. Romance de Abenámar</h3> - -<div class="versos ml32"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">—¡Abenámar</span>, Abenámar,</p> - <p class="i0">moro de la morería,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_19">p. 19</span>el día que tú naciste</p> - <p class="i0">grandes señales había!</p> - <p class="i0">Estaba la mar en calma,</p> - <p class="i0">la luna estaba crecida:</p> - <p class="i0">moro que en tal signo nace,</p> - <p class="i0">no debe decir mentira.—</p> - <p class="i0">Allí respondiera el moro,</p> - <p class="i0">bien oiréis lo que decía:</p> - <p class="i0">—Yo te la diré, señor,</p> - <p class="i0">aunque me cueste la vida,</p> - <p class="i0">porque soy hijo de un moro</p> - <p class="i0">y una cristiana cautiva;</p> - <p class="i0">siendo yo niño y muchacho</p> - <p class="i0">mi madre me lo decía:</p> - <p class="i0">que mentira no dijese,</p> - <p class="i0">que era grande villanía:</p> - <p class="i0">por tanto pregunta, rey,</p> - <p class="i0">que la verdad te diría.</p> - <p class="i0">—Yo te agradezco, Abenámar</p> - <p class="i0">aquesa tu cortesía.</p> - <p class="i0">¿Qué castillos son aquellos?</p> - <p class="i0">¡Altos son y relucían!</p> - <p class="i0">—El Alhambra era, señor,</p> - <p class="i0">y la otra la mezquita;</p> - <p class="i0">los otros los Alixares,</p> - <p class="i0">labrados a maravilla.</p> - <p class="i0">El moro que los labraba</p> - <p class="i0">cien doblas ganaba al día,</p> - <p class="i0">y el día que no los labra</p> - <p class="i0">otras tantas se perdía.</p> - <p class="i0">El otro es Generalife,</p> - <p class="i0">huerta que par no tenía;</p> - <p class="i0">el otro Torres Bermejas,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_20">p. 20</span>castillo de gran valía.—</p> - <p class="i0">Allí habló el rey don Juan,</p> - <p class="i0">bien oiréis lo que decía:</p> - <p class="i0">—Si tú quisieses, Granada,</p> - <p class="i0">contigo me casaría;</p> - <p class="i0">darete en arras y dote</p> - <p class="i0">a Córdoba y a Sevilla.</p> - <p class="i0">—Casada soy, rey don Juan,</p> - <p class="i0">casada soy, que no viuda;</p> - <p class="i0">el moro que a mí me tiene</p> - <p class="i0">muy grande bien me quería.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P004">4. Romance del rey moro que perdió Alhama</h3> - -<div class="versos ml32"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Paseábase</span> el rey moro</p> - <p class="i0">por la ciudad de Granada,</p> - <p class="i0">desde la puerta de Elvira</p> - <p class="i0">hasta la de Vivarrambla.</p> - <p class="i0">«¡Ay de mi Alhama!»</p> - <p class="i0">Cartas le fueron venidas</p> - <p class="i0">que Alhama era ganada:</p> - <p class="i0">las cartas echó en el fuego,</p> - <p class="i0">y al mensajero matara.</p> - <p class="i0">«¡Ay de mi Alhama!»</p> - <p class="i0">Descabalga de una mula,</p> - <p class="i0">y en un caballo cabalga;</p> - <p class="i0">por el Zacatín arriba</p> - <p class="i0">subido se había al Alhambra.</p> - <p class="i0">«¡Ay de mi Alhama!»</p> - <p class="i0">Como en el Alhambra estuvo,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_21">p. 21</span>al mismo punto mandaba</p> - <p class="i0">que se toquen sus trompetas,</p> - <p class="i0">sus añafiles de plata.</p> - <p class="i0">«¡Ay de mi Alhama!»</p> - <p class="i0">Y que las cajas de guerra</p> - <p class="i0">apriesa toquen al arma,</p> - <p class="i0">porque lo oigan sus moros,</p> - <p class="i0">los de la Vega y Granada.</p> - <p class="i0">«¡Ay de mi Alhama!»</p> - <p class="i0">Los moros que el son oyeron</p> - <p class="i0">que al sangriento Marte llama,</p> - <p class="i0">uno a uno y dos a dos</p> - <p class="i0">juntado se ha gran batalla.</p> - <p class="i0">«¡Ay de mi Alhama!»</p> - <p class="i0">Allí habló un moro viejo,</p> - <p class="i0">de esta manera hablara:</p> - <p class="i0">—¿Para qué nos llamas, rey,</p> - <p class="i0">para qué es esta llamada?—</p> - <p class="i0">«¡Ay de mi Alhama!»</p> - <p class="i0">—Habéis de saber, amigos,</p> - <p class="i0">una nueva desdichada:</p> - <p class="i0">que cristianos de braveza</p> - <p class="i0">ya nos han ganado Alhama.—</p> - <p class="i0">«¡Ay de mi Alhama!»</p> - <p class="i0">Allí habló un alfaquí</p> - <p class="i0">de barba crecida y cana:</p> - <p class="i0">—¡Bien se te emplea, buen rey,</p> - <p class="i0">buen rey, bien se te empleara!</p> - <p class="i0">«¡Ay de mi Alhama!»</p> - <p class="i0">Mataste los Bencerrajes,</p> - <p class="i0">que eran la flor de Granada;</p> - <p class="i0">cogiste los tornadizos</p> - <p class="i0">de Córdoba la nombrada.</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_22">p. 22</span>«¡Ay de mi Alhama!»</p> - <p class="i0">Por eso mereces, rey,</p> - <p class="i0">una pena muy doblada:</p> - <p class="i0">que te pierdas tú y el reino,</p> - <p class="i0">y aquí se pierda Granada.—</p> - <p class="i0">«¡Ay de mi Alhama!»</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P005">5. Romance de Rosa fresca</h3> - -<div class="versos ml32"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">—Rosa</span> fresca, rosa fresca,</p> - <p class="i0">tan garrida y con amor,</p> - <p class="i0">cuando vos tuve en mis brazos,</p> - <p class="i0">no vos supe servir, no;</p> - <p class="i0">y agora que os serviría</p> - <p class="i0">no vos puedo haber, no.</p> - <p class="i0">—Vuestra fue la culpa, amigo,</p> - <p class="i0">vuestra fue, que mía no;</p> - <p class="i0">enviástesme una carta</p> - <p class="i0">con un vuestro servidor,</p> - <p class="i0">y en lugar de recaudar</p> - <p class="i0">él dijera otra razón:</p> - <p class="i0">que érades casado, amigo,</p> - <p class="i0">allá en tierras de León;</p> - <p class="i0">que tenéis mujer hermosa</p> - <p class="i0">y hijos como una flor.</p> - <p class="i0">—Quien os lo dijo, señora,</p> - <p class="i0">no vos dijo verdad, no;</p> - <p class="i0">que yo nunca entré en Castilla</p> - <p class="i0">ni allá en tierras de León,</p> - <p class="i0">sino cuando era pequeño,</p> - <p class="i0">que no sabía de amor.</p> - </div> -</div> - - -<h3 title="Romance de Fontefrida" id="P006"><span class="pagenum" -id="Page_23">p. 23</span>6. Romance de Fontefrida</h3> - -<div class="versos ml32"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Fonte-frida</span>, fonte-frida,</p> - <p class="i0">fonte-frida y con amor,</p> - <p class="i0">do todas las avecicas</p> - <p class="i0">van tomar consolación,</p> - <p class="i0">si no es la tortolica</p> - <p class="i0">que está viuda y con dolor.</p> - <p class="i0">Por allí fuera a pasar</p> - <p class="i0">el traidor del ruiseñor:</p> - <p class="i0">las palabras que le dice</p> - <p class="i0">llenas son de traïción:</p> - <p class="i0">—Si tú quisieses, señora,</p> - <p class="i0">yo sería tu servidor.</p> - <p class="i0">—Vete de ahí, enemigo,</p> - <p class="i0">malo, falso, engañador,</p> - <p class="i0">que ni poso en ramo verde,</p> - <p class="i0">ni en prado que tenga flor;</p> - <p class="i0">que si el agua hallo clara,</p> - <p class="i0">turbia la bebía yo;</p> - <p class="i0">que no quiero haber marido,</p> - <p class="i0">porque hijos no haya, no:</p> - <p class="i0">no quiero placer con ellos,</p> - <p class="i0">ni menos consolación.</p> - <p class="i0">¡Déjame, triste enemigo,</p> - <p class="i0">malo, falso, mal traidor,</p> - <p class="i0">que no quiero ser tu amiga,</p> - <p class="i0">ni casar contigo, no!</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P007">7. Romance de Blanca-niña</h3> - -<div class="versos ml32"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Blanca</span> sois, señora mía,</p> - <p class="i0">más que no el rayo del sol:</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_24">p. 24</span>¿si la dormiré esta noche</p> - <p class="i0">desarmado y sin pavor?</p> - <p class="i0">que siete años había, siete,</p> - <p class="i0">que no me desarmo, no.</p> - <p class="i0">Más negras tengo mis carnes</p> - <p class="i0">que un tiznado carbón.</p> - <p class="i0">—Dormilda, señor, dormilda,</p> - <p class="i0">desarmado sin temor,</p> - <p class="i0">que el conde es ido a la caza</p> - <p class="i0">a los montes de León.</p> - <p class="i0">—Rabia le mate los perros,</p> - <p class="i0">y águilas el su halcón,</p> - <p class="i0">y del monte hasta casa</p> - <p class="i0">a él arrastre el morón.—</p> - <p class="i0">Ellos en aquesto estando</p> - <p class="i0">su marido que llegó:</p> - <p class="i0">—¿Qué hacéis, la Blanca-niña,</p> - <p class="i0">hija de padre traidor?</p> - <p class="i0">—Señor, peino mis cabellos,</p> - <p class="i0">péinolos con gran dolor,</p> - <p class="i0">que me dejéis a mi sola</p> - <p class="i0">y a los montes os vais vos.</p> - <p class="i0">—Esa palabra, la niña,</p> - <p class="i0">no era sino traición:</p> - <p class="i0">¿cúyo es aquel caballo</p> - <p class="i0">que allá bajo relinchó?</p> - <p class="i0">—Señor, era de mi padre,</p> - <p class="i0">y envióoslo para vos.</p> - <p class="i0">—¿Cúyas son aquellas armas</p> - <p class="i0">que están en el corredor?</p> - <p class="i0">—Señor, eran de mi hermano,</p> - <p class="i0">y hoy os las envió.</p> - <p class="i0">—¿Cúya es aquella lanza,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_25">p. 25</span>desde aquí la veo yo?</p> - <p class="i0">—Tomalda, conde, tomalda,</p> - <p class="i0">matadme con ella vos,</p> - <p class="i0">que aquesta muerte, buen conde</p> - <p class="i0">bien os la merezco yo.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P008">8. Romance del conde Arnaldos</h3> - -<div class="versos ml32"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">¡Quién</span> hubiese tal ventura</p> - <p class="i0">sobre las aguas del mar,</p> - <p class="i0">como hubo el conde Arnaldos</p> - <p class="i0">la mañana de San Juan!</p> - <p class="i0">Con un falcón en la mano</p> - <p class="i0">la caza iba a cazar,</p> - <p class="i0">vio venir una galera</p> - <p class="i0">que a tierra quiere llegar.</p> - <p class="i0">Las velas traía de seda,</p> - <p class="i0">la jarcia de un cendal,</p> - <p class="i0">marinero que la manda</p> - <p class="i0">diciendo viene un cantar</p> - <p class="i0">que la mar facía en calma,</p> - <p class="i0">los vientos hace amainar,</p> - <p class="i0">los peces que andan nel hondo</p> - <p class="i0">arriba los hace andar,</p> - <p class="i0">las aves que andan volando</p> - <p class="i0">nel mástel las faz posar.</p> - <p class="i0">Allí fabló el conde Arnaldos,</p> - <p class="i0">bien oiréis lo que dirá:</p> - <p class="i0">—Por Dios te ruego, marinero,</p> - <p class="i0">dígasme ora ese cantar.—</p> - <p class="i0">Respondiole el marinero,</p> - <p class="i0">tal respuesta le fue a dar:</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_26">p. 26</span>—Yo no digo esta canción</p> - <p class="i0">sino a quien conmigo va.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P009">9. Romance de la hija del rey de Francia</h3> - -<div class="versos ml32"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">De Francia</span> partió la niña,</p> - <p class="i0">de Francia la bien guarnida:</p> - <p class="i0">íbase para París,</p> - <p class="i0">do padre y madre tenía.</p> - <p class="i0">Errado lleva el camino,</p> - <p class="i0">errado lleva la guía:</p> - <p class="i0">arrimárase a un roble</p> - <p class="i0">por esperar compañía.</p> - <p class="i0">Vio venir un caballero</p> - <p class="i0">que a París lleva la guía.</p> - <p class="i0">La niña desque lo vido</p> - <p class="i0">de esta suerte le decía:</p> - <p class="i0">—Si te place, caballero,</p> - <p class="i0">llévesme en tu compañía.</p> - <p class="i0">—Pláceme, dijo, señora,</p> - <p class="i0">pláceme, dijo, mi vida.—</p> - <p class="i0">Apeose del caballo</p> - <p class="i0">por hacelle cortesía;</p> - <p class="i0">puso la niña en las ancas</p> - <p class="i0">y él subiérase en la silla.</p> - <p class="i0">En el medio del camino</p> - <p class="i0">de amores la requería.</p> - <p class="i0">La niña desque lo oyera</p> - <p class="i0">díjole con osadía:</p> - <p class="i0">—Tate, tate, caballero,</p> - <p class="i0">no hagáis tal villanía:</p> - <p class="i0">hija soy de un malato</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_27">p. 27</span>y de una malatía;</p> - <p class="i0">el hombre que a mí llegase</p> - <p class="i0">malato se tornaría.—</p> - <p class="i0">El caballero con temor</p> - <p class="i0">palabra no respondía.</p> - <p class="i0">A la entrada de París</p> - <p class="i0">la niña se sonreía.</p> - <p class="i0">—¿De qué vos reís, señora?</p> - <p class="i0">¿de qué vos reís, mi vida?</p> - <p class="i0">—Ríome del caballero,</p> - <p class="i0">y de su gran cobardía,</p> - <p class="i0">¡tener la niña en el campo</p> - <p class="i0">y catarle cortesía!—</p> - <p class="i0">Caballero con vergüenza</p> - <p class="i0">estas palabras decía:</p> - <p class="i0">—Vuelta, vuelta, mi señora,</p> - <p class="i0">que una cosa se me olvida.—</p> - <p class="i0">La niña como discreta</p> - <p class="i0">dijo: —Yo no volvería,</p> - <p class="i0">ni persona, aunque volviese,</p> - <p class="i0">en mi cuerpo tocaría:</p> - <p class="i0">hija soy del rey de Francia</p> - <p class="i0">y de la reina Constantina,</p> - <p class="i0">el hombre que a mí llegase,</p> - <p class="i0">muy caro le costaría.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P010">10. Romance de doña Alda</h3> - -<div class="versos ml32"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">En París</span> está doña Alda</p> - <p class="i0">la esposa de don Roldán,</p> - <p class="i0">trescientas damas con ella</p> - <p class="i0">para la acompañar:</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_28">p. 28</span>todas visten un vestido,</p> - <p class="i0">todas calzan un calzar,</p> - <p class="i0">todas comen a una mesa,</p> - <p class="i0">todas comían de un pan,</p> - <p class="i0">sino era doña Alda,</p> - <p class="i0">que era la mayoral.</p> - <p class="i0">Las ciento hilaban oro,</p> - <p class="i0">las ciento tejen cendal,</p> - <p class="i0">las ciento tañen instrumentos</p> - <p class="i0">para doña Alda holgar.</p> - <p class="i0">Al son de los instrumentos</p> - <p class="i0">doña Alda adormido se ha:</p> - <p class="i0">ensoñado había un sueño,</p> - <p class="i0">un sueño de gran pesar.</p> - <p class="i0">Recordó despavorida</p> - <p class="i0">y con un pavor muy grand,</p> - <p class="i0">los gritos daba tan grandes</p> - <p class="i0">que se oían en la ciudad.</p> - <p class="i0">Allí hablaron sus doncellas,</p> - <p class="i0">bien oiréis lo que dirán:</p> - <p class="i0">—¿Qué es aquesto, mi señora?</p> - <p class="i0">¿quién es el que os hizo mal?</p> - <p class="i0">—Un sueño soñé, doncellas,</p> - <p class="i0">que me ha dado gran pesar;</p> - <p class="i0">que me veía en un monte</p> - <p class="i0">en un desierto lugar:</p> - <p class="i0">de so los montes muy altos</p> - <p class="i0">un azor vide volar,</p> - <p class="i0">tras dél viene una aguililla</p> - <p class="i0">que lo ahinca muy mal.</p> - <p class="i0">El azor con grande cuita</p> - <p class="i0">metiose so mi brial;</p> - <p class="i0">el aguililla con grande ira</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_29">p. 29</span>de allí lo iba a sacar;</p> - <p class="i0">con las uñas lo despluma,</p> - <p class="i0">con el pico lo deshaz.—</p> - <p class="i0">Allí habló su camarera,</p> - <p class="i0">bien oiréis lo que dirá:</p> - <p class="i0">—Aquese sueño, señora,</p> - <p class="i0">bien os lo entiendo soltar;</p> - <p class="i0">el azor es vuestro esposo,</p> - <p class="i0">que viene de allén la mar;</p> - <p class="i0">el águila sedes vos,</p> - <p class="i0">con la cual ha de casar,</p> - <p class="i0">y aquel monte es la iglesia</p> - <p class="i0">donde os han de velar.</p> - <p class="i0">—Si así es, mi camarera,</p> - <p class="i0">bien te lo entiendo pagar.—</p> - <p class="i0">Otro día de mañana</p> - <p class="i0">cartas de fuera le traen;</p> - <p class="i0">tintas venían de dentro,</p> - <p class="i0">de fuera escritas con sangre,</p> - <p class="i0">que su Roldán era muerto</p> - <p class="i0">en la caza de Roncesvalles.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">GARCILASO DE LA VEGA</h2> -</div> - -<h3 id="P011">11. Égloga primera</h3> - -<p class="subh3"><i>A Don Pedro de Toledo, marqués de Villafranca, -virrey de Nápoles</i></p> - -<h4 class="asc">SALICIO, NEMOROSO</h4> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">El dulce</span> lamentar de dos pastores,</p> - <p class="i0">Salicio juntamente y Nemoroso,</p> - <p class="i0">He de cantar, sus quejas imitando;</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_30">p. 30</span>Cuyas ovejas al cantar sabroso</p> - <p class="i0">Estaban muy atentas, los amores,</p> - <p class="i0">De pacer olvidadas, escuchando.</p> - <p class="i0">Tú, que ganaste obrando</p> - <p class="i0">Un nombre en todo el mundo,</p> - <p class="i0">Y un grado sin segundo,</p> - <p class="i0">Agora estés atento, solo y dado</p> - <p class="i0">Al ínclito gobierno del estado</p> - <p class="i0">Albano; agora vuelto a la otra parte,</p> - <p class="i0">Resplandeciente, armado,</p> - <p class="i0">Representando en tierra el fiero Marte;</p> - <p class="i2">Agora de cuidados enojosos</p> - <p class="i0">Y de negocios libre, por ventura</p> - <p class="i0">Andes a caza, el monte fatigando</p> - <p class="i0">En ardiente jinete, que apresura</p> - <p class="i0">El curso tras los ciervos temerosos,</p> - <p class="i0">Que en vano su morir van dilatando;</p> - <p class="i0">Espera, que en tornando</p> - <p class="i0">A ser restituido</p> - <p class="i0">Al ocio ya perdido,</p> - <p class="i0">Luego verás ejercitar mi pluma</p> - <p class="i0">Por la infinita innumerable suma</p> - <p class="i0">De tus virtudes y famosas obras;</p> - <p class="i0">Antes que me consuma,</p> - <p class="i0">Faltando a ti, que a todo el mundo sobras.</p> - <p class="i2">En tanto que este tiempo que adivino</p> - <p class="i0">Viene a sacarme de la deuda un día,</p> - <p class="i0">Que se debe a tu fama y a tu gloria;</p> - <p class="i0">Que es deuda general, no solo mía,</p> - <p class="i0">Mas de cualquier ingenio peregrino</p> - <p class="i0">Que celebra lo digno de memoria;</p> - <p class="i0">El árbol de vitoria</p> - <p class="i0">Que ciñe estrechamente</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_31">p. 31</span>Tu gloriosa frente</p> - <p class="i0">Dé lugar a la hiedra que se planta</p> - <p class="i0">Debajo de tu sombra, y se levanta</p> - <p class="i0">Poco a poco, arrimada a tus loores;</p> - <p class="i0">Y en cuanto esto se canta,</p> - <p class="i0">Escucha tú el cantar de mis pastores.</p> - <p class="i2">Saliendo de las ondas encendido,</p> - <p class="i0">Rayaba de los montes el altura</p> - <p class="i0">El sol, cuando Salicio, recostado</p> - <p class="i0">Al pie de una alta haya, en la verdura,</p> - <p class="i0">Por donde una agua clara con sonido</p> - <p class="i0">Atravesaba el fresco y verde prado;</p> - <p class="i0">Él, con canto acordado</p> - <p class="i0">Al rumor que sonaba</p> - <p class="i0">Del agua que pasaba,</p> - <p class="i0">Se quejaba tan dulce y blandamente</p> - <p class="i0">Como si no estuviera de allí ausente</p> - <p class="i0">La que de su dolor culpa tenía;</p> - <p class="i0">Y así, como presente,</p> - <p class="i0">Razonando con ella, le decía.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">SALICIO</h4> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">—¡Oh más dura que mármol a mis quejas,</p> - <p class="i0">Y al encendido fuego en que me quemo</p> - <p class="i0">Más helada que nieve, Galatea!</p> - <p class="i0">Estoy muriendo, y aun la vida temo;</p> - <p class="i0">Témola con razón, pues tú me dejas;</p> - <p class="i0">Que no hay, sin ti, el vivir para qué sea.</p> - <p class="i0">Vergüenza he que me vea</p> - <p class="i0">Ninguno en tal estado,</p> - <p class="i0">De ti desamparado,</p> - <p class="i0">Y de mí mismo yo me corro agora.</p> - <p class="i0">¿De un alma te desdeñas ser señora,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_32">p. 32</span>Donde siempre moraste, no pudiendo</p> - <p class="i0">Della salir un hora?</p> - <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p> - <p class="i2">El sol tiende los rayos de su lumbre</p> - <p class="i0">Por montes y por valles, despertando</p> - <p class="i0">Las aves y animales y la gente;</p> - <p class="i0">Cuál por el aire claro va volando,</p> - <p class="i0">Cuál por el verde valle o alta cumbre</p> - <p class="i0">Paciendo va segura y libremente,</p> - <p class="i0">Cuál con el sol presente</p> - <p class="i0">Va de nuevo al oficio,</p> - <p class="i0">Y al usado ejercicio</p> - <p class="i0">Do su natura o menester le inclina.</p> - <p class="i0">Siempre está en llanto esta ánima mezquina</p> - <p class="i0">Cuando la sombra el mundo va cubriendo</p> - <p class="i0">O la luz se avecina.</p> - <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p> - <p class="i2">¿Y tú, desta mi vida ya olvidada,</p> - <p class="i0">Sin mostrar un pequeño sentimiento</p> - <p class="i0">De que por ti Salicio triste muera,</p> - <p class="i0">Dejas llevar, desconocida, al viento</p> - <p class="i0">El amor y la fe que ser guardada</p> - <p class="i0">Eternamente solo a mí debiera?</p> - <p class="i0">¡Oh Dios! ¿Por qué siquiera,</p> - <p class="i0">Pues ves desde tu altura</p> - <p class="i0">Esta falsa perjura</p> - <p class="i0">Causar la muerte de un estrecho amigo,</p> - <p class="i0">No recibe del cielo algún castigo?</p> - <p class="i0">Si en pago del amor yo estoy muriendo,</p> - <p class="i0">¿Qué hará el enemigo?</p> - <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p> - <p class="i2">Por ti el silencio de la selva umbrosa,</p> - <p class="i0">Por ti la esquividad y apartamiento</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_33">p. 33</span>Del solitario monte me agradaba;</p> - <p class="i0">Por ti la verde yerba, el fresco viento,</p> - <p class="i0">El blanco lirio y colorada rosa</p> - <p class="i0">Y dulce primavera deseaba.</p> - <p class="i0">¡Ay, cuánto me engañaba!</p> - <p class="i0">¡Ay, cuán diferente era</p> - <p class="i0">Y cuán de otra manera</p> - <p class="i0">Lo que en tu falso pecho se escondía!</p> - <p class="i0">Bien claro con su voz me lo decía</p> - <p class="i0">La siniestra corneja, repitiendo</p> - <p class="i0">La desventura mía.</p> - <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p> - <p class="i2">¡Cuántas veces, durmiendo en la floresta,</p> - <p class="i0">Reputándolo yo por desvarío,</p> - <p class="i0">Vi mi mal entre sueños, desdichado!</p> - <p class="i0">Soñaba que en el tiempo del estío</p> - <p class="i0">Llevaba, por pasar allí la siesta,</p> - <p class="i0">A beber en el Tajo mi ganado;</p> - <p class="i0">Y después de llegado,</p> - <p class="i0">Sin saber de cuál arte,</p> - <p class="i0">Por desusada parte</p> - <p class="i0">Y por nuevo camino el agua se iba;</p> - <p class="i0">Ardiendo yo con la calor estiva,</p> - <p class="i0">El curso enajenado iba siguiendo</p> - <p class="i0">Del agua fugitiva.</p> - <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p> - <p class="i2">Tu dulce habla ¿en cúya oreja suena?</p> - <p class="i0">Tus claros ojos ¿a quién los volviste?</p> - <p class="i0">¿Por quién tan sin respeto me trocaste?</p> - <p class="i0">Tu quebrantada fe ¿dó la pusiste?</p> - <p class="i0">¿Cuál es el cuello que como en cadena</p> - <p class="i0">De tus hermosos brazos anudaste?</p> - <p class="i0">No hay corazón que baste,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_34">p. 34</span>Aunque fuese de piedra,</p> - <p class="i0">Viendo mi amada hiedra,</p> - <p class="i0">De mí arrancada, en otro muro asida,</p> - <p class="i0">Y mi parra en otro olmo entretejida,</p> - <p class="i0">Que no se esté con llanto deshaciendo</p> - <p class="i0">Hasta acabar la vida.</p> - <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p> - <p class="i2">¿Qué no se esperará de aquí adelante,</p> - <p class="i0">Por difícil que sea y por incierto?</p> - <p class="i0">O ¿qué discordia no será juntada?</p> - <p class="i0">Y juntamente ¿qué tendrá por cierto,</p> - <p class="i0">O qué de hoy más no temerá el amante,</p> - <p class="i0">Siendo a todo materia por ti dada?</p> - <p class="i0">Cuando tú enajenada</p> - <p class="i0">De mí, cuitado, fuiste,</p> - <p class="i0">Notable causa diste</p> - <p class="i0">Y ejemplo a todos cuantos cubre el cielo,</p> - <p class="i0">Que el más seguro tema con recelo</p> - <p class="i0">Perder lo que estuviere poseyendo.</p> - <p class="i0">Salid fuera sin duelo,</p> - <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p> - <p class="i2">Materia diste al mundo de esperanza</p> - <p class="i0">De alcanzar lo imposible y no pensado,</p> - <p class="i0">Y de hacer juntar lo diferente,</p> - <p class="i0">Dando a quien diste el corazón malvado,</p> - <p class="i0">Quitándolo de mí con tal mudanza</p> - <p class="i0">Que siempre sonará de gente en gente.</p> - <p class="i0">La cordera paciente</p> - <p class="i0">Con el lobo hambriento</p> - <p class="i0">Hará su ayuntamiento,</p> - <p class="i0">Y con las simples aves sin ruido</p> - <p class="i0">Harán las bravas sierpes ya su nido;</p> - <p class="i0">Que mayor diferencia comprehendo</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_35">p. 35</span>De ti al que has escogido.</p> - <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p> - <p class="i2">Siempre de nueva leche en el verano</p> - <p class="i0">Y en el invierno abundo; en mi majada</p> - <p class="i0">La manteca y el queso está sobrado;</p> - <p class="i0">De mi cantar pues yo te vi agradada,</p> - <p class="i0">Tanto, que no pudiera el mantuano</p> - <p class="i0">Títiro ser de ti más alabado,</p> - <p class="i0">No soy pues, bien mirado,</p> - <p class="i0">Tan disforme ni feo;</p> - <p class="i0">Que aun agora me veo</p> - <p class="i0">En esta agua que corre clara y pura,</p> - <p class="i0">Y cierto no trocara mi figura</p> - <p class="i0">Con ese que de mí se está riendo;</p> - <p class="i0">Trocara mi ventura.</p> - <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p> - <p class="i2">¿Cómo te vine en tanto menosprecio?</p> - <p class="i0">¿Cómo te fui tan presto aborrecible?</p> - <p class="i0">¿Cómo te faltó en mí el conocimiento?</p> - <p class="i0">Si no tuvieras condición terrible,</p> - <p class="i0">Siempre fuera tenido de ti en precio,</p> - <p class="i0">Y no viera de ti este apartamiento.</p> - <p class="i0">¿No sabes que sin cuento</p> - <p class="i0">Buscan en el estío</p> - <p class="i0">Mis ovejas el frío</p> - <p class="i0">De la sierra de Cuenca, y el gobierno</p> - <p class="i0">Del abrigado Extremo en el invierno?</p> - <p class="i0">Mas ¡qué vale el tener, si derritiendo</p> - <p class="i0">Me estoy en llanto eterno!</p> - <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p> - <p class="i2">Con mi llorar las piedras enternecen</p> - <p class="i0">Su natural dureza y la quebrantan,</p> - <p class="i0">Los árboles parece que se inclinan,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_36">p. 36</span>Las aves que me escuchan, cuando cantan,</p> - <p class="i0">Con diferente voz se condolecen,</p> - <p class="i0">Y mi morir cantando me adivinan.</p> - <p class="i0">Las fieras que reclinan</p> - <p class="i0">Su cuerpo fatigado,</p> - <p class="i0">Dejan el sosegado</p> - <p class="i0">Sueño por escuchar mi llanto triste.</p> - <p class="i0">Tú sola contra mí te endureciste,</p> - <p class="i0">Los ojos aun siquiera no volviendo</p> - <p class="i0">A lo que tú hiciste.</p> - <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p> - <p class="i2">Mas ya que a socorrerme aquí no vienes,</p> - <p class="i0">No dejes el lugar que tanto amaste;</p> - <p class="i0">Que bien podrás venir de mí segura;</p> - <p class="i0">Y dejaré el lugar do me dejaste;</p> - <p class="i0">Ven, si por solo esto te detienes.</p> - <p class="i0">Ves aquí un prado lleno de verdura,</p> - <p class="i0">Ves aquí una espesura,</p> - <p class="i0">Ves aquí una agua clara,</p> - <p class="i0">En otro tiempo cara,</p> - <p class="i0">A quien de ti con lágrimas me quejo.</p> - <p class="i0">Quizá aquí hallarás, pues yo me alejo,</p> - <p class="i0">Al que todo mi bien quitarme puede;</p> - <p class="i0">Que pues el bien le dejo,</p> - <p class="i0">No es mucho que lugar también le quede.—</p> - <p class="i2">Aquí dio fin a su cantar Salicio,</p> - <p class="i0">Y suspirando en el postrero acento,</p> - <p class="i0">Soltó de llanto una profunda vena.</p> - <p class="i0">Queriendo el monte al grave sentimiento</p> - <p class="i0">De aquel dolor en algo ser propicio,</p> - <p class="i0">Con la pasada voz retumba y suena.</p> - <p class="i0">La blanda Filomena,</p> - <p class="i0">Casi como dolida</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_37">p. 37</span>Y a compasión movida,</p> - <p class="i0">Dulcemente responde al son lloroso.</p> - <p class="i0">Lo que cantó tras esto Nemoroso</p> - <p class="i0">Decidlo vos, Pïérides; que tanto</p> - <p class="i0">No puedo yo ni oso,</p> - <p class="i0">Que siento enflaquecer mi débil canto.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">NEMOROSO</h4> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">—Corrientes aguas, puras, cristalinas;</p> - <p class="i0">Árboles que os estáis mirando en ellas,</p> - <p class="i0">Verde prado de fresca sombra lleno,</p> - <p class="i0">Aves que aquí sembráis vuestras querellas,</p> - <p class="i0">Hiedra que por los árboles caminas,</p> - <p class="i0">Torciendo el paso por su verde seno;</p> - <p class="i0">Yo me vi tan ajeno</p> - <p class="i0">Del grave mal que siento,</p> - <p class="i0">Que de puro contento</p> - <p class="i0">Con vuestra soledad me recreaba,</p> - <p class="i0">Donde con dulce sueño reposaba,</p> - <p class="i0">O con el pensamiento discurría</p> - <p class="i0">Por donde no hallaba</p> - <p class="i0">Sino memorias llenas de alegría;</p> - <p class="i2">Y en este mismo valle, donde agora</p> - <p class="i0">Me entristezco y me canso, en el reposo</p> - <p class="i0">Estuve ya contento y descansado.</p> - <p class="i0">¡Oh bien caduco, vano y presuroso!</p> - <p class="i0">Acuérdome durmiendo aquí algún hora,</p> - <p class="i0">Que despertando, a Elisa vi a mi lado.</p> - <p class="i0">¡Oh miserable hado!</p> - <p class="i0">¡Oh tela delicada</p> - <p class="i0">Antes de tiempo dada</p> - <p class="i0">A los agudos filos de la muerte!</p> - <p class="i0">Más convenible fuera aquesta suerte</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_38">p. 38</span>A los cansados años de mi vida,</p> - <p class="i0">Que es más que el hierro fuerte,</p> - <p class="i0">Pues no la ha quebrantado tu partida.</p> - <p class="i2">¿Dó están agora aquellos claros ojos</p> - <p class="i0">Que llevaban tras sí como colgada</p> - <p class="i0">Mi ánima do quier que se volvían?</p> - <p class="i0">¿Dó está la blanca mano delicada,</p> - <p class="i0">Llena de vencimientos y despojos</p> - <p class="i0">Que de mí mis sentidos le ofrecían?</p> - <p class="i0">Los cabellos que vían</p> - <p class="i0">Con gran desprecio al oro,</p> - <p class="i0">Como a menor tesoro</p> - <p class="i0">¿Adónde están? ¿Adónde el blanco pecho?</p> - <p class="i0">¿Dó la columna que el dorado techo</p> - <p class="i0">Con presunción graciosa sostenía?</p> - <p class="i0">Aquesto todo agora ya se encierra,</p> - <p class="i0">Por desventura mía,</p> - <p class="i0">En la fría, desierta y dura tierra.</p> - <p class="i2">¿Quién me dijera, Elisa, vida mía,</p> - <p class="i0">Cuando en aqueste valle al fresco viento</p> - <p class="i0">Andábamos cogiendo tiernas flores,</p> - <p class="i0">Que había de ver con largo apartamiento</p> - <p class="i0">Venir el triste y solitario día</p> - <p class="i0">Que diese amargo fin a mis amores?</p> - <p class="i0">El cielo en mis dolores</p> - <p class="i0">Cargó la mano tanto,</p> - <p class="i0">Que a sempiterno llanto</p> - <p class="i0">Y a triste soledad me ha condenado;</p> - <p class="i0">Y lo que siento más es verme atado</p> - <p class="i0">A la pesada vida y enojosa,</p> - <p class="i0">Solo, desamparado,</p> - <p class="i0">Ciego sin lumbre en cárcel tenebrosa.</p> - <p class="i2">Después que nos dejaste, nunca pace</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_39">p. 39</span>En hartura el ganado ya, ni acude</p> - <p class="i0">El campo al labrador con mano llena.</p> - <p class="i0">No hay bien que en mal no se convierta y mude:</p> - <p class="i0">La mala yerba al trigo ahoga, y nace</p> - <p class="i0">En lugar suyo la infelice avena;</p> - <p class="i0">La tierra, que de buena</p> - <p class="i0">Gana nos producía</p> - <p class="i0">Flores con que solía</p> - <p class="i0">Quitar en solo vellas mil enojos,</p> - <p class="i0">Produce agora en cambio estos abrojos,</p> - <p class="i0">Ya de rigor de espinas intratable;</p> - <p class="i0">Y yo hago con mis ojos</p> - <p class="i0">Crecer, llorando, el fruto miserable.</p> - <p class="i2">Como al partir del sol la sombra crece,</p> - <p class="i0">Y en cayendo su rayo se levanta</p> - <p class="i0">La negra escuridad que el mundo cubre,</p> - <p class="i0">De do viene el temor que nos espanta,</p> - <p class="i0">Y la medrosa forma en que se ofrece</p> - <p class="i0">Aquello que la noche nos encubre,</p> - <p class="i0">Hasta que el sol descubre</p> - <p class="i0">Su luz pura y hermosa;</p> - <p class="i0">Tal es la tenebrosa</p> - <p class="i0">Noche de tu partir, en que he quedado</p> - <p class="i0">De sombra y de temor atormentado,</p> - <p class="i0">Hasta que muerte el tiempo determine</p> - <p class="i0">Que a ver el deseado</p> - <p class="i0">Sol de tu clara vista me encamine.</p> - <p class="i2">Cual suele el ruiseñor con triste canto</p> - <p class="i0">Quejarse, entre las hojas escondido,</p> - <p class="i0">Del duro labrador, que cautamente</p> - <p class="i0">Le despojó su caro y dulce nido</p> - <p class="i0">De los tiernos hijuelos entre tanto</p> - <p class="i0">Que del amado ramo estaba ausente,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_40">p. 40</span>Y aquel dolor que siente</p> - <p class="i0">Con diferencia tanta</p> - <p class="i0">Por la dulce garganta</p> - <p class="i0">Despide, y a su canto el aire suena,</p> - <p class="i0">Y la callada noche no refrena</p> - <p class="i0">Su lamentable oficio y sus querellas,</p> - <p class="i0">Trayendo de su pena</p> - <p class="i0">Al cielo por testigo y las estrellas;</p> - <p class="i2">Desta manera suelto yo la rienda</p> - <p class="i0">A mi dolor, y así me quejo en vano</p> - <p class="i0">De la dureza de la muerte airada.</p> - <p class="i0">Ella en mi corazón metió la mano,</p> - <p class="i0">Y de allí me llevó mi dulce prenda;</p> - <p class="i0">Que aquel era su nido y su morada.</p> - <p class="i0">¡Ay muerte arrebatada!</p> - <p class="i0">Por ti me estoy quejando</p> - <p class="i0">Al cielo y enojando</p> - <p class="i0">Con importuno llanto al mundo todo:</p> - <p class="i0">Tan desigual dolor no sufre modo.</p> - <p class="i0">No me podrán quitar el dolorido</p> - <p class="i0">Sentir, si ya del todo</p> - <p class="i0">Primero no me quitan el sentido.</p> - <p class="i2">Una parte guardé de tus cabellos,</p> - <p class="i0">Elisa, envueltos en un blanco paño,</p> - <p class="i0">Que nunca de mi seno se me apartan;</p> - <p class="i0">Descójolos, y de un dolor tamaño</p> - <p class="i0">Enternecerme siento, que sobre ellos</p> - <p class="i0">Nunca mis ojos de llorar se hartan.</p> - <p class="i0">Sin que de allí se partan,</p> - <p class="i0">Con suspiros calientes,</p> - <p class="i0">Más que la llama ardientes,</p> - <p class="i0">Los enjugo del llanto, y de consuno</p> - <p class="i0">Casi los paso y cuento uno a uno;</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_41">p. 41</span>Juntándolos, con un cordón los ato.</p> - <p class="i0">Tras esto el importuno</p> - <p class="i0">Dolor me deja descansar un rato.</p> - <p class="i2">Mas luego a la memoria se me ofrece</p> - <p class="i0">Aquella noche tenebrosa, escura,</p> - <p class="i0">Que siempre aflige esta ánima mezquina</p> - <p class="i0">Con la memoria de mi desventura.</p> - <p class="i0">Verte presente agora me parece</p> - <p class="i0">En aquel duro trance de Lucina,</p> - <p class="i0">Y aquella voz divina,</p> - <p class="i0">Con cuyo son y acentos</p> - <p class="i0">A los airados vientos</p> - <p class="i0">Pudieras amansar, que agora es muda,</p> - <p class="i0">Me parece que oigo que a la cruda,</p> - <p class="i0">Inexorable diosa demandabas</p> - <p class="i0">En aquel paso ayuda;</p> - <p class="i0">Y tú, rústica diosa, ¿dónde estabas?</p> - <p class="i2">¿Íbate tanto en perseguir las fieras?</p> - <p class="i0">¿Íbate tanto en un pastor dormido?</p> - <p class="i0">¿Cosa pudo bastar a tal crüeza,</p> - <p class="i0">Que, conmovida a compasión, oído</p> - <p class="i0">A los votos y lágrimas no dieras</p> - <p class="i0">Por no ver hecha tierra tal belleza,</p> - <p class="i0">O no ver la tristeza</p> - <p class="i0">En que tu Nemoroso</p> - <p class="i0">Queda, que su reposo</p> - <p class="i0">Era seguir tu oficio, persiguiendo</p> - <p class="i0">Las fieras por los montes, y ofreciendo</p> - <p class="i0">A tus sagradas aras los despojos?</p> - <p class="i0">¿Y tú, ingrata, riendo</p> - <p class="i0">Dejas morir mi bien ante mis ojos?</p> - <p class="i2">Divina Elisa, pues agora el cielo</p> - <p class="i0">Con inmortales pies pisas y mides,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_42">p. 42</span>Y su mudanza ves, estando queda,</p> - <p class="i0">¿Por qué de mí te olvidas, y no pides</p> - <p class="i0">Que se apresure el tiempo en que este velo</p> - <p class="i0">Rompa del cuerpo, y verme libre pueda,</p> - <p class="i0">Y en la tercera rueda</p> - <p class="i0">Contigo mano a mano</p> - <p class="i0">Busquemos otro llano,</p> - <p class="i0">Busquemos otros montes y otros ríos,</p> - <p class="i0">Otros valles floridos y sombríos,</p> - <p class="i0">Donde descanse y siempre pueda verte</p> - <p class="i0">Ante los ojos míos,</p> - <p class="i0">Sin miedo y sobresalto de perderte?—</p> - <p class="i2">Nunca pusieran fin al triste lloro</p> - <p class="i0">Los pastores, ni fueran acabadas</p> - <p class="i0">Las canciones que solo el monte oía,</p> - <p class="i0">Si mirando las nubes coloradas,</p> - <p class="i0">Al trasmontar del sol bordadas de oro,</p> - <p class="i0">No vieran que era ya pasado el día.</p> - <p class="i0">La sombra se veía</p> - <p class="i0">Venir corriendo apriesa</p> - <p class="i0">Ya por la falda espesa</p> - <p class="i0">Del altísimo monte, y recordando</p> - <p class="i0">Ambos como de sueño, y acabando</p> - <p class="i0">El fugitivo sol, de luz escaso,</p> - <p class="i0">Su ganado llevando,</p> - <p class="i0">Se fueron recogiendo paso a paso.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P012">12. A la flor de Gnido</h3> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Si de mi baja lira</p> - <p class="i0">Tanto pudiese el son, que en un momento</p> - <p class="i0">Aplacase la ira</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_43">p. 43</span>Del animoso viento,</p> - <p class="i0">Y la furia del mar y el movimiento;</p> - <p class="i2">Y en ásperas montañas</p> - <p class="i0">Con el suave canto enterneciese</p> - <p class="i0">Las fieras alimañas,</p> - <p class="i0">Los árboles moviese,</p> - <p class="i0">Y al son confusamente los trajese;</p> - <p class="i2">No pienses que cantado</p> - <p class="i0">Sería de mí, hermosa flor de Gnido,</p> - <p class="i0">El fiero Marte airado,</p> - <p class="i0">A muerte convertido,</p> - <p class="i0">De polvo y sangre y de sudor teñido;</p> - <p class="i2">Ni aquellos capitanes</p> - <p class="i0">En las sublimes ruedas colocados,</p> - <p class="i0">Por quien los alemanes</p> - <p class="i0">El fiero cuello atados,</p> - <p class="i0">Y los franceses van domesticados.</p> - <p class="i2">Mas solamente aquella</p> - <p class="i0">Fuerza de tu beldad sería cantada,</p> - <p class="i0">Y alguna vez con ella</p> - <p class="i0">También sería notada</p> - <p class="i0">El aspereza de que estás armada;</p> - <p class="i2">Y cómo por ti sola,</p> - <p class="i0">Y por tu gran valor y hermosura,</p> - <p class="i0">Convertido en viola,</p> - <p class="i0">Llora su desventura</p> - <p class="i0">El miserable amante en tu figura.</p> - <p class="i2">Hablo de aquel cativo,</p> - <p class="i0">De quien tener se debe más cuidado,</p> - <p class="i0">Que está muriendo vivo,</p> - <p class="i0">Al remo condenado,</p> - <p class="i0">En la concha de Venus amarrado.</p> - <p class="i2">Por ti, como solía,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_44">p. 44</span>Del áspero caballo no corrige</p> - <p class="i0">La furia y gallardía,</p> - <p class="i0">Ni con freno le rige,</p> - <p class="i0">Ni con vivas espuelas ya le aflige.</p> - <p class="i2">Por ti, con diestra mano</p> - <p class="i0">No revuelve la espada presurosa,</p> - <p class="i0">Y en el dudoso llano</p> - <p class="i0">Huye la polvorosa</p> - <p class="i0">Palestra como sierpe ponzoñosa.</p> - <p class="i2">Por ti, su blanda musa,</p> - <p class="i0">En lugar de la cítara sonante,</p> - <p class="i0">Tristes querellas usa,</p> - <p class="i0">Que con llanto abundante</p> - <p class="i0">Hacen bañar el rostro del amante.</p> - <p class="i2">Por ti, el mayor amigo</p> - <p class="i0">Le es importuno, grave y enojoso;</p> - <p class="i0">Yo puedo ser testigo</p> - <p class="i0">Que ya del peligroso</p> - <p class="i0">Naufragio fui su puerto y su reposo.</p> - <p class="i2">Y agora en tal manera</p> - <p class="i0">Vence el dolor a la razón perdida,</p> - <p class="i0">Que ponzoñosa fiera</p> - <p class="i0">Nunca fue aborrecida</p> - <p class="i0">Tanto como yo dél, ni tan temida.</p> - <p class="i2">No fuiste tú engendrada</p> - <p class="i0">Ni producida de la dura tierra;</p> - <p class="i0">No debe ser notada</p> - <p class="i0">Que ingratamente yerra</p> - <p class="i0">Quien todo el otro error de sí destierra.</p> - <p class="i2">Hágate temerosa</p> - <p class="i0">El caso de Anaxárete, y cobarde,</p> - <p class="i0">Que de ser desdeñosa</p> - <p class="i0">Se arrepintió muy tarde;</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_45">p. 45</span>Y así, su alma con su mármol arde.</p> - <p class="i2">Estábase alegrando</p> - <p class="i0">Del mal ajeno el pecho empedernido,</p> - <p class="i0">Cuando abajo mirando</p> - <p class="i0">El cuerpo muerto vido</p> - <p class="i0">Del miserable amante, allí tendido.</p> - <p class="i2">Y al cuello el lazo atado,</p> - <p class="i0">Con que desenlazó de la cadena</p> - <p class="i0">El corazón cuitado,</p> - <p class="i0">Que con su breve pena</p> - <p class="i0">Compró la eterna punición ajena.</p> - <p class="i2">Sintió allí convertirse</p> - <p class="i0">En piedad amorosa el aspereza.</p> - <p class="i0">¡Oh tarde arrepentirse!</p> - <p class="i0">¡Oh última terneza!</p> - <p class="i0">¿Cómo te sucedió mayor dureza?</p> - <p class="i2">Los ojos se enclavaron</p> - <p class="i0">En el tendido cuerpo que allí vieron,</p> - <p class="i0">Los huesos se tornaron</p> - <p class="i0">Más duros y crecieron,</p> - <p class="i0">Y en sí toda la carne convirtieron;</p> - <p class="i2">Las entrañas heladas</p> - <p class="i0">Tornaron poco a poco en piedra dura;</p> - <p class="i0">Por las venas cuitadas</p> - <p class="i0">La sangre su figura</p> - <p class="i0">Iba desconociendo y su natura;</p> - <p class="i2">Hasta que finalmente</p> - <p class="i0">En duro mármol vuelta y trasformada,</p> - <p class="i0">Hizo de sí la gente</p> - <p class="i0">No tan maravillada</p> - <p class="i0">Cuanto de aquella ingratitud vengada.</p> - <p class="i2">No quieras tú, señora,</p> - <p class="i0">De Némesis airada las saetas</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_46">p. 46</span>Probar, por Dios, agora;</p> - <p class="i0">Baste que tus perfetas</p> - <p class="i0">Obras y hermosura a los poetas</p> - <p class="i2">Den inmortal materia,</p> - <p class="i0">Sin que también en verso lamentable</p> - <p class="i0">Celebren la miseria</p> - <p class="i0">De algún caso notable</p> - <p class="i0">Que por ti pase triste y miserable.</p> - </div> -</div> - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">GUTIERRE DE CETINA</h2> -</div> - -<h3 id="P013">13. Madrigal</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Ojos</span> claros, serenos,</p> - <p class="i0">Si de un dulce mirar sois alabados,</p> - <p class="i0">¿Por qué, si me miráis, miráis airados?</p> - <p class="i0">Si cuando más piadosos,</p> - <p class="i0">Más bellos parecéis a aquel que os mira,</p> - <p class="i0">No me miréis con ira,</p> - <p class="i0">Porque no parezcáis menos hermosos.</p> - <p class="i0">¡Ay tormentos rabiosos!</p> - <p class="i0">Ojos claros, serenos,</p> - <p class="i0">Ya que así me miráis, miradme al menos.</p> - </div> -</div> - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">FRAY LUIS DE LEÓN</h2> -</div> - -<h3 id="P014">14. Vida retirada</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">¡Qué</span> descansada vida</p> - <p class="i0">la del que huye el mundanal ruïdo,</p> - <p class="i0">y sigue la escondida</p> - <p class="i0">senda por donde han ido</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_47">p. 47</span>los pocos sabios que en el mundo han sido!</p> - <p class="i2">Que no le enturbia el pecho</p> - <p class="i0">de los soberbios grandes el estado,</p> - <p class="i0">ni del dorado techo</p> - <p class="i0">se admira, fabricado</p> - <p class="i0">del sabio moro, en jaspes sustentado.</p> - <p class="i2">No cura si la fama</p> - <p class="i0">canta con voz su nombre pregonera,</p> - <p class="i0">ni cura si encarama</p> - <p class="i0">la lengua lisonjera</p> - <p class="i0">lo que condena la verdad sincera.</p> - <p class="i2">¿Qué presta a mi contento</p> - <p class="i0">si soy del vano dedo señalado,</p> - <p class="i0">si en busca de este viento</p> - <p class="i0">ando desalentado</p> - <p class="i0">con ansias vivas, y mortal cuidado?</p> - <p class="i2">¡Oh campo, oh monte, oh río!</p> - <p class="i0">¡oh secreto seguro deleitoso!</p> - <p class="i0">roto casi el navío,</p> - <p class="i0">a vuestro almo reposo</p> - <p class="i0">huyo de aqueste mar tempestuoso.</p> - <p class="i2">Un no rompido sueño,</p> - <p class="i0">un día puro, alegre, libre quiero;</p> - <p class="i0">no quiero ver el ceño</p> - <p class="i0">vanamente severo</p> - <p class="i0">de quien la sangre ensalza o el dinero.</p> - <p class="i2">Despiértenme las aves</p> - <p class="i0">con su cantar süave no aprendido,</p> - <p class="i0">no los cuidados graves</p> - <p class="i0">de que es siempre seguido</p> - <p class="i0">quien al ajeno arbitrio está atenido.</p> - <p class="i2">Vivir quiero conmigo,</p> - <p class="i0">gozar quiero del bien que debo al cielo,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_48">p. 48</span>a solas sin testigo</p> - <p class="i0">libre de amor, de celo,</p> - <p class="i0">de odio, de esperanzas, de recelo.</p> - <p class="i2">Del monte en la ladera</p> - <p class="i0">por mi mano plantado tengo un huerto</p> - <p class="i0">que con la primavera</p> - <p class="i0">de bella flor cubierto</p> - <p class="i0">ya muestra en esperanza el fruto cierto.</p> - <p class="i2">Y como codiciosa</p> - <p class="i0">de ver y acrecentar su hermosura,</p> - <p class="i0">desde la cumbre airosa</p> - <p class="i0">una fontana pura</p> - <p class="i0">hasta llegar corriendo se apresura.</p> - <p class="i2">Y luego sosegada</p> - <p class="i0">el paso entre los árboles torciendo,</p> - <p class="i0">el suelo de pasada</p> - <p class="i0">de verdura vistiendo,</p> - <p class="i0">y con diversas flores va esparciendo.</p> - <p class="i2">El aire el huerto orea,</p> - <p class="i0">y ofrece mil olores al sentido,</p> - <p class="i0">los árboles menea</p> - <p class="i0">con un manso ruido</p> - <p class="i0">que del oro y del cetro pone olvido.</p> - <p class="i2">Ténganse su tesoro</p> - <p class="i0">los que de un flaco leño se confían:</p> - <p class="i0">no es mío ver el lloro</p> - <p class="i0">de los que desconfían</p> - <p class="i0">cuando el cierzo y el ábrego porfían.</p> - <p class="i2">La combatida antena</p> - <p class="i0">cruje, y en ciega noche el claro día</p> - <p class="i0">se torna, al cielo suena</p> - <p class="i0">confusa vocería,</p> - <p class="i0">y la mar enriquecen a porfía.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_49">p. 49</span>A mí una pobrecilla</p> - <p class="i0">mesa de amable paz bien abastada</p> - <p class="i0">me baste, y la vajilla</p> - <p class="i0">de fino oro labrada</p> - <p class="i0">sea de quien la mar no teme airada.</p> - <p class="i2">Y mientras miserable-</p> - <p class="i0">mente se están los otros abrasando</p> - <p class="i0">en sed insaciable</p> - <p class="i0">del no durable mando,</p> - <p class="i0">tendido yo a la sombra esté cantando.</p> - <p class="i2">A la sombra tendido</p> - <p class="i0">de yedra y lauro eterno coronado,</p> - <p class="i0">puesto el atento oído</p> - <p class="i0">al son dulce acordado</p> - <p class="i0">del plectro sabiamente meneado.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P015">15. A Francisco Salinas</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">El aire</span> se serena</p> - <p class="i0">y viste de hermosura y luz no usada,</p> - <p class="i0">Salinas, cuando suena</p> - <p class="i0">la música extremada</p> - <p class="i0">por vuestra sabia mano gobernada.</p> - <p class="i2">A cuyo son divino</p> - <p class="i0">mi alma que en olvido está sumida,</p> - <p class="i0">torna a cobrar el tino,</p> - <p class="i0">y memoria perdida</p> - <p class="i0">de su origen primera esclarecida.</p> - <p class="i2">Y como se conoce,</p> - <p class="i0">en suerte y pensamientos se mejora;</p> - <p class="i0">el oro desconoce</p> - <p class="i0">que el vulgo ciego adora,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_50">p. 50</span>la belleza caduca engañadora.</p> - <p class="i2">Traspasa el aire todo</p> - <p class="i0">hasta llegar a la más alta esfera,</p> - <p class="i0">y oye allí otro modo</p> - <p class="i0">de no perecedera</p> - <p class="i0">música, que es de todas la primera.</p> - <p class="i2">Ve cómo el gran maestro</p> - <p class="i0">a aquesta inmensa cítara aplicado,</p> - <p class="i0">con movimiento diestro</p> - <p class="i0">produce el son sagrado</p> - <p class="i0">con que este eterno templo es sustentado.</p> - <p class="i2">Y como está compuesta</p> - <p class="i0">de números concordes, luego envía</p> - <p class="i0">consonante respuesta,</p> - <p class="i0">y entrambas a porfía</p> - <p class="i0">mezclan una dulcísima armonía.</p> - <p class="i2">Aquí la alma navega</p> - <p class="i0">por un mar de dulzura, y finalmente</p> - <p class="i0">en él así se anega,</p> - <p class="i0">que ningún accidente</p> - <p class="i0">extraño o peregrino oye o siente.</p> - <p class="i2">¡Oh desmayo dichoso!</p> - <p class="i0">¡oh muerte que das vida! ¡oh dulce olvido!</p> - <p class="i0">¡durase en tu reposo</p> - <p class="i0">sin ser restituido</p> - <p class="i0">jamás a aqueste bajo y vil sentido!</p> - <p class="i2">A este bien os llamo,</p> - <p class="i0">gloria del Apolíneo sacro coro,</p> - <p class="i0">amigos, a quien amo</p> - <p class="i0">sobre todo tesoro;</p> - <p class="i0">que todo lo demás es triste lloro.</p> - <p class="i2">¡Oh! suene de contino,</p> - <p class="i0">Salinas, vuestro son en mis oídos,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_51">p. 51</span>por quien al bien divino</p> - <p class="i0">despiertan los sentidos,</p> - <p class="i0">quedando a lo demás amortecidos.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P016">16. A Felipe Ruiz</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">¿Cuándo</span> será que pueda</p> - <p class="i0">libre de esta prisión volar al cielo,</p> - <p class="i0">Felipe, y en la rueda</p> - <p class="i0">que huye más del suelo,</p> - <p class="i0">contemplar la verdad pura sin velo?</p> - <p class="i2">Allí a mi vida junto</p> - <p class="i0">en luz resplandeciente convertido,</p> - <p class="i0">veré distinto y junto</p> - <p class="i0">lo que es y lo que ha sido,</p> - <p class="i0">y su principio propio y escondido.</p> - <p class="i2">Entonces veré cómo</p> - <p class="i0">el divino poder echó el cimiento</p> - <p class="i0">tan a nivel y plomo,</p> - <p class="i0">do estable eterno asiento</p> - <p class="i0">posee el pesadísimo elemento.</p> - <p class="i2">Veré las inmortales</p> - <p class="i0">columnas do la tierra está fundada,</p> - <p class="i0">las lindes y señales</p> - <p class="i0">con que a la mar airada</p> - <p class="i0">la Providencia tiene aprisionada.</p> - <p class="i2">Por qué tiembla la tierra,</p> - <p class="i0">por qué las hondas mares se embravecen,</p> - <p class="i0">dó sale a mover guerra</p> - <p class="i0">el cierzo, y por qué crecen</p> - <p class="i0">las aguas del Océano y descrecen.</p> - <p class="i2">De dó manan las fuentes;</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_52">p. 52</span>quién ceba, y quién bastece de los ríos</p> - <p class="i0">las perpetuas corrientes;</p> - <p class="i0">de los helados fríos</p> - <p class="i0">veré las causas, y de los estíos.</p> - <p class="i2">Las soberanas aguas</p> - <p class="i0">del aire en la región quién las sostiene;</p> - <p class="i0">de los rayos las fraguas;</p> - <p class="i0">dó los tesoros tiene</p> - <p class="i0">de nieve Dios, y el trueno dónde viene.</p> - <p class="i2">¿No ves cuando acontece</p> - <p class="i0">turbarse el aire todo en el verano?</p> - <p class="i0">el día se ennegrece,</p> - <p class="i0">sopla el gallego insano,</p> - <p class="i0">y sube hasta el cielo el polvo vano;</p> - <p class="i2">Y entre las nubes mueve</p> - <p class="i0">su carro Dios ligero y reluciente,</p> - <p class="i0">horrible son conmueve,</p> - <p class="i0">relumbra fuego ardiente,</p> - <p class="i0">treme la tierra, humíllase la gente.</p> - <p class="i2">La lluvia baña el techo,</p> - <p class="i0">envían largos ríos los collados;</p> - <p class="i0">su trabajo deshecho,</p> - <p class="i0">los campos anegados</p> - <p class="i0">miran los labradores espantados.</p> - <p class="i2">Y de allí levantado</p> - <p class="i0">veré los movimientos celestiales,</p> - <p class="i0">así el arrebatado</p> - <p class="i0">como los naturales,</p> - <p class="i0">las causas de los hados, las señales.</p> - <p class="i2">Quién rige las estrellas</p> - <p class="i0">veré, y quién las enciende con hermosas</p> - <p class="i0">y eficaces centellas;</p> - <p class="i0">por qué están las dos osas,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_53">p. 53</span>de bañarse en el mar siempre medrosas.</p> - <p class="i2">Veré este fuego eterno</p> - <p class="i0">fuente de vida y luz dó se mantiene;</p> - <p class="i0">y por qué en el invierno</p> - <p class="i0">tan presuroso viene,</p> - <p class="i0">por qué en las noches largas se detiene.</p> - <p class="i2">Veré sin movimiento</p> - <p class="i0">en la más alta esfera las moradas</p> - <p class="i0">del gozo y del contento,</p> - <p class="i0">de oro y luz labradas,</p> - <p class="i0">de espíritus dichosos habitadas.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P017">17. Noche serena</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Cuando</span> contemplo el cielo</p> - <p class="i0">de innumerables luces adornado,</p> - <p class="i0">y miro hacia el suelo</p> - <p class="i0">de noche rodeado,</p> - <p class="i0">en sueño y en olvido sepultado:</p> - <p class="i2">El amor y la pena</p> - <p class="i0">despiertan en mi pecho una ansia ardiente;</p> - <p class="i0">despiden larga vena</p> - <p class="i0">los ojos hechos fuente;</p> - <p class="i0">la lengua dice al fin con voz doliente:</p> - <p class="i2">Morada de grandeza,</p> - <p class="i0">templo de claridad y hermosura,</p> - <p class="i0">mi alma que a tu alteza</p> - <p class="i0">nació, ¿qué desventura</p> - <p class="i0">la tiene en esta cárcel baja, oscura?</p> - <p class="i2">¿Qué mortal desatino</p> - <p class="i0">de la verdad aleja así el sentido,</p> - <p class="i0">que de tu bien divino</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_54">p. 54</span>olvidado, perdido</p> - <p class="i0">sigue la vana sombra, el bien fingido?</p> - <p class="i2">El hombre está entregado</p> - <p class="i0">al sueño, de su suerte no cuidando,</p> - <p class="i0">y con paso callado</p> - <p class="i0">el cielo vueltas dando</p> - <p class="i0">las horas del vivir le va hurtando.</p> - <p class="i2">¡Ay! despertad, mortales;</p> - <p class="i0">mirad con atención en vuestro daño;</p> - <p class="i0">¿las almas inmortales</p> - <p class="i0">hechas a bien tamaño</p> - <p class="i0">podrán vivir de sombra y solo engaño?</p> - <p class="i2">¡Ay! levantad los ojos</p> - <p class="i0">a aquesta celestial eterna esfera,</p> - <p class="i0">burlaréis los antojos</p> - <p class="i0">de aquesa lisonjera</p> - <p class="i0">vida, con cuanto teme y cuanto espera.</p> - <p class="i2">¿Es más que un breve punto</p> - <p class="i0">el bajo y torpe suelo, comparado</p> - <p class="i0">a aqueste gran trasunto,</p> - <p class="i0">do vive mejorado</p> - <p class="i0">lo que es, lo que será, lo que ha pasado?</p> - <p class="i2">Quien mira el gran concierto</p> - <p class="i0">de aquestos resplandores eternales,</p> - <p class="i0">su movimiento cierto,</p> - <p class="i0">sus pasos desiguales,</p> - <p class="i0">y en proporción concorde tan iguales:</p> - <p class="i2">La luna cómo mueve</p> - <p class="i0">la plateada rueda, y va en pos de ella</p> - <p class="i0">la luz do el saber llueve,</p> - <p class="i0">y la graciosa estrella</p> - <p class="i0">de amor le sigue reluciente y bella:</p> - <p class="i2">Y cómo otro camino</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_55">p. 55</span>prosigue el sanguinoso Marte airado,</p> - <p class="i0">y el Júpiter benino</p> - <p class="i0">de bienes mil cercado</p> - <p class="i0">serena el cielo con su rayo amado:</p> - <p class="i2">Rodéase en la cumbre</p> - <p class="i0">Saturno, padre de los siglos de oro,</p> - <p class="i0">tras él la muchedumbre</p> - <p class="i0">del reluciente coro</p> - <p class="i0">su luz va repartiendo y su tesoro:</p> - <p class="i2">¿Quién es el que esto mira,</p> - <p class="i0">y precia la bajeza de la tierra,</p> - <p class="i0">y no gime y suspira</p> - <p class="i0">por romper lo que encierra</p> - <p class="i0">el alma, y de estos bienes la destierra?</p> - <p class="i2">Aquí vive el contento,</p> - <p class="i0">aquí reina la paz: aquí asentado</p> - <p class="i0">en rico y alto asiento</p> - <p class="i0">está al amor sagrado</p> - <p class="i0">de honra y de deleites rodeado.</p> - <p class="i2">Inmensa hermosura</p> - <p class="i0">aquí se muestra toda; y resplandece</p> - <p class="i0">clarísima luz pura,</p> - <p class="i0">que jamás anochece;</p> - <p class="i0">eterna primavera aquí florece.</p> - <p class="i2">¡Oh campos verdaderos!</p> - <p class="i0">¡oh prados con verdad frescos y amenos!</p> - <p class="i0">¡riquísimos mineros!</p> - <p class="i0">¡Oh deleitosos senos!</p> - <p class="i0">¡repuestos valles de mil bienes llenos!</p> - </div> -</div> - - -<h3 title="Morada del cielo" id="P018"><span class="pagenum" -id="Page_56">p. 56</span>18. Morada del cielo</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Alma</span> región luciente,</p> - <p class="i0">prado de bienandanza, que ni al hielo</p> - <p class="i0">ni con el rayo ardiente</p> - <p class="i0">falleces, fértil suelo</p> - <p class="i0">producidor eterno de consuelo:</p> - <p class="i2">De púrpura y de nieve</p> - <p class="i0">florida la cabeza coronado,</p> - <p class="i0">a dulces pastos mueve</p> - <p class="i0">sin honda ni cayado,</p> - <p class="i0">el buen Pastor en ti su hato amado.</p> - <p class="i2">Él va, y en pos dichosas</p> - <p class="i0">le siguen sus ovejas, do las pace</p> - <p class="i0">con inmortales rosas,</p> - <p class="i0">con flor que siempre nace,</p> - <p class="i0">y cuanto más se goza más renace.</p> - <p class="i2">Ya dentro a la montaña</p> - <p class="i0">del alto bien las guía; ya en la vena</p> - <p class="i0">del gozo fiel las baña,</p> - <p class="i0">y les da mesa llena,</p> - <p class="i0">pastor y pasto él solo, y suerte buena.</p> - <p class="i2">Y de su esfera cuando</p> - <p class="i0">la cumbre toca altísimo subido</p> - <p class="i0">el sol, él sesteando</p> - <p class="i0">de su hato ceñido</p> - <p class="i0">con dulce son deleita el santo oído.</p> - <p class="i2">Toca el rabel sonoro,</p> - <p class="i0">y el inmortal dulzor al alma pasa,</p> - <p class="i0">con que envilece el oro,</p> - <p class="i0">y ardiendo se traspasa</p> - <p class="i0">y lanza en aquel bien libre de tasa.</p> - <p class="i2">¡Oh son, oh voz, siquiera</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_57">p. 57</span>pequeña parte alguna descendiese</p> - <p class="i0">en mi sentido, y fuera</p> - <p class="i0">de sí el alma pusiese</p> - <p class="i0">y toda en ti, oh amor, la convirtiese!</p> - <p class="i2">Conocería dónde</p> - <p class="i0">sesteas, dulce Esposo, y desatada</p> - <p class="i0">de esta prisión a donde</p> - <p class="i0">padece, a tu manada</p> - <p class="i0">junta, no ya andará perdida, errada.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P019">19. En la Ascensión</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">¡Y dejas</span>, Pastor santo,</p> - <p class="i0">tu grey en este valle hondo, escuro,</p> - <p class="i0">con soledad y llanto,</p> - <p class="i0">y tú rompiendo el puro</p> - <p class="i0">aire, te vas al inmortal seguro!</p> - <p class="i2">¿Los antes bienhadados,</p> - <p class="i0">y los agora tristes y afligidos,</p> - <p class="i0">a tus pechos criados,</p> - <p class="i0">de Ti desposeídos,</p> - <p class="i0">a dó convertirán ya sus sentidos?</p> - <p class="i2">¿Qué mirarán los ojos</p> - <p class="i0">que vieron de tu rostro la hermosura,</p> - <p class="i0">que no les sea enojos?</p> - <p class="i0">quien oyó tu dulzura,</p> - <p class="i0">¿qué no tendrá por sordo y desventura?</p> - <p class="i2">Aqueste mar turbado</p> - <p class="i0">¿quién le pondrá ya freno? ¿quién concierto</p> - <p class="i0">al viento fiero airado?</p> - <p class="i0">estando tú encubierto</p> - <p class="i0">¿qué norte guiará la nave al puerto?</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_58">p. 58</span>¡Ay! nube envidïosa</p> - <p class="i0">aun de este breve gozo ¿qué te aquejas?</p> - <p class="i0">¿dó vuelas presurosa?</p> - <p class="i0">¡cuán rica tú te alejas!</p> - <p class="i0">¡cuán pobres y cuán ciegos, ay, nos dejas!</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P020">20. Imitación de diversos</h3> - -<div class="versos ml32"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Vuestra</span> tirana exención</p> - <p class="i0">y ese vuestro cuello erguido</p> - <p class="i0">estoy cierto que Cupido</p> - <p class="i0">pondrá en dura sujeción.</p> - <p class="i0">Vivid esquiva y exenta;</p> - <p class="i0">que a mi cuenta</p> - <p class="i0">vos serviréis al amor</p> - <p class="i0">cuando de vuestro dolor</p> - <p class="i0">ninguno quiera hacer cuenta.</p> - <p class="i2">Cuando la dorada cumbre</p> - <p class="i0">fuere de nieve esparcida,</p> - <p class="i0">y las dos luces de vida</p> - <p class="i0">recogieren ya su lumbre:</p> - <p class="i0">cuando la ruga enojosa</p> - <p class="i0">en la hermosa</p> - <p class="i0">frente y cara se mostrare,</p> - <p class="i0">y el tiempo que vuela helare</p> - <p class="i0">esa fresca y linda rosa:</p> - <p class="i2">Cuando os viéredes perdida,</p> - <p class="i0">os perderéis por querer,</p> - <p class="i0">sentiréis que es padecer</p> - <p class="i0">querer y no ser querida.</p> - <p class="i0">Diréis con dolor, Señora,</p> - <p class="i0">cada hora:</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_59">p. 59</span>¡quién tuviera, ay sin ventura,</p> - <p class="i0">o agora aquella hermosura</p> - <p class="i0">o antes el amor de agora!</p> - <p class="i2">A mil gentes que agraviadas</p> - <p class="i0">tenéis con vuestra porfía,</p> - <p class="i0">dejaréis en aquel día</p> - <p class="i0">alegres y bien vengadas.</p> - <p class="i0">Y por mil partes volando</p> - <p class="i0">publicando</p> - <p class="i0">el amor irá este cuento,</p> - <p class="i0">para aviso y escarmiento</p> - <p class="i0">de quien huye de su bando.</p> - <p class="i2">¡Ay! por Dios, Señora bella,</p> - <p class="i0">mirad por vos, mientras dura</p> - <p class="i0">esa flor graciosa y pura,</p> - <p class="i0">que el no gozalla es perdella,</p> - <p class="i0">y pues no menos discreta</p> - <p class="i0">y perfeta</p> - <p class="i0">sois que bella y desdeñosa,</p> - <p class="i0">mirad que ninguna cosa</p> - <p class="i0">hay que a amor no esté sujeta.</p> - <p class="i2">El amor gobierna el cielo</p> - <p class="i0">con ley dulce eternamente,</p> - <p class="i0">¿y pensáis vos ser valiente</p> - <p class="i0">contra él acá en el suelo?</p> - <p class="i0">Da movimiento y viveza</p> - <p class="i0">a belleza</p> - <p class="i0">el amor, y es dulce vida;</p> - <p class="i0">y la suerte más valida</p> - <p class="i0">sin él es triste pobreza.</p> - <p class="i2">¿Qué vale el beber en oro,</p> - <p class="i0">el vestir seda y brocado,</p> - <p class="i0">el techo rico labrado,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_60">p. 60</span>los montones de tesoro?</p> - <p class="i0">¿Y qué vale si a derecho</p> - <p class="i0">os da pecho</p> - <p class="i0">el mundo todo y adora,</p> - <p class="i0">si a la fin dormís, Señora,</p> - <p class="i0">en el solo y frío lecho?</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P021">21. Soneto</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Agora</span> con la aurora se levanta</p> - <p class="i0">mi luz, agora coge en rico ñudo</p> - <p class="i0">el hermoso cabello, agora el crudo</p> - <p class="i0">pecho ciñe con oro, y la garganta.</p> - <p class="i2">Agora vuelta al cielo pura y santa</p> - <p class="i0">las manos y ojos bellos alza, y pudo</p> - <p class="i0">dolerse agora de mi mal agudo;</p> - <p class="i0">agora incomparable tañe y canta.</p> - <p class="i2">Ansí digo, y del dulce error llevado,</p> - <p class="i0">presente ante mis ojos la imagino,</p> - <p class="i0">y lleno de humildad y amor la adoro.</p> - <p class="i2">Mas luego vuelve en sí el engañado</p> - <p class="i0">ánimo, y conociendo el desatino,</p> - <p class="i0">la rienda suelta largamente al lloro.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">SAN JUAN DE LA CRUZ</h2> -</div> - -<h3 id="P022">22. Cántico espiritual entre el -alma y Cristo su Esposo</h3> - -<h4 class="asc">ESPOSA</h4> - -<div class="versos ml28"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">¿Adónde</span> te escondiste,</p> - <p class="i0">Amado, y me dejaste con gemido?</p> - <p class="i0">Como el ciervo huiste,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_61">p. 61</span>Habiéndome herido;</p> - <p class="i0">Salí tras ti clamando, y ya eras ido.</p> - <p class="i2">Pastores, los que fuerdes</p> - <p class="i0">Allá por las majadas al otero,</p> - <p class="i0">Si por ventura vierdes</p> - <p class="i0">Aquel que yo más quiero</p> - <p class="i0">Decidle que adolezco, peno y muero.</p> - <p class="i2">Buscando mis amores,</p> - <p class="i0">Iré por esos montes y riberas,</p> - <p class="i0">Ni cogeré las flores,</p> - <p class="i0">Ni temeré las fieras,</p> - <p class="i0">Y pasaré los fuertes y fronteras.</p> - <p class="i2">¡Oh bosques y espesuras,</p> - <p class="i0">Plantadas por la mano del Amado,</p> - <p class="i0">Oh prado de verduras,</p> - <p class="i0">De flores esmaltado,</p> - <p class="i0">Decid si por vosotros ha pasado!</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">RESPUESTA DE LAS CRIATURAS</h4> - -<div class="versos ml28"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Mil gracias derramando</p> - <p class="i0">Pasó por estos sotos con presura,</p> - <p class="i0">Y, yéndolos mirando,</p> - <p class="i0">Con sola su figura</p> - <p class="i0">Vestidos los dejó de su hermosura.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">ESPOSA</h4> - -<div class="versos ml28"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Ay, quién podrá sanarme!</p> - <p class="i0">Acaba de entregarte ya de vero,</p> - <p class="i0">No quieras enviarme</p> - <p class="i0">De hoy ya más mensajero,</p> - <p class="i0">Que no saben decirme lo que quiero.</p> - <p class="i2">Y todos cuantos vagan,</p> - <p class="i0">De ti me van mil gracias refiriendo,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_62">p. 62</span>Y todos más me llagan,</p> - <p class="i0">Y déjame muriendo</p> - <p class="i0">Un no sé qué que quedan balbuciendo.</p> - <p class="i2">Mas ¿cómo perseveras,</p> - <p class="i0">Oh vida, no viviendo donde vives,</p> - <p class="i0">Y haciendo porque mueras</p> - <p class="i0">Las flechas que recibes,</p> - <p class="i0">De lo que del Amado en ti concibes?</p> - <p class="i2">¿Por qué, pues has llagado</p> - <p class="i0">A aqueste corazón, no le sanaste?</p> - <p class="i0">Y pues me le has robado,</p> - <p class="i0">¿Por qué así lo dejaste,</p> - <p class="i0">Y no tomas el robo que robaste?</p> - <p class="i2">Apaga mis enojos,</p> - <p class="i0">Pues que ninguno basta a deshacellos,</p> - <p class="i0">Y véante mis ojos,</p> - <p class="i0">Pues eres lumbre de ellos</p> - <p class="i0">Y solo para ti quiero tenellos.</p> - <p class="i2">Descubre tu presencia,</p> - <p class="i0">Y máteme tu vista y hermosura:</p> - <p class="i0">Mira que la dolencia</p> - <p class="i0">De amor, que no se cura</p> - <p class="i0">Sino con la presencia y la figura.</p> - <p class="i2">¡Oh cristalina fuente,</p> - <p class="i0">Si en esos tus semblantes plateados</p> - <p class="i0">Formases de repente</p> - <p class="i0">Los ojos deseados</p> - <p class="i0">Que tengo en mis entrañas dibujados!</p> - <p class="i2">Apártalos, Amado,</p> - <p class="i0">Que voy de vuelo.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">ESPOSO</h4> - -<div class="versos ml28"> - <div class="estrofa"> - <p class="i16">Vuélvete, paloma,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_63">p. 63</span>Que el ciervo vulnerado</p> - <p class="i0">Por el otero asoma,</p> - <p class="i0">Al aire de tu vuelo, y fresco toma.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">ESPOSA</h4> - -<div class="versos ml28"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Mi amado, las montañas,</p> - <p class="i0">Los valles solitarios nemorosos,</p> - <p class="i0">Las ínsulas extrañas,</p> - <p class="i0">Los ríos sonorosos,</p> - <p class="i0">El silbo de los aires amorosos.</p> - <p class="i2">La noche sosegada,</p> - <p class="i0">En par de los levantes de la aurora,</p> - <p class="i0">La música callada,</p> - <p class="i0">La soledad sonora,</p> - <p class="i0">La cena, que recrea y enamora.</p> - <p class="i2">Cazadnos las raposas,</p> - <p class="i0">Que está ya florecida nuestra viña,</p> - <p class="i0">En tanto que de rosas</p> - <p class="i0">Hacemos una piña,</p> - <p class="i0">Y no parezca nadie en la montiña.</p> - <p class="i2">Detente, Cierzo muerto:</p> - <p class="i0">Ven, Austro, que recuerdas los amores,</p> - <p class="i0">Aspira por mi huerto,</p> - <p class="i0">Y corran tus olores,</p> - <p class="i0">Y pacerá el Amado entre las flores.</p> - <p class="i2">Oh ninfas de Judea,</p> - <p class="i0">En tanto que en las flores y rosales</p> - <p class="i0">El ámbar perfumea,</p> - <p class="i0">Morá en los arrabales,</p> - <p class="i0">Y no queráis tocar nuestros umbrales.</p> - <p class="i2">Escóndete, Carillo,</p> - <p class="i0">Y mira con tu haz a las montañas,</p> - <p class="i0">Y no quieras decillo;</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_64">p. 64</span>Mas mira las compañas</p> - <p class="i0">De la que va por ínsulas extrañas.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">ESPOSO</h4> - -<div class="versos ml28"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">A las aves ligeras,</p> - <p class="i0">Leones, ciervos, gamos saltadores,</p> - <p class="i0">Montes, valles, riberas,</p> - <p class="i0">Aguas, aires, ardores,</p> - <p class="i0">Y miedos de las noches veladores,</p> - <p class="i2">Por las amenas liras</p> - <p class="i0">Y cantos de sirenas os conjuro</p> - <p class="i0">Que cesen vuestras iras,</p> - <p class="i0">Y no toquéis al muro,</p> - <p class="i0">Porque la Esposa duerma más seguro.</p> - <p class="i2">Entrádose ha la Esposa</p> - <p class="i0">En el ameno huerto deseado,</p> - <p class="i0">Y a su sabor reposa,</p> - <p class="i0">El cuello reclinado</p> - <p class="i0">Sobre los dulces brazos del Amado.</p> - <p class="i2">Debajo del manzano</p> - <p class="i0">Allí conmigo fuiste desposada,</p> - <p class="i0">Allí te di la mano,</p> - <p class="i0">Y fuiste reparada</p> - <p class="i0">Donde tu madre fuera violada.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">ESPOSA</h4> - -<div class="versos ml28"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Nuestro lecho florido,</p> - <p class="i0">De cuevas de leones enlazado,</p> - <p class="i0">En púrpura teñido,</p> - <p class="i0">De paz edificado,</p> - <p class="i0">De mil escudos de oro coronado.</p> - <p class="i2">A zaga de tu huella</p> - <p class="i0">Los jóvenes discurren el camino,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_65">p. 65</span>Al toque de centella,</p> - <p class="i0">Al adobado vino,</p> - <p class="i0">Emisiones de bálsamo divino.</p> - <p class="i2">En la interior bodega</p> - <p class="i0">De mi amado bebí, y cuando salía</p> - <p class="i0">Por toda aquesta vega,</p> - <p class="i0">Ya cosa no sabía</p> - <p class="i0">Y el ganado perdí que antes seguía.</p> - <p class="i2">Allí me dio su pecho,</p> - <p class="i0">Allí me enseñó ciencia muy sabrosa,</p> - <p class="i0">Y yo le di de hecho</p> - <p class="i0">A mí, sin dejar cosa,</p> - <p class="i0">Allí le prometí de ser su esposa.</p> - <p class="i2">Mi alma se ha empleado</p> - <p class="i0">Y todo mi caudal en su servicio.</p> - <p class="i0">Ya no guardo ganado,</p> - <p class="i0">Ni ya tengo otro oficio:</p> - <p class="i0">Que ya solo en amar es mi ejercicio.</p> - <p class="i2">Pues ya si en el ejido</p> - <p class="i0">De hoy más no fuere vista ni hallada,</p> - <p class="i0">Diréis que me he perdido,</p> - <p class="i0">Que andando enamorada</p> - <p class="i0">Me hice perdidiza, y fui ganada.</p> - <p class="i2">De flores y esmeraldas</p> - <p class="i0">En las frescas mañanas escogidas,</p> - <p class="i0">Haremos las guirnaldas,</p> - <p class="i0">En tu amor florecidas,</p> - <p class="i0">Y en un cabello mío entretejidas.</p> - <p class="i2">En solo aquel cabello</p> - <p class="i0">Que en mi cuello volar consideraste,</p> - <p class="i0">Mirástele en mi cuello,</p> - <p class="i0">Y en él preso quedaste,</p> - <p class="i0">Y en uno de mis ojos te llagaste.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_66">p. 66</span>Cuando tú me mirabas,</p> - <p class="i0">Su gracia en mí tus ojos imprimían;</p> - <p class="i0">Por eso me adamabas,</p> - <p class="i0">Y en eso merecían</p> - <p class="i0">Los míos adorar lo que en ti vían.</p> - <p class="i2">No quieras despreciarme,</p> - <p class="i0">Que si color moreno en mí hallaste</p> - <p class="i0">Ya bien puedes mirarme,</p> - <p class="i0">Después que me miraste,</p> - <p class="i0">Que gracia y hermosura en mí dejaste.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">ESPOSO</h4> - -<div class="versos ml28"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">La blanca palomica</p> - <p class="i0">Al arca con el ramo se ha tornado,</p> - <p class="i0">Y ya la tortolica</p> - <p class="i0">Al socio deseado</p> - <p class="i0">En las riberas verdes ha hallado.</p> - <p class="i2">En soledad vivía,</p> - <p class="i0">Y en soledad ha puesto ya su nido,</p> - <p class="i0">Y en soledad la guía</p> - <p class="i0">A solas su querido,</p> - <p class="i0">También en soledad de amor herido.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">ESPOSA</h4> - -<div class="versos ml28"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Gocémonos, Amado,</p> - <p class="i0">Y vámonos a ver en tu hermosura</p> - <p class="i0">Al monte y al collado,</p> - <p class="i0">Do mana el agua pura;</p> - <p class="i0">Entremos más adentro en la espesura.</p> - <p class="i2">Y luego a las subidas</p> - <p class="i0">Cavernas de las piedras nos iremos,</p> - <p class="i0">Que están bien escondidas,</p> - <p class="i0">Y allí nos entraremos,</p> - <p class="i0">Y el mosto de granadas gustaremos.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_67">p. 67</span>Allí me mostrarías</p> - <p class="i0">Aquello que mi alma pretendía,</p> - <p class="i0">Y luego me darías</p> - <p class="i0">Allí tú, vida mía,</p> - <p class="i0">Aquello que me diste el otro día.</p> - <p class="i2">El aspirar del aire,</p> - <p class="i0">El canto de la dulce Filomena,</p> - <p class="i0">El soto y su donaire,</p> - <p class="i0">En la noche serena</p> - <p class="i0">Con llama que consume y no da pena.</p> - <p class="i2">Que nadie lo miraba,</p> - <p class="i0">Aminadab tampoco parecía,</p> - <p class="i0">Y el cerco sosegaba,</p> - <p class="i0">Y la caballería</p> - <p class="i0">A vista de las aguas descendía.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">ANÓNIMO</h2> -</div> - -<h3 id="P023">23.</h3> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">No me</span> mueve, mi Dios, para quererte</p> - <p class="i0">El cielo que me tienes prometido,</p> - <p class="i0">Ni me mueve el infierno tan temido</p> - <p class="i0">Para dejar por eso de ofenderte.</p> - <p class="i2">Tú me mueves, Señor; muéveme el verte</p> - <p class="i0">Clavado en una cruz y escarnecido;</p> - <p class="i0">Muéveme ver tu cuerpo tan herido;</p> - <p class="i0">Muévenme tus afrentas y tu muerte.</p> - <p class="i2">Muéveme, al fin, tu amor, y en tal manera,</p> - <p class="i0">Que aunque no hubiera cielo, yo te amara.</p> - <p class="i0">Y aunque no hubiera infierno, te temiera.</p> - <p class="i2">No me tienes que dar porque te quiera;</p> - <p class="i0">Pues aunque lo que espero no esperara,</p> - <p class="i0">Lo mismo que te quiero te quisiera.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <p><span class="pagenum" id="Page_68">p. 68</span></p> - <h2 class="nobreak">FRANCISCO DE LA TORRE</h2> -</div> - -<h3 id="P024">24. La cierva</h3> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Doliente cierva, que el herido lado</p> - <p class="i0">De ponzoñosa y cruda yerba lleno,</p> - <p class="i0">Buscas el agua de la fuente pura,</p> - <p class="i0">Con el cansado aliento y con el seno</p> - <p class="i0">Bello de la corriente sangre hinchado,</p> - <p class="i0">Débil y decaída tu hermosura:</p> - <p class="i0">¡Ay! que la mano dura</p> - <p class="i0">Que tu nevado pecho</p> - <p class="i0">Ha puesto en tal estrecho,</p> - <p class="i0">Gozosa va con tu desdicha, cuando</p> - <p class="i0">Cierva mortal, viviendo, estás penando</p> - <p class="i0">Tu desangrado y dulce compañero,</p> - <p class="i0">El regalado y blando</p> - <p class="i0">Pecho pasado del veloz montero:</p> - <p class="i2">Vuelve cuitada, vuelve al valle, donde</p> - <p class="i0">Queda muerto tu amor, en vano dando</p> - <p class="i0">Términos desdichados a tu suerte.</p> - <p class="i0">Morirás en su seno, reclinando</p> - <p class="i0">La beldad, que la cruda mano esconde</p> - <p class="i0">Delante de la nube de la muerte.</p> - <p class="i0">Que el paso duro y fuerte,</p> - <p class="i0">Ya forzoso y terrible,</p> - <p class="i0">No puede ser posible</p> - <p class="i0">Que le escusen los cielos, permitiendo</p> - <p class="i0">Crudos astros que muera padeciendo</p> - <p class="i0">Las asechanzas de un montero crudo,</p> - <p class="i0">Que te vino siguiendo</p> - <p class="i0">Por los desiertos de este campo mudo.</p> - <p class="i2">Mas ¡ay! que no dilatas la inclemente</p> - <p class="i0">Muerte, que en tu sangriento pecho llevas,</p> - <p class="i0">Del crudo amor vencido y maltratado:</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_69">p. 69</span>Tú con el fatigado aliento pruebas</p> - <p class="i0">A rendir el espíritu doliente</p> - <p class="i0">En la corriente de este valle amado.</p> - <p class="i0">Que el ciervo desangrado,</p> - <p class="i0">Que contigo la vida</p> - <p class="i0">Tuvo por bien perdida,</p> - <p class="i0">No fue tan poco de tu amor querido,</p> - <p class="i0">Que habiendo tan cruelmente padecido,</p> - <p class="i0">Quieras vivir sin él, cuando pudieras</p> - <p class="i0">Librar el pecho herido</p> - <p class="i0">De crudas llagas y memorias fieras.</p> - <p class="i2">Cuando por la espesura deste prado</p> - <p class="i0">Como tórtolas solas y queridas,</p> - <p class="i0">Solos y acompañados anduvistes:</p> - <p class="i0">Cuando de verde mirto y de floridas</p> - <p class="i0">Violetas, tierno acanto y lauro amado,</p> - <p class="i0">Vuestras frentes bellísimas ceñistes:</p> - <p class="i0">Cuando las horas tristes,</p> - <p class="i0">Ausentes y queridos,</p> - <p class="i0">Con mil mustios bramidos</p> - <p class="i0">Ensordecistes la ribera umbrosa</p> - <p class="i0">Del claro Tajo, rica y venturosa</p> - <p class="i0">Con vuestro bien, con vuestro mal sentida;</p> - <p class="i0">Cuya muerte penosa</p> - <p class="i0">No deja rastro de contenta vida.</p> - <p class="i2">Agora el uno, cuerpo muerto lleno</p> - <p class="i0">De desdén y de espanto, quien solía</p> - <p class="i0">Ser ornamento de la selva umbrosa:</p> - <p class="i0">Tú, quebrantada y mustia, al agonía</p> - <p class="i0">De la muerte rendida, el bello seno</p> - <p class="i0">Agonizando, el alma congojosa:</p> - <p class="i0">Cuya muerte gloriosa,</p> - <p class="i0">En los ojos de aquellos</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_70">p. 70</span>Cuyos despojos bellos</p> - <p class="i0">Son victorias del crudo amor furioso,</p> - <p class="i0">Martirio fue de amor, triunfo glorioso</p> - <p class="i0">Con que corona y premia dos amantes</p> - <p class="i0">Que del siempre rabioso</p> - <p class="i0">Trance mortal salieron muy triunfantes.</p> - <p class="i2">Canción, fábula un tiempo, y caso agora</p> - <p class="i0">De una cierva doliente, que la dura</p> - <p class="i0">Flecha del cazador dejó sin vida,</p> - <p class="i0">Errad por la espesura</p> - <p class="i0">Del monte, que de gloria tan perdida</p> - <p class="i0">No hay sino lamentar su desventura.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">GIL POLO</h2> -</div> - -<h3 id="P025">25. Canción</h3> - -<div class="versos ml32"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">En el</span> campo venturoso,</p> - <p class="i0">Donde con clara corriente</p> - <p class="i0">Guadalaviar hermoso</p> - <p class="i0">Dejando el suelo abundoso</p> - <p class="i0">Da tributo al mar potente;</p> - <p class="i2">Galatea, desdeñosa</p> - <p class="i0">Del dolor que a Licio daña,</p> - <p class="i0">Iba alegre y bulliciosa</p> - <p class="i0">Por la ribera arenosa</p> - <p class="i0">Que el mar con sus ondas baña,</p> - <p class="i2">Entre la arena cogiendo</p> - <p class="i0">Conchas y piedras pintadas,</p> - <p class="i0">Muchos cantares diciendo</p> - <p class="i0">Con el son del ronco estruendo</p> - <p class="i0">De las ondas alteradas:</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_71">p. 71</span>Junto el agua se ponía,</p> - <p class="i0">Y las ondas aguardaba,</p> - <p class="i0">Y en verlas llegar huía;</p> - <p class="i0">Pero a veces no podía</p> - <p class="i0">Y el blanco pie se mojaba.</p> - <p class="i2">Licio, al cual en sufrimiento</p> - <p class="i0">Amador ninguno iguala,</p> - <p class="i0">Suspendió allí su tormento</p> - <p class="i0">Mientras miraba el contento</p> - <p class="i0">De su pulida zagala.</p> - <p class="i2">Mas cotejando su mal</p> - <p class="i0">Con el gozo que ella había</p> - <p class="i0">El fatigado zagal</p> - <p class="i0">Con voz amarga y mortal</p> - <p class="i0">De esta manera decía:</p> - <p class="i2">Ninfa hermosa, no te vea</p> - <p class="i0">Jugar con el mar horrendo;</p> - <p class="i0">Y aunque más placer te sea,</p> - <p class="i0">Huye del mar, Galatea,</p> - <p class="i0">Como estás de Licio huyendo.</p> - <p class="i2">Deja ahora de jugar,</p> - <p class="i0">Que me es dolor importuno:</p> - <p class="i0">No me hagas más penar,</p> - <p class="i0">Que en verte cerca del mar</p> - <p class="i0">Tengo celos de Neptuno.</p> - <p class="i2">Causa mi triste cuidado</p> - <p class="i0">Que a mi pensamiento crea:</p> - <p class="i0">Porque ya está averiguado</p> - <p class="i0">Que si no es tu enamorado</p> - <p class="i0">Lo será cuando te vea.</p> - <p class="i2">Y está cierto, porque amor</p> - <p class="i0">Sabe desde que me hirió,</p> - <p class="i0">Que para pena mayor</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_72">p. 72</span>Me falta un competidor</p> - <p class="i0">Más poderoso que yo.</p> - <p class="i2">Deja la seca ribera,</p> - <p class="i0">Do está el alga infructuosa:</p> - <p class="i0">Guarda que no salga afuera</p> - <p class="i0">Alguna marina fiera</p> - <p class="i0">Enroscada y escamosa.</p> - <p class="i2">Huye ya, y mira que siento</p> - <p class="i0">Por ti dolores sobrados;</p> - <p class="i0">Porque con doble tormento</p> - <p class="i0">Celos me da tu contento</p> - <p class="i0">Y tu peligro cuidados.</p> - <p class="i2">En verte regocijada</p> - <p class="i0">Celos me hacen acordar</p> - <p class="i0">De Europa, ninfa preciada,</p> - <p class="i0">Del toro blanco engañada</p> - <p class="i0">En la ribera del mar.</p> - <p class="i2">Y el ordinario cuidado</p> - <p class="i0">Hace que piense contino</p> - <p class="i0">De aquel desdeñoso alnado,</p> - <p class="i0">Orilla el mar arrastrado,</p> - <p class="i0">Visto aquel monstruo marino.</p> - <p class="i2">Mas no veo en ti temor</p> - <p class="i0">De congoja y pena tanta;</p> - <p class="i0">Que bien sé por mi dolor</p> - <p class="i0">Que a quien no teme al amor</p> - <p class="i0">Ningún peligro le espanta.</p> - <p class="i2">Guarte pues de un gran cuidado:</p> - <p class="i0">Que el vengativo Cupido</p> - <p class="i0">Viéndose menospreciado,</p> - <p class="i0">Lo que no hace de grado,</p> - <p class="i0">Suele hacerlo de ofendido.</p> - <p class="i2">Ven conmigo al bosque ameno,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_73">p. 73</span>Y al apacible sombrío</p> - <p class="i0">De olorosas flores lleno,</p> - <p class="i0">Do en el día más sereno</p> - <p class="i0">No es enojoso el Estío.</p> - <p class="i2">Si el agua te es placentera,</p> - <p class="i0">Hay allí fuente tan bella,</p> - <p class="i0">Que para ser la primera</p> - <p class="i0">Entre todas, solo espera</p> - <p class="i0">Que tú te laves en ella.</p> - <p class="i2">En aqueste raso suelo</p> - <p class="i0">A guardar tu hermosa cara</p> - <p class="i0">No basta sombrero o velo;</p> - <p class="i0">Que estando al abierto cielo</p> - <p class="i0">El sol morena te para.</p> - <p class="i2">No escuchas dulces concentos,</p> - <p class="i0">Sino el espantoso estruendo</p> - <p class="i0">Con que los bravosos vientos</p> - <p class="i0">Con soberbios movimientos</p> - <p class="i0">Van las aguas revolviendo.</p> - <p class="i2">Y tras la fortuna fiera</p> - <p class="i0">Son las vistas más suaves</p> - <p class="i0">Ver llegar a la ribera</p> - <p class="i0">La destrozada madera</p> - <p class="i0">De las anegadas naves.</p> - <p class="i2">Ven a la dulce floresta,</p> - <p class="i0">Do natura no fue escasa:</p> - <p class="i0">Donde haciendo alegre fiesta</p> - <p class="i0">La más calorosa siesta</p> - <p class="i0">Con más deleite se pasa.</p> - <p class="i2">Huye los soberbios mares;</p> - <p class="i0">Ven, verás cómo cantamos</p> - <p class="i0">Tan deleitosos cantares</p> - <p class="i0">Que los más duros pesares</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_74">p. 74</span>Suspendemos y engañamos;</p> - <p class="i2">Y aunque quien pasa dolores,</p> - <p class="i0">Amor le fuerza a cantarlos,</p> - <p class="i0">Yo haré que los pastores</p> - <p class="i0">No digan cantos de amores,</p> - <p class="i0">Porque huelgues de escucharlos.</p> - <p class="i2">Allí, por bosques y prados,</p> - <p class="i0">Podrás leer todas horas,</p> - <p class="i0">En mil robles señalados</p> - <p class="i0">Los nombres más celebrados</p> - <p class="i0">De las ninfas y pastoras.</p> - <p class="i2">Mas serate cosa triste</p> - <p class="i0">Ver tu nombre allí pintado,</p> - <p class="i0">En saber que escrita fuiste</p> - <p class="i0">Por el que siempre tuviste</p> - <p class="i0">De tu memoria borrado.</p> - <p class="i2">Y aunque mucho estés airada,</p> - <p class="i0">No creo yo que te asombre</p> - <p class="i0">Tanto el verte allí pintada,</p> - <p class="i0">Como el ver que eres amada</p> - <p class="i0">Del que allí escribió tu nombre.</p> - <p class="i2">No ser querida y amar</p> - <p class="i0">Fuera triste desplacer;</p> - <p class="i0">Mas ¿qué tormento o pesar</p> - <p class="i0">Te puede, Ninfa, causar</p> - <p class="i0">Ser querida y no querer?</p> - <p class="i2">Mas desprecia cuanto quieras</p> - <p class="i0">A tu pastor, Galatea;</p> - <p class="i0">Solo que en estas riberas</p> - <p class="i0">Cerca de las ondas fieras</p> - <p class="i0">Con mis ojos no te vea.</p> - <p class="i2">¿Qué pasatiempo mejor</p> - <p class="i0">Orilla el mar puede hallarse</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_75">p. 75</span>Que escuchar el ruiseñor,</p> - <p class="i0">Coger la olorosa flor</p> - <p class="i0">Y en clara fuente lavarse?</p> - <p class="i2">Pluguiera a Dios que gozaras</p> - <p class="i0">De nuestro campo y ribera,</p> - <p class="i0">Y porque más lo preciaras,</p> - <p class="i0">Ojalá tú lo probaras,</p> - <p class="i0">Antes que yo lo dijera.</p> - <p class="i2">Porque cuanto alabo aquí</p> - <p class="i0">De su crédito lo quito;</p> - <p class="i0">Pues el contentarme a mí</p> - <p class="i0">Bastará para que a ti</p> - <p class="i0">No te venga en apetito.</p> - <p class="i2">Licio mucho más le hablara,</p> - <p class="i0">Y tenía más que hablalle,</p> - <p class="i0">Si ella no se lo estorbara,</p> - <p class="i0">Que con desdeñosa cara</p> - <p class="i0">Al triste dice que calle.</p> - <p class="i2">Volvió a sus juegos la fiera</p> - <p class="i0">Y a sus llantos el pastor,</p> - <p class="i0">Y de la misma manera</p> - <p class="i0">Ella queda en la ribera,</p> - <p class="i0">Y él en su mismo dolor.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">FERNANDO DE HERRERA</h2> -</div> - -<h3 id="P026">26. Por la victoria de Lepanto</h3> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Cantemos</span> al Señor, que en la llanura</p> - <p class="i0">Venció del ancho mar al Trace fiero;</p> - <p class="i0">Tú, Dios de las batallas, tú eres diestra,</p> - <p class="i0">Salud y gloria nuestra.</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_76">p. 76</span>Tú rompiste las fuerzas y la dura</p> - <p class="i0">Frente de Faraón, feroz guerrero;</p> - <p class="i0">Sus escogidos príncipes cubrieron</p> - <p class="i0">Los abismos del mar, y descendieron,</p> - <p class="i0">Cual piedra, en el profundo, y tu ira luego</p> - <p class="i0">Los tragó, como arista seca el fuego.</p> - <p class="i2">El soberbio tirano, confiado</p> - <p class="i0">En el grande aparato de sus naves,</p> - <p class="i0">Que de los nuestros la cerviz cautiva</p> - <p class="i0">Y las manos aviva</p> - <p class="i0">Al ministerio injusto de su estado,</p> - <p class="i0">Derribó con los brazos suyos graves</p> - <p class="i0">Los cedros más excelsos de la cima</p> - <p class="i0">Y el árbol que más yerto se sublima,</p> - <p class="i0">Bebiendo ajenas aguas y atrevido</p> - <p class="i0">Pisando el bando nuestro y defendido.</p> - <p class="i2">Temblaron los pequeños, confundidos</p> - <p class="i0">Del impío furor suyo; alzó la frente</p> - <p class="i0">Contra ti, Señor Dios, y con semblante</p> - <p class="i0">Y con pecho arrogante,</p> - <p class="i0">Y los armados brazos extendidos,</p> - <p class="i0">Movió el airado cuello aquel potente;</p> - <p class="i0">Cercó su corazón de ardiente saña</p> - <p class="i0">Contra las dos Hesperias, que el mar baña,</p> - <p class="i0">Porque en ti confiadas le resisten</p> - <p class="i0">Y de armas de tu fe y amor se visten.</p> - <p class="i2">Dijo aquel insolente y desdeñoso:</p> - <p class="i0">«¿No conocen mis iras estas tierras,</p> - <p class="i0">Y de mis padres los ilustres hechos,</p> - <p class="i0">O valieron sus pechos</p> - <p class="i0">Contra ellos con el húngaro medroso,</p> - <p class="i0">Y de Dalmacia y Rodas en las guerras?</p> - <p class="i0">¿Quién las pudo librar? ¿Quién de sus manos</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_77">p. 77</span>Pudo salvar los de Austria y los germanos?</p> - <p class="i0">¿Podrá su Dios, podrá por suerte ahora</p> - <p class="i0">Guardallos de mi diestra vencedora?</p> - <p class="i2">»Su Roma, temerosa y humillada,</p> - <p class="i0">Los cánticos en lágrimas convierte;</p> - <p class="i0">Ella y sus hijos tristes mi ira esperan</p> - <p class="i0">Cuando vencidos mueran;</p> - <p class="i0">Francia está con discordia quebrantada,</p> - <p class="i0">Y en España amenaza horrible muerte</p> - <p class="i0">Quien honra de la luna las banderas;</p> - <p class="i0">Y aquellas en la guerra gentes fieras</p> - <p class="i0">Ocupadas están en su defensa,</p> - <p class="i0">Y aunque no, ¿quién hacerme puede ofensa?</p> - <p class="i2">»Los poderosos pueblos me obedecen,</p> - <p class="i0">Y el cuello con su daño al yugo inclinan,</p> - <p class="i0">Y me dan por salvarse ya la mano.</p> - <p class="i0">Y su valor es vano;</p> - <p class="i0">Que sus luces cayendo se oscurecen,</p> - <p class="i0">Sus fuertes a la muerte ya caminan,</p> - <p class="i0">Sus vírgenes están en cautiverio,</p> - <p class="i0">Su gloria ha vuelto al cetro de mi imperio.</p> - <p class="i0">Del Nilo a Éufrates fértil e Istro frío,</p> - <p class="i0">Cuanto el sol alto mira todo es mío.»</p> - <p class="i2">Tú, Señor, que no sufres que tu gloria</p> - <p class="i0">Usurpe quien su fuerza osado estima,</p> - <p class="i0">Prevaleciendo en vanidad y en ira,</p> - <p class="i0">Este soberbio mira,</p> - <p class="i0">Que tus aras afea en su vitoria.</p> - <p class="i0">No dejes que los tuyos así oprima,</p> - <p class="i0">Y en su cuerpo, cruel, las fieras cebe,</p> - <p class="i0">Y en su esparcida sangre el odio pruebe;</p> - <p class="i0">Que hecho ya su oprobio, dice: «¿Dónde</p> - <p class="i0">El Dios de estos está? ¿De quién se asconde?»</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_78">p. 78</span>Por la debida gloria de tu nombre,</p> - <p class="i0">Por la justa venganza de tu gente,</p> - <p class="i0">Por aquel de los míseros gemido,</p> - <p class="i0">Vuelve el brazo tendido</p> - <p class="i0">Contra este, que aborrece ya ser hombre;</p> - <p class="i0">Y las honras que celas tú consiente;</p> - <p class="i0">Y tres y cuatro veces el castigo</p> - <p class="i0">Esfuerza con rigor a tu enemigo,</p> - <p class="i0">Y la injuria a tu nombre cometida</p> - <p class="i0">Sea el hierro contrario de su vida.</p> - <p class="i2">Levantó la cabeza el poderoso</p> - <p class="i0">Que tanto odio te tiene; en nuestro estrago</p> - <p class="i0">Juntó el consejo, y contra nos pensaron</p> - <p class="i0">Los que en él se hallaron.</p> - <p class="i0">«Venid, dijeron, y en el mar ondoso</p> - <p class="i0">Hagamos de su sangre un grande lago;</p> - <p class="i0">Deshagamos a estos de la gente,</p> - <p class="i0">Y el nombre de su Cristo juntamente,</p> - <p class="i0">Y dividiendo de ellos los despojos,</p> - <p class="i0">Hártense en muerte suya nuestros ojos.»</p> - <p class="i2">Vinieron de Asia y portentoso Egito</p> - <p class="i0">Los árabes y leves africanos,</p> - <p class="i0">Y los que Grecia junta mal con ellos,</p> - <p class="i0">Con los erguidos cuellos,</p> - <p class="i0">Con gran poder y número infinito;</p> - <p class="i0">Y prometer osaron con sus manos</p> - <p class="i0">Encender nuestros fines y dar muerte</p> - <p class="i0">A nuestra juventud con hierro fuerte,</p> - <p class="i0">Nuestros niños prender y las doncellas,</p> - <p class="i0">Y la gloria manchar y la luz dellas.</p> - <p class="i2">Ocuparon del piélago los senos,</p> - <p class="i0">Puesta en silencio y en temor la tierra,</p> - <p class="i0">Y cesaron los nuestros valerosos,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_79">p. 79</span>Y callaron dudosos,</p> - <p class="i0">Hasta que al fiero ardor de sarracenos</p> - <p class="i0">El Señor eligiendo nueva guerra,</p> - <p class="i0">Se opuso el joven de Austria generoso</p> - <p class="i0">Con el claro español y belicoso;</p> - <p class="i0">Que Dios no sufre ya en Babel cautiva</p> - <p class="i0">Que su Sion querida siempre viva.</p> - <p class="i2">Cual león a la presa apercibido,</p> - <p class="i0">Sin recelo los impíos esperaban</p> - <p class="i0">A los que tú, Señor, eras escudo;</p> - <p class="i0">Que el corazón desnudo</p> - <p class="i0">De pavor, y de amor y fe vestido,</p> - <p class="i0">Con celestial aliento confiaban.</p> - <p class="i0">Sus manos a la guerra compusiste,</p> - <p class="i0">Y sus brazos fortísimos pusiste</p> - <p class="i0">Como el arco acerado, y con la espada</p> - <p class="i0">Vibraste en su favor la diestra armada.</p> - <p class="i2">Turbáronse los grandes, los robustos</p> - <p class="i0">Rindiéronse temblando y desmayaron;</p> - <p class="i0">Y tú entregaste, Dios, como la rueda,</p> - <p class="i0">Como la arista queda</p> - <p class="i0">Al ímpetu del viento, a estos injustos,</p> - <p class="i0">Que mil huyendo de uno se pasmaron.</p> - <p class="i0">Cual fuego abrasa selvas, cuya llama</p> - <p class="i0">En las espesas cumbres se derrama,</p> - <p class="i0">Tal en tu ira y tempestad seguiste</p> - <p class="i0">Y su faz de ignominia convertiste.</p> - <p class="i2">Quebrantaste al cruel dragón, cortando</p> - <p class="i0">Las alas de su cuerpo temerosas</p> - <p class="i0">Y sus brazos terribles no vencidos;</p> - <p class="i0">Que con hondos gemidos</p> - <p class="i0">Se retira a su cueva, do silbando</p> - <p class="i0">Tiembla con sus culebras venenosas,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_80">p. 80</span>Lleno de miedo torpe sus entrañas,</p> - <p class="i0">De tu león temiendo las hazañas;</p> - <p class="i0">Que, saliendo de España, dio un rugido</p> - <p class="i0">Que lo dejó asombrado y aturdido.</p> - <p class="i2">Hoy se vieron los ojos humillados</p> - <p class="i0">Del sublime varón y su grandeza,</p> - <p class="i0">Y tú solo, Señor, fuiste exaltado;</p> - <p class="i0">Que tu día es llegado,</p> - <p class="i0">Señor de los ejércitos armados,</p> - <p class="i0">Sobre la alta cerviz y su dureza,</p> - <p class="i0">Sobre derechos cedros y extendidos,</p> - <p class="i0">Sobre empinados montes y crecidos,</p> - <p class="i0">Sobre torres y muros, y las naves</p> - <p class="i0">De Tiro, que a los tuyos fueron graves.</p> - <p class="i2">Babilonia y Egito amedrentada</p> - <p class="i0">Temerá el fuego y la asta violenta,</p> - <p class="i0">Y el humo subirá a la luz del cielo,</p> - <p class="i0">Y faltos de consuelo,</p> - <p class="i0">Con rostro oscuro y soledad turbada</p> - <p class="i0">Tus enemigos llorarán su afrenta.</p> - <p class="i0">Mas tú, Grecia, concorde a la esperanza</p> - <p class="i0">Egicia y gloria de su confianza,</p> - <p class="i0">Triste que a ella pareces, no temiendo</p> - <p class="i0">A Dios y a tu remedio no atendiendo,</p> - <p class="i2">¿Por qué, ingrata, tus hijas adornaste</p> - <p class="i0">En adulterio infame a una impía gente,</p> - <p class="i0">Que deseaba profanar tus frutos,</p> - <p class="i0">Y con ojos enjutos</p> - <p class="i0">Sus odiosos pasos imitaste,</p> - <p class="i0">Su aborrecida vida y mal presente?</p> - <p class="i0">Dios vengará sus iras en tu muerte;</p> - <p class="i0">Que llega a tu cerviz con diestra fuerte</p> - <p class="i0">La aguda espada suya; ¿quién, cuitada,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_81">p. 81</span>Reprimirá su mano desatada?</p> - <p class="i2">Mas tú, fuerza del mar, tú, excelsa Tiro,</p> - <p class="i0">Que en tus naves estabas gloriosa,</p> - <p class="i0">Y el término espantabas de la tierra,</p> - <p class="i0">Y si hacías guerra,</p> - <p class="i0">De temor la cubrías con suspiro</p> - <p class="i0">¿Cómo acabaste, fiera y orgullosa?</p> - <p class="i0">¿Quién pensó a tu cabeza daño tanto?</p> - <p class="i0">Dios, para convertir tu gloria en llanto</p> - <p class="i0">Y derribar tus ínclitos y fuertes</p> - <p class="i0">Te hizo perecer con tantas muertes.</p> - <p class="i2">Llorad, naves del mar; que es destruïda</p> - <p class="i0">Vuestra vana soberbia y pensamiento.</p> - <p class="i0">¿Quién ya tendrá de ti lástima alguna,</p> - <p class="i0">Tú, que sigues la luna,</p> - <p class="i0">Asia adúltera, en vicios sumergida?</p> - <p class="i0">¿Quien mostrará un liviano sentimiento?</p> - <p class="i0">¿Quién rogará por ti? Que a Dios enciende</p> - <p class="i0">Tu ira y la arrogancia que te ofende,</p> - <p class="i0">Y tus viejos delitos y mudanza</p> - <p class="i0">Han vuelto contra ti a pedir venganza.</p> - <p class="i2">Los que vieron tus brazos quebrantados</p> - <p class="i0">Y de tus pinos ir el mar desnudo,</p> - <p class="i0">Que sus ondas turbaron y llanura,</p> - <p class="i0">Viendo tu muerte oscura,</p> - <p class="i0">Dirán, de tus estragos espantados:</p> - <p class="i0">¿Quién contra la espantosa tanto pudo?</p> - <p class="i0">El Señor, que mostró su fuerte mano</p> - <p class="i0">Por la fe de su príncipe cristiano</p> - <p class="i0">Y por el nombre santo de su gloria,</p> - <p class="i0">A su España concede esta vitoria.</p> - <p class="i2">Bendita, Señor, sea tu grandeza;</p> - <p class="i0">Que después de los daños padecidos,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_82">p. 82</span>Después de nuestras culpas y castigo,</p> - <p class="i0">Rompiste al enemigo</p> - <p class="i0">De la antigua soberbia la dureza.</p> - <p class="i0">Adórente, Señor, tus escogidos,</p> - <p class="i0">Confiese cuanto cerca el ancho cielo</p> - <p class="i0">Tu nombre ¡oh nuestro Dios, nuestro consuelo!</p> - <p class="i0">Y la cerviz rebelde, condenada,</p> - <p class="i0">Perezca en bravas llamas abrasada.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P027">27. Por la pérdida del rey don Sebastián</h3> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Voz</span> de dolor y canto de gemido</p> - <p class="i0">Y espíritu de miedo, envuelto en ira,</p> - <p class="i0">Hagan principio acerbo a la memoria</p> - <p class="i0">De aquel día fatal, aborrecido,</p> - <p class="i0">Que Lusitania mísera suspira,</p> - <p class="i0">Desnuda de valor, falta de gloria;</p> - <p class="i0">Y la llorosa historia</p> - <p class="i0">Asombre con horror funesto y triste</p> - <p class="i0">Desde el áfrico Atlante y seno ardiente</p> - <p class="i0">Hasta do el mar de otro color se viste,</p> - <p class="i0">Y do el límite rojo de oriente</p> - <p class="i0">Y todas sus vencidas gentes fieras</p> - <p class="i0">Ven tremolar de Cristo las banderas.</p> - <p class="i2">¡Ay de los que pasaron, confiados</p> - <p class="i0">En sus caballos y en la muchedumbre</p> - <p class="i0">De sus carros, en ti, Libia desierta,</p> - <p class="i0">Y en su vigor y fuerzas engañados,</p> - <p class="i0">No alzaron su esperanza a aquella cumbre</p> - <p class="i0">De eterna luz, mas con soberbia cierta</p> - <p class="i0">Se ofrecieron la incierta</p> - <p class="i0">Vitoria, y sin volver a Dios sus ojos,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_83">p. 83</span>Con yerto cuello y corazón ufano</p> - <p class="i0">Solo atendieron siempre a los despojos!</p> - <p class="i0">Y el Santo de Israel abrió su mano,</p> - <p class="i0">Y los dejó, y cayó en despeñadero</p> - <p class="i0">El carro, y el caballo y caballero.</p> - <p class="i2">Vino el día crüel, el día lleno</p> - <p class="i0">De indignación, de ira y furor, que puso</p> - <p class="i0">En soledad y en un profundo llanto,</p> - <p class="i0">De gente y de placer el reino ajeno.</p> - <p class="i0">El cielo no alumbró, quedó confuso</p> - <p class="i0">El nuevo sol, presagio de mal tanto,</p> - <p class="i0">Y con terrible espanto</p> - <p class="i0">El Señor visitó sobre sus males,</p> - <p class="i0">Para humillar los fuertes arrogantes,</p> - <p class="i0">Y levantó los bárbaros no iguales,</p> - <p class="i0">Que con osados pechos y constantes</p> - <p class="i0">No busquen oro, mas con hierro airado</p> - <p class="i0">La ofensa venguen y el error culpado.</p> - <p class="i2">Los impíos y robustos, indinados,</p> - <p class="i0">Las ardientes espadas desnudaron</p> - <p class="i0">Sobre la claridad y hermosura</p> - <p class="i0">De tu gloria y valor, y no cansados</p> - <p class="i0">En tu muerte, tu honor todo afearon,</p> - <p class="i0">Mezquina Lusitania sin ventura;</p> - <p class="i0">Y con frente segura</p> - <p class="i0">Rompieron sin temor con fiero estrago</p> - <p class="i0">Tus armadas escuadras y braveza.</p> - <p class="i0">La arena se tornó sangriento lago,</p> - <p class="i0">La llanura con muertos aspereza;</p> - <p class="i0">Cayó en unos vigor, cayó denuedo;</p> - <p class="i0">Mas en otros desmayo y torpe miedo.</p> - <p class="i2">¿Son estos por ventura los famosos,</p> - <p class="i0">Los fuertes, los belígeros varones</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_84">p. 84</span>Que conturbaron con furor la tierra,</p> - <p class="i0">Que sacudieron reinos poderosos,</p> - <p class="i0">Que domaron las hórridas naciones,</p> - <p class="i0">Que pusieron desierto en cruda guerra</p> - <p class="i0">Cuanto el mar Indo encierra,</p> - <p class="i0">Y soberbias ciudades destruyeron?</p> - <p class="i0">¿Dó el corazón seguro y la osadía?</p> - <p class="i0">¿Cómo así se acabaron, y perdieron</p> - <p class="i0">Tanto heroico valor en solo un día;</p> - <p class="i0">Y lejos de su patria derribados,</p> - <p class="i0">No fueron justamente sepultados?</p> - <p class="i2">Tales ya fueron estos, cual hermoso</p> - <p class="i0">Cedro del alto Líbano, vestido</p> - <p class="i0">De ramos, hojas, con excelsa alteza;</p> - <p class="i0">Las aguas lo criaron poderoso</p> - <p class="i0">Sobre empinados árboles crecido,</p> - <p class="i0">Y se multiplicaron en grandeza</p> - <p class="i0">Sus ramos con belleza;</p> - <p class="i0">Y extendiendo su sombra, se anidaron</p> - <p class="i0">Las aves que sustenta el grande cielo,</p> - <p class="i0">Y en sus hojas las fieras engendraron,</p> - <p class="i0">Y hizo a mucha gente umbroso velo;</p> - <p class="i0">No igualó en celsitud y en hermosura</p> - <p class="i0">Jamás árbol alguno a su figura.</p> - <p class="i2">Pero elevose con su verde cima,</p> - <p class="i0">Y sublimó la presunción su pecho,</p> - <p class="i0">Desvanecido todo y confiado,</p> - <p class="i0">Haciendo de su alteza solo estima.</p> - <p class="i0">Por eso Dios lo derribó deshecho,</p> - <p class="i0">A los impíos y ajenos entregado,</p> - <p class="i0">Por la raíz cortado;</p> - <p class="i0">Que opreso de los montes arrojados,</p> - <p class="i0">Sin ramos y sin hojas y desnudo,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_85">p. 85</span>Huyeron dél los hombres, espantados,</p> - <p class="i0">Que su sombra tuvieron por escudo;</p> - <p class="i0">En su ruina y ramos cuantas fueron</p> - <p class="i0">Las aves y las fieras se pusieron.</p> - <p class="i2">Tú, infanda Libia, en cuya seca arena</p> - <p class="i0">Murió el vencido reino lusitano,</p> - <p class="i0">Y se acabó su generosa gloria,</p> - <p class="i0">No estés alegre y de ufanía llena;</p> - <p class="i0">Porque tu temerosa y flaca mano</p> - <p class="i0">Hubo sin esperanza tal vitoria,</p> - <p class="i0">Indina de memoria;</p> - <p class="i0">Que si el justo dolor mueve a venganza</p> - <p class="i0">Alguna vez el español coraje,</p> - <p class="i0">Despedazada con aguda lanza,</p> - <p class="i0">Compensarás muriendo el hecho ultraje;</p> - <p class="i0">Y Luco amedrentado, al mar inmenso</p> - <p class="i0">Pagará de africana sangre el censo.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON JUAN DE ARGUIJO</h2> -</div> - -<h3 id="P028">28. Al Guadalquivir, en una avenida</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Tú, a quien</span> ofrece el apartado polo,</p> - <p class="i0">Hasta donde tu nombre se dilata,</p> - <p class="i0">Preciosos dones de luciente plata,</p> - <p class="i0">Que envidia el rico Tajo y el Pactolo;</p> - <p class="i2">Para cuya corona, como a solo</p> - <p class="i0">Rey de los ríos, entreteje y ata</p> - <p class="i0">Palas su oliva con la rama ingrata</p> - <p class="i0">Que contempla en tus márgenes Apolo;</p> - <p class="i2">Claro Guadalquivir, si impetuoso</p> - <p class="i0">Con crespas ondas y mayor corriente</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_86">p. 86</span>Cubrieres nuestros campos mal seguros,</p> - <p class="i2">De la mejor ciudad, por quien famoso</p> - <p class="i0">Alzas igual al mar la altiva frente,</p> - <p class="i0">Respeta humilde los antiguos muros.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P029">29. La tempestad y la calma</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Yo vi</span> del rojo sol la luz serena</p> - <p class="i0">Turbarse, y que en un punto desparece</p> - <p class="i0">Su alegre faz, y en torno se oscurece</p> - <p class="i0">El cielo con tiniebla de horror llena.</p> - <p class="i2">El austro proceloso airado suena,</p> - <p class="i0">Crece su furia, y la tormenta crece,</p> - <p class="i0">Y en los hombros de Atlante se estremece</p> - <p class="i0">El alto olimpo y con espanto truena;</p> - <p class="i2">Mas luego vi romperse el negro velo</p> - <p class="i0">Deshecho en agua, y a su luz primera</p> - <p class="i0">Restituirse alegre el claro día,</p> - <p class="i2">Y de nuevo esplendor ornado el cielo</p> - <p class="i0">Miré, y dije: ¿Quién sabe si le espera</p> - <p class="i0">Igual mudanza a la fortuna mía?</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P030">30. La avaricia</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Castiga</span> el cielo a Tántalo inhumano,</p> - <p class="i0">Que en impía mesa su rigor provoca,</p> - <p class="i0">Medir queriendo en competencia loca</p> - <p class="i0">Saber divino con engaño humano.</p> - <p class="i2">Agua en las aguas busca, y con la mano</p> - <p class="i0">El árbol fugitivo casi toca;</p> - <p class="i0">Huye el copioso Erídano a su boca,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_87">p. 87</span>Y en vez de fruta toca el aire vano.</p> - <p class="i2">Tú, que espantado de su pena, admiras</p> - <p class="i0">Que el cercano manjar en largo ayuno</p> - <p class="i0">Al gusto falte y a la vida sobre,</p> - <p class="i2">¿Cómo de muchos Tántalos no miras</p> - <p class="i0">Ejemplo igual? Y si codicias uno,</p> - <p class="i0">Mira el avaro, en sus riquezas pobre.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P031">31.</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">En segura</span> pobreza vive Eumelo</p> - <p class="i0">Con dulce libertad, y le mantienen</p> - <p class="i0">Las simples aves, que engañadas vienen</p> - <p class="i0">A los lazos y liga sin recelo.</p> - <p class="i2">Por mejor suerte no importuna al cielo,</p> - <p class="i0">Ni se muestra envidioso a la que tienen</p> - <p class="i0">Los que con ansia de subir sostienen</p> - <p class="i0">En flacas alas el incierto vuelo.</p> - <p class="i2">Muerte tras luengos años no le espanta,</p> - <p class="i0">Ni la recibe con indigna queja,</p> - <p class="i0">Mas con sosiego grato y faz amiga.</p> - <p class="i2">Al fin, muriendo con pobreza tanta,</p> - <p class="i0">Ricos juzga sus hijos, pues les deja</p> - <p class="i0">La libertad, las aves y la liga.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">BALTASAR DEL ALCÁZAR</h2> -</div> - -<h3 id="P032">32. Una cena</h3> - -<div class="versos ml34"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">En Jaén</span>, donde resido,</p> - <p class="i0">Vive don Lope de Sosa,</p> - <p class="i0">Y direte, Inés, la cosa</p> - <p class="i0">Más brava de él que has oído.</p> - <p class="i2">Tenía este caballero</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_88">p. 88</span>Un criado portugués...</p> - <p class="i0">Pero cenemos, Inés,</p> - <p class="i0">Si te parece, primero.</p> - <p class="i2">La mesa tenemos puesta,</p> - <p class="i0">Lo que se ha de cenar junto,</p> - <p class="i0">Las tazas del vino a punto,</p> - <p class="i0">Falta comenzar la fiesta.</p> - <p class="i2">Comience el vinillo nuevo,</p> - <p class="i0">Y échole la bendición;</p> - <p class="i0">Yo tengo por devoción</p> - <p class="i0">De santiguar lo que bebo.</p> - <p class="i2">Franco fue, Inés, este toque;</p> - <p class="i0">Pero arrójame la bota:</p> - <p class="i0">Vale un florín cada gota</p> - <p class="i0">De aqueste vinillo aloque.</p> - <p class="i2">¿De qué taberna se trajo?</p> - <p class="i0">Mas ya... de la del Castillo;</p> - <p class="i0">Diez y seis vale el cuartillo,</p> - <p class="i0">No tiene vino más bajo.</p> - <p class="i2">Por nuestro Señor, que es mina</p> - <p class="i0">La taberna de Alcocer;</p> - <p class="i0">Grande consuelo es tener</p> - <p class="i0">La taberna por vecina.</p> - <p class="i2">Si es o no invención moderna,</p> - <p class="i0">Vive Dios que no lo sé,</p> - <p class="i0">Pero delicada fue</p> - <p class="i0">La invención de la taberna.</p> - <p class="i2">Porque allí llego sediento,</p> - <p class="i0">Pido vino de lo nuevo,</p> - <p class="i0">Mídenlo, dánmelo, bebo,</p> - <p class="i0">Págolo y voyme contento.</p> - <p class="i2">Esto, Inés, ello se alaba,</p> - <p class="i0">No es menester alaballo;</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_89">p. 89</span>Solo una falta le hallo,</p> - <p class="i0">Que con la priesa se acaba.</p> - <p class="i2">La ensalada y salpicón</p> - <p class="i0">Hizo fin: ¿qué viene ahora?</p> - <p class="i0">La morcilla, ¡oh gran señora,</p> - <p class="i0">Digna de veneración!</p> - <p class="i2">¡Qué oronda viene y qué bella!</p> - <p class="i0">¡Qué través y enjundia tiene!</p> - <p class="i0">Paréceme, Inés, que viene</p> - <p class="i0">Para que demos en ella.</p> - <p class="i2">Pues sus, encójase y entre,</p> - <p class="i0">Que es algo estrecho el camino.</p> - <p class="i0">No eches agua, Inés, al vino;</p> - <p class="i0">No se escandalice el vientre.</p> - <p class="i2">Echa de lo tras añejo,</p> - <p class="i0">Porque con más gusto comas;</p> - <p class="i0">Dios te guarde, que así tomas,</p> - <p class="i0">Como sabia, mi consejo.</p> - <p class="i2">Mas di, ¿no adoras y precias</p> - <p class="i0">La morcilla ilustre y rica?</p> - <p class="i0">¡Cómo la traidora pica!</p> - <p class="i0">Tal debe tener especias.</p> - <p class="i2">¡Qué llena está de piñones!</p> - <p class="i0">Morcilla de cortesanos,</p> - <p class="i0">Y asada por esas manos,</p> - <p class="i0">Hechas a cebar lechones.</p> - <p class="i2">El corazón me revienta</p> - <p class="i0">De placer; no sé de ti.</p> - <p class="i0">¿Cómo te va? Yo por mí</p> - <p class="i0">Sospecho que estás contenta.</p> - <p class="i2">Alegre estoy, vive Dios;</p> - <p class="i0">Mas oye un punto sutil:</p> - <p class="i0">¿No pusiste allí un candil?</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_90">p. 90</span>¿Cómo me parecen dos?</p> - <p class="i2">Pero son preguntas viles;</p> - <p class="i0">Ya sé lo que puede ser:</p> - <p class="i0">Con este negro beber</p> - <p class="i0">Se acrecientan los candiles.</p> - <p class="i2">Probemos lo del pichel,</p> - <p class="i0">Alto licor celestial;</p> - <p class="i0">No es el aloquillo tal,</p> - <p class="i0">Ni tiene que ver con él.</p> - <p class="i2">¡Qué suavidad! ¡qué clareza!</p> - <p class="i0">¡Qué rancio gusto y olor!</p> - <p class="i0">¡Qué paladar! ¡qué color!</p> - <p class="i0">¡Todo con tanta fineza!</p> - <p class="i2">Mas el queso sale a plaza,</p> - <p class="i0">La moradilla va entrando,</p> - <p class="i0">Y ambos vienen preguntando</p> - <p class="i0">Por el pichel y la taza.</p> - <p class="i2">Prueba el queso, que es extremo,</p> - <p class="i0">El de Pinto no le iguala;</p> - <p class="i0">Pues la aceituna no es mala,</p> - <p class="i0">Bien puede bogar su remo.</p> - <p class="i2">Haz pues, Inés, lo que sueles,</p> - <p class="i0">Daca de la bota llena</p> - <p class="i0">Seis tragos; hecha es la cena,</p> - <p class="i0">Levántense los manteles.</p> - <p class="i2">Ya que, Inés, hemos cenado</p> - <p class="i0">Tan bien y con tanto gusto,</p> - <p class="i0">Parece que será justo</p> - <p class="i0">Volver al cuento pasado.</p> - <p class="i2">Pues sabrás, Inés hermana,</p> - <p class="i0">Que el portugués cayó enfermo...</p> - <p class="i0">Las once dan, yo me duermo;</p> - <p class="i0">Quédese para mañana.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <p><span class="pagenum" id="Page_91">p. 91</span></p> - <h2 class="nobreak">FRANCISCO DE RIOJA</h2> -</div> - -<h3 id="P033">33. A la rosa</h3> - -<div class="versos ml26"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Pura</span>, encendida rosa,</p> - <p class="i0">Émula de la llama</p> - <p class="i0">Que sale con el día,</p> - <p class="i0">¿Cómo naces tan llena de alegría</p> - <p class="i0">Si sabes que la edad que te da el cielo</p> - <p class="i0">Es apenas un breve y veloz vuelo?</p> - <p class="i0">Y no valdrán las puntas de tu rama</p> - <p class="i0">Ni tu púrpura hermosa</p> - <p class="i0">A detener un punto</p> - <p class="i0">La ejecución del hado presurosa.</p> - <p class="i0">El mismo cerco alado,</p> - <p class="i0">Que estoy viendo riente,</p> - <p class="i0">Ya temo amortiguado,</p> - <p class="i0">Presto despojo de la llama ardiente.</p> - <p class="i0">Para las hojas de tu crespo seno</p> - <p class="i0">Te dio Amor de sus alas blandas plumas,</p> - <p class="i0">Y oro de su cabello dio a tu frente.</p> - <p class="i0">¡Oh fiel imagen suya peregrina!</p> - <p class="i0">Bañote en su color sangre divina</p> - <p class="i0">De la deidad que dieron las espumas;</p> - <p class="i0">Y esto, purpúrea flor, y esto ¿no pudo</p> - <p class="i0">Hacer menos violento el rayo agudo?</p> - <p class="i0">Róbate en una hora,</p> - <p class="i0">Róbate licencioso su ardimiento</p> - <p class="i0">El color y el aliento;</p> - <p class="i0">Tiendes aun no las alas abrasadas,</p> - <p class="i0">Y ya vuelan al suelo desmayadas.</p> - <p class="i0">Tan cerca, tan unida</p> - <p class="i0">Está al morir tu vida,</p> - <p class="i0">Que dudo si en sus lágrimas la aurora</p> - <p class="i0">Mustia tu nacimiento o muerte llora.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <p><span class="pagenum" id="Page_92">p. 92</span></p> - <h2 class="nobreak">RODRIGO CARO</h2> -</div> - -<h3 id="P034">34. A las ruinas de Itálica</h3> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Estos</span>, Fabio ¡ay dolor! que ves ahora</p> - <p class="i0">Campos de soledad, mustio collado,</p> - <p class="i0">Fueron un tiempo Itálica famosa;</p> - <p class="i0">Aquí de Cipión la vencedora</p> - <p class="i0">Colonia fue; por tierra derribado</p> - <p class="i0">Yace el temido honor de la espantosa</p> - <p class="i0">Muralla, y lastimosa</p> - <p class="i0">Reliquia es solamente</p> - <p class="i0">De su invencible gente.</p> - <p class="i0">Solo quedan memorias funerales</p> - <p class="i0">Donde erraron ya sombras de alto ejemplo;</p> - <p class="i0">Este llano fue plaza, allí fue templo;</p> - <p class="i0">De todo apenas quedan las señales.</p> - <p class="i0">Del gimnasio y las termas regaladas</p> - <p class="i0">Leves vuelan cenizas desdichadas;</p> - <p class="i0">Las torres que desprecio al aire fueron</p> - <p class="i0">A su gran pesadumbre se rindieron.</p> - <p class="i2">Este despedazado anfiteatro,</p> - <p class="i0">Impío honor de los dioses, cuya afrenta</p> - <p class="i0">Publica el amarillo jaramago,</p> - <p class="i0">Ya reducido a trágico teatro,</p> - <p class="i0">¡Oh fábula del tiempo! representa</p> - <p class="i0">Cuánta fue su grandeza y es su estrago.</p> - <p class="i0">¿Cómo en el cerco vago</p> - <p class="i0">De su desierta arena</p> - <p class="i0">El gran pueblo no suena?</p> - <p class="i0">¿Dónde, pues fieras hay, está el desnudo</p> - <p class="i0">Luchador? ¿Dónde está el atleta fuerte?</p> - <p class="i0">Todo despareció, cambió la suerte</p> - <p class="i0">Voces alegres en silencio mudo;</p> - <p class="i0">Mas aun el tiempo da en estos despojos</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_93">p. 93</span>Espectáculos fieros a los ojos,</p> - <p class="i0">Y miran tan confuso lo presente</p> - <p class="i0">Que voces de dolor el alma siente.</p> - <p class="i2">Aquí nació aquel rayo de la guerra,</p> - <p class="i0">Gran padre de la patria, honor de España,</p> - <p class="i0">Pío, felice, triunfador Trajano,</p> - <p class="i0">Ante quien muda se postró la tierra</p> - <p class="i0">Que ve del sol la cuna y la que baña</p> - <p class="i0">El mar, también vencido, gaditano.</p> - <p class="i0">Aquí de Elio Adriano,</p> - <p class="i0">De Teodosio divino,</p> - <p class="i0">De Silio peregrino</p> - <p class="i0">Rodaron de marfil y oro las cunas.</p> - <p class="i0">Aquí ya de laurel, ya de jazmines</p> - <p class="i0">Coronados los vieron los jardines,</p> - <p class="i0">Que ahora son zarzales y lagunas.</p> - <p class="i0">La casa para el César fabricada</p> - <p class="i0">¡Ay! yace de lagartos vil morada;</p> - <p class="i0">Casas, jardines, césares murieron,</p> - <p class="i0">Y aun las piedras que de ellos se escribieron.</p> - <p class="i2">Fabio, si tú no lloras, pon atenta</p> - <p class="i0">La vista en luengas calles destruïdas;</p> - <p class="i0">Mira mármoles y arcos destrozados,</p> - <p class="i0">Mira estatuas soberbias que violenta</p> - <p class="i0">Némesis derribó, yacer tendidas,</p> - <p class="i0">Y ya en alto silencio sepultados</p> - <p class="i0">Sus dueños celebrados.</p> - <p class="i0">Así a Troya figuro,</p> - <p class="i0">Así a su antiguo muro,</p> - <p class="i0">Y a ti, Roma, a quien queda el nombre apenas,</p> - <p class="i0">¡Oh patria de los dioses y los reyes!</p> - <p class="i0">Y a ti, a quien no valieron justas leyes,</p> - <p class="i0">Fábrica de Minerva, sabia Atenas,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_94">p. 94</span>Emulación ayer de las edades,</p> - <p class="i0">Hoy cenizas, hoy vastas soledades,</p> - <p class="i0">Que no os respetó el hado, no la muerte,</p> - <p class="i0">¡Ay! ni por sabia a ti, ni a ti por fuerte.</p> - <p class="i2">Mas ¿para qué la mente se derrama</p> - <p class="i0">En buscar al dolor nuevo argumento?</p> - <p class="i0">Basta ejemplo menor, basta el presente,</p> - <p class="i0">Que aun se ve el humo aquí, se ve la llama,</p> - <p class="i0">Aun se oyen llantos hoy, hoy ronco acento;</p> - <p class="i0">Tal genio o religión fuerza la mente</p> - <p class="i0">De la vecina gente,</p> - <p class="i0">Que refiere admirada</p> - <p class="i0">Que en la noche callada</p> - <p class="i0">Una voz triste se oye, que, llorando</p> - <p class="i0"><i>Cayó Itálica</i> dice, y lastimosa,</p> - <p class="i0">Eco reclama <i>Itálica</i> en la hojosa</p> - <p class="i0">Selva que se le opone, resonando</p> - <p class="i0"><i>Itálica</i>, y el claro nombre oído</p> - <p class="i0">De <i>Itálica</i>, renuevan el gemido</p> - <p class="i0">Mil sombras nobles de su gran ruina;</p> - <p class="i0">¡Tanto aun la plebe a sentimiento inclina!</p> - <p class="i2">Esta corta piedad que, agradecido</p> - <p class="i0">Huésped, a tus sagrados manes debo,</p> - <p class="i0">Les do y consagro, <i>Itálica</i> famosa.</p> - <p class="i0">Tú, si lloroso don han admitido</p> - <p class="i0">Las ingratas cenizas, de que llevo</p> - <p class="i0">Dulce noticia asaz, si lastimosa,</p> - <p class="i0">Permíteme, piadosa</p> - <p class="i0">Usura a tierno llanto,</p> - <p class="i0">Que vea el cuerpo santo</p> - <p class="i0">De Geroncio, tu mártir y prelado.</p> - <p class="i0">Muestra de su sepulcro algunas señas,</p> - <p class="i0">Y cavaré con lágrimas las peñas</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_95">p. 95</span>Que ocultan su sarcófago sagrado;</p> - <p class="i0">Pero mal pido el único consuelo</p> - <p class="i0">De todo el bien que airado quitó el cielo.</p> - <p class="i0">Goza en las tuyas sus reliquias bellas</p> - <p class="i0">Para envidia del mundo y sus estrellas.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">ANÓNIMO SEVILLANO</h2> - <p class="centra fs85 ws1 mt05">(Probablemente Fernández de Andrada)</p> -</div> - -<h3 id="P035">35. Epístola moral</h3> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Fabio</span>, las esperanzas cortesanas</p> - <p class="i0">Prisiones son do el ambicioso muere</p> - <p class="i0">Y donde al más astuto nacen canas.</p> - <p class="i2">El que no las limare o las rompiere,</p> - <p class="i0">Ni el nombre de varón ha merecido,</p> - <p class="i0">Ni subir al honor que pretendiere.</p> - <p class="i2">El ánimo plebeyo y abatido</p> - <p class="i0">Elija, en sus intentos temeroso,</p> - <p class="i0">Primero estar suspenso que caído;</p> - <p class="i2">Que el corazón entero y generoso</p> - <p class="i0">Al caso adverso inclinará la frente</p> - <p class="i0">Antes que la rodilla al poderoso.</p> - <p class="i2">Más triunfos, más coronas dio al prudente</p> - <p class="i0">Que supo retirarse, la fortuna,</p> - <p class="i0">Que al que esperó obstinada y locamente.</p> - <p class="i2">Esta invasión terrible e importuna</p> - <p class="i0">De contrarios sucesos nos espera</p> - <p class="i0">Desde el primer sollozo de la cuna.</p> - <p class="i2">Dejémosla pasar como a la fiera</p> - <p class="i0">Corriente del gran Betis, cuando airado</p> - <p class="i0">Dilata hasta los montes su ribera.</p> - <p class="i2">Aquel entre los héroes es contado</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_96">p. 96</span>Que el premio mereció, no quien le alcanza</p> - <p class="i0">Por vanas consecuencias del estado.</p> - <p class="i2">Peculio propio es ya de la privanza</p> - <p class="i0">Cuanto de Astrea fue, cuanto regía</p> - <p class="i0">Con su temida espada y su balanza.</p> - <p class="i2">El oro, la maldad, la tiranía</p> - <p class="i0">Del inicuo procede y pasa al bueno.</p> - <p class="i0">¿Qué espera la virtud o qué confía?</p> - <p class="i2">Ven y reposa en el materno seno</p> - <p class="i0">De la antigua Romúlea, cuyo clima</p> - <p class="i0">Te será más humano y más sereno.</p> - <p class="i2">Adonde por lo menos, cuando oprima</p> - <p class="i0">Nuestro cuerpo la tierra, dirá alguno;</p> - <p class="i0">«Blanda le sea», al derramarla encima;</p> - <p class="i2">Donde no dejarás la mesa ayuno</p> - <p class="i0">Cuando te falte en ella el pece raro</p> - <p class="i0">O cuando su pavón nos niegue Juno.</p> - <p class="i2">Busca pues el sosiego dulce y caro,</p> - <p class="i0">Como en la obscura noche del Egeo</p> - <p class="i0">Busca el piloto el eminente faro;</p> - <p class="i2">Que si acortas y ciñes tu deseo</p> - <p class="i0">Dirás: «Lo que desprecio he conseguido;</p> - <p class="i0">Que la opinión vulgar es devaneo.»</p> - <p class="i2">Más precia el ruiseñor su pobre nido</p> - <p class="i0">De pluma y leves pajas, más sus quejas</p> - <p class="i0">En el bosque repuesto y escondido,</p> - <p class="i2">Que halagar lisonjero las orejas</p> - <p class="i0">De algún príncipe insigne; aprisionado</p> - <p class="i0">En el metal de las doradas rejas.</p> - <p class="i2">Triste de aquel que vive destinado</p> - <p class="i0">A esa antigua colonia de los vicios,</p> - <p class="i0">Augur de los semblantes del privado.</p> - <p class="i2">Cese el ansia y la sed de los oficios;</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_97">p. 97</span>Que acepta el don y burla del intento</p> - <p class="i0">El ídolo a quien haces sacrificios.</p> - <p class="i2">Iguala con la vida el pensamiento,</p> - <p class="i0">Y no le pasarás de hoy a mañana,</p> - <p class="i0">Ni quizá de un momento a otro momento.</p> - <p class="i2">Casi no tienes ni una sombra vana</p> - <p class="i0">De nuestra antigua Itálica, y ¿esperas?</p> - <p class="i0">¡Oh error perpetuo de la suerte humana!</p> - <p class="i2">Las enseñas grecianas, las banderas</p> - <p class="i0">Del senado y romana monarquía</p> - <p class="i0">Murieron, y pasaron sus carreras.</p> - <p class="i2">¿Qué es nuestra vida más que un breve día</p> - <p class="i0">Do apena sale el sol cuando se pierde</p> - <p class="i0">En las tinieblas de la noche fría?</p> - <p class="i2">¿Qué más que el heno, a la mañana verde,</p> - <p class="i0">Seco a la tarde? ¡Oh ciego desvarío!</p> - <p class="i0">¿Será que de este sueño me recuerde?</p> - <p class="i2">¿Será que pueda ver que me desvío</p> - <p class="i0">De la vida viviendo, y que está unida</p> - <p class="i0">La cauta muerte al simple vivir mío?</p> - <p class="i2">Como los ríos, que en veloz corrida</p> - <p class="i0">Se llevan a la mar, tal soy llevado</p> - <p class="i0">Al último suspiro de mi vida.</p> - <p class="i2">De la pasada edad ¿qué me ha quedado?</p> - <p class="i0">O ¿qué tengo yo, a dicha, en la que espero,</p> - <p class="i0">Sin ninguna noticia de mi hado?</p> - <p class="i2">¡Oh, si acabase, viendo cómo muero,</p> - <p class="i0">De aprender a morir antes que llegue</p> - <p class="i0">Aquel forzoso término postrero;</p> - <p class="i2">Antes que aquesta mies inútil siegue</p> - <p class="i0">De la severa muerte dura mano,</p> - <p class="i0">Y a la común materia se la entregue!</p> - <p class="i2">Pasáronse las flores del verano,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_98">p. 98</span>El otoño pasó con sus racimos,</p> - <p class="i0">Pasó el invierno con sus nieves cano;</p> - <p class="i2">Las hojas que en las altas selvas vimos</p> - <p class="i0">Cayeron, ¡y nosotros a porfía</p> - <p class="i0">En nuestro engaño inmóviles vivimos!</p> - <p class="i2">Temamos al Señor que nos envía</p> - <p class="i0">Las espigas del año y la hartura,</p> - <p class="i0">Y la temprana pluvia y la tardía.</p> - <p class="i2">No imitemos la tierra siempre dura</p> - <p class="i0">A las aguas del cielo y al arado,</p> - <p class="i0">Ni la vid cuyo fruto no madura.</p> - <p class="i2">¿Piensas acaso tú que fue criado</p> - <p class="i0">El varón para rayo de la guerra,</p> - <p class="i0">Para surcar el piélago salado,</p> - <p class="i2">Para medir el orbe de la tierra</p> - <p class="i0">Y el cerco donde el sol siempre camina?</p> - <p class="i0">¡Oh, quien así lo entiende, cuánto yerra!</p> - <p class="i2">Esta nuestra porción, alta y divina,</p> - <p class="i0">A mayores acciones es llamada</p> - <p class="i0">Y en más nobles objetos se termina.</p> - <p class="i2">Así aquella que al hombre solo es dada,</p> - <p class="i0">Sacra razón y pura, me despierta,</p> - <p class="i0">De esplendor y de rayos coronada;</p> - <p class="i2">Y en la fría región dura y desierta</p> - <p class="i0">De aqueste pecho enciende nueva llama,</p> - <p class="i0">Y la luz vuelve a arder que estaba muerta.</p> - <p class="i2">Quiero, Fabio, seguir a quien me llama,</p> - <p class="i0">Y callado pasar entre la gente,</p> - <p class="i0">Que no afecto los nombres ni la fama.</p> - <p class="i2">El soberbio tirano del Oriente</p> - <p class="i0">Que maciza las torres de cien codos</p> - <p class="i0">Del cándido metal puro y luciente</p> - <p class="i2">Apenas puede ya comprar los modos</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_99">p. 99</span>Del pecar; la virtud es más barata,</p> - <p class="i0">Ella consigo mesma ruega a todos.</p> - <p class="i2">¡Pobre de aquel que corre y se dilata</p> - <p class="i0">Por cuantos son los climas y los mares,</p> - <p class="i0">Perseguidor del oro y de la plata!</p> - <p class="i2">Un ángulo me basta entre mis lares,</p> - <p class="i0">Un libro y un amigo, un sueño breve,</p> - <p class="i0">Que no perturben deudas ni pesares.</p> - <p class="i2">Esto tan solamente es cuanto debe</p> - <p class="i0">Naturaleza al simple y al discreto,</p> - <p class="i0">Y algún manjar común, honesto y leve.</p> - <p class="i2">No, porque así te escribo, hagas conceto</p> - <p class="i0">Que pongo la virtud en ejercicio:</p> - <p class="i0">Que aun esto fue difícil a Epiteto.</p> - <p class="i2">Basta al que empieza aborrecer el vicio,</p> - <p class="i0">Y el ánimo enseñar a ser modesto;</p> - <p class="i0">Después le será el cielo más propicio.</p> - <p class="i2">Despreciar el deleite no es supuesto</p> - <p class="i0">De sólida virtud; que aun el vicioso</p> - <p class="i0">En sí propio le nota de molesto.</p> - <p class="i2">Mas no podrás negarme cuán forzoso</p> - <p class="i0">Este camino sea al alto asiento,</p> - <p class="i0">Morada de la paz y del reposo.</p> - <p class="i2">No sazona la fruta en un momento</p> - <p class="i0">Aquella inteligencia que mensura</p> - <p class="i0">La duración de todo a su talento.</p> - <p class="i2">Flor la vimos primero hermosa y pura,</p> - <p class="i0">Luego materia acerba y desabrida,</p> - <p class="i0">Y perfecta después, dulce y madura;</p> - <p class="i2">Tal la humana prudencia es bien que mida</p> - <p class="i0">Y dispense y comparta las acciones</p> - <p class="i0">Que han de ser compañeras de la vida.</p> - <p class="i2">No quiera Dios que imite estos varones</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_100">p. 100</span>Que moran nuestras plazas macilentos,</p> - <p class="i0">De la virtud infames histriones;</p> - <p class="i2">Esos inmundos trágicos, atentos</p> - <p class="i0">Al aplauso común, cuyas entrañas</p> - <p class="i0">Son infaustos y oscuros monumentos.</p> - <p class="i2">¡Cuán callada que pasa las montañas</p> - <p class="i0">El aura, respirando mansamente!</p> - <p class="i0">¡Qué gárrula y sonante por las cañas!</p> - <p class="i2">¡Qué muda la virtud por el prudente!</p> - <p class="i0">¡Qué redundante y llena de ruïdo</p> - <p class="i0">Por el vano, ambicioso y aparente!</p> - <p class="i2">Quiero imitar al pueblo en el vestido,</p> - <p class="i0">En las costumbres solo a los mejores,</p> - <p class="i0">Sin presumir de roto y mal ceñido.</p> - <p class="i2">No resplandezca el oro y los colores</p> - <p class="i0">En nuestro traje, ni tampoco sea</p> - <p class="i0">Igual al de los dóricos cantores.</p> - <p class="i2">Una mediana vida yo posea,</p> - <p class="i0">Un estilo común y moderado,</p> - <p class="i0">Que no lo note nadie que lo vea.</p> - <p class="i2">En el plebeyo barro mal tostado</p> - <p class="i0">Hubo ya quien bebió tan ambicioso</p> - <p class="i0">Como en el vaso Múrino preciado;</p> - <p class="i2">Y alguno tan ilustre y generoso</p> - <p class="i0">Que usó, como si fuera plata neta,</p> - <p class="i0">Del cristal transparente y luminoso.</p> - <p class="i2">Sin la templanza ¿viste tú perfeta</p> - <p class="i0">Alguna cosa? ¡Oh muerte! ven callada,</p> - <p class="i0">Como sueles venir en la saeta,</p> - <p class="i2">No en la tonante máquina preñada</p> - <p class="i0">De fuego y de rumor; que no es mi puerta</p> - <p class="i0">De doblados metales fabricada.</p> - <p class="i2">Así, Fabio, me muestra descubierta</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_101">p. 101</span>Su esencia la verdad, y mi albedrío</p> - <p class="i0">Con ella se compone y se concierta.</p> - <p class="i2">No te burles de ver cuánto confío,</p> - <p class="i0">Ni al arte de decir, vana y pomposa,</p> - <p class="i0">El ardor atribuyas de este brío.</p> - <p class="i2">¿Es por ventura menos poderosa</p> - <p class="i0">Que el vicio la virtud? ¿Es menos fuerte?</p> - <p class="i0">No la arguyas de flaca y temerosa.</p> - <p class="i2">La codicia en las manos de la suerte</p> - <p class="i0">Se arroja al mar, la ira a las espadas,</p> - <p class="i0">Y la ambición se ríe de la muerte.</p> - <p class="i2">Y ¿no serán siquiera tan osadas</p> - <p class="i0">Las opuestas acciones, si las miro</p> - <p class="i0">De más ilustres genios ayudadas?</p> - <p class="i2">Ya, dulce amigo, huyo y me retiro</p> - <p class="i0">De cuanto simple amé; rompí los lazos.</p> - <p class="i0">Ven y verás al alto fin que aspiro,</p> - <p class="i0">Antes que el tiempo muera en nuestros brazos.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">LUPERCIO LEONARDO<br /> DE ARGENSOLA</h2> -</div> - -<h3 id="P036">36. A la esperanza</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Alivia</span> sus fatigas</p> - <p class="i0">El labrador cansado</p> - <p class="i0">Cuando su yerta barba escarcha cubre,</p> - <p class="i0">Pensando en las espigas</p> - <p class="i0">Del agosto abrasado</p> - <p class="i0">Y en los lagares ricos del octubre;</p> - <p class="i0">La hoz se le descubre</p> - <p class="i0">Cuando el arado apaña,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_102">p. 102</span>Y con dulces memorias le acompaña.</p> - <p class="i2">Carga de hierro duro</p> - <p class="i0">Sus miembros, y se obliga</p> - <p class="i0">El joven al trabajo de la guerra.</p> - <p class="i0">Huye el ocio seguro,</p> - <p class="i0">Trueca por la enemiga</p> - <p class="i0">Su dulce, natural y amiga tierra;</p> - <p class="i0">Mas cuando se destierra</p> - <p class="i0">O al asalto acomete,</p> - <p class="i0">Mil triunfos y mil glorias se promete.</p> - <p class="i2">La vida al mar confía,</p> - <p class="i0">Y a dos tablas delgadas,</p> - <p class="i0">El otro, que del oro está sediento.</p> - <p class="i0">Escóndesele el día,</p> - <p class="i0">Y las olas hinchadas</p> - <p class="i0">Suben a combatir el firmamento;</p> - <p class="i0">Él quita el pensamiento</p> - <p class="i0">De la muerte vecina,</p> - <p class="i0">Y en el oro le pone y en la mina.</p> - <p class="i2">Deja el lecho caliente</p> - <p class="i0">Con la esposa dormida</p> - <p class="i0">El cazador solícito y robusto.</p> - <p class="i0">Sufre el cierzo inclemente,</p> - <p class="i0">La nieve endurecida,</p> - <p class="i0">Y tiene de su afán por premio justo</p> - <p class="i0">Interrumpir el gusto</p> - <p class="i0">Y la paz de las fieras</p> - <p class="i0">En vano cautas, fuertes y ligeras.</p> - <p class="i2">Premio y cierto fin tiene</p> - <p class="i0">Cualquier trabajo humano,</p> - <p class="i0">Y el uno llama al otro sin mudanza;</p> - <p class="i0">El invierno entretiene</p> - <p class="i0">La opinión del verano,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_103">p. 103</span>Y un tiempo sirve al otro de templanza.</p> - <p class="i0">El bien de la esperanza</p> - <p class="i0">Solo quedó en el suelo,</p> - <p class="i0">Cuando todos huyeron para el cielo.</p> - <p class="i2">Si la esperanza quitas,</p> - <p class="i0">¿Qué le dejas al mundo?</p> - <p class="i0">Su máquina disuelves y destruyes;</p> - <p class="i0">Todo lo precipitas</p> - <p class="i0">En olvido profundo,</p> - <p class="i0">Y ¿del fin natural, Flérida, huyes?</p> - <p class="i0">Si la cerviz rehuyes</p> - <p class="i0">De los brazos amados,</p> - <p class="i0">¿Qué premio piensas dar a los cuidados?</p> - <p class="i2">Amor, en diferentes</p> - <p class="i0">Géneros dividido,</p> - <p class="i0">Él publica su fin, y quien le admite.</p> - <p class="i0">Todos los accidentes</p> - <p class="i0">De un amante atrevido</p> - <p class="i0">(Niéguelo o disimúlelo) permite.</p> - <p class="i0">Limite pues, limite</p> - <p class="i0">La vana resistencia;</p> - <p class="i0">Que, dada la ocasión, todo es licencia.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P037">37.</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Imagen</span> espantosa de la muerte,</p> - <p class="i0">Sueño cruel, no turbes más mi pecho,</p> - <p class="i0">Mostrándome cortado el nudo estrecho,</p> - <p class="i0">Consuelo solo de mi adversa suerte.</p> - <p class="i2">Busca de algún tirano el muro fuerte,</p> - <p class="i0">De jaspe las paredes, de oro el techo,</p> - <p class="i0">O el rico avaro en el angosto lecho</p> - <p class="i0">Haz que temblando con sudor despierte.</p> - <p class="i2">El uno vea el popular tumulto</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_104">p. 104</span>Romper con furia las herradas puertas,</p> - <p class="i0">O al sobornado siervo el hierro oculto.</p> - <p class="i2">El otro sus riquezas, descubiertas</p> - <p class="i0">Con llave falsa o con violento insulto,</p> - <p class="i0">Y déjale al amor sus glorias ciertas.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P038">38.</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Llevó</span> tras sí los pámpanos octubre,</p> - <p class="i0">Y con las grandes lluvias insolente,</p> - <p class="i0">No sufre Ibero márgenes ni puente,</p> - <p class="i0">Mas antes los vecinos campos cubre.</p> - <p class="i2">Moncayo, como suele, ya descubre</p> - <p class="i0">Coronada de nieve la alta frente;</p> - <p class="i0">Y el sol apenas vemos en oriente,</p> - <p class="i0">Cuando la opaca tierra nos lo encubre.</p> - <p class="i2">Sienten el mar y selvas ya la saña</p> - <p class="i0">Del Aquilón, y encierra su bramido</p> - <p class="i0">Gente en el puerto y gente en la cabaña.</p> - <p class="i2">Y Fabio, en el umbral de Tais tendido</p> - <p class="i0">Con vergonzosas lágrimas lo baña,</p> - <p class="i0">Debiéndolas al tiempo que ha perdido.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">BARTOLOMÉ LEONARDO<br /> DE ARGENSOLA</h2> -</div> - -<h3 id="P039">39.</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">«Dime</span>, Padre común, pues eres justo,</p> - <p class="i0">¿Por qué ha de permitir tu providencia</p> - <p class="i0">Que, arrastrando prisiones la inocencia,</p> - <p class="i0">Suba la fraude a tribunal augusto?</p> - <p class="i2">»¿Quién da fuerzas al brazo que robusto</p> - <p class="i0">Hace a tus leyes firme resistencia,</p> - <p class="i0">Y que el celo, que más la reverencia,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_105">p. 105</span>Gima a los pies del vencedor injusto?</p> - <p class="i2">»Vemos que vibran victoriosas palmas</p> - <p class="i0">Manos inicuas, la virtud gimiendo</p> - <p class="i0">Del triunfo en el injusto regocijo.»</p> - <p class="i2">Esto decía yo, cuando riendo</p> - <p class="i0">Celestial ninfa apareció, y me dijo:</p> - <p class="i0">«¡Ciego! ¿es la tierra el centro de las almas?»</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">LOPE DE VEGA</h2> -</div> - -<h3 id="P040">40. Canción</h3> - -<div class="versos ml26"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">¡Oh libertad</span> preciosa,</p> - <p class="i0">No comparada al oro,</p> - <p class="i0">Ni al bien mayor de la espaciosa tierra!</p> - <p class="i0">Más rica y más gozosa</p> - <p class="i0">Que el precioso tesoro</p> - <p class="i0">Que el mar del sur entre su nácar cierra;</p> - <p class="i0">Con armas, sangre y guerra,</p> - <p class="i0">Con las vidas y famas,</p> - <p class="i0">Conquistado en el mundo;</p> - <p class="i0">Paz dulce, amor profundo,</p> - <p class="i0">Que el mal apartas y a tu bien nos llamas:</p> - <p class="i0">En ti sola se anida</p> - <p class="i0">Oro, tesoro, paz, bien, gloria y vida.</p> - <p class="i2">Cuando de las humanas</p> - <p class="i0">Tinieblas vi del cielo</p> - <p class="i0">La luz, principio de mis dulces días,</p> - <p class="i0">Aquellas tres hermanas</p> - <p class="i0">Que nuestro humano velo</p> - <p class="i0">Tejiendo, llevan por inciertas vías,</p> - <p class="i0">Las duras penas mías</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_106">p. 106</span>Trocaron en la gloria</p> - <p class="i0">Que en libertad poseo,</p> - <p class="i0">Con siempre igual deseo,</p> - <p class="i0">Donde verá por mi dichosa historia,</p> - <p class="i0">Quien más leyere en ella,</p> - <p class="i0">Que es dulce libertad lo menos della.</p> - <p class="i2">Yo pues, señor exento</p> - <p class="i0">Desta montaña y prado,</p> - <p class="i0">Gozo la gloria y libertad que tengo.</p> - <p class="i0">Soberbio pensamiento</p> - <p class="i0">Jamás ha derribado</p> - <p class="i0">La vida humilde y pobre que sostengo.</p> - <p class="i0">Cuando a las manos vengo</p> - <p class="i0">Con el muchacho ciego,</p> - <p class="i0">Haciendo rostro embisto,</p> - <p class="i0">Venzo, triunfo y resisto</p> - <p class="i0">La flecha, el arco, la ponzoña, el fuego,</p> - <p class="i0">Y con libre albedrío</p> - <p class="i0">Lloro el ajeno mal y canto el mío.</p> - <p class="i2">Cuando el aurora baña</p> - <p class="i0">Con helado rocío</p> - <p class="i0">De aljófar celestial el monte y prado,</p> - <p class="i0">Salgo de mi cabaña,</p> - <p class="i0">Riberas deste río,</p> - <p class="i0">A dar el nuevo pasto a mi ganado,</p> - <p class="i0">Y cuando el sol dorado</p> - <p class="i0">Muestra sus fuerzas graves,</p> - <p class="i0">Al sueño el pecho inclino</p> - <p class="i0">Debajo un sauce o pino,</p> - <p class="i0">Oyendo el son de las parleras aves,</p> - <p class="i0">O ya gozando el aura,</p> - <p class="i0">Donde el perdido aliento se restaura.</p> - <p class="i2">Cuando la noche oscura</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_107">p. 107</span>Con su estrellado manto</p> - <p class="i0">El claro día en su tiniebla encierra,</p> - <p class="i0">Y suena en la espesura</p> - <p class="i0">El tenebroso canto</p> - <p class="i0">De los nocturnos hijos de la tierra,</p> - <p class="i0">Al pie de aquesta sierra</p> - <p class="i0">Con rústicas palabras</p> - <p class="i0">Mi ganadillo cuento</p> - <p class="i0">Y el corazón contento</p> - <p class="i0">Del gobierno de ovejas y de cabras,</p> - <p class="i0">La temerosa cuenta</p> - <p class="i0">Del cuidadoso rey me representa.</p> - <p class="i2">Aquí la verde pera</p> - <p class="i0">Con la manzana hermosa,</p> - <p class="i0">De gualda y roja sangre matizada,</p> - <p class="i0">Y de color de rosa</p> - <p class="i0">La cermeña olorosa</p> - <p class="i0">Tengo, y la endrina de color morada;</p> - <p class="i0">Aquí de la enramada</p> - <p class="i0">Parra que al olmo enlaza,</p> - <p class="i0">Melosas uvas cojo;</p> - <p class="i0">Y en cantidad recojo,</p> - <p class="i0">Al tiempo que las ramas desenlaza</p> - <p class="i0">El caluroso estío,</p> - <p class="i0">Membrillos que coronan este río.</p> - <p class="i2">No me da descontento</p> - <p class="i0">El hábito costoso</p> - <p class="i0">Que de lascivo el pecho noble infama;</p> - <p class="i0">Es mi dulce sustento</p> - <p class="i0">Del campo generoso</p> - <p class="i0">Estas silvestres frutas que derrama;</p> - <p class="i0">Mi regalada cama</p> - <p class="i0">De blandas pieles y hojas,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_108">p. 108</span>Que algún rey la envidiara,</p> - <p class="i0">Y de ti, fuente clara,</p> - <p class="i0">Que bullendo, el arena y agua arrojas,</p> - <p class="i0">Estos cristales puros,</p> - <p class="i0">Sustentos pobres, pero bien seguros.</p> - <p class="i2">Estese el cortesano</p> - <p class="i0">Procurando a su gusto</p> - <p class="i0">La blanda cama y el mejor sustento;</p> - <p class="i0">Bese la ingrata mano</p> - <p class="i0">Del poderoso injusto,</p> - <p class="i0">Formando torres de esperanza al viento;</p> - <p class="i0">Viva y muera sediento</p> - <p class="i0">Por el honroso oficio,</p> - <p class="i0">Y goce yo del suelo,</p> - <p class="i0">Al aire, al sol y al hielo,</p> - <p class="i0">Ocupado en mi rústico ejercicio;</p> - <p class="i0">Que más vale pobreza</p> - <p class="i0">En paz, que en guerra mísera riqueza.</p> - <p class="i2">Ni temo al poderoso</p> - <p class="i0">Ni al rico lisonjeo,</p> - <p class="i0">Ni soy camaleón del que gobierna,</p> - <p class="i0">Ni me tiene envidioso</p> - <p class="i0">La ambición y deseo</p> - <p class="i0">De ajena gloria ni de fama eterna;</p> - <p class="i0">Carne sabrosa y tierna,</p> - <p class="i0">Vino aromatizado,</p> - <p class="i0">Pan blanco de aquel día,</p> - <p class="i0">En prado, en fuente fría,</p> - <p class="i0">Halla un pastor con hambre fatigado;</p> - <p class="i0">Que el grande y el pequeño</p> - <p class="i0">Somos iguales lo que dura el sueño.</p> - </div> -</div> - - -<h3 title="41." id="P041"><span class="pagenum" id="Page_109">p. 109</span>41.</h3> - -<div class="versos ml32"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">A mis</span> soledades voy,</p> - <p class="i0">De mis soledades vengo,</p> - <p class="i0">Porque para andar conmigo</p> - <p class="i0">Me bastan mis pensamientos.</p> - <p class="i2">¡No sé qué tiene la aldea</p> - <p class="i0">Donde vivo y donde muero,</p> - <p class="i0">Que con venir de mí mismo</p> - <p class="i0">No puedo venir más lejos!</p> - <p class="i2">Ni estoy bien ni mal conmigo;</p> - <p class="i0">Mas dice mi entendimiento</p> - <p class="i0">Que un hombre que todo es alma</p> - <p class="i0">Está cautivo en su cuerpo.</p> - <p class="i2">Entiendo lo que me basta,</p> - <p class="i0">Y solamente no entiendo</p> - <p class="i0">Cómo se sufre a sí mismo</p> - <p class="i0">Un ignorante soberbio.</p> - <p class="i2">De cuantas cosas me cansan,</p> - <p class="i0">Fácilmente me defiendo;</p> - <p class="i0">Pero no puedo guardarme</p> - <p class="i0">De los peligros de un necio.</p> - <p class="i2">Él dirá que yo lo soy,</p> - <p class="i0">Pero con falso argumento;</p> - <p class="i0">Que humildad y necedad</p> - <p class="i0">No caben en un sujeto.</p> - <p class="i2">La diferencia conozco,</p> - <p class="i0">Porque en él y en mí contemplo,</p> - <p class="i0">Su locura en su arrogancia,</p> - <p class="i0">Mi humildad en su desprecio.</p> - <p class="i2">O sabe naturaleza</p> - <p class="i0">Más que supo en otro tiempo,</p> - <p class="i0">O tantos que nacen sabios</p> - <p class="i0">Es porque lo dicen ellos.</p> - <p class="i2">Solo sé que no sé nada,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_110">p. 110</span>Dijo un filósofo, haciendo</p> - <p class="i0">La cuenta con su humildad,</p> - <p class="i0">Adonde lo más es menos.</p> - <p class="i2">No me precio de entendido,</p> - <p class="i0">De desdichado me precio;</p> - <p class="i0">Que los que no son dichosos,</p> - <p class="i0">¿Cómo pueden ser discretos?</p> - <p class="i2">No puede durar el mundo,</p> - <p class="i0">Porque dicen, y lo creo,</p> - <p class="i0">Que suena a vidrio quebrado</p> - <p class="i0">Y que ha de romperse presto.</p> - <p class="i2">Señales son del juïcio</p> - <p class="i0">Ver que todos le perdemos,</p> - <p class="i0">Unos por carta de más,</p> - <p class="i0">Otros por carta de menos.</p> - <p class="i2">Dijeron que antiguamente</p> - <p class="i0">Se fue la verdad al cielo:</p> - <p class="i0">Tal la pusieron los hombres</p> - <p class="i0">Que desde entonces no ha vuelto.</p> - <p class="i2">En dos edades vivimos</p> - <p class="i0">Los propios y los ajenos,</p> - <p class="i0">La de plata los extraños,</p> - <p class="i0">Y la de cobre los nuestros.</p> - <p class="i2">¿A quién no dará cuidado,</p> - <p class="i0">Si es español verdadero,</p> - <p class="i0">Ver los hombres a lo antiguo</p> - <p class="i0">Y el valor a lo moderno?</p> - <p class="i2">Dijo Dios que comería</p> - <p class="i0">Su pan el hombre primero</p> - <p class="i0">Con el sudor de su cara,</p> - <p class="i0">Por quebrar su mandamiento;</p> - <p class="i2">Y algunos inobedientes</p> - <p class="i0">A la vergüenza y al miedo,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_111">p. 111</span>Con las prendas de su honor</p> - <p class="i0">Han trocado los efectos.</p> - <p class="i2">Virtud y filosofía</p> - <p class="i0">Peregrinan como ciegos:</p> - <p class="i0">El uno se lleva al otro,</p> - <p class="i0">Llorando van y pidiendo.</p> - <p class="i2">Dos polos tiene la tierra,</p> - <p class="i0">Universal movimiento,</p> - <p class="i0">La mejor vida el favor,</p> - <p class="i0">La mejor sangre el dinero.</p> - <p class="i2">Oigo tañer las campanas,</p> - <p class="i0">Y no me espanto, aunque puedo,</p> - <p class="i0">Que en lugar de tantas cruces</p> - <p class="i0">Haya tantos hombres muertos.</p> - <p class="i2">Mirando estoy los sepulcros</p> - <p class="i0">Cuyos mármoles eternos</p> - <p class="i0">Están diciendo sin lengua</p> - <p class="i0">Que no lo fueron sus dueños.</p> - <p class="i2">¡Oh, bien haya quien los hizo,</p> - <p class="i0">Porque solamente en ellos</p> - <p class="i0">De los poderosos grandes</p> - <p class="i0">Se vengaron los pequeños!</p> - <p class="i2">Fea pintan a la envidia:</p> - <p class="i0">Yo confieso que la tengo</p> - <p class="i0">De unos hombres que no saben</p> - <p class="i0">Quien vive pared en medio.</p> - <p class="i2">Sin libros y sin papeles,</p> - <p class="i0">Sin tratos, cuentas ni cuentos,</p> - <p class="i0">Cuando quieren escribir</p> - <p class="i0">Piden prestado el tintero.</p> - <p class="i2">Sin ser pobres ni ser ricos,</p> - <p class="i0">Tienen chimenea y huerto;</p> - <p class="i0">No los despiertan cuidados,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_112">p. 112</span>Ni pretensiones, ni pleitos.</p> - <p class="i2">Ni murmuraron del grande,</p> - <p class="i0">Ni ofendieron al pequeño;</p> - <p class="i0">Nunca, como yo, firmaron</p> - <p class="i0">Parabién, ni pascua dieron.</p> - <p class="i2">Con esta envidia que digo,</p> - <p class="i0">Y lo que paso en silencio,</p> - <p class="i0">A mis soledades voy,</p> - <p class="i0">De mis soledades vengo.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P042">42.</h3> - -<div class="versos ml32"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">¡Pobre</span> barquilla mía,</p> - <p class="i0">Entre peñascos rota,</p> - <p class="i0">Sin velas desvelada,</p> - <p class="i0">Y entre las olas sola!</p> - <p class="i2">¿Adónde vas perdida?</p> - <p class="i0">¿Adónde, di, te engolfas?</p> - <p class="i0">Que no hay deseos cuerdos</p> - <p class="i0">Con esperanzas locas.</p> - <p class="i2">Como las altas naves,</p> - <p class="i0">Te apartas animosa</p> - <p class="i0">De la vecina tierra,</p> - <p class="i0">Y al fiero mar te arrojas.</p> - <p class="i2">Igual en las fortunas,</p> - <p class="i0">Mayor en las congojas,</p> - <p class="i0">Pequeña en las defensas,</p> - <p class="i0">Incitas a las ondas.</p> - <p class="i2">Advierte que te llevan</p> - <p class="i0">A dar entre las rocas</p> - <p class="i0">De la soberbia envidia,</p> - <p class="i0">Naufragio de las honras.</p> - <p class="i2">Cuando por las riberas</p> - <p class="i0">Andabas costa a costa,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_113">p. 113</span>Nunca del mar temiste</p> - <p class="i0">Las iras procelosas.</p> - <p class="i2">Segura navegabas;</p> - <p class="i0">Que por la tierra propia</p> - <p class="i0">Nunca el peligro es mucho</p> - <p class="i0">Adonde el agua es poca.</p> - <p class="i2">Verdad es que en la patria</p> - <p class="i0">No es la virtud dichosa,</p> - <p class="i0">Ni se estima la perla</p> - <p class="i0">Hasta dejar la concha.</p> - <p class="i2">Dirás que muchas barcas</p> - <p class="i0">Con el favor en popa,</p> - <p class="i0">Saliendo desdichadas,</p> - <p class="i0">Volvieron venturosas.</p> - <p class="i2">No mires los ejemplos</p> - <p class="i0">De las que van y tornan,</p> - <p class="i0">Que a muchas ha perdido</p> - <p class="i0">La dicha de las otras.</p> - <p class="i2">Para los altos mares</p> - <p class="i0">No llevas cautelosa,</p> - <p class="i0">Ni velas de mentiras,</p> - <p class="i0">Ni remos de lisonjas.</p> - <p class="i2">¿Quién te engañó, barquilla?</p> - <p class="i0">Vuelve, vuelve la proa;</p> - <p class="i0">Que presumir de nave</p> - <p class="i0">Fortunas ocasiona.</p> - <p class="i2">¿Qué jarcias te entretejen?</p> - <p class="i0">¿Qué ricas banderolas</p> - <p class="i0">Azote son del viento</p> - <p class="i0">Y de las aguas sombra?</p> - <p class="i2">¿En qué gavia descubres</p> - <p class="i0">Del árbol alta copa,</p> - <p class="i0">La tierra en perspectiva,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_114">p. 114</span>Del mar incultas orlas?</p> - <p class="i2">¿En qué celajes fundas</p> - <p class="i0">Que es bien echar la sonda,</p> - <p class="i0">Cuando, perdido el rumbo,</p> - <p class="i0">Erraste la derrota?</p> - <p class="i2">Si te sepulta arena,</p> - <p class="i0">¿Qué sirve fama heroica?</p> - <p class="i0">Que nunca desdichados</p> - <p class="i0">Sus pensamientos logran.</p> - <p class="i2">¿Qué importa que te ciñan</p> - <p class="i0">Ramas verdes o rojas,</p> - <p class="i0">Que en selvas de corales</p> - <p class="i0">Salado césped brota?</p> - <p class="i2">Laureles de la orilla</p> - <p class="i0">Solamente coronan</p> - <p class="i0">Navíos de alto bordo</p> - <p class="i0">Que jarcias de oro adornan.</p> - <p class="i2">No quieras que yo sea,</p> - <p class="i0">Por tu soberbia pompa,</p> - <p class="i0">Faetonte de barqueros</p> - <p class="i0">Que los laureles lloran.</p> - <p class="i2">Pasaron ya los tiempos</p> - <p class="i0">Cuando lamiendo rosas</p> - <p class="i0">El céfiro bullía</p> - <p class="i0">Y suspiraba aromas.</p> - <p class="i2">Ya fieros huracanes</p> - <p class="i0">Tan arrogantes soplan</p> - <p class="i0">Que, salpicando estrellas,</p> - <p class="i0">Del sol la frente mojan;</p> - <p class="i2">Ya los valientes rayos</p> - <p class="i0">De la vulcana forja,</p> - <p class="i0">En vez de torres altas,</p> - <p class="i0">Abrasan pobres chozas.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_115">p. 115</span>Contenta con tus redes,</p> - <p class="i0">A la playa arenosa</p> - <p class="i0">Mojado me sacabas;</p> - <p class="i0">Pero vivo, ¿qué importa?</p> - <p class="i2">Cuando de rojo nácar</p> - <p class="i0">Se afeitaba la aurora,</p> - <p class="i0">Más peces te llenaban</p> - <p class="i0">Que ella lloraba aljófar.</p> - <p class="i2">Al bello sol que adoro,</p> - <p class="i0">Enjuta ya la ropa,</p> - <p class="i0">Nos daba una cabaña</p> - <p class="i0">La cama de sus hojas.</p> - <p class="i2">Esposa me llamaba,</p> - <p class="i0">Yo la llamaba esposa,</p> - <p class="i0">Parándose de envidia</p> - <p class="i0">La celestial antorcha.</p> - <p class="i2">Sin pleito, sin disgusto,</p> - <p class="i0">La muerte nos divorcia:</p> - <p class="i0">¡Ay de la pobre barca</p> - <p class="i0">Que en lágrimas se ahoga!</p> - <p class="i2">Quedad sobre la arena,</p> - <p class="i0">Inútiles escotas;</p> - <p class="i0">Que no ha menester velas</p> - <p class="i0">Quien a su bien no torna.</p> - <p class="i2">Si con eternas plantas</p> - <p class="i0">Las fijas luces doras,</p> - <p class="i0">¡Oh dueño de mi barca!</p> - <p class="i0">Y en dulce paz reposas,</p> - <p class="i2">Merezca que le pidas</p> - <p class="i0">Al bien que eterno gozas,</p> - <p class="i0">Que adonde estás, me lleve,</p> - <p class="i0">Más pura y más hermosa.</p> - <p class="i2">Mi honesto amor te obligue;</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_116">p. 116</span>Que no es digna victoria</p> - <p class="i0">Para quejas humanas</p> - <p class="i0">Ser las deidades sordas.</p> - <p class="i2">Mas ¡ay que no me escuchas!</p> - <p class="i0">Pero la vida es corta:</p> - <p class="i0">Viviendo, todo falta;</p> - <p class="i0">Muriendo, todo sobra.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P043">43. Judit</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Cuelga</span> sangriento de la cama al suelo</p> - <p class="i0">El hombro diestro del feroz tirano,</p> - <p class="i0">Que opuesto al muro de Betulia en vano,</p> - <p class="i0">Despidió contra sí rayos al cielo.</p> - <p class="i2">Revuelto con el ansia el rojo velo</p> - <p class="i0">Del pabellón a la siniestra mano,</p> - <p class="i0">Descubre el espectáculo inhumano</p> - <p class="i0">Del tronco horrible, convertido en hielo.</p> - <p class="i2">Vertido Baco, el fuerte arnés afea</p> - <p class="i0">Los vasos y la mesa derribada,</p> - <p class="i0">Duermen los guardas, que tan mal emplea;</p> - <p class="i2">Y sobre la muralla, coronada</p> - <p class="i0">Del pueblo de Israel, la casta hebrea</p> - <p class="i0">Con la cabeza resplandece armada.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P044">44.</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Suelta</span> mi manso, mayoral extraño,</p> - <p class="i0">Pues otro tienes tú de igual decoro:</p> - <p class="i0">Suelta la prenda que en el alma adoro,</p> - <p class="i0">Perdida por tu bien y por mi daño.</p> - <p class="i2">Ponle su esquila de labrado estaño,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_117">p. 117</span>Y no le engañen tus collares de oro:</p> - <p class="i0">Toma en albricias este blanco toro</p> - <p class="i0">Que a las primeras yerbas cumple un año.</p> - <p class="i2">Si pides señas, tiene el vellocino</p> - <p class="i0">Pardo, encrespado, y los ojuelos tiene</p> - <p class="i0">Como durmiendo en regalado sueño.</p> - <p class="i2">Si piensas que no soy su dueño, Alcino,</p> - <p class="i0">Suelta, y verasle si a mi choza viene;</p> - <p class="i0">Que aun tienen sal las manos de su dueño.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P045">45.</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">¿Qué</span> tengo yo, que mi amistad procuras?</p> - <p class="i0">¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,</p> - <p class="i0">Que a mi puerta, cubierto de rocío,</p> - <p class="i0">Pasas las noches del invierno escuras?</p> - <p class="i2">¡Oh cuánto fueron mis entrañas duras,</p> - <p class="i0">Pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío</p> - <p class="i0">Si de mi ingratitud el hielo frío</p> - <p class="i0">Secó las llagas de tus plantas puras!</p> - <p class="i2">¡Cuántas veces el ángel me decía:</p> - <p class="i0">«Alma, asómate agora a la ventana;</p> - <p class="i0">Verás con cuánto amor llamar porfía!»</p> - <p class="i2">Y ¡cuántas, hermosura soberana,</p> - <p class="i0">«Mañana le abriremos,» respondía,</p> - <p class="i0">Para lo mismo responder mañana!</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P046">46.</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Pastor</span>, que con tus silbos amorosos</p> - <p class="i0">Me despertaste del profundo sueño;</p> - <p class="i0">Tú, que hiciste cayado dese leño</p> - <p class="i0">En que tiendes los brazos poderosos;</p> - <p class="i2">Vuelve los ojos a mi fe piadosos,</p> - <p class="i0">Pues te confieso por mi amor y dueño,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_118">p. 118</span>Y la palabra de seguirte empeño</p> - <p class="i0">Tus dulces silbos y tus pies hermosos.</p> - <p class="i2">Oye, Pastor que por amores mueres,</p> - <p class="i0">No te espante el rigor de mis pecados,</p> - <p class="i0">Pues tan amigo de rendidos eres;</p> - <p class="i2">Espera pues, y escucha mis cuidados;</p> - <p class="i0">Pero ¿cómo te digo que me esperes,</p> - <p class="i0">Si estás para esperar los pies clavados?</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P047">47. Temores en el favor</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Cuando</span> en mis manos, Rey eterno, os miro,</p> - <p class="i0">Y la cándida víctima levanto,</p> - <p class="i0">De mi atrevida indignidad me espanto,</p> - <p class="i0">Y la piedad de vuestro pecho admiro.</p> - <p class="i2">Tal vez el alma con temor retiro,</p> - <p class="i0">Tal vez la doy al amoroso llanto;</p> - <p class="i0">Que, arrepentido de ofenderos tanto,</p> - <p class="i0">Con ansias temo y con dolor suspiro.</p> - <p class="i2">Volved los ojos a mirarme humanos;</p> - <p class="i0">Que por las sendas de mi error siniestras</p> - <p class="i0">Me despeñaron pensamientos vanos.</p> - <p class="i2">No sean tantas las miserias nuestras</p> - <p class="i0">Que a quien os tuvo en sus indignas manos</p> - <p class="i0">Vos le dejéis de las divinas vuestras.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON LUIS DE GÓNGORA</h2> -</div> - -<h3 id="P048">48. Angélica y Medoro</h3> - -<div class="versos ml32"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">En un</span> pastoral albergue</p> - <p class="i0">Que la guerra entre unos robles</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_119">p. 119</span>Lo dejó por escondido</p> - <p class="i0">O lo perdonó por pobre,</p> - <p class="i2">Do la paz viste pellico</p> - <p class="i0">Y conduce entre pastores</p> - <p class="i0">Ovejas del monte al llano</p> - <p class="i0">Y cabras del llano al monte,</p> - <p class="i2">Mal herido y bien curado,</p> - <p class="i0">Se alberga un dichoso joven,</p> - <p class="i0">Que sin clavarle Amor flecha</p> - <p class="i0">Le coronó de favores.</p> - <p class="i2">Las venas con poca sangre,</p> - <p class="i0">Los ojos con mucha noche,</p> - <p class="i0">Lo halló en el campo aquella</p> - <p class="i0">Vida y muerte de los hombres.</p> - <p class="i2">Del palafrén se derriba,</p> - <p class="i0">No porque al moro conoce,</p> - <p class="i0">Sino por ver que la yerba</p> - <p class="i0">Tanta sangre paga en flores.</p> - <p class="i2">Límpiale el rostro, y la mano</p> - <p class="i0">Siente al Amor que se esconde</p> - <p class="i0">Tras las rosas, que la muerte</p> - <p class="i0">Va violando sus colores.</p> - <p class="i2">Escondiose tras las rosas,</p> - <p class="i0">Porque labren sus arpones</p> - <p class="i0">El diamante del Catay</p> - <p class="i0">Con aquella sangre noble.</p> - <p class="i2">Ya le regala los ojos,</p> - <p class="i0">Ya le entra, sin ver por dónde,</p> - <p class="i0">Una piedad mal nacida</p> - <p class="i0">Entre dulces escorpiones.</p> - <p class="i2">Ya es herido el pedernal,</p> - <p class="i0">Ya despide el primer golpe</p> - <p class="i0">Centellas de agua, ¡oh piedad,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_120">p. 120</span>Hija de padres traidores!</p> - <p class="i2">Yerbas le aplica a sus llagas,</p> - <p class="i0">Que si no sanan entonces,</p> - <p class="i0">En virtud de tales manos</p> - <p class="i0">Lisonjean los dolores.</p> - <p class="i2">Amor le ofrece su venda,</p> - <p class="i0">Mas ella sus velos rompe</p> - <p class="i0">Para ligar sus heridas;</p> - <p class="i0">Los rayos del sol perdonen.</p> - <p class="i2">Los últimos nudos daba</p> - <p class="i0">Cuando el cielo la socorre</p> - <p class="i0">De un villano en una yegua</p> - <p class="i0">Que iba penetrando el bosque.</p> - <p class="i2">Enfrénanle de la bella</p> - <p class="i0">Las tristes piadosas voces,</p> - <p class="i0">Que los firmes troncos mueven</p> - <p class="i0">Y las sordas piedras oyen;</p> - <p class="i2">Y la que mejor se halla</p> - <p class="i0">En las selvas que en la corte,</p> - <p class="i0">Simple bondad, al pío ruego</p> - <p class="i0">Cortésmente corresponde.</p> - <p class="i2">Humilde se apea el villano,</p> - <p class="i0">Y sobre la yegua pone</p> - <p class="i0">Un cuerpo con poca sangre,</p> - <p class="i0">Pero con dos corazones.</p> - <p class="i2">A su cabaña los guía;</p> - <p class="i0">Que el sol deja su horizonte</p> - <p class="i0">Y el humo de su cabaña</p> - <p class="i0">Le va sirviendo de norte.</p> - <p class="i2">Llegaron temprano a ella,</p> - <p class="i0">Do una labradora acoge</p> - <p class="i0">Un mal vivo con dos almas,</p> - <p class="i0">Una ciega con dos soles.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_121">p. 121</span>Blando heno en vez de pluma</p> - <p class="i0">Para lecho les compone,</p> - <p class="i0">Que será tálamo luego</p> - <p class="i0">Do el garzón sus dichas logre.</p> - <p class="i2">Las manos, pues, cuyos dedos</p> - <p class="i0">Desta vida fueron dioses,</p> - <p class="i0">Restituyen a Medoro</p> - <p class="i0">Salud nueva, fuerzas dobles,</p> - <p class="i2">Y le entregan, cuando menos,</p> - <p class="i0">Su beldad y un reino en dote,</p> - <p class="i0">Segunda envidia de Marte,</p> - <p class="i0">Primera dicha de Adonis.</p> - <p class="i2">Corona un lascivo enjambre</p> - <p class="i0">De cupidillos menores</p> - <p class="i0">La choza, bien como abejas</p> - <p class="i0">Hueco tronco de alcornoque.</p> - <p class="i2">¡Qué de nudos le está dando</p> - <p class="i0">A un áspid la envidia torpe,</p> - <p class="i0">Contando de las palomas</p> - <p class="i0">Los arrullos gemidores!</p> - <p class="i2">¡Qué bien la destierra Amor,</p> - <p class="i0">Haciendo la cuerda azote,</p> - <p class="i0">Porque el caso no se infame</p> - <p class="i0">Y el lugar no se inficione!</p> - <p class="i2">Todo es gala el africano,</p> - <p class="i0">Su vestido espira olores,</p> - <p class="i0">El lunado arco suspende</p> - <p class="i0">Y el corvo alfanje depone.</p> - <p class="i2">Tórtolas enamoradas</p> - <p class="i0">Son sus roncos atambores,</p> - <p class="i0">Y los volantes de Venus</p> - <p class="i0">Sus bien seguidos pendones.</p> - <p class="i2">Desnuda el pecho anda ella,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_122">p. 122</span>Vuela el cabello sin orden;</p> - <p class="i0">Si lo abrocha, es con claveles,</p> - <p class="i0">Con jazmines si lo coge.</p> - <p class="i2">El pie calza en lazos de oro,</p> - <p class="i0">Porque la nieve se goce,</p> - <p class="i0">Y no se vaya por pies</p> - <p class="i0">La hermosura del orbe.</p> - <p class="i2">Todo sirve a los amantes,</p> - <p class="i0">Plumas les baten veloces,</p> - <p class="i0">Airecillos lisonjeros,</p> - <p class="i0">Si no son murmuradores.</p> - <p class="i2">Los campos les dan alfombras,</p> - <p class="i0">Los árboles pabellones,</p> - <p class="i0">La apacible fuente sueño,</p> - <p class="i0">Música los ruiseñores.</p> - <p class="i2">Los troncos les dan cortezas,</p> - <p class="i0">En que se guarden sus nombres</p> - <p class="i0">Mejor que en tablas de mármol</p> - <p class="i0">O que en láminas de bronce.</p> - <p class="i2">No hay verde fresno sin letra,</p> - <p class="i0">Ni blanco chopo sin mote;</p> - <p class="i0">Si un valle <i>Angélica</i> suena,</p> - <p class="i0">Otro <i>Angélica</i> responde.</p> - <p class="i2">Cuevas do el silencio apenas</p> - <p class="i0">Deja que sombras las moren,</p> - <p class="i0">Profanan con sus abrazos</p> - <p class="i0">A pesar de sus horrores.</p> - <p class="i2">Choza pues, tálamo y lecho,</p> - <p class="i0">Contestes destos amores,</p> - <p class="i0">El cielo os guarde, si puede,</p> - <p class="i0">De las locuras del Conde.</p> - </div> -</div> - - -<h3 title="49." id="P049"><span class="pagenum" id="Page_123">p. 123</span>49.</h3> - -<div class="versos ml32"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Servía</span> en Orán al Rey</p> - <p class="i0">Un español con dos lanzas,</p> - <p class="i0">Y con el alma y la vida</p> - <p class="i0">A una gallarda africana,</p> - <p class="i2">Tan noble como hermosa,</p> - <p class="i0">Tan amante como amada,</p> - <p class="i0">Con quien estaba una noche</p> - <p class="i0">Cuando tocaron al arma.</p> - <p class="i2">Trescientos Zenetes eran</p> - <p class="i0">Deste rebato la causa;</p> - <p class="i0">Que los rayos de la luna</p> - <p class="i0">Descubrieron las adargas;</p> - <p class="i2">Las adargas avisaron</p> - <p class="i0">A las mudas atalayas,</p> - <p class="i0">Las atalayas los fuegos,</p> - <p class="i0">Los fuegos a las campanas;</p> - <p class="i2">Y ellas al enamorado,</p> - <p class="i0">Que en los brazos de su dama</p> - <p class="i0">Oyó el militar estruendo</p> - <p class="i0">De las trompas y las cajas.</p> - <p class="i2">Espuelas de honor le pican</p> - <p class="i0">Y freno de amor le para;</p> - <p class="i0">No salir es cobardía,</p> - <p class="i0">Ingratitud es dejalla.</p> - <p class="i2">Del cuello pendiente ella,</p> - <p class="i0">Viéndole tomar la espada,</p> - <p class="i0">Con lágrimas y suspiros</p> - <p class="i0">Le dice aquestas palabras:</p> - <p class="i2">«Salid al campo, Señor,</p> - <p class="i0">Bañen mis ojos la cama;</p> - <p class="i0">Que ella me será también,</p> - <p class="i0">Sin vos, campo de batalla.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_124">p. 124</span>»Vestíos y salid apriesa,</p> - <p class="i0">Que el general os aguarda;</p> - <p class="i0">Yo os hago a vos mucha sobra</p> - <p class="i0">Y vos a él mucha falta.</p> - <p class="i2">»Bien podéis salir desnudo</p> - <p class="i0">Pues mi llanto no os ablanda;</p> - <p class="i0">Que tenéis de acero el pecho</p> - <p class="i0">Y no habéis menester armas.»</p> - <p class="i2">Viendo el español brioso</p> - <p class="i0">Cuánto le detiene y habla,</p> - <p class="i0">Le dice así: «Mi señora,</p> - <p class="i0">Tan dulce como enojada,</p> - <p class="i2">»Porque con honra y amor</p> - <p class="i0">Yo me quede, cumpla y vaya,</p> - <p class="i0">Vaya a los moros el cuerpo,</p> - <p class="i0">Y quede con vos el alma.</p> - <p class="i2">»Concededme, dueño mío,</p> - <p class="i0">Licencia para que salga</p> - <p class="i0">Al rebato en vuestro nombre,</p> - <p class="i0">Y en vuestro nombre combata.»</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P050">50.</h3> - -<div class="versos ml32"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Entre</span> los sueltos caballos</p> - <p class="i0">De los vencidos Zenetes,</p> - <p class="i0">Que por el campo buscaban</p> - <p class="i0">Entre lo rojo lo verde,</p> - <p class="i2">Aquel español de Orán</p> - <p class="i0">Un suelto caballo prende,</p> - <p class="i0">Por sus relinchos lozano</p> - <p class="i0">Y por sus cernejas fuerte,</p> - <p class="i2">Para que lo lleve a él,</p> - <p class="i0">Y a un moro cautivo lleve,</p> - <p class="i0">Que es uno que ha cautivado,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_125">p. 125</span>Capitán de cien Zenetes.</p> - <p class="i2">En el ligero caballo</p> - <p class="i0">Suben ambos, y él parece,</p> - <p class="i0">De cuatro espuelas herido,</p> - <p class="i0">Que cuatro vientos lo mueven.</p> - <p class="i2">Triste camina el alarbe,</p> - <p class="i0">Y lo más bajo que puede</p> - <p class="i0">Ardientes suspiros lanza</p> - <p class="i0">Y amargas lágrimas vierte.</p> - <p class="i2">Admirado el español</p> - <p class="i0">De ver cada vez que vuelve</p> - <p class="i0">Que tan tiernamente llore</p> - <p class="i0">Quien tan duramente hiere,</p> - <p class="i2">Con razones le pregunta</p> - <p class="i0">Comedidas y corteses</p> - <p class="i0">De sus suspiros la causa,</p> - <p class="i0">Si la causa lo consiente.</p> - <p class="i2">El cautivo, como tal,</p> - <p class="i0">Sin excusarlo, obedece,</p> - <p class="i0">Y a su piadosa demanda</p> - <p class="i0">Satisface desta suerte:</p> - <p class="i2">«Valiente eres, capitán,</p> - <p class="i0">Y cortés como valiente;</p> - <p class="i0">Por tu espada y por tu trato</p> - <p class="i0">Me has cautivado dos veces.</p> - <p class="i2">»Preguntado me has la causa</p> - <p class="i0">De mis suspiros ardientes,</p> - <p class="i0">Y débote la respuesta</p> - <p class="i0">Por quien soy y por quien eres.</p> - <p class="i2">»Yo nací en Gelves el año</p> - <p class="i0">Que os perdísteis en los Gelves,</p> - <p class="i0">De una berberisca noble</p> - <p class="i0">Y de un turco mata-siete.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_126">p. 126</span>»En Tremecén me crié</p> - <p class="i0">Con mi madre y mis parientes</p> - <p class="i0">Después que murió mi padre,</p> - <p class="i0">Corsario de tres bajeles.</p> - <p class="i2">»Junto a mi casa vivía,</p> - <p class="i0">Porque más cerca muriese,</p> - <p class="i0">Una dama del linaje</p> - <p class="i0">De los nobles Melioneses:</p> - <p class="i2">»Extremo de las hermosas,</p> - <p class="i0">Cuando no de las crueles,</p> - <p class="i0">Hija al fin destas arenas</p> - <p class="i0">Engendradoras de sierpes.</p> - <p class="i2">»Era tal su hermosura,</p> - <p class="i0">Que se hallaran claveles</p> - <p class="i0">Más ciertos en sus dos labios</p> - <p class="i0">Que en los dos floridos meses.</p> - <p class="i2">»Cada vez que la miraba</p> - <p class="i0">Salía el sol por su frente,</p> - <p class="i0">De tantos rayos vestido</p> - <p class="i0">Cuantos cabellos contiene.</p> - <p class="i2">»Juntos así nos criamos,</p> - <p class="i0">Y Amor en nuestras niñeces</p> - <p class="i0">Hirió nuestros corazones</p> - <p class="i0">Con arpones diferentes.</p> - <p class="i2">»Labró el oro en mis entrañas</p> - <p class="i0">Dulces lazos, tiernas redes,</p> - <p class="i0">Mientras el plomo en las suyas</p> - <p class="i0">Libertades y desdenes.</p> - <p class="i2">»Mas, ya la razón sujeta,</p> - <p class="i0">Con palabras me requiere</p> - <p class="i0">Que su crueldad le perdone</p> - <p class="i0">Y de su beldad me acuerde;</p> - <p class="i2">»Y apenas vide trocada</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_127">p. 127</span>La dureza desta sierpe,</p> - <p class="i0">Cuando tú me cautivaste;</p> - <p class="i0">Mira si es bien que lamente.</p> - <p class="i2">»Esta, español, es la causa</p> - <p class="i0">Que a llanto pudo moverme;</p> - <p class="i0">Mira si es razón que llore</p> - <p class="i0">Tantos males juntamente.»</p> - <p class="i2">Conmovido el capitán</p> - <p class="i0">De las lágrimas que vierte,</p> - <p class="i0">Parando el veloz caballo,</p> - <p class="i0">Que paren sus males quiere.</p> - <p class="i2">«Gallardo moro, le dice,</p> - <p class="i0">Si adoras como refieres,</p> - <p class="i0">Y si como dices amas,</p> - <p class="i0">Dichosamente padeces</p> - <p class="i2">»¿Quién pudiera imaginar,</p> - <p class="i0">Viendo tus golpes crueles,</p> - <p class="i0">Que cupiera alma tan tierna</p> - <p class="i0">En pecho tan duro y fuerte?</p> - <p class="i2">»Si eres del Amor cautivo,</p> - <p class="i0">Desde aquí puedes volverte;</p> - <p class="i0">Que me pedirán por robo</p> - <p class="i0">Lo que entendí que era suerte.</p> - <p class="i2">»Y no quiero por rescate</p> - <p class="i0">Que tu dama me presente</p> - <p class="i0">Ni las alfombras más finas</p> - <p class="i0">Ni las granas más alegres.</p> - <p class="i2">»Anda con Dios, sufre y ama,</p> - <p class="i0">Y vivirás si lo hicieres,</p> - <p class="i0">Con tal que cuando la veas</p> - <p class="i0">Pido que de mí te acuerdes.»</p> - <p class="i2">Apeose del caballo,</p> - <p class="i0">Y el moro tras él desciende,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_128">p. 128</span>Y por el suelo postrado,</p> - <p class="i0">La boca a sus pies ofrece.</p> - <p class="i2">«Vivas mil años, le dice,</p> - <p class="i0">Noble capitán valiente,</p> - <p class="i0">Que ganas más con librarme</p> - <p class="i0">Que ganaste con prenderme.</p> - <p class="i2">»Alá se quede contigo</p> - <p class="i0">Y te dé vitoria siempre</p> - <p class="i0">Para que extiendas tu fama</p> - <p class="i0">Con hechos tan excelentes.»</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P051">51.</h3> - -<div class="versos ml34"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><i><span class="smcap">Ande</span> yo caliente,</i></p> - <p class="i0"><i>Y ríase la gente.</i></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Traten otros del gobierno</p> - <p class="i0">Del mundo y sus monarquías,</p> - <p class="i0">Mientras gobiernan mis días</p> - <p class="i0">Mantequillas y pan tierno,</p> - <p class="i0">Y las mañanas de invierno</p> - <p class="i0">Naranjada y aguardiente,</p> - <p class="i0"><i>Y ríase la gente</i>.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Coma en dorada vajilla</p> - <p class="i0">El príncipe mil cuidados</p> - <p class="i0">Como píldoras dorados;</p> - <p class="i0">Que yo en mi pobre mesilla</p> - <p class="i0">Quiero más una morcilla</p> - <p class="i0">Que en el asador reviente,</p> - <p class="i0"><i>Y ríase la gente</i>.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Cuando cubra las montañas</p> - <p class="i0">De plata y nieve el enero</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_129">p. 129</span>Tenga yo lleno el brasero</p> - <p class="i0">De bellotas y castañas,</p> - <p class="i0">Y quien las dulces patrañas</p> - <p class="i0">Del rey que rabió me cuente,</p> - <p class="i0"><i>Y ríase la gente</i>.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Busque muy en hora buena</p> - <p class="i0">El mercader nuevos soles;</p> - <p class="i0">Yo conchas y caracoles</p> - <p class="i0">Entre la menuda arena,</p> - <p class="i0">Escuchando a Filomena</p> - <p class="i0">Sobre el chopo de la fuente,</p> - <p class="i0"><i>Y ríase la gente</i>.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Pase a media noche el mar,</p> - <p class="i0">Y arda en amorosa llama</p> - <p class="i0">Leandro por ver su dama;</p> - <p class="i0">Que yo más quiero pasar</p> - <p class="i0">De Yepes a Madrigar</p> - <p class="i0">La regalada corriente,</p> - <p class="i0"><i>Y ríase la gente</i>.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Pues Amor es tan cruel</p> - <p class="i0">Que de Píramo y su amada</p> - <p class="i0">Hace tálamo una espada,</p> - <p class="i0">Do se junten ella y él,</p> - <p class="i0">Sea mi Tisbe un pastel,</p> - <p class="i0">Y la espada sea mi diente,</p> - <p class="i0"><i>Y ríase la gente</i>.</p> - </div> -</div> - -<h3 id="P052">52.</h3> - -<div class="versos ml36"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">La más</span> bella niña</p> - <p class="i0">De nuestro lugar,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_130">p. 130</span>Hoy viuda y sola</p> - <p class="i0">Y ayer por casar,</p> - <p class="i0">Viendo que sus ojos</p> - <p class="i0">A la guerra van,</p> - <p class="i0">A su madre dice</p> - <p class="i0">Que escucha su mal:</p> - <p class="i0"><i>Dejadme llorar</i></p> - <p class="i0"><i>Orillas del mar.</i></p> - <p class="i2">Pues me disteis, madre,</p> - <p class="i0">En tan tierna edad</p> - <p class="i0">Tan corto el placer,</p> - <p class="i0">Tan largo el penar,</p> - <p class="i0">Y me cautivasteis</p> - <p class="i0">De quien hoy se va</p> - <p class="i0">Y lleva las llaves</p> - <p class="i0">De mi libertad,</p> - <p class="i0"><i>Dejadme llorar</i></p> - <p class="i0"><i>Orillas del mar.</i></p> - <p class="i2">En llorar conviertan</p> - <p class="i0">Mis ojos de hoy más</p> - <p class="i0">El sabroso oficio</p> - <p class="i0">Del dulce mirar,</p> - <p class="i0">Pues que no se pueden</p> - <p class="i0">Mejor ocupar</p> - <p class="i0">Yéndose a la guerra</p> - <p class="i0">Quien era mi paz.</p> - <p class="i0"><i>Dejadme llorar</i></p> - <p class="i0"><i>Orillas del mar.</i></p> - <p class="i2">No me pongáis freno</p> - <p class="i0">Ni queráis culpar;</p> - <p class="i0">Que lo uno es justo,</p> - <p class="i0">Lo otro por demás.</p> - <p class="i0">Si me queréis bien</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_131">p. 131</span>No me hagáis mal;</p> - <p class="i0">Harto peor fue</p> - <p class="i0">Morir y callar.</p> - <p class="i0"><i>Dejadme llorar</i></p> - <p class="i0"><i>Orillas del mar.</i></p> - <p class="i2">Dulce madre mía,</p> - <p class="i0">¿Quién no llorará,</p> - <p class="i0">Aunque tenga el pecho</p> - <p class="i0">Como un pedernal,</p> - <p class="i0">Y no dará voces</p> - <p class="i0">Viendo marchitar</p> - <p class="i0">Los más verdes años</p> - <p class="i0">De mi mocedad?</p> - <p class="i0"><i>Dejadme llorar</i></p> - <p class="i0"><i>Orillas del mar.</i></p> - <p class="i2">Váyanse las noches,</p> - <p class="i0">Pues ido se han</p> - <p class="i0">Los ojos que hacían</p> - <p class="i0">Los míos velar;</p> - <p class="i0">Váyanse, y no vean</p> - <p class="i0">Tanta soledad</p> - <p class="i0">Después que en mi lecho</p> - <p class="i0">Sobra la mitad.</p> - <p class="i0"><i>Dejadme llorar</i></p> - <p class="i0"><i>Orillas del mar.</i></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON FRANCISCO DE QUEVEDO</h2> -</div> - -<h3 id="P053">53. El Sueño</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">¿Con</span> qué culpa tan grave,</p> - <p class="i0">Sueño blando y suave,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_132">p. 132</span>Pude en largo destierro merecerte</p> - <p class="i0">Que se aparte de mí tu olvido manso?</p> - <p class="i0">Pues no te busco yo por ser descanso,</p> - <p class="i0">Sino por muda imagen de la muerte.</p> - <p class="i0">Cuidados veladores</p> - <p class="i0">Hacen inobedientes mis dos ojos</p> - <p class="i0">A la ley de las horas:</p> - <p class="i0">No han podido vencer a mis dolores</p> - <p class="i0">Las noches, ni dar paz a mis enojos.</p> - <p class="i0">Madrugan más en mí que en las auroras</p> - <p class="i0">Lágrimas a este llano;</p> - <p class="i0">Que amanece a mi mal siempre temprano;</p> - <p class="i0">Y tanto, que persuade la tristeza</p> - <p class="i0">A mis dos ojos, que nacieron antes</p> - <p class="i0">Para llorar que para ver. Tú, sueño,</p> - <p class="i0">De sosiego los tienes ignorantes,</p> - <p class="i0">De tal manera, que al morir el día</p> - <p class="i0">Con luz enferma vi que permitía</p> - <p class="i0">El sol que le mirasen en Poniente.</p> - <p class="i2">Con pies torpes al punto, ciega y fría,</p> - <p class="i0">Cayó de las estrellas blandamente</p> - <p class="i0">La noche, tras las pardas sombras mudas,</p> - <p class="i0">Que el sueño persuadieron a la gente.</p> - <p class="i0">Escondieron las galas a los prados</p> - <p class="i0">Y quedaron desnudas</p> - <p class="i0">Estas laderas y sus peñas solas:</p> - <p class="i0">Duermen ya entre sus montes recostados</p> - <p class="i0">Los mares y las olas.</p> - <p class="i0">Si con algún acento</p> - <p class="i0">Ofenden las orejas,</p> - <p class="i0">Es que entre sueños dan al cielo quejas</p> - <p class="i0">Del yerto lecho y duro acogimiento,</p> - <p class="i0">Que blandos hallan en los cerros duros.</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_133">p. 133</span>Los arroyuelos puros</p> - <p class="i0">Se adormecen al son del llanto mío,</p> - <p class="i0">Y a su modo también se duerme el río.</p> - <p class="i2">Con sosiego agradable</p> - <p class="i0">Se dejan poseer de ti las flores;</p> - <p class="i0">Mudos están los males,</p> - <p class="i0">No hay cuidado que hable,</p> - <p class="i0">Faltan lenguas y voz a los dolores,</p> - <p class="i0">Y en todos los mortales</p> - <p class="i0">Yace la vida envuelta en alto olvido.</p> - <p class="i0">Tan solo mi gemido</p> - <p class="i0">Pierde el respeto a tu silencio santo:</p> - <p class="i0">Yo tu quietud molesto con mi llanto,</p> - <p class="i0">Y te desacredito</p> - <p class="i0">El nombre de callado, con mi grito.</p> - <p class="i0">Dame, cortés mancebo, algún reposo:</p> - <p class="i0">No seas digno del nombre de avariento</p> - <p class="i0">En el más desdichado y firme amante</p> - <p class="i0">Que lo merece ser por dueño hermoso.</p> - <p class="i0">Débate alguna pausa mi tormento.</p> - <p class="i0">Gózante en las cabañas</p> - <p class="i0">Y debajo del cielo</p> - <p class="i0">Los ásperos villanos;</p> - <p class="i0">Hállate en el rigor de los pantanos</p> - <p class="i0">Y encuéntrate en las nieves y en el hielo</p> - <p class="i0">El soldado valiente,</p> - <p class="i0">Y yo no puedo hallarte, aunque lo intente,</p> - <p class="i0">Entre mi pensamiento y mi deseo.</p> - <p class="i0">Ya, pues, con dolor creo</p> - <p class="i0">Que eres más riguroso que la tierra,</p> - <p class="i0">Más duro que la roca,</p> - <p class="i0">Pues te alcanza el soldado envuelto en guerra,</p> - <p class="i0">Y en ella mi alma por jamás te toca.</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_134">p. 134</span>Mira que es gran rigor: dame siquiera</p> - <p class="i0">Lo que de ti desprecia tanto avaro,</p> - <p class="i0">Por el oro en que alegre considera,</p> - <p class="i0">Hasta que da la vuelta el tiempo claro;</p> - <p class="i0">Lo que había de dormir en blando lecho</p> - <p class="i0">Y da el enamorado a su señora,</p> - <p class="i0">Y a ti se te debía de derecho.</p> - <p class="i0">Dame lo que desprecia de ti agora</p> - <p class="i0">Por robar el ladrón; lo que desecha</p> - <p class="i0">El que invidiosos celos tuvo y llora.</p> - <p class="i0">Quede en parte mi queja satisfecha,</p> - <p class="i0">Tócame con el cuento de tu vara:</p> - <p class="i0">Oirán siquiera el ruido de tus plumas</p> - <p class="i0">Mis desventuras sumas;</p> - <p class="i0">Que yo no quiero verte cara a cara,</p> - <p class="i0">Ni que hagas más caso</p> - <p class="i0">De mí, que hasta pasar por mí de paso;</p> - <p class="i0">O que a tu sombra negra por lo menos,</p> - <p class="i0">Si fueres a otra parte peregrino,</p> - <p class="i0">Se le haga camino</p> - <p class="i0">Por estos ojos de sosiego ajenos.</p> - <p class="i0">Quítame, blando sueño, este desvelo,</p> - <p class="i0">O de él alguna parte,</p> - <p class="i0">Y te prometo, mientras viere el cielo,</p> - <p class="i0">De desvelarme solo en celebrarte.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P054">54. Epístola satírica y censoria</h3> - -<p class="subh3"><i>contra las costumbres presentes de los castellanos,<br /> -escrita al Conde-Duque de Olivares.</i></p> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">No he</span> de callar, por más que con el dedo,</p> - <p class="i0">Ya tocando la boca, o ya la frente,</p> - <p class="i0">Silencio avises o amenaces miedo.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_135">p. 135</span>¿No ha de haber un espíritu valiente?</p> - <p class="i0">¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?</p> - <p class="i0">¿Nunca se ha de decir lo que se siente?</p> - <p class="i2">Hoy sin miedo que libre escandalice</p> - <p class="i0">Puede hablar el ingenio, asegurado</p> - <p class="i0">De que mayor poder le atemorice.</p> - <p class="i2">En otros siglos pudo ser pecado</p> - <p class="i0">Severo estudio y la verdad desnuda,</p> - <p class="i0">Y romper el silencio el bien hablado.</p> - <p class="i2">Pues sepa quien lo niega y quien lo duda</p> - <p class="i0">Que es lengua la verdad de Dios severo</p> - <p class="i0">Y la lengua de Dios nunca fue muda.</p> - <p class="i2">Son la verdad y Dios, Dios verdadero:</p> - <p class="i0">Ni eternidad divina los separa,</p> - <p class="i0">Ni de los dos alguno fue primero.</p> - <p class="i2">Si Dios a la verdad se adelantara,</p> - <p class="i0">Siendo verdad, implicación hubiera</p> - <p class="i0">En ser y en que verdad de ser dejara.</p> - <p class="i2">La justicia de Dios es verdadera,</p> - <p class="i0">Y la misericordia, y todo cuanto</p> - <p class="i0">Es Dios todo ha de ser verdad entera.</p> - <p class="i2">Señor Excelentísimo, mi llanto</p> - <p class="i0">Ya no consiente márgenes ni orillas:</p> - <p class="i0">Inundación será la de mi canto.</p> - <p class="i2">Ya sumergirse miro mis mejillas,</p> - <p class="i0">La vista por dos urnas derramada</p> - <p class="i0">Sobre las aras de las dos Castillas.</p> - <p class="i2">Yace aquella virtud desaliñada</p> - <p class="i0">Que fue, si rica menos, más temida,</p> - <p class="i0">En vanidad y en sueño sepultada.</p> - <p class="i2">Y aquella libertad esclarecida</p> - <p class="i0">Que en donde supo hallar honrada muerte</p> - <p class="i0">Nunca quiso tener más larga vida.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_136">p. 136</span>Y pródiga del alma, nación fuerte</p> - <p class="i0">Contaba por afrentas de los años</p> - <p class="i0">Envejecer en brazos de la suerte.</p> - <p class="i2">Del tiempo el ocio torpe, y los engaños</p> - <p class="i0">Del paso de las horas y del día</p> - <p class="i0">Reputaban los nuestros por extraños.</p> - <p class="i2">Nadie contaba cuánta edad vivía,</p> - <p class="i0">Sino de qué manera: ni aun un hora</p> - <p class="i0">Lograba sin afán su valentía.</p> - <p class="i2">La robusta virtud era señora,</p> - <p class="i0">Y sola dominaba al pueblo rudo;</p> - <p class="i0">Edad, si mal hablada, vencedora.</p> - <p class="i2">El temor de la mano daba escudo</p> - <p class="i0">Al corazón, que, en ella confiado,</p> - <p class="i0">Todas las armas despreció desnudo.</p> - <p class="i2">Multiplicó en escuadras un soldado</p> - <p class="i0">Su honor precioso, su ánimo valiente,</p> - <p class="i0">De sola honesta obligación armado.</p> - <p class="i2">Y debajo del cielo aquella gente,</p> - <p class="i0">Si no a más descansado, a más honroso</p> - <p class="i0">Sueño entregó los ojos, no la mente.</p> - <p class="i2">Hilaba la mujer para su esposo</p> - <p class="i0">La mortaja primero que el vestido;</p> - <p class="i0">Menos le vio galán que peligroso.</p> - <p class="i2">Acompañaba el lado del marido</p> - <p class="i0">Más veces en la hueste que en la cama;</p> - <p class="i0">Sano le aventuró, vengole herido.</p> - <p class="i2">Todas matronas y ninguna dama,</p> - <p class="i0">Que nombres del halago cortesano</p> - <p class="i0">No admitió lo severo de su fama.</p> - <p class="i2">Derramado y sonoro el Oceáno</p> - <p class="i0">Era divorcio de las rubias minas</p> - <p class="i0">Que usurparon la paz del pecho humano.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_137">p. 137</span>Ni los trujo costumbres peregrinas</p> - <p class="i0">El áspero dinero, ni el Oriente</p> - <p class="i0">Compró la honestidad con piedras finas.</p> - <p class="i2">Joya fue la virtud pura y ardiente;</p> - <p class="i0">Gala el merecimiento y alabanza;</p> - <p class="i0">Solo se codiciaba lo decente.</p> - <p class="i2">No de la pluma dependió la lanza,</p> - <p class="i0">Ni el cántabro con cajas y tinteros</p> - <p class="i0">Hizo el campo heredad, sino matanza.</p> - <p class="i2">Y España con legítimos dineros,</p> - <p class="i0">No mendigando el crédito a Liguria,</p> - <p class="i0">Más quiso los turbantes que los ceros.</p> - <p class="i2">Menos fuera la pérdida y la injuria</p> - <p class="i0">Si se volvieran Muzas los asientos,</p> - <p class="i0">Que esta usura es peor que aquella furia.</p> - <p class="i2">Caducaban las aves en los vientos,</p> - <p class="i0">Y espiraba decrépito el venado:</p> - <p class="i0">Grande vejez duró en los elementos.</p> - <p class="i2">Que el vientre entonces, bien disciplinado,</p> - <p class="i0">Buscó satisfacción y no hartura,</p> - <p class="i0">Y estaba la garganta sin pecado.</p> - <p class="i2">Del mayor infanzón de aquella pura</p> - <p class="i0">República de grandes hombres, era</p> - <p class="i0">Una vaca sustento y armadura.</p> - <p class="i2">No había venido al gusto lisonjera</p> - <p class="i0">La pimienta arrugada, ni del clavo</p> - <p class="i0">La adulación fragante forastera.</p> - <p class="i2">Carnero y vaca fue principio y cabo,</p> - <p class="i0">Y con rojos pimientos y ajos duros</p> - <p class="i0">Tan bien como el señor comió el esclavo.</p> - <p class="i2">Bebió la sed los arroyuelos puros:</p> - <p class="i0">Después mostraron del carquesio a Baco</p> - <p class="i0">El camino los brindis mal seguros.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_138">p. 138</span>El rostro macilento, el cuerpo flaco,</p> - <p class="i0">Eran recuerdo del trabajo honroso,</p> - <p class="i0">Y honra y provecho andaban en un saco.</p> - <p class="i2">Pudo sin miedo un español velloso</p> - <p class="i0">Llamar a los tudescos bacanales,</p> - <p class="i0">Y al holandés hereje y alevoso.</p> - <p class="i2">Pudo acusar los celos desiguales</p> - <p class="i0">A la Italia; pero hoy de muchos modos</p> - <p class="i0">Somos copias, si son originales.</p> - <p class="i2">Las descendencias gastan muchos godos,</p> - <p class="i0">Todos blasonan, nadie los imita,</p> - <p class="i0">Y no son sucesores, sino apodos.</p> - <p class="i2">Vino el betún precioso que vomita</p> - <p class="i0">La ballena o la espuma de las olas,</p> - <p class="i0">Que el vicio, no el olor, nos acredita.</p> - <p class="i2">Y quedaron las huestes españolas</p> - <p class="i0">Bien perfumadas, pero mal regidas,</p> - <p class="i0">Y alhajas las que fueron pieles solas.</p> - <p class="i2">Estaban las hazañas mal vestidas,</p> - <p class="i0">Y aún no se hartaba de buriel y lana</p> - <p class="i0">La vanidad de hembras presumidas.</p> - <p class="i2">A la seda pomposa siciliana,</p> - <p class="i0">Que manchó ardiente múrice, el romano</p> - <p class="i0">Y el oro hicieron áspera y tirana.</p> - <p class="i2">Nunca al duro español supo el gusano</p> - <p class="i0">Persuadir que vistiese su mortaja,</p> - <p class="i0">Intercediendo el Can por el verano.</p> - <p class="i2">Hoy desprecia el honor al que trabaja,</p> - <p class="i0">Y entonces fue el trabajo ejecutoria,</p> - <p class="i0">Y el vicio gradüó la gente baja.</p> - <p class="i2">Pretende el alentado joven gloria</p> - <p class="i0">Por dejar la vacada sin marido,</p> - <p class="i0">Y de Ceres ofende la memoria.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_139">p. 139</span>Un animal a la labor nacido</p> - <p class="i0">Y símbolo celoso a los mortales,</p> - <p class="i0">Que a Jove fue disfraz y fue vestido;</p> - <p class="i2">Que un tiempo endureció manos reales,</p> - <p class="i0">Y detrás de él los cónsules gimieron,</p> - <p class="i0">Y rumia luz en campos celestiales,</p> - <p class="i2">¿Por cuál enemistad se persuadieron</p> - <p class="i0">A que su apocamiento fuese hazaña,</p> - <p class="i0">Y a las mieses tan grande ofensa hicieron?</p> - <p class="i2">¡Qué cosa es ver un infanzón de España</p> - <p class="i0">Abreviado en la silla a la jineta,</p> - <p class="i0">Y gastar un caballo en una caña!</p> - <p class="i2">Que la niñez al gallo le acometa</p> - <p class="i0">Con semejante munición apruebo;</p> - <p class="i0">Mas no la edad madura y la perfeta.</p> - <p class="i2">Ejercite sus fuerzas el mancebo</p> - <p class="i0">En frentes de escuadrones, no en la frente</p> - <p class="i0">Del útil bruto la asta del acebo.</p> - <p class="i2">El trompeta le llame diligente,</p> - <p class="i0">Dando fuerza de ley el viento vano,</p> - <p class="i0">Y al son esté el ejército obediente.</p> - <p class="i2">¡Con cuánta majestad llena la mano</p> - <p class="i0">La pica, y el mosquete carga el hombro,</p> - <p class="i0">Del que se atreve a ser buen castellano!</p> - <p class="i2">Con asco entre las otras gentes nombro</p> - <p class="i0">Al que de su persona, sin decoro,</p> - <p class="i0">Más quiere nota dar que dar asombro.</p> - <p class="i2">Gineta y cañas son contagio moro;</p> - <p class="i0">Restitúyanse justas y torneos,</p> - <p class="i0">Y hagan paces las capas con el toro.</p> - <p class="i2">Pasadnos vos de juegos a trofeos;</p> - <p class="i0">Que solo grande rey y buen privado</p> - <p class="i0">Pueden ejecutar estos deseos.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_140">p. 140</span>Vos, que hacéis repetir siglo pasado</p> - <p class="i0">Con desembarazarnos las personas</p> - <p class="i0">Y sacar a los miembros de cuidado,</p> - <p class="i2">Vos distes libertad con las valonas,</p> - <p class="i0">Para que sean corteses las cabezas,</p> - <p class="i0">Desnudando el enfado a las coronas;</p> - <p class="i2">Y, pues vos enmendastes las cortezas,</p> - <p class="i0">Dad a la mejor parte medicina:</p> - <p class="i0">Vuélvanse los tablados fortalezas.</p> - <p class="i2">Que la cortés estrella que os inclina</p> - <p class="i0">A privar sin intento y sin venganza,</p> - <p class="i0">Milagro que a la envidia desatina,</p> - <p class="i2">Tiene por sola bienaventuranza</p> - <p class="i0">El reconocimiento temeroso,</p> - <p class="i0">No presumida y ciega confianza.</p> - <p class="i2">Y si os dio el ascendiente generoso</p> - <p class="i0">Escudos, de armas y blasones llenos,</p> - <p class="i0">Y por timbre el martirio glorioso,</p> - <p class="i2">Mejores sean por vos los que eran buenos</p> - <p class="i0">Guzmanes, y la cumbre desdeñosa</p> - <p class="i0">Os muestre a su pesar campos serenos.</p> - <p class="i2">Lograd, señor, edad tan venturosa;</p> - <p class="i0">Y cuando nuestras fuerzas examina</p> - <p class="i0">Persecución unida y belicosa,</p> - <p class="i2">La militar valiente disciplina</p> - <p class="i0">Tenga más platicantes que la plaza:</p> - <p class="i0">Descansen tela falsa y tela fina.</p> - <p class="i2">Suceda a la marlota la coraza,</p> - <p class="i0">Y si el Corpus con danzas no los pide,</p> - <p class="i0">Velillos y oropel no hagan baza.</p> - <p class="i2">El que en treinta lacayos los divide,</p> - <p class="i0">Hace suerte en el toro y con un dedo</p> - <p class="i0">La hace en él la vara que los mide.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_141">p. 141</span>Mandadlo así, que aseguraros puedo</p> - <p class="i0">Que habéis de restaurar más que Pelayo,</p> - <p class="i0">Pues valdrá por ejércitos el miedo</p> - <p class="i0">Y os verá el cielo administrar su rayo.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P055">55. Memoria inmortal</h3> - -<p class="subh3"><i>de don Pedro Girón, Duque de Osuna, muerto en la prisión</i></p> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Faltar</span> pudo su patria al grande Osuna,</p> - <p class="i0">Pero no a su defensa sus hazañas;</p> - <p class="i0">Diéronle muerte y cárcel las Españas,</p> - <p class="i0">De quien él hizo esclava la fortuna.</p> - <p class="i2">Lloraron sus envidias una a una</p> - <p class="i0">Con las propias naciones las extrañas;</p> - <p class="i0">Su tumba son de Flandes las campañas,</p> - <p class="i0">Y su epitafio la sangrienta luna.</p> - <p class="i2">En sus exequias encendió al Vesubio</p> - <p class="i0">Parténope, y Trinacria el Mongibelo;</p> - <p class="i0">El llanto militar creció en diluvio.</p> - <p class="i2">Diole el mejor lugar Marte en su cielo;</p> - <p class="i0">La Mosa, el Rhin, el Tajo y el Danubio</p> - <p class="i0">Murmuran con dolor su desconsuelo.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P056">56.</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Ya formidable</span> y espantoso suena</p> - <p class="i0">Dentro del corazón el postrer día,</p> - <p class="i0">Y la última hora, negra y fría,</p> - <p class="i0">Se acerca, de temor y sombras llena.</p> - <p class="i2">Si agradable descanso, paz serena,</p> - <p class="i0">La muerte en traje de dolor envía,</p> - <p class="i0">Señas da su desdén de cortesía:</p> - <p class="i0">Más tiene de caricia que de pena.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_142">p. 142</span>¿Qué pretende el temor desacordado</p> - <p class="i0">De la que a rescatar piadosa viene</p> - <p class="i0">Espíritu en miserias añudado?</p> - <p class="i2">Llegue rogada, pues mi bien previene;</p> - <p class="i0">Hálleme agradecido, no asustado;</p> - <p class="i0">Mi vida acabe y mi vivir ordene.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P057">57.</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Miré</span> los muros de la patria mía,</p> - <p class="i0">Si un tiempo fuertes, ya desmoronados,</p> - <p class="i0">De la carrera de la edad cansados,</p> - <p class="i0">Por quien caduca ya su valentía.</p> - <p class="i2">Salime al campo, vi que el sol bebía</p> - <p class="i0">Los arroyos del hielo desatados,</p> - <p class="i0">Y del monte quejosos los ganados,</p> - <p class="i0">Que con sombras hurtó su luz al día.</p> - <p class="i2">Entré en mi casa; vi que amancillada</p> - <p class="i0">De anciana habitación era despojos;</p> - <p class="i0">Mi báculo más corvo y menos fuerte.</p> - <p class="i2">Vencida de la edad sentí mi espada,</p> - <p class="i0">Y no hallé cosa en que poner los ojos</p> - <p class="i0">Que no fuese recuerdo de la muerte.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P058">58. Letrilla satírica</h3> - -<div class="versos ml32"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Poderoso</span> caballero</p> - <p class="i0">Es don Dinero.</p> - <p class="i2">Madre, yo al oro me humillo:</p> - <p class="i0">Él es mi amante y mi amado,</p> - <p class="i0">Pues de puro enamorado,</p> - <p class="i0">De contino anda amarillo;</p> - <p class="i0">Que pues, doblón o sencillo,</p> - <p class="i0">Hace todo cuanto quiero,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_143">p. 143</span>Poderoso caballero</p> - <p class="i0">Es don Dinero.</p> - <p class="i2">Nace en las Indias honrado,</p> - <p class="i0">Donde el mundo le acompaña;</p> - <p class="i0">Viene a morir en España</p> - <p class="i0">Y es en Génova enterrado.</p> - <p class="i0">Y pues quien le trae al lado</p> - <p class="i0">Es hermoso, aunque sea fiero,</p> - <p class="i0">Poderoso caballero</p> - <p class="i0">Es don Dinero.</p> - <p class="i2">Es galán y es como un oro,</p> - <p class="i0">Tiene quebrado el color,</p> - <p class="i0">Persona de gran valor,</p> - <p class="i0">Tan cristiano como moro;</p> - <p class="i0">Pues que da y quita el decoro</p> - <p class="i0">Y quebranta cualquier fuero,</p> - <p class="i0">Poderoso caballero</p> - <p class="i0">Es don Dinero.</p> - <p class="i2">Son sus padres principales</p> - <p class="i0">Y es de nobles descendiente,</p> - <p class="i0">Porque en las venas de Oriente</p> - <p class="i0">Todas las sangres son reales:</p> - <p class="i0">Y pues es quien hace iguales</p> - <p class="i0">Al duque y al ganadero,</p> - <p class="i0">Poderoso caballero</p> - <p class="i0">Es don Dinero.</p> - <p class="i2">Mas ¿a quién no maravilla</p> - <p class="i0">Ver en su gloria sin tasa</p> - <p class="i0">Que es lo menos de su casa</p> - <p class="i0">Doña Blanca de Castilla?</p> - <p class="i0">Pero pues da al bajo silla</p> - <p class="i0">Y al cobarde hace guerrero,</p> - <p class="i0">Poderoso caballero</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_144">p. 144</span>Es don Dinero.</p> - <p class="i2">Sus escudos de armas nobles</p> - <p class="i0">Son siempre tan principales,</p> - <p class="i0">Que sin sus escudos reales</p> - <p class="i0">No hay escudos de armas dobles;</p> - <p class="i0">Y pues a los mismos robles</p> - <p class="i0">Da codicia su minero,</p> - <p class="i0">Poderoso caballero</p> - <p class="i0">Es don Dinero.</p> - <p class="i2">Por importar en los tratos</p> - <p class="i0">Y dar tan buenos consejos,</p> - <p class="i0">En las casas de los viejos</p> - <p class="i0">Gatos le guardan de gatos.</p> - <p class="i0">Y pues él rompe recatos</p> - <p class="i0">Y ablanda al juez más severo,</p> - <p class="i0">Poderoso caballero</p> - <p class="i0">Es don Dinero.</p> - <p class="i2">Y es tanta su majestad</p> - <p class="i0">(Aunque son sus duelos hartos)</p> - <p class="i0">Que con haberle hecho cuartos</p> - <p class="i0">No pierde su autoridad;</p> - <p class="i0">Pero pues da calidad</p> - <p class="i0">Al noble y al pordiosero,</p> - <p class="i0">Poderoso caballero</p> - <p class="i0">Es don Dinero.</p> - <p class="i2">Nunca vi damas ingratas</p> - <p class="i0">A su gusto y afición,</p> - <p class="i0">Que a las caras de un doblón</p> - <p class="i0">Hacen sus caras baratas.</p> - <p class="i0">Y pues las hace bravatas</p> - <p class="i0">Desde una bolsa de cuero,</p> - <p class="i0">Poderoso caballero</p> - <p class="i0">Es don Dinero.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_145">p. 145</span>Más valen en cualquier tierra,</p> - <p class="i0">Mirad si es harto sagaz,</p> - <p class="i0">Sus escudos en la paz</p> - <p class="i0">Que rodelas en la guerra.</p> - <p class="i0">Y pues al pobre le entierra</p> - <p class="i0">Y hace propio al forastero,</p> - <p class="i0">Poderoso caballero</p> - <p class="i0">Es don Dinero.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON ESTEBAN MANUEL<br /> DE VILLEGAS</h2> -</div> - -<h3 id="P059">59. Oda sáfica</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Dulce</span> vecino de la verde selva,</p> - <p class="i0">Huésped eterno del abril florido,</p> - <p class="i0">Vital aliento de la madre Venus,</p> - <p class="i8">Céfiro blando;</p> - <p class="i2">Si de mis ansias el amor supiste,</p> - <p class="i0">Tú, que las quejas de mi voz llevaste,</p> - <p class="i0">Oye, no temas, y a mi ninfa dile,</p> - <p class="i8">Dile que muero.</p> - <p class="i2">Filis un tiempo mi dolor sabía;</p> - <p class="i0">Filis un tiempo mi dolor lloraba;</p> - <p class="i0">Quísome un tiempo, mas agora temo,</p> - <p class="i8">Temo sus iras.</p> - <p class="i0">Así los dioses con amor paterno,</p> - <p class="i0">Así los cielos con amor benigno,</p> - <p class="i0">Nieguen al tiempo que feliz volares</p> - <p class="i8">Nieve a la tierra.</p> - <p class="i2">Jamás el peso de la nube parda</p> - <p class="i0">Cuando amanece en la elevada cumbre,</p> - <p class="i0">Toque tus hombros ni su mal granizo</p> - <p class="i8">Hiera tus alas.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <p><span class="pagenum" id="Page_146">p. 146</span></p> - <h2 class="nobreak">DON PEDRO<br /> CALDERÓN DE LA BARCA</h2> -</div> - -<h3 id="P060">60.</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Estas</span> que fueron pompa y alegría</p> - <p class="i0">Despertando al albor de la mañana,</p> - <p class="i0">A la tarde serán lástima vana</p> - <p class="i0">Durmiendo en brazos de la noche fría.</p> - <p class="i2">Este matiz que al cielo desafía,</p> - <p class="i0">Iris listado de oro, nieve y grana,</p> - <p class="i0">Será escarmiento de la vida humana:</p> - <p class="i0">¡Tanto se emprende en término de un día!</p> - <p class="i2">A florecer las rosas madrugaron,</p> - <p class="i0">Y para envejecerse florecieron:</p> - <p class="i0">Cuna y sepulcro en un botón hallaron.</p> - <p class="i2">Tales los hombres sus fortunas vieron:</p> - <p class="i0">En un día nacieron y expiraron;</p> - <p class="i0">Que pasados los siglos, horas fueron.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON ANTONIO MIRA DE MESCUA</h2> -</div> - -<h3 id="P061">61. Canción</h3> - -<div class="versos ml28"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Ufano</span>, alegre, altivo, enamorado,</p> - <p class="i0">Rompiendo el aire el pardo jilguerillo,</p> - <p class="i0">Se sentó en los pimpollos de una haya,</p> - <p class="i0">Y con su pico de marfil nevado</p> - <p class="i0">De su pechuelo blanco y amarillo</p> - <p class="i0">La pluma concertó pajiza y baya;</p> - <p class="i0">Y celoso se ensaya</p> - <p class="i0">A discantar en alto contrapunto</p> - <p class="i0">Sus celos y amor junto,</p> - <p class="i0">Y al ramillo, y al prado y a las flores</p> - <p class="i0">Libre y ufano cuenta sus amores.</p> - <p class="i0">Mas ¡ay! que en este estado</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_147">p. 147</span>El cazador cruel, de astucia armado,</p> - <p class="i0">Escondido le acecha,</p> - <p class="i0">Y al tierno corazón aguda flecha</p> - <p class="i0">Tira con mano esquiva</p> - <p class="i0">Y envuelto en sangre en tierra lo derriba.</p> - <p class="i0">¡Ay, vida mal lograda,</p> - <p class="i0">Retrato de mi suerte desdichada!</p> - <p class="i2">De la custodia del amor materno</p> - <p class="i0">El corderillo juguetón se aleja,</p> - <p class="i0">Enamorado de la yerba y flores,</p> - <p class="i0">Y por la libertad del pasto tierno</p> - <p class="i0">El cándido licor olvida y deja</p> - <p class="i0">Por quien hizo a su madre mil amores:</p> - <p class="i0">Sin conocer temores,</p> - <p class="i0">De la florida primavera bella</p> - <p class="i0">El vario manto huella</p> - <p class="i0">Con retozos y brincos licenciosos,</p> - <p class="i0">Y pace tallos tiernos y sabrosos.</p> - <p class="i0">Mas ¡ay! que en un otero</p> - <p class="i0">Dio en la boca de un lobo carnicero,</p> - <p class="i0">Que en partes diferentes</p> - <p class="i0">Lo dividió con sus voraces dientes,</p> - <p class="i0">Y a convertirse vino</p> - <p class="i0">En purpúreo el dorado vellocino.</p> - <p class="i0">¡Oh inocencia ofendida,</p> - <p class="i0">Breve bien, caro pasto, corta vida!</p> - <p class="i2">Rica con sus penachos y copetes,</p> - <p class="i0">Ufana y loca, con ligero vuelo</p> - <p class="i0">Se remonta la garza a las estrellas,</p> - <p class="i0">Y, puliendo sus negros martinetes,</p> - <p class="i0">Procura ser allá cerca del cielo</p> - <p class="i0">La reina sola de las aves bellas:</p> - <p class="i0">Y por ser ella de ellas</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_148">p. 148</span>La que más altanera se remonta,</p> - <p class="i0">Ya se encubre y trasmonta</p> - <p class="i0">A los ojos del lince más atentos</p> - <p class="i0">Y se contempla reina de los vientos.</p> - <p class="i0">Mas ¡ay! que en la alta nube</p> - <p class="i0">El águila la vio y al cielo sube,</p> - <p class="i0">Donde con pico y garra</p> - <p class="i0">El pecho candidísimo desgarra</p> - <p class="i0">Del bello airón que quiso</p> - <p class="i0">Volar tan alto con tan corto aviso.</p> - <p class="i0">¡Ay, pájaro altanero,</p> - <p class="i0">Retrato de mi suerte verdadero!</p> - <p class="i2">Al son de las belísonas trompetas</p> - <p class="i0">Y al retumbar del sonoroso parche,</p> - <p class="i0">Formó escuadrón el capitán gallardo;</p> - <p class="i0">Con relinchos, bufidos y corvetas</p> - <p class="i0">Pidió el caballo que la gente marche</p> - <p class="i0">Trocando en paso presuroso el tardo:</p> - <p class="i0">Sonó el clarín bastardo</p> - <p class="i0">La esperada señal de arremetida,</p> - <p class="i0">Y en batalla rompida,</p> - <p class="i0">Teniendo cierta de vencer la gloria,</p> - <p class="i0">Oyó a su gente que cantó victoria.</p> - <p class="i0">Mas ¡ay! que el desconcierto</p> - <p class="i0">Del capitán bisoño y poco experto,</p> - <p class="i0">Por no observar el orden</p> - <p class="i0">Causó en su gente general desorden,</p> - <p class="i0">Y, la ocasión perdida,</p> - <p class="i0">El vencedor perdió victoria y vida.</p> - <p class="i0">¡Ay, fortuna voltaria,</p> - <p class="i0">En mis prósperos fines siempre varia!</p> - <p class="i2">Al cristalino y mudo lisonjero</p> - <p class="i0">La bella dama en su beldad se goza,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_149">p. 149</span>Contemplándose Venus en la tierra,</p> - <p class="i0">Y al más rebelde corazón de acero</p> - <p class="i0">Con su vista enternece y alboroza,</p> - <p class="i0">Y es de las libertades dulce guerra:</p> - <p class="i0">El desamor destierra</p> - <p class="i0">De donde pone sus divinos ojos,</p> - <p class="i0">Y de ellos son despojos</p> - <p class="i0">Los purísimos castos de Diana,</p> - <p class="i0">Y en su belleza se contempla ufana.</p> - <p class="i0">Mas ¡ay! que un accidente,</p> - <p class="i0">Apenas puso el pulso intercadente,</p> - <p class="i0">Cuando cubrió de manchas,</p> - <p class="i0">Cárdenas ronchas y viruelas anchas</p> - <p class="i0">El bello rostro hermoso</p> - <p class="i0">Y lo trocó en horrible y asqueroso.</p> - <p class="i0">¡Ay, beldad malograda,</p> - <p class="i0">Muerta luz, turbio sol y flor pisada!</p> - <p class="i2">Sobre frágiles leños, que con alas</p> - <p class="i0">De lienzo débil de la mar son carros,</p> - <p class="i0">El mercader surcó sus claras olas:</p> - <p class="i0">Llegó a la India, y, rico de bengalas,</p> - <p class="i0">Perlas, aromas, nácares bizarros,</p> - <p class="i0">Volvió a ver las riberas españolas.</p> - <p class="i0">Tremoló banderolas,</p> - <p class="i0">Flámulas, estandartes, gallardetes:</p> - <p class="i0">Dio premio a los grumetes</p> - <p class="i0">Por haber descubierto</p> - <p class="i0">De la querida patria el dulce puerto.</p> - <p class="i0">Mas ¡ay! que estaba ignoto</p> - <p class="i0">A la experiencia y ciencia del piloto</p> - <p class="i0">En la barra un peñasco,</p> - <p class="i0">Donde, tocando de la nave el casco,</p> - <p class="i0">Dio a fondo, hechos mil piezas,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_150">p. 150</span>Mercader, esperanzas y riquezas.</p> - <p class="i0">¡Pobre bajel, figura</p> - <p class="i0">Del que anegó mi próspera ventura!</p> - <p class="i2">Mi pensamiento con ligero vuelo</p> - <p class="i0">Ufano, alegre, altivo, enamorado,</p> - <p class="i0">Sin conocer temores la memoria,</p> - <p class="i0">Se remontó, señora, hasta tu cielo,</p> - <p class="i0">Y contrastando tu desdén airado,</p> - <p class="i0">Triunfó mi amor, captó mi fe victoria;</p> - <p class="i0">Y en la sublime gloria</p> - <p class="i0">De esa beldad se contempló mi alma,</p> - <p class="i0">Y el mar de amor sin calma</p> - <p class="i0">Mi navecilla con su viento en popa</p> - <p class="i0">Llevaba navegando a toda ropa.</p> - <p class="i0">Mas ¡ay! que mi contento</p> - <p class="i0">Fue el pajarillo y corderillo exento,</p> - <p class="i0">Fue la garza altanera,</p> - <p class="i0">Fue el capitán que la victoria espera,</p> - <p class="i0">Fue la Venus del mundo,</p> - <p class="i0">Fue la nave del piélago profundo;</p> - <p class="i0">Pues por diversos modos</p> - <p class="i0">Todos los males padecí de todos.</p> - <p class="i2">Canción, ve a la coluna</p> - <p class="i0">Que sustentó mi próspera fortuna,</p> - <p class="i0">Y verás que si entonces</p> - <p class="i0">Te pareció de mármoles y bronces,</p> - <p class="i0">Hoy es mujer; y en suma</p> - <p class="i0">Breve bien, fácil viento, leve espuma.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <p><span class="pagenum" id="Page_151">p. 151</span></p> - <h2 class="nobreak">DON NICOLÁS F. DE MORATÍN</h2> -</div> - -<h3 id="P062">62. Fiesta de toros en Madrid</h3> - -<div class="versos ml32"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Madrid</span>, castillo famoso</p> - <p class="i0">Que al rey moro alivia el miedo,</p> - <p class="i0">Arde en fiestas en su coso</p> - <p class="i0">Por ser el natal dichoso</p> - <p class="i0">De Alimenón de Toledo.</p> - <p class="i2">Su bravo alcaide Aliatar,</p> - <p class="i0">De la hermosa Zaida amante,</p> - <p class="i0">Las ordena celebrar</p> - <p class="i0">Por si la puede ablandar</p> - <p class="i0">El corazón de diamante.</p> - <p class="i2">Pasó, vencida a sus ruegos,</p> - <p class="i0">Desde Aravaca a Madrid;</p> - <p class="i0">Hubo pandorgas y fuegos,</p> - <p class="i0">Con otros nocturnos juegos</p> - <p class="i0">Que dispuso el adalid.</p> - <p class="i2">Y en adargas y colores,</p> - <p class="i0">En las cifras y libreas,</p> - <p class="i0">Mostraron los amadores,</p> - <p class="i0">Y en pendones y preseas,</p> - <p class="i0">La dicha de sus amores.</p> - <p class="i2">Vinieron las moras bellas</p> - <p class="i0">De toda la cercanía,</p> - <p class="i0">Y de lejos muchas de ellas:</p> - <p class="i0">Las más apuestas doncellas</p> - <p class="i0">Que España entonces tenía.</p> - <p class="i2">Aja de Getafe vino,</p> - <p class="i0">Y Zahara la de Alcorcón,</p> - <p class="i0">En cuyo obsequio muy fino</p> - <p class="i0">Corrió de un vuelo el camino</p> - <p class="i0">El moraicel de Alcabón.</p> - <p class="i2">Jarifa de Almonacid,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_152">p. 152</span>Que de la Alcarria en que habita</p> - <p class="i0">Llevó a asombrar a Madrid</p> - <p class="i0">Su amante Audalla, adalid</p> - <p class="i0">Del castillo de Zorita.</p> - <p class="i2">De Adamud y la famosa</p> - <p class="i0">Meco llegaron allí</p> - <p class="i0">Dos, cada cual más hermosa,</p> - <p class="i0">Y Fátima la preciosa,</p> - <p class="i0">Hija de Alí el alcadí.</p> - <p class="i2">El ancho circo se llena</p> - <p class="i0">De multitud clamorosa,</p> - <p class="i0">Que atiende a ver en la arena</p> - <p class="i0">La sangrienta lid dudosa,</p> - <p class="i0">Y todo en torno resuena.</p> - <p class="i2">La bella Zaida ocupó</p> - <p class="i0">Sus dorados miradores</p> - <p class="i0">Que el arte afiligranó,</p> - <p class="i0">Y con espejos y flores</p> - <p class="i0">Y damascos adornó.</p> - <p class="i2">Añafiles y atabales,</p> - <p class="i0">Con militar armonía,</p> - <p class="i0">Hicieron salva, y señales</p> - <p class="i0">De mostrar su valentía</p> - <p class="i0">Los moros más principales.</p> - <p class="i2">No en las vegas de Jarama</p> - <p class="i0">Pacieron la verde grama</p> - <p class="i0">Nunca animales tan fieros,</p> - <p class="i0">Junto al puente que se llama,</p> - <p class="i0">Por sus peces, de Viveros,</p> - <p class="i2">Como los que el vulgo vio</p> - <p class="i0">Ser lidiados aquel día;</p> - <p class="i0">Y en la fiesta que gozó,</p> - <p class="i0">La popular alegría</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_153">p. 153</span>Muchas heridas costó.</p> - <p class="i2">Salió un toro del toril</p> - <p class="i0">Y a Tarfe tiró por tierra,</p> - <p class="i0">Y luego a Benalguacil;</p> - <p class="i0">Después con Hamete cierra</p> - <p class="i0">El temerón de Conil.</p> - <p class="i2">Traía un ancho listón</p> - <p class="i0">Con uno y otro matiz</p> - <p class="i0">Hecho un lazo por airón,</p> - <p class="i0">Sobre la inhiesta cerviz</p> - <p class="i0">Clavado con un arpón.</p> - <p class="i2">Todo galán pretendía</p> - <p class="i0">Ofrecerle vencedor</p> - <p class="i0">A la dama que servía:</p> - <p class="i0">Por eso perdió Almanzor</p> - <p class="i0">El potro que más quería.</p> - <p class="i2">El alcaide muy zambrero</p> - <p class="i0">De Guadalajara, huyó</p> - <p class="i0">Mal herido al golpe fiero,</p> - <p class="i0">Y desde un caballo overo</p> - <p class="i0">El moro de Horche cayó.</p> - <p class="i2">Todos miran a Aliatar,</p> - <p class="i0">Que, aunque tres toros ha muerto,</p> - <p class="i0">No se quiere aventurar,</p> - <p class="i0">Porque en lance tan incierto</p> - <p class="i0">El caudillo no ha de entrar.</p> - <p class="i2">Mas viendo se culparía,</p> - <p class="i0">Va a ponérsele delante:</p> - <p class="i0">La fiera le acometía,</p> - <p class="i0">Y sin que el rejón la plante</p> - <p class="i0">Le mató una yegua pía.</p> - <p class="i2">Otra monta acelerado:</p> - <p class="i0">Le embiste el toro de un vuelo</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_154">p. 154</span>Cogiéndole entablerado;</p> - <p class="i0">Rodó el bonete encarnado</p> - <p class="i0">Con las plumas por el suelo.</p> - <p class="i2">Dio vuelta hiriendo y matando</p> - <p class="i0">A los de a pie que encontrara,</p> - <p class="i0">El circo desocupando,</p> - <p class="i0">Y emplazándose, se para,</p> - <p class="i0">Con la vista amenazando.</p> - <p class="i2">Nadie se atreve a salir:</p> - <p class="i0">La plebe grita indignada,</p> - <p class="i0">Las damas se quieren ir,</p> - <p class="i0">Porque la fiesta empezada</p> - <p class="i0">No puede ya proseguir.</p> - <p class="i2">Ninguno al riesgo se entrega</p> - <p class="i0">Y está en medio el toro fijo,</p> - <p class="i0">Cuando un portero que llega</p> - <p class="i0">De la puerta de la Vega,</p> - <p class="i0">Hincó la rodilla, y dijo:</p> - <p class="i2">Sobre un caballo alazano,</p> - <p class="i0">Cubierto de galas y oro,</p> - <p class="i0">Demanda licencia urbano</p> - <p class="i0">Para alancear a un toro</p> - <p class="i0">Un caballero cristiano.</p> - <p class="i2">Mucho le pesa a Aliatar;</p> - <p class="i0">Pero Zaida dio respuesta</p> - <p class="i0">Diciendo que puede entrar,</p> - <p class="i0">Porque en tan solemne fiesta</p> - <p class="i0">Nada se debe negar.</p> - <p class="i2">Suspenso el concurso entero</p> - <p class="i0">Entre dudas se embaraza,</p> - <p class="i0">Cuando en un potro ligero</p> - <p class="i0">Vieron entrar en la plaza</p> - <p class="i0">Un bizarro caballero.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_155">p. 155</span>Sonrosado, albo color,</p> - <p class="i0">Belfo labio, juveniles</p> - <p class="i0">Alientos, inquieto ardor,</p> - <p class="i0">En el florido verdor</p> - <p class="i0">De sus lozanos abriles.</p> - <p class="i2">Cuelga la rubia guedeja</p> - <p class="i0">Por donde el almete sube,</p> - <p class="i0">Cual mirarse tal vez deja</p> - <p class="i0">Del sol la ardiente madeja</p> - <p class="i0">Entre cenicienta nube.</p> - <p class="i2">Gorguera de anchos follajes,</p> - <p class="i0">De una cristiana primores;</p> - <p class="i0">En el yelmo los plumajes</p> - <p class="i0">Por los visos y celajes</p> - <p class="i0">Vergel de diversas flores.</p> - <p class="i2">En la cuja gruesa lanza,</p> - <p class="i0">Con recamado pendón,</p> - <p class="i0">Y una cifra a ver se alcanza,</p> - <p class="i0">Que es de desesperación,</p> - <p class="i0">O a lo menos de venganza.</p> - <p class="i2">En el arzón de la silla</p> - <p class="i0">Ancho escudo reverbera</p> - <p class="i0">Con blasones de Castilla,</p> - <p class="i0">Y el mote dice a la orilla:</p> - <p class="i0"><i>Nunca mi espada venciera</i>.</p> - <p class="i2">Era el caballo galán,</p> - <p class="i0">El bruto más generoso,</p> - <p class="i0">De más gallardo ademán:</p> - <p class="i0">Cabos negros, y brioso,</p> - <p class="i0">Muy tostado, y alazán.</p> - <p class="i2">Larga cola recogida</p> - <p class="i0">En las piernas descarnadas,</p> - <p class="i0">Cabeza pequeña, erguida,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_156">p. 156</span>Las narices dilatadas,</p> - <p class="i0">Vista feroz y encendida.</p> - <p class="i2">Nunca en el ancho rodeo</p> - <p class="i0">Que da Betis con tal fruto</p> - <p class="i0">Pudo fingir el deseo</p> - <p class="i0">Más bella estampa de bruto,</p> - <p class="i0">Ni más hermoso paseo.</p> - <p class="i2">Dio la vuelta al rededor;</p> - <p class="i0">Los ojos que le veían</p> - <p class="i0">Lleva prendados de amor:</p> - <p class="i0">¡Alah te salve! decían,</p> - <p class="i0">¡Dete el Profeta favor!</p> - <p class="i2">Causaba lástima y grima</p> - <p class="i0">Su tierna edad floreciente:</p> - <p class="i0">Todos quieren que se exima</p> - <p class="i0">Del riesgo, y él solamente</p> - <p class="i0">Ni recela ni se estima.</p> - <p class="i2">Las doncellas, al pasar,</p> - <p class="i0">Hacen de ámbar y alcanfor</p> - <p class="i0">Pebeteros exhalar,</p> - <p class="i0">Vertiendo pomos de olor,</p> - <p class="i0">De jazmines y azahar.</p> - <p class="i2">Mas cuando en medio se para,</p> - <p class="i0">Y de más cerca le mira</p> - <p class="i0">La cristiana esclava Aldara,</p> - <p class="i0">Con su señora se encara,</p> - <p class="i0">Y así la dice, y suspira:</p> - <p class="i2">Señora, sueños no son;</p> - <p class="i0">Así los cielos, vencidos</p> - <p class="i0">De mi ruego y aflicción,</p> - <p class="i0">Acerquen a mis oídos</p> - <p class="i0">Las campanas de León,</p> - <p class="i2">Como ese doncel, que ufano</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_157">p. 157</span>Tanto asombro viene a dar</p> - <p class="i0">A todo el pueblo africano,</p> - <p class="i0">Es Rodrigo de Vivar,</p> - <p class="i0">El soberbio castellano.</p> - <p class="i2">Sin descubrirle quién es,</p> - <p class="i0">La Zaida desde una almena</p> - <p class="i0">Le habló una noche cortés,</p> - <p class="i0">Por donde se abrió después</p> - <p class="i0">El cubo de la Almudena.</p> - <p class="i2">Y supo que, fugitivo</p> - <p class="i0">De la corte de Fernando,</p> - <p class="i0">El cristiano, apenas vivo,</p> - <p class="i0">Está a Jimena adorando</p> - <p class="i0">Y en su memoria cautivo.</p> - <p class="i2">Tal vez a Madrid se acerca</p> - <p class="i0">Con frecuentes correrías</p> - <p class="i0">Y todo en torno la cerca;</p> - <p class="i0">Observa sus saetías,</p> - <p class="i0">Arroyadas y ancha alberca.</p> - <p class="i2">Por eso le ha conocido:</p> - <p class="i0">Que en medio de aclamaciones,</p> - <p class="i0">El caballo ha detenido</p> - <p class="i0">Delante de sus balcones,</p> - <p class="i0">Y la saluda rendido.</p> - <p class="i2">La mora se puso en pie</p> - <p class="i0">Y sus doncellas detrás:</p> - <p class="i0">El alcaide que lo ve,</p> - <p class="i0">Enfurecido además,</p> - <p class="i0">Muestra cuán celoso esté.</p> - <p class="i2">Suena un rumor placentero</p> - <p class="i0">Entre el vulgo de Madrid:</p> - <p class="i0">No habrá mejor caballero,</p> - <p class="i0">Dicen, en el mundo entero,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_158">p. 158</span>Y algunos le llaman Cid.</p> - <p class="i2">Crece la algazara, y él,</p> - <p class="i0">Torciendo las riendas de oro,</p> - <p class="i0">Marcha al combate crüel:</p> - <p class="i0">Alza el galope, y al toro</p> - <p class="i0">Busca en sonoro tropel.</p> - <p class="i2">El bruto se le ha encarado</p> - <p class="i0">Desde que le vio llegar,</p> - <p class="i0">De tanta gala asombrado,</p> - <p class="i0">Y al rededor le ha observado</p> - <p class="i0">Sin moverse de un lugar.</p> - <p class="i2">Cual flecha se disparó</p> - <p class="i0">Despedida de la cuerda,</p> - <p class="i0">De tal suerte le embistió;</p> - <p class="i0">Detrás de la oreja izquierda</p> - <p class="i0">La aguda lanza le hirió.</p> - <p class="i2">Brama la fiera burlada;</p> - <p class="i0">Segunda vez acomete,</p> - <p class="i0">De espuma y sudor bañada,</p> - <p class="i0">Y segunda vez la mete</p> - <p class="i0">Sutil la punta acerada.</p> - <p class="i2">Pero ya Rodrigo espera</p> - <p class="i0">Con heroico atrevimiento,</p> - <p class="i0">El pueblo mudo y atento:</p> - <p class="i0">Se engalla el toro y altera,</p> - <p class="i0">Y finge acometimiento.</p> - <p class="i2">La arena escarba ofendido,</p> - <p class="i0">Sobre la espalda la arroja</p> - <p class="i0">Con el hueso retorcido;</p> - <p class="i0">El suelo huele y le moja</p> - <p class="i0">En ardiente resoplido.</p> - <p class="i2">La cola inquieto menea,</p> - <p class="i0">La diestra oreja mosquea,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_159">p. 159</span>Vase retirando atrás,</p> - <p class="i0">Para que la fuerza sea</p> - <p class="i0">Mayor, y el ímpetu más.</p> - <p class="i2">El que en esta ocasión viera</p> - <p class="i0">De Zaida el rostro alterado,</p> - <p class="i0">Claramente conociera</p> - <p class="i0">Cuanto le cuesta cuidado</p> - <p class="i0">El que tanto riesgo espera.</p> - <p class="i2">Mas ¡ay, que le embiste horrendo</p> - <p class="i0">El animal espantoso!</p> - <p class="i0">Jamás peñasco tremendo</p> - <p class="i0">Del Cáucaso cavernoso</p> - <p class="i0">Se desgaja estrago haciendo,</p> - <p class="i2">Ni llama así fulminante</p> - <p class="i0">Cruza en negra oscuridad</p> - <p class="i0">Con relámpagos delante,</p> - <p class="i0">Al estrépito tronante</p> - <p class="i0">De sonora tempestad,</p> - <p class="i2">Como el bruto se abalanza</p> - <p class="i0">Con terrible ligereza;</p> - <p class="i0">Mas rota con gran pujanza</p> - <p class="i0">La alta nuca, la fiereza</p> - <p class="i0">Y el último aliento lanza.</p> - <p class="i2">La confusa vocería</p> - <p class="i0">Que en tal instante se oyó</p> - <p class="i0">Fue tanta, que parecía</p> - <p class="i0">Que honda mina reventó,</p> - <p class="i0">O el monte y valle se hundía.</p> - <p class="i2">A caballo como estaba</p> - <p class="i0">Rodrigo, el lazo alcanzó</p> - <p class="i0">Con que el toro se adornaba:</p> - <p class="i0">En su lanza le clavó</p> - <p class="i0">Y a los balcones llegaba.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_160">p. 160</span>Y alzándose en los estribos,</p> - <p class="i0">Le alarga a Zaida, diciendo:</p> - <p class="i0">Sultana, aunque bien entiendo</p> - <p class="i0">Ser favores excesivos,</p> - <p class="i0">Mi corto don admitiendo;</p> - <p class="i2">Si no os dignáredes ser</p> - <p class="i0">Con él benigna, advertid</p> - <p class="i0">Que a mí me basta saber</p> - <p class="i0">Que no le debo ofrecer</p> - <p class="i0">A otra persona en Madrid.</p> - <p class="i2">Ella, el rostro placentero,</p> - <p class="i0">Dijo, y turbada: señor,</p> - <p class="i0">Yo le admito y le venero,</p> - <p class="i0">Por conservar el favor</p> - <p class="i0">De tan gentil caballero.</p> - <p class="i2">Y besando el rico don,</p> - <p class="i0">Para agradar al doncel,</p> - <p class="i0">Le prende con afición</p> - <p class="i0">Al lado del corazón</p> - <p class="i0">Por brinquiño y por joyel.</p> - <p class="i2">Pero Aliatar el caudillo</p> - <p class="i0">De envidia ardiendo se ve,</p> - <p class="i0">Y, trémulo y amarillo,</p> - <p class="i0">Sobre un tremecén rosillo</p> - <p class="i0">Lozaneándose fue.</p> - <p class="i2">Y en ronca voz: Castellano,</p> - <p class="i0">Le dice: con más decoros</p> - <p class="i0">Suelo yo dar de mi mano,</p> - <p class="i0">Si no penachos de toros,</p> - <p class="i0">Las cabezas del cristiano.</p> - <p class="i2">Y si vinieras de guerra</p> - <p class="i0">Cual vienes de fiesta y gala,</p> - <p class="i0">Vieras que en toda la tierra,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_161">p. 161</span>Al valor que dentro encierra</p> - <p class="i0">Madrid, ninguno se iguala.</p> - <p class="i2">Así, dijo el de Vivar,</p> - <p class="i0">Respondo; y la lanza al ristre</p> - <p class="i0">Pone, y espera a Aliatar;</p> - <p class="i0">Mas sin que nadie administre</p> - <p class="i0">Orden, tocaron a armar.</p> - <p class="i2">Ya fiero bando con gritos</p> - <p class="i0">Su muerte o prisión pedía,</p> - <p class="i0">Cuando se oyó en los distritos</p> - <p class="i0">Del monte de Leganitos</p> - <p class="i0">Del Cid la trompetería.</p> - <p class="i2">Entre la Monclova y Soto</p> - <p class="i0">Tercio escogido emboscó,</p> - <p class="i0">Que, viendo como tardó,</p> - <p class="i0">Se acerca, oyó el alboroto,</p> - <p class="i0">Y al muro se abalanzó.</p> - <p class="i2">Y si no vieran salir</p> - <p class="i0">Por la puerta a su señor,</p> - <p class="i0">Y Zaida a le despedir,</p> - <p class="i0">Iban la fuerza a embestir:</p> - <p class="i0">Tal era ya su furor.</p> - <p class="i2">El alcaide, recelando</p> - <p class="i0">Que en Madrid tenga partido,</p> - <p class="i0">Se templó disimulando,</p> - <p class="i0">Y por el parque florido</p> - <p class="i0">Salió con él razonando.</p> - <p class="i2">Y es fama que, a la bajada,</p> - <p class="i0">Juró por la cruz el Cid</p> - <p class="i0">De su vencedora espada</p> - <p class="i0">De no quitar la celada</p> - <p class="i0">Hasta que gane a Madrid.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <p><span class="pagenum" id="Page_162">p. 162</span></p> - <h2 class="nobreak">DON GASPAR M. DE JOVELLANOS</h2> -</div> - -<h3 id="P063">63. Epístola de Fabio a Anfriso</h3> - -<p class="subh3"><i>Descripción del Paular</i></p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="estrofa"> - <p class="i0"><i>Credibile est illi numen inesse loco</i></p> - <p class="id"><span class="smcap">Ovidius</span></p> - </div> -</div> -</div> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Desde</span> el oculto y venerable asilo</p> - <p class="i0">Do la virtud austera y penitente</p> - <p class="i0">Vive ignorada y, del liviano mundo</p> - <p class="i0">Huida, en santa soledad se esconde,</p> - <p class="i0">El triste Fabio al venturoso Anfriso</p> - <p class="i0">Salud en versos flébiles envía.</p> - <p class="i0">Salud le envía a Anfriso, al que inspirado</p> - <p class="i0">De las mantuanas musas, tal vez suele</p> - <p class="i0">Al grave son de su celeste canto</p> - <p class="i0">Precipitar del viejo Manzanares</p> - <p class="i0">El curso perezoso: tal süave</p> - <p class="i0">Suele ablandar con amorosa lira</p> - <p class="i0">La altiva condición de sus zagalas.</p> - <p class="i0">¡Pluguiera a Dios, oh Anfriso, que el cuitado</p> - <p class="i0">A quien no dio la suerte tal ventura</p> - <p class="i0">Pudiese huir del mundo y sus peligros!</p> - <p class="i0">¡Pluguiera a Dios, pues ya con su barquilla</p> - <p class="i0">Logró arribar a puerto tan seguro,</p> - <p class="i0">Que esconderla supiera en este abrigo,</p> - <p class="i0">A tanta luz y ejemplos enseñado!</p> - <p class="i0">Huyera así la furia tempestuosa</p> - <p class="i0">De los contrarios vientos, los escollos,</p> - <p class="i0">Y las fieras borrascas tantas veces</p> - <p class="i0">Entre sustos y lágrimas corridas.</p> - <p class="i0">Así también del mundanal tumulto</p> - <p class="i0">Lejos, y en estos montes guarecido,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_163">p. 163</span>Alguna vez gozara del reposo,</p> - <p class="i0">Que hoy desterrado de su pecho vive.</p> - <p class="i2">Mas ¡ay de aquel que hasta en el santo asilo</p> - <p class="i0">De la virtud arrastra la cadena,</p> - <p class="i0">La pesada cadena con que el mundo</p> - <p class="i0">Oprime a sus esclavos! ¡Ay del triste</p> - <p class="i0">En cuyo oído suena con espanto,</p> - <p class="i0">Por esta oculta soledad rompiendo,</p> - <p class="i0">De su señor el imperioso grito!</p> - <p class="i2">Busco en estas moradas silenciosas</p> - <p class="i0">El reposo y la paz que aquí se esconden,</p> - <p class="i0">Y solo encuentro la inquietud funesta</p> - <p class="i0">Que mis sentidos y razón conturba.</p> - <p class="i2">Busco paz y reposo, pero en vano</p> - <p class="i0">Los busco ¡oh caro Anfriso! que estos dones,</p> - <p class="i0">Herencia santa que al partir del mundo</p> - <p class="i0">Dejó Bruno en sus hijos vinculada,</p> - <p class="i0">Nunca en profano corazón entraron</p> - <p class="i0">Ni a los parciales del placer se dieron.</p> - <p class="i2">Conozco bien que, fuera de este asilo,</p> - <p class="i0">Solo me guarda el mundo sinrazones,</p> - <p class="i0">Vanos deseos, duros desengaños,</p> - <p class="i0">Susto y dolor; empero todavía</p> - <p class="i0">A entrar en él no puedo resolverme.</p> - <p class="i0">No puedo resolverme, y despechado</p> - <p class="i0">Sigo el impulso del fatal destino</p> - <p class="i0">Que a muy más dura esclavitud me guía.</p> - <p class="i0">Sigo su fiero impulso, y llevo siempre</p> - <p class="i0">Por todas partes los pesados grillos</p> - <p class="i0">Que de la ansiada libertad me privan.</p> - <p class="i2">De afán y angustia el pecho traspasado,</p> - <p class="i0">Pido a la muda soledad consuelo</p> - <p class="i0">Y con dolientes quejas la importuno.</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_164">p. 164</span>Salgo al ameno valle, subo al monte,</p> - <p class="i0">Sigo del claro río las corrientes,</p> - <p class="i0">Busco la fresca y deleitosa sombra,</p> - <p class="i0">Corro por todas partes, y no encuentro</p> - <p class="i0">En parte alguna la quietud perdida.</p> - <p class="i2">¡Ay, Anfriso, qué escenas a mis ojos,</p> - <p class="i0">Cansados de llorar, presenta el cielo!</p> - <p class="i0">Rodeado de frondosos y altos montes</p> - <p class="i0">Se extiende un valle, que de mil delicias</p> - <p class="i0">Con sabia mano ornó naturaleza.</p> - <p class="i0">Pártele en dos mitades, despeñado</p> - <p class="i0">De las vecinas rocas, el Lozoya,</p> - <p class="i0">Por su pesca famoso y dulces aguas.</p> - <p class="i0">Del claro río sobre el verde margen</p> - <p class="i0">Crecen frondosos álamos, que al cielo</p> - <p class="i0">Ya erguidos alzan las plateadas copas,</p> - <p class="i0">O ya, sobre las aguas encorvados,</p> - <p class="i0">En mil figuras miran con asombro</p> - <p class="i0">Su forma en los cristales retratada.</p> - <p class="i0">De la siniestra orilla un bosque umbrío</p> - <p class="i0">Hasta la falda del vecino monte</p> - <p class="i0">Se extiende: tan ameno y delicioso</p> - <p class="i0">Que le hubiera juzgado el gentilismo</p> - <p class="i0">Morada de algún dios, o a los misterios</p> - <p class="i0">De las silvanas Dríadas guardado.</p> - <p class="i2">Aquí encamino mis inciertos pasos,</p> - <p class="i0">Y en su recinto umbrío y silencioso,</p> - <p class="i0">Mansión la más conforme para un triste,</p> - <p class="i0">Entro a pensar en mi cruel destino.</p> - <p class="i0">La grata soledad, la dulce sombra,</p> - <p class="i0">El aire blando y el silencio mudo,</p> - <p class="i0">Mi desventura y mi dolor adulan.</p> - <p class="i0">No alcanza aquí del padre de las luces</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_165">p. 165</span>El rayo acechador, ni su reflejo</p> - <p class="i0">Viene a cubrir de confusión el rostro</p> - <p class="i0">De un infeliz en su dolor sumido.</p> - <p class="i0">El canto de las aves no interrumpe</p> - <p class="i0">Aquí tampoco la quietud de un triste,</p> - <p class="i0">Pues solo de la viuda tortolilla</p> - <p class="i0">Se oye tal vez el lastimero arrullo,</p> - <p class="i0">Tal vez el melancólico trinado</p> - <p class="i0">De la angustiada y dulce Filomena.</p> - <p class="i0">Con blando impulso el céfiro süave,</p> - <p class="i0">Las copas de los árboles moviendo,</p> - <p class="i0">Recrea el alma con el manso ruido,</p> - <p class="i0">Mientras al dulce soplo desprendidas</p> - <p class="i0">Las agostadas hojas, revolando,</p> - <p class="i0">Bajan en lentos círculos al suelo,</p> - <p class="i0">Cúbrenle en torno, y la frondosa pompa</p> - <p class="i0">Que al árbol adornara en primavera,</p> - <p class="i0">Yace marchita y muestra los rigores</p> - <p class="i0">Del abrasado estío y seco otoño.</p> - <p class="i2">¡Así también de juventud lozana</p> - <p class="i0">Pasan, oh Anfriso, las livianas dichas!</p> - <p class="i0">Un soplo de inconstancia, de fastidio,</p> - <p class="i0">O de capricho femenil las tala</p> - <p class="i0">Y lleva por el aire, cual las hojas</p> - <p class="i0">De los frondosos árboles caídas.</p> - <p class="i0">Ciegos empero, y tras su vana sombra</p> - <p class="i0">De contino exhalados, en pos de ellas</p> - <p class="i0">Corremos hasta hallar el precipicio</p> - <p class="i0">Do nuestro error y su ilusión nos guían.</p> - <p class="i0">Volamos en pos de ellas como suele</p> - <p class="i0">Volar a la dulzura del reclamo</p> - <p class="i0">Incauto el pajarillo: entre las hojas</p> - <p class="i0">El preparado visco le detiene:</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_166">p. 166</span>Lucha cautivo por huir, y en vano,</p> - <p class="i0">Porque un traidor, que en asechanza atisba,</p> - <p class="i0">Con mano infiel la libertad le roba</p> - <p class="i0">Y a muerte le condena o cárcel dura.</p> - <p class="i2">¡Ah, dichoso el mortal de cuyos ojos</p> - <p class="i0">Un pronto desengaño corrió el velo</p> - <p class="i0">De la ciega ilusión! ¡Una y mil veces</p> - <p class="i0">Dichoso el solitario penitente</p> - <p class="i0">Que, triunfando del mundo y de sí mismo,</p> - <p class="i0">Vive en la soledad libre y contento!</p> - <p class="i0">Unido a Dios por medio de la santa</p> - <p class="i0">Contemplación, le goza ya en la tierra,</p> - <p class="i0">Y retirado en su tranquilo albergue</p> - <p class="i0">Observa reflexivo los milagros</p> - <p class="i0">De la naturaleza, sin que nunca</p> - <p class="i0">Turben el susto ni el dolor su pecho.</p> - <p class="i2">Regálanle las aves con su canto,</p> - <p class="i0">Mientras la aurora sale refulgente</p> - <p class="i0">A cubrir de alegría y luz el mundo.</p> - <p class="i0">Nácele siempre el sol claro y brillante,</p> - <p class="i0">Y nunca a él levanta conturbados</p> - <p class="i0">Sus ojos, ora en el oriente raye,</p> - <p class="i0">Ora, del cielo a la mitad subiendo,</p> - <p class="i0">En pompa guíe el reluciente carro;</p> - <p class="i0">Ora con tibia luz, más perezoso,</p> - <p class="i0">Su faz esconda en los vecinos montes.</p> - <p class="i0">Cuando en las claras noches cuidadoso</p> - <p class="i0">Vuelve desde los santos ejercicios,</p> - <p class="i0">La plateada luna en lo más alto</p> - <p class="i0">Del cielo mueve la luciente rueda</p> - <p class="i0">Con augusto silencio, y recreando</p> - <p class="i0">Con blando resplandor su humilde vista,</p> - <p class="i0">Eleva su razón, y la dispone</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_167">p. 167</span>A contemplar la alteza y la inefable</p> - <p class="i0">Gloria del Padre y Criador del mundo.</p> - <p class="i0">Libre de los cuidados enojosos</p> - <p class="i0">Que en los palacios y dorados techos</p> - <p class="i0">Nos turban de contino, y entregado</p> - <p class="i0">A la inefable y justa Providencia,</p> - <p class="i0">Si al breve sueño alguna pausa pide</p> - <p class="i0">De sus santas tareas, obediente</p> - <p class="i0">Viene a cerrar sus párpados el sueño</p> - <p class="i0">Con mano amiga, y de su lado ahuyenta</p> - <p class="i0">El susto y las fantasmas de la noche.</p> - <p class="i2">¡Oh suerte venturosa, a los amigos</p> - <p class="i0">De la virtud guardada! ¡Oh dicha, nunca</p> - <p class="i0">De los tristes mundanos conocida!</p> - <p class="i0">¡Oh monte impenetrable! ¡Oh bosque umbrío!</p> - <p class="i0">¡Oh valle deleitoso! ¡Oh solitaria,</p> - <p class="i0">Taciturna mansión! ¡Oh, quién, del alto</p> - <p class="i0">Y proceloso mar del mundo huyendo</p> - <p class="i0">A vuestra santa calma, aquí seguro</p> - <p class="i0">Vivir pudiera siempre, y escondido!</p> - <p class="i2">Tales cosas revuelvo en mi memoria</p> - <p class="i0">En esta triste soledad sumido.</p> - <p class="i0">Llega en tanto la noche, y con su manto</p> - <p class="i0">Cobija el ancho mundo. Vuelvo entonces</p> - <p class="i0">A los medrosos claustros. De una escasa</p> - <p class="i0">Luz el distante y pálido reflejo</p> - <p class="i0">Guía por ellos mis inciertos pasos;</p> - <p class="i0">Y en medio del horror y del silencio,</p> - <p class="i0">¡Oh fuerza del ejemplo portentosa!</p> - <p class="i0">Mi corazón palpita, en mi cabeza</p> - <p class="i0">Se erizan los cabellos, se estremecen</p> - <p class="i0">Mis carnes, y discurre por mis nervios</p> - <p class="i0">Un súbito rigor que los embarga.</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_168">p. 168</span>Parece que oigo que del centro oscuro</p> - <p class="i0">Sale una voz tremenda que, rompiendo</p> - <p class="i0">El eterno silencio, así me dice:</p> - <p class="i0">«Huye de aquí, profano; tú, que llevas</p> - <p class="i0">»De ideas mundanales lleno el pecho,</p> - <p class="i0">»Huye de esta morada, do se albergan</p> - <p class="i0">»Con la virtud humilde y silenciosa</p> - <p class="i0">»Sus escogidos: huye, y no profanes</p> - <p class="i0">»Con tu planta sacrílega este asilo.»</p> - <p class="i0">De aviso tal al golpe confundido,</p> - <p class="i0">Con paso vacilante voy cruzando</p> - <p class="i0">Los pavorosos tránsitos, y llego</p> - <p class="i0">Por fin a mi morada, donde ni hallo</p> - <p class="i0">El ansiado reposo, ni recobran</p> - <p class="i0">La suspirada calma mis sentidos.</p> - <p class="i0">Lleno de congojosos pensamientos</p> - <p class="i0">Paso la triste y perezosa noche</p> - <p class="i0">En molesta vigilia, sin que llegue</p> - <p class="i0">A mis ojos el sueño, ni interrumpan</p> - <p class="i0">Sus regalados bálsamos mi pena.</p> - <p class="i0">Vuelve por fin con la rosada aurora</p> - <p class="i0">La luz aborrecida, y en pos de ella</p> - <p class="i0">El claro día a publicar mi llanto</p> - <p class="i0">Y dar nueva materia al dolor mío.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON JUAN MELÉNDEZ VALDÉS</h2> -</div> - -<h3 id="P064">64. Rosana en los fuegos</h3> - -<div class="versos ml34"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Del</span> sol llevaba la lumbre,</p> - <p class="i0">Y la alegría del alba,</p> - <p class="i0">En sus celestiales ojos</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_169">p. 169</span>La hermosísima Rosana,</p> - <p class="i0">Una noche que a los fuegos</p> - <p class="i0">Salió la fiesta de Pascua</p> - <p class="i0">Para abrasar todo el valle</p> - <p class="i0">En mil amorosas ansias.</p> - <p class="i0">Por do quiera que camina</p> - <p class="i0">Lleva tras sí la mañana,</p> - <p class="i0">Y donde se vuelve rinde</p> - <p class="i0">La libertad de mil almas.</p> - <p class="i0">El céfiro la acaricia</p> - <p class="i0">Y mansamente la halaga,</p> - <p class="i0">Los Amores la rodean</p> - <p class="i0">Y las Gracias la acompañan.</p> - <p class="i0">Y ella, así como en el valle</p> - <p class="i0">Descuella la altiva palma</p> - <p class="i0">Cuando sus verdes pimpollos</p> - <p class="i0">Hasta las nubes levanta;</p> - <p class="i0">O cual vid de fruto llena</p> - <p class="i0">Que con el olmo se abraza,</p> - <p class="i0">Y sus vástagos extiende</p> - <p class="i0">Al arbitrio de las ramas;</p> - <p class="i0">Así entre sus compañeras</p> - <p class="i0">El nevado cuello alza,</p> - <p class="i0">Sobresaliendo entre todas</p> - <p class="i0">Cual fresca rosa entre zarzas.</p> - <p class="i0">Todos los ojos se lleva</p> - <p class="i0">Tras sí, todo lo avasalla;</p> - <p class="i0">De amor mata a los pastores</p> - <p class="i0">Y de envidia a las zagalas.</p> - <p class="i0">Ni las músicas se atienden,</p> - <p class="i0">Ni se gozan las lumbradas;</p> - <p class="i0">Que todos corren por verla</p> - <p class="i0">Y al verla todos se abrasan.</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_170">p. 170</span>¡Qué de suspiros se escuchan!</p> - <p class="i0">¡Qué de vivas y de salvas!</p> - <p class="i0">No hay zagal que no la admire</p> - <p class="i0">Y no se esmere en loarla.</p> - <p class="i0">Cuál absorto la contempla</p> - <p class="i0">Y a la aurora la compara</p> - <p class="i0">Cuando más alegre sale</p> - <p class="i0">Y el cielo de su albor baña;</p> - <p class="i0">Cuál al fresco y verde aliso</p> - <p class="i0">Que crece al margen del agua,</p> - <p class="i0">Cuando más pomposo en hojas</p> - <p class="i0">En su cristal se retrata;</p> - <p class="i0">Cuál a la luna, si muestra</p> - <p class="i0">Llena su esfera de plata,</p> - <p class="i0">Y asoma por los collados</p> - <p class="i0">De luceros coronada.</p> - <p class="i0">Otros pasmados la miran</p> - <p class="i0">Y mudamente la alaban,</p> - <p class="i0">Y cuanto más la contemplan</p> - <p class="i0">Muy más hermosa la hallan.</p> - <p class="i0">Que es como el cielo su rostro</p> - <p class="i0">Cuando en la noche callada</p> - <p class="i0">Brilla con todas sus luces</p> - <p class="i0">Y los ojos embaraza.</p> - <p class="i0">¡Ay, qué de envidias se encienden!</p> - <p class="i0">¡Ay, qué de celos que causa</p> - <p class="i0">En las serranas del Tormes</p> - <p class="i0">Su perfección sobrehumana!</p> - <p class="i0">Las más hermosas la temen,</p> - <p class="i0">Mas sin osar murmurarla;</p> - <p class="i0">Que como el oro más puro</p> - <p class="i0">No sufre una leve mancha.</p> - <p class="i0">Bien haya tu gentileza,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_171">p. 171</span>Una y mil veces bien haya,</p> - <p class="i0">Y abrase la envidia al pueblo,</p> - <p class="i0">Hermosísima aldeana.</p> - <p class="i0">Toda, toda eres perfecta,</p> - <p class="i0">Toda eres donaire y gracia,</p> - <p class="i0">El amor vive en tus ojos</p> - <p class="i0">Y la gloria está en tu cara.</p> - <p class="i0">La libertad me has robado,</p> - <p class="i0">Yo la doy por bien robada,</p> - <p class="i0">Mas recibe el don benigna</p> - <p class="i0">Que mi humildad te consagra.</p> - <p class="i0">Esto un zagal la decía</p> - <p class="i0">Con razones mal formadas,</p> - <p class="i0">Que salió libre a los fuegos</p> - <p class="i0">Y volvió cautivo a casa.</p> - <p class="i0">Y desde entonces perdido</p> - <p class="i0">El día a sus puertas le halla;</p> - <p class="i0">Ayer le cantó esta letra</p> - <p class="i0">Echándole la alborada:</p> - <p class="i2">Linda zagaleja</p> - <p class="i0">De cuerpo gentil,</p> - <p class="i0"><i>Muérome de amores</i></p> - <p class="i0"><i>Desde que te vi.</i></p> - <p class="i2">Tu talle, tu aseo,</p> - <p class="i0">Tu gala y donaire,</p> - <p class="i0">No tienen, serrana,</p> - <p class="i0">Igual en el valle.</p> - <p class="i0">Del cielo son ellos</p> - <p class="i0">Y tú un serafín:</p> - <p class="i0"><i>Muérome de amores</i></p> - <p class="i0"><i>Desde que te vi.</i></p> - <p class="i2">De amores me muero,</p> - <p class="i0">Sin que nada baste</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_172">p. 172</span>A darme la vida</p> - <p class="i0">Que allá te llevaste,</p> - <p class="i0">Si ya no te dueles</p> - <p class="i0">Benigna de mí;</p> - <p class="i0"><i>Que muero de amores</i></p> - <p class="i0"><i>Desde que te vi</i>.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON LEANDRO F. DE MORATÍN</h2> -</div> - -<h3 id="P065">65. Elegía a las Musas</h3> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Esta</span> corona, adorno de mi frente,</p> - <p class="i0">Esta sonante lira y flautas de oro</p> - <p class="i0">Y máscaras alegres, que algún día</p> - <p class="i0">Me disteis, sacras Musas, de mis manos</p> - <p class="i0">Trémulas recibid, y el canto acabe,</p> - <p class="i0">Que fuera osado intento repetirle.</p> - <p class="i0">He visto ya cómo la edad ligera,</p> - <p class="i0">Apresurando a no volver las horas,</p> - <p class="i0">Robó con ellas su vigor al numen.</p> - <p class="i0">Sé que negáis vuestro favor divino</p> - <p class="i0">A la cansada senectud, y en vano</p> - <p class="i0">Fuera implorarle; pero en tanto, bellas</p> - <p class="i0">Ninfas, del verde Pindo habitadoras,</p> - <p class="i0">No me neguéis que os agradezca humilde</p> - <p class="i0">Los bienes que os debí. Si pude un día,</p> - <p class="i0">No indigno sucesor de nombre ilustre,</p> - <p class="i0">Dilatarle famoso, a vos fue dado</p> - <p class="i0">Llevar al fin mi atrevimiento. Solo</p> - <p class="i0">Pudo bastar vuestro amoroso anhelo</p> - <p class="i0">A prestarme constancia en los afanes</p> - <p class="i0">Que turbaron mi paz, cuando insolente</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_173">p. 173</span>Vano saber, enconos y venganzas,</p> - <p class="i0">Codicia y ambición, la patria mía</p> - <p class="i0">Abandonaron a civil discordia.</p> - <p class="i2">Yo vi del polvo levantarse audaces,</p> - <p class="i0">A dominar y perecer, tiranos:</p> - <p class="i0">Atropellarse efímeras las leyes,</p> - <p class="i0">Y llamarse virtudes los delitos.</p> - <p class="i0">Vi las fraternas armas nuestros muros</p> - <p class="i0">Bañar en sangre nuestra, combatirse,</p> - <p class="i0">Vencido y vencedor hijos de España,</p> - <p class="i0">Y el trono desplomándose al vendido</p> - <p class="i0">Ímpetu popular. De las arenas</p> - <p class="i0">Que el mar sacude en la fenicia Gades,</p> - <p class="i0">A las que el Tajo lusitano envuelve</p> - <p class="i0">En oro y conchas, uno y otro imperio,</p> - <p class="i0">Iras, desorden esparciendo y luto,</p> - <p class="i0">Comunicarse el funeral estrago.</p> - <p class="i0">Así cuando en Sicilia el Etna ronco</p> - <p class="i0">Revienta incendios, su bifronte cima</p> - <p class="i0">Cubre el Vesubio en humo denso y llamas,</p> - <p class="i0">Turba el Averno sus calladas ondas;</p> - <p class="i0">Y allá del Tibre en la ribera etrusca</p> - <p class="i0">Se estremece la cúpula soberbia</p> - <p class="i0">Que al Vicario de Cristo da sepulcro.</p> - <p class="i2">¿Quién pudo en tanto horror mover el plectro?</p> - <p class="i0">¿Quién dar al verso acordes armonías,</p> - <p class="i0">Oyendo resonar grito de muerte?</p> - <p class="i0">Tronó la tempestad: bramó iracundo</p> - <p class="i0">El huracán, y arrebató a los campos</p> - <p class="i0">Sus frutos, su matiz: la rica pompa</p> - <p class="i0">Destrozó de los árboles sombríos:</p> - <p class="i0">Todas huyeron tímidas las aves</p> - <p class="i0">Del blando nido, en el espanto mudas;</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_174">p. 174</span>No más trinos de amor. Así agitaron</p> - <p class="i0">Los tardos años mi existencia, y pudo</p> - <p class="i0">Solo en región extraña el oprimido</p> - <p class="i0">Ánimo hallar dulce descanso y vida.</p> - <p class="i2">Breve será; que ya la tumba aguarda</p> - <p class="i0">Y sus mármoles abre a recibirme;</p> - <p class="i0">Ya los voy a ocupar... Si no es eterno</p> - <p class="i0">El rigor de los hados, y reservan</p> - <p class="i0">A mi patria infeliz mayor ventura,</p> - <p class="i0">Dénsela presto, y mi postrer suspiro</p> - <p class="i0">Será por ella... Prevenid en tanto</p> - <p class="i0">Flébiles tonos, enlazad coronas</p> - <p class="i0">De ciprés funeral, Musas celestes;</p> - <p class="i0">Y donde a las del mar sus aguas mezcla</p> - <p class="i0">El Garona opulento, en silencioso</p> - <p class="i0">Bosque de lauros y menudos mirtos,</p> - <p class="i0">Ocultad entre flores mis cenizas.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON MANUEL MARÍA DE ARJONA</h2> -</div> - -<h3 id="P066">66. La diosa del bosque</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">¡Oh, si</span> bajo estos árboles frondosos</p> - <p class="i0">Se mostrase la célica hermosura</p> - <p class="i0">Que vi algún día en inmortal dulzura</p> - <p class="i12">Este bosque bañar!</p> - <p class="i2">Del cielo tu benéfico descenso</p> - <p class="i0">Sin duda ha sido, lúcida belleza:</p> - <p class="i0">Deja, pues, diosa, que mi grato incienso</p> - <p class="i12">Arda sobre tu altar.</p> - <p class="i2">Que no es amor mi tímido alborozo,</p> - <p class="i0">Y me acobarda el rígido escarmiento,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_175">p. 175</span>Que ¡oh Piritöo! condenó tu intento</p> - <p class="i12">Y tu intento, Ixïón.</p> - <p class="i2">Lejos de mí sacrílega osadía:</p> - <p class="i0">Bástame que con plácido semblante</p> - <p class="i0">Aceptes, diosa, a mis anhelos pía,</p> - <p class="i12">Mi ardiente adoración.</p> - <p class="i2">Mi adoración y el cántico de gloria</p> - <p class="i0">Que de mí el Pindo atónito ya espera:</p> - <p class="i0">Baja tú a oírme de la sacra esfera</p> - <p class="i12">¡Oh radiante deidad!</p> - <p class="i2">Y tu mirar más nítido y süave,</p> - <p class="i0">He de cantar, que fúlgido lucero;</p> - <p class="i0">Y el limpio encanto que infundirnos sabe</p> - <p class="i12">Tu dulce majestad.</p> - <p class="i2">De pureza jactándose natura,</p> - <p class="i0">Te ha formado del cándido rocío</p> - <p class="i0">Que sobre el nardo al apuntar de estío</p> - <p class="i12">La aurora derramó;</p> - <p class="i2">Y excelsamente lánguida retrata</p> - <p class="i0">El rosicler pacífico de Mayo</p> - <p class="i0">Tu alma: Favonio su frescura grata</p> - <p class="i12">A tu hablar trasladó.</p> - <p class="i2">¡Oh imagen perfectísima del orden</p> - <p class="i0">Que liga en lazos fáciles el mundo,</p> - <p class="i0">Solo en los brazos de la paz fecundo,</p> - <p class="i12">Solo amable en la paz!</p> - <p class="i2">En vano con espléndido aparato</p> - <p class="i0">Finge el arte solícito grandezas:</p> - <p class="i0">Natura vence con sencillo ornato</p> - <p class="i12">Tan altivo disfraz.</p> - <p class="i2">Monarcas, que los pérsicos tesoros</p> - <p class="i0">Ostentáis con magnífica porfía,</p> - <p class="i0">Copiad el brillo de un sereno día</p> - <p class="i12"><span class="pagenum" id="Page_176">p. 176</span>Sobre el azul del mar:</p> - <p class="i2">O copie estudio de émula hermosura</p> - <p class="i0">De mi deidad el mágico descuido;</p> - <p class="i0">Antes veremos la estrellada altura</p> - <p class="i12">Los hombres escalar.</p> - <p class="i2">Tú, mi verso, en magnánimo ardimiento</p> - <p class="i0">Ya las alas del céfiro recibe,</p> - <p class="i0">Y al pecho ilustre en que tu numen vive</p> - <p class="i12">Vuela, vuela veloz;</p> - <p class="i2">Y en los erguidos álamos ufana</p> - <p class="i0">Penda siempre esta cítara, aunque nueva;</p> - <p class="i0">Que ya a sus ecos hermosura humana</p> - <p class="i12">No ha de ensalzar mi voz.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON ALBERTO LISTA</h2> -</div> - -<h3 id="P067">67. Al Sueño</h3> - -<p class="subh3"><i>El himno del desgraciado</i></p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">«<i>El grande y el pequeño</i></p> - <p class="i0"><i>Iguales son lo que les dura el sueño.</i>»</p> - </div> -</div> -</div> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Desciende</span> a mí, consolador Morfeo,</p> - <p class="i0">Único dios que imploro,</p> - <p class="i0">Antes que muera el esplendor febeo</p> - <p class="i0">Sobre las playas del adusto moro.</p> - <p class="i2">Y en tu regazo el importuno día</p> - <p class="i0">Me encuentre aletargado,</p> - <p class="i0">Cuando triunfante de la niebla umbría</p> - <p class="i0">Asciende al trono del cenit dorado.</p> - <p class="i2">Pierda en la noche y pierda en la mañana</p> - <p class="i0">Tu calma silenciosa</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_177">p. 177</span>Aquel feliz que en lecho de oro y grana</p> - <p class="i0">Estrecha al seno la adorada esposa.</p> - <p class="i2">Y el que halagado con los dulces dones</p> - <p class="i0">De Pluto y de Citeres,</p> - <p class="i0">Las que a la tarde fueron ilusiones,</p> - <p class="i0">A la aurora verá ciertos placeres.</p> - <p class="i2">No halle jamás la matutina estrella</p> - <p class="i0">En tus brazos rendido</p> - <p class="i0">Al que bebió en los labios de su bella</p> - <p class="i0">El suspiro de amor correspondido.</p> - <p class="i2">¡Ah! déjalos que gocen. Tu presencia</p> - <p class="i0">No turbe su contento;</p> - <p class="i0">Que es perpetua delicia su existencia</p> - <p class="i0">Y un siglo de placer cada momento.</p> - <p class="i2">Para ellos nace, el orbe colorando,</p> - <p class="i0">La sonrosada aurora,</p> - <p class="i0">Y el ave sus amores va cantando,</p> - <p class="i0">Y la copia de Abril derrama Flora.</p> - <p class="i2">Para ellos tiende su brillante velo</p> - <p class="i0">La noche sosegada,</p> - <p class="i0">Y de trémula luz esmalta el cielo,</p> - <p class="i0">Y da al amor la sombra deseada.</p> - <p class="i2">Si el tiempo del placer para el dichoso</p> - <p class="i0">Huye en veloz carrera,</p> - <p class="i0">Une con breve y plácido reposo</p> - <p class="i0">Las dichas que ha gozado a las que espera.</p> - <p class="i2">Mas ¡ay! a un alma del dolor guarida</p> - <p class="i0">Desciende ya propicio;</p> - <p class="i0">Cuanto me quites de la odiosa vida,</p> - <p class="i0">Me quitarás de mi inmortal suplicio.</p> - <p class="i2">¿De qué me sirve el súbito alborozo</p> - <p class="i0">Que a la aurora resuena,</p> - <p class="i0">Si al despertar el mundo para el gozo,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_178">p. 178</span>Solo despierto yo para la pena?</p> - <p class="i2">¿De qué el ave canora, o la verdura</p> - <p class="i0">Del prado que florece,</p> - <p class="i0">Si mis ojos no miran su hermosura,</p> - <p class="i0">Y el universo para mí enmudece?</p> - <p class="i2">El ámbar de la vega, el blando ruido,</p> - <p class="i0">Con que el raudal se lanza,</p> - <p class="i0">¿Qué son ¡ay! para el triste que ha perdido,</p> - <p class="i0">Último bien del hombre, la esperanza?</p> - <p class="i2">Girará en vano, cuando el sol se ausente,</p> - <p class="i0">La esfera luminosa;</p> - <p class="i0">En vano, de almas tiernas confidente,</p> - <p class="i0">Los campos bañará la luna hermosa.</p> - <p class="i2">Esa blanda tristeza que derrama</p> - <p class="i0">A un pecho enamorado,</p> - <p class="i0">Si su tranquila amortiguada llama</p> - <p class="i0">Resbala por las faldas del collado,</p> - <p class="i2">No es para un corazón de quien ha huido</p> - <p class="i0">La ilusión lisonjera,</p> - <p class="i0">Cuando pidió, del desengaño herido,</p> - <p class="i0">Su triste antorcha a la razón severa.</p> - <p class="i2">Corta el hilo a mi acerba desventura,</p> - <p class="i0">Oh tú, sueño piadoso;</p> - <p class="i0">Que aquellas horas que tu imperio dura</p> - <p class="i0">Se iguala el infeliz con el dichoso.</p> - <p class="i2">Ignorada de sí yazca mi mente,</p> - <p class="i0">Y muerto mi sentido;</p> - <p class="i0">Empapa el ramo, para herir mi frente,</p> - <p class="i0">En las tranquilas aguas del olvido.</p> - <p class="i2">De la tumba me iguale tu beleño</p> - <p class="i0">A la ceniza yerta,</p> - <p class="i0">Solo ¡ay de mí! que del eterno sueño,</p> - <p class="i0">Mas felice que yo, nunca despierta.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_179">p. 179</span>Ni aviven mi existencia interrumpida</p> - <p class="i0">Fantasmas voladores,</p> - <p class="i0">Ni los sucesos de mi amarga vida</p> - <p class="i0">Con tus pinceles lánguidos colores.</p> - <p class="i2">No me acuerdes crüel de mi tormento</p> - <p class="i0">La triste imagen fiera;</p> - <p class="i0">Bástale su malicia al pensamiento,</p> - <p class="i0">Sin darle tú el puñal para que hiera.</p> - <p class="i2">Ni me halagues con pérfidos placeres,</p> - <p class="i0">Que volarán contigo;</p> - <p class="i0">Y el dolor de perderlos cuando huyeres</p> - <p class="i0">De atreverme a gozar será el castigo.</p> - <p class="i2">Deslízate callado, y encadena</p> - <p class="i0">Mi ardiente fantasía;</p> - <p class="i0">Que asaz libre será para la pena</p> - <p class="i0">Cuando me entregues a la luz del día.</p> - <p class="i2">Ven, termina la mísera querella</p> - <p class="i0">De un pecho acongojado.</p> - <p class="i0">¡Imagen de la muerte! después de ella</p> - <p class="i0">Eres el bien mayor del desgraciado.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON MANUEL JOSÉ QUINTANA</h2> -</div> - -<h3 id="P068">68. A España, después de la -revolución de Marzo</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">¿Qué</span> era, decidme, la nación que un día</p> - <p class="i0">Reina del mundo proclamó el destino,</p> - <p class="i0">La que a todas las zonas extendía</p> - <p class="i0">Su cetro de oro y su blasón divino?</p> - <p class="i0">Volábase a occidente,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_180">p. 180</span>Y el vasto mar Atlántico sembrado</p> - <p class="i0">Se hallaba de su gloria y su fortuna.</p> - <p class="i0">Do quiera España: en el preciado seno</p> - <p class="i0">De América, en el Asia, en los confines</p> - <p class="i0">Del África, allí España. El soberano</p> - <p class="i0">Vuelo de la atrevida fantasía</p> - <p class="i0">Para abarcarla se cansaba en vano;</p> - <p class="i0">La tierra sus mineros le rendía,</p> - <p class="i0">Sus perlas y coral el Oceáno.</p> - <p class="i0">Y donde quier que revolver sus olas</p> - <p class="i0">Él intentase, a quebrantar su furia</p> - <p class="i0">Siempre encontraba costas españolas.</p> - <p class="i2">Ora en el cieno del oprobio hundida,</p> - <p class="i0">Abandonada a la insolencia ajena,</p> - <p class="i0">Como esclava en mercado, ya aguardaba</p> - <p class="i0">La ruda argolla y la servil cadena.</p> - <p class="i0">¡Qué de plagas, oh Dios! Su aliento impuro</p> - <p class="i0">La pestilente fiebre respirando,</p> - <p class="i0">Infestó el aire, emponzoñó la vida;</p> - <p class="i0">La hambre enflaquecida</p> - <p class="i0">Tendió sus brazos lívidos, ahogando</p> - <p class="i0">Cuanto el contagio perdonó; tres veces</p> - <p class="i0">De Jano el templo abrimos,</p> - <p class="i0">Y a la trompa de Marte aliento dimos;</p> - <p class="i0">Tres veces ¡ay! Los dioses tutelares</p> - <p class="i0">Su escudo nos negaron, y nos vimos</p> - <p class="i0">Rotos en tierra y rotos en los mares.</p> - <p class="i0">¿Qué en tanto tiempo viste</p> - <p class="i0">Por tus inmensos términos, oh Iberia?</p> - <p class="i0">¿Qué viste ya sino funesto luto,</p> - <p class="i0">Honda tristeza, sin igual miseria,</p> - <p class="i0">De tu vil servidumbre acerbo fruto?</p> - <p class="i2">Así, rota la vela, abierto el lado,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_181">p. 181</span>Pobre bajel a naufragar camina,</p> - <p class="i0">De tormenta en tormenta despeñado,</p> - <p class="i0">Por los yermos del mar; ya ni en su popa</p> - <p class="i0">Las guirnaldas se ven que antes le ornaban,</p> - <p class="i0">Ni en señal de esperanza y de contento</p> - <p class="i0">La flámula riendo al aire ondea.</p> - <p class="i0">Cesó en su dulce canto el pasajero,</p> - <p class="i0">Ahogó su vocerío</p> - <p class="i0">El ronco marinero,</p> - <p class="i0">Terror de muerte en torno le rodea,</p> - <p class="i0">Terror de muerte silencioso y frío;</p> - <p class="i0">Y él va a estrellarse al áspero bajío.</p> - <p class="i2">Llega el momento, en fin; tiende su mano</p> - <p class="i0">El tirano del mundo al occidente,</p> - <p class="i0">Y fiero exclama: «El occidente es mío.»</p> - <p class="i0">Bárbaro gozo en su ceñuda frente</p> - <p class="i0">Resplandeció, como en el seno oscuro</p> - <p class="i0">De nube tormentosa en el estío</p> - <p class="i0">Relámpago fugaz brilla un momento</p> - <p class="i0">Que añade horror con su fulgor sombrío.</p> - <p class="i0">Sus guerreros feroces</p> - <p class="i0">Con gritos de soberbia el viento llenan;</p> - <p class="i0">Gimen los yunques, los martillos suenan,</p> - <p class="i0">Arden las forjas. ¡Oh vergüenza! ¿Acaso</p> - <p class="i0">Pensáis que espadas son para el combate</p> - <p class="i0">Las que mueven sus manos codiciosas?</p> - <p class="i0">No en tanto os estiméis: grillos, esposas,</p> - <p class="i0">Cadenas son que en vergonzosos lazos</p> - <p class="i0">Por siempre amarren tan inertes brazos.</p> - <p class="i2">Estremeciose España</p> - <p class="i0">Del indigno rumor que cerca oía,</p> - <p class="i0">Y al grande impulso de su justa saña</p> - <p class="i0">Rompió el volcán que en su interior hervía.</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_182">p. 182</span>Sus déspotas antiguos</p> - <p class="i0">Consternados y pálidos se esconden;</p> - <p class="i0">Resuena el eco de venganza en torno,</p> - <p class="i0">Y del Tajo las márgenes responden:</p> - <p class="i0">«¡Venganza!» ¿Dónde están, sagrado río,</p> - <p class="i0">Los colosos de oprobio y de vergüenza</p> - <p class="i0">Que nuestro bien en su insolencia ahogaban?</p> - <p class="i0">Su gloria fue, nuestro esplendor comienza;</p> - <p class="i0">Y tú, orgulloso y fiero,</p> - <p class="i0">Viendo que aun hay Castilla y castellanos,</p> - <p class="i0">Precipitas al mar tus rubias ondas,</p> - <p class="i0">Diciendo: «Ya acabaron los tiranos.»</p> - <p class="i2">¡Oh triunfo! ¡Oh gloria! ¡Oh celestial momento!</p> - <p class="i0">¿Con que puede ya dar el labio mío</p> - <p class="i0">El nombre augusto de la patria al viento?</p> - <p class="i0">Yo le daré; mas no en el arpa de oro</p> - <p class="i0">Que mi cantar sonoro</p> - <p class="i0">Acompañó hasta aquí; no aprisionado</p> - <p class="i0">En estrecho recinto, en que se apoca</p> - <p class="i0">El numen en el pecho</p> - <p class="i0">Y el aliento fatídico en la boca.</p> - <p class="i0">Desenterrad la lira de Tirteo,</p> - <p class="i0">Y al aire abierto, a la radiante lumbre</p> - <p class="i0">Del sol, en la alta cumbre</p> - <p class="i0">Del riscoso y pinífero Fuenfría,</p> - <p class="i0">Allí volaré yo, y allí cantando</p> - <p class="i0">Con voz que atruene en derredor la sierra,</p> - <p class="i0">Lanzaré por los campos castellanos</p> - <p class="i0">Los ecos de la gloria y de la guerra.</p> - <p class="i2">¡Guerra, nombre tremendo, ahora sublime,</p> - <p class="i0">Único asilo y sacrosanto escudo</p> - <p class="i0">Al ímpetu sañudo</p> - <p class="i0">Del fiero Atila que a occidente oprime!</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_183">p. 183</span>¡Guerra, guerra, españoles! En el Betis</p> - <p class="i0">Ved del Tercer Fernando alzarse airada</p> - <p class="i0">La augusta sombra; su divina frente</p> - <p class="i0">Mostrar Gonzalo en la imperial Granada;</p> - <p class="i0">Blandir el Cid su centellante espada,</p> - <p class="i0">Y allá sobre los altos Pirineos,</p> - <p class="i0">Del hijo de Jimena</p> - <p class="i0">Animarse los miembros giganteos.</p> - <p class="i0">En torvo ceño y desdeñosa pena</p> - <p class="i0">Ved cómo cruzan por los aires vanos;</p> - <p class="i0">Y el valor exhalando que se encierra</p> - <p class="i0">Dentro del hueco de sus tumbas frías,</p> - <p class="i0">En fiera y ronca voz pronuncian: «¡Guerra!</p> - <p class="i2">¡Pues qué! ¿Con faz serena</p> - <p class="i0">Vierais los campos devastar opimos,</p> - <p class="i0">Eterno objeto de ambición ajena,</p> - <p class="i0">Herencia inmensa que afanando os dimos?</p> - <p class="i0">Despertad, raza de héroes: el momento</p> - <p class="i0">Llegó ya de arrojarse a la victoria;</p> - <p class="i0">Que vuestro nombre eclipse nuestro nombre,</p> - <p class="i0">Que vuestra gloria humille nuestra gloria.</p> - <p class="i0">No ha sido en el gran día</p> - <p class="i0">El altar de la patria alzado en vano</p> - <p class="i0">Por vuestra mano fuerte.</p> - <p class="i0">Juradlo, ella os lo manda: <i>¡Antes la muerte</i></p> - <p class="i0"><i>Que consentir jamás ningún tirano!</i>»</p> - <p class="i2">Sí, yo lo juro, venerables sombras;</p> - <p class="i0">Yo lo juro también, y en este instante</p> - <p class="i0">Ya me siento mayor. Dadme una lanza,</p> - <p class="i0">Ceñidme el casco fiero y refulgente;</p> - <p class="i0">Volemos al combate, a la venganza;</p> - <p class="i0">Y el que niegue su pecho a la esperanza,</p> - <p class="i0">Hunda en el polvo la cobarde frente.</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_184">p. 184</span>Tal vez el gran torrente</p> - <p class="i0">De la devastación en su carrera</p> - <p class="i0">Me llevará. ¿Qué importa? ¿Por ventura</p> - <p class="i0">No se muere una vez? ¿No iré, expirando,</p> - <p class="i0">A encontrar nuestros ínclitos mayores?</p> - <p class="i0">«¡Salud, oh padres de la patria mía,</p> - <p class="i0">Yo les diré, salud! La heroica España</p> - <p class="i0">De entre el estrago universal y horrores</p> - <p class="i0">Levanta la cabeza ensangrentada,</p> - <p class="i0">Y vencedora de su mal destino,</p> - <p class="i0">Vuelve a dar a la tierra amedrentada</p> - <p class="i0">Su cetro de oro y su blasón divino.»</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON JUAN NICASIO GALLEGO</h2> -</div> - -<h3 id="P069">69. Elegía a la muerte de la Duquesa de Frías</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Al sonante</span> bramido</p> - <p class="i0">Del piélago feroz que el viento ensaña</p> - <p class="i0">Lanzando atrás del Turia la corriente;</p> - <p class="i0">En medio al denegrido</p> - <p class="i0">Cerco de nubes que de Sirio empaña</p> - <p class="i0">Cual velo funeral la roja frente;</p> - <p class="i0">Cuando el cárabo oscuro</p> - <p class="i0">Ayes despide entre la breña inculta,</p> - <p class="i0">Y a tardo paso soñoliento Arturo</p> - <p class="i0">En el mar de occidente se sepulta;</p> - <p class="i0">A los mustios reflejos</p> - <p class="i0">Con que en las ondas alteradas tiembla</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_185">p. 185</span>De moribunda luna el rayo frío,</p> - <p class="i0">Daré del mundo y de los hombres lejos</p> - <p class="i0">Libre rienda al dolor del pecho mío.</p> - <p class="i2">Sí, que al mortal a quien del hado el ceño</p> - <p class="i0">A infortunios sin término condena,</p> - <p class="i0">Sobre su cuello mísero cargando</p> - <p class="i0">De uno en otro eslabón larga cadena,</p> - <p class="i0">No en jardín halagüeño,</p> - <p class="i0">Ni al puro ambiente de apacible aurora</p> - <p class="i0">Soltar conviene el lastimero canto</p> - <p class="i0">Con que al cielo importuna.</p> - <p class="i0">Solitario arenal, sangrienta luna</p> - <p class="i0">Y embravecidas olas acompañen</p> - <p class="i0">Sus lamentos fatídicos ¡Oh lira</p> - <p class="i0">Que escenas solo de aflicción recuerdas;</p> - <p class="i0">Lira que ven mis ojos con espanto</p> - <p class="i0">Y a recorrer tus cuerdas</p> - <p class="i0">Mi ya trémula mano se resiste!</p> - <p class="i0">Ven, lira del dolor. ¡Piedad no existe!</p> - <p class="i2">¡No existe, y vivo yo! ¡No existe aquella</p> - <p class="i0">Gentil, discreta, incomparable amiga,</p> - <p class="i0">Cuya presencia sola</p> - <p class="i0">El tropel de mis penas disipaba!</p> - <p class="i0">¿Cuándo en tal hermosura alma tan bella</p> - <p class="i0">De la corte española</p> - <p class="i0">Más digno fue y espléndido ornamento?</p> - <p class="i0">¡Y aquel mágico acento</p> - <p class="i0">Enmudeció por siempre, que llenaba</p> - <p class="i0">De inefable dulzura el alma mía!</p> - <p class="i0">Y ¡qué! fortuna impía,</p> - <p class="i0">¿Ni su postrer adiós oír me dejas?</p> - <p class="i0">¿Ni de su esposo amado</p> - <p class="i0">Templar el llanto y las amargas quejas?</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_186">p. 186</span>¿Ni el estéril consuelo</p> - <p class="i0">De acompañar hasta el sepulcro helado</p> - <p class="i0">Sus pálidos despojos?</p> - <p class="i0">¡Ay! Derramen sin duelo</p> - <p class="i0">Sangre mi corazón, llanto mis ojos.</p> - <p class="i2">¿Por qué, por qué a la tumba,</p> - <p class="i0">Insaciable de víctimas, tu amigo</p> - <p class="i0">Antes que tú no descendió, Señora?</p> - <p class="i0">¿Por qué al menos contigo</p> - <p class="i0">La memoria fatal no te llevaste</p> - <p class="i0">Que es un tormento irresistible ahora?</p> - <p class="i0">¿Qué mármol hay que pueda</p> - <p class="i0">En tan acerba angustia los aciagos</p> - <p class="i0">Recuerdos resistir del bien perdido?</p> - <p class="i0">Aún resuena en mi oído</p> - <p class="i0">El espantoso obús lanzando estragos,</p> - <p class="i0">Cuando mis ojos ávidos te vieron</p> - <p class="i0">Por la primera vez. Cien bombas fueron</p> - <p class="i0">A tu arribo marcial salva triunfante.</p> - <p class="i0">Con inmóvil semblante</p> - <p class="i0">Escucho amedrentado el son horrendo</p> - <p class="i0">De los globos mortíferos, en torno</p> - <p class="i0">Del leño frágil a tus pies cayendo,</p> - <p class="i0">Y el agua que a su empuje se encumbraba</p> - <p class="i0">Y hasta las altas grímpolas saltaba.</p> - <p class="i2">El dulce soplo de Favonio en tanto</p> - <p class="i0">Las velas hinche del bajel ligero,</p> - <p class="i0">Sin que salude con festivo canto</p> - <p class="i0">La suspirada costa el marinero.</p> - <p class="i0">Ardiendo de la patria en fuego santo,</p> - <p class="i0">Insensible al horror del bronce fiero,</p> - <p class="i0">Fijar te miro impávida y serena</p> - <p class="i0">La planta breve en la menuda arena.</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_187">p. 187</span>¡Salve, oh Deidad! —del gaditano muro</p> - <p class="i0">Grita la muchedumbre alborozada;</p> - <p class="i0">¡Salve, oh Deidad! —de gozo enajenada</p> - <p class="i0">La ruidosa marina</p> - <p class="i0">Que a ti se agolpa y el batel rodea;</p> - <p class="i0">Y al cielo sube el aclamar sonoro</p> - <p class="i0">Como al aplauso del celeste coro</p> - <p class="i0">Salió del mar la hermosa Citerea.</p> - <p class="i0">Absortas contemplaron</p> - <p class="i0">El fuego de tus ojos</p> - <p class="i0">Las bellas ninfas de la bella Gades;</p> - <p class="i2">Absortas te envidiaron</p> - <p class="i0">El pie donoso y la mejilla pura,</p> - <p class="i0">El vivo esmalte de tus labios rojos,</p> - <p class="i0">El albo seno y la gentil cintura.</p> - <p class="i0">Yo te miraba atónito: no empero</p> - <p class="i0">Sentí en el alma el pasador agudo</p> - <p class="i0">De bastarda pasión; que a dicha pudo</p> - <p class="i0">Del honor y el deber la ley severa</p> - <p class="i0">Ser a mi pecho impenetrable escudo.</p> - <p class="i0">Mas ¿quién el homenaje</p> - <p class="i0">De afecto noble, de amistad sincera</p> - <p class="i0">Cual yo te tributó, cuando el tesoro</p> - <p class="i0">De tu divino ingenio descubría,</p> - <p class="i0">Que en cuerpo tan gallardo relucía</p> - <p class="i0">Como rico brillante en joya de oro?</p> - <p class="i0">¡Cuántas, ay, qué apacibles</p> - <p class="i0">Horas en dulces pláticas pasadas</p> - <p class="i0">Betis me viera de tu voz pendiente!</p> - <p class="i0">¡Cuántas en las calladas</p> - <p class="i0">Florestas de Aranjuez el eco blando</p> - <p class="i0">Detuvo el paso a la tranquila fuente!</p> - <p class="i0">Ya el primor ensalzando</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_188">p. 188</span>Que al fragante clavel las hojas riza</p> - <p class="i0">Y la ancha cola del pavón matiza;</p> - <p class="i0">Ya la varia fortuna</p> - <p class="i0">Del cetro godo y del laurel romano;</p> - <p class="i0">O el poder sobrehumano</p> - <p class="i0">Que de un soplo derroca</p> - <p class="i0">Del alto solio al triunfador de Jena</p> - <p class="i0">Y con duras amarras le encadena,</p> - <p class="i0">Como al antiguo Encélado, a una roca.</p> - <p class="i2">Pero otro don magnífico, sublime,</p> - <p class="i0">Más alto que el ingenio y la hermosura,</p> - <p class="i0">Debiste al Criador, vivaz destello</p> - <p class="i0">De su lumbre inmortal, alma ternura.</p> - <p class="i0">¿Cuándo, cuándo al gemido</p> - <p class="i0">Negó del infeliz oro tu mano,</p> - <p class="i0">Ayes tu corazón? El escondido</p> - <p class="i0">Volcán que decoroso</p> - <p class="i0">Tu noble aspecto revelaba apenas,</p> - <p class="i0">Un infortunio, un rasgo generoso,</p> - <p class="i0">Un sacrificio heroico hervir hacía.</p> - <p class="i0">Entonces agitado</p> - <p class="i0">Tu rostro angelical resplandecía</p> - <p class="i0">De más purpúreo rosicler cubierto:</p> - <p class="i0">Del seno relevado</p> - <p class="i0">La extraña conmoción, el entreabierto</p> - <p class="i0">Labio, las refulgentes</p> - <p class="i0">Ráfagas de tus ojos</p> - <p class="i0">Que entre los anchos párpados brillaban,</p> - <p class="i0">Las lágrimas ardientes</p> - <p class="i0">Que a tus negras pestañas asomaban,</p> - <p class="i0">El gesto, el ademán, los mal seguros</p> - <p class="i0">Acentos, la expresión... ¡Ah! Nunca, nunca</p> - <p class="i0">Tan insigne modelo</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_189">p. 189</span>De estro feliz, de inspiración divina</p> - <p class="i0">Mostró Casandra en los dardanios muros</p> - <p class="i0">Ni en las lides olímpicas Corina.</p> - <p class="i0">Y solo al santo fuego</p> - <p class="i0">De un pecho tan magnánimo pudiera</p> - <p class="i0">Deber tu amigo el aire que respira.</p> - <p class="i0">Solo a tu blando ruego</p> - <p class="i0">La Amistad se vistiera</p> - <p class="i0">Máscara y formas del Amor su hermano.</p> - <p class="i0">¿Quién sino tú, señora,</p> - <p class="i0">Dejando inquieta la mullida pluma</p> - <p class="i0">Antes que el frío tálamo la Aurora,</p> - <p class="i0">Entrar osara en la mansión del crimen?</p> - <p class="i0">¿Quién sino tú del duro carcelero,</p> - <p class="i0">Menos al son del oro empedernido</p> - <p class="i0">Que al eco de los míseros que gimen,</p> - <p class="i0">Quisiera el ceño soportar? Perdona,</p> - <p class="i0">Cara Piedad, que mi indiscreta musa</p> - <p class="i0">Publique al mundo tan heroico ejemplo,</p> - <p class="i0">Y que mi gratitud cuelgue en el templo</p> - <p class="i0">De la santa Amistad digna corona.</p> - <p class="i2">En el mezquino lecho</p> - <p class="i0">De cárcel solitaria</p> - <p class="i0">Fiebre lenta y voraz me consumía,</p> - <p class="i0">Cuando sordo a mis quejas</p> - <p class="i0">Rayaba apenas en las altas rejas</p> - <p class="i0">El perezoso albor del nuevo día.</p> - <p class="i0">De planta cautelosa</p> - <p class="i0">Insólito rumor hiere mi oído;</p> - <p class="i0">Los vacilantes ojos</p> - <p class="i0">Clavo en la ruda puerta estremecido</p> - <p class="i0">Del súbito crujir de sus cerrojos,</p> - <p class="i0">Y el repugnante gesto</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_190">p. 190</span>Del fiero alcaide mi atención excita,</p> - <p class="i0">Que hacia mí sin cesar su mano agita</p> - <p class="i0">Con labio mudo y sonreír funesto.</p> - <p class="i0">Salto del lecho, y sígole azorado,</p> - <p class="i0">Cruzando los revueltos corredores</p> - <p class="i0">De aquella triste y lóbrega caverna</p> - <p class="i0">Hasta un breve recinto iluminado</p> - <p class="i0">De moribunda y fúnebre linterna.</p> - <p class="i2">Y a par que por oculto</p> - <p class="i0">Tránsito desparece</p> - <p class="i0">Como visión fantástica el cerbero,</p> - <p class="i0">De nuevo extraño bulto,</p> - <p class="i0">Sombra confusa, que se acerca y crece,</p> - <p class="i0">La angustia dobla de mi horror primero.</p> - <p class="i0">Mas ¡cuál mi asombro fue cuando improvisa</p> - <p class="i0">A la pálida luz mi vista errante</p> - <p class="i0">Los bellos rasgos de Piedad divisa</p> - <p class="i0">Entre los pliegues del cendal flotante!</p> - <p class="i0">«¿Por qué, por qué benigna,»</p> - <p class="i0">Clamé bañado en llanto de alborozo,</p> - <p class="i0">«Osas pisar, Señora,</p> - <p class="i0">»Esta morada indigna</p> - <p class="i0">»Que tu respeto y tu virtud desdora?</p> - <p class="i0">»¡Ah! si a la fuerza del inmenso gozo,</p> - <p class="i0">»Del placer celestial que el alma oprime,</p> - <p class="i0">»Hoy a tus plantas expirar consigo,</p> - <p class="i0">»Mi fiebre, mi prisión, mi fin bendigo.</p> - <p class="i2">»A este oscuro aposento</p> - <p class="i0">»No a que de pena o de placer expires</p> - <p class="i0">»La voz de la amistad mis pasos guía,</p> - <p class="i0">»Sino a esforzar tu desmayado aliento</p> - <p class="i0">»Contra los golpes de la suerte impía.</p> - <p class="i0">»Su cuello al susto y la congoja doble</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_191">p. 191</span>»El que del crimen en su pecho sienta</p> - <p class="i0">»El punzante aguijón; que al alma noble</p> - <p class="i0">»Do la inocencia plácida se anida,</p> - <p class="i0">»Ni el peso de los grillos la atormenta,</p> - <p class="i0">»Ni el son de los cerrojos la intimida.</p> - <p class="i0">»Recobra, amigo caro,</p> - <p class="i0">»La esperanza marchita</p> - <p class="i0">»Y el digno esfuerzo del varón constante.</p> - <p class="i0">»Pronto será que el astro rutilante,</p> - <p class="i0">»Que jamás estas bóvedas visita,</p> - <p class="i0">»De la calumnia vil triunfar te vea:</p> - <p class="i0">»Mi fausto anuncio tu consuelo sea.</p> - <p class="i2">»Seralo, sí; lo juro;</p> - <p class="i0">»Y aunque ese llanto que tu rostro inunda</p> - <p class="i0">»Vaticinio tan próspero desmiente,</p> - <p class="i0">»No me hará de fortuna el torvo ceño</p> - <p class="i0">»Fruncir las cejas ni arrugar la frente;</p> - <p class="i0">»Que el dichoso mortal a quien risueño</p> - <p class="i0">»Mira el destino...» ¡No acabé! A deshora</p> - <p class="i0">La aciaga voz del carcelero escucho,</p> - <p class="i0">Diciendo: «es tarde; baste ya, Señora.»</p> - <p class="i2">«¡Adiós! ¡adiós! Del vulgo malicioso</p> - <p class="i0">»Que al despuntar del sol sacude el sueño</p> - <p class="i0">»Temo el labio mordaz. ¡Adiós te queda!»</p> - <p class="i0">«Aguarda»... «¡Adiós!»... Y en soledad sumido</p> - <p class="i0">Oigo ¡ay de mí! del caracol torcido</p> - <p class="i0">Barrer las gradas la crujiente seda.</p> - <p class="i0">¡Oh digno, oh generoso</p> - <p class="i0">Dechado de amistad! ¡Oh alegre día!</p> - <p class="i0">¿Y en dónde estás, en dónde,</p> - <p class="i0">Ángel consolador, Duquesa amada,</p> - <p class="i0">Que no te mueve ya la angustia mía?</p> - <p class="i0">¡Gran Dios, y ni responde</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_192">p. 192</span>De su esposo infeliz al caro acento,</p> - <p class="i0">Aunque en la tumba helada</p> - <p class="i0">Lágrimas de dolor vierte a raudales!</p> - <p class="i0">¡Ni de su triste huérfana el lamento,</p> - <p class="i0">Con ambos brazos al sepulcro asida,</p> - <p class="i0">Ablanda sus entrañas maternales!</p> - <p class="i0">¡Oh dulces prendas de su amor! Al mármol</p> - <p class="i0">En vano importunáis. Hará el rocío</p> - <p class="i0">Del venidero Abril que al campo vuelva</p> - <p class="i0">La verde pompa que abrasó el estío;</p> - <p class="i0">Mas no esperéis que el túmulo sombrío</p> - <p class="i0">La devorada víctima devuelva,</p> - <p class="i0">Ni a sus profundos huecos</p> - <p class="i0">Otra respuesta oír que sordos ecos.</p> - <p class="i2">En él de bronce y oro,</p> - <p class="i0">Ínclito vate<a id="FNanchor_2" href="#Footnote_2" class="fnanchor">[2]</a>, entallarán cinceles</p> - <p class="i0">Vuestro heroico blasón, entretejiendo</p> - <p class="i0">Con sus antiguas palmas tus laureles...</p> - <p class="i0">¡Inútil afanar! La sien ceñida</p> - <p class="i0">De adelfa y mirto, pulsará tu mano</p> - <p class="i0">La dolorosa cítara, moviendo</p> - <p class="i0">El orbe todo a compasión... ¡En vano!</p> - <p class="i0">Resonarán con ellas</p> - <p class="i0">Mis gemidos simpáticos, y el coro</p> - <p class="i0">De cuantos cisnes tu infortunio inspira</p> - <p class="i0">Alzar podrá a su gloria</p> - <p class="i0">Noble trofeo en canto peregrino.</p> - <p class="i0">Mas ¡ay! ¿podrá su lira</p> - <p class="i0">Forzar las puertas del Edén divino</p> - <p class="i0">Y el diente ensangrentado</p> - <p class="i0">Del áspid arrancar en ti clavado?</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_193">p. 193</span>A más alto poder, mísero amigo,</p> - <p class="i0">Los ojos torna y el clamor dirige</p> - <p class="i0">Que entre sollozos lúgubres exhalas.</p> - <p class="i0">Al Ser inmenso que los orbes rige,</p> - <p class="i0">En las rápidas alas</p> - <p class="i0">De ferviente oración remonta el vuelo.</p> - <p class="i0">Yo elevaré contigo</p> - <p class="i0">Mis tiernos votos, y al gemir de aquella,</p> - <p class="i0">Que en mis brazos creció, cándida niña,</p> - <p class="i0">Trasunto vivo de tu esposa bella,</p> - <p class="i0">Dará benigno el cielo</p> - <p class="i0">Paz a su madre, a tu aflicción consuelo.</p> - <p class="i0">Sí; que hasta el solio del Eterno llega</p> - <p class="i0">El ardiente suspiro</p> - <p class="i0">De quien con puro corazón le ruega,</p> - <p class="i0">Como en su templo santo el humo sube</p> - <p class="i0">Del balsámico incienso en vaga nube.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON JUAN MARÍA MAURY</h2> -</div> - -<h3 id="P070">70. La timidez</h3> - -<div class="versos ml34"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">A las</span> márgenes alegres</p> - <p class="i0">Que el Guadalquivir fecunda,</p> - <p class="i0">Y adonde ostenta pomposo</p> - <p class="i0">El orgullo de su cuna,</p> - <p class="i2">Vino Rosalba, sirena</p> - <p class="i0">De los mares que tributan</p> - <p class="i0">A España, entre perlas y oro,</p> - <p class="i0">Peregrinas hermosuras.</p> - <p class="i2">Más festiva que las auras,</p> - <p class="i0">Más ligera que la espuma,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_194">p. 194</span>Hermosa como los cielos,</p> - <p class="i0">Gallarda como ninguna,</p> - <p class="i2">Con el hechicero adorno</p> - <p class="i0">De tantas bellezas juntas,</p> - <p class="i0">No hay corazón que no robe,</p> - <p class="i0">Ni quietud que no destruya.</p> - <p class="i2">Así Rosalba se goza,</p> - <p class="i0">Mas la que tanto procura</p> - <p class="i0">Avasallar libertades,</p> - <p class="i0">Al cabo empeña la suya.</p> - <p class="i2">Lisardo, joven amable,</p> - <p class="i0">Sobresale entre la turba</p> - <p class="i0">De esclavos que por Rosalba</p> - <p class="i0">Sufren de amor la coyunda.</p> - <p class="i2">Tal vez sus floridos años</p> - <p class="i0">No bien de la edad adulta</p> - <p class="i0">Acaban de ver cumplida</p> - <p class="i0">La primavera segunda.</p> - <p class="i2">Aventajado en ingenio,</p> - <p class="i0">Rico en bienes de fortuna,</p> - <p class="i0">Dichoso, en fin, si supiera</p> - <p class="i0">Que audacias amor indulta,</p> - <p class="i2">Idólatra más que amante,</p> - <p class="i0">Con adoración profunda,</p> - <p class="i0">A Rosalba reverencia,</p> - <p class="i0">Y deidad se la figura.</p> - <p class="i2">Un día alcanza otro día</p> - <p class="i0">Sin que su amor le descubra;</p> - <p class="i0">El respeto le encadena</p> - <p class="i0">Y ella su respeto culpa.</p> - <p class="i2">Bien a Lisardo sus ojos</p> - <p class="i0">Dijeran que más presuma;</p> - <p class="i0">Pero él, comedido amante,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_195">p. 195</span>O los huye o no los busca.</p> - <p class="i2">Perdido y desconsolado,</p> - <p class="i0">Una noche en que natura</p> - <p class="i0">A meditación convida</p> - <p class="i0">Con su pompa taciturna,</p> - <p class="i2">Mientras el disco mudable,</p> - <p class="i0">En que ceñirse acostumbra,</p> - <p class="i0">Entre celajes de nácar</p> - <p class="i0">Esconde tímida luna;</p> - <p class="i2">Al margen del sacro río</p> - <p class="i0">La inocente suerte acusa,</p> - <p class="i0">Y así fatiga los aires</p> - <p class="i0">Con endechas importunas:</p> - <p class="i6">«Baja tu vuelo</p> - <p class="i4">Amor altivo,</p> - <p class="i4">Mira que al cielo</p> - <p class="i4">Osado va;</p> - <p class="i4">Buscas en vano</p> - <p class="i4">Correspondencia;</p> - <p class="i4">Amor insano,</p> - <p class="i4">Déjame ya.</p> - <p class="i6">»Déjame el alma</p> - <p class="i4">Que otra vez libre</p> - <p class="i4">Plácida calma</p> - <p class="i4">Vuelva a tener:</p> - <p class="i4">¡Qué digo, necio!</p> - <p class="i4">El cielo sabe</p> - <p class="i4">Si más aprecio</p> - <p class="i4">Mi padecer.</p> - <p class="i6">»Gima y padezca.</p> - <p class="i4">Una esperanza</p> - <p class="i4">Sin que merezca</p> - <p class="i4">A mi deidad;</p> - <p class="i4"><span class="pagenum" id="Page_196">p. 196</span>Sin que le pida</p> - <p class="i4">Jamás el premio</p> - <p class="i4">De mi perdida</p> - <p class="i4">Felicidad.</p> - <p class="i6">»Tímida boca,</p> - <p class="i4">Nunca le digas</p> - <p class="i4">La pasión loca</p> - <p class="i4">Del corazón,</p> - <p class="i4">Adonde oculto</p> - <p class="i4">Está su templo,</p> - <p class="i4">Y ofrenda y culto</p> - <p class="i4">Lágrimas son.»</p> - <p class="i2">Más dijera, pero el llanto,</p> - <p class="i0">En que sus ojos abundan,</p> - <p class="i0">Le interrumpe, y las palabras</p> - <p class="i0">En la garganta se anudan.</p> - <p class="i2">Cuando junto a la ribera,</p> - <p class="i0">En un valle donde muchas</p> - <p class="i0">Del árbol grato a Minerva</p> - <p class="i0">Opimas ramas se cruzan,</p> - <p class="i2">Süave cuanto sonora,</p> - <p class="i0">Lisardo otra voz escucha,</p> - <p class="i0">Que, enamorando los ecos</p> - <p class="i0">Tales acentos modula:</p> - <p class="i6">«Prepara el ensayo</p> - <p class="i4">De más atractivos</p> - <p class="i4">La rosa en los vivos</p> - <p class="i4">Albores de Mayo:</p> - <p class="i6">»Si al férvido rayo</p> - <p class="i4">Su cáliz expone,</p> - <p class="i4">Que el sol la corone</p> - <p class="i4">En premio ha logrado,</p> - <p class="i4">Y es reina del prado</p> - <p class="i4"><span class="pagenum" id="Page_197">p. 197</span>Y amor de Dïone.</p> - <p class="i6">»¡Oh fuente! En eterno</p> - <p class="i4">Olvido quedaras</p> - <p class="i4">Si no te lanzaras</p> - <p class="i4">Del seno materno;</p> - <p class="i6">»Tal vez el invierno</p> - <p class="i4">Tu curso demora,</p> - <p class="i4">Mas tú, vencedora,</p> - <p class="i4">Burlando las nieves,</p> - <p class="i4">A tu ímpetu debes</p> - <p class="i4">Los besos de Flora.</p> - <p class="i6">»Y tú, que en dolores</p> - <p class="i4">Consumes los años,</p> - <p class="i4">Autor de tus daños</p> - <p class="i4">Por vanos temores,</p> - <p class="i6">»En pago de amores</p> - <p class="i4">No temas enojos,</p> - <p class="i4">Enjuga los ojos;</p> - <p class="i4">Que el dios que te hiere</p> - <p class="i4">Más culto no quiere</p> - <p class="i4">Que audacias y arrojos.»</p> - <p class="i2">Rayo son estas palabras</p> - <p class="i0">Que al ciego joven alumbran,</p> - <p class="i0">Quien su engaño reconoce</p> - <p class="i0">Y la voz que las pronuncia.</p> - <p class="i2">Y al valle se arroja, adonde</p> - <p class="i0">Testigos de su ventura</p> - <p class="i0">Fueron las amigas sombras</p> - <p class="i0">De la noche y selva muda;</p> - <p class="i2">Mas muda la selva en vano</p> - <p class="i0">Y en vano la sombra oscura;</p> - <p class="i0">No sufre orgullosa Venus</p> - <p class="i0">Que sus victorias se encubran.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_198">p. 198</span>Lo que celaron los ramos</p> - <p class="i0">Las cortezas lo divulgan,</p> - <p class="i0">Que en ellas dulces memorias</p> - <p class="i0">Con emblemas perpetúan.</p> - <p class="i2">Las Náyades en los troncos</p> - <p class="i0">La fe y amor que se juran</p> - <p class="i0">Leyeron, y ruborosas</p> - <p class="i0">Se volvieron a sus urnas.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON JOSÉ JOAQUÍN DE MORA</h2> -</div> - -<h3 id="P071">71. El Estío</h3> - -<div class="versos ml26"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Hermosa</span> fuente que al vecino río</p> - <p class="i0">Sonora envías tu cristal undoso,</p> - <p class="i0">Y tú, blanda cual sueño venturoso,</p> - <p class="i0">Yerba empapada en matinal rocío:</p> - <p class="i2">Augusta soledad del bosque umbrío</p> - <p class="i0">Que da y protege el álamo frondoso,</p> - <p class="i0">Amparad de verano riguroso</p> - <p class="i0">Al inocente y fiel rebaño mío.</p> - <p class="i2">Que ya el suelo feraz de la campiña</p> - <p class="i0">Selló Julio con planta abrasadora</p> - <p class="i0">Y su verdura a marchitar empieza;</p> - <p class="i2">Y alegre ve la pampanosa viña</p> - <p class="i0">En sus yemas la savia bienhechora</p> - <p class="i0">Nuncio feliz de la otoñal riqueza.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <p><span class="pagenum" id="Page_199">p. 199</span></p> - <h2 class="nobreak">DON ANDRÉS BELLO</h2> -</div> - -<h3 id="P072">72. La agricultura de la zona tórrida</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">¡Salve</span>, fecunda zona,</p> - <p class="i0">Que al sol enamorado circunscribes</p> - <p class="i0">El vago curso, y cuanto ser se anima</p> - <p class="i0">En cada vario clima,</p> - <p class="i0">Acariciada de su luz, concibes!</p> - <p class="i0">Tú tejes al verano su guirnalda</p> - <p class="i0">De granadas espigas; tú la uva</p> - <p class="i0">Das a la hirviente cuba:</p> - <p class="i0">No de purpúrea flor, o roja, o gualda</p> - <p class="i0">A tus florestas bellas</p> - <p class="i0">Falta matiz alguno; y bebe en ellas</p> - <p class="i0">Aromas mil el viento;</p> - <p class="i0">Y greyes van sin cuento</p> - <p class="i0">Paciendo tu verdura, desde el llano</p> - <p class="i0">Que tiene por lindero el horizonte,</p> - <p class="i0">Hasta el erguido monte,</p> - <p class="i0">De inaccesible nieve siempre cano.</p> - <p class="i0">Tú das la caña hermosa,</p> - <p class="i0">De do la miel se acendra,</p> - <p class="i0">Por quien desdeña el mundo los panales:</p> - <p class="i0">Tú en urnas de coral cuajas la almendra</p> - <p class="i0">Que en la espumante jícara rebosa:</p> - <p class="i0">Bulle carmín viviente en tus nopales,</p> - <p class="i0">Que afrenta fuera al múrice de Tiro;</p> - <p class="i0">Y de tu añil la tinta generosa</p> - <p class="i0">Émula es de la lumbre del zafiro;</p> - <p class="i0">El vino es tuyo, que la herida agave</p> - <p class="i0">Para los hijos vierte</p> - <p class="i0">Del Anáhuac feliz; y la hoja es tuya</p> - <p class="i0">Que cuando de süave</p> - <p class="i0">Humo en espiras vagorosas huya,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_200">p. 200</span>Solazará el fastidio al ocio inerte.</p> - <p class="i0">Tú vistes de jazmines</p> - <p class="i0">El arbusto sabeo,</p> - <p class="i0">Y el perfume le das que en los festines</p> - <p class="i0">La fiebre insana templará a Lieo.</p> - <p class="i0">Para tus hijos la procera palma</p> - <p class="i0">Su vario feudo cría,</p> - <p class="i0">Y el ananás sazona su ambrosía:</p> - <p class="i0">Su blanco pan la yuca,</p> - <p class="i0">Sus rubias pomas la patata educa,</p> - <p class="i0">Y el algodón despliega al aura leve</p> - <p class="i0">Las rosas de oro y el vellón de nieve.</p> - <p class="i0">Tendida para ti la fresca parcha</p> - <p class="i0">En enramadas de verdor lozano,</p> - <p class="i0">Cuelga de sus sarmientos trepadores</p> - <p class="i0">Nectáreos globos y franjadas flores;</p> - <p class="i0">Y para ti el maíz, jefe altanero</p> - <p class="i0">De la espigada tribu, hinche su grano;</p> - <p class="i0">Y para ti el banano</p> - <p class="i0">Desmaya al peso de su dulce carga;</p> - <p class="i0">El banano, primero</p> - <p class="i0">De cuantos concedió bellos presentes</p> - <p class="i0">Providencia a las gentes</p> - <p class="i0">Del Ecuador feliz con mano larga.</p> - <p class="i0">No ya de humanas artes obligado</p> - <p class="i0">El premio rinde opimo:</p> - <p class="i0">No es a la podadera, no al arado</p> - <p class="i0">Deudor de su racimo;</p> - <p class="i0">Escasa industria bástale, cual puede</p> - <p class="i0">Hurtar a sus fatigas mano esclava:</p> - <p class="i0">Crece veloz, y cuando exhausto acaba,</p> - <p class="i0">Adulta prole en torno le sucede.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_201">p. 201</span>Mas ¡oh! si cual no cede</p> - <p class="i0">El tuyo, fértil zona, a suelo alguno,</p> - <p class="i0">Y como de natura esmero ha sido,</p> - <p class="i0">De tu indolente habitador lo fuera.</p> - <p class="i0">¡Oh! Si al falaz ruïdo</p> - <p class="i0">La dicha al fin supiese verdadera</p> - <p class="i0">Anteponer, que del umbral le llama</p> - <p class="i0">Del labrador sencillo,</p> - <p class="i0">Lejos del necio y vano</p> - <p class="i0">Fausto, el mentido brillo,</p> - <p class="i0">El ocio pestilente ciudadano.</p> - <p class="i0">¿Por qué ilusión funesta</p> - <p class="i0">Aquellos que fortuna hizo señores</p> - <p class="i0">De tan dichosa tierra y pingüe y varia,</p> - <p class="i0">Al cuidado abandonan</p> - <p class="i0">Y a la fe mercenaria</p> - <p class="i0">Las patrias heredades,</p> - <p class="i0">Y en el ciego tumulto se aprisionan</p> - <p class="i0">De míseras ciudades,</p> - <p class="i0">Do la ambición proterva</p> - <p class="i0">Sopla la llama de civiles bandos,</p> - <p class="i0">O al patriotismo la desidia enerva;</p> - <p class="i0">Do el lujo las costumbres atosiga,</p> - <p class="i0">Y combaten los vicios</p> - <p class="i0">La incauta edad en poderosa liga?</p> - <p class="i0">No allí con varoniles ejercicios</p> - <p class="i0">Se endurece el mancebo a la fatiga;</p> - <p class="i0">Mas la salud estraga en el abrazo</p> - <p class="i0">De pérfida hermosura,</p> - <p class="i0">Que pone en almoneda los favores;</p> - <p class="i0">Mas pasatiempo estima</p> - <p class="i0">Prender aleve en casto seno el fuego</p> - <p class="i0">De ilícitos amores;</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_202">p. 202</span>O embebecido le hallará la aurora</p> - <p class="i0">En mesa infame de ruinoso juego.</p> - <p class="i0">En tanto a la lisonja seductora</p> - <p class="i0">Del asiduo amador fácil oído</p> - <p class="i0">Da la consorte: crece</p> - <p class="i0">En la materna escuela</p> - <p class="i0">De la disipación y el galanteo</p> - <p class="i0">La tierna virgen, y al delito espuela</p> - <p class="i0">Es antes el ejemplo que el deseo.</p> - <p class="i0">¿Y será que se formen de este modo</p> - <p class="i0">Los ánimos heroicos denodados</p> - <p class="i0">Que fundan y sustentan los Estados?</p> - <p class="i0">¿De la algazara del festín beodo,</p> - <p class="i0">O de los coros de liviana danza,</p> - <p class="i0">La dura juventud saldrá, modesta,</p> - <p class="i0">Orgullo de la patria y esperanza?</p> - <p class="i0">¿Sabrá con firme pulso</p> - <p class="i0">De la severa ley regir el freno,</p> - <p class="i0">Brillar en torno aceros homicidas</p> - <p class="i0">En la dudosa lid verá sereno,</p> - <p class="i0">O animoso hará frente al genio altivo</p> - <p class="i0">Del engreído mando en la tribuna,</p> - <p class="i0">Aquel que ya en la cuna</p> - <p class="i0">Durmió al arrullo del cantar lascivo,</p> - <p class="i0">Que riza el pelo, y se unge y se atavía</p> - <p class="i0">Con femenil esmero,</p> - <p class="i0">Y en indolente ociosidad el día,</p> - <p class="i0">O en criminal lujuria pasa entero?</p> - <p class="i0">No así trató la triunfadora Roma</p> - <p class="i0">Las artes de la paz y de la guerra;</p> - <p class="i0">Antes fio las riendas del Estado</p> - <p class="i0">A la mano robusta</p> - <p class="i0">Que tostó el sol y encalleció el arado:</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_203">p. 203</span>Y bajo el techo humoso campesino</p> - <p class="i0">Los hijos educó, que el conjurado</p> - <p class="i0">Mundo allanaron al valor latino.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Oh! ¡Los que afortunados poseedores</p> - <p class="i0">Habéis nacido de la tierra hermosa</p> - <p class="i0">En que reseña hacer de sus favores,</p> - <p class="i0">Como para ganaros y atraeros,</p> - <p class="i0">Quiso naturaleza bondadosa,</p> - <p class="i0">Romped el duro encanto</p> - <p class="i0">Que os tiene entre murallas prisioneros!</p> - <p class="i0">El vulgo de las artes laborioso,</p> - <p class="i0">El mercader que, necesario al lujo,</p> - <p class="i0">Al lujo necesita,</p> - <p class="i0">Los que anhelando van tras el señuelo</p> - <p class="i0">Del alto cargo y del honor ruidoso,</p> - <p class="i0">La grey de aduladores parasita,</p> - <p class="i0">Gustosos pueblen ese infecto caos;</p> - <p class="i0">El campo es vuestra herencia: en él gozaos.</p> - <p class="i0">¿Amáis la libertad? El campo habita:</p> - <p class="i0">No allá donde el magnate</p> - <p class="i0">Entre armados satélites se mueve,</p> - <p class="i0">Y de la moda, universal señora,</p> - <p class="i0">Va la razón al triunfal carro atada,</p> - <p class="i0">Y a la fortuna la insensata plebe,</p> - <p class="i0">Y el noble al aura popular adora.</p> - <p class="i0">¿O la virtud amáis? ¡Ah! ¡Que el retiro,</p> - <p class="i0">La solitaria calma</p> - <p class="i0">En que, juez de sí misma, pasa el alma</p> - <p class="i0">A las acciones muestra,</p> - <p class="i0">Es de la vida la mejor maestra!</p> - <p class="i0">¿Buscáis durables goces,</p> - <p class="i0">Felicidad, cuanta es al hombre dada</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_204">p. 204</span>Y a su terreno asiento, en que vecina</p> - <p class="i0">Está la risa al llanto, y siempre ¡ah! siempre,</p> - <p class="i0">Donde halaga la flor, punza la espina?</p> - <p class="i0">Id a gozar la suerte campesina;</p> - <p class="i0">La regalada paz, que ni rencores,</p> - <p class="i0">Al labrador, ni envidias acibaran;</p> - <p class="i0">La cama que mullida le preparan</p> - <p class="i0">El contento, el trabajo, el aire puro;</p> - <p class="i0">Y el sabor de los fáciles manjares,</p> - <p class="i0">Que dispendiosa gula no le aceda;</p> - <p class="i0">Y el asilo seguro</p> - <p class="i0">De sus patrios hogares</p> - <p class="i0">Que a la salud y al regocijo hospeda.</p> - <p class="i0">El aura respirad de la montaña,</p> - <p class="i0">Que vuelve al cuerpo laso</p> - <p class="i0">El perdido vigor, que a la enojosa</p> - <p class="i0">Vejez retarda el paso,</p> - <p class="i0">Y el rostro a la beldad tiñe de rosa.</p> - <p class="i0">¿Es allí menos blanda por ventura</p> - <p class="i0">De amor la llama, que templó el recato?</p> - <p class="i0">¿O menos aficiona la hermosura</p> - <p class="i0">Que de extranjero ornato</p> - <p class="i0">Y afeites impostores no se cura?</p> - <p class="i0">¿O el corazón escucha indiferente</p> - <p class="i0">El lenguaje inocente</p> - <p class="i0">Que los afectos sin disfraz expresa</p> - <p class="i0">Y a la intención ajusta la promesa?</p> - <p class="i0">No del espejo al importuno ensayo</p> - <p class="i0">La risa se compone, el paso, el gesto;</p> - <p class="i0">No falta allí carmín al rostro honesto</p> - <p class="i0">Que la modestia y la salud colora,</p> - <p class="i0">Ni la mirada que lanzó al soslayo</p> - <p class="i0">Tímido amor, la senda al alma ignora.</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_205">p. 205</span>¿Esperaréis que forme</p> - <p class="i0">Más venturosos lazos himeneo,</p> - <p class="i0">Do el interés barata,</p> - <p class="i0">Tirano del deseo,</p> - <p class="i0">Ajena mano y fe por nombre o plata,</p> - <p class="i0">Que do conforme gusto, edad conforme,</p> - <p class="i0">Y elección libre, y mutuo ardor los ata?</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Allí también deberes</p> - <p class="i0">Hay que llenar: cerrad, cerrad las hondas</p> - <p class="i0">Heridas de la guerra: el fértil suelo,</p> - <p class="i0">Áspero ahora y bravo,</p> - <p class="i0">Al desacostumbrado yugo torne</p> - <p class="i0">Del arte humana y le tribute esclavo.</p> - <p class="i0">Del obstruido estanque y del molino</p> - <p class="i0">Recuerden ya las aguas el camino:</p> - <p class="i0">El intrincado bosque el hacha rompa,</p> - <p class="i0">Consuma el fuego: abrid en luengas calles</p> - <p class="i0">La obscuridad de su infructuosa pompa.</p> - <p class="i0">Abrigo den los valles</p> - <p class="i0">A la sedienta caña;</p> - <p class="i0">La manzana y la pera</p> - <p class="i0">En la fresca montaña</p> - <p class="i0">El cielo olviden de su madre España;</p> - <p class="i0">Adorne la ladera</p> - <p class="i0">El cafetal; ampare</p> - <p class="i0">A la tierna teobroma en la ribera</p> - <p class="i0">La sombra maternal de su bucare:</p> - <p class="i0">Aquí el vergel, allá la huerta ría...</p> - <p class="i0">¿Es ciego error de ilusa fantasía?</p> - <p class="i0">Ya dócil a tu voz, agricultura,</p> - <p class="i0">Nodriza de las gentes, la caterva</p> - <p class="i0">Servil armada va de corvas hoces;</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_206">p. 206</span>Mírola ya que invade la espesura</p> - <p class="i0">De la floresta opaca; oigo las voces;</p> - <p class="i0">Siento el rumor confuso, el hierro suena;</p> - <p class="i0">Los golpes el lejano</p> - <p class="i0">Eco redobla; gime el ceibo anciano,</p> - <p class="i0">Que a numerosa tropa</p> - <p class="i0">Largo tiempo fatiga:</p> - <p class="i0">Batido de cien hachas se estremece,</p> - <p class="i0">Estalla al fin, y rinde el ancha copa.</p> - <p class="i0">Huyó la fiera; deja el caro nido,</p> - <p class="i0">Deja la prole implume</p> - <p class="i0">El ave, y otro bosque no sabido</p> - <p class="i0">De los humanos, va a buscar doliente...</p> - <p class="i0">¿Qué miro? Alto torrente</p> - <p class="i0">De sonorosa llama</p> - <p class="i0">Corre, y sobre las áridas ruinas</p> - <p class="i0">De la postrada selva se derrama.</p> - <p class="i0">El raudo incendio a gran distancia brama,</p> - <p class="i0">Y el humo en negro remolino sube,</p> - <p class="i0">Aglomerando nube sobre nube.</p> - <p class="i0">Ya de lo que antes era</p> - <p class="i0">Verdor hermoso y fresca lozanía,</p> - <p class="i0">Solo difuntos troncos,</p> - <p class="i0">Solo cenizas quedan, monumento</p> - <p class="i0">De la dicha mortal, burla del viento.</p> - <p class="i0">Mas al vulgo bravío</p> - <p class="i0">De las tupidas plantas montaraces</p> - <p class="i0">Sucede ya el fructífero plantío</p> - <p class="i0">En muestra ufana de ordenados haces.</p> - <p class="i0">Ya ramo a ramo alcanza</p> - <p class="i0">Y a los rollizos tallos hurta el día:</p> - <p class="i0">Ya la primera flor desvuelve el seno,</p> - <p class="i0">Bello a la vista, alegre a la esperanza:</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_207">p. 207</span>A la esperanza, que riendo enjuga</p> - <p class="i0">Del fatigado agricultor la frente,</p> - <p class="i0">Y allá a lo lejos el opimo fruto</p> - <p class="i0">Y la cosecha apañadora pinta,</p> - <p class="i0">Que lleva de los campos el tributo,</p> - <p class="i0">Colmado el cesto, y con la falda en cinta:</p> - <p class="i0">Y bajo el peso de los largos bienes</p> - <p class="i0">Con que al colono acude,</p> - <p class="i0">Hace crujir los vastos almacenes.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Buen Dios! no en vano sude,</p> - <p class="i0">Mas a merced y compasión te mueva</p> - <p class="i0">La gente agricultora</p> - <p class="i0">Del Ecuador, que del desmayo triste</p> - <p class="i0">Con renovado aliento vuelve ahora,</p> - <p class="i0">Y tras tanta zozobra, ansia, tumulto,</p> - <p class="i0">Tantos años de fiera</p> - <p class="i0">Devastación y militar insulto,</p> - <p class="i0">Aun más que tu clemencia antigua implora.</p> - <p class="i0">Su rústica piedad, pero sincera,</p> - <p class="i0">Halle a tus ojos gracia: no el risueño</p> - <p class="i0">Porvenir que las penas le aligera,</p> - <p class="i0">Cual de dorado sueño</p> - <p class="i0">Visión falaz, desvanecido llore:</p> - <p class="i0">Intempestiva lluvia no maltrate</p> - <p class="i0">El delicado embrión: el diente impío</p> - <p class="i0">Del insecto roedor no lo devore:</p> - <p class="i0">Sañudo vendaval no lo arrebate,</p> - <p class="i0">Ni agote al árbol el materno jugo</p> - <p class="i0">La calorosa sed de largo estío.</p> - <p class="i0">Y pues al fin te plugo,</p> - <p class="i0">Árbitro de la suerte soberano,</p> - <p class="i0">Que suelto el cuello de extranjero yugo</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_208">p. 208</span>Erguiese al cielo el hombre americano,</p> - <p class="i0">Bendecida de ti se arraigue y medre</p> - <p class="i0">Su libertad; en el más hondo encierra</p> - <p class="i0">De los abismos la malvada guerra,</p> - <p class="i0">Y el miedo de la espada asoladora</p> - <p class="i0">Al suspicaz cultivador no arredre</p> - <p class="i0">Del arte bienhechora,</p> - <p class="i0">Que las familias nutre y los Estados:</p> - <p class="i0">La azorada inquietud deje las almas,</p> - <p class="i0">Deje la triste herrumbre los arados.</p> - <p class="i0">Asaz de nuestros padres malhadados</p> - <p class="i0">Expiamos la bárbara conquista.</p> - <p class="i0">¿Cuántas doquier la vista</p> - <p class="i0">No asombran erizadas soledades,</p> - <p class="i0">Do cultos campos fueron, do ciudades?</p> - <p class="i0">De muertes, proscripciones,</p> - <p class="i0">Suplicios, orfandades,</p> - <p class="i0">¿Quién contará la pavorosa suma?</p> - <p class="i0">Saciadas duermen ya de sangre ibera</p> - <p class="i0">Las sombras de Atahualpa y Moctezuma.</p> - <p class="i0">¡Ah! Desde el alto asiento</p> - <p class="i0">En que escabel te son alados coros</p> - <p class="i0">Que velan en pasmado acatamiento</p> - <p class="i0">La faz ante la lumbre de tu frente</p> - <p class="i0">(Si merece por dicha una mirada</p> - <p class="i0">Tuya la sin ventura humana gente),</p> - <p class="i0">El ángel nos envía,</p> - <p class="i0">El ángel de la paz, que al crudo ibero</p> - <p class="i0">Haga olvidar la antigua tiranía,</p> - <p class="i0">Y acatar reverente el que a los hombres</p> - <p class="i0">Sagrado diste, imprescriptible fuero;</p> - <p class="i0">Que alargar le haga al injuriado hermano</p> - <p class="i0">(¡Ensangrentola asaz!) la diestra inerme;</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_209">p. 209</span>Y si la innata mansedumbre duerme,</p> - <p class="i0">La despierte en el pecho americano.</p> - <p class="i0">El corazón lozano</p> - <p class="i0">Que una feliz obscuridad desdeña,</p> - <p class="i0">Que en el azar sangriento del combate</p> - <p class="i0">Alborozado late,</p> - <p class="i0">Y codicioso de poder o fama,</p> - <p class="i0">Nobles peligros ama;</p> - <p class="i0">Baldón estime solo y vituperio</p> - <p class="i0">El prez que de la patria no reciba,</p> - <p class="i0">La libertad más dulce que el imperio,</p> - <p class="i0">Y más hermosa que el laurel la oliva.</p> - <p class="i0">Ciudadano el soldado,</p> - <p class="i0">Deponga de la guerra la librea:</p> - <p class="i0">El ramo de victoria</p> - <p class="i0">Colgado al ara de la patria sea,</p> - <p class="i0">Y sola adorne al mérito la gloria.</p> - <p class="i0">De su trïunfo entonces patria mía,</p> - <p class="i0">Verá la paz el suspirado día;</p> - <p class="i0">La paz, a cuya vista el mundo llena</p> - <p class="i0">Alma, serenidad y regocijo,</p> - <p class="i0">Vuelve alentado el hombre a la faena,</p> - <p class="i0">Alza el ancla la nave, a las amigas</p> - <p class="i0">Auras encomendándose animosa,</p> - <p class="i0">Enjámbrase el taller, hierve el cortijo,</p> - <p class="i0">Y no basta la hoz a las espigas.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Oh jóvenes naciones, que ceñida</p> - <p class="i0">Alzáis sobre el atónito Occidente</p> - <p class="i0">De tempranos laureles la cabeza!</p> - <p class="i0">Honrad al campo, honrad la simple vida</p> - <p class="i0">Del labrador y su frugal llaneza.</p> - <p class="i0">Así tendrán en vos perpetuamente</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_210">p. 210</span>La libertad morada,</p> - <p class="i0">Y freno la ambición, y la ley templo.</p> - <p class="i0">Las gentes a la senda</p> - <p class="i0">De la inmortalidad, ardua y fragosa,</p> - <p class="i0">Se animarán, citando vuestro ejemplo.</p> - <p class="i0">Lo emulará celosa</p> - <p class="i0">Vuestra posteridad, y nuevos nombres</p> - <p class="i0">Añadiendo la fama</p> - <p class="i0">A los que ahora aclama,</p> - <p class="i0">«Hijos son estos, hijos</p> - <p class="i0">(Pregonará a los hombres)</p> - <p class="i0">De los que vencedores superaron</p> - <p class="i0">De los Andes la cima:</p> - <p class="i0">De los que en Boyacá, los que en la arena</p> - <p class="i0">De Maipo y en Junín, y en la campaña</p> - <p class="i0">Gloriosa de Apurima,</p> - <p class="i0">Postrar supieron al león de España.»</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON JOSÉ MARÍA HEREDIA</h2> -</div> - -<h3 id="P073">73. Niágara</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Dadme</span> mi lira, dádmela: que siento</p> - <p class="i0">En mi alma estremecida y agitada</p> - <p class="i0">Arder la inspiración. ¡Oh! ¡cuánto tiempo</p> - <p class="i0">En tinieblas pasó, sin que mi frente</p> - <p class="i0">Brillase con su luz!... Niágara undoso,</p> - <p class="i0">Sola tu faz sublime ya podría</p> - <p class="i0">Tornarme el don divino, que ensañada</p> - <p class="i0">Me robó del dolor la mano impía.</p> - <p class="i2">Torrente prodigioso, calma, acalla</p> - <p class="i0">Tu trueno aterrador: disipa un tanto</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_211">p. 211</span>Las tinieblas que en torno te circundan,</p> - <p class="i0">Y déjame mirar tu faz serena,</p> - <p class="i0">Y de entusiasmo ardiente mi alma llena.</p> - <p class="i0">Yo digno soy de contemplarte: siempre,</p> - <p class="i0">Lo común y mezquino desdeñando,</p> - <p class="i0">Ansié por lo terrífico y sublime.</p> - <p class="i0">Al despeñarse el huracán furioso,</p> - <p class="i0">Al retumbar sobre mi frente el rayo,</p> - <p class="i0">Palpitando gocé: vi al Océano</p> - <p class="i0">Azotado del austro proceloso</p> - <p class="i0">Combatir mi bajel, y ante mis plantas</p> - <p class="i0">Sus abismos abrir, y amé el peligro,</p> - <p class="i0">Y sus iras amé: mas su fiereza</p> - <p class="i0">En mi alma no dejara</p> - <p class="i0">La profunda impresión que tu grandeza.</p> - <p class="i2">Corres sereno y majestuoso, y luego</p> - <p class="i0">En ásperos peñascos quebrantado,</p> - <p class="i0">Te abalanzas violento, arrebatado,</p> - <p class="i0">Como el destino irresistible y ciego.</p> - <p class="i0">¿Qué voz humana describir podría</p> - <p class="i0">De la sirte rugiente</p> - <p class="i0">La aterradora faz? El alma mía</p> - <p class="i0">En vagos pensamientos se confunde,</p> - <p class="i0">Al contemplar la férvida corriente,</p> - <p class="i0">Que en vano quiere la turbada vista</p> - <p class="i0">En su vuelo seguir al borde oscuro</p> - <p class="i0">Del precipicio altísimo: mil olas,</p> - <p class="i0">Cual pensamiento rápidas pasando,</p> - <p class="i0">Chocan y se enfurecen,</p> - <p class="i0">Y otras mil y otras mil ya las alcanzan,</p> - <p class="i0">Y entre espuma y fragor desaparecen.</p> - <p class="i0">Mas llegan... saltan... el abismo horrendo</p> - <p class="i0">Devora los torrentes despeñados;</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_212">p. 212</span>Crúzanse en él mil iris, y asordados</p> - <p class="i0">Vuelven los bosques el fragor tremendo.</p> - <p class="i0">Al golpe violentísimo en las peñas</p> - <p class="i0">Rómpese el agua, y salta, y una nube</p> - <p class="i0">De revueltos vapores</p> - <p class="i0">Cubre el abismo en remolinos, sube,</p> - <p class="i0">Gira en torno, y al cielo</p> - <p class="i0">Cual pirámide inmensa se levanta,</p> - <p class="i0">Y por sobre los bosques que le cercan</p> - <p class="i0">Al solitario cazador espanta.</p> - <p class="i2">Mas ¿qué en ti busca mi anhelante vista</p> - <p class="i0">Con inquieto afanar? ¿Por qué no miro</p> - <p class="i0">Alrededor de tu caverna inmensa</p> - <p class="i0">Las palmas ¡ay! las palmas deliciosas,</p> - <p class="i0">Que en las llanuras de mi ardiente patria</p> - <p class="i0">Nacen del sol a la sonrisa, y crecen,</p> - <p class="i0">Y al soplo de la brisa del Océano</p> - <p class="i0">Bajo un cielo purísimo se mecen?</p> - <p class="i0">Este recuerdo a mi pesar me viene...</p> - <p class="i0">Nada ¡oh Niágara! falta a tu destino,</p> - <p class="i0">Ni otra corona que el agreste pino</p> - <p class="i0">A tu terrible majestad conviene.</p> - <p class="i0">La palma y mirto, y delicada rosa,</p> - <p class="i0">Muelle placer inspiren y ocio blando</p> - <p class="i0">En frívolo jardín: a ti la suerte</p> - <p class="i0">Guarda más digno objeto y más sublime.</p> - <p class="i0">El alma libre, generosa y fuerte,</p> - <p class="i0">Viene, te ve, se asombra,</p> - <p class="i0">Menosprecia los frívolos deleites</p> - <p class="i0">Y aun se siente elevar cuando te nombra.</p> - <p class="i2">¡Dios, Dios de la verdad! en otros climas</p> - <p class="i0">Vi monstruos execrables</p> - <p class="i0">Blasfemando tu nombre sacrosanto,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_213">p. 213</span>Sembrar error y fanatismo impío,</p> - <p class="i0">Los campos inundar con sangre y llanto,</p> - <p class="i0">De hermanos atizar la infanda guerra</p> - <p class="i0">Y desolar frenéticos la tierra.</p> - <p class="i0">Vilos, y el pecho se inflamó a su vista</p> - <p class="i0">En grave indignación. Por otra parte</p> - <p class="i0">Vi mentidos filósofos que osaban</p> - <p class="i0">Escrutar tus misterios, ultrajarte,</p> - <p class="i0">Y de impiedad al lamentable abismo</p> - <p class="i0">A los míseros hombres arrastraban:</p> - <p class="i0">Por eso siempre te buscó mi mente</p> - <p class="i0">En la sublime soledad: ahora</p> - <p class="i0">Entera se abre a ti; tu mano siente</p> - <p class="i0">En esta inmensidad que me circunda,</p> - <p class="i0">Y tu profunda voz baja a mi seno</p> - <p class="i0">De este raudal en el eterno trueno.</p> - <p class="i2">¡Asombroso torrente!</p> - <p class="i0">¡Cómo tu vista mi ánimo enajena</p> - <p class="i0">Y de terror y admiración me llena!</p> - <p class="i0">¿Do tu origen está? ¿Quién fertiliza</p> - <p class="i0">Por tantos siglos tu inexhausta fuente?</p> - <p class="i0">¿Qué poderosa mano</p> - <p class="i0">Hace que al recibirte</p> - <p class="i0">No rebose en la tierra el Oceáno?</p> - <p class="i2">Abrió el Señor su mano omnipotente,</p> - <p class="i0">Cubrió tu faz de nubes agitadas,</p> - <p class="i0">Dio su voz a tus aguas despeñadas</p> - <p class="i0">Y ornó con su arco tu terrible frente.</p> - <p class="i2">Miro tus aguas que incansables corren,</p> - <p class="i0">Como el largo torrente de los siglos</p> - <p class="i0">Rueda en la eternidad: así del hombre</p> - <p class="i0">Pasan volando los floridos días</p> - <p class="i0">Y despierta el dolor... ¡Ay! ya agotada</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_214">p. 214</span>Siento mi juventud, mi faz marchita,</p> - <p class="i0">Y la profunda pena que me agita</p> - <p class="i0">Ruga mi frente de dolor nublada.</p> - <p class="i2">Nunca tanto sentí como este día</p> - <p class="i0">Mi mísero aislamiento, mi abandono,</p> - <p class="i0">Mi lamentable desamor... ¿Podría</p> - <p class="i0">Una alma apasionada y borrascosa</p> - <p class="i0">Sin amor ser feliz?... ¡Oh! ¡Si una hermosa</p> - <p class="i0">Digna de mí me amase</p> - <p class="i0">Y de este abismo al borde turbulento</p> - <p class="i0">Mi vago pensamiento</p> - <p class="i0">Y mi andar solitario acompañase!</p> - <p class="i0">¡Cual gozara al mirar su faz cubrirse</p> - <p class="i0">De leve palidez, y ser más bella</p> - <p class="i0">En su dulce terror, y sonreírse</p> - <p class="i0">Al sostenerla en mis amantes brazos!...</p> - <p class="i0">¡Delirios de virtud!... ¡Ay! desterrado,</p> - <p class="i0">Sin patria, sin amores,</p> - <p class="i0">Solo miro ante mí llanto y dolores.</p> - <p class="i2">¡Niágara poderoso!</p> - <p class="i0">Oye mi última voz: en pocos años</p> - <p class="i0">Ya devorado habrá la tumba fría</p> - <p class="i0">A tu débil cantor. ¡Duren mis versos</p> - <p class="i0">Cual tu gloria inmortal! Pueda piadoso,</p> - <p class="i0">Al contemplar tu faz algún viajero,</p> - <p class="i0">Dar un suspiro a la memoria mía.</p> - <p class="i0">Y yo al hundirse el sol en Occidente,</p> - <p class="i0">Vuele gozoso do el Criador me llama,</p> - <p class="i0">Y al escuchar los ecos de mi fama</p> - <p class="i0">Alce en las nubes la radiosa frente.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <p><span class="pagenum" id="Page_215">p. 215</span></p> - <h2 class="nobreak">DUQUE DE RIVAS</h2> -</div> - -<h3 id="P074">74. El faro de Malta</h3> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Envuelve</span> al mundo extenso triste noche,</p> - <p class="i0">Ronco huracán y borrascosas nubes</p> - <p class="i0">Confunden y tinieblas impalpables</p> - <p class="i8">El cielo, el mar, la tierra:</p> - <p class="i2">Y tú invisible te alzas, en tu frente</p> - <p class="i0">Ostentando de fuego una corona,</p> - <p class="i0">Cual rey del caos, que refleja y arde</p> - <p class="i8">Con luz de paz y vida.</p> - <p class="i2">En vano ronco el mar alza sus montes</p> - <p class="i0">Y revienta a tus pies, do rebramante</p> - <p class="i0">Creciendo en blanca espuma, esconde y borra</p> - <p class="i8">El abrigo del puerto:</p> - <p class="i2">Tú, con lengua de fuego, aquí está dices,</p> - <p class="i0">Sin voz hablando al tímido piloto,</p> - <p class="i0">Que como a numen bienhechor te adora,</p> - <p class="i8">Y en ti los ojos clava.</p> - <p class="i2">Tiende apacible noche el manto rico,</p> - <p class="i0">Que céfiro amoroso desenrolla,</p> - <p class="i0">Recamado de estrellas y luceros,</p> - <p class="i8">Por él rueda la luna;</p> - <p class="i2">Y entonces tú, de niebla vaporosa</p> - <p class="i0">Vestido, dejas ver en formas vagas</p> - <p class="i0">Tu cuerpo colosal, y tu diadema</p> - <p class="i8">Arde al par de los astros.</p> - <p class="i2">Duerme tranquilo el mar, pérfido esconde</p> - <p class="i0">Rocas aleves, áridos escollos;</p> - <p class="i0">Falso señuelo son, lejanas cumbres</p> - <p class="i8">Engañan a las naves.</p> - <p class="i2">Mas tú, cuyo esplendor todo lo ofusca,</p> - <p class="i0">Tú, cuya inmoble posición indica</p> - <p class="i0">El trono de un monarca, eres su norte,</p> - <p class="i8"><span class="pagenum" id="Page_216">p. 216</span>Les adviertes su engaño.</p> - <p class="i2">Así de la razón arde la antorcha,</p> - <p class="i0">En medio del furor de las pasiones</p> - <p class="i0">O de aleves halagos de fortuna,</p> - <p class="i8">A los ojos del alma.</p> - <p class="i2">Desque refugio de la airada suerte</p> - <p class="i0">En esta escasa tierra que presides,</p> - <p class="i0">Y grato albergue el cielo bondadoso</p> - <p class="i8">Me concedió propicio;</p> - <p class="i2">Ni una vez solo a mis pesares busco</p> - <p class="i0">Dulce olvido del sueño entre los brazos</p> - <p class="i0">Sin saludarte, y sin tornar los ojos</p> - <p class="i8">A tu espléndida frente.</p> - <p class="i2">¡Cuántos, ay, desde el seno de los mares</p> - <p class="i0">Al par los tornarán!... tras larga ausencia</p> - <p class="i0">Unos, que vuelven a su patria amada,</p> - <p class="i8">A sus hijos y esposa.</p> - <p class="i2">Otros prófugos, pobres, perseguidos,</p> - <p class="i0">Que asilo buscan, cual busqué, lejano,</p> - <p class="i0">Y a quienes que lo hallaron tu luz dice,</p> - <p class="i8">Hospitalaria estrella.</p> - <p class="i2">Arde, y sirve de norte a los bajeles,</p> - <p class="i0">Que de mi patria, aunque de tarde en tarde,</p> - <p class="i0">Me traen nuevas amargas, y renglones</p> - <p class="i8">Con lágrimas escritos.</p> - <p class="i2">Cuando la vez primera deslumbraste</p> - <p class="i0">Mis afligidos ojos, ¡cuál mi pecho,</p> - <p class="i0">Destrozado y hundido en amargura</p> - <p class="i8">Palpitó venturoso!</p> - <p class="i2">Del Lacio moribundo las riberas</p> - <p class="i0">Huyendo inhospitables, contrastado</p> - <p class="i0">Del viento y mar entre ásperos bajíos</p> - <p class="i8">Vi tu lumbre divina:</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_217">p. 217</span>Viéronla como yo los marineros,</p> - <p class="i0">Y, olvidando los votos y plegarias</p> - <p class="i0">Que en las sordas tinieblas se perdían,</p> - <p class="i8">¡¡Malta!! ¡¡Malta!!, gritaron;</p> - <p class="i2">Y fuiste a nuestros ojos la aureola</p> - <p class="i0">Que orna la frente de la santa imagen</p> - <p class="i0">En quien busca afanoso peregrino</p> - <p class="i8">La salud y el consuelo.</p> - <p class="i2">Jamás te olvidaré, jamás... Tan solo</p> - <p class="i0">Trocara tu esplendor, sin olvidarlo,</p> - <p class="i0">Rey de la noche, y de tu excelsa cumbre</p> - <p class="i8">La benéfica llama,</p> - <p class="i2">Por la llama y los fúlgidos destellos</p> - <p class="i0">Que lanza, reflejando al sol naciente,</p> - <p class="i0">El arcángel dorado que corona</p> - <p class="i8">De Córdoba la torre.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P075">75. Un castellano leal</h3> - -<h4 class="asc">ROMANCE PRIMERO</h4> - -<div class="versos ml30"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">«Hola,</span> hidalgos y escuderos</p> - <p class="i0">De mi alcurnia y mi blasón,</p> - <p class="i0">Mirad como bien nacidos</p> - <p class="i0">De mi sangre y casa en pro.</p> - <p class="i2">»Esas puertas se defiendan;</p> - <p class="i0">Que no ha de entrar, vive Dios,</p> - <p class="i0">Por ellas, quien no estuviere</p> - <p class="i0">Más limpio que lo está el sol.</p> - <p class="i2">»No profane mi palacio</p> - <p class="i0">Un fementido traidor</p> - <p class="i0">Que contra su Rey combate</p> - <p class="i0">Y que a su patria vendió.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_218">p. 218</span>»Pues si él es de Reyes primo,</p> - <p class="i0">Primo de Reyes soy yo;</p> - <p class="i0">Y conde de Benavente</p> - <p class="i0">Si él es duque de Borbón.</p> - <p class="i2">»Llevándole de ventaja</p> - <p class="i0">Que nunca jamás manchó</p> - <p class="i0">La traición mi noble sangre,</p> - <p class="i0">Y haber nacido español.»</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Así atronaba la calle</p> - <p class="i0">Una ya cascada voz,</p> - <p class="i0">Que de un palacio salía</p> - <p class="i0">Cuya puerta se cerró;</p> - <p class="i2">Y a la que estaba a caballo</p> - <p class="i0">Sobre un negro pisador,</p> - <p class="i0">Siendo en su escudo las lises</p> - <p class="i0">Más bien que timbre baldón,</p> - <p class="i2">Y de pajes y escuderos</p> - <p class="i0">Llevando un tropel en pos</p> - <p class="i0">Cubiertos de ricas galas,</p> - <p class="i0">El gran duque de Borbón:</p> - <p class="i2">El que lidiando en Pavía,</p> - <p class="i0">Más que valiente, feroz,</p> - <p class="i0">Gozose en ver prisionero</p> - <p class="i0">A su natural señor;</p> - <p class="i2">Y que a Toledo ha venido,</p> - <p class="i0">Ufano de su traición,</p> - <p class="i0">Para recibir mercedes</p> - <p class="i0">Y ver al Emperador.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">ROMANCE SEGUNDO</h4> - -<div class="versos ml30"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">En una anchurosa cuadra</p> - <p class="i0">Del alcázar de Toledo,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_219">p. 219</span>Cuyas paredes adornan</p> - <p class="i0">Ricos tapices flamencos,</p> - <p class="i2">Al lado de una gran mesa,</p> - <p class="i0">Que cubre de terciopelo</p> - <p class="i0">Napolitano tapete</p> - <p class="i0">Con borlones de oro y flecos;</p> - <p class="i2">Ante un sillón de respaldo</p> - <p class="i0">Que entre bordado arabesco</p> - <p class="i0">Los timbres de España ostentan</p> - <p class="i0">Y el águila del imperio,</p> - <p class="i2">De pie estaba Carlos Quinto,</p> - <p class="i0">Que en España era primero,</p> - <p class="i0">Con gallardo y noble talle,</p> - <p class="i0">Con noble y tranquilo aspecto.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">De brocado de oro y blanco</p> - <p class="i0">Viste tabardo tudesco,</p> - <p class="i0">De rubias martas orlado,</p> - <p class="i0">Y desabrochado y suelto,</p> - <p class="i2">Dejando ver un justillo</p> - <p class="i0">De raso jalde, cubierto</p> - <p class="i0">Con primorosos bordados</p> - <p class="i0">Y costosos sobrepuestos,</p> - <p class="i2">Y la excelsa y noble insignia</p> - <p class="i0">Del Toisón de oro, pendiendo</p> - <p class="i0">De una preciosa cadena</p> - <p class="i0">En la mitad de su pecho.</p> - <p class="i2">Un birrete de velludo</p> - <p class="i0">Con un blanco airón, sujeto</p> - <p class="i0">Por un joyel de diamantes</p> - <p class="i0">Y un antiguo camafeo,</p> - <p class="i2">Descubre por ambos lados,</p> - <p class="i0">Tanta majestad cubriendo,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_220">p. 220</span>Rubio, cual barba y bigote,</p> - <p class="i0">Bien atusado el cabello.</p> - <p class="i2">Apoyada en la cadera</p> - <p class="i0">La potente diestra ha puesto,</p> - <p class="i0">Que aprieta dos guantes de ámbar</p> - <p class="i0">Y un primoroso mosquero,</p> - <p class="i2">Y con la siniestra halaga</p> - <p class="i0">De un mastín muy corpulento,</p> - <p class="i0">Blanco y las orejas rubias,</p> - <p class="i0">El ancho y carnoso cuello.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Con el Condestable insigne,</p> - <p class="i0">Apaciguador del reino,</p> - <p class="i0">De los pasados disturbios</p> - <p class="i0">Acaso está discurriendo;</p> - <p class="i2">O del trato que dispone</p> - <p class="i0">Con el Rey de Francia preso,</p> - <p class="i0">O de asuntos de Alemania</p> - <p class="i0">Agitada por Lutero;</p> - <p class="i2">Cuando un tropel de caballos</p> - <p class="i0">Oye venir a lo lejos</p> - <p class="i0">Y ante el alcázar pararse,</p> - <p class="i0">Quedando todo en silencio.</p> - <p class="i2">En la antecámara suena</p> - <p class="i0">Rumor impensado luego,</p> - <p class="i0">Ábrese al fin la mampara</p> - <p class="i0">Y entra el de Borbón soberbio,</p> - <p class="i2">Con el semblante de azufre</p> - <p class="i0">Y con los ojos de fuego,</p> - <p class="i0">Bramando de ira y de rabia</p> - <p class="i0">Que enfrena mal el respeto;</p> - <p class="i2">Y con balbuciente lengua,</p> - <p class="i0">Y con mal borrado ceño,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_221">p. 221</span>Acusa al de Benavente,</p> - <p class="i0">Un desagravio pidiendo.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Del español Condestable</p> - <p class="i0">Latió con orgullo el pecho,</p> - <p class="i0">Ufano de la entereza</p> - <p class="i0">De su esclarecido deudo.</p> - <p class="i2">Y aunque advertido procura</p> - <p class="i0">Disimular cual discreto,</p> - <p class="i0">A su noble rostro asoman</p> - <p class="i0">La aprobación y el contento.</p> - <p class="i2">El Emperador un punto</p> - <p class="i0">Quedó indeciso y suspenso,</p> - <p class="i0">Sin saber qué responderle</p> - <p class="i0">Al francés, de enojo ciego.</p> - <p class="i2">Y aunque en su interior se goza</p> - <p class="i0">Con el proceder violento</p> - <p class="i0">Del conde de Benavente,</p> - <p class="i0">De altas esperanzas lleno</p> - <p class="i2">Por tener tales vasallos,</p> - <p class="i0">De noble lealtad modelos,</p> - <p class="i0">Y con los que el ancho mundo</p> - <p class="i0">Será a sus glorias estrecho.</p> - <p class="i2">Mucho al de Borbón le debe</p> - <p class="i0">Y es fuerza satisfacerlo:</p> - <p class="i0">Le ofrece para calmarlo</p> - <p class="i0">Un desagravio completo.</p> - <p class="i2">Y, llamando a un gentil-hombre,</p> - <p class="i0">Con el semblante severo</p> - <p class="i0">Manda que el de Benavente</p> - <p class="i0">Venga a su presencia presto.</p> - </div> -</div> - -<h4 title="ROMANCE TERCERO" class="asc"><span class="pagenum" -id="Page_222">p. 222</span>ROMANCE TERCERO</h4> - -<div class="versos ml30"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Sostenido por sus pajes</p> - <p class="i0">Desciende de su litera</p> - <p class="i0">El conde de Benavente</p> - <p class="i0">Del alcázar a la puerta.</p> - <p class="i2">Era un viejo respetable,</p> - <p class="i0">Cuerpo enjuto, cara seca,</p> - <p class="i0">Con dos ojos como chispas,</p> - <p class="i0">Cargados de largas cejas,</p> - <p class="i2">Y con semblante muy noble,</p> - <p class="i0">Mas de gravedad tan seria</p> - <p class="i0">Que veneración de lejos</p> - <p class="i0">Y miedo causa de cerca.</p> - <p class="i2">Eran su traje unas calzas</p> - <p class="i0">De púrpura de Valencia,</p> - <p class="i0">Y de recamado ante</p> - <p class="i0">Un coleto a la leonesa:</p> - <p class="i2">De fino lienzo gallego</p> - <p class="i0">Los puños y la gorguera,</p> - <p class="i0">Unos y otra guarnecidos</p> - <p class="i0">Con randas barcelonesas:</p> - <p class="i2">Un birretón de velludo</p> - <p class="i0">Con su cintillo de perlas,</p> - <p class="i0">Y el gabán de paño verde</p> - <p class="i0">Con alamares de seda.</p> - <p class="i2">Tan solo de Calatrava</p> - <p class="i0">La insignia española lleva;</p> - <p class="i0">Que el Toisón ha despreciado</p> - <p class="i0">Por ser orden extranjera.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Con paso tardo, aunque firme,</p> - <p class="i0">Sube por las escaleras,</p> - <p class="i0">Y al verle, las alabardas</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_223">p. 223</span>Un golpe dan en la tierra.</p> - <p class="i2">Golpe de honor, y de aviso</p> - <p class="i0">De que en el alcázar entra</p> - <p class="i0">Un Grande, a quien se le debe</p> - <p class="i0">Todo honor y reverencia.</p> - <p class="i2">Al llegar a la antesala,</p> - <p class="i0">Los pajes que están en ella</p> - <p class="i0">Con respeto le saludan</p> - <p class="i0">Abriendo las anchas puertas.</p> - <p class="i2">Con grave paso entra el conde</p> - <p class="i0">Sin que otro aviso preceda,</p> - <p class="i0">Salones atravesando</p> - <p class="i0">Hasta la cámara regia.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Pensativo está el Monarca,</p> - <p class="i0">Discurriendo como pueda</p> - <p class="i0">Componer aquel disturbio</p> - <p class="i0">Sin hacer a nadie ofensa.</p> - <p class="i2">Mucho al de Borbón le debe,</p> - <p class="i0">Aun mucho más de él espera,</p> - <p class="i0">Y al de Benavente mucho</p> - <p class="i0">Considerar le interesa.</p> - <p class="i2">Dilación no admite el caso,</p> - <p class="i0">No hay quien dar consejo pueda</p> - <p class="i0">Y Villalar y Pavía</p> - <p class="i0">A un tiempo se le recuerdan.</p> - <p class="i2">En el sillón asentado</p> - <p class="i0">Y el codo sobre la mesa,</p> - <p class="i0">Al personaje recibe,</p> - <p class="i0">Que comedido se acerca.</p> - <p class="i2">Grave el conde le saluda</p> - <p class="i0">Con una rodilla en tierra,</p> - <p class="i0">Mas como Grande del reino</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_224">p. 224</span>Sin descubrir la cabeza.</p> - <p class="i2">El Emperador benigno</p> - <p class="i0">Que alce del suelo le ordena,</p> - <p class="i0">Y la plática difícil</p> - <p class="i0">Con sagacidad empieza.</p> - <p class="i2">Y entre severo y afable</p> - <p class="i0">Al cabo le manifiesta</p> - <p class="i0">Que es el que a Borbón aloje</p> - <p class="i0">Voluntad suya resuelta.</p> - <p class="i2">Con respeto muy profundo,</p> - <p class="i0">Pero con la voz entera,</p> - <p class="i0">Respóndele Benavente,</p> - <p class="i0">Destocando la cabeza:</p> - <p class="i2">«Soy, señor, vuestro vasallo,</p> - <p class="i0">Vos sois mi rey en la tierra,</p> - <p class="i0">A vos ordenar os cumple</p> - <p class="i0">De mi vida y de mi hacienda.</p> - <p class="i2">»Vuestro soy, vuestra mi casa,</p> - <p class="i0">De mí disponed y de ella,</p> - <p class="i0">Pero no toquéis mi honra</p> - <p class="i0">Y respetad mi conciencia.</p> - <p class="i2">»Mi casa Borbón ocupe</p> - <p class="i0">Puesto que es voluntad vuestra,</p> - <p class="i0">Contamine sus paredes,</p> - <p class="i0">Sus blasones envilezca;</p> - <p class="i2">»Que a mí me sobra en Toledo</p> - <p class="i0">Donde vivir, sin que tenga</p> - <p class="i0">Que rozarme con traidores,</p> - <p class="i0">Cuyo solo aliento infesta.</p> - <p class="i2">»Y en cuanto él deje mi casa,</p> - <p class="i0">Antes de tornar yo a ella,</p> - <p class="i0">Purificaré con fuego</p> - <p class="i0">Sus paredes y sus puertas.»</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_225">p. 225</span>Dijo el conde, la real mano</p> - <p class="i0">Besó, cubrió su cabeza,</p> - <p class="i0">Y retirose bajando</p> - <p class="i0">A do estaba su litera.</p> - <p class="i2">Y a casa de un su pariente</p> - <p class="i0">Mandó que le condujeran,</p> - <p class="i0">Abandonando la suya</p> - <p class="i0">Con cuanto dentro se encierra.</p> - <p class="i2">Quedó absorto Carlos Quinto</p> - <p class="i0">De ver tan noble firmeza,</p> - <p class="i0">Estimando la de España</p> - <p class="i0">Más que la imperial diadema.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">ROMANCE CUARTO</h4> - -<div class="versos ml30"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Muy pocos días el duque</p> - <p class="i0">Hizo mansión en Toledo,</p> - <p class="i0">Del noble conde ocupando</p> - <p class="i0">Los honrados aposentos.</p> - <p class="i2">Y la noche en que el palacio</p> - <p class="i0">Dejó vacío, partiendo,</p> - <p class="i0">Con su séquito y sus pajes,</p> - <p class="i0">Orgulloso y satisfecho,</p> - <p class="i2">Turbó la apacible luna</p> - <p class="i0">Un vapor blanco y espeso</p> - <p class="i0">Que de las altas techumbres</p> - <p class="i0">Se iba elevando y creciendo:</p> - <p class="i2">A poco rato tornose</p> - <p class="i0">En humo confuso y denso</p> - <p class="i0">Que en nubarrones oscuros</p> - <p class="i0">Ofuscaba el claro cielo;</p> - <p class="i2">Después en ardientes chispas,</p> - <p class="i0">Y en un resplandor horrendo</p> - <p class="i0">Que iluminaba los valles</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_226">p. 226</span>Dando en el Tajo reflejos,</p> - <p class="i2">Y al fin su furor mostrando</p> - <p class="i0">En embravecido incendio</p> - <p class="i0">Que devoraba altas torres</p> - <p class="i0">Y derrumbaba altos techos.</p> - <p class="i2">Resonaron las campanas,</p> - <p class="i0">Conmoviose todo el pueblo,</p> - <p class="i0">De Benavente el palacio</p> - <p class="i0">Presa de las llamas viendo.</p> - <p class="i2">El Emperador confuso</p> - <p class="i0">Corre a procurar remedio,</p> - <p class="i0">En atajar tanto daño</p> - <p class="i0">Mostrando tenaz empeño.</p> - <p class="i2">En vano todo: tragose</p> - <p class="i0">Tantas riquezas el fuego,</p> - <p class="i0">A la lealtad castellana</p> - <p class="i0">Levantando un monumento.</p> - <p class="i2">Aun hoy unos viejos muros</p> - <p class="i0">Del humo y las llamas negros</p> - <p class="i0">Recuerdan acción tan grande</p> - <p class="i0">En la famosa Toledo.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON JOSÉ DE ESPRONCEDA</h2> -</div> - -<h3 id="P076">76. Himno de la Inmortalidad</h3> - -<div class="versos ml26"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">¡Salve</span>, llama creadora del mundo,</p> - <p class="i0">Lengua ardiente de eterno saber,</p> - <p class="i0">Puro germen, principio fecundo</p> - <p class="i0">Que encadenas la muerte a tus pies!</p> - <p class="i2">Tú la inerte materia espoleas,</p> - <p class="i0">Tú la ordenas juntarse y vivir,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_227">p. 227</span>Tú su lodo modelas, y creas</p> - <p class="i0">Miles seres de formas sin fin.</p> - <p class="i2">Desbarata tus obras en vano</p> - <p class="i0">Vencedora la muerte tal vez;</p> - <p class="i0">De sus restos levanta tu mano</p> - <p class="i0">Nuevas obras triunfante otra vez.</p> - <p class="i2">Tú la hoguera del sol alimentas,</p> - <p class="i0">Tú revistes los cielos de azul,</p> - <p class="i0">Tú la luna en las sombras argentas,</p> - <p class="i0">Tú coronas la aurora de luz.</p> - <p class="i2">Gratos ecos al bosque sombrío,</p> - <p class="i0">Verde pompa a los árboles das,</p> - <p class="i0">Melancólica música al río,</p> - <p class="i0">Ronco grito a las olas del mar.</p> - <p class="i2">Tú el aroma en las flores exhalas,</p> - <p class="i0">En los valles suspiras de amor,</p> - <p class="i0">Tú murmuras del aura en las alas,</p> - <p class="i0">En el Bóreas retumba tu voz.</p> - <p class="i2">Tú derramas el oro en la tierra</p> - <p class="i0">En arroyos de hirviente metal;</p> - <p class="i0">Tú abrillantas la perla que encierra</p> - <p class="i0">En su abismo profundo la mar.</p> - <p class="i2">Tú las cárdenas nubes extiendes,</p> - <p class="i0">Negro manto que agita Aquilón;</p> - <p class="i0">Con tu aliento los aires enciendes,</p> - <p class="i0">Tus rugidos infunden pavor.</p> - <p class="i2">Tú eres pura simiente de vida,</p> - <p class="i0">Manantial sempiterno del bien;</p> - <p class="i0">Luz del mismo Hacedor desprendida,</p> - <p class="i0">Juventud y hermosura es tu ser.</p> - <p class="i2">Tú eres fuerza secreta que el mundo</p> - <p class="i0">En sus ejes impulsa a rodar,</p> - <p class="i0">Sentimiento armonioso y profundo</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_228">p. 228</span>De los orbes que anima tu faz.</p> - <p class="i2">De tus obras los siglos que vuelan</p> - <p class="i0">Incansables artífices son,</p> - <p class="i0">Del espíritu ardiente cincelan</p> - <p class="i0">Y embellecen la estrecha prisión.</p> - <p class="i2">Tú en violento, veloz torbellino</p> - <p class="i0">Los empujas enérgica, y van;</p> - <p class="i0">Y adelante en tu raudo camino</p> - <p class="i0">A otros siglos ordenas llegar.</p> - <p class="i2">Y otros siglos ansiosos se lanzan,</p> - <p class="i0">Desparecen y llegan sin fin,</p> - <p class="i0">Y en su eterno trabajo se alcanzan,</p> - <p class="i0">Y se arrancan sin tregua el buril.</p> - <p class="i2">Y afanosos sus fuerzas emplean</p> - <p class="i0">En tu inmenso taller sin cesar,</p> - <p class="i0">Y en la tosca materia golpean,</p> - <p class="i0">Y redobla el trabajo su afán.</p> - <p class="i2">De la vida en el hondo Oceáno</p> - <p class="i0">Flota el hombre en perpetuo vaivén,</p> - <p class="i0">Y derrama abundante tu mano</p> - <p class="i0">La creadora semilla en su ser.</p> - <p class="i2">Hombre débil, levanta la frente,</p> - <p class="i0">Pon tu labio en su eterno raudal;</p> - <p class="i0">Tú serás como el sol en Oriente,</p> - <p class="i0">Tú serás como el mundo, inmortal.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P077">77. Canción del Pirata</h3> - -<div class="versos ml30"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Con diez cañones por banda,</p> - <p class="i0">Viento en popa a toda vela,</p> - <p class="i0">No corta el mar, sino vuela</p> - <p class="i0">Un velero bergantín:</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_229">p. 229</span>Bajel pirata que llaman,</p> - <p class="i0">Por su bravura, el <i>Temido</i>,</p> - <p class="i0">En todo mar conocido</p> - <p class="i0">Del uno al otro confín.</p> - <p class="i2">La luna en el mar riela,</p> - <p class="i0">En la lona gime el viento,</p> - <p class="i0">Y alza en blando movimiento</p> - <p class="i0">Olas de plata y azul;</p> - <p class="i2">Y ve el capitán pirata,</p> - <p class="i0">Cantando alegre en la popa,</p> - <p class="i0">Asia a un lado, al otro Europa,</p> - <p class="i0">Y allá a su frente Estambul,</p> - <p class="i2">«Navega, velero mío,</p> - <p class="i6">Sin temor;</p> - <p class="i0">Que ni enemigo navío,</p> - <p class="i0">Ni tormenta, ni bonanza</p> - <p class="i0">Tu rumbo a torcer alcanza,</p> - <p class="i0">Ni a sujetar tu valor.</p> - <p class="i8">»Veinte presas</p> - <p class="i6">Hemos hecho</p> - <p class="i6">A despecho</p> - <p class="i6">Del inglés,</p> - <p class="i6">Y han rendido</p> - <p class="i6">Sus pendones</p> - <p class="i6">Cien naciones</p> - <p class="i6">A mis pies.»</p> - <p class="i2"><i>Que es mi barco mi tesoro,</i></p> - <p class="i0"><i>Que es mi Dios la libertad,</i></p> - <p class="i0"><i>Mi ley la fuerza y el viento,</i></p> - <p class="i0"><i>Mi única patria la mar.</i></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">«Allá muevan feroz guerra</p> - <p class="i6">Ciegos reyes</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_230">p. 230</span>Por un palmo más de tierra:</p> - <p class="i0">Que yo tengo aquí por mío</p> - <p class="i0">Cuanto abarca el mar bravío,</p> - <p class="i0">A quien nadie impuso leyes.</p> - <p class="i8">»Y no hay playa,</p> - <p class="i6">Sea cualquiera,</p> - <p class="i6">Ni bandera</p> - <p class="i6">De esplendor,</p> - <p class="i6">Que no sienta</p> - <p class="i6">Mi derecho,</p> - <p class="i6">Y dé pecho</p> - <p class="i6">A mi valor.»</p> - <p class="i2"><i>Que es mi barco mi tesoro...</i></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">«A la voz de “¡barco viene!”</p> - <p class="i6">Es de ver</p> - <p class="i0">Cómo vira y se previene</p> - <p class="i0">A todo trapo escapar;</p> - <p class="i0">Que yo soy el rey del mar,</p> - <p class="i0">Y mi furia es de temer.</p> - <p class="i8">»En las presas</p> - <p class="i6">Yo divido</p> - <p class="i6">Lo cogido</p> - <p class="i6">Por igual:</p> - <p class="i6">Solo quiero</p> - <p class="i6">Por riqueza</p> - <p class="i6">La belleza</p> - <p class="i6">Sin rival.»</p> - <p class="i2"><i>Que es mi barco mi tesoro...</i></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">«¡Sentenciado estoy a muerte!</p> - <p class="i6">Yo me río:</p> - <p class="i0">No me abandone la suerte</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_231">p. 231</span>Y al mismo que me condena,</p> - <p class="i0">Colgaré de alguna entena,</p> - <p class="i0">Quizá en su propio navío.</p> - <p class="i8">»Y si caigo,</p> - <p class="i6">¿Qué es la vida?</p> - <p class="i6">Por perdida</p> - <p class="i6">Ya la di,</p> - <p class="i6">Cuando el yugo</p> - <p class="i6">Del esclavo,</p> - <p class="i6">Como un bravo,</p> - <p class="i6">Sacudí.»</p> - <p class="i2"><i>Que es mi barco mi tesoro...</i></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">«Son mi música mejor</p> - <p class="i6">Aquilones:</p> - <p class="i0">El estrépito y temblor</p> - <p class="i0">De los cables sacudidos,</p> - <p class="i0">Del negro mar los bramidos</p> - <p class="i0">Y el rugir de mis cañones</p> - <p class="i8">»Y del trueno</p> - <p class="i6">Al son violento</p> - <p class="i6">Y del viento</p> - <p class="i6">Al rebramar,</p> - <p class="i6">Yo me duermo</p> - <p class="i6">Sosegado,</p> - <p class="i6">Arrullado</p> - <p class="i6">Por el mar.»</p> - <p class="i2"><i>Que es mi barco mi tesoro,</i></p> - <p class="i0"><i>Que es mi Dios la libertad,</i></p> - <p class="i0"><i>Mi ley la fuerza y el viento,</i></p> - <p class="i0"><i>Mi única patria, la mar.</i></p> - </div> -</div> - - -<div class="section"> - <h3 title="78. Canto a Teresa" id="P078"><span class="pagenum" - id="Page_232">p. 232</span>78. Canto a Teresa</h3> - <p class="subh3"><i>Descansa en paz</i></p> -</div> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Bueno es el mundo, ¡bueno! ¡bueno! ¡bueno!</p> - <p class="i0">Como de Dios al fin obra maestra,</p> - <p class="i0">Por todas partes de delicias lleno,</p> - <p class="i0">De que Dios ama al hombre hermosa muestra.</p> - <p class="i0">Salga la voz alegre de mi seno</p> - <p class="i0">A celebrar esta vivienda nuestra;</p> - <p class="i0">¡Paz a los hombres! ¡gloria en las alturas!</p> - <p class="i0">¡Cantad en vuestra jaula, criaturas!</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="id0"><i>María</i>, por D. Miguel de los Santos Álvarez.</p> - </div> -</div> -</div> - -<div class="versos ml20"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">¿Por qué</span> volvéis a la memoria mía,</p> - <p class="i0">Tristes recuerdos del placer perdido,</p> - <p class="i0">A aumentar la ansiedad y la agonía</p> - <p class="i0">De este desierto corazón herido?</p> - <p class="i0">¡Ay! que de aquellas horas de alegría</p> - <p class="i0">Le quedó al corazón solo un gemido,</p> - <p class="i0">Y el llanto que al dolor los ojos niegan</p> - <p class="i0">Lágrimas son de hiel que el alma anegan.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¿Dónde volaron ¡ay! aquellas horas</p> - <p class="i0">De juventud, de amor y de ventura,</p> - <p class="i0">Regaladas de músicas sonoras,</p> - <p class="i0">Adornadas de luz y de hermosura?</p> - <p class="i0">Imágenes de oro bullidoras.</p> - <p class="i0">Sus alas de carmín y nieve pura,</p> - <p class="i0">Al sol de mi esperanza desplegando,</p> - <p class="i0">Pasaban ¡ay! a mi alredor cantando.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Gorjeaban los dulces ruiseñores,</p> - <p class="i0">El sol iluminaba mi alegría,</p> - <p class="i0">El aura susurraba entre las flores,</p> - <p class="i0">El bosque mansamente respondía,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_233">p. 233</span>Las fuentes murmuraban sus amores...</p> - <p class="i0">¡Ilusiones que llora el alma mía!</p> - <p class="i0">¡Oh! ¡cuán süave resonó en mi oído</p> - <p class="i0">El bullicio del mundo y su ruïdo!</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Mi vida entonces, cual guerrera nave</p> - <p class="i0">Que el puerto deja por la vez primera,</p> - <p class="i0">Y al soplo de los céfiros suave</p> - <p class="i0">Orgullosa desplega su bandera,</p> - <p class="i0">Y al mar dejando que a sus pies alabe</p> - <p class="i0">Su triunfo en roncos cantos, va velera,</p> - <p class="i0">Una ola tras otra bramadora</p> - <p class="i0">Hollando y dividiendo vencedora.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Ay! en el mar del mundo, en ansia ardiente</p> - <p class="i0">De amor volaba; el sol de la mañana</p> - <p class="i0">Llevaba yo sobre mi tersa frente,</p> - <p class="i0">Y el alma pura de su dicha ufana:</p> - <p class="i0">Dentro de ella el amor, cual rica fuente</p> - <p class="i0">Que entre frescuras y arboledas mana,</p> - <p class="i0">Brotaba entonces abundante río</p> - <p class="i0">De ilusiones y dulce desvarío.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Yo amaba todo: un noble sentimiento</p> - <p class="i0">Exaltaba mi ánimo, y sentía</p> - <p class="i0">En mi pecho un secreto movimiento,</p> - <p class="i0">De grandes hechos generoso guía:</p> - <p class="i0">La libertad con su inmortal aliento,</p> - <p class="i0">Santa diosa, mi espíritu encendía,</p> - <p class="i0">Contino imaginando en mi fe pura</p> - <p class="i0">Sueños de gloria al mundo y de ventura.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">El puñal de Catón, la adusta frente</p> - <p class="i0">Del noble Bruto, la constancia fiera</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_234">p. 234</span>Y el arrojo de Scévola valiente,</p> - <p class="i0">La doctrina de Sócrates severa,</p> - <p class="i0">La voz atronadora y elocuente</p> - <p class="i0">Del orador de Atenas, la bandera</p> - <p class="i0">Contra el tirano Macedonio alzando,</p> - <p class="i0">Y al espantado pueblo arrebatando:</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">El valor y la fe del caballero,</p> - <p class="i0">Del trovador el arpa y los cantares,</p> - <p class="i0">Del gótico castillo el altanero</p> - <p class="i0">Antiguo torreón, do sus pesares</p> - <p class="i0">Cantó tal vez con eco lastimero,</p> - <p class="i0">¡Ay! arrancada de sus patrios lares,</p> - <p class="i0">Joven cautiva, al rayo de la luna,</p> - <p class="i0">Lamentando su ausencia y su fortuna:</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">El dulce anhelo del amor que aguarda,</p> - <p class="i0">Tal vez inquieto y con mortal recelo;</p> - <p class="i0">La forma bella que cruzó gallarda,</p> - <p class="i0">Allá en la noche, entre medroso velo;</p> - <p class="i0">La ansiada cita que en llegar se tarda</p> - <p class="i0">Al impaciente y amoroso anhelo,</p> - <p class="i0">La mujer y la voz de su dulzura,</p> - <p class="i0">Que inspira al alma celestial ternura:</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">A un tiempo mismo en rápida tormenta</p> - <p class="i0">Mi alma alborotaban de contino,</p> - <p class="i0">Cual las olas que azota con violenta</p> - <p class="i0">Cólera impetuoso torbellino:</p> - <p class="i0">Soñaba al héroe ya, la plebe atenta</p> - <p class="i0">En mi voz escuchaba su destino;</p> - <p class="i0">Ya al caballero, al trovador soñaba,</p> - <p class="i0">Y de gloria y de amores suspiraba.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_235">p. 235</span>Hay una voz secreta, un dulce canto,</p> - <p class="i0">Que el alma solo recogida entiende,</p> - <p class="i0">Un sentimiento misterioso y santo,</p> - <p class="i0">Que del barro al espíritu desprende;</p> - <p class="i0">Agreste, vago y solitario encanto</p> - <p class="i0">Que en inefable amor el alma enciende,</p> - <p class="i0">Volando tras la imagen peregrina</p> - <p class="i0">El corazón de su ilusión divina.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Yo, desterrado en extranjera playa,</p> - <p class="i0">Con los ojos estático seguía</p> - <p class="i0">La nave audaz que en argentada raya</p> - <p class="i0">Volaba al puerto de la patria mía:</p> - <p class="i0">Yo, cuando en Occidente el sol desmaya,</p> - <p class="i0">Solo y perdido en la arboleda umbría,</p> - <p class="i0">Oír pensaba el armonioso acento</p> - <p class="i0">De una mujer, al suspirar del viento.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Una mujer! En el templado rayo</p> - <p class="i0">De la mágica luna se colora,</p> - <p class="i0">Del sol poniente al lánguido desmayo</p> - <p class="i0">Lejos entre las nubes se evapora;</p> - <p class="i0">Sobre las cumbres que florece Mayo</p> - <p class="i0">Brilla fugaz al despuntar la aurora,</p> - <p class="i0">Cruza tal vez por entre el bosque umbrío,</p> - <p class="i0">Juega en las aguas del sereno río.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Una mujer! Deslízase en el cielo</p> - <p class="i0">Allá en la noche desprendida estrella.</p> - <p class="i0">Si aroma el aire recogió en el suelo,</p> - <p class="i0">Es el aroma que le presta ella.</p> - <p class="i0">Blanca es la nube que en callado vuelo</p> - <p class="i0">Cruza la esfera, y que su planta huella.</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_236">p. 236</span>Y en la tarde la mar olas le ofrece</p> - <p class="i0">De plata y de zafir, donde se mece.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Mujer que amor en su ilusión figura,</p> - <p class="i0">Mujer que nada dice a los sentidos,</p> - <p class="i0">Ensueño de suavísima ternura,</p> - <p class="i0">Eco que regaló nuestros oídos;</p> - <p class="i0">De amor la llama generosa y pura,</p> - <p class="i0">Los goces dulces del amor cumplidos,</p> - <p class="i0">Que engalana la rica fantasía,</p> - <p class="i0">Goces que avaro el corazón ansía:</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Ay! aquella mujer, tan solo aquella,</p> - <p class="i0">Tanto delirio a realizar alcanza,</p> - <p class="i0">Y esa mujer tan cándida y tan bella</p> - <p class="i0">Es mentida ilusión de la esperanza:</p> - <p class="i0">Es el alma que vívida destella</p> - <p class="i0">Su luz al mundo cuando en él se lanza,</p> - <p class="i0">Y el mundo con su magia y galanura</p> - <p class="i0">Es espejo no más de su hermosura:</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Es el amor que al mismo amor adora,</p> - <p class="i0">El que creó las Sílfides y Ondinas,</p> - <p class="i0">La sacra ninfa que bordando mora</p> - <p class="i0">Debajo de las aguas cristalinas:</p> - <p class="i0">Es el amor que recordando llora</p> - <p class="i0">Las arboledas del Edén divinas:</p> - <p class="i0">Amor de allí arrancado, allí nacido,</p> - <p class="i0">Que busca en vano aquí su bien perdido.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Oh llama santa! ¡celestial anhelo!</p> - <p class="i0">¡Sentimiento purísimo! ¡memoria</p> - <p class="i0">Acaso triste de un perdido cielo,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_237">p. 237</span>Quizá esperanza de futura gloria!</p> - <p class="i0">¡Huyes y dejas llanto y desconsuelo!</p> - <p class="i0">¡Oh qué mujer, qué imagen ilusoria</p> - <p class="i0">Tan pura, tan feliz, tan placentera,</p> - <p class="i0">Brindó el amor a mi ilusión primera!...</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Oh Teresa! ¡Oh dolor! Lágrimas mías,</p> - <p class="i0">¡Ah! ¿dónde estáis que no corréis a mares?</p> - <p class="i0">¿Por qué, por qué como en mejores días,</p> - <p class="i0">No consoláis vosotras mis pesares?</p> - <p class="i0">¡Oh! los que no sabéis las agonías</p> - <p class="i0">De un corazón que penas a millares</p> - <p class="i0">¡Ay! desgarraron y que ya no llora,</p> - <p class="i0">¡Piedad tened de mi tormento ahora!</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Oh dichosos mil veces, sí, dichosos</p> - <p class="i0">Los que podéis llorar! y ¡ay! sin ventura</p> - <p class="i0">De mí, que entre suspiros angustiosos</p> - <p class="i0">Ahogar me siento en infernal tortura.</p> - <p class="i0">¡Retuércese entre nudos dolorosos</p> - <p class="i0">Mi corazón, gimiendo de amargura!</p> - <p class="i0">También tu corazón, hecho pavesa,</p> - <p class="i0">¡Ay! llegó a no llorar, ¡pobre Teresa!</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¿Quién pensara jamás, Teresa mía,</p> - <p class="i0">Que fuera eterno manantial de llanto,</p> - <p class="i0">Tanto inocente amor, tanta alegría,</p> - <p class="i0">Tantas delicias y delirio tanto?</p> - <p class="i0">¿Quién pensara jamás llegase un día</p> - <p class="i0">En que perdido el celestial encanto</p> - <p class="i0">Y caída la venda de los ojos,</p> - <p class="i0">Cuanto diera placer causara enojos?</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_238">p. 238</span>Aun parece, Teresa, que te veo</p> - <p class="i0">Aérea como dorada mariposa,</p> - <p class="i0">Ensueño delicioso del deseo,</p> - <p class="i0">Sobre tallo gentil temprana rosa,</p> - <p class="i0">Del amor venturoso devaneo,</p> - <p class="i0">Angélica, purísima y dichosa,</p> - <p class="i0">Y oigo tu voz dulcísima, y respiro</p> - <p class="i0">Tu aliento perfumado en tu suspiro.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Y aun miro aquellos ojos que robaron</p> - <p class="i0">A los cielos su azul, y las rosadas</p> - <p class="i0">Tintas sobre la nieve, que envidiaron</p> - <p class="i0">Las de Mayo serenas alboradas:</p> - <p class="i0">Y aquellas horas dulces que pasaron</p> - <p class="i0">Tan breves, ¡ay! como después lloradas,</p> - <p class="i0">Horas de confianza y de delicias,</p> - <p class="i0">De abandono y de amor y de caricias.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Que así las horas rápidas pasaban,</p> - <p class="i0">Y pasaba a la par nuestra ventura;</p> - <p class="i0">Y nunca nuestras ansias las contaban,</p> - <p class="i0">Tú embriagada en mi amor, yo en tu hermosura.</p> - <p class="i0">Las horas ¡ay! huyendo nos miraban,</p> - <p class="i0">Llanto tal vez vertiendo de ternura;</p> - <p class="i0">Que nuestro amor y juventud veían,</p> - <p class="i0">Y temblaban las horas que vendrían.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Y llegaron en fin: ¡oh! ¿quién impío</p> - <p class="i0">¡Ay! agostó la flor de tu pureza?</p> - <p class="i0">Tú fuiste un tiempo cristalino río,</p> - <p class="i0">Manantial de purísima limpieza;</p> - <p class="i0">Después torrente de color sombrío,</p> - <p class="i0">Rompiendo entre peñascos y maleza,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_239">p. 239</span>Y estanque, en fin, de aguas corrompidas,</p> - <p class="i0">Entre fétido fango detenidas.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¿Cómo caíste despeñado al suelo,</p> - <p class="i0">Astro de la mañana luminoso?</p> - <p class="i0">Ángel de luz, ¿quién te arrojó del cielo</p> - <p class="i0">A este valle de lágrimas odioso?</p> - <p class="i0">Aun cercaba tu frente el blanco velo</p> - <p class="i0">Del serafín, y en ondas fulguroso</p> - <p class="i0">Rayos al mundo tu esplendor vertía,</p> - <p class="i0">Y otro cielo el amor te prometía.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Mas ¡ay! que es la mujer ángel caído,</p> - <p class="i0">O mujer nada más y lodo inmundo,</p> - <p class="i0">Hermoso ser para llorar nacido,</p> - <p class="i0">O vivir como autómata en el mundo.</p> - <p class="i0">Sí, que el demonio en el Edén perdido,</p> - <p class="i0">Abrasara con fuego del profundo</p> - <p class="i0">La primera mujer, y ¡ay! aquel fuego</p> - <p class="i0">La herencia ha sido de sus hijos luego.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Brota en el cielo del amor la fuente,</p> - <p class="i0">Que a fecundar el universo mana,</p> - <p class="i0">Y en la tierra su límpida corriente</p> - <p class="i0">Sus márgenes con flores engalana;</p> - <p class="i0">Mas, ¡ay! huid: el corazón ardiente</p> - <p class="i0">Que el agua clara por beber se afana,</p> - <p class="i0">Lágrimas verterá de duelo eterno,</p> - <p class="i0">Que su raudal lo envenenó el infierno.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Huid, si no queréis que llegue un día</p> - <p class="i0">En que enredado en retorcidos lazos</p> - <p class="i0">El corazón, con bárbara porfía</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_240">p. 240</span>Luchéis por arrancároslo a pedazos:</p> - <p class="i0">En que al cielo en histérica agonía</p> - <p class="i0">Frenéticos alcéis entrambos brazos,</p> - <p class="i0">Para en vuestra impotencia maldecirle,</p> - <p class="i0">Y escupiros, tal vez, al escupirle.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Los años ¡ay! de la ilusión pasaron,</p> - <p class="i0">Las dulces esperanzas que trajeron</p> - <p class="i0">Con sus blancos ensueños se llevaron,</p> - <p class="i0">Y el porvenir de oscuridad vistieron:</p> - <p class="i0">Las rosas del amor se marchitaron,</p> - <p class="i0">Las flores en abrojos convirtieron,</p> - <p class="i0">Y de afán tanto y tan soñada gloria</p> - <p class="i0">Solo quedó una tumba, una memoria.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Pobre Teresa! ¡Al recordarte siento</p> - <p class="i0">Un pesar tan intenso! Embarga impío</p> - <p class="i0">Mi quebrantada voz mi sentimiento,</p> - <p class="i0">Y suspira tu nombre el labio mío:</p> - <p class="i0">Para allí su carrera el pensamiento,</p> - <p class="i0">Hiela mi corazón punzante frío,</p> - <p class="i0">Ante mis ojos la funesta losa,</p> - <p class="i0">Donde vil polvo tu beldad reposa.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Y tú feliz, que hallastes en la muerte</p> - <p class="i0">Sombra a que descansar en tu camino,</p> - <p class="i0">Cuando llegabas, mísera, a perderte</p> - <p class="i0">Y era llorar tu único destino:</p> - <p class="i0">Cuando en tu frente la implacable suerte</p> - <p class="i0">Grababa de los réprobos el sino.</p> - <p class="i0">Feliz, la muerte te arrancó del suelo,</p> - <p class="i0">Y otra vez ángel, te volviste al cielo.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_241">p. 241</span>Roída de recuerdos de amargura,</p> - <p class="i0">Árido el corazón, sin ilusiones,</p> - <p class="i0">La delicada flor de tu hermosura</p> - <p class="i0">Ajaron del dolor los aquilones:</p> - <p class="i0">Sola, y envilecida, y sin ventura,</p> - <p class="i0">Tu corazón secaron las pasiones:</p> - <p class="i0">Tus hijos ¡ay! de ti se avergonzaran,</p> - <p class="i0">Y hasta el nombre de madre te negaran.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Los ojos escaldados de tu llanto,</p> - <p class="i0">Tu rostro cadavérico y hundido;</p> - <p class="i0">Único desahogo en tu quebranto,</p> - <p class="i0">El histérico ¡ay! de tu gemido:</p> - <p class="i0">¿Quién, quién pudiera en infortunio tanto</p> - <p class="i0">Envolver tu desdicha en el olvido,</p> - <p class="i0">Disipar tu dolor y recogerte</p> - <p class="i0">En su seno de paz? ¡Solo la muerte!</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Y tan joven, y ya tan desgraciada!</p> - <p class="i0">Espíritu indomable, alma violenta,</p> - <p class="i0">En ti, mezquina sociedad, lanzada</p> - <p class="i0">A romper tus barreras turbulenta.</p> - <p class="i0">Nave contra las rocas quebrantada,</p> - <p class="i0">Allá vaga, a merced de la tormenta,</p> - <p class="i0">En las olas tal vez náufraga tabla,</p> - <p class="i0">Que solo ya de sus grandezas habla.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Un recuerdo de amor que nunca muere</p> - <p class="i0">Y está en mi corazón; un lastimero</p> - <p class="i0">Tierno quejido que en el alma hiere,</p> - <p class="i0">Eco suave de su amor primero:</p> - <p class="i0">¡Ay! de tu luz, en tanto yo viviere,</p> - <p class="i0">Quedará un rayo en mí, blanco lucero,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_242">p. 242</span>Que iluminaste con tu luz querida</p> - <p class="i0">La dorada mañana de mi vida.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Que yo, como una flor que en la mañana</p> - <p class="i0">Abre su cáliz al naciente día,</p> - <p class="i0">¡Ay! al amor abrí tu alma temprana,</p> - <p class="i0">Y exalté tu inocente fantasía,</p> - <p class="i0">Yo inocente también ¡oh! cuán ufana</p> - <p class="i0">Al porvenir mi mente sonreía,</p> - <p class="i0">Y en alas de mi amor, ¡con cuánto anhelo</p> - <p class="i0">Pensé contigo remontarme al cielo!</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Y alegre, audaz, ansioso, enamorado,</p> - <p class="i0">En tus brazos en lánguido abandono,</p> - <p class="i0">De glorias y deleites rodeado</p> - <p class="i0">Levantar para ti soñé yo un trono:</p> - <p class="i0">Y allí, tú venturosa y yo a tu lado,</p> - <p class="i0">Vencer del mundo el implacable encono,</p> - <p class="i0">Y en un tiempo, sin horas ni medida,</p> - <p class="i0">Ver como un sueño resbalar la vida.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Pobre Teresa! Cuando ya tus ojos</p> - <p class="i0">Áridos ni una lágrima brotaban;</p> - <p class="i0">Cuando ya su color tus labios rojos</p> - <p class="i0">En cárdenos matices se cambiaban;</p> - <p class="i0">Cuando de tu dolor tristes despojos</p> - <p class="i0">La vida y su ilusión te abandonaban,</p> - <p class="i0">Y consumía lenta calentura</p> - <p class="i0">Tu corazón al par de tu amargura;</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Si en tu penosa y última agonía</p> - <p class="i0">Volviste a lo pasado el pensamiento;</p> - <p class="i0">Si comparaste a tu existencia un día</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_243">p. 243</span>Tu triste soledad y tu aislamiento;</p> - <p class="i0">Si arrojó a tu dolor tu fantasía</p> - <p class="i0">Tus hijos ¡ay! en tu postrer momento</p> - <p class="i0">A otra mujer tal vez acariciando,</p> - <p class="i0">Madre tal vez a otra mujer llamando;</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Si el cuadro de tus breves glorias viste</p> - <p class="i0">Pasar como fantástica quimera,</p> - <p class="i0">Y si la voz de tu conciencia oíste</p> - <p class="i0">Dentro de ti gritándote severa;</p> - <p class="i0">Sí, en fin, entonces tú llorar quisiste</p> - <p class="i0">Y no brotó una lágrima siquiera</p> - <p class="i0">Tu seco corazón, y a Dios llamaste,</p> - <p class="i0">Y no te escuchó Dios, y blasfemaste.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Oh! ¡crüel! ¡muy crüel! ¡martirio horrendo!</p> - <p class="i0">¡Espantosa expiación de tu pecado!</p> - <p class="i0">Sobre un lecho de espinas, maldiciendo,</p> - <p class="i0">Morir, ¡el corazón desesperado!</p> - <p class="i0">Tus mismas manos de dolor mordiendo,</p> - <p class="i0">Presente a tu conciencia lo pasado,</p> - <p class="i0">Buscando en vano, con los ojos fijos,</p> - <p class="i0">Y extendiendo tus brazos a tus hijos.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Oh! ¡crüel! ¡muy crüel!... ¡Ay! yo entre tanto</p> - <p class="i0">Dentro del pecho mi dolor oculto,</p> - <p class="i0">Enjugo de mis párpados el llanto</p> - <p class="i0">Y doy al mundo el exigido culto:</p> - <p class="i0">Yo escondo con vergüenza mi quebranto,</p> - <p class="i0">Mi propia pena con mi risa insulto,</p> - <p class="i0">Y me divierto en arrancar del pecho</p> - <p class="i0">Mi mismo corazón pedazos hecho.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_244">p. 244</span>Gocemos, sí; la cristalina esfera</p> - <p class="i0">Gira bañada en luz: ¡bella es la vida!</p> - <p class="i0">¿Quién a parar alcanza la carrera</p> - <p class="i0">Del mundo hermoso que al placer convida?</p> - <p class="i0">Brilla radiante el sol, la primavera</p> - <p class="i0">Los campos pinta en la estación florida:</p> - <p class="i0">Truéquese en risa mi dolor profundo...</p> - <p class="i0">Que haya un cadáver más ¿qué importa al mundo?</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON JOSÉ ZORRILLA</h2> -</div> - -<h3 id="P079">79. Introducción<br /> a los «Cantos del Trovador»</h3> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">¿Qué</span> se hicieron las auras deliciosas</p> - <p class="i0">Que henchidas de perfume se perdían</p> - <p class="i0">Entre los lirios y las frescas rosas</p> - <p class="i0">Que el huerto ameno en derredor ceñían?</p> - <p class="i0">Las brisas del otoño revoltosas</p> - <p class="i0">En rápido tropel las impelían,</p> - <p class="i0">Y ahogaron la estación de los amores</p> - <p class="i0">Entre las hojas de sus yertas flores.</p> - <p class="i2">Hoy al fuego de un tronco nos sentamos</p> - <p class="i0">En torno de la antigua chimenea,</p> - <p class="i0">Y acaso la ancha sombra recordamos</p> - <p class="i0">De aquel tizón que a nuestros pies humea.</p> - <p class="i0">Y hora tras hora tristes esperamos</p> - <p class="i0">Que pase la estación adusta y fea,</p> - <p class="i0">En pereza febril adormecidos</p> - <p class="i0">Y en las propias memorias embebidos.</p> - <p class="i2">En vano a los placeres avarientos</p> - <p class="i0">Nos lanzamos do quier, y orgías sonoras</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_245">p. 245</span>Estremecen los ricos aposentos</p> - <p class="i0">Y fantásticas danzas tentadoras;</p> - <p class="i0">Porque antes y después caminan lentos</p> - <p class="i0">Los turbios días y las lentas horas,</p> - <p class="i0">Sin que alguna ilusión de breve instante</p> - <p class="i0">Del alma el sueño fugitiva encante.</p> - <p class="i2">Pero yo, que he pasado entre ilusiones,</p> - <p class="i0">Sueños de oro y de luz, mi dulce vida,</p> - <p class="i0">No os dejaré dormir en los salones</p> - <p class="i0">Donde al placer la soledad convida;</p> - <p class="i0">Ni esperar, revolviendo los tizones,</p> - <p class="i0">Al yerto amigo o la falaz querida,</p> - <p class="i0">Sin que más esperanza os alimente</p> - <p class="i0">Que ir contando las horas tristemente.</p> - <p class="i2">Los que vivís de alcázares señores,</p> - <p class="i0">Venid, yo halagaré vuestra pereza;</p> - <p class="i0">Niñas hermosas que morís de amores,</p> - <p class="i0">Venid, yo encantaré vuestra belleza;</p> - <p class="i0">Viejos que idolatráis vuestros mayores,</p> - <p class="i0">Venid, yo os contaré vuestra grandeza;</p> - <p class="i0">Venid a oír en dulces armonías</p> - <p class="i0">Las sabrosas historias de otros días.</p> - <p class="i2">Yo soy el Trovador que vaga errante:</p> - <p class="i0">Si son de vuestro parque estos linderos,</p> - <p class="i0">No me dejéis pasar, mandad que cante;</p> - <p class="i0">Que yo sé de los bravos caballeros</p> - <p class="i0">La dama ingrata y la cautiva amante,</p> - <p class="i0">La cita oculta y los combates fieros</p> - <p class="i0">Con que a cabo llevaron sus empresas</p> - <p class="i0">Por hermosas esclavas y princesas.</p> - <p class="i2">Venid a mí, yo canto los amores;</p> - <p class="i0">Yo soy el trovador de los festines;</p> - <p class="i0">Yo ciño el arpa con vistosas flores,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_246">p. 246</span>Guirnalda que recojo en mil jardines;</p> - <p class="i0">Yo tengo el tulipán de cien colores</p> - <p class="i0">Que adoran de Estambul en los confines,</p> - <p class="i0">Y el lirio azul incógnito y campestre</p> - <p class="i0">Que nace y muere en el peñón silvestre.</p> - <p class="i2">¡Ven a mis manos, ven, arpa sonora!</p> - <p class="i0">¡Baja a mi mente, inspiración cristiana,</p> - <p class="i0">Y enciende en mí la llama creadora</p> - <p class="i0">Que del aliento del Querub emana!</p> - <p class="i0">¡Lejos de mí la historia tentadora</p> - <p class="i0">De ajena tierra y religión profana!</p> - <p class="i0">Mi voz, mi corazón, mi fantasía</p> - <p class="i0">La gloria cantan de la patria mía.</p> - <p class="i2">Venid, yo no hollaré con mis cantares</p> - <p class="i0">Del pueblo en que he nacido la creencia,</p> - <p class="i0">Respetaré su ley y sus altares;</p> - <p class="i0">En su desgracia a par que en su opulencia</p> - <p class="i0">Celebraré su fuerza o sus azares,</p> - <p class="i0">Y, fiel ministro de la gaya ciencia,</p> - <p class="i0">Levantaré mi voz consoladora</p> - <p class="i0">Sobre las ruinas en que España llora.</p> - <p class="i2">¡Tierra de amor! ¡tesoro de memorias,</p> - <p class="i0">Grande, opulenta y vencedora un día,</p> - <p class="i0">Sembrada de recuerdos y de historias,</p> - <p class="i0">Y hollada asaz por la fortuna impía!</p> - <p class="i0">Yo cantaré tus olvidadas glorias;</p> - <p class="i0">Que en alas de la ardiente poesía</p> - <p class="i0">No aspiro a más laurel ni a más hazaña</p> - <p class="i0">Que a una sonrisa de mi dulce España.</p> - </div> -</div> - - -<h3 title="80. A buen juez mejor testigo" id="P080"><span -class="pagenum" id="Page_247">p. 247</span>80. A buen juez mejor -testigo</h3> - -<p class="subh3"><i>Tradición de Toledo</i></p> - -<h4 class="asc">I</h4> - -<div class="versos ml30"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Entre</span> pardos nubarrones</p> - <p class="i0">Pasando la blanca luna,</p> - <p class="i0">Con resplandor fugitivo,</p> - <p class="i0">La baja tierra no alumbra.</p> - <p class="i0">La brisa con frescas alas</p> - <p class="i0">Juguetona no murmura,</p> - <p class="i0">Y las veletas no giran</p> - <p class="i0">Entre la cruz y la cúpula.</p> - <p class="i0">Tal vez un pálido rayo</p> - <p class="i0">La opaca atmósfera cruza,</p> - <p class="i0">Y unas en otras las sombras</p> - <p class="i0">Confundidas se dibujan.</p> - <p class="i0">Las almenas de las torres</p> - <p class="i0">Un momento se columbran,</p> - <p class="i0">Como lanzas de soldados</p> - <p class="i0">Apostados en la altura.</p> - <p class="i0">Reverberan los cristales</p> - <p class="i0">La trémula llama turbia,</p> - <p class="i0">Y un instante entre las rocas</p> - <p class="i0">Riela la fuente oculta.</p> - <p class="i0">Los álamos de la vega</p> - <p class="i0">Parecen en la espesura</p> - <p class="i0">De fantasmas apiñados</p> - <p class="i0">Medrosa y gigante turba;</p> - <p class="i0">Y alguna vez desprendida</p> - <p class="i0">Gotea pesada lluvia,</p> - <p class="i0">Que no despierta a quien duerme,</p> - <p class="i0">Ni a quien medita importuna.</p> - <p class="i0">Yace Toledo en el sueño</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_248">p. 248</span>Entre las sombras confusa,</p> - <p class="i0">Y el Tajo a sus pies pasando</p> - <p class="i0">Con pardas ondas lo arrulla.</p> - <p class="i0">El monótono murmullo</p> - <p class="i0">Sonar perdido se escucha,</p> - <p class="i0">Cual si por las hondas calles</p> - <p class="i0">Hirviera del mar la espuma.</p> - <p class="i0">¡Qué dulce es dormir en calma</p> - <p class="i0">Cuando a lo lejos susurran</p> - <p class="i0">Los álamos que se mecen,</p> - <p class="i0">Las aguas que se derrumban!</p> - <p class="i0">Se sueñan bellos fantasmas</p> - <p class="i0">Que el sueño del triste endulzan,</p> - <p class="i0">Y en tanto que sueña el triste,</p> - <p class="i0">No le aqueja su amargura.</p> - <p class="i2">Tan en calma y tan sombría</p> - <p class="i0">Como la noche que enluta</p> - <p class="i0">La esquina en que desemboca</p> - <p class="i0">Una callejuela oculta,</p> - <p class="i0">Se ve de un hombre que aguarda</p> - <p class="i0">La vigilante figura,</p> - <p class="i0">Y tan a la sombra vela</p> - <p class="i0">Que entre las sombras se ofusca.</p> - <p class="i0">Frente por frente a sus ojos</p> - <p class="i0">Un balcón a poca altura</p> - <p class="i0">Deja escapar por los vidrios</p> - <p class="i0">La luz que dentro le alumbra;</p> - <p class="i0">Mas ni en el claro aposento,</p> - <p class="i0">Ni en la callejuela oscura</p> - <p class="i0">El silencio de la noche</p> - <p class="i0">Rumor sospechoso turba.</p> - <p class="i0">Pasó así tan largo tiempo,</p> - <p class="i0">Que pudiera haberse duda</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_249">p. 249</span>De si es hombre, o solamente</p> - <p class="i0">Mentida ilusión nocturna;</p> - <p class="i0">Pero es hombre, y bien se ve,</p> - <p class="i0">Porque con planta segura</p> - <p class="i0">Ganando el centro a la calle</p> - <p class="i0">Resuelto y audaz pregunta:</p> - <p class="i0">—¿Quién va? —y a corta distancia</p> - <p class="i0">El igual compás se escucha</p> - <p class="i0">De un caballo que sacude</p> - <p class="i0">Las sonoras herraduras.</p> - <p class="i0">¿Quién va? repite, y cercana</p> - <p class="i0">Otra voz menos robusta</p> - <p class="i0">Responde: —Un hidalgo ¡calle!—</p> - <p class="i0">Y el paso el bulto apresura.</p> - <p class="i0">—Téngase el hidalgo —el hombre</p> - <p class="i0">Replica, y la espada empuña.</p> - <p class="i0">—Ved más bien si me haréis calle</p> - <p class="i0">(Repitieron con mesura)</p> - <p class="i0">Que hasta hoy a nadie se tuvo</p> - <p class="i0">Iván de Vargas y Acuña.</p> - <p class="i0">—Pase el Acuña y perdone—</p> - <p class="i0">Dijo el mozo en faz de fuga,</p> - <p class="i0">Pues teniéndose el embozo</p> - <p class="i0">Sopla un silbato, y se oculta.</p> - <p class="i0">Paró el jinete a una puerta,</p> - <p class="i0">Y con precaución difusa</p> - <p class="i0">Salió una niña al balcón</p> - <p class="i0">Que llama interior alumbra.</p> - <p class="i0">—¡Mi padre! —clamó en voz baja</p> - <p class="i0">Y el viejo en la cerradura</p> - <p class="i0">Metió la llave pidiendo</p> - <p class="i0">A sus gentes que le acudan.</p> - <p class="i0">Un negro por ambas bridas</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_250">p. 250</span>Tomó la cabalgadura,</p> - <p class="i0">Cerrose detrás la puerta</p> - <p class="i0">Y quedó la calle muda.</p> - <p class="i0">En esto desde el balcón,</p> - <p class="i0">Como quien tal acostumbra,</p> - <p class="i0">Un mancebo por las rejas</p> - <p class="i0">De la calle se asegura.</p> - <p class="i0">Asió el brazo al que apostado</p> - <p class="i0">Hizo cara a Iván de Acuña,</p> - <p class="i0">Y huyeron, en el embozo</p> - <p class="i0">Velando la catadura.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">II</h4> - -<div class="versos ml30"> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Clara, apacible y serena</p> - <p class="i0">Pasa la siguiente tarde,</p> - <p class="i0">Y el sol tocando su ocaso</p> - <p class="i0">Apaga su luz gigante:</p> - <p class="i0">Se ve la imperial Toledo</p> - <p class="i0">Dorada por los remates,</p> - <p class="i0">Como una ciudad de grana</p> - <p class="i0">Coronada de cristales.</p> - <p class="i0">El Tajo por entre rocas</p> - <p class="i0">Sus anchos cimientos lame,</p> - <p class="i0">Dibujando en las arenas</p> - <p class="i0">Las ondas con que las bate.</p> - <p class="i0">Y la ciudad se retrata</p> - <p class="i0">En las ondas desiguales,</p> - <p class="i0">Como en prendas de que el río</p> - <p class="i0">Tan afanoso la bañe.</p> - <p class="i0">A lo lejos en la vega</p> - <p class="i0">Tiende galán por sus márgenes,</p> - <p class="i0">De sus álamos y huertos</p> - <p class="i0">El pintoresco ropaje,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_251">p. 251</span>Y porque su altiva gala</p> - <p class="i0">Más a los ojos halague,</p> - <p class="i0">La salpica con escombros</p> - <p class="i0">De castillos y de alcázares.</p> - <p class="i0">Un recuerdo es cada piedra</p> - <p class="i0">Que toda una historia vale,</p> - <p class="i0">Cada colina un secreto</p> - <p class="i0">De príncipes o galanes.</p> - <p class="i0">Aquí se bañó la hermosa</p> - <p class="i0">Por quien dejó un rey culpable</p> - <p class="i0">Amor, fama, reino y vida</p> - <p class="i0">En manos de musulmanes.</p> - <p class="i0">Allí recibió Galiana</p> - <p class="i0">A su receloso amante</p> - <p class="i0">En esa cuesta que entonces</p> - <p class="i0">Era un plantel de azahares.</p> - <p class="i0">Allá por aquella torre,</p> - <p class="i0">Que hicieron puerta los árabes,</p> - <p class="i0">Subió el Cid sobre Babieca</p> - <p class="i0">Con su gente y su estandarte.</p> - <p class="i0">Más lejos se ve el castillo</p> - <p class="i0">De San Servando, o Cervantes,</p> - <p class="i0">Donde nada se hizo nunca</p> - <p class="i0">Y nada al presente se hace.</p> - <p class="i0">A este lado está la almena</p> - <p class="i0">Por do sacó vigilante</p> - <p class="i0">El conde Don Peranzules</p> - <p class="i0">Al rey, que supo una tarde</p> - <p class="i0">Fingir tan tenaz modorra,</p> - <p class="i0">Que, político y constante,</p> - <p class="i0">Tuvo siempre el brazo quedo</p> - <p class="i0">Las palmas al horadarle.</p> - <p class="i0">Allí está el circo romano,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_252">p. 252</span>Gran cifra de un pueblo grande,</p> - <p class="i0">Y aquí la antigua Basílica</p> - <p class="i0">De bizantinos pilares,</p> - <p class="i0">Que oyó en el primer concilio</p> - <p class="i0">Las palabras de los Padres</p> - <p class="i0">Que velaron por la Iglesia</p> - <p class="i0">Perseguida o vacilante.</p> - <p class="i0">La sombra en este momento</p> - <p class="i0">Tiende sus turbios cendales</p> - <p class="i0">Por todas esas memorias</p> - <p class="i0">De las pasadas edades,</p> - <p class="i0">Y del Cambrón y Visagra</p> - <p class="i0">Los caminos desiguales,</p> - <p class="i0">Camino a los toledanos</p> - <p class="i0">Hacia las murallas abren.</p> - <p class="i0">Los labradores se acercan</p> - <p class="i0">Al fuego de sus hogares,</p> - <p class="i0">Cargados con sus aperos,</p> - <p class="i0">Cansados de sus afanes.</p> - <p class="i0">Los ricos y sedentarios</p> - <p class="i0">Se tornan con paso grave,</p> - <p class="i0">Calado el ancho sombrero,</p> - <p class="i0">Abrochados los gabanes;</p> - <p class="i0">Y los clérigos y monjes</p> - <p class="i0">Y los prelados y abades</p> - <p class="i0">Sacudiendo el leve polvo</p> - <p class="i0">De capelos y sayales.</p> - <p class="i0">Quédase solo un mancebo</p> - <p class="i0">De impetuosos ademanes,</p> - <p class="i0">Que se pasea ocultando</p> - <p class="i0">Entre la capa el semblante.</p> - <p class="i0">Los que pasan le contemplan</p> - <p class="i0">Con decisión de evitarle,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_253">p. 253</span>Y él contempla a los que pasan</p> - <p class="i0">Como si a alguien aguardase.</p> - <p class="i0">Los tímidos aceleran</p> - <p class="i0">Los pasos al divisarle,</p> - <p class="i0">Cual temiendo de seguro</p> - <p class="i0">Que les proponga un combate;</p> - <p class="i0">Y los valientes le miran</p> - <p class="i0">Cual si sintieran dejarle</p> - <p class="i0">Sin que libres sus estoques</p> - <p class="i0">En riña sonora dancen.</p> - <p class="i0">Una mujer también sola</p> - <p class="i0">Se viene el llano adelante,</p> - <p class="i0">La luz del rostro escondida</p> - <p class="i0">En tocas y tafetanes.</p> - <p class="i0">Mas en lo leve del paso,</p> - <p class="i0">Y en lo flexible del talle,</p> - <p class="i0">Puede a través de los velos</p> - <p class="i0">Una hermosa adivinarse.</p> - <p class="i0">Vase derecha al que aguarda,</p> - <p class="i0">Y él al encuentro la sale</p> - <p class="i0">Diciendo... cuanto se dicen</p> - <p class="i0">En las citas los amantes.</p> - <p class="i0">Mas ella, galanterías</p> - <p class="i0">Dejando severa aparte,</p> - <p class="i0">Así al mancebo interrumpe</p> - <p class="i0">En voz decisiva y grave:</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">—Abreviemos de razones,</p> - <p class="i0">Diego Martínez; mi padre,</p> - <p class="i0">Que un hombre ha entrado en su ausencia</p> - <p class="i0">Dentro mi aposento sabe:</p> - <p class="i0">Y así quien mancha mi honra</p> - <p class="i0">Con la suya me la lave;</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_254">p. 254</span>O dadme mano de esposo,</p> - <p class="i0">O libre de vos dejadme.—</p> - <p class="i0">Mirola Diego Martínez</p> - <p class="i0">Atentamente un instante,</p> - <p class="i0">Y echando a un lado el embozo,</p> - <p class="i0">Repuso palabras tales:</p> - <p class="i0">—Dentro de un mes, Inés mía,</p> - <p class="i0">Parto a la guerra de Flandes;</p> - <p class="i0">Al año estaré de vuelta</p> - <p class="i0">Y contigo en los altares.</p> - <p class="i0">Honra que yo te desluzca,</p> - <p class="i0">Con honra mía se lave;</p> - <p class="i0">Que por honra vuelven honra</p> - <p class="i0">Hidalgos que en honra nacen.</p> - <p class="i0">—Júralo —exclamó la niña.</p> - <p class="i0">—Más que mi palabra vale</p> - <p class="i0">No te valdrá un juramento.</p> - <p class="i0">—Diego, la palabra es aire.</p> - <p class="i0">—¡Vive Dios que estás tenaz!</p> - <p class="i0">Dalo por jurado y baste.</p> - <p class="i0">—No me basta; que olvidar</p> - <p class="i0">Puedes la palabra en Flandes.</p> - <p class="i0">—¡Voto a Dios! ¿qué más pretendes?</p> - <p class="i0">—Que a los pies de aquella imagen</p> - <p class="i0">Lo jures como cristiano</p> - <p class="i0">Del santo Cristo delante.—</p> - <p class="i0">Vaciló un punto Martínez,</p> - <p class="i0">Mas porfiando que jurase,</p> - <p class="i0">Llevole Inés hacia el templo</p> - <p class="i0">Que en medio la vega yace.</p> - <p class="i0">Enclavado en un madero,</p> - <p class="i0">En duro y postrero trance,</p> - <p class="i0">Ceñida la sien de espinas,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_255">p. 255</span>Descolorido el semblante,</p> - <p class="i0">Víase allí un crucifijo</p> - <p class="i0">Teñido de negra sangre,</p> - <p class="i0">A quien Toledo devota</p> - <p class="i0">Acude hoy en sus azares.</p> - <p class="i0">Ante sus plantas divinas</p> - <p class="i0">Llegaron ambos amantes,</p> - <p class="i0">Y haciendo Inés que Martínez</p> - <p class="i0">Los sagrados pies tocase,</p> - <p class="i0">Preguntole:</p> - <p class="i10">—Diego, ¿juras</p> - <p class="i0">A tu vuelta desposarme?</p> - <p class="i0">Contestó al mozo:</p> - <p class="i15">—¡Sí juro!</p> - <p class="i0">Y ambos del templo se salen.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">III</h4> - -<div class="versos ml30"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Pasó un día y otro día,</p> - <p class="i0">Un mes y otro mes pasó,</p> - <p class="i0">Y un año pasado había,</p> - <p class="i0">Mas de Flandes no volvía</p> - <p class="i0">Diego, que a Flandes partió.</p> - <p class="i2">Lloraba la bella Inés</p> - <p class="i0">Su vuelta aguardando en vano,</p> - <p class="i0">Oraba un mes y otro mes</p> - <p class="i0">Del crucifijo a los pies</p> - <p class="i0">Do puso el galán su mano.</p> - <p class="i2">Todas las tardes venía</p> - <p class="i0">Después de traspuesto el sol,</p> - <p class="i0">Y a Dios llorando pedía</p> - <p class="i0">La vuelta del español,</p> - <p class="i0">Y el español no volvía.</p> - <p class="i2">Y siempre al anochecer,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_256">p. 256</span>Sin dueña y sin escudero,</p> - <p class="i0">En un manto una mujer</p> - <p class="i0">El campo salía a ver</p> - <p class="i0">Al alto del <i>Miradero</i>.</p> - <p class="i2">¡Ay del triste que consume</p> - <p class="i0">Su existencia en esperar!</p> - <p class="i0">¡Ay del triste que presume</p> - <p class="i0">Que el duelo con que él se abrume</p> - <p class="i0">Al ausente ha de pesar!</p> - <p class="i2">La esperanza es de los cielos</p> - <p class="i0">Precioso y funesto don,</p> - <p class="i0">Pues los amantes desvelos</p> - <p class="i0">Cambian la esperanza en celos,</p> - <p class="i0">Que abrasan el corazón.</p> - <p class="i2">Si es cierto lo que se espera,</p> - <p class="i0">Es un consuelo en verdad;</p> - <p class="i0">Pero siendo una quimera,</p> - <p class="i0">En tan frágil realidad</p> - <p class="i0">Quien espera desespera.</p> - <p class="i2">Así Inés desesperaba</p> - <p class="i0">Sin acabar de esperar,</p> - <p class="i0">Y su tez se marchitaba,</p> - <p class="i0">Y su llanto se secaba</p> - <p class="i0">Para volver a brotar.</p> - <p class="i2">En vano a su confesor</p> - <p class="i0">Pidió remedio o consejo</p> - <p class="i0">Para aliviar su dolor;</p> - <p class="i0">Que mal se cura el amor</p> - <p class="i0">Con las palabras de un viejo.</p> - <p class="i2">En vano a Iván acudía,</p> - <p class="i0">Llorosa y desconsolada;</p> - <p class="i0">El padre no respondía;</p> - <p class="i0">Que la lengua le tenía</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_257">p. 257</span>Su propia deshonra atada.</p> - <p class="i2">Y ambos maldicen su estrella,</p> - <p class="i0">Callando el padre severo</p> - <p class="i0">Y suspirando la bella,</p> - <p class="i0">Porque nació mujer ella,</p> - <p class="i0">Y el viejo nació altanero.</p> - <p class="i2">Dos años al fin pasaron</p> - <p class="i0">En esperar y gemir,</p> - <p class="i0">Y las guerras acabaron,</p> - <p class="i0">Y los de Flandes tornaron</p> - <p class="i0">A sus tierras a vivir.</p> - <p class="i2">Pasó un día y otro día,</p> - <p class="i0">Un mes y otro mes pasó,</p> - <p class="i0">Y el tercer año corría;</p> - <p class="i0">Diego a Flandes se partió,</p> - <p class="i0">Mas de Flandes no volvía.</p> - <p class="i2">Era una tarde serena,</p> - <p class="i0">Doraba el sol de occidente</p> - <p class="i0">Del Tajo la vega amena,</p> - <p class="i0">Y apoyada en una almena</p> - <p class="i0">Miraba Inés la corriente.</p> - <p class="i2">Iban las tranquilas olas</p> - <p class="i0">Las riberas azotando</p> - <p class="i0">Bajo las murallas solas,</p> - <p class="i0">Musgo, espigas y amapolas</p> - <p class="i0">Ligeramente doblando.</p> - <p class="i2">Algún olmo que escondido</p> - <p class="i0">Creció entre la yerba blanda,</p> - <p class="i0">Sobre las aguas tendido</p> - <p class="i0">Se reflejaba perdido</p> - <p class="i0">En su cristalina banda.</p> - <p class="i2">Y algún ruiseñor colgado</p> - <p class="i0">Entre su fresca espesura</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_258">p. 258</span>Daba al aire embalsamado</p> - <p class="i0">Su cántico regalado</p> - <p class="i0">Desde la enramada oscura.</p> - <p class="i2">Y algún pez con cien colores,</p> - <p class="i0">Tornasolada la escama,</p> - <p class="i0">Saltaba a besar las flores,</p> - <p class="i0">Que exhalan gratos olores</p> - <p class="i0">A las puntas de una rama.</p> - <p class="i2">Y allá en el trémulo fondo</p> - <p class="i0">El torreón se dibuja</p> - <p class="i0">Como el contorno redondo</p> - <p class="i0">Del hueco sombrío y hondo</p> - <p class="i0">Que habita nocturna bruja.</p> - <p class="i2">Así la niña lloraba</p> - <p class="i0">El rigor de su fortuna,</p> - <p class="i0">Y así la tarde pasaba</p> - <p class="i0">Y al horizonte trepaba</p> - <p class="i0">La consoladora luna.</p> - <p class="i2">A lo lejos por el llano</p> - <p class="i0">En confuso remolino</p> - <p class="i0">Vio de hombres tropel lejano</p> - <p class="i0">Que en pardo polvo liviano</p> - <p class="i0">Dejan envuelto el camino.</p> - <p class="i2">Bajó Inés del torreón,</p> - <p class="i0">Y llegando recelosa</p> - <p class="i0">A las puertas del Cambrón,</p> - <p class="i0">Sintió latir zozobrosa</p> - <p class="i0">Más inquieto el corazón.</p> - <p class="i2">Tan galán como altanero</p> - <p class="i0">Dejó ver la escasa luz</p> - <p class="i0">Por bajo el arco primero</p> - <p class="i0">Un hidalgo caballero</p> - <p class="i0">En un caballo andaluz.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_259">p. 259</span>Jubón negro acuchillado,</p> - <p class="i0">Banda azul, lazo en la hombrera,</p> - <p class="i0">Y sin pluma al diestro lado</p> - <p class="i0">El sombrero derribado</p> - <p class="i0">Tocando con la gorguera.</p> - <p class="i2">Bombacho gris guarnecido,</p> - <p class="i0">Bota de ante, espuela de oro,</p> - <p class="i0">Hierro al cinto suspendido,</p> - <p class="i0">Y a una cadena prendido</p> - <p class="i0">Agudo cuchillo moro.</p> - <p class="i2">Vienen tras este jinete</p> - <p class="i0">Sobre potros jerezanos</p> - <p class="i0">De lanceros hasta siete,</p> - <p class="i0">Y en adarga y coselete</p> - <p class="i0">Diez peones castellanos.</p> - <p class="i2">Asiose a su estribo Inés</p> - <p class="i0">Gritando: —¡Diego, eres tú!—</p> - <p class="i0">Y él viéndola de través</p> - <p class="i0">Dijo: —¡Voto a Belcebú,</p> - <p class="i0">Que no me acuerdo quién es!—</p> - <p class="i2">Dio la triste un alarido</p> - <p class="i0">Tal respuesta al escuchar,</p> - <p class="i0">Y a poco perdió el sentido,</p> - <p class="i0">Sin que más voz ni gemido</p> - <p class="i0">Volviera en tierra a exhalar.</p> - <p class="i2">Frunciendo ambas a dos cejas</p> - <p class="i0">Encomendola a su gente,</p> - <p class="i0">Diciendo: —¡Malditas viejas</p> - <p class="i0">Que a las mozas malamente</p> - <p class="i0">Enloquecen con consejas!—</p> - <p class="i2">Y aplicando el capitán</p> - <p class="i0">A su potro las espuelas</p> - <p class="i0">El rostro a Toledo dan,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_260">p. 260</span>Y a trote cruzando van</p> - <p class="i0">Las oscuras callejuelas.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">IV</h4> - -<div class="versos ml30"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Así por sus altos fines</p> - <p class="i0">Dispone y permite el cielo</p> - <p class="i0">Que puedan mudar al hombre</p> - <p class="i0">Fortuna, poder y tiempo.</p> - <p class="i0">A Flandes partió Martínez</p> - <p class="i0">De soldado aventurero,</p> - <p class="i0">Y por su suerte y hazañas</p> - <p class="i0">Allí capitán le hicieron.</p> - <p class="i0">Según alzaba en honores</p> - <p class="i0">Alzábase en pensamientos,</p> - <p class="i0">Y tanto ayudó en la guerra</p> - <p class="i0">Con su valor y altos hechos,</p> - <p class="i0">Que el mismo rey a su vuelta</p> - <p class="i0">Le armó en Madrid caballero,</p> - <p class="i0">Tomándole a su servicio</p> - <p class="i0">Por capitán de Lanceros.</p> - <p class="i0">Y otro no fue que Martínez</p> - <p class="i0">Quien ha poco entró en Toledo,</p> - <p class="i0">Tan orgulloso y ufano</p> - <p class="i0">Cual salió humilde y pequeño.</p> - <p class="i0">Ni es otro a quien se dirige,</p> - <p class="i0">Cobrado el conocimiento,</p> - <p class="i0">La amorosa Inés de Vargas,</p> - <p class="i0">Que vive por él muriendo.</p> - <p class="i0">Mas él, que olvidando todo</p> - <p class="i0">Olvidó su nombre mesmo,</p> - <p class="i0">Puesto que Diego Martínez</p> - <p class="i0">Es el capitán Don Diego,</p> - <p class="i0">Ni se ablanda a sus caricias,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_261">p. 261</span>Ni cura de sus lamentos;</p> - <p class="i0">Diciendo que son locuras</p> - <p class="i0">De gentes de poco seso;</p> - <p class="i0">Que ni él prometió casarse</p> - <p class="i0">Ni pensó jamás en ello.</p> - <p class="i0">¡Tanto mudan a los hombres</p> - <p class="i0">Fortuna, poder y tiempo!</p> - <p class="i0">En vano porfiaba Inés</p> - <p class="i0">Con amenazas y ruegos;</p> - <p class="i0">Cuanto más ella importuna</p> - <p class="i0">Está Martínez severo.</p> - <p class="i0">Abrazada a sus rodillas</p> - <p class="i0">Enmarañado el cabello,</p> - <p class="i0">La hermosa niña lloraba</p> - <p class="i0">Prosternada por el suelo.</p> - <p class="i0">Mas todo empeño es inútil,</p> - <p class="i0">Porque el capitán Don Diego</p> - <p class="i0">No ha de ser Diego Martínez</p> - <p class="i0">Como lo era en otro tiempo.</p> - <p class="i0">Y así llamando a su gente,</p> - <p class="i0">De amor y piedad ajeno,</p> - <p class="i0">Mandoles que a Inés llevaran</p> - <p class="i0">De grado o de valimiento.</p> - <p class="i0">Mas ella antes que la asieran,</p> - <p class="i0">Cesando un punto en su duelo,</p> - <p class="i0">Así habló, el rostro lloroso</p> - <p class="i0">Hacia Martínez volviendo:</p> - <p class="i0">—Contigo se fue mi honra,</p> - <p class="i0">Conmigo tu juramento;</p> - <p class="i0">Pues buenas prendas son ambas,</p> - <p class="i0">En buen fiel las pesaremos.—</p> - <p class="i0">Y la faz descolorida</p> - <p class="i0">En la mantilla envolviendo</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_262">p. 262</span>A pasos desatentados</p> - <p class="i0">Saliose del aposento.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">V</h4> - -<div class="versos ml30"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Era entonces de Toledo</p> - <p class="i0">Por el rey gobernador</p> - <p class="i0">El justiciero y valiente</p> - <p class="i0">Don Pedro Ruiz de Alarcón.</p> - <p class="i0">Muchos años por su patria</p> - <p class="i0">El buen viejo peleó;</p> - <p class="i0">Cercenado tiene un brazo,</p> - <p class="i0">Mas entero el corazón.</p> - <p class="i0">La mesa tiene delante,</p> - <p class="i0">Los jueces en derredor,</p> - <p class="i0">Los corchetes a la puerta</p> - <p class="i0">Y en la derecha el bastón.</p> - <p class="i0">Está, como presidente</p> - <p class="i0">Del tribunal superior,</p> - <p class="i0">Entre un dosel y una alfombra</p> - <p class="i0">Reclinado en un sillón</p> - <p class="i0">Escuchando con paciencia</p> - <p class="i0">La casi asmática voz</p> - <p class="i0">Con que un tétrico escribano</p> - <p class="i0">Solfea una apelación.</p> - <p class="i0">Los asistentes bostezan</p> - <p class="i0">Al murmullo arrullador,</p> - <p class="i0">Los jueces medio dormidos</p> - <p class="i0">Hacen pliegues al ropón,</p> - <p class="i0">Los escribanos repasan</p> - <p class="i0">Sus pergaminos al sol,</p> - <p class="i0">Los corchetes a una moza</p> - <p class="i0">Guiñan en un corredor,</p> - <p class="i0">Y abajo en Zocodover</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_263">p. 263</span>Gritan en discorde son</p> - <p class="i0">Los que en el mercado venden</p> - <p class="i0">Lo vendido y el valor.</p> - <p class="i2">Una mujer en tal punto,</p> - <p class="i0">En faz de grande aflicción,</p> - <p class="i0">Rojos de llorar los ojos,</p> - <p class="i0">Ronca de gemir la voz,</p> - <p class="i0">Suelto el cabello y el manto,</p> - <p class="i0">Tomó plaza en el salón</p> - <p class="i0">Diciendo a gritos: —¡Justicia,</p> - <p class="i0">Jueces, justicia, señor!—</p> - <p class="i0">Y a los pies se arroja humilde</p> - <p class="i0">De Don Pedro de Alarcón,</p> - <p class="i0">En tanto que los curiosos</p> - <p class="i0">Se agitan al rededor.</p> - <p class="i0">Alzola cortés Don Pedro</p> - <p class="i0">Calmando la confusión</p> - <p class="i0">Y el tumultuoso murmullo</p> - <p class="i0">Que esta escena ocasionó,</p> - <p class="i0">Diciendo:</p> - <p class="i9">—Mujer, ¿qué quieres?</p> - <p class="i0">—Quiero justicia, señor.</p> - <p class="i0">—¿De qué?</p> - <p class="i10">—De una prenda hurtada.</p> - <p class="i0">—¿Qué prenda?</p> - <p class="i14">—Mi corazón.</p> - <p class="i0">—¿Tú le diste?</p> - <p class="i13">—Le presté.</p> - <p class="i0">—¿Y no te le han vuelto?</p> - <p class="i21">—No.</p> - <p class="i0">—¿Tienes testigos?</p> - <p class="i17">—Ninguno.</p> - <p class="i0">—¿Y promesa?</p> - <p class="i14"><span class="pagenum" id="Page_264">p. 264</span>—¡Sí, por Dios!</p> - <p class="i0">Que al partirse de Toledo</p> - <p class="i0">Un juramento empeñó.</p> - <p class="i0">—¿Quién es él?</p> - <p class="i14">—Diego Martínez.</p> - <p class="i0">—¿Noble?</p> - <p class="i9">—Y capitán, señor.</p> - <p class="i0">—Presentadme al capitán,</p> - <p class="i0">Que cumplirá si juró.—</p> - <p class="i0">Quedó en silencio la sala,</p> - <p class="i0">Y a poco en el corredor</p> - <p class="i0">Se oyó de botas y espuelas</p> - <p class="i0">El acompasado son.</p> - <p class="i0">Un portero, levantando</p> - <p class="i0">El tapiz, en alta voz</p> - <p class="i0">Dijo: —El capitán Don Diego.—</p> - <p class="i0">Y entró luego en el salón</p> - <p class="i0">Diego Martínez, los ojos</p> - <p class="i0">Llenos de orgullo y furor.</p> - <p class="i0">—¿Sois el capitán Don Diego,</p> - <p class="i0">Díjole Don Pedro, vos?—</p> - <p class="i0">Contestó altivo y sereno</p> - <p class="i0">Diego Martínez:</p> - <p class="i14">—Yo soy.</p> - <p class="i0">—¿Conocéis a esta muchacha?</p> - <p class="i0">—Ha tres años, salvo error.</p> - <p class="i0">—¿Hicísteisla juramento</p> - <p class="i0">De ser su marido?</p> - <p class="i15">—No.</p> - <p class="i0">—¿Juráis no haberlo jurado?</p> - <p class="i0">—Sí juro.</p> - <p class="i9">—Pues id con Dios.</p> - <p class="i0">—¡Miente! —clamó Inés llorando</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_265">p. 265</span>De despecho y de rubor.</p> - <p class="i0">—Mujer, ¡piensa lo que dices!...</p> - <p class="i0">—Digo que miente, juró.</p> - <p class="i0">—¿Tienes testigos?</p> - <p class="i20">—Ninguno.</p> - <p class="i0">—Capitán, idos con Dios,</p> - <p class="i0">Y dispensad que acusado</p> - <p class="i0">Dudara de vuestro honor.—</p> - <p class="i2">Tornó Martínez la espalda</p> - <p class="i0">Con brusca satisfacción,</p> - <p class="i0">E Inés, que le vio partirse,</p> - <p class="i0">Resuelta y firme gritó:</p> - <p class="i0">—Llamadle, tengo un testigo.</p> - <p class="i0">Llamadle otra vez, señor.—</p> - <p class="i0">Volvió el capitán Don Diego,</p> - <p class="i0">Sentose Ruiz de Alarcón,</p> - <p class="i0">La multitud aquietose</p> - <p class="i0">Y la de Vargas siguió:</p> - <p class="i0">—Tengo un testigo a quien nunca</p> - <p class="i0">Faltó verdad ni razón.</p> - <p class="i0">—¿Quién?</p> - <p class="i9">—Un hombre que de lejos</p> - <p class="i0">Nuestras palabras oyó,</p> - <p class="i0">Mirándonos desde arriba.</p> - <p class="i0">—¿Estaba en algún balcón?</p> - <p class="i0">—No, que estaba en un suplicio</p> - <p class="i0">Donde ha tiempo que expiró.</p> - <p class="i0">—¿Luego es muerto?</p> - <p class="i20">—No, que vive.</p> - <p class="i0">—Estáis loca, ¡vive Dios!</p> - <p class="i0">¿Quién fue?</p> - <p class="i11">—El <span class="smcap">Cristo</span> de la Vega,</p> - <p class="i0">A cuya faz perjuró.—</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_266">p. 266</span>Pusiéronse en pie los jueces</p> - <p class="i0">Al nombre del Redentor,</p> - <p class="i0">Escuchando con asombro</p> - <p class="i0">Tan excelsa apelación.</p> - <p class="i0">Reinó un profundo silencio</p> - <p class="i0">De sorpresa y de pavor,</p> - <p class="i0">Y Diego bajó los ojos</p> - <p class="i0">De vergüenza y confusión.</p> - <p class="i0">Un instante con los jueces</p> - <p class="i0">Don Pedro en secreto habló,</p> - <p class="i0">Y levantose diciendo</p> - <p class="i0">Con respetuosa voz:</p> - <p class="i2">—La ley es ley para todos,</p> - <p class="i0">Tu testigo es el mejor,</p> - <p class="i0">Mas para tales testigos</p> - <p class="i0">No hay más tribunal que Dios.</p> - <p class="i0">Haremos... lo que sepamos;</p> - <p class="i0">Escribano, al caer el sol</p> - <p class="i0">Al <span class="smcap">Cristo</span> que está en la Vega</p> - <p class="i0">Tomaréis declaración.—</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">VI</h4> - -<div class="versos ml30"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Es una tarde serena,</p> - <p class="i0">Cuya luz tornasolada</p> - <p class="i0">Del purpurino horizonte</p> - <p class="i0">Blandamente se derrama.</p> - <p class="i0">Plácido aroma las flores</p> - <p class="i0">Sus hojas plegando exhalan,</p> - <p class="i0">Y el céfiro entre perfumes</p> - <p class="i0">Mece las trémulas alas.</p> - <p class="i0">Brillan abajo en el valle</p> - <p class="i0">Con suave rumor las aguas,</p> - <p class="i0">Y las aves en la orilla</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_267">p. 267</span>Despidiendo al día cantan.</p> - <p class="i2">Allá por el <i>Miradero</i></p> - <p class="i0">Por el Cambrón y Visagra</p> - <p class="i0">Confuso tropel de gente</p> - <p class="i0">Del Tajo a la vega baja.</p> - <p class="i0">Vienen delante Don Pedro</p> - <p class="i0">De Alarcón, Iván de Vargas,</p> - <p class="i0">Su hija Inés, los escribanos,</p> - <p class="i0">Los corchetes y los guardias;</p> - <p class="i0">Y detrás monjes, hidalgos,</p> - <p class="i0">Mozas, chicos y canalla.</p> - <p class="i0">Otra turba de curiosos</p> - <p class="i0">En la vega les aguarda,</p> - <p class="i0">Cada cual comentariando</p> - <p class="i0">El caso según le cuadra.</p> - <p class="i0">Entre ellos está Martínez</p> - <p class="i0">En apostura bizarra,</p> - <p class="i0">Calzadas espuelas de oro,</p> - <p class="i0">Valona de encaje blanca,</p> - <p class="i0">Bigote a la borgoñesa,</p> - <p class="i0">Melena desmelenada,</p> - <p class="i0">El sombrero guarnecido</p> - <p class="i0">Con cuatro lazos de plata,</p> - <p class="i0">Un pie delante del otro,</p> - <p class="i0">Y el puño en el de la espada.</p> - <p class="i0">Los plebeyos de reojo</p> - <p class="i0">Le miran de entre las capas,</p> - <p class="i0">Los chicos al uniforme</p> - <p class="i0">Y las mozas a la cara.</p> - <p class="i0">Llegado el gobernador</p> - <p class="i0">Y gente que le acompaña,</p> - <p class="i0">Entraron todos al claustro</p> - <p class="i0">Que iglesia y patio separa.</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_268">p. 268</span>Encendieron ante el <span class="smcap">Cristo</span></p> - <p class="i0">Cuatro cirios y una lámpara,</p> - <p class="i0">Y de hinojos un momento</p> - <p class="i0">Le rezaron en voz baja.</p> - <p class="i2">Está el <span class="smcap">Cristo</span> de la Vega</p> - <p class="i0">La cruz en tierra posada,</p> - <p class="i0">Los pies alzados del suelo</p> - <p class="i0">Poco menos de una vara;</p> - <p class="i0">Hacia la severa imagen</p> - <p class="i0">Un notario se adelanta,</p> - <p class="i0">De modo que con el rostro</p> - <p class="i0">Al pecho santo llegaba.</p> - <p class="i0">A un lado tiene a Martínez,</p> - <p class="i0">A otro lado a Inés de Vargas,</p> - <p class="i0">Detrás al gobernador</p> - <p class="i0">Con sus jueces y sus guardias.</p> - <p class="i0">Después de leer dos veces</p> - <p class="i0">La acusación entablada,</p> - <p class="i0">El notario a Jesucristo</p> - <p class="i0">Así demandó en voz alta:</p> - <p class="i0"><i>—Jesús, Hijo de María,</i></p> - <p class="i0"><i>Ante nos esta mañana</i></p> - <p class="i0"><i>Citado como testigo</i></p> - <p class="i0"><i>Por boca de Inés de Vargas,</i></p> - <p class="i0"><i>¿Juráis ser cierto que un día</i></p> - <p class="i0"><i>A vuestras divinas plantas</i></p> - <p class="i0"><i>Juró a Inés Diego Martínez</i></p> - <p class="i0"><i>Por su mujer desposarla?—</i></p> - <p class="i2">Asida a un <i>brazo</i> desnudo</p> - <p class="i0">Una <i>mano</i> atarazada</p> - <p class="i0">Vino a posar en los autos</p> - <p class="i0">La seca y hendida palma,</p> - <p class="i0">Y allá en los aires «¡Sí, <span class="asc">JURO</span>!»</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_269">p. 269</span>Clamó una voz más que humana.</p> - <p class="i0">Alzó la turba medrosa</p> - <p class="i0">La vista a la imagen santa...</p> - <p class="i0">Los labios tenía abiertos,</p> - <p class="i0">Y una mano desclavada.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">CONCLUSIÓN</h4> - -<div class="versos ml30"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Las vanidades del mundo</p> - <p class="i0">Renunció allí mismo Inés,</p> - <p class="i0">Y espantado de sí propio</p> - <p class="i0">Diego Martínez también.</p> - <p class="i0">Los escribanos temblando</p> - <p class="i0">Dieron de esta escena fe,</p> - <p class="i0">Firmando como testigos</p> - <p class="i0">Cuantos hubieron poder.</p> - <p class="i0">Fundose un aniversario</p> - <p class="i0">Y una capilla con él,</p> - <p class="i0">Y Don Pedro de Alarcón</p> - <p class="i0">El altar ordenó hacer,</p> - <p class="i0">Donde hasta el tiempo que corre,</p> - <p class="i0">Y en cada año una vez,</p> - <p class="i0">Con la mano desclavada</p> - <p class="i0">El crucifijo se ve.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON NICOMEDES PASTOR DÍAZ</h2> -</div> - -<h3 id="P081">81. A la luna</h3> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Desde</span> el primer latido de mi pecho,</p> - <p class="i0">Condenado al amor y a la tristeza,</p> - <p class="i0">Ni un eco a mi gemir, ni a la belleza</p> - <p class="i8">Un suspiro alcancé:</p><span class="pagenum" id="Page_270">p. 270</span> - <p class="i2">Halló por fin mi fúnebre despecho</p> - <p class="i0">Inmenso objeto a mi ilusión amante;</p> - <p class="i0">Y de la luna el célico semblante,</p> - <p class="i8">Y el triste mar amé.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">El mar quedose allá por su ribera;</p> - <p class="i0">Sus olas no treparon las montañas;</p> - <p class="i0">Nunca llega a estas márgenes extrañas</p> - <p class="i8">Su solemne mugir.</p> - <p class="i2">Tú empero que mi amor sigues do quiera,</p> - <p class="i0">Cándida luna, en tu amoroso vuelo,</p> - <p class="i0">Tú eres la misma que miré en el cielo</p> - <p class="i8">De mi patria lucir.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Tú sola mi beldad, sola mi amante,</p> - <p class="i0">Única antorcha que mis pasos guía,</p> - <p class="i0">Tú sola enciendes en el alma fría</p> - <p class="i8">Una sombra de amor.</p> - <p class="i2">Solo el blando lucir de tu semblante</p> - <p class="i0">Mis ya cansados párpados resisten;</p> - <p class="i0">Solo tus formas inconstantes visten</p> - <p class="i8">Bello, grato color.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Ora cubra cargada, rubicunda</p> - <p class="i0">Nube de fuego tu ardorosa frente;</p> - <p class="i0">Ora cándida, pura, refulgente,</p> - <p class="i8">Deslumbre tu mirar.</p> - <p class="i2">Ora sumida en soledad profunda</p> - <p class="i0">Te mire el cielo desmayada y yerta,</p> - <p class="i0">Como el semblante de una virgen muerta</p> - <p class="i8">¡Ah!... que yo vi expirar.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">La he visto ¡ay, Dios!... Al sueño en que reposa</p> - <p class="i0">Yo le cerré los anublados ojos;</p><span class="pagenum" id="Page_271">p. 271</span> - <p class="i0">Yo tendí sus angélicos despojos</p> - <p class="i8">Sobre el negro ataúd.</p> - <p class="i2">Yo solo oré sobre la yerta losa</p> - <p class="i0">Donde no corre ya lágrima alguna...</p> - <p class="i0">¡Báñala al menos tú, pálida luna...</p> - <p class="i8">Báñala con tu luz!</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Tú lo harás... que a los tristes acompañas,</p> - <p class="i0">Y al pensador y al infeliz visitas;</p> - <p class="i0">Con la inocencia o con la muerte habitas:</p> - <p class="i8">El mundo huye de ti.</p> - <p class="i2">Antorcha de alegría en las cabañas,</p> - <p class="i0">Lámpara solitaria en las ruïnas,</p> - <p class="i0">El salón del magnate no iluminas,</p> - <p class="i8">Pero su tumba... sí.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Cargado a veces de aplomadas nubes</p> - <p class="i0">Amaga el cielo con tormenta oscura;</p> - <p class="i0">Mas ríe al horizonte tu hermosura,</p> - <p class="i8">Y huyó la tempestad.</p> - <p class="i2">Y allá del trono do esplendente subes</p> - <p class="i0">Riges el curso al férvido Oceáno,</p> - <p class="i0">Cual pecho amante, que al mirar lejano</p> - <p class="i8">Hierve, de su beldad.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Mas ¡ay! que en vano en tu esplendor encantas:</p> - <p class="i0">Ese hechizo falaz no es de alegría;</p> - <p class="i0">Y huyen tu luz y triste compañía</p> - <p class="i8">Los astros con temor.</p> - <p class="i2">Sola por el vacío te adelantas,</p> - <p class="i0">Y en vano en derredor tus rayos tiendes;</p> - <p class="i0">Que solo al mundo en tu dolor desciendes,</p> - <p class="i8">Cual sube a ti mi amor.</p><span class="pagenum" id="Page_272">p. 272</span> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Y en esta tierra, de aflicción guarida,</p> - <p class="i0">¿Quién goza en tu fulgor blandos placeres?</p> - <p class="i0">Del nocturno reposo de los seres</p> - <p class="i8">No turbas la quietud.</p> - <p class="i2">No cantarán las aves tu venida;</p> - <p class="i0">Ni abren su cáliz las dormidas flores:</p> - <p class="i0">¡Solo un ser... de desvelos y dolores,</p> - <p class="i8">Ama tu yerta luz!...</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Sí, tú mi amor, mi admiración, mi encanto!</p> - <p class="i0">La noche anhelo por vivir contigo,</p> - <p class="i0">Y hacia el ocaso lentamente sigo</p> - <p class="i8">Tu curso al fin veloz.</p> - <p class="i2">Páraste a veces a escuchar mi llanto,</p> - <p class="i0">Y desciende en tus rayos amoroso</p> - <p class="i0">Un espíritu vago, misterioso,</p> - <p class="i8">Que responde a mi voz...</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Ay! calló ya... Mi celestial querida</p> - <p class="i0">Sufrió también mi inexorable suerte...</p> - <p class="i0">Era un sueño de amor... Desvanecerte</p> - <p class="i8">Pudo una realidad.</p> - <p class="i2">Es cieno ya la esqueletada vida;</p> - <p class="i0">No hay ilusión, ni encantos, ni hermosura;</p> - <p class="i0">La muerte reina ya sobre natura,</p> - <p class="i8">Y la llaman... ¡<span class="smcap">Verdad</span>!</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Qué feliz, qué encantado, si ignorante,</p> - <p class="i0">El hombre de otros tiempos viviría,</p> - <p class="i0">Cuando en el mundo, de los dioses vía</p> - <p class="i8">Do quiera la mansión!</p> - <p class="i2">Cada eco fuera un suspirar amante,</p> - <p class="i0">Una inmortal belleza cada fuente;</p><span class="pagenum" id="Page_273">p. 273</span> - <p class="i0">Cada pastor ¡oh luna! en sueño ardiente</p> - <p class="i8">Ser pudo un Endimión.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Ora trocada en un planeta oscuro,</p> - <p class="i0">Girando en los abismos del vacío,</p> - <p class="i0">Do fuerza oculta y ciega, en su extravío,</p> - <p class="i8">Cual piedra te arrojó,</p> - <p class="i2">Es luz de ajena luz tu brillo puro;</p> - <p class="i0">Es ilusión tu mágica influencia,</p> - <p class="i0">Y mi celeste amor... ciega demencia,</p> - <p class="i8">¡Ay!... que se disipó.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Astro de paz, belleza de consuelo,</p> - <p class="i0">Antorcha celestial de los amores,</p> - <p class="i0">Lámpara sepulcral de los dolores,</p> - <p class="i8">Tierna y casta deidad,</p> - <p class="i2">¿Qué eres, de hoy más, sobre ese helado cielo?</p> - <p class="i0">Un peñasco que rueda en el olvido,</p> - <p class="i0">O el cadáver de un sol que, endurecido,</p> - <p class="i8">¡Yace en la eternidad!</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON ENRIQUE GIL</h2> -</div> - -<h3 id="P082">82. La violeta</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Flor</span> deliciosa en la memoria mía,</p> - <p class="i0">Ven mi triste laúd a coronar,</p> - <p class="i0">Y volverán las trovas de alegría</p> - <p class="i0">En sus ecos tal vez a resonar.</p> - <p class="i2">Mezcla tu aroma a sus cansadas cuerdas;</p> - <p class="i0">Yo sobre ti no inclinaré mi sien,</p> - <p class="i0">De miedo, pura flor, que entonces pierdas</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_274">p. 274</span>Tu tesoro de olores y tu bien.</p> - <p class="i2">Yo, sin embargo, coroné mi frente</p> - <p class="i0">Con tu gala en las tardes del Abril,</p> - <p class="i0">Yo te buscaba orillas de la fuente,</p> - <p class="i0">Yo te adoraba tímida y gentil.</p> - <p class="i2">Porque eras melancólica y perdida,</p> - <p class="i0">Y era perdido y lúgubre mi amor,</p> - <p class="i0">Y en ti miré el emblema de mi vida</p> - <p class="i0">Y mi destino, solitaria flor.</p> - <p class="i2">Tú allí crecías olorosa y pura</p> - <p class="i0">Con tus moradas hojas de pesar;</p> - <p class="i0">Pasaba entre la yerba tu frescura</p> - <p class="i0">De la fuente al confuso murmurar.</p> - <p class="i2">Y pasaba mi amor desconocido,</p> - <p class="i0">De un arpa oscura al apagado son,</p> - <p class="i0">Con frívolos cantares confundido</p> - <p class="i0">El himno de mi amante corazón.</p> - <p class="i2">Yo busqué la hermandad de la desdicha</p> - <p class="i0">En tu cáliz de aroma y soledad,</p> - <p class="i0">Y a tu ventura asemejé mi dicha,</p> - <p class="i0">Y a tu prisión mi antigua libertad.</p> - <p class="i2">¡Cuántas meditaciones han pasado</p> - <p class="i0">Por mi frente mirando tu arrebol!</p> - <p class="i0">¡Cuántas veces mis ojos te han dejado</p> - <p class="i0">Para volverse al moribundo sol!</p> - <p class="i2">¡Qué de consuelos a mi pena diste</p> - <p class="i0">Con tu calma y tu dulce lobreguez,</p> - <p class="i0">Cuando la mente imaginaba triste</p> - <p class="i0">El negro porvenir de la vejez!</p> - <p class="i2">Yo me decía: «Buscaré en las flores</p> - <p class="i0">Seres que escuchen mi infeliz cantar,</p> - <p class="i0">Que mitiguen con bálsamo de olores</p> - <p class="i0">Las ocultas heridas del pesar.»</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_275">p. 275</span>Y me apartaba, al alumbrar la luna,</p> - <p class="i0">De ti, bañada en moribunda luz,</p> - <p class="i0">Adormecida en tu vistosa cuna,</p> - <p class="i0">Velada en tu aromático capuz.</p> - <p class="i2">Y una esperanza el corazón llevaba</p> - <p class="i0">Pensando en tu sereno amanecer,</p> - <p class="i0">Y otra vez en tu cáliz divisaba</p> - <p class="i0">Perdidas ilusiones de placer.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Heme hoy aquí: ¡cuán otros mis cantares!</p> - <p class="i0">¡Cuán otro mi pensar, mi porvenir!</p> - <p class="i0">Ya no hay flores que escuchen mis pesares,</p> - <p class="i0">Ni soledad donde poder gemir.</p> - <p class="i2">Lo secó todo el soplo de mi aliento,</p> - <p class="i0">Y naufragué con mi doliente amor:</p> - <p class="i0">Lejos ya de la paz y del contento,</p> - <p class="i0">Mírame aquí en el valle del dolor.</p> - <p class="i2">Era dulce mi pena y mi tristeza;</p> - <p class="i0">Tal vez moraba una ilusión detrás:</p> - <p class="i0">Mas la ilusión voló con su pureza,</p> - <p class="i0">Mis ojos ¡ay! no la verán jamás.</p> - <p class="i2">Hoy vuelvo a ti, cual pobre viajero</p> - <p class="i0">Vuelve al hogar que niño le acogió;</p> - <p class="i0">Pero mis glorias recobrar no espero,</p> - <p class="i0">Solo a buscar la huesa vengo yo.</p> - <p class="i2">Vengo a buscar mi huesa solitaria</p> - <p class="i0">Para dormir tranquilo junto a ti,</p> - <p class="i0">Ya que escuchaste un día mi plegaria,</p> - <p class="i0">Y un ser humano en tu corola vi.</p> - <p class="i2">Ven mi tumba a adornar, triste viola,</p> - <p class="i0">Y embalsama mi oscura soledad;</p> - <p class="i0">Sé de su pobre césped la aureola</p> - <p class="i0">Con tu vaga y poética beldad.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_276">p. 276</span>Quizá al pasar la virgen de los valles,</p> - <p class="i0">Enamorada y rica en juventud,</p> - <p class="i0">Por las umbrosas y desiertas calles</p> - <p class="i0">Do yacerá escondido mi ataúd,</p> - <p class="i2">Irá a cortar la humilde vïoleta</p> - <p class="i0">Y la pondrá en su seno con dolor,</p> - <p class="i0">Y llorando dirá: «¡Pobre poeta!</p> - <p class="i0">¡Ya está callada el arpa del amor!»</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">PADRE JUAN AROLAS</h2> -</div> - -<h3 id="P083">83. Sé más feliz que yo</h3> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Sobre</span> pupila azul, con sueño leve,</p> - <p class="i0">Tu párpado cayendo amortecido,</p> - <p class="i0">Se parece a la pura y blanca nieve</p> - <p class="i0">Que sobre las violetas reposó:</p> - <p class="i0">Yo el sueño del placer nunca he dormido:</p> - <p class="i8">Sé más feliz que yo.</p> - <p class="i2">Se asemeja tu voz en la plegaria</p> - <p class="i0">Al canto del zorzal de indiano suelo</p> - <p class="i0">Que sobre la pagoda solitaria</p> - <p class="i0">Los himnos de la tarde suspiró:</p> - <p class="i0">Yo solo esta oración dirijo al cielo:</p> - <p class="i8">Sé más feliz que yo.</p> - <p class="i2">Es tu aliento la esencia más fragante</p> - <p class="i0">De los lirios del Arno caudaloso</p> - <p class="i0">Que brotan sobre un junco vacilante</p> - <p class="i0">Cuando el céfiro blando los meció:</p> - <p class="i0">Yo no gozo su aroma delicioso:</p> - <p class="i8">Sé más feliz que yo.</p> - <p class="i2">El amor, que es espíritu de fuego,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_277">p. 277</span>Que de callada noche se aconseja</p> - <p class="i0">Y se nutre con lágrimas y ruego,</p> - <p class="i0">En tus purpúreos labios se escondió:</p> - <p class="i0">Él te guarde el placer y a mí la queja:</p> - <p class="i8">Sé más feliz que yo.</p> - <p class="i2">Bella es tu juventud en sus albores</p> - <p class="i0">Como un campo de rosas del Oriente;</p> - <p class="i0">Al ángel del recuerdo pedí flores</p> - <p class="i0">Para adornar tu sien, y me las dio;</p> - <p class="i0">Yo decía al ponerlas en tu frente:</p> - <p class="i8">Sé más feliz que yo.</p> - <p class="i2">Tu mirada vivaz es de paloma;</p> - <p class="i0">Como la adormidera del desierto</p> - <p class="i0">Causas dulce embriaguez, hurí de aroma</p> - <p class="i0">Que el cielo de topacio abandonó:</p> - <p class="i0">Mi suerte es dura, mi destino incierto:</p> - <p class="i8">Sé más feliz que yo.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON PABLO PIFERRER</h2> -</div> - -<h3 id="P084">84. Canción de la Primavera</h3> - -<div class="versos ml26"> - <div class="estrofa"> - <p class="i4"><span class="smcap">Ya vuelve</span> la primavera:</p> - <p class="i0">Suene la gaita,—ruede la danza:</p> - <p class="i4">Tiende sobre la pradera</p> - <p class="i0">El verde manto—de la esperanza.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i4">Sopla caliente la brisa:</p> - <p class="i0">Suene la gaita,—ruede la danza:</p> - <p class="i4">Las nubes pasan aprisa,</p> - <p class="i0">Y el azur muestran—de la esperanza.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i4"><span class="pagenum" id="Page_278">p. 278</span>La flor ríe en su capullo:</p> - <p class="i0">Suene la gaita,—ruede la danza:</p> - <p class="i4">Canta el agua en su murmullo</p> - <p class="i0">El poder santo—de la esperanza.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i4">¿La oís que en los aires trina?</p> - <p class="i0">Suene la gaita,—ruede la danza:</p> - <p class="i4">—«Abrid a la golondrina,</p> - <p class="i0">Que vuelve en alas—de la esperanza.»—</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i4">Niña, la niña modesta:</p> - <p class="i0">Suene la gaita,—ruede la danza:</p> - <p class="i4">El Mayo trae tu fiesta</p> - <p class="i0">Que el logro trae—de tu esperanza.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i4">Cubre la tierra el amor:</p> - <p class="i0">Suene la gaita,—ruede la danza:</p> - <p class="i4">El perfume engendrador</p> - <p class="i0">Al seno sube—de la esperanza.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i4">Todo zumba y reverdece:</p> - <p class="i0">Suene la gaita,—ruede la danza:</p> - <p class="i4">Cuanto el son y el verdor crece,</p> - <p class="i0">Tanto más crece—toda esperanza.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i4">Sonido, aroma y color</p> - <p class="i0">(Suene la gaita,—ruede la danza)</p> - <p class="i4">Únense en himnos de amor,</p> - <p class="i0">Que engendra el himno—de la esperanza.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i4">Morirá la primavera:</p> - <p class="i0">Suene la gaita,—ruede la danza:</p> - <p class="i4"><span class="pagenum" id="Page_279">p. 279</span>Mas cada año en la pradera</p> - <p class="i0">Tornará el manto—de la esperanza.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i4">La inocencia de la vida</p> - <p class="i0">(Calle la gaita,—pare la danza)</p> - <p class="i4">No torna una vez perdida:</p> - <p class="i0">¡Perdí la mía!—¡ay mi esperanza!</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON GABRIEL GARCÍA TASSARA</h2> -</div> - -<h3 id="P085">85. Himno al Mesías</h3> - -<div class="versos ml32"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Baja</span> otra vez al mundo,</p> - <p class="i0">¡Baja otra vez, Mesías!</p> - <p class="i0">De nuevo son los días</p> - <p class="i0">De tu alta vocación;</p> - <p class="i0">Y en su dolor profundo</p> - <p class="i0">La humanidad entera</p> - <p class="i0">El nuevo oriente espera</p> - <p class="i0">De un sol de redención.</p> - <p class="i2">Corrieron veinte edades</p> - <p class="i0">Desde el supremo día</p> - <p class="i0">Que en esa cruz te vía</p> - <p class="i0">Morir Jerusalén;</p> - <p class="i0">Y nuevas tempestades</p> - <p class="i0">Surgieron y bramaron,</p> - <p class="i0">De aquellas que asolaron</p> - <p class="i0">El primitivo Edén.</p> - <p class="i2">De aquellas que le ocultan</p> - <p class="i0">Al hombre su camino</p> - <p class="i0">Con ciego torbellino</p> - <p class="i0">De culpa y expiación;</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_280">p. 280</span>De aquellas que sepultan</p> - <p class="i0">En hondos cautiverios</p> - <p class="i0">Cadáveres de imperios</p> - <p class="i0">Que fueron y no son.</p> - <p class="i2">Sereno está en la esfera</p> - <p class="i0">El sol del firmamento:</p> - <p class="i0">La tierra en su cimiento</p> - <p class="i0">Inconmovible está:</p> - <p class="i0">La blanca primavera</p> - <p class="i0">Con su gentil abrazo</p> - <p class="i0">Fecunda el gran regazo</p> - <p class="i0">Que flor y fruto da.</p> - <p class="i2">Mas ¡ay! que de las almas</p> - <p class="i0">El sol yace eclipsado:</p> - <p class="i0">Mas ¡ay! que ha vacilado</p> - <p class="i0">El polo de la fe;</p> - <p class="i0">Mas ¡ay! que ya tus palmas</p> - <p class="i0">Se vuelven al desierto:</p> - <p class="i0">No crecen, no, en el huerto</p> - <p class="i0">Del que tu pueblo fue.</p> - <p class="i2">Tiniebla es ya la Europa:</p> - <p class="i0">Ella agotó la ciencia,</p> - <p class="i0">Maldijo su creencia,</p> - <p class="i0">Se apacentó con hiel;</p> - <p class="i0">Y rota ya la copa</p> - <p class="i0">En que su fe bebía,</p> - <p class="i0">Se alzaba y te decía:</p> - <p class="i0">¡Señor! yo soy Luzbel.</p> - <p class="i2">Mas ¡ay! que contra el cielo</p> - <p class="i0">No tiene el hombre rayo,</p> - <p class="i0">Y en súbito desmayo</p> - <p class="i0">Cayó de ayer a hoy;</p> - <p class="i0">Y en son de desconsuelo,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_281">p. 281</span>en llanto de impotencia,</p> - <p class="i0">Hoy clama en tu presencia:</p> - <p class="i0">Señor, tu pueblo soy.</p> - <p class="i2">No es, no, la Roma atea</p> - <p class="i0">Que entre aras derrocadas</p> - <p class="i0">Despide a carcajadas</p> - <p class="i0">Los dioses que se van:</p> - <p class="i0">Es la que, humilde rea,</p> - <p class="i0">Baja a las catacumbas,</p> - <p class="i0">Y palpa entre las tumbas</p> - <p class="i0">Los tiempos que vendrán.</p> - <p class="i2">Todo, Señor, diciendo</p> - <p class="i0">Está los grandes días</p> - <p class="i0">De luto y agonías,</p> - <p class="i0">De muerte y orfandad;</p> - <p class="i0">Que, del pecado horrendo</p> - <p class="i0">Envuelta en el sudario,</p> - <p class="i0">Pasa por un Calvario</p> - <p class="i0">La ciega humanidad.</p> - <p class="i2">Baja ¡oh Señor! no en vano</p> - <p class="i0">Siglos y siglos vuelan;</p> - <p class="i0">Los siglos nos revelan</p> - <p class="i0">Con misteriosa luz</p> - <p class="i0">El infinito arcano</p> - <p class="i0">Y la virtud que encierra,</p> - <p class="i0">Trono de cielo y tierra</p> - <p class="i0">Tu sacrosanta cruz.</p> - <p class="i2">Toda la historia humana</p> - <p class="i0">¡Señor! está en tu nombre;</p> - <p class="i0">Tú fuiste Dios del hombre,</p> - <p class="i0">Dios de la humanidad.</p> - <p class="i0">Tu sangre soberana</p> - <p class="i0">Es su Calvario eterno:</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_282">p. 282</span>Tu triunfo del infierno</p> - <p class="i0">Es su inmortalidad.</p> - <p class="i2">¿Quién dijo, Dios clemente,</p> - <p class="i0">Que tú no volverías,</p> - <p class="i0">Y a horribles gemonías,</p> - <p class="i0">Y a eterna perdición,</p> - <p class="i0">Condena a esta doliente</p> - <p class="i0">Raza del ser humano</p> - <p class="i0">Que espera de tu mano</p> - <p class="i0">Su nueva salvación?</p> - <p class="i2">Sí, tú vendrás. Vencidos</p> - <p class="i0">Serán con nuevo ejemplo</p> - <p class="i0">Los que del santo templo</p> - <p class="i0">Apartan a tu grey.</p> - <p class="i0">Vendrás y confundidos</p> - <p class="i0">Caerán con los ateos</p> - <p class="i0">Los nuevos fariseos</p> - <p class="i0">De la caduca ley.</p> - <p class="i2">¿Quién sabe si ahora mismo</p> - <p class="i0">Entre alaridos tantos</p> - <p class="i0">De tus profetas santos</p> - <p class="i0">La voz no suena ya?</p> - <p class="i0">Ven, saca del abismo</p> - <p class="i0">A un pueblo moribundo;</p> - <p class="i0">Luzbel ha vuelto al mundo</p> - <p class="i0">Y Dios ¿no volverá?</p> - <p class="i2">¡Señor! En tus juicios</p> - <p class="i0">La comprensión se abisma;</p> - <p class="i0">Mas es siempre la misma</p> - <p class="i0">Del Gólgota la voz.</p> - <p class="i0">Fatídicos auspicios</p> - <p class="i0">Resonarán en vano;</p> - <p class="i0">No es el destino humano</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_283">p. 283</span>La humanidad sin Dios.</p> - <p class="i2">Ya pasarán los siglos</p> - <p class="i0">De la tremenda prueba;</p> - <p class="i0">¡Ya nacerás, luz nueva</p> - <p class="i0">De la futura edad!</p> - <p class="i0">Ya huiréis ¡negros vestiglos</p> - <p class="i0">De los antiguos días!</p> - <p class="i0">Ya volverás ¡Mesías!</p> - <p class="i0">En gloria y majestad.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DOÑA GERTRUDIS<br /> GÓMEZ DE AVELLANEDA</h2> -</div> - -<h3 id="P086">86. Amor y orgullo</h3> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Un tiempo</span> hollaba por alfombra rosas;</p> - <p class="i0">Y nobles vates, de mentidas diosas</p> - <p class="i0">Prodigábanme nombres;</p> - <p class="i0">Mas yo, altanera, con orgullo vano,</p> - <p class="i0">Cual águila real al vil gusano</p> - <p class="i0">Contemplaba a los hombres.</p> - <p class="i2">Mi pensamiento —en temerario vuelo—</p> - <p class="i0">Ardiente osaba demandar al cielo</p> - <p class="i0">Objeto a mis amores:</p> - <p class="i0">Y si a la tierra con desdén volvía</p> - <p class="i0">Triste mirada, mi soberbia impía</p> - <p class="i0">Marchitaba sus flores.</p> - <p class="i2">Tal vez por un momento caprichosa</p> - <p class="i0">Entre ellas revolé, cual mariposa,</p> - <p class="i0">Sin fijarme en ninguna;</p> - <p class="i0">Pues de místico bien siempre anhelante,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_284">p. 284</span>Clamaba en vano, como tierno infante</p> - <p class="i0">Quiere abrazar la luna.</p> - <p class="i2">Hoy, despeñada de la excelsa cumbre,</p> - <p class="i0">Do osé mirar del sol la ardiente lumbre</p> - <p class="i0">Que fascinó mis ojos,</p> - <p class="i0">Cual hoja seca al raudo torbellino,</p> - <p class="i0">Cedo al poder del áspero destino...</p> - <p class="i0">¡Me entrego a sus antojos!</p> - <p class="i2">Cobarde corazón, que el nudo estrecho</p> - <p class="i0">Gimiendo sufres, dime: ¿qué se ha hecho</p> - <p class="i0">Tu presunción altiva?</p> - <p class="i0">¿Qué mágico poder, en tal bajeza</p> - <p class="i0">Trocando ya tu indómita fiereza,</p> - <p class="i0">De libertad te priva?</p> - <p class="i2">¡Mísero esclavo de tirano dueño;</p> - <p class="i0">Tu gloria fue cual mentiroso sueño,</p> - <p class="i0">Que con las sombras huye!</p> - <p class="i0">Di ¿qué se hicieron ilusiones tantas</p> - <p class="i0">De necia vanidad, débiles plantas</p> - <p class="i0">Que el aquilón destruye?</p> - <p class="i2">En hora infausta a mi feliz reposo,</p> - <p class="i0">¿No dijiste, soberbio y orgulloso:</p> - <p class="i0">—Quién domará mi brío?</p> - <p class="i0">¡Con mi solo poder haré, si quiero,</p> - <p class="i0">Mudar de rumbo al céfiro ligero</p> - <p class="i0">Y arder al mármol frío!—</p> - <p class="i2">¡Funesta ceguedad! ¡Delirio insano!</p> - <p class="i0">Te gritó la razón... Mas ¡cuán en vano</p> - <p class="i0">Te advirtió tu locura!</p> - <p class="i0">Tú misma te forjaste la cadena,</p> - <p class="i0">Que a servidumbre eterna te condena,</p> - <p class="i0">Y a duelo y amargura.</p> - <p class="i2">Los lazos caprichosos que otros días</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_285">p. 285</span>—Por pasatiempo— a tu placer tejías,</p> - <p class="i0">Fueron de seda y oro:</p> - <p class="i0">Los que hora rinden tu valor primero</p> - <p class="i0">Son eslabones de pesado acero,</p> - <p class="i0">Templados con tu lloro.</p> - <p class="i2">¿Qué esperaste ¡ay de ti! de un pecho helado,</p> - <p class="i0">De inmenso orgullo y presunción hinchado,</p> - <p class="i0">De víboras nutrido?</p> - <p class="i0">Tú —que anhelabas tan sublime objeto—</p> - <p class="i0">¿Cómo al capricho de un mortal sujeto</p> - <p class="i0">Te arrastras abatido?</p> - <p class="i2">¿Con qué velo tu amor cubrió mis ojos,</p> - <p class="i0">Que por flores tomé duros abrojos</p> - <p class="i0">Y por oro la arcilla?...</p> - <p class="i0">¡Del torpe engaño mis rivales ríen,</p> - <p class="i0">Y mis amantes ¡ay! tal vez se engríen</p> - <p class="i0">Del yugo que me humilla!</p> - <p class="i2">¿Y tú lo sufres, corazón cobarde?</p> - <p class="i0">¿Y de tu servidumbre haciendo alarde,</p> - <p class="i0">Quieres ver en mi frente</p> - <p class="i0">El sello del amor que te devora?...</p> - <p class="i0">¡Ah! velo, pues, y búrlese en buen hora</p> - <p class="i0">De mi baldón la gente.</p> - <p class="i2">¡Salga del pecho —requemando el labio—</p> - <p class="i0">El caro nombre, de mi orgullo agravio,</p> - <p class="i0">De mi dolor sustento!</p> - <p class="i0">¿Escrito no le ves en las estrellas</p> - <p class="i0">Y en la luna apacible, que con ellas</p> - <p class="i0">Alumbra el firmamento?</p> - <p class="i2">¿No le oyes, de las auras al murmullo?</p> - <p class="i0">¿No le pronuncia —en gemidor arrullo—</p> - <p class="i0">La tórtola amorosa?</p> - <p class="i0">¿No resuena en los árboles, que el viento</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_286">p. 286</span>Halaga con pausado movimiento</p> - <p class="i0">En esa selva hojosa?</p> - <p class="i2">De aquella fuente entre las claras linfas,</p> - <p class="i0">¿No le articulan invisibles ninfas</p> - <p class="i0">Con eco lisonjero?...</p> - <p class="i0">¿Por qué callar el nombre que te inflama,</p> - <p class="i0">Si aun el silencio tiene voz, que aclama</p> - <p class="i0">Ese nombre que quiero?</p> - <p class="i2">Nombre que un alma lleva por despojo;</p> - <p class="i0">Nombre que excita con placer enojo,</p> - <p class="i0">Y con ira ternura;</p> - <p class="i0">Nombre más dulce que el primer cariño</p> - <p class="i0">De joven madre al inocente niño,</p> - <p class="i0">Copia de su hermosura:</p> - <p class="i2">Y más amargo que el adiós postrero</p> - <p class="i0">Que al suelo damos, donde el sol primero</p> - <p class="i0">Alumbró nuestra vida.</p> - <p class="i0">Nombre que halaga y halagando mata;</p> - <p class="i0">Nombre que hiere —como sierpe ingrata—</p> - <p class="i0">Al pecho que le anida.</p> - <p class="i2">¡No, no lo envíes, corazón, al labio!...</p> - <p class="i0">¡Guarda tu mengua con silencio sabio!</p> - <p class="i0">¡Guarda, guarda tu mengua!</p> - <p class="i0">¡Callad también vosotras, auras, fuente,</p> - <p class="i0">Trémulas hojas, tórtola doliente,</p> - <p class="i0">Como calla mi lengua!</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON EULOGIO FLORENTINO SANZ</h2> -</div> - -<h3 id="P087">87. Epístola a Pedro</h3> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Quiero</span> que sepas, aunque bien lo sabes,</p> - <p class="i0">Que a orillas del Spree (ya que del río</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_287">p. 287</span>Se hace mención en circunstancias graves)</p> - <p class="i2">Mora un semi-alemán, muy señor mío,</p> - <p class="i0">Que entre los rudos témpanos del Norte</p> - <p class="i0">Recuerda la amistad y olvida el frío.</p> - <p class="i2">Lejos de mi Madrid, la villa y corte,</p> - <p class="i0">Ni de ella falto yo porque esté lejos,</p> - <p class="i0">Ni hay una piedra allí que no me importe;</p> - <p class="i2">Pues sueña con la patria, a los reflejos</p> - <p class="i0">De su distante sol, el desterrado,</p> - <p class="i0">Como con su niñez sueñan los viejos.</p> - <p class="i2">Ver quisiera un momento, y a tu lado,</p> - <p class="i0">Cuál por ese aire azul nuestra Cibeles</p> - <p class="i0">En carroza triunfal rompe hacia el Prado...</p> - <p class="i2">¿Ríes?... Juzga el volar cuando no vueles...</p> - <p class="i0">¡Átomo harás del mundo que poseas</p> - <p class="i0">Y mundo harás del átomo que anheles!</p> - <p class="i2">Al sentir <i>coram vulgo</i> no te creas...</p> - <p class="i0">Al pensar <i>coram vulgo</i>, no te olvides</p> - <p class="i0">De compulsar a solas tus ideas.</p> - <p class="i2">Como dejes la España en que resides,</p> - <p class="i0">Donde quiera que estés, ya echarás menos</p> - <p class="i0">Esa patria de Dolfos y de Cides;</p> - <p class="i2">Que obeliscos y pórticos ajenos</p> - <p class="i0">Nunca valdrán los patrios palomares</p> - <p class="i0">Con las memorias de la infancia llenos.</p> - <p class="i2">Por eso, aunque dan son a mis cantares</p> - <p class="i0">Elba, Danubio y Rin, yo los olvido</p> - <p class="i0">Recordando a mi pobre Manzanares.</p> - <p class="i2">¡Allí mi juventud!... ¡ay! ¿quién no ha oído</p> - <p class="i0">Desde cualquier región, ecos de aquella</p> - <p class="i0">Donde niñez y juventud han sido?</p> - <p class="i2">Hoy mi vida de ayer, pálida o bella,</p> - <p class="i0">Múltiple se repite en mis memorias,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_288">p. 288</span>Como en lágrimas mil única estrella...</p> - <p class="i2">Que quedan en el alma las historias</p> - <p class="i0">De dolor o placer, y allí se hacinan,</p> - <p class="i0">Del fundido metal muertas escorias.</p> - <p class="i2">Y, aunque ya no calientan ni iluminan,</p> - <p class="i0">Si al soplo de un suspiro se estremecen,</p> - <p class="i0">¡Aún consuelan el alma!... ¡o la asesinan!</p> - <p class="i2"><i>Cuando al partir del sol las sombras crecen</i>,</p> - <p class="i0">Y, entre sombras y sol, tibios instantes</p> - <p class="i0">En torno del horario se adormecen;</p> - <p class="i2">El dolor y el placer, férvidos antes,</p> - <p class="i0">Se pierden ya en el alma indefinidos,</p> - <p class="i0">A la luz y a la sombra semejantes.</p> - <p class="i2">Y en esta languidez de los sentidos,</p> - <p class="i0">Crepúsculo moral en que indolente</p> - <p class="i0">Se arrulla el corazón con sus latidos,</p> - <p class="i2">Pláceme contemplar indiferente</p> - <p class="i0">Cuál del dormido Spree sobre la espalda</p> - <p class="i0">Y en lúbrico chapín sesga la gente.</p> - <p class="i2">O recordar el toldo de esmeralda</p> - <p class="i0">Que antes bordó el Abril en donde ahora</p> - <p class="i0">Nieve septentrional tiende su falda:</p> - <p class="i2">Mientras la luz del Héspero incolora</p> - <p class="i0">Baña el campo sin fin, que el Norte rudo</p> - <p class="i0">Salpicó de brillantes a la aurora.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i0 g1">. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Hijo de otra región, trémulo y mudo</p> - <p class="i0">Con la mirada que por ti paseo,</p> - <p class="i0">Nieve septentrional, yo te saludo!</p> - <p class="i2">Una tarde de Mayo (casi creo</p> - <p class="i0">Que salta a mi memoria su hermosura</p> - <p class="i0">De este cuadro invernal, como un deseo),</p> - <p class="i2">Una tarde de flores y verdura,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_289">p. 289</span>Rica de cielo azul, sin un celaje,</p> - <p class="i0">Y empapada en aromas y frescura;</p> - <p class="i2">En que, al son de las auras, el ramaje</p> - <p class="i0">Trémulo de los tilos repetía</p> - <p class="i0">De otros lejanos bosques el mensaje;</p> - <p class="i2">Yo, con mi propio afán por compañía,</p> - <p class="i0">Del recinto salí que nombró el mundo</p> - <p class="i0">Corte del rey filósofo algún día.</p> - <p class="i2">A su verdor del Norte sin segundo,</p> - <p class="i0">De un frondoso jardín los laberintos</p> - <p class="i0">Atrajeron mi paso vagabundo...</p> - <p class="i2">En armoniosa confusión distintos,</p> - <p class="i0">Cándidos nardos y claveles rojos,</p> - <p class="i0">Tulipanes, violas y jacintos,</p> - <p class="i2">De admirar el vergel diéronme antojos;</p> - <p class="i0">Y perdime en sus vueltas, rebuscando,</p> - <p class="i0">Ya que no al corazón, pasto a los ojos.</p> - <p class="i2">Y una viola, que al favonio blando</p> - <p class="i0">Columpiaba su tímida corola,</p> - <p class="i0">Quise arrancar... Mas súbito, clavando</p> - <p class="i2">Mis ojos en el césped, donde sola</p> - <p class="i0">Daba al favonio sus esencias puras,</p> - <p class="i0">Respeté por el césped la viola...</p> - <p class="i2">¡Guirnalda funeral, de desventuras</p> - <p class="i0">Y lágrimas nacida, eran las flores</p> - <p class="i0">De aquel vasto jardín de sepulturas!</p> - <p class="i2">Pero jardín. Allí, cuando los llores,</p> - <p class="i0">Aún te hablarán la amante o el amigo</p> - <p class="i0">Con aromas y jugos y colores...</p> - <p class="i2">¡Y de tu santo afán mudo testigo,</p> - <p class="i0">Algo en aquellas flores sepulcrales,</p> - <p class="i0">Algo del muerto bien será contigo!</p> - <p class="i2">Dentro de nuestros muros funerales</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_290">p. 290</span>Jamás brota una flor... Mal brotaría</p> - <p class="i0">De ese alcázar de cal y mechinales,</p> - <p class="i2">Índice de la nada en simetría,</p> - <p class="i0">Que a la madre común roba los muertos</p> - <p class="i0">Para henchir su profana estantería;</p> - <p class="i2">¡Ruin estación de huéspedes inciertos</p> - <p class="i0">Que ofreciera a los vivos su morada</p> - <p class="i0">Por alquilar los túmulos abiertos!</p> - <p class="i2">De tierra sobre tierra fabricadas,</p> - <p class="i0">Más solemnes quizá, por más sencillas,</p> - <p class="i0">Las del santo jardín tumbas aisladas,</p> - <p class="i2">Con su césped de flores amarillas</p> - <p class="i0">Se elevan... no muy altas... a la altura</p> - <p class="i0">Del que llore, al besarlas, de rodillas.</p> - <p class="i2">¡Mas sola allí, sin flores, sin verdura,</p> - <p class="i0">Bajo su cruz de hierro se levanta</p> - <p class="i0">De un hispano cantor la sepultura!...<a id="FNanchor_3" href="#Footnote_3" class="fnanchor">[3]</a></p> - <p class="i2">Delante de su cruz tuve mi planta...</p> - <p class="i0">Y soñé que en su rótulo leía:</p> - <p class="i0">«¡Nunca duerme entre flores quien las canta!»</p> - <p class="i2">¡Pobre césped marchito! ¡Quién diría</p> - <p class="i0">Que el cantor de las flores en tu seno</p> - <p class="i0">Durmiera tan sin flores algún día!</p> - <p class="i2">Mas ¡ay del ruiseñor que, en aire ajeno,</p> - <p class="i0">Por atmósfera extraña sofocado,</p> - <p class="i0">Sobre extraña región cayó en el cieno!</p> - <p class="i2">¡Ay del vate infeliz que, amortajado</p> - <p class="i0">Con su negro ropón de peregrino,</p> - <p class="i0">Yace en su propia tumba desterrado!</p> - <p class="i2">Yo, al encontrar su cruz en mi camino,</p> - <p class="i0">Como engendra el dolor supersticiones,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_291">p. 291</span>Llamé tres veces al cantor divino.</p> - <p class="i2">Y de su lira desperté los sones,</p> - <p class="i0">Y turbé los sepulcros murmurando</p> - <p class="i0">La más triste canción de sus canciones...</p> - <p class="i2">Y a la viola, que al favonio blando</p> - <p class="i0">Columpiaba allí cerca su corola,</p> - <p class="i0">Volví turbios los ojos... Y clavando</p> - <p class="i2">La rodilla en el césped (donde sola</p> - <p class="i0">Era airón sepulcral de una doncella)</p> - <p class="i0">Desprendí de su césped la viola.</p> - <p class="i2">Y al lado del cantor volví con ella;</p> - <p class="i0">Y así lloré, sobre su cruz mi mano,</p> - <p class="i0">La del pobre cantor mísera estrella:</p> - <p class="i2">—Bien te dice mi voz que soy tu hermano;</p> - <p class="i0">¿Quién saludara tus despojos fríos</p> - <p class="i0">Sin el ¡ay! de mi acento castellano?</p> - <p class="i2">Diéronte ajena tumba hados impíos...</p> - <p class="i0">¡Si ojos extraños la contemplan secos,</p> - <p class="i0">Hoy la riegan de lágrimas los míos!</p> - <p class="i2">Solo suena mi voz entre sus huecos,</p> - <p class="i0">Para que en ella, si la escuchas, halles</p> - <p class="i0">Los de tu propria voz póstumos ecos...</p> - <p class="i2"><i>¡Por las desiertas y sombrías calles</i></p> - <p class="i0"><i>Donde duerme tu féretro escondido,</i></p> - <p class="i0"><i>No pasa</i>, no, la virgen de los valles!</p> - <p class="i2">Una vez que ha pasado no ha venido...</p> - <p class="i0">Trajéronla con rosas... A tu lado</p> - <p class="i0">La virgen, desde entonces, ha dormido...</p> - <p class="i2">Si su pálida sombra, al compasado</p> - <p class="i0">Son de la media noche, inoportuna,</p> - <p class="i0">Flores entre tu césped ha buscado,</p> - <p class="i2">Bien habrá visto a la menguante luna</p> - <p class="i0">Que en el santo jardín, rico de flores,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_292">p. 292</span>Solo yace tu césped sin ninguna.</p> - <p class="i2">¡No tienes una flor!... Ni ¿a qué dolores</p> - <p class="i0">Una flor de tu césped respondiera</p> - <p class="i0">Con aromas y jugos y colores?</p> - <p class="i2">Solo al riego de lágrimas naciera,</p> - <p class="i0">Y de tu fosa en el terrón ajeno</p> - <p class="i0">¿Quién derrama una lágrima siquiera?</p> - <p class="i2">¡Ay, sí, del ruiseñor, de vida lleno,</p> - <p class="i0">Que, en atmósfera extraña sofocado,</p> - <p class="i0">Sobre extraña región cayó en el cieno!</p> - <p class="i2">Cantor en el sepulcro desterrado,</p> - <p class="i0">Descansa en paz. ¡Adiós!... Y si a deshora</p> - <p class="i0">Un viajero del Sur pasa a tu lado,</p> - <p class="i2">Si al contemplar tu cruz, como yo ahora,</p> - <p class="i0">Con su idioma español el vïajero</p> - <p class="i0">Te llama aquí tres veces y aquí llora,</p> - <p class="i2">Dígale el son del aura lastimero</p> - <p class="i0">Cuál en los brazos de tu cruz escueta</p> - <p class="i0">Peregrino del Sur lloré primero...</p> - <p class="i2">¡Recibe con mi adiós <i>tu vïoleta</i>!</p> - <p class="i0">La tumba de la virgen te la envía...—</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i0 g1">. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">¡Y al unirse la flor con su poeta,</p> - <p class="i0">Ya en el ocaso agonizaba el día!</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON ADELARDO LÓPEZ DE AYALA</h2> -</div> - -<h3 id="P088">88. Epístola a Emilio Arrieta</h3> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">De nuestra</span> gran virtud y fortaleza</p> - <p class="i0">Al mundo hacemos con placer testigo:</p> - <p class="i0">Las ruindades del alma y su flaqueza</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_293">p. 293</span>Solo se cuentan al secreto amigo.</p> - <p class="i0">De mi ardiente ansiedad y mi tristeza</p> - <p class="i0">A solas quiero razonar contigo:</p> - <p class="i0">Rasgue a su alma sin pudor el velo</p> - <p class="i0">Quien busque admiración y no consuelo.</p> - <p class="i2">No quiera Dios que en rimas insolentes</p> - <p class="i0">De mi pesar al mundo le dé indicios,</p> - <p class="i0">Imitando a esos genios impudentes</p> - <p class="i0">Que alzan la voz para cantar sus vicios.</p> - <p class="i0">Yo busco, retirado de las gentes,</p> - <p class="i0">De la amistad los dulces beneficios:</p> - <p class="i0">No hay causa ni razón que me convenza</p> - <p class="i0">De que es genio la falta de vergüenza.</p> - <p class="i2">En esta humilde y escondida estancia,</p> - <p class="i0">Donde aún resuenan con medroso acento</p> - <p class="i0">Los primeros sollozos de mi infancia</p> - <p class="i0">Y de mi padre el postrimer lamento:</p> - <p class="i0">Esclarecido el mundo a la distancia</p> - <p class="i0">A que de aquí le mira el pensamiento,</p> - <p class="i0">Se eleva la verdad que amaba tanto;</p> - <p class="i0">Y, antes que afecto, me produce espanto.</p> - <p class="i2">Aquí, aumentando mi congoja fiera,</p> - <p class="i0">Mi edad pasada y la presente miro.</p> - <p class="i0">La limpia voz de mi virtud entera,</p> - <p class="i0">Hoy convertida en áspero suspiro,</p> - <p class="i0">Y el noble aliento de mi edad primera</p> - <p class="i0">Trocado en la ansiedad con que respiro,</p> - <p class="i0">Claro publican dentro de mi pecho</p> - <p class="i0">Lo que hizo Dios y lo que el mundo ha hecho.</p> - <p class="i2">Me dotaron los cielos de profundo</p> - <p class="i0">Amor al bien y de valor bastante</p> - <p class="i0">Para exponer al embriagado mundo</p> - <p class="i0">Del vicio vil el sórdido semblante;</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_294">p. 294</span>Y al ver que imbécil en el cieno hundo</p> - <p class="i0">De mi existencia la misión brillante,</p> - <p class="i0">Me parece que el hombre en voz confusa</p> - <p class="i0">Me pide el robo y de ladrón me acusa.</p> - <p class="i2">Y estos salvajes montes corpulentos,</p> - <p class="i0">Fieles amigos de la infancia mía,</p> - <p class="i0">Que con la voz de los airados vientos</p> - <p class="i0">Me hablaban de virtud y de energía,</p> - <p class="i0">Hoy con duros semblantes macilentos</p> - <p class="i0">Contemplan mi abandono y cobardía,</p> - <p class="i0">Y gimen de dolor, y cuando braman,</p> - <p class="i0">Ingrato y débil y traidor me llaman.</p> - <p class="i2">Tal vez a la batalla me apercibo;</p> - <p class="i0">Dudo de mi constancia y de esta duda</p> - <p class="i0">Toma ocasión el vicio ejecutivo</p> - <p class="i0">Para moverme guerra más sañuda;</p> - <p class="i0">Y, cuando débil el combate esquivo,</p> - <p class="i0">«Mañana, digo, llegará en mi ayuda;»</p> - <p class="i0">¡Y <i>mañana</i> es la muerte, y mi ansia vana</p> - <p class="i0">Deja mi redención para mañana!</p> - <p class="i2">Perdido tengo el crédito conmigo,</p> - <p class="i0">Y avanza cual gangrena el desaliento:</p> - <p class="i0">Conozco y aborrezco a mi enemigo,</p> - <p class="i0">Y en sus brazos me arrojo soñoliento.</p> - <p class="i0">La conciencia el deleite que consigo</p> - <p class="i0">Perturba siempre: sofocar su acento</p> - <p class="i0">Quiere el placer, y, lleno de impaciencia,</p> - <p class="i0">Ni gozo el mal ni aplaco la conciencia.</p> - <p class="i2">Inquieto, vacilante, confundido</p> - <p class="i0">Con la múltiple forma del deseo,</p> - <p class="i0">Impávido una vez, otra corrido</p> - <p class="i0">Del vergonzoso estado en que me veo,</p> - <p class="i0">Al mismo Dios contemplo arrepentido</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_295">p. 295</span>De darme un alma que tan mal empleo:</p> - <p class="i0">La hacienda que he perdido no era mía,</p> - <p class="i0">Y el deshonor los tuétanos me enfría.</p> - <p class="i2">Aquí, revuelto en la fatal madeja</p> - <p class="i0">Del torpe amor, disipador cansado</p> - <p class="i0">Del tiempo, que al pasar solo me deja</p> - <p class="i0">El disgusto de haberlo malgastado;</p> - <p class="i0">Si el hondo afán con que de mí se queja</p> - <p class="i0">Todo mi ser, me tiene desvelado,</p> - <p class="i0">¿Por qué no es antes noble impedimento</p> - <p class="i0">Lo que es después atroz remordimiento?</p> - <p class="i2">¡Valor! y que resulte de mi daño</p> - <p class="i0">Fecundo el bien: que de la edad perdida</p> - <p class="i0">Brote la clara luz del desengaño</p> - <p class="i0">Iluminando mi razón dormida:</p> - <p class="i0">Para vivir me basta con un año,</p> - <p class="i0">Que envejecer no es alargar la vida:</p> - <p class="i0">¡Joven murió tal vez que eterno ha sido,</p> - <p class="i0">Y viejos mueren sin haber vivido!</p> - <p class="i2">Que tu voz, queridísimo Emiliano,</p> - <p class="i0">Me mantenga seguro en mi porfía;</p> - <p class="i0">Y así el Creador, que con tan larga mano</p> - <p class="i0">Te regaló fecunda fantasía,</p> - <p class="i0">Te enriquezca, mostrándote el arcano</p> - <p class="i0">De su eterna y espléndida armonía;</p> - <p class="i0">Tanto, que el hombre, en su placer o duelo</p> - <p class="i0">Tu canto elija para hablar al cielo.</p> - <p class="i2">Los ecos de la cándida alborada,</p> - <p class="i0">Que al mundo anima en blando movimiento,</p> - <p class="i0">Te demuestren del alma enamorada</p> - <p class="i0">El dulce anhelo y el primer acento;</p> - <p class="i0">El rumor de la noche sosegada,</p> - <p class="i0">La noble gravedad del pensamiento;</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_296">p. 296</span>Y las quejas del ábrego sombrío</p> - <p class="i0">La ronca voz del corazón impío.</p> - <p class="i2">Y el gran torrente que, con pena tanta,</p> - <p class="i0">Por las quiebras del hondo precipicio,</p> - <p class="i0">Rugiendo de amargura, se quebranta,</p> - <p class="i0">Deje en tu alma verdadero indicio</p> - <p class="i0">De la virtud, que gime y se abrillanta</p> - <p class="i0">En las quiebras del rudo sacrificio,</p> - <p class="i0">Y en tu canto resuenen juntamente</p> - <p class="i0">El bien futuro y el dolor presente.</p> - <p class="i2">Y en las férvidas olas impelidas</p> - <p class="i0">Del huracán, que asalta las estrellas,</p> - <p class="i0">Y rebraman, mostrando embravecidas</p> - <p class="i0">Que el aliento de Dios se encierra en ellas,</p> - <p class="i0">Aprendas las canciones dirigidas</p> - <p class="i0">Al que para en su curso las centellas,</p> - <p class="i0">Y resuene tu voz de polo a polo,</p> - <p class="i0">De su grandeza intérprete tú solo.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON RAMÓN DE CAMPOAMOR</h2> -</div> - -<h3 id="P089">89. ¡Quién supiera escribir!</h3> - -<h4 class="asc">I</h4> - -<div class="versos ml18"> - <div class="estrofa"> - <p class="i0"><span class="smcap">—Escribidme</span> una carta, señor Cura.</p> - <p class="i8">—Ya sé para quién es.</p> - <p class="i0">—¿Sabéis quién es, porque una noche oscura</p> - <p class="i8">Nos visteis juntos? —Pues.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">—Perdonad; mas... —No extraño ese tropiezo.</p> - <p class="i8">La noche... la ocasión...</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_297">p. 297</span>Dadme pluma y papel. Gracias. Empiezo:</p> - <p class="i8"><i>Mi querido Ramón</i>:</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">—¿Querido?... Pero, en fin, ya lo habéis puesto...</p> - <p class="i8">—Si no queréis... —¡Sí, sí!</p> - <p class="i0">—<i>¡Qué triste estoy!</i> ¿No es eso? —Por supuesto.</p> - <p class="i8">—<i>¡Qué triste estoy sin ti!</i></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i0"><i>Una congoja, al empezar, me viene...</i></p> - <p class="i8">—¿Cómo sabéis mi mal?</p> - <p class="i0">—Para un viejo, una niña siempre tiene</p> - <p class="i8">El pecho de cristal.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i0"><i>¿Qué es sin ti el mundo? Un valle de amargura.</i></p> - <p class="i8"><i>¿Y contigo? Un edén.</i></p> - <p class="i0">—Haced la letra clara, señor Cura;</p> - <p class="i8">Que lo entienda eso bien.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">—<i>El beso aquel que de marchar a punto</i></p> - <p class="i8"><i>Te di...</i> —¿Cómo sabéis?...</p> - <p class="i0">—Cuando se va y se viene y se está junto</p> - <p class="i8">Siempre... no os afrentéis.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i0"><i>Y si volver tu afecto no procura,</i></p> - <p class="i8"><i>Tanto me harás sufrir...</i></p> - <p class="i0">—¿Sufrir y nada más? No, señor Cura,</p> - <p class="i8">¡Que me voy a morir!</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">—¿Morir? ¿Sabéis que es ofender al cielo?...</p> - <p class="i8">—Pues, sí, señor, ¡morir!</p> - <p class="i0">—Yo no pongo <i>morir</i>. —¡Qué hombre de hielo!</p> - <p class="i8">¡Quién supiera escribir!</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc" title="II"><span class="pagenum" id="Page_298">p. 298</span>II</h4> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">¡Señor Rector, señor Rector! en vano</p> - <p class="i8">Me queréis complacer,</p> - <p class="i0">Si no encarnan los signos de la mano</p> - <p class="i8">Todo el ser de mi ser.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Escribidle, por Dios, que el alma mía</p> - <p class="i8">Ya en mí no quiere estar;</p> - <p class="i0">Que la pena no me ahoga cada día...</p> - <p class="i8">Porque puedo llorar.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Que mis labios, las rosas de su aliento,</p> - <p class="i8">No se saben abrir;</p> - <p class="i0">Que olvidan de la risa el movimiento</p> - <p class="i8">A fuerza de sentir.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Que mis ojos, que él tiene por tan bellos,</p> - <p class="i8">Cargados con mi afán,</p> - <p class="i0">Como no tienen quien se mire en ellos,</p> - <p class="i8">Cerrados siempre están.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Que es, de cuantos tormentos he sufrido,</p> - <p class="i8">La ausencia el más atroz;</p> - <p class="i0">Que es un perpetuo sueño de mi oído</p> - <p class="i8">El eco de su voz...</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Que siendo por su causa, el alma mía</p> - <p class="i8">¡Goza tanto en sufrir!..</p> - <p class="i0">Dios mío ¡cuántas cosas le diría</p> - <p class="i8">Si supiera escribir!...</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc" title="III"><span class="pagenum" id="Page_299">p. -299</span>III<br />EPÍLOGO</h4> - -<div class="versos ml18"> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">—Pues señor, ¡bravo amor! Copio y concluyo:</p> - <p class="i8"><i>A don Ramón</i>... En fin,</p> - <p class="i0">Que es inútil saber para esto arguyo</p> - <p class="i8">Ni el griego ni el latín.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P090">90. Lo que hace el tiempo</h3> - -<p class="subh3 ws1"><i>A Blanca Rosa de Osma</i></p> - -<div class="versos ml30"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Con</span> mis coplas, Blanca Rosa,</p> - <p class="i0">Tal vez te cause cuidados</p> - <p class="i8">Por cantar</p> - <p class="i0">Con la voz ya temblorosa,</p> - <p class="i0">Y los ojos ya cansados</p> - <p class="i8">De llorar.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Hoy para ti solo hay glorias,</p> - <p class="i0">Y danzas y flores bellas;</p> - <p class="i8">Mas después,</p> - <p class="i0">Se alzarán tristes memorias,</p> - <p class="i0">Hasta de las mismas huellas</p> - <p class="i8">De tus pies.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">En tus fiestas seductoras</p> - <p class="i0">¿No oyes del alma en lo interno</p> - <p class="i8">Un rumor,</p> - <p class="i0">Que lúgubre a todas horas,</p> - <p class="i0">Nos dice que no es eterno</p> - <p class="i8">Nuestro amor?</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_300">p. 300</span>¡Cuánto a creer se resiste</p> - <p class="i0">Una verdad tan odiosa</p> - <p class="i8">Tu bondad!</p> - <p class="i0">¡Y esto fuera menos triste</p> - <p class="i0">Si no fuera, Blanca Rosa,</p> - <p class="i8">Tan verdad!</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Te aseguro, como amigo,</p> - <p class="i0">Que es muy raro, y no te extrañe,</p> - <p class="i8">Amar bien.</p> - <p class="i0">Siento decir lo que digo;</p> - <p class="i0">Pero ¿quieres que te engañe</p> - <p class="i8">Yo también?</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Pasa un viento arrebatado,</p> - <p class="i0">Viene amor, y a dos en uno</p> - <p class="i8">Funde Dios;</p> - <p class="i0">Sopla el desamor helado,</p> - <p class="i0">Y vuelve a hacer, importuno,</p> - <p class="i8">De uno, dos.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Que amor, de egoísmo lleno,</p> - <p class="i0">A su gusto se acomoda</p> - <p class="i8">Bien y mal;</p> - <p class="i0">En él hasta herir es bueno,</p> - <p class="i0">Se ama o no ama, aquí está toda</p> - <p class="i8">Su moral.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Oh! ¡qué bien cumple el amante,</p> - <p class="i0">Cuando aún tiene la inocencia,</p> - <p class="i8">Su deber!</p> - <p class="i0">Y ¡cómo, más adelante,</p> - <p class="i0">Aviene con su conciencia</p> - <p class="i8">Su placer!</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_301">p. 301</span>¿Y es culpable el que, sediento,</p> - <p class="i0">Buscando va en nuevos lazos</p> - <p class="i8">Otro amor?</p> - <p class="i0">¡Sí! culpable como el viento</p> - <p class="i0">Que, al pasar, hace pedazos</p> - <p class="i8">Una flor.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¿Verdad que es abominable</p> - <p class="i0">Que el corazón vagabundo</p> - <p class="i8">Mude así,</p> - <p class="i0">Sin ser por ello culpable,</p> - <p class="i0">Porque esto pasa en el mundo</p> - <p class="i8">Porque sí?</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Se ama una vez sin medida,</p> - <p class="i0">Y aun se vuelve a amar sin tino</p> - <p class="i8">Más de dos.</p> - <p class="i0">¡Cuán versátil es la vida!</p> - <p class="i0">¡Cuán vano es nuestro destino,</p> - <p class="i8">Santo Dios!</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Él lleve tu labio ayuno</p> - <p class="i0">A algún manantial querido</p> - <p class="i8">De placer,</p> - <p class="i0">Donde dichosa, ninguno</p> - <p class="i0">Te enseñe nunca el olvido</p> - <p class="i8">Del deber.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Siempre el destino inconstante</p> - <p class="i0">Nos da cual vil usurero</p> - <p class="i8">Su favor:</p> - <p class="i0">Da amor primero y no amante;</p> - <p class="i0">Después mucho amante, pero</p> - <p class="i8">Poco amor.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_302">p. 302</span>Tranquila a veces reposa,</p> - <p class="i0">Y otras se marcha volando</p> - <p class="i8">Nuestra fe.</p> - <p class="i0">Y esto pasa, Blanca Rosa,</p> - <p class="i0">Sin saber cómo, ni cuándo,</p> - <p class="i8">Ni por qué.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Nunca es estable el deseo,</p> - <p class="i0">Ni he visto jamás terneza</p> - <p class="i8">Siempre igual.</p> - <p class="i0">Y ¿a qué negarlo? No creo</p> - <p class="i0">Ni del bien en la fijeza,</p> - <p class="i8">Ni del mal.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Este ir y venir sin tasa,</p> - <p class="i0">Y este moverse impaciente,</p> - <p class="i8">Pasa así,</p> - <p class="i0">Porque así ha pasado y pasa,</p> - <p class="i0">Porque sí, y ¡ay! solamente</p> - <p class="i8">Porque sí.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Cuán inútil es que huyamos</p> - <p class="i0">De los fáciles amores</p> - <p class="i8">Con horror,</p> - <p class="i0">Si cuanto más las pisamos,</p> - <p class="i0">Más nos embriagan las flores</p> - <p class="i8">Con su olor!</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">El cielo sin duda envía</p> - <p class="i0">La lucha a la tormentosa</p> - <p class="i8">Juventud;</p> - <p class="i0">Pues ¿qué mérito tendría</p> - <p class="i0">Sin esfuerzos, Blanca Rosa,</p> - <p class="i8">La virtud?</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_303">p. 303</span>¡Ay! un alma inteligente,</p> - <p class="i0">Siempre en nuestra alma divisa</p> - <p class="i8">Una flor,</p> - <p class="i0">Que se abre infaliblemente</p> - <p class="i0">Al soplo de alguna brisa</p> - <p class="i8">De otro amor.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Mas dirás: —¿Y en qué consiste</p> - <p class="i0">Que todo a mudar convida?—</p> - <p class="i8">¡Ay de mí!</p> - <p class="i0">En que la vida es muy triste...</p> - <p class="i0">Pero aunque triste, la vida</p> - <p class="i8">Es así.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Y si no es amor el vaso</p> - <p class="i0">Donde el sobrante se vierte</p> - <p class="i8">Del dolor,</p> - <p class="i0">Pregunto yo: —¿Es digno acaso</p> - <p class="i0">De ocuparnos vida y muerte</p> - <p class="i8">Tal amor?—</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Nunca sepas, Blanca Rosa,</p> - <p class="i0">Que es la dicha una locura;</p> - <p class="i8">Cual yo sé;</p> - <p class="i0">Si quieres ser venturosa,</p> - <p class="i0">Ten mucha fe en la ventura,</p> - <p class="i8">Mucha fe.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Si eres feliz algún día,</p> - <p class="i0">¡Guay, que el recuerdo tirano</p> - <p class="i8">De otro amor</p> - <p class="i0">No se filtre en tu alegría,</p> - <p class="i0">Cual se desliza un gusano</p> - <p class="i8">Roedor!</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_304">p. 304</span>Tú eres de las almas buenas,</p> - <p class="i0">Cuyos honrados amores</p> - <p class="i8">Siempre son</p> - <p class="i0">Los que bendicen sus penas,</p> - <p class="i0">Penas que se abren en flores</p> - <p class="i8">De pasión.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Con tus visiones hermosas,</p> - <p class="i0">Nunca de tu alma el abismo</p> - <p class="i8">Llenarás,</p> - <p class="i0">Pues la fuerza de las cosas</p> - <p class="i0">Puede más que Hércules mismo,</p> - <p class="i8">¡Mucho más!...</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Si huye una vez la ventura,</p> - <p class="i0">Nadie después ve las flores</p> - <p class="i8">Renacer</p> - <p class="i0">Que cubren la sepultura</p> - <p class="i0">De los recuerdos traidores</p> - <p class="i8">Del ayer.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¿Y quién es el responsable</p> - <p class="i0">De hacer tragar sin medida</p> - <p class="i8">Tanta hiel?</p> - <p class="i0">¡La vida! ¡esa es la culpable!</p> - <p class="i0">La vida, solo es la vida</p> - <p class="i8">Nuestra infiel.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">La vida, que desalada,</p> - <p class="i0">De un vértigo del infierno</p> - <p class="i8">Corre en pos:</p> - <p class="i0">Ella corre hacia la nada;</p> - <p class="i0">¿Quieres ir hacia lo eterno?</p> - <p class="i8">Ve hacia Dios.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_305">p. 305</span>¡Sí! corre hacia Dios, y Él haga</p> - <p class="i0">Que tengas siempre una vieja</p> - <p class="i8">Juventud.</p> - <p class="i0">La tumba todo lo traga;</p> - <p class="i0">Solo de tragarse deja</p> - <p class="i8">La virtud.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON JOSÉ SELGAS</h2> -</div> - -<h3 id="P091">91. El Estío</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Mayo</span> recoge el virginal tesoro;</p> - <p class="i0">Desciñe Flora su gentil guirnalda;</p> - <p class="i0">La sombra busca el manantial sonoro</p> - <p class="i0">Del alto monte en la risueña falda;</p> - <p class="i0">Campos son ya de púrpura y de oro</p> - <p class="i0">Los que fueron de rosa y esmeralda;</p> - <p class="i0">Y apenas riza su corriente el río</p> - <p class="i0">A los primeros soplos del Estío.</p> - <p class="i2">El soto ameno y la enramada umbrosa,</p> - <p class="i0">El valle alegre y la feraz ribera,</p> - <p class="i0">Con voz desalentada y cariñosa</p> - <p class="i0">Despiden a la dulce Primavera;</p> - <p class="i0">Muere en su tallo la inocente rosa;</p> - <p class="i0">Desfallece la altiva enredadera;</p> - <p class="i0">Y en desigual y tenue movimiento</p> - <p class="i0">Gime en el bosque fatigado el viento.</p> - <p class="i2">Por la alta cumbre del collado asoma</p> - <p class="i0">La blanca aurora su rosada frente,</p> - <p class="i0">Reparte perlas y recoge aroma;</p> - <p class="i0">Se abre la flor que su mirada siente;</p> - <p class="i0">Repite sus arrullos la paloma</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_306">p. 306</span>Bajo las ramas del laurel naciente;</p> - <p class="i0">Y allá por los tendidos olivares</p> - <p class="i0">Se escuchan melancólicos cantares.</p> - <p class="i2">Del aura dócil al impulso blando</p> - <p class="i0">La rubia mies en la llanura ondea;</p> - <p class="i0">Del dulce nido alrededor volando</p> - <p class="i0">La alondra gira y de placer gorjea;</p> - <p class="i0">Las ondas de la fuente suspirando</p> - <p class="i0">Quiebran el rayo de la luz febea,</p> - <p class="i0">Y en delicados mágicos colores</p> - <p class="i0">El fruto asoma al expirar las flores.</p> - <p class="i2">Sobre los montes que cercando toca</p> - <p class="i0">La niebla tiende su bordado encaje;</p> - <p class="i0">Desde el peñón de la desierta roca</p> - <p class="i0">Lánzase audaz el águila salvaje;</p> - <p class="i0">El seco vientecillo que sofoca</p> - <p class="i0">Cubre de polvo el pálido follaje;</p> - <p class="i0">Y por el monte y por la vega umbría</p> - <p class="i0">Crece el calor y se derrama el día.</p> - <p class="i2">Y en el árido ambiente se dilata</p> - <p class="i0">La esencia de la flor de los tomillos,</p> - <p class="i0">Y lento el río su raudal desata</p> - <p class="i0">Entre mimbres y juncos amarillos;</p> - <p class="i0">Y si al cubrir sus círculos de plata</p> - <p class="i0">Con sus plumeros blandos y sencillos</p> - <p class="i0">La caña dócil la corriente roza,</p> - <p class="i0">Trémula el agua de placer solloza.</p> - <p class="i2">Del valle en tanto en la pendiente orilla</p> - <p class="i0">Manso cordero del calor sosiega;</p> - <p class="i0">Se oyen los cantos de la alegre trilla;</p> - <p class="i0">Suenan los ecos de la tarda siega;</p> - <p class="i0">Ardiente el sol en el espacio brilla;</p> - <p class="i0">El cielo azul su majestad despliega,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_307">p. 307</span>Y duermen a la sombra los pastores,</p> - <p class="i0">Y se abrasan de sed los segadores.</p> - <p class="i2">Presta sombra a la rústica majada</p> - <p class="i0">La noble encina que a la edad resiste;</p> - <p class="i0">En su copa de fruto coronada</p> - <p class="i0">La vid de verde majestad se viste;</p> - <p class="i0">A su pie la doncella enamorada</p> - <p class="i0">Canta de amor, pero su canto es triste,</p> - <p class="i0">Que, en el profundo afán que la devora,</p> - <p class="i0">Amores canta porque celos llora.</p> - <p class="i2">Y el eco de su voz, dulce al oído</p> - <p class="i0">Más que el tierno arrullar de la paloma,</p> - <p class="i0">Por el monte y el valle repetido,</p> - <p class="i0">Tristes, confusas vibraciones toma;</p> - <p class="i0">Y en las ondas del aire suspendido</p> - <p class="i0">Se escapa al fin por la quebrada loma,</p> - <p class="i0">Y sin que el aura devolverlo pueda</p> - <p class="i0">Todo en reposo y en silencio queda.</p> - <p class="i2">Mudas están las fuentes y las aves;</p> - <p class="i0">No circula ni un átomo de viento;</p> - <p class="i0">Cortadas por el sol lentas y graves</p> - <p class="i0">Caen las hojas del árbol macilento;</p> - <p class="i0">Tenue vapor en ráfagas suaves</p> - <p class="i0">Se levanta con fácil movimiento,</p> - <p class="i0">Y mezclando en la luz su sombra extraña,</p> - <p class="i0">Va formando la nube en la montaña.</p> - <p class="i2">Hinchada, al fin, soberbia, se desprende</p> - <p class="i0">Del horizonte azul la nube densa,</p> - <p class="i0">Y el fuego del relámpago la enciende,</p> - <p class="i0">Y gira por la atmósfera suspensa.</p> - <p class="i0">Y ya sus flancos inflamados tiende,</p> - <p class="i0">Ya el vapor de su seno se condensa,</p> - <p class="i0">Y soltando el granizo en lluvia escasa</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_308">p. 308</span>La rompe el trueno, y se divide y pasa.</p> - <p class="i2">Y el sol que se reclina en Occidente</p> - <p class="i0">De su encendido manto se despoja,</p> - <p class="i0">Y en los blancos celajes del Oriente</p> - <p class="i0">Se pierde el rayo de su lumbre roja.</p> - <p class="i0">Brilla la gota de agua trasparente</p> - <p class="i0">Detenida en el polvo de la hoja,</p> - <p class="i0">Y tendiendo el crepúsculo su planta</p> - <p class="i0">Del fondo de los valles se levanta.</p> - <p class="i2">Como el ensueño dulce y regalado</p> - <p class="i0">Que en la fiebre de amor templa el desvelo,</p> - <p class="i0">Vertiendo en nuestro espíritu agitado</p> - <p class="i0">La misteriosa esencia del consuelo;</p> - <p class="i0">Así por el ambiente reposado</p> - <p class="i0">De estrellas y vapor bordando el cielo,</p> - <p class="i0">Breves y llenas de feraz rocío</p> - <p class="i0">Cruzan las noches del ardiente Estío.</p> - <p class="i2">Y en tristes ecos el silencio crece,</p> - <p class="i0">Y en tibio resplandor la sombra vaga;</p> - <p class="i0">La luz de las estrellas se estremece</p> - <p class="i0">Y en el limpio raudal brilla y se apaga;</p> - <p class="i0">Naturaleza entera se adormece</p> - <p class="i0">En el hondo placer que la embriaga,</p> - <p class="i0">Y lleva al aura en vacilantes giros</p> - <p class="i0">Besos, sombras, perfumes y suspiros.</p> - <p class="i2">Más puro que la tímida esperanza</p> - <p class="i0">Que sueña el alma en el amor primero,</p> - <p class="i0">Su rayo débil desde Oriente lanza,</p> - <p class="i0">Sol de la noche, virginal lucero;</p> - <p class="i0">Triste y sereno por el cielo avanza</p> - <p class="i0">De la cándida luna mensajero,</p> - <p class="i0">Por ella viene, y suspirando ella,</p> - <p class="i0">Síguele en pos enamorada y bella.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_309">p. 309</span>Cuantos guardáis la tímida inocencia</p> - <p class="i0">Que a la esperanza y al amor convida;</p> - <p class="i0">Los que en el alma la impalpable esencia</p> - <p class="i0">De su primer amor lloráis perdida;</p> - <p class="i0">Cuantos con dolorosa indiferencia</p> - <p class="i0">Vais apurando el cáliz de la vida;</p> - <p class="i0">Todos llegad, y bajo el bosque umbrío</p> - <p class="i0">Sentid las noches del ardiente Estío.</p> - <p class="i2">Las del tirano amor, desengañadas,</p> - <p class="i0">Pálidas y dulcísimas doncellas,</p> - <p class="i0">Vosotras que lloráis desconsoladas</p> - <p class="i0">Solo el delito de nacer tan bellas;</p> - <p class="i0">Mirad entre las nubes sosegadas</p> - <p class="i0">Cómo cruzan el cielo las estrellas;</p> - <p class="i0">Que no hay duda, ni afán, ni desconsuelo</p> - <p class="i0">Que no se calme contemplando el cielo.</p> - <p class="i2">Y tú, tierna a mi voz, blanca hermosura,</p> - <p class="i0">Fuente de virginal melancolía,</p> - <p class="i0">Más hermosa a mis ojos y más pura</p> - <p class="i0">Que el rayo azul con que despunta el día;</p> - <p class="i0">Corazón abrasado de ternura,</p> - <p class="i0">Espíritu de amor y de armonía,</p> - <p class="i0">Ven y derrama en el tranquilo viento</p> - <p class="i0">El ámbar delicado de tu aliento.</p> - <p class="i2">La dulce vaguedad que me enajena</p> - <p class="i0">Aumenta la inquietud de mi deseo;</p> - <p class="i0">Tu voz perdida en el ambiente suena;</p> - <p class="i0">Donde mis ojos van tu sombra veo;</p> - <p class="i0">De amor y afán mi corazón se llena,</p> - <p class="i0">Porque en tu amor y en mi esperanza creo;</p> - <p class="i0">Y así suspende el sentimiento mío</p> - <p class="i0">La tibia noche del ardiente Estío.</p> - <p class="i2">Noche serena y misteriosa, en donde</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_310">p. 310</span>Dormido vaga el pensamiento humano,</p> - <p class="i0">Todo a los ecos de tu voz responde,</p> - <p class="i0">La mar, el monte, la espesura, el llano;</p> - <p class="i0">Acaso Dios entre tu sombra esconde</p> - <p class="i0">La impenetrable luz de algún arcano;</p> - <p class="i0">Tal vez cubierta de tu inmenso velo</p> - <p class="i0">Se confunde la tierra con el cielo.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON VENTURA RUIZ AGUILERA</h2> -</div> - -<h3 id="P092">92. Epístola</h3> - -<p class="subh3 ws1">(<i>A Don Damián Menéndez Rayón y Don Francisco Giner -de los Ríos</i>)</p> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">No arrojará</span> cobarde el limpio acero</p> - <p class="i0">mientras oiga el clarín de la pelea,</p> - <p class="i0">soldado que su honor conserve entero;</p> - <p class="i2">ni del piloto el ánimo flaquea</p> - <p class="i0">porque rayos alumbren su camino</p> - <p class="i0">y el golfo inmenso alborotarse vea.</p> - <p class="i2">¡Siempre luchar!... del hombre es el destino;</p> - <p class="i0">y al que impávido lucha, con fe ardiente,</p> - <p class="i0">le da la gloria su laurel divino.</p> - <p class="i2">Por sosiego suspira eternamente;</p> - <p class="i0">pero ¿dónde se oculta, dónde mana</p> - <p class="i0">de esta sed inmortal la ansiada fuente?...</p> - <p class="i2">En el profundo valle, que se afana</p> - <p class="i0">cuando del año la estación florida</p> - <p class="i0">lo viste de verdura y luz temprana;</p> - <p class="i2">en las cumbres salvajes, donde anida</p> - <p class="i0">el águila que pone junto al cielo</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_311">p. 311</span>su mansión de huracanes combatida,</p> - <p class="i2">el límite no encuentra de su anhelo;</p> - <p class="i0">ni porque esclava suya haga la suerte,</p> - <p class="i0">tras íntima inquietud y estéril duelo.</p> - <p class="i2">Aquel solo el varón dichoso y fuerte</p> - <p class="i0">será, que viva en paz con su conciencia</p> - <p class="i0">hasta el sueño apacible de la muerte.</p> - <p class="i2">¿Qué sirve el esplendor, qué la opulencia,</p> - <p class="i0">la oscuridad, ni holgada medianía,</p> - <p class="i0">si a sufrir el delito nos sentencia?</p> - <p class="i2">Choza del campesino, humilde y fría,</p> - <p class="i0">alcázar de los reyes, corpulento,</p> - <p class="i0">cuya altitud al monte desafía,</p> - <p class="i2">bien sé yo que, invisible como el viento,</p> - <p class="i0">huésped que el alma hiela, se ha sentado</p> - <p class="i0">de vuestro hogar al pie el remordimiento.</p> - <p class="i2">¿Qué fue del corso altivo, no domado</p> - <p class="i0">hasta asomar de España en las fronteras</p> - <p class="i0">cual cometa del cielo desgajado?</p> - <p class="i2">El poder que le dieron sus banderas</p> - <p class="i0">con asombro y terror de las naciones</p> - <p class="i0">¿colmó sus esperanzas lisonjeras?...</p> - <p class="i2">Cayó; y entre los bárbaros peñones</p> - <p class="i0">de su destierro, en las nocturnas horas</p> - <p class="i0">le acosaron fatídicas visiones;</p> - <p class="i2">y diéronle tristeza las auroras,</p> - <p class="i0">y en el manso murmullo de la brisa</p> - <p class="i0">voces oyó gemir acusadoras.</p> - <p class="i2">Más conforme recibe y más sumisa</p> - <p class="i0">la voluntad de Dios, el alma bella</p> - <p class="i0">que abrojos siempre lacerada pisa.</p> - <p class="i2">Francisco, así pasar vimos aquella</p> - <p class="i0">que te arrulló en sus brazos maternales,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_312">p. 312</span>y hoy, vestida de luz, los astros huella:</p> - <p class="i2">que al tocar del sepulcro los umbrales,</p> - <p class="i0">bañó su dulce faz con dulce rayo</p> - <p class="i0">la alborada de goces inmortales.</p> - <p class="i2">Y así, Damián, en el risueño mayo</p> - <p class="i0">de una vida sin mancha, como arbusto</p> - <p class="i0">que el aquilón derriba en el Moncayo,</p> - <p class="i2">pasó también tu hermano, y la del justo</p> - <p class="i0">severa majestad brilló en su frente,</p> - <p class="i0">de un alma religiosa templo augusto.</p> - <p class="i2">Huya de las ciudades el que intente</p> - <p class="i0">esquivar la batalla de la vida</p> - <p class="i0">y en el ocio perderla muellemente:</p> - <p class="i2">que a la virtud el riesgo no intimida;</p> - <p class="i0">cuando náufragos hay, los ojos cierra</p> - <p class="i0">y se lanza a la mar embravecida.</p> - <p class="i2">Avaro miserable es el que encierra</p> - <p class="i0">la fecunda semilla en el granero,</p> - <p class="i0">cuando larga escasez llora la tierra.</p> - <p class="i2">Compadecer la desventura quiero</p> - <p class="i0">del que, por no mirar la abierta llaga,</p> - <p class="i0">de su limosna priva al pordiosero.</p> - <p class="i2">Ebrio, y alegre, y victorioso vaga</p> - <p class="i0">el vicio por el mundo cortesano:</p> - <p class="i0">su canto de sirena ¿a quién no embriaga?</p> - <p class="i2">Los que dones reciben de su mano</p> - <p class="i0">himnos alzan de júbilo, y de flores</p> - <p class="i0">rinden tributo en el altar profano.</p> - <p class="i2">En tanto, de la fiesta a los rumores,</p> - <p class="i0">criaturas sin fin, herido el seno,</p> - <p class="i0">responden con el ¡ay! de sus dolores.</p> - <p class="i2">Mas el hombre de espíritu sereno</p> - <p class="i0">y de conciencia inquebrantable (roca</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_313">p. 313</span>donde se estrella, sin mancharla, el cieno)</p> - <p class="i2">la horrible sien del ídolo destoca,</p> - <p class="i0">y con acento de anatema inflama</p> - <p class="i0">tal vez en noble ardor la turba loca.</p> - <p class="i2">Jinete de experiencia y limpia fama,</p> - <p class="i0">armado va de freno y dura espuela</p> - <p class="i0">donde una voz en abandono clama;</p> - <p class="i2">de heroica pasión en alas vuela,</p> - <p class="i0">y en ella clava el acicate agudo</p> - <p class="i0">por acudir al mal que le desvela.</p> - <p class="i2">Si un instante el error cegarle pudo,</p> - <p class="i0">los engañosos ímpetus reprime,</p> - <p class="i0">y es su propia razón freno y escudo.</p> - <p class="i2">Sin tregua combatir por el que gime;</p> - <p class="i0">defender la justicia y verdad santa,</p> - <p class="i0">llena la mente de ideal sublime;</p> - <p class="i2">caminar hacia el bien con firme planta,</p> - <p class="i0">a la edad consolando que agoniza,</p> - <p class="i0">apóstol de otra edad que se adelanta,</p> - <p class="i2">es empresa que al vulgo escandaliza;</p> - <p class="i0">por loco siempre o necio fue tenido</p> - <p class="i0">quien lanzas en su pro rompe en la liza.</p> - <p class="i2">Si a tierna compasión alguien movido</p> - <p class="i0">vio al generoso hidalgo de Cervantes,</p> - <p class="i0">¡cuántos, con risa, viéronle caído!</p> - <p class="i2">Acomete a quiméricos gigantes,</p> - <p class="i0">de sus delirios prodigiosa hechura,</p> - <p class="i0">y es de niños escarnio y de ignorantes.</p> - <p class="i2">Mas él, dándoles cuerpo, se figura</p> - <p class="i0">limpiar de monstruos la afligida tierra,</p> - <p class="i0">y llanto arranca al bueno su locura.</p> - <p class="i2">Así debe sufrir, en cruda guerra,</p> - <p class="i0">(sin vergonzoso pacto ni sosiego)</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_314">p. 314</span>contra el mal, que a los débiles aterra,</p> - <p class="i2">el que abrasado en el celeste fuego</p> - <p class="i0">de inagotable caridad, no atiende</p> - <p class="i0">solo de su interés el torpe ruego.</p> - <p class="i2">Árbol de seco erial, las ramas tiende</p> - <p class="i0">al que rendido llega de fatiga,</p> - <p class="i0">y del sol, cariñoso, le defiende.</p> - <p class="i2">Él sabe que sus frutos no prodiga</p> - <p class="i0">heredad que se deja sin cultivo;</p> - <p class="i0">sabe que del sudor brota la espiga,</p> - <p class="i2">como de agua sonoro raudal vivo,</p> - <p class="i0">si del trabajo el útil instrumento</p> - <p class="i0">hiende la roca en que durmió cautivo.</p> - <p class="i2">¡Oh del bosque anhelado apartamiento,</p> - <p class="i0">cuyos olmos son arpas melodiosas</p> - <p class="i0">cuando sacude su follaje el viento!</p> - <p class="i2">¡Oh fresco valle, donde crecen rosas</p> - <p class="i0">de perfumado cáliz, y azucenas,</p> - <p class="i0">que liban las abejas codiciosas!</p> - <p class="i2">¡Oh soledades de armonías llenas!</p> - <p class="i0">en vano me brindáis ocio y amores,</p> - <p class="i0">mientras haya un esclavo entre cadenas.</p> - <p class="i2">Que aún pide con sacrílegos rumores</p> - <p class="i0">ver libre a Barrabás la muchedumbre</p> - <p class="i0">y alzados en la Cruz los redentores.</p> - <p class="i2">Que del sombrío Gólgota en la cumbre,</p> - <p class="i0">regada con la sangre del Cordero</p> - <p class="i0">sublime en humildad y mansedumbre,</p> - <p class="i2">mártires ¡ay! aún suben al madero</p> - <p class="i0">que ha de ser, convertido en árbol santo,</p> - <p class="i0">patria y hogar del universo entero.</p> - <p class="i2">Padecer es vivir; riego es el llanto</p> - <p class="i0">a quien la flor del alma, con su esencia</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_315">p. 315</span>debe perpetuo y virginal encanto.</p> - <p class="i2">Amigos, bendecid la Providencia</p> - <p class="i0">si mandare a la vuestra ese rocío,</p> - <p class="i0">y nieguen los malvados su clemencia.</p> - <p class="i2">¡Qué alegre y qué gentil llega el navío</p> - <p class="i0">al puerto salvador, cuando aún le azota</p> - <p class="i0">con fiera saña el huracán bravío!</p> - <p class="i2">Así el justo halla al fin de su derrota</p> - <p class="i0">por el mar de la vida proceloso,</p> - <p class="i0">del claro cielo en la extensión remota</p> - <p class="i0">puerto seguro y eternal reposo.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON GASPAR NÚÑEZ DE ARCE</h2> -</div> - -<h3 id="P093">93. Estrofas</h3> - -<h4 class="asc">I</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">La generosa</span> musa de Quevedo</p> - <p class="i0">desbordose una vez como un torrente</p> - <p class="i0">y exclamó llena de viril denuedo:</p> - <p class="i0">«No he de callar, por más que con el dedo,</p> - <p class="i0">ya tocando los labios, ya la frente,</p> - <p class="i0">silencio avises o amenaces miedo.»</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">II</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Y al estampar sobre la herida abierta</p> - <p class="i0">el hierro de su cólera encendido,</p> - <p class="i0">tembló la concusión que siempre alerta,</p> - <p class="i0">incansable y voraz, labra su nido,</p> - <p class="i0">como gusano ruin en carne muerta,</p> - <p class="i0">en todo Estado exánime y podrido.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc" title="III"><span class="pagenum" id="Page_316">p. 316</span>III</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Arranque de dolor, de ese profundo</p> - <p class="i0">dolor que se concentra en el misterio</p> - <p class="i0">y huye amargado del rumor del mundo,</p> - <p class="i0">fue su sangrienta sátira, cauterio</p> - <p class="i0">que aplicó sollozando al patrio imperio,</p> - <p class="i0">mísero, gangrenado y moribundo.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">IV</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Ah! si hoy pudiera resonar la lira</p> - <p class="i0">que con Quevedo descendió a la tumba,</p> - <p class="i0">en medio de esta universal mentira,</p> - <p class="i0">de este viento de escándalo que zumba,</p> - <p class="i0">de este fétido hedor que se respira,</p> - <p class="i0">de esta España moral que se derrumba;</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">V</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">De la viva y creciente incertidumbre</p> - <p class="i0">que en lucha estéril nuestra fuerza agota;</p> - <p class="i0">del huracán de sangre que alborota</p> - <p class="i0">el mar de la revuelta muchedumbre;</p> - <p class="i0">de la insaciable y honda podredumbre</p> - <p class="i0">que el rostro y la conciencia nos azota;</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">VI</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">De este horror, de este ciego desvarío</p> - <p class="i0">que cubre nuestras almas con un velo,</p> - <p class="i0">como el sepulcro, impenetrable y frío;</p> - <p class="i0">de este insensato pensamiento impío</p> - <p class="i0">que destituye a Dios, despuebla el cielo</p> - <p class="i0">y precipita el mundo en el vacío;</p> - </div> -</div> -<h4 class="asc" title="VII"><span class="pagenum" id="Page_317">p. 317</span>VII</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Si en medio de esta borrascosa orgía</p> - <p class="i0">que infunde repugnancia al par que aterra,</p> - <p class="i0">esa lira estallara ¿qué sería?</p> - <p class="i0">Grito de indignación, canto de guerra,</p> - <p class="i0">que en las entrañas mismas de la tierra</p> - <p class="i0">la muerta humanidad conmovería.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">VIII</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Mas ¿porque el gran satírico no aliente</p> - <p class="i0">ha de haber quien contemple y autorice</p> - <p class="i0">tanta degradación, indiferente?</p> - <p class="i0">«¿No ha de haber un espíritu valiente?</p> - <p class="i0">¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?</p> - <p class="i0">¿Nunca se ha de decir lo que se siente?»</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">IX</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Cuántos sueños de gloria evaporados</p> - <p class="i0">como las leves gotas de rocío</p> - <p class="i0">que apenas mojan los sedientos prados!</p> - <p class="i0">¡Cuánta ilusión perdida en el vacío,</p> - <p class="i0">y cuántos corazones anegados</p> - <p class="i0">en la amarga corriente del hastío!</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">X</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">No es la revolución raudal de plata</p> - <p class="i0">que fertiliza la extendida vega:</p> - <p class="i0">es sorda inundación que se desata.</p> - <p class="i0">No es viva luz que se difunde grata,</p> - <p class="i0">sino confuso resplandor que ciega</p> - <p class="i0">y tormentoso vértigo que mata.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc" title="XI"><span class="pagenum" id="Page_318">p. 318</span>XI</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Al menos en el siglo desdichado</p> - <p class="i0">que aquel ilustre y vigoroso vate</p> - <p class="i0">con el rayo marcó de su censura,</p> - <p class="i0">podía el corazón atribulado</p> - <p class="i0">salir ileso del mortal combate</p> - <p class="i0">en alas de la fe radiante y pura.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">XII</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Y apartando la vista de aquel cieno</p> - <p class="i0">social, de aquellos fétidos despojos,</p> - <p class="i0">de aquel lúbrico y torpe desenfreno,</p> - <p class="i0">fijar llorando los ardientes ojos</p> - <p class="i0">en ese cielo azul, limpio y sereno,</p> - <p class="i0">de santa paz y de esperanza lleno.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">XIII</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Pero hoy ¿dónde mirar? Un golpe mismo</p> - <p class="i0">hiere al César y a Dios. Sorda carcoma</p> - <p class="i0">prepara el misterioso cataclismo,</p> - <p class="i0">y como en tiempo de la antigua Roma,</p> - <p class="i0">todo cruje, vacila y se desploma</p> - <p class="i0">en el cielo, en la tierra, en el abismo.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">XIV</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Perdida en tanta soledad la calma,</p> - <p class="i0">de noche eterna el corazón cubierto,</p> - <p class="i0">la gloria muda, desolada el alma,</p> - <p class="i0">en este pavoroso desconcierto</p> - <p class="i0">se eleva la Razón, como la palma</p> - <p class="i0">que crece triste y sola en el desierto.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc" title="XV"><span class="pagenum" id="Page_319">p. 319</span>XV</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Triste y sola, es verdad! ¿Dónde hay miseria</p> - <p class="i0">mayor? ¿Dónde más rudo desconsuelo?</p> - <p class="i0">¿De qué la sirve desgarrar el velo</p> - <p class="i0">que envuelve y cubre la vivaz materia,</p> - <p class="i0">y con profundo, inextinguible anhelo</p> - <p class="i0">sondar la tierra, escudriñar el cielo;</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">XVI</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Entregarse a merced del torbellino</p> - <p class="i0">y en la duda incesante que la aqueja</p> - <p class="i0">el secreto inquirir de su destino,</p> - <p class="i0">si a cada paso que adelanta deja</p> - <p class="i0">su fe inmortal, como el vellón la oveja,</p> - <p class="i0">enredada en las zarzas del camino?</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">XVII</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¿Si a su culpada humillación se adhiere</p> - <p class="i0">con la constancia infame del beodo,</p> - <p class="i0">que goza en su abyección, y en ella muere?</p> - <p class="i0">¿Si ciega, y torpe, y degradada en todo,</p> - <p class="i0">desconoce su origen, y prefiere</p> - <p class="i0">a descender de Dios, surgir del lodo?</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">XVIII</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Libertad, libertad! No eres aquella</p> - <p class="i0">virgen, de blanca túnica ceñida,</p> - <p class="i0">que vi en mis sueños pudibunda y bella.</p> - <p class="i0">No eres, no, la deidad esclarecida</p> - <p class="i0">que alumbra con su luz, como una estrella,</p> - <p class="i0">los oscuros abismos de la vida.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc" title="XIX"><span class="pagenum" id="Page_320">p. 320</span>XIX</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">No eres la fuente de perenne gloria</p> - <p class="i0">que dignifica el corazón humano</p> - <p class="i0">y engrandece esta vida transitoria.</p> - <p class="i0">No el ángel vengador que con su mano</p> - <p class="i0">imprime en las espaldas del tirano</p> - <p class="i0">el hierro enrojecido de la historia.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">XX</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">No eres la vaga aparición que sigo</p> - <p class="i0">con hondo afán desde mi edad primera,</p> - <p class="i0">sin alcanzarla nunca... Mas ¿qué digo?</p> - <p class="i0">No eres la libertad, disfraces fuera,</p> - <p class="i0">¡licencia desgreñada, vil ramera</p> - <p class="i0">del motín, te conozco y te maldigo!</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">XXI</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Ah! No es extraño que sin luz ni guía,</p> - <p class="i0">los humanos instintos se desborden</p> - <p class="i0">con el rugido del volcán que estalla,</p> - <p class="i0">y en medio del tumulto y la anarquía,</p> - <p class="i0">como corcel indómito el desorden</p> - <p class="i0">no respete ni látigo ni valla.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">XXII</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¿Quién podrá detenerle en su carrera?</p> - <p class="i0">¿Quién templar los impulsos de la fiera</p> - <p class="i0">y loca multitud enardecida,</p> - <p class="i0">que principia a dudar y ya no espera</p> - <p class="i0">hallar en otra luminosa esfera,</p> - <p class="i0">bálsamo a los dolores de esta vida?</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc" title="XXIII"><span class="pagenum" id="Page_321">p. 321</span>XXIII</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Como Cristo en la cúspide del monte,</p> - <p class="i0">rotas ya sus mortales ligaduras,</p> - <p class="i0">mira doquier con ojos espantados,</p> - <p class="i0">por toda la extensión del horizonte</p> - <p class="i0">dilatarse a sus pies vastas llanuras,</p> - <p class="i0">ricas ciudades, fértiles collados.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">XXIV</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Y excitando su afán calenturiento</p> - <p class="i0">tanta grandeza y tanto poderío,</p> - <p class="i0">de la codicia el persuasivo acento</p> - <p class="i0">grítale audaz: —¡El cielo está vacío!</p> - <p class="i0">¿A quién temer?— Y ronca y sin aliento</p> - <p class="i0">la muchedumbre grita: —¡Todo es mío!—</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">XXV</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Y en el tumulto su puñal afila,</p> - <p class="i0">y la enconada cólera que encierra</p> - <p class="i0">enturbia y enardece su pupila,</p> - <p class="i0">y ensordeciendo el aire en son de guerra</p> - <p class="i0">hace temblar bajo sus pies la tierra,</p> - <p class="i0">como las hordas bárbaras de Atila.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">XXVI</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">No esperéis que esa turba alborotada</p> - <p class="i0">infunda nueva sangre generosa</p> - <p class="i0">en las venas de Europa desmayada;</p> - <p class="i0">ni que termine su fatal jornada,</p> - <p class="i0">sobre el ara desierta y polvorosa</p> - <p class="i0">otro Dios levantando con su espada.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc" title="XXVII"><span class="pagenum" id="Page_322">p. 322</span>XXVII</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">No esperéis, no, que la confusa plebe,</p> - <p class="i0">como santo depósito en su pecho</p> - <p class="i0">nobles instintos y virtudes lleve.</p> - <p class="i0">Hallará el mundo a su codicia estrecho,</p> - <p class="i0">que es la fuerza, es el número, es el hecho</p> - <p class="i0">brutal ¡es la materia que se mueve!</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">XXVIII</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Y buscará la libertad en vano;</p> - <p class="i0">que no arraiga en los crímenes la idea,</p> - <p class="i0">ni entre las olas fructifica el grano.</p> - <p class="i0">Su castigo en sus iras centellea</p> - <p class="i0">pronto a estallar; que el rayo y el tirano</p> - <p class="i0">hermanos son. ¡La tempestad los crea!</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P094">94. Tristezas</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Cuando recuerdo la piedad sincera</p> - <p class="i10">con que en mi edad primera</p> - <p class="i0">entraba en nuestras viejas catedrales,</p> - <p class="i0">donde postrado ante la cruz de hinojos</p> - <p class="i10">alzaba a Dios mis ojos,</p> - <p class="i0">soñando en las venturas celestiales;</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Hoy que mi frente atónito golpeo,</p> - <p class="i10">y con febril deseo</p> - <p class="i0">busco los restos de mi fe perdida,</p> - <p class="i0">por hallarla otra vez, radiante y bella</p> - <p class="i10">como en la edad aquella,</p> - <p class="i0">¡desgraciado de mí! diera la vida.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_323">p. 323</span>¡Con qué profundo amor, niño inocente,</p> - <p class="i10">prosternaba mi frente</p> - <p class="i0">en las losas del templo sacrosanto!</p> - <p class="i0">Llenábase mi joven fantasía</p> - <p class="i10">de luz, de poesía,</p> - <p class="i0">de mudo asombro, de terrible espanto.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Aquellas altas bóvedas que al cielo</p> - <p class="i10">levantaban mi anhelo;</p> - <p class="i0">aquella majestad solemne y grave;</p> - <p class="i0">aquel pausado canto, parecido</p> - <p class="i10">a un doliente gemido,</p> - <p class="i0">que retumbaba en la espaciosa nave;</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Las marmóreas y austeras esculturas</p> - <p class="i10">de antiguas sepulturas,</p> - <p class="i0">aspiración del arte a lo infinito;</p> - <p class="i0">la luz que por los vidrios de colores</p> - <p class="i10">sus tibios resplandores</p> - <p class="i0">quebraba en los pilares de granito;</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Haces de donde en curva fugitiva,</p> - <p class="i10">para formar la ojiva,</p> - <p class="i0">cada ramal subiendo se separa,</p> - <p class="i0">cual del rumor de multitud que ruega,</p> - <p class="i10">cuando a los cielos llega,</p> - <p class="i0">surge cada oración distinta y clara;</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">En el gótico altar inmoble y fijo</p> - <p class="i10">el santo crucifijo,</p> - <p class="i0">que extiende sin vigor sus brazos yertos,</p> - <p class="i0">siempre en la sorda lucha de la vida,</p> - <p class="i10">tan áspera y reñida,</p> - <p class="i0">para el dolor y la humildad abiertos;</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_324">p. 324</span>El místico clamor de la campana</p> - <p class="i10">que sobre el alma humana</p> - <p class="i0">de las caladas torres se despeña,</p> - <p class="i0">y anuncia y lleva en sus aladas notas</p> - <p class="i10">mil promesas ignotas</p> - <p class="i0">al triste corazón que sufre o sueña;</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Todo elevaba mi ánimo intranquilo</p> - <p class="i10">a más sereno asilo:</p> - <p class="i0">religión, arte, soledad, misterio...</p> - <p class="i0">todo en el templo secular hacía</p> - <p class="i10">vibrar el alma mía,</p> - <p class="i0">como vibran las cuerdas de un salterio.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Y a esta voz interior que solo entiende</p> - <p class="i10">quien crédulo se enciende</p> - <p class="i0">en fervoroso y celestial cariño,</p> - <p class="i0">envuelta en sus flotantes vestiduras</p> - <p class="i10">volaba a las alturas,</p> - <p class="i0">virgen sin mancha, mi oración de niño.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Su rauda, viva y luminosa huella</p> - <p class="i10">como fugaz centella</p> - <p class="i0">traspasaba el espacio, y ante el puro</p> - <p class="i0">resplandor de sus alas de querube,</p> - <p class="i10">rasgábase la nube</p> - <p class="i0">que me ocultaba el inmortal seguro.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Oh anhelo de esta vida transitoria!</p> - <p class="i10">¡Oh perdurable gloria!</p> - <p class="i0">¡Oh sed inextinguible del deseo!</p> - <p class="i0">¡Oh cielo, que antes para mí tenías</p> - <p class="i10">fulgores y armonías,</p> - <p class="i0">y hoy tan oscuro y desolado veo!</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_325">p. 325</span>Ya no templas mis íntimos pesares,</p> - <p class="i10">ya al pie de tus altares</p> - <p class="i0">como en mis años de candor no acudo.</p> - <p class="i0">Para llegar a ti perdí el camino,</p> - <p class="i10">y errante peregrino</p> - <p class="i0">entre tinieblas desespero y dudo.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Voy espantado sin saber por dónde;</p> - <p class="i10">grito, y nadie responde</p> - <p class="i0">a mi angustiada voz; alzo los ojos</p> - <p class="i0">y a penetrar la lobreguez no alcanzo;</p> - <p class="i10">medrosamente avanzo,</p> - <p class="i0">y me hieren el alma los abrojos.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Hijo del siglo, en vano me resisto</p> - <p class="i10">a su impiedad, ¡oh Cristo!</p> - <p class="i0">Su grandeza satánica me oprime.</p> - <p class="i0">Siglo de maravillas y de asombros,</p> - <p class="i10">levanta sobre escombros</p> - <p class="i0">un Dios sin esperanza, un Dios que gime.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Y ese Dios no eres tú! No tu serena</p> - <p class="i10">faz, de consuelos llena,</p> - <p class="i0">alumbra y guía nuestro incierto paso.</p> - <p class="i0">Es otro Dios incógnito y sombrío:</p> - <p class="i10">su cielo es el vacío,</p> - <p class="i0">Sacerdote el error, ley el Acaso.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Ay! No recuerda el ánimo suspenso</p> - <p class="i10">un siglo más inmenso,</p> - <p class="i0">más rebelde a tu voz, más atrevido;</p> - <p class="i0">entre nubes de fuego alza su frente,</p> - <p class="i10">como Luzbel, potente;</p> - <p class="i0">pero también, como Luzbel, caído.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_326">p. 326</span>A medida que marcha y que investiga</p> - <p class="i10">es mayor su fatiga,</p> - <p class="i0">es su noche más honda y más oscura,</p> - <p class="i0">y pasma, al ver lo que padece y sabe,</p> - <p class="i10">cómo en su seno cabe</p> - <p class="i0">tanta grandeza y tanta desventura.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Como la nave sin timón y rota</p> - <p class="i10">que el ronco mar azota,</p> - <p class="i0">incendia el rayo y la borrasca mece</p> - <p class="i0">en piélago ignorado y proceloso,</p> - <p class="i10">nuestro siglo —coloso—</p> - <p class="i0">con la luz que le abrasa, resplandece.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Y está la playa mística tan lejos!...</p> - <p class="i10">a los tristes reflejos</p> - <p class="i0">del sol poniente se colora y brilla.</p> - <p class="i0">El huracán arrecia, el bajel arde,</p> - <p class="i10">y es tarde, es ¡ay! muy tarde</p> - <p class="i0">para alcanzar la sosegada orilla.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¿Qué es la ciencia sin fe? Corcel sin freno,</p> - <p class="i10">a todo yugo ajeno,</p> - <p class="i0">que al impulso del vértigo se entrega,</p> - <p class="i0">y a través de intrincadas espesuras,</p> - <p class="i10">desbocado y a oscuras</p> - <p class="i0">avanza sin cesar y nunca llega.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Llegar! ¿Adónde?... El pensamiento humano</p> - <p class="i10">en vano lucha, en vano</p> - <p class="i0">su ley oculta y misteriosa infringe.</p> - <p class="i0">En la lumbre del sol sus alas quema,</p> - <p class="i10">y no aclara el problema,</p> - <p class="i0">ni penetra el enigma de la Esfinge.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_327">p. 327</span>¡Sálvanos, Cristo, sálvanos, si es cierto</p> - <p class="i10">que tu poder no ha muerto!</p> - <p class="i0">Salva a esta sociedad desventurada,</p> - <p class="i0">que bajo el peso de su orgullo mismo</p> - <p class="i10">rueda al profundo abismo</p> - <p class="i0">acaso más enferma que culpada.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">La ciencia audaz, cuando de ti se aleja,</p> - <p class="i10">en nuestras almas deja</p> - <p class="i0">el germen de recónditos dolores,</p> - <p class="i0">como al tender el vuelo hacia la altura,</p> - <p class="i10">deja su larva impura</p> - <p class="i0">el insecto en el cáliz de las flores.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Si en esta confusión honda y sombría</p> - <p class="i10">es, Señor, todavía</p> - <p class="i0">raudal de vida tu palabra santa,</p> - <p class="i0">di a nuestra fe desalentada y yerta:</p> - <p class="i10">—¡Anímate y despierta!</p> - <p class="i0">Como dijiste a Lázaro: —¡Levanta!</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON GUSTAVO A. BÉCQUER</h2> -</div> - -<h3 id="P095">95. Rimas</h3> - -<div class="versos ml28"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Del</span> salón en el ángulo oscuro,</p> - <p class="i0">De su dueño tal vez olvidada,</p> - <p class="i0">Silenciosa y cubierta de polvo</p> - <p class="i10">Veíase el arpa.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,</p> - <p class="i0">Como el pájaro duerme en las ramas,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_328">p. 328</span>Esperando la mano de nieve</p> - <p class="i10">Que sabe arrancarla!</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Ay! pensé; ¡cuántas veces el genio</p> - <p class="i0">Así duerme en el fondo del alma,</p> - <p class="i0">Y una voz, como Lázaro, espera</p> - <p class="i0">Que le diga: «¡Levántate y anda!»</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P096">96.</h3> - -<div class="versos ml36"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Cerraron sus ojos</p> - <p class="i0">Que aún tenía abiertos;</p> - <p class="i0">Taparon su cara</p> - <p class="i0">Con un blanco lienzo;</p> - <p class="i0">Y unos sollozando,</p> - <p class="i0">Otros en silencio,</p> - <p class="i0">De la triste alcoba</p> - <p class="i0">Todos se salieron.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">La luz, que en un vaso</p> - <p class="i0">Ardía en el suelo,</p> - <p class="i0">Al muro arrojaba</p> - <p class="i0">La sombra del lecho;</p> - <p class="i0">Y entre aquella sombra</p> - <p class="i0">Veíase a intérvalos</p> - <p class="i0">Dibujarse rígida</p> - <p class="i0">La forma del cuerpo.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Despertaba el día</p> - <p class="i0">Y a su albor primero</p> - <p class="i0">Con sus mil ruïdos</p> - <p class="i0">Despertaba el pueblo.</p> - <p class="i0">Ante aquel contraste</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_329">p. 329</span>De vida y misterios,</p> - <p class="i0">De luz y tinieblas,</p> - <p class="i0">Medité un momento:</p> - <p class="i0">«<i>¡Dios mío, qué solos</i></p> - <p class="i0"><i>Se quedan los muertos!</i>»</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">De la casa en hombros</p> - <p class="i0">Lleváronla al templo</p> - <p class="i0">Y en una capilla</p> - <p class="i0">Dejaron el féretro.</p> - <p class="i0">Allí rodearon</p> - <p class="i0">Sus pálidos restos</p> - <p class="i0">De amarillas velas</p> - <p class="i0">Y de paños negros.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Al dar de las ánimas</p> - <p class="i0">El toque postrero,</p> - <p class="i0">Acabó una vieja</p> - <p class="i0">Sus últimos rezos;</p> - <p class="i0">Cruzó la ancha nave,</p> - <p class="i0">Las puertas gimieron,</p> - <p class="i0">Y el santo recinto</p> - <p class="i0">Quedose desierto.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">De un reloj se oía</p> - <p class="i0">Compasado el péndulo,</p> - <p class="i0">Y de algunos cirios</p> - <p class="i0">El chisporroteo.</p> - <p class="i0">Tan medroso y triste,</p> - <p class="i0">Tan oscuro y yerto</p> - <p class="i0">Todo se encontraba...</p> - <p class="i0">Que pensé un momento:</p> - <p class="i0">«<i>¡Dios mío, qué solos</i></p> - <p class="i0"><i>Se quedan los muertos!</i>»</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_330">p. 330</span>De la alta campana</p> - <p class="i0">La lengua de hierro,</p> - <p class="i0">Le dio, volteando,</p> - <p class="i0">Su adiós lastimero.</p> - <p class="i0">El luto en las ropas,</p> - <p class="i0">Amigos y deudos</p> - <p class="i0">Cruzaron en fila,</p> - <p class="i0">Formando el cortejo.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Del último asilo,</p> - <p class="i0">Oscuro y estrecho,</p> - <p class="i0">Abrió la piqueta</p> - <p class="i0">El nicho a un extremo.</p> - <p class="i0">Allí la acostaron,</p> - <p class="i0">Tapiáronle luego,</p> - <p class="i0">Y con un saludo</p> - <p class="i0">Despidiose el duelo.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">La piqueta al hombro,</p> - <p class="i0">El sepulturero</p> - <p class="i0">Cantando entre dientes</p> - <p class="i0">Se perdió a lo lejos.</p> - <p class="i0">La noche se entraba,</p> - <p class="i0">Reinaba el silencio;</p> - <p class="i0">Perdido en las sombras,</p> - <p class="i0">Medité un momento:</p> - <p class="i0">«<i>¡Dios mío, qué solos</i></p> - <p class="i0"><i>Se quedan los muertos!</i>»</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">En las largas noches</p> - <p class="i0">Del helado invierno,</p> - <p class="i0">Cuando las maderas</p> - <p class="i0">Crujir hace el viento</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_331">p. 331</span>Y azota los vidrios</p> - <p class="i0">El fuerte aguacero,</p> - <p class="i0">De la pobre niña</p> - <p class="i0">A solas me acuerdo.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Allí cae la lluvia</p> - <p class="i0">Con un son eterno;</p> - <p class="i0">Allí la combate</p> - <p class="i0">El soplo del cierzo.</p> - <p class="i0">Del húmedo muro</p> - <p class="i0">Tendida en el hueco,</p> - <p class="i0">¡Acaso de frío</p> - <p class="i0">Se hielan sus huesos!...</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i0 g1">. . . . . . . . . . . . . . .</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¿Vuelve el polvo al polvo?</p> - <p class="i0">¿Vuela el alma al cielo?</p> - <p class="i0">¿Todo es vil materia,</p> - <p class="i0">Podredumbre y cieno?</p> - <p class="i0">¡No sé; pero hay algo</p> - <p class="i0">Que explicar no puedo,</p> - <p class="i0">Que al par nos infunde</p> - <p class="i0">Repugnancia y miedo,</p> - <p class="i0">Al dejar tan tristes,</p> - <p class="i0">Tan solos los muertos!</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON VICENTE W. QUEROL</h2> -</div> - -<h3 id="P097">97. Carta</h3> - -<p class="subh3"><i>al Sr. D. Pedro A. de Alarcón, acerca de la Poesía</i></p> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Amigo</span>, cedo al fin. Los que dispersos</p> - <p class="i0">Entregué al aire vano</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_332">p. 332</span>En mi edad juvenil fútiles versos,</p> - <p class="i0">Hoy con piadosa mano</p> - <p class="i0">Recojo y cierro en el modesto libro,</p> - <p class="i0">Que al triste olvido de la edad entrego,</p> - <p class="i0">O al duro fallo de los tiempos libro.</p> - <p class="i0">Lo engendré en la nocturna</p> - <p class="i0">Fiebre de mis pasiones primerizas,</p> - <p class="i0">Y hoy guardo en él, como en sagrada urna,</p> - <p class="i0">Del corazón las cálidas cenizas.</p> - <p class="i2">En él están mis infantiles sueños,</p> - <p class="i0">El laurel disputado en arduas lizas,</p> - <p class="i0">De la osada ambición locos empeños,</p> - <p class="i0">La fe jurada, la esperanza muerta,</p> - <p class="i0">La aspiración incierta,</p> - <p class="i0">Los horizontes del amor risueños:</p> - <p class="i0">Cuanto amé y esperé. Huecas y frías</p> - <p class="i0">En el oído extraño,</p> - <p class="i0">Ajeno a mi placer, sordo a mi daño,</p> - <p class="i0">Sonarán siempre las canciones mías;</p> - <p class="i0">Pero, al volver sus páginas, yo encuentro</p> - <p class="i0">Mi gozo entre ellas o mi antigua angustia,</p> - <p class="i0">Cual suele hallarse dentro</p> - <p class="i0">De un olvidado libro una flor mustia.</p> - </div> -</div> - -<hr class="tb" /> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Yo cobarde no oculto</p> - <p class="i0">Mi fe en ti, desdeñada Poesía,</p> - <p class="i0">Ni el ciego amor y el fervoroso culto</p> - <p class="i0">Con que en tus aras me postré algún día:</p> - <p class="i0">No reniego de ti cuando la mofa,</p> - <p class="i0">Cuando el villano insulto</p> - <p class="i0">Responden solo a tu vibrante estrofa:</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_333">p. 333</span>No aparto de mi labio</p> - <p class="i0">De tu cáliz de hiel las negras heces,</p> - <p class="i0">Ni te abandono al miserable agravio,</p> - <p class="i0">O a las burlas soeces</p> - <p class="i0">Del vulgo, indigno de tu noble estro;</p> - <p class="i0">Y cuando ante el siniestro</p> - <p class="i0">Tribunal vas de tus inicuos jueces,</p> - <p class="i0">Yo, discípulo tuyo, por tres veces</p> - <p class="i0">No negaré al Maestro.</p> - </div> -</div> - -<hr class="tb" /> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Santa palabra de Jehová!</p> - <p class="i23">—Con ella</p> - <p class="i0">Moisés cantó el enojo</p> - <p class="i0">Con que borró de Faraón la huella</p> - <p class="i0">En sus líquidos antros el Mar-Rojo:</p> - <p class="i0">Con ella sobre Nínive, sujeta</p> - <p class="i0">Al yugo del pecado, y sobre Tiro,</p> - <p class="i0">Y en la ancha plaza de Sidón inquieta,</p> - <p class="i0">Quejumbroso suspiro</p> - <p class="i0">O eterna maldición lanzó el Profeta:</p> - <p class="i0">Con ella junto al cauce</p> - <p class="i0">Del extranjero río, su salterio</p> - <p class="i0">Colgando al tronco del umbroso sauce,</p> - <p class="i0">Lloró Judá su amargo cautiverio:</p> - <p class="i0">Con ella dijo su doliente cuita</p> - <p class="i0">Job a la inmunda fiera del desierto;</p> - <p class="i0">Y con ella la hermosa Sulamita</p> - <p class="i0">Cantó al amor en su cercado huerto.</p> - </div> -</div> - -<hr class="tb" /> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Numen severo de la historia!</p> - <p class="i26"><span class="pagenum" id="Page_334">p. 334</span>—¡Vive</p> - <p class="i0">Todo lo que el poeta</p> - <p class="i0">Con sabio ritmo sonoroso escribe;</p> - <p class="i0">Muere lo que desdeña!— Allá, en la vaga</p> - <p class="i0">Muda extensión del páramo infinito,</p> - <p class="i0">La soberbia pirámide naufraga:</p> - <p class="i0">La esfinge de granito</p> - <p class="i0">Se hunde en la arena movediza: el verde</p> - <p class="i0">Musgo los templos de Ática sepulta:</p> - <p class="i0">La corva reja del arado muerde</p> - <p class="i0">Las feraces colinas</p> - <p class="i0">Donde su oprobio Babilonia oculta:</p> - <p class="i0">El rebaño del árabe se pierde</p> - <p class="i0">Entre las vastas ruinas</p> - <p class="i0">Que cubren tus llanuras, oh Cartago;</p> - <p class="i0">Mientras que en las vecinas</p> - <p class="i0">Costas de Italia, con el propio estrago,</p> - <p class="i0">Tu egregia vencedora,</p> - <p class="i0">La Reina de las águilas latinas,</p> - <p class="i0">Sola, entre tumbas profanadas llora.</p> - </div> -</div> - -<hr class="tb" /> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Envuelta en el sudario</p> - <p class="i0">De un vergonzoso olvido,</p> - <p class="i0">Fuera la Tierra el miserable osario</p> - <p class="i0">De las humanas razas, si el gemido</p> - <p class="i0">O el cántico de gloria</p> - <p class="i0">De los antiguos vates,</p> - <p class="i0">Eco veraz de la solemne historia,</p> - <p class="i0">No nos trajera en clamoroso ruido</p> - <p class="i0">Sus fragorosas ruinas y combates,</p> - <p class="i0">Ayes de muerte y gritos de victoria.</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_335">p. 335</span>De un siglo al otro siglo el viento lleva</p> - <p class="i0">En las vibrantes cuerdas de la lira,</p> - <p class="i0">La predicción de la esperanza nueva</p> - <p class="i0">O el triste llanto de la edad que expira,</p> - <p class="i0">Y como en la callada</p> - <p class="i0">Soledad de las noches de astro en astro</p> - <p class="i0">Vuela el pálido rastro</p> - <p class="i0">De la luz increada,</p> - <p class="i0">Así el vate, en la oscura</p> - <p class="i0">Noche del tiempo que el pasado esconde,</p> - <p class="i0">Habla a los bardos de la edad futura,</p> - <p class="i0">Y Osián los cantos de Ilión murmura</p> - <p class="i0">Y Dante al salmo de David responde.</p> - </div> -</div> - -<hr class="tb" /> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Hija de la Belleza!</p> - <p class="i18">—A la alborada</p> - <p class="i0">De blanca luz ceñida,</p> - <p class="i0">A la aurora de púrpura bañada,</p> - <p class="i0">Y en la tarde apagada</p> - <p class="i0">De húmeda niebla y de vapor vestida.</p> - <p class="i0">Son sus joyas las perlas del rocío,</p> - <p class="i0">Las flores son sus galas,</p> - <p class="i0">Su claro espejo el trasparente río,</p> - <p class="i0">Los céfiros sus alas.</p> - <p class="i0">Las rojas nubes sus movibles tiendas,</p> - <p class="i0">Su blanda cuna las inciertas olas,</p> - <p class="i0">Y el ancho espacio las etéreas sendas</p> - <p class="i0">Por donde marcha a solas.</p> - <p class="i0">Gime en la selva que estremece el viento,</p> - <p class="i0">Triste en la fuente solitaria llora,</p> - <p class="i0">Canta del ave en el alegre acento,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_336">p. 336</span>Ríe en la luz de la naciente aurora;</p> - <p class="i0">Y cuando cruza con callado vuelo</p> - <p class="i0">La tierra, el mar o el cielo,</p> - <p class="i0">Todo en ritmo sonoro</p> - <p class="i0">Vibra al compás del cadencioso metro,</p> - <p class="i0">Y en luminoso coro</p> - <p class="i0">Van las estrellas de oro</p> - <p class="i0">Rodando en torno a su extendido cetro.</p> - </div> -</div> - -<hr class="tb" /> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Hija del sentimiento!</p> - <p class="i20">—En la indecisa</p> - <p class="i0">Vaguedad del espíritu: en la calma</p> - <p class="i0">De la conciencia justa:</p> - <p class="i0">Del débil niño en la infantil sonrisa;</p> - <p class="i0">En los deliquios lánguidos del alma;</p> - <p class="i0">Del corazón en la soberbia augusta:</p> - <p class="i0">En la ira noble, en el amor materno,</p> - <p class="i0">En la ansia no cumplida,</p> - <p class="i0">En los hastíos de la humana vida</p> - <p class="i0">Y en el místico amor de un bien eterno:</p> - <p class="i0">En el lóbrego abismo,</p> - <p class="i0">Cárcel que la pasión fiera quebranta,</p> - <p class="i0">En el grito febril del heroísmo,</p> - <p class="i0">Y en la oculta virtud, callada y santa,</p> - <p class="i0">Como en el crimen mismo,</p> - <p class="i0">Ella, la Poesía,</p> - <p class="i0">Surge y cruza sombría,</p> - <p class="i0">Y el puñal blande o la oración murmura:</p> - <p class="i0">Ciñe a la virgen los nupciales velos:</p> - <p class="i0">Solloza en la olvidada sepultura,</p> - <p class="i0">Y, en los humanos duelos,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_337">p. 337</span>Con la tendida diestra</p> - <p class="i0">A toda angustia inconsolable muestra</p> - <p class="i0">La eterna luz de los abiertos cielos.</p> - </div> -</div> - -<hr class="tb" /> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Tal, en la edad confusa</p> - <p class="i0">En que a la vida el corazón despierta,</p> - <p class="i0">Yo, la soñada Musa</p> - <p class="i0">Vi en el dintel de la cerrada puerta,</p> - <p class="i0">Que mi ambición ilusa</p> - <p class="i0">Juzgó a la gloria y la esperanza abierta.</p> - <p class="i0">No entré... pero en mi oído</p> - <p class="i0">Sonó el grande ruïdo</p> - <p class="i0">De los santos acordes celestiales;</p> - <p class="i0">Y aun hoy, en este olvido</p> - <p class="i0">Y en esta amiga sombra,</p> - <p class="i0">Donde es la paz un díctamo a mis males,</p> - <p class="i0">Entre el silencio escucho, y aun me asombra,</p> - <p class="i0">El rumor de los himnos inmortales.</p> - </div> -</div> - -<hr class="tb" /> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Tú, que has unido a ellos,</p> - <p class="i0">Oh dulce amigo, tu canción sonora,</p> - <p class="i0">Y alumbraste con vívidos destellos</p> - <p class="i0">Esta noche del alma abrumadora:</p> - <p class="i0">Brioso corazón que en las bastardas</p> - <p class="i0">Horas sin fe que nos legó el destino,</p> - <p class="i0">Inmaculado aun guardas</p> - <p class="i0">De una alta estirpe el resplandor divino,</p> - <p class="i0">Abre el libro y no temas,</p> - <p class="i0">Al revolver las hojas</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_338">p. 338</span>De mis pobres poemas,</p> - <p class="i0">Que ose en ellos cantar glorias supremas</p> - <p class="i0">Ni supremas congojas.</p> - <p class="i0">El débil numen que mi verso inspira</p> - <p class="i0">Nunca osó ambicionar más noble palma</p> - <p class="i0">Que traducir fielmente con la lira</p> - <p class="i0">La efusión de mi alma.</p> - </div> -</div> - - -<h3 id="P098">98. En Noche-Buena</h3> - -<p class="subh3"><i>A mis ancianos padres</i></p> - -<h4 class="asc">I</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Un año más en el hogar paterno</p> - <p class="i0">Celebramos la fiesta del Dios-niño,</p> - <p class="i0">Símbolo augusto del amor eterno,</p> - <p class="i0">Cuando cubre los montes el invierno</p> - <p class="i8">Con su manto de armiño.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">II</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Como en el día de la fausta boda</p> - <p class="i0">O en el que el santo de los padres llega,</p> - <p class="i0">La turba alegre de los niños juega,</p> - <p class="i0">Y en la ancha sala la familia toda</p> - <p class="i8">De noche se congrega.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">III</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">La roja lumbre de los troncos brilla</p> - <p class="i0">Del pequeño dormido en la mejilla,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_339">p. 339</span>Que con tímido afán su madre besa;</p> - <p class="i0">Y se refleja alegre en la vajilla</p> - <p class="i8">De la dispuesta mesa.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">IV</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">A su sobrino, que lo escucha atento,</p> - <p class="i0">Mi hermana dice el pavoroso cuento,</p> - <p class="i0">Y mi otra hermana la canción modula</p> - <p class="i0">Que, o bien surge vibrante, o bien ondula</p> - <p class="i8">Prolongada en el viento.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">V</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Mi madre tiende las rugosas manos</p> - <p class="i0">Al nieto que huye por la blanda alfombra;</p> - <p class="i0">Hablan de pie mi padre y mis hermanos,</p> - <p class="i0">Mientras yo, recatándome en la sombra,</p> - <p class="i8">Pienso en hondos arcanos.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">VI</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Pienso que de los días de ventura</p> - <p class="i0">Las horas van apresurando el paso,</p> - <p class="i0">Y que empaña el oriente niebla oscura,</p> - <p class="i0">Cuando aun el rayo trémulo fulgura</p> - <p class="i8">Último del ocaso.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">VII</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Padres míos, mi amor! ¡Cómo envenena</p> - <p class="i0">Las breves dichas el temor del daño!</p> - <p class="i0">Hoy presidís nuestra modesta cena,</p> - <p class="i0">Pero en el porvenir... yo sé que un año</p> - <p class="i8">Vendrá sin Noche-Buena.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc" title="VIII"><span class="pagenum" id="Page_340">p. 340</span>VIII</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Vendrá, y las que hoy son risas y alborozo</p> - <p class="i0">Serán muda aflicción y hondo sollozo.</p> - <p class="i0">No cantará mi hermana, y mi sobrina</p> - <p class="i0">No escuchará la historia peregrina</p> - <p class="i8">Que le da miedo y gozo.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">IX</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">No dará nuestro hogar rojos destellos</p> - <p class="i0">Sobre el limpio cristal de la vajilla,</p> - <p class="i0">Y, si alguien osa hablar, será de aquellos</p> - <p class="i0">Que hoy honran nuestra fiesta tan sencilla</p> - <p class="i8">Con sus blancos cabellos.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">X</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Blancos cabellos cuya amada hebra</p> - <p class="i0">Es cual corona de laurel de plata,</p> - <p class="i0">Mejor que esas coronas que celebra</p> - <p class="i0">La vil lisonja, la ignorancia acata,</p> - <p class="i8">Y el infortunio quiebra.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">XI</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Padres míos, mi amor! Cuando contemplo</p> - <p class="i0">La sublime bondad de vuestro rostro,</p> - <p class="i0">Mi alma a los trances de la vida templo,</p> - <p class="i0">Y ante esa imagen para orar me postro,</p> - <p class="i8">Cual me postro en el templo.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">XII</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Cada arruga que surca ese semblante</p> - <p class="i0">Es del trabajo la profunda huella,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_341">p. 341</span>O fue un dolor de vuestro pecho amante.</p> - <p class="i0">La historia fiel de una época distante</p> - <p class="i8">Puedo leer yo en ella.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">XIII</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">La historia de los tiempos sin ventura</p> - <p class="i0">En que luchasteis con la adversa suerte,</p> - <p class="i0">Y en que, tras negras horas de amargura,</p> - <p class="i0">Mi madre se sintió más noble y pura</p> - <p class="i8">Y mi padre más fuerte.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">XIV</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Cuando la noche toda en la cansada</p> - <p class="i0">Labor tuvísteis vuestros ojos fijos,</p> - <p class="i0">Y, al venceros el sueño a la alborada,</p> - <p class="i0">Fuerzas os dio posar vuestra mirada</p> - <p class="i8">En los dormidos hijos.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">XV</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Las lágrimas correr una tras una</p> - <p class="i0">Con noble orgullo por mi faz yo siento,</p> - <p class="i0">Pensando que hayan sido por fortuna,</p> - <p class="i0">Esas honradas manos mi sustento</p> - <p class="i8">Y esos brazos mi cuna.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">XVI</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Padres míos, mi amor! Mi alma quisiera</p> - <p class="i0">Pagaros hoy la que en mi edad primera</p> - <p class="i0">Sufristeis sin gemir, lenta agonía,</p> - <p class="i0">Y que cada dolor de entonces fuera</p> - <p class="i8">Germen de una alegría.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc" title="XVII"><span class="pagenum" id="Page_342">p. 342</span>XVII</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Entonces vuestro mal curaba el gozo</p> - <p class="i0">De ver al hijo convertirse en mozo,</p> - <p class="i0">Mientras que al verme yo en vuestra presencia</p> - <p class="i0">Siento mi dicha ahogada en el sollozo</p> - <p class="i8">De una temida ausencia.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">XVIII</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Si el vigor juvenil volver de nuevo</p> - <p class="i0">Pudiese a vuestra edad, ¿por qué estas penas?</p> - <p class="i0">Yo os daría mi sangre de mancebo,</p> - <p class="i0">Tornando así con ella a vuestras venas</p> - <p class="i8">Esta vida que os debo.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">XIX</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Que de tal modo la aflicción me embarga</p> - <p class="i0">Pensando en la posible despedida,</p> - <p class="i0">Que imagino ha de ser tarea amarga</p> - <p class="i0">Llevar la vida, como inútil carga,</p> - <p class="i8">Después de vuestra vida.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">XX</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Ese plazo fatal, sordo, inflexible,</p> - <p class="i0">Miro acercarse con profundo espanto,</p> - <p class="i0">Y en dudas grita el corazón sensible:</p> - <p class="i0">«Si aplacar al destino es imposible,</p> - <p class="i8">¿Para qué amarnos tanto?»</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">XXI</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Para estar juntos en la vida eterna</p> - <p class="i0">Cuando acabe esta vida transitoria:</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_343">p. 343</span>Si Dios, que el curso universal gobierna,</p> - <p class="i0">Nos devuelve en el cielo esta unión tierna,</p> - <p class="i8">Yo no aspiro a más gloria.</p> - </div> -</div> - -<h4 class="asc">XXII</h4> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Pero en tanto, buen Dios, mi mejor palma</p> - <p class="i0">Será que prolonguéis la dulce calma</p> - <p class="i0">Que hoy nuestro hogar en su recinto encierra:</p> - <p class="i0">Para marchar yo solo por la tierra</p> - <p class="i8">No hay fuerzas en mi alma.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON FEDERICO BALART</h2> -</div> - -<h3 id="P099">99. Restitución</h3> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i0"><span class="smcap">Estas</span> pobres canciones que te consagro,</p> - <p class="i0">En mi mente han nacido por un milagro.</p> - <p class="i0">Desnudas de las galas que presta el arte,</p> - <p class="i0">Mi voluntad en ellas no tiene parte:</p> - <p class="i0">Yo no sé resistirlas ni suscitarlas;</p> - <p class="i0">Yo ni aun sé comprenderlas al formularlas;</p> - <p class="i0">Y es en mí su lamento, sentido y grave,</p> - <p class="i0">Natural como el trino que lanza el ave.</p> - <p class="i0">Santas inspiraciones que tú me envías,</p> - <p class="i0">Puedo decir, esposa, que no son mías:</p> - <p class="i0">Pensamiento y palabra de ti recibo:</p> - <p class="i0">Tú en silencio las dictas; yo las escribo.</p> - </div> -</div> - -<hr class="tb" /> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Desde que abandonaste nuestra morada,</p> - <p class="i0">De la mortal escoria purificada,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_344">p. 344</span>Transformado está el fondo del alma mía,</p> - <p class="i0">Y voces oigo en ella que antes no oía.</p> - <p class="i0">Todo cuanto, en la tierra y el mar y el viento,</p> - <p class="i0">Tiene matiz, aroma, forma o acento,</p> - <p class="i0">De mi ánimo abatido turba la calma</p> - <p class="i0">Y en canción se convierte dentro del alma.</p> - <p class="i0">Y es que, en estas tinieblas donde me pierdo,</p> - <p class="i0">Todo está confundido con tu recuerdo:</p> - <p class="i0">¡Sin él, todo es silencio, sombra y vacío</p> - <p class="i0">En la tierra y el viento y el mar bravío!</p> - </div> -</div> - -<hr class="tb" /> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Revueltos peñascales, áspera breña</p> - <p class="i0">Donde salta el torrente de peña en peña;</p> - <p class="i0">Corrientes bullidoras del claro río;</p> - <p class="i0">Religiosos murmullos del bosque umbrío;</p> - <p class="i0">Tórtola que en sus frondas unes tus quejas</p> - <p class="i0">Al calmante zumbido de las abejas;</p> - <p class="i0">Águila que levantas el corvo vuelo</p> - <p class="i0">Por el azul espacio que cubre el cielo;</p> - <p class="i0">Golondrina que emigras cuando el Octubre,</p> - <p class="i0">Con sus pálidas hojas el suelo cubre,</p> - <p class="i0">Y al amor de tu nido tornas ligera</p> - <p class="i0">Cuando esparce sus flores la primavera;</p> - <p class="i0">Aura mansa que llevas, en vuelo tardo,</p> - <p class="i0">Efluvios de azucena, jazmín y nardo;</p> - <p class="i0">Brisas que en el desierto sois mensajeras</p> - <p class="i0">De los tiernos amores de las palmeras</p> - <p class="i0">(¡De las pobres palmeras que, separadas,</p> - <p class="i0">Se miran silenciosas y enamoradas!);</p> - <p class="i0">Pardas nieblas del valle, nieves del monte,</p> - <p class="i0">Cambiantes y vislumbres del horizonte;</p> - <p class="i0">Tempestad que bramando con ronco acento</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_345">p. 345</span>Tus cabellos de lluvia tiendes al viento;</p> - <p class="i0">Solitaria ensenada, restinga ignota</p> - <p class="i0">Donde oculta su nido la gavïota;</p> - <p class="i0">Olas embravecidas que pone a raya</p> - <p class="i0">Con sus rubias arenas la corva playa;</p> - <p class="i0">Grutas donde repiten con sordo acento</p> - <p class="i0">Sus querellas y halagos la mar y el viento;</p> - <p class="i0">Velas desconocidas que en lontananza</p> - <p class="i0">Pasáis como los sueños de la esperanza;</p> - <p class="i0">Nebuloso horizonte, tras cuyo velo</p> - <p class="i0">Sus límites confunden la mar y el cielo;</p> - <p class="i0">Rayo de sol poniente que te abres paso</p> - <p class="i0">Por los rotos celajes del triste ocaso;</p> - <p class="i0">Melancólico rayo de blanca luna</p> - <p class="i0">Reflejado en la cresta de escueta duna;</p> - <p class="i0">Negra noche que dejas de monte a monte</p> - <p class="i0">Granizado de estrellas el horizonte;</p> - <p class="i0">Lamento misterioso de la campana</p> - <p class="i0">Que en la nocturna sombra suena lejana,</p> - <p class="i0">Pidiendo por ciudades y por desiertos</p> - <p class="i0">La oración de los vivos para los muertos;</p> - <p class="i0">Plegaria que te elevas entre la nube</p> - <p class="i0">Del incienso que en ondas al cielo sube</p> - <p class="i0">Cuando al Señor dirigen himnos fervientes</p> - <p class="i0">Santos anacoretas y penitentes:</p> - <p class="i0">Catedrales ruinosas, mudas y muertas,</p> - <p class="i0">Cuyas góticas naves hallo desiertas,</p> - <p class="i0">Cuyas leves agujas, al cielo alzadas,</p> - <p class="i0">Parecen oraciones petrificadas;</p> - <p class="i0">Torres donde, por cima de la veleta</p> - <p class="i0">Que a merced de los vientos se agita inquieta,</p> - <p class="i0">Señalando regiones que nadie ha visto</p> - <p class="i0">Tiende inmóvil sus brazos la fe de Cristo:</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_346">p. 346</span>Luces, sombras, murmullos, flores, espumas,</p> - <p class="i0">Transparentes neblinas, espesas brumas,</p> - <p class="i0">Valles, montes, abismos, tormentas, mares,</p> - <p class="i0">Auras, brisas, aromas, nidos y altares,</p> - <p class="i0">Vosotras en el fondo del alma mía</p> - <p class="i0">Despertáis siempre un eco de poesía:</p> - <p class="i0">Y es que siempre a vosotros encuentro unido</p> - <p class="i0">El recuerdo doliente del bien perdido.</p> - <p class="i0">Sin él, ¿qué es la grandeza, qué es el tesoro</p> - <p class="i0">De la tierra y el viento y el mar sonoro?</p> - </div> -</div> - -<hr class="tb" /> - -<div class="versos ml22"> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Ya lo ves: las canciones que te consagro,</p> - <p class="i0">En mi mente han nacido por un milagro.</p> - <p class="i0">Nada en ellas es mío, todo es don tuyo:</p> - <p class="i0">Por eso a ti, de hinojos, las restituyo.</p> - <p class="i0">¡Pobres hojas caídas de la arboleda,</p> - <p class="i0">Sin su verdor el alma desnuda queda!</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Pero no, que aún te deben mis desventuras</p> - <p class="i0">Otras más delicadas, otras más puras:</p> - <p class="i0">Canciones que, por miedo de profanarlas,</p> - <p class="i0">En el alma conservo sin pronunciarlas;</p> - <p class="i0">Recuerdos de las horas que, embelesado,</p> - <p class="i0">En nuestro pobre albergue pasé a tu lado,</p> - <p class="i0">Cuando al alma y al cuerpo daban pujanza</p> - <p class="i0">Juventud y cariño, fe y esperanza;</p> - <p class="i0">Cuando, lejos del mundo parlero y vano,</p> - <p class="i0">Íbamos por la vida mano con mano;</p> - <p class="i0">Cuando, húmedos los ojos, juntas las palmas,</p> - <p class="i0">En una se fundían nuestras dos almas:</p> - <p class="i0">Canciones silenciosas que el alma hieren;</p> - <p class="i0">Canciones que en mí nacen y que en mí mueren;</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_347">p. 347</span>¡Hechizadas canciones, con cuyo encanto</p> - <p class="i0">A mis áridos ojos se agolpa el llanto!</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Y aun a veces aplacan mis amarguras</p> - <p class="i0">Otras más misteriosas, otras más puras:</p> - <p class="i0">Canciones sin palabra, sin pensamiento,</p> - <p class="i0">Vagas emanaciones del sentimiento;</p> - <p class="i0">Silencioso gemido de amor y pena</p> - <p class="i0">Que, en el fondo del pecho, callado suena;</p> - <p class="i0">Aspiración confusa que, en vivo anhelo,</p> - <p class="i0">Ya es canción, ya plegaria que sube al cielo;</p> - <p class="i0">Inquietudes del alma, de amor herida;</p> - <p class="i0">Vagos presentimientos de la otra vida;</p> - <p class="i0">Éxtasis de la mente que a Dios se lanza;</p> - <p class="i0">Luminosos destellos de la esperanza;</p> - <p class="i0">Voces que me aseguran que podré verte</p> - <p class="i0">Cuando al mundo mis ojos cierre la muerte:</p> - <p class="i0">¡Canciones que, por santas, no tienen nombres</p> - <p class="i0">En la lengua grosera que hablan los hombres!</p> - <p class="i0">Esas son las que endulzan mi amargo duelo;</p> - <p class="i0">Esas son las que el alma llaman al cielo;</p> - <p class="i0">Esas de mi esperanza fijan el polo,</p> - <p class="i0">¡Y esas son las que guardo para mí solo!</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt3"> - <h2 class="nobreak">DON MANUEL DEL PALACIO</h2> -</div> - -<h3 id="P100">100. Amor oculto</h3> - -<div class="versos ml24"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="smcap">Ya de</span> mi amor la confesión sincera</p> - <p class="i0">Oyeron tus calladas celosías,</p> - <p class="i0">Y fue testigo de las ansias mías</p> - <p class="i0">La luna, de los tristes compañera.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_348">p. 348</span>Tu nombre dice el ave placentera</p> - <p class="i0">A quien visito yo todos los días,</p> - <p class="i0">Y alegran mis soñadas alegrías</p> - <p class="i0">El valle, el monte, la comarca entera.</p> - <p class="i2">Solo tú mi secreto no conoces,</p> - <p class="i0">Por más que el alma con latido ardiente,</p> - <p class="i0">Sin yo quererlo, te lo diga a voces;</p> - <p class="i2">Y acaso has de ignorarlo eternamente,</p> - <p class="i0">Como las ondas de la mar veloces</p> - <p class="i0">La ofrenda ignoran que les da la fuente.</p> - </div> -</div> - - -<p class="centra fs75 mt3">FIN</p> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<div class="chapter pt6" id="Notas"> - <h2 class="nobreak g1">NOTAS</h2> -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_1" href="#FNanchor_1" class="label">[1]</a> Poeta -del Siglo <span class="asc">XVI</span>. No constan las fechas de -su nacimiento ni de su muerte.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_2" href="#FNanchor_2" class="label">[2]</a> El Duque -de Frías.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_3" href="#FNanchor_3" class="label">[3]</a> Enrique -Gil.</p> - -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop" /> - - -<hr class="full" /> - -<div style='display:block; margin-top:4em'>*** END OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK LAS CIEN MEJORES POESÍAS (LÍRICAS) DE LA LENGUA CASTELLANA ***</div> -<div style='text-align:left'> - -<div style='display:block; margin:1em 0'> -Updated editions will replace the previous one—the old editions will -be renamed. -</div> - -<div style='display:block; margin:1em 0'> -Creating the works from print editions not protected by U.S. copyright -law means that no one owns a United States copyright in these works, -so the Foundation (and you!) can copy and distribute it in the United -States without permission and without paying copyright -royalties. 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Redistribution is subject to the trademark -license, especially commercial redistribution. -</div> - -<div style='margin:0.83em 0; font-size:1.1em; text-align:center'>START: FULL LICENSE<br /> -<span style='font-size:smaller'>THE FULL PROJECT GUTENBERG LICENSE<br /> -PLEASE READ THIS BEFORE YOU DISTRIBUTE OR USE THIS WORK</span> -</div> - -<div style='display:block; margin:1em 0'> -To protect the Project Gutenberg™ mission of promoting the free -distribution of electronic works, by using or distributing this work -(or any other work associated in any way with the phrase “Project -Gutenberg”), you agree to comply with all the terms of the Full -Project Gutenberg™ License available with this file or online at -www.gutenberg.org/license. -</div> - -<div style='display:block; font-size:1.1em; margin:1em 0; font-weight:bold'> -Section 1. General Terms of Use and Redistributing Project Gutenberg™ electronic works -</div> - -<div style='display:block; margin:1em 0'> -1.A. 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Information about the Mission of Project Gutenberg™ -</div> - -<div style='display:block; margin:1em 0'> -Project Gutenberg™ is synonymous with the free distribution of -electronic works in formats readable by the widest variety of -computers including obsolete, old, middle-aged and new computers. It -exists because of the efforts of hundreds of volunteers and donations -from people in all walks of life. -</div> - -<div style='display:block; margin:1em 0'> -Volunteers and financial support to provide volunteers with the -assistance they need are critical to reaching Project Gutenberg™’s -goals and ensuring that the Project Gutenberg™ collection will -remain freely available for generations to come. In 2001, the Project -Gutenberg Literary Archive Foundation was created to provide a secure -and permanent future for Project Gutenberg™ and future -generations. To learn more about the Project Gutenberg Literary -Archive Foundation and how your efforts and donations can help, see -Sections 3 and 4 and the Foundation information page at www.gutenberg.org. -</div> - -<div style='display:block; font-size:1.1em; margin:1em 0; font-weight:bold'> -Section 3. Information about the Project Gutenberg Literary Archive Foundation -</div> - -<div style='display:block; margin:1em 0'> -The Project Gutenberg Literary Archive Foundation is a non-profit -501(c)(3) educational corporation organized under the laws of the -state of Mississippi and granted tax exempt status by the Internal -Revenue Service. The Foundation’s EIN or federal tax identification -number is 64-6221541. Contributions to the Project Gutenberg Literary -Archive Foundation are tax deductible to the full extent permitted by -U.S. federal laws and your state’s laws. -</div> - -<div style='display:block; margin:1em 0'> -The Foundation’s business office is located at 809 North 1500 West, -Salt Lake City, UT 84116, (801) 596-1887. Email contact links and up -to date contact information can be found at the Foundation’s website -and official page at www.gutenberg.org/contact -</div> - -<div style='display:block; font-size:1.1em; margin:1em 0; font-weight:bold'> -Section 4. Information about Donations to the Project Gutenberg Literary Archive Foundation -</div> - -<div style='display:block; margin:1em 0'> -Project Gutenberg™ depends upon and cannot survive without widespread -public support and donations to carry out its mission of -increasing the number of public domain and licensed works that can be -freely distributed in machine-readable form accessible by the widest -array of equipment including outdated equipment. Many small donations -($1 to $5,000) are particularly important to maintaining tax exempt -status with the IRS. -</div> - -<div style='display:block; margin:1em 0'> -The Foundation is committed to complying with the laws regulating -charities and charitable donations in all 50 states of the United -States. Compliance requirements are not uniform and it takes a -considerable effort, much paperwork and many fees to meet and keep up -with these requirements. 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