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+This eBook, including all associated images, markup, improvements,
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-The Project Gutenberg eBook of Las cien mejores poesías (lí­ricas) de la
-lengua castellana, by Marcelino Menéndez y Pelayo
-
-This eBook is for the use of anyone anywhere in the United States and
-most other parts of the world at no cost and with almost no restrictions
-whatsoever. You may copy it, give it away or re-use it under the terms
-of the Project Gutenberg License included with this eBook or online at
-www.gutenberg.org. If you are not located in the United States, you
-will have to check the laws of the country where you are located before
-using this eBook.
-
-Title: Las cien mejores poesías (lí­ricas) de la lengua castellana
-
-Compiler: Marcelino Menéndez y Pelayo
-
-Release Date: July 20, 2021 [eBook #65880]
-
-Language: Spanish
-
-Character set encoding: UTF-8
-
-Produced by: Ramón Pajares Box and the Online Distributed Proofreading
- Team at https://www.pgdp.net (This file was produced from
- images generously made available by The Internet
- Archive/Canadian Libraries)
-
-*** START OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK LAS CIEN MEJORES POESÍAS
-(LÍ­RICAS) DE LA LENGUA CASTELLANA ***
-
-NOTA DE TRANSCRIPCIÓN
-
- * Las cursivas se muestran entre _subrayados_, y las versalitas se
- han convertido a MAYÚSCULAS.
-
- * Los errores de imprenta han sido corregidos. Para su mejor
- detección, se ha comparado el texto con el de otras ediciones.
-
- * La ortografía del texto original ha sido actualizada de acuerdo
- con las normas publicadas en 2010 por la Real Academia Española,
- salvo en los casos en los queda afectada la métrica del verso o
- se haya querido preservar el vocabulario arcaico castellano, como
- en los poemas iniciales.
-
- * Las escasas notas a pie de página han sido renumeradas y ubicadas al
- final del libro.
-
- * Las páginas en blanco han sido eliminadas.
-
-
-
-
- LAS CIEN MEJORES POESÍAS
- (LÍRICAS)
- DE LA LENGUA CASTELLANA
-
-
-
-
-_Primera Edición, Agosto 1908. Segunda Edición, Diciembre, 1908.
-Tercera Edición, Febrero 1910._
-
-
-
-
- LAS
- CIEN MEJORES POESÍAS
- (LÍRICAS)
- DE LA LENGUA CASTELLANA
-
-
- Escogidas por
- DON M. MENÉNDEZ Y PELAYO
-
-
- MADRID: VICTORIANO SUÁREZ, 48 PRECIADOS
- LISBOA: FERREIRA LIMITADA, 132 RUA AUREA
- PARIS: A. PERCHE, 45 RUE JACOB
- LAUSANNE: EDWIN FRANKFURTER, 12 GRAND-CHÊNE
- BERLIN: WILHELM WEICHER, HABERLANDSTR. 4
- LONDON & GLASGOW: GOWANS & GRAY, LTD.
- 1910
-
-
-
-
-ADVERTENCIA PRELIMINAR
-
-
-Comprende este tomo cien poesías líricas escogidas entre lo mejor de la
-literatura española antigua y moderna, excluyendo los autores vivos. No
-se nos oculta la dificultad de esta selección, en que tanta parte puede
-tener el gusto individual, ni presumimos tanto del nuestro que estemos
-seguros de haber logrado constantemente el acierto. Hemos procurado,
-sin embargo, no omitir ninguna de las poesías ya consagradas por la
-universal admiración, ni dar entrada a ninguna que no tenga a nuestros
-ojos mérito positivo, aunque no siempre llegue a la absoluta perfección
-formal. Hay en algunas de estas composiciones rasgos de mal gusto
-propios de una época o escuela determinada, pero hubiera sido temeridad
-borrarlos, porque la integridad de los textos es la primera obligación
-que la crítica impone al colector de toda antología por diminuta y
-popular que sea.
-
-Hemos prescindido de las poesías anteriores al siglo XV porque
-exigirían comentario filológico, inoportuno en la ocasión presente. Las
-pocas que insertamos del siglo XV son de belleza indudable y de fácil
-lectura para todo el mundo. El mayor espacio de nuestra colección va
-dedicado naturalmente a la edad de oro de nuestra lírica (siglo XVI
-y principios del XVII). Se notarán en ella omisiones que nos duelen
-mucho, pero que eran inevitables dentro de los estrechos límites
-impuestos a nuestro plan: _spatiis exclusas iniquis_. Nada hemos puesto
-de Castillejo, de Acuña, de Valbuena, de Jáuregui, y otros preclaros
-ingenios, y hemos tenido que reducir a muy pocas muestras el tesoro
-poético de Góngora, de Lope de Vega y de Quevedo.
-
-Nuestra tarea era relativamente fácil tratándose del siglo XVIII,
-el mas prosaico de nuestra historia literaria, pero se tornaba
-dificilísima respecto de la opulenta producción poética del siglo XIX,
-que sin ser superior a la antigua como lo ha sido en Francia y en otras
-partes, ha continuado con nuevo espíritu la tradición de las formas
-líricas, las ha remozado a veces merced al impulso genial de los poetas
-y al contacto con extrañas literaturas, y ofrece buen numero de obras
-ya sancionadas por el común aplauso. En esta parte más que en ninguna
-solicitamos y esperamos indulgencia.
-
-Aunque se titulan _líricos_ los poemas de esta colección, no ha de
-entenderse esta palabra en sentido tan riguroso que excluya algunas
-narraciones poéticas breves en que se entremezcla lo épico con lo
-lírico. Esta salvedad, que a todas las literaturas alcanza, tiene más
-propio lugar en la castellana, que siempre ha conservado rastros de
-su origen épico. Por eso incluimos algunos romances antiguos, de los
-de tono más lírico, y un par de leyendas de los dos grandes poetas
-románticos Zorrilla y el Duque de Rivas.
-
-El orden en que van colocadas las poesías no siempre es estrictamente
-cronológico, porque se ha atendido a la sucesión de escuelas y formas
-artísticas.
-
- M. MENÉNDEZ Y PELAYO
-
-
-
-
-ÍNDICE
-
-
- PÁGINAS
-
- _Romances Viejos_
- 3. _Romance de Abenámar_ 18
- 4. _Romance del rey moro que perdió Alhama_ 20
- 5. _Romance de Rosa fresca_ 22
- 6. _Romance de Fontefrida_ 23
- 7. _Romance de Blanca-niña_ 23
- 8. _Romance del conde Arnaldos_ 25
- 9. _Romance de la hija del rey de Francia_ 26
- 10. _Romance de doña Alda_ 27
-
- Alcázar (Baltasar del) (1530-1606)
- 32. _Una cena_ 87
-
- Anónimo
- 23. «_No me mueve, mi Dios, para quererte_» 67
-
- Argensola (Bartolomé Leonardo de) (1562-1631)
- 39. «_Dime, Padre común, pues eres justo_» 104
-
- Argensola (Lupercio Leonardo de) (1559-1613)
- 36. _A la Esperanza_ 101
- 37. «_Imagen espantosa de la muerte_» 103
- 38. «_Llevó tras sí los pámpanos octubre_» 104
-
- Arguijo (Don Juan de) (1567-1623)
- 28. _Al Guadalquivir, en una avenida_ 85
- 29. _La tempestad y la calma_ 86
- 30. _La avaricia_ 86
- 31. «_En segura pobreza vive Eumelo_» 87
-
- Arjona (Don Manuel María de) (1771-1820)
- 66. _La diosa del bosque_ 174
-
- Arolas (Padre Juan) (1805-1849)
- 83. _Sé más feliz que yo_ 276
-
- Avellaneda (Doña Gertrudis Gómez de) (1816-1873)
- 86. _Amor y orgullo_ 283
-
- Balart (Don Federico) (1831-1905)
- 99. _Restitución_ 343
-
- Bécquer (Don Gustavo A.) (1836-1870)
- 95. _Rimas._ «_Del salón en el ángulo oscuro_» 327
- 96. «_Cerraron sus ojos_» 328
-
- Bello (Don Andrés) (1781-1865)
- 72. _La agricultura de la zona tórrida_ 199
-
- Calderón de la Barca (Don Pedro) (1600-1681)
- 60. «_Estas que fueron pompa y alegría_» 146
-
- Campoamor (Don Ramón de) (1817-1901)
- 89. _¡Quién supiera escribir!_ 296
- 90. _Lo que hace el tiempo_ 299
-
- Caro (Rodrigo) (1573-1647)
- 34. _A las ruinas de Itálica_ 92
-
- Cetina (Gutierre de) (1520-1560?)
- 13. _Madrigal_ 46
-
- Cruz (San Juan de la) (1542-1591)
- 22. _Cántico espiritual..._ 60
-
- Espronceda (Don José de) (1808-1842)
- 76. _Himno de la Inmortalidad_ 226
- 77. _Canción del Pirata_ 228
- 78. _Canto a Teresa_ 232
-
- Fernández de Andrada (? - ?)
- 35. _Epístola moral_ 95
-
- Gallego (Don Juan Nicasio) (1777-1853)
- 69. _Elegía a la muerte de la Duquesa de Frías_ 184
-
- Gil (Don Enrique) (1815-1846)
- 82. _La violeta_ 273
-
- Góngora (Don Luis de) (1561-1627)
- 48. _Angélica y Medoro_ 118
- 49. «_Servía en Orán al rey_» 123
- 50. «_Entre los sueltos caballos_» 124
- 51. «_Ande yo caliente_» 128
- 52. «_La más bella niña_» 129
-
- Heredia (Don José María) (1803-1839)
- 73. _Niágara_ 210
-
- Herrera (Fernando de) (1534-1597)
- 26. _Por la vitoria de Lepanto_ 75
- 27. _Por la pérdida del rey don Sebastián_ 82
-
- Jovellanos (Don Gaspar M. de) (1744-1811)
- 63. _Epístola de Fabio a Anfriso_ 162
-
- León (Fray Luis de) (1529-1591)
- 14. _Vida retirada_ 46
- 15. _A Francisco Salinas_ 49
- 16. _A Felipe Ruiz_ 51
- 17. _Noche serena_ 53
- 18. _Morada del Cielo_ 56
- 19. _En la Ascensión_ 57
- 20. _Imitación de diversos_ 58
- 21. _Soneto_ 60
-
- Lista (Don Alberto) (1775-1848)
- 67. _Al Sueño_ 176
-
- López de Ayala (Don Adelardo) (1828-1879)
- 88. _Epístola a Emilio Arrieta_ 292
-
- Manrique, Jorge (1440-1478)
- 2. _A la muerte del maestre de Santiago..._ 2
-
- Maury (Don Juan María) (1772-1845)
- 70. _La timidez_ 193
-
- Meléndez Valdés (Don Juan) (1754-1817)
- 64. _Rosana en los fuegos_ 168
-
- Mira de Mescua (Don Antonio) (1578?-1644)
- 61. _Canción_ 146
-
- Mora (Don José Joaquín de) (1783-1864)
- 71. _El Estío_ 198
-
- Moratín (Don Nicolás F. de) (1737-1780)
- 62. _Fiesta de toros en Madrid_ 151
-
- Moratín (Don Leandro F. de) (1760-1828)
- 65. _Elegía a las Musas_ 172
-
- Núñez de Arce (Don Gaspar) (1834-1903)
- 93. _Estrofas_ 315
- 94. _Tristezas_ 322
-
- Palacio (Don Manuel del) (1832-1906)
- 100. _Amor oculto_ 347
-
- Pastor Díaz (Don Nicomedes) (1811-1862)
- 81. _A la luna_ 269
-
- Piferrer (Don Pablo) (1817-1848)
- 84. _Canción de la Primavera_ 277
-
- Polo (Gil) (c. 1535-1591)
- 25. _Canción_ 70
-
- Querol (Don Vicente W.) (1836-1889)
- 97. _Carta al Sr. D. Pedro A. de Alarcón..._ 331
- 98. _En Noche-Buena..._ 338
-
- Quevedo (Don Francisco de) (1580-1645)
- 53. _El Sueño_ 131
- 54. _Epístola satírica y censoria..._ 134
- 55. _Memoria inmortal de don Pedro Girón..._ 141
- 56. «_Ya formidable y espantoso suena_» 141
- 57. «_Miré los muros de la patria mía_» 142
- 58. _Letrilla satírica_ 142
-
- Quintana (Don Manuel José) (1772-1857)
- 68. _A España, después de la revolución de Marzo_ 179
-
- Rioja (Francisco de) (1583-1659)
- 33. _A la rosa_ 91
-
- Rivas (Duque de) (1791-1865)
- 74. _El Faro de Malta_ 215
- 75. _Un castellano leal_ 217
-
- Ruiz Aguilera (Don Ventura) (1820-1881)
- 92. _Epístola_ 310
-
- Santillana (Marqués de) (1398-1458)
- 1. _Serranilla_ 1
-
- Sanz (Don Eulogio Florentino) (1825-1881)
- 87. _Epístola a Pedro_ 286
-
- Selgas (Don José) (1824-1882)
- 91. _El Estío_ 305
-
- Tassara (Don Gabriel García) (1817-1875)
- 85. _Himno al Mesías_ 279
-
- Torre (Francisco de la)[1]
- 24. _La cierva_ 68
-
- Vega (Garcilaso de la) (1503-1536)
- 11. _Égloga primera_ 29
- 12. _A la flor de Gnido_ 42
-
- Vega (Lope de) (1562-1635)
- 40. _Canción_ 105
- 41. «_A mis soledades voy_» 109
- 42. «_Pobre barquilla mía_» 112
- 43. _Judit_ 116
- 44. «_Suelta mi manso, mayoral extraño_» 116
- 45. «_¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?_» 117
- 46. «_Pastor, que con tus silbos amorosos_» 117
- 47. _Temores en el favor_ 118
-
- Villegas (Don Esteban Manuel de) (1596-1669)
- 59. _Oda sáfica_ 145
-
- Zorrilla (Don José) (1817-1893)
- 79. _Introducción a los «Cantos del Trovador»_ 244
- 80. _A buen juez, mejor testigo_ 247
-
-
-
-
-MARQUÉS DE SANTILLANA
-
-
-_1. Serranilla_
-
- Moça tan fermosa
- Non vi en la frontera,
- Como una vaquera
- _De la Finojosa_.
- Façiendo la vía
- Del Calatraveño
- A Sancta María,
- Vençido del sueño
- Por tierra fragosa
- Perdí la carrera,
- Do vi la vaquera
- _De la Finojosa_.
- En un verde prado
- De rosas e flores,
- Guardando ganado
- Con otros pastores,
- La vi tan graçiosa
- Que apenas creyera
- Que fuesse vaquera
- _De la Finojosa_.
- Non creo las rosas
- De la primavera
- Sean tan fermosas
- Nin de tal manera,
- Fablando sin glosa,
- Si antes sopiera
- D’aquella vaquera
- _De la Finojosa_.
- Non tanto mirara
- Su mucha beldat,
- Porque me dexara
- En mi libertat.
- Mas dixe: «Donosa
- (Por saber quién era),
- ¿Dónde es la vaquera
- _De la Finojosa_?...»
- Bien como riendo,
- Dixo: «Bien vengades;
- Que ya bien entiendo
- Lo que demandades:
- Non es desseosa
- De amar, nin lo espera,
- Aquessa vaquera
- _De la Finojosa_.»
-
-
-
-
-JORGE MANRIQUE
-
-
-_2. A la muerte del maestre de Santiago don Rodrigo Manrique, su padre_
-
- Recuerde el alma dormida,
- Avive el seso y despierte
- Contemplando
- Cómo se pasa la vida,
- Cómo se viene la muerte
- Tan callando:
- Cuán presto se va el placer,
- Cómo después de acordado
- Da dolor,
- Cómo a nuestro parescer
- Cualquiera tiempo pasado
- Fue mejor.
-
- Y pues vemos lo presente
- Cómo en un punto es ido
- Y acabado,
- Si juzgamos sabiamente,
- Daremos lo no venido
- Por pasado.
- No se engañe nadie, no,
- Pensando que ha de durar
- Lo que espera
- Más que duró lo que vio,
- Porque todo ha de pasar
- Por tal manera.
-
- Nuestras vidas son los ríos
- Que van a dar en la mar,
- Que es el morir;
- Allí van los señoríos
- Derechos a se acabar
- Y consumir;
- Allí los ríos caudales,
- Allí los otros medianos
- Y más chicos;
- Allegados, son iguales
- Los que viven por sus manos
- Y los ricos.
-
-INVOCACIÓN
-
- Dexo las invocaciones
- De los famosos poetas
- Y oradores;
- No curo de sus ficciones,
- Que traen yerbas secretas
- Sus sabores.
- A aquél solo me encomiendo,
- Aquél solo invoco yo
- De verdad,
- Que en este mundo viviendo,
- El mundo no conoció
- Su deidad.
-
- Este mundo es el camino
- Para el otro, qu’es morada
- Sin pesar;
- Mas cumple tener buen tino
- Para andar esta jornada
- Sin errar.
- Partimos cuando nacemos,
- Andamos mientras vivimos,
- Y llegamos
- Al tiempo que fenecemos;
- Así que cuando morimos
- Descansamos.
-
- Este mundo bueno fue
- Si bien usásemos d’él
- Como debemos,
- Porque, según nuestra fe,
- Es para ganar aquel
- Que atendemos.
- Y aún el Hijo de Dios,
- Para subirnos al cielo,
- Descendió
- A nacer acá entre nos,
- Y vivir en este suelo
- Do murió.
-
- Ved de cuán poco valor
- Son las cosas tras que andamos
- Y corremos;
- Que en este mundo traidor
- Aun primero que muramos
- Las perdemos.
- D’ellas deshace la edad,
- D’ellas casos desastrados
- Que acaescen,
- D’ellas, por su calidad,
- En los más altos estados
- Desfallescen.
-
- Decidme: la hermosura,
- La gentil frescura y tez
- De la cara,
- La color y la blancura,
- Cuando viene la vejez
- ¿Cuál se para?
- Las mañas y ligereza
- Y la fuerça corporal
- De juventud,
- Todo se torna graveza
- Cuando llega al arrabal
- De senectud.
-
- Pues la sangre de los godos,
- El linaje y la nobleza
- Tan crecida,
- ¡Por cuántas vías e modos
- Se pierde su gran alteza
- En esta vida!
- ¡Unos por poco valer,
- Por cuán bajos y abatidos
- Que los tienen!
- Otros que por no tener,
- Con oficios no debidos
- Se mantienen.
-
- Los estados y riqueza
- Que nos dexan a deshora
- ¿Quién lo duda?
- No les pidamos firmeza,
- Pues que son de una señora
- Que se muda.
- Que bienes son de fortuna
- Que revuelve con su rueda
- Presurosa,
- La cual no puede ser una,
- Ni ser estable ni queda
- En una cosa.
-
- Pero digo que acompañen
- Y lleguen hasta la huesa
- Con su dueño;
- Por eso no nos engañen,
- Pues se va la vida apriesa
- Como sueño:
- Y los deleites de acá
- Son en que nos deleitamos
- Temporales,
- Y los tormentos de allá
- Que por ellos esperamos,
- Eternales.
-
- Los placeres y dulçores
- D’esta vida trabajada
- Que tenemos,
- ¿Qué son sino corredores,
- Y la muerte es la celada
- En que caemos?
- No mirando a nuestro daño
- Corremos a rienda suelta
- Sin parar;
- Des que vemos el engaño
- Y queremos dar la vuelta
- No hay lugar.
-
- Si fuese en nuestro poder
- Tornar la cara fermosa
- Corporal,
- Como podemos hacer
- El alma tan gloriosa
- Angelical,
- ¡Qué diligencia tan viva
- Tuviéramos cada hora,
- Y tan presta,
- En componer la cativa,
- Dexándonos la señora
- Descompuesta!
-
- Estos reyes poderosos
- Que vemos por escripturas
- Ya pasadas,
- Con casos tristes, llorosos,
- Fueron sus buenas venturas
- Trastornadas;
- Así que no hay cosa fuerte;
- Que a Papas y Emperadores
- Y Perlados
- Así los trata la muerte
- Como a los pobres pastores
- De ganados.
-
- Dexemos a los Troyanos,
- Que sus males no los vimos,
- Ni sus glorias;
- Dexemos a los Romanos,
- Aunque oímos y leímos
- Sus historias.
- No curemos de saber
- Lo de aquel siglo pasado
- Qué fue d’ello;
- Vengamos a lo de ayer,
- Que también es olvidado
- Como aquello.
-
- ¿Qué se hizo el Rey Don Juan?
- Los Infantes de Aragón
- ¿Qué se hicieron?
- ¿Qué fue de tanto galán,
- Qué fue de tanta invención
- Como truxeron?
- Las justas e los torneos,
- Paramentos, bordaduras
- E cimeras,
- ¿Fueron sino devaneos?
- ¿Qué fueron sino verduras
- De las eras?
-
- ¿Qué se hicieron las damas,
- Sus tocados, sus vestidos,
- Sus olores?
- ¿Qué se hicieron las llamas
- De los fuegos encendidos
- De amadores?
- ¿Qué se hizo aquel trovar,
- Las músicas acordadas
- Que tañían?
- ¿Qué se hizo aquel dançar
- Y aquellas ropas chapadas
- Que traían?
-
- Pues el otro su heredero,
- Don Enrique ¡qué poderes
- Alcançava!
- ¡Cuán blando, cuán alagüero
- El mundo con sus placeres
- Se le daba!
- Mas verás cuán enemigo,
- Cuán contrario, cuán cruel
- Se le mostró,
- Habiéndole sido amigo,
- ¡Cuán poco duró con él
- Lo que le dio!
-
- Las dádivas desmedidas,
- Los edificios reales
- Llenos de oro,
- Las vajillas tan fabridas,
- Los enriques y reales
- Del tesoro;
- Los jaeces y cavallos
- De su gente y atavíos
- Tan sobrados,
- ¿Dónde iremos a buscallos?
- ¿Qué fueron sino rocíos
- De los prados?
-
- Pues su hermano el innocente,
- Que en su vida sucesor
- Se llamó,
- ¡Qué corte tan excelente
- Tuvo y cuánto gran señor
- Que le siguió!
- Mas como fuese mortal,
- Metiolo la muerte luego
- En su fragua.
- ¡Oh juïcio divinal!
- Cuando más ardía el fuego
- Echaste agua.
-
- Pues aquel gran Condestable
- Maestre que conocimos
- Tan privado,
- No cumple que d’él se hable,
- Sino solo que le vimos
- Degollado.
- Sus infinitos tesoros,
- Sus villas y sus lugares,
- Su mandar,
- ¿Qué le fueron sino lloros?
- ¿Qué fueron sino pesares
- Al dexar?
-
- Pues los otros dos hermanos,
- Maestres tan prosperados
- Como reyes,
- C’a los grandes y medianos
- Traxeron tan sojuzgados
- A sus leyes;
- Aquella prosperidad
- Que tan alta fue subida
- Y ensalçada,
- ¿Qué fue sino claridad
- Que cuando más encendida
- Fue amatada?
-
- Tantos Duques excelentes,
- Tantos Marqueses y Condes
- Y Barones
- Como vimos tan potentes,
- Di, muerte, ¿dó los escondes
- Y los pones?
- Y sus muy claras hazañas
- Que hicieron en las guerras
- Y en las paces,
- Cuando tú, cruel, te ensañas,
- Con tu fuerça los atierras
- Y deshaces.
-
- Las huestes innumerables,
- Los pendones y estandartes
- Y banderas,
- Los castillos impunables,
- Los muros e baluartes
- Y barreras,
- La cava honda chapada,
- O cualquier otro reparo
- ¿Qué aprovecha?
- Cuando tú vienes airada
- Todo lo pasas de claro
- Con tu flecha.
-
- Aquel de buenos abrigo,
- Amado por virtuoso
- De la gente,
- El Maestre Don Rodrigo
- Manrique, tan famoso
- Y tan valiente,
- Sus grandes hechos y claros
- No cumple que los alabe,
- Pues los vieron,
- Ni los quiero hacer caros,
- Pues el mundo todo sabe
- Cuáles fueron.
-
- ¡Qué amigo de sus amigos!
- ¡Qué señor para criados
- Y parientes!
- ¡Qué enemigo de enemigos!
- ¡Qué Maestre de esforçados
- Y valientes!
- ¡Qué seso para discretos!
- ¡Qué gracia para donosos!
- ¡Qué razón!
- ¡Cuán benigno a los subjectos,
- Y a los bravos y dañosos
- Un león!
-
- En ventura Octaviano;
- Julio César en vencer
- Y batallar;
- En la virtud, Africano;
- Aníbal en el saber
- Y trabajar:
- En la bondad un Trajano;
- Tito en liberalidad
- Con alegría;
- En su braço, un Archidano;
- Marco Tulio en la verdad
- Que prometía.
-
- Antonio Pío en clemencia;
- Marco Aurelio en igualdad
- Del semblante:
- Adriano en elocuencia;
- Teodosio en humanidad
- Y buen talante.
- Aurelio Alexandre fue
- En disciplina y rigor
- De la guerra;
- Un Constantino en la fe;
- Gamelio en el gran amor
- De su tierra.
-
- No dejó grandes tesoros,
- Ni alcançó muchas riquezas
- Ni vajillas,
- Mas hizo guerra a los moros,
- Ganando sus fortalezas
- Y sus villas;
- Y en las lides que venció
- Caballeros y caballos
- Se prendieron,
- Y en este oficio ganó
- Las rentas e los vasallos
- Que le dieron.
-
- Pues por su honra y estado
- En otros tiempos pasados
- ¿Cómo se hubo?
- Quedando desamparado,
- Con hermanos y criados
- Se sostuvo.
- Después que hechos famosos
- Hizo en esta dicha guerra
- Que hacía,
- Hizo tratos tan honrosos,
- Que le dieron muy más tierra
- Que tenía.
-
- Estas sus viejas historias
- Que con su braço pintó
- En la juventud,
- Con otras nuevas victorias
- Agora las renovó
- En la senectud.
- Por su gran habilidad,
- Por méritos y ancianía
- Bien gastada
- Alcançó la dignidad
- De la gran caballería
- Del Espada.
-
- E sus villas e sus tierras
- Ocupadas de tiranos
- Las halló,
- Mas por cercos e por guerras
- Y por fuerças de sus manos
- Las cobró.
- Pues nuestro Rey natural,
- Si de las obras que obró
- Fue servido,
- Dígalo el de Portugal,
- Y en Castilla quien siguió
- Su partido.
-
- Después de puesta la vida
- Tantas veces por su ley
- Al tablero;
- Después de tan bien servida
- La corona de su Rey
- Verdadero;
- Después de tanta hazaña
- A que no puede bastar
- Cuenta cierta,
- En la su villa de Ocaña
- Vino la muerte a llamar
- A su puerta.
-
-(HABLA LA MUERTE)
-
- Diciendo: «Buen caballero,
- Dejad el mundo engañoso
- Y su halago;
- Muestre su esfuerço famoso
- Vuestro coraçón de acero
- En este trago;
- Y pues de vida y salud
- Hiciste tan poca cuenta
- Por la fama,
- Esfuércese la virtud
- Para sufrir esta afrenta
- Que os llama.
-
- »No se os haga tan amarga
- La batalla temerosa
- Que esperáis,
- Pues otra vida más larga
- De fama tan gloriosa
- Acá dexáis:
- Aunque esta vida de honor
- Tampoco no es eternal
- Ni verdadera,
- Mas con todo es muy mejor
- Que la otra temporal
- Perecedera.
-
- »El vivir que es perdurable
- No se gana con estados
- Mundanales,
- Ni con vida deleitable
- En que moran los pecados
- Infernales;
- Mas los buenos religiosos
- Gánanlo con oraciones
- Y con lloros;
- Los caballeros famosos
- Con trabajos y aflicciones
- Contra moros.
-
- »Y pues vos, claro varón,
- Tanta sangre derramastes
- De paganos,
- Esperad el galardón
- Que en este mundo ganastes
- Por las manos;
- Y con esta confianza
- Y con la fe tan entera
- Que tenéis,
- Partid con buena esperança
- Que esta otra vida tercera
- Ganaréis.»
-
-(RESPONDE EL MAESTRE)
-
- «No gastemos tiempo ya
- En esta vida mezquina
- Por tal modo,
- Que mi voluntad está
- Conforme con la divina
- Para todo;
- Y consiento en mi morir
- Con voluntad placentera,
- Clara, pura,
- Que querer hombre vivir
- Cuando Dios quiere que muera
- Es locura.»
-
-ORACIÓN
-
- Tú que por nuestra maldad
- Tomaste forma civil
- Y bajo nombre;
- Tú que en tu divinidad
- Juntaste cosa tan vil
- Como el hombre;
- Tú que tan grandes tormentos
- Sufriste sin resistencia
- En tu persona,
- No por mis merecimientos,
- Mas por tu sola clemencia
- Me perdona.
-
-CABO
-
- Así con tal entender
- Todos sentidos humanos
- Conservados,
- Cercado de su mujer,
- De hijos y de hermanos
- Y criados,
- Dio el alma a quien se la dio,
- (El cual la ponga en el cielo
- Y en su gloria),
- Y aunque la vida murió,
- Nos dexó harto consuelo
- Su memoria.
-
-
-
-
-ROMANCES VIEJOS
-
-
-_3. Romance de Abenámar_
-
- --¡Abenámar, Abenámar,
- moro de la morería,
- el día que tú naciste
- grandes señales había!
- Estaba la mar en calma,
- la luna estaba crecida:
- moro que en tal signo nace,
- no debe decir mentira.--
- Allí respondiera el moro,
- bien oiréis lo que decía:
- --Yo te la diré, señor,
- aunque me cueste la vida,
- porque soy hijo de un moro
- y una cristiana cautiva;
- siendo yo niño y muchacho
- mi madre me lo decía:
- que mentira no dijese,
- que era grande villanía:
- por tanto pregunta, rey,
- que la verdad te diría.
- --Yo te agradezco, Abenámar
- aquesa tu cortesía.
- ¿Qué castillos son aquellos?
- ¡Altos son y relucían!
- --El Alhambra era, señor,
- y la otra la mezquita;
- los otros los Alixares,
- labrados a maravilla.
- El moro que los labraba
- cien doblas ganaba al día,
- y el día que no los labra
- otras tantas se perdía.
- El otro es Generalife,
- huerta que par no tenía;
- el otro Torres Bermejas,
- castillo de gran valía.--
- Allí habló el rey don Juan,
- bien oiréis lo que decía:
- --Si tú quisieses, Granada,
- contigo me casaría;
- darete en arras y dote
- a Córdoba y a Sevilla.
- --Casada soy, rey don Juan,
- casada soy, que no viuda;
- el moro que a mí me tiene
- muy grande bien me quería.
-
-
-_4. Romance del rey moro que perdió Alhama_
-
- Paseábase el rey moro
- por la ciudad de Granada,
- desde la puerta de Elvira
- hasta la de Vivarrambla.
- «¡Ay de mi Alhama!»
- Cartas le fueron venidas
- que Alhama era ganada:
- las cartas echó en el fuego,
- y al mensajero matara.
- «¡Ay de mi Alhama!»
- Descabalga de una mula,
- y en un caballo cabalga;
- por el Zacatín arriba
- subido se había al Alhambra.
- «¡Ay de mi Alhama!»
- Como en el Alhambra estuvo,
- al mismo punto mandaba
- que se toquen sus trompetas,
- sus añafiles de plata.
- «¡Ay de mi Alhama!»
- Y que las cajas de guerra
- apriesa toquen al arma,
- porque lo oigan sus moros,
- los de la Vega y Granada.
- «¡Ay de mi Alhama!»
- Los moros que el son oyeron
- que al sangriento Marte llama,
- uno a uno y dos a dos
- juntado se ha gran batalla.
- «¡Ay de mi Alhama!»
- Allí habló un moro viejo,
- de esta manera hablara:
- --¿Para qué nos llamas, rey,
- para qué es esta llamada?--
- «¡Ay de mi Alhama!»
- --Habéis de saber, amigos,
- una nueva desdichada:
- que cristianos de braveza
- ya nos han ganado Alhama.--
- «¡Ay de mi Alhama!»
- Allí habló un alfaquí
- de barba crecida y cana:
- --¡Bien se te emplea, buen rey,
- buen rey, bien se te empleara!
- «¡Ay de mi Alhama!»
- Mataste los Bencerrajes,
- que eran la flor de Granada;
- cogiste los tornadizos
- de Córdoba la nombrada.
- «¡Ay de mi Alhama!»
- Por eso mereces, rey,
- una pena muy doblada:
- que te pierdas tú y el reino,
- y aquí se pierda Granada.--
- «¡Ay de mi Alhama!»
-
-
-_5. Romance de Rosa fresca_
-
- --Rosa fresca, rosa fresca,
- tan garrida y con amor,
- cuando vos tuve en mis brazos,
- no vos supe servir, no;
- y agora que os serviría
- no vos puedo haber, no.
- --Vuestra fue la culpa, amigo,
- vuestra fue, que mía no;
- enviástesme una carta
- con un vuestro servidor,
- y en lugar de recaudar
- él dijera otra razón:
- que érades casado, amigo,
- allá en tierras de León;
- que tenéis mujer hermosa
- y hijos como una flor.
- --Quien os lo dijo, señora,
- no vos dijo verdad, no;
- que yo nunca entré en Castilla
- ni allá en tierras de León,
- sino cuando era pequeño,
- que no sabía de amor.
-
-
-_6. Romance de Fontefrida_
-
- Fonte-frida, fonte-frida,
- fonte-frida y con amor,
- do todas las avecicas
- van tomar consolación,
- si no es la tortolica
- que está viuda y con dolor.
- Por allí fuera a pasar
- el traidor del ruiseñor:
- las palabras que le dice
- llenas son de traïción:
- --Si tú quisieses, señora,
- yo sería tu servidor.
- --Vete de ahí, enemigo,
- malo, falso, engañador,
- que ni poso en ramo verde,
- ni en prado que tenga flor;
- que si el agua hallo clara,
- turbia la bebía yo;
- que no quiero haber marido,
- porque hijos no haya, no:
- no quiero placer con ellos,
- ni menos consolación.
- ¡Déjame, triste enemigo,
- malo, falso, mal traidor,
- que no quiero ser tu amiga,
- ni casar contigo, no!
-
-
-_7. Romance de Blanca-niña_
-
- Blanca sois, señora mía,
- más que no el rayo del sol:
- ¿si la dormiré esta noche
- desarmado y sin pavor?
- que siete años había, siete,
- que no me desarmo, no.
- Más negras tengo mis carnes
- que un tiznado carbón.
- --Dormilda, señor, dormilda,
- desarmado sin temor,
- que el conde es ido a la caza
- a los montes de León.
- --Rabia le mate los perros,
- y águilas el su halcón,
- y del monte hasta casa
- a él arrastre el morón.--
- Ellos en aquesto estando
- su marido que llegó:
- --¿Qué hacéis, la Blanca-niña,
- hija de padre traidor?
- --Señor, peino mis cabellos,
- péinolos con gran dolor,
- que me dejéis a mi sola
- y a los montes os vais vos.
- --Esa palabra, la niña,
- no era sino traición:
- ¿cúyo es aquel caballo
- que allá bajo relinchó?
- --Señor, era de mi padre,
- y envióoslo para vos.
- --¿Cúyas son aquellas armas
- que están en el corredor?
- --Señor, eran de mi hermano,
- y hoy os las envió.
- --¿Cúya es aquella lanza,
- desde aquí la veo yo?
- --Tomalda, conde, tomalda,
- matadme con ella vos,
- que aquesta muerte, buen conde
- bien os la merezco yo.
-
-
-_8. Romance del conde Arnaldos_
-
- ¡Quién hubiese tal ventura
- sobre las aguas del mar,
- como hubo el conde Arnaldos
- la mañana de San Juan!
- Con un falcón en la mano
- la caza iba a cazar,
- vio venir una galera
- que a tierra quiere llegar.
- Las velas traía de seda,
- la jarcia de un cendal,
- marinero que la manda
- diciendo viene un cantar
- que la mar facía en calma,
- los vientos hace amainar,
- los peces que andan nel hondo
- arriba los hace andar,
- las aves que andan volando
- nel mástel las faz posar.
- Allí fabló el conde Arnaldos,
- bien oiréis lo que dirá:
- --Por Dios te ruego, marinero,
- dígasme ora ese cantar.--
- Respondiole el marinero,
- tal respuesta le fue a dar:
- --Yo no digo esta canción
- sino a quien conmigo va.
-
-
-_9. Romance de la hija del rey de Francia_
-
- De Francia partió la niña,
- de Francia la bien guarnida:
- íbase para París,
- do padre y madre tenía.
- Errado lleva el camino,
- errado lleva la guía:
- arrimárase a un roble
- por esperar compañía.
- Vio venir un caballero
- que a París lleva la guía.
- La niña desque lo vido
- de esta suerte le decía:
- --Si te place, caballero,
- llévesme en tu compañía.
- --Pláceme, dijo, señora,
- pláceme, dijo, mi vida.--
- Apeose del caballo
- por hacelle cortesía;
- puso la niña en las ancas
- y él subiérase en la silla.
- En el medio del camino
- de amores la requería.
- La niña desque lo oyera
- díjole con osadía:
- --Tate, tate, caballero,
- no hagáis tal villanía:
- hija soy de un malato
- y de una malatía;
- el hombre que a mí llegase
- malato se tornaría.--
- El caballero con temor
- palabra no respondía.
- A la entrada de París
- la niña se sonreía.
- --¿De qué vos reís, señora?
- ¿de qué vos reís, mi vida?
- --Ríome del caballero,
- y de su gran cobardía,
- ¡tener la niña en el campo
- y catarle cortesía!--
- Caballero con vergüenza
- estas palabras decía:
- --Vuelta, vuelta, mi señora,
- que una cosa se me olvida.--
- La niña como discreta
- dijo: --Yo no volvería,
- ni persona, aunque volviese,
- en mi cuerpo tocaría:
- hija soy del rey de Francia
- y de la reina Constantina,
- el hombre que a mí llegase,
- muy caro le costaría.
-
-
-_10. Romance de doña Alda_
-
- En París está doña Alda
- la esposa de don Roldán,
- trescientas damas con ella
- para la acompañar:
- todas visten un vestido,
- todas calzan un calzar,
- todas comen a una mesa,
- todas comían de un pan,
- sino era doña Alda,
- que era la mayoral.
- Las ciento hilaban oro,
- las ciento tejen cendal,
- las ciento tañen instrumentos
- para doña Alda holgar.
- Al son de los instrumentos
- doña Alda adormido se ha:
- ensoñado había un sueño,
- un sueño de gran pesar.
- Recordó despavorida
- y con un pavor muy grand,
- los gritos daba tan grandes
- que se oían en la ciudad.
- Allí hablaron sus doncellas,
- bien oiréis lo que dirán:
- --¿Qué es aquesto, mi señora?
- ¿quién es el que os hizo mal?
- --Un sueño soñé, doncellas,
- que me ha dado gran pesar;
- que me veía en un monte
- en un desierto lugar:
- de so los montes muy altos
- un azor vide volar,
- tras dél viene una aguililla
- que lo ahinca muy mal.
- El azor con grande cuita
- metiose so mi brial;
- el aguililla con grande ira
- de allí lo iba a sacar;
- con las uñas lo despluma,
- con el pico lo deshaz.--
- Allí habló su camarera,
- bien oiréis lo que dirá:
- --Aquese sueño, señora,
- bien os lo entiendo soltar;
- el azor es vuestro esposo,
- que viene de allén la mar;
- el águila sedes vos,
- con la cual ha de casar,
- y aquel monte es la iglesia
- donde os han de velar.
- --Si así es, mi camarera,
- bien te lo entiendo pagar.--
- Otro día de mañana
- cartas de fuera le traen;
- tintas venían de dentro,
- de fuera escritas con sangre,
- que su Roldán era muerto
- en la caza de Roncesvalles.
-
-
-
-
-GARCILASO DE LA VEGA
-
-
-_11. Égloga primera_
-
-_A Don Pedro de Toledo, marqués de Villafranca, virrey de Nápoles_
-
-SALICIO, NEMOROSO
-
- El dulce lamentar de dos pastores,
- Salicio juntamente y Nemoroso,
- He de cantar, sus quejas imitando;
- Cuyas ovejas al cantar sabroso
- Estaban muy atentas, los amores,
- De pacer olvidadas, escuchando.
- Tú, que ganaste obrando
- Un nombre en todo el mundo,
- Y un grado sin segundo,
- Agora estés atento, solo y dado
- Al ínclito gobierno del estado
- Albano; agora vuelto a la otra parte,
- Resplandeciente, armado,
- Representando en tierra el fiero Marte;
- Agora de cuidados enojosos
- Y de negocios libre, por ventura
- Andes a caza, el monte fatigando
- En ardiente jinete, que apresura
- El curso tras los ciervos temerosos,
- Que en vano su morir van dilatando;
- Espera, que en tornando
- A ser restituido
- Al ocio ya perdido,
- Luego verás ejercitar mi pluma
- Por la infinita innumerable suma
- De tus virtudes y famosas obras;
- Antes que me consuma,
- Faltando a ti, que a todo el mundo sobras.
- En tanto que este tiempo que adivino
- Viene a sacarme de la deuda un día,
- Que se debe a tu fama y a tu gloria;
- Que es deuda general, no solo mía,
- Mas de cualquier ingenio peregrino
- Que celebra lo digno de memoria;
- El árbol de vitoria
- Que ciñe estrechamente
- Tu gloriosa frente
- Dé lugar a la hiedra que se planta
- Debajo de tu sombra, y se levanta
- Poco a poco, arrimada a tus loores;
- Y en cuanto esto se canta,
- Escucha tú el cantar de mis pastores.
- Saliendo de las ondas encendido,
- Rayaba de los montes el altura
- El sol, cuando Salicio, recostado
- Al pie de una alta haya, en la verdura,
- Por donde una agua clara con sonido
- Atravesaba el fresco y verde prado;
- Él, con canto acordado
- Al rumor que sonaba
- Del agua que pasaba,
- Se quejaba tan dulce y blandamente
- Como si no estuviera de allí ausente
- La que de su dolor culpa tenía;
- Y así, como presente,
- Razonando con ella, le decía.
-
-SALICIO
-
- --¡Oh más dura que mármol a mis quejas,
- Y al encendido fuego en que me quemo
- Más helada que nieve, Galatea!
- Estoy muriendo, y aun la vida temo;
- Témola con razón, pues tú me dejas;
- Que no hay, sin ti, el vivir para qué sea.
- Vergüenza he que me vea
- Ninguno en tal estado,
- De ti desamparado,
- Y de mí mismo yo me corro agora.
- ¿De un alma te desdeñas ser señora,
- Donde siempre moraste, no pudiendo
- Della salir un hora?
- Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
- El sol tiende los rayos de su lumbre
- Por montes y por valles, despertando
- Las aves y animales y la gente;
- Cuál por el aire claro va volando,
- Cuál por el verde valle o alta cumbre
- Paciendo va segura y libremente,
- Cuál con el sol presente
- Va de nuevo al oficio,
- Y al usado ejercicio
- Do su natura o menester le inclina.
- Siempre está en llanto esta ánima mezquina
- Cuando la sombra el mundo va cubriendo
- O la luz se avecina.
- Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
- ¿Y tú, desta mi vida ya olvidada,
- Sin mostrar un pequeño sentimiento
- De que por ti Salicio triste muera,
- Dejas llevar, desconocida, al viento
- El amor y la fe que ser guardada
- Eternamente solo a mí debiera?
- ¡Oh Dios! ¿Por qué siquiera,
- Pues ves desde tu altura
- Esta falsa perjura
- Causar la muerte de un estrecho amigo,
- No recibe del cielo algún castigo?
- Si en pago del amor yo estoy muriendo,
- ¿Qué hará el enemigo?
- Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
- Por ti el silencio de la selva umbrosa,
- Por ti la esquividad y apartamiento
- Del solitario monte me agradaba;
- Por ti la verde yerba, el fresco viento,
- El blanco lirio y colorada rosa
- Y dulce primavera deseaba.
- ¡Ay, cuánto me engañaba!
- ¡Ay, cuán diferente era
- Y cuán de otra manera
- Lo que en tu falso pecho se escondía!
- Bien claro con su voz me lo decía
- La siniestra corneja, repitiendo
- La desventura mía.
- Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
- ¡Cuántas veces, durmiendo en la floresta,
- Reputándolo yo por desvarío,
- Vi mi mal entre sueños, desdichado!
- Soñaba que en el tiempo del estío
- Llevaba, por pasar allí la siesta,
- A beber en el Tajo mi ganado;
- Y después de llegado,
- Sin saber de cuál arte,
- Por desusada parte
- Y por nuevo camino el agua se iba;
- Ardiendo yo con la calor estiva,
- El curso enajenado iba siguiendo
- Del agua fugitiva.
- Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
- Tu dulce habla ¿en cúya oreja suena?
- Tus claros ojos ¿a quién los volviste?
- ¿Por quién tan sin respeto me trocaste?
- Tu quebrantada fe ¿dó la pusiste?
- ¿Cuál es el cuello que como en cadena
- De tus hermosos brazos anudaste?
- No hay corazón que baste,
- Aunque fuese de piedra,
- Viendo mi amada hiedra,
- De mí arrancada, en otro muro asida,
- Y mi parra en otro olmo entretejida,
- Que no se esté con llanto deshaciendo
- Hasta acabar la vida.
- Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
- ¿Qué no se esperará de aquí adelante,
- Por difícil que sea y por incierto?
- O ¿qué discordia no será juntada?
- Y juntamente ¿qué tendrá por cierto,
- O qué de hoy más no temerá el amante,
- Siendo a todo materia por ti dada?
- Cuando tú enajenada
- De mí, cuitado, fuiste,
- Notable causa diste
- Y ejemplo a todos cuantos cubre el cielo,
- Que el más seguro tema con recelo
- Perder lo que estuviere poseyendo.
- Salid fuera sin duelo,
- Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
- Materia diste al mundo de esperanza
- De alcanzar lo imposible y no pensado,
- Y de hacer juntar lo diferente,
- Dando a quien diste el corazón malvado,
- Quitándolo de mí con tal mudanza
- Que siempre sonará de gente en gente.
- La cordera paciente
- Con el lobo hambriento
- Hará su ayuntamiento,
- Y con las simples aves sin ruido
- Harán las bravas sierpes ya su nido;
- Que mayor diferencia comprehendo
- De ti al que has escogido.
- Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
- Siempre de nueva leche en el verano
- Y en el invierno abundo; en mi majada
- La manteca y el queso está sobrado;
- De mi cantar pues yo te vi agradada,
- Tanto, que no pudiera el mantuano
- Títiro ser de ti más alabado,
- No soy pues, bien mirado,
- Tan disforme ni feo;
- Que aun agora me veo
- En esta agua que corre clara y pura,
- Y cierto no trocara mi figura
- Con ese que de mí se está riendo;
- Trocara mi ventura.
- Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
- ¿Cómo te vine en tanto menosprecio?
- ¿Cómo te fui tan presto aborrecible?
- ¿Cómo te faltó en mí el conocimiento?
- Si no tuvieras condición terrible,
- Siempre fuera tenido de ti en precio,
- Y no viera de ti este apartamiento.
- ¿No sabes que sin cuento
- Buscan en el estío
- Mis ovejas el frío
- De la sierra de Cuenca, y el gobierno
- Del abrigado Extremo en el invierno?
- Mas ¡qué vale el tener, si derritiendo
- Me estoy en llanto eterno!
- Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
- Con mi llorar las piedras enternecen
- Su natural dureza y la quebrantan,
- Los árboles parece que se inclinan,
- Las aves que me escuchan, cuando cantan,
- Con diferente voz se condolecen,
- Y mi morir cantando me adivinan.
- Las fieras que reclinan
- Su cuerpo fatigado,
- Dejan el sosegado
- Sueño por escuchar mi llanto triste.
- Tú sola contra mí te endureciste,
- Los ojos aun siquiera no volviendo
- A lo que tú hiciste.
- Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
- Mas ya que a socorrerme aquí no vienes,
- No dejes el lugar que tanto amaste;
- Que bien podrás venir de mí segura;
- Y dejaré el lugar do me dejaste;
- Ven, si por solo esto te detienes.
- Ves aquí un prado lleno de verdura,
- Ves aquí una espesura,
- Ves aquí una agua clara,
- En otro tiempo cara,
- A quien de ti con lágrimas me quejo.
- Quizá aquí hallarás, pues yo me alejo,
- Al que todo mi bien quitarme puede;
- Que pues el bien le dejo,
- No es mucho que lugar también le quede.--
- Aquí dio fin a su cantar Salicio,
- Y suspirando en el postrero acento,
- Soltó de llanto una profunda vena.
- Queriendo el monte al grave sentimiento
- De aquel dolor en algo ser propicio,
- Con la pasada voz retumba y suena.
- La blanda Filomena,
- Casi como dolida
- Y a compasión movida,
- Dulcemente responde al son lloroso.
- Lo que cantó tras esto Nemoroso
- Decidlo vos, Pïérides; que tanto
- No puedo yo ni oso,
- Que siento enflaquecer mi débil canto.
-
-NEMOROSO
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- --Corrientes aguas, puras, cristalinas;
- Árboles que os estáis mirando en ellas,
- Verde prado de fresca sombra lleno,
- Aves que aquí sembráis vuestras querellas,
- Hiedra que por los árboles caminas,
- Torciendo el paso por su verde seno;
- Yo me vi tan ajeno
- Del grave mal que siento,
- Que de puro contento
- Con vuestra soledad me recreaba,
- Donde con dulce sueño reposaba,
- O con el pensamiento discurría
- Por donde no hallaba
- Sino memorias llenas de alegría;
- Y en este mismo valle, donde agora
- Me entristezco y me canso, en el reposo
- Estuve ya contento y descansado.
- ¡Oh bien caduco, vano y presuroso!
- Acuérdome durmiendo aquí algún hora,
- Que despertando, a Elisa vi a mi lado.
- ¡Oh miserable hado!
- ¡Oh tela delicada
- Antes de tiempo dada
- A los agudos filos de la muerte!
- Más convenible fuera aquesta suerte
- A los cansados años de mi vida,
- Que es más que el hierro fuerte,
- Pues no la ha quebrantado tu partida.
- ¿Dó están agora aquellos claros ojos
- Que llevaban tras sí como colgada
- Mi ánima do quier que se volvían?
- ¿Dó está la blanca mano delicada,
- Llena de vencimientos y despojos
- Que de mí mis sentidos le ofrecían?
- Los cabellos que vían
- Con gran desprecio al oro,
- Como a menor tesoro
- ¿Adónde están? ¿Adónde el blanco pecho?
- ¿Dó la columna que el dorado techo
- Con presunción graciosa sostenía?
- Aquesto todo agora ya se encierra,
- Por desventura mía,
- En la fría, desierta y dura tierra.
- ¿Quién me dijera, Elisa, vida mía,
- Cuando en aqueste valle al fresco viento
- Andábamos cogiendo tiernas flores,
- Que había de ver con largo apartamiento
- Venir el triste y solitario día
- Que diese amargo fin a mis amores?
- El cielo en mis dolores
- Cargó la mano tanto,
- Que a sempiterno llanto
- Y a triste soledad me ha condenado;
- Y lo que siento más es verme atado
- A la pesada vida y enojosa,
- Solo, desamparado,
- Ciego sin lumbre en cárcel tenebrosa.
- Después que nos dejaste, nunca pace
- En hartura el ganado ya, ni acude
- El campo al labrador con mano llena.
- No hay bien que en mal no se convierta y mude:
- La mala yerba al trigo ahoga, y nace
- En lugar suyo la infelice avena;
- La tierra, que de buena
- Gana nos producía
- Flores con que solía
- Quitar en solo vellas mil enojos,
- Produce agora en cambio estos abrojos,
- Ya de rigor de espinas intratable;
- Y yo hago con mis ojos
- Crecer, llorando, el fruto miserable.
- Como al partir del sol la sombra crece,
- Y en cayendo su rayo se levanta
- La negra escuridad que el mundo cubre,
- De do viene el temor que nos espanta,
- Y la medrosa forma en que se ofrece
- Aquello que la noche nos encubre,
- Hasta que el sol descubre
- Su luz pura y hermosa;
- Tal es la tenebrosa
- Noche de tu partir, en que he quedado
- De sombra y de temor atormentado,
- Hasta que muerte el tiempo determine
- Que a ver el deseado
- Sol de tu clara vista me encamine.
- Cual suele el ruiseñor con triste canto
- Quejarse, entre las hojas escondido,
- Del duro labrador, que cautamente
- Le despojó su caro y dulce nido
- De los tiernos hijuelos entre tanto
- Que del amado ramo estaba ausente,
- Y aquel dolor que siente
- Con diferencia tanta
- Por la dulce garganta
- Despide, y a su canto el aire suena,
- Y la callada noche no refrena
- Su lamentable oficio y sus querellas,
- Trayendo de su pena
- Al cielo por testigo y las estrellas;
- Desta manera suelto yo la rienda
- A mi dolor, y así me quejo en vano
- De la dureza de la muerte airada.
- Ella en mi corazón metió la mano,
- Y de allí me llevó mi dulce prenda;
- Que aquel era su nido y su morada.
- ¡Ay muerte arrebatada!
- Por ti me estoy quejando
- Al cielo y enojando
- Con importuno llanto al mundo todo:
- Tan desigual dolor no sufre modo.
- No me podrán quitar el dolorido
- Sentir, si ya del todo
- Primero no me quitan el sentido.
- Una parte guardé de tus cabellos,
- Elisa, envueltos en un blanco paño,
- Que nunca de mi seno se me apartan;
- Descójolos, y de un dolor tamaño
- Enternecerme siento, que sobre ellos
- Nunca mis ojos de llorar se hartan.
- Sin que de allí se partan,
- Con suspiros calientes,
- Más que la llama ardientes,
- Los enjugo del llanto, y de consuno
- Casi los paso y cuento uno a uno;
- Juntándolos, con un cordón los ato.
- Tras esto el importuno
- Dolor me deja descansar un rato.
- Mas luego a la memoria se me ofrece
- Aquella noche tenebrosa, escura,
- Que siempre aflige esta ánima mezquina
- Con la memoria de mi desventura.
- Verte presente agora me parece
- En aquel duro trance de Lucina,
- Y aquella voz divina,
- Con cuyo son y acentos
- A los airados vientos
- Pudieras amansar, que agora es muda,
- Me parece que oigo que a la cruda,
- Inexorable diosa demandabas
- En aquel paso ayuda;
- Y tú, rústica diosa, ¿dónde estabas?
- ¿Íbate tanto en perseguir las fieras?
- ¿Íbate tanto en un pastor dormido?
- ¿Cosa pudo bastar a tal crüeza,
- Que, conmovida a compasión, oído
- A los votos y lágrimas no dieras
- Por no ver hecha tierra tal belleza,
- O no ver la tristeza
- En que tu Nemoroso
- Queda, que su reposo
- Era seguir tu oficio, persiguiendo
- Las fieras por los montes, y ofreciendo
- A tus sagradas aras los despojos?
- ¿Y tú, ingrata, riendo
- Dejas morir mi bien ante mis ojos?
- Divina Elisa, pues agora el cielo
- Con inmortales pies pisas y mides,
- Y su mudanza ves, estando queda,
- ¿Por qué de mí te olvidas, y no pides
- Que se apresure el tiempo en que este velo
- Rompa del cuerpo, y verme libre pueda,
- Y en la tercera rueda
- Contigo mano a mano
- Busquemos otro llano,
- Busquemos otros montes y otros ríos,
- Otros valles floridos y sombríos,
- Donde descanse y siempre pueda verte
- Ante los ojos míos,
- Sin miedo y sobresalto de perderte?--
- Nunca pusieran fin al triste lloro
- Los pastores, ni fueran acabadas
- Las canciones que solo el monte oía,
- Si mirando las nubes coloradas,
- Al trasmontar del sol bordadas de oro,
- No vieran que era ya pasado el día.
- La sombra se veía
- Venir corriendo apriesa
- Ya por la falda espesa
- Del altísimo monte, y recordando
- Ambos como de sueño, y acabando
- El fugitivo sol, de luz escaso,
- Su ganado llevando,
- Se fueron recogiendo paso a paso.
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-_12. A la flor de Gnido_
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- Si de mi baja lira
- Tanto pudiese el son, que en un momento
- Aplacase la ira
- Del animoso viento,
- Y la furia del mar y el movimiento;
- Y en ásperas montañas
- Con el suave canto enterneciese
- Las fieras alimañas,
- Los árboles moviese,
- Y al son confusamente los trajese;
- No pienses que cantado
- Sería de mí, hermosa flor de Gnido,
- El fiero Marte airado,
- A muerte convertido,
- De polvo y sangre y de sudor teñido;
- Ni aquellos capitanes
- En las sublimes ruedas colocados,
- Por quien los alemanes
- El fiero cuello atados,
- Y los franceses van domesticados.
- Mas solamente aquella
- Fuerza de tu beldad sería cantada,
- Y alguna vez con ella
- También sería notada
- El aspereza de que estás armada;
- Y cómo por ti sola,
- Y por tu gran valor y hermosura,
- Convertido en viola,
- Llora su desventura
- El miserable amante en tu figura.
- Hablo de aquel cativo,
- De quien tener se debe más cuidado,
- Que está muriendo vivo,
- Al remo condenado,
- En la concha de Venus amarrado.
- Por ti, como solía,
- Del áspero caballo no corrige
- La furia y gallardía,
- Ni con freno le rige,
- Ni con vivas espuelas ya le aflige.
- Por ti, con diestra mano
- No revuelve la espada presurosa,
- Y en el dudoso llano
- Huye la polvorosa
- Palestra como sierpe ponzoñosa.
- Por ti, su blanda musa,
- En lugar de la cítara sonante,
- Tristes querellas usa,
- Que con llanto abundante
- Hacen bañar el rostro del amante.
- Por ti, el mayor amigo
- Le es importuno, grave y enojoso;
- Yo puedo ser testigo
- Que ya del peligroso
- Naufragio fui su puerto y su reposo.
- Y agora en tal manera
- Vence el dolor a la razón perdida,
- Que ponzoñosa fiera
- Nunca fue aborrecida
- Tanto como yo dél, ni tan temida.
- No fuiste tú engendrada
- Ni producida de la dura tierra;
- No debe ser notada
- Que ingratamente yerra
- Quien todo el otro error de sí destierra.
- Hágate temerosa
- El caso de Anaxárete, y cobarde,
- Que de ser desdeñosa
- Se arrepintió muy tarde;
- Y así, su alma con su mármol arde.
- Estábase alegrando
- Del mal ajeno el pecho empedernido,
- Cuando abajo mirando
- El cuerpo muerto vido
- Del miserable amante, allí tendido.
- Y al cuello el lazo atado,
- Con que desenlazó de la cadena
- El corazón cuitado,
- Que con su breve pena
- Compró la eterna punición ajena.
- Sintió allí convertirse
- En piedad amorosa el aspereza.
- ¡Oh tarde arrepentirse!
- ¡Oh última terneza!
- ¿Cómo te sucedió mayor dureza?
- Los ojos se enclavaron
- En el tendido cuerpo que allí vieron,
- Los huesos se tornaron
- Más duros y crecieron,
- Y en sí toda la carne convirtieron;
- Las entrañas heladas
- Tornaron poco a poco en piedra dura;
- Por las venas cuitadas
- La sangre su figura
- Iba desconociendo y su natura;
- Hasta que finalmente
- En duro mármol vuelta y trasformada,
- Hizo de sí la gente
- No tan maravillada
- Cuanto de aquella ingratitud vengada.
- No quieras tú, señora,
- De Némesis airada las saetas
- Probar, por Dios, agora;
- Baste que tus perfetas
- Obras y hermosura a los poetas
- Den inmortal materia,
- Sin que también en verso lamentable
- Celebren la miseria
- De algún caso notable
- Que por ti pase triste y miserable.
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-GUTIERRE DE CETINA
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-_13. Madrigal_
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- Ojos claros, serenos,
- Si de un dulce mirar sois alabados,
- ¿Por qué, si me miráis, miráis airados?
- Si cuando más piadosos,
- Más bellos parecéis a aquel que os mira,
- No me miréis con ira,
- Porque no parezcáis menos hermosos.
- ¡Ay tormentos rabiosos!
- Ojos claros, serenos,
- Ya que así me miráis, miradme al menos.
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-FRAY LUIS DE LEÓN
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-_14. Vida retirada_
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- ¡Qué descansada vida
- la del que huye el mundanal ruïdo,
- y sigue la escondida
- senda por donde han ido
- los pocos sabios que en el mundo han sido!
- Que no le enturbia el pecho
- de los soberbios grandes el estado,
- ni del dorado techo
- se admira, fabricado
- del sabio moro, en jaspes sustentado.
- No cura si la fama
- canta con voz su nombre pregonera,
- ni cura si encarama
- la lengua lisonjera
- lo que condena la verdad sincera.
- ¿Qué presta a mi contento
- si soy del vano dedo señalado,
- si en busca de este viento
- ando desalentado
- con ansias vivas, y mortal cuidado?
- ¡Oh campo, oh monte, oh río!
- ¡oh secreto seguro deleitoso!
- roto casi el navío,
- a vuestro almo reposo
- huyo de aqueste mar tempestuoso.
- Un no rompido sueño,
- un día puro, alegre, libre quiero;
- no quiero ver el ceño
- vanamente severo
- de quien la sangre ensalza o el dinero.
- Despiértenme las aves
- con su cantar süave no aprendido,
- no los cuidados graves
- de que es siempre seguido
- quien al ajeno arbitrio está atenido.
- Vivir quiero conmigo,
- gozar quiero del bien que debo al cielo,
- a solas sin testigo
- libre de amor, de celo,
- de odio, de esperanzas, de recelo.
- Del monte en la ladera
- por mi mano plantado tengo un huerto
- que con la primavera
- de bella flor cubierto
- ya muestra en esperanza el fruto cierto.
- Y como codiciosa
- de ver y acrecentar su hermosura,
- desde la cumbre airosa
- una fontana pura
- hasta llegar corriendo se apresura.
- Y luego sosegada
- el paso entre los árboles torciendo,
- el suelo de pasada
- de verdura vistiendo,
- y con diversas flores va esparciendo.
- El aire el huerto orea,
- y ofrece mil olores al sentido,
- los árboles menea
- con un manso ruido
- que del oro y del cetro pone olvido.
- Ténganse su tesoro
- los que de un flaco leño se confían:
- no es mío ver el lloro
- de los que desconfían
- cuando el cierzo y el ábrego porfían.
- La combatida antena
- cruje, y en ciega noche el claro día
- se torna, al cielo suena
- confusa vocería,
- y la mar enriquecen a porfía.
- A mí una pobrecilla
- mesa de amable paz bien abastada
- me baste, y la vajilla
- de fino oro labrada
- sea de quien la mar no teme airada.
- Y mientras miserable-
- mente se están los otros abrasando
- en sed insaciable
- del no durable mando,
- tendido yo a la sombra esté cantando.
- A la sombra tendido
- de yedra y lauro eterno coronado,
- puesto el atento oído
- al son dulce acordado
- del plectro sabiamente meneado.
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-_15. A Francisco Salinas_
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- El aire se serena
- y viste de hermosura y luz no usada,
- Salinas, cuando suena
- la música extremada
- por vuestra sabia mano gobernada.
- A cuyo son divino
- mi alma que en olvido está sumida,
- torna a cobrar el tino,
- y memoria perdida
- de su origen primera esclarecida.
- Y como se conoce,
- en suerte y pensamientos se mejora;
- el oro desconoce
- que el vulgo ciego adora,
- la belleza caduca engañadora.
- Traspasa el aire todo
- hasta llegar a la más alta esfera,
- y oye allí otro modo
- de no perecedera
- música, que es de todas la primera.
- Ve cómo el gran maestro
- a aquesta inmensa cítara aplicado,
- con movimiento diestro
- produce el son sagrado
- con que este eterno templo es sustentado.
- Y como está compuesta
- de números concordes, luego envía
- consonante respuesta,
- y entrambas a porfía
- mezclan una dulcísima armonía.
- Aquí la alma navega
- por un mar de dulzura, y finalmente
- en él así se anega,
- que ningún accidente
- extraño o peregrino oye o siente.
- ¡Oh desmayo dichoso!
- ¡oh muerte que das vida! ¡oh dulce olvido!
- ¡durase en tu reposo
- sin ser restituido
- jamás a aqueste bajo y vil sentido!
- A este bien os llamo,
- gloria del Apolíneo sacro coro,
- amigos, a quien amo
- sobre todo tesoro;
- que todo lo demás es triste lloro.
- ¡Oh! suene de contino,
- Salinas, vuestro son en mis oídos,
- por quien al bien divino
- despiertan los sentidos,
- quedando a lo demás amortecidos.
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-_16. A Felipe Ruiz_
-
- ¿Cuándo será que pueda
- libre de esta prisión volar al cielo,
- Felipe, y en la rueda
- que huye más del suelo,
- contemplar la verdad pura sin velo?
- Allí a mi vida junto
- en luz resplandeciente convertido,
- veré distinto y junto
- lo que es y lo que ha sido,
- y su principio propio y escondido.
- Entonces veré cómo
- el divino poder echó el cimiento
- tan a nivel y plomo,
- do estable eterno asiento
- posee el pesadísimo elemento.
- Veré las inmortales
- columnas do la tierra está fundada,
- las lindes y señales
- con que a la mar airada
- la Providencia tiene aprisionada.
- Por qué tiembla la tierra,
- por qué las hondas mares se embravecen,
- dó sale a mover guerra
- el cierzo, y por qué crecen
- las aguas del Océano y descrecen.
- De dó manan las fuentes;
- quién ceba, y quién bastece de los ríos
- las perpetuas corrientes;
- de los helados fríos
- veré las causas, y de los estíos.
- Las soberanas aguas
- del aire en la región quién las sostiene;
- de los rayos las fraguas;
- dó los tesoros tiene
- de nieve Dios, y el trueno dónde viene.
- ¿No ves cuando acontece
- turbarse el aire todo en el verano?
- el día se ennegrece,
- sopla el gallego insano,
- y sube hasta el cielo el polvo vano;
- Y entre las nubes mueve
- su carro Dios ligero y reluciente,
- horrible son conmueve,
- relumbra fuego ardiente,
- treme la tierra, humíllase la gente.
- La lluvia baña el techo,
- envían largos ríos los collados;
- su trabajo deshecho,
- los campos anegados
- miran los labradores espantados.
- Y de allí levantado
- veré los movimientos celestiales,
- así el arrebatado
- como los naturales,
- las causas de los hados, las señales.
- Quién rige las estrellas
- veré, y quién las enciende con hermosas
- y eficaces centellas;
- por qué están las dos osas,
- de bañarse en el mar siempre medrosas.
- Veré este fuego eterno
- fuente de vida y luz dó se mantiene;
- y por qué en el invierno
- tan presuroso viene,
- por qué en las noches largas se detiene.
- Veré sin movimiento
- en la más alta esfera las moradas
- del gozo y del contento,
- de oro y luz labradas,
- de espíritus dichosos habitadas.
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-_17. Noche serena_
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- Cuando contemplo el cielo
- de innumerables luces adornado,
- y miro hacia el suelo
- de noche rodeado,
- en sueño y en olvido sepultado:
- El amor y la pena
- despiertan en mi pecho una ansia ardiente;
- despiden larga vena
- los ojos hechos fuente;
- la lengua dice al fin con voz doliente:
- Morada de grandeza,
- templo de claridad y hermosura,
- mi alma que a tu alteza
- nació, ¿qué desventura
- la tiene en esta cárcel baja, oscura?
- ¿Qué mortal desatino
- de la verdad aleja así el sentido,
- que de tu bien divino
- olvidado, perdido
- sigue la vana sombra, el bien fingido?
- El hombre está entregado
- al sueño, de su suerte no cuidando,
- y con paso callado
- el cielo vueltas dando
- las horas del vivir le va hurtando.
- ¡Ay! despertad, mortales;
- mirad con atención en vuestro daño;
- ¿las almas inmortales
- hechas a bien tamaño
- podrán vivir de sombra y solo engaño?
- ¡Ay! levantad los ojos
- a aquesta celestial eterna esfera,
- burlaréis los antojos
- de aquesa lisonjera
- vida, con cuanto teme y cuanto espera.
- ¿Es más que un breve punto
- el bajo y torpe suelo, comparado
- a aqueste gran trasunto,
- do vive mejorado
- lo que es, lo que será, lo que ha pasado?
- Quien mira el gran concierto
- de aquestos resplandores eternales,
- su movimiento cierto,
- sus pasos desiguales,
- y en proporción concorde tan iguales:
- La luna cómo mueve
- la plateada rueda, y va en pos de ella
- la luz do el saber llueve,
- y la graciosa estrella
- de amor le sigue reluciente y bella:
- Y cómo otro camino
- prosigue el sanguinoso Marte airado,
- y el Júpiter benino
- de bienes mil cercado
- serena el cielo con su rayo amado:
- Rodéase en la cumbre
- Saturno, padre de los siglos de oro,
- tras él la muchedumbre
- del reluciente coro
- su luz va repartiendo y su tesoro:
- ¿Quién es el que esto mira,
- y precia la bajeza de la tierra,
- y no gime y suspira
- por romper lo que encierra
- el alma, y de estos bienes la destierra?
- Aquí vive el contento,
- aquí reina la paz: aquí asentado
- en rico y alto asiento
- está al amor sagrado
- de honra y de deleites rodeado.
- Inmensa hermosura
- aquí se muestra toda; y resplandece
- clarísima luz pura,
- que jamás anochece;
- eterna primavera aquí florece.
- ¡Oh campos verdaderos!
- ¡oh prados con verdad frescos y amenos!
- ¡riquísimos mineros!
- ¡Oh deleitosos senos!
- ¡repuestos valles de mil bienes llenos!
-
-
-_18. Morada del cielo_
-
- Alma región luciente,
- prado de bienandanza, que ni al hielo
- ni con el rayo ardiente
- falleces, fértil suelo
- producidor eterno de consuelo:
- De púrpura y de nieve
- florida la cabeza coronado,
- a dulces pastos mueve
- sin honda ni cayado,
- el buen Pastor en ti su hato amado.
- Él va, y en pos dichosas
- le siguen sus ovejas, do las pace
- con inmortales rosas,
- con flor que siempre nace,
- y cuanto más se goza más renace.
- Ya dentro a la montaña
- del alto bien las guía; ya en la vena
- del gozo fiel las baña,
- y les da mesa llena,
- pastor y pasto él solo, y suerte buena.
- Y de su esfera cuando
- la cumbre toca altísimo subido
- el sol, él sesteando
- de su hato ceñido
- con dulce son deleita el santo oído.
- Toca el rabel sonoro,
- y el inmortal dulzor al alma pasa,
- con que envilece el oro,
- y ardiendo se traspasa
- y lanza en aquel bien libre de tasa.
- ¡Oh son, oh voz, siquiera
- pequeña parte alguna descendiese
- en mi sentido, y fuera
- de sí el alma pusiese
- y toda en ti, oh amor, la convirtiese!
- Conocería dónde
- sesteas, dulce Esposo, y desatada
- de esta prisión a donde
- padece, a tu manada
- junta, no ya andará perdida, errada.
-
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-_19. En la Ascensión_
-
- ¡Y dejas, Pastor santo,
- tu grey en este valle hondo, escuro,
- con soledad y llanto,
- y tú rompiendo el puro
- aire, te vas al inmortal seguro!
- ¿Los antes bienhadados,
- y los agora tristes y afligidos,
- a tus pechos criados,
- de Ti desposeídos,
- a dó convertirán ya sus sentidos?
- ¿Qué mirarán los ojos
- que vieron de tu rostro la hermosura,
- que no les sea enojos?
- quien oyó tu dulzura,
- ¿qué no tendrá por sordo y desventura?
- Aqueste mar turbado
- ¿quién le pondrá ya freno? ¿quién concierto
- al viento fiero airado?
- estando tú encubierto
- ¿qué norte guiará la nave al puerto?
- ¡Ay! nube envidïosa
- aun de este breve gozo ¿qué te aquejas?
- ¿dó vuelas presurosa?
- ¡cuán rica tú te alejas!
- ¡cuán pobres y cuán ciegos, ay, nos dejas!
-
-
-_20. Imitación de diversos_
-
- Vuestra tirana exención
- y ese vuestro cuello erguido
- estoy cierto que Cupido
- pondrá en dura sujeción.
- Vivid esquiva y exenta;
- que a mi cuenta
- vos serviréis al amor
- cuando de vuestro dolor
- ninguno quiera hacer cuenta.
- Cuando la dorada cumbre
- fuere de nieve esparcida,
- y las dos luces de vida
- recogieren ya su lumbre:
- cuando la ruga enojosa
- en la hermosa
- frente y cara se mostrare,
- y el tiempo que vuela helare
- esa fresca y linda rosa:
- Cuando os viéredes perdida,
- os perderéis por querer,
- sentiréis que es padecer
- querer y no ser querida.
- Diréis con dolor, Señora,
- cada hora:
- ¡quién tuviera, ay sin ventura,
- o agora aquella hermosura
- o antes el amor de agora!
- A mil gentes que agraviadas
- tenéis con vuestra porfía,
- dejaréis en aquel día
- alegres y bien vengadas.
- Y por mil partes volando
- publicando
- el amor irá este cuento,
- para aviso y escarmiento
- de quien huye de su bando.
- ¡Ay! por Dios, Señora bella,
- mirad por vos, mientras dura
- esa flor graciosa y pura,
- que el no gozalla es perdella,
- y pues no menos discreta
- y perfeta
- sois que bella y desdeñosa,
- mirad que ninguna cosa
- hay que a amor no esté sujeta.
- El amor gobierna el cielo
- con ley dulce eternamente,
- ¿y pensáis vos ser valiente
- contra él acá en el suelo?
- Da movimiento y viveza
- a belleza
- el amor, y es dulce vida;
- y la suerte más valida
- sin él es triste pobreza.
- ¿Qué vale el beber en oro,
- el vestir seda y brocado,
- el techo rico labrado,
- los montones de tesoro?
- ¿Y qué vale si a derecho
- os da pecho
- el mundo todo y adora,
- si a la fin dormís, Señora,
- en el solo y frío lecho?
-
-
-_21. Soneto_
-
- Agora con la aurora se levanta
- mi luz, agora coge en rico ñudo
- el hermoso cabello, agora el crudo
- pecho ciñe con oro, y la garganta.
- Agora vuelta al cielo pura y santa
- las manos y ojos bellos alza, y pudo
- dolerse agora de mi mal agudo;
- agora incomparable tañe y canta.
- Ansí digo, y del dulce error llevado,
- presente ante mis ojos la imagino,
- y lleno de humildad y amor la adoro.
- Mas luego vuelve en sí el engañado
- ánimo, y conociendo el desatino,
- la rienda suelta largamente al lloro.
-
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-
-SAN JUAN DE LA CRUZ
-
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-_22. Cántico espiritual entre el alma y Cristo su Esposo_
-
-ESPOSA
-
- ¿Adónde te escondiste,
- Amado, y me dejaste con gemido?
- Como el ciervo huiste,
- Habiéndome herido;
- Salí tras ti clamando, y ya eras ido.
- Pastores, los que fuerdes
- Allá por las majadas al otero,
- Si por ventura vierdes
- Aquel que yo más quiero
- Decidle que adolezco, peno y muero.
- Buscando mis amores,
- Iré por esos montes y riberas,
- Ni cogeré las flores,
- Ni temeré las fieras,
- Y pasaré los fuertes y fronteras.
- ¡Oh bosques y espesuras,
- Plantadas por la mano del Amado,
- Oh prado de verduras,
- De flores esmaltado,
- Decid si por vosotros ha pasado!
-
-RESPUESTA DE LAS CRIATURAS
-
- Mil gracias derramando
- Pasó por estos sotos con presura,
- Y, yéndolos mirando,
- Con sola su figura
- Vestidos los dejó de su hermosura.
-
-ESPOSA
-
- ¡Ay, quién podrá sanarme!
- Acaba de entregarte ya de vero,
- No quieras enviarme
- De hoy ya más mensajero,
- Que no saben decirme lo que quiero.
- Y todos cuantos vagan,
- De ti me van mil gracias refiriendo,
- Y todos más me llagan,
- Y déjame muriendo
- Un no sé qué que quedan balbuciendo.
- Mas ¿cómo perseveras,
- Oh vida, no viviendo donde vives,
- Y haciendo porque mueras
- Las flechas que recibes,
- De lo que del Amado en ti concibes?
- ¿Por qué, pues has llagado
- A aqueste corazón, no le sanaste?
- Y pues me le has robado,
- ¿Por qué así lo dejaste,
- Y no tomas el robo que robaste?
- Apaga mis enojos,
- Pues que ninguno basta a deshacellos,
- Y véante mis ojos,
- Pues eres lumbre de ellos
- Y solo para ti quiero tenellos.
- Descubre tu presencia,
- Y máteme tu vista y hermosura:
- Mira que la dolencia
- De amor, que no se cura
- Sino con la presencia y la figura.
- ¡Oh cristalina fuente,
- Si en esos tus semblantes plateados
- Formases de repente
- Los ojos deseados
- Que tengo en mis entrañas dibujados!
- Apártalos, Amado,
- Que voy de vuelo.
-
-ESPOSO
-
- Vuélvete, paloma,
- Que el ciervo vulnerado
- Por el otero asoma,
- Al aire de tu vuelo, y fresco toma.
-
-ESPOSA
-
- Mi amado, las montañas,
- Los valles solitarios nemorosos,
- Las ínsulas extrañas,
- Los ríos sonorosos,
- El silbo de los aires amorosos.
- La noche sosegada,
- En par de los levantes de la aurora,
- La música callada,
- La soledad sonora,
- La cena, que recrea y enamora.
- Cazadnos las raposas,
- Que está ya florecida nuestra viña,
- En tanto que de rosas
- Hacemos una piña,
- Y no parezca nadie en la montiña.
- Detente, Cierzo muerto:
- Ven, Austro, que recuerdas los amores,
- Aspira por mi huerto,
- Y corran tus olores,
- Y pacerá el Amado entre las flores.
- Oh ninfas de Judea,
- En tanto que en las flores y rosales
- El ámbar perfumea,
- Morá en los arrabales,
- Y no queráis tocar nuestros umbrales.
- Escóndete, Carillo,
- Y mira con tu haz a las montañas,
- Y no quieras decillo;
- Mas mira las compañas
- De la que va por ínsulas extrañas.
-
-ESPOSO
-
- A las aves ligeras,
- Leones, ciervos, gamos saltadores,
- Montes, valles, riberas,
- Aguas, aires, ardores,
- Y miedos de las noches veladores,
- Por las amenas liras
- Y cantos de sirenas os conjuro
- Que cesen vuestras iras,
- Y no toquéis al muro,
- Porque la Esposa duerma más seguro.
- Entrádose ha la Esposa
- En el ameno huerto deseado,
- Y a su sabor reposa,
- El cuello reclinado
- Sobre los dulces brazos del Amado.
- Debajo del manzano
- Allí conmigo fuiste desposada,
- Allí te di la mano,
- Y fuiste reparada
- Donde tu madre fuera violada.
-
-ESPOSA
-
- Nuestro lecho florido,
- De cuevas de leones enlazado,
- En púrpura teñido,
- De paz edificado,
- De mil escudos de oro coronado.
- A zaga de tu huella
- Los jóvenes discurren el camino,
- Al toque de centella,
- Al adobado vino,
- Emisiones de bálsamo divino.
- En la interior bodega
- De mi amado bebí, y cuando salía
- Por toda aquesta vega,
- Ya cosa no sabía
- Y el ganado perdí que antes seguía.
- Allí me dio su pecho,
- Allí me enseñó ciencia muy sabrosa,
- Y yo le di de hecho
- A mí, sin dejar cosa,
- Allí le prometí de ser su esposa.
- Mi alma se ha empleado
- Y todo mi caudal en su servicio.
- Ya no guardo ganado,
- Ni ya tengo otro oficio:
- Que ya solo en amar es mi ejercicio.
- Pues ya si en el ejido
- De hoy más no fuere vista ni hallada,
- Diréis que me he perdido,
- Que andando enamorada
- Me hice perdidiza, y fui ganada.
- De flores y esmeraldas
- En las frescas mañanas escogidas,
- Haremos las guirnaldas,
- En tu amor florecidas,
- Y en un cabello mío entretejidas.
- En solo aquel cabello
- Que en mi cuello volar consideraste,
- Mirástele en mi cuello,
- Y en él preso quedaste,
- Y en uno de mis ojos te llagaste.
- Cuando tú me mirabas,
- Su gracia en mí tus ojos imprimían;
- Por eso me adamabas,
- Y en eso merecían
- Los míos adorar lo que en ti vían.
- No quieras despreciarme,
- Que si color moreno en mí hallaste
- Ya bien puedes mirarme,
- Después que me miraste,
- Que gracia y hermosura en mí dejaste.
-
-ESPOSO
-
- La blanca palomica
- Al arca con el ramo se ha tornado,
- Y ya la tortolica
- Al socio deseado
- En las riberas verdes ha hallado.
- En soledad vivía,
- Y en soledad ha puesto ya su nido,
- Y en soledad la guía
- A solas su querido,
- También en soledad de amor herido.
-
-ESPOSA
-
- Gocémonos, Amado,
- Y vámonos a ver en tu hermosura
- Al monte y al collado,
- Do mana el agua pura;
- Entremos más adentro en la espesura.
- Y luego a las subidas
- Cavernas de las piedras nos iremos,
- Que están bien escondidas,
- Y allí nos entraremos,
- Y el mosto de granadas gustaremos.
- Allí me mostrarías
- Aquello que mi alma pretendía,
- Y luego me darías
- Allí tú, vida mía,
- Aquello que me diste el otro día.
- El aspirar del aire,
- El canto de la dulce Filomena,
- El soto y su donaire,
- En la noche serena
- Con llama que consume y no da pena.
- Que nadie lo miraba,
- Aminadab tampoco parecía,
- Y el cerco sosegaba,
- Y la caballería
- A vista de las aguas descendía.
-
-
-
-
-ANÓNIMO
-
-
-_23._
-
- No me mueve, mi Dios, para quererte
- El cielo que me tienes prometido,
- Ni me mueve el infierno tan temido
- Para dejar por eso de ofenderte.
- Tú me mueves, Señor; muéveme el verte
- Clavado en una cruz y escarnecido;
- Muéveme ver tu cuerpo tan herido;
- Muévenme tus afrentas y tu muerte.
- Muéveme, al fin, tu amor, y en tal manera,
- Que aunque no hubiera cielo, yo te amara.
- Y aunque no hubiera infierno, te temiera.
- No me tienes que dar porque te quiera;
- Pues aunque lo que espero no esperara,
- Lo mismo que te quiero te quisiera.
-
-
-
-
-FRANCISCO DE LA TORRE
-
-
-_24. La cierva_
-
- Doliente cierva, que el herido lado
- De ponzoñosa y cruda yerba lleno,
- Buscas el agua de la fuente pura,
- Con el cansado aliento y con el seno
- Bello de la corriente sangre hinchado,
- Débil y decaída tu hermosura:
- ¡Ay! que la mano dura
- Que tu nevado pecho
- Ha puesto en tal estrecho,
- Gozosa va con tu desdicha, cuando
- Cierva mortal, viviendo, estás penando
- Tu desangrado y dulce compañero,
- El regalado y blando
- Pecho pasado del veloz montero:
- Vuelve cuitada, vuelve al valle, donde
- Queda muerto tu amor, en vano dando
- Términos desdichados a tu suerte.
- Morirás en su seno, reclinando
- La beldad, que la cruda mano esconde
- Delante de la nube de la muerte.
- Que el paso duro y fuerte,
- Ya forzoso y terrible,
- No puede ser posible
- Que le escusen los cielos, permitiendo
- Crudos astros que muera padeciendo
- Las asechanzas de un montero crudo,
- Que te vino siguiendo
- Por los desiertos de este campo mudo.
- Mas ¡ay! que no dilatas la inclemente
- Muerte, que en tu sangriento pecho llevas,
- Del crudo amor vencido y maltratado:
- Tú con el fatigado aliento pruebas
- A rendir el espíritu doliente
- En la corriente de este valle amado.
- Que el ciervo desangrado,
- Que contigo la vida
- Tuvo por bien perdida,
- No fue tan poco de tu amor querido,
- Que habiendo tan cruelmente padecido,
- Quieras vivir sin él, cuando pudieras
- Librar el pecho herido
- De crudas llagas y memorias fieras.
- Cuando por la espesura deste prado
- Como tórtolas solas y queridas,
- Solos y acompañados anduvistes:
- Cuando de verde mirto y de floridas
- Violetas, tierno acanto y lauro amado,
- Vuestras frentes bellísimas ceñistes:
- Cuando las horas tristes,
- Ausentes y queridos,
- Con mil mustios bramidos
- Ensordecistes la ribera umbrosa
- Del claro Tajo, rica y venturosa
- Con vuestro bien, con vuestro mal sentida;
- Cuya muerte penosa
- No deja rastro de contenta vida.
- Agora el uno, cuerpo muerto lleno
- De desdén y de espanto, quien solía
- Ser ornamento de la selva umbrosa:
- Tú, quebrantada y mustia, al agonía
- De la muerte rendida, el bello seno
- Agonizando, el alma congojosa:
- Cuya muerte gloriosa,
- En los ojos de aquellos
- Cuyos despojos bellos
- Son victorias del crudo amor furioso,
- Martirio fue de amor, triunfo glorioso
- Con que corona y premia dos amantes
- Que del siempre rabioso
- Trance mortal salieron muy triunfantes.
- Canción, fábula un tiempo, y caso agora
- De una cierva doliente, que la dura
- Flecha del cazador dejó sin vida,
- Errad por la espesura
- Del monte, que de gloria tan perdida
- No hay sino lamentar su desventura.
-
-
-
-
-GIL POLO
-
-
-_25. Canción_
-
- En el campo venturoso,
- Donde con clara corriente
- Guadalaviar hermoso
- Dejando el suelo abundoso
- Da tributo al mar potente;
- Galatea, desdeñosa
- Del dolor que a Licio daña,
- Iba alegre y bulliciosa
- Por la ribera arenosa
- Que el mar con sus ondas baña,
- Entre la arena cogiendo
- Conchas y piedras pintadas,
- Muchos cantares diciendo
- Con el son del ronco estruendo
- De las ondas alteradas:
- Junto el agua se ponía,
- Y las ondas aguardaba,
- Y en verlas llegar huía;
- Pero a veces no podía
- Y el blanco pie se mojaba.
- Licio, al cual en sufrimiento
- Amador ninguno iguala,
- Suspendió allí su tormento
- Mientras miraba el contento
- De su pulida zagala.
- Mas cotejando su mal
- Con el gozo que ella había
- El fatigado zagal
- Con voz amarga y mortal
- De esta manera decía:
- Ninfa hermosa, no te vea
- Jugar con el mar horrendo;
- Y aunque más placer te sea,
- Huye del mar, Galatea,
- Como estás de Licio huyendo.
- Deja ahora de jugar,
- Que me es dolor importuno:
- No me hagas más penar,
- Que en verte cerca del mar
- Tengo celos de Neptuno.
- Causa mi triste cuidado
- Que a mi pensamiento crea:
- Porque ya está averiguado
- Que si no es tu enamorado
- Lo será cuando te vea.
- Y está cierto, porque amor
- Sabe desde que me hirió,
- Que para pena mayor
- Me falta un competidor
- Más poderoso que yo.
- Deja la seca ribera,
- Do está el alga infructuosa:
- Guarda que no salga afuera
- Alguna marina fiera
- Enroscada y escamosa.
- Huye ya, y mira que siento
- Por ti dolores sobrados;
- Porque con doble tormento
- Celos me da tu contento
- Y tu peligro cuidados.
- En verte regocijada
- Celos me hacen acordar
- De Europa, ninfa preciada,
- Del toro blanco engañada
- En la ribera del mar.
- Y el ordinario cuidado
- Hace que piense contino
- De aquel desdeñoso alnado,
- Orilla el mar arrastrado,
- Visto aquel monstruo marino.
- Mas no veo en ti temor
- De congoja y pena tanta;
- Que bien sé por mi dolor
- Que a quien no teme al amor
- Ningún peligro le espanta.
- Guarte pues de un gran cuidado:
- Que el vengativo Cupido
- Viéndose menospreciado,
- Lo que no hace de grado,
- Suele hacerlo de ofendido.
- Ven conmigo al bosque ameno,
- Y al apacible sombrío
- De olorosas flores lleno,
- Do en el día más sereno
- No es enojoso el Estío.
- Si el agua te es placentera,
- Hay allí fuente tan bella,
- Que para ser la primera
- Entre todas, solo espera
- Que tú te laves en ella.
- En aqueste raso suelo
- A guardar tu hermosa cara
- No basta sombrero o velo;
- Que estando al abierto cielo
- El sol morena te para.
- No escuchas dulces concentos,
- Sino el espantoso estruendo
- Con que los bravosos vientos
- Con soberbios movimientos
- Van las aguas revolviendo.
- Y tras la fortuna fiera
- Son las vistas más suaves
- Ver llegar a la ribera
- La destrozada madera
- De las anegadas naves.
- Ven a la dulce floresta,
- Do natura no fue escasa:
- Donde haciendo alegre fiesta
- La más calorosa siesta
- Con más deleite se pasa.
- Huye los soberbios mares;
- Ven, verás cómo cantamos
- Tan deleitosos cantares
- Que los más duros pesares
- Suspendemos y engañamos;
- Y aunque quien pasa dolores,
- Amor le fuerza a cantarlos,
- Yo haré que los pastores
- No digan cantos de amores,
- Porque huelgues de escucharlos.
- Allí, por bosques y prados,
- Podrás leer todas horas,
- En mil robles señalados
- Los nombres más celebrados
- De las ninfas y pastoras.
- Mas serate cosa triste
- Ver tu nombre allí pintado,
- En saber que escrita fuiste
- Por el que siempre tuviste
- De tu memoria borrado.
- Y aunque mucho estés airada,
- No creo yo que te asombre
- Tanto el verte allí pintada,
- Como el ver que eres amada
- Del que allí escribió tu nombre.
- No ser querida y amar
- Fuera triste desplacer;
- Mas ¿qué tormento o pesar
- Te puede, Ninfa, causar
- Ser querida y no querer?
- Mas desprecia cuanto quieras
- A tu pastor, Galatea;
- Solo que en estas riberas
- Cerca de las ondas fieras
- Con mis ojos no te vea.
- ¿Qué pasatiempo mejor
- Orilla el mar puede hallarse
- Que escuchar el ruiseñor,
- Coger la olorosa flor
- Y en clara fuente lavarse?
- Pluguiera a Dios que gozaras
- De nuestro campo y ribera,
- Y porque más lo preciaras,
- Ojalá tú lo probaras,
- Antes que yo lo dijera.
- Porque cuanto alabo aquí
- De su crédito lo quito;
- Pues el contentarme a mí
- Bastará para que a ti
- No te venga en apetito.
- Licio mucho más le hablara,
- Y tenía más que hablalle,
- Si ella no se lo estorbara,
- Que con desdeñosa cara
- Al triste dice que calle.
- Volvió a sus juegos la fiera
- Y a sus llantos el pastor,
- Y de la misma manera
- Ella queda en la ribera,
- Y él en su mismo dolor.
-
-
-
-
-FERNANDO DE HERRERA
-
-
-_26. Por la victoria de Lepanto_
-
- Cantemos al Señor, que en la llanura
- Venció del ancho mar al Trace fiero;
- Tú, Dios de las batallas, tú eres diestra,
- Salud y gloria nuestra.
- Tú rompiste las fuerzas y la dura
- Frente de Faraón, feroz guerrero;
- Sus escogidos príncipes cubrieron
- Los abismos del mar, y descendieron,
- Cual piedra, en el profundo, y tu ira luego
- Los tragó, como arista seca el fuego.
- El soberbio tirano, confiado
- En el grande aparato de sus naves,
- Que de los nuestros la cerviz cautiva
- Y las manos aviva
- Al ministerio injusto de su estado,
- Derribó con los brazos suyos graves
- Los cedros más excelsos de la cima
- Y el árbol que más yerto se sublima,
- Bebiendo ajenas aguas y atrevido
- Pisando el bando nuestro y defendido.
- Temblaron los pequeños, confundidos
- Del impío furor suyo; alzó la frente
- Contra ti, Señor Dios, y con semblante
- Y con pecho arrogante,
- Y los armados brazos extendidos,
- Movió el airado cuello aquel potente;
- Cercó su corazón de ardiente saña
- Contra las dos Hesperias, que el mar baña,
- Porque en ti confiadas le resisten
- Y de armas de tu fe y amor se visten.
- Dijo aquel insolente y desdeñoso:
- «¿No conocen mis iras estas tierras,
- Y de mis padres los ilustres hechos,
- O valieron sus pechos
- Contra ellos con el húngaro medroso,
- Y de Dalmacia y Rodas en las guerras?
- ¿Quién las pudo librar? ¿Quién de sus manos
- Pudo salvar los de Austria y los germanos?
- ¿Podrá su Dios, podrá por suerte ahora
- Guardallos de mi diestra vencedora?
- »Su Roma, temerosa y humillada,
- Los cánticos en lágrimas convierte;
- Ella y sus hijos tristes mi ira esperan
- Cuando vencidos mueran;
- Francia está con discordia quebrantada,
- Y en España amenaza horrible muerte
- Quien honra de la luna las banderas;
- Y aquellas en la guerra gentes fieras
- Ocupadas están en su defensa,
- Y aunque no, ¿quién hacerme puede ofensa?
- »Los poderosos pueblos me obedecen,
- Y el cuello con su daño al yugo inclinan,
- Y me dan por salvarse ya la mano.
- Y su valor es vano;
- Que sus luces cayendo se oscurecen,
- Sus fuertes a la muerte ya caminan,
- Sus vírgenes están en cautiverio,
- Su gloria ha vuelto al cetro de mi imperio.
- Del Nilo a Éufrates fértil e Istro frío,
- Cuanto el sol alto mira todo es mío.»
- Tú, Señor, que no sufres que tu gloria
- Usurpe quien su fuerza osado estima,
- Prevaleciendo en vanidad y en ira,
- Este soberbio mira,
- Que tus aras afea en su vitoria.
- No dejes que los tuyos así oprima,
- Y en su cuerpo, cruel, las fieras cebe,
- Y en su esparcida sangre el odio pruebe;
- Que hecho ya su oprobio, dice: «¿Dónde
- El Dios de estos está? ¿De quién se asconde?»
- Por la debida gloria de tu nombre,
- Por la justa venganza de tu gente,
- Por aquel de los míseros gemido,
- Vuelve el brazo tendido
- Contra este, que aborrece ya ser hombre;
- Y las honras que celas tú consiente;
- Y tres y cuatro veces el castigo
- Esfuerza con rigor a tu enemigo,
- Y la injuria a tu nombre cometida
- Sea el hierro contrario de su vida.
- Levantó la cabeza el poderoso
- Que tanto odio te tiene; en nuestro estrago
- Juntó el consejo, y contra nos pensaron
- Los que en él se hallaron.
- «Venid, dijeron, y en el mar ondoso
- Hagamos de su sangre un grande lago;
- Deshagamos a estos de la gente,
- Y el nombre de su Cristo juntamente,
- Y dividiendo de ellos los despojos,
- Hártense en muerte suya nuestros ojos.»
- Vinieron de Asia y portentoso Egito
- Los árabes y leves africanos,
- Y los que Grecia junta mal con ellos,
- Con los erguidos cuellos,
- Con gran poder y número infinito;
- Y prometer osaron con sus manos
- Encender nuestros fines y dar muerte
- A nuestra juventud con hierro fuerte,
- Nuestros niños prender y las doncellas,
- Y la gloria manchar y la luz dellas.
- Ocuparon del piélago los senos,
- Puesta en silencio y en temor la tierra,
- Y cesaron los nuestros valerosos,
- Y callaron dudosos,
- Hasta que al fiero ardor de sarracenos
- El Señor eligiendo nueva guerra,
- Se opuso el joven de Austria generoso
- Con el claro español y belicoso;
- Que Dios no sufre ya en Babel cautiva
- Que su Sion querida siempre viva.
- Cual león a la presa apercibido,
- Sin recelo los impíos esperaban
- A los que tú, Señor, eras escudo;
- Que el corazón desnudo
- De pavor, y de amor y fe vestido,
- Con celestial aliento confiaban.
- Sus manos a la guerra compusiste,
- Y sus brazos fortísimos pusiste
- Como el arco acerado, y con la espada
- Vibraste en su favor la diestra armada.
- Turbáronse los grandes, los robustos
- Rindiéronse temblando y desmayaron;
- Y tú entregaste, Dios, como la rueda,
- Como la arista queda
- Al ímpetu del viento, a estos injustos,
- Que mil huyendo de uno se pasmaron.
- Cual fuego abrasa selvas, cuya llama
- En las espesas cumbres se derrama,
- Tal en tu ira y tempestad seguiste
- Y su faz de ignominia convertiste.
- Quebrantaste al cruel dragón, cortando
- Las alas de su cuerpo temerosas
- Y sus brazos terribles no vencidos;
- Que con hondos gemidos
- Se retira a su cueva, do silbando
- Tiembla con sus culebras venenosas,
- Lleno de miedo torpe sus entrañas,
- De tu león temiendo las hazañas;
- Que, saliendo de España, dio un rugido
- Que lo dejó asombrado y aturdido.
- Hoy se vieron los ojos humillados
- Del sublime varón y su grandeza,
- Y tú solo, Señor, fuiste exaltado;
- Que tu día es llegado,
- Señor de los ejércitos armados,
- Sobre la alta cerviz y su dureza,
- Sobre derechos cedros y extendidos,
- Sobre empinados montes y crecidos,
- Sobre torres y muros, y las naves
- De Tiro, que a los tuyos fueron graves.
- Babilonia y Egito amedrentada
- Temerá el fuego y la asta violenta,
- Y el humo subirá a la luz del cielo,
- Y faltos de consuelo,
- Con rostro oscuro y soledad turbada
- Tus enemigos llorarán su afrenta.
- Mas tú, Grecia, concorde a la esperanza
- Egicia y gloria de su confianza,
- Triste que a ella pareces, no temiendo
- A Dios y a tu remedio no atendiendo,
- ¿Por qué, ingrata, tus hijas adornaste
- En adulterio infame a una impía gente,
- Que deseaba profanar tus frutos,
- Y con ojos enjutos
- Sus odiosos pasos imitaste,
- Su aborrecida vida y mal presente?
- Dios vengará sus iras en tu muerte;
- Que llega a tu cerviz con diestra fuerte
- La aguda espada suya; ¿quién, cuitada,
- Reprimirá su mano desatada?
- Mas tú, fuerza del mar, tú, excelsa Tiro,
- Que en tus naves estabas gloriosa,
- Y el término espantabas de la tierra,
- Y si hacías guerra,
- De temor la cubrías con suspiro
- ¿Cómo acabaste, fiera y orgullosa?
- ¿Quién pensó a tu cabeza daño tanto?
- Dios, para convertir tu gloria en llanto
- Y derribar tus ínclitos y fuertes
- Te hizo perecer con tantas muertes.
- Llorad, naves del mar; que es destruïda
- Vuestra vana soberbia y pensamiento.
- ¿Quién ya tendrá de ti lástima alguna,
- Tú, que sigues la luna,
- Asia adúltera, en vicios sumergida?
- ¿Quien mostrará un liviano sentimiento?
- ¿Quién rogará por ti? Que a Dios enciende
- Tu ira y la arrogancia que te ofende,
- Y tus viejos delitos y mudanza
- Han vuelto contra ti a pedir venganza.
- Los que vieron tus brazos quebrantados
- Y de tus pinos ir el mar desnudo,
- Que sus ondas turbaron y llanura,
- Viendo tu muerte oscura,
- Dirán, de tus estragos espantados:
- ¿Quién contra la espantosa tanto pudo?
- El Señor, que mostró su fuerte mano
- Por la fe de su príncipe cristiano
- Y por el nombre santo de su gloria,
- A su España concede esta vitoria.
- Bendita, Señor, sea tu grandeza;
- Que después de los daños padecidos,
- Después de nuestras culpas y castigo,
- Rompiste al enemigo
- De la antigua soberbia la dureza.
- Adórente, Señor, tus escogidos,
- Confiese cuanto cerca el ancho cielo
- Tu nombre ¡oh nuestro Dios, nuestro consuelo!
- Y la cerviz rebelde, condenada,
- Perezca en bravas llamas abrasada.
-
-
-_27. Por la pérdida del rey don Sebastián_
-
- Voz de dolor y canto de gemido
- Y espíritu de miedo, envuelto en ira,
- Hagan principio acerbo a la memoria
- De aquel día fatal, aborrecido,
- Que Lusitania mísera suspira,
- Desnuda de valor, falta de gloria;
- Y la llorosa historia
- Asombre con horror funesto y triste
- Desde el áfrico Atlante y seno ardiente
- Hasta do el mar de otro color se viste,
- Y do el límite rojo de oriente
- Y todas sus vencidas gentes fieras
- Ven tremolar de Cristo las banderas.
- ¡Ay de los que pasaron, confiados
- En sus caballos y en la muchedumbre
- De sus carros, en ti, Libia desierta,
- Y en su vigor y fuerzas engañados,
- No alzaron su esperanza a aquella cumbre
- De eterna luz, mas con soberbia cierta
- Se ofrecieron la incierta
- Vitoria, y sin volver a Dios sus ojos,
- Con yerto cuello y corazón ufano
- Solo atendieron siempre a los despojos!
- Y el Santo de Israel abrió su mano,
- Y los dejó, y cayó en despeñadero
- El carro, y el caballo y caballero.
- Vino el día crüel, el día lleno
- De indignación, de ira y furor, que puso
- En soledad y en un profundo llanto,
- De gente y de placer el reino ajeno.
- El cielo no alumbró, quedó confuso
- El nuevo sol, presagio de mal tanto,
- Y con terrible espanto
- El Señor visitó sobre sus males,
- Para humillar los fuertes arrogantes,
- Y levantó los bárbaros no iguales,
- Que con osados pechos y constantes
- No busquen oro, mas con hierro airado
- La ofensa venguen y el error culpado.
- Los impíos y robustos, indinados,
- Las ardientes espadas desnudaron
- Sobre la claridad y hermosura
- De tu gloria y valor, y no cansados
- En tu muerte, tu honor todo afearon,
- Mezquina Lusitania sin ventura;
- Y con frente segura
- Rompieron sin temor con fiero estrago
- Tus armadas escuadras y braveza.
- La arena se tornó sangriento lago,
- La llanura con muertos aspereza;
- Cayó en unos vigor, cayó denuedo;
- Mas en otros desmayo y torpe miedo.
- ¿Son estos por ventura los famosos,
- Los fuertes, los belígeros varones
- Que conturbaron con furor la tierra,
- Que sacudieron reinos poderosos,
- Que domaron las hórridas naciones,
- Que pusieron desierto en cruda guerra
- Cuanto el mar Indo encierra,
- Y soberbias ciudades destruyeron?
- ¿Dó el corazón seguro y la osadía?
- ¿Cómo así se acabaron, y perdieron
- Tanto heroico valor en solo un día;
- Y lejos de su patria derribados,
- No fueron justamente sepultados?
- Tales ya fueron estos, cual hermoso
- Cedro del alto Líbano, vestido
- De ramos, hojas, con excelsa alteza;
- Las aguas lo criaron poderoso
- Sobre empinados árboles crecido,
- Y se multiplicaron en grandeza
- Sus ramos con belleza;
- Y extendiendo su sombra, se anidaron
- Las aves que sustenta el grande cielo,
- Y en sus hojas las fieras engendraron,
- Y hizo a mucha gente umbroso velo;
- No igualó en celsitud y en hermosura
- Jamás árbol alguno a su figura.
- Pero elevose con su verde cima,
- Y sublimó la presunción su pecho,
- Desvanecido todo y confiado,
- Haciendo de su alteza solo estima.
- Por eso Dios lo derribó deshecho,
- A los impíos y ajenos entregado,
- Por la raíz cortado;
- Que opreso de los montes arrojados,
- Sin ramos y sin hojas y desnudo,
- Huyeron dél los hombres, espantados,
- Que su sombra tuvieron por escudo;
- En su ruina y ramos cuantas fueron
- Las aves y las fieras se pusieron.
- Tú, infanda Libia, en cuya seca arena
- Murió el vencido reino lusitano,
- Y se acabó su generosa gloria,
- No estés alegre y de ufanía llena;
- Porque tu temerosa y flaca mano
- Hubo sin esperanza tal vitoria,
- Indina de memoria;
- Que si el justo dolor mueve a venganza
- Alguna vez el español coraje,
- Despedazada con aguda lanza,
- Compensarás muriendo el hecho ultraje;
- Y Luco amedrentado, al mar inmenso
- Pagará de africana sangre el censo.
-
-
-
-
-DON JUAN DE ARGUIJO
-
-
-_28. Al Guadalquivir, en una avenida_
-
- Tú, a quien ofrece el apartado polo,
- Hasta donde tu nombre se dilata,
- Preciosos dones de luciente plata,
- Que envidia el rico Tajo y el Pactolo;
- Para cuya corona, como a solo
- Rey de los ríos, entreteje y ata
- Palas su oliva con la rama ingrata
- Que contempla en tus márgenes Apolo;
- Claro Guadalquivir, si impetuoso
- Con crespas ondas y mayor corriente
- Cubrieres nuestros campos mal seguros,
- De la mejor ciudad, por quien famoso
- Alzas igual al mar la altiva frente,
- Respeta humilde los antiguos muros.
-
-
-_29. La tempestad y la calma_
-
- Yo vi del rojo sol la luz serena
- Turbarse, y que en un punto desparece
- Su alegre faz, y en torno se oscurece
- El cielo con tiniebla de horror llena.
- El austro proceloso airado suena,
- Crece su furia, y la tormenta crece,
- Y en los hombros de Atlante se estremece
- El alto olimpo y con espanto truena;
- Mas luego vi romperse el negro velo
- Deshecho en agua, y a su luz primera
- Restituirse alegre el claro día,
- Y de nuevo esplendor ornado el cielo
- Miré, y dije: ¿Quién sabe si le espera
- Igual mudanza a la fortuna mía?
-
-
-_30. La avaricia_
-
- Castiga el cielo a Tántalo inhumano,
- Que en impía mesa su rigor provoca,
- Medir queriendo en competencia loca
- Saber divino con engaño humano.
- Agua en las aguas busca, y con la mano
- El árbol fugitivo casi toca;
- Huye el copioso Erídano a su boca,
- Y en vez de fruta toca el aire vano.
- Tú, que espantado de su pena, admiras
- Que el cercano manjar en largo ayuno
- Al gusto falte y a la vida sobre,
- ¿Cómo de muchos Tántalos no miras
- Ejemplo igual? Y si codicias uno,
- Mira el avaro, en sus riquezas pobre.
-
-
-_31._
-
- En segura pobreza vive Eumelo
- Con dulce libertad, y le mantienen
- Las simples aves, que engañadas vienen
- A los lazos y liga sin recelo.
- Por mejor suerte no importuna al cielo,
- Ni se muestra envidioso a la que tienen
- Los que con ansia de subir sostienen
- En flacas alas el incierto vuelo.
- Muerte tras luengos años no le espanta,
- Ni la recibe con indigna queja,
- Mas con sosiego grato y faz amiga.
- Al fin, muriendo con pobreza tanta,
- Ricos juzga sus hijos, pues les deja
- La libertad, las aves y la liga.
-
-
-
-
-BALTASAR DEL ALCÁZAR
-
-
-_32. Una cena_
-
- En Jaén, donde resido,
- Vive don Lope de Sosa,
- Y direte, Inés, la cosa
- Más brava de él que has oído.
- Tenía este caballero
- Un criado portugués...
- Pero cenemos, Inés,
- Si te parece, primero.
- La mesa tenemos puesta,
- Lo que se ha de cenar junto,
- Las tazas del vino a punto,
- Falta comenzar la fiesta.
- Comience el vinillo nuevo,
- Y échole la bendición;
- Yo tengo por devoción
- De santiguar lo que bebo.
- Franco fue, Inés, este toque;
- Pero arrójame la bota:
- Vale un florín cada gota
- De aqueste vinillo aloque.
- ¿De qué taberna se trajo?
- Mas ya... de la del Castillo;
- Diez y seis vale el cuartillo,
- No tiene vino más bajo.
- Por nuestro Señor, que es mina
- La taberna de Alcocer;
- Grande consuelo es tener
- La taberna por vecina.
- Si es o no invención moderna,
- Vive Dios que no lo sé,
- Pero delicada fue
- La invención de la taberna.
- Porque allí llego sediento,
- Pido vino de lo nuevo,
- Mídenlo, dánmelo, bebo,
- Págolo y voyme contento.
- Esto, Inés, ello se alaba,
- No es menester alaballo;
- Solo una falta le hallo,
- Que con la priesa se acaba.
- La ensalada y salpicón
- Hizo fin: ¿qué viene ahora?
- La morcilla, ¡oh gran señora,
- Digna de veneración!
- ¡Qué oronda viene y qué bella!
- ¡Qué través y enjundia tiene!
- Paréceme, Inés, que viene
- Para que demos en ella.
- Pues sus, encójase y entre,
- Que es algo estrecho el camino.
- No eches agua, Inés, al vino;
- No se escandalice el vientre.
- Echa de lo tras añejo,
- Porque con más gusto comas;
- Dios te guarde, que así tomas,
- Como sabia, mi consejo.
- Mas di, ¿no adoras y precias
- La morcilla ilustre y rica?
- ¡Cómo la traidora pica!
- Tal debe tener especias.
- ¡Qué llena está de piñones!
- Morcilla de cortesanos,
- Y asada por esas manos,
- Hechas a cebar lechones.
- El corazón me revienta
- De placer; no sé de ti.
- ¿Cómo te va? Yo por mí
- Sospecho que estás contenta.
- Alegre estoy, vive Dios;
- Mas oye un punto sutil:
- ¿No pusiste allí un candil?
- ¿Cómo me parecen dos?
- Pero son preguntas viles;
- Ya sé lo que puede ser:
- Con este negro beber
- Se acrecientan los candiles.
- Probemos lo del pichel,
- Alto licor celestial;
- No es el aloquillo tal,
- Ni tiene que ver con él.
- ¡Qué suavidad! ¡qué clareza!
- ¡Qué rancio gusto y olor!
- ¡Qué paladar! ¡qué color!
- ¡Todo con tanta fineza!
- Mas el queso sale a plaza,
- La moradilla va entrando,
- Y ambos vienen preguntando
- Por el pichel y la taza.
- Prueba el queso, que es extremo,
- El de Pinto no le iguala;
- Pues la aceituna no es mala,
- Bien puede bogar su remo.
- Haz pues, Inés, lo que sueles,
- Daca de la bota llena
- Seis tragos; hecha es la cena,
- Levántense los manteles.
- Ya que, Inés, hemos cenado
- Tan bien y con tanto gusto,
- Parece que será justo
- Volver al cuento pasado.
- Pues sabrás, Inés hermana,
- Que el portugués cayó enfermo...
- Las once dan, yo me duermo;
- Quédese para mañana.
-
-
-
-
-FRANCISCO DE RIOJA
-
-
-_33. A la rosa_
-
- Pura, encendida rosa,
- Émula de la llama
- Que sale con el día,
- ¿Cómo naces tan llena de alegría
- Si sabes que la edad que te da el cielo
- Es apenas un breve y veloz vuelo?
- Y no valdrán las puntas de tu rama
- Ni tu púrpura hermosa
- A detener un punto
- La ejecución del hado presurosa.
- El mismo cerco alado,
- Que estoy viendo riente,
- Ya temo amortiguado,
- Presto despojo de la llama ardiente.
- Para las hojas de tu crespo seno
- Te dio Amor de sus alas blandas plumas,
- Y oro de su cabello dio a tu frente.
- ¡Oh fiel imagen suya peregrina!
- Bañote en su color sangre divina
- De la deidad que dieron las espumas;
- Y esto, purpúrea flor, y esto ¿no pudo
- Hacer menos violento el rayo agudo?
- Róbate en una hora,
- Róbate licencioso su ardimiento
- El color y el aliento;
- Tiendes aun no las alas abrasadas,
- Y ya vuelan al suelo desmayadas.
- Tan cerca, tan unida
- Está al morir tu vida,
- Que dudo si en sus lágrimas la aurora
- Mustia tu nacimiento o muerte llora.
-
-
-
-
-RODRIGO CARO
-
-
-_34. A las ruinas de Itálica_
-
- Estos, Fabio ¡ay dolor! que ves ahora
- Campos de soledad, mustio collado,
- Fueron un tiempo Itálica famosa;
- Aquí de Cipión la vencedora
- Colonia fue; por tierra derribado
- Yace el temido honor de la espantosa
- Muralla, y lastimosa
- Reliquia es solamente
- De su invencible gente.
- Solo quedan memorias funerales
- Donde erraron ya sombras de alto ejemplo;
- Este llano fue plaza, allí fue templo;
- De todo apenas quedan las señales.
- Del gimnasio y las termas regaladas
- Leves vuelan cenizas desdichadas;
- Las torres que desprecio al aire fueron
- A su gran pesadumbre se rindieron.
- Este despedazado anfiteatro,
- Impío honor de los dioses, cuya afrenta
- Publica el amarillo jaramago,
- Ya reducido a trágico teatro,
- ¡Oh fábula del tiempo! representa
- Cuánta fue su grandeza y es su estrago.
- ¿Cómo en el cerco vago
- De su desierta arena
- El gran pueblo no suena?
- ¿Dónde, pues fieras hay, está el desnudo
- Luchador? ¿Dónde está el atleta fuerte?
- Todo despareció, cambió la suerte
- Voces alegres en silencio mudo;
- Mas aun el tiempo da en estos despojos
- Espectáculos fieros a los ojos,
- Y miran tan confuso lo presente
- Que voces de dolor el alma siente.
- Aquí nació aquel rayo de la guerra,
- Gran padre de la patria, honor de España,
- Pío, felice, triunfador Trajano,
- Ante quien muda se postró la tierra
- Que ve del sol la cuna y la que baña
- El mar, también vencido, gaditano.
- Aquí de Elio Adriano,
- De Teodosio divino,
- De Silio peregrino
- Rodaron de marfil y oro las cunas.
- Aquí ya de laurel, ya de jazmines
- Coronados los vieron los jardines,
- Que ahora son zarzales y lagunas.
- La casa para el César fabricada
- ¡Ay! yace de lagartos vil morada;
- Casas, jardines, césares murieron,
- Y aun las piedras que de ellos se escribieron.
- Fabio, si tú no lloras, pon atenta
- La vista en luengas calles destruïdas;
- Mira mármoles y arcos destrozados,
- Mira estatuas soberbias que violenta
- Némesis derribó, yacer tendidas,
- Y ya en alto silencio sepultados
- Sus dueños celebrados.
- Así a Troya figuro,
- Así a su antiguo muro,
- Y a ti, Roma, a quien queda el nombre apenas,
- ¡Oh patria de los dioses y los reyes!
- Y a ti, a quien no valieron justas leyes,
- Fábrica de Minerva, sabia Atenas,
- Emulación ayer de las edades,
- Hoy cenizas, hoy vastas soledades,
- Que no os respetó el hado, no la muerte,
- ¡Ay! ni por sabia a ti, ni a ti por fuerte.
- Mas ¿para qué la mente se derrama
- En buscar al dolor nuevo argumento?
- Basta ejemplo menor, basta el presente,
- Que aun se ve el humo aquí, se ve la llama,
- Aun se oyen llantos hoy, hoy ronco acento;
- Tal genio o religión fuerza la mente
- De la vecina gente,
- Que refiere admirada
- Que en la noche callada
- Una voz triste se oye, que, llorando
- _Cayó Itálica_ dice, y lastimosa,
- Eco reclama _Itálica_ en la hojosa
- Selva que se le opone, resonando
- _Itálica_, y el claro nombre oído
- De _Itálica_, renuevan el gemido
- Mil sombras nobles de su gran ruina;
- ¡Tanto aun la plebe a sentimiento inclina!
- Esta corta piedad que, agradecido
- Huésped, a tus sagrados manes debo,
- Les do y consagro, _Itálica_ famosa.
- Tú, si lloroso don han admitido
- Las ingratas cenizas, de que llevo
- Dulce noticia asaz, si lastimosa,
- Permíteme, piadosa
- Usura a tierno llanto,
- Que vea el cuerpo santo
- De Geroncio, tu mártir y prelado.
- Muestra de su sepulcro algunas señas,
- Y cavaré con lágrimas las peñas
- Que ocultan su sarcófago sagrado;
- Pero mal pido el único consuelo
- De todo el bien que airado quitó el cielo.
- Goza en las tuyas sus reliquias bellas
- Para envidia del mundo y sus estrellas.
-
-
-
-
-ANÓNIMO SEVILLANO
-
-(Probablemente Fernández de Andrada)
-
-
-_35. Epístola moral_
-
- Fabio, las esperanzas cortesanas
- Prisiones son do el ambicioso muere
- Y donde al más astuto nacen canas.
- El que no las limare o las rompiere,
- Ni el nombre de varón ha merecido,
- Ni subir al honor que pretendiere.
- El ánimo plebeyo y abatido
- Elija, en sus intentos temeroso,
- Primero estar suspenso que caído;
- Que el corazón entero y generoso
- Al caso adverso inclinará la frente
- Antes que la rodilla al poderoso.
- Más triunfos, más coronas dio al prudente
- Que supo retirarse, la fortuna,
- Que al que esperó obstinada y locamente.
- Esta invasión terrible e importuna
- De contrarios sucesos nos espera
- Desde el primer sollozo de la cuna.
- Dejémosla pasar como a la fiera
- Corriente del gran Betis, cuando airado
- Dilata hasta los montes su ribera.
- Aquel entre los héroes es contado
- Que el premio mereció, no quien le alcanza
- Por vanas consecuencias del estado.
- Peculio propio es ya de la privanza
- Cuanto de Astrea fue, cuanto regía
- Con su temida espada y su balanza.
- El oro, la maldad, la tiranía
- Del inicuo procede y pasa al bueno.
- ¿Qué espera la virtud o qué confía?
- Ven y reposa en el materno seno
- De la antigua Romúlea, cuyo clima
- Te será más humano y más sereno.
- Adonde por lo menos, cuando oprima
- Nuestro cuerpo la tierra, dirá alguno;
- «Blanda le sea», al derramarla encima;
- Donde no dejarás la mesa ayuno
- Cuando te falte en ella el pece raro
- O cuando su pavón nos niegue Juno.
- Busca pues el sosiego dulce y caro,
- Como en la obscura noche del Egeo
- Busca el piloto el eminente faro;
- Que si acortas y ciñes tu deseo
- Dirás: «Lo que desprecio he conseguido;
- Que la opinión vulgar es devaneo.»
- Más precia el ruiseñor su pobre nido
- De pluma y leves pajas, más sus quejas
- En el bosque repuesto y escondido,
- Que halagar lisonjero las orejas
- De algún príncipe insigne; aprisionado
- En el metal de las doradas rejas.
- Triste de aquel que vive destinado
- A esa antigua colonia de los vicios,
- Augur de los semblantes del privado.
- Cese el ansia y la sed de los oficios;
- Que acepta el don y burla del intento
- El ídolo a quien haces sacrificios.
- Iguala con la vida el pensamiento,
- Y no le pasarás de hoy a mañana,
- Ni quizá de un momento a otro momento.
- Casi no tienes ni una sombra vana
- De nuestra antigua Itálica, y ¿esperas?
- ¡Oh error perpetuo de la suerte humana!
- Las enseñas grecianas, las banderas
- Del senado y romana monarquía
- Murieron, y pasaron sus carreras.
- ¿Qué es nuestra vida más que un breve día
- Do apena sale el sol cuando se pierde
- En las tinieblas de la noche fría?
- ¿Qué más que el heno, a la mañana verde,
- Seco a la tarde? ¡Oh ciego desvarío!
- ¿Será que de este sueño me recuerde?
- ¿Será que pueda ver que me desvío
- De la vida viviendo, y que está unida
- La cauta muerte al simple vivir mío?
- Como los ríos, que en veloz corrida
- Se llevan a la mar, tal soy llevado
- Al último suspiro de mi vida.
- De la pasada edad ¿qué me ha quedado?
- O ¿qué tengo yo, a dicha, en la que espero,
- Sin ninguna noticia de mi hado?
- ¡Oh, si acabase, viendo cómo muero,
- De aprender a morir antes que llegue
- Aquel forzoso término postrero;
- Antes que aquesta mies inútil siegue
- De la severa muerte dura mano,
- Y a la común materia se la entregue!
- Pasáronse las flores del verano,
- El otoño pasó con sus racimos,
- Pasó el invierno con sus nieves cano;
- Las hojas que en las altas selvas vimos
- Cayeron, ¡y nosotros a porfía
- En nuestro engaño inmóviles vivimos!
- Temamos al Señor que nos envía
- Las espigas del año y la hartura,
- Y la temprana pluvia y la tardía.
- No imitemos la tierra siempre dura
- A las aguas del cielo y al arado,
- Ni la vid cuyo fruto no madura.
- ¿Piensas acaso tú que fue criado
- El varón para rayo de la guerra,
- Para surcar el piélago salado,
- Para medir el orbe de la tierra
- Y el cerco donde el sol siempre camina?
- ¡Oh, quien así lo entiende, cuánto yerra!
- Esta nuestra porción, alta y divina,
- A mayores acciones es llamada
- Y en más nobles objetos se termina.
- Así aquella que al hombre solo es dada,
- Sacra razón y pura, me despierta,
- De esplendor y de rayos coronada;
- Y en la fría región dura y desierta
- De aqueste pecho enciende nueva llama,
- Y la luz vuelve a arder que estaba muerta.
- Quiero, Fabio, seguir a quien me llama,
- Y callado pasar entre la gente,
- Que no afecto los nombres ni la fama.
- El soberbio tirano del Oriente
- Que maciza las torres de cien codos
- Del cándido metal puro y luciente
- Apenas puede ya comprar los modos
- Del pecar; la virtud es más barata,
- Ella consigo mesma ruega a todos.
- ¡Pobre de aquel que corre y se dilata
- Por cuantos son los climas y los mares,
- Perseguidor del oro y de la plata!
- Un ángulo me basta entre mis lares,
- Un libro y un amigo, un sueño breve,
- Que no perturben deudas ni pesares.
- Esto tan solamente es cuanto debe
- Naturaleza al simple y al discreto,
- Y algún manjar común, honesto y leve.
- No, porque así te escribo, hagas conceto
- Que pongo la virtud en ejercicio:
- Que aun esto fue difícil a Epiteto.
- Basta al que empieza aborrecer el vicio,
- Y el ánimo enseñar a ser modesto;
- Después le será el cielo más propicio.
- Despreciar el deleite no es supuesto
- De sólida virtud; que aun el vicioso
- En sí propio le nota de molesto.
- Mas no podrás negarme cuán forzoso
- Este camino sea al alto asiento,
- Morada de la paz y del reposo.
- No sazona la fruta en un momento
- Aquella inteligencia que mensura
- La duración de todo a su talento.
- Flor la vimos primero hermosa y pura,
- Luego materia acerba y desabrida,
- Y perfecta después, dulce y madura;
- Tal la humana prudencia es bien que mida
- Y dispense y comparta las acciones
- Que han de ser compañeras de la vida.
- No quiera Dios que imite estos varones
- Que moran nuestras plazas macilentos,
- De la virtud infames histriones;
- Esos inmundos trágicos, atentos
- Al aplauso común, cuyas entrañas
- Son infaustos y oscuros monumentos.
- ¡Cuán callada que pasa las montañas
- El aura, respirando mansamente!
- ¡Qué gárrula y sonante por las cañas!
- ¡Qué muda la virtud por el prudente!
- ¡Qué redundante y llena de ruïdo
- Por el vano, ambicioso y aparente!
- Quiero imitar al pueblo en el vestido,
- En las costumbres solo a los mejores,
- Sin presumir de roto y mal ceñido.
- No resplandezca el oro y los colores
- En nuestro traje, ni tampoco sea
- Igual al de los dóricos cantores.
- Una mediana vida yo posea,
- Un estilo común y moderado,
- Que no lo note nadie que lo vea.
- En el plebeyo barro mal tostado
- Hubo ya quien bebió tan ambicioso
- Como en el vaso Múrino preciado;
- Y alguno tan ilustre y generoso
- Que usó, como si fuera plata neta,
- Del cristal transparente y luminoso.
- Sin la templanza ¿viste tú perfeta
- Alguna cosa? ¡Oh muerte! ven callada,
- Como sueles venir en la saeta,
- No en la tonante máquina preñada
- De fuego y de rumor; que no es mi puerta
- De doblados metales fabricada.
- Así, Fabio, me muestra descubierta
- Su esencia la verdad, y mi albedrío
- Con ella se compone y se concierta.
- No te burles de ver cuánto confío,
- Ni al arte de decir, vana y pomposa,
- El ardor atribuyas de este brío.
- ¿Es por ventura menos poderosa
- Que el vicio la virtud? ¿Es menos fuerte?
- No la arguyas de flaca y temerosa.
- La codicia en las manos de la suerte
- Se arroja al mar, la ira a las espadas,
- Y la ambición se ríe de la muerte.
- Y ¿no serán siquiera tan osadas
- Las opuestas acciones, si las miro
- De más ilustres genios ayudadas?
- Ya, dulce amigo, huyo y me retiro
- De cuanto simple amé; rompí los lazos.
- Ven y verás al alto fin que aspiro,
- Antes que el tiempo muera en nuestros brazos.
-
-
-
-
-LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA
-
-
-_36. A la esperanza_
-
- Alivia sus fatigas
- El labrador cansado
- Cuando su yerta barba escarcha cubre,
- Pensando en las espigas
- Del agosto abrasado
- Y en los lagares ricos del octubre;
- La hoz se le descubre
- Cuando el arado apaña,
- Y con dulces memorias le acompaña.
- Carga de hierro duro
- Sus miembros, y se obliga
- El joven al trabajo de la guerra.
- Huye el ocio seguro,
- Trueca por la enemiga
- Su dulce, natural y amiga tierra;
- Mas cuando se destierra
- O al asalto acomete,
- Mil triunfos y mil glorias se promete.
- La vida al mar confía,
- Y a dos tablas delgadas,
- El otro, que del oro está sediento.
- Escóndesele el día,
- Y las olas hinchadas
- Suben a combatir el firmamento;
- Él quita el pensamiento
- De la muerte vecina,
- Y en el oro le pone y en la mina.
- Deja el lecho caliente
- Con la esposa dormida
- El cazador solícito y robusto.
- Sufre el cierzo inclemente,
- La nieve endurecida,
- Y tiene de su afán por premio justo
- Interrumpir el gusto
- Y la paz de las fieras
- En vano cautas, fuertes y ligeras.
- Premio y cierto fin tiene
- Cualquier trabajo humano,
- Y el uno llama al otro sin mudanza;
- El invierno entretiene
- La opinión del verano,
- Y un tiempo sirve al otro de templanza.
- El bien de la esperanza
- Solo quedó en el suelo,
- Cuando todos huyeron para el cielo.
- Si la esperanza quitas,
- ¿Qué le dejas al mundo?
- Su máquina disuelves y destruyes;
- Todo lo precipitas
- En olvido profundo,
- Y ¿del fin natural, Flérida, huyes?
- Si la cerviz rehuyes
- De los brazos amados,
- ¿Qué premio piensas dar a los cuidados?
- Amor, en diferentes
- Géneros dividido,
- Él publica su fin, y quien le admite.
- Todos los accidentes
- De un amante atrevido
- (Niéguelo o disimúlelo) permite.
- Limite pues, limite
- La vana resistencia;
- Que, dada la ocasión, todo es licencia.
-
-
-_37._
-
- Imagen espantosa de la muerte,
- Sueño cruel, no turbes más mi pecho,
- Mostrándome cortado el nudo estrecho,
- Consuelo solo de mi adversa suerte.
- Busca de algún tirano el muro fuerte,
- De jaspe las paredes, de oro el techo,
- O el rico avaro en el angosto lecho
- Haz que temblando con sudor despierte.
- El uno vea el popular tumulto
- Romper con furia las herradas puertas,
- O al sobornado siervo el hierro oculto.
- El otro sus riquezas, descubiertas
- Con llave falsa o con violento insulto,
- Y déjale al amor sus glorias ciertas.
-
-
-_38._
-
- Llevó tras sí los pámpanos octubre,
- Y con las grandes lluvias insolente,
- No sufre Ibero márgenes ni puente,
- Mas antes los vecinos campos cubre.
- Moncayo, como suele, ya descubre
- Coronada de nieve la alta frente;
- Y el sol apenas vemos en oriente,
- Cuando la opaca tierra nos lo encubre.
- Sienten el mar y selvas ya la saña
- Del Aquilón, y encierra su bramido
- Gente en el puerto y gente en la cabaña.
- Y Fabio, en el umbral de Tais tendido
- Con vergonzosas lágrimas lo baña,
- Debiéndolas al tiempo que ha perdido.
-
-
-
-
-BARTOLOMÉ LEONARDO DE ARGENSOLA
-
-
-_39._
-
- «Dime, Padre común, pues eres justo,
- ¿Por qué ha de permitir tu providencia
- Que, arrastrando prisiones la inocencia,
- Suba la fraude a tribunal augusto?
- »¿Quién da fuerzas al brazo que robusto
- Hace a tus leyes firme resistencia,
- Y que el celo, que más la reverencia,
- Gima a los pies del vencedor injusto?
- »Vemos que vibran victoriosas palmas
- Manos inicuas, la virtud gimiendo
- Del triunfo en el injusto regocijo.»
- Esto decía yo, cuando riendo
- Celestial ninfa apareció, y me dijo:
- «¡Ciego! ¿es la tierra el centro de las almas?»
-
-
-
-
-LOPE DE VEGA
-
-
-_40. Canción_
-
- ¡Oh libertad preciosa,
- No comparada al oro,
- Ni al bien mayor de la espaciosa tierra!
- Más rica y más gozosa
- Que el precioso tesoro
- Que el mar del sur entre su nácar cierra;
- Con armas, sangre y guerra,
- Con las vidas y famas,
- Conquistado en el mundo;
- Paz dulce, amor profundo,
- Que el mal apartas y a tu bien nos llamas:
- En ti sola se anida
- Oro, tesoro, paz, bien, gloria y vida.
- Cuando de las humanas
- Tinieblas vi del cielo
- La luz, principio de mis dulces días,
- Aquellas tres hermanas
- Que nuestro humano velo
- Tejiendo, llevan por inciertas vías,
- Las duras penas mías
- Trocaron en la gloria
- Que en libertad poseo,
- Con siempre igual deseo,
- Donde verá por mi dichosa historia,
- Quien más leyere en ella,
- Que es dulce libertad lo menos della.
- Yo pues, señor exento
- Desta montaña y prado,
- Gozo la gloria y libertad que tengo.
- Soberbio pensamiento
- Jamás ha derribado
- La vida humilde y pobre que sostengo.
- Cuando a las manos vengo
- Con el muchacho ciego,
- Haciendo rostro embisto,
- Venzo, triunfo y resisto
- La flecha, el arco, la ponzoña, el fuego,
- Y con libre albedrío
- Lloro el ajeno mal y canto el mío.
- Cuando el aurora baña
- Con helado rocío
- De aljófar celestial el monte y prado,
- Salgo de mi cabaña,
- Riberas deste río,
- A dar el nuevo pasto a mi ganado,
- Y cuando el sol dorado
- Muestra sus fuerzas graves,
- Al sueño el pecho inclino
- Debajo un sauce o pino,
- Oyendo el son de las parleras aves,
- O ya gozando el aura,
- Donde el perdido aliento se restaura.
- Cuando la noche oscura
- Con su estrellado manto
- El claro día en su tiniebla encierra,
- Y suena en la espesura
- El tenebroso canto
- De los nocturnos hijos de la tierra,
- Al pie de aquesta sierra
- Con rústicas palabras
- Mi ganadillo cuento
- Y el corazón contento
- Del gobierno de ovejas y de cabras,
- La temerosa cuenta
- Del cuidadoso rey me representa.
- Aquí la verde pera
- Con la manzana hermosa,
- De gualda y roja sangre matizada,
- Y de color de rosa
- La cermeña olorosa
- Tengo, y la endrina de color morada;
- Aquí de la enramada
- Parra que al olmo enlaza,
- Melosas uvas cojo;
- Y en cantidad recojo,
- Al tiempo que las ramas desenlaza
- El caluroso estío,
- Membrillos que coronan este río.
- No me da descontento
- El hábito costoso
- Que de lascivo el pecho noble infama;
- Es mi dulce sustento
- Del campo generoso
- Estas silvestres frutas que derrama;
- Mi regalada cama
- De blandas pieles y hojas,
- Que algún rey la envidiara,
- Y de ti, fuente clara,
- Que bullendo, el arena y agua arrojas,
- Estos cristales puros,
- Sustentos pobres, pero bien seguros.
- Estese el cortesano
- Procurando a su gusto
- La blanda cama y el mejor sustento;
- Bese la ingrata mano
- Del poderoso injusto,
- Formando torres de esperanza al viento;
- Viva y muera sediento
- Por el honroso oficio,
- Y goce yo del suelo,
- Al aire, al sol y al hielo,
- Ocupado en mi rústico ejercicio;
- Que más vale pobreza
- En paz, que en guerra mísera riqueza.
- Ni temo al poderoso
- Ni al rico lisonjeo,
- Ni soy camaleón del que gobierna,
- Ni me tiene envidioso
- La ambición y deseo
- De ajena gloria ni de fama eterna;
- Carne sabrosa y tierna,
- Vino aromatizado,
- Pan blanco de aquel día,
- En prado, en fuente fría,
- Halla un pastor con hambre fatigado;
- Que el grande y el pequeño
- Somos iguales lo que dura el sueño.
-
-
-_41._
-
- A mis soledades voy,
- De mis soledades vengo,
- Porque para andar conmigo
- Me bastan mis pensamientos.
- ¡No sé qué tiene la aldea
- Donde vivo y donde muero,
- Que con venir de mí mismo
- No puedo venir más lejos!
- Ni estoy bien ni mal conmigo;
- Mas dice mi entendimiento
- Que un hombre que todo es alma
- Está cautivo en su cuerpo.
- Entiendo lo que me basta,
- Y solamente no entiendo
- Cómo se sufre a sí mismo
- Un ignorante soberbio.
- De cuantas cosas me cansan,
- Fácilmente me defiendo;
- Pero no puedo guardarme
- De los peligros de un necio.
- Él dirá que yo lo soy,
- Pero con falso argumento;
- Que humildad y necedad
- No caben en un sujeto.
- La diferencia conozco,
- Porque en él y en mí contemplo,
- Su locura en su arrogancia,
- Mi humildad en su desprecio.
- O sabe naturaleza
- Más que supo en otro tiempo,
- O tantos que nacen sabios
- Es porque lo dicen ellos.
- Solo sé que no sé nada,
- Dijo un filósofo, haciendo
- La cuenta con su humildad,
- Adonde lo más es menos.
- No me precio de entendido,
- De desdichado me precio;
- Que los que no son dichosos,
- ¿Cómo pueden ser discretos?
- No puede durar el mundo,
- Porque dicen, y lo creo,
- Que suena a vidrio quebrado
- Y que ha de romperse presto.
- Señales son del juïcio
- Ver que todos le perdemos,
- Unos por carta de más,
- Otros por carta de menos.
- Dijeron que antiguamente
- Se fue la verdad al cielo:
- Tal la pusieron los hombres
- Que desde entonces no ha vuelto.
- En dos edades vivimos
- Los propios y los ajenos,
- La de plata los extraños,
- Y la de cobre los nuestros.
- ¿A quién no dará cuidado,
- Si es español verdadero,
- Ver los hombres a lo antiguo
- Y el valor a lo moderno?
- Dijo Dios que comería
- Su pan el hombre primero
- Con el sudor de su cara,
- Por quebrar su mandamiento;
- Y algunos inobedientes
- A la vergüenza y al miedo,
- Con las prendas de su honor
- Han trocado los efectos.
- Virtud y filosofía
- Peregrinan como ciegos:
- El uno se lleva al otro,
- Llorando van y pidiendo.
- Dos polos tiene la tierra,
- Universal movimiento,
- La mejor vida el favor,
- La mejor sangre el dinero.
- Oigo tañer las campanas,
- Y no me espanto, aunque puedo,
- Que en lugar de tantas cruces
- Haya tantos hombres muertos.
- Mirando estoy los sepulcros
- Cuyos mármoles eternos
- Están diciendo sin lengua
- Que no lo fueron sus dueños.
- ¡Oh, bien haya quien los hizo,
- Porque solamente en ellos
- De los poderosos grandes
- Se vengaron los pequeños!
- Fea pintan a la envidia:
- Yo confieso que la tengo
- De unos hombres que no saben
- Quien vive pared en medio.
- Sin libros y sin papeles,
- Sin tratos, cuentas ni cuentos,
- Cuando quieren escribir
- Piden prestado el tintero.
- Sin ser pobres ni ser ricos,
- Tienen chimenea y huerto;
- No los despiertan cuidados,
- Ni pretensiones, ni pleitos.
- Ni murmuraron del grande,
- Ni ofendieron al pequeño;
- Nunca, como yo, firmaron
- Parabién, ni pascua dieron.
- Con esta envidia que digo,
- Y lo que paso en silencio,
- A mis soledades voy,
- De mis soledades vengo.
-
-
-_42._
-
- ¡Pobre barquilla mía,
- Entre peñascos rota,
- Sin velas desvelada,
- Y entre las olas sola!
- ¿Adónde vas perdida?
- ¿Adónde, di, te engolfas?
- Que no hay deseos cuerdos
- Con esperanzas locas.
- Como las altas naves,
- Te apartas animosa
- De la vecina tierra,
- Y al fiero mar te arrojas.
- Igual en las fortunas,
- Mayor en las congojas,
- Pequeña en las defensas,
- Incitas a las ondas.
- Advierte que te llevan
- A dar entre las rocas
- De la soberbia envidia,
- Naufragio de las honras.
- Cuando por las riberas
- Andabas costa a costa,
- Nunca del mar temiste
- Las iras procelosas.
- Segura navegabas;
- Que por la tierra propia
- Nunca el peligro es mucho
- Adonde el agua es poca.
- Verdad es que en la patria
- No es la virtud dichosa,
- Ni se estima la perla
- Hasta dejar la concha.
- Dirás que muchas barcas
- Con el favor en popa,
- Saliendo desdichadas,
- Volvieron venturosas.
- No mires los ejemplos
- De las que van y tornan,
- Que a muchas ha perdido
- La dicha de las otras.
- Para los altos mares
- No llevas cautelosa,
- Ni velas de mentiras,
- Ni remos de lisonjas.
- ¿Quién te engañó, barquilla?
- Vuelve, vuelve la proa;
- Que presumir de nave
- Fortunas ocasiona.
- ¿Qué jarcias te entretejen?
- ¿Qué ricas banderolas
- Azote son del viento
- Y de las aguas sombra?
- ¿En qué gavia descubres
- Del árbol alta copa,
- La tierra en perspectiva,
- Del mar incultas orlas?
- ¿En qué celajes fundas
- Que es bien echar la sonda,
- Cuando, perdido el rumbo,
- Erraste la derrota?
- Si te sepulta arena,
- ¿Qué sirve fama heroica?
- Que nunca desdichados
- Sus pensamientos logran.
- ¿Qué importa que te ciñan
- Ramas verdes o rojas,
- Que en selvas de corales
- Salado césped brota?
- Laureles de la orilla
- Solamente coronan
- Navíos de alto bordo
- Que jarcias de oro adornan.
- No quieras que yo sea,
- Por tu soberbia pompa,
- Faetonte de barqueros
- Que los laureles lloran.
- Pasaron ya los tiempos
- Cuando lamiendo rosas
- El céfiro bullía
- Y suspiraba aromas.
- Ya fieros huracanes
- Tan arrogantes soplan
- Que, salpicando estrellas,
- Del sol la frente mojan;
- Ya los valientes rayos
- De la vulcana forja,
- En vez de torres altas,
- Abrasan pobres chozas.
- Contenta con tus redes,
- A la playa arenosa
- Mojado me sacabas;
- Pero vivo, ¿qué importa?
- Cuando de rojo nácar
- Se afeitaba la aurora,
- Más peces te llenaban
- Que ella lloraba aljófar.
- Al bello sol que adoro,
- Enjuta ya la ropa,
- Nos daba una cabaña
- La cama de sus hojas.
- Esposa me llamaba,
- Yo la llamaba esposa,
- Parándose de envidia
- La celestial antorcha.
- Sin pleito, sin disgusto,
- La muerte nos divorcia:
- ¡Ay de la pobre barca
- Que en lágrimas se ahoga!
- Quedad sobre la arena,
- Inútiles escotas;
- Que no ha menester velas
- Quien a su bien no torna.
- Si con eternas plantas
- Las fijas luces doras,
- ¡Oh dueño de mi barca!
- Y en dulce paz reposas,
- Merezca que le pidas
- Al bien que eterno gozas,
- Que adonde estás, me lleve,
- Más pura y más hermosa.
- Mi honesto amor te obligue;
- Que no es digna victoria
- Para quejas humanas
- Ser las deidades sordas.
- Mas ¡ay que no me escuchas!
- Pero la vida es corta:
- Viviendo, todo falta;
- Muriendo, todo sobra.
-
-
-_43. Judit_
-
- Cuelga sangriento de la cama al suelo
- El hombro diestro del feroz tirano,
- Que opuesto al muro de Betulia en vano,
- Despidió contra sí rayos al cielo.
- Revuelto con el ansia el rojo velo
- Del pabellón a la siniestra mano,
- Descubre el espectáculo inhumano
- Del tronco horrible, convertido en hielo.
- Vertido Baco, el fuerte arnés afea
- Los vasos y la mesa derribada,
- Duermen los guardas, que tan mal emplea;
- Y sobre la muralla, coronada
- Del pueblo de Israel, la casta hebrea
- Con la cabeza resplandece armada.
-
-
-_44._
-
- Suelta mi manso, mayoral extraño,
- Pues otro tienes tú de igual decoro:
- Suelta la prenda que en el alma adoro,
- Perdida por tu bien y por mi daño.
- Ponle su esquila de labrado estaño,
- Y no le engañen tus collares de oro:
- Toma en albricias este blanco toro
- Que a las primeras yerbas cumple un año.
- Si pides señas, tiene el vellocino
- Pardo, encrespado, y los ojuelos tiene
- Como durmiendo en regalado sueño.
- Si piensas que no soy su dueño, Alcino,
- Suelta, y verasle si a mi choza viene;
- Que aun tienen sal las manos de su dueño.
-
-
-_45._
-
- ¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?
- ¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
- Que a mi puerta, cubierto de rocío,
- Pasas las noches del invierno escuras?
- ¡Oh cuánto fueron mis entrañas duras,
- Pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío
- Si de mi ingratitud el hielo frío
- Secó las llagas de tus plantas puras!
- ¡Cuántas veces el ángel me decía:
- «Alma, asómate agora a la ventana;
- Verás con cuánto amor llamar porfía!»
- Y ¡cuántas, hermosura soberana,
- «Mañana le abriremos,» respondía,
- Para lo mismo responder mañana!
-
-
-_46._
-
- Pastor, que con tus silbos amorosos
- Me despertaste del profundo sueño;
- Tú, que hiciste cayado dese leño
- En que tiendes los brazos poderosos;
- Vuelve los ojos a mi fe piadosos,
- Pues te confieso por mi amor y dueño,
- Y la palabra de seguirte empeño
- Tus dulces silbos y tus pies hermosos.
- Oye, Pastor que por amores mueres,
- No te espante el rigor de mis pecados,
- Pues tan amigo de rendidos eres;
- Espera pues, y escucha mis cuidados;
- Pero ¿cómo te digo que me esperes,
- Si estás para esperar los pies clavados?
-
-
-_47. Temores en el favor_
-
- Cuando en mis manos, Rey eterno, os miro,
- Y la cándida víctima levanto,
- De mi atrevida indignidad me espanto,
- Y la piedad de vuestro pecho admiro.
- Tal vez el alma con temor retiro,
- Tal vez la doy al amoroso llanto;
- Que, arrepentido de ofenderos tanto,
- Con ansias temo y con dolor suspiro.
- Volved los ojos a mirarme humanos;
- Que por las sendas de mi error siniestras
- Me despeñaron pensamientos vanos.
- No sean tantas las miserias nuestras
- Que a quien os tuvo en sus indignas manos
- Vos le dejéis de las divinas vuestras.
-
-
-
-
-DON LUIS DE GÓNGORA
-
-
-_48. Angélica y Medoro_
-
- En un pastoral albergue
- Que la guerra entre unos robles
- Lo dejó por escondido
- O lo perdonó por pobre,
- Do la paz viste pellico
- Y conduce entre pastores
- Ovejas del monte al llano
- Y cabras del llano al monte,
- Mal herido y bien curado,
- Se alberga un dichoso joven,
- Que sin clavarle Amor flecha
- Le coronó de favores.
- Las venas con poca sangre,
- Los ojos con mucha noche,
- Lo halló en el campo aquella
- Vida y muerte de los hombres.
- Del palafrén se derriba,
- No porque al moro conoce,
- Sino por ver que la yerba
- Tanta sangre paga en flores.
- Límpiale el rostro, y la mano
- Siente al Amor que se esconde
- Tras las rosas, que la muerte
- Va violando sus colores.
- Escondiose tras las rosas,
- Porque labren sus arpones
- El diamante del Catay
- Con aquella sangre noble.
- Ya le regala los ojos,
- Ya le entra, sin ver por dónde,
- Una piedad mal nacida
- Entre dulces escorpiones.
- Ya es herido el pedernal,
- Ya despide el primer golpe
- Centellas de agua, ¡oh piedad,
- Hija de padres traidores!
- Yerbas le aplica a sus llagas,
- Que si no sanan entonces,
- En virtud de tales manos
- Lisonjean los dolores.
- Amor le ofrece su venda,
- Mas ella sus velos rompe
- Para ligar sus heridas;
- Los rayos del sol perdonen.
- Los últimos nudos daba
- Cuando el cielo la socorre
- De un villano en una yegua
- Que iba penetrando el bosque.
- Enfrénanle de la bella
- Las tristes piadosas voces,
- Que los firmes troncos mueven
- Y las sordas piedras oyen;
- Y la que mejor se halla
- En las selvas que en la corte,
- Simple bondad, al pío ruego
- Cortésmente corresponde.
- Humilde se apea el villano,
- Y sobre la yegua pone
- Un cuerpo con poca sangre,
- Pero con dos corazones.
- A su cabaña los guía;
- Que el sol deja su horizonte
- Y el humo de su cabaña
- Le va sirviendo de norte.
- Llegaron temprano a ella,
- Do una labradora acoge
- Un mal vivo con dos almas,
- Una ciega con dos soles.
- Blando heno en vez de pluma
- Para lecho les compone,
- Que será tálamo luego
- Do el garzón sus dichas logre.
- Las manos, pues, cuyos dedos
- Desta vida fueron dioses,
- Restituyen a Medoro
- Salud nueva, fuerzas dobles,
- Y le entregan, cuando menos,
- Su beldad y un reino en dote,
- Segunda envidia de Marte,
- Primera dicha de Adonis.
- Corona un lascivo enjambre
- De cupidillos menores
- La choza, bien como abejas
- Hueco tronco de alcornoque.
- ¡Qué de nudos le está dando
- A un áspid la envidia torpe,
- Contando de las palomas
- Los arrullos gemidores!
- ¡Qué bien la destierra Amor,
- Haciendo la cuerda azote,
- Porque el caso no se infame
- Y el lugar no se inficione!
- Todo es gala el africano,
- Su vestido espira olores,
- El lunado arco suspende
- Y el corvo alfanje depone.
- Tórtolas enamoradas
- Son sus roncos atambores,
- Y los volantes de Venus
- Sus bien seguidos pendones.
- Desnuda el pecho anda ella,
- Vuela el cabello sin orden;
- Si lo abrocha, es con claveles,
- Con jazmines si lo coge.
- El pie calza en lazos de oro,
- Porque la nieve se goce,
- Y no se vaya por pies
- La hermosura del orbe.
- Todo sirve a los amantes,
- Plumas les baten veloces,
- Airecillos lisonjeros,
- Si no son murmuradores.
- Los campos les dan alfombras,
- Los árboles pabellones,
- La apacible fuente sueño,
- Música los ruiseñores.
- Los troncos les dan cortezas,
- En que se guarden sus nombres
- Mejor que en tablas de mármol
- O que en láminas de bronce.
- No hay verde fresno sin letra,
- Ni blanco chopo sin mote;
- Si un valle _Angélica_ suena,
- Otro _Angélica_ responde.
- Cuevas do el silencio apenas
- Deja que sombras las moren,
- Profanan con sus abrazos
- A pesar de sus horrores.
- Choza pues, tálamo y lecho,
- Contestes destos amores,
- El cielo os guarde, si puede,
- De las locuras del Conde.
-
-
-_49._
-
- Servía en Orán al Rey
- Un español con dos lanzas,
- Y con el alma y la vida
- A una gallarda africana,
- Tan noble como hermosa,
- Tan amante como amada,
- Con quien estaba una noche
- Cuando tocaron al arma.
- Trescientos Zenetes eran
- Deste rebato la causa;
- Que los rayos de la luna
- Descubrieron las adargas;
- Las adargas avisaron
- A las mudas atalayas,
- Las atalayas los fuegos,
- Los fuegos a las campanas;
- Y ellas al enamorado,
- Que en los brazos de su dama
- Oyó el militar estruendo
- De las trompas y las cajas.
- Espuelas de honor le pican
- Y freno de amor le para;
- No salir es cobardía,
- Ingratitud es dejalla.
- Del cuello pendiente ella,
- Viéndole tomar la espada,
- Con lágrimas y suspiros
- Le dice aquestas palabras:
- «Salid al campo, Señor,
- Bañen mis ojos la cama;
- Que ella me será también,
- Sin vos, campo de batalla.
- »Vestíos y salid apriesa,
- Que el general os aguarda;
- Yo os hago a vos mucha sobra
- Y vos a él mucha falta.
- »Bien podéis salir desnudo
- Pues mi llanto no os ablanda;
- Que tenéis de acero el pecho
- Y no habéis menester armas.»
- Viendo el español brioso
- Cuánto le detiene y habla,
- Le dice así: «Mi señora,
- Tan dulce como enojada,
- »Porque con honra y amor
- Yo me quede, cumpla y vaya,
- Vaya a los moros el cuerpo,
- Y quede con vos el alma.
- »Concededme, dueño mío,
- Licencia para que salga
- Al rebato en vuestro nombre,
- Y en vuestro nombre combata.»
-
-
-_50._
-
- Entre los sueltos caballos
- De los vencidos Zenetes,
- Que por el campo buscaban
- Entre lo rojo lo verde,
- Aquel español de Orán
- Un suelto caballo prende,
- Por sus relinchos lozano
- Y por sus cernejas fuerte,
- Para que lo lleve a él,
- Y a un moro cautivo lleve,
- Que es uno que ha cautivado,
- Capitán de cien Zenetes.
- En el ligero caballo
- Suben ambos, y él parece,
- De cuatro espuelas herido,
- Que cuatro vientos lo mueven.
- Triste camina el alarbe,
- Y lo más bajo que puede
- Ardientes suspiros lanza
- Y amargas lágrimas vierte.
- Admirado el español
- De ver cada vez que vuelve
- Que tan tiernamente llore
- Quien tan duramente hiere,
- Con razones le pregunta
- Comedidas y corteses
- De sus suspiros la causa,
- Si la causa lo consiente.
- El cautivo, como tal,
- Sin excusarlo, obedece,
- Y a su piadosa demanda
- Satisface desta suerte:
- «Valiente eres, capitán,
- Y cortés como valiente;
- Por tu espada y por tu trato
- Me has cautivado dos veces.
- »Preguntado me has la causa
- De mis suspiros ardientes,
- Y débote la respuesta
- Por quien soy y por quien eres.
- »Yo nací en Gelves el año
- Que os perdísteis en los Gelves,
- De una berberisca noble
- Y de un turco mata-siete.
- »En Tremecén me crié
- Con mi madre y mis parientes
- Después que murió mi padre,
- Corsario de tres bajeles.
- »Junto a mi casa vivía,
- Porque más cerca muriese,
- Una dama del linaje
- De los nobles Melioneses:
- »Extremo de las hermosas,
- Cuando no de las crueles,
- Hija al fin destas arenas
- Engendradoras de sierpes.
- »Era tal su hermosura,
- Que se hallaran claveles
- Más ciertos en sus dos labios
- Que en los dos floridos meses.
- »Cada vez que la miraba
- Salía el sol por su frente,
- De tantos rayos vestido
- Cuantos cabellos contiene.
- »Juntos así nos criamos,
- Y Amor en nuestras niñeces
- Hirió nuestros corazones
- Con arpones diferentes.
- »Labró el oro en mis entrañas
- Dulces lazos, tiernas redes,
- Mientras el plomo en las suyas
- Libertades y desdenes.
- »Mas, ya la razón sujeta,
- Con palabras me requiere
- Que su crueldad le perdone
- Y de su beldad me acuerde;
- »Y apenas vide trocada
- La dureza desta sierpe,
- Cuando tú me cautivaste;
- Mira si es bien que lamente.
- »Esta, español, es la causa
- Que a llanto pudo moverme;
- Mira si es razón que llore
- Tantos males juntamente.»
- Conmovido el capitán
- De las lágrimas que vierte,
- Parando el veloz caballo,
- Que paren sus males quiere.
- «Gallardo moro, le dice,
- Si adoras como refieres,
- Y si como dices amas,
- Dichosamente padeces
- »¿Quién pudiera imaginar,
- Viendo tus golpes crueles,
- Que cupiera alma tan tierna
- En pecho tan duro y fuerte?
- »Si eres del Amor cautivo,
- Desde aquí puedes volverte;
- Que me pedirán por robo
- Lo que entendí que era suerte.
- »Y no quiero por rescate
- Que tu dama me presente
- Ni las alfombras más finas
- Ni las granas más alegres.
- »Anda con Dios, sufre y ama,
- Y vivirás si lo hicieres,
- Con tal que cuando la veas
- Pido que de mí te acuerdes.»
- Apeose del caballo,
- Y el moro tras él desciende,
- Y por el suelo postrado,
- La boca a sus pies ofrece.
- «Vivas mil años, le dice,
- Noble capitán valiente,
- Que ganas más con librarme
- Que ganaste con prenderme.
- »Alá se quede contigo
- Y te dé vitoria siempre
- Para que extiendas tu fama
- Con hechos tan excelentes.»
-
-
-_51._
-
- _Ande yo caliente,_
- _Y ríase la gente._
-
- Traten otros del gobierno
- Del mundo y sus monarquías,
- Mientras gobiernan mis días
- Mantequillas y pan tierno,
- Y las mañanas de invierno
- Naranjada y aguardiente,
- _Y ríase la gente_.
-
- Coma en dorada vajilla
- El príncipe mil cuidados
- Como píldoras dorados;
- Que yo en mi pobre mesilla
- Quiero más una morcilla
- Que en el asador reviente,
- _Y ríase la gente_.
-
- Cuando cubra las montañas
- De plata y nieve el enero
- Tenga yo lleno el brasero
- De bellotas y castañas,
- Y quien las dulces patrañas
- Del rey que rabió me cuente,
- _Y ríase la gente_.
-
- Busque muy en hora buena
- El mercader nuevos soles;
- Yo conchas y caracoles
- Entre la menuda arena,
- Escuchando a Filomena
- Sobre el chopo de la fuente,
- _Y ríase la gente_.
-
- Pase a media noche el mar,
- Y arda en amorosa llama
- Leandro por ver su dama;
- Que yo más quiero pasar
- De Yepes a Madrigar
- La regalada corriente,
- _Y ríase la gente_.
-
- Pues Amor es tan cruel
- Que de Píramo y su amada
- Hace tálamo una espada,
- Do se junten ella y él,
- Sea mi Tisbe un pastel,
- Y la espada sea mi diente,
- _Y ríase la gente_.
-
-
- _52._
-
- La más bella niña
- De nuestro lugar,
- Hoy viuda y sola
- Y ayer por casar,
- Viendo que sus ojos
- A la guerra van,
- A su madre dice
- Que escucha su mal:
- _Dejadme llorar_
- _Orillas del mar._
- Pues me disteis, madre,
- En tan tierna edad
- Tan corto el placer,
- Tan largo el penar,
- Y me cautivasteis
- De quien hoy se va
- Y lleva las llaves
- De mi libertad,
- _Dejadme llorar_
- _Orillas del mar._
- En llorar conviertan
- Mis ojos de hoy más
- El sabroso oficio
- Del dulce mirar,
- Pues que no se pueden
- Mejor ocupar
- Yéndose a la guerra
- Quien era mi paz.
- _Dejadme llorar_
- _Orillas del mar._
- No me pongáis freno
- Ni queráis culpar;
- Que lo uno es justo,
- Lo otro por demás.
- Si me queréis bien
- No me hagáis mal;
- Harto peor fue
- Morir y callar.
- _Dejadme llorar_
- _Orillas del mar._
- Dulce madre mía,
- ¿Quién no llorará,
- Aunque tenga el pecho
- Como un pedernal,
- Y no dará voces
- Viendo marchitar
- Los más verdes años
- De mi mocedad?
- _Dejadme llorar_
- _Orillas del mar._
- Váyanse las noches,
- Pues ido se han
- Los ojos que hacían
- Los míos velar;
- Váyanse, y no vean
- Tanta soledad
- Después que en mi lecho
- Sobra la mitad.
- _Dejadme llorar_
- _Orillas del mar._
-
-
-
-
-DON FRANCISCO DE QUEVEDO
-
-
-_53. El Sueño_
-
- ¿Con qué culpa tan grave,
- Sueño blando y suave,
- Pude en largo destierro merecerte
- Que se aparte de mí tu olvido manso?
- Pues no te busco yo por ser descanso,
- Sino por muda imagen de la muerte.
- Cuidados veladores
- Hacen inobedientes mis dos ojos
- A la ley de las horas:
- No han podido vencer a mis dolores
- Las noches, ni dar paz a mis enojos.
- Madrugan más en mí que en las auroras
- Lágrimas a este llano;
- Que amanece a mi mal siempre temprano;
- Y tanto, que persuade la tristeza
- A mis dos ojos, que nacieron antes
- Para llorar que para ver. Tú, sueño,
- De sosiego los tienes ignorantes,
- De tal manera, que al morir el día
- Con luz enferma vi que permitía
- El sol que le mirasen en Poniente.
- Con pies torpes al punto, ciega y fría,
- Cayó de las estrellas blandamente
- La noche, tras las pardas sombras mudas,
- Que el sueño persuadieron a la gente.
- Escondieron las galas a los prados
- Y quedaron desnudas
- Estas laderas y sus peñas solas:
- Duermen ya entre sus montes recostados
- Los mares y las olas.
- Si con algún acento
- Ofenden las orejas,
- Es que entre sueños dan al cielo quejas
- Del yerto lecho y duro acogimiento,
- Que blandos hallan en los cerros duros.
- Los arroyuelos puros
- Se adormecen al son del llanto mío,
- Y a su modo también se duerme el río.
- Con sosiego agradable
- Se dejan poseer de ti las flores;
- Mudos están los males,
- No hay cuidado que hable,
- Faltan lenguas y voz a los dolores,
- Y en todos los mortales
- Yace la vida envuelta en alto olvido.
- Tan solo mi gemido
- Pierde el respeto a tu silencio santo:
- Yo tu quietud molesto con mi llanto,
- Y te desacredito
- El nombre de callado, con mi grito.
- Dame, cortés mancebo, algún reposo:
- No seas digno del nombre de avariento
- En el más desdichado y firme amante
- Que lo merece ser por dueño hermoso.
- Débate alguna pausa mi tormento.
- Gózante en las cabañas
- Y debajo del cielo
- Los ásperos villanos;
- Hállate en el rigor de los pantanos
- Y encuéntrate en las nieves y en el hielo
- El soldado valiente,
- Y yo no puedo hallarte, aunque lo intente,
- Entre mi pensamiento y mi deseo.
- Ya, pues, con dolor creo
- Que eres más riguroso que la tierra,
- Más duro que la roca,
- Pues te alcanza el soldado envuelto en guerra,
- Y en ella mi alma por jamás te toca.
- Mira que es gran rigor: dame siquiera
- Lo que de ti desprecia tanto avaro,
- Por el oro en que alegre considera,
- Hasta que da la vuelta el tiempo claro;
- Lo que había de dormir en blando lecho
- Y da el enamorado a su señora,
- Y a ti se te debía de derecho.
- Dame lo que desprecia de ti agora
- Por robar el ladrón; lo que desecha
- El que invidiosos celos tuvo y llora.
- Quede en parte mi queja satisfecha,
- Tócame con el cuento de tu vara:
- Oirán siquiera el ruido de tus plumas
- Mis desventuras sumas;
- Que yo no quiero verte cara a cara,
- Ni que hagas más caso
- De mí, que hasta pasar por mí de paso;
- O que a tu sombra negra por lo menos,
- Si fueres a otra parte peregrino,
- Se le haga camino
- Por estos ojos de sosiego ajenos.
- Quítame, blando sueño, este desvelo,
- O de él alguna parte,
- Y te prometo, mientras viere el cielo,
- De desvelarme solo en celebrarte.
-
-
-_54. Epístola satírica y censoria_
-
-_contra las costumbres presentes de los castellanos, escrita al
-Conde-Duque de Olivares._
-
- No he de callar, por más que con el dedo,
- Ya tocando la boca, o ya la frente,
- Silencio avises o amenaces miedo.
- ¿No ha de haber un espíritu valiente?
- ¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
- ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?
- Hoy sin miedo que libre escandalice
- Puede hablar el ingenio, asegurado
- De que mayor poder le atemorice.
- En otros siglos pudo ser pecado
- Severo estudio y la verdad desnuda,
- Y romper el silencio el bien hablado.
- Pues sepa quien lo niega y quien lo duda
- Que es lengua la verdad de Dios severo
- Y la lengua de Dios nunca fue muda.
- Son la verdad y Dios, Dios verdadero:
- Ni eternidad divina los separa,
- Ni de los dos alguno fue primero.
- Si Dios a la verdad se adelantara,
- Siendo verdad, implicación hubiera
- En ser y en que verdad de ser dejara.
- La justicia de Dios es verdadera,
- Y la misericordia, y todo cuanto
- Es Dios todo ha de ser verdad entera.
- Señor Excelentísimo, mi llanto
- Ya no consiente márgenes ni orillas:
- Inundación será la de mi canto.
- Ya sumergirse miro mis mejillas,
- La vista por dos urnas derramada
- Sobre las aras de las dos Castillas.
- Yace aquella virtud desaliñada
- Que fue, si rica menos, más temida,
- En vanidad y en sueño sepultada.
- Y aquella libertad esclarecida
- Que en donde supo hallar honrada muerte
- Nunca quiso tener más larga vida.
- Y pródiga del alma, nación fuerte
- Contaba por afrentas de los años
- Envejecer en brazos de la suerte.
- Del tiempo el ocio torpe, y los engaños
- Del paso de las horas y del día
- Reputaban los nuestros por extraños.
- Nadie contaba cuánta edad vivía,
- Sino de qué manera: ni aun un hora
- Lograba sin afán su valentía.
- La robusta virtud era señora,
- Y sola dominaba al pueblo rudo;
- Edad, si mal hablada, vencedora.
- El temor de la mano daba escudo
- Al corazón, que, en ella confiado,
- Todas las armas despreció desnudo.
- Multiplicó en escuadras un soldado
- Su honor precioso, su ánimo valiente,
- De sola honesta obligación armado.
- Y debajo del cielo aquella gente,
- Si no a más descansado, a más honroso
- Sueño entregó los ojos, no la mente.
- Hilaba la mujer para su esposo
- La mortaja primero que el vestido;
- Menos le vio galán que peligroso.
- Acompañaba el lado del marido
- Más veces en la hueste que en la cama;
- Sano le aventuró, vengole herido.
- Todas matronas y ninguna dama,
- Que nombres del halago cortesano
- No admitió lo severo de su fama.
- Derramado y sonoro el Oceáno
- Era divorcio de las rubias minas
- Que usurparon la paz del pecho humano.
- Ni los trujo costumbres peregrinas
- El áspero dinero, ni el Oriente
- Compró la honestidad con piedras finas.
- Joya fue la virtud pura y ardiente;
- Gala el merecimiento y alabanza;
- Solo se codiciaba lo decente.
- No de la pluma dependió la lanza,
- Ni el cántabro con cajas y tinteros
- Hizo el campo heredad, sino matanza.
- Y España con legítimos dineros,
- No mendigando el crédito a Liguria,
- Más quiso los turbantes que los ceros.
- Menos fuera la pérdida y la injuria
- Si se volvieran Muzas los asientos,
- Que esta usura es peor que aquella furia.
- Caducaban las aves en los vientos,
- Y espiraba decrépito el venado:
- Grande vejez duró en los elementos.
- Que el vientre entonces, bien disciplinado,
- Buscó satisfacción y no hartura,
- Y estaba la garganta sin pecado.
- Del mayor infanzón de aquella pura
- República de grandes hombres, era
- Una vaca sustento y armadura.
- No había venido al gusto lisonjera
- La pimienta arrugada, ni del clavo
- La adulación fragante forastera.
- Carnero y vaca fue principio y cabo,
- Y con rojos pimientos y ajos duros
- Tan bien como el señor comió el esclavo.
- Bebió la sed los arroyuelos puros:
- Después mostraron del carquesio a Baco
- El camino los brindis mal seguros.
- El rostro macilento, el cuerpo flaco,
- Eran recuerdo del trabajo honroso,
- Y honra y provecho andaban en un saco.
- Pudo sin miedo un español velloso
- Llamar a los tudescos bacanales,
- Y al holandés hereje y alevoso.
- Pudo acusar los celos desiguales
- A la Italia; pero hoy de muchos modos
- Somos copias, si son originales.
- Las descendencias gastan muchos godos,
- Todos blasonan, nadie los imita,
- Y no son sucesores, sino apodos.
- Vino el betún precioso que vomita
- La ballena o la espuma de las olas,
- Que el vicio, no el olor, nos acredita.
- Y quedaron las huestes españolas
- Bien perfumadas, pero mal regidas,
- Y alhajas las que fueron pieles solas.
- Estaban las hazañas mal vestidas,
- Y aún no se hartaba de buriel y lana
- La vanidad de hembras presumidas.
- A la seda pomposa siciliana,
- Que manchó ardiente múrice, el romano
- Y el oro hicieron áspera y tirana.
- Nunca al duro español supo el gusano
- Persuadir que vistiese su mortaja,
- Intercediendo el Can por el verano.
- Hoy desprecia el honor al que trabaja,
- Y entonces fue el trabajo ejecutoria,
- Y el vicio gradüó la gente baja.
- Pretende el alentado joven gloria
- Por dejar la vacada sin marido,
- Y de Ceres ofende la memoria.
- Un animal a la labor nacido
- Y símbolo celoso a los mortales,
- Que a Jove fue disfraz y fue vestido;
- Que un tiempo endureció manos reales,
- Y detrás de él los cónsules gimieron,
- Y rumia luz en campos celestiales,
- ¿Por cuál enemistad se persuadieron
- A que su apocamiento fuese hazaña,
- Y a las mieses tan grande ofensa hicieron?
- ¡Qué cosa es ver un infanzón de España
- Abreviado en la silla a la jineta,
- Y gastar un caballo en una caña!
- Que la niñez al gallo le acometa
- Con semejante munición apruebo;
- Mas no la edad madura y la perfeta.
- Ejercite sus fuerzas el mancebo
- En frentes de escuadrones, no en la frente
- Del útil bruto la asta del acebo.
- El trompeta le llame diligente,
- Dando fuerza de ley el viento vano,
- Y al son esté el ejército obediente.
- ¡Con cuánta majestad llena la mano
- La pica, y el mosquete carga el hombro,
- Del que se atreve a ser buen castellano!
- Con asco entre las otras gentes nombro
- Al que de su persona, sin decoro,
- Más quiere nota dar que dar asombro.
- Gineta y cañas son contagio moro;
- Restitúyanse justas y torneos,
- Y hagan paces las capas con el toro.
- Pasadnos vos de juegos a trofeos;
- Que solo grande rey y buen privado
- Pueden ejecutar estos deseos.
- Vos, que hacéis repetir siglo pasado
- Con desembarazarnos las personas
- Y sacar a los miembros de cuidado,
- Vos distes libertad con las valonas,
- Para que sean corteses las cabezas,
- Desnudando el enfado a las coronas;
- Y, pues vos enmendastes las cortezas,
- Dad a la mejor parte medicina:
- Vuélvanse los tablados fortalezas.
- Que la cortés estrella que os inclina
- A privar sin intento y sin venganza,
- Milagro que a la envidia desatina,
- Tiene por sola bienaventuranza
- El reconocimiento temeroso,
- No presumida y ciega confianza.
- Y si os dio el ascendiente generoso
- Escudos, de armas y blasones llenos,
- Y por timbre el martirio glorioso,
- Mejores sean por vos los que eran buenos
- Guzmanes, y la cumbre desdeñosa
- Os muestre a su pesar campos serenos.
- Lograd, señor, edad tan venturosa;
- Y cuando nuestras fuerzas examina
- Persecución unida y belicosa,
- La militar valiente disciplina
- Tenga más platicantes que la plaza:
- Descansen tela falsa y tela fina.
- Suceda a la marlota la coraza,
- Y si el Corpus con danzas no los pide,
- Velillos y oropel no hagan baza.
- El que en treinta lacayos los divide,
- Hace suerte en el toro y con un dedo
- La hace en él la vara que los mide.
- Mandadlo así, que aseguraros puedo
- Que habéis de restaurar más que Pelayo,
- Pues valdrá por ejércitos el miedo
- Y os verá el cielo administrar su rayo.
-
-
-_55. Memoria inmortal_
-
-_de don Pedro Girón, Duque de Osuna, muerto en la prisión_
-
- Faltar pudo su patria al grande Osuna,
- Pero no a su defensa sus hazañas;
- Diéronle muerte y cárcel las Españas,
- De quien él hizo esclava la fortuna.
- Lloraron sus envidias una a una
- Con las propias naciones las extrañas;
- Su tumba son de Flandes las campañas,
- Y su epitafio la sangrienta luna.
- En sus exequias encendió al Vesubio
- Parténope, y Trinacria el Mongibelo;
- El llanto militar creció en diluvio.
- Diole el mejor lugar Marte en su cielo;
- La Mosa, el Rhin, el Tajo y el Danubio
- Murmuran con dolor su desconsuelo.
-
-
-_56._
-
- Ya formidable y espantoso suena
- Dentro del corazón el postrer día,
- Y la última hora, negra y fría,
- Se acerca, de temor y sombras llena.
- Si agradable descanso, paz serena,
- La muerte en traje de dolor envía,
- Señas da su desdén de cortesía:
- Más tiene de caricia que de pena.
- ¿Qué pretende el temor desacordado
- De la que a rescatar piadosa viene
- Espíritu en miserias añudado?
- Llegue rogada, pues mi bien previene;
- Hálleme agradecido, no asustado;
- Mi vida acabe y mi vivir ordene.
-
-
-_57._
-
- Miré los muros de la patria mía,
- Si un tiempo fuertes, ya desmoronados,
- De la carrera de la edad cansados,
- Por quien caduca ya su valentía.
- Salime al campo, vi que el sol bebía
- Los arroyos del hielo desatados,
- Y del monte quejosos los ganados,
- Que con sombras hurtó su luz al día.
- Entré en mi casa; vi que amancillada
- De anciana habitación era despojos;
- Mi báculo más corvo y menos fuerte.
- Vencida de la edad sentí mi espada,
- Y no hallé cosa en que poner los ojos
- Que no fuese recuerdo de la muerte.
-
-
-_58. Letrilla satírica_
-
- Poderoso caballero
- Es don Dinero.
- Madre, yo al oro me humillo:
- Él es mi amante y mi amado,
- Pues de puro enamorado,
- De contino anda amarillo;
- Que pues, doblón o sencillo,
- Hace todo cuanto quiero,
- Poderoso caballero
- Es don Dinero.
- Nace en las Indias honrado,
- Donde el mundo le acompaña;
- Viene a morir en España
- Y es en Génova enterrado.
- Y pues quien le trae al lado
- Es hermoso, aunque sea fiero,
- Poderoso caballero
- Es don Dinero.
- Es galán y es como un oro,
- Tiene quebrado el color,
- Persona de gran valor,
- Tan cristiano como moro;
- Pues que da y quita el decoro
- Y quebranta cualquier fuero,
- Poderoso caballero
- Es don Dinero.
- Son sus padres principales
- Y es de nobles descendiente,
- Porque en las venas de Oriente
- Todas las sangres son reales:
- Y pues es quien hace iguales
- Al duque y al ganadero,
- Poderoso caballero
- Es don Dinero.
- Mas ¿a quién no maravilla
- Ver en su gloria sin tasa
- Que es lo menos de su casa
- Doña Blanca de Castilla?
- Pero pues da al bajo silla
- Y al cobarde hace guerrero,
- Poderoso caballero
- Es don Dinero.
- Sus escudos de armas nobles
- Son siempre tan principales,
- Que sin sus escudos reales
- No hay escudos de armas dobles;
- Y pues a los mismos robles
- Da codicia su minero,
- Poderoso caballero
- Es don Dinero.
- Por importar en los tratos
- Y dar tan buenos consejos,
- En las casas de los viejos
- Gatos le guardan de gatos.
- Y pues él rompe recatos
- Y ablanda al juez más severo,
- Poderoso caballero
- Es don Dinero.
- Y es tanta su majestad
- (Aunque son sus duelos hartos)
- Que con haberle hecho cuartos
- No pierde su autoridad;
- Pero pues da calidad
- Al noble y al pordiosero,
- Poderoso caballero
- Es don Dinero.
- Nunca vi damas ingratas
- A su gusto y afición,
- Que a las caras de un doblón
- Hacen sus caras baratas.
- Y pues las hace bravatas
- Desde una bolsa de cuero,
- Poderoso caballero
- Es don Dinero.
- Más valen en cualquier tierra,
- Mirad si es harto sagaz,
- Sus escudos en la paz
- Que rodelas en la guerra.
- Y pues al pobre le entierra
- Y hace propio al forastero,
- Poderoso caballero
- Es don Dinero.
-
-
-
-
-DON ESTEBAN MANUEL DE VILLEGAS
-
-
-_59. Oda sáfica_
-
- Dulce vecino de la verde selva,
- Huésped eterno del abril florido,
- Vital aliento de la madre Venus,
- Céfiro blando;
- Si de mis ansias el amor supiste,
- Tú, que las quejas de mi voz llevaste,
- Oye, no temas, y a mi ninfa dile,
- Dile que muero.
- Filis un tiempo mi dolor sabía;
- Filis un tiempo mi dolor lloraba;
- Quísome un tiempo, mas agora temo,
- Temo sus iras.
- Así los dioses con amor paterno,
- Así los cielos con amor benigno,
- Nieguen al tiempo que feliz volares
- Nieve a la tierra.
- Jamás el peso de la nube parda
- Cuando amanece en la elevada cumbre,
- Toque tus hombros ni su mal granizo
- Hiera tus alas.
-
-
-
-
-DON PEDRO CALDERÓN DE LA BARCA
-
-
-_60._
-
- Estas que fueron pompa y alegría
- Despertando al albor de la mañana,
- A la tarde serán lástima vana
- Durmiendo en brazos de la noche fría.
- Este matiz que al cielo desafía,
- Iris listado de oro, nieve y grana,
- Será escarmiento de la vida humana:
- ¡Tanto se emprende en término de un día!
- A florecer las rosas madrugaron,
- Y para envejecerse florecieron:
- Cuna y sepulcro en un botón hallaron.
- Tales los hombres sus fortunas vieron:
- En un día nacieron y expiraron;
- Que pasados los siglos, horas fueron.
-
-
-
-
-DON ANTONIO MIRA DE MESCUA
-
-
-_61. Canción_
-
- Ufano, alegre, altivo, enamorado,
- Rompiendo el aire el pardo jilguerillo,
- Se sentó en los pimpollos de una haya,
- Y con su pico de marfil nevado
- De su pechuelo blanco y amarillo
- La pluma concertó pajiza y baya;
- Y celoso se ensaya
- A discantar en alto contrapunto
- Sus celos y amor junto,
- Y al ramillo, y al prado y a las flores
- Libre y ufano cuenta sus amores.
- Mas ¡ay! que en este estado
- El cazador cruel, de astucia armado,
- Escondido le acecha,
- Y al tierno corazón aguda flecha
- Tira con mano esquiva
- Y envuelto en sangre en tierra lo derriba.
- ¡Ay, vida mal lograda,
- Retrato de mi suerte desdichada!
- De la custodia del amor materno
- El corderillo juguetón se aleja,
- Enamorado de la yerba y flores,
- Y por la libertad del pasto tierno
- El cándido licor olvida y deja
- Por quien hizo a su madre mil amores:
- Sin conocer temores,
- De la florida primavera bella
- El vario manto huella
- Con retozos y brincos licenciosos,
- Y pace tallos tiernos y sabrosos.
- Mas ¡ay! que en un otero
- Dio en la boca de un lobo carnicero,
- Que en partes diferentes
- Lo dividió con sus voraces dientes,
- Y a convertirse vino
- En purpúreo el dorado vellocino.
- ¡Oh inocencia ofendida,
- Breve bien, caro pasto, corta vida!
- Rica con sus penachos y copetes,
- Ufana y loca, con ligero vuelo
- Se remonta la garza a las estrellas,
- Y, puliendo sus negros martinetes,
- Procura ser allá cerca del cielo
- La reina sola de las aves bellas:
- Y por ser ella de ellas
- La que más altanera se remonta,
- Ya se encubre y trasmonta
- A los ojos del lince más atentos
- Y se contempla reina de los vientos.
- Mas ¡ay! que en la alta nube
- El águila la vio y al cielo sube,
- Donde con pico y garra
- El pecho candidísimo desgarra
- Del bello airón que quiso
- Volar tan alto con tan corto aviso.
- ¡Ay, pájaro altanero,
- Retrato de mi suerte verdadero!
- Al son de las belísonas trompetas
- Y al retumbar del sonoroso parche,
- Formó escuadrón el capitán gallardo;
- Con relinchos, bufidos y corvetas
- Pidió el caballo que la gente marche
- Trocando en paso presuroso el tardo:
- Sonó el clarín bastardo
- La esperada señal de arremetida,
- Y en batalla rompida,
- Teniendo cierta de vencer la gloria,
- Oyó a su gente que cantó victoria.
- Mas ¡ay! que el desconcierto
- Del capitán bisoño y poco experto,
- Por no observar el orden
- Causó en su gente general desorden,
- Y, la ocasión perdida,
- El vencedor perdió victoria y vida.
- ¡Ay, fortuna voltaria,
- En mis prósperos fines siempre varia!
- Al cristalino y mudo lisonjero
- La bella dama en su beldad se goza,
- Contemplándose Venus en la tierra,
- Y al más rebelde corazón de acero
- Con su vista enternece y alboroza,
- Y es de las libertades dulce guerra:
- El desamor destierra
- De donde pone sus divinos ojos,
- Y de ellos son despojos
- Los purísimos castos de Diana,
- Y en su belleza se contempla ufana.
- Mas ¡ay! que un accidente,
- Apenas puso el pulso intercadente,
- Cuando cubrió de manchas,
- Cárdenas ronchas y viruelas anchas
- El bello rostro hermoso
- Y lo trocó en horrible y asqueroso.
- ¡Ay, beldad malograda,
- Muerta luz, turbio sol y flor pisada!
- Sobre frágiles leños, que con alas
- De lienzo débil de la mar son carros,
- El mercader surcó sus claras olas:
- Llegó a la India, y, rico de bengalas,
- Perlas, aromas, nácares bizarros,
- Volvió a ver las riberas españolas.
- Tremoló banderolas,
- Flámulas, estandartes, gallardetes:
- Dio premio a los grumetes
- Por haber descubierto
- De la querida patria el dulce puerto.
- Mas ¡ay! que estaba ignoto
- A la experiencia y ciencia del piloto
- En la barra un peñasco,
- Donde, tocando de la nave el casco,
- Dio a fondo, hechos mil piezas,
- Mercader, esperanzas y riquezas.
- ¡Pobre bajel, figura
- Del que anegó mi próspera ventura!
- Mi pensamiento con ligero vuelo
- Ufano, alegre, altivo, enamorado,
- Sin conocer temores la memoria,
- Se remontó, señora, hasta tu cielo,
- Y contrastando tu desdén airado,
- Triunfó mi amor, captó mi fe victoria;
- Y en la sublime gloria
- De esa beldad se contempló mi alma,
- Y el mar de amor sin calma
- Mi navecilla con su viento en popa
- Llevaba navegando a toda ropa.
- Mas ¡ay! que mi contento
- Fue el pajarillo y corderillo exento,
- Fue la garza altanera,
- Fue el capitán que la victoria espera,
- Fue la Venus del mundo,
- Fue la nave del piélago profundo;
- Pues por diversos modos
- Todos los males padecí de todos.
- Canción, ve a la coluna
- Que sustentó mi próspera fortuna,
- Y verás que si entonces
- Te pareció de mármoles y bronces,
- Hoy es mujer; y en suma
- Breve bien, fácil viento, leve espuma.
-
-
-
-
-DON NICOLÁS F. DE MORATÍN
-
-
-_62. Fiesta de toros en Madrid_
-
- Madrid, castillo famoso
- Que al rey moro alivia el miedo,
- Arde en fiestas en su coso
- Por ser el natal dichoso
- De Alimenón de Toledo.
- Su bravo alcaide Aliatar,
- De la hermosa Zaida amante,
- Las ordena celebrar
- Por si la puede ablandar
- El corazón de diamante.
- Pasó, vencida a sus ruegos,
- Desde Aravaca a Madrid;
- Hubo pandorgas y fuegos,
- Con otros nocturnos juegos
- Que dispuso el adalid.
- Y en adargas y colores,
- En las cifras y libreas,
- Mostraron los amadores,
- Y en pendones y preseas,
- La dicha de sus amores.
- Vinieron las moras bellas
- De toda la cercanía,
- Y de lejos muchas de ellas:
- Las más apuestas doncellas
- Que España entonces tenía.
- Aja de Getafe vino,
- Y Zahara la de Alcorcón,
- En cuyo obsequio muy fino
- Corrió de un vuelo el camino
- El moraicel de Alcabón.
- Jarifa de Almonacid,
- Que de la Alcarria en que habita
- Llevó a asombrar a Madrid
- Su amante Audalla, adalid
- Del castillo de Zorita.
- De Adamud y la famosa
- Meco llegaron allí
- Dos, cada cual más hermosa,
- Y Fátima la preciosa,
- Hija de Alí el alcadí.
- El ancho circo se llena
- De multitud clamorosa,
- Que atiende a ver en la arena
- La sangrienta lid dudosa,
- Y todo en torno resuena.
- La bella Zaida ocupó
- Sus dorados miradores
- Que el arte afiligranó,
- Y con espejos y flores
- Y damascos adornó.
- Añafiles y atabales,
- Con militar armonía,
- Hicieron salva, y señales
- De mostrar su valentía
- Los moros más principales.
- No en las vegas de Jarama
- Pacieron la verde grama
- Nunca animales tan fieros,
- Junto al puente que se llama,
- Por sus peces, de Viveros,
- Como los que el vulgo vio
- Ser lidiados aquel día;
- Y en la fiesta que gozó,
- La popular alegría
- Muchas heridas costó.
- Salió un toro del toril
- Y a Tarfe tiró por tierra,
- Y luego a Benalguacil;
- Después con Hamete cierra
- El temerón de Conil.
- Traía un ancho listón
- Con uno y otro matiz
- Hecho un lazo por airón,
- Sobre la inhiesta cerviz
- Clavado con un arpón.
- Todo galán pretendía
- Ofrecerle vencedor
- A la dama que servía:
- Por eso perdió Almanzor
- El potro que más quería.
- El alcaide muy zambrero
- De Guadalajara, huyó
- Mal herido al golpe fiero,
- Y desde un caballo overo
- El moro de Horche cayó.
- Todos miran a Aliatar,
- Que, aunque tres toros ha muerto,
- No se quiere aventurar,
- Porque en lance tan incierto
- El caudillo no ha de entrar.
- Mas viendo se culparía,
- Va a ponérsele delante:
- La fiera le acometía,
- Y sin que el rejón la plante
- Le mató una yegua pía.
- Otra monta acelerado:
- Le embiste el toro de un vuelo
- Cogiéndole entablerado;
- Rodó el bonete encarnado
- Con las plumas por el suelo.
- Dio vuelta hiriendo y matando
- A los de a pie que encontrara,
- El circo desocupando,
- Y emplazándose, se para,
- Con la vista amenazando.
- Nadie se atreve a salir:
- La plebe grita indignada,
- Las damas se quieren ir,
- Porque la fiesta empezada
- No puede ya proseguir.
- Ninguno al riesgo se entrega
- Y está en medio el toro fijo,
- Cuando un portero que llega
- De la puerta de la Vega,
- Hincó la rodilla, y dijo:
- Sobre un caballo alazano,
- Cubierto de galas y oro,
- Demanda licencia urbano
- Para alancear a un toro
- Un caballero cristiano.
- Mucho le pesa a Aliatar;
- Pero Zaida dio respuesta
- Diciendo que puede entrar,
- Porque en tan solemne fiesta
- Nada se debe negar.
- Suspenso el concurso entero
- Entre dudas se embaraza,
- Cuando en un potro ligero
- Vieron entrar en la plaza
- Un bizarro caballero.
- Sonrosado, albo color,
- Belfo labio, juveniles
- Alientos, inquieto ardor,
- En el florido verdor
- De sus lozanos abriles.
- Cuelga la rubia guedeja
- Por donde el almete sube,
- Cual mirarse tal vez deja
- Del sol la ardiente madeja
- Entre cenicienta nube.
- Gorguera de anchos follajes,
- De una cristiana primores;
- En el yelmo los plumajes
- Por los visos y celajes
- Vergel de diversas flores.
- En la cuja gruesa lanza,
- Con recamado pendón,
- Y una cifra a ver se alcanza,
- Que es de desesperación,
- O a lo menos de venganza.
- En el arzón de la silla
- Ancho escudo reverbera
- Con blasones de Castilla,
- Y el mote dice a la orilla:
- _Nunca mi espada venciera_.
- Era el caballo galán,
- El bruto más generoso,
- De más gallardo ademán:
- Cabos negros, y brioso,
- Muy tostado, y alazán.
- Larga cola recogida
- En las piernas descarnadas,
- Cabeza pequeña, erguida,
- Las narices dilatadas,
- Vista feroz y encendida.
- Nunca en el ancho rodeo
- Que da Betis con tal fruto
- Pudo fingir el deseo
- Más bella estampa de bruto,
- Ni más hermoso paseo.
- Dio la vuelta al rededor;
- Los ojos que le veían
- Lleva prendados de amor:
- ¡Alah te salve! decían,
- ¡Dete el Profeta favor!
- Causaba lástima y grima
- Su tierna edad floreciente:
- Todos quieren que se exima
- Del riesgo, y él solamente
- Ni recela ni se estima.
- Las doncellas, al pasar,
- Hacen de ámbar y alcanfor
- Pebeteros exhalar,
- Vertiendo pomos de olor,
- De jazmines y azahar.
- Mas cuando en medio se para,
- Y de más cerca le mira
- La cristiana esclava Aldara,
- Con su señora se encara,
- Y así la dice, y suspira:
- Señora, sueños no son;
- Así los cielos, vencidos
- De mi ruego y aflicción,
- Acerquen a mis oídos
- Las campanas de León,
- Como ese doncel, que ufano
- Tanto asombro viene a dar
- A todo el pueblo africano,
- Es Rodrigo de Vivar,
- El soberbio castellano.
- Sin descubrirle quién es,
- La Zaida desde una almena
- Le habló una noche cortés,
- Por donde se abrió después
- El cubo de la Almudena.
- Y supo que, fugitivo
- De la corte de Fernando,
- El cristiano, apenas vivo,
- Está a Jimena adorando
- Y en su memoria cautivo.
- Tal vez a Madrid se acerca
- Con frecuentes correrías
- Y todo en torno la cerca;
- Observa sus saetías,
- Arroyadas y ancha alberca.
- Por eso le ha conocido:
- Que en medio de aclamaciones,
- El caballo ha detenido
- Delante de sus balcones,
- Y la saluda rendido.
- La mora se puso en pie
- Y sus doncellas detrás:
- El alcaide que lo ve,
- Enfurecido además,
- Muestra cuán celoso esté.
- Suena un rumor placentero
- Entre el vulgo de Madrid:
- No habrá mejor caballero,
- Dicen, en el mundo entero,
- Y algunos le llaman Cid.
- Crece la algazara, y él,
- Torciendo las riendas de oro,
- Marcha al combate crüel:
- Alza el galope, y al toro
- Busca en sonoro tropel.
- El bruto se le ha encarado
- Desde que le vio llegar,
- De tanta gala asombrado,
- Y al rededor le ha observado
- Sin moverse de un lugar.
- Cual flecha se disparó
- Despedida de la cuerda,
- De tal suerte le embistió;
- Detrás de la oreja izquierda
- La aguda lanza le hirió.
- Brama la fiera burlada;
- Segunda vez acomete,
- De espuma y sudor bañada,
- Y segunda vez la mete
- Sutil la punta acerada.
- Pero ya Rodrigo espera
- Con heroico atrevimiento,
- El pueblo mudo y atento:
- Se engalla el toro y altera,
- Y finge acometimiento.
- La arena escarba ofendido,
- Sobre la espalda la arroja
- Con el hueso retorcido;
- El suelo huele y le moja
- En ardiente resoplido.
- La cola inquieto menea,
- La diestra oreja mosquea,
- Vase retirando atrás,
- Para que la fuerza sea
- Mayor, y el ímpetu más.
- El que en esta ocasión viera
- De Zaida el rostro alterado,
- Claramente conociera
- Cuanto le cuesta cuidado
- El que tanto riesgo espera.
- Mas ¡ay, que le embiste horrendo
- El animal espantoso!
- Jamás peñasco tremendo
- Del Cáucaso cavernoso
- Se desgaja estrago haciendo,
- Ni llama así fulminante
- Cruza en negra oscuridad
- Con relámpagos delante,
- Al estrépito tronante
- De sonora tempestad,
- Como el bruto se abalanza
- Con terrible ligereza;
- Mas rota con gran pujanza
- La alta nuca, la fiereza
- Y el último aliento lanza.
- La confusa vocería
- Que en tal instante se oyó
- Fue tanta, que parecía
- Que honda mina reventó,
- O el monte y valle se hundía.
- A caballo como estaba
- Rodrigo, el lazo alcanzó
- Con que el toro se adornaba:
- En su lanza le clavó
- Y a los balcones llegaba.
- Y alzándose en los estribos,
- Le alarga a Zaida, diciendo:
- Sultana, aunque bien entiendo
- Ser favores excesivos,
- Mi corto don admitiendo;
- Si no os dignáredes ser
- Con él benigna, advertid
- Que a mí me basta saber
- Que no le debo ofrecer
- A otra persona en Madrid.
- Ella, el rostro placentero,
- Dijo, y turbada: señor,
- Yo le admito y le venero,
- Por conservar el favor
- De tan gentil caballero.
- Y besando el rico don,
- Para agradar al doncel,
- Le prende con afición
- Al lado del corazón
- Por brinquiño y por joyel.
- Pero Aliatar el caudillo
- De envidia ardiendo se ve,
- Y, trémulo y amarillo,
- Sobre un tremecén rosillo
- Lozaneándose fue.
- Y en ronca voz: Castellano,
- Le dice: con más decoros
- Suelo yo dar de mi mano,
- Si no penachos de toros,
- Las cabezas del cristiano.
- Y si vinieras de guerra
- Cual vienes de fiesta y gala,
- Vieras que en toda la tierra,
- Al valor que dentro encierra
- Madrid, ninguno se iguala.
- Así, dijo el de Vivar,
- Respondo; y la lanza al ristre
- Pone, y espera a Aliatar;
- Mas sin que nadie administre
- Orden, tocaron a armar.
- Ya fiero bando con gritos
- Su muerte o prisión pedía,
- Cuando se oyó en los distritos
- Del monte de Leganitos
- Del Cid la trompetería.
- Entre la Monclova y Soto
- Tercio escogido emboscó,
- Que, viendo como tardó,
- Se acerca, oyó el alboroto,
- Y al muro se abalanzó.
- Y si no vieran salir
- Por la puerta a su señor,
- Y Zaida a le despedir,
- Iban la fuerza a embestir:
- Tal era ya su furor.
- El alcaide, recelando
- Que en Madrid tenga partido,
- Se templó disimulando,
- Y por el parque florido
- Salió con él razonando.
- Y es fama que, a la bajada,
- Juró por la cruz el Cid
- De su vencedora espada
- De no quitar la celada
- Hasta que gane a Madrid.
-
-
-
-
-DON GASPAR M. DE JOVELLANOS
-
-
-_63. Epístola de Fabio a Anfriso_
-
-_Descripción del Paular_
-
- _Credibile est illi numen inesse loco_
- OVIDIUS
-
- Desde el oculto y venerable asilo
- Do la virtud austera y penitente
- Vive ignorada y, del liviano mundo
- Huida, en santa soledad se esconde,
- El triste Fabio al venturoso Anfriso
- Salud en versos flébiles envía.
- Salud le envía a Anfriso, al que inspirado
- De las mantuanas musas, tal vez suele
- Al grave son de su celeste canto
- Precipitar del viejo Manzanares
- El curso perezoso: tal süave
- Suele ablandar con amorosa lira
- La altiva condición de sus zagalas.
- ¡Pluguiera a Dios, oh Anfriso, que el cuitado
- A quien no dio la suerte tal ventura
- Pudiese huir del mundo y sus peligros!
- ¡Pluguiera a Dios, pues ya con su barquilla
- Logró arribar a puerto tan seguro,
- Que esconderla supiera en este abrigo,
- A tanta luz y ejemplos enseñado!
- Huyera así la furia tempestuosa
- De los contrarios vientos, los escollos,
- Y las fieras borrascas tantas veces
- Entre sustos y lágrimas corridas.
- Así también del mundanal tumulto
- Lejos, y en estos montes guarecido,
- Alguna vez gozara del reposo,
- Que hoy desterrado de su pecho vive.
- Mas ¡ay de aquel que hasta en el santo asilo
- De la virtud arrastra la cadena,
- La pesada cadena con que el mundo
- Oprime a sus esclavos! ¡Ay del triste
- En cuyo oído suena con espanto,
- Por esta oculta soledad rompiendo,
- De su señor el imperioso grito!
- Busco en estas moradas silenciosas
- El reposo y la paz que aquí se esconden,
- Y solo encuentro la inquietud funesta
- Que mis sentidos y razón conturba.
- Busco paz y reposo, pero en vano
- Los busco ¡oh caro Anfriso! que estos dones,
- Herencia santa que al partir del mundo
- Dejó Bruno en sus hijos vinculada,
- Nunca en profano corazón entraron
- Ni a los parciales del placer se dieron.
- Conozco bien que, fuera de este asilo,
- Solo me guarda el mundo sinrazones,
- Vanos deseos, duros desengaños,
- Susto y dolor; empero todavía
- A entrar en él no puedo resolverme.
- No puedo resolverme, y despechado
- Sigo el impulso del fatal destino
- Que a muy más dura esclavitud me guía.
- Sigo su fiero impulso, y llevo siempre
- Por todas partes los pesados grillos
- Que de la ansiada libertad me privan.
- De afán y angustia el pecho traspasado,
- Pido a la muda soledad consuelo
- Y con dolientes quejas la importuno.
- Salgo al ameno valle, subo al monte,
- Sigo del claro río las corrientes,
- Busco la fresca y deleitosa sombra,
- Corro por todas partes, y no encuentro
- En parte alguna la quietud perdida.
- ¡Ay, Anfriso, qué escenas a mis ojos,
- Cansados de llorar, presenta el cielo!
- Rodeado de frondosos y altos montes
- Se extiende un valle, que de mil delicias
- Con sabia mano ornó naturaleza.
- Pártele en dos mitades, despeñado
- De las vecinas rocas, el Lozoya,
- Por su pesca famoso y dulces aguas.
- Del claro río sobre el verde margen
- Crecen frondosos álamos, que al cielo
- Ya erguidos alzan las plateadas copas,
- O ya, sobre las aguas encorvados,
- En mil figuras miran con asombro
- Su forma en los cristales retratada.
- De la siniestra orilla un bosque umbrío
- Hasta la falda del vecino monte
- Se extiende: tan ameno y delicioso
- Que le hubiera juzgado el gentilismo
- Morada de algún dios, o a los misterios
- De las silvanas Dríadas guardado.
- Aquí encamino mis inciertos pasos,
- Y en su recinto umbrío y silencioso,
- Mansión la más conforme para un triste,
- Entro a pensar en mi cruel destino.
- La grata soledad, la dulce sombra,
- El aire blando y el silencio mudo,
- Mi desventura y mi dolor adulan.
- No alcanza aquí del padre de las luces
- El rayo acechador, ni su reflejo
- Viene a cubrir de confusión el rostro
- De un infeliz en su dolor sumido.
- El canto de las aves no interrumpe
- Aquí tampoco la quietud de un triste,
- Pues solo de la viuda tortolilla
- Se oye tal vez el lastimero arrullo,
- Tal vez el melancólico trinado
- De la angustiada y dulce Filomena.
- Con blando impulso el céfiro süave,
- Las copas de los árboles moviendo,
- Recrea el alma con el manso ruido,
- Mientras al dulce soplo desprendidas
- Las agostadas hojas, revolando,
- Bajan en lentos círculos al suelo,
- Cúbrenle en torno, y la frondosa pompa
- Que al árbol adornara en primavera,
- Yace marchita y muestra los rigores
- Del abrasado estío y seco otoño.
- ¡Así también de juventud lozana
- Pasan, oh Anfriso, las livianas dichas!
- Un soplo de inconstancia, de fastidio,
- O de capricho femenil las tala
- Y lleva por el aire, cual las hojas
- De los frondosos árboles caídas.
- Ciegos empero, y tras su vana sombra
- De contino exhalados, en pos de ellas
- Corremos hasta hallar el precipicio
- Do nuestro error y su ilusión nos guían.
- Volamos en pos de ellas como suele
- Volar a la dulzura del reclamo
- Incauto el pajarillo: entre las hojas
- El preparado visco le detiene:
- Lucha cautivo por huir, y en vano,
- Porque un traidor, que en asechanza atisba,
- Con mano infiel la libertad le roba
- Y a muerte le condena o cárcel dura.
- ¡Ah, dichoso el mortal de cuyos ojos
- Un pronto desengaño corrió el velo
- De la ciega ilusión! ¡Una y mil veces
- Dichoso el solitario penitente
- Que, triunfando del mundo y de sí mismo,
- Vive en la soledad libre y contento!
- Unido a Dios por medio de la santa
- Contemplación, le goza ya en la tierra,
- Y retirado en su tranquilo albergue
- Observa reflexivo los milagros
- De la naturaleza, sin que nunca
- Turben el susto ni el dolor su pecho.
- Regálanle las aves con su canto,
- Mientras la aurora sale refulgente
- A cubrir de alegría y luz el mundo.
- Nácele siempre el sol claro y brillante,
- Y nunca a él levanta conturbados
- Sus ojos, ora en el oriente raye,
- Ora, del cielo a la mitad subiendo,
- En pompa guíe el reluciente carro;
- Ora con tibia luz, más perezoso,
- Su faz esconda en los vecinos montes.
- Cuando en las claras noches cuidadoso
- Vuelve desde los santos ejercicios,
- La plateada luna en lo más alto
- Del cielo mueve la luciente rueda
- Con augusto silencio, y recreando
- Con blando resplandor su humilde vista,
- Eleva su razón, y la dispone
- A contemplar la alteza y la inefable
- Gloria del Padre y Criador del mundo.
- Libre de los cuidados enojosos
- Que en los palacios y dorados techos
- Nos turban de contino, y entregado
- A la inefable y justa Providencia,
- Si al breve sueño alguna pausa pide
- De sus santas tareas, obediente
- Viene a cerrar sus párpados el sueño
- Con mano amiga, y de su lado ahuyenta
- El susto y las fantasmas de la noche.
- ¡Oh suerte venturosa, a los amigos
- De la virtud guardada! ¡Oh dicha, nunca
- De los tristes mundanos conocida!
- ¡Oh monte impenetrable! ¡Oh bosque umbrío!
- ¡Oh valle deleitoso! ¡Oh solitaria,
- Taciturna mansión! ¡Oh, quién, del alto
- Y proceloso mar del mundo huyendo
- A vuestra santa calma, aquí seguro
- Vivir pudiera siempre, y escondido!
- Tales cosas revuelvo en mi memoria
- En esta triste soledad sumido.
- Llega en tanto la noche, y con su manto
- Cobija el ancho mundo. Vuelvo entonces
- A los medrosos claustros. De una escasa
- Luz el distante y pálido reflejo
- Guía por ellos mis inciertos pasos;
- Y en medio del horror y del silencio,
- ¡Oh fuerza del ejemplo portentosa!
- Mi corazón palpita, en mi cabeza
- Se erizan los cabellos, se estremecen
- Mis carnes, y discurre por mis nervios
- Un súbito rigor que los embarga.
- Parece que oigo que del centro oscuro
- Sale una voz tremenda que, rompiendo
- El eterno silencio, así me dice:
- «Huye de aquí, profano; tú, que llevas
- »De ideas mundanales lleno el pecho,
- »Huye de esta morada, do se albergan
- »Con la virtud humilde y silenciosa
- »Sus escogidos: huye, y no profanes
- »Con tu planta sacrílega este asilo.»
- De aviso tal al golpe confundido,
- Con paso vacilante voy cruzando
- Los pavorosos tránsitos, y llego
- Por fin a mi morada, donde ni hallo
- El ansiado reposo, ni recobran
- La suspirada calma mis sentidos.
- Lleno de congojosos pensamientos
- Paso la triste y perezosa noche
- En molesta vigilia, sin que llegue
- A mis ojos el sueño, ni interrumpan
- Sus regalados bálsamos mi pena.
- Vuelve por fin con la rosada aurora
- La luz aborrecida, y en pos de ella
- El claro día a publicar mi llanto
- Y dar nueva materia al dolor mío.
-
-
-
-
-DON JUAN MELÉNDEZ VALDÉS
-
-
-_64. Rosana en los fuegos_
-
- Del sol llevaba la lumbre,
- Y la alegría del alba,
- En sus celestiales ojos
- La hermosísima Rosana,
- Una noche que a los fuegos
- Salió la fiesta de Pascua
- Para abrasar todo el valle
- En mil amorosas ansias.
- Por do quiera que camina
- Lleva tras sí la mañana,
- Y donde se vuelve rinde
- La libertad de mil almas.
- El céfiro la acaricia
- Y mansamente la halaga,
- Los Amores la rodean
- Y las Gracias la acompañan.
- Y ella, así como en el valle
- Descuella la altiva palma
- Cuando sus verdes pimpollos
- Hasta las nubes levanta;
- O cual vid de fruto llena
- Que con el olmo se abraza,
- Y sus vástagos extiende
- Al arbitrio de las ramas;
- Así entre sus compañeras
- El nevado cuello alza,
- Sobresaliendo entre todas
- Cual fresca rosa entre zarzas.
- Todos los ojos se lleva
- Tras sí, todo lo avasalla;
- De amor mata a los pastores
- Y de envidia a las zagalas.
- Ni las músicas se atienden,
- Ni se gozan las lumbradas;
- Que todos corren por verla
- Y al verla todos se abrasan.
- ¡Qué de suspiros se escuchan!
- ¡Qué de vivas y de salvas!
- No hay zagal que no la admire
- Y no se esmere en loarla.
- Cuál absorto la contempla
- Y a la aurora la compara
- Cuando más alegre sale
- Y el cielo de su albor baña;
- Cuál al fresco y verde aliso
- Que crece al margen del agua,
- Cuando más pomposo en hojas
- En su cristal se retrata;
- Cuál a la luna, si muestra
- Llena su esfera de plata,
- Y asoma por los collados
- De luceros coronada.
- Otros pasmados la miran
- Y mudamente la alaban,
- Y cuanto más la contemplan
- Muy más hermosa la hallan.
- Que es como el cielo su rostro
- Cuando en la noche callada
- Brilla con todas sus luces
- Y los ojos embaraza.
- ¡Ay, qué de envidias se encienden!
- ¡Ay, qué de celos que causa
- En las serranas del Tormes
- Su perfección sobrehumana!
- Las más hermosas la temen,
- Mas sin osar murmurarla;
- Que como el oro más puro
- No sufre una leve mancha.
- Bien haya tu gentileza,
- Una y mil veces bien haya,
- Y abrase la envidia al pueblo,
- Hermosísima aldeana.
- Toda, toda eres perfecta,
- Toda eres donaire y gracia,
- El amor vive en tus ojos
- Y la gloria está en tu cara.
- La libertad me has robado,
- Yo la doy por bien robada,
- Mas recibe el don benigna
- Que mi humildad te consagra.
- Esto un zagal la decía
- Con razones mal formadas,
- Que salió libre a los fuegos
- Y volvió cautivo a casa.
- Y desde entonces perdido
- El día a sus puertas le halla;
- Ayer le cantó esta letra
- Echándole la alborada:
- Linda zagaleja
- De cuerpo gentil,
- _Muérome de amores_
- _Desde que te vi._
- Tu talle, tu aseo,
- Tu gala y donaire,
- No tienen, serrana,
- Igual en el valle.
- Del cielo son ellos
- Y tú un serafín:
- _Muérome de amores_
- _Desde que te vi._
- De amores me muero,
- Sin que nada baste
- A darme la vida
- Que allá te llevaste,
- Si ya no te dueles
- Benigna de mí;
- _Que muero de amores_
- _Desde que te vi_.
-
-
-
-
-DON LEANDRO F. DE MORATÍN
-
-
-_65. Elegía a las Musas_
-
- Esta corona, adorno de mi frente,
- Esta sonante lira y flautas de oro
- Y máscaras alegres, que algún día
- Me disteis, sacras Musas, de mis manos
- Trémulas recibid, y el canto acabe,
- Que fuera osado intento repetirle.
- He visto ya cómo la edad ligera,
- Apresurando a no volver las horas,
- Robó con ellas su vigor al numen.
- Sé que negáis vuestro favor divino
- A la cansada senectud, y en vano
- Fuera implorarle; pero en tanto, bellas
- Ninfas, del verde Pindo habitadoras,
- No me neguéis que os agradezca humilde
- Los bienes que os debí. Si pude un día,
- No indigno sucesor de nombre ilustre,
- Dilatarle famoso, a vos fue dado
- Llevar al fin mi atrevimiento. Solo
- Pudo bastar vuestro amoroso anhelo
- A prestarme constancia en los afanes
- Que turbaron mi paz, cuando insolente
- Vano saber, enconos y venganzas,
- Codicia y ambición, la patria mía
- Abandonaron a civil discordia.
- Yo vi del polvo levantarse audaces,
- A dominar y perecer, tiranos:
- Atropellarse efímeras las leyes,
- Y llamarse virtudes los delitos.
- Vi las fraternas armas nuestros muros
- Bañar en sangre nuestra, combatirse,
- Vencido y vencedor hijos de España,
- Y el trono desplomándose al vendido
- Ímpetu popular. De las arenas
- Que el mar sacude en la fenicia Gades,
- A las que el Tajo lusitano envuelve
- En oro y conchas, uno y otro imperio,
- Iras, desorden esparciendo y luto,
- Comunicarse el funeral estrago.
- Así cuando en Sicilia el Etna ronco
- Revienta incendios, su bifronte cima
- Cubre el Vesubio en humo denso y llamas,
- Turba el Averno sus calladas ondas;
- Y allá del Tibre en la ribera etrusca
- Se estremece la cúpula soberbia
- Que al Vicario de Cristo da sepulcro.
- ¿Quién pudo en tanto horror mover el plectro?
- ¿Quién dar al verso acordes armonías,
- Oyendo resonar grito de muerte?
- Tronó la tempestad: bramó iracundo
- El huracán, y arrebató a los campos
- Sus frutos, su matiz: la rica pompa
- Destrozó de los árboles sombríos:
- Todas huyeron tímidas las aves
- Del blando nido, en el espanto mudas;
- No más trinos de amor. Así agitaron
- Los tardos años mi existencia, y pudo
- Solo en región extraña el oprimido
- Ánimo hallar dulce descanso y vida.
- Breve será; que ya la tumba aguarda
- Y sus mármoles abre a recibirme;
- Ya los voy a ocupar... Si no es eterno
- El rigor de los hados, y reservan
- A mi patria infeliz mayor ventura,
- Dénsela presto, y mi postrer suspiro
- Será por ella... Prevenid en tanto
- Flébiles tonos, enlazad coronas
- De ciprés funeral, Musas celestes;
- Y donde a las del mar sus aguas mezcla
- El Garona opulento, en silencioso
- Bosque de lauros y menudos mirtos,
- Ocultad entre flores mis cenizas.
-
-
-
-
-DON MANUEL MARÍA DE ARJONA
-
-
-_66. La diosa del bosque_
-
- ¡Oh, si bajo estos árboles frondosos
- Se mostrase la célica hermosura
- Que vi algún día en inmortal dulzura
- Este bosque bañar!
- Del cielo tu benéfico descenso
- Sin duda ha sido, lúcida belleza:
- Deja, pues, diosa, que mi grato incienso
- Arda sobre tu altar.
- Que no es amor mi tímido alborozo,
- Y me acobarda el rígido escarmiento,
- Que ¡oh Piritöo! condenó tu intento
- Y tu intento, Ixïón.
- Lejos de mí sacrílega osadía:
- Bástame que con plácido semblante
- Aceptes, diosa, a mis anhelos pía,
- Mi ardiente adoración.
- Mi adoración y el cántico de gloria
- Que de mí el Pindo atónito ya espera:
- Baja tú a oírme de la sacra esfera
- ¡Oh radiante deidad!
- Y tu mirar más nítido y süave,
- He de cantar, que fúlgido lucero;
- Y el limpio encanto que infundirnos sabe
- Tu dulce majestad.
- De pureza jactándose natura,
- Te ha formado del cándido rocío
- Que sobre el nardo al apuntar de estío
- La aurora derramó;
- Y excelsamente lánguida retrata
- El rosicler pacífico de Mayo
- Tu alma: Favonio su frescura grata
- A tu hablar trasladó.
- ¡Oh imagen perfectísima del orden
- Que liga en lazos fáciles el mundo,
- Solo en los brazos de la paz fecundo,
- Solo amable en la paz!
- En vano con espléndido aparato
- Finge el arte solícito grandezas:
- Natura vence con sencillo ornato
- Tan altivo disfraz.
- Monarcas, que los pérsicos tesoros
- Ostentáis con magnífica porfía,
- Copiad el brillo de un sereno día
- Sobre el azul del mar:
- O copie estudio de émula hermosura
- De mi deidad el mágico descuido;
- Antes veremos la estrellada altura
- Los hombres escalar.
- Tú, mi verso, en magnánimo ardimiento
- Ya las alas del céfiro recibe,
- Y al pecho ilustre en que tu numen vive
- Vuela, vuela veloz;
- Y en los erguidos álamos ufana
- Penda siempre esta cítara, aunque nueva;
- Que ya a sus ecos hermosura humana
- No ha de ensalzar mi voz.
-
-
-
-
-DON ALBERTO LISTA
-
-
-_67. Al Sueño_
-
-_El himno del desgraciado_
-
- «_El grande y el pequeño_
- _Iguales son lo que les dura el sueño._»
-
- Desciende a mí, consolador Morfeo,
- Único dios que imploro,
- Antes que muera el esplendor febeo
- Sobre las playas del adusto moro.
- Y en tu regazo el importuno día
- Me encuentre aletargado,
- Cuando triunfante de la niebla umbría
- Asciende al trono del cenit dorado.
- Pierda en la noche y pierda en la mañana
- Tu calma silenciosa
- Aquel feliz que en lecho de oro y grana
- Estrecha al seno la adorada esposa.
- Y el que halagado con los dulces dones
- De Pluto y de Citeres,
- Las que a la tarde fueron ilusiones,
- A la aurora verá ciertos placeres.
- No halle jamás la matutina estrella
- En tus brazos rendido
- Al que bebió en los labios de su bella
- El suspiro de amor correspondido.
- ¡Ah! déjalos que gocen. Tu presencia
- No turbe su contento;
- Que es perpetua delicia su existencia
- Y un siglo de placer cada momento.
- Para ellos nace, el orbe colorando,
- La sonrosada aurora,
- Y el ave sus amores va cantando,
- Y la copia de Abril derrama Flora.
- Para ellos tiende su brillante velo
- La noche sosegada,
- Y de trémula luz esmalta el cielo,
- Y da al amor la sombra deseada.
- Si el tiempo del placer para el dichoso
- Huye en veloz carrera,
- Une con breve y plácido reposo
- Las dichas que ha gozado a las que espera.
- Mas ¡ay! a un alma del dolor guarida
- Desciende ya propicio;
- Cuanto me quites de la odiosa vida,
- Me quitarás de mi inmortal suplicio.
- ¿De qué me sirve el súbito alborozo
- Que a la aurora resuena,
- Si al despertar el mundo para el gozo,
- Solo despierto yo para la pena?
- ¿De qué el ave canora, o la verdura
- Del prado que florece,
- Si mis ojos no miran su hermosura,
- Y el universo para mí enmudece?
- El ámbar de la vega, el blando ruido,
- Con que el raudal se lanza,
- ¿Qué son ¡ay! para el triste que ha perdido,
- Último bien del hombre, la esperanza?
- Girará en vano, cuando el sol se ausente,
- La esfera luminosa;
- En vano, de almas tiernas confidente,
- Los campos bañará la luna hermosa.
- Esa blanda tristeza que derrama
- A un pecho enamorado,
- Si su tranquila amortiguada llama
- Resbala por las faldas del collado,
- No es para un corazón de quien ha huido
- La ilusión lisonjera,
- Cuando pidió, del desengaño herido,
- Su triste antorcha a la razón severa.
- Corta el hilo a mi acerba desventura,
- Oh tú, sueño piadoso;
- Que aquellas horas que tu imperio dura
- Se iguala el infeliz con el dichoso.
- Ignorada de sí yazca mi mente,
- Y muerto mi sentido;
- Empapa el ramo, para herir mi frente,
- En las tranquilas aguas del olvido.
- De la tumba me iguale tu beleño
- A la ceniza yerta,
- Solo ¡ay de mí! que del eterno sueño,
- Mas felice que yo, nunca despierta.
- Ni aviven mi existencia interrumpida
- Fantasmas voladores,
- Ni los sucesos de mi amarga vida
- Con tus pinceles lánguidos colores.
- No me acuerdes crüel de mi tormento
- La triste imagen fiera;
- Bástale su malicia al pensamiento,
- Sin darle tú el puñal para que hiera.
- Ni me halagues con pérfidos placeres,
- Que volarán contigo;
- Y el dolor de perderlos cuando huyeres
- De atreverme a gozar será el castigo.
- Deslízate callado, y encadena
- Mi ardiente fantasía;
- Que asaz libre será para la pena
- Cuando me entregues a la luz del día.
- Ven, termina la mísera querella
- De un pecho acongojado.
- ¡Imagen de la muerte! después de ella
- Eres el bien mayor del desgraciado.
-
-
-
-
-DON MANUEL JOSÉ QUINTANA
-
-
-_68. A España, después de la revolución de Marzo_
-
- ¿Qué era, decidme, la nación que un día
- Reina del mundo proclamó el destino,
- La que a todas las zonas extendía
- Su cetro de oro y su blasón divino?
- Volábase a occidente,
- Y el vasto mar Atlántico sembrado
- Se hallaba de su gloria y su fortuna.
- Do quiera España: en el preciado seno
- De América, en el Asia, en los confines
- Del África, allí España. El soberano
- Vuelo de la atrevida fantasía
- Para abarcarla se cansaba en vano;
- La tierra sus mineros le rendía,
- Sus perlas y coral el Oceáno.
- Y donde quier que revolver sus olas
- Él intentase, a quebrantar su furia
- Siempre encontraba costas españolas.
- Ora en el cieno del oprobio hundida,
- Abandonada a la insolencia ajena,
- Como esclava en mercado, ya aguardaba
- La ruda argolla y la servil cadena.
- ¡Qué de plagas, oh Dios! Su aliento impuro
- La pestilente fiebre respirando,
- Infestó el aire, emponzoñó la vida;
- La hambre enflaquecida
- Tendió sus brazos lívidos, ahogando
- Cuanto el contagio perdonó; tres veces
- De Jano el templo abrimos,
- Y a la trompa de Marte aliento dimos;
- Tres veces ¡ay! Los dioses tutelares
- Su escudo nos negaron, y nos vimos
- Rotos en tierra y rotos en los mares.
- ¿Qué en tanto tiempo viste
- Por tus inmensos términos, oh Iberia?
- ¿Qué viste ya sino funesto luto,
- Honda tristeza, sin igual miseria,
- De tu vil servidumbre acerbo fruto?
- Así, rota la vela, abierto el lado,
- Pobre bajel a naufragar camina,
- De tormenta en tormenta despeñado,
- Por los yermos del mar; ya ni en su popa
- Las guirnaldas se ven que antes le ornaban,
- Ni en señal de esperanza y de contento
- La flámula riendo al aire ondea.
- Cesó en su dulce canto el pasajero,
- Ahogó su vocerío
- El ronco marinero,
- Terror de muerte en torno le rodea,
- Terror de muerte silencioso y frío;
- Y él va a estrellarse al áspero bajío.
- Llega el momento, en fin; tiende su mano
- El tirano del mundo al occidente,
- Y fiero exclama: «El occidente es mío.»
- Bárbaro gozo en su ceñuda frente
- Resplandeció, como en el seno oscuro
- De nube tormentosa en el estío
- Relámpago fugaz brilla un momento
- Que añade horror con su fulgor sombrío.
- Sus guerreros feroces
- Con gritos de soberbia el viento llenan;
- Gimen los yunques, los martillos suenan,
- Arden las forjas. ¡Oh vergüenza! ¿Acaso
- Pensáis que espadas son para el combate
- Las que mueven sus manos codiciosas?
- No en tanto os estiméis: grillos, esposas,
- Cadenas son que en vergonzosos lazos
- Por siempre amarren tan inertes brazos.
- Estremeciose España
- Del indigno rumor que cerca oía,
- Y al grande impulso de su justa saña
- Rompió el volcán que en su interior hervía.
- Sus déspotas antiguos
- Consternados y pálidos se esconden;
- Resuena el eco de venganza en torno,
- Y del Tajo las márgenes responden:
- «¡Venganza!» ¿Dónde están, sagrado río,
- Los colosos de oprobio y de vergüenza
- Que nuestro bien en su insolencia ahogaban?
- Su gloria fue, nuestro esplendor comienza;
- Y tú, orgulloso y fiero,
- Viendo que aun hay Castilla y castellanos,
- Precipitas al mar tus rubias ondas,
- Diciendo: «Ya acabaron los tiranos.»
- ¡Oh triunfo! ¡Oh gloria! ¡Oh celestial momento!
- ¿Con que puede ya dar el labio mío
- El nombre augusto de la patria al viento?
- Yo le daré; mas no en el arpa de oro
- Que mi cantar sonoro
- Acompañó hasta aquí; no aprisionado
- En estrecho recinto, en que se apoca
- El numen en el pecho
- Y el aliento fatídico en la boca.
- Desenterrad la lira de Tirteo,
- Y al aire abierto, a la radiante lumbre
- Del sol, en la alta cumbre
- Del riscoso y pinífero Fuenfría,
- Allí volaré yo, y allí cantando
- Con voz que atruene en derredor la sierra,
- Lanzaré por los campos castellanos
- Los ecos de la gloria y de la guerra.
- ¡Guerra, nombre tremendo, ahora sublime,
- Único asilo y sacrosanto escudo
- Al ímpetu sañudo
- Del fiero Atila que a occidente oprime!
- ¡Guerra, guerra, españoles! En el Betis
- Ved del Tercer Fernando alzarse airada
- La augusta sombra; su divina frente
- Mostrar Gonzalo en la imperial Granada;
- Blandir el Cid su centellante espada,
- Y allá sobre los altos Pirineos,
- Del hijo de Jimena
- Animarse los miembros giganteos.
- En torvo ceño y desdeñosa pena
- Ved cómo cruzan por los aires vanos;
- Y el valor exhalando que se encierra
- Dentro del hueco de sus tumbas frías,
- En fiera y ronca voz pronuncian: «¡Guerra!
- ¡Pues qué! ¿Con faz serena
- Vierais los campos devastar opimos,
- Eterno objeto de ambición ajena,
- Herencia inmensa que afanando os dimos?
- Despertad, raza de héroes: el momento
- Llegó ya de arrojarse a la victoria;
- Que vuestro nombre eclipse nuestro nombre,
- Que vuestra gloria humille nuestra gloria.
- No ha sido en el gran día
- El altar de la patria alzado en vano
- Por vuestra mano fuerte.
- Juradlo, ella os lo manda: _¡Antes la muerte_
- _Que consentir jamás ningún tirano!_»
- Sí, yo lo juro, venerables sombras;
- Yo lo juro también, y en este instante
- Ya me siento mayor. Dadme una lanza,
- Ceñidme el casco fiero y refulgente;
- Volemos al combate, a la venganza;
- Y el que niegue su pecho a la esperanza,
- Hunda en el polvo la cobarde frente.
- Tal vez el gran torrente
- De la devastación en su carrera
- Me llevará. ¿Qué importa? ¿Por ventura
- No se muere una vez? ¿No iré, expirando,
- A encontrar nuestros ínclitos mayores?
- «¡Salud, oh padres de la patria mía,
- Yo les diré, salud! La heroica España
- De entre el estrago universal y horrores
- Levanta la cabeza ensangrentada,
- Y vencedora de su mal destino,
- Vuelve a dar a la tierra amedrentada
- Su cetro de oro y su blasón divino.»
-
-
-
-
-DON JUAN NICASIO GALLEGO
-
-
-_69. Elegía a la muerte
-de la Duquesa de Frías_
-
- Al sonante bramido
- Del piélago feroz que el viento ensaña
- Lanzando atrás del Turia la corriente;
- En medio al denegrido
- Cerco de nubes que de Sirio empaña
- Cual velo funeral la roja frente;
- Cuando el cárabo oscuro
- Ayes despide entre la breña inculta,
- Y a tardo paso soñoliento Arturo
- En el mar de occidente se sepulta;
- A los mustios reflejos
- Con que en las ondas alteradas tiembla
- De moribunda luna el rayo frío,
- Daré del mundo y de los hombres lejos
- Libre rienda al dolor del pecho mío.
- Sí, que al mortal a quien del hado el ceño
- A infortunios sin término condena,
- Sobre su cuello mísero cargando
- De uno en otro eslabón larga cadena,
- No en jardín halagüeño,
- Ni al puro ambiente de apacible aurora
- Soltar conviene el lastimero canto
- Con que al cielo importuna.
- Solitario arenal, sangrienta luna
- Y embravecidas olas acompañen
- Sus lamentos fatídicos ¡Oh lira
- Que escenas solo de aflicción recuerdas;
- Lira que ven mis ojos con espanto
- Y a recorrer tus cuerdas
- Mi ya trémula mano se resiste!
- Ven, lira del dolor. ¡Piedad no existe!
- ¡No existe, y vivo yo! ¡No existe aquella
- Gentil, discreta, incomparable amiga,
- Cuya presencia sola
- El tropel de mis penas disipaba!
- ¿Cuándo en tal hermosura alma tan bella
- De la corte española
- Más digno fue y espléndido ornamento?
- ¡Y aquel mágico acento
- Enmudeció por siempre, que llenaba
- De inefable dulzura el alma mía!
- Y ¡qué! fortuna impía,
- ¿Ni su postrer adiós oír me dejas?
- ¿Ni de su esposo amado
- Templar el llanto y las amargas quejas?
- ¿Ni el estéril consuelo
- De acompañar hasta el sepulcro helado
- Sus pálidos despojos?
- ¡Ay! Derramen sin duelo
- Sangre mi corazón, llanto mis ojos.
- ¿Por qué, por qué a la tumba,
- Insaciable de víctimas, tu amigo
- Antes que tú no descendió, Señora?
- ¿Por qué al menos contigo
- La memoria fatal no te llevaste
- Que es un tormento irresistible ahora?
- ¿Qué mármol hay que pueda
- En tan acerba angustia los aciagos
- Recuerdos resistir del bien perdido?
- Aún resuena en mi oído
- El espantoso obús lanzando estragos,
- Cuando mis ojos ávidos te vieron
- Por la primera vez. Cien bombas fueron
- A tu arribo marcial salva triunfante.
- Con inmóvil semblante
- Escucho amedrentado el son horrendo
- De los globos mortíferos, en torno
- Del leño frágil a tus pies cayendo,
- Y el agua que a su empuje se encumbraba
- Y hasta las altas grímpolas saltaba.
- El dulce soplo de Favonio en tanto
- Las velas hinche del bajel ligero,
- Sin que salude con festivo canto
- La suspirada costa el marinero.
- Ardiendo de la patria en fuego santo,
- Insensible al horror del bronce fiero,
- Fijar te miro impávida y serena
- La planta breve en la menuda arena.
- ¡Salve, oh Deidad! --del gaditano muro
- Grita la muchedumbre alborozada;
- ¡Salve, oh Deidad! --de gozo enajenada
- La ruidosa marina
- Que a ti se agolpa y el batel rodea;
- Y al cielo sube el aclamar sonoro
- Como al aplauso del celeste coro
- Salió del mar la hermosa Citerea.
- Absortas contemplaron
- El fuego de tus ojos
- Las bellas ninfas de la bella Gades;
- Absortas te envidiaron
- El pie donoso y la mejilla pura,
- El vivo esmalte de tus labios rojos,
- El albo seno y la gentil cintura.
- Yo te miraba atónito: no empero
- Sentí en el alma el pasador agudo
- De bastarda pasión; que a dicha pudo
- Del honor y el deber la ley severa
- Ser a mi pecho impenetrable escudo.
- Mas ¿quién el homenaje
- De afecto noble, de amistad sincera
- Cual yo te tributó, cuando el tesoro
- De tu divino ingenio descubría,
- Que en cuerpo tan gallardo relucía
- Como rico brillante en joya de oro?
- ¡Cuántas, ay, qué apacibles
- Horas en dulces pláticas pasadas
- Betis me viera de tu voz pendiente!
- ¡Cuántas en las calladas
- Florestas de Aranjuez el eco blando
- Detuvo el paso a la tranquila fuente!
- Ya el primor ensalzando
- Que al fragante clavel las hojas riza
- Y la ancha cola del pavón matiza;
- Ya la varia fortuna
- Del cetro godo y del laurel romano;
- O el poder sobrehumano
- Que de un soplo derroca
- Del alto solio al triunfador de Jena
- Y con duras amarras le encadena,
- Como al antiguo Encélado, a una roca.
- Pero otro don magnífico, sublime,
- Más alto que el ingenio y la hermosura,
- Debiste al Criador, vivaz destello
- De su lumbre inmortal, alma ternura.
- ¿Cuándo, cuándo al gemido
- Negó del infeliz oro tu mano,
- Ayes tu corazón? El escondido
- Volcán que decoroso
- Tu noble aspecto revelaba apenas,
- Un infortunio, un rasgo generoso,
- Un sacrificio heroico hervir hacía.
- Entonces agitado
- Tu rostro angelical resplandecía
- De más purpúreo rosicler cubierto:
- Del seno relevado
- La extraña conmoción, el entreabierto
- Labio, las refulgentes
- Ráfagas de tus ojos
- Que entre los anchos párpados brillaban,
- Las lágrimas ardientes
- Que a tus negras pestañas asomaban,
- El gesto, el ademán, los mal seguros
- Acentos, la expresión... ¡Ah! Nunca, nunca
- Tan insigne modelo
- De estro feliz, de inspiración divina
- Mostró Casandra en los dardanios muros
- Ni en las lides olímpicas Corina.
- Y solo al santo fuego
- De un pecho tan magnánimo pudiera
- Deber tu amigo el aire que respira.
- Solo a tu blando ruego
- La Amistad se vistiera
- Máscara y formas del Amor su hermano.
- ¿Quién sino tú, señora,
- Dejando inquieta la mullida pluma
- Antes que el frío tálamo la Aurora,
- Entrar osara en la mansión del crimen?
- ¿Quién sino tú del duro carcelero,
- Menos al son del oro empedernido
- Que al eco de los míseros que gimen,
- Quisiera el ceño soportar? Perdona,
- Cara Piedad, que mi indiscreta musa
- Publique al mundo tan heroico ejemplo,
- Y que mi gratitud cuelgue en el templo
- De la santa Amistad digna corona.
- En el mezquino lecho
- De cárcel solitaria
- Fiebre lenta y voraz me consumía,
- Cuando sordo a mis quejas
- Rayaba apenas en las altas rejas
- El perezoso albor del nuevo día.
- De planta cautelosa
- Insólito rumor hiere mi oído;
- Los vacilantes ojos
- Clavo en la ruda puerta estremecido
- Del súbito crujir de sus cerrojos,
- Y el repugnante gesto
- Del fiero alcaide mi atención excita,
- Que hacia mí sin cesar su mano agita
- Con labio mudo y sonreír funesto.
- Salto del lecho, y sígole azorado,
- Cruzando los revueltos corredores
- De aquella triste y lóbrega caverna
- Hasta un breve recinto iluminado
- De moribunda y fúnebre linterna.
- Y a par que por oculto
- Tránsito desparece
- Como visión fantástica el cerbero,
- De nuevo extraño bulto,
- Sombra confusa, que se acerca y crece,
- La angustia dobla de mi horror primero.
- Mas ¡cuál mi asombro fue cuando improvisa
- A la pálida luz mi vista errante
- Los bellos rasgos de Piedad divisa
- Entre los pliegues del cendal flotante!
- «¿Por qué, por qué benigna,»
- Clamé bañado en llanto de alborozo,
- «Osas pisar, Señora,
- »Esta morada indigna
- »Que tu respeto y tu virtud desdora?
- »¡Ah! si a la fuerza del inmenso gozo,
- »Del placer celestial que el alma oprime,
- »Hoy a tus plantas expirar consigo,
- »Mi fiebre, mi prisión, mi fin bendigo.
- »A este oscuro aposento
- »No a que de pena o de placer expires
- »La voz de la amistad mis pasos guía,
- »Sino a esforzar tu desmayado aliento
- »Contra los golpes de la suerte impía.
- »Su cuello al susto y la congoja doble
- »El que del crimen en su pecho sienta
- »El punzante aguijón; que al alma noble
- »Do la inocencia plácida se anida,
- »Ni el peso de los grillos la atormenta,
- »Ni el son de los cerrojos la intimida.
- »Recobra, amigo caro,
- »La esperanza marchita
- »Y el digno esfuerzo del varón constante.
- »Pronto será que el astro rutilante,
- »Que jamás estas bóvedas visita,
- »De la calumnia vil triunfar te vea:
- »Mi fausto anuncio tu consuelo sea.
- »Seralo, sí; lo juro;
- »Y aunque ese llanto que tu rostro inunda
- »Vaticinio tan próspero desmiente,
- »No me hará de fortuna el torvo ceño
- »Fruncir las cejas ni arrugar la frente;
- »Que el dichoso mortal a quien risueño
- »Mira el destino...» ¡No acabé! A deshora
- La aciaga voz del carcelero escucho,
- Diciendo: «es tarde; baste ya, Señora.»
- «¡Adiós! ¡adiós! Del vulgo malicioso
- »Que al despuntar del sol sacude el sueño
- »Temo el labio mordaz. ¡Adiós te queda!»
- «Aguarda»... «¡Adiós!»... Y en soledad sumido
- Oigo ¡ay de mí! del caracol torcido
- Barrer las gradas la crujiente seda.
- ¡Oh digno, oh generoso
- Dechado de amistad! ¡Oh alegre día!
- ¿Y en dónde estás, en dónde,
- Ángel consolador, Duquesa amada,
- Que no te mueve ya la angustia mía?
- ¡Gran Dios, y ni responde
- De su esposo infeliz al caro acento,
- Aunque en la tumba helada
- Lágrimas de dolor vierte a raudales!
- ¡Ni de su triste huérfana el lamento,
- Con ambos brazos al sepulcro asida,
- Ablanda sus entrañas maternales!
- ¡Oh dulces prendas de su amor! Al mármol
- En vano importunáis. Hará el rocío
- Del venidero Abril que al campo vuelva
- La verde pompa que abrasó el estío;
- Mas no esperéis que el túmulo sombrío
- La devorada víctima devuelva,
- Ni a sus profundos huecos
- Otra respuesta oír que sordos ecos.
- En él de bronce y oro,
- Ínclito vate[2], entallarán cinceles
- Vuestro heroico blasón, entretejiendo
- Con sus antiguas palmas tus laureles...
- ¡Inútil afanar! La sien ceñida
- De adelfa y mirto, pulsará tu mano
- La dolorosa cítara, moviendo
- El orbe todo a compasión... ¡En vano!
- Resonarán con ellas
- Mis gemidos simpáticos, y el coro
- De cuantos cisnes tu infortunio inspira
- Alzar podrá a su gloria
- Noble trofeo en canto peregrino.
- Mas ¡ay! ¿podrá su lira
- Forzar las puertas del Edén divino
- Y el diente ensangrentado
- Del áspid arrancar en ti clavado?
- A más alto poder, mísero amigo,
- Los ojos torna y el clamor dirige
- Que entre sollozos lúgubres exhalas.
- Al Ser inmenso que los orbes rige,
- En las rápidas alas
- De ferviente oración remonta el vuelo.
- Yo elevaré contigo
- Mis tiernos votos, y al gemir de aquella,
- Que en mis brazos creció, cándida niña,
- Trasunto vivo de tu esposa bella,
- Dará benigno el cielo
- Paz a su madre, a tu aflicción consuelo.
- Sí; que hasta el solio del Eterno llega
- El ardiente suspiro
- De quien con puro corazón le ruega,
- Como en su templo santo el humo sube
- Del balsámico incienso en vaga nube.
-
-
-
-
-DON JUAN MARÍA MAURY
-
-
-_70. La timidez_
-
- A las márgenes alegres
- Que el Guadalquivir fecunda,
- Y adonde ostenta pomposo
- El orgullo de su cuna,
- Vino Rosalba, sirena
- De los mares que tributan
- A España, entre perlas y oro,
- Peregrinas hermosuras.
- Más festiva que las auras,
- Más ligera que la espuma,
- Hermosa como los cielos,
- Gallarda como ninguna,
- Con el hechicero adorno
- De tantas bellezas juntas,
- No hay corazón que no robe,
- Ni quietud que no destruya.
- Así Rosalba se goza,
- Mas la que tanto procura
- Avasallar libertades,
- Al cabo empeña la suya.
- Lisardo, joven amable,
- Sobresale entre la turba
- De esclavos que por Rosalba
- Sufren de amor la coyunda.
- Tal vez sus floridos años
- No bien de la edad adulta
- Acaban de ver cumplida
- La primavera segunda.
- Aventajado en ingenio,
- Rico en bienes de fortuna,
- Dichoso, en fin, si supiera
- Que audacias amor indulta,
- Idólatra más que amante,
- Con adoración profunda,
- A Rosalba reverencia,
- Y deidad se la figura.
- Un día alcanza otro día
- Sin que su amor le descubra;
- El respeto le encadena
- Y ella su respeto culpa.
- Bien a Lisardo sus ojos
- Dijeran que más presuma;
- Pero él, comedido amante,
- O los huye o no los busca.
- Perdido y desconsolado,
- Una noche en que natura
- A meditación convida
- Con su pompa taciturna,
- Mientras el disco mudable,
- En que ceñirse acostumbra,
- Entre celajes de nácar
- Esconde tímida luna;
- Al margen del sacro río
- La inocente suerte acusa,
- Y así fatiga los aires
- Con endechas importunas:
- «Baja tu vuelo
- Amor altivo,
- Mira que al cielo
- Osado va;
- Buscas en vano
- Correspondencia;
- Amor insano,
- Déjame ya.
- »Déjame el alma
- Que otra vez libre
- Plácida calma
- Vuelva a tener:
- ¡Qué digo, necio!
- El cielo sabe
- Si más aprecio
- Mi padecer.
- »Gima y padezca.
- Una esperanza
- Sin que merezca
- A mi deidad;
- Sin que le pida
- Jamás el premio
- De mi perdida
- Felicidad.
- »Tímida boca,
- Nunca le digas
- La pasión loca
- Del corazón,
- Adonde oculto
- Está su templo,
- Y ofrenda y culto
- Lágrimas son.»
- Más dijera, pero el llanto,
- En que sus ojos abundan,
- Le interrumpe, y las palabras
- En la garganta se anudan.
- Cuando junto a la ribera,
- En un valle donde muchas
- Del árbol grato a Minerva
- Opimas ramas se cruzan,
- Süave cuanto sonora,
- Lisardo otra voz escucha,
- Que, enamorando los ecos
- Tales acentos modula:
- «Prepara el ensayo
- De más atractivos
- La rosa en los vivos
- Albores de Mayo:
- »Si al férvido rayo
- Su cáliz expone,
- Que el sol la corone
- En premio ha logrado,
- Y es reina del prado
- Y amor de Dïone.
- »¡Oh fuente! En eterno
- Olvido quedaras
- Si no te lanzaras
- Del seno materno;
- »Tal vez el invierno
- Tu curso demora,
- Mas tú, vencedora,
- Burlando las nieves,
- A tu ímpetu debes
- Los besos de Flora.
- »Y tú, que en dolores
- Consumes los años,
- Autor de tus daños
- Por vanos temores,
- »En pago de amores
- No temas enojos,
- Enjuga los ojos;
- Que el dios que te hiere
- Más culto no quiere
- Que audacias y arrojos.»
- Rayo son estas palabras
- Que al ciego joven alumbran,
- Quien su engaño reconoce
- Y la voz que las pronuncia.
- Y al valle se arroja, adonde
- Testigos de su ventura
- Fueron las amigas sombras
- De la noche y selva muda;
- Mas muda la selva en vano
- Y en vano la sombra oscura;
- No sufre orgullosa Venus
- Que sus victorias se encubran.
- Lo que celaron los ramos
- Las cortezas lo divulgan,
- Que en ellas dulces memorias
- Con emblemas perpetúan.
- Las Náyades en los troncos
- La fe y amor que se juran
- Leyeron, y ruborosas
- Se volvieron a sus urnas.
-
-
-
-
-DON JOSÉ JOAQUÍN DE MORA
-
-
-_71. El Estío_
-
- Hermosa fuente que al vecino río
- Sonora envías tu cristal undoso,
- Y tú, blanda cual sueño venturoso,
- Yerba empapada en matinal rocío:
- Augusta soledad del bosque umbrío
- Que da y protege el álamo frondoso,
- Amparad de verano riguroso
- Al inocente y fiel rebaño mío.
- Que ya el suelo feraz de la campiña
- Selló Julio con planta abrasadora
- Y su verdura a marchitar empieza;
- Y alegre ve la pampanosa viña
- En sus yemas la savia bienhechora
- Nuncio feliz de la otoñal riqueza.
-
-
-
-
-DON ANDRÉS BELLO
-
-
-_72. La agricultura de la zona tórrida_
-
- ¡Salve, fecunda zona,
- Que al sol enamorado circunscribes
- El vago curso, y cuanto ser se anima
- En cada vario clima,
- Acariciada de su luz, concibes!
- Tú tejes al verano su guirnalda
- De granadas espigas; tú la uva
- Das a la hirviente cuba:
- No de purpúrea flor, o roja, o gualda
- A tus florestas bellas
- Falta matiz alguno; y bebe en ellas
- Aromas mil el viento;
- Y greyes van sin cuento
- Paciendo tu verdura, desde el llano
- Que tiene por lindero el horizonte,
- Hasta el erguido monte,
- De inaccesible nieve siempre cano.
- Tú das la caña hermosa,
- De do la miel se acendra,
- Por quien desdeña el mundo los panales:
- Tú en urnas de coral cuajas la almendra
- Que en la espumante jícara rebosa:
- Bulle carmín viviente en tus nopales,
- Que afrenta fuera al múrice de Tiro;
- Y de tu añil la tinta generosa
- Émula es de la lumbre del zafiro;
- El vino es tuyo, que la herida agave
- Para los hijos vierte
- Del Anáhuac feliz; y la hoja es tuya
- Que cuando de süave
- Humo en espiras vagorosas huya,
- Solazará el fastidio al ocio inerte.
- Tú vistes de jazmines
- El arbusto sabeo,
- Y el perfume le das que en los festines
- La fiebre insana templará a Lieo.
- Para tus hijos la procera palma
- Su vario feudo cría,
- Y el ananás sazona su ambrosía:
- Su blanco pan la yuca,
- Sus rubias pomas la patata educa,
- Y el algodón despliega al aura leve
- Las rosas de oro y el vellón de nieve.
- Tendida para ti la fresca parcha
- En enramadas de verdor lozano,
- Cuelga de sus sarmientos trepadores
- Nectáreos globos y franjadas flores;
- Y para ti el maíz, jefe altanero
- De la espigada tribu, hinche su grano;
- Y para ti el banano
- Desmaya al peso de su dulce carga;
- El banano, primero
- De cuantos concedió bellos presentes
- Providencia a las gentes
- Del Ecuador feliz con mano larga.
- No ya de humanas artes obligado
- El premio rinde opimo:
- No es a la podadera, no al arado
- Deudor de su racimo;
- Escasa industria bástale, cual puede
- Hurtar a sus fatigas mano esclava:
- Crece veloz, y cuando exhausto acaba,
- Adulta prole en torno le sucede.
-
- Mas ¡oh! si cual no cede
- El tuyo, fértil zona, a suelo alguno,
- Y como de natura esmero ha sido,
- De tu indolente habitador lo fuera.
- ¡Oh! Si al falaz ruïdo
- La dicha al fin supiese verdadera
- Anteponer, que del umbral le llama
- Del labrador sencillo,
- Lejos del necio y vano
- Fausto, el mentido brillo,
- El ocio pestilente ciudadano.
- ¿Por qué ilusión funesta
- Aquellos que fortuna hizo señores
- De tan dichosa tierra y pingüe y varia,
- Al cuidado abandonan
- Y a la fe mercenaria
- Las patrias heredades,
- Y en el ciego tumulto se aprisionan
- De míseras ciudades,
- Do la ambición proterva
- Sopla la llama de civiles bandos,
- O al patriotismo la desidia enerva;
- Do el lujo las costumbres atosiga,
- Y combaten los vicios
- La incauta edad en poderosa liga?
- No allí con varoniles ejercicios
- Se endurece el mancebo a la fatiga;
- Mas la salud estraga en el abrazo
- De pérfida hermosura,
- Que pone en almoneda los favores;
- Mas pasatiempo estima
- Prender aleve en casto seno el fuego
- De ilícitos amores;
- O embebecido le hallará la aurora
- En mesa infame de ruinoso juego.
- En tanto a la lisonja seductora
- Del asiduo amador fácil oído
- Da la consorte: crece
- En la materna escuela
- De la disipación y el galanteo
- La tierna virgen, y al delito espuela
- Es antes el ejemplo que el deseo.
- ¿Y será que se formen de este modo
- Los ánimos heroicos denodados
- Que fundan y sustentan los Estados?
- ¿De la algazara del festín beodo,
- O de los coros de liviana danza,
- La dura juventud saldrá, modesta,
- Orgullo de la patria y esperanza?
- ¿Sabrá con firme pulso
- De la severa ley regir el freno,
- Brillar en torno aceros homicidas
- En la dudosa lid verá sereno,
- O animoso hará frente al genio altivo
- Del engreído mando en la tribuna,
- Aquel que ya en la cuna
- Durmió al arrullo del cantar lascivo,
- Que riza el pelo, y se unge y se atavía
- Con femenil esmero,
- Y en indolente ociosidad el día,
- O en criminal lujuria pasa entero?
- No así trató la triunfadora Roma
- Las artes de la paz y de la guerra;
- Antes fio las riendas del Estado
- A la mano robusta
- Que tostó el sol y encalleció el arado:
- Y bajo el techo humoso campesino
- Los hijos educó, que el conjurado
- Mundo allanaron al valor latino.
-
- ¡Oh! ¡Los que afortunados poseedores
- Habéis nacido de la tierra hermosa
- En que reseña hacer de sus favores,
- Como para ganaros y atraeros,
- Quiso naturaleza bondadosa,
- Romped el duro encanto
- Que os tiene entre murallas prisioneros!
- El vulgo de las artes laborioso,
- El mercader que, necesario al lujo,
- Al lujo necesita,
- Los que anhelando van tras el señuelo
- Del alto cargo y del honor ruidoso,
- La grey de aduladores parasita,
- Gustosos pueblen ese infecto caos;
- El campo es vuestra herencia: en él gozaos.
- ¿Amáis la libertad? El campo habita:
- No allá donde el magnate
- Entre armados satélites se mueve,
- Y de la moda, universal señora,
- Va la razón al triunfal carro atada,
- Y a la fortuna la insensata plebe,
- Y el noble al aura popular adora.
- ¿O la virtud amáis? ¡Ah! ¡Que el retiro,
- La solitaria calma
- En que, juez de sí misma, pasa el alma
- A las acciones muestra,
- Es de la vida la mejor maestra!
- ¿Buscáis durables goces,
- Felicidad, cuanta es al hombre dada
- Y a su terreno asiento, en que vecina
- Está la risa al llanto, y siempre ¡ah! siempre,
- Donde halaga la flor, punza la espina?
- Id a gozar la suerte campesina;
- La regalada paz, que ni rencores,
- Al labrador, ni envidias acibaran;
- La cama que mullida le preparan
- El contento, el trabajo, el aire puro;
- Y el sabor de los fáciles manjares,
- Que dispendiosa gula no le aceda;
- Y el asilo seguro
- De sus patrios hogares
- Que a la salud y al regocijo hospeda.
- El aura respirad de la montaña,
- Que vuelve al cuerpo laso
- El perdido vigor, que a la enojosa
- Vejez retarda el paso,
- Y el rostro a la beldad tiñe de rosa.
- ¿Es allí menos blanda por ventura
- De amor la llama, que templó el recato?
- ¿O menos aficiona la hermosura
- Que de extranjero ornato
- Y afeites impostores no se cura?
- ¿O el corazón escucha indiferente
- El lenguaje inocente
- Que los afectos sin disfraz expresa
- Y a la intención ajusta la promesa?
- No del espejo al importuno ensayo
- La risa se compone, el paso, el gesto;
- No falta allí carmín al rostro honesto
- Que la modestia y la salud colora,
- Ni la mirada que lanzó al soslayo
- Tímido amor, la senda al alma ignora.
- ¿Esperaréis que forme
- Más venturosos lazos himeneo,
- Do el interés barata,
- Tirano del deseo,
- Ajena mano y fe por nombre o plata,
- Que do conforme gusto, edad conforme,
- Y elección libre, y mutuo ardor los ata?
-
- Allí también deberes
- Hay que llenar: cerrad, cerrad las hondas
- Heridas de la guerra: el fértil suelo,
- Áspero ahora y bravo,
- Al desacostumbrado yugo torne
- Del arte humana y le tribute esclavo.
- Del obstruido estanque y del molino
- Recuerden ya las aguas el camino:
- El intrincado bosque el hacha rompa,
- Consuma el fuego: abrid en luengas calles
- La obscuridad de su infructuosa pompa.
- Abrigo den los valles
- A la sedienta caña;
- La manzana y la pera
- En la fresca montaña
- El cielo olviden de su madre España;
- Adorne la ladera
- El cafetal; ampare
- A la tierna teobroma en la ribera
- La sombra maternal de su bucare:
- Aquí el vergel, allá la huerta ría...
- ¿Es ciego error de ilusa fantasía?
- Ya dócil a tu voz, agricultura,
- Nodriza de las gentes, la caterva
- Servil armada va de corvas hoces;
- Mírola ya que invade la espesura
- De la floresta opaca; oigo las voces;
- Siento el rumor confuso, el hierro suena;
- Los golpes el lejano
- Eco redobla; gime el ceibo anciano,
- Que a numerosa tropa
- Largo tiempo fatiga:
- Batido de cien hachas se estremece,
- Estalla al fin, y rinde el ancha copa.
- Huyó la fiera; deja el caro nido,
- Deja la prole implume
- El ave, y otro bosque no sabido
- De los humanos, va a buscar doliente...
- ¿Qué miro? Alto torrente
- De sonorosa llama
- Corre, y sobre las áridas ruinas
- De la postrada selva se derrama.
- El raudo incendio a gran distancia brama,
- Y el humo en negro remolino sube,
- Aglomerando nube sobre nube.
- Ya de lo que antes era
- Verdor hermoso y fresca lozanía,
- Solo difuntos troncos,
- Solo cenizas quedan, monumento
- De la dicha mortal, burla del viento.
- Mas al vulgo bravío
- De las tupidas plantas montaraces
- Sucede ya el fructífero plantío
- En muestra ufana de ordenados haces.
- Ya ramo a ramo alcanza
- Y a los rollizos tallos hurta el día:
- Ya la primera flor desvuelve el seno,
- Bello a la vista, alegre a la esperanza:
- A la esperanza, que riendo enjuga
- Del fatigado agricultor la frente,
- Y allá a lo lejos el opimo fruto
- Y la cosecha apañadora pinta,
- Que lleva de los campos el tributo,
- Colmado el cesto, y con la falda en cinta:
- Y bajo el peso de los largos bienes
- Con que al colono acude,
- Hace crujir los vastos almacenes.
-
- ¡Buen Dios! no en vano sude,
- Mas a merced y compasión te mueva
- La gente agricultora
- Del Ecuador, que del desmayo triste
- Con renovado aliento vuelve ahora,
- Y tras tanta zozobra, ansia, tumulto,
- Tantos años de fiera
- Devastación y militar insulto,
- Aun más que tu clemencia antigua implora.
- Su rústica piedad, pero sincera,
- Halle a tus ojos gracia: no el risueño
- Porvenir que las penas le aligera,
- Cual de dorado sueño
- Visión falaz, desvanecido llore:
- Intempestiva lluvia no maltrate
- El delicado embrión: el diente impío
- Del insecto roedor no lo devore:
- Sañudo vendaval no lo arrebate,
- Ni agote al árbol el materno jugo
- La calorosa sed de largo estío.
- Y pues al fin te plugo,
- Árbitro de la suerte soberano,
- Que suelto el cuello de extranjero yugo
- Erguiese al cielo el hombre americano,
- Bendecida de ti se arraigue y medre
- Su libertad; en el más hondo encierra
- De los abismos la malvada guerra,
- Y el miedo de la espada asoladora
- Al suspicaz cultivador no arredre
- Del arte bienhechora,
- Que las familias nutre y los Estados:
- La azorada inquietud deje las almas,
- Deje la triste herrumbre los arados.
- Asaz de nuestros padres malhadados
- Expiamos la bárbara conquista.
- ¿Cuántas doquier la vista
- No asombran erizadas soledades,
- Do cultos campos fueron, do ciudades?
- De muertes, proscripciones,
- Suplicios, orfandades,
- ¿Quién contará la pavorosa suma?
- Saciadas duermen ya de sangre ibera
- Las sombras de Atahualpa y Moctezuma.
- ¡Ah! Desde el alto asiento
- En que escabel te son alados coros
- Que velan en pasmado acatamiento
- La faz ante la lumbre de tu frente
- (Si merece por dicha una mirada
- Tuya la sin ventura humana gente),
- El ángel nos envía,
- El ángel de la paz, que al crudo ibero
- Haga olvidar la antigua tiranía,
- Y acatar reverente el que a los hombres
- Sagrado diste, imprescriptible fuero;
- Que alargar le haga al injuriado hermano
- (¡Ensangrentola asaz!) la diestra inerme;
- Y si la innata mansedumbre duerme,
- La despierte en el pecho americano.
- El corazón lozano
- Que una feliz obscuridad desdeña,
- Que en el azar sangriento del combate
- Alborozado late,
- Y codicioso de poder o fama,
- Nobles peligros ama;
- Baldón estime solo y vituperio
- El prez que de la patria no reciba,
- La libertad más dulce que el imperio,
- Y más hermosa que el laurel la oliva.
- Ciudadano el soldado,
- Deponga de la guerra la librea:
- El ramo de victoria
- Colgado al ara de la patria sea,
- Y sola adorne al mérito la gloria.
- De su trïunfo entonces patria mía,
- Verá la paz el suspirado día;
- La paz, a cuya vista el mundo llena
- Alma, serenidad y regocijo,
- Vuelve alentado el hombre a la faena,
- Alza el ancla la nave, a las amigas
- Auras encomendándose animosa,
- Enjámbrase el taller, hierve el cortijo,
- Y no basta la hoz a las espigas.
-
- ¡Oh jóvenes naciones, que ceñida
- Alzáis sobre el atónito Occidente
- De tempranos laureles la cabeza!
- Honrad al campo, honrad la simple vida
- Del labrador y su frugal llaneza.
- Así tendrán en vos perpetuamente
- La libertad morada,
- Y freno la ambición, y la ley templo.
- Las gentes a la senda
- De la inmortalidad, ardua y fragosa,
- Se animarán, citando vuestro ejemplo.
- Lo emulará celosa
- Vuestra posteridad, y nuevos nombres
- Añadiendo la fama
- A los que ahora aclama,
- «Hijos son estos, hijos
- (Pregonará a los hombres)
- De los que vencedores superaron
- De los Andes la cima:
- De los que en Boyacá, los que en la arena
- De Maipo y en Junín, y en la campaña
- Gloriosa de Apurima,
- Postrar supieron al león de España.»
-
-
-
-
-DON JOSÉ MARÍA HEREDIA
-
-
-_73. Niágara_
-
- Dadme mi lira, dádmela: que siento
- En mi alma estremecida y agitada
- Arder la inspiración. ¡Oh! ¡cuánto tiempo
- En tinieblas pasó, sin que mi frente
- Brillase con su luz!... Niágara undoso,
- Sola tu faz sublime ya podría
- Tornarme el don divino, que ensañada
- Me robó del dolor la mano impía.
- Torrente prodigioso, calma, acalla
- Tu trueno aterrador: disipa un tanto
- Las tinieblas que en torno te circundan,
- Y déjame mirar tu faz serena,
- Y de entusiasmo ardiente mi alma llena.
- Yo digno soy de contemplarte: siempre,
- Lo común y mezquino desdeñando,
- Ansié por lo terrífico y sublime.
- Al despeñarse el huracán furioso,
- Al retumbar sobre mi frente el rayo,
- Palpitando gocé: vi al Océano
- Azotado del austro proceloso
- Combatir mi bajel, y ante mis plantas
- Sus abismos abrir, y amé el peligro,
- Y sus iras amé: mas su fiereza
- En mi alma no dejara
- La profunda impresión que tu grandeza.
- Corres sereno y majestuoso, y luego
- En ásperos peñascos quebrantado,
- Te abalanzas violento, arrebatado,
- Como el destino irresistible y ciego.
- ¿Qué voz humana describir podría
- De la sirte rugiente
- La aterradora faz? El alma mía
- En vagos pensamientos se confunde,
- Al contemplar la férvida corriente,
- Que en vano quiere la turbada vista
- En su vuelo seguir al borde oscuro
- Del precipicio altísimo: mil olas,
- Cual pensamiento rápidas pasando,
- Chocan y se enfurecen,
- Y otras mil y otras mil ya las alcanzan,
- Y entre espuma y fragor desaparecen.
- Mas llegan... saltan... el abismo horrendo
- Devora los torrentes despeñados;
- Crúzanse en él mil iris, y asordados
- Vuelven los bosques el fragor tremendo.
- Al golpe violentísimo en las peñas
- Rómpese el agua, y salta, y una nube
- De revueltos vapores
- Cubre el abismo en remolinos, sube,
- Gira en torno, y al cielo
- Cual pirámide inmensa se levanta,
- Y por sobre los bosques que le cercan
- Al solitario cazador espanta.
- Mas ¿qué en ti busca mi anhelante vista
- Con inquieto afanar? ¿Por qué no miro
- Alrededor de tu caverna inmensa
- Las palmas ¡ay! las palmas deliciosas,
- Que en las llanuras de mi ardiente patria
- Nacen del sol a la sonrisa, y crecen,
- Y al soplo de la brisa del Océano
- Bajo un cielo purísimo se mecen?
- Este recuerdo a mi pesar me viene...
- Nada ¡oh Niágara! falta a tu destino,
- Ni otra corona que el agreste pino
- A tu terrible majestad conviene.
- La palma y mirto, y delicada rosa,
- Muelle placer inspiren y ocio blando
- En frívolo jardín: a ti la suerte
- Guarda más digno objeto y más sublime.
- El alma libre, generosa y fuerte,
- Viene, te ve, se asombra,
- Menosprecia los frívolos deleites
- Y aun se siente elevar cuando te nombra.
- ¡Dios, Dios de la verdad! en otros climas
- Vi monstruos execrables
- Blasfemando tu nombre sacrosanto,
- Sembrar error y fanatismo impío,
- Los campos inundar con sangre y llanto,
- De hermanos atizar la infanda guerra
- Y desolar frenéticos la tierra.
- Vilos, y el pecho se inflamó a su vista
- En grave indignación. Por otra parte
- Vi mentidos filósofos que osaban
- Escrutar tus misterios, ultrajarte,
- Y de impiedad al lamentable abismo
- A los míseros hombres arrastraban:
- Por eso siempre te buscó mi mente
- En la sublime soledad: ahora
- Entera se abre a ti; tu mano siente
- En esta inmensidad que me circunda,
- Y tu profunda voz baja a mi seno
- De este raudal en el eterno trueno.
- ¡Asombroso torrente!
- ¡Cómo tu vista mi ánimo enajena
- Y de terror y admiración me llena!
- ¿Do tu origen está? ¿Quién fertiliza
- Por tantos siglos tu inexhausta fuente?
- ¿Qué poderosa mano
- Hace que al recibirte
- No rebose en la tierra el Oceáno?
- Abrió el Señor su mano omnipotente,
- Cubrió tu faz de nubes agitadas,
- Dio su voz a tus aguas despeñadas
- Y ornó con su arco tu terrible frente.
- Miro tus aguas que incansables corren,
- Como el largo torrente de los siglos
- Rueda en la eternidad: así del hombre
- Pasan volando los floridos días
- Y despierta el dolor... ¡Ay! ya agotada
- Siento mi juventud, mi faz marchita,
- Y la profunda pena que me agita
- Ruga mi frente de dolor nublada.
- Nunca tanto sentí como este día
- Mi mísero aislamiento, mi abandono,
- Mi lamentable desamor... ¿Podría
- Una alma apasionada y borrascosa
- Sin amor ser feliz?... ¡Oh! ¡Si una hermosa
- Digna de mí me amase
- Y de este abismo al borde turbulento
- Mi vago pensamiento
- Y mi andar solitario acompañase!
- ¡Cual gozara al mirar su faz cubrirse
- De leve palidez, y ser más bella
- En su dulce terror, y sonreírse
- Al sostenerla en mis amantes brazos!...
- ¡Delirios de virtud!... ¡Ay! desterrado,
- Sin patria, sin amores,
- Solo miro ante mí llanto y dolores.
- ¡Niágara poderoso!
- Oye mi última voz: en pocos años
- Ya devorado habrá la tumba fría
- A tu débil cantor. ¡Duren mis versos
- Cual tu gloria inmortal! Pueda piadoso,
- Al contemplar tu faz algún viajero,
- Dar un suspiro a la memoria mía.
- Y yo al hundirse el sol en Occidente,
- Vuele gozoso do el Criador me llama,
- Y al escuchar los ecos de mi fama
- Alce en las nubes la radiosa frente.
-
-
-
-
-DUQUE DE RIVAS
-
-
-_74. El faro de Malta_
-
- Envuelve al mundo extenso triste noche,
- Ronco huracán y borrascosas nubes
- Confunden y tinieblas impalpables
- El cielo, el mar, la tierra:
- Y tú invisible te alzas, en tu frente
- Ostentando de fuego una corona,
- Cual rey del caos, que refleja y arde
- Con luz de paz y vida.
- En vano ronco el mar alza sus montes
- Y revienta a tus pies, do rebramante
- Creciendo en blanca espuma, esconde y borra
- El abrigo del puerto:
- Tú, con lengua de fuego, aquí está dices,
- Sin voz hablando al tímido piloto,
- Que como a numen bienhechor te adora,
- Y en ti los ojos clava.
- Tiende apacible noche el manto rico,
- Que céfiro amoroso desenrolla,
- Recamado de estrellas y luceros,
- Por él rueda la luna;
- Y entonces tú, de niebla vaporosa
- Vestido, dejas ver en formas vagas
- Tu cuerpo colosal, y tu diadema
- Arde al par de los astros.
- Duerme tranquilo el mar, pérfido esconde
- Rocas aleves, áridos escollos;
- Falso señuelo son, lejanas cumbres
- Engañan a las naves.
- Mas tú, cuyo esplendor todo lo ofusca,
- Tú, cuya inmoble posición indica
- El trono de un monarca, eres su norte,
- Les adviertes su engaño.
- Así de la razón arde la antorcha,
- En medio del furor de las pasiones
- O de aleves halagos de fortuna,
- A los ojos del alma.
- Desque refugio de la airada suerte
- En esta escasa tierra que presides,
- Y grato albergue el cielo bondadoso
- Me concedió propicio;
- Ni una vez solo a mis pesares busco
- Dulce olvido del sueño entre los brazos
- Sin saludarte, y sin tornar los ojos
- A tu espléndida frente.
- ¡Cuántos, ay, desde el seno de los mares
- Al par los tornarán!... tras larga ausencia
- Unos, que vuelven a su patria amada,
- A sus hijos y esposa.
- Otros prófugos, pobres, perseguidos,
- Que asilo buscan, cual busqué, lejano,
- Y a quienes que lo hallaron tu luz dice,
- Hospitalaria estrella.
- Arde, y sirve de norte a los bajeles,
- Que de mi patria, aunque de tarde en tarde,
- Me traen nuevas amargas, y renglones
- Con lágrimas escritos.
- Cuando la vez primera deslumbraste
- Mis afligidos ojos, ¡cuál mi pecho,
- Destrozado y hundido en amargura
- Palpitó venturoso!
- Del Lacio moribundo las riberas
- Huyendo inhospitables, contrastado
- Del viento y mar entre ásperos bajíos
- Vi tu lumbre divina:
- Viéronla como yo los marineros,
- Y, olvidando los votos y plegarias
- Que en las sordas tinieblas se perdían,
- ¡¡Malta!! ¡¡Malta!!, gritaron;
- Y fuiste a nuestros ojos la aureola
- Que orna la frente de la santa imagen
- En quien busca afanoso peregrino
- La salud y el consuelo.
- Jamás te olvidaré, jamás... Tan solo
- Trocara tu esplendor, sin olvidarlo,
- Rey de la noche, y de tu excelsa cumbre
- La benéfica llama,
- Por la llama y los fúlgidos destellos
- Que lanza, reflejando al sol naciente,
- El arcángel dorado que corona
- De Córdoba la torre.
-
-
-_75. Un castellano leal_
-
-ROMANCE PRIMERO
-
- «Hola, hidalgos y escuderos
- De mi alcurnia y mi blasón,
- Mirad como bien nacidos
- De mi sangre y casa en pro.
- »Esas puertas se defiendan;
- Que no ha de entrar, vive Dios,
- Por ellas, quien no estuviere
- Más limpio que lo está el sol.
- »No profane mi palacio
- Un fementido traidor
- Que contra su Rey combate
- Y que a su patria vendió.
- »Pues si él es de Reyes primo,
- Primo de Reyes soy yo;
- Y conde de Benavente
- Si él es duque de Borbón.
- »Llevándole de ventaja
- Que nunca jamás manchó
- La traición mi noble sangre,
- Y haber nacido español.»
-
- Así atronaba la calle
- Una ya cascada voz,
- Que de un palacio salía
- Cuya puerta se cerró;
- Y a la que estaba a caballo
- Sobre un negro pisador,
- Siendo en su escudo las lises
- Más bien que timbre baldón,
- Y de pajes y escuderos
- Llevando un tropel en pos
- Cubiertos de ricas galas,
- El gran duque de Borbón:
- El que lidiando en Pavía,
- Más que valiente, feroz,
- Gozose en ver prisionero
- A su natural señor;
- Y que a Toledo ha venido,
- Ufano de su traición,
- Para recibir mercedes
- Y ver al Emperador.
-
-ROMANCE SEGUNDO
-
- En una anchurosa cuadra
- Del alcázar de Toledo,
- Cuyas paredes adornan
- Ricos tapices flamencos,
- Al lado de una gran mesa,
- Que cubre de terciopelo
- Napolitano tapete
- Con borlones de oro y flecos;
- Ante un sillón de respaldo
- Que entre bordado arabesco
- Los timbres de España ostentan
- Y el águila del imperio,
- De pie estaba Carlos Quinto,
- Que en España era primero,
- Con gallardo y noble talle,
- Con noble y tranquilo aspecto.
-
- De brocado de oro y blanco
- Viste tabardo tudesco,
- De rubias martas orlado,
- Y desabrochado y suelto,
- Dejando ver un justillo
- De raso jalde, cubierto
- Con primorosos bordados
- Y costosos sobrepuestos,
- Y la excelsa y noble insignia
- Del Toisón de oro, pendiendo
- De una preciosa cadena
- En la mitad de su pecho.
- Un birrete de velludo
- Con un blanco airón, sujeto
- Por un joyel de diamantes
- Y un antiguo camafeo,
- Descubre por ambos lados,
- Tanta majestad cubriendo,
- Rubio, cual barba y bigote,
- Bien atusado el cabello.
- Apoyada en la cadera
- La potente diestra ha puesto,
- Que aprieta dos guantes de ámbar
- Y un primoroso mosquero,
- Y con la siniestra halaga
- De un mastín muy corpulento,
- Blanco y las orejas rubias,
- El ancho y carnoso cuello.
-
- Con el Condestable insigne,
- Apaciguador del reino,
- De los pasados disturbios
- Acaso está discurriendo;
- O del trato que dispone
- Con el Rey de Francia preso,
- O de asuntos de Alemania
- Agitada por Lutero;
- Cuando un tropel de caballos
- Oye venir a lo lejos
- Y ante el alcázar pararse,
- Quedando todo en silencio.
- En la antecámara suena
- Rumor impensado luego,
- Ábrese al fin la mampara
- Y entra el de Borbón soberbio,
- Con el semblante de azufre
- Y con los ojos de fuego,
- Bramando de ira y de rabia
- Que enfrena mal el respeto;
- Y con balbuciente lengua,
- Y con mal borrado ceño,
- Acusa al de Benavente,
- Un desagravio pidiendo.
-
- Del español Condestable
- Latió con orgullo el pecho,
- Ufano de la entereza
- De su esclarecido deudo.
- Y aunque advertido procura
- Disimular cual discreto,
- A su noble rostro asoman
- La aprobación y el contento.
- El Emperador un punto
- Quedó indeciso y suspenso,
- Sin saber qué responderle
- Al francés, de enojo ciego.
- Y aunque en su interior se goza
- Con el proceder violento
- Del conde de Benavente,
- De altas esperanzas lleno
- Por tener tales vasallos,
- De noble lealtad modelos,
- Y con los que el ancho mundo
- Será a sus glorias estrecho.
- Mucho al de Borbón le debe
- Y es fuerza satisfacerlo:
- Le ofrece para calmarlo
- Un desagravio completo.
- Y, llamando a un gentil-hombre,
- Con el semblante severo
- Manda que el de Benavente
- Venga a su presencia presto.
-
-ROMANCE TERCERO
-
- Sostenido por sus pajes
- Desciende de su litera
- El conde de Benavente
- Del alcázar a la puerta.
- Era un viejo respetable,
- Cuerpo enjuto, cara seca,
- Con dos ojos como chispas,
- Cargados de largas cejas,
- Y con semblante muy noble,
- Mas de gravedad tan seria
- Que veneración de lejos
- Y miedo causa de cerca.
- Eran su traje unas calzas
- De púrpura de Valencia,
- Y de recamado ante
- Un coleto a la leonesa:
- De fino lienzo gallego
- Los puños y la gorguera,
- Unos y otra guarnecidos
- Con randas barcelonesas:
- Un birretón de velludo
- Con su cintillo de perlas,
- Y el gabán de paño verde
- Con alamares de seda.
- Tan solo de Calatrava
- La insignia española lleva;
- Que el Toisón ha despreciado
- Por ser orden extranjera.
-
- Con paso tardo, aunque firme,
- Sube por las escaleras,
- Y al verle, las alabardas
- Un golpe dan en la tierra.
- Golpe de honor, y de aviso
- De que en el alcázar entra
- Un Grande, a quien se le debe
- Todo honor y reverencia.
- Al llegar a la antesala,
- Los pajes que están en ella
- Con respeto le saludan
- Abriendo las anchas puertas.
- Con grave paso entra el conde
- Sin que otro aviso preceda,
- Salones atravesando
- Hasta la cámara regia.
-
- Pensativo está el Monarca,
- Discurriendo como pueda
- Componer aquel disturbio
- Sin hacer a nadie ofensa.
- Mucho al de Borbón le debe,
- Aun mucho más de él espera,
- Y al de Benavente mucho
- Considerar le interesa.
- Dilación no admite el caso,
- No hay quien dar consejo pueda
- Y Villalar y Pavía
- A un tiempo se le recuerdan.
- En el sillón asentado
- Y el codo sobre la mesa,
- Al personaje recibe,
- Que comedido se acerca.
- Grave el conde le saluda
- Con una rodilla en tierra,
- Mas como Grande del reino
- Sin descubrir la cabeza.
- El Emperador benigno
- Que alce del suelo le ordena,
- Y la plática difícil
- Con sagacidad empieza.
- Y entre severo y afable
- Al cabo le manifiesta
- Que es el que a Borbón aloje
- Voluntad suya resuelta.
- Con respeto muy profundo,
- Pero con la voz entera,
- Respóndele Benavente,
- Destocando la cabeza:
- «Soy, señor, vuestro vasallo,
- Vos sois mi rey en la tierra,
- A vos ordenar os cumple
- De mi vida y de mi hacienda.
- »Vuestro soy, vuestra mi casa,
- De mí disponed y de ella,
- Pero no toquéis mi honra
- Y respetad mi conciencia.
- »Mi casa Borbón ocupe
- Puesto que es voluntad vuestra,
- Contamine sus paredes,
- Sus blasones envilezca;
- »Que a mí me sobra en Toledo
- Donde vivir, sin que tenga
- Que rozarme con traidores,
- Cuyo solo aliento infesta.
- »Y en cuanto él deje mi casa,
- Antes de tornar yo a ella,
- Purificaré con fuego
- Sus paredes y sus puertas.»
- Dijo el conde, la real mano
- Besó, cubrió su cabeza,
- Y retirose bajando
- A do estaba su litera.
- Y a casa de un su pariente
- Mandó que le condujeran,
- Abandonando la suya
- Con cuanto dentro se encierra.
- Quedó absorto Carlos Quinto
- De ver tan noble firmeza,
- Estimando la de España
- Más que la imperial diadema.
-
-ROMANCE CUARTO
-
- Muy pocos días el duque
- Hizo mansión en Toledo,
- Del noble conde ocupando
- Los honrados aposentos.
- Y la noche en que el palacio
- Dejó vacío, partiendo,
- Con su séquito y sus pajes,
- Orgulloso y satisfecho,
- Turbó la apacible luna
- Un vapor blanco y espeso
- Que de las altas techumbres
- Se iba elevando y creciendo:
- A poco rato tornose
- En humo confuso y denso
- Que en nubarrones oscuros
- Ofuscaba el claro cielo;
- Después en ardientes chispas,
- Y en un resplandor horrendo
- Que iluminaba los valles
- Dando en el Tajo reflejos,
- Y al fin su furor mostrando
- En embravecido incendio
- Que devoraba altas torres
- Y derrumbaba altos techos.
- Resonaron las campanas,
- Conmoviose todo el pueblo,
- De Benavente el palacio
- Presa de las llamas viendo.
- El Emperador confuso
- Corre a procurar remedio,
- En atajar tanto daño
- Mostrando tenaz empeño.
- En vano todo: tragose
- Tantas riquezas el fuego,
- A la lealtad castellana
- Levantando un monumento.
- Aun hoy unos viejos muros
- Del humo y las llamas negros
- Recuerdan acción tan grande
- En la famosa Toledo.
-
-
-
-
-DON JOSÉ DE ESPRONCEDA
-
-
-_76. Himno de la Inmortalidad_
-
- ¡Salve, llama creadora del mundo,
- Lengua ardiente de eterno saber,
- Puro germen, principio fecundo
- Que encadenas la muerte a tus pies!
- Tú la inerte materia espoleas,
- Tú la ordenas juntarse y vivir,
- Tú su lodo modelas, y creas
- Miles seres de formas sin fin.
- Desbarata tus obras en vano
- Vencedora la muerte tal vez;
- De sus restos levanta tu mano
- Nuevas obras triunfante otra vez.
- Tú la hoguera del sol alimentas,
- Tú revistes los cielos de azul,
- Tú la luna en las sombras argentas,
- Tú coronas la aurora de luz.
- Gratos ecos al bosque sombrío,
- Verde pompa a los árboles das,
- Melancólica música al río,
- Ronco grito a las olas del mar.
- Tú el aroma en las flores exhalas,
- En los valles suspiras de amor,
- Tú murmuras del aura en las alas,
- En el Bóreas retumba tu voz.
- Tú derramas el oro en la tierra
- En arroyos de hirviente metal;
- Tú abrillantas la perla que encierra
- En su abismo profundo la mar.
- Tú las cárdenas nubes extiendes,
- Negro manto que agita Aquilón;
- Con tu aliento los aires enciendes,
- Tus rugidos infunden pavor.
- Tú eres pura simiente de vida,
- Manantial sempiterno del bien;
- Luz del mismo Hacedor desprendida,
- Juventud y hermosura es tu ser.
- Tú eres fuerza secreta que el mundo
- En sus ejes impulsa a rodar,
- Sentimiento armonioso y profundo
- De los orbes que anima tu faz.
- De tus obras los siglos que vuelan
- Incansables artífices son,
- Del espíritu ardiente cincelan
- Y embellecen la estrecha prisión.
- Tú en violento, veloz torbellino
- Los empujas enérgica, y van;
- Y adelante en tu raudo camino
- A otros siglos ordenas llegar.
- Y otros siglos ansiosos se lanzan,
- Desparecen y llegan sin fin,
- Y en su eterno trabajo se alcanzan,
- Y se arrancan sin tregua el buril.
- Y afanosos sus fuerzas emplean
- En tu inmenso taller sin cesar,
- Y en la tosca materia golpean,
- Y redobla el trabajo su afán.
- De la vida en el hondo Oceáno
- Flota el hombre en perpetuo vaivén,
- Y derrama abundante tu mano
- La creadora semilla en su ser.
- Hombre débil, levanta la frente,
- Pon tu labio en su eterno raudal;
- Tú serás como el sol en Oriente,
- Tú serás como el mundo, inmortal.
-
-
-_77. Canción del Pirata_
-
- Con diez cañones por banda,
- Viento en popa a toda vela,
- No corta el mar, sino vuela
- Un velero bergantín:
- Bajel pirata que llaman,
- Por su bravura, el _Temido_,
- En todo mar conocido
- Del uno al otro confín.
- La luna en el mar riela,
- En la lona gime el viento,
- Y alza en blando movimiento
- Olas de plata y azul;
- Y ve el capitán pirata,
- Cantando alegre en la popa,
- Asia a un lado, al otro Europa,
- Y allá a su frente Estambul,
- «Navega, velero mío,
- Sin temor;
- Que ni enemigo navío,
- Ni tormenta, ni bonanza
- Tu rumbo a torcer alcanza,
- Ni a sujetar tu valor.
- »Veinte presas
- Hemos hecho
- A despecho
- Del inglés,
- Y han rendido
- Sus pendones
- Cien naciones
- A mis pies.»
- _Que es mi barco mi tesoro,_
- _Que es mi Dios la libertad,_
- _Mi ley la fuerza y el viento,_
- _Mi única patria la mar._
-
- «Allá muevan feroz guerra
- Ciegos reyes
- Por un palmo más de tierra:
- Que yo tengo aquí por mío
- Cuanto abarca el mar bravío,
- A quien nadie impuso leyes.
- »Y no hay playa,
- Sea cualquiera,
- Ni bandera
- De esplendor,
- Que no sienta
- Mi derecho,
- Y dé pecho
- A mi valor.»
- _Que es mi barco mi tesoro..._
-
- «A la voz de “¡barco viene!”
- Es de ver
- Cómo vira y se previene
- A todo trapo escapar;
- Que yo soy el rey del mar,
- Y mi furia es de temer.
- »En las presas
- Yo divido
- Lo cogido
- Por igual:
- Solo quiero
- Por riqueza
- La belleza
- Sin rival.»
- _Que es mi barco mi tesoro..._
-
- «¡Sentenciado estoy a muerte!
- Yo me río:
- No me abandone la suerte
- Y al mismo que me condena,
- Colgaré de alguna entena,
- Quizá en su propio navío.
- »Y si caigo,
- ¿Qué es la vida?
- Por perdida
- Ya la di,
- Cuando el yugo
- Del esclavo,
- Como un bravo,
- Sacudí.»
- _Que es mi barco mi tesoro..._
-
- «Son mi música mejor
- Aquilones:
- El estrépito y temblor
- De los cables sacudidos,
- Del negro mar los bramidos
- Y el rugir de mis cañones
- »Y del trueno
- Al son violento
- Y del viento
- Al rebramar,
- Yo me duermo
- Sosegado,
- Arrullado
- Por el mar.»
- _Que es mi barco mi tesoro,_
- _Que es mi Dios la libertad,_
- _Mi ley la fuerza y el viento,_
- _Mi única patria, la mar._
-
-
-_78. Canto a Teresa_
-
-_Descansa en paz_
-
- Bueno es el mundo, ¡bueno! ¡bueno! ¡bueno!
- Como de Dios al fin obra maestra,
- Por todas partes de delicias lleno,
- De que Dios ama al hombre hermosa muestra.
- Salga la voz alegre de mi seno
- A celebrar esta vivienda nuestra;
- ¡Paz a los hombres! ¡gloria en las alturas!
- ¡Cantad en vuestra jaula, criaturas!
-
- _María_, por D. Miguel de los Santos Álvarez.
-
- ¿Por qué volvéis a la memoria mía,
- Tristes recuerdos del placer perdido,
- A aumentar la ansiedad y la agonía
- De este desierto corazón herido?
- ¡Ay! que de aquellas horas de alegría
- Le quedó al corazón solo un gemido,
- Y el llanto que al dolor los ojos niegan
- Lágrimas son de hiel que el alma anegan.
-
- ¿Dónde volaron ¡ay! aquellas horas
- De juventud, de amor y de ventura,
- Regaladas de músicas sonoras,
- Adornadas de luz y de hermosura?
- Imágenes de oro bullidoras.
- Sus alas de carmín y nieve pura,
- Al sol de mi esperanza desplegando,
- Pasaban ¡ay! a mi alredor cantando.
-
- Gorjeaban los dulces ruiseñores,
- El sol iluminaba mi alegría,
- El aura susurraba entre las flores,
- El bosque mansamente respondía,
- Las fuentes murmuraban sus amores...
- ¡Ilusiones que llora el alma mía!
- ¡Oh! ¡cuán süave resonó en mi oído
- El bullicio del mundo y su ruïdo!
-
- Mi vida entonces, cual guerrera nave
- Que el puerto deja por la vez primera,
- Y al soplo de los céfiros suave
- Orgullosa desplega su bandera,
- Y al mar dejando que a sus pies alabe
- Su triunfo en roncos cantos, va velera,
- Una ola tras otra bramadora
- Hollando y dividiendo vencedora.
-
- ¡Ay! en el mar del mundo, en ansia ardiente
- De amor volaba; el sol de la mañana
- Llevaba yo sobre mi tersa frente,
- Y el alma pura de su dicha ufana:
- Dentro de ella el amor, cual rica fuente
- Que entre frescuras y arboledas mana,
- Brotaba entonces abundante río
- De ilusiones y dulce desvarío.
-
- Yo amaba todo: un noble sentimiento
- Exaltaba mi ánimo, y sentía
- En mi pecho un secreto movimiento,
- De grandes hechos generoso guía:
- La libertad con su inmortal aliento,
- Santa diosa, mi espíritu encendía,
- Contino imaginando en mi fe pura
- Sueños de gloria al mundo y de ventura.
-
- El puñal de Catón, la adusta frente
- Del noble Bruto, la constancia fiera
- Y el arrojo de Scévola valiente,
- La doctrina de Sócrates severa,
- La voz atronadora y elocuente
- Del orador de Atenas, la bandera
- Contra el tirano Macedonio alzando,
- Y al espantado pueblo arrebatando:
-
- El valor y la fe del caballero,
- Del trovador el arpa y los cantares,
- Del gótico castillo el altanero
- Antiguo torreón, do sus pesares
- Cantó tal vez con eco lastimero,
- ¡Ay! arrancada de sus patrios lares,
- Joven cautiva, al rayo de la luna,
- Lamentando su ausencia y su fortuna:
-
- El dulce anhelo del amor que aguarda,
- Tal vez inquieto y con mortal recelo;
- La forma bella que cruzó gallarda,
- Allá en la noche, entre medroso velo;
- La ansiada cita que en llegar se tarda
- Al impaciente y amoroso anhelo,
- La mujer y la voz de su dulzura,
- Que inspira al alma celestial ternura:
-
- A un tiempo mismo en rápida tormenta
- Mi alma alborotaban de contino,
- Cual las olas que azota con violenta
- Cólera impetuoso torbellino:
- Soñaba al héroe ya, la plebe atenta
- En mi voz escuchaba su destino;
- Ya al caballero, al trovador soñaba,
- Y de gloria y de amores suspiraba.
-
- Hay una voz secreta, un dulce canto,
- Que el alma solo recogida entiende,
- Un sentimiento misterioso y santo,
- Que del barro al espíritu desprende;
- Agreste, vago y solitario encanto
- Que en inefable amor el alma enciende,
- Volando tras la imagen peregrina
- El corazón de su ilusión divina.
-
- Yo, desterrado en extranjera playa,
- Con los ojos estático seguía
- La nave audaz que en argentada raya
- Volaba al puerto de la patria mía:
- Yo, cuando en Occidente el sol desmaya,
- Solo y perdido en la arboleda umbría,
- Oír pensaba el armonioso acento
- De una mujer, al suspirar del viento.
-
- ¡Una mujer! En el templado rayo
- De la mágica luna se colora,
- Del sol poniente al lánguido desmayo
- Lejos entre las nubes se evapora;
- Sobre las cumbres que florece Mayo
- Brilla fugaz al despuntar la aurora,
- Cruza tal vez por entre el bosque umbrío,
- Juega en las aguas del sereno río.
-
- ¡Una mujer! Deslízase en el cielo
- Allá en la noche desprendida estrella.
- Si aroma el aire recogió en el suelo,
- Es el aroma que le presta ella.
- Blanca es la nube que en callado vuelo
- Cruza la esfera, y que su planta huella.
- Y en la tarde la mar olas le ofrece
- De plata y de zafir, donde se mece.
-
- Mujer que amor en su ilusión figura,
- Mujer que nada dice a los sentidos,
- Ensueño de suavísima ternura,
- Eco que regaló nuestros oídos;
- De amor la llama generosa y pura,
- Los goces dulces del amor cumplidos,
- Que engalana la rica fantasía,
- Goces que avaro el corazón ansía:
-
- ¡Ay! aquella mujer, tan solo aquella,
- Tanto delirio a realizar alcanza,
- Y esa mujer tan cándida y tan bella
- Es mentida ilusión de la esperanza:
- Es el alma que vívida destella
- Su luz al mundo cuando en él se lanza,
- Y el mundo con su magia y galanura
- Es espejo no más de su hermosura:
-
- Es el amor que al mismo amor adora,
- El que creó las Sílfides y Ondinas,
- La sacra ninfa que bordando mora
- Debajo de las aguas cristalinas:
- Es el amor que recordando llora
- Las arboledas del Edén divinas:
- Amor de allí arrancado, allí nacido,
- Que busca en vano aquí su bien perdido.
-
- ¡Oh llama santa! ¡celestial anhelo!
- ¡Sentimiento purísimo! ¡memoria
- Acaso triste de un perdido cielo,
- Quizá esperanza de futura gloria!
- ¡Huyes y dejas llanto y desconsuelo!
- ¡Oh qué mujer, qué imagen ilusoria
- Tan pura, tan feliz, tan placentera,
- Brindó el amor a mi ilusión primera!...
-
- ¡Oh Teresa! ¡Oh dolor! Lágrimas mías,
- ¡Ah! ¿dónde estáis que no corréis a mares?
- ¿Por qué, por qué como en mejores días,
- No consoláis vosotras mis pesares?
- ¡Oh! los que no sabéis las agonías
- De un corazón que penas a millares
- ¡Ay! desgarraron y que ya no llora,
- ¡Piedad tened de mi tormento ahora!
-
- ¡Oh dichosos mil veces, sí, dichosos
- Los que podéis llorar! y ¡ay! sin ventura
- De mí, que entre suspiros angustiosos
- Ahogar me siento en infernal tortura.
- ¡Retuércese entre nudos dolorosos
- Mi corazón, gimiendo de amargura!
- También tu corazón, hecho pavesa,
- ¡Ay! llegó a no llorar, ¡pobre Teresa!
-
- ¿Quién pensara jamás, Teresa mía,
- Que fuera eterno manantial de llanto,
- Tanto inocente amor, tanta alegría,
- Tantas delicias y delirio tanto?
- ¿Quién pensara jamás llegase un día
- En que perdido el celestial encanto
- Y caída la venda de los ojos,
- Cuanto diera placer causara enojos?
-
- Aun parece, Teresa, que te veo
- Aérea como dorada mariposa,
- Ensueño delicioso del deseo,
- Sobre tallo gentil temprana rosa,
- Del amor venturoso devaneo,
- Angélica, purísima y dichosa,
- Y oigo tu voz dulcísima, y respiro
- Tu aliento perfumado en tu suspiro.
-
- Y aun miro aquellos ojos que robaron
- A los cielos su azul, y las rosadas
- Tintas sobre la nieve, que envidiaron
- Las de Mayo serenas alboradas:
- Y aquellas horas dulces que pasaron
- Tan breves, ¡ay! como después lloradas,
- Horas de confianza y de delicias,
- De abandono y de amor y de caricias.
-
- Que así las horas rápidas pasaban,
- Y pasaba a la par nuestra ventura;
- Y nunca nuestras ansias las contaban,
- Tú embriagada en mi amor, yo en tu hermosura.
- Las horas ¡ay! huyendo nos miraban,
- Llanto tal vez vertiendo de ternura;
- Que nuestro amor y juventud veían,
- Y temblaban las horas que vendrían.
-
- Y llegaron en fin: ¡oh! ¿quién impío
- ¡Ay! agostó la flor de tu pureza?
- Tú fuiste un tiempo cristalino río,
- Manantial de purísima limpieza;
- Después torrente de color sombrío,
- Rompiendo entre peñascos y maleza,
- Y estanque, en fin, de aguas corrompidas,
- Entre fétido fango detenidas.
-
- ¿Cómo caíste despeñado al suelo,
- Astro de la mañana luminoso?
- Ángel de luz, ¿quién te arrojó del cielo
- A este valle de lágrimas odioso?
- Aun cercaba tu frente el blanco velo
- Del serafín, y en ondas fulguroso
- Rayos al mundo tu esplendor vertía,
- Y otro cielo el amor te prometía.
-
- Mas ¡ay! que es la mujer ángel caído,
- O mujer nada más y lodo inmundo,
- Hermoso ser para llorar nacido,
- O vivir como autómata en el mundo.
- Sí, que el demonio en el Edén perdido,
- Abrasara con fuego del profundo
- La primera mujer, y ¡ay! aquel fuego
- La herencia ha sido de sus hijos luego.
-
- Brota en el cielo del amor la fuente,
- Que a fecundar el universo mana,
- Y en la tierra su límpida corriente
- Sus márgenes con flores engalana;
- Mas, ¡ay! huid: el corazón ardiente
- Que el agua clara por beber se afana,
- Lágrimas verterá de duelo eterno,
- Que su raudal lo envenenó el infierno.
-
- Huid, si no queréis que llegue un día
- En que enredado en retorcidos lazos
- El corazón, con bárbara porfía
- Luchéis por arrancároslo a pedazos:
- En que al cielo en histérica agonía
- Frenéticos alcéis entrambos brazos,
- Para en vuestra impotencia maldecirle,
- Y escupiros, tal vez, al escupirle.
-
- Los años ¡ay! de la ilusión pasaron,
- Las dulces esperanzas que trajeron
- Con sus blancos ensueños se llevaron,
- Y el porvenir de oscuridad vistieron:
- Las rosas del amor se marchitaron,
- Las flores en abrojos convirtieron,
- Y de afán tanto y tan soñada gloria
- Solo quedó una tumba, una memoria.
-
- ¡Pobre Teresa! ¡Al recordarte siento
- Un pesar tan intenso! Embarga impío
- Mi quebrantada voz mi sentimiento,
- Y suspira tu nombre el labio mío:
- Para allí su carrera el pensamiento,
- Hiela mi corazón punzante frío,
- Ante mis ojos la funesta losa,
- Donde vil polvo tu beldad reposa.
-
- Y tú feliz, que hallastes en la muerte
- Sombra a que descansar en tu camino,
- Cuando llegabas, mísera, a perderte
- Y era llorar tu único destino:
- Cuando en tu frente la implacable suerte
- Grababa de los réprobos el sino.
- Feliz, la muerte te arrancó del suelo,
- Y otra vez ángel, te volviste al cielo.
-
- Roída de recuerdos de amargura,
- Árido el corazón, sin ilusiones,
- La delicada flor de tu hermosura
- Ajaron del dolor los aquilones:
- Sola, y envilecida, y sin ventura,
- Tu corazón secaron las pasiones:
- Tus hijos ¡ay! de ti se avergonzaran,
- Y hasta el nombre de madre te negaran.
-
- Los ojos escaldados de tu llanto,
- Tu rostro cadavérico y hundido;
- Único desahogo en tu quebranto,
- El histérico ¡ay! de tu gemido:
- ¿Quién, quién pudiera en infortunio tanto
- Envolver tu desdicha en el olvido,
- Disipar tu dolor y recogerte
- En su seno de paz? ¡Solo la muerte!
-
- ¡Y tan joven, y ya tan desgraciada!
- Espíritu indomable, alma violenta,
- En ti, mezquina sociedad, lanzada
- A romper tus barreras turbulenta.
- Nave contra las rocas quebrantada,
- Allá vaga, a merced de la tormenta,
- En las olas tal vez náufraga tabla,
- Que solo ya de sus grandezas habla.
-
- Un recuerdo de amor que nunca muere
- Y está en mi corazón; un lastimero
- Tierno quejido que en el alma hiere,
- Eco suave de su amor primero:
- ¡Ay! de tu luz, en tanto yo viviere,
- Quedará un rayo en mí, blanco lucero,
- Que iluminaste con tu luz querida
- La dorada mañana de mi vida.
-
- Que yo, como una flor que en la mañana
- Abre su cáliz al naciente día,
- ¡Ay! al amor abrí tu alma temprana,
- Y exalté tu inocente fantasía,
- Yo inocente también ¡oh! cuán ufana
- Al porvenir mi mente sonreía,
- Y en alas de mi amor, ¡con cuánto anhelo
- Pensé contigo remontarme al cielo!
-
- Y alegre, audaz, ansioso, enamorado,
- En tus brazos en lánguido abandono,
- De glorias y deleites rodeado
- Levantar para ti soñé yo un trono:
- Y allí, tú venturosa y yo a tu lado,
- Vencer del mundo el implacable encono,
- Y en un tiempo, sin horas ni medida,
- Ver como un sueño resbalar la vida.
-
- ¡Pobre Teresa! Cuando ya tus ojos
- Áridos ni una lágrima brotaban;
- Cuando ya su color tus labios rojos
- En cárdenos matices se cambiaban;
- Cuando de tu dolor tristes despojos
- La vida y su ilusión te abandonaban,
- Y consumía lenta calentura
- Tu corazón al par de tu amargura;
-
- Si en tu penosa y última agonía
- Volviste a lo pasado el pensamiento;
- Si comparaste a tu existencia un día
- Tu triste soledad y tu aislamiento;
- Si arrojó a tu dolor tu fantasía
- Tus hijos ¡ay! en tu postrer momento
- A otra mujer tal vez acariciando,
- Madre tal vez a otra mujer llamando;
-
- Si el cuadro de tus breves glorias viste
- Pasar como fantástica quimera,
- Y si la voz de tu conciencia oíste
- Dentro de ti gritándote severa;
- Sí, en fin, entonces tú llorar quisiste
- Y no brotó una lágrima siquiera
- Tu seco corazón, y a Dios llamaste,
- Y no te escuchó Dios, y blasfemaste.
-
- ¡Oh! ¡crüel! ¡muy crüel! ¡martirio horrendo!
- ¡Espantosa expiación de tu pecado!
- Sobre un lecho de espinas, maldiciendo,
- Morir, ¡el corazón desesperado!
- Tus mismas manos de dolor mordiendo,
- Presente a tu conciencia lo pasado,
- Buscando en vano, con los ojos fijos,
- Y extendiendo tus brazos a tus hijos.
-
- ¡Oh! ¡crüel! ¡muy crüel!... ¡Ay! yo entre tanto
- Dentro del pecho mi dolor oculto,
- Enjugo de mis párpados el llanto
- Y doy al mundo el exigido culto:
- Yo escondo con vergüenza mi quebranto,
- Mi propia pena con mi risa insulto,
- Y me divierto en arrancar del pecho
- Mi mismo corazón pedazos hecho.
-
- Gocemos, sí; la cristalina esfera
- Gira bañada en luz: ¡bella es la vida!
- ¿Quién a parar alcanza la carrera
- Del mundo hermoso que al placer convida?
- Brilla radiante el sol, la primavera
- Los campos pinta en la estación florida:
- Truéquese en risa mi dolor profundo...
- Que haya un cadáver más ¿qué importa al mundo?
-
-
-
-
-DON JOSÉ ZORRILLA
-
-
-_79. Introducción a los «Cantos del Trovador»_
-
- ¿Qué se hicieron las auras deliciosas
- Que henchidas de perfume se perdían
- Entre los lirios y las frescas rosas
- Que el huerto ameno en derredor ceñían?
- Las brisas del otoño revoltosas
- En rápido tropel las impelían,
- Y ahogaron la estación de los amores
- Entre las hojas de sus yertas flores.
- Hoy al fuego de un tronco nos sentamos
- En torno de la antigua chimenea,
- Y acaso la ancha sombra recordamos
- De aquel tizón que a nuestros pies humea.
- Y hora tras hora tristes esperamos
- Que pase la estación adusta y fea,
- En pereza febril adormecidos
- Y en las propias memorias embebidos.
- En vano a los placeres avarientos
- Nos lanzamos do quier, y orgías sonoras
- Estremecen los ricos aposentos
- Y fantásticas danzas tentadoras;
- Porque antes y después caminan lentos
- Los turbios días y las lentas horas,
- Sin que alguna ilusión de breve instante
- Del alma el sueño fugitiva encante.
- Pero yo, que he pasado entre ilusiones,
- Sueños de oro y de luz, mi dulce vida,
- No os dejaré dormir en los salones
- Donde al placer la soledad convida;
- Ni esperar, revolviendo los tizones,
- Al yerto amigo o la falaz querida,
- Sin que más esperanza os alimente
- Que ir contando las horas tristemente.
- Los que vivís de alcázares señores,
- Venid, yo halagaré vuestra pereza;
- Niñas hermosas que morís de amores,
- Venid, yo encantaré vuestra belleza;
- Viejos que idolatráis vuestros mayores,
- Venid, yo os contaré vuestra grandeza;
- Venid a oír en dulces armonías
- Las sabrosas historias de otros días.
- Yo soy el Trovador que vaga errante:
- Si son de vuestro parque estos linderos,
- No me dejéis pasar, mandad que cante;
- Que yo sé de los bravos caballeros
- La dama ingrata y la cautiva amante,
- La cita oculta y los combates fieros
- Con que a cabo llevaron sus empresas
- Por hermosas esclavas y princesas.
- Venid a mí, yo canto los amores;
- Yo soy el trovador de los festines;
- Yo ciño el arpa con vistosas flores,
- Guirnalda que recojo en mil jardines;
- Yo tengo el tulipán de cien colores
- Que adoran de Estambul en los confines,
- Y el lirio azul incógnito y campestre
- Que nace y muere en el peñón silvestre.
- ¡Ven a mis manos, ven, arpa sonora!
- ¡Baja a mi mente, inspiración cristiana,
- Y enciende en mí la llama creadora
- Que del aliento del Querub emana!
- ¡Lejos de mí la historia tentadora
- De ajena tierra y religión profana!
- Mi voz, mi corazón, mi fantasía
- La gloria cantan de la patria mía.
- Venid, yo no hollaré con mis cantares
- Del pueblo en que he nacido la creencia,
- Respetaré su ley y sus altares;
- En su desgracia a par que en su opulencia
- Celebraré su fuerza o sus azares,
- Y, fiel ministro de la gaya ciencia,
- Levantaré mi voz consoladora
- Sobre las ruinas en que España llora.
- ¡Tierra de amor! ¡tesoro de memorias,
- Grande, opulenta y vencedora un día,
- Sembrada de recuerdos y de historias,
- Y hollada asaz por la fortuna impía!
- Yo cantaré tus olvidadas glorias;
- Que en alas de la ardiente poesía
- No aspiro a más laurel ni a más hazaña
- Que a una sonrisa de mi dulce España.
-
-
-_80. A buen juez mejor testigo_
-
-_Tradición de Toledo_
-
-I
-
- Entre pardos nubarrones
- Pasando la blanca luna,
- Con resplandor fugitivo,
- La baja tierra no alumbra.
- La brisa con frescas alas
- Juguetona no murmura,
- Y las veletas no giran
- Entre la cruz y la cúpula.
- Tal vez un pálido rayo
- La opaca atmósfera cruza,
- Y unas en otras las sombras
- Confundidas se dibujan.
- Las almenas de las torres
- Un momento se columbran,
- Como lanzas de soldados
- Apostados en la altura.
- Reverberan los cristales
- La trémula llama turbia,
- Y un instante entre las rocas
- Riela la fuente oculta.
- Los álamos de la vega
- Parecen en la espesura
- De fantasmas apiñados
- Medrosa y gigante turba;
- Y alguna vez desprendida
- Gotea pesada lluvia,
- Que no despierta a quien duerme,
- Ni a quien medita importuna.
- Yace Toledo en el sueño
- Entre las sombras confusa,
- Y el Tajo a sus pies pasando
- Con pardas ondas lo arrulla.
- El monótono murmullo
- Sonar perdido se escucha,
- Cual si por las hondas calles
- Hirviera del mar la espuma.
- ¡Qué dulce es dormir en calma
- Cuando a lo lejos susurran
- Los álamos que se mecen,
- Las aguas que se derrumban!
- Se sueñan bellos fantasmas
- Que el sueño del triste endulzan,
- Y en tanto que sueña el triste,
- No le aqueja su amargura.
- Tan en calma y tan sombría
- Como la noche que enluta
- La esquina en que desemboca
- Una callejuela oculta,
- Se ve de un hombre que aguarda
- La vigilante figura,
- Y tan a la sombra vela
- Que entre las sombras se ofusca.
- Frente por frente a sus ojos
- Un balcón a poca altura
- Deja escapar por los vidrios
- La luz que dentro le alumbra;
- Mas ni en el claro aposento,
- Ni en la callejuela oscura
- El silencio de la noche
- Rumor sospechoso turba.
- Pasó así tan largo tiempo,
- Que pudiera haberse duda
- De si es hombre, o solamente
- Mentida ilusión nocturna;
- Pero es hombre, y bien se ve,
- Porque con planta segura
- Ganando el centro a la calle
- Resuelto y audaz pregunta:
- --¿Quién va? --y a corta distancia
- El igual compás se escucha
- De un caballo que sacude
- Las sonoras herraduras.
- ¿Quién va? repite, y cercana
- Otra voz menos robusta
- Responde: --Un hidalgo ¡calle!--
- Y el paso el bulto apresura.
- --Téngase el hidalgo --el hombre
- Replica, y la espada empuña.
- --Ved más bien si me haréis calle
- (Repitieron con mesura)
- Que hasta hoy a nadie se tuvo
- Iván de Vargas y Acuña.
- --Pase el Acuña y perdone--
- Dijo el mozo en faz de fuga,
- Pues teniéndose el embozo
- Sopla un silbato, y se oculta.
- Paró el jinete a una puerta,
- Y con precaución difusa
- Salió una niña al balcón
- Que llama interior alumbra.
- --¡Mi padre! --clamó en voz baja
- Y el viejo en la cerradura
- Metió la llave pidiendo
- A sus gentes que le acudan.
- Un negro por ambas bridas
- Tomó la cabalgadura,
- Cerrose detrás la puerta
- Y quedó la calle muda.
- En esto desde el balcón,
- Como quien tal acostumbra,
- Un mancebo por las rejas
- De la calle se asegura.
- Asió el brazo al que apostado
- Hizo cara a Iván de Acuña,
- Y huyeron, en el embozo
- Velando la catadura.
-
-II
-
- Clara, apacible y serena
- Pasa la siguiente tarde,
- Y el sol tocando su ocaso
- Apaga su luz gigante:
- Se ve la imperial Toledo
- Dorada por los remates,
- Como una ciudad de grana
- Coronada de cristales.
- El Tajo por entre rocas
- Sus anchos cimientos lame,
- Dibujando en las arenas
- Las ondas con que las bate.
- Y la ciudad se retrata
- En las ondas desiguales,
- Como en prendas de que el río
- Tan afanoso la bañe.
- A lo lejos en la vega
- Tiende galán por sus márgenes,
- De sus álamos y huertos
- El pintoresco ropaje,
- Y porque su altiva gala
- Más a los ojos halague,
- La salpica con escombros
- De castillos y de alcázares.
- Un recuerdo es cada piedra
- Que toda una historia vale,
- Cada colina un secreto
- De príncipes o galanes.
- Aquí se bañó la hermosa
- Por quien dejó un rey culpable
- Amor, fama, reino y vida
- En manos de musulmanes.
- Allí recibió Galiana
- A su receloso amante
- En esa cuesta que entonces
- Era un plantel de azahares.
- Allá por aquella torre,
- Que hicieron puerta los árabes,
- Subió el Cid sobre Babieca
- Con su gente y su estandarte.
- Más lejos se ve el castillo
- De San Servando, o Cervantes,
- Donde nada se hizo nunca
- Y nada al presente se hace.
- A este lado está la almena
- Por do sacó vigilante
- El conde Don Peranzules
- Al rey, que supo una tarde
- Fingir tan tenaz modorra,
- Que, político y constante,
- Tuvo siempre el brazo quedo
- Las palmas al horadarle.
- Allí está el circo romano,
- Gran cifra de un pueblo grande,
- Y aquí la antigua Basílica
- De bizantinos pilares,
- Que oyó en el primer concilio
- Las palabras de los Padres
- Que velaron por la Iglesia
- Perseguida o vacilante.
- La sombra en este momento
- Tiende sus turbios cendales
- Por todas esas memorias
- De las pasadas edades,
- Y del Cambrón y Visagra
- Los caminos desiguales,
- Camino a los toledanos
- Hacia las murallas abren.
- Los labradores se acercan
- Al fuego de sus hogares,
- Cargados con sus aperos,
- Cansados de sus afanes.
- Los ricos y sedentarios
- Se tornan con paso grave,
- Calado el ancho sombrero,
- Abrochados los gabanes;
- Y los clérigos y monjes
- Y los prelados y abades
- Sacudiendo el leve polvo
- De capelos y sayales.
- Quédase solo un mancebo
- De impetuosos ademanes,
- Que se pasea ocultando
- Entre la capa el semblante.
- Los que pasan le contemplan
- Con decisión de evitarle,
- Y él contempla a los que pasan
- Como si a alguien aguardase.
- Los tímidos aceleran
- Los pasos al divisarle,
- Cual temiendo de seguro
- Que les proponga un combate;
- Y los valientes le miran
- Cual si sintieran dejarle
- Sin que libres sus estoques
- En riña sonora dancen.
- Una mujer también sola
- Se viene el llano adelante,
- La luz del rostro escondida
- En tocas y tafetanes.
- Mas en lo leve del paso,
- Y en lo flexible del talle,
- Puede a través de los velos
- Una hermosa adivinarse.
- Vase derecha al que aguarda,
- Y él al encuentro la sale
- Diciendo... cuanto se dicen
- En las citas los amantes.
- Mas ella, galanterías
- Dejando severa aparte,
- Así al mancebo interrumpe
- En voz decisiva y grave:
-
- --Abreviemos de razones,
- Diego Martínez; mi padre,
- Que un hombre ha entrado en su ausencia
- Dentro mi aposento sabe:
- Y así quien mancha mi honra
- Con la suya me la lave;
- O dadme mano de esposo,
- O libre de vos dejadme.--
- Mirola Diego Martínez
- Atentamente un instante,
- Y echando a un lado el embozo,
- Repuso palabras tales:
- --Dentro de un mes, Inés mía,
- Parto a la guerra de Flandes;
- Al año estaré de vuelta
- Y contigo en los altares.
- Honra que yo te desluzca,
- Con honra mía se lave;
- Que por honra vuelven honra
- Hidalgos que en honra nacen.
- --Júralo --exclamó la niña.
- --Más que mi palabra vale
- No te valdrá un juramento.
- --Diego, la palabra es aire.
- --¡Vive Dios que estás tenaz!
- Dalo por jurado y baste.
- --No me basta; que olvidar
- Puedes la palabra en Flandes.
- --¡Voto a Dios! ¿qué más pretendes?
- --Que a los pies de aquella imagen
- Lo jures como cristiano
- Del santo Cristo delante.--
- Vaciló un punto Martínez,
- Mas porfiando que jurase,
- Llevole Inés hacia el templo
- Que en medio la vega yace.
- Enclavado en un madero,
- En duro y postrero trance,
- Ceñida la sien de espinas,
- Descolorido el semblante,
- Víase allí un crucifijo
- Teñido de negra sangre,
- A quien Toledo devota
- Acude hoy en sus azares.
- Ante sus plantas divinas
- Llegaron ambos amantes,
- Y haciendo Inés que Martínez
- Los sagrados pies tocase,
- Preguntole:
- --Diego, ¿juras
- A tu vuelta desposarme?
- Contestó al mozo:
- --¡Sí juro!
- Y ambos del templo se salen.
-
-III
-
- Pasó un día y otro día,
- Un mes y otro mes pasó,
- Y un año pasado había,
- Mas de Flandes no volvía
- Diego, que a Flandes partió.
- Lloraba la bella Inés
- Su vuelta aguardando en vano,
- Oraba un mes y otro mes
- Del crucifijo a los pies
- Do puso el galán su mano.
- Todas las tardes venía
- Después de traspuesto el sol,
- Y a Dios llorando pedía
- La vuelta del español,
- Y el español no volvía.
- Y siempre al anochecer,
- Sin dueña y sin escudero,
- En un manto una mujer
- El campo salía a ver
- Al alto del _Miradero_.
- ¡Ay del triste que consume
- Su existencia en esperar!
- ¡Ay del triste que presume
- Que el duelo con que él se abrume
- Al ausente ha de pesar!
- La esperanza es de los cielos
- Precioso y funesto don,
- Pues los amantes desvelos
- Cambian la esperanza en celos,
- Que abrasan el corazón.
- Si es cierto lo que se espera,
- Es un consuelo en verdad;
- Pero siendo una quimera,
- En tan frágil realidad
- Quien espera desespera.
- Así Inés desesperaba
- Sin acabar de esperar,
- Y su tez se marchitaba,
- Y su llanto se secaba
- Para volver a brotar.
- En vano a su confesor
- Pidió remedio o consejo
- Para aliviar su dolor;
- Que mal se cura el amor
- Con las palabras de un viejo.
- En vano a Iván acudía,
- Llorosa y desconsolada;
- El padre no respondía;
- Que la lengua le tenía
- Su propia deshonra atada.
- Y ambos maldicen su estrella,
- Callando el padre severo
- Y suspirando la bella,
- Porque nació mujer ella,
- Y el viejo nació altanero.
- Dos años al fin pasaron
- En esperar y gemir,
- Y las guerras acabaron,
- Y los de Flandes tornaron
- A sus tierras a vivir.
- Pasó un día y otro día,
- Un mes y otro mes pasó,
- Y el tercer año corría;
- Diego a Flandes se partió,
- Mas de Flandes no volvía.
- Era una tarde serena,
- Doraba el sol de occidente
- Del Tajo la vega amena,
- Y apoyada en una almena
- Miraba Inés la corriente.
- Iban las tranquilas olas
- Las riberas azotando
- Bajo las murallas solas,
- Musgo, espigas y amapolas
- Ligeramente doblando.
- Algún olmo que escondido
- Creció entre la yerba blanda,
- Sobre las aguas tendido
- Se reflejaba perdido
- En su cristalina banda.
- Y algún ruiseñor colgado
- Entre su fresca espesura
- Daba al aire embalsamado
- Su cántico regalado
- Desde la enramada oscura.
- Y algún pez con cien colores,
- Tornasolada la escama,
- Saltaba a besar las flores,
- Que exhalan gratos olores
- A las puntas de una rama.
- Y allá en el trémulo fondo
- El torreón se dibuja
- Como el contorno redondo
- Del hueco sombrío y hondo
- Que habita nocturna bruja.
- Así la niña lloraba
- El rigor de su fortuna,
- Y así la tarde pasaba
- Y al horizonte trepaba
- La consoladora luna.
- A lo lejos por el llano
- En confuso remolino
- Vio de hombres tropel lejano
- Que en pardo polvo liviano
- Dejan envuelto el camino.
- Bajó Inés del torreón,
- Y llegando recelosa
- A las puertas del Cambrón,
- Sintió latir zozobrosa
- Más inquieto el corazón.
- Tan galán como altanero
- Dejó ver la escasa luz
- Por bajo el arco primero
- Un hidalgo caballero
- En un caballo andaluz.
- Jubón negro acuchillado,
- Banda azul, lazo en la hombrera,
- Y sin pluma al diestro lado
- El sombrero derribado
- Tocando con la gorguera.
- Bombacho gris guarnecido,
- Bota de ante, espuela de oro,
- Hierro al cinto suspendido,
- Y a una cadena prendido
- Agudo cuchillo moro.
- Vienen tras este jinete
- Sobre potros jerezanos
- De lanceros hasta siete,
- Y en adarga y coselete
- Diez peones castellanos.
- Asiose a su estribo Inés
- Gritando: --¡Diego, eres tú!--
- Y él viéndola de través
- Dijo: --¡Voto a Belcebú,
- Que no me acuerdo quién es!--
- Dio la triste un alarido
- Tal respuesta al escuchar,
- Y a poco perdió el sentido,
- Sin que más voz ni gemido
- Volviera en tierra a exhalar.
- Frunciendo ambas a dos cejas
- Encomendola a su gente,
- Diciendo: --¡Malditas viejas
- Que a las mozas malamente
- Enloquecen con consejas!--
- Y aplicando el capitán
- A su potro las espuelas
- El rostro a Toledo dan,
- Y a trote cruzando van
- Las oscuras callejuelas.
-
-IV
-
- Así por sus altos fines
- Dispone y permite el cielo
- Que puedan mudar al hombre
- Fortuna, poder y tiempo.
- A Flandes partió Martínez
- De soldado aventurero,
- Y por su suerte y hazañas
- Allí capitán le hicieron.
- Según alzaba en honores
- Alzábase en pensamientos,
- Y tanto ayudó en la guerra
- Con su valor y altos hechos,
- Que el mismo rey a su vuelta
- Le armó en Madrid caballero,
- Tomándole a su servicio
- Por capitán de Lanceros.
- Y otro no fue que Martínez
- Quien ha poco entró en Toledo,
- Tan orgulloso y ufano
- Cual salió humilde y pequeño.
- Ni es otro a quien se dirige,
- Cobrado el conocimiento,
- La amorosa Inés de Vargas,
- Que vive por él muriendo.
- Mas él, que olvidando todo
- Olvidó su nombre mesmo,
- Puesto que Diego Martínez
- Es el capitán Don Diego,
- Ni se ablanda a sus caricias,
- Ni cura de sus lamentos;
- Diciendo que son locuras
- De gentes de poco seso;
- Que ni él prometió casarse
- Ni pensó jamás en ello.
- ¡Tanto mudan a los hombres
- Fortuna, poder y tiempo!
- En vano porfiaba Inés
- Con amenazas y ruegos;
- Cuanto más ella importuna
- Está Martínez severo.
- Abrazada a sus rodillas
- Enmarañado el cabello,
- La hermosa niña lloraba
- Prosternada por el suelo.
- Mas todo empeño es inútil,
- Porque el capitán Don Diego
- No ha de ser Diego Martínez
- Como lo era en otro tiempo.
- Y así llamando a su gente,
- De amor y piedad ajeno,
- Mandoles que a Inés llevaran
- De grado o de valimiento.
- Mas ella antes que la asieran,
- Cesando un punto en su duelo,
- Así habló, el rostro lloroso
- Hacia Martínez volviendo:
- --Contigo se fue mi honra,
- Conmigo tu juramento;
- Pues buenas prendas son ambas,
- En buen fiel las pesaremos.--
- Y la faz descolorida
- En la mantilla envolviendo
- A pasos desatentados
- Saliose del aposento.
-
-V
-
- Era entonces de Toledo
- Por el rey gobernador
- El justiciero y valiente
- Don Pedro Ruiz de Alarcón.
- Muchos años por su patria
- El buen viejo peleó;
- Cercenado tiene un brazo,
- Mas entero el corazón.
- La mesa tiene delante,
- Los jueces en derredor,
- Los corchetes a la puerta
- Y en la derecha el bastón.
- Está, como presidente
- Del tribunal superior,
- Entre un dosel y una alfombra
- Reclinado en un sillón
- Escuchando con paciencia
- La casi asmática voz
- Con que un tétrico escribano
- Solfea una apelación.
- Los asistentes bostezan
- Al murmullo arrullador,
- Los jueces medio dormidos
- Hacen pliegues al ropón,
- Los escribanos repasan
- Sus pergaminos al sol,
- Los corchetes a una moza
- Guiñan en un corredor,
- Y abajo en Zocodover
- Gritan en discorde son
- Los que en el mercado venden
- Lo vendido y el valor.
- Una mujer en tal punto,
- En faz de grande aflicción,
- Rojos de llorar los ojos,
- Ronca de gemir la voz,
- Suelto el cabello y el manto,
- Tomó plaza en el salón
- Diciendo a gritos: --¡Justicia,
- Jueces, justicia, señor!--
- Y a los pies se arroja humilde
- De Don Pedro de Alarcón,
- En tanto que los curiosos
- Se agitan al rededor.
- Alzola cortés Don Pedro
- Calmando la confusión
- Y el tumultuoso murmullo
- Que esta escena ocasionó,
- Diciendo:
- --Mujer, ¿qué quieres?
- --Quiero justicia, señor.
- --¿De qué?
- --De una prenda hurtada.
- --¿Qué prenda?
- --Mi corazón.
- --¿Tú le diste?
- --Le presté.
- --¿Y no te le han vuelto?
- --No.
- --¿Tienes testigos?
- --Ninguno.
- --¿Y promesa?
- --¡Sí, por Dios!
- Que al partirse de Toledo
- Un juramento empeñó.
- --¿Quién es él?
- --Diego Martínez.
- --¿Noble?
- --Y capitán, señor.
- --Presentadme al capitán,
- Que cumplirá si juró.--
- Quedó en silencio la sala,
- Y a poco en el corredor
- Se oyó de botas y espuelas
- El acompasado son.
- Un portero, levantando
- El tapiz, en alta voz
- Dijo: --El capitán Don Diego.--
- Y entró luego en el salón
- Diego Martínez, los ojos
- Llenos de orgullo y furor.
- --¿Sois el capitán Don Diego,
- Díjole Don Pedro, vos?--
- Contestó altivo y sereno
- Diego Martínez:
- --Yo soy.
- --¿Conocéis a esta muchacha?
- --Ha tres años, salvo error.
- --¿Hicísteisla juramento
- De ser su marido?
- --No.
- --¿Juráis no haberlo jurado?
- --Sí juro.
- --Pues id con Dios.
- --¡Miente! --clamó Inés llorando
- De despecho y de rubor.
- --Mujer, ¡piensa lo que dices!...
- --Digo que miente, juró.
- --¿Tienes testigos?
- --Ninguno.
- --Capitán, idos con Dios,
- Y dispensad que acusado
- Dudara de vuestro honor.--
- Tornó Martínez la espalda
- Con brusca satisfacción,
- E Inés, que le vio partirse,
- Resuelta y firme gritó:
- --Llamadle, tengo un testigo.
- Llamadle otra vez, señor.--
- Volvió el capitán Don Diego,
- Sentose Ruiz de Alarcón,
- La multitud aquietose
- Y la de Vargas siguió:
- --Tengo un testigo a quien nunca
- Faltó verdad ni razón.
- --¿Quién?
- --Un hombre que de lejos
- Nuestras palabras oyó,
- Mirándonos desde arriba.
- --¿Estaba en algún balcón?
- --No, que estaba en un suplicio
- Donde ha tiempo que expiró.
- --¿Luego es muerto?
- --No, que vive.
- --Estáis loca, ¡vive Dios!
- ¿Quién fue?
- --El CRISTO de la Vega,
- A cuya faz perjuró.--
- Pusiéronse en pie los jueces
- Al nombre del Redentor,
- Escuchando con asombro
- Tan excelsa apelación.
- Reinó un profundo silencio
- De sorpresa y de pavor,
- Y Diego bajó los ojos
- De vergüenza y confusión.
- Un instante con los jueces
- Don Pedro en secreto habló,
- Y levantose diciendo
- Con respetuosa voz:
- --La ley es ley para todos,
- Tu testigo es el mejor,
- Mas para tales testigos
- No hay más tribunal que Dios.
- Haremos... lo que sepamos;
- Escribano, al caer el sol
- Al CRISTO que está en la Vega
- Tomaréis declaración.--
-
-VI
-
- Es una tarde serena,
- Cuya luz tornasolada
- Del purpurino horizonte
- Blandamente se derrama.
- Plácido aroma las flores
- Sus hojas plegando exhalan,
- Y el céfiro entre perfumes
- Mece las trémulas alas.
- Brillan abajo en el valle
- Con suave rumor las aguas,
- Y las aves en la orilla
- Despidiendo al día cantan.
- Allá por el _Miradero_
- Por el Cambrón y Visagra
- Confuso tropel de gente
- Del Tajo a la vega baja.
- Vienen delante Don Pedro
- De Alarcón, Iván de Vargas,
- Su hija Inés, los escribanos,
- Los corchetes y los guardias;
- Y detrás monjes, hidalgos,
- Mozas, chicos y canalla.
- Otra turba de curiosos
- En la vega les aguarda,
- Cada cual comentariando
- El caso según le cuadra.
- Entre ellos está Martínez
- En apostura bizarra,
- Calzadas espuelas de oro,
- Valona de encaje blanca,
- Bigote a la borgoñesa,
- Melena desmelenada,
- El sombrero guarnecido
- Con cuatro lazos de plata,
- Un pie delante del otro,
- Y el puño en el de la espada.
- Los plebeyos de reojo
- Le miran de entre las capas,
- Los chicos al uniforme
- Y las mozas a la cara.
- Llegado el gobernador
- Y gente que le acompaña,
- Entraron todos al claustro
- Que iglesia y patio separa.
- Encendieron ante el CRISTO
- Cuatro cirios y una lámpara,
- Y de hinojos un momento
- Le rezaron en voz baja.
- Está el CRISTO de la Vega
- La cruz en tierra posada,
- Los pies alzados del suelo
- Poco menos de una vara;
- Hacia la severa imagen
- Un notario se adelanta,
- De modo que con el rostro
- Al pecho santo llegaba.
- A un lado tiene a Martínez,
- A otro lado a Inés de Vargas,
- Detrás al gobernador
- Con sus jueces y sus guardias.
- Después de leer dos veces
- La acusación entablada,
- El notario a Jesucristo
- Así demandó en voz alta:
- _--Jesús, Hijo de María,_
- _Ante nos esta mañana_
- _Citado como testigo_
- _Por boca de Inés de Vargas,_
- _¿Juráis ser cierto que un día_
- _A vuestras divinas plantas_
- _Juró a Inés Diego Martínez_
- _Por su mujer desposarla?--_
- Asida a un _brazo_ desnudo
- Una _mano_ atarazada
- Vino a posar en los autos
- La seca y hendida palma,
- Y allá en los aires «¡Sí, JURO!»
- Clamó una voz más que humana.
- Alzó la turba medrosa
- La vista a la imagen santa...
- Los labios tenía abiertos,
- Y una mano desclavada.
-
-CONCLUSIÓN
-
- Las vanidades del mundo
- Renunció allí mismo Inés,
- Y espantado de sí propio
- Diego Martínez también.
- Los escribanos temblando
- Dieron de esta escena fe,
- Firmando como testigos
- Cuantos hubieron poder.
- Fundose un aniversario
- Y una capilla con él,
- Y Don Pedro de Alarcón
- El altar ordenó hacer,
- Donde hasta el tiempo que corre,
- Y en cada año una vez,
- Con la mano desclavada
- El crucifijo se ve.
-
-
-
-
-DON NICOMEDES PASTOR DÍAZ
-
-
-_81. A la luna_
-
- Desde el primer latido de mi pecho,
- Condenado al amor y a la tristeza,
- Ni un eco a mi gemir, ni a la belleza
- Un suspiro alcancé:
- Halló por fin mi fúnebre despecho
- Inmenso objeto a mi ilusión amante;
- Y de la luna el célico semblante,
- Y el triste mar amé.
-
- El mar quedose allá por su ribera;
- Sus olas no treparon las montañas;
- Nunca llega a estas márgenes extrañas
- Su solemne mugir.
- Tú empero que mi amor sigues do quiera,
- Cándida luna, en tu amoroso vuelo,
- Tú eres la misma que miré en el cielo
- De mi patria lucir.
-
- Tú sola mi beldad, sola mi amante,
- Única antorcha que mis pasos guía,
- Tú sola enciendes en el alma fría
- Una sombra de amor.
- Solo el blando lucir de tu semblante
- Mis ya cansados párpados resisten;
- Solo tus formas inconstantes visten
- Bello, grato color.
-
- Ora cubra cargada, rubicunda
- Nube de fuego tu ardorosa frente;
- Ora cándida, pura, refulgente,
- Deslumbre tu mirar.
- Ora sumida en soledad profunda
- Te mire el cielo desmayada y yerta,
- Como el semblante de una virgen muerta
- ¡Ah!... que yo vi expirar.
-
- La he visto ¡ay, Dios!... Al sueño en que reposa
- Yo le cerré los anublados ojos;
- Yo tendí sus angélicos despojos
- Sobre el negro ataúd.
- Yo solo oré sobre la yerta losa
- Donde no corre ya lágrima alguna...
- ¡Báñala al menos tú, pálida luna...
- Báñala con tu luz!
-
- Tú lo harás... que a los tristes acompañas,
- Y al pensador y al infeliz visitas;
- Con la inocencia o con la muerte habitas:
- El mundo huye de ti.
- Antorcha de alegría en las cabañas,
- Lámpara solitaria en las ruïnas,
- El salón del magnate no iluminas,
- Pero su tumba... sí.
-
- Cargado a veces de aplomadas nubes
- Amaga el cielo con tormenta oscura;
- Mas ríe al horizonte tu hermosura,
- Y huyó la tempestad.
- Y allá del trono do esplendente subes
- Riges el curso al férvido Oceáno,
- Cual pecho amante, que al mirar lejano
- Hierve, de su beldad.
-
- Mas ¡ay! que en vano en tu esplendor encantas:
- Ese hechizo falaz no es de alegría;
- Y huyen tu luz y triste compañía
- Los astros con temor.
- Sola por el vacío te adelantas,
- Y en vano en derredor tus rayos tiendes;
- Que solo al mundo en tu dolor desciendes,
- Cual sube a ti mi amor.
-
- Y en esta tierra, de aflicción guarida,
- ¿Quién goza en tu fulgor blandos placeres?
- Del nocturno reposo de los seres
- No turbas la quietud.
- No cantarán las aves tu venida;
- Ni abren su cáliz las dormidas flores:
- ¡Solo un ser... de desvelos y dolores,
- Ama tu yerta luz!...
-
- ¡Sí, tú mi amor, mi admiración, mi encanto!
- La noche anhelo por vivir contigo,
- Y hacia el ocaso lentamente sigo
- Tu curso al fin veloz.
- Páraste a veces a escuchar mi llanto,
- Y desciende en tus rayos amoroso
- Un espíritu vago, misterioso,
- Que responde a mi voz...
-
- ¡Ay! calló ya... Mi celestial querida
- Sufrió también mi inexorable suerte...
- Era un sueño de amor... Desvanecerte
- Pudo una realidad.
- Es cieno ya la esqueletada vida;
- No hay ilusión, ni encantos, ni hermosura;
- La muerte reina ya sobre natura,
- Y la llaman... ¡VERDAD!
-
- ¡Qué feliz, qué encantado, si ignorante,
- El hombre de otros tiempos viviría,
- Cuando en el mundo, de los dioses vía
- Do quiera la mansión!
- Cada eco fuera un suspirar amante,
- Una inmortal belleza cada fuente;
- Cada pastor ¡oh luna! en sueño ardiente
- Ser pudo un Endimión.
-
- Ora trocada en un planeta oscuro,
- Girando en los abismos del vacío,
- Do fuerza oculta y ciega, en su extravío,
- Cual piedra te arrojó,
- Es luz de ajena luz tu brillo puro;
- Es ilusión tu mágica influencia,
- Y mi celeste amor... ciega demencia,
- ¡Ay!... que se disipó.
-
- Astro de paz, belleza de consuelo,
- Antorcha celestial de los amores,
- Lámpara sepulcral de los dolores,
- Tierna y casta deidad,
- ¿Qué eres, de hoy más, sobre ese helado cielo?
- Un peñasco que rueda en el olvido,
- O el cadáver de un sol que, endurecido,
- ¡Yace en la eternidad!
-
-
-
-
-DON ENRIQUE GIL
-
-
-_82. La violeta_
-
- Flor deliciosa en la memoria mía,
- Ven mi triste laúd a coronar,
- Y volverán las trovas de alegría
- En sus ecos tal vez a resonar.
- Mezcla tu aroma a sus cansadas cuerdas;
- Yo sobre ti no inclinaré mi sien,
- De miedo, pura flor, que entonces pierdas
- Tu tesoro de olores y tu bien.
- Yo, sin embargo, coroné mi frente
- Con tu gala en las tardes del Abril,
- Yo te buscaba orillas de la fuente,
- Yo te adoraba tímida y gentil.
- Porque eras melancólica y perdida,
- Y era perdido y lúgubre mi amor,
- Y en ti miré el emblema de mi vida
- Y mi destino, solitaria flor.
- Tú allí crecías olorosa y pura
- Con tus moradas hojas de pesar;
- Pasaba entre la yerba tu frescura
- De la fuente al confuso murmurar.
- Y pasaba mi amor desconocido,
- De un arpa oscura al apagado son,
- Con frívolos cantares confundido
- El himno de mi amante corazón.
- Yo busqué la hermandad de la desdicha
- En tu cáliz de aroma y soledad,
- Y a tu ventura asemejé mi dicha,
- Y a tu prisión mi antigua libertad.
- ¡Cuántas meditaciones han pasado
- Por mi frente mirando tu arrebol!
- ¡Cuántas veces mis ojos te han dejado
- Para volverse al moribundo sol!
- ¡Qué de consuelos a mi pena diste
- Con tu calma y tu dulce lobreguez,
- Cuando la mente imaginaba triste
- El negro porvenir de la vejez!
- Yo me decía: «Buscaré en las flores
- Seres que escuchen mi infeliz cantar,
- Que mitiguen con bálsamo de olores
- Las ocultas heridas del pesar.»
- Y me apartaba, al alumbrar la luna,
- De ti, bañada en moribunda luz,
- Adormecida en tu vistosa cuna,
- Velada en tu aromático capuz.
- Y una esperanza el corazón llevaba
- Pensando en tu sereno amanecer,
- Y otra vez en tu cáliz divisaba
- Perdidas ilusiones de placer.
-
- Heme hoy aquí: ¡cuán otros mis cantares!
- ¡Cuán otro mi pensar, mi porvenir!
- Ya no hay flores que escuchen mis pesares,
- Ni soledad donde poder gemir.
- Lo secó todo el soplo de mi aliento,
- Y naufragué con mi doliente amor:
- Lejos ya de la paz y del contento,
- Mírame aquí en el valle del dolor.
- Era dulce mi pena y mi tristeza;
- Tal vez moraba una ilusión detrás:
- Mas la ilusión voló con su pureza,
- Mis ojos ¡ay! no la verán jamás.
- Hoy vuelvo a ti, cual pobre viajero
- Vuelve al hogar que niño le acogió;
- Pero mis glorias recobrar no espero,
- Solo a buscar la huesa vengo yo.
- Vengo a buscar mi huesa solitaria
- Para dormir tranquilo junto a ti,
- Ya que escuchaste un día mi plegaria,
- Y un ser humano en tu corola vi.
- Ven mi tumba a adornar, triste viola,
- Y embalsama mi oscura soledad;
- Sé de su pobre césped la aureola
- Con tu vaga y poética beldad.
- Quizá al pasar la virgen de los valles,
- Enamorada y rica en juventud,
- Por las umbrosas y desiertas calles
- Do yacerá escondido mi ataúd,
- Irá a cortar la humilde vïoleta
- Y la pondrá en su seno con dolor,
- Y llorando dirá: «¡Pobre poeta!
- ¡Ya está callada el arpa del amor!»
-
-
-
-
-PADRE JUAN AROLAS
-
-
-_83. Sé más feliz que yo_
-
- Sobre pupila azul, con sueño leve,
- Tu párpado cayendo amortecido,
- Se parece a la pura y blanca nieve
- Que sobre las violetas reposó:
- Yo el sueño del placer nunca he dormido:
- Sé más feliz que yo.
- Se asemeja tu voz en la plegaria
- Al canto del zorzal de indiano suelo
- Que sobre la pagoda solitaria
- Los himnos de la tarde suspiró:
- Yo solo esta oración dirijo al cielo:
- Sé más feliz que yo.
- Es tu aliento la esencia más fragante
- De los lirios del Arno caudaloso
- Que brotan sobre un junco vacilante
- Cuando el céfiro blando los meció:
- Yo no gozo su aroma delicioso:
- Sé más feliz que yo.
- El amor, que es espíritu de fuego,
- Que de callada noche se aconseja
- Y se nutre con lágrimas y ruego,
- En tus purpúreos labios se escondió:
- Él te guarde el placer y a mí la queja:
- Sé más feliz que yo.
- Bella es tu juventud en sus albores
- Como un campo de rosas del Oriente;
- Al ángel del recuerdo pedí flores
- Para adornar tu sien, y me las dio;
- Yo decía al ponerlas en tu frente:
- Sé más feliz que yo.
- Tu mirada vivaz es de paloma;
- Como la adormidera del desierto
- Causas dulce embriaguez, hurí de aroma
- Que el cielo de topacio abandonó:
- Mi suerte es dura, mi destino incierto:
- Sé más feliz que yo.
-
-
-
-
-DON PABLO PIFERRER
-
-
-_84. Canción de la Primavera_
-
- Ya vuelve la primavera:
- Suene la gaita,--ruede la danza:
- Tiende sobre la pradera
- El verde manto--de la esperanza.
-
- Sopla caliente la brisa:
- Suene la gaita,--ruede la danza:
- Las nubes pasan aprisa,
- Y el azur muestran--de la esperanza.
-
- La flor ríe en su capullo:
- Suene la gaita,--ruede la danza:
- Canta el agua en su murmullo
- El poder santo--de la esperanza.
-
- ¿La oís que en los aires trina?
- Suene la gaita,--ruede la danza:
- --«Abrid a la golondrina,
- Que vuelve en alas--de la esperanza.»--
-
- Niña, la niña modesta:
- Suene la gaita,--ruede la danza:
- El Mayo trae tu fiesta
- Que el logro trae--de tu esperanza.
-
- Cubre la tierra el amor:
- Suene la gaita,--ruede la danza:
- El perfume engendrador
- Al seno sube--de la esperanza.
-
- Todo zumba y reverdece:
- Suene la gaita,--ruede la danza:
- Cuanto el son y el verdor crece,
- Tanto más crece--toda esperanza.
-
- Sonido, aroma y color
- (Suene la gaita,--ruede la danza)
- Únense en himnos de amor,
- Que engendra el himno--de la esperanza.
-
- Morirá la primavera:
- Suene la gaita,--ruede la danza:
- Mas cada año en la pradera
- Tornará el manto--de la esperanza.
-
- La inocencia de la vida
- (Calle la gaita,--pare la danza)
- No torna una vez perdida:
- ¡Perdí la mía!--¡ay mi esperanza!
-
-
-
-
-DON GABRIEL GARCÍA TASSARA
-
-
-_85. Himno al Mesías_
-
- Baja otra vez al mundo,
- ¡Baja otra vez, Mesías!
- De nuevo son los días
- De tu alta vocación;
- Y en su dolor profundo
- La humanidad entera
- El nuevo oriente espera
- De un sol de redención.
- Corrieron veinte edades
- Desde el supremo día
- Que en esa cruz te vía
- Morir Jerusalén;
- Y nuevas tempestades
- Surgieron y bramaron,
- De aquellas que asolaron
- El primitivo Edén.
- De aquellas que le ocultan
- Al hombre su camino
- Con ciego torbellino
- De culpa y expiación;
- De aquellas que sepultan
- En hondos cautiverios
- Cadáveres de imperios
- Que fueron y no son.
- Sereno está en la esfera
- El sol del firmamento:
- La tierra en su cimiento
- Inconmovible está:
- La blanca primavera
- Con su gentil abrazo
- Fecunda el gran regazo
- Que flor y fruto da.
- Mas ¡ay! que de las almas
- El sol yace eclipsado:
- Mas ¡ay! que ha vacilado
- El polo de la fe;
- Mas ¡ay! que ya tus palmas
- Se vuelven al desierto:
- No crecen, no, en el huerto
- Del que tu pueblo fue.
- Tiniebla es ya la Europa:
- Ella agotó la ciencia,
- Maldijo su creencia,
- Se apacentó con hiel;
- Y rota ya la copa
- En que su fe bebía,
- Se alzaba y te decía:
- ¡Señor! yo soy Luzbel.
- Mas ¡ay! que contra el cielo
- No tiene el hombre rayo,
- Y en súbito desmayo
- Cayó de ayer a hoy;
- Y en son de desconsuelo,
- en llanto de impotencia,
- Hoy clama en tu presencia:
- Señor, tu pueblo soy.
- No es, no, la Roma atea
- Que entre aras derrocadas
- Despide a carcajadas
- Los dioses que se van:
- Es la que, humilde rea,
- Baja a las catacumbas,
- Y palpa entre las tumbas
- Los tiempos que vendrán.
- Todo, Señor, diciendo
- Está los grandes días
- De luto y agonías,
- De muerte y orfandad;
- Que, del pecado horrendo
- Envuelta en el sudario,
- Pasa por un Calvario
- La ciega humanidad.
- Baja ¡oh Señor! no en vano
- Siglos y siglos vuelan;
- Los siglos nos revelan
- Con misteriosa luz
- El infinito arcano
- Y la virtud que encierra,
- Trono de cielo y tierra
- Tu sacrosanta cruz.
- Toda la historia humana
- ¡Señor! está en tu nombre;
- Tú fuiste Dios del hombre,
- Dios de la humanidad.
- Tu sangre soberana
- Es su Calvario eterno:
- Tu triunfo del infierno
- Es su inmortalidad.
- ¿Quién dijo, Dios clemente,
- Que tú no volverías,
- Y a horribles gemonías,
- Y a eterna perdición,
- Condena a esta doliente
- Raza del ser humano
- Que espera de tu mano
- Su nueva salvación?
- Sí, tú vendrás. Vencidos
- Serán con nuevo ejemplo
- Los que del santo templo
- Apartan a tu grey.
- Vendrás y confundidos
- Caerán con los ateos
- Los nuevos fariseos
- De la caduca ley.
- ¿Quién sabe si ahora mismo
- Entre alaridos tantos
- De tus profetas santos
- La voz no suena ya?
- Ven, saca del abismo
- A un pueblo moribundo;
- Luzbel ha vuelto al mundo
- Y Dios ¿no volverá?
- ¡Señor! En tus juicios
- La comprensión se abisma;
- Mas es siempre la misma
- Del Gólgota la voz.
- Fatídicos auspicios
- Resonarán en vano;
- No es el destino humano
- La humanidad sin Dios.
- Ya pasarán los siglos
- De la tremenda prueba;
- ¡Ya nacerás, luz nueva
- De la futura edad!
- Ya huiréis ¡negros vestiglos
- De los antiguos días!
- Ya volverás ¡Mesías!
- En gloria y majestad.
-
-
-
-
-DOÑA GERTRUDIS GÓMEZ DE AVELLANEDA
-
-
-_86. Amor y orgullo_
-
- Un tiempo hollaba por alfombra rosas;
- Y nobles vates, de mentidas diosas
- Prodigábanme nombres;
- Mas yo, altanera, con orgullo vano,
- Cual águila real al vil gusano
- Contemplaba a los hombres.
- Mi pensamiento --en temerario vuelo--
- Ardiente osaba demandar al cielo
- Objeto a mis amores:
- Y si a la tierra con desdén volvía
- Triste mirada, mi soberbia impía
- Marchitaba sus flores.
- Tal vez por un momento caprichosa
- Entre ellas revolé, cual mariposa,
- Sin fijarme en ninguna;
- Pues de místico bien siempre anhelante,
- Clamaba en vano, como tierno infante
- Quiere abrazar la luna.
- Hoy, despeñada de la excelsa cumbre,
- Do osé mirar del sol la ardiente lumbre
- Que fascinó mis ojos,
- Cual hoja seca al raudo torbellino,
- Cedo al poder del áspero destino...
- ¡Me entrego a sus antojos!
- Cobarde corazón, que el nudo estrecho
- Gimiendo sufres, dime: ¿qué se ha hecho
- Tu presunción altiva?
- ¿Qué mágico poder, en tal bajeza
- Trocando ya tu indómita fiereza,
- De libertad te priva?
- ¡Mísero esclavo de tirano dueño;
- Tu gloria fue cual mentiroso sueño,
- Que con las sombras huye!
- Di ¿qué se hicieron ilusiones tantas
- De necia vanidad, débiles plantas
- Que el aquilón destruye?
- En hora infausta a mi feliz reposo,
- ¿No dijiste, soberbio y orgulloso:
- --Quién domará mi brío?
- ¡Con mi solo poder haré, si quiero,
- Mudar de rumbo al céfiro ligero
- Y arder al mármol frío!--
- ¡Funesta ceguedad! ¡Delirio insano!
- Te gritó la razón... Mas ¡cuán en vano
- Te advirtió tu locura!
- Tú misma te forjaste la cadena,
- Que a servidumbre eterna te condena,
- Y a duelo y amargura.
- Los lazos caprichosos que otros días
- --Por pasatiempo-- a tu placer tejías,
- Fueron de seda y oro:
- Los que hora rinden tu valor primero
- Son eslabones de pesado acero,
- Templados con tu lloro.
- ¿Qué esperaste ¡ay de ti! de un pecho helado,
- De inmenso orgullo y presunción hinchado,
- De víboras nutrido?
- Tú --que anhelabas tan sublime objeto--
- ¿Cómo al capricho de un mortal sujeto
- Te arrastras abatido?
- ¿Con qué velo tu amor cubrió mis ojos,
- Que por flores tomé duros abrojos
- Y por oro la arcilla?...
- ¡Del torpe engaño mis rivales ríen,
- Y mis amantes ¡ay! tal vez se engríen
- Del yugo que me humilla!
- ¿Y tú lo sufres, corazón cobarde?
- ¿Y de tu servidumbre haciendo alarde,
- Quieres ver en mi frente
- El sello del amor que te devora?...
- ¡Ah! velo, pues, y búrlese en buen hora
- De mi baldón la gente.
- ¡Salga del pecho --requemando el labio--
- El caro nombre, de mi orgullo agravio,
- De mi dolor sustento!
- ¿Escrito no le ves en las estrellas
- Y en la luna apacible, que con ellas
- Alumbra el firmamento?
- ¿No le oyes, de las auras al murmullo?
- ¿No le pronuncia --en gemidor arrullo--
- La tórtola amorosa?
- ¿No resuena en los árboles, que el viento
- Halaga con pausado movimiento
- En esa selva hojosa?
- De aquella fuente entre las claras linfas,
- ¿No le articulan invisibles ninfas
- Con eco lisonjero?...
- ¿Por qué callar el nombre que te inflama,
- Si aun el silencio tiene voz, que aclama
- Ese nombre que quiero?
- Nombre que un alma lleva por despojo;
- Nombre que excita con placer enojo,
- Y con ira ternura;
- Nombre más dulce que el primer cariño
- De joven madre al inocente niño,
- Copia de su hermosura:
- Y más amargo que el adiós postrero
- Que al suelo damos, donde el sol primero
- Alumbró nuestra vida.
- Nombre que halaga y halagando mata;
- Nombre que hiere --como sierpe ingrata--
- Al pecho que le anida.
- ¡No, no lo envíes, corazón, al labio!...
- ¡Guarda tu mengua con silencio sabio!
- ¡Guarda, guarda tu mengua!
- ¡Callad también vosotras, auras, fuente,
- Trémulas hojas, tórtola doliente,
- Como calla mi lengua!
-
-
-
-
-DON EULOGIO FLORENTINO SANZ
-
-
-_87. Epístola a Pedro_
-
- Quiero que sepas, aunque bien lo sabes,
- Que a orillas del Spree (ya que del río
- Se hace mención en circunstancias graves)
- Mora un semi-alemán, muy señor mío,
- Que entre los rudos témpanos del Norte
- Recuerda la amistad y olvida el frío.
- Lejos de mi Madrid, la villa y corte,
- Ni de ella falto yo porque esté lejos,
- Ni hay una piedra allí que no me importe;
- Pues sueña con la patria, a los reflejos
- De su distante sol, el desterrado,
- Como con su niñez sueñan los viejos.
- Ver quisiera un momento, y a tu lado,
- Cuál por ese aire azul nuestra Cibeles
- En carroza triunfal rompe hacia el Prado...
- ¿Ríes?... Juzga el volar cuando no vueles...
- ¡Átomo harás del mundo que poseas
- Y mundo harás del átomo que anheles!
- Al sentir _coram vulgo_ no te creas...
- Al pensar _coram vulgo_, no te olvides
- De compulsar a solas tus ideas.
- Como dejes la España en que resides,
- Donde quiera que estés, ya echarás menos
- Esa patria de Dolfos y de Cides;
- Que obeliscos y pórticos ajenos
- Nunca valdrán los patrios palomares
- Con las memorias de la infancia llenos.
- Por eso, aunque dan son a mis cantares
- Elba, Danubio y Rin, yo los olvido
- Recordando a mi pobre Manzanares.
- ¡Allí mi juventud!... ¡ay! ¿quién no ha oído
- Desde cualquier región, ecos de aquella
- Donde niñez y juventud han sido?
- Hoy mi vida de ayer, pálida o bella,
- Múltiple se repite en mis memorias,
- Como en lágrimas mil única estrella...
- Que quedan en el alma las historias
- De dolor o placer, y allí se hacinan,
- Del fundido metal muertas escorias.
- Y, aunque ya no calientan ni iluminan,
- Si al soplo de un suspiro se estremecen,
- ¡Aún consuelan el alma!... ¡o la asesinan!
- _Cuando al partir del sol las sombras crecen_,
- Y, entre sombras y sol, tibios instantes
- En torno del horario se adormecen;
- El dolor y el placer, férvidos antes,
- Se pierden ya en el alma indefinidos,
- A la luz y a la sombra semejantes.
- Y en esta languidez de los sentidos,
- Crepúsculo moral en que indolente
- Se arrulla el corazón con sus latidos,
- Pláceme contemplar indiferente
- Cuál del dormido Spree sobre la espalda
- Y en lúbrico chapín sesga la gente.
- O recordar el toldo de esmeralda
- Que antes bordó el Abril en donde ahora
- Nieve septentrional tiende su falda:
- Mientras la luz del Héspero incolora
- Baña el campo sin fin, que el Norte rudo
- Salpicó de brillantes a la aurora.
-
- . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
-
- ¡Hijo de otra región, trémulo y mudo
- Con la mirada que por ti paseo,
- Nieve septentrional, yo te saludo!
- Una tarde de Mayo (casi creo
- Que salta a mi memoria su hermosura
- De este cuadro invernal, como un deseo),
- Una tarde de flores y verdura,
- Rica de cielo azul, sin un celaje,
- Y empapada en aromas y frescura;
- En que, al son de las auras, el ramaje
- Trémulo de los tilos repetía
- De otros lejanos bosques el mensaje;
- Yo, con mi propio afán por compañía,
- Del recinto salí que nombró el mundo
- Corte del rey filósofo algún día.
- A su verdor del Norte sin segundo,
- De un frondoso jardín los laberintos
- Atrajeron mi paso vagabundo...
- En armoniosa confusión distintos,
- Cándidos nardos y claveles rojos,
- Tulipanes, violas y jacintos,
- De admirar el vergel diéronme antojos;
- Y perdime en sus vueltas, rebuscando,
- Ya que no al corazón, pasto a los ojos.
- Y una viola, que al favonio blando
- Columpiaba su tímida corola,
- Quise arrancar... Mas súbito, clavando
- Mis ojos en el césped, donde sola
- Daba al favonio sus esencias puras,
- Respeté por el césped la viola...
- ¡Guirnalda funeral, de desventuras
- Y lágrimas nacida, eran las flores
- De aquel vasto jardín de sepulturas!
- Pero jardín. Allí, cuando los llores,
- Aún te hablarán la amante o el amigo
- Con aromas y jugos y colores...
- ¡Y de tu santo afán mudo testigo,
- Algo en aquellas flores sepulcrales,
- Algo del muerto bien será contigo!
- Dentro de nuestros muros funerales
- Jamás brota una flor... Mal brotaría
- De ese alcázar de cal y mechinales,
- Índice de la nada en simetría,
- Que a la madre común roba los muertos
- Para henchir su profana estantería;
- ¡Ruin estación de huéspedes inciertos
- Que ofreciera a los vivos su morada
- Por alquilar los túmulos abiertos!
- De tierra sobre tierra fabricadas,
- Más solemnes quizá, por más sencillas,
- Las del santo jardín tumbas aisladas,
- Con su césped de flores amarillas
- Se elevan... no muy altas... a la altura
- Del que llore, al besarlas, de rodillas.
- ¡Mas sola allí, sin flores, sin verdura,
- Bajo su cruz de hierro se levanta
- De un hispano cantor la sepultura!...[3]
- Delante de su cruz tuve mi planta...
- Y soñé que en su rótulo leía:
- «¡Nunca duerme entre flores quien las canta!»
- ¡Pobre césped marchito! ¡Quién diría
- Que el cantor de las flores en tu seno
- Durmiera tan sin flores algún día!
- Mas ¡ay del ruiseñor que, en aire ajeno,
- Por atmósfera extraña sofocado,
- Sobre extraña región cayó en el cieno!
- ¡Ay del vate infeliz que, amortajado
- Con su negro ropón de peregrino,
- Yace en su propia tumba desterrado!
- Yo, al encontrar su cruz en mi camino,
- Como engendra el dolor supersticiones,
- Llamé tres veces al cantor divino.
- Y de su lira desperté los sones,
- Y turbé los sepulcros murmurando
- La más triste canción de sus canciones...
- Y a la viola, que al favonio blando
- Columpiaba allí cerca su corola,
- Volví turbios los ojos... Y clavando
- La rodilla en el césped (donde sola
- Era airón sepulcral de una doncella)
- Desprendí de su césped la viola.
- Y al lado del cantor volví con ella;
- Y así lloré, sobre su cruz mi mano,
- La del pobre cantor mísera estrella:
- --Bien te dice mi voz que soy tu hermano;
- ¿Quién saludara tus despojos fríos
- Sin el ¡ay! de mi acento castellano?
- Diéronte ajena tumba hados impíos...
- ¡Si ojos extraños la contemplan secos,
- Hoy la riegan de lágrimas los míos!
- Solo suena mi voz entre sus huecos,
- Para que en ella, si la escuchas, halles
- Los de tu propria voz póstumos ecos...
- _¡Por las desiertas y sombrías calles_
- _Donde duerme tu féretro escondido,_
- _No pasa_, no, la virgen de los valles!
- Una vez que ha pasado no ha venido...
- Trajéronla con rosas... A tu lado
- La virgen, desde entonces, ha dormido...
- Si su pálida sombra, al compasado
- Son de la media noche, inoportuna,
- Flores entre tu césped ha buscado,
- Bien habrá visto a la menguante luna
- Que en el santo jardín, rico de flores,
- Solo yace tu césped sin ninguna.
- ¡No tienes una flor!... Ni ¿a qué dolores
- Una flor de tu césped respondiera
- Con aromas y jugos y colores?
- Solo al riego de lágrimas naciera,
- Y de tu fosa en el terrón ajeno
- ¿Quién derrama una lágrima siquiera?
- ¡Ay, sí, del ruiseñor, de vida lleno,
- Que, en atmósfera extraña sofocado,
- Sobre extraña región cayó en el cieno!
- Cantor en el sepulcro desterrado,
- Descansa en paz. ¡Adiós!... Y si a deshora
- Un viajero del Sur pasa a tu lado,
- Si al contemplar tu cruz, como yo ahora,
- Con su idioma español el vïajero
- Te llama aquí tres veces y aquí llora,
- Dígale el son del aura lastimero
- Cuál en los brazos de tu cruz escueta
- Peregrino del Sur lloré primero...
- ¡Recibe con mi adiós _tu vïoleta_!
- La tumba de la virgen te la envía...--
-
- . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
-
- ¡Y al unirse la flor con su poeta,
- Ya en el ocaso agonizaba el día!
-
-
-
-
-DON ADELARDO LÓPEZ DE AYALA
-
-
-_88. Epístola a Emilio Arrieta_
-
- De nuestra gran virtud y fortaleza
- Al mundo hacemos con placer testigo:
- Las ruindades del alma y su flaqueza
- Solo se cuentan al secreto amigo.
- De mi ardiente ansiedad y mi tristeza
- A solas quiero razonar contigo:
- Rasgue a su alma sin pudor el velo
- Quien busque admiración y no consuelo.
- No quiera Dios que en rimas insolentes
- De mi pesar al mundo le dé indicios,
- Imitando a esos genios impudentes
- Que alzan la voz para cantar sus vicios.
- Yo busco, retirado de las gentes,
- De la amistad los dulces beneficios:
- No hay causa ni razón que me convenza
- De que es genio la falta de vergüenza.
- En esta humilde y escondida estancia,
- Donde aún resuenan con medroso acento
- Los primeros sollozos de mi infancia
- Y de mi padre el postrimer lamento:
- Esclarecido el mundo a la distancia
- A que de aquí le mira el pensamiento,
- Se eleva la verdad que amaba tanto;
- Y, antes que afecto, me produce espanto.
- Aquí, aumentando mi congoja fiera,
- Mi edad pasada y la presente miro.
- La limpia voz de mi virtud entera,
- Hoy convertida en áspero suspiro,
- Y el noble aliento de mi edad primera
- Trocado en la ansiedad con que respiro,
- Claro publican dentro de mi pecho
- Lo que hizo Dios y lo que el mundo ha hecho.
- Me dotaron los cielos de profundo
- Amor al bien y de valor bastante
- Para exponer al embriagado mundo
- Del vicio vil el sórdido semblante;
- Y al ver que imbécil en el cieno hundo
- De mi existencia la misión brillante,
- Me parece que el hombre en voz confusa
- Me pide el robo y de ladrón me acusa.
- Y estos salvajes montes corpulentos,
- Fieles amigos de la infancia mía,
- Que con la voz de los airados vientos
- Me hablaban de virtud y de energía,
- Hoy con duros semblantes macilentos
- Contemplan mi abandono y cobardía,
- Y gimen de dolor, y cuando braman,
- Ingrato y débil y traidor me llaman.
- Tal vez a la batalla me apercibo;
- Dudo de mi constancia y de esta duda
- Toma ocasión el vicio ejecutivo
- Para moverme guerra más sañuda;
- Y, cuando débil el combate esquivo,
- «Mañana, digo, llegará en mi ayuda;»
- ¡Y _mañana_ es la muerte, y mi ansia vana
- Deja mi redención para mañana!
- Perdido tengo el crédito conmigo,
- Y avanza cual gangrena el desaliento:
- Conozco y aborrezco a mi enemigo,
- Y en sus brazos me arrojo soñoliento.
- La conciencia el deleite que consigo
- Perturba siempre: sofocar su acento
- Quiere el placer, y, lleno de impaciencia,
- Ni gozo el mal ni aplaco la conciencia.
- Inquieto, vacilante, confundido
- Con la múltiple forma del deseo,
- Impávido una vez, otra corrido
- Del vergonzoso estado en que me veo,
- Al mismo Dios contemplo arrepentido
- De darme un alma que tan mal empleo:
- La hacienda que he perdido no era mía,
- Y el deshonor los tuétanos me enfría.
- Aquí, revuelto en la fatal madeja
- Del torpe amor, disipador cansado
- Del tiempo, que al pasar solo me deja
- El disgusto de haberlo malgastado;
- Si el hondo afán con que de mí se queja
- Todo mi ser, me tiene desvelado,
- ¿Por qué no es antes noble impedimento
- Lo que es después atroz remordimiento?
- ¡Valor! y que resulte de mi daño
- Fecundo el bien: que de la edad perdida
- Brote la clara luz del desengaño
- Iluminando mi razón dormida:
- Para vivir me basta con un año,
- Que envejecer no es alargar la vida:
- ¡Joven murió tal vez que eterno ha sido,
- Y viejos mueren sin haber vivido!
- Que tu voz, queridísimo Emiliano,
- Me mantenga seguro en mi porfía;
- Y así el Creador, que con tan larga mano
- Te regaló fecunda fantasía,
- Te enriquezca, mostrándote el arcano
- De su eterna y espléndida armonía;
- Tanto, que el hombre, en su placer o duelo
- Tu canto elija para hablar al cielo.
- Los ecos de la cándida alborada,
- Que al mundo anima en blando movimiento,
- Te demuestren del alma enamorada
- El dulce anhelo y el primer acento;
- El rumor de la noche sosegada,
- La noble gravedad del pensamiento;
- Y las quejas del ábrego sombrío
- La ronca voz del corazón impío.
- Y el gran torrente que, con pena tanta,
- Por las quiebras del hondo precipicio,
- Rugiendo de amargura, se quebranta,
- Deje en tu alma verdadero indicio
- De la virtud, que gime y se abrillanta
- En las quiebras del rudo sacrificio,
- Y en tu canto resuenen juntamente
- El bien futuro y el dolor presente.
- Y en las férvidas olas impelidas
- Del huracán, que asalta las estrellas,
- Y rebraman, mostrando embravecidas
- Que el aliento de Dios se encierra en ellas,
- Aprendas las canciones dirigidas
- Al que para en su curso las centellas,
- Y resuene tu voz de polo a polo,
- De su grandeza intérprete tú solo.
-
-
-
-
-DON RAMÓN DE CAMPOAMOR
-
-
-_89. ¡Quién supiera escribir!_
-
-I
-
- --Escribidme una carta, señor Cura.
- --Ya sé para quién es.
- --¿Sabéis quién es, porque una noche oscura
- Nos visteis juntos? --Pues.
-
- --Perdonad; mas... --No extraño ese tropiezo.
- La noche... la ocasión...
- Dadme pluma y papel. Gracias. Empiezo:
- _Mi querido Ramón_:
-
- --¿Querido?... Pero, en fin, ya lo habéis puesto...
- --Si no queréis... --¡Sí, sí!
- --_¡Qué triste estoy!_ ¿No es eso? --Por supuesto.
- --_¡Qué triste estoy sin ti!_
-
- _Una congoja, al empezar, me viene..._
- --¿Cómo sabéis mi mal?
- --Para un viejo, una niña siempre tiene
- El pecho de cristal.
-
- _¿Qué es sin ti el mundo? Un valle de amargura._
- _¿Y contigo? Un edén._
- --Haced la letra clara, señor Cura;
- Que lo entienda eso bien.
-
- --_El beso aquel que de marchar a punto_
- _Te di..._ --¿Cómo sabéis?...
- --Cuando se va y se viene y se está junto
- Siempre... no os afrentéis.
-
- _Y si volver tu afecto no procura,_
- _Tanto me harás sufrir..._
- --¿Sufrir y nada más? No, señor Cura,
- ¡Que me voy a morir!
-
- --¿Morir? ¿Sabéis que es ofender al cielo?...
- --Pues, sí, señor, ¡morir!
- --Yo no pongo _morir_. --¡Qué hombre de hielo!
- ¡Quién supiera escribir!
-
-II
-
- ¡Señor Rector, señor Rector! en vano
- Me queréis complacer,
- Si no encarnan los signos de la mano
- Todo el ser de mi ser.
-
- Escribidle, por Dios, que el alma mía
- Ya en mí no quiere estar;
- Que la pena no me ahoga cada día...
- Porque puedo llorar.
-
- Que mis labios, las rosas de su aliento,
- No se saben abrir;
- Que olvidan de la risa el movimiento
- A fuerza de sentir.
-
- Que mis ojos, que él tiene por tan bellos,
- Cargados con mi afán,
- Como no tienen quien se mire en ellos,
- Cerrados siempre están.
-
- Que es, de cuantos tormentos he sufrido,
- La ausencia el más atroz;
- Que es un perpetuo sueño de mi oído
- El eco de su voz...
-
- Que siendo por su causa, el alma mía
- ¡Goza tanto en sufrir!..
- Dios mío ¡cuántas cosas le diría
- Si supiera escribir!...
-
-III
-
-EPÍLOGO
-
- --Pues señor, ¡bravo amor! Copio y concluyo:
- _A don Ramón_... En fin,
- Que es inútil saber para esto arguyo
- Ni el griego ni el latín.
-
-
-_90. Lo que hace el tiempo_
-
-_A Blanca Rosa de Osma_
-
- Con mis coplas, Blanca Rosa,
- Tal vez te cause cuidados
- Por cantar
- Con la voz ya temblorosa,
- Y los ojos ya cansados
- De llorar.
-
- Hoy para ti solo hay glorias,
- Y danzas y flores bellas;
- Mas después,
- Se alzarán tristes memorias,
- Hasta de las mismas huellas
- De tus pies.
-
- En tus fiestas seductoras
- ¿No oyes del alma en lo interno
- Un rumor,
- Que lúgubre a todas horas,
- Nos dice que no es eterno
- Nuestro amor?
-
- ¡Cuánto a creer se resiste
- Una verdad tan odiosa
- Tu bondad!
- ¡Y esto fuera menos triste
- Si no fuera, Blanca Rosa,
- Tan verdad!
-
- Te aseguro, como amigo,
- Que es muy raro, y no te extrañe,
- Amar bien.
- Siento decir lo que digo;
- Pero ¿quieres que te engañe
- Yo también?
-
- Pasa un viento arrebatado,
- Viene amor, y a dos en uno
- Funde Dios;
- Sopla el desamor helado,
- Y vuelve a hacer, importuno,
- De uno, dos.
-
- Que amor, de egoísmo lleno,
- A su gusto se acomoda
- Bien y mal;
- En él hasta herir es bueno,
- Se ama o no ama, aquí está toda
- Su moral.
-
- ¡Oh! ¡qué bien cumple el amante,
- Cuando aún tiene la inocencia,
- Su deber!
- Y ¡cómo, más adelante,
- Aviene con su conciencia
- Su placer!
-
- ¿Y es culpable el que, sediento,
- Buscando va en nuevos lazos
- Otro amor?
- ¡Sí! culpable como el viento
- Que, al pasar, hace pedazos
- Una flor.
-
- ¿Verdad que es abominable
- Que el corazón vagabundo
- Mude así,
- Sin ser por ello culpable,
- Porque esto pasa en el mundo
- Porque sí?
-
- Se ama una vez sin medida,
- Y aun se vuelve a amar sin tino
- Más de dos.
- ¡Cuán versátil es la vida!
- ¡Cuán vano es nuestro destino,
- Santo Dios!
-
- Él lleve tu labio ayuno
- A algún manantial querido
- De placer,
- Donde dichosa, ninguno
- Te enseñe nunca el olvido
- Del deber.
-
- Siempre el destino inconstante
- Nos da cual vil usurero
- Su favor:
- Da amor primero y no amante;
- Después mucho amante, pero
- Poco amor.
-
- Tranquila a veces reposa,
- Y otras se marcha volando
- Nuestra fe.
- Y esto pasa, Blanca Rosa,
- Sin saber cómo, ni cuándo,
- Ni por qué.
-
- Nunca es estable el deseo,
- Ni he visto jamás terneza
- Siempre igual.
- Y ¿a qué negarlo? No creo
- Ni del bien en la fijeza,
- Ni del mal.
-
- Este ir y venir sin tasa,
- Y este moverse impaciente,
- Pasa así,
- Porque así ha pasado y pasa,
- Porque sí, y ¡ay! solamente
- Porque sí.
-
- ¡Cuán inútil es que huyamos
- De los fáciles amores
- Con horror,
- Si cuanto más las pisamos,
- Más nos embriagan las flores
- Con su olor!
-
- El cielo sin duda envía
- La lucha a la tormentosa
- Juventud;
- Pues ¿qué mérito tendría
- Sin esfuerzos, Blanca Rosa,
- La virtud?
-
- ¡Ay! un alma inteligente,
- Siempre en nuestra alma divisa
- Una flor,
- Que se abre infaliblemente
- Al soplo de alguna brisa
- De otro amor.
-
- Mas dirás: --¿Y en qué consiste
- Que todo a mudar convida?--
- ¡Ay de mí!
- En que la vida es muy triste...
- Pero aunque triste, la vida
- Es así.
-
- Y si no es amor el vaso
- Donde el sobrante se vierte
- Del dolor,
- Pregunto yo: --¿Es digno acaso
- De ocuparnos vida y muerte
- Tal amor?--
-
- Nunca sepas, Blanca Rosa,
- Que es la dicha una locura;
- Cual yo sé;
- Si quieres ser venturosa,
- Ten mucha fe en la ventura,
- Mucha fe.
-
- Si eres feliz algún día,
- ¡Guay, que el recuerdo tirano
- De otro amor
- No se filtre en tu alegría,
- Cual se desliza un gusano
- Roedor!
-
- Tú eres de las almas buenas,
- Cuyos honrados amores
- Siempre son
- Los que bendicen sus penas,
- Penas que se abren en flores
- De pasión.
-
- Con tus visiones hermosas,
- Nunca de tu alma el abismo
- Llenarás,
- Pues la fuerza de las cosas
- Puede más que Hércules mismo,
- ¡Mucho más!...
-
- Si huye una vez la ventura,
- Nadie después ve las flores
- Renacer
- Que cubren la sepultura
- De los recuerdos traidores
- Del ayer.
-
- ¿Y quién es el responsable
- De hacer tragar sin medida
- Tanta hiel?
- ¡La vida! ¡esa es la culpable!
- La vida, solo es la vida
- Nuestra infiel.
-
- La vida, que desalada,
- De un vértigo del infierno
- Corre en pos:
- Ella corre hacia la nada;
- ¿Quieres ir hacia lo eterno?
- Ve hacia Dios.
-
- ¡Sí! corre hacia Dios, y Él haga
- Que tengas siempre una vieja
- Juventud.
- La tumba todo lo traga;
- Solo de tragarse deja
- La virtud.
-
-
-
-
-DON JOSÉ SELGAS
-
-
-_91. El Estío_
-
- Mayo recoge el virginal tesoro;
- Desciñe Flora su gentil guirnalda;
- La sombra busca el manantial sonoro
- Del alto monte en la risueña falda;
- Campos son ya de púrpura y de oro
- Los que fueron de rosa y esmeralda;
- Y apenas riza su corriente el río
- A los primeros soplos del Estío.
- El soto ameno y la enramada umbrosa,
- El valle alegre y la feraz ribera,
- Con voz desalentada y cariñosa
- Despiden a la dulce Primavera;
- Muere en su tallo la inocente rosa;
- Desfallece la altiva enredadera;
- Y en desigual y tenue movimiento
- Gime en el bosque fatigado el viento.
- Por la alta cumbre del collado asoma
- La blanca aurora su rosada frente,
- Reparte perlas y recoge aroma;
- Se abre la flor que su mirada siente;
- Repite sus arrullos la paloma
- Bajo las ramas del laurel naciente;
- Y allá por los tendidos olivares
- Se escuchan melancólicos cantares.
- Del aura dócil al impulso blando
- La rubia mies en la llanura ondea;
- Del dulce nido alrededor volando
- La alondra gira y de placer gorjea;
- Las ondas de la fuente suspirando
- Quiebran el rayo de la luz febea,
- Y en delicados mágicos colores
- El fruto asoma al expirar las flores.
- Sobre los montes que cercando toca
- La niebla tiende su bordado encaje;
- Desde el peñón de la desierta roca
- Lánzase audaz el águila salvaje;
- El seco vientecillo que sofoca
- Cubre de polvo el pálido follaje;
- Y por el monte y por la vega umbría
- Crece el calor y se derrama el día.
- Y en el árido ambiente se dilata
- La esencia de la flor de los tomillos,
- Y lento el río su raudal desata
- Entre mimbres y juncos amarillos;
- Y si al cubrir sus círculos de plata
- Con sus plumeros blandos y sencillos
- La caña dócil la corriente roza,
- Trémula el agua de placer solloza.
- Del valle en tanto en la pendiente orilla
- Manso cordero del calor sosiega;
- Se oyen los cantos de la alegre trilla;
- Suenan los ecos de la tarda siega;
- Ardiente el sol en el espacio brilla;
- El cielo azul su majestad despliega,
- Y duermen a la sombra los pastores,
- Y se abrasan de sed los segadores.
- Presta sombra a la rústica majada
- La noble encina que a la edad resiste;
- En su copa de fruto coronada
- La vid de verde majestad se viste;
- A su pie la doncella enamorada
- Canta de amor, pero su canto es triste,
- Que, en el profundo afán que la devora,
- Amores canta porque celos llora.
- Y el eco de su voz, dulce al oído
- Más que el tierno arrullar de la paloma,
- Por el monte y el valle repetido,
- Tristes, confusas vibraciones toma;
- Y en las ondas del aire suspendido
- Se escapa al fin por la quebrada loma,
- Y sin que el aura devolverlo pueda
- Todo en reposo y en silencio queda.
- Mudas están las fuentes y las aves;
- No circula ni un átomo de viento;
- Cortadas por el sol lentas y graves
- Caen las hojas del árbol macilento;
- Tenue vapor en ráfagas suaves
- Se levanta con fácil movimiento,
- Y mezclando en la luz su sombra extraña,
- Va formando la nube en la montaña.
- Hinchada, al fin, soberbia, se desprende
- Del horizonte azul la nube densa,
- Y el fuego del relámpago la enciende,
- Y gira por la atmósfera suspensa.
- Y ya sus flancos inflamados tiende,
- Ya el vapor de su seno se condensa,
- Y soltando el granizo en lluvia escasa
- La rompe el trueno, y se divide y pasa.
- Y el sol que se reclina en Occidente
- De su encendido manto se despoja,
- Y en los blancos celajes del Oriente
- Se pierde el rayo de su lumbre roja.
- Brilla la gota de agua trasparente
- Detenida en el polvo de la hoja,
- Y tendiendo el crepúsculo su planta
- Del fondo de los valles se levanta.
- Como el ensueño dulce y regalado
- Que en la fiebre de amor templa el desvelo,
- Vertiendo en nuestro espíritu agitado
- La misteriosa esencia del consuelo;
- Así por el ambiente reposado
- De estrellas y vapor bordando el cielo,
- Breves y llenas de feraz rocío
- Cruzan las noches del ardiente Estío.
- Y en tristes ecos el silencio crece,
- Y en tibio resplandor la sombra vaga;
- La luz de las estrellas se estremece
- Y en el limpio raudal brilla y se apaga;
- Naturaleza entera se adormece
- En el hondo placer que la embriaga,
- Y lleva al aura en vacilantes giros
- Besos, sombras, perfumes y suspiros.
- Más puro que la tímida esperanza
- Que sueña el alma en el amor primero,
- Su rayo débil desde Oriente lanza,
- Sol de la noche, virginal lucero;
- Triste y sereno por el cielo avanza
- De la cándida luna mensajero,
- Por ella viene, y suspirando ella,
- Síguele en pos enamorada y bella.
- Cuantos guardáis la tímida inocencia
- Que a la esperanza y al amor convida;
- Los que en el alma la impalpable esencia
- De su primer amor lloráis perdida;
- Cuantos con dolorosa indiferencia
- Vais apurando el cáliz de la vida;
- Todos llegad, y bajo el bosque umbrío
- Sentid las noches del ardiente Estío.
- Las del tirano amor, desengañadas,
- Pálidas y dulcísimas doncellas,
- Vosotras que lloráis desconsoladas
- Solo el delito de nacer tan bellas;
- Mirad entre las nubes sosegadas
- Cómo cruzan el cielo las estrellas;
- Que no hay duda, ni afán, ni desconsuelo
- Que no se calme contemplando el cielo.
- Y tú, tierna a mi voz, blanca hermosura,
- Fuente de virginal melancolía,
- Más hermosa a mis ojos y más pura
- Que el rayo azul con que despunta el día;
- Corazón abrasado de ternura,
- Espíritu de amor y de armonía,
- Ven y derrama en el tranquilo viento
- El ámbar delicado de tu aliento.
- La dulce vaguedad que me enajena
- Aumenta la inquietud de mi deseo;
- Tu voz perdida en el ambiente suena;
- Donde mis ojos van tu sombra veo;
- De amor y afán mi corazón se llena,
- Porque en tu amor y en mi esperanza creo;
- Y así suspende el sentimiento mío
- La tibia noche del ardiente Estío.
- Noche serena y misteriosa, en donde
- Dormido vaga el pensamiento humano,
- Todo a los ecos de tu voz responde,
- La mar, el monte, la espesura, el llano;
- Acaso Dios entre tu sombra esconde
- La impenetrable luz de algún arcano;
- Tal vez cubierta de tu inmenso velo
- Se confunde la tierra con el cielo.
-
-
-
-
-DON VENTURA RUIZ AGUILERA
-
-
-_92. Epístola_
-
-(_A Don Damián Menéndez Rayón y Don Francisco Giner de los Ríos_)
-
- No arrojará cobarde el limpio acero
- mientras oiga el clarín de la pelea,
- soldado que su honor conserve entero;
- ni del piloto el ánimo flaquea
- porque rayos alumbren su camino
- y el golfo inmenso alborotarse vea.
- ¡Siempre luchar!... del hombre es el destino;
- y al que impávido lucha, con fe ardiente,
- le da la gloria su laurel divino.
- Por sosiego suspira eternamente;
- pero ¿dónde se oculta, dónde mana
- de esta sed inmortal la ansiada fuente?...
- En el profundo valle, que se afana
- cuando del año la estación florida
- lo viste de verdura y luz temprana;
- en las cumbres salvajes, donde anida
- el águila que pone junto al cielo
- su mansión de huracanes combatida,
- el límite no encuentra de su anhelo;
- ni porque esclava suya haga la suerte,
- tras íntima inquietud y estéril duelo.
- Aquel solo el varón dichoso y fuerte
- será, que viva en paz con su conciencia
- hasta el sueño apacible de la muerte.
- ¿Qué sirve el esplendor, qué la opulencia,
- la oscuridad, ni holgada medianía,
- si a sufrir el delito nos sentencia?
- Choza del campesino, humilde y fría,
- alcázar de los reyes, corpulento,
- cuya altitud al monte desafía,
- bien sé yo que, invisible como el viento,
- huésped que el alma hiela, se ha sentado
- de vuestro hogar al pie el remordimiento.
- ¿Qué fue del corso altivo, no domado
- hasta asomar de España en las fronteras
- cual cometa del cielo desgajado?
- El poder que le dieron sus banderas
- con asombro y terror de las naciones
- ¿colmó sus esperanzas lisonjeras?...
- Cayó; y entre los bárbaros peñones
- de su destierro, en las nocturnas horas
- le acosaron fatídicas visiones;
- y diéronle tristeza las auroras,
- y en el manso murmullo de la brisa
- voces oyó gemir acusadoras.
- Más conforme recibe y más sumisa
- la voluntad de Dios, el alma bella
- que abrojos siempre lacerada pisa.
- Francisco, así pasar vimos aquella
- que te arrulló en sus brazos maternales,
- y hoy, vestida de luz, los astros huella:
- que al tocar del sepulcro los umbrales,
- bañó su dulce faz con dulce rayo
- la alborada de goces inmortales.
- Y así, Damián, en el risueño mayo
- de una vida sin mancha, como arbusto
- que el aquilón derriba en el Moncayo,
- pasó también tu hermano, y la del justo
- severa majestad brilló en su frente,
- de un alma religiosa templo augusto.
- Huya de las ciudades el que intente
- esquivar la batalla de la vida
- y en el ocio perderla muellemente:
- que a la virtud el riesgo no intimida;
- cuando náufragos hay, los ojos cierra
- y se lanza a la mar embravecida.
- Avaro miserable es el que encierra
- la fecunda semilla en el granero,
- cuando larga escasez llora la tierra.
- Compadecer la desventura quiero
- del que, por no mirar la abierta llaga,
- de su limosna priva al pordiosero.
- Ebrio, y alegre, y victorioso vaga
- el vicio por el mundo cortesano:
- su canto de sirena ¿a quién no embriaga?
- Los que dones reciben de su mano
- himnos alzan de júbilo, y de flores
- rinden tributo en el altar profano.
- En tanto, de la fiesta a los rumores,
- criaturas sin fin, herido el seno,
- responden con el ¡ay! de sus dolores.
- Mas el hombre de espíritu sereno
- y de conciencia inquebrantable (roca
- donde se estrella, sin mancharla, el cieno)
- la horrible sien del ídolo destoca,
- y con acento de anatema inflama
- tal vez en noble ardor la turba loca.
- Jinete de experiencia y limpia fama,
- armado va de freno y dura espuela
- donde una voz en abandono clama;
- de heroica pasión en alas vuela,
- y en ella clava el acicate agudo
- por acudir al mal que le desvela.
- Si un instante el error cegarle pudo,
- los engañosos ímpetus reprime,
- y es su propia razón freno y escudo.
- Sin tregua combatir por el que gime;
- defender la justicia y verdad santa,
- llena la mente de ideal sublime;
- caminar hacia el bien con firme planta,
- a la edad consolando que agoniza,
- apóstol de otra edad que se adelanta,
- es empresa que al vulgo escandaliza;
- por loco siempre o necio fue tenido
- quien lanzas en su pro rompe en la liza.
- Si a tierna compasión alguien movido
- vio al generoso hidalgo de Cervantes,
- ¡cuántos, con risa, viéronle caído!
- Acomete a quiméricos gigantes,
- de sus delirios prodigiosa hechura,
- y es de niños escarnio y de ignorantes.
- Mas él, dándoles cuerpo, se figura
- limpiar de monstruos la afligida tierra,
- y llanto arranca al bueno su locura.
- Así debe sufrir, en cruda guerra,
- (sin vergonzoso pacto ni sosiego)
- contra el mal, que a los débiles aterra,
- el que abrasado en el celeste fuego
- de inagotable caridad, no atiende
- solo de su interés el torpe ruego.
- Árbol de seco erial, las ramas tiende
- al que rendido llega de fatiga,
- y del sol, cariñoso, le defiende.
- Él sabe que sus frutos no prodiga
- heredad que se deja sin cultivo;
- sabe que del sudor brota la espiga,
- como de agua sonoro raudal vivo,
- si del trabajo el útil instrumento
- hiende la roca en que durmió cautivo.
- ¡Oh del bosque anhelado apartamiento,
- cuyos olmos son arpas melodiosas
- cuando sacude su follaje el viento!
- ¡Oh fresco valle, donde crecen rosas
- de perfumado cáliz, y azucenas,
- que liban las abejas codiciosas!
- ¡Oh soledades de armonías llenas!
- en vano me brindáis ocio y amores,
- mientras haya un esclavo entre cadenas.
- Que aún pide con sacrílegos rumores
- ver libre a Barrabás la muchedumbre
- y alzados en la Cruz los redentores.
- Que del sombrío Gólgota en la cumbre,
- regada con la sangre del Cordero
- sublime en humildad y mansedumbre,
- mártires ¡ay! aún suben al madero
- que ha de ser, convertido en árbol santo,
- patria y hogar del universo entero.
- Padecer es vivir; riego es el llanto
- a quien la flor del alma, con su esencia
- debe perpetuo y virginal encanto.
- Amigos, bendecid la Providencia
- si mandare a la vuestra ese rocío,
- y nieguen los malvados su clemencia.
- ¡Qué alegre y qué gentil llega el navío
- al puerto salvador, cuando aún le azota
- con fiera saña el huracán bravío!
- Así el justo halla al fin de su derrota
- por el mar de la vida proceloso,
- del claro cielo en la extensión remota
- puerto seguro y eternal reposo.
-
-
-
-
-DON GASPAR NÚÑEZ DE ARCE
-
-_93. Estrofas_
-
-I
-
- La generosa musa de Quevedo
- desbordose una vez como un torrente
- y exclamó llena de viril denuedo:
- «No he de callar, por más que con el dedo,
- ya tocando los labios, ya la frente,
- silencio avises o amenaces miedo.»
-
-II
-
- Y al estampar sobre la herida abierta
- el hierro de su cólera encendido,
- tembló la concusión que siempre alerta,
- incansable y voraz, labra su nido,
- como gusano ruin en carne muerta,
- en todo Estado exánime y podrido.
-
-III
-
- Arranque de dolor, de ese profundo
- dolor que se concentra en el misterio
- y huye amargado del rumor del mundo,
- fue su sangrienta sátira, cauterio
- que aplicó sollozando al patrio imperio,
- mísero, gangrenado y moribundo.
-
-IV
-
- ¡Ah! si hoy pudiera resonar la lira
- que con Quevedo descendió a la tumba,
- en medio de esta universal mentira,
- de este viento de escándalo que zumba,
- de este fétido hedor que se respira,
- de esta España moral que se derrumba;
-
-V
-
- De la viva y creciente incertidumbre
- que en lucha estéril nuestra fuerza agota;
- del huracán de sangre que alborota
- el mar de la revuelta muchedumbre;
- de la insaciable y honda podredumbre
- que el rostro y la conciencia nos azota;
-
-VI
-
- De este horror, de este ciego desvarío
- que cubre nuestras almas con un velo,
- como el sepulcro, impenetrable y frío;
- de este insensato pensamiento impío
- que destituye a Dios, despuebla el cielo
- y precipita el mundo en el vacío;
-
-VII
-
- Si en medio de esta borrascosa orgía
- que infunde repugnancia al par que aterra,
- esa lira estallara ¿qué sería?
- Grito de indignación, canto de guerra,
- que en las entrañas mismas de la tierra
- la muerta humanidad conmovería.
-
-VIII
-
- Mas ¿porque el gran satírico no aliente
- ha de haber quien contemple y autorice
- tanta degradación, indiferente?
- «¿No ha de haber un espíritu valiente?
- ¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
- ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?»
-
-IX
-
- ¡Cuántos sueños de gloria evaporados
- como las leves gotas de rocío
- que apenas mojan los sedientos prados!
- ¡Cuánta ilusión perdida en el vacío,
- y cuántos corazones anegados
- en la amarga corriente del hastío!
-
-X
-
- No es la revolución raudal de plata
- que fertiliza la extendida vega:
- es sorda inundación que se desata.
- No es viva luz que se difunde grata,
- sino confuso resplandor que ciega
- y tormentoso vértigo que mata.
-
-XI
-
- Al menos en el siglo desdichado
- que aquel ilustre y vigoroso vate
- con el rayo marcó de su censura,
- podía el corazón atribulado
- salir ileso del mortal combate
- en alas de la fe radiante y pura.
-
-XII
-
- Y apartando la vista de aquel cieno
- social, de aquellos fétidos despojos,
- de aquel lúbrico y torpe desenfreno,
- fijar llorando los ardientes ojos
- en ese cielo azul, limpio y sereno,
- de santa paz y de esperanza lleno.
-
-XIII
-
- Pero hoy ¿dónde mirar? Un golpe mismo
- hiere al César y a Dios. Sorda carcoma
- prepara el misterioso cataclismo,
- y como en tiempo de la antigua Roma,
- todo cruje, vacila y se desploma
- en el cielo, en la tierra, en el abismo.
-
-XIV
-
- Perdida en tanta soledad la calma,
- de noche eterna el corazón cubierto,
- la gloria muda, desolada el alma,
- en este pavoroso desconcierto
- se eleva la Razón, como la palma
- que crece triste y sola en el desierto.
-
-XV
-
- ¡Triste y sola, es verdad! ¿Dónde hay miseria
- mayor? ¿Dónde más rudo desconsuelo?
- ¿De qué la sirve desgarrar el velo
- que envuelve y cubre la vivaz materia,
- y con profundo, inextinguible anhelo
- sondar la tierra, escudriñar el cielo;
-
-XVI
-
- Entregarse a merced del torbellino
- y en la duda incesante que la aqueja
- el secreto inquirir de su destino,
- si a cada paso que adelanta deja
- su fe inmortal, como el vellón la oveja,
- enredada en las zarzas del camino?
-
-XVII
-
- ¿Si a su culpada humillación se adhiere
- con la constancia infame del beodo,
- que goza en su abyección, y en ella muere?
- ¿Si ciega, y torpe, y degradada en todo,
- desconoce su origen, y prefiere
- a descender de Dios, surgir del lodo?
-
-XVIII
-
- ¡Libertad, libertad! No eres aquella
- virgen, de blanca túnica ceñida,
- que vi en mis sueños pudibunda y bella.
- No eres, no, la deidad esclarecida
- que alumbra con su luz, como una estrella,
- los oscuros abismos de la vida.
-
-XIX
-
- No eres la fuente de perenne gloria
- que dignifica el corazón humano
- y engrandece esta vida transitoria.
- No el ángel vengador que con su mano
- imprime en las espaldas del tirano
- el hierro enrojecido de la historia.
-
-XX
-
- No eres la vaga aparición que sigo
- con hondo afán desde mi edad primera,
- sin alcanzarla nunca... Mas ¿qué digo?
- No eres la libertad, disfraces fuera,
- ¡licencia desgreñada, vil ramera
- del motín, te conozco y te maldigo!
-
-XXI
-
- ¡Ah! No es extraño que sin luz ni guía,
- los humanos instintos se desborden
- con el rugido del volcán que estalla,
- y en medio del tumulto y la anarquía,
- como corcel indómito el desorden
- no respete ni látigo ni valla.
-
-XXII
-
- ¿Quién podrá detenerle en su carrera?
- ¿Quién templar los impulsos de la fiera
- y loca multitud enardecida,
- que principia a dudar y ya no espera
- hallar en otra luminosa esfera,
- bálsamo a los dolores de esta vida?
-
-XXIII
-
- Como Cristo en la cúspide del monte,
- rotas ya sus mortales ligaduras,
- mira doquier con ojos espantados,
- por toda la extensión del horizonte
- dilatarse a sus pies vastas llanuras,
- ricas ciudades, fértiles collados.
-
-XXIV
-
- Y excitando su afán calenturiento
- tanta grandeza y tanto poderío,
- de la codicia el persuasivo acento
- grítale audaz: --¡El cielo está vacío!
- ¿A quién temer?-- Y ronca y sin aliento
- la muchedumbre grita: --¡Todo es mío!--
-
-XXV
-
- Y en el tumulto su puñal afila,
- y la enconada cólera que encierra
- enturbia y enardece su pupila,
- y ensordeciendo el aire en son de guerra
- hace temblar bajo sus pies la tierra,
- como las hordas bárbaras de Atila.
-
-XXVI
-
- No esperéis que esa turba alborotada
- infunda nueva sangre generosa
- en las venas de Europa desmayada;
- ni que termine su fatal jornada,
- sobre el ara desierta y polvorosa
- otro Dios levantando con su espada.
-
-XXVII
-
- No esperéis, no, que la confusa plebe,
- como santo depósito en su pecho
- nobles instintos y virtudes lleve.
- Hallará el mundo a su codicia estrecho,
- que es la fuerza, es el número, es el hecho
- brutal ¡es la materia que se mueve!
-
-XXVIII
-
- Y buscará la libertad en vano;
- que no arraiga en los crímenes la idea,
- ni entre las olas fructifica el grano.
- Su castigo en sus iras centellea
- pronto a estallar; que el rayo y el tirano
- hermanos son. ¡La tempestad los crea!
-
-
-_94. Tristezas_
-
- Cuando recuerdo la piedad sincera
- con que en mi edad primera
- entraba en nuestras viejas catedrales,
- donde postrado ante la cruz de hinojos
- alzaba a Dios mis ojos,
- soñando en las venturas celestiales;
-
- Hoy que mi frente atónito golpeo,
- y con febril deseo
- busco los restos de mi fe perdida,
- por hallarla otra vez, radiante y bella
- como en la edad aquella,
- ¡desgraciado de mí! diera la vida.
-
- ¡Con qué profundo amor, niño inocente,
- prosternaba mi frente
- en las losas del templo sacrosanto!
- Llenábase mi joven fantasía
- de luz, de poesía,
- de mudo asombro, de terrible espanto.
-
- Aquellas altas bóvedas que al cielo
- levantaban mi anhelo;
- aquella majestad solemne y grave;
- aquel pausado canto, parecido
- a un doliente gemido,
- que retumbaba en la espaciosa nave;
-
- Las marmóreas y austeras esculturas
- de antiguas sepulturas,
- aspiración del arte a lo infinito;
- la luz que por los vidrios de colores
- sus tibios resplandores
- quebraba en los pilares de granito;
-
- Haces de donde en curva fugitiva,
- para formar la ojiva,
- cada ramal subiendo se separa,
- cual del rumor de multitud que ruega,
- cuando a los cielos llega,
- surge cada oración distinta y clara;
-
- En el gótico altar inmoble y fijo
- el santo crucifijo,
- que extiende sin vigor sus brazos yertos,
- siempre en la sorda lucha de la vida,
- tan áspera y reñida,
- para el dolor y la humildad abiertos;
-
- El místico clamor de la campana
- que sobre el alma humana
- de las caladas torres se despeña,
- y anuncia y lleva en sus aladas notas
- mil promesas ignotas
- al triste corazón que sufre o sueña;
-
- Todo elevaba mi ánimo intranquilo
- a más sereno asilo:
- religión, arte, soledad, misterio...
- todo en el templo secular hacía
- vibrar el alma mía,
- como vibran las cuerdas de un salterio.
-
- Y a esta voz interior que solo entiende
- quien crédulo se enciende
- en fervoroso y celestial cariño,
- envuelta en sus flotantes vestiduras
- volaba a las alturas,
- virgen sin mancha, mi oración de niño.
-
- Su rauda, viva y luminosa huella
- como fugaz centella
- traspasaba el espacio, y ante el puro
- resplandor de sus alas de querube,
- rasgábase la nube
- que me ocultaba el inmortal seguro.
-
- ¡Oh anhelo de esta vida transitoria!
- ¡Oh perdurable gloria!
- ¡Oh sed inextinguible del deseo!
- ¡Oh cielo, que antes para mí tenías
- fulgores y armonías,
- y hoy tan oscuro y desolado veo!
-
- Ya no templas mis íntimos pesares,
- ya al pie de tus altares
- como en mis años de candor no acudo.
- Para llegar a ti perdí el camino,
- y errante peregrino
- entre tinieblas desespero y dudo.
-
- Voy espantado sin saber por dónde;
- grito, y nadie responde
- a mi angustiada voz; alzo los ojos
- y a penetrar la lobreguez no alcanzo;
- medrosamente avanzo,
- y me hieren el alma los abrojos.
-
- Hijo del siglo, en vano me resisto
- a su impiedad, ¡oh Cristo!
- Su grandeza satánica me oprime.
- Siglo de maravillas y de asombros,
- levanta sobre escombros
- un Dios sin esperanza, un Dios que gime.
-
- ¡Y ese Dios no eres tú! No tu serena
- faz, de consuelos llena,
- alumbra y guía nuestro incierto paso.
- Es otro Dios incógnito y sombrío:
- su cielo es el vacío,
- Sacerdote el error, ley el Acaso.
-
- ¡Ay! No recuerda el ánimo suspenso
- un siglo más inmenso,
- más rebelde a tu voz, más atrevido;
- entre nubes de fuego alza su frente,
- como Luzbel, potente;
- pero también, como Luzbel, caído.
-
- A medida que marcha y que investiga
- es mayor su fatiga,
- es su noche más honda y más oscura,
- y pasma, al ver lo que padece y sabe,
- cómo en su seno cabe
- tanta grandeza y tanta desventura.
-
- Como la nave sin timón y rota
- que el ronco mar azota,
- incendia el rayo y la borrasca mece
- en piélago ignorado y proceloso,
- nuestro siglo --coloso--
- con la luz que le abrasa, resplandece.
-
- ¡Y está la playa mística tan lejos!...
- a los tristes reflejos
- del sol poniente se colora y brilla.
- El huracán arrecia, el bajel arde,
- y es tarde, es ¡ay! muy tarde
- para alcanzar la sosegada orilla.
-
- ¿Qué es la ciencia sin fe? Corcel sin freno,
- a todo yugo ajeno,
- que al impulso del vértigo se entrega,
- y a través de intrincadas espesuras,
- desbocado y a oscuras
- avanza sin cesar y nunca llega.
-
- ¡Llegar! ¿Adónde?... El pensamiento humano
- en vano lucha, en vano
- su ley oculta y misteriosa infringe.
- En la lumbre del sol sus alas quema,
- y no aclara el problema,
- ni penetra el enigma de la Esfinge.
-
- ¡Sálvanos, Cristo, sálvanos, si es cierto
- que tu poder no ha muerto!
- Salva a esta sociedad desventurada,
- que bajo el peso de su orgullo mismo
- rueda al profundo abismo
- acaso más enferma que culpada.
-
- La ciencia audaz, cuando de ti se aleja,
- en nuestras almas deja
- el germen de recónditos dolores,
- como al tender el vuelo hacia la altura,
- deja su larva impura
- el insecto en el cáliz de las flores.
-
- Si en esta confusión honda y sombría
- es, Señor, todavía
- raudal de vida tu palabra santa,
- di a nuestra fe desalentada y yerta:
- --¡Anímate y despierta!
- Como dijiste a Lázaro: --¡Levanta!
-
-
-
-
-DON GUSTAVO A. BÉCQUER
-
-
-_95. Rimas_
-
- Del salón en el ángulo oscuro,
- De su dueño tal vez olvidada,
- Silenciosa y cubierta de polvo
- Veíase el arpa.
-
- ¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
- Como el pájaro duerme en las ramas,
- Esperando la mano de nieve
- Que sabe arrancarla!
-
- ¡Ay! pensé; ¡cuántas veces el genio
- Así duerme en el fondo del alma,
- Y una voz, como Lázaro, espera
- Que le diga: «¡Levántate y anda!»
-
-
-_96._
-
- Cerraron sus ojos
- Que aún tenía abiertos;
- Taparon su cara
- Con un blanco lienzo;
- Y unos sollozando,
- Otros en silencio,
- De la triste alcoba
- Todos se salieron.
-
- La luz, que en un vaso
- Ardía en el suelo,
- Al muro arrojaba
- La sombra del lecho;
- Y entre aquella sombra
- Veíase a intérvalos
- Dibujarse rígida
- La forma del cuerpo.
-
- Despertaba el día
- Y a su albor primero
- Con sus mil ruïdos
- Despertaba el pueblo.
- Ante aquel contraste
- De vida y misterios,
- De luz y tinieblas,
- Medité un momento:
- «_¡Dios mío, qué solos_
- _Se quedan los muertos!_»
-
- De la casa en hombros
- Lleváronla al templo
- Y en una capilla
- Dejaron el féretro.
- Allí rodearon
- Sus pálidos restos
- De amarillas velas
- Y de paños negros.
-
- Al dar de las ánimas
- El toque postrero,
- Acabó una vieja
- Sus últimos rezos;
- Cruzó la ancha nave,
- Las puertas gimieron,
- Y el santo recinto
- Quedose desierto.
-
- De un reloj se oía
- Compasado el péndulo,
- Y de algunos cirios
- El chisporroteo.
- Tan medroso y triste,
- Tan oscuro y yerto
- Todo se encontraba...
- Que pensé un momento:
- «_¡Dios mío, qué solos
- _Se quedan los muertos!_»
-
- De la alta campana
- La lengua de hierro,
- Le dio, volteando,
- Su adiós lastimero.
- El luto en las ropas,
- Amigos y deudos
- Cruzaron en fila,
- Formando el cortejo.
-
- Del último asilo,
- Oscuro y estrecho,
- Abrió la piqueta
- El nicho a un extremo.
- Allí la acostaron,
- Tapiáronle luego,
- Y con un saludo
- Despidiose el duelo.
-
- La piqueta al hombro,
- El sepulturero
- Cantando entre dientes
- Se perdió a lo lejos.
- La noche se entraba,
- Reinaba el silencio;
- Perdido en las sombras,
- Medité un momento:
- «_¡Dios mío, qué solos_
- _Se quedan los muertos!_»
-
- En las largas noches
- Del helado invierno,
- Cuando las maderas
- Crujir hace el viento
- Y azota los vidrios
- El fuerte aguacero,
- De la pobre niña
- A solas me acuerdo.
-
- Allí cae la lluvia
- Con un son eterno;
- Allí la combate
- El soplo del cierzo.
- Del húmedo muro
- Tendida en el hueco,
- ¡Acaso de frío
- Se hielan sus huesos!...
-
- . . . . . . . . . . . . . . .
-
- ¿Vuelve el polvo al polvo?
- ¿Vuela el alma al cielo?
- ¿Todo es vil materia,
- Podredumbre y cieno?
- ¡No sé; pero hay algo
- Que explicar no puedo,
- Que al par nos infunde
- Repugnancia y miedo,
- Al dejar tan tristes,
- Tan solos los muertos!
-
-
-
-
-DON VICENTE W. QUEROL
-
-
-_97. Carta_ _al Sr. D. Pedro A. de Alarcón, acerca de la Poesía_
-
- Amigo, cedo al fin. Los que dispersos
- Entregué al aire vano
- En mi edad juvenil fútiles versos,
- Hoy con piadosa mano
- Recojo y cierro en el modesto libro,
- Que al triste olvido de la edad entrego,
- O al duro fallo de los tiempos libro.
- Lo engendré en la nocturna
- Fiebre de mis pasiones primerizas,
- Y hoy guardo en él, como en sagrada urna,
- Del corazón las cálidas cenizas.
- En él están mis infantiles sueños,
- El laurel disputado en arduas lizas,
- De la osada ambición locos empeños,
- La fe jurada, la esperanza muerta,
- La aspiración incierta,
- Los horizontes del amor risueños:
- Cuanto amé y esperé. Huecas y frías
- En el oído extraño,
- Ajeno a mi placer, sordo a mi daño,
- Sonarán siempre las canciones mías;
- Pero, al volver sus páginas, yo encuentro
- Mi gozo entre ellas o mi antigua angustia,
- Cual suele hallarse dentro
- De un olvidado libro una flor mustia.
-
- * * * * *
-
- Yo cobarde no oculto
- Mi fe en ti, desdeñada Poesía,
- Ni el ciego amor y el fervoroso culto
- Con que en tus aras me postré algún día:
- No reniego de ti cuando la mofa,
- Cuando el villano insulto
- Responden solo a tu vibrante estrofa:
- No aparto de mi labio
- De tu cáliz de hiel las negras heces,
- Ni te abandono al miserable agravio,
- O a las burlas soeces
- Del vulgo, indigno de tu noble estro;
- Y cuando ante el siniestro
- Tribunal vas de tus inicuos jueces,
- Yo, discípulo tuyo, por tres veces
- No negaré al Maestro.
-
- * * * * *
-
- ¡Santa palabra de Jehová!
- --Con ella
- Moisés cantó el enojo
- Con que borró de Faraón la huella
- En sus líquidos antros el Mar-Rojo:
- Con ella sobre Nínive, sujeta
- Al yugo del pecado, y sobre Tiro,
- Y en la ancha plaza de Sidón inquieta,
- Quejumbroso suspiro
- O eterna maldición lanzó el Profeta:
- Con ella junto al cauce
- Del extranjero río, su salterio
- Colgando al tronco del umbroso sauce,
- Lloró Judá su amargo cautiverio:
- Con ella dijo su doliente cuita
- Job a la inmunda fiera del desierto;
- Y con ella la hermosa Sulamita
- Cantó al amor en su cercado huerto.
-
- * * * * *
-
- ¡Numen severo de la historia!
- --¡Vive
- Todo lo que el poeta
- Con sabio ritmo sonoroso escribe;
- Muere lo que desdeña!-- Allá, en la vaga
- Muda extensión del páramo infinito,
- La soberbia pirámide naufraga:
- La esfinge de granito
- Se hunde en la arena movediza: el verde
- Musgo los templos de Ática sepulta:
- La corva reja del arado muerde
- Las feraces colinas
- Donde su oprobio Babilonia oculta:
- El rebaño del árabe se pierde
- Entre las vastas ruinas
- Que cubren tus llanuras, oh Cartago;
- Mientras que en las vecinas
- Costas de Italia, con el propio estrago,
- Tu egregia vencedora,
- La Reina de las águilas latinas,
- Sola, entre tumbas profanadas llora.
-
- * * * * *
-
- Envuelta en el sudario
- De un vergonzoso olvido,
- Fuera la Tierra el miserable osario
- De las humanas razas, si el gemido
- O el cántico de gloria
- De los antiguos vates,
- Eco veraz de la solemne historia,
- No nos trajera en clamoroso ruido
- Sus fragorosas ruinas y combates,
- Ayes de muerte y gritos de victoria.
- De un siglo al otro siglo el viento lleva
- En las vibrantes cuerdas de la lira,
- La predicción de la esperanza nueva
- O el triste llanto de la edad que expira,
- Y como en la callada
- Soledad de las noches de astro en astro
- Vuela el pálido rastro
- De la luz increada,
- Así el vate, en la oscura
- Noche del tiempo que el pasado esconde,
- Habla a los bardos de la edad futura,
- Y Osián los cantos de Ilión murmura
- Y Dante al salmo de David responde.
-
- * * * * *
-
- ¡Hija de la Belleza!
- --A la alborada
- De blanca luz ceñida,
- A la aurora de púrpura bañada,
- Y en la tarde apagada
- De húmeda niebla y de vapor vestida.
- Son sus joyas las perlas del rocío,
- Las flores son sus galas,
- Su claro espejo el trasparente río,
- Los céfiros sus alas.
- Las rojas nubes sus movibles tiendas,
- Su blanda cuna las inciertas olas,
- Y el ancho espacio las etéreas sendas
- Por donde marcha a solas.
- Gime en la selva que estremece el viento,
- Triste en la fuente solitaria llora,
- Canta del ave en el alegre acento,
- Ríe en la luz de la naciente aurora;
- Y cuando cruza con callado vuelo
- La tierra, el mar o el cielo,
- Todo en ritmo sonoro
- Vibra al compás del cadencioso metro,
- Y en luminoso coro
- Van las estrellas de oro
- Rodando en torno a su extendido cetro.
-
- * * * * *
-
- ¡Hija del sentimiento!
- --En la indecisa
- Vaguedad del espíritu: en la calma
- De la conciencia justa:
- Del débil niño en la infantil sonrisa;
- En los deliquios lánguidos del alma;
- Del corazón en la soberbia augusta:
- En la ira noble, en el amor materno,
- En la ansia no cumplida,
- En los hastíos de la humana vida
- Y en el místico amor de un bien eterno:
- En el lóbrego abismo,
- Cárcel que la pasión fiera quebranta,
- En el grito febril del heroísmo,
- Y en la oculta virtud, callada y santa,
- Como en el crimen mismo,
- Ella, la Poesía,
- Surge y cruza sombría,
- Y el puñal blande o la oración murmura:
- Ciñe a la virgen los nupciales velos:
- Solloza en la olvidada sepultura,
- Y, en los humanos duelos,
- Con la tendida diestra
- A toda angustia inconsolable muestra
- La eterna luz de los abiertos cielos.
-
- * * * * *
-
- Tal, en la edad confusa
- En que a la vida el corazón despierta,
- Yo, la soñada Musa
- Vi en el dintel de la cerrada puerta,
- Que mi ambición ilusa
- Juzgó a la gloria y la esperanza abierta.
- No entré... pero en mi oído
- Sonó el grande ruïdo
- De los santos acordes celestiales;
- Y aun hoy, en este olvido
- Y en esta amiga sombra,
- Donde es la paz un díctamo a mis males,
- Entre el silencio escucho, y aun me asombra,
- El rumor de los himnos inmortales.
-
- * * * * *
-
- Tú, que has unido a ellos,
- Oh dulce amigo, tu canción sonora,
- Y alumbraste con vívidos destellos
- Esta noche del alma abrumadora:
- Brioso corazón que en las bastardas
- Horas sin fe que nos legó el destino,
- Inmaculado aun guardas
- De una alta estirpe el resplandor divino,
- Abre el libro y no temas,
- Al revolver las hojas
- De mis pobres poemas,
- Que ose en ellos cantar glorias supremas
- Ni supremas congojas.
- El débil numen que mi verso inspira
- Nunca osó ambicionar más noble palma
- Que traducir fielmente con la lira
- La efusión de mi alma.
-
-
-_98. En Noche-Buena_
-
- _A mis ancianos padres_
-
-I
-
- Un año más en el hogar paterno
- Celebramos la fiesta del Dios-niño,
- Símbolo augusto del amor eterno,
- Cuando cubre los montes el invierno
- Con su manto de armiño.
-
-II
-
- Como en el día de la fausta boda
- O en el que el santo de los padres llega,
- La turba alegre de los niños juega,
- Y en la ancha sala la familia toda
- De noche se congrega.
-
-III
-
- La roja lumbre de los troncos brilla
- Del pequeño dormido en la mejilla,
- Que con tímido afán su madre besa;
- Y se refleja alegre en la vajilla
- De la dispuesta mesa.
-
-IV
-
- A su sobrino, que lo escucha atento,
- Mi hermana dice el pavoroso cuento,
- Y mi otra hermana la canción modula
- Que, o bien surge vibrante, o bien ondula
- Prolongada en el viento.
-
-V
-
- Mi madre tiende las rugosas manos
- Al nieto que huye por la blanda alfombra;
- Hablan de pie mi padre y mis hermanos,
- Mientras yo, recatándome en la sombra,
- Pienso en hondos arcanos.
-
-VI
-
- Pienso que de los días de ventura
- Las horas van apresurando el paso,
- Y que empaña el oriente niebla oscura,
- Cuando aun el rayo trémulo fulgura
- Último del ocaso.
-
-VII
-
- ¡Padres míos, mi amor! ¡Cómo envenena
- Las breves dichas el temor del daño!
- Hoy presidís nuestra modesta cena,
- Pero en el porvenir... yo sé que un año
- Vendrá sin Noche-Buena.
-
-VIII
-
- Vendrá, y las que hoy son risas y alborozo
- Serán muda aflicción y hondo sollozo.
- No cantará mi hermana, y mi sobrina
- No escuchará la historia peregrina
- Que le da miedo y gozo.
-
-IX
-
- No dará nuestro hogar rojos destellos
- Sobre el limpio cristal de la vajilla,
- Y, si alguien osa hablar, será de aquellos
- Que hoy honran nuestra fiesta tan sencilla
- Con sus blancos cabellos.
-
-X
-
- Blancos cabellos cuya amada hebra
- Es cual corona de laurel de plata,
- Mejor que esas coronas que celebra
- La vil lisonja, la ignorancia acata,
- Y el infortunio quiebra.
-
-XI
-
- ¡Padres míos, mi amor! Cuando contemplo
- La sublime bondad de vuestro rostro,
- Mi alma a los trances de la vida templo,
- Y ante esa imagen para orar me postro,
- Cual me postro en el templo.
-
-XII
-
- Cada arruga que surca ese semblante
- Es del trabajo la profunda huella,
- O fue un dolor de vuestro pecho amante.
- La historia fiel de una época distante
- Puedo leer yo en ella.
-
-XIII
-
- La historia de los tiempos sin ventura
- En que luchasteis con la adversa suerte,
- Y en que, tras negras horas de amargura,
- Mi madre se sintió más noble y pura
- Y mi padre más fuerte.
-
-XIV
-
- Cuando la noche toda en la cansada
- Labor tuvísteis vuestros ojos fijos,
- Y, al venceros el sueño a la alborada,
- Fuerzas os dio posar vuestra mirada
- En los dormidos hijos.
-
-XV
-
- Las lágrimas correr una tras una
- Con noble orgullo por mi faz yo siento,
- Pensando que hayan sido por fortuna,
- Esas honradas manos mi sustento
- Y esos brazos mi cuna.
-
-XVI
-
- ¡Padres míos, mi amor! Mi alma quisiera
- Pagaros hoy la que en mi edad primera
- Sufristeis sin gemir, lenta agonía,
- Y que cada dolor de entonces fuera
- Germen de una alegría.
-
-XVII
-
- Entonces vuestro mal curaba el gozo
- De ver al hijo convertirse en mozo,
- Mientras que al verme yo en vuestra presencia
- Siento mi dicha ahogada en el sollozo
- De una temida ausencia.
-
-XVIII
-
- Si el vigor juvenil volver de nuevo
- Pudiese a vuestra edad, ¿por qué estas penas?
- Yo os daría mi sangre de mancebo,
- Tornando así con ella a vuestras venas
- Esta vida que os debo.
-
-XIX
-
- Que de tal modo la aflicción me embarga
- Pensando en la posible despedida,
- Que imagino ha de ser tarea amarga
- Llevar la vida, como inútil carga,
- Después de vuestra vida.
-
-XX
-
- Ese plazo fatal, sordo, inflexible,
- Miro acercarse con profundo espanto,
- Y en dudas grita el corazón sensible:
- «Si aplacar al destino es imposible,
- ¿Para qué amarnos tanto?»
-
-XXI
-
- Para estar juntos en la vida eterna
- Cuando acabe esta vida transitoria:
- Si Dios, que el curso universal gobierna,
- Nos devuelve en el cielo esta unión tierna,
- Yo no aspiro a más gloria.
-
-XXII
-
- Pero en tanto, buen Dios, mi mejor palma
- Será que prolonguéis la dulce calma
- Que hoy nuestro hogar en su recinto encierra:
- Para marchar yo solo por la tierra
- No hay fuerzas en mi alma.
-
-
-
-
-DON FEDERICO BALART
-
-
-_99. Restitución_
-
- Estas pobres canciones que te consagro,
- En mi mente han nacido por un milagro.
- Desnudas de las galas que presta el arte,
- Mi voluntad en ellas no tiene parte:
- Yo no sé resistirlas ni suscitarlas;
- Yo ni aun sé comprenderlas al formularlas;
- Y es en mí su lamento, sentido y grave,
- Natural como el trino que lanza el ave.
- Santas inspiraciones que tú me envías,
- Puedo decir, esposa, que no son mías:
- Pensamiento y palabra de ti recibo:
- Tú en silencio las dictas; yo las escribo.
-
- * * * * *
-
- Desde que abandonaste nuestra morada,
- De la mortal escoria purificada,
- Transformado está el fondo del alma mía,
- Y voces oigo en ella que antes no oía.
- Todo cuanto, en la tierra y el mar y el viento,
- Tiene matiz, aroma, forma o acento,
- De mi ánimo abatido turba la calma
- Y en canción se convierte dentro del alma.
- Y es que, en estas tinieblas donde me pierdo,
- Todo está confundido con tu recuerdo:
- ¡Sin él, todo es silencio, sombra y vacío
- En la tierra y el viento y el mar bravío!
-
- * * * * *
-
- Revueltos peñascales, áspera breña
- Donde salta el torrente de peña en peña;
- Corrientes bullidoras del claro río;
- Religiosos murmullos del bosque umbrío;
- Tórtola que en sus frondas unes tus quejas
- Al calmante zumbido de las abejas;
- Águila que levantas el corvo vuelo
- Por el azul espacio que cubre el cielo;
- Golondrina que emigras cuando el Octubre,
- Con sus pálidas hojas el suelo cubre,
- Y al amor de tu nido tornas ligera
- Cuando esparce sus flores la primavera;
- Aura mansa que llevas, en vuelo tardo,
- Efluvios de azucena, jazmín y nardo;
- Brisas que en el desierto sois mensajeras
- De los tiernos amores de las palmeras
- (¡De las pobres palmeras que, separadas,
- Se miran silenciosas y enamoradas!);
- Pardas nieblas del valle, nieves del monte,
- Cambiantes y vislumbres del horizonte;
- Tempestad que bramando con ronco acento
- Tus cabellos de lluvia tiendes al viento;
- Solitaria ensenada, restinga ignota
- Donde oculta su nido la gavïota;
- Olas embravecidas que pone a raya
- Con sus rubias arenas la corva playa;
- Grutas donde repiten con sordo acento
- Sus querellas y halagos la mar y el viento;
- Velas desconocidas que en lontananza
- Pasáis como los sueños de la esperanza;
- Nebuloso horizonte, tras cuyo velo
- Sus límites confunden la mar y el cielo;
- Rayo de sol poniente que te abres paso
- Por los rotos celajes del triste ocaso;
- Melancólico rayo de blanca luna
- Reflejado en la cresta de escueta duna;
- Negra noche que dejas de monte a monte
- Granizado de estrellas el horizonte;
- Lamento misterioso de la campana
- Que en la nocturna sombra suena lejana,
- Pidiendo por ciudades y por desiertos
- La oración de los vivos para los muertos;
- Plegaria que te elevas entre la nube
- Del incienso que en ondas al cielo sube
- Cuando al Señor dirigen himnos fervientes
- Santos anacoretas y penitentes:
- Catedrales ruinosas, mudas y muertas,
- Cuyas góticas naves hallo desiertas,
- Cuyas leves agujas, al cielo alzadas,
- Parecen oraciones petrificadas;
- Torres donde, por cima de la veleta
- Que a merced de los vientos se agita inquieta,
- Señalando regiones que nadie ha visto
- Tiende inmóvil sus brazos la fe de Cristo:
- Luces, sombras, murmullos, flores, espumas,
- Transparentes neblinas, espesas brumas,
- Valles, montes, abismos, tormentas, mares,
- Auras, brisas, aromas, nidos y altares,
- Vosotras en el fondo del alma mía
- Despertáis siempre un eco de poesía:
- Y es que siempre a vosotros encuentro unido
- El recuerdo doliente del bien perdido.
- Sin él, ¿qué es la grandeza, qué es el tesoro
- De la tierra y el viento y el mar sonoro?
-
- * * * * *
-
- Ya lo ves: las canciones que te consagro,
- En mi mente han nacido por un milagro.
- Nada en ellas es mío, todo es don tuyo:
- Por eso a ti, de hinojos, las restituyo.
- ¡Pobres hojas caídas de la arboleda,
- Sin su verdor el alma desnuda queda!
-
- Pero no, que aún te deben mis desventuras
- Otras más delicadas, otras más puras:
- Canciones que, por miedo de profanarlas,
- En el alma conservo sin pronunciarlas;
- Recuerdos de las horas que, embelesado,
- En nuestro pobre albergue pasé a tu lado,
- Cuando al alma y al cuerpo daban pujanza
- Juventud y cariño, fe y esperanza;
- Cuando, lejos del mundo parlero y vano,
- Íbamos por la vida mano con mano;
- Cuando, húmedos los ojos, juntas las palmas,
- En una se fundían nuestras dos almas:
- Canciones silenciosas que el alma hieren;
- Canciones que en mí nacen y que en mí mueren;
- ¡Hechizadas canciones, con cuyo encanto
- A mis áridos ojos se agolpa el llanto!
-
- Y aun a veces aplacan mis amarguras
- Otras más misteriosas, otras más puras:
- Canciones sin palabra, sin pensamiento,
- Vagas emanaciones del sentimiento;
- Silencioso gemido de amor y pena
- Que, en el fondo del pecho, callado suena;
- Aspiración confusa que, en vivo anhelo,
- Ya es canción, ya plegaria que sube al cielo;
- Inquietudes del alma, de amor herida;
- Vagos presentimientos de la otra vida;
- Éxtasis de la mente que a Dios se lanza;
- Luminosos destellos de la esperanza;
- Voces que me aseguran que podré verte
- Cuando al mundo mis ojos cierre la muerte:
- ¡Canciones que, por santas, no tienen nombres
- En la lengua grosera que hablan los hombres!
- Esas son las que endulzan mi amargo duelo;
- Esas son las que el alma llaman al cielo;
- Esas de mi esperanza fijan el polo,
- ¡Y esas son las que guardo para mí solo!
-
-
-
-
-DON MANUEL DEL PALACIO
-
-
-_100. Amor oculto_
-
- Ya de mi amor la confesión sincera
- Oyeron tus calladas celosías,
- Y fue testigo de las ansias mías
- La luna, de los tristes compañera.
- Tu nombre dice el ave placentera
- A quien visito yo todos los días,
- Y alegran mis soñadas alegrías
- El valle, el monte, la comarca entera.
- Solo tú mi secreto no conoces,
- Por más que el alma con latido ardiente,
- Sin yo quererlo, te lo diga a voces;
- Y acaso has de ignorarlo eternamente,
- Como las ondas de la mar veloces
- La ofrenda ignoran que les da la fuente.
-
-
-FIN
-
-
-
-
-NOTAS
-
-
-[1] Poeta del Siglo XVI. No constan las fechas de su nacimiento ni de
-su muerte.
-
-[2] El Duque de Frías.
-
-[3] Enrique Gil.
-
-*** END OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK LAS CIEN MEJORES POESÍAS (LÍ­RICAS)
-DE LA LENGUA CASTELLANA ***
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-/* Transcriber's notes */
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-
-<body class="formato">
-
-<div style='text-align:center; font-size:1.2em; font-weight:bold'>The Project Gutenberg eBook of Las cien mejores poesías (lí­ricas) de la lengua castellana, by Marcelino Menéndez y Pelayo</div>
-
-<div style='display:block; margin:1em 0'>
-This eBook is for the use of anyone anywhere in the United States and
-most other parts of the world at no cost and with almost no restrictions
-whatsoever. You may copy it, give it away or re-use it under the terms
-of the Project Gutenberg License included with this eBook or online
-at <a href="https://www.gutenberg.org">www.gutenberg.org</a>. If you
-are not located in the United States, you will have to check the laws of the
-country where you are located before using this eBook.
-</div>
-
-<p style='display:block; margin-top:1em; margin-bottom:1em; margin-left:2em; text-indent:-2em'>Title: Las cien mejores poesías (lí­ricas) de la lengua castellana</p>
-
-<div style='display:block; margin-top:1em; margin-bottom:1em; margin-left:2em; text-indent:-2em'>Compiler: Marcelino Menéndez y Pelayo</div>
-
-<div style='display:block; margin:1em 0'>Release Date: July 20, 2021 [eBook #65880]</div>
-
-<div style='display:block; margin:1em 0'>Language: Spanish</div>
-
-<div style='display:block; margin:1em 0'>Character set encoding: UTF-8</div>
-
-<div style='display:block; margin-left:2em; text-indent:-2em'>Produced by: Ramón Pajares Box and the Online Distributed Proofreading Team at https://www.pgdp.net (This file was produced from images generously made available by The Internet Archive/Canadian Libraries)</div>
-
-<div style='margin-top:2em; margin-bottom:4em'>*** START OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK LAS CIEN MEJORES POESÍAS (LÍ­RICAS) DE LA LENGUA CASTELLANA ***</div>
-
-<div class="front">
- <hr class="full" />
- <p><a href="#ToC">Índice</a></p>
- <p><a href="#Notas">Notas</a></p>
- <h1 class="faux">Las cien mejores poesías (líricas) de la lengua castellana</h1>
-</div>
-
-<div class="transnote" id="tnote">
- <p class="tnotetit">Nota de transcripción</p>
- <ul>
- <li>Los errores de imprenta han sido corregidos. Para su mejor
- detección, se ha comparado el texto con el de otras ediciones.</li>
-
- <li>La ortografía del texto original ha sido actualizada de acuerdo
- con las normas publicadas en 2010 por la Real Academia Española,
- salvo en los casos en los queda afectada la métrica del verso o
- se haya querido preservar el vocabulario arcaico castellano, como
- en los poemas iniciales.</li>
-
- <li>Las escasas notas a pie de página han sido renumeradas y ubicadas al
- final del libro.</li>
-
- <li>Las páginas en blanco han sido eliminadas.</li>
- </ul>
-</div>
-
-
-<div class="screenonly x-ebookmaker-drop">
- <hr class="chap" />
- <div class="figcenter">
- <img class="thin"
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- alt="Cubierta del libro" />
- </div>
-</div>
-
-
-<div class="tit pt6">
- <hr class="chap" />
- <p><span class="pagenum" id="Page_i">p. i</span></p>
- <p class="fs130 lh200 g0 ws1">LAS CIEN MEJORES POESÍAS</p>
- <p class="fs110 lh200 g0">(LÍRICAS)</p>
- <p class="fs130 lh200 g0 ws1">DE LA LENGUA CASTELLANA</p>
- <hr class="chap" />
-</div>
-
-
-<div class="chapter">
- <p><span class="pagenum" id="Page_ii">p. ii</span></p>
- <p class="fs85 ti0 ws1"><i>Primera Edición, Agosto 1908. &nbsp; Segunda Edición,
- Diciembre, 1908. &nbsp; Tercera Edición, Febrero 1910.</i></p>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="tit">
- <p><span class="pagenum" id="Page_iii">p. iii</span></p>
- <p class="fs110 lh200 g0">LAS</p>
- <p class="fs175 lh200 g0 ws1">CIEN MEJORES POESÍAS</p>
- <p class="fs90 lh200 g0">(LÍRICAS)</p>
- <p class="fs110 lh200 g0 ws1 mt05">DE LA LENGUA CASTELLANA</p>
-
- <p class="fs110 lh150 ws1 mt3">Escogidas por</p>
- <p class="fs110 lh150 g0 ws1">DON M. MENÉNDEZ Y PELAYO</p>
-
- <p class="fs85 lh140 ws1 smcap mt4">Madrid: Victoriano Suárez, 48 Preciados<br />
- Lisboa: Ferreira Limitada, 132 Rua Aurea<br />
- Paris: A. Perche, 45 Rue Jacob<br />
- Lausanne: Edwin Frankfurter, 12 Grand-Chêne<br />
- Berlin: Wilhelm Weicher, Haberlandstr. 4<br />
- London &amp; Glasgow: Gowans &amp; Gray, Ltd.<br />
- 1910</p>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <p><span class="pagenum" id="Page_v">p. v</span></p>
- <h2 class="nobreak">ADVERTENCIA PRELIMINAR</h2>
-</div>
-
-<div class="lh150">
-
-<p class="ti0"><span class="smcap g0">Comprende</span> este tomo
-cien poesías líricas escogidas entre lo mejor de la literatura española
-antigua y moderna, excluyendo los autores vivos. No se nos oculta la
-dificultad de esta selección, en que tanta parte puede tener el gusto
-individual, ni presumimos tanto del nuestro que estemos seguros de
-haber logrado constantemente el acierto. Hemos procurado, sin embargo,
-no omitir ninguna de las poesías ya consagradas por la universal
-admiración, ni dar entrada a ninguna que no tenga a nuestros ojos
-mérito positivo, aunque no siempre llegue a la absoluta perfección
-formal. Hay en algunas de estas composiciones rasgos de mal gusto
-propios de una época o escuela determinada, pero hubiera sido temeridad
-borrarlos, porque la integridad de los textos es la primera obligación
-que la crítica impone al colector de toda antología por diminuta y
-popular que sea.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_vi">p. vi</span>Hemos prescindido
-de las poesías anteriores al siglo <span class="asc">XV</span> porque
-exigirían comentario filológico, inoportuno en la ocasión presente.
-Las pocas que insertamos del siglo <span class="asc">XV</span> son
-de belleza indudable y de fácil lectura para todo el mundo. El mayor
-espacio de nuestra colección va dedicado naturalmente a la edad de oro
-de nuestra lírica (siglo <span class="asc">XVI</span> y principios del
-<span class="asc">XVII</span>). Se notarán en ella omisiones que nos
-duelen mucho, pero que eran inevitables dentro de los estrechos límites
-impuestos a nuestro plan: <i>spatiis exclusas iniquis</i>. Nada hemos
-puesto de Castillejo, de Acuña, de Valbuena, de Jáuregui, y otros
-preclaros ingenios, y hemos tenido que reducir a muy pocas muestras el
-tesoro poético de Góngora, de Lope de Vega y de Quevedo.</p>
-
-<p>Nuestra tarea era relativamente fácil tratándose del siglo <span
-class="asc">XVIII</span>, el mas prosaico de nuestra historia
-literaria, pero se tornaba dificilísima respecto de la opulenta
-producción poética del siglo <span class="asc">XIX</span>, que sin ser
-superior a la antigua como lo ha sido en Francia y en otras partes, ha
-continuado con nuevo espíritu la tradición de las formas líricas, las
-ha remozado a veces merced al impulso genial de los poetas y al<span
-class="pagenum" id="Page_vii">p. vii</span> contacto con extrañas
-literaturas, y ofrece buen numero de obras ya sancionadas por el común
-aplauso. En esta parte más que en ninguna solicitamos y esperamos
-indulgencia.</p>
-
-<p>Aunque se titulan <i>líricos</i> los poemas de esta colección, no
-ha de entenderse esta palabra en sentido tan riguroso que excluya
-algunas narraciones poéticas breves en que se entremezcla lo épico con
-lo lírico. Esta salvedad, que a todas las literaturas alcanza, tiene
-más propio lugar en la castellana, que siempre ha conservado rastros
-de su origen épico. Por eso incluimos algunos romances antiguos, de
-los de tono más lírico, y un par de leyendas de los dos grandes poetas
-románticos Zorrilla y el Duque de Rivas.</p>
-
-<p>El orden en que van colocadas las poesías no siempre es
-estrictamente cronológico, porque se ha atendido a la sucesión de
-escuelas y formas artísticas.</p>
-
-</div>
-
-<p class="firma ws1">M. MENÉNDEZ Y PELAYO</p>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3" id="ToC">
- <p><span class="pagenum" id="Page_ix">p. ix</span></p>
- <h2 class="nobreak g1">ÍNDICE</h2>
-</div>
-
-<table class="toc" summary="Índice de contenidos">
- <tr>
- <td>&nbsp;</td>
- <td>&nbsp;</td>
- <td class="tdrb fs60">PÁGINAS</td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh"><i>Romances Viejos</i></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P003">3.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Romance de Abenámar</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_18">18</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P004">4.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Romance del rey moro que perdió Alhama</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_20">20</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P005">5.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Romance de Rosa fresca</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_22">22</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P006">6.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Romance de Fontefrida</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_23">23</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P007">7.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Romance de Blanca-niña</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_23">23</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P008">8.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Romance del conde Arnaldos</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_25">25</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P009">9.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Romance de la hija del rey de Francia</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_26">26</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P010">10.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Romance de doña Alda</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_27">27</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Alcázar (Baltasar del) (1530-1606)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P032">32.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Una cena</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_87">87</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Anónimo</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P023">23.</a></td>
- <td class="tdlh">«<i>No me mueve, mi Dios, para quererte</i>»</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_67">67</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Argensola (Bartolomé Leonardo de) (1562-1631)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P039">39.</a></td>
- <td class="tdlh">«<i>Dime, Padre común, pues eres justo</i>»</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_104">104</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Argensola (Lupercio Leonardo de) (1559-1613)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P036">36.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>A la Esperanza</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_101">101</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><span class="pagenum" id="Page_x">p. x</span><a href="#P037">37.</a></td>
- <td class="tdlh">«<i>Imagen espantosa de la muerte</i>»</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_103">103</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P038">38.</a></td>
- <td class="tdlh">«<i>Llevó tras sí los pámpanos octubre</i>»</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_104">104</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Arguijo (Don Juan de) (1567-1623)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P028">28.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Al Guadalquivir, en una avenida</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_85">85</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P029">29.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>La tempestad y la calma</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_86">86</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P030">30.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>La avaricia</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_86">86</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P031">31.</a></td>
- <td class="tdlh">«<i>En segura pobreza vive Eumelo</i>»</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_87">87</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Arjona (Don Manuel María de) (1771-1820)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P066">66.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>La diosa del bosque</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_174">174</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Arolas (Padre Juan) (1805-1849)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P083">83.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Sé más feliz que yo</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_276">276</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Avellaneda (Doña Gertrudis Gómez de) (1816-1873)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P086">86.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Amor y orgullo</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_283">283</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Balart (Don Federico) (1831-1905)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P099">99.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Restitución</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_343">343</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Bécquer (Don Gustavo A.) (1836-1870)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P095">95.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Rimas.</i> «<i>Del salón en el ángulo oscuro</i>»</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_327">327</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P096">96.</a></td>
- <td class="tdlh">«<i>Cerraron sus ojos</i>»</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_328">328</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Bello (Don Andrés) (1781-1865)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P072">72.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>La agricultura de la zona tórrida</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_199">199</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05"><span class="pagenum" id="Page_xi">p. xi</span>Calderón de la Barca (Don Pedro) (1600-1681)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P060">60.</a></td>
- <td class="tdlh">«<i>Estas que fueron pompa y alegría</i>»</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_146">146</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Campoamor (Don Ramón de) (1817-1901)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P089">89.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>¡Quién supiera escribir!</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_296">296</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P090">90.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Lo que hace el tiempo</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_299">299</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Caro (Rodrigo) (1573-1647)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P034">34.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>A las ruinas de Itálica</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_92">92</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Cetina (Gutierre de) (1520-1560?)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P013">13.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Madrigal</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_46">46</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Cruz (San Juan de la) (1542-1591)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P022">22.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Cántico espiritual...</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_60">60</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Espronceda (Don José de) (1808-1842)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P076">76.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Himno de la Inmortalidad</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_226">226</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P077">77.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Canción del Pirata</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_228">228</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P078">78.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Canto a Teresa</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_232">232</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Fernández de Andrada (? - ?)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P035">35.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Epístola moral</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_95">95</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Gallego (Don Juan Nicasio) (1777-1853)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P069">69.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Elegía a la muerte de la Duquesa de Frías</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_184">184</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Gil (Don Enrique) (1815-1846)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P082">82.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>La violeta</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_273">273</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Góngora (Don Luis de) (1561-1627)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P048">48.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Angélica y Medoro</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_118">118</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P049">49.</a></td>
- <td class="tdlh">«<i>Servía en Orán al rey</i>»</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_123">123</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><span class="pagenum" id="Page_xii">p. xii</span><a href="#P050">50.</a></td>
- <td class="tdlh">«<i>Entre los sueltos caballos</i>»</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_124">124</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P051">51.</a></td>
- <td class="tdlh">«<i>Ande yo caliente</i>»</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_128">128</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P052">52.</a></td>
- <td class="tdlh">«<i>La más bella niña</i>»</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_129">129</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Heredia (Don José María) (1803-1839)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P073">73.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Niágara</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_210">210</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Herrera (Fernando de) (1534-1597)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P026">26.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Por la vitoria de Lepanto</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_75">75</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P027">27.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Por la pérdida del rey don Sebastián</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_82">82</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Jovellanos (Don Gaspar M. de) (1744-1811)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P063">63.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Epístola de Fabio a Anfriso</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_162">162</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">León (Fray Luis de) (1529-1591)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P014">14.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Vida retirada</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_46">46</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P015">15.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>A Francisco Salinas</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_49">49</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P016">16.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>A Felipe Ruiz</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_51">51</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P017">17.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Noche serena</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_53">53</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P018">18.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Morada del Cielo</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_56">56</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P019">19.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>En la Ascensión</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_57">57</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P020">20.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Imitación de diversos</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_58">58</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P021">21.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Soneto</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_60">60</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Lista (Don Alberto) (1775-1848)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P067">67.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Al Sueño</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_176">176</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05"><span class="pagenum" id="Page_xiii">p. xiii</span>López de Ayala (Don Adelardo) (1828-1879)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P088">88.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Epístola a Emilio Arrieta</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_292">292</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Manrique, Jorge (1440-1478)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P002">2.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>A la muerte del maestre de Santiago...</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_2">2</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Maury (Don Juan María) (1772-1845)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P070">70.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>La timidez</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_193">193</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Meléndez Valdés (Don Juan) (1754-1817)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P064">64.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Rosana en los fuegos</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_168">168</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Mira de Mescua (Don Antonio) (1578?-1644)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P061">61.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Canción</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_146">146</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Mora (Don José Joaquín de) (1783-1864)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P071">71.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>El Estío</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_198">198</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Moratín (Don Nicolás F. de) (1737-1780)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P062">62.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Fiesta de toros en Madrid</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_151">151</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Moratín (Don Leandro F. de) (1760-1828)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P065">65.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Elegía a las Musas</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_172">172</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Núñez de Arce (Don Gaspar) (1834-1903)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P093">93.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Estrofas</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_315">315</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P094">94.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Tristezas</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_322">322</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Palacio (Don Manuel del) (1832-1906)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P100">100.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Amor oculto</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_347">347</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Pastor Díaz (Don Nicomedes) (1811-1862)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P081">81.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>A la luna</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_269">269</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05"><span class="pagenum" id="Page_xiv">p. xiv</span>Piferrer (Don Pablo) (1817-1848)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P084">84.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Canción de la Primavera</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_277">277</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Polo (Gil) (c. 1535-1591)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P025">25.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Canción</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_70">70</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Querol (Don Vicente W.) (1836-1889)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P097">97.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Carta al Sr. D. Pedro A. de Alarcón...</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_331">331</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P098">98.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>En Noche-Buena...</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_338">338</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Quevedo (Don Francisco de) (1580-1645)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P053">53.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>El Sueño</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_131">131</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P054">54.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Epístola satírica y censoria...</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_134">134</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P055">55.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Memoria inmortal de don Pedro Girón...</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_141">141</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P056">56.</a></td>
- <td class="tdlh">«<i>Ya formidable y espantoso suena</i>»</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_141">141</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P057">57.</a></td>
- <td class="tdlh">«<i>Miré los muros de la patria mía</i>»</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_142">142</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P058">58.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Letrilla satírica</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_142">142</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Quintana (Don Manuel José) (1772-1857)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P068">68.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>A España, después de la revolución de Marzo</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_179">179</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Rioja (Francisco de) (1583-1659)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P033">33.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>A la rosa</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_91">91</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Rivas (Duque de) (1791-1865)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P074">74.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>El Faro de Malta</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_215">215</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P075">75.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Un castellano leal</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_217">217</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05"><span class="pagenum" id="Page_xv">p. xv</span>Ruiz Aguilera (Don Ventura) (1820-1881)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P092">92.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Epístola</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_310">310</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Santillana (Marqués de) (1398-1458)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P001">1.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Serranilla</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_1">1</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Sanz (Don Eulogio Florentino) (1825-1881)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P087">87.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Epístola a Pedro</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_286">286</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Selgas (Don José) (1824-1882)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P091">91.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>El Estío</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_305">305</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Tassara (Don Gabriel García) (1817-1875)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P085">85.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Himno al Mesías</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_279">279</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Torre (Francisco de la)<a id="FNanchor_1" href="#Footnote_1" class="fnanchor">[1]</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P024">24.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>La cierva</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_68">68</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Vega (Garcilaso de la) (1503-1536)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P011">11.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Égloga primera</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_29">29</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P012">12.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>A la flor de Gnido</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_42">42</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Vega (Lope de) (1562-1635)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P040">40.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Canción</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_105">105</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P041">41.</a></td>
- <td class="tdlh">«<i>A mis soledades voy</i>»</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_109">109</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P042">42.</a></td>
- <td class="tdlh">«<i>Pobre barquilla mía</i>»</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_112">112</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P043">43.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Judit</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_116">116</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P044">44.</a></td>
- <td class="tdlh">«<i>Suelta mi manso, mayoral extraño</i>»</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_116">116</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P045">45.</a></td>
- <td class="tdlh">«<i>¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?</i>»</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_117">117</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><span class="pagenum" id="Page_xvi">p. xvi</span><a href="#P046">46.</a></td>
- <td class="tdlh">«<i>Pastor, que con tus silbos amorosos</i>»</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_117">117</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P047">47.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Temores en el favor</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_118">118</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Villegas (Don Esteban Manuel de) (1596-1669)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P059">59.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Oda sáfica</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_145">145</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdlh pt05">Zorrilla (Don José) (1817-1893)</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P079">79.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>Introducción a los «Cantos del Trovador»</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_244">244</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><a href="#P080">80.</a></td>
- <td class="tdlh"><i>A buen juez, mejor testigo</i></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_247">247</a></td>
- </tr>
-</table>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <p><span class="pagenum" id="Page_1">p. 1</span></p>
- <h2 class="nobreak">MARQUÉS DE SANTILLANA</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P001">1. Serranilla</h3>
-
-<div class="versos ml36">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Moça</span> tan fermosa</p>
- <p class="i0">Non vi en la frontera,</p>
- <p class="i0">Como una vaquera</p>
- <p class="i0"><i>De la Finojosa</i>.</p>
- <p class="i2">Façiendo la vía</p>
- <p class="i0">Del Calatraveño</p>
- <p class="i0">A Sancta María,</p>
- <p class="i0">Vençido del sueño</p>
- <p class="i0">Por tierra fragosa</p>
- <p class="i0">Perdí la carrera,</p>
- <p class="i0">Do vi la vaquera</p>
- <p class="i0"><i>De la Finojosa</i>.</p>
- <p class="i2">En un verde prado</p>
- <p class="i0">De rosas e flores,</p>
- <p class="i0">Guardando ganado</p>
- <p class="i0">Con otros pastores,</p>
- <p class="i0">La vi tan graçiosa</p>
- <p class="i0">Que apenas creyera</p>
- <p class="i0">Que fuesse vaquera</p>
- <p class="i0"><i>De la Finojosa</i>.</p>
- <p class="i2">Non creo las rosas</p>
- <p class="i0">De la primavera</p>
- <p class="i0">Sean tan fermosas</p>
- <p class="i0">Nin de tal manera,</p>
- <p class="i0">Fablando sin glosa,</p>
- <p class="i0">Si antes sopiera</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_2">p. 2</span>D’aquella vaquera</p>
- <p class="i0"><i>De la Finojosa</i>.</p>
- <p class="i2">Non tanto mirara</p>
- <p class="i0">Su mucha beldat,</p>
- <p class="i0">Porque me dexara</p>
- <p class="i0">En mi libertat.</p>
- <p class="i0">Mas dixe: «Donosa</p>
- <p class="i0">(Por saber quién era),</p>
- <p class="i0">¿Dónde es la vaquera</p>
- <p class="i0"><i>De la Finojosa</i>?...»</p>
- <p class="i2">Bien como riendo,</p>
- <p class="i0">Dixo: «Bien vengades;</p>
- <p class="i0">Que ya bien entiendo</p>
- <p class="i0">Lo que demandades:</p>
- <p class="i0">Non es desseosa</p>
- <p class="i0">De amar, nin lo espera,</p>
- <p class="i0">Aquessa vaquera</p>
- <p class="i0"><i>De la Finojosa</i>.»</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">JORGE MANRIQUE</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P002">2. A la muerte del maestre de Santiago<br />
-don Rodrigo Manrique, su padre</h3>
-
-<div class="versos ml32">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Recuerde</span> el alma dormida,</p>
- <p class="i0">Avive el seso y despierte</p>
- <p class="i0">Contemplando</p>
- <p class="i0">Cómo se pasa la vida,</p>
- <p class="i0">Cómo se viene la muerte</p>
- <p class="i0">Tan callando:</p>
- <p class="i0">Cuán presto se va el placer,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_3">p. 3</span>Cómo después de acordado</p>
- <p class="i0">Da dolor,</p>
- <p class="i0">Cómo a nuestro parescer</p>
- <p class="i0">Cualquiera tiempo pasado</p>
- <p class="i0">Fue mejor.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Y pues vemos lo presente</p>
- <p class="i0">Cómo en un punto es ido</p>
- <p class="i0">Y acabado,</p>
- <p class="i0">Si juzgamos sabiamente,</p>
- <p class="i0">Daremos lo no venido</p>
- <p class="i0">Por pasado.</p>
- <p class="i0">No se engañe nadie, no,</p>
- <p class="i0">Pensando que ha de durar</p>
- <p class="i0">Lo que espera</p>
- <p class="i0">Más que duró lo que vio,</p>
- <p class="i0">Porque todo ha de pasar</p>
- <p class="i0">Por tal manera.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Nuestras vidas son los ríos</p>
- <p class="i0">Que van a dar en la mar,</p>
- <p class="i0">Que es el morir;</p>
- <p class="i0">Allí van los señoríos</p>
- <p class="i0">Derechos a se acabar</p>
- <p class="i0">Y consumir;</p>
- <p class="i0">Allí los ríos caudales,</p>
- <p class="i0">Allí los otros medianos</p>
- <p class="i0">Y más chicos;</p>
- <p class="i0">Allegados, son iguales</p>
- <p class="i0">Los que viven por sus manos</p>
- <p class="i0">Y los ricos.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 title="Invocación"><span class="pagenum" id="Page_4">p.
-4</span><span class="smcap">Invocación</span></h4>
-
-<div class="versos ml32">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Dexo las invocaciones</p>
- <p class="i0">De los famosos poetas</p>
- <p class="i0">Y oradores;</p>
- <p class="i0">No curo de sus ficciones,</p>
- <p class="i0">Que traen yerbas secretas</p>
- <p class="i0">Sus sabores.</p>
- <p class="i0">A aquél solo me encomiendo,</p>
- <p class="i0">Aquél solo invoco yo</p>
- <p class="i0">De verdad,</p>
- <p class="i0">Que en este mundo viviendo,</p>
- <p class="i0">El mundo no conoció</p>
- <p class="i0">Su deidad.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Este mundo es el camino</p>
- <p class="i0">Para el otro, qu’es morada</p>
- <p class="i0">Sin pesar;</p>
- <p class="i0">Mas cumple tener buen tino</p>
- <p class="i0">Para andar esta jornada</p>
- <p class="i0">Sin errar.</p>
- <p class="i0">Partimos cuando nacemos,</p>
- <p class="i0">Andamos mientras vivimos,</p>
- <p class="i0">Y llegamos</p>
- <p class="i0">Al tiempo que fenecemos;</p>
- <p class="i0">Así que cuando morimos</p>
- <p class="i0">Descansamos.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Este mundo bueno fue</p>
- <p class="i0">Si bien usásemos d’él</p>
- <p class="i0">Como debemos,</p>
- <p class="i0">Porque, según nuestra fe,</p>
- <p class="i0">Es para ganar aquel</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_5">p. 5</span>Que atendemos.</p>
- <p class="i0">Y aún el Hijo de Dios,</p>
- <p class="i0">Para subirnos al cielo,</p>
- <p class="i0">Descendió</p>
- <p class="i0">A nacer acá entre nos,</p>
- <p class="i0">Y vivir en este suelo</p>
- <p class="i0">Do murió.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Ved de cuán poco valor</p>
- <p class="i0">Son las cosas tras que andamos</p>
- <p class="i0">Y corremos;</p>
- <p class="i0">Que en este mundo traidor</p>
- <p class="i0">Aun primero que muramos</p>
- <p class="i0">Las perdemos.</p>
- <p class="i0">D’ellas deshace la edad,</p>
- <p class="i0">D’ellas casos desastrados</p>
- <p class="i0">Que acaescen,</p>
- <p class="i0">D’ellas, por su calidad,</p>
- <p class="i0">En los más altos estados</p>
- <p class="i0">Desfallescen.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Decidme: la hermosura,</p>
- <p class="i0">La gentil frescura y tez</p>
- <p class="i0">De la cara,</p>
- <p class="i0">La color y la blancura,</p>
- <p class="i0">Cuando viene la vejez</p>
- <p class="i0">¿Cuál se para?</p>
- <p class="i0">Las mañas y ligereza</p>
- <p class="i0">Y la fuerça corporal</p>
- <p class="i0">De juventud,</p>
- <p class="i0">Todo se torna graveza</p>
- <p class="i0">Cuando llega al arrabal</p>
- <p class="i0">De senectud.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_6">p. 6</span>Pues la sangre de los godos,</p>
- <p class="i0">El linaje y la nobleza</p>
- <p class="i0">Tan crecida,</p>
- <p class="i0">¡Por cuántas vías e modos</p>
- <p class="i0">Se pierde su gran alteza</p>
- <p class="i0">En esta vida!</p>
- <p class="i0">¡Unos por poco valer,</p>
- <p class="i0">Por cuán bajos y abatidos</p>
- <p class="i0">Que los tienen!</p>
- <p class="i0">Otros que por no tener,</p>
- <p class="i0">Con oficios no debidos</p>
- <p class="i0">Se mantienen.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Los estados y riqueza</p>
- <p class="i0">Que nos dexan a deshora</p>
- <p class="i0">¿Quién lo duda?</p>
- <p class="i0">No les pidamos firmeza,</p>
- <p class="i0">Pues que son de una señora</p>
- <p class="i0">Que se muda.</p>
- <p class="i0">Que bienes son de fortuna</p>
- <p class="i0">Que revuelve con su rueda</p>
- <p class="i0">Presurosa,</p>
- <p class="i0">La cual no puede ser una,</p>
- <p class="i0">Ni ser estable ni queda</p>
- <p class="i0">En una cosa.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Pero digo que acompañen</p>
- <p class="i0">Y lleguen hasta la huesa</p>
- <p class="i0">Con su dueño;</p>
- <p class="i0">Por eso no nos engañen,</p>
- <p class="i0">Pues se va la vida apriesa</p>
- <p class="i0">Como sueño:</p>
- <p class="i0">Y los deleites de acá</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_7">p. 7</span>Son en que nos deleitamos</p>
- <p class="i0">Temporales,</p>
- <p class="i0">Y los tormentos de allá</p>
- <p class="i0">Que por ellos esperamos,</p>
- <p class="i0">Eternales.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Los placeres y dulçores</p>
- <p class="i0">D’esta vida trabajada</p>
- <p class="i0">Que tenemos,</p>
- <p class="i0">¿Qué son sino corredores,</p>
- <p class="i0">Y la muerte es la celada</p>
- <p class="i0">En que caemos?</p>
- <p class="i0">No mirando a nuestro daño</p>
- <p class="i0">Corremos a rienda suelta</p>
- <p class="i0">Sin parar;</p>
- <p class="i0">Des que vemos el engaño</p>
- <p class="i0">Y queremos dar la vuelta</p>
- <p class="i0">No hay lugar.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Si fuese en nuestro poder</p>
- <p class="i0">Tornar la cara fermosa</p>
- <p class="i0">Corporal,</p>
- <p class="i0">Como podemos hacer</p>
- <p class="i0">El alma tan gloriosa</p>
- <p class="i0">Angelical,</p>
- <p class="i0">¡Qué diligencia tan viva</p>
- <p class="i0">Tuviéramos cada hora,</p>
- <p class="i0">Y tan presta,</p>
- <p class="i0">En componer la cativa,</p>
- <p class="i0">Dexándonos la señora</p>
- <p class="i0">Descompuesta!</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Estos reyes poderosos</p>
- <p class="i0">Que vemos por escripturas</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_8">p. 8</span>Ya pasadas,</p>
- <p class="i0">Con casos tristes, llorosos,</p>
- <p class="i0">Fueron sus buenas venturas</p>
- <p class="i0">Trastornadas;</p>
- <p class="i0">Así que no hay cosa fuerte;</p>
- <p class="i0">Que a Papas y Emperadores</p>
- <p class="i0">Y Perlados</p>
- <p class="i0">Así los trata la muerte</p>
- <p class="i0">Como a los pobres pastores</p>
- <p class="i0">De ganados.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Dexemos a los Troyanos,</p>
- <p class="i0">Que sus males no los vimos,</p>
- <p class="i0">Ni sus glorias;</p>
- <p class="i0">Dexemos a los Romanos,</p>
- <p class="i0">Aunque oímos y leímos</p>
- <p class="i0">Sus historias.</p>
- <p class="i0">No curemos de saber</p>
- <p class="i0">Lo de aquel siglo pasado</p>
- <p class="i0">Qué fue d’ello;</p>
- <p class="i0">Vengamos a lo de ayer,</p>
- <p class="i0">Que también es olvidado</p>
- <p class="i0">Como aquello.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¿Qué se hizo el Rey Don Juan?</p>
- <p class="i0">Los Infantes de Aragón</p>
- <p class="i0">¿Qué se hicieron?</p>
- <p class="i0">¿Qué fue de tanto galán,</p>
- <p class="i0">Qué fue de tanta invención</p>
- <p class="i0">Como truxeron?</p>
- <p class="i0">Las justas e los torneos,</p>
- <p class="i0">Paramentos, bordaduras</p>
- <p class="i0">E cimeras,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_9">p. 9</span>¿Fueron sino devaneos?</p>
- <p class="i0">¿Qué fueron sino verduras</p>
- <p class="i0">De las eras?</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¿Qué se hicieron las damas,</p>
- <p class="i0">Sus tocados, sus vestidos,</p>
- <p class="i0">Sus olores?</p>
- <p class="i0">¿Qué se hicieron las llamas</p>
- <p class="i0">De los fuegos encendidos</p>
- <p class="i0">De amadores?</p>
- <p class="i0">¿Qué se hizo aquel trovar,</p>
- <p class="i0">Las músicas acordadas</p>
- <p class="i0">Que tañían?</p>
- <p class="i0">¿Qué se hizo aquel dançar</p>
- <p class="i0">Y aquellas ropas chapadas</p>
- <p class="i0">Que traían?</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Pues el otro su heredero,</p>
- <p class="i0">Don Enrique ¡qué poderes</p>
- <p class="i0">Alcançava!</p>
- <p class="i0">¡Cuán blando, cuán alagüero</p>
- <p class="i0">El mundo con sus placeres</p>
- <p class="i0">Se le daba!</p>
- <p class="i0">Mas verás cuán enemigo,</p>
- <p class="i0">Cuán contrario, cuán cruel</p>
- <p class="i0">Se le mostró,</p>
- <p class="i0">Habiéndole sido amigo,</p>
- <p class="i0">¡Cuán poco duró con él</p>
- <p class="i0">Lo que le dio!</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Las dádivas desmedidas,</p>
- <p class="i0">Los edificios reales</p>
- <p class="i0">Llenos de oro,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_10">p. 10</span>Las vajillas tan fabridas,</p>
- <p class="i0">Los enriques y reales</p>
- <p class="i0">Del tesoro;</p>
- <p class="i0">Los jaeces y cavallos</p>
- <p class="i0">De su gente y atavíos</p>
- <p class="i0">Tan sobrados,</p>
- <p class="i0">¿Dónde iremos a buscallos?</p>
- <p class="i0">¿Qué fueron sino rocíos</p>
- <p class="i0">De los prados?</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Pues su hermano el innocente,</p>
- <p class="i0">Que en su vida sucesor</p>
- <p class="i0">Se llamó,</p>
- <p class="i0">¡Qué corte tan excelente</p>
- <p class="i0">Tuvo y cuánto gran señor</p>
- <p class="i0">Que le siguió!</p>
- <p class="i0">Mas como fuese mortal,</p>
- <p class="i0">Metiolo la muerte luego</p>
- <p class="i0">En su fragua.</p>
- <p class="i0">¡Oh juïcio divinal!</p>
- <p class="i0">Cuando más ardía el fuego</p>
- <p class="i0">Echaste agua.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Pues aquel gran Condestable</p>
- <p class="i0">Maestre que conocimos</p>
- <p class="i0">Tan privado,</p>
- <p class="i0">No cumple que d’él se hable,</p>
- <p class="i0">Sino solo que le vimos</p>
- <p class="i0">Degollado.</p>
- <p class="i0">Sus infinitos tesoros,</p>
- <p class="i0">Sus villas y sus lugares,</p>
- <p class="i0">Su mandar,</p>
- <p class="i0">¿Qué le fueron sino lloros?</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_11">p. 11</span>¿Qué fueron sino pesares</p>
- <p class="i0">Al dexar?</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Pues los otros dos hermanos,</p>
- <p class="i0">Maestres tan prosperados</p>
- <p class="i0">Como reyes,</p>
- <p class="i0">C’a los grandes y medianos</p>
- <p class="i0">Traxeron tan sojuzgados</p>
- <p class="i0">A sus leyes;</p>
- <p class="i0">Aquella prosperidad</p>
- <p class="i0">Que tan alta fue subida</p>
- <p class="i0">Y ensalçada,</p>
- <p class="i0">¿Qué fue sino claridad</p>
- <p class="i0">Que cuando más encendida</p>
- <p class="i0">Fue amatada?</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Tantos Duques excelentes,</p>
- <p class="i0">Tantos Marqueses y Condes</p>
- <p class="i0">Y Barones</p>
- <p class="i0">Como vimos tan potentes,</p>
- <p class="i0">Di, muerte, ¿dó los escondes</p>
- <p class="i0">Y los pones?</p>
- <p class="i0">Y sus muy claras hazañas</p>
- <p class="i0">Que hicieron en las guerras</p>
- <p class="i0">Y en las paces,</p>
- <p class="i0">Cuando tú, cruel, te ensañas,</p>
- <p class="i0">Con tu fuerça los atierras</p>
- <p class="i0">Y deshaces.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Las huestes innumerables,</p>
- <p class="i0">Los pendones y estandartes</p>
- <p class="i0">Y banderas,</p>
- <p class="i0">Los castillos impunables,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_12">p. 12</span>Los muros e baluartes</p>
- <p class="i0">Y barreras,</p>
- <p class="i0">La cava honda chapada,</p>
- <p class="i0">O cualquier otro reparo</p>
- <p class="i0">¿Qué aprovecha?</p>
- <p class="i0">Cuando tú vienes airada</p>
- <p class="i0">Todo lo pasas de claro</p>
- <p class="i0">Con tu flecha.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Aquel de buenos abrigo,</p>
- <p class="i0">Amado por virtuoso</p>
- <p class="i0">De la gente,</p>
- <p class="i0">El Maestre Don Rodrigo</p>
- <p class="i0">Manrique, tan famoso</p>
- <p class="i0">Y tan valiente,</p>
- <p class="i0">Sus grandes hechos y claros</p>
- <p class="i0">No cumple que los alabe,</p>
- <p class="i0">Pues los vieron,</p>
- <p class="i0">Ni los quiero hacer caros,</p>
- <p class="i0">Pues el mundo todo sabe</p>
- <p class="i0">Cuáles fueron.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Qué amigo de sus amigos!</p>
- <p class="i0">¡Qué señor para criados</p>
- <p class="i0">Y parientes!</p>
- <p class="i0">¡Qué enemigo de enemigos!</p>
- <p class="i0">¡Qué Maestre de esforçados</p>
- <p class="i0">Y valientes!</p>
- <p class="i0">¡Qué seso para discretos!</p>
- <p class="i0">¡Qué gracia para donosos!</p>
- <p class="i0">¡Qué razón!</p>
- <p class="i0">¡Cuán benigno a los subjectos,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_13">p. 13</span>Y a los bravos y dañosos</p>
- <p class="i0">Un león!</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">En ventura Octaviano;</p>
- <p class="i0">Julio César en vencer</p>
- <p class="i0">Y batallar;</p>
- <p class="i0">En la virtud, Africano;</p>
- <p class="i0">Aníbal en el saber</p>
- <p class="i0">Y trabajar:</p>
- <p class="i0">En la bondad un Trajano;</p>
- <p class="i0">Tito en liberalidad</p>
- <p class="i0">Con alegría;</p>
- <p class="i0">En su braço, un Archidano;</p>
- <p class="i0">Marco Tulio en la verdad</p>
- <p class="i0">Que prometía.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Antonio Pío en clemencia;</p>
- <p class="i0">Marco Aurelio en igualdad</p>
- <p class="i0">Del semblante:</p>
- <p class="i0">Adriano en elocuencia;</p>
- <p class="i0">Teodosio en humanidad</p>
- <p class="i0">Y buen talante.</p>
- <p class="i0">Aurelio Alexandre fue</p>
- <p class="i0">En disciplina y rigor</p>
- <p class="i0">De la guerra;</p>
- <p class="i0">Un Constantino en la fe;</p>
- <p class="i0">Gamelio en el gran amor</p>
- <p class="i0">De su tierra.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">No dejó grandes tesoros,</p>
- <p class="i0">Ni alcançó muchas riquezas</p>
- <p class="i0">Ni vajillas,</p>
- <p class="i0">Mas hizo guerra a los moros,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_14">p. 14</span>Ganando sus fortalezas</p>
- <p class="i0">Y sus villas;</p>
- <p class="i0">Y en las lides que venció</p>
- <p class="i0">Caballeros y caballos</p>
- <p class="i0">Se prendieron,</p>
- <p class="i0">Y en este oficio ganó</p>
- <p class="i0">Las rentas e los vasallos</p>
- <p class="i0">Que le dieron.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Pues por su honra y estado</p>
- <p class="i0">En otros tiempos pasados</p>
- <p class="i0">¿Cómo se hubo?</p>
- <p class="i0">Quedando desamparado,</p>
- <p class="i0">Con hermanos y criados</p>
- <p class="i0">Se sostuvo.</p>
- <p class="i0">Después que hechos famosos</p>
- <p class="i0">Hizo en esta dicha guerra</p>
- <p class="i0">Que hacía,</p>
- <p class="i0">Hizo tratos tan honrosos,</p>
- <p class="i0">Que le dieron muy más tierra</p>
- <p class="i0">Que tenía.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Estas sus viejas historias</p>
- <p class="i0">Que con su braço pintó</p>
- <p class="i0">En la juventud,</p>
- <p class="i0">Con otras nuevas victorias</p>
- <p class="i0">Agora las renovó</p>
- <p class="i0">En la senectud.</p>
- <p class="i0">Por su gran habilidad,</p>
- <p class="i0">Por méritos y ancianía</p>
- <p class="i0">Bien gastada</p>
- <p class="i0">Alcançó la dignidad</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_15">p. 15</span>De la gran caballería</p>
- <p class="i0">Del Espada.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">E sus villas e sus tierras</p>
- <p class="i0">Ocupadas de tiranos</p>
- <p class="i0">Las halló,</p>
- <p class="i0">Mas por cercos e por guerras</p>
- <p class="i0">Y por fuerças de sus manos</p>
- <p class="i0">Las cobró.</p>
- <p class="i0">Pues nuestro Rey natural,</p>
- <p class="i0">Si de las obras que obró</p>
- <p class="i0">Fue servido,</p>
- <p class="i0">Dígalo el de Portugal,</p>
- <p class="i0">Y en Castilla quien siguió</p>
- <p class="i0">Su partido.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Después de puesta la vida</p>
- <p class="i0">Tantas veces por su ley</p>
- <p class="i0">Al tablero;</p>
- <p class="i0">Después de tan bien servida</p>
- <p class="i0">La corona de su Rey</p>
- <p class="i0">Verdadero;</p>
- <p class="i0">Después de tanta hazaña</p>
- <p class="i0">A que no puede bastar</p>
- <p class="i0">Cuenta cierta,</p>
- <p class="i0">En la su villa de Ocaña</p>
- <p class="i0">Vino la muerte a llamar</p>
- <p class="i0">A su puerta.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">(HABLA LA MUERTE)</h4>
-
-<div class="versos ml32">
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Diciendo: «Buen caballero,</p>
- <p class="i0">Dejad el mundo engañoso</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_16">p. 16</span>Y su halago;</p>
- <p class="i0">Muestre su esfuerço famoso</p>
- <p class="i0">Vuestro coraçón de acero</p>
- <p class="i0">En este trago;</p>
- <p class="i0">Y pues de vida y salud</p>
- <p class="i0">Hiciste tan poca cuenta</p>
- <p class="i0">Por la fama,</p>
- <p class="i0">Esfuércese la virtud</p>
- <p class="i0">Para sufrir esta afrenta</p>
- <p class="i0">Que os llama.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">»No se os haga tan amarga</p>
- <p class="i0">La batalla temerosa</p>
- <p class="i0">Que esperáis,</p>
- <p class="i0">Pues otra vida más larga</p>
- <p class="i0">De fama tan gloriosa</p>
- <p class="i0">Acá dexáis:</p>
- <p class="i0">Aunque esta vida de honor</p>
- <p class="i0">Tampoco no es eternal</p>
- <p class="i0">Ni verdadera,</p>
- <p class="i0">Mas con todo es muy mejor</p>
- <p class="i0">Que la otra temporal</p>
- <p class="i0">Perecedera.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">»El vivir que es perdurable</p>
- <p class="i0">No se gana con estados</p>
- <p class="i0">Mundanales,</p>
- <p class="i0">Ni con vida deleitable</p>
- <p class="i0">En que moran los pecados</p>
- <p class="i0">Infernales;</p>
- <p class="i0">Mas los buenos religiosos</p>
- <p class="i0">Gánanlo con oraciones</p>
- <p class="i0">Y con lloros;</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_17">p. 17</span>Los caballeros famosos</p>
- <p class="i0">Con trabajos y aflicciones</p>
- <p class="i0">Contra moros.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">»Y pues vos, claro varón,</p>
- <p class="i0">Tanta sangre derramastes</p>
- <p class="i0">De paganos,</p>
- <p class="i0">Esperad el galardón</p>
- <p class="i0">Que en este mundo ganastes</p>
- <p class="i0">Por las manos;</p>
- <p class="i0">Y con esta confianza</p>
- <p class="i0">Y con la fe tan entera</p>
- <p class="i0">Que tenéis,</p>
- <p class="i0">Partid con buena esperança</p>
- <p class="i0">Que esta otra vida tercera</p>
- <p class="i0">Ganaréis.»</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">(RESPONDE EL MAESTRE)</h4>
-
-<div class="versos ml32">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">«No gastemos tiempo ya</p>
- <p class="i0">En esta vida mezquina</p>
- <p class="i0">Por tal modo,</p>
- <p class="i0">Que mi voluntad está</p>
- <p class="i0">Conforme con la divina</p>
- <p class="i0">Para todo;</p>
- <p class="i0">Y consiento en mi morir</p>
- <p class="i0">Con voluntad placentera,</p>
- <p class="i0">Clara, pura,</p>
- <p class="i0">Que querer hombre vivir</p>
- <p class="i0">Cuando Dios quiere que muera</p>
- <p class="i0">Es locura.»</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">ORACIÓN</h4>
-
-<div class="versos ml32">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Tú que por nuestra maldad</p>
- <p class="i0">Tomaste forma civil</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_18">p. 18</span>Y bajo nombre;</p>
- <p class="i0">Tú que en tu divinidad</p>
- <p class="i0">Juntaste cosa tan vil</p>
- <p class="i0">Como el hombre;</p>
- <p class="i0">Tú que tan grandes tormentos</p>
- <p class="i0">Sufriste sin resistencia</p>
- <p class="i0">En tu persona,</p>
- <p class="i0">No por mis merecimientos,</p>
- <p class="i0">Mas por tu sola clemencia</p>
- <p class="i0">Me perdona.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">CABO</h4>
-
-<div class="versos ml32">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Así con tal entender</p>
- <p class="i0">Todos sentidos humanos</p>
- <p class="i0">Conservados,</p>
- <p class="i0">Cercado de su mujer,</p>
- <p class="i0">De hijos y de hermanos</p>
- <p class="i0">Y criados,</p>
- <p class="i0">Dio el alma a quien se la dio,</p>
- <p class="i0">(El cual la ponga en el cielo</p>
- <p class="i0">Y en su gloria),</p>
- <p class="i0">Y aunque la vida murió,</p>
- <p class="i0">Nos dexó harto consuelo</p>
- <p class="i0">Su memoria.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">ROMANCES VIEJOS</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P003">3. Romance de Abenámar</h3>
-
-<div class="versos ml32">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">—¡Abenámar</span>, Abenámar,</p>
- <p class="i0">moro de la morería,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_19">p. 19</span>el día que tú naciste</p>
- <p class="i0">grandes señales había!</p>
- <p class="i0">Estaba la mar en calma,</p>
- <p class="i0">la luna estaba crecida:</p>
- <p class="i0">moro que en tal signo nace,</p>
- <p class="i0">no debe decir mentira.—</p>
- <p class="i0">Allí respondiera el moro,</p>
- <p class="i0">bien oiréis lo que decía:</p>
- <p class="i0">—Yo te la diré, señor,</p>
- <p class="i0">aunque me cueste la vida,</p>
- <p class="i0">porque soy hijo de un moro</p>
- <p class="i0">y una cristiana cautiva;</p>
- <p class="i0">siendo yo niño y muchacho</p>
- <p class="i0">mi madre me lo decía:</p>
- <p class="i0">que mentira no dijese,</p>
- <p class="i0">que era grande villanía:</p>
- <p class="i0">por tanto pregunta, rey,</p>
- <p class="i0">que la verdad te diría.</p>
- <p class="i0">—Yo te agradezco, Abenámar</p>
- <p class="i0">aquesa tu cortesía.</p>
- <p class="i0">¿Qué castillos son aquellos?</p>
- <p class="i0">¡Altos son y relucían!</p>
- <p class="i0">—El Alhambra era, señor,</p>
- <p class="i0">y la otra la mezquita;</p>
- <p class="i0">los otros los Alixares,</p>
- <p class="i0">labrados a maravilla.</p>
- <p class="i0">El moro que los labraba</p>
- <p class="i0">cien doblas ganaba al día,</p>
- <p class="i0">y el día que no los labra</p>
- <p class="i0">otras tantas se perdía.</p>
- <p class="i0">El otro es Generalife,</p>
- <p class="i0">huerta que par no tenía;</p>
- <p class="i0">el otro Torres Bermejas,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_20">p. 20</span>castillo de gran valía.—</p>
- <p class="i0">Allí habló el rey don Juan,</p>
- <p class="i0">bien oiréis lo que decía:</p>
- <p class="i0">—Si tú quisieses, Granada,</p>
- <p class="i0">contigo me casaría;</p>
- <p class="i0">darete en arras y dote</p>
- <p class="i0">a Córdoba y a Sevilla.</p>
- <p class="i0">—Casada soy, rey don Juan,</p>
- <p class="i0">casada soy, que no viuda;</p>
- <p class="i0">el moro que a mí me tiene</p>
- <p class="i0">muy grande bien me quería.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P004">4. Romance del rey moro que perdió Alhama</h3>
-
-<div class="versos ml32">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Paseábase</span> el rey moro</p>
- <p class="i0">por la ciudad de Granada,</p>
- <p class="i0">desde la puerta de Elvira</p>
- <p class="i0">hasta la de Vivarrambla.</p>
- <p class="i0">«¡Ay de mi Alhama!»</p>
- <p class="i0">Cartas le fueron venidas</p>
- <p class="i0">que Alhama era ganada:</p>
- <p class="i0">las cartas echó en el fuego,</p>
- <p class="i0">y al mensajero matara.</p>
- <p class="i0">«¡Ay de mi Alhama!»</p>
- <p class="i0">Descabalga de una mula,</p>
- <p class="i0">y en un caballo cabalga;</p>
- <p class="i0">por el Zacatín arriba</p>
- <p class="i0">subido se había al Alhambra.</p>
- <p class="i0">«¡Ay de mi Alhama!»</p>
- <p class="i0">Como en el Alhambra estuvo,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_21">p. 21</span>al mismo punto mandaba</p>
- <p class="i0">que se toquen sus trompetas,</p>
- <p class="i0">sus añafiles de plata.</p>
- <p class="i0">«¡Ay de mi Alhama!»</p>
- <p class="i0">Y que las cajas de guerra</p>
- <p class="i0">apriesa toquen al arma,</p>
- <p class="i0">porque lo oigan sus moros,</p>
- <p class="i0">los de la Vega y Granada.</p>
- <p class="i0">«¡Ay de mi Alhama!»</p>
- <p class="i0">Los moros que el son oyeron</p>
- <p class="i0">que al sangriento Marte llama,</p>
- <p class="i0">uno a uno y dos a dos</p>
- <p class="i0">juntado se ha gran batalla.</p>
- <p class="i0">«¡Ay de mi Alhama!»</p>
- <p class="i0">Allí habló un moro viejo,</p>
- <p class="i0">de esta manera hablara:</p>
- <p class="i0">—¿Para qué nos llamas, rey,</p>
- <p class="i0">para qué es esta llamada?—</p>
- <p class="i0">«¡Ay de mi Alhama!»</p>
- <p class="i0">—Habéis de saber, amigos,</p>
- <p class="i0">una nueva desdichada:</p>
- <p class="i0">que cristianos de braveza</p>
- <p class="i0">ya nos han ganado Alhama.—</p>
- <p class="i0">«¡Ay de mi Alhama!»</p>
- <p class="i0">Allí habló un alfaquí</p>
- <p class="i0">de barba crecida y cana:</p>
- <p class="i0">—¡Bien se te emplea, buen rey,</p>
- <p class="i0">buen rey, bien se te empleara!</p>
- <p class="i0">«¡Ay de mi Alhama!»</p>
- <p class="i0">Mataste los Bencerrajes,</p>
- <p class="i0">que eran la flor de Granada;</p>
- <p class="i0">cogiste los tornadizos</p>
- <p class="i0">de Córdoba la nombrada.</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_22">p. 22</span>«¡Ay de mi Alhama!»</p>
- <p class="i0">Por eso mereces, rey,</p>
- <p class="i0">una pena muy doblada:</p>
- <p class="i0">que te pierdas tú y el reino,</p>
- <p class="i0">y aquí se pierda Granada.—</p>
- <p class="i0">«¡Ay de mi Alhama!»</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P005">5. Romance de Rosa fresca</h3>
-
-<div class="versos ml32">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">—Rosa</span> fresca, rosa fresca,</p>
- <p class="i0">tan garrida y con amor,</p>
- <p class="i0">cuando vos tuve en mis brazos,</p>
- <p class="i0">no vos supe servir, no;</p>
- <p class="i0">y agora que os serviría</p>
- <p class="i0">no vos puedo haber, no.</p>
- <p class="i0">—Vuestra fue la culpa, amigo,</p>
- <p class="i0">vuestra fue, que mía no;</p>
- <p class="i0">enviástesme una carta</p>
- <p class="i0">con un vuestro servidor,</p>
- <p class="i0">y en lugar de recaudar</p>
- <p class="i0">él dijera otra razón:</p>
- <p class="i0">que érades casado, amigo,</p>
- <p class="i0">allá en tierras de León;</p>
- <p class="i0">que tenéis mujer hermosa</p>
- <p class="i0">y hijos como una flor.</p>
- <p class="i0">—Quien os lo dijo, señora,</p>
- <p class="i0">no vos dijo verdad, no;</p>
- <p class="i0">que yo nunca entré en Castilla</p>
- <p class="i0">ni allá en tierras de León,</p>
- <p class="i0">sino cuando era pequeño,</p>
- <p class="i0">que no sabía de amor.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 title="Romance de Fontefrida" id="P006"><span class="pagenum"
-id="Page_23">p. 23</span>6. Romance de Fontefrida</h3>
-
-<div class="versos ml32">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Fonte-frida</span>, fonte-frida,</p>
- <p class="i0">fonte-frida y con amor,</p>
- <p class="i0">do todas las avecicas</p>
- <p class="i0">van tomar consolación,</p>
- <p class="i0">si no es la tortolica</p>
- <p class="i0">que está viuda y con dolor.</p>
- <p class="i0">Por allí fuera a pasar</p>
- <p class="i0">el traidor del ruiseñor:</p>
- <p class="i0">las palabras que le dice</p>
- <p class="i0">llenas son de traïción:</p>
- <p class="i0">—Si tú quisieses, señora,</p>
- <p class="i0">yo sería tu servidor.</p>
- <p class="i0">—Vete de ahí, enemigo,</p>
- <p class="i0">malo, falso, engañador,</p>
- <p class="i0">que ni poso en ramo verde,</p>
- <p class="i0">ni en prado que tenga flor;</p>
- <p class="i0">que si el agua hallo clara,</p>
- <p class="i0">turbia la bebía yo;</p>
- <p class="i0">que no quiero haber marido,</p>
- <p class="i0">porque hijos no haya, no:</p>
- <p class="i0">no quiero placer con ellos,</p>
- <p class="i0">ni menos consolación.</p>
- <p class="i0">¡Déjame, triste enemigo,</p>
- <p class="i0">malo, falso, mal traidor,</p>
- <p class="i0">que no quiero ser tu amiga,</p>
- <p class="i0">ni casar contigo, no!</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P007">7. Romance de Blanca-niña</h3>
-
-<div class="versos ml32">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Blanca</span> sois, señora mía,</p>
- <p class="i0">más que no el rayo del sol:</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_24">p. 24</span>¿si la dormiré esta noche</p>
- <p class="i0">desarmado y sin pavor?</p>
- <p class="i0">que siete años había, siete,</p>
- <p class="i0">que no me desarmo, no.</p>
- <p class="i0">Más negras tengo mis carnes</p>
- <p class="i0">que un tiznado carbón.</p>
- <p class="i0">—Dormilda, señor, dormilda,</p>
- <p class="i0">desarmado sin temor,</p>
- <p class="i0">que el conde es ido a la caza</p>
- <p class="i0">a los montes de León.</p>
- <p class="i0">—Rabia le mate los perros,</p>
- <p class="i0">y águilas el su halcón,</p>
- <p class="i0">y del monte hasta casa</p>
- <p class="i0">a él arrastre el morón.—</p>
- <p class="i0">Ellos en aquesto estando</p>
- <p class="i0">su marido que llegó:</p>
- <p class="i0">—¿Qué hacéis, la Blanca-niña,</p>
- <p class="i0">hija de padre traidor?</p>
- <p class="i0">—Señor, peino mis cabellos,</p>
- <p class="i0">péinolos con gran dolor,</p>
- <p class="i0">que me dejéis a mi sola</p>
- <p class="i0">y a los montes os vais vos.</p>
- <p class="i0">—Esa palabra, la niña,</p>
- <p class="i0">no era sino traición:</p>
- <p class="i0">¿cúyo es aquel caballo</p>
- <p class="i0">que allá bajo relinchó?</p>
- <p class="i0">—Señor, era de mi padre,</p>
- <p class="i0">y envióoslo para vos.</p>
- <p class="i0">—¿Cúyas son aquellas armas</p>
- <p class="i0">que están en el corredor?</p>
- <p class="i0">—Señor, eran de mi hermano,</p>
- <p class="i0">y hoy os las envió.</p>
- <p class="i0">—¿Cúya es aquella lanza,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_25">p. 25</span>desde aquí la veo yo?</p>
- <p class="i0">—Tomalda, conde, tomalda,</p>
- <p class="i0">matadme con ella vos,</p>
- <p class="i0">que aquesta muerte, buen conde</p>
- <p class="i0">bien os la merezco yo.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P008">8. Romance del conde Arnaldos</h3>
-
-<div class="versos ml32">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">¡Quién</span> hubiese tal ventura</p>
- <p class="i0">sobre las aguas del mar,</p>
- <p class="i0">como hubo el conde Arnaldos</p>
- <p class="i0">la mañana de San Juan!</p>
- <p class="i0">Con un falcón en la mano</p>
- <p class="i0">la caza iba a cazar,</p>
- <p class="i0">vio venir una galera</p>
- <p class="i0">que a tierra quiere llegar.</p>
- <p class="i0">Las velas traía de seda,</p>
- <p class="i0">la jarcia de un cendal,</p>
- <p class="i0">marinero que la manda</p>
- <p class="i0">diciendo viene un cantar</p>
- <p class="i0">que la mar facía en calma,</p>
- <p class="i0">los vientos hace amainar,</p>
- <p class="i0">los peces que andan nel hondo</p>
- <p class="i0">arriba los hace andar,</p>
- <p class="i0">las aves que andan volando</p>
- <p class="i0">nel mástel las faz posar.</p>
- <p class="i0">Allí fabló el conde Arnaldos,</p>
- <p class="i0">bien oiréis lo que dirá:</p>
- <p class="i0">—Por Dios te ruego, marinero,</p>
- <p class="i0">dígasme ora ese cantar.—</p>
- <p class="i0">Respondiole el marinero,</p>
- <p class="i0">tal respuesta le fue a dar:</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_26">p. 26</span>—Yo no digo esta canción</p>
- <p class="i0">sino a quien conmigo va.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P009">9. Romance de la hija del rey de Francia</h3>
-
-<div class="versos ml32">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">De Francia</span> partió la niña,</p>
- <p class="i0">de Francia la bien guarnida:</p>
- <p class="i0">íbase para París,</p>
- <p class="i0">do padre y madre tenía.</p>
- <p class="i0">Errado lleva el camino,</p>
- <p class="i0">errado lleva la guía:</p>
- <p class="i0">arrimárase a un roble</p>
- <p class="i0">por esperar compañía.</p>
- <p class="i0">Vio venir un caballero</p>
- <p class="i0">que a París lleva la guía.</p>
- <p class="i0">La niña desque lo vido</p>
- <p class="i0">de esta suerte le decía:</p>
- <p class="i0">—Si te place, caballero,</p>
- <p class="i0">llévesme en tu compañía.</p>
- <p class="i0">—Pláceme, dijo, señora,</p>
- <p class="i0">pláceme, dijo, mi vida.—</p>
- <p class="i0">Apeose del caballo</p>
- <p class="i0">por hacelle cortesía;</p>
- <p class="i0">puso la niña en las ancas</p>
- <p class="i0">y él subiérase en la silla.</p>
- <p class="i0">En el medio del camino</p>
- <p class="i0">de amores la requería.</p>
- <p class="i0">La niña desque lo oyera</p>
- <p class="i0">díjole con osadía:</p>
- <p class="i0">—Tate, tate, caballero,</p>
- <p class="i0">no hagáis tal villanía:</p>
- <p class="i0">hija soy de un malato</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_27">p. 27</span>y de una malatía;</p>
- <p class="i0">el hombre que a mí llegase</p>
- <p class="i0">malato se tornaría.—</p>
- <p class="i0">El caballero con temor</p>
- <p class="i0">palabra no respondía.</p>
- <p class="i0">A la entrada de París</p>
- <p class="i0">la niña se sonreía.</p>
- <p class="i0">—¿De qué vos reís, señora?</p>
- <p class="i0">¿de qué vos reís, mi vida?</p>
- <p class="i0">—Ríome del caballero,</p>
- <p class="i0">y de su gran cobardía,</p>
- <p class="i0">¡tener la niña en el campo</p>
- <p class="i0">y catarle cortesía!—</p>
- <p class="i0">Caballero con vergüenza</p>
- <p class="i0">estas palabras decía:</p>
- <p class="i0">—Vuelta, vuelta, mi señora,</p>
- <p class="i0">que una cosa se me olvida.—</p>
- <p class="i0">La niña como discreta</p>
- <p class="i0">dijo: —Yo no volvería,</p>
- <p class="i0">ni persona, aunque volviese,</p>
- <p class="i0">en mi cuerpo tocaría:</p>
- <p class="i0">hija soy del rey de Francia</p>
- <p class="i0">y de la reina Constantina,</p>
- <p class="i0">el hombre que a mí llegase,</p>
- <p class="i0">muy caro le costaría.</p>
- </div>
-</div>
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-<h3 id="P010">10. Romance de doña Alda</h3>
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-<div class="versos ml32">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">En París</span> está doña Alda</p>
- <p class="i0">la esposa de don Roldán,</p>
- <p class="i0">trescientas damas con ella</p>
- <p class="i0">para la acompañar:</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_28">p. 28</span>todas visten un vestido,</p>
- <p class="i0">todas calzan un calzar,</p>
- <p class="i0">todas comen a una mesa,</p>
- <p class="i0">todas comían de un pan,</p>
- <p class="i0">sino era doña Alda,</p>
- <p class="i0">que era la mayoral.</p>
- <p class="i0">Las ciento hilaban oro,</p>
- <p class="i0">las ciento tejen cendal,</p>
- <p class="i0">las ciento tañen instrumentos</p>
- <p class="i0">para doña Alda holgar.</p>
- <p class="i0">Al son de los instrumentos</p>
- <p class="i0">doña Alda adormido se ha:</p>
- <p class="i0">ensoñado había un sueño,</p>
- <p class="i0">un sueño de gran pesar.</p>
- <p class="i0">Recordó despavorida</p>
- <p class="i0">y con un pavor muy grand,</p>
- <p class="i0">los gritos daba tan grandes</p>
- <p class="i0">que se oían en la ciudad.</p>
- <p class="i0">Allí hablaron sus doncellas,</p>
- <p class="i0">bien oiréis lo que dirán:</p>
- <p class="i0">—¿Qué es aquesto, mi señora?</p>
- <p class="i0">¿quién es el que os hizo mal?</p>
- <p class="i0">—Un sueño soñé, doncellas,</p>
- <p class="i0">que me ha dado gran pesar;</p>
- <p class="i0">que me veía en un monte</p>
- <p class="i0">en un desierto lugar:</p>
- <p class="i0">de so los montes muy altos</p>
- <p class="i0">un azor vide volar,</p>
- <p class="i0">tras dél viene una aguililla</p>
- <p class="i0">que lo ahinca muy mal.</p>
- <p class="i0">El azor con grande cuita</p>
- <p class="i0">metiose so mi brial;</p>
- <p class="i0">el aguililla con grande ira</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_29">p. 29</span>de allí lo iba a sacar;</p>
- <p class="i0">con las uñas lo despluma,</p>
- <p class="i0">con el pico lo deshaz.—</p>
- <p class="i0">Allí habló su camarera,</p>
- <p class="i0">bien oiréis lo que dirá:</p>
- <p class="i0">—Aquese sueño, señora,</p>
- <p class="i0">bien os lo entiendo soltar;</p>
- <p class="i0">el azor es vuestro esposo,</p>
- <p class="i0">que viene de allén la mar;</p>
- <p class="i0">el águila sedes vos,</p>
- <p class="i0">con la cual ha de casar,</p>
- <p class="i0">y aquel monte es la iglesia</p>
- <p class="i0">donde os han de velar.</p>
- <p class="i0">—Si así es, mi camarera,</p>
- <p class="i0">bien te lo entiendo pagar.—</p>
- <p class="i0">Otro día de mañana</p>
- <p class="i0">cartas de fuera le traen;</p>
- <p class="i0">tintas venían de dentro,</p>
- <p class="i0">de fuera escritas con sangre,</p>
- <p class="i0">que su Roldán era muerto</p>
- <p class="i0">en la caza de Roncesvalles.</p>
- </div>
-</div>
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-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
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-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">GARCILASO DE LA VEGA</h2>
-</div>
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-<h3 id="P011">11. Égloga primera</h3>
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-<p class="subh3"><i>A Don Pedro de Toledo, marqués de Villafranca,
-virrey de Nápoles</i></p>
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-<h4 class="asc">SALICIO, NEMOROSO</h4>
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-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">El dulce</span> lamentar de dos pastores,</p>
- <p class="i0">Salicio juntamente y Nemoroso,</p>
- <p class="i0">He de cantar, sus quejas imitando;</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_30">p. 30</span>Cuyas ovejas al cantar sabroso</p>
- <p class="i0">Estaban muy atentas, los amores,</p>
- <p class="i0">De pacer olvidadas, escuchando.</p>
- <p class="i0">Tú, que ganaste obrando</p>
- <p class="i0">Un nombre en todo el mundo,</p>
- <p class="i0">Y un grado sin segundo,</p>
- <p class="i0">Agora estés atento, solo y dado</p>
- <p class="i0">Al ínclito gobierno del estado</p>
- <p class="i0">Albano; agora vuelto a la otra parte,</p>
- <p class="i0">Resplandeciente, armado,</p>
- <p class="i0">Representando en tierra el fiero Marte;</p>
- <p class="i2">Agora de cuidados enojosos</p>
- <p class="i0">Y de negocios libre, por ventura</p>
- <p class="i0">Andes a caza, el monte fatigando</p>
- <p class="i0">En ardiente jinete, que apresura</p>
- <p class="i0">El curso tras los ciervos temerosos,</p>
- <p class="i0">Que en vano su morir van dilatando;</p>
- <p class="i0">Espera, que en tornando</p>
- <p class="i0">A ser restituido</p>
- <p class="i0">Al ocio ya perdido,</p>
- <p class="i0">Luego verás ejercitar mi pluma</p>
- <p class="i0">Por la infinita innumerable suma</p>
- <p class="i0">De tus virtudes y famosas obras;</p>
- <p class="i0">Antes que me consuma,</p>
- <p class="i0">Faltando a ti, que a todo el mundo sobras.</p>
- <p class="i2">En tanto que este tiempo que adivino</p>
- <p class="i0">Viene a sacarme de la deuda un día,</p>
- <p class="i0">Que se debe a tu fama y a tu gloria;</p>
- <p class="i0">Que es deuda general, no solo mía,</p>
- <p class="i0">Mas de cualquier ingenio peregrino</p>
- <p class="i0">Que celebra lo digno de memoria;</p>
- <p class="i0">El árbol de vitoria</p>
- <p class="i0">Que ciñe estrechamente</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_31">p. 31</span>Tu gloriosa frente</p>
- <p class="i0">Dé lugar a la hiedra que se planta</p>
- <p class="i0">Debajo de tu sombra, y se levanta</p>
- <p class="i0">Poco a poco, arrimada a tus loores;</p>
- <p class="i0">Y en cuanto esto se canta,</p>
- <p class="i0">Escucha tú el cantar de mis pastores.</p>
- <p class="i2">Saliendo de las ondas encendido,</p>
- <p class="i0">Rayaba de los montes el altura</p>
- <p class="i0">El sol, cuando Salicio, recostado</p>
- <p class="i0">Al pie de una alta haya, en la verdura,</p>
- <p class="i0">Por donde una agua clara con sonido</p>
- <p class="i0">Atravesaba el fresco y verde prado;</p>
- <p class="i0">Él, con canto acordado</p>
- <p class="i0">Al rumor que sonaba</p>
- <p class="i0">Del agua que pasaba,</p>
- <p class="i0">Se quejaba tan dulce y blandamente</p>
- <p class="i0">Como si no estuviera de allí ausente</p>
- <p class="i0">La que de su dolor culpa tenía;</p>
- <p class="i0">Y así, como presente,</p>
- <p class="i0">Razonando con ella, le decía.</p>
- </div>
-</div>
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-<h4 class="asc">SALICIO</h4>
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-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">—¡Oh más dura que mármol a mis quejas,</p>
- <p class="i0">Y al encendido fuego en que me quemo</p>
- <p class="i0">Más helada que nieve, Galatea!</p>
- <p class="i0">Estoy muriendo, y aun la vida temo;</p>
- <p class="i0">Témola con razón, pues tú me dejas;</p>
- <p class="i0">Que no hay, sin ti, el vivir para qué sea.</p>
- <p class="i0">Vergüenza he que me vea</p>
- <p class="i0">Ninguno en tal estado,</p>
- <p class="i0">De ti desamparado,</p>
- <p class="i0">Y de mí mismo yo me corro agora.</p>
- <p class="i0">¿De un alma te desdeñas ser señora,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_32">p. 32</span>Donde siempre moraste, no pudiendo</p>
- <p class="i0">Della salir un hora?</p>
- <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p>
- <p class="i2">El sol tiende los rayos de su lumbre</p>
- <p class="i0">Por montes y por valles, despertando</p>
- <p class="i0">Las aves y animales y la gente;</p>
- <p class="i0">Cuál por el aire claro va volando,</p>
- <p class="i0">Cuál por el verde valle o alta cumbre</p>
- <p class="i0">Paciendo va segura y libremente,</p>
- <p class="i0">Cuál con el sol presente</p>
- <p class="i0">Va de nuevo al oficio,</p>
- <p class="i0">Y al usado ejercicio</p>
- <p class="i0">Do su natura o menester le inclina.</p>
- <p class="i0">Siempre está en llanto esta ánima mezquina</p>
- <p class="i0">Cuando la sombra el mundo va cubriendo</p>
- <p class="i0">O la luz se avecina.</p>
- <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p>
- <p class="i2">¿Y tú, desta mi vida ya olvidada,</p>
- <p class="i0">Sin mostrar un pequeño sentimiento</p>
- <p class="i0">De que por ti Salicio triste muera,</p>
- <p class="i0">Dejas llevar, desconocida, al viento</p>
- <p class="i0">El amor y la fe que ser guardada</p>
- <p class="i0">Eternamente solo a mí debiera?</p>
- <p class="i0">¡Oh Dios! ¿Por qué siquiera,</p>
- <p class="i0">Pues ves desde tu altura</p>
- <p class="i0">Esta falsa perjura</p>
- <p class="i0">Causar la muerte de un estrecho amigo,</p>
- <p class="i0">No recibe del cielo algún castigo?</p>
- <p class="i0">Si en pago del amor yo estoy muriendo,</p>
- <p class="i0">¿Qué hará el enemigo?</p>
- <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p>
- <p class="i2">Por ti el silencio de la selva umbrosa,</p>
- <p class="i0">Por ti la esquividad y apartamiento</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_33">p. 33</span>Del solitario monte me agradaba;</p>
- <p class="i0">Por ti la verde yerba, el fresco viento,</p>
- <p class="i0">El blanco lirio y colorada rosa</p>
- <p class="i0">Y dulce primavera deseaba.</p>
- <p class="i0">¡Ay, cuánto me engañaba!</p>
- <p class="i0">¡Ay, cuán diferente era</p>
- <p class="i0">Y cuán de otra manera</p>
- <p class="i0">Lo que en tu falso pecho se escondía!</p>
- <p class="i0">Bien claro con su voz me lo decía</p>
- <p class="i0">La siniestra corneja, repitiendo</p>
- <p class="i0">La desventura mía.</p>
- <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p>
- <p class="i2">¡Cuántas veces, durmiendo en la floresta,</p>
- <p class="i0">Reputándolo yo por desvarío,</p>
- <p class="i0">Vi mi mal entre sueños, desdichado!</p>
- <p class="i0">Soñaba que en el tiempo del estío</p>
- <p class="i0">Llevaba, por pasar allí la siesta,</p>
- <p class="i0">A beber en el Tajo mi ganado;</p>
- <p class="i0">Y después de llegado,</p>
- <p class="i0">Sin saber de cuál arte,</p>
- <p class="i0">Por desusada parte</p>
- <p class="i0">Y por nuevo camino el agua se iba;</p>
- <p class="i0">Ardiendo yo con la calor estiva,</p>
- <p class="i0">El curso enajenado iba siguiendo</p>
- <p class="i0">Del agua fugitiva.</p>
- <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p>
- <p class="i2">Tu dulce habla ¿en cúya oreja suena?</p>
- <p class="i0">Tus claros ojos ¿a quién los volviste?</p>
- <p class="i0">¿Por quién tan sin respeto me trocaste?</p>
- <p class="i0">Tu quebrantada fe ¿dó la pusiste?</p>
- <p class="i0">¿Cuál es el cuello que como en cadena</p>
- <p class="i0">De tus hermosos brazos anudaste?</p>
- <p class="i0">No hay corazón que baste,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_34">p. 34</span>Aunque fuese de piedra,</p>
- <p class="i0">Viendo mi amada hiedra,</p>
- <p class="i0">De mí arrancada, en otro muro asida,</p>
- <p class="i0">Y mi parra en otro olmo entretejida,</p>
- <p class="i0">Que no se esté con llanto deshaciendo</p>
- <p class="i0">Hasta acabar la vida.</p>
- <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p>
- <p class="i2">¿Qué no se esperará de aquí adelante,</p>
- <p class="i0">Por difícil que sea y por incierto?</p>
- <p class="i0">O ¿qué discordia no será juntada?</p>
- <p class="i0">Y juntamente ¿qué tendrá por cierto,</p>
- <p class="i0">O qué de hoy más no temerá el amante,</p>
- <p class="i0">Siendo a todo materia por ti dada?</p>
- <p class="i0">Cuando tú enajenada</p>
- <p class="i0">De mí, cuitado, fuiste,</p>
- <p class="i0">Notable causa diste</p>
- <p class="i0">Y ejemplo a todos cuantos cubre el cielo,</p>
- <p class="i0">Que el más seguro tema con recelo</p>
- <p class="i0">Perder lo que estuviere poseyendo.</p>
- <p class="i0">Salid fuera sin duelo,</p>
- <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p>
- <p class="i2">Materia diste al mundo de esperanza</p>
- <p class="i0">De alcanzar lo imposible y no pensado,</p>
- <p class="i0">Y de hacer juntar lo diferente,</p>
- <p class="i0">Dando a quien diste el corazón malvado,</p>
- <p class="i0">Quitándolo de mí con tal mudanza</p>
- <p class="i0">Que siempre sonará de gente en gente.</p>
- <p class="i0">La cordera paciente</p>
- <p class="i0">Con el lobo hambriento</p>
- <p class="i0">Hará su ayuntamiento,</p>
- <p class="i0">Y con las simples aves sin ruido</p>
- <p class="i0">Harán las bravas sierpes ya su nido;</p>
- <p class="i0">Que mayor diferencia comprehendo</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_35">p. 35</span>De ti al que has escogido.</p>
- <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p>
- <p class="i2">Siempre de nueva leche en el verano</p>
- <p class="i0">Y en el invierno abundo; en mi majada</p>
- <p class="i0">La manteca y el queso está sobrado;</p>
- <p class="i0">De mi cantar pues yo te vi agradada,</p>
- <p class="i0">Tanto, que no pudiera el mantuano</p>
- <p class="i0">Títiro ser de ti más alabado,</p>
- <p class="i0">No soy pues, bien mirado,</p>
- <p class="i0">Tan disforme ni feo;</p>
- <p class="i0">Que aun agora me veo</p>
- <p class="i0">En esta agua que corre clara y pura,</p>
- <p class="i0">Y cierto no trocara mi figura</p>
- <p class="i0">Con ese que de mí se está riendo;</p>
- <p class="i0">Trocara mi ventura.</p>
- <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p>
- <p class="i2">¿Cómo te vine en tanto menosprecio?</p>
- <p class="i0">¿Cómo te fui tan presto aborrecible?</p>
- <p class="i0">¿Cómo te faltó en mí el conocimiento?</p>
- <p class="i0">Si no tuvieras condición terrible,</p>
- <p class="i0">Siempre fuera tenido de ti en precio,</p>
- <p class="i0">Y no viera de ti este apartamiento.</p>
- <p class="i0">¿No sabes que sin cuento</p>
- <p class="i0">Buscan en el estío</p>
- <p class="i0">Mis ovejas el frío</p>
- <p class="i0">De la sierra de Cuenca, y el gobierno</p>
- <p class="i0">Del abrigado Extremo en el invierno?</p>
- <p class="i0">Mas ¡qué vale el tener, si derritiendo</p>
- <p class="i0">Me estoy en llanto eterno!</p>
- <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p>
- <p class="i2">Con mi llorar las piedras enternecen</p>
- <p class="i0">Su natural dureza y la quebrantan,</p>
- <p class="i0">Los árboles parece que se inclinan,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_36">p. 36</span>Las aves que me escuchan, cuando cantan,</p>
- <p class="i0">Con diferente voz se condolecen,</p>
- <p class="i0">Y mi morir cantando me adivinan.</p>
- <p class="i0">Las fieras que reclinan</p>
- <p class="i0">Su cuerpo fatigado,</p>
- <p class="i0">Dejan el sosegado</p>
- <p class="i0">Sueño por escuchar mi llanto triste.</p>
- <p class="i0">Tú sola contra mí te endureciste,</p>
- <p class="i0">Los ojos aun siquiera no volviendo</p>
- <p class="i0">A lo que tú hiciste.</p>
- <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p>
- <p class="i2">Mas ya que a socorrerme aquí no vienes,</p>
- <p class="i0">No dejes el lugar que tanto amaste;</p>
- <p class="i0">Que bien podrás venir de mí segura;</p>
- <p class="i0">Y dejaré el lugar do me dejaste;</p>
- <p class="i0">Ven, si por solo esto te detienes.</p>
- <p class="i0">Ves aquí un prado lleno de verdura,</p>
- <p class="i0">Ves aquí una espesura,</p>
- <p class="i0">Ves aquí una agua clara,</p>
- <p class="i0">En otro tiempo cara,</p>
- <p class="i0">A quien de ti con lágrimas me quejo.</p>
- <p class="i0">Quizá aquí hallarás, pues yo me alejo,</p>
- <p class="i0">Al que todo mi bien quitarme puede;</p>
- <p class="i0">Que pues el bien le dejo,</p>
- <p class="i0">No es mucho que lugar también le quede.—</p>
- <p class="i2">Aquí dio fin a su cantar Salicio,</p>
- <p class="i0">Y suspirando en el postrero acento,</p>
- <p class="i0">Soltó de llanto una profunda vena.</p>
- <p class="i0">Queriendo el monte al grave sentimiento</p>
- <p class="i0">De aquel dolor en algo ser propicio,</p>
- <p class="i0">Con la pasada voz retumba y suena.</p>
- <p class="i0">La blanda Filomena,</p>
- <p class="i0">Casi como dolida</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_37">p. 37</span>Y a compasión movida,</p>
- <p class="i0">Dulcemente responde al son lloroso.</p>
- <p class="i0">Lo que cantó tras esto Nemoroso</p>
- <p class="i0">Decidlo vos, Pïérides; que tanto</p>
- <p class="i0">No puedo yo ni oso,</p>
- <p class="i0">Que siento enflaquecer mi débil canto.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">NEMOROSO</h4>
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">—Corrientes aguas, puras, cristalinas;</p>
- <p class="i0">Árboles que os estáis mirando en ellas,</p>
- <p class="i0">Verde prado de fresca sombra lleno,</p>
- <p class="i0">Aves que aquí sembráis vuestras querellas,</p>
- <p class="i0">Hiedra que por los árboles caminas,</p>
- <p class="i0">Torciendo el paso por su verde seno;</p>
- <p class="i0">Yo me vi tan ajeno</p>
- <p class="i0">Del grave mal que siento,</p>
- <p class="i0">Que de puro contento</p>
- <p class="i0">Con vuestra soledad me recreaba,</p>
- <p class="i0">Donde con dulce sueño reposaba,</p>
- <p class="i0">O con el pensamiento discurría</p>
- <p class="i0">Por donde no hallaba</p>
- <p class="i0">Sino memorias llenas de alegría;</p>
- <p class="i2">Y en este mismo valle, donde agora</p>
- <p class="i0">Me entristezco y me canso, en el reposo</p>
- <p class="i0">Estuve ya contento y descansado.</p>
- <p class="i0">¡Oh bien caduco, vano y presuroso!</p>
- <p class="i0">Acuérdome durmiendo aquí algún hora,</p>
- <p class="i0">Que despertando, a Elisa vi a mi lado.</p>
- <p class="i0">¡Oh miserable hado!</p>
- <p class="i0">¡Oh tela delicada</p>
- <p class="i0">Antes de tiempo dada</p>
- <p class="i0">A los agudos filos de la muerte!</p>
- <p class="i0">Más convenible fuera aquesta suerte</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_38">p. 38</span>A los cansados años de mi vida,</p>
- <p class="i0">Que es más que el hierro fuerte,</p>
- <p class="i0">Pues no la ha quebrantado tu partida.</p>
- <p class="i2">¿Dó están agora aquellos claros ojos</p>
- <p class="i0">Que llevaban tras sí como colgada</p>
- <p class="i0">Mi ánima do quier que se volvían?</p>
- <p class="i0">¿Dó está la blanca mano delicada,</p>
- <p class="i0">Llena de vencimientos y despojos</p>
- <p class="i0">Que de mí mis sentidos le ofrecían?</p>
- <p class="i0">Los cabellos que vían</p>
- <p class="i0">Con gran desprecio al oro,</p>
- <p class="i0">Como a menor tesoro</p>
- <p class="i0">¿Adónde están? ¿Adónde el blanco pecho?</p>
- <p class="i0">¿Dó la columna que el dorado techo</p>
- <p class="i0">Con presunción graciosa sostenía?</p>
- <p class="i0">Aquesto todo agora ya se encierra,</p>
- <p class="i0">Por desventura mía,</p>
- <p class="i0">En la fría, desierta y dura tierra.</p>
- <p class="i2">¿Quién me dijera, Elisa, vida mía,</p>
- <p class="i0">Cuando en aqueste valle al fresco viento</p>
- <p class="i0">Andábamos cogiendo tiernas flores,</p>
- <p class="i0">Que había de ver con largo apartamiento</p>
- <p class="i0">Venir el triste y solitario día</p>
- <p class="i0">Que diese amargo fin a mis amores?</p>
- <p class="i0">El cielo en mis dolores</p>
- <p class="i0">Cargó la mano tanto,</p>
- <p class="i0">Que a sempiterno llanto</p>
- <p class="i0">Y a triste soledad me ha condenado;</p>
- <p class="i0">Y lo que siento más es verme atado</p>
- <p class="i0">A la pesada vida y enojosa,</p>
- <p class="i0">Solo, desamparado,</p>
- <p class="i0">Ciego sin lumbre en cárcel tenebrosa.</p>
- <p class="i2">Después que nos dejaste, nunca pace</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_39">p. 39</span>En hartura el ganado ya, ni acude</p>
- <p class="i0">El campo al labrador con mano llena.</p>
- <p class="i0">No hay bien que en mal no se convierta y mude:</p>
- <p class="i0">La mala yerba al trigo ahoga, y nace</p>
- <p class="i0">En lugar suyo la infelice avena;</p>
- <p class="i0">La tierra, que de buena</p>
- <p class="i0">Gana nos producía</p>
- <p class="i0">Flores con que solía</p>
- <p class="i0">Quitar en solo vellas mil enojos,</p>
- <p class="i0">Produce agora en cambio estos abrojos,</p>
- <p class="i0">Ya de rigor de espinas intratable;</p>
- <p class="i0">Y yo hago con mis ojos</p>
- <p class="i0">Crecer, llorando, el fruto miserable.</p>
- <p class="i2">Como al partir del sol la sombra crece,</p>
- <p class="i0">Y en cayendo su rayo se levanta</p>
- <p class="i0">La negra escuridad que el mundo cubre,</p>
- <p class="i0">De do viene el temor que nos espanta,</p>
- <p class="i0">Y la medrosa forma en que se ofrece</p>
- <p class="i0">Aquello que la noche nos encubre,</p>
- <p class="i0">Hasta que el sol descubre</p>
- <p class="i0">Su luz pura y hermosa;</p>
- <p class="i0">Tal es la tenebrosa</p>
- <p class="i0">Noche de tu partir, en que he quedado</p>
- <p class="i0">De sombra y de temor atormentado,</p>
- <p class="i0">Hasta que muerte el tiempo determine</p>
- <p class="i0">Que a ver el deseado</p>
- <p class="i0">Sol de tu clara vista me encamine.</p>
- <p class="i2">Cual suele el ruiseñor con triste canto</p>
- <p class="i0">Quejarse, entre las hojas escondido,</p>
- <p class="i0">Del duro labrador, que cautamente</p>
- <p class="i0">Le despojó su caro y dulce nido</p>
- <p class="i0">De los tiernos hijuelos entre tanto</p>
- <p class="i0">Que del amado ramo estaba ausente,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_40">p. 40</span>Y aquel dolor que siente</p>
- <p class="i0">Con diferencia tanta</p>
- <p class="i0">Por la dulce garganta</p>
- <p class="i0">Despide, y a su canto el aire suena,</p>
- <p class="i0">Y la callada noche no refrena</p>
- <p class="i0">Su lamentable oficio y sus querellas,</p>
- <p class="i0">Trayendo de su pena</p>
- <p class="i0">Al cielo por testigo y las estrellas;</p>
- <p class="i2">Desta manera suelto yo la rienda</p>
- <p class="i0">A mi dolor, y así me quejo en vano</p>
- <p class="i0">De la dureza de la muerte airada.</p>
- <p class="i0">Ella en mi corazón metió la mano,</p>
- <p class="i0">Y de allí me llevó mi dulce prenda;</p>
- <p class="i0">Que aquel era su nido y su morada.</p>
- <p class="i0">¡Ay muerte arrebatada!</p>
- <p class="i0">Por ti me estoy quejando</p>
- <p class="i0">Al cielo y enojando</p>
- <p class="i0">Con importuno llanto al mundo todo:</p>
- <p class="i0">Tan desigual dolor no sufre modo.</p>
- <p class="i0">No me podrán quitar el dolorido</p>
- <p class="i0">Sentir, si ya del todo</p>
- <p class="i0">Primero no me quitan el sentido.</p>
- <p class="i2">Una parte guardé de tus cabellos,</p>
- <p class="i0">Elisa, envueltos en un blanco paño,</p>
- <p class="i0">Que nunca de mi seno se me apartan;</p>
- <p class="i0">Descójolos, y de un dolor tamaño</p>
- <p class="i0">Enternecerme siento, que sobre ellos</p>
- <p class="i0">Nunca mis ojos de llorar se hartan.</p>
- <p class="i0">Sin que de allí se partan,</p>
- <p class="i0">Con suspiros calientes,</p>
- <p class="i0">Más que la llama ardientes,</p>
- <p class="i0">Los enjugo del llanto, y de consuno</p>
- <p class="i0">Casi los paso y cuento uno a uno;</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_41">p. 41</span>Juntándolos, con un cordón los ato.</p>
- <p class="i0">Tras esto el importuno</p>
- <p class="i0">Dolor me deja descansar un rato.</p>
- <p class="i2">Mas luego a la memoria se me ofrece</p>
- <p class="i0">Aquella noche tenebrosa, escura,</p>
- <p class="i0">Que siempre aflige esta ánima mezquina</p>
- <p class="i0">Con la memoria de mi desventura.</p>
- <p class="i0">Verte presente agora me parece</p>
- <p class="i0">En aquel duro trance de Lucina,</p>
- <p class="i0">Y aquella voz divina,</p>
- <p class="i0">Con cuyo son y acentos</p>
- <p class="i0">A los airados vientos</p>
- <p class="i0">Pudieras amansar, que agora es muda,</p>
- <p class="i0">Me parece que oigo que a la cruda,</p>
- <p class="i0">Inexorable diosa demandabas</p>
- <p class="i0">En aquel paso ayuda;</p>
- <p class="i0">Y tú, rústica diosa, ¿dónde estabas?</p>
- <p class="i2">¿Íbate tanto en perseguir las fieras?</p>
- <p class="i0">¿Íbate tanto en un pastor dormido?</p>
- <p class="i0">¿Cosa pudo bastar a tal crüeza,</p>
- <p class="i0">Que, conmovida a compasión, oído</p>
- <p class="i0">A los votos y lágrimas no dieras</p>
- <p class="i0">Por no ver hecha tierra tal belleza,</p>
- <p class="i0">O no ver la tristeza</p>
- <p class="i0">En que tu Nemoroso</p>
- <p class="i0">Queda, que su reposo</p>
- <p class="i0">Era seguir tu oficio, persiguiendo</p>
- <p class="i0">Las fieras por los montes, y ofreciendo</p>
- <p class="i0">A tus sagradas aras los despojos?</p>
- <p class="i0">¿Y tú, ingrata, riendo</p>
- <p class="i0">Dejas morir mi bien ante mis ojos?</p>
- <p class="i2">Divina Elisa, pues agora el cielo</p>
- <p class="i0">Con inmortales pies pisas y mides,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_42">p. 42</span>Y su mudanza ves, estando queda,</p>
- <p class="i0">¿Por qué de mí te olvidas, y no pides</p>
- <p class="i0">Que se apresure el tiempo en que este velo</p>
- <p class="i0">Rompa del cuerpo, y verme libre pueda,</p>
- <p class="i0">Y en la tercera rueda</p>
- <p class="i0">Contigo mano a mano</p>
- <p class="i0">Busquemos otro llano,</p>
- <p class="i0">Busquemos otros montes y otros ríos,</p>
- <p class="i0">Otros valles floridos y sombríos,</p>
- <p class="i0">Donde descanse y siempre pueda verte</p>
- <p class="i0">Ante los ojos míos,</p>
- <p class="i0">Sin miedo y sobresalto de perderte?—</p>
- <p class="i2">Nunca pusieran fin al triste lloro</p>
- <p class="i0">Los pastores, ni fueran acabadas</p>
- <p class="i0">Las canciones que solo el monte oía,</p>
- <p class="i0">Si mirando las nubes coloradas,</p>
- <p class="i0">Al trasmontar del sol bordadas de oro,</p>
- <p class="i0">No vieran que era ya pasado el día.</p>
- <p class="i0">La sombra se veía</p>
- <p class="i0">Venir corriendo apriesa</p>
- <p class="i0">Ya por la falda espesa</p>
- <p class="i0">Del altísimo monte, y recordando</p>
- <p class="i0">Ambos como de sueño, y acabando</p>
- <p class="i0">El fugitivo sol, de luz escaso,</p>
- <p class="i0">Su ganado llevando,</p>
- <p class="i0">Se fueron recogiendo paso a paso.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P012">12. A la flor de Gnido</h3>
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Si de mi baja lira</p>
- <p class="i0">Tanto pudiese el son, que en un momento</p>
- <p class="i0">Aplacase la ira</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_43">p. 43</span>Del animoso viento,</p>
- <p class="i0">Y la furia del mar y el movimiento;</p>
- <p class="i2">Y en ásperas montañas</p>
- <p class="i0">Con el suave canto enterneciese</p>
- <p class="i0">Las fieras alimañas,</p>
- <p class="i0">Los árboles moviese,</p>
- <p class="i0">Y al son confusamente los trajese;</p>
- <p class="i2">No pienses que cantado</p>
- <p class="i0">Sería de mí, hermosa flor de Gnido,</p>
- <p class="i0">El fiero Marte airado,</p>
- <p class="i0">A muerte convertido,</p>
- <p class="i0">De polvo y sangre y de sudor teñido;</p>
- <p class="i2">Ni aquellos capitanes</p>
- <p class="i0">En las sublimes ruedas colocados,</p>
- <p class="i0">Por quien los alemanes</p>
- <p class="i0">El fiero cuello atados,</p>
- <p class="i0">Y los franceses van domesticados.</p>
- <p class="i2">Mas solamente aquella</p>
- <p class="i0">Fuerza de tu beldad sería cantada,</p>
- <p class="i0">Y alguna vez con ella</p>
- <p class="i0">También sería notada</p>
- <p class="i0">El aspereza de que estás armada;</p>
- <p class="i2">Y cómo por ti sola,</p>
- <p class="i0">Y por tu gran valor y hermosura,</p>
- <p class="i0">Convertido en viola,</p>
- <p class="i0">Llora su desventura</p>
- <p class="i0">El miserable amante en tu figura.</p>
- <p class="i2">Hablo de aquel cativo,</p>
- <p class="i0">De quien tener se debe más cuidado,</p>
- <p class="i0">Que está muriendo vivo,</p>
- <p class="i0">Al remo condenado,</p>
- <p class="i0">En la concha de Venus amarrado.</p>
- <p class="i2">Por ti, como solía,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_44">p. 44</span>Del áspero caballo no corrige</p>
- <p class="i0">La furia y gallardía,</p>
- <p class="i0">Ni con freno le rige,</p>
- <p class="i0">Ni con vivas espuelas ya le aflige.</p>
- <p class="i2">Por ti, con diestra mano</p>
- <p class="i0">No revuelve la espada presurosa,</p>
- <p class="i0">Y en el dudoso llano</p>
- <p class="i0">Huye la polvorosa</p>
- <p class="i0">Palestra como sierpe ponzoñosa.</p>
- <p class="i2">Por ti, su blanda musa,</p>
- <p class="i0">En lugar de la cítara sonante,</p>
- <p class="i0">Tristes querellas usa,</p>
- <p class="i0">Que con llanto abundante</p>
- <p class="i0">Hacen bañar el rostro del amante.</p>
- <p class="i2">Por ti, el mayor amigo</p>
- <p class="i0">Le es importuno, grave y enojoso;</p>
- <p class="i0">Yo puedo ser testigo</p>
- <p class="i0">Que ya del peligroso</p>
- <p class="i0">Naufragio fui su puerto y su reposo.</p>
- <p class="i2">Y agora en tal manera</p>
- <p class="i0">Vence el dolor a la razón perdida,</p>
- <p class="i0">Que ponzoñosa fiera</p>
- <p class="i0">Nunca fue aborrecida</p>
- <p class="i0">Tanto como yo dél, ni tan temida.</p>
- <p class="i2">No fuiste tú engendrada</p>
- <p class="i0">Ni producida de la dura tierra;</p>
- <p class="i0">No debe ser notada</p>
- <p class="i0">Que ingratamente yerra</p>
- <p class="i0">Quien todo el otro error de sí destierra.</p>
- <p class="i2">Hágate temerosa</p>
- <p class="i0">El caso de Anaxárete, y cobarde,</p>
- <p class="i0">Que de ser desdeñosa</p>
- <p class="i0">Se arrepintió muy tarde;</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_45">p. 45</span>Y así, su alma con su mármol arde.</p>
- <p class="i2">Estábase alegrando</p>
- <p class="i0">Del mal ajeno el pecho empedernido,</p>
- <p class="i0">Cuando abajo mirando</p>
- <p class="i0">El cuerpo muerto vido</p>
- <p class="i0">Del miserable amante, allí tendido.</p>
- <p class="i2">Y al cuello el lazo atado,</p>
- <p class="i0">Con que desenlazó de la cadena</p>
- <p class="i0">El corazón cuitado,</p>
- <p class="i0">Que con su breve pena</p>
- <p class="i0">Compró la eterna punición ajena.</p>
- <p class="i2">Sintió allí convertirse</p>
- <p class="i0">En piedad amorosa el aspereza.</p>
- <p class="i0">¡Oh tarde arrepentirse!</p>
- <p class="i0">¡Oh última terneza!</p>
- <p class="i0">¿Cómo te sucedió mayor dureza?</p>
- <p class="i2">Los ojos se enclavaron</p>
- <p class="i0">En el tendido cuerpo que allí vieron,</p>
- <p class="i0">Los huesos se tornaron</p>
- <p class="i0">Más duros y crecieron,</p>
- <p class="i0">Y en sí toda la carne convirtieron;</p>
- <p class="i2">Las entrañas heladas</p>
- <p class="i0">Tornaron poco a poco en piedra dura;</p>
- <p class="i0">Por las venas cuitadas</p>
- <p class="i0">La sangre su figura</p>
- <p class="i0">Iba desconociendo y su natura;</p>
- <p class="i2">Hasta que finalmente</p>
- <p class="i0">En duro mármol vuelta y trasformada,</p>
- <p class="i0">Hizo de sí la gente</p>
- <p class="i0">No tan maravillada</p>
- <p class="i0">Cuanto de aquella ingratitud vengada.</p>
- <p class="i2">No quieras tú, señora,</p>
- <p class="i0">De Némesis airada las saetas</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_46">p. 46</span>Probar, por Dios, agora;</p>
- <p class="i0">Baste que tus perfetas</p>
- <p class="i0">Obras y hermosura a los poetas</p>
- <p class="i2">Den inmortal materia,</p>
- <p class="i0">Sin que también en verso lamentable</p>
- <p class="i0">Celebren la miseria</p>
- <p class="i0">De algún caso notable</p>
- <p class="i0">Que por ti pase triste y miserable.</p>
- </div>
-</div>
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">GUTIERRE DE CETINA</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P013">13. Madrigal</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Ojos</span> claros, serenos,</p>
- <p class="i0">Si de un dulce mirar sois alabados,</p>
- <p class="i0">¿Por qué, si me miráis, miráis airados?</p>
- <p class="i0">Si cuando más piadosos,</p>
- <p class="i0">Más bellos parecéis a aquel que os mira,</p>
- <p class="i0">No me miréis con ira,</p>
- <p class="i0">Porque no parezcáis menos hermosos.</p>
- <p class="i0">¡Ay tormentos rabiosos!</p>
- <p class="i0">Ojos claros, serenos,</p>
- <p class="i0">Ya que así me miráis, miradme al menos.</p>
- </div>
-</div>
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">FRAY LUIS DE LEÓN</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P014">14. Vida retirada</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">¡Qué</span> descansada vida</p>
- <p class="i0">la del que huye el mundanal ruïdo,</p>
- <p class="i0">y sigue la escondida</p>
- <p class="i0">senda por donde han ido</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_47">p. 47</span>los pocos sabios que en el mundo han sido!</p>
- <p class="i2">Que no le enturbia el pecho</p>
- <p class="i0">de los soberbios grandes el estado,</p>
- <p class="i0">ni del dorado techo</p>
- <p class="i0">se admira, fabricado</p>
- <p class="i0">del sabio moro, en jaspes sustentado.</p>
- <p class="i2">No cura si la fama</p>
- <p class="i0">canta con voz su nombre pregonera,</p>
- <p class="i0">ni cura si encarama</p>
- <p class="i0">la lengua lisonjera</p>
- <p class="i0">lo que condena la verdad sincera.</p>
- <p class="i2">¿Qué presta a mi contento</p>
- <p class="i0">si soy del vano dedo señalado,</p>
- <p class="i0">si en busca de este viento</p>
- <p class="i0">ando desalentado</p>
- <p class="i0">con ansias vivas, y mortal cuidado?</p>
- <p class="i2">¡Oh campo, oh monte, oh río!</p>
- <p class="i0">¡oh secreto seguro deleitoso!</p>
- <p class="i0">roto casi el navío,</p>
- <p class="i0">a vuestro almo reposo</p>
- <p class="i0">huyo de aqueste mar tempestuoso.</p>
- <p class="i2">Un no rompido sueño,</p>
- <p class="i0">un día puro, alegre, libre quiero;</p>
- <p class="i0">no quiero ver el ceño</p>
- <p class="i0">vanamente severo</p>
- <p class="i0">de quien la sangre ensalza o el dinero.</p>
- <p class="i2">Despiértenme las aves</p>
- <p class="i0">con su cantar süave no aprendido,</p>
- <p class="i0">no los cuidados graves</p>
- <p class="i0">de que es siempre seguido</p>
- <p class="i0">quien al ajeno arbitrio está atenido.</p>
- <p class="i2">Vivir quiero conmigo,</p>
- <p class="i0">gozar quiero del bien que debo al cielo,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_48">p. 48</span>a solas sin testigo</p>
- <p class="i0">libre de amor, de celo,</p>
- <p class="i0">de odio, de esperanzas, de recelo.</p>
- <p class="i2">Del monte en la ladera</p>
- <p class="i0">por mi mano plantado tengo un huerto</p>
- <p class="i0">que con la primavera</p>
- <p class="i0">de bella flor cubierto</p>
- <p class="i0">ya muestra en esperanza el fruto cierto.</p>
- <p class="i2">Y como codiciosa</p>
- <p class="i0">de ver y acrecentar su hermosura,</p>
- <p class="i0">desde la cumbre airosa</p>
- <p class="i0">una fontana pura</p>
- <p class="i0">hasta llegar corriendo se apresura.</p>
- <p class="i2">Y luego sosegada</p>
- <p class="i0">el paso entre los árboles torciendo,</p>
- <p class="i0">el suelo de pasada</p>
- <p class="i0">de verdura vistiendo,</p>
- <p class="i0">y con diversas flores va esparciendo.</p>
- <p class="i2">El aire el huerto orea,</p>
- <p class="i0">y ofrece mil olores al sentido,</p>
- <p class="i0">los árboles menea</p>
- <p class="i0">con un manso ruido</p>
- <p class="i0">que del oro y del cetro pone olvido.</p>
- <p class="i2">Ténganse su tesoro</p>
- <p class="i0">los que de un flaco leño se confían:</p>
- <p class="i0">no es mío ver el lloro</p>
- <p class="i0">de los que desconfían</p>
- <p class="i0">cuando el cierzo y el ábrego porfían.</p>
- <p class="i2">La combatida antena</p>
- <p class="i0">cruje, y en ciega noche el claro día</p>
- <p class="i0">se torna, al cielo suena</p>
- <p class="i0">confusa vocería,</p>
- <p class="i0">y la mar enriquecen a porfía.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_49">p. 49</span>A mí una pobrecilla</p>
- <p class="i0">mesa de amable paz bien abastada</p>
- <p class="i0">me baste, y la vajilla</p>
- <p class="i0">de fino oro labrada</p>
- <p class="i0">sea de quien la mar no teme airada.</p>
- <p class="i2">Y mientras miserable-</p>
- <p class="i0">mente se están los otros abrasando</p>
- <p class="i0">en sed insaciable</p>
- <p class="i0">del no durable mando,</p>
- <p class="i0">tendido yo a la sombra esté cantando.</p>
- <p class="i2">A la sombra tendido</p>
- <p class="i0">de yedra y lauro eterno coronado,</p>
- <p class="i0">puesto el atento oído</p>
- <p class="i0">al son dulce acordado</p>
- <p class="i0">del plectro sabiamente meneado.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P015">15. A Francisco Salinas</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">El aire</span> se serena</p>
- <p class="i0">y viste de hermosura y luz no usada,</p>
- <p class="i0">Salinas, cuando suena</p>
- <p class="i0">la música extremada</p>
- <p class="i0">por vuestra sabia mano gobernada.</p>
- <p class="i2">A cuyo son divino</p>
- <p class="i0">mi alma que en olvido está sumida,</p>
- <p class="i0">torna a cobrar el tino,</p>
- <p class="i0">y memoria perdida</p>
- <p class="i0">de su origen primera esclarecida.</p>
- <p class="i2">Y como se conoce,</p>
- <p class="i0">en suerte y pensamientos se mejora;</p>
- <p class="i0">el oro desconoce</p>
- <p class="i0">que el vulgo ciego adora,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_50">p. 50</span>la belleza caduca engañadora.</p>
- <p class="i2">Traspasa el aire todo</p>
- <p class="i0">hasta llegar a la más alta esfera,</p>
- <p class="i0">y oye allí otro modo</p>
- <p class="i0">de no perecedera</p>
- <p class="i0">música, que es de todas la primera.</p>
- <p class="i2">Ve cómo el gran maestro</p>
- <p class="i0">a aquesta inmensa cítara aplicado,</p>
- <p class="i0">con movimiento diestro</p>
- <p class="i0">produce el son sagrado</p>
- <p class="i0">con que este eterno templo es sustentado.</p>
- <p class="i2">Y como está compuesta</p>
- <p class="i0">de números concordes, luego envía</p>
- <p class="i0">consonante respuesta,</p>
- <p class="i0">y entrambas a porfía</p>
- <p class="i0">mezclan una dulcísima armonía.</p>
- <p class="i2">Aquí la alma navega</p>
- <p class="i0">por un mar de dulzura, y finalmente</p>
- <p class="i0">en él así se anega,</p>
- <p class="i0">que ningún accidente</p>
- <p class="i0">extraño o peregrino oye o siente.</p>
- <p class="i2">¡Oh desmayo dichoso!</p>
- <p class="i0">¡oh muerte que das vida! ¡oh dulce olvido!</p>
- <p class="i0">¡durase en tu reposo</p>
- <p class="i0">sin ser restituido</p>
- <p class="i0">jamás a aqueste bajo y vil sentido!</p>
- <p class="i2">A este bien os llamo,</p>
- <p class="i0">gloria del Apolíneo sacro coro,</p>
- <p class="i0">amigos, a quien amo</p>
- <p class="i0">sobre todo tesoro;</p>
- <p class="i0">que todo lo demás es triste lloro.</p>
- <p class="i2">¡Oh! suene de contino,</p>
- <p class="i0">Salinas, vuestro son en mis oídos,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_51">p. 51</span>por quien al bien divino</p>
- <p class="i0">despiertan los sentidos,</p>
- <p class="i0">quedando a lo demás amortecidos.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P016">16. A Felipe Ruiz</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">¿Cuándo</span> será que pueda</p>
- <p class="i0">libre de esta prisión volar al cielo,</p>
- <p class="i0">Felipe, y en la rueda</p>
- <p class="i0">que huye más del suelo,</p>
- <p class="i0">contemplar la verdad pura sin velo?</p>
- <p class="i2">Allí a mi vida junto</p>
- <p class="i0">en luz resplandeciente convertido,</p>
- <p class="i0">veré distinto y junto</p>
- <p class="i0">lo que es y lo que ha sido,</p>
- <p class="i0">y su principio propio y escondido.</p>
- <p class="i2">Entonces veré cómo</p>
- <p class="i0">el divino poder echó el cimiento</p>
- <p class="i0">tan a nivel y plomo,</p>
- <p class="i0">do estable eterno asiento</p>
- <p class="i0">posee el pesadísimo elemento.</p>
- <p class="i2">Veré las inmortales</p>
- <p class="i0">columnas do la tierra está fundada,</p>
- <p class="i0">las lindes y señales</p>
- <p class="i0">con que a la mar airada</p>
- <p class="i0">la Providencia tiene aprisionada.</p>
- <p class="i2">Por qué tiembla la tierra,</p>
- <p class="i0">por qué las hondas mares se embravecen,</p>
- <p class="i0">dó sale a mover guerra</p>
- <p class="i0">el cierzo, y por qué crecen</p>
- <p class="i0">las aguas del Océano y descrecen.</p>
- <p class="i2">De dó manan las fuentes;</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_52">p. 52</span>quién ceba, y quién bastece de los ríos</p>
- <p class="i0">las perpetuas corrientes;</p>
- <p class="i0">de los helados fríos</p>
- <p class="i0">veré las causas, y de los estíos.</p>
- <p class="i2">Las soberanas aguas</p>
- <p class="i0">del aire en la región quién las sostiene;</p>
- <p class="i0">de los rayos las fraguas;</p>
- <p class="i0">dó los tesoros tiene</p>
- <p class="i0">de nieve Dios, y el trueno dónde viene.</p>
- <p class="i2">¿No ves cuando acontece</p>
- <p class="i0">turbarse el aire todo en el verano?</p>
- <p class="i0">el día se ennegrece,</p>
- <p class="i0">sopla el gallego insano,</p>
- <p class="i0">y sube hasta el cielo el polvo vano;</p>
- <p class="i2">Y entre las nubes mueve</p>
- <p class="i0">su carro Dios ligero y reluciente,</p>
- <p class="i0">horrible son conmueve,</p>
- <p class="i0">relumbra fuego ardiente,</p>
- <p class="i0">treme la tierra, humíllase la gente.</p>
- <p class="i2">La lluvia baña el techo,</p>
- <p class="i0">envían largos ríos los collados;</p>
- <p class="i0">su trabajo deshecho,</p>
- <p class="i0">los campos anegados</p>
- <p class="i0">miran los labradores espantados.</p>
- <p class="i2">Y de allí levantado</p>
- <p class="i0">veré los movimientos celestiales,</p>
- <p class="i0">así el arrebatado</p>
- <p class="i0">como los naturales,</p>
- <p class="i0">las causas de los hados, las señales.</p>
- <p class="i2">Quién rige las estrellas</p>
- <p class="i0">veré, y quién las enciende con hermosas</p>
- <p class="i0">y eficaces centellas;</p>
- <p class="i0">por qué están las dos osas,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_53">p. 53</span>de bañarse en el mar siempre medrosas.</p>
- <p class="i2">Veré este fuego eterno</p>
- <p class="i0">fuente de vida y luz dó se mantiene;</p>
- <p class="i0">y por qué en el invierno</p>
- <p class="i0">tan presuroso viene,</p>
- <p class="i0">por qué en las noches largas se detiene.</p>
- <p class="i2">Veré sin movimiento</p>
- <p class="i0">en la más alta esfera las moradas</p>
- <p class="i0">del gozo y del contento,</p>
- <p class="i0">de oro y luz labradas,</p>
- <p class="i0">de espíritus dichosos habitadas.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P017">17. Noche serena</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Cuando</span> contemplo el cielo</p>
- <p class="i0">de innumerables luces adornado,</p>
- <p class="i0">y miro hacia el suelo</p>
- <p class="i0">de noche rodeado,</p>
- <p class="i0">en sueño y en olvido sepultado:</p>
- <p class="i2">El amor y la pena</p>
- <p class="i0">despiertan en mi pecho una ansia ardiente;</p>
- <p class="i0">despiden larga vena</p>
- <p class="i0">los ojos hechos fuente;</p>
- <p class="i0">la lengua dice al fin con voz doliente:</p>
- <p class="i2">Morada de grandeza,</p>
- <p class="i0">templo de claridad y hermosura,</p>
- <p class="i0">mi alma que a tu alteza</p>
- <p class="i0">nació, ¿qué desventura</p>
- <p class="i0">la tiene en esta cárcel baja, oscura?</p>
- <p class="i2">¿Qué mortal desatino</p>
- <p class="i0">de la verdad aleja así el sentido,</p>
- <p class="i0">que de tu bien divino</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_54">p. 54</span>olvidado, perdido</p>
- <p class="i0">sigue la vana sombra, el bien fingido?</p>
- <p class="i2">El hombre está entregado</p>
- <p class="i0">al sueño, de su suerte no cuidando,</p>
- <p class="i0">y con paso callado</p>
- <p class="i0">el cielo vueltas dando</p>
- <p class="i0">las horas del vivir le va hurtando.</p>
- <p class="i2">¡Ay! despertad, mortales;</p>
- <p class="i0">mirad con atención en vuestro daño;</p>
- <p class="i0">¿las almas inmortales</p>
- <p class="i0">hechas a bien tamaño</p>
- <p class="i0">podrán vivir de sombra y solo engaño?</p>
- <p class="i2">¡Ay! levantad los ojos</p>
- <p class="i0">a aquesta celestial eterna esfera,</p>
- <p class="i0">burlaréis los antojos</p>
- <p class="i0">de aquesa lisonjera</p>
- <p class="i0">vida, con cuanto teme y cuanto espera.</p>
- <p class="i2">¿Es más que un breve punto</p>
- <p class="i0">el bajo y torpe suelo, comparado</p>
- <p class="i0">a aqueste gran trasunto,</p>
- <p class="i0">do vive mejorado</p>
- <p class="i0">lo que es, lo que será, lo que ha pasado?</p>
- <p class="i2">Quien mira el gran concierto</p>
- <p class="i0">de aquestos resplandores eternales,</p>
- <p class="i0">su movimiento cierto,</p>
- <p class="i0">sus pasos desiguales,</p>
- <p class="i0">y en proporción concorde tan iguales:</p>
- <p class="i2">La luna cómo mueve</p>
- <p class="i0">la plateada rueda, y va en pos de ella</p>
- <p class="i0">la luz do el saber llueve,</p>
- <p class="i0">y la graciosa estrella</p>
- <p class="i0">de amor le sigue reluciente y bella:</p>
- <p class="i2">Y cómo otro camino</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_55">p. 55</span>prosigue el sanguinoso Marte airado,</p>
- <p class="i0">y el Júpiter benino</p>
- <p class="i0">de bienes mil cercado</p>
- <p class="i0">serena el cielo con su rayo amado:</p>
- <p class="i2">Rodéase en la cumbre</p>
- <p class="i0">Saturno, padre de los siglos de oro,</p>
- <p class="i0">tras él la muchedumbre</p>
- <p class="i0">del reluciente coro</p>
- <p class="i0">su luz va repartiendo y su tesoro:</p>
- <p class="i2">¿Quién es el que esto mira,</p>
- <p class="i0">y precia la bajeza de la tierra,</p>
- <p class="i0">y no gime y suspira</p>
- <p class="i0">por romper lo que encierra</p>
- <p class="i0">el alma, y de estos bienes la destierra?</p>
- <p class="i2">Aquí vive el contento,</p>
- <p class="i0">aquí reina la paz: aquí asentado</p>
- <p class="i0">en rico y alto asiento</p>
- <p class="i0">está al amor sagrado</p>
- <p class="i0">de honra y de deleites rodeado.</p>
- <p class="i2">Inmensa hermosura</p>
- <p class="i0">aquí se muestra toda; y resplandece</p>
- <p class="i0">clarísima luz pura,</p>
- <p class="i0">que jamás anochece;</p>
- <p class="i0">eterna primavera aquí florece.</p>
- <p class="i2">¡Oh campos verdaderos!</p>
- <p class="i0">¡oh prados con verdad frescos y amenos!</p>
- <p class="i0">¡riquísimos mineros!</p>
- <p class="i0">¡Oh deleitosos senos!</p>
- <p class="i0">¡repuestos valles de mil bienes llenos!</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 title="Morada del cielo" id="P018"><span class="pagenum"
-id="Page_56">p. 56</span>18. Morada del cielo</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Alma</span> región luciente,</p>
- <p class="i0">prado de bienandanza, que ni al hielo</p>
- <p class="i0">ni con el rayo ardiente</p>
- <p class="i0">falleces, fértil suelo</p>
- <p class="i0">producidor eterno de consuelo:</p>
- <p class="i2">De púrpura y de nieve</p>
- <p class="i0">florida la cabeza coronado,</p>
- <p class="i0">a dulces pastos mueve</p>
- <p class="i0">sin honda ni cayado,</p>
- <p class="i0">el buen Pastor en ti su hato amado.</p>
- <p class="i2">Él va, y en pos dichosas</p>
- <p class="i0">le siguen sus ovejas, do las pace</p>
- <p class="i0">con inmortales rosas,</p>
- <p class="i0">con flor que siempre nace,</p>
- <p class="i0">y cuanto más se goza más renace.</p>
- <p class="i2">Ya dentro a la montaña</p>
- <p class="i0">del alto bien las guía; ya en la vena</p>
- <p class="i0">del gozo fiel las baña,</p>
- <p class="i0">y les da mesa llena,</p>
- <p class="i0">pastor y pasto él solo, y suerte buena.</p>
- <p class="i2">Y de su esfera cuando</p>
- <p class="i0">la cumbre toca altísimo subido</p>
- <p class="i0">el sol, él sesteando</p>
- <p class="i0">de su hato ceñido</p>
- <p class="i0">con dulce son deleita el santo oído.</p>
- <p class="i2">Toca el rabel sonoro,</p>
- <p class="i0">y el inmortal dulzor al alma pasa,</p>
- <p class="i0">con que envilece el oro,</p>
- <p class="i0">y ardiendo se traspasa</p>
- <p class="i0">y lanza en aquel bien libre de tasa.</p>
- <p class="i2">¡Oh son, oh voz, siquiera</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_57">p. 57</span>pequeña parte alguna descendiese</p>
- <p class="i0">en mi sentido, y fuera</p>
- <p class="i0">de sí el alma pusiese</p>
- <p class="i0">y toda en ti, oh amor, la convirtiese!</p>
- <p class="i2">Conocería dónde</p>
- <p class="i0">sesteas, dulce Esposo, y desatada</p>
- <p class="i0">de esta prisión a donde</p>
- <p class="i0">padece, a tu manada</p>
- <p class="i0">junta, no ya andará perdida, errada.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P019">19. En la Ascensión</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">¡Y dejas</span>, Pastor santo,</p>
- <p class="i0">tu grey en este valle hondo, escuro,</p>
- <p class="i0">con soledad y llanto,</p>
- <p class="i0">y tú rompiendo el puro</p>
- <p class="i0">aire, te vas al inmortal seguro!</p>
- <p class="i2">¿Los antes bienhadados,</p>
- <p class="i0">y los agora tristes y afligidos,</p>
- <p class="i0">a tus pechos criados,</p>
- <p class="i0">de Ti desposeídos,</p>
- <p class="i0">a dó convertirán ya sus sentidos?</p>
- <p class="i2">¿Qué mirarán los ojos</p>
- <p class="i0">que vieron de tu rostro la hermosura,</p>
- <p class="i0">que no les sea enojos?</p>
- <p class="i0">quien oyó tu dulzura,</p>
- <p class="i0">¿qué no tendrá por sordo y desventura?</p>
- <p class="i2">Aqueste mar turbado</p>
- <p class="i0">¿quién le pondrá ya freno? ¿quién concierto</p>
- <p class="i0">al viento fiero airado?</p>
- <p class="i0">estando tú encubierto</p>
- <p class="i0">¿qué norte guiará la nave al puerto?</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_58">p. 58</span>¡Ay! nube envidïosa</p>
- <p class="i0">aun de este breve gozo ¿qué te aquejas?</p>
- <p class="i0">¿dó vuelas presurosa?</p>
- <p class="i0">¡cuán rica tú te alejas!</p>
- <p class="i0">¡cuán pobres y cuán ciegos, ay, nos dejas!</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P020">20. Imitación de diversos</h3>
-
-<div class="versos ml32">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Vuestra</span> tirana exención</p>
- <p class="i0">y ese vuestro cuello erguido</p>
- <p class="i0">estoy cierto que Cupido</p>
- <p class="i0">pondrá en dura sujeción.</p>
- <p class="i0">Vivid esquiva y exenta;</p>
- <p class="i0">que a mi cuenta</p>
- <p class="i0">vos serviréis al amor</p>
- <p class="i0">cuando de vuestro dolor</p>
- <p class="i0">ninguno quiera hacer cuenta.</p>
- <p class="i2">Cuando la dorada cumbre</p>
- <p class="i0">fuere de nieve esparcida,</p>
- <p class="i0">y las dos luces de vida</p>
- <p class="i0">recogieren ya su lumbre:</p>
- <p class="i0">cuando la ruga enojosa</p>
- <p class="i0">en la hermosa</p>
- <p class="i0">frente y cara se mostrare,</p>
- <p class="i0">y el tiempo que vuela helare</p>
- <p class="i0">esa fresca y linda rosa:</p>
- <p class="i2">Cuando os viéredes perdida,</p>
- <p class="i0">os perderéis por querer,</p>
- <p class="i0">sentiréis que es padecer</p>
- <p class="i0">querer y no ser querida.</p>
- <p class="i0">Diréis con dolor, Señora,</p>
- <p class="i0">cada hora:</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_59">p. 59</span>¡quién tuviera, ay sin ventura,</p>
- <p class="i0">o agora aquella hermosura</p>
- <p class="i0">o antes el amor de agora!</p>
- <p class="i2">A mil gentes que agraviadas</p>
- <p class="i0">tenéis con vuestra porfía,</p>
- <p class="i0">dejaréis en aquel día</p>
- <p class="i0">alegres y bien vengadas.</p>
- <p class="i0">Y por mil partes volando</p>
- <p class="i0">publicando</p>
- <p class="i0">el amor irá este cuento,</p>
- <p class="i0">para aviso y escarmiento</p>
- <p class="i0">de quien huye de su bando.</p>
- <p class="i2">¡Ay! por Dios, Señora bella,</p>
- <p class="i0">mirad por vos, mientras dura</p>
- <p class="i0">esa flor graciosa y pura,</p>
- <p class="i0">que el no gozalla es perdella,</p>
- <p class="i0">y pues no menos discreta</p>
- <p class="i0">y perfeta</p>
- <p class="i0">sois que bella y desdeñosa,</p>
- <p class="i0">mirad que ninguna cosa</p>
- <p class="i0">hay que a amor no esté sujeta.</p>
- <p class="i2">El amor gobierna el cielo</p>
- <p class="i0">con ley dulce eternamente,</p>
- <p class="i0">¿y pensáis vos ser valiente</p>
- <p class="i0">contra él acá en el suelo?</p>
- <p class="i0">Da movimiento y viveza</p>
- <p class="i0">a belleza</p>
- <p class="i0">el amor, y es dulce vida;</p>
- <p class="i0">y la suerte más valida</p>
- <p class="i0">sin él es triste pobreza.</p>
- <p class="i2">¿Qué vale el beber en oro,</p>
- <p class="i0">el vestir seda y brocado,</p>
- <p class="i0">el techo rico labrado,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_60">p. 60</span>los montones de tesoro?</p>
- <p class="i0">¿Y qué vale si a derecho</p>
- <p class="i0">os da pecho</p>
- <p class="i0">el mundo todo y adora,</p>
- <p class="i0">si a la fin dormís, Señora,</p>
- <p class="i0">en el solo y frío lecho?</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P021">21. Soneto</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Agora</span> con la aurora se levanta</p>
- <p class="i0">mi luz, agora coge en rico ñudo</p>
- <p class="i0">el hermoso cabello, agora el crudo</p>
- <p class="i0">pecho ciñe con oro, y la garganta.</p>
- <p class="i2">Agora vuelta al cielo pura y santa</p>
- <p class="i0">las manos y ojos bellos alza, y pudo</p>
- <p class="i0">dolerse agora de mi mal agudo;</p>
- <p class="i0">agora incomparable tañe y canta.</p>
- <p class="i2">Ansí digo, y del dulce error llevado,</p>
- <p class="i0">presente ante mis ojos la imagino,</p>
- <p class="i0">y lleno de humildad y amor la adoro.</p>
- <p class="i2">Mas luego vuelve en sí el engañado</p>
- <p class="i0">ánimo, y conociendo el desatino,</p>
- <p class="i0">la rienda suelta largamente al lloro.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">SAN JUAN DE LA CRUZ</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P022">22. Cántico espiritual entre el
-alma y Cristo su Esposo</h3>
-
-<h4 class="asc">ESPOSA</h4>
-
-<div class="versos ml28">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">¿Adónde</span> te escondiste,</p>
- <p class="i0">Amado, y me dejaste con gemido?</p>
- <p class="i0">Como el ciervo huiste,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_61">p. 61</span>Habiéndome herido;</p>
- <p class="i0">Salí tras ti clamando, y ya eras ido.</p>
- <p class="i2">Pastores, los que fuerdes</p>
- <p class="i0">Allá por las majadas al otero,</p>
- <p class="i0">Si por ventura vierdes</p>
- <p class="i0">Aquel que yo más quiero</p>
- <p class="i0">Decidle que adolezco, peno y muero.</p>
- <p class="i2">Buscando mis amores,</p>
- <p class="i0">Iré por esos montes y riberas,</p>
- <p class="i0">Ni cogeré las flores,</p>
- <p class="i0">Ni temeré las fieras,</p>
- <p class="i0">Y pasaré los fuertes y fronteras.</p>
- <p class="i2">¡Oh bosques y espesuras,</p>
- <p class="i0">Plantadas por la mano del Amado,</p>
- <p class="i0">Oh prado de verduras,</p>
- <p class="i0">De flores esmaltado,</p>
- <p class="i0">Decid si por vosotros ha pasado!</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">RESPUESTA DE LAS CRIATURAS</h4>
-
-<div class="versos ml28">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Mil gracias derramando</p>
- <p class="i0">Pasó por estos sotos con presura,</p>
- <p class="i0">Y, yéndolos mirando,</p>
- <p class="i0">Con sola su figura</p>
- <p class="i0">Vestidos los dejó de su hermosura.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">ESPOSA</h4>
-
-<div class="versos ml28">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Ay, quién podrá sanarme!</p>
- <p class="i0">Acaba de entregarte ya de vero,</p>
- <p class="i0">No quieras enviarme</p>
- <p class="i0">De hoy ya más mensajero,</p>
- <p class="i0">Que no saben decirme lo que quiero.</p>
- <p class="i2">Y todos cuantos vagan,</p>
- <p class="i0">De ti me van mil gracias refiriendo,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_62">p. 62</span>Y todos más me llagan,</p>
- <p class="i0">Y déjame muriendo</p>
- <p class="i0">Un no sé qué que quedan balbuciendo.</p>
- <p class="i2">Mas ¿cómo perseveras,</p>
- <p class="i0">Oh vida, no viviendo donde vives,</p>
- <p class="i0">Y haciendo porque mueras</p>
- <p class="i0">Las flechas que recibes,</p>
- <p class="i0">De lo que del Amado en ti concibes?</p>
- <p class="i2">¿Por qué, pues has llagado</p>
- <p class="i0">A aqueste corazón, no le sanaste?</p>
- <p class="i0">Y pues me le has robado,</p>
- <p class="i0">¿Por qué así lo dejaste,</p>
- <p class="i0">Y no tomas el robo que robaste?</p>
- <p class="i2">Apaga mis enojos,</p>
- <p class="i0">Pues que ninguno basta a deshacellos,</p>
- <p class="i0">Y véante mis ojos,</p>
- <p class="i0">Pues eres lumbre de ellos</p>
- <p class="i0">Y solo para ti quiero tenellos.</p>
- <p class="i2">Descubre tu presencia,</p>
- <p class="i0">Y máteme tu vista y hermosura:</p>
- <p class="i0">Mira que la dolencia</p>
- <p class="i0">De amor, que no se cura</p>
- <p class="i0">Sino con la presencia y la figura.</p>
- <p class="i2">¡Oh cristalina fuente,</p>
- <p class="i0">Si en esos tus semblantes plateados</p>
- <p class="i0">Formases de repente</p>
- <p class="i0">Los ojos deseados</p>
- <p class="i0">Que tengo en mis entrañas dibujados!</p>
- <p class="i2">Apártalos, Amado,</p>
- <p class="i0">Que voy de vuelo.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">ESPOSO</h4>
-
-<div class="versos ml28">
- <div class="estrofa">
- <p class="i16">Vuélvete, paloma,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_63">p. 63</span>Que el ciervo vulnerado</p>
- <p class="i0">Por el otero asoma,</p>
- <p class="i0">Al aire de tu vuelo, y fresco toma.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">ESPOSA</h4>
-
-<div class="versos ml28">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Mi amado, las montañas,</p>
- <p class="i0">Los valles solitarios nemorosos,</p>
- <p class="i0">Las ínsulas extrañas,</p>
- <p class="i0">Los ríos sonorosos,</p>
- <p class="i0">El silbo de los aires amorosos.</p>
- <p class="i2">La noche sosegada,</p>
- <p class="i0">En par de los levantes de la aurora,</p>
- <p class="i0">La música callada,</p>
- <p class="i0">La soledad sonora,</p>
- <p class="i0">La cena, que recrea y enamora.</p>
- <p class="i2">Cazadnos las raposas,</p>
- <p class="i0">Que está ya florecida nuestra viña,</p>
- <p class="i0">En tanto que de rosas</p>
- <p class="i0">Hacemos una piña,</p>
- <p class="i0">Y no parezca nadie en la montiña.</p>
- <p class="i2">Detente, Cierzo muerto:</p>
- <p class="i0">Ven, Austro, que recuerdas los amores,</p>
- <p class="i0">Aspira por mi huerto,</p>
- <p class="i0">Y corran tus olores,</p>
- <p class="i0">Y pacerá el Amado entre las flores.</p>
- <p class="i2">Oh ninfas de Judea,</p>
- <p class="i0">En tanto que en las flores y rosales</p>
- <p class="i0">El ámbar perfumea,</p>
- <p class="i0">Morá en los arrabales,</p>
- <p class="i0">Y no queráis tocar nuestros umbrales.</p>
- <p class="i2">Escóndete, Carillo,</p>
- <p class="i0">Y mira con tu haz a las montañas,</p>
- <p class="i0">Y no quieras decillo;</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_64">p. 64</span>Mas mira las compañas</p>
- <p class="i0">De la que va por ínsulas extrañas.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">ESPOSO</h4>
-
-<div class="versos ml28">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">A las aves ligeras,</p>
- <p class="i0">Leones, ciervos, gamos saltadores,</p>
- <p class="i0">Montes, valles, riberas,</p>
- <p class="i0">Aguas, aires, ardores,</p>
- <p class="i0">Y miedos de las noches veladores,</p>
- <p class="i2">Por las amenas liras</p>
- <p class="i0">Y cantos de sirenas os conjuro</p>
- <p class="i0">Que cesen vuestras iras,</p>
- <p class="i0">Y no toquéis al muro,</p>
- <p class="i0">Porque la Esposa duerma más seguro.</p>
- <p class="i2">Entrádose ha la Esposa</p>
- <p class="i0">En el ameno huerto deseado,</p>
- <p class="i0">Y a su sabor reposa,</p>
- <p class="i0">El cuello reclinado</p>
- <p class="i0">Sobre los dulces brazos del Amado.</p>
- <p class="i2">Debajo del manzano</p>
- <p class="i0">Allí conmigo fuiste desposada,</p>
- <p class="i0">Allí te di la mano,</p>
- <p class="i0">Y fuiste reparada</p>
- <p class="i0">Donde tu madre fuera violada.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">ESPOSA</h4>
-
-<div class="versos ml28">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Nuestro lecho florido,</p>
- <p class="i0">De cuevas de leones enlazado,</p>
- <p class="i0">En púrpura teñido,</p>
- <p class="i0">De paz edificado,</p>
- <p class="i0">De mil escudos de oro coronado.</p>
- <p class="i2">A zaga de tu huella</p>
- <p class="i0">Los jóvenes discurren el camino,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_65">p. 65</span>Al toque de centella,</p>
- <p class="i0">Al adobado vino,</p>
- <p class="i0">Emisiones de bálsamo divino.</p>
- <p class="i2">En la interior bodega</p>
- <p class="i0">De mi amado bebí, y cuando salía</p>
- <p class="i0">Por toda aquesta vega,</p>
- <p class="i0">Ya cosa no sabía</p>
- <p class="i0">Y el ganado perdí que antes seguía.</p>
- <p class="i2">Allí me dio su pecho,</p>
- <p class="i0">Allí me enseñó ciencia muy sabrosa,</p>
- <p class="i0">Y yo le di de hecho</p>
- <p class="i0">A mí, sin dejar cosa,</p>
- <p class="i0">Allí le prometí de ser su esposa.</p>
- <p class="i2">Mi alma se ha empleado</p>
- <p class="i0">Y todo mi caudal en su servicio.</p>
- <p class="i0">Ya no guardo ganado,</p>
- <p class="i0">Ni ya tengo otro oficio:</p>
- <p class="i0">Que ya solo en amar es mi ejercicio.</p>
- <p class="i2">Pues ya si en el ejido</p>
- <p class="i0">De hoy más no fuere vista ni hallada,</p>
- <p class="i0">Diréis que me he perdido,</p>
- <p class="i0">Que andando enamorada</p>
- <p class="i0">Me hice perdidiza, y fui ganada.</p>
- <p class="i2">De flores y esmeraldas</p>
- <p class="i0">En las frescas mañanas escogidas,</p>
- <p class="i0">Haremos las guirnaldas,</p>
- <p class="i0">En tu amor florecidas,</p>
- <p class="i0">Y en un cabello mío entretejidas.</p>
- <p class="i2">En solo aquel cabello</p>
- <p class="i0">Que en mi cuello volar consideraste,</p>
- <p class="i0">Mirástele en mi cuello,</p>
- <p class="i0">Y en él preso quedaste,</p>
- <p class="i0">Y en uno de mis ojos te llagaste.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_66">p. 66</span>Cuando tú me mirabas,</p>
- <p class="i0">Su gracia en mí tus ojos imprimían;</p>
- <p class="i0">Por eso me adamabas,</p>
- <p class="i0">Y en eso merecían</p>
- <p class="i0">Los míos adorar lo que en ti vían.</p>
- <p class="i2">No quieras despreciarme,</p>
- <p class="i0">Que si color moreno en mí hallaste</p>
- <p class="i0">Ya bien puedes mirarme,</p>
- <p class="i0">Después que me miraste,</p>
- <p class="i0">Que gracia y hermosura en mí dejaste.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">ESPOSO</h4>
-
-<div class="versos ml28">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">La blanca palomica</p>
- <p class="i0">Al arca con el ramo se ha tornado,</p>
- <p class="i0">Y ya la tortolica</p>
- <p class="i0">Al socio deseado</p>
- <p class="i0">En las riberas verdes ha hallado.</p>
- <p class="i2">En soledad vivía,</p>
- <p class="i0">Y en soledad ha puesto ya su nido,</p>
- <p class="i0">Y en soledad la guía</p>
- <p class="i0">A solas su querido,</p>
- <p class="i0">También en soledad de amor herido.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">ESPOSA</h4>
-
-<div class="versos ml28">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Gocémonos, Amado,</p>
- <p class="i0">Y vámonos a ver en tu hermosura</p>
- <p class="i0">Al monte y al collado,</p>
- <p class="i0">Do mana el agua pura;</p>
- <p class="i0">Entremos más adentro en la espesura.</p>
- <p class="i2">Y luego a las subidas</p>
- <p class="i0">Cavernas de las piedras nos iremos,</p>
- <p class="i0">Que están bien escondidas,</p>
- <p class="i0">Y allí nos entraremos,</p>
- <p class="i0">Y el mosto de granadas gustaremos.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_67">p. 67</span>Allí me mostrarías</p>
- <p class="i0">Aquello que mi alma pretendía,</p>
- <p class="i0">Y luego me darías</p>
- <p class="i0">Allí tú, vida mía,</p>
- <p class="i0">Aquello que me diste el otro día.</p>
- <p class="i2">El aspirar del aire,</p>
- <p class="i0">El canto de la dulce Filomena,</p>
- <p class="i0">El soto y su donaire,</p>
- <p class="i0">En la noche serena</p>
- <p class="i0">Con llama que consume y no da pena.</p>
- <p class="i2">Que nadie lo miraba,</p>
- <p class="i0">Aminadab tampoco parecía,</p>
- <p class="i0">Y el cerco sosegaba,</p>
- <p class="i0">Y la caballería</p>
- <p class="i0">A vista de las aguas descendía.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">ANÓNIMO</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P023">23.</h3>
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">No me</span> mueve, mi Dios, para quererte</p>
- <p class="i0">El cielo que me tienes prometido,</p>
- <p class="i0">Ni me mueve el infierno tan temido</p>
- <p class="i0">Para dejar por eso de ofenderte.</p>
- <p class="i2">Tú me mueves, Señor; muéveme el verte</p>
- <p class="i0">Clavado en una cruz y escarnecido;</p>
- <p class="i0">Muéveme ver tu cuerpo tan herido;</p>
- <p class="i0">Muévenme tus afrentas y tu muerte.</p>
- <p class="i2">Muéveme, al fin, tu amor, y en tal manera,</p>
- <p class="i0">Que aunque no hubiera cielo, yo te amara.</p>
- <p class="i0">Y aunque no hubiera infierno, te temiera.</p>
- <p class="i2">No me tienes que dar porque te quiera;</p>
- <p class="i0">Pues aunque lo que espero no esperara,</p>
- <p class="i0">Lo mismo que te quiero te quisiera.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <p><span class="pagenum" id="Page_68">p. 68</span></p>
- <h2 class="nobreak">FRANCISCO DE LA TORRE</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P024">24. La cierva</h3>
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Doliente cierva, que el herido lado</p>
- <p class="i0">De ponzoñosa y cruda yerba lleno,</p>
- <p class="i0">Buscas el agua de la fuente pura,</p>
- <p class="i0">Con el cansado aliento y con el seno</p>
- <p class="i0">Bello de la corriente sangre hinchado,</p>
- <p class="i0">Débil y decaída tu hermosura:</p>
- <p class="i0">¡Ay! que la mano dura</p>
- <p class="i0">Que tu nevado pecho</p>
- <p class="i0">Ha puesto en tal estrecho,</p>
- <p class="i0">Gozosa va con tu desdicha, cuando</p>
- <p class="i0">Cierva mortal, viviendo, estás penando</p>
- <p class="i0">Tu desangrado y dulce compañero,</p>
- <p class="i0">El regalado y blando</p>
- <p class="i0">Pecho pasado del veloz montero:</p>
- <p class="i2">Vuelve cuitada, vuelve al valle, donde</p>
- <p class="i0">Queda muerto tu amor, en vano dando</p>
- <p class="i0">Términos desdichados a tu suerte.</p>
- <p class="i0">Morirás en su seno, reclinando</p>
- <p class="i0">La beldad, que la cruda mano esconde</p>
- <p class="i0">Delante de la nube de la muerte.</p>
- <p class="i0">Que el paso duro y fuerte,</p>
- <p class="i0">Ya forzoso y terrible,</p>
- <p class="i0">No puede ser posible</p>
- <p class="i0">Que le escusen los cielos, permitiendo</p>
- <p class="i0">Crudos astros que muera padeciendo</p>
- <p class="i0">Las asechanzas de un montero crudo,</p>
- <p class="i0">Que te vino siguiendo</p>
- <p class="i0">Por los desiertos de este campo mudo.</p>
- <p class="i2">Mas ¡ay! que no dilatas la inclemente</p>
- <p class="i0">Muerte, que en tu sangriento pecho llevas,</p>
- <p class="i0">Del crudo amor vencido y maltratado:</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_69">p. 69</span>Tú con el fatigado aliento pruebas</p>
- <p class="i0">A rendir el espíritu doliente</p>
- <p class="i0">En la corriente de este valle amado.</p>
- <p class="i0">Que el ciervo desangrado,</p>
- <p class="i0">Que contigo la vida</p>
- <p class="i0">Tuvo por bien perdida,</p>
- <p class="i0">No fue tan poco de tu amor querido,</p>
- <p class="i0">Que habiendo tan cruelmente padecido,</p>
- <p class="i0">Quieras vivir sin él, cuando pudieras</p>
- <p class="i0">Librar el pecho herido</p>
- <p class="i0">De crudas llagas y memorias fieras.</p>
- <p class="i2">Cuando por la espesura deste prado</p>
- <p class="i0">Como tórtolas solas y queridas,</p>
- <p class="i0">Solos y acompañados anduvistes:</p>
- <p class="i0">Cuando de verde mirto y de floridas</p>
- <p class="i0">Violetas, tierno acanto y lauro amado,</p>
- <p class="i0">Vuestras frentes bellísimas ceñistes:</p>
- <p class="i0">Cuando las horas tristes,</p>
- <p class="i0">Ausentes y queridos,</p>
- <p class="i0">Con mil mustios bramidos</p>
- <p class="i0">Ensordecistes la ribera umbrosa</p>
- <p class="i0">Del claro Tajo, rica y venturosa</p>
- <p class="i0">Con vuestro bien, con vuestro mal sentida;</p>
- <p class="i0">Cuya muerte penosa</p>
- <p class="i0">No deja rastro de contenta vida.</p>
- <p class="i2">Agora el uno, cuerpo muerto lleno</p>
- <p class="i0">De desdén y de espanto, quien solía</p>
- <p class="i0">Ser ornamento de la selva umbrosa:</p>
- <p class="i0">Tú, quebrantada y mustia, al agonía</p>
- <p class="i0">De la muerte rendida, el bello seno</p>
- <p class="i0">Agonizando, el alma congojosa:</p>
- <p class="i0">Cuya muerte gloriosa,</p>
- <p class="i0">En los ojos de aquellos</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_70">p. 70</span>Cuyos despojos bellos</p>
- <p class="i0">Son victorias del crudo amor furioso,</p>
- <p class="i0">Martirio fue de amor, triunfo glorioso</p>
- <p class="i0">Con que corona y premia dos amantes</p>
- <p class="i0">Que del siempre rabioso</p>
- <p class="i0">Trance mortal salieron muy triunfantes.</p>
- <p class="i2">Canción, fábula un tiempo, y caso agora</p>
- <p class="i0">De una cierva doliente, que la dura</p>
- <p class="i0">Flecha del cazador dejó sin vida,</p>
- <p class="i0">Errad por la espesura</p>
- <p class="i0">Del monte, que de gloria tan perdida</p>
- <p class="i0">No hay sino lamentar su desventura.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">GIL POLO</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P025">25. Canción</h3>
-
-<div class="versos ml32">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">En el</span> campo venturoso,</p>
- <p class="i0">Donde con clara corriente</p>
- <p class="i0">Guadalaviar hermoso</p>
- <p class="i0">Dejando el suelo abundoso</p>
- <p class="i0">Da tributo al mar potente;</p>
- <p class="i2">Galatea, desdeñosa</p>
- <p class="i0">Del dolor que a Licio daña,</p>
- <p class="i0">Iba alegre y bulliciosa</p>
- <p class="i0">Por la ribera arenosa</p>
- <p class="i0">Que el mar con sus ondas baña,</p>
- <p class="i2">Entre la arena cogiendo</p>
- <p class="i0">Conchas y piedras pintadas,</p>
- <p class="i0">Muchos cantares diciendo</p>
- <p class="i0">Con el son del ronco estruendo</p>
- <p class="i0">De las ondas alteradas:</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_71">p. 71</span>Junto el agua se ponía,</p>
- <p class="i0">Y las ondas aguardaba,</p>
- <p class="i0">Y en verlas llegar huía;</p>
- <p class="i0">Pero a veces no podía</p>
- <p class="i0">Y el blanco pie se mojaba.</p>
- <p class="i2">Licio, al cual en sufrimiento</p>
- <p class="i0">Amador ninguno iguala,</p>
- <p class="i0">Suspendió allí su tormento</p>
- <p class="i0">Mientras miraba el contento</p>
- <p class="i0">De su pulida zagala.</p>
- <p class="i2">Mas cotejando su mal</p>
- <p class="i0">Con el gozo que ella había</p>
- <p class="i0">El fatigado zagal</p>
- <p class="i0">Con voz amarga y mortal</p>
- <p class="i0">De esta manera decía:</p>
- <p class="i2">Ninfa hermosa, no te vea</p>
- <p class="i0">Jugar con el mar horrendo;</p>
- <p class="i0">Y aunque más placer te sea,</p>
- <p class="i0">Huye del mar, Galatea,</p>
- <p class="i0">Como estás de Licio huyendo.</p>
- <p class="i2">Deja ahora de jugar,</p>
- <p class="i0">Que me es dolor importuno:</p>
- <p class="i0">No me hagas más penar,</p>
- <p class="i0">Que en verte cerca del mar</p>
- <p class="i0">Tengo celos de Neptuno.</p>
- <p class="i2">Causa mi triste cuidado</p>
- <p class="i0">Que a mi pensamiento crea:</p>
- <p class="i0">Porque ya está averiguado</p>
- <p class="i0">Que si no es tu enamorado</p>
- <p class="i0">Lo será cuando te vea.</p>
- <p class="i2">Y está cierto, porque amor</p>
- <p class="i0">Sabe desde que me hirió,</p>
- <p class="i0">Que para pena mayor</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_72">p. 72</span>Me falta un competidor</p>
- <p class="i0">Más poderoso que yo.</p>
- <p class="i2">Deja la seca ribera,</p>
- <p class="i0">Do está el alga infructuosa:</p>
- <p class="i0">Guarda que no salga afuera</p>
- <p class="i0">Alguna marina fiera</p>
- <p class="i0">Enroscada y escamosa.</p>
- <p class="i2">Huye ya, y mira que siento</p>
- <p class="i0">Por ti dolores sobrados;</p>
- <p class="i0">Porque con doble tormento</p>
- <p class="i0">Celos me da tu contento</p>
- <p class="i0">Y tu peligro cuidados.</p>
- <p class="i2">En verte regocijada</p>
- <p class="i0">Celos me hacen acordar</p>
- <p class="i0">De Europa, ninfa preciada,</p>
- <p class="i0">Del toro blanco engañada</p>
- <p class="i0">En la ribera del mar.</p>
- <p class="i2">Y el ordinario cuidado</p>
- <p class="i0">Hace que piense contino</p>
- <p class="i0">De aquel desdeñoso alnado,</p>
- <p class="i0">Orilla el mar arrastrado,</p>
- <p class="i0">Visto aquel monstruo marino.</p>
- <p class="i2">Mas no veo en ti temor</p>
- <p class="i0">De congoja y pena tanta;</p>
- <p class="i0">Que bien sé por mi dolor</p>
- <p class="i0">Que a quien no teme al amor</p>
- <p class="i0">Ningún peligro le espanta.</p>
- <p class="i2">Guarte pues de un gran cuidado:</p>
- <p class="i0">Que el vengativo Cupido</p>
- <p class="i0">Viéndose menospreciado,</p>
- <p class="i0">Lo que no hace de grado,</p>
- <p class="i0">Suele hacerlo de ofendido.</p>
- <p class="i2">Ven conmigo al bosque ameno,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_73">p. 73</span>Y al apacible sombrío</p>
- <p class="i0">De olorosas flores lleno,</p>
- <p class="i0">Do en el día más sereno</p>
- <p class="i0">No es enojoso el Estío.</p>
- <p class="i2">Si el agua te es placentera,</p>
- <p class="i0">Hay allí fuente tan bella,</p>
- <p class="i0">Que para ser la primera</p>
- <p class="i0">Entre todas, solo espera</p>
- <p class="i0">Que tú te laves en ella.</p>
- <p class="i2">En aqueste raso suelo</p>
- <p class="i0">A guardar tu hermosa cara</p>
- <p class="i0">No basta sombrero o velo;</p>
- <p class="i0">Que estando al abierto cielo</p>
- <p class="i0">El sol morena te para.</p>
- <p class="i2">No escuchas dulces concentos,</p>
- <p class="i0">Sino el espantoso estruendo</p>
- <p class="i0">Con que los bravosos vientos</p>
- <p class="i0">Con soberbios movimientos</p>
- <p class="i0">Van las aguas revolviendo.</p>
- <p class="i2">Y tras la fortuna fiera</p>
- <p class="i0">Son las vistas más suaves</p>
- <p class="i0">Ver llegar a la ribera</p>
- <p class="i0">La destrozada madera</p>
- <p class="i0">De las anegadas naves.</p>
- <p class="i2">Ven a la dulce floresta,</p>
- <p class="i0">Do natura no fue escasa:</p>
- <p class="i0">Donde haciendo alegre fiesta</p>
- <p class="i0">La más calorosa siesta</p>
- <p class="i0">Con más deleite se pasa.</p>
- <p class="i2">Huye los soberbios mares;</p>
- <p class="i0">Ven, verás cómo cantamos</p>
- <p class="i0">Tan deleitosos cantares</p>
- <p class="i0">Que los más duros pesares</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_74">p. 74</span>Suspendemos y engañamos;</p>
- <p class="i2">Y aunque quien pasa dolores,</p>
- <p class="i0">Amor le fuerza a cantarlos,</p>
- <p class="i0">Yo haré que los pastores</p>
- <p class="i0">No digan cantos de amores,</p>
- <p class="i0">Porque huelgues de escucharlos.</p>
- <p class="i2">Allí, por bosques y prados,</p>
- <p class="i0">Podrás leer todas horas,</p>
- <p class="i0">En mil robles señalados</p>
- <p class="i0">Los nombres más celebrados</p>
- <p class="i0">De las ninfas y pastoras.</p>
- <p class="i2">Mas serate cosa triste</p>
- <p class="i0">Ver tu nombre allí pintado,</p>
- <p class="i0">En saber que escrita fuiste</p>
- <p class="i0">Por el que siempre tuviste</p>
- <p class="i0">De tu memoria borrado.</p>
- <p class="i2">Y aunque mucho estés airada,</p>
- <p class="i0">No creo yo que te asombre</p>
- <p class="i0">Tanto el verte allí pintada,</p>
- <p class="i0">Como el ver que eres amada</p>
- <p class="i0">Del que allí escribió tu nombre.</p>
- <p class="i2">No ser querida y amar</p>
- <p class="i0">Fuera triste desplacer;</p>
- <p class="i0">Mas ¿qué tormento o pesar</p>
- <p class="i0">Te puede, Ninfa, causar</p>
- <p class="i0">Ser querida y no querer?</p>
- <p class="i2">Mas desprecia cuanto quieras</p>
- <p class="i0">A tu pastor, Galatea;</p>
- <p class="i0">Solo que en estas riberas</p>
- <p class="i0">Cerca de las ondas fieras</p>
- <p class="i0">Con mis ojos no te vea.</p>
- <p class="i2">¿Qué pasatiempo mejor</p>
- <p class="i0">Orilla el mar puede hallarse</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_75">p. 75</span>Que escuchar el ruiseñor,</p>
- <p class="i0">Coger la olorosa flor</p>
- <p class="i0">Y en clara fuente lavarse?</p>
- <p class="i2">Pluguiera a Dios que gozaras</p>
- <p class="i0">De nuestro campo y ribera,</p>
- <p class="i0">Y porque más lo preciaras,</p>
- <p class="i0">Ojalá tú lo probaras,</p>
- <p class="i0">Antes que yo lo dijera.</p>
- <p class="i2">Porque cuanto alabo aquí</p>
- <p class="i0">De su crédito lo quito;</p>
- <p class="i0">Pues el contentarme a mí</p>
- <p class="i0">Bastará para que a ti</p>
- <p class="i0">No te venga en apetito.</p>
- <p class="i2">Licio mucho más le hablara,</p>
- <p class="i0">Y tenía más que hablalle,</p>
- <p class="i0">Si ella no se lo estorbara,</p>
- <p class="i0">Que con desdeñosa cara</p>
- <p class="i0">Al triste dice que calle.</p>
- <p class="i2">Volvió a sus juegos la fiera</p>
- <p class="i0">Y a sus llantos el pastor,</p>
- <p class="i0">Y de la misma manera</p>
- <p class="i0">Ella queda en la ribera,</p>
- <p class="i0">Y él en su mismo dolor.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">FERNANDO DE HERRERA</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P026">26. Por la victoria de Lepanto</h3>
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Cantemos</span> al Señor, que en la llanura</p>
- <p class="i0">Venció del ancho mar al Trace fiero;</p>
- <p class="i0">Tú, Dios de las batallas, tú eres diestra,</p>
- <p class="i0">Salud y gloria nuestra.</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_76">p. 76</span>Tú rompiste las fuerzas y la dura</p>
- <p class="i0">Frente de Faraón, feroz guerrero;</p>
- <p class="i0">Sus escogidos príncipes cubrieron</p>
- <p class="i0">Los abismos del mar, y descendieron,</p>
- <p class="i0">Cual piedra, en el profundo, y tu ira luego</p>
- <p class="i0">Los tragó, como arista seca el fuego.</p>
- <p class="i2">El soberbio tirano, confiado</p>
- <p class="i0">En el grande aparato de sus naves,</p>
- <p class="i0">Que de los nuestros la cerviz cautiva</p>
- <p class="i0">Y las manos aviva</p>
- <p class="i0">Al ministerio injusto de su estado,</p>
- <p class="i0">Derribó con los brazos suyos graves</p>
- <p class="i0">Los cedros más excelsos de la cima</p>
- <p class="i0">Y el árbol que más yerto se sublima,</p>
- <p class="i0">Bebiendo ajenas aguas y atrevido</p>
- <p class="i0">Pisando el bando nuestro y defendido.</p>
- <p class="i2">Temblaron los pequeños, confundidos</p>
- <p class="i0">Del impío furor suyo; alzó la frente</p>
- <p class="i0">Contra ti, Señor Dios, y con semblante</p>
- <p class="i0">Y con pecho arrogante,</p>
- <p class="i0">Y los armados brazos extendidos,</p>
- <p class="i0">Movió el airado cuello aquel potente;</p>
- <p class="i0">Cercó su corazón de ardiente saña</p>
- <p class="i0">Contra las dos Hesperias, que el mar baña,</p>
- <p class="i0">Porque en ti confiadas le resisten</p>
- <p class="i0">Y de armas de tu fe y amor se visten.</p>
- <p class="i2">Dijo aquel insolente y desdeñoso:</p>
- <p class="i0">«¿No conocen mis iras estas tierras,</p>
- <p class="i0">Y de mis padres los ilustres hechos,</p>
- <p class="i0">O valieron sus pechos</p>
- <p class="i0">Contra ellos con el húngaro medroso,</p>
- <p class="i0">Y de Dalmacia y Rodas en las guerras?</p>
- <p class="i0">¿Quién las pudo librar? ¿Quién de sus manos</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_77">p. 77</span>Pudo salvar los de Austria y los germanos?</p>
- <p class="i0">¿Podrá su Dios, podrá por suerte ahora</p>
- <p class="i0">Guardallos de mi diestra vencedora?</p>
- <p class="i2">»Su Roma, temerosa y humillada,</p>
- <p class="i0">Los cánticos en lágrimas convierte;</p>
- <p class="i0">Ella y sus hijos tristes mi ira esperan</p>
- <p class="i0">Cuando vencidos mueran;</p>
- <p class="i0">Francia está con discordia quebrantada,</p>
- <p class="i0">Y en España amenaza horrible muerte</p>
- <p class="i0">Quien honra de la luna las banderas;</p>
- <p class="i0">Y aquellas en la guerra gentes fieras</p>
- <p class="i0">Ocupadas están en su defensa,</p>
- <p class="i0">Y aunque no, ¿quién hacerme puede ofensa?</p>
- <p class="i2">»Los poderosos pueblos me obedecen,</p>
- <p class="i0">Y el cuello con su daño al yugo inclinan,</p>
- <p class="i0">Y me dan por salvarse ya la mano.</p>
- <p class="i0">Y su valor es vano;</p>
- <p class="i0">Que sus luces cayendo se oscurecen,</p>
- <p class="i0">Sus fuertes a la muerte ya caminan,</p>
- <p class="i0">Sus vírgenes están en cautiverio,</p>
- <p class="i0">Su gloria ha vuelto al cetro de mi imperio.</p>
- <p class="i0">Del Nilo a Éufrates fértil e Istro frío,</p>
- <p class="i0">Cuanto el sol alto mira todo es mío.»</p>
- <p class="i2">Tú, Señor, que no sufres que tu gloria</p>
- <p class="i0">Usurpe quien su fuerza osado estima,</p>
- <p class="i0">Prevaleciendo en vanidad y en ira,</p>
- <p class="i0">Este soberbio mira,</p>
- <p class="i0">Que tus aras afea en su vitoria.</p>
- <p class="i0">No dejes que los tuyos así oprima,</p>
- <p class="i0">Y en su cuerpo, cruel, las fieras cebe,</p>
- <p class="i0">Y en su esparcida sangre el odio pruebe;</p>
- <p class="i0">Que hecho ya su oprobio, dice: «¿Dónde</p>
- <p class="i0">El Dios de estos está? ¿De quién se asconde?»</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_78">p. 78</span>Por la debida gloria de tu nombre,</p>
- <p class="i0">Por la justa venganza de tu gente,</p>
- <p class="i0">Por aquel de los míseros gemido,</p>
- <p class="i0">Vuelve el brazo tendido</p>
- <p class="i0">Contra este, que aborrece ya ser hombre;</p>
- <p class="i0">Y las honras que celas tú consiente;</p>
- <p class="i0">Y tres y cuatro veces el castigo</p>
- <p class="i0">Esfuerza con rigor a tu enemigo,</p>
- <p class="i0">Y la injuria a tu nombre cometida</p>
- <p class="i0">Sea el hierro contrario de su vida.</p>
- <p class="i2">Levantó la cabeza el poderoso</p>
- <p class="i0">Que tanto odio te tiene; en nuestro estrago</p>
- <p class="i0">Juntó el consejo, y contra nos pensaron</p>
- <p class="i0">Los que en él se hallaron.</p>
- <p class="i0">«Venid, dijeron, y en el mar ondoso</p>
- <p class="i0">Hagamos de su sangre un grande lago;</p>
- <p class="i0">Deshagamos a estos de la gente,</p>
- <p class="i0">Y el nombre de su Cristo juntamente,</p>
- <p class="i0">Y dividiendo de ellos los despojos,</p>
- <p class="i0">Hártense en muerte suya nuestros ojos.»</p>
- <p class="i2">Vinieron de Asia y portentoso Egito</p>
- <p class="i0">Los árabes y leves africanos,</p>
- <p class="i0">Y los que Grecia junta mal con ellos,</p>
- <p class="i0">Con los erguidos cuellos,</p>
- <p class="i0">Con gran poder y número infinito;</p>
- <p class="i0">Y prometer osaron con sus manos</p>
- <p class="i0">Encender nuestros fines y dar muerte</p>
- <p class="i0">A nuestra juventud con hierro fuerte,</p>
- <p class="i0">Nuestros niños prender y las doncellas,</p>
- <p class="i0">Y la gloria manchar y la luz dellas.</p>
- <p class="i2">Ocuparon del piélago los senos,</p>
- <p class="i0">Puesta en silencio y en temor la tierra,</p>
- <p class="i0">Y cesaron los nuestros valerosos,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_79">p. 79</span>Y callaron dudosos,</p>
- <p class="i0">Hasta que al fiero ardor de sarracenos</p>
- <p class="i0">El Señor eligiendo nueva guerra,</p>
- <p class="i0">Se opuso el joven de Austria generoso</p>
- <p class="i0">Con el claro español y belicoso;</p>
- <p class="i0">Que Dios no sufre ya en Babel cautiva</p>
- <p class="i0">Que su Sion querida siempre viva.</p>
- <p class="i2">Cual león a la presa apercibido,</p>
- <p class="i0">Sin recelo los impíos esperaban</p>
- <p class="i0">A los que tú, Señor, eras escudo;</p>
- <p class="i0">Que el corazón desnudo</p>
- <p class="i0">De pavor, y de amor y fe vestido,</p>
- <p class="i0">Con celestial aliento confiaban.</p>
- <p class="i0">Sus manos a la guerra compusiste,</p>
- <p class="i0">Y sus brazos fortísimos pusiste</p>
- <p class="i0">Como el arco acerado, y con la espada</p>
- <p class="i0">Vibraste en su favor la diestra armada.</p>
- <p class="i2">Turbáronse los grandes, los robustos</p>
- <p class="i0">Rindiéronse temblando y desmayaron;</p>
- <p class="i0">Y tú entregaste, Dios, como la rueda,</p>
- <p class="i0">Como la arista queda</p>
- <p class="i0">Al ímpetu del viento, a estos injustos,</p>
- <p class="i0">Que mil huyendo de uno se pasmaron.</p>
- <p class="i0">Cual fuego abrasa selvas, cuya llama</p>
- <p class="i0">En las espesas cumbres se derrama,</p>
- <p class="i0">Tal en tu ira y tempestad seguiste</p>
- <p class="i0">Y su faz de ignominia convertiste.</p>
- <p class="i2">Quebrantaste al cruel dragón, cortando</p>
- <p class="i0">Las alas de su cuerpo temerosas</p>
- <p class="i0">Y sus brazos terribles no vencidos;</p>
- <p class="i0">Que con hondos gemidos</p>
- <p class="i0">Se retira a su cueva, do silbando</p>
- <p class="i0">Tiembla con sus culebras venenosas,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_80">p. 80</span>Lleno de miedo torpe sus entrañas,</p>
- <p class="i0">De tu león temiendo las hazañas;</p>
- <p class="i0">Que, saliendo de España, dio un rugido</p>
- <p class="i0">Que lo dejó asombrado y aturdido.</p>
- <p class="i2">Hoy se vieron los ojos humillados</p>
- <p class="i0">Del sublime varón y su grandeza,</p>
- <p class="i0">Y tú solo, Señor, fuiste exaltado;</p>
- <p class="i0">Que tu día es llegado,</p>
- <p class="i0">Señor de los ejércitos armados,</p>
- <p class="i0">Sobre la alta cerviz y su dureza,</p>
- <p class="i0">Sobre derechos cedros y extendidos,</p>
- <p class="i0">Sobre empinados montes y crecidos,</p>
- <p class="i0">Sobre torres y muros, y las naves</p>
- <p class="i0">De Tiro, que a los tuyos fueron graves.</p>
- <p class="i2">Babilonia y Egito amedrentada</p>
- <p class="i0">Temerá el fuego y la asta violenta,</p>
- <p class="i0">Y el humo subirá a la luz del cielo,</p>
- <p class="i0">Y faltos de consuelo,</p>
- <p class="i0">Con rostro oscuro y soledad turbada</p>
- <p class="i0">Tus enemigos llorarán su afrenta.</p>
- <p class="i0">Mas tú, Grecia, concorde a la esperanza</p>
- <p class="i0">Egicia y gloria de su confianza,</p>
- <p class="i0">Triste que a ella pareces, no temiendo</p>
- <p class="i0">A Dios y a tu remedio no atendiendo,</p>
- <p class="i2">¿Por qué, ingrata, tus hijas adornaste</p>
- <p class="i0">En adulterio infame a una impía gente,</p>
- <p class="i0">Que deseaba profanar tus frutos,</p>
- <p class="i0">Y con ojos enjutos</p>
- <p class="i0">Sus odiosos pasos imitaste,</p>
- <p class="i0">Su aborrecida vida y mal presente?</p>
- <p class="i0">Dios vengará sus iras en tu muerte;</p>
- <p class="i0">Que llega a tu cerviz con diestra fuerte</p>
- <p class="i0">La aguda espada suya; ¿quién, cuitada,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_81">p. 81</span>Reprimirá su mano desatada?</p>
- <p class="i2">Mas tú, fuerza del mar, tú, excelsa Tiro,</p>
- <p class="i0">Que en tus naves estabas gloriosa,</p>
- <p class="i0">Y el término espantabas de la tierra,</p>
- <p class="i0">Y si hacías guerra,</p>
- <p class="i0">De temor la cubrías con suspiro</p>
- <p class="i0">¿Cómo acabaste, fiera y orgullosa?</p>
- <p class="i0">¿Quién pensó a tu cabeza daño tanto?</p>
- <p class="i0">Dios, para convertir tu gloria en llanto</p>
- <p class="i0">Y derribar tus ínclitos y fuertes</p>
- <p class="i0">Te hizo perecer con tantas muertes.</p>
- <p class="i2">Llorad, naves del mar; que es destruïda</p>
- <p class="i0">Vuestra vana soberbia y pensamiento.</p>
- <p class="i0">¿Quién ya tendrá de ti lástima alguna,</p>
- <p class="i0">Tú, que sigues la luna,</p>
- <p class="i0">Asia adúltera, en vicios sumergida?</p>
- <p class="i0">¿Quien mostrará un liviano sentimiento?</p>
- <p class="i0">¿Quién rogará por ti? Que a Dios enciende</p>
- <p class="i0">Tu ira y la arrogancia que te ofende,</p>
- <p class="i0">Y tus viejos delitos y mudanza</p>
- <p class="i0">Han vuelto contra ti a pedir venganza.</p>
- <p class="i2">Los que vieron tus brazos quebrantados</p>
- <p class="i0">Y de tus pinos ir el mar desnudo,</p>
- <p class="i0">Que sus ondas turbaron y llanura,</p>
- <p class="i0">Viendo tu muerte oscura,</p>
- <p class="i0">Dirán, de tus estragos espantados:</p>
- <p class="i0">¿Quién contra la espantosa tanto pudo?</p>
- <p class="i0">El Señor, que mostró su fuerte mano</p>
- <p class="i0">Por la fe de su príncipe cristiano</p>
- <p class="i0">Y por el nombre santo de su gloria,</p>
- <p class="i0">A su España concede esta vitoria.</p>
- <p class="i2">Bendita, Señor, sea tu grandeza;</p>
- <p class="i0">Que después de los daños padecidos,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_82">p. 82</span>Después de nuestras culpas y castigo,</p>
- <p class="i0">Rompiste al enemigo</p>
- <p class="i0">De la antigua soberbia la dureza.</p>
- <p class="i0">Adórente, Señor, tus escogidos,</p>
- <p class="i0">Confiese cuanto cerca el ancho cielo</p>
- <p class="i0">Tu nombre ¡oh nuestro Dios, nuestro consuelo!</p>
- <p class="i0">Y la cerviz rebelde, condenada,</p>
- <p class="i0">Perezca en bravas llamas abrasada.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P027">27. Por la pérdida del rey don Sebastián</h3>
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Voz</span> de dolor y canto de gemido</p>
- <p class="i0">Y espíritu de miedo, envuelto en ira,</p>
- <p class="i0">Hagan principio acerbo a la memoria</p>
- <p class="i0">De aquel día fatal, aborrecido,</p>
- <p class="i0">Que Lusitania mísera suspira,</p>
- <p class="i0">Desnuda de valor, falta de gloria;</p>
- <p class="i0">Y la llorosa historia</p>
- <p class="i0">Asombre con horror funesto y triste</p>
- <p class="i0">Desde el áfrico Atlante y seno ardiente</p>
- <p class="i0">Hasta do el mar de otro color se viste,</p>
- <p class="i0">Y do el límite rojo de oriente</p>
- <p class="i0">Y todas sus vencidas gentes fieras</p>
- <p class="i0">Ven tremolar de Cristo las banderas.</p>
- <p class="i2">¡Ay de los que pasaron, confiados</p>
- <p class="i0">En sus caballos y en la muchedumbre</p>
- <p class="i0">De sus carros, en ti, Libia desierta,</p>
- <p class="i0">Y en su vigor y fuerzas engañados,</p>
- <p class="i0">No alzaron su esperanza a aquella cumbre</p>
- <p class="i0">De eterna luz, mas con soberbia cierta</p>
- <p class="i0">Se ofrecieron la incierta</p>
- <p class="i0">Vitoria, y sin volver a Dios sus ojos,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_83">p. 83</span>Con yerto cuello y corazón ufano</p>
- <p class="i0">Solo atendieron siempre a los despojos!</p>
- <p class="i0">Y el Santo de Israel abrió su mano,</p>
- <p class="i0">Y los dejó, y cayó en despeñadero</p>
- <p class="i0">El carro, y el caballo y caballero.</p>
- <p class="i2">Vino el día crüel, el día lleno</p>
- <p class="i0">De indignación, de ira y furor, que puso</p>
- <p class="i0">En soledad y en un profundo llanto,</p>
- <p class="i0">De gente y de placer el reino ajeno.</p>
- <p class="i0">El cielo no alumbró, quedó confuso</p>
- <p class="i0">El nuevo sol, presagio de mal tanto,</p>
- <p class="i0">Y con terrible espanto</p>
- <p class="i0">El Señor visitó sobre sus males,</p>
- <p class="i0">Para humillar los fuertes arrogantes,</p>
- <p class="i0">Y levantó los bárbaros no iguales,</p>
- <p class="i0">Que con osados pechos y constantes</p>
- <p class="i0">No busquen oro, mas con hierro airado</p>
- <p class="i0">La ofensa venguen y el error culpado.</p>
- <p class="i2">Los impíos y robustos, indinados,</p>
- <p class="i0">Las ardientes espadas desnudaron</p>
- <p class="i0">Sobre la claridad y hermosura</p>
- <p class="i0">De tu gloria y valor, y no cansados</p>
- <p class="i0">En tu muerte, tu honor todo afearon,</p>
- <p class="i0">Mezquina Lusitania sin ventura;</p>
- <p class="i0">Y con frente segura</p>
- <p class="i0">Rompieron sin temor con fiero estrago</p>
- <p class="i0">Tus armadas escuadras y braveza.</p>
- <p class="i0">La arena se tornó sangriento lago,</p>
- <p class="i0">La llanura con muertos aspereza;</p>
- <p class="i0">Cayó en unos vigor, cayó denuedo;</p>
- <p class="i0">Mas en otros desmayo y torpe miedo.</p>
- <p class="i2">¿Son estos por ventura los famosos,</p>
- <p class="i0">Los fuertes, los belígeros varones</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_84">p. 84</span>Que conturbaron con furor la tierra,</p>
- <p class="i0">Que sacudieron reinos poderosos,</p>
- <p class="i0">Que domaron las hórridas naciones,</p>
- <p class="i0">Que pusieron desierto en cruda guerra</p>
- <p class="i0">Cuanto el mar Indo encierra,</p>
- <p class="i0">Y soberbias ciudades destruyeron?</p>
- <p class="i0">¿Dó el corazón seguro y la osadía?</p>
- <p class="i0">¿Cómo así se acabaron, y perdieron</p>
- <p class="i0">Tanto heroico valor en solo un día;</p>
- <p class="i0">Y lejos de su patria derribados,</p>
- <p class="i0">No fueron justamente sepultados?</p>
- <p class="i2">Tales ya fueron estos, cual hermoso</p>
- <p class="i0">Cedro del alto Líbano, vestido</p>
- <p class="i0">De ramos, hojas, con excelsa alteza;</p>
- <p class="i0">Las aguas lo criaron poderoso</p>
- <p class="i0">Sobre empinados árboles crecido,</p>
- <p class="i0">Y se multiplicaron en grandeza</p>
- <p class="i0">Sus ramos con belleza;</p>
- <p class="i0">Y extendiendo su sombra, se anidaron</p>
- <p class="i0">Las aves que sustenta el grande cielo,</p>
- <p class="i0">Y en sus hojas las fieras engendraron,</p>
- <p class="i0">Y hizo a mucha gente umbroso velo;</p>
- <p class="i0">No igualó en celsitud y en hermosura</p>
- <p class="i0">Jamás árbol alguno a su figura.</p>
- <p class="i2">Pero elevose con su verde cima,</p>
- <p class="i0">Y sublimó la presunción su pecho,</p>
- <p class="i0">Desvanecido todo y confiado,</p>
- <p class="i0">Haciendo de su alteza solo estima.</p>
- <p class="i0">Por eso Dios lo derribó deshecho,</p>
- <p class="i0">A los impíos y ajenos entregado,</p>
- <p class="i0">Por la raíz cortado;</p>
- <p class="i0">Que opreso de los montes arrojados,</p>
- <p class="i0">Sin ramos y sin hojas y desnudo,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_85">p. 85</span>Huyeron dél los hombres, espantados,</p>
- <p class="i0">Que su sombra tuvieron por escudo;</p>
- <p class="i0">En su ruina y ramos cuantas fueron</p>
- <p class="i0">Las aves y las fieras se pusieron.</p>
- <p class="i2">Tú, infanda Libia, en cuya seca arena</p>
- <p class="i0">Murió el vencido reino lusitano,</p>
- <p class="i0">Y se acabó su generosa gloria,</p>
- <p class="i0">No estés alegre y de ufanía llena;</p>
- <p class="i0">Porque tu temerosa y flaca mano</p>
- <p class="i0">Hubo sin esperanza tal vitoria,</p>
- <p class="i0">Indina de memoria;</p>
- <p class="i0">Que si el justo dolor mueve a venganza</p>
- <p class="i0">Alguna vez el español coraje,</p>
- <p class="i0">Despedazada con aguda lanza,</p>
- <p class="i0">Compensarás muriendo el hecho ultraje;</p>
- <p class="i0">Y Luco amedrentado, al mar inmenso</p>
- <p class="i0">Pagará de africana sangre el censo.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON JUAN DE ARGUIJO</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P028">28. Al Guadalquivir, en una avenida</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Tú, a quien</span> ofrece el apartado polo,</p>
- <p class="i0">Hasta donde tu nombre se dilata,</p>
- <p class="i0">Preciosos dones de luciente plata,</p>
- <p class="i0">Que envidia el rico Tajo y el Pactolo;</p>
- <p class="i2">Para cuya corona, como a solo</p>
- <p class="i0">Rey de los ríos, entreteje y ata</p>
- <p class="i0">Palas su oliva con la rama ingrata</p>
- <p class="i0">Que contempla en tus márgenes Apolo;</p>
- <p class="i2">Claro Guadalquivir, si impetuoso</p>
- <p class="i0">Con crespas ondas y mayor corriente</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_86">p. 86</span>Cubrieres nuestros campos mal seguros,</p>
- <p class="i2">De la mejor ciudad, por quien famoso</p>
- <p class="i0">Alzas igual al mar la altiva frente,</p>
- <p class="i0">Respeta humilde los antiguos muros.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P029">29. La tempestad y la calma</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Yo vi</span> del rojo sol la luz serena</p>
- <p class="i0">Turbarse, y que en un punto desparece</p>
- <p class="i0">Su alegre faz, y en torno se oscurece</p>
- <p class="i0">El cielo con tiniebla de horror llena.</p>
- <p class="i2">El austro proceloso airado suena,</p>
- <p class="i0">Crece su furia, y la tormenta crece,</p>
- <p class="i0">Y en los hombros de Atlante se estremece</p>
- <p class="i0">El alto olimpo y con espanto truena;</p>
- <p class="i2">Mas luego vi romperse el negro velo</p>
- <p class="i0">Deshecho en agua, y a su luz primera</p>
- <p class="i0">Restituirse alegre el claro día,</p>
- <p class="i2">Y de nuevo esplendor ornado el cielo</p>
- <p class="i0">Miré, y dije: ¿Quién sabe si le espera</p>
- <p class="i0">Igual mudanza a la fortuna mía?</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P030">30. La avaricia</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Castiga</span> el cielo a Tántalo inhumano,</p>
- <p class="i0">Que en impía mesa su rigor provoca,</p>
- <p class="i0">Medir queriendo en competencia loca</p>
- <p class="i0">Saber divino con engaño humano.</p>
- <p class="i2">Agua en las aguas busca, y con la mano</p>
- <p class="i0">El árbol fugitivo casi toca;</p>
- <p class="i0">Huye el copioso Erídano a su boca,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_87">p. 87</span>Y en vez de fruta toca el aire vano.</p>
- <p class="i2">Tú, que espantado de su pena, admiras</p>
- <p class="i0">Que el cercano manjar en largo ayuno</p>
- <p class="i0">Al gusto falte y a la vida sobre,</p>
- <p class="i2">¿Cómo de muchos Tántalos no miras</p>
- <p class="i0">Ejemplo igual? Y si codicias uno,</p>
- <p class="i0">Mira el avaro, en sus riquezas pobre.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P031">31.</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">En segura</span> pobreza vive Eumelo</p>
- <p class="i0">Con dulce libertad, y le mantienen</p>
- <p class="i0">Las simples aves, que engañadas vienen</p>
- <p class="i0">A los lazos y liga sin recelo.</p>
- <p class="i2">Por mejor suerte no importuna al cielo,</p>
- <p class="i0">Ni se muestra envidioso a la que tienen</p>
- <p class="i0">Los que con ansia de subir sostienen</p>
- <p class="i0">En flacas alas el incierto vuelo.</p>
- <p class="i2">Muerte tras luengos años no le espanta,</p>
- <p class="i0">Ni la recibe con indigna queja,</p>
- <p class="i0">Mas con sosiego grato y faz amiga.</p>
- <p class="i2">Al fin, muriendo con pobreza tanta,</p>
- <p class="i0">Ricos juzga sus hijos, pues les deja</p>
- <p class="i0">La libertad, las aves y la liga.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">BALTASAR DEL ALCÁZAR</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P032">32. Una cena</h3>
-
-<div class="versos ml34">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">En Jaén</span>, donde resido,</p>
- <p class="i0">Vive don Lope de Sosa,</p>
- <p class="i0">Y direte, Inés, la cosa</p>
- <p class="i0">Más brava de él que has oído.</p>
- <p class="i2">Tenía este caballero</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_88">p. 88</span>Un criado portugués...</p>
- <p class="i0">Pero cenemos, Inés,</p>
- <p class="i0">Si te parece, primero.</p>
- <p class="i2">La mesa tenemos puesta,</p>
- <p class="i0">Lo que se ha de cenar junto,</p>
- <p class="i0">Las tazas del vino a punto,</p>
- <p class="i0">Falta comenzar la fiesta.</p>
- <p class="i2">Comience el vinillo nuevo,</p>
- <p class="i0">Y échole la bendición;</p>
- <p class="i0">Yo tengo por devoción</p>
- <p class="i0">De santiguar lo que bebo.</p>
- <p class="i2">Franco fue, Inés, este toque;</p>
- <p class="i0">Pero arrójame la bota:</p>
- <p class="i0">Vale un florín cada gota</p>
- <p class="i0">De aqueste vinillo aloque.</p>
- <p class="i2">¿De qué taberna se trajo?</p>
- <p class="i0">Mas ya... de la del Castillo;</p>
- <p class="i0">Diez y seis vale el cuartillo,</p>
- <p class="i0">No tiene vino más bajo.</p>
- <p class="i2">Por nuestro Señor, que es mina</p>
- <p class="i0">La taberna de Alcocer;</p>
- <p class="i0">Grande consuelo es tener</p>
- <p class="i0">La taberna por vecina.</p>
- <p class="i2">Si es o no invención moderna,</p>
- <p class="i0">Vive Dios que no lo sé,</p>
- <p class="i0">Pero delicada fue</p>
- <p class="i0">La invención de la taberna.</p>
- <p class="i2">Porque allí llego sediento,</p>
- <p class="i0">Pido vino de lo nuevo,</p>
- <p class="i0">Mídenlo, dánmelo, bebo,</p>
- <p class="i0">Págolo y voyme contento.</p>
- <p class="i2">Esto, Inés, ello se alaba,</p>
- <p class="i0">No es menester alaballo;</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_89">p. 89</span>Solo una falta le hallo,</p>
- <p class="i0">Que con la priesa se acaba.</p>
- <p class="i2">La ensalada y salpicón</p>
- <p class="i0">Hizo fin: ¿qué viene ahora?</p>
- <p class="i0">La morcilla, ¡oh gran señora,</p>
- <p class="i0">Digna de veneración!</p>
- <p class="i2">¡Qué oronda viene y qué bella!</p>
- <p class="i0">¡Qué través y enjundia tiene!</p>
- <p class="i0">Paréceme, Inés, que viene</p>
- <p class="i0">Para que demos en ella.</p>
- <p class="i2">Pues sus, encójase y entre,</p>
- <p class="i0">Que es algo estrecho el camino.</p>
- <p class="i0">No eches agua, Inés, al vino;</p>
- <p class="i0">No se escandalice el vientre.</p>
- <p class="i2">Echa de lo tras añejo,</p>
- <p class="i0">Porque con más gusto comas;</p>
- <p class="i0">Dios te guarde, que así tomas,</p>
- <p class="i0">Como sabia, mi consejo.</p>
- <p class="i2">Mas di, ¿no adoras y precias</p>
- <p class="i0">La morcilla ilustre y rica?</p>
- <p class="i0">¡Cómo la traidora pica!</p>
- <p class="i0">Tal debe tener especias.</p>
- <p class="i2">¡Qué llena está de piñones!</p>
- <p class="i0">Morcilla de cortesanos,</p>
- <p class="i0">Y asada por esas manos,</p>
- <p class="i0">Hechas a cebar lechones.</p>
- <p class="i2">El corazón me revienta</p>
- <p class="i0">De placer; no sé de ti.</p>
- <p class="i0">¿Cómo te va? Yo por mí</p>
- <p class="i0">Sospecho que estás contenta.</p>
- <p class="i2">Alegre estoy, vive Dios;</p>
- <p class="i0">Mas oye un punto sutil:</p>
- <p class="i0">¿No pusiste allí un candil?</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_90">p. 90</span>¿Cómo me parecen dos?</p>
- <p class="i2">Pero son preguntas viles;</p>
- <p class="i0">Ya sé lo que puede ser:</p>
- <p class="i0">Con este negro beber</p>
- <p class="i0">Se acrecientan los candiles.</p>
- <p class="i2">Probemos lo del pichel,</p>
- <p class="i0">Alto licor celestial;</p>
- <p class="i0">No es el aloquillo tal,</p>
- <p class="i0">Ni tiene que ver con él.</p>
- <p class="i2">¡Qué suavidad! ¡qué clareza!</p>
- <p class="i0">¡Qué rancio gusto y olor!</p>
- <p class="i0">¡Qué paladar! ¡qué color!</p>
- <p class="i0">¡Todo con tanta fineza!</p>
- <p class="i2">Mas el queso sale a plaza,</p>
- <p class="i0">La moradilla va entrando,</p>
- <p class="i0">Y ambos vienen preguntando</p>
- <p class="i0">Por el pichel y la taza.</p>
- <p class="i2">Prueba el queso, que es extremo,</p>
- <p class="i0">El de Pinto no le iguala;</p>
- <p class="i0">Pues la aceituna no es mala,</p>
- <p class="i0">Bien puede bogar su remo.</p>
- <p class="i2">Haz pues, Inés, lo que sueles,</p>
- <p class="i0">Daca de la bota llena</p>
- <p class="i0">Seis tragos; hecha es la cena,</p>
- <p class="i0">Levántense los manteles.</p>
- <p class="i2">Ya que, Inés, hemos cenado</p>
- <p class="i0">Tan bien y con tanto gusto,</p>
- <p class="i0">Parece que será justo</p>
- <p class="i0">Volver al cuento pasado.</p>
- <p class="i2">Pues sabrás, Inés hermana,</p>
- <p class="i0">Que el portugués cayó enfermo...</p>
- <p class="i0">Las once dan, yo me duermo;</p>
- <p class="i0">Quédese para mañana.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <p><span class="pagenum" id="Page_91">p. 91</span></p>
- <h2 class="nobreak">FRANCISCO DE RIOJA</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P033">33. A la rosa</h3>
-
-<div class="versos ml26">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Pura</span>, encendida rosa,</p>
- <p class="i0">Émula de la llama</p>
- <p class="i0">Que sale con el día,</p>
- <p class="i0">¿Cómo naces tan llena de alegría</p>
- <p class="i0">Si sabes que la edad que te da el cielo</p>
- <p class="i0">Es apenas un breve y veloz vuelo?</p>
- <p class="i0">Y no valdrán las puntas de tu rama</p>
- <p class="i0">Ni tu púrpura hermosa</p>
- <p class="i0">A detener un punto</p>
- <p class="i0">La ejecución del hado presurosa.</p>
- <p class="i0">El mismo cerco alado,</p>
- <p class="i0">Que estoy viendo riente,</p>
- <p class="i0">Ya temo amortiguado,</p>
- <p class="i0">Presto despojo de la llama ardiente.</p>
- <p class="i0">Para las hojas de tu crespo seno</p>
- <p class="i0">Te dio Amor de sus alas blandas plumas,</p>
- <p class="i0">Y oro de su cabello dio a tu frente.</p>
- <p class="i0">¡Oh fiel imagen suya peregrina!</p>
- <p class="i0">Bañote en su color sangre divina</p>
- <p class="i0">De la deidad que dieron las espumas;</p>
- <p class="i0">Y esto, purpúrea flor, y esto ¿no pudo</p>
- <p class="i0">Hacer menos violento el rayo agudo?</p>
- <p class="i0">Róbate en una hora,</p>
- <p class="i0">Róbate licencioso su ardimiento</p>
- <p class="i0">El color y el aliento;</p>
- <p class="i0">Tiendes aun no las alas abrasadas,</p>
- <p class="i0">Y ya vuelan al suelo desmayadas.</p>
- <p class="i0">Tan cerca, tan unida</p>
- <p class="i0">Está al morir tu vida,</p>
- <p class="i0">Que dudo si en sus lágrimas la aurora</p>
- <p class="i0">Mustia tu nacimiento o muerte llora.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <p><span class="pagenum" id="Page_92">p. 92</span></p>
- <h2 class="nobreak">RODRIGO CARO</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P034">34. A las ruinas de Itálica</h3>
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Estos</span>, Fabio ¡ay dolor! que ves ahora</p>
- <p class="i0">Campos de soledad, mustio collado,</p>
- <p class="i0">Fueron un tiempo Itálica famosa;</p>
- <p class="i0">Aquí de Cipión la vencedora</p>
- <p class="i0">Colonia fue; por tierra derribado</p>
- <p class="i0">Yace el temido honor de la espantosa</p>
- <p class="i0">Muralla, y lastimosa</p>
- <p class="i0">Reliquia es solamente</p>
- <p class="i0">De su invencible gente.</p>
- <p class="i0">Solo quedan memorias funerales</p>
- <p class="i0">Donde erraron ya sombras de alto ejemplo;</p>
- <p class="i0">Este llano fue plaza, allí fue templo;</p>
- <p class="i0">De todo apenas quedan las señales.</p>
- <p class="i0">Del gimnasio y las termas regaladas</p>
- <p class="i0">Leves vuelan cenizas desdichadas;</p>
- <p class="i0">Las torres que desprecio al aire fueron</p>
- <p class="i0">A su gran pesadumbre se rindieron.</p>
- <p class="i2">Este despedazado anfiteatro,</p>
- <p class="i0">Impío honor de los dioses, cuya afrenta</p>
- <p class="i0">Publica el amarillo jaramago,</p>
- <p class="i0">Ya reducido a trágico teatro,</p>
- <p class="i0">¡Oh fábula del tiempo! representa</p>
- <p class="i0">Cuánta fue su grandeza y es su estrago.</p>
- <p class="i0">¿Cómo en el cerco vago</p>
- <p class="i0">De su desierta arena</p>
- <p class="i0">El gran pueblo no suena?</p>
- <p class="i0">¿Dónde, pues fieras hay, está el desnudo</p>
- <p class="i0">Luchador? ¿Dónde está el atleta fuerte?</p>
- <p class="i0">Todo despareció, cambió la suerte</p>
- <p class="i0">Voces alegres en silencio mudo;</p>
- <p class="i0">Mas aun el tiempo da en estos despojos</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_93">p. 93</span>Espectáculos fieros a los ojos,</p>
- <p class="i0">Y miran tan confuso lo presente</p>
- <p class="i0">Que voces de dolor el alma siente.</p>
- <p class="i2">Aquí nació aquel rayo de la guerra,</p>
- <p class="i0">Gran padre de la patria, honor de España,</p>
- <p class="i0">Pío, felice, triunfador Trajano,</p>
- <p class="i0">Ante quien muda se postró la tierra</p>
- <p class="i0">Que ve del sol la cuna y la que baña</p>
- <p class="i0">El mar, también vencido, gaditano.</p>
- <p class="i0">Aquí de Elio Adriano,</p>
- <p class="i0">De Teodosio divino,</p>
- <p class="i0">De Silio peregrino</p>
- <p class="i0">Rodaron de marfil y oro las cunas.</p>
- <p class="i0">Aquí ya de laurel, ya de jazmines</p>
- <p class="i0">Coronados los vieron los jardines,</p>
- <p class="i0">Que ahora son zarzales y lagunas.</p>
- <p class="i0">La casa para el César fabricada</p>
- <p class="i0">¡Ay! yace de lagartos vil morada;</p>
- <p class="i0">Casas, jardines, césares murieron,</p>
- <p class="i0">Y aun las piedras que de ellos se escribieron.</p>
- <p class="i2">Fabio, si tú no lloras, pon atenta</p>
- <p class="i0">La vista en luengas calles destruïdas;</p>
- <p class="i0">Mira mármoles y arcos destrozados,</p>
- <p class="i0">Mira estatuas soberbias que violenta</p>
- <p class="i0">Némesis derribó, yacer tendidas,</p>
- <p class="i0">Y ya en alto silencio sepultados</p>
- <p class="i0">Sus dueños celebrados.</p>
- <p class="i0">Así a Troya figuro,</p>
- <p class="i0">Así a su antiguo muro,</p>
- <p class="i0">Y a ti, Roma, a quien queda el nombre apenas,</p>
- <p class="i0">¡Oh patria de los dioses y los reyes!</p>
- <p class="i0">Y a ti, a quien no valieron justas leyes,</p>
- <p class="i0">Fábrica de Minerva, sabia Atenas,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_94">p. 94</span>Emulación ayer de las edades,</p>
- <p class="i0">Hoy cenizas, hoy vastas soledades,</p>
- <p class="i0">Que no os respetó el hado, no la muerte,</p>
- <p class="i0">¡Ay! ni por sabia a ti, ni a ti por fuerte.</p>
- <p class="i2">Mas ¿para qué la mente se derrama</p>
- <p class="i0">En buscar al dolor nuevo argumento?</p>
- <p class="i0">Basta ejemplo menor, basta el presente,</p>
- <p class="i0">Que aun se ve el humo aquí, se ve la llama,</p>
- <p class="i0">Aun se oyen llantos hoy, hoy ronco acento;</p>
- <p class="i0">Tal genio o religión fuerza la mente</p>
- <p class="i0">De la vecina gente,</p>
- <p class="i0">Que refiere admirada</p>
- <p class="i0">Que en la noche callada</p>
- <p class="i0">Una voz triste se oye, que, llorando</p>
- <p class="i0"><i>Cayó Itálica</i> dice, y lastimosa,</p>
- <p class="i0">Eco reclama <i>Itálica</i> en la hojosa</p>
- <p class="i0">Selva que se le opone, resonando</p>
- <p class="i0"><i>Itálica</i>, y el claro nombre oído</p>
- <p class="i0">De <i>Itálica</i>, renuevan el gemido</p>
- <p class="i0">Mil sombras nobles de su gran ruina;</p>
- <p class="i0">¡Tanto aun la plebe a sentimiento inclina!</p>
- <p class="i2">Esta corta piedad que, agradecido</p>
- <p class="i0">Huésped, a tus sagrados manes debo,</p>
- <p class="i0">Les do y consagro, <i>Itálica</i> famosa.</p>
- <p class="i0">Tú, si lloroso don han admitido</p>
- <p class="i0">Las ingratas cenizas, de que llevo</p>
- <p class="i0">Dulce noticia asaz, si lastimosa,</p>
- <p class="i0">Permíteme, piadosa</p>
- <p class="i0">Usura a tierno llanto,</p>
- <p class="i0">Que vea el cuerpo santo</p>
- <p class="i0">De Geroncio, tu mártir y prelado.</p>
- <p class="i0">Muestra de su sepulcro algunas señas,</p>
- <p class="i0">Y cavaré con lágrimas las peñas</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_95">p. 95</span>Que ocultan su sarcófago sagrado;</p>
- <p class="i0">Pero mal pido el único consuelo</p>
- <p class="i0">De todo el bien que airado quitó el cielo.</p>
- <p class="i0">Goza en las tuyas sus reliquias bellas</p>
- <p class="i0">Para envidia del mundo y sus estrellas.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">ANÓNIMO SEVILLANO</h2>
- <p class="centra fs85 ws1 mt05">(Probablemente Fernández de Andrada)</p>
-</div>
-
-<h3 id="P035">35. Epístola moral</h3>
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Fabio</span>, las esperanzas cortesanas</p>
- <p class="i0">Prisiones son do el ambicioso muere</p>
- <p class="i0">Y donde al más astuto nacen canas.</p>
- <p class="i2">El que no las limare o las rompiere,</p>
- <p class="i0">Ni el nombre de varón ha merecido,</p>
- <p class="i0">Ni subir al honor que pretendiere.</p>
- <p class="i2">El ánimo plebeyo y abatido</p>
- <p class="i0">Elija, en sus intentos temeroso,</p>
- <p class="i0">Primero estar suspenso que caído;</p>
- <p class="i2">Que el corazón entero y generoso</p>
- <p class="i0">Al caso adverso inclinará la frente</p>
- <p class="i0">Antes que la rodilla al poderoso.</p>
- <p class="i2">Más triunfos, más coronas dio al prudente</p>
- <p class="i0">Que supo retirarse, la fortuna,</p>
- <p class="i0">Que al que esperó obstinada y locamente.</p>
- <p class="i2">Esta invasión terrible e importuna</p>
- <p class="i0">De contrarios sucesos nos espera</p>
- <p class="i0">Desde el primer sollozo de la cuna.</p>
- <p class="i2">Dejémosla pasar como a la fiera</p>
- <p class="i0">Corriente del gran Betis, cuando airado</p>
- <p class="i0">Dilata hasta los montes su ribera.</p>
- <p class="i2">Aquel entre los héroes es contado</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_96">p. 96</span>Que el premio mereció, no quien le alcanza</p>
- <p class="i0">Por vanas consecuencias del estado.</p>
- <p class="i2">Peculio propio es ya de la privanza</p>
- <p class="i0">Cuanto de Astrea fue, cuanto regía</p>
- <p class="i0">Con su temida espada y su balanza.</p>
- <p class="i2">El oro, la maldad, la tiranía</p>
- <p class="i0">Del inicuo procede y pasa al bueno.</p>
- <p class="i0">¿Qué espera la virtud o qué confía?</p>
- <p class="i2">Ven y reposa en el materno seno</p>
- <p class="i0">De la antigua Romúlea, cuyo clima</p>
- <p class="i0">Te será más humano y más sereno.</p>
- <p class="i2">Adonde por lo menos, cuando oprima</p>
- <p class="i0">Nuestro cuerpo la tierra, dirá alguno;</p>
- <p class="i0">«Blanda le sea», al derramarla encima;</p>
- <p class="i2">Donde no dejarás la mesa ayuno</p>
- <p class="i0">Cuando te falte en ella el pece raro</p>
- <p class="i0">O cuando su pavón nos niegue Juno.</p>
- <p class="i2">Busca pues el sosiego dulce y caro,</p>
- <p class="i0">Como en la obscura noche del Egeo</p>
- <p class="i0">Busca el piloto el eminente faro;</p>
- <p class="i2">Que si acortas y ciñes tu deseo</p>
- <p class="i0">Dirás: «Lo que desprecio he conseguido;</p>
- <p class="i0">Que la opinión vulgar es devaneo.»</p>
- <p class="i2">Más precia el ruiseñor su pobre nido</p>
- <p class="i0">De pluma y leves pajas, más sus quejas</p>
- <p class="i0">En el bosque repuesto y escondido,</p>
- <p class="i2">Que halagar lisonjero las orejas</p>
- <p class="i0">De algún príncipe insigne; aprisionado</p>
- <p class="i0">En el metal de las doradas rejas.</p>
- <p class="i2">Triste de aquel que vive destinado</p>
- <p class="i0">A esa antigua colonia de los vicios,</p>
- <p class="i0">Augur de los semblantes del privado.</p>
- <p class="i2">Cese el ansia y la sed de los oficios;</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_97">p. 97</span>Que acepta el don y burla del intento</p>
- <p class="i0">El ídolo a quien haces sacrificios.</p>
- <p class="i2">Iguala con la vida el pensamiento,</p>
- <p class="i0">Y no le pasarás de hoy a mañana,</p>
- <p class="i0">Ni quizá de un momento a otro momento.</p>
- <p class="i2">Casi no tienes ni una sombra vana</p>
- <p class="i0">De nuestra antigua Itálica, y ¿esperas?</p>
- <p class="i0">¡Oh error perpetuo de la suerte humana!</p>
- <p class="i2">Las enseñas grecianas, las banderas</p>
- <p class="i0">Del senado y romana monarquía</p>
- <p class="i0">Murieron, y pasaron sus carreras.</p>
- <p class="i2">¿Qué es nuestra vida más que un breve día</p>
- <p class="i0">Do apena sale el sol cuando se pierde</p>
- <p class="i0">En las tinieblas de la noche fría?</p>
- <p class="i2">¿Qué más que el heno, a la mañana verde,</p>
- <p class="i0">Seco a la tarde? ¡Oh ciego desvarío!</p>
- <p class="i0">¿Será que de este sueño me recuerde?</p>
- <p class="i2">¿Será que pueda ver que me desvío</p>
- <p class="i0">De la vida viviendo, y que está unida</p>
- <p class="i0">La cauta muerte al simple vivir mío?</p>
- <p class="i2">Como los ríos, que en veloz corrida</p>
- <p class="i0">Se llevan a la mar, tal soy llevado</p>
- <p class="i0">Al último suspiro de mi vida.</p>
- <p class="i2">De la pasada edad ¿qué me ha quedado?</p>
- <p class="i0">O ¿qué tengo yo, a dicha, en la que espero,</p>
- <p class="i0">Sin ninguna noticia de mi hado?</p>
- <p class="i2">¡Oh, si acabase, viendo cómo muero,</p>
- <p class="i0">De aprender a morir antes que llegue</p>
- <p class="i0">Aquel forzoso término postrero;</p>
- <p class="i2">Antes que aquesta mies inútil siegue</p>
- <p class="i0">De la severa muerte dura mano,</p>
- <p class="i0">Y a la común materia se la entregue!</p>
- <p class="i2">Pasáronse las flores del verano,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_98">p. 98</span>El otoño pasó con sus racimos,</p>
- <p class="i0">Pasó el invierno con sus nieves cano;</p>
- <p class="i2">Las hojas que en las altas selvas vimos</p>
- <p class="i0">Cayeron, ¡y nosotros a porfía</p>
- <p class="i0">En nuestro engaño inmóviles vivimos!</p>
- <p class="i2">Temamos al Señor que nos envía</p>
- <p class="i0">Las espigas del año y la hartura,</p>
- <p class="i0">Y la temprana pluvia y la tardía.</p>
- <p class="i2">No imitemos la tierra siempre dura</p>
- <p class="i0">A las aguas del cielo y al arado,</p>
- <p class="i0">Ni la vid cuyo fruto no madura.</p>
- <p class="i2">¿Piensas acaso tú que fue criado</p>
- <p class="i0">El varón para rayo de la guerra,</p>
- <p class="i0">Para surcar el piélago salado,</p>
- <p class="i2">Para medir el orbe de la tierra</p>
- <p class="i0">Y el cerco donde el sol siempre camina?</p>
- <p class="i0">¡Oh, quien así lo entiende, cuánto yerra!</p>
- <p class="i2">Esta nuestra porción, alta y divina,</p>
- <p class="i0">A mayores acciones es llamada</p>
- <p class="i0">Y en más nobles objetos se termina.</p>
- <p class="i2">Así aquella que al hombre solo es dada,</p>
- <p class="i0">Sacra razón y pura, me despierta,</p>
- <p class="i0">De esplendor y de rayos coronada;</p>
- <p class="i2">Y en la fría región dura y desierta</p>
- <p class="i0">De aqueste pecho enciende nueva llama,</p>
- <p class="i0">Y la luz vuelve a arder que estaba muerta.</p>
- <p class="i2">Quiero, Fabio, seguir a quien me llama,</p>
- <p class="i0">Y callado pasar entre la gente,</p>
- <p class="i0">Que no afecto los nombres ni la fama.</p>
- <p class="i2">El soberbio tirano del Oriente</p>
- <p class="i0">Que maciza las torres de cien codos</p>
- <p class="i0">Del cándido metal puro y luciente</p>
- <p class="i2">Apenas puede ya comprar los modos</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_99">p. 99</span>Del pecar; la virtud es más barata,</p>
- <p class="i0">Ella consigo mesma ruega a todos.</p>
- <p class="i2">¡Pobre de aquel que corre y se dilata</p>
- <p class="i0">Por cuantos son los climas y los mares,</p>
- <p class="i0">Perseguidor del oro y de la plata!</p>
- <p class="i2">Un ángulo me basta entre mis lares,</p>
- <p class="i0">Un libro y un amigo, un sueño breve,</p>
- <p class="i0">Que no perturben deudas ni pesares.</p>
- <p class="i2">Esto tan solamente es cuanto debe</p>
- <p class="i0">Naturaleza al simple y al discreto,</p>
- <p class="i0">Y algún manjar común, honesto y leve.</p>
- <p class="i2">No, porque así te escribo, hagas conceto</p>
- <p class="i0">Que pongo la virtud en ejercicio:</p>
- <p class="i0">Que aun esto fue difícil a Epiteto.</p>
- <p class="i2">Basta al que empieza aborrecer el vicio,</p>
- <p class="i0">Y el ánimo enseñar a ser modesto;</p>
- <p class="i0">Después le será el cielo más propicio.</p>
- <p class="i2">Despreciar el deleite no es supuesto</p>
- <p class="i0">De sólida virtud; que aun el vicioso</p>
- <p class="i0">En sí propio le nota de molesto.</p>
- <p class="i2">Mas no podrás negarme cuán forzoso</p>
- <p class="i0">Este camino sea al alto asiento,</p>
- <p class="i0">Morada de la paz y del reposo.</p>
- <p class="i2">No sazona la fruta en un momento</p>
- <p class="i0">Aquella inteligencia que mensura</p>
- <p class="i0">La duración de todo a su talento.</p>
- <p class="i2">Flor la vimos primero hermosa y pura,</p>
- <p class="i0">Luego materia acerba y desabrida,</p>
- <p class="i0">Y perfecta después, dulce y madura;</p>
- <p class="i2">Tal la humana prudencia es bien que mida</p>
- <p class="i0">Y dispense y comparta las acciones</p>
- <p class="i0">Que han de ser compañeras de la vida.</p>
- <p class="i2">No quiera Dios que imite estos varones</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_100">p. 100</span>Que moran nuestras plazas macilentos,</p>
- <p class="i0">De la virtud infames histriones;</p>
- <p class="i2">Esos inmundos trágicos, atentos</p>
- <p class="i0">Al aplauso común, cuyas entrañas</p>
- <p class="i0">Son infaustos y oscuros monumentos.</p>
- <p class="i2">¡Cuán callada que pasa las montañas</p>
- <p class="i0">El aura, respirando mansamente!</p>
- <p class="i0">¡Qué gárrula y sonante por las cañas!</p>
- <p class="i2">¡Qué muda la virtud por el prudente!</p>
- <p class="i0">¡Qué redundante y llena de ruïdo</p>
- <p class="i0">Por el vano, ambicioso y aparente!</p>
- <p class="i2">Quiero imitar al pueblo en el vestido,</p>
- <p class="i0">En las costumbres solo a los mejores,</p>
- <p class="i0">Sin presumir de roto y mal ceñido.</p>
- <p class="i2">No resplandezca el oro y los colores</p>
- <p class="i0">En nuestro traje, ni tampoco sea</p>
- <p class="i0">Igual al de los dóricos cantores.</p>
- <p class="i2">Una mediana vida yo posea,</p>
- <p class="i0">Un estilo común y moderado,</p>
- <p class="i0">Que no lo note nadie que lo vea.</p>
- <p class="i2">En el plebeyo barro mal tostado</p>
- <p class="i0">Hubo ya quien bebió tan ambicioso</p>
- <p class="i0">Como en el vaso Múrino preciado;</p>
- <p class="i2">Y alguno tan ilustre y generoso</p>
- <p class="i0">Que usó, como si fuera plata neta,</p>
- <p class="i0">Del cristal transparente y luminoso.</p>
- <p class="i2">Sin la templanza ¿viste tú perfeta</p>
- <p class="i0">Alguna cosa? ¡Oh muerte! ven callada,</p>
- <p class="i0">Como sueles venir en la saeta,</p>
- <p class="i2">No en la tonante máquina preñada</p>
- <p class="i0">De fuego y de rumor; que no es mi puerta</p>
- <p class="i0">De doblados metales fabricada.</p>
- <p class="i2">Así, Fabio, me muestra descubierta</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_101">p. 101</span>Su esencia la verdad, y mi albedrío</p>
- <p class="i0">Con ella se compone y se concierta.</p>
- <p class="i2">No te burles de ver cuánto confío,</p>
- <p class="i0">Ni al arte de decir, vana y pomposa,</p>
- <p class="i0">El ardor atribuyas de este brío.</p>
- <p class="i2">¿Es por ventura menos poderosa</p>
- <p class="i0">Que el vicio la virtud? ¿Es menos fuerte?</p>
- <p class="i0">No la arguyas de flaca y temerosa.</p>
- <p class="i2">La codicia en las manos de la suerte</p>
- <p class="i0">Se arroja al mar, la ira a las espadas,</p>
- <p class="i0">Y la ambición se ríe de la muerte.</p>
- <p class="i2">Y ¿no serán siquiera tan osadas</p>
- <p class="i0">Las opuestas acciones, si las miro</p>
- <p class="i0">De más ilustres genios ayudadas?</p>
- <p class="i2">Ya, dulce amigo, huyo y me retiro</p>
- <p class="i0">De cuanto simple amé; rompí los lazos.</p>
- <p class="i0">Ven y verás al alto fin que aspiro,</p>
- <p class="i0">Antes que el tiempo muera en nuestros brazos.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">LUPERCIO LEONARDO<br /> DE ARGENSOLA</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P036">36. A la esperanza</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Alivia</span> sus fatigas</p>
- <p class="i0">El labrador cansado</p>
- <p class="i0">Cuando su yerta barba escarcha cubre,</p>
- <p class="i0">Pensando en las espigas</p>
- <p class="i0">Del agosto abrasado</p>
- <p class="i0">Y en los lagares ricos del octubre;</p>
- <p class="i0">La hoz se le descubre</p>
- <p class="i0">Cuando el arado apaña,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_102">p. 102</span>Y con dulces memorias le acompaña.</p>
- <p class="i2">Carga de hierro duro</p>
- <p class="i0">Sus miembros, y se obliga</p>
- <p class="i0">El joven al trabajo de la guerra.</p>
- <p class="i0">Huye el ocio seguro,</p>
- <p class="i0">Trueca por la enemiga</p>
- <p class="i0">Su dulce, natural y amiga tierra;</p>
- <p class="i0">Mas cuando se destierra</p>
- <p class="i0">O al asalto acomete,</p>
- <p class="i0">Mil triunfos y mil glorias se promete.</p>
- <p class="i2">La vida al mar confía,</p>
- <p class="i0">Y a dos tablas delgadas,</p>
- <p class="i0">El otro, que del oro está sediento.</p>
- <p class="i0">Escóndesele el día,</p>
- <p class="i0">Y las olas hinchadas</p>
- <p class="i0">Suben a combatir el firmamento;</p>
- <p class="i0">Él quita el pensamiento</p>
- <p class="i0">De la muerte vecina,</p>
- <p class="i0">Y en el oro le pone y en la mina.</p>
- <p class="i2">Deja el lecho caliente</p>
- <p class="i0">Con la esposa dormida</p>
- <p class="i0">El cazador solícito y robusto.</p>
- <p class="i0">Sufre el cierzo inclemente,</p>
- <p class="i0">La nieve endurecida,</p>
- <p class="i0">Y tiene de su afán por premio justo</p>
- <p class="i0">Interrumpir el gusto</p>
- <p class="i0">Y la paz de las fieras</p>
- <p class="i0">En vano cautas, fuertes y ligeras.</p>
- <p class="i2">Premio y cierto fin tiene</p>
- <p class="i0">Cualquier trabajo humano,</p>
- <p class="i0">Y el uno llama al otro sin mudanza;</p>
- <p class="i0">El invierno entretiene</p>
- <p class="i0">La opinión del verano,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_103">p. 103</span>Y un tiempo sirve al otro de templanza.</p>
- <p class="i0">El bien de la esperanza</p>
- <p class="i0">Solo quedó en el suelo,</p>
- <p class="i0">Cuando todos huyeron para el cielo.</p>
- <p class="i2">Si la esperanza quitas,</p>
- <p class="i0">¿Qué le dejas al mundo?</p>
- <p class="i0">Su máquina disuelves y destruyes;</p>
- <p class="i0">Todo lo precipitas</p>
- <p class="i0">En olvido profundo,</p>
- <p class="i0">Y ¿del fin natural, Flérida, huyes?</p>
- <p class="i0">Si la cerviz rehuyes</p>
- <p class="i0">De los brazos amados,</p>
- <p class="i0">¿Qué premio piensas dar a los cuidados?</p>
- <p class="i2">Amor, en diferentes</p>
- <p class="i0">Géneros dividido,</p>
- <p class="i0">Él publica su fin, y quien le admite.</p>
- <p class="i0">Todos los accidentes</p>
- <p class="i0">De un amante atrevido</p>
- <p class="i0">(Niéguelo o disimúlelo) permite.</p>
- <p class="i0">Limite pues, limite</p>
- <p class="i0">La vana resistencia;</p>
- <p class="i0">Que, dada la ocasión, todo es licencia.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P037">37.</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Imagen</span> espantosa de la muerte,</p>
- <p class="i0">Sueño cruel, no turbes más mi pecho,</p>
- <p class="i0">Mostrándome cortado el nudo estrecho,</p>
- <p class="i0">Consuelo solo de mi adversa suerte.</p>
- <p class="i2">Busca de algún tirano el muro fuerte,</p>
- <p class="i0">De jaspe las paredes, de oro el techo,</p>
- <p class="i0">O el rico avaro en el angosto lecho</p>
- <p class="i0">Haz que temblando con sudor despierte.</p>
- <p class="i2">El uno vea el popular tumulto</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_104">p. 104</span>Romper con furia las herradas puertas,</p>
- <p class="i0">O al sobornado siervo el hierro oculto.</p>
- <p class="i2">El otro sus riquezas, descubiertas</p>
- <p class="i0">Con llave falsa o con violento insulto,</p>
- <p class="i0">Y déjale al amor sus glorias ciertas.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P038">38.</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Llevó</span> tras sí los pámpanos octubre,</p>
- <p class="i0">Y con las grandes lluvias insolente,</p>
- <p class="i0">No sufre Ibero márgenes ni puente,</p>
- <p class="i0">Mas antes los vecinos campos cubre.</p>
- <p class="i2">Moncayo, como suele, ya descubre</p>
- <p class="i0">Coronada de nieve la alta frente;</p>
- <p class="i0">Y el sol apenas vemos en oriente,</p>
- <p class="i0">Cuando la opaca tierra nos lo encubre.</p>
- <p class="i2">Sienten el mar y selvas ya la saña</p>
- <p class="i0">Del Aquilón, y encierra su bramido</p>
- <p class="i0">Gente en el puerto y gente en la cabaña.</p>
- <p class="i2">Y Fabio, en el umbral de Tais tendido</p>
- <p class="i0">Con vergonzosas lágrimas lo baña,</p>
- <p class="i0">Debiéndolas al tiempo que ha perdido.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">BARTOLOMÉ LEONARDO<br /> DE ARGENSOLA</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P039">39.</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">«Dime</span>, Padre común, pues eres justo,</p>
- <p class="i0">¿Por qué ha de permitir tu providencia</p>
- <p class="i0">Que, arrastrando prisiones la inocencia,</p>
- <p class="i0">Suba la fraude a tribunal augusto?</p>
- <p class="i2">»¿Quién da fuerzas al brazo que robusto</p>
- <p class="i0">Hace a tus leyes firme resistencia,</p>
- <p class="i0">Y que el celo, que más la reverencia,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_105">p. 105</span>Gima a los pies del vencedor injusto?</p>
- <p class="i2">»Vemos que vibran victoriosas palmas</p>
- <p class="i0">Manos inicuas, la virtud gimiendo</p>
- <p class="i0">Del triunfo en el injusto regocijo.»</p>
- <p class="i2">Esto decía yo, cuando riendo</p>
- <p class="i0">Celestial ninfa apareció, y me dijo:</p>
- <p class="i0">«¡Ciego! ¿es la tierra el centro de las almas?»</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">LOPE DE VEGA</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P040">40. Canción</h3>
-
-<div class="versos ml26">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">¡Oh libertad</span> preciosa,</p>
- <p class="i0">No comparada al oro,</p>
- <p class="i0">Ni al bien mayor de la espaciosa tierra!</p>
- <p class="i0">Más rica y más gozosa</p>
- <p class="i0">Que el precioso tesoro</p>
- <p class="i0">Que el mar del sur entre su nácar cierra;</p>
- <p class="i0">Con armas, sangre y guerra,</p>
- <p class="i0">Con las vidas y famas,</p>
- <p class="i0">Conquistado en el mundo;</p>
- <p class="i0">Paz dulce, amor profundo,</p>
- <p class="i0">Que el mal apartas y a tu bien nos llamas:</p>
- <p class="i0">En ti sola se anida</p>
- <p class="i0">Oro, tesoro, paz, bien, gloria y vida.</p>
- <p class="i2">Cuando de las humanas</p>
- <p class="i0">Tinieblas vi del cielo</p>
- <p class="i0">La luz, principio de mis dulces días,</p>
- <p class="i0">Aquellas tres hermanas</p>
- <p class="i0">Que nuestro humano velo</p>
- <p class="i0">Tejiendo, llevan por inciertas vías,</p>
- <p class="i0">Las duras penas mías</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_106">p. 106</span>Trocaron en la gloria</p>
- <p class="i0">Que en libertad poseo,</p>
- <p class="i0">Con siempre igual deseo,</p>
- <p class="i0">Donde verá por mi dichosa historia,</p>
- <p class="i0">Quien más leyere en ella,</p>
- <p class="i0">Que es dulce libertad lo menos della.</p>
- <p class="i2">Yo pues, señor exento</p>
- <p class="i0">Desta montaña y prado,</p>
- <p class="i0">Gozo la gloria y libertad que tengo.</p>
- <p class="i0">Soberbio pensamiento</p>
- <p class="i0">Jamás ha derribado</p>
- <p class="i0">La vida humilde y pobre que sostengo.</p>
- <p class="i0">Cuando a las manos vengo</p>
- <p class="i0">Con el muchacho ciego,</p>
- <p class="i0">Haciendo rostro embisto,</p>
- <p class="i0">Venzo, triunfo y resisto</p>
- <p class="i0">La flecha, el arco, la ponzoña, el fuego,</p>
- <p class="i0">Y con libre albedrío</p>
- <p class="i0">Lloro el ajeno mal y canto el mío.</p>
- <p class="i2">Cuando el aurora baña</p>
- <p class="i0">Con helado rocío</p>
- <p class="i0">De aljófar celestial el monte y prado,</p>
- <p class="i0">Salgo de mi cabaña,</p>
- <p class="i0">Riberas deste río,</p>
- <p class="i0">A dar el nuevo pasto a mi ganado,</p>
- <p class="i0">Y cuando el sol dorado</p>
- <p class="i0">Muestra sus fuerzas graves,</p>
- <p class="i0">Al sueño el pecho inclino</p>
- <p class="i0">Debajo un sauce o pino,</p>
- <p class="i0">Oyendo el son de las parleras aves,</p>
- <p class="i0">O ya gozando el aura,</p>
- <p class="i0">Donde el perdido aliento se restaura.</p>
- <p class="i2">Cuando la noche oscura</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_107">p. 107</span>Con su estrellado manto</p>
- <p class="i0">El claro día en su tiniebla encierra,</p>
- <p class="i0">Y suena en la espesura</p>
- <p class="i0">El tenebroso canto</p>
- <p class="i0">De los nocturnos hijos de la tierra,</p>
- <p class="i0">Al pie de aquesta sierra</p>
- <p class="i0">Con rústicas palabras</p>
- <p class="i0">Mi ganadillo cuento</p>
- <p class="i0">Y el corazón contento</p>
- <p class="i0">Del gobierno de ovejas y de cabras,</p>
- <p class="i0">La temerosa cuenta</p>
- <p class="i0">Del cuidadoso rey me representa.</p>
- <p class="i2">Aquí la verde pera</p>
- <p class="i0">Con la manzana hermosa,</p>
- <p class="i0">De gualda y roja sangre matizada,</p>
- <p class="i0">Y de color de rosa</p>
- <p class="i0">La cermeña olorosa</p>
- <p class="i0">Tengo, y la endrina de color morada;</p>
- <p class="i0">Aquí de la enramada</p>
- <p class="i0">Parra que al olmo enlaza,</p>
- <p class="i0">Melosas uvas cojo;</p>
- <p class="i0">Y en cantidad recojo,</p>
- <p class="i0">Al tiempo que las ramas desenlaza</p>
- <p class="i0">El caluroso estío,</p>
- <p class="i0">Membrillos que coronan este río.</p>
- <p class="i2">No me da descontento</p>
- <p class="i0">El hábito costoso</p>
- <p class="i0">Que de lascivo el pecho noble infama;</p>
- <p class="i0">Es mi dulce sustento</p>
- <p class="i0">Del campo generoso</p>
- <p class="i0">Estas silvestres frutas que derrama;</p>
- <p class="i0">Mi regalada cama</p>
- <p class="i0">De blandas pieles y hojas,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_108">p. 108</span>Que algún rey la envidiara,</p>
- <p class="i0">Y de ti, fuente clara,</p>
- <p class="i0">Que bullendo, el arena y agua arrojas,</p>
- <p class="i0">Estos cristales puros,</p>
- <p class="i0">Sustentos pobres, pero bien seguros.</p>
- <p class="i2">Estese el cortesano</p>
- <p class="i0">Procurando a su gusto</p>
- <p class="i0">La blanda cama y el mejor sustento;</p>
- <p class="i0">Bese la ingrata mano</p>
- <p class="i0">Del poderoso injusto,</p>
- <p class="i0">Formando torres de esperanza al viento;</p>
- <p class="i0">Viva y muera sediento</p>
- <p class="i0">Por el honroso oficio,</p>
- <p class="i0">Y goce yo del suelo,</p>
- <p class="i0">Al aire, al sol y al hielo,</p>
- <p class="i0">Ocupado en mi rústico ejercicio;</p>
- <p class="i0">Que más vale pobreza</p>
- <p class="i0">En paz, que en guerra mísera riqueza.</p>
- <p class="i2">Ni temo al poderoso</p>
- <p class="i0">Ni al rico lisonjeo,</p>
- <p class="i0">Ni soy camaleón del que gobierna,</p>
- <p class="i0">Ni me tiene envidioso</p>
- <p class="i0">La ambición y deseo</p>
- <p class="i0">De ajena gloria ni de fama eterna;</p>
- <p class="i0">Carne sabrosa y tierna,</p>
- <p class="i0">Vino aromatizado,</p>
- <p class="i0">Pan blanco de aquel día,</p>
- <p class="i0">En prado, en fuente fría,</p>
- <p class="i0">Halla un pastor con hambre fatigado;</p>
- <p class="i0">Que el grande y el pequeño</p>
- <p class="i0">Somos iguales lo que dura el sueño.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 title="41." id="P041"><span class="pagenum" id="Page_109">p. 109</span>41.</h3>
-
-<div class="versos ml32">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">A mis</span> soledades voy,</p>
- <p class="i0">De mis soledades vengo,</p>
- <p class="i0">Porque para andar conmigo</p>
- <p class="i0">Me bastan mis pensamientos.</p>
- <p class="i2">¡No sé qué tiene la aldea</p>
- <p class="i0">Donde vivo y donde muero,</p>
- <p class="i0">Que con venir de mí mismo</p>
- <p class="i0">No puedo venir más lejos!</p>
- <p class="i2">Ni estoy bien ni mal conmigo;</p>
- <p class="i0">Mas dice mi entendimiento</p>
- <p class="i0">Que un hombre que todo es alma</p>
- <p class="i0">Está cautivo en su cuerpo.</p>
- <p class="i2">Entiendo lo que me basta,</p>
- <p class="i0">Y solamente no entiendo</p>
- <p class="i0">Cómo se sufre a sí mismo</p>
- <p class="i0">Un ignorante soberbio.</p>
- <p class="i2">De cuantas cosas me cansan,</p>
- <p class="i0">Fácilmente me defiendo;</p>
- <p class="i0">Pero no puedo guardarme</p>
- <p class="i0">De los peligros de un necio.</p>
- <p class="i2">Él dirá que yo lo soy,</p>
- <p class="i0">Pero con falso argumento;</p>
- <p class="i0">Que humildad y necedad</p>
- <p class="i0">No caben en un sujeto.</p>
- <p class="i2">La diferencia conozco,</p>
- <p class="i0">Porque en él y en mí contemplo,</p>
- <p class="i0">Su locura en su arrogancia,</p>
- <p class="i0">Mi humildad en su desprecio.</p>
- <p class="i2">O sabe naturaleza</p>
- <p class="i0">Más que supo en otro tiempo,</p>
- <p class="i0">O tantos que nacen sabios</p>
- <p class="i0">Es porque lo dicen ellos.</p>
- <p class="i2">Solo sé que no sé nada,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_110">p. 110</span>Dijo un filósofo, haciendo</p>
- <p class="i0">La cuenta con su humildad,</p>
- <p class="i0">Adonde lo más es menos.</p>
- <p class="i2">No me precio de entendido,</p>
- <p class="i0">De desdichado me precio;</p>
- <p class="i0">Que los que no son dichosos,</p>
- <p class="i0">¿Cómo pueden ser discretos?</p>
- <p class="i2">No puede durar el mundo,</p>
- <p class="i0">Porque dicen, y lo creo,</p>
- <p class="i0">Que suena a vidrio quebrado</p>
- <p class="i0">Y que ha de romperse presto.</p>
- <p class="i2">Señales son del juïcio</p>
- <p class="i0">Ver que todos le perdemos,</p>
- <p class="i0">Unos por carta de más,</p>
- <p class="i0">Otros por carta de menos.</p>
- <p class="i2">Dijeron que antiguamente</p>
- <p class="i0">Se fue la verdad al cielo:</p>
- <p class="i0">Tal la pusieron los hombres</p>
- <p class="i0">Que desde entonces no ha vuelto.</p>
- <p class="i2">En dos edades vivimos</p>
- <p class="i0">Los propios y los ajenos,</p>
- <p class="i0">La de plata los extraños,</p>
- <p class="i0">Y la de cobre los nuestros.</p>
- <p class="i2">¿A quién no dará cuidado,</p>
- <p class="i0">Si es español verdadero,</p>
- <p class="i0">Ver los hombres a lo antiguo</p>
- <p class="i0">Y el valor a lo moderno?</p>
- <p class="i2">Dijo Dios que comería</p>
- <p class="i0">Su pan el hombre primero</p>
- <p class="i0">Con el sudor de su cara,</p>
- <p class="i0">Por quebrar su mandamiento;</p>
- <p class="i2">Y algunos inobedientes</p>
- <p class="i0">A la vergüenza y al miedo,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_111">p. 111</span>Con las prendas de su honor</p>
- <p class="i0">Han trocado los efectos.</p>
- <p class="i2">Virtud y filosofía</p>
- <p class="i0">Peregrinan como ciegos:</p>
- <p class="i0">El uno se lleva al otro,</p>
- <p class="i0">Llorando van y pidiendo.</p>
- <p class="i2">Dos polos tiene la tierra,</p>
- <p class="i0">Universal movimiento,</p>
- <p class="i0">La mejor vida el favor,</p>
- <p class="i0">La mejor sangre el dinero.</p>
- <p class="i2">Oigo tañer las campanas,</p>
- <p class="i0">Y no me espanto, aunque puedo,</p>
- <p class="i0">Que en lugar de tantas cruces</p>
- <p class="i0">Haya tantos hombres muertos.</p>
- <p class="i2">Mirando estoy los sepulcros</p>
- <p class="i0">Cuyos mármoles eternos</p>
- <p class="i0">Están diciendo sin lengua</p>
- <p class="i0">Que no lo fueron sus dueños.</p>
- <p class="i2">¡Oh, bien haya quien los hizo,</p>
- <p class="i0">Porque solamente en ellos</p>
- <p class="i0">De los poderosos grandes</p>
- <p class="i0">Se vengaron los pequeños!</p>
- <p class="i2">Fea pintan a la envidia:</p>
- <p class="i0">Yo confieso que la tengo</p>
- <p class="i0">De unos hombres que no saben</p>
- <p class="i0">Quien vive pared en medio.</p>
- <p class="i2">Sin libros y sin papeles,</p>
- <p class="i0">Sin tratos, cuentas ni cuentos,</p>
- <p class="i0">Cuando quieren escribir</p>
- <p class="i0">Piden prestado el tintero.</p>
- <p class="i2">Sin ser pobres ni ser ricos,</p>
- <p class="i0">Tienen chimenea y huerto;</p>
- <p class="i0">No los despiertan cuidados,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_112">p. 112</span>Ni pretensiones, ni pleitos.</p>
- <p class="i2">Ni murmuraron del grande,</p>
- <p class="i0">Ni ofendieron al pequeño;</p>
- <p class="i0">Nunca, como yo, firmaron</p>
- <p class="i0">Parabién, ni pascua dieron.</p>
- <p class="i2">Con esta envidia que digo,</p>
- <p class="i0">Y lo que paso en silencio,</p>
- <p class="i0">A mis soledades voy,</p>
- <p class="i0">De mis soledades vengo.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P042">42.</h3>
-
-<div class="versos ml32">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">¡Pobre</span> barquilla mía,</p>
- <p class="i0">Entre peñascos rota,</p>
- <p class="i0">Sin velas desvelada,</p>
- <p class="i0">Y entre las olas sola!</p>
- <p class="i2">¿Adónde vas perdida?</p>
- <p class="i0">¿Adónde, di, te engolfas?</p>
- <p class="i0">Que no hay deseos cuerdos</p>
- <p class="i0">Con esperanzas locas.</p>
- <p class="i2">Como las altas naves,</p>
- <p class="i0">Te apartas animosa</p>
- <p class="i0">De la vecina tierra,</p>
- <p class="i0">Y al fiero mar te arrojas.</p>
- <p class="i2">Igual en las fortunas,</p>
- <p class="i0">Mayor en las congojas,</p>
- <p class="i0">Pequeña en las defensas,</p>
- <p class="i0">Incitas a las ondas.</p>
- <p class="i2">Advierte que te llevan</p>
- <p class="i0">A dar entre las rocas</p>
- <p class="i0">De la soberbia envidia,</p>
- <p class="i0">Naufragio de las honras.</p>
- <p class="i2">Cuando por las riberas</p>
- <p class="i0">Andabas costa a costa,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_113">p. 113</span>Nunca del mar temiste</p>
- <p class="i0">Las iras procelosas.</p>
- <p class="i2">Segura navegabas;</p>
- <p class="i0">Que por la tierra propia</p>
- <p class="i0">Nunca el peligro es mucho</p>
- <p class="i0">Adonde el agua es poca.</p>
- <p class="i2">Verdad es que en la patria</p>
- <p class="i0">No es la virtud dichosa,</p>
- <p class="i0">Ni se estima la perla</p>
- <p class="i0">Hasta dejar la concha.</p>
- <p class="i2">Dirás que muchas barcas</p>
- <p class="i0">Con el favor en popa,</p>
- <p class="i0">Saliendo desdichadas,</p>
- <p class="i0">Volvieron venturosas.</p>
- <p class="i2">No mires los ejemplos</p>
- <p class="i0">De las que van y tornan,</p>
- <p class="i0">Que a muchas ha perdido</p>
- <p class="i0">La dicha de las otras.</p>
- <p class="i2">Para los altos mares</p>
- <p class="i0">No llevas cautelosa,</p>
- <p class="i0">Ni velas de mentiras,</p>
- <p class="i0">Ni remos de lisonjas.</p>
- <p class="i2">¿Quién te engañó, barquilla?</p>
- <p class="i0">Vuelve, vuelve la proa;</p>
- <p class="i0">Que presumir de nave</p>
- <p class="i0">Fortunas ocasiona.</p>
- <p class="i2">¿Qué jarcias te entretejen?</p>
- <p class="i0">¿Qué ricas banderolas</p>
- <p class="i0">Azote son del viento</p>
- <p class="i0">Y de las aguas sombra?</p>
- <p class="i2">¿En qué gavia descubres</p>
- <p class="i0">Del árbol alta copa,</p>
- <p class="i0">La tierra en perspectiva,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_114">p. 114</span>Del mar incultas orlas?</p>
- <p class="i2">¿En qué celajes fundas</p>
- <p class="i0">Que es bien echar la sonda,</p>
- <p class="i0">Cuando, perdido el rumbo,</p>
- <p class="i0">Erraste la derrota?</p>
- <p class="i2">Si te sepulta arena,</p>
- <p class="i0">¿Qué sirve fama heroica?</p>
- <p class="i0">Que nunca desdichados</p>
- <p class="i0">Sus pensamientos logran.</p>
- <p class="i2">¿Qué importa que te ciñan</p>
- <p class="i0">Ramas verdes o rojas,</p>
- <p class="i0">Que en selvas de corales</p>
- <p class="i0">Salado césped brota?</p>
- <p class="i2">Laureles de la orilla</p>
- <p class="i0">Solamente coronan</p>
- <p class="i0">Navíos de alto bordo</p>
- <p class="i0">Que jarcias de oro adornan.</p>
- <p class="i2">No quieras que yo sea,</p>
- <p class="i0">Por tu soberbia pompa,</p>
- <p class="i0">Faetonte de barqueros</p>
- <p class="i0">Que los laureles lloran.</p>
- <p class="i2">Pasaron ya los tiempos</p>
- <p class="i0">Cuando lamiendo rosas</p>
- <p class="i0">El céfiro bullía</p>
- <p class="i0">Y suspiraba aromas.</p>
- <p class="i2">Ya fieros huracanes</p>
- <p class="i0">Tan arrogantes soplan</p>
- <p class="i0">Que, salpicando estrellas,</p>
- <p class="i0">Del sol la frente mojan;</p>
- <p class="i2">Ya los valientes rayos</p>
- <p class="i0">De la vulcana forja,</p>
- <p class="i0">En vez de torres altas,</p>
- <p class="i0">Abrasan pobres chozas.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_115">p. 115</span>Contenta con tus redes,</p>
- <p class="i0">A la playa arenosa</p>
- <p class="i0">Mojado me sacabas;</p>
- <p class="i0">Pero vivo, ¿qué importa?</p>
- <p class="i2">Cuando de rojo nácar</p>
- <p class="i0">Se afeitaba la aurora,</p>
- <p class="i0">Más peces te llenaban</p>
- <p class="i0">Que ella lloraba aljófar.</p>
- <p class="i2">Al bello sol que adoro,</p>
- <p class="i0">Enjuta ya la ropa,</p>
- <p class="i0">Nos daba una cabaña</p>
- <p class="i0">La cama de sus hojas.</p>
- <p class="i2">Esposa me llamaba,</p>
- <p class="i0">Yo la llamaba esposa,</p>
- <p class="i0">Parándose de envidia</p>
- <p class="i0">La celestial antorcha.</p>
- <p class="i2">Sin pleito, sin disgusto,</p>
- <p class="i0">La muerte nos divorcia:</p>
- <p class="i0">¡Ay de la pobre barca</p>
- <p class="i0">Que en lágrimas se ahoga!</p>
- <p class="i2">Quedad sobre la arena,</p>
- <p class="i0">Inútiles escotas;</p>
- <p class="i0">Que no ha menester velas</p>
- <p class="i0">Quien a su bien no torna.</p>
- <p class="i2">Si con eternas plantas</p>
- <p class="i0">Las fijas luces doras,</p>
- <p class="i0">¡Oh dueño de mi barca!</p>
- <p class="i0">Y en dulce paz reposas,</p>
- <p class="i2">Merezca que le pidas</p>
- <p class="i0">Al bien que eterno gozas,</p>
- <p class="i0">Que adonde estás, me lleve,</p>
- <p class="i0">Más pura y más hermosa.</p>
- <p class="i2">Mi honesto amor te obligue;</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_116">p. 116</span>Que no es digna victoria</p>
- <p class="i0">Para quejas humanas</p>
- <p class="i0">Ser las deidades sordas.</p>
- <p class="i2">Mas ¡ay que no me escuchas!</p>
- <p class="i0">Pero la vida es corta:</p>
- <p class="i0">Viviendo, todo falta;</p>
- <p class="i0">Muriendo, todo sobra.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P043">43. Judit</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Cuelga</span> sangriento de la cama al suelo</p>
- <p class="i0">El hombro diestro del feroz tirano,</p>
- <p class="i0">Que opuesto al muro de Betulia en vano,</p>
- <p class="i0">Despidió contra sí rayos al cielo.</p>
- <p class="i2">Revuelto con el ansia el rojo velo</p>
- <p class="i0">Del pabellón a la siniestra mano,</p>
- <p class="i0">Descubre el espectáculo inhumano</p>
- <p class="i0">Del tronco horrible, convertido en hielo.</p>
- <p class="i2">Vertido Baco, el fuerte arnés afea</p>
- <p class="i0">Los vasos y la mesa derribada,</p>
- <p class="i0">Duermen los guardas, que tan mal emplea;</p>
- <p class="i2">Y sobre la muralla, coronada</p>
- <p class="i0">Del pueblo de Israel, la casta hebrea</p>
- <p class="i0">Con la cabeza resplandece armada.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P044">44.</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Suelta</span> mi manso, mayoral extraño,</p>
- <p class="i0">Pues otro tienes tú de igual decoro:</p>
- <p class="i0">Suelta la prenda que en el alma adoro,</p>
- <p class="i0">Perdida por tu bien y por mi daño.</p>
- <p class="i2">Ponle su esquila de labrado estaño,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_117">p. 117</span>Y no le engañen tus collares de oro:</p>
- <p class="i0">Toma en albricias este blanco toro</p>
- <p class="i0">Que a las primeras yerbas cumple un año.</p>
- <p class="i2">Si pides señas, tiene el vellocino</p>
- <p class="i0">Pardo, encrespado, y los ojuelos tiene</p>
- <p class="i0">Como durmiendo en regalado sueño.</p>
- <p class="i2">Si piensas que no soy su dueño, Alcino,</p>
- <p class="i0">Suelta, y verasle si a mi choza viene;</p>
- <p class="i0">Que aun tienen sal las manos de su dueño.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P045">45.</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">¿Qué</span> tengo yo, que mi amistad procuras?</p>
- <p class="i0">¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,</p>
- <p class="i0">Que a mi puerta, cubierto de rocío,</p>
- <p class="i0">Pasas las noches del invierno escuras?</p>
- <p class="i2">¡Oh cuánto fueron mis entrañas duras,</p>
- <p class="i0">Pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío</p>
- <p class="i0">Si de mi ingratitud el hielo frío</p>
- <p class="i0">Secó las llagas de tus plantas puras!</p>
- <p class="i2">¡Cuántas veces el ángel me decía:</p>
- <p class="i0">«Alma, asómate agora a la ventana;</p>
- <p class="i0">Verás con cuánto amor llamar porfía!»</p>
- <p class="i2">Y ¡cuántas, hermosura soberana,</p>
- <p class="i0">«Mañana le abriremos,» respondía,</p>
- <p class="i0">Para lo mismo responder mañana!</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P046">46.</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Pastor</span>, que con tus silbos amorosos</p>
- <p class="i0">Me despertaste del profundo sueño;</p>
- <p class="i0">Tú, que hiciste cayado dese leño</p>
- <p class="i0">En que tiendes los brazos poderosos;</p>
- <p class="i2">Vuelve los ojos a mi fe piadosos,</p>
- <p class="i0">Pues te confieso por mi amor y dueño,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_118">p. 118</span>Y la palabra de seguirte empeño</p>
- <p class="i0">Tus dulces silbos y tus pies hermosos.</p>
- <p class="i2">Oye, Pastor que por amores mueres,</p>
- <p class="i0">No te espante el rigor de mis pecados,</p>
- <p class="i0">Pues tan amigo de rendidos eres;</p>
- <p class="i2">Espera pues, y escucha mis cuidados;</p>
- <p class="i0">Pero ¿cómo te digo que me esperes,</p>
- <p class="i0">Si estás para esperar los pies clavados?</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P047">47. Temores en el favor</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Cuando</span> en mis manos, Rey eterno, os miro,</p>
- <p class="i0">Y la cándida víctima levanto,</p>
- <p class="i0">De mi atrevida indignidad me espanto,</p>
- <p class="i0">Y la piedad de vuestro pecho admiro.</p>
- <p class="i2">Tal vez el alma con temor retiro,</p>
- <p class="i0">Tal vez la doy al amoroso llanto;</p>
- <p class="i0">Que, arrepentido de ofenderos tanto,</p>
- <p class="i0">Con ansias temo y con dolor suspiro.</p>
- <p class="i2">Volved los ojos a mirarme humanos;</p>
- <p class="i0">Que por las sendas de mi error siniestras</p>
- <p class="i0">Me despeñaron pensamientos vanos.</p>
- <p class="i2">No sean tantas las miserias nuestras</p>
- <p class="i0">Que a quien os tuvo en sus indignas manos</p>
- <p class="i0">Vos le dejéis de las divinas vuestras.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON LUIS DE GÓNGORA</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P048">48. Angélica y Medoro</h3>
-
-<div class="versos ml32">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">En un</span> pastoral albergue</p>
- <p class="i0">Que la guerra entre unos robles</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_119">p. 119</span>Lo dejó por escondido</p>
- <p class="i0">O lo perdonó por pobre,</p>
- <p class="i2">Do la paz viste pellico</p>
- <p class="i0">Y conduce entre pastores</p>
- <p class="i0">Ovejas del monte al llano</p>
- <p class="i0">Y cabras del llano al monte,</p>
- <p class="i2">Mal herido y bien curado,</p>
- <p class="i0">Se alberga un dichoso joven,</p>
- <p class="i0">Que sin clavarle Amor flecha</p>
- <p class="i0">Le coronó de favores.</p>
- <p class="i2">Las venas con poca sangre,</p>
- <p class="i0">Los ojos con mucha noche,</p>
- <p class="i0">Lo halló en el campo aquella</p>
- <p class="i0">Vida y muerte de los hombres.</p>
- <p class="i2">Del palafrén se derriba,</p>
- <p class="i0">No porque al moro conoce,</p>
- <p class="i0">Sino por ver que la yerba</p>
- <p class="i0">Tanta sangre paga en flores.</p>
- <p class="i2">Límpiale el rostro, y la mano</p>
- <p class="i0">Siente al Amor que se esconde</p>
- <p class="i0">Tras las rosas, que la muerte</p>
- <p class="i0">Va violando sus colores.</p>
- <p class="i2">Escondiose tras las rosas,</p>
- <p class="i0">Porque labren sus arpones</p>
- <p class="i0">El diamante del Catay</p>
- <p class="i0">Con aquella sangre noble.</p>
- <p class="i2">Ya le regala los ojos,</p>
- <p class="i0">Ya le entra, sin ver por dónde,</p>
- <p class="i0">Una piedad mal nacida</p>
- <p class="i0">Entre dulces escorpiones.</p>
- <p class="i2">Ya es herido el pedernal,</p>
- <p class="i0">Ya despide el primer golpe</p>
- <p class="i0">Centellas de agua, ¡oh piedad,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_120">p. 120</span>Hija de padres traidores!</p>
- <p class="i2">Yerbas le aplica a sus llagas,</p>
- <p class="i0">Que si no sanan entonces,</p>
- <p class="i0">En virtud de tales manos</p>
- <p class="i0">Lisonjean los dolores.</p>
- <p class="i2">Amor le ofrece su venda,</p>
- <p class="i0">Mas ella sus velos rompe</p>
- <p class="i0">Para ligar sus heridas;</p>
- <p class="i0">Los rayos del sol perdonen.</p>
- <p class="i2">Los últimos nudos daba</p>
- <p class="i0">Cuando el cielo la socorre</p>
- <p class="i0">De un villano en una yegua</p>
- <p class="i0">Que iba penetrando el bosque.</p>
- <p class="i2">Enfrénanle de la bella</p>
- <p class="i0">Las tristes piadosas voces,</p>
- <p class="i0">Que los firmes troncos mueven</p>
- <p class="i0">Y las sordas piedras oyen;</p>
- <p class="i2">Y la que mejor se halla</p>
- <p class="i0">En las selvas que en la corte,</p>
- <p class="i0">Simple bondad, al pío ruego</p>
- <p class="i0">Cortésmente corresponde.</p>
- <p class="i2">Humilde se apea el villano,</p>
- <p class="i0">Y sobre la yegua pone</p>
- <p class="i0">Un cuerpo con poca sangre,</p>
- <p class="i0">Pero con dos corazones.</p>
- <p class="i2">A su cabaña los guía;</p>
- <p class="i0">Que el sol deja su horizonte</p>
- <p class="i0">Y el humo de su cabaña</p>
- <p class="i0">Le va sirviendo de norte.</p>
- <p class="i2">Llegaron temprano a ella,</p>
- <p class="i0">Do una labradora acoge</p>
- <p class="i0">Un mal vivo con dos almas,</p>
- <p class="i0">Una ciega con dos soles.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_121">p. 121</span>Blando heno en vez de pluma</p>
- <p class="i0">Para lecho les compone,</p>
- <p class="i0">Que será tálamo luego</p>
- <p class="i0">Do el garzón sus dichas logre.</p>
- <p class="i2">Las manos, pues, cuyos dedos</p>
- <p class="i0">Desta vida fueron dioses,</p>
- <p class="i0">Restituyen a Medoro</p>
- <p class="i0">Salud nueva, fuerzas dobles,</p>
- <p class="i2">Y le entregan, cuando menos,</p>
- <p class="i0">Su beldad y un reino en dote,</p>
- <p class="i0">Segunda envidia de Marte,</p>
- <p class="i0">Primera dicha de Adonis.</p>
- <p class="i2">Corona un lascivo enjambre</p>
- <p class="i0">De cupidillos menores</p>
- <p class="i0">La choza, bien como abejas</p>
- <p class="i0">Hueco tronco de alcornoque.</p>
- <p class="i2">¡Qué de nudos le está dando</p>
- <p class="i0">A un áspid la envidia torpe,</p>
- <p class="i0">Contando de las palomas</p>
- <p class="i0">Los arrullos gemidores!</p>
- <p class="i2">¡Qué bien la destierra Amor,</p>
- <p class="i0">Haciendo la cuerda azote,</p>
- <p class="i0">Porque el caso no se infame</p>
- <p class="i0">Y el lugar no se inficione!</p>
- <p class="i2">Todo es gala el africano,</p>
- <p class="i0">Su vestido espira olores,</p>
- <p class="i0">El lunado arco suspende</p>
- <p class="i0">Y el corvo alfanje depone.</p>
- <p class="i2">Tórtolas enamoradas</p>
- <p class="i0">Son sus roncos atambores,</p>
- <p class="i0">Y los volantes de Venus</p>
- <p class="i0">Sus bien seguidos pendones.</p>
- <p class="i2">Desnuda el pecho anda ella,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_122">p. 122</span>Vuela el cabello sin orden;</p>
- <p class="i0">Si lo abrocha, es con claveles,</p>
- <p class="i0">Con jazmines si lo coge.</p>
- <p class="i2">El pie calza en lazos de oro,</p>
- <p class="i0">Porque la nieve se goce,</p>
- <p class="i0">Y no se vaya por pies</p>
- <p class="i0">La hermosura del orbe.</p>
- <p class="i2">Todo sirve a los amantes,</p>
- <p class="i0">Plumas les baten veloces,</p>
- <p class="i0">Airecillos lisonjeros,</p>
- <p class="i0">Si no son murmuradores.</p>
- <p class="i2">Los campos les dan alfombras,</p>
- <p class="i0">Los árboles pabellones,</p>
- <p class="i0">La apacible fuente sueño,</p>
- <p class="i0">Música los ruiseñores.</p>
- <p class="i2">Los troncos les dan cortezas,</p>
- <p class="i0">En que se guarden sus nombres</p>
- <p class="i0">Mejor que en tablas de mármol</p>
- <p class="i0">O que en láminas de bronce.</p>
- <p class="i2">No hay verde fresno sin letra,</p>
- <p class="i0">Ni blanco chopo sin mote;</p>
- <p class="i0">Si un valle <i>Angélica</i> suena,</p>
- <p class="i0">Otro <i>Angélica</i> responde.</p>
- <p class="i2">Cuevas do el silencio apenas</p>
- <p class="i0">Deja que sombras las moren,</p>
- <p class="i0">Profanan con sus abrazos</p>
- <p class="i0">A pesar de sus horrores.</p>
- <p class="i2">Choza pues, tálamo y lecho,</p>
- <p class="i0">Contestes destos amores,</p>
- <p class="i0">El cielo os guarde, si puede,</p>
- <p class="i0">De las locuras del Conde.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 title="49." id="P049"><span class="pagenum" id="Page_123">p. 123</span>49.</h3>
-
-<div class="versos ml32">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Servía</span> en Orán al Rey</p>
- <p class="i0">Un español con dos lanzas,</p>
- <p class="i0">Y con el alma y la vida</p>
- <p class="i0">A una gallarda africana,</p>
- <p class="i2">Tan noble como hermosa,</p>
- <p class="i0">Tan amante como amada,</p>
- <p class="i0">Con quien estaba una noche</p>
- <p class="i0">Cuando tocaron al arma.</p>
- <p class="i2">Trescientos Zenetes eran</p>
- <p class="i0">Deste rebato la causa;</p>
- <p class="i0">Que los rayos de la luna</p>
- <p class="i0">Descubrieron las adargas;</p>
- <p class="i2">Las adargas avisaron</p>
- <p class="i0">A las mudas atalayas,</p>
- <p class="i0">Las atalayas los fuegos,</p>
- <p class="i0">Los fuegos a las campanas;</p>
- <p class="i2">Y ellas al enamorado,</p>
- <p class="i0">Que en los brazos de su dama</p>
- <p class="i0">Oyó el militar estruendo</p>
- <p class="i0">De las trompas y las cajas.</p>
- <p class="i2">Espuelas de honor le pican</p>
- <p class="i0">Y freno de amor le para;</p>
- <p class="i0">No salir es cobardía,</p>
- <p class="i0">Ingratitud es dejalla.</p>
- <p class="i2">Del cuello pendiente ella,</p>
- <p class="i0">Viéndole tomar la espada,</p>
- <p class="i0">Con lágrimas y suspiros</p>
- <p class="i0">Le dice aquestas palabras:</p>
- <p class="i2">«Salid al campo, Señor,</p>
- <p class="i0">Bañen mis ojos la cama;</p>
- <p class="i0">Que ella me será también,</p>
- <p class="i0">Sin vos, campo de batalla.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_124">p. 124</span>»Vestíos y salid apriesa,</p>
- <p class="i0">Que el general os aguarda;</p>
- <p class="i0">Yo os hago a vos mucha sobra</p>
- <p class="i0">Y vos a él mucha falta.</p>
- <p class="i2">»Bien podéis salir desnudo</p>
- <p class="i0">Pues mi llanto no os ablanda;</p>
- <p class="i0">Que tenéis de acero el pecho</p>
- <p class="i0">Y no habéis menester armas.»</p>
- <p class="i2">Viendo el español brioso</p>
- <p class="i0">Cuánto le detiene y habla,</p>
- <p class="i0">Le dice así: «Mi señora,</p>
- <p class="i0">Tan dulce como enojada,</p>
- <p class="i2">»Porque con honra y amor</p>
- <p class="i0">Yo me quede, cumpla y vaya,</p>
- <p class="i0">Vaya a los moros el cuerpo,</p>
- <p class="i0">Y quede con vos el alma.</p>
- <p class="i2">»Concededme, dueño mío,</p>
- <p class="i0">Licencia para que salga</p>
- <p class="i0">Al rebato en vuestro nombre,</p>
- <p class="i0">Y en vuestro nombre combata.»</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P050">50.</h3>
-
-<div class="versos ml32">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Entre</span> los sueltos caballos</p>
- <p class="i0">De los vencidos Zenetes,</p>
- <p class="i0">Que por el campo buscaban</p>
- <p class="i0">Entre lo rojo lo verde,</p>
- <p class="i2">Aquel español de Orán</p>
- <p class="i0">Un suelto caballo prende,</p>
- <p class="i0">Por sus relinchos lozano</p>
- <p class="i0">Y por sus cernejas fuerte,</p>
- <p class="i2">Para que lo lleve a él,</p>
- <p class="i0">Y a un moro cautivo lleve,</p>
- <p class="i0">Que es uno que ha cautivado,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_125">p. 125</span>Capitán de cien Zenetes.</p>
- <p class="i2">En el ligero caballo</p>
- <p class="i0">Suben ambos, y él parece,</p>
- <p class="i0">De cuatro espuelas herido,</p>
- <p class="i0">Que cuatro vientos lo mueven.</p>
- <p class="i2">Triste camina el alarbe,</p>
- <p class="i0">Y lo más bajo que puede</p>
- <p class="i0">Ardientes suspiros lanza</p>
- <p class="i0">Y amargas lágrimas vierte.</p>
- <p class="i2">Admirado el español</p>
- <p class="i0">De ver cada vez que vuelve</p>
- <p class="i0">Que tan tiernamente llore</p>
- <p class="i0">Quien tan duramente hiere,</p>
- <p class="i2">Con razones le pregunta</p>
- <p class="i0">Comedidas y corteses</p>
- <p class="i0">De sus suspiros la causa,</p>
- <p class="i0">Si la causa lo consiente.</p>
- <p class="i2">El cautivo, como tal,</p>
- <p class="i0">Sin excusarlo, obedece,</p>
- <p class="i0">Y a su piadosa demanda</p>
- <p class="i0">Satisface desta suerte:</p>
- <p class="i2">«Valiente eres, capitán,</p>
- <p class="i0">Y cortés como valiente;</p>
- <p class="i0">Por tu espada y por tu trato</p>
- <p class="i0">Me has cautivado dos veces.</p>
- <p class="i2">»Preguntado me has la causa</p>
- <p class="i0">De mis suspiros ardientes,</p>
- <p class="i0">Y débote la respuesta</p>
- <p class="i0">Por quien soy y por quien eres.</p>
- <p class="i2">»Yo nací en Gelves el año</p>
- <p class="i0">Que os perdísteis en los Gelves,</p>
- <p class="i0">De una berberisca noble</p>
- <p class="i0">Y de un turco mata-siete.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_126">p. 126</span>»En Tremecén me crié</p>
- <p class="i0">Con mi madre y mis parientes</p>
- <p class="i0">Después que murió mi padre,</p>
- <p class="i0">Corsario de tres bajeles.</p>
- <p class="i2">»Junto a mi casa vivía,</p>
- <p class="i0">Porque más cerca muriese,</p>
- <p class="i0">Una dama del linaje</p>
- <p class="i0">De los nobles Melioneses:</p>
- <p class="i2">»Extremo de las hermosas,</p>
- <p class="i0">Cuando no de las crueles,</p>
- <p class="i0">Hija al fin destas arenas</p>
- <p class="i0">Engendradoras de sierpes.</p>
- <p class="i2">»Era tal su hermosura,</p>
- <p class="i0">Que se hallaran claveles</p>
- <p class="i0">Más ciertos en sus dos labios</p>
- <p class="i0">Que en los dos floridos meses.</p>
- <p class="i2">»Cada vez que la miraba</p>
- <p class="i0">Salía el sol por su frente,</p>
- <p class="i0">De tantos rayos vestido</p>
- <p class="i0">Cuantos cabellos contiene.</p>
- <p class="i2">»Juntos así nos criamos,</p>
- <p class="i0">Y Amor en nuestras niñeces</p>
- <p class="i0">Hirió nuestros corazones</p>
- <p class="i0">Con arpones diferentes.</p>
- <p class="i2">»Labró el oro en mis entrañas</p>
- <p class="i0">Dulces lazos, tiernas redes,</p>
- <p class="i0">Mientras el plomo en las suyas</p>
- <p class="i0">Libertades y desdenes.</p>
- <p class="i2">»Mas, ya la razón sujeta,</p>
- <p class="i0">Con palabras me requiere</p>
- <p class="i0">Que su crueldad le perdone</p>
- <p class="i0">Y de su beldad me acuerde;</p>
- <p class="i2">»Y apenas vide trocada</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_127">p. 127</span>La dureza desta sierpe,</p>
- <p class="i0">Cuando tú me cautivaste;</p>
- <p class="i0">Mira si es bien que lamente.</p>
- <p class="i2">»Esta, español, es la causa</p>
- <p class="i0">Que a llanto pudo moverme;</p>
- <p class="i0">Mira si es razón que llore</p>
- <p class="i0">Tantos males juntamente.»</p>
- <p class="i2">Conmovido el capitán</p>
- <p class="i0">De las lágrimas que vierte,</p>
- <p class="i0">Parando el veloz caballo,</p>
- <p class="i0">Que paren sus males quiere.</p>
- <p class="i2">«Gallardo moro, le dice,</p>
- <p class="i0">Si adoras como refieres,</p>
- <p class="i0">Y si como dices amas,</p>
- <p class="i0">Dichosamente padeces</p>
- <p class="i2">»¿Quién pudiera imaginar,</p>
- <p class="i0">Viendo tus golpes crueles,</p>
- <p class="i0">Que cupiera alma tan tierna</p>
- <p class="i0">En pecho tan duro y fuerte?</p>
- <p class="i2">»Si eres del Amor cautivo,</p>
- <p class="i0">Desde aquí puedes volverte;</p>
- <p class="i0">Que me pedirán por robo</p>
- <p class="i0">Lo que entendí que era suerte.</p>
- <p class="i2">»Y no quiero por rescate</p>
- <p class="i0">Que tu dama me presente</p>
- <p class="i0">Ni las alfombras más finas</p>
- <p class="i0">Ni las granas más alegres.</p>
- <p class="i2">»Anda con Dios, sufre y ama,</p>
- <p class="i0">Y vivirás si lo hicieres,</p>
- <p class="i0">Con tal que cuando la veas</p>
- <p class="i0">Pido que de mí te acuerdes.»</p>
- <p class="i2">Apeose del caballo,</p>
- <p class="i0">Y el moro tras él desciende,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_128">p. 128</span>Y por el suelo postrado,</p>
- <p class="i0">La boca a sus pies ofrece.</p>
- <p class="i2">«Vivas mil años, le dice,</p>
- <p class="i0">Noble capitán valiente,</p>
- <p class="i0">Que ganas más con librarme</p>
- <p class="i0">Que ganaste con prenderme.</p>
- <p class="i2">»Alá se quede contigo</p>
- <p class="i0">Y te dé vitoria siempre</p>
- <p class="i0">Para que extiendas tu fama</p>
- <p class="i0">Con hechos tan excelentes.»</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P051">51.</h3>
-
-<div class="versos ml34">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><i><span class="smcap">Ande</span> yo caliente,</i></p>
- <p class="i0"><i>Y ríase la gente.</i></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Traten otros del gobierno</p>
- <p class="i0">Del mundo y sus monarquías,</p>
- <p class="i0">Mientras gobiernan mis días</p>
- <p class="i0">Mantequillas y pan tierno,</p>
- <p class="i0">Y las mañanas de invierno</p>
- <p class="i0">Naranjada y aguardiente,</p>
- <p class="i0"><i>Y ríase la gente</i>.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Coma en dorada vajilla</p>
- <p class="i0">El príncipe mil cuidados</p>
- <p class="i0">Como píldoras dorados;</p>
- <p class="i0">Que yo en mi pobre mesilla</p>
- <p class="i0">Quiero más una morcilla</p>
- <p class="i0">Que en el asador reviente,</p>
- <p class="i0"><i>Y ríase la gente</i>.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Cuando cubra las montañas</p>
- <p class="i0">De plata y nieve el enero</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_129">p. 129</span>Tenga yo lleno el brasero</p>
- <p class="i0">De bellotas y castañas,</p>
- <p class="i0">Y quien las dulces patrañas</p>
- <p class="i0">Del rey que rabió me cuente,</p>
- <p class="i0"><i>Y ríase la gente</i>.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Busque muy en hora buena</p>
- <p class="i0">El mercader nuevos soles;</p>
- <p class="i0">Yo conchas y caracoles</p>
- <p class="i0">Entre la menuda arena,</p>
- <p class="i0">Escuchando a Filomena</p>
- <p class="i0">Sobre el chopo de la fuente,</p>
- <p class="i0"><i>Y ríase la gente</i>.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Pase a media noche el mar,</p>
- <p class="i0">Y arda en amorosa llama</p>
- <p class="i0">Leandro por ver su dama;</p>
- <p class="i0">Que yo más quiero pasar</p>
- <p class="i0">De Yepes a Madrigar</p>
- <p class="i0">La regalada corriente,</p>
- <p class="i0"><i>Y ríase la gente</i>.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Pues Amor es tan cruel</p>
- <p class="i0">Que de Píramo y su amada</p>
- <p class="i0">Hace tálamo una espada,</p>
- <p class="i0">Do se junten ella y él,</p>
- <p class="i0">Sea mi Tisbe un pastel,</p>
- <p class="i0">Y la espada sea mi diente,</p>
- <p class="i0"><i>Y ríase la gente</i>.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h3 id="P052">52.</h3>
-
-<div class="versos ml36">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">La más</span> bella niña</p>
- <p class="i0">De nuestro lugar,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_130">p. 130</span>Hoy viuda y sola</p>
- <p class="i0">Y ayer por casar,</p>
- <p class="i0">Viendo que sus ojos</p>
- <p class="i0">A la guerra van,</p>
- <p class="i0">A su madre dice</p>
- <p class="i0">Que escucha su mal:</p>
- <p class="i0"><i>Dejadme llorar</i></p>
- <p class="i0"><i>Orillas del mar.</i></p>
- <p class="i2">Pues me disteis, madre,</p>
- <p class="i0">En tan tierna edad</p>
- <p class="i0">Tan corto el placer,</p>
- <p class="i0">Tan largo el penar,</p>
- <p class="i0">Y me cautivasteis</p>
- <p class="i0">De quien hoy se va</p>
- <p class="i0">Y lleva las llaves</p>
- <p class="i0">De mi libertad,</p>
- <p class="i0"><i>Dejadme llorar</i></p>
- <p class="i0"><i>Orillas del mar.</i></p>
- <p class="i2">En llorar conviertan</p>
- <p class="i0">Mis ojos de hoy más</p>
- <p class="i0">El sabroso oficio</p>
- <p class="i0">Del dulce mirar,</p>
- <p class="i0">Pues que no se pueden</p>
- <p class="i0">Mejor ocupar</p>
- <p class="i0">Yéndose a la guerra</p>
- <p class="i0">Quien era mi paz.</p>
- <p class="i0"><i>Dejadme llorar</i></p>
- <p class="i0"><i>Orillas del mar.</i></p>
- <p class="i2">No me pongáis freno</p>
- <p class="i0">Ni queráis culpar;</p>
- <p class="i0">Que lo uno es justo,</p>
- <p class="i0">Lo otro por demás.</p>
- <p class="i0">Si me queréis bien</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_131">p. 131</span>No me hagáis mal;</p>
- <p class="i0">Harto peor fue</p>
- <p class="i0">Morir y callar.</p>
- <p class="i0"><i>Dejadme llorar</i></p>
- <p class="i0"><i>Orillas del mar.</i></p>
- <p class="i2">Dulce madre mía,</p>
- <p class="i0">¿Quién no llorará,</p>
- <p class="i0">Aunque tenga el pecho</p>
- <p class="i0">Como un pedernal,</p>
- <p class="i0">Y no dará voces</p>
- <p class="i0">Viendo marchitar</p>
- <p class="i0">Los más verdes años</p>
- <p class="i0">De mi mocedad?</p>
- <p class="i0"><i>Dejadme llorar</i></p>
- <p class="i0"><i>Orillas del mar.</i></p>
- <p class="i2">Váyanse las noches,</p>
- <p class="i0">Pues ido se han</p>
- <p class="i0">Los ojos que hacían</p>
- <p class="i0">Los míos velar;</p>
- <p class="i0">Váyanse, y no vean</p>
- <p class="i0">Tanta soledad</p>
- <p class="i0">Después que en mi lecho</p>
- <p class="i0">Sobra la mitad.</p>
- <p class="i0"><i>Dejadme llorar</i></p>
- <p class="i0"><i>Orillas del mar.</i></p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON FRANCISCO DE QUEVEDO</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P053">53. El Sueño</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">¿Con</span> qué culpa tan grave,</p>
- <p class="i0">Sueño blando y suave,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_132">p. 132</span>Pude en largo destierro merecerte</p>
- <p class="i0">Que se aparte de mí tu olvido manso?</p>
- <p class="i0">Pues no te busco yo por ser descanso,</p>
- <p class="i0">Sino por muda imagen de la muerte.</p>
- <p class="i0">Cuidados veladores</p>
- <p class="i0">Hacen inobedientes mis dos ojos</p>
- <p class="i0">A la ley de las horas:</p>
- <p class="i0">No han podido vencer a mis dolores</p>
- <p class="i0">Las noches, ni dar paz a mis enojos.</p>
- <p class="i0">Madrugan más en mí que en las auroras</p>
- <p class="i0">Lágrimas a este llano;</p>
- <p class="i0">Que amanece a mi mal siempre temprano;</p>
- <p class="i0">Y tanto, que persuade la tristeza</p>
- <p class="i0">A mis dos ojos, que nacieron antes</p>
- <p class="i0">Para llorar que para ver. Tú, sueño,</p>
- <p class="i0">De sosiego los tienes ignorantes,</p>
- <p class="i0">De tal manera, que al morir el día</p>
- <p class="i0">Con luz enferma vi que permitía</p>
- <p class="i0">El sol que le mirasen en Poniente.</p>
- <p class="i2">Con pies torpes al punto, ciega y fría,</p>
- <p class="i0">Cayó de las estrellas blandamente</p>
- <p class="i0">La noche, tras las pardas sombras mudas,</p>
- <p class="i0">Que el sueño persuadieron a la gente.</p>
- <p class="i0">Escondieron las galas a los prados</p>
- <p class="i0">Y quedaron desnudas</p>
- <p class="i0">Estas laderas y sus peñas solas:</p>
- <p class="i0">Duermen ya entre sus montes recostados</p>
- <p class="i0">Los mares y las olas.</p>
- <p class="i0">Si con algún acento</p>
- <p class="i0">Ofenden las orejas,</p>
- <p class="i0">Es que entre sueños dan al cielo quejas</p>
- <p class="i0">Del yerto lecho y duro acogimiento,</p>
- <p class="i0">Que blandos hallan en los cerros duros.</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_133">p. 133</span>Los arroyuelos puros</p>
- <p class="i0">Se adormecen al son del llanto mío,</p>
- <p class="i0">Y a su modo también se duerme el río.</p>
- <p class="i2">Con sosiego agradable</p>
- <p class="i0">Se dejan poseer de ti las flores;</p>
- <p class="i0">Mudos están los males,</p>
- <p class="i0">No hay cuidado que hable,</p>
- <p class="i0">Faltan lenguas y voz a los dolores,</p>
- <p class="i0">Y en todos los mortales</p>
- <p class="i0">Yace la vida envuelta en alto olvido.</p>
- <p class="i0">Tan solo mi gemido</p>
- <p class="i0">Pierde el respeto a tu silencio santo:</p>
- <p class="i0">Yo tu quietud molesto con mi llanto,</p>
- <p class="i0">Y te desacredito</p>
- <p class="i0">El nombre de callado, con mi grito.</p>
- <p class="i0">Dame, cortés mancebo, algún reposo:</p>
- <p class="i0">No seas digno del nombre de avariento</p>
- <p class="i0">En el más desdichado y firme amante</p>
- <p class="i0">Que lo merece ser por dueño hermoso.</p>
- <p class="i0">Débate alguna pausa mi tormento.</p>
- <p class="i0">Gózante en las cabañas</p>
- <p class="i0">Y debajo del cielo</p>
- <p class="i0">Los ásperos villanos;</p>
- <p class="i0">Hállate en el rigor de los pantanos</p>
- <p class="i0">Y encuéntrate en las nieves y en el hielo</p>
- <p class="i0">El soldado valiente,</p>
- <p class="i0">Y yo no puedo hallarte, aunque lo intente,</p>
- <p class="i0">Entre mi pensamiento y mi deseo.</p>
- <p class="i0">Ya, pues, con dolor creo</p>
- <p class="i0">Que eres más riguroso que la tierra,</p>
- <p class="i0">Más duro que la roca,</p>
- <p class="i0">Pues te alcanza el soldado envuelto en guerra,</p>
- <p class="i0">Y en ella mi alma por jamás te toca.</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_134">p. 134</span>Mira que es gran rigor: dame siquiera</p>
- <p class="i0">Lo que de ti desprecia tanto avaro,</p>
- <p class="i0">Por el oro en que alegre considera,</p>
- <p class="i0">Hasta que da la vuelta el tiempo claro;</p>
- <p class="i0">Lo que había de dormir en blando lecho</p>
- <p class="i0">Y da el enamorado a su señora,</p>
- <p class="i0">Y a ti se te debía de derecho.</p>
- <p class="i0">Dame lo que desprecia de ti agora</p>
- <p class="i0">Por robar el ladrón; lo que desecha</p>
- <p class="i0">El que invidiosos celos tuvo y llora.</p>
- <p class="i0">Quede en parte mi queja satisfecha,</p>
- <p class="i0">Tócame con el cuento de tu vara:</p>
- <p class="i0">Oirán siquiera el ruido de tus plumas</p>
- <p class="i0">Mis desventuras sumas;</p>
- <p class="i0">Que yo no quiero verte cara a cara,</p>
- <p class="i0">Ni que hagas más caso</p>
- <p class="i0">De mí, que hasta pasar por mí de paso;</p>
- <p class="i0">O que a tu sombra negra por lo menos,</p>
- <p class="i0">Si fueres a otra parte peregrino,</p>
- <p class="i0">Se le haga camino</p>
- <p class="i0">Por estos ojos de sosiego ajenos.</p>
- <p class="i0">Quítame, blando sueño, este desvelo,</p>
- <p class="i0">O de él alguna parte,</p>
- <p class="i0">Y te prometo, mientras viere el cielo,</p>
- <p class="i0">De desvelarme solo en celebrarte.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P054">54. Epístola satírica y censoria</h3>
-
-<p class="subh3"><i>contra las costumbres presentes de los castellanos,<br />
-escrita al Conde-Duque de Olivares.</i></p>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">No he</span> de callar, por más que con el dedo,</p>
- <p class="i0">Ya tocando la boca, o ya la frente,</p>
- <p class="i0">Silencio avises o amenaces miedo.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_135">p. 135</span>¿No ha de haber un espíritu valiente?</p>
- <p class="i0">¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?</p>
- <p class="i0">¿Nunca se ha de decir lo que se siente?</p>
- <p class="i2">Hoy sin miedo que libre escandalice</p>
- <p class="i0">Puede hablar el ingenio, asegurado</p>
- <p class="i0">De que mayor poder le atemorice.</p>
- <p class="i2">En otros siglos pudo ser pecado</p>
- <p class="i0">Severo estudio y la verdad desnuda,</p>
- <p class="i0">Y romper el silencio el bien hablado.</p>
- <p class="i2">Pues sepa quien lo niega y quien lo duda</p>
- <p class="i0">Que es lengua la verdad de Dios severo</p>
- <p class="i0">Y la lengua de Dios nunca fue muda.</p>
- <p class="i2">Son la verdad y Dios, Dios verdadero:</p>
- <p class="i0">Ni eternidad divina los separa,</p>
- <p class="i0">Ni de los dos alguno fue primero.</p>
- <p class="i2">Si Dios a la verdad se adelantara,</p>
- <p class="i0">Siendo verdad, implicación hubiera</p>
- <p class="i0">En ser y en que verdad de ser dejara.</p>
- <p class="i2">La justicia de Dios es verdadera,</p>
- <p class="i0">Y la misericordia, y todo cuanto</p>
- <p class="i0">Es Dios todo ha de ser verdad entera.</p>
- <p class="i2">Señor Excelentísimo, mi llanto</p>
- <p class="i0">Ya no consiente márgenes ni orillas:</p>
- <p class="i0">Inundación será la de mi canto.</p>
- <p class="i2">Ya sumergirse miro mis mejillas,</p>
- <p class="i0">La vista por dos urnas derramada</p>
- <p class="i0">Sobre las aras de las dos Castillas.</p>
- <p class="i2">Yace aquella virtud desaliñada</p>
- <p class="i0">Que fue, si rica menos, más temida,</p>
- <p class="i0">En vanidad y en sueño sepultada.</p>
- <p class="i2">Y aquella libertad esclarecida</p>
- <p class="i0">Que en donde supo hallar honrada muerte</p>
- <p class="i0">Nunca quiso tener más larga vida.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_136">p. 136</span>Y pródiga del alma, nación fuerte</p>
- <p class="i0">Contaba por afrentas de los años</p>
- <p class="i0">Envejecer en brazos de la suerte.</p>
- <p class="i2">Del tiempo el ocio torpe, y los engaños</p>
- <p class="i0">Del paso de las horas y del día</p>
- <p class="i0">Reputaban los nuestros por extraños.</p>
- <p class="i2">Nadie contaba cuánta edad vivía,</p>
- <p class="i0">Sino de qué manera: ni aun un hora</p>
- <p class="i0">Lograba sin afán su valentía.</p>
- <p class="i2">La robusta virtud era señora,</p>
- <p class="i0">Y sola dominaba al pueblo rudo;</p>
- <p class="i0">Edad, si mal hablada, vencedora.</p>
- <p class="i2">El temor de la mano daba escudo</p>
- <p class="i0">Al corazón, que, en ella confiado,</p>
- <p class="i0">Todas las armas despreció desnudo.</p>
- <p class="i2">Multiplicó en escuadras un soldado</p>
- <p class="i0">Su honor precioso, su ánimo valiente,</p>
- <p class="i0">De sola honesta obligación armado.</p>
- <p class="i2">Y debajo del cielo aquella gente,</p>
- <p class="i0">Si no a más descansado, a más honroso</p>
- <p class="i0">Sueño entregó los ojos, no la mente.</p>
- <p class="i2">Hilaba la mujer para su esposo</p>
- <p class="i0">La mortaja primero que el vestido;</p>
- <p class="i0">Menos le vio galán que peligroso.</p>
- <p class="i2">Acompañaba el lado del marido</p>
- <p class="i0">Más veces en la hueste que en la cama;</p>
- <p class="i0">Sano le aventuró, vengole herido.</p>
- <p class="i2">Todas matronas y ninguna dama,</p>
- <p class="i0">Que nombres del halago cortesano</p>
- <p class="i0">No admitió lo severo de su fama.</p>
- <p class="i2">Derramado y sonoro el Oceáno</p>
- <p class="i0">Era divorcio de las rubias minas</p>
- <p class="i0">Que usurparon la paz del pecho humano.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_137">p. 137</span>Ni los trujo costumbres peregrinas</p>
- <p class="i0">El áspero dinero, ni el Oriente</p>
- <p class="i0">Compró la honestidad con piedras finas.</p>
- <p class="i2">Joya fue la virtud pura y ardiente;</p>
- <p class="i0">Gala el merecimiento y alabanza;</p>
- <p class="i0">Solo se codiciaba lo decente.</p>
- <p class="i2">No de la pluma dependió la lanza,</p>
- <p class="i0">Ni el cántabro con cajas y tinteros</p>
- <p class="i0">Hizo el campo heredad, sino matanza.</p>
- <p class="i2">Y España con legítimos dineros,</p>
- <p class="i0">No mendigando el crédito a Liguria,</p>
- <p class="i0">Más quiso los turbantes que los ceros.</p>
- <p class="i2">Menos fuera la pérdida y la injuria</p>
- <p class="i0">Si se volvieran Muzas los asientos,</p>
- <p class="i0">Que esta usura es peor que aquella furia.</p>
- <p class="i2">Caducaban las aves en los vientos,</p>
- <p class="i0">Y espiraba decrépito el venado:</p>
- <p class="i0">Grande vejez duró en los elementos.</p>
- <p class="i2">Que el vientre entonces, bien disciplinado,</p>
- <p class="i0">Buscó satisfacción y no hartura,</p>
- <p class="i0">Y estaba la garganta sin pecado.</p>
- <p class="i2">Del mayor infanzón de aquella pura</p>
- <p class="i0">República de grandes hombres, era</p>
- <p class="i0">Una vaca sustento y armadura.</p>
- <p class="i2">No había venido al gusto lisonjera</p>
- <p class="i0">La pimienta arrugada, ni del clavo</p>
- <p class="i0">La adulación fragante forastera.</p>
- <p class="i2">Carnero y vaca fue principio y cabo,</p>
- <p class="i0">Y con rojos pimientos y ajos duros</p>
- <p class="i0">Tan bien como el señor comió el esclavo.</p>
- <p class="i2">Bebió la sed los arroyuelos puros:</p>
- <p class="i0">Después mostraron del carquesio a Baco</p>
- <p class="i0">El camino los brindis mal seguros.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_138">p. 138</span>El rostro macilento, el cuerpo flaco,</p>
- <p class="i0">Eran recuerdo del trabajo honroso,</p>
- <p class="i0">Y honra y provecho andaban en un saco.</p>
- <p class="i2">Pudo sin miedo un español velloso</p>
- <p class="i0">Llamar a los tudescos bacanales,</p>
- <p class="i0">Y al holandés hereje y alevoso.</p>
- <p class="i2">Pudo acusar los celos desiguales</p>
- <p class="i0">A la Italia; pero hoy de muchos modos</p>
- <p class="i0">Somos copias, si son originales.</p>
- <p class="i2">Las descendencias gastan muchos godos,</p>
- <p class="i0">Todos blasonan, nadie los imita,</p>
- <p class="i0">Y no son sucesores, sino apodos.</p>
- <p class="i2">Vino el betún precioso que vomita</p>
- <p class="i0">La ballena o la espuma de las olas,</p>
- <p class="i0">Que el vicio, no el olor, nos acredita.</p>
- <p class="i2">Y quedaron las huestes españolas</p>
- <p class="i0">Bien perfumadas, pero mal regidas,</p>
- <p class="i0">Y alhajas las que fueron pieles solas.</p>
- <p class="i2">Estaban las hazañas mal vestidas,</p>
- <p class="i0">Y aún no se hartaba de buriel y lana</p>
- <p class="i0">La vanidad de hembras presumidas.</p>
- <p class="i2">A la seda pomposa siciliana,</p>
- <p class="i0">Que manchó ardiente múrice, el romano</p>
- <p class="i0">Y el oro hicieron áspera y tirana.</p>
- <p class="i2">Nunca al duro español supo el gusano</p>
- <p class="i0">Persuadir que vistiese su mortaja,</p>
- <p class="i0">Intercediendo el Can por el verano.</p>
- <p class="i2">Hoy desprecia el honor al que trabaja,</p>
- <p class="i0">Y entonces fue el trabajo ejecutoria,</p>
- <p class="i0">Y el vicio gradüó la gente baja.</p>
- <p class="i2">Pretende el alentado joven gloria</p>
- <p class="i0">Por dejar la vacada sin marido,</p>
- <p class="i0">Y de Ceres ofende la memoria.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_139">p. 139</span>Un animal a la labor nacido</p>
- <p class="i0">Y símbolo celoso a los mortales,</p>
- <p class="i0">Que a Jove fue disfraz y fue vestido;</p>
- <p class="i2">Que un tiempo endureció manos reales,</p>
- <p class="i0">Y detrás de él los cónsules gimieron,</p>
- <p class="i0">Y rumia luz en campos celestiales,</p>
- <p class="i2">¿Por cuál enemistad se persuadieron</p>
- <p class="i0">A que su apocamiento fuese hazaña,</p>
- <p class="i0">Y a las mieses tan grande ofensa hicieron?</p>
- <p class="i2">¡Qué cosa es ver un infanzón de España</p>
- <p class="i0">Abreviado en la silla a la jineta,</p>
- <p class="i0">Y gastar un caballo en una caña!</p>
- <p class="i2">Que la niñez al gallo le acometa</p>
- <p class="i0">Con semejante munición apruebo;</p>
- <p class="i0">Mas no la edad madura y la perfeta.</p>
- <p class="i2">Ejercite sus fuerzas el mancebo</p>
- <p class="i0">En frentes de escuadrones, no en la frente</p>
- <p class="i0">Del útil bruto la asta del acebo.</p>
- <p class="i2">El trompeta le llame diligente,</p>
- <p class="i0">Dando fuerza de ley el viento vano,</p>
- <p class="i0">Y al son esté el ejército obediente.</p>
- <p class="i2">¡Con cuánta majestad llena la mano</p>
- <p class="i0">La pica, y el mosquete carga el hombro,</p>
- <p class="i0">Del que se atreve a ser buen castellano!</p>
- <p class="i2">Con asco entre las otras gentes nombro</p>
- <p class="i0">Al que de su persona, sin decoro,</p>
- <p class="i0">Más quiere nota dar que dar asombro.</p>
- <p class="i2">Gineta y cañas son contagio moro;</p>
- <p class="i0">Restitúyanse justas y torneos,</p>
- <p class="i0">Y hagan paces las capas con el toro.</p>
- <p class="i2">Pasadnos vos de juegos a trofeos;</p>
- <p class="i0">Que solo grande rey y buen privado</p>
- <p class="i0">Pueden ejecutar estos deseos.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_140">p. 140</span>Vos, que hacéis repetir siglo pasado</p>
- <p class="i0">Con desembarazarnos las personas</p>
- <p class="i0">Y sacar a los miembros de cuidado,</p>
- <p class="i2">Vos distes libertad con las valonas,</p>
- <p class="i0">Para que sean corteses las cabezas,</p>
- <p class="i0">Desnudando el enfado a las coronas;</p>
- <p class="i2">Y, pues vos enmendastes las cortezas,</p>
- <p class="i0">Dad a la mejor parte medicina:</p>
- <p class="i0">Vuélvanse los tablados fortalezas.</p>
- <p class="i2">Que la cortés estrella que os inclina</p>
- <p class="i0">A privar sin intento y sin venganza,</p>
- <p class="i0">Milagro que a la envidia desatina,</p>
- <p class="i2">Tiene por sola bienaventuranza</p>
- <p class="i0">El reconocimiento temeroso,</p>
- <p class="i0">No presumida y ciega confianza.</p>
- <p class="i2">Y si os dio el ascendiente generoso</p>
- <p class="i0">Escudos, de armas y blasones llenos,</p>
- <p class="i0">Y por timbre el martirio glorioso,</p>
- <p class="i2">Mejores sean por vos los que eran buenos</p>
- <p class="i0">Guzmanes, y la cumbre desdeñosa</p>
- <p class="i0">Os muestre a su pesar campos serenos.</p>
- <p class="i2">Lograd, señor, edad tan venturosa;</p>
- <p class="i0">Y cuando nuestras fuerzas examina</p>
- <p class="i0">Persecución unida y belicosa,</p>
- <p class="i2">La militar valiente disciplina</p>
- <p class="i0">Tenga más platicantes que la plaza:</p>
- <p class="i0">Descansen tela falsa y tela fina.</p>
- <p class="i2">Suceda a la marlota la coraza,</p>
- <p class="i0">Y si el Corpus con danzas no los pide,</p>
- <p class="i0">Velillos y oropel no hagan baza.</p>
- <p class="i2">El que en treinta lacayos los divide,</p>
- <p class="i0">Hace suerte en el toro y con un dedo</p>
- <p class="i0">La hace en él la vara que los mide.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_141">p. 141</span>Mandadlo así, que aseguraros puedo</p>
- <p class="i0">Que habéis de restaurar más que Pelayo,</p>
- <p class="i0">Pues valdrá por ejércitos el miedo</p>
- <p class="i0">Y os verá el cielo administrar su rayo.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P055">55. Memoria inmortal</h3>
-
-<p class="subh3"><i>de don Pedro Girón, Duque de Osuna, muerto en la prisión</i></p>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Faltar</span> pudo su patria al grande Osuna,</p>
- <p class="i0">Pero no a su defensa sus hazañas;</p>
- <p class="i0">Diéronle muerte y cárcel las Españas,</p>
- <p class="i0">De quien él hizo esclava la fortuna.</p>
- <p class="i2">Lloraron sus envidias una a una</p>
- <p class="i0">Con las propias naciones las extrañas;</p>
- <p class="i0">Su tumba son de Flandes las campañas,</p>
- <p class="i0">Y su epitafio la sangrienta luna.</p>
- <p class="i2">En sus exequias encendió al Vesubio</p>
- <p class="i0">Parténope, y Trinacria el Mongibelo;</p>
- <p class="i0">El llanto militar creció en diluvio.</p>
- <p class="i2">Diole el mejor lugar Marte en su cielo;</p>
- <p class="i0">La Mosa, el Rhin, el Tajo y el Danubio</p>
- <p class="i0">Murmuran con dolor su desconsuelo.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P056">56.</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Ya formidable</span> y espantoso suena</p>
- <p class="i0">Dentro del corazón el postrer día,</p>
- <p class="i0">Y la última hora, negra y fría,</p>
- <p class="i0">Se acerca, de temor y sombras llena.</p>
- <p class="i2">Si agradable descanso, paz serena,</p>
- <p class="i0">La muerte en traje de dolor envía,</p>
- <p class="i0">Señas da su desdén de cortesía:</p>
- <p class="i0">Más tiene de caricia que de pena.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_142">p. 142</span>¿Qué pretende el temor desacordado</p>
- <p class="i0">De la que a rescatar piadosa viene</p>
- <p class="i0">Espíritu en miserias añudado?</p>
- <p class="i2">Llegue rogada, pues mi bien previene;</p>
- <p class="i0">Hálleme agradecido, no asustado;</p>
- <p class="i0">Mi vida acabe y mi vivir ordene.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P057">57.</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Miré</span> los muros de la patria mía,</p>
- <p class="i0">Si un tiempo fuertes, ya desmoronados,</p>
- <p class="i0">De la carrera de la edad cansados,</p>
- <p class="i0">Por quien caduca ya su valentía.</p>
- <p class="i2">Salime al campo, vi que el sol bebía</p>
- <p class="i0">Los arroyos del hielo desatados,</p>
- <p class="i0">Y del monte quejosos los ganados,</p>
- <p class="i0">Que con sombras hurtó su luz al día.</p>
- <p class="i2">Entré en mi casa; vi que amancillada</p>
- <p class="i0">De anciana habitación era despojos;</p>
- <p class="i0">Mi báculo más corvo y menos fuerte.</p>
- <p class="i2">Vencida de la edad sentí mi espada,</p>
- <p class="i0">Y no hallé cosa en que poner los ojos</p>
- <p class="i0">Que no fuese recuerdo de la muerte.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P058">58. Letrilla satírica</h3>
-
-<div class="versos ml32">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Poderoso</span> caballero</p>
- <p class="i0">Es don Dinero.</p>
- <p class="i2">Madre, yo al oro me humillo:</p>
- <p class="i0">Él es mi amante y mi amado,</p>
- <p class="i0">Pues de puro enamorado,</p>
- <p class="i0">De contino anda amarillo;</p>
- <p class="i0">Que pues, doblón o sencillo,</p>
- <p class="i0">Hace todo cuanto quiero,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_143">p. 143</span>Poderoso caballero</p>
- <p class="i0">Es don Dinero.</p>
- <p class="i2">Nace en las Indias honrado,</p>
- <p class="i0">Donde el mundo le acompaña;</p>
- <p class="i0">Viene a morir en España</p>
- <p class="i0">Y es en Génova enterrado.</p>
- <p class="i0">Y pues quien le trae al lado</p>
- <p class="i0">Es hermoso, aunque sea fiero,</p>
- <p class="i0">Poderoso caballero</p>
- <p class="i0">Es don Dinero.</p>
- <p class="i2">Es galán y es como un oro,</p>
- <p class="i0">Tiene quebrado el color,</p>
- <p class="i0">Persona de gran valor,</p>
- <p class="i0">Tan cristiano como moro;</p>
- <p class="i0">Pues que da y quita el decoro</p>
- <p class="i0">Y quebranta cualquier fuero,</p>
- <p class="i0">Poderoso caballero</p>
- <p class="i0">Es don Dinero.</p>
- <p class="i2">Son sus padres principales</p>
- <p class="i0">Y es de nobles descendiente,</p>
- <p class="i0">Porque en las venas de Oriente</p>
- <p class="i0">Todas las sangres son reales:</p>
- <p class="i0">Y pues es quien hace iguales</p>
- <p class="i0">Al duque y al ganadero,</p>
- <p class="i0">Poderoso caballero</p>
- <p class="i0">Es don Dinero.</p>
- <p class="i2">Mas ¿a quién no maravilla</p>
- <p class="i0">Ver en su gloria sin tasa</p>
- <p class="i0">Que es lo menos de su casa</p>
- <p class="i0">Doña Blanca de Castilla?</p>
- <p class="i0">Pero pues da al bajo silla</p>
- <p class="i0">Y al cobarde hace guerrero,</p>
- <p class="i0">Poderoso caballero</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_144">p. 144</span>Es don Dinero.</p>
- <p class="i2">Sus escudos de armas nobles</p>
- <p class="i0">Son siempre tan principales,</p>
- <p class="i0">Que sin sus escudos reales</p>
- <p class="i0">No hay escudos de armas dobles;</p>
- <p class="i0">Y pues a los mismos robles</p>
- <p class="i0">Da codicia su minero,</p>
- <p class="i0">Poderoso caballero</p>
- <p class="i0">Es don Dinero.</p>
- <p class="i2">Por importar en los tratos</p>
- <p class="i0">Y dar tan buenos consejos,</p>
- <p class="i0">En las casas de los viejos</p>
- <p class="i0">Gatos le guardan de gatos.</p>
- <p class="i0">Y pues él rompe recatos</p>
- <p class="i0">Y ablanda al juez más severo,</p>
- <p class="i0">Poderoso caballero</p>
- <p class="i0">Es don Dinero.</p>
- <p class="i2">Y es tanta su majestad</p>
- <p class="i0">(Aunque son sus duelos hartos)</p>
- <p class="i0">Que con haberle hecho cuartos</p>
- <p class="i0">No pierde su autoridad;</p>
- <p class="i0">Pero pues da calidad</p>
- <p class="i0">Al noble y al pordiosero,</p>
- <p class="i0">Poderoso caballero</p>
- <p class="i0">Es don Dinero.</p>
- <p class="i2">Nunca vi damas ingratas</p>
- <p class="i0">A su gusto y afición,</p>
- <p class="i0">Que a las caras de un doblón</p>
- <p class="i0">Hacen sus caras baratas.</p>
- <p class="i0">Y pues las hace bravatas</p>
- <p class="i0">Desde una bolsa de cuero,</p>
- <p class="i0">Poderoso caballero</p>
- <p class="i0">Es don Dinero.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_145">p. 145</span>Más valen en cualquier tierra,</p>
- <p class="i0">Mirad si es harto sagaz,</p>
- <p class="i0">Sus escudos en la paz</p>
- <p class="i0">Que rodelas en la guerra.</p>
- <p class="i0">Y pues al pobre le entierra</p>
- <p class="i0">Y hace propio al forastero,</p>
- <p class="i0">Poderoso caballero</p>
- <p class="i0">Es don Dinero.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON ESTEBAN MANUEL<br /> DE VILLEGAS</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P059">59. Oda sáfica</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Dulce</span> vecino de la verde selva,</p>
- <p class="i0">Huésped eterno del abril florido,</p>
- <p class="i0">Vital aliento de la madre Venus,</p>
- <p class="i8">Céfiro blando;</p>
- <p class="i2">Si de mis ansias el amor supiste,</p>
- <p class="i0">Tú, que las quejas de mi voz llevaste,</p>
- <p class="i0">Oye, no temas, y a mi ninfa dile,</p>
- <p class="i8">Dile que muero.</p>
- <p class="i2">Filis un tiempo mi dolor sabía;</p>
- <p class="i0">Filis un tiempo mi dolor lloraba;</p>
- <p class="i0">Quísome un tiempo, mas agora temo,</p>
- <p class="i8">Temo sus iras.</p>
- <p class="i0">Así los dioses con amor paterno,</p>
- <p class="i0">Así los cielos con amor benigno,</p>
- <p class="i0">Nieguen al tiempo que feliz volares</p>
- <p class="i8">Nieve a la tierra.</p>
- <p class="i2">Jamás el peso de la nube parda</p>
- <p class="i0">Cuando amanece en la elevada cumbre,</p>
- <p class="i0">Toque tus hombros ni su mal granizo</p>
- <p class="i8">Hiera tus alas.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <p><span class="pagenum" id="Page_146">p. 146</span></p>
- <h2 class="nobreak">DON PEDRO<br /> CALDERÓN DE LA BARCA</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P060">60.</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Estas</span> que fueron pompa y alegría</p>
- <p class="i0">Despertando al albor de la mañana,</p>
- <p class="i0">A la tarde serán lástima vana</p>
- <p class="i0">Durmiendo en brazos de la noche fría.</p>
- <p class="i2">Este matiz que al cielo desafía,</p>
- <p class="i0">Iris listado de oro, nieve y grana,</p>
- <p class="i0">Será escarmiento de la vida humana:</p>
- <p class="i0">¡Tanto se emprende en término de un día!</p>
- <p class="i2">A florecer las rosas madrugaron,</p>
- <p class="i0">Y para envejecerse florecieron:</p>
- <p class="i0">Cuna y sepulcro en un botón hallaron.</p>
- <p class="i2">Tales los hombres sus fortunas vieron:</p>
- <p class="i0">En un día nacieron y expiraron;</p>
- <p class="i0">Que pasados los siglos, horas fueron.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON ANTONIO MIRA DE MESCUA</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P061">61. Canción</h3>
-
-<div class="versos ml28">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Ufano</span>, alegre, altivo, enamorado,</p>
- <p class="i0">Rompiendo el aire el pardo jilguerillo,</p>
- <p class="i0">Se sentó en los pimpollos de una haya,</p>
- <p class="i0">Y con su pico de marfil nevado</p>
- <p class="i0">De su pechuelo blanco y amarillo</p>
- <p class="i0">La pluma concertó pajiza y baya;</p>
- <p class="i0">Y celoso se ensaya</p>
- <p class="i0">A discantar en alto contrapunto</p>
- <p class="i0">Sus celos y amor junto,</p>
- <p class="i0">Y al ramillo, y al prado y a las flores</p>
- <p class="i0">Libre y ufano cuenta sus amores.</p>
- <p class="i0">Mas ¡ay! que en este estado</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_147">p. 147</span>El cazador cruel, de astucia armado,</p>
- <p class="i0">Escondido le acecha,</p>
- <p class="i0">Y al tierno corazón aguda flecha</p>
- <p class="i0">Tira con mano esquiva</p>
- <p class="i0">Y envuelto en sangre en tierra lo derriba.</p>
- <p class="i0">¡Ay, vida mal lograda,</p>
- <p class="i0">Retrato de mi suerte desdichada!</p>
- <p class="i2">De la custodia del amor materno</p>
- <p class="i0">El corderillo juguetón se aleja,</p>
- <p class="i0">Enamorado de la yerba y flores,</p>
- <p class="i0">Y por la libertad del pasto tierno</p>
- <p class="i0">El cándido licor olvida y deja</p>
- <p class="i0">Por quien hizo a su madre mil amores:</p>
- <p class="i0">Sin conocer temores,</p>
- <p class="i0">De la florida primavera bella</p>
- <p class="i0">El vario manto huella</p>
- <p class="i0">Con retozos y brincos licenciosos,</p>
- <p class="i0">Y pace tallos tiernos y sabrosos.</p>
- <p class="i0">Mas ¡ay! que en un otero</p>
- <p class="i0">Dio en la boca de un lobo carnicero,</p>
- <p class="i0">Que en partes diferentes</p>
- <p class="i0">Lo dividió con sus voraces dientes,</p>
- <p class="i0">Y a convertirse vino</p>
- <p class="i0">En purpúreo el dorado vellocino.</p>
- <p class="i0">¡Oh inocencia ofendida,</p>
- <p class="i0">Breve bien, caro pasto, corta vida!</p>
- <p class="i2">Rica con sus penachos y copetes,</p>
- <p class="i0">Ufana y loca, con ligero vuelo</p>
- <p class="i0">Se remonta la garza a las estrellas,</p>
- <p class="i0">Y, puliendo sus negros martinetes,</p>
- <p class="i0">Procura ser allá cerca del cielo</p>
- <p class="i0">La reina sola de las aves bellas:</p>
- <p class="i0">Y por ser ella de ellas</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_148">p. 148</span>La que más altanera se remonta,</p>
- <p class="i0">Ya se encubre y trasmonta</p>
- <p class="i0">A los ojos del lince más atentos</p>
- <p class="i0">Y se contempla reina de los vientos.</p>
- <p class="i0">Mas ¡ay! que en la alta nube</p>
- <p class="i0">El águila la vio y al cielo sube,</p>
- <p class="i0">Donde con pico y garra</p>
- <p class="i0">El pecho candidísimo desgarra</p>
- <p class="i0">Del bello airón que quiso</p>
- <p class="i0">Volar tan alto con tan corto aviso.</p>
- <p class="i0">¡Ay, pájaro altanero,</p>
- <p class="i0">Retrato de mi suerte verdadero!</p>
- <p class="i2">Al son de las belísonas trompetas</p>
- <p class="i0">Y al retumbar del sonoroso parche,</p>
- <p class="i0">Formó escuadrón el capitán gallardo;</p>
- <p class="i0">Con relinchos, bufidos y corvetas</p>
- <p class="i0">Pidió el caballo que la gente marche</p>
- <p class="i0">Trocando en paso presuroso el tardo:</p>
- <p class="i0">Sonó el clarín bastardo</p>
- <p class="i0">La esperada señal de arremetida,</p>
- <p class="i0">Y en batalla rompida,</p>
- <p class="i0">Teniendo cierta de vencer la gloria,</p>
- <p class="i0">Oyó a su gente que cantó victoria.</p>
- <p class="i0">Mas ¡ay! que el desconcierto</p>
- <p class="i0">Del capitán bisoño y poco experto,</p>
- <p class="i0">Por no observar el orden</p>
- <p class="i0">Causó en su gente general desorden,</p>
- <p class="i0">Y, la ocasión perdida,</p>
- <p class="i0">El vencedor perdió victoria y vida.</p>
- <p class="i0">¡Ay, fortuna voltaria,</p>
- <p class="i0">En mis prósperos fines siempre varia!</p>
- <p class="i2">Al cristalino y mudo lisonjero</p>
- <p class="i0">La bella dama en su beldad se goza,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_149">p. 149</span>Contemplándose Venus en la tierra,</p>
- <p class="i0">Y al más rebelde corazón de acero</p>
- <p class="i0">Con su vista enternece y alboroza,</p>
- <p class="i0">Y es de las libertades dulce guerra:</p>
- <p class="i0">El desamor destierra</p>
- <p class="i0">De donde pone sus divinos ojos,</p>
- <p class="i0">Y de ellos son despojos</p>
- <p class="i0">Los purísimos castos de Diana,</p>
- <p class="i0">Y en su belleza se contempla ufana.</p>
- <p class="i0">Mas ¡ay! que un accidente,</p>
- <p class="i0">Apenas puso el pulso intercadente,</p>
- <p class="i0">Cuando cubrió de manchas,</p>
- <p class="i0">Cárdenas ronchas y viruelas anchas</p>
- <p class="i0">El bello rostro hermoso</p>
- <p class="i0">Y lo trocó en horrible y asqueroso.</p>
- <p class="i0">¡Ay, beldad malograda,</p>
- <p class="i0">Muerta luz, turbio sol y flor pisada!</p>
- <p class="i2">Sobre frágiles leños, que con alas</p>
- <p class="i0">De lienzo débil de la mar son carros,</p>
- <p class="i0">El mercader surcó sus claras olas:</p>
- <p class="i0">Llegó a la India, y, rico de bengalas,</p>
- <p class="i0">Perlas, aromas, nácares bizarros,</p>
- <p class="i0">Volvió a ver las riberas españolas.</p>
- <p class="i0">Tremoló banderolas,</p>
- <p class="i0">Flámulas, estandartes, gallardetes:</p>
- <p class="i0">Dio premio a los grumetes</p>
- <p class="i0">Por haber descubierto</p>
- <p class="i0">De la querida patria el dulce puerto.</p>
- <p class="i0">Mas ¡ay! que estaba ignoto</p>
- <p class="i0">A la experiencia y ciencia del piloto</p>
- <p class="i0">En la barra un peñasco,</p>
- <p class="i0">Donde, tocando de la nave el casco,</p>
- <p class="i0">Dio a fondo, hechos mil piezas,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_150">p. 150</span>Mercader, esperanzas y riquezas.</p>
- <p class="i0">¡Pobre bajel, figura</p>
- <p class="i0">Del que anegó mi próspera ventura!</p>
- <p class="i2">Mi pensamiento con ligero vuelo</p>
- <p class="i0">Ufano, alegre, altivo, enamorado,</p>
- <p class="i0">Sin conocer temores la memoria,</p>
- <p class="i0">Se remontó, señora, hasta tu cielo,</p>
- <p class="i0">Y contrastando tu desdén airado,</p>
- <p class="i0">Triunfó mi amor, captó mi fe victoria;</p>
- <p class="i0">Y en la sublime gloria</p>
- <p class="i0">De esa beldad se contempló mi alma,</p>
- <p class="i0">Y el mar de amor sin calma</p>
- <p class="i0">Mi navecilla con su viento en popa</p>
- <p class="i0">Llevaba navegando a toda ropa.</p>
- <p class="i0">Mas ¡ay! que mi contento</p>
- <p class="i0">Fue el pajarillo y corderillo exento,</p>
- <p class="i0">Fue la garza altanera,</p>
- <p class="i0">Fue el capitán que la victoria espera,</p>
- <p class="i0">Fue la Venus del mundo,</p>
- <p class="i0">Fue la nave del piélago profundo;</p>
- <p class="i0">Pues por diversos modos</p>
- <p class="i0">Todos los males padecí de todos.</p>
- <p class="i2">Canción, ve a la coluna</p>
- <p class="i0">Que sustentó mi próspera fortuna,</p>
- <p class="i0">Y verás que si entonces</p>
- <p class="i0">Te pareció de mármoles y bronces,</p>
- <p class="i0">Hoy es mujer; y en suma</p>
- <p class="i0">Breve bien, fácil viento, leve espuma.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <p><span class="pagenum" id="Page_151">p. 151</span></p>
- <h2 class="nobreak">DON NICOLÁS F. DE MORATÍN</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P062">62. Fiesta de toros en Madrid</h3>
-
-<div class="versos ml32">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Madrid</span>, castillo famoso</p>
- <p class="i0">Que al rey moro alivia el miedo,</p>
- <p class="i0">Arde en fiestas en su coso</p>
- <p class="i0">Por ser el natal dichoso</p>
- <p class="i0">De Alimenón de Toledo.</p>
- <p class="i2">Su bravo alcaide Aliatar,</p>
- <p class="i0">De la hermosa Zaida amante,</p>
- <p class="i0">Las ordena celebrar</p>
- <p class="i0">Por si la puede ablandar</p>
- <p class="i0">El corazón de diamante.</p>
- <p class="i2">Pasó, vencida a sus ruegos,</p>
- <p class="i0">Desde Aravaca a Madrid;</p>
- <p class="i0">Hubo pandorgas y fuegos,</p>
- <p class="i0">Con otros nocturnos juegos</p>
- <p class="i0">Que dispuso el adalid.</p>
- <p class="i2">Y en adargas y colores,</p>
- <p class="i0">En las cifras y libreas,</p>
- <p class="i0">Mostraron los amadores,</p>
- <p class="i0">Y en pendones y preseas,</p>
- <p class="i0">La dicha de sus amores.</p>
- <p class="i2">Vinieron las moras bellas</p>
- <p class="i0">De toda la cercanía,</p>
- <p class="i0">Y de lejos muchas de ellas:</p>
- <p class="i0">Las más apuestas doncellas</p>
- <p class="i0">Que España entonces tenía.</p>
- <p class="i2">Aja de Getafe vino,</p>
- <p class="i0">Y Zahara la de Alcorcón,</p>
- <p class="i0">En cuyo obsequio muy fino</p>
- <p class="i0">Corrió de un vuelo el camino</p>
- <p class="i0">El moraicel de Alcabón.</p>
- <p class="i2">Jarifa de Almonacid,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_152">p. 152</span>Que de la Alcarria en que habita</p>
- <p class="i0">Llevó a asombrar a Madrid</p>
- <p class="i0">Su amante Audalla, adalid</p>
- <p class="i0">Del castillo de Zorita.</p>
- <p class="i2">De Adamud y la famosa</p>
- <p class="i0">Meco llegaron allí</p>
- <p class="i0">Dos, cada cual más hermosa,</p>
- <p class="i0">Y Fátima la preciosa,</p>
- <p class="i0">Hija de Alí el alcadí.</p>
- <p class="i2">El ancho circo se llena</p>
- <p class="i0">De multitud clamorosa,</p>
- <p class="i0">Que atiende a ver en la arena</p>
- <p class="i0">La sangrienta lid dudosa,</p>
- <p class="i0">Y todo en torno resuena.</p>
- <p class="i2">La bella Zaida ocupó</p>
- <p class="i0">Sus dorados miradores</p>
- <p class="i0">Que el arte afiligranó,</p>
- <p class="i0">Y con espejos y flores</p>
- <p class="i0">Y damascos adornó.</p>
- <p class="i2">Añafiles y atabales,</p>
- <p class="i0">Con militar armonía,</p>
- <p class="i0">Hicieron salva, y señales</p>
- <p class="i0">De mostrar su valentía</p>
- <p class="i0">Los moros más principales.</p>
- <p class="i2">No en las vegas de Jarama</p>
- <p class="i0">Pacieron la verde grama</p>
- <p class="i0">Nunca animales tan fieros,</p>
- <p class="i0">Junto al puente que se llama,</p>
- <p class="i0">Por sus peces, de Viveros,</p>
- <p class="i2">Como los que el vulgo vio</p>
- <p class="i0">Ser lidiados aquel día;</p>
- <p class="i0">Y en la fiesta que gozó,</p>
- <p class="i0">La popular alegría</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_153">p. 153</span>Muchas heridas costó.</p>
- <p class="i2">Salió un toro del toril</p>
- <p class="i0">Y a Tarfe tiró por tierra,</p>
- <p class="i0">Y luego a Benalguacil;</p>
- <p class="i0">Después con Hamete cierra</p>
- <p class="i0">El temerón de Conil.</p>
- <p class="i2">Traía un ancho listón</p>
- <p class="i0">Con uno y otro matiz</p>
- <p class="i0">Hecho un lazo por airón,</p>
- <p class="i0">Sobre la inhiesta cerviz</p>
- <p class="i0">Clavado con un arpón.</p>
- <p class="i2">Todo galán pretendía</p>
- <p class="i0">Ofrecerle vencedor</p>
- <p class="i0">A la dama que servía:</p>
- <p class="i0">Por eso perdió Almanzor</p>
- <p class="i0">El potro que más quería.</p>
- <p class="i2">El alcaide muy zambrero</p>
- <p class="i0">De Guadalajara, huyó</p>
- <p class="i0">Mal herido al golpe fiero,</p>
- <p class="i0">Y desde un caballo overo</p>
- <p class="i0">El moro de Horche cayó.</p>
- <p class="i2">Todos miran a Aliatar,</p>
- <p class="i0">Que, aunque tres toros ha muerto,</p>
- <p class="i0">No se quiere aventurar,</p>
- <p class="i0">Porque en lance tan incierto</p>
- <p class="i0">El caudillo no ha de entrar.</p>
- <p class="i2">Mas viendo se culparía,</p>
- <p class="i0">Va a ponérsele delante:</p>
- <p class="i0">La fiera le acometía,</p>
- <p class="i0">Y sin que el rejón la plante</p>
- <p class="i0">Le mató una yegua pía.</p>
- <p class="i2">Otra monta acelerado:</p>
- <p class="i0">Le embiste el toro de un vuelo</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_154">p. 154</span>Cogiéndole entablerado;</p>
- <p class="i0">Rodó el bonete encarnado</p>
- <p class="i0">Con las plumas por el suelo.</p>
- <p class="i2">Dio vuelta hiriendo y matando</p>
- <p class="i0">A los de a pie que encontrara,</p>
- <p class="i0">El circo desocupando,</p>
- <p class="i0">Y emplazándose, se para,</p>
- <p class="i0">Con la vista amenazando.</p>
- <p class="i2">Nadie se atreve a salir:</p>
- <p class="i0">La plebe grita indignada,</p>
- <p class="i0">Las damas se quieren ir,</p>
- <p class="i0">Porque la fiesta empezada</p>
- <p class="i0">No puede ya proseguir.</p>
- <p class="i2">Ninguno al riesgo se entrega</p>
- <p class="i0">Y está en medio el toro fijo,</p>
- <p class="i0">Cuando un portero que llega</p>
- <p class="i0">De la puerta de la Vega,</p>
- <p class="i0">Hincó la rodilla, y dijo:</p>
- <p class="i2">Sobre un caballo alazano,</p>
- <p class="i0">Cubierto de galas y oro,</p>
- <p class="i0">Demanda licencia urbano</p>
- <p class="i0">Para alancear a un toro</p>
- <p class="i0">Un caballero cristiano.</p>
- <p class="i2">Mucho le pesa a Aliatar;</p>
- <p class="i0">Pero Zaida dio respuesta</p>
- <p class="i0">Diciendo que puede entrar,</p>
- <p class="i0">Porque en tan solemne fiesta</p>
- <p class="i0">Nada se debe negar.</p>
- <p class="i2">Suspenso el concurso entero</p>
- <p class="i0">Entre dudas se embaraza,</p>
- <p class="i0">Cuando en un potro ligero</p>
- <p class="i0">Vieron entrar en la plaza</p>
- <p class="i0">Un bizarro caballero.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_155">p. 155</span>Sonrosado, albo color,</p>
- <p class="i0">Belfo labio, juveniles</p>
- <p class="i0">Alientos, inquieto ardor,</p>
- <p class="i0">En el florido verdor</p>
- <p class="i0">De sus lozanos abriles.</p>
- <p class="i2">Cuelga la rubia guedeja</p>
- <p class="i0">Por donde el almete sube,</p>
- <p class="i0">Cual mirarse tal vez deja</p>
- <p class="i0">Del sol la ardiente madeja</p>
- <p class="i0">Entre cenicienta nube.</p>
- <p class="i2">Gorguera de anchos follajes,</p>
- <p class="i0">De una cristiana primores;</p>
- <p class="i0">En el yelmo los plumajes</p>
- <p class="i0">Por los visos y celajes</p>
- <p class="i0">Vergel de diversas flores.</p>
- <p class="i2">En la cuja gruesa lanza,</p>
- <p class="i0">Con recamado pendón,</p>
- <p class="i0">Y una cifra a ver se alcanza,</p>
- <p class="i0">Que es de desesperación,</p>
- <p class="i0">O a lo menos de venganza.</p>
- <p class="i2">En el arzón de la silla</p>
- <p class="i0">Ancho escudo reverbera</p>
- <p class="i0">Con blasones de Castilla,</p>
- <p class="i0">Y el mote dice a la orilla:</p>
- <p class="i0"><i>Nunca mi espada venciera</i>.</p>
- <p class="i2">Era el caballo galán,</p>
- <p class="i0">El bruto más generoso,</p>
- <p class="i0">De más gallardo ademán:</p>
- <p class="i0">Cabos negros, y brioso,</p>
- <p class="i0">Muy tostado, y alazán.</p>
- <p class="i2">Larga cola recogida</p>
- <p class="i0">En las piernas descarnadas,</p>
- <p class="i0">Cabeza pequeña, erguida,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_156">p. 156</span>Las narices dilatadas,</p>
- <p class="i0">Vista feroz y encendida.</p>
- <p class="i2">Nunca en el ancho rodeo</p>
- <p class="i0">Que da Betis con tal fruto</p>
- <p class="i0">Pudo fingir el deseo</p>
- <p class="i0">Más bella estampa de bruto,</p>
- <p class="i0">Ni más hermoso paseo.</p>
- <p class="i2">Dio la vuelta al rededor;</p>
- <p class="i0">Los ojos que le veían</p>
- <p class="i0">Lleva prendados de amor:</p>
- <p class="i0">¡Alah te salve! decían,</p>
- <p class="i0">¡Dete el Profeta favor!</p>
- <p class="i2">Causaba lástima y grima</p>
- <p class="i0">Su tierna edad floreciente:</p>
- <p class="i0">Todos quieren que se exima</p>
- <p class="i0">Del riesgo, y él solamente</p>
- <p class="i0">Ni recela ni se estima.</p>
- <p class="i2">Las doncellas, al pasar,</p>
- <p class="i0">Hacen de ámbar y alcanfor</p>
- <p class="i0">Pebeteros exhalar,</p>
- <p class="i0">Vertiendo pomos de olor,</p>
- <p class="i0">De jazmines y azahar.</p>
- <p class="i2">Mas cuando en medio se para,</p>
- <p class="i0">Y de más cerca le mira</p>
- <p class="i0">La cristiana esclava Aldara,</p>
- <p class="i0">Con su señora se encara,</p>
- <p class="i0">Y así la dice, y suspira:</p>
- <p class="i2">Señora, sueños no son;</p>
- <p class="i0">Así los cielos, vencidos</p>
- <p class="i0">De mi ruego y aflicción,</p>
- <p class="i0">Acerquen a mis oídos</p>
- <p class="i0">Las campanas de León,</p>
- <p class="i2">Como ese doncel, que ufano</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_157">p. 157</span>Tanto asombro viene a dar</p>
- <p class="i0">A todo el pueblo africano,</p>
- <p class="i0">Es Rodrigo de Vivar,</p>
- <p class="i0">El soberbio castellano.</p>
- <p class="i2">Sin descubrirle quién es,</p>
- <p class="i0">La Zaida desde una almena</p>
- <p class="i0">Le habló una noche cortés,</p>
- <p class="i0">Por donde se abrió después</p>
- <p class="i0">El cubo de la Almudena.</p>
- <p class="i2">Y supo que, fugitivo</p>
- <p class="i0">De la corte de Fernando,</p>
- <p class="i0">El cristiano, apenas vivo,</p>
- <p class="i0">Está a Jimena adorando</p>
- <p class="i0">Y en su memoria cautivo.</p>
- <p class="i2">Tal vez a Madrid se acerca</p>
- <p class="i0">Con frecuentes correrías</p>
- <p class="i0">Y todo en torno la cerca;</p>
- <p class="i0">Observa sus saetías,</p>
- <p class="i0">Arroyadas y ancha alberca.</p>
- <p class="i2">Por eso le ha conocido:</p>
- <p class="i0">Que en medio de aclamaciones,</p>
- <p class="i0">El caballo ha detenido</p>
- <p class="i0">Delante de sus balcones,</p>
- <p class="i0">Y la saluda rendido.</p>
- <p class="i2">La mora se puso en pie</p>
- <p class="i0">Y sus doncellas detrás:</p>
- <p class="i0">El alcaide que lo ve,</p>
- <p class="i0">Enfurecido además,</p>
- <p class="i0">Muestra cuán celoso esté.</p>
- <p class="i2">Suena un rumor placentero</p>
- <p class="i0">Entre el vulgo de Madrid:</p>
- <p class="i0">No habrá mejor caballero,</p>
- <p class="i0">Dicen, en el mundo entero,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_158">p. 158</span>Y algunos le llaman Cid.</p>
- <p class="i2">Crece la algazara, y él,</p>
- <p class="i0">Torciendo las riendas de oro,</p>
- <p class="i0">Marcha al combate crüel:</p>
- <p class="i0">Alza el galope, y al toro</p>
- <p class="i0">Busca en sonoro tropel.</p>
- <p class="i2">El bruto se le ha encarado</p>
- <p class="i0">Desde que le vio llegar,</p>
- <p class="i0">De tanta gala asombrado,</p>
- <p class="i0">Y al rededor le ha observado</p>
- <p class="i0">Sin moverse de un lugar.</p>
- <p class="i2">Cual flecha se disparó</p>
- <p class="i0">Despedida de la cuerda,</p>
- <p class="i0">De tal suerte le embistió;</p>
- <p class="i0">Detrás de la oreja izquierda</p>
- <p class="i0">La aguda lanza le hirió.</p>
- <p class="i2">Brama la fiera burlada;</p>
- <p class="i0">Segunda vez acomete,</p>
- <p class="i0">De espuma y sudor bañada,</p>
- <p class="i0">Y segunda vez la mete</p>
- <p class="i0">Sutil la punta acerada.</p>
- <p class="i2">Pero ya Rodrigo espera</p>
- <p class="i0">Con heroico atrevimiento,</p>
- <p class="i0">El pueblo mudo y atento:</p>
- <p class="i0">Se engalla el toro y altera,</p>
- <p class="i0">Y finge acometimiento.</p>
- <p class="i2">La arena escarba ofendido,</p>
- <p class="i0">Sobre la espalda la arroja</p>
- <p class="i0">Con el hueso retorcido;</p>
- <p class="i0">El suelo huele y le moja</p>
- <p class="i0">En ardiente resoplido.</p>
- <p class="i2">La cola inquieto menea,</p>
- <p class="i0">La diestra oreja mosquea,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_159">p. 159</span>Vase retirando atrás,</p>
- <p class="i0">Para que la fuerza sea</p>
- <p class="i0">Mayor, y el ímpetu más.</p>
- <p class="i2">El que en esta ocasión viera</p>
- <p class="i0">De Zaida el rostro alterado,</p>
- <p class="i0">Claramente conociera</p>
- <p class="i0">Cuanto le cuesta cuidado</p>
- <p class="i0">El que tanto riesgo espera.</p>
- <p class="i2">Mas ¡ay, que le embiste horrendo</p>
- <p class="i0">El animal espantoso!</p>
- <p class="i0">Jamás peñasco tremendo</p>
- <p class="i0">Del Cáucaso cavernoso</p>
- <p class="i0">Se desgaja estrago haciendo,</p>
- <p class="i2">Ni llama así fulminante</p>
- <p class="i0">Cruza en negra oscuridad</p>
- <p class="i0">Con relámpagos delante,</p>
- <p class="i0">Al estrépito tronante</p>
- <p class="i0">De sonora tempestad,</p>
- <p class="i2">Como el bruto se abalanza</p>
- <p class="i0">Con terrible ligereza;</p>
- <p class="i0">Mas rota con gran pujanza</p>
- <p class="i0">La alta nuca, la fiereza</p>
- <p class="i0">Y el último aliento lanza.</p>
- <p class="i2">La confusa vocería</p>
- <p class="i0">Que en tal instante se oyó</p>
- <p class="i0">Fue tanta, que parecía</p>
- <p class="i0">Que honda mina reventó,</p>
- <p class="i0">O el monte y valle se hundía.</p>
- <p class="i2">A caballo como estaba</p>
- <p class="i0">Rodrigo, el lazo alcanzó</p>
- <p class="i0">Con que el toro se adornaba:</p>
- <p class="i0">En su lanza le clavó</p>
- <p class="i0">Y a los balcones llegaba.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_160">p. 160</span>Y alzándose en los estribos,</p>
- <p class="i0">Le alarga a Zaida, diciendo:</p>
- <p class="i0">Sultana, aunque bien entiendo</p>
- <p class="i0">Ser favores excesivos,</p>
- <p class="i0">Mi corto don admitiendo;</p>
- <p class="i2">Si no os dignáredes ser</p>
- <p class="i0">Con él benigna, advertid</p>
- <p class="i0">Que a mí me basta saber</p>
- <p class="i0">Que no le debo ofrecer</p>
- <p class="i0">A otra persona en Madrid.</p>
- <p class="i2">Ella, el rostro placentero,</p>
- <p class="i0">Dijo, y turbada: señor,</p>
- <p class="i0">Yo le admito y le venero,</p>
- <p class="i0">Por conservar el favor</p>
- <p class="i0">De tan gentil caballero.</p>
- <p class="i2">Y besando el rico don,</p>
- <p class="i0">Para agradar al doncel,</p>
- <p class="i0">Le prende con afición</p>
- <p class="i0">Al lado del corazón</p>
- <p class="i0">Por brinquiño y por joyel.</p>
- <p class="i2">Pero Aliatar el caudillo</p>
- <p class="i0">De envidia ardiendo se ve,</p>
- <p class="i0">Y, trémulo y amarillo,</p>
- <p class="i0">Sobre un tremecén rosillo</p>
- <p class="i0">Lozaneándose fue.</p>
- <p class="i2">Y en ronca voz: Castellano,</p>
- <p class="i0">Le dice: con más decoros</p>
- <p class="i0">Suelo yo dar de mi mano,</p>
- <p class="i0">Si no penachos de toros,</p>
- <p class="i0">Las cabezas del cristiano.</p>
- <p class="i2">Y si vinieras de guerra</p>
- <p class="i0">Cual vienes de fiesta y gala,</p>
- <p class="i0">Vieras que en toda la tierra,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_161">p. 161</span>Al valor que dentro encierra</p>
- <p class="i0">Madrid, ninguno se iguala.</p>
- <p class="i2">Así, dijo el de Vivar,</p>
- <p class="i0">Respondo; y la lanza al ristre</p>
- <p class="i0">Pone, y espera a Aliatar;</p>
- <p class="i0">Mas sin que nadie administre</p>
- <p class="i0">Orden, tocaron a armar.</p>
- <p class="i2">Ya fiero bando con gritos</p>
- <p class="i0">Su muerte o prisión pedía,</p>
- <p class="i0">Cuando se oyó en los distritos</p>
- <p class="i0">Del monte de Leganitos</p>
- <p class="i0">Del Cid la trompetería.</p>
- <p class="i2">Entre la Monclova y Soto</p>
- <p class="i0">Tercio escogido emboscó,</p>
- <p class="i0">Que, viendo como tardó,</p>
- <p class="i0">Se acerca, oyó el alboroto,</p>
- <p class="i0">Y al muro se abalanzó.</p>
- <p class="i2">Y si no vieran salir</p>
- <p class="i0">Por la puerta a su señor,</p>
- <p class="i0">Y Zaida a le despedir,</p>
- <p class="i0">Iban la fuerza a embestir:</p>
- <p class="i0">Tal era ya su furor.</p>
- <p class="i2">El alcaide, recelando</p>
- <p class="i0">Que en Madrid tenga partido,</p>
- <p class="i0">Se templó disimulando,</p>
- <p class="i0">Y por el parque florido</p>
- <p class="i0">Salió con él razonando.</p>
- <p class="i2">Y es fama que, a la bajada,</p>
- <p class="i0">Juró por la cruz el Cid</p>
- <p class="i0">De su vencedora espada</p>
- <p class="i0">De no quitar la celada</p>
- <p class="i0">Hasta que gane a Madrid.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <p><span class="pagenum" id="Page_162">p. 162</span></p>
- <h2 class="nobreak">DON GASPAR M. DE JOVELLANOS</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P063">63. Epístola de Fabio a Anfriso</h3>
-
-<p class="subh3"><i>Descripción del Paular</i></p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="estrofa">
- <p class="i0"><i>Credibile est illi numen inesse loco</i></p>
- <p class="id"><span class="smcap">Ovidius</span></p>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Desde</span> el oculto y venerable asilo</p>
- <p class="i0">Do la virtud austera y penitente</p>
- <p class="i0">Vive ignorada y, del liviano mundo</p>
- <p class="i0">Huida, en santa soledad se esconde,</p>
- <p class="i0">El triste Fabio al venturoso Anfriso</p>
- <p class="i0">Salud en versos flébiles envía.</p>
- <p class="i0">Salud le envía a Anfriso, al que inspirado</p>
- <p class="i0">De las mantuanas musas, tal vez suele</p>
- <p class="i0">Al grave son de su celeste canto</p>
- <p class="i0">Precipitar del viejo Manzanares</p>
- <p class="i0">El curso perezoso: tal süave</p>
- <p class="i0">Suele ablandar con amorosa lira</p>
- <p class="i0">La altiva condición de sus zagalas.</p>
- <p class="i0">¡Pluguiera a Dios, oh Anfriso, que el cuitado</p>
- <p class="i0">A quien no dio la suerte tal ventura</p>
- <p class="i0">Pudiese huir del mundo y sus peligros!</p>
- <p class="i0">¡Pluguiera a Dios, pues ya con su barquilla</p>
- <p class="i0">Logró arribar a puerto tan seguro,</p>
- <p class="i0">Que esconderla supiera en este abrigo,</p>
- <p class="i0">A tanta luz y ejemplos enseñado!</p>
- <p class="i0">Huyera así la furia tempestuosa</p>
- <p class="i0">De los contrarios vientos, los escollos,</p>
- <p class="i0">Y las fieras borrascas tantas veces</p>
- <p class="i0">Entre sustos y lágrimas corridas.</p>
- <p class="i0">Así también del mundanal tumulto</p>
- <p class="i0">Lejos, y en estos montes guarecido,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_163">p. 163</span>Alguna vez gozara del reposo,</p>
- <p class="i0">Que hoy desterrado de su pecho vive.</p>
- <p class="i2">Mas ¡ay de aquel que hasta en el santo asilo</p>
- <p class="i0">De la virtud arrastra la cadena,</p>
- <p class="i0">La pesada cadena con que el mundo</p>
- <p class="i0">Oprime a sus esclavos! ¡Ay del triste</p>
- <p class="i0">En cuyo oído suena con espanto,</p>
- <p class="i0">Por esta oculta soledad rompiendo,</p>
- <p class="i0">De su señor el imperioso grito!</p>
- <p class="i2">Busco en estas moradas silenciosas</p>
- <p class="i0">El reposo y la paz que aquí se esconden,</p>
- <p class="i0">Y solo encuentro la inquietud funesta</p>
- <p class="i0">Que mis sentidos y razón conturba.</p>
- <p class="i2">Busco paz y reposo, pero en vano</p>
- <p class="i0">Los busco ¡oh caro Anfriso! que estos dones,</p>
- <p class="i0">Herencia santa que al partir del mundo</p>
- <p class="i0">Dejó Bruno en sus hijos vinculada,</p>
- <p class="i0">Nunca en profano corazón entraron</p>
- <p class="i0">Ni a los parciales del placer se dieron.</p>
- <p class="i2">Conozco bien que, fuera de este asilo,</p>
- <p class="i0">Solo me guarda el mundo sinrazones,</p>
- <p class="i0">Vanos deseos, duros desengaños,</p>
- <p class="i0">Susto y dolor; empero todavía</p>
- <p class="i0">A entrar en él no puedo resolverme.</p>
- <p class="i0">No puedo resolverme, y despechado</p>
- <p class="i0">Sigo el impulso del fatal destino</p>
- <p class="i0">Que a muy más dura esclavitud me guía.</p>
- <p class="i0">Sigo su fiero impulso, y llevo siempre</p>
- <p class="i0">Por todas partes los pesados grillos</p>
- <p class="i0">Que de la ansiada libertad me privan.</p>
- <p class="i2">De afán y angustia el pecho traspasado,</p>
- <p class="i0">Pido a la muda soledad consuelo</p>
- <p class="i0">Y con dolientes quejas la importuno.</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_164">p. 164</span>Salgo al ameno valle, subo al monte,</p>
- <p class="i0">Sigo del claro río las corrientes,</p>
- <p class="i0">Busco la fresca y deleitosa sombra,</p>
- <p class="i0">Corro por todas partes, y no encuentro</p>
- <p class="i0">En parte alguna la quietud perdida.</p>
- <p class="i2">¡Ay, Anfriso, qué escenas a mis ojos,</p>
- <p class="i0">Cansados de llorar, presenta el cielo!</p>
- <p class="i0">Rodeado de frondosos y altos montes</p>
- <p class="i0">Se extiende un valle, que de mil delicias</p>
- <p class="i0">Con sabia mano ornó naturaleza.</p>
- <p class="i0">Pártele en dos mitades, despeñado</p>
- <p class="i0">De las vecinas rocas, el Lozoya,</p>
- <p class="i0">Por su pesca famoso y dulces aguas.</p>
- <p class="i0">Del claro río sobre el verde margen</p>
- <p class="i0">Crecen frondosos álamos, que al cielo</p>
- <p class="i0">Ya erguidos alzan las plateadas copas,</p>
- <p class="i0">O ya, sobre las aguas encorvados,</p>
- <p class="i0">En mil figuras miran con asombro</p>
- <p class="i0">Su forma en los cristales retratada.</p>
- <p class="i0">De la siniestra orilla un bosque umbrío</p>
- <p class="i0">Hasta la falda del vecino monte</p>
- <p class="i0">Se extiende: tan ameno y delicioso</p>
- <p class="i0">Que le hubiera juzgado el gentilismo</p>
- <p class="i0">Morada de algún dios, o a los misterios</p>
- <p class="i0">De las silvanas Dríadas guardado.</p>
- <p class="i2">Aquí encamino mis inciertos pasos,</p>
- <p class="i0">Y en su recinto umbrío y silencioso,</p>
- <p class="i0">Mansión la más conforme para un triste,</p>
- <p class="i0">Entro a pensar en mi cruel destino.</p>
- <p class="i0">La grata soledad, la dulce sombra,</p>
- <p class="i0">El aire blando y el silencio mudo,</p>
- <p class="i0">Mi desventura y mi dolor adulan.</p>
- <p class="i0">No alcanza aquí del padre de las luces</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_165">p. 165</span>El rayo acechador, ni su reflejo</p>
- <p class="i0">Viene a cubrir de confusión el rostro</p>
- <p class="i0">De un infeliz en su dolor sumido.</p>
- <p class="i0">El canto de las aves no interrumpe</p>
- <p class="i0">Aquí tampoco la quietud de un triste,</p>
- <p class="i0">Pues solo de la viuda tortolilla</p>
- <p class="i0">Se oye tal vez el lastimero arrullo,</p>
- <p class="i0">Tal vez el melancólico trinado</p>
- <p class="i0">De la angustiada y dulce Filomena.</p>
- <p class="i0">Con blando impulso el céfiro süave,</p>
- <p class="i0">Las copas de los árboles moviendo,</p>
- <p class="i0">Recrea el alma con el manso ruido,</p>
- <p class="i0">Mientras al dulce soplo desprendidas</p>
- <p class="i0">Las agostadas hojas, revolando,</p>
- <p class="i0">Bajan en lentos círculos al suelo,</p>
- <p class="i0">Cúbrenle en torno, y la frondosa pompa</p>
- <p class="i0">Que al árbol adornara en primavera,</p>
- <p class="i0">Yace marchita y muestra los rigores</p>
- <p class="i0">Del abrasado estío y seco otoño.</p>
- <p class="i2">¡Así también de juventud lozana</p>
- <p class="i0">Pasan, oh Anfriso, las livianas dichas!</p>
- <p class="i0">Un soplo de inconstancia, de fastidio,</p>
- <p class="i0">O de capricho femenil las tala</p>
- <p class="i0">Y lleva por el aire, cual las hojas</p>
- <p class="i0">De los frondosos árboles caídas.</p>
- <p class="i0">Ciegos empero, y tras su vana sombra</p>
- <p class="i0">De contino exhalados, en pos de ellas</p>
- <p class="i0">Corremos hasta hallar el precipicio</p>
- <p class="i0">Do nuestro error y su ilusión nos guían.</p>
- <p class="i0">Volamos en pos de ellas como suele</p>
- <p class="i0">Volar a la dulzura del reclamo</p>
- <p class="i0">Incauto el pajarillo: entre las hojas</p>
- <p class="i0">El preparado visco le detiene:</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_166">p. 166</span>Lucha cautivo por huir, y en vano,</p>
- <p class="i0">Porque un traidor, que en asechanza atisba,</p>
- <p class="i0">Con mano infiel la libertad le roba</p>
- <p class="i0">Y a muerte le condena o cárcel dura.</p>
- <p class="i2">¡Ah, dichoso el mortal de cuyos ojos</p>
- <p class="i0">Un pronto desengaño corrió el velo</p>
- <p class="i0">De la ciega ilusión! ¡Una y mil veces</p>
- <p class="i0">Dichoso el solitario penitente</p>
- <p class="i0">Que, triunfando del mundo y de sí mismo,</p>
- <p class="i0">Vive en la soledad libre y contento!</p>
- <p class="i0">Unido a Dios por medio de la santa</p>
- <p class="i0">Contemplación, le goza ya en la tierra,</p>
- <p class="i0">Y retirado en su tranquilo albergue</p>
- <p class="i0">Observa reflexivo los milagros</p>
- <p class="i0">De la naturaleza, sin que nunca</p>
- <p class="i0">Turben el susto ni el dolor su pecho.</p>
- <p class="i2">Regálanle las aves con su canto,</p>
- <p class="i0">Mientras la aurora sale refulgente</p>
- <p class="i0">A cubrir de alegría y luz el mundo.</p>
- <p class="i0">Nácele siempre el sol claro y brillante,</p>
- <p class="i0">Y nunca a él levanta conturbados</p>
- <p class="i0">Sus ojos, ora en el oriente raye,</p>
- <p class="i0">Ora, del cielo a la mitad subiendo,</p>
- <p class="i0">En pompa guíe el reluciente carro;</p>
- <p class="i0">Ora con tibia luz, más perezoso,</p>
- <p class="i0">Su faz esconda en los vecinos montes.</p>
- <p class="i0">Cuando en las claras noches cuidadoso</p>
- <p class="i0">Vuelve desde los santos ejercicios,</p>
- <p class="i0">La plateada luna en lo más alto</p>
- <p class="i0">Del cielo mueve la luciente rueda</p>
- <p class="i0">Con augusto silencio, y recreando</p>
- <p class="i0">Con blando resplandor su humilde vista,</p>
- <p class="i0">Eleva su razón, y la dispone</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_167">p. 167</span>A contemplar la alteza y la inefable</p>
- <p class="i0">Gloria del Padre y Criador del mundo.</p>
- <p class="i0">Libre de los cuidados enojosos</p>
- <p class="i0">Que en los palacios y dorados techos</p>
- <p class="i0">Nos turban de contino, y entregado</p>
- <p class="i0">A la inefable y justa Providencia,</p>
- <p class="i0">Si al breve sueño alguna pausa pide</p>
- <p class="i0">De sus santas tareas, obediente</p>
- <p class="i0">Viene a cerrar sus párpados el sueño</p>
- <p class="i0">Con mano amiga, y de su lado ahuyenta</p>
- <p class="i0">El susto y las fantasmas de la noche.</p>
- <p class="i2">¡Oh suerte venturosa, a los amigos</p>
- <p class="i0">De la virtud guardada! ¡Oh dicha, nunca</p>
- <p class="i0">De los tristes mundanos conocida!</p>
- <p class="i0">¡Oh monte impenetrable! ¡Oh bosque umbrío!</p>
- <p class="i0">¡Oh valle deleitoso! ¡Oh solitaria,</p>
- <p class="i0">Taciturna mansión! ¡Oh, quién, del alto</p>
- <p class="i0">Y proceloso mar del mundo huyendo</p>
- <p class="i0">A vuestra santa calma, aquí seguro</p>
- <p class="i0">Vivir pudiera siempre, y escondido!</p>
- <p class="i2">Tales cosas revuelvo en mi memoria</p>
- <p class="i0">En esta triste soledad sumido.</p>
- <p class="i0">Llega en tanto la noche, y con su manto</p>
- <p class="i0">Cobija el ancho mundo. Vuelvo entonces</p>
- <p class="i0">A los medrosos claustros. De una escasa</p>
- <p class="i0">Luz el distante y pálido reflejo</p>
- <p class="i0">Guía por ellos mis inciertos pasos;</p>
- <p class="i0">Y en medio del horror y del silencio,</p>
- <p class="i0">¡Oh fuerza del ejemplo portentosa!</p>
- <p class="i0">Mi corazón palpita, en mi cabeza</p>
- <p class="i0">Se erizan los cabellos, se estremecen</p>
- <p class="i0">Mis carnes, y discurre por mis nervios</p>
- <p class="i0">Un súbito rigor que los embarga.</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_168">p. 168</span>Parece que oigo que del centro oscuro</p>
- <p class="i0">Sale una voz tremenda que, rompiendo</p>
- <p class="i0">El eterno silencio, así me dice:</p>
- <p class="i0">«Huye de aquí, profano; tú, que llevas</p>
- <p class="i0">»De ideas mundanales lleno el pecho,</p>
- <p class="i0">»Huye de esta morada, do se albergan</p>
- <p class="i0">»Con la virtud humilde y silenciosa</p>
- <p class="i0">»Sus escogidos: huye, y no profanes</p>
- <p class="i0">»Con tu planta sacrílega este asilo.»</p>
- <p class="i0">De aviso tal al golpe confundido,</p>
- <p class="i0">Con paso vacilante voy cruzando</p>
- <p class="i0">Los pavorosos tránsitos, y llego</p>
- <p class="i0">Por fin a mi morada, donde ni hallo</p>
- <p class="i0">El ansiado reposo, ni recobran</p>
- <p class="i0">La suspirada calma mis sentidos.</p>
- <p class="i0">Lleno de congojosos pensamientos</p>
- <p class="i0">Paso la triste y perezosa noche</p>
- <p class="i0">En molesta vigilia, sin que llegue</p>
- <p class="i0">A mis ojos el sueño, ni interrumpan</p>
- <p class="i0">Sus regalados bálsamos mi pena.</p>
- <p class="i0">Vuelve por fin con la rosada aurora</p>
- <p class="i0">La luz aborrecida, y en pos de ella</p>
- <p class="i0">El claro día a publicar mi llanto</p>
- <p class="i0">Y dar nueva materia al dolor mío.</p>
- </div>
-</div>
-
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-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON JUAN MELÉNDEZ VALDÉS</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P064">64. Rosana en los fuegos</h3>
-
-<div class="versos ml34">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Del</span> sol llevaba la lumbre,</p>
- <p class="i0">Y la alegría del alba,</p>
- <p class="i0">En sus celestiales ojos</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_169">p. 169</span>La hermosísima Rosana,</p>
- <p class="i0">Una noche que a los fuegos</p>
- <p class="i0">Salió la fiesta de Pascua</p>
- <p class="i0">Para abrasar todo el valle</p>
- <p class="i0">En mil amorosas ansias.</p>
- <p class="i0">Por do quiera que camina</p>
- <p class="i0">Lleva tras sí la mañana,</p>
- <p class="i0">Y donde se vuelve rinde</p>
- <p class="i0">La libertad de mil almas.</p>
- <p class="i0">El céfiro la acaricia</p>
- <p class="i0">Y mansamente la halaga,</p>
- <p class="i0">Los Amores la rodean</p>
- <p class="i0">Y las Gracias la acompañan.</p>
- <p class="i0">Y ella, así como en el valle</p>
- <p class="i0">Descuella la altiva palma</p>
- <p class="i0">Cuando sus verdes pimpollos</p>
- <p class="i0">Hasta las nubes levanta;</p>
- <p class="i0">O cual vid de fruto llena</p>
- <p class="i0">Que con el olmo se abraza,</p>
- <p class="i0">Y sus vástagos extiende</p>
- <p class="i0">Al arbitrio de las ramas;</p>
- <p class="i0">Así entre sus compañeras</p>
- <p class="i0">El nevado cuello alza,</p>
- <p class="i0">Sobresaliendo entre todas</p>
- <p class="i0">Cual fresca rosa entre zarzas.</p>
- <p class="i0">Todos los ojos se lleva</p>
- <p class="i0">Tras sí, todo lo avasalla;</p>
- <p class="i0">De amor mata a los pastores</p>
- <p class="i0">Y de envidia a las zagalas.</p>
- <p class="i0">Ni las músicas se atienden,</p>
- <p class="i0">Ni se gozan las lumbradas;</p>
- <p class="i0">Que todos corren por verla</p>
- <p class="i0">Y al verla todos se abrasan.</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_170">p. 170</span>¡Qué de suspiros se escuchan!</p>
- <p class="i0">¡Qué de vivas y de salvas!</p>
- <p class="i0">No hay zagal que no la admire</p>
- <p class="i0">Y no se esmere en loarla.</p>
- <p class="i0">Cuál absorto la contempla</p>
- <p class="i0">Y a la aurora la compara</p>
- <p class="i0">Cuando más alegre sale</p>
- <p class="i0">Y el cielo de su albor baña;</p>
- <p class="i0">Cuál al fresco y verde aliso</p>
- <p class="i0">Que crece al margen del agua,</p>
- <p class="i0">Cuando más pomposo en hojas</p>
- <p class="i0">En su cristal se retrata;</p>
- <p class="i0">Cuál a la luna, si muestra</p>
- <p class="i0">Llena su esfera de plata,</p>
- <p class="i0">Y asoma por los collados</p>
- <p class="i0">De luceros coronada.</p>
- <p class="i0">Otros pasmados la miran</p>
- <p class="i0">Y mudamente la alaban,</p>
- <p class="i0">Y cuanto más la contemplan</p>
- <p class="i0">Muy más hermosa la hallan.</p>
- <p class="i0">Que es como el cielo su rostro</p>
- <p class="i0">Cuando en la noche callada</p>
- <p class="i0">Brilla con todas sus luces</p>
- <p class="i0">Y los ojos embaraza.</p>
- <p class="i0">¡Ay, qué de envidias se encienden!</p>
- <p class="i0">¡Ay, qué de celos que causa</p>
- <p class="i0">En las serranas del Tormes</p>
- <p class="i0">Su perfección sobrehumana!</p>
- <p class="i0">Las más hermosas la temen,</p>
- <p class="i0">Mas sin osar murmurarla;</p>
- <p class="i0">Que como el oro más puro</p>
- <p class="i0">No sufre una leve mancha.</p>
- <p class="i0">Bien haya tu gentileza,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_171">p. 171</span>Una y mil veces bien haya,</p>
- <p class="i0">Y abrase la envidia al pueblo,</p>
- <p class="i0">Hermosísima aldeana.</p>
- <p class="i0">Toda, toda eres perfecta,</p>
- <p class="i0">Toda eres donaire y gracia,</p>
- <p class="i0">El amor vive en tus ojos</p>
- <p class="i0">Y la gloria está en tu cara.</p>
- <p class="i0">La libertad me has robado,</p>
- <p class="i0">Yo la doy por bien robada,</p>
- <p class="i0">Mas recibe el don benigna</p>
- <p class="i0">Que mi humildad te consagra.</p>
- <p class="i0">Esto un zagal la decía</p>
- <p class="i0">Con razones mal formadas,</p>
- <p class="i0">Que salió libre a los fuegos</p>
- <p class="i0">Y volvió cautivo a casa.</p>
- <p class="i0">Y desde entonces perdido</p>
- <p class="i0">El día a sus puertas le halla;</p>
- <p class="i0">Ayer le cantó esta letra</p>
- <p class="i0">Echándole la alborada:</p>
- <p class="i2">Linda zagaleja</p>
- <p class="i0">De cuerpo gentil,</p>
- <p class="i0"><i>Muérome de amores</i></p>
- <p class="i0"><i>Desde que te vi.</i></p>
- <p class="i2">Tu talle, tu aseo,</p>
- <p class="i0">Tu gala y donaire,</p>
- <p class="i0">No tienen, serrana,</p>
- <p class="i0">Igual en el valle.</p>
- <p class="i0">Del cielo son ellos</p>
- <p class="i0">Y tú un serafín:</p>
- <p class="i0"><i>Muérome de amores</i></p>
- <p class="i0"><i>Desde que te vi.</i></p>
- <p class="i2">De amores me muero,</p>
- <p class="i0">Sin que nada baste</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_172">p. 172</span>A darme la vida</p>
- <p class="i0">Que allá te llevaste,</p>
- <p class="i0">Si ya no te dueles</p>
- <p class="i0">Benigna de mí;</p>
- <p class="i0"><i>Que muero de amores</i></p>
- <p class="i0"><i>Desde que te vi</i>.</p>
- </div>
-</div>
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-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON LEANDRO F. DE MORATÍN</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P065">65. Elegía a las Musas</h3>
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Esta</span> corona, adorno de mi frente,</p>
- <p class="i0">Esta sonante lira y flautas de oro</p>
- <p class="i0">Y máscaras alegres, que algún día</p>
- <p class="i0">Me disteis, sacras Musas, de mis manos</p>
- <p class="i0">Trémulas recibid, y el canto acabe,</p>
- <p class="i0">Que fuera osado intento repetirle.</p>
- <p class="i0">He visto ya cómo la edad ligera,</p>
- <p class="i0">Apresurando a no volver las horas,</p>
- <p class="i0">Robó con ellas su vigor al numen.</p>
- <p class="i0">Sé que negáis vuestro favor divino</p>
- <p class="i0">A la cansada senectud, y en vano</p>
- <p class="i0">Fuera implorarle; pero en tanto, bellas</p>
- <p class="i0">Ninfas, del verde Pindo habitadoras,</p>
- <p class="i0">No me neguéis que os agradezca humilde</p>
- <p class="i0">Los bienes que os debí. Si pude un día,</p>
- <p class="i0">No indigno sucesor de nombre ilustre,</p>
- <p class="i0">Dilatarle famoso, a vos fue dado</p>
- <p class="i0">Llevar al fin mi atrevimiento. Solo</p>
- <p class="i0">Pudo bastar vuestro amoroso anhelo</p>
- <p class="i0">A prestarme constancia en los afanes</p>
- <p class="i0">Que turbaron mi paz, cuando insolente</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_173">p. 173</span>Vano saber, enconos y venganzas,</p>
- <p class="i0">Codicia y ambición, la patria mía</p>
- <p class="i0">Abandonaron a civil discordia.</p>
- <p class="i2">Yo vi del polvo levantarse audaces,</p>
- <p class="i0">A dominar y perecer, tiranos:</p>
- <p class="i0">Atropellarse efímeras las leyes,</p>
- <p class="i0">Y llamarse virtudes los delitos.</p>
- <p class="i0">Vi las fraternas armas nuestros muros</p>
- <p class="i0">Bañar en sangre nuestra, combatirse,</p>
- <p class="i0">Vencido y vencedor hijos de España,</p>
- <p class="i0">Y el trono desplomándose al vendido</p>
- <p class="i0">Ímpetu popular. De las arenas</p>
- <p class="i0">Que el mar sacude en la fenicia Gades,</p>
- <p class="i0">A las que el Tajo lusitano envuelve</p>
- <p class="i0">En oro y conchas, uno y otro imperio,</p>
- <p class="i0">Iras, desorden esparciendo y luto,</p>
- <p class="i0">Comunicarse el funeral estrago.</p>
- <p class="i0">Así cuando en Sicilia el Etna ronco</p>
- <p class="i0">Revienta incendios, su bifronte cima</p>
- <p class="i0">Cubre el Vesubio en humo denso y llamas,</p>
- <p class="i0">Turba el Averno sus calladas ondas;</p>
- <p class="i0">Y allá del Tibre en la ribera etrusca</p>
- <p class="i0">Se estremece la cúpula soberbia</p>
- <p class="i0">Que al Vicario de Cristo da sepulcro.</p>
- <p class="i2">¿Quién pudo en tanto horror mover el plectro?</p>
- <p class="i0">¿Quién dar al verso acordes armonías,</p>
- <p class="i0">Oyendo resonar grito de muerte?</p>
- <p class="i0">Tronó la tempestad: bramó iracundo</p>
- <p class="i0">El huracán, y arrebató a los campos</p>
- <p class="i0">Sus frutos, su matiz: la rica pompa</p>
- <p class="i0">Destrozó de los árboles sombríos:</p>
- <p class="i0">Todas huyeron tímidas las aves</p>
- <p class="i0">Del blando nido, en el espanto mudas;</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_174">p. 174</span>No más trinos de amor. Así agitaron</p>
- <p class="i0">Los tardos años mi existencia, y pudo</p>
- <p class="i0">Solo en región extraña el oprimido</p>
- <p class="i0">Ánimo hallar dulce descanso y vida.</p>
- <p class="i2">Breve será; que ya la tumba aguarda</p>
- <p class="i0">Y sus mármoles abre a recibirme;</p>
- <p class="i0">Ya los voy a ocupar... Si no es eterno</p>
- <p class="i0">El rigor de los hados, y reservan</p>
- <p class="i0">A mi patria infeliz mayor ventura,</p>
- <p class="i0">Dénsela presto, y mi postrer suspiro</p>
- <p class="i0">Será por ella... Prevenid en tanto</p>
- <p class="i0">Flébiles tonos, enlazad coronas</p>
- <p class="i0">De ciprés funeral, Musas celestes;</p>
- <p class="i0">Y donde a las del mar sus aguas mezcla</p>
- <p class="i0">El Garona opulento, en silencioso</p>
- <p class="i0">Bosque de lauros y menudos mirtos,</p>
- <p class="i0">Ocultad entre flores mis cenizas.</p>
- </div>
-</div>
-
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-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON MANUEL MARÍA DE ARJONA</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P066">66. La diosa del bosque</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">¡Oh, si</span> bajo estos árboles frondosos</p>
- <p class="i0">Se mostrase la célica hermosura</p>
- <p class="i0">Que vi algún día en inmortal dulzura</p>
- <p class="i12">Este bosque bañar!</p>
- <p class="i2">Del cielo tu benéfico descenso</p>
- <p class="i0">Sin duda ha sido, lúcida belleza:</p>
- <p class="i0">Deja, pues, diosa, que mi grato incienso</p>
- <p class="i12">Arda sobre tu altar.</p>
- <p class="i2">Que no es amor mi tímido alborozo,</p>
- <p class="i0">Y me acobarda el rígido escarmiento,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_175">p. 175</span>Que ¡oh Piritöo! condenó tu intento</p>
- <p class="i12">Y tu intento, Ixïón.</p>
- <p class="i2">Lejos de mí sacrílega osadía:</p>
- <p class="i0">Bástame que con plácido semblante</p>
- <p class="i0">Aceptes, diosa, a mis anhelos pía,</p>
- <p class="i12">Mi ardiente adoración.</p>
- <p class="i2">Mi adoración y el cántico de gloria</p>
- <p class="i0">Que de mí el Pindo atónito ya espera:</p>
- <p class="i0">Baja tú a oírme de la sacra esfera</p>
- <p class="i12">¡Oh radiante deidad!</p>
- <p class="i2">Y tu mirar más nítido y süave,</p>
- <p class="i0">He de cantar, que fúlgido lucero;</p>
- <p class="i0">Y el limpio encanto que infundirnos sabe</p>
- <p class="i12">Tu dulce majestad.</p>
- <p class="i2">De pureza jactándose natura,</p>
- <p class="i0">Te ha formado del cándido rocío</p>
- <p class="i0">Que sobre el nardo al apuntar de estío</p>
- <p class="i12">La aurora derramó;</p>
- <p class="i2">Y excelsamente lánguida retrata</p>
- <p class="i0">El rosicler pacífico de Mayo</p>
- <p class="i0">Tu alma: Favonio su frescura grata</p>
- <p class="i12">A tu hablar trasladó.</p>
- <p class="i2">¡Oh imagen perfectísima del orden</p>
- <p class="i0">Que liga en lazos fáciles el mundo,</p>
- <p class="i0">Solo en los brazos de la paz fecundo,</p>
- <p class="i12">Solo amable en la paz!</p>
- <p class="i2">En vano con espléndido aparato</p>
- <p class="i0">Finge el arte solícito grandezas:</p>
- <p class="i0">Natura vence con sencillo ornato</p>
- <p class="i12">Tan altivo disfraz.</p>
- <p class="i2">Monarcas, que los pérsicos tesoros</p>
- <p class="i0">Ostentáis con magnífica porfía,</p>
- <p class="i0">Copiad el brillo de un sereno día</p>
- <p class="i12"><span class="pagenum" id="Page_176">p. 176</span>Sobre el azul del mar:</p>
- <p class="i2">O copie estudio de émula hermosura</p>
- <p class="i0">De mi deidad el mágico descuido;</p>
- <p class="i0">Antes veremos la estrellada altura</p>
- <p class="i12">Los hombres escalar.</p>
- <p class="i2">Tú, mi verso, en magnánimo ardimiento</p>
- <p class="i0">Ya las alas del céfiro recibe,</p>
- <p class="i0">Y al pecho ilustre en que tu numen vive</p>
- <p class="i12">Vuela, vuela veloz;</p>
- <p class="i2">Y en los erguidos álamos ufana</p>
- <p class="i0">Penda siempre esta cítara, aunque nueva;</p>
- <p class="i0">Que ya a sus ecos hermosura humana</p>
- <p class="i12">No ha de ensalzar mi voz.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON ALBERTO LISTA</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P067">67. Al Sueño</h3>
-
-<p class="subh3"><i>El himno del desgraciado</i></p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">«<i>El grande y el pequeño</i></p>
- <p class="i0"><i>Iguales son lo que les dura el sueño.</i>»</p>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Desciende</span> a mí, consolador Morfeo,</p>
- <p class="i0">Único dios que imploro,</p>
- <p class="i0">Antes que muera el esplendor febeo</p>
- <p class="i0">Sobre las playas del adusto moro.</p>
- <p class="i2">Y en tu regazo el importuno día</p>
- <p class="i0">Me encuentre aletargado,</p>
- <p class="i0">Cuando triunfante de la niebla umbría</p>
- <p class="i0">Asciende al trono del cenit dorado.</p>
- <p class="i2">Pierda en la noche y pierda en la mañana</p>
- <p class="i0">Tu calma silenciosa</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_177">p. 177</span>Aquel feliz que en lecho de oro y grana</p>
- <p class="i0">Estrecha al seno la adorada esposa.</p>
- <p class="i2">Y el que halagado con los dulces dones</p>
- <p class="i0">De Pluto y de Citeres,</p>
- <p class="i0">Las que a la tarde fueron ilusiones,</p>
- <p class="i0">A la aurora verá ciertos placeres.</p>
- <p class="i2">No halle jamás la matutina estrella</p>
- <p class="i0">En tus brazos rendido</p>
- <p class="i0">Al que bebió en los labios de su bella</p>
- <p class="i0">El suspiro de amor correspondido.</p>
- <p class="i2">¡Ah! déjalos que gocen. Tu presencia</p>
- <p class="i0">No turbe su contento;</p>
- <p class="i0">Que es perpetua delicia su existencia</p>
- <p class="i0">Y un siglo de placer cada momento.</p>
- <p class="i2">Para ellos nace, el orbe colorando,</p>
- <p class="i0">La sonrosada aurora,</p>
- <p class="i0">Y el ave sus amores va cantando,</p>
- <p class="i0">Y la copia de Abril derrama Flora.</p>
- <p class="i2">Para ellos tiende su brillante velo</p>
- <p class="i0">La noche sosegada,</p>
- <p class="i0">Y de trémula luz esmalta el cielo,</p>
- <p class="i0">Y da al amor la sombra deseada.</p>
- <p class="i2">Si el tiempo del placer para el dichoso</p>
- <p class="i0">Huye en veloz carrera,</p>
- <p class="i0">Une con breve y plácido reposo</p>
- <p class="i0">Las dichas que ha gozado a las que espera.</p>
- <p class="i2">Mas ¡ay! a un alma del dolor guarida</p>
- <p class="i0">Desciende ya propicio;</p>
- <p class="i0">Cuanto me quites de la odiosa vida,</p>
- <p class="i0">Me quitarás de mi inmortal suplicio.</p>
- <p class="i2">¿De qué me sirve el súbito alborozo</p>
- <p class="i0">Que a la aurora resuena,</p>
- <p class="i0">Si al despertar el mundo para el gozo,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_178">p. 178</span>Solo despierto yo para la pena?</p>
- <p class="i2">¿De qué el ave canora, o la verdura</p>
- <p class="i0">Del prado que florece,</p>
- <p class="i0">Si mis ojos no miran su hermosura,</p>
- <p class="i0">Y el universo para mí enmudece?</p>
- <p class="i2">El ámbar de la vega, el blando ruido,</p>
- <p class="i0">Con que el raudal se lanza,</p>
- <p class="i0">¿Qué son ¡ay! para el triste que ha perdido,</p>
- <p class="i0">Último bien del hombre, la esperanza?</p>
- <p class="i2">Girará en vano, cuando el sol se ausente,</p>
- <p class="i0">La esfera luminosa;</p>
- <p class="i0">En vano, de almas tiernas confidente,</p>
- <p class="i0">Los campos bañará la luna hermosa.</p>
- <p class="i2">Esa blanda tristeza que derrama</p>
- <p class="i0">A un pecho enamorado,</p>
- <p class="i0">Si su tranquila amortiguada llama</p>
- <p class="i0">Resbala por las faldas del collado,</p>
- <p class="i2">No es para un corazón de quien ha huido</p>
- <p class="i0">La ilusión lisonjera,</p>
- <p class="i0">Cuando pidió, del desengaño herido,</p>
- <p class="i0">Su triste antorcha a la razón severa.</p>
- <p class="i2">Corta el hilo a mi acerba desventura,</p>
- <p class="i0">Oh tú, sueño piadoso;</p>
- <p class="i0">Que aquellas horas que tu imperio dura</p>
- <p class="i0">Se iguala el infeliz con el dichoso.</p>
- <p class="i2">Ignorada de sí yazca mi mente,</p>
- <p class="i0">Y muerto mi sentido;</p>
- <p class="i0">Empapa el ramo, para herir mi frente,</p>
- <p class="i0">En las tranquilas aguas del olvido.</p>
- <p class="i2">De la tumba me iguale tu beleño</p>
- <p class="i0">A la ceniza yerta,</p>
- <p class="i0">Solo ¡ay de mí! que del eterno sueño,</p>
- <p class="i0">Mas felice que yo, nunca despierta.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_179">p. 179</span>Ni aviven mi existencia interrumpida</p>
- <p class="i0">Fantasmas voladores,</p>
- <p class="i0">Ni los sucesos de mi amarga vida</p>
- <p class="i0">Con tus pinceles lánguidos colores.</p>
- <p class="i2">No me acuerdes crüel de mi tormento</p>
- <p class="i0">La triste imagen fiera;</p>
- <p class="i0">Bástale su malicia al pensamiento,</p>
- <p class="i0">Sin darle tú el puñal para que hiera.</p>
- <p class="i2">Ni me halagues con pérfidos placeres,</p>
- <p class="i0">Que volarán contigo;</p>
- <p class="i0">Y el dolor de perderlos cuando huyeres</p>
- <p class="i0">De atreverme a gozar será el castigo.</p>
- <p class="i2">Deslízate callado, y encadena</p>
- <p class="i0">Mi ardiente fantasía;</p>
- <p class="i0">Que asaz libre será para la pena</p>
- <p class="i0">Cuando me entregues a la luz del día.</p>
- <p class="i2">Ven, termina la mísera querella</p>
- <p class="i0">De un pecho acongojado.</p>
- <p class="i0">¡Imagen de la muerte! después de ella</p>
- <p class="i0">Eres el bien mayor del desgraciado.</p>
- </div>
-</div>
-
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-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON MANUEL JOSÉ QUINTANA</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P068">68. A España, después de la
-revolución de Marzo</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">¿Qué</span> era, decidme, la nación que un día</p>
- <p class="i0">Reina del mundo proclamó el destino,</p>
- <p class="i0">La que a todas las zonas extendía</p>
- <p class="i0">Su cetro de oro y su blasón divino?</p>
- <p class="i0">Volábase a occidente,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_180">p. 180</span>Y el vasto mar Atlántico sembrado</p>
- <p class="i0">Se hallaba de su gloria y su fortuna.</p>
- <p class="i0">Do quiera España: en el preciado seno</p>
- <p class="i0">De América, en el Asia, en los confines</p>
- <p class="i0">Del África, allí España. El soberano</p>
- <p class="i0">Vuelo de la atrevida fantasía</p>
- <p class="i0">Para abarcarla se cansaba en vano;</p>
- <p class="i0">La tierra sus mineros le rendía,</p>
- <p class="i0">Sus perlas y coral el Oceáno.</p>
- <p class="i0">Y donde quier que revolver sus olas</p>
- <p class="i0">Él intentase, a quebrantar su furia</p>
- <p class="i0">Siempre encontraba costas españolas.</p>
- <p class="i2">Ora en el cieno del oprobio hundida,</p>
- <p class="i0">Abandonada a la insolencia ajena,</p>
- <p class="i0">Como esclava en mercado, ya aguardaba</p>
- <p class="i0">La ruda argolla y la servil cadena.</p>
- <p class="i0">¡Qué de plagas, oh Dios! Su aliento impuro</p>
- <p class="i0">La pestilente fiebre respirando,</p>
- <p class="i0">Infestó el aire, emponzoñó la vida;</p>
- <p class="i0">La hambre enflaquecida</p>
- <p class="i0">Tendió sus brazos lívidos, ahogando</p>
- <p class="i0">Cuanto el contagio perdonó; tres veces</p>
- <p class="i0">De Jano el templo abrimos,</p>
- <p class="i0">Y a la trompa de Marte aliento dimos;</p>
- <p class="i0">Tres veces ¡ay! Los dioses tutelares</p>
- <p class="i0">Su escudo nos negaron, y nos vimos</p>
- <p class="i0">Rotos en tierra y rotos en los mares.</p>
- <p class="i0">¿Qué en tanto tiempo viste</p>
- <p class="i0">Por tus inmensos términos, oh Iberia?</p>
- <p class="i0">¿Qué viste ya sino funesto luto,</p>
- <p class="i0">Honda tristeza, sin igual miseria,</p>
- <p class="i0">De tu vil servidumbre acerbo fruto?</p>
- <p class="i2">Así, rota la vela, abierto el lado,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_181">p. 181</span>Pobre bajel a naufragar camina,</p>
- <p class="i0">De tormenta en tormenta despeñado,</p>
- <p class="i0">Por los yermos del mar; ya ni en su popa</p>
- <p class="i0">Las guirnaldas se ven que antes le ornaban,</p>
- <p class="i0">Ni en señal de esperanza y de contento</p>
- <p class="i0">La flámula riendo al aire ondea.</p>
- <p class="i0">Cesó en su dulce canto el pasajero,</p>
- <p class="i0">Ahogó su vocerío</p>
- <p class="i0">El ronco marinero,</p>
- <p class="i0">Terror de muerte en torno le rodea,</p>
- <p class="i0">Terror de muerte silencioso y frío;</p>
- <p class="i0">Y él va a estrellarse al áspero bajío.</p>
- <p class="i2">Llega el momento, en fin; tiende su mano</p>
- <p class="i0">El tirano del mundo al occidente,</p>
- <p class="i0">Y fiero exclama: «El occidente es mío.»</p>
- <p class="i0">Bárbaro gozo en su ceñuda frente</p>
- <p class="i0">Resplandeció, como en el seno oscuro</p>
- <p class="i0">De nube tormentosa en el estío</p>
- <p class="i0">Relámpago fugaz brilla un momento</p>
- <p class="i0">Que añade horror con su fulgor sombrío.</p>
- <p class="i0">Sus guerreros feroces</p>
- <p class="i0">Con gritos de soberbia el viento llenan;</p>
- <p class="i0">Gimen los yunques, los martillos suenan,</p>
- <p class="i0">Arden las forjas. ¡Oh vergüenza! ¿Acaso</p>
- <p class="i0">Pensáis que espadas son para el combate</p>
- <p class="i0">Las que mueven sus manos codiciosas?</p>
- <p class="i0">No en tanto os estiméis: grillos, esposas,</p>
- <p class="i0">Cadenas son que en vergonzosos lazos</p>
- <p class="i0">Por siempre amarren tan inertes brazos.</p>
- <p class="i2">Estremeciose España</p>
- <p class="i0">Del indigno rumor que cerca oía,</p>
- <p class="i0">Y al grande impulso de su justa saña</p>
- <p class="i0">Rompió el volcán que en su interior hervía.</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_182">p. 182</span>Sus déspotas antiguos</p>
- <p class="i0">Consternados y pálidos se esconden;</p>
- <p class="i0">Resuena el eco de venganza en torno,</p>
- <p class="i0">Y del Tajo las márgenes responden:</p>
- <p class="i0">«¡Venganza!» ¿Dónde están, sagrado río,</p>
- <p class="i0">Los colosos de oprobio y de vergüenza</p>
- <p class="i0">Que nuestro bien en su insolencia ahogaban?</p>
- <p class="i0">Su gloria fue, nuestro esplendor comienza;</p>
- <p class="i0">Y tú, orgulloso y fiero,</p>
- <p class="i0">Viendo que aun hay Castilla y castellanos,</p>
- <p class="i0">Precipitas al mar tus rubias ondas,</p>
- <p class="i0">Diciendo: «Ya acabaron los tiranos.»</p>
- <p class="i2">¡Oh triunfo! ¡Oh gloria! ¡Oh celestial momento!</p>
- <p class="i0">¿Con que puede ya dar el labio mío</p>
- <p class="i0">El nombre augusto de la patria al viento?</p>
- <p class="i0">Yo le daré; mas no en el arpa de oro</p>
- <p class="i0">Que mi cantar sonoro</p>
- <p class="i0">Acompañó hasta aquí; no aprisionado</p>
- <p class="i0">En estrecho recinto, en que se apoca</p>
- <p class="i0">El numen en el pecho</p>
- <p class="i0">Y el aliento fatídico en la boca.</p>
- <p class="i0">Desenterrad la lira de Tirteo,</p>
- <p class="i0">Y al aire abierto, a la radiante lumbre</p>
- <p class="i0">Del sol, en la alta cumbre</p>
- <p class="i0">Del riscoso y pinífero Fuenfría,</p>
- <p class="i0">Allí volaré yo, y allí cantando</p>
- <p class="i0">Con voz que atruene en derredor la sierra,</p>
- <p class="i0">Lanzaré por los campos castellanos</p>
- <p class="i0">Los ecos de la gloria y de la guerra.</p>
- <p class="i2">¡Guerra, nombre tremendo, ahora sublime,</p>
- <p class="i0">Único asilo y sacrosanto escudo</p>
- <p class="i0">Al ímpetu sañudo</p>
- <p class="i0">Del fiero Atila que a occidente oprime!</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_183">p. 183</span>¡Guerra, guerra, españoles! En el Betis</p>
- <p class="i0">Ved del Tercer Fernando alzarse airada</p>
- <p class="i0">La augusta sombra; su divina frente</p>
- <p class="i0">Mostrar Gonzalo en la imperial Granada;</p>
- <p class="i0">Blandir el Cid su centellante espada,</p>
- <p class="i0">Y allá sobre los altos Pirineos,</p>
- <p class="i0">Del hijo de Jimena</p>
- <p class="i0">Animarse los miembros giganteos.</p>
- <p class="i0">En torvo ceño y desdeñosa pena</p>
- <p class="i0">Ved cómo cruzan por los aires vanos;</p>
- <p class="i0">Y el valor exhalando que se encierra</p>
- <p class="i0">Dentro del hueco de sus tumbas frías,</p>
- <p class="i0">En fiera y ronca voz pronuncian: «¡Guerra!</p>
- <p class="i2">¡Pues qué! ¿Con faz serena</p>
- <p class="i0">Vierais los campos devastar opimos,</p>
- <p class="i0">Eterno objeto de ambición ajena,</p>
- <p class="i0">Herencia inmensa que afanando os dimos?</p>
- <p class="i0">Despertad, raza de héroes: el momento</p>
- <p class="i0">Llegó ya de arrojarse a la victoria;</p>
- <p class="i0">Que vuestro nombre eclipse nuestro nombre,</p>
- <p class="i0">Que vuestra gloria humille nuestra gloria.</p>
- <p class="i0">No ha sido en el gran día</p>
- <p class="i0">El altar de la patria alzado en vano</p>
- <p class="i0">Por vuestra mano fuerte.</p>
- <p class="i0">Juradlo, ella os lo manda: <i>¡Antes la muerte</i></p>
- <p class="i0"><i>Que consentir jamás ningún tirano!</i>»</p>
- <p class="i2">Sí, yo lo juro, venerables sombras;</p>
- <p class="i0">Yo lo juro también, y en este instante</p>
- <p class="i0">Ya me siento mayor. Dadme una lanza,</p>
- <p class="i0">Ceñidme el casco fiero y refulgente;</p>
- <p class="i0">Volemos al combate, a la venganza;</p>
- <p class="i0">Y el que niegue su pecho a la esperanza,</p>
- <p class="i0">Hunda en el polvo la cobarde frente.</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_184">p. 184</span>Tal vez el gran torrente</p>
- <p class="i0">De la devastación en su carrera</p>
- <p class="i0">Me llevará. ¿Qué importa? ¿Por ventura</p>
- <p class="i0">No se muere una vez? ¿No iré, expirando,</p>
- <p class="i0">A encontrar nuestros ínclitos mayores?</p>
- <p class="i0">«¡Salud, oh padres de la patria mía,</p>
- <p class="i0">Yo les diré, salud! La heroica España</p>
- <p class="i0">De entre el estrago universal y horrores</p>
- <p class="i0">Levanta la cabeza ensangrentada,</p>
- <p class="i0">Y vencedora de su mal destino,</p>
- <p class="i0">Vuelve a dar a la tierra amedrentada</p>
- <p class="i0">Su cetro de oro y su blasón divino.»</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON JUAN NICASIO GALLEGO</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P069">69. Elegía a la muerte de la Duquesa de Frías</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Al sonante</span> bramido</p>
- <p class="i0">Del piélago feroz que el viento ensaña</p>
- <p class="i0">Lanzando atrás del Turia la corriente;</p>
- <p class="i0">En medio al denegrido</p>
- <p class="i0">Cerco de nubes que de Sirio empaña</p>
- <p class="i0">Cual velo funeral la roja frente;</p>
- <p class="i0">Cuando el cárabo oscuro</p>
- <p class="i0">Ayes despide entre la breña inculta,</p>
- <p class="i0">Y a tardo paso soñoliento Arturo</p>
- <p class="i0">En el mar de occidente se sepulta;</p>
- <p class="i0">A los mustios reflejos</p>
- <p class="i0">Con que en las ondas alteradas tiembla</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_185">p. 185</span>De moribunda luna el rayo frío,</p>
- <p class="i0">Daré del mundo y de los hombres lejos</p>
- <p class="i0">Libre rienda al dolor del pecho mío.</p>
- <p class="i2">Sí, que al mortal a quien del hado el ceño</p>
- <p class="i0">A infortunios sin término condena,</p>
- <p class="i0">Sobre su cuello mísero cargando</p>
- <p class="i0">De uno en otro eslabón larga cadena,</p>
- <p class="i0">No en jardín halagüeño,</p>
- <p class="i0">Ni al puro ambiente de apacible aurora</p>
- <p class="i0">Soltar conviene el lastimero canto</p>
- <p class="i0">Con que al cielo importuna.</p>
- <p class="i0">Solitario arenal, sangrienta luna</p>
- <p class="i0">Y embravecidas olas acompañen</p>
- <p class="i0">Sus lamentos fatídicos ¡Oh lira</p>
- <p class="i0">Que escenas solo de aflicción recuerdas;</p>
- <p class="i0">Lira que ven mis ojos con espanto</p>
- <p class="i0">Y a recorrer tus cuerdas</p>
- <p class="i0">Mi ya trémula mano se resiste!</p>
- <p class="i0">Ven, lira del dolor. ¡Piedad no existe!</p>
- <p class="i2">¡No existe, y vivo yo! ¡No existe aquella</p>
- <p class="i0">Gentil, discreta, incomparable amiga,</p>
- <p class="i0">Cuya presencia sola</p>
- <p class="i0">El tropel de mis penas disipaba!</p>
- <p class="i0">¿Cuándo en tal hermosura alma tan bella</p>
- <p class="i0">De la corte española</p>
- <p class="i0">Más digno fue y espléndido ornamento?</p>
- <p class="i0">¡Y aquel mágico acento</p>
- <p class="i0">Enmudeció por siempre, que llenaba</p>
- <p class="i0">De inefable dulzura el alma mía!</p>
- <p class="i0">Y ¡qué! fortuna impía,</p>
- <p class="i0">¿Ni su postrer adiós oír me dejas?</p>
- <p class="i0">¿Ni de su esposo amado</p>
- <p class="i0">Templar el llanto y las amargas quejas?</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_186">p. 186</span>¿Ni el estéril consuelo</p>
- <p class="i0">De acompañar hasta el sepulcro helado</p>
- <p class="i0">Sus pálidos despojos?</p>
- <p class="i0">¡Ay! Derramen sin duelo</p>
- <p class="i0">Sangre mi corazón, llanto mis ojos.</p>
- <p class="i2">¿Por qué, por qué a la tumba,</p>
- <p class="i0">Insaciable de víctimas, tu amigo</p>
- <p class="i0">Antes que tú no descendió, Señora?</p>
- <p class="i0">¿Por qué al menos contigo</p>
- <p class="i0">La memoria fatal no te llevaste</p>
- <p class="i0">Que es un tormento irresistible ahora?</p>
- <p class="i0">¿Qué mármol hay que pueda</p>
- <p class="i0">En tan acerba angustia los aciagos</p>
- <p class="i0">Recuerdos resistir del bien perdido?</p>
- <p class="i0">Aún resuena en mi oído</p>
- <p class="i0">El espantoso obús lanzando estragos,</p>
- <p class="i0">Cuando mis ojos ávidos te vieron</p>
- <p class="i0">Por la primera vez. Cien bombas fueron</p>
- <p class="i0">A tu arribo marcial salva triunfante.</p>
- <p class="i0">Con inmóvil semblante</p>
- <p class="i0">Escucho amedrentado el son horrendo</p>
- <p class="i0">De los globos mortíferos, en torno</p>
- <p class="i0">Del leño frágil a tus pies cayendo,</p>
- <p class="i0">Y el agua que a su empuje se encumbraba</p>
- <p class="i0">Y hasta las altas grímpolas saltaba.</p>
- <p class="i2">El dulce soplo de Favonio en tanto</p>
- <p class="i0">Las velas hinche del bajel ligero,</p>
- <p class="i0">Sin que salude con festivo canto</p>
- <p class="i0">La suspirada costa el marinero.</p>
- <p class="i0">Ardiendo de la patria en fuego santo,</p>
- <p class="i0">Insensible al horror del bronce fiero,</p>
- <p class="i0">Fijar te miro impávida y serena</p>
- <p class="i0">La planta breve en la menuda arena.</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_187">p. 187</span>¡Salve, oh Deidad! —del gaditano muro</p>
- <p class="i0">Grita la muchedumbre alborozada;</p>
- <p class="i0">¡Salve, oh Deidad! —de gozo enajenada</p>
- <p class="i0">La ruidosa marina</p>
- <p class="i0">Que a ti se agolpa y el batel rodea;</p>
- <p class="i0">Y al cielo sube el aclamar sonoro</p>
- <p class="i0">Como al aplauso del celeste coro</p>
- <p class="i0">Salió del mar la hermosa Citerea.</p>
- <p class="i0">Absortas contemplaron</p>
- <p class="i0">El fuego de tus ojos</p>
- <p class="i0">Las bellas ninfas de la bella Gades;</p>
- <p class="i2">Absortas te envidiaron</p>
- <p class="i0">El pie donoso y la mejilla pura,</p>
- <p class="i0">El vivo esmalte de tus labios rojos,</p>
- <p class="i0">El albo seno y la gentil cintura.</p>
- <p class="i0">Yo te miraba atónito: no empero</p>
- <p class="i0">Sentí en el alma el pasador agudo</p>
- <p class="i0">De bastarda pasión; que a dicha pudo</p>
- <p class="i0">Del honor y el deber la ley severa</p>
- <p class="i0">Ser a mi pecho impenetrable escudo.</p>
- <p class="i0">Mas ¿quién el homenaje</p>
- <p class="i0">De afecto noble, de amistad sincera</p>
- <p class="i0">Cual yo te tributó, cuando el tesoro</p>
- <p class="i0">De tu divino ingenio descubría,</p>
- <p class="i0">Que en cuerpo tan gallardo relucía</p>
- <p class="i0">Como rico brillante en joya de oro?</p>
- <p class="i0">¡Cuántas, ay, qué apacibles</p>
- <p class="i0">Horas en dulces pláticas pasadas</p>
- <p class="i0">Betis me viera de tu voz pendiente!</p>
- <p class="i0">¡Cuántas en las calladas</p>
- <p class="i0">Florestas de Aranjuez el eco blando</p>
- <p class="i0">Detuvo el paso a la tranquila fuente!</p>
- <p class="i0">Ya el primor ensalzando</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_188">p. 188</span>Que al fragante clavel las hojas riza</p>
- <p class="i0">Y la ancha cola del pavón matiza;</p>
- <p class="i0">Ya la varia fortuna</p>
- <p class="i0">Del cetro godo y del laurel romano;</p>
- <p class="i0">O el poder sobrehumano</p>
- <p class="i0">Que de un soplo derroca</p>
- <p class="i0">Del alto solio al triunfador de Jena</p>
- <p class="i0">Y con duras amarras le encadena,</p>
- <p class="i0">Como al antiguo Encélado, a una roca.</p>
- <p class="i2">Pero otro don magnífico, sublime,</p>
- <p class="i0">Más alto que el ingenio y la hermosura,</p>
- <p class="i0">Debiste al Criador, vivaz destello</p>
- <p class="i0">De su lumbre inmortal, alma ternura.</p>
- <p class="i0">¿Cuándo, cuándo al gemido</p>
- <p class="i0">Negó del infeliz oro tu mano,</p>
- <p class="i0">Ayes tu corazón? El escondido</p>
- <p class="i0">Volcán que decoroso</p>
- <p class="i0">Tu noble aspecto revelaba apenas,</p>
- <p class="i0">Un infortunio, un rasgo generoso,</p>
- <p class="i0">Un sacrificio heroico hervir hacía.</p>
- <p class="i0">Entonces agitado</p>
- <p class="i0">Tu rostro angelical resplandecía</p>
- <p class="i0">De más purpúreo rosicler cubierto:</p>
- <p class="i0">Del seno relevado</p>
- <p class="i0">La extraña conmoción, el entreabierto</p>
- <p class="i0">Labio, las refulgentes</p>
- <p class="i0">Ráfagas de tus ojos</p>
- <p class="i0">Que entre los anchos párpados brillaban,</p>
- <p class="i0">Las lágrimas ardientes</p>
- <p class="i0">Que a tus negras pestañas asomaban,</p>
- <p class="i0">El gesto, el ademán, los mal seguros</p>
- <p class="i0">Acentos, la expresión... ¡Ah! Nunca, nunca</p>
- <p class="i0">Tan insigne modelo</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_189">p. 189</span>De estro feliz, de inspiración divina</p>
- <p class="i0">Mostró Casandra en los dardanios muros</p>
- <p class="i0">Ni en las lides olímpicas Corina.</p>
- <p class="i0">Y solo al santo fuego</p>
- <p class="i0">De un pecho tan magnánimo pudiera</p>
- <p class="i0">Deber tu amigo el aire que respira.</p>
- <p class="i0">Solo a tu blando ruego</p>
- <p class="i0">La Amistad se vistiera</p>
- <p class="i0">Máscara y formas del Amor su hermano.</p>
- <p class="i0">¿Quién sino tú, señora,</p>
- <p class="i0">Dejando inquieta la mullida pluma</p>
- <p class="i0">Antes que el frío tálamo la Aurora,</p>
- <p class="i0">Entrar osara en la mansión del crimen?</p>
- <p class="i0">¿Quién sino tú del duro carcelero,</p>
- <p class="i0">Menos al son del oro empedernido</p>
- <p class="i0">Que al eco de los míseros que gimen,</p>
- <p class="i0">Quisiera el ceño soportar? Perdona,</p>
- <p class="i0">Cara Piedad, que mi indiscreta musa</p>
- <p class="i0">Publique al mundo tan heroico ejemplo,</p>
- <p class="i0">Y que mi gratitud cuelgue en el templo</p>
- <p class="i0">De la santa Amistad digna corona.</p>
- <p class="i2">En el mezquino lecho</p>
- <p class="i0">De cárcel solitaria</p>
- <p class="i0">Fiebre lenta y voraz me consumía,</p>
- <p class="i0">Cuando sordo a mis quejas</p>
- <p class="i0">Rayaba apenas en las altas rejas</p>
- <p class="i0">El perezoso albor del nuevo día.</p>
- <p class="i0">De planta cautelosa</p>
- <p class="i0">Insólito rumor hiere mi oído;</p>
- <p class="i0">Los vacilantes ojos</p>
- <p class="i0">Clavo en la ruda puerta estremecido</p>
- <p class="i0">Del súbito crujir de sus cerrojos,</p>
- <p class="i0">Y el repugnante gesto</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_190">p. 190</span>Del fiero alcaide mi atención excita,</p>
- <p class="i0">Que hacia mí sin cesar su mano agita</p>
- <p class="i0">Con labio mudo y sonreír funesto.</p>
- <p class="i0">Salto del lecho, y sígole azorado,</p>
- <p class="i0">Cruzando los revueltos corredores</p>
- <p class="i0">De aquella triste y lóbrega caverna</p>
- <p class="i0">Hasta un breve recinto iluminado</p>
- <p class="i0">De moribunda y fúnebre linterna.</p>
- <p class="i2">Y a par que por oculto</p>
- <p class="i0">Tránsito desparece</p>
- <p class="i0">Como visión fantástica el cerbero,</p>
- <p class="i0">De nuevo extraño bulto,</p>
- <p class="i0">Sombra confusa, que se acerca y crece,</p>
- <p class="i0">La angustia dobla de mi horror primero.</p>
- <p class="i0">Mas ¡cuál mi asombro fue cuando improvisa</p>
- <p class="i0">A la pálida luz mi vista errante</p>
- <p class="i0">Los bellos rasgos de Piedad divisa</p>
- <p class="i0">Entre los pliegues del cendal flotante!</p>
- <p class="i0">«¿Por qué, por qué benigna,»</p>
- <p class="i0">Clamé bañado en llanto de alborozo,</p>
- <p class="i0">«Osas pisar, Señora,</p>
- <p class="i0">»Esta morada indigna</p>
- <p class="i0">»Que tu respeto y tu virtud desdora?</p>
- <p class="i0">»¡Ah! si a la fuerza del inmenso gozo,</p>
- <p class="i0">»Del placer celestial que el alma oprime,</p>
- <p class="i0">»Hoy a tus plantas expirar consigo,</p>
- <p class="i0">»Mi fiebre, mi prisión, mi fin bendigo.</p>
- <p class="i2">»A este oscuro aposento</p>
- <p class="i0">»No a que de pena o de placer expires</p>
- <p class="i0">»La voz de la amistad mis pasos guía,</p>
- <p class="i0">»Sino a esforzar tu desmayado aliento</p>
- <p class="i0">»Contra los golpes de la suerte impía.</p>
- <p class="i0">»Su cuello al susto y la congoja doble</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_191">p. 191</span>»El que del crimen en su pecho sienta</p>
- <p class="i0">»El punzante aguijón; que al alma noble</p>
- <p class="i0">»Do la inocencia plácida se anida,</p>
- <p class="i0">»Ni el peso de los grillos la atormenta,</p>
- <p class="i0">»Ni el son de los cerrojos la intimida.</p>
- <p class="i0">»Recobra, amigo caro,</p>
- <p class="i0">»La esperanza marchita</p>
- <p class="i0">»Y el digno esfuerzo del varón constante.</p>
- <p class="i0">»Pronto será que el astro rutilante,</p>
- <p class="i0">»Que jamás estas bóvedas visita,</p>
- <p class="i0">»De la calumnia vil triunfar te vea:</p>
- <p class="i0">»Mi fausto anuncio tu consuelo sea.</p>
- <p class="i2">»Seralo, sí; lo juro;</p>
- <p class="i0">»Y aunque ese llanto que tu rostro inunda</p>
- <p class="i0">»Vaticinio tan próspero desmiente,</p>
- <p class="i0">»No me hará de fortuna el torvo ceño</p>
- <p class="i0">»Fruncir las cejas ni arrugar la frente;</p>
- <p class="i0">»Que el dichoso mortal a quien risueño</p>
- <p class="i0">»Mira el destino...» ¡No acabé! A deshora</p>
- <p class="i0">La aciaga voz del carcelero escucho,</p>
- <p class="i0">Diciendo: «es tarde; baste ya, Señora.»</p>
- <p class="i2">«¡Adiós! ¡adiós! Del vulgo malicioso</p>
- <p class="i0">»Que al despuntar del sol sacude el sueño</p>
- <p class="i0">»Temo el labio mordaz. ¡Adiós te queda!»</p>
- <p class="i0">«Aguarda»... «¡Adiós!»... Y en soledad sumido</p>
- <p class="i0">Oigo ¡ay de mí! del caracol torcido</p>
- <p class="i0">Barrer las gradas la crujiente seda.</p>
- <p class="i0">¡Oh digno, oh generoso</p>
- <p class="i0">Dechado de amistad! ¡Oh alegre día!</p>
- <p class="i0">¿Y en dónde estás, en dónde,</p>
- <p class="i0">Ángel consolador, Duquesa amada,</p>
- <p class="i0">Que no te mueve ya la angustia mía?</p>
- <p class="i0">¡Gran Dios, y ni responde</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_192">p. 192</span>De su esposo infeliz al caro acento,</p>
- <p class="i0">Aunque en la tumba helada</p>
- <p class="i0">Lágrimas de dolor vierte a raudales!</p>
- <p class="i0">¡Ni de su triste huérfana el lamento,</p>
- <p class="i0">Con ambos brazos al sepulcro asida,</p>
- <p class="i0">Ablanda sus entrañas maternales!</p>
- <p class="i0">¡Oh dulces prendas de su amor! Al mármol</p>
- <p class="i0">En vano importunáis. Hará el rocío</p>
- <p class="i0">Del venidero Abril que al campo vuelva</p>
- <p class="i0">La verde pompa que abrasó el estío;</p>
- <p class="i0">Mas no esperéis que el túmulo sombrío</p>
- <p class="i0">La devorada víctima devuelva,</p>
- <p class="i0">Ni a sus profundos huecos</p>
- <p class="i0">Otra respuesta oír que sordos ecos.</p>
- <p class="i2">En él de bronce y oro,</p>
- <p class="i0">Ínclito vate<a id="FNanchor_2" href="#Footnote_2" class="fnanchor">[2]</a>, entallarán cinceles</p>
- <p class="i0">Vuestro heroico blasón, entretejiendo</p>
- <p class="i0">Con sus antiguas palmas tus laureles...</p>
- <p class="i0">¡Inútil afanar! La sien ceñida</p>
- <p class="i0">De adelfa y mirto, pulsará tu mano</p>
- <p class="i0">La dolorosa cítara, moviendo</p>
- <p class="i0">El orbe todo a compasión... ¡En vano!</p>
- <p class="i0">Resonarán con ellas</p>
- <p class="i0">Mis gemidos simpáticos, y el coro</p>
- <p class="i0">De cuantos cisnes tu infortunio inspira</p>
- <p class="i0">Alzar podrá a su gloria</p>
- <p class="i0">Noble trofeo en canto peregrino.</p>
- <p class="i0">Mas ¡ay! ¿podrá su lira</p>
- <p class="i0">Forzar las puertas del Edén divino</p>
- <p class="i0">Y el diente ensangrentado</p>
- <p class="i0">Del áspid arrancar en ti clavado?</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_193">p. 193</span>A más alto poder, mísero amigo,</p>
- <p class="i0">Los ojos torna y el clamor dirige</p>
- <p class="i0">Que entre sollozos lúgubres exhalas.</p>
- <p class="i0">Al Ser inmenso que los orbes rige,</p>
- <p class="i0">En las rápidas alas</p>
- <p class="i0">De ferviente oración remonta el vuelo.</p>
- <p class="i0">Yo elevaré contigo</p>
- <p class="i0">Mis tiernos votos, y al gemir de aquella,</p>
- <p class="i0">Que en mis brazos creció, cándida niña,</p>
- <p class="i0">Trasunto vivo de tu esposa bella,</p>
- <p class="i0">Dará benigno el cielo</p>
- <p class="i0">Paz a su madre, a tu aflicción consuelo.</p>
- <p class="i0">Sí; que hasta el solio del Eterno llega</p>
- <p class="i0">El ardiente suspiro</p>
- <p class="i0">De quien con puro corazón le ruega,</p>
- <p class="i0">Como en su templo santo el humo sube</p>
- <p class="i0">Del balsámico incienso en vaga nube.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON JUAN MARÍA MAURY</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P070">70. La timidez</h3>
-
-<div class="versos ml34">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">A las</span> márgenes alegres</p>
- <p class="i0">Que el Guadalquivir fecunda,</p>
- <p class="i0">Y adonde ostenta pomposo</p>
- <p class="i0">El orgullo de su cuna,</p>
- <p class="i2">Vino Rosalba, sirena</p>
- <p class="i0">De los mares que tributan</p>
- <p class="i0">A España, entre perlas y oro,</p>
- <p class="i0">Peregrinas hermosuras.</p>
- <p class="i2">Más festiva que las auras,</p>
- <p class="i0">Más ligera que la espuma,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_194">p. 194</span>Hermosa como los cielos,</p>
- <p class="i0">Gallarda como ninguna,</p>
- <p class="i2">Con el hechicero adorno</p>
- <p class="i0">De tantas bellezas juntas,</p>
- <p class="i0">No hay corazón que no robe,</p>
- <p class="i0">Ni quietud que no destruya.</p>
- <p class="i2">Así Rosalba se goza,</p>
- <p class="i0">Mas la que tanto procura</p>
- <p class="i0">Avasallar libertades,</p>
- <p class="i0">Al cabo empeña la suya.</p>
- <p class="i2">Lisardo, joven amable,</p>
- <p class="i0">Sobresale entre la turba</p>
- <p class="i0">De esclavos que por Rosalba</p>
- <p class="i0">Sufren de amor la coyunda.</p>
- <p class="i2">Tal vez sus floridos años</p>
- <p class="i0">No bien de la edad adulta</p>
- <p class="i0">Acaban de ver cumplida</p>
- <p class="i0">La primavera segunda.</p>
- <p class="i2">Aventajado en ingenio,</p>
- <p class="i0">Rico en bienes de fortuna,</p>
- <p class="i0">Dichoso, en fin, si supiera</p>
- <p class="i0">Que audacias amor indulta,</p>
- <p class="i2">Idólatra más que amante,</p>
- <p class="i0">Con adoración profunda,</p>
- <p class="i0">A Rosalba reverencia,</p>
- <p class="i0">Y deidad se la figura.</p>
- <p class="i2">Un día alcanza otro día</p>
- <p class="i0">Sin que su amor le descubra;</p>
- <p class="i0">El respeto le encadena</p>
- <p class="i0">Y ella su respeto culpa.</p>
- <p class="i2">Bien a Lisardo sus ojos</p>
- <p class="i0">Dijeran que más presuma;</p>
- <p class="i0">Pero él, comedido amante,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_195">p. 195</span>O los huye o no los busca.</p>
- <p class="i2">Perdido y desconsolado,</p>
- <p class="i0">Una noche en que natura</p>
- <p class="i0">A meditación convida</p>
- <p class="i0">Con su pompa taciturna,</p>
- <p class="i2">Mientras el disco mudable,</p>
- <p class="i0">En que ceñirse acostumbra,</p>
- <p class="i0">Entre celajes de nácar</p>
- <p class="i0">Esconde tímida luna;</p>
- <p class="i2">Al margen del sacro río</p>
- <p class="i0">La inocente suerte acusa,</p>
- <p class="i0">Y así fatiga los aires</p>
- <p class="i0">Con endechas importunas:</p>
- <p class="i6">«Baja tu vuelo</p>
- <p class="i4">Amor altivo,</p>
- <p class="i4">Mira que al cielo</p>
- <p class="i4">Osado va;</p>
- <p class="i4">Buscas en vano</p>
- <p class="i4">Correspondencia;</p>
- <p class="i4">Amor insano,</p>
- <p class="i4">Déjame ya.</p>
- <p class="i6">»Déjame el alma</p>
- <p class="i4">Que otra vez libre</p>
- <p class="i4">Plácida calma</p>
- <p class="i4">Vuelva a tener:</p>
- <p class="i4">¡Qué digo, necio!</p>
- <p class="i4">El cielo sabe</p>
- <p class="i4">Si más aprecio</p>
- <p class="i4">Mi padecer.</p>
- <p class="i6">»Gima y padezca.</p>
- <p class="i4">Una esperanza</p>
- <p class="i4">Sin que merezca</p>
- <p class="i4">A mi deidad;</p>
- <p class="i4"><span class="pagenum" id="Page_196">p. 196</span>Sin que le pida</p>
- <p class="i4">Jamás el premio</p>
- <p class="i4">De mi perdida</p>
- <p class="i4">Felicidad.</p>
- <p class="i6">»Tímida boca,</p>
- <p class="i4">Nunca le digas</p>
- <p class="i4">La pasión loca</p>
- <p class="i4">Del corazón,</p>
- <p class="i4">Adonde oculto</p>
- <p class="i4">Está su templo,</p>
- <p class="i4">Y ofrenda y culto</p>
- <p class="i4">Lágrimas son.»</p>
- <p class="i2">Más dijera, pero el llanto,</p>
- <p class="i0">En que sus ojos abundan,</p>
- <p class="i0">Le interrumpe, y las palabras</p>
- <p class="i0">En la garganta se anudan.</p>
- <p class="i2">Cuando junto a la ribera,</p>
- <p class="i0">En un valle donde muchas</p>
- <p class="i0">Del árbol grato a Minerva</p>
- <p class="i0">Opimas ramas se cruzan,</p>
- <p class="i2">Süave cuanto sonora,</p>
- <p class="i0">Lisardo otra voz escucha,</p>
- <p class="i0">Que, enamorando los ecos</p>
- <p class="i0">Tales acentos modula:</p>
- <p class="i6">«Prepara el ensayo</p>
- <p class="i4">De más atractivos</p>
- <p class="i4">La rosa en los vivos</p>
- <p class="i4">Albores de Mayo:</p>
- <p class="i6">»Si al férvido rayo</p>
- <p class="i4">Su cáliz expone,</p>
- <p class="i4">Que el sol la corone</p>
- <p class="i4">En premio ha logrado,</p>
- <p class="i4">Y es reina del prado</p>
- <p class="i4"><span class="pagenum" id="Page_197">p. 197</span>Y amor de Dïone.</p>
- <p class="i6">»¡Oh fuente! En eterno</p>
- <p class="i4">Olvido quedaras</p>
- <p class="i4">Si no te lanzaras</p>
- <p class="i4">Del seno materno;</p>
- <p class="i6">»Tal vez el invierno</p>
- <p class="i4">Tu curso demora,</p>
- <p class="i4">Mas tú, vencedora,</p>
- <p class="i4">Burlando las nieves,</p>
- <p class="i4">A tu ímpetu debes</p>
- <p class="i4">Los besos de Flora.</p>
- <p class="i6">»Y tú, que en dolores</p>
- <p class="i4">Consumes los años,</p>
- <p class="i4">Autor de tus daños</p>
- <p class="i4">Por vanos temores,</p>
- <p class="i6">»En pago de amores</p>
- <p class="i4">No temas enojos,</p>
- <p class="i4">Enjuga los ojos;</p>
- <p class="i4">Que el dios que te hiere</p>
- <p class="i4">Más culto no quiere</p>
- <p class="i4">Que audacias y arrojos.»</p>
- <p class="i2">Rayo son estas palabras</p>
- <p class="i0">Que al ciego joven alumbran,</p>
- <p class="i0">Quien su engaño reconoce</p>
- <p class="i0">Y la voz que las pronuncia.</p>
- <p class="i2">Y al valle se arroja, adonde</p>
- <p class="i0">Testigos de su ventura</p>
- <p class="i0">Fueron las amigas sombras</p>
- <p class="i0">De la noche y selva muda;</p>
- <p class="i2">Mas muda la selva en vano</p>
- <p class="i0">Y en vano la sombra oscura;</p>
- <p class="i0">No sufre orgullosa Venus</p>
- <p class="i0">Que sus victorias se encubran.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_198">p. 198</span>Lo que celaron los ramos</p>
- <p class="i0">Las cortezas lo divulgan,</p>
- <p class="i0">Que en ellas dulces memorias</p>
- <p class="i0">Con emblemas perpetúan.</p>
- <p class="i2">Las Náyades en los troncos</p>
- <p class="i0">La fe y amor que se juran</p>
- <p class="i0">Leyeron, y ruborosas</p>
- <p class="i0">Se volvieron a sus urnas.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON JOSÉ JOAQUÍN DE MORA</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P071">71. El Estío</h3>
-
-<div class="versos ml26">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Hermosa</span> fuente que al vecino río</p>
- <p class="i0">Sonora envías tu cristal undoso,</p>
- <p class="i0">Y tú, blanda cual sueño venturoso,</p>
- <p class="i0">Yerba empapada en matinal rocío:</p>
- <p class="i2">Augusta soledad del bosque umbrío</p>
- <p class="i0">Que da y protege el álamo frondoso,</p>
- <p class="i0">Amparad de verano riguroso</p>
- <p class="i0">Al inocente y fiel rebaño mío.</p>
- <p class="i2">Que ya el suelo feraz de la campiña</p>
- <p class="i0">Selló Julio con planta abrasadora</p>
- <p class="i0">Y su verdura a marchitar empieza;</p>
- <p class="i2">Y alegre ve la pampanosa viña</p>
- <p class="i0">En sus yemas la savia bienhechora</p>
- <p class="i0">Nuncio feliz de la otoñal riqueza.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <p><span class="pagenum" id="Page_199">p. 199</span></p>
- <h2 class="nobreak">DON ANDRÉS BELLO</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P072">72. La agricultura de la zona tórrida</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">¡Salve</span>, fecunda zona,</p>
- <p class="i0">Que al sol enamorado circunscribes</p>
- <p class="i0">El vago curso, y cuanto ser se anima</p>
- <p class="i0">En cada vario clima,</p>
- <p class="i0">Acariciada de su luz, concibes!</p>
- <p class="i0">Tú tejes al verano su guirnalda</p>
- <p class="i0">De granadas espigas; tú la uva</p>
- <p class="i0">Das a la hirviente cuba:</p>
- <p class="i0">No de purpúrea flor, o roja, o gualda</p>
- <p class="i0">A tus florestas bellas</p>
- <p class="i0">Falta matiz alguno; y bebe en ellas</p>
- <p class="i0">Aromas mil el viento;</p>
- <p class="i0">Y greyes van sin cuento</p>
- <p class="i0">Paciendo tu verdura, desde el llano</p>
- <p class="i0">Que tiene por lindero el horizonte,</p>
- <p class="i0">Hasta el erguido monte,</p>
- <p class="i0">De inaccesible nieve siempre cano.</p>
- <p class="i0">Tú das la caña hermosa,</p>
- <p class="i0">De do la miel se acendra,</p>
- <p class="i0">Por quien desdeña el mundo los panales:</p>
- <p class="i0">Tú en urnas de coral cuajas la almendra</p>
- <p class="i0">Que en la espumante jícara rebosa:</p>
- <p class="i0">Bulle carmín viviente en tus nopales,</p>
- <p class="i0">Que afrenta fuera al múrice de Tiro;</p>
- <p class="i0">Y de tu añil la tinta generosa</p>
- <p class="i0">Émula es de la lumbre del zafiro;</p>
- <p class="i0">El vino es tuyo, que la herida agave</p>
- <p class="i0">Para los hijos vierte</p>
- <p class="i0">Del Anáhuac feliz; y la hoja es tuya</p>
- <p class="i0">Que cuando de süave</p>
- <p class="i0">Humo en espiras vagorosas huya,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_200">p. 200</span>Solazará el fastidio al ocio inerte.</p>
- <p class="i0">Tú vistes de jazmines</p>
- <p class="i0">El arbusto sabeo,</p>
- <p class="i0">Y el perfume le das que en los festines</p>
- <p class="i0">La fiebre insana templará a Lieo.</p>
- <p class="i0">Para tus hijos la procera palma</p>
- <p class="i0">Su vario feudo cría,</p>
- <p class="i0">Y el ananás sazona su ambrosía:</p>
- <p class="i0">Su blanco pan la yuca,</p>
- <p class="i0">Sus rubias pomas la patata educa,</p>
- <p class="i0">Y el algodón despliega al aura leve</p>
- <p class="i0">Las rosas de oro y el vellón de nieve.</p>
- <p class="i0">Tendida para ti la fresca parcha</p>
- <p class="i0">En enramadas de verdor lozano,</p>
- <p class="i0">Cuelga de sus sarmientos trepadores</p>
- <p class="i0">Nectáreos globos y franjadas flores;</p>
- <p class="i0">Y para ti el maíz, jefe altanero</p>
- <p class="i0">De la espigada tribu, hinche su grano;</p>
- <p class="i0">Y para ti el banano</p>
- <p class="i0">Desmaya al peso de su dulce carga;</p>
- <p class="i0">El banano, primero</p>
- <p class="i0">De cuantos concedió bellos presentes</p>
- <p class="i0">Providencia a las gentes</p>
- <p class="i0">Del Ecuador feliz con mano larga.</p>
- <p class="i0">No ya de humanas artes obligado</p>
- <p class="i0">El premio rinde opimo:</p>
- <p class="i0">No es a la podadera, no al arado</p>
- <p class="i0">Deudor de su racimo;</p>
- <p class="i0">Escasa industria bástale, cual puede</p>
- <p class="i0">Hurtar a sus fatigas mano esclava:</p>
- <p class="i0">Crece veloz, y cuando exhausto acaba,</p>
- <p class="i0">Adulta prole en torno le sucede.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_201">p. 201</span>Mas ¡oh! si cual no cede</p>
- <p class="i0">El tuyo, fértil zona, a suelo alguno,</p>
- <p class="i0">Y como de natura esmero ha sido,</p>
- <p class="i0">De tu indolente habitador lo fuera.</p>
- <p class="i0">¡Oh! Si al falaz ruïdo</p>
- <p class="i0">La dicha al fin supiese verdadera</p>
- <p class="i0">Anteponer, que del umbral le llama</p>
- <p class="i0">Del labrador sencillo,</p>
- <p class="i0">Lejos del necio y vano</p>
- <p class="i0">Fausto, el mentido brillo,</p>
- <p class="i0">El ocio pestilente ciudadano.</p>
- <p class="i0">¿Por qué ilusión funesta</p>
- <p class="i0">Aquellos que fortuna hizo señores</p>
- <p class="i0">De tan dichosa tierra y pingüe y varia,</p>
- <p class="i0">Al cuidado abandonan</p>
- <p class="i0">Y a la fe mercenaria</p>
- <p class="i0">Las patrias heredades,</p>
- <p class="i0">Y en el ciego tumulto se aprisionan</p>
- <p class="i0">De míseras ciudades,</p>
- <p class="i0">Do la ambición proterva</p>
- <p class="i0">Sopla la llama de civiles bandos,</p>
- <p class="i0">O al patriotismo la desidia enerva;</p>
- <p class="i0">Do el lujo las costumbres atosiga,</p>
- <p class="i0">Y combaten los vicios</p>
- <p class="i0">La incauta edad en poderosa liga?</p>
- <p class="i0">No allí con varoniles ejercicios</p>
- <p class="i0">Se endurece el mancebo a la fatiga;</p>
- <p class="i0">Mas la salud estraga en el abrazo</p>
- <p class="i0">De pérfida hermosura,</p>
- <p class="i0">Que pone en almoneda los favores;</p>
- <p class="i0">Mas pasatiempo estima</p>
- <p class="i0">Prender aleve en casto seno el fuego</p>
- <p class="i0">De ilícitos amores;</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_202">p. 202</span>O embebecido le hallará la aurora</p>
- <p class="i0">En mesa infame de ruinoso juego.</p>
- <p class="i0">En tanto a la lisonja seductora</p>
- <p class="i0">Del asiduo amador fácil oído</p>
- <p class="i0">Da la consorte: crece</p>
- <p class="i0">En la materna escuela</p>
- <p class="i0">De la disipación y el galanteo</p>
- <p class="i0">La tierna virgen, y al delito espuela</p>
- <p class="i0">Es antes el ejemplo que el deseo.</p>
- <p class="i0">¿Y será que se formen de este modo</p>
- <p class="i0">Los ánimos heroicos denodados</p>
- <p class="i0">Que fundan y sustentan los Estados?</p>
- <p class="i0">¿De la algazara del festín beodo,</p>
- <p class="i0">O de los coros de liviana danza,</p>
- <p class="i0">La dura juventud saldrá, modesta,</p>
- <p class="i0">Orgullo de la patria y esperanza?</p>
- <p class="i0">¿Sabrá con firme pulso</p>
- <p class="i0">De la severa ley regir el freno,</p>
- <p class="i0">Brillar en torno aceros homicidas</p>
- <p class="i0">En la dudosa lid verá sereno,</p>
- <p class="i0">O animoso hará frente al genio altivo</p>
- <p class="i0">Del engreído mando en la tribuna,</p>
- <p class="i0">Aquel que ya en la cuna</p>
- <p class="i0">Durmió al arrullo del cantar lascivo,</p>
- <p class="i0">Que riza el pelo, y se unge y se atavía</p>
- <p class="i0">Con femenil esmero,</p>
- <p class="i0">Y en indolente ociosidad el día,</p>
- <p class="i0">O en criminal lujuria pasa entero?</p>
- <p class="i0">No así trató la triunfadora Roma</p>
- <p class="i0">Las artes de la paz y de la guerra;</p>
- <p class="i0">Antes fio las riendas del Estado</p>
- <p class="i0">A la mano robusta</p>
- <p class="i0">Que tostó el sol y encalleció el arado:</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_203">p. 203</span>Y bajo el techo humoso campesino</p>
- <p class="i0">Los hijos educó, que el conjurado</p>
- <p class="i0">Mundo allanaron al valor latino.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Oh! ¡Los que afortunados poseedores</p>
- <p class="i0">Habéis nacido de la tierra hermosa</p>
- <p class="i0">En que reseña hacer de sus favores,</p>
- <p class="i0">Como para ganaros y atraeros,</p>
- <p class="i0">Quiso naturaleza bondadosa,</p>
- <p class="i0">Romped el duro encanto</p>
- <p class="i0">Que os tiene entre murallas prisioneros!</p>
- <p class="i0">El vulgo de las artes laborioso,</p>
- <p class="i0">El mercader que, necesario al lujo,</p>
- <p class="i0">Al lujo necesita,</p>
- <p class="i0">Los que anhelando van tras el señuelo</p>
- <p class="i0">Del alto cargo y del honor ruidoso,</p>
- <p class="i0">La grey de aduladores parasita,</p>
- <p class="i0">Gustosos pueblen ese infecto caos;</p>
- <p class="i0">El campo es vuestra herencia: en él gozaos.</p>
- <p class="i0">¿Amáis la libertad? El campo habita:</p>
- <p class="i0">No allá donde el magnate</p>
- <p class="i0">Entre armados satélites se mueve,</p>
- <p class="i0">Y de la moda, universal señora,</p>
- <p class="i0">Va la razón al triunfal carro atada,</p>
- <p class="i0">Y a la fortuna la insensata plebe,</p>
- <p class="i0">Y el noble al aura popular adora.</p>
- <p class="i0">¿O la virtud amáis? ¡Ah! ¡Que el retiro,</p>
- <p class="i0">La solitaria calma</p>
- <p class="i0">En que, juez de sí misma, pasa el alma</p>
- <p class="i0">A las acciones muestra,</p>
- <p class="i0">Es de la vida la mejor maestra!</p>
- <p class="i0">¿Buscáis durables goces,</p>
- <p class="i0">Felicidad, cuanta es al hombre dada</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_204">p. 204</span>Y a su terreno asiento, en que vecina</p>
- <p class="i0">Está la risa al llanto, y siempre ¡ah! siempre,</p>
- <p class="i0">Donde halaga la flor, punza la espina?</p>
- <p class="i0">Id a gozar la suerte campesina;</p>
- <p class="i0">La regalada paz, que ni rencores,</p>
- <p class="i0">Al labrador, ni envidias acibaran;</p>
- <p class="i0">La cama que mullida le preparan</p>
- <p class="i0">El contento, el trabajo, el aire puro;</p>
- <p class="i0">Y el sabor de los fáciles manjares,</p>
- <p class="i0">Que dispendiosa gula no le aceda;</p>
- <p class="i0">Y el asilo seguro</p>
- <p class="i0">De sus patrios hogares</p>
- <p class="i0">Que a la salud y al regocijo hospeda.</p>
- <p class="i0">El aura respirad de la montaña,</p>
- <p class="i0">Que vuelve al cuerpo laso</p>
- <p class="i0">El perdido vigor, que a la enojosa</p>
- <p class="i0">Vejez retarda el paso,</p>
- <p class="i0">Y el rostro a la beldad tiñe de rosa.</p>
- <p class="i0">¿Es allí menos blanda por ventura</p>
- <p class="i0">De amor la llama, que templó el recato?</p>
- <p class="i0">¿O menos aficiona la hermosura</p>
- <p class="i0">Que de extranjero ornato</p>
- <p class="i0">Y afeites impostores no se cura?</p>
- <p class="i0">¿O el corazón escucha indiferente</p>
- <p class="i0">El lenguaje inocente</p>
- <p class="i0">Que los afectos sin disfraz expresa</p>
- <p class="i0">Y a la intención ajusta la promesa?</p>
- <p class="i0">No del espejo al importuno ensayo</p>
- <p class="i0">La risa se compone, el paso, el gesto;</p>
- <p class="i0">No falta allí carmín al rostro honesto</p>
- <p class="i0">Que la modestia y la salud colora,</p>
- <p class="i0">Ni la mirada que lanzó al soslayo</p>
- <p class="i0">Tímido amor, la senda al alma ignora.</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_205">p. 205</span>¿Esperaréis que forme</p>
- <p class="i0">Más venturosos lazos himeneo,</p>
- <p class="i0">Do el interés barata,</p>
- <p class="i0">Tirano del deseo,</p>
- <p class="i0">Ajena mano y fe por nombre o plata,</p>
- <p class="i0">Que do conforme gusto, edad conforme,</p>
- <p class="i0">Y elección libre, y mutuo ardor los ata?</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Allí también deberes</p>
- <p class="i0">Hay que llenar: cerrad, cerrad las hondas</p>
- <p class="i0">Heridas de la guerra: el fértil suelo,</p>
- <p class="i0">Áspero ahora y bravo,</p>
- <p class="i0">Al desacostumbrado yugo torne</p>
- <p class="i0">Del arte humana y le tribute esclavo.</p>
- <p class="i0">Del obstruido estanque y del molino</p>
- <p class="i0">Recuerden ya las aguas el camino:</p>
- <p class="i0">El intrincado bosque el hacha rompa,</p>
- <p class="i0">Consuma el fuego: abrid en luengas calles</p>
- <p class="i0">La obscuridad de su infructuosa pompa.</p>
- <p class="i0">Abrigo den los valles</p>
- <p class="i0">A la sedienta caña;</p>
- <p class="i0">La manzana y la pera</p>
- <p class="i0">En la fresca montaña</p>
- <p class="i0">El cielo olviden de su madre España;</p>
- <p class="i0">Adorne la ladera</p>
- <p class="i0">El cafetal; ampare</p>
- <p class="i0">A la tierna teobroma en la ribera</p>
- <p class="i0">La sombra maternal de su bucare:</p>
- <p class="i0">Aquí el vergel, allá la huerta ría...</p>
- <p class="i0">¿Es ciego error de ilusa fantasía?</p>
- <p class="i0">Ya dócil a tu voz, agricultura,</p>
- <p class="i0">Nodriza de las gentes, la caterva</p>
- <p class="i0">Servil armada va de corvas hoces;</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_206">p. 206</span>Mírola ya que invade la espesura</p>
- <p class="i0">De la floresta opaca; oigo las voces;</p>
- <p class="i0">Siento el rumor confuso, el hierro suena;</p>
- <p class="i0">Los golpes el lejano</p>
- <p class="i0">Eco redobla; gime el ceibo anciano,</p>
- <p class="i0">Que a numerosa tropa</p>
- <p class="i0">Largo tiempo fatiga:</p>
- <p class="i0">Batido de cien hachas se estremece,</p>
- <p class="i0">Estalla al fin, y rinde el ancha copa.</p>
- <p class="i0">Huyó la fiera; deja el caro nido,</p>
- <p class="i0">Deja la prole implume</p>
- <p class="i0">El ave, y otro bosque no sabido</p>
- <p class="i0">De los humanos, va a buscar doliente...</p>
- <p class="i0">¿Qué miro? Alto torrente</p>
- <p class="i0">De sonorosa llama</p>
- <p class="i0">Corre, y sobre las áridas ruinas</p>
- <p class="i0">De la postrada selva se derrama.</p>
- <p class="i0">El raudo incendio a gran distancia brama,</p>
- <p class="i0">Y el humo en negro remolino sube,</p>
- <p class="i0">Aglomerando nube sobre nube.</p>
- <p class="i0">Ya de lo que antes era</p>
- <p class="i0">Verdor hermoso y fresca lozanía,</p>
- <p class="i0">Solo difuntos troncos,</p>
- <p class="i0">Solo cenizas quedan, monumento</p>
- <p class="i0">De la dicha mortal, burla del viento.</p>
- <p class="i0">Mas al vulgo bravío</p>
- <p class="i0">De las tupidas plantas montaraces</p>
- <p class="i0">Sucede ya el fructífero plantío</p>
- <p class="i0">En muestra ufana de ordenados haces.</p>
- <p class="i0">Ya ramo a ramo alcanza</p>
- <p class="i0">Y a los rollizos tallos hurta el día:</p>
- <p class="i0">Ya la primera flor desvuelve el seno,</p>
- <p class="i0">Bello a la vista, alegre a la esperanza:</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_207">p. 207</span>A la esperanza, que riendo enjuga</p>
- <p class="i0">Del fatigado agricultor la frente,</p>
- <p class="i0">Y allá a lo lejos el opimo fruto</p>
- <p class="i0">Y la cosecha apañadora pinta,</p>
- <p class="i0">Que lleva de los campos el tributo,</p>
- <p class="i0">Colmado el cesto, y con la falda en cinta:</p>
- <p class="i0">Y bajo el peso de los largos bienes</p>
- <p class="i0">Con que al colono acude,</p>
- <p class="i0">Hace crujir los vastos almacenes.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Buen Dios! no en vano sude,</p>
- <p class="i0">Mas a merced y compasión te mueva</p>
- <p class="i0">La gente agricultora</p>
- <p class="i0">Del Ecuador, que del desmayo triste</p>
- <p class="i0">Con renovado aliento vuelve ahora,</p>
- <p class="i0">Y tras tanta zozobra, ansia, tumulto,</p>
- <p class="i0">Tantos años de fiera</p>
- <p class="i0">Devastación y militar insulto,</p>
- <p class="i0">Aun más que tu clemencia antigua implora.</p>
- <p class="i0">Su rústica piedad, pero sincera,</p>
- <p class="i0">Halle a tus ojos gracia: no el risueño</p>
- <p class="i0">Porvenir que las penas le aligera,</p>
- <p class="i0">Cual de dorado sueño</p>
- <p class="i0">Visión falaz, desvanecido llore:</p>
- <p class="i0">Intempestiva lluvia no maltrate</p>
- <p class="i0">El delicado embrión: el diente impío</p>
- <p class="i0">Del insecto roedor no lo devore:</p>
- <p class="i0">Sañudo vendaval no lo arrebate,</p>
- <p class="i0">Ni agote al árbol el materno jugo</p>
- <p class="i0">La calorosa sed de largo estío.</p>
- <p class="i0">Y pues al fin te plugo,</p>
- <p class="i0">Árbitro de la suerte soberano,</p>
- <p class="i0">Que suelto el cuello de extranjero yugo</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_208">p. 208</span>Erguiese al cielo el hombre americano,</p>
- <p class="i0">Bendecida de ti se arraigue y medre</p>
- <p class="i0">Su libertad; en el más hondo encierra</p>
- <p class="i0">De los abismos la malvada guerra,</p>
- <p class="i0">Y el miedo de la espada asoladora</p>
- <p class="i0">Al suspicaz cultivador no arredre</p>
- <p class="i0">Del arte bienhechora,</p>
- <p class="i0">Que las familias nutre y los Estados:</p>
- <p class="i0">La azorada inquietud deje las almas,</p>
- <p class="i0">Deje la triste herrumbre los arados.</p>
- <p class="i0">Asaz de nuestros padres malhadados</p>
- <p class="i0">Expiamos la bárbara conquista.</p>
- <p class="i0">¿Cuántas doquier la vista</p>
- <p class="i0">No asombran erizadas soledades,</p>
- <p class="i0">Do cultos campos fueron, do ciudades?</p>
- <p class="i0">De muertes, proscripciones,</p>
- <p class="i0">Suplicios, orfandades,</p>
- <p class="i0">¿Quién contará la pavorosa suma?</p>
- <p class="i0">Saciadas duermen ya de sangre ibera</p>
- <p class="i0">Las sombras de Atahualpa y Moctezuma.</p>
- <p class="i0">¡Ah! Desde el alto asiento</p>
- <p class="i0">En que escabel te son alados coros</p>
- <p class="i0">Que velan en pasmado acatamiento</p>
- <p class="i0">La faz ante la lumbre de tu frente</p>
- <p class="i0">(Si merece por dicha una mirada</p>
- <p class="i0">Tuya la sin ventura humana gente),</p>
- <p class="i0">El ángel nos envía,</p>
- <p class="i0">El ángel de la paz, que al crudo ibero</p>
- <p class="i0">Haga olvidar la antigua tiranía,</p>
- <p class="i0">Y acatar reverente el que a los hombres</p>
- <p class="i0">Sagrado diste, imprescriptible fuero;</p>
- <p class="i0">Que alargar le haga al injuriado hermano</p>
- <p class="i0">(¡Ensangrentola asaz!) la diestra inerme;</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_209">p. 209</span>Y si la innata mansedumbre duerme,</p>
- <p class="i0">La despierte en el pecho americano.</p>
- <p class="i0">El corazón lozano</p>
- <p class="i0">Que una feliz obscuridad desdeña,</p>
- <p class="i0">Que en el azar sangriento del combate</p>
- <p class="i0">Alborozado late,</p>
- <p class="i0">Y codicioso de poder o fama,</p>
- <p class="i0">Nobles peligros ama;</p>
- <p class="i0">Baldón estime solo y vituperio</p>
- <p class="i0">El prez que de la patria no reciba,</p>
- <p class="i0">La libertad más dulce que el imperio,</p>
- <p class="i0">Y más hermosa que el laurel la oliva.</p>
- <p class="i0">Ciudadano el soldado,</p>
- <p class="i0">Deponga de la guerra la librea:</p>
- <p class="i0">El ramo de victoria</p>
- <p class="i0">Colgado al ara de la patria sea,</p>
- <p class="i0">Y sola adorne al mérito la gloria.</p>
- <p class="i0">De su trïunfo entonces patria mía,</p>
- <p class="i0">Verá la paz el suspirado día;</p>
- <p class="i0">La paz, a cuya vista el mundo llena</p>
- <p class="i0">Alma, serenidad y regocijo,</p>
- <p class="i0">Vuelve alentado el hombre a la faena,</p>
- <p class="i0">Alza el ancla la nave, a las amigas</p>
- <p class="i0">Auras encomendándose animosa,</p>
- <p class="i0">Enjámbrase el taller, hierve el cortijo,</p>
- <p class="i0">Y no basta la hoz a las espigas.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Oh jóvenes naciones, que ceñida</p>
- <p class="i0">Alzáis sobre el atónito Occidente</p>
- <p class="i0">De tempranos laureles la cabeza!</p>
- <p class="i0">Honrad al campo, honrad la simple vida</p>
- <p class="i0">Del labrador y su frugal llaneza.</p>
- <p class="i0">Así tendrán en vos perpetuamente</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_210">p. 210</span>La libertad morada,</p>
- <p class="i0">Y freno la ambición, y la ley templo.</p>
- <p class="i0">Las gentes a la senda</p>
- <p class="i0">De la inmortalidad, ardua y fragosa,</p>
- <p class="i0">Se animarán, citando vuestro ejemplo.</p>
- <p class="i0">Lo emulará celosa</p>
- <p class="i0">Vuestra posteridad, y nuevos nombres</p>
- <p class="i0">Añadiendo la fama</p>
- <p class="i0">A los que ahora aclama,</p>
- <p class="i0">«Hijos son estos, hijos</p>
- <p class="i0">(Pregonará a los hombres)</p>
- <p class="i0">De los que vencedores superaron</p>
- <p class="i0">De los Andes la cima:</p>
- <p class="i0">De los que en Boyacá, los que en la arena</p>
- <p class="i0">De Maipo y en Junín, y en la campaña</p>
- <p class="i0">Gloriosa de Apurima,</p>
- <p class="i0">Postrar supieron al león de España.»</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON JOSÉ MARÍA HEREDIA</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P073">73. Niágara</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Dadme</span> mi lira, dádmela: que siento</p>
- <p class="i0">En mi alma estremecida y agitada</p>
- <p class="i0">Arder la inspiración. ¡Oh! ¡cuánto tiempo</p>
- <p class="i0">En tinieblas pasó, sin que mi frente</p>
- <p class="i0">Brillase con su luz!... Niágara undoso,</p>
- <p class="i0">Sola tu faz sublime ya podría</p>
- <p class="i0">Tornarme el don divino, que ensañada</p>
- <p class="i0">Me robó del dolor la mano impía.</p>
- <p class="i2">Torrente prodigioso, calma, acalla</p>
- <p class="i0">Tu trueno aterrador: disipa un tanto</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_211">p. 211</span>Las tinieblas que en torno te circundan,</p>
- <p class="i0">Y déjame mirar tu faz serena,</p>
- <p class="i0">Y de entusiasmo ardiente mi alma llena.</p>
- <p class="i0">Yo digno soy de contemplarte: siempre,</p>
- <p class="i0">Lo común y mezquino desdeñando,</p>
- <p class="i0">Ansié por lo terrífico y sublime.</p>
- <p class="i0">Al despeñarse el huracán furioso,</p>
- <p class="i0">Al retumbar sobre mi frente el rayo,</p>
- <p class="i0">Palpitando gocé: vi al Océano</p>
- <p class="i0">Azotado del austro proceloso</p>
- <p class="i0">Combatir mi bajel, y ante mis plantas</p>
- <p class="i0">Sus abismos abrir, y amé el peligro,</p>
- <p class="i0">Y sus iras amé: mas su fiereza</p>
- <p class="i0">En mi alma no dejara</p>
- <p class="i0">La profunda impresión que tu grandeza.</p>
- <p class="i2">Corres sereno y majestuoso, y luego</p>
- <p class="i0">En ásperos peñascos quebrantado,</p>
- <p class="i0">Te abalanzas violento, arrebatado,</p>
- <p class="i0">Como el destino irresistible y ciego.</p>
- <p class="i0">¿Qué voz humana describir podría</p>
- <p class="i0">De la sirte rugiente</p>
- <p class="i0">La aterradora faz? El alma mía</p>
- <p class="i0">En vagos pensamientos se confunde,</p>
- <p class="i0">Al contemplar la férvida corriente,</p>
- <p class="i0">Que en vano quiere la turbada vista</p>
- <p class="i0">En su vuelo seguir al borde oscuro</p>
- <p class="i0">Del precipicio altísimo: mil olas,</p>
- <p class="i0">Cual pensamiento rápidas pasando,</p>
- <p class="i0">Chocan y se enfurecen,</p>
- <p class="i0">Y otras mil y otras mil ya las alcanzan,</p>
- <p class="i0">Y entre espuma y fragor desaparecen.</p>
- <p class="i0">Mas llegan... saltan... el abismo horrendo</p>
- <p class="i0">Devora los torrentes despeñados;</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_212">p. 212</span>Crúzanse en él mil iris, y asordados</p>
- <p class="i0">Vuelven los bosques el fragor tremendo.</p>
- <p class="i0">Al golpe violentísimo en las peñas</p>
- <p class="i0">Rómpese el agua, y salta, y una nube</p>
- <p class="i0">De revueltos vapores</p>
- <p class="i0">Cubre el abismo en remolinos, sube,</p>
- <p class="i0">Gira en torno, y al cielo</p>
- <p class="i0">Cual pirámide inmensa se levanta,</p>
- <p class="i0">Y por sobre los bosques que le cercan</p>
- <p class="i0">Al solitario cazador espanta.</p>
- <p class="i2">Mas ¿qué en ti busca mi anhelante vista</p>
- <p class="i0">Con inquieto afanar? ¿Por qué no miro</p>
- <p class="i0">Alrededor de tu caverna inmensa</p>
- <p class="i0">Las palmas ¡ay! las palmas deliciosas,</p>
- <p class="i0">Que en las llanuras de mi ardiente patria</p>
- <p class="i0">Nacen del sol a la sonrisa, y crecen,</p>
- <p class="i0">Y al soplo de la brisa del Océano</p>
- <p class="i0">Bajo un cielo purísimo se mecen?</p>
- <p class="i0">Este recuerdo a mi pesar me viene...</p>
- <p class="i0">Nada ¡oh Niágara! falta a tu destino,</p>
- <p class="i0">Ni otra corona que el agreste pino</p>
- <p class="i0">A tu terrible majestad conviene.</p>
- <p class="i0">La palma y mirto, y delicada rosa,</p>
- <p class="i0">Muelle placer inspiren y ocio blando</p>
- <p class="i0">En frívolo jardín: a ti la suerte</p>
- <p class="i0">Guarda más digno objeto y más sublime.</p>
- <p class="i0">El alma libre, generosa y fuerte,</p>
- <p class="i0">Viene, te ve, se asombra,</p>
- <p class="i0">Menosprecia los frívolos deleites</p>
- <p class="i0">Y aun se siente elevar cuando te nombra.</p>
- <p class="i2">¡Dios, Dios de la verdad! en otros climas</p>
- <p class="i0">Vi monstruos execrables</p>
- <p class="i0">Blasfemando tu nombre sacrosanto,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_213">p. 213</span>Sembrar error y fanatismo impío,</p>
- <p class="i0">Los campos inundar con sangre y llanto,</p>
- <p class="i0">De hermanos atizar la infanda guerra</p>
- <p class="i0">Y desolar frenéticos la tierra.</p>
- <p class="i0">Vilos, y el pecho se inflamó a su vista</p>
- <p class="i0">En grave indignación. Por otra parte</p>
- <p class="i0">Vi mentidos filósofos que osaban</p>
- <p class="i0">Escrutar tus misterios, ultrajarte,</p>
- <p class="i0">Y de impiedad al lamentable abismo</p>
- <p class="i0">A los míseros hombres arrastraban:</p>
- <p class="i0">Por eso siempre te buscó mi mente</p>
- <p class="i0">En la sublime soledad: ahora</p>
- <p class="i0">Entera se abre a ti; tu mano siente</p>
- <p class="i0">En esta inmensidad que me circunda,</p>
- <p class="i0">Y tu profunda voz baja a mi seno</p>
- <p class="i0">De este raudal en el eterno trueno.</p>
- <p class="i2">¡Asombroso torrente!</p>
- <p class="i0">¡Cómo tu vista mi ánimo enajena</p>
- <p class="i0">Y de terror y admiración me llena!</p>
- <p class="i0">¿Do tu origen está? ¿Quién fertiliza</p>
- <p class="i0">Por tantos siglos tu inexhausta fuente?</p>
- <p class="i0">¿Qué poderosa mano</p>
- <p class="i0">Hace que al recibirte</p>
- <p class="i0">No rebose en la tierra el Oceáno?</p>
- <p class="i2">Abrió el Señor su mano omnipotente,</p>
- <p class="i0">Cubrió tu faz de nubes agitadas,</p>
- <p class="i0">Dio su voz a tus aguas despeñadas</p>
- <p class="i0">Y ornó con su arco tu terrible frente.</p>
- <p class="i2">Miro tus aguas que incansables corren,</p>
- <p class="i0">Como el largo torrente de los siglos</p>
- <p class="i0">Rueda en la eternidad: así del hombre</p>
- <p class="i0">Pasan volando los floridos días</p>
- <p class="i0">Y despierta el dolor... ¡Ay! ya agotada</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_214">p. 214</span>Siento mi juventud, mi faz marchita,</p>
- <p class="i0">Y la profunda pena que me agita</p>
- <p class="i0">Ruga mi frente de dolor nublada.</p>
- <p class="i2">Nunca tanto sentí como este día</p>
- <p class="i0">Mi mísero aislamiento, mi abandono,</p>
- <p class="i0">Mi lamentable desamor... ¿Podría</p>
- <p class="i0">Una alma apasionada y borrascosa</p>
- <p class="i0">Sin amor ser feliz?... ¡Oh! ¡Si una hermosa</p>
- <p class="i0">Digna de mí me amase</p>
- <p class="i0">Y de este abismo al borde turbulento</p>
- <p class="i0">Mi vago pensamiento</p>
- <p class="i0">Y mi andar solitario acompañase!</p>
- <p class="i0">¡Cual gozara al mirar su faz cubrirse</p>
- <p class="i0">De leve palidez, y ser más bella</p>
- <p class="i0">En su dulce terror, y sonreírse</p>
- <p class="i0">Al sostenerla en mis amantes brazos!...</p>
- <p class="i0">¡Delirios de virtud!... ¡Ay! desterrado,</p>
- <p class="i0">Sin patria, sin amores,</p>
- <p class="i0">Solo miro ante mí llanto y dolores.</p>
- <p class="i2">¡Niágara poderoso!</p>
- <p class="i0">Oye mi última voz: en pocos años</p>
- <p class="i0">Ya devorado habrá la tumba fría</p>
- <p class="i0">A tu débil cantor. ¡Duren mis versos</p>
- <p class="i0">Cual tu gloria inmortal! Pueda piadoso,</p>
- <p class="i0">Al contemplar tu faz algún viajero,</p>
- <p class="i0">Dar un suspiro a la memoria mía.</p>
- <p class="i0">Y yo al hundirse el sol en Occidente,</p>
- <p class="i0">Vuele gozoso do el Criador me llama,</p>
- <p class="i0">Y al escuchar los ecos de mi fama</p>
- <p class="i0">Alce en las nubes la radiosa frente.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <p><span class="pagenum" id="Page_215">p. 215</span></p>
- <h2 class="nobreak">DUQUE DE RIVAS</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P074">74. El faro de Malta</h3>
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Envuelve</span> al mundo extenso triste noche,</p>
- <p class="i0">Ronco huracán y borrascosas nubes</p>
- <p class="i0">Confunden y tinieblas impalpables</p>
- <p class="i8">El cielo, el mar, la tierra:</p>
- <p class="i2">Y tú invisible te alzas, en tu frente</p>
- <p class="i0">Ostentando de fuego una corona,</p>
- <p class="i0">Cual rey del caos, que refleja y arde</p>
- <p class="i8">Con luz de paz y vida.</p>
- <p class="i2">En vano ronco el mar alza sus montes</p>
- <p class="i0">Y revienta a tus pies, do rebramante</p>
- <p class="i0">Creciendo en blanca espuma, esconde y borra</p>
- <p class="i8">El abrigo del puerto:</p>
- <p class="i2">Tú, con lengua de fuego, aquí está dices,</p>
- <p class="i0">Sin voz hablando al tímido piloto,</p>
- <p class="i0">Que como a numen bienhechor te adora,</p>
- <p class="i8">Y en ti los ojos clava.</p>
- <p class="i2">Tiende apacible noche el manto rico,</p>
- <p class="i0">Que céfiro amoroso desenrolla,</p>
- <p class="i0">Recamado de estrellas y luceros,</p>
- <p class="i8">Por él rueda la luna;</p>
- <p class="i2">Y entonces tú, de niebla vaporosa</p>
- <p class="i0">Vestido, dejas ver en formas vagas</p>
- <p class="i0">Tu cuerpo colosal, y tu diadema</p>
- <p class="i8">Arde al par de los astros.</p>
- <p class="i2">Duerme tranquilo el mar, pérfido esconde</p>
- <p class="i0">Rocas aleves, áridos escollos;</p>
- <p class="i0">Falso señuelo son, lejanas cumbres</p>
- <p class="i8">Engañan a las naves.</p>
- <p class="i2">Mas tú, cuyo esplendor todo lo ofusca,</p>
- <p class="i0">Tú, cuya inmoble posición indica</p>
- <p class="i0">El trono de un monarca, eres su norte,</p>
- <p class="i8"><span class="pagenum" id="Page_216">p. 216</span>Les adviertes su engaño.</p>
- <p class="i2">Así de la razón arde la antorcha,</p>
- <p class="i0">En medio del furor de las pasiones</p>
- <p class="i0">O de aleves halagos de fortuna,</p>
- <p class="i8">A los ojos del alma.</p>
- <p class="i2">Desque refugio de la airada suerte</p>
- <p class="i0">En esta escasa tierra que presides,</p>
- <p class="i0">Y grato albergue el cielo bondadoso</p>
- <p class="i8">Me concedió propicio;</p>
- <p class="i2">Ni una vez solo a mis pesares busco</p>
- <p class="i0">Dulce olvido del sueño entre los brazos</p>
- <p class="i0">Sin saludarte, y sin tornar los ojos</p>
- <p class="i8">A tu espléndida frente.</p>
- <p class="i2">¡Cuántos, ay, desde el seno de los mares</p>
- <p class="i0">Al par los tornarán!... tras larga ausencia</p>
- <p class="i0">Unos, que vuelven a su patria amada,</p>
- <p class="i8">A sus hijos y esposa.</p>
- <p class="i2">Otros prófugos, pobres, perseguidos,</p>
- <p class="i0">Que asilo buscan, cual busqué, lejano,</p>
- <p class="i0">Y a quienes que lo hallaron tu luz dice,</p>
- <p class="i8">Hospitalaria estrella.</p>
- <p class="i2">Arde, y sirve de norte a los bajeles,</p>
- <p class="i0">Que de mi patria, aunque de tarde en tarde,</p>
- <p class="i0">Me traen nuevas amargas, y renglones</p>
- <p class="i8">Con lágrimas escritos.</p>
- <p class="i2">Cuando la vez primera deslumbraste</p>
- <p class="i0">Mis afligidos ojos, ¡cuál mi pecho,</p>
- <p class="i0">Destrozado y hundido en amargura</p>
- <p class="i8">Palpitó venturoso!</p>
- <p class="i2">Del Lacio moribundo las riberas</p>
- <p class="i0">Huyendo inhospitables, contrastado</p>
- <p class="i0">Del viento y mar entre ásperos bajíos</p>
- <p class="i8">Vi tu lumbre divina:</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_217">p. 217</span>Viéronla como yo los marineros,</p>
- <p class="i0">Y, olvidando los votos y plegarias</p>
- <p class="i0">Que en las sordas tinieblas se perdían,</p>
- <p class="i8">¡¡Malta!! ¡¡Malta!!, gritaron;</p>
- <p class="i2">Y fuiste a nuestros ojos la aureola</p>
- <p class="i0">Que orna la frente de la santa imagen</p>
- <p class="i0">En quien busca afanoso peregrino</p>
- <p class="i8">La salud y el consuelo.</p>
- <p class="i2">Jamás te olvidaré, jamás... Tan solo</p>
- <p class="i0">Trocara tu esplendor, sin olvidarlo,</p>
- <p class="i0">Rey de la noche, y de tu excelsa cumbre</p>
- <p class="i8">La benéfica llama,</p>
- <p class="i2">Por la llama y los fúlgidos destellos</p>
- <p class="i0">Que lanza, reflejando al sol naciente,</p>
- <p class="i0">El arcángel dorado que corona</p>
- <p class="i8">De Córdoba la torre.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P075">75. Un castellano leal</h3>
-
-<h4 class="asc">ROMANCE PRIMERO</h4>
-
-<div class="versos ml30">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">«Hola,</span> hidalgos y escuderos</p>
- <p class="i0">De mi alcurnia y mi blasón,</p>
- <p class="i0">Mirad como bien nacidos</p>
- <p class="i0">De mi sangre y casa en pro.</p>
- <p class="i2">»Esas puertas se defiendan;</p>
- <p class="i0">Que no ha de entrar, vive Dios,</p>
- <p class="i0">Por ellas, quien no estuviere</p>
- <p class="i0">Más limpio que lo está el sol.</p>
- <p class="i2">»No profane mi palacio</p>
- <p class="i0">Un fementido traidor</p>
- <p class="i0">Que contra su Rey combate</p>
- <p class="i0">Y que a su patria vendió.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_218">p. 218</span>»Pues si él es de Reyes primo,</p>
- <p class="i0">Primo de Reyes soy yo;</p>
- <p class="i0">Y conde de Benavente</p>
- <p class="i0">Si él es duque de Borbón.</p>
- <p class="i2">»Llevándole de ventaja</p>
- <p class="i0">Que nunca jamás manchó</p>
- <p class="i0">La traición mi noble sangre,</p>
- <p class="i0">Y haber nacido español.»</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Así atronaba la calle</p>
- <p class="i0">Una ya cascada voz,</p>
- <p class="i0">Que de un palacio salía</p>
- <p class="i0">Cuya puerta se cerró;</p>
- <p class="i2">Y a la que estaba a caballo</p>
- <p class="i0">Sobre un negro pisador,</p>
- <p class="i0">Siendo en su escudo las lises</p>
- <p class="i0">Más bien que timbre baldón,</p>
- <p class="i2">Y de pajes y escuderos</p>
- <p class="i0">Llevando un tropel en pos</p>
- <p class="i0">Cubiertos de ricas galas,</p>
- <p class="i0">El gran duque de Borbón:</p>
- <p class="i2">El que lidiando en Pavía,</p>
- <p class="i0">Más que valiente, feroz,</p>
- <p class="i0">Gozose en ver prisionero</p>
- <p class="i0">A su natural señor;</p>
- <p class="i2">Y que a Toledo ha venido,</p>
- <p class="i0">Ufano de su traición,</p>
- <p class="i0">Para recibir mercedes</p>
- <p class="i0">Y ver al Emperador.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">ROMANCE SEGUNDO</h4>
-
-<div class="versos ml30">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">En una anchurosa cuadra</p>
- <p class="i0">Del alcázar de Toledo,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_219">p. 219</span>Cuyas paredes adornan</p>
- <p class="i0">Ricos tapices flamencos,</p>
- <p class="i2">Al lado de una gran mesa,</p>
- <p class="i0">Que cubre de terciopelo</p>
- <p class="i0">Napolitano tapete</p>
- <p class="i0">Con borlones de oro y flecos;</p>
- <p class="i2">Ante un sillón de respaldo</p>
- <p class="i0">Que entre bordado arabesco</p>
- <p class="i0">Los timbres de España ostentan</p>
- <p class="i0">Y el águila del imperio,</p>
- <p class="i2">De pie estaba Carlos Quinto,</p>
- <p class="i0">Que en España era primero,</p>
- <p class="i0">Con gallardo y noble talle,</p>
- <p class="i0">Con noble y tranquilo aspecto.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">De brocado de oro y blanco</p>
- <p class="i0">Viste tabardo tudesco,</p>
- <p class="i0">De rubias martas orlado,</p>
- <p class="i0">Y desabrochado y suelto,</p>
- <p class="i2">Dejando ver un justillo</p>
- <p class="i0">De raso jalde, cubierto</p>
- <p class="i0">Con primorosos bordados</p>
- <p class="i0">Y costosos sobrepuestos,</p>
- <p class="i2">Y la excelsa y noble insignia</p>
- <p class="i0">Del Toisón de oro, pendiendo</p>
- <p class="i0">De una preciosa cadena</p>
- <p class="i0">En la mitad de su pecho.</p>
- <p class="i2">Un birrete de velludo</p>
- <p class="i0">Con un blanco airón, sujeto</p>
- <p class="i0">Por un joyel de diamantes</p>
- <p class="i0">Y un antiguo camafeo,</p>
- <p class="i2">Descubre por ambos lados,</p>
- <p class="i0">Tanta majestad cubriendo,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_220">p. 220</span>Rubio, cual barba y bigote,</p>
- <p class="i0">Bien atusado el cabello.</p>
- <p class="i2">Apoyada en la cadera</p>
- <p class="i0">La potente diestra ha puesto,</p>
- <p class="i0">Que aprieta dos guantes de ámbar</p>
- <p class="i0">Y un primoroso mosquero,</p>
- <p class="i2">Y con la siniestra halaga</p>
- <p class="i0">De un mastín muy corpulento,</p>
- <p class="i0">Blanco y las orejas rubias,</p>
- <p class="i0">El ancho y carnoso cuello.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Con el Condestable insigne,</p>
- <p class="i0">Apaciguador del reino,</p>
- <p class="i0">De los pasados disturbios</p>
- <p class="i0">Acaso está discurriendo;</p>
- <p class="i2">O del trato que dispone</p>
- <p class="i0">Con el Rey de Francia preso,</p>
- <p class="i0">O de asuntos de Alemania</p>
- <p class="i0">Agitada por Lutero;</p>
- <p class="i2">Cuando un tropel de caballos</p>
- <p class="i0">Oye venir a lo lejos</p>
- <p class="i0">Y ante el alcázar pararse,</p>
- <p class="i0">Quedando todo en silencio.</p>
- <p class="i2">En la antecámara suena</p>
- <p class="i0">Rumor impensado luego,</p>
- <p class="i0">Ábrese al fin la mampara</p>
- <p class="i0">Y entra el de Borbón soberbio,</p>
- <p class="i2">Con el semblante de azufre</p>
- <p class="i0">Y con los ojos de fuego,</p>
- <p class="i0">Bramando de ira y de rabia</p>
- <p class="i0">Que enfrena mal el respeto;</p>
- <p class="i2">Y con balbuciente lengua,</p>
- <p class="i0">Y con mal borrado ceño,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_221">p. 221</span>Acusa al de Benavente,</p>
- <p class="i0">Un desagravio pidiendo.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Del español Condestable</p>
- <p class="i0">Latió con orgullo el pecho,</p>
- <p class="i0">Ufano de la entereza</p>
- <p class="i0">De su esclarecido deudo.</p>
- <p class="i2">Y aunque advertido procura</p>
- <p class="i0">Disimular cual discreto,</p>
- <p class="i0">A su noble rostro asoman</p>
- <p class="i0">La aprobación y el contento.</p>
- <p class="i2">El Emperador un punto</p>
- <p class="i0">Quedó indeciso y suspenso,</p>
- <p class="i0">Sin saber qué responderle</p>
- <p class="i0">Al francés, de enojo ciego.</p>
- <p class="i2">Y aunque en su interior se goza</p>
- <p class="i0">Con el proceder violento</p>
- <p class="i0">Del conde de Benavente,</p>
- <p class="i0">De altas esperanzas lleno</p>
- <p class="i2">Por tener tales vasallos,</p>
- <p class="i0">De noble lealtad modelos,</p>
- <p class="i0">Y con los que el ancho mundo</p>
- <p class="i0">Será a sus glorias estrecho.</p>
- <p class="i2">Mucho al de Borbón le debe</p>
- <p class="i0">Y es fuerza satisfacerlo:</p>
- <p class="i0">Le ofrece para calmarlo</p>
- <p class="i0">Un desagravio completo.</p>
- <p class="i2">Y, llamando a un gentil-hombre,</p>
- <p class="i0">Con el semblante severo</p>
- <p class="i0">Manda que el de Benavente</p>
- <p class="i0">Venga a su presencia presto.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 title="ROMANCE TERCERO" class="asc"><span class="pagenum"
-id="Page_222">p. 222</span>ROMANCE TERCERO</h4>
-
-<div class="versos ml30">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Sostenido por sus pajes</p>
- <p class="i0">Desciende de su litera</p>
- <p class="i0">El conde de Benavente</p>
- <p class="i0">Del alcázar a la puerta.</p>
- <p class="i2">Era un viejo respetable,</p>
- <p class="i0">Cuerpo enjuto, cara seca,</p>
- <p class="i0">Con dos ojos como chispas,</p>
- <p class="i0">Cargados de largas cejas,</p>
- <p class="i2">Y con semblante muy noble,</p>
- <p class="i0">Mas de gravedad tan seria</p>
- <p class="i0">Que veneración de lejos</p>
- <p class="i0">Y miedo causa de cerca.</p>
- <p class="i2">Eran su traje unas calzas</p>
- <p class="i0">De púrpura de Valencia,</p>
- <p class="i0">Y de recamado ante</p>
- <p class="i0">Un coleto a la leonesa:</p>
- <p class="i2">De fino lienzo gallego</p>
- <p class="i0">Los puños y la gorguera,</p>
- <p class="i0">Unos y otra guarnecidos</p>
- <p class="i0">Con randas barcelonesas:</p>
- <p class="i2">Un birretón de velludo</p>
- <p class="i0">Con su cintillo de perlas,</p>
- <p class="i0">Y el gabán de paño verde</p>
- <p class="i0">Con alamares de seda.</p>
- <p class="i2">Tan solo de Calatrava</p>
- <p class="i0">La insignia española lleva;</p>
- <p class="i0">Que el Toisón ha despreciado</p>
- <p class="i0">Por ser orden extranjera.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Con paso tardo, aunque firme,</p>
- <p class="i0">Sube por las escaleras,</p>
- <p class="i0">Y al verle, las alabardas</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_223">p. 223</span>Un golpe dan en la tierra.</p>
- <p class="i2">Golpe de honor, y de aviso</p>
- <p class="i0">De que en el alcázar entra</p>
- <p class="i0">Un Grande, a quien se le debe</p>
- <p class="i0">Todo honor y reverencia.</p>
- <p class="i2">Al llegar a la antesala,</p>
- <p class="i0">Los pajes que están en ella</p>
- <p class="i0">Con respeto le saludan</p>
- <p class="i0">Abriendo las anchas puertas.</p>
- <p class="i2">Con grave paso entra el conde</p>
- <p class="i0">Sin que otro aviso preceda,</p>
- <p class="i0">Salones atravesando</p>
- <p class="i0">Hasta la cámara regia.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Pensativo está el Monarca,</p>
- <p class="i0">Discurriendo como pueda</p>
- <p class="i0">Componer aquel disturbio</p>
- <p class="i0">Sin hacer a nadie ofensa.</p>
- <p class="i2">Mucho al de Borbón le debe,</p>
- <p class="i0">Aun mucho más de él espera,</p>
- <p class="i0">Y al de Benavente mucho</p>
- <p class="i0">Considerar le interesa.</p>
- <p class="i2">Dilación no admite el caso,</p>
- <p class="i0">No hay quien dar consejo pueda</p>
- <p class="i0">Y Villalar y Pavía</p>
- <p class="i0">A un tiempo se le recuerdan.</p>
- <p class="i2">En el sillón asentado</p>
- <p class="i0">Y el codo sobre la mesa,</p>
- <p class="i0">Al personaje recibe,</p>
- <p class="i0">Que comedido se acerca.</p>
- <p class="i2">Grave el conde le saluda</p>
- <p class="i0">Con una rodilla en tierra,</p>
- <p class="i0">Mas como Grande del reino</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_224">p. 224</span>Sin descubrir la cabeza.</p>
- <p class="i2">El Emperador benigno</p>
- <p class="i0">Que alce del suelo le ordena,</p>
- <p class="i0">Y la plática difícil</p>
- <p class="i0">Con sagacidad empieza.</p>
- <p class="i2">Y entre severo y afable</p>
- <p class="i0">Al cabo le manifiesta</p>
- <p class="i0">Que es el que a Borbón aloje</p>
- <p class="i0">Voluntad suya resuelta.</p>
- <p class="i2">Con respeto muy profundo,</p>
- <p class="i0">Pero con la voz entera,</p>
- <p class="i0">Respóndele Benavente,</p>
- <p class="i0">Destocando la cabeza:</p>
- <p class="i2">«Soy, señor, vuestro vasallo,</p>
- <p class="i0">Vos sois mi rey en la tierra,</p>
- <p class="i0">A vos ordenar os cumple</p>
- <p class="i0">De mi vida y de mi hacienda.</p>
- <p class="i2">»Vuestro soy, vuestra mi casa,</p>
- <p class="i0">De mí disponed y de ella,</p>
- <p class="i0">Pero no toquéis mi honra</p>
- <p class="i0">Y respetad mi conciencia.</p>
- <p class="i2">»Mi casa Borbón ocupe</p>
- <p class="i0">Puesto que es voluntad vuestra,</p>
- <p class="i0">Contamine sus paredes,</p>
- <p class="i0">Sus blasones envilezca;</p>
- <p class="i2">»Que a mí me sobra en Toledo</p>
- <p class="i0">Donde vivir, sin que tenga</p>
- <p class="i0">Que rozarme con traidores,</p>
- <p class="i0">Cuyo solo aliento infesta.</p>
- <p class="i2">»Y en cuanto él deje mi casa,</p>
- <p class="i0">Antes de tornar yo a ella,</p>
- <p class="i0">Purificaré con fuego</p>
- <p class="i0">Sus paredes y sus puertas.»</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_225">p. 225</span>Dijo el conde, la real mano</p>
- <p class="i0">Besó, cubrió su cabeza,</p>
- <p class="i0">Y retirose bajando</p>
- <p class="i0">A do estaba su litera.</p>
- <p class="i2">Y a casa de un su pariente</p>
- <p class="i0">Mandó que le condujeran,</p>
- <p class="i0">Abandonando la suya</p>
- <p class="i0">Con cuanto dentro se encierra.</p>
- <p class="i2">Quedó absorto Carlos Quinto</p>
- <p class="i0">De ver tan noble firmeza,</p>
- <p class="i0">Estimando la de España</p>
- <p class="i0">Más que la imperial diadema.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">ROMANCE CUARTO</h4>
-
-<div class="versos ml30">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Muy pocos días el duque</p>
- <p class="i0">Hizo mansión en Toledo,</p>
- <p class="i0">Del noble conde ocupando</p>
- <p class="i0">Los honrados aposentos.</p>
- <p class="i2">Y la noche en que el palacio</p>
- <p class="i0">Dejó vacío, partiendo,</p>
- <p class="i0">Con su séquito y sus pajes,</p>
- <p class="i0">Orgulloso y satisfecho,</p>
- <p class="i2">Turbó la apacible luna</p>
- <p class="i0">Un vapor blanco y espeso</p>
- <p class="i0">Que de las altas techumbres</p>
- <p class="i0">Se iba elevando y creciendo:</p>
- <p class="i2">A poco rato tornose</p>
- <p class="i0">En humo confuso y denso</p>
- <p class="i0">Que en nubarrones oscuros</p>
- <p class="i0">Ofuscaba el claro cielo;</p>
- <p class="i2">Después en ardientes chispas,</p>
- <p class="i0">Y en un resplandor horrendo</p>
- <p class="i0">Que iluminaba los valles</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_226">p. 226</span>Dando en el Tajo reflejos,</p>
- <p class="i2">Y al fin su furor mostrando</p>
- <p class="i0">En embravecido incendio</p>
- <p class="i0">Que devoraba altas torres</p>
- <p class="i0">Y derrumbaba altos techos.</p>
- <p class="i2">Resonaron las campanas,</p>
- <p class="i0">Conmoviose todo el pueblo,</p>
- <p class="i0">De Benavente el palacio</p>
- <p class="i0">Presa de las llamas viendo.</p>
- <p class="i2">El Emperador confuso</p>
- <p class="i0">Corre a procurar remedio,</p>
- <p class="i0">En atajar tanto daño</p>
- <p class="i0">Mostrando tenaz empeño.</p>
- <p class="i2">En vano todo: tragose</p>
- <p class="i0">Tantas riquezas el fuego,</p>
- <p class="i0">A la lealtad castellana</p>
- <p class="i0">Levantando un monumento.</p>
- <p class="i2">Aun hoy unos viejos muros</p>
- <p class="i0">Del humo y las llamas negros</p>
- <p class="i0">Recuerdan acción tan grande</p>
- <p class="i0">En la famosa Toledo.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON JOSÉ DE ESPRONCEDA</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P076">76. Himno de la Inmortalidad</h3>
-
-<div class="versos ml26">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">¡Salve</span>, llama creadora del mundo,</p>
- <p class="i0">Lengua ardiente de eterno saber,</p>
- <p class="i0">Puro germen, principio fecundo</p>
- <p class="i0">Que encadenas la muerte a tus pies!</p>
- <p class="i2">Tú la inerte materia espoleas,</p>
- <p class="i0">Tú la ordenas juntarse y vivir,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_227">p. 227</span>Tú su lodo modelas, y creas</p>
- <p class="i0">Miles seres de formas sin fin.</p>
- <p class="i2">Desbarata tus obras en vano</p>
- <p class="i0">Vencedora la muerte tal vez;</p>
- <p class="i0">De sus restos levanta tu mano</p>
- <p class="i0">Nuevas obras triunfante otra vez.</p>
- <p class="i2">Tú la hoguera del sol alimentas,</p>
- <p class="i0">Tú revistes los cielos de azul,</p>
- <p class="i0">Tú la luna en las sombras argentas,</p>
- <p class="i0">Tú coronas la aurora de luz.</p>
- <p class="i2">Gratos ecos al bosque sombrío,</p>
- <p class="i0">Verde pompa a los árboles das,</p>
- <p class="i0">Melancólica música al río,</p>
- <p class="i0">Ronco grito a las olas del mar.</p>
- <p class="i2">Tú el aroma en las flores exhalas,</p>
- <p class="i0">En los valles suspiras de amor,</p>
- <p class="i0">Tú murmuras del aura en las alas,</p>
- <p class="i0">En el Bóreas retumba tu voz.</p>
- <p class="i2">Tú derramas el oro en la tierra</p>
- <p class="i0">En arroyos de hirviente metal;</p>
- <p class="i0">Tú abrillantas la perla que encierra</p>
- <p class="i0">En su abismo profundo la mar.</p>
- <p class="i2">Tú las cárdenas nubes extiendes,</p>
- <p class="i0">Negro manto que agita Aquilón;</p>
- <p class="i0">Con tu aliento los aires enciendes,</p>
- <p class="i0">Tus rugidos infunden pavor.</p>
- <p class="i2">Tú eres pura simiente de vida,</p>
- <p class="i0">Manantial sempiterno del bien;</p>
- <p class="i0">Luz del mismo Hacedor desprendida,</p>
- <p class="i0">Juventud y hermosura es tu ser.</p>
- <p class="i2">Tú eres fuerza secreta que el mundo</p>
- <p class="i0">En sus ejes impulsa a rodar,</p>
- <p class="i0">Sentimiento armonioso y profundo</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_228">p. 228</span>De los orbes que anima tu faz.</p>
- <p class="i2">De tus obras los siglos que vuelan</p>
- <p class="i0">Incansables artífices son,</p>
- <p class="i0">Del espíritu ardiente cincelan</p>
- <p class="i0">Y embellecen la estrecha prisión.</p>
- <p class="i2">Tú en violento, veloz torbellino</p>
- <p class="i0">Los empujas enérgica, y van;</p>
- <p class="i0">Y adelante en tu raudo camino</p>
- <p class="i0">A otros siglos ordenas llegar.</p>
- <p class="i2">Y otros siglos ansiosos se lanzan,</p>
- <p class="i0">Desparecen y llegan sin fin,</p>
- <p class="i0">Y en su eterno trabajo se alcanzan,</p>
- <p class="i0">Y se arrancan sin tregua el buril.</p>
- <p class="i2">Y afanosos sus fuerzas emplean</p>
- <p class="i0">En tu inmenso taller sin cesar,</p>
- <p class="i0">Y en la tosca materia golpean,</p>
- <p class="i0">Y redobla el trabajo su afán.</p>
- <p class="i2">De la vida en el hondo Oceáno</p>
- <p class="i0">Flota el hombre en perpetuo vaivén,</p>
- <p class="i0">Y derrama abundante tu mano</p>
- <p class="i0">La creadora semilla en su ser.</p>
- <p class="i2">Hombre débil, levanta la frente,</p>
- <p class="i0">Pon tu labio en su eterno raudal;</p>
- <p class="i0">Tú serás como el sol en Oriente,</p>
- <p class="i0">Tú serás como el mundo, inmortal.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P077">77. Canción del Pirata</h3>
-
-<div class="versos ml30">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Con diez cañones por banda,</p>
- <p class="i0">Viento en popa a toda vela,</p>
- <p class="i0">No corta el mar, sino vuela</p>
- <p class="i0">Un velero bergantín:</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_229">p. 229</span>Bajel pirata que llaman,</p>
- <p class="i0">Por su bravura, el <i>Temido</i>,</p>
- <p class="i0">En todo mar conocido</p>
- <p class="i0">Del uno al otro confín.</p>
- <p class="i2">La luna en el mar riela,</p>
- <p class="i0">En la lona gime el viento,</p>
- <p class="i0">Y alza en blando movimiento</p>
- <p class="i0">Olas de plata y azul;</p>
- <p class="i2">Y ve el capitán pirata,</p>
- <p class="i0">Cantando alegre en la popa,</p>
- <p class="i0">Asia a un lado, al otro Europa,</p>
- <p class="i0">Y allá a su frente Estambul,</p>
- <p class="i2">«Navega, velero mío,</p>
- <p class="i6">Sin temor;</p>
- <p class="i0">Que ni enemigo navío,</p>
- <p class="i0">Ni tormenta, ni bonanza</p>
- <p class="i0">Tu rumbo a torcer alcanza,</p>
- <p class="i0">Ni a sujetar tu valor.</p>
- <p class="i8">»Veinte presas</p>
- <p class="i6">Hemos hecho</p>
- <p class="i6">A despecho</p>
- <p class="i6">Del inglés,</p>
- <p class="i6">Y han rendido</p>
- <p class="i6">Sus pendones</p>
- <p class="i6">Cien naciones</p>
- <p class="i6">A mis pies.»</p>
- <p class="i2"><i>Que es mi barco mi tesoro,</i></p>
- <p class="i0"><i>Que es mi Dios la libertad,</i></p>
- <p class="i0"><i>Mi ley la fuerza y el viento,</i></p>
- <p class="i0"><i>Mi única patria la mar.</i></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">«Allá muevan feroz guerra</p>
- <p class="i6">Ciegos reyes</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_230">p. 230</span>Por un palmo más de tierra:</p>
- <p class="i0">Que yo tengo aquí por mío</p>
- <p class="i0">Cuanto abarca el mar bravío,</p>
- <p class="i0">A quien nadie impuso leyes.</p>
- <p class="i8">»Y no hay playa,</p>
- <p class="i6">Sea cualquiera,</p>
- <p class="i6">Ni bandera</p>
- <p class="i6">De esplendor,</p>
- <p class="i6">Que no sienta</p>
- <p class="i6">Mi derecho,</p>
- <p class="i6">Y dé pecho</p>
- <p class="i6">A mi valor.»</p>
- <p class="i2"><i>Que es mi barco mi tesoro...</i></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">«A la voz de “¡barco viene!”</p>
- <p class="i6">Es de ver</p>
- <p class="i0">Cómo vira y se previene</p>
- <p class="i0">A todo trapo escapar;</p>
- <p class="i0">Que yo soy el rey del mar,</p>
- <p class="i0">Y mi furia es de temer.</p>
- <p class="i8">»En las presas</p>
- <p class="i6">Yo divido</p>
- <p class="i6">Lo cogido</p>
- <p class="i6">Por igual:</p>
- <p class="i6">Solo quiero</p>
- <p class="i6">Por riqueza</p>
- <p class="i6">La belleza</p>
- <p class="i6">Sin rival.»</p>
- <p class="i2"><i>Que es mi barco mi tesoro...</i></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">«¡Sentenciado estoy a muerte!</p>
- <p class="i6">Yo me río:</p>
- <p class="i0">No me abandone la suerte</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_231">p. 231</span>Y al mismo que me condena,</p>
- <p class="i0">Colgaré de alguna entena,</p>
- <p class="i0">Quizá en su propio navío.</p>
- <p class="i8">»Y si caigo,</p>
- <p class="i6">¿Qué es la vida?</p>
- <p class="i6">Por perdida</p>
- <p class="i6">Ya la di,</p>
- <p class="i6">Cuando el yugo</p>
- <p class="i6">Del esclavo,</p>
- <p class="i6">Como un bravo,</p>
- <p class="i6">Sacudí.»</p>
- <p class="i2"><i>Que es mi barco mi tesoro...</i></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">«Son mi música mejor</p>
- <p class="i6">Aquilones:</p>
- <p class="i0">El estrépito y temblor</p>
- <p class="i0">De los cables sacudidos,</p>
- <p class="i0">Del negro mar los bramidos</p>
- <p class="i0">Y el rugir de mis cañones</p>
- <p class="i8">»Y del trueno</p>
- <p class="i6">Al son violento</p>
- <p class="i6">Y del viento</p>
- <p class="i6">Al rebramar,</p>
- <p class="i6">Yo me duermo</p>
- <p class="i6">Sosegado,</p>
- <p class="i6">Arrullado</p>
- <p class="i6">Por el mar.»</p>
- <p class="i2"><i>Que es mi barco mi tesoro,</i></p>
- <p class="i0"><i>Que es mi Dios la libertad,</i></p>
- <p class="i0"><i>Mi ley la fuerza y el viento,</i></p>
- <p class="i0"><i>Mi única patria, la mar.</i></p>
- </div>
-</div>
-
-
-<div class="section">
- <h3 title="78. Canto a Teresa" id="P078"><span class="pagenum"
- id="Page_232">p. 232</span>78. Canto a Teresa</h3>
- <p class="subh3"><i>Descansa en paz</i></p>
-</div>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Bueno es el mundo, ¡bueno! ¡bueno! ¡bueno!</p>
- <p class="i0">Como de Dios al fin obra maestra,</p>
- <p class="i0">Por todas partes de delicias lleno,</p>
- <p class="i0">De que Dios ama al hombre hermosa muestra.</p>
- <p class="i0">Salga la voz alegre de mi seno</p>
- <p class="i0">A celebrar esta vivienda nuestra;</p>
- <p class="i0">¡Paz a los hombres! ¡gloria en las alturas!</p>
- <p class="i0">¡Cantad en vuestra jaula, criaturas!</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="id0"><i>María</i>, por D. Miguel de los Santos Álvarez.</p>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<div class="versos ml20">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">¿Por qué</span> volvéis a la memoria mía,</p>
- <p class="i0">Tristes recuerdos del placer perdido,</p>
- <p class="i0">A aumentar la ansiedad y la agonía</p>
- <p class="i0">De este desierto corazón herido?</p>
- <p class="i0">¡Ay! que de aquellas horas de alegría</p>
- <p class="i0">Le quedó al corazón solo un gemido,</p>
- <p class="i0">Y el llanto que al dolor los ojos niegan</p>
- <p class="i0">Lágrimas son de hiel que el alma anegan.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¿Dónde volaron ¡ay! aquellas horas</p>
- <p class="i0">De juventud, de amor y de ventura,</p>
- <p class="i0">Regaladas de músicas sonoras,</p>
- <p class="i0">Adornadas de luz y de hermosura?</p>
- <p class="i0">Imágenes de oro bullidoras.</p>
- <p class="i0">Sus alas de carmín y nieve pura,</p>
- <p class="i0">Al sol de mi esperanza desplegando,</p>
- <p class="i0">Pasaban ¡ay! a mi alredor cantando.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Gorjeaban los dulces ruiseñores,</p>
- <p class="i0">El sol iluminaba mi alegría,</p>
- <p class="i0">El aura susurraba entre las flores,</p>
- <p class="i0">El bosque mansamente respondía,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_233">p. 233</span>Las fuentes murmuraban sus amores...</p>
- <p class="i0">¡Ilusiones que llora el alma mía!</p>
- <p class="i0">¡Oh! ¡cuán süave resonó en mi oído</p>
- <p class="i0">El bullicio del mundo y su ruïdo!</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Mi vida entonces, cual guerrera nave</p>
- <p class="i0">Que el puerto deja por la vez primera,</p>
- <p class="i0">Y al soplo de los céfiros suave</p>
- <p class="i0">Orgullosa desplega su bandera,</p>
- <p class="i0">Y al mar dejando que a sus pies alabe</p>
- <p class="i0">Su triunfo en roncos cantos, va velera,</p>
- <p class="i0">Una ola tras otra bramadora</p>
- <p class="i0">Hollando y dividiendo vencedora.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Ay! en el mar del mundo, en ansia ardiente</p>
- <p class="i0">De amor volaba; el sol de la mañana</p>
- <p class="i0">Llevaba yo sobre mi tersa frente,</p>
- <p class="i0">Y el alma pura de su dicha ufana:</p>
- <p class="i0">Dentro de ella el amor, cual rica fuente</p>
- <p class="i0">Que entre frescuras y arboledas mana,</p>
- <p class="i0">Brotaba entonces abundante río</p>
- <p class="i0">De ilusiones y dulce desvarío.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Yo amaba todo: un noble sentimiento</p>
- <p class="i0">Exaltaba mi ánimo, y sentía</p>
- <p class="i0">En mi pecho un secreto movimiento,</p>
- <p class="i0">De grandes hechos generoso guía:</p>
- <p class="i0">La libertad con su inmortal aliento,</p>
- <p class="i0">Santa diosa, mi espíritu encendía,</p>
- <p class="i0">Contino imaginando en mi fe pura</p>
- <p class="i0">Sueños de gloria al mundo y de ventura.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">El puñal de Catón, la adusta frente</p>
- <p class="i0">Del noble Bruto, la constancia fiera</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_234">p. 234</span>Y el arrojo de Scévola valiente,</p>
- <p class="i0">La doctrina de Sócrates severa,</p>
- <p class="i0">La voz atronadora y elocuente</p>
- <p class="i0">Del orador de Atenas, la bandera</p>
- <p class="i0">Contra el tirano Macedonio alzando,</p>
- <p class="i0">Y al espantado pueblo arrebatando:</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">El valor y la fe del caballero,</p>
- <p class="i0">Del trovador el arpa y los cantares,</p>
- <p class="i0">Del gótico castillo el altanero</p>
- <p class="i0">Antiguo torreón, do sus pesares</p>
- <p class="i0">Cantó tal vez con eco lastimero,</p>
- <p class="i0">¡Ay! arrancada de sus patrios lares,</p>
- <p class="i0">Joven cautiva, al rayo de la luna,</p>
- <p class="i0">Lamentando su ausencia y su fortuna:</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">El dulce anhelo del amor que aguarda,</p>
- <p class="i0">Tal vez inquieto y con mortal recelo;</p>
- <p class="i0">La forma bella que cruzó gallarda,</p>
- <p class="i0">Allá en la noche, entre medroso velo;</p>
- <p class="i0">La ansiada cita que en llegar se tarda</p>
- <p class="i0">Al impaciente y amoroso anhelo,</p>
- <p class="i0">La mujer y la voz de su dulzura,</p>
- <p class="i0">Que inspira al alma celestial ternura:</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">A un tiempo mismo en rápida tormenta</p>
- <p class="i0">Mi alma alborotaban de contino,</p>
- <p class="i0">Cual las olas que azota con violenta</p>
- <p class="i0">Cólera impetuoso torbellino:</p>
- <p class="i0">Soñaba al héroe ya, la plebe atenta</p>
- <p class="i0">En mi voz escuchaba su destino;</p>
- <p class="i0">Ya al caballero, al trovador soñaba,</p>
- <p class="i0">Y de gloria y de amores suspiraba.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_235">p. 235</span>Hay una voz secreta, un dulce canto,</p>
- <p class="i0">Que el alma solo recogida entiende,</p>
- <p class="i0">Un sentimiento misterioso y santo,</p>
- <p class="i0">Que del barro al espíritu desprende;</p>
- <p class="i0">Agreste, vago y solitario encanto</p>
- <p class="i0">Que en inefable amor el alma enciende,</p>
- <p class="i0">Volando tras la imagen peregrina</p>
- <p class="i0">El corazón de su ilusión divina.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Yo, desterrado en extranjera playa,</p>
- <p class="i0">Con los ojos estático seguía</p>
- <p class="i0">La nave audaz que en argentada raya</p>
- <p class="i0">Volaba al puerto de la patria mía:</p>
- <p class="i0">Yo, cuando en Occidente el sol desmaya,</p>
- <p class="i0">Solo y perdido en la arboleda umbría,</p>
- <p class="i0">Oír pensaba el armonioso acento</p>
- <p class="i0">De una mujer, al suspirar del viento.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Una mujer! En el templado rayo</p>
- <p class="i0">De la mágica luna se colora,</p>
- <p class="i0">Del sol poniente al lánguido desmayo</p>
- <p class="i0">Lejos entre las nubes se evapora;</p>
- <p class="i0">Sobre las cumbres que florece Mayo</p>
- <p class="i0">Brilla fugaz al despuntar la aurora,</p>
- <p class="i0">Cruza tal vez por entre el bosque umbrío,</p>
- <p class="i0">Juega en las aguas del sereno río.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Una mujer! Deslízase en el cielo</p>
- <p class="i0">Allá en la noche desprendida estrella.</p>
- <p class="i0">Si aroma el aire recogió en el suelo,</p>
- <p class="i0">Es el aroma que le presta ella.</p>
- <p class="i0">Blanca es la nube que en callado vuelo</p>
- <p class="i0">Cruza la esfera, y que su planta huella.</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_236">p. 236</span>Y en la tarde la mar olas le ofrece</p>
- <p class="i0">De plata y de zafir, donde se mece.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Mujer que amor en su ilusión figura,</p>
- <p class="i0">Mujer que nada dice a los sentidos,</p>
- <p class="i0">Ensueño de suavísima ternura,</p>
- <p class="i0">Eco que regaló nuestros oídos;</p>
- <p class="i0">De amor la llama generosa y pura,</p>
- <p class="i0">Los goces dulces del amor cumplidos,</p>
- <p class="i0">Que engalana la rica fantasía,</p>
- <p class="i0">Goces que avaro el corazón ansía:</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Ay! aquella mujer, tan solo aquella,</p>
- <p class="i0">Tanto delirio a realizar alcanza,</p>
- <p class="i0">Y esa mujer tan cándida y tan bella</p>
- <p class="i0">Es mentida ilusión de la esperanza:</p>
- <p class="i0">Es el alma que vívida destella</p>
- <p class="i0">Su luz al mundo cuando en él se lanza,</p>
- <p class="i0">Y el mundo con su magia y galanura</p>
- <p class="i0">Es espejo no más de su hermosura:</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Es el amor que al mismo amor adora,</p>
- <p class="i0">El que creó las Sílfides y Ondinas,</p>
- <p class="i0">La sacra ninfa que bordando mora</p>
- <p class="i0">Debajo de las aguas cristalinas:</p>
- <p class="i0">Es el amor que recordando llora</p>
- <p class="i0">Las arboledas del Edén divinas:</p>
- <p class="i0">Amor de allí arrancado, allí nacido,</p>
- <p class="i0">Que busca en vano aquí su bien perdido.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Oh llama santa! ¡celestial anhelo!</p>
- <p class="i0">¡Sentimiento purísimo! ¡memoria</p>
- <p class="i0">Acaso triste de un perdido cielo,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_237">p. 237</span>Quizá esperanza de futura gloria!</p>
- <p class="i0">¡Huyes y dejas llanto y desconsuelo!</p>
- <p class="i0">¡Oh qué mujer, qué imagen ilusoria</p>
- <p class="i0">Tan pura, tan feliz, tan placentera,</p>
- <p class="i0">Brindó el amor a mi ilusión primera!...</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Oh Teresa! ¡Oh dolor! Lágrimas mías,</p>
- <p class="i0">¡Ah! ¿dónde estáis que no corréis a mares?</p>
- <p class="i0">¿Por qué, por qué como en mejores días,</p>
- <p class="i0">No consoláis vosotras mis pesares?</p>
- <p class="i0">¡Oh! los que no sabéis las agonías</p>
- <p class="i0">De un corazón que penas a millares</p>
- <p class="i0">¡Ay! desgarraron y que ya no llora,</p>
- <p class="i0">¡Piedad tened de mi tormento ahora!</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Oh dichosos mil veces, sí, dichosos</p>
- <p class="i0">Los que podéis llorar! y ¡ay! sin ventura</p>
- <p class="i0">De mí, que entre suspiros angustiosos</p>
- <p class="i0">Ahogar me siento en infernal tortura.</p>
- <p class="i0">¡Retuércese entre nudos dolorosos</p>
- <p class="i0">Mi corazón, gimiendo de amargura!</p>
- <p class="i0">También tu corazón, hecho pavesa,</p>
- <p class="i0">¡Ay! llegó a no llorar, ¡pobre Teresa!</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¿Quién pensara jamás, Teresa mía,</p>
- <p class="i0">Que fuera eterno manantial de llanto,</p>
- <p class="i0">Tanto inocente amor, tanta alegría,</p>
- <p class="i0">Tantas delicias y delirio tanto?</p>
- <p class="i0">¿Quién pensara jamás llegase un día</p>
- <p class="i0">En que perdido el celestial encanto</p>
- <p class="i0">Y caída la venda de los ojos,</p>
- <p class="i0">Cuanto diera placer causara enojos?</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_238">p. 238</span>Aun parece, Teresa, que te veo</p>
- <p class="i0">Aérea como dorada mariposa,</p>
- <p class="i0">Ensueño delicioso del deseo,</p>
- <p class="i0">Sobre tallo gentil temprana rosa,</p>
- <p class="i0">Del amor venturoso devaneo,</p>
- <p class="i0">Angélica, purísima y dichosa,</p>
- <p class="i0">Y oigo tu voz dulcísima, y respiro</p>
- <p class="i0">Tu aliento perfumado en tu suspiro.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Y aun miro aquellos ojos que robaron</p>
- <p class="i0">A los cielos su azul, y las rosadas</p>
- <p class="i0">Tintas sobre la nieve, que envidiaron</p>
- <p class="i0">Las de Mayo serenas alboradas:</p>
- <p class="i0">Y aquellas horas dulces que pasaron</p>
- <p class="i0">Tan breves, ¡ay! como después lloradas,</p>
- <p class="i0">Horas de confianza y de delicias,</p>
- <p class="i0">De abandono y de amor y de caricias.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Que así las horas rápidas pasaban,</p>
- <p class="i0">Y pasaba a la par nuestra ventura;</p>
- <p class="i0">Y nunca nuestras ansias las contaban,</p>
- <p class="i0">Tú embriagada en mi amor, yo en tu hermosura.</p>
- <p class="i0">Las horas ¡ay! huyendo nos miraban,</p>
- <p class="i0">Llanto tal vez vertiendo de ternura;</p>
- <p class="i0">Que nuestro amor y juventud veían,</p>
- <p class="i0">Y temblaban las horas que vendrían.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Y llegaron en fin: ¡oh! ¿quién impío</p>
- <p class="i0">¡Ay! agostó la flor de tu pureza?</p>
- <p class="i0">Tú fuiste un tiempo cristalino río,</p>
- <p class="i0">Manantial de purísima limpieza;</p>
- <p class="i0">Después torrente de color sombrío,</p>
- <p class="i0">Rompiendo entre peñascos y maleza,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_239">p. 239</span>Y estanque, en fin, de aguas corrompidas,</p>
- <p class="i0">Entre fétido fango detenidas.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¿Cómo caíste despeñado al suelo,</p>
- <p class="i0">Astro de la mañana luminoso?</p>
- <p class="i0">Ángel de luz, ¿quién te arrojó del cielo</p>
- <p class="i0">A este valle de lágrimas odioso?</p>
- <p class="i0">Aun cercaba tu frente el blanco velo</p>
- <p class="i0">Del serafín, y en ondas fulguroso</p>
- <p class="i0">Rayos al mundo tu esplendor vertía,</p>
- <p class="i0">Y otro cielo el amor te prometía.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Mas ¡ay! que es la mujer ángel caído,</p>
- <p class="i0">O mujer nada más y lodo inmundo,</p>
- <p class="i0">Hermoso ser para llorar nacido,</p>
- <p class="i0">O vivir como autómata en el mundo.</p>
- <p class="i0">Sí, que el demonio en el Edén perdido,</p>
- <p class="i0">Abrasara con fuego del profundo</p>
- <p class="i0">La primera mujer, y ¡ay! aquel fuego</p>
- <p class="i0">La herencia ha sido de sus hijos luego.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Brota en el cielo del amor la fuente,</p>
- <p class="i0">Que a fecundar el universo mana,</p>
- <p class="i0">Y en la tierra su límpida corriente</p>
- <p class="i0">Sus márgenes con flores engalana;</p>
- <p class="i0">Mas, ¡ay! huid: el corazón ardiente</p>
- <p class="i0">Que el agua clara por beber se afana,</p>
- <p class="i0">Lágrimas verterá de duelo eterno,</p>
- <p class="i0">Que su raudal lo envenenó el infierno.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Huid, si no queréis que llegue un día</p>
- <p class="i0">En que enredado en retorcidos lazos</p>
- <p class="i0">El corazón, con bárbara porfía</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_240">p. 240</span>Luchéis por arrancároslo a pedazos:</p>
- <p class="i0">En que al cielo en histérica agonía</p>
- <p class="i0">Frenéticos alcéis entrambos brazos,</p>
- <p class="i0">Para en vuestra impotencia maldecirle,</p>
- <p class="i0">Y escupiros, tal vez, al escupirle.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Los años ¡ay! de la ilusión pasaron,</p>
- <p class="i0">Las dulces esperanzas que trajeron</p>
- <p class="i0">Con sus blancos ensueños se llevaron,</p>
- <p class="i0">Y el porvenir de oscuridad vistieron:</p>
- <p class="i0">Las rosas del amor se marchitaron,</p>
- <p class="i0">Las flores en abrojos convirtieron,</p>
- <p class="i0">Y de afán tanto y tan soñada gloria</p>
- <p class="i0">Solo quedó una tumba, una memoria.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Pobre Teresa! ¡Al recordarte siento</p>
- <p class="i0">Un pesar tan intenso! Embarga impío</p>
- <p class="i0">Mi quebrantada voz mi sentimiento,</p>
- <p class="i0">Y suspira tu nombre el labio mío:</p>
- <p class="i0">Para allí su carrera el pensamiento,</p>
- <p class="i0">Hiela mi corazón punzante frío,</p>
- <p class="i0">Ante mis ojos la funesta losa,</p>
- <p class="i0">Donde vil polvo tu beldad reposa.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Y tú feliz, que hallastes en la muerte</p>
- <p class="i0">Sombra a que descansar en tu camino,</p>
- <p class="i0">Cuando llegabas, mísera, a perderte</p>
- <p class="i0">Y era llorar tu único destino:</p>
- <p class="i0">Cuando en tu frente la implacable suerte</p>
- <p class="i0">Grababa de los réprobos el sino.</p>
- <p class="i0">Feliz, la muerte te arrancó del suelo,</p>
- <p class="i0">Y otra vez ángel, te volviste al cielo.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_241">p. 241</span>Roída de recuerdos de amargura,</p>
- <p class="i0">Árido el corazón, sin ilusiones,</p>
- <p class="i0">La delicada flor de tu hermosura</p>
- <p class="i0">Ajaron del dolor los aquilones:</p>
- <p class="i0">Sola, y envilecida, y sin ventura,</p>
- <p class="i0">Tu corazón secaron las pasiones:</p>
- <p class="i0">Tus hijos ¡ay! de ti se avergonzaran,</p>
- <p class="i0">Y hasta el nombre de madre te negaran.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Los ojos escaldados de tu llanto,</p>
- <p class="i0">Tu rostro cadavérico y hundido;</p>
- <p class="i0">Único desahogo en tu quebranto,</p>
- <p class="i0">El histérico ¡ay! de tu gemido:</p>
- <p class="i0">¿Quién, quién pudiera en infortunio tanto</p>
- <p class="i0">Envolver tu desdicha en el olvido,</p>
- <p class="i0">Disipar tu dolor y recogerte</p>
- <p class="i0">En su seno de paz? ¡Solo la muerte!</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Y tan joven, y ya tan desgraciada!</p>
- <p class="i0">Espíritu indomable, alma violenta,</p>
- <p class="i0">En ti, mezquina sociedad, lanzada</p>
- <p class="i0">A romper tus barreras turbulenta.</p>
- <p class="i0">Nave contra las rocas quebrantada,</p>
- <p class="i0">Allá vaga, a merced de la tormenta,</p>
- <p class="i0">En las olas tal vez náufraga tabla,</p>
- <p class="i0">Que solo ya de sus grandezas habla.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Un recuerdo de amor que nunca muere</p>
- <p class="i0">Y está en mi corazón; un lastimero</p>
- <p class="i0">Tierno quejido que en el alma hiere,</p>
- <p class="i0">Eco suave de su amor primero:</p>
- <p class="i0">¡Ay! de tu luz, en tanto yo viviere,</p>
- <p class="i0">Quedará un rayo en mí, blanco lucero,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_242">p. 242</span>Que iluminaste con tu luz querida</p>
- <p class="i0">La dorada mañana de mi vida.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Que yo, como una flor que en la mañana</p>
- <p class="i0">Abre su cáliz al naciente día,</p>
- <p class="i0">¡Ay! al amor abrí tu alma temprana,</p>
- <p class="i0">Y exalté tu inocente fantasía,</p>
- <p class="i0">Yo inocente también ¡oh! cuán ufana</p>
- <p class="i0">Al porvenir mi mente sonreía,</p>
- <p class="i0">Y en alas de mi amor, ¡con cuánto anhelo</p>
- <p class="i0">Pensé contigo remontarme al cielo!</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Y alegre, audaz, ansioso, enamorado,</p>
- <p class="i0">En tus brazos en lánguido abandono,</p>
- <p class="i0">De glorias y deleites rodeado</p>
- <p class="i0">Levantar para ti soñé yo un trono:</p>
- <p class="i0">Y allí, tú venturosa y yo a tu lado,</p>
- <p class="i0">Vencer del mundo el implacable encono,</p>
- <p class="i0">Y en un tiempo, sin horas ni medida,</p>
- <p class="i0">Ver como un sueño resbalar la vida.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Pobre Teresa! Cuando ya tus ojos</p>
- <p class="i0">Áridos ni una lágrima brotaban;</p>
- <p class="i0">Cuando ya su color tus labios rojos</p>
- <p class="i0">En cárdenos matices se cambiaban;</p>
- <p class="i0">Cuando de tu dolor tristes despojos</p>
- <p class="i0">La vida y su ilusión te abandonaban,</p>
- <p class="i0">Y consumía lenta calentura</p>
- <p class="i0">Tu corazón al par de tu amargura;</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Si en tu penosa y última agonía</p>
- <p class="i0">Volviste a lo pasado el pensamiento;</p>
- <p class="i0">Si comparaste a tu existencia un día</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_243">p. 243</span>Tu triste soledad y tu aislamiento;</p>
- <p class="i0">Si arrojó a tu dolor tu fantasía</p>
- <p class="i0">Tus hijos ¡ay! en tu postrer momento</p>
- <p class="i0">A otra mujer tal vez acariciando,</p>
- <p class="i0">Madre tal vez a otra mujer llamando;</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Si el cuadro de tus breves glorias viste</p>
- <p class="i0">Pasar como fantástica quimera,</p>
- <p class="i0">Y si la voz de tu conciencia oíste</p>
- <p class="i0">Dentro de ti gritándote severa;</p>
- <p class="i0">Sí, en fin, entonces tú llorar quisiste</p>
- <p class="i0">Y no brotó una lágrima siquiera</p>
- <p class="i0">Tu seco corazón, y a Dios llamaste,</p>
- <p class="i0">Y no te escuchó Dios, y blasfemaste.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Oh! ¡crüel! ¡muy crüel! ¡martirio horrendo!</p>
- <p class="i0">¡Espantosa expiación de tu pecado!</p>
- <p class="i0">Sobre un lecho de espinas, maldiciendo,</p>
- <p class="i0">Morir, ¡el corazón desesperado!</p>
- <p class="i0">Tus mismas manos de dolor mordiendo,</p>
- <p class="i0">Presente a tu conciencia lo pasado,</p>
- <p class="i0">Buscando en vano, con los ojos fijos,</p>
- <p class="i0">Y extendiendo tus brazos a tus hijos.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Oh! ¡crüel! ¡muy crüel!... ¡Ay! yo entre tanto</p>
- <p class="i0">Dentro del pecho mi dolor oculto,</p>
- <p class="i0">Enjugo de mis párpados el llanto</p>
- <p class="i0">Y doy al mundo el exigido culto:</p>
- <p class="i0">Yo escondo con vergüenza mi quebranto,</p>
- <p class="i0">Mi propia pena con mi risa insulto,</p>
- <p class="i0">Y me divierto en arrancar del pecho</p>
- <p class="i0">Mi mismo corazón pedazos hecho.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_244">p. 244</span>Gocemos, sí; la cristalina esfera</p>
- <p class="i0">Gira bañada en luz: ¡bella es la vida!</p>
- <p class="i0">¿Quién a parar alcanza la carrera</p>
- <p class="i0">Del mundo hermoso que al placer convida?</p>
- <p class="i0">Brilla radiante el sol, la primavera</p>
- <p class="i0">Los campos pinta en la estación florida:</p>
- <p class="i0">Truéquese en risa mi dolor profundo...</p>
- <p class="i0">Que haya un cadáver más ¿qué importa al mundo?</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON JOSÉ ZORRILLA</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P079">79. Introducción<br /> a los «Cantos del Trovador»</h3>
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">¿Qué</span> se hicieron las auras deliciosas</p>
- <p class="i0">Que henchidas de perfume se perdían</p>
- <p class="i0">Entre los lirios y las frescas rosas</p>
- <p class="i0">Que el huerto ameno en derredor ceñían?</p>
- <p class="i0">Las brisas del otoño revoltosas</p>
- <p class="i0">En rápido tropel las impelían,</p>
- <p class="i0">Y ahogaron la estación de los amores</p>
- <p class="i0">Entre las hojas de sus yertas flores.</p>
- <p class="i2">Hoy al fuego de un tronco nos sentamos</p>
- <p class="i0">En torno de la antigua chimenea,</p>
- <p class="i0">Y acaso la ancha sombra recordamos</p>
- <p class="i0">De aquel tizón que a nuestros pies humea.</p>
- <p class="i0">Y hora tras hora tristes esperamos</p>
- <p class="i0">Que pase la estación adusta y fea,</p>
- <p class="i0">En pereza febril adormecidos</p>
- <p class="i0">Y en las propias memorias embebidos.</p>
- <p class="i2">En vano a los placeres avarientos</p>
- <p class="i0">Nos lanzamos do quier, y orgías sonoras</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_245">p. 245</span>Estremecen los ricos aposentos</p>
- <p class="i0">Y fantásticas danzas tentadoras;</p>
- <p class="i0">Porque antes y después caminan lentos</p>
- <p class="i0">Los turbios días y las lentas horas,</p>
- <p class="i0">Sin que alguna ilusión de breve instante</p>
- <p class="i0">Del alma el sueño fugitiva encante.</p>
- <p class="i2">Pero yo, que he pasado entre ilusiones,</p>
- <p class="i0">Sueños de oro y de luz, mi dulce vida,</p>
- <p class="i0">No os dejaré dormir en los salones</p>
- <p class="i0">Donde al placer la soledad convida;</p>
- <p class="i0">Ni esperar, revolviendo los tizones,</p>
- <p class="i0">Al yerto amigo o la falaz querida,</p>
- <p class="i0">Sin que más esperanza os alimente</p>
- <p class="i0">Que ir contando las horas tristemente.</p>
- <p class="i2">Los que vivís de alcázares señores,</p>
- <p class="i0">Venid, yo halagaré vuestra pereza;</p>
- <p class="i0">Niñas hermosas que morís de amores,</p>
- <p class="i0">Venid, yo encantaré vuestra belleza;</p>
- <p class="i0">Viejos que idolatráis vuestros mayores,</p>
- <p class="i0">Venid, yo os contaré vuestra grandeza;</p>
- <p class="i0">Venid a oír en dulces armonías</p>
- <p class="i0">Las sabrosas historias de otros días.</p>
- <p class="i2">Yo soy el Trovador que vaga errante:</p>
- <p class="i0">Si son de vuestro parque estos linderos,</p>
- <p class="i0">No me dejéis pasar, mandad que cante;</p>
- <p class="i0">Que yo sé de los bravos caballeros</p>
- <p class="i0">La dama ingrata y la cautiva amante,</p>
- <p class="i0">La cita oculta y los combates fieros</p>
- <p class="i0">Con que a cabo llevaron sus empresas</p>
- <p class="i0">Por hermosas esclavas y princesas.</p>
- <p class="i2">Venid a mí, yo canto los amores;</p>
- <p class="i0">Yo soy el trovador de los festines;</p>
- <p class="i0">Yo ciño el arpa con vistosas flores,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_246">p. 246</span>Guirnalda que recojo en mil jardines;</p>
- <p class="i0">Yo tengo el tulipán de cien colores</p>
- <p class="i0">Que adoran de Estambul en los confines,</p>
- <p class="i0">Y el lirio azul incógnito y campestre</p>
- <p class="i0">Que nace y muere en el peñón silvestre.</p>
- <p class="i2">¡Ven a mis manos, ven, arpa sonora!</p>
- <p class="i0">¡Baja a mi mente, inspiración cristiana,</p>
- <p class="i0">Y enciende en mí la llama creadora</p>
- <p class="i0">Que del aliento del Querub emana!</p>
- <p class="i0">¡Lejos de mí la historia tentadora</p>
- <p class="i0">De ajena tierra y religión profana!</p>
- <p class="i0">Mi voz, mi corazón, mi fantasía</p>
- <p class="i0">La gloria cantan de la patria mía.</p>
- <p class="i2">Venid, yo no hollaré con mis cantares</p>
- <p class="i0">Del pueblo en que he nacido la creencia,</p>
- <p class="i0">Respetaré su ley y sus altares;</p>
- <p class="i0">En su desgracia a par que en su opulencia</p>
- <p class="i0">Celebraré su fuerza o sus azares,</p>
- <p class="i0">Y, fiel ministro de la gaya ciencia,</p>
- <p class="i0">Levantaré mi voz consoladora</p>
- <p class="i0">Sobre las ruinas en que España llora.</p>
- <p class="i2">¡Tierra de amor! ¡tesoro de memorias,</p>
- <p class="i0">Grande, opulenta y vencedora un día,</p>
- <p class="i0">Sembrada de recuerdos y de historias,</p>
- <p class="i0">Y hollada asaz por la fortuna impía!</p>
- <p class="i0">Yo cantaré tus olvidadas glorias;</p>
- <p class="i0">Que en alas de la ardiente poesía</p>
- <p class="i0">No aspiro a más laurel ni a más hazaña</p>
- <p class="i0">Que a una sonrisa de mi dulce España.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 title="80. A buen juez mejor testigo" id="P080"><span
-class="pagenum" id="Page_247">p. 247</span>80. A buen juez mejor
-testigo</h3>
-
-<p class="subh3"><i>Tradición de Toledo</i></p>
-
-<h4 class="asc">I</h4>
-
-<div class="versos ml30">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Entre</span> pardos nubarrones</p>
- <p class="i0">Pasando la blanca luna,</p>
- <p class="i0">Con resplandor fugitivo,</p>
- <p class="i0">La baja tierra no alumbra.</p>
- <p class="i0">La brisa con frescas alas</p>
- <p class="i0">Juguetona no murmura,</p>
- <p class="i0">Y las veletas no giran</p>
- <p class="i0">Entre la cruz y la cúpula.</p>
- <p class="i0">Tal vez un pálido rayo</p>
- <p class="i0">La opaca atmósfera cruza,</p>
- <p class="i0">Y unas en otras las sombras</p>
- <p class="i0">Confundidas se dibujan.</p>
- <p class="i0">Las almenas de las torres</p>
- <p class="i0">Un momento se columbran,</p>
- <p class="i0">Como lanzas de soldados</p>
- <p class="i0">Apostados en la altura.</p>
- <p class="i0">Reverberan los cristales</p>
- <p class="i0">La trémula llama turbia,</p>
- <p class="i0">Y un instante entre las rocas</p>
- <p class="i0">Riela la fuente oculta.</p>
- <p class="i0">Los álamos de la vega</p>
- <p class="i0">Parecen en la espesura</p>
- <p class="i0">De fantasmas apiñados</p>
- <p class="i0">Medrosa y gigante turba;</p>
- <p class="i0">Y alguna vez desprendida</p>
- <p class="i0">Gotea pesada lluvia,</p>
- <p class="i0">Que no despierta a quien duerme,</p>
- <p class="i0">Ni a quien medita importuna.</p>
- <p class="i0">Yace Toledo en el sueño</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_248">p. 248</span>Entre las sombras confusa,</p>
- <p class="i0">Y el Tajo a sus pies pasando</p>
- <p class="i0">Con pardas ondas lo arrulla.</p>
- <p class="i0">El monótono murmullo</p>
- <p class="i0">Sonar perdido se escucha,</p>
- <p class="i0">Cual si por las hondas calles</p>
- <p class="i0">Hirviera del mar la espuma.</p>
- <p class="i0">¡Qué dulce es dormir en calma</p>
- <p class="i0">Cuando a lo lejos susurran</p>
- <p class="i0">Los álamos que se mecen,</p>
- <p class="i0">Las aguas que se derrumban!</p>
- <p class="i0">Se sueñan bellos fantasmas</p>
- <p class="i0">Que el sueño del triste endulzan,</p>
- <p class="i0">Y en tanto que sueña el triste,</p>
- <p class="i0">No le aqueja su amargura.</p>
- <p class="i2">Tan en calma y tan sombría</p>
- <p class="i0">Como la noche que enluta</p>
- <p class="i0">La esquina en que desemboca</p>
- <p class="i0">Una callejuela oculta,</p>
- <p class="i0">Se ve de un hombre que aguarda</p>
- <p class="i0">La vigilante figura,</p>
- <p class="i0">Y tan a la sombra vela</p>
- <p class="i0">Que entre las sombras se ofusca.</p>
- <p class="i0">Frente por frente a sus ojos</p>
- <p class="i0">Un balcón a poca altura</p>
- <p class="i0">Deja escapar por los vidrios</p>
- <p class="i0">La luz que dentro le alumbra;</p>
- <p class="i0">Mas ni en el claro aposento,</p>
- <p class="i0">Ni en la callejuela oscura</p>
- <p class="i0">El silencio de la noche</p>
- <p class="i0">Rumor sospechoso turba.</p>
- <p class="i0">Pasó así tan largo tiempo,</p>
- <p class="i0">Que pudiera haberse duda</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_249">p. 249</span>De si es hombre, o solamente</p>
- <p class="i0">Mentida ilusión nocturna;</p>
- <p class="i0">Pero es hombre, y bien se ve,</p>
- <p class="i0">Porque con planta segura</p>
- <p class="i0">Ganando el centro a la calle</p>
- <p class="i0">Resuelto y audaz pregunta:</p>
- <p class="i0">—¿Quién va? —y a corta distancia</p>
- <p class="i0">El igual compás se escucha</p>
- <p class="i0">De un caballo que sacude</p>
- <p class="i0">Las sonoras herraduras.</p>
- <p class="i0">¿Quién va? repite, y cercana</p>
- <p class="i0">Otra voz menos robusta</p>
- <p class="i0">Responde: —Un hidalgo ¡calle!—</p>
- <p class="i0">Y el paso el bulto apresura.</p>
- <p class="i0">—Téngase el hidalgo —el hombre</p>
- <p class="i0">Replica, y la espada empuña.</p>
- <p class="i0">—Ved más bien si me haréis calle</p>
- <p class="i0">(Repitieron con mesura)</p>
- <p class="i0">Que hasta hoy a nadie se tuvo</p>
- <p class="i0">Iván de Vargas y Acuña.</p>
- <p class="i0">—Pase el Acuña y perdone—</p>
- <p class="i0">Dijo el mozo en faz de fuga,</p>
- <p class="i0">Pues teniéndose el embozo</p>
- <p class="i0">Sopla un silbato, y se oculta.</p>
- <p class="i0">Paró el jinete a una puerta,</p>
- <p class="i0">Y con precaución difusa</p>
- <p class="i0">Salió una niña al balcón</p>
- <p class="i0">Que llama interior alumbra.</p>
- <p class="i0">—¡Mi padre! —clamó en voz baja</p>
- <p class="i0">Y el viejo en la cerradura</p>
- <p class="i0">Metió la llave pidiendo</p>
- <p class="i0">A sus gentes que le acudan.</p>
- <p class="i0">Un negro por ambas bridas</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_250">p. 250</span>Tomó la cabalgadura,</p>
- <p class="i0">Cerrose detrás la puerta</p>
- <p class="i0">Y quedó la calle muda.</p>
- <p class="i0">En esto desde el balcón,</p>
- <p class="i0">Como quien tal acostumbra,</p>
- <p class="i0">Un mancebo por las rejas</p>
- <p class="i0">De la calle se asegura.</p>
- <p class="i0">Asió el brazo al que apostado</p>
- <p class="i0">Hizo cara a Iván de Acuña,</p>
- <p class="i0">Y huyeron, en el embozo</p>
- <p class="i0">Velando la catadura.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">II</h4>
-
-<div class="versos ml30">
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Clara, apacible y serena</p>
- <p class="i0">Pasa la siguiente tarde,</p>
- <p class="i0">Y el sol tocando su ocaso</p>
- <p class="i0">Apaga su luz gigante:</p>
- <p class="i0">Se ve la imperial Toledo</p>
- <p class="i0">Dorada por los remates,</p>
- <p class="i0">Como una ciudad de grana</p>
- <p class="i0">Coronada de cristales.</p>
- <p class="i0">El Tajo por entre rocas</p>
- <p class="i0">Sus anchos cimientos lame,</p>
- <p class="i0">Dibujando en las arenas</p>
- <p class="i0">Las ondas con que las bate.</p>
- <p class="i0">Y la ciudad se retrata</p>
- <p class="i0">En las ondas desiguales,</p>
- <p class="i0">Como en prendas de que el río</p>
- <p class="i0">Tan afanoso la bañe.</p>
- <p class="i0">A lo lejos en la vega</p>
- <p class="i0">Tiende galán por sus márgenes,</p>
- <p class="i0">De sus álamos y huertos</p>
- <p class="i0">El pintoresco ropaje,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_251">p. 251</span>Y porque su altiva gala</p>
- <p class="i0">Más a los ojos halague,</p>
- <p class="i0">La salpica con escombros</p>
- <p class="i0">De castillos y de alcázares.</p>
- <p class="i0">Un recuerdo es cada piedra</p>
- <p class="i0">Que toda una historia vale,</p>
- <p class="i0">Cada colina un secreto</p>
- <p class="i0">De príncipes o galanes.</p>
- <p class="i0">Aquí se bañó la hermosa</p>
- <p class="i0">Por quien dejó un rey culpable</p>
- <p class="i0">Amor, fama, reino y vida</p>
- <p class="i0">En manos de musulmanes.</p>
- <p class="i0">Allí recibió Galiana</p>
- <p class="i0">A su receloso amante</p>
- <p class="i0">En esa cuesta que entonces</p>
- <p class="i0">Era un plantel de azahares.</p>
- <p class="i0">Allá por aquella torre,</p>
- <p class="i0">Que hicieron puerta los árabes,</p>
- <p class="i0">Subió el Cid sobre Babieca</p>
- <p class="i0">Con su gente y su estandarte.</p>
- <p class="i0">Más lejos se ve el castillo</p>
- <p class="i0">De San Servando, o Cervantes,</p>
- <p class="i0">Donde nada se hizo nunca</p>
- <p class="i0">Y nada al presente se hace.</p>
- <p class="i0">A este lado está la almena</p>
- <p class="i0">Por do sacó vigilante</p>
- <p class="i0">El conde Don Peranzules</p>
- <p class="i0">Al rey, que supo una tarde</p>
- <p class="i0">Fingir tan tenaz modorra,</p>
- <p class="i0">Que, político y constante,</p>
- <p class="i0">Tuvo siempre el brazo quedo</p>
- <p class="i0">Las palmas al horadarle.</p>
- <p class="i0">Allí está el circo romano,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_252">p. 252</span>Gran cifra de un pueblo grande,</p>
- <p class="i0">Y aquí la antigua Basílica</p>
- <p class="i0">De bizantinos pilares,</p>
- <p class="i0">Que oyó en el primer concilio</p>
- <p class="i0">Las palabras de los Padres</p>
- <p class="i0">Que velaron por la Iglesia</p>
- <p class="i0">Perseguida o vacilante.</p>
- <p class="i0">La sombra en este momento</p>
- <p class="i0">Tiende sus turbios cendales</p>
- <p class="i0">Por todas esas memorias</p>
- <p class="i0">De las pasadas edades,</p>
- <p class="i0">Y del Cambrón y Visagra</p>
- <p class="i0">Los caminos desiguales,</p>
- <p class="i0">Camino a los toledanos</p>
- <p class="i0">Hacia las murallas abren.</p>
- <p class="i0">Los labradores se acercan</p>
- <p class="i0">Al fuego de sus hogares,</p>
- <p class="i0">Cargados con sus aperos,</p>
- <p class="i0">Cansados de sus afanes.</p>
- <p class="i0">Los ricos y sedentarios</p>
- <p class="i0">Se tornan con paso grave,</p>
- <p class="i0">Calado el ancho sombrero,</p>
- <p class="i0">Abrochados los gabanes;</p>
- <p class="i0">Y los clérigos y monjes</p>
- <p class="i0">Y los prelados y abades</p>
- <p class="i0">Sacudiendo el leve polvo</p>
- <p class="i0">De capelos y sayales.</p>
- <p class="i0">Quédase solo un mancebo</p>
- <p class="i0">De impetuosos ademanes,</p>
- <p class="i0">Que se pasea ocultando</p>
- <p class="i0">Entre la capa el semblante.</p>
- <p class="i0">Los que pasan le contemplan</p>
- <p class="i0">Con decisión de evitarle,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_253">p. 253</span>Y él contempla a los que pasan</p>
- <p class="i0">Como si a alguien aguardase.</p>
- <p class="i0">Los tímidos aceleran</p>
- <p class="i0">Los pasos al divisarle,</p>
- <p class="i0">Cual temiendo de seguro</p>
- <p class="i0">Que les proponga un combate;</p>
- <p class="i0">Y los valientes le miran</p>
- <p class="i0">Cual si sintieran dejarle</p>
- <p class="i0">Sin que libres sus estoques</p>
- <p class="i0">En riña sonora dancen.</p>
- <p class="i0">Una mujer también sola</p>
- <p class="i0">Se viene el llano adelante,</p>
- <p class="i0">La luz del rostro escondida</p>
- <p class="i0">En tocas y tafetanes.</p>
- <p class="i0">Mas en lo leve del paso,</p>
- <p class="i0">Y en lo flexible del talle,</p>
- <p class="i0">Puede a través de los velos</p>
- <p class="i0">Una hermosa adivinarse.</p>
- <p class="i0">Vase derecha al que aguarda,</p>
- <p class="i0">Y él al encuentro la sale</p>
- <p class="i0">Diciendo... cuanto se dicen</p>
- <p class="i0">En las citas los amantes.</p>
- <p class="i0">Mas ella, galanterías</p>
- <p class="i0">Dejando severa aparte,</p>
- <p class="i0">Así al mancebo interrumpe</p>
- <p class="i0">En voz decisiva y grave:</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">—Abreviemos de razones,</p>
- <p class="i0">Diego Martínez; mi padre,</p>
- <p class="i0">Que un hombre ha entrado en su ausencia</p>
- <p class="i0">Dentro mi aposento sabe:</p>
- <p class="i0">Y así quien mancha mi honra</p>
- <p class="i0">Con la suya me la lave;</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_254">p. 254</span>O dadme mano de esposo,</p>
- <p class="i0">O libre de vos dejadme.—</p>
- <p class="i0">Mirola Diego Martínez</p>
- <p class="i0">Atentamente un instante,</p>
- <p class="i0">Y echando a un lado el embozo,</p>
- <p class="i0">Repuso palabras tales:</p>
- <p class="i0">—Dentro de un mes, Inés mía,</p>
- <p class="i0">Parto a la guerra de Flandes;</p>
- <p class="i0">Al año estaré de vuelta</p>
- <p class="i0">Y contigo en los altares.</p>
- <p class="i0">Honra que yo te desluzca,</p>
- <p class="i0">Con honra mía se lave;</p>
- <p class="i0">Que por honra vuelven honra</p>
- <p class="i0">Hidalgos que en honra nacen.</p>
- <p class="i0">—Júralo —exclamó la niña.</p>
- <p class="i0">—Más que mi palabra vale</p>
- <p class="i0">No te valdrá un juramento.</p>
- <p class="i0">—Diego, la palabra es aire.</p>
- <p class="i0">—¡Vive Dios que estás tenaz!</p>
- <p class="i0">Dalo por jurado y baste.</p>
- <p class="i0">—No me basta; que olvidar</p>
- <p class="i0">Puedes la palabra en Flandes.</p>
- <p class="i0">—¡Voto a Dios! ¿qué más pretendes?</p>
- <p class="i0">—Que a los pies de aquella imagen</p>
- <p class="i0">Lo jures como cristiano</p>
- <p class="i0">Del santo Cristo delante.—</p>
- <p class="i0">Vaciló un punto Martínez,</p>
- <p class="i0">Mas porfiando que jurase,</p>
- <p class="i0">Llevole Inés hacia el templo</p>
- <p class="i0">Que en medio la vega yace.</p>
- <p class="i0">Enclavado en un madero,</p>
- <p class="i0">En duro y postrero trance,</p>
- <p class="i0">Ceñida la sien de espinas,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_255">p. 255</span>Descolorido el semblante,</p>
- <p class="i0">Víase allí un crucifijo</p>
- <p class="i0">Teñido de negra sangre,</p>
- <p class="i0">A quien Toledo devota</p>
- <p class="i0">Acude hoy en sus azares.</p>
- <p class="i0">Ante sus plantas divinas</p>
- <p class="i0">Llegaron ambos amantes,</p>
- <p class="i0">Y haciendo Inés que Martínez</p>
- <p class="i0">Los sagrados pies tocase,</p>
- <p class="i0">Preguntole:</p>
- <p class="i10">—Diego, ¿juras</p>
- <p class="i0">A tu vuelta desposarme?</p>
- <p class="i0">Contestó al mozo:</p>
- <p class="i15">—¡Sí juro!</p>
- <p class="i0">Y ambos del templo se salen.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">III</h4>
-
-<div class="versos ml30">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Pasó un día y otro día,</p>
- <p class="i0">Un mes y otro mes pasó,</p>
- <p class="i0">Y un año pasado había,</p>
- <p class="i0">Mas de Flandes no volvía</p>
- <p class="i0">Diego, que a Flandes partió.</p>
- <p class="i2">Lloraba la bella Inés</p>
- <p class="i0">Su vuelta aguardando en vano,</p>
- <p class="i0">Oraba un mes y otro mes</p>
- <p class="i0">Del crucifijo a los pies</p>
- <p class="i0">Do puso el galán su mano.</p>
- <p class="i2">Todas las tardes venía</p>
- <p class="i0">Después de traspuesto el sol,</p>
- <p class="i0">Y a Dios llorando pedía</p>
- <p class="i0">La vuelta del español,</p>
- <p class="i0">Y el español no volvía.</p>
- <p class="i2">Y siempre al anochecer,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_256">p. 256</span>Sin dueña y sin escudero,</p>
- <p class="i0">En un manto una mujer</p>
- <p class="i0">El campo salía a ver</p>
- <p class="i0">Al alto del <i>Miradero</i>.</p>
- <p class="i2">¡Ay del triste que consume</p>
- <p class="i0">Su existencia en esperar!</p>
- <p class="i0">¡Ay del triste que presume</p>
- <p class="i0">Que el duelo con que él se abrume</p>
- <p class="i0">Al ausente ha de pesar!</p>
- <p class="i2">La esperanza es de los cielos</p>
- <p class="i0">Precioso y funesto don,</p>
- <p class="i0">Pues los amantes desvelos</p>
- <p class="i0">Cambian la esperanza en celos,</p>
- <p class="i0">Que abrasan el corazón.</p>
- <p class="i2">Si es cierto lo que se espera,</p>
- <p class="i0">Es un consuelo en verdad;</p>
- <p class="i0">Pero siendo una quimera,</p>
- <p class="i0">En tan frágil realidad</p>
- <p class="i0">Quien espera desespera.</p>
- <p class="i2">Así Inés desesperaba</p>
- <p class="i0">Sin acabar de esperar,</p>
- <p class="i0">Y su tez se marchitaba,</p>
- <p class="i0">Y su llanto se secaba</p>
- <p class="i0">Para volver a brotar.</p>
- <p class="i2">En vano a su confesor</p>
- <p class="i0">Pidió remedio o consejo</p>
- <p class="i0">Para aliviar su dolor;</p>
- <p class="i0">Que mal se cura el amor</p>
- <p class="i0">Con las palabras de un viejo.</p>
- <p class="i2">En vano a Iván acudía,</p>
- <p class="i0">Llorosa y desconsolada;</p>
- <p class="i0">El padre no respondía;</p>
- <p class="i0">Que la lengua le tenía</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_257">p. 257</span>Su propia deshonra atada.</p>
- <p class="i2">Y ambos maldicen su estrella,</p>
- <p class="i0">Callando el padre severo</p>
- <p class="i0">Y suspirando la bella,</p>
- <p class="i0">Porque nació mujer ella,</p>
- <p class="i0">Y el viejo nació altanero.</p>
- <p class="i2">Dos años al fin pasaron</p>
- <p class="i0">En esperar y gemir,</p>
- <p class="i0">Y las guerras acabaron,</p>
- <p class="i0">Y los de Flandes tornaron</p>
- <p class="i0">A sus tierras a vivir.</p>
- <p class="i2">Pasó un día y otro día,</p>
- <p class="i0">Un mes y otro mes pasó,</p>
- <p class="i0">Y el tercer año corría;</p>
- <p class="i0">Diego a Flandes se partió,</p>
- <p class="i0">Mas de Flandes no volvía.</p>
- <p class="i2">Era una tarde serena,</p>
- <p class="i0">Doraba el sol de occidente</p>
- <p class="i0">Del Tajo la vega amena,</p>
- <p class="i0">Y apoyada en una almena</p>
- <p class="i0">Miraba Inés la corriente.</p>
- <p class="i2">Iban las tranquilas olas</p>
- <p class="i0">Las riberas azotando</p>
- <p class="i0">Bajo las murallas solas,</p>
- <p class="i0">Musgo, espigas y amapolas</p>
- <p class="i0">Ligeramente doblando.</p>
- <p class="i2">Algún olmo que escondido</p>
- <p class="i0">Creció entre la yerba blanda,</p>
- <p class="i0">Sobre las aguas tendido</p>
- <p class="i0">Se reflejaba perdido</p>
- <p class="i0">En su cristalina banda.</p>
- <p class="i2">Y algún ruiseñor colgado</p>
- <p class="i0">Entre su fresca espesura</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_258">p. 258</span>Daba al aire embalsamado</p>
- <p class="i0">Su cántico regalado</p>
- <p class="i0">Desde la enramada oscura.</p>
- <p class="i2">Y algún pez con cien colores,</p>
- <p class="i0">Tornasolada la escama,</p>
- <p class="i0">Saltaba a besar las flores,</p>
- <p class="i0">Que exhalan gratos olores</p>
- <p class="i0">A las puntas de una rama.</p>
- <p class="i2">Y allá en el trémulo fondo</p>
- <p class="i0">El torreón se dibuja</p>
- <p class="i0">Como el contorno redondo</p>
- <p class="i0">Del hueco sombrío y hondo</p>
- <p class="i0">Que habita nocturna bruja.</p>
- <p class="i2">Así la niña lloraba</p>
- <p class="i0">El rigor de su fortuna,</p>
- <p class="i0">Y así la tarde pasaba</p>
- <p class="i0">Y al horizonte trepaba</p>
- <p class="i0">La consoladora luna.</p>
- <p class="i2">A lo lejos por el llano</p>
- <p class="i0">En confuso remolino</p>
- <p class="i0">Vio de hombres tropel lejano</p>
- <p class="i0">Que en pardo polvo liviano</p>
- <p class="i0">Dejan envuelto el camino.</p>
- <p class="i2">Bajó Inés del torreón,</p>
- <p class="i0">Y llegando recelosa</p>
- <p class="i0">A las puertas del Cambrón,</p>
- <p class="i0">Sintió latir zozobrosa</p>
- <p class="i0">Más inquieto el corazón.</p>
- <p class="i2">Tan galán como altanero</p>
- <p class="i0">Dejó ver la escasa luz</p>
- <p class="i0">Por bajo el arco primero</p>
- <p class="i0">Un hidalgo caballero</p>
- <p class="i0">En un caballo andaluz.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_259">p. 259</span>Jubón negro acuchillado,</p>
- <p class="i0">Banda azul, lazo en la hombrera,</p>
- <p class="i0">Y sin pluma al diestro lado</p>
- <p class="i0">El sombrero derribado</p>
- <p class="i0">Tocando con la gorguera.</p>
- <p class="i2">Bombacho gris guarnecido,</p>
- <p class="i0">Bota de ante, espuela de oro,</p>
- <p class="i0">Hierro al cinto suspendido,</p>
- <p class="i0">Y a una cadena prendido</p>
- <p class="i0">Agudo cuchillo moro.</p>
- <p class="i2">Vienen tras este jinete</p>
- <p class="i0">Sobre potros jerezanos</p>
- <p class="i0">De lanceros hasta siete,</p>
- <p class="i0">Y en adarga y coselete</p>
- <p class="i0">Diez peones castellanos.</p>
- <p class="i2">Asiose a su estribo Inés</p>
- <p class="i0">Gritando: —¡Diego, eres tú!—</p>
- <p class="i0">Y él viéndola de través</p>
- <p class="i0">Dijo: —¡Voto a Belcebú,</p>
- <p class="i0">Que no me acuerdo quién es!—</p>
- <p class="i2">Dio la triste un alarido</p>
- <p class="i0">Tal respuesta al escuchar,</p>
- <p class="i0">Y a poco perdió el sentido,</p>
- <p class="i0">Sin que más voz ni gemido</p>
- <p class="i0">Volviera en tierra a exhalar.</p>
- <p class="i2">Frunciendo ambas a dos cejas</p>
- <p class="i0">Encomendola a su gente,</p>
- <p class="i0">Diciendo: —¡Malditas viejas</p>
- <p class="i0">Que a las mozas malamente</p>
- <p class="i0">Enloquecen con consejas!—</p>
- <p class="i2">Y aplicando el capitán</p>
- <p class="i0">A su potro las espuelas</p>
- <p class="i0">El rostro a Toledo dan,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_260">p. 260</span>Y a trote cruzando van</p>
- <p class="i0">Las oscuras callejuelas.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">IV</h4>
-
-<div class="versos ml30">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Así por sus altos fines</p>
- <p class="i0">Dispone y permite el cielo</p>
- <p class="i0">Que puedan mudar al hombre</p>
- <p class="i0">Fortuna, poder y tiempo.</p>
- <p class="i0">A Flandes partió Martínez</p>
- <p class="i0">De soldado aventurero,</p>
- <p class="i0">Y por su suerte y hazañas</p>
- <p class="i0">Allí capitán le hicieron.</p>
- <p class="i0">Según alzaba en honores</p>
- <p class="i0">Alzábase en pensamientos,</p>
- <p class="i0">Y tanto ayudó en la guerra</p>
- <p class="i0">Con su valor y altos hechos,</p>
- <p class="i0">Que el mismo rey a su vuelta</p>
- <p class="i0">Le armó en Madrid caballero,</p>
- <p class="i0">Tomándole a su servicio</p>
- <p class="i0">Por capitán de Lanceros.</p>
- <p class="i0">Y otro no fue que Martínez</p>
- <p class="i0">Quien ha poco entró en Toledo,</p>
- <p class="i0">Tan orgulloso y ufano</p>
- <p class="i0">Cual salió humilde y pequeño.</p>
- <p class="i0">Ni es otro a quien se dirige,</p>
- <p class="i0">Cobrado el conocimiento,</p>
- <p class="i0">La amorosa Inés de Vargas,</p>
- <p class="i0">Que vive por él muriendo.</p>
- <p class="i0">Mas él, que olvidando todo</p>
- <p class="i0">Olvidó su nombre mesmo,</p>
- <p class="i0">Puesto que Diego Martínez</p>
- <p class="i0">Es el capitán Don Diego,</p>
- <p class="i0">Ni se ablanda a sus caricias,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_261">p. 261</span>Ni cura de sus lamentos;</p>
- <p class="i0">Diciendo que son locuras</p>
- <p class="i0">De gentes de poco seso;</p>
- <p class="i0">Que ni él prometió casarse</p>
- <p class="i0">Ni pensó jamás en ello.</p>
- <p class="i0">¡Tanto mudan a los hombres</p>
- <p class="i0">Fortuna, poder y tiempo!</p>
- <p class="i0">En vano porfiaba Inés</p>
- <p class="i0">Con amenazas y ruegos;</p>
- <p class="i0">Cuanto más ella importuna</p>
- <p class="i0">Está Martínez severo.</p>
- <p class="i0">Abrazada a sus rodillas</p>
- <p class="i0">Enmarañado el cabello,</p>
- <p class="i0">La hermosa niña lloraba</p>
- <p class="i0">Prosternada por el suelo.</p>
- <p class="i0">Mas todo empeño es inútil,</p>
- <p class="i0">Porque el capitán Don Diego</p>
- <p class="i0">No ha de ser Diego Martínez</p>
- <p class="i0">Como lo era en otro tiempo.</p>
- <p class="i0">Y así llamando a su gente,</p>
- <p class="i0">De amor y piedad ajeno,</p>
- <p class="i0">Mandoles que a Inés llevaran</p>
- <p class="i0">De grado o de valimiento.</p>
- <p class="i0">Mas ella antes que la asieran,</p>
- <p class="i0">Cesando un punto en su duelo,</p>
- <p class="i0">Así habló, el rostro lloroso</p>
- <p class="i0">Hacia Martínez volviendo:</p>
- <p class="i0">—Contigo se fue mi honra,</p>
- <p class="i0">Conmigo tu juramento;</p>
- <p class="i0">Pues buenas prendas son ambas,</p>
- <p class="i0">En buen fiel las pesaremos.—</p>
- <p class="i0">Y la faz descolorida</p>
- <p class="i0">En la mantilla envolviendo</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_262">p. 262</span>A pasos desatentados</p>
- <p class="i0">Saliose del aposento.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">V</h4>
-
-<div class="versos ml30">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Era entonces de Toledo</p>
- <p class="i0">Por el rey gobernador</p>
- <p class="i0">El justiciero y valiente</p>
- <p class="i0">Don Pedro Ruiz de Alarcón.</p>
- <p class="i0">Muchos años por su patria</p>
- <p class="i0">El buen viejo peleó;</p>
- <p class="i0">Cercenado tiene un brazo,</p>
- <p class="i0">Mas entero el corazón.</p>
- <p class="i0">La mesa tiene delante,</p>
- <p class="i0">Los jueces en derredor,</p>
- <p class="i0">Los corchetes a la puerta</p>
- <p class="i0">Y en la derecha el bastón.</p>
- <p class="i0">Está, como presidente</p>
- <p class="i0">Del tribunal superior,</p>
- <p class="i0">Entre un dosel y una alfombra</p>
- <p class="i0">Reclinado en un sillón</p>
- <p class="i0">Escuchando con paciencia</p>
- <p class="i0">La casi asmática voz</p>
- <p class="i0">Con que un tétrico escribano</p>
- <p class="i0">Solfea una apelación.</p>
- <p class="i0">Los asistentes bostezan</p>
- <p class="i0">Al murmullo arrullador,</p>
- <p class="i0">Los jueces medio dormidos</p>
- <p class="i0">Hacen pliegues al ropón,</p>
- <p class="i0">Los escribanos repasan</p>
- <p class="i0">Sus pergaminos al sol,</p>
- <p class="i0">Los corchetes a una moza</p>
- <p class="i0">Guiñan en un corredor,</p>
- <p class="i0">Y abajo en Zocodover</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_263">p. 263</span>Gritan en discorde son</p>
- <p class="i0">Los que en el mercado venden</p>
- <p class="i0">Lo vendido y el valor.</p>
- <p class="i2">Una mujer en tal punto,</p>
- <p class="i0">En faz de grande aflicción,</p>
- <p class="i0">Rojos de llorar los ojos,</p>
- <p class="i0">Ronca de gemir la voz,</p>
- <p class="i0">Suelto el cabello y el manto,</p>
- <p class="i0">Tomó plaza en el salón</p>
- <p class="i0">Diciendo a gritos: —¡Justicia,</p>
- <p class="i0">Jueces, justicia, señor!—</p>
- <p class="i0">Y a los pies se arroja humilde</p>
- <p class="i0">De Don Pedro de Alarcón,</p>
- <p class="i0">En tanto que los curiosos</p>
- <p class="i0">Se agitan al rededor.</p>
- <p class="i0">Alzola cortés Don Pedro</p>
- <p class="i0">Calmando la confusión</p>
- <p class="i0">Y el tumultuoso murmullo</p>
- <p class="i0">Que esta escena ocasionó,</p>
- <p class="i0">Diciendo:</p>
- <p class="i9">—Mujer, ¿qué quieres?</p>
- <p class="i0">—Quiero justicia, señor.</p>
- <p class="i0">—¿De qué?</p>
- <p class="i10">—De una prenda hurtada.</p>
- <p class="i0">—¿Qué prenda?</p>
- <p class="i14">—Mi corazón.</p>
- <p class="i0">—¿Tú le diste?</p>
- <p class="i13">—Le presté.</p>
- <p class="i0">—¿Y no te le han vuelto?</p>
- <p class="i21">—No.</p>
- <p class="i0">—¿Tienes testigos?</p>
- <p class="i17">—Ninguno.</p>
- <p class="i0">—¿Y promesa?</p>
- <p class="i14"><span class="pagenum" id="Page_264">p. 264</span>—¡Sí, por Dios!</p>
- <p class="i0">Que al partirse de Toledo</p>
- <p class="i0">Un juramento empeñó.</p>
- <p class="i0">—¿Quién es él?</p>
- <p class="i14">—Diego Martínez.</p>
- <p class="i0">—¿Noble?</p>
- <p class="i9">—Y capitán, señor.</p>
- <p class="i0">—Presentadme al capitán,</p>
- <p class="i0">Que cumplirá si juró.—</p>
- <p class="i0">Quedó en silencio la sala,</p>
- <p class="i0">Y a poco en el corredor</p>
- <p class="i0">Se oyó de botas y espuelas</p>
- <p class="i0">El acompasado son.</p>
- <p class="i0">Un portero, levantando</p>
- <p class="i0">El tapiz, en alta voz</p>
- <p class="i0">Dijo: —El capitán Don Diego.—</p>
- <p class="i0">Y entró luego en el salón</p>
- <p class="i0">Diego Martínez, los ojos</p>
- <p class="i0">Llenos de orgullo y furor.</p>
- <p class="i0">—¿Sois el capitán Don Diego,</p>
- <p class="i0">Díjole Don Pedro, vos?—</p>
- <p class="i0">Contestó altivo y sereno</p>
- <p class="i0">Diego Martínez:</p>
- <p class="i14">—Yo soy.</p>
- <p class="i0">—¿Conocéis a esta muchacha?</p>
- <p class="i0">—Ha tres años, salvo error.</p>
- <p class="i0">—¿Hicísteisla juramento</p>
- <p class="i0">De ser su marido?</p>
- <p class="i15">—No.</p>
- <p class="i0">—¿Juráis no haberlo jurado?</p>
- <p class="i0">—Sí juro.</p>
- <p class="i9">—Pues id con Dios.</p>
- <p class="i0">—¡Miente! —clamó Inés llorando</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_265">p. 265</span>De despecho y de rubor.</p>
- <p class="i0">—Mujer, ¡piensa lo que dices!...</p>
- <p class="i0">—Digo que miente, juró.</p>
- <p class="i0">—¿Tienes testigos?</p>
- <p class="i20">—Ninguno.</p>
- <p class="i0">—Capitán, idos con Dios,</p>
- <p class="i0">Y dispensad que acusado</p>
- <p class="i0">Dudara de vuestro honor.—</p>
- <p class="i2">Tornó Martínez la espalda</p>
- <p class="i0">Con brusca satisfacción,</p>
- <p class="i0">E Inés, que le vio partirse,</p>
- <p class="i0">Resuelta y firme gritó:</p>
- <p class="i0">—Llamadle, tengo un testigo.</p>
- <p class="i0">Llamadle otra vez, señor.—</p>
- <p class="i0">Volvió el capitán Don Diego,</p>
- <p class="i0">Sentose Ruiz de Alarcón,</p>
- <p class="i0">La multitud aquietose</p>
- <p class="i0">Y la de Vargas siguió:</p>
- <p class="i0">—Tengo un testigo a quien nunca</p>
- <p class="i0">Faltó verdad ni razón.</p>
- <p class="i0">—¿Quién?</p>
- <p class="i9">—Un hombre que de lejos</p>
- <p class="i0">Nuestras palabras oyó,</p>
- <p class="i0">Mirándonos desde arriba.</p>
- <p class="i0">—¿Estaba en algún balcón?</p>
- <p class="i0">—No, que estaba en un suplicio</p>
- <p class="i0">Donde ha tiempo que expiró.</p>
- <p class="i0">—¿Luego es muerto?</p>
- <p class="i20">—No, que vive.</p>
- <p class="i0">—Estáis loca, ¡vive Dios!</p>
- <p class="i0">¿Quién fue?</p>
- <p class="i11">—El <span class="smcap">Cristo</span> de la Vega,</p>
- <p class="i0">A cuya faz perjuró.—</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_266">p. 266</span>Pusiéronse en pie los jueces</p>
- <p class="i0">Al nombre del Redentor,</p>
- <p class="i0">Escuchando con asombro</p>
- <p class="i0">Tan excelsa apelación.</p>
- <p class="i0">Reinó un profundo silencio</p>
- <p class="i0">De sorpresa y de pavor,</p>
- <p class="i0">Y Diego bajó los ojos</p>
- <p class="i0">De vergüenza y confusión.</p>
- <p class="i0">Un instante con los jueces</p>
- <p class="i0">Don Pedro en secreto habló,</p>
- <p class="i0">Y levantose diciendo</p>
- <p class="i0">Con respetuosa voz:</p>
- <p class="i2">—La ley es ley para todos,</p>
- <p class="i0">Tu testigo es el mejor,</p>
- <p class="i0">Mas para tales testigos</p>
- <p class="i0">No hay más tribunal que Dios.</p>
- <p class="i0">Haremos... lo que sepamos;</p>
- <p class="i0">Escribano, al caer el sol</p>
- <p class="i0">Al <span class="smcap">Cristo</span> que está en la Vega</p>
- <p class="i0">Tomaréis declaración.—</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">VI</h4>
-
-<div class="versos ml30">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Es una tarde serena,</p>
- <p class="i0">Cuya luz tornasolada</p>
- <p class="i0">Del purpurino horizonte</p>
- <p class="i0">Blandamente se derrama.</p>
- <p class="i0">Plácido aroma las flores</p>
- <p class="i0">Sus hojas plegando exhalan,</p>
- <p class="i0">Y el céfiro entre perfumes</p>
- <p class="i0">Mece las trémulas alas.</p>
- <p class="i0">Brillan abajo en el valle</p>
- <p class="i0">Con suave rumor las aguas,</p>
- <p class="i0">Y las aves en la orilla</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_267">p. 267</span>Despidiendo al día cantan.</p>
- <p class="i2">Allá por el <i>Miradero</i></p>
- <p class="i0">Por el Cambrón y Visagra</p>
- <p class="i0">Confuso tropel de gente</p>
- <p class="i0">Del Tajo a la vega baja.</p>
- <p class="i0">Vienen delante Don Pedro</p>
- <p class="i0">De Alarcón, Iván de Vargas,</p>
- <p class="i0">Su hija Inés, los escribanos,</p>
- <p class="i0">Los corchetes y los guardias;</p>
- <p class="i0">Y detrás monjes, hidalgos,</p>
- <p class="i0">Mozas, chicos y canalla.</p>
- <p class="i0">Otra turba de curiosos</p>
- <p class="i0">En la vega les aguarda,</p>
- <p class="i0">Cada cual comentariando</p>
- <p class="i0">El caso según le cuadra.</p>
- <p class="i0">Entre ellos está Martínez</p>
- <p class="i0">En apostura bizarra,</p>
- <p class="i0">Calzadas espuelas de oro,</p>
- <p class="i0">Valona de encaje blanca,</p>
- <p class="i0">Bigote a la borgoñesa,</p>
- <p class="i0">Melena desmelenada,</p>
- <p class="i0">El sombrero guarnecido</p>
- <p class="i0">Con cuatro lazos de plata,</p>
- <p class="i0">Un pie delante del otro,</p>
- <p class="i0">Y el puño en el de la espada.</p>
- <p class="i0">Los plebeyos de reojo</p>
- <p class="i0">Le miran de entre las capas,</p>
- <p class="i0">Los chicos al uniforme</p>
- <p class="i0">Y las mozas a la cara.</p>
- <p class="i0">Llegado el gobernador</p>
- <p class="i0">Y gente que le acompaña,</p>
- <p class="i0">Entraron todos al claustro</p>
- <p class="i0">Que iglesia y patio separa.</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_268">p. 268</span>Encendieron ante el <span class="smcap">Cristo</span></p>
- <p class="i0">Cuatro cirios y una lámpara,</p>
- <p class="i0">Y de hinojos un momento</p>
- <p class="i0">Le rezaron en voz baja.</p>
- <p class="i2">Está el <span class="smcap">Cristo</span> de la Vega</p>
- <p class="i0">La cruz en tierra posada,</p>
- <p class="i0">Los pies alzados del suelo</p>
- <p class="i0">Poco menos de una vara;</p>
- <p class="i0">Hacia la severa imagen</p>
- <p class="i0">Un notario se adelanta,</p>
- <p class="i0">De modo que con el rostro</p>
- <p class="i0">Al pecho santo llegaba.</p>
- <p class="i0">A un lado tiene a Martínez,</p>
- <p class="i0">A otro lado a Inés de Vargas,</p>
- <p class="i0">Detrás al gobernador</p>
- <p class="i0">Con sus jueces y sus guardias.</p>
- <p class="i0">Después de leer dos veces</p>
- <p class="i0">La acusación entablada,</p>
- <p class="i0">El notario a Jesucristo</p>
- <p class="i0">Así demandó en voz alta:</p>
- <p class="i0"><i>—Jesús, Hijo de María,</i></p>
- <p class="i0"><i>Ante nos esta mañana</i></p>
- <p class="i0"><i>Citado como testigo</i></p>
- <p class="i0"><i>Por boca de Inés de Vargas,</i></p>
- <p class="i0"><i>¿Juráis ser cierto que un día</i></p>
- <p class="i0"><i>A vuestras divinas plantas</i></p>
- <p class="i0"><i>Juró a Inés Diego Martínez</i></p>
- <p class="i0"><i>Por su mujer desposarla?—</i></p>
- <p class="i2">Asida a un <i>brazo</i> desnudo</p>
- <p class="i0">Una <i>mano</i> atarazada</p>
- <p class="i0">Vino a posar en los autos</p>
- <p class="i0">La seca y hendida palma,</p>
- <p class="i0">Y allá en los aires «¡Sí, <span class="asc">JURO</span>!»</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_269">p. 269</span>Clamó una voz más que humana.</p>
- <p class="i0">Alzó la turba medrosa</p>
- <p class="i0">La vista a la imagen santa...</p>
- <p class="i0">Los labios tenía abiertos,</p>
- <p class="i0">Y una mano desclavada.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">CONCLUSIÓN</h4>
-
-<div class="versos ml30">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Las vanidades del mundo</p>
- <p class="i0">Renunció allí mismo Inés,</p>
- <p class="i0">Y espantado de sí propio</p>
- <p class="i0">Diego Martínez también.</p>
- <p class="i0">Los escribanos temblando</p>
- <p class="i0">Dieron de esta escena fe,</p>
- <p class="i0">Firmando como testigos</p>
- <p class="i0">Cuantos hubieron poder.</p>
- <p class="i0">Fundose un aniversario</p>
- <p class="i0">Y una capilla con él,</p>
- <p class="i0">Y Don Pedro de Alarcón</p>
- <p class="i0">El altar ordenó hacer,</p>
- <p class="i0">Donde hasta el tiempo que corre,</p>
- <p class="i0">Y en cada año una vez,</p>
- <p class="i0">Con la mano desclavada</p>
- <p class="i0">El crucifijo se ve.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON NICOMEDES PASTOR DÍAZ</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P081">81. A la luna</h3>
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Desde</span> el primer latido de mi pecho,</p>
- <p class="i0">Condenado al amor y a la tristeza,</p>
- <p class="i0">Ni un eco a mi gemir, ni a la belleza</p>
- <p class="i8">Un suspiro alcancé:</p><span class="pagenum" id="Page_270">p. 270</span>
- <p class="i2">Halló por fin mi fúnebre despecho</p>
- <p class="i0">Inmenso objeto a mi ilusión amante;</p>
- <p class="i0">Y de la luna el célico semblante,</p>
- <p class="i8">Y el triste mar amé.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">El mar quedose allá por su ribera;</p>
- <p class="i0">Sus olas no treparon las montañas;</p>
- <p class="i0">Nunca llega a estas márgenes extrañas</p>
- <p class="i8">Su solemne mugir.</p>
- <p class="i2">Tú empero que mi amor sigues do quiera,</p>
- <p class="i0">Cándida luna, en tu amoroso vuelo,</p>
- <p class="i0">Tú eres la misma que miré en el cielo</p>
- <p class="i8">De mi patria lucir.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Tú sola mi beldad, sola mi amante,</p>
- <p class="i0">Única antorcha que mis pasos guía,</p>
- <p class="i0">Tú sola enciendes en el alma fría</p>
- <p class="i8">Una sombra de amor.</p>
- <p class="i2">Solo el blando lucir de tu semblante</p>
- <p class="i0">Mis ya cansados párpados resisten;</p>
- <p class="i0">Solo tus formas inconstantes visten</p>
- <p class="i8">Bello, grato color.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Ora cubra cargada, rubicunda</p>
- <p class="i0">Nube de fuego tu ardorosa frente;</p>
- <p class="i0">Ora cándida, pura, refulgente,</p>
- <p class="i8">Deslumbre tu mirar.</p>
- <p class="i2">Ora sumida en soledad profunda</p>
- <p class="i0">Te mire el cielo desmayada y yerta,</p>
- <p class="i0">Como el semblante de una virgen muerta</p>
- <p class="i8">¡Ah!... que yo vi expirar.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">La he visto ¡ay, Dios!... Al sueño en que reposa</p>
- <p class="i0">Yo le cerré los anublados ojos;</p><span class="pagenum" id="Page_271">p. 271</span>
- <p class="i0">Yo tendí sus angélicos despojos</p>
- <p class="i8">Sobre el negro ataúd.</p>
- <p class="i2">Yo solo oré sobre la yerta losa</p>
- <p class="i0">Donde no corre ya lágrima alguna...</p>
- <p class="i0">¡Báñala al menos tú, pálida luna...</p>
- <p class="i8">Báñala con tu luz!</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Tú lo harás... que a los tristes acompañas,</p>
- <p class="i0">Y al pensador y al infeliz visitas;</p>
- <p class="i0">Con la inocencia o con la muerte habitas:</p>
- <p class="i8">El mundo huye de ti.</p>
- <p class="i2">Antorcha de alegría en las cabañas,</p>
- <p class="i0">Lámpara solitaria en las ruïnas,</p>
- <p class="i0">El salón del magnate no iluminas,</p>
- <p class="i8">Pero su tumba... sí.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Cargado a veces de aplomadas nubes</p>
- <p class="i0">Amaga el cielo con tormenta oscura;</p>
- <p class="i0">Mas ríe al horizonte tu hermosura,</p>
- <p class="i8">Y huyó la tempestad.</p>
- <p class="i2">Y allá del trono do esplendente subes</p>
- <p class="i0">Riges el curso al férvido Oceáno,</p>
- <p class="i0">Cual pecho amante, que al mirar lejano</p>
- <p class="i8">Hierve, de su beldad.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Mas ¡ay! que en vano en tu esplendor encantas:</p>
- <p class="i0">Ese hechizo falaz no es de alegría;</p>
- <p class="i0">Y huyen tu luz y triste compañía</p>
- <p class="i8">Los astros con temor.</p>
- <p class="i2">Sola por el vacío te adelantas,</p>
- <p class="i0">Y en vano en derredor tus rayos tiendes;</p>
- <p class="i0">Que solo al mundo en tu dolor desciendes,</p>
- <p class="i8">Cual sube a ti mi amor.</p><span class="pagenum" id="Page_272">p. 272</span>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Y en esta tierra, de aflicción guarida,</p>
- <p class="i0">¿Quién goza en tu fulgor blandos placeres?</p>
- <p class="i0">Del nocturno reposo de los seres</p>
- <p class="i8">No turbas la quietud.</p>
- <p class="i2">No cantarán las aves tu venida;</p>
- <p class="i0">Ni abren su cáliz las dormidas flores:</p>
- <p class="i0">¡Solo un ser... de desvelos y dolores,</p>
- <p class="i8">Ama tu yerta luz!...</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Sí, tú mi amor, mi admiración, mi encanto!</p>
- <p class="i0">La noche anhelo por vivir contigo,</p>
- <p class="i0">Y hacia el ocaso lentamente sigo</p>
- <p class="i8">Tu curso al fin veloz.</p>
- <p class="i2">Páraste a veces a escuchar mi llanto,</p>
- <p class="i0">Y desciende en tus rayos amoroso</p>
- <p class="i0">Un espíritu vago, misterioso,</p>
- <p class="i8">Que responde a mi voz...</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Ay! calló ya... Mi celestial querida</p>
- <p class="i0">Sufrió también mi inexorable suerte...</p>
- <p class="i0">Era un sueño de amor... Desvanecerte</p>
- <p class="i8">Pudo una realidad.</p>
- <p class="i2">Es cieno ya la esqueletada vida;</p>
- <p class="i0">No hay ilusión, ni encantos, ni hermosura;</p>
- <p class="i0">La muerte reina ya sobre natura,</p>
- <p class="i8">Y la llaman... ¡<span class="smcap">Verdad</span>!</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Qué feliz, qué encantado, si ignorante,</p>
- <p class="i0">El hombre de otros tiempos viviría,</p>
- <p class="i0">Cuando en el mundo, de los dioses vía</p>
- <p class="i8">Do quiera la mansión!</p>
- <p class="i2">Cada eco fuera un suspirar amante,</p>
- <p class="i0">Una inmortal belleza cada fuente;</p><span class="pagenum" id="Page_273">p. 273</span>
- <p class="i0">Cada pastor ¡oh luna! en sueño ardiente</p>
- <p class="i8">Ser pudo un Endimión.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Ora trocada en un planeta oscuro,</p>
- <p class="i0">Girando en los abismos del vacío,</p>
- <p class="i0">Do fuerza oculta y ciega, en su extravío,</p>
- <p class="i8">Cual piedra te arrojó,</p>
- <p class="i2">Es luz de ajena luz tu brillo puro;</p>
- <p class="i0">Es ilusión tu mágica influencia,</p>
- <p class="i0">Y mi celeste amor... ciega demencia,</p>
- <p class="i8">¡Ay!... que se disipó.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Astro de paz, belleza de consuelo,</p>
- <p class="i0">Antorcha celestial de los amores,</p>
- <p class="i0">Lámpara sepulcral de los dolores,</p>
- <p class="i8">Tierna y casta deidad,</p>
- <p class="i2">¿Qué eres, de hoy más, sobre ese helado cielo?</p>
- <p class="i0">Un peñasco que rueda en el olvido,</p>
- <p class="i0">O el cadáver de un sol que, endurecido,</p>
- <p class="i8">¡Yace en la eternidad!</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON ENRIQUE GIL</h2>
-</div>
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-<h3 id="P082">82. La violeta</h3>
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-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Flor</span> deliciosa en la memoria mía,</p>
- <p class="i0">Ven mi triste laúd a coronar,</p>
- <p class="i0">Y volverán las trovas de alegría</p>
- <p class="i0">En sus ecos tal vez a resonar.</p>
- <p class="i2">Mezcla tu aroma a sus cansadas cuerdas;</p>
- <p class="i0">Yo sobre ti no inclinaré mi sien,</p>
- <p class="i0">De miedo, pura flor, que entonces pierdas</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_274">p. 274</span>Tu tesoro de olores y tu bien.</p>
- <p class="i2">Yo, sin embargo, coroné mi frente</p>
- <p class="i0">Con tu gala en las tardes del Abril,</p>
- <p class="i0">Yo te buscaba orillas de la fuente,</p>
- <p class="i0">Yo te adoraba tímida y gentil.</p>
- <p class="i2">Porque eras melancólica y perdida,</p>
- <p class="i0">Y era perdido y lúgubre mi amor,</p>
- <p class="i0">Y en ti miré el emblema de mi vida</p>
- <p class="i0">Y mi destino, solitaria flor.</p>
- <p class="i2">Tú allí crecías olorosa y pura</p>
- <p class="i0">Con tus moradas hojas de pesar;</p>
- <p class="i0">Pasaba entre la yerba tu frescura</p>
- <p class="i0">De la fuente al confuso murmurar.</p>
- <p class="i2">Y pasaba mi amor desconocido,</p>
- <p class="i0">De un arpa oscura al apagado son,</p>
- <p class="i0">Con frívolos cantares confundido</p>
- <p class="i0">El himno de mi amante corazón.</p>
- <p class="i2">Yo busqué la hermandad de la desdicha</p>
- <p class="i0">En tu cáliz de aroma y soledad,</p>
- <p class="i0">Y a tu ventura asemejé mi dicha,</p>
- <p class="i0">Y a tu prisión mi antigua libertad.</p>
- <p class="i2">¡Cuántas meditaciones han pasado</p>
- <p class="i0">Por mi frente mirando tu arrebol!</p>
- <p class="i0">¡Cuántas veces mis ojos te han dejado</p>
- <p class="i0">Para volverse al moribundo sol!</p>
- <p class="i2">¡Qué de consuelos a mi pena diste</p>
- <p class="i0">Con tu calma y tu dulce lobreguez,</p>
- <p class="i0">Cuando la mente imaginaba triste</p>
- <p class="i0">El negro porvenir de la vejez!</p>
- <p class="i2">Yo me decía: «Buscaré en las flores</p>
- <p class="i0">Seres que escuchen mi infeliz cantar,</p>
- <p class="i0">Que mitiguen con bálsamo de olores</p>
- <p class="i0">Las ocultas heridas del pesar.»</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_275">p. 275</span>Y me apartaba, al alumbrar la luna,</p>
- <p class="i0">De ti, bañada en moribunda luz,</p>
- <p class="i0">Adormecida en tu vistosa cuna,</p>
- <p class="i0">Velada en tu aromático capuz.</p>
- <p class="i2">Y una esperanza el corazón llevaba</p>
- <p class="i0">Pensando en tu sereno amanecer,</p>
- <p class="i0">Y otra vez en tu cáliz divisaba</p>
- <p class="i0">Perdidas ilusiones de placer.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Heme hoy aquí: ¡cuán otros mis cantares!</p>
- <p class="i0">¡Cuán otro mi pensar, mi porvenir!</p>
- <p class="i0">Ya no hay flores que escuchen mis pesares,</p>
- <p class="i0">Ni soledad donde poder gemir.</p>
- <p class="i2">Lo secó todo el soplo de mi aliento,</p>
- <p class="i0">Y naufragué con mi doliente amor:</p>
- <p class="i0">Lejos ya de la paz y del contento,</p>
- <p class="i0">Mírame aquí en el valle del dolor.</p>
- <p class="i2">Era dulce mi pena y mi tristeza;</p>
- <p class="i0">Tal vez moraba una ilusión detrás:</p>
- <p class="i0">Mas la ilusión voló con su pureza,</p>
- <p class="i0">Mis ojos ¡ay! no la verán jamás.</p>
- <p class="i2">Hoy vuelvo a ti, cual pobre viajero</p>
- <p class="i0">Vuelve al hogar que niño le acogió;</p>
- <p class="i0">Pero mis glorias recobrar no espero,</p>
- <p class="i0">Solo a buscar la huesa vengo yo.</p>
- <p class="i2">Vengo a buscar mi huesa solitaria</p>
- <p class="i0">Para dormir tranquilo junto a ti,</p>
- <p class="i0">Ya que escuchaste un día mi plegaria,</p>
- <p class="i0">Y un ser humano en tu corola vi.</p>
- <p class="i2">Ven mi tumba a adornar, triste viola,</p>
- <p class="i0">Y embalsama mi oscura soledad;</p>
- <p class="i0">Sé de su pobre césped la aureola</p>
- <p class="i0">Con tu vaga y poética beldad.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_276">p. 276</span>Quizá al pasar la virgen de los valles,</p>
- <p class="i0">Enamorada y rica en juventud,</p>
- <p class="i0">Por las umbrosas y desiertas calles</p>
- <p class="i0">Do yacerá escondido mi ataúd,</p>
- <p class="i2">Irá a cortar la humilde vïoleta</p>
- <p class="i0">Y la pondrá en su seno con dolor,</p>
- <p class="i0">Y llorando dirá: «¡Pobre poeta!</p>
- <p class="i0">¡Ya está callada el arpa del amor!»</p>
- </div>
-</div>
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-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">PADRE JUAN AROLAS</h2>
-</div>
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-<h3 id="P083">83. Sé más feliz que yo</h3>
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-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Sobre</span> pupila azul, con sueño leve,</p>
- <p class="i0">Tu párpado cayendo amortecido,</p>
- <p class="i0">Se parece a la pura y blanca nieve</p>
- <p class="i0">Que sobre las violetas reposó:</p>
- <p class="i0">Yo el sueño del placer nunca he dormido:</p>
- <p class="i8">Sé más feliz que yo.</p>
- <p class="i2">Se asemeja tu voz en la plegaria</p>
- <p class="i0">Al canto del zorzal de indiano suelo</p>
- <p class="i0">Que sobre la pagoda solitaria</p>
- <p class="i0">Los himnos de la tarde suspiró:</p>
- <p class="i0">Yo solo esta oración dirijo al cielo:</p>
- <p class="i8">Sé más feliz que yo.</p>
- <p class="i2">Es tu aliento la esencia más fragante</p>
- <p class="i0">De los lirios del Arno caudaloso</p>
- <p class="i0">Que brotan sobre un junco vacilante</p>
- <p class="i0">Cuando el céfiro blando los meció:</p>
- <p class="i0">Yo no gozo su aroma delicioso:</p>
- <p class="i8">Sé más feliz que yo.</p>
- <p class="i2">El amor, que es espíritu de fuego,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_277">p. 277</span>Que de callada noche se aconseja</p>
- <p class="i0">Y se nutre con lágrimas y ruego,</p>
- <p class="i0">En tus purpúreos labios se escondió:</p>
- <p class="i0">Él te guarde el placer y a mí la queja:</p>
- <p class="i8">Sé más feliz que yo.</p>
- <p class="i2">Bella es tu juventud en sus albores</p>
- <p class="i0">Como un campo de rosas del Oriente;</p>
- <p class="i0">Al ángel del recuerdo pedí flores</p>
- <p class="i0">Para adornar tu sien, y me las dio;</p>
- <p class="i0">Yo decía al ponerlas en tu frente:</p>
- <p class="i8">Sé más feliz que yo.</p>
- <p class="i2">Tu mirada vivaz es de paloma;</p>
- <p class="i0">Como la adormidera del desierto</p>
- <p class="i0">Causas dulce embriaguez, hurí de aroma</p>
- <p class="i0">Que el cielo de topacio abandonó:</p>
- <p class="i0">Mi suerte es dura, mi destino incierto:</p>
- <p class="i8">Sé más feliz que yo.</p>
- </div>
-</div>
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-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON PABLO PIFERRER</h2>
-</div>
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-<h3 id="P084">84. Canción de la Primavera</h3>
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-<div class="versos ml26">
- <div class="estrofa">
- <p class="i4"><span class="smcap">Ya vuelve</span> la primavera:</p>
- <p class="i0">Suene la gaita,—ruede la danza:</p>
- <p class="i4">Tiende sobre la pradera</p>
- <p class="i0">El verde manto—de la esperanza.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i4">Sopla caliente la brisa:</p>
- <p class="i0">Suene la gaita,—ruede la danza:</p>
- <p class="i4">Las nubes pasan aprisa,</p>
- <p class="i0">Y el azur muestran—de la esperanza.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i4"><span class="pagenum" id="Page_278">p. 278</span>La flor ríe en su capullo:</p>
- <p class="i0">Suene la gaita,—ruede la danza:</p>
- <p class="i4">Canta el agua en su murmullo</p>
- <p class="i0">El poder santo—de la esperanza.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i4">¿La oís que en los aires trina?</p>
- <p class="i0">Suene la gaita,—ruede la danza:</p>
- <p class="i4">—«Abrid a la golondrina,</p>
- <p class="i0">Que vuelve en alas—de la esperanza.»—</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i4">Niña, la niña modesta:</p>
- <p class="i0">Suene la gaita,—ruede la danza:</p>
- <p class="i4">El Mayo trae tu fiesta</p>
- <p class="i0">Que el logro trae—de tu esperanza.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i4">Cubre la tierra el amor:</p>
- <p class="i0">Suene la gaita,—ruede la danza:</p>
- <p class="i4">El perfume engendrador</p>
- <p class="i0">Al seno sube—de la esperanza.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i4">Todo zumba y reverdece:</p>
- <p class="i0">Suene la gaita,—ruede la danza:</p>
- <p class="i4">Cuanto el son y el verdor crece,</p>
- <p class="i0">Tanto más crece—toda esperanza.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i4">Sonido, aroma y color</p>
- <p class="i0">(Suene la gaita,—ruede la danza)</p>
- <p class="i4">Únense en himnos de amor,</p>
- <p class="i0">Que engendra el himno—de la esperanza.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i4">Morirá la primavera:</p>
- <p class="i0">Suene la gaita,—ruede la danza:</p>
- <p class="i4"><span class="pagenum" id="Page_279">p. 279</span>Mas cada año en la pradera</p>
- <p class="i0">Tornará el manto—de la esperanza.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i4">La inocencia de la vida</p>
- <p class="i0">(Calle la gaita,—pare la danza)</p>
- <p class="i4">No torna una vez perdida:</p>
- <p class="i0">¡Perdí la mía!—¡ay mi esperanza!</p>
- </div>
-</div>
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-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON GABRIEL GARCÍA TASSARA</h2>
-</div>
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-<h3 id="P085">85. Himno al Mesías</h3>
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-<div class="versos ml32">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Baja</span> otra vez al mundo,</p>
- <p class="i0">¡Baja otra vez, Mesías!</p>
- <p class="i0">De nuevo son los días</p>
- <p class="i0">De tu alta vocación;</p>
- <p class="i0">Y en su dolor profundo</p>
- <p class="i0">La humanidad entera</p>
- <p class="i0">El nuevo oriente espera</p>
- <p class="i0">De un sol de redención.</p>
- <p class="i2">Corrieron veinte edades</p>
- <p class="i0">Desde el supremo día</p>
- <p class="i0">Que en esa cruz te vía</p>
- <p class="i0">Morir Jerusalén;</p>
- <p class="i0">Y nuevas tempestades</p>
- <p class="i0">Surgieron y bramaron,</p>
- <p class="i0">De aquellas que asolaron</p>
- <p class="i0">El primitivo Edén.</p>
- <p class="i2">De aquellas que le ocultan</p>
- <p class="i0">Al hombre su camino</p>
- <p class="i0">Con ciego torbellino</p>
- <p class="i0">De culpa y expiación;</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_280">p. 280</span>De aquellas que sepultan</p>
- <p class="i0">En hondos cautiverios</p>
- <p class="i0">Cadáveres de imperios</p>
- <p class="i0">Que fueron y no son.</p>
- <p class="i2">Sereno está en la esfera</p>
- <p class="i0">El sol del firmamento:</p>
- <p class="i0">La tierra en su cimiento</p>
- <p class="i0">Inconmovible está:</p>
- <p class="i0">La blanca primavera</p>
- <p class="i0">Con su gentil abrazo</p>
- <p class="i0">Fecunda el gran regazo</p>
- <p class="i0">Que flor y fruto da.</p>
- <p class="i2">Mas ¡ay! que de las almas</p>
- <p class="i0">El sol yace eclipsado:</p>
- <p class="i0">Mas ¡ay! que ha vacilado</p>
- <p class="i0">El polo de la fe;</p>
- <p class="i0">Mas ¡ay! que ya tus palmas</p>
- <p class="i0">Se vuelven al desierto:</p>
- <p class="i0">No crecen, no, en el huerto</p>
- <p class="i0">Del que tu pueblo fue.</p>
- <p class="i2">Tiniebla es ya la Europa:</p>
- <p class="i0">Ella agotó la ciencia,</p>
- <p class="i0">Maldijo su creencia,</p>
- <p class="i0">Se apacentó con hiel;</p>
- <p class="i0">Y rota ya la copa</p>
- <p class="i0">En que su fe bebía,</p>
- <p class="i0">Se alzaba y te decía:</p>
- <p class="i0">¡Señor! yo soy Luzbel.</p>
- <p class="i2">Mas ¡ay! que contra el cielo</p>
- <p class="i0">No tiene el hombre rayo,</p>
- <p class="i0">Y en súbito desmayo</p>
- <p class="i0">Cayó de ayer a hoy;</p>
- <p class="i0">Y en son de desconsuelo,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_281">p. 281</span>en llanto de impotencia,</p>
- <p class="i0">Hoy clama en tu presencia:</p>
- <p class="i0">Señor, tu pueblo soy.</p>
- <p class="i2">No es, no, la Roma atea</p>
- <p class="i0">Que entre aras derrocadas</p>
- <p class="i0">Despide a carcajadas</p>
- <p class="i0">Los dioses que se van:</p>
- <p class="i0">Es la que, humilde rea,</p>
- <p class="i0">Baja a las catacumbas,</p>
- <p class="i0">Y palpa entre las tumbas</p>
- <p class="i0">Los tiempos que vendrán.</p>
- <p class="i2">Todo, Señor, diciendo</p>
- <p class="i0">Está los grandes días</p>
- <p class="i0">De luto y agonías,</p>
- <p class="i0">De muerte y orfandad;</p>
- <p class="i0">Que, del pecado horrendo</p>
- <p class="i0">Envuelta en el sudario,</p>
- <p class="i0">Pasa por un Calvario</p>
- <p class="i0">La ciega humanidad.</p>
- <p class="i2">Baja ¡oh Señor! no en vano</p>
- <p class="i0">Siglos y siglos vuelan;</p>
- <p class="i0">Los siglos nos revelan</p>
- <p class="i0">Con misteriosa luz</p>
- <p class="i0">El infinito arcano</p>
- <p class="i0">Y la virtud que encierra,</p>
- <p class="i0">Trono de cielo y tierra</p>
- <p class="i0">Tu sacrosanta cruz.</p>
- <p class="i2">Toda la historia humana</p>
- <p class="i0">¡Señor! está en tu nombre;</p>
- <p class="i0">Tú fuiste Dios del hombre,</p>
- <p class="i0">Dios de la humanidad.</p>
- <p class="i0">Tu sangre soberana</p>
- <p class="i0">Es su Calvario eterno:</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_282">p. 282</span>Tu triunfo del infierno</p>
- <p class="i0">Es su inmortalidad.</p>
- <p class="i2">¿Quién dijo, Dios clemente,</p>
- <p class="i0">Que tú no volverías,</p>
- <p class="i0">Y a horribles gemonías,</p>
- <p class="i0">Y a eterna perdición,</p>
- <p class="i0">Condena a esta doliente</p>
- <p class="i0">Raza del ser humano</p>
- <p class="i0">Que espera de tu mano</p>
- <p class="i0">Su nueva salvación?</p>
- <p class="i2">Sí, tú vendrás. Vencidos</p>
- <p class="i0">Serán con nuevo ejemplo</p>
- <p class="i0">Los que del santo templo</p>
- <p class="i0">Apartan a tu grey.</p>
- <p class="i0">Vendrás y confundidos</p>
- <p class="i0">Caerán con los ateos</p>
- <p class="i0">Los nuevos fariseos</p>
- <p class="i0">De la caduca ley.</p>
- <p class="i2">¿Quién sabe si ahora mismo</p>
- <p class="i0">Entre alaridos tantos</p>
- <p class="i0">De tus profetas santos</p>
- <p class="i0">La voz no suena ya?</p>
- <p class="i0">Ven, saca del abismo</p>
- <p class="i0">A un pueblo moribundo;</p>
- <p class="i0">Luzbel ha vuelto al mundo</p>
- <p class="i0">Y Dios ¿no volverá?</p>
- <p class="i2">¡Señor! En tus juicios</p>
- <p class="i0">La comprensión se abisma;</p>
- <p class="i0">Mas es siempre la misma</p>
- <p class="i0">Del Gólgota la voz.</p>
- <p class="i0">Fatídicos auspicios</p>
- <p class="i0">Resonarán en vano;</p>
- <p class="i0">No es el destino humano</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_283">p. 283</span>La humanidad sin Dios.</p>
- <p class="i2">Ya pasarán los siglos</p>
- <p class="i0">De la tremenda prueba;</p>
- <p class="i0">¡Ya nacerás, luz nueva</p>
- <p class="i0">De la futura edad!</p>
- <p class="i0">Ya huiréis ¡negros vestiglos</p>
- <p class="i0">De los antiguos días!</p>
- <p class="i0">Ya volverás ¡Mesías!</p>
- <p class="i0">En gloria y majestad.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
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-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DOÑA GERTRUDIS<br /> GÓMEZ DE AVELLANEDA</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P086">86. Amor y orgullo</h3>
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Un tiempo</span> hollaba por alfombra rosas;</p>
- <p class="i0">Y nobles vates, de mentidas diosas</p>
- <p class="i0">Prodigábanme nombres;</p>
- <p class="i0">Mas yo, altanera, con orgullo vano,</p>
- <p class="i0">Cual águila real al vil gusano</p>
- <p class="i0">Contemplaba a los hombres.</p>
- <p class="i2">Mi pensamiento —en temerario vuelo—</p>
- <p class="i0">Ardiente osaba demandar al cielo</p>
- <p class="i0">Objeto a mis amores:</p>
- <p class="i0">Y si a la tierra con desdén volvía</p>
- <p class="i0">Triste mirada, mi soberbia impía</p>
- <p class="i0">Marchitaba sus flores.</p>
- <p class="i2">Tal vez por un momento caprichosa</p>
- <p class="i0">Entre ellas revolé, cual mariposa,</p>
- <p class="i0">Sin fijarme en ninguna;</p>
- <p class="i0">Pues de místico bien siempre anhelante,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_284">p. 284</span>Clamaba en vano, como tierno infante</p>
- <p class="i0">Quiere abrazar la luna.</p>
- <p class="i2">Hoy, despeñada de la excelsa cumbre,</p>
- <p class="i0">Do osé mirar del sol la ardiente lumbre</p>
- <p class="i0">Que fascinó mis ojos,</p>
- <p class="i0">Cual hoja seca al raudo torbellino,</p>
- <p class="i0">Cedo al poder del áspero destino...</p>
- <p class="i0">¡Me entrego a sus antojos!</p>
- <p class="i2">Cobarde corazón, que el nudo estrecho</p>
- <p class="i0">Gimiendo sufres, dime: ¿qué se ha hecho</p>
- <p class="i0">Tu presunción altiva?</p>
- <p class="i0">¿Qué mágico poder, en tal bajeza</p>
- <p class="i0">Trocando ya tu indómita fiereza,</p>
- <p class="i0">De libertad te priva?</p>
- <p class="i2">¡Mísero esclavo de tirano dueño;</p>
- <p class="i0">Tu gloria fue cual mentiroso sueño,</p>
- <p class="i0">Que con las sombras huye!</p>
- <p class="i0">Di ¿qué se hicieron ilusiones tantas</p>
- <p class="i0">De necia vanidad, débiles plantas</p>
- <p class="i0">Que el aquilón destruye?</p>
- <p class="i2">En hora infausta a mi feliz reposo,</p>
- <p class="i0">¿No dijiste, soberbio y orgulloso:</p>
- <p class="i0">—Quién domará mi brío?</p>
- <p class="i0">¡Con mi solo poder haré, si quiero,</p>
- <p class="i0">Mudar de rumbo al céfiro ligero</p>
- <p class="i0">Y arder al mármol frío!—</p>
- <p class="i2">¡Funesta ceguedad! ¡Delirio insano!</p>
- <p class="i0">Te gritó la razón... Mas ¡cuán en vano</p>
- <p class="i0">Te advirtió tu locura!</p>
- <p class="i0">Tú misma te forjaste la cadena,</p>
- <p class="i0">Que a servidumbre eterna te condena,</p>
- <p class="i0">Y a duelo y amargura.</p>
- <p class="i2">Los lazos caprichosos que otros días</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_285">p. 285</span>—Por pasatiempo— a tu placer tejías,</p>
- <p class="i0">Fueron de seda y oro:</p>
- <p class="i0">Los que hora rinden tu valor primero</p>
- <p class="i0">Son eslabones de pesado acero,</p>
- <p class="i0">Templados con tu lloro.</p>
- <p class="i2">¿Qué esperaste ¡ay de ti! de un pecho helado,</p>
- <p class="i0">De inmenso orgullo y presunción hinchado,</p>
- <p class="i0">De víboras nutrido?</p>
- <p class="i0">Tú —que anhelabas tan sublime objeto—</p>
- <p class="i0">¿Cómo al capricho de un mortal sujeto</p>
- <p class="i0">Te arrastras abatido?</p>
- <p class="i2">¿Con qué velo tu amor cubrió mis ojos,</p>
- <p class="i0">Que por flores tomé duros abrojos</p>
- <p class="i0">Y por oro la arcilla?...</p>
- <p class="i0">¡Del torpe engaño mis rivales ríen,</p>
- <p class="i0">Y mis amantes ¡ay! tal vez se engríen</p>
- <p class="i0">Del yugo que me humilla!</p>
- <p class="i2">¿Y tú lo sufres, corazón cobarde?</p>
- <p class="i0">¿Y de tu servidumbre haciendo alarde,</p>
- <p class="i0">Quieres ver en mi frente</p>
- <p class="i0">El sello del amor que te devora?...</p>
- <p class="i0">¡Ah! velo, pues, y búrlese en buen hora</p>
- <p class="i0">De mi baldón la gente.</p>
- <p class="i2">¡Salga del pecho —requemando el labio—</p>
- <p class="i0">El caro nombre, de mi orgullo agravio,</p>
- <p class="i0">De mi dolor sustento!</p>
- <p class="i0">¿Escrito no le ves en las estrellas</p>
- <p class="i0">Y en la luna apacible, que con ellas</p>
- <p class="i0">Alumbra el firmamento?</p>
- <p class="i2">¿No le oyes, de las auras al murmullo?</p>
- <p class="i0">¿No le pronuncia —en gemidor arrullo—</p>
- <p class="i0">La tórtola amorosa?</p>
- <p class="i0">¿No resuena en los árboles, que el viento</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_286">p. 286</span>Halaga con pausado movimiento</p>
- <p class="i0">En esa selva hojosa?</p>
- <p class="i2">De aquella fuente entre las claras linfas,</p>
- <p class="i0">¿No le articulan invisibles ninfas</p>
- <p class="i0">Con eco lisonjero?...</p>
- <p class="i0">¿Por qué callar el nombre que te inflama,</p>
- <p class="i0">Si aun el silencio tiene voz, que aclama</p>
- <p class="i0">Ese nombre que quiero?</p>
- <p class="i2">Nombre que un alma lleva por despojo;</p>
- <p class="i0">Nombre que excita con placer enojo,</p>
- <p class="i0">Y con ira ternura;</p>
- <p class="i0">Nombre más dulce que el primer cariño</p>
- <p class="i0">De joven madre al inocente niño,</p>
- <p class="i0">Copia de su hermosura:</p>
- <p class="i2">Y más amargo que el adiós postrero</p>
- <p class="i0">Que al suelo damos, donde el sol primero</p>
- <p class="i0">Alumbró nuestra vida.</p>
- <p class="i0">Nombre que halaga y halagando mata;</p>
- <p class="i0">Nombre que hiere —como sierpe ingrata—</p>
- <p class="i0">Al pecho que le anida.</p>
- <p class="i2">¡No, no lo envíes, corazón, al labio!...</p>
- <p class="i0">¡Guarda tu mengua con silencio sabio!</p>
- <p class="i0">¡Guarda, guarda tu mengua!</p>
- <p class="i0">¡Callad también vosotras, auras, fuente,</p>
- <p class="i0">Trémulas hojas, tórtola doliente,</p>
- <p class="i0">Como calla mi lengua!</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON EULOGIO FLORENTINO SANZ</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P087">87. Epístola a Pedro</h3>
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Quiero</span> que sepas, aunque bien lo sabes,</p>
- <p class="i0">Que a orillas del Spree (ya que del río</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_287">p. 287</span>Se hace mención en circunstancias graves)</p>
- <p class="i2">Mora un semi-alemán, muy señor mío,</p>
- <p class="i0">Que entre los rudos témpanos del Norte</p>
- <p class="i0">Recuerda la amistad y olvida el frío.</p>
- <p class="i2">Lejos de mi Madrid, la villa y corte,</p>
- <p class="i0">Ni de ella falto yo porque esté lejos,</p>
- <p class="i0">Ni hay una piedra allí que no me importe;</p>
- <p class="i2">Pues sueña con la patria, a los reflejos</p>
- <p class="i0">De su distante sol, el desterrado,</p>
- <p class="i0">Como con su niñez sueñan los viejos.</p>
- <p class="i2">Ver quisiera un momento, y a tu lado,</p>
- <p class="i0">Cuál por ese aire azul nuestra Cibeles</p>
- <p class="i0">En carroza triunfal rompe hacia el Prado...</p>
- <p class="i2">¿Ríes?... Juzga el volar cuando no vueles...</p>
- <p class="i0">¡Átomo harás del mundo que poseas</p>
- <p class="i0">Y mundo harás del átomo que anheles!</p>
- <p class="i2">Al sentir <i>coram vulgo</i> no te creas...</p>
- <p class="i0">Al pensar <i>coram vulgo</i>, no te olvides</p>
- <p class="i0">De compulsar a solas tus ideas.</p>
- <p class="i2">Como dejes la España en que resides,</p>
- <p class="i0">Donde quiera que estés, ya echarás menos</p>
- <p class="i0">Esa patria de Dolfos y de Cides;</p>
- <p class="i2">Que obeliscos y pórticos ajenos</p>
- <p class="i0">Nunca valdrán los patrios palomares</p>
- <p class="i0">Con las memorias de la infancia llenos.</p>
- <p class="i2">Por eso, aunque dan son a mis cantares</p>
- <p class="i0">Elba, Danubio y Rin, yo los olvido</p>
- <p class="i0">Recordando a mi pobre Manzanares.</p>
- <p class="i2">¡Allí mi juventud!... ¡ay! ¿quién no ha oído</p>
- <p class="i0">Desde cualquier región, ecos de aquella</p>
- <p class="i0">Donde niñez y juventud han sido?</p>
- <p class="i2">Hoy mi vida de ayer, pálida o bella,</p>
- <p class="i0">Múltiple se repite en mis memorias,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_288">p. 288</span>Como en lágrimas mil única estrella...</p>
- <p class="i2">Que quedan en el alma las historias</p>
- <p class="i0">De dolor o placer, y allí se hacinan,</p>
- <p class="i0">Del fundido metal muertas escorias.</p>
- <p class="i2">Y, aunque ya no calientan ni iluminan,</p>
- <p class="i0">Si al soplo de un suspiro se estremecen,</p>
- <p class="i0">¡Aún consuelan el alma!... ¡o la asesinan!</p>
- <p class="i2"><i>Cuando al partir del sol las sombras crecen</i>,</p>
- <p class="i0">Y, entre sombras y sol, tibios instantes</p>
- <p class="i0">En torno del horario se adormecen;</p>
- <p class="i2">El dolor y el placer, férvidos antes,</p>
- <p class="i0">Se pierden ya en el alma indefinidos,</p>
- <p class="i0">A la luz y a la sombra semejantes.</p>
- <p class="i2">Y en esta languidez de los sentidos,</p>
- <p class="i0">Crepúsculo moral en que indolente</p>
- <p class="i0">Se arrulla el corazón con sus latidos,</p>
- <p class="i2">Pláceme contemplar indiferente</p>
- <p class="i0">Cuál del dormido Spree sobre la espalda</p>
- <p class="i0">Y en lúbrico chapín sesga la gente.</p>
- <p class="i2">O recordar el toldo de esmeralda</p>
- <p class="i0">Que antes bordó el Abril en donde ahora</p>
- <p class="i0">Nieve septentrional tiende su falda:</p>
- <p class="i2">Mientras la luz del Héspero incolora</p>
- <p class="i0">Baña el campo sin fin, que el Norte rudo</p>
- <p class="i0">Salpicó de brillantes a la aurora.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i0 g1">. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Hijo de otra región, trémulo y mudo</p>
- <p class="i0">Con la mirada que por ti paseo,</p>
- <p class="i0">Nieve septentrional, yo te saludo!</p>
- <p class="i2">Una tarde de Mayo (casi creo</p>
- <p class="i0">Que salta a mi memoria su hermosura</p>
- <p class="i0">De este cuadro invernal, como un deseo),</p>
- <p class="i2">Una tarde de flores y verdura,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_289">p. 289</span>Rica de cielo azul, sin un celaje,</p>
- <p class="i0">Y empapada en aromas y frescura;</p>
- <p class="i2">En que, al son de las auras, el ramaje</p>
- <p class="i0">Trémulo de los tilos repetía</p>
- <p class="i0">De otros lejanos bosques el mensaje;</p>
- <p class="i2">Yo, con mi propio afán por compañía,</p>
- <p class="i0">Del recinto salí que nombró el mundo</p>
- <p class="i0">Corte del rey filósofo algún día.</p>
- <p class="i2">A su verdor del Norte sin segundo,</p>
- <p class="i0">De un frondoso jardín los laberintos</p>
- <p class="i0">Atrajeron mi paso vagabundo...</p>
- <p class="i2">En armoniosa confusión distintos,</p>
- <p class="i0">Cándidos nardos y claveles rojos,</p>
- <p class="i0">Tulipanes, violas y jacintos,</p>
- <p class="i2">De admirar el vergel diéronme antojos;</p>
- <p class="i0">Y perdime en sus vueltas, rebuscando,</p>
- <p class="i0">Ya que no al corazón, pasto a los ojos.</p>
- <p class="i2">Y una viola, que al favonio blando</p>
- <p class="i0">Columpiaba su tímida corola,</p>
- <p class="i0">Quise arrancar... Mas súbito, clavando</p>
- <p class="i2">Mis ojos en el césped, donde sola</p>
- <p class="i0">Daba al favonio sus esencias puras,</p>
- <p class="i0">Respeté por el césped la viola...</p>
- <p class="i2">¡Guirnalda funeral, de desventuras</p>
- <p class="i0">Y lágrimas nacida, eran las flores</p>
- <p class="i0">De aquel vasto jardín de sepulturas!</p>
- <p class="i2">Pero jardín. Allí, cuando los llores,</p>
- <p class="i0">Aún te hablarán la amante o el amigo</p>
- <p class="i0">Con aromas y jugos y colores...</p>
- <p class="i2">¡Y de tu santo afán mudo testigo,</p>
- <p class="i0">Algo en aquellas flores sepulcrales,</p>
- <p class="i0">Algo del muerto bien será contigo!</p>
- <p class="i2">Dentro de nuestros muros funerales</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_290">p. 290</span>Jamás brota una flor... Mal brotaría</p>
- <p class="i0">De ese alcázar de cal y mechinales,</p>
- <p class="i2">Índice de la nada en simetría,</p>
- <p class="i0">Que a la madre común roba los muertos</p>
- <p class="i0">Para henchir su profana estantería;</p>
- <p class="i2">¡Ruin estación de huéspedes inciertos</p>
- <p class="i0">Que ofreciera a los vivos su morada</p>
- <p class="i0">Por alquilar los túmulos abiertos!</p>
- <p class="i2">De tierra sobre tierra fabricadas,</p>
- <p class="i0">Más solemnes quizá, por más sencillas,</p>
- <p class="i0">Las del santo jardín tumbas aisladas,</p>
- <p class="i2">Con su césped de flores amarillas</p>
- <p class="i0">Se elevan... no muy altas... a la altura</p>
- <p class="i0">Del que llore, al besarlas, de rodillas.</p>
- <p class="i2">¡Mas sola allí, sin flores, sin verdura,</p>
- <p class="i0">Bajo su cruz de hierro se levanta</p>
- <p class="i0">De un hispano cantor la sepultura!...<a id="FNanchor_3" href="#Footnote_3" class="fnanchor">[3]</a></p>
- <p class="i2">Delante de su cruz tuve mi planta...</p>
- <p class="i0">Y soñé que en su rótulo leía:</p>
- <p class="i0">«¡Nunca duerme entre flores quien las canta!»</p>
- <p class="i2">¡Pobre césped marchito! ¡Quién diría</p>
- <p class="i0">Que el cantor de las flores en tu seno</p>
- <p class="i0">Durmiera tan sin flores algún día!</p>
- <p class="i2">Mas ¡ay del ruiseñor que, en aire ajeno,</p>
- <p class="i0">Por atmósfera extraña sofocado,</p>
- <p class="i0">Sobre extraña región cayó en el cieno!</p>
- <p class="i2">¡Ay del vate infeliz que, amortajado</p>
- <p class="i0">Con su negro ropón de peregrino,</p>
- <p class="i0">Yace en su propia tumba desterrado!</p>
- <p class="i2">Yo, al encontrar su cruz en mi camino,</p>
- <p class="i0">Como engendra el dolor supersticiones,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_291">p. 291</span>Llamé tres veces al cantor divino.</p>
- <p class="i2">Y de su lira desperté los sones,</p>
- <p class="i0">Y turbé los sepulcros murmurando</p>
- <p class="i0">La más triste canción de sus canciones...</p>
- <p class="i2">Y a la viola, que al favonio blando</p>
- <p class="i0">Columpiaba allí cerca su corola,</p>
- <p class="i0">Volví turbios los ojos... Y clavando</p>
- <p class="i2">La rodilla en el césped (donde sola</p>
- <p class="i0">Era airón sepulcral de una doncella)</p>
- <p class="i0">Desprendí de su césped la viola.</p>
- <p class="i2">Y al lado del cantor volví con ella;</p>
- <p class="i0">Y así lloré, sobre su cruz mi mano,</p>
- <p class="i0">La del pobre cantor mísera estrella:</p>
- <p class="i2">—Bien te dice mi voz que soy tu hermano;</p>
- <p class="i0">¿Quién saludara tus despojos fríos</p>
- <p class="i0">Sin el ¡ay! de mi acento castellano?</p>
- <p class="i2">Diéronte ajena tumba hados impíos...</p>
- <p class="i0">¡Si ojos extraños la contemplan secos,</p>
- <p class="i0">Hoy la riegan de lágrimas los míos!</p>
- <p class="i2">Solo suena mi voz entre sus huecos,</p>
- <p class="i0">Para que en ella, si la escuchas, halles</p>
- <p class="i0">Los de tu propria voz póstumos ecos...</p>
- <p class="i2"><i>¡Por las desiertas y sombrías calles</i></p>
- <p class="i0"><i>Donde duerme tu féretro escondido,</i></p>
- <p class="i0"><i>No pasa</i>, no, la virgen de los valles!</p>
- <p class="i2">Una vez que ha pasado no ha venido...</p>
- <p class="i0">Trajéronla con rosas... A tu lado</p>
- <p class="i0">La virgen, desde entonces, ha dormido...</p>
- <p class="i2">Si su pálida sombra, al compasado</p>
- <p class="i0">Son de la media noche, inoportuna,</p>
- <p class="i0">Flores entre tu césped ha buscado,</p>
- <p class="i2">Bien habrá visto a la menguante luna</p>
- <p class="i0">Que en el santo jardín, rico de flores,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_292">p. 292</span>Solo yace tu césped sin ninguna.</p>
- <p class="i2">¡No tienes una flor!... Ni ¿a qué dolores</p>
- <p class="i0">Una flor de tu césped respondiera</p>
- <p class="i0">Con aromas y jugos y colores?</p>
- <p class="i2">Solo al riego de lágrimas naciera,</p>
- <p class="i0">Y de tu fosa en el terrón ajeno</p>
- <p class="i0">¿Quién derrama una lágrima siquiera?</p>
- <p class="i2">¡Ay, sí, del ruiseñor, de vida lleno,</p>
- <p class="i0">Que, en atmósfera extraña sofocado,</p>
- <p class="i0">Sobre extraña región cayó en el cieno!</p>
- <p class="i2">Cantor en el sepulcro desterrado,</p>
- <p class="i0">Descansa en paz. ¡Adiós!... Y si a deshora</p>
- <p class="i0">Un viajero del Sur pasa a tu lado,</p>
- <p class="i2">Si al contemplar tu cruz, como yo ahora,</p>
- <p class="i0">Con su idioma español el vïajero</p>
- <p class="i0">Te llama aquí tres veces y aquí llora,</p>
- <p class="i2">Dígale el son del aura lastimero</p>
- <p class="i0">Cuál en los brazos de tu cruz escueta</p>
- <p class="i0">Peregrino del Sur lloré primero...</p>
- <p class="i2">¡Recibe con mi adiós <i>tu vïoleta</i>!</p>
- <p class="i0">La tumba de la virgen te la envía...—</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i0 g1">. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">¡Y al unirse la flor con su poeta,</p>
- <p class="i0">Ya en el ocaso agonizaba el día!</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON ADELARDO LÓPEZ DE AYALA</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P088">88. Epístola a Emilio Arrieta</h3>
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">De nuestra</span> gran virtud y fortaleza</p>
- <p class="i0">Al mundo hacemos con placer testigo:</p>
- <p class="i0">Las ruindades del alma y su flaqueza</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_293">p. 293</span>Solo se cuentan al secreto amigo.</p>
- <p class="i0">De mi ardiente ansiedad y mi tristeza</p>
- <p class="i0">A solas quiero razonar contigo:</p>
- <p class="i0">Rasgue a su alma sin pudor el velo</p>
- <p class="i0">Quien busque admiración y no consuelo.</p>
- <p class="i2">No quiera Dios que en rimas insolentes</p>
- <p class="i0">De mi pesar al mundo le dé indicios,</p>
- <p class="i0">Imitando a esos genios impudentes</p>
- <p class="i0">Que alzan la voz para cantar sus vicios.</p>
- <p class="i0">Yo busco, retirado de las gentes,</p>
- <p class="i0">De la amistad los dulces beneficios:</p>
- <p class="i0">No hay causa ni razón que me convenza</p>
- <p class="i0">De que es genio la falta de vergüenza.</p>
- <p class="i2">En esta humilde y escondida estancia,</p>
- <p class="i0">Donde aún resuenan con medroso acento</p>
- <p class="i0">Los primeros sollozos de mi infancia</p>
- <p class="i0">Y de mi padre el postrimer lamento:</p>
- <p class="i0">Esclarecido el mundo a la distancia</p>
- <p class="i0">A que de aquí le mira el pensamiento,</p>
- <p class="i0">Se eleva la verdad que amaba tanto;</p>
- <p class="i0">Y, antes que afecto, me produce espanto.</p>
- <p class="i2">Aquí, aumentando mi congoja fiera,</p>
- <p class="i0">Mi edad pasada y la presente miro.</p>
- <p class="i0">La limpia voz de mi virtud entera,</p>
- <p class="i0">Hoy convertida en áspero suspiro,</p>
- <p class="i0">Y el noble aliento de mi edad primera</p>
- <p class="i0">Trocado en la ansiedad con que respiro,</p>
- <p class="i0">Claro publican dentro de mi pecho</p>
- <p class="i0">Lo que hizo Dios y lo que el mundo ha hecho.</p>
- <p class="i2">Me dotaron los cielos de profundo</p>
- <p class="i0">Amor al bien y de valor bastante</p>
- <p class="i0">Para exponer al embriagado mundo</p>
- <p class="i0">Del vicio vil el sórdido semblante;</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_294">p. 294</span>Y al ver que imbécil en el cieno hundo</p>
- <p class="i0">De mi existencia la misión brillante,</p>
- <p class="i0">Me parece que el hombre en voz confusa</p>
- <p class="i0">Me pide el robo y de ladrón me acusa.</p>
- <p class="i2">Y estos salvajes montes corpulentos,</p>
- <p class="i0">Fieles amigos de la infancia mía,</p>
- <p class="i0">Que con la voz de los airados vientos</p>
- <p class="i0">Me hablaban de virtud y de energía,</p>
- <p class="i0">Hoy con duros semblantes macilentos</p>
- <p class="i0">Contemplan mi abandono y cobardía,</p>
- <p class="i0">Y gimen de dolor, y cuando braman,</p>
- <p class="i0">Ingrato y débil y traidor me llaman.</p>
- <p class="i2">Tal vez a la batalla me apercibo;</p>
- <p class="i0">Dudo de mi constancia y de esta duda</p>
- <p class="i0">Toma ocasión el vicio ejecutivo</p>
- <p class="i0">Para moverme guerra más sañuda;</p>
- <p class="i0">Y, cuando débil el combate esquivo,</p>
- <p class="i0">«Mañana, digo, llegará en mi ayuda;»</p>
- <p class="i0">¡Y <i>mañana</i> es la muerte, y mi ansia vana</p>
- <p class="i0">Deja mi redención para mañana!</p>
- <p class="i2">Perdido tengo el crédito conmigo,</p>
- <p class="i0">Y avanza cual gangrena el desaliento:</p>
- <p class="i0">Conozco y aborrezco a mi enemigo,</p>
- <p class="i0">Y en sus brazos me arrojo soñoliento.</p>
- <p class="i0">La conciencia el deleite que consigo</p>
- <p class="i0">Perturba siempre: sofocar su acento</p>
- <p class="i0">Quiere el placer, y, lleno de impaciencia,</p>
- <p class="i0">Ni gozo el mal ni aplaco la conciencia.</p>
- <p class="i2">Inquieto, vacilante, confundido</p>
- <p class="i0">Con la múltiple forma del deseo,</p>
- <p class="i0">Impávido una vez, otra corrido</p>
- <p class="i0">Del vergonzoso estado en que me veo,</p>
- <p class="i0">Al mismo Dios contemplo arrepentido</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_295">p. 295</span>De darme un alma que tan mal empleo:</p>
- <p class="i0">La hacienda que he perdido no era mía,</p>
- <p class="i0">Y el deshonor los tuétanos me enfría.</p>
- <p class="i2">Aquí, revuelto en la fatal madeja</p>
- <p class="i0">Del torpe amor, disipador cansado</p>
- <p class="i0">Del tiempo, que al pasar solo me deja</p>
- <p class="i0">El disgusto de haberlo malgastado;</p>
- <p class="i0">Si el hondo afán con que de mí se queja</p>
- <p class="i0">Todo mi ser, me tiene desvelado,</p>
- <p class="i0">¿Por qué no es antes noble impedimento</p>
- <p class="i0">Lo que es después atroz remordimiento?</p>
- <p class="i2">¡Valor! y que resulte de mi daño</p>
- <p class="i0">Fecundo el bien: que de la edad perdida</p>
- <p class="i0">Brote la clara luz del desengaño</p>
- <p class="i0">Iluminando mi razón dormida:</p>
- <p class="i0">Para vivir me basta con un año,</p>
- <p class="i0">Que envejecer no es alargar la vida:</p>
- <p class="i0">¡Joven murió tal vez que eterno ha sido,</p>
- <p class="i0">Y viejos mueren sin haber vivido!</p>
- <p class="i2">Que tu voz, queridísimo Emiliano,</p>
- <p class="i0">Me mantenga seguro en mi porfía;</p>
- <p class="i0">Y así el Creador, que con tan larga mano</p>
- <p class="i0">Te regaló fecunda fantasía,</p>
- <p class="i0">Te enriquezca, mostrándote el arcano</p>
- <p class="i0">De su eterna y espléndida armonía;</p>
- <p class="i0">Tanto, que el hombre, en su placer o duelo</p>
- <p class="i0">Tu canto elija para hablar al cielo.</p>
- <p class="i2">Los ecos de la cándida alborada,</p>
- <p class="i0">Que al mundo anima en blando movimiento,</p>
- <p class="i0">Te demuestren del alma enamorada</p>
- <p class="i0">El dulce anhelo y el primer acento;</p>
- <p class="i0">El rumor de la noche sosegada,</p>
- <p class="i0">La noble gravedad del pensamiento;</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_296">p. 296</span>Y las quejas del ábrego sombrío</p>
- <p class="i0">La ronca voz del corazón impío.</p>
- <p class="i2">Y el gran torrente que, con pena tanta,</p>
- <p class="i0">Por las quiebras del hondo precipicio,</p>
- <p class="i0">Rugiendo de amargura, se quebranta,</p>
- <p class="i0">Deje en tu alma verdadero indicio</p>
- <p class="i0">De la virtud, que gime y se abrillanta</p>
- <p class="i0">En las quiebras del rudo sacrificio,</p>
- <p class="i0">Y en tu canto resuenen juntamente</p>
- <p class="i0">El bien futuro y el dolor presente.</p>
- <p class="i2">Y en las férvidas olas impelidas</p>
- <p class="i0">Del huracán, que asalta las estrellas,</p>
- <p class="i0">Y rebraman, mostrando embravecidas</p>
- <p class="i0">Que el aliento de Dios se encierra en ellas,</p>
- <p class="i0">Aprendas las canciones dirigidas</p>
- <p class="i0">Al que para en su curso las centellas,</p>
- <p class="i0">Y resuene tu voz de polo a polo,</p>
- <p class="i0">De su grandeza intérprete tú solo.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON RAMÓN DE CAMPOAMOR</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P089">89. ¡Quién supiera escribir!</h3>
-
-<h4 class="asc">I</h4>
-
-<div class="versos ml18">
- <div class="estrofa">
- <p class="i0"><span class="smcap">—Escribidme</span> una carta, señor Cura.</p>
- <p class="i8">—Ya sé para quién es.</p>
- <p class="i0">—¿Sabéis quién es, porque una noche oscura</p>
- <p class="i8">Nos visteis juntos? —Pues.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">—Perdonad; mas... —No extraño ese tropiezo.</p>
- <p class="i8">La noche... la ocasión...</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_297">p. 297</span>Dadme pluma y papel. Gracias. Empiezo:</p>
- <p class="i8"><i>Mi querido Ramón</i>:</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">—¿Querido?... Pero, en fin, ya lo habéis puesto...</p>
- <p class="i8">—Si no queréis... —¡Sí, sí!</p>
- <p class="i0">—<i>¡Qué triste estoy!</i> ¿No es eso? —Por supuesto.</p>
- <p class="i8">—<i>¡Qué triste estoy sin ti!</i></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i0"><i>Una congoja, al empezar, me viene...</i></p>
- <p class="i8">—¿Cómo sabéis mi mal?</p>
- <p class="i0">—Para un viejo, una niña siempre tiene</p>
- <p class="i8">El pecho de cristal.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i0"><i>¿Qué es sin ti el mundo? Un valle de amargura.</i></p>
- <p class="i8"><i>¿Y contigo? Un edén.</i></p>
- <p class="i0">—Haced la letra clara, señor Cura;</p>
- <p class="i8">Que lo entienda eso bien.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">—<i>El beso aquel que de marchar a punto</i></p>
- <p class="i8"><i>Te di...</i> —¿Cómo sabéis?...</p>
- <p class="i0">—Cuando se va y se viene y se está junto</p>
- <p class="i8">Siempre... no os afrentéis.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i0"><i>Y si volver tu afecto no procura,</i></p>
- <p class="i8"><i>Tanto me harás sufrir...</i></p>
- <p class="i0">—¿Sufrir y nada más? No, señor Cura,</p>
- <p class="i8">¡Que me voy a morir!</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">—¿Morir? ¿Sabéis que es ofender al cielo?...</p>
- <p class="i8">—Pues, sí, señor, ¡morir!</p>
- <p class="i0">—Yo no pongo <i>morir</i>. —¡Qué hombre de hielo!</p>
- <p class="i8">¡Quién supiera escribir!</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc" title="II"><span class="pagenum" id="Page_298">p. 298</span>II</h4>
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">¡Señor Rector, señor Rector! en vano</p>
- <p class="i8">Me queréis complacer,</p>
- <p class="i0">Si no encarnan los signos de la mano</p>
- <p class="i8">Todo el ser de mi ser.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Escribidle, por Dios, que el alma mía</p>
- <p class="i8">Ya en mí no quiere estar;</p>
- <p class="i0">Que la pena no me ahoga cada día...</p>
- <p class="i8">Porque puedo llorar.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Que mis labios, las rosas de su aliento,</p>
- <p class="i8">No se saben abrir;</p>
- <p class="i0">Que olvidan de la risa el movimiento</p>
- <p class="i8">A fuerza de sentir.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Que mis ojos, que él tiene por tan bellos,</p>
- <p class="i8">Cargados con mi afán,</p>
- <p class="i0">Como no tienen quien se mire en ellos,</p>
- <p class="i8">Cerrados siempre están.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Que es, de cuantos tormentos he sufrido,</p>
- <p class="i8">La ausencia el más atroz;</p>
- <p class="i0">Que es un perpetuo sueño de mi oído</p>
- <p class="i8">El eco de su voz...</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Que siendo por su causa, el alma mía</p>
- <p class="i8">¡Goza tanto en sufrir!..</p>
- <p class="i0">Dios mío ¡cuántas cosas le diría</p>
- <p class="i8">Si supiera escribir!...</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc" title="III"><span class="pagenum" id="Page_299">p.
-299</span>III<br />EPÍLOGO</h4>
-
-<div class="versos ml18">
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">—Pues señor, ¡bravo amor! Copio y concluyo:</p>
- <p class="i8"><i>A don Ramón</i>... En fin,</p>
- <p class="i0">Que es inútil saber para esto arguyo</p>
- <p class="i8">Ni el griego ni el latín.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P090">90. Lo que hace el tiempo</h3>
-
-<p class="subh3 ws1"><i>A Blanca Rosa de Osma</i></p>
-
-<div class="versos ml30">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Con</span> mis coplas, Blanca Rosa,</p>
- <p class="i0">Tal vez te cause cuidados</p>
- <p class="i8">Por cantar</p>
- <p class="i0">Con la voz ya temblorosa,</p>
- <p class="i0">Y los ojos ya cansados</p>
- <p class="i8">De llorar.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Hoy para ti solo hay glorias,</p>
- <p class="i0">Y danzas y flores bellas;</p>
- <p class="i8">Mas después,</p>
- <p class="i0">Se alzarán tristes memorias,</p>
- <p class="i0">Hasta de las mismas huellas</p>
- <p class="i8">De tus pies.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">En tus fiestas seductoras</p>
- <p class="i0">¿No oyes del alma en lo interno</p>
- <p class="i8">Un rumor,</p>
- <p class="i0">Que lúgubre a todas horas,</p>
- <p class="i0">Nos dice que no es eterno</p>
- <p class="i8">Nuestro amor?</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_300">p. 300</span>¡Cuánto a creer se resiste</p>
- <p class="i0">Una verdad tan odiosa</p>
- <p class="i8">Tu bondad!</p>
- <p class="i0">¡Y esto fuera menos triste</p>
- <p class="i0">Si no fuera, Blanca Rosa,</p>
- <p class="i8">Tan verdad!</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Te aseguro, como amigo,</p>
- <p class="i0">Que es muy raro, y no te extrañe,</p>
- <p class="i8">Amar bien.</p>
- <p class="i0">Siento decir lo que digo;</p>
- <p class="i0">Pero ¿quieres que te engañe</p>
- <p class="i8">Yo también?</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Pasa un viento arrebatado,</p>
- <p class="i0">Viene amor, y a dos en uno</p>
- <p class="i8">Funde Dios;</p>
- <p class="i0">Sopla el desamor helado,</p>
- <p class="i0">Y vuelve a hacer, importuno,</p>
- <p class="i8">De uno, dos.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Que amor, de egoísmo lleno,</p>
- <p class="i0">A su gusto se acomoda</p>
- <p class="i8">Bien y mal;</p>
- <p class="i0">En él hasta herir es bueno,</p>
- <p class="i0">Se ama o no ama, aquí está toda</p>
- <p class="i8">Su moral.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Oh! ¡qué bien cumple el amante,</p>
- <p class="i0">Cuando aún tiene la inocencia,</p>
- <p class="i8">Su deber!</p>
- <p class="i0">Y ¡cómo, más adelante,</p>
- <p class="i0">Aviene con su conciencia</p>
- <p class="i8">Su placer!</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_301">p. 301</span>¿Y es culpable el que, sediento,</p>
- <p class="i0">Buscando va en nuevos lazos</p>
- <p class="i8">Otro amor?</p>
- <p class="i0">¡Sí! culpable como el viento</p>
- <p class="i0">Que, al pasar, hace pedazos</p>
- <p class="i8">Una flor.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¿Verdad que es abominable</p>
- <p class="i0">Que el corazón vagabundo</p>
- <p class="i8">Mude así,</p>
- <p class="i0">Sin ser por ello culpable,</p>
- <p class="i0">Porque esto pasa en el mundo</p>
- <p class="i8">Porque sí?</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Se ama una vez sin medida,</p>
- <p class="i0">Y aun se vuelve a amar sin tino</p>
- <p class="i8">Más de dos.</p>
- <p class="i0">¡Cuán versátil es la vida!</p>
- <p class="i0">¡Cuán vano es nuestro destino,</p>
- <p class="i8">Santo Dios!</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Él lleve tu labio ayuno</p>
- <p class="i0">A algún manantial querido</p>
- <p class="i8">De placer,</p>
- <p class="i0">Donde dichosa, ninguno</p>
- <p class="i0">Te enseñe nunca el olvido</p>
- <p class="i8">Del deber.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Siempre el destino inconstante</p>
- <p class="i0">Nos da cual vil usurero</p>
- <p class="i8">Su favor:</p>
- <p class="i0">Da amor primero y no amante;</p>
- <p class="i0">Después mucho amante, pero</p>
- <p class="i8">Poco amor.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_302">p. 302</span>Tranquila a veces reposa,</p>
- <p class="i0">Y otras se marcha volando</p>
- <p class="i8">Nuestra fe.</p>
- <p class="i0">Y esto pasa, Blanca Rosa,</p>
- <p class="i0">Sin saber cómo, ni cuándo,</p>
- <p class="i8">Ni por qué.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Nunca es estable el deseo,</p>
- <p class="i0">Ni he visto jamás terneza</p>
- <p class="i8">Siempre igual.</p>
- <p class="i0">Y ¿a qué negarlo? No creo</p>
- <p class="i0">Ni del bien en la fijeza,</p>
- <p class="i8">Ni del mal.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Este ir y venir sin tasa,</p>
- <p class="i0">Y este moverse impaciente,</p>
- <p class="i8">Pasa así,</p>
- <p class="i0">Porque así ha pasado y pasa,</p>
- <p class="i0">Porque sí, y ¡ay! solamente</p>
- <p class="i8">Porque sí.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Cuán inútil es que huyamos</p>
- <p class="i0">De los fáciles amores</p>
- <p class="i8">Con horror,</p>
- <p class="i0">Si cuanto más las pisamos,</p>
- <p class="i0">Más nos embriagan las flores</p>
- <p class="i8">Con su olor!</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">El cielo sin duda envía</p>
- <p class="i0">La lucha a la tormentosa</p>
- <p class="i8">Juventud;</p>
- <p class="i0">Pues ¿qué mérito tendría</p>
- <p class="i0">Sin esfuerzos, Blanca Rosa,</p>
- <p class="i8">La virtud?</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_303">p. 303</span>¡Ay! un alma inteligente,</p>
- <p class="i0">Siempre en nuestra alma divisa</p>
- <p class="i8">Una flor,</p>
- <p class="i0">Que se abre infaliblemente</p>
- <p class="i0">Al soplo de alguna brisa</p>
- <p class="i8">De otro amor.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Mas dirás: —¿Y en qué consiste</p>
- <p class="i0">Que todo a mudar convida?—</p>
- <p class="i8">¡Ay de mí!</p>
- <p class="i0">En que la vida es muy triste...</p>
- <p class="i0">Pero aunque triste, la vida</p>
- <p class="i8">Es así.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Y si no es amor el vaso</p>
- <p class="i0">Donde el sobrante se vierte</p>
- <p class="i8">Del dolor,</p>
- <p class="i0">Pregunto yo: —¿Es digno acaso</p>
- <p class="i0">De ocuparnos vida y muerte</p>
- <p class="i8">Tal amor?—</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Nunca sepas, Blanca Rosa,</p>
- <p class="i0">Que es la dicha una locura;</p>
- <p class="i8">Cual yo sé;</p>
- <p class="i0">Si quieres ser venturosa,</p>
- <p class="i0">Ten mucha fe en la ventura,</p>
- <p class="i8">Mucha fe.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Si eres feliz algún día,</p>
- <p class="i0">¡Guay, que el recuerdo tirano</p>
- <p class="i8">De otro amor</p>
- <p class="i0">No se filtre en tu alegría,</p>
- <p class="i0">Cual se desliza un gusano</p>
- <p class="i8">Roedor!</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_304">p. 304</span>Tú eres de las almas buenas,</p>
- <p class="i0">Cuyos honrados amores</p>
- <p class="i8">Siempre son</p>
- <p class="i0">Los que bendicen sus penas,</p>
- <p class="i0">Penas que se abren en flores</p>
- <p class="i8">De pasión.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Con tus visiones hermosas,</p>
- <p class="i0">Nunca de tu alma el abismo</p>
- <p class="i8">Llenarás,</p>
- <p class="i0">Pues la fuerza de las cosas</p>
- <p class="i0">Puede más que Hércules mismo,</p>
- <p class="i8">¡Mucho más!...</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Si huye una vez la ventura,</p>
- <p class="i0">Nadie después ve las flores</p>
- <p class="i8">Renacer</p>
- <p class="i0">Que cubren la sepultura</p>
- <p class="i0">De los recuerdos traidores</p>
- <p class="i8">Del ayer.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¿Y quién es el responsable</p>
- <p class="i0">De hacer tragar sin medida</p>
- <p class="i8">Tanta hiel?</p>
- <p class="i0">¡La vida! ¡esa es la culpable!</p>
- <p class="i0">La vida, solo es la vida</p>
- <p class="i8">Nuestra infiel.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">La vida, que desalada,</p>
- <p class="i0">De un vértigo del infierno</p>
- <p class="i8">Corre en pos:</p>
- <p class="i0">Ella corre hacia la nada;</p>
- <p class="i0">¿Quieres ir hacia lo eterno?</p>
- <p class="i8">Ve hacia Dios.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_305">p. 305</span>¡Sí! corre hacia Dios, y Él haga</p>
- <p class="i0">Que tengas siempre una vieja</p>
- <p class="i8">Juventud.</p>
- <p class="i0">La tumba todo lo traga;</p>
- <p class="i0">Solo de tragarse deja</p>
- <p class="i8">La virtud.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON JOSÉ SELGAS</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P091">91. El Estío</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Mayo</span> recoge el virginal tesoro;</p>
- <p class="i0">Desciñe Flora su gentil guirnalda;</p>
- <p class="i0">La sombra busca el manantial sonoro</p>
- <p class="i0">Del alto monte en la risueña falda;</p>
- <p class="i0">Campos son ya de púrpura y de oro</p>
- <p class="i0">Los que fueron de rosa y esmeralda;</p>
- <p class="i0">Y apenas riza su corriente el río</p>
- <p class="i0">A los primeros soplos del Estío.</p>
- <p class="i2">El soto ameno y la enramada umbrosa,</p>
- <p class="i0">El valle alegre y la feraz ribera,</p>
- <p class="i0">Con voz desalentada y cariñosa</p>
- <p class="i0">Despiden a la dulce Primavera;</p>
- <p class="i0">Muere en su tallo la inocente rosa;</p>
- <p class="i0">Desfallece la altiva enredadera;</p>
- <p class="i0">Y en desigual y tenue movimiento</p>
- <p class="i0">Gime en el bosque fatigado el viento.</p>
- <p class="i2">Por la alta cumbre del collado asoma</p>
- <p class="i0">La blanca aurora su rosada frente,</p>
- <p class="i0">Reparte perlas y recoge aroma;</p>
- <p class="i0">Se abre la flor que su mirada siente;</p>
- <p class="i0">Repite sus arrullos la paloma</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_306">p. 306</span>Bajo las ramas del laurel naciente;</p>
- <p class="i0">Y allá por los tendidos olivares</p>
- <p class="i0">Se escuchan melancólicos cantares.</p>
- <p class="i2">Del aura dócil al impulso blando</p>
- <p class="i0">La rubia mies en la llanura ondea;</p>
- <p class="i0">Del dulce nido alrededor volando</p>
- <p class="i0">La alondra gira y de placer gorjea;</p>
- <p class="i0">Las ondas de la fuente suspirando</p>
- <p class="i0">Quiebran el rayo de la luz febea,</p>
- <p class="i0">Y en delicados mágicos colores</p>
- <p class="i0">El fruto asoma al expirar las flores.</p>
- <p class="i2">Sobre los montes que cercando toca</p>
- <p class="i0">La niebla tiende su bordado encaje;</p>
- <p class="i0">Desde el peñón de la desierta roca</p>
- <p class="i0">Lánzase audaz el águila salvaje;</p>
- <p class="i0">El seco vientecillo que sofoca</p>
- <p class="i0">Cubre de polvo el pálido follaje;</p>
- <p class="i0">Y por el monte y por la vega umbría</p>
- <p class="i0">Crece el calor y se derrama el día.</p>
- <p class="i2">Y en el árido ambiente se dilata</p>
- <p class="i0">La esencia de la flor de los tomillos,</p>
- <p class="i0">Y lento el río su raudal desata</p>
- <p class="i0">Entre mimbres y juncos amarillos;</p>
- <p class="i0">Y si al cubrir sus círculos de plata</p>
- <p class="i0">Con sus plumeros blandos y sencillos</p>
- <p class="i0">La caña dócil la corriente roza,</p>
- <p class="i0">Trémula el agua de placer solloza.</p>
- <p class="i2">Del valle en tanto en la pendiente orilla</p>
- <p class="i0">Manso cordero del calor sosiega;</p>
- <p class="i0">Se oyen los cantos de la alegre trilla;</p>
- <p class="i0">Suenan los ecos de la tarda siega;</p>
- <p class="i0">Ardiente el sol en el espacio brilla;</p>
- <p class="i0">El cielo azul su majestad despliega,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_307">p. 307</span>Y duermen a la sombra los pastores,</p>
- <p class="i0">Y se abrasan de sed los segadores.</p>
- <p class="i2">Presta sombra a la rústica majada</p>
- <p class="i0">La noble encina que a la edad resiste;</p>
- <p class="i0">En su copa de fruto coronada</p>
- <p class="i0">La vid de verde majestad se viste;</p>
- <p class="i0">A su pie la doncella enamorada</p>
- <p class="i0">Canta de amor, pero su canto es triste,</p>
- <p class="i0">Que, en el profundo afán que la devora,</p>
- <p class="i0">Amores canta porque celos llora.</p>
- <p class="i2">Y el eco de su voz, dulce al oído</p>
- <p class="i0">Más que el tierno arrullar de la paloma,</p>
- <p class="i0">Por el monte y el valle repetido,</p>
- <p class="i0">Tristes, confusas vibraciones toma;</p>
- <p class="i0">Y en las ondas del aire suspendido</p>
- <p class="i0">Se escapa al fin por la quebrada loma,</p>
- <p class="i0">Y sin que el aura devolverlo pueda</p>
- <p class="i0">Todo en reposo y en silencio queda.</p>
- <p class="i2">Mudas están las fuentes y las aves;</p>
- <p class="i0">No circula ni un átomo de viento;</p>
- <p class="i0">Cortadas por el sol lentas y graves</p>
- <p class="i0">Caen las hojas del árbol macilento;</p>
- <p class="i0">Tenue vapor en ráfagas suaves</p>
- <p class="i0">Se levanta con fácil movimiento,</p>
- <p class="i0">Y mezclando en la luz su sombra extraña,</p>
- <p class="i0">Va formando la nube en la montaña.</p>
- <p class="i2">Hinchada, al fin, soberbia, se desprende</p>
- <p class="i0">Del horizonte azul la nube densa,</p>
- <p class="i0">Y el fuego del relámpago la enciende,</p>
- <p class="i0">Y gira por la atmósfera suspensa.</p>
- <p class="i0">Y ya sus flancos inflamados tiende,</p>
- <p class="i0">Ya el vapor de su seno se condensa,</p>
- <p class="i0">Y soltando el granizo en lluvia escasa</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_308">p. 308</span>La rompe el trueno, y se divide y pasa.</p>
- <p class="i2">Y el sol que se reclina en Occidente</p>
- <p class="i0">De su encendido manto se despoja,</p>
- <p class="i0">Y en los blancos celajes del Oriente</p>
- <p class="i0">Se pierde el rayo de su lumbre roja.</p>
- <p class="i0">Brilla la gota de agua trasparente</p>
- <p class="i0">Detenida en el polvo de la hoja,</p>
- <p class="i0">Y tendiendo el crepúsculo su planta</p>
- <p class="i0">Del fondo de los valles se levanta.</p>
- <p class="i2">Como el ensueño dulce y regalado</p>
- <p class="i0">Que en la fiebre de amor templa el desvelo,</p>
- <p class="i0">Vertiendo en nuestro espíritu agitado</p>
- <p class="i0">La misteriosa esencia del consuelo;</p>
- <p class="i0">Así por el ambiente reposado</p>
- <p class="i0">De estrellas y vapor bordando el cielo,</p>
- <p class="i0">Breves y llenas de feraz rocío</p>
- <p class="i0">Cruzan las noches del ardiente Estío.</p>
- <p class="i2">Y en tristes ecos el silencio crece,</p>
- <p class="i0">Y en tibio resplandor la sombra vaga;</p>
- <p class="i0">La luz de las estrellas se estremece</p>
- <p class="i0">Y en el limpio raudal brilla y se apaga;</p>
- <p class="i0">Naturaleza entera se adormece</p>
- <p class="i0">En el hondo placer que la embriaga,</p>
- <p class="i0">Y lleva al aura en vacilantes giros</p>
- <p class="i0">Besos, sombras, perfumes y suspiros.</p>
- <p class="i2">Más puro que la tímida esperanza</p>
- <p class="i0">Que sueña el alma en el amor primero,</p>
- <p class="i0">Su rayo débil desde Oriente lanza,</p>
- <p class="i0">Sol de la noche, virginal lucero;</p>
- <p class="i0">Triste y sereno por el cielo avanza</p>
- <p class="i0">De la cándida luna mensajero,</p>
- <p class="i0">Por ella viene, y suspirando ella,</p>
- <p class="i0">Síguele en pos enamorada y bella.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_309">p. 309</span>Cuantos guardáis la tímida inocencia</p>
- <p class="i0">Que a la esperanza y al amor convida;</p>
- <p class="i0">Los que en el alma la impalpable esencia</p>
- <p class="i0">De su primer amor lloráis perdida;</p>
- <p class="i0">Cuantos con dolorosa indiferencia</p>
- <p class="i0">Vais apurando el cáliz de la vida;</p>
- <p class="i0">Todos llegad, y bajo el bosque umbrío</p>
- <p class="i0">Sentid las noches del ardiente Estío.</p>
- <p class="i2">Las del tirano amor, desengañadas,</p>
- <p class="i0">Pálidas y dulcísimas doncellas,</p>
- <p class="i0">Vosotras que lloráis desconsoladas</p>
- <p class="i0">Solo el delito de nacer tan bellas;</p>
- <p class="i0">Mirad entre las nubes sosegadas</p>
- <p class="i0">Cómo cruzan el cielo las estrellas;</p>
- <p class="i0">Que no hay duda, ni afán, ni desconsuelo</p>
- <p class="i0">Que no se calme contemplando el cielo.</p>
- <p class="i2">Y tú, tierna a mi voz, blanca hermosura,</p>
- <p class="i0">Fuente de virginal melancolía,</p>
- <p class="i0">Más hermosa a mis ojos y más pura</p>
- <p class="i0">Que el rayo azul con que despunta el día;</p>
- <p class="i0">Corazón abrasado de ternura,</p>
- <p class="i0">Espíritu de amor y de armonía,</p>
- <p class="i0">Ven y derrama en el tranquilo viento</p>
- <p class="i0">El ámbar delicado de tu aliento.</p>
- <p class="i2">La dulce vaguedad que me enajena</p>
- <p class="i0">Aumenta la inquietud de mi deseo;</p>
- <p class="i0">Tu voz perdida en el ambiente suena;</p>
- <p class="i0">Donde mis ojos van tu sombra veo;</p>
- <p class="i0">De amor y afán mi corazón se llena,</p>
- <p class="i0">Porque en tu amor y en mi esperanza creo;</p>
- <p class="i0">Y así suspende el sentimiento mío</p>
- <p class="i0">La tibia noche del ardiente Estío.</p>
- <p class="i2">Noche serena y misteriosa, en donde</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_310">p. 310</span>Dormido vaga el pensamiento humano,</p>
- <p class="i0">Todo a los ecos de tu voz responde,</p>
- <p class="i0">La mar, el monte, la espesura, el llano;</p>
- <p class="i0">Acaso Dios entre tu sombra esconde</p>
- <p class="i0">La impenetrable luz de algún arcano;</p>
- <p class="i0">Tal vez cubierta de tu inmenso velo</p>
- <p class="i0">Se confunde la tierra con el cielo.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON VENTURA RUIZ AGUILERA</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P092">92. Epístola</h3>
-
-<p class="subh3 ws1">(<i>A Don Damián Menéndez Rayón y Don Francisco Giner
-de los Ríos</i>)</p>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">No arrojará</span> cobarde el limpio acero</p>
- <p class="i0">mientras oiga el clarín de la pelea,</p>
- <p class="i0">soldado que su honor conserve entero;</p>
- <p class="i2">ni del piloto el ánimo flaquea</p>
- <p class="i0">porque rayos alumbren su camino</p>
- <p class="i0">y el golfo inmenso alborotarse vea.</p>
- <p class="i2">¡Siempre luchar!... del hombre es el destino;</p>
- <p class="i0">y al que impávido lucha, con fe ardiente,</p>
- <p class="i0">le da la gloria su laurel divino.</p>
- <p class="i2">Por sosiego suspira eternamente;</p>
- <p class="i0">pero ¿dónde se oculta, dónde mana</p>
- <p class="i0">de esta sed inmortal la ansiada fuente?...</p>
- <p class="i2">En el profundo valle, que se afana</p>
- <p class="i0">cuando del año la estación florida</p>
- <p class="i0">lo viste de verdura y luz temprana;</p>
- <p class="i2">en las cumbres salvajes, donde anida</p>
- <p class="i0">el águila que pone junto al cielo</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_311">p. 311</span>su mansión de huracanes combatida,</p>
- <p class="i2">el límite no encuentra de su anhelo;</p>
- <p class="i0">ni porque esclava suya haga la suerte,</p>
- <p class="i0">tras íntima inquietud y estéril duelo.</p>
- <p class="i2">Aquel solo el varón dichoso y fuerte</p>
- <p class="i0">será, que viva en paz con su conciencia</p>
- <p class="i0">hasta el sueño apacible de la muerte.</p>
- <p class="i2">¿Qué sirve el esplendor, qué la opulencia,</p>
- <p class="i0">la oscuridad, ni holgada medianía,</p>
- <p class="i0">si a sufrir el delito nos sentencia?</p>
- <p class="i2">Choza del campesino, humilde y fría,</p>
- <p class="i0">alcázar de los reyes, corpulento,</p>
- <p class="i0">cuya altitud al monte desafía,</p>
- <p class="i2">bien sé yo que, invisible como el viento,</p>
- <p class="i0">huésped que el alma hiela, se ha sentado</p>
- <p class="i0">de vuestro hogar al pie el remordimiento.</p>
- <p class="i2">¿Qué fue del corso altivo, no domado</p>
- <p class="i0">hasta asomar de España en las fronteras</p>
- <p class="i0">cual cometa del cielo desgajado?</p>
- <p class="i2">El poder que le dieron sus banderas</p>
- <p class="i0">con asombro y terror de las naciones</p>
- <p class="i0">¿colmó sus esperanzas lisonjeras?...</p>
- <p class="i2">Cayó; y entre los bárbaros peñones</p>
- <p class="i0">de su destierro, en las nocturnas horas</p>
- <p class="i0">le acosaron fatídicas visiones;</p>
- <p class="i2">y diéronle tristeza las auroras,</p>
- <p class="i0">y en el manso murmullo de la brisa</p>
- <p class="i0">voces oyó gemir acusadoras.</p>
- <p class="i2">Más conforme recibe y más sumisa</p>
- <p class="i0">la voluntad de Dios, el alma bella</p>
- <p class="i0">que abrojos siempre lacerada pisa.</p>
- <p class="i2">Francisco, así pasar vimos aquella</p>
- <p class="i0">que te arrulló en sus brazos maternales,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_312">p. 312</span>y hoy, vestida de luz, los astros huella:</p>
- <p class="i2">que al tocar del sepulcro los umbrales,</p>
- <p class="i0">bañó su dulce faz con dulce rayo</p>
- <p class="i0">la alborada de goces inmortales.</p>
- <p class="i2">Y así, Damián, en el risueño mayo</p>
- <p class="i0">de una vida sin mancha, como arbusto</p>
- <p class="i0">que el aquilón derriba en el Moncayo,</p>
- <p class="i2">pasó también tu hermano, y la del justo</p>
- <p class="i0">severa majestad brilló en su frente,</p>
- <p class="i0">de un alma religiosa templo augusto.</p>
- <p class="i2">Huya de las ciudades el que intente</p>
- <p class="i0">esquivar la batalla de la vida</p>
- <p class="i0">y en el ocio perderla muellemente:</p>
- <p class="i2">que a la virtud el riesgo no intimida;</p>
- <p class="i0">cuando náufragos hay, los ojos cierra</p>
- <p class="i0">y se lanza a la mar embravecida.</p>
- <p class="i2">Avaro miserable es el que encierra</p>
- <p class="i0">la fecunda semilla en el granero,</p>
- <p class="i0">cuando larga escasez llora la tierra.</p>
- <p class="i2">Compadecer la desventura quiero</p>
- <p class="i0">del que, por no mirar la abierta llaga,</p>
- <p class="i0">de su limosna priva al pordiosero.</p>
- <p class="i2">Ebrio, y alegre, y victorioso vaga</p>
- <p class="i0">el vicio por el mundo cortesano:</p>
- <p class="i0">su canto de sirena ¿a quién no embriaga?</p>
- <p class="i2">Los que dones reciben de su mano</p>
- <p class="i0">himnos alzan de júbilo, y de flores</p>
- <p class="i0">rinden tributo en el altar profano.</p>
- <p class="i2">En tanto, de la fiesta a los rumores,</p>
- <p class="i0">criaturas sin fin, herido el seno,</p>
- <p class="i0">responden con el ¡ay! de sus dolores.</p>
- <p class="i2">Mas el hombre de espíritu sereno</p>
- <p class="i0">y de conciencia inquebrantable (roca</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_313">p. 313</span>donde se estrella, sin mancharla, el cieno)</p>
- <p class="i2">la horrible sien del ídolo destoca,</p>
- <p class="i0">y con acento de anatema inflama</p>
- <p class="i0">tal vez en noble ardor la turba loca.</p>
- <p class="i2">Jinete de experiencia y limpia fama,</p>
- <p class="i0">armado va de freno y dura espuela</p>
- <p class="i0">donde una voz en abandono clama;</p>
- <p class="i2">de heroica pasión en alas vuela,</p>
- <p class="i0">y en ella clava el acicate agudo</p>
- <p class="i0">por acudir al mal que le desvela.</p>
- <p class="i2">Si un instante el error cegarle pudo,</p>
- <p class="i0">los engañosos ímpetus reprime,</p>
- <p class="i0">y es su propia razón freno y escudo.</p>
- <p class="i2">Sin tregua combatir por el que gime;</p>
- <p class="i0">defender la justicia y verdad santa,</p>
- <p class="i0">llena la mente de ideal sublime;</p>
- <p class="i2">caminar hacia el bien con firme planta,</p>
- <p class="i0">a la edad consolando que agoniza,</p>
- <p class="i0">apóstol de otra edad que se adelanta,</p>
- <p class="i2">es empresa que al vulgo escandaliza;</p>
- <p class="i0">por loco siempre o necio fue tenido</p>
- <p class="i0">quien lanzas en su pro rompe en la liza.</p>
- <p class="i2">Si a tierna compasión alguien movido</p>
- <p class="i0">vio al generoso hidalgo de Cervantes,</p>
- <p class="i0">¡cuántos, con risa, viéronle caído!</p>
- <p class="i2">Acomete a quiméricos gigantes,</p>
- <p class="i0">de sus delirios prodigiosa hechura,</p>
- <p class="i0">y es de niños escarnio y de ignorantes.</p>
- <p class="i2">Mas él, dándoles cuerpo, se figura</p>
- <p class="i0">limpiar de monstruos la afligida tierra,</p>
- <p class="i0">y llanto arranca al bueno su locura.</p>
- <p class="i2">Así debe sufrir, en cruda guerra,</p>
- <p class="i0">(sin vergonzoso pacto ni sosiego)</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_314">p. 314</span>contra el mal, que a los débiles aterra,</p>
- <p class="i2">el que abrasado en el celeste fuego</p>
- <p class="i0">de inagotable caridad, no atiende</p>
- <p class="i0">solo de su interés el torpe ruego.</p>
- <p class="i2">Árbol de seco erial, las ramas tiende</p>
- <p class="i0">al que rendido llega de fatiga,</p>
- <p class="i0">y del sol, cariñoso, le defiende.</p>
- <p class="i2">Él sabe que sus frutos no prodiga</p>
- <p class="i0">heredad que se deja sin cultivo;</p>
- <p class="i0">sabe que del sudor brota la espiga,</p>
- <p class="i2">como de agua sonoro raudal vivo,</p>
- <p class="i0">si del trabajo el útil instrumento</p>
- <p class="i0">hiende la roca en que durmió cautivo.</p>
- <p class="i2">¡Oh del bosque anhelado apartamiento,</p>
- <p class="i0">cuyos olmos son arpas melodiosas</p>
- <p class="i0">cuando sacude su follaje el viento!</p>
- <p class="i2">¡Oh fresco valle, donde crecen rosas</p>
- <p class="i0">de perfumado cáliz, y azucenas,</p>
- <p class="i0">que liban las abejas codiciosas!</p>
- <p class="i2">¡Oh soledades de armonías llenas!</p>
- <p class="i0">en vano me brindáis ocio y amores,</p>
- <p class="i0">mientras haya un esclavo entre cadenas.</p>
- <p class="i2">Que aún pide con sacrílegos rumores</p>
- <p class="i0">ver libre a Barrabás la muchedumbre</p>
- <p class="i0">y alzados en la Cruz los redentores.</p>
- <p class="i2">Que del sombrío Gólgota en la cumbre,</p>
- <p class="i0">regada con la sangre del Cordero</p>
- <p class="i0">sublime en humildad y mansedumbre,</p>
- <p class="i2">mártires ¡ay! aún suben al madero</p>
- <p class="i0">que ha de ser, convertido en árbol santo,</p>
- <p class="i0">patria y hogar del universo entero.</p>
- <p class="i2">Padecer es vivir; riego es el llanto</p>
- <p class="i0">a quien la flor del alma, con su esencia</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_315">p. 315</span>debe perpetuo y virginal encanto.</p>
- <p class="i2">Amigos, bendecid la Providencia</p>
- <p class="i0">si mandare a la vuestra ese rocío,</p>
- <p class="i0">y nieguen los malvados su clemencia.</p>
- <p class="i2">¡Qué alegre y qué gentil llega el navío</p>
- <p class="i0">al puerto salvador, cuando aún le azota</p>
- <p class="i0">con fiera saña el huracán bravío!</p>
- <p class="i2">Así el justo halla al fin de su derrota</p>
- <p class="i0">por el mar de la vida proceloso,</p>
- <p class="i0">del claro cielo en la extensión remota</p>
- <p class="i0">puerto seguro y eternal reposo.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON GASPAR NÚÑEZ DE ARCE</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P093">93. Estrofas</h3>
-
-<h4 class="asc">I</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">La generosa</span> musa de Quevedo</p>
- <p class="i0">desbordose una vez como un torrente</p>
- <p class="i0">y exclamó llena de viril denuedo:</p>
- <p class="i0">«No he de callar, por más que con el dedo,</p>
- <p class="i0">ya tocando los labios, ya la frente,</p>
- <p class="i0">silencio avises o amenaces miedo.»</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">II</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Y al estampar sobre la herida abierta</p>
- <p class="i0">el hierro de su cólera encendido,</p>
- <p class="i0">tembló la concusión que siempre alerta,</p>
- <p class="i0">incansable y voraz, labra su nido,</p>
- <p class="i0">como gusano ruin en carne muerta,</p>
- <p class="i0">en todo Estado exánime y podrido.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc" title="III"><span class="pagenum" id="Page_316">p. 316</span>III</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Arranque de dolor, de ese profundo</p>
- <p class="i0">dolor que se concentra en el misterio</p>
- <p class="i0">y huye amargado del rumor del mundo,</p>
- <p class="i0">fue su sangrienta sátira, cauterio</p>
- <p class="i0">que aplicó sollozando al patrio imperio,</p>
- <p class="i0">mísero, gangrenado y moribundo.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">IV</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Ah! si hoy pudiera resonar la lira</p>
- <p class="i0">que con Quevedo descendió a la tumba,</p>
- <p class="i0">en medio de esta universal mentira,</p>
- <p class="i0">de este viento de escándalo que zumba,</p>
- <p class="i0">de este fétido hedor que se respira,</p>
- <p class="i0">de esta España moral que se derrumba;</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">V</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">De la viva y creciente incertidumbre</p>
- <p class="i0">que en lucha estéril nuestra fuerza agota;</p>
- <p class="i0">del huracán de sangre que alborota</p>
- <p class="i0">el mar de la revuelta muchedumbre;</p>
- <p class="i0">de la insaciable y honda podredumbre</p>
- <p class="i0">que el rostro y la conciencia nos azota;</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">VI</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">De este horror, de este ciego desvarío</p>
- <p class="i0">que cubre nuestras almas con un velo,</p>
- <p class="i0">como el sepulcro, impenetrable y frío;</p>
- <p class="i0">de este insensato pensamiento impío</p>
- <p class="i0">que destituye a Dios, despuebla el cielo</p>
- <p class="i0">y precipita el mundo en el vacío;</p>
- </div>
-</div>
-<h4 class="asc" title="VII"><span class="pagenum" id="Page_317">p. 317</span>VII</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Si en medio de esta borrascosa orgía</p>
- <p class="i0">que infunde repugnancia al par que aterra,</p>
- <p class="i0">esa lira estallara ¿qué sería?</p>
- <p class="i0">Grito de indignación, canto de guerra,</p>
- <p class="i0">que en las entrañas mismas de la tierra</p>
- <p class="i0">la muerta humanidad conmovería.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">VIII</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Mas ¿porque el gran satírico no aliente</p>
- <p class="i0">ha de haber quien contemple y autorice</p>
- <p class="i0">tanta degradación, indiferente?</p>
- <p class="i0">«¿No ha de haber un espíritu valiente?</p>
- <p class="i0">¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?</p>
- <p class="i0">¿Nunca se ha de decir lo que se siente?»</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">IX</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Cuántos sueños de gloria evaporados</p>
- <p class="i0">como las leves gotas de rocío</p>
- <p class="i0">que apenas mojan los sedientos prados!</p>
- <p class="i0">¡Cuánta ilusión perdida en el vacío,</p>
- <p class="i0">y cuántos corazones anegados</p>
- <p class="i0">en la amarga corriente del hastío!</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">X</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">No es la revolución raudal de plata</p>
- <p class="i0">que fertiliza la extendida vega:</p>
- <p class="i0">es sorda inundación que se desata.</p>
- <p class="i0">No es viva luz que se difunde grata,</p>
- <p class="i0">sino confuso resplandor que ciega</p>
- <p class="i0">y tormentoso vértigo que mata.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc" title="XI"><span class="pagenum" id="Page_318">p. 318</span>XI</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Al menos en el siglo desdichado</p>
- <p class="i0">que aquel ilustre y vigoroso vate</p>
- <p class="i0">con el rayo marcó de su censura,</p>
- <p class="i0">podía el corazón atribulado</p>
- <p class="i0">salir ileso del mortal combate</p>
- <p class="i0">en alas de la fe radiante y pura.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">XII</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Y apartando la vista de aquel cieno</p>
- <p class="i0">social, de aquellos fétidos despojos,</p>
- <p class="i0">de aquel lúbrico y torpe desenfreno,</p>
- <p class="i0">fijar llorando los ardientes ojos</p>
- <p class="i0">en ese cielo azul, limpio y sereno,</p>
- <p class="i0">de santa paz y de esperanza lleno.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">XIII</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Pero hoy ¿dónde mirar? Un golpe mismo</p>
- <p class="i0">hiere al César y a Dios. Sorda carcoma</p>
- <p class="i0">prepara el misterioso cataclismo,</p>
- <p class="i0">y como en tiempo de la antigua Roma,</p>
- <p class="i0">todo cruje, vacila y se desploma</p>
- <p class="i0">en el cielo, en la tierra, en el abismo.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">XIV</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Perdida en tanta soledad la calma,</p>
- <p class="i0">de noche eterna el corazón cubierto,</p>
- <p class="i0">la gloria muda, desolada el alma,</p>
- <p class="i0">en este pavoroso desconcierto</p>
- <p class="i0">se eleva la Razón, como la palma</p>
- <p class="i0">que crece triste y sola en el desierto.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc" title="XV"><span class="pagenum" id="Page_319">p. 319</span>XV</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Triste y sola, es verdad! ¿Dónde hay miseria</p>
- <p class="i0">mayor? ¿Dónde más rudo desconsuelo?</p>
- <p class="i0">¿De qué la sirve desgarrar el velo</p>
- <p class="i0">que envuelve y cubre la vivaz materia,</p>
- <p class="i0">y con profundo, inextinguible anhelo</p>
- <p class="i0">sondar la tierra, escudriñar el cielo;</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">XVI</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Entregarse a merced del torbellino</p>
- <p class="i0">y en la duda incesante que la aqueja</p>
- <p class="i0">el secreto inquirir de su destino,</p>
- <p class="i0">si a cada paso que adelanta deja</p>
- <p class="i0">su fe inmortal, como el vellón la oveja,</p>
- <p class="i0">enredada en las zarzas del camino?</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">XVII</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¿Si a su culpada humillación se adhiere</p>
- <p class="i0">con la constancia infame del beodo,</p>
- <p class="i0">que goza en su abyección, y en ella muere?</p>
- <p class="i0">¿Si ciega, y torpe, y degradada en todo,</p>
- <p class="i0">desconoce su origen, y prefiere</p>
- <p class="i0">a descender de Dios, surgir del lodo?</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">XVIII</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Libertad, libertad! No eres aquella</p>
- <p class="i0">virgen, de blanca túnica ceñida,</p>
- <p class="i0">que vi en mis sueños pudibunda y bella.</p>
- <p class="i0">No eres, no, la deidad esclarecida</p>
- <p class="i0">que alumbra con su luz, como una estrella,</p>
- <p class="i0">los oscuros abismos de la vida.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc" title="XIX"><span class="pagenum" id="Page_320">p. 320</span>XIX</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">No eres la fuente de perenne gloria</p>
- <p class="i0">que dignifica el corazón humano</p>
- <p class="i0">y engrandece esta vida transitoria.</p>
- <p class="i0">No el ángel vengador que con su mano</p>
- <p class="i0">imprime en las espaldas del tirano</p>
- <p class="i0">el hierro enrojecido de la historia.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">XX</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">No eres la vaga aparición que sigo</p>
- <p class="i0">con hondo afán desde mi edad primera,</p>
- <p class="i0">sin alcanzarla nunca... Mas ¿qué digo?</p>
- <p class="i0">No eres la libertad, disfraces fuera,</p>
- <p class="i0">¡licencia desgreñada, vil ramera</p>
- <p class="i0">del motín, te conozco y te maldigo!</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">XXI</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Ah! No es extraño que sin luz ni guía,</p>
- <p class="i0">los humanos instintos se desborden</p>
- <p class="i0">con el rugido del volcán que estalla,</p>
- <p class="i0">y en medio del tumulto y la anarquía,</p>
- <p class="i0">como corcel indómito el desorden</p>
- <p class="i0">no respete ni látigo ni valla.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">XXII</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¿Quién podrá detenerle en su carrera?</p>
- <p class="i0">¿Quién templar los impulsos de la fiera</p>
- <p class="i0">y loca multitud enardecida,</p>
- <p class="i0">que principia a dudar y ya no espera</p>
- <p class="i0">hallar en otra luminosa esfera,</p>
- <p class="i0">bálsamo a los dolores de esta vida?</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc" title="XXIII"><span class="pagenum" id="Page_321">p. 321</span>XXIII</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Como Cristo en la cúspide del monte,</p>
- <p class="i0">rotas ya sus mortales ligaduras,</p>
- <p class="i0">mira doquier con ojos espantados,</p>
- <p class="i0">por toda la extensión del horizonte</p>
- <p class="i0">dilatarse a sus pies vastas llanuras,</p>
- <p class="i0">ricas ciudades, fértiles collados.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">XXIV</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Y excitando su afán calenturiento</p>
- <p class="i0">tanta grandeza y tanto poderío,</p>
- <p class="i0">de la codicia el persuasivo acento</p>
- <p class="i0">grítale audaz: —¡El cielo está vacío!</p>
- <p class="i0">¿A quién temer?— Y ronca y sin aliento</p>
- <p class="i0">la muchedumbre grita: —¡Todo es mío!—</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">XXV</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Y en el tumulto su puñal afila,</p>
- <p class="i0">y la enconada cólera que encierra</p>
- <p class="i0">enturbia y enardece su pupila,</p>
- <p class="i0">y ensordeciendo el aire en son de guerra</p>
- <p class="i0">hace temblar bajo sus pies la tierra,</p>
- <p class="i0">como las hordas bárbaras de Atila.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">XXVI</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">No esperéis que esa turba alborotada</p>
- <p class="i0">infunda nueva sangre generosa</p>
- <p class="i0">en las venas de Europa desmayada;</p>
- <p class="i0">ni que termine su fatal jornada,</p>
- <p class="i0">sobre el ara desierta y polvorosa</p>
- <p class="i0">otro Dios levantando con su espada.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc" title="XXVII"><span class="pagenum" id="Page_322">p. 322</span>XXVII</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">No esperéis, no, que la confusa plebe,</p>
- <p class="i0">como santo depósito en su pecho</p>
- <p class="i0">nobles instintos y virtudes lleve.</p>
- <p class="i0">Hallará el mundo a su codicia estrecho,</p>
- <p class="i0">que es la fuerza, es el número, es el hecho</p>
- <p class="i0">brutal ¡es la materia que se mueve!</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">XXVIII</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Y buscará la libertad en vano;</p>
- <p class="i0">que no arraiga en los crímenes la idea,</p>
- <p class="i0">ni entre las olas fructifica el grano.</p>
- <p class="i0">Su castigo en sus iras centellea</p>
- <p class="i0">pronto a estallar; que el rayo y el tirano</p>
- <p class="i0">hermanos son. ¡La tempestad los crea!</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P094">94. Tristezas</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Cuando recuerdo la piedad sincera</p>
- <p class="i10">con que en mi edad primera</p>
- <p class="i0">entraba en nuestras viejas catedrales,</p>
- <p class="i0">donde postrado ante la cruz de hinojos</p>
- <p class="i10">alzaba a Dios mis ojos,</p>
- <p class="i0">soñando en las venturas celestiales;</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Hoy que mi frente atónito golpeo,</p>
- <p class="i10">y con febril deseo</p>
- <p class="i0">busco los restos de mi fe perdida,</p>
- <p class="i0">por hallarla otra vez, radiante y bella</p>
- <p class="i10">como en la edad aquella,</p>
- <p class="i0">¡desgraciado de mí! diera la vida.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_323">p. 323</span>¡Con qué profundo amor, niño inocente,</p>
- <p class="i10">prosternaba mi frente</p>
- <p class="i0">en las losas del templo sacrosanto!</p>
- <p class="i0">Llenábase mi joven fantasía</p>
- <p class="i10">de luz, de poesía,</p>
- <p class="i0">de mudo asombro, de terrible espanto.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Aquellas altas bóvedas que al cielo</p>
- <p class="i10">levantaban mi anhelo;</p>
- <p class="i0">aquella majestad solemne y grave;</p>
- <p class="i0">aquel pausado canto, parecido</p>
- <p class="i10">a un doliente gemido,</p>
- <p class="i0">que retumbaba en la espaciosa nave;</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Las marmóreas y austeras esculturas</p>
- <p class="i10">de antiguas sepulturas,</p>
- <p class="i0">aspiración del arte a lo infinito;</p>
- <p class="i0">la luz que por los vidrios de colores</p>
- <p class="i10">sus tibios resplandores</p>
- <p class="i0">quebraba en los pilares de granito;</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Haces de donde en curva fugitiva,</p>
- <p class="i10">para formar la ojiva,</p>
- <p class="i0">cada ramal subiendo se separa,</p>
- <p class="i0">cual del rumor de multitud que ruega,</p>
- <p class="i10">cuando a los cielos llega,</p>
- <p class="i0">surge cada oración distinta y clara;</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">En el gótico altar inmoble y fijo</p>
- <p class="i10">el santo crucifijo,</p>
- <p class="i0">que extiende sin vigor sus brazos yertos,</p>
- <p class="i0">siempre en la sorda lucha de la vida,</p>
- <p class="i10">tan áspera y reñida,</p>
- <p class="i0">para el dolor y la humildad abiertos;</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_324">p. 324</span>El místico clamor de la campana</p>
- <p class="i10">que sobre el alma humana</p>
- <p class="i0">de las caladas torres se despeña,</p>
- <p class="i0">y anuncia y lleva en sus aladas notas</p>
- <p class="i10">mil promesas ignotas</p>
- <p class="i0">al triste corazón que sufre o sueña;</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Todo elevaba mi ánimo intranquilo</p>
- <p class="i10">a más sereno asilo:</p>
- <p class="i0">religión, arte, soledad, misterio...</p>
- <p class="i0">todo en el templo secular hacía</p>
- <p class="i10">vibrar el alma mía,</p>
- <p class="i0">como vibran las cuerdas de un salterio.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Y a esta voz interior que solo entiende</p>
- <p class="i10">quien crédulo se enciende</p>
- <p class="i0">en fervoroso y celestial cariño,</p>
- <p class="i0">envuelta en sus flotantes vestiduras</p>
- <p class="i10">volaba a las alturas,</p>
- <p class="i0">virgen sin mancha, mi oración de niño.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Su rauda, viva y luminosa huella</p>
- <p class="i10">como fugaz centella</p>
- <p class="i0">traspasaba el espacio, y ante el puro</p>
- <p class="i0">resplandor de sus alas de querube,</p>
- <p class="i10">rasgábase la nube</p>
- <p class="i0">que me ocultaba el inmortal seguro.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Oh anhelo de esta vida transitoria!</p>
- <p class="i10">¡Oh perdurable gloria!</p>
- <p class="i0">¡Oh sed inextinguible del deseo!</p>
- <p class="i0">¡Oh cielo, que antes para mí tenías</p>
- <p class="i10">fulgores y armonías,</p>
- <p class="i0">y hoy tan oscuro y desolado veo!</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_325">p. 325</span>Ya no templas mis íntimos pesares,</p>
- <p class="i10">ya al pie de tus altares</p>
- <p class="i0">como en mis años de candor no acudo.</p>
- <p class="i0">Para llegar a ti perdí el camino,</p>
- <p class="i10">y errante peregrino</p>
- <p class="i0">entre tinieblas desespero y dudo.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Voy espantado sin saber por dónde;</p>
- <p class="i10">grito, y nadie responde</p>
- <p class="i0">a mi angustiada voz; alzo los ojos</p>
- <p class="i0">y a penetrar la lobreguez no alcanzo;</p>
- <p class="i10">medrosamente avanzo,</p>
- <p class="i0">y me hieren el alma los abrojos.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Hijo del siglo, en vano me resisto</p>
- <p class="i10">a su impiedad, ¡oh Cristo!</p>
- <p class="i0">Su grandeza satánica me oprime.</p>
- <p class="i0">Siglo de maravillas y de asombros,</p>
- <p class="i10">levanta sobre escombros</p>
- <p class="i0">un Dios sin esperanza, un Dios que gime.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Y ese Dios no eres tú! No tu serena</p>
- <p class="i10">faz, de consuelos llena,</p>
- <p class="i0">alumbra y guía nuestro incierto paso.</p>
- <p class="i0">Es otro Dios incógnito y sombrío:</p>
- <p class="i10">su cielo es el vacío,</p>
- <p class="i0">Sacerdote el error, ley el Acaso.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Ay! No recuerda el ánimo suspenso</p>
- <p class="i10">un siglo más inmenso,</p>
- <p class="i0">más rebelde a tu voz, más atrevido;</p>
- <p class="i0">entre nubes de fuego alza su frente,</p>
- <p class="i10">como Luzbel, potente;</p>
- <p class="i0">pero también, como Luzbel, caído.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_326">p. 326</span>A medida que marcha y que investiga</p>
- <p class="i10">es mayor su fatiga,</p>
- <p class="i0">es su noche más honda y más oscura,</p>
- <p class="i0">y pasma, al ver lo que padece y sabe,</p>
- <p class="i10">cómo en su seno cabe</p>
- <p class="i0">tanta grandeza y tanta desventura.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Como la nave sin timón y rota</p>
- <p class="i10">que el ronco mar azota,</p>
- <p class="i0">incendia el rayo y la borrasca mece</p>
- <p class="i0">en piélago ignorado y proceloso,</p>
- <p class="i10">nuestro siglo —coloso—</p>
- <p class="i0">con la luz que le abrasa, resplandece.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Y está la playa mística tan lejos!...</p>
- <p class="i10">a los tristes reflejos</p>
- <p class="i0">del sol poniente se colora y brilla.</p>
- <p class="i0">El huracán arrecia, el bajel arde,</p>
- <p class="i10">y es tarde, es ¡ay! muy tarde</p>
- <p class="i0">para alcanzar la sosegada orilla.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¿Qué es la ciencia sin fe? Corcel sin freno,</p>
- <p class="i10">a todo yugo ajeno,</p>
- <p class="i0">que al impulso del vértigo se entrega,</p>
- <p class="i0">y a través de intrincadas espesuras,</p>
- <p class="i10">desbocado y a oscuras</p>
- <p class="i0">avanza sin cesar y nunca llega.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Llegar! ¿Adónde?... El pensamiento humano</p>
- <p class="i10">en vano lucha, en vano</p>
- <p class="i0">su ley oculta y misteriosa infringe.</p>
- <p class="i0">En la lumbre del sol sus alas quema,</p>
- <p class="i10">y no aclara el problema,</p>
- <p class="i0">ni penetra el enigma de la Esfinge.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_327">p. 327</span>¡Sálvanos, Cristo, sálvanos, si es cierto</p>
- <p class="i10">que tu poder no ha muerto!</p>
- <p class="i0">Salva a esta sociedad desventurada,</p>
- <p class="i0">que bajo el peso de su orgullo mismo</p>
- <p class="i10">rueda al profundo abismo</p>
- <p class="i0">acaso más enferma que culpada.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">La ciencia audaz, cuando de ti se aleja,</p>
- <p class="i10">en nuestras almas deja</p>
- <p class="i0">el germen de recónditos dolores,</p>
- <p class="i0">como al tender el vuelo hacia la altura,</p>
- <p class="i10">deja su larva impura</p>
- <p class="i0">el insecto en el cáliz de las flores.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Si en esta confusión honda y sombría</p>
- <p class="i10">es, Señor, todavía</p>
- <p class="i0">raudal de vida tu palabra santa,</p>
- <p class="i0">di a nuestra fe desalentada y yerta:</p>
- <p class="i10">—¡Anímate y despierta!</p>
- <p class="i0">Como dijiste a Lázaro: —¡Levanta!</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON GUSTAVO A. BÉCQUER</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P095">95. Rimas</h3>
-
-<div class="versos ml28">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Del</span> salón en el ángulo oscuro,</p>
- <p class="i0">De su dueño tal vez olvidada,</p>
- <p class="i0">Silenciosa y cubierta de polvo</p>
- <p class="i10">Veíase el arpa.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,</p>
- <p class="i0">Como el pájaro duerme en las ramas,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_328">p. 328</span>Esperando la mano de nieve</p>
- <p class="i10">Que sabe arrancarla!</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Ay! pensé; ¡cuántas veces el genio</p>
- <p class="i0">Así duerme en el fondo del alma,</p>
- <p class="i0">Y una voz, como Lázaro, espera</p>
- <p class="i0">Que le diga: «¡Levántate y anda!»</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P096">96.</h3>
-
-<div class="versos ml36">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Cerraron sus ojos</p>
- <p class="i0">Que aún tenía abiertos;</p>
- <p class="i0">Taparon su cara</p>
- <p class="i0">Con un blanco lienzo;</p>
- <p class="i0">Y unos sollozando,</p>
- <p class="i0">Otros en silencio,</p>
- <p class="i0">De la triste alcoba</p>
- <p class="i0">Todos se salieron.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">La luz, que en un vaso</p>
- <p class="i0">Ardía en el suelo,</p>
- <p class="i0">Al muro arrojaba</p>
- <p class="i0">La sombra del lecho;</p>
- <p class="i0">Y entre aquella sombra</p>
- <p class="i0">Veíase a intérvalos</p>
- <p class="i0">Dibujarse rígida</p>
- <p class="i0">La forma del cuerpo.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Despertaba el día</p>
- <p class="i0">Y a su albor primero</p>
- <p class="i0">Con sus mil ruïdos</p>
- <p class="i0">Despertaba el pueblo.</p>
- <p class="i0">Ante aquel contraste</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_329">p. 329</span>De vida y misterios,</p>
- <p class="i0">De luz y tinieblas,</p>
- <p class="i0">Medité un momento:</p>
- <p class="i0">«<i>¡Dios mío, qué solos</i></p>
- <p class="i0"><i>Se quedan los muertos!</i>»</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">De la casa en hombros</p>
- <p class="i0">Lleváronla al templo</p>
- <p class="i0">Y en una capilla</p>
- <p class="i0">Dejaron el féretro.</p>
- <p class="i0">Allí rodearon</p>
- <p class="i0">Sus pálidos restos</p>
- <p class="i0">De amarillas velas</p>
- <p class="i0">Y de paños negros.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Al dar de las ánimas</p>
- <p class="i0">El toque postrero,</p>
- <p class="i0">Acabó una vieja</p>
- <p class="i0">Sus últimos rezos;</p>
- <p class="i0">Cruzó la ancha nave,</p>
- <p class="i0">Las puertas gimieron,</p>
- <p class="i0">Y el santo recinto</p>
- <p class="i0">Quedose desierto.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">De un reloj se oía</p>
- <p class="i0">Compasado el péndulo,</p>
- <p class="i0">Y de algunos cirios</p>
- <p class="i0">El chisporroteo.</p>
- <p class="i0">Tan medroso y triste,</p>
- <p class="i0">Tan oscuro y yerto</p>
- <p class="i0">Todo se encontraba...</p>
- <p class="i0">Que pensé un momento:</p>
- <p class="i0">«<i>¡Dios mío, qué solos</i></p>
- <p class="i0"><i>Se quedan los muertos!</i>»</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_330">p. 330</span>De la alta campana</p>
- <p class="i0">La lengua de hierro,</p>
- <p class="i0">Le dio, volteando,</p>
- <p class="i0">Su adiós lastimero.</p>
- <p class="i0">El luto en las ropas,</p>
- <p class="i0">Amigos y deudos</p>
- <p class="i0">Cruzaron en fila,</p>
- <p class="i0">Formando el cortejo.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Del último asilo,</p>
- <p class="i0">Oscuro y estrecho,</p>
- <p class="i0">Abrió la piqueta</p>
- <p class="i0">El nicho a un extremo.</p>
- <p class="i0">Allí la acostaron,</p>
- <p class="i0">Tapiáronle luego,</p>
- <p class="i0">Y con un saludo</p>
- <p class="i0">Despidiose el duelo.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">La piqueta al hombro,</p>
- <p class="i0">El sepulturero</p>
- <p class="i0">Cantando entre dientes</p>
- <p class="i0">Se perdió a lo lejos.</p>
- <p class="i0">La noche se entraba,</p>
- <p class="i0">Reinaba el silencio;</p>
- <p class="i0">Perdido en las sombras,</p>
- <p class="i0">Medité un momento:</p>
- <p class="i0">«<i>¡Dios mío, qué solos</i></p>
- <p class="i0"><i>Se quedan los muertos!</i>»</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">En las largas noches</p>
- <p class="i0">Del helado invierno,</p>
- <p class="i0">Cuando las maderas</p>
- <p class="i0">Crujir hace el viento</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_331">p. 331</span>Y azota los vidrios</p>
- <p class="i0">El fuerte aguacero,</p>
- <p class="i0">De la pobre niña</p>
- <p class="i0">A solas me acuerdo.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Allí cae la lluvia</p>
- <p class="i0">Con un son eterno;</p>
- <p class="i0">Allí la combate</p>
- <p class="i0">El soplo del cierzo.</p>
- <p class="i0">Del húmedo muro</p>
- <p class="i0">Tendida en el hueco,</p>
- <p class="i0">¡Acaso de frío</p>
- <p class="i0">Se hielan sus huesos!...</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i0 g1">. . . . . . . . . . . . . . .</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¿Vuelve el polvo al polvo?</p>
- <p class="i0">¿Vuela el alma al cielo?</p>
- <p class="i0">¿Todo es vil materia,</p>
- <p class="i0">Podredumbre y cieno?</p>
- <p class="i0">¡No sé; pero hay algo</p>
- <p class="i0">Que explicar no puedo,</p>
- <p class="i0">Que al par nos infunde</p>
- <p class="i0">Repugnancia y miedo,</p>
- <p class="i0">Al dejar tan tristes,</p>
- <p class="i0">Tan solos los muertos!</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON VICENTE W. QUEROL</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P097">97. Carta</h3>
-
-<p class="subh3"><i>al Sr. D. Pedro A. de Alarcón, acerca de la Poesía</i></p>
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Amigo</span>, cedo al fin. Los que dispersos</p>
- <p class="i0">Entregué al aire vano</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_332">p. 332</span>En mi edad juvenil fútiles versos,</p>
- <p class="i0">Hoy con piadosa mano</p>
- <p class="i0">Recojo y cierro en el modesto libro,</p>
- <p class="i0">Que al triste olvido de la edad entrego,</p>
- <p class="i0">O al duro fallo de los tiempos libro.</p>
- <p class="i0">Lo engendré en la nocturna</p>
- <p class="i0">Fiebre de mis pasiones primerizas,</p>
- <p class="i0">Y hoy guardo en él, como en sagrada urna,</p>
- <p class="i0">Del corazón las cálidas cenizas.</p>
- <p class="i2">En él están mis infantiles sueños,</p>
- <p class="i0">El laurel disputado en arduas lizas,</p>
- <p class="i0">De la osada ambición locos empeños,</p>
- <p class="i0">La fe jurada, la esperanza muerta,</p>
- <p class="i0">La aspiración incierta,</p>
- <p class="i0">Los horizontes del amor risueños:</p>
- <p class="i0">Cuanto amé y esperé. Huecas y frías</p>
- <p class="i0">En el oído extraño,</p>
- <p class="i0">Ajeno a mi placer, sordo a mi daño,</p>
- <p class="i0">Sonarán siempre las canciones mías;</p>
- <p class="i0">Pero, al volver sus páginas, yo encuentro</p>
- <p class="i0">Mi gozo entre ellas o mi antigua angustia,</p>
- <p class="i0">Cual suele hallarse dentro</p>
- <p class="i0">De un olvidado libro una flor mustia.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="tb" />
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Yo cobarde no oculto</p>
- <p class="i0">Mi fe en ti, desdeñada Poesía,</p>
- <p class="i0">Ni el ciego amor y el fervoroso culto</p>
- <p class="i0">Con que en tus aras me postré algún día:</p>
- <p class="i0">No reniego de ti cuando la mofa,</p>
- <p class="i0">Cuando el villano insulto</p>
- <p class="i0">Responden solo a tu vibrante estrofa:</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_333">p. 333</span>No aparto de mi labio</p>
- <p class="i0">De tu cáliz de hiel las negras heces,</p>
- <p class="i0">Ni te abandono al miserable agravio,</p>
- <p class="i0">O a las burlas soeces</p>
- <p class="i0">Del vulgo, indigno de tu noble estro;</p>
- <p class="i0">Y cuando ante el siniestro</p>
- <p class="i0">Tribunal vas de tus inicuos jueces,</p>
- <p class="i0">Yo, discípulo tuyo, por tres veces</p>
- <p class="i0">No negaré al Maestro.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="tb" />
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Santa palabra de Jehová!</p>
- <p class="i23">—Con ella</p>
- <p class="i0">Moisés cantó el enojo</p>
- <p class="i0">Con que borró de Faraón la huella</p>
- <p class="i0">En sus líquidos antros el Mar-Rojo:</p>
- <p class="i0">Con ella sobre Nínive, sujeta</p>
- <p class="i0">Al yugo del pecado, y sobre Tiro,</p>
- <p class="i0">Y en la ancha plaza de Sidón inquieta,</p>
- <p class="i0">Quejumbroso suspiro</p>
- <p class="i0">O eterna maldición lanzó el Profeta:</p>
- <p class="i0">Con ella junto al cauce</p>
- <p class="i0">Del extranjero río, su salterio</p>
- <p class="i0">Colgando al tronco del umbroso sauce,</p>
- <p class="i0">Lloró Judá su amargo cautiverio:</p>
- <p class="i0">Con ella dijo su doliente cuita</p>
- <p class="i0">Job a la inmunda fiera del desierto;</p>
- <p class="i0">Y con ella la hermosa Sulamita</p>
- <p class="i0">Cantó al amor en su cercado huerto.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="tb" />
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Numen severo de la historia!</p>
- <p class="i26"><span class="pagenum" id="Page_334">p. 334</span>—¡Vive</p>
- <p class="i0">Todo lo que el poeta</p>
- <p class="i0">Con sabio ritmo sonoroso escribe;</p>
- <p class="i0">Muere lo que desdeña!— Allá, en la vaga</p>
- <p class="i0">Muda extensión del páramo infinito,</p>
- <p class="i0">La soberbia pirámide naufraga:</p>
- <p class="i0">La esfinge de granito</p>
- <p class="i0">Se hunde en la arena movediza: el verde</p>
- <p class="i0">Musgo los templos de Ática sepulta:</p>
- <p class="i0">La corva reja del arado muerde</p>
- <p class="i0">Las feraces colinas</p>
- <p class="i0">Donde su oprobio Babilonia oculta:</p>
- <p class="i0">El rebaño del árabe se pierde</p>
- <p class="i0">Entre las vastas ruinas</p>
- <p class="i0">Que cubren tus llanuras, oh Cartago;</p>
- <p class="i0">Mientras que en las vecinas</p>
- <p class="i0">Costas de Italia, con el propio estrago,</p>
- <p class="i0">Tu egregia vencedora,</p>
- <p class="i0">La Reina de las águilas latinas,</p>
- <p class="i0">Sola, entre tumbas profanadas llora.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="tb" />
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Envuelta en el sudario</p>
- <p class="i0">De un vergonzoso olvido,</p>
- <p class="i0">Fuera la Tierra el miserable osario</p>
- <p class="i0">De las humanas razas, si el gemido</p>
- <p class="i0">O el cántico de gloria</p>
- <p class="i0">De los antiguos vates,</p>
- <p class="i0">Eco veraz de la solemne historia,</p>
- <p class="i0">No nos trajera en clamoroso ruido</p>
- <p class="i0">Sus fragorosas ruinas y combates,</p>
- <p class="i0">Ayes de muerte y gritos de victoria.</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_335">p. 335</span>De un siglo al otro siglo el viento lleva</p>
- <p class="i0">En las vibrantes cuerdas de la lira,</p>
- <p class="i0">La predicción de la esperanza nueva</p>
- <p class="i0">O el triste llanto de la edad que expira,</p>
- <p class="i0">Y como en la callada</p>
- <p class="i0">Soledad de las noches de astro en astro</p>
- <p class="i0">Vuela el pálido rastro</p>
- <p class="i0">De la luz increada,</p>
- <p class="i0">Así el vate, en la oscura</p>
- <p class="i0">Noche del tiempo que el pasado esconde,</p>
- <p class="i0">Habla a los bardos de la edad futura,</p>
- <p class="i0">Y Osián los cantos de Ilión murmura</p>
- <p class="i0">Y Dante al salmo de David responde.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="tb" />
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Hija de la Belleza!</p>
- <p class="i18">—A la alborada</p>
- <p class="i0">De blanca luz ceñida,</p>
- <p class="i0">A la aurora de púrpura bañada,</p>
- <p class="i0">Y en la tarde apagada</p>
- <p class="i0">De húmeda niebla y de vapor vestida.</p>
- <p class="i0">Son sus joyas las perlas del rocío,</p>
- <p class="i0">Las flores son sus galas,</p>
- <p class="i0">Su claro espejo el trasparente río,</p>
- <p class="i0">Los céfiros sus alas.</p>
- <p class="i0">Las rojas nubes sus movibles tiendas,</p>
- <p class="i0">Su blanda cuna las inciertas olas,</p>
- <p class="i0">Y el ancho espacio las etéreas sendas</p>
- <p class="i0">Por donde marcha a solas.</p>
- <p class="i0">Gime en la selva que estremece el viento,</p>
- <p class="i0">Triste en la fuente solitaria llora,</p>
- <p class="i0">Canta del ave en el alegre acento,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_336">p. 336</span>Ríe en la luz de la naciente aurora;</p>
- <p class="i0">Y cuando cruza con callado vuelo</p>
- <p class="i0">La tierra, el mar o el cielo,</p>
- <p class="i0">Todo en ritmo sonoro</p>
- <p class="i0">Vibra al compás del cadencioso metro,</p>
- <p class="i0">Y en luminoso coro</p>
- <p class="i0">Van las estrellas de oro</p>
- <p class="i0">Rodando en torno a su extendido cetro.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="tb" />
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Hija del sentimiento!</p>
- <p class="i20">—En la indecisa</p>
- <p class="i0">Vaguedad del espíritu: en la calma</p>
- <p class="i0">De la conciencia justa:</p>
- <p class="i0">Del débil niño en la infantil sonrisa;</p>
- <p class="i0">En los deliquios lánguidos del alma;</p>
- <p class="i0">Del corazón en la soberbia augusta:</p>
- <p class="i0">En la ira noble, en el amor materno,</p>
- <p class="i0">En la ansia no cumplida,</p>
- <p class="i0">En los hastíos de la humana vida</p>
- <p class="i0">Y en el místico amor de un bien eterno:</p>
- <p class="i0">En el lóbrego abismo,</p>
- <p class="i0">Cárcel que la pasión fiera quebranta,</p>
- <p class="i0">En el grito febril del heroísmo,</p>
- <p class="i0">Y en la oculta virtud, callada y santa,</p>
- <p class="i0">Como en el crimen mismo,</p>
- <p class="i0">Ella, la Poesía,</p>
- <p class="i0">Surge y cruza sombría,</p>
- <p class="i0">Y el puñal blande o la oración murmura:</p>
- <p class="i0">Ciñe a la virgen los nupciales velos:</p>
- <p class="i0">Solloza en la olvidada sepultura,</p>
- <p class="i0">Y, en los humanos duelos,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_337">p. 337</span>Con la tendida diestra</p>
- <p class="i0">A toda angustia inconsolable muestra</p>
- <p class="i0">La eterna luz de los abiertos cielos.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="tb" />
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Tal, en la edad confusa</p>
- <p class="i0">En que a la vida el corazón despierta,</p>
- <p class="i0">Yo, la soñada Musa</p>
- <p class="i0">Vi en el dintel de la cerrada puerta,</p>
- <p class="i0">Que mi ambición ilusa</p>
- <p class="i0">Juzgó a la gloria y la esperanza abierta.</p>
- <p class="i0">No entré... pero en mi oído</p>
- <p class="i0">Sonó el grande ruïdo</p>
- <p class="i0">De los santos acordes celestiales;</p>
- <p class="i0">Y aun hoy, en este olvido</p>
- <p class="i0">Y en esta amiga sombra,</p>
- <p class="i0">Donde es la paz un díctamo a mis males,</p>
- <p class="i0">Entre el silencio escucho, y aun me asombra,</p>
- <p class="i0">El rumor de los himnos inmortales.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="tb" />
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Tú, que has unido a ellos,</p>
- <p class="i0">Oh dulce amigo, tu canción sonora,</p>
- <p class="i0">Y alumbraste con vívidos destellos</p>
- <p class="i0">Esta noche del alma abrumadora:</p>
- <p class="i0">Brioso corazón que en las bastardas</p>
- <p class="i0">Horas sin fe que nos legó el destino,</p>
- <p class="i0">Inmaculado aun guardas</p>
- <p class="i0">De una alta estirpe el resplandor divino,</p>
- <p class="i0">Abre el libro y no temas,</p>
- <p class="i0">Al revolver las hojas</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_338">p. 338</span>De mis pobres poemas,</p>
- <p class="i0">Que ose en ellos cantar glorias supremas</p>
- <p class="i0">Ni supremas congojas.</p>
- <p class="i0">El débil numen que mi verso inspira</p>
- <p class="i0">Nunca osó ambicionar más noble palma</p>
- <p class="i0">Que traducir fielmente con la lira</p>
- <p class="i0">La efusión de mi alma.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<h3 id="P098">98. En Noche-Buena</h3>
-
-<p class="subh3"><i>A mis ancianos padres</i></p>
-
-<h4 class="asc">I</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Un año más en el hogar paterno</p>
- <p class="i0">Celebramos la fiesta del Dios-niño,</p>
- <p class="i0">Símbolo augusto del amor eterno,</p>
- <p class="i0">Cuando cubre los montes el invierno</p>
- <p class="i8">Con su manto de armiño.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">II</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Como en el día de la fausta boda</p>
- <p class="i0">O en el que el santo de los padres llega,</p>
- <p class="i0">La turba alegre de los niños juega,</p>
- <p class="i0">Y en la ancha sala la familia toda</p>
- <p class="i8">De noche se congrega.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">III</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">La roja lumbre de los troncos brilla</p>
- <p class="i0">Del pequeño dormido en la mejilla,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_339">p. 339</span>Que con tímido afán su madre besa;</p>
- <p class="i0">Y se refleja alegre en la vajilla</p>
- <p class="i8">De la dispuesta mesa.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">IV</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">A su sobrino, que lo escucha atento,</p>
- <p class="i0">Mi hermana dice el pavoroso cuento,</p>
- <p class="i0">Y mi otra hermana la canción modula</p>
- <p class="i0">Que, o bien surge vibrante, o bien ondula</p>
- <p class="i8">Prolongada en el viento.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">V</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Mi madre tiende las rugosas manos</p>
- <p class="i0">Al nieto que huye por la blanda alfombra;</p>
- <p class="i0">Hablan de pie mi padre y mis hermanos,</p>
- <p class="i0">Mientras yo, recatándome en la sombra,</p>
- <p class="i8">Pienso en hondos arcanos.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">VI</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Pienso que de los días de ventura</p>
- <p class="i0">Las horas van apresurando el paso,</p>
- <p class="i0">Y que empaña el oriente niebla oscura,</p>
- <p class="i0">Cuando aun el rayo trémulo fulgura</p>
- <p class="i8">Último del ocaso.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">VII</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Padres míos, mi amor! ¡Cómo envenena</p>
- <p class="i0">Las breves dichas el temor del daño!</p>
- <p class="i0">Hoy presidís nuestra modesta cena,</p>
- <p class="i0">Pero en el porvenir... yo sé que un año</p>
- <p class="i8">Vendrá sin Noche-Buena.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc" title="VIII"><span class="pagenum" id="Page_340">p. 340</span>VIII</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Vendrá, y las que hoy son risas y alborozo</p>
- <p class="i0">Serán muda aflicción y hondo sollozo.</p>
- <p class="i0">No cantará mi hermana, y mi sobrina</p>
- <p class="i0">No escuchará la historia peregrina</p>
- <p class="i8">Que le da miedo y gozo.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">IX</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">No dará nuestro hogar rojos destellos</p>
- <p class="i0">Sobre el limpio cristal de la vajilla,</p>
- <p class="i0">Y, si alguien osa hablar, será de aquellos</p>
- <p class="i0">Que hoy honran nuestra fiesta tan sencilla</p>
- <p class="i8">Con sus blancos cabellos.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">X</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Blancos cabellos cuya amada hebra</p>
- <p class="i0">Es cual corona de laurel de plata,</p>
- <p class="i0">Mejor que esas coronas que celebra</p>
- <p class="i0">La vil lisonja, la ignorancia acata,</p>
- <p class="i8">Y el infortunio quiebra.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">XI</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Padres míos, mi amor! Cuando contemplo</p>
- <p class="i0">La sublime bondad de vuestro rostro,</p>
- <p class="i0">Mi alma a los trances de la vida templo,</p>
- <p class="i0">Y ante esa imagen para orar me postro,</p>
- <p class="i8">Cual me postro en el templo.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">XII</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Cada arruga que surca ese semblante</p>
- <p class="i0">Es del trabajo la profunda huella,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_341">p. 341</span>O fue un dolor de vuestro pecho amante.</p>
- <p class="i0">La historia fiel de una época distante</p>
- <p class="i8">Puedo leer yo en ella.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">XIII</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">La historia de los tiempos sin ventura</p>
- <p class="i0">En que luchasteis con la adversa suerte,</p>
- <p class="i0">Y en que, tras negras horas de amargura,</p>
- <p class="i0">Mi madre se sintió más noble y pura</p>
- <p class="i8">Y mi padre más fuerte.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">XIV</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Cuando la noche toda en la cansada</p>
- <p class="i0">Labor tuvísteis vuestros ojos fijos,</p>
- <p class="i0">Y, al venceros el sueño a la alborada,</p>
- <p class="i0">Fuerzas os dio posar vuestra mirada</p>
- <p class="i8">En los dormidos hijos.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">XV</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Las lágrimas correr una tras una</p>
- <p class="i0">Con noble orgullo por mi faz yo siento,</p>
- <p class="i0">Pensando que hayan sido por fortuna,</p>
- <p class="i0">Esas honradas manos mi sustento</p>
- <p class="i8">Y esos brazos mi cuna.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">XVI</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Padres míos, mi amor! Mi alma quisiera</p>
- <p class="i0">Pagaros hoy la que en mi edad primera</p>
- <p class="i0">Sufristeis sin gemir, lenta agonía,</p>
- <p class="i0">Y que cada dolor de entonces fuera</p>
- <p class="i8">Germen de una alegría.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc" title="XVII"><span class="pagenum" id="Page_342">p. 342</span>XVII</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Entonces vuestro mal curaba el gozo</p>
- <p class="i0">De ver al hijo convertirse en mozo,</p>
- <p class="i0">Mientras que al verme yo en vuestra presencia</p>
- <p class="i0">Siento mi dicha ahogada en el sollozo</p>
- <p class="i8">De una temida ausencia.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">XVIII</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Si el vigor juvenil volver de nuevo</p>
- <p class="i0">Pudiese a vuestra edad, ¿por qué estas penas?</p>
- <p class="i0">Yo os daría mi sangre de mancebo,</p>
- <p class="i0">Tornando así con ella a vuestras venas</p>
- <p class="i8">Esta vida que os debo.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">XIX</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Que de tal modo la aflicción me embarga</p>
- <p class="i0">Pensando en la posible despedida,</p>
- <p class="i0">Que imagino ha de ser tarea amarga</p>
- <p class="i0">Llevar la vida, como inútil carga,</p>
- <p class="i8">Después de vuestra vida.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">XX</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Ese plazo fatal, sordo, inflexible,</p>
- <p class="i0">Miro acercarse con profundo espanto,</p>
- <p class="i0">Y en dudas grita el corazón sensible:</p>
- <p class="i0">«Si aplacar al destino es imposible,</p>
- <p class="i8">¿Para qué amarnos tanto?»</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">XXI</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Para estar juntos en la vida eterna</p>
- <p class="i0">Cuando acabe esta vida transitoria:</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_343">p. 343</span>Si Dios, que el curso universal gobierna,</p>
- <p class="i0">Nos devuelve en el cielo esta unión tierna,</p>
- <p class="i8">Yo no aspiro a más gloria.</p>
- </div>
-</div>
-
-<h4 class="asc">XXII</h4>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Pero en tanto, buen Dios, mi mejor palma</p>
- <p class="i0">Será que prolonguéis la dulce calma</p>
- <p class="i0">Que hoy nuestro hogar en su recinto encierra:</p>
- <p class="i0">Para marchar yo solo por la tierra</p>
- <p class="i8">No hay fuerzas en mi alma.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON FEDERICO BALART</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P099">99. Restitución</h3>
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i0"><span class="smcap">Estas</span> pobres canciones que te consagro,</p>
- <p class="i0">En mi mente han nacido por un milagro.</p>
- <p class="i0">Desnudas de las galas que presta el arte,</p>
- <p class="i0">Mi voluntad en ellas no tiene parte:</p>
- <p class="i0">Yo no sé resistirlas ni suscitarlas;</p>
- <p class="i0">Yo ni aun sé comprenderlas al formularlas;</p>
- <p class="i0">Y es en mí su lamento, sentido y grave,</p>
- <p class="i0">Natural como el trino que lanza el ave.</p>
- <p class="i0">Santas inspiraciones que tú me envías,</p>
- <p class="i0">Puedo decir, esposa, que no son mías:</p>
- <p class="i0">Pensamiento y palabra de ti recibo:</p>
- <p class="i0">Tú en silencio las dictas; yo las escribo.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="tb" />
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Desde que abandonaste nuestra morada,</p>
- <p class="i0">De la mortal escoria purificada,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_344">p. 344</span>Transformado está el fondo del alma mía,</p>
- <p class="i0">Y voces oigo en ella que antes no oía.</p>
- <p class="i0">Todo cuanto, en la tierra y el mar y el viento,</p>
- <p class="i0">Tiene matiz, aroma, forma o acento,</p>
- <p class="i0">De mi ánimo abatido turba la calma</p>
- <p class="i0">Y en canción se convierte dentro del alma.</p>
- <p class="i0">Y es que, en estas tinieblas donde me pierdo,</p>
- <p class="i0">Todo está confundido con tu recuerdo:</p>
- <p class="i0">¡Sin él, todo es silencio, sombra y vacío</p>
- <p class="i0">En la tierra y el viento y el mar bravío!</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="tb" />
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Revueltos peñascales, áspera breña</p>
- <p class="i0">Donde salta el torrente de peña en peña;</p>
- <p class="i0">Corrientes bullidoras del claro río;</p>
- <p class="i0">Religiosos murmullos del bosque umbrío;</p>
- <p class="i0">Tórtola que en sus frondas unes tus quejas</p>
- <p class="i0">Al calmante zumbido de las abejas;</p>
- <p class="i0">Águila que levantas el corvo vuelo</p>
- <p class="i0">Por el azul espacio que cubre el cielo;</p>
- <p class="i0">Golondrina que emigras cuando el Octubre,</p>
- <p class="i0">Con sus pálidas hojas el suelo cubre,</p>
- <p class="i0">Y al amor de tu nido tornas ligera</p>
- <p class="i0">Cuando esparce sus flores la primavera;</p>
- <p class="i0">Aura mansa que llevas, en vuelo tardo,</p>
- <p class="i0">Efluvios de azucena, jazmín y nardo;</p>
- <p class="i0">Brisas que en el desierto sois mensajeras</p>
- <p class="i0">De los tiernos amores de las palmeras</p>
- <p class="i0">(¡De las pobres palmeras que, separadas,</p>
- <p class="i0">Se miran silenciosas y enamoradas!);</p>
- <p class="i0">Pardas nieblas del valle, nieves del monte,</p>
- <p class="i0">Cambiantes y vislumbres del horizonte;</p>
- <p class="i0">Tempestad que bramando con ronco acento</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_345">p. 345</span>Tus cabellos de lluvia tiendes al viento;</p>
- <p class="i0">Solitaria ensenada, restinga ignota</p>
- <p class="i0">Donde oculta su nido la gavïota;</p>
- <p class="i0">Olas embravecidas que pone a raya</p>
- <p class="i0">Con sus rubias arenas la corva playa;</p>
- <p class="i0">Grutas donde repiten con sordo acento</p>
- <p class="i0">Sus querellas y halagos la mar y el viento;</p>
- <p class="i0">Velas desconocidas que en lontananza</p>
- <p class="i0">Pasáis como los sueños de la esperanza;</p>
- <p class="i0">Nebuloso horizonte, tras cuyo velo</p>
- <p class="i0">Sus límites confunden la mar y el cielo;</p>
- <p class="i0">Rayo de sol poniente que te abres paso</p>
- <p class="i0">Por los rotos celajes del triste ocaso;</p>
- <p class="i0">Melancólico rayo de blanca luna</p>
- <p class="i0">Reflejado en la cresta de escueta duna;</p>
- <p class="i0">Negra noche que dejas de monte a monte</p>
- <p class="i0">Granizado de estrellas el horizonte;</p>
- <p class="i0">Lamento misterioso de la campana</p>
- <p class="i0">Que en la nocturna sombra suena lejana,</p>
- <p class="i0">Pidiendo por ciudades y por desiertos</p>
- <p class="i0">La oración de los vivos para los muertos;</p>
- <p class="i0">Plegaria que te elevas entre la nube</p>
- <p class="i0">Del incienso que en ondas al cielo sube</p>
- <p class="i0">Cuando al Señor dirigen himnos fervientes</p>
- <p class="i0">Santos anacoretas y penitentes:</p>
- <p class="i0">Catedrales ruinosas, mudas y muertas,</p>
- <p class="i0">Cuyas góticas naves hallo desiertas,</p>
- <p class="i0">Cuyas leves agujas, al cielo alzadas,</p>
- <p class="i0">Parecen oraciones petrificadas;</p>
- <p class="i0">Torres donde, por cima de la veleta</p>
- <p class="i0">Que a merced de los vientos se agita inquieta,</p>
- <p class="i0">Señalando regiones que nadie ha visto</p>
- <p class="i0">Tiende inmóvil sus brazos la fe de Cristo:</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_346">p. 346</span>Luces, sombras, murmullos, flores, espumas,</p>
- <p class="i0">Transparentes neblinas, espesas brumas,</p>
- <p class="i0">Valles, montes, abismos, tormentas, mares,</p>
- <p class="i0">Auras, brisas, aromas, nidos y altares,</p>
- <p class="i0">Vosotras en el fondo del alma mía</p>
- <p class="i0">Despertáis siempre un eco de poesía:</p>
- <p class="i0">Y es que siempre a vosotros encuentro unido</p>
- <p class="i0">El recuerdo doliente del bien perdido.</p>
- <p class="i0">Sin él, ¿qué es la grandeza, qué es el tesoro</p>
- <p class="i0">De la tierra y el viento y el mar sonoro?</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="tb" />
-
-<div class="versos ml22">
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Ya lo ves: las canciones que te consagro,</p>
- <p class="i0">En mi mente han nacido por un milagro.</p>
- <p class="i0">Nada en ellas es mío, todo es don tuyo:</p>
- <p class="i0">Por eso a ti, de hinojos, las restituyo.</p>
- <p class="i0">¡Pobres hojas caídas de la arboleda,</p>
- <p class="i0">Sin su verdor el alma desnuda queda!</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Pero no, que aún te deben mis desventuras</p>
- <p class="i0">Otras más delicadas, otras más puras:</p>
- <p class="i0">Canciones que, por miedo de profanarlas,</p>
- <p class="i0">En el alma conservo sin pronunciarlas;</p>
- <p class="i0">Recuerdos de las horas que, embelesado,</p>
- <p class="i0">En nuestro pobre albergue pasé a tu lado,</p>
- <p class="i0">Cuando al alma y al cuerpo daban pujanza</p>
- <p class="i0">Juventud y cariño, fe y esperanza;</p>
- <p class="i0">Cuando, lejos del mundo parlero y vano,</p>
- <p class="i0">Íbamos por la vida mano con mano;</p>
- <p class="i0">Cuando, húmedos los ojos, juntas las palmas,</p>
- <p class="i0">En una se fundían nuestras dos almas:</p>
- <p class="i0">Canciones silenciosas que el alma hieren;</p>
- <p class="i0">Canciones que en mí nacen y que en mí mueren;</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_347">p. 347</span>¡Hechizadas canciones, con cuyo encanto</p>
- <p class="i0">A mis áridos ojos se agolpa el llanto!</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Y aun a veces aplacan mis amarguras</p>
- <p class="i0">Otras más misteriosas, otras más puras:</p>
- <p class="i0">Canciones sin palabra, sin pensamiento,</p>
- <p class="i0">Vagas emanaciones del sentimiento;</p>
- <p class="i0">Silencioso gemido de amor y pena</p>
- <p class="i0">Que, en el fondo del pecho, callado suena;</p>
- <p class="i0">Aspiración confusa que, en vivo anhelo,</p>
- <p class="i0">Ya es canción, ya plegaria que sube al cielo;</p>
- <p class="i0">Inquietudes del alma, de amor herida;</p>
- <p class="i0">Vagos presentimientos de la otra vida;</p>
- <p class="i0">Éxtasis de la mente que a Dios se lanza;</p>
- <p class="i0">Luminosos destellos de la esperanza;</p>
- <p class="i0">Voces que me aseguran que podré verte</p>
- <p class="i0">Cuando al mundo mis ojos cierre la muerte:</p>
- <p class="i0">¡Canciones que, por santas, no tienen nombres</p>
- <p class="i0">En la lengua grosera que hablan los hombres!</p>
- <p class="i0">Esas son las que endulzan mi amargo duelo;</p>
- <p class="i0">Esas son las que el alma llaman al cielo;</p>
- <p class="i0">Esas de mi esperanza fijan el polo,</p>
- <p class="i0">¡Y esas son las que guardo para mí solo!</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
- <h2 class="nobreak">DON MANUEL DEL PALACIO</h2>
-</div>
-
-<h3 id="P100">100. Amor oculto</h3>
-
-<div class="versos ml24">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="smcap">Ya de</span> mi amor la confesión sincera</p>
- <p class="i0">Oyeron tus calladas celosías,</p>
- <p class="i0">Y fue testigo de las ansias mías</p>
- <p class="i0">La luna, de los tristes compañera.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_348">p. 348</span>Tu nombre dice el ave placentera</p>
- <p class="i0">A quien visito yo todos los días,</p>
- <p class="i0">Y alegran mis soñadas alegrías</p>
- <p class="i0">El valle, el monte, la comarca entera.</p>
- <p class="i2">Solo tú mi secreto no conoces,</p>
- <p class="i0">Por más que el alma con latido ardiente,</p>
- <p class="i0">Sin yo quererlo, te lo diga a voces;</p>
- <p class="i2">Y acaso has de ignorarlo eternamente,</p>
- <p class="i0">Como las ondas de la mar veloces</p>
- <p class="i0">La ofrenda ignoran que les da la fuente.</p>
- </div>
-</div>
-
-
-<p class="centra fs75 mt3">FIN</p>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<div class="chapter pt6" id="Notas">
- <h2 class="nobreak g1">NOTAS</h2>
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_1" href="#FNanchor_1" class="label">[1]</a> Poeta
-del Siglo <span class="asc">XVI</span>. No constan las fechas de
-su nacimiento ni de su muerte.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_2" href="#FNanchor_2" class="label">[2]</a> El Duque
-de Frías.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_3" href="#FNanchor_3" class="label">[3]</a> Enrique
-Gil.</p>
-
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop" />
-
-
-<hr class="full" />
-
-<div style='display:block; margin-top:4em'>*** END OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK LAS CIEN MEJORES POESÍAS (LÍ­RICAS) DE LA LENGUA CASTELLANA ***</div>
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-</div>
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-Section 3. Information about the Project Gutenberg Literary Archive Foundation
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-
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-The Foundation&#8217;s business office is located at 809 North 1500 West,
-Salt Lake City, UT 84116, (801) 596-1887. Email contact links and up
-to date contact information can be found at the Foundation&#8217;s website
-and official page at www.gutenberg.org/contact
-</div>
-
-<div style='display:block; font-size:1.1em; margin:1em 0; font-weight:bold'>
-Section 4. Information about Donations to the Project Gutenberg Literary Archive Foundation
-</div>
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-</div>
-
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-
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-
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-Section 5. General Information About Project Gutenberg&#8482; electronic works
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-freely shared with anyone. For forty years, he produced and
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-
-<div style='display:block; margin:1em 0'>
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-</div>
-
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