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-The Project Gutenberg eBook of Obras, by Garcilaso de la Vega
-
-This eBook is for the use of anyone anywhere in the United States and
-most other parts of the world at no cost and with almost no restrictions
-whatsoever. You may copy it, give it away or re-use it under the terms
-of the Project Gutenberg License included with this eBook or online at
-www.gutenberg.org. If you are not located in the United States, you
-will have to check the laws of the country where you are located before
-using this eBook.
-
-Title: Obras
-
-Author: Garcilaso de la Vega
-
-Editor: Tomás Navarro Tomás
-
-Release Date: May 20, 2022 [eBook #68131]
-
-Language: Spanish
-
-Produced by: Ramón Pajares Box and the Online Distributed Proofreading
- Team at https://www.pgdp.net. (This file was produced from
- images generously made available by The Internet
- Archive/Canadian Libraries.)
-
-*** START OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK OBRAS ***
-
-
-NOTA DE TRANSCRIPCIÓN
-
- * Las cursivas se muestran entre _subrayados_ y las versalitas se han
- convertido a MAYÚSCULAS.
-
- * Los errores de imprenta han sido corregidos.
-
- * La ortografía del texto original ha sido modernizada de acuerdo con
- las normas publicadas en 2010 por la Real Academia Española, excepto
- cuando quedaba afectada la métrica del verso o el arcaísmo de la
- expresión.
-
- * Las notas a pie de página han sido renumeradas y colocadas al final
- del libro.
-
- * Nueve páginas en blanco han sido eliminadas.
-
-
-
-
-Garcilaso
-
-
-
-
- CLÁSICOS CASTELLANOS
-
-
- GARCILASO
-
- OBRAS
-
-
- MADRID
- EDICIONES DE «LA LECTURA»
- 1911
-
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-
-IMPRENTA DE «CLÁSICOS CASTELLANOS»
-
-
-
-
-INTRODUCCIÓN
-
-
-Garcilaso de la Vega nació en Toledo, año de 1503; fue hijo segundo de
-D. García[1], notable político de la Corte católica, y de D.ª Sancha
-de Guzmán, señora de Batres; hubo en su estirpe escritores, artistas,
-santos y guerreros, desde D. Pedro Laso, almirante del Rey Alfonso
-_el Sabio_, hasta su hermano el mayorazgo, llamado también D. Pedro
-Laso, corregidor de Toledo y capitán del partido rebelde al comienzo
-de las Comunidades, cuando estas defendían sinceramente los fueros
-castellanos[2].
-
-Siendo Garcilaso mozo de pocos años quedó huérfano de padre; pasó en
-Toledo su primera juventud[3], y cuando fue de edad para servir al
-César, recibiole este en la noble guardia de su persona.
-
-«En el hábito del cuerpo tuvo justa proporción, porque fue más grande
-que mediano, respondiendo los lineamentos y compostura a la grandeza;
-la trabazón de los miembros igual, el rostro apacible con gravedad, la
-frente dilatada con majestad, los ojos vivísimos con sosiego, y todo
-el talle tal, que aun los que no le conocían, viéndole le juzgaran por
-hombre principal y esforzado, porque resultaba de él una hermosura
-verdaderamente viril[4].»
-
-Fue un perfecto cortesano; hablaba el griego, el latín, el toscano y el
-francés; manejaba las armas con gentileza; tañía el arpa y la vihuela
-con rara habilidad, y en las fiestas galantes, con Boscán, Acuña,
-Mendoza y Villalobos, triunfaba por su ingenio y su donaire; llevole
-a la corte de Francisco I una airosa embajada de la Emperatriz; en la
-deleitosa Nápoles, predilecto del virrey D. Pedro de Toledo, sirvió al
-Estado en cargos de privanza; y en cortejos y amoríos, como poeta y
-caballero, rindió su tributo a las costumbres de su tiempo; dos amores,
-en distintas fechas, pasaron por sus versos con singular fragancia
-de sinceridad: el de _Galatea_ o _Elisa_, la musa campesina de sus
-églogas, muerta en la juventud[5], y el de cierta dama napolitana,
-sirena misteriosa, musa gentil de sus sonetos[6]; en 1526, acaso
-demasiado joven, fue desposado con doña Elena de Zúñiga, señora muy
-principal, hija de D. Íñigo, el maestresala de la Reina D.ª Isabel; en
-1532, por su complicidad en el desposorio de un sobrino suyo con D.ª
-Isabel de la Cueva, sobrina del Duque de Alburquerque, desobedeciendo
-la voluntad de los Reyes, estuvo algunos meses desterrado en una isla
-del Danubio[7].
-
-Garcilaso, soldado, fue espejo de valientes; afecto al César por
-educación y gratitud, se batió contra los comuneros en Olías[8];
-formó en la expedición de los sanjuanistas en defensa de la malograda
-isla de Rodas, 1522[9]; peleó contra los franceses en Fuenterrabía,
-1523, y contra los florentinos en Italia, 1530; tomó parte, acaso,
-en el socorro de Viena, amenazada por Solimán el Magnífico, 1532, y
-luchó contra Barbarroja en la caballeresca empresa de Túnez; varias
-veces fue herido, y las más de ellas en el rostro; osado hasta la
-temeridad, se halló en trances de muerte, y en un siglo de héroes, la
-fama de su valor sobresalió hasta lo legendario[10]. En 1536, día 23
-de setiembre, pasando las tropas imperiales frente a la torre de Muey,
-a cuatro millas de Frejus, en la Provenza, unos cuantos arcabuceros,
-con piedras y venablos, molestaron a los soldados desde los muros; en
-ellos abrió brecha la artillería, y como el Emperador se extrañase de
-que sus peones retardaran el asalto, picose más que nadie Garcilaso,
-maestre de campo de la gente que al caso estaba más obligada, y sin
-casco ni coraza, solo con rodela y espada, arremetió escala arriba
-temerariamente; despeñaron de lo alto una gran piedra que, alcanzándole
-en la cabeza, le hizo caer de espaldas en el foso con herida mortal;
-irritados sus soldados, escalaron la torre, y el Emperador, sañoso,
-mandó demolerla hasta los cimientos y ahorcar a sus defensores, «rigor
-desacostumbrado en el ánimo benigno de tan gran Príncipe, que nos
-muestra bien el exceso de dolor y rabia con que destrozó su alma tan
-trágico suceso»[11]; llevado el herido a los reales de Niza, acabó sus
-días en 14 de octubre, a los treinta y tres años de edad[12].
-
- * * * * *
-
-Perdiose el poeta Garcilaso antes de manifestar plenamente el fruto
-de su virtud; la guerra y la política ocuparon su actividad; gastó su
-vagar en ejercicios cortesanos, y solo por deleite, por homenaje de
-amistad, por discreteo galante o por desahogo de su corazón dio a las
-letras, en cortas ocasiones, el regalo de sus versos. Era en su tiempo
-el humanismo gala de la nobleza, privaban los poetas entre las gentes
-de calidad, y los príncipes y los magnates estudiaban las obras de los
-clásicos.
-
-No publicó él sus versos ni acaso se cuidó de conservarlos; olvidados
-quedaron los que escribió en toscano y en latín[13], y de los
-castellanos, solo han llegado hasta nosotros los que la diligencia
-de Boscán, su entrañable amigo, logró reunir; estos fueron tres
-_églogas_, dos _elegías_, una _epístola_, cinco _canciones_ y varios
-_sonetos_[14], los cuales, dados a la imprenta en 1543 por D.ª
-Ana Girón de Rebolledo, viuda de Boscán, juntamente con los de su
-marido[15], fueron reeditados en aquel mismo siglo hasta veinticuatro o
-veinticinco veces.
-
-La métrica italiana, apenas importada por Boscán, halló en Garcilaso un
-feliz defensor; si erró su gusto en la _rima al mezzo_, acertó en el
-_terceto_ y en la _octava rima_; del _verso suelto_ solo dejó un breve
-ensayo; dio del _soneto_ y de la _estancia lírica_ ejemplos acabados,
-y de su dulce _lira_ tanto supo pulir la perfección, que el mismo
-fray Luis no pudo aventajarle; por su destreza técnica y su intuición
-poética, aventajando extraordinariamente a sus compañeros Acuña,
-Mendoza y Boscán, primeros adalides del verso endecasílabo, aseguró en
-España, con triunfo prodigioso, el estilo toscano[16].
-
-Con las nuevas formas métricas recibimos de Italia abundantes
-materiales de su Parnaso; «nuestros poetas se apropiaron, como bienes
-mostrencos las ideas que --en aquellas formas-- habían vertido
-los italianos, y estos y los clásicos antiguos de Grecia y Roma
-abastecieron a la Musa ibérica, de tal modo, que en los unos y en
-los otros pueden buscarse, casi siempre con fruto, durante los dos
-últimos tercios del siglo XVI y una buena parte del XVII, las fuentes
-de nuestro vasto caudal de asuntos y pensamientos poéticos. Todos
-imitaban, todos traducían; trajímonos con los moldes la masa echada en
-ellos, y nuestro Parnaso perdió en originalidad genuínamente española
-cuanto ganó en brillantes atavíos, en amplitud de formas y en riqueza y
-variedad de modos de expresión[17].»
-
-Los modelos preferentemente seguidos por Garcilaso fueron Sannazaro
-en las _églogas_, y en las _canciones y sonetos_, el Petrarca; el
-Brocense y Herrera, grandes eruditos, pusieron tal cuidado en descubrir
-sus imitaciones, que apenas le dejaron idea original; fueron en gran
-parte justificadas las protestas que esto ocasionó. Hallose Garcilaso
-en el principio de una edad naciente, rota la vieja tradición poética,
-transformada la vida nacional y encendido el espíritu en nuevas ideas
-con el hervor de las humanidades; no fue pequeña empresa en tales
-circunstancias adaptar su sentir al gusto clásico, sacar de la Edad
-Media al habla castellana dándole la dulzura y flexibilidad que faltaba
-a su bizarría, y sin hacer de las letras profesión --entre las armas
-del sangriento Marte--, tomando ora la espada, ora la pluma[18], echar
-los fundamentos de la lírica moderna. Media en la historia de nuestra
-poesía, un paso de gigante entre Garcilaso y el más moderno de sus
-predecesores.
-
-Si en sus obras falta, realmente, originalidad, castellanía, espíritu
-de raza, en fin, alma española, las andanzas de su vida, el provecho
-de sus pocos años, su obra mal conservada y su temprana muerte le
-disculpan.
-
-Es su estilo suave y armonioso, dotado de elegancia y humildad en
-admirable ligamento; «las sentencias son agudas, deleitosas y graves;
-las palabras, propias y bien sonantes; los modos de decir, escogidos
-y cortesanos; los números, aunque generosos y llenos, son blandos y
-regalados; el arreo de toda la oración está retocado de lumbres y
-matices que despiden un resplandor antes nunca visto; los versos son
-tersos y fáciles, todos ilustrados de claridad y ternura, virtudes muy
-loadas en los poetas de su género»[19]; el castellano ha conservado
-fielmente todos sus giros y modismos; después de cuatro siglos de
-existencia, su lenguaje aún mantiene lozanía y juventud.
-
-Por natural predilección de su temperamento fue más afortunado en la
-llaneza de las _églogas_ que en el petrarquismo de los _sonetos_.
-Admiraban las gentes la bondad de su trato, el agrado de sus palabras
-y la singular simpatía con que ganaba los corazones; enemigo de
-vituperio, detúvose de sí mismo sorprendido, si alguna vez a sátira
-se fue su paso a paso[20]; sentía la paz del campo, la majestad de la
-naturaleza, el encanto del agua y de los árboles, del cielo y de la
-luz; envidiaba a Boscán en su vida burguesa y sosegada[21], y en más de
-una ocasión, deseando, sin duda, apartarse de la milicia y de la Corte,
-solicitó servicios provincianos; soldado del gran César, no se inspiró
-su musa, al parecer, ni en los triunfos de las armas ni en el esplendor
-imperial.
-
-Nótase en el fondo de sus versos cierto amargor de vida malograda,
-cierta inquietud y descontentamiento de una no realizada aspiración;
-sentíase corrido y salteado de generosa vergüenza ante la flaqueza de
-su voluntad (_Canción IV_, 53); lamentaba el errado proceso de sus años
-(_Soneto VI_), y maldecía las horas y momentos --gastados mal en libres
-pensamientos-- (_Canción IV_, 119). Diez años fue casado, y de ellos
-más de seis anduvo lejos de su hogar; pródigo de su pluma con amigos y
-parientes[22], el nombre de su esposa D.ª Elena, en el desconsuelo de
-su soledad, no tuvo entre sus versos, que se sepa, ni una dedicatoria
-ni un recuerdo; y en tanto _Elisa_ --D.ª Isabel Freyre--, cuyos
-cabellos de oro tejieron la red en que el poeta vio enredada y revuelta
-su razón (_Canción IV_, 101), fue númen inspirador de sus composiciones
-más sentidas; _Elisa_, _Galatea_ y acaso _Camila_, fueron D.ª Isabel,
-como _Salicio_ y _Nemoroso_, y acaso _Albanio_, fueron, en suma,
-Garcilaso[23]; lícitas eran, ciertamente, en aquellos tiempos del
-_amor perfecto_, galanterías que hoy condenan nuestras costumbres, pero
-ello no fue obstáculo para que el mismo traductor de _El Cortesano_, el
-buen Boscán, cantara las delicias de la vida doméstica y las bondades
-de su propia mujer[24]. Si drama hubo secreto en la conciencia del
-poeta, y hay medio de poderlo descubrir, no faltará quien pronto
-nos lo diga; sea, entre tanto, permitida la indiscreción de estos
-aventurados pormenores, contra la injusticia de los que han culpado a
-Garcilaso de vano, artificioso y falto de interés en la expresión de
-sus sentimientos.
-
-Llamáronle sus contemporáneos _príncipe_ de los poetas castellanos;
-cien ingenios lamentaron su muerte en canciones de duelo; sus
-imitadores y partidarios fueron denominados _garcilasistas_ por
-Cervantes; Lope, en muchos pasajes, le tuvo en la memoria; Sebastián de
-Córdoba, viendo cuán común y manual andaba su libro entre las gentes,
-pretendió mejorar su doctrina vertiéndolo _a lo divino_[25]; por el
-mismo camino, D. Juan de Andosilla Larramendi salió con su _Cristo
-Nuestro Señor en la Cruz, hallado en los versos de Garcilaso_, y el
-sabio Sánchez de las Brozas, el divino Herrera y el culto Tamayo de
-Vargas pusiéronle con sus comentarios en la consideración de un autor
-clásico; estas son pruebas fehacientes de la popularidad que en todos
-tiempos disfrutó Garcilaso.
-
- * * * * *
-
-El texto de la presente edición se ajusta exactamente al que Fernando
-de Herrera dio en sus _Anotaciones_; CLÁSICOS CASTELLANOS prefieren
-reproducir este texto famoso, indiscutiblemente útil para el estudio
-de las letras, en vez de lanzarse a una edición _nueva_, semi-erudita,
-que, sin responder de lleno a las exigencias de la crítica filológica,
-pudiera resultar indigesta e ineficaz en su misión vulgarizadora.
-
-Herrera usó en su libro aquella escrupulosa ortografía, por él ideada,
-que apenas tuvo partidarios sino en Sevilla, entre sus familiares[26];
-de ella respeta esta edición todo lo que puede tener valor fonético,
-como en la Égloga I, _dino_ 34, _vitoria_ 35, _entristesco_ 254,
-_mesquina_ 368, _inesorable_ 377, _comovida_ 383, en la Égloga II,
-_acidente_ 131, _eleción_ 166, _mesclado_ 252, _noturna_ 297, _nétar_
-1298, etc.; pero se ha modernizado aquello que solo afecta a la
-escritura, como en la Égloga I _apressura_ 18, _iedra_ 38, _avezina_
-83, _immortales_ 395, y se ha repuesto la vocal, prescindiendo del
-apóstrofo, en formas como _nombre ’n todo_ (Égloga I, 8); _qu’
-apressura_ 18, _qu’ en vano_ 20, _al’ otra_ (Elegía II, 20), etc.
-
-Entre nuestras notas ha sido recogido de los libros del Brocense,
-Herrera, Tamayo y Azara todo cuanto ha parecido adaptable al carácter
-de CLÁSICOS CASTELLANOS, omitiendo, por tanto, muchas citas sobre
-concordancias e imitaciones, que son asunto para tratarlo detenidamente
-en un trabajo de pura erudición.
-
- TOMÁS NAVARRO TOMÁS.
-
-
-
-
-DATOS BIBLIOGRÁFICOS
-
-
-Las obras de Garcilaso, a partir de la primera edición, hecha, como se
-ha dicho, en Barcelona en 1543, se publicaron muchas veces con las de
-Boscán, ocupando el cuarto libro de _Las obras de Boscán y algunas de
-Garci Lasso de la Vega, repartidas en cuatro libros_; pero el gusto del
-público, demostrando de día en día creciente predilección por las de
-Garcilaso, movió a los impresores a editarlas separadamente, quedando,
-desde este punto, casi olvidadas las del amigo que hasta entonces, en
-su compañía, había participado de su triunfo. En 1570 tuvo ya Garcilaso
-por sí solo una edición: «_Las obras del Excellente Poeta Garci-Lasso
-de la Vega, en esta postrera imprission corregidas de muchos errores
-que en todas las passadas auia_ -- Madrid, Alonso Gómez, 1570--; 8.º,
-78 hojas foliadas, incluso las preliminares. -- Contiene únicamente
-las poesías sin anotaciones»; véase Pérez Pastor, _Bibliografía
-madrileña_, Madrid, 1901, núm. 43.
-
---_Obras del excelente poeta Garci-Lasso de la Vega; con Anotaciones
-y Emiendas del Maestro Francisco Sánchez, Catedrático de Retórica en
-Salamanca_; conforme a la edición de Salamanca de 1581: Francisci
-Sanctii Brocensis, Opera Omnia -- Tomus Quartus seu Opera Poetica --
-Genevae -- Apud Fratres de Tournes -- MDCCLXVI. -- La primera edición
-de las anotaciones del Brocense es de 1574, en Salamanca, casa de Pedro
-Laso, en 16.º, según D. Nicolás Antonio; edición que se repitió en
-1577, 1581, 1589, etc.; sus notas tienden principalmente a señalar los
-pasajes de autores latinos e italianos que imitó Garcilaso; dan por
-hecho que el poeta imitó consciente e intencionadamente, y hubo quien
-protestó de esta censura como Jerónimo de los Cobos, poeta gaditano,
-con su soneto: _Descubierto se ha un hurto de gran fama -- del ladrón
-Garcilaso_... Sánchez defendió su sistema en el prólogo de la edición
-de 1581; su trabajo es, sin duda, el más sobrio y erudito entre todos
-los comentarios de Garcilaso.
-
---_Obras de Garci-Lasso de la Vega con anotaciones de Fernando de
-Herrera._ En Sevilla, por Alonso de la Barrera. Año de 1580. Precede
-un _Discurso a los lectores_ del maestro Francisco de Medina, modelo
-de elegancia y clasicismo; el estudio de Herrera es el más completo
-y minucioso, pero peca de pesado e indigesto; el anotador debió
-proponerse decir todo lo que sabía en toda clase de materias, y a
-veces, muy fuera de propósito, cualquier palabra del texto, sirve de
-tema a un largo discurso tan erudito como innecesario para el caso; la
-severidad de Herrera, preceptista y retórico escrupuloso, condenando
-algunos defectos que creyó encontrar, le valió la célebre réplica de
-_Prete Jacopin_ -- D. Pedro Fernández de Velasco.
-
---_Garci-Lasso de la Vega, natural de Toledo -- Príncipe de los poetas
-castellanos_ -- De Don Thomas Tamaio de Vargas -- Con licencia; en
-Madrid, por Luis Sánchez. Año 1622. -- Tamayo dedicó principalmente su
-trabajo a hacer crítica, expurgo y fijación del texto y a dar noticia
-de los pasajes imitados.
-
---_Obras de Garcilaso, ilustradas con notas._ En la Imprenta Real de la
-_Gaceta_, Madrid -- 1765; esta fue la edición que compuso el magnífico
-caballero aragonés D. José Nicolás de Azara, autor del elocuente
-prólogo que la precede, sobre la decadencia del habla castellana, y
-de las breves notas que la siguen, referentes en general a la cita de
-pasajes imitados, según el Brocense; pecó, a mi juicio, de displicencia
-y acritud en ciertas observaciones sobre Garcilaso, así como al decir
---en su prólogo-- respecto a Tamayo, que «hizo de sus notas el mejor
-dechado de los despropósitos».
-
---_Poetas líricos de los siglos XVI y XVII_ -- Colección ordenada por
-D. Adolfo de Castro -- Dos tomos -- Colecc. de Autores Españoles --
-Rivadeneyra -- Madrid -- 1854. -- Castro debió poner su mayor atención
-en hacer crítica del texto; a esto se reducen sus notas casi siempre;
-pero se encuentran en cualquiera de las fuentes que él compulsó muchas
-variantes de interés, no recogidas ni mencionadas en su estudio.
-
---_Vida del célebre poeta Garcilaso de la Vega_, escrita por D.
-Eustaquio Fernández de Navarrete: Colección de documentos inéditos para
-la Historia de España, tomo XVI: Madrid, 1850; razonada monografía,
-trabajada con claridad y acierto sobre documentos originales relativos
-al poeta; precede el retrato de este, grabado por don Manuel Salvador
-Carmona, y el facsímil de una carta autógrafa de Garcilaso.
-
-
-
-
- OBRAS
- DE
- GARCILASO DE LA VEGA
- PRÍNCIPE
- DE LOS POETAS CASTELLANOS
-
-
-
-
-ÉGLOGA PRIMERA
-
-
- El dulce lamentar de dos pastores,[27]
- Salicio juntamente y Nemoroso,[28]
- he de contar, sus quejas imitando;
- cuyas ovejas al cantar sabroso
- estaban muy atentas, los amores, 5
- de pacer olvidadas, escuchando.
- Tú, que ganaste obrando
- un nombre en todo el mundo,
- y un grado sin segundo,
- agora estés atento, solo y dado 10
- al ínclito gobierno del Estado
- albano; agora vuelto a la otra parte,[29]
- resplandeciente, armado,
- representando en tierra el fiero Marte;[30]
- agora de cuidados enojosos 15
- y de negocios libre, por ventura
- andes a caza, el monte fatigando
- en ardiente jinete, que apresura
- el curso tras los ciervos temerosos,
- que en vano su morir van dilatando; 20
- espera, que en tornando
- a ser restituído
- al ocio ya perdido,
- luego verás ejercitar mi pluma
- por la infinita innumerable suma 25
- de tus virtudes y famosas obras;
- antes que me consuma,
- faltando a ti, que a todo el mundo sobras.[31]
- En tanto que este tiempo que adivino
- viene a sacarme de la deuda un día, 30
- que se debe a tu fama y a tu gloria;
- que es deuda general, no solo mía,
- mas de cualquier ingenio peregrino
- que celebra lo dino de memoria;[32]
- el árbol de vitoria[33] 35
- que ciñe estrechamente
- tu gloriosa frente
- dé lugar a la hiedra que se planta[34]
- debajo de tu sombra, y se levanta
- poco a poco, arrimada a tus loores; 40
- y en cuanto esto se canta,
- escucha tú el cantar de mis pastores.
- Saliendo de las ondas encendido,
- rayaba de los montes el altura[35]
- el sol, cuando Salicio, recostado 45
- al pie de un alta haya, en la verdura,[36]
- por donde un agua clara con sonido
- atravesaba el fresco y verde prado;
- él, con canto acordado
- al rumor que sonaba, 50
- del agua que pasaba,
- se quejaba tan dulce y blandamente
- como si no estuviera de allí ausente
- la que de su dolor culpa tenía;
- y así, como presente, 55
- razonando con ella, le decía.
-
- SALICIO
-
- ¡Oh más dura que mármol a mis quejas,
- y al encendido fuego en que me quemo
- más helada que nieve, Galatea![37]
- Estoy muriendo, y aún la vida temo; 60
- témola con razón, pues tú me dejas;
- que no hay, sin ti, el vivir para qué sea.
- Vergüenza he que me vea
- ninguno en tal estado,
- de ti desamparado, 65
- y de mí mismo yo me corro agora.
- ¿De un alma te desdeñas ser señora,
- donde siempre moraste, no pudiendo
- della salir un hora?
- Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. 70
- El sol tiende los rayos de su lumbre
- por montes y por valles, despertando
- las aves y animales y la gente:
- cuál por el aire claro va volando,
- cuál por el verde valle o alta cumbre 75
- paciendo va segura y libremente,
- cuál con el sol presente
- va de nuevo al oficio,
- y al usado ejercicio
- do su natura o menester le inclina: 80
- siempre está en llanto esta ánima mesquina,[38]
- cuando la sombra el mundo va cubriendo
- o la luz se avecina.
- Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
- ¿Y tú, desta mi vida ya olvidada, 85
- sin mostrar un pequeño sentimiento
- de que por ti Salicio triste muera,
- dejas llevar, desconocida, al viento
- el amor y la fe que ser guardada
- eternamente solo a mí debiera? 90
- ¡Oh Dios! ¿Por qué siquiera,
- pues ves desde tu altura
- esta falsa perjura
- causar la muerte de un estrecho amigo,
- no recibe del cielo algún castigo? 95
- Si en pago del amor yo estoy muriendo,
- ¿qué hará el enemigo?[39]
- Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
- Por ti el silencio de la selva umbrosa,
- por ti la esquividad y apartamiento 100
- del solitario monte me agradaba;
- por ti la verde hierba, el fresco viento,
- el blanco lirio y colorada rosa
- y dulce primavera deseaba.
- ¡Ay, cuánto me engañaba! 105
- ¡Ay, cuán diferente era
- y cuán de otra manera[40]
- lo que en tu falso pecho se escondía!
- Bien claro con su voz me lo decía
- la siniestra corneja repitiendo[41] 110
- la desventura mía.
- Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
- ¡Cuántas veces, durmiendo en la floresta,
- reputándolo yo por desvarío,
- vi mi mal entre sueños desdichado! 115
- Soñaba que en el tiempo del estío
- llevaba, por pasar allí la siesta,
- a beber en el Tajo mi ganado;[42]
- y después de llegado,
- sin saber de cuál arte, 120
- por desusada parte
- y por nuevo camino el agua se iba;
- ardiendo ya con la calor estiva,
- el curso, enajenado, iba siguiendo
- del agua fugitiva.[43] 125
- Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
- Tu dulce habla ¿en cúya oreja suena?[44]
- Tus claros ojos ¿a quién los volviste?
- ¿Por quién tan sin respeto me trocaste?
- Tu quebrantada fe ¿dó la pusiste? 130
- ¿Cuál es el cuello que, como en cadena,
- de tus hermosos brazos anudaste?
- No hay corazón que baste,
- aunque fuese de piedra,
- viendo mi amada hiedra, 135
- de mí arrancada, en otro muro asida,
- y mi parra en otro olmo entretejida,[45]
- que no se esté con llanto deshaciendo
- hasta acabar la vida.
- Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. 140
- ¿Qué no se esperará de aquí adelante,
- por difícil que sea y por incierto?
- O ¿qué discordia no será juntada?
- y juntamente ¿qué tendrá por cierto,
- o qué de hoy más no temerá el amante, 145
- siendo a todo materia por ti dada?
- Cuando tú enajenada
- de mí, cuidado fuiste,
- notable causa diste
- y ejemplo a todos cuantos cubre el cielo, 150
- que el más seguro tema con recelo
- perder lo que estuviere poseyendo.
- Salid fuera sin duelo,
- salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
- Materia diste al mundo de esperanza 155
- de alcanzar lo imposible y no pensado,
- y de hacer juntar lo diferente,[46]
- dando a quien diste el corazón malvado,
- quitándolo de mí con tal mudanza,
- que siempre sonará de gente en gente. 160
- La cordera paciente
- con el lobo hambriento
- hará su ayuntamiento,
- y con las simples aves sin ruído
- harán las bravas sierpes ya su nido; 165
- que mayor diferencia comprehendo
- de ti al que has escogido.
- Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
- Siempre de nueva leche en el verano
- y en el invierno abundo; en mi majada 170
- la manteca y el queso está sobrado;[47]
- de mi cantar, pues, yo te vi agradada,
- tanto, que no pudiera el mantuano
- Títiro ser de ti más alabado.[48]
- No soy, pues, bien mirado, 175
- tan disforme ni feo;
- que aun agora me veo
- en esta agua que corre clara y pura,[49]
- y cierto no trocara mi figura[50]
- con ese que de mí se está riendo;[51] 180
- ¡trocara mi ventura!
- Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
- ¿Cómo te vine en tanto menosprecio?
- ¿Cómo te fui tan presto aborrecible?
- ¿Cómo te faltó en mí el conocimiento? 185
- Si no tuvieras condición terrible,
- siempre fuera tenido de ti en precio,
- y no viera de ti este apartamiento.
- ¿No sabes que sin cuento
- buscan en el estío 190
- mis ovejas el frío
- de la sierra de Cuenca, y el gobierno
- del abrigado Estremo en el invierno?[52]
- Mas ¡qué vale el tener, si derritiendo
- me estoy en llanto eterno! 195
- Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
- Con mi llorar las piedras enternecen[53]
- su natural dureza y la quebrantan,
- los árboles parece que se inclinan,
- las aves que me escuchan, cuando cantan, 200
- con diferente voz se condolecen,
- y mi morir cantando me adivinan.
- Las fieras que reclinan
- su cuerpo fatigado,
- dejan el sosegado 205
- sueño por escuchar mi llanto triste.
- Tú sola contra mí te endureciste,
- los ojos aun siquiera no volviendo
- a los que tú heciste
- salir sin duelo, lágrimas, corriendo.[54] 210
- Mas ya que a socorrer aquí no vienes,
- no dejes el lugar que tanto amaste,
- que bien podrás venir de mí segura.
- Yo dejaré el lugar do me dejaste;
- ven, si por solo esto te detienes. 215
- Ves aquí un prado lleno de verdura,
- ves aquí un espesura,[55]
- ves aquí un agua clara,
- en otro tiempo cara,
- a quien de ti con lágrimas me quejo. 220
- Quizá aquí hallarás, pues yo me alejo,
- al que todo mi bien quitarme puede;[56]
- que pues el bien le dejo,
- no es mucho que el lugar también le quede.--
- Aquí dio fin a su cantar Salicio, 225
- y sospirando en el postrero acento,
- soltó de llanto una profunda vena.
- Queriendo el monte al grave sentimiento
- de aquel dolor en algo ser propicio,
- con la pasada voz retumba y suena. 230
- La blanca Filomena,[57]
- casi como dolida
- y a compasión movida,
- dulcemente responde al son lloroso.
- Lo que cantó tras esto Nemoroso[58] 235
- decidlo vos, Piérides; que tanto[59]
- no puedo yo ni oso,
- que siento enflaquecer mi débil canto.
-
- NEMOROSO
-
- Corrientes aguas, puras, cristalinas;
- árboles que os estáis mirando en ellas, 240
- verde prado de fresca sombra lleno,
- aves que aquí sembráis vuestras querellas,
- hiedra que por los árboles caminas,
- torciendo el paso por su verde seno;
- yo me vi tan ajeno 245
- del grave mal que siento,
- que de puro contento
- con vuestra soledad me recreaba,
- donde con dulce sueño reposaba,
- o con el pensamiento discurría 250
- por donde no hallaba
- sino memorias llenas de alegría;
- y en este mismo valle, donde agora
- me entristesco y me canso, en el reposo
- estuve ya contento y descansado. 255
- ¡Oh bien caduco, vano y presuroso!
- Acuérdome durmiendo aquí algún hora,
- que despertando, a Elisa vi a mi lado.[60]
- ¡Oh miserable hado!
- ¡Oh tela delicada, 260
- antes de tiempo dada
- a los agudos filos de la muerte!
- Mas convenible suerte[61]
- a los cansados años de mi vida,
- que es más que el hierro fuerte, 265
- pues no la ha quebrantado tu partida.
- ¿Dó están agora aquellos claros ojos
- que llevaban tras sí, como colgada,
- mi alma doquier que ellos se volvían?
- ¿Dó está la blanca mano delicada, 270
- llena de vencimientos y despojos
- que de mí mis sentidos le ofrecían?
- Los cabellos que vían
- con gran desprecio el oro,
- como a menor tesoro, 275
- ¿adónde están? ¿Adónde el blando pecho?
- ¿Dó la coluna que el dorado techo[62]
- con presunción graciosa sostenía?
- Aquesto todo agora ya se encierra,
- por desventura mía, 280
- en la fría, desierta y dura tierra.[63]
- ¿Quién me dijera, Elisa, vida mía,
- cuando en aqueste valle al fresco viento
- andábamos cogiendo tiernas flores,
- que había de ver con largo apartamiento 285
- venir el triste y solitario día
- que diese amargo fin a mis amores?
- El cielo en mis dolores
- cargó la mano tanto,[64]
- que a sempiterno llanto 290
- y a triste soledad me ha condenado;
- y lo que siento más es verme atado
- a la pesada vida y enojosa,
- solo, desamparado,
- ciego sin lumbre en cárcel tenebrosa. 295
- Después que nos dejaste, nunca pace
- en hartura el ganado ya, ni acude
- el campo al labrador con mano llena.
- No hay bien que en mal no se convierta y mude:
- la mala hierba al trigo ahoga, y nace 300
- en lugar suyo la infelice avena;
- la tierra, que de buena
- gana nos producía
- flores con que solía
- quitar en solo vellas mil enojos, 305
- produce agora en cambio estos abrojos,
- ya de rigor de espinas intratable;
- yo hago con mis ojos
- crecer, lloviendo, el fruto miserable.
- Como al partir del sol la sombra crece, 310
- y en cayendo su rayo se levanta
- la negra escuridad que el mundo cubre,
- de do viene el temor que nos espanta,
- y la medrosa forma en que se ofrece
- aquella que la noche nos encubre,[65] 315
- hasta que el sol descubre
- su luz pura y hermosa;[66]
- tal es la tenebrosa
- noche de tu partir, en que he quedado
- de sombra y de temor atormentado, 320
- hasta que muerte el tiempo determine
- que a ver el deseado
- sol de tu clara vista me encamine.
- Cual suele el ruiseñor con triste canto
- quejarse, entre las hojas escondido, 325
- del duro labrador, que cautamente
- le despojó su caro y dulce nido
- de los tiernos hijuelos, entre tanto
- que del amado ramo estaba ausente,[67]
- y aquel dolor que siente 330
- con diferencia tanta
- por la dulce garganta
- despide, y a su canto el aire suena,
- y la callada noche no refrena
- su lamentable oficio y sus querellas,[68] 335
- trayendo de su pena
- al cielo por testigo y las estrellas;
- desta manera suelto ya la rienda
- a mi dolor, y así me quejo en vano
- de la dureza de la muerte airada. 340
- Ella en mi corazón metió la mano,
- y de allí me llevó mi dulce prenda;
- que aquel era su nido y su morada.
- ¡Ay muerte arrebatada!
- Por ti me estoy quejando 345
- al cielo y enojando
- con importuno llanto al mundo todo:
- el desigual dolor no sufre modo.[69]
- No me podrán quitar el dolorido
- sentir, si ya del todo 350
- primero no me quitan el sentido.
- Tengo una parte aquí de tus cabellos,
- Elisa, envueltos en un blanco paño,
- que nunca de mi seno se me apartan;
- descójolos, y de un dolor tamaño 355
- enternecerme siento, que sobre ellos
- nunca mis ojos de llorar se hartan.
- Sin que de allí se partan,
- con suspiros calientes,
- más que la llama ardientes,[70] 360
- los enjugo del llanto, y de consuno
- casi los paso y cuento uno a uno;
- juntándolos, con un cordón los ato.
- Tras esto el importuno
- dolor me deja descansar un rato. 365
- Mas luego a la memoria se me ofrece
- aquella noche tenebrosa, escura,[71]
- que tanto aflige esta ánima mesquina
- con la memoria de mi desventura.
- Verte presente agora me parece 370
- en aquel duro trance de Lucina,[72]
- y aquella voz divina,
- con cuyo son y acentos
- a los airados vientos
- pudieras amansar, que agora es muda; 375
- me parece que oigo que a la cruda,
- inesorable diosa demandabas[73]
- en aquel paso ayuda;
- y tú, rústica diosa, ¿dónde estabas?[74]
- ¿Íbate tanto en perseguir las fieras? 380
- ¿Íbate tanto en un pastor dormido?[75]
- ¿Cosa pudo bastar a tal crueza,
- que, comovida a compasión, oído[76]
- a los votos y lágrimas no dieras
- por no ver hecha tierra tal belleza, 385
- o no ver la tristeza
- en que tu Nemoroso
- queda, que su reposo
- era seguir tu oficio, persiguiendo
- las fieras por los montes, y ofreciendo 390
- a tus sagradas aras los despojos?
- ¿Y tú, ingrata, riendo
- dejas morir mi bien ante los ojos?
- Divina Elisa, pues agora el cielo
- con inmortales pies pisas y mides, 395
- y su mudanza ves, estando queda,
- ¿por qué de mí te olvidas, y no pides
- que se apresure el tiempo en que este velo
- rompa del cuerpo, y verme libre pueda,
- y en la tercera rueda[77] 400
- contigo mano a mano
- busquemos otro llano,
- busquemos otros montes y otros ríos,
- otros valles floridos y sombríos,
- donde descanse y siempre pueda verte 405
- ante los ojos míos,
- sin miedo y sobresalto de perderte?--
- Nunca pusieran fin al triste lloro
- los pastores, ni fueran acabadas
- las canciones que solo el monte oía, 410
- si mirando las nubes coloradas,
- al tramontar del sol bordadas de oro,
- no vieran que era ya pasado el día.[78]
- La sombra se veía
- venir corriendo apriesa 415
- ya por la falda espesa
- del altísimo monte, y recordando[79]
- ambos como de sueño, y acabando
- el fugitivo sol, de luz escaso,
- su ganado llevando, 420
- se fueron recogiendo paso a paso.
-
-
-
-
-ÉGLOGA SEGUNDA
-
-
- ALBANIO
-
- En medio del invierno está templada[80]
- el agua dulce desta clara fuente,[81]
- y en el verano más que nieve helada.
- ¡Oh claras ondas, cómo veo presente,
- en viéndoos, la memoria de aquel día 5
- de que el alma temblar y arder se siente!
- En vuestra claridad vi mi alegría
- escurecerse toda y enturbiarse;
- cuando os cobré perdí mi compañía.
- ¿A quién pudiera igual tormento darse, 10
- que con lo que descansa otro afligido
- venga mi corazón a atormentarse?
- El dulce murmurar de este ruído,
- el mover de los árboles al viento,
- el suave olor del prado florecido,[82] 15
- podrían tornar, de enfermo y descontento,
- cualquier pastor del mundo, alegre y sano;
- yo solo en tanto bien morir me siento.
- ¡Oh hermosura sobre el ser humano!
- ¡Oh claros ojos! ¡Oh cabellos de oro![83] 20
- ¡Oh cuello de marfil! ¡Oh blanca mano!
- ¿Cómo puede ora ser que en triste lloro
- se convirtiese tan alegre vida,
- y en tal pobreza todo mi tesoro?
- Quiero mudar lugar, y a la partida 25
- quizá me dejará parte del daño
- que tiene el alma casi consumida.
- ¡Cuán vano imaginar, cuán claro engaño
- es darme yo a entender que con partirme,
- de mí se ha de partir un mal tamaño! 30
- ¡Ay miembros fatigados, y cuán firme
- es el dolor que os cansa y enflaquece!
- ¡Oh si pudiese un rato aquí dormirme!
- Al que velando el bien nunca se ofrece,
- quizá que el sueño le dará durmiendo 35
- algún placer, que presto desfallece
- en tus manos ¡oh sueño! me encomiendo.[84]
-
- SALICIO
-
- ¡Cuán bienaventurado[85]
- aquel puede llamarse
- que con la dulce soledad se abraza, 40
- y vive descuidado,
- y lejos de empacharse
- en lo que al alma impide y embaraza!
- No ve la llena plaza,
- ni la soberbia puerta 45
- de los grandes señores,
- ni los aduladores
- a quien la hambre del favor despierta;
- no le será forzoso
- rogar, fingir, temer y estar quejoso. 50
- A la sombra holgando
- de un alto pino o robre,
- o de alguna robusta y verde encina,
- el ganado contando
- de su manada pobre; 55
- que por la verde selva se avecina,
- plata cendrada y fina,
- oro luciente y puro,
- baja y vil le parece,
- y tanto lo aborrece, 60
- que aun no piensa que dello está seguro;
- y como está en su seso,
- rehuye la cerviz del grave peso.
- Convida a dulce sueño
- aquel manso ruído 65
- del agua que la clara fuente envía,
- y las aves sin dueño
- con canto no aprendido
- hinchen el aire de dulce armonía;
- háceles compañía, 70
- a la sombra volando,
- y entre varios olores
- gustando tiernas flores,
- la solícita abeja susurrando;
- los árboles y el viento 75
- al sueño ayudan con su movimiento.
- ¿Quién duerme aquí? ¿Dó está que no le veo?
- ¡Oh! helo allí. Dichoso tú, que aflojas
- la cuerda al pensamiento o al deseo.
- ¡Oh natura, cuán pocas obras cojas 80
- en el mundo son hechas por tu mano!
- Creciendo el bien, menguando las congojas,
- el sueño diste al corazón humano
- para que al despertar más se alegrase
- del estado gozoso, alegre y sano; 85
- que, como si de nuevo le hallase,
- hace aquel intervalo que ha pasado
- que el nuevo gusto nunca al bien se pase.[86]
- Y al que de pensamiento fatigado
- el sueño baña con licor piadoso, 90
- curando el corazón despedazado,
- aquel breve descanso, aquel reposo
- basta para cobrar de nuevo aliento,
- con que se pase el curso trabajoso.
- Llegarme quiero cerca con buen tiento, 95
- y ver, si de mí fuere conocido,
- si es del número triste o del contento.
- Albanio es este que está aquí dormido,
- o yo conozco mal. Albanio es, cierto.
- Duerme, garzón cansado y afligido. 100
- ¡Por cuán mejor librado tengo un muerto
- que acaba el curso de la vida humana
- y es reducido a más seguro puerto,
- que el que, viviendo acá, de vida ufana
- y de estado gozoso, noble y alto, 105
- es derrocado de fortuna insana!
- Dicen que este mancebo dio un gran salto:
- que de amorosos bienes fue abundante,
- y agora es pobre, miserable y falto.
- No sé la historia bien; mas quien delante 110
- se halló al duelo me contó algún poco
- del grave caso deste pobre amante.
-
- ALBANIO
-
- ¿Es esto sueño, o ciertamente toco
- la blanca mano? ¡Ah sueño! ¿estás burlando?
- Yo estábate creyendo como loco. 115
- ¡Oh cuitado de mí! Tú vas volando
- con prestas alas por la ebúrnea puerta;[87]
- yo quédome tendido aquí llorando.
- ¿No basta el grave mal en que despierta
- el alma vive, o por mejor decillo, 120
- está muriendo de una vida incierta?
-
- SALICIO
-
- Albanio, deja el llanto, que en oíllo
- me aflijo.
-
- ALBANIO
-
- ¿Quién presente está a mi duelo?
-
- SALICIO
-
- Aquí está quien te ayudará a sentillo.
-
- ALBANIO
-
- ¿Aquí estás tú, Salicio? Gran consuelo 125
- me fuera en cualquier mal tu compañía;
- mas tengo en esto por contrario al cielo.
-
- SALICIO
-
- Parte de tu trabajo ya me había
- contado Galafrón, que fue presente
- en aqueste lugar el mismo día; 130
- mas no supo decir del acidente
- la causa principal; bien que pensaba
- que era mal que decir no se consiente;
- y a la sazón en la ciudad yo estaba,
- como tú sabes bien, aparejando 135
- aquel largo camino que esperaba;
- y esto que digo me contaron cuando
- torné a volver; mas yo te ruego agora,
- si esto no es enojoso que demando,
- que particularmente el punto y hora, 140
- la causa, el daño cuentes y el proceso;
- que el mal comunicado se mejora.[88]
-
- ALBANIO
-
- Con un amigo tal verdad es eso,
- cuando el mal sufre cura, mi Salicio;
- mas este ha penetrado hasta el hueso. 145
- Verdad es que la vida y ejercicio
- común, y el amistad que a ti me ayunta,
- mandan que complacerte sea mi oficio;
- mas ¿qué haré? que el alma ya barrunta,
- que quiero renovar en la memoria 150
- la herida mortal de aguda punta;
- y póneme delante aquella gloria
- pasada, y la presente desventura,
- para espantarme de la horrible historia.
- Por otra parte, pienso que es cordura 155
- renovar tanto el mal que me atormenta,
- que a morir venga de tristeza pura.
- Y por esto, Salicio, entera cuenta
- te daré de mi mal como pudiere,
- aunque el alma rehuya y no consienta. 160
- Quise bien, y querré mientras rigiere
- aquestos miembros el espirtu mío,
- aquella por quien muero, si muriere.[89]
- En este amor no entré por desvarío,[90]
- ni lo traté, como otros, con engaños, 165
- ni fue por eleción de mi albedrío.
- Desde mis tiernos y primeros años
- a aquella parte me inclinó mi estrella,
- y a aquel fiero destino de mis daños.
- Tú conociste bien una doncella, 170
- de mi sangre y abuelos descendida,[91]
- más que la misma hermosura bella.
- En su verde niñez, siendo ofrecida
- por montes y por selvas a Diana,[92]
- ejercitaba allí su edad florida. 175
- Yo, que desde la noche a la mañana
- y del un sol al otro, sin cansarme,
- seguía la caza con estudio y gana,
- por deudo y ejercicio a conformarme
- vine con ella en tal domestiqueza, 180
- que della un punto no sabía apartarme.
- Iba de un hora en otra la estrecheza
- haciéndose mayor, acompañada
- de un amor sano y lleno de pureza.
- ¿Qué montaña dejó de ser pisada 185
- de nuestros pies? ¿Qué bosque o selva umbrosa
- no fue de nuestra caza fatigada?
- Siempre con mano larga y abundosa
- con parte de la caza visitando
- el sacro altar de nuestra santa diosa. 190
- La colmilluda testa ora llevando
- del puerco jabalí cerdoso y fiero,
- del peligro pasado razonando;
- ora clavando del ciervo ligero
- en algún sacro pino los ganchosos 195
- cuernos, con puro corazón sincero
- tornábamos contentos y gozosos,
- y al disponer de lo que nos quedaba,
- jamás me acuerdo de quedar quejosos.
- Cualquiera caza a entrambos agradaba; 200
- pero la de las simples avecillas
- menos trabajo y más placer nos daba.
- En mostrando el aurora sus mejillas
- de rosa, y sus cabellos de oro fino
- humedeciendo ya las florecillas, 205
- nosotros, yendo fuera de camino,
- buscábamos un valle, el más secreto
- y de conversación menos vecino;
- aquí con una red de muy perfeto
- verde tejida, aquel valle atajábamos 210
- muy sin rumor, con paso muy quieto.
- De dos árboles altos la colgábamos,
- y habiéndonos un poco lejos ido,
- hacia la red armada nos tornábamos,
- y por lo más espeso y escondido, 215
- los árboles y matas sacudiendo,
- turbábamos el valle con ruído.
- Zorzales, tordos, mirlas, que temiendo
- delante de nosotros, espantados
- del peligro menor, iban huyendo, 220
- daban en el mayor, desatinados,
- quedando en la sutil red engañosa
- confusamente todos enredados.
- Y entonces era vellos una cosa
- estraña y agradable, dando gritos, 225
- y con voz lamentándose quejosa.
- Algunos dellos, que eran infinitos,
- su libertad buscaban revolando;
- otros estaban míseros y aflitos.[93]
- Al fin las cuerdas de la red tirando, 230
- llevábamosla juntos casi llena,
- la caza a cuestas y la red cargando.
- Cuando el húmido otoño ya refrena
- del seco estío el gran calor ardiente,
- y va faltando sombra a Filomena,[94] 235
- con otra caza desta diferente,
- aunque también de vida ociosa y blanda,
- pasábamos el tiempo alegremente.
- Entonces siempre, como sabes, anda
- de estorninos volando a cada parte 240
- de acá y allá la espesa y negra banda.
- Y cierto aquesto es cosa de contarte,
- cómo con los que andaban por el viento
- usábamos también de astucia y arte.
- Uno vivo primero de aquel cuento 245
- tomábamos, y en esto sin fatiga
- era cumplido luego nuestro intento;
- al pie del cual un hilo, untado en liga,
- atando, le soltábamos al punto
- que vía volar aquella banda amiga. 250
- Apenas era suelto, cuando junto
- estaba con los otros y mesclado,
- secutando el efeto de su asunto.[95]
- A cuantos era el hilo enmarañado
- por alas o por pies o por cabeza, 255
- todos venían al suelo mal su grado.
- Andaban forcejando una gran pieza
- a su pesar y a mucho placer nuestro;
- que así de un mal ajeno bien se empieza.[96]
- Acuérdaseme agora que el siniestro 260
- canto de la corneja y el agüero
- para escaparse no le fue maestro.
- Cuando una dellas, como es muy ligero,
- a nuestras manos viva nos venía,
- era ocasión de más de un prisionero. 265
- La cual a un llano grande yo traía,
- a do muchas cornejas andar juntas
- o por el suelo o por el aire vía;
- clavándola en la tierra por las puntas
- estremas de las alas, sin rompellas, 270
- seguíase lo que apenas tú barruntas.
- Parecía que mirando a las estrellas,
- clavada boca arriba en aquel suelo,
- estaba a contemplar el curso dellas.
- De allí nos alejábamos, y el cielo 275
- rompía con gritos ella, y convocaba
- de las cornejas el superno vuelo.[97]
- En un solo momento se ayuntaba
- una gran muchedumbre presurosa
- a socorrer la que en el suelo estaba. 280
- Cercábanla, y alguna, más piadosa
- del mal ajeno de la compañera
- que del suyo avisada y temerosa,
- llegábase muy cerca, y la primera
- que esto hacía, pagaba su inocencia 285
- con prisión o con muerte lastimera.
- Con tal fuerza la presa y tal violencia
- se engarrafaba de la que venía,
- que no se despidiera sin licencia.
- Ya puedes ver cuán gran placer sería 290
- ver, de una por soltarse y desasirse,
- de otra por socorrerse, la porfía.
- Al fin la fiera lucha a despartirse
- venía por nuestra mano, y la cuitada
- del bien hecho empezaba a arrepentirse. 295
- ¿Qué me dirás si con su mano alzada
- haciendo la noturna centinela,
- la grúa de nosotros fue engañada?[98]
- No aprovechaba al ánsar la cautela,
- ni ser siempre sagaz descubridora 300
- de noturnos engaños con su vela.[99]
- Ni al blanco cisne que en las aguas mora
- por no morir como Faetón en fuego,
- del cual el triste caso canta y llora.
- Y tú, perdiz cuitada, ¿piensas luego 305
- que en huyendo del techo estás segura?[100]
- En el campo turbamos tu sosiego.
- A ningún ave o animal natura[101]
- dotó de tanta astucia que no fuese
- vencido al fin de nuestra astucia pura. 310
- Si por menudo de contarte hubiese
- de aquesta vida cada partecilla,
- temo que antes del fin anocheciese.
- Basta saber que aquesta tan sencilla
- y tan pura amistad, quiso mi hado 315
- en diferente especie convertilla:
- en un amor tan fuerte y tan sobrado,
- y en un desasosiego no creíble,
- tal, que no me conosco, de trocado.
- El placer de miralla, con terrible 320
- y fiero desear sentí mesclarse,
- que siempre me llevaba a lo imposible.
- La pena de su ausencia vi mudarse,
- no en pena, no en congoja, en cruda muerte,
- y en fuego eterno el alma atormentarse. 325
- A aqueste estado en fin mi dura suerte
- me trajo poco a poco, y no pensara
- que contra mí pudiera ser más fuerte,
- si con mi grave daño no probara
- que, en comparación de esta, aquella vida 330
- cualquiera por descanso la juzgara.
- Ser debe aquesta historia aborrecida
- de tus orejas ya, que así atormenta
- mi lengua y mi memoria entristecida.
- Decir ya más no es bien que se consienta; 335
- junto todo mi bien perdí en un hora,
- y esta es la suma, en fin, de aquesta cuenta.
-
- SALICIO
-
- Albanio, si tu mal comunicaras[102]
- con otro, que pensaras que tu pena
- juzgaba como ajena, o que este fuego 340
- nunca probó, ni el juego peligroso
- de que tú estás quejoso, yo confieso
- que fuera bueno aqueso que hora haces;
- mas si tú me deshaces con tus quejas,
- ¿por qué agora me dejas como a estraño, 345
- sin dar de aqueste daño fin al cuento?
- ¿Piensas que tu tormento como nuevo
- escucho, y que no pruebo, por mi suerte,
- aquesta viva muerte en las entrañas?
- Si no con todas mañas ni esperiencia 350
- esta grave dolencia se desecha,
- al menos aprovecha, yo te digo,
- para que de un amigo que adolesca
- otro se condolesca, que ha llegado
- de bien acuchillado a ser maestro.[103] 355
- Así que, pues te muestro abiertamente
- que no estoy inocente destos males,
- que aún traigo las señales de las llagas,
- no es bien que tú te hagas tan esquivo;
- que mientras estás vivo, ser podría 360
- que por alguna vía te avisase,
- y contigo llorase; que no es malo
- tener al pie del palo quien se duela[104]
- del mal, y sin cautela te aconseje.
-
- ALBANIO
-
- Tú quieres que forceje y que contraste[105] 365
- con quien al fin no baste a derrocalle.
- Amor quiere que calle; yo no puedo
- mover el paso un dedo sin gran mengua.
- Él tiene de mi lengua el movimiento;
- así que no me siento ser bastante. 370
-
- SALICIO
-
- ¿Qué te pone delante que te impida
- el descubrir tu vida al que aliviarte
- del mal alguna parte cierto espera?
-
- ALBANIO
-
- Amor quiere que muera sin reparo;
- y conociendo claro que bastaba 375
- lo que yo descansaba en este llanto
- contigo, a que entre tanto me aliviase,
- y aquel tiempo probase a sostenerme;
- por más presto perderme, como injusto,
- me ha ya quitado el gusto que tenía 380
- de echar la pena mía por la boca.
- Así que ya no toca nada dello
- a ti querer sabello, ni contallo
- a quien solo pasallo le conviene,
- y muerte solo por alivio tiene. 385
-
- SALICIO
-
- ¿Quién es contra su ser tan inhumano,
- que al enemigo entrega su despojo,
- y pone su poder en otra mano?
- ¿Cómo, y no tienes ora algún enojo
- de ver que amor tu misma lengua ataje, 390
- o la desate por su solo antojo?
-
- ALBANIO
-
- Salicio amigo, cese este lenguaje;
- cierra tu boca, y más aquí no la abras;
- yo siento mi dolor, y tú mi ultraje.
- ¿Para qué son maníficas palabras?[106] 395
- ¿Quién te hizo filósofo elocuente,[107]
- siendo pastor de ovejas y de cabras?
- ¡Oh cuitado de mí, cuán fácilmente
- con espedida lengua y rigurosa
- el sano da consejos al doliente! 400
-
- SALICIO
-
- No te aconsejo yo, ni digo cosa
- para que debas tú por ella darme
- respuesta tan aceda y tan odiosa.
- Ruégote que tu mal quieras contarme,
- porque dél pueda tanto entristecerme, 405
- cuanto suelo del bien tuyo alegrarme.
-
- ALBANIO
-
- Pues ya de ti no puedo defenderme,
- yo tornaré a mi cuento cuando hayas
- prometido una gracia concederme;
- y es, que en oyendo el fin, luego te vayas 410
- y me dejes llorar mi desventura
- entre estos pinos solo y estas hayas.
-
- SALICIO
-
- Aunque pedir tú eso no es cordura,
- yo seré dulce más que sano amigo,
- y daré bien lugar a tu tristura. 415
-
- ALBANIO
-
- Hora, Salicio, escucha lo que digo;
- y vos, oh ninfas deste bosque umbroso,
- a doquiera que estáis, estad conmigo.
- Ya te conté el estado tan dichoso
- a do me puso amor, si en él yo firme 420
- pudiera sostenerme con reposo;
- mas, como de callar y de encubrirme
- de aquella por quien vivo me encendía,[108]
- llegué ya casi al punto de morirme,
- mil veces ella preguntó qué había, 425
- y me rogó que el mal le descubriese,
- que mi rostro y color lo descubría.
- Mas no acabó con cuanto me dijese,
- que de mí a su pregunta otra respuesta
- que un sospiro con lágrimas hubiese. 430
- Aconteció que en una ardiente siesta,
- viniendo de la caza fatigados,
- en el mejor lugar desta floresta,
- que es este donde estamos asentados,
- a la sombra de un árbol aflojamos 435
- las cuerdas a los arcos trabajados.
- En aquel prado allí nos reclinamos,
- y del céfiro fresco recogiendo
- el agradable espirtu, respiramos.
- Las flores, a los ojos ofreciendo 440
- diversidad estraña de pintura,
- diversamente así estaban oliendo.
- Y en medio aquesta fuente clara y pura,
- que como de cristal resplandecía,
- mostrando abiertamente su hondura, 445
- el arena, que de oro parecía,
- de blancas pedrezuelas variada,
- por do manaba el agua, se bullía.
- En derredor ni sola una pisada
- de fiera o de pastor o de ganado 450
- a la sazón estaba señalada.
- Después que con el agua resfriado
- hubimos el calor, y juntamente
- la sed de todo punto mitigado,
- ella, que con cuidado diligente 455
- a conocer mi mal tenía el intento,
- y a escudriñar el ánimo doliente,
- con nuevo ruego y firme juramento
- me conjuró y rogó que le contase
- la causa de mi grave pensamiento; 460
- y si era amor, que no me recelase
- de hacelle mi caso manifiesto,
- y demostralle aquella que yo amase,
- que me juraba que también en esto
- el verdadero amor que me tenía 465
- con pura voluntad estaba presto.
- Yo, que tanto callar ya no podía,
- y claro descubrir menos osaba
- lo que en el alma triste se sentía,
- le dije que en aquella fuente clara 470
- vería de aquella que yo tanto amaba
- abiertamente la hermosa cara.
- Ella, que ver aquesta deseaba,
- con menos diligencia discurriendo
- de aquella con que el paso apresuraba, 475
- a la pura fontana fue corriendo,
- y en viendo el agua, toda fue alterada,
- en ella su figura sola viendo.[109]
- Y no de otra manera, arrebatada,
- del agua rehuyó, que si estuviera 480
- de la rabiosa enfermedad tocada.
- Y sin mirarme, desdeñosa y fiera,
- no sé qué allá entre dientes murmurando,
- me dejó aquí, y aquí quiere que muera.
- Quedé yo triste y solo allí, culpando 485
- mi temerario osar, mi desvarío,
- la pérdida del bien considerando.
- Creció de tal manera el dolor mío,
- y de mi loco error el desconsuelo,
- que hice de mis lágrimas un río. 490
- Fijos los ojos en el alto cielo,
- estuve boca arriba una gran pieza
- tendido, sin mudarme en este suelo.[110]
- Y como de un dolor otro se empieza,[111]
- el largo llanto, el desvanecimiento, 495
- el vano imaginar de la cabeza,
- de mi gran culpa aquel remordimiento,
- verme del todo al fin sin esperanza,
- me trastornaron casi el sentimiento.
- Cómo deste lugar hice mudanza 500
- no sé, ni quién de aquí me condujese
- al triste albergo y a mi pobre estanza.
- Sé que tornando en mí, como estuviese
- sin comer y dormir bien cuatro días,
- y sin que el cuerpo de un lugar moviese, 505
- las ya desamparadas vacas mías
- por otro tanto tiempo no gustaron
- las verdes hierbas ni las aguas frías.
- Los pequeños hijuelos, que hallaron
- las tetas secas ya de las hambrientas 510
- madres, bramando al cielo se quejaron.
- Las selvas, a su voz también atentas,
- bramando pareció que respondían,
- condolidas del daño y descontentas.
- Aquestas cosas nada me movían, 515
- antes con mi llorar hacía espantados
- todos cuantos a verme allí venían.
- Vinieron los pastores de ganados,
- vinieron de los sotos los vaqueros,
- para ser de mi mal de mí informados. 520
- Y todos con los gestos lastimeros
- me preguntaban cuáles habían sido
- los acidentes de mi mal primeros.
- A los cuales, en tierra yo tendido,
- ninguna otra respuesta dar sabía, 525
- rompiendo con sollozos mi gemido,
- sino de rato en rato les decía:
- «Vosotros, los de Tajo en su ribera,
- cantaréis la mi muerte cada día.[112]
- »Este descanso llevaré aunque muera, 530
- que cada día cantaréis mi muerte
- vosotros, los de Tajo, en su ribera.»[113]
- La quinta noche, en fin, mi cruda suerte,
- queriéndome llevar do se rompiese
- aquesta tela de la vida fuerte, 535
- hizo que de mi choza me saliese
- por el silencio de la noche escura
- a buscar un lugar donde muriese.
- Y caminando por do mi ventura
- y mis enfermos pies me condujeron, 540
- llegué a un barranco de muy gran altura.
- Luego mis ojos lo reconocieron,
- que pende sobre el agua, y su cimiento
- las ondas poco a poco le comieron.
- Al pie de un olmo hice allí mi asiento, 545
- y acordeme que ya con ella estuve
- pasando allí la siesta al fresco viento.
- En aquesta memoria me detuve,
- como si aquesta fuera medicina
- de mi furor y cuanto mal sostuve. 550
- Denunciaba el aurora ya vecina
- la venida del sol resplandeciente,
- a quien la tierra, a quien la mar se inclina.
- Entonces, como cuando el cisne siente
- el ansia postrimera que le aqueja, 555
- y tienta el cuerpo mísero y doliente,
- con triste y lamentable son se queja,
- y se despide con funesto canto
- del espirtu vital que dél se aleja;[114]
- así, aquejado yo de dolor tanto, 560
- que el alma abandonaba ya la humana
- carne, solté la rienda al triste llanto.
- «¡Oh fiera, dije, más que tigre hircana,
- y más sorda a mis quejas que el ruído
- embravecido de la mar insana! 565
- »Heme entregado, heme aquí rendido,
- he aquí vences; toma los despojos
- de un cuerpo miserable y afligido.
- »Yo pondré fin del todo a tus enojos,
- ya no te ofenderá mi rostro triste, 570
- mi temerosa voz y húmidos ojos.
- »Quizá tú, que en mi vida no moviste
- el paso a consolarme en tal estado,
- ni tu dureza cruda enterneciste,
- »viendo mi cuerpo aquí desamparado, 575
- vendrás a arrepentirte y lastimarte;
- mas tu socorro tarde habrá llegado.
- »¿Cómo pudiste tan presto olvidarte
- de aquel tan luengo amor, y de sus ciegos
- nudos en sola un hora desligarte? 580
- »¿No se te acuerda de los dulces juegos
- ya de nuestra niñez, que fueron leña
- destos dañosos y encendidos fuegos,
- »cuando la encina desta espesa breña
- de sus bellotas dulces despojaba, 585
- que íbamos a comer sobre esta peña?
- »¿Quién las castañas tiernas derrocaba
- del árbol al subir dificultoso?
- ¿Quién en su limpia falda las llevaba?
- »¿Cuándo en valle florido, espeso, umbroso 590
- metí jamás el pie, que dél no fuese
- cargado a ti de flores y oloroso?
- »Jurábasme, si ausente yo estuviese,
- que ni el agua sabor, ni olor la rosa,
- ni el prado hierba para ti tuviese. 595
- »¿A quién me quejo, que no escucha cosa
- de cuantas digo, quien debría escucharme?
- Eco sola me muestra ser piadosa;
- »respondiéndome prueba conhortarme,[115]
- como quien probó mal tan importuno;[116] 600
- mas no quiere mostrarse y consolarme.[117]
- »¡Oh dioses! si allá juntos de consuno
- de los amantes el cuidado os toca;
- ¡oh tú solo! si toca a solo uno,
- »recebid las palabras que la boca 605
- echa con la doliente ánima fuera,
- antes que el cuerpo torne en tierra poca.
- »¡Oh náyades, de aquesta mi ribera[118]
- corriente moradoras! ¡Oh napeas,
- guarda del verde bosque verdadera![119] 610
- »Alce una de vosotras, blancas deas,
- del agua su cabeza rubia un poco,
- así, ninfa, jamás en tal se vea.
- »Podré decir que con mis quejas toco
- las divinas orejas, no pudiendo[120] 615
- las humanas tocar, cuerdo ni loco.
- »¡Oh hermosas oréades, que teniendo
- el gobierno de selvas y montañas,
- a caza andáis por ellas discurriendo!
- »Dejad de perseguir las alimañas; 620
- venid a ver un hombre perseguido,
- a quien ni valen fuerzas ya ni mañas.
- »¡Oh dríades, de amor hermoso nido,[121]
- dulces y graciosísimas doncellas,
- que a la tarde salís de lo escondido, 625
- »con los cabellos rubios, que las bellas
- espaldas dejan de oro cobijadas,
- parad mientes un rato a mis querellas!
- »Y si con mi ventura conjuradas
- no estáis, haced que sean las ocasiones 630
- de mi muerte aquí siempre celebradas.
- »¡Oh lobos, oh osos, que, por los rincones
- destas fieras cavernas escondidos,
- estáis oyendo agora mis razones!
- »Quedaos adiós, que ya vuestros oídos 635
- de mi zampoña fueron halagados,
- y alguna vez de amor enternecidos.
- »Adiós, montañas; adiós, verdes prados;
- adiós, corrientes ríos espumosos;
- vivid sin mí con siglos prolongados; 640
- »y mientras en el curso presurosos
- iréis al mar a dalle su tributo,
- corriendo por los valles pedregosos,
- »haced que aquí se muestre triste luto
- por quien, viviendo alegre, os alegraba 645
- con agradable son y viso enjuto.[122]
- »Por quien aquí sus vacas abrevaba,
- por quien, ramos de lauro entretejiendo,
- aquí sus fuertes toros coronaba.»
- Estas palabras tales en diciendo, 650
- en pie me alcé por dar ya fin al duro
- dolor que en vida estaba padeciendo.
- Y por el paso en que me ves te juro[123]
- que ya me iba a arrojar de do te cuento,
- con paso largo y corazón seguro,[124] 655
- cuando una fuerza súbita de viento
- vino con tal furor, que de una sierra
- pudiera remover el firme asiento.
- De espaldas, como atónito, en la tierra
- desde ha gran rato me hallé tendido;[125] 660
- que así se halla siempre aquel que yerra.[126]
- Con más sano discurso en mi sentido,
- comencé de culpar el presupuesto[127]
- y temerario error que había seguido,
- en querer dar con triste muerte al resto 665
- de aquesta breve vida fin amargo,
- no siendo por los hados aún dispuesto.
- De allí me fui con corazón más largo
- para esperar la muerte, cuando venga
- a relevarme deste grave cargo. 670
- Bien has ya visto cuánto me convenga,
- que pues buscalla a mí no se consiente,
- ella en buscarme a mí no se detenga.
- Contado te he la causa, el acidente,
- el daño y el proceso todo entero; 675
- cúmpleme tu promesa prestamente.
- Y si mi amigo cierto y verdadero
- eres, como yo pienso, vete agora;
- no estorbes un dolor acerbo y fiero
- al afligido y triste cuando llora. 680
-
- SALICIO
-
- Tratara de una parte
- que agora solo siento,
- si no pensaras que era dar consuelo.
- Quisiera preguntarte
- cómo tu pensamiento 685
- se derribó tan presto en ese suelo,
- o se cubrió de un velo,
- para que no mirase
- que quien tan luengamente
- amó, no se consiente 690
- que tan presto del todo te olvidase.
- ¿Qué sabes si ella agora
- juntamente su mal y el tuyo llora?
-
- ALBANIO
-
- Cese ya el artificio
- de la maestra mano; 695
- no me hagas pasar tan grave pena.
- Harásme tú, Salicio,
- ir do nunca pie humano
- estampó su pisada en el arena.
- Ella está tan ajena 700
- de estar desa manera
- como tú de pensallo,
- aunque quieres mostrallo
- con razón aparente a verdadera.
- Ejercita aquí el arte 705
- a solas, que yo voyme en otra parte.
-
- SALICIO
-
- No es tiempo de curalle,
- hasta que menos tema
- la cura del maestro y su crueza.
- Solo quiero dejalle; 710
- que aún está el apostema
- intratable, a mi ver, por su dureza.
- Quebrante la braveza
- del pecho empedernido
- con largo y tierno llanto; 715
- ireme yo entre tanto
- a requerir de un ruiseñor el nido,
- que está en un alta encina,
- y estará presto en manos de Gravina.[128]
-
- CAMILA
-
- Si desta tierra no he perdido el tino, 720
- por aquí el corzo vino que ha traído,
- después que fue herido, atrás el viento.
- ¿Qué recio movimiento en la corrida
- lleva, de tal herida lastimado?
- En el siniestro lado soterrada 725
- la flecha enherbolada va mostrando,
- las plumas blanqueando solas fuera.
- Y háceme que muera con buscalle.
- No pasó deste valle; aquí está cierto,[129]
- y por ventura muerto. ¡Quién me diese 730
- alguno que siguiese el rastro agora,
- mientras la ardiente hora de la siesta
- en aquesta floresta yo descanso!
- ¡Ay viento fresco y manso y amoroso,
- almo, dulce, sabroso! Esfuerza, esfuerza 735
- tu soplo, y esta fuerza tan caliente
- del alto sol ardiente hora quebranta;
- que ya la tierna planta del pie mío
- anda a buscar el frío desta hierba.
- A los hombres reserva tú, Diana, 740
- en esta siesta insana tu ejercicio;
- por agora tu oficio desamparo,
- que me ha costado caro en este día.
- ¡Ay dulce fuente mía, y de cuán alto
- con solo un sobresalto me arrojaste! 745
- ¿Sabes qué me quitaste, fuente clara?
- Los ojos de la cara, que no quiero
- menos un compañero que yo amaba;
- mas no como él pensaba. Dios ya quiera
- que antes Camila muera que padesca 750
- culpa por do meresca ser echada
- de la selva sagrada de Diana.[130]
- ¡Oh cuán de mala gana mi memoria
- renueva aquesta historia! Mas la culpa
- ajena me desculpa; que si fuera 755
- yo la causa primera desta ausencia,
- yo diera la sentencia en mi contrario.
- Él fue muy voluntario y sin respeto.
- Mas ¿para qué me meto en esta cuenta?
- Quiero vivir contenta y olvidallo, 760
- y aquí donde me hallo recrearme.
- Aquí quiero acostarme, y en cayendo
- la siesta iré siguiendo mi corcillo,
- que yo me maravillo ya y me espanto
- cómo con tal herida huyó tanto. 765
-
- ALBANIO
-
- Si mi turbada vista no me miente,
- paréceme que vi entre rama y rama
- una ninfa llegar a aquella fuente.
- Quiero llegar allá; quizá, si ella ama,
- me dirá alguna cosa con que engañe 770
- con algún falso alivio aquesta llama.
- Y no se me da nada que desbañe[131]
- mi alma, si es contrario lo que creo;
- que a quien no espera bien no hay mal que dañe.
- ¡Oh santos dioses! ¿Qué es esto que veo? 775
- ¿Es error de fantasma convertida
- en forma de mi amor y mi deseo?
- Camila es esta que está aquí dormida;
- no puede de otra ser su hermosura;
- la razón está clara y conocida: 780
- una obra sola quiso la natura[132]
- hacer como esta, y rompió luego apriesa
- la estampa do fue hecha tal figura.[133]
- ¿Quién podrá luego de su forma espresa
- el traslado sacar, si la maestra 785
- misma no basta, y ella lo confiesa?
- Mas ya que es cierto el bien que a mí se muestra
- ¿cómo podré llegar a despertalla,
- temiendo yo la luz que a ella me adiestra?[134]
- ¿Si solamente de poder tocalla 790
- perdiese el miedo yo? Mas ¿si despierta?...
- Si despierta, tenella y no soltalla.
- Esta osadía temo que no es cierta.
- Mas ¿qué me puede hacer? Quiero llegarme.
- En fin, ella está agora como muerta. 795
- Cabe ella por lo menos asentarme
- bien puedo; mas no ya como solía.
- ¡Oh mano poderosa de matarme!
- ¿Viste cuánto tu fuerza en mí podía?
- ¿Por qué para sanarme no la pruebas? 800
- Que tu poder a todo bastaría.
-
- CAMILA
-
- Socórreme, Diana.
-
- ALBANIO
-
- No te muevas,
- que no te he de soltar; escucha un poco.
-
- CAMILA
-
- ¿Quién me dijera, Albanio, tales nuevas?
- Ninfas del verde bosque a vos invoco, 805
- a vos pido socorro desta fuerza.
- ¿Qué es esto, Albanio? Dime si estás loco.
-
- ALBANIO
-
- Locura debe ser la que me fuerza
- a querer más que el alma y que la vida
- a la que a aborrecerme así se esfuerza. 810
-
- CAMILA
-
- Yo debo ser de ti la aborrecida,
- pues me quieres tratar de tal manera,
- siendo tuya la culpa conocida.
-
- ALBANIO
-
- ¿Yo culpa contra ti? Si la primera
- no está por cometer, Camila mía, 815
- en tu desgracia y disfavor yo muera.
-
- CAMILA
-
- ¿Tú no violaste nuestra compañía,
- queriéndola torcer por el camino
- que de la vida honesta se desvía?
-
- ALBANIO
-
- ¿Cómo de sola un hora el desatino 820
- ha de perder mil años de servicio,
- si el arrepentimiento tras él vino?
-
- CAMILA
-
- Aqueste es de los hombres el oficio:
- tentar el mal, y si es malo el suceso,
- pedir con humildad perdón del vicio. 825
-
- ALBANIO
-
- ¿Qué tenté yo, Camila?
-
- CAMILA
-
- Bueno es eso.
- Esta fuente lo diga, que ha quedado
- por un testigo de tu mal proceso.
-
- ALBANIO
-
- Si puede ser mi yerro castigado
- con muerte, con deshonra o con tormento, 830
- vesme aquí, estoy a todo aparejado.
-
- CAMILA
-
- Suéltame ya la mano, que el aliento
- me falta de congoja.
-
- ALBANIO
-
- He muy gran miedo
- que te me irás, que corres más que el viento.
-
- CAMILA
-
- No estoy como solía, que no puedo 835
- moverme ya, de mal ejercitada.
- Suelta, que casi me has quebrado un dedo.
-
- ALBANIO
-
- ¿Estarás, si te suelto, sosegada,
- mientras con razón clara yo te muestro
- que fuiste sin razón de mí enojada? 840
-
- CAMILA
-
- Eres tú de razones gran maestro.
- Suelta, que sí estaré.
-
- ALBANIO
-
- Primero jura
- por la primera fe del amor nuestro.
-
- CAMILA
-
- Yo juro por la ley sincera y pura
- de la amistad pasada, de sentarme, 845
- y de escuchar tus quejas muy segura.
- ¡Cuál me tienes la mano, de apretarme
- con esa dura mano, descreído!
-
- ALBANIO
-
- ¡Cuál me tienes el alma de dejarme!
-
- CAMILA
-
- Mi prendedero de oro ¡si es perdido!...[135] 850
- ¡Oh cuitada de mí! Mi prendedero
- desde aquel valle aquí se me ha caído.
-
- ALBANIO
-
- Mira no se cayese allá primero,
- antes de aqueste al Val de la Hortiga.
-
- CAMILA
-
- Doquier que se perdió, buscallo quiero. 855
-
- ALBANIO
-
- Yo iré a buscado, escusa esa fatiga;
- que no puedo sufrir que aquesta arena
- abrase el blanco pie de mi enemiga.
-
- CAMILA
-
- Pues que quieres tomar por mí esta pena,
- derecho ve primero a aquellas hayas; 860
- que allí estuve yo echada un hora buena.
-
- ALBANIO
-
- Ya voy; mas entre tanto no te vayas.
-
- CAMILA
-
- Seguro ve, que antes verás mi muerte
- que tú me cobres ni a tus manos hayas.
-
- ALBANIO
-
- ¡Ah, ninfa desleal! Y ¿desa suerte 865
- se guarda el juramento que me diste?
- ¡Ah condición de vida dura y fuerte!
- ¡Oh falso amor, de nuevo me heciste
- revivir con un poco de esperanza!
- ¡Oh modo de matar penoso y triste! 870
- ¡Oh muerte llena de mortal tardanza!
- Podré por ti llamar injusto el cielo,
- injusta su medida y su balanza.
- Recibe tú, terreno y duro suelo,
- este rebelde cuerpo, que detiene 875
- del alma el espedido y leve vuelo.
- Yo me daré la muerte, y aun si viene
- alguno a resistirme... ¿A resistirme?
- Él verá que a su vida no conviene.
- ¿No puedo yo morir, no puedo irme 880
- por aquí, por allí, por do quisiere,
- desnudo espirtu o carne y hueso firme?
-
- SALICIO
-
- Escucha, que algún mal hacerse quiere,
- o cierto tiene trastornado el seso.
-
- ALBANIO
-
- Aquí tuviese yo quien mal me quiere. 885
- Descargado me siento de un gran peso;
- paréceme que vuelo, despreciando
- monte, choza, ganado, leche y queso.
- ¿No son aquestos pies? Con ellos ando.
- Ya caigo en ello, el cuerpo se me ha ido; 890
- solo el espirtu es este que hora mando.
- ¿Hale hurtado alguno o escondido
- mientras mirando estaba yo otra cosa?
- ¿O si quedó por caso allí dormido?
- Una figura de color de rosa 895
- estaba allí durmiendo; ¿si es aquella
- mi cuerpo? No, que aquella es muy hermosa
-
- NEMOROSO
-
- Gentil cabeza; no daría por ella
- yo para mi traer solo un cornado.[136]
-
- ALBANIO
-
- ¿A quién iré del hurto a dar querella? 900
-
- SALICIO
-
- Estraño ejemplo es ver en qué ha parado
- este gentil mancebo, Nemoroso;
- ¡Y a nosotros que le hemos más tratado,
- manso, cuerdo, agradable, virtuoso,
- sufrido, conversable, buen amigo, 905
- y con un alto ingenio, gran reposo!
-
- ALBANIO
-
- Yo podré poco, o hallaré testigo
- de quién hurtó mi cuerpo; aunque esté ausente,
- yo lo perseguiré como enemigo.
- ¿Sabrásme decir dél, mi clara fuente? 910
- Dímelo, si lo sabes; así Febo
- nunca tus frescas ondas escaliente.
- Allá dentro en lo fondo está un mancebo
- de laurel coronado, y en la mano
- un palo propio, como yo, de acebo. 915
- Hola, ¿quién está allá? Responde, hermano.
- ¡Válgame Dios! O tú eres sordo o mudo,
- o enemigo mortal del trato humano.
- Espirtu soy, de carne ya desnudo,
- que busco el cuerpo mío, que me ha hurtado 920
- algún ladrón malvado, injusto y crudo.
- Callar que callarás. ¿Hasme escuchado?
- ¡Oh santo Dios! Mi cuerpo mismo veo,
- o yo tengo el sentido trastornado.
- ¡Oh cuerpo! Hete hallado, y no lo creo; 925
- tanto sin ti me hallo descontento.
- Pon fin ya a tu destierro y mi deseo.
-
- NEMOROSO
-
- Sospecho que el contino pensamiento
- que tuvo de morir antes de agora
- le representa aqueste apartamiento. 930
-
- SALICIO
-
- Como del que velando siempre llora,
- quedan durmiendo las especies llenas
- del dolor que en el alma triste mora.
-
- ALBANIO
-
- Si no estás en cadenas, sal ya fuera
- a darme verdadera forma de hombre, 935
- que agora solo el nombre me ha quedado.
- Y si no estás forzado en ese suelo,
- dímelo; que si al cielo que me oyere,
- con quejas no moviere y llanto tierno,
- convocaré el infierno y reino escuro, 940
- y romperé su muro de diamante,
- como hizo el amante blandamente[137]
- por la consorte ausente, que cantando
- estuvo halagando las culebras
- de las hermanas negras mal peinadas.[138] 945
-
- NEMOROSO
-
- ¡De cuán desvariadas opiniones
- saca buenas razones el cuitado!
-
- SALICIO
-
- El curso acostumbrado del ingenio,
- aunque le falte el genio que lo mueva,
- con la fuga que lleva, corre un poco; 950
- y aunque este está hora loco, no por eso
- ha de dar al travieso su sentido
- en todo, habiendo sido cual tú sabes.
-
- NEMOROSO
-
- No más, no me le alabes, que por cierto,
- de vello como muerto estoy llorando. 955
-
- ALBANIO
-
- Estaba contemplando qué tormento
- es este apartamiento. A lo que pienso
- no nos aparta inmenso mar airado,
- no torres de fosado rodeadas,[139]
- no montañas cerradas y sin vía, 960
- no ajena compañía, dulce y cara;
- un poco de agua clara nos detiene;
- por ella no conviene lo que entramos[140]
- con ansia deseamos; porque al punto
- que a ti me acerco y junto, no te apartas; 965
- antes nunca te hartas de mirarme,
- y de sinificarme en tu meneo
- que tienes gran deseo de juntarte
- con esta media parte. Daca, hermano,
- échame acá esa mano, y como buenos 970
- amigos a lo menos nos juntemos,
- y aquí nos abracemos. Ah ¿burlaste?
- ¿Así te me escapaste? Yo te digo
- que no es obra de amigo hacer eso.
- ¿Quedo yo, don Travieso, remojado, 975
- y tú estás enojado? ¡Cuán apriesa
- mueves ¿qué cosa es esa? tu figura!
- ¿Aún esa desventura me quedaba?
- Ya yo me consolaba en ver serena
- tu imagen, y tan buena y amorosa.[141] 980
- No hay bien ni alegre cosa ya que dure.
-
- NEMOROSO
-
- A lo menos, que cure tu cabeza.
-
- SALICIO
-
- Salgamos, que ya empieza un furor nuevo.
-
- ALBANIO
-
- ¡Oh Dios! ¿Por qué no pruebo a echarme dentro
- hasta llegar al centro de la fuente? 985
-
- SALICIO
-
- ¿Qué es esto, Albanio? Tente.
-
- ALBANIO
-
- ¡Oh manifiesto
- ladrón! Mas ¿qué es aquesto? Y ¿es muy bueno
- vestiros de lo ajeno, y ante el dueño,
- como si fuese un leño sin sentido,
- venir muy revestido de mi carne? 990
- Yo haré que descarne esa alma osada
- aquesta mano airada.
-
- SALICIO
-
- Está quedo.
- Llega tú, que no puedo detenelle.
-
- NEMOROSO
-
- Pues ¿qué quieres hacelle?
-
- SALICIO
-
- ¿Yo? dejalle,
- si desenclavijalle yo acabase 995
- la mano, a que escapase mi garganta.
-
- NEMOROSO
-
- No tiene fuerza tanta; solo puedes[142]
- hacer lo que tú debes a quien eres.
-
- SALICIO
-
- ¡Qué tiempo de placeres y de burlas!
- ¿Con la vida te burlas, Nemoroso? 1000
- Ven ya, no estés donoso.
-
- NEMOROSO
-
- Luego vengo,
- en cuanto me detengo yo aquí un poco.
- Veré cómo de un loco te desatas.
-
- SALICIO
-
- ¡Ay! paso, que me matas.
-
- ALBANIO
-
- Aunque mueras...
-
- NEMOROSO
-
- Ya aquello va de veras. Suelta, loco. 1005
-
- ALBANIO
-
- Déjame estar un poco, que ya acabo.
-
- NEMOROSO
-
- Suelta ya.
-
- ALBANIO
-
- ¿Qué te hago?
-
- NEMOROSO
-
- ¿A mí? No, nada.
-
- ALBANIO
-
- Pues vete tu jornada, y nunca entiendas
- en ajenas contiendas.
-
- SALICIO
-
- ¡Ah, furioso!
- Afierra, Nemoroso; tenle fuerte.[143] 1010
- Yo te daré la muerte, don Perdido.
- Ténmele tú tendido mientras lo ato;
- probemos así un rato a castigallo.
- Quizá con espantallo habrá algún miedo.
-
- ALBANIO
-
- Señores, si estoy quedo ¿dejareisme? 1015
-
- SALICIO
-
- No.
-
- ALBANIO
-
- ¡Pues qué! ¿matareisme?
-
- SALICIO
-
- Sí.
-
- ALBANIO
-
- ¿Sin falta?
- Mira cuánto más alta aquella sierra
- está que la otra tierra.
-
- NEMOROSO
-
- Bueno es esto.
- Él olvidará presto la braveza.
-
- SALICIO
-
- Calla, que así se aveza a tener seso. 1020
-
- ALBANIO
-
- ¿Cómo? ¡Azotado y preso!
-
- SALICIO
-
- Calla, escucha.
-
- ALBANIO
-
- Negra fue aquella lucha que contigo
- hice, que tal castigo dan tus manos.
- ¿No éramos como hermanos de primero?
-
- NEMOROSO
-
- Albanio, compañero, calla agora, 1025
- y duerme aquí algún hora, y no te muevas.
-
- ALBANIO
-
- ¿Sabes algunas nuevas de mí?
-
- SALICIO
-
- Loco.
-
- ALBANIO
-
- Paso, que duermo un poco.
-
- SALICIO
-
- ¿Duermes, cierto?
-
- ALBANIO
-
- ¿No me ves como un muerto? Pues ¿qué hago?
-
- SALICIO
-
- Este te dará el pago, si despiertas, 1030
- en esas carnes muertas, te prometo.
-
- NEMOROSO
-
- Algo está más quieto y reposado
- que hasta aquí. ¿Qué dices tú, Salicio?
- ¿Parécete que puede ser curado?
-
- SALICIO
-
- En procurar cualquiera beneficio 1035
- a la vida y salud de un tal amigo
- haremos el debido y justo oficio.
-
- NEMOROSO
-
- Escucha, pues, un poco lo que digo,
- y contaré una estraña y nueva cosa,
- de que yo fui la parte y el testigo. 1040
- En la ribera verde y deleitosa[144]
- del sacro Tormes, dulce y claro río,
- hay una vega grande y espaciosa,
- verde en el medio del invierno frío,
- en el otoño verde y primavera, 1045
- verde en la fuerza del ardiente estío.
- Levántase al fin della una ladera
- con proporción graciosa en el altura,
- que sojuzga la vega y la ribera.
- Allí está sobrepuesta la espesura 1050
- de las hermosas torres, levantadas
- al cielo con estraña hermosura.[145]
- No tanto por la fábrica estimadas,
- aunque estraña labor allí se vea,
- cuanto de sus señores ensalzadas. 1055
- Allí se halla lo que se desea:
- virtud, linaje, haber y todo cuanto
- bien de natura o de fortuna sea.
- Un hombre mora allí de ingenio tanto,[146]
- que toda la ribera adonde él vino 1060
- nunca se harta de escuchar su canto.
- Nacido fue en el campo placentino,[147]
- que con estrago y destruición romana
- en el antiguo tiempo fue sanguino;[148]
- y en este, con la propia, la inhumana 1065
- furia infernal, por otro nombre guerra,
- lo tiñe, lo arruína y lo profana.
- Él, viendo aquesto, abandonó su tierra,
- por ser más del reposo compañero,
- que de la patria que el furor atierra.[149] 1070
- Llevole a aquella parte el buen agüero,
- de aquella tierra de Alba tan nombrada,
- que este es el nombre della, y dél Severo.
- A aqueste Febo no le escondió nada;
- antes de piedras, hierbas y animales 1075
- diz que le fue noticia entera dada.
- Este, cuando le place, a los caudales
- ríos el curso presuroso enfrena
- con fuerza de palabras y señales.
- La negra tempestad en muy serena 1080
- y clara luz convierte, y aquel día,
- si quiere revolvello, el mundo atruena.
- La luna de allá arriba bajaría
- si al son de las palabras no impidiese
- el son del carro que la mueve y guía. 1085
- Temo que si decirte presumiese
- de su saber la fuerza con loores,
- que en lugar de alaballo, lo ofendiese.
- Mas no te callaré que los amores
- con un tan eficaz remedio cura, 1090
- cuanto conviene a tristes amadores.
- En un punto remueve la tristura,
- convierte en odio aquel amor insano,
- y restituye el alma a su natura.[150]
- No te sabré decir, Salicio hermano, 1095
- la orden de mi cura y la manera;
- mas sé que me partí dél libre y sano.
- Acuérdaseme bien que en la ribera
- de Tormes lo hallé solo cantando,
- tan dulce, que a una piedra enterneciera. 1100
- Como cerca me vido, adivinando
- la causa y la razón de mi venida,
- suspenso un rato estuvo allí callando;
- y luego con voz clara y espedida
- soltó la rienda al verso numeroso 1105
- en alabanzas de la libre vida.
- Yo estaba embebecido y vergonzoso;
- atento al son, y viéndome del todo
- fuera de libertad y de reposo,
- no sé decir sino que, en fin, de modo 1110
- aplicó a mi dolor la medicina,
- que el mal desarraigó de todo en todo.
- Quedé yo entonces como quien camina
- de noche por caminos enriscados,
- sin ver dónde la senda o paso inclina, 1115
- mas venida la luz, y contemplados,
- del peligro pasado nace un miedo,
- que deja los cabellos erizados.
- Así estaba mirando atento y quedo
- aquel peligro yo que atrás dejaba, 1120
- que nunca sin temor pensado puedo.
- Tras esto luego se me presentaba,
- sin antojos delante, la vileza
- de lo que antes ardiendo deseaba.
- Así curó mi mal con tal destreza 1125
- el sabio viejo, como te he contado,
- que volvió el alma a su naturaleza,
- y soltó el corazón aherrojado.
-
- SALICIO
-
- ¡Oh gran saber! ¡Oh viejo frutuoso!
- que el perdido reposo al alma vuelve, 1130
- y lo que la revuelve y lleva a tierra
- del corazón destierra encontinente.
- Con esto solamente que contaste,
- así lo reputaste acá comigo,
- que sin otro testigo, a desealle 1135
- ver presente y hablalle me levantas.
-
- NEMOROSO
-
- ¿Desto poco te espantas tú, Salicio?
- De más te daré indicio manifiesto,
- si no te soy molesto y enojoso.
-
- SALICIO
-
- ¿Qué es esto, Nemoroso, y qué cosa 1140
- puede ser tan sabrosa en otra parte
- a mí, como escucharte? No la siento,
- cuanto más este cuento de Severo;
- dímelo por entero, por tu vida,
- pues no hay quien nos impida ni embarace. 1145
- Nuestro ganado pace, el viento espira,
- Filomena sospira en dulce canto,
- y en amoroso llanto se amancilla;[151]
- gime la tortolilla sobre el olmo,
- preséntanos a colmo el prado flores, 1150
- y esmalta en mil colores su verdura;
- la fuente clara y pura murmurando
- nos está convidando a dulce trato.
-
- NEMOROSO
-
- Escucha, pues, un rato, y diré cosas
- estrañas y espantosas poco a poco. 1155
- Ninfas, a vos invoco; verdes faunos,
- sátiros y silvanos, soltad todos
- mi lengua en dulces modos y sutiles;
- que ni los pastoriles ni la avena[152]
- ni la zampoña suena como quiero. 1160
- Este nuestro Severo pudo tanto
- con el suave canto y dulce lira,
- que, revueltos en ira y torbellino,
- en medio del camino se pararon
- los vientos, y escucharon muy atentos 1165
- la voz y los acentos, muy bastantes
- a que los repunantes y contrarios
- hiciesen voluntarios y conformes.
- A aqueste el viejo Tormes como a hijo
- lo metió al escondrijo de su fuente, 1170
- de do va su corriente comenzada.
- Mostrole una labrada y cristalina
- urna, donde él reclina el diestro lado;
- y en ella vio entallado y esculpido
- lo que antes de haber sido, el sacro viejo 1175
- por divino consejo puso en arte,
- labrado a cada parte, las estrañas
- virtudes y hazañas de los hombres
- que con sus claros nombres ilustraron
- cuanto señorearon de aquel río. 1180
- Estaba con un brío desdeñoso,
- con pecho corajoso, aquel valiente
- que contra un rey potente y de gran seso,
- que el viejo padre preso le tenía,[153]
- cruda guerra movía, despertando 1185
- su ilustre y claro bando al ejercicio
- de aquel piadoso oficio. A aqueste junto
- la gran labor al punto señalaba
- al hijo, que mostraba acá en la tierra
- ser otro Marte en guerra, en corte Febo.[154] 1190
- Mostrábase mancebo en las señales
- del rostro, que eran tales, que esperanza
- y cierta confianza claro daban
- a cuantos le miraban, que él sería
- en quien se informaría un ser divino. 1195
- Al campo sarracino en tiernos años
- daba con graves daños a sentillo;[155]
- que, como fue caudillo del cristiano,
- ejercitó la mano y el maduro
- seso y aquel seguro y firme pecho. 1200
- En otra parte, hecho ya más hombre,
- con más ilustre nombre los arneses
- de los fieros franceses abollaba.[156]
- Junto tras esto estaba figurado
- con el arnés manchado de otra sangre, 1205
- sosteniendo la hambre en el asedio,
- siendo él solo remedio del combate,
- que con fiero rebate y con ruído
- por el muro batido le ofrecían.
- Tantos, al fin, morían por su espada, 1210
- a tantos la jornada puso espanto,
- que no hay labor que tanto notifique
- cuánto el fiero Fadrique de Toledo
- puso terror y miedo al enemigo.
- Tras aqueste que digo se veía 1215
- el hijo don García, que en el mundo[157]
- sin par y sin segundo solo fuera,
- si hijo no tuviera. ¿Quién mirara
- de su hermosa cara el rayo ardiente,
- quién su resplandeciente y clara vista, 1220
- que no diera por vista su grandeza?
- Estaban de crueza fiera armadas
- las tres inicas hadas, cruda guerra[158]
- haciendo allí a la tierra con quitalle
- a este, que en alcanzalle fue dichosa. 1225
- ¡Oh patria lagrimosa, y cómo vuelves
- los ojos a los Gelves, sospirando![159]
- Él está ejercitando el duro oficio,
- y con tal artificio la pintura
- mostraba su figura, que dijeras, 1230
- si pintado le vieras, que hablaba.
- El arena quemaba, el sol ardía,
- la gente se caía medio muerta;
- él solo con despierta vigilanza
- dañaba la tardanza floja, inerte, 1235
- y alababa la muerte gloriosa.
- Luego la polvorosa muchedumbre
- gritando a su costumbre le cercaba;
- mas el que se llegaba al fiero mozo,
- llevaba con destrozo y con tormento 1240
- del loco atrevimiento el justo pago.
- Unos en bruto lago de su sangre,
- cortado ya el estambre de la vida,
- la cabeza partida revolcaban;
- otros claro mostraban espirando, 1245
- de fuera palpitando las entrañas,
- por las fieras y estrañas cuchilladas
- de aquella mano dadas. Mas el hado
- acerbo, triste, airado, fue venido;
- y al fin él, confundido de alboroto, 1250
- atravesado y roto de mil hierros,
- pidiendo de sus yerros venia al cielo,
- puso en el duro suelo la hermosa
- cara, como la rosa matutina,[160]
- cuando ya el sol declina al mediodía, 1255
- que pierde su alegría, y marchitando
- va la color mudando; o en el campo
- cual queda el lirio blanco, que el arado
- crudamente cortado al pasar deja,
- del cual aún no se aleja presuroso 1260
- aquel color hermoso, o se destierra;
- mas ya la madre tierra, descuidada,
- no le administra nada de su aliento,
- que era el sustentamiento y vigor suyo;
- ¡Tal está el rostro tuyo en la arena, 1265
- fresca rosa, azucena blanca y pura!
- Tras esto una pintura estraña tira
- los ojos de quien mira, y los detiene
- tanto, que no conviene mirar cosa
- estraña ni hermosa, sino aquella. 1270
- De vestidura bella allí vestidas
- las Gracias esculpidas se veían;
- solamente traían un delgado
- velo, que el delicado cuerpo viste;
- mas tal, que no resiste a nuestra vista. 1275
- Su diligencia en vista demostraban;[161]
- todas tres ayudaban en un hora
- a una muy gran señora que paría.[162]
- Un infante se vía ya nacido,[163]
- tal, cual jamás salido de otro parto, 1280
- del primer siglo al cuarto vio la luna.[164]
- En la pequeña cuna se leía
- un nombre que decía: _Don Fernando_.
- Bajaban, dél hablando, de dos cumbres[165]
- aquellas nueve lumbres de la vida;[166] 1285
- con ligera corrida iba con ellas,
- cual luna con estrellas, el mancebo
- intonso y rubio Febo; y en llegando,[167]
- por orden abrazando todas fueron
- al niño, que tuvieron luengamente 1290
- visto como presente. De otra parte[168]
- Mercurio estaba, y Marte cauto y fiero,
- viendo el gran caballero que encogido
- en el recién nacido cuerpo estaba.
- Entonces lugar daba mesurado 1295
- a Venus, que a su lado estaba puesta.
- Ella con mano presta y abundante
- nétar sobre el infante desparcía;[169]
- mas Febo la desvía de aquel tierno
- niño, y daba el gobierno a sus hermanas. 1300
- Del cargo están ufanas todas nueve.
- El tiempo el paso mueve, el niño crece,
- y en tierna edad florece, y se levanta
- como felice planta en buen terreno.
- Ya sin preceto ajeno daba tales 1305
- de su ingenio señales, que espantaban
- a los que lo criaban. Luego estaba
- cómo una lo entregaba a un gran maestro,
- que con ingenio diestro y vida honesta
- hiciese manifiesta al mundo y clara 1310
- aquella ánima rara que allí vía.
- Al niño recebía con respeto
- un viejo, en cuyo aspeto se vía junto
- severidad a un punto con dulzura.
- Quedó desta figura como helado 1315
- Severo, y espantado viendo al viejo,
- que, como si en espejo se mirara,
- en cuerpo, edad y cara eran conformes.
- En esto, el rostro a Tormes revolviendo,
- vio que estaba riendo de su espanto. 1320
- «¿De qué te espantas tanto? --dijo el río--
- ¿No basta el saber mío a que primero
- que naciese Severo, yo supiese
- que había de ser quien diese la dotrina
- al ánima divina deste mozo?» 1325
- Él, lleno de alborozo y de alegría,
- sus ojos mantenía de pintura.
- Miraba otra figura de un mancebo,
- el cual venía con Febo mano a mano,
- al modo cortesano. En su manera,[170] 1330
- lo juzgara cualquiera, viendo el gesto
- lleno de un sabio, honesto y dulce afeto,
- por un hombre perfeto en la alta parte
- de la difícil arte cortesana,
- maestra de la humana y dulce vida. 1335
- Luego fue conocida de Severo
- la imagen por entero fácilmente
- deste que allí presente era pintado.
- Vio que era el que había dado a don Fernando,
- su ánimo formando en luenga usanza, 1340
- el trato, la crianza y gentileza,
- la dulzura y llaneza acomodada,
- la virtud apartada y generosa,
- y en fin, cualquiera cosa que se vía
- en la cortesanía, de que lleno 1345
- Fernando tuvo el seno y bastecido.
- Después de conocido, leyó el nombre
- Severo de aqueste hombre que se llama
- Boscán, de cuya llama clara y pura
- sale el fuego que apura sus escritos, 1350
- que en siglos infinitos tendrán vida.
- De algo más crecida edad miraba
- al niño que escuchaba sus consejos,
- luego los aparejos ya de Marte,
- estotro puesto aparte, le traía. 1355
- Así les convenía a todos ellos,
- que no pudiera dellos dar noticia
- a otro la milicia en muchos años.
- Obraba los engaños de la lucha;
- la maña y fuerza mucha y ejercicio 1360
- con el robusto oficio está mesclando.[171]
- Allí con rostro blando y amoroso
- Venus aquel hermoso mozo mira,
- y luego lo retira por un rato
- de aquel áspero trato y son de hierro. 1365
- Mostrábale ser yerro y ser mal hecho
- armar contino el pecho de dureza,
- no dando a la terneza alguna puerta.
- Entrada en una huerta, con él siendo,
- una ninfa durmiendo le mostraba. 1370
- El mozo la miraba, y juntamente
- de súbito acidente acometido,
- estaba embebecido, y a la diosa,
- que a la ninfa hermosa se allegase
- mostraba que rogase, y parecía 1375
- que la diosa temía de llegarse.
- Él no podía hartarse de miralla,
- eternamente amalla proponiendo.
- Luego venía corriendo Marte airado,
- mostrándose alterado en la persona, 1380
- y daba la corona a don Fernando.
- Estábale mostrando un caballero
- que con semblante fiero amenazaba
- al mozo que quitaba el nombre a todos.
- Con atentados modos se movía 1385
- contra el que le atendía en una puente.[172]
- Mostraba claramente la pintura
- que acaso noche escura entonces era.
- De la batalla fiera era testigo
- Marte, que al enemigo condenaba 1390
- y al mozo coronaba en el fin della;
- el cual como la estrella relumbrante
- que el sol envía delante, resplandece.
- De allí su nombre crece, y se derrama
- su valerosa fama a todas partes. 1395
- Luego con nuevas artes se convierte
- a hurtar a la muerte y a su abismo
- gran parte de sí mismo y quedar vivo
- cuando el vulgo cautivo lo llorare,
- y muerto lo llamare con deseo. 1400
- Estaba el Himeneo allí pintado,
- el diestro pie calzado en lazos de oro.[173]
- De vírgenes un coro está cantando,
- partidas altercando y respondiendo,
- y en un lecho poniendo una doncella,[174] 1405
- que quien atento aquella bien mirase,
- y bien la cotejase en su sentido
- con la que el mozo vido allá en la huerta,
- verá que la despierta y la dormida
- por una es conocida de presente. 1410
- Mostraba juntamente ser señora
- dina y merecedora de tal hombre.
- El almohada el nombre contenía,
- el cual doña María Enriques era.[175]
- Apenas tienen fuera a don Fernando, 1415
- ardiendo y deseando estar ya echado.[176]
- Al fin era dejado con su esposa,
- dulce, pura, hermosa, sabia, honesta.
- En un pie estaba puesta la fortuna,
- nunca estable ni una, que llamaba 1420
- a Fernando, que estaba en vida ociosa,
- que por dificultosa y ardua vía
- quisiera ser su guía y ser primera;
- mas él por compañera toma aquella,
- siguiendo a la que es bella descubierta, 1425
- y juzgada cubierta por disforme;
- el nombre era conforme a aquesta fama:
- virtud esta se llama, al mundo rara.[177]
- ¿Quién tras ella guiara igual en curso,
- sino este, que el discurso de su lumbre 1430
- forzaba la costumbre de sus años,
- no recibiendo engaños sus deseos?
- Los montes Pirineos (que se estima[178]
- de abajo que la cima está en el cielo,
- y desde arriba el suelo en el infierno) 1435
- por medio del invierno atravesaba.
- La nieve blanqueaba, y las corrientes
- por debajo de puentes cristalinas
- y por heladas minas van calladas.
- El aire las cargadas ramas mueve, 1440
- que el peso de la nieve las desgaja.
- Por aquí se trabaja el Duque osado,
- del tiempo contrastado y de la vía,
- con clara compañía de ir delante.
- El trabajo constante y tan loable 1445
- por la Francia mudable, en fin, le lleva,[179]
- la fama en él renueva la presteza;
- la cual con ligereza iba volando,
- y con el gran Fernando se paraba,
- y le sinificaba en modo y gesto 1450
- que el caminar muy presto convenía.
- De todos escogía el Duque uno,[180]
- y entrambos de consuno cabalgaban;
- los caballos mudaban fatigados;
- mas a la fin llegados a los muros 1455
- del gran París seguros, la dolencia,
- con su débil presencia y amarilla,[181]
- bajaba de la silla al Duque sano,
- y con la pesada mano le tocaba.
- El luego comenzaba a demudarse, 1460
- y amarillo pararse y a dolerse.
- Luego pudiera verse de travieso
- venir por un espeso bosque ameno,
- de buenas hierbas lleno y medicina,
- Esculapio, y camina, no parando,[182] 1465
- hasta donde Fernando está en el lecho.
- Entró con pie derecho, y parecía
- que le restituía en tanta fuerza,
- que a proseguir se esfuerza su viaje,
- que le llevó al pasaje del gran Reno.[183] 1470
- Tomábale en su seno el caudaloso
- y claro río, gozoso de tal gloria,
- trayendo a la memoria cuándo vino
- el vencedor latino al mismo paso.[184]
- No se mostraba escaso de sus ondas; 1475
- antes con aguas hondas que engendraba,
- los bajos igualaba y al liviano
- barco daba de mano, el cual, volando,
- atrás iba dejando muros, torres.
- Con tanta priesa corres, navecilla, 1480
- que llegas do amancilla una doncella,
- y once mil más con ella, y mancha el suelo
- de sangre, que en el cielo está esmaltada:[185]
- Úrsula, desposada y virgen pura,
- mostraba su figura, en una pieza 1485
- pintada su cabeza. Allí se vía
- que los ojos volvía ya espirando;
- y estábate mirando aquel tirano[186]
- que con acerba mano llevó a hecho
- de tierno en tierno pecho tu compaña. 1490
- Por la fiera Alemaña de aquí parte
- el Duque, a aquella parte enderezado
- donde el cristiano estado estaba en dubio.[187]
- En fin al gran Danubio se encomienda;
- por él suelta la rienda a su navío,[188] 1495
- que con poco desvío de la tierra,
- entre una y otra sierra el agua hiende.
- El remo, que deciende en fuerza suma,
- mueve la blanca espuma como argento.
- El veloz movimiento parecía 1500
- que pintado se vía ante los ojos.
- Con amorosos ojos adelante
- Carlo, César triunfante, le abrazaba
- cuando desembarcaba en Ratisbona.[189]
- Allí por la corona del imperio 1505
- estaba el magisterio de la tierra
- convocado a la guerra que esperaban.
- Todos ellos estaban enclavando
- los ojos en Fernando, y en el punto
- que así le vieron junto, se prometen 1510
- de cuanto allí acometen la vitoria.
- Con falsa y vana gloria y arrogancia,
- con bárbara jatancia allí se vía
- a los fines de Hungría el campo puesto
- de aquel que fue molesto en tanto grado 1515
- al húngaro cuitado y afligido;[190]
- las armas y el vestido a su costumbre,
- era la muchedumbre tan estraña,
- que apenas la campaña la abrazaba,
- ni a dar pasto bastaba, ni agua el río. 1520
- César con celo pío y con valiente
- ánimo aquella gente despreciaba;
- la suya convocaba, y en un punto
- vieras un campo junto de naciones
- diversas y razones, mas de un celo.[191] 1525
- No ocupaban el suelo en tanto grado
- con número sobrado y infinito
- como el campo maldito; mas mostraban
- virtud, con que sobraban su contrario,[192]
- ánimo voluntario, industria y maña; 1530
- con generosa saña y viva fuerza
- Fernando los esfuerza y los recoge,
- y a sueldo suyo coge muchos dellos.
- De un arte usaba entre ellos admirable;
- con el disciplinable alemán fiero 1535
- a su manera y fuero conversaba;
- a todos se aplicaba de manera,
- que el flamenco dijera que nacido
- en Flandes había sido, y el osado
- español y sobrado, imaginando[193] 1540
- ser suyo don Fernando y de su suelo,
- demanda sin recelo la batalla.
- Quien más cerca se halla del gran hombre
- piensa que crece el nombre por su mano.
- El cauto italiano nota y mira,[194] 1545
- los ojos nunca tira del guerrero,[195]
- y aquel valor primero de su gente[196]
- junto en este y presente considera.
- En él ve la manera misma y maña
- del que pasó en España sin tardanza, 1550
- siendo solo esperanza de su tierra,
- y acabó aquella guerra peligrosa
- con mano poderosa y con estrago
- de la fiera Cartago y de su muro,
- y del terrible y duro su caudillo, 1555
- cuyo agudo cuchillo a las gargantas
- Italia tuvo tantas veces puesto.[197]
- Mostrábase tras esto allí esculpida
- la envidia carcomida, así molesta;[198]
- contra Fernando puesta frente a frente, 1560
- la desvalida gente convocaba,
- y contra aquel la armaba, y con sus artes
- busca por todas partes daño y mengua.
- Él con su mansa lengua y largas manos
- los tumultos livianos asentando, 1565
- poco a poco iba alzando tanto el vuelo,
- que la envidia en el cielo lo miraba;
- y como no bastaba a la conquista,
- vencida ya su vista de tal lumbre,
- forzaba su costumbre, y parecía 1570
- que perdón le pedía, en tierra echada.
- Él, después de pisada, descansado
- quedaba y aliviado de este enojo;
- y lleno del despojo desta fiera,
- hallaba en la ribera del gran río, 1575
- de noche, al puro frío del sereno,
- a César, que en su seno está pensoso,
- del suceso dudoso desta guerra;
- que, aunque de sí destierra la tristeza,
- del caso la grandeza trae consigo 1580
- el pensamiento amigo del remedio.[199]
- Entrambos buscan medio convenible
- para que aquel terrible furor loco
- les empeciese poco, y recibiese
- tal estrago, que fuese destrozado. 1585
- Después de haber hablado, ya cansados,
- en la hierba acostados se dormían;
- el gran Danubio oían ir sonando,
- casi como aprobando aquel consejo.
- En esto el claro viejo río se vía 1590
- que del agua salía muy callado,
- de sauces coronado y de un vestido
- de las ovas tejido mal cubierto,
- y en aquel sueño incierto les mostraba
- todo cuanto tocaba al gran negocio. 1595
- Y parecía que el ocio sin provecho
- les sacaba del pecho; porque luego,
- como si en vivo fuego se quemara
- alguna cosa cara, se levantan
- del gran sueño y se espantan, alegrando 1600
- el ánimo y alzando la esperanza.
- El río sin tardanza parecía
- que el agua disponía al gran viaje;
- allanaba el pasaje y la corriente,
- para que fácilmente aquella armada[200] 1605
- que había de ser guiada por su mano,
- en el remar liviano y dulce viese
- cuánto el Danubio fuese favorable.
- Con presteza admirable vieras junto
- un ejército a punto denodado; 1610
- y después de embarcado, el remo lento,
- el duro movimiento de los brazos,
- los pocos embarazos de las ondas
- llevaban por las hondas aguas presta
- el armada, molesta al gran tirano.[201] 1615
- El artificio humano no hiciera
- pintura que esprimiera vivamente,
- el armada, la gente, el curso, el agua;
- apenas en la fragua, donde sudan
- los cíclopes y mudan fatigados[202] 1620
- los brazos, ya cansados del martillo,
- pudiera así esprimillo el gran maestro.
- Quien viera el curso diestro por la clara
- corriente, bien jurara a aquellas horas[203]
- que las agudas proras dividían 1625
- el agua y la hendían con sonido,
- y el rastro iba seguido. Luego vieras
- al viento las banderas tremolando,
- las ondas imitando en el moverse.
- Pudiera también verse casi viva 1630
- la otra gente esquiva y descreída,
- que, de ensoberbecida y arrogante,
- pensaban que delante no hallaran
- hombres que se pararan, a su furia.
- Los nuestros, tal injuria no sufriendo, 1635
- remos iban metiendo con tal gana,
- que iba de espuma cana el agua llena.
- El temor enajena al otro bando;
- el sentido, volando de uno en uno,
- entrábase importuno por la puerta 1640
- de la opinión incierta, y siendo dentro,
- en el íntimo centro allá del pecho
- les dejaba deshecho un hielo frío,
- el cual, como un gran río en flujos gruesos,
- por médulas y huesos discurría. 1645
- Todo el campo se vía conturbado
- y con arrebatado movimiento;
- solo del salvamento platicaban.[204]
- Luego se levantaban con desorden,
- confusos y sin orden caminando, 1650
- atrás iban dejando con recelo,
- tendida por el suelo, su riqueza.
- Las tiendas do pereza y do fornicio,
- con todo bruto vicio obrar solían,
- sin ellas se partían. Así armadas, 1655
- eran desamparadas de sus dueños.
- A grandes y pequeños juntamente
- era el temor presente por testigo,
- y el áspero enemigo a las espaldas,
- que les iba las faldas ya mordiendo. 1660
- César estar teniendo allí se vía
- a Fernando, que ardía sin tardanza
- por colorar su lanza en turca sangre.
- Con animosa hambre y con denuedo
- forcejea con quien quedo estar le manda. 1665
- Como lebrel de Irlanda generoso
- que el jabalí cerdoso y fiero mira,
- rebátese, sospira, fuerza y riñe,
- y apenas le constriñe el atadura,
- que el dueño con cordura más aprieta;[205] 1670
- así estaba perfeta y bien labrada
- la imagen figurada de Fernando,
- que quien allí mirándola estuviera,
- que era desta manera bien juzgara.
- Resplandeciente y clara de su gloria 1675
- pintada la vitoria se mostraba;
- a César abrazaba, y no parando,
- los brazos a Fernando echaba al cuello.
- Él mostraba de aquello sentimiento,
- por ser el vencimiento tan holgado. 1680
- Estaba figurado un carro estraño
- con el despojo y daño de la gente
- bárbara, y juntamente allí pintados
- cautivos amarrados a las ruedas,
- con hábitos y sedas variadas; 1685
- lanzas rotas, celadas y banderas,
- armaduras ligeras de los brazos,
- escudos en pedazos divididos,
- vieras allí cogidos en trofeo,
- con que el común deseo y voluntades 1690
- de tierras y ciudades se alegraba.
- Tras esto blanqueaba falda y seno
- con velas al Tirreno de la armada
- sublime y ensalzada y gloriosa.
- Con la prora espumosa las galeras, 1695
- como nadantes fieras, el mar cortan,
- hasta que en fin aportan con corona
- de lauro a Barcelona, do cumplidos[206]
- los votos ofrecidos y deseos,
- y los grandes trofeos ya repuestos, 1700
- con movimientos prestos de allí luego,
- en amoroso fuego todo ardiendo,
- el Duque iba corriendo, y no paraba.
- Cataluña pasaba, atrás la deja;
- ya de Aragón se aleja, y en Castilla, 1705
- sin bajar de la silla, los pies pone.
- El corazón dispone a la alegría
- que vecina tenía, y reserena
- su rostro, y enajena de sus ojos
- muerte, daños, enojos, sangre y guerra. 1710
- Con solo amor se encierra sin respeto,
- y el amoroso afeto y celo ardiente
- figurado y presente está en la cara;
- y la consorte cara, presurosa,
- de un tal placer dudosa, aunque lo vía, 1715
- el cuello le ceñía en nudo estrecho,[207]
- de aquellos brazos hecho delicados;
- de lágrimas preñados relumbraban
- los ojos que sobraban al sol claro.
- Con su Fernando caro y señor pío 1720
- la tierra, el campo, el río, el monte, el llano,
- alegres a una mano estaban todos,
- mas con diversos modos lo decían.
- Los muros parecían de otra altura;
- el campo en hermosura de otras flores 1725
- pintaba mil colores disconformes;
- estaba el mismo Tormes figurado,
- en torno rodeado de sus ninfas,
- vertiendo claras linfas con instancia,
- en mayor abundancia que solía; 1730
- del monte se veía el verde seno
- de ciervos todo lleno, corzos, gamos,
- que de los tiernos ramos van rumiando;
- el llano está mostrando su verdura,
- tendiendo su llanura así espaciosa, 1735
- que a la vida curiosa nada empece,
- ni deja en qué tropiece el ojo vago.
- Bañados en un lago, no de olvido,
- mas de un embebecido gozo, estaban
- cuantos consideraban la presencia 1740
- deste, cuya ecelencia el mundo canta,
- cuyo valor quebranta al turco fiero.
- Aquesto vio Severo por sus ojos,
- y no fueron antojos ni ficiones;
- si oyeras sus razones, yo te digo 1745
- que como a buen testigo lo creyeras.
- Contaba muy de veras que, mirando
- atento y contemplando las pinturas,
- hallaba en las figuras tal destreza,
- que con mayor viveza no pudieran 1750
- estar si ser les dieran vivo y puro.
- Lo que dellas escuro allí hallaba,
- y el ojo no bastaba a recogello,
- el río le daba dello gran noticia.
- --Este de la milicia --dijo el río-- 1755
- la cumbre y señorío tendrá solo
- del uno al otro polo, y porque espantes
- a todos cuantos cantes los famosos
- hechos tan gloriosos, tan ilustres,[208]
- sabe que en cinco lustres de sus años[209] 1760
- hará tantos engaños a la muerte,
- que con ánimo fuerte habrá pasado
- por cuanto aquí pintado della has visto.
- Ya todo lo has previsto, vamos fuera,
- dejarte he en la ribera do estar sueles. 1765
- --Quiero que me reveles tú primero,
- --le replicó Severo--, qué es aquello,
- que de mirar en ello se me ofusca
- la vista; así corusca y resplandece,[210]
- y tan claro parece allí en la urna, 1770
- como en hora noturna la cometa.
- --Amigo, no se meta --dijo el viejo--
- ninguno, le aconsejo, en este suelo
- en saber más que el cielo le otorgare;
- y si no te mostrare lo que pides, 1775
- tú mismo me lo impides, porque en tanto
- que el mortal velo y manto el alma cubren,
- mil cosas se te encubren, que no bastan
- tus ojos, que contrastan, a mirallas.
- No pude yo pintallas con menores 1780
- luces y resplandores, porque sabe,
- y aquesto en ti bien cabe, que esto todo
- que en ecesivo modo resplandece
- tanto, que no parece ni se muestra,
- es lo que aquella diestra mano osada 1785
- y virtud sublimada de Fernando
- acabarán entrando más los días.
- Lo cual, con lo que vías comparado,
- es como con nublado muy escuro
- el sol ardiente, puro, relumbrante. 1790
- Tu vista no es bastante a tanta lumbre,
- hasta que la costumbre de miralla
- tu ver al contemplalla no confunda.
- Como en cárcel profunda el encerrado,
- que, súbito sacado, le atormenta 1795
- el sol que se presenta a sus tinieblas;
- así tú, que las nieblas y hondura,
- metido en estrechura, contemplabas
- que era cuanto mirabas otra gente,
- viendo tan diferente suerte de hombre, 1800
- no es mucho que te asombre luz tamaña;
- pero vete, que baña el sol hermoso
- su carro presuroso ya en las ondas,
- y antes que me respondas será puesto.--
- Diciendo así, con gesto muy humano 1805
- tomole por la mano. ¡Oh admirable
- caso, y, cierto, espantable! Que en saliendo,
- se fueron estriñendo de una parte
- y de otra de tal arte aquellas ondas,
- que las aguas, que hondas ser solían, 1810
- el suelo descubrían, y dejaban
- seca por do pasaban la carrera,
- hasta que en la ribera se hallaron;
- y como se pararon en un alto,
- el viejo de allí un salto dio con brío, 1815
- y levantó del río espuma al cielo,
- y comovió del suelo negra arena.
- Severo, ya de ajena ciencia instruto,
- fuese a coger el fruto sin tardanza
- de futura esperanza; y escribiendo, 1820
- las cosas fue esprimiendo muy conformes
- a las que había de Tormes aprendido;
- y aunque de mi sentido él bien juzgase
- que no las alcanzase, no por eso
- este largo proceso sin pereza 1825
- dejó, por su nobleza, de mostrarme.
- Yo no podía hartarme allí leyendo,
- y tú de estarme oyendo estás cansado.
-
- SALICIO
-
- Espantado me tienes
- con tan estraño cuento, 1830
- y al son de tu hablar embebecido;
- acá dentro me siento,
- oyendo tantos bienes
- y el valor deste príncipe escogido,
- bullir con el sentido 1835
- y arder con el deseo,
- por contemplar presente
- a aquel que, estando ausente,
- por tu divina relación ya veo.
- ¡Quién viese la escritura, 1840
- ya que no puede verse la pintura!
- Por firme y verdadero,
- después que te he escuchado,
- tengo que ha de sanar Albanio cierto;
- que, según me has contado, 1845
- bastará a tu Severo
- a dar salud a un vivo y vida a un muerto;
- que a quien fue descubierto
- un tamaño secreto,
- razón es que se crea 1850
- que, cualquiera que sea,
- alcanzará con su saber perfeto,
- y a las enfermedades
- aplicará contrarias calidades.
-
- NEMOROSO
-
- Pues ¿en qué te resumes, di, Salicio, 1855
- acerca deste enfermo compañero?
-
- SALICIO
-
- En que hagamos el debido oficio.
- Luego de aquí partamos, y primero
- que haga curso el mal y se envejesca,
- así le presentemos a Severo. 1860
-
- NEMOROSO
-
- Yo soy contento, y antes que amanesca
- y que del sol el claro rayo ardiente
- sobre las altas cumbres se paresca,
- el compañero mísero y doliente
- llevemos luego donde cierto entiendo 1865
- que será guarecido fácilmente.
-
- SALICIO
-
- Recoge tu ganado, que cayendo
- ya de los altos montes las mayores
- sombras, con ligereza van corriendo.
- Mira en torno, y verás por los alcores 1870
- salir el humo de las caserías
- de aquestos comarcanos labradores.[211]
- Recoge tus ovejas y las mías,
- y vete ya con ellas poco a poco
- por aquel mismo valle que solías. 1875
- Yo solo me avendré con nuestro loco,
- que pues él hasta aquí no se ha movido,
- la braveza y furor debe ser poco.
-
- NEMOROSO
-
- Si llegas antes, no te estés dormido;
- apareja la cena, que sospecho 1880
- que aún fuego Galafrón no habrá encendido.
-
- SALICIO
-
- Yo lo haré, que al hato iré derecho,
- si no me lleva a despeñar consigo
- de algún barranco Albanio a mi despecho.
- Adiós, hermano.
-
- NEMOROSO
-
- Adiós, Salicio amigo. 1885
-
-
-
-
-ÉGLOGA III
-
- Aquella voluntad honesta y pura,[212]
- ilustre y hermosísima María,
- que en mí de celebrar tu hermosura,
- tu ingenio y tu valor estar solía,
- a despecho y pesar de la ventura 5
- que por otro camino me desvía,
- está y estará en mí tanto clavada,
- cuanto del cuerpo el alma acompañada.[213]
- Y aun no se me figura que me toca
- aqueste oficio solamente en vida; 10
- mas con la lengua muerta y fría en la boca[214]
- pienso mover la voz a ti debida.
- Libre mi alma de su estrecha roca,
- por el Estigio lago conducida,
- celebrándote irá, y aquel sonido 15
- hará parar las aguas del olvido.
- Mas la fortuna, de mi mal no harta,
- me aflige y de un trabajo en otro lleva;
- ya de la patria, ya del bien me aparta,
- ya mi paciencia en mil maneras prueba; 20
- y lo que siento más, es que la carta,[215]
- donde mi pluma en tu alabanza mueva,
- poniendo en su lugar cuidados vanos,
- me quita y me arrebata de las manos.
- Pero, por más que en mí su fuerza pruebe, 25
- no tornará mi corazón mudable;
- nunca dirán jamás que me remueve
- fortuna de un estudio tan loable.
- Apolo y las hermanas, todas nueve,
- me darán ocio y lengua con que hable 30
- lo menos de lo que en tu ser cupiere,
- que esto será lo más que yo pudiere.[216]
- En tanto no te ofenda ni te harte
- tratar del campo y soledad que amaste,
- ni desdeñes aquesta inculta parte 35
- de mi estilo, que en algo ya estimaste.
- Entre las armas del sangriento Marte,
- do apenas hay quien su furor contraste,
- hurté de el tiempo aquesta breve suma,
- tomando, ora la espada, ora la pluma.[217] 40
- Aplica, pues, un rato los sentidos
- al bajo son de mi zampoña ruda,
- indina de llegar a tus oídos,
- pues de ornamento y gracia va desnuda;
- mas a las veces son mejor oídos 45
- el puro ingenio y lengua casi muda,
- testigos limpios de ánimo inocente,
- que la curiosidad del elocuente.
- Por aquesta razón de ti escuchado,
- aunque me falten otras, ser meresco. 50
- Lo que puedo te doy, y lo que he dado,
- con recibillo tú yo me enriquesco.
- De cuatro ninfas que del Tajo amado
- salieron juntas, a cantar me ofresco,
- Filódoce, Dinámene y Crimene, 55
- Nise, que en hermosura par no tiene.
- Cerca del Tajo en soledad amena,
- de verdes sauces hay una espesura,
- toda de hiedra revestida y llena,
- que por el tronco va hasta el altura, 60
- y así la teje arriba y encadena,
- que el sol no halla paso a la verdura;
- el agua baña el prado, con sonido
- alegrando la vista y el oído.
- Con tanta mansedumbre el cristalino 65
- Tajo en aquella parte caminaba,
- que pudieran los ojos el camino
- determinar apenas que llevaba.
- Peinando sus cabellos de oro fino,
- una ninfa, del agua, do moraba, 70
- la cabeza sacó, y el prado ameno
- vido de flores y de sombra lleno.
- Moviola el sitio umbroso, el manso viento,
- el suave olor de aquel florido suelo.
- Las aves en el fresco apartamiento 75
- vio descansar del trabajoso vuelo.
- Secaba entonces el terreno aliento
- el sol subido en la mitad del cielo.
- En el silencio solo se escuchaba
- un susurro de abejas que sonaba. 80
- Habiendo contemplado una gran pieza
- atentamente aquel lugar sombrío,
- somorgujó de nuevo su cabeza,[218]
- y al fondo se dejó calar del río.[219]
- A sus hermanas a contar empieza 85
- del verde sitio el agradable frío,
- y que vayan les ruega y amonesta
- allí con su labor a estar la siesta.
- No perdió en esto mucho tiempo el ruego,
- que las tres dellas su labor tomaron, 90
- y en mirando de fuera, vieron luego
- el prado, hacia el cual enderezaron.
- El agua clara con lacivo juego[220]
- nadando dividieron y cortaron,[221]
- hasta que el blanco pie tocó mojado, 95
- saliendo de la arena, el verde prado.
- Poniendo ya en lo enjuto las pisadas,[222]
- escurrieron del agua sus cabellos,
- los cuales esparciendo, cubijadas
- las hermosas espaldas fueron dellos. 100
- Luego sacando telas delicadas,
- que en delgadeza competían con ellos,[223]
- en lo más escondido se metieron,
- y a su labor atentas se pusieron.
- Las telas eran hechas y tejidas 105
- del oro que el felice Tajo envía,
- apurado, después de bien cernidas
- las menudas arenas do se cría.[224]
- Y de las verdes hojas reducidas
- en estambre sutil, cual convenía 110
- para seguir el delicado estilo
- del oro ya tirado en rico hilo.
- La delicada estambre era distinta
- de las colores que antes le habían dado
- con la fineza de la varia tinta 115
- que se halla en las conchas del pescado.
- Tanto artificio muestra en lo que pinta
- y teje cada ninfa en su labrado,
- cuanto mostraron en sus tablas antes
- el celebrado Apeles y Timantes. 120
- Filódoce, que así de aquellas era
- llamada la mayor, con diestra mano
- tenía figurada la ribera
- de Estrimón, de una parte el verde llano,
- y de otra el monte de aspereza fiera, 125
- pisado tarde o nunca de pie humano,
- donde el amor movió con tanta gracia
- la dolorosa lengua del de Tracia.[225]
- Estaba figurada la hermosa
- Eurídice, en el blanco pie mordida[226] 130
- de la pequeña sierpe ponzoñosa,[227]
- entre la hierba y flores escondida;
- descolorida estaba como rosa
- que ha sido fuera de sazón cogida,
- y el ánima, los ojos ya volviendo, 135
- de su hermosa carne despidiendo.
- Figurado se vía estensamente
- el osado marido que bajaba
- al triste reino de la escura gente,
- y la mujer perdida recobraba; 140
- y cómo después desto él, impaciente
- por miralla de nuevo, la tornaba
- a perder otra vez, y del tirano
- se queja al monte solitario en vano.[228]
- Dinámene no menos artificio 145
- mostraba en la labor que había tejido,
- pintando a Apolo en el robusto oficio
- de la silvestre caza embebecido.
- Mudar luego le hace el ejercicio
- la vengativa mano de Cupido, 150
- que hizo a Apolo consumirse en lloro
- después que le enclavó con punta de oro.[229]
- Dafne con el cabello suelto al viento,[230]
- sin perdonar al blanco pie, corría
- por áspero camino tan sin tiento, 155
- que Apolo en la pintura parecía
- que, porque ella templase el movimiento,
- con menos ligereza la seguía.
- Él va siguiendo, y ella huye como
- quien siente al pecho el odioso plomo.[231] 160
- Mas a la fin los brazos le crecían,
- y en sendos ramos vueltos se mostraban,
- y los cabellos, que vencer solían
- al oro fino, en hojas se tornaban;
- en torcidas raíces se estendían 165
- los blancos pies, y en tierra se hincaban.
- Llora el amante, y busca el ser primero,
- besando y abrazando aquel madero.
- Climene, llena de destreza y maña,
- el oro y las colores matizando, 170
- iba de hayas una gran montaña
- de robles y de peñas variando.
- Un puerco entre ellas, de braveza estraña,
- estaba los colmillos aguzando
- contra un mozo, no menos animoso, 175
- con su venablo en mano, que hermoso.[232]
- Tras esto, el puerco allí se vía herido
- de aquel mancebo por su mal valiente,
- y el mozo en tierra estaba ya tendido,
- abierto el pecho del rabioso diente; 180
- con el cabello de oro desparcido
- barriendo el suelo miserablemente,
- las rosas blancas por allí sembradas
- tornaba con su sangre coloradas.
- Adonis este se mostraba que era, 185
- según se muestra Venus dolorida,
- que viendo la herida abierta y fiera,
- estaba sobre él casi amortecida.
- Boca con boca coge la postrera[233]
- parte del aire que solía dar vida 190
- al cuerpo, por quien ella en este suelo
- aborrecido tuvo al alto cielo.
- La blanca Nise no tomó a destajo
- de los pasados casos la memoria,
- y en la labor de su sutil trabajo 195
- no quiso entretejer antigua historia;
- antes mostrando de su claro Tajo
- en su labor la celebrada gloria,
- lo figuró en la parte donde él baña
- la más felice tierra de la España.[234] 200
- Pintado el caudaloso río se vía,
- que, en áspera estrecheza reducido,
- un monte casi al rededor teñía,
- con ímpetu corriendo y con ruído;
- querer cercallo todo parecía[235] 205
- en su volver; mas era afán perdido;
- dejábase correr, en fin, derecho,[236]
- contento de lo mucho que había hecho.
- Estaba puesta en la sublime cumbre
- del monte, y desde allí por él sembrada, 210
- aquella ilustre y clara pesadumbre,
- de antiguos edificios adornada.
- De allí con agradable mansedumbre
- el Tajo va siguiendo su jornada,
- y regando los campos y arboledas 215
- con artificio de las altas ruedas.[237]
- En la hermosa tela se veían
- entretejidas las silvestres diosas
- salir de la espesura, y que venían
- todas a la ribera presurosas, 220
- en el semblante tristes, y traían
- cestillos blancos de purpúreas rosas,
- las cuales esparciendo, derramaban
- sobre una ninfa muerta que lloraban.[238]
- Todas con el cabello desparcido[239] 225
- lloraban una ninfa delicada,[240]
- cuya vida mostraba que había sido
- antes de tiempo y casi en flor cortada.[241]
- Cerca del agua, en un lugar florido,
- estaba entre la hierba degollada,[242] 230
- cual queda el blanco cisne cuando pierde
- la dulce vida entre la hierba verde.
- Una de aquellas diosas, que en belleza,
- al parecer, a todas ecedía,
- mostrando en el semblante la tristeza 235
- que del funesto y triste caso había,
- apartada algún tanto, en la corteza
- de un álamo unas letras escribía,
- como epitafio de la ninfa bella,
- que hablaban así por parte della: 240
- «Elisa soy, en cuyo nombre suena
- y se lamenta el monte cavernoso,
- testigo del dolor y grave pena
- en que por mí se aflige Nemoroso,
- y llama Elisa; Elisa a boca llena 245
- responde el Tajo, y lleva presuroso
- al mar de Lusitania el nombre mío,[243]
- donde será escuchado, yo lo fío.»
- En fin, en esta tela artificiosa
- toda la historia estaba figurada, 250
- que en aquella ribera deleitosa
- de Nemoroso fue tan celebrada;
- porque de todo aquesto y cada cosa
- estaba Nise ya tan informada,
- que llorando el pastor, mil veces ella 255
- se enterneció escuchando su querella.
- Y porque aqueste lamentable cuento,
- no solo entre las selvas se contase,
- mas, dentro de las ondas, sentimiento
- con la noticia de esto se mostrase, 260
- quiso que de su tela el argumento
- la bella ninfa muerta señalase,
- y así se publicase de uno en uno
- por el húmido reino de Netuno.
- Destas historias tales variadas 265
- eran las telas de las cuatro hermanas,
- las cuales, con colores matizadas
- y claras luces de las sombras vanas,
- mostraban a los ojos relevadas
- las cosas y figuras que eran llanas; 270
- tanto que, al parecer, el cuerpo vano
- pudiera ser tomado con la mano.[244]
- Los rayos ya del sol se trastornaban,[245]
- escondiendo su luz, al mundo cara,
- tras altos montes, y a la luna daban 275
- lugar para mostrar su blanca cara;
- los peces a menudo ya saltaban,
- con la cola azotando el agua clara,
- cuando las ninfas, la labor dejando,
- hacia el agua se fueron paseando. 280
- En las templadas ondas ya metidos
- tenían los pies, y reclinar querían
- los blancos cuerpos, cuando sus oídos
- fueron de dos zampoñas que tañían
- suave y dulcemente, detenidos; 285
- tanto, que sin mudarse las oían,
- y al son de las zampoñas escuchaban
- dos pastores, a veces, que cantaban.
- Más claro cada vez el son se oía
- de dos pastores, que venían cantando 290
- tras el ganado, que también venía
- por aquel verde soto caminando,
- y a la majada, ya pasado el día,
- recogido llevaban, alegrando
- las verdes selvas con el son suave, 295
- haciendo su trabajo menos grave.
- Tirreno destos dos el uno era,
- Alcino el otro, entrambos estimados,
- y sobre cuantos pacen la ribera
- del Tajo, con sus vacas, enseñados; 300
- mancebos de una edad, de una manera
- a cantar juntamente aparejados,
- y a responder. Aquesto van diciendo,
- cantando el uno, el otro respondiendo.
-
- TIRRENO
-
- Flérida, para mí dulce y sabrosa 305
- más que la fruta del cercado ajeno,[246]
- más blanca que la leche y más hermosa
- que el prado por abril, de flores lleno;
- si tú respondes pura y amorosa
- al verdadero amor de tu Tirreno, 310
- a mi majada arribarás, primero
- que el cielo nos amuestre su lucero.
-
- ALCINO
-
- Hermosa Filis, siempre yo te sea
- amargo al gusto más que la retama,
- y de ti despojado yo me vea, 315
- cual queda el tronco de su verde rama,
- si más que yo el murciélago desea
- la escuridad, ni más la luz desama,
- por ver ya el fin de un término tamaño
- deste día, para mí mayor que un año. 320
-
- TIRRENO
-
- Cual suele acompañada de su bando
- aparecer la dulce primavera,
- cuando Favonio y Céfiro soplando,[247]
- al campo toman su beldad primera,
- y van artificiosos esmaltando 325
- de rojo, azul y blanco la ribera;
- en tal manera a mí, Flérida mía,
- viniendo, reverdece mi alegría.
-
- ALCINO
-
- ¿Ves el furor del animoso viento,
- embravecido en la fragosa sierra, 330
- que los antiguos robles ciento a ciento
- y los pinos altísimos atierra,
- y de tanto destrozo aún no contento,
- al espantoso mar mueve la guerra?
- Pequeña es esta furia, comparada 335
- a la de Filis, con Alcino airada.
-
- TIRRENO
-
- El blanco trigo multiplica y crece,
- produce el campo en abundancia tierno
- pasto al ganado, el verde monte ofrece
- a las fieras salvajes su gobierno; 340
- adoquiera que miro me parece
- que derrama la copia todo el cuerno;[248]
- mas todo se convertirá en abrojos
- si dello aparta Flérida sus ojos.
-
- ALCINO
-
- De la esterilidad es oprimido 345
- el monte, el campo, el soto y el ganado;
- la malicia del aire corrompido
- hace morir la hierba mal su grado;[249]
- las aves ven su descubierto nido,
- que ya de verdes hojas fue cercado; 350
- pero si Filis por aquí tornare,
- hará reverdecer cuanto mirare.
-
- TIRRENO
-
- El álamo de Alcides escogido
- fue siempre, y el laurel del rojo Apolo;
- de la hermosa Venus fue tenido 355
- en precio y en estima el mirto solo;
- el verde sauz de Flérida es querido,
- y por suyo entre todos escogiolo;[250]
- doquiera que de hoy más sauces se hallen,
- el álamo, el laurel y el mirto callen. 360
-
- ALCINO
-
- El fresno por la selva en hermosura
- sabemos ya que sobre todos vaya,
- y en aspereza y monte de espesura
- se aventaja la verde y alta haya;
- mas el que la beldad de tu figura 365
- dondequiera mirado, Filis, haya,
- al fresno y a la haya en su aspereza
- confesará que vence tu belleza.--
-
- Esto cantó Tirreno, y esto Alcino
- le respondió; y habiendo ya acabado 370
- el dulce son, siguieron su camino
- con paso un poco más apresurado.
- Siendo a las ninfas ya el rumor vecino,
- todas juntas se arrojan por el vado,
- y de la blanca espuma que movieron 375
- las cristalinas hondas se cubrieron.
-
-
-
-
-ELEGÍA PRIMERA
-
-
- Aunque este grave caso haya tocado[251]
- con tanto sentimiento el alma mía,
- que de consuelo estoy necesitado,
- con que de su dolor mi fantasía
- se descargase un poco, y se acabase 5
- de mi continuo llanto la porfía,
- quise, pero, probar si me bastase[252]
- el ingenio a escribirte algún consuelo,
- estando cual estoy, que aprovechase
- para que tu reciente desconsuelo 10
- la furia mitigase, si las musas
- pueden un corazón alzar del suelo
- y poner fin a las querellas que usas,
- con que de Pindo ya las moradoras
- se muestran lastimadas y confusas; 15
- que, según he sabido, ni a las horas
- que el sol se muestra ni en el mar se esconde,
- de tu lloroso estado no mejoras;
- antes en él permaneciendo, donde
- quiera que estás tus ojos siempre bañas, 20
- y el llanto a tu dolor así responde,
- que temo ver deshechas tus entrañas
- en lágrimas, como al lluvioso viento
- se derrite la nieve en las montañas.
- Si acaso el trabajado pensamiento 25
- en el común reposo se adormece,
- por tornar al dolor con nuevo aliento,
- en aquel breve sueño te aparece
- la imagen amarilla del hermano,
- que de la dulce vida desfallece; 30
- y tú, tendiendo la piadosa mano,
- probando a levantar el cuerpo amado,
- levantas solamente el aire vano;
- y del dolor el sueño desterrado
- con ansia vas buscando, el que partido 35
- era ya con el sueño y alongado.
- Así desfalleciendo en tu sentido,
- como fuera de ti, por la ribera
- de Trápana con llanto y con gemido
- el caro hermano buscas, que sola era 40
- la mitad de tu alma, el cual muriendo,
- no quedará ya tu alma entera.[253]
- Y no de otra manera repitiendo
- vas el amado nombre, en desusada
- figura a todas partes revolviendo, 45
- que cerca del Erídano aquejada,[254]
- lloró y llamó Lampecie el nombre en vano,[255]
- con la fraterna muerte lastimada:
- «Ondas, tornadme ya mi dulce hermano
- Faetón; si no, aquí veréis mi muerte, 50
- regando con mis ojos este llano.»
- ¡Oh cuántas veces, con el dolor fuerte
- avivadas las fuerzas, renovaba
- las quejas de su cruda y dura suerte!
- ¡Y cuántas otras, cuando se acababa 55
- aquel furor, en la ribera umbrosa,
- muerta, cansada, el cuerpo reclinaba!
- Bien te confieso que si alguna cosa
- entre la humana puede y mortal gente
- entristecer un alma generosa, 60
- con gran razón podrá ser la presente,
- pues te ha privado de un tan dulce amigo,
- no solamente hermano, un acidente;
- el cual, no solo siempre fue testigo
- de tus consejos y íntimos secretos, 65
- mas de cuanto lo fuiste tú contigo.
- En él se reclinaban tus discretos
- y honestos pareceres, y hacían
- conformes al asiento sus efetos.
- En él ya se mostraban y leían 70
- tus gracias y virtudes una a una,
- y con hermosa luz resplandecían,
- como en luciente de cristal coluna,[256]
- que no encubre de cuanto se avecina
- a su viva pureza cosa alguna. 75
- ¡Oh, miserables hados! ¡Oh, mesquina
- suerte la del estado humano, y dura,
- do por tantos trabajos se camina!
- Y agora muy mayor la desventura
- de aquesta nuestra edad, cuyo progreso 80
- muda de un mal en otro su figura.
- ¿A quién ya de nosotros el eceso
- de guerras, de peligros y destierro
- no toca, y no ha cansado el gran proceso?
- ¿Quién no vio desparcir su sangre al hierro 85
- del enemigo? ¿Quién no vio su vida
- perder mil veces y escapar por yerro?
- ¿De cuántos queda y quedará perdida
- la casa y la mujer y la memoria,
- y de otros la hacienda despendida? 90
- ¿Qué se saca de aquesto? ¿Alguna gloria?
- ¿Algunos premios o agradecimientos?
- Sabralo quien leyere nuestra historia.
- Verase allí que como polvo al viento,
- así se deshará nuestra fatiga 95
- ante quien se endereza nuestro intento.
- No contenta con esto la enemiga
- del humano linaje, que invidiosa
- coge sin tiempo el grano de la espiga,
- nos ha querido ser tan rigurosa, 100
- que ni a tu juventud, don Bernaldino,
- ni ha sido a nuestra pérdida piadosa.
- ¿Quién pudiera de tal ser adivino?
- ¿A quién no le engañara la esperanza,
- viéndote caminar por tal camino? 105
- ¿Quién no se prometiera en abastanza[257]
- seguridad entera de tus años,
- sin temer de natura tal mudanza?
- Nunca los tuyos, mas los propios daños,
- dolernos deben; que la muerte amarga 110
- nos muestra claros ya mil desengaños:
- hanos mostrado ya que en vida larga
- apenas de tormentos y de enojos
- llevar podemos la pesada carga;
- hanos mostrado en ti que claros ojos 115
- y juventud y gracia y hermosura,[258]
- son también, cuando quiere, sus despojos.
- Mas no puede hacer que tu figura,
- después de ser de vida ya privada,
- no muestre el artificio de natura. 120
- Bien es verdad que no está acompañada
- de la color de rosa que solía
- con la blanca azucena ser mesclada;
- porque el calor templado que encendía
- la blanca nieve de tu rostro puro, 125
- robado ya la muerte te lo había.
- En todo lo demás, como en seguro
- y reposado sueño descansabas,
- indicio dando del vivir futuro.[259]
- Mas ¿qué hará la madre que tú amabas, 130
- de quien perdidamente eras amado,
- a quien la vida con la tuya dabas?
- Aquí se me figura que ha llegado
- de su lamento el son, que con su fuerza
- rompe el aire vecino y apartado; 135
- tras el cual a venir también se esfuerza
- el de las cuatro hermanas, que teniendo
- va con el de la madre viva fuerza.
- A todas las contemplo desparciendo
- de su cabello luengo el fino oro, 140
- al cual ultraje y daño están haciendo.
- El viejo Tormes con el blanco coro
- de sus hermosas ninfas seca el río,
- y humedece la tierra con su lloro.
- No recostado en urna al dulce frío[260] 145
- de su caverna umbrosa, mas tendido
- por el arena en el ardiente estío,
- con ronco son de llanto y de gemido,
- los cabellos y barbas mal paradas
- se despedaza, y el sutil vestido. 150
- En torno dél sus ninfas, desmayadas,
- llorando en tierra están sin ornamento,
- con las cabezas de oro despeinadas.
- Cese ya del dolor, el sentimiento,
- hermosas moradoras del undoso 155
- Tormes; tened más provechoso intento;
- consolad a la madre, que el piadoso
- dolor la tiene puesta en tal estado,
- que es menester socorro presuroso.
- Presto será que el cuerpo, sepultado 160
- en un perpetuo mármol, de las ondas
- podrá de vuestro Tormes ser bañado.
- Y tú, hermoso coro, allá en las hondas
- aguas metido, podrá ser que al llanto
- de mi dolor te muevas y respondas. 165
- Vos, altos promontorios, entre tanto
- con toda la Trinacria entristecida[261]
- buscad alivio en desconsuelo tanto.
- Sátiros, faunos, ninfas, cuya vida[262]
- sin enojos se pasa, moradores 170
- de la parte repuesta y escondida,
- con luenga esperiencia sabidores,
- buscad para consuelo de Fernando
- hierbas de propriedad oculta y flores;
- así en el escondido bosque, cuando 175
- ardiendo en vivo y agradable fuego
- las fugitivas ninfas vais buscando,
- ellas se inclinen al piadoso ruego,
- y en recíproco lazo estén ligadas,
- sin esquivar el amoroso juego. 180
- Tú, gran Fernando, que entre tus pasadas
- y tus presentes obras resplandeces,
- y a mayor fama están por ti obligadas,
- contempla dónde estás; que si falleces
- al nombre que has ganado entre la gente, 185
- de tu virtud en algo te enflaqueces.
- Porque al fuerte varón no se consiente
- no resistir los casos de fortuna
- con firme rostro y corazón valiente.
- Y no tan solamente esta importuna, 190
- con proceso cruel y riguroso,
- con revolver de sol, de cielo y luna
- mover no debe un pecho generoso,
- ni entristecello con funesto vuelo,
- turbando con molestia su reposo; 195
- mas si toda la máquina del cielo
- con espantable son y con ruído,
- hecha pedazos, se viniere al suelo,
- debe ser aterrado y oprimido
- del grave peso y de la gran ruína, 200
- primero que espantado y comovido.
- Por estas asperezas se camina
- de la inmortalidad al alto asiento,
- do nunca arriba quien de aquí declina.
- En fin, Señor, tornando al movimiento 205
- de la humana natura, bien permito
- a nuestra flaca parte un sentimiento;
- mas el eceso en esto vedo y quito,
- si alguna cosa puedo, que parece
- que quiere proceder en infinito. 210
- A lo menos el tiempo que, descrece
- y muda de las cosas el estado,
- debe bastar, si la razón fallece.
- No fue el troyano príncipe llorado[263]
- siempre del viejo padre dolorido, 215
- ni siempre de la madre lamentado;
- antes, después del cuerpo redemido
- con lágrimas humildes y con oro,
- que fue del fiero Aquiles concedido,
- y reprimido el lamentable coro 220
- del frigio llanto, dieron fin al vano
- y sin provecho sentimiento y lloro.
- El tierno pecho, en esta parte humano,
- de Venus, ¿qué sintió, su Adonis viendo
- de su sangre regar el verde llano?[264] 225
- Mas des que vido bien que corrompiendo
- con lágrimas sus ojos no hacía
- sino en su llanto estarse deshaciendo,
- y que tornar llorando no podía
- su caro y dulce amigo de la escura 230
- y tenebrosa noche al claro día,
- los ojos enjugó, y la frente pura
- mostró con algo más contentamiento,
- dejando con el muerto la tristura;
- y luego con gracioso movimiento 235
- se fue su paso por el verde suelo,
- con su guirnalda usada y su ornamento.
- Desordenaba con lacivo vuelo
- el viento su cabello, y con su vista
- alegraba la tierra, el mar y el cielo. 240
- Con discurso y razón que es tan prevista,
- con fortaleza y ser que en ti contemplo,
- a la flaca tristeza se resista.
- Tu ardiente gana de subir al templo
- donde la muerte pierde su derecho, 245
- te baste, sin mostrarte yo otro ejemplo.
- Allí verás cuán poco mal ha hecho
- la muerte en la memoria y clara fama
- de los famosos hombres que ha deshecho.
- Vuelve los ojos donde al fin te llama 250
- la suprema esperanza, do perfeta
- sube y purgada el alma en pura llama.
- ¿Piensas que es otro el fuego que en Oeta[265]
- de Alcides consumió la mortal parte[266]
- cuando voló el espirtu al alta meta? 255
- Desta manera aquel por quien reparte
- tu corazón sospiros mil al día,
- y resuena tu llanto en cada parte,
- subió por la difícil y alta vía,
- de la carne mortal purgado y puro, 260
- en la dulce región del alegría;
- do con discurso libre ya y seguro
- mira la vanidad de los mortales,
- ciegos, errados en el aire escuro;
- y viendo y contemplando nuestros males, 265
- alégrase de haber alzado el vuelo
- a gozar de las horas inmortales.
- Pisa el inmenso y cristalino cielo
- teniendo puestos de una y otra mano
- el claro padre y el sublime abuelo.[267] 270
- El uno ve de su proceso humano
- sus virtudes estar allí presentes,
- que el áspero camino hacen llano;
- el otro, que acá hizo entre las gentes
- en la vida mortal menor tardanza, 275
- sus llagas muestra allá resplandecientes.
- Dellas aqueste premio allá se alcanza;
- porque del enemigo no conviene
- procurar en el cielo otra venganza.
- Mira la tierra, el mar que la contiene,[268] 280
- todo lo cual por un pequeño punto
- a respeto del cielo juzga y tiene.
- Puesta la vista en aquel gran trasunto
- y espejo, do se muestra lo pasado
- con lo futuro y lo presente junto, 285
- el tiempo que a tu vida limitado
- de allá arriba te está, Fernando, mira,
- y allí ve tu lugar ya deputado.
- ¡Oh bienaventurado! que sin ira,
- sin odio, en paz estás, sin amor ciego, 290
- con quien acá se muere y se sospira;
- y en eterna holganza y en sosiego
- vives, y vivirás cuanto encendiere
- las almas del divino amor el fuego!
- Si el cielo piadoso y largo diere 295
- luenga vida a la voz deste mi llanto,
- lo cual tú sabes que pretende y quiere,
- yo te prometo, amigo, que entre tanto
- que el sol al mundo alumbre, y que la escura
- noche cubra la tierra con su manto, 300
- y en tanto que los peces la hondura
- húmida habitarán del mar profundo,
- y las fieras del monte la espesura,
- se cantará de ti por todo el mundo;
- que en cuanto se discurre, nunca visto 305
- de tus años jamás otro segundo
- será desde el Antártico a Calisto.[269]
-
-
-
-
-ELEGÍA SEGUNDA
-
-
- Aquí, Boscán, donde del buen troyano[270]
- Anquises con eterno nombre y vida[271]
- conserva la ceniza el Mantuano,[272]
- debajo de la seña esclarecida
- de César Africano nos hallamos,[273] 5
- la vencedora gente recogida;
- diversos en estudio; que unos vamos
- muriendo por coger de la fatiga
- el fruto que con el sudor sembramos;
- otros, que hacen la virtud amiga 10
- y premio de sus obras, y así quieren
- que la gente lo piense y que lo diga,
- destotros en lo público difieren,
- y en lo secreto sabe Dios en cuánto
- se contradicen en lo que profieren. 15
- Yo voy por medio, porque nunca tanto
- quise obligarme a procurar hacienda;
- que un poco más que aquellos me levanto.
- Ni voy tampoco por la estrecha senda
- de los que cierto sé que a la otra vía 20
- vuelven de noche, al caminar, la rienda.
- Mas, ¿dónde me llevó la pluma mía,
- que a sátira me voy mi paso a paso,[274]
- y aquesta que os escribo es elegía?
- Yo enderezo, señor, en fin, mi paso 25
- por donde vos sabéis, que su proceso
- siempre ha llevado y lleva Garcilaso;[275]
- y así, en mitad de aqueste monte espeso
- de las diversidades me sostengo,
- no sin dificultad, mas no por eso 30
- dejo las musas, antes torno y vengo
- dellas al negociar, y variando,
- con ellas dulcemente me entretengo.
- Así se van las horas engañando,
- así del duro afán y grave pena 35
- estamos algún hora descansando.
- De aquí iremos a ver de la sirena
- la patria, que bien muestra haber ya sido[276]
- de ocio y de amor antiguamente llena.[277]
- Allí mi corazón tuvo su nido 40
- un tiempo ya; mas no sé ¡triste! agora
- o si estará ocupado o desparcido.[278]
- De aquesto un frío temor así a deshora
- por mis huesos discurre en tal manera,
- que no puedo vivir con él un hora. 45
- Si ¡triste! de mi bien estado hubiera
- un breve tiempo ausente, yo no niego
- que con mayor seguridad viviera.
- La breve ausencia hace el mismo juego
- en la fragua de amor, que en fragua ardiente 50
- el agua moderada hace al fuego;
- la cual verás que no tan solamente
- no lo suele matar, mas lo refuerza
- con ardor más intenso y eminente;
- porque un contrario con la poca fuerza 55
- de su contrario, por vencer la lucha,
- su brazo aviva y su valor esfuerza;
- pero si el agua en abundancia mucha
- sobre el fuego se esparce y se derrama,
- el humo sube al cielo, el son se escucha, 60
- y el claro resplandor de viva llama,
- en polvo y en ceniza convertido,
- apenas queda dél sino la fama.
- Así el ausencia larga, que ha esparcido
- en abundancia su licor, que amata 65
- el fuego que el amor tenía encendido,
- de tal suerte lo deja, que lo trata
- la mano sin peligro en el momento
- que en aparencia y son se desbarata.
- Yo solo fuera voy de aqueste cuento; 70
- porque el amor me aflige y me atormenta,
- y en el ausencia crece el mal que siento;
- y pienso yo que la razón consienta
- y permita la causa deste efeto,
- que a mí solo entre todos se presenta; 75
- porque, como del cielo yo sujeto
- estaba eternamente y deputado
- al amoroso fuego en que me meto,
- así para poder ser amatado,
- el ausencia sin término infinita 80
- debe ser, y sin tiempo limitado;
- lo cual no habrá razón que lo permita;
- porque, por más y más que ausencia dure,
- con la vida se acaba, que es finita.
- Mas a mí ¿quién habrá que me asegure 85
- que mi mala fortuna con mudanza
- y olvido contra mí no se conjure?
- Este temor persigue la esperanza
- y oprime y enflaquece el gran deseo
- con que mis ojos van de su holganza.[279] 90
- Con ellos solamente agora veo
- este dolor que el corazón me parte,
- y con él y comigo aquí peleo.
- ¡Oh crudo, oh riguroso, oh fiero Marte,
- de túnica cubierto de diamante,[280] 95
- y endurecido siempre en toda parte!
- ¿Qué tiene que hacer el tierno amante
- con tu dureza y áspero ejercicio
- llevado siempre del furor delante?
- Ejercitando, por mi mal, tu oficio, 100
- soy reducido a términos que muerte
- será mi postrimero beneficio.[281]
- Y esta no permitió mi dura suerte
- que me sobreviniese peleando,
- de hierro traspasado agudo y fuerte,[282] 105
- por que me consumiese contemplando
- mi amado y dulce fruto en mano ajena,
- y el duro posesor de mí burlando.
- Mas, ¿dónde me trasporta y enajena
- de mi proprio sentido el triste miedo? 110
- Aparte de vergüenza y dolor llena,
- donde si el mal yo viese, ya no puedo,
- según con esperalle estoy perdido,
- acrecentar en la miseria un dedo.
- Así lo pienso agora, y si él venido 115
- fuese en su misma forma y su figura,
- tendría el presente por mejor partido,
- y agradecería siempre a la ventura
- mostrarme de mi mal solo el retrato,
- que pintan mi temor y mi tristura. 120
- Yo sé qué cosa es esperar un rato
- el bien del propio engaño, y solamente
- tener con él inteligencia y trato.
- Como acontece al mísero doliente,
- que del un cabo el cierto amigo y sano 125
- le muestra el grave mal de su acidente,
- y le amonesta que del cuerpo humano
- comience a levantar a mejor parte
- el alma suelta con volar liviano;
- mas la tierna mujer, de la otra parte, 130
- no se puede entregar a desengaño,
- y encúbrele del mal la mayor parte;
- él, abrazado con su dulce engaño,
- vuelve los ojos a la voz piadosa,
- y alégrase muriendo con su daño, 135
- así los quito yo de toda cosa,
- y póngolos en solo el pensamiento
- de la esperanza cierta o mentirosa.
- En este dulce error muero contento;
- porque ver claro y conocer mi estado 140
- no puede ya curar el mal que siento;
- y acabo como aquel que en un templado
- baño metido, sin sentido muere,
- las venas dulcemente desatado.[283]
- Tú, que en la patria entre quien bien te quiere 145
- la deleitosa playa estás mirando,[284]
- y oyendo el son del mar que en ella hiere,
- y sin impedimento contemplando
- la misma a quien tú vas eterna fama,
- en tus vivos escritos, procurando; 150
- alégrate, que más hermosa llama[285]
- que aquella que el troyano encendimiento
- pudo causar, el corazón te inflama.
- No tienes que temer el movimiento
- de la fortuna con soplar contrario, 155
- que el puro resplandor serena el viento.
- Yo, como conducido mercenario,
- voy do fortuna a mi pesar me envía,
- si no a morir, que aquesto es voluntario.
- Solo sostiene la esperanza mía 160
- un tan débil engaño, que de nuevo
- es menester hacello cada día;
- y si no lo fabrico y lo renuevo,
- da consigo en el suelo mi esperanza;
- tanto, que en vano a levantalla pruebo. 165
- Aqueste premio mi servir alcanza,
- que en sola la miseria de mi vida
- negó fortuna su común mudanza.
- ¿Dónde podré huir que sacudida
- un rato sea de mí la grave carga 170
- que oprime mi cerviz enflaquecida?
- Mas ¡ay! que la distancia no descarga
- el triste corazón, y el mal, doquiera
- que estoy, para alcanzarme el vuelo alarga.
- Si donde el sol ardiente reverbera 175
- en la arenosa Libia, engendradora
- de toda cosa ponzoñosa y fiera;
- o adonde es él vencido a cualquiera hora
- de la rígida nieve y viento frío,
- parte do no se vive ni se mora; 180
- si en esta o en aquella el desvarío
- o la fortuna me llevase un día,
- y allí gastase todo el tiempo mío;
- el celoso temor con mano fría
- en medio del calor y ardiente arena 185
- el triste corazón me apretaría;
- y en el rigor del hielo, en la serena
- noche, soplando el viento agudo y puro,
- que el veloce correr del agua enfrena,
- de aqueste vivo fuego en que me apuro 190
- y consumirme poco a poco espero,
- sé que aun allí no podré estar seguro;
- y así, diverso entre contrarios muero.
-
-
-
-
-EPÍSTOLA
-
-
- Señor Boscán, quien tanto gusto tiene[286]
- de daros cuenta de los pensamientos
- hasta en las cosas que no tienen nombre,
- no le podrá con vos faltar materia,
- ni será menester buscar estilo 5
- presto, distinto, de ornamento puro,[287]
- tal cual a culta epístola conviene.
- Entre muy grandes bienes que consigo
- el amistad perfeta nos concede,
- es aqueste descuido suelto y puro, 10
- lejos de la curiosa pesadumbre;
- y así, de aquesta libertad gozando,
- digo que vine, cuanto a lo primero,
- tan sano como aquel que en doce días
- lo que solo veréis ha caminado 15
- cuando el fin de la carta os lo mostrare.[288]
- Alargo y suelto a su placer la rienda,
- mucho más que al caballo, al pensamiento,
- y llévame a las veces por camino
- tan dulce y agradable, que me hace 20
- olvidar el trabajo del pasado.
- Otras me lleva por tan duros pasos,
- que con la fuerza del afán presente,
- también de los pasados se me olvida.
- A veces sigo un agradable medio 25
- honesto y reposado en que el discurso
- del gusto y del ingenio se ejercita.
- Iba pensando y discurriendo un día
- a cuántos bienes alargó la mano
- el que de la amistad mostró el camino; 30
- y luego vos, de la amistad ejemplo,
- os me ofrecéis en estos pensamientos.
- Y con vos a lo menos me acontece
- una gran cosa, al parecer estraña;
- y porque la sepáis en pocos versos, 35
- es que, considerando los provechos,
- las honras y los gustos que me vienen
- desta vuestra amistad, que en tanto tengo,
- ninguna cosa en mayor precio estimo,[289]
- ni me hace gustar del dulce estado, 40
- tanto como el amor de parte mía.
- Este conmigo tiene tanta fuerza,
- que sabiendo muy bien las otras partes
- de la amistad, de la estrecheza nuestra,
- con solo aqueste el alma se enternece; 45
- y sé que otra mente me aprovecha,
- que el deleite, que suele ser pospuesto
- a las útiles cosas y a las graves.[290]
- Llévame a escudriñar la causa desto
- ver contino tan recio en mí el efeto, 50
- y hallo que el provecho, el ornamento,
- el gusto y el placer que se me sigue
- del vínculo de amor que nuestro genio
- enredó sobre nuestros corazones,
- son cosas que de mí no salen fuera, 55
- y en mí el provecho solo se convierte.
- Mas el amor, de donde por ventura
- nacen todas las cosas, si hay algunas
- que a vuestra utilidad y gusto miren,
- es razón grande que en mayor estima 60
- tenido sea de mí, que todo el resto,
- cuánto más generosa y alta parte
- es el hacer el bien que el recebillo;[291]
- así que amando me deleito, y hallo
- que no es locura este deleite mío. 65
- ¡Oh cuán corrido estoy y arrepentido
- de haberos alabado el tratamiento
- del camino de Francia y las posadas![292]
- Corrido de que ya por mentiroso
- con razón me tendréis; arrepentido 70
- de haber perdido tiempo en alabaros
- cosa tan dina ya de vituperio;
- donde no hallaréis sino mentiras,
- vinos acedos, camareras feas,
- varletes codiciosos, malas postas,[293] 75
- gran paga, poco argén, largo camino;[294]
- llegar al fin a Nápoles no habiendo
- dejado allá enterrado algún tesoro,
- salvo si no decís que es enterrado
- lo que nunca se halla ni se tiene. 80
- A mi señor Dural estrechamente[295]
- abrazad de mi parte, si pudierdes.
- Doce del mes de Otubre, de la tierra
- do nació el claro fuego del Petrarca,
- y donde están del fuego las cenizas.[296] 85
-
-
-
-
-CANCIÓN PRIMERA
-
-
- Si a la región desierta, inhabitable
- por el hervor del sol demasiado,
- y sequedad de aquella arena ardiente;
- o a la que por el hielo congelado
- y rigurosa nieve es intratable, 5
- del todo inhabitada de la gente,
- por algún acidente
- o acaso de fortuna desastrada,
- me fuésedes llevada,
- y supiese que allá vuestra dureza 10
- estaba en su crueza,
- allá os iría a buscar, como perdido,[297]
- hasta morir a vuestros pies tendido.[298]
-
- Vuestra soberbia y condición esquiva
- acabe ya, pues es tan acabada 15
- la fuerza de en quien ha de esecutarse.[299]
- Mirad bien que el amor se desagrada
- deso, pues quiere que el amante viva
- y se convierta a do piense salvarse.[300]
- El tiempo ha de pasarse, 20
- y de mis males, arrepentimiento,
- confusión y tormento
- sé que os ha de quedar, y esto recelo;
- ¡que aún de aquesto me duelo!
- Como en mí vuestros males son de otra arte, 25
- duélenme en más sensible y tierna parte.
-
- Así paso la vida, acrecentando
- materia de dolor a mis sentidos,
- como si la que tengo no bastase;
- los cuales para todo están perdidos, 30
- sino para mostrarme a mí cuál ando.
- Pluguiese a Dios que aquesto aprovechase
- para que yo pensase
- un rato en mi remedio, pues os veo
- siempre ir con un deseo 35
- de perseguir al triste y al caído;
- yo estoy aquí tendido,[301]
- mostrándoos de mi muerte las señales,
- y vos viviendo solo de mis males.
-
- Si aquella amarillez y los sospiros[302] 40
- salidos sin licencia de su dueño;
- si aquel hondo silencio no han podido
- un sentimiento grande ni pequeño
- mover en vos, que baste convertiros
- a siquiera saber que soy nacido, 45
- baste ya haber sufrido
- tanto tiempo, a pesar de lo que basto;
- que a mí mismo contrasto,[303]
- dándome a entender que mi flaqueza
- me tiene en la tristeza 50
- en que estoy puesto, y no lo que yo entiendo;
- así que con flaqueza me defiendo.
-
- Canción, no has de tener
- comigo que ver más en malo o en bueno;
- trátame como ajeno, 55
- que no te faltará de quien lo aprendas.
- Si has miedo que me ofendas,
- no quieras hacer más por mi derecho
- de lo que hice yo, que el mal me he hecho.
-
-
-
-
-CANCIÓN SEGUNDA
-
-
- La soledad siguiendo,
- rendido a mi fortuna,
- me voy por los caminos que se ofrecen,
- por ellos esparciendo
- mis quejas de una en una 5
- al viento, que las lleva do perecen;[304]
- puesto que ellas merecen
- ser de vos escuchadas,
- pues son tan bien vertidas,
- he lástima de ver que van perdidas 10
- por donde suelen ir las remediadas.
- A mí se han de tornar,
- adonde para siempre habrán de estar.[305]
-
- Mas ¿qué haré, señora,
- en tanta desventura? 15
- ¿Adónde iré, si a vos no voy con ella?
- ¿De quién podré yo agora
- valerme en mi tristura,
- si en vos no halla abrigo mi querella?
- Vos sola sois aquella 20
- con quien mi voluntad
- recibe tal engaño,
- que viéndoos holgar siempre con mi daño,
- me quejo a vos, como si en la verdad
- vuestra condición fuerte 25
- tuviese alguna cuenta con mi muerte.
-
- Los árboles presento
- entre las duras peñas
- por testigo de cuanto os he encubierto;
- de lo que entrellas cuento 30
- podrán dar buenas señas,
- si señas pueden dar del desconcierto.
- Mas ¿quién tendrá concierto
- en contar el dolor,
- que es de orden enemigo? 35
- No me den pena, pues, por lo que digo;
- que ya no me refrenará el temor.
- ¡Quién pudiese hartarse[306]
- de no esperar remedio y de quejarse!
-
- Mas esto me es vedado 40
- con unas obras tales
- con que nunca fue a nadie defendido;
- que si otros han dejado
- de publicar sus males,
- llorando el mal estado a que han venido, 45
- señora, no habrá sido
- sino con mejoría
- y alivio en su tormento;
- mas ha venido en mí a ser lo que siento
- de tal arte, que ya en mi fantasía 50
- no cabe; y así, quedo
- sufriendo aquello que decir no puedo.
-
- Si por ventura estiendo
- alguna vez mis ojos
- por el proceso luengo de mis daños, 55
- con lo que me defiendo
- de tan grandes enojos,
- solamente es allí con mis engaños;
- mas vuestros desengaños
- vencen mi desvarío 60
- y apocan mis defensas.
- Sin yo poder dar otras recompensas,
- sino que, siendo vuestro más que mío,
- quise perderme así,
- por vengarme de vos, señora, en mí. 65
-
- Canción, yo he dicho más que me mandaron,
- y menos que pensé;
- no me pregunten más, que lo diré.[307]
-
-
-
-
-CANCIÓN TERCERA
-
-
- Con un manso ruído
- de agua corriente y clara,
- cerca el Danubio una isla, que pudiera[308]
- ser lugar escogido
- para que descansara 5
- quien como yo estó agora, no estuviera;
- do siempre primavera
- parece en la verdura
- sembrada de las flores;
- hacen los ruiseñores 10
- renovar el placer o la tristura
- con sus blandas querellas,
- que nunca día ni noche cesan dellas.
-
- Aquí estuve yo puesto,
- o por mejor decillo, 15
- preso y forzado y solo en tierra ajena;[309]
- bien pueden hacer esto
- en quien puede sufrillo
- y en quien él a sí mismo se condena.
- Tengo solo una pena, 20
- si muero desterrado
- y en tanta desventura,
- que piensen por ventura
- que juntos tantos males me han llevado;
- y sé yo bien que muero 25
- por solo aquello que morir espero.
-
- El cuerpo está en poder
- y en manos de quien puede
- hacer a su placer lo que quisiere;
- mas no podrá hacer 30
- que mal librado quede,
- mientras de mí otra prenda no tuviere.
- Cuando ya el mal viniere
- y la postrera suerte,
- aquí me ha de hallar, 35
- en el mismo lugar;
- que otra cosa más dura que la muerte
- me halla y ha hallado;
- y esto sabe muy bien quien lo ha probado.
-
- No es necesario agora 40
- hablar más sin provecho,
- que es mi necesidad muy apretada;
- pues ha sido en un hora
- todo aquello deshecho
- en que toda mi vida fue gastada. 45
- Y al fin de tal jornada
- ¿presumen espantarme?
- Sepan que ya no puedo
- morir sino sin miedo;
- que aun nunca qué temer quiso dejarme 50
- la desventura mía,
- que el bien y el miedo me quitó en un día.
-
- Danubio, río divino,[310]
- que por fieras naciones[311]
- vas con tus claras ondas discurriendo, 55
- pues no hay otro camino
- por donde mis razones
- vayan fuera de aquí, sino corriendo
- por tus aguas y siendo
- en ellas anegadas; 60
- si en tierra tan ajena
- en la desierta arena
- fueren de alguno acaso en fin halladas,
- entiérrelas, siquiera,
- porque su error se acabe en tu ribera. 65
-
- Aunque en el agua mueras,
- canción, no has de quejarte;
- que yo he mirado bien lo que te toca.
- Menos vida tuvieras
- si hubieras de igualarte 70
- con otras que se me han muerto en la boca.
- Quién tiene culpa desto,
- allá lo entenderás de mí muy presto.
-
-
-
-
-CANCIÓN CUARTA[312]
-
-
- El aspereza de mis males quiero[313]
- que se muestre también en mis razones,
- como ya en los efetos se ha mostrado.
- Lloraré de mi mal las ocasiones,
- sabrá el mundo la causa por que muero, 5
- y moriré a lo menos confesado.[314]
- Pues soy por los cabellos arrastrado
- de un tan desatinado pensamiento,
- que por agudas peñas peligrosas,
- por matas espinosas, 10
- corre con ligereza más que el viento,
- bañando de mi sangre la carrera;
- y para más despacio atormentarme,
- llévame alguna vez por entre flores,
- a do de mis tormentos y dolores 15
- descanso, y dellos vengo a no acordarme;
- mas él a más descanso no me espera;
- antes, como me ve desta manera,
- con un nuevo furor y desatino
- toma a seguir el áspero camino. 20
-
- No vine por mis pies a tantos daños;
- fuerzas de mi destino me trajeron,
- y a la que me atormenta me entregaron.
- Mi razón y juicio bien creyeron
- guardarme, como en los pasados años 25
- de otros graves peligros me guardaron;
- mas cuando los pasados compararon
- con los que venir vieron, no sabían
- lo que hacer de sí ni dó meterse;
- que luego empezó a verse 30
- la fuerza y el rigor con que venían.
- Mas de pura vergüenza constreñida,
- con tardo paso y corazón medroso
- al fin ya mi razón salió al camino.
- Cuanto era el enemigo más vecino, 35
- tanto más el recelo temeroso
- le mostraba el peligro de su vida.
- Pensar en el temor de ser vencida,
- la sangre alguna vez le calentaba,
- mas el mismo temor se la enfriaba. 40
-
- Estaba yo a mirar, y peleando
- en mi defensa mi razón estaba
- cansada, y en mil partes ya herida;
- y sin ver yo quién dentro me incitaba,
- ni saber cómo, estaba deseando 45
- que allí quedase mi razón vencida.[315]
- Nunca en todo el proceso de mi vida
- cosa se me cumplió que desease
- tan presto como aquesta; que a la hora[316]
- se rindió la señora, 50
- y al siervo consintió que gobernase[317]
- y usase de la ley del vencimiento.
- Entonces yo sentime salteado
- de una vergüenza libre y generosa;
- corrime gravemente que una cosa 55
- tan sin razón hubiese así pasado.
- Luego siguió el dolor al corrimiento
- de ver mi reino en mano de quien cuento
- que me da vida y muerte cada día,
- y es la más moderada tiranía. 60
-
- Los ojos, cuya lumbre bien pudiera
- tornar clara la noche tenebrosa,
- y escurecer al sol a mediodía,
- me convirtieron luego en otra cosa.
- En volviéndose a mí la vez primera 65
- con el calor del rayo que salía
- de su vista, que en mí se difundía,
- y de mis ojos la abundante vena
- de lágrimas, al sol que me inflamaba,
- no menos ayudaba 70
- a hacer mi natura en todo ajena
- de lo que era primero. Corromperse
- sentí el sosiego y libertad pasada,
- y el mal de que muriendo estó, engendrarse,
- y en tierra sus raíces ahondarse 75
- tanto cuanto su cima levantada
- sobre cualquier altura hace verse.
- El fruto que de aquí suele cogerse,
- mil es amargo, alguna vez sabroso;
- mas mortífero siempre y ponzoñoso. 80
-
- De mí agora huyendo, voy buscando
- a quien huye de mí como enemiga;
- que al un error añado el otro yerro,
- y en medio del trabajo y la fatiga
- estoy cantando yo, y está sonando 85
- de mis atados pies el grave hierro;
- mas poco dura el canto si me encierro
- acá dentro de mí, porque allí veo
- un campo lleno de desconfianza.
- Muéstrame la esperanza 90
- de lejos su vestido y su meneo;
- mas ver su rostro nunca me consiente.
- Torno a llorar mis daños, porque entiendo
- que es un crudo linaje de tormento
- para matar aquel que está sediento, 95
- mostralle el agua por que está muriendo;
- de la cual el cuitado juntamente
- la claridad contempla, el ruido siente;
- mas cuando llega ya para bebella,
- gran espacio se halla lejos della.[318] 100
-
- De los cabellos de oro fue tejida
- la red que fabricó mi sentimiento,
- do mi razón revuelta y enredada
- con gran vergüenza suya y corrimiento,
- sujeta al apetito y sometida, 105
- en público adulterio fue tomada,
- del cielo y de la tierra contemplada.[319]
- Mas ya no es tiempo de mirar yo en esto,
- pues no tengo con qué considerallo,
- y en tal punto me hallo, 110
- que estoy sin armas en el campo puesto,
- y el paso ya cerrado y la huida.
- ¿Quién no se espantará de lo que digo?
- Que es cierto que he venido a tal estremo,
- que del grave dolor que huyo y temo, 115
- me hallo algunas veces tan amigo,
- que en medio dél, si vuelvo a ver la vida
- de libertad, la juzgo por perdida,
- y maldigo las horas y momentos
- gastados mal en libres pensamientos. 120
-
- No reina siempre aquesta fantasía,
- que en imaginación tan variable
- no se reposa un hora el pensamiento.
- Viene con un rigor tan intratable
- a tiempos el rigor, que al alma mía 125
- desampara, huyendo, el sufrimiento,
- lo que dura la fuerza del tormento.
- No hay parte en mí que no se me trastorne
- y que en torno de mí no esté llorando;
- de nuevo protestando 130
- que de la vía espantosa atrás me torne.
- Esto ya por razón no va fundado,
- ni le dan parte dello a mi juicio,
- que este discurso todo es ya perdido;
- mas es en tanto daño del sentido 135
- este dolor, y en tanto perjuicio,
- que todo lo sensible atormentado,
- del bien, si alguno tuvo, ya olvidado
- está de todo punto, y solo siente
- la furia y el rigor del mal presente. 140
-
- En medio de la fuerza del tormento
- una sombra de bien se me presenta,
- do el fiero ardor un poco se mitiga.
- Figúraseme cierto a mí que sienta
- alguna parte de lo que yo siento 145
- aquella tan amada mi enemiga.
- Es tan incomportable la fatiga,
- que si con algo yo no me engañase
- para poder llevalla, moriría;
- y así, me acabaría 150
- sin que de mí en el mundo se hablase.
- Así que, del estado más perdido
- saco algún bien; mas luego en mí la suerte
- trueca y revuelve el orden; que algún hora,
- si el mal acaso un poco en mí mejora, 155
- aquel descanso luego se convierte
- en un temor que me ha puesto en olvido
- aquella por quien sola me he perdido.
- Así, del bien que un rato satisface,
- nace el dolor que el alma me deshace. 160
-
- Canción, si quien te viere se espantare
- de la instabilidad y ligereza
- y revuelta del vago pensamiento;
- estable, grave y firme es el tormento
- le di, que es causa; cuya fortaleza 165
- es tal, que en cualquier parte que tocare,
- la hará revolver hasta que pare
- en aquel fin de lo terrible y fuerte,
- que todo el mundo afirma que es la muerte.
-
-
-
-
-CANCIÓN QUINTA
-
-
- Si de mi baja lira[320]
- tanto pudiese el son, que un momento
- aplacase la ira
- del animoso viento,
- y la furia del mar y el movimiento;[321] 5
-
- y en ásperas montañas
- con el suave canto enterneciese
- las fieras alimañas,
- los árboles moviese,
- y al son confusamente los trajese;[322] 10
-
- no pienses que cantado
- sería de mí, hermosa flor de Nido,[323]
- el fiero Marte airado,
- a muerte convertido,
- de polvo y sangre y de sudor teñido; 15
-
- ni aquellos capitanes
- en las sublimes ruedas colocados,[324]
- por quien los alemanes
- el fiero cuello atados,
- y los franceses van domesticados.[325] 20
-
- Mas solamente aquella
- fuerza de tu beldad sería cantada,
- y alguna vez con ella
- también sería notada
- el aspereza de que estás armada; 25
-
- y cómo por ti sola,
- y por tu gran valor y hermosura,
- convertida en viola,[326]
- llora su desventura
- el miserable amante en su figura. 30
-
- Hablo de aquel cativo,
- de quien tener se debe más cuidado,
- que está muriendo vivo,
- al remo condenado,
- en la concha de Venus amarrado.[327] 35
-
- Por ti, como solía,
- del áspero caballo no corrige
- la furia y gallardía,
- ni con freno le rige,
- ni con vivas espuelas ya le aflige. 40
-
- Por ti, con diestra mano
- no revuelve la espada presurosa,
- y en el dudoso llano
- huye la polvorosa
- palestra como sierpe ponzoñosa.[328] 45
-
- Por ti, su blanda musa,
- en lugar de la cítara sonante,
- tristes querellas usa,[329]
- que con llanto abundante
- hacen bañar el rostro del amante. 50
-
- Por ti, el mayor amigo
- le es importuno, grave y enojoso;
- yo puedo ser testigo,
- que ya del peligroso
- naufragio fui su puerto y su reposo. 55
-
- Y agora en tal manera
- vence el dolor a la razón perdida,
- que ponzoñosa fiera
- nunca fue aborrecida
- tanto como yo dél, ni tan temida. 60
-
- No fuiste tú engendrada
- ni producida de la dura tierra;
- no debe ser notada
- que ingratamente yerra
- quien todo el otro error de sí destierra.[330] 65
-
- Hágate temerosa
- el caso de Anajerete, y cobarde,
- que de ser desdeñosa
- se arrepintió muy tarde;
- y así, su alma con su mármol arde.[331] 70
-
- Estábase alegrando
- del mal ajeno el pecho empedernido,
- cuando abajo mirando,
- el cuerpo muerto vido
- del miserable amante, allí tendido. 75
-
- Y al cuello el lazo atado,
- con que desenlazó de la cadena
- el corazón cuitado,
- que con su breve pena
- compró la eterna punición ajena. 80
-
- Sintió allí convertirse
- en piedad amorosa el aspereza.
- ¡Oh tarde arrepentirse!
- ¡Oh última terneza!
- ¿Cómo te sucedió mayor dureza? 85
-
- Los ojos se enclavaron
- en el tendido cuerpo que allí vieron,
- los huesos se tornaron
- más duros y crecieron,
- y en sí toda la carne convirtieron; 90
-
- las entrañas heladas
- tornaron poco a poco en piedra dura;
- por las venas cuitadas
- la sangre su figura
- iba desconociendo y su natura;[332] 95
-
- hasta que, finalmente,
- en duro mármol vuelta y trasformada,
- hizo de sí la gente
- no tan maravillada
- cuanto de aquella ingratitud vengada. 100
-
- No quieras tú, señora,
- de Némesis airada las saetas[333]
- probar, por Dios, agora;
- baste que tus perfetas
- obras y hermosura a los poetas 105
-
- den inmortal materia,
- sin que también en verso lamentable
- celebren la miseria
- de algún caso notable
- que por ti pase triste y miserable. 110
-
-
-
-
-SONETOS
-
-I
-
-
- Cuando me paro a contemplar mi estado,[334]
- y a ver los pasos por do me ha traído,
- hallo, según por do anduve perdido,
- que a mayor mal pudiera haber llegado;
- mas cuando del camino estó olvidado, 5
- a tanto mal no sé por dó he venido;
- sé que me acabo, y más he yo sentido
- ver acabar comigo mi cuidado.
- Yo acabaré, que me entregué sin arte
- a quien sabrá perderme y acabarme, 10
- si ella quisiere, y aun sabrá querello;
- que pues mi voluntad puede matarme,
- la suya, que no es tanto de mi parte,
- pudiendo, ¿qué hará sino hacello?[335]
-
-
-
-
-II
-
-
- En fin, a vuestras manos he venido,
- do sé que he de morir tan apretado,
- que aun aliviar con quejas mi cuidado,
- como remedio, me es ya defendido.
- Mi vida no sé en qué se ha sostenido, 5
- si no es en haber sido yo guardado
- para que solo en mí fuese probado
- cuánto corta un espada en un rendido.[336]
- Mis lágrimas han sido derramadas
- donde la sequedad y la aspereza 10
- dieron mal fruto dellas y mi suerte.
- Basten las que por vos tengo lloradas.
- No os venguéis más de mí con mi flaqueza;
- allá os vengad, señora, con mi muerte.
-
-
-
-
-III
-
-
- La mar en medio y tierras he dejado
- de cuanto bien, cuitado, yo tenía;
- yéndome alejando cada día,[337]
- gentes, costumbres, lenguas he pasado.
- Ya de volver estoy desconfiado; 5
- pienso remedios en mi fantasía,
- y el que más cierto espero es aquel día
- que acabará la vida y el cuidado.
- De cualquier mal pudiera socorrerme
- con veros yo, señora, o esperallo, 10
- si esperallo pudiera sin perdello.
- Mas de no veros ya para valerme,
- si no es morir, ningún remedio hallo;
- y si esto lo es, tampoco podré habello.[338]
-
-
-
-
-IV
-
-
- Un rato se levanta mi esperanza.
- Tan cansada de haberse levantado
- torna a caer, que deja, mal mi grado,
- libre el lugar a la desconfianza.
- ¿Quién sufrirá tan áspera mudanza 5
- del bien al mal? ¡Oh, corazón cansado!
- esfuerza en la miseria de tu estado;
- que tras fortuna suele haber bonanza.[339]
- Yo mismo emprenderé a fuerza de brazos
- romper un monte, que otro no rompiera, 10
- de mil inconvenientes muy espeso.
- Muerte, prisión no pueden, ni embarazos,
- quitarme de ir a veros, como quiera
- desnudo espirtu o hombre en carne y hueso.[340]
-
-
-
-
-V
-
-
- Escrito está en mi alma vuestro gesto,
- y cuanto yo escrebir de vos deseo;
- vos sola lo escrebistes, yo lo leo
- tan solo, que aun de vos me guardo en esto.
- En esto estoy y estaré siempre puesto; 5
- que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
- de tanto bien lo que no entiendo creo,
- tomando ya la fe por presupuesto.
- Yo no nací sino para quereros;
- mi alma os ha cortado a su medida; 10
- por hábito del alma misma os quiero.
- Cuanto tengo confieso yo deberos;
- por vos nací, por vos tengo la vida,
- por vos he de morir y por vos muero.
-
-
-
-
-VI
-
-
- Por ásperos caminos he llegado
- a parte que de miedo no me muevo;
- y si a mudarme o dar un paso pruebo,
- allí por los cabellos soy tornado.[341]
- Mas tal estoy, que con la muerte al lado 5
- busco de mi vivir consejo nuevo;
- y conozco el mejor y el peor apruebo,[342]
- o por costumbre mala o por mi hado.
- Por otra parte, el breve tiempo mío,
- y el errado proceso de mis años, 10
- en su primer principio y en su medio,
- mi inclinación, con quien ya no porfío,[343]
- la cierta muerte, fin de tantos daños,
- me hacen descuidar de mi remedio.
-
-
-
-
-VII
-
-
- No pierda más quien ha tanto perdido;[344]
- bástete, amor, lo que ha por mí pasado;
- válgame agora haber jamás probado
- a defenderme de lo que has querido.
- Tu templo y sus paredes he vestido 5
- de mis mojadas ropas, y adornado,
- como acontece a quien ha ya escapado
- libre de la tormenta en que se vido.[345]
- Yo había jurado nunca más meterme,
- a poder mío y a mi consentimiento, 10
- en otro tal peligro, como vano.[346]
- Mas del que viene no podré valerme;
- y en esto no voy contra el juramento;
- que ni es como los otros ni en mi mano.
-
-
-
-
-VIII
-
-
- De aquella vista pura y ecelente
- salen espirtus vivos y encendidos,
- y siendo por mis ojos recebidos,
- me pasan hasta donde el mal se siente.
- Encuéntranse al camino fácilmente,[347] 5
- con los míos, que de tal calor movidos
- salen fuera de mí como perdidos,[348]
- llamados de aquel bien que está presente.
- Ausente, en la memoria la imagino;
- mis espirtus, pensando que la vían, 10
- se mueven y se encienden sin medida;
- mas no hallando fácil el camino,
- que los suyos entrando derretían,
- revientan por salir do no hay salida.
-
-
-
-
-IX
-
-
- Señora mía, si de vos yo ausente
- en esta vida turo y no me muero,[349]
- paréceme que ofendo a lo que os quiero,
- y al bien de que gozaba en ser presente.
- Tras este, luego siento otro acidente, 5
- que es ver que si de vida desespero,
- yo pierdo cuanto bien de vos espero,
- y así ando en lo que siento diferente.
- En esta diferencia mis sentidos
- están en vuestra ausencia y en porfía. 10
- No sé ya qué hacerme en mal tamaño.[350]
- Nunca entre sí los veo sino reñidos.
- De tal arte pelean noche y día,
- que solo se conciertan en mi daño.
-
-
-
-
-X
-
-
- ¡Oh dulces prendas, por mi mal halladas,[351]
- dulces y alegres cuando Dios quería!
- Juntas estáis en la memoria mía,
- y con ella en mi muerte conjuradas.
- ¿Quién me dijera, cuando en las pasadas 5
- horas en tanto bien por vos me vía,
- que me habíades de ser en algún día
- con tan grave dolor representadas?
- Pues en un hora junto me llevastes
- todo el bien que por términos me distes, 10
- llevadme junto el mal que me dejastes.
- Si no, sospecharé que me pusistes
- en tantos bienes, porque deseastes
- verme morir entre memorias tristes.[352]
-
-
-
-
-XI
-
-
- Hermosas ninfas, que en el río metidas,
- contentas habitáis en las moradas
- de relucientes piedras fabricadas
- y en colunas de vidro sostenidas;
- agora estéis labrando embebecidas, 5
- o tejiendo las telas delicadas;
- agora unas con otras apartadas,
- contándoos los amores y las vidas;
- dejad un rato la labor, alzando
- vuestras rubias cabezas a mirarme, 10
- y no os detendréis mucho según ando;
- que o no podréis de lástima escucharme,
- o convertido en agua aquí llorando,
- podréis allá de espacio consolarme.[353]
-
-
-
-
-XII
-
-
- Si para refrenar este deseo
- loco, imposible, vano, temeroso,
- y guarecer de un mal tan peligroso,
- que es darme a entender yo lo que no creo,
- no me aprovecha verme cual me veo, 5
- o muy aventurado o muy medroso,
- en tanta confusión, que nunca oso
- fiar el mal de mí que lo poseo,
- ¿qué me ha de aprovechar ver la pintura
- de aquel que con las alas derretidas 10
- cayendo, fama y nombre al mar ha dado;
- y la del que su fuego y su locura
- llora entre aquellas plantas conocidas,
- apenas en el agua resfriado?
-
-
-
-
-XIII
-
-
- A Dafne ya los brazos le crecían,[354]
- y en luengos ramos vueltos se mostraban;
- en verdes hojas vi que se tornaban
- los cabellos que al oro escurecían.
- De áspera corteza se cubrían 5
- los tiernos miembros, que aún bullendo estaban;
- los blancos pies en tierra se hincaban,
- y en torcidas raíces se volvían.
- Aquel que fue la causa de tal daño,
- a fuerza de llorar, crecer hacía 10
- este árbol que con lágrimas regaba.
- ¡Oh miserable estado, oh mal tamaño!
- ¡Que con lloralla cresca cada día
- la causa y la razón por que lloraba!
-
-
-
-
-XIV
-
-
- Como la tierna madre que el doliente
- hijo le está con lágrimas pidiendo
- alguna cosa, de la cual comiendo,
- sabe que ha de doblarse el mal que siente,
- y aquel piadoso amor no le consiente 5
- que considere el daño que haciendo
- lo que le pide hace, va corriendo,
- y dobla el mal, y aplaca el acidente;[355]
- así a mi enfermo y loco pensamiento,
- que en su daño os me pide, yo querría 10
- quitar este mortal mantenimiento.
- Mas pídemelo, y llora cada día
- tanto, que cuanto quiere le consiento,
- olvidando su muerte y aun la mía.
-
-
-
-
-XV
-
-
- Si quejas y lamentos pueden tanto,
- que el curso refrenaron de los ríos,
- y en los diversos montes y sombríos
- los árboles movieron con su canto;
- si convirtieron a escuchar su llanto 5
- las fieras tigres y peñascos fríos;
- si, en fin, con menos casos que los míos
- bajaron a los reinos del espanto;[356]
- ¿por qué no ablandará mi trabajosa
- vida, en miseria y lágrimas pasada, 10
- un corazón comigo endurecido?
- Con más piedad debría ser escuchada
- la voz del que se llora por perdido
- que la del que perdió y llora otra cosa.
-
-
-
-
-XVI
-
-
- No las francesas armas odiosas,[357]
- en contra puestas del airado pecho,
- ni en los guardados muros con pertrecho
- los tiros y saetas ponzoñosas;
- no las escaramuzas peligrosas, 5
- ni aquel fiero ruido contrahecho
- de aquel que para Júpiter fue hecho
- por manos de Vulcano artificiosas,[358]
- pudieron, aunque más yo me ofrecía
- a los peligros de la dura guerra, 10
- quitar un hora sola de mi hado.
- Mas infición de aire en solo un día
- me quitó al mundo, y me ha en ti sepultado,
- Parténope, tan lejos de mi tierra.[359]
-
-
-
-
-XVII
-
-
- Pensando que el camino iba derecho,
- vine a parar en tanta desventura,
- que imaginar no puedo, aun con locura,
- algo de que esté un rato satisfecho.
- El ancho campo me parece estrecho; 5
- la noche clara para mí es escura;
- la dulce compañía, amarga y dura,
- y duro campo de batalla el lecho.
- Del sueño, si hay alguno, aquella parte
- sola que es ser imagen de la muerte 10
- se aviene con el alma fatigada.
- En fin, que como quiera, estoy de arte,
- que juzgo ya por hora menos fuerte,
- aunque en ella me vi, la que es pasada.
-
-
-
-
-XVIII
-
-
- Si a vuestra voluntad yo soy de cera,
- y por sol tengo solo vuestra vista,
- la cual a quien no inflama o no conquista
- con su mirar, es de sentido fuera;
- de do viene una cosa, que si fuera 5
- menos veces de mí probada y vista,
- según parece que a razón resista,
- a mi sentido mismo no creyera,
- y es, que yo soy de lejos inflamado
- de vuestra ardiente vista, y encendido 10
- tanto, que en vida me sostengo apenas.
- Mas si de cerca soy acometido
- de vuestros ojos, luego siento helado
- cuajárseme la sangre por las venas.
-
-
-
-
-XIX
-
-
- Julio, después que me partí llorando[360]
- de quien jamás mi pensamiento parte,
- y dejé de mi alma aquella parte
- que al cuerpo vida y fuerza estaba dando,
- de mi bien a mí mismo voy tomando 5
- estrecha cuenta, y siento de tal arte
- faltarme todo el bien, que temo en parte
- que ha de faltarme el aire sospirando;
- y con este temor, mi lengua prueba
- a razonar con vos ¡oh dulce amigo! 10
- del amarga memoria de aquel día
- en que yo comencé como testigo
- a poder dar del alma vuestra nueva,
- y a sabella de vos del alma mía.[361]
-
-
-
-
-XX
-
-
- Con tal fuerza y vigor son concertados[362]
- para mi perdición los duros vientos,
- que cortaron mis tiernos pensamientos
- luego que sobre mí fueron mostrados.
- El mal es que me quedan los cuidados 5
- en salvo destos acontecimientos,
- que son duros, y tienen fundamentos
- en todos mis sentidos bien echados.
- Aunque por otra parte no me duelo,
- ya que el bien me dejó con su partida, 10
- del grave mal que en mí está de contino;
- antes con él me abrazo y me consuelo;
- porque en proceso de tan dura vida
- atajaré la guerra del camino.[363]
-
-
-
-
-XXI
-
-
- Clarísimo Marqués, en quien derrama[364]
- el cielo cuanto bien conoce el mundo;
- si al gran valor en que el sujeto fundo,
- y al claro resplandor de vuestra llama
- arribare mi pluma, y do la llama 5
- la voz de vuestro nombre alto y profundo,
- seréis vos solo eterno y sin segundo,
- y por vos inmortal quien tanto os ama.
- Cuanto del largo cielo se desea,
- cuanto sobre la tierra se procura, 10
- todo se halla en vos de parte en parte;
- y, en fin, de solo vos formó natura
- una estraña y no vista al mundo idea,
- y hizo igual al pensamiento el arte.
-
-
-
-
-XXII
-
-
- Con ansia estrema de mirar qué tiene
- vuestro pecho escondido allá en su centro,
- y ver si a lo de fuera lo de dentro
- en aparencia y ser igual conviene,
- en él puse la vista; mas detiene 5
- de vuestra hermosura el duro encuentro
- mis ojos, y no pasan tan adentro,
- que miren lo que el alma en sí contiene.[365]
- Y así, se quedan tristes en la puerta
- hecha por mi dolor, con esa mano, 10
- que aun a su mismo pecho no perdona;[366]
- donde vi claro mi esperanza muerta,
- y el golpe que os hizo amor en vano
- _non esservi passato oltra la gonna_.[367]
-
-
-
-
-XXIII
-
-
- En tanto que de rosa y azucena
- se muestra la color en vuestro gesto,
- y que vuestro mirar ardiente, honesto,
- enciende el corazón y lo refrena;
- y en tanto que el cabello, que en la vena 5
- del oro se escogió, con vuelo presto,
- por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
- el viento mueve, esparce y desordena;
- coged de vuestra alegre primavera
- el dulce fruto, antes que el tiempo airado 10
- cubra de nieve la hermosa cumbre.
- Marchitará la rosa el viento helado,
- todo lo mudará la edad ligera,
- por no hacer mudanza en su costumbre.[368]
-
-
-
-
-XXIV
-
-
- Ilustre honor del nombre de Cardona,[369]
- décima moradora de Parnaso,[370]
- a Tansilo, a Minturno, al culto Taso[371]
- sujeto noble de inmortal corona;
- si en medio del camino no abandona 5
- la fuerza y el espirtu a vuestro Laso,
- por vos me llevará mi osado paso
- a la cumbre difícil de Helicona.[372]
- Podré llevar entonces sin trabajo
- con dulce son que el curso al agua enfrena, 10
- por un camino hasta agora enjuto,
- el patrio celebrado y rico Tajo,
- que del valor de su luciente arena
- a vuestro nombre pague el gran tributo.
-
-
-
-
-XXV
-
-
- ¡Oh hado esecutivo en mis dolores,[373]
- cómo sentí tus leyes rigurosas!
- Cortaste el árbol con manos dañosas,
- y esparciste por tierra fruta y flores.
- En poco espacio yacen mis amores 5
- y toda la esperanza de mis cosas,
- tornadas en cenizas desdeñosas,
- y sordas a mis quejas y clamores.
- Las lágrimas que en esta sepultura
- se vierten hoy en día y se vertieron 10
- recibe, aunque sin fruto allá te sean,
- hasta que aquella eterna noche escura
- me cierre aquestos ojos que te vieron,
- dejándome con otros que te vean.[374]
-
-
-
-
-XXVI
-
-
- Echado está por tierra el fundamento[375]
- que mi vivir cansado sostenía.
- ¡Oh cuánto bien se acaba en solo un día!
- ¡Oh cuántas esperanzas lleva el viento!
- ¡Oh cuán ocioso está mi pensamiento 5
- cuando se ocupa en bien de cosa mía!
- A mi esperanza, así como a baldía,
- mil veces la castiga mi tormento.
- Las más veces me entrego, otras resisto
- con tal furor, con una fuerza nueva, 10
- que un monte puesto encima rompería.
- Aqueste es el deseo que me lleva
- a que desee tornar a ver un día
- a quien fuera mejor nunca haber visto.
-
-
-
-
-XXVII
-
-
- Amor, amor, un hábito vestí,[376]
- el cual de vuestro paño fue cortado;
- al vestir ancho fue, mas apretado
- y estrecho cuando estuvo sobre mí.
- Después acá de lo que consentí, 5
- tal arrepentimiento me ha tornado,
- que pruebo alguna vez, de congojado,
- a romper esto en que yo me metí.
- Mas ¿quién podrá deste hábito librarse,
- teniendo tan contraria su natura, 10
- que con él ha venido a conformarse?
- Si alguna parte queda por ventura
- de mi razón, por mí no osa mostrarse;
- que en tal contradición no está segura.
-
-
-
-
-XXVIII
-
-
- Boscán, vengado estáis, con mengua mía,
- de mi rigor pasado y mi aspereza,
- con que reheprenderos la terneza
- de vuestro blando corazón solía.
- Agora me castigo cada día 5
- de tal salvatiquez y tal torpeza;[377]
- mas es a tiempo que de mi bajeza
- correrme y castigarme bien podría.
- Sabed que en mi perfeta edad y armado,
- con mis ojos abiertos me he rendido 10
- al niño que sabéis, ciego y desnudo.
- De tan hermoso fuego consumido
- nunca fue corazón. Si preguntado
- soy lo demás, en lo demás soy mudo.
-
-
-
-
-XXIX
-
-
- Pasando el mar Leandro el animoso,[378]
- en amoroso fuego todo ardiendo,
- esforzó el viento, y fuese embraveciendo
- el agua con un ímpetu furioso.
- Vencido del trabajo presuroso, 5
- contrastar a las ondas no pudiendo,
- y más del bien que allí perdía muriendo,
- que de su propia vida congojoso,
- como pudo esforzó su voz cansada,
- y a las ondas habló desta manera, 10
- (mas nunca fue la voz dellas oída):
- «Ondas, pues no os escusa que yo muera,
- dejadme allá llegar, y a la tornada
- vuestro furor esecutá en mi vida.»[379]
-
-
-
-
-XXX
-
-
- Sospechas, que en mi triste fantasía
- puestas, hacéis la guerra a mi sentido,
- volviendo y revolviendo el afligido
- pecho, con dura mano, noche y día;
- ya se acabó la resistencia mía 5
- y la fuerza del alma; ya rendido
- vencer de vos me dejo, arrepentido
- de haberos contrastado en tal porfía.[380]
- Llevadme a aquel lugar tan espantable,
- do por no ver mi muerte allí esculpida, 10
- cerrados hasta aquí tuve los ojos.
- Las armas pongo ya; que concedida[381]
- no es tan larga defensa al miserable;
- colgad en vuestro carro mis despojos.[382]
-
-
-
-
-XXXI
-
-
- Dentro en mi alma fue de mí engendrado
- un dulce amor, y de mi sentimiento
- tan aprobado fue su nacimiento
- como de un solo hijo deseado;
- mas luego dél nació quien ha estragado 5
- del todo el amoroso pensamiento;
- que en áspero rigor y en gran tormento
- los primeros deleites ha trocado.
- ¡Oh crudo nieto, que das vida al padre[383]
- y matas al abuelo! ¿por qué creces 10
- tan disconforme a aquel de que has nacido?
- ¡Oh celoso temor! ¿a quién pareces?
- ¡Que la envidia, tu propia y fiera madre,
- se espanta en ver el mostro que ha parido![384]
-
-
-
-
-XXXII
-
-
- Estoy contino en lágrimas bañado,
- rompiendo el aire siempre con sospiros;
- y más me duele nunca osar deciros
- que he llegado por vos a tal estado,
- que viéndome do estoy y lo que he andado 5
- por el camino estrecho de seguiros,
- si me quiero tornar para huiros,
- desmayo viendo atrás lo que he dejado;
- si a subir pruebo, en la difícil cumbre,
- a cada paso espántanme en la vía 10
- ejemplos tristes de los que han caído.
- Y sobre todo, fáltame la lumbre
- de la esperanza, con que andar solía
- por la escura región de vuestro olvido.[385]
-
-
-
-
-XXXIII
-
-
- Mario, el ingrato amor, como testigo[386]
- de mi fe pura y de mi gran firmeza,
- usando en mí su vil naturaleza,
- que es hacer más ofensa al más amigo;
- teniendo miedo que si escribo o digo 5
- su condición, abajo su grandeza,
- no bastando su fuerza a mi crueza,
- ha esforzado la mano a mi enemigo.
- Y así, en la parte que la diestra mano
- gobierna, y en aquella que declara 10
- el conceto del alma, fui herido.
- Mas yo haré que aquesta ofensa, cara
- le cueste al ofensor, que ya estoy sano,
- libre, desesperado y ofendido.
-
-
-
-
-XXXIV
-
-
- Gracias al cielo doy que ya del cuello
- del todo el grave yugo he sacudido,
- y que del viento el mar embravecido
- veré desde la tierra sin temello.
- Veré colgada de un sutil cabello[387] 5
- la vida del amante embebecido
- en su error, y en su engaño adormecido,
- sordo a las voces que le avisan dello.
- Alegrárame el mal de los mortales;
- mas no es mi corazón tan inhumano 10
- en aqueste mi error como parece,
- porque yo huelgo, como huelga el sano,
- no de ver a los otros en los males,
- sino de ver que dellos él carece.[388]
-
-
-
-
-XXXV
-
-
- Boscán, las armas y el furor de Marte,[389]
- que con su propia sangre el africano
- suelo regando, hacen que el romano
- imperio reverdesca en esta parte,
- han reducido a la memoria el arte 5
- y el antiguo valor italiano,
- por cuya fuerza y valerosa mano
- África se aterró de parte a parte.
- Aquí donde el romano encendimiento,
- donde el fuego y la llama licenciosa 10
- solo el nombre dejaron a Cartago,
- vuelve y revuelve amor mi pensamiento,
- hiere y enciende el alma temerosa,
- y en llanto y en ceniza me deshago.[390]
-
-
-
-
-XXXVI
-
-
- A la entrada de un valle, en un desierto,
- do nadie atravesaba ni se vía,
- vi que con estrañeza un can hacía
- estremos de dolor con desconcierto;
- ahora suelta el llanto al cielo abierto, 5
- ora va rastreando por la vía;
- camina, vuelve, para, y todavía
- quedaba desmayado como muerto.
- Y fue que se apartó de su presencia
- su amo, y no le hallaba, y esto siente: 10
- mirad hasta dó llega el mal de ausencia.
- Moviome a compasión ver su acidente;
- díjele lastimado: «Ten paciencia,
- que yo alcanzo razón, y estoy ausente.»[391]
-
-
-
-
-XXXVII
-
-
- Mi lengua va por do el dolor la guía;
- ya yo con mi dolor sin guía camino;
- entrambos hemos de ir con puro tino;
- cada uno va a parar do no querría,
- yo, porque voy sin otra compañía, 5
- sino la que me hace el desatino;
- ella, porque la lleve aquel que vino
- a hacella decir más que querría.
- Y es para mí la ley tan desigual,
- que aunque inocencia siempre en mí conoce, 10
- siempre yo pago el yerro ajeno y mío.
- ¿Qué culpa tengo yo del desvarío
- de mi lengua, si estoy en tanto mal,
- que el sufrimiento ya me desconoce?
-
-
-
-
-XXXVIII
-
-
- Siento el dolor menguarme poco a poco,
- no porque ser le sienta más sencillo,
- mas fallece el sentir para sentillo,
- después que de sentillo estoy tan loco.
- Ni en sello pienso que en locura toco, 5
- antes voy tan ufano con oíllo,
- que no dejaré el sello y el sufrillo,
- que si dejo de sello el seso apoco.
- Todo me empece, el seso y la locura;
- prívame este de sí por ser tan mío; 10
- mátame estotra por ser yo tan suyo.
- Parecerá a la gente desvarío
- preciarme deste mal, do me destruyo:
- yo lo tengo por única ventura.[392]
-
-
-
-
-CANCIONES
-
-EN VERSOS CORTOS
-
-I
-
-
- Culpa debe ser quereros,[393]
- según lo que en mí hacéis;
- mas allá lo pagaréis,
- do no sabrán conoceros,
- por mal que me conocéis.
- Por quereros, ser perdido
- pensaba, que no culpado;
- mas que todo lo haya sido
- así me lo habéis mostrado,
- que lo tengo bien sabido.
- ¡Quién pudiese no quereros
- tanto, como vos sabéis,
- por holgarme que paguéis
- lo que no han de conoceros
- con lo que no conocéis!
-
-
-
-
-II
-
-
- Yo dejaré desde aquí
- de ofenderos más hablando;
- porque mi morir callando
- os ha de hablar por mí.
- Gran ofensa os tengo hecha
- hasta aquí en haber hablado,
- pues en cosa os he enojado
- que tampoco me aprovecha.
- Derramaré desde aquí
- mis lágrimas no hablando;
- porque quien muere callando
- tiene quien hable por sí.
-
-
-
-
-III
-
-
- Acaso supo, a mi ver,[394]
- y por acierto quereros,
- quien tal yerro fue a hacer,
- como partirse de veros
- donde os dejase de ver.
- Imposible es que este tal,
- pensando que os conocía,
- supiese lo que hacía,
- cuando su bien y su mal
- junto os entregó en un día.
- Acertó acaso a hacer
- lo que si por conoceros
- hiciera, no podía ser
- partirse, y con solo veros
- dejaros siempre de ver.
-
-
-
-
-IV
-
-
- Pues este nombre perdí,[395]
- Dido, mujer de Siqueo,
- en mi muerte esto deseo
- que se escriba sobre mí:
- «El peor de los troyanos
- dio la causa y el espada;
- Dido, a tal punto llegada,
- no puso más de las manos.»
-
-
-
-
-V
-
-
- De la red y del hilado[396]
- hemos de tomar, señora,
- que echáis de vos en un hora
- todo el trabajo pasado.
- Y si el vuestro se ha de dar
- a los que se pasearen,
- lo que por vos trabajaren,
- ¿dónde lo pensáis echar?
-
-
-
-
-VI
-
-
- ¿Qué testimonios son estos[397]
- que le queréis levantar?
- Que no fue sino bailar.
- ¿Esta tienen por gran culpa?
- No lo fue a mi parecer,
- porque tiene por desculpa
- que lo hizo la mujer.
- Esta le hizo caer,
- mucho más que no el saltar
- que hizo con el bailar.
-
-
-
-
-VII
-
-
- La gente se espanta toda[398]
- que hablar a todos distes,
- que un milagro que hecistes,
- hubo de ser en la boda.
- Pienso que habéis de venir,
- si vais por este camino,
- a tornar el agua en vino,
- como el danzar en reír.
-
-
-
-
-VIII
-
-
- Nadie puede ser dichoso;
- señora, ni desdichado,
- sino que os haya mirado.
- Porque la gloria de veros
- en ese punto se quita
- que se piensa mereceros.
- Así que, sin conoceros,
- nadie puede ser dichoso,
- señora, ni desdichado,
- sino que os haya mirado.
-
-
-
-
-APÉNDICES
-
-I
-
-A LA MUY MAGNÍFICA SEÑORA DOÑA JERÓNIMA PALOVA DE ALMOGÁVAR, GARCILASO
-DE LA VEGA[399]
-
-
-Si no hubiera sabido antes de ahora dónde llega el juicio de V. m.
-bastárame para entenderlo ver que os parescía bien este libro; mas
-ya estábades tan adelante en mi opinión que paresciéndome este libro
-bien hasta ahora por muchas causas, la principal por donde ahora me lo
-paresce es porque le habéis aprobado de tal manera, que podemos decir
-que le habéis hecho, pues por vuestra causa le alcanzamos a tener en
-lengua que le entendemos. Porque, no solamente no pensé poder acabar
-con Boscán que le tradujese,[400] mas nunca me osé poner en decírselo,
-según le vía siempre aborrecer a los que romanzan libros, aunque él a
-esto no lo llama romanzar, ni yo tampoco,[401] mas aunque lo fuera creo
-que no se escusara dello mandándolo V. m.
-
-Estoy muy satisfecho de mí, porque antes que el libro viniese a
-vuestras manos,[402] ya yo le tenía en tanto como entonces debía;
-porque si ahora, después que os parece bien, empezara a conocerle,
-creyera que me llevaba el juicio de vuestra opinión. Pero ya no hay que
-sospechar en esto, sino tener por cierto que es libro que merece andar
-en vuestras manos para que luego se le parezca dónde anduvo y pueda
-después andar por el mundo sin peligro; porque una de las cosas de que
-mayor necesidad hay doquiera que hay hombres y damas principales, es de
-hacer, no solamente todas las cosas que en aquella su manera de vivir
-acrecienta el punto y el valor de las personas, mas aun de guardarse de
-todas las que pueden abajarle: lo uno y lo otro se trata en este libro
-tan sabia y tan cortesanamente que no me parece que hay que desear en
-él, sino vello cumplido todo en algún hombre, y también iba a decir en
-alguna dama, si no me acordara que estábades en el mundo para pedirme
-cuenta de las palabras ociosas.
-
-Demás de todo esto puédese considerar en este libro que, como las cosas
-muy acertadas, siempre se estienden a más de lo que prometen: de tal
-manera escribió el Conde Castellón[403] lo que debía hacer un singular
-cortesano, que casi no dejó estado a quien no avisase de su oficio. En
-esto se puede ver lo que perdiéramos a no entenderle.
-
-Y también tengo por muy principal el beneficio que se hace a la lengua
-castellana en poner en ella cosas que merezcan ser leídas, porque yo
-no sé qué desventura ha sido siempre la nuestra, que apenas ha nadie
-escrito en nuestra lengua sino lo que se pudiera muy bien escusar;
-aunque esto sería malo de probar con los que traen entre las manos
-estos libros que matan hombres.[404]
-
-Y supo V. m. muy bien escoger persona por cuyo medio hiciésedes este
-bien a todos; que siendo, a mi parecer, tan dificultosa cosa traducir
-bien un libro como hacerle de nuevo, diose Boscán en esto tan buena
-maña, que cada vez que me pongo a leer este su libro, o por mejor
-decir, vuestro, no me parece que le hay escrito en otra lengua; y si
-alguna vez se me acuerda del que he visto y leído, luego el pensamiento
-se me vuelve al que tengo entre las manos. Guardó una cosa en la
-lengua castellana que muy pocos la han alcanzado, que fue huir de la
-afectación, sin dar consigo en una sequedad; y con gran limpieza de
-estilo usó de términos muy cortesanos y muy admitidos de los buenos
-oídos, y no nuevos ni al parecer desusados de la gente. Fue, más desto,
-muy fiel traductor, porque no se ató al rigor de la letra, como hacen
-algunos, sino a la verdad de las sentencias, y por diferentes caminos
-puso en esta lengua toda la fuerza y el ornamento de la otra.[405]
-Así lo dejó todo tan en su punto como lo halló, y hallolo tal que
-con poco trabajo podrían los defensores deste libro responder a los
-que quisiesen tachar alguna cosa dél.[406] No hablo en los hombres
-de tan tiernos y tan delicados oídos, que entre mil cosas buenas que
-tendrá este libro, les ofenderá una o dos que no serán tan buenas como
-las otras; que destos tales no puedo creer sino que aquellas dos les
-agradan y las otras les ofenden, y podríalo probar con muchas cosas que
-ellos fuera de esto aprueban. Mas no es de perder tiempo con estos,
-sino remitirlos a quien les habla y responde dentro en ellos mismos, y
-volverme a los que con alguna aparencia de razón podrían en un lugar
-desear satisfacción de algo que les ofendiese; y es, que allí donde
-se trata de todas las maneras que puede haber de decir donaires y
-cosas bien dichas a propósito de hacer reír, y de hablar delgadamente,
-hay algunas puestas por ejemplo que paresce que no llegan al punto
-de las otras ni merecen ser tenidas por muy buenas de un hombre que
-tan avisadamente trató las otras partes; y de aquí podrían inferir
-una sospecha de no tan buen juicio ni tanta fineza del auctor como le
-damos. Lo que a esto se puede responder es que la intención del auctor
-fue poner diversas maneras de hablar graciosamente y de decir donaires,
-y porque mejor pudiésemos conocer la diferencia y el linaje de cada
-una de aquellas maneras, púsonos ejemplo de todas, y discurriendo por
-tantas suertes de hablar, no podía haber tantas cosas bien dichas en
-cada una destas, que algunas de las que daba por ejemplo no fuesen algo
-más bajas que otras; y por tales creo yo que las tuvo, sin engañarse
-punto en ellas, un auctor tan discreto y tan avisado como este. Así
-que ya en esto se ve que él está fuera de culpa; yo solo habré de
-quedar con una, que es haberme alargado más de lo que era menester; mas
-enójanme las sinrazones, y hácenme que las haga con una carta tan larga
-a quien no me tiene culpa.
-
-Confieso a V. md. que hube tanta invidia de veros merecer sola las
-gracias que se deben por este libro, que me quise meter allá entre los
-renglones o como pudiese; y porque hube miedo que alguno se quisiese
-meter en traducir este libro,[407] o por mejor decir, dañarle, trabajé
-con Boscán que sin esperar otra cosa le hiciese luego imprimir,
-por atajar la presteza que los que escriben mal alguna cosa suelen
-tener en publicarla; y aunque esta traducción me diera venganza de
-cualquier otra que hubiera, soy tan enemigo de cisma, que aun esta
-tan sin peligro me enojara; y por esto, casi por fuerza, le hice que
-a todo correr le pasase, y él me hizo estar presente a la postrera
-lima, más como a hombre acogido a razón que como ayudador de ninguna
-enmienda.[408]
-
-Suplico a V. md. que pues este libro está debajo de vuestro amparo, que
-no pierda nada por esta poca de parte que yo dél tomo, pues en pago
-desto os le doy escrito de mejor letra donde se lea vuestro nombre y
-vuestras obras.[409]
-
-
-
-
-II
-
-CARTA DE GARCILASO AL EMPERADOR CARLOS V[410]
-
-
-†
-
-S. C. C. M.t[411]
-
-La orden q̄ el Principe[412] a dado enel caminar de la gente es q̄
-se deſenbarquen enbaya o en saona y de alli tomen el camino la via
-de alexandria y paren en medio desta ciudad y de alexandria lo qual
-se pone luego en obra y yo me parto delante para tener prouisto lo
-neceſsario en saona.
-
-El capitan sabajosa va alo q̄ el principe y el embaxador[413] escriuen;
-lagente q̄ viene segū todos afirman es muy buena. Nro. Sor. la S.
-perſona de V. M.t[414] guarde con acrecētamjēto de nueuos Reynos y
-srios.[415] De genoua XX de mayo 1536.
-
-S. C. C. M.t
-
-Criado de V. S. M.t
-
- Garcilaſso.[416]
-
-
-
-
-III
-
-GARSIAE LASSI DE LA VEGA AD FERDINANDUM DE ACUÑA[417]
-
-EPIGRAMMA
-
-
- Dum Reges, Fernande, canis, dum Caesaris altam
- Progeniem nostri, claraque facta Ducum,
- Dum Hispana memoras fractas sub cuspide gentes,
- Obstupuere homines, obstupuere Dei:
- Extollensque caput sacri de vertice Pindi
- Calliope blandis vocibus haec retulit;
- Macte puer gemina praecinctus tempora lauro,
- Qui nova nunc Martis gloria solus eras;
- Hac tibi dat Bacchusque pater, dat Phoebus-Apollo
- Nympharumque leves Castalidumque chori,
- Ut quos divino celebrasti carmine Reges,
- Teque simul, curva qui canis arma lyra,
- Saepe legant, laudent, celebrent post fata Nepotes:
- Nullaque perpetuos nox fuget atra dies.
-
-
-
-
-IV
-
-OCTAVA RIMA
-
-
-«Cristóbal de Castillejo, poeta de agudo ingenio en su tiempo, da el
-nombre de _poeta_ solamente al nuestro --a Garcilaso-- fol. 27 de sus
-obras, y da por suya, fol. 275, esta octava rima:
-
- Y ya que mis tormentos son forzados,
- Aunque vienen sin fuerza consentidos
- ¿Pues qué mayor alivio [a] mis cuidados
- que ser por vuestra causa padecidos?
- Si como son por vos bien empleados,
- De vos fuesen, señora, conocidos,
- La más crecida angustia de mi pena
- Sería de descanso y gloria llena.»
-
-(Don Tomás Tamayo de Vargas, _Garcilaso de la Vega_, Madrid, 1622, fol.
-86 de las anotaciones.)
-
-
-
-
-V
-
-ANÉCDOTA
-
-
-«Garcilaso, como era un caballero muy cortesano, y el doctor Villalobos
-un muy del palacio y gracioso médico, así muy ordinariamente --es
-decir, frecuentemente-- ambos se burlaban; y habiendo estado muy malo
-Garcilaso, curole el dotor y sanole muy cuidadosamente; y viendo que
-un día y otro se tardaba la paga, enviole un paje el dotor, que pues
-le había hecho tanto mal como volverle al mundo, que le pagase. Él
---Garcilaso-- abriendo un arca vacía, sacó della también una bolsa
-vacía, y enviósela con esta copla dentro:
-
- La bolsa dice: --Yo vengo
- Como el arca de moré,
- Que es el arca de _Noé_
- Que quiere decir: _no tengo_.»
-
-(_Miscelánea_ de don Luis Zapata, tomo XI del _Memorial histórico
-español_, pág. 297.) De este mismo juego de vocablos: _Noé_ = _no
-he_ = _no tengo_, usó también Barahona de Soto en su paradoja _A la
-pobreza_ y Luis Rufo en _Las quinientas apotegmas_. (V. F. Rodríguez
-Marín, _Luis Barahona de Soto_, Madrid, 1903, págs 739-740.)
-
-
-
-
-ÍNDICE ALFABÉTICO
-
-DE PRIMEROS VERSOS
-
-
- Págs.
-
- Acaso supo a mi ver, _Versos cortos III_. 257
-
- A Dafne ya los brazos le crecían, _Soneto XIII_. 220
-
- A la entrada de un valle, en un desierto, _Soneto XXXVI_. 252
-
- Amor, amor, un hábito vestí, _Soneto XXVII_. 237
-
- Aquella voluntad honesta y pura, _Égloga III_. 123
-
- Aquí, Boscán, donde del buen troyano, _Elegía II_. 159
-
- Aunque este grave caso haya tocado, _Elegía I_. 145
-
- Boscán, las armas y el furor de Marte, _Soneto XXXV_. 250
-
- Boscán, vengado estáis, con mengua mía, _Soneto XXVIII_. 239
-
- Clarísimo Marqués, en quien derrama, _Soneto XXI_. 228
-
- Como la tierna madre que al doliente, _Soneto XIV_. 221
-
- Con ansia estrema de mirar qué tiene, _Soneto XXII_. 229
-
- Con tal fuerza y vigor son concertados, _Soneto XX_. 227
-
- Con un manso ruido, _Canción III_. 183
-
- Cuando me paro a contemplar mi estado, _Soneto I_. 205
-
- Culpa debe ser quereros, _Versos cortos I_. 255
-
- De aquella vista pura y ecelente, _Soneto VIII_. 215
-
- De la red y del hilado, _Versos cortos V_. 258
-
- Dentro en mi alma fue de mí engendrado, _Soneto XXXI_. 243
-
- Echado está por tierra el fundamento, _Soneto XXVI_. 235
-
- El aspereza de mis males quiero, _Canción IV_. 187
-
- El dulce lamentar de dos pastores, _Égloga I_. 1
-
- En fin, a vuestras manos he venido, _Soneto II_. 207
-
- En medio del invierno está templada, _Égloga II_. 27
-
- En tanto que de rosa y azucena, _Soneto XXIII_. 231
-
- Escrito está en mi alma vuestro gesto, _Soneto V_. 211
-
- Estoy contino en lágrimas bañado, _Soneto XXXII_. 245
-
- Gracias al cielo doy que ya del cuello, _Soneto XXXIV_. 248
-
- Hermosas ninfas, que en el río metidas, _Soneto XI_. 218
-
- Ilustre honor del nombre de Cardona, _Soneto XXIV_. 232
-
- Julio, después que me partí llorando, _Soneto XIX_. 226
-
- La gente se espanta toda, _Versos cortos VII_. 259
-
- La mar en medio y tierras he dejado, _Soneto III_. 208
-
- La soledad siguiendo, _Canción II_. 179
-
- Mario, el ingrato amor, como testigo, _Soneto XXXIII_. 246
-
- Mi lengua va por do el dolor la guía, _Soneto XXXVII_. 253
-
- Nadie puede ser dichoso, _Versos cortos VIII_. 260
-
- No las francesas armas odiosas, _Soneto XVI_. 223
-
- No pierda más quien ha tanto perdido, _Soneto VII_. 214
-
- ¡Oh hado esecutivo en mis dolores, _Soneto XXV_. 234
-
- ¡Oh dulces prendas, por mi mal halladas, _Soneto X_. 217
-
- Pasando el mar Leandro el animoso, _Soneto XXIX_. 240
-
- Pensando que el camino iba derecho, _Soneto XVII_. 224
-
- Por ásperos caminos he llegado, _Soneto VI_. 212
-
- Pues este nombre perdí, _Versos cortos IV_. 257
-
- ¿Qué testimonios son estos, _Versos cortos VI_. 258
-
- Señora mía, si de vos yo ausente, _Soneto IX_. 216
-
- Señor Boscán, quien tanto gusto tiene, _Epístola_. 169
-
- Si a la región desierta, inhabitable, _Canción I_. 175
-
- Si a vuestra voluntad yo soy de cera, _Soneto XVIII_. 225
-
- Si de mi baja lira, _Canción V_. 197
-
- Siento el dolor menguarme poco a poco, _Soneto XXXVIII_. 254
-
- Si para refrenar este deseo, _Soneto XII_. 219
-
- Si quejas y lamentos pueden tanto, _Soneto XV_. 222
-
- Sospechas, que en mi triste fantasía, _Soneto XXX_. 242
-
- Un rato se levanta mi esperanza, _Soneto IV_. 210
-
- Yo dejaré desde aquí, _Versos cortos II_. 256
-
-
-
-
-ÍNDICE GENERAL
-
-
- Págs.
-
- _Introducción._ VII
-
- _Datos bibliográficos._ XXI
-
-
- ÉGLOGAS
-
- I.--El dulce lamentar de dos pastores. 1
-
- II.--En medio del invierno está templada. 27
-
- III.--Aquella voluntad honesta y pura. 123
-
-
- ELEGÍAS
-
- I.--Aunque este grave caso haya tocado. 145
-
- II.--Aquí, Boscán, donde del buen troyano. 159
-
-
- EPÍSTOLA
-
- Señor Boscán, quien tanto gusto tiene. 169
-
-
- CANCIONES
-
- I.--Si a la región desierta, inhabitable. 175
-
- II.--La soledad siguiendo. 179
-
- III.--Con un manso ruído. 183
-
- IV.--El aspereza de mis males quiero. 187
-
- V.--Si de mi baja lira. 197
-
-
- SONETOS
-
- I.--Cuando me paro a contemplar mi estado. 205
-
- II.--En fin, a vuestras manos he venido. 207
-
- III.--La mar en medio y tierras he dejado. 208
-
- IV.--Un rato se levanta mi esperanza. 210
-
- V.--Escrito está en mi alma vuestro gesto. 211
-
- VI.--Por ásperos caminos he llegado. 212
-
- VII.--No pierda más quien ha tanto perdido. 214
-
- VIII.--De aquella vista pura y ecelente. 215
-
- IX.--Señora mía, si de vos yo ausente. 216
-
- X.--¡Oh dulces prendas, por mi mal halladas! 217
-
- XI.--Hermosas ninfas, que en el río metidas. 218
-
- XII.--Si para refrenar este deseo. 219
-
- XIII.--A Dafne ya los brazos le crecían. 220
-
- XIV.--Como la tierna madre que al doliente. 221
-
- XV.--Si quejas y lamentos pueden tanto. 222
-
- XVI.--No las francesas armas odiosas. 223
-
- XVII.--Pensando que el camino iba derecho. 224
-
- XVIII.--Si a vuestra voluntad yo soy de cera. 225
-
- XIX.--Julio, después que me partí llorando. 226
-
- XX.--Con tal fuerza y vigor van concertados. 227
-
- XXI.--Clarísimo Marqués, en quien derrama. 228
-
- XXII.--Con ansia estrema de mirar qué tiene. 229
-
- XXIII.--En tanto que de rosa y azucena. 231
-
- XXIV.--Ilustre honor del nombre de Cardona. 232
-
- XXV.--¡Oh hado esecutivo en mis dolores! 234
-
- XXVI.--Echado está por tierra el fundamento. 235
-
- XXVII.--Amor, amor, un hábito vestí. 237
-
- XXVIII.--Boscán, vengado estáis con mengua mía. 239
-
- XXIX.--Pasando el mar Leandro el animoso. 240
-
- XXX.--Sospechas que en mi triste fantasía. 242
-
- XXXI.--Dentro en mi alma fue de mí engendrado. 243
-
- XXXII.--Estoy contino en lágrimas bañado. 245
-
- XXXIII.--Mario, el ingrato amor, como testigo. 246
-
- XXXIV.--Gracias al cielo doy que ya del cuello. 248
-
- XXXV.--Boscán, las armas y el furor de Marte. 250
-
- XXXVI.--A la entrada de un valle, en un desierto. 252
-
- XXXVII.--Mi lengua va por do el dolor la guía. 253
-
- XXXVIII.--Siento el dolor menguarme poco a poco. 254
-
-
- CANCIONES EN VERSOS CORTOS
-
- I.--Culpa debe ser quereros. 255
-
- II.--Yo dejaré desde aquí. 256
-
- III.--Acaso supo a mi ver. 257
-
- IV.--Pues este nombre perdí. 257
-
- V.--De la red y del hilado. 258
-
- VI.--¿Qué testimonios son estos? 258
-
- VII.--La gente se espanta toda. 259
-
- VIII.--Nadie puede ser dichoso. 260
-
-
- APÉNDICES
-
- I.--A la muy magnífica señora doña Jerónima Palova
- de Almogávar, Garcilaso de la Vega. 261
-
- II.--Carta de Garcilaso al Emperador Carlos V. 269
-
- III.--Garsiae Lassi de la Vega ad Ferdinandum
- de Acuña, Epigramma. 271
-
- IV.--Octava rima. 272
-
- V.--Anécdota. 273
-
- Índice alfabético de primeros versos. 275
-
-
-
-
- ESTE LIBRO SE ACABÓ DE IMPRIMIR
- EN LA TIPOGRAFÍA DE «CLÁSICOS CASTELLANOS»
- EL DÍA III DE FEBRERO
- DEL AÑO MCMXI
-
-
-
-
-NOTAS
-
-
-[1] Heredaba D. García, por su padre D. Pedro, el apellido Suárez de
-Figueroa; pero, hijo segundón, educado acaso con su abuela D.ª Elvira,
-hermana de D. Íñigo, el famoso Marqués de Santillana, tomó el apellido
-de esta, la cual a su vez quiso conservar el de su madre D.ª Leonor
-Laso de la Vega en vez del de su padre D. Diego Hurtado de Mendoza. El
-solar de la Vega se halla en las Asturias de Santillana, en la ribera
-del Besaya, a una legua de Santillana y otra del mar. (V. Navarrete,
-_Vida de Garcilaso_, Ilust. I.)
-
-[2] «Don Pedro era un caballero de sanas entrañas y sin malicia, y
-junto con esta bondad, amigo de justicia y del bien del reino, y por
-esto se metió tanto en estos bullicios.» (Sandoval, _Hist. de Carlos
-V_, lib. V.)
-
-[3] Así dicen Herrera, Tamayo y Cienfuegos; pero Navarrete supone que
-debió criarse en la Casa Real, según la antigua costumbre que hacía
-educar junto a los príncipes a los hijos de los nobles.
-
-[4] Tamayo de Vargas, fol. 4.
-
-[5] V. Égloga I, notas a los versos 2 y 258.
-
-[6] V. Soneto XXVI, nota.
-
-[7] Los del linaje de la Cueva se oponían a aquel desposorio en su
-interés de que D.ª Isabel, única sucesora de Alburquerque, casara de
-modo que no se perdiera el nombre de la casa; tuvieron de su parte al
-Emperador, el cual despachó una cédula desde Bruselas a 4 de setiembre
-de 1531, prohibiendo que aquel matrimonio siguiera adelante; no
-obstante parece ser que los novios fueron desposados, en secreto, en
-una iglesia de Ávila, siendo testigo Garcilaso; noticioso de lo cual el
-Emperador le impuso dicho destierro, como castigo, en ocasión en que
-fue a servirle contra los turcos que asediaban a Viena. (V. Navarrete,
-_Vida_, 35 y siguientes.)
-
-[8] Véase la carta de creencia otorgada a Garcilaso por D. Juan Ribera,
-Capitán General de Toledo, en 12 de mayo de 1522. (Navarrete, _Vida_,
-pág. 203.)
-
-[9] V. Menéndez y Pelayo, _Antología_, XIII, pág. 38.
-
-[10] Cuenta D. Luis Zapata en su _Carlo Famoso_ que yendo Garcilaso a
-Roma a reunirse con el Emperador, después de cierta aventura galante,
-saliole al paso una dama que le anunció el peligro que le amenazaba
-por los facinerosos, hacia cuyas guaridas inconscientemente caminaba;
-agradeciendo el aviso, resolvió el caballero seguir adelante, y al
-internarse en un bosque, oyó resonar de silvos, cuernos y bocinas, con
-que se convocaban los salteadores; más de trescientos, bien armados,
-le rodearon; lanza en ristre, y firme en su caballo, les acometió; y
-matando a unos, hiriendo a otros y haciendo huir a los restantes, logró
-llegar, salvo y con honra, a su destino. Es evidente que en el fondo
-de este fantástico relato hay, por lo menos, de cierto la opinión de
-valiente en que el poeta vivió.
-
-[11] Navarrete, _Vida_, pág. 85.
-
-[12] Dejó Garcilaso tres hijos: Garcilaso, D. Pedro y D.ª Sancha, y
-otro, además, D. Lorenzo, que se sospecha fuese natural; murió el
-primero a los veinticinco años en la defensa de Ulpiano contra los
-franceses; profesó el segundo en la Orden de Santo Domingo; casó D.ª
-Sancha con D. Antonio Puertocarrero, y D. Lorenzo, espíritu cáustico,
-desterrado a Orán, como autor de una aguda sátira, dícese que murió en
-el camino.
-
-[13] Un epigrama latino se hallará en el Apéndice de este volumen.
-
-[14] Los sonetos, por hallazgos posteriores, montan hoy a 38, algunos
-de dudosa autenticidad, según se advertirá en su lugar; figuran,
-además, en la presente edición, varias composiciones que el autor
-escribió en versos cortos, la carta-prólogo escrita para la traducción
-de _El Cortesano_ de Boscán, y otra breve carta del poeta al Emperador.
-
-[15] _Las obras de Boscán y algunas de Garcilasso de la Vega,
-repartidas en cuatro libros._ -- Escudo del Emperador con el _Plus
-Ultra_. -- _Cvm Privilegio Imperiali. Carles Amorós._ -- Colofón:
-«Acabaronse de imprimir las obras de Boscán y Garcilasso de la Vega: en
-Barcelona, en la Officina de Carles Amoros, a los XX del mes de Março:
-Año de M.D.XLIII.» 4.º, 8 hojas preliminares, más 242 de texto.
-
-[16] El mismo Boscán en su carta a la Duquesa de Soma, prólogo del
-segundo libro de sus poesías, declara la parte que tomó Garcilaso
-en la reforma: «Comencé a tentar este género de verso, en el cual
-al principio hallé alguna dificultad, por ser muy dificultoso y
-tener muchas particularidades diferentes del nuestro; pero después
-pareciéndome, quizá con el amor de las cosas propias, que esto
-comenzaba a sucederme bien, fui paso a paso metiéndome con calor en
-ello; mas esto no bastara a hacerme pasar muy adelante, si Garcilaso
-con su juicio, el cual, no solamente en mi opinión, mas en la de todo
-el mundo, ha sido tenido por regla cierta, no me confirmara en esta mi
-demanda, y así alabándome muchas veces este mi propósito y acabándomele
-de aprobar con su ejemplo, porque quiso él también llevar este camino,
-al cabo me hizo ocupar mis ratos ociosos en esto más particularmente.»
-
-[17] F. Rodríguez Marín, _Luis Barahona de Soto_, página 282.
-
-[18] Versos 37 y 40 de su égloga III.
-
-[19] Prólogo de Francisco de Medina a las _Anotaciones_ de Herrera,
-pág. 8.
-
-[20] Elegía II, verso 24.
-
-[21] Elegía II, verso 145 y siguientes.
-
-[22] Hizo lugar honroso en sus escritos al nombre de D. Fernando de
-Toledo, gran Duque de Alba, Eg. II; D. Pedro de Toledo, Virrey de
-Nápoles, Eg. I; fray Severo, ayo del gran Duque, Eg. II; D.ª María de
-la Cueva, Condesa de Osuna, Eg. III; D. Bernardino de Toledo, Eleg. I;
-D.ª Catalina Sanseverino, la Flor de Gnido, Canc. V; Mario Galeota,
-soneto XXXIII; D. Fernando de Guzmán, hermano del poeta, soneto XVI;
-Julio César, poeta napolitano, soneto XIX; D. Alonso de Ávalos, Marqués
-del Vasto, soneto XXI; D.ª María de Cardona, Marquesa de la Padula,
-soneto XXIV, y particularmente a su amigo Boscán, Eg. II, Eleg. II,
-epíst., sonetos XXVIII y XXXV, y versos cortos VII.
-
-[23] Véanse las notas a los versos 2 y 258 de la Eg. I, y al 20 de la
-Eg. II.
-
-[24] V. M. Menéndez y Pelayo, _Juan Boscán_, páginas 132-138.
-
-[25] Égloga I:
-
- El dulce lamentar de dos pastores
- Cristo y el pecador triste y lloroso
- He de cantar sus quejas imitando, etc.
-
-[26] Se halla noticia de tal sistema ortográfico y de sus pormenores en
-el libro del Conde de la Viñaza, _Biblioteca histórica de la Filología
-Castellana_, Madrid, 1893, número 544.
-
-[27] Dedicó Garcilaso esta égloga a D. Pedro de Toledo, el _gran
-justador_, primer Marqués de Villafranca y Virrey de Nápoles desde
-1532 a 1553; fue hijo segundo de don Fadrique de Toledo y tío carnal
-del gran Duque de Alba D. Fernando. Hombre de carácter y talento,
-recibió del César el virreinato de Nápoles en momentos de peligro;
-al encargarse de él, llevó consigo desde Alemania a Garcilaso,
-consiguiendo que el Emperador le sacase de su destierro del Danubio.
-Fue su más constante protector. (Navarrete, págs. 44 a 49.)
-
-[28] _Salicio_ laméntase de celos; _Nemoroso_ llora la muerte de
-su pastora _Elisa_. _Salicio_ es Garcilaso, y _Elisa_, según todos
-los comentadores, es D.ª Isabel Freyre, dama portuguesa, esposa de
-D. Antonio de Fonseca. Muchos, desde Herrera, han creído que este
-D. Antonio es el _Nemoroso_ de la égloga; muchos más, desde el
-Brocense, han dicho que _Nemoroso_ no es sino Boscán, «porque _nemus_
-es bosque», y D. Luis Zapata, autor del _Carlo Famoso_, asegura, en
-efecto, que Boscán conoció a _Elisa_ en la Corte, como dama que era
-de la Emperatriz D.ª Isabel de Portugal, y «fue su servidor antes que
-casase»; pero ambas opiniones en lucha han dado sus razones contrarias
-y se han destruido mutuamente. Y dice D. Manuel de Faria y Sousa: «Lo
-cierto es que no fue Boscán ni otro alguno, sino que Garcilaso se
-representa con ambos nombres, y esto es ordinario en los escritores de
-églogas... El introducir nombres sirve solo al diálogo; pero la persona
-es una sola. Así en la égloga de Garcilaso, lo mismo es _Salicio_ que
-_Nemoroso_.» El enamorado de D.ª Isabel Freyre, según el mismo Faria,
-no fue Boscán, sino Garcilaso «que de sus amores fue muy derretido
-estando ella en Palacio, y a ella son los más de sus versos... como
-quien la galanteó antes de casar». Sa de Miranda llama siempre
-_Nemoroso_ a Garcilaso. D.ª Carolina Michaëlis de Vasconcellos defiende
-la opinión de Faria y Sousa, y el maestro Menéndez y Pelayo dice:
-«Prefiero la tradición de Faria a la de Zapata, porque no es verosímil,
-ni posible siquiera, que la divina lamentación de _Nemoroso_, que es
-lo más tierno y apasionado que brotó de la pluma de Garcilaso, sea el
-eco o el reflejo de una pasión ajena, de la cual, por otra parte, no
-hay rastro en los versos de Boscán. Garcilaso ha puesto en aquellas
-estancias todo su corazón, y habla allí en nombre propio, no en el de
-su amigo, ni mucho menos en nombre del marido de su dama.» Todo esto
-con más extensión y con la documentación necesaria puede verse en el
-tomo XIII de la _Antología_ de Menéndez y Pelayo, págs. 55 a 60.
-
-[29] _Estado Albano_: el Reino de Nápoles, llamado así, acaso, por la
-vieja y famosa _Alba-Longa_, o por _Alba_, ciudad también famosa, donde
-los romanos hospedaban a los reyes bárbaros, sus cautivos. Se ha creído
-que _Albano_ es nombre propio (Bello-Cuervo, _Gram._, París, 1907, §
-1171), y se ha dicho que representa al mismo Virrey (Mérimée, _Litt.
-Esp._, París, 1908, pág. 156); no advirtieron tal cosa los comentadores
-antiguos; ni D. Pedro era hombre para juegos pastoriles, ni Albano
-figura para nada en las églogas de Garcilaso, y si llama la atención
-encontrar en las ediciones antiguas _estado-Albano_, no siendo entonces
-obligada la mayúscula inicial de verso, téngase presente que también se
-imprimía _tigre Hircana_, _campo Placentino_, _campo Sarracino_, _arte
-Cortesana_, _sangre Turca_, etc., sin tratarse de nombres propios. Son
-ejemplos del texto de Tamayo, Eg. II.
-
-[30] _Marte_, para los griegos era el más odioso de los inmortales;
-los romanos le tenían por dios favorable y bienhechor; este rasgo, en
-pequeño, retrata a ambos pueblos.
-
-[31] _sobras_ = _superas_. _Sobrar_ tiene la misma etimología que
-_superar_, y en este caso tiene también la misma significación, que es
-la del latín _superare_. Repítese en la Eg. II, versos 1529 y 1540. El
-poeta juega aquí del vocablo entre _faltar_ y _sobrar_, este último en
-sus acepciones culta y corriente.
-
-[32] _dino_ = _digno_, como _maníficas_, Eg. II, v. 395. Demuestra que
-en aquel tiempo se pronunciaba _dino_, aun en lenguaje culto, el hecho
-de encontrar en buenos poetas rimas como _contino_, _dino_, etc. (F.
-Rodríguez Marín, _Luis Barahona de Soto_, pág. 402.)
-
-[33] Perífrasis del laurel con que se coronaban los guerreros
-triunfantes y los poetas heroicos, los eróticos se coronaban de mirto,
-y de hiedra los poetas menores. (Herrera, pág. 411.) Apolo dijo al
-laurel-Dafne--: «Tu follaje adornará mi cabellera y mis armas, y
-servirás de atavío a los guerreros del Lacio al resonar los alborozados
-gritos de la victoria y al desplegar el Capitolio sus triunfales
-pompas.» Ovidio, _Metamórfosis_, lib. I, fáb. X; véase adelante el
-soneto XIII.
-
-[34] La hiedra simboliza afecto y humildad; repítese esta imagen
-adelante, versos 135 y 243 de esta misma égloga: «Fue Ciso --la
-hiedra-- un mancebo que servía a Baco de danzante... y ejercitándose
-una vez delante él en aquel oficio, cayó en el suelo y se mató del
-golpe; y la tierra por honra de Baco crió... una planta, que luego que
-salió por la tierra, comenzó a abrazar la vid de la mesma suerte que
-solía en las danzas y bailes abrazar y rodear Ciso a Baco.» (Herrera,
-pág. 411.)
-
-[35] _el altura_. En tiempo de Garcilaso era lícita esta construcción:
-_el alegría_, Eleg. I, v. 261; _el ausencia_, Eleg. II, versos 72 y 80;
-_el aspereza_, canc. IV, v. 1; _el amarga memoria_, soneto XIX, v. 11,
-etc.; pero luego se admitió _el_ con femenino, tan solo en el caso en
-que siguiese _a_ acentuada, _el alma_, etc. (R. Menéndez Pidal, _Gram.
-Hist._, § 100,2.)
-
-[36] Herrera escribió aquí _un’ alta haya_; en el verso siguiente,
-_un’ agua_; en el 69, _un’ hora_, y así en muchos casos análogos, Eg.
-I, v. 217, 218, 257, etc.; Eg. II, 580, 718, etc.; yo he prescindido
-del apóstrofo y de la vocal _a_, huyendo de la contradicción de otros
-editores que, en iguales circunstancias, y sin motivo razonable, han
-escrito unas veces _un alta, un agua, un hora_, etc., y otras, _una
-alta, una agua, una hora_; comp., por ejemplo, en la edición de Castro,
-Eg. I, v. 46, 47, 218, y 69, 259; Eg. II, 182, 718, etc.
-
-[37] Galatea, Elisa, Camila, Gravina, Flérida y Filis son los nombres
-de las pastoras de Garcilaso, pero la historia recuerda preferentemente
-a la primera unida al nombre del poeta: «Aquella cuyo nombre
-entronizado -- por vos ha sido más que de Catulo -- el nombre de su
-Lesbia celebrado... -- Más que del claro Castillejo, Ana, -- Más que de
-Garcilaso, Galatea...» (F. Rodríguez Marín, _Barahona_, pág. 29.)
-
-[38] _mesquina_, como _entristesco_, Eg. I, v. 254; _mesclado_, Eg. II,
-v. 252, etc.; estas formas con _sc_ tienen en castellano más abolengo
-y más historia que las modernas con _zc_. (R. Menéndez Pidal, _Gram.
-Hist._, § 112,3.)
-
-[39] Tal pensamiento encontró Herrera (pág. 406) en Dante, Ariosto y
-Jorge de Resende; este último dijo así: «Senhora, pois me matais --Por
-vos dar meu coraçãm. -- Peço vos que me digais -- De que manera tratais
--- A os que vossos nam sãm...» Aun cuando en lengua extraña, entiendo
-que estos versos pueden aquí servir para comprender mejor los de
-Garcilaso.
-
-[40] «Injustamente, en mi humilde opinión, censuró Hermosilla, como
-ociosamente pleonástico, este verso, que tan sentidamente exprime el
-dolor de Salicio por la inconstancia de Galatea. Dudo que a nadie
-parezcan más expresivos aquellos acumulados pleonasmos de Homero que el
-mismo escritor llama bellísimos: “Pero Aquiles pretende _sobre todos_
--- _Los otros ser, a todos dominarlos_, -- _Sobre todos mandar, y como
-jefe_, -- _Dictar leyes a todos_.”» Bello-Cuervo, _Gramática_, París,
-1907, § 411, nota.
-
-[41] No ha desaparecido aún la creencia vulgar en los agüeros de las
-aves. Dicen de la lechuza, ave nocturna, que cuando grazna sobre
-la chimenea de alguna casa es anuncio de una gran desgracia para
-la familia que allí viva (La Mancha). Sobre la antigüedad de estas
-supersticiones y lo arraigadas que estuvieron en España y en el
-mediodía de Francia, véase Amador de los Ríos, _Hist. de la Lit._, IV,
-520, etc.; _Rev. de España_, tomo 17 y 18; Fauriel, _Histoire de la
-poésie provenç._, III, 305, etc.; Restori, _La Gesta del Cid_, pág.
-208; sobre los agüeros de las aves en nuestra literatura medioeval,
-véase R. Menéndez Pidal, _La Leyenda de los Infantes de Lara_, pág. 8.
-
-[42] Garcilaso recuerda en muchas de sus poesías el patrio, celebrado y
-rico Tajo, felice y claro río de su tierra natal, Eg. III, v. 106, 197,
-214, 246 y 300; Eg. II, v. 528, 532; Son. XXIV, v. 12, etc.; lo cual
-llenaba de satisfacción al insigne toledano D. Tomás Tamayo de Vargas;
-en cambio, el nombre de la ciudad de Toledo no aparece nunca en estos
-versos, aun cuando el poeta habla de ella en la Eg. III, a no ser como
-apellido de la casa de Alba.
-
-[43] Dice el Brocense: «Alegoría es, como si dijera: De la suerte que
-el agua se huía por camino desusado, ansí imaginaba que me habías de
-dejar por otro.»
-
-[44] El uso de _cúyo_, interrogativo, ha desaparecido de nuestro
-idioma. «No creo que sean aceptables en el día las construcciones:
-_¿Cúyo buque ha naufragado?_ _¿Cúya casa habitas?_ _¿A cúya protección
-te acoges?_, sin embargo de recomendarlas su precisión y sencillez y
-la autoridad de nuestros clásicos.» (Bello-Cuervo, _Gramática_, París,
-1907, § 336.)
-
-[45] «La parra se casa con el olmo y es su amiga, porque crece en él,
-que, según Virgilio, se maridaban las parras a los olmos, y hoy se usa
-junto a Barcelona. La que estaba sola se decía viuda, y así la llama
-Catulo; y al olmo nombra el mesmo, marido de la vid...» (Herrera, 423.)
-
-[46] Hay que leer: _Y-de-ha-cer_...para que el verso resulte cabal.
-La _f_ del latín se conservó en el castellano escrito hasta fines del
-siglo XV: _fablar_, _fazer_, _folgar_, _foja_, _fijo_, etc., y después
-fue sustituida por la _h_, que era verdadera aspirada en los siglos XV
-y XVI. No he encontrado ningún caso en que Garcilaso prescindiese de la
-aspiración de la _h_: véase más abajo, versos 162, 209; Eg. II, v. 462,
-472, 490, 509, 535, 545, etc; cuando a la _h_ precede una consonante,
-el verso no sirve para dar idea de la aspiración: Eg. II, 500, 510,
-516, 536, 623, 630, etc.; a fines del siglo XVI los escritores empiezan
-a vacilar, y unas veces aspiran la _h_ y otras no. (R. Menéndez Pidal,
-_Gramática Hist._, § 38,2; F. Rodríguez Marín, _Luis Barahona de Soto_,
-págs. 399-402.) Extraño es que Boscán elidiese ya la _h_ en muchos
-casos al uso moderno. (M. Menéndez y Pelayo, _Antología_, XIII, pág.
-215.)
-
-[47] Herrera puntúa aquí de esta manera: ..._abundo en mi majada; -- La
-manteca y el queso está sobrado_. El sentido es el mismo, pero la frase
-parece mejor con la variante seguida en el texto.
-
-[48] _Títiro_: divinidad campestre de la alegre corte de Baco. Los
-poetas bucólicos usaban este nombre como sinónimo de _pastor_. _El
-mantuano títiro_, llamado más comúnmente _el cisne de Mantua_, es el
-poeta latino Virgilio.
-
-[49] «Esto de mirarse en el mar --dice el Brocense--, primero lo dijo
-Teócrito, y de allí lo tomó Virgilio, y luego los demás. Y con todo eso
-dicen que es yerro decirlo, porque en el mar ni en aguas corrientes no
-se puede ver la figura.» Salicio no mentía; Herrera lo defiende con
-ejemplos clásicos; pero mejor testimonio es el de la experiencia: puede
-verse la figura en cualquier remanso de agua corriente.
-
-[50] _cierto_, con valor adverbial, por _ciertamente_, como _dulce_
-por _dulcemente_, Eg. II, v. 1100; _inmenso_ por _inmensamente_:
-«Las grandes virtudes _inmenso_ le aplacen.» (Juan de Mena, _Las
-Trescientas_, copla CCXIII.)
-
-[51] Esta ingenua declaración de Salicio no estaba mal vista en los
-pastores de églogas; pruébanlo los ejemplos de Herrera, pág. 246; no
-obstante, el ingenioso Lope, que en multitud de ocasiones recordó a
-Garcilaso, parodió este pasaje en su _Gatomaquia_: «Pues no soy yo tan
-feo, -- Que ayer me vi, mas no como veo, -- En un caldero de agua,
-que de un pozo -- Sacó para regar mi casa un mozo, -- Y dije: “¿Esto
-desprecia Zapaquilda? -- Oh celos, oh impiedad, oh amor, reñilda.”»
-
-[52] _Estremo_ es la Extremadura, así dicha, según Mariana, por haber
-sido mucho tiempo frontera, y lo extremo y postrero que por aquella
-parte poseían los cristianos.
-
-[53] «Las tristes lágrimas mías -- En piedras hacen señal -- Y en vos
-nunca por mi mal.» Canción antigua de la cual no cita Herrera, pág.
-428, más que estos versos.
-
-[54] _No volviendo siguiera los ojos a los desgraciados a quienes tú
-hiciste derramar lágrimas._ Esto se lee de una manera muy diferente en
-los textos de Tamayo, Azara y Castro.
-
-[55] _un espesura._ La elisión de la a ha sido lícita ante vocal, aun
-fuera de los casos indicados en la nota al verso 46; escritores en
-prosa, poco anteriores a Garcilaso, usaban también, con los poetas, de
-esta licencia; Micer Gonzalo de Santa María en _Evangelios e Epistolas_
-(1485), reedición de Upsala, 1908, escribía _un statua_, 78-3; _un
-estrella_, 281-12.
-
-[56] He enmendado el verso de Herrera que, sin duda, por error de
-imprenta dice así: _Al que todo mi bien quitarme me puede_.
-
-[57] _Filomena_ es el ruiseñor; tiene una trágica leyenda. Un viejo
-rey de Atenas, Pandión, tenía dos hijas bellísimas, y Tereo, rey de
-Tracia, casó con una de ellas, con Procné. Cierto día Procné quiso
-ver a su hermana Filomena, y el rey Tereo marchó a Atenas para traer
-a sus palacios a la princesa, su cuñada. A la vista de la joven ardió
-Tereo en ciega pasión; durante el viaje le descubrió sus torpes
-deseos, y al llegar a una selva triunfó de su virginidad. Vuelta en
-sí Filomena, juró al cielo venganza. «Yo misma --dijo a Tereo-- he de
-arrostrar la vergüenza para publicar tu delito: he de descubrirlo al
-universo entero.» El feroz tirano, en su ira, para que no le delatase,
-le cortó la lengua y la dejó presa en cárcel de rocas. Filomena
-bordó en una tela la historia de su desgracia, y con una criada la
-envió a su hermana Procné, que la lloraba creyéndola muerta. Procné,
-secretamente, la sacó de su cárcel; sintió hacia su marido un odio
-mortal; ¿qué venganza podía ser la más cruel?... Sacrificó en sí misma
-su amor de madre; mató a Itis, su propio hijo; puso a hervir una parte
-de él en vasijas de cobre, y, en la comida, sirvió a su esposo aquel
-manjar. Pregunta el padre: «¿Dónde está Itis?» Procné contesta: «Está
-contigo.» Y entonces Filomena se adelanta y arroja la lívida cabeza
-del niño al rostro de Tereo. Prorrumpe este en horrorosos lamentos;
-desnudando la espada corre tras de las hijas de Pandión; pero ellas,
-como si tuvieran alas, huyeron. Y en efecto, alas tenían: Filomena,
-transformada en ruiseñor, desapareció en una arboleda inmediata;
-Procné, hecha golondrina, aún tiene en su plumaje, como vestigios de
-su cruel asesinato, manchas de sangre. Tereo, sediento de venganza,
-fue convertido en abubilla, la de vistoso penacho y pico de dardo;
-hay quien dice que se transformó en gavilán; Itis, quedó en jilguero.
-(Ovidio, _Metamórfosis_, lib. VI, fáb. VI.) Ahora bien: el ruiseñor no
-es blanco, _la blanca Filomena_, por lo cual al Brocense le pareció
-mejor _la blanda Filomena_, y esta enmienda siguieron Azara, Castro y
-otros; también la defiende Tamayo (fol. 41-43), porque aquel ruiseñor
-blanco que presentaron, según dicen, a Agripina, mujer de Claudio,
-túvolo Plinio ya por maravilla; pero dice Herrera (pág. 429): «con
-licencia de ellos no hizo mal Garcilaso en dalle tal apuesto, porque
-el color blanco es purísimo y el más perfeto de los colores, y por
-traslación al ánimo se toma por sincero, y así _blanca_ significa
-simple, sencilla, pura y piadosa...»
-
-[58] Este nombre, _Nemoroso_, ha servido también de adjetivo
-poético aplicado a cosas propias de bosques; Castro cita ejemplos
-de Cairasco de Figueroa en su _Templo militante_, y de Lope de Vega
-en su _Arcadia_; San Juan de la Cruz en la _Canción entre el alma y
-su esposo_, dice: «Mi amado, las montañas, -- Los valles solitarios
-_nemorosos_, -- Las ínsulas extrañas, -- Los ríos sonorosos, -- El
-silbo de los aires amorosos...»
-
-[59] _Piérides_, las Musas. Piero, rey de Macedonia, tenía nueve
-hijas que creían cantar mejor y ser más sabias que las nueve Musas,
-tanto que, audaces, como poetas vanidosos, se disputaron con ellas el
-triunfo de las artes, y en castigo de su temeridad fueron convertidas
-en urracas. (Ovidio, _Metamórfosis_, lib. V, fáb. IV.) No obstante la
-poesía suele llamar también _Piérides_ a las Musas verdaderas, sin
-duda, porque, según Hesiodo, nacieron en la Piérida, provincia de
-Macedonia.
-
-[60] Si _Nemoroso_ y _Salicio_ son Garcilaso (nota al verso 2), _Elisa_
-y _Galatea_ deben ser D.ª Isabel Freyre; las quejas de ambos pastores
-son, en efecto, compatibles como episodios de un mismo amor. El
-afortunado rival a quien alude _Salicio_ en los versos 127-137 y en el
-180, acaso fue D. Antonio de Fonseca, marido de D.ª Isabel; esto parece
-confirmar el epígrafe de la _Canción primera en versos cortos_, según
-el manuscrito de Iriarte: «A D.ª Isabel Freyra, porque se casó con un
-hombre fuera de su condición.»
-
-[61] Según la estructura de las demás estrofas, este verso debiera ser
-endecasílabo; el Brocense lo enmendó de este modo: _Más convenible
-fuera aquesta suerte_; pero Herrera, aunque advirtió el defecto, tuvo a
-bien respetarlo.
-
-[62] _coluna._ Evolución tardía del cultismo _columna_. El grupo de
-consonante _mn_ dio _ñ_ en su primitiva evolución: _damnu_, _daño_;
-_somnu_, _sueño_. (V. R. Menéndez Pidal, _Gram. Hist._, § 47,2,a.)
-
-[63] Esta estancia tiene 15 versos en vez de los 14 que le
-corresponden, y Tamayo (notas, fol. 43), por indicación de Luis
-Tribaldos de Toledo, propone una enmienda en que se suprime un verso
-«y se quita la superfluidad, y aquel _blanco pecho_, que tiene algo
-de lascivo, y se refiere la gloria a los cabellos, _el dorado techo_,
-sobre el cuello, _la coluna_, con mayor encarecimiento». En cuanto a
-Herrera, lo que quisiera corregir es lo de _blando pecho_, y decir en
-su lugar _blanco_. Muchas ediciones han aceptado esta corrección, entre
-ellas la de Tamayo. Por lo demás, el mismo Herrera, pág. 436, dijo:
-«¿quién ha de poner mano en obras de un escritor tan alabado y recebido
-de la opinión pública? Basta apuntar este error, y quede así solamente
-notado.»
-
-[64] _Cargar la mano_; no es pequeño mérito de un poeta tan ilustre
-como Garcilaso haber sabido mantener correcto y elegante su lenguaje,
-sin desdeñar giros, frases y modismos sacados de la entraña del
-castellano: _Por el paso en que me ves, te juro_..., Eg. II, v. 653;
-_Callar que callarás_, íd., 922; _Yo, para mi traer_..., íd., 899; _Dar
-al travieso_, íd., 952; _Daca, hermano_..., íd., 969; _Diz que_...,
-íd., 1076; _Entrar con pie derecho_, íd., 1467; _Dar de mano_, íd.
-1478; _Tomar a destajo_, Eg. III, 193; _Traer por los cabellos_...,
-canc. IV, v. 7; _Darse buena mano_, Apéndice I; _A todo correr_,
-Apéndice I, etc. Complétase esta nota con las de los versos 360, Eg. I,
-y 142, Eg. II. El culto Herrera se indignaba de esto.
-
-[65] El Brocense enmendó _aquello que_; pero Herrera dejó _aquella_,
-interpretando, sin duda, así: «Aquella cosa que con medrosa forma o
-imagen se nos ofrece de noche y pone horror.»
-
-[66] Parece que en este verso puede elidirse la aspiración de la _h_,
-pero acaso le corresponda esta lectura: «Su-luz-pu-ra-y-her-mo-sa.» (V.
-nota anterior, al verso 157.)
-
-[67] Este pensamiento es el mismo de la famosa cantilena de Esteban
-Manuel de Villegas (1595-1669): «Yo vi sobre un tomillo -- quejarse un
-pajarillo -- viendo su nido amado, -- de quien era caudillo -- de un
-labrador robado...» Hállase en poetas latinos y en otros castellanos;
-nació en las _Geórgicas_ de Virgilio, según Herrera, pág. 439.
-
-[68] La noche no consuela su llanto ni sus quejas.
-
-[69] Dolor tan grande no puede soportarse en modo alguno.
-
-[70] Deseo insistir en la intención de la nota al verso 289, de esta
-misma égloga, sobre la simpatía de Garcilaso por ciertas formas del
-castellano familiar, recordando al lado de esta: _más ardiente que la
-llama_, las siguientes: _más dura que mármol_, v. 57; _más helada que
-nieve_, v. 59; _más fuerte que el hierro_, v. 265; _más rubio que el
-oro_, v. 274; _lo quiero más que a mis ojos_, Eg. II.ª, v. 747, etc.
-
-[71] La noche de la muerte de Elisa.
-
-[72] _Aquel duro trance_ es el trance del parto. _Lucina_ es Diana, a
-quien tenían los gentiles por abogada en los partos y, a la vez, por
-diosa de la castidad. «Suponía la fábula que Diana, nacida momentos
-antes que Apolo, había presenciado los dolores y padecimientos de
-su madre Latona, y que esto le inspiró tal horror al matrimonio y
-compasión por las mujeres en el trance de ser madres, que imploró de
-Júpiter el don de perpetua virginidad y la facultad de favorecer los
-alumbramientos difíciles.» (Gebhardt, _Los dioses de Grecia y Roma_,
-tomo I, pág. 119.)
-
-[73] _inesorable_, inexorable; véase Eg. II.ª, v. 253, nota.
-
-[74] Recordaba estos sentidos versos Cristóbal Mosquera de Figueroa
-en su lamentación por la muerte de Garcilaso: «¡Murió Salicio; ya
-Salicio es ido! -- ¡Salicio es ido! luego respondieron -- Las selvas,
-redoblando su ruído... -- Y tú, Apolo, ¿dó estabas, que testigo --No
-fuiste cuando el cuerpo dio en el suelo -- Por mano del sacrílego
-enemigo?... -- Y tú, Venus dorada... -- ¿Por qué no socorriste el
-doloroso -- Trance de tu poeta?...»
-
-[75] Diana cazadora, la diosa de los riscos y los montes, encontró una
-vez al gentil pastor Endimión dormido en una gruta. Endimión, hijo de
-Júpiter, tiene la facultad de dormir eternamente, sin envejecer ni
-morir. Diana, la Luna, enamorada de él, baja todas las noches en su
-carro de plata, a contemplarle en silencio, a besarle y a reposar a su
-lado. (Véase Gebhardt, _obr. cit._, tomo I, pág. 133.)
-
-[76] _comovida_; reducción de la forma culta _conmovida_; casos
-análogos _tramontar_, Eg. I, v. 412; _ecelencia_, Eg. II, v. 1741;
-_comovió_, Eg. II, v. 1817; _lacivo_, Eg. III, v. 93, etc.; véase nota
-al v. 1298 de la Eg. II.
-
-[77] _Tercera rueda_: Juan de Mena, _Las Trescientas_, tercer cerco.
-«Es el cielo de Venus, cuya luz cría amorosos efectos, y de ninguna
-otra benina estrella se engendran cosas tan cercanas al poder de la
-hermosa Venus.» (Herrera, pág. 444.)
-
-[78] El escrupuloso Herrera, a quien no podía ocultarse el
-convencionalismo pastoril, en vez de disculpar a Garcilaso, le hace
-aquí la siguiente reconvención: «Mucho es gastar un día en el canto;
-porque _Salicio_ comenzó al salir del sol.» y «_Nemoroso_ acaba al
-poner del sol.» (Pág. 445.)
-
-[79] _recordando_, despertando. De esta significación antigua de
-_recordar_ hay un bello ejemplo en el romance de Melisenda: «Vase
-para los palacios -- donde sus damas están -- dando palmadas en ellas
---Las empezó de llamar: -- Si dormides, mis doncellas, -- si dormides,
-recordad! -- Las que sabedes de amores -- consejos me queráis dar...»
-(R. Menéndez Pidal, _El Romancero Español_, The Hispanic Society of
-America, 1910, págs. 25-26.)
-
-[80] Intervienen tres pastores: _Albanio_, _Salicio_ y _Nemoroso_ y la
-pastora _Camila_, ninfa de _Albanio_. «Esta égloga es poema dramático,
-que también se dice _ativo_, en que no habla el poeta, sino las
-personas introducidas... Tiene mucha parte de principios medianos de
-comedia, de tragedia, fábula, coro y elegía.» (Herrera, pág. 537.) «Es
-muy desigual, y aunque en ella se hallan muchos pedazos excelentes, en
-el todo no puede compararse con la primera.» Azara. Fue escrita después
-del socorro de Viena y después del destierro del poeta en la isla del
-Danubio; seguramente en Nápoles, hacia 1533.
-
-[81] Se ha creído que la fuente que aquí se cita es una que hay en
-Batres, antigua posesión de la casa del autor, de la cual dice Tamayo
-(fol. 45) que se ha conservado con el nombre de _Fuente de Garcilaso_,
-y como ilustre monumento de sus escritos se venera.
-
-[82] Hay que leer _sua-ve_, en dos sílabas, y no _su-a-ve_, como
-_rui-do_, canc. IV, v. 98; en cambio dos versos antes del presente se
-encuentra _ru-í-do_; más adelante veremos como monosílabos _peor_,
-_mío_, _míos_, _río_, _día_, etc., Son. VI, 7; Son. VII, 10; Son. VIII,
-6; Son. XXVI, 13; Eg. II, 1472; Eg. III, 330. «De esta sinéresis,
-enemicísimas de la buena prosodia, abusaron nuestros clásicos... a
-extremo tal, que más pueden pasar por vicio común de aquella época que
-por rudeza de oído de este o aquel versificador.» (V. Rodríguez Marín,
-_Luis Barahona de Soto_, págs. 411-413.)
-
-[83] Claros ojos, delicada y blanca mano, cabello de oro y cuello
-de marfil; la belleza de _Elisa_ (Eg. I, v. 267 y sigs.) coincide
-exactamente con la de _Camila_ que aquí describe _Albanio_; conviene
-apuntar la sospecha de que este _Albanio_ no sea sino Garcilaso, y,
-asimismo, que la parte sentimental de esta égloga sea una nueva ofrenda
-del poeta hacia aquella dama cuyos amores, de que fue tan derretido
-(Eg. I, nota al v. 2), le inspiraron toda la égloga anterior, cuatro
-bellas octavas de la tercera (versos 217-248), las dos primeras
-canciones en versos cortos y acaso los sonetos XXV y XXVI. No he podido
-persuadirme de que _Albanio_ sea el gran Duque de Alba, como se ha
-dicho. (V. adelante, nota al v. 1716.)
-
-[84] Conviene advertir de estos tercetos dichos por _Albanio_ que son
-los más antiguos que hay en castellano, aparte los de Boscán, y de algo
-debe servirles este mérito frente aquella ventaja que puedan llevarles
-los de Quevedo, de los Argensolas y del gran incógnito sevillano,
-autor de la _Epístola Moral_ (siglo XVII). (V. Menéndez y Pelayo,
-_Antología_, XIII, pág. 237.)
-
-[85] «Imita en estas tres estanzas la famosa oda de Horacio _Beatus
-ille_. No se pone aquí porque la saben aun los muchachos medianamente
-instruidos y porque tenemos en castellano más de veinte traducciones.»
-(Azara.)
-
-[86] «Don Francisco Gómez de Quevedo, ejemplo de las ingeniosidades de
-los nobles de nuestra nación, me escribe que le parece que se ha de
-leer así: _Que en nuevo gusto nunca el bien se pase_. Basta su parecer
-para que se siga.» (Tamayo, fol. 46.)
-
-[87] «Dice Virgilio, tomándolo de Homero, al fin del libro VI de la
-_Eneida_, que hay dos puertas del sueño: por la de marfil salen los
-sueños falsos, y por la de cuerno, los verdaderos. _Ebúrnea_ es de
-marfil.» (Brocense, nota 118.)
-
-[88] El mejor testimonio de la consideración que mereció a Garcilaso el
-castellano familiar y corriente está en la frecuencia con que se vale
-de adagios y refranes: _el mal, comunicado, se mejora; de un mal, ajeno
-bien se empieza_, Eg. II, v. 259; _no hay mejor cirujano que el bien
-acuchillado_, Eg. II, v. 355; _no es malo tener quien llore al pie del
-palo_, Eg. II, v. 363; _fácilmente, el sano da consejo al doliente_,
-Eg. II, v. 400; _de un dolor a otro se empieza_, Eg. II, v. 494; _a
-quien no espera bien, no hay mal que dañe_, Eg. II, v. 774; etc. (V.
-Eg. I, v. 289, nota.)
-
-[89] «Este verso está en Boscán en un soneto.» (Brocense, nota 123.)
-Castro podía haber repetido en este lugar lo que dijo con motivo del v.
-32 de la Eg. III.
-
-[90] Sujeto estaba enteramente, y _destinado_ por el cielo, a
-consumirse en vivo amor, Eleg. II, v. 76; a poder suyo, se hubiera
-resistido, mas no hay defensa contra lo que el _destino_ determina,
-Son. VII. Los que creyeron en el fatalismo, pensando que la fuerza del
-hado podía ahogar nuestro libre albedrío, fueron juzgados por herejes;
-de aquí que Herrera, pág. 551, y Tamayo, fol. 37, hayan intentado
-defender la ortodoxia de nuestro poeta. Acaso Garcilaso había aceptado
-esta opinión, a la vez que su respeto a los dioses, a las musas y
-a natura, como uno de tantos aderezos poéticos, resucitados por el
-clasicismo, de la antigüedad pagana; pero lo cierto es que los poetas,
-en materia de amor especialmente, y el vulgo, en esta y otras muchas
-materias, han concedido siempre gran influencia al poder del destino, a
-pesar de las decisiones ecuménicas de la religión.
-
-[91] Esta referencia al parentesco entre _Camila_ y _Albanio_ habrá
-sido recogida, seguramente, por el Sr. Menéndez y Pelayo en el próximo
-tomo XIV de su _Antología_, para identificar definitivamente las
-personas en ambos pastores representadas.
-
-[92] Ofrecerse a Diana era jurar castidad, vivir en las selvas y
-consagrarse a los ejercicios de la caza; era parte del culto de esta
-religión ofrendar a la diosa, en su silvestre altar, la testa del
-jabalí, los cuernos del ciervo y otros tales despojos de las piezas
-cobradas.
-
-[93] _aflitos_ por _aflictos_, afligidos. (V. nota adelante, verso
-1298.)
-
-[94] Empieza a faltar sombra al ruiseñor --_Filomena_-- en el otoño,
-cuando los árboles van quedando sin hoja.
-
-[95] _secutando_, ejecutando; _esecutarse_, canc. I, v. 16;
-_esecutivo_, Son. XXV, v. 1; en el Son. XXIX, v. 14, _esecutá_,
-ejecutad. (*exsecutare, Körting, _Lateinisch-Romanisches Wörterbuch_,
-1907, núm. 3483.) En español antiguo se escribía _executar_; pero la
-_x_ equivale al grupo _cs_, y este grupo, en palabras cultas, podía
-simplificarse en _s_, como hoy se simplifica en las formas vulgares:
-_desaminar_, _desención_, etc., Eg. I, v. 377, _inesorable_.
-
-[96] «Este es proverbio latino, _Nulla mala hora est, quin alicui sit
-bona_. No hay mal sin bien, catá para quien.» (Brocense, nota 127.)
-
-[97] «_Superno_, adj. Supremo, o lo que está más alto. Es del latino
-_Supernus_ y tiene poco uso.» (_Dicc. Aut._, 1739.)
-
-[98] _grúa_, grulla. «Escribe Eliano que las grúas duermen todas de
-noche, y que tres o cuatro velan haciendo guarda a las demás, y que por
-no vencerse del sueño, sufren un fatigoso y molesto trabajo, porque
-levantando un pie, tienen en él con gran cuidado una piedra, para que
-cuando las acometa el sueño y se haga señor dellas, las despierte el
-ruido de la piedra que se les cayere.» (Herrera, 555.)
-
-[99] Esta fama ha quedado a los ánsares desde aquella hazaña en
-que, gracias a ellos, se salvó Roma. «Teniendo los Galos sitiado el
-Capitolio, lo asaltaron una noche que los centinelas estaban dormidos;
-pero los ánsares con sus graznidos despertaron a Manlio, que con sus
-romanos rechazó el asalto.» (Azara.)
-
-[100] Primo de Faetón era el rey de Liguria, el cual llorando la muerte
-de su pariente se convirtió en cisne. De esta fábula va una nota más
-amplia en el Son. X, v. 14.
-
-[101] «La fábula de la perdiz se cuenta en Ovidio, y dice que era
---Talo-- un criado de Dédalo, y que halló --es decir, inventó-- la
-sierra, y Dédalo de envidia de tan buena invención le echó de una
-torre abajo, y agora las perdices por miedo de la caída hacen nido
-en el suelo huyendo de los techos.» Brocense, nota 129. (Ovidio,
-_Metamórfosis_, lib. VIII, fáb. IV.)
-
-[102] En este lugar y en tres pasajes más de la presente égloga, versos
-720, 934 y 1129, ensaya Garcilaso la _rima interior_, imitando al
-Petrarca. Es esta rima pariente de los viejos versos leoninos usados
-alguna vez en la _Eneida_ y no desconocidos en el _Cantar de mío Cid_.
-(V. la obra de este título por D. R. Menéndez Pidal, Madrid, 1908,
-tomo I, parte 1.ª § 35.) Garcilaso estuvo poco afortunado en esta rima
-trabada; sus continuadores, Cervantes, Cetina, Tirso, Barahona y otros,
-no tuvieron mejor éxito. (V. sobre esto una interesante nota de D. F.
-Rodríguez Marín en _Luis Barahona de Soto_, pág. 330.)
-
-[103] No hay mejor cirujano que el bien acuchillado. Proverbio antiguo.
-
-[104] _al pie del palo_, al pie de la horca. «También es refrán, que
-alude a los que ahorcan.» (Brocense, nota 132. V. Eg. II, v. 142, nota.)
-
-[105] _contrastar_: hacer oposición y frente, combatir y lidiar.
-(_Dicc. Aut._, 1739.)
-
-[106] _maníficas_, magníficas. V. Eg. I, v. 34, nota.
-
-[107] «Quiere el licenciado Cristóbal de Mesa que diga _retórico_
-por _filósofo_, por ser más propia la elocuencia de aquel que
-déste.» (Tamayo, notas, fol. 49.) Sin embargo, por lo que Salicio ha
-venido discurriendo para consuelo de Albanio, cabe que este pudiese
-calificarle con lo de _filósofo_ además de lo de _elocuente_.
-
-[108] «El silencio es alimento de las enfermedades de amor.» (Herrera,
-559.)
-
-[109] Camila, deseosa de conocer a la ninfa de Albanio, levantose con
-tanta prisa que no dio lugar al pensamiento para discurrir sobre la
-imposibilidad de que en la fuente se encontrase mujer alguna. Conviene
-intentar esta explicación para que no parezca excesiva la candidez, o
-acaso la coquetería de Camila.
-
-[110] _boca arriba tendido_: Garcilaso repite algunas veces esta imagen
-como última expresión del aniquilamiento y postración del ánimo; en
-esta misma égloga, versos 118, 659, y Canción I, versos 13 y 37; la
-rusticidad de la vida pastoril disculpa la llaneza de esta figura, no
-bien acogida por algunos críticos.
-
-[111] «Proverbio latino: _malis mala succedunt_. Por eso decimos: Bien
-vengas, mal, si vienes solo.» (Brocense, nota 139.)
-
-[112] _la mi muerte._ «Los pronombres posesivos y demostrativos se
-suponen envolver el artículo cuando preceden al substantivo: _Mi libro,
-el libro mío_... Pero antiguamente solía construirse el posesivo con el
-artículo, precediendo ambos al substantivo, en sentido determinado; uso
-que subsiste en las expresiones _el tu nombre_, _el tu reino_, de la
-oración dominical; en _el mi consejo_, _la mi cámara_, y otras de las
-provisiones reales.» (Bello-Cuervo, _Gramática_, París, 1907, § 878.)
-
-[113] Murió Garcilaso, y «luego que se oyó su muerte, se desataron
-en elogios y en lágrimas las lenguas y las Musas compitiéndose las
-naciones extranjeras unas a otras. En Toledo fue universal el luto y el
-llanto, en una muerte tan digna de sentimiento, que hasta hoy no acabó
-de llorarla bien el Tajo, como predijo él mismo en este que quiso ser
-verso y fue vaticinio.» (Cienfuegos, _Vida de San Francisco_, Madrid,
-1726, pág. 52.)
-
-[114] «Cosa muy vulgar es decir que el cisne canta dulcemente siempre,
-pero más al fin de su muerte. Dícelo Platón _in Phaedone_, y Plutarco
-y muchos poetas griegos y latinos; pero Luciano se burla mucho desto,
-y Eliano, grave historiador, en el libro 1.º de _Varia Historia_, y
-Plinio, libro 10, cap. 23. Puede ser que en unas tierras cantan y en
-otras no; a lo menos en España no sabemos que canten, mas de que en
-Tordesillas oyeron muchas gentes entre los juncos del río unos gaznidos
-(_sic_) espantosos, tanto que pensaron ser alguna cosa monstruosa, y
-algunos se atrevieron a llegar allá, y hallaron un cisne que había
-venido de otra parte, y murió muy presto. Desto hubo muchos testigos.»
-(Brocense, nota 146.)
-
-[115] De la ninfa Eco y del castigo que Juno la impuso por ayudar a
-Júpiter en sus devaneos tiénese noticia a mano en el tomo II, pág.
-17, de esta _Colección_, nota a los versos 294-295, acto I de _El
-Vergonzoso en Palacio_, de Tirso de Molina.
-
-[116] Porque también Eco fue muy desgraciada en sus amores con Narciso.
-
-[117] Eco no puede mostrarse; pero se oye su voz, que es lo único que
-de ella ha sobrevivido.
-
-[118] «Para que se entienda la propiedad destas ninfas que aquí pone,
-digo que _Nayades_, son de los ríos; _Napeas_, de los collados;
-_Dríades_, de los bosques; _Hamadríades_, de los árboles; _Oreades_, de
-los montes; _Henides_, de los prados.» (Brocense, nota 149.)
-
-[119] _Las napeas son la verdadera guarda del bosque._ Creo, a pesar de
-Castro, que en esta frase no hay nada contrario a la Gramática.
-
-[120] A las _orejas_ de algún purista acaso suene mal esta expresión,
-como a la de aquellos contemporáneos de Herrera que hubieran querido
-enmendar _divinos oídos_, «por parecerles que no significan _orejas_,
-en el sermón vulgar, sino las del asno... lo cual no es otra cosa que
-una solicitud demasiadamente curiosa y afectada, y que procede antes
-de inorancia, que del conocimiento de la fuerza y hermosura de nuestra
-habla... ¿Mas qué, merecen menos las orejas, varia y hermosísima parte
-de la composición humana, que las otras que constituyen el cuerpo? ¿No
-son ministras de nobilísima operación? ¿No es esta voz bien compuesta?
-El oído, ¿no es ajeno de la significación dellas? ¿Pues qué barbaria
-se ha introducido en los ánimos de los nuestros, que huyen como si
-fuese sacrilegio inespiable, el uso de esta dición?...» (Herrera,
-_Anotaciones_, 568-569.)
-
-[121] Dríades o Hamadríades son las ninfas de los bosques que viven en
-los troncos de los árboles:
-
- «Y así las ninfas, el cantar rompido,
- Volviendo al campo do el oculto moro
- Riquezas guarda con el puño avaro,
- Desnudas se metieron
- En las encinas huecas, do salieron.»
-
-_Luis Barahona de Soto._ Fin de la égloga de las Hamadríades.
-
-[122] _viso_, vista, italianismo usado especialmente por los poetas
-del siglo XV. «Señora, flor de azucena -- Claro viso angelical,»
-Villasandino, _Canc. Baena_, 18-a. «Tanto quel viso de la criatura
---Por la diáfana claror de los cantos -- Pudiera traer objetos a tantos
--- Cuantos celaba so sí la clausura.» (Juan de Mena, _Las Trescientas_,
-cap. XV.)
-
-[123] _Por el paso en que me ves_... El culto Herrera nos hace saber
-el carácter popular de esta forma de juramento al decir de ella, como
-censura, que es traída de en medio de la plebe.
-
-[124] Albanio no hubiera pensado en suicidarse con un arma, «porque la
-muerte de hierro es trágica y no conviene a la rustiqueza y simplicidad
-de pastores». (Herrera, 570.)
-
-[125] En situación semejante a la de _Albanio_, _Carino_, pastor de
-Sannazaro, fue distraído de su desesperación por el vuelo de unas
-palomas, y tal recurso es, acaso, más verosímil que el que utiliza
-Garcilaso, pero, desde luego, se advierte en la intención de este el
-deseo de valerse de un fenómeno puramente natural, y al mismo tiempo
-decisivo, para vencer la voluntad de Albanio sin dejar sospecha sobre
-la firmeza y sinceridad de su resolución.
-
-[126] Tamayo, notas, fol. 18, discute el sentido de este terceto: «Si
-el último verso se aplica al _atónito_, es floja la sentencia; si al
-segundo, no tiene ninguna. Si se lee _rendido_, en vez de _tendido_,
-parece que puede ser alusión al rendimiento del ánimo cuando se
-ha caído en la cuenta, haciendo equívoca la translación. Los más
-ingeniosos lo juzguen.» La enmienda de _tendido_ en _rendido_ se ha
-propuesto también para la Canc. I, v. 13 y 37.
-
-[127] _presupuesto_, usado como substantivo se toma por el motivo,
-causa o pretexto con que se ejecuta alguna cosa. (_Dicc. Aut._)
-
-[128] _Salicio_ piensa llevar a _Gravina_ el nido de su ruiseñor, con
-agravio de la desdeñada _Galatea_, si no es que se trata de un segundo
-nombre de esta misma pastora, exigido aquí por la consonancia de
-_encina_.
-
-[129] Herrera acentúa _pásso_, como si Camila dijese: _no paso, me
-quedo en este valle_; ha parecido mejor acentuar _pasó_, como hizo el
-Brocense, entendiendo que esta palabra se refiere al corzo herido que
-Camila persigue.
-
-[130] Tal ocurrió a la ninfa Calisto, que por corresponder a los amores
-de Júpiter, perdió la compañía de las demás ninfas, y, además, Juno, en
-venganza, la transformó en osa. (Ovidio, _Metam._, lib. II, fáb. IV.)
-
-[131] _desbañar_, quiere decir _afligir_, _congojar_, lo contrario de
-_bañar_, que, según Tamayo, fol. 51-52, se usó en latín --_balineum_,
-_balineare_-- con la significación de _aliviar_, _quitar cuidados_. El
-mismo Tamayo trae unos versos de otro poeta, sin decir quién es, en
-donde aparece también _desbañar_ dicha acepción de _afligir_.
-
-[132] Un elogio semejante hállase también en el último terceto del Son.
-XXI.
-
-[133] _estampa_, idea, original, dibujo y molde principal o prototipo.
-(_Dicc. Aut._)
-
-[134] _me adiestra_: por me guía o me conduce.
-
-[135] _prendedero_: «cierto instrumento, que se hace de hierro,
-alambre u otro metal, y consta de dos o tres ganchos pequeños, con que
-regularmente las aldeanas prenden sus sayas, cuando las enfaldan.»
-(_Dicc. Aut._)
-
-[136] _cornado_. Moneda de baja ley que mandó batir el rey D. Alfonso
-el Onceno el año de 1331 para remediar la falta de dinero, carestía y
-falta de mantenimientos. (_Dicc. Aut._) A lo cual Sancho respondió que
-por la ley de Caballería que su amo había recibido no pagaría un solo
-cornado aunque le costase la vida. (_Don Quijote_, tomo I, cap. 17.)
-
-[137] Eurídice, huyendo del pastor Aristeo, fue mordida en un talón por
-una sierpe y murió el día de su boda; Orfeo, su esposo, fue a buscarla
-a los infiernos, y de tal modo embelesó a las divinidades infernales
-con su voz y su lira, que le concedieron sacase a Eurídice. (Ovidio,
-_Metamórfosis_, lib. X, fáb. I.)
-
-[138] Son divinidades infernales las tres Furias hermanas, Alecto,
-Tisífone y Meguera, las de ojos de ira y cabellera de culebras.
-
-[139] _fosado_: foso.
-
-[140] _entramos_ y _entrambos_ eran formas igualmente usadas en tiempo
-de Garcilaso, pero la primera tiene más color popular; él mismo dice
-_entrambos_ en otros lugares.
-
-[141] En esto hay un recuerdo de la fábula del lindo Narciso, el cual,
-habiéndose visto en una fuente, gustó tanto de su propia belleza, que
-falleció de amor. (Ovidio, _Metamórfosis_, lib. III, fáb. V.)
-
-[142] _puedes_, _debes_ no son consonantes, ni tampoco _culebras_,
-_negras_, v. 945; _acabo_, _hago_, v. 1007; _faunos_, _silvanos_, v.
-1157; _sangre_, _hambre_, v. 1205; _sangre_, _estambre_, v. 1242 y
-1663; _campo_, _blanco_, v. 1257, y a propósito de esto dice Tamayo,
-fol. 54: «en este género de metro, como tan lleno de consonancias, no
-ofende al oído que alguna difiera en alguna letra... fuera de que en
-el furor de tan largo discurso como este de Nemoroso, es más permitida
-esta licencia, que denota el valor acreditado de Garcilaso, que podía
-reconocer sin reprehensión en sí, facultad libre para no reparar en
-menudencias tan accidentales.»
-
-[143] «_aferrar_, de que en los siglos XVI y XVII se decía
-indiferentemente _afierro_ o _aferro_, no admite hoy sino la última
-forma.» (Bello-Cuervo, _Gram._, pág. 77, n.)
-
-[144] Empiezan aquí los loores a la casa de Alba.
-
-[145] Se refiere a la ciudad de los duques, de la cual dice el refrán:
-«Alba de Tormes, baja de muros y alta de torres.» (Herrera, 626.)
-
-[146] Habla de Fr. Severo, monje italiano, preceptor del gran Duque D.
-Fernando. «Este fraile fue el que, abusando de la confianza del Duque
-de Alba, D. Fadrique, engañó miserablemente a Luis Vives, que era
-el verdadero preceptor que el Duque de Alba quería para su nieto...
-Severo, que iba a Lovaina, se encargó de hablar a Vives y de entregarle
-una carta sobre el asunto, pero ni una cosa ni otra hizo, a pesar de
-haber tenido con él larga conversación más de diez veces. Ofendido
-el Duque por no recibir contestación, creyó que el sabio valenciano
-despreciaba su oferta, y dio la plaza de preceptor al mismo Fr. Severo,
-que con tan malas artes la había granjeado.» (Menéndez y Pelayo,
-_Antología_, tomo XIII, pág. 48.)
-
-[147] Quintana se equivocó haciéndole benedictino y siciliano. (_Obras
-inéditas de D. Manuel José Quintana_, Madrid, 1872, págs. 117 y 118.)
-Era dominico y había nacido en Plasencia de Lombardía o en su campo.
-(M. Menéndez y Pelayo, l. c.)
-
-[148] Refiérese a las famosas batallas entre cartagineses y romanos en
-la segunda guerra púnica.
-
-[149] «En _aterrar_ quieren los gramáticos hacer una distinción
-entre _atierro_, en sentido de “echar por tierra”, y _aterro_, en el
-metafórico de “consternar”, creyendo, sin duda, que en esta segunda
-acepción el verbo se deriva de _terror_.» (R. Menéndez Pidal, _Gram.
-Hist._, § 112 bis,-2.)
-
-[150] «¿Cómo se pueden traducir en lenguaje vulgar estas maravillas?
-¿Sería, por ventura, Fr. Severo un físico más o menos teósofo, a estilo
-de su tiempo, una especie de Cardano o de Agripa, iniciado en la magia
-natural, y aun en la teurgia? Si algo de esto hubiese sido, por otra
-parte lo sabríamos, y quizá los procesos de la Inquisición nos diesen
-razón de él como nos la dan del licenciado Torralba. Es muy probable
-que Severo tuviese algunos conocimientos de ciencias naturales, aparte
-de su física escolástica, y que las cultivase para recreo propio y de
-sus amigos; pero todo lo demás debe de ser pura fantasmagoría poética.
-Y lo que me confirma más en esta idea es que Garcilaso, en varios
-lugares de esta égloga, no hace más que poner en verso mucha parte
-de las prosas octava y novena de la _Arcadia_ de Sanazzaro, como ya
-advirtieron en sus respectivos comentarios el Brocense y Herrera: los
-prodigios de Severo son los mismos que se refieren del mágico Enareto
-en la novela italiana... la adaptación de estos pasajes a Severo pudo
-tener algún fundamento en los estudios y aficiones de este; pero pudo
-ser también mero capricho del poeta. Una de las muchas convenciones
-del género bucólico era el uso frecuente de la magia y de las
-supersticiones gentílicas.» (M. Menéndez y Pelayo, _Ob. cit._, págs. 53
-y 54.)
-
-[151] _amancilla_: entristece.
-
-[152] _pastoriles_, _avena_: instrumentos músicos; la _avena_ es una
-especie de flauta, voz poética y puramente latina. (_Dicc. Aut._)
-
-[153] «El Rey D. Juan el Segundo prendió a D. Fernando Álvarez de
-Toledo, Conde de Alba, y su hijo D. García, que después fue primer
-Duque de Alba, le hizo mucha guerra desde las fortalezas de su padre,
-mayormente desde la villa de Piedrahita, que es a diez leguas de Béjar,
-procurando su libertad; pero muriendo el Rey don Juan, D. Enrique el
-4.º, su hijo, luego que fue jurado por rey, voluntariamente sacó de
-la prisión al Conde de Alba y a D. Diego Manrique, Conde de Treviño.»
-(Herrera, 588.) Esta era la época de las famosas rivalidades entre
-la nobleza y el Condestable D. Álvaro de Luna. «De este D. Fernando
-Álvarez de Toledo hace mención el Bachiller Fernán Gómez de Cibda-real,
-y Hernando del Pulgar lo incluye entre sus _Claros Varones_, tít. V.»
-(Navarrete, pág. 154.)
-
-[154] Hijo de D. García y de una tía carnal del Rey Católico fue D.
-Fadrique de Toledo, segundo Duque de Alba, el cual casó con D.ª Isabel
-Pimentel, de la casa de Benavente, y fue también Marqués de Coria. (V.
-Herrera, 588; Navarrete, 156.)
-
-[155] «Don Fadrique, siendo vivo su padre, D. García, fue general de
-los cristianos en los pueblos de la frontera de Granada.» (Herrera,
-589.)
-
-[156] Esto fue en la guerra de Navarra. El Duque de Alba fue el jefe
-del ejército que conquistó aquel reino para D. Fernando el Católico,
-1515. (Mariana, lib. XXX, cap. XXII.)
-
-[157] «Este caballero, D. García, fue hijo mayor de D. Fadrique de
-Toledo y de D.ª Isabel Pimentel, Duques de Alba y Marqueses de Coria,
-y padre del Duque don Fernando.» (Herrera, pág. 589.) Hermano de D.
-García, pero de otra madre, de D.ª Isabel de Zúñiga, hija del Duque de
-Béjar, fue D. Pedro de Toledo, primer Marqués de Villafranca y Virrey
-de Nápoles. (Navarrete, página 156.)
-
-[158] _inicas_, inicuas; refiérese a las Parcas. (V. adelante v. 1581,
-nota.)
-
-[159] «Militando D. García de Toledo con el Conde Pedro Navarro en
-la costa de África, paso a la conquista de la isla de los Gelves.
-Luego que desembarcó quiso internarse en el país desierto y arenoso.
-Era el tiempo extremamente caloroso, y su gente, fatigada del ardor
-del sol y del cansancio, fue a beber a unos pozos, donde los moros
-estaban en emboscada. Dieron sobre los nuestros, que de pura sed y
-fatiga apenas se pusieron en defensa. D. García les animó con la
-voz y con el ejemplo; y con una pica en la mano peleó como valeroso
-soldado, hasta que muertos o dispersos todos sus españoles, oprimido
-de la muchedumbre, lleno de heridas, cayó muerto en la arena a los
-veintitrés años de su edad, el de 1510.» (Azara.) «Allí pereció la flor
-de la gente española... murieron casi 4000 escogidos soldados con sus
-capitanes y oficiales, pocos a hierro, muchos con sed y ahogados en
-aquellas cuevas y bocas cubiertas de la tierra y en aquellos tragaderos
-ascondidos.» (Herrera, 595.) Por esta derrota se levantó aquel cantar
-español: «Y los Gelves, madre -- malos son de tomare.» etc. (Brocense,
-nota 169.)
-
-[160] Queda dicho que cuando murió D. García solo contaba veintitrés
-años de edad, lo cual disculpa el elogio de su belleza, que parecería
-poco oportuno si se tratase de un guerrero veterano. (V. Eleg. I, v.
-116, nota.)
-
-[161] _vista_, nombre; _en vista_, advervio, como _a la vista_.
-Palabras iguales, pero equívocas, pueden formar rima, porque, en
-realidad, al tener distinta significación, vienen a ser palabras
-diferentes; Tirso y Barahona usaron de esto (Rodríguez Marín, _Luis
-Barahona de Soto_, pág. 404), y aun hoy se ha defendido como licencia
-que se debe permitir. (E. Benot, _Prosodia castellana y versificación_,
-tomo III, pág. 236.)
-
-[162] Doña Beatriz Pimentel, hija del Conde de Benavente, mujer de D.
-García y madre de D. Fernando, el gran Duque de Alba.
-
-[163] Don Fernando Álvarez de Toledo nació en Piedrahita, villa de
-la provincia de Ávila, en el año de 1507, y murió en Lisboa a 11 de
-diciembre de 1582, a los setenta y cinco años de edad. (V. Navarrete,
-156-157.)
-
-[164] «Si bello infante n’ apparia che’ l mondo -- Non hebbe un tal
-dal secol primo al quarto.» (Ariosto, canto 46) Pónese como término de
-ponderación el nacimiento de Jesús a los 4000 años de la Creación.
-
-[165] El monte Parnaso tiene dos cumbres. En una estaban los templos de
-Apolo y Diana, y en otra, el de Baco. (Herrera, pág. 188.)
-
-[166] _Aquellas nueve lumbres_, las nueve Musas.
-
-[167] Pintan mancebo a Febo, porque naciendo y escondiéndose todos
-los días, nunca siente vejez, y le llaman intonso, porque nadie puede
-cortar de su frente su cabellera de luz.
-
-[168] Las Musas, _luengamente_, es decir, desde hacía mucho tiempo
-tenían visto y sabido lo que había de ser el porvenir del recién nacido.
-
-[169] _nétar_, voz semiculta, por _néctar_, como _vitoria_, Eg. I,
-v. 35; _acidente_, Eg. II, v. 131; _eleción_, íd., 166; _aflitos_,
-íd., 229; _efeto_, íd., 253; _noturna_, íd., 297 y 301; _jatancia_,
-íd., 1513, etc.; la pronunciación de estas palabras respondía a su
-ortografía, como demuestra el hecho de encontrar en rima _trompetas_,
-_perfetas_ y otros casos análogos. (F. Rodríguez Marín, _Luis Barahona
-de Soto_, pág. 402.)
-
-[170] Este mancebo de quien habla Garcilaso es su amigo Juan Boscán;
-da su nombre más abajo, v. 1349. Boscán, siendo muy joven, entró en la
-casa de Alba a ser ayo de D. Fernando. «El ayo, en las costumbres de
-entonces, tenía más de camarada que de pedagogo, pero aun así, no es
-verosímil que se confiara tal cargo a quien, por lo menos, no excediese
-en diez años a su educando.» (Menéndez y Pelayo, _Antología_, XIII.)
-Hace igual conjetura Navarrete, pág. 161. Debió, pues, nacer Boscán a
-fines del siglo XV, y murió en 1542.
-
-[171] El robusto oficio de la silvestre caza. Eg. III, v. 147.
-
-[172] «En el año de XXIV (1524), en Burgos, un caballero servía
-a una dama a quien también el Duque de Alba servía, y aún no era
-Duque; y en aquel tiempo se habían comenzado a usar los arcabuces, y
-teníase por caso de menos valer, entre caballeros, usar de arcabuces,
-principalmente los que se preciaban de la espada. Y aquel caballero
-preciábase de gran tirador de arcabuz; y estando los dos delante de la
-dama, sacó el Duque un lienzo, y poniéndolo en las narices dijo: “¡Oh,
-como hiede por aquí a pólvora!” Entonces riose la dama, y corriose el
-caballero; y luego lo más secreto que pudo apartó al Duque y desafiole
-a espada y capa a la puente de San Pablo, a cierta hora de la noche. Y
-llegando el Duque, dijo el otro: “¿Qué armas traéis?” Dijo el Duque:
-“Espada y daga.” Dijo el otro: “Yo no tengo más que espada.” Entonces
-el Duque sacó su daga y echola de la puente abajo en el río. Comenzaron
-su desafío; y allí se hicieron amigos y trataron de que no se supiese
-este hecho; mas húbose de descubrir, porque al tomar de las capas
-que estaban en el suelo, se trocaron, y el Duque no cayendo en ello,
-descubrió en palacio la encomienda que tenía la capa del otro, y por
-aquí se vino a saber el desafío.» (Brocense, nota 177.)
-
-[173] «Himeneo era el dios de las bodas. El diestro pie calzado
-significa buen agüero, porque la reina Dido, para desatar el casamiento
-de Eneas, tenía un pie descalzo, como dice Virgilio.» (Brocense, nota
-179.) De este rito de calzarse o descalzarse el pie derecho, para
-significar firmeza o rompimiento de los lazos matrimoniales, entre los
-gentiles recogió varios datos Tamayo, notas, fol. 62-65.
-
-[174] «Comprehende aquí Garcilaso las costumbres de las bodas antiguas
-(paganas). Dice que alternaban el canto las que ponían a la novia en
-el lecho... Las que llama aquí _vírgines_ eran las pronubas antiguas,
-aunque no vírgines, pero castas, que tenían este oficio a su cargo...»
-(Tamayo, notas, fol. 65.)
-
-[175] «Esta señora era hija del Conde de Alba de Liste, y prima y mujer
-del Duque.» (Herrera, 603.)
-
-[176] Al divino Herrera, pág. 603, le escandalizó este atrevimiento de
-Garcilaso «que muy ajeno es de su modestia y pureza, y que deslustró
-mucho la limpieza y honestidad de toda esta descrición.» Pero no se
-trata de cosa indigna, impura ni inmodesta, sino de la casta y legítima
-correspondencia del lecho conyugal, y aun solamente del deseo de
-D. Fernando, no del suceso. Homero, Virgilio, y el mismo Petrarca,
-llegaron en sus versos a mayores libertades. (V. Tamayo, notas 61-62.)
-
-[177] «Toca aquí la ficción del filósofo Pródico, la cual refiere
-Xenofon. Y es, que Hércules siendo mancebo, yendo por un camino llegó
-adonde se partían dos caminos, y estando dudoso por cuál iría, vio
-venir por cada uno una doncella, una muy hermosa, y otra robusta y
-varonil; cada una le rogaba que fuese por su camino, y la muy hermosa,
-al parecer exterior, que era Voluptas, el deleite, prometía en su
-camino muchos regalos y descansos; la otra, que era Virtud, le prometía
-mal camino y muchos trabajos, pero prometía al cabo dellos descanso y
-fama, al revés de la otra. Hércules dijo que más quería trabajos con
-aquella condición; y fuese tras la Virtud.» (Brocense, nota 181.)
-
-[178] A partir de este verso cuenta Garcilaso el viaje que el Duque
-hizo a Alemania para intervenir en el socorro de Viena, amenazada por
-Solimán, gran Sultán de Turquía. Garcilaso acompañaba al Duque en dicho
-viaje: año de 1532. (Navarrete, págs. 32 y 33.)
-
-[179] «_mudable_: atributo propio de los franceses.» (Herrera, pág.
-605.)
-
-[180] «Pasadas las asperezas del Pirineo recibió orden el Duque de
-caminar con más rapidez, dejó su escolta y comitiva, y solo con
-Garcilaso, atravesó por la posta de Francia hasta París, donde
-cayó enfermo, acaso de las fatigas del viaje; su amigo le asistió
-esmeradamente, hasta que ya convalecido pudieron ambos continuar
-adelante...» (Navarrete, pág. 40.)
-
-[181] «Parece que es alusión a la Morbania, deidad falsa y ridícula de
-los antiguos.» (Tamayo, notas, fol. 66.)
-
-[182] «Esculapio fue gran médico, tenido por los antiguos por dios de
-la medicina. Fue hijo de Apolo y padre de Padalirio y Macaón, grandes
-médicos.» (Brocense, nota 182.) «Halló muchas cosas útiles a la salud
-de los hombres. Fue tan excelente en la curación de los enfermos, que
-fuera de la opinión de todos, dicen que restituyó a muchos desesperados
-a la vida y que volvió a ella a muchos muertos. Acusado por esto ante
-Júpiter, lo mató con un rayo... Enojado Apolo desta muerte, mató a los
-Cíclopes que fabricaron el rayo a Júpiter.» (Herrera, pág. 606.)
-
-[183] Repuesto D. Fernando de su enfermedad, Garcilaso y él continuaron
-su viaje; llegaron al Rin, y embarcados en sus aguas, pasaron a Colonia.
-
-[184] «Dícelo por Julio César, que pasó del Rheno (Rin) contra
-alemanes.» (Brocense, nota 183.)
-
-[185] «Fue Santa Úrsula hija de Dioneto, nobilísimo príncipe de
-Inglaterra; padeció martirio con once mil vírgenes de la mesma nación
-en Colonia Agripina, a la ribera del Rin, por los capitanes de Atila
-que la tenían cercada, en el año de nuestra salud, 352, siendo
-emperador Marciano.» (Herrera, pág. 607.)
-
-[186] Aquel tirano fue, según se cree, Giula, capitán general de Atila.
-(Azara.)
-
-[187] _estaba en dubio_, en duda; _dubio_ es voz latina.
-
-[188] Emplea metafóricamente _suelta la rienda a su navío_, como ahora
-decimos dar rienda suelta al llanto, al entusiasmo, a los deseos; de
-otro modo «parecería dura esta translación del uso de los caballos
-al de la navegación; pero es elegantísima, y como tal usada de los
-antiguos griegos y latinos de mejor fama...» (Tamayo, notas, fol. 66.)
-
-[189] El César Carlos V recibió en sus brazos al Duque de Alba
-en Ratisbona, donde se hallaba convocada la Dieta entendiendo en
-el conflicto político-religioso promovido por el protestantismo.
-(Navarrete, 32.) Era también aquella ciudad punto de reunión para los
-caballeros que acudían al socorro de Viena.
-
-[190] «El Príncipe turco, Solimán, que dos años antes había sojuzgado
-la Hungría y puesto, aunque infructuosamente, cerco sobre Viena, salió
-segunda vez de Constantinopla con innumerables gentes, para repetir el
-asedio de aquella ciudad.» (Navarrete, pág. 32.)
-
-[191] _Eran gentes de diversos pueblos y opiniones, pero con un solo
-propósito e intención. Los nuestros ocupaban mucho menos terreno que
-los enemigos._.. Este pasaje ha tenido mala interpretación en la
-edición de Castro.
-
-[192] _Sobrar_: exceder, sobrepujar. V. Eg. I, v. 28, nota.
-
-[193] _Sobrado_: el que excede a otro. V. Eg. I, v. 28, nota.
-
-[194] En el ejército del César había alemanes, flamencos, italianos y
-españoles: «El Emperador al ver la gran tempestad que sobrevenía pidió
-auxilio a la Dieta, escribió al Marqués del Vasto para que recogiese
-toda la infantería española que acababa de poner fin a la guerra
-de Florencia, y juntase más italiana, avisó a los hombres de armas
-ordinarios de Flandes y Borgoña, y pidió a los grandes y ciudades de
-España apercibiesen hombres de armas y todo recaudo, preparándose a
-sostener solo este glorioso empeño, en que ni el Rey de Francia ni el
-de Inglaterra quisieron ayudarle.» (Navarrete, pág. 32-33.)
-
-[195] _Tirar_, quitar, apartar.
-
-[196] _Su gente_, no se refiere al _guerrero_, sino al _cauto
-italiano_, que en el valor del Duque recordaba el de los famosos
-capitanes de la antigua Roma.
-
-[197] Habla en estos versos de Cornelio Escipión el primer Africano,
-única esperanza de la República, vencedor del terrible y duro Aníbal, y
-demoledor de la fiera Cartago.
-
-[198] _así molesta_, acaso deba interpretarse _tan molesta_, del mismo
-modo que en frases como «no puedo dudar de un hombre tan honrado; tan
-cordiales relaciones quedaron rotas»... En el castellano antiguo, _tan_
-y _así_ tenían un valor equivalente en comparaciones. (V. R. Menéndez
-y Pidal, _El Cantar de mío Cid_, tomo I, parte II, § 180.) Compárense
-en esta misma égloga, versos 1671, 1735 y 1769. El Brocense interpretó
-de otro modo «dividiendo aquella palabra, _assí_, en dos, _a sí_, que
-es en latín _sibi_», y la mayor parte de las ediciones han seguido esta
-enmienda del Brocense.
-
-[199] Se entiende mejor leyendo el _pensamiento ambigo_, como
-propone Tamayo, fol. 67; el estado cristiano estaba en dubio, v.
-1493; el suceso de esta guerra era dudoso, v. 1578; su remedio, por
-consiguiente, ambiguo. Las tropas del César apenas eran, en efecto,
-la mitad de las que llevaba el sultán. (Navarrete, pág. 43.) La forma
-_ambigo_ corresponde a _ambiguo_, como _inicas_ a _inicuas_, verso
-1223, y como _antigo_ a _antiguo_.
-
-[200] «Salió, el Emperador, de Ratisbona con la caballería flamenca y
-un lucido tren de artillería, pasando por el Danubio a Linz, seguido
-de numerosa comitiva en barcas construidas al efecto, con el nombre de
-_nasadas_, cuya dilatada hilera formaba una escuadra de sorprendente
-vista.» (Navarrete, pág. 42.)
-
-[201] _Gran tirano_: entiéndase por el Sultán de Turquía, Solimán el
-Magnífico, contra quien fue toda esta expedición.
-
-[202] «Los Cíclopes fueron unos salvajes en Sicilia, que no tenían más
-de un ojo en la frente, y eso quiere decir en griego _Ciclops_. Dicen
-los poetas que son los herreros de Vulcano, al cual llaman aquí _el
-gran maestro_.» (Brocense, nota 191.)
-
-[203] Nuestro lenguaje antiguo empleaba las formas _esora_, _la hora_,
-_a esas horas_, etc., con el valor castellano actual _entonces_, como
-el francés _alors_ y el italiano _allora_; esta interpretación conviene
-en este caso _a aquellas horas_, en vez de suponer como Tamayo, notas,
-fol. 68, el latinismo _ora_ por _ribera_, cuyo uso, si ha existido,
-debió ser rarísimo en castellano: comp. _a la hora_, Canc. IV, v. 49,
-nota.
-
-[204] Noticioso el Sultán de los preparativos con que acudía el
-Emperador, retirose de Viena a Gratz, sin aventurarse a darle la
-batalla, y después retrocedió definitivamente a Constantinopla.
-(Navarrete, págs. 42 y 43.)
-
-[205] «Don Fernando estuvo en la persecución de algunos de los
-capitanes enemigos, y anhelando teñir su espada en sangre turca, sintió
-que la suerte no preparase a los imperiales más difíciles triunfos.»
-(Navarrete, pág. 43.) Cree este autor que Garcilaso no debió tomar
-parte en estos sucesos por haber sido desterrado por el Emperador desde
-el principio de la jornada, cuando el Duque y el poeta llegaron a
-Ratisbona. (V. nota a la Canc. III, v. 3.)
-
-[206] Cuentan que los antiguos coronaban con ramos sus naves después de
-una victoria, y que tales ramos solían poner en el sagrario o capilla
-de popa; a esta costumbre pudo aludir Garcilaso, aun cuando lo que
-dice puede también decirse metafóricamente por las naves que volvían
-vencedoras.
-
-[207] Ha dicho el Sr. Menéndez y Pelayo, _Antología_, XIII, pág. 54,
-que el pastor _Albanio_, enfermo de mal de amores por la hermosa
-_Camila_, debe de ser el Duque de Alba, D. Fernando; a esto quiero
-decir que no acierto a comprender cómo a Garcilaso pudo ocurrírsele
-introducir dos veces al Duque en esta Égloga con tan distinto carácter,
-a saber: como Duque en persona y como pastor; como esposo enamorado,
-correspondido y satisfecho, y, a la vez, como amante desesperado y loco
-furioso; téngase presente que mientras _Nemoroso_ ha estado elogiando
-al Duque por su prudencia y su valor, ha tenido a sus pies al mismo
-_Albanio_, aletargado y rendido en su locura.
-
-[208] Es necesario leer _glo-ri-o-so_, como _o-di-o-sas_, soneto XVI,
-v. 1; nuestros poetas clásicos medían a la manera latina e italiana,
-_la-bi-os_, _o-di-o_, _glo-ri-a_, y del mismo modo los derivados
-_fu-ri-o-so_, _in-ge-ni-o-so_, etc. (V. Elías Zerolo, _Noticias de
-Cariasco y del empleo del verso esdrújulo en el siglo XVI. Legajo de
-Varios_, París, 1897, y F. Rodríguez Marín, _Luis Barahona de Soto_,
-págs. 405-411.)
-
-[209] _lustre_ por _lustro_, que fue primitivamente espacio de cuatro
-años, y que «el uso y abuso de los gramáticos lo ha hecho de cinco».
-(Herrera, pág. 267.) Cuando la expedición a Alemania (1532) el Duque D.
-Fernando solo tenía veinticinco años, y Garcilaso veintinueve.
-
-[210] _coruscar_, lucir, brillar. El _Dicc. Aut._ solo da _coruscante_
-y _corusco_, «resplandeciente, sumamente lucido y brillante».
-
-[211] Describe pastoralmente el tiempo de la cena, de la cual es
-indicio el humo que sale por los _alcores_, chimeneas.
-
-[212] Garcilaso dedicó esta Égloga, según afirmación de D. Antonio
-Puertocarrero, su yerno, a D.ª María de la Cueva, esposa de D. Juan
-Téllez Girón, Conde de Osuna, fundador del Colegio Mayor y Universidad
-de dicha villa, y gran amigo de los hombres de letras. D.ª María, ya
-viuda, fue Camarera mayor de la Reina D.ª Isabel de Valois, tercera
-mujer de Felipe II, y falleció en Madrid a 19 de abril de 1566. (V. F.
-Rodríguez Marín, _Luis Barahona de Soto_, Madrid, 1903, pág. 73.)
-
-[213] Garcilaso no ha dejado más _octavas rimas_ que las que componen
-esta Égloga y la que nos conservó Castillejo (V. Apéndice IV): «_La
-octava rima_, enteramente desconocida en todas las literaturas de la
-Península antes de Boscán, es una de las adquisiciones más importantes
-que este hizo para nuestra métrica, y quizá el género en que sobresalió
-más. Su modelo inmediato, aunque no único, fueron las estancias
-compuestas por Bembo para el Carnaval de la corte de Urbino en 1507.»
-(M. Menéndez y Pelayo, _Antología_, XIII, 237.)
-
-[214] Entiende Tamayo, fol. 68, «que es demasía sin fruto decir que
-la lengua está en la boca, pues ¿adónde había de estar?,» y sin más
-que esto, en algunas ediciones se ha corregido el presente verso,
-imprimiendo: «Mas con la lengua muerta y fría la boca», que es la
-lectura que el mismo Tamayo proponía. Yo respeto tal _demasía_ porque
-he visto que Herrera, más escrupuloso que nadie en estas cuestiones, la
-conserva, y el elegante prosista Cienfuegos, hablando precisamente de
-la muerte de Garcilaso por la honda impresión que causó en el espíritu
-del Marqués de Lombay, la repite diciendo: «él vio fría y difunta en su
-boca aquella espiritosa lengua, ramillete de las más cultas flores de
-la erudición y de la elocuencia...» (_Vida del Grande San Francisco de
-Borja_, Madrid, 1726, pág. 48.)
-
-[215] «_Carta_ por el papel, en significación latina o italiana.»
-(Azara.)
-
-[216] «En Boscán se hallan en una estancia de una canción los versos
-que dicen:
-
- “_Hablaré yo lo menos que tuviere_
- _Que esto será lo más que yo pudiere._”
-
-¿Quién tomó a quién en este último verso? ¿Boscán a Garcilaso o
-Garcilaso a Boscán? Tamayo afirma, notas, fol. 69, que Boscán
-aprovechose de este verso como de hacienda de amigo. Ignoro en qué se
-fundó para decir lo que dijo.» (Castro, pág. 21.)
-
-[217] Nadie ha hablado de Garcilaso que no haya repetido este famoso
-verso, el cual glosa Cienfuegos (_Vida del Grande San Francisco de
-Borja_, Madrid, 1726, pág. 50) de esta manera: «Él había nacido para
-decidir aquella antigua batalla entre las armas y las letras, siendo a
-un tiempo milagro de ambas escuelas... Él hizo cantar las Musas al son
-de los clarines y de las cajas roncas, como al compás de las cítaras
-templadas...»
-
-[218] _somorgujar_ y _somormujar_, verbo que significa meter debajo
-del agua, chapuzar, zabullir; la forma verbal se ha hecho sobre el
-substantivo _somorgujo_, cuya etimología es *_submergulio_, derivado
-de _submergo_, y con el sentido de _submergulus_. (V. R. Menéndez
-Pidal, _Gramática Hist._ § 65.)
-
-[219] _calar_, bajar, descender. «Entonces se levantó (Don Quijote)
-y... dándole soga el primo y Sancho, le dejaron calar al fondo de la
-caverna espantosa.» (_Don Quijote_, I.ª Parte, cap. XXII.)
-
-[220] _lacivo_ por _lascivo_, como _picina_ por _piscina_. (Santa
-Teresa, _Las Moradas_, ed. _Cl. Castellanos_, Madrid, 1910, 11-23; v.
-nota al v. 383 de la Eg. I.)
-
-[221] «Burlaba un poeta de este verso: _nadando dividieron y cortaron_,
-porque parece que hay en él ripia para henchir el verso, y sobra el
-_cortaron_. Digo que de no entender el punto, se erraba él, porque se
-ha de leer:
-
- _El agua clara con lascivo juego_
- _Nadando dividieron; y cortaron,_
- _Hasta que el blanco pie_, etc.»
-
-(Brocense, nota 219.)
-
-[222] Por lo visto alguno protestó de que el poeta sacase de las aguas
-a estas ninfas, que siendo moradoras de dicho elemento no podrían vivir
-en tierra seca. Tamayo defiende a Garcilaso con el testimonio de varios
-autores clásicos.
-
-[223] _delgadeza_, _domestiqueza_, Eg. II, v. 180, y _selvatiquez_,
-Son. XXVIII, tienen procedencia italiana.
-
-[224] «Debe Toledo a Garcilaso muchas alabanzas, pues no deja ocasión
-en que las olvide; y aquí no son encarecidas, sino verdaderas las del
-oro de sus arenas, pues hasta hoy se experimenta lo que en los tiempos
-antiguos fue tan recibido.» (Tamayo, notas, fol. 71.) Del aurífero Tajo
-hablan muchos autores latinos.
-
-[225] El de Tracia es Orfeo, a quien se refieren las dos octavas
-siguientes.
-
-[226] «No dejaré de notar el cuidado de las palabras de Garcilaso en
-todo lo que es ornato de las mujeres, cuya blancura, particularmente en
-los pies, repite tantas veces.» (Tamayo, notas, fol. 65.)
-
-[227] Por si alguno aspira a resolver la cuestión advertiré que hay
-discrepancia entre los autores sobre si la sierpe que mordió a Eurídice
-fue pequeña o grande. (V. Brocense, nota 215.)
-
-[228] En otro lugar, Eg. II, v. 942, fue necesario decir parte de
-esta fábula. Dejaron, pues, a Orfeo, marido de Eurídice, que sacase a
-su esposa de los infiernos, pero con la condición de que no había de
-mirarla hasta que saliese de los límites y jurisdicción de ellos, y
-no habiendo podido abstenerse de verla, le fue arrebatada por segunda
-vez; Orfeo, desesperado de su infortunio, retirose sobre el monte Hemo.
-(Ovidio, _Metam._, lib. X, fáb. I.)
-
-[229] Hallábase Cupido ofendido contra Apolo porque este se había
-atrevido a burlarse de las astucias del Amor; fue su venganza
-dispararle una flecha dorada para rendirle al amor de Dafne, y, al
-mismo tiempo, inspirar a esta un gran desamor hacia Apolo.
-
-[230] La fábula de Apolo y Dafne se trata más adelante en el Son. XIII.
-
-[231] Cupido hiere con dos géneros de saetas; con las de oro engendra
-el amor firme y verdadero, v. 152; con las de plomo inspira la
-antipatía y el desdén. (Ovidio, _Metam._, lib. I, fáb. X.)
-
-[232] Adonis, hijo de Mirra, de famosísima belleza, fue amado de Venus
-con la mayor ternura. Un día estando cazando hirió a un jabalí, el cual
-se volvió contra él con la mayor furia y le mató. (Ovidio, _Metam._,
-lib. X, fáb. X.) Y quieren decir que aquel jabalí no fue sino el dios
-Marte, enamorado de Venus, y convertido expresamente en aquella fiera
-para matar a Adonis por los celos que le tenía. (Brocense, nota 217.)
-
-[233] Porque Herrera creyó excesivo el color de este detalle, contesta
-Tamayo, notas, fol. 71: «Melindre es llamar _complosiones torpes_ estos
-afectos cuidadosos en Garcilaso, pues es imitación de Virgilio; díjolo
-doctamente nuestro poeta con alusión a la costumbre antigua de recibir
-con la boca, los parientes y amigos, el último aliento de los que se
-morían...»
-
-[234] Pinta Garcilaso en las dos octavas siguientes «la ciudad, cabeza
-y asiento del Imperio de España, Toledo, su patria, con tanta grandeza
-y suavidad de palabras, que dudo haya cosa mejor tratada en todas sus
-obras, ni más digna de la majestad de tan insigne madre, ni del ingenio
-de tan noble hijo...» (Tamayo, notas, fol. 72.)
-
-[235] «Aquí comienza un género de Bucólica que llaman los griegos
-_canto amebeo_, que es responsorio, en el cual se suele guardar esta
-ley: que el que comienza es libre, y puede mudar propósitos, mas el que
-responde y sigue, o ha de decir mucho más en la misma materia, o lo
-contrario; y ansí se hace aquí imitando el proceder de Virgilio en la
-primera y séptima Égloga.» (Brocense, nota 225.)
-
-[236] Describe exactamente el curso del Tajo en torno de la ciudad de
-Toledo.
-
-[237] Refiérese a las ruedas de las _azudas_, máquinas hidráulicas con
-que se saca agua de los ríos por el impulso de su misma corriente. «Se
-llaman _azudas_, voz arábiga, significadora de su color y de su ruido,
-propiedad particular de las lenguas orientales.» (Tamayo, notas, fol.
-73.)
-
-[238] «En la pompa funeral que las diosas silvestres hacían a la ninfa,
-observa sin afectación, Garcilaso, la costumbre de los entierros
-antiguos... Los antiguos esparcían flores sobre los cuerpos o sepulcros
-de sus defunctos... Flores cortadas para dar a entender, sin duda, la
-fragilidad de la vida que retratan las rosas...» (Tamayo, notas, fol.
-73 y 74.)
-
-[239] «Era señal de tristeza el desperdicio de los cabellos; en los
-libros sagrados no hay pocos ejemplos de los hebreos,» y lo mismo entre
-griegos y latinos. (Tamayo, notas, fol. 74.)
-
-[240] Recuerda nuevamente Garcilaso la muerte de doña Isabel Freyre.
-(V. Eg. I, v. 2, nota.)
-
-[241] «Una ninfa muerta, a quien las divinidades de los bosques,
-saliendo de los árboles en que están metidas, cantan y lloran a su vez,
-y después de haber cumplido con esta triste solemnidad, se vuelven
-a esconder en los huecos mismos de las encinas, era un argumento
-nuevo, al paso que sencillo, y que por su naturaleza y por la calidad
-de los interlocutores podía ser enriquecido con todas las galas del
-sentimiento y la fantasía.» Tal decía D. Manuel José Quintana (_Poesías
-castellanas_, ed. 1830, pág. 371.) a propósito de la famosa Égloga de
-Barahona de Soto, llamada _de las Hamadríades_, cuyo argumento, como se
-ve, dejó indicado Garcilaso en este lugar.
-
-[242] El Brocense dice que halló en un libro antiguo, en vez de
-_degollada_, _igualada_, que significa _amortajada_. Herrera afirma
-que _degollada_ se tomaba por _desangrada_, «como decimos cuando
-sangran mucho a uno, que lo _degolló_ el barbero.» Covarrubias en su
-_Tesoro de la Lengua castellana_, escribe: «Cuando sacan a uno mucha
-sangre por las venas, solemos decir que conviene _degollarle_, si el
-accidente requiere tanta evacuación.» Azara dice que «más natural era
-que se leyese en el verso _desangrada_, puesto que D.ª Isabel murió
-de sobreparto. Tamayo acepta la voz _degollada_ siguiendo a Herrera.»
-(Castro, pág. 22.)
-
-[243] Dice _al mar de Lusitania_ porque D.ª Isabel era portuguesa;
-había venido a la Corte española como dama de honor de la Infanta D.ª
-Isabel de Portugal, casada en 1526 con Carlos V.
-
-[244] Es encarecimiento de las labores de las ninfas, pues el presentar
-como en relieve figuras llanas «es artificio de la mejor pintura»...
-(Tamayo, notas, fol. 76.)
-
-[245] _trastornarse_, _trasponerse_. Barahona de Soto dio a
-_trastornarse_ esta misma acepción en los siguientes versos de su
-Égloga III:
-
- «Cual con sencillo rostro y pecho tierno
- Al levantar del sol o al _trastornarse_
- Te ofrecerá el panar recién cogido...»
-
-[246] «Adagio es latino: _Aquae furtivae dulciores_. Mucho sabe lo
-hurtado.» (Brocense, nota 225.) No latino, sino hebreo, cree Tamayo,
-fol. 77, esto de que _las aguas hurtadas son las más dulces_ o las que
-mejor saben.
-
-[247] «Aquí, sin duda, se descuidó nuestro poeta, porque hace dos
-vientos, siendo uno; porque al que los griegos llaman _zephyro_, porque
-trae vida, llaman los latinos _favonio_, porque favorece la vida, de
-modo que la cosa es una y los nombres son dos.» (Brocense, nota 227.) A
-este parecer se inclina también Herrera; pero D. Tomás Tamayo defiende
-a Garcilaso con el testimonio de muchos escritores antiguos que, como
-él, tuvieron a _zefiro_ y _favonio_ por vientos diferentes, notas,
-fol. 78. D. Adolfo de Castro, pág. 23, prescindiendo de esa defensa,
-cree que, «o Garcilaso se engañó o puso el nombre de otro viento que
-equivocaron los escribientes o los impresores». Queda, pues, esta
-cuestión en planta como la de la sierpe de Eurídice, Eg. III, v. 130.
-
-[248] «El cuerno de Amaltea --o cornucopia--, que denota la fertilidad
-y abundancia de las cosas, no era de buey como fingían los pintores,
-sino de plata, que quien la tuviere puede pedille lo que quisiere, que
-se lo dará. Fue Amaltea... una mujer vieja y muy rica que contrataba,
-la cual guardaba en un cuerno la mayor parte de la ganancia... y
-robándoselo Hércules lleno de dineros, vivía a su gusto y deleite, y de
-aquí tuvo origen decir que el cuerno de Amaltea ministraba a Hércules
-todos los bienes.» (Herrera, pág. 686.)
-
-[249] Dijo Garcilaso esto de _morir la yerba_ «por la opinión de
-Pitágoras que creía que las plantas y otras cosas, no solo vivían,
-sino que sentían el mal que les hacían; o porque la resolución de la
-forma no es otra cosa que muerte.» (Tamayo, notas, fol. 79.) Esto
-último, sin necesidad de acudir a la doctrina pitagórica, es suficiente
-explicación, dada la natural inclinación y libertad que tienen los
-poetas para suponer vida y sentimientos en lo inanimado.
-
-[250] _escogiolo._ Andrés Rey de Artieda en sus _Discursos, epístolas
-y epigramas de Artemidoro_, Zaragoza. 1605, censuraba a Garcilaso esta
-forma, porque, según él, sería más concreto _escogiole_. (Castro, pág.
-23.) Nuestro texto --es decir, el de Herrera-- es _loísta_, Eg. II, v.
-1088, 1099, 1307, 1308, 1364, 1399, 1400, 1567, etc.; en todos estos
-casos el de Tamayo es _leísta_. La indecisión entre _le_ y _lo_, que
-aún dura en nuestra lengua, viene manifestándose desde los textos más
-antiguos. (V. R. Menéndez Pidal, _El Cantar de Mío Cid_, tomo I, Parte
-II, § 130.)
-
-[251] _Al Duque de Alba en la muerte de D. Bernardino de Toledo, su
-hermano._ -- De regreso de la conquista de Túnez (1535), y de resultas
-de los muchos padecimientos que en aquel país ardiente, seco y arenoso
-había pasado, murió el gallardo joven D. Bernardino de Toledo, hermano
-del gran Duque de Alba y amadísimo amigo de Garcilaso. Murió en Túnez,
-según Argote de Molina, _Nobleza de Andalucía_, lib. II, cap. XXII; en
-Trápana, camino de Palermo, según Sandoval, _Historia de la vida del
-Emperador Carlos V_, lib. XXII, § 48, o en la ciudad de Palermo, como
-dice Navarrete, pág. 67, desmintiendo a los anteriores.
-
-[252] «Frase italiana.» Azara, _pero_ por _empero_: «quise, _no
-obstante_, probar si me _bastaría_ el ingenio _para_ escribirte»...
-
-[253] «Algunos, pareciéndoles que está falto este verso de Garcilaso,
-no considerando la diéresis, lo han enmendado o dañado desta suerte:
-_No quedará ya toda tu alma entera_; pero Garcilaso que conocía mejor
-los números, se contentó con aquel modo, porque demás de sinificar así
-la falta del alma, que él pretendió mostrar, no es flojo número de
-verso, sino artificioso y no ajeno de suavidad.» (Herrera, 305. Del
-mismo parecer es Tamayo, notas, fol. 30.)
-
-[254] Erídano es el río fabuloso donde las Helíades, hermanas de
-Faetón, lloran su muerte convertidas en álamos. (Son. XII, 14.) Han
-creído muchos que se trataba del Po, otros, del Ródano, y autor de
-tanta antigüedad como Esquilo, dijo que era un río de España. (Herrera,
-305.)
-
-[255] Lampecie, Lampetura y Faetura fueron las tres Helíades.
-
-[256] Censuró Juan de Mal-lara la dislocación de esta frase tal como
-aparece en el verso, y defendieron a Garcilaso Herrera y Tamayo: «la
-prosa no tiene licencias, a los versos se les consienten... el juicio
-de la una se puede quedar al oído, como el de la otra a la licencia de
-los poetas; pero menos lo fue Mal-lara, que docto y hombre de bien, y
-rara vez juzgan bien de los poetas los que no lo son». (Tamayo, notas,
-fol. 31.)
-
-[257] «_Abastanza._ Voz antigua, hoy desusada enteramente en nuestra
-lengua. Los italianos la han conservado.» (Azara.)
-
-[258] «Más propio es esto que dice Garcilaso para alabar una dama que
-a un caballero... mas, porque D. Bernaldino era mancebo de edad tierna
-que no había dado muestra de su valor, pudiera emplear esto en lamentar
-las esperanzas perdidas.» (Herrera, pág. 311.) Esta misma consideración
-requiere el pasaje de la Eg. II, v. 1254 y siguientes. Por lo demás,
-en muchos autores antiguos se encontraron ejemplos semejantes, «porque
-la hermosura es siempre digna de imperio y no desdice a la fortaleza
-viril». (Tamayo, notas, fol. 56.)
-
-[259] «Declara la índole y lo que prometían las esperanzas de su
-valor.» (Herrera, pág. 312.)
-
-[260] «Cosa muy usada fue poner dioses a los ríos, pintándolos
-recostados, y alzado el medio cuerpo, y con las urnas debajo el
-brazo, enviar de allí los ríos como de una fuente; coronábanlos por
-la mayor parte con guirnaldas de cañas, y cubiertos hasta el ombligo
-de un carbaso, que es vestidura floja y ancha, y desnudos la parte
-superior del cuerpo; tal se ve Tibre en Roma en casa Cesi, tal Arno en
-los huertos del Pontífice y tal describe Virgilio en el 8.º al mesmo
-Tibre...» (Herrera, 312.)
-
-[261] _Trinacria_ es lo mismo que decir Sicilia. (Herrera, 316.)
-
-[262] Los lascivos sátiros, compañeros de Baco, provocadores y
-deshonestos, con su busto de hombre, cuerpo de caballo y patas
-de carnero, tuvieron para los antiguos tal realidad, que algunos
-historiadores hablan de sátiros de carne y hueso conocidos por las
-gentes. (V. Herrera, 317.)
-
-[263] Refiérese a Héctor, defensor de Troya, vencido y muerto por
-Aquiles.
-
-[264] Recuerda de nuevo la fábula de Adonis. (Véase Eg. III, 176, nota.)
-
-[265] Oeta es un monte de Tesalia que, según Estrabón, lib. 9, se
-extiende de oriente a occidente, desde las Termópilas hasta el golfo de
-Arta. (V. Herrera, 331.)
-
-[266] «_Alcides_ se llamó Hércules por su gran fuerza, porque en griego
-_Alce_ es fuerza. Otros dicen que por su agüelo Alceo. Dicen que
-sintiéndose morir de la ponzoña de la camisa, que su mujer Dejanira
-le había enviado, hizo una hoguera en el monte Oeta y allí se quemó.
-Esta ficción quieren que sea la purificación de los excelentes hombres
-que suben a ser dioses, dejando acá la vestidura grosera del alma.»
-(Brocense, nota 59.)
-
-[267] «_El claro padre._ D. García de Toledo, que murió en los Gelves
-de poca edad. _El sublime abuelo._ D. Fadrique, Duque de Alba.» (Azara.)
-
-[268] «El mar, sin duda, cerca la tierra y la tierra el mar, mas
-creyendo los antiguos que este era mayor, dijeron que la coronaba...
-Pero los modernos que con curiosidad lo tienen especulado, prueban ser
-mayor la tierra que el Océano, según, no sus superficies, sino sus
-cuerpos, en que es, sin comparación, mayor la tierra, como fácilmente
-se deduce de sus diámetros...» (Tamayo, notas, fol. 35.)
-
-[269] Como si dijese desde el polo Sur al polo Norte _Calisto_ es la
-Osa Mayor. Antes fue una bella ninfa de quien Júpiter anduvo enamorado.
-La iracunda Juno la convirtió en osa, y entonces Júpiter la transportó
-al cielo. (Ovidio, _Metam._, lib. II, fáb. IV.)
-
-[270] _Elegía a Boscán_; la escribió Garcilaso a su amigo desde
-Sicilia, de regreso de su expedición a Túnez con el ejército del
-Emperador, año de 1535. Esta Elegía y la anterior debieron ser escritas
-hacia la misma fecha.
-
-[271] «Anquises fue hijo de Asáraco y padre de Eneas, que lo engendró
-en Venus junto a la Ribera de Simois, río de Troya.» (Herrera, 356.)
-
-[272] «Este confusísimo terceto quiere decir que el Mantuano Virgilio,
-en sus eternos versos, nos conserva la memoria de que Anquises está
-enterrado en Trápana --ciudad de Sicilia--. Libro III de la Eneida.»
-(Azara.)
-
-[273] «Llama César Africano al Emperador Carlos quinto porque venció a
-África.» (Brocense, nota 66.)
-
-[274] De la celebridad de este verso dan testimonio Sa de Miranda,
-en su égloga _Nemoroso_; Barahona de Soto, en su soneto a Herrera, a
-propósito de las _Anotaciones_, y Lope de Vega, v. Cayetano A. de la
-Barrera, _Nueva biografía_, tomo I de las _Obras de Lope de Vega_,
-publicadas por la R. A. Española, Madrid, 1890, pág. 122.
-
-[275] Dice Cienfuegos (_Vida del Grande San Francisco de Borja_,
-Madrid, 1726, pág. 49) que «lo que más robaba en Garcilaso la afición
-del Marqués de Lombay... era el no haber sentido jamás en sus labios
-respiración que empañase la fama ajena...; escribiendo con pluma
-elegante en todos los estilos, solo parece que ignoraba el de la
-sátira, en que son elocuentes y agudos aun los menos discretos».
-
-[276] Llama _la patria de la Sirena_ a Nápoles, que antes se llamó
-Parténope, por una de las tres Sirenas así llamada, cuyo cuerpo allí se
-halló. (Brocense, nota 66.)
-
-[277] Nápoles fue tierra de muchos deleites y regalos, según el
-testimonio de los clásicos (V. notas de Azara y Tamayo, y acaso por
-esto la tradición la hizo patria de las Sirenas.) Era una ciudad
-nobilísima, vestida de jardines y bellos edificios, y llena de
-caballeros y gente rica, «domicilio de hombres ociosos, que muchos, por
-huir de negocios, se iban de Roma a ella». (Herrera, págs. 359-364.)
-
-[278] Sobre estos amores a que alude el poeta véase adelante, nota al
-Son. XXVI, v. 1.
-
-[279] «Quiere decir: Este temor persigue la esperanza y oprime el gran
-deseo de su holganza, con el cual deseo van mis ojos.» (Brocense, nota
-69.)
-
-[280] «La túnica de diamante significa la fortaleza, que tan importante
-es para la guerra; aunque escribe San Isidoro que pintaban a Marte con
-el pecho desnudo y sin armas, porque el que se halla en la guerra, se
-debe arrojar en la batalla sin miedo de la muerte.» (Herrera, pág. 346.)
-
-[281]
-
- «Y en medio de la guerra peligrosa...
- Te acuerdas del amor y del ausencia
- Y maldices allí el rigor de Marte
- Pronosticando en ti dura sentencia...»
-
-(Cristóbal Mosquera de Figueroa, _Elegía a la muerte de Garcilaso,
-Anotaciones_ de Herrera, pág. 40.) Pocos meses después de escribir
-Garcilaso la presente Elegía se cumplió, en efecto, este siniestro
-presentimiento de su muerte.
-
-[282] «Y se cumplió --su pronóstico-- hasta en sus términos literales,
-porque murió... asaltando una torre como a su valor cuadraba, pero
-no cayó _traspasado de hierro agudo y fuerte_, sino prosaicamente
-descalabrado por una piedra...» (M. Menéndez y Pelayo, _Antología_,
-XIII, pág. 147.)
-
-[283] _Las venas dulcemente desatado_, es una cláusula casi _absoluta_
-en que el participio _desatado_ no concierta con el substantivo de su
-oración, _venas_, sino con el sujeto principal, aquel, mantenido por
-el pensamiento aun dentro de la aposición; en prosa habría que decir,
-_las venas dulcemente desatadas_. Es tan rara tal construcción que las
-gramáticas no dan cuenta de ella; sin embargo, pueden recogerse algunos
-ejemplos:
-
---«Los alemanes, -- El fiero cuello _atados_, -- Y los franceses van
-domesticados.» (Garcilaso, Canc. V, v. 18.) -- «_Desnuda el pecho anda
-ella._» (Góngora.) -- «_Desnuda_ el pecho, el brazo _descubierta_.»
-(Góngora.) -- «Febo... cantó -- _Revuelto_ en oro la encrespada
-frente.» (Herrera.) -- «estuve... ya entregado -- Al agudo cuchillo
-la garganta.» (Ercilla.) -- «El cuerpo de nieve pura -- Que excede a
-toda blancura -- _Vestido_ del sol los rayos -- Vertiendo abriles y
-mayos --de la blanca vestidura.» (Cristobalina Fernández.) (V. Castro,
-_Poetas líricos_, etc., pág. 31, nota.)
-
-[284] Elogia también la playa de Barcelona, patria de Boscán, D. Diego
-Hurtado de Mendoza en su carta V, a María de Peña (_Auts. Esps. poetas
-líricos de los siglos XVI y XVII_, pág. 59): «Que, como desparece
-Barcelona -- Y huye aquella plaza gloriosa, -- Ansí va enflaqueciendo
-la persona...»
-
-[285] Alude a D.ª Ana Girón de Rebolledo, dama valenciana, esposa
-de Boscán. «Era de singular belleza, como se deduce de estos versos
-de Garcilaso. D. Diego Hurtado de Mendoza la llama sabia, gentil y
-cortés, en una epístola a Boscán. Este, en su respuesta, encarece la
-vida quieta, dulce y sosegada que llevaba en compañía de su esposa, de
-quien elogia con entusiasmo la belleza, bondad y discreción. Dícese que
-juntos leían y saboreaban los poetas clásicos, especialmente Homero,
-Virgilio, Catulo y Propercio, lo cual arguye en pro de la cultura
-literaria de doña Ana... Al frente de las ediciones de Boscán va un
-prólogo que, bien leído, a nadie puede ser atribuido sino a D.ª Ana...»
-(M. Serrano y Sanz, _Apuntes para una Bibl. de Escritoras Españolas_,
-Madrid, 1903, tomo I, pág. 459. V. Menéndez y Pelayo, _Antología_,
-XIII, págs. 131-136.)
-
-[286] La presente Epístola es el único ensayo de _verso suelto_
-que de Garcilaso conocemos. Boscán y Garcilaso fueron los primeros
-artífices castellanos que se ejercitaron en esta clase de verso. En
-sus composiciones es preciso apreciar el valor histórico más que el
-artístico. El _verso suelto_ tuvo que pasar por muchas pruebas antes de
-conseguir la perfección clásica del _Aminta_ de Jáuregui. (V. Menéndez
-y Pelayo, _Antología_, XIII, pág. 239.)
-
-[287] «...facilidad, descuido, libertad sin afectación de palabras ni
-exornación de sentencias, todo lo tiene esta carta, cuya llaneza, en
-vano y sin razón es culpada, pues ella es particular alabanza en este
-género de escritura.» (Tamayo, notas, fol. 38.)
-
-[288] Garcilaso había venido desde Nápoles a Barcelona, enviado por
-el Virrey D. Pedro, para informar personalmente al Emperador de los
-desastres que había causado en las costas de Italia la armada de
-Barbarroja. Debió llegar a Barcelona poco después del 4 de septiembre
-de 1534, y estuvo en ella hasta el 1.º de octubre, en que emprendió su
-regreso a Nápoles, haciendo en doce días el camino, a caballo, desde
-Barcelona a Valclusa. (V. Navarrete, pág. 237.)
-
-[289] De Boscán a Garcilaso hay una sincera expresión de amistad honda
-y sentida en el soneto: _Garcilaso, que al bien siempre aspirante_...
-
-[290] En honor de Garcilaso se ha dicho que, en medio de la llaneza
-de esta carta, da idea de su erudición el hecho de que la mayor parte
-de sus consideraciones sobre la amistad coinciden con la doctrina de
-Aristóteles en su _Ética_, lib. VIII. (V. Conti, _Col. de poesías
-castellanas_, traducidas al italiano, Parte 1.ª, tomo II, pág. 345.)
-
-[291] «Vulgar dicho es: _Beatius est dare, quam accipere_.» (Brocense,
-nota 76.)
-
-[292] Volvía Garcilaso esta vez a Italia por la Provenza, patria de los
-trovadores, no siendo acaso prudente ir por mar a causa de las naves de
-Barbarroja que lo infestaban. (Navarrete, pág. 59.)
-
-[293] _Varlet_, palabra francesa antigua, como _vaslet_, hoy _valet_:
-criado, fámulo.
-
-[294] _Argén_, es otro galicismo, que solamente por donaire emplea
-Garcilaso en esta ocasión.
-
-[295] Mosén Durall, uno de los mejores amigos de Boscán, fue un
-caballero principal y rico de Barcelona, maestro racional o contador
-del Principado, y hombre de noble trato y buen burlar, según el mismo
-Boscán en su _Epístola_ a Hurtado de Mendoza. Era muy gordo el Dorall,
-y por eso dice Garcilaso lo de _abrazad si pudiereis_. (Herrera, pág.
-384.)
-
-[296] 12 del mes de octubre del año 1534. Escribe Garcilaso desde
-Valclusa, do nació madona Laura, claro fuego del Petrarca.
-
-[297] _como perdido_: ciegamente, como loco. «Noto que es frase
-particular de las ponderaciones de nuestro poeta, esta _como perdido_,
-así en el Son. VIII, v. 7: _Salen fuera de sí como perdidos_.» (Tamayo,
-notas, fol. 17.)
-
-[298] Hállase repetido este pensamiento en varios poetas, en Horacio,
-Petrarca, Tansillo, y aun en el mismo Garcilaso, Eleg. II, v. 176 y
-sigs. Horacio en la Oda 22, libro I, acaba diciendo:
-
- «...ya me ponga alguno
- En la región al sol más allegada,
- Do no vive ninguno,
- Siempre será de mí Lalage amada:
- La del reír gracioso
- La del parlar muy más que miel sabroso.»
-
-(Brocense, nota 19.)
-
-[299] _esecutarse_, ejecutarse. (V. Eg. II, v. 253, nota.) La doble
-_ss_ que pone Herrera, conforme a la ortografía de su tiempo, en
-_essecutarse_, _fuessedes_, _supiesse_, _desso_, _passarse_, etc., no
-la conservamos en ningún caso.
-
-[300] A esto aludió F. de Cangas, diciendo:
-
-«Porque no quiere el amor -- La muerte del amador, -- Sino tomallo
-a partido; -- Que perdonar al rendido -- Es gloria del vencedor.»
-(Herrera, _Anotaciones_, pág. 224.)
-
-[301] Lo de _tendido_ en este verso y en el 13 de esta misma
-canción fue enmendado en _rendido_ por D. Diego Hurtado de Mendoza,
-considerando aquella voz menos digna, «pero juzga doctamente D. Juan
-de Fonseca y Figueroa que no se ha de mudar, por ser modo ordinario
-de los poetas latinos _jacere ante pedes_... y en los griegos
-frecuentísimamente, mirando por ventura a la costumbre de los que
-rogaban tocando las rodillas y echados a los pies.» (Tamayo, notas,
-fol. 18.) (V. Eg. II, v. 661, nota.)
-
-[302] La amarillez de los que aman, dice Herrera que «debe proceder,
-por ventura, de tristeza y profundo cuidado, porque arrebatados en
-consideración de lo que desean, gastan y destruyen la propia virtud y
-impiden sus operaciones con la vigilia y trabajo de los espíritus»,
-pero reconoce como causa general «la poca fuerza del calor natural que
-no puede digerir bien ni hacer buena sangre». (_Anotaciones_, pág. 225.)
-
-[303] _Contrastar_: hacer frente, resistir.
-
-[304] «Pensaron los antiguos que los vientos eran intérpretes y
-mensajeros que llevaban los ruegos y votos y todas las palabras a las
-orejas de los dioses... y los votos que no tenían suceso y eran vanos,
-pensaban que los vientos no los llevaban ante los dioses, antes los
-disipaban o arrojaban lejos, en regiones apartadas.» (Herrera, pág.
-231.)
-
-[305] Los últimos versos de esta estancia, mal conocidos en su forma
-original, han sido modificados a su manera por cada anotador, como
-puede verse en Tamayo, notas, fol. 20.
-
-[306] Herrera llama aquí la atención con estas palabras: «Ningún poeta
-élogo (de elegía), conforme a lo que yo he leído dellos y me acuerdo,
-pudo alcanzar a decir tanto como esto.» (_Anotaciones_, pág. 233.)
-
-[307] En esta Canción hay diez versos agudos, uno en la Canción
-primera, cuatro en la tercera y cuatro en el Soneto XXVII, y estos
-versos troncados o mancos, que llama el toscano, «son dinos de
-reprehensión», como dice Herrera, pág. 232. Tienen versos endecasílabos
-agudos el Marqués de Santillana, y en el Boscán, Sa de Miranda,
-Hurtado de Mendoza y otros. Siglo XVI. Parece seguro que en tiempos
-de Garcilaso, el rigor del criterio paroxitónico, o de acentuación
-grave, que después ha prevalecido, no se cumplía ni entre los mismos
-italianos, puesto que en el mismo _Orlando_ de Ariosto hay cinco o
-seis casos de versos agudos. Hoy solamente son lícitos en ciertas
-combinaciones métricas. (Menéndez y Pelayo, _Antología_, XIII, _págs.
-219 y sigs._; Rodríguez Marín, _Luis Barahona de Soto_, págs. 414-417.)
-
-[308] «Más abajo de Presbourg, ciudad de la Hungría occidental, se
-divide el Danubio en dos brazos, los cuales no se reúnen hasta Komorn,
-plaza fuerte de la Hungría oriental, y forman una gran isla a la que se
-ha dado el nombre de Schut. Previendo Carlos V --cuando el socorro de
-Viena, 1532-- que Solimán podía traer embarcados por el río víveres y
-pertrechos de guerra, para estorbarlo envió algunas tropas a esta isla
-con orden de formar en ellas cuantas baterías se juzgasen necesarias.»
-(Navarrete, páginas 40-43.)
-
-[309] En la isla de Schut, cuya frondosidad y belleza tanto alaba
-Garcilaso, estuvo él preso, en efecto, de orden del Emperador, desde
-marzo a junio de 1532, por su intervención en el desposorio de su
-sobrino con D.ª Isabel de la Cueva. Ya se ha dado noticia de este
-suceso en la _Introducción_.
-
-[310] «... Tú, Danubio, río divino, -- Envolviste en tus ondas sus
-razones...» (_Elegía a la muerte de Garcilaso_, por Cristóbal Mosquera
-de Figueroa, _Anotaciones_ de Herrera, pág. 39.)
-
-[311] _Fieras_ tiene el valor de _belicosas_, y el poeta lo dice
-particularmente por los antiguos suevos, etc., pobladores de las
-naciones del Danubio. (Herrera, pág. 240.)
-
-[312] De esta Canción hace Tamayo, notas, fol. 21, el siguiente elogio:
-«Es tal, que a mi ver, no tienen todas las lenguas juntas cosa más
-culta, y así, es la primera de las obras de Garcilaso, que cuando
-sola quedara de tanto como tenemos que agradecer al tiempo que nos ha
-conservado, como de quejarnos dél por lo que nos quitó, bastaba para
-la honra de un gran varón; porque si se mira la poesía, es cuidadosa;
-si la materia, importantísima; si la disposición, extremada; si la
-dificultad de la mucha filosofía que en sí encierra, reducida con
-suma claridad a lo que solo el ingenio capacísimo de Garcilaso podía
-comprehender, no otro...» Poco menos dice Herrera en sus _Anotaciones_,
-pág. 250.
-
-[313] El licenciado Juan López de Úbeda dice en el prólogo de su
-_Vergel de Flores divinas_ (1582) que Garcilaso, Boscán, Castillejo
-y otros muchos autores después de haber gastado tiempo en escribir
-versos _a lo humano_, vueltos en sí, y comprendiendo la vanidad de
-sus escritos, «escribieron cosas maravillosas a lo divino, como la
-_Conversión_, de Boscán, que anda escrita de molde; la _Elegía al
-Alma_, de Garcilaso, y ansí otras muchas». No se sabe a que elegía de
-Garcilaso alude Úbeda. (Menéndez y Pelayo sospecha que acaso quiso
-referirse a esta Canción cuarta, _Antología_, XIII, pág. 393.)
-
-[314] «_Confesado_: habiendo publicado mi mal. Este verso humilló mucho
-la grandeza de esta estanza.» (Herrera, pág. 250.) Es la única alusión
-de Garcilaso al dogma católico.
-
-[315] «Describe hermosamente aquella interna discordia y guerra en que
-contrasta, reluchando, la razón, con el apetito sensual y bruto...»
-(Herrera, pág. 252.)
-
-[316] _a la hora_ por _luego, inmediatamente_: el escribano Rodrigo de
-Idoyaga, que actuó en el proceso de Garcilaso por lo del _desposorio_,
-empleaba con frecuencia este giro: «dijo que estaba presto de las
-complir, y para ello ir _a la hora_ a la villa de Tolosa.» «E luego _a
-la hora_, visto lo susodicho, el dicho Corregidor dijo:» (Navarrete,
-págs. 211 y 220.) «Él, avergonzado, conoció su yerro; pidió perdón,
-que le dio _a la hora_ de buena gana, contento de sastisfacerse de su
-injuria con la muestra de su valor y esfuerzo.» (Mariana, _Historia_.
-Conquista de Sevilla.)
-
-[317] Se rindió la razón al apetito.
-
-[318] «Aquí moraliza la fábula de Tántalo, el cual fingen los poetas
-que está en el infierno metido en el río con el agua hasta la boca, y
-cuando quiere beber, le huye el agua.» (Brocense, nota 40.)
-
-[319] «Moraliza la fábula de Venus, que fingen los poetas que la
-prendió Vulcano en una sutilísima red, tomándola en adulterio con el
-dios Marte.» (Brocense, nota 41.) «Clemente Alejandrino dice en el
-Libro 2.º de su _Pedagogo_, que las cadenas con que fue presa Venus...
-son el oro y ornato mujeril... los aderezos, y vestidos y joyas,
-señales del adulterio...» (Herrera, _Anotaciones_, pág. 256. Trató esta
-fábula Ovidio en sus _Metamórfosis_, lib. IV, fáb. III.)
-
-[320] Escribió Garcilaso esta Canción a la _Flor de Gnido_ --D.ª
-Catalina San Severino, hermana del Príncipe de Bisignano y viuda del
-Duque de Traggeto-- para persuadirla a ser menos esquiva con Mario
-Galeota, su cortejante, gran amigo del poeta. Hay otras opiniones, como
-se verá en la nota al verso 12; pero esta, apoyada directamente en el
-testimonio de D. Antonio Puertocarrero, yerno de Garcilaso, parece la
-más autorizada. (Herrera, pág. 266.) De esta bellísima composición
-dicen los críticos que nada le faltó si acertó con su halago a
-conseguir lo que antes no pudieran los rendimientos y obsequios del
-galán. (Navarrete, pág. 52.) El nombre de Mario Galeota aparece otra
-vez en el Soneto XXXIII.
-
-[321] Este género de estrofas que Garcilaso trajo al castellano han
-quedado en nuestra poética con el nombre de _liras_ por aparecer esta
-palabra en el primero de los presentes versos. Entre los que siguieron
-a Garcilaso escribiendo en _liras_ sus canciones, ninguno honró tanto
-esta combinación métrica como el ilustre Fr. Luis de León.
-
-[322] Tal fue el maravilloso prodigio que obró el infortunado Orfeo en
-los montes de Tracia lamentando la pérdida de su bella esposa Eurídice.
-(V. notas a los versos 942, Eg. II, y 144, Eg. III.)
-
-[323] «En Nápoles hay un barrio que se dice _Il Seggio di Gnido_, que
-es como una parte donde se ayuntan los caballeros. Allí había muchas
-damas, entre las cuales una, llamada Violante Sant Severino, hija del
-Duque de Soma, era servida de un amigo de Garcilaso llamado Fabio
-Galeota.» (Brocense, nota 43.) Por Fabio, hijo de Vicencio Belprato,
-Conde de Aversa, que sirvió a Violante San Severino, escribió Garcilaso
-esta Canción, dice Tamayo, fol. 10, sin tener en cuenta la explicación
-dada antes por Herrera; y de estas afirmaciones viene la duda sobre
-si los interesados en esta Canción fueron Mario o Fabio, Catalina o
-Violante.
-
-[324] En lo de _sublimes ruedas_ se debe entender _carros triunfales_.
-(Herrera, pág. 268.) Si aludiese a la _rueda de Fortuna_ sería
-superfluo el plural _ruedas_, como dice Tamayo, fol. 24; mas Garcilaso
-habla de los Capitanes romanos y sus triunfos, y así _sublimes ruedas_
-serán los carros triunfales y sublimidad del triunfo en que aquellos
-Capitanes se manifestaban al pueblo entre trofeos de sus victorias y
-cautivos encadenados; «y al tiempo que los truhanes van delante de los
-carros triunfales diciendo: _¡Viva, viva la invencible Roma!_, por otra
-parte los pobres cautivos van, en sus corazones, diciendo a los dioses:
-_¡Justicia, justicia!_...» (A. de Guevara, _Reloj de Príncipes_.)
-(Razonamiento de un germano al Senado de Roma.)
-
-[325] Aquellos capitanes que domesticaron a los alemanes y a los
-franceses fueron los romanos, domesticadores también de España.
-
-[326] Dice bien Herrera, pág. 266, que lo de ver una alusión al nombre
-de Violante, en _convertido en viola_, y negar por ello que esta
-Canción fuese escrita a D.ª Catalina, «es conjetura muy flaca y de poco
-fundamento». La conjetura es del Brocense, nota 43.
-
-[327] Venus apareció en el mar flotando en una concha. _A la concha
-de Venus amarrado_, es alusión al apellido _Galeota_, como si dijera
-_galeote_, forzado de la _galera_ de Venus. En esto están de acuerdo el
-Brocense, nota 43, y Herrera, pág. 269.
-
-[328] _Palestra_: «En la habla griega significa _lucha_. Halló la
-palestra Mercurio, y su invención dice Filostrato que fue en Arcadia;
-y por ser el autor della, fingieron que era su hija.» (Herrera,
-_Anotaciones_, 269.) Garcilaso dice _la polvorosa palestra_, por el
-lugar o sitio donde se lucha.
-
-[329] De estos versos se deduce que el cortejante de la _Flor de Gnido_
-era poeta; y, al efecto, dice el Brocense, nota 43, que «entre las
-rimas de diversos poetas hay una elegía de Fabio Galeota a Violante,
-que comienza: _Andrete senza me, chara Violante_...» Tal noticia
-defiende mucho a _Fabio_ en cuanto a la propiedad de esta Canción de
-Garcilaso; mas, por lo que toca a _Mario_, candidato de Herrera, siendo
-joven, cortesano, galanteador y amigo de nuestro poeta, en tiempos en
-que tanto se estimaba la poesía en los palacios, no es difícil suponer
-que también escribiría versos.
-
-[330] «Este lugar muchos le han querido enmendar por no entenderle;
-quiere decir: No debe ser notada una dama de ingrata, pues no tiene
-otra falta.» (Brocense, nota 43.) «No debe merecer nombre de ingrata
-quien carece de todos los demás vicios.» (Herrera, 270.)
-
-[331] «Esta fábula cuenta largamente -- Ovidio, _Metam._, lib. XIV,
-fáb. XIII. En suma es que Ifis andaba muy enamorado de Anaxárite, y no
-pudiéndola enternecer a sus plegarias, amaneciole un día ahorcado a la
-puerta. Y ella, como le vio, quedose helada y fue vuelta en mármol.»
-(Brocense, nota 43.) Está traducida por D. Diego de Mendoza, en coplas
-españolas, en la carta que empieza: «Amor, amor que consientes -- que
-los días se me alarguen...» (V. _Auts. Esps. Poetas líricos de los s.
-XVI y XVII_, pág. 73.)
-
-[332] _Por las venas la sangre iba_... Los comentadores de Garcilaso
-han creído hallar en estos versos una noticia de la circulación de la
-sangre, anterior a las alusiones del español Servet y a la explicación
-científica del inglés Hervey.
-
-[333] «Es _Némesis_ la venganza divina que castiga los soberbios y sus
-arrogancias.» (Herrera, 273.)
-
-[334] El primero que aclimató el soneto en España fue Boscán; Garcilaso
-acabó de perfeccionar su estructura. Antes que ellos, el Marqués de
-Santillana escribió sonetos castellanos, pero su ensayo no fructificó.
-Sobre esto véase M. Menéndez y Pelayo, _Antología_, XIII, págs. 227-232.
-
-[335] Lope imitó ceñidamente este soneto en el primero de sus _Rimas
-Sacras_, y el Duque de Sesa túvolo por modelo cuando en otro soneto,
-«con puntas de festivo, pero con ribetes de melancólico», lamentó la
-ruina de su hacienda. (V. F. Rodríguez Marín, _Barahona_, pág. 68.)
-
-[336] Es caso tan lastimoso acuchillar a un rendido que el amante
-pudo fiar en esta imagen para mover su dama a compasión. Asimismo
-dijo Torres Naharro: «¿Cuál honra te pudo ser -- Dar lanzada a moro
-muerto...» (Herrera, pág. 82.)
-
-[337] Resulta corto este verso, llanamente pronunciado.
-Herrera le impone una diéresis violenta: _Y_-_en_-do-me
-a-le-jan-do-ca-da-dí-a. Tamayo le antepone una sílaba: Y-yen-do-me
-ale-jan-do... Remedio más sencillo parece deshacer la sinéresis
-del verso que uno y otro conservan en medio del verso, midiendo:
-Yen-do-_me_-_a_-le-jan-do-ca-da-dí-a. A esto da derecho la libertad
-con que los clásicos usaron de la diéresis y de la sinéresis, como
-se ve en Lope: _Se_-_a_-jus-to o-no-sea-jus-to; y en Góngora:
-E-llas-po-nían-el-de-dal; Y-yo-po-ní-a-la a-gu-ja. (V. Rodríguez Marín,
-l. c. en la nota, Eg. II, v. 15.)
-
-[338] Dice el poeta que consolaría su amargura volviendo a ver a
-su dama, ¡teniendo siquiera la esperanza de volverla a ver!; fuera
-de esto, solo aguarda consuelo en la muerte; mas tan desgraciado
-se considera, que cree que ni la misma muerte le ha de hacer la
-misericordia de llevárselo --tan pronto como quisiera él--. Este mismo
-pensamiento puso Fernando de Cangas en una copla citada por Herrera
-en sus _Anotaciones_: «Y si es remedio a mi pena -- Morir por causa
-tan buena -- Yo sé que no moriré; -- Porque no mereceré -- Gozar de
-gloria tan llena.» El ilustre Azara dice que Garcilaso puso en los seis
-últimos versos de este soneto «una antítesis ridícula, esto es: que
-morirá si ve o no ve a su dama.» No es cierto: el poeta no dice _que
-morirá si ve a su dama_; todo lo contrario.
-
-[339] Tras de la tempestad viene la calma. «Con lluvia y noche scura
---Si el cielo se escurece, él se serena. -- No si falta ventura --
-Agora ha de durar siempre la pena.» Horacio. (V. Brocense, nota 5.)
-
-[340] Las amarguras de la ausencia inspiraron a Garcilaso, además del
-presente soneto, los núms. III, IX, XIX, XX y XXXVI. Del presente y
-del IX sospechó Tamayo, fols. 7 y 8, que debieron ser escritos en la
-isla del Danubio, donde el poeta estuvo desterrado. Esto mismo puede
-sospecharse del núm. XI.
-
-[341] En este pasaje y en la Canc. IV, v. 6, da Garcilaso a la frase
-_traer por los cabellos_ un valor distinto de su uso corriente. Dice
-traer por los cabellos de la violencia con que es aportado al discurso
-algún argumento, autoridad o consecuencia: «puesto que los refranes
-son sentencias breves (dijo Don Quijote a Sancho), muchas veces los
-traes tan por los cabellos que más parecen disparates que sentencias»;
-pero Garcilaso no se refiere al discurso, sino a la violencia moral de
-ser una persona arrastrada involuntariamente a una determinada acción.
-_Tornado_, vuelto, era ya para Herrera voz envejecida y desusada.
-
-[342] Conocer lo mejor y, sin embargo, seguir lo peor es dejar triunfar
-la pasión sobre el pensamiento, el apetito sobre la voluntad, y esto
-es tan humano y tan frecuente, que se encontrará repetido en muchos
-poetas; Herrera cita ejemplos de Ovidio, Petrarca, Chariteo, Salvago,
-Rebeiro y Hurtado de Mendoza.
-
-[343] Empleamos hoy _quien_, _quienes_, cuando el relativo se refiere a
-persona o cosa personificada; pero el uso antiguo lo empleaba también
-algunas veces como relativo de cosa: «Quiérote contar las maravillas
-que este transparente alcázar solapa, de _quien_ yo soy el alcaide...»
-(Cervantes.) Por ligero tinte de personificación que a una cosa se
-atribuya, como en este verso ocurre con _inclinación_, cabe el uso
-de _quien_, según se puede ver en Rioja, Ercilla, Jovellanos, Alcalá
-Galiano, etc. (V. Andrés Bello, _Obras completas_, tomo IV, Madrid,
-1903, págs, 179-182.)
-
-[344] El pensamiento de este soneto es muy común entre los poetas. El
-amante libre de pasados amores y de sus amarguras, jura no volver por
-tales pasos; pero se le ofrece una nueva ocasión, un amor _que no es
-como los otros ni está en su mano poderse valer contra él_, y el poeta
-rinde su corazón una vez más.
-
-[345] Esta antigua costumbre, de la cual hablan Virgilio, Horacio,
-Tasso y otros muchos poetas, no se ha perdido aun entre los marineros,
-y particularmente la conservan los pescadores.
-
-[346] _Como_, no me parece aquí correlativo de _tal_, leo así: «Yo,
-_como_ vano e incauto había jurado nunca más meterme, etc...»
-
-[347] _al camino_ por _en el camino_; este uso de _al_ se conserva aún
-como provincialismo: «Ricardo no estuvo al baile; le encontré al arco
-del Alcázar.» (Ávila.)
-
-[348] _como perdidos_: ciegamente como locos. (V. Canc. I, verso 12.)
-
-[349] _turo_ de _turar_: durar, permanecer. En los valles del Pirineo
-aragonés es aun corriente esta palabra en la forma de _aturar_:
-«_atúrame exas crabas_:=» detenme esas cabras.
-
-[350] tamaño, _tam magnus_, quiere decir propiamente _tan grande_, pero
-aquí no con valor comparativo, sino absoluto, como cuando decimos: no
-se puede vivir en clima _tan frío_. Del uso de esta palabra en este
-verso han hablado largamente Herrera, _Prete Jacopin_ y Tamayo de
-Vargas, y un buen comentario de ello se encuentra en Rodríguez Marín,
-_Luis Barahona de Soto_, pág. 680-681.
-
-[351] «Este soneto es, sin comparación, el más dulce y suave de los de
-Garcilaso.» (Azara.)
-
-[352] «Acordábase el Cisne que sus plumas habían vestido más color de
-fuego que de nieve... que su corazón había quemado muchas veces las
-alas en torno de unas luces mentidas... y comenzó a llorar lo que antes
-había cantado; porque derribando de su memoria las imágenes que habían
-ocupado sus aras, deshojando esperanzas y prendas antiguas, decía
-inspirado de mejor Numen: _¡Oh, dulces prendas por mi mal halladas!_»
-(Cienfuegos, _Vida del Grande San Francisco de Borja_, Madrid, 1726,
-pág. 52.)
-
-[353] También Herrera en un soneto decía al Betis: «... destilado --Iré
-en tu curso largo y extendido, -- en llanto desatado -- Seré en tus
-blancas manos recogido.» (_Anotaciones_, pág. 129.)
-
-[354] Dicen que fue Dafne una hermosísima hija del río Perseo, de
-Tesalia, y que encendido Apolo en amor loco, la seguía, perdido por
-ella; y ya que la iba alcanzando, suplicó Dafne a la Tierra, su madre,
-que la recogiese en sí, librándola de aquel trance, y la tierra escuchó
-su voto y transformó a la doncella en un bello laurel, al pie del cual
-tanto ha llorado Apolo su imposible amor, que con sus lágrimas mantiene
-al laurel siempre verde y lozano. (Ovidio, _Metam._, lib. I, fáb. X.)
-
-[355] El símil de la madre y el hijo doliente contenido en estos
-primeros versos, hállase también rimado por Boscán y Hurtado de
-Mendoza, y procede, según el Brocense, nota 16, y Menéndez y Pelayo,
-_Antología_, XIII, 302, del gran poeta del amor, Ausías March: «Li’n
-pren aixi com dona ab son infant, -- Que si veri li demana plorant,
---Ha tant poch seny que no l’sab contradir.» (_Cants d’Amor_, XXVIII.)
-
-[356] Recuerda en estos versos el prodigio del amoroso llanto de Orfeo,
-por manera semejante a como se lee en las dos primeras liras de la
-Canción _A la Flor de Gnido_.
-
-[357] Hizo Garcilaso este soneto como epitafio a la sepultura de su
-hermano D. Fernando, que murió de pestilencia en Nápoles, de edad de
-veinte años, hallándose en el ejército del Emperador Carlos V contra
-los franceses.
-
-[358] Ese fiero ruido que quiere imitar el estampido del rayo que
-Vulcano labró en las fraguas del Etna para el padre Júpiter, es el
-ruido de la artillería, «cruelísimo linaje de máquina militar que
-llamaron _bombarda_, del estruendo y ardor, y nosotros _lombarda_...
-Pero no eran estas como las de ahora, sino más cortas y más gruesas,
-que por ventura debían ser las piezas que hoy llaman _morteros_.»
-(Herrera, págs. 149-150.)
-
-[359] _Parténope_ es la ciudad de Nápoles, como queda dicho en la Eleg.
-II, v. 38.
-
-[360] «Por ventura fue este numeroso y bellísimo y afectuoso soneto
-escrito a Julio César, poeta napolitano, de la nobilísima casa
-Caraciola de aquel reino.» (Herrera, página 184.)
-
-[361] Garcilaso, partiendo de Nápoles, parece ser que había ido
-precisamente adonde vivía la dama de Julio, y Julio había quedado en
-Nápoles, donde vivía la dama de Garcilaso; uno y otro, pues, podían
-cambiarse _nuevas_, noticias, de sus damas respectivas. ¿Por qué ha
-de ser _ridículo de puro exquisito_, este modo de explicarse? Azara
-es algo descontentadizo: Garcilaso no escribió este soneto para
-nosotros, sino para Julio, que estaría bien enterado de los pormenores
-de su asunto, y que, por consiguiente, no había de tropezar en las
-dificultades de que Azara protesta.
-
-[362] Una ausencia de la dama del poeta le inspiró las quejas del
-presente soneto.
-
-[363] En un ejemplar antiguo que manejó el Brocense, nota 24, leíase
-_largueza_ en vez de _guerra_, palabra que, a mi juicio, aclara más
-el pensamiento del poeta, el cual, acongojado por la partida de su
-dama, abrázase a su propia pena, deseando atajar así la _largueza_ del
-camino, es decir, deseando abreviar su vida.
-
-[364] «Este soneto fue escrito a D. Pedro de Toledo, Marqués de
-Villafranca y Virrey de Nápoles; aunque algunos piensan que a D. Alonso
-de Ávalos, Marqués del Vasto, grande amigo de Garcilaso.» (Herrera,
-pág. 168.)
-
-[365] «El argumento de este soneto es caso particular, y por eso
-difícil de inteligencia. Parece que yendo a ver a su señora, que tenía
-descubiertos los pechos, el poeta puso los ojos en ellos, alargándose
-en la consideración de la belleza del alma, aunque el duro encuentro
-de la hermosura corporal impidió su intento, y compelió a olvidar su
-primer pensamiento y parar en la belleza exterior.» (Herrera, pág. 170.)
-
-[366] La precedente explicación pareció a Herrera más acertada que
-las demás conjeturas que se le ocurrieron, y en esto coincidió con
-el Brocense, el cual decía de este primer terceto, que la dama,
-pesándole de que el poeta le hubiese visto el pecho, «acudió con la
-mano a cubrillo y hiriose, con algún alfiler de la beatilla, en él».
-(Nota 25) Tamayo, fol. 11, se muestra conforme con esta interpretación
-más _material que espiritual_; sin embargo, Azara dice que «las
-circunstancias con que lo visten Herrera y Sánchez son conjeturas que
-no satisfacen».
-
-[367] _gonna_: ropa larga de mujer, a manera de bata. El poeta,
-considerando la picadura del alfiler como golpe de saeta de amor,
-se duele de que su herida _no hubiese pasado más allá de la gonna_.
-Este verso «del Petrarca, Canc. IV, Stanc. II, reprehenden, por ser
-introducido entre los castellanos; más engáñanse, no considerando
-que debía de ser este soneto para alguna señora de Italia, donde tan
-favorecido vivió Garcilaso, fuera de que no es cosa vituperable cuando
-se toman estos versos de hombres insignes»... (Tamayo, notas, fol. 11.)
-
-[368] Dice la Pipota en _Rinconete y Cortadillo_: «Holgaos, hijos...,
-que vendrá la vejez y lloraréis en ella los ratos que perdisteis en
-la mocedad, como yo los lloro»; que no es otra cosa sino lo que dijo
-Ausonio en su famoso epigrama: «Collige, virgo, rosas...», mil veces
-repetido y parafraseado por los poetas españoles y extranjeros (V.
-ejemplos en Herrera, _Anotaciones_, págs. 175, 186, y F. Rodríguez
-Marín, _Barahona_, págs. 295-297 y 628-630), y asimismo, lo que una
-vieja de antigua edad aconsejaba a la bella Melisenda, encendida en
-amores del Conde Ayuelos: «Mientras sois moza, mi hija, -- placer vos
-querades dar -- que si esperáis a vejez -- no vos querrá un rapaz.»
-(R. Menéndez Pidal, _El Romancero Español_, The Hispanic Society of
-America, 1910, pág. 26.)
-
-[369] «Este soneto fue escrito a la Marquesa de la Padula, D.ª María de
-Cardona, hija del Marqués D. Juan de Cardona... Fue su esposo D. Artal
-de Cardona, Conde de Colisano... Después casó en el año de 1538 con D.
-Francico de Este, hermano del Duque de Ferrara. Por ella escribió Mario
-de Leo el _Amor preso_, y a ella dedicó el Gesualdo sus _Comentos_ en
-Petrarca. Fue muy discreta y valerosa, inclinada al conocimiento de
-la historia y poesía, y aunque no muy hermosa, tuvo mucha gracia y
-donaire.» (Herrera, pág. 187.)
-
-[370] Se ha hecho clásico este elogio de llamar _décima Musa_ a una
-dama docta, como _cuarta Gracia_ a una dama bella, siendo nueve las
-Musas, _las moradoras del Parnaso_, y las Gracias, tres; D. Adolfo
-de Castro llama a doña Cristobalina Fernández de Alarcón décima musa
-antequerana (_Auts. Esps. Poetas Líricos de los siglos XVI y XVII_,
-Madrid, 1854, tomo I, pág. 31), y el Sr. Rodríguez Marín (_Luis
-Barahona de Soto_, Madrid, 1903, pág. 425), a propósito de D.ª Rosalía
-de Castro, dice también «la dulce Rosalía, décima musa del Parnaso de
-España, y no primera, sino única, del gallego».
-
-[371] Luis Tansillo (¿1510?-1568), poeta italiano, autor del malicioso
-poema _Il Vendemmiatore_, que la Inquisición condenó, y de _Le
-Lagrime di San Pietro_. Estuvo con Garcilaso en la expedición a
-Túnez. --Antonio Sebastián Minturno, obispo y literato italiano (†
-1574), que escribió varias poesías y libros de erudición. -- Bernardo
-Tasso, (1493-1569), poeta italiano también, Secretario del Príncipe
-de Salerno, cantor de la bella Ginebra Malatesta, amante de Tulia de
-Aragón y padre del famosísimo _Cisne de Sorrento_, que escribió la
-_Jerusalén conquistada_ y la _Aminta_. Bernardo Tasso fue autor del
-poema _Amadigi_ (Amadís de Gaula).
-
-[372] Helicona por Helicón. Monte de Grecia consagrado por los poetas
-como el Pindo y el Parnaso; en él tenían su morada Apolo y las Musas.
-
-[373] Habla el poeta junto a la sepultura de su dama.
-
-[374] Este soneto, por su honda melancolía y por la llaneza de su
-forma, me parece uno de los mejores de Garcilaso. Es un lamento lleno
-de amargura. Los que le han censurado cuando sutiliza y alambica a la
-manera italiana, no debieran haber callado su elogio en este lugar.
-
-[375] El poeta, experimentado en amarguras, había jurado nunca más
-amar, pero una sirena napolitana cautivó su espíritu, soneto VII; dio
-cuenta a Boscán del principio de esta aventura en el soneto XXVIII,
-guardando, respecto a quien fuese la dama, absoluta reserva; esto
-pudo ocurrir a fines de 1532; el poeta no era ya un mancebo, pero se
-enamoró con loco encendimiento, y rindiose apasionadamente a la sirena
-misteriosa, soneto V; un feliz descuido del tocado, soneto XXII, le
-arriesgó a un consejo malicioso, soneto XXIII, y, al mismo tiempo,
-lamentaba rigores, cuidados, arrepentimientos y sospechas, sonetos
-XV, XX, XXVII, XXX y XXXI. Llegó la empresa de África: el poeta,
-desde Túnez, duélese de su ausencia, soneto XXXV; y desde Sicilia, a
-su regreso, confía a Boscán sus inquietudes, temeroso de olvidos y
-mudanzas, Elegía II. Volvió el poeta a Nápoles, hacia septiembre de
-1535; su dama no le había sido infiel, pero había muerto, o acaso murió
-poco después de su llegada; en los sonetos XXV y XXVI hay un hondo
-dolor, un dolor verdadero; un año después murió el poeta. Tal pudo
-ser, en fin, esta historia sencilla y sentimental. Una duda: estos dos
-últimos sonetos pueden ser también a la muerte de D.ª Isabel Freyre.
-(V. Eg. I., v. 2, nota.)
-
-[376] «Niega Morel-Fatio (_L’Espagne au XVIe et au XVIIe siècle_, pág.
-602) que este soneto, imitado de Ausías March, pueda ser de Garcilaso,
-porque este no se hubiera atrevido a truncar el endecasílabo, y le
-atribuye a Boscán o D. Diego de Mendoza. Pero es cierto que Garcilaso,
-en la Canc. II, usa con insistencia los versos agudos (véase la nota
-a la Canc. II, v. 68), y nada tiene de particular que los emplease
-imitando unos versos de Ausías, puesto que el original catalán los
-tiene también. Hay de este soneto una refundición en que los agudos
-se han convertido en graves (publicada por Knapp, por Morel y por
-Walberg, notas a Juan de la Cueva, pág. 91), según copias distintas:
-_Amor, amor, me ha un hábito vestido_. Esta refundición lleva en los
-manuscritos el nombre de Mendoza. Hay, finalmente, otra refundición,
-también sin agudos, de que se valió el Brocense en su edición de
-Garcilaso. D. Diego de Mendoza imitó el mismo pasaje de Ausías en una
-canción.» (M. Menéndez y Pelayo, _Antología_, XIII, pág. 221, nota.)
-
-[377] _salvatiquez_, en italiano _selvatichezza_. La _e_ de la
-primera sílaba de _selvatiquez_ se ha transformado en _a_, por
-asimilación de la _a_ siguiente, por influencia de la forma vulgar
-_salvaje_ (silvaticu), o por ambas causas; casos análogos: _balanza_
-(bilance), _zarcillo_ (circellu), ant. _cercillo_, etc. (V. R. Menéndez
-Pidal, _Gram. Hist._, Madrid, 1905, § 18-3.) También otro cultismo:
-_parálisis_, dejose influir por la forma vulgar _perlesía_, dando
-origen a _paralisía_. (_Bulletin de Dialectologie romane_, Bruxelles,
-1909, pág. 126.)
-
-[378] Leandro, para ver a su amante Hero, atravesaba de noche, a
-nado, el Helesponto. Hero le orientaba desde su torre con la luz de
-una antorcha. La posibilidad del viaje de Leandro fue demostrada
-experimentalmente por Lord Byron, atravesando a nado aquel estrecho,
-entre Sestos y Abidos, en 31 de mayo de 1810, según él mismo refiere en
-una nota del canto 2.º de _Don Juan_. Una noche de tempestad apagose la
-luz; Leandro, perdido entre bravas olas, murió ahogado, y Hero murió
-también al descubrir desde la orilla su cadáver. De la historia de este
-bello asunto en nuestra literatura ha hecho un magnífico estudio el Sr.
-Menéndez y Pelayo en su _Antología_, tomo XIII, págs. 334-378.
-
-[379] _esecutá_ por _ejecutad_. (V. nota al v. 253 de la Eg. II.) La
-pérdida de la _d_ final en la pronunciación de los imperativos _vení_,
-_poné_, _mirá_, etc., nació, sin duda, en el lenguaje familiar; este
-valor tiene el testimonio de Santa Teresa (_Las Moradas_, ed. _Clásicos
-Castellanos_, Madrid, 1910, pág. 43, nota 16), aparte de la tradición
-de dicho fenómeno conservada en la Argentina: _cantá_, _hacé_, y en la
-lengua literaria ante el pronombre _os_: _andaos_, _salíos_ (excepto
-_idos_); pero los clásicos, desde Garcilaso, adoptaron también aquella
-pronunciación, y pusiéronla en moda: «Andá, señor, que estáis muy mal
-criado.» (V. Bello-Cuervo, _Gramática_, París, 1907, § 614; R. Menéndez
-Pidal, _Gram. Hist._, § 107-2.)
-
-[380] _contrastado_: resistido.
-
-[381] _poner_ por _deponer_, rendir las armas.
-
-[382] _despojos_: las armas del vencido y demás restos de la derrota de
-que se rodeaban los victoriosos en sus carros triunfales. (V. Canc. V,
-v. 17.)
-
-[383] Endecasílabos de _muiñeira_, propuestos, como endecasílabos
-malos, por no tener los acentos en su sitio, para ingresar en la sala
-segunda del _Hospital de los versos incurables_, fundado por D. Eduardo
-Benot en su _Prosodia castellana y versificación_, tomo III, págs.
-154-249:
-
---Oh, crudo nieto, que das vida al padre--
-
---Ora clavando del ciervo ligero. --Eg. II, v. 194.
-
---Cómo pudiste tan presto olvidarte. --Eg. II, v. 578.
-
---Hace tremer con terrible sonido. --Hurtado de Mendoza.
-
---¡Qué! ¿no te acuerdas de cuando cantando? --Barahona.
-
---Se la mia vita dall’ aspro tormento. --Petrarca.
-
---Gran Cardinal di la Chiesa di Roma. --Ariosto.
-
-(V. F. Rodríguez Marín, _Barahona_, pág. 425.)
-
-[384] Supónese esta genealogía: El espíritu engendra el amor, y del
-amor, en maridaje con la envidia, nacen los celos; estos, que son el
-_monstruo_ parido por la envidia, son _el nieto cruel_ que encendiendo
-el amor matan el alma --dan vida al padre y matan al abuelo.
-
-[385] «Hermosísima alegoría por todo el terceto, y no sé si se hallará
-en la lengua latina otra más ilustre y bien tratada que esta.»
-(Herrera, _Anotaciones_, pág. 209.)
-
-[386] _A Mario Galeota._ Soneto núm. XXXV en las ediciones de Azara y
-Castro. Expedición a Túnez contra Barbarroja. El 14 de julio de 1535,
-el ejército del Emperador se apoderó del fuerte de la Goleta, y estuvo
-en aquella empresa Garcilaso con su hermano D. Pedro Laso, el Marqués
-de Lombay, D. Diego Hurtado de Mendoza y otros muchos caballeros
-ilustres. Doce guerreros, Garcilaso entre ellos, se atrevieron a
-acometer ochenta caballos númidas que les provocaban; fue el aprieto
-grande; nuestro poeta fue socorrido por Federico Carraffa, napolitano,
-y por el César en persona, que sabiendo el peligro en que se encontraba
-le ayudó con sus hombres y peleó a su lado. Garcilaso salió herido de
-dos lanzadas, en la mano diestra y en la cara; esta le interesó la
-lengua, dejándole cierto defecto de pronunciación que le agraciaba.
-(Cienfuegos, _Vida del Grande San Francisco de Borja_, pág. 50;
-Navarrete, págs. 62, 65 y 66.)
-
-[387] Alude a la leyenda de la famosa espada que Dionisio I, tirano de
-Siracusa, hizo colgar, suspendiéndola de un cabello, sobre la cabeza de
-Damocles, en tanto que le rodeaba de todo el regalo y la suntuosidad
-de un rey, para dar a entender a aquel cortesano cuán poco envidiables
-eran las grandezas que tanto le elogiaba, teniendo que gozarlas bajo
-la constante amenaza de un peligro mortal: el odio, la envidia, la
-ambición.
-
-[388] Como esto es lo que dijo D. Diego Hurtado de Mendoza en su carta
-IX, tercetos 33-36, dirigida a don Diego Laso (_Auts. Esps. Poetas
-líricos de los siglos XVI y XVII_, Madrid, 1854, tomo I, pág. 65):
-
- «Dulce ver es de tierra un bravo viento...
- No porque el mal ajeno te contente,
- Mas porque, en la verdad, es dulce cosa
- Carecer del dolor que el otro siente...»
-
-Garcilaso y Mendoza, según Herrera, imitaron aquí a Lucrecio.
-(_Anotaciones_, pág. 211.)
-
-[389] _A Boscán, desde la Goleta._ Soneto núm. XXXIII, en Azara y
-Castro. Por lo que Garcilaso dice en estos últimos versos de este
-soneto, se ha supuesto que debió tener alguna aventura galante en
-la Goleta, durante la curación de sus heridas (Cienfuegos, _o. c._,
-lib. II, pág. 50; Navarrete, pág. 66, nota 1); me parece que no hay
-suficiente fundamento para esta conjetura; el 14 de julio, con la
-toma de la Goleta, o acaso después, en alguna escaramuza, fue herido
-Garcilaso, el 20 se sometió Túnez, y el 12 de agosto regresaron
-las tropas a España; ciertamente, en menos de un mes que Garcilaso
-estuvo en la Goleta, y con heridas que le tuvieron _a los umbrales
-de la muerte_ (Navarrete, pág. 65), ¿qué aventuras galantes había de
-tener?... más lógico es relacionar estas quejas de su alma _temerosa_
-y estas incertidumbres de sus esperanzas, con los temores y las
-incertidumbres de que pocos días después hablaba a Boscán en la Eleg.
-II, por la suerte que en su ausencia hubiera podido seguir el _nido_
-que su corazón había dejado en Nápoles.
-
-[390] Hasta aquí llegan los sonetos en Herrera; los seis últimos,
-desde el XXX inclusive, los admitió como auténticos por opinión común
-y por afirmación de D. Antonio Puertocarrero, yerno de Garcilaso; pero
-desechó los tres siguientes por no parecerle tan segura su autenticidad
-(_Anotaciones_, pág. 206); yo pongo también estos siguiendo una
-costumbre establecida; conservo estrictamente el texto del Brocense,
-_Opera Omnia_, Genevae, 1766, tomo IV.
-
-[391] De este soneto, como del XXXII y XXXVIII, decía el Brocense «que
-se tienen por de Garcilaso, de un libro de mano».
-
-[392] Tamayo admite este soneto como auténtico; el Brocense lo
-considera dudoso; Herrera y Azara lo rechazan, y Castro lo tiene por
-indigno de Garcilaso. Verdaderamente, con tan desdichado juego de
-_sentir_, _siento_, _sienta_, _sentillo_ y _sello_, su autor acertó a
-decir poco de provecho; tal vez no es sino un pobre soneto advenedizo,
-que debe su fortuna al desconocido editor de aquel libro de mano en que
-lo encontró el Brocense, figurando entre las demás composiciones de
-Garcilaso como hijo de la misma mano.
-
-[393] Estas pocas composiciones al estilo antiguo de Castilla, acaso
-no fueron las únicas que escribió Garcilaso, pero la ruina que alcanzó
-seguramente a todas las poesías de nuestro poeta, por causa de su
-orfandad, debió señalarse en las de este género, como más humildes
-y menos estimadas. Herrera no las acogió en su edición. Los versos
-cortos, ante la magnificencia del endecasílabo italiano, vinieron a
-creerse incapaces de conceptos graves, y por esto, y por ser vicio
-común dar más estima a las cosas extrañas que a las nuestras, cayeron
-en menosprecio. (Tamayo, fols. 80-82.) Según Castro, esta primera
-Canción lleva en un manuscrito de Iriarte el siguiente epígrafe: _A
-doña Isabel Freyra, porque se casó con un hombre fuera de su condición._
-
-[394] En otras ediciones lleva este epígrafe: _A una partida_.
-
-[395] Epígrafe: _Traduciendo cuatro versos de Ovidio_.
-
-[396] «A una señora que andando él y otro paseando, les echó una red
-empezada y un uso comenzado a hilar en él, y dijo que aquello había
-trabajado todo el día.» En el citado manuscrito de Iriarte, según
-Castro, decía: _A D.ª Mencía de la Cerda que le dio una red y díjole
-que aquello había hilado aquel día._
-
-[397] «Glosa de Garci-Lasso sobre este villancico», dice el Brocense;
-el villancico solo lo forman los tres primeros versos, y dice Castro
-que, según se ve en las obras de Boscán, esta copla fue escrita a D.
-Luis de la Cueva porque bailó en palacio con una dama que llamaban la
-Pájara. Boscán, el Duque de Alba y otros muchos caballeros escribieron
-a propósito del mismo asunto.
-
-[398] «En un códice de poesías varias que perteneció al célebre
-anticuario aragonés D. Vicencio Juan de Lastanosa, y más tarde a los
-Iriartes, se leen estas redondillas: _A Boscán, porque estando en
-Alemaña danzó en unas bodas_.» Las publicó Gayangos, notas a Ticknor,
-tomo II, pág. 488. El Sr. Menéndez y Pelayo, _Antología_, XIII, pág.
-479, supone que Boscán debió ir a Alemania acompañando al Duque de
-Alba, como Garcilaso, cuando el socorro de Viena, 1532, aunque el poeta
-no le menciona en la descripción que de aquel viaje dejó en la Eg. II.
-
-[399] Esta carta escribió Garcilaso de la Vega en 1533, hallándose en
-Barcelona como emisario del Virrey de Nápoles; sirve de prólogo a la
-traducción de _El Cortesano_ hecha por Boscán, y es la única muestra
-que la áurea pluma de nuestro poeta dejó de la excelencia de su prosa.
-D.ª Jerónima Palova de Almogávar, parienta, acaso de Boscán, a juzgar
-por el segundo apellido, es la misma a quien este dedicó su libro.
-Sigo el texto dado por D. Tomás Tamayo de Vargas en su edición de
-_Garcilaso_, Madrid, 1622. El Brocense, Herrera, Azara y Castro no
-publicaron esta carta.
-
-[400] «Andando yo en estas dudas, Vuestra Merced ha sido la que me
-ha hecho determinar, mandándome que le tradujese; y así todos los
-inconvenientes han cesado, y solo he tenido ojo a serviros.» (Boscán,
-_Carta-dedicatoria a D.ª Jerónima Palova_.)
-
-[401] «Mas como estas cosas me movían a hacello, así otras muchas me
-detenían que no lo hiciese, y la más principal era una opinión que
-siempre tuve de parecerme vanidad baja y de hombres de pocas letras
-andar romanzando libros; que aun para hacerse bien vale poco, cuanto
-más haciéndose tan mal que ya no hay cosa más lejos de lo que se
-traduce que lo que es traducido... viendo yo esto, y acordándome del
-mal que he dicho muchas veces de estos romancistas (aunque traducir
-este libro no es propiamente romanzalle, sino mudalle de una lengua
-vulgar en otra quizá tan buena), no se me levantaban los brazos a esta
-traducción.» (Boscán, _ibid._)
-
-[402] Y aun antes de que viniese a manos de Boscán, puesto que
-Garcilaso fue quien lo envió a su amigo desde Italia: «No ha muchos
-días que me envió Garcilaso de la Vega, como Vuestra Merced sabe, este
-libro llamado _El Cortesano_, compuesto en lengua italiana por el Conde
-Baltasar Castellón.» (Boscán, _ibid._)
-
-[403] El famoso autor de _Il Cortegiano_, Baltasar Castiglione, nació
-en tierra de Mantua, el 6 de diciembre de 1478, y murió en Toledo
-el 2 de febrero de 1529, siendo Nuncio en España del Papa Clemente
-VII, en cuyo tiempo las tropas imperiales saquearon a Roma. El Conde
-Castiglione «fue hombre de armas y hombre de corte, aventajado en todos
-los ejercicios y deportes caballerescos, maestro en el arte de la
-conversación y en todo primor de urbana galantería; profesor sutil de
-aquella filosofía de amor que la escuela platónica de Florencia había
-renovado doctamente; curioso especulador de la belleza en los cuerpos,
-en las almas y en las puras ideas; conocedor fino en las artes del
-diseño; amigo y consejero de Rafael, en quien parece haber inoculado
-su propio idealismo estético; pensador político y ameno moralista;
-poeta lírico y dramático y organizador de fiestas áulicas: todas estas
-cosas era Castiglione, sin sombra de pedantismo, con aquella cultura
-íntegra y multiforme, con aquella serena visión del mundo que renovaba
-los prodigios de la antigüedad en algunos espíritus selectos del siglo
-XVI». (M. Menéndez y Pelayo, _Antología_, XIII, págs. 80-81.) Primera
-edición de su obra: _Il Libro del Cortegiano_ | _del Conte Baldesar_ |
-_Castiglione_ (Escudo del impresor con el áncora aldina.) Colofón: _In
-Venetia, nelle case d’Aldo Romano, et d’Andrea d’Asola_ | _suo Suocero
-nell’ anno MDXXVIII_ | _del mese d’aprile_. La más sabia edición y
-comentario: _Il Cortegiano del Conte Baldesar Castiglione, annotato e
-illustrato da Vittorio Cian. Firenze, Sansoni, 1894_.
-
-[404] _Libros que matan hombres_; ¿aludirá a los de Caballerías? Sería
-de notar tan temprana protesta.
-
-[405] «Yo no terné fin en la traducción deste libro a ser tan estrecho
-que me apriete a sacalle palabra por palabra; antes, si alguna cosa en
-él se ofreciere, que en su lengua parezca bien y en la nuestra mal, no
-dejaré de mudarla o de callarla.» (Boscán, _ibid._)
-
-[406] «El sujeto del libro es tal, y su proceso tan bueno, que quien
-le leyere será muy delicado si entre tantas y tan buenas cosas no
-perdonare algunas pequeñas, compensando las unas con las otras.»
-(Boscán, _ibid._)
-
-[407] Publicó Boscán su traducción en 1534: _Los cuatro libros del
-Cortesano, compuestos en italiano por el Conde Baltasar_ | _Castellón,
-y agora nuevamente traducidos en len_ | _gua castellana por Boscán_.
-(Escudo de las armas reales.) _Con privilegio imperial por diez
-años._ Colofón: _Aquí se acaban los cuatro libros del Cortesa_ | _no,
-compuestos en italiano por el Conde Baltasar Castellon, y traducidos en
-lengua castellana por Boscán, imprimidos en_ | _la muy noble ciudad de
-Barcelona por Pedro Mon_ | _pezat, imprimidor. A dos del presente mes
-de abril_ | _Mil y quinientos treinta y cuatro_. Fol. gót., 113 hojas.
-
-[408] Don Eustaquio Fernández de Navarrete, hablando de la traducción
-de _El Cortesano_ dice: «Al ver la gran ventaja que su elegante y
-castiza prosa lleva, no solo a los duros y penosos versos del autor
-(Boscán), sino aun a la de los prólogos que acompañan sus poesías,
-hemos sospechado que en esta perfección debió tener parte la mano de
-Garcilaso. Este, por empeño de Boscán, estuvo presente a la última
-línea, y aunque por modestia nos diga que asistió _más como hombre
-acogido a razón que como ayudador de ninguna enmienda_, no cabe duda de
-que sus consejos y advertencias serían de grande utilidad al traductor.
-Nos dice, además, que él tomó a su cargo la copia que se remitió a D.ª
-Jerónima --esto parece decir en las dos últimas líneas--; y en ella su
-gusto y conocimiento de la lengua, es posible corrigiesen todo aquello
-que ofendiese a sus delicados oídos, dando así a esta obra un sabor de
-elegancia de que carecen las obras de Boscán.» _Vida de Garcilaso_,
-Col. de documentos inéditos para la Historia de España, tomo XVI, pág.
-165. Todo esto es mera conjetura, y es, a mi juicio, querer deducir
-demasiado de las palabras de Garcilaso; para menguar de tal modo a
-Boscán la gloria de su trabajo se necesitan pruebas más seguras; por
-otra parte, la carta de Boscán, muestra cierta de su prosa, a D.ª
-Jerónima Palova, está evidentemente a la altura de la de Garcilaso y no
-desdice del estilo de lo demás del libro; por estas razones, acaso, el
-Sr. Menéndez y Pelayo en su libro _Juan Boscán_ no hizo mención de las
-sospechas de Navarrete.
-
-[409] «De antiguo viene la costumbre de los prólogos ajustados por mano
-amiga al talle de la obra, pero pocos habrá tan galanos y discretos
-como este y tan finamente justos. El fallo de Garcilaso quedó como
-inapelable.» (M. Menéndez y Pelayo, _Antología_, XIII, pág. 114.)
-
-[410] Don Álvaro de Bazán, Capitán General de las Galeras de España,
-aportó en Génova el 19 de mayo de 1536 con 3000 soldados españoles,
-reclamados por el Emperador para la guerra que se preparaba contra el
-rey francés. Garcilaso fue nombrado Maestre de Campo de estos soldados,
-y hallándose en Génova para recibirles, escribió al Emperador la
-presente carta dándole cuenta de su gestión. El Sr. Navarrete puso
-al frente de su _Vida de Garcilaso_ un facsímil de esta carta que se
-conserva autógrafa. Dicho facsímil transcribo conservando todos sus
-detalles para que pueda tenerse más fiel idea del original.
-
-[411] S. C. C. M. Sacra Cesárea Católica Majestad.
-
-[412] El _Príncipe_ a quien Garcilaso se refiere es el famoso Capitán
-Andrea Doria, de cuya autoridad dependía él por orden del Emperador.
-
-[413] Era embajador español en Génova el caballero don Gómez Suárez de
-Figueroa.
-
-[414] _Nuestro Señor_ la _Sacra_ persona de _Vuestra Majestad_, etc.
-
-[415] _Srios_, señoríos.
-
-[416] En el sobre dice: _A la S. C. C. M. del Emperador Rey nuestro
-Señor_.
-
-[417] Sigo el texto dado por Tamayo, el cual, a propósito de este
-epigrama de Garcilaso, dice: «De sus versos latinos, celebrados por el
-Bembo, Tansillo, Jovio y Boscán nos quedó por muestra un elegantísimo
-epigrama al fin del _Caballero Determinado_ de D. Fernando de Acuña,
-que es tal que no se puede mejorar en invención, elocución y gallardía.»
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-in paragraph 1.F.3, this work is provided to you 'AS-IS', WITH NO
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-
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-number is 64-6221541. Contributions to the Project Gutenberg Literary
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-The Foundation's business office is located at 809 North 1500 West,
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-and official page at www.gutenberg.org/contact
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-Literary Archive Foundation
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-increasing the number of public domain and licensed works that can be
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-($1 to $5,000) are particularly important to maintaining tax exempt
-status with the IRS.
-
-The Foundation is committed to complying with the laws regulating
-charities and charitable donations in all 50 states of the United
-States. Compliance requirements are not uniform and it takes a
-considerable effort, much paperwork and many fees to meet and keep up
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-have not met the solicitation requirements, we know of no prohibition
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-Professor Michael S. Hart was the originator of the Project
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-freely shared with anyone. For forty years, he produced and
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-edition.
-
-Most people start at our website which has the main PG search
-facility: www.gutenberg.org
-
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-including how to make donations to the Project Gutenberg Literary
-Archive Foundation, how to help produce our new eBooks, and how to
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-<div lang='en' xml:lang='en'>
-<p style='text-align:center; font-size:1.2em; font-weight:bold'>The Project Gutenberg eBook of <span lang='es' xml:lang='es'>Obras</span>, by Garcilaso de la Vega</p>
-<div style='display:block; margin:1em 0'>
-This eBook is for the use of anyone anywhere in the United States and
-most other parts of the world at no cost and with almost no restrictions
-whatsoever. You may copy it, give it away or re-use it under the terms
-of the Project Gutenberg License included with this eBook or online
-at <a href="https://www.gutenberg.org">www.gutenberg.org</a>. If you
-are not located in the United States, you will have to check the laws of the
-country where you are located before using this eBook.
-</div>
-</div>
-
-<p style='display:block; margin-top:1em; margin-bottom:1em; margin-left:2em; text-indent:-2em'>Title: <span lang='es' xml:lang='es'>Obras</span></p>
-<p style='display:block; margin-top:1em; margin-bottom:0; margin-left:2em; text-indent:-2em'>Author: Garcilaso de la Vega</p>
-<p style='display:block; margin-top:1em; margin-bottom:0; margin-left:2em; text-indent:-2em'>Editor: Tomás Navarro Tomás</p>
-<p style='display:block; text-indent:0; margin:1em 0'>Release Date: May 20, 2022 [eBook #68131]</p>
-<p style='display:block; text-indent:0; margin:1em 0'>Language: Spanish</p>
- <p style='display:block; margin-top:1em; margin-bottom:0; margin-left:2em; text-indent:-2em; text-align:left'>Produced by: Ramón Pajares Box and the Online Distributed Proofreading Team at https://www.pgdp.net. (This file was produced from images generously made available by The Internet Archive/Canadian Libraries.)</p>
-<div style='margin-top:2em; margin-bottom:4em'>*** START OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK <span lang='es' xml:lang='es'>OBRAS</span> ***</div>
-
-<div class="front">
- <hr class="full"/>
- <p><a href="#ToC">Índice general</a></p>
- <p><a href="#Ipv">Índice de primeros versos</a></p>
- <p><a href="#Notas">Notas</a></p>
- <h1 class="faux">Obras</h1>
-</div>
-
-<div class="transnote" id="tnote">
- <p class="tnotetit">Nota de transcripción</p>
- <ul>
- <li>Los errores de imprenta han sido corregidos.</li>
-
- <li>La ortografía del texto original ha sido modernizada de acuerdo con
- las normas publicadas en 2010 por la Real Academia Española, excepto
- cuando quedaba afectada la métrica del verso o el arcaísmo de la
- expresión.</li>
-
- <li>Las notas a pie de página han sido renumeradas y colocadas al final
- del libro.</li>
-
- <li>Nueve páginas en blanco han sido eliminadas.</li>
- </ul>
-</div>
-
-
-<div class="screenonly x-ebookmaker-drop">
- <hr class="chap"/>
- <div class="figcenter">
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- </div>
-</div>
-
-
-<div class="tit pt6">
- <hr class="chap"/>
- <p><span class="pagenum" id="Page_iii">p. iii</span></p>
- <p class="fs200 g0">Garcilaso</p>
- <hr class="chap"/>
-</div>
-
-
-<div class="tit pt3">
- <p><span class="pagenum" id="Page_v">p. v</span></p>
- <div class="caja">
- <p class="fs75">CLÁSICOS CASTELLANOS</p>
- <p class="sobre fs130 g1 mt15">GARCILASO</p>
- <p class="smaller mt15">OBRAS</p>
- <p class="sobre smaller g0 mt2">MADRID</p>
- <p class="smaller asc">EDICIONES DE «LA LECTURA»</p>
- <p class="fs75">1911</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt6">
- <p><span class="pagenum" id="Page_vi">p. vi</span></p>
- <hr class="fil"/>
- <p class="centra asc ws1">IMPRENTA DE «CLÁSICOS CASTELLANOS»</p>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch0-1">
- <p><span class="pagenum" id="Page_vii">p. vii</span></p>
- <h2 class="nobreak g1">INTRODUCCIÓN</h2>
-</div>
-
-<p>Garcilaso de la Vega nació en Toledo, año de 1503; fue
-hijo segundo de D. García<a id="FNanchor_1" href="#Footnote_1"
-class="fnanchor">[1]</a>, notable político de la Corte católica, y de
-D.ª Sancha de Guzmán, señora de Batres; hubo en su estirpe escritores,
-artistas, santos y guerreros, desde D. Pedro Laso, almirante del Rey
-Alfonso <i>el Sabio</i>, hasta su hermano el mayorazgo, llamado también
-D. Pedro Laso, corregidor de Toledo y capitán del partido rebelde
-al comienzo de las Comunidades, cuando estas defendían sinceramente
-los fueros castellanos<a id="FNanchor_2" href="#Footnote_2"
-class="fnanchor">[2]</a>.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_viii">p. viii</span>Siendo Garcilaso
-mozo de pocos años quedó huérfano de padre; pasó en Toledo su primera
-juventud<a id="FNanchor_3" href="#Footnote_3" class="fnanchor">[3]</a>,
-y cuando fue de edad para servir al César, recibiole este en la noble
-guardia de su persona.</p>
-
-<p>«En el hábito del cuerpo tuvo justa proporción, porque fue más
-grande que mediano, respondiendo los lineamentos y compostura a la
-grandeza; la trabazón de los miembros igual, el rostro apacible con
-gravedad, la frente dilatada con majestad, los ojos vivísimos con
-sosiego, y todo el talle tal, que aun los que no le conocían, viéndole
-le juzgaran por hombre principal y esforzado, porque resultaba de él
-una hermosura verdaderamente viril<a id="FNanchor_4" href="#Footnote_4"
-class="fnanchor">[4]</a>.»</p>
-
-<p>Fue un perfecto cortesano; hablaba el griego, el latín, el toscano
-y el francés; manejaba las armas con gentileza; tañía el arpa y la
-vihuela con rara habilidad, y en las fiestas galantes, con Boscán,
-Acuña, Mendoza y Villalobos, triunfaba por su ingenio y su donaire;
-llevole a la corte de Francisco I una airosa embajada de la Emperatriz;
-en la deleitosa Nápoles, predilecto del virrey D. Pedro de Toledo,
-sirvió al Estado en cargos<span class="pagenum" id="Page_ix">p.
-ix</span> de privanza; y en cortejos y amoríos, como poeta y caballero,
-rindió su tributo a las costumbres de su tiempo; dos amores, en
-distintas fechas, pasaron por sus versos con singular fragancia de
-sinceridad: el de <i>Galatea</i> o <i>Elisa</i>, la musa campesina de
-sus églogas, muerta en la juventud<a id="FNanchor_5" href="#Footnote_5"
-class="fnanchor">[5]</a>, y el de cierta dama napolitana,
-sirena misteriosa, musa gentil de sus sonetos<a id="FNanchor_6"
-href="#Footnote_6" class="fnanchor">[6]</a>; en 1526, acaso demasiado
-joven, fue desposado con doña Elena de Zúñiga, señora muy principal,
-hija de D. Íñigo, el maestresala de la Reina D.ª Isabel; en 1532, por
-su complicidad en el desposorio de un sobrino suyo con D.ª Isabel de la
-Cueva, sobrina del Duque de Alburquerque, desobedeciendo la voluntad de
-los Reyes, estuvo algunos meses desterrado en una isla del Danubio<a
-id="FNanchor_7" href="#Footnote_7" class="fnanchor">[7]</a>.</p>
-
-<p>Garcilaso, soldado, fue espejo de valientes; afecto al César por
-educación y gratitud, se batió<span class="pagenum" id="Page_x">p.
-x</span> contra los comuneros en Olías<a id="FNanchor_8"
-href="#Footnote_8" class="fnanchor">[8]</a>; formó en la expedición
-de los sanjuanistas en defensa de la malograda isla de Rodas, 1522<a
-id="FNanchor_9" href="#Footnote_9" class="fnanchor">[9]</a>; peleó
-contra los franceses en Fuenterrabía, 1523, y contra los florentinos
-en Italia, 1530; tomó parte, acaso, en el socorro de Viena, amenazada
-por Solimán el Magnífico, 1532, y luchó contra Barbarroja en la
-caballeresca empresa de Túnez; varias veces fue herido, y las
-más de ellas en el rostro; osado hasta la temeridad, se halló en
-trances de muerte, y en un siglo de héroes, la fama de su valor
-sobresalió hasta lo legendario<a id="FNanchor_10" href="#Footnote_10"
-class="fnanchor">[10]</a>. En 1536, día 23 de setiembre, pasando
-las tropas imperiales frente a la torre de Muey, a cuatro millas de
-Frejus, en la Provenza, unos cuantos arcabuceros, con piedras<span
-class="pagenum" id="Page_xi">p. xi</span> y venablos, molestaron a
-los soldados desde los muros; en ellos abrió brecha la artillería, y
-como el Emperador se extrañase de que sus peones retardaran el asalto,
-picose más que nadie Garcilaso, maestre de campo de la gente que al
-caso estaba más obligada, y sin casco ni coraza, solo con rodela y
-espada, arremetió escala arriba temerariamente; despeñaron de lo
-alto una gran piedra que, alcanzándole en la cabeza, le hizo caer
-de espaldas en el foso con herida mortal; irritados sus soldados,
-escalaron la torre, y el Emperador, sañoso, mandó demolerla hasta los
-cimientos y ahorcar a sus defensores, «rigor desacostumbrado en el
-ánimo benigno de tan gran Príncipe, que nos muestra bien el exceso
-de dolor y rabia con que destrozó su alma tan trágico suceso»<a
-id="FNanchor_11" href="#Footnote_11" class="fnanchor">[11]</a>; llevado
-el herido a los reales de Niza, acabó sus días en 14 de octubre, a los
-treinta y tres años de edad<a id="FNanchor_12" href="#Footnote_12"
-class="fnanchor">[12]</a>.</p>
-
-
-<p class="mt2">Perdiose el poeta Garcilaso antes de manifestar<span
-class="pagenum" id="Page_xii">p. xii</span> plenamente el fruto de su
-virtud; la guerra y la política ocuparon su actividad; gastó su vagar
-en ejercicios cortesanos, y solo por deleite, por homenaje de amistad,
-por discreteo galante o por desahogo de su corazón dio a las letras,
-en cortas ocasiones, el regalo de sus versos. Era en su tiempo el
-humanismo gala de la nobleza, privaban los poetas entre las gentes de
-calidad, y los príncipes y los magnates estudiaban las obras de los
-clásicos.</p>
-
-<p>No publicó él sus versos ni acaso se cuidó de conservarlos;
-olvidados quedaron los que escribió en toscano y en latín<a
-id="FNanchor_13" href="#Footnote_13" class="fnanchor">[13]</a>,
-y de los castellanos, solo han llegado hasta nosotros los que la
-diligencia de Boscán, su entrañable amigo, logró reunir; estos
-fueron tres <i>églogas</i>, dos <i>elegías</i>, una <i>epístola</i>,
-cinco <i>canciones</i> y varios <i>sonetos</i><a id="FNanchor_14"
-href="#Footnote_14" class="fnanchor">[14]</a>, los cuales, dados a
-la imprenta en 1543 por D.ª Ana Girón de Rebolledo, viuda de Boscán,
-juntamente con los de su marido<a id="FNanchor_15" href="#Footnote_15"
-class="fnanchor">[15]</a>, fueron reeditados en aquel mismo siglo hasta
-veinticuatro o veinticinco veces.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_xiii">p. xiii</span>La métrica
-italiana, apenas importada por Boscán, halló en Garcilaso un feliz
-defensor; si erró su gusto en la <i>rima al mezzo</i>, acertó en el
-<i>terceto</i> y en la <i>octava rima</i>; del <i>verso suelto</i>
-solo dejó un breve ensayo; dio del <i>soneto</i> y de la <i>estancia
-lírica</i> ejemplos acabados, y de su dulce <i>lira</i> tanto supo
-pulir la perfección, que el mismo fray Luis no pudo aventajarle;
-por su destreza técnica y su intuición poética, aventajando
-extraordinariamente a sus compañeros Acuña, Mendoza y Boscán, primeros
-adalides del verso endecasílabo, aseguró en España, con triunfo
-prodigioso, el estilo toscano<a id="FNanchor_16" href="#Footnote_16"
-class="fnanchor">[16]</a>.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_xiv">p. xiv</span>Con las nuevas
-formas métricas recibimos de Italia abundantes materiales de su
-Parnaso; «nuestros poetas se apropiaron, como bienes mostrencos
-las ideas que —en aquellas formas— habían vertido los italianos, y
-estos y los clásicos antiguos de Grecia y Roma abastecieron a la
-Musa ibérica, de tal modo, que en los unos y en los otros pueden
-buscarse, casi siempre con fruto, durante los dos últimos tercios
-del siglo <span class="asc">XVI</span> y una buena parte del
-<span class="asc">XVII</span>, las fuentes de nuestro vasto
-caudal de asuntos y pensamientos poéticos. Todos imitaban, todos
-traducían; trajímonos con los moldes la masa echada en ellos, y
-nuestro Parnaso perdió en originalidad genuínamente española cuanto
-ganó en brillantes atavíos, en amplitud de formas y en riqueza y
-variedad de modos de expresión<a id="FNanchor_17" href="#Footnote_17"
-class="fnanchor">[17]</a>.»</p>
-
-<p>Los modelos preferentemente seguidos por Garcilaso fueron Sannazaro
-en las <i>églogas</i>, y en las <i>canciones y sonetos</i>, el
-Petrarca; el Brocense y Herrera, grandes eruditos, pusieron tal
-cuidado en descubrir sus imitaciones, que apenas le dejaron idea
-original; fueron en gran parte justificadas las protestas que esto
-ocasionó. Hallose Garcilaso en el principio de una edad naciente, rota
-la vieja tradición poética, transformada la vida nacional y<span
-class="pagenum" id="Page_xv">p. xv</span> encendido el espíritu en
-nuevas ideas con el hervor de las humanidades; no fue pequeña empresa
-en tales circunstancias adaptar su sentir al gusto clásico, sacar de
-la Edad Media al habla castellana dándole la dulzura y flexibilidad
-que faltaba a su bizarría, y sin hacer de las letras profesión —entre
-las armas del sangriento Marte—, tomando ora la espada, ora la pluma<a
-id="FNanchor_18" href="#Footnote_18" class="fnanchor">[18]</a>, echar
-los fundamentos de la lírica moderna. Media en la historia de nuestra
-poesía, un paso de gigante entre Garcilaso y el más moderno de sus
-predecesores.</p>
-
-<p>Si en sus obras falta, realmente, originalidad, castellanía,
-espíritu de raza, en fin, alma española, las andanzas de su vida, el
-provecho de sus pocos años, su obra mal conservada y su temprana muerte
-le disculpan.</p>
-
-<p>Es su estilo suave y armonioso, dotado de elegancia y humildad
-en admirable ligamento; «las sentencias son agudas, deleitosas y
-graves; las palabras, propias y bien sonantes; los modos de decir,
-escogidos y cortesanos; los números, aunque generosos y llenos, son
-blandos y regalados; el arreo de toda la oración está retocado de
-lumbres y matices que despiden un resplandor antes nunca visto; los
-versos son tersos y fáciles, todos ilustrados de claridad y ternura,
-virtudes muy<span class="pagenum" id="Page_xvi">p. xvi</span> loadas
-en los poetas de su género»<a id="FNanchor_19" href="#Footnote_19"
-class="fnanchor">[19]</a>; el castellano ha conservado fielmente todos
-sus giros y modismos; después de cuatro siglos de existencia, su
-lenguaje aún mantiene lozanía y juventud.</p>
-
-<p>Por natural predilección de su temperamento fue más afortunado
-en la llaneza de las <i>églogas</i> que en el petrarquismo de los
-<i>sonetos</i>. Admiraban las gentes la bondad de su trato, el agrado
-de sus palabras y la singular simpatía con que ganaba los corazones;
-enemigo de vituperio, detúvose de sí mismo sorprendido, si alguna vez
-a sátira se fue su paso a paso<a id="FNanchor_20" href="#Footnote_20"
-class="fnanchor">[20]</a>; sentía la paz del campo, la majestad
-de la naturaleza, el encanto del agua y de los árboles, del cielo
-y de la luz; envidiaba a Boscán en su vida burguesa y sosegada<a
-id="FNanchor_21" href="#Footnote_21" class="fnanchor">[21]</a>, y en
-más de una ocasión, deseando, sin duda, apartarse de la milicia y de la
-Corte, solicitó servicios provincianos; soldado del gran César, no se
-inspiró su musa, al parecer, ni en los triunfos de las armas ni en el
-esplendor imperial.</p>
-
-<p>Nótase en el fondo de sus versos cierto amargor de vida
-malograda, cierta inquietud y descontentamiento de una no realizada
-aspiración; sentíase corrido y salteado de generosa vergüenza<span
-class="pagenum" id="Page_xvii">p. xvii</span> ante la flaqueza de
-su voluntad (<a href="#Can4-53"><i>Canción IV</i>, 53</a>); lamentaba el errado proceso
-de sus años (<a href="#Ch5-6"><i>Soneto VI</i></a>), y maldecía las horas y momentos
-—gastados mal en libres pensamientos— (<a href="#Can4-119"><i>Canción IV</i>, 119</a>).
-Diez años fue casado, y de ellos más de seis anduvo lejos de su
-hogar; pródigo de su pluma con amigos y parientes<a id="FNanchor_22"
-href="#Footnote_22" class="fnanchor">[22]</a>, el nombre de su
-esposa D.ª Elena, en el desconsuelo de su soledad, no tuvo entre sus
-versos, que se sepa, ni una dedicatoria ni un recuerdo; y en tanto
-<i>Elisa</i> —D.ª Isabel Freyre—, cuyos cabellos de oro tejieron la
-red en que el poeta vio enredada y revuelta su razón (<a href="#Can4-101"><i>Canción
-IV</i>, 101</a>), fue númen inspirador de sus composiciones más sentidas;
-<i>Elisa</i>, <i>Galatea</i> y acaso <i>Camila</i>, fueron D.ª Isabel,
-como <i>Salicio</i> y <i>Nemoroso</i>, y acaso <i>Albanio</i>,
-fueron, en suma, Garcilaso<a id="FNanchor_23" href="#Footnote_23"
-class="fnanchor">[23]</a>; lícitas eran, ciertamente, en<span
-class="pagenum" id="Page_xviii">p. xviii</span> aquellos tiempos
-del <i>amor perfecto</i>, galanterías que hoy condenan nuestras
-costumbres, pero ello no fue obstáculo para que el mismo traductor
-de <i>El Cortesano</i>, el buen Boscán, cantara las delicias de la
-vida doméstica y las bondades de su propia mujer<a id="FNanchor_24"
-href="#Footnote_24" class="fnanchor">[24]</a>. Si drama hubo secreto en
-la conciencia del poeta, y hay medio de poderlo descubrir, no faltará
-quien pronto nos lo diga; sea, entre tanto, permitida la indiscreción
-de estos aventurados pormenores, contra la injusticia de los que han
-culpado a Garcilaso de vano, artificioso y falto de interés en la
-expresión de sus sentimientos.</p>
-
-<p>Llamáronle sus contemporáneos <i>príncipe</i> de los poetas
-castellanos; cien ingenios lamentaron su muerte en canciones
-de duelo; sus imitadores y partidarios fueron denominados
-<i>garcilasistas</i> por Cervantes; Lope, en muchos pasajes, le tuvo
-en la memoria; Sebastián de Córdoba, viendo cuán común y manual
-andaba su libro entre las gentes, pretendió mejorar su doctrina
-vertiéndolo <i>a lo divino</i><a id="FNanchor_25" href="#Footnote_25"
-class="fnanchor">[25]</a>; por el mismo camino, D. Juan de Andosilla
-Larramendi salió con su <i>Cristo Nuestro Señor en la Cruz, hallado
-en los versos de Garcilaso</i>, y el sabio Sánchez de las Brozas,
-el divino Herrera<span class="pagenum" id="Page_xix">p. xix</span>
-y el culto Tamayo de Vargas pusiéronle con sus comentarios en la
-consideración de un autor clásico; estas son pruebas fehacientes de la
-popularidad que en todos tiempos disfrutó Garcilaso.</p>
-
-
-<p class="mt2">El texto de la presente edición se ajusta exactamente
-al que Fernando de Herrera dio en sus <i>Anotaciones</i>; <span
-class="sc">Clásicos Castellanos</span> prefieren reproducir este texto
-famoso, indiscutiblemente útil para el estudio de las letras, en vez de
-lanzarse a una edición <i>nueva</i>, semi-erudita, que, sin responder
-de lleno a las exigencias de la crítica filológica, pudiera resultar
-indigesta e ineficaz en su misión vulgarizadora.</p>
-
-<p>Herrera usó en su libro aquella escrupulosa ortografía,
-por él ideada, que apenas tuvo partidarios sino en
-Sevilla, entre sus familiares<a id="FNanchor_26"
-href="#Footnote_26" class="fnanchor">[26]</a>; de ella
-respeta esta edición todo lo que puede tener valor fonético,
-como en la Égloga I, <a href="#FNanchor_32"><i>dino</i>
-34</a>, <a href="#FNanchor_33"><i>vitoria</i> 35</a>,
-<a href="#Eg1-254"><i>entristesco</i> 254</a>,
-<a href="#Eg1-368"><i>mesquina</i> 368</a>, <a
-href="#FNanchor_73"><i>inesorable</i> 377</a>, <a
-href="#FNanchor_76"><i>comovida</i> 383</a>, en
-la Égloga II, <a href="#Eg2-131"><i>acidente</i>
-131</a>, <a href="#Eg2-166"><i>eleción</i> 166</a>,
-<a href="#Eg2-252"><i>mesclado</i> 252</a>,
-<a href="#Eg2-297"><i>noturna</i> 297</a>, <a
-href="#FNanchor_169"><i>nétar</i> 1298</a>, etc.; pero
-se ha modernizado aquello que<span class="pagenum"
-id="Page_xx">p. xx</span> solo afecta a la escritura,
-como en la Égloga I <a href="#Eg1-18"><i>apressura</i>
-18</a>, <a href="#FNanchor_34"><i>iedra</i> 38</a>,
-<a href="#Eg1-83"><i>avezina</i> 83</a>, <a
-href="#Eg1-395"><i>immortales</i> 395</a>, y se ha repuesto la vocal,
-prescindiendo del apóstrofo, en formas como <i>nombre ’n todo</i> (<a
-href="#Eg1-8">Égloga I, 8</a>); <a href="#Eg1-18"><i>qu’ apressura</i>
-18</a>, <a href="#Eg1-20"><i>qu’ en vano</i> 20</a>, <i>al’ otra</i>
-(<a href="#El2-20">Elegía II, 20</a>), etc.</p>
-
-<p>Entre nuestras notas ha sido recogido de los libros del Brocense,
-Herrera, Tamayo y Azara todo cuanto ha parecido adaptable al carácter
-de <span class="sc">Clásicos Castellanos</span>, omitiendo, por tanto,
-muchas citas sobre concordancias e imitaciones, que son asunto para
-tratarlo detenidamente en un trabajo de pura erudición.</p>
-
-<p class="firma sc ws1">Tomás Navarro Tomás.</p>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch0-2">
- <p><span class="pagenum" id="Page_xxi">p. xxi</span></p>
- <h2 class="nobreak g0">DATOS BIBLIOGRÁFICOS</h2>
-</div>
-
-<p>Las obras de Garcilaso, a partir de la primera edición, hecha, como
-se ha dicho, en Barcelona en 1543, se publicaron muchas veces con las
-de Boscán, ocupando el cuarto libro de <i>Las obras de Boscán y algunas
-de Garci Lasso de la Vega, repartidas en cuatro libros</i>; pero el
-gusto del público, demostrando de día en día creciente predilección por
-las de Garcilaso, movió a los impresores a editarlas separadamente,
-quedando, desde este punto, casi olvidadas las del amigo que hasta
-entonces, en su compañía, había participado de su triunfo. En 1570 tuvo
-ya Garcilaso por sí solo una edición: «<i>Las obras del Excellente
-Poeta Garci-Lasso de la Vega, en esta postrera imprission corregidas
-de muchos errores que en todas las passadas auia</i> — Madrid, Alonso
-Gómez, 1570—; 8.º, 78 hojas foliadas, incluso las preliminares. —
-Contiene únicamente las poesías sin anotaciones»;<span class="pagenum"
-id="Page_xxii">p. xxii</span> véase Pérez Pastor, <i>Bibliografía
-madrileña</i>, Madrid, 1901, núm. 43.</p>
-
-<p>—<i>Obras del excelente poeta Garci-Lasso de la Vega; con
-Anotaciones y Emiendas del Maestro Francisco Sánchez, Catedrático de
-Retórica en Salamanca</i>; conforme a la edición de Salamanca de 1581:
-Francisci Sanctii Brocensis, Opera Omnia — Tomus Quartus seu Opera
-Poetica — Genevae — Apud Fratres de Tournes — MDCCLXVI. — La primera
-edición de las anotaciones del Brocense es de 1574, en Salamanca,
-casa de Pedro Laso, en 16.º, según D. Nicolás Antonio; edición que se
-repitió en 1577, 1581, 1589, etc.; sus notas tienden principalmente a
-señalar los pasajes de autores latinos e italianos que imitó Garcilaso;
-dan por hecho que el poeta imitó consciente e intencionadamente, y
-hubo quien protestó de esta censura como Jerónimo de los Cobos, poeta
-gaditano, con su soneto: <i>Descubierto se ha un hurto de gran fama —
-del ladrón Garcilaso</i>... Sánchez defendió su sistema en el prólogo
-de la edición de 1581; su trabajo es, sin duda, el más sobrio y erudito
-entre todos los comentarios de Garcilaso.</p>
-
-<p>—<i>Obras de Garci-Lasso de la Vega con anotaciones de Fernando
-de Herrera.</i> En Sevilla, por Alonso de la Barrera. Año de 1580.
-Precede un <i>Discurso a los lectores</i> del maestro Francisco
-de Medina, modelo de elegancia y clasicismo; el estudio<span
-class="pagenum" id="Page_xxiii">p. xxiii</span> de Herrera es el más
-completo y minucioso, pero peca de pesado e indigesto; el anotador
-debió proponerse decir todo lo que sabía en toda clase de materias, y
-a veces, muy fuera de propósito, cualquier palabra del texto, sirve de
-tema a un largo discurso tan erudito como innecesario para el caso; la
-severidad de Herrera, preceptista y retórico escrupuloso, condenando
-algunos defectos que creyó encontrar, le valió la célebre réplica de
-<i>Prete Jacopin</i> — D. Pedro Fernández de Velasco.</p>
-
-<p>—<i>Garci-Lasso de la Vega, natural de Toledo — Príncipe de los
-poetas castellanos</i> — De Don Thomas Tamaio de Vargas — Con licencia;
-en Madrid, por Luis Sánchez. Año 1622. — Tamayo dedicó principalmente
-su trabajo a hacer crítica, expurgo y fijación del texto y a dar
-noticia de los pasajes imitados.</p>
-
-<p>—<i>Obras de Garcilaso, ilustradas con notas.</i> En la Imprenta
-Real de la <i>Gaceta</i>, Madrid — 1765; esta fue la edición que
-compuso el magnífico caballero aragonés D. José Nicolás de Azara, autor
-del elocuente prólogo que la precede, sobre la decadencia del habla
-castellana, y de las breves notas que la siguen, referentes en general
-a la cita de pasajes imitados, según el Brocense; pecó, a mi juicio, de
-displicencia y acritud en ciertas observaciones sobre Garcilaso, así
-como al decir —en<span class="pagenum" id="Page_xxiv">p. xxiv</span>
-su prólogo— respecto a Tamayo, que «hizo de sus notas el mejor dechado
-de los despropósitos».</p>
-
-<p>—<i>Poetas líricos de los siglos <span class="asc">XVI</span>
-y <span class="asc">XVII</span></i> — Colección ordenada por
-D. Adolfo de Castro — Dos tomos — Colecc. de Autores Españoles —
-Rivadeneyra — Madrid — 1854. — Castro debió poner su mayor atención
-en hacer crítica del texto; a esto se reducen sus notas casi siempre;
-pero se encuentran en cualquiera de las fuentes que él compulsó muchas
-variantes de interés, no recogidas ni mencionadas en su estudio.</p>
-
-<p>—<i>Vida del célebre poeta Garcilaso de la Vega</i>, escrita por D.
-Eustaquio Fernández de Navarrete: Colección de documentos inéditos para
-la Historia de España, tomo XVI: Madrid, 1850; razonada monografía,
-trabajada con claridad y acierto sobre documentos originales relativos
-al poeta; precede el retrato de este, grabado por don Manuel Salvador
-Carmona, y el facsímil de una carta autógrafa de Garcilaso.</p>
-
-
-<div class="tit pt6">
- <hr class="chap"/>
- <p><span class="pagenum" id="Page_xxv">p. xxv</span></p>
- <p class="fs120 lh200 g1">OBRAS</p>
- <p class="fs90 lh200">DE</p>
- <p class="fs150 lh200 ws2 g0">GARCILASO DE LA VEGA</p>
- <p class="lh200 g2">PRÍNCIPE</p>
- <p class="lh200 ws1">DE LOS POETAS CASTELLANOS</p>
- <hr class="chap"/>
-</div>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch1-1">
- <p><span class="pagenum" id="Page_1">p. 1</span></p>
- <h2 class="nobreak g1">ÉGLOGA PRIMERA</h2>
-</div>
-
-<div class="versos ml4">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">El dulce lamentar de dos pastores,<a id="FNanchor_27" href="#Footnote_27" class="fnanchor">[27]</a></p>
- <p class="i0">Salicio juntamente y Nemoroso,<a id="FNanchor_28" href="#Footnote_28" class="fnanchor">[28]</a></p>
- <p class="i0">he de contar, sus quejas imitando;</p>
- <p class="i0">cuyas ovejas al cantar sabroso</p>
- <p class="i0">estaban muy atentas, los amores,<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">de pacer olvidadas, escuchando.</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_2">p. 2</span>Tú, que ganaste obrando</p>
- <p class="i0" id="Eg1-8">un nombre en todo el mundo,</p>
- <p class="i0">y un grado sin segundo,</p>
- <p class="i0">agora estés atento, solo y dado<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">al ínclito gobierno del Estado</p>
- <p class="i0">albano; agora vuelto a la otra parte,<a id="FNanchor_29" href="#Footnote_29" class="fnanchor">[29]</a></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_3">p. 3</span>resplandeciente, armado,</p>
- <p class="i0">representando en tierra el fiero Marte;<a id="FNanchor_30" href="#Footnote_30" class="fnanchor">[30]</a></p>
- <p class="i2">agora de cuidados enojosos<span class="lnum">15</span></p>
- <p class="i0">y de negocios libre, por ventura</p>
- <p class="i0">andes a caza, el monte fatigando</p>
- <p class="i0" id="Eg1-18">en ardiente jinete, que apresura</p>
- <p class="i0">el curso tras los ciervos temerosos,</p>
- <p class="i0" id="Eg1-20">que en vano su morir van dilatando;<span class="lnum">20</span></p>
- <p class="i0">espera, que en tornando</p>
- <p class="i0">a ser restituído</p>
- <p class="i0">al ocio ya perdido,</p>
- <p class="i0">luego verás ejercitar mi pluma</p>
- <p class="i0">por la infinita innumerable suma<span class="lnum">25</span></p>
- <p class="i0">de tus virtudes y famosas obras;</p>
- <p class="i0">antes que me consuma,</p>
- <p class="i0">faltando a ti, que a todo el mundo sobras.<a id="FNanchor_31" href="#Footnote_31" class="fnanchor">[31]</a></p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_4">p. 4</span>En tanto que este tiempo que adivino</p>
- <p class="i0">viene a sacarme de la deuda un día,<span class="lnum">30</span></p>
- <p class="i0">que se debe a tu fama y a tu gloria;</p>
- <p class="i0">que es deuda general, no solo mía,</p>
- <p class="i0">mas de cualquier ingenio peregrino</p>
- <p class="i0">que celebra lo dino de memoria;<a id="FNanchor_32" href="#Footnote_32" class="fnanchor">[32]</a></p>
- <p class="i0">el árbol de vitoria<a id="FNanchor_33" href="#Footnote_33" class="fnanchor">[33]</a><span class="lnum">35</span></p>
- <p class="i0">que ciñe estrechamente</p>
- <p class="i0">tu gloriosa frente</p>
- <p class="i0">dé lugar a la hiedra que se planta<a id="FNanchor_34" href="#Footnote_34" class="fnanchor">[34]</a></p>
- <p class="i0">debajo de tu sombra, y se levanta</p>
- <p class="i0">poco a poco, arrimada a tus loores;<span class="lnum">40</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_5">p. 5</span>y en cuanto esto se canta,</p>
- <p class="i0">escucha tú el cantar de mis pastores.</p>
- <p class="i2">Saliendo de las ondas encendido,</p>
- <p class="i0">rayaba de los montes el altura<a id="FNanchor_35" href="#Footnote_35" class="fnanchor">[35]</a></p>
- <p class="i0">el sol, cuando Salicio, recostado<span class="lnum">45</span></p>
- <p class="i0">al pie de un alta haya, en la verdura,<a id="FNanchor_36" href="#Footnote_36" class="fnanchor">[36]</a></p>
- <p class="i0">por donde un agua clara con sonido</p>
- <p class="i0">atravesaba el fresco y verde prado;</p>
- <p class="i0">él, con canto acordado</p>
- <p class="i0">al rumor que sonaba,<span class="lnum">50</span></p>
- <p class="i0">del agua que pasaba,</p>
- <p class="i0">se quejaba tan dulce y blandamente</p>
- <p class="i0">como si no estuviera de allí ausente</p>
- <p class="i0">la que de su dolor culpa tenía;</p>
- <p class="i0">y así, como presente,<span class="lnum">55</span></p>
- <p class="i0">razonando con ella, le decía.</p>
- </div>
-
- <p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_6">p. 6</span>SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2" id="Eg1-57">¡Oh más dura que mármol a mis quejas,</p>
- <p class="i0">y al encendido fuego en que me quemo</p>
- <p class="i0">más helada que nieve, Galatea!<a id="FNanchor_37" href="#Footnote_37" class="fnanchor">[37]</a></p>
- <p class="i0">Estoy muriendo, y aún la vida temo;<span class="lnum">60</span></p>
- <p class="i0">témola con razón, pues tú me dejas;</p>
- <p class="i0">que no hay, sin ti, el vivir para qué sea.</p>
- <p class="i0">Vergüenza he que me vea</p>
- <p class="i0">ninguno en tal estado,</p>
- <p class="i0">de ti desamparado,<span class="lnum">65</span></p>
- <p class="i0">y de mí mismo yo me corro agora.</p>
- <p class="i0">¿De un alma te desdeñas ser señora,</p>
- <p class="i0">donde siempre moraste, no pudiendo</p>
- <p class="i0">della salir un hora?</p>
- <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.<span class="lnum">70</span></p>
- <p class="i2">El sol tiende los rayos de su lumbre</p>
- <p class="i0">por montes y por valles, despertando</p>
- <p class="i0">las aves y animales y la gente:</p>
- <p class="i0">cuál por el aire claro va volando,</p>
- <p class="i0">cuál por el verde valle o alta cumbre<span class="lnum">75</span></p>
- <p class="i0">paciendo va segura y libremente,</p>
- <p class="i0">cuál con el sol presente</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_7">p. 7</span>va de nuevo al oficio,</p>
- <p class="i0">y al usado ejercicio</p>
- <p class="i0">do su natura o menester le inclina:<span class="lnum">80</span></p>
- <p class="i0">siempre está en llanto esta ánima mesquina,<a id="FNanchor_38" href="#Footnote_38" class="fnanchor">[38]</a></p>
- <p class="i0">cuando la sombra el mundo va cubriendo</p>
- <p class="i0" id="Eg1-83">o la luz se avecina.</p>
- <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p>
- <p class="i2">¿Y tú, desta mi vida ya olvidada,<span class="lnum">85</span></p>
- <p class="i0">sin mostrar un pequeño sentimiento</p>
- <p class="i0">de que por ti Salicio triste muera,</p>
- <p class="i0">dejas llevar, desconocida, al viento</p>
- <p class="i0">el amor y la fe que ser guardada</p>
- <p class="i0">eternamente solo a mí debiera?<span class="lnum">90</span></p>
- <p class="i0">¡Oh Dios! ¿Por qué siquiera,</p>
- <p class="i0">pues ves desde tu altura</p>
- <p class="i0">esta falsa perjura</p>
- <p class="i0">causar la muerte de un estrecho amigo,</p>
- <p class="i0">no recibe del cielo algún castigo?<span class="lnum">95</span></p>
- <p class="i0">Si en pago del amor yo estoy muriendo,</p>
- <p class="i0">¿qué hará el enemigo?<a id="FNanchor_39" href="#Footnote_39" class="fnanchor">[39]</a></p>
- <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_8">p. 8</span>Por ti el silencio de la selva umbrosa,</p>
- <p class="i0">por ti la esquividad y apartamiento<span class="lnum">100</span></p>
- <p class="i0">del solitario monte me agradaba;</p>
- <p class="i0">por ti la verde hierba, el fresco viento,</p>
- <p class="i0">el blanco lirio y colorada rosa</p>
- <p class="i0">y dulce primavera deseaba.</p>
- <p class="i0">¡Ay, cuánto me engañaba!<span class="lnum">105</span></p>
- <p class="i0">¡Ay, cuán diferente era</p>
- <p class="i0">y cuán de otra manera<a id="FNanchor_40" href="#Footnote_40" class="fnanchor">[40]</a></p>
- <p class="i0">lo que en tu falso pecho se escondía!</p>
- <p class="i0">Bien claro con su voz me lo decía</p>
- <p class="i0">la siniestra corneja repitiendo<a id="FNanchor_41" href="#Footnote_41" class="fnanchor">[41]</a><span class="lnum">110</span></p>
- <p class="i0">la desventura mía.</p>
- <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_9">p. 9</span>¡Cuántas veces, durmiendo en la floresta,</p>
- <p class="i0">reputándolo yo por desvarío,</p>
- <p class="i0">vi mi mal entre sueños desdichado!<span class="lnum">115</span></p>
- <p class="i0">Soñaba que en el tiempo del estío</p>
- <p class="i0">llevaba, por pasar allí la siesta,</p>
- <p class="i0">a beber en el Tajo mi ganado;<a id="FNanchor_42" href="#Footnote_42" class="fnanchor">[42]</a></p>
- <p class="i0">y después de llegado,</p>
- <p class="i0">sin saber de cuál arte,<span class="lnum">120</span></p>
- <p class="i0">por desusada parte</p>
- <p class="i0">y por nuevo camino el agua se iba;</p>
- <p class="i0">ardiendo ya con la calor estiva,</p>
- <p class="i0">el curso, enajenado, iba siguiendo</p>
- <p class="i0">del agua fugitiva.<a id="FNanchor_43" href="#Footnote_43" class="fnanchor">[43]</a><span class="lnum">125</span></p>
- <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p>
- <p class="i2">Tu dulce habla ¿en cúya oreja suena?<a id="FNanchor_44" href="#Footnote_44" class="fnanchor">[44]</a></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_10">p. 10</span>Tus claros ojos ¿a quién los volviste?</p>
- <p class="i0">¿Por quién tan sin respeto me trocaste?</p>
- <p class="i0">Tu quebrantada fe ¿dó la pusiste?<span class="lnum">130</span></p>
- <p class="i0">¿Cuál es el cuello que, como en cadena,</p>
- <p class="i0">de tus hermosos brazos anudaste?</p>
- <p class="i0">No hay corazón que baste,</p>
- <p class="i0">aunque fuese de piedra,</p>
- <p class="i0" id="Eg1-135">viendo mi amada hiedra,<span class="lnum">135</span></p>
- <p class="i0">de mí arrancada, en otro muro asida,</p>
- <p class="i0">y mi parra en otro olmo entretejida,<a id="FNanchor_45" href="#Footnote_45" class="fnanchor">[45]</a></p>
- <p class="i0">que no se esté con llanto deshaciendo</p>
- <p class="i0">hasta acabar la vida.</p>
- <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.<span class="lnum">140</span></p>
- <p class="i2">¿Qué no se esperará de aquí adelante,</p>
- <p class="i0">por difícil que sea y por incierto?</p>
- <p class="i0">O ¿qué discordia no será juntada?</p>
- <p class="i0">y juntamente ¿qué tendrá por cierto,</p>
- <p class="i0">o qué de hoy más no temerá el amante,<span class="lnum">145</span></p>
- <p class="i0">siendo a todo materia por ti dada?</p>
- <p class="i0">Cuando tú enajenada</p>
- <p class="i0">de mí, cuidado fuiste,</p>
- <p class="i0">notable causa diste</p>
- <p class="i0">y ejemplo a todos cuantos cubre el cielo,<span class="lnum">150</span></p>
- <p class="i0">que el más seguro tema con recelo</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_11">p. 11</span>perder lo que estuviere poseyendo.</p>
- <p class="i0">Salid fuera sin duelo,</p>
- <p class="i0">salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p>
- <p class="i2">Materia diste al mundo de esperanza<span class="lnum">155</span></p>
- <p class="i0">de alcanzar lo imposible y no pensado,</p>
- <p class="i0">y de hacer juntar lo diferente,<a id="FNanchor_46" href="#Footnote_46" class="fnanchor">[46]</a></p>
- <p class="i0">dando a quien diste el corazón malvado,</p>
- <p class="i0">quitándolo de mí con tal mudanza,</p>
- <p class="i0">que siempre sonará de gente en gente.<span class="lnum">160</span></p>
- <p class="i0">La cordera paciente</p>
- <p class="i0" id="Eg1-162">con el lobo hambriento</p>
- <p class="i0">hará su ayuntamiento,</p>
- <p class="i0">y con las simples aves sin ruído</p>
- <p class="i0">harán las bravas sierpes ya su nido;<span class="lnum">165</span></p>
- <p class="i0">que mayor diferencia comprehendo</p>
- <p class="i0">de ti al que has escogido.</p>
- <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_12">p. 12</span>Siempre de nueva leche en el verano</p>
- <p class="i0">y en el invierno abundo; en mi majada<span class="lnum">170</span></p>
- <p class="i0">la manteca y el queso está sobrado;<a id="FNanchor_47" href="#Footnote_47" class="fnanchor">[47]</a></p>
- <p class="i0">de mi cantar, pues, yo te vi agradada,</p>
- <p class="i0">tanto, que no pudiera el mantuano</p>
- <p class="i0">Títiro ser de ti más alabado.<a id="FNanchor_48" href="#Footnote_48" class="fnanchor">[48]</a></p>
- <p class="i0">No soy, pues, bien mirado,<span class="lnum">175</span></p>
- <p class="i0">tan disforme ni feo;</p>
- <p class="i0">que aun agora me veo</p>
- <p class="i0">en esta agua que corre clara y pura,<a id="FNanchor_49" href="#Footnote_49" class="fnanchor">[49]</a></p>
- <p class="i0">y cierto no trocara mi figura<a id="FNanchor_50" href="#Footnote_50" class="fnanchor">[50]</a></p>
- <p class="i0">con ese que de mí se está riendo;<a id="FNanchor_51" href="#Footnote_51" class="fnanchor">[51]</a><span class="lnum">180</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_13">p. 13</span>¡trocara mi ventura!</p>
- <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p>
- <p class="i2">¿Cómo te vine en tanto menosprecio?</p>
- <p class="i0">¿Cómo te fui tan presto aborrecible?</p>
- <p class="i0">¿Cómo te faltó en mí el conocimiento?<span class="lnum">185</span></p>
- <p class="i0">Si no tuvieras condición terrible,</p>
- <p class="i0">siempre fuera tenido de ti en precio,</p>
- <p class="i0">y no viera de ti este apartamiento.</p>
- <p class="i0">¿No sabes que sin cuento</p>
- <p class="i0">buscan en el estío<span class="lnum">190</span></p>
- <p class="i0">mis ovejas el frío</p>
- <p class="i0">de la sierra de Cuenca, y el gobierno</p>
- <p class="i0">del abrigado Estremo en el invierno?<a id="FNanchor_52" href="#Footnote_52" class="fnanchor">[52]</a></p>
- <p class="i0">Mas ¡qué vale el tener, si derritiendo</p>
- <p class="i0">me estoy en llanto eterno!<span class="lnum">195</span></p>
- <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p>
- <p class="i2">Con mi llorar las piedras enternecen<a id="FNanchor_53" href="#Footnote_53" class="fnanchor">[53]</a></p>
- <p class="i0">su natural dureza y la quebrantan,</p>
- <p class="i0">los árboles parece que se inclinan,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_14">p. 14</span>las aves que me escuchan, cuando cantan,<span class="lnum">200</span></p>
- <p class="i0">con diferente voz se condolecen,</p>
- <p class="i0">y mi morir cantando me adivinan.</p>
- <p class="i0">Las fieras que reclinan</p>
- <p class="i0">su cuerpo fatigado,</p>
- <p class="i0">dejan el sosegado<span class="lnum">205</span></p>
- <p class="i0">sueño por escuchar mi llanto triste.</p>
- <p class="i0">Tú sola contra mí te endureciste,</p>
- <p class="i0">los ojos aun siquiera no volviendo</p>
- <p class="i0" id="Eg1-209">a los que tú heciste</p>
- <p class="i0">salir sin duelo, lágrimas, corriendo.<a id="FNanchor_54" href="#Footnote_54" class="fnanchor">[54]</a><span class="lnum">210</span></p>
- <p class="i2">Mas ya que a socorrer aquí no vienes,</p>
- <p class="i0">no dejes el lugar que tanto amaste,</p>
- <p class="i0">que bien podrás venir de mí segura.</p>
- <p class="i0">Yo dejaré el lugar do me dejaste;</p>
- <p class="i0">ven, si por solo esto te detienes.<span class="lnum">215</span></p>
- <p class="i0">Ves aquí un prado lleno de verdura,</p>
- <p class="i0">ves aquí un espesura,<a id="FNanchor_55" href="#Footnote_55" class="fnanchor">[55]</a></p>
- <p class="i0">ves aquí un agua clara,</p>
- <p class="i0">en otro tiempo cara,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_15">p. 15</span>a quien de ti con lágrimas me quejo.<span class="lnum">220</span></p>
- <p class="i0">Quizá aquí hallarás, pues yo me alejo,</p>
- <p class="i0">al que todo mi bien quitarme puede;<a id="FNanchor_56" href="#Footnote_56" class="fnanchor">[56]</a></p>
- <p class="i0">que pues el bien le dejo,</p>
- <p class="i0">no es mucho que el lugar también le quede.—</p>
- <p class="i2">Aquí dio fin a su cantar Salicio,<span class="lnum">225</span></p>
- <p class="i0">y sospirando en el postrero acento,</p>
- <p class="i0">soltó de llanto una profunda vena.</p>
- <p class="i0">Queriendo el monte al grave sentimiento</p>
- <p class="i0">de aquel dolor en algo ser propicio,</p>
- <p class="i0">con la pasada voz retumba y suena.<span class="lnum">230</span></p>
- <p class="i0">La blanca Filomena,<a id="FNanchor_57" href="#Footnote_57" class="fnanchor">[57]</a></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_16">p. 16</span>casi como dolida</p>
- <p class="i0">y a compasión movida,</p>
- <p class="i0">dulcemente responde al son lloroso.</p>
- <p class="i0">Lo que cantó tras esto Nemoroso<a id="FNanchor_58" href="#Footnote_58" class="fnanchor">[58]</a><span class="lnum">235</span></p>
- <p class="i0">decidlo vos, Piérides; que tanto<a id="FNanchor_59" href="#Footnote_59" class="fnanchor">[59]</a></p><span class="pagenum" id="Page_17">p. 17</span>
- <p class="i0">no puedo yo ni oso,</p>
- <p class="i0">que siento enflaquecer mi débil canto.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">NEMOROSO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Corrientes aguas, puras, cristalinas;</p>
- <p class="i0">árboles que os estáis mirando en ellas,<span class="lnum">240</span></p>
- <p class="i0">verde prado de fresca sombra lleno,</p>
- <p class="i0">aves que aquí sembráis vuestras querellas,</p>
- <p class="i0" id="Eg1-243">hiedra que por los árboles caminas,</p>
- <p class="i0">torciendo el paso por su verde seno;</p>
- <p class="i0">yo me vi tan ajeno<span class="lnum">245</span></p>
- <p class="i0">del grave mal que siento,</p>
- <p class="i0">que de puro contento</p>
- <p class="i0">con vuestra soledad me recreaba,</p>
- <p class="i0">donde con dulce sueño reposaba,</p>
- <p class="i0">o con el pensamiento discurría<span class="lnum">250</span></p>
- <p class="i0">por donde no hallaba</p>
- <p class="i0">sino memorias llenas de alegría;</p>
- <p class="i2">y en este mismo valle, donde agora</p>
- <p class="i0" id="Eg1-254">me entristesco y me canso, en el reposo</p>
- <p class="i0">estuve ya contento y descansado.<span class="lnum">255</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_18">p. 18</span>¡Oh bien caduco, vano y presuroso!</p>
- <p class="i0" id="Eg1-257">Acuérdome durmiendo aquí algún hora,</p>
- <p class="i0">que despertando, a Elisa vi a mi lado.<a id="FNanchor_60" href="#Footnote_60" class="fnanchor">[60]</a></p>
- <p class="i0">¡Oh miserable hado!</p>
- <p class="i0">¡Oh tela delicada,<span class="lnum">260</span></p>
- <p class="i0">antes de tiempo dada</p>
- <p class="i0">a los agudos filos de la muerte!</p>
- <p class="i0">Mas convenible suerte<a id="FNanchor_61" href="#Footnote_61" class="fnanchor">[61]</a></p>
- <p class="i0">a los cansados años de mi vida,</p>
- <p class="i0" id="Eg1-265">que es más que el hierro fuerte,<span class="lnum">265</span></p>
- <p class="i0">pues no la ha quebrantado tu partida.</p>
- <p class="i2" id="Eg1-267">¿Dó están agora aquellos claros ojos</p>
- <p class="i0">que llevaban tras sí, como colgada,</p>
- <p class="i0">mi alma doquier que ellos se volvían?</p>
- <p class="i0">¿Dó está la blanca mano delicada,<span class="lnum">270</span></p>
- <p class="i0">llena de vencimientos y despojos</p>
- <p class="i0">que de mí mis sentidos le ofrecían?</p>
- <p class="i0">Los cabellos que vían</p>
- <p class="i0" id="Eg1-274"><span class="pagenum" id="Page_19">p. 19</span>con gran desprecio el oro,</p>
- <p class="i0">como a menor tesoro,<span class="lnum">275</span></p>
- <p class="i0">¿adónde están? ¿Adónde el blando pecho?</p>
- <p class="i0">¿Dó la coluna que el dorado techo<a id="FNanchor_62" href="#Footnote_62" class="fnanchor">[62]</a></p>
- <p class="i0">con presunción graciosa sostenía?</p>
- <p class="i0">Aquesto todo agora ya se encierra,</p>
- <p class="i0">por desventura mía,<span class="lnum">280</span></p>
- <p class="i0">en la fría, desierta y dura tierra.<a id="FNanchor_63" href="#Footnote_63" class="fnanchor">[63]</a></p>
- <p class="i2">¿Quién me dijera, Elisa, vida mía,</p>
- <p class="i0">cuando en aqueste valle al fresco viento</p>
- <p class="i0">andábamos cogiendo tiernas flores,</p>
- <p class="i0">que había de ver con largo apartamiento<span class="lnum">285</span></p>
- <p class="i0">venir el triste y solitario día</p>
- <p class="i0">que diese amargo fin a mis amores?</p>
- <p class="i0">El cielo en mis dolores</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_20">p. 20</span>cargó la mano tanto,<a id="FNanchor_64" href="#Footnote_64" class="fnanchor">[64]</a></p>
- <p class="i0">que a sempiterno llanto<span class="lnum">290</span></p>
- <p class="i0">y a triste soledad me ha condenado;</p>
- <p class="i0">y lo que siento más es verme atado</p>
- <p class="i0">a la pesada vida y enojosa,</p>
- <p class="i0">solo, desamparado,</p>
- <p class="i0">ciego sin lumbre en cárcel tenebrosa.<span class="lnum">295</span></p>
- <p class="i2">Después que nos dejaste, nunca pace</p>
- <p class="i0">en hartura el ganado ya, ni acude</p>
- <p class="i0">el campo al labrador con mano llena.</p>
- <p class="i0">No hay bien que en mal no se convierta y mude:</p>
- <p class="i0">la mala hierba al trigo ahoga, y nace<span class="lnum">300</span></p>
- <p class="i0">en lugar suyo la infelice avena;</p>
- <p class="i0">la tierra, que de buena</p>
- <p class="i0">gana nos producía</p>
- <p class="i0">flores con que solía</p>
- <p class="i0">quitar en solo vellas mil enojos,<span class="lnum">305</span></p>
- <p class="i0">produce agora en cambio estos abrojos,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_21">p. 21</span>ya de rigor de espinas intratable;</p>
- <p class="i0">yo hago con mis ojos</p>
- <p class="i0">crecer, lloviendo, el fruto miserable.</p>
- <p class="i2">Como al partir del sol la sombra crece,<span class="lnum">310</span></p>
- <p class="i0">y en cayendo su rayo se levanta</p>
- <p class="i0">la negra escuridad que el mundo cubre,</p>
- <p class="i0">de do viene el temor que nos espanta,</p>
- <p class="i0">y la medrosa forma en que se ofrece</p>
- <p class="i0">aquella que la noche nos encubre,<a id="FNanchor_65" href="#Footnote_65" class="fnanchor">[65]</a><span class="lnum">315</span></p>
- <p class="i0">hasta que el sol descubre</p>
- <p class="i0">su luz pura y hermosa;<a id="FNanchor_66" href="#Footnote_66" class="fnanchor">[66]</a></p>
- <p class="i0">tal es la tenebrosa</p>
- <p class="i0">noche de tu partir, en que he quedado</p>
- <p class="i0">de sombra y de temor atormentado,<span class="lnum">320</span></p>
- <p class="i0">hasta que muerte el tiempo determine</p>
- <p class="i0">que a ver el deseado</p>
- <p class="i0">sol de tu clara vista me encamine.</p>
- <p class="i2">Cual suele el ruiseñor con triste canto</p>
- <p class="i0">quejarse, entre las hojas escondido,<span class="lnum">325</span></p>
- <p class="i0">del duro labrador, que cautamente</p>
- <p class="i0">le despojó su caro y dulce nido</p>
- <p class="i0">de los tiernos hijuelos, entre tanto</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_22">p. 22</span>que del amado ramo estaba ausente,<a id="FNanchor_67" href="#Footnote_67" class="fnanchor">[67]</a></p>
- <p class="i0">y aquel dolor que siente<span class="lnum">330</span></p>
- <p class="i0">con diferencia tanta</p>
- <p class="i0">por la dulce garganta</p>
- <p class="i0">despide, y a su canto el aire suena,</p>
- <p class="i0">y la callada noche no refrena</p>
- <p class="i0">su lamentable oficio y sus querellas,<a id="FNanchor_68" href="#Footnote_68" class="fnanchor">[68]</a><span class="lnum">335</span></p>
- <p class="i0">trayendo de su pena</p>
- <p class="i0">al cielo por testigo y las estrellas;</p>
- <p class="i2">desta manera suelto ya la rienda</p>
- <p class="i0">a mi dolor, y así me quejo en vano</p>
- <p class="i0">de la dureza de la muerte airada.<span class="lnum">340</span></p>
- <p class="i0">Ella en mi corazón metió la mano,</p>
- <p class="i0">y de allí me llevó mi dulce prenda;</p>
- <p class="i0">que aquel era su nido y su morada.</p>
- <p class="i0">¡Ay muerte arrebatada!</p>
- <p class="i0">Por ti me estoy quejando<span class="lnum">345</span></p>
- <p class="i0">al cielo y enojando</p>
- <p class="i0">con importuno llanto al mundo todo:</p>
- <p class="i0">el desigual dolor no sufre modo.<a id="FNanchor_69" href="#Footnote_69" class="fnanchor">[69]</a></p>
- <p class="i0">No me podrán quitar el dolorido</p>
- <p class="i0">sentir, si ya del todo<span class="lnum">350</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_23">p. 23</span>primero no me quitan el sentido.</p>
- <p class="i2">Tengo una parte aquí de tus cabellos,</p>
- <p class="i0">Elisa, envueltos en un blanco paño,</p>
- <p class="i0">que nunca de mi seno se me apartan;</p>
- <p class="i0">descójolos, y de un dolor tamaño<span class="lnum">355</span></p>
- <p class="i0">enternecerme siento, que sobre ellos</p>
- <p class="i0">nunca mis ojos de llorar se hartan.</p>
- <p class="i0">Sin que de allí se partan,</p>
- <p class="i0">con suspiros calientes,</p>
- <p class="i0">más que la llama ardientes,<a id="FNanchor_70" href="#Footnote_70" class="fnanchor">[70]</a><span class="lnum">360</span></p>
- <p class="i0">los enjugo del llanto, y de consuno</p>
- <p class="i0">casi los paso y cuento uno a uno;</p>
- <p class="i0">juntándolos, con un cordón los ato.</p>
- <p class="i0">Tras esto el importuno</p>
- <p class="i0">dolor me deja descansar un rato.<span class="lnum">365</span></p>
- <p class="i2">Mas luego a la memoria se me ofrece</p>
- <p class="i0">aquella noche tenebrosa, escura,<a id="FNanchor_71" href="#Footnote_71" class="fnanchor">[71]</a></p>
- <p class="i0" id="Eg1-368">que tanto aflige esta ánima mesquina</p>
- <p class="i0">con la memoria de mi desventura.</p>
- <p class="i0">Verte presente agora me parece<span class="lnum">370</span></p>
- <p class="i0">en aquel duro trance de Lucina,<a id="FNanchor_72" href="#Footnote_72" class="fnanchor">[72]</a></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_24">p. 24</span>y aquella voz divina,</p>
- <p class="i0">con cuyo son y acentos</p>
- <p class="i0">a los airados vientos</p>
- <p class="i0">pudieras amansar, que agora es muda;<span class="lnum">375</span></p>
- <p class="i0">me parece que oigo que a la cruda,</p>
- <p class="i0">inesorable diosa demandabas<a id="FNanchor_73" href="#Footnote_73" class="fnanchor">[73]</a></p>
- <p class="i0">en aquel paso ayuda;</p>
- <p class="i0">y tú, rústica diosa, ¿dónde estabas?<a id="FNanchor_74" href="#Footnote_74" class="fnanchor">[74]</a></p>
- <p class="i2">¿Íbate tanto en perseguir las fieras?<span class="lnum">380</span></p>
- <p class="i0">¿Íbate tanto en un pastor dormido?<a id="FNanchor_75" href="#Footnote_75" class="fnanchor">[75]</a></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_25">p. 25</span>¿Cosa pudo bastar a tal crueza,</p>
- <p class="i0">que, comovida a compasión, oído<a id="FNanchor_76" href="#Footnote_76" class="fnanchor">[76]</a></p>
- <p class="i0">a los votos y lágrimas no dieras</p>
- <p class="i0">por no ver hecha tierra tal belleza,<span class="lnum">385</span></p>
- <p class="i0">o no ver la tristeza</p>
- <p class="i0">en que tu Nemoroso</p>
- <p class="i0">queda, que su reposo</p>
- <p class="i0">era seguir tu oficio, persiguiendo</p>
- <p class="i0">las fieras por los montes, y ofreciendo<span class="lnum">390</span></p>
- <p class="i0">a tus sagradas aras los despojos?</p>
- <p class="i0">¿Y tú, ingrata, riendo</p>
- <p class="i0">dejas morir mi bien ante los ojos?</p>
- <p class="i2">Divina Elisa, pues agora el cielo</p>
- <p class="i0" id="Eg1-395">con inmortales pies pisas y mides,<span class="lnum">395</span></p>
- <p class="i0">y su mudanza ves, estando queda,</p>
- <p class="i0">¿por qué de mí te olvidas, y no pides</p>
- <p class="i0">que se apresure el tiempo en que este velo</p>
- <p class="i0">rompa del cuerpo, y verme libre pueda,</p>
- <p class="i0">y en la tercera rueda<a id="FNanchor_77" href="#Footnote_77" class="fnanchor">[77]</a><span class="lnum">400</span></p>
- <p class="i0">contigo mano a mano</p>
- <p class="i0">busquemos otro llano,</p>
- <p class="i0">busquemos otros montes y otros ríos,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_26">p. 26</span>otros valles floridos y sombríos,</p>
- <p class="i0">donde descanse y siempre pueda verte<span class="lnum">405</span></p>
- <p class="i0">ante los ojos míos,</p>
- <p class="i0">sin miedo y sobresalto de perderte?—</p>
- <p class="i2">Nunca pusieran fin al triste lloro</p>
- <p class="i0">los pastores, ni fueran acabadas</p>
- <p class="i0">las canciones que solo el monte oía,<span class="lnum">410</span></p>
- <p class="i0">si mirando las nubes coloradas,</p>
- <p class="i0" id="Eg1-412">al tramontar del sol bordadas de oro,</p>
- <p class="i0">no vieran que era ya pasado el día.<a id="FNanchor_78" href="#Footnote_78" class="fnanchor">[78]</a></p>
- <p class="i0">La sombra se veía</p>
- <p class="i0">venir corriendo apriesa<span class="lnum">415</span></p>
- <p class="i0">ya por la falda espesa</p>
- <p class="i0">del altísimo monte, y recordando<a id="FNanchor_79" href="#Footnote_79" class="fnanchor">[79]</a></p>
- <p class="i0">ambos como de sueño, y acabando</p>
- <p class="i0">el fugitivo sol, de luz escaso,</p>
- <p class="i0">su ganado llevando,<span class="lnum">420</span></p>
- <p class="i0">se fueron recogiendo paso a paso.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch1-2">
- <p><span class="pagenum" id="Page_27">p. 27</span></p>
- <h2 class="nobreak g1">ÉGLOGA SEGUNDA</h2>
-</div>
-
-<div class="versos ml4">
- <p class="rol">ALBANIO</p>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">En medio del invierno está templada<a id="FNanchor_80" href="#Footnote_80" class="fnanchor">[80]</a></p>
- <p class="i0">el agua dulce desta clara fuente,<a id="FNanchor_81" href="#Footnote_81" class="fnanchor">[81]</a></p>
- <p class="i0">y en el verano más que nieve helada.</p>
- <p class="i2">¡Oh claras ondas, cómo veo presente,</p>
- <p class="i0">en viéndoos, la memoria de aquel día<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">de que el alma temblar y arder se siente!</p>
- <p class="i2">En vuestra claridad vi mi alegría</p>
- <p class="i0">escurecerse toda y enturbiarse;</p>
- <p class="i0">cuando os cobré perdí mi compañía.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_28">p. 28</span>¿A quién pudiera igual tormento darse,<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">que con lo que descansa otro afligido</p>
- <p class="i0">venga mi corazón a atormentarse?</p>
- <p class="i2">El dulce murmurar de este ruído,</p>
- <p class="i0">el mover de los árboles al viento,</p>
- <p class="i0">el suave olor del prado florecido,<a id="FNanchor_82" href="#Footnote_82" class="fnanchor">[82]</a><span class="lnum">15</span></p>
- <p class="i2">podrían tornar, de enfermo y descontento,</p>
- <p class="i0">cualquier pastor del mundo, alegre y sano;</p>
- <p class="i0">yo solo en tanto bien morir me siento.</p>
- <p class="i2">¡Oh hermosura sobre el ser humano!</p>
- <p class="i0">¡Oh claros ojos! ¡Oh cabellos de oro!<a id="FNanchor_83" href="#Footnote_83" class="fnanchor">[83]</a><span class="lnum">20</span></p>
- <p class="i0">¡Oh cuello de marfil! ¡Oh blanca mano!</p>
- <p class="i2">¿Cómo puede ora ser que en triste lloro</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_29">p. 29</span>se convirtiese tan alegre vida,</p>
- <p class="i0">y en tal pobreza todo mi tesoro?</p>
- <p class="i2">Quiero mudar lugar, y a la partida<span class="lnum">25</span></p>
- <p class="i0">quizá me dejará parte del daño</p>
- <p class="i0">que tiene el alma casi consumida.</p>
- <p class="i2">¡Cuán vano imaginar, cuán claro engaño</p>
- <p class="i0">es darme yo a entender que con partirme,</p>
- <p class="i0">de mí se ha de partir un mal tamaño!<span class="lnum">30</span></p>
- <p class="i2">¡Ay miembros fatigados, y cuán firme</p>
- <p class="i0">es el dolor que os cansa y enflaquece!</p>
- <p class="i0">¡Oh si pudiese un rato aquí dormirme!</p>
- <p class="i2">Al que velando el bien nunca se ofrece,</p>
- <p class="i0">quizá que el sueño le dará durmiendo<span class="lnum">35</span></p>
- <p class="i0">algún placer, que presto desfallece</p>
- <p class="i0">en tus manos ¡oh sueño! me encomiendo.<a id="FNanchor_84" href="#Footnote_84" class="fnanchor">[84]</a></p>
- </div>
-</div>
-
-<div class="versos ml4">
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Cuán bienaventurado<a id="FNanchor_85" href="#Footnote_85" class="fnanchor">[85]</a></p>
- <p class="i0">aquel puede llamarse</p>
- <p class="i0">que con la dulce soledad se abraza,<span class="lnum">40</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_30">p. 30</span>y vive descuidado,</p>
- <p class="i0">y lejos de empacharse</p>
- <p class="i0">en lo que al alma impide y embaraza!</p>
- <p class="i0">No ve la llena plaza,</p>
- <p class="i0">ni la soberbia puerta<span class="lnum">45</span></p>
- <p class="i0">de los grandes señores,</p>
- <p class="i0">ni los aduladores</p>
- <p class="i0">a quien la hambre del favor despierta;</p>
- <p class="i0">no le será forzoso</p>
- <p class="i0">rogar, fingir, temer y estar quejoso.<span class="lnum">50</span></p>
- <p class="i2">A la sombra holgando</p>
- <p class="i0">de un alto pino o robre,</p>
- <p class="i0">o de alguna robusta y verde encina,</p>
- <p class="i0">el ganado contando</p>
- <p class="i0">de su manada pobre;<span class="lnum">55</span></p>
- <p class="i0">que por la verde selva se avecina,</p>
- <p class="i0">plata cendrada y fina,</p>
- <p class="i0">oro luciente y puro,</p>
- <p class="i0">baja y vil le parece,</p>
- <p class="i0">y tanto lo aborrece,<span class="lnum">60</span></p>
- <p class="i0">que aun no piensa que dello está seguro;</p>
- <p class="i0">y como está en su seso,</p>
- <p class="i0">rehuye la cerviz del grave peso.</p>
- <p class="i2">Convida a dulce sueño</p>
- <p class="i0">aquel manso ruído<span class="lnum">65</span></p>
- <p class="i0">del agua que la clara fuente envía,</p>
- <p class="i0">y las aves sin dueño</p>
- <p class="i0">con canto no aprendido</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_31">p. 31</span>hinchen el aire de dulce armonía;</p>
- <p class="i0">háceles compañía,<span class="lnum">70</span></p>
- <p class="i0">a la sombra volando,</p>
- <p class="i0">y entre varios olores</p>
- <p class="i0">gustando tiernas flores,</p>
- <p class="i0">la solícita abeja susurrando;</p>
- <p class="i0">los árboles y el viento<span class="lnum">75</span></p>
- <p class="i0">al sueño ayudan con su movimiento.</p>
- <p class="i2">¿Quién duerme aquí? ¿Dó está que no le veo?</p>
- <p class="i0">¡Oh! helo allí. Dichoso tú, que aflojas</p>
- <p class="i0">la cuerda al pensamiento o al deseo.</p>
- <p class="i2">¡Oh natura, cuán pocas obras cojas<span class="lnum">80</span></p>
- <p class="i0">en el mundo son hechas por tu mano!</p>
- <p class="i0">Creciendo el bien, menguando las congojas,</p>
- <p class="i2">el sueño diste al corazón humano</p>
- <p class="i0">para que al despertar más se alegrase</p>
- <p class="i0">del estado gozoso, alegre y sano;<span class="lnum">85</span></p>
- <p class="i2">que, como si de nuevo le hallase,</p>
- <p class="i0">hace aquel intervalo que ha pasado</p>
- <p class="i0">que el nuevo gusto nunca al bien se pase.<a id="FNanchor_86" href="#Footnote_86" class="fnanchor">[86]</a></p>
- <p class="i2">Y al que de pensamiento fatigado</p>
- <p class="i0">el sueño baña con licor piadoso,<span class="lnum">90</span></p>
- <p class="i0">curando el corazón despedazado,</p>
- <p class="i2">aquel breve descanso, aquel reposo</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_32">p. 32</span>basta para cobrar de nuevo aliento,</p>
- <p class="i0">con que se pase el curso trabajoso.</p>
- <p class="i2">Llegarme quiero cerca con buen tiento,<span class="lnum">95</span></p>
- <p class="i0">y ver, si de mí fuere conocido,</p>
- <p class="i0">si es del número triste o del contento.</p>
- <p class="i2">Albanio es este que está aquí dormido,</p>
- <p class="i0">o yo conozco mal. Albanio es, cierto.</p>
- <p class="i0">Duerme, garzón cansado y afligido.<span class="lnum">100</span></p>
- <p class="i2">¡Por cuán mejor librado tengo un muerto</p>
- <p class="i0">que acaba el curso de la vida humana</p>
- <p class="i0">y es reducido a más seguro puerto,</p>
- <p class="i2">que el que, viviendo acá, de vida ufana</p>
- <p class="i0">y de estado gozoso, noble y alto,<span class="lnum">105</span></p>
- <p class="i0">es derrocado de fortuna insana!</p>
- <p class="i2">Dicen que este mancebo dio un gran salto:</p>
- <p class="i0">que de amorosos bienes fue abundante,</p>
- <p class="i0">y agora es pobre, miserable y falto.</p>
- <p class="i2">No sé la historia bien; mas quien delante<span class="lnum">110</span></p>
- <p class="i0">se halló al duelo me contó algún poco</p>
- <p class="i0">del grave caso deste pobre amante.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¿Es esto sueño, o ciertamente toco</p>
- <p class="i0">la blanca mano? ¡Ah sueño! ¿estás burlando?</p>
- <p class="i0">Yo estábate creyendo como loco.<span class="lnum">115</span></p>
- <p class="i2">¡Oh cuitado de mí! Tú vas volando</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_33">p. 33</span>con prestas alas por la ebúrnea puerta;<a id="FNanchor_87" href="#Footnote_87" class="fnanchor">[87]</a></p>
- <p class="i0" id="Eg2-118">yo quédome tendido aquí llorando.</p>
- <p class="i2">¿No basta el grave mal en que despierta</p>
- <p class="i0">el alma vive, o por mejor decillo,<span class="lnum">120</span></p>
- <p class="i0">está muriendo de una vida incierta?</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Albanio, deja el llanto, que en oíllo</p>
- <p class="i0">me aflijo.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i9">¿Quién presente está a mi duelo?</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Aquí está quien te ayudará a sentillo.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¿Aquí estás tú, Salicio? Gran consuelo<span class="lnum">125</span></p>
- <p class="i0">me fuera en cualquier mal tu compañía;</p>
- <p class="i0">mas tengo en esto por contrario al cielo.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Parte de tu trabajo ya me había</p>
- <p class="i0">contado Galafrón, que fue presente</p>
- <p class="i0">en aqueste lugar el mismo día;<span class="lnum">130</span></p>
- <p class="i2" id="Eg2-131"><span class="pagenum" id="Page_34">p. 34</span>mas no supo decir del acidente</p>
- <p class="i0">la causa principal; bien que pensaba</p>
- <p class="i0">que era mal que decir no se consiente;</p>
- <p class="i2">y a la sazón en la ciudad yo estaba,</p>
- <p class="i0">como tú sabes bien, aparejando<span class="lnum">135</span></p>
- <p class="i0">aquel largo camino que esperaba;</p>
- <p class="i2">y esto que digo me contaron cuando</p>
- <p class="i0">torné a volver; mas yo te ruego agora,</p>
- <p class="i0">si esto no es enojoso que demando,</p>
- <p class="i2">que particularmente el punto y hora,<span class="lnum">140</span></p>
- <p class="i0">la causa, el daño cuentes y el proceso;</p>
- <p class="i0">que el mal comunicado se mejora.<a id="FNanchor_88" href="#Footnote_88" class="fnanchor">[88]</a></p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Con un amigo tal verdad es eso,</p>
- <p class="i0">cuando el mal sufre cura, mi Salicio;</p>
- <p class="i0">mas este ha penetrado hasta el hueso.<span class="lnum">145</span></p>
- <p class="i2">Verdad es que la vida y ejercicio</p>
- <p class="i0">común, y el amistad que a ti me ayunta,</p>
- <p class="i0">mandan que complacerte sea mi oficio;</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_35">p. 35</span>mas ¿qué haré? que el alma ya barrunta,</p>
- <p class="i0">que quiero renovar en la memoria<span class="lnum">150</span></p>
- <p class="i0">la herida mortal de aguda punta;</p>
- <p class="i2">y póneme delante aquella gloria</p>
- <p class="i0">pasada, y la presente desventura,</p>
- <p class="i0">para espantarme de la horrible historia.</p>
- <p class="i2">Por otra parte, pienso que es cordura<span class="lnum">155</span></p>
- <p class="i0">renovar tanto el mal que me atormenta,</p>
- <p class="i0">que a morir venga de tristeza pura.</p>
- <p class="i2">Y por esto, Salicio, entera cuenta</p>
- <p class="i0">te daré de mi mal como pudiere,</p>
- <p class="i0">aunque el alma rehuya y no consienta.<span class="lnum">160</span></p>
- <p class="i2">Quise bien, y querré mientras rigiere</p>
- <p class="i0">aquestos miembros el espirtu mío,</p>
- <p class="i0">aquella por quien muero, si muriere.<a id="FNanchor_89" href="#Footnote_89" class="fnanchor">[89]</a></p>
- <p class="i2">En este amor no entré por desvarío,<a id="FNanchor_90" href="#Footnote_90" class="fnanchor">[90]</a></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_36">p. 36</span>ni lo traté, como otros, con engaños,<span class="lnum">165</span></p>
- <p class="i0" id="Eg2-166">ni fue por eleción de mi albedrío.</p>
- <p class="i2">Desde mis tiernos y primeros años</p>
- <p class="i0">a aquella parte me inclinó mi estrella,</p>
- <p class="i0">y a aquel fiero destino de mis daños.</p>
- <p class="i2">Tú conociste bien una doncella,<span class="lnum">170</span></p>
- <p class="i0">de mi sangre y abuelos descendida,<a id="FNanchor_91" href="#Footnote_91" class="fnanchor">[91]</a></p>
- <p class="i0">más que la misma hermosura bella.</p>
- <p class="i2">En su verde niñez, siendo ofrecida</p>
- <p class="i0">por montes y por selvas a Diana,<a id="FNanchor_92" href="#Footnote_92" class="fnanchor">[92]</a></p>
- <p class="i0">ejercitaba allí su edad florida.<span class="lnum">175</span></p>
- <p class="i2">Yo, que desde la noche a la mañana</p>
- <p class="i0">y del un sol al otro, sin cansarme,</p>
- <p class="i0">seguía la caza con estudio y gana,</p>
- <p class="i2">por deudo y ejercicio a conformarme</p>
- <p class="i0" id="Eg2-180">vine con ella en tal domestiqueza,<span class="lnum">180</span></p>
- <p class="i0">que della un punto no sabía apartarme.</p>
- <p class="i2">Iba de un hora en otra la estrecheza</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_37">p. 37</span>haciéndose mayor, acompañada</p>
- <p class="i0">de un amor sano y lleno de pureza.</p>
- <p class="i2">¿Qué montaña dejó de ser pisada<span class="lnum">185</span></p>
- <p class="i0">de nuestros pies? ¿Qué bosque o selva umbrosa</p>
- <p class="i0">no fue de nuestra caza fatigada?</p>
- <p class="i2">Siempre con mano larga y abundosa</p>
- <p class="i0">con parte de la caza visitando</p>
- <p class="i0">el sacro altar de nuestra santa diosa.<span class="lnum">190</span></p>
- <p class="i2">La colmilluda testa ora llevando</p>
- <p class="i0">del puerco jabalí cerdoso y fiero,</p>
- <p class="i0">del peligro pasado razonando;</p>
- <p class="i2" id="Eg2-194">ora clavando del ciervo ligero</p>
- <p class="i0">en algún sacro pino los ganchosos<span class="lnum">195</span></p>
- <p class="i0">cuernos, con puro corazón sincero</p>
- <p class="i2">tornábamos contentos y gozosos,</p>
- <p class="i0">y al disponer de lo que nos quedaba,</p>
- <p class="i0">jamás me acuerdo de quedar quejosos.</p>
- <p class="i2">Cualquiera caza a entrambos agradaba;<span class="lnum">200</span></p>
- <p class="i0">pero la de las simples avecillas</p>
- <p class="i0">menos trabajo y más placer nos daba.</p>
- <p class="i2">En mostrando el aurora sus mejillas</p>
- <p class="i0">de rosa, y sus cabellos de oro fino</p>
- <p class="i0">humedeciendo ya las florecillas,<span class="lnum">205</span></p>
- <p class="i2">nosotros, yendo fuera de camino,</p>
- <p class="i0">buscábamos un valle, el más secreto</p>
- <p class="i0">y de conversación menos vecino;</p>
- <p class="i2">aquí con una red de muy perfeto</p>
- <p class="i0">verde tejida, aquel valle atajábamos<span class="lnum">210</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_38">p. 38</span>muy sin rumor, con paso muy quieto.</p>
- <p class="i2">De dos árboles altos la colgábamos,</p>
- <p class="i0">y habiéndonos un poco lejos ido,</p>
- <p class="i0">hacia la red armada nos tornábamos,</p>
- <p class="i2">y por lo más espeso y escondido,<span class="lnum">215</span></p>
- <p class="i0">los árboles y matas sacudiendo,</p>
- <p class="i0">turbábamos el valle con ruído.</p>
- <p class="i2">Zorzales, tordos, mirlas, que temiendo</p>
- <p class="i0">delante de nosotros, espantados</p>
- <p class="i0">del peligro menor, iban huyendo,<span class="lnum">220</span></p>
- <p class="i2">daban en el mayor, desatinados,</p>
- <p class="i0">quedando en la sutil red engañosa</p>
- <p class="i0">confusamente todos enredados.</p>
- <p class="i2">Y entonces era vellos una cosa</p>
- <p class="i0">estraña y agradable, dando gritos,<span class="lnum">225</span></p>
- <p class="i0">y con voz lamentándose quejosa.</p>
- <p class="i2">Algunos dellos, que eran infinitos,</p>
- <p class="i0">su libertad buscaban revolando;</p>
- <p class="i0">otros estaban míseros y aflitos.<a id="FNanchor_93" href="#Footnote_93" class="fnanchor">[93]</a></p>
- <p class="i2">Al fin las cuerdas de la red tirando,<span class="lnum">230</span></p>
- <p class="i0">llevábamosla juntos casi llena,</p>
- <p class="i0">la caza a cuestas y la red cargando.</p>
- <p class="i2">Cuando el húmido otoño ya refrena</p>
- <p class="i0">del seco estío el gran calor ardiente,</p>
- <p class="i0">y va faltando sombra a Filomena,<a id="FNanchor_94" href="#Footnote_94" class="fnanchor">[94]</a><span class="lnum">235</span></p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_39">p. 39</span>con otra caza desta diferente,</p>
- <p class="i0">aunque también de vida ociosa y blanda,</p>
- <p class="i0">pasábamos el tiempo alegremente.</p>
- <p class="i2">Entonces siempre, como sabes, anda</p>
- <p class="i0">de estorninos volando a cada parte<span class="lnum">240</span></p>
- <p class="i0">de acá y allá la espesa y negra banda.</p>
- <p class="i2">Y cierto aquesto es cosa de contarte,</p>
- <p class="i0">cómo con los que andaban por el viento</p>
- <p class="i0">usábamos también de astucia y arte.</p>
- <p class="i2">Uno vivo primero de aquel cuento<span class="lnum">245</span></p>
- <p class="i0">tomábamos, y en esto sin fatiga</p>
- <p class="i0">era cumplido luego nuestro intento;</p>
- <p class="i2">al pie del cual un hilo, untado en liga,</p>
- <p class="i0">atando, le soltábamos al punto</p>
- <p class="i0">que vía volar aquella banda amiga.<span class="lnum">250</span></p>
- <p class="i2">Apenas era suelto, cuando junto</p>
- <p class="i0" id="Eg2-252">estaba con los otros y mesclado,</p>
- <p class="i0">secutando el efeto de su asunto.<a id="FNanchor_95" href="#Footnote_95" class="fnanchor">[95]</a></p>
- <p class="i2">A cuantos era el hilo enmarañado</p>
- <p class="i0">por alas o por pies o por cabeza,<span class="lnum">255</span></p>
- <p class="i0">todos venían al suelo mal su grado.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_40">p. 40</span>Andaban forcejando una gran pieza</p>
- <p class="i0">a su pesar y a mucho placer nuestro;</p>
- <p class="i0">que así de un mal ajeno bien se empieza.<a id="FNanchor_96" href="#Footnote_96" class="fnanchor">[96]</a></p>
- <p class="i2">Acuérdaseme agora que el siniestro<span class="lnum">260</span></p>
- <p class="i0">canto de la corneja y el agüero</p>
- <p class="i0">para escaparse no le fue maestro.</p>
- <p class="i2">Cuando una dellas, como es muy ligero,</p>
- <p class="i0">a nuestras manos viva nos venía,</p>
- <p class="i0">era ocasión de más de un prisionero.<span class="lnum">265</span></p>
- <p class="i2">La cual a un llano grande yo traía,</p>
- <p class="i0">a do muchas cornejas andar juntas</p>
- <p class="i0">o por el suelo o por el aire vía;</p>
- <p class="i2">clavándola en la tierra por las puntas</p>
- <p class="i0">estremas de las alas, sin rompellas,<span class="lnum">270</span></p>
- <p class="i0">seguíase lo que apenas tú barruntas.</p>
- <p class="i2">Parecía que mirando a las estrellas,</p>
- <p class="i0">clavada boca arriba en aquel suelo,</p>
- <p class="i0">estaba a contemplar el curso dellas.</p>
- <p class="i2">De allí nos alejábamos, y el cielo<span class="lnum">275</span></p>
- <p class="i0">rompía con gritos ella, y convocaba</p>
- <p class="i0">de las cornejas el superno vuelo.<a id="FNanchor_97" href="#Footnote_97" class="fnanchor">[97]</a></p>
- <p class="i2">En un solo momento se ayuntaba</p>
- <p class="i0">una gran muchedumbre presurosa</p>
- <p class="i0">a socorrer la que en el suelo estaba.<span class="lnum">280</span></p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_41">p. 41</span>Cercábanla, y alguna, más piadosa</p>
- <p class="i0">del mal ajeno de la compañera</p>
- <p class="i0">que del suyo avisada y temerosa,</p>
- <p class="i2">llegábase muy cerca, y la primera</p>
- <p class="i0">que esto hacía, pagaba su inocencia<span class="lnum">285</span></p>
- <p class="i0">con prisión o con muerte lastimera.</p>
- <p class="i2">Con tal fuerza la presa y tal violencia</p>
- <p class="i0">se engarrafaba de la que venía,</p>
- <p class="i0">que no se despidiera sin licencia.</p>
- <p class="i2">Ya puedes ver cuán gran placer sería<span class="lnum">290</span></p>
- <p class="i0">ver, de una por soltarse y desasirse,</p>
- <p class="i0">de otra por socorrerse, la porfía.</p>
- <p class="i2">Al fin la fiera lucha a despartirse</p>
- <p class="i0">venía por nuestra mano, y la cuitada</p>
- <p class="i0">del bien hecho empezaba a arrepentirse.<span class="lnum">295</span></p>
- <p class="i2">¿Qué me dirás si con su mano alzada</p>
- <p class="i0" id="Eg2-297">haciendo la noturna centinela,</p>
- <p class="i0">la grúa de nosotros fue engañada?<a id="FNanchor_98" href="#Footnote_98" class="fnanchor">[98]</a></p>
- <p class="i2">No aprovechaba al ánsar la cautela,</p>
- <p class="i0">ni ser siempre sagaz descubridora<span class="lnum">300</span></p>
- <p class="i0">de noturnos engaños con su vela.<a id="FNanchor_99" href="#Footnote_99" class="fnanchor">[99]</a></p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_42">p. 42</span>Ni al blanco cisne que en las aguas mora</p>
- <p class="i0">por no morir como Faetón en fuego,</p>
- <p class="i0">del cual el triste caso canta y llora.</p>
- <p class="i2">Y tú, perdiz cuitada, ¿piensas luego<span class="lnum">305</span></p>
- <p class="i0">que en huyendo del techo estás segura?<a id="FNanchor_100" href="#Footnote_100" class="fnanchor">[100]</a></p>
- <p class="i0">En el campo turbamos tu sosiego.</p>
- <p class="i2">A ningún ave o animal natura<a id="FNanchor_101" href="#Footnote_101" class="fnanchor">[101]</a></p>
- <p class="i0">dotó de tanta astucia que no fuese</p>
- <p class="i0">vencido al fin de nuestra astucia pura.<span class="lnum">310</span></p>
- <p class="i2">Si por menudo de contarte hubiese</p>
- <p class="i0">de aquesta vida cada partecilla,</p>
- <p class="i0">temo que antes del fin anocheciese.</p>
- <p class="i2">Basta saber que aquesta tan sencilla</p>
- <p class="i0">y tan pura amistad, quiso mi hado<span class="lnum">315</span></p>
- <p class="i0">en diferente especie convertilla:</p>
- <p class="i2">en un amor tan fuerte y tan sobrado,</p>
- <p class="i0">y en un desasosiego no creíble,</p>
- <p class="i0">tal, que no me conosco, de trocado.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_43">p. 43</span>El placer de miralla, con terrible<span class="lnum">320</span></p>
- <p class="i0">y fiero desear sentí mesclarse,</p>
- <p class="i0">que siempre me llevaba a lo imposible.</p>
- <p class="i2">La pena de su ausencia vi mudarse,</p>
- <p class="i0">no en pena, no en congoja, en cruda muerte,</p>
- <p class="i0">y en fuego eterno el alma atormentarse.<span class="lnum">325</span></p>
- <p class="i2">A aqueste estado en fin mi dura suerte</p>
- <p class="i0">me trajo poco a poco, y no pensara</p>
- <p class="i0">que contra mí pudiera ser más fuerte,</p>
- <p class="i2">si con mi grave daño no probara</p>
- <p class="i0">que, en comparación de esta, aquella vida<span class="lnum">330</span></p>
- <p class="i0">cualquiera por descanso la juzgara.</p>
- <p class="i2">Ser debe aquesta historia aborrecida</p>
- <p class="i0">de tus orejas ya, que así atormenta</p>
- <p class="i0">mi lengua y mi memoria entristecida.</p>
- <p class="i2">Decir ya más no es bien que se consienta;<span class="lnum">335</span></p>
- <p class="i0">junto todo mi bien perdí en un hora,</p>
- <p class="i0">y esta es la suma, en fin, de aquesta cuenta.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Albanio, si tu mal comunicaras<a id="FNanchor_102" href="#Footnote_102" class="fnanchor">[102]</a></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_44">p. 44</span>con otro, que pensaras que tu pena</p>
- <p class="i0">juzgaba como ajena, o que este fuego<span class="lnum">340</span></p>
- <p class="i0">nunca probó, ni el juego peligroso</p>
- <p class="i0">de que tú estás quejoso, yo confieso</p>
- <p class="i0">que fuera bueno aqueso que hora haces;</p>
- <p class="i0">mas si tú me deshaces con tus quejas,</p>
- <p class="i0">¿por qué agora me dejas como a estraño,<span class="lnum">345</span></p>
- <p class="i0">sin dar de aqueste daño fin al cuento?</p>
- <p class="i0">¿Piensas que tu tormento como nuevo</p>
- <p class="i0">escucho, y que no pruebo, por mi suerte,</p>
- <p class="i0">aquesta viva muerte en las entrañas?</p>
- <p class="i0">Si no con todas mañas ni esperiencia<span class="lnum">350</span></p>
- <p class="i0">esta grave dolencia se desecha,</p>
- <p class="i0">al menos aprovecha, yo te digo,</p>
- <p class="i0">para que de un amigo que adolesca</p>
- <p class="i0">otro se condolesca, que ha llegado</p>
- <p class="i0">de bien acuchillado a ser maestro.<a id="FNanchor_103" href="#Footnote_103" class="fnanchor">[103]</a><span class="lnum">355</span></p>
- <p class="i2">Así que, pues te muestro abiertamente</p>
- <p class="i0">que no estoy inocente destos males,</p>
- <p class="i0">que aún traigo las señales de las llagas,</p>
- <p class="i0">no es bien que tú te hagas tan esquivo;</p>
- <p class="i0">que mientras estás vivo, ser podría<span class="lnum">360</span></p>
- <p class="i0">que por alguna vía te avisase,</p>
- <p class="i0">y contigo llorase; que no es malo</p>
- <p class="i0">tener al pie del palo quien se duela<a id="FNanchor_104" href="#Footnote_104" class="fnanchor">[104]</a></p>
- <p class="i0">del mal, y sin cautela te aconseje.</p>
- </div>
-
- <p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_45">p. 45</span>ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Tú quieres que forceje y que contraste<a id="FNanchor_105" href="#Footnote_105" class="fnanchor">[105]</a><span class="lnum">365</span></p>
- <p class="i0">con quien al fin no baste a derrocalle.</p>
- <p class="i0">Amor quiere que calle; yo no puedo</p>
- <p class="i0">mover el paso un dedo sin gran mengua.</p>
- <p class="i0">Él tiene de mi lengua el movimiento;</p>
- <p class="i0">así que no me siento ser bastante.<span class="lnum">370</span></p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¿Qué te pone delante que te impida</p>
- <p class="i0">el descubrir tu vida al que aliviarte</p>
- <p class="i0">del mal alguna parte cierto espera?</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Amor quiere que muera sin reparo;</p>
- <p class="i0">y conociendo claro que bastaba<span class="lnum">375</span></p>
- <p class="i0">lo que yo descansaba en este llanto</p>
- <p class="i0">contigo, a que entre tanto me aliviase,</p>
- <p class="i0">y aquel tiempo probase a sostenerme;</p>
- <p class="i0">por más presto perderme, como injusto,</p>
- <p class="i0">me ha ya quitado el gusto que tenía<span class="lnum">380</span></p>
- <p class="i0">de echar la pena mía por la boca.</p>
- <p class="i0">Así que ya no toca nada dello</p>
- <p class="i0">a ti querer sabello, ni contallo</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_46">p. 46</span>a quien solo pasallo le conviene,</p>
- <p class="i0">y muerte solo por alivio tiene.<span class="lnum">385</span></p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¿Quién es contra su ser tan inhumano,</p>
- <p class="i0">que al enemigo entrega su despojo,</p>
- <p class="i0">y pone su poder en otra mano?</p>
- <p class="i2">¿Cómo, y no tienes ora algún enojo</p>
- <p class="i0">de ver que amor tu misma lengua ataje,<span class="lnum">390</span></p>
- <p class="i0">o la desate por su solo antojo?</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Salicio amigo, cese este lenguaje;</p>
- <p class="i0">cierra tu boca, y más aquí no la abras;</p>
- <p class="i0">yo siento mi dolor, y tú mi ultraje.</p>
- <p class="i2">¿Para qué son maníficas palabras?<a id="FNanchor_106" href="#Footnote_106" class="fnanchor">[106]</a><span class="lnum">395</span></p>
- <p class="i0">¿Quién te hizo filósofo elocuente,<a id="FNanchor_107" href="#Footnote_107" class="fnanchor">[107]</a></p>
- <p class="i0">siendo pastor de ovejas y de cabras?</p>
- <p class="i2">¡Oh cuitado de mí, cuán fácilmente</p>
- <p class="i0">con espedida lengua y rigurosa</p>
- <p class="i0" id="Eg2-400">el sano da consejos al doliente!<span class="lnum">400</span></p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">No te aconsejo yo, ni digo cosa</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_47">p. 47</span>para que debas tú por ella darme</p>
- <p class="i0">respuesta tan aceda y tan odiosa.</p>
- <p class="i2">Ruégote que tu mal quieras contarme,</p>
- <p class="i0">porque dél pueda tanto entristecerme,<span class="lnum">405</span></p>
- <p class="i0">cuanto suelo del bien tuyo alegrarme.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Pues ya de ti no puedo defenderme,</p>
- <p class="i0">yo tornaré a mi cuento cuando hayas</p>
- <p class="i0">prometido una gracia concederme;</p>
- <p class="i2">y es, que en oyendo el fin, luego te vayas<span class="lnum">410</span></p>
- <p class="i0">y me dejes llorar mi desventura</p>
- <p class="i0">entre estos pinos solo y estas hayas.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Aunque pedir tú eso no es cordura,</p>
- <p class="i0">yo seré dulce más que sano amigo,</p>
- <p class="i0">y daré bien lugar a tu tristura.<span class="lnum">415</span></p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Hora, Salicio, escucha lo que digo;</p>
- <p class="i0">y vos, oh ninfas deste bosque umbroso,</p>
- <p class="i0">a doquiera que estáis, estad conmigo.</p>
- <p class="i2">Ya te conté el estado tan dichoso</p>
- <p class="i0">a do me puso amor, si en él yo firme<span class="lnum">420</span></p>
- <p class="i0">pudiera sostenerme con reposo;</p>
- <p class="i2">mas, como de callar y de encubrirme</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_48">p. 48</span>de aquella por quien vivo me encendía,<a id="FNanchor_108" href="#Footnote_108" class="fnanchor">[108]</a></p>
- <p class="i0">llegué ya casi al punto de morirme,</p>
- <p class="i2">mil veces ella preguntó qué había,<span class="lnum">425</span></p>
- <p class="i0">y me rogó que el mal le descubriese,</p>
- <p class="i0">que mi rostro y color lo descubría.</p>
- <p class="i2">Mas no acabó con cuanto me dijese,</p>
- <p class="i0">que de mí a su pregunta otra respuesta</p>
- <p class="i0">que un sospiro con lágrimas hubiese.<span class="lnum">430</span></p>
- <p class="i2">Aconteció que en una ardiente siesta,</p>
- <p class="i0">viniendo de la caza fatigados,</p>
- <p class="i0">en el mejor lugar desta floresta,</p>
- <p class="i2">que es este donde estamos asentados,</p>
- <p class="i0">a la sombra de un árbol aflojamos<span class="lnum">435</span></p>
- <p class="i0">las cuerdas a los arcos trabajados.</p>
- <p class="i2">En aquel prado allí nos reclinamos,</p>
- <p class="i0">y del céfiro fresco recogiendo</p>
- <p class="i0">el agradable espirtu, respiramos.</p>
- <p class="i2">Las flores, a los ojos ofreciendo<span class="lnum">440</span></p>
- <p class="i0">diversidad estraña de pintura,</p>
- <p class="i0">diversamente así estaban oliendo.</p>
- <p class="i2">Y en medio aquesta fuente clara y pura,</p>
- <p class="i0">que como de cristal resplandecía,</p>
- <p class="i0">mostrando abiertamente su hondura,<span class="lnum">445</span></p>
- <p class="i2">el arena, que de oro parecía,</p>
- <p class="i0">de blancas pedrezuelas variada,</p>
- <p class="i0">por do manaba el agua, se bullía.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_49">p. 49</span>En derredor ni sola una pisada</p>
- <p class="i0">de fiera o de pastor o de ganado<span class="lnum">450</span></p>
- <p class="i0">a la sazón estaba señalada.</p>
- <p class="i2">Después que con el agua resfriado</p>
- <p class="i0">hubimos el calor, y juntamente</p>
- <p class="i0">la sed de todo punto mitigado,</p>
- <p class="i2">ella, que con cuidado diligente<span class="lnum">455</span></p>
- <p class="i0">a conocer mi mal tenía el intento,</p>
- <p class="i0">y a escudriñar el ánimo doliente,</p>
- <p class="i2">con nuevo ruego y firme juramento</p>
- <p class="i0">me conjuró y rogó que le contase</p>
- <p class="i0">la causa de mi grave pensamiento;<span class="lnum">460</span></p>
- <p class="i2">y si era amor, que no me recelase</p>
- <p class="i0" id="Eg2-462">de hacelle mi caso manifiesto,</p>
- <p class="i0">y demostralle aquella que yo amase,</p>
- <p class="i2">que me juraba que también en esto</p>
- <p class="i0">el verdadero amor que me tenía<span class="lnum">465</span></p>
- <p class="i0">con pura voluntad estaba presto.</p>
- <p class="i2">Yo, que tanto callar ya no podía,</p>
- <p class="i0">y claro descubrir menos osaba</p>
- <p class="i0">lo que en el alma triste se sentía,</p>
- <p class="i2">le dije que en aquella fuente clara<span class="lnum">470</span></p>
- <p class="i0">vería de aquella que yo tanto amaba</p>
- <p class="i0" id="Eg2-472">abiertamente la hermosa cara.</p>
- <p class="i2">Ella, que ver aquesta deseaba,</p>
- <p class="i0">con menos diligencia discurriendo</p>
- <p class="i0">de aquella con que el paso apresuraba,<span class="lnum">475</span></p>
- <p class="i2">a la pura fontana fue corriendo,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_50">p. 50</span>y en viendo el agua, toda fue alterada,</p>
- <p class="i0">en ella su figura sola viendo.<a id="FNanchor_109" href="#Footnote_109" class="fnanchor">[109]</a></p>
- <p class="i2">Y no de otra manera, arrebatada,</p>
- <p class="i0">del agua rehuyó, que si estuviera<span class="lnum">480</span></p>
- <p class="i0">de la rabiosa enfermedad tocada.</p>
- <p class="i2">Y sin mirarme, desdeñosa y fiera,</p>
- <p class="i0">no sé qué allá entre dientes murmurando,</p>
- <p class="i0">me dejó aquí, y aquí quiere que muera.</p>
- <p class="i2">Quedé yo triste y solo allí, culpando<span class="lnum">485</span></p>
- <p class="i0">mi temerario osar, mi desvarío,</p>
- <p class="i0">la pérdida del bien considerando.</p>
- <p class="i2">Creció de tal manera el dolor mío,</p>
- <p class="i0">y de mi loco error el desconsuelo,</p>
- <p class="i0" id="Eg2-490">que hice de mis lágrimas un río.<span class="lnum">490</span></p>
- <p class="i2">Fijos los ojos en el alto cielo,</p>
- <p class="i0">estuve boca arriba una gran pieza</p>
- <p class="i0">tendido, sin mudarme en este suelo.<a id="FNanchor_110" href="#Footnote_110" class="fnanchor">[110]</a></p>
- <p class="i2">Y como de un dolor otro se empieza,<a id="FNanchor_111" href="#Footnote_111" class="fnanchor">[111]</a></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_51">p. 51</span>el largo llanto, el desvanecimiento,<span class="lnum">495</span></p>
- <p class="i0">el vano imaginar de la cabeza,</p>
- <p class="i2">de mi gran culpa aquel remordimiento,</p>
- <p class="i0">verme del todo al fin sin esperanza,</p>
- <p class="i0">me trastornaron casi el sentimiento.</p>
- <p class="i2" id="Eg2-500">Cómo deste lugar hice mudanza<span class="lnum">500</span></p>
- <p class="i0">no sé, ni quién de aquí me condujese</p>
- <p class="i0">al triste albergo y a mi pobre estanza.</p>
- <p class="i2">Sé que tornando en mí, como estuviese</p>
- <p class="i0">sin comer y dormir bien cuatro días,</p>
- <p class="i0">y sin que el cuerpo de un lugar moviese,<span class="lnum">505</span></p>
- <p class="i2">las ya desamparadas vacas mías</p>
- <p class="i0">por otro tanto tiempo no gustaron</p>
- <p class="i0">las verdes hierbas ni las aguas frías.</p>
- <p class="i2" id="Eg2-509">Los pequeños hijuelos, que hallaron</p>
- <p class="i0" id="Eg2-510">las tetas secas ya de las hambrientas<span class="lnum">510</span></p>
- <p class="i0">madres, bramando al cielo se quejaron.</p>
- <p class="i2">Las selvas, a su voz también atentas,</p>
- <p class="i0">bramando pareció que respondían,</p>
- <p class="i0">condolidas del daño y descontentas.</p>
- <p class="i2">Aquestas cosas nada me movían,<span class="lnum">515</span></p>
- <p class="i0" id="Eg2-516">antes con mi llorar hacía espantados</p>
- <p class="i0">todos cuantos a verme allí venían.</p>
- <p class="i2">Vinieron los pastores de ganados,</p>
- <p class="i0">vinieron de los sotos los vaqueros,</p>
- <p class="i0">para ser de mi mal de mí informados.<span class="lnum">520</span></p>
- <p class="i2">Y todos con los gestos lastimeros</p>
- <p class="i0">me preguntaban cuáles habían sido</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_52">p. 52</span>los acidentes de mi mal primeros.</p>
- <p class="i2">A los cuales, en tierra yo tendido,</p>
- <p class="i0">ninguna otra respuesta dar sabía,<span class="lnum">525</span></p>
- <p class="i0">rompiendo con sollozos mi gemido,</p>
- <p class="i2">sino de rato en rato les decía:</p>
- <p class="i0" id="Eg2-528">«Vosotros, los de Tajo en su ribera,</p>
- <p class="i0">cantaréis la mi muerte cada día.<a id="FNanchor_112" href="#Footnote_112" class="fnanchor">[112]</a></p>
- <p class="i2">»Este descanso llevaré aunque muera,<span class="lnum">530</span></p>
- <p class="i0">que cada día cantaréis mi muerte</p>
- <p class="i0" id="Eg2-532">vosotros, los de Tajo, en su ribera.»<a id="FNanchor_113" href="#Footnote_113" class="fnanchor">[113]</a></p>
- <p class="i2">La quinta noche, en fin, mi cruda suerte,</p>
- <p class="i0">queriéndome llevar do se rompiese</p>
- <p class="i0" id="Eg2-535">aquesta tela de la vida fuerte,<span class="lnum">535</span></p>
- <p class="i2" id="Eg2-536">hizo que de mi choza me saliese</p>
- <p class="i0">por el silencio de la noche escura</p>
- <p class="i0">a buscar un lugar donde muriese.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_53">p. 53</span>Y caminando por do mi ventura</p>
- <p class="i0">y mis enfermos pies me condujeron,<span class="lnum">540</span></p>
- <p class="i0">llegué a un barranco de muy gran altura.</p>
- <p class="i2">Luego mis ojos lo reconocieron,</p>
- <p class="i0">que pende sobre el agua, y su cimiento</p>
- <p class="i0">las ondas poco a poco le comieron.</p>
- <p class="i2" id="Eg2-545">Al pie de un olmo hice allí mi asiento,<span class="lnum">545</span></p>
- <p class="i0">y acordeme que ya con ella estuve</p>
- <p class="i0">pasando allí la siesta al fresco viento.</p>
- <p class="i2">En aquesta memoria me detuve,</p>
- <p class="i0">como si aquesta fuera medicina</p>
- <p class="i0">de mi furor y cuanto mal sostuve.<span class="lnum">550</span></p>
- <p class="i2">Denunciaba el aurora ya vecina</p>
- <p class="i0">la venida del sol resplandeciente,</p>
- <p class="i0">a quien la tierra, a quien la mar se inclina.</p>
- <p class="i2">Entonces, como cuando el cisne siente</p>
- <p class="i0">el ansia postrimera que le aqueja,<span class="lnum">555</span></p>
- <p class="i0">y tienta el cuerpo mísero y doliente,</p>
- <p class="i2">con triste y lamentable son se queja,</p>
- <p class="i0">y se despide con funesto canto</p>
- <p class="i0">del espirtu vital que dél se aleja;<a id="FNanchor_114" href="#Footnote_114" class="fnanchor">[114]</a></p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_54">p. 54</span>así, aquejado yo de dolor tanto,<span class="lnum">560</span></p>
- <p class="i0">que el alma abandonaba ya la humana</p>
- <p class="i0">carne, solté la rienda al triste llanto.</p>
- <p class="i2">«¡Oh fiera, dije, más que tigre hircana,</p>
- <p class="i0">y más sorda a mis quejas que el ruído</p>
- <p class="i0">embravecido de la mar insana!<span class="lnum">565</span></p>
- <p class="i2">»Heme entregado, heme aquí rendido,</p>
- <p class="i0">he aquí vences; toma los despojos</p>
- <p class="i0">de un cuerpo miserable y afligido.</p>
- <p class="i2">»Yo pondré fin del todo a tus enojos,</p>
- <p class="i0">ya no te ofenderá mi rostro triste,<span class="lnum">570</span></p>
- <p class="i0">mi temerosa voz y húmidos ojos.</p>
- <p class="i2">»Quizá tú, que en mi vida no moviste</p>
- <p class="i0">el paso a consolarme en tal estado,</p>
- <p class="i0">ni tu dureza cruda enterneciste,</p>
- <p class="i2">»viendo mi cuerpo aquí desamparado,<span class="lnum">575</span></p>
- <p class="i0">vendrás a arrepentirte y lastimarte;</p>
- <p class="i0">mas tu socorro tarde habrá llegado.</p>
- <p class="i2" id="Eg2-578">»¿Cómo pudiste tan presto olvidarte</p>
- <p class="i0">de aquel tan luengo amor, y de sus ciegos</p>
- <p class="i0" id="Eleg2-580">nudos en sola un hora desligarte?<span class="lnum">580</span></p>
- <p class="i2">»¿No se te acuerda de los dulces juegos</p>
- <p class="i0">ya de nuestra niñez, que fueron leña</p>
- <p class="i0">destos dañosos y encendidos fuegos,</p>
- <p class="i2">»cuando la encina desta espesa breña</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_55">p. 55</span>de sus bellotas dulces despojaba,<span class="lnum">585</span></p>
- <p class="i0">que íbamos a comer sobre esta peña?</p>
- <p class="i2">»¿Quién las castañas tiernas derrocaba</p>
- <p class="i0">del árbol al subir dificultoso?</p>
- <p class="i0">¿Quién en su limpia falda las llevaba?</p>
- <p class="i2">»¿Cuándo en valle florido, espeso, umbroso<span class="lnum">590</span></p>
- <p class="i0">metí jamás el pie, que dél no fuese</p>
- <p class="i0">cargado a ti de flores y oloroso?</p>
- <p class="i2">»Jurábasme, si ausente yo estuviese,</p>
- <p class="i0">que ni el agua sabor, ni olor la rosa,</p>
- <p class="i0">ni el prado hierba para ti tuviese.<span class="lnum">595</span></p>
- <p class="i2">»¿A quién me quejo, que no escucha cosa</p>
- <p class="i0">de cuantas digo, quien debría escucharme?</p>
- <p class="i0">Eco sola me muestra ser piadosa;</p>
- <p class="i2">»respondiéndome prueba conhortarme,<a id="FNanchor_115" href="#Footnote_115" class="fnanchor">[115]</a></p>
- <p class="i0">como quien probó mal tan importuno;<a id="FNanchor_116" href="#Footnote_116" class="fnanchor">[116]</a><span class="lnum">600</span></p>
- <p class="i0">mas no quiere mostrarse y consolarme.<a id="FNanchor_117" href="#Footnote_117" class="fnanchor">[117]</a></p>
- <p class="i2">»¡Oh dioses! si allá juntos de consuno</p>
- <p class="i0">de los amantes el cuidado os toca;</p>
- <p class="i0">¡oh tú solo! si toca a solo uno,</p>
- <p class="i2">»recebid las palabras que la boca<span class="lnum">605</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_56">p. 56</span>echa con la doliente ánima fuera,</p>
- <p class="i0">antes que el cuerpo torne en tierra poca.</p>
- <p class="i2">»¡Oh náyades, de aquesta mi ribera<a id="FNanchor_118" href="#Footnote_118" class="fnanchor">[118]</a></p>
- <p class="i0">corriente moradoras! ¡Oh napeas,</p>
- <p class="i0">guarda del verde bosque verdadera!<a id="FNanchor_119" href="#Footnote_119" class="fnanchor">[119]</a><span class="lnum">610</span></p>
- <p class="i2">»Alce una de vosotras, blancas deas,</p>
- <p class="i0">del agua su cabeza rubia un poco,</p>
- <p class="i0">así, ninfa, jamás en tal se vea.</p>
- <p class="i2">»Podré decir que con mis quejas toco</p>
- <p class="i0">las divinas orejas, no pudiendo<a id="FNanchor_120" href="#Footnote_120" class="fnanchor">[120]</a><span class="lnum">615</span></p>
- <p class="i0">las humanas tocar, cuerdo ni loco.</p>
- <p class="i2">»¡Oh hermosas oréades, que teniendo</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_57">p. 57</span>el gobierno de selvas y montañas,</p>
- <p class="i0">a caza andáis por ellas discurriendo!</p>
- <p class="i2">»Dejad de perseguir las alimañas;<span class="lnum">620</span></p>
- <p class="i0">venid a ver un hombre perseguido,</p>
- <p class="i0">a quien ni valen fuerzas ya ni mañas.</p>
- <p class="i2" id="Eg2-623">»¡Oh dríades, de amor hermoso nido,<a id="FNanchor_121" href="#Footnote_121" class="fnanchor">[121]</a></p>
- <p class="i0">dulces y graciosísimas doncellas,</p>
- <p class="i0">que a la tarde salís de lo escondido,<span class="lnum">625</span></p>
- <p class="i2">»con los cabellos rubios, que las bellas</p>
- <p class="i0">espaldas dejan de oro cobijadas,</p>
- <p class="i0">parad mientes un rato a mis querellas!</p>
- <p class="i2">»Y si con mi ventura conjuradas</p>
- <p class="i0" id="Eg2-630">no estáis, haced que sean las ocasiones<span class="lnum">630</span></p>
- <p class="i0">de mi muerte aquí siempre celebradas.</p>
- <p class="i2">»¡Oh lobos, oh osos, que, por los rincones</p>
- <p class="i0">destas fieras cavernas escondidos,</p>
- <p class="i0">estáis oyendo agora mis razones!</p>
- <p class="i2">»Quedaos adiós, que ya vuestros oídos<span class="lnum">635</span></p>
- <p class="i0">de mi zampoña fueron halagados,</p>
- <p class="i0">y alguna vez de amor enternecidos.</p>
- <p class="i2">»Adiós, montañas; adiós, verdes prados;</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_58">p. 58</span>adiós, corrientes ríos espumosos;</p>
- <p class="i0">vivid sin mí con siglos prolongados;<span class="lnum">640</span></p>
- <p class="i2">»y mientras en el curso presurosos</p>
- <p class="i0">iréis al mar a dalle su tributo,</p>
- <p class="i0">corriendo por los valles pedregosos,</p>
- <p class="i2">»haced que aquí se muestre triste luto</p>
- <p class="i0">por quien, viviendo alegre, os alegraba<span class="lnum">645</span></p>
- <p class="i0">con agradable son y viso enjuto.<a id="FNanchor_122" href="#Footnote_122" class="fnanchor">[122]</a></p>
- <p class="i2">»Por quien aquí sus vacas abrevaba,</p>
- <p class="i0">por quien, ramos de lauro entretejiendo,</p>
- <p class="i0">aquí sus fuertes toros coronaba.»</p>
- <p class="i2">Estas palabras tales en diciendo,<span class="lnum">650</span></p>
- <p class="i0">en pie me alcé por dar ya fin al duro</p>
- <p class="i0">dolor que en vida estaba padeciendo.</p>
- <p class="i2">Y por el paso en que me ves te juro<a id="FNanchor_123" href="#Footnote_123" class="fnanchor">[123]</a></p>
- <p class="i0">que ya me iba a arrojar de do te cuento,</p>
- <p class="i0">con paso largo y corazón seguro,<a id="FNanchor_124" href="#Footnote_124" class="fnanchor">[124]</a><span class="lnum">655</span></p>
- <p class="i2">cuando una fuerza súbita de viento</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_59">p. 59</span>vino con tal furor, que de una sierra</p>
- <p class="i0">pudiera remover el firme asiento.</p>
- <p class="i2">De espaldas, como atónito, en la tierra</p>
- <p class="i0">desde ha gran rato me hallé tendido;<a id="FNanchor_125" href="#Footnote_125" class="fnanchor">[125]</a><span class="lnum">660</span></p>
- <p class="i0">que así se halla siempre aquel que yerra.<a id="FNanchor_126" href="#Footnote_126" class="fnanchor">[126]</a></p>
- <p class="i2">Con más sano discurso en mi sentido,</p>
- <p class="i0">comencé de culpar el presupuesto<a id="FNanchor_127" href="#Footnote_127" class="fnanchor">[127]</a></p>
- <p class="i0">y temerario error que había seguido,</p>
- <p class="i2">en querer dar con triste muerte al resto<span class="lnum">665</span></p>
- <p class="i0">de aquesta breve vida fin amargo,</p>
- <p class="i0">no siendo por los hados aún dispuesto.</p>
- <p class="i2">De allí me fui con corazón más largo</p>
- <p class="i0">para esperar la muerte, cuando venga</p>
- <p class="i0">a relevarme deste grave cargo.<span class="lnum">670</span></p>
- <p class="i2">Bien has ya visto cuánto me convenga,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_60">p. 60</span>que pues buscalla a mí no se consiente,</p>
- <p class="i0">ella en buscarme a mí no se detenga.</p>
- <p class="i2">Contado te he la causa, el acidente,</p>
- <p class="i0">el daño y el proceso todo entero;<span class="lnum">675</span></p>
- <p class="i0">cúmpleme tu promesa prestamente.</p>
- <p class="i2">Y si mi amigo cierto y verdadero</p>
- <p class="i0">eres, como yo pienso, vete agora;</p>
- <p class="i0">no estorbes un dolor acerbo y fiero</p>
- <p class="i0">al afligido y triste cuando llora.<span class="lnum">680</span></p>
- </div>
-
-<div class="section">
- <p class="rol">SALICIO</p>
-</div>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Tratara de una parte</p>
- <p class="i0">que agora solo siento,</p>
- <p class="i0">si no pensaras que era dar consuelo.</p>
- <p class="i0">Quisiera preguntarte</p>
- <p class="i0">cómo tu pensamiento<span class="lnum">685</span></p>
- <p class="i0">se derribó tan presto en ese suelo,</p>
- <p class="i0">o se cubrió de un velo,</p>
- <p class="i0">para que no mirase</p>
- <p class="i0">que quien tan luengamente</p>
- <p class="i0">amó, no se consiente<span class="lnum">690</span></p>
- <p class="i0">que tan presto del todo te olvidase.</p>
- <p class="i0">¿Qué sabes si ella agora</p>
- <p class="i0">juntamente su mal y el tuyo llora?</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Cese ya el artificio</p>
- <p class="i0">de la maestra mano;<span class="lnum">695</span></p>
- <p class="i0">no me hagas pasar tan grave pena.</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_61">p. 61</span>Harásme tú, Salicio,</p>
- <p class="i0">ir do nunca pie humano</p>
- <p class="i0">estampó su pisada en el arena.</p>
- <p class="i0">Ella está tan ajena<span class="lnum">700</span></p>
- <p class="i0">de estar desa manera</p>
- <p class="i0">como tú de pensallo,</p>
- <p class="i0">aunque quieres mostrallo</p>
- <p class="i0">con razón aparente a verdadera.</p>
- <p class="i0">Ejercita aquí el arte<span class="lnum">705</span></p>
- <p class="i0">a solas, que yo voyme en otra parte.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">No es tiempo de curalle,</p>
- <p class="i0">hasta que menos tema</p>
- <p class="i0">la cura del maestro y su crueza.</p>
- <p class="i0">Solo quiero dejalle;<span class="lnum">710</span></p>
- <p class="i0">que aún está el apostema</p>
- <p class="i0">intratable, a mi ver, por su dureza.</p>
- <p class="i0">Quebrante la braveza</p>
- <p class="i0">del pecho empedernido</p>
- <p class="i0">con largo y tierno llanto;<span class="lnum">715</span></p>
- <p class="i0">ireme yo entre tanto</p>
- <p class="i0">a requerir de un ruiseñor el nido,</p>
- <p class="i0" id="Eleg2-718">que está en un alta encina,</p>
- <p class="i0">y estará presto en manos de Gravina.<a id="FNanchor_128" href="#Footnote_128" class="fnanchor">[128]</a></p>
- </div>
-
- <p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_62">p. 62</span>CAMILA</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2" id="Eg2-720">Si desta tierra no he perdido el tino,<span class="lnum">720</span></p>
- <p class="i0">por aquí el corzo vino que ha traído,</p>
- <p class="i0">después que fue herido, atrás el viento.</p>
- <p class="i0">¿Qué recio movimiento en la corrida</p>
- <p class="i0">lleva, de tal herida lastimado?</p>
- <p class="i0">En el siniestro lado soterrada<span class="lnum">725</span></p>
- <p class="i0">la flecha enherbolada va mostrando,</p>
- <p class="i0">las plumas blanqueando solas fuera.</p>
- <p class="i0">Y háceme que muera con buscalle.</p>
- <p class="i0">No pasó deste valle; aquí está cierto,<a id="FNanchor_129" href="#Footnote_129" class="fnanchor">[129]</a></p>
- <p class="i0">y por ventura muerto. ¡Quién me diese<span class="lnum">730</span></p>
- <p class="i0">alguno que siguiese el rastro agora,</p>
- <p class="i0">mientras la ardiente hora de la siesta</p>
- <p class="i0">en aquesta floresta yo descanso!</p>
- <p class="i0">¡Ay viento fresco y manso y amoroso,</p>
- <p class="i0">almo, dulce, sabroso! Esfuerza, esfuerza<span class="lnum">735</span></p>
- <p class="i0">tu soplo, y esta fuerza tan caliente</p>
- <p class="i0">del alto sol ardiente hora quebranta;</p>
- <p class="i0">que ya la tierna planta del pie mío</p>
- <p class="i0">anda a buscar el frío desta hierba.</p>
- <p class="i0">A los hombres reserva tú, Diana,<span class="lnum">740</span></p>
- <p class="i0">en esta siesta insana tu ejercicio;</p>
- <p class="i0">por agora tu oficio desamparo,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_63">p. 63</span>que me ha costado caro en este día.</p>
- <p class="i0">¡Ay dulce fuente mía, y de cuán alto</p>
- <p class="i0">con solo un sobresalto me arrojaste!<span class="lnum">745</span></p>
- <p class="i0">¿Sabes qué me quitaste, fuente clara?</p>
- <p class="i0" id="Eg2-747">Los ojos de la cara, que no quiero</p>
- <p class="i0">menos un compañero que yo amaba;</p>
- <p class="i0">mas no como él pensaba. Dios ya quiera</p>
- <p class="i0">que antes Camila muera que padesca<span class="lnum">750</span></p>
- <p class="i0">culpa por do meresca ser echada</p>
- <p class="i0">de la selva sagrada de Diana.<a id="FNanchor_130" href="#Footnote_130" class="fnanchor">[130]</a></p>
- <p class="i0">¡Oh cuán de mala gana mi memoria</p>
- <p class="i0">renueva aquesta historia! Mas la culpa</p>
- <p class="i0">ajena me desculpa; que si fuera<span class="lnum">755</span></p>
- <p class="i0">yo la causa primera desta ausencia,</p>
- <p class="i0">yo diera la sentencia en mi contrario.</p>
- <p class="i0">Él fue muy voluntario y sin respeto.</p>
- <p class="i0">Mas ¿para qué me meto en esta cuenta?</p>
- <p class="i0">Quiero vivir contenta y olvidallo,<span class="lnum">760</span></p>
- <p class="i0">y aquí donde me hallo recrearme.</p>
- <p class="i0">Aquí quiero acostarme, y en cayendo</p>
- <p class="i0">la siesta iré siguiendo mi corcillo,</p>
- <p class="i0">que yo me maravillo ya y me espanto</p>
- <p class="i0">cómo con tal herida huyó tanto.<span class="lnum">765</span></p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Si mi turbada vista no me miente,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_64">p. 64</span>paréceme que vi entre rama y rama</p>
- <p class="i0">una ninfa llegar a aquella fuente.</p>
- <p class="i2">Quiero llegar allá; quizá, si ella ama,</p>
- <p class="i0">me dirá alguna cosa con que engañe<span class="lnum">770</span></p>
- <p class="i0">con algún falso alivio aquesta llama.</p>
- <p class="i2">Y no se me da nada que desbañe<a id="FNanchor_131" href="#Footnote_131" class="fnanchor">[131]</a></p>
- <p class="i0">mi alma, si es contrario lo que creo;</p>
- <p class="i0" id="Eg2-774">que a quien no espera bien no hay mal que dañe.</p>
- <p class="i2">¡Oh santos dioses! ¿Qué es esto que veo?<span class="lnum">775</span></p>
- <p class="i0">¿Es error de fantasma convertida</p>
- <p class="i0">en forma de mi amor y mi deseo?</p>
- <p class="i2">Camila es esta que está aquí dormida;</p>
- <p class="i0">no puede de otra ser su hermosura;</p>
- <p class="i0">la razón está clara y conocida:<span class="lnum">780</span></p>
- <p class="i2">una obra sola quiso la natura<a id="FNanchor_132" href="#Footnote_132" class="fnanchor">[132]</a></p>
- <p class="i0">hacer como esta, y rompió luego apriesa</p>
- <p class="i0">la estampa do fue hecha tal figura.<a id="FNanchor_133" href="#Footnote_133" class="fnanchor">[133]</a></p>
- <p class="i2">¿Quién podrá luego de su forma espresa</p>
- <p class="i0">el traslado sacar, si la maestra<span class="lnum">785</span></p>
- <p class="i0">misma no basta, y ella lo confiesa?</p>
- <p class="i2">Mas ya que es cierto el bien que a mí se muestra</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_65">p. 65</span>¿cómo podré llegar a despertalla,</p>
- <p class="i0">temiendo yo la luz que a ella me adiestra?<a id="FNanchor_134" href="#Footnote_134" class="fnanchor">[134]</a></p>
- <p class="i2">¿Si solamente de poder tocalla<span class="lnum">790</span></p>
- <p class="i0">perdiese el miedo yo? Mas ¿si despierta?...</p>
- <p class="i0">Si despierta, tenella y no soltalla.</p>
- <p class="i2">Esta osadía temo que no es cierta.</p>
- <p class="i0">Mas ¿qué me puede hacer? Quiero llegarme.</p>
- <p class="i0">En fin, ella está agora como muerta.<span class="lnum">795</span></p>
- <p class="i2">Cabe ella por lo menos asentarme</p>
- <p class="i0">bien puedo; mas no ya como solía.</p>
- <p class="i0">¡Oh mano poderosa de matarme!</p>
- <p class="i2">¿Viste cuánto tu fuerza en mí podía?</p>
- <p class="i0">¿Por qué para sanarme no la pruebas?<span class="lnum">800</span></p>
- <p class="i0">Que tu poder a todo bastaría.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">CAMILA</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Socórreme, Diana.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i18">No te muevas,</p>
- <p class="i0">que no te he de soltar; escucha un poco.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">CAMILA</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">¿Quién me dijera, Albanio, tales nuevas?</p>
- <p class="i2">Ninfas del verde bosque a vos invoco,<span class="lnum">805</span></p>
- <p class="i0">a vos pido socorro desta fuerza.</p>
- <p class="i0">¿Qué es esto, Albanio? Dime si estás loco.</p>
- </div>
-
- <p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_66">p. 66</span>ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Locura debe ser la que me fuerza</p>
- <p class="i0">a querer más que el alma y que la vida</p>
- <p class="i0">a la que a aborrecerme así se esfuerza.<span class="lnum">810</span></p>
- </div>
-
- <p class="rol">CAMILA</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Yo debo ser de ti la aborrecida,</p>
- <p class="i0">pues me quieres tratar de tal manera,</p>
- <p class="i0">siendo tuya la culpa conocida.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¿Yo culpa contra ti? Si la primera</p>
- <p class="i0">no está por cometer, Camila mía,<span class="lnum">815</span></p>
- <p class="i0">en tu desgracia y disfavor yo muera.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">CAMILA</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¿Tú no violaste nuestra compañía,</p>
- <p class="i0">queriéndola torcer por el camino</p>
- <p class="i0">que de la vida honesta se desvía?</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¿Cómo de sola un hora el desatino<span class="lnum">820</span></p>
- <p class="i0">ha de perder mil años de servicio,</p>
- <p class="i0">si el arrepentimiento tras él vino?</p>
- </div>
-
- <p class="rol">CAMILA</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Aqueste es de los hombres el oficio:</p>
- <p class="i0">tentar el mal, y si es malo el suceso,</p>
- <p class="i0">pedir con humildad perdón del vicio.<span class="lnum">825</span></p>
- </div>
-
- <p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_67">p. 67</span>ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¿Qué tenté yo, Camila?</p>
- </div>
-
- <p class="rol">CAMILA</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i22">Bueno es eso.</p>
- <p class="i0">Esta fuente lo diga, que ha quedado</p>
- <p class="i0">por un testigo de tu mal proceso.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Si puede ser mi yerro castigado</p>
- <p class="i0">con muerte, con deshonra o con tormento,<span class="lnum">830</span></p>
- <p class="i0">vesme aquí, estoy a todo aparejado.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">CAMILA</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Suéltame ya la mano, que el aliento</p>
- <p class="i0">me falta de congoja.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i18">He muy gran miedo</p>
- <p class="i0">que te me irás, que corres más que el viento.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">CAMILA</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">No estoy como solía, que no puedo<span class="lnum">835</span></p>
- <p class="i0">moverme ya, de mal ejercitada.</p>
- <p class="i0">Suelta, que casi me has quebrado un dedo.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¿Estarás, si te suelto, sosegada,</p>
- <p class="i0">mientras con razón clara yo te muestro</p>
- <p class="i0">que fuiste sin razón de mí enojada?<span class="lnum">840</span></p>
- </div>
-
- <p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_68">p. 68</span>CAMILA</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Eres tú de razones gran maestro.</p>
- <p class="i0">Suelta, que sí estaré.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i18">Primero jura</p>
- <p class="i0">por la primera fe del amor nuestro.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">CAMILA</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Yo juro por la ley sincera y pura</p>
- <p class="i0">de la amistad pasada, de sentarme,<span class="lnum">845</span></p>
- <p class="i0">y de escuchar tus quejas muy segura.</p>
- <p class="i2">¡Cuál me tienes la mano, de apretarme</p>
- <p class="i0">con esa dura mano, descreído!</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">¡Cuál me tienes el alma de dejarme!</p>
- </div>
-
- <p class="rol">CAMILA</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Mi prendedero de oro ¡si es perdido!...<a id="FNanchor_135" href="#Footnote_135" class="fnanchor">[135]</a><span class="lnum">850</span></p>
- <p class="i0">¡Oh cuitada de mí! Mi prendedero</p>
- <p class="i0">desde aquel valle aquí se me ha caído.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Mira no se cayese allá primero,</p>
- <p class="i0">antes de aqueste al Val de la Hortiga.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">CAMILA</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Doquier que se perdió, buscallo quiero.<span class="lnum">855</span></p>
- </div>
-
- <p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_69">p. 69</span>ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Yo iré a buscado, escusa esa fatiga;</p>
- <p class="i0">que no puedo sufrir que aquesta arena</p>
- <p class="i0">abrase el blanco pie de mi enemiga.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">CAMILA</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Pues que quieres tomar por mí esta pena,</p>
- <p class="i0">derecho ve primero a aquellas hayas;<span class="lnum">860</span></p>
- <p class="i0">que allí estuve yo echada un hora buena.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Ya voy; mas entre tanto no te vayas.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">CAMILA</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Seguro ve, que antes verás mi muerte</p>
- <p class="i0">que tú me cobres ni a tus manos hayas.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Ah, ninfa desleal! Y ¿desa suerte<span class="lnum">865</span></p>
- <p class="i0">se guarda el juramento que me diste?</p>
- <p class="i0">¡Ah condición de vida dura y fuerte!</p>
- <p class="i2">¡Oh falso amor, de nuevo me heciste</p>
- <p class="i0">revivir con un poco de esperanza!</p>
- <p class="i0">¡Oh modo de matar penoso y triste!<span class="lnum">870</span></p>
- <p class="i2">¡Oh muerte llena de mortal tardanza!</p>
- <p class="i0">Podré por ti llamar injusto el cielo,</p>
- <p class="i0">injusta su medida y su balanza.</p>
- <p class="i2">Recibe tú, terreno y duro suelo,</p>
- <p class="i0">este rebelde cuerpo, que detiene<span class="lnum">875</span></p>
- <p class="i0">del alma el espedido y leve vuelo.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_70">p. 70</span>Yo me daré la muerte, y aun si viene</p>
- <p class="i0">alguno a resistirme... ¿A resistirme?</p>
- <p class="i0">Él verá que a su vida no conviene.</p>
- <p class="i2">¿No puedo yo morir, no puedo irme<span class="lnum">880</span></p>
- <p class="i0">por aquí, por allí, por do quisiere,</p>
- <p class="i0">desnudo espirtu o carne y hueso firme?</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Escucha, que algún mal hacerse quiere,</p>
- <p class="i0">o cierto tiene trastornado el seso.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Aquí tuviese yo quien mal me quiere.<span class="lnum">885</span></p>
- <p class="i2">Descargado me siento de un gran peso;</p>
- <p class="i0">paréceme que vuelo, despreciando</p>
- <p class="i0">monte, choza, ganado, leche y queso.</p>
- <p class="i2">¿No son aquestos pies? Con ellos ando.</p>
- <p class="i0">Ya caigo en ello, el cuerpo se me ha ido;<span class="lnum">890</span></p>
- <p class="i0">solo el espirtu es este que hora mando.</p>
- <p class="i2">¿Hale hurtado alguno o escondido</p>
- <p class="i0">mientras mirando estaba yo otra cosa?</p>
- <p class="i0">¿O si quedó por caso allí dormido?</p>
- <p class="i2">Una figura de color de rosa<span class="lnum">895</span></p>
- <p class="i0">estaba allí durmiendo; ¿si es aquella</p>
- <p class="i0">mi cuerpo? No, que aquella es muy hermosa</p>
- </div>
-
- <p class="rol">NEMOROSO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Gentil cabeza; no daría por ella</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_71">p. 71</span>yo para mi traer solo un cornado.<a id="FNanchor_136" href="#Footnote_136" class="fnanchor">[136]</a></p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">¿A quién iré del hurto a dar querella?<span class="lnum">900</span></p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Estraño ejemplo es ver en qué ha parado</p>
- <p class="i0">este gentil mancebo, Nemoroso;</p>
- <p class="i0">¡Y a nosotros que le hemos más tratado,</p>
- <p class="i2">manso, cuerdo, agradable, virtuoso,</p>
- <p class="i0">sufrido, conversable, buen amigo,<span class="lnum">905</span></p>
- <p class="i0">y con un alto ingenio, gran reposo!</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Yo podré poco, o hallaré testigo</p>
- <p class="i0">de quién hurtó mi cuerpo; aunque esté ausente,</p>
- <p class="i0">yo lo perseguiré como enemigo.</p>
- <p class="i2">¿Sabrásme decir dél, mi clara fuente?<span class="lnum">910</span></p>
- <p class="i0">Dímelo, si lo sabes; así Febo</p>
- <p class="i0">nunca tus frescas ondas escaliente.</p>
- <p class="i2">Allá dentro en lo fondo está un mancebo</p>
- <p class="i0">de laurel coronado, y en la mano</p>
- <p class="i0">un palo propio, como yo, de acebo.<span class="lnum">915</span></p>
- <p class="i2">Hola, ¿quién está allá? Responde, hermano.</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_72">p. 72</span>¡Válgame Dios! O tú eres sordo o mudo,</p>
- <p class="i0">o enemigo mortal del trato humano.</p>
- <p class="i2">Espirtu soy, de carne ya desnudo,</p>
- <p class="i0">que busco el cuerpo mío, que me ha hurtado<span class="lnum">920</span></p>
- <p class="i0">algún ladrón malvado, injusto y crudo.</p>
- <p class="i2" id="Eg2-922">Callar que callarás. ¿Hasme escuchado?</p>
- <p class="i0">¡Oh santo Dios! Mi cuerpo mismo veo,</p>
- <p class="i0">o yo tengo el sentido trastornado.</p>
- <p class="i2">¡Oh cuerpo! Hete hallado, y no lo creo;<span class="lnum">925</span></p>
- <p class="i0">tanto sin ti me hallo descontento.</p>
- <p class="i0">Pon fin ya a tu destierro y mi deseo.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">NEMOROSO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Sospecho que el contino pensamiento</p>
- <p class="i0">que tuvo de morir antes de agora</p>
- <p class="i0">le representa aqueste apartamiento.<span class="lnum">930</span></p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Como del que velando siempre llora,</p>
- <p class="i0">quedan durmiendo las especies llenas</p>
- <p class="i0">del dolor que en el alma triste mora.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2" id="Eg2-934">Si no estás en cadenas, sal ya fuera</p>
- <p class="i0">a darme verdadera forma de hombre,<span class="lnum">935</span></p>
- <p class="i0">que agora solo el nombre me ha quedado.</p>
- <p class="i0">Y si no estás forzado en ese suelo,</p>
- <p class="i0">dímelo; que si al cielo que me oyere,</p>
- <p class="i0">con quejas no moviere y llanto tierno,</p>
- <p class="i0">convocaré el infierno y reino escuro,<span class="lnum">940</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_73">p. 73</span>y romperé su muro de diamante,</p>
- <p class="i0">como hizo el amante blandamente<a id="FNanchor_137" href="#Footnote_137" class="fnanchor">[137]</a></p>
- <p class="i0">por la consorte ausente, que cantando</p>
- <p class="i0" id="Eg2-945">estuvo halagando las culebras</p>
- <p class="i0">de las hermanas negras mal peinadas.<a id="FNanchor_138" href="#Footnote_138" class="fnanchor">[138]</a><span class="lnum">945</span></p>
- </div>
-
- <p class="rol">NEMOROSO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡De cuán desvariadas opiniones</p>
- <p class="i0">saca buenas razones el cuitado!</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">El curso acostumbrado del ingenio,</p>
- <p class="i0">aunque le falte el genio que lo mueva,</p>
- <p class="i0">con la fuga que lleva, corre un poco;<span class="lnum">950</span></p>
- <p class="i0">y aunque este está hora loco, no por eso</p>
- <p class="i0" id="Eg2-952">ha de dar al travieso su sentido</p>
- <p class="i0">en todo, habiendo sido cual tú sabes.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">NEMOROSO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">No más, no me le alabes, que por cierto,</p>
- <p class="i0">de vello como muerto estoy llorando.<span class="lnum">955</span></p>
- </div>
-
- <p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_74">p. 74</span>ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Estaba contemplando qué tormento</p>
- <p class="i0">es este apartamiento. A lo que pienso</p>
- <p class="i0">no nos aparta inmenso mar airado,</p>
- <p class="i0">no torres de fosado rodeadas,<a id="FNanchor_139" href="#Footnote_139" class="fnanchor">[139]</a></p>
- <p class="i0">no montañas cerradas y sin vía,<span class="lnum">960</span></p>
- <p class="i0">no ajena compañía, dulce y cara;</p>
- <p class="i0">un poco de agua clara nos detiene;</p>
- <p class="i0">por ella no conviene lo que entramos<a id="FNanchor_140" href="#Footnote_140" class="fnanchor">[140]</a></p>
- <p class="i0">con ansia deseamos; porque al punto</p>
- <p class="i0">que a ti me acerco y junto, no te apartas;<span class="lnum">965</span></p>
- <p class="i0">antes nunca te hartas de mirarme,</p>
- <p class="i0">y de sinificarme en tu meneo</p>
- <p class="i0">que tienes gran deseo de juntarte</p>
- <p class="i0" id="Eg2-969">con esta media parte. Daca, hermano,</p>
- <p class="i0">échame acá esa mano, y como buenos<span class="lnum">970</span></p>
- <p class="i0">amigos a lo menos nos juntemos,</p>
- <p class="i0">y aquí nos abracemos. Ah ¿burlaste?</p>
- <p class="i0">¿Así te me escapaste? Yo te digo</p>
- <p class="i0">que no es obra de amigo hacer eso.</p>
- <p class="i0">¿Quedo yo, don Travieso, remojado,<span class="lnum">975</span></p>
- <p class="i0">y tú estás enojado? ¡Cuán apriesa</p>
- <p class="i0">mueves ¿qué cosa es esa? tu figura!</p>
- <p class="i0">¿Aún esa desventura me quedaba?</p>
- <p class="i0">Ya yo me consolaba en ver serena</p><span class="pagenum" id="Page_75">p. 75</span>
- <p class="i0">tu imagen, y tan buena y amorosa.<a id="FNanchor_141" href="#Footnote_141" class="fnanchor">[141]</a><span class="lnum">980</span></p>
- <p class="i0">No hay bien ni alegre cosa ya que dure.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">NEMOROSO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">A lo menos, que cure tu cabeza.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Salgamos, que ya empieza un furor nuevo.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">¡Oh Dios! ¿Por qué no pruebo a echarme dentro</p>
- <p class="i0">hasta llegar al centro de la fuente?<span class="lnum">985</span></p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">¿Qué es esto, Albanio? Tente.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i25">¡Oh manifiesto</p>
- <p class="i0">ladrón! Mas ¿qué es aquesto? Y ¿es muy bueno</p>
- <p class="i0">vestiros de lo ajeno, y ante el dueño,</p>
- <p class="i0">como si fuese un leño sin sentido,</p>
- <p class="i0">venir muy revestido de mi carne?<span class="lnum">990</span></p>
- <p class="i0">Yo haré que descarne esa alma osada</p>
- <p class="i0">aquesta mano airada.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i18">Está quedo.</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_76">p. 76</span>Llega tú, que no puedo detenelle.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">NEMOROSO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Pues ¿qué quieres hacelle?</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i23">¿Yo? dejalle,</p>
- <p class="i0">si desenclavijalle yo acabase<span class="lnum">995</span></p>
- <p class="i0">la mano, a que escapase mi garganta.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">NEMOROSO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">No tiene fuerza tanta; solo puedes<a id="FNanchor_142" href="#Footnote_142" class="fnanchor">[142]</a></p>
- <p class="i0">hacer lo que tú debes a quien eres.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">¡Qué tiempo de placeres y de burlas!</p>
- <p class="i0">¿Con la vida te burlas, Nemoroso?<span class="lnum">1000</span></p>
- <p class="i0">Ven ya, no estés donoso.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">NEMOROSO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i21">Luego vengo,</p><span class="pagenum" id="Page_77">p. 77</span>
- <p class="i0">en cuanto me detengo yo aquí un poco.</p>
- <p class="i0">Veré cómo de un loco te desatas.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">¡Ay! paso, que me matas.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i22">Aunque mueras...</p>
- </div>
-
- <p class="rol">NEMOROSO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Ya aquello va de veras. Suelta, loco.<span class="lnum">1005</span></p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0" id="Eg2-1007">Déjame estar un poco, que ya acabo.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">NEMOROSO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Suelta ya.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i10">¿Qué te hago?</p>
- </div>
-
- <p class="rol">NEMOROSO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i24">¿A mí? No, nada.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Pues vete tu jornada, y nunca entiendas</p>
- <p class="i0">en ajenas contiendas.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i18">¡Ah, furioso!</p>
- <p class="i0">Afierra, Nemoroso; tenle fuerte.<a id="FNanchor_143" href="#Footnote_143" class="fnanchor">[143]</a><span class="lnum">1010</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_78">p. 78</span>Yo te daré la muerte, don Perdido.</p>
- <p class="i0">Ténmele tú tendido mientras lo ato;</p>
- <p class="i0">probemos así un rato a castigallo.</p>
- <p class="i0">Quizá con espantallo habrá algún miedo.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Señores, si estoy quedo ¿dejareisme?<span class="lnum">1015</span></p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">No.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i4">¡Pues qué! ¿matareisme?</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i25">Sí.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i28">¿Sin falta?</p>
- <p class="i0">Mira cuánto más alta aquella sierra</p>
- <p class="i0">está que la otra tierra.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">NEMOROSO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i19">Bueno es esto.</p>
- <p class="i0">Él olvidará presto la braveza.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Calla, que así se aveza a tener seso.<span class="lnum">1020</span></p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">¿Cómo? ¡Azotado y preso!</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i23">Calla, escucha.</p>
- </div>
-
- <p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_79">p. 79</span>ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Negra fue aquella lucha que contigo</p>
- <p class="i0">hice, que tal castigo dan tus manos.</p>
- <p class="i0">¿No éramos como hermanos de primero?</p>
- </div>
-
- <p class="rol">NEMOROSO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Albanio, compañero, calla agora,<span class="lnum">1025</span></p>
- <p class="i0">y duerme aquí algún hora, y no te muevas.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">¿Sabes algunas nuevas de mí?</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i26">Loco.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Paso, que duermo un poco.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i23">¿Duermes, cierto?</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALBANIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">¿No me ves como un muerto? Pues ¿qué hago?</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Este te dará el pago, si despiertas,<span class="lnum">1030</span></p>
- <p class="i0">en esas carnes muertas, te prometo.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">NEMOROSO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Algo está más quieto y reposado</p>
- <p class="i0">que hasta aquí. ¿Qué dices tú, Salicio?</p>
- <p class="i0">¿Parécete que puede ser curado?</p>
- </div>
-
- <p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_80">p. 80</span>SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">En procurar cualquiera beneficio<span class="lnum">1035</span></p>
- <p class="i0">a la vida y salud de un tal amigo</p>
- <p class="i0">haremos el debido y justo oficio.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">NEMOROSO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Escucha, pues, un poco lo que digo,</p>
- <p class="i0">y contaré una estraña y nueva cosa,</p>
- <p class="i0">de que yo fui la parte y el testigo.<span class="lnum">1040</span></p>
- <p class="i2">En la ribera verde y deleitosa<a id="FNanchor_144" href="#Footnote_144" class="fnanchor">[144]</a></p>
- <p class="i0">del sacro Tormes, dulce y claro río,</p>
- <p class="i0">hay una vega grande y espaciosa,</p>
- <p class="i2">verde en el medio del invierno frío,</p>
- <p class="i0">en el otoño verde y primavera,<span class="lnum">1045</span></p>
- <p class="i0">verde en la fuerza del ardiente estío.</p>
- <p class="i2">Levántase al fin della una ladera</p>
- <p class="i0">con proporción graciosa en el altura,</p>
- <p class="i0">que sojuzga la vega y la ribera.</p>
- <p class="i2">Allí está sobrepuesta la espesura<span class="lnum">1050</span></p>
- <p class="i0">de las hermosas torres, levantadas</p>
- <p class="i0">al cielo con estraña hermosura.<a id="FNanchor_145" href="#Footnote_145" class="fnanchor">[145]</a></p>
- <p class="i2">No tanto por la fábrica estimadas,</p>
- <p class="i0">aunque estraña labor allí se vea,</p>
- <p class="i0">cuanto de sus señores ensalzadas.<span class="lnum">1055</span></p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_81">p. 81</span>Allí se halla lo que se desea:</p>
- <p class="i0">virtud, linaje, haber y todo cuanto</p>
- <p class="i0">bien de natura o de fortuna sea.</p>
- <p class="i2">Un hombre mora allí de ingenio tanto,<a id="FNanchor_146" href="#Footnote_146" class="fnanchor">[146]</a></p>
- <p class="i0">que toda la ribera adonde él vino<span class="lnum">1060</span></p>
- <p class="i0">nunca se harta de escuchar su canto.</p>
- <p class="i2">Nacido fue en el campo placentino,<a id="FNanchor_147" href="#Footnote_147" class="fnanchor">[147]</a></p>
- <p class="i0">que con estrago y destruición romana</p>
- <p class="i0">en el antiguo tiempo fue sanguino;<a id="FNanchor_148" href="#Footnote_148" class="fnanchor">[148]</a></p>
- <p class="i2">y en este, con la propia, la inhumana<span class="lnum">1065</span></p>
- <p class="i0">furia infernal, por otro nombre guerra,</p>
- <p class="i0">lo tiñe, lo arruína y lo profana.</p>
- <p class="i2">Él, viendo aquesto, abandonó su tierra,</p>
- <p class="i0">por ser más del reposo compañero,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_82">p. 82</span>que de la patria que el furor atierra.<a id="FNanchor_149" href="#Footnote_149" class="fnanchor">[149]</a><span class="lnum">1070</span></p>
- <p class="i2">Llevole a aquella parte el buen agüero,</p>
- <p class="i0">de aquella tierra de Alba tan nombrada,</p>
- <p class="i0">que este es el nombre della, y dél Severo.</p>
- <p class="i2">A aqueste Febo no le escondió nada;</p>
- <p class="i0">antes de piedras, hierbas y animales<span class="lnum">1075</span></p>
- <p class="i0" id="Eg2-1076">diz que le fue noticia entera dada.</p>
- <p class="i2">Este, cuando le place, a los caudales</p>
- <p class="i0">ríos el curso presuroso enfrena</p>
- <p class="i0">con fuerza de palabras y señales.</p>
- <p class="i2">La negra tempestad en muy serena<span class="lnum">1080</span></p>
- <p class="i0">y clara luz convierte, y aquel día,</p>
- <p class="i0">si quiere revolvello, el mundo atruena.</p>
- <p class="i2">La luna de allá arriba bajaría</p>
- <p class="i0">si al son de las palabras no impidiese</p>
- <p class="i0">el son del carro que la mueve y guía.<span class="lnum">1085</span></p>
- <p class="i2">Temo que si decirte presumiese</p>
- <p class="i0">de su saber la fuerza con loores,</p>
- <p class="i0" id="Eg2-1088">que en lugar de alaballo, lo ofendiese.</p>
- <p class="i2">Mas no te callaré que los amores</p>
- <p class="i0">con un tan eficaz remedio cura,<span class="lnum">1090</span></p>
- <p class="i0">cuanto conviene a tristes amadores.</p>
- <p class="i2">En un punto remueve la tristura,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_83">p. 83</span>convierte en odio aquel amor insano,</p>
- <p class="i0">y restituye el alma a su natura.<a id="FNanchor_150" href="#Footnote_150" class="fnanchor">[150]</a></p>
- <p class="i2">No te sabré decir, Salicio hermano,<span class="lnum">1095</span></p>
- <p class="i0">la orden de mi cura y la manera;</p>
- <p class="i0">mas sé que me partí dél libre y sano.</p>
- <p class="i2">Acuérdaseme bien que en la ribera</p>
- <p class="i0" id="Eg2-1099">de Tormes lo hallé solo cantando,</p>
- <p class="i0" id="Eg2-1100">tan dulce, que a una piedra enterneciera.<span class="lnum">1100</span></p>
- <p class="i2">Como cerca me vido, adivinando</p>
- <p class="i0">la causa y la razón de mi venida,</p>
- <p class="i0">suspenso un rato estuvo allí callando;</p>
- <p class="i2">y luego con voz clara y espedida</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_84">p. 84</span>soltó la rienda al verso numeroso<span class="lnum">1105</span></p>
- <p class="i0">en alabanzas de la libre vida.</p>
- <p class="i2">Yo estaba embebecido y vergonzoso;</p>
- <p class="i0">atento al son, y viéndome del todo</p>
- <p class="i0">fuera de libertad y de reposo,</p>
- <p class="i2">no sé decir sino que, en fin, de modo<span class="lnum">1110</span></p>
- <p class="i0">aplicó a mi dolor la medicina,</p>
- <p class="i0">que el mal desarraigó de todo en todo.</p>
- <p class="i2">Quedé yo entonces como quien camina</p>
- <p class="i0">de noche por caminos enriscados,</p>
- <p class="i0">sin ver dónde la senda o paso inclina,<span class="lnum">1115</span></p>
- <p class="i2">mas venida la luz, y contemplados,</p>
- <p class="i0">del peligro pasado nace un miedo,</p>
- <p class="i0">que deja los cabellos erizados.</p>
- <p class="i2">Así estaba mirando atento y quedo</p>
- <p class="i0">aquel peligro yo que atrás dejaba,<span class="lnum">1120</span></p>
- <p class="i0">que nunca sin temor pensado puedo.</p>
- <p class="i2">Tras esto luego se me presentaba,</p>
- <p class="i0">sin antojos delante, la vileza</p>
- <p class="i0">de lo que antes ardiendo deseaba.</p>
- <p class="i2">Así curó mi mal con tal destreza<span class="lnum">1125</span></p>
- <p class="i0">el sabio viejo, como te he contado,</p>
- <p class="i0">que volvió el alma a su naturaleza,</p>
- <p class="i0">y soltó el corazón aherrojado.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2" id="Eg2-1129">¡Oh gran saber! ¡Oh viejo frutuoso!</p>
- <p class="i0">que el perdido reposo al alma vuelve,<span class="lnum">1130</span></p>
- <p class="i0">y lo que la revuelve y lleva a tierra</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_85">p. 85</span>del corazón destierra encontinente.</p>
- <p class="i0">Con esto solamente que contaste,</p>
- <p class="i0">así lo reputaste acá comigo,</p>
- <p class="i0">que sin otro testigo, a desealle<span class="lnum">1135</span></p>
- <p class="i0">ver presente y hablalle me levantas.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">NEMOROSO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¿Desto poco te espantas tú, Salicio?</p>
- <p class="i0">De más te daré indicio manifiesto,</p>
- <p class="i0">si no te soy molesto y enojoso.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¿Qué es esto, Nemoroso, y qué cosa<span class="lnum">1140</span></p>
- <p class="i0">puede ser tan sabrosa en otra parte</p>
- <p class="i0">a mí, como escucharte? No la siento,</p>
- <p class="i0">cuanto más este cuento de Severo;</p>
- <p class="i0">dímelo por entero, por tu vida,</p>
- <p class="i0">pues no hay quien nos impida ni embarace.<span class="lnum">1145</span></p>
- <p class="i0">Nuestro ganado pace, el viento espira,</p>
- <p class="i0">Filomena sospira en dulce canto,</p>
- <p class="i0">y en amoroso llanto se amancilla;<a id="FNanchor_151" href="#Footnote_151" class="fnanchor">[151]</a></p>
- <p class="i0">gime la tortolilla sobre el olmo,</p>
- <p class="i0">preséntanos a colmo el prado flores,<span class="lnum">1150</span></p>
- <p class="i0">y esmalta en mil colores su verdura;</p>
- <p class="i0">la fuente clara y pura murmurando</p>
- <p class="i0">nos está convidando a dulce trato.</p>
- </div>
-
-<div class="section">
- <p class="rol">NEMOROSO</p>
-</div>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Escucha, pues, un rato, y diré cosas</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_86">p. 86</span>estrañas y espantosas poco a poco.<span class="lnum">1155</span></p>
- <p class="i0" id="Eg2-1157">Ninfas, a vos invoco; verdes faunos,</p>
- <p class="i0">sátiros y silvanos, soltad todos</p>
- <p class="i0">mi lengua en dulces modos y sutiles;</p>
- <p class="i0">que ni los pastoriles ni la avena<a id="FNanchor_152" href="#Footnote_152" class="fnanchor">[152]</a></p>
- <p class="i0">ni la zampoña suena como quiero.<span class="lnum">1160</span></p>
- <p class="i2">Este nuestro Severo pudo tanto</p>
- <p class="i0">con el suave canto y dulce lira,</p>
- <p class="i0">que, revueltos en ira y torbellino,</p>
- <p class="i0">en medio del camino se pararon</p>
- <p class="i0">los vientos, y escucharon muy atentos<span class="lnum">1165</span></p>
- <p class="i0">la voz y los acentos, muy bastantes</p>
- <p class="i0">a que los repunantes y contrarios</p>
- <p class="i0">hiciesen voluntarios y conformes.</p>
- <p class="i0">A aqueste el viejo Tormes como a hijo</p>
- <p class="i0">lo metió al escondrijo de su fuente,<span class="lnum">1170</span></p>
- <p class="i0">de do va su corriente comenzada.</p>
- <p class="i0">Mostrole una labrada y cristalina</p>
- <p class="i0">urna, donde él reclina el diestro lado;</p>
- <p class="i0">y en ella vio entallado y esculpido</p>
- <p class="i0">lo que antes de haber sido, el sacro viejo<span class="lnum">1175</span></p>
- <p class="i0">por divino consejo puso en arte,</p>
- <p class="i0">labrado a cada parte, las estrañas</p>
- <p class="i0">virtudes y hazañas de los hombres</p>
- <p class="i0">que con sus claros nombres ilustraron</p>
- <p class="i0">cuanto señorearon de aquel río.<span class="lnum">1180</span></p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_87">p. 87</span>Estaba con un brío desdeñoso,</p>
- <p class="i0">con pecho corajoso, aquel valiente</p>
- <p class="i0">que contra un rey potente y de gran seso,</p>
- <p class="i0">que el viejo padre preso le tenía,<a id="FNanchor_153" href="#Footnote_153" class="fnanchor">[153]</a></p>
- <p class="i0">cruda guerra movía, despertando<span class="lnum">1185</span></p>
- <p class="i0">su ilustre y claro bando al ejercicio</p>
- <p class="i0">de aquel piadoso oficio. A aqueste junto</p>
- <p class="i0">la gran labor al punto señalaba</p>
- <p class="i0">al hijo, que mostraba acá en la tierra</p>
- <p class="i0">ser otro Marte en guerra, en corte Febo.<a id="FNanchor_154" href="#Footnote_154" class="fnanchor">[154]</a><span class="lnum">1190</span></p>
- <p class="i0">Mostrábase mancebo en las señales</p>
- <p class="i0">del rostro, que eran tales, que esperanza</p>
- <p class="i0">y cierta confianza claro daban</p>
- <p class="i0">a cuantos le miraban, que él sería</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_88">p. 88</span>en quien se informaría un ser divino.<span class="lnum">1195</span></p>
- <p class="i0">Al campo sarracino en tiernos años</p>
- <p class="i0">daba con graves daños a sentillo;<a id="FNanchor_155" href="#Footnote_155" class="fnanchor">[155]</a></p>
- <p class="i0">que, como fue caudillo del cristiano,</p>
- <p class="i0">ejercitó la mano y el maduro</p>
- <p class="i0">seso y aquel seguro y firme pecho.<span class="lnum">1200</span></p>
- <p class="i0">En otra parte, hecho ya más hombre,</p>
- <p class="i0">con más ilustre nombre los arneses</p>
- <p class="i0">de los fieros franceses abollaba.<a id="FNanchor_156" href="#Footnote_156" class="fnanchor">[156]</a></p>
- <p class="i0">Junto tras esto estaba figurado</p>
- <p class="i0" id="Eg2-1205">con el arnés manchado de otra sangre,<span class="lnum">1205</span></p>
- <p class="i0">sosteniendo la hambre en el asedio,</p>
- <p class="i0">siendo él solo remedio del combate,</p>
- <p class="i0">que con fiero rebate y con ruído</p>
- <p class="i0">por el muro batido le ofrecían.</p>
- <p class="i0">Tantos, al fin, morían por su espada,<span class="lnum">1210</span></p>
- <p class="i0">a tantos la jornada puso espanto,</p>
- <p class="i0">que no hay labor que tanto notifique</p>
- <p class="i0">cuánto el fiero Fadrique de Toledo</p>
- <p class="i0">puso terror y miedo al enemigo.</p>
- <p class="i2">Tras aqueste que digo se veía<span class="lnum">1215</span></p>
- <p class="i0">el hijo don García, que en el mundo<a id="FNanchor_157" href="#Footnote_157" class="fnanchor">[157]</a></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_89">p. 89</span>sin par y sin segundo solo fuera,</p>
- <p class="i0">si hijo no tuviera. ¿Quién mirara</p>
- <p class="i0">de su hermosa cara el rayo ardiente,</p>
- <p class="i0">quién su resplandeciente y clara vista,<span class="lnum">1220</span></p>
- <p class="i0">que no diera por vista su grandeza?</p>
- <p class="i0">Estaban de crueza fiera armadas</p>
- <p class="i0">las tres inicas hadas, cruda guerra<a id="FNanchor_158" href="#Footnote_158" class="fnanchor">[158]</a></p>
- <p class="i0">haciendo allí a la tierra con quitalle</p>
- <p class="i0">a este, que en alcanzalle fue dichosa.<span class="lnum">1225</span></p>
- <p class="i0">¡Oh patria lagrimosa, y cómo vuelves</p>
- <p class="i0">los ojos a los Gelves, sospirando!<a id="FNanchor_159" href="#Footnote_159" class="fnanchor">[159]</a></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_90">p. 90</span>Él está ejercitando el duro oficio,</p>
- <p class="i0">y con tal artificio la pintura</p>
- <p class="i0">mostraba su figura, que dijeras,<span class="lnum">1230</span></p>
- <p class="i0">si pintado le vieras, que hablaba.</p>
- <p class="i0">El arena quemaba, el sol ardía,</p>
- <p class="i0">la gente se caía medio muerta;</p>
- <p class="i0">él solo con despierta vigilanza</p>
- <p class="i0">dañaba la tardanza floja, inerte,<span class="lnum">1235</span></p>
- <p class="i0">y alababa la muerte gloriosa.</p>
- <p class="i0">Luego la polvorosa muchedumbre</p>
- <p class="i0">gritando a su costumbre le cercaba;</p>
- <p class="i0">mas el que se llegaba al fiero mozo,</p>
- <p class="i0">llevaba con destrozo y con tormento<span class="lnum">1240</span></p>
- <p class="i0">del loco atrevimiento el justo pago.</p>
- <p class="i0" id="Eg2-1242">Unos en bruto lago de su sangre,</p>
- <p class="i0">cortado ya el estambre de la vida,</p>
- <p class="i0">la cabeza partida revolcaban;</p>
- <p class="i0">otros claro mostraban espirando,<span class="lnum">1245</span></p>
- <p class="i0">de fuera palpitando las entrañas,</p>
- <p class="i0">por las fieras y estrañas cuchilladas</p>
- <p class="i0">de aquella mano dadas. Mas el hado</p>
- <p class="i0">acerbo, triste, airado, fue venido;</p>
- <p class="i0">y al fin él, confundido de alboroto,<span class="lnum">1250</span></p>
- <p class="i0">atravesado y roto de mil hierros,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_91">p. 91</span>pidiendo de sus yerros venia al cielo,</p>
- <p class="i0">puso en el duro suelo la hermosa</p>
- <p class="i0">cara, como la rosa matutina,<a id="FNanchor_160" href="#Footnote_160" class="fnanchor">[160]</a></p>
- <p class="i0">cuando ya el sol declina al mediodía,<span class="lnum">1255</span></p>
- <p class="i0">que pierde su alegría, y marchitando</p>
- <p class="i0" id="Eg2-1257">va la color mudando; o en el campo</p>
- <p class="i0">cual queda el lirio blanco, que el arado</p>
- <p class="i0">crudamente cortado al pasar deja,</p>
- <p class="i0">del cual aún no se aleja presuroso<span class="lnum">1260</span></p>
- <p class="i0">aquel color hermoso, o se destierra;</p>
- <p class="i0">mas ya la madre tierra, descuidada,</p>
- <p class="i0">no le administra nada de su aliento,</p>
- <p class="i0">que era el sustentamiento y vigor suyo;</p>
- <p class="i0">¡Tal está el rostro tuyo en la arena,<span class="lnum">1265</span></p>
- <p class="i0">fresca rosa, azucena blanca y pura!</p>
- <p class="i2">Tras esto una pintura estraña tira</p>
- <p class="i0">los ojos de quien mira, y los detiene</p>
- <p class="i0">tanto, que no conviene mirar cosa</p>
- <p class="i0">estraña ni hermosa, sino aquella.<span class="lnum">1270</span></p>
- <p class="i0">De vestidura bella allí vestidas</p>
- <p class="i0">las Gracias esculpidas se veían;</p>
- <p class="i0">solamente traían un delgado</p>
- <p class="i0">velo, que el delicado cuerpo viste;</p>
- <p class="i0">mas tal, que no resiste a nuestra vista.<span class="lnum">1275</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_92">p. 92</span>Su diligencia en vista demostraban;<a id="FNanchor_161" href="#Footnote_161" class="fnanchor">[161]</a></p>
- <p class="i0">todas tres ayudaban en un hora</p>
- <p class="i0">a una muy gran señora que paría.<a id="FNanchor_162" href="#Footnote_162" class="fnanchor">[162]</a></p>
- <p class="i0">Un infante se vía ya nacido,<a id="FNanchor_163" href="#Footnote_163" class="fnanchor">[163]</a></p>
- <p class="i0">tal, cual jamás salido de otro parto,<span class="lnum">1280</span></p>
- <p class="i0">del primer siglo al cuarto vio la luna.<a id="FNanchor_164" href="#Footnote_164" class="fnanchor">[164]</a></p>
- <p class="i0">En la pequeña cuna se leía</p>
- <p class="i0">un nombre que decía: <i>Don Fernando</i>.</p>
- <p class="i2">Bajaban, dél hablando, de dos cumbres<a id="FNanchor_165" href="#Footnote_165" class="fnanchor">[165]</a></p>
- <p class="i0">aquellas nueve lumbres de la vida;<a id="FNanchor_166" href="#Footnote_166" class="fnanchor">[166]</a><span class="lnum">1285</span></p>
- <p class="i0">con ligera corrida iba con ellas,</p>
- <p class="i0">cual luna con estrellas, el mancebo</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_93">p. 93</span>intonso y rubio Febo; y en llegando,<a id="FNanchor_167" href="#Footnote_167" class="fnanchor">[167]</a></p>
- <p class="i0">por orden abrazando todas fueron</p>
- <p class="i0">al niño, que tuvieron luengamente<span class="lnum">1290</span></p>
- <p class="i0">visto como presente. De otra parte<a id="FNanchor_168" href="#Footnote_168" class="fnanchor">[168]</a></p>
- <p class="i0">Mercurio estaba, y Marte cauto y fiero,</p>
- <p class="i0">viendo el gran caballero que encogido</p>
- <p class="i0">en el recién nacido cuerpo estaba.</p>
- <p class="i0">Entonces lugar daba mesurado<span class="lnum">1295</span></p>
- <p class="i0">a Venus, que a su lado estaba puesta.</p>
- <p class="i0">Ella con mano presta y abundante</p>
- <p class="i0">nétar sobre el infante desparcía;<a id="FNanchor_169" href="#Footnote_169" class="fnanchor">[169]</a></p>
- <p class="i0">mas Febo la desvía de aquel tierno</p>
- <p class="i0">niño, y daba el gobierno a sus hermanas.<span class="lnum">1300</span></p>
- <p class="i2">Del cargo están ufanas todas nueve.</p>
- <p class="i0">El tiempo el paso mueve, el niño crece,</p>
- <p class="i0">y en tierna edad florece, y se levanta</p>
- <p class="i0">como felice planta en buen terreno.</p>
- <p class="i0">Ya sin preceto ajeno daba tales<span class="lnum">1305</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_94">p. 94</span>de su ingenio señales, que espantaban</p>
- <p class="i0" id="Eg2-1307">a los que lo criaban. Luego estaba</p>
- <p class="i0" id="Eg2-1308">cómo una lo entregaba a un gran maestro,</p>
- <p class="i0">que con ingenio diestro y vida honesta</p>
- <p class="i0">hiciese manifiesta al mundo y clara<span class="lnum">1310</span></p>
- <p class="i0">aquella ánima rara que allí vía.</p>
- <p class="i0">Al niño recebía con respeto</p>
- <p class="i0">un viejo, en cuyo aspeto se vía junto</p>
- <p class="i0">severidad a un punto con dulzura.</p>
- <p class="i0">Quedó desta figura como helado<span class="lnum">1315</span></p>
- <p class="i0">Severo, y espantado viendo al viejo,</p>
- <p class="i0">que, como si en espejo se mirara,</p>
- <p class="i0">en cuerpo, edad y cara eran conformes.</p>
- <p class="i0">En esto, el rostro a Tormes revolviendo,</p>
- <p class="i0">vio que estaba riendo de su espanto.<span class="lnum">1320</span></p>
- <p class="i0">«¿De qué te espantas tanto? —dijo el río—</p>
- <p class="i0">¿No basta el saber mío a que primero</p>
- <p class="i0">que naciese Severo, yo supiese</p>
- <p class="i0">que había de ser quien diese la dotrina</p>
- <p class="i0">al ánima divina deste mozo?»<span class="lnum">1325</span></p>
- <p class="i0">Él, lleno de alborozo y de alegría,</p>
- <p class="i0">sus ojos mantenía de pintura.</p>
- <p class="i2">Miraba otra figura de un mancebo,</p>
- <p class="i0">el cual venía con Febo mano a mano,</p>
- <p class="i0">al modo cortesano. En su manera,<a id="FNanchor_170" href="#Footnote_170" class="fnanchor">[170]</a><span class="lnum">1330</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_95">p. 95</span>lo juzgara cualquiera, viendo el gesto</p>
- <p class="i0">lleno de un sabio, honesto y dulce afeto,</p>
- <p class="i0">por un hombre perfeto en la alta parte</p>
- <p class="i0">de la difícil arte cortesana,</p>
- <p class="i0">maestra de la humana y dulce vida.<span class="lnum">1335</span></p>
- <p class="i0">Luego fue conocida de Severo</p>
- <p class="i0">la imagen por entero fácilmente</p>
- <p class="i0">deste que allí presente era pintado.</p>
- <p class="i0">Vio que era el que había dado a don Fernando,</p>
- <p class="i0">su ánimo formando en luenga usanza,<span class="lnum">1340</span></p>
- <p class="i0">el trato, la crianza y gentileza,</p>
- <p class="i0">la dulzura y llaneza acomodada,</p>
- <p class="i0">la virtud apartada y generosa,</p>
- <p class="i0">y en fin, cualquiera cosa que se vía</p>
- <p class="i0">en la cortesanía, de que lleno<span class="lnum">1345</span></p>
- <p class="i0">Fernando tuvo el seno y bastecido.</p>
- <p class="i0">Después de conocido, leyó el nombre</p>
- <p class="i0">Severo de aqueste hombre que se llama</p>
- <p class="i0" id="Eg2-1349">Boscán, de cuya llama clara y pura</p>
- <p class="i0">sale el fuego que apura sus escritos,<span class="lnum">1350</span></p>
- <p class="i0">que en siglos infinitos tendrán vida.</p>
- <p class="i2">De algo más crecida edad miraba</p>
- <p class="i0">al niño que escuchaba sus consejos,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_96">p. 96</span>luego los aparejos ya de Marte,</p>
- <p class="i0">estotro puesto aparte, le traía.<span class="lnum">1355</span></p>
- <p class="i0">Así les convenía a todos ellos,</p>
- <p class="i0">que no pudiera dellos dar noticia</p>
- <p class="i0">a otro la milicia en muchos años.</p>
- <p class="i0">Obraba los engaños de la lucha;</p>
- <p class="i0">la maña y fuerza mucha y ejercicio<span class="lnum">1360</span></p>
- <p class="i0">con el robusto oficio está mesclando.<a id="FNanchor_171" href="#Footnote_171" class="fnanchor">[171]</a></p>
- <p class="i2">Allí con rostro blando y amoroso</p>
- <p class="i0">Venus aquel hermoso mozo mira,</p>
- <p class="i0" id="Eg2-1364">y luego lo retira por un rato</p>
- <p class="i0">de aquel áspero trato y son de hierro.<span class="lnum">1365</span></p>
- <p class="i0">Mostrábale ser yerro y ser mal hecho</p>
- <p class="i0">armar contino el pecho de dureza,</p>
- <p class="i0">no dando a la terneza alguna puerta.</p>
- <p class="i0">Entrada en una huerta, con él siendo,</p>
- <p class="i0">una ninfa durmiendo le mostraba.<span class="lnum">1370</span></p>
- <p class="i0">El mozo la miraba, y juntamente</p>
- <p class="i0">de súbito acidente acometido,</p>
- <p class="i0">estaba embebecido, y a la diosa,</p>
- <p class="i0">que a la ninfa hermosa se allegase</p>
- <p class="i0">mostraba que rogase, y parecía<span class="lnum">1375</span></p>
- <p class="i0">que la diosa temía de llegarse.</p>
- <p class="i0">Él no podía hartarse de miralla,</p>
- <p class="i0">eternamente amalla proponiendo.</p>
- <p class="i2">Luego venía corriendo Marte airado,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_97">p. 97</span>mostrándose alterado en la persona,<span class="lnum">1380</span></p>
- <p class="i0">y daba la corona a don Fernando.</p>
- <p class="i0">Estábale mostrando un caballero</p>
- <p class="i0">que con semblante fiero amenazaba</p>
- <p class="i0">al mozo que quitaba el nombre a todos.</p>
- <p class="i0">Con atentados modos se movía<span class="lnum">1385</span></p>
- <p class="i0">contra el que le atendía en una puente.<a id="FNanchor_172" href="#Footnote_172" class="fnanchor">[172]</a></p>
- <p class="i0">Mostraba claramente la pintura</p>
- <p class="i0">que acaso noche escura entonces era.</p>
- <p class="i0">De la batalla fiera era testigo</p>
- <p class="i0">Marte, que al enemigo condenaba<span class="lnum">1390</span></p>
- <p class="i0">y al mozo coronaba en el fin della;</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_98">p. 98</span>el cual como la estrella relumbrante</p>
- <p class="i0">que el sol envía delante, resplandece.</p>
- <p class="i0">De allí su nombre crece, y se derrama</p>
- <p class="i0">su valerosa fama a todas partes.<span class="lnum">1395</span></p>
- <p class="i2">Luego con nuevas artes se convierte</p>
- <p class="i0">a hurtar a la muerte y a su abismo</p>
- <p class="i0">gran parte de sí mismo y quedar vivo</p>
- <p class="i0" id="Eg2-1399">cuando el vulgo cautivo lo llorare,</p>
- <p class="i0" id="Eg2-1400">y muerto lo llamare con deseo.<span class="lnum">1400</span></p>
- <p class="i0">Estaba el Himeneo allí pintado,</p>
- <p class="i0">el diestro pie calzado en lazos de oro.<a id="FNanchor_173" href="#Footnote_173" class="fnanchor">[173]</a></p>
- <p class="i0">De vírgenes un coro está cantando,</p>
- <p class="i0">partidas altercando y respondiendo,</p>
- <p class="i0">y en un lecho poniendo una doncella,<a id="FNanchor_174" href="#Footnote_174" class="fnanchor">[174]</a><span class="lnum">1405</span></p>
- <p class="i0">que quien atento aquella bien mirase,</p>
- <p class="i0">y bien la cotejase en su sentido</p>
- <p class="i0">con la que el mozo vido allá en la huerta,</p>
- <p class="i0">verá que la despierta y la dormida</p>
- <p class="i0">por una es conocida de presente.<span class="lnum">1410</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_99">p. 99</span>Mostraba juntamente ser señora</p>
- <p class="i0">dina y merecedora de tal hombre.</p>
- <p class="i0">El almohada el nombre contenía,</p>
- <p class="i0">el cual doña María Enriques era.<a id="FNanchor_175" href="#Footnote_175" class="fnanchor">[175]</a></p>
- <p class="i0">Apenas tienen fuera a don Fernando,<span class="lnum">1415</span></p>
- <p class="i0">ardiendo y deseando estar ya echado.<a id="FNanchor_176" href="#Footnote_176" class="fnanchor">[176]</a></p>
- <p class="i0">Al fin era dejado con su esposa,</p>
- <p class="i0">dulce, pura, hermosa, sabia, honesta.</p>
- <p class="i2">En un pie estaba puesta la fortuna,</p>
- <p class="i0">nunca estable ni una, que llamaba<span class="lnum">1420</span></p>
- <p class="i0">a Fernando, que estaba en vida ociosa,</p>
- <p class="i0">que por dificultosa y ardua vía</p>
- <p class="i0">quisiera ser su guía y ser primera;</p>
- <p class="i0">mas él por compañera toma aquella,</p>
- <p class="i0">siguiendo a la que es bella descubierta,<span class="lnum">1425</span></p>
- <p class="i0">y juzgada cubierta por disforme;</p>
- <p class="i0">el nombre era conforme a aquesta fama:</p>
- <p class="i0">virtud esta se llama, al mundo rara.<a id="FNanchor_177" href="#Footnote_177" class="fnanchor">[177]</a></p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_100">p. 100</span>¿Quién tras ella guiara igual en curso,</p>
- <p class="i0">sino este, que el discurso de su lumbre<span class="lnum">1430</span></p>
- <p class="i0">forzaba la costumbre de sus años,</p>
- <p class="i0">no recibiendo engaños sus deseos?</p>
- <p class="i0">Los montes Pirineos (que se estima<a id="FNanchor_178" href="#Footnote_178" class="fnanchor">[178]</a></p>
- <p class="i0">de abajo que la cima está en el cielo,</p>
- <p class="i0">y desde arriba el suelo en el infierno)<span class="lnum">1435</span></p>
- <p class="i0">por medio del invierno atravesaba.</p>
- <p class="i0">La nieve blanqueaba, y las corrientes</p>
- <p class="i0">por debajo de puentes cristalinas</p>
- <p class="i0">y por heladas minas van calladas.</p>
- <p class="i0">El aire las cargadas ramas mueve,<span class="lnum">1440</span></p>
- <p class="i0">que el peso de la nieve las desgaja.</p>
- <p class="i0">Por aquí se trabaja el Duque osado,</p>
- <p class="i0">del tiempo contrastado y de la vía,</p>
- <p class="i0">con clara compañía de ir delante.</p>
- <p class="i0">El trabajo constante y tan loable<span class="lnum">1445</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_101">p. 101</span>por la Francia mudable, en fin, le lleva,<a id="FNanchor_179" href="#Footnote_179" class="fnanchor">[179]</a></p>
- <p class="i0">la fama en él renueva la presteza;</p>
- <p class="i0">la cual con ligereza iba volando,</p>
- <p class="i0">y con el gran Fernando se paraba,</p>
- <p class="i0">y le sinificaba en modo y gesto<span class="lnum">1450</span></p>
- <p class="i0">que el caminar muy presto convenía.</p>
- <p class="i2">De todos escogía el Duque uno,<a id="FNanchor_180" href="#Footnote_180" class="fnanchor">[180]</a></p>
- <p class="i0">y entrambos de consuno cabalgaban;</p>
- <p class="i0">los caballos mudaban fatigados;</p>
- <p class="i0">mas a la fin llegados a los muros<span class="lnum">1455</span></p>
- <p class="i0">del gran París seguros, la dolencia,</p>
- <p class="i0">con su débil presencia y amarilla,<a id="FNanchor_181" href="#Footnote_181" class="fnanchor">[181]</a></p>
- <p class="i0">bajaba de la silla al Duque sano,</p>
- <p class="i0">y con la pesada mano le tocaba.</p>
- <p class="i0">El luego comenzaba a demudarse,<span class="lnum">1460</span></p>
- <p class="i0">y amarillo pararse y a dolerse.</p>
- <p class="i2">Luego pudiera verse de travieso</p>
- <p class="i0">venir por un espeso bosque ameno,</p>
- <p class="i0">de buenas hierbas lleno y medicina,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_102">p. 102</span>Esculapio, y camina, no parando,<a id="FNanchor_182" href="#Footnote_182" class="fnanchor">[182]</a><span class="lnum">1465</span></p>
- <p class="i0">hasta donde Fernando está en el lecho.</p>
- <p class="i0" id="Eg2-1467">Entró con pie derecho, y parecía</p>
- <p class="i0">que le restituía en tanta fuerza,</p>
- <p class="i0">que a proseguir se esfuerza su viaje,</p>
- <p class="i0">que le llevó al pasaje del gran Reno.<a id="FNanchor_183" href="#Footnote_183" class="fnanchor">[183]</a><span class="lnum">1470</span></p>
- <p class="i0">Tomábale en su seno el caudaloso</p>
- <p class="i0" id="Eg2-1472">y claro río, gozoso de tal gloria,</p>
- <p class="i0">trayendo a la memoria cuándo vino</p>
- <p class="i0">el vencedor latino al mismo paso.<a id="FNanchor_184" href="#Footnote_184" class="fnanchor">[184]</a></p>
- <p class="i0">No se mostraba escaso de sus ondas;<span class="lnum">1475</span></p>
- <p class="i0">antes con aguas hondas que engendraba,</p>
- <p class="i0">los bajos igualaba y al liviano</p>
- <p class="i0" id="Eg2-1478">barco daba de mano, el cual, volando,</p>
- <p class="i0">atrás iba dejando muros, torres.</p>
- <p class="i0">Con tanta priesa corres, navecilla,<span class="lnum">1480</span></p>
- <p class="i0">que llegas do amancilla una doncella,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_103">p. 103</span>y once mil más con ella, y mancha el suelo</p>
- <p class="i0">de sangre, que en el cielo está esmaltada:<a id="FNanchor_185" href="#Footnote_185" class="fnanchor">[185]</a></p>
- <p class="i0">Úrsula, desposada y virgen pura,</p>
- <p class="i0">mostraba su figura, en una pieza<span class="lnum">1485</span></p>
- <p class="i0">pintada su cabeza. Allí se vía</p>
- <p class="i0">que los ojos volvía ya espirando;</p>
- <p class="i0">y estábate mirando aquel tirano<a id="FNanchor_186" href="#Footnote_186" class="fnanchor">[186]</a></p>
- <p class="i0">que con acerba mano llevó a hecho</p>
- <p class="i0">de tierno en tierno pecho tu compaña.<span class="lnum">1490</span></p>
- <p class="i2">Por la fiera Alemaña de aquí parte</p>
- <p class="i0">el Duque, a aquella parte enderezado</p>
- <p class="i0">donde el cristiano estado estaba en dubio.<a id="FNanchor_187" href="#Footnote_187" class="fnanchor">[187]</a></p>
- <p class="i0">En fin al gran Danubio se encomienda;</p>
- <p class="i0">por él suelta la rienda a su navío,<a id="FNanchor_188" href="#Footnote_188" class="fnanchor">[188]</a><span class="lnum">1495</span></p>
- <p class="i0">que con poco desvío de la tierra,</p>
- <p class="i0">entre una y otra sierra el agua hiende.</p>
- <p class="i0">El remo, que deciende en fuerza suma,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_104">p. 104</span>mueve la blanca espuma como argento.</p>
- <p class="i0">El veloz movimiento parecía<span class="lnum">1500</span></p>
- <p class="i0">que pintado se vía ante los ojos.</p>
- <p class="i2">Con amorosos ojos adelante</p>
- <p class="i0">Carlo, César triunfante, le abrazaba</p>
- <p class="i0">cuando desembarcaba en Ratisbona.<a id="FNanchor_189" href="#Footnote_189" class="fnanchor">[189]</a></p>
- <p class="i0">Allí por la corona del imperio<span class="lnum">1505</span></p>
- <p class="i0">estaba el magisterio de la tierra</p>
- <p class="i0">convocado a la guerra que esperaban.</p>
- <p class="i0">Todos ellos estaban enclavando</p>
- <p class="i0">los ojos en Fernando, y en el punto</p>
- <p class="i0">que así le vieron junto, se prometen<span class="lnum">1510</span></p>
- <p class="i0">de cuanto allí acometen la vitoria.</p>
- <p class="i2">Con falsa y vana gloria y arrogancia,</p>
- <p class="i0" id="Eg2-1513">con bárbara jatancia allí se vía</p>
- <p class="i0">a los fines de Hungría el campo puesto</p>
- <p class="i0">de aquel que fue molesto en tanto grado<span class="lnum">1515</span></p>
- <p class="i0">al húngaro cuitado y afligido;<a id="FNanchor_190" href="#Footnote_190" class="fnanchor">[190]</a></p>
- <p class="i0">las armas y el vestido a su costumbre,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_105">p. 105</span>era la muchedumbre tan estraña,</p>
- <p class="i0">que apenas la campaña la abrazaba,</p>
- <p class="i0">ni a dar pasto bastaba, ni agua el río.<span class="lnum">1520</span></p>
- <p class="i2">César con celo pío y con valiente</p>
- <p class="i0">ánimo aquella gente despreciaba;</p>
- <p class="i0">la suya convocaba, y en un punto</p>
- <p class="i0">vieras un campo junto de naciones</p>
- <p class="i0">diversas y razones, mas de un celo.<a id="FNanchor_191" href="#Footnote_191" class="fnanchor">[191]</a><span class="lnum">1525</span></p>
- <p class="i0">No ocupaban el suelo en tanto grado</p>
- <p class="i0">con número sobrado y infinito</p>
- <p class="i0">como el campo maldito; mas mostraban</p>
- <p class="i0">virtud, con que sobraban su contrario,<a id="FNanchor_192" href="#Footnote_192" class="fnanchor">[192]</a></p>
- <p class="i0">ánimo voluntario, industria y maña;<span class="lnum">1530</span></p>
- <p class="i0">con generosa saña y viva fuerza</p>
- <p class="i0">Fernando los esfuerza y los recoge,</p>
- <p class="i0">y a sueldo suyo coge muchos dellos.</p>
- <p class="i0">De un arte usaba entre ellos admirable;</p>
- <p class="i0">con el disciplinable alemán fiero<span class="lnum">1535</span></p>
- <p class="i0">a su manera y fuero conversaba;</p>
- <p class="i0">a todos se aplicaba de manera,</p>
- <p class="i0">que el flamenco dijera que nacido</p>
- <p class="i0">en Flandes había sido, y el osado</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_106">p. 106</span>español y sobrado, imaginando<a id="FNanchor_193" href="#Footnote_193" class="fnanchor">[193]</a><span class="lnum">1540</span></p>
- <p class="i0">ser suyo don Fernando y de su suelo,</p>
- <p class="i0">demanda sin recelo la batalla.</p>
- <p class="i0">Quien más cerca se halla del gran hombre</p>
- <p class="i0">piensa que crece el nombre por su mano.</p>
- <p class="i0">El cauto italiano nota y mira,<a id="FNanchor_194" href="#Footnote_194" class="fnanchor">[194]</a><span class="lnum">1545</span></p>
- <p class="i0">los ojos nunca tira del guerrero,<a id="FNanchor_195" href="#Footnote_195" class="fnanchor">[195]</a></p>
- <p class="i0">y aquel valor primero de su gente<a id="FNanchor_196" href="#Footnote_196" class="fnanchor">[196]</a></p>
- <p class="i0">junto en este y presente considera.</p>
- <p class="i0">En él ve la manera misma y maña</p>
- <p class="i0">del que pasó en España sin tardanza,<span class="lnum">1550</span></p>
- <p class="i0">siendo solo esperanza de su tierra,</p>
- <p class="i0">y acabó aquella guerra peligrosa</p>
- <p class="i0">con mano poderosa y con estrago</p>
- <p class="i0">de la fiera Cartago y de su muro,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_107">p. 107</span>y del terrible y duro su caudillo,<span class="lnum">1555</span></p>
- <p class="i0">cuyo agudo cuchillo a las gargantas</p>
- <p class="i0">Italia tuvo tantas veces puesto.<a id="FNanchor_197" href="#Footnote_197" class="fnanchor">[197]</a></p>
- <p class="i2">Mostrábase tras esto allí esculpida</p>
- <p class="i0">la envidia carcomida, así molesta;<a id="FNanchor_198" href="#Footnote_198" class="fnanchor">[198]</a></p>
- <p class="i0">contra Fernando puesta frente a frente,<span class="lnum">1560</span></p>
- <p class="i0">la desvalida gente convocaba,</p>
- <p class="i0">y contra aquel la armaba, y con sus artes</p>
- <p class="i0">busca por todas partes daño y mengua.</p>
- <p class="i0">Él con su mansa lengua y largas manos</p>
- <p class="i0">los tumultos livianos asentando,<span class="lnum">1565</span></p>
- <p class="i0">poco a poco iba alzando tanto el vuelo,</p>
- <p class="i0" id="Eg2-1567">que la envidia en el cielo lo miraba;</p>
- <p class="i0">y como no bastaba a la conquista,</p>
- <p class="i0">vencida ya su vista de tal lumbre,</p>
- <p class="i0">forzaba su costumbre, y parecía<span class="lnum">1570</span></p>
- <p class="i0">que perdón le pedía, en tierra echada.</p>
- <p class="i0">Él, después de pisada, descansado</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_108">p. 108</span>quedaba y aliviado de este enojo;</p>
- <p class="i0">y lleno del despojo desta fiera,</p>
- <p class="i0">hallaba en la ribera del gran río,<span class="lnum">1575</span></p>
- <p class="i0">de noche, al puro frío del sereno,</p>
- <p class="i0">a César, que en su seno está pensoso,</p>
- <p class="i0" id="Eg2-1578">del suceso dudoso desta guerra;</p>
- <p class="i0">que, aunque de sí destierra la tristeza,</p>
- <p class="i0">del caso la grandeza trae consigo<span class="lnum">1580</span></p>
- <p class="i0">el pensamiento amigo del remedio.<a id="FNanchor_199" href="#Footnote_199" class="fnanchor">[199]</a></p>
- <p class="i0">Entrambos buscan medio convenible</p>
- <p class="i0">para que aquel terrible furor loco</p>
- <p class="i0">les empeciese poco, y recibiese</p>
- <p class="i0">tal estrago, que fuese destrozado.<span class="lnum">1585</span></p>
- <p class="i2">Después de haber hablado, ya cansados,</p>
- <p class="i0">en la hierba acostados se dormían;</p>
- <p class="i0">el gran Danubio oían ir sonando,</p>
- <p class="i0">casi como aprobando aquel consejo.</p>
- <p class="i0">En esto el claro viejo río se vía<span class="lnum">1590</span></p>
- <p class="i0">que del agua salía muy callado,</p>
- <p class="i0">de sauces coronado y de un vestido</p>
- <p class="i0">de las ovas tejido mal cubierto,</p>
- <p class="i0">y en aquel sueño incierto les mostraba</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_109">p. 109</span>todo cuanto tocaba al gran negocio.<span class="lnum">1595</span></p>
- <p class="i0">Y parecía que el ocio sin provecho</p>
- <p class="i0">les sacaba del pecho; porque luego,</p>
- <p class="i0">como si en vivo fuego se quemara</p>
- <p class="i0">alguna cosa cara, se levantan</p>
- <p class="i0">del gran sueño y se espantan, alegrando<span class="lnum">1600</span></p>
- <p class="i0">el ánimo y alzando la esperanza.</p>
- <p class="i2">El río sin tardanza parecía</p>
- <p class="i0">que el agua disponía al gran viaje;</p>
- <p class="i0">allanaba el pasaje y la corriente,</p>
- <p class="i0">para que fácilmente aquella armada<a id="FNanchor_200" href="#Footnote_200" class="fnanchor">[200]</a><span class="lnum">1605</span></p>
- <p class="i0">que había de ser guiada por su mano,</p>
- <p class="i0">en el remar liviano y dulce viese</p>
- <p class="i0">cuánto el Danubio fuese favorable.</p>
- <p class="i2">Con presteza admirable vieras junto</p>
- <p class="i0">un ejército a punto denodado;<span class="lnum">1610</span></p>
- <p class="i0">y después de embarcado, el remo lento,</p>
- <p class="i0">el duro movimiento de los brazos,</p>
- <p class="i0">los pocos embarazos de las ondas</p>
- <p class="i0">llevaban por las hondas aguas presta</p>
- <p class="i0">el armada, molesta al gran tirano.<a id="FNanchor_201" href="#Footnote_201" class="fnanchor">[201]</a><span class="lnum">1615</span></p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_110">p. 110</span>El artificio humano no hiciera</p>
- <p class="i0">pintura que esprimiera vivamente,</p>
- <p class="i0">el armada, la gente, el curso, el agua;</p>
- <p class="i0">apenas en la fragua, donde sudan</p>
- <p class="i0">los cíclopes y mudan fatigados<a id="FNanchor_202" href="#Footnote_202" class="fnanchor">[202]</a><span class="lnum">1620</span></p>
- <p class="i0">los brazos, ya cansados del martillo,</p>
- <p class="i0">pudiera así esprimillo el gran maestro.</p>
- <p class="i2">Quien viera el curso diestro por la clara</p>
- <p class="i0">corriente, bien jurara a aquellas horas<a id="FNanchor_203" href="#Footnote_203" class="fnanchor">[203]</a></p>
- <p class="i0">que las agudas proras dividían<span class="lnum">1625</span></p>
- <p class="i0">el agua y la hendían con sonido,</p>
- <p class="i0">y el rastro iba seguido. Luego vieras</p>
- <p class="i0">al viento las banderas tremolando,</p>
- <p class="i0">las ondas imitando en el moverse.</p>
- <p class="i0">Pudiera también verse casi viva<span class="lnum">1630</span></p>
- <p class="i0">la otra gente esquiva y descreída,</p>
- <p class="i0">que, de ensoberbecida y arrogante,</p>
- <p class="i0">pensaban que delante no hallaran</p>
- <p class="i0">hombres que se pararan, a su furia.</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_111">p. 111</span>Los nuestros, tal injuria no sufriendo,<span class="lnum">1635</span></p>
- <p class="i0">remos iban metiendo con tal gana,</p>
- <p class="i0">que iba de espuma cana el agua llena.</p>
- <p class="i2">El temor enajena al otro bando;</p>
- <p class="i0">el sentido, volando de uno en uno,</p>
- <p class="i0">entrábase importuno por la puerta<span class="lnum">1640</span></p>
- <p class="i0">de la opinión incierta, y siendo dentro,</p>
- <p class="i0">en el íntimo centro allá del pecho</p>
- <p class="i0">les dejaba deshecho un hielo frío,</p>
- <p class="i0">el cual, como un gran río en flujos gruesos,</p>
- <p class="i0">por médulas y huesos discurría.<span class="lnum">1645</span></p>
- <p class="i0">Todo el campo se vía conturbado</p>
- <p class="i0">y con arrebatado movimiento;</p>
- <p class="i0">solo del salvamento platicaban.<a id="FNanchor_204" href="#Footnote_204" class="fnanchor">[204]</a></p>
- <p class="i2">Luego se levantaban con desorden,</p>
- <p class="i0">confusos y sin orden caminando,<span class="lnum">1650</span></p>
- <p class="i0">atrás iban dejando con recelo,</p>
- <p class="i0">tendida por el suelo, su riqueza.</p>
- <p class="i0">Las tiendas do pereza y do fornicio,</p>
- <p class="i0">con todo bruto vicio obrar solían,</p>
- <p class="i0">sin ellas se partían. Así armadas,<span class="lnum">1655</span></p>
- <p class="i0">eran desamparadas de sus dueños.</p>
- <p class="i0">A grandes y pequeños juntamente</p>
- <p class="i0">era el temor presente por testigo,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_112">p. 112</span>y el áspero enemigo a las espaldas,</p>
- <p class="i0">que les iba las faldas ya mordiendo.<span class="lnum">1660</span></p>
- <p class="i2">César estar teniendo allí se vía</p>
- <p class="i0">a Fernando, que ardía sin tardanza</p>
- <p class="i0" id="Eg2-1663">por colorar su lanza en turca sangre.</p>
- <p class="i0">Con animosa hambre y con denuedo</p>
- <p class="i0">forcejea con quien quedo estar le manda.<span class="lnum">1665</span></p>
- <p class="i0">Como lebrel de Irlanda generoso</p>
- <p class="i0">que el jabalí cerdoso y fiero mira,</p>
- <p class="i0">rebátese, sospira, fuerza y riñe,</p>
- <p class="i0">y apenas le constriñe el atadura,</p>
- <p class="i0">que el dueño con cordura más aprieta;<a id="FNanchor_205" href="#Footnote_205" class="fnanchor">[205]</a><span class="lnum">1670</span></p>
- <p class="i0" id="Eg2-1671">así estaba perfeta y bien labrada</p>
- <p class="i0">la imagen figurada de Fernando,</p>
- <p class="i0">que quien allí mirándola estuviera,</p>
- <p class="i0">que era desta manera bien juzgara.</p>
- <p class="i2">Resplandeciente y clara de su gloria<span class="lnum">1675</span></p>
- <p class="i0">pintada la vitoria se mostraba;</p>
- <p class="i0">a César abrazaba, y no parando,</p>
- <p class="i0">los brazos a Fernando echaba al cuello.</p>
- <p class="i0">Él mostraba de aquello sentimiento,</p>
- <p class="i0">por ser el vencimiento tan holgado.<span class="lnum">1680</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_113">p. 113</span>Estaba figurado un carro estraño</p>
- <p class="i0">con el despojo y daño de la gente</p>
- <p class="i0">bárbara, y juntamente allí pintados</p>
- <p class="i0">cautivos amarrados a las ruedas,</p>
- <p class="i0">con hábitos y sedas variadas;<span class="lnum">1685</span></p>
- <p class="i0">lanzas rotas, celadas y banderas,</p>
- <p class="i0">armaduras ligeras de los brazos,</p>
- <p class="i0">escudos en pedazos divididos,</p>
- <p class="i0">vieras allí cogidos en trofeo,</p>
- <p class="i0">con que el común deseo y voluntades<span class="lnum">1690</span></p>
- <p class="i0">de tierras y ciudades se alegraba.</p>
- <p class="i2">Tras esto blanqueaba falda y seno</p>
- <p class="i0">con velas al Tirreno de la armada</p>
- <p class="i0">sublime y ensalzada y gloriosa.</p>
- <p class="i0">Con la prora espumosa las galeras,<span class="lnum">1695</span></p>
- <p class="i0">como nadantes fieras, el mar cortan,</p>
- <p class="i0">hasta que en fin aportan con corona</p>
- <p class="i0">de lauro a Barcelona, do cumplidos<a id="FNanchor_206" href="#Footnote_206" class="fnanchor">[206]</a></p>
- <p class="i0">los votos ofrecidos y deseos,</p>
- <p class="i0">y los grandes trofeos ya repuestos,<span class="lnum">1700</span></p>
- <p class="i0">con movimientos prestos de allí luego,</p>
- <p class="i0">en amoroso fuego todo ardiendo,</p>
- <p class="i0">el Duque iba corriendo, y no paraba.</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_114">p. 114</span>Cataluña pasaba, atrás la deja;</p>
- <p class="i0">ya de Aragón se aleja, y en Castilla,<span class="lnum">1705</span></p>
- <p class="i0">sin bajar de la silla, los pies pone.</p>
- <p class="i0">El corazón dispone a la alegría</p>
- <p class="i0">que vecina tenía, y reserena</p>
- <p class="i0">su rostro, y enajena de sus ojos</p>
- <p class="i0">muerte, daños, enojos, sangre y guerra.<span class="lnum">1710</span></p>
- <p class="i0">Con solo amor se encierra sin respeto,</p>
- <p class="i0">y el amoroso afeto y celo ardiente</p>
- <p class="i0">figurado y presente está en la cara;</p>
- <p class="i0">y la consorte cara, presurosa,</p>
- <p class="i0">de un tal placer dudosa, aunque lo vía,<span class="lnum">1715</span></p>
- <p class="i0">el cuello le ceñía en nudo estrecho,<a id="FNanchor_207" href="#Footnote_207" class="fnanchor">[207]</a></p>
- <p class="i0">de aquellos brazos hecho delicados;</p>
- <p class="i0">de lágrimas preñados relumbraban</p>
- <p class="i0">los ojos que sobraban al sol claro.</p>
- <p class="i2">Con su Fernando caro y señor pío<span class="lnum">1720</span></p>
- <p class="i0">la tierra, el campo, el río, el monte, el llano,</p>
- <p class="i0">alegres a una mano estaban todos,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_115">p. 115</span>mas con diversos modos lo decían.</p>
- <p class="i0">Los muros parecían de otra altura;</p>
- <p class="i0">el campo en hermosura de otras flores<span class="lnum">1725</span></p>
- <p class="i0">pintaba mil colores disconformes;</p>
- <p class="i0">estaba el mismo Tormes figurado,</p>
- <p class="i0">en torno rodeado de sus ninfas,</p>
- <p class="i0">vertiendo claras linfas con instancia,</p>
- <p class="i0">en mayor abundancia que solía;<span class="lnum">1730</span></p>
- <p class="i0">del monte se veía el verde seno</p>
- <p class="i0">de ciervos todo lleno, corzos, gamos,</p>
- <p class="i0">que de los tiernos ramos van rumiando;</p>
- <p class="i0">el llano está mostrando su verdura,</p>
- <p class="i0" id="Eg2-1735">tendiendo su llanura así espaciosa,<span class="lnum">1735</span></p>
- <p class="i0">que a la vida curiosa nada empece,</p>
- <p class="i0">ni deja en qué tropiece el ojo vago.</p>
- <p class="i0">Bañados en un lago, no de olvido,</p>
- <p class="i0">mas de un embebecido gozo, estaban</p>
- <p class="i0">cuantos consideraban la presencia<span class="lnum">1740</span></p>
- <p class="i0" id="Eg2-1741">deste, cuya ecelencia el mundo canta,</p>
- <p class="i0">cuyo valor quebranta al turco fiero.</p>
- <p class="i2">Aquesto vio Severo por sus ojos,</p>
- <p class="i0">y no fueron antojos ni ficiones;</p>
- <p class="i0">si oyeras sus razones, yo te digo<span class="lnum">1745</span></p>
- <p class="i0">que como a buen testigo lo creyeras.</p>
- <p class="i0">Contaba muy de veras que, mirando</p>
- <p class="i0">atento y contemplando las pinturas,</p>
- <p class="i0">hallaba en las figuras tal destreza,</p>
- <p class="i0">que con mayor viveza no pudieran<span class="lnum">1750</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_116">p. 116</span>estar si ser les dieran vivo y puro.</p>
- <p class="i0">Lo que dellas escuro allí hallaba,</p>
- <p class="i0">y el ojo no bastaba a recogello,</p>
- <p class="i0">el río le daba dello gran noticia.</p>
- <p class="i2">—Este de la milicia —dijo el río—<span class="lnum">1755</span></p>
- <p class="i0">la cumbre y señorío tendrá solo</p>
- <p class="i0">del uno al otro polo, y porque espantes</p>
- <p class="i0">a todos cuantos cantes los famosos</p>
- <p class="i0">hechos tan gloriosos, tan ilustres,<a id="FNanchor_208" href="#Footnote_208" class="fnanchor">[208]</a></p>
- <p class="i0">sabe que en cinco lustres de sus años<a id="FNanchor_209" href="#Footnote_209" class="fnanchor">[209]</a><span class="lnum">1760</span></p>
- <p class="i0">hará tantos engaños a la muerte,</p>
- <p class="i0">que con ánimo fuerte habrá pasado</p>
- <p class="i0">por cuanto aquí pintado della has visto.</p>
- <p class="i0">Ya todo lo has previsto, vamos fuera,</p>
- <p class="i0">dejarte he en la ribera do estar sueles.<span class="lnum">1765</span></p>
- <p class="i0">—Quiero que me reveles tú primero,</p>
- <p class="i0">—le replicó Severo—, qué es aquello,</p>
- <p class="i0">que de mirar en ello se me ofusca</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_117">p. 117</span>la vista; así corusca y resplandece,<a id="FNanchor_210" href="#Footnote_210" class="fnanchor">[210]</a></p>
- <p class="i0">y tan claro parece allí en la urna,<span class="lnum">1770</span></p>
- <p class="i0">como en hora noturna la cometa.</p>
- <p class="i0">—Amigo, no se meta —dijo el viejo—</p>
- <p class="i0">ninguno, le aconsejo, en este suelo</p>
- <p class="i0">en saber más que el cielo le otorgare;</p>
- <p class="i0">y si no te mostrare lo que pides,<span class="lnum">1775</span></p>
- <p class="i0">tú mismo me lo impides, porque en tanto</p>
- <p class="i0">que el mortal velo y manto el alma cubren,</p>
- <p class="i0">mil cosas se te encubren, que no bastan</p>
- <p class="i0">tus ojos, que contrastan, a mirallas.</p>
- <p class="i0">No pude yo pintallas con menores<span class="lnum">1780</span></p>
- <p class="i0">luces y resplandores, porque sabe,</p>
- <p class="i0">y aquesto en ti bien cabe, que esto todo</p>
- <p class="i0">que en ecesivo modo resplandece</p>
- <p class="i0">tanto, que no parece ni se muestra,</p>
- <p class="i0">es lo que aquella diestra mano osada<span class="lnum">1785</span></p>
- <p class="i0">y virtud sublimada de Fernando</p>
- <p class="i0">acabarán entrando más los días.</p>
- <p class="i0">Lo cual, con lo que vías comparado,</p>
- <p class="i0">es como con nublado muy escuro</p>
- <p class="i0">el sol ardiente, puro, relumbrante.<span class="lnum">1790</span></p>
- <p class="i0">Tu vista no es bastante a tanta lumbre,</p>
- <p class="i0">hasta que la costumbre de miralla</p>
- <p class="i0">tu ver al contemplalla no confunda.</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_118">p. 118</span>Como en cárcel profunda el encerrado,</p>
- <p class="i0">que, súbito sacado, le atormenta<span class="lnum">1795</span></p>
- <p class="i0">el sol que se presenta a sus tinieblas;</p>
- <p class="i0">así tú, que las nieblas y hondura,</p>
- <p class="i0">metido en estrechura, contemplabas</p>
- <p class="i0">que era cuanto mirabas otra gente,</p>
- <p class="i0">viendo tan diferente suerte de hombre,<span class="lnum">1800</span></p>
- <p class="i0">no es mucho que te asombre luz tamaña;</p>
- <p class="i0">pero vete, que baña el sol hermoso</p>
- <p class="i0">su carro presuroso ya en las ondas,</p>
- <p class="i0">y antes que me respondas será puesto.—</p>
- <p class="i2">Diciendo así, con gesto muy humano<span class="lnum">1805</span></p>
- <p class="i0">tomole por la mano. ¡Oh admirable</p>
- <p class="i0">caso, y, cierto, espantable! Que en saliendo,</p>
- <p class="i0">se fueron estriñendo de una parte</p>
- <p class="i0">y de otra de tal arte aquellas ondas,</p>
- <p class="i0">que las aguas, que hondas ser solían,<span class="lnum">1810</span></p>
- <p class="i0">el suelo descubrían, y dejaban</p>
- <p class="i0">seca por do pasaban la carrera,</p>
- <p class="i0">hasta que en la ribera se hallaron;</p>
- <p class="i0">y como se pararon en un alto,</p>
- <p class="i0">el viejo de allí un salto dio con brío,<span class="lnum">1815</span></p>
- <p class="i0">y levantó del río espuma al cielo,</p>
- <p class="i0" id="Eg2-1817">y comovió del suelo negra arena.</p>
- <p class="i2">Severo, ya de ajena ciencia instruto,</p>
- <p class="i0">fuese a coger el fruto sin tardanza</p>
- <p class="i0">de futura esperanza; y escribiendo,<span class="lnum">1820</span></p>
- <p class="i0">las cosas fue esprimiendo muy conformes</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_119">p. 119</span>a las que había de Tormes aprendido;</p>
- <p class="i0">y aunque de mi sentido él bien juzgase</p>
- <p class="i0">que no las alcanzase, no por eso</p>
- <p class="i0">este largo proceso sin pereza<span class="lnum">1825</span></p>
- <p class="i0">dejó, por su nobleza, de mostrarme.</p>
- <p class="i0">Yo no podía hartarme allí leyendo,</p>
- <p class="i0">y tú de estarme oyendo estás cansado.</p>
- </div>
-</div>
-
-<div class="section">
-<div class="versos ml4">
- <p class="rol">SALICIO</p>
-</div>
-</div>
-
-<div class="versos ml4">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Espantado me tienes</p>
- <p class="i0">con tan estraño cuento,<span class="lnum">1830</span></p>
- <p class="i0">y al son de tu hablar embebecido;</p>
- <p class="i0">acá dentro me siento,</p>
- <p class="i0">oyendo tantos bienes</p>
- <p class="i0">y el valor deste príncipe escogido,</p>
- <p class="i0">bullir con el sentido<span class="lnum">1835</span></p>
- <p class="i0">y arder con el deseo,</p>
- <p class="i0">por contemplar presente</p>
- <p class="i0">a aquel que, estando ausente,</p>
- <p class="i0">por tu divina relación ya veo.</p>
- <p class="i0">¡Quién viese la escritura,<span class="lnum">1840</span></p>
- <p class="i0">ya que no puede verse la pintura!</p>
- <p class="i2">Por firme y verdadero,</p>
- <p class="i0">después que te he escuchado,</p>
- <p class="i0">tengo que ha de sanar Albanio cierto;</p>
- <p class="i0">que, según me has contado,<span class="lnum">1845</span></p>
- <p class="i0">bastará a tu Severo</p>
- <p class="i0">a dar salud a un vivo y vida a un muerto;</p>
- <p class="i0">que a quien fue descubierto</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_120">p. 120</span>un tamaño secreto,</p>
- <p class="i0">razón es que se crea<span class="lnum">1850</span></p>
- <p class="i0">que, cualquiera que sea,</p>
- <p class="i0">alcanzará con su saber perfeto,</p>
- <p class="i0">y a las enfermedades</p>
- <p class="i0">aplicará contrarias calidades.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">NEMOROSO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Pues ¿en qué te resumes, di, Salicio,<span class="lnum">1855</span></p>
- <p class="i0">acerca deste enfermo compañero?</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">En que hagamos el debido oficio.</p>
- <p class="i2">Luego de aquí partamos, y primero</p>
- <p class="i0">que haga curso el mal y se envejesca,</p>
- <p class="i0">así le presentemos a Severo.<span class="lnum">1860</span></p>
- </div>
-
- <p class="rol">NEMOROSO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Yo soy contento, y antes que amanesca</p>
- <p class="i0">y que del sol el claro rayo ardiente</p>
- <p class="i0">sobre las altas cumbres se paresca,</p>
- <p class="i2">el compañero mísero y doliente</p>
- <p class="i0">llevemos luego donde cierto entiendo<span class="lnum">1865</span></p>
- <p class="i0">que será guarecido fácilmente.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Recoge tu ganado, que cayendo</p>
- <p class="i0">ya de los altos montes las mayores</p>
- <p class="i0">sombras, con ligereza van corriendo.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_121">p. 121</span>Mira en torno, y verás por los alcores<span class="lnum">1870</span></p>
- <p class="i0">salir el humo de las caserías</p>
- <p class="i0">de aquestos comarcanos labradores.<a id="FNanchor_211" href="#Footnote_211" class="fnanchor">[211]</a></p>
- <p class="i2">Recoge tus ovejas y las mías,</p>
- <p class="i0">y vete ya con ellas poco a poco</p>
- <p class="i0">por aquel mismo valle que solías.<span class="lnum">1875</span></p>
- <p class="i2">Yo solo me avendré con nuestro loco,</p>
- <p class="i0">que pues él hasta aquí no se ha movido,</p>
- <p class="i0">la braveza y furor debe ser poco.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">NEMOROSO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Si llegas antes, no te estés dormido;</p>
- <p class="i0">apareja la cena, que sospecho<span class="lnum">1880</span></p>
- <p class="i0">que aún fuego Galafrón no habrá encendido.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">SALICIO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Yo lo haré, que al hato iré derecho,</p>
- <p class="i0">si no me lleva a despeñar consigo</p>
- <p class="i0">de algún barranco Albanio a mi despecho.</p>
- <p class="i0">Adiós, hermano.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">NEMOROSO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i14">Adiós, Salicio amigo.<span class="lnum">1885</span></p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch1-3">
- <p><span class="pagenum" id="Page_123">p. 123</span></p>
- <h2 class="nobreak g1">ÉGLOGA III</h2>
-</div>
-
-<div class="versos ml4">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Aquella voluntad honesta y pura,<a id="FNanchor_212" href="#Footnote_212" class="fnanchor">[212]</a></p>
- <p class="i0">ilustre y hermosísima María,</p>
- <p class="i0">que en mí de celebrar tu hermosura,</p>
- <p class="i0">tu ingenio y tu valor estar solía,</p>
- <p class="i0">a despecho y pesar de la ventura<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">que por otro camino me desvía,</p>
- <p class="i0">está y estará en mí tanto clavada,</p>
- <p class="i0">cuanto del cuerpo el alma acompañada.<a id="FNanchor_213" href="#Footnote_213" class="fnanchor">[213]</a></p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_124">p. 124</span>Y aun no se me figura que me toca</p>
- <p class="i0">aqueste oficio solamente en vida;<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">mas con la lengua muerta y fría en la boca<a id="FNanchor_214" href="#Footnote_214" class="fnanchor">[214]</a></p>
- <p class="i0">pienso mover la voz a ti debida.</p>
- <p class="i0">Libre mi alma de su estrecha roca,</p>
- <p class="i0">por el Estigio lago conducida,</p>
- <p class="i0">celebrándote irá, y aquel sonido<span class="lnum">15</span></p>
- <p class="i0">hará parar las aguas del olvido.</p>
- <p class="i2">Mas la fortuna, de mi mal no harta,</p>
- <p class="i0">me aflige y de un trabajo en otro lleva;</p>
- <p class="i0">ya de la patria, ya del bien me aparta,</p>
- <p class="i0">ya mi paciencia en mil maneras prueba;<span class="lnum">20</span></p>
- <p class="i0">y lo que siento más, es que la carta,<a id="FNanchor_215" href="#Footnote_215" class="fnanchor">[215]</a></p>
- <p class="i0">donde mi pluma en tu alabanza mueva,</p>
- <p class="i0">poniendo en su lugar cuidados vanos,</p>
- <p class="i0">me quita y me arrebata de las manos.</p>
- <p class="i2">Pero, por más que en mí su fuerza pruebe,<span class="lnum">25</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_125">p. 125</span>no tornará mi corazón mudable;</p>
- <p class="i0">nunca dirán jamás que me remueve</p>
- <p class="i0">fortuna de un estudio tan loable.</p>
- <p class="i0">Apolo y las hermanas, todas nueve,</p>
- <p class="i0">me darán ocio y lengua con que hable<span class="lnum">30</span></p>
- <p class="i0">lo menos de lo que en tu ser cupiere,</p>
- <p class="i0">que esto será lo más que yo pudiere.<a id="FNanchor_216" href="#Footnote_216" class="fnanchor">[216]</a></p>
- <p class="i2">En tanto no te ofenda ni te harte</p>
- <p class="i0">tratar del campo y soledad que amaste,</p>
- <p class="i0">ni desdeñes aquesta inculta parte<span class="lnum">35</span></p>
- <p class="i0">de mi estilo, que en algo ya estimaste.</p>
- <p class="i0" id="Eg3-37">Entre las armas del sangriento Marte,</p>
- <p class="i0">do apenas hay quien su furor contraste,</p>
- <p class="i0">hurté de el tiempo aquesta breve suma,</p>
- <p class="i0">tomando, ora la espada, ora la pluma.<a id="FNanchor_217" href="#Footnote_217" class="fnanchor">[217]</a><span class="lnum">40</span></p>
- <p class="i2">Aplica, pues, un rato los sentidos</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_126">p. 126</span>al bajo son de mi zampoña ruda,</p>
- <p class="i0">indina de llegar a tus oídos,</p>
- <p class="i0">pues de ornamento y gracia va desnuda;</p>
- <p class="i0">mas a las veces son mejor oídos<span class="lnum">45</span></p>
- <p class="i0">el puro ingenio y lengua casi muda,</p>
- <p class="i0">testigos limpios de ánimo inocente,</p>
- <p class="i0">que la curiosidad del elocuente.</p>
- <p class="i2">Por aquesta razón de ti escuchado,</p>
- <p class="i0">aunque me falten otras, ser meresco.<span class="lnum">50</span></p>
- <p class="i0">Lo que puedo te doy, y lo que he dado,</p>
- <p class="i0">con recibillo tú yo me enriquesco.</p>
- <p class="i0">De cuatro ninfas que del Tajo amado</p>
- <p class="i0">salieron juntas, a cantar me ofresco,</p>
- <p class="i0">Filódoce, Dinámene y Crimene,<span class="lnum">55</span></p>
- <p class="i0">Nise, que en hermosura par no tiene.</p>
- <p class="i2">Cerca del Tajo en soledad amena,</p>
- <p class="i0">de verdes sauces hay una espesura,</p>
- <p class="i0">toda de hiedra revestida y llena,</p>
- <p class="i0">que por el tronco va hasta el altura,<span class="lnum">60</span></p>
- <p class="i0">y así la teje arriba y encadena,</p>
- <p class="i0">que el sol no halla paso a la verdura;</p>
- <p class="i0">el agua baña el prado, con sonido</p>
- <p class="i0">alegrando la vista y el oído.</p>
- <p class="i2">Con tanta mansedumbre el cristalino<span class="lnum">65</span></p>
- <p class="i0">Tajo en aquella parte caminaba,</p>
- <p class="i0">que pudieran los ojos el camino</p>
- <p class="i0">determinar apenas que llevaba.</p>
- <p class="i0">Peinando sus cabellos de oro fino,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_127">p. 127</span>una ninfa, del agua, do moraba,<span class="lnum">70</span></p>
- <p class="i0">la cabeza sacó, y el prado ameno</p>
- <p class="i0">vido de flores y de sombra lleno.</p>
- <p class="i2">Moviola el sitio umbroso, el manso viento,</p>
- <p class="i0">el suave olor de aquel florido suelo.</p>
- <p class="i0">Las aves en el fresco apartamiento<span class="lnum">75</span></p>
- <p class="i0">vio descansar del trabajoso vuelo.</p>
- <p class="i0">Secaba entonces el terreno aliento</p>
- <p class="i0">el sol subido en la mitad del cielo.</p>
- <p class="i0">En el silencio solo se escuchaba</p>
- <p class="i0">un susurro de abejas que sonaba.<span class="lnum">80</span></p>
- <p class="i2">Habiendo contemplado una gran pieza</p>
- <p class="i0">atentamente aquel lugar sombrío,</p>
- <p class="i0">somorgujó de nuevo su cabeza,<a id="FNanchor_218" href="#Footnote_218" class="fnanchor">[218]</a></p>
- <p class="i0">y al fondo se dejó calar del río.<a id="FNanchor_219" href="#Footnote_219" class="fnanchor">[219]</a></p>
- <p class="i0">A sus hermanas a contar empieza<span class="lnum">85</span></p>
- <p class="i0">del verde sitio el agradable frío,</p>
- <p class="i0">y que vayan les ruega y amonesta</p>
- <p class="i0">allí con su labor a estar la siesta.</p>
- <p class="i2">No perdió en esto mucho tiempo el ruego,</p>
- <p class="i0">que las tres dellas su labor tomaron,<span class="lnum">90</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_128">p. 128</span>y en mirando de fuera, vieron luego</p>
- <p class="i0">el prado, hacia el cual enderezaron.</p>
- <p class="i0">El agua clara con lacivo juego<a id="FNanchor_220" href="#Footnote_220" class="fnanchor">[220]</a></p>
- <p class="i0">nadando dividieron y cortaron,<a id="FNanchor_221" href="#Footnote_221" class="fnanchor">[221]</a></p>
- <p class="i0">hasta que el blanco pie tocó mojado,<span class="lnum">95</span></p>
- <p class="i0">saliendo de la arena, el verde prado.</p>
- <p class="i2">Poniendo ya en lo enjuto las pisadas,<a id="FNanchor_222" href="#Footnote_222" class="fnanchor">[222]</a></p>
- <p class="i0">escurrieron del agua sus cabellos,</p>
- <p class="i0">los cuales esparciendo, cubijadas</p>
- <p class="i0">las hermosas espaldas fueron dellos.<span class="lnum">100</span></p>
- <p class="i0">Luego sacando telas delicadas,</p>
- <p class="i0">que en delgadeza competían con ellos,<a id="FNanchor_223" href="#Footnote_223" class="fnanchor">[223]</a></p>
- <p class="i0">en lo más escondido se metieron,</p>
- <p class="i0">y a su labor atentas se pusieron.</p>
- <p class="i2">Las telas eran hechas y tejidas<span class="lnum">105</span></p>
- <p class="i0" id="Eg3-106">del oro que el felice Tajo envía,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_129">p. 129</span>apurado, después de bien cernidas</p>
- <p class="i0">las menudas arenas do se cría.<a id="FNanchor_224" href="#Footnote_224" class="fnanchor">[224]</a></p>
- <p class="i0">Y de las verdes hojas reducidas</p>
- <p class="i0">en estambre sutil, cual convenía<span class="lnum">110</span></p>
- <p class="i0">para seguir el delicado estilo</p>
- <p class="i0">del oro ya tirado en rico hilo.</p>
- <p class="i2">La delicada estambre era distinta</p>
- <p class="i0">de las colores que antes le habían dado</p>
- <p class="i0">con la fineza de la varia tinta<span class="lnum">115</span></p>
- <p class="i0">que se halla en las conchas del pescado.</p>
- <p class="i0">Tanto artificio muestra en lo que pinta</p>
- <p class="i0">y teje cada ninfa en su labrado,</p>
- <p class="i0">cuanto mostraron en sus tablas antes</p>
- <p class="i0">el celebrado Apeles y Timantes.<span class="lnum">120</span></p>
- <p class="i2">Filódoce, que así de aquellas era</p>
- <p class="i0">llamada la mayor, con diestra mano</p>
- <p class="i0">tenía figurada la ribera</p>
- <p class="i0">de Estrimón, de una parte el verde llano,</p>
- <p class="i0">y de otra el monte de aspereza fiera,<span class="lnum">125</span></p>
- <p class="i0">pisado tarde o nunca de pie humano,</p>
- <p class="i0">donde el amor movió con tanta gracia</p>
- <p class="i0">la dolorosa lengua del de Tracia.<a id="FNanchor_225" href="#Footnote_225" class="fnanchor">[225]</a></p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_130">p. 130</span>Estaba figurada la hermosa</p>
- <p class="i0">Eurídice, en el blanco pie mordida<a id="FNanchor_226" href="#Footnote_226" class="fnanchor">[226]</a><span class="lnum">130</span></p>
- <p class="i0">de la pequeña sierpe ponzoñosa,<a id="FNanchor_227" href="#Footnote_227" class="fnanchor">[227]</a></p>
- <p class="i0">entre la hierba y flores escondida;</p>
- <p class="i0">descolorida estaba como rosa</p>
- <p class="i0">que ha sido fuera de sazón cogida,</p>
- <p class="i0">y el ánima, los ojos ya volviendo,<span class="lnum">135</span></p>
- <p class="i0">de su hermosa carne despidiendo.</p>
- <p class="i2">Figurado se vía estensamente</p>
- <p class="i0">el osado marido que bajaba</p>
- <p class="i0">al triste reino de la escura gente,</p>
- <p class="i0">y la mujer perdida recobraba;<span class="lnum">140</span></p>
- <p class="i0">y cómo después desto él, impaciente</p>
- <p class="i0">por miralla de nuevo, la tornaba</p>
- <p class="i0">a perder otra vez, y del tirano</p>
- <p class="i0">se queja al monte solitario en vano.<a id="FNanchor_228" href="#Footnote_228" class="fnanchor">[228]</a></p>
- <p class="i2">Dinámene no menos artificio<span class="lnum">145</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_131">p. 131</span>mostraba en la labor que había tejido,</p>
- <p class="i0">pintando a Apolo en el robusto oficio</p>
- <p class="i0" id="Eg3-148">de la silvestre caza embebecido.</p>
- <p class="i0">Mudar luego le hace el ejercicio</p>
- <p class="i0">la vengativa mano de Cupido,<span class="lnum">150</span></p>
- <p class="i0">que hizo a Apolo consumirse en lloro</p>
- <p class="i0">después que le enclavó con punta de oro.<a id="FNanchor_229" href="#Footnote_229" class="fnanchor">[229]</a></p>
- <p class="i2">Dafne con el cabello suelto al viento,<a id="FNanchor_230" href="#Footnote_230" class="fnanchor">[230]</a></p>
- <p class="i0">sin perdonar al blanco pie, corría</p>
- <p class="i0">por áspero camino tan sin tiento,<span class="lnum">155</span></p>
- <p class="i0">que Apolo en la pintura parecía</p>
- <p class="i0">que, porque ella templase el movimiento,</p>
- <p class="i0">con menos ligereza la seguía.</p>
- <p class="i0">Él va siguiendo, y ella huye como</p>
- <p class="i0">quien siente al pecho el odioso plomo.<a id="FNanchor_231" href="#Footnote_231" class="fnanchor">[231]</a><span class="lnum">160</span></p>
- <p class="i2">Mas a la fin los brazos le crecían,</p>
- <p class="i0">y en sendos ramos vueltos se mostraban,</p>
- <p class="i0">y los cabellos, que vencer solían</p>
- <p class="i0">al oro fino, en hojas se tornaban;</p>
- <p class="i0">en torcidas raíces se estendían<span class="lnum">165</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_132">p. 132</span>los blancos pies, y en tierra se hincaban.</p>
- <p class="i0">Llora el amante, y busca el ser primero,</p>
- <p class="i0">besando y abrazando aquel madero.</p>
- <p class="i2">Climene, llena de destreza y maña,</p>
- <p class="i0">el oro y las colores matizando,<span class="lnum">170</span></p>
- <p class="i0">iba de hayas una gran montaña</p>
- <p class="i0">de robles y de peñas variando.</p>
- <p class="i0">Un puerco entre ellas, de braveza estraña,</p>
- <p class="i0">estaba los colmillos aguzando</p>
- <p class="i0">contra un mozo, no menos animoso,<span class="lnum">175</span></p>
- <p class="i0">con su venablo en mano, que hermoso.<a id="FNanchor_232" href="#Footnote_232" class="fnanchor">[232]</a></p>
- <p class="i2">Tras esto, el puerco allí se vía herido</p>
- <p class="i0">de aquel mancebo por su mal valiente,</p>
- <p class="i0">y el mozo en tierra estaba ya tendido,</p>
- <p class="i0">abierto el pecho del rabioso diente;<span class="lnum">180</span></p>
- <p class="i0">con el cabello de oro desparcido</p>
- <p class="i0">barriendo el suelo miserablemente,</p>
- <p class="i0">las rosas blancas por allí sembradas</p>
- <p class="i0">tornaba con su sangre coloradas.</p>
- <p class="i2">Adonis este se mostraba que era,<span class="lnum">185</span></p>
- <p class="i0">según se muestra Venus dolorida,</p>
- <p class="i0">que viendo la herida abierta y fiera,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_133">p. 133</span>estaba sobre él casi amortecida.</p>
- <p class="i0">Boca con boca coge la postrera<a id="FNanchor_233" href="#Footnote_233" class="fnanchor">[233]</a></p>
- <p class="i0">parte del aire que solía dar vida<span class="lnum">190</span></p>
- <p class="i0">al cuerpo, por quien ella en este suelo</p>
- <p class="i0">aborrecido tuvo al alto cielo.</p>
- <p class="i2" id="Eg3-193">La blanca Nise no tomó a destajo</p>
- <p class="i0">de los pasados casos la memoria,</p>
- <p class="i0">y en la labor de su sutil trabajo<span class="lnum">195</span></p>
- <p class="i0">no quiso entretejer antigua historia;</p>
- <p class="i0" id="Eg3-197">antes mostrando de su claro Tajo</p>
- <p class="i0">en su labor la celebrada gloria,</p>
- <p class="i0">lo figuró en la parte donde él baña</p>
- <p class="i0">la más felice tierra de la España.<a id="FNanchor_234" href="#Footnote_234" class="fnanchor">[234]</a><span class="lnum">200</span></p>
- <p class="i2">Pintado el caudaloso río se vía,</p>
- <p class="i0">que, en áspera estrecheza reducido,</p>
- <p class="i0">un monte casi al rededor teñía,</p>
- <p class="i0">con ímpetu corriendo y con ruído;</p>
- <p class="i0">querer cercallo todo parecía<a id="FNanchor_235" href="#Footnote_235" class="fnanchor">[235]</a><span class="lnum">205</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_134">p. 134</span>en su volver; mas era afán perdido;</p>
- <p class="i0">dejábase correr, en fin, derecho,<a id="FNanchor_236" href="#Footnote_236" class="fnanchor">[236]</a></p>
- <p class="i0">contento de lo mucho que había hecho.</p>
- <p class="i2">Estaba puesta en la sublime cumbre</p>
- <p class="i0">del monte, y desde allí por él sembrada,<span class="lnum">210</span></p>
- <p class="i0">aquella ilustre y clara pesadumbre,</p>
- <p class="i0">de antiguos edificios adornada.</p>
- <p class="i0">De allí con agradable mansedumbre</p>
- <p class="i0" id="Eg3-214">el Tajo va siguiendo su jornada,</p>
- <p class="i0">y regando los campos y arboledas<span class="lnum">215</span></p>
- <p class="i0">con artificio de las altas ruedas.<a id="FNanchor_237" href="#Footnote_237" class="fnanchor">[237]</a></p>
- <p class="i2">En la hermosa tela se veían</p>
- <p class="i0">entretejidas las silvestres diosas</p>
- <p class="i0">salir de la espesura, y que venían</p>
- <p class="i0">todas a la ribera presurosas,<span class="lnum">220</span></p>
- <p class="i0">en el semblante tristes, y traían</p>
- <p class="i0">cestillos blancos de purpúreas rosas,</p>
- <p class="i0">las cuales esparciendo, derramaban</p>
- <p class="i0">sobre una ninfa muerta que lloraban.<a id="FNanchor_238" href="#Footnote_238" class="fnanchor">[238]</a></p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_135">p. 135</span>Todas con el cabello desparcido<a id="FNanchor_239" href="#Footnote_239" class="fnanchor">[239]</a><span class="lnum">225</span></p>
- <p class="i0">lloraban una ninfa delicada,<a id="FNanchor_240" href="#Footnote_240" class="fnanchor">[240]</a></p>
- <p class="i0">cuya vida mostraba que había sido</p>
- <p class="i0">antes de tiempo y casi en flor cortada.<a id="FNanchor_241" href="#Footnote_241" class="fnanchor">[241]</a></p>
- <p class="i0">Cerca del agua, en un lugar florido,</p>
- <p class="i0">estaba entre la hierba degollada,<a id="FNanchor_242" href="#Footnote_242" class="fnanchor">[242]</a><span class="lnum">230</span></p>
- <p class="i0">cual queda el blanco cisne cuando pierde</p>
- <p class="i0">la dulce vida entre la hierba verde.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_136">p. 136</span>Una de aquellas diosas, que en belleza,</p>
- <p class="i0">al parecer, a todas ecedía,</p>
- <p class="i0">mostrando en el semblante la tristeza<span class="lnum">235</span></p>
- <p class="i0">que del funesto y triste caso había,</p>
- <p class="i0">apartada algún tanto, en la corteza</p>
- <p class="i0">de un álamo unas letras escribía,</p>
- <p class="i0">como epitafio de la ninfa bella,</p>
- <p class="i0">que hablaban así por parte della:<span class="lnum">240</span></p>
- <p class="i2">«Elisa soy, en cuyo nombre suena</p>
- <p class="i0">y se lamenta el monte cavernoso,</p>
- <p class="i0">testigo del dolor y grave pena</p>
- <p class="i0">en que por mí se aflige Nemoroso,</p>
- <p class="i0">y llama Elisa; Elisa a boca llena<span class="lnum">245</span></p>
- <p class="i0" id="Eg3-246">responde el Tajo, y lleva presuroso</p>
- <p class="i0">al mar de Lusitania el nombre mío,<a id="FNanchor_243" href="#Footnote_243" class="fnanchor">[243]</a></p>
- <p class="i0">donde será escuchado, yo lo fío.»</p>
- <p class="i2">En fin, en esta tela artificiosa</p>
- <p class="i0">toda la historia estaba figurada,<span class="lnum">250</span></p>
- <p class="i0">que en aquella ribera deleitosa</p>
- <p class="i0">de Nemoroso fue tan celebrada;</p>
- <p class="i0">porque de todo aquesto y cada cosa</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_137">p. 137</span>estaba Nise ya tan informada,</p>
- <p class="i0">que llorando el pastor, mil veces ella<span class="lnum">255</span></p>
- <p class="i0">se enterneció escuchando su querella.</p>
- <p class="i2">Y porque aqueste lamentable cuento,</p>
- <p class="i0">no solo entre las selvas se contase,</p>
- <p class="i0">mas, dentro de las ondas, sentimiento</p>
- <p class="i0">con la noticia de esto se mostrase,<span class="lnum">260</span></p>
- <p class="i0">quiso que de su tela el argumento</p>
- <p class="i0">la bella ninfa muerta señalase,</p>
- <p class="i0">y así se publicase de uno en uno</p>
- <p class="i0">por el húmido reino de Netuno.</p>
- <p class="i2">Destas historias tales variadas<span class="lnum">265</span></p>
- <p class="i0">eran las telas de las cuatro hermanas,</p>
- <p class="i0">las cuales, con colores matizadas</p>
- <p class="i0">y claras luces de las sombras vanas,</p>
- <p class="i0">mostraban a los ojos relevadas</p>
- <p class="i0">las cosas y figuras que eran llanas;<span class="lnum">270</span></p>
- <p class="i0">tanto que, al parecer, el cuerpo vano</p>
- <p class="i0">pudiera ser tomado con la mano.<a id="FNanchor_244" href="#Footnote_244" class="fnanchor">[244]</a></p>
- <p class="i2">Los rayos ya del sol se trastornaban,<a id="FNanchor_245" href="#Footnote_245" class="fnanchor">[245]</a></p>
- <p class="i0">escondiendo su luz, al mundo cara,</p>
- <p class="i0">tras altos montes, y a la luna daban<span class="lnum">275</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_138">p. 138</span>lugar para mostrar su blanca cara;</p>
- <p class="i0">los peces a menudo ya saltaban,</p>
- <p class="i0">con la cola azotando el agua clara,</p>
- <p class="i0">cuando las ninfas, la labor dejando,</p>
- <p class="i0">hacia el agua se fueron paseando.<span class="lnum">280</span></p>
- <p class="i2">En las templadas ondas ya metidos</p>
- <p class="i0">tenían los pies, y reclinar querían</p>
- <p class="i0">los blancos cuerpos, cuando sus oídos</p>
- <p class="i0">fueron de dos zampoñas que tañían</p>
- <p class="i0">suave y dulcemente, detenidos;<span class="lnum">285</span></p>
- <p class="i0">tanto, que sin mudarse las oían,</p>
- <p class="i0">y al son de las zampoñas escuchaban</p>
- <p class="i0">dos pastores, a veces, que cantaban.</p>
- <p class="i2">Más claro cada vez el son se oía</p>
- <p class="i0">de dos pastores, que venían cantando<span class="lnum">290</span></p>
- <p class="i0">tras el ganado, que también venía</p>
- <p class="i0">por aquel verde soto caminando,</p>
- <p class="i0">y a la majada, ya pasado el día,</p>
- <p class="i0">recogido llevaban, alegrando</p>
- <p class="i0">las verdes selvas con el son suave,<span class="lnum">295</span></p>
- <p class="i0">haciendo su trabajo menos grave.</p>
- <p class="i2">Tirreno destos dos el uno era,</p>
- <p class="i0">Alcino el otro, entrambos estimados,</p>
- <p class="i0">y sobre cuantos pacen la ribera</p>
- <p class="i0" id="Eg3-300">del Tajo, con sus vacas, enseñados;<span class="lnum">300</span></p>
- <p class="i0">mancebos de una edad, de una manera</p>
- <p class="i0">a cantar juntamente aparejados,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_139">p. 139</span>y a responder. Aquesto van diciendo,</p>
- <p class="i0">cantando el uno, el otro respondiendo.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">TIRRENO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Flérida, para mí dulce y sabrosa<span class="lnum">305</span></p>
- <p class="i0">más que la fruta del cercado ajeno,<a id="FNanchor_246" href="#Footnote_246" class="fnanchor">[246]</a></p>
- <p class="i0">más blanca que la leche y más hermosa</p>
- <p class="i0">que el prado por abril, de flores lleno;</p>
- <p class="i0">si tú respondes pura y amorosa</p>
- <p class="i0">al verdadero amor de tu Tirreno,<span class="lnum">310</span></p>
- <p class="i0">a mi majada arribarás, primero</p>
- <p class="i0">que el cielo nos amuestre su lucero.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALCINO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Hermosa Filis, siempre yo te sea</p>
- <p class="i0">amargo al gusto más que la retama,</p>
- <p class="i0">y de ti despojado yo me vea,<span class="lnum">315</span></p>
- <p class="i0">cual queda el tronco de su verde rama,</p>
- <p class="i0">si más que yo el murciélago desea</p>
- <p class="i0">la escuridad, ni más la luz desama,</p>
- <p class="i0">por ver ya el fin de un término tamaño</p>
- <p class="i0">deste día, para mí mayor que un año.<span class="lnum">320</span></p>
- </div>
-
- <p class="rol">TIRRENO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Cual suele acompañada de su bando</p>
- <p class="i0">aparecer la dulce primavera,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_140">p. 140</span>cuando Favonio y Céfiro soplando,<a id="FNanchor_247" href="#Footnote_247" class="fnanchor">[247]</a></p>
- <p class="i0">al campo toman su beldad primera,</p>
- <p class="i0">y van artificiosos esmaltando<span class="lnum">325</span></p>
- <p class="i0">de rojo, azul y blanco la ribera;</p>
- <p class="i0">en tal manera a mí, Flérida mía,</p>
- <p class="i0">viniendo, reverdece mi alegría.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALCINO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¿Ves el furor del animoso viento,</p>
- <p class="i0" id="Eg3-330">embravecido en la fragosa sierra,<span class="lnum">330</span></p>
- <p class="i0">que los antiguos robles ciento a ciento</p>
- <p class="i0">y los pinos altísimos atierra,</p>
- <p class="i0">y de tanto destrozo aún no contento,</p>
- <p class="i0">al espantoso mar mueve la guerra?</p>
- <p class="i0">Pequeña es esta furia, comparada<span class="lnum">335</span></p>
- <p class="i0">a la de Filis, con Alcino airada.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">TIRRENO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">El blanco trigo multiplica y crece,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_141">p. 141</span>produce el campo en abundancia tierno</p>
- <p class="i0">pasto al ganado, el verde monte ofrece</p>
- <p class="i0">a las fieras salvajes su gobierno;<span class="lnum">340</span></p>
- <p class="i0">adoquiera que miro me parece</p>
- <p class="i0">que derrama la copia todo el cuerno;<a id="FNanchor_248" href="#Footnote_248" class="fnanchor">[248]</a></p>
- <p class="i0">mas todo se convertirá en abrojos</p>
- <p class="i0">si dello aparta Flérida sus ojos.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALCINO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">De la esterilidad es oprimido<span class="lnum">345</span></p>
- <p class="i0">el monte, el campo, el soto y el ganado;</p>
- <p class="i0">la malicia del aire corrompido</p>
- <p class="i0">hace morir la hierba mal su grado;<a id="FNanchor_249" href="#Footnote_249" class="fnanchor">[249]</a></p>
- <p class="i0">las aves ven su descubierto nido,</p>
- <p class="i0">que ya de verdes hojas fue cercado;<span class="lnum">350</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_142">p. 142</span>pero si Filis por aquí tornare,</p>
- <p class="i0">hará reverdecer cuanto mirare.</p>
- </div>
-
- <p class="rol">TIRRENO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">El álamo de Alcides escogido</p>
- <p class="i0">fue siempre, y el laurel del rojo Apolo;</p>
- <p class="i0">de la hermosa Venus fue tenido<span class="lnum">355</span></p>
- <p class="i0">en precio y en estima el mirto solo;</p>
- <p class="i0">el verde sauz de Flérida es querido,</p>
- <p class="i0">y por suyo entre todos escogiolo;<a id="FNanchor_250" href="#Footnote_250" class="fnanchor">[250]</a></p>
- <p class="i0">doquiera que de hoy más sauces se hallen,</p>
- <p class="i0">el álamo, el laurel y el mirto callen.<span class="lnum">360</span></p>
- </div>
-
- <p class="rol">ALCINO</p>
-
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">El fresno por la selva en hermosura</p>
- <p class="i0">sabemos ya que sobre todos vaya,</p>
- <p class="i0">y en aspereza y monte de espesura</p>
- <p class="i0">se aventaja la verde y alta haya;</p>
- <p class="i0">mas el que la beldad de tu figura<span class="lnum">365</span></p>
- <p class="i0">dondequiera mirado, Filis, haya,</p>
- <p class="i0">al fresno y a la haya en su aspereza</p>
- <p class="i0">confesará que vence tu belleza.—</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_143">p. 143</span>Esto cantó Tirreno, y esto Alcino</p>
- <p class="i0">le respondió; y habiendo ya acabado<span class="lnum">370</span></p>
- <p class="i0">el dulce son, siguieron su camino</p>
- <p class="i0">con paso un poco más apresurado.</p>
- <p class="i0">Siendo a las ninfas ya el rumor vecino,</p>
- <p class="i0">todas juntas se arrojan por el vado,</p>
- <p class="i0">y de la blanca espuma que movieron<span class="lnum">375</span></p>
- <p class="i0">las cristalinas hondas se cubrieron.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch2-1">
- <p><span class="pagenum" id="Page_145">p. 145</span></p>
- <h2 class="nobreak g1">ELEGÍA PRIMERA</h2>
-</div>
-
-<div class="versos ml4">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Aunque este grave caso haya tocado<a id="FNanchor_251" href="#Footnote_251" class="fnanchor">[251]</a></p>
- <p class="i0">con tanto sentimiento el alma mía,</p>
- <p class="i0">que de consuelo estoy necesitado,</p>
- <p class="i2">con que de su dolor mi fantasía</p>
- <p class="i0">se descargase un poco, y se acabase<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">de mi continuo llanto la porfía,</p>
- <p class="i2">quise, pero, probar si me bastase<a id="FNanchor_252" href="#Footnote_252" class="fnanchor">[252]</a></p>
- <p class="i0">el ingenio a escribirte algún consuelo,</p>
- <p class="i0">estando cual estoy, que aprovechase</p>
- <p class="i2">para que tu reciente desconsuelo<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_146">p. 146</span>la furia mitigase, si las musas</p>
- <p class="i0">pueden un corazón alzar del suelo</p>
- <p class="i2">y poner fin a las querellas que usas,</p>
- <p class="i0">con que de Pindo ya las moradoras</p>
- <p class="i0">se muestran lastimadas y confusas;<span class="lnum">15</span></p>
- <p class="i2">que, según he sabido, ni a las horas</p>
- <p class="i0">que el sol se muestra ni en el mar se esconde,</p>
- <p class="i0">de tu lloroso estado no mejoras;</p>
- <p class="i2">antes en él permaneciendo, donde</p>
- <p class="i0">quiera que estás tus ojos siempre bañas,<span class="lnum">20</span></p>
- <p class="i0">y el llanto a tu dolor así responde,</p>
- <p class="i2">que temo ver deshechas tus entrañas</p>
- <p class="i0">en lágrimas, como al lluvioso viento</p>
- <p class="i0">se derrite la nieve en las montañas.</p>
- <p class="i2">Si acaso el trabajado pensamiento<span class="lnum">25</span></p>
- <p class="i0">en el común reposo se adormece,</p>
- <p class="i0">por tornar al dolor con nuevo aliento,</p>
- <p class="i2">en aquel breve sueño te aparece</p>
- <p class="i0">la imagen amarilla del hermano,</p>
- <p class="i0">que de la dulce vida desfallece;<span class="lnum">30</span></p>
- <p class="i2">y tú, tendiendo la piadosa mano,</p>
- <p class="i0">probando a levantar el cuerpo amado,</p>
- <p class="i0">levantas solamente el aire vano;</p>
- <p class="i2">y del dolor el sueño desterrado</p>
- <p class="i0">con ansia vas buscando, el que partido<span class="lnum">35</span></p>
- <p class="i0">era ya con el sueño y alongado.</p>
- <p class="i2">Así desfalleciendo en tu sentido,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_147">p. 147</span>como fuera de ti, por la ribera</p>
- <p class="i0">de Trápana con llanto y con gemido</p>
- <p class="i2">el caro hermano buscas, que sola era<span class="lnum">40</span></p>
- <p class="i0">la mitad de tu alma, el cual muriendo,</p>
- <p class="i0">no quedará ya tu alma entera.<a id="FNanchor_253" href="#Footnote_253" class="fnanchor">[253]</a></p>
- <p class="i2">Y no de otra manera repitiendo</p>
- <p class="i0">vas el amado nombre, en desusada</p>
- <p class="i0">figura a todas partes revolviendo,<span class="lnum">45</span></p>
- <p class="i2">que cerca del Erídano aquejada,<a id="FNanchor_254" href="#Footnote_254" class="fnanchor">[254]</a></p>
- <p class="i0">lloró y llamó Lampecie el nombre en vano,<a id="FNanchor_255" href="#Footnote_255" class="fnanchor">[255]</a></p>
- <p class="i0">con la fraterna muerte lastimada:</p>
- <p class="i2">«Ondas, tornadme ya mi dulce hermano</p>
- <p class="i0">Faetón; si no, aquí veréis mi muerte,<span class="lnum">50</span></p>
- <p class="i0">regando con mis ojos este llano.»</p>
- <p class="i2">¡Oh cuántas veces, con el dolor fuerte</p>
- <p class="i0">avivadas las fuerzas, renovaba</p>
- <p class="i0">las quejas de su cruda y dura suerte!</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_148">p. 148</span>¡Y cuántas otras, cuando se acababa<span class="lnum">55</span></p>
- <p class="i0">aquel furor, en la ribera umbrosa,</p>
- <p class="i0">muerta, cansada, el cuerpo reclinaba!</p>
- <p class="i2">Bien te confieso que si alguna cosa</p>
- <p class="i0">entre la humana puede y mortal gente</p>
- <p class="i0">entristecer un alma generosa,<span class="lnum">60</span></p>
- <p class="i2">con gran razón podrá ser la presente,</p>
- <p class="i0">pues te ha privado de un tan dulce amigo,</p>
- <p class="i0">no solamente hermano, un acidente;</p>
- <p class="i2">el cual, no solo siempre fue testigo</p>
- <p class="i0">de tus consejos y íntimos secretos,<span class="lnum">65</span></p>
- <p class="i0">mas de cuanto lo fuiste tú contigo.</p>
- <p class="i2">En él se reclinaban tus discretos</p>
- <p class="i0">y honestos pareceres, y hacían</p>
- <p class="i0">conformes al asiento sus efetos.</p>
- <p class="i2">En él ya se mostraban y leían<span class="lnum">70</span></p>
- <p class="i0">tus gracias y virtudes una a una,</p>
- <p class="i0">y con hermosa luz resplandecían,</p>
- <p class="i2">como en luciente de cristal coluna,<a id="FNanchor_256" href="#Footnote_256" class="fnanchor">[256]</a></p>
- <p class="i0">que no encubre de cuanto se avecina</p>
- <p class="i0">a su viva pureza cosa alguna.<span class="lnum">75</span></p>
- <p class="i2">¡Oh, miserables hados! ¡Oh, mesquina</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_149">p. 149</span>suerte la del estado humano, y dura,</p>
- <p class="i0">do por tantos trabajos se camina!</p>
- <p class="i2">Y agora muy mayor la desventura</p>
- <p class="i0">de aquesta nuestra edad, cuyo progreso<span class="lnum">80</span></p>
- <p class="i0">muda de un mal en otro su figura.</p>
- <p class="i2">¿A quién ya de nosotros el eceso</p>
- <p class="i0">de guerras, de peligros y destierro</p>
- <p class="i0">no toca, y no ha cansado el gran proceso?</p>
- <p class="i2">¿Quién no vio desparcir su sangre al hierro<span class="lnum">85</span></p>
- <p class="i0">del enemigo? ¿Quién no vio su vida</p>
- <p class="i0">perder mil veces y escapar por yerro?</p>
- <p class="i2">¿De cuántos queda y quedará perdida</p>
- <p class="i0">la casa y la mujer y la memoria,</p>
- <p class="i0">y de otros la hacienda despendida?<span class="lnum">90</span></p>
- <p class="i2">¿Qué se saca de aquesto? ¿Alguna gloria?</p>
- <p class="i0">¿Algunos premios o agradecimientos?</p>
- <p class="i0">Sabralo quien leyere nuestra historia.</p>
- <p class="i2">Verase allí que como polvo al viento,</p>
- <p class="i0">así se deshará nuestra fatiga<span class="lnum">95</span></p>
- <p class="i0">ante quien se endereza nuestro intento.</p>
- <p class="i2">No contenta con esto la enemiga</p>
- <p class="i0">del humano linaje, que invidiosa</p>
- <p class="i0">coge sin tiempo el grano de la espiga,</p>
- <p class="i2">nos ha querido ser tan rigurosa,<span class="lnum">100</span></p>
- <p class="i0">que ni a tu juventud, don Bernaldino,</p>
- <p class="i0">ni ha sido a nuestra pérdida piadosa.</p>
- <p class="i2">¿Quién pudiera de tal ser adivino?</p>
- <p class="i0">¿A quién no le engañara la esperanza,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_150">p. 150</span>viéndote caminar por tal camino?<span class="lnum">105</span></p>
- <p class="i2">¿Quién no se prometiera en abastanza<a id="FNanchor_257" href="#Footnote_257" class="fnanchor">[257]</a></p>
- <p class="i0">seguridad entera de tus años,</p>
- <p class="i0">sin temer de natura tal mudanza?</p>
- <p class="i2">Nunca los tuyos, mas los propios daños,</p>
- <p class="i0">dolernos deben; que la muerte amarga<span class="lnum">110</span></p>
- <p class="i0">nos muestra claros ya mil desengaños:</p>
- <p class="i2">hanos mostrado ya que en vida larga</p>
- <p class="i0">apenas de tormentos y de enojos</p>
- <p class="i0">llevar podemos la pesada carga;</p>
- <p class="i2">hanos mostrado en ti que claros ojos<span class="lnum">115</span></p>
- <p class="i0">y juventud y gracia y hermosura,<a id="FNanchor_258" href="#Footnote_258" class="fnanchor">[258]</a></p>
- <p class="i0">son también, cuando quiere, sus despojos.</p>
- <p class="i2">Mas no puede hacer que tu figura,</p>
- <p class="i0">después de ser de vida ya privada,</p>
- <p class="i0">no muestre el artificio de natura.<span class="lnum">120</span></p>
- <p class="i2">Bien es verdad que no está acompañada</p>
- <p class="i0">de la color de rosa que solía</p>
- <p class="i0">con la blanca azucena ser mesclada;</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_151">p. 151</span>porque el calor templado que encendía</p>
- <p class="i0">la blanca nieve de tu rostro puro,<span class="lnum">125</span></p>
- <p class="i0">robado ya la muerte te lo había.</p>
- <p class="i2">En todo lo demás, como en seguro</p>
- <p class="i0">y reposado sueño descansabas,</p>
- <p class="i0">indicio dando del vivir futuro.<a id="FNanchor_259" href="#Footnote_259" class="fnanchor">[259]</a></p>
- <p class="i2">Mas ¿qué hará la madre que tú amabas,<span class="lnum">130</span></p>
- <p class="i0">de quien perdidamente eras amado,</p>
- <p class="i0">a quien la vida con la tuya dabas?</p>
- <p class="i2">Aquí se me figura que ha llegado</p>
- <p class="i0">de su lamento el son, que con su fuerza</p>
- <p class="i0">rompe el aire vecino y apartado;<span class="lnum">135</span></p>
- <p class="i2">tras el cual a venir también se esfuerza</p>
- <p class="i0">el de las cuatro hermanas, que teniendo</p>
- <p class="i0">va con el de la madre viva fuerza.</p>
- <p class="i2">A todas las contemplo desparciendo</p>
- <p class="i0">de su cabello luengo el fino oro,<span class="lnum">140</span></p>
- <p class="i0">al cual ultraje y daño están haciendo.</p>
- <p class="i2">El viejo Tormes con el blanco coro</p>
- <p class="i0">de sus hermosas ninfas seca el río,</p>
- <p class="i0">y humedece la tierra con su lloro.</p>
- <p class="i2">No recostado en urna al dulce frío<a id="FNanchor_260" href="#Footnote_260" class="fnanchor">[260]</a><span class="lnum">145</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_152">p. 152</span>de su caverna umbrosa, mas tendido</p>
- <p class="i0">por el arena en el ardiente estío,</p>
- <p class="i2">con ronco son de llanto y de gemido,</p>
- <p class="i0">los cabellos y barbas mal paradas</p>
- <p class="i0">se despedaza, y el sutil vestido.<span class="lnum">150</span></p>
- <p class="i2">En torno dél sus ninfas, desmayadas,</p>
- <p class="i0">llorando en tierra están sin ornamento,</p>
- <p class="i0">con las cabezas de oro despeinadas.</p>
- <p class="i2">Cese ya del dolor, el sentimiento,</p>
- <p class="i0">hermosas moradoras del undoso<span class="lnum">155</span></p>
- <p class="i0">Tormes; tened más provechoso intento;</p>
- <p class="i2">consolad a la madre, que el piadoso</p>
- <p class="i0">dolor la tiene puesta en tal estado,</p>
- <p class="i0">que es menester socorro presuroso.</p>
- <p class="i2">Presto será que el cuerpo, sepultado<span class="lnum">160</span></p>
- <p class="i0">en un perpetuo mármol, de las ondas</p>
- <p class="i0">podrá de vuestro Tormes ser bañado.</p>
- <p class="i2">Y tú, hermoso coro, allá en las hondas</p>
- <p class="i0">aguas metido, podrá ser que al llanto</p>
- <p class="i0">de mi dolor te muevas y respondas.<span class="lnum">165</span></p>
- <p class="i2">Vos, altos promontorios, entre tanto</p>
- <p class="i0">con toda la Trinacria entristecida<a id="FNanchor_261" href="#Footnote_261" class="fnanchor">[261]</a></p>
- <p class="i0">buscad alivio en desconsuelo tanto.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_153">p. 153</span>Sátiros, faunos, ninfas, cuya vida<a id="FNanchor_262" href="#Footnote_262" class="fnanchor">[262]</a></p>
- <p class="i0">sin enojos se pasa, moradores<span class="lnum">170</span></p>
- <p class="i0">de la parte repuesta y escondida,</p>
- <p class="i2">con luenga esperiencia sabidores,</p>
- <p class="i0">buscad para consuelo de Fernando</p>
- <p class="i0">hierbas de propriedad oculta y flores;</p>
- <p class="i2">así en el escondido bosque, cuando<span class="lnum">175</span></p>
- <p class="i0">ardiendo en vivo y agradable fuego</p>
- <p class="i0">las fugitivas ninfas vais buscando,</p>
- <p class="i2">ellas se inclinen al piadoso ruego,</p>
- <p class="i0">y en recíproco lazo estén ligadas,</p>
- <p class="i0">sin esquivar el amoroso juego.<span class="lnum">180</span></p>
- <p class="i2">Tú, gran Fernando, que entre tus pasadas</p>
- <p class="i0">y tus presentes obras resplandeces,</p>
- <p class="i0">y a mayor fama están por ti obligadas,</p>
- <p class="i2">contempla dónde estás; que si falleces</p>
- <p class="i0">al nombre que has ganado entre la gente,<span class="lnum">185</span></p>
- <p class="i0">de tu virtud en algo te enflaqueces.</p>
- <p class="i2">Porque al fuerte varón no se consiente</p>
- <p class="i0">no resistir los casos de fortuna</p>
- <p class="i0">con firme rostro y corazón valiente.</p>
- <p class="i2">Y no tan solamente esta importuna,<span class="lnum">190</span></p>
- <p class="i0">con proceso cruel y riguroso,</p>
- <p class="i0">con revolver de sol, de cielo y luna</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_154">p. 154</span>mover no debe un pecho generoso,</p>
- <p class="i0">ni entristecello con funesto vuelo,</p>
- <p class="i0">turbando con molestia su reposo;<span class="lnum">195</span></p>
- <p class="i2">mas si toda la máquina del cielo</p>
- <p class="i0">con espantable son y con ruído,</p>
- <p class="i0">hecha pedazos, se viniere al suelo,</p>
- <p class="i2">debe ser aterrado y oprimido</p>
- <p class="i0">del grave peso y de la gran ruína,<span class="lnum">200</span></p>
- <p class="i0">primero que espantado y comovido.</p>
- <p class="i2">Por estas asperezas se camina</p>
- <p class="i0">de la inmortalidad al alto asiento,</p>
- <p class="i0">do nunca arriba quien de aquí declina.</p>
- <p class="i2">En fin, Señor, tornando al movimiento<span class="lnum">205</span></p>
- <p class="i0">de la humana natura, bien permito</p>
- <p class="i0">a nuestra flaca parte un sentimiento;</p>
- <p class="i2">mas el eceso en esto vedo y quito,</p>
- <p class="i0">si alguna cosa puedo, que parece</p>
- <p class="i0">que quiere proceder en infinito.<span class="lnum">210</span></p>
- <p class="i2">A lo menos el tiempo que, descrece</p>
- <p class="i0">y muda de las cosas el estado,</p>
- <p class="i0">debe bastar, si la razón fallece.</p>
- <p class="i2">No fue el troyano príncipe llorado<a id="FNanchor_263" href="#Footnote_263" class="fnanchor">[263]</a></p>
- <p class="i0">siempre del viejo padre dolorido,<span class="lnum">215</span></p>
- <p class="i0">ni siempre de la madre lamentado;</p>
- <p class="i2">antes, después del cuerpo redemido</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_155">p. 155</span>con lágrimas humildes y con oro,</p>
- <p class="i0">que fue del fiero Aquiles concedido,</p>
- <p class="i2">y reprimido el lamentable coro<span class="lnum">220</span></p>
- <p class="i0">del frigio llanto, dieron fin al vano</p>
- <p class="i0">y sin provecho sentimiento y lloro.</p>
- <p class="i2">El tierno pecho, en esta parte humano,</p>
- <p class="i0">de Venus, ¿qué sintió, su Adonis viendo</p>
- <p class="i0">de su sangre regar el verde llano?<a id="FNanchor_264" href="#Footnote_264" class="fnanchor">[264]</a><span class="lnum">225</span></p>
- <p class="i2">Mas des que vido bien que corrompiendo</p>
- <p class="i0">con lágrimas sus ojos no hacía</p>
- <p class="i0">sino en su llanto estarse deshaciendo,</p>
- <p class="i2">y que tornar llorando no podía</p>
- <p class="i0">su caro y dulce amigo de la escura<span class="lnum">230</span></p>
- <p class="i0">y tenebrosa noche al claro día,</p>
- <p class="i2">los ojos enjugó, y la frente pura</p>
- <p class="i0">mostró con algo más contentamiento,</p>
- <p class="i0">dejando con el muerto la tristura;</p>
- <p class="i2">y luego con gracioso movimiento<span class="lnum">235</span></p>
- <p class="i0">se fue su paso por el verde suelo,</p>
- <p class="i0">con su guirnalda usada y su ornamento.</p>
- <p class="i2">Desordenaba con lacivo vuelo</p>
- <p class="i0">el viento su cabello, y con su vista</p>
- <p class="i0">alegraba la tierra, el mar y el cielo.<span class="lnum">240</span></p>
- <p class="i2">Con discurso y razón que es tan prevista,</p>
- <p class="i0">con fortaleza y ser que en ti contemplo,</p>
- <p class="i0">a la flaca tristeza se resista.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_156">p. 156</span>Tu ardiente gana de subir al templo</p>
- <p class="i0">donde la muerte pierde su derecho,<span class="lnum">245</span></p>
- <p class="i0">te baste, sin mostrarte yo otro ejemplo.</p>
- <p class="i2">Allí verás cuán poco mal ha hecho</p>
- <p class="i0">la muerte en la memoria y clara fama</p>
- <p class="i0">de los famosos hombres que ha deshecho.</p>
- <p class="i2">Vuelve los ojos donde al fin te llama<span class="lnum">250</span></p>
- <p class="i0">la suprema esperanza, do perfeta</p>
- <p class="i0">sube y purgada el alma en pura llama.</p>
- <p class="i2">¿Piensas que es otro el fuego que en Oeta<a id="FNanchor_265" href="#Footnote_265" class="fnanchor">[265]</a></p>
- <p class="i0">de Alcides consumió la mortal parte<a id="FNanchor_266" href="#Footnote_266" class="fnanchor">[266]</a></p>
- <p class="i0">cuando voló el espirtu al alta meta?<span class="lnum">255</span></p>
- <p class="i2">Desta manera aquel por quien reparte</p>
- <p class="i0">tu corazón sospiros mil al día,</p>
- <p class="i0">y resuena tu llanto en cada parte,</p>
- <p class="i2">subió por la difícil y alta vía,</p>
- <p class="i0">de la carne mortal purgado y puro,<span class="lnum">260</span></p>
- <p class="i0" id="Eleg1-261">en la dulce región del alegría;</p>
- <p class="i2">do con discurso libre ya y seguro</p>
- <p class="i0">mira la vanidad de los mortales,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_157">p. 157</span>ciegos, errados en el aire escuro;</p>
- <p class="i2">y viendo y contemplando nuestros males,<span class="lnum">265</span></p>
- <p class="i0">alégrase de haber alzado el vuelo</p>
- <p class="i0">a gozar de las horas inmortales.</p>
- <p class="i2">Pisa el inmenso y cristalino cielo</p>
- <p class="i0">teniendo puestos de una y otra mano</p>
- <p class="i0">el claro padre y el sublime abuelo.<a id="FNanchor_267" href="#Footnote_267" class="fnanchor">[267]</a><span class="lnum">270</span></p>
- <p class="i2">El uno ve de su proceso humano</p>
- <p class="i0">sus virtudes estar allí presentes,</p>
- <p class="i0">que el áspero camino hacen llano;</p>
- <p class="i2">el otro, que acá hizo entre las gentes</p>
- <p class="i0">en la vida mortal menor tardanza,<span class="lnum">275</span></p>
- <p class="i0">sus llagas muestra allá resplandecientes.</p>
- <p class="i2">Dellas aqueste premio allá se alcanza;</p>
- <p class="i0">porque del enemigo no conviene</p>
- <p class="i0">procurar en el cielo otra venganza.</p>
- <p class="i2">Mira la tierra, el mar que la contiene,<a id="FNanchor_268" href="#Footnote_268" class="fnanchor">[268]</a><span class="lnum">280</span></p>
- <p class="i0">todo lo cual por un pequeño punto</p>
- <p class="i0">a respeto del cielo juzga y tiene.</p>
- <p class="i2">Puesta la vista en aquel gran trasunto</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_158">p. 158</span>y espejo, do se muestra lo pasado</p>
- <p class="i0">con lo futuro y lo presente junto,<span class="lnum">285</span></p>
- <p class="i2">el tiempo que a tu vida limitado</p>
- <p class="i0">de allá arriba te está, Fernando, mira,</p>
- <p class="i0">y allí ve tu lugar ya deputado.</p>
- <p class="i2">¡Oh bienaventurado! que sin ira,</p>
- <p class="i0">sin odio, en paz estás, sin amor ciego,<span class="lnum">290</span></p>
- <p class="i0">con quien acá se muere y se sospira;</p>
- <p class="i2">y en eterna holganza y en sosiego</p>
- <p class="i0">vives, y vivirás cuanto encendiere</p>
- <p class="i0">las almas del divino amor el fuego!</p>
- <p class="i2">Si el cielo piadoso y largo diere<span class="lnum">295</span></p>
- <p class="i0">luenga vida a la voz deste mi llanto,</p>
- <p class="i0">lo cual tú sabes que pretende y quiere,</p>
- <p class="i2">yo te prometo, amigo, que entre tanto</p>
- <p class="i0">que el sol al mundo alumbre, y que la escura</p>
- <p class="i0">noche cubra la tierra con su manto,<span class="lnum">300</span></p>
- <p class="i2">y en tanto que los peces la hondura</p>
- <p class="i0">húmida habitarán del mar profundo,</p>
- <p class="i0">y las fieras del monte la espesura,</p>
- <p class="i2">se cantará de ti por todo el mundo;</p>
- <p class="i0">que en cuanto se discurre, nunca visto<span class="lnum">305</span></p>
- <p class="i0">de tus años jamás otro segundo</p>
- <p class="i0">será desde el Antártico a Calisto.<a id="FNanchor_269" href="#Footnote_269" class="fnanchor">[269]</a></p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch2-2">
- <p><span class="pagenum" id="Page_159">p. 159</span></p>
- <h2 class="nobreak g1">ELEGÍA SEGUNDA</h2>
-</div>
-
-<div class="versos ml4">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Aquí, Boscán, donde del buen troyano<a id="FNanchor_270" href="#Footnote_270" class="fnanchor">[270]</a></p>
- <p class="i0">Anquises con eterno nombre y vida<a id="FNanchor_271" href="#Footnote_271" class="fnanchor">[271]</a></p>
- <p class="i0">conserva la ceniza el Mantuano,<a id="FNanchor_272" href="#Footnote_272" class="fnanchor">[272]</a></p>
- <p class="i2">debajo de la seña esclarecida</p>
- <p class="i0">de César Africano nos hallamos,<a id="FNanchor_273" href="#Footnote_273" class="fnanchor">[273]</a><span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">la vencedora gente recogida;</p>
- <p class="i2">diversos en estudio; que unos vamos</p>
- <p class="i0">muriendo por coger de la fatiga</p>
- <p class="i0">el fruto que con el sudor sembramos;</p>
- <p class="i2">otros, que hacen la virtud amiga<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">y premio de sus obras, y así quieren</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_160">p. 160</span>que la gente lo piense y que lo diga,</p>
- <p class="i2">destotros en lo público difieren,</p>
- <p class="i0">y en lo secreto sabe Dios en cuánto</p>
- <p class="i0">se contradicen en lo que profieren.<span class="lnum">15</span></p>
- <p class="i2">Yo voy por medio, porque nunca tanto</p>
- <p class="i0">quise obligarme a procurar hacienda;</p>
- <p class="i0">que un poco más que aquellos me levanto.</p>
- <p class="i2">Ni voy tampoco por la estrecha senda</p>
- <p class="i0" id="El2-20">de los que cierto sé que a la otra vía<span class="lnum">20</span></p>
- <p class="i0">vuelven de noche, al caminar, la rienda.</p>
- <p class="i2">Mas, ¿dónde me llevó la pluma mía,</p>
- <p class="i0">que a sátira me voy mi paso a paso,<a id="FNanchor_274" href="#Footnote_274" class="fnanchor">[274]</a></p>
- <p class="i0" id="El2-24">y aquesta que os escribo es elegía?</p>
- <p class="i2">Yo enderezo, señor, en fin, mi paso<span class="lnum">25</span></p>
- <p class="i0">por donde vos sabéis, que su proceso</p>
- <p class="i0">siempre ha llevado y lleva Garcilaso;<a id="FNanchor_275" href="#Footnote_275" class="fnanchor">[275]</a></p>
- <p class="i2">y así, en mitad de aqueste monte espeso</p>
- <p class="i0">de las diversidades me sostengo,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_161">p. 161</span>no sin dificultad, mas no por eso<span class="lnum">30</span></p>
- <p class="i2">dejo las musas, antes torno y vengo</p>
- <p class="i0">dellas al negociar, y variando,</p>
- <p class="i0">con ellas dulcemente me entretengo.</p>
- <p class="i2">Así se van las horas engañando,</p>
- <p class="i0">así del duro afán y grave pena<span class="lnum">35</span></p>
- <p class="i0">estamos algún hora descansando.</p>
- <p class="i2">De aquí iremos a ver de la sirena</p>
- <p class="i0">la patria, que bien muestra haber ya sido<a id="FNanchor_276" href="#Footnote_276" class="fnanchor">[276]</a></p>
- <p class="i0">de ocio y de amor antiguamente llena.<a id="FNanchor_277" href="#Footnote_277" class="fnanchor">[277]</a></p>
- <p class="i2" id="El2-40">Allí mi corazón tuvo su nido<span class="lnum">40</span></p>
- <p class="i0">un tiempo ya; mas no sé ¡triste! agora</p>
- <p class="i0">o si estará ocupado o desparcido.<a id="FNanchor_278" href="#Footnote_278" class="fnanchor">[278]</a></p>
- <p class="i2">De aquesto un frío temor así a deshora</p>
- <p class="i0">por mis huesos discurre en tal manera,</p>
- <p class="i0">que no puedo vivir con él un hora.<span class="lnum">45</span></p>
- <p class="i2">Si ¡triste! de mi bien estado hubiera</p>
- <p class="i0">un breve tiempo ausente, yo no niego</p>
- <p class="i0">que con mayor seguridad viviera.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_162">p. 162</span>La breve ausencia hace el mismo juego</p>
- <p class="i0">en la fragua de amor, que en fragua ardiente<span class="lnum">50</span></p>
- <p class="i0">el agua moderada hace al fuego;</p>
- <p class="i2">la cual verás que no tan solamente</p>
- <p class="i0">no lo suele matar, mas lo refuerza</p>
- <p class="i0">con ardor más intenso y eminente;</p>
- <p class="i2">porque un contrario con la poca fuerza<span class="lnum">55</span></p>
- <p class="i0">de su contrario, por vencer la lucha,</p>
- <p class="i0">su brazo aviva y su valor esfuerza;</p>
- <p class="i2">pero si el agua en abundancia mucha</p>
- <p class="i0">sobre el fuego se esparce y se derrama,</p>
- <p class="i0">el humo sube al cielo, el son se escucha,<span class="lnum">60</span></p>
- <p class="i2">y el claro resplandor de viva llama,</p>
- <p class="i0">en polvo y en ceniza convertido,</p>
- <p class="i0">apenas queda dél sino la fama.</p>
- <p class="i2">Así el ausencia larga, que ha esparcido</p>
- <p class="i0">en abundancia su licor, que amata<span class="lnum">65</span></p>
- <p class="i0">el fuego que el amor tenía encendido,</p>
- <p class="i2">de tal suerte lo deja, que lo trata</p>
- <p class="i0">la mano sin peligro en el momento</p>
- <p class="i0">que en aparencia y son se desbarata.</p>
- <p class="i2">Yo solo fuera voy de aqueste cuento;<span class="lnum">70</span></p>
- <p class="i0">porque el amor me aflige y me atormenta,</p>
- <p class="i0" id="Eleg2-72">y en el ausencia crece el mal que siento;</p>
- <p class="i2">y pienso yo que la razón consienta</p>
- <p class="i0">y permita la causa deste efeto,</p>
- <p class="i0">que a mí solo entre todos se presenta;<span class="lnum">75</span></p>
- <p class="i2" id="Eleg2-76">porque, como del cielo yo sujeto</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_163">p. 163</span>estaba eternamente y deputado</p>
- <p class="i0">al amoroso fuego en que me meto,</p>
- <p class="i2">así para poder ser amatado,</p>
- <p class="i0" id="Eleg2-80">el ausencia sin término infinita<span class="lnum">80</span></p>
- <p class="i0">debe ser, y sin tiempo limitado;</p>
- <p class="i2">lo cual no habrá razón que lo permita;</p>
- <p class="i0">porque, por más y más que ausencia dure,</p>
- <p class="i0">con la vida se acaba, que es finita.</p>
- <p class="i2">Mas a mí ¿quién habrá que me asegure<span class="lnum">85</span></p>
- <p class="i0">que mi mala fortuna con mudanza</p>
- <p class="i0">y olvido contra mí no se conjure?</p>
- <p class="i2">Este temor persigue la esperanza</p>
- <p class="i0">y oprime y enflaquece el gran deseo</p>
- <p class="i0">con que mis ojos van de su holganza.<a id="FNanchor_279" href="#Footnote_279" class="fnanchor">[279]</a><span class="lnum">90</span></p>
- <p class="i2">Con ellos solamente agora veo</p>
- <p class="i0">este dolor que el corazón me parte,</p>
- <p class="i0">y con él y comigo aquí peleo.</p>
- <p class="i2">¡Oh crudo, oh riguroso, oh fiero Marte,</p>
- <p class="i0">de túnica cubierto de diamante,<a id="FNanchor_280" href="#Footnote_280" class="fnanchor">[280]</a><span class="lnum">95</span></p>
- <p class="i0">y endurecido siempre en toda parte!</p>
- <p class="i2">¿Qué tiene que hacer el tierno amante</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_164">p. 164</span>con tu dureza y áspero ejercicio</p>
- <p class="i0">llevado siempre del furor delante?</p>
- <p class="i2">Ejercitando, por mi mal, tu oficio,<span class="lnum">100</span></p>
- <p class="i0">soy reducido a términos que muerte</p>
- <p class="i0">será mi postrimero beneficio.<a id="FNanchor_281" href="#Footnote_281" class="fnanchor">[281]</a></p>
- <p class="i2">Y esta no permitió mi dura suerte</p>
- <p class="i0">que me sobreviniese peleando,</p>
- <p class="i0">de hierro traspasado agudo y fuerte,<a id="FNanchor_282" href="#Footnote_282" class="fnanchor">[282]</a><span class="lnum">105</span></p>
- <p class="i2">por que me consumiese contemplando</p>
- <p class="i0">mi amado y dulce fruto en mano ajena,</p>
- <p class="i0">y el duro posesor de mí burlando.</p>
- <p class="i2">Mas, ¿dónde me trasporta y enajena</p>
- <p class="i0">de mi proprio sentido el triste miedo?<span class="lnum">110</span></p>
- <p class="i0">Aparte de vergüenza y dolor llena,</p>
- <p class="i2">donde si el mal yo viese, ya no puedo,</p>
- <p class="i0">según con esperalle estoy perdido,</p>
- <p class="i0">acrecentar en la miseria un dedo.</p>
- <p class="i2">Así lo pienso agora, y si él venido<span class="lnum">115</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_165">p. 165</span>fuese en su misma forma y su figura,</p>
- <p class="i0">tendría el presente por mejor partido,</p>
- <p class="i2">y agradecería siempre a la ventura</p>
- <p class="i0">mostrarme de mi mal solo el retrato,</p>
- <p class="i0">que pintan mi temor y mi tristura.<span class="lnum">120</span></p>
- <p class="i2">Yo sé qué cosa es esperar un rato</p>
- <p class="i0">el bien del propio engaño, y solamente</p>
- <p class="i0">tener con él inteligencia y trato.</p>
- <p class="i2">Como acontece al mísero doliente,</p>
- <p class="i0">que del un cabo el cierto amigo y sano<span class="lnum">125</span></p>
- <p class="i0">le muestra el grave mal de su acidente,</p>
- <p class="i2">y le amonesta que del cuerpo humano</p>
- <p class="i0">comience a levantar a mejor parte</p>
- <p class="i0">el alma suelta con volar liviano;</p>
- <p class="i2">mas la tierna mujer, de la otra parte,<span class="lnum">130</span></p>
- <p class="i0">no se puede entregar a desengaño,</p>
- <p class="i0">y encúbrele del mal la mayor parte;</p>
- <p class="i2">él, abrazado con su dulce engaño,</p>
- <p class="i0">vuelve los ojos a la voz piadosa,</p>
- <p class="i0">y alégrase muriendo con su daño,<span class="lnum">135</span></p>
- <p class="i2">así los quito yo de toda cosa,</p>
- <p class="i0">y póngolos en solo el pensamiento</p>
- <p class="i0">de la esperanza cierta o mentirosa.</p>
- <p class="i2">En este dulce error muero contento;</p>
- <p class="i0">porque ver claro y conocer mi estado<span class="lnum">140</span></p>
- <p class="i0">no puede ya curar el mal que siento;</p>
- <p class="i2">y acabo como aquel que en un templado</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_166">p. 166</span>baño metido, sin sentido muere,</p>
- <p class="i0">las venas dulcemente desatado.<a id="FNanchor_283" href="#Footnote_283" class="fnanchor">[283]</a></p>
- <p class="i2" id="El2-145">Tú, que en la patria entre quien bien te quiere<span class="lnum">145</span></p>
- <p class="i0">la deleitosa playa estás mirando,<a id="FNanchor_284" href="#Footnote_284" class="fnanchor">[284]</a></p>
- <p class="i0">y oyendo el son del mar que en ella hiere,</p>
- <p class="i2">y sin impedimento contemplando</p>
- <p class="i0">la misma a quien tú vas eterna fama,</p>
- <p class="i0">en tus vivos escritos, procurando;<span class="lnum">150</span></p>
- <p class="i2">alégrate, que más hermosa llama<a id="FNanchor_285" href="#Footnote_285" class="fnanchor">[285]</a></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_167">p. 167</span>que aquella que el troyano encendimiento</p>
- <p class="i0">pudo causar, el corazón te inflama.</p>
- <p class="i2">No tienes que temer el movimiento</p>
- <p class="i0">de la fortuna con soplar contrario,<span class="lnum">155</span></p>
- <p class="i0">que el puro resplandor serena el viento.</p>
- <p class="i2">Yo, como conducido mercenario,</p>
- <p class="i0">voy do fortuna a mi pesar me envía,</p>
- <p class="i0">si no a morir, que aquesto es voluntario.</p>
- <p class="i2">Solo sostiene la esperanza mía<span class="lnum">160</span></p>
- <p class="i0">un tan débil engaño, que de nuevo</p>
- <p class="i0">es menester hacello cada día;</p>
- <p class="i2">y si no lo fabrico y lo renuevo,</p>
- <p class="i0">da consigo en el suelo mi esperanza;</p>
- <p class="i0">tanto, que en vano a levantalla pruebo.<span class="lnum">165</span></p>
- <p class="i2">Aqueste premio mi servir alcanza,</p>
- <p class="i0">que en sola la miseria de mi vida</p>
- <p class="i0">negó fortuna su común mudanza.</p>
- <p class="i2">¿Dónde podré huir que sacudida</p>
- <p class="i0">un rato sea de mí la grave carga<span class="lnum">170</span></p>
- <p class="i0">que oprime mi cerviz enflaquecida?</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_168">p. 168</span>Mas ¡ay! que la distancia no descarga</p>
- <p class="i0">el triste corazón, y el mal, doquiera</p>
- <p class="i0">que estoy, para alcanzarme el vuelo alarga.</p>
- <p class="i2">Si donde el sol ardiente reverbera<span class="lnum">175</span></p>
- <p class="i0" id="El2-176">en la arenosa Libia, engendradora</p>
- <p class="i0">de toda cosa ponzoñosa y fiera;</p>
- <p class="i2">o adonde es él vencido a cualquiera hora</p>
- <p class="i0">de la rígida nieve y viento frío,</p>
- <p class="i0">parte do no se vive ni se mora;<span class="lnum">180</span></p>
- <p class="i2">si en esta o en aquella el desvarío</p>
- <p class="i0">o la fortuna me llevase un día,</p>
- <p class="i0">y allí gastase todo el tiempo mío;</p>
- <p class="i2">el celoso temor con mano fría</p>
- <p class="i0">en medio del calor y ardiente arena<span class="lnum">185</span></p>
- <p class="i0">el triste corazón me apretaría;</p>
- <p class="i2">y en el rigor del hielo, en la serena</p>
- <p class="i0">noche, soplando el viento agudo y puro,</p>
- <p class="i0">que el veloce correr del agua enfrena,</p>
- <p class="i2">de aqueste vivo fuego en que me apuro<span class="lnum">190</span></p>
- <p class="i0">y consumirme poco a poco espero,</p>
- <p class="i0">sé que aun allí no podré estar seguro;</p>
- <p class="i0">y así, diverso entre contrarios muero.</p>
- </div>
-</div>
-
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-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch3-1">
- <p><span class="pagenum" id="Page_169">p. 169</span></p>
- <h2 class="nobreak g2">EPÍSTOLA</h2>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Señor Boscán, quien tanto gusto tiene<a id="FNanchor_286" href="#Footnote_286" class="fnanchor">[286]</a></p>
- <p class="i0">de daros cuenta de los pensamientos</p>
- <p class="i0">hasta en las cosas que no tienen nombre,</p>
- <p class="i0">no le podrá con vos faltar materia,</p>
- <p class="i0">ni será menester buscar estilo<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">presto, distinto, de ornamento puro,<a id="FNanchor_287" href="#Footnote_287" class="fnanchor">[287]</a></p>
- <p class="i0">tal cual a culta epístola conviene.</p>
- <p class="i2">Entre muy grandes bienes que consigo</p>
- <p class="i0">el amistad perfeta nos concede,</p>
- <p class="i0">es aqueste descuido suelto y puro,<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">lejos de la curiosa pesadumbre;</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_170">p. 170</span>y así, de aquesta libertad gozando,</p>
- <p class="i0">digo que vine, cuanto a lo primero,</p>
- <p class="i0">tan sano como aquel que en doce días</p>
- <p class="i0">lo que solo veréis ha caminado<span class="lnum">15</span></p>
- <p class="i0">cuando el fin de la carta os lo mostrare.<a id="FNanchor_288" href="#Footnote_288" class="fnanchor">[288]</a></p>
- <p class="i2">Alargo y suelto a su placer la rienda,</p>
- <p class="i0">mucho más que al caballo, al pensamiento,</p>
- <p class="i0">y llévame a las veces por camino</p>
- <p class="i0">tan dulce y agradable, que me hace<span class="lnum">20</span></p>
- <p class="i0">olvidar el trabajo del pasado.</p>
- <p class="i0">Otras me lleva por tan duros pasos,</p>
- <p class="i0">que con la fuerza del afán presente,</p>
- <p class="i0">también de los pasados se me olvida.</p>
- <p class="i0">A veces sigo un agradable medio<span class="lnum">25</span></p>
- <p class="i0">honesto y reposado en que el discurso</p>
- <p class="i0">del gusto y del ingenio se ejercita.</p>
- <p class="i2">Iba pensando y discurriendo un día</p>
- <p class="i0">a cuántos bienes alargó la mano</p>
- <p class="i0">el que de la amistad mostró el camino;<span class="lnum">30</span></p>
- <p class="i0">y luego vos, de la amistad ejemplo,</p>
- <p class="i0">os me ofrecéis en estos pensamientos.</p>
- <p class="i0">Y con vos a lo menos me acontece</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_171">p. 171</span>una gran cosa, al parecer estraña;</p>
- <p class="i0">y porque la sepáis en pocos versos,<span class="lnum">35</span></p>
- <p class="i0">es que, considerando los provechos,</p>
- <p class="i0">las honras y los gustos que me vienen</p>
- <p class="i0">desta vuestra amistad, que en tanto tengo,</p>
- <p class="i0">ninguna cosa en mayor precio estimo,<a id="FNanchor_289" href="#Footnote_289" class="fnanchor">[289]</a></p>
- <p class="i0">ni me hace gustar del dulce estado,<span class="lnum">40</span></p>
- <p class="i0">tanto como el amor de parte mía.</p>
- <p class="i0">Este conmigo tiene tanta fuerza,</p>
- <p class="i0">que sabiendo muy bien las otras partes</p>
- <p class="i0">de la amistad, de la estrecheza nuestra,</p>
- <p class="i0">con solo aqueste el alma se enternece;<span class="lnum">45</span></p>
- <p class="i0">y sé que otra mente me aprovecha,</p>
- <p class="i0">que el deleite, que suele ser pospuesto</p>
- <p class="i0">a las útiles cosas y a las graves.<a id="FNanchor_290" href="#Footnote_290" class="fnanchor">[290]</a></p>
- <p class="i0">Llévame a escudriñar la causa desto</p>
- <p class="i0">ver contino tan recio en mí el efeto,<span class="lnum">50</span></p>
- <p class="i0">y hallo que el provecho, el ornamento,</p>
- <p class="i0">el gusto y el placer que se me sigue</p>
- <p class="i0">del vínculo de amor que nuestro genio</p>
- <p class="i0">enredó sobre nuestros corazones,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_172">p. 172</span>son cosas que de mí no salen fuera,<span class="lnum">55</span></p>
- <p class="i0">y en mí el provecho solo se convierte.</p>
- <p class="i0">Mas el amor, de donde por ventura</p>
- <p class="i0">nacen todas las cosas, si hay algunas</p>
- <p class="i0">que a vuestra utilidad y gusto miren,</p>
- <p class="i0">es razón grande que en mayor estima<span class="lnum">60</span></p>
- <p class="i0">tenido sea de mí, que todo el resto,</p>
- <p class="i0">cuánto más generosa y alta parte</p>
- <p class="i0">es el hacer el bien que el recebillo;<a id="FNanchor_291" href="#Footnote_291" class="fnanchor">[291]</a></p>
- <p class="i0">así que amando me deleito, y hallo</p>
- <p class="i0">que no es locura este deleite mío.<span class="lnum">65</span></p>
- <p class="i2">¡Oh cuán corrido estoy y arrepentido</p>
- <p class="i0">de haberos alabado el tratamiento</p>
- <p class="i0">del camino de Francia y las posadas!<a id="FNanchor_292" href="#Footnote_292" class="fnanchor">[292]</a></p>
- <p class="i0">Corrido de que ya por mentiroso</p>
- <p class="i0">con razón me tendréis; arrepentido<span class="lnum">70</span></p>
- <p class="i0">de haber perdido tiempo en alabaros</p>
- <p class="i0">cosa tan dina ya de vituperio;</p>
- <p class="i0">donde no hallaréis sino mentiras,</p>
- <p class="i0">vinos acedos, camareras feas,</p>
- <p class="i0">varletes codiciosos, malas postas,<a id="FNanchor_293" href="#Footnote_293" class="fnanchor">[293]</a><span class="lnum">75</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_173">p. 173</span>gran paga, poco argén, largo camino;<a id="FNanchor_294" href="#Footnote_294" class="fnanchor">[294]</a></p>
- <p class="i0">llegar al fin a Nápoles no habiendo</p>
- <p class="i0">dejado allá enterrado algún tesoro,</p>
- <p class="i0">salvo si no decís que es enterrado</p>
- <p class="i0">lo que nunca se halla ni se tiene.<span class="lnum">80</span></p>
- <p class="i0">A mi señor Dural estrechamente<a id="FNanchor_295" href="#Footnote_295" class="fnanchor">[295]</a></p>
- <p class="i0">abrazad de mi parte, si pudierdes.</p>
- <p class="i0">Doce del mes de Otubre, de la tierra</p>
- <p class="i0">do nació el claro fuego del Petrarca,</p>
- <p class="i0">y donde están del fuego las cenizas.<a id="FNanchor_296" href="#Footnote_296" class="fnanchor">[296]</a><span class="lnum">85</span></p>
- </div>
-</div>
-
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-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch4-1">
- <p><span class="pagenum" id="Page_175">p. 175</span></p>
- <h2 class="nobreak g1">CANCIÓN PRIMERA</h2>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Si a la región desierta, inhabitable</p>
- <p class="i0">por el hervor del sol demasiado,</p>
- <p class="i0">y sequedad de aquella arena ardiente;</p>
- <p class="i0">o a la que por el hielo congelado</p>
- <p class="i0">y rigurosa nieve es intratable,<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">del todo inhabitada de la gente,</p>
- <p class="i0">por algún acidente</p>
- <p class="i0">o acaso de fortuna desastrada,</p>
- <p class="i0">me fuésedes llevada,</p>
- <p class="i0">y supiese que allá vuestra dureza<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">estaba en su crueza,</p>
- <p class="i0">allá os iría a buscar, como perdido,<a id="FNanchor_297" href="#Footnote_297" class="fnanchor">[297]</a></p>
- <p class="i0">hasta morir a vuestros pies tendido.<a id="FNanchor_298" href="#Footnote_298" class="fnanchor">[298]</a></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_176">p. 176</span>Vuestra soberbia y condición esquiva</p>
- <p class="i0">acabe ya, pues es tan acabada<span class="lnum">15</span></p>
- <p class="i0">la fuerza de en quien ha de esecutarse.<a id="FNanchor_299" href="#Footnote_299" class="fnanchor">[299]</a></p>
- <p class="i0">Mirad bien que el amor se desagrada</p>
- <p class="i0">deso, pues quiere que el amante viva</p>
- <p class="i0">y se convierta a do piense salvarse.<a id="FNanchor_300" href="#Footnote_300" class="fnanchor">[300]</a></p>
- <p class="i0">El tiempo ha de pasarse,<span class="lnum">20</span></p>
- <p class="i0">y de mis males, arrepentimiento,</p>
- <p class="i0">confusión y tormento</p>
- <p class="i0">sé que os ha de quedar, y esto recelo;</p>
- <p class="i0">¡que aún de aquesto me duelo!</p>
- <p class="i0">Como en mí vuestros males son de otra arte,<span class="lnum">25</span></p>
- <p class="i0">duélenme en más sensible y tierna parte.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Así paso la vida, acrecentando</p>
- <p class="i0">materia de dolor a mis sentidos,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_177">p. 177</span>como si la que tengo no bastase;</p>
- <p class="i0">los cuales para todo están perdidos,<span class="lnum">30</span></p>
- <p class="i0">sino para mostrarme a mí cuál ando.</p>
- <p class="i0">Pluguiese a Dios que aquesto aprovechase</p>
- <p class="i0">para que yo pensase</p>
- <p class="i0">un rato en mi remedio, pues os veo</p>
- <p class="i0">siempre ir con un deseo<span class="lnum">35</span></p>
- <p class="i0">de perseguir al triste y al caído;</p>
- <p class="i0">yo estoy aquí tendido,<a id="FNanchor_301" href="#Footnote_301" class="fnanchor">[301]</a></p>
- <p class="i0">mostrándoos de mi muerte las señales,</p>
- <p class="i0">y vos viviendo solo de mis males.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Si aquella amarillez y los sospiros<a id="FNanchor_302" href="#Footnote_302" class="fnanchor">[302]</a><span class="lnum">40</span></p>
- <p class="i0">salidos sin licencia de su dueño;</p>
- <p class="i0">si aquel hondo silencio no han podido</p>
- <p class="i0">un sentimiento grande ni pequeño</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_178">p. 178</span>mover en vos, que baste convertiros</p>
- <p class="i0">a siquiera saber que soy nacido,<span class="lnum">45</span></p>
- <p class="i0">baste ya haber sufrido</p>
- <p class="i0">tanto tiempo, a pesar de lo que basto;</p>
- <p class="i0">que a mí mismo contrasto,<a id="FNanchor_303" href="#Footnote_303" class="fnanchor">[303]</a></p>
- <p class="i0">dándome a entender que mi flaqueza</p>
- <p class="i0">me tiene en la tristeza<span class="lnum">50</span></p>
- <p class="i0">en que estoy puesto, y no lo que yo entiendo;</p>
- <p class="i0">así que con flaqueza me defiendo.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Canción, no has de tener</p>
- <p class="i0">comigo que ver más en malo o en bueno;</p>
- <p class="i0">trátame como ajeno,<span class="lnum">55</span></p>
- <p class="i0">que no te faltará de quien lo aprendas.</p>
- <p class="i0">Si has miedo que me ofendas,</p>
- <p class="i0">no quieras hacer más por mi derecho</p>
- <p class="i0">de lo que hice yo, que el mal me he hecho.</p>
- </div>
-</div>
-
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-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch4-2">
- <p><span class="pagenum" id="Page_179">p. 179</span></p>
- <h2 class="nobreak g1">CANCIÓN SEGUNDA</h2>
-</div>
-
-<div class="versos ml4">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">La soledad siguiendo,</p>
- <p class="i0">rendido a mi fortuna,</p>
- <p class="i0">me voy por los caminos que se ofrecen,</p>
- <p class="i0">por ellos esparciendo</p>
- <p class="i0">mis quejas de una en una<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">al viento, que las lleva do perecen;<a id="FNanchor_304" href="#Footnote_304" class="fnanchor">[304]</a></p>
- <p class="i0">puesto que ellas merecen</p>
- <p class="i0">ser de vos escuchadas,</p>
- <p class="i0">pues son tan bien vertidas,</p>
- <p class="i0">he lástima de ver que van perdidas<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">por donde suelen ir las remediadas.</p>
- <p class="i0">A mí se han de tornar,</p>
- <p class="i0">adonde para siempre habrán de estar.<a id="FNanchor_305" href="#Footnote_305" class="fnanchor">[305]</a></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Mas ¿qué haré, señora,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_180">p. 180</span>en tanta desventura?<span class="lnum">15</span></p>
- <p class="i0">¿Adónde iré, si a vos no voy con ella?</p>
- <p class="i0">¿De quién podré yo agora</p>
- <p class="i0">valerme en mi tristura,</p>
- <p class="i0">si en vos no halla abrigo mi querella?</p>
- <p class="i0">Vos sola sois aquella<span class="lnum">20</span></p>
- <p class="i0">con quien mi voluntad</p>
- <p class="i0">recibe tal engaño,</p>
- <p class="i0">que viéndoos holgar siempre con mi daño,</p>
- <p class="i0">me quejo a vos, como si en la verdad</p>
- <p class="i0">vuestra condición fuerte<span class="lnum">25</span></p>
- <p class="i0">tuviese alguna cuenta con mi muerte.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Los árboles presento</p>
- <p class="i0">entre las duras peñas</p>
- <p class="i0">por testigo de cuanto os he encubierto;</p>
- <p class="i0">de lo que entrellas cuento<span class="lnum">30</span></p>
- <p class="i0">podrán dar buenas señas,</p>
- <p class="i0">si señas pueden dar del desconcierto.</p>
- <p class="i0">Mas ¿quién tendrá concierto</p>
- <p class="i0">en contar el dolor,</p>
- <p class="i0">que es de orden enemigo?<span class="lnum">35</span></p>
- <p class="i0">No me den pena, pues, por lo que digo;</p>
- <p class="i0">que ya no me refrenará el temor.</p>
- <p class="i0">¡Quién pudiese hartarse<a id="FNanchor_306" href="#Footnote_306" class="fnanchor">[306]</a></p>
- <p class="i0">de no esperar remedio y de quejarse!</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_181">p. 181</span>Mas esto me es vedado<span class="lnum">40</span></p>
- <p class="i0">con unas obras tales</p>
- <p class="i0">con que nunca fue a nadie defendido;</p>
- <p class="i0">que si otros han dejado</p>
- <p class="i0">de publicar sus males,</p>
- <p class="i0">llorando el mal estado a que han venido,<span class="lnum">45</span></p>
- <p class="i0">señora, no habrá sido</p>
- <p class="i0">sino con mejoría</p>
- <p class="i0">y alivio en su tormento;</p>
- <p class="i0">mas ha venido en mí a ser lo que siento</p>
- <p class="i0">de tal arte, que ya en mi fantasía<span class="lnum">50</span></p>
- <p class="i0">no cabe; y así, quedo</p>
- <p class="i0">sufriendo aquello que decir no puedo.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Si por ventura estiendo</p>
- <p class="i0">alguna vez mis ojos</p>
- <p class="i0">por el proceso luengo de mis daños,<span class="lnum">55</span></p>
- <p class="i0">con lo que me defiendo</p>
- <p class="i0">de tan grandes enojos,</p>
- <p class="i0">solamente es allí con mis engaños;</p>
- <p class="i0">mas vuestros desengaños</p>
- <p class="i0">vencen mi desvarío<span class="lnum">60</span></p>
- <p class="i0">y apocan mis defensas.</p>
- <p class="i0">Sin yo poder dar otras recompensas,</p>
- <p class="i0">sino que, siendo vuestro más que mío,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_182">p. 182</span>quise perderme así,</p>
- <p class="i0">por vengarme de vos, señora, en mí.<span class="lnum">65</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Canción, yo he dicho más que me mandaron,</p>
- <p class="i0">y menos que pensé;</p>
- <p class="i0">no me pregunten más, que lo diré.<a id="FNanchor_307" href="#Footnote_307" class="fnanchor">[307]</a></p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch4-3">
- <p><span class="pagenum" id="Page_183">p. 183</span></p>
- <h2 class="nobreak g1">CANCIÓN TERCERA</h2>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Con un manso ruído</p>
- <p class="i0">de agua corriente y clara,</p>
- <p class="i0">cerca el Danubio una isla, que pudiera<a id="FNanchor_308" href="#Footnote_308" class="fnanchor">[308]</a></p>
- <p class="i0">ser lugar escogido</p>
- <p class="i0">para que descansara<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">quien como yo estó agora, no estuviera;</p>
- <p class="i0">do siempre primavera</p>
- <p class="i0">parece en la verdura</p>
- <p class="i0">sembrada de las flores;</p>
- <p class="i0">hacen los ruiseñores<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">renovar el placer o la tristura</p>
- <p class="i0">con sus blandas querellas,</p>
- <p class="i0">que nunca día ni noche cesan dellas.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_184">p. 184</span>Aquí estuve yo puesto,</p>
- <p class="i0">o por mejor decillo,<span class="lnum">15</span></p>
- <p class="i0">preso y forzado y solo en tierra ajena;<a id="FNanchor_309" href="#Footnote_309" class="fnanchor">[309]</a></p>
- <p class="i0">bien pueden hacer esto</p>
- <p class="i0">en quien puede sufrillo</p>
- <p class="i0">y en quien él a sí mismo se condena.</p>
- <p class="i0">Tengo solo una pena,<span class="lnum">20</span></p>
- <p class="i0">si muero desterrado</p>
- <p class="i0">y en tanta desventura,</p>
- <p class="i0">que piensen por ventura</p>
- <p class="i0">que juntos tantos males me han llevado;</p>
- <p class="i0">y sé yo bien que muero<span class="lnum">25</span></p>
- <p class="i0">por solo aquello que morir espero.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">El cuerpo está en poder</p>
- <p class="i0">y en manos de quien puede</p>
- <p class="i0">hacer a su placer lo que quisiere;</p>
- <p class="i0">mas no podrá hacer<span class="lnum">30</span></p>
- <p class="i0">que mal librado quede,</p>
- <p class="i0">mientras de mí otra prenda no tuviere.</p>
- <p class="i0">Cuando ya el mal viniere</p>
- <p class="i0">y la postrera suerte,</p>
- <p class="i0">aquí me ha de hallar,<span class="lnum">35</span></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_185">p. 185</span>en el mismo lugar;</p>
- <p class="i0">que otra cosa más dura que la muerte</p>
- <p class="i0">me halla y ha hallado;</p>
- <p class="i0">y esto sabe muy bien quien lo ha probado.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">No es necesario agora<span class="lnum">40</span></p>
- <p class="i0">hablar más sin provecho,</p>
- <p class="i0">que es mi necesidad muy apretada;</p>
- <p class="i0">pues ha sido en un hora</p>
- <p class="i0">todo aquello deshecho</p>
- <p class="i0">en que toda mi vida fue gastada.<span class="lnum">45</span></p>
- <p class="i0">Y al fin de tal jornada</p>
- <p class="i0">¿presumen espantarme?</p>
- <p class="i0">Sepan que ya no puedo</p>
- <p class="i0">morir sino sin miedo;</p>
- <p class="i0">que aun nunca qué temer quiso dejarme<span class="lnum">50</span></p>
- <p class="i0">la desventura mía,</p>
- <p class="i0">que el bien y el miedo me quitó en un día.</p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Danubio, río divino,<a id="FNanchor_310" href="#Footnote_310" class="fnanchor">[310]</a></p>
- <p class="i0">que por fieras naciones<a id="FNanchor_311" href="#Footnote_311" class="fnanchor">[311]</a></p>
- <p class="i0">vas con tus claras ondas discurriendo,<span class="lnum">55</span></p>
- <p class="i0">pues no hay otro camino</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_186">p. 186</span>por donde mis razones</p>
- <p class="i0">vayan fuera de aquí, sino corriendo</p>
- <p class="i0">por tus aguas y siendo</p>
- <p class="i0">en ellas anegadas;<span class="lnum">60</span></p>
- <p class="i0">si en tierra tan ajena</p>
- <p class="i0">en la desierta arena</p>
- <p class="i0">fueren de alguno acaso en fin halladas,</p>
- <p class="i0">entiérrelas, siquiera,</p>
- <p class="i0">porque su error se acabe en tu ribera.<span class="lnum">65</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Aunque en el agua mueras,</p>
- <p class="i0">canción, no has de quejarte;</p>
- <p class="i0">que yo he mirado bien lo que te toca.</p>
- <p class="i0">Menos vida tuvieras</p>
- <p class="i0">si hubieras de igualarte<span class="lnum">70</span></p>
- <p class="i0">con otras que se me han muerto en la boca.</p>
- <p class="i0">Quién tiene culpa desto,</p>
- <p class="i0">allá lo entenderás de mí muy presto.</p>
- </div>
-</div>
-
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-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch4-4">
- <p><span class="pagenum" id="Page_187">p. 187</span></p>
- <h2 class="nobreak g1" title="CANCIÓN CUARTA">CANCIÓN CUARTA<a id="FNanchor_312" href="#Footnote_312" class="fnanchor">[312]</a></h2>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">El aspereza de mis males quiero<a id="FNanchor_313" href="#Footnote_313" class="fnanchor">[313]</a></p>
- <p class="i0">que se muestre también en mis razones,</p>
- <p class="i0">como ya en los efetos se ha mostrado.</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_188">p. 188</span>Lloraré de mi mal las ocasiones,</p>
- <p class="i0">sabrá el mundo la causa por que muero,<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">y moriré a lo menos confesado.<a id="FNanchor_314" href="#Footnote_314" class="fnanchor">[314]</a></p>
- <p class="i0" id="Can4-7">Pues soy por los cabellos arrastrado</p>
- <p class="i0">de un tan desatinado pensamiento,</p>
- <p class="i0">que por agudas peñas peligrosas,</p>
- <p class="i0">por matas espinosas,<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">corre con ligereza más que el viento,</p>
- <p class="i0">bañando de mi sangre la carrera;</p>
- <p class="i0">y para más despacio atormentarme,</p>
- <p class="i0">llévame alguna vez por entre flores,</p>
- <p class="i0">a do de mis tormentos y dolores<span class="lnum">15</span></p>
- <p class="i0">descanso, y dellos vengo a no acordarme;</p>
- <p class="i0">mas él a más descanso no me espera;</p>
- <p class="i0">antes, como me ve desta manera,</p>
- <p class="i0">con un nuevo furor y desatino</p>
- <p class="i0">toma a seguir el áspero camino.<span class="lnum">20</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">No vine por mis pies a tantos daños;</p>
- <p class="i0">fuerzas de mi destino me trajeron,</p>
- <p class="i0">y a la que me atormenta me entregaron.</p>
- <p class="i0">Mi razón y juicio bien creyeron</p>
- <p class="i0">guardarme, como en los pasados años<span class="lnum">25</span></p>
- <p class="i0">de otros graves peligros me guardaron;</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_189">p. 189</span>mas cuando los pasados compararon</p>
- <p class="i0">con los que venir vieron, no sabían</p>
- <p class="i0">lo que hacer de sí ni dó meterse;</p>
- <p class="i0">que luego empezó a verse<span class="lnum">30</span></p>
- <p class="i0">la fuerza y el rigor con que venían.</p>
- <p class="i0">Mas de pura vergüenza constreñida,</p>
- <p class="i0">con tardo paso y corazón medroso</p>
- <p class="i0">al fin ya mi razón salió al camino.</p>
- <p class="i0">Cuanto era el enemigo más vecino,<span class="lnum">35</span></p>
- <p class="i0">tanto más el recelo temeroso</p>
- <p class="i0">le mostraba el peligro de su vida.</p>
- <p class="i0">Pensar en el temor de ser vencida,</p>
- <p class="i0">la sangre alguna vez le calentaba,</p>
- <p class="i0">mas el mismo temor se la enfriaba.<span class="lnum">40</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Estaba yo a mirar, y peleando</p>
- <p class="i0">en mi defensa mi razón estaba</p>
- <p class="i0">cansada, y en mil partes ya herida;</p>
- <p class="i0">y sin ver yo quién dentro me incitaba,</p>
- <p class="i0">ni saber cómo, estaba deseando<span class="lnum">45</span></p>
- <p class="i0">que allí quedase mi razón vencida.<a id="FNanchor_315" href="#Footnote_315" class="fnanchor">[315]</a></p>
- <p class="i0">Nunca en todo el proceso de mi vida</p>
- <p class="i0">cosa se me cumplió que desease</p>
- <p class="i0">tan presto como aquesta; que a la hora<a id="FNanchor_316" href="#Footnote_316" class="fnanchor">[316]</a></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_190">p. 190</span>se rindió la señora,<span class="lnum">50</span></p>
- <p class="i0">y al siervo consintió que gobernase<a id="FNanchor_317" href="#Footnote_317" class="fnanchor">[317]</a></p>
- <p class="i0">y usase de la ley del vencimiento.</p>
- <p class="i0" id="Can4-53">Entonces yo sentime salteado</p>
- <p class="i0">de una vergüenza libre y generosa;</p>
- <p class="i0">corrime gravemente que una cosa<span class="lnum">55</span></p>
- <p class="i0">tan sin razón hubiese así pasado.</p>
- <p class="i0">Luego siguió el dolor al corrimiento</p>
- <p class="i0">de ver mi reino en mano de quien cuento</p>
- <p class="i0">que me da vida y muerte cada día,</p>
- <p class="i0">y es la más moderada tiranía.<span class="lnum">60</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Los ojos, cuya lumbre bien pudiera</p>
- <p class="i0">tornar clara la noche tenebrosa,</p>
- <p class="i0">y escurecer al sol a mediodía,</p>
- <p class="i0">me convirtieron luego en otra cosa.</p>
- <p class="i0">En volviéndose a mí la vez primera<span class="lnum">65</span></p>
- <p class="i0">con el calor del rayo que salía</p>
- <p class="i0">de su vista, que en mí se difundía,</p>
- <p class="i0">y de mis ojos la abundante vena</p>
- <p class="i0">de lágrimas, al sol que me inflamaba,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_191">p. 191</span>no menos ayudaba<span class="lnum">70</span></p>
- <p class="i0">a hacer mi natura en todo ajena</p>
- <p class="i0">de lo que era primero. Corromperse</p>
- <p class="i0">sentí el sosiego y libertad pasada,</p>
- <p class="i0">y el mal de que muriendo estó, engendrarse,</p>
- <p class="i0">y en tierra sus raíces ahondarse<span class="lnum">75</span></p>
- <p class="i0">tanto cuanto su cima levantada</p>
- <p class="i0">sobre cualquier altura hace verse.</p>
- <p class="i0">El fruto que de aquí suele cogerse,</p>
- <p class="i0">mil es amargo, alguna vez sabroso;</p>
- <p class="i0">mas mortífero siempre y ponzoñoso.<span class="lnum">80</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">De mí agora huyendo, voy buscando</p>
- <p class="i0">a quien huye de mí como enemiga;</p>
- <p class="i0">que al un error añado el otro yerro,</p>
- <p class="i0">y en medio del trabajo y la fatiga</p>
- <p class="i0">estoy cantando yo, y está sonando<span class="lnum">85</span></p>
- <p class="i0">de mis atados pies el grave hierro;</p>
- <p class="i0">mas poco dura el canto si me encierro</p>
- <p class="i0">acá dentro de mí, porque allí veo</p>
- <p class="i0">un campo lleno de desconfianza.</p>
- <p class="i0">Muéstrame la esperanza<span class="lnum">90</span></p>
- <p class="i0">de lejos su vestido y su meneo;</p>
- <p class="i0">mas ver su rostro nunca me consiente.</p>
- <p class="i0">Torno a llorar mis daños, porque entiendo</p>
- <p class="i0">que es un crudo linaje de tormento</p>
- <p class="i0">para matar aquel que está sediento,<span class="lnum">95</span></p>
- <p class="i0">mostralle el agua por que está muriendo;</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_192">p. 192</span>de la cual el cuitado juntamente</p>
- <p class="i0" id="Can4-98">la claridad contempla, el ruido siente;</p>
- <p class="i0">mas cuando llega ya para bebella,</p>
- <p class="i0">gran espacio se halla lejos della.<a id="FNanchor_318" href="#Footnote_318" class="fnanchor">[318]</a><span class="lnum">100</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2" id="Can4-101">De los cabellos de oro fue tejida</p>
- <p class="i0">la red que fabricó mi sentimiento,</p>
- <p class="i0">do mi razón revuelta y enredada</p>
- <p class="i0">con gran vergüenza suya y corrimiento,</p>
- <p class="i0">sujeta al apetito y sometida,<span class="lnum">105</span></p>
- <p class="i0">en público adulterio fue tomada,</p>
- <p class="i0">del cielo y de la tierra contemplada.<a id="FNanchor_319" href="#Footnote_319" class="fnanchor">[319]</a></p>
- <p class="i0">Mas ya no es tiempo de mirar yo en esto,</p>
- <p class="i0">pues no tengo con qué considerallo,</p>
- <p class="i0">y en tal punto me hallo,<span class="lnum">110</span></p>
- <p class="i0">que estoy sin armas en el campo puesto,</p>
- <p class="i0">y el paso ya cerrado y la huida.</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_193">p. 193</span>¿Quién no se espantará de lo que digo?</p>
- <p class="i0">Que es cierto que he venido a tal estremo,</p>
- <p class="i0">que del grave dolor que huyo y temo,<span class="lnum">115</span></p>
- <p class="i0">me hallo algunas veces tan amigo,</p>
- <p class="i0">que en medio dél, si vuelvo a ver la vida</p>
- <p class="i0">de libertad, la juzgo por perdida,</p>
- <p class="i0" id="Can4-119">y maldigo las horas y momentos</p>
- <p class="i0">gastados mal en libres pensamientos.<span class="lnum">120</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">No reina siempre aquesta fantasía,</p>
- <p class="i0">que en imaginación tan variable</p>
- <p class="i0">no se reposa un hora el pensamiento.</p>
- <p class="i0">Viene con un rigor tan intratable</p>
- <p class="i0">a tiempos el rigor, que al alma mía<span class="lnum">125</span></p>
- <p class="i0">desampara, huyendo, el sufrimiento,</p>
- <p class="i0">lo que dura la fuerza del tormento.</p>
- <p class="i0">No hay parte en mí que no se me trastorne</p>
- <p class="i0">y que en torno de mí no esté llorando;</p>
- <p class="i0">de nuevo protestando<span class="lnum">130</span></p>
- <p class="i0">que de la vía espantosa atrás me torne.</p>
- <p class="i0">Esto ya por razón no va fundado,</p>
- <p class="i0">ni le dan parte dello a mi juicio,</p>
- <p class="i0">que este discurso todo es ya perdido;</p>
- <p class="i0">mas es en tanto daño del sentido<span class="lnum">135</span></p>
- <p class="i0">este dolor, y en tanto perjuicio,</p>
- <p class="i0">que todo lo sensible atormentado,</p>
- <p class="i0">del bien, si alguno tuvo, ya olvidado</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_194">p. 194</span>está de todo punto, y solo siente</p>
- <p class="i0">la furia y el rigor del mal presente.<span class="lnum">140</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">En medio de la fuerza del tormento</p>
- <p class="i0">una sombra de bien se me presenta,</p>
- <p class="i0">do el fiero ardor un poco se mitiga.</p>
- <p class="i0">Figúraseme cierto a mí que sienta</p>
- <p class="i0">alguna parte de lo que yo siento<span class="lnum">145</span></p>
- <p class="i0">aquella tan amada mi enemiga.</p>
- <p class="i0">Es tan incomportable la fatiga,</p>
- <p class="i0">que si con algo yo no me engañase</p>
- <p class="i0">para poder llevalla, moriría;</p>
- <p class="i0">y así, me acabaría<span class="lnum">150</span></p>
- <p class="i0">sin que de mí en el mundo se hablase.</p>
- <p class="i0">Así que, del estado más perdido</p>
- <p class="i0">saco algún bien; mas luego en mí la suerte</p>
- <p class="i0">trueca y revuelve el orden; que algún hora,</p>
- <p class="i0">si el mal acaso un poco en mí mejora,<span class="lnum">155</span></p>
- <p class="i0">aquel descanso luego se convierte</p>
- <p class="i0">en un temor que me ha puesto en olvido</p>
- <p class="i0">aquella por quien sola me he perdido.</p>
- <p class="i0">Así, del bien que un rato satisface,</p>
- <p class="i0">nace el dolor que el alma me deshace.<span class="lnum">160</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Canción, si quien te viere se espantare</p>
- <p class="i0">de la instabilidad y ligereza</p>
- <p class="i0">y revuelta del vago pensamiento;</p>
- <p class="i0">estable, grave y firme es el tormento</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_195">p. 195</span>le di, que es causa; cuya fortaleza<span class="lnum">165</span></p>
- <p class="i0">es tal, que en cualquier parte que tocare,</p>
- <p class="i0">la hará revolver hasta que pare</p>
- <p class="i0">en aquel fin de lo terrible y fuerte,</p>
- <p class="i0">que todo el mundo afirma que es la muerte.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch4-5">
- <p><span class="pagenum" id="Page_197">p. 197</span></p>
- <h2 class="nobreak g1">CANCIÓN QUINTA</h2>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Si de mi baja lira<a id="FNanchor_320" href="#Footnote_320" class="fnanchor">[320]</a></p>
- <p class="i0">tanto pudiese el son, que un momento</p>
- <p class="i0">aplacase la ira</p>
- <p class="i0">del animoso viento,</p>
- <p class="i0">y la furia del mar y el movimiento;<a id="FNanchor_321" href="#Footnote_321" class="fnanchor">[321]</a><span class="lnum">5</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">y en ásperas montañas</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_198">p. 198</span>con el suave canto enterneciese</p>
- <p class="i0">las fieras alimañas,</p>
- <p class="i0">los árboles moviese,</p>
- <p class="i0">y al son confusamente los trajese;<a id="FNanchor_322" href="#Footnote_322" class="fnanchor">[322]</a><span class="lnum">10</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">no pienses que cantado</p>
- <p class="i0">sería de mí, hermosa flor de Nido,<a id="FNanchor_323" href="#Footnote_323" class="fnanchor">[323]</a></p>
- <p class="i0">el fiero Marte airado,</p>
- <p class="i0">a muerte convertido,</p>
- <p class="i0">de polvo y sangre y de sudor teñido;<span class="lnum">15</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">ni aquellos capitanes</p>
- <p class="i0">en las sublimes ruedas colocados,<a id="FNanchor_324" href="#Footnote_324" class="fnanchor">[324]</a></p>
- <p class="i0" id="Can5-18"><span class="pagenum" id="Page_199">p. 199</span>por quien los alemanes</p>
- <p class="i0">el fiero cuello atados,</p>
- <p class="i0">y los franceses van domesticados.<a id="FNanchor_325" href="#Footnote_325" class="fnanchor">[325]</a><span class="lnum">20</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Mas solamente aquella</p>
- <p class="i0">fuerza de tu beldad sería cantada,</p>
- <p class="i0">y alguna vez con ella</p>
- <p class="i0">también sería notada</p>
- <p class="i0">el aspereza de que estás armada;<span class="lnum">25</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">y cómo por ti sola,</p>
- <p class="i0">y por tu gran valor y hermosura,</p>
- <p class="i0">convertida en viola,<a id="FNanchor_326" href="#Footnote_326" class="fnanchor">[326]</a></p>
- <p class="i0">llora su desventura</p>
- <p class="i0">el miserable amante en su figura.<span class="lnum">30</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Hablo de aquel cativo,</p>
- <p class="i0">de quien tener se debe más cuidado,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_200">p. 200</span>que está muriendo vivo,</p>
- <p class="i0">al remo condenado,</p>
- <p class="i0">en la concha de Venus amarrado.<a id="FNanchor_327" href="#Footnote_327" class="fnanchor">[327]</a><span class="lnum">35</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Por ti, como solía,</p>
- <p class="i0">del áspero caballo no corrige</p>
- <p class="i0">la furia y gallardía,</p>
- <p class="i0">ni con freno le rige,</p>
- <p class="i0">ni con vivas espuelas ya le aflige.<span class="lnum">40</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Por ti, con diestra mano</p>
- <p class="i0">no revuelve la espada presurosa,</p>
- <p class="i0">y en el dudoso llano</p>
- <p class="i0">huye la polvorosa</p>
- <p class="i0">palestra como sierpe ponzoñosa.<a id="FNanchor_328" href="#Footnote_328" class="fnanchor">[328]</a><span class="lnum">45</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Por ti, su blanda musa,</p>
- <p class="i0">en lugar de la cítara sonante,</p>
- <p class="i0">tristes querellas usa,<a id="FNanchor_329" href="#Footnote_329" class="fnanchor">[329]</a></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_201">p. 201</span>que con llanto abundante</p>
- <p class="i0">hacen bañar el rostro del amante.<span class="lnum">50</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Por ti, el mayor amigo</p>
- <p class="i0">le es importuno, grave y enojoso;</p>
- <p class="i0">yo puedo ser testigo,</p>
- <p class="i0">que ya del peligroso</p>
- <p class="i0">naufragio fui su puerto y su reposo.<span class="lnum">55</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Y agora en tal manera</p>
- <p class="i0">vence el dolor a la razón perdida,</p>
- <p class="i0">que ponzoñosa fiera</p>
- <p class="i0">nunca fue aborrecida</p>
- <p class="i0">tanto como yo dél, ni tan temida.<span class="lnum">60</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">No fuiste tú engendrada</p>
- <p class="i0">ni producida de la dura tierra;</p>
- <p class="i0">no debe ser notada</p>
- <p class="i0">que ingratamente yerra</p>
- <p class="i0">quien todo el otro error de sí destierra.<a id="FNanchor_330" href="#Footnote_330" class="fnanchor">[330]</a><span class="lnum">65</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_202">p. 202</span>Hágate temerosa</p>
- <p class="i0">el caso de Anajerete, y cobarde,</p>
- <p class="i0">que de ser desdeñosa</p>
- <p class="i0">se arrepintió muy tarde;</p>
- <p class="i0">y así, su alma con su mármol arde.<a id="FNanchor_331" href="#Footnote_331" class="fnanchor">[331]</a><span class="lnum">70</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Estábase alegrando</p>
- <p class="i0">del mal ajeno el pecho empedernido,</p>
- <p class="i0">cuando abajo mirando,</p>
- <p class="i0">el cuerpo muerto vido</p>
- <p class="i0">del miserable amante, allí tendido.<span class="lnum">75</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Y al cuello el lazo atado,</p>
- <p class="i0">con que desenlazó de la cadena</p>
- <p class="i0">el corazón cuitado,</p>
- <p class="i0">que con su breve pena</p>
- <p class="i0">compró la eterna punición ajena.<span class="lnum">80</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Sintió allí convertirse</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_203">p. 203</span>en piedad amorosa el aspereza.</p>
- <p class="i0">¡Oh tarde arrepentirse!</p>
- <p class="i0">¡Oh última terneza!</p>
- <p class="i0">¿Cómo te sucedió mayor dureza?<span class="lnum">85</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Los ojos se enclavaron</p>
- <p class="i0">en el tendido cuerpo que allí vieron,</p>
- <p class="i0">los huesos se tornaron</p>
- <p class="i0">más duros y crecieron,</p>
- <p class="i0">y en sí toda la carne convirtieron;<span class="lnum">90</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">las entrañas heladas</p>
- <p class="i0">tornaron poco a poco en piedra dura;</p>
- <p class="i0">por las venas cuitadas</p>
- <p class="i0">la sangre su figura</p>
- <p class="i0">iba desconociendo y su natura;<a id="FNanchor_332" href="#Footnote_332" class="fnanchor">[332]</a><span class="lnum">95</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">hasta que, finalmente,</p>
- <p class="i0">en duro mármol vuelta y trasformada,</p>
- <p class="i0">hizo de sí la gente</p>
- <p class="i0">no tan maravillada</p>
- <p class="i0">cuanto de aquella ingratitud vengada.<span class="lnum">100</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">No quieras tú, señora,</p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_204">p. 204</span>de Némesis airada las saetas<a id="FNanchor_333" href="#Footnote_333" class="fnanchor">[333]</a></p>
- <p class="i0">probar, por Dios, agora;</p>
- <p class="i0">baste que tus perfetas</p>
- <p class="i0">obras y hermosura a los poetas<span class="lnum">105</span></p>
- </div>
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">den inmortal materia,</p>
- <p class="i0">sin que también en verso lamentable</p>
- <p class="i0">celebren la miseria</p>
- <p class="i0">de algún caso notable</p>
- <p class="i0">que por ti pase triste y miserable.<span class="lnum">110</span></p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-1">
- <p><span class="pagenum" id="Page_205">p. 205</span></p>
- <h2 class="nobreak g1">SONETOS</h2>
-</div>
-
-<h3>I</h3>
-
-<div class="versos ml5">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Cuando me paro a contemplar mi estado,<a id="FNanchor_334" href="#Footnote_334" class="fnanchor">[334]</a></p>
- <p class="i0">y a ver los pasos por do me ha traído,</p>
- <p class="i0">hallo, según por do anduve perdido,</p>
- <p class="i0">que a mayor mal pudiera haber llegado;</p>
- <p class="i2">mas cuando del camino estó olvidado,<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">a tanto mal no sé por dó he venido;</p>
- <p class="i0">sé que me acabo, y más he yo sentido</p>
- <p class="i0">ver acabar comigo mi cuidado.</p>
- <p class="i2">Yo acabaré, que me entregué sin arte</p>
- <p class="i0">a quien sabrá perderme y acabarme,<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">si ella quisiere, y aun sabrá querello;</p>
- <p class="i2">que pues mi voluntad puede matarme,</p><span class="pagenum" id="Page_206">p. 206</span>
- <p class="i0">la suya, que no es tanto de mi parte,</p>
- <p class="i0">pudiendo, ¿qué hará sino hacello?<a id="FNanchor_335" href="#Footnote_335" class="fnanchor">[335]</a></p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-2">
- <p><span class="pagenum" id="Page_207">p. 207</span></p>
- <h3 class="g1">II</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">En fin, a vuestras manos he venido,</p>
- <p class="i0">do sé que he de morir tan apretado,</p>
- <p class="i0">que aun aliviar con quejas mi cuidado,</p>
- <p class="i0">como remedio, me es ya defendido.</p>
- <p class="i2">Mi vida no sé en qué se ha sostenido,<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">si no es en haber sido yo guardado</p>
- <p class="i0">para que solo en mí fuese probado</p>
- <p class="i0">cuánto corta un espada en un rendido.<a id="FNanchor_336" href="#Footnote_336" class="fnanchor">[336]</a></p>
- <p class="i2">Mis lágrimas han sido derramadas</p>
- <p class="i0">donde la sequedad y la aspereza<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">dieron mal fruto dellas y mi suerte.</p>
- <p class="i2">Basten las que por vos tengo lloradas.</p>
- <p class="i0">No os venguéis más de mí con mi flaqueza;</p>
- <p class="i0">allá os vengad, señora, con mi muerte.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-3">
- <p><span class="pagenum" id="Page_208">p. 208</span></p>
- <h3 class="g1">III</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">La mar en medio y tierras he dejado</p>
- <p class="i0">de cuanto bien, cuitado, yo tenía;</p>
- <p class="i0">yéndome alejando cada día,<a id="FNanchor_337" href="#Footnote_337" class="fnanchor">[337]</a></p>
- <p class="i0">gentes, costumbres, lenguas he pasado.</p>
- <p class="i2">Ya de volver estoy desconfiado;<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">pienso remedios en mi fantasía,</p>
- <p class="i0">y el que más cierto espero es aquel día</p>
- <p class="i0">que acabará la vida y el cuidado.</p>
- <p class="i2">De cualquier mal pudiera socorrerme</p>
- <p class="i0">con veros yo, señora, o esperallo,<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">si esperallo pudiera sin perdello.</p>
- <p class="i2">Mas de no veros ya para valerme,</p><span class="pagenum" id="Page_209">p. 209</span>
- <p class="i0">si no es morir, ningún remedio hallo;</p>
- <p class="i0">y si esto lo es, tampoco podré habello.<a id="FNanchor_338" href="#Footnote_338" class="fnanchor">[338]</a></p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-4">
- <p><span class="pagenum" id="Page_210">p. 210</span></p>
- <h3 class="g1">IV</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Un rato se levanta mi esperanza.</p>
- <p class="i0">Tan cansada de haberse levantado</p>
- <p class="i0">torna a caer, que deja, mal mi grado,</p>
- <p class="i0">libre el lugar a la desconfianza.</p>
- <p class="i2">¿Quién sufrirá tan áspera mudanza<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">del bien al mal? ¡Oh, corazón cansado!</p>
- <p class="i0">esfuerza en la miseria de tu estado;</p>
- <p class="i0">que tras fortuna suele haber bonanza.<a id="FNanchor_339" href="#Footnote_339" class="fnanchor">[339]</a></p>
- <p class="i2">Yo mismo emprenderé a fuerza de brazos</p>
- <p class="i0">romper un monte, que otro no rompiera,<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">de mil inconvenientes muy espeso.</p>
- <p class="i2">Muerte, prisión no pueden, ni embarazos,</p>
- <p class="i0">quitarme de ir a veros, como quiera</p>
- <p class="i0">desnudo espirtu o hombre en carne y hueso.<a id="FNanchor_340" href="#Footnote_340" class="fnanchor">[340]</a></p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-5">
- <p><span class="pagenum" id="Page_211">p. 211</span></p>
- <h3>V</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml5">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Escrito está en mi alma vuestro gesto,</p>
- <p class="i0">y cuanto yo escrebir de vos deseo;</p>
- <p class="i0">vos sola lo escrebistes, yo lo leo</p>
- <p class="i0">tan solo, que aun de vos me guardo en esto.</p>
- <p class="i2">En esto estoy y estaré siempre puesto;<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,</p>
- <p class="i0">de tanto bien lo que no entiendo creo,</p>
- <p class="i0">tomando ya la fe por presupuesto.</p>
- <p class="i2">Yo no nací sino para quereros;</p>
- <p class="i0">mi alma os ha cortado a su medida;<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">por hábito del alma misma os quiero.</p>
- <p class="i2">Cuanto tengo confieso yo deberos;</p>
- <p class="i0">por vos nací, por vos tengo la vida,</p>
- <p class="i0">por vos he de morir y por vos muero.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-6">
- <p><span class="pagenum" id="Page_212">p. 212</span></p>
- <h3 class="g1">VI</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Por ásperos caminos he llegado</p>
- <p class="i0">a parte que de miedo no me muevo;</p>
- <p class="i0">y si a mudarme o dar un paso pruebo,</p>
- <p class="i0">allí por los cabellos soy tornado.<a id="FNanchor_341" href="#Footnote_341" class="fnanchor">[341]</a></p>
- <p class="i2">Mas tal estoy, que con la muerte al lado<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">busco de mi vivir consejo nuevo;</p>
- <p class="i0">y conozco el mejor y el peor apruebo,<a id="FNanchor_342" href="#Footnote_342" class="fnanchor">[342]</a></p>
- <p class="i0">o por costumbre mala o por mi hado.</p><span class="pagenum" id="Page_213">p. 213</span>
- <p class="i2">Por otra parte, el breve tiempo mío,</p>
- <p class="i0">y el errado proceso de mis años,<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">en su primer principio y en su medio,</p>
- <p class="i2">mi inclinación, con quien ya no porfío,<a id="FNanchor_343" href="#Footnote_343" class="fnanchor">[343]</a></p>
- <p class="i0">la cierta muerte, fin de tantos daños,</p>
- <p class="i0">me hacen descuidar de mi remedio.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-7">
- <p><span class="pagenum" id="Page_214">p. 214</span></p>
- <h3 class="g1">VII</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">No pierda más quien ha tanto perdido;<a id="FNanchor_344" href="#Footnote_344" class="fnanchor">[344]</a></p>
- <p class="i0">bástete, amor, lo que ha por mí pasado;</p>
- <p class="i0">válgame agora haber jamás probado</p>
- <p class="i0">a defenderme de lo que has querido.</p>
- <p class="i2">Tu templo y sus paredes he vestido<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">de mis mojadas ropas, y adornado,</p>
- <p class="i0">como acontece a quien ha ya escapado</p>
- <p class="i0">libre de la tormenta en que se vido.<a id="FNanchor_345" href="#Footnote_345" class="fnanchor">[345]</a></p>
- <p class="i2">Yo había jurado nunca más meterme,</p>
- <p class="i0" id="Son7-10">a poder mío y a mi consentimiento,<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">en otro tal peligro, como vano.<a id="FNanchor_346" href="#Footnote_346" class="fnanchor">[346]</a></p>
- <p class="i2">Mas del que viene no podré valerme;</p>
- <p class="i0">y en esto no voy contra el juramento;</p>
- <p class="i0">que ni es como los otros ni en mi mano.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-8">
- <p><span class="pagenum" id="Page_215">p. 215</span></p>
- <h3 class="g1">VIII</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">De aquella vista pura y ecelente</p>
- <p class="i0">salen espirtus vivos y encendidos,</p>
- <p class="i0">y siendo por mis ojos recebidos,</p>
- <p class="i0">me pasan hasta donde el mal se siente.</p>
- <p class="i2">Encuéntranse al camino fácilmente,<a id="FNanchor_347" href="#Footnote_347" class="fnanchor">[347]</a><span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0" id="Son8-6">con los míos, que de tal calor movidos</p>
- <p class="i0">salen fuera de mí como perdidos,<a id="FNanchor_348" href="#Footnote_348" class="fnanchor">[348]</a></p>
- <p class="i0">llamados de aquel bien que está presente.</p>
- <p class="i2">Ausente, en la memoria la imagino;</p>
- <p class="i0">mis espirtus, pensando que la vían,<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">se mueven y se encienden sin medida;</p>
- <p class="i2">mas no hallando fácil el camino,</p>
- <p class="i0">que los suyos entrando derretían,</p>
- <p class="i0">revientan por salir do no hay salida.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-9">
- <p><span class="pagenum" id="Page_216">p. 216</span></p>
- <h3 class="g1">IX</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Señora mía, si de vos yo ausente</p>
- <p class="i0">en esta vida turo y no me muero,<a id="FNanchor_349" href="#Footnote_349" class="fnanchor">[349]</a></p>
- <p class="i0">paréceme que ofendo a lo que os quiero,</p>
- <p class="i0">y al bien de que gozaba en ser presente.</p>
- <p class="i2">Tras este, luego siento otro acidente,<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">que es ver que si de vida desespero,</p>
- <p class="i0">yo pierdo cuanto bien de vos espero,</p>
- <p class="i0">y así ando en lo que siento diferente.</p>
- <p class="i2">En esta diferencia mis sentidos</p>
- <p class="i0">están en vuestra ausencia y en porfía.<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">No sé ya qué hacerme en mal tamaño.<a id="FNanchor_350" href="#Footnote_350" class="fnanchor">[350]</a></p>
- <p class="i2">Nunca entre sí los veo sino reñidos.</p>
- <p class="i0">De tal arte pelean noche y día,</p>
- <p class="i0">que solo se conciertan en mi daño.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-10">
- <p><span class="pagenum" id="Page_217">p. 217</span></p>
- <h3>X</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Oh dulces prendas, por mi mal halladas,<a id="FNanchor_351" href="#Footnote_351" class="fnanchor">[351]</a></p>
- <p class="i0">dulces y alegres cuando Dios quería!</p>
- <p class="i0">Juntas estáis en la memoria mía,</p>
- <p class="i0">y con ella en mi muerte conjuradas.</p>
- <p class="i2">¿Quién me dijera, cuando en las pasadas<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">horas en tanto bien por vos me vía,</p>
- <p class="i0">que me habíades de ser en algún día</p>
- <p class="i0">con tan grave dolor representadas?</p>
- <p class="i2">Pues en un hora junto me llevastes</p>
- <p class="i0">todo el bien que por términos me distes,<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">llevadme junto el mal que me dejastes.</p>
- <p class="i2">Si no, sospecharé que me pusistes</p>
- <p class="i0">en tantos bienes, porque deseastes</p>
- <p class="i0">verme morir entre memorias tristes.<a id="FNanchor_352" href="#Footnote_352" class="fnanchor">[352]</a></p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-11">
- <p><span class="pagenum" id="Page_218">p. 218</span></p>
- <h3 class="g1">XI</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Hermosas ninfas, que en el río metidas,</p>
- <p class="i0">contentas habitáis en las moradas</p>
- <p class="i0">de relucientes piedras fabricadas</p>
- <p class="i0">y en colunas de vidro sostenidas;</p>
- <p class="i2">agora estéis labrando embebecidas,<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">o tejiendo las telas delicadas;</p>
- <p class="i0">agora unas con otras apartadas,</p>
- <p class="i0">contándoos los amores y las vidas;</p>
- <p class="i2">dejad un rato la labor, alzando</p>
- <p class="i0">vuestras rubias cabezas a mirarme,<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">y no os detendréis mucho según ando;</p>
- <p class="i2">que o no podréis de lástima escucharme,</p>
- <p class="i0">o convertido en agua aquí llorando,</p>
- <p class="i0">podréis allá de espacio consolarme.<a id="FNanchor_353" href="#Footnote_353" class="fnanchor">[353]</a></p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
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-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-12">
- <p><span class="pagenum" id="Page_219">p. 219</span></p>
- <h3 class="g1">XII</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Si para refrenar este deseo</p>
- <p class="i0">loco, imposible, vano, temeroso,</p>
- <p class="i0">y guarecer de un mal tan peligroso,</p>
- <p class="i0">que es darme a entender yo lo que no creo,</p>
- <p class="i2">no me aprovecha verme cual me veo,<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">o muy aventurado o muy medroso,</p>
- <p class="i0">en tanta confusión, que nunca oso</p>
- <p class="i0">fiar el mal de mí que lo poseo,</p>
- <p class="i2">¿qué me ha de aprovechar ver la pintura</p>
- <p class="i0">de aquel que con las alas derretidas<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">cayendo, fama y nombre al mar ha dado;</p>
- <p class="i2">y la del que su fuego y su locura</p>
- <p class="i0">llora entre aquellas plantas conocidas,</p>
- <p class="i0">apenas en el agua resfriado?</p>
- </div>
-</div>
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-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-13">
- <p><span class="pagenum" id="Page_220">p. 220</span></p>
- <h3 class="g1">XIII</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml4">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">A Dafne ya los brazos le crecían,<a id="FNanchor_354" href="#Footnote_354" class="fnanchor">[354]</a></p>
- <p class="i0">y en luengos ramos vueltos se mostraban;</p>
- <p class="i0">en verdes hojas vi que se tornaban</p>
- <p class="i0">los cabellos que al oro escurecían.</p>
- <p class="i2">De áspera corteza se cubrían<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">los tiernos miembros, que aún bullendo estaban;</p>
- <p class="i0">los blancos pies en tierra se hincaban,</p>
- <p class="i0">y en torcidas raíces se volvían.</p>
- <p class="i2">Aquel que fue la causa de tal daño,</p>
- <p class="i0">a fuerza de llorar, crecer hacía<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">este árbol que con lágrimas regaba.</p>
- <p class="i2">¡Oh miserable estado, oh mal tamaño!</p>
- <p class="i0">¡Que con lloralla cresca cada día</p>
- <p class="i0">la causa y la razón por que lloraba!</p>
- </div>
-</div>
-
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-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-14">
- <p><span class="pagenum" id="Page_221">p. 221</span></p>
- <h3 class="g1">XIV</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Como la tierna madre que el doliente</p>
- <p class="i0">hijo le está con lágrimas pidiendo</p>
- <p class="i0">alguna cosa, de la cual comiendo,</p>
- <p class="i0">sabe que ha de doblarse el mal que siente,</p>
- <p class="i2">y aquel piadoso amor no le consiente<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">que considere el daño que haciendo</p>
- <p class="i0">lo que le pide hace, va corriendo,</p>
- <p class="i0">y dobla el mal, y aplaca el acidente;<a id="FNanchor_355" href="#Footnote_355" class="fnanchor">[355]</a></p>
- <p class="i2">así a mi enfermo y loco pensamiento,</p>
- <p class="i0">que en su daño os me pide, yo querría<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">quitar este mortal mantenimiento.</p>
- <p class="i2">Mas pídemelo, y llora cada día</p>
- <p class="i0">tanto, que cuanto quiere le consiento,</p>
- <p class="i0">olvidando su muerte y aun la mía.</p>
- </div>
-</div>
-
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-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-15">
- <p><span class="pagenum" id="Page_222">p. 222</span></p>
- <h3 class="g1">XV</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Si quejas y lamentos pueden tanto,</p>
- <p class="i0">que el curso refrenaron de los ríos,</p>
- <p class="i0">y en los diversos montes y sombríos</p>
- <p class="i0">los árboles movieron con su canto;</p>
- <p class="i2">si convirtieron a escuchar su llanto<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">las fieras tigres y peñascos fríos;</p>
- <p class="i0">si, en fin, con menos casos que los míos</p>
- <p class="i0">bajaron a los reinos del espanto;<a id="FNanchor_356" href="#Footnote_356" class="fnanchor">[356]</a></p>
- <p class="i2">¿por qué no ablandará mi trabajosa</p>
- <p class="i0">vida, en miseria y lágrimas pasada,<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">un corazón comigo endurecido?</p>
- <p class="i2">Con más piedad debría ser escuchada</p>
- <p class="i0">la voz del que se llora por perdido</p>
- <p class="i0">que la del que perdió y llora otra cosa.</p>
- </div>
-</div>
-
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-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-16">
- <p><span class="pagenum" id="Page_223">p. 223</span></p>
- <h3 class="g1">XVI</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">No las francesas armas odiosas,<a id="FNanchor_357" href="#Footnote_357" class="fnanchor">[357]</a></p>
- <p class="i0">en contra puestas del airado pecho,</p>
- <p class="i0">ni en los guardados muros con pertrecho</p>
- <p class="i0">los tiros y saetas ponzoñosas;</p>
- <p class="i2">no las escaramuzas peligrosas,<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">ni aquel fiero ruido contrahecho</p>
- <p class="i0">de aquel que para Júpiter fue hecho</p>
- <p class="i0">por manos de Vulcano artificiosas,<a id="FNanchor_358" href="#Footnote_358" class="fnanchor">[358]</a></p>
- <p class="i2">pudieron, aunque más yo me ofrecía</p>
- <p class="i0">a los peligros de la dura guerra,<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">quitar un hora sola de mi hado.</p>
- <p class="i2">Mas infición de aire en solo un día</p>
- <p class="i0">me quitó al mundo, y me ha en ti sepultado,</p>
- <p class="i0">Parténope, tan lejos de mi tierra.<a id="FNanchor_359" href="#Footnote_359" class="fnanchor">[359]</a></p>
- </div>
-</div>
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-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-17">
- <p><span class="pagenum" id="Page_224">p. 224</span></p>
- <h3 class="g1">XVII</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Pensando que el camino iba derecho,</p>
- <p class="i0">vine a parar en tanta desventura,</p>
- <p class="i0">que imaginar no puedo, aun con locura,</p>
- <p class="i0">algo de que esté un rato satisfecho.</p>
- <p class="i2">El ancho campo me parece estrecho;<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">la noche clara para mí es escura;</p>
- <p class="i0">la dulce compañía, amarga y dura,</p>
- <p class="i0">y duro campo de batalla el lecho.</p>
- <p class="i2">Del sueño, si hay alguno, aquella parte</p>
- <p class="i0">sola que es ser imagen de la muerte<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">se aviene con el alma fatigada.</p>
- <p class="i2">En fin, que como quiera, estoy de arte,</p>
- <p class="i0">que juzgo ya por hora menos fuerte,</p>
- <p class="i0">aunque en ella me vi, la que es pasada.</p>
- </div>
-</div>
-
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-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-18">
- <p><span class="pagenum" id="Page_225">p. 225</span></p>
- <h3 class="g1">XVIII</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Si a vuestra voluntad yo soy de cera,</p>
- <p class="i0">y por sol tengo solo vuestra vista,</p>
- <p class="i0">la cual a quien no inflama o no conquista</p>
- <p class="i0">con su mirar, es de sentido fuera;</p>
- <p class="i2">de do viene una cosa, que si fuera<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">menos veces de mí probada y vista,</p>
- <p class="i0">según parece que a razón resista,</p>
- <p class="i0">a mi sentido mismo no creyera,</p>
- <p class="i2">y es, que yo soy de lejos inflamado</p>
- <p class="i0">de vuestra ardiente vista, y encendido<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">tanto, que en vida me sostengo apenas.</p>
- <p class="i2">Mas si de cerca soy acometido</p>
- <p class="i0">de vuestros ojos, luego siento helado</p>
- <p class="i0">cuajárseme la sangre por las venas.</p>
- </div>
-</div>
-
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-<div class="chapter pt3" id="Ch5-19">
- <p><span class="pagenum" id="Page_226">p. 226</span></p>
- <h3 class="g1">XIX</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Julio, después que me partí llorando<a id="FNanchor_360" href="#Footnote_360" class="fnanchor">[360]</a></p>
- <p class="i0">de quien jamás mi pensamiento parte,</p>
- <p class="i0">y dejé de mi alma aquella parte</p>
- <p class="i0">que al cuerpo vida y fuerza estaba dando,</p>
- <p class="i2">de mi bien a mí mismo voy tomando<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">estrecha cuenta, y siento de tal arte</p>
- <p class="i0">faltarme todo el bien, que temo en parte</p>
- <p class="i0">que ha de faltarme el aire sospirando;</p>
- <p class="i2">y con este temor, mi lengua prueba</p>
- <p class="i0">a razonar con vos ¡oh dulce amigo!<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0" id="Son19-11">del amarga memoria de aquel día</p>
- <p class="i2">en que yo comencé como testigo</p>
- <p class="i0">a poder dar del alma vuestra nueva,</p>
- <p class="i0">y a sabella de vos del alma mía.<a id="FNanchor_361" href="#Footnote_361" class="fnanchor">[361]</a></p>
- </div>
-</div>
-
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-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-20">
- <p><span class="pagenum" id="Page_227">p. 227</span></p>
- <h3 class="g1">XX</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Con tal fuerza y vigor son concertados<a id="FNanchor_362" href="#Footnote_362" class="fnanchor">[362]</a></p>
- <p class="i0">para mi perdición los duros vientos,</p>
- <p class="i0">que cortaron mis tiernos pensamientos</p>
- <p class="i0">luego que sobre mí fueron mostrados.</p>
- <p class="i2">El mal es que me quedan los cuidados<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">en salvo destos acontecimientos,</p>
- <p class="i0">que son duros, y tienen fundamentos</p>
- <p class="i0">en todos mis sentidos bien echados.</p>
- <p class="i2">Aunque por otra parte no me duelo,</p>
- <p class="i0">ya que el bien me dejó con su partida,<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">del grave mal que en mí está de contino;</p>
- <p class="i2">antes con él me abrazo y me consuelo;</p>
- <p class="i0">porque en proceso de tan dura vida</p>
- <p class="i0">atajaré la guerra del camino.<a id="FNanchor_363" href="#Footnote_363" class="fnanchor">[363]</a></p>
- </div>
-</div>
-
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-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-21">
- <p><span class="pagenum" id="Page_228">p. 228</span></p>
- <h3 class="g1">XXI</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Clarísimo Marqués, en quien derrama<a id="FNanchor_364" href="#Footnote_364" class="fnanchor">[364]</a></p>
- <p class="i0">el cielo cuanto bien conoce el mundo;</p>
- <p class="i0">si al gran valor en que el sujeto fundo,</p>
- <p class="i0">y al claro resplandor de vuestra llama</p>
- <p class="i2">arribare mi pluma, y do la llama<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">la voz de vuestro nombre alto y profundo,</p>
- <p class="i0">seréis vos solo eterno y sin segundo,</p>
- <p class="i0">y por vos inmortal quien tanto os ama.</p>
- <p class="i2">Cuanto del largo cielo se desea,</p>
- <p class="i0">cuanto sobre la tierra se procura,<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">todo se halla en vos de parte en parte;</p>
- <p class="i2">y, en fin, de solo vos formó natura</p>
- <p class="i0">una estraña y no vista al mundo idea,</p>
- <p class="i0">y hizo igual al pensamiento el arte.</p>
- </div>
-</div>
-
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-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-22">
- <p><span class="pagenum" id="Page_229">p. 229</span></p>
- <h3 class="g1">XXII</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Con ansia estrema de mirar qué tiene</p>
- <p class="i0">vuestro pecho escondido allá en su centro,</p>
- <p class="i0">y ver si a lo de fuera lo de dentro</p>
- <p class="i0">en aparencia y ser igual conviene,</p>
- <p class="i2">en él puse la vista; mas detiene<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">de vuestra hermosura el duro encuentro</p>
- <p class="i0">mis ojos, y no pasan tan adentro,</p>
- <p class="i0">que miren lo que el alma en sí contiene.<a id="FNanchor_365" href="#Footnote_365" class="fnanchor">[365]</a></p>
- <p class="i2">Y así, se quedan tristes en la puerta</p>
- <p class="i0">hecha por mi dolor, con esa mano,<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">que aun a su mismo pecho no perdona;<a id="FNanchor_366" href="#Footnote_366" class="fnanchor">[366]</a></p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_230">p. 230</span>donde vi claro mi esperanza muerta,</p>
- <p class="i0">y el golpe que os hizo amor en vano</p>
- <p class="i0"><i>non esservi passato oltra la gonna</i>.<a id="FNanchor_367" href="#Footnote_367" class="fnanchor">[367]</a></p>
- </div>
-</div>
-
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-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-23">
- <p><span class="pagenum" id="Page_231">p. 231</span></p>
- <h3 class="g1">XXIII</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">En tanto que de rosa y azucena</p>
- <p class="i0">se muestra la color en vuestro gesto,</p>
- <p class="i0">y que vuestro mirar ardiente, honesto,</p>
- <p class="i0">enciende el corazón y lo refrena;</p>
- <p class="i2">y en tanto que el cabello, que en la vena<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">del oro se escogió, con vuelo presto,</p>
- <p class="i0">por el hermoso cuello blanco, enhiesto,</p>
- <p class="i0">el viento mueve, esparce y desordena;</p>
- <p class="i2">coged de vuestra alegre primavera</p>
- <p class="i0">el dulce fruto, antes que el tiempo airado<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">cubra de nieve la hermosa cumbre.</p>
- <p class="i2">Marchitará la rosa el viento helado,</p>
- <p class="i0">todo lo mudará la edad ligera,</p>
- <p class="i0">por no hacer mudanza en su costumbre.<a id="FNanchor_368" href="#Footnote_368" class="fnanchor">[368]</a></p>
- </div>
-</div>
-
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-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-24">
- <p><span class="pagenum" id="Page_232">p. 232</span></p>
- <h3 class="g1">XXIV</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Ilustre honor del nombre de Cardona,<a id="FNanchor_369" href="#Footnote_369" class="fnanchor">[369]</a></p>
- <p class="i0">décima moradora de Parnaso,<a id="FNanchor_370" href="#Footnote_370" class="fnanchor">[370]</a></p>
- <p class="i0">a Tansilo, a Minturno, al culto Taso<a id="FNanchor_371" href="#Footnote_371" class="fnanchor">[371]</a></p>
- <p class="i0">sujeto noble de inmortal corona;</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_233">p. 233</span>si en medio del camino no abandona<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">la fuerza y el espirtu a vuestro Laso,</p>
- <p class="i0">por vos me llevará mi osado paso</p>
- <p class="i0">a la cumbre difícil de Helicona.<a id="FNanchor_372" href="#Footnote_372" class="fnanchor">[372]</a></p>
- <p class="i2">Podré llevar entonces sin trabajo</p>
- <p class="i0">con dulce son que el curso al agua enfrena,<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">por un camino hasta agora enjuto,</p>
- <p class="i2" id="Son24-12">el patrio celebrado y rico Tajo,</p>
- <p class="i0">que del valor de su luciente arena</p>
- <p class="i0">a vuestro nombre pague el gran tributo.</p>
- </div>
-</div>
-
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-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-25">
- <p><span class="pagenum" id="Page_234">p. 234</span></p>
- <h3 class="g1">XXV</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¡Oh hado esecutivo en mis dolores,<a id="FNanchor_373" href="#Footnote_373" class="fnanchor">[373]</a></p>
- <p class="i0">cómo sentí tus leyes rigurosas!</p>
- <p class="i0">Cortaste el árbol con manos dañosas,</p>
- <p class="i0">y esparciste por tierra fruta y flores.</p>
- <p class="i2">En poco espacio yacen mis amores<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">y toda la esperanza de mis cosas,</p>
- <p class="i0">tornadas en cenizas desdeñosas,</p>
- <p class="i0">y sordas a mis quejas y clamores.</p>
- <p class="i2">Las lágrimas que en esta sepultura</p>
- <p class="i0">se vierten hoy en día y se vertieron<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">recibe, aunque sin fruto allá te sean,</p>
- <p class="i2">hasta que aquella eterna noche escura</p>
- <p class="i0">me cierre aquestos ojos que te vieron,</p>
- <p class="i0">dejándome con otros que te vean.<a id="FNanchor_374" href="#Footnote_374" class="fnanchor">[374]</a></p>
- </div>
-</div>
-
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-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-26">
- <p><span class="pagenum" id="Page_235">p. 235</span></p>
- <h3 class="g1">XXVI</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Echado está por tierra el fundamento<a id="FNanchor_375" href="#Footnote_375" class="fnanchor">[375]</a></p>
- <p class="i0">que mi vivir cansado sostenía.</p>
- <p class="i0">¡Oh cuánto bien se acaba en solo un día!</p>
- <p class="i0">¡Oh cuántas esperanzas lleva el viento!</p>
- <p class="i2">¡Oh cuán ocioso está mi pensamiento<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">cuando se ocupa en bien de cosa mía!</p>
- <p class="i0">A mi esperanza, así como a baldía,</p>
- <p class="i0">mil veces la castiga mi tormento.</p>
- <p class="i2">Las más veces me entrego, otras resisto</p>
- <p class="i0">con tal furor, con una fuerza nueva,<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">que un monte puesto encima rompería.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_236">p. 236</span>Aqueste es el deseo que me lleva</p>
- <p class="i0" id="Son26-13">a que desee tornar a ver un día</p>
- <p class="i0">a quien fuera mejor nunca haber visto.</p>
- </div>
-</div>
-
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-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-27">
- <p><span class="pagenum" id="Page_237">p. 237</span></p>
- <h3 class="g1">XXVII</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Amor, amor, un hábito vestí,<a id="FNanchor_376" href="#Footnote_376" class="fnanchor">[376]</a></p>
- <p class="i0">el cual de vuestro paño fue cortado;</p>
- <p class="i0">al vestir ancho fue, mas apretado</p>
- <p class="i0">y estrecho cuando estuvo sobre mí.</p>
- <p class="i2">Después acá de lo que consentí,<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">tal arrepentimiento me ha tornado,</p>
- <p class="i0">que pruebo alguna vez, de congojado,</p>
- <p class="i0">a romper esto en que yo me metí.</p>
- <p class="i2">Mas ¿quién podrá deste hábito librarse,</p>
- <p class="i0">teniendo tan contraria su natura,<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">que con él ha venido a conformarse?</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_238">p. 238</span>Si alguna parte queda por ventura</p>
- <p class="i0">de mi razón, por mí no osa mostrarse;</p>
- <p class="i0">que en tal contradición no está segura.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-28">
- <p><span class="pagenum" id="Page_239">p. 239</span></p>
- <h3 class="g1">XXVIII</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Boscán, vengado estáis, con mengua mía,</p>
- <p class="i0">de mi rigor pasado y mi aspereza,</p>
- <p class="i0">con que reheprenderos la terneza</p>
- <p class="i0">de vuestro blando corazón solía.</p>
- <p class="i2">Agora me castigo cada día<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">de tal salvatiquez y tal torpeza;<a id="FNanchor_377" href="#Footnote_377" class="fnanchor">[377]</a></p>
- <p class="i0">mas es a tiempo que de mi bajeza</p>
- <p class="i0">correrme y castigarme bien podría.</p>
- <p class="i2">Sabed que en mi perfeta edad y armado,</p>
- <p class="i0">con mis ojos abiertos me he rendido<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">al niño que sabéis, ciego y desnudo.</p>
- <p class="i2">De tan hermoso fuego consumido</p>
- <p class="i0">nunca fue corazón. Si preguntado</p>
- <p class="i0">soy lo demás, en lo demás soy mudo.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-29">
- <p><span class="pagenum" id="Page_240">p. 240</span></p>
- <h3 class="g1">XXIX</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Pasando el mar Leandro el animoso,<a id="FNanchor_378" href="#Footnote_378" class="fnanchor">[378]</a></p>
- <p class="i0">en amoroso fuego todo ardiendo,</p>
- <p class="i0">esforzó el viento, y fuese embraveciendo</p>
- <p class="i0">el agua con un ímpetu furioso.</p>
- <p class="i2">Vencido del trabajo presuroso,<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">contrastar a las ondas no pudiendo,</p>
- <p class="i0">y más del bien que allí perdía muriendo,</p>
- <p class="i0">que de su propia vida congojoso,</p>
- <p class="i2">como pudo esforzó su voz cansada,</p>
- <p class="i0">y a las ondas habló desta manera,<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">(mas nunca fue la voz dellas oída):</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_241">p. 241</span>«Ondas, pues no os escusa que yo muera,</p>
- <p class="i0">dejadme allá llegar, y a la tornada</p>
- <p class="i0">vuestro furor esecutá en mi vida.»<a id="FNanchor_379" href="#Footnote_379" class="fnanchor">[379]</a></p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-30">
- <p><span class="pagenum" id="Page_242">p. 242</span></p>
- <h3 class="g1">XXX</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Sospechas, que en mi triste fantasía</p>
- <p class="i0">puestas, hacéis la guerra a mi sentido,</p>
- <p class="i0">volviendo y revolviendo el afligido</p>
- <p class="i0">pecho, con dura mano, noche y día;</p>
- <p class="i2">ya se acabó la resistencia mía<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">y la fuerza del alma; ya rendido</p>
- <p class="i0">vencer de vos me dejo, arrepentido</p>
- <p class="i0">de haberos contrastado en tal porfía.<a id="FNanchor_380" href="#Footnote_380" class="fnanchor">[380]</a></p>
- <p class="i2">Llevadme a aquel lugar tan espantable,</p>
- <p class="i0">do por no ver mi muerte allí esculpida,<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">cerrados hasta aquí tuve los ojos.</p>
- <p class="i2">Las armas pongo ya; que concedida<a id="FNanchor_381" href="#Footnote_381" class="fnanchor">[381]</a></p>
- <p class="i0">no es tan larga defensa al miserable;</p>
- <p class="i0">colgad en vuestro carro mis despojos.<a id="FNanchor_382" href="#Footnote_382" class="fnanchor">[382]</a></p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-31">
- <p><span class="pagenum" id="Page_243">p. 243</span></p>
- <h3 class="g1">XXXI</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Dentro en mi alma fue de mí engendrado</p>
- <p class="i0">un dulce amor, y de mi sentimiento</p>
- <p class="i0">tan aprobado fue su nacimiento</p>
- <p class="i0">como de un solo hijo deseado;</p>
- <p class="i2">mas luego dél nació quien ha estragado<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">del todo el amoroso pensamiento;</p>
- <p class="i0">que en áspero rigor y en gran tormento</p>
- <p class="i0">los primeros deleites ha trocado.</p>
- <p class="i2">¡Oh crudo nieto, que das vida al padre<a id="FNanchor_383" href="#Footnote_383" class="fnanchor">[383]</a></p>
- <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_244">p. 244</span>y matas al abuelo! ¿por qué creces<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">tan disconforme a aquel de que has nacido?</p>
- <p class="i2">¡Oh celoso temor! ¿a quién pareces?</p>
- <p class="i0">¡Que la envidia, tu propia y fiera madre,</p>
- <p class="i0">se espanta en ver el mostro que ha parido!<a id="FNanchor_384" href="#Footnote_384" class="fnanchor">[384]</a></p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-32">
- <p><span class="pagenum" id="Page_245">p. 245</span></p>
- <h3 class="g1">XXXII</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Estoy contino en lágrimas bañado,</p>
- <p class="i0">rompiendo el aire siempre con sospiros;</p>
- <p class="i0">y más me duele nunca osar deciros</p>
- <p class="i0">que he llegado por vos a tal estado,</p>
- <p class="i2">que viéndome do estoy y lo que he andado<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">por el camino estrecho de seguiros,</p>
- <p class="i0">si me quiero tornar para huiros,</p>
- <p class="i0">desmayo viendo atrás lo que he dejado;</p>
- <p class="i2">si a subir pruebo, en la difícil cumbre,</p>
- <p class="i0">a cada paso espántanme en la vía<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">ejemplos tristes de los que han caído.</p>
- <p class="i2">Y sobre todo, fáltame la lumbre</p>
- <p class="i0">de la esperanza, con que andar solía</p>
- <p class="i0">por la escura región de vuestro olvido.<a id="FNanchor_385" href="#Footnote_385" class="fnanchor">[385]</a></p>
- </div>
-</div>
-
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-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-33">
- <p><span class="pagenum" id="Page_246">p. 246</span></p>
- <h3 class="g1">XXXIII</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Mario, el ingrato amor, como testigo<a id="FNanchor_386" href="#Footnote_386" class="fnanchor">[386]</a></p>
- <p class="i0">de mi fe pura y de mi gran firmeza,</p>
- <p class="i0">usando en mí su vil naturaleza,</p>
- <p class="i0">que es hacer más ofensa al más amigo;</p>
- <p class="i2">teniendo miedo que si escribo o digo<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">su condición, abajo su grandeza,</p>
- <p class="i0">no bastando su fuerza a mi crueza,</p>
- <p class="i0">ha esforzado la mano a mi enemigo.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_247">p. 247</span>Y así, en la parte que la diestra mano</p>
- <p class="i0">gobierna, y en aquella que declara<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">el conceto del alma, fui herido.</p>
- <p class="i2">Mas yo haré que aquesta ofensa, cara</p>
- <p class="i0">le cueste al ofensor, que ya estoy sano,</p>
- <p class="i0">libre, desesperado y ofendido.</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-34">
- <p><span class="pagenum" id="Page_248">p. 248</span></p>
- <h3 class="g1">XXXIV</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Gracias al cielo doy que ya del cuello</p>
- <p class="i0">del todo el grave yugo he sacudido,</p>
- <p class="i0">y que del viento el mar embravecido</p>
- <p class="i0">veré desde la tierra sin temello.</p>
- <p class="i2">Veré colgada de un sutil cabello<a id="FNanchor_387" href="#Footnote_387" class="fnanchor">[387]</a><span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">la vida del amante embebecido</p>
- <p class="i0">en su error, y en su engaño adormecido,</p>
- <p class="i0">sordo a las voces que le avisan dello.</p>
- <p class="i2">Alegrárame el mal de los mortales;</p>
- <p class="i0">mas no es mi corazón tan inhumano<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">en aqueste mi error como parece,</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_249">p. 249</span>porque yo huelgo, como huelga el sano,</p>
- <p class="i0">no de ver a los otros en los males,</p>
- <p class="i0">sino de ver que dellos él carece.<a id="FNanchor_388" href="#Footnote_388" class="fnanchor">[388]</a></p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-35">
- <p><span class="pagenum" id="Page_250">p. 250</span></p>
- <h3 class="g1">XXXV</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Boscán, las armas y el furor de Marte,<a id="FNanchor_389" href="#Footnote_389" class="fnanchor">[389]</a></p>
- <p class="i0">que con su propia sangre el africano</p>
- <p class="i0">suelo regando, hacen que el romano</p>
- <p class="i0">imperio reverdesca en esta parte,</p>
- <p class="i2">han reducido a la memoria el arte<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">y el antiguo valor italiano,</p>
- <p class="i0">por cuya fuerza y valerosa mano</p>
- <p class="i0">África se aterró de parte a parte.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_251">p. 251</span>Aquí donde el romano encendimiento,</p>
- <p class="i0">donde el fuego y la llama licenciosa<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">solo el nombre dejaron a Cartago,</p>
- <p class="i2">vuelve y revuelve amor mi pensamiento,</p>
- <p class="i0">hiere y enciende el alma temerosa,</p>
- <p class="i0">y en llanto y en ceniza me deshago.<a id="FNanchor_390" href="#Footnote_390" class="fnanchor">[390]</a></p>
- </div>
-</div>
-
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-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-36">
- <p><span class="pagenum" id="Page_252">p. 252</span></p>
- <h3 class="g1">XXXVI</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">A la entrada de un valle, en un desierto,</p>
- <p class="i0">do nadie atravesaba ni se vía,</p>
- <p class="i0">vi que con estrañeza un can hacía</p>
- <p class="i0">estremos de dolor con desconcierto;</p>
- <p class="i2">ahora suelta el llanto al cielo abierto,<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">ora va rastreando por la vía;</p>
- <p class="i0">camina, vuelve, para, y todavía</p>
- <p class="i0">quedaba desmayado como muerto.</p>
- <p class="i2">Y fue que se apartó de su presencia</p>
- <p class="i0">su amo, y no le hallaba, y esto siente:<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">mirad hasta dó llega el mal de ausencia.</p>
- <p class="i2">Moviome a compasión ver su acidente;</p>
- <p class="i0">díjele lastimado: «Ten paciencia,</p>
- <p class="i0">que yo alcanzo razón, y estoy ausente.»<a id="FNanchor_391" href="#Footnote_391" class="fnanchor">[391]</a></p>
- </div>
-</div>
-
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-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-37">
- <p><span class="pagenum" id="Page_253">p. 253</span></p>
- <h3 class="g1">XXXVII</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml5">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Mi lengua va por do el dolor la guía;</p>
- <p class="i0">ya yo con mi dolor sin guía camino;</p>
- <p class="i0">entrambos hemos de ir con puro tino;</p>
- <p class="i0">cada uno va a parar do no querría,</p>
- <p class="i2">yo, porque voy sin otra compañía,<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">sino la que me hace el desatino;</p>
- <p class="i0">ella, porque la lleve aquel que vino</p>
- <p class="i0">a hacella decir más que querría.</p>
- <p class="i2">Y es para mí la ley tan desigual,</p>
- <p class="i0">que aunque inocencia siempre en mí conoce,<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">siempre yo pago el yerro ajeno y mío.</p>
- <p class="i2">¿Qué culpa tengo yo del desvarío</p>
- <p class="i0">de mi lengua, si estoy en tanto mal,</p>
- <p class="i0">que el sufrimiento ya me desconoce?</p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch5-38">
- <p><span class="pagenum" id="Page_254">p. 254</span></p>
- <h3 class="g1">XXXVIII</h3>
-</div>
-
-<div class="versos ml6">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Siento el dolor menguarme poco a poco,</p>
- <p class="i0">no porque ser le sienta más sencillo,</p>
- <p class="i0">mas fallece el sentir para sentillo,</p>
- <p class="i0">después que de sentillo estoy tan loco.</p>
- <p class="i2">Ni en sello pienso que en locura toco,<span class="lnum">5</span></p>
- <p class="i0">antes voy tan ufano con oíllo,</p>
- <p class="i0">que no dejaré el sello y el sufrillo,</p>
- <p class="i0">que si dejo de sello el seso apoco.</p>
- <p class="i2">Todo me empece, el seso y la locura;</p>
- <p class="i0">prívame este de sí por ser tan mío;<span class="lnum">10</span></p>
- <p class="i0">mátame estotra por ser yo tan suyo.</p>
- <p class="i2">Parecerá a la gente desvarío</p>
- <p class="i0">preciarme deste mal, do me destruyo:</p>
- <p class="i0">yo lo tengo por única ventura.<a id="FNanchor_392" href="#Footnote_392" class="fnanchor">[392]</a></p>
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch6-1">
- <p><span class="pagenum" id="Page_255">p. 255</span></p>
- <h2 class="nobreak g1">CANCIONES</h2>
- <p class="subh2 g1">EN VERSOS CORTOS</p>
-</div>
-
-<h3>I</h3>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Culpa debe ser quereros,<a id="FNanchor_393" href="#Footnote_393" class="fnanchor">[393]</a></p>
- <p class="i0">según lo que en mí hacéis;</p>
- <p class="i0">mas allá lo pagaréis,</p>
- <p class="i0">do no sabrán conoceros,</p>
- <p class="i0">por mal que me conocéis.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_256">p. 256</span>Por quereros, ser perdido</p>
- <p class="i0">pensaba, que no culpado;</p>
- <p class="i0">mas que todo lo haya sido</p>
- <p class="i0">así me lo habéis mostrado,</p>
- <p class="i0">que lo tengo bien sabido.</p>
- <p class="i2">¡Quién pudiese no quereros</p>
- <p class="i0">tanto, como vos sabéis,</p>
- <p class="i0">por holgarme que paguéis</p>
- <p class="i0">lo que no han de conoceros</p>
- <p class="i0">con lo que no conocéis!</p>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch6-2">
- <h3 class="g1">II</h3>
-</div>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Yo dejaré desde aquí</p>
- <p class="i0">de ofenderos más hablando;</p>
- <p class="i0">porque mi morir callando</p>
- <p class="i0">os ha de hablar por mí.</p>
- <p class="i2">Gran ofensa os tengo hecha</p>
- <p class="i0">hasta aquí en haber hablado,</p>
- <p class="i0">pues en cosa os he enojado</p>
- <p class="i0">que tampoco me aprovecha.</p>
- <p class="i2">Derramaré desde aquí</p>
- <p class="i0">mis lágrimas no hablando;</p>
- <p class="i0">porque quien muere callando</p>
- <p class="i0">tiene quien hable por sí.</p>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch6-3">
- <p><span class="pagenum" id="Page_257">p. 257</span></p>
- <h3 class="g1">III</h3>
-</div>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Acaso supo, a mi ver,<a id="FNanchor_394" href="#Footnote_394" class="fnanchor">[394]</a></p>
- <p class="i0">y por acierto quereros,</p>
- <p class="i0">quien tal yerro fue a hacer,</p>
- <p class="i0">como partirse de veros</p>
- <p class="i0">donde os dejase de ver.</p>
- <p class="i2">Imposible es que este tal,</p>
- <p class="i0">pensando que os conocía,</p>
- <p class="i0">supiese lo que hacía,</p>
- <p class="i0">cuando su bien y su mal</p>
- <p class="i0">junto os entregó en un día.</p>
- <p class="i2">Acertó acaso a hacer</p>
- <p class="i0">lo que si por conoceros</p>
- <p class="i0">hiciera, no podía ser</p>
- <p class="i0">partirse, y con solo veros</p>
- <p class="i0">dejaros siempre de ver.</p>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch6-4">
- <h3 class="g1">IV</h3>
-</div>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Pues este nombre perdí,<a id="FNanchor_395" href="#Footnote_395" class="fnanchor">[395]</a></p>
- <p class="i0">Dido, mujer de Siqueo,</p>
- <p class="i0">en mi muerte esto deseo</p>
- <p class="i0">que se escriba sobre mí:</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_258">p. 258</span>«El peor de los troyanos</p>
- <p class="i0">dio la causa y el espada;</p>
- <p class="i0">Dido, a tal punto llegada,</p>
- <p class="i0">no puso más de las manos.»</p>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch6-5">
- <h3 class="g1">V</h3>
-</div>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">De la red y del hilado<a id="FNanchor_396" href="#Footnote_396" class="fnanchor">[396]</a></p>
- <p class="i0">hemos de tomar, señora,</p>
- <p class="i0">que echáis de vos en un hora</p>
- <p class="i0">todo el trabajo pasado.</p>
- <p class="i2">Y si el vuestro se ha de dar</p>
- <p class="i0">a los que se pasearen,</p>
- <p class="i0">lo que por vos trabajaren,</p>
- <p class="i0">¿dónde lo pensáis echar?</p>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch6-6">
- <h3 class="g1">VI</h3>
-</div>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">¿Qué testimonios son estos<a id="FNanchor_397" href="#Footnote_397" class="fnanchor">[397]</a></p>
- <p class="i0">que le queréis levantar?</p>
- <p class="i0">Que no fue sino bailar.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_259">p. 259</span>¿Esta tienen por gran culpa?</p>
- <p class="i0">No lo fue a mi parecer,</p>
- <p class="i0">porque tiene por desculpa</p>
- <p class="i0">que lo hizo la mujer.</p>
- <p class="i2">Esta le hizo caer,</p>
- <p class="i0">mucho más que no el saltar</p>
- <p class="i0">que hizo con el bailar.</p>
- </div>
-</div>
-</div>
-
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-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch6-7">
- <h3 class="g1">VII</h3>
-</div>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">La gente se espanta toda<a id="FNanchor_398" href="#Footnote_398" class="fnanchor">[398]</a></p>
- <p class="i0">que hablar a todos distes,</p>
- <p class="i0">que un milagro que hecistes,</p>
- <p class="i0">hubo de ser en la boda.</p>
- <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_260">p. 260</span>Pienso que habéis de venir,</p>
- <p class="i0">si vais por este camino,</p>
- <p class="i0">a tornar el agua en vino,</p>
- <p class="i0">como el danzar en reír.</p>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch6-8">
- <h3 class="g1">VIII</h3>
-</div>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Nadie puede ser dichoso;</p>
- <p class="i0">señora, ni desdichado,</p>
- <p class="i0">sino que os haya mirado.</p>
- <p class="i2">Porque la gloria de veros</p>
- <p class="i0">en ese punto se quita</p>
- <p class="i0">que se piensa mereceros.</p>
- <p class="i2">Así que, sin conoceros,</p>
- <p class="i0">nadie puede ser dichoso,</p>
- <p class="i0">señora, ni desdichado,</p>
- <p class="i0">sino que os haya mirado.</p>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch7-1">
- <p><span class="pagenum" id="Page_261">p. 261</span></p>
- <h2 class="nobreak g1">APÉNDICES</h2>
-</div>
-
-<h3>I</h3>
-
-<p class="subh3">A LA MUY MAGNÍFICA SEÑORA DOÑA JERÓNIMA
-PALOVA DE&#160;ALMOGÁVAR, GARCILASO DE LA VEGA<a id="FNanchor_399"
-href="#Footnote_399" class="fnanchor">[399]</a></p>
-
-<p>Si no hubiera sabido antes de ahora dónde llega el juicio de V. m.
-bastárame para entenderlo ver que os parescía bien este libro; mas
-ya estábades tan adelante en mi opinión que paresciéndome este libro
-bien hasta ahora por muchas causas, la principal por donde ahora me
-lo paresce es porque le habéis aprobado de tal manera, que podemos
-decir que le habéis hecho, pues por vuestra causa le alcanzamos a
-tener<span class="pagenum" id="Page_262">p. 262</span> en lengua
-que le entendemos. Porque, no solamente no pensé poder acabar con
-Boscán que le tradujese,<a id="FNanchor_400" href="#Footnote_400"
-class="fnanchor">[400]</a> mas nunca me osé poner en decírselo,
-según le vía siempre aborrecer a los que romanzan libros, aunque
-él a esto no lo llama romanzar, ni yo tampoco,<a id="FNanchor_401"
-href="#Footnote_401" class="fnanchor">[401]</a> mas aunque lo fuera
-creo que no se escusara dello mandándolo V. m.</p>
-
-<p>Estoy muy satisfecho de mí, porque antes que el libro viniese
-a vuestras manos,<a id="FNanchor_402" href="#Footnote_402"
-class="fnanchor">[402]</a> ya yo le tenía en tanto como entonces debía;
-porque si ahora, después que os parece bien, empezara a conocerle,
-creyera que me llevaba el juicio de vuestra opinión. Pero ya no hay que
-sospechar en esto, sino tener por cierto que es libro que merece andar
-en vuestras manos<span class="pagenum" id="Page_263">p. 263</span>
-para que luego se le parezca dónde anduvo y pueda después andar por el
-mundo sin peligro; porque una de las cosas de que mayor necesidad hay
-doquiera que hay hombres y damas principales, es de hacer, no solamente
-todas las cosas que en aquella su manera de vivir acrecienta el punto y
-el valor de las personas, mas aun de guardarse de todas las que pueden
-abajarle: lo uno y lo otro se trata en este libro tan sabia y tan
-cortesanamente que no me parece que hay que desear en él, sino vello
-cumplido todo en algún hombre, y también iba a decir en alguna dama,
-si no me acordara que estábades en el mundo para pedirme cuenta de las
-palabras ociosas.</p>
-
-<p>Demás de todo esto puédese considerar en este libro que, como las
-cosas muy acertadas, siempre se estienden a más de lo que prometen:
-de tal manera escribió el Conde Castellón<a id="FNanchor_403"
-href="#Footnote_403" class="fnanchor">[403]</a> lo que debía hacer
-un<span class="pagenum" id="Page_264">p. 264</span> singular
-cortesano, que casi no dejó estado a quien no avisase de su oficio. En
-esto se puede ver lo que perdiéramos a no entenderle.</p>
-
-<p>Y también tengo por muy principal el beneficio que se hace a la
-lengua castellana en poner en ella cosas que merezcan ser leídas,
-porque yo no sé qué desventura ha sido siempre la nuestra, que
-apenas ha nadie escrito en nuestra lengua sino lo que se pudiera muy
-bien escusar; aunque esto sería malo de probar con los que traen
-entre las manos estos libros que matan hombres.<a id="FNanchor_404"
-href="#Footnote_404" class="fnanchor">[404]</a></p>
-
-<p>Y supo V. m. muy bien escoger persona por cuyo medio hiciésedes este
-bien a todos; que siendo, a mi parecer, tan dificultosa cosa traducir
-bien un libro como hacerle de nuevo, diose Boscán en esto tan buena
-maña, que cada vez que me pongo a leer este su libro, o por mejor
-decir, vuestro, no me parece que le hay escrito en otra lengua; y si
-alguna vez se me acuerda del que he visto y leído, luego el pensamiento
-se me vuelve al que tengo entre las manos. Guardó una cosa en la
-lengua castellana que muy pocos la han alcanzado, que fue huir de la
-afectación,<span class="pagenum" id="Page_265">p. 265</span> sin dar
-consigo en una sequedad; y con gran limpieza de estilo usó de términos
-muy cortesanos y muy admitidos de los buenos oídos, y no nuevos ni al
-parecer desusados de la gente. Fue, más desto, muy fiel traductor,
-porque no se ató al rigor de la letra, como hacen algunos, sino a
-la verdad de las sentencias, y por diferentes caminos puso en esta
-lengua toda la fuerza y el ornamento de la otra.<a id="FNanchor_405"
-href="#Footnote_405" class="fnanchor">[405]</a> Así lo dejó todo
-tan en su punto como lo halló, y hallolo tal que con poco trabajo
-podrían los defensores deste libro responder a los que quisiesen
-tachar alguna cosa dél.<a id="FNanchor_406" href="#Footnote_406"
-class="fnanchor">[406]</a> No hablo en los hombres de tan tiernos y tan
-delicados oídos, que entre mil cosas buenas que tendrá este libro, les
-ofenderá una o dos que no serán tan buenas como las otras; que destos
-tales no puedo creer sino que aquellas dos les agradan y las otras
-les ofenden, y podríalo probar con muchas cosas que ellos fuera de
-esto aprueban. Mas no es de perder tiempo con estos, sino remitirlos a
-quien les habla y responde dentro en ellos mismos, y volverme a los que
-con alguna aparencia de razón podrían en un lugar desear satisfacción
-de algo que les ofendiese; y es, que allí donde se trata de todas
-las maneras que puede haber de decir donaires<span class="pagenum"
-id="Page_266">p. 266</span> y cosas bien dichas a propósito de hacer
-reír, y de hablar delgadamente, hay algunas puestas por ejemplo que
-paresce que no llegan al punto de las otras ni merecen ser tenidas por
-muy buenas de un hombre que tan avisadamente trató las otras partes;
-y de aquí podrían inferir una sospecha de no tan buen juicio ni tanta
-fineza del auctor como le damos. Lo que a esto se puede responder
-es que la intención del auctor fue poner diversas maneras de hablar
-graciosamente y de decir donaires, y porque mejor pudiésemos conocer la
-diferencia y el linaje de cada una de aquellas maneras, púsonos ejemplo
-de todas, y discurriendo por tantas suertes de hablar, no podía haber
-tantas cosas bien dichas en cada una destas, que algunas de las que
-daba por ejemplo no fuesen algo más bajas que otras; y por tales creo
-yo que las tuvo, sin engañarse punto en ellas, un auctor tan discreto
-y tan avisado como este. Así que ya en esto se ve que él está fuera de
-culpa; yo solo habré de quedar con una, que es haberme alargado más de
-lo que era menester; mas enójanme las sinrazones, y hácenme que las
-haga con una carta tan larga a quien no me tiene culpa.</p>
-
-<p>Confieso a V. md. que hube tanta invidia de veros merecer sola las
-gracias que se deben por este libro, que me quise meter allá entre los
-renglones o como pudiese; y porque hube miedo que alguno se quisiese
-meter en traducir este libro,<a id="FNanchor_407" href="#Footnote_407"
-class="fnanchor">[407]</a> o por mejor decir, dañarle,<span
-class="pagenum" id="Page_267">p. 267</span> trabajé con Boscán que sin
-esperar otra cosa le hiciese luego imprimir, por atajar la presteza
-que los que escriben mal alguna cosa suelen tener en publicarla; y
-aunque esta traducción me diera venganza de cualquier otra que hubiera,
-soy tan enemigo de cisma, que aun esta tan sin peligro me enojara; y
-por esto, casi por fuerza, le hice que <span id="Ap1-2">a todo
-correr</span> le pasase, y él me hizo estar presente a la postrera
-lima, más como a hombre acogido a razón que como ayudador de
-ninguna enmienda.<a id="FNanchor_408" href="#Footnote_408"
-class="fnanchor">[408]</a></p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_268">p. 268</span>Suplico a V. md.
-que pues este libro está debajo de vuestro amparo, que no pierda nada
-por esta poca de parte que yo dél tomo, pues en pago desto os le doy
-escrito de mejor letra donde se lea vuestro nombre y vuestras obras.<a
-id="FNanchor_409" href="#Footnote_409" class="fnanchor">[409]</a></p>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch7-2">
- <p><span class="pagenum" id="Page_269">p. 269</span></p>
- <h3 class="g1">II</h3>
-</div>
-
-<p class="subh3">CARTA DE GARCILASO AL EMPERADOR CARLOS V<a
-id="FNanchor_410" href="#Footnote_410" class="fnanchor">[410]</a></p>
-
-<p class="centra">†</p>
-
-<p class="centra mt1">S. C. C. M.<sup>t<a id="FNanchor_411"
-href="#Footnote_411" class="fnanchor">[411]</a></sup></p>
-
-<p class="mt1">La orden q̄ el Principe<a id="FNanchor_412"
-href="#Footnote_412" class="fnanchor">[412]</a> a dado enel caminar
-de la gente es q̄ se deſenbarquen enbaya o en saona y de alli tomen
-el camino la via de alexandria y paren en medio desta ciudad y de
-alexandria lo qual se pone luego en obra y yo me parto delante para
-tener prouisto lo neceſsario en saona.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_270">p. 270</span>El capitan
-sabajosa va alo q̄ el principe y el embaxador<a id="FNanchor_413"
-href="#Footnote_413" class="fnanchor">[413]</a> escriuen; lagente
-q̄ viene segū todos afirman es muy buena. Nro. Sor. la S. perſona
-de V. M.<sup>t<a id="FNanchor_414" href="#Footnote_414"
-class="fnanchor">[414]</a></sup> guarde con acrecētamjēto de nueuos
-Reynos y srios.<a id="FNanchor_415" href="#Footnote_415"
-class="fnanchor">[415]</a> De genoua <span class="asc">XX</span> de
-mayo 1536.</p>
-
-<p class="centra mt1">S. C. C. M.<sup>t</sup></p>
-
-<p class="mt1">Criado de V. S. M.<sup>t</sup></p>
-
-<p class="firma">Garcilaſso.<a id="FNanchor_416" href="#Footnote_416"
-class="fnanchor">[416]</a><br/></p>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch7-3">
- <p><span class="pagenum" id="Page_271">p. 271</span></p>
- <h3 class="g1">III</h3>
-</div>
-
-<p class="subh3">GARSIAE LASSI DE LA VEGA AD FERDINANDUM DE&#160;ACUÑA<a
-id="FNanchor_417" href="#Footnote_417" class="fnanchor">[417]</a></p>
-
-<p class="centra smaller mt1">EPIGRAMMA</p>
-
-<div class="poetry-container mt1">
-<div class="poetry">
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">Dum Reges, Fernande, canis, dum Caesaris altam</p>
- <p class="i2">Progeniem nostri, claraque facta Ducum,</p>
- <p class="i0">Dum Hispana memoras fractas sub cuspide gentes,</p>
- <p class="i2">Obstupuere homines, obstupuere Dei:</p>
- <p class="i0">Extollensque caput sacri de vertice Pindi</p>
- <p class="i2">Calliope blandis vocibus haec retulit;</p>
- <p class="i0">Macte puer gemina praecinctus tempora lauro,</p>
- <p class="i2">Qui nova nunc Martis gloria solus eras;</p>
- <p class="i0">Hac tibi dat Bacchusque pater, dat Phoebus-Apollo</p>
- <p class="i2">Nympharumque leves Castalidumque chori,</p>
- <p class="i0">Ut quos divino celebrasti carmine Reges,</p>
- <p class="i2">Teque simul, curva qui canis arma lyra,</p>
- <p class="i0">Saepe legant, laudent, celebrent post fata Nepotes:</p>
- <p class="i2">Nullaque perpetuos nox fuget atra dies.</p>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch7-4">
- <p><span class="pagenum" id="Page_272">p. 272</span></p>
- <h3 class="g1">IV</h3>
-</div>
-
-<p class="subh3">OCTAVA RIMA</p>
-
-<p>«Cristóbal de Castillejo, poeta de agudo ingenio en su tiempo, da el
-nombre de <i>poeta</i> solamente al nuestro —a Garcilaso— fol. 27 de
-sus obras, y da por suya, fol. 275, esta octava rima:</p>
-
-<div class="poetry-container mt1">
-<div class="poetry">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">Y ya que mis tormentos son forzados,</p>
- <p class="i0">Aunque vienen sin fuerza consentidos</p>
- <p class="i0">¿Pues qué mayor alivio [a] mis cuidados</p>
- <p class="i0">que ser por vuestra causa padecidos?</p>
- <p class="i0">Si como son por vos bien empleados,</p>
- <p class="i0">De vos fuesen, señora, conocidos,</p>
- <p class="i0">La más crecida angustia de mi pena</p>
- <p class="i0">Sería de descanso y gloria llena.»</p>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="mt1">(Don Tomás Tamayo de Vargas, <i>Garcilaso de la
-Vega</i>, Madrid, 1622, fol. 86 de las anotaciones.)</p>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch7-5">
- <p><span class="pagenum" id="Page_273">p. 273</span></p>
- <h3>V</h3>
-</div>
-
-<p class="subh3">ANÉCDOTA</p>
-
-<p>«Garcilaso, como era un caballero muy cortesano, y el doctor
-Villalobos un muy del palacio y gracioso médico, así muy ordinariamente
-—es decir, frecuentemente— ambos se burlaban; y habiendo estado muy
-malo Garcilaso, curole el dotor y sanole muy cuidadosamente; y viendo
-que un día y otro se tardaba la paga, enviole un paje el dotor, que
-pues le había hecho tanto mal como volverle al mundo, que le pagase. Él
-—Garcilaso— abriendo un arca vacía, sacó della también una bolsa vacía,
-y enviósela con esta copla dentro:</p>
-
-<div class="poetry-container mt1">
-<div class="poetry">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">La bolsa dice: —Yo vengo</p>
- <p class="i0">Como el arca de moré,</p>
- <p class="i0">Que es el arca de <i>Noé</i></p>
- <p class="i0">Que quiere decir: <i>no tengo</i>.»</p>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="mt1">(<i>Miscelánea</i> de don Luis Zapata, tomo XI del
-<i>Memorial histórico español</i>, pág. 297.) De este mismo juego de
-vocablos: <i>Noé</i> = <i>no he</i> = <i>no tengo</i>, usó también
-Barahona de Soto en su paradoja <i>A la pobreza</i> y Luis Rufo en
-<i>Las quinientas apotegmas</i>. (V. F. Rodríguez Marín, <i>Luis
-Barahona de Soto</i>, Madrid, 1903, págs 739-740.)</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_274">p. 274</span></p>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ipv">
- <p><span class="pagenum" id="Page_275">p. 275</span></p>
- <h2 class="nobreak g1" title="Índice alfabético de primeros versos">ÍNDICE ALFABÉTICO</h2>
- <p class="subh2 g1">DE PRIMEROS VERSOS</p>
-</div>
-
-<table class="alfa">
- <tr>
- <td>&#160;</td>
- <td class="tdr smaller bb">Págs.</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh pt05">Acaso supo a mi ver, <a href="#Ch6-3"><i>Versos cortos III</i></a>.</td>
- <td class="tdrb pt05"><a href="#Page_257">257</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">A Dafne ya los brazos le crecían, <a href="#Ch5-13"><i>Soneto XIII</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_220">220</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">A la entrada de un valle, en un desierto, <a href="#Ch5-36"><i>Soneto XXXVI</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_252">252</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Amor, amor, un hábito vestí, <a href="#Ch5-27"><i>Soneto XXVII</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_237">237</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Aquella voluntad honesta y pura, <a href="#Ch1-3"><i>Égloga III</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_123">123</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Aquí, Boscán, donde del buen troyano, <a href="#Ch2-2"><i>Elegía II</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_159">159</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Aunque este grave caso haya tocado, <a href="#Ch2-1"><i>Elegía I</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_145">145</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Boscán, las armas y el furor de Marte, <a href="#Ch5-35"><i>Soneto XXXV</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_250">250</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Boscán, vengado estáis, con mengua mía, <a href="#Ch5-28"><i>Soneto XXVIII</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_239">239</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Clarísimo Marqués, en quien derrama, <a href="#Ch5-21"><i>Soneto XXI</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_228">228</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Como la tierna madre que al doliente, <a href="#Ch5-14"><i>Soneto XIV</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_221">221</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Con ansia estrema de mirar qué tiene, <a href="#Ch5-22"><i>Soneto XXII</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_229">229</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Con tal fuerza y vigor son concertados, <a href="#Ch5-20"><i>Soneto XX</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_227">227</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Con un manso ruido, <a href="#Ch4-3"><i>Canción III</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_183">183</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Cuando me paro a contemplar mi estado, <a href="#Ch5-1"><i>Soneto I</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_205">205</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Culpa debe ser quereros, <a href="#Ch6-1"><i>Versos cortos I</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_255">255</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">De aquella vista pura y ecelente, <a href="#Ch5-8"><i>Soneto VIII</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_215">215</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">De la red y del hilado, <a href="#Ch6-5"><i>Versos cortos V</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_258">258</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh"><span class="pagenum" id="Page_276">p. 276</span>Dentro en mi alma fue de mí engendrado, <a href="#Ch5-31"><i>Soneto XXXI</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_243">243</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Echado está por tierra el fundamento, <a href="#Ch5-26"><i>Soneto XXVI</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_235">235</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">El aspereza de mis males quiero, <a href="#Ch4-4"><i>Canción IV</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_187">187</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">El dulce lamentar de dos pastores, <a href="#Ch1-1"><i>Égloga I</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_1">1</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">En fin, a vuestras manos he venido, <a href="#Ch5-2"><i>Soneto II</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_207">207</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">En medio del invierno está templada, <a href="#Ch1-2"><i>Égloga II</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_27">27</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">En tanto que de rosa y azucena, <a href="#Ch5-23"><i>Soneto XXIII</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_231">231</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Escrito está en mi alma vuestro gesto, <a href="#Ch5-5"><i>Soneto V</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_211">211</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Estoy contino en lágrimas bañado, <a href="#Ch5-32"><i>Soneto XXXII</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_245">245</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Gracias al cielo doy que ya del cuello, <a href="#Ch5-34"><i>Soneto XXXIV</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_248">248</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Hermosas ninfas, que en el río metidas, <a href="#Ch5-11"><i>Soneto XI</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_218">218</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Ilustre honor del nombre de Cardona, <a href="#Ch5-24"><i>Soneto XXIV</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_232">232</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Julio, después que me partí llorando, <a href="#Ch5-19"><i>Soneto XIX</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_226">226</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">La gente se espanta toda, <a href="#Ch6-7"><i>Versos cortos VII</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_259">259</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">La mar en medio y tierras he dejado, <a href="#Ch5-3"><i>Soneto III</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_208">208</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">La soledad siguiendo, <a href="#Ch4-2"><i>Canción II</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_179">179</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Mario, el ingrato amor, como testigo, <a href="#Ch5-33"><i>Soneto XXXIII</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_246">246</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Mi lengua va por do el dolor la guía, <a href="#Ch5-37"><i>Soneto XXXVII</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_253">253</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Nadie puede ser dichoso, <a href="#Ch6-8"><i>Versos cortos VIII</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_260">260</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">No las francesas armas odiosas, <a href="#Ch5-16"><i>Soneto XVI</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_223">223</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">No pierda más quien ha tanto perdido, <a href="#Ch5-7"><i>Soneto VII</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_214">214</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">¡Oh hado esecutivo en mis dolores, <a href="#Ch5-25"><i>Soneto XXV</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_234">234</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">¡Oh dulces prendas, por mi mal halladas, <a href="#Ch5-10"><i>Soneto X</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_217">217</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Pasando el mar Leandro el animoso, <a href="#Ch5-29"><i>Soneto XXIX</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_240">240</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Pensando que el camino iba derecho, <a href="#Ch5-17"><i>Soneto XVII</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_224">224</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh"><span class="pagenum" id="Page_277">p. 277</span>Por ásperos caminos he llegado, <a href="#Ch5-6"><i>Soneto VI</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_212">212</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Pues este nombre perdí, <a href="#Ch6-4"><i>Versos cortos IV</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_257">257</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">¿Qué testimonios son estos, <a href="#Ch6-6"><i>Versos cortos VI</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_258">258</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Señora mía, si de vos yo ausente, <a href="#Ch5-9"><i>Soneto IX</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_216">216</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Señor Boscán, quien tanto gusto tiene, <a href="#Ch3-1"><i>Epístola</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_169">169</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Si a la región desierta, inhabitable, <a href="#Ch4-1"><i>Canción I</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_175">175</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Si a vuestra voluntad yo soy de cera, <a href="#Ch5-18"><i>Soneto XVIII</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_225">225</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Si de mi baja lira, <a href="#Ch4-5"><i>Canción V</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_197">197</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Siento el dolor menguarme poco a poco, <a href="#Ch5-38"><i>Soneto XXXVIII</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_254">254</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Si para refrenar este deseo, <a href="#Ch5-12"><i>Soneto XII</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_219">219</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Si quejas y lamentos pueden tanto, <a href="#Ch5-15"><i>Soneto XV</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_222">222</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Sospechas, que en mi triste fantasía, <a href="#Ch5-30"><i>Soneto XXX</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_242">242</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Un rato se levanta mi esperanza, <a href="#Ch5-4"><i>Soneto IV</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_210">210</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Yo dejaré desde aquí, <a href="#Ch6-2"><i>Versos cortos II</i></a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_210">256</a></td>
- </tr>
-</table>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="ToC">
- <p><span class="pagenum" id="Page_279">p. 279</span></p>
- <h2 class="nobreak g1">ÍNDICE GENERAL</h2>
-</div>
-
-<table class="toc">
- <tr>
- <td colspan="2">&#160;</td>
- <td class="tdr smaller bb">Págs.</td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="2" class="tdlh"><a href="#Ch0-1"><i>Introducción.</i></a></td>
- <td class="tdrb asc"><a href="#Page_vii">VII</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="2" class="tdlh"><a href="#Ch0-2"><i>Datos bibliográficos.</i></a></td>
- <td class="tdrb asc"><a href="#Page_xxi">XXI</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdc pt1">ÉGLOGAS</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru pt05">I.—</td>
- <td class="tdlh pt05"><a href="#Ch1-1">El dulce lamentar de dos pastores</a>.</td>
- <td class="tdrb pt05"><a href="#Page_1">1</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">II.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch1-2">En medio del invierno está templada</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_27">27</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">III.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch1-3">Aquella voluntad honesta y pura</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_123">123</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdc pt1">ELEGÍAS</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru pt05">I.—</td>
- <td class="tdlh pt05"><a href="#Ch2-1">Aunque este grave caso haya tocado</a>.</td>
- <td class="tdrb pt05"><a href="#Page_145">145</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">II.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch2-2">Aquí, Boscán, donde del buen troyano</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_159">159</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdc pt1">EPÍSTOLA</td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="2" class="tdlh pt05"><a href="#Ch3-1">Señor Boscán, quien tanto gusto tiene</a>.</td>
- <td class="tdrb pt05"><a href="#Page_169">169</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdc pt1">CANCIONES</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru pt05">I.—</td>
- <td class="tdlh pt05"><a href="#Ch4-1">Si a la región desierta, inhabitable</a>.</td>
- <td class="tdrb pt05"><a href="#Page_175">175</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">II.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch4-2">La soledad siguiendo</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_179">179</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">III.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch4-3">Con un manso ruído</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_183">183</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">IV.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch4-4">El aspereza de mis males quiero</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_187">187</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">V.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch4-5">Si de mi baja lira</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_197">197</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdc pt1"><span class="pagenum" id="Page_280">p. 280</span>SONETOS</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru pt05">I.—</td>
- <td class="tdlh pt05"><a href="#Ch5-1">Cuando me paro a contemplar mi estado</a>.</td>
- <td class="tdrb pt05"><a href="#Page_205">205</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">II.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-2">En fin, a vuestras manos he venido</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_207">207</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">III.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-3">La mar en medio y tierras he dejado</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_208">208</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">IV.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-4">Un rato se levanta mi esperanza</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_210">210</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">V.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-5">Escrito está en mi alma vuestro gesto</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_211">211</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">VI.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-6">Por ásperos caminos he llegado</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_212">212</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">VII.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-7">No pierda más quien ha tanto perdido</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_214">214</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">VIII.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-8">De aquella vista pura y ecelente</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_215">215</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">IX.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-9">Señora mía, si de vos yo ausente</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_216">216</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">X.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-10">¡Oh dulces prendas, por mi mal halladas!</a></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_217">217</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XI.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-11">Hermosas ninfas, que en el río metidas</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_218">218</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XII.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-12">Si para refrenar este deseo</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_219">219</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XIII.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-13">A Dafne ya los brazos le crecían</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_220">220</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XIV.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-14">Como la tierna madre que al doliente</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_221">221</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XV.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-15">Si quejas y lamentos pueden tanto</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_222">222</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XVI.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-16">No las francesas armas odiosas</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_223">223</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XVII.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-17">Pensando que el camino iba derecho</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_224">224</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XVIII.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-18">Si a vuestra voluntad yo soy de cera</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_225">225</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XIX.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-19">Julio, después que me partí llorando</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_226">226</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XX.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-20">Con tal fuerza y vigor van concertados</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_227">227</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XXI.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-21">Clarísimo Marqués, en quien derrama</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_228">228</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XXII.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-22">Con ansia estrema de mirar qué tiene</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_229">229</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XXIII.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-23">En tanto que de rosa y azucena</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_231">231</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XXIV.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-24">Ilustre honor del nombre de Cardona</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_232">232</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XXV.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-25">¡Oh hado esecutivo en mis dolores!</a></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_234">234</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XXVI.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-26">Echado está por tierra el fundamento</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_235">235</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XXVII.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-27">Amor, amor, un hábito vestí</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_237">237</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XXVIII.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-28">Boscán, vengado estáis con mengua mía</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_239">239</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XXIX.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-29">Pasando el mar Leandro el animoso</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_240">240</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XXX.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-30">Sospechas que en mi triste fantasía</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_242">242</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XXXI.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-31">Dentro en mi alma fue de mí engendrado</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_243">243</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru"><span class="pagenum" id="Page_281">p. 281</span>XXXII.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-32">Estoy contino en lágrimas bañado</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_245">245</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XXXIII.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-33">Mario, el ingrato amor, como testigo</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_246">246</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XXXIV.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-34">Gracias al cielo doy que ya del cuello</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_248">248</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XXXV.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-35">Boscán, las armas y el furor de Marte</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_250">250</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XXXVI.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-36">A la entrada de un valle, en un desierto</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_252">252</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XXXVII.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-37">Mi lengua va por do el dolor la guía</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_253">253</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">XXXVIII.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch5-38">Siento el dolor menguarme poco a poco</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_254">254</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdc pt1">CANCIONES EN VERSOS CORTOS</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru pt05">I.—</td>
- <td class="tdlh pt05"><a href="#Ch6-1">Culpa debe ser quereros</a>.</td>
- <td class="tdrb pt05"><a href="#Page_255">255</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">II.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch6-2">Yo dejaré desde aquí</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_256">256</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">III.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch6-3">Acaso supo a mi ver</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_257">257</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">IV.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch6-4">Pues este nombre perdí</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_257">257</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">V.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch6-5">De la red y del hilado</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_258">258</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">VI.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch6-6">¿Qué testimonios son estos?</a></td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_258">258</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">VII.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch6-7">La gente se espanta toda</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_259">259</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">VIII.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch6-8">Nadie puede ser dichoso</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_260">260</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3" class="tdc pt1">APÉNDICES</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru pt05">I.—</td>
- <td class="tdlh pt05"><a href="#Ch7-1">A la muy magnífica señora doña
- Jerónima Palova de Almogávar, Garcilaso de la Vega</a>.</td>
- <td class="tdrb pt05"><a href="#Page_261">261</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">II.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch7-2">Carta de Garcilaso al Emperador Carlos V</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_269">269</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">III.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch7-3">Garsiae Lassi de la Vega ad
- Ferdinandum de Acuña, Epigramma</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_271">271</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">IV.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch7-4">Octava rima</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_272">272</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdru">V.—</td>
- <td class="tdlh"><a href="#Ch7-5">Anécdota</a>.</td>
- <td class="tdrb"><a href="#Page_273">273</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="2" class="tdlh pt1"><a href="#Ipv">Índice alfabético de primeros versos</a>.</td>
- <td class="tdrb pt1"><a href="#Page_275">275</a></td>
- </tr>
-</table>
-
-
-<div class="tit pt6">
- <hr class="chap"/>
- <p><span class="pagenum" id="Page_283">p. 283</span></p>
- <p class="smaller lh150 asc ws1">ESTE LIBRO SE ACABÓ DE IMPRIMIR<br/>
- EN LA TIPOGRAFÍA DE «CLÁSICOS CASTELLANOS»<br/>
- EL DÍA III DE FEBRERO<br/>
- DEL AÑO MCMXI</p>
- <hr class="chap"/>
-</div>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Notas">
- <h2 class="nobreak g2">NOTAS</h2>
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_1" href="#FNanchor_1" class="label">[1]</a> Heredaba
-D. García, por su padre D. Pedro, el apellido Suárez de Figueroa; pero,
-hijo segundón, educado acaso con su abuela D.ª Elvira, hermana de D.
-Íñigo, el famoso Marqués de Santillana, tomó el apellido de esta, la
-cual a su vez quiso conservar el de su madre D.ª Leonor Laso de la Vega
-en vez del de su padre D. Diego Hurtado de Mendoza. El solar de la
-Vega se halla en las Asturias de Santillana, en la ribera del Besaya,
-a una legua de Santillana y otra del mar. (V. Navarrete, <i>Vida de
-Garcilaso</i>, Ilust. I.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_2" href="#FNanchor_2" class="label">[2]</a> «Don
-Pedro era un caballero de sanas entrañas y sin malicia, y junto con
-esta bondad, amigo de justicia y del bien del reino, y por esto se
-metió tanto en estos bullicios.» (Sandoval, <i>Hist. de Carlos V</i>,
-lib. V.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_3" href="#FNanchor_3" class="label">[3]</a> Así
-dicen Herrera, Tamayo y Cienfuegos; pero Navarrete supone que debió
-criarse en la Casa Real, según la antigua costumbre que hacía educar
-junto a los príncipes a los hijos de los nobles.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_4" href="#FNanchor_4" class="label">[4]</a> Tamayo
-de Vargas, fol. 4.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_5" href="#FNanchor_5" class="label">[5]</a> V.
-Égloga I, <a href="#Footnote_28">notas a los versos 2</a> y <a
-href="#Footnote_60">258</a>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_6" href="#FNanchor_6" class="label">[6]</a> V.
-<a href="#Footnote_375">Soneto XXVI, nota</a>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_7" href="#FNanchor_7" class="label">[7]</a> Los
-del linaje de la Cueva se oponían a aquel desposorio en su interés de
-que D.ª Isabel, única sucesora de Alburquerque, casara de modo que no
-se perdiera el nombre de la casa; tuvieron de su parte al Emperador,
-el cual despachó una cédula desde Bruselas a 4 de setiembre de 1531,
-prohibiendo que aquel matrimonio siguiera adelante; no obstante parece
-ser que los novios fueron desposados, en secreto, en una iglesia de
-Ávila, siendo testigo Garcilaso; noticioso de lo cual el Emperador le
-impuso dicho destierro, como castigo, en ocasión en que fue a servirle
-contra los turcos que asediaban a Viena. (V. Navarrete, <i>Vida</i>, 35
-y siguientes.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_8" href="#FNanchor_8" class="label">[8]</a> Véase
-la carta de creencia otorgada a Garcilaso por D. Juan Ribera, Capitán
-General de Toledo, en 12 de mayo de 1522. (Navarrete, <i>Vida</i>, pág.
-203.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_9" href="#FNanchor_9" class="label">[9]</a> V.
-Menéndez y Pelayo, <i>Antología</i>, XIII, pág. 38.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_10" href="#FNanchor_10" class="label">[10]</a>
-Cuenta D. Luis Zapata en su <i>Carlo Famoso</i> que yendo Garcilaso a
-Roma a reunirse con el Emperador, después de cierta aventura galante,
-saliole al paso una dama que le anunció el peligro que le amenazaba
-por los facinerosos, hacia cuyas guaridas inconscientemente caminaba;
-agradeciendo el aviso, resolvió el caballero seguir adelante, y al
-internarse en un bosque, oyó resonar de silvos, cuernos y bocinas, con
-que se convocaban los salteadores; más de trescientos, bien armados,
-le rodearon; lanza en ristre, y firme en su caballo, les acometió; y
-matando a unos, hiriendo a otros y haciendo huir a los restantes, logró
-llegar, salvo y con honra, a su destino. Es evidente que en el fondo
-de este fantástico relato hay, por lo menos, de cierto la opinión de
-valiente en que el poeta vivió.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_11" href="#FNanchor_11" class="label">[11]</a>
-Navarrete, <i>Vida</i>, pág. 85.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_12" href="#FNanchor_12" class="label">[12]</a> Dejó
-Garcilaso tres hijos: Garcilaso, D. Pedro y D.ª Sancha, y otro, además,
-D. Lorenzo, que se sospecha fuese natural; murió el primero a los
-veinticinco años en la defensa de Ulpiano contra los franceses; profesó
-el segundo en la Orden de Santo Domingo; casó D.ª Sancha con D. Antonio
-Puertocarrero, y D. Lorenzo, espíritu cáustico, desterrado a Orán, como
-autor de una aguda sátira, dícese que murió en el camino.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_13" href="#FNanchor_13" class="label">[13]</a> Un
-epigrama latino se hallará en el <a href="#Ch7-3">Apéndice</a> de este
-volumen.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_14" href="#FNanchor_14" class="label">[14]</a>
-Los sonetos, por hallazgos posteriores, montan hoy a 38, algunos de
-dudosa autenticidad, según se advertirá en su lugar; figuran, además,
-en la presente edición, varias composiciones que el autor escribió en
-versos cortos, la carta-prólogo escrita para la traducción de <i>El
-Cortesano</i> de Boscán, y otra breve carta del poeta al Emperador.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_15" href="#FNanchor_15" class="label">[15]</a>
-<i>Las obras de Boscán y algunas de Garcilasso de la Vega, repartidas
-en cuatro libros.</i> — Escudo del Emperador con el <i>Plus Ultra</i>.
-— <i>Cvm Privilegio Imperiali. Carles Amorós.</i> — Colofón:
-«Acabaronse de imprimir las obras de Boscán y Garcilasso de la Vega: en
-Barcelona, en la Officina de Carles Amoros, a los XX del mes de Março:
-Año de M.D.XLIII.» 4.º, 8 hojas preliminares, más 242 de texto.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_16" href="#FNanchor_16" class="label">[16]</a>
-El mismo Boscán en su carta a la Duquesa de Soma, prólogo del
-segundo libro de sus poesías, declara la parte que tomó Garcilaso
-en la reforma: «Comencé a tentar este género de verso, en el cual
-al principio hallé alguna dificultad, por ser muy dificultoso y
-tener muchas particularidades diferentes del nuestro; pero después
-pareciéndome, quizá con el amor de las cosas propias, que esto
-comenzaba a sucederme bien, fui paso a paso metiéndome con calor en
-ello; mas esto no bastara a hacerme pasar muy adelante, si Garcilaso
-con su juicio, el cual, no solamente en mi opinión, mas en la de
-todo el mundo, ha sido tenido por regla cierta, no me confirmara en
-esta mi demanda, y así alabándome muchas veces este mi propósito y
-acabándomele de aprobar con su ejemplo, porque quiso él también llevar
-este camino, al cabo me hizo ocupar mis ratos ociosos en esto más
-particularmente.»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_17" href="#FNanchor_17" class="label">[17]</a> F.
-Rodríguez Marín, <i>Luis Barahona de Soto</i>, página 282.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_18" href="#FNanchor_18" class="label">[18]</a>
-<a href="#Eg3-37">Versos 37 y 40</a> de su égloga III.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_19" href="#FNanchor_19" class="label">[19]</a>
-Prólogo de Francisco de Medina a las <i>Anotaciones</i> de Herrera,
-pág. 8.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_20" href="#FNanchor_20" class="label">[20]</a>
-<a href="#El2-24">Elegía II, verso 24</a>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_21" href="#FNanchor_21" class="label">[21]</a>
-<a href="#El2-145">Elegía II, verso 145</a> y siguientes.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_22" href="#FNanchor_22" class="label">[22]</a> Hizo
-lugar honroso en sus escritos al nombre de D. Fernando de Toledo,
-gran Duque de Alba, <a href="#Ch1-2">Eg. II</a>; D. Pedro de Toledo,
-Virrey de Nápoles, <a href="#Ch1-1">Eg. I</a>; fray Severo, ayo del
-gran Duque, <a href="#Ch1-2">Eg. II</a>; D.ª María de la Cueva, Condesa
-de Osuna, <a href="#Ch1-3">Eg. III</a>; D. Bernardino de Toledo, <a
-href="#Ch2-1">Eleg. I</a>; D.ª Catalina Sanseverino, la Flor de Gnido,
-<a href="#Ch4-5">Canc. V</a>; Mario Galeota, <a href="#Ch5-33">soneto
-XXXIII</a>; D. Fernando de Guzmán, hermano del poeta, <a
-href="#Ch5-16">soneto XVI</a>; Julio César, poeta napolitano, <a
-href="#Ch5-19">soneto XIX</a>; D. Alonso de Ávalos, Marqués del Vasto,
-<a href="#Ch5-21">soneto XXI</a>; D.ª María de Cardona, Marquesa de la
-Padula, <a href="#Ch5-24">soneto XXIV</a>, y particularmente a su amigo
-Boscán, <a href="#Ch1-2">Eg. II</a>, <a href="#Ch2-2">Eleg. II</a>, <a
-href="#Ch3-1">epíst.</a>, <a href="#Ch5-28">sonetos XXVIII</a> y <a
-href="#Ch5-35">XXXV</a>, y <a href="#Ch6-7">versos cortos VII</a>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_23" href="#FNanchor_23" class="label">[23]</a>
-Véanse las <a href="#Footnote_28">notas a los versos 2</a>
-y <a href="#Footnote_60">258</a> de la Eg. I, y al <a
-href="#Footnote_83">20</a> de la Eg. II.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_24" href="#FNanchor_24" class="label">[24]</a> V. M.
-Menéndez y Pelayo, <i>Juan Boscán</i>, páginas 132-138.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_25" href="#FNanchor_25" class="label">[25]</a>
-Égloga I:</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">El dulce lamentar de dos pastores</p>
- <p class="i0">Cristo y el pecador triste y lloroso</p>
- <p class="i0">He de cantar sus quejas imitando, etc.</p>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_26" href="#FNanchor_26" class="label">[26]</a> Se
-halla noticia de tal sistema ortográfico y de sus pormenores en el
-libro del Conde de la Viñaza, <i>Biblioteca histórica de la Filología
-Castellana</i>, Madrid, 1893, número 544.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_27" href="#FNanchor_27" class="label">[27]</a>
-Dedicó Garcilaso esta égloga a D. Pedro de Toledo, el <i>gran
-justador</i>, primer Marqués de Villafranca y Virrey de Nápoles desde
-1532 a 1553; fue hijo segundo de don Fadrique de Toledo y tío carnal
-del gran Duque de Alba D. Fernando. Hombre de carácter y talento,
-recibió del César el virreinato de Nápoles en momentos de peligro;
-al encargarse de él, llevó consigo desde Alemania a Garcilaso,
-consiguiendo que el Emperador le sacase de su destierro del Danubio.
-Fue su más constante protector. (Navarrete, págs. 44 a 49.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_28" href="#FNanchor_28" class="label">[28]</a>
-<i>Salicio</i> laméntase de celos; <i>Nemoroso</i> llora la muerte de
-su pastora <i>Elisa</i>. <i>Salicio</i> es Garcilaso, y <i>Elisa</i>,
-según todos los comentadores, es D.ª Isabel Freyre, dama portuguesa,
-esposa de D. Antonio de Fonseca. Muchos, desde Herrera, han creído
-que este D. Antonio es el <i>Nemoroso</i> de la égloga; muchos más,
-desde el Brocense, han dicho que <i>Nemoroso</i> no es sino Boscán,
-«porque <i>nemus</i> es bosque», y D. Luis Zapata, autor del <i>Carlo
-Famoso</i>, asegura, en efecto, que Boscán conoció a <i>Elisa</i> en
-la Corte, como dama que era de la Emperatriz D.ª Isabel de Portugal,
-y «fue su servidor antes que casase»; pero ambas opiniones en lucha
-han dado sus razones contrarias y se han destruido mutuamente. Y dice
-D. Manuel de Faria y Sousa: «Lo cierto es que no fue Boscán ni otro
-alguno, sino que Garcilaso se representa con ambos nombres, y esto
-es ordinario en los escritores de églogas... El introducir nombres
-sirve solo al diálogo; pero la persona es una sola. Así en la égloga
-de Garcilaso, lo mismo es <i>Salicio</i> que <i>Nemoroso</i>.» El
-enamorado de D.ª Isabel Freyre, según el mismo Faria, no fue Boscán,
-sino Garcilaso «que de sus amores fue muy derretido estando ella en
-Palacio, y a ella son los más de sus versos... como quien la galanteó
-antes de casar». Sa de Miranda llama siempre <i>Nemoroso</i> a
-Garcilaso. D.ª Carolina Michaëlis de Vasconcellos defiende la opinión
-de Faria y Sousa, y el maestro Menéndez y Pelayo dice: «Prefiero la
-tradición de Faria a la de Zapata, porque no es verosímil, ni posible
-siquiera, que la divina lamentación de <i>Nemoroso</i>, que es lo más
-tierno y apasionado que brotó de la pluma de Garcilaso, sea el eco o el
-reflejo de una pasión ajena, de la cual, por otra parte, no hay rastro
-en los versos de Boscán. Garcilaso ha puesto en aquellas estancias
-todo su corazón, y habla allí en nombre propio, no en el de su amigo,
-ni mucho menos en nombre del marido de su dama.» Todo esto con más
-extensión y con la documentación necesaria puede verse en el tomo XIII
-de la <i>Antología</i> de Menéndez y Pelayo, págs. 55 a 60.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_29" href="#FNanchor_29" class="label">[29]</a>
-<i>Estado Albano</i>: el Reino de Nápoles, llamado así, acaso, por
-la vieja y famosa <i>Alba-Longa</i>, o por <i>Alba</i>, ciudad
-también famosa, donde los romanos hospedaban a los reyes bárbaros,
-sus cautivos. Se ha creído que <i>Albano</i> es nombre propio
-(Bello-Cuervo, <i>Gram.</i>, París, 1907, § 1171), y se ha dicho que
-representa al mismo Virrey (Mérimée, <i>Litt. Esp.</i>, París, 1908,
-pág. 156); no advirtieron tal cosa los comentadores antiguos; ni D.
-Pedro era hombre para juegos pastoriles, ni Albano figura para nada
-en las églogas de Garcilaso, y si llama la atención encontrar en las
-ediciones antiguas <i>estado-Albano</i>, no siendo entonces obligada la
-mayúscula inicial de verso, téngase presente que también se imprimía
-<i>tigre Hircana</i>, <i>campo Placentino</i>, <i>campo Sarracino</i>,
-<i>arte Cortesana</i>, <i>sangre Turca</i>, etc., sin tratarse de
-nombres propios. Son ejemplos del texto de Tamayo, Eg. II.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_30" href="#FNanchor_30" class="label">[30]</a>
-<i>Marte</i>, para los griegos era el más odioso de los inmortales;
-los romanos le tenían por dios favorable y bienhechor; este rasgo, en
-pequeño, retrata a ambos pueblos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_31" href="#FNanchor_31" class="label">[31]</a>
-<i>sobras</i> = <i>superas</i>. <i>Sobrar</i> tiene la misma
-etimología que <i>superar</i>, y en este caso tiene también la
-misma significación, que es la del latín <i>superare</i>. Repítese
-en la Eg. II, <a href="#FNanchor_192">versos 1529</a> y <a
-href="#FNanchor_193">1540</a>. El poeta juega aquí del vocablo entre
-<i>faltar</i> y <i>sobrar</i>, este último en sus acepciones culta y
-corriente.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_32" href="#FNanchor_32" class="label">[32]</a>
-<i>dino</i> = <i>digno</i>, como <i>maníficas</i>, <a
-href="#FNanchor_106">Eg. II, v. 395</a>. Demuestra que en aquel
-tiempo se pronunciaba <i>dino</i>, aun en lenguaje culto, el hecho de
-encontrar en buenos poetas rimas como <i>contino</i>, <i>dino</i>, etc.
-(F. Rodríguez Marín, <i>Luis Barahona de Soto</i>, pág. 402.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_33" href="#FNanchor_33" class="label">[33]</a>
-Perífrasis del laurel con que se coronaban los guerreros triunfantes y
-los poetas heroicos, los eróticos se coronaban de mirto, y de hiedra
-los poetas menores. (Herrera, pág. 411.) Apolo dijo al laurel-Dafne—:
-«Tu follaje adornará mi cabellera y mis armas, y servirás de atavío
-a los guerreros del Lacio al resonar los alborozados gritos de la
-victoria y al desplegar el Capitolio sus triunfales pompas.» Ovidio,
-<i>Metamórfosis</i>, lib. I, fáb. X; véase adelante el soneto <a
-href="#Ch5-13">XIII</a>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_34" href="#FNanchor_34" class="label">[34]</a> La
-hiedra simboliza afecto y humildad; repítese esta imagen adelante, <a
-href="#Eg1-135">versos 135</a> y <a href="#Eg1-243">243</a> de esta
-misma égloga: «Fue Ciso —la hiedra— un mancebo que servía a Baco de
-danzante... y ejercitándose una vez delante él en aquel oficio, cayó en
-el suelo y se mató del golpe; y la tierra por honra de Baco crió... una
-planta, que luego que salió por la tierra, comenzó a abrazar la vid de
-la mesma suerte que solía en las danzas y bailes abrazar y rodear Ciso
-a Baco.» (Herrera, pág. 411.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_35" href="#FNanchor_35" class="label">[35]</a>
-<i>el altura</i>. En tiempo de Garcilaso era lícita esta
-construcción: <i>el alegría</i>, <a href="#Eleg1-261">Eleg. I,
-v. 261</a>; <i>el ausencia</i>, <a href="#Eleg2-72">Eleg. II,
-versos 72</a> y <a href="#Eleg2-80">80</a>; <i>el aspereza</i>, <a
-href="#FNanchor_313">canc. IV, v. 1</a>; <i>el amarga memoria</i>, <a
-href="#Son19-11">soneto XIX, v. 11</a>, etc.; pero luego se admitió
-<i>el</i> con femenino, tan solo en el caso en que siguiese <i>a</i>
-acentuada, <i>el alma</i>, etc. (R. Menéndez Pidal, <i>Gram. Hist.</i>,
-§ 100,2.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_36" href="#FNanchor_36" class="label">[36]</a>
-Herrera escribió aquí <i>un’ alta haya</i>; en el verso siguiente,
-<i>un’ agua</i>; en el 69, <i>un’ hora</i>, y así en muchos casos
-análogos, Eg. I, v. <a href="#FNanchor_55">217, 218</a>, <a
-href="#Eg1-257">257</a>, etc.; <a href="#Eleg2-580">Eg. II, 580</a>, <a
-href="#Eleg2-718">718</a>, etc.; yo he prescindido del apóstrofo y de
-la vocal <i>a</i>, huyendo de la contradicción de otros editores que,
-en iguales circunstancias, y sin motivo razonable, han escrito unas
-veces <i>un alta, un agua, un hora</i>, etc., y otras, <i>una alta, una
-agua, una hora</i>; comp., por ejemplo, en la edición de Castro, Eg. I,
-v. 46, 47, 218, y 69, 259; Eg. II, 182, 718, etc.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_37" href="#FNanchor_37" class="label">[37]</a>
-Galatea, Elisa, Camila, Gravina, Flérida y Filis son los nombres de las
-pastoras de Garcilaso, pero la historia recuerda preferentemente a la
-primera unida al nombre del poeta: «Aquella cuyo nombre entronizado —
-por vos ha sido más que de Catulo — el nombre de su Lesbia celebrado...
-— Más que del claro Castillejo, Ana, — Más que de Garcilaso,
-Galatea...» (F. Rodríguez Marín, <i>Barahona</i>, pág. 29.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_38" href="#FNanchor_38" class="label">[38]</a>
-<i>mesquina</i>, como <i>entristesco</i>, <a href="#Eg1-254">Eg. I, v.
-254</a>; <i>mesclado</i>, <a href="#Eg2-252">Eg. II, v. 252</a>, etc.;
-estas formas con <i>sc</i> tienen en castellano más abolengo y más
-historia que las modernas con <i>zc</i>. (R. Menéndez Pidal, <i>Gram.
-Hist.</i>, § 112,3.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_39" href="#FNanchor_39" class="label">[39]</a> Tal
-pensamiento encontró Herrera (pág. 406) en Dante, Ariosto y Jorge de
-Resende; este último dijo así: «Senhora, pois me matais — Por vos dar
-meu coraçãm. — Peço vos que me digais — De que manera tratais — A os
-que vossos nam sãm...» Aun cuando en lengua extraña, entiendo que estos
-versos pueden aquí servir para comprender mejor los de Garcilaso.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_40" href="#FNanchor_40" class="label">[40]</a>
-«Injustamente, en mi humilde opinión, censuró Hermosilla, como
-ociosamente pleonástico, este verso, que tan sentidamente exprime el
-dolor de Salicio por la inconstancia de Galatea. Dudo que a nadie
-parezcan más expresivos aquellos acumulados pleonasmos de Homero que
-el mismo escritor llama bellísimos: “Pero Aquiles pretende <i>sobre
-todos</i> — <i>Los otros ser, a todos dominarlos</i>, — <i>Sobre todos
-mandar, y como jefe</i>, — <i>Dictar leyes a todos</i>.”» Bello-Cuervo,
-<i>Gramática</i>, París, 1907, § 411, nota.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_41" href="#FNanchor_41" class="label">[41]</a> No
-ha desaparecido aún la creencia vulgar en los agüeros de las aves.
-Dicen de la lechuza, ave nocturna, que cuando grazna sobre la chimenea
-de alguna casa es anuncio de una gran desgracia para la familia que
-allí viva (La Mancha). Sobre la antigüedad de estas supersticiones y
-lo arraigadas que estuvieron en España y en el mediodía de Francia,
-véase Amador de los Ríos, <i>Hist. de la Lit.</i>, IV, 520, etc.;
-<i>Rev. de España</i>, tomo 17 y 18; Fauriel, <i>Histoire de la poésie
-provenç.</i>, III, 305, etc.; Restori, <i>La Gesta del Cid</i>, pág.
-208; sobre los agüeros de las aves en nuestra literatura medioeval,
-véase R. Menéndez Pidal, <i>La Leyenda de los Infantes de Lara</i>,
-pág. 8.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_42" href="#FNanchor_42" class="label">[42]</a>
-Garcilaso recuerda en muchas de sus poesías el patrio, celebrado
-y rico Tajo, felice y claro río de su tierra natal, <a
-href="#Eg3-106">Eg. III, v. 106</a>, <a href="#Eg3-197">197</a>,
-<a href="#Eg3-214">214</a>, <a href="#Eg3-246">246</a> y <a
-href="#Eg3-300">300</a>; <a href="#Eg2-528">Eg. II, v. 528</a>, <a
-href="#Eg2-532">532</a>; <a href="#Son24-12">Son. XXIV, v. 12</a>,
-etc.; lo cual llenaba de satisfacción al insigne toledano D. Tomás
-Tamayo de Vargas; en cambio, el nombre de la ciudad de Toledo no
-aparece nunca en estos versos, aun cuando el poeta habla de ella en
-la <a href="#Ch1-3">Eg. III</a>, a no ser como apellido de la casa de
-Alba.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_43" href="#FNanchor_43" class="label">[43]</a> Dice
-el Brocense: «Alegoría es, como si dijera: De la suerte que el agua se
-huía por camino desusado, ansí imaginaba que me habías de dejar por
-otro.»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_44" href="#FNanchor_44" class="label">[44]</a> El
-uso de <i>cúyo</i>, interrogativo, ha desaparecido de nuestro idioma.
-«No creo que sean aceptables en el día las construcciones: <i>¿Cúyo
-buque ha naufragado?</i> <i>¿Cúya casa habitas?</i> <i>¿A cúya
-protección te acoges?</i>, sin embargo de recomendarlas su precisión
-y sencillez y la autoridad de nuestros clásicos.» (Bello-Cuervo,
-<i>Gramática</i>, París, 1907, § 336.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_45" href="#FNanchor_45" class="label">[45]</a> «La
-parra se casa con el olmo y es su amiga, porque crece en él, que, según
-Virgilio, se maridaban las parras a los olmos, y hoy se usa junto a
-Barcelona. La que estaba sola se decía viuda, y así la llama Catulo; y
-al olmo nombra el mesmo, marido de la vid...» (Herrera, 423.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_46" href="#FNanchor_46" class="label">[46]</a> Hay
-que leer: <i>Y-de-ha-cer</i>...para que el verso resulte cabal. La
-<i>f</i> del latín se conservó en el castellano escrito hasta fines
-del siglo <span class="asc">XV</span>: <i>fablar</i>, <i>fazer</i>,
-<i>folgar</i>, <i>foja</i>, <i>fijo</i>, etc., y después fue
-sustituida por la <i>h</i>, que era verdadera aspirada en los siglos
-<span class="asc">XV</span> y <span class="asc">XVI</span>. No he
-encontrado ningún caso en que Garcilaso prescindiese de la aspiración
-de la <i>h</i>: véase más abajo, versos <a href="#Eg1-162">162</a>,
-<a href="#Eg1-209">209</a>; Eg. II, v. <a href="#Eg2-462">462</a>,
-<a href="#Eg2-472">472</a>, <a href="#Eg2-490">490</a>, <a
-href="#Eg2-509">509</a>, <a href="#Eg2-535">535</a>, <a
-href="#Eg2-545">545</a>, etc; cuando a la <i>h</i> precede una
-consonante, el verso no sirve para dar idea de la aspiración:
-Eg. II, <a href="#Eg2-500">500</a>, <a href="#Eg2-510">510</a>,
-<a href="#Eg2-516">516</a>, <a href="#Eg2-536">536</a>, <a
-href="#Eg2-623">623</a>, <a href="#Eg2-630">630</a>, etc.; a fines
-del siglo <span class="asc">XVI</span> los escritores empiezan a
-vacilar, y unas veces aspiran la <i>h</i> y otras no. (R. Menéndez
-Pidal, <i>Gramática Hist.</i>, § 38,2; F. Rodríguez Marín, <i>Luis
-Barahona de Soto</i>, págs. 399-402.) Extraño es que Boscán elidiese
-ya la <i>h</i> en muchos casos al uso moderno. (M. Menéndez y Pelayo,
-<i>Antología</i>, XIII, pág. 215.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_47" href="#FNanchor_47" class="label">[47]</a>
-Herrera puntúa aquí de esta manera: ...<i>abundo en mi majada; — La
-manteca y el queso está sobrado</i>. El sentido es el mismo, pero la
-frase parece mejor con la variante seguida en el texto.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_48" href="#FNanchor_48" class="label">[48]</a>
-<i>Títiro</i>: divinidad campestre de la alegre corte de Baco. Los
-poetas bucólicos usaban este nombre como sinónimo de <i>pastor</i>.
-<i>El mantuano títiro</i>, llamado más comúnmente <i>el cisne de
-Mantua</i>, es el poeta latino Virgilio.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_49" href="#FNanchor_49" class="label">[49]</a> «Esto
-de mirarse en el mar —dice el Brocense—, primero lo dijo Teócrito, y
-de allí lo tomó Virgilio, y luego los demás. Y con todo eso dicen que
-es yerro decirlo, porque en el mar ni en aguas corrientes no se puede
-ver la figura.» Salicio no mentía; Herrera lo defiende con ejemplos
-clásicos; pero mejor testimonio es el de la experiencia: puede verse la
-figura en cualquier remanso de agua corriente.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_50" href="#FNanchor_50" class="label">[50]</a>
-<i>cierto</i>, con valor adverbial, por <i>ciertamente</i>, como
-<i>dulce</i> por <i>dulcemente</i>, <a href="#Eg2-1100">Eg. II, v.
-1100</a>; <i>inmenso</i> por <i>inmensamente</i>: «Las grandes virtudes
-<i>inmenso</i> le aplacen.» (Juan de Mena, <i>Las Trescientas</i>,
-copla CCXIII.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_51" href="#FNanchor_51" class="label">[51]</a> Esta
-ingenua declaración de Salicio no estaba mal vista en los pastores de
-églogas; pruébanlo los ejemplos de Herrera, pág. 246; no obstante,
-el ingenioso Lope, que en multitud de ocasiones recordó a Garcilaso,
-parodió este pasaje en su <i>Gatomaquia</i>: «Pues no soy yo tan feo,
-— Que ayer me vi, mas no como veo, — En un caldero de agua, que de un
-pozo — Sacó para regar mi casa un mozo, — Y dije: “¿Esto desprecia
-Zapaquilda? — Oh celos, oh impiedad, oh amor, reñilda.”»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_52" href="#FNanchor_52" class="label">[52]</a>
-<i>Estremo</i> es la Extremadura, así dicha, según Mariana, por haber
-sido mucho tiempo frontera, y lo extremo y postrero que por aquella
-parte poseían los cristianos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_53" href="#FNanchor_53" class="label">[53]</a> «Las
-tristes lágrimas mías — En piedras hacen señal — Y en vos nunca por mi
-mal.» Canción antigua de la cual no cita Herrera, pág. 428, más que
-estos versos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_54" href="#FNanchor_54" class="label">[54]</a> <i>No
-volviendo siguiera los ojos a los desgraciados a quienes tú hiciste
-derramar lágrimas.</i> Esto se lee de una manera muy diferente en los
-textos de Tamayo, Azara y Castro.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_55" href="#FNanchor_55" class="label">[55]</a> <i>un
-espesura.</i> La elisión de la a ha sido lícita ante vocal, aun fuera
-de los casos indicados en la nota al verso 46; escritores en prosa,
-poco anteriores a Garcilaso, usaban también, con los poetas, de esta
-licencia; Micer Gonzalo de Santa María en <i>Evangelios e Epistolas</i>
-(1485), reedición de Upsala, 1908, escribía <i>un statua</i>, 78-3;
-<i>un estrella</i>, 281-12.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_56" href="#FNanchor_56" class="label">[56]</a> He
-enmendado el verso de Herrera que, sin duda, por error de imprenta dice
-así: <i>Al que todo mi bien quitarme me puede</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_57" href="#FNanchor_57" class="label">[57]</a>
-<i>Filomena</i> es el ruiseñor; tiene una trágica leyenda. Un viejo
-rey de Atenas, Pandión, tenía dos hijas bellísimas, y Tereo, rey de
-Tracia, casó con una de ellas, con Procné. Cierto día Procné quiso
-ver a su hermana Filomena, y el rey Tereo marchó a Atenas para traer
-a sus palacios a la princesa, su cuñada. A la vista de la joven ardió
-Tereo en ciega pasión; durante el viaje le descubrió sus torpes
-deseos, y al llegar a una selva triunfó de su virginidad. Vuelta en
-sí Filomena, juró al cielo venganza. «Yo misma —dijo a Tereo— he de
-arrostrar la vergüenza para publicar tu delito: he de descubrirlo al
-universo entero.» El feroz tirano, en su ira, para que no le delatase,
-le cortó la lengua y la dejó presa en cárcel de rocas. Filomena
-bordó en una tela la historia de su desgracia, y con una criada la
-envió a su hermana Procné, que la lloraba creyéndola muerta. Procné,
-secretamente, la sacó de su cárcel; sintió hacia su marido un odio
-mortal; ¿qué venganza podía ser la más cruel?... Sacrificó en sí misma
-su amor de madre; mató a Itis, su propio hijo; puso a hervir una parte
-de él en vasijas de cobre, y, en la comida, sirvió a su esposo aquel
-manjar. Pregunta el padre: «¿Dónde está Itis?» Procné contesta: «Está
-contigo.» Y entonces Filomena se adelanta y arroja la lívida cabeza
-del niño al rostro de Tereo. Prorrumpe este en horrorosos lamentos;
-desnudando la espada corre tras de las hijas de Pandión; pero ellas,
-como si tuvieran alas, huyeron. Y en efecto, alas tenían: Filomena,
-transformada en ruiseñor, desapareció en una arboleda inmediata;
-Procné, hecha golondrina, aún tiene en su plumaje, como vestigios de
-su cruel asesinato, manchas de sangre. Tereo, sediento de venganza,
-fue convertido en abubilla, la de vistoso penacho y pico de dardo;
-hay quien dice que se transformó en gavilán; Itis, quedó en jilguero.
-(Ovidio, <i>Metamórfosis</i>, lib. VI, fáb. VI.) Ahora bien: el
-ruiseñor no es blanco, <i>la blanca Filomena</i>, por lo cual al
-Brocense le pareció mejor <i>la blanda Filomena</i>, y esta enmienda
-siguieron Azara, Castro y otros; también la defiende Tamayo (fol.
-41-43), porque aquel ruiseñor blanco que presentaron, según dicen, a
-Agripina, mujer de Claudio, túvolo Plinio ya por maravilla; pero dice
-Herrera (pág. 429): «con licencia de ellos no hizo mal Garcilaso en
-dalle tal apuesto, porque el color blanco es purísimo y el más perfeto
-de los colores, y por traslación al ánimo se toma por sincero, y así
-<i>blanca</i> significa simple, sencilla, pura y piadosa...»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_58" href="#FNanchor_58" class="label">[58]</a>
-Este nombre, <i>Nemoroso</i>, ha servido también de adjetivo poético
-aplicado a cosas propias de bosques; Castro cita ejemplos de Cairasco
-de Figueroa en su <i>Templo militante</i>, y de Lope de Vega en su
-<i>Arcadia</i>; San Juan de la Cruz en la <i>Canción entre el alma y
-su esposo</i>, dice: «Mi amado, las montañas, — Los valles solitarios
-<i>nemorosos</i>, — Las ínsulas extrañas, — Los ríos sonorosos, — El
-silbo de los aires amorosos...»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_59" href="#FNanchor_59" class="label">[59]</a>
-<i>Piérides</i>, las Musas. Piero, rey de Macedonia, tenía nueve
-hijas que creían cantar mejor y ser más sabias que las nueve Musas,
-tanto que, audaces, como poetas vanidosos, se disputaron con ellas el
-triunfo de las artes, y en castigo de su temeridad fueron convertidas
-en urracas. (Ovidio, <i>Metamórfosis</i>, lib. V, fáb. IV.) No obstante
-la poesía suele llamar también <i>Piérides</i> a las Musas verdaderas,
-sin duda, porque, según Hesiodo, nacieron en la Piérida, provincia de
-Macedonia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_60" href="#FNanchor_60" class="label">[60]</a>
-Si <i>Nemoroso</i> y <i>Salicio</i> son Garcilaso (<a
-href="#Footnote_28">nota al verso 2</a>), <i>Elisa</i> y <i>Galatea</i>
-deben ser D.ª Isabel Freyre; las quejas de ambos pastores son, en
-efecto, compatibles como episodios de un mismo amor. El afortunado
-rival a quien alude <i>Salicio</i> en los <a href="#FNanchor_44">versos
-127-137</a> y en el <a href="#FNanchor_51">180</a>, acaso fue D.
-Antonio de Fonseca, marido de D.ª Isabel; esto parece confirmar el
-epígrafe de la <i>Canción primera en versos cortos</i>, según el
-manuscrito de Iriarte: «A D.ª Isabel Freyra, porque se casó con un
-hombre fuera de su condición.»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_61" href="#FNanchor_61" class="label">[61]</a>
-Según la estructura de las demás estrofas, este verso debiera ser
-endecasílabo; el Brocense lo enmendó de este modo: <i>Más convenible
-fuera aquesta suerte</i>; pero Herrera, aunque advirtió el defecto,
-tuvo a bien respetarlo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_62" href="#FNanchor_62" class="label">[62]</a>
-<i>coluna.</i> Evolución tardía del cultismo <i>columna</i>. El grupo
-de consonante <i>mn</i> dio <i>ñ</i> en su primitiva evolución:
-<i>damnu</i>, <i>daño</i>; <i>somnu</i>, <i>sueño</i>. (V. R. Menéndez
-Pidal, <i>Gram. Hist.</i>, § 47,2,a.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_63" href="#FNanchor_63" class="label">[63]</a> Esta
-estancia tiene 15 versos en vez de los 14 que le corresponden, y Tamayo
-(notas, fol. 43), por indicación de Luis Tribaldos de Toledo, propone
-una enmienda en que se suprime un verso «y se quita la superfluidad, y
-aquel <i>blanco pecho</i>, que tiene algo de lascivo, y se refiere la
-gloria a los cabellos, <i>el dorado techo</i>, sobre el cuello, <i>la
-coluna</i>, con mayor encarecimiento». En cuanto a Herrera, lo que
-quisiera corregir es lo de <i>blando pecho</i>, y decir en su lugar
-<i>blanco</i>. Muchas ediciones han aceptado esta corrección, entre
-ellas la de Tamayo. Por lo demás, el mismo Herrera, pág. 436, dijo:
-«¿quién ha de poner mano en obras de un escritor tan alabado y recebido
-de la opinión pública? Basta apuntar este error, y quede así solamente
-notado.»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_64" href="#FNanchor_64" class="label">[64]</a>
-<i>Cargar la mano</i>; no es pequeño mérito de un poeta tan
-ilustre como Garcilaso haber sabido mantener correcto y elegante
-su lenguaje, sin desdeñar giros, frases y modismos sacados
-de la entraña del castellano: <i>Por el paso en que me ves,
-te juro</i>..., <a href="#FNanchor_123">Eg. II, v. 653</a>;
-<i>Callar que callarás</i>, <a href="#Eg2-922">íd., 922</a>;
-<i>Yo, para mi traer</i>..., <a href="#FNanchor_136">íd.,
-899</a>; <i>Dar al travieso</i>, <a href="#Eg2-952">íd., 952</a>;
-<i>Daca, hermano</i>..., <a href="#Eg2-969">íd., 969</a>; <i>Diz
-que</i>..., <a href="#Eg2-1076">íd., 1076</a>; <i>Entrar con pie
-derecho</i>, <a href="#Eg2-1467">íd., 1467</a>; <i>Dar de mano</i>,
-<a href="#Eg2-1478">íd. 1478</a>; <i>Tomar a destajo</i>, <a
-href="#Eg3-193">Eg. III, 193</a>; <i>Traer por los cabellos</i>...,
-<a href="#Can4-7">canc. IV, v. 7</a>; <i>Darse buena mano</i>,
-<a href="#Ch7-1">Apéndice I</a>; <i>A todo correr</i>, <a
-href="#Ap1-2">Apéndice I</a>, etc. Complétase esta nota con
-las de los versos <a href="#Footnote_70">360, Eg. I</a>, y <a
-href="#Footnote_88">142, Eg. II</a>. El culto Herrera se indignaba de
-esto.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_65" href="#FNanchor_65" class="label">[65]</a> El
-Brocense enmendó <i>aquello que</i>; pero Herrera dejó <i>aquella</i>,
-interpretando, sin duda, así: «Aquella cosa que con medrosa forma o
-imagen se nos ofrece de noche y pone horror.»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_66" href="#FNanchor_66" class="label">[66]</a>
-Parece que en este verso puede elidirse la aspiración de la <i>h</i>,
-pero acaso le corresponda esta lectura: «Su-luz-pu-ra-y-her-mo-sa.» (V.
-<a href="#Footnote_46">nota anterior, al verso 157</a>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_67" href="#FNanchor_67" class="label">[67]</a> Este
-pensamiento es el mismo de la famosa cantilena de Esteban Manuel de
-Villegas (1595-1669): «Yo vi sobre un tomillo — quejarse un pajarillo
-— viendo su nido amado, — de quien era caudillo — de un labrador
-robado...» Hállase en poetas latinos y en otros castellanos; nació en
-las <i>Geórgicas</i> de Virgilio, según Herrera, pág. 439.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_68" href="#FNanchor_68" class="label">[68]</a> La
-noche no consuela su llanto ni sus quejas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_69" href="#FNanchor_69" class="label">[69]</a> Dolor
-tan grande no puede soportarse en modo alguno.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_70" href="#FNanchor_70" class="label">[70]</a> Deseo
-insistir en la intención de la <a href="#Footnote_64">nota al verso
-289</a>, de esta misma égloga, sobre la simpatía de Garcilaso por
-ciertas formas del castellano familiar, recordando al lado de esta:
-<i>más ardiente que la llama</i>, las siguientes: <i>más dura que
-mármol</i>, <a href="#Eg1-57">v. 57</a>; <i>más helada que nieve</i>,
-<a href="#FNanchor_37">v. 59</a>; <i>más fuerte que el hierro</i>,
-<a href="#Eg1-265">v. 265</a>; <i>más rubio que el oro</i>, <a
-href="#Eg1-274">v. 274</a>; <i>lo quiero más que a mis ojos</i>, <a
-href="#Eg2-747">Eg. II.ª, v. 747</a>, etc.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_71" href="#FNanchor_71" class="label">[71]</a> La
-noche de la muerte de Elisa.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_72" href="#FNanchor_72" class="label">[72]</a>
-<i>Aquel duro trance</i> es el trance del parto. <i>Lucina</i> es
-Diana, a quien tenían los gentiles por abogada en los partos y, a la
-vez, por diosa de la castidad. «Suponía la fábula que Diana, nacida
-momentos antes que Apolo, había presenciado los dolores y padecimientos
-de su madre Latona, y que esto le inspiró tal horror al matrimonio
-y compasión por las mujeres en el trance de ser madres, que imploró
-de Júpiter el don de perpetua virginidad y la facultad de favorecer
-los alumbramientos difíciles.» (Gebhardt, <i>Los dioses de Grecia y
-Roma</i>, tomo I, pág. 119.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_73" href="#FNanchor_73" class="label">[73]</a>
-<i>inesorable</i>, inexorable; véase <a href="#Footnote_95">Eg. II.ª,
-v. 253, nota</a>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_74" href="#FNanchor_74" class="label">[74]</a>
-Recordaba estos sentidos versos Cristóbal Mosquera de Figueroa en su
-lamentación por la muerte de Garcilaso: «¡Murió Salicio; ya Salicio es
-ido! — ¡Salicio es ido! luego respondieron — Las selvas, redoblando su
-ruído... — Y tú, Apolo, ¿dó estabas, que testigo — No fuiste cuando el
-cuerpo dio en el suelo — Por mano del sacrílego enemigo?... — Y tú,
-Venus dorada... — ¿Por qué no socorriste el doloroso — Trance de tu
-poeta?...»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_75" href="#FNanchor_75" class="label">[75]</a> Diana
-cazadora, la diosa de los riscos y los montes, encontró una vez al
-gentil pastor Endimión dormido en una gruta. Endimión, hijo de Júpiter,
-tiene la facultad de dormir eternamente, sin envejecer ni morir. Diana,
-la Luna, enamorada de él, baja todas las noches en su carro de plata,
-a contemplarle en silencio, a besarle y a reposar a su lado. (Véase
-Gebhardt, <i>obr. cit.</i>, tomo I, pág. 133.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_76" href="#FNanchor_76" class="label">[76]</a>
-<i>comovida</i>; reducción de la forma culta <i>conmovida</i>;
-casos análogos <i>tramontar</i>, <a href="#Eg1-412">Eg. I, v.
-412</a>; <i>ecelencia</i>, <a href="#Eg2-1741">Eg. II, v. 1741</a>;
-<i>comovió</i>, <a href="#Eg2-1817">Eg. II, v. 1817</a>; <i>lacivo</i>,
-<a href="#FNanchor_220">Eg. III, v. 93</a>, etc.; véase <a
-href="#Footnote_169">nota al v. 1298 de la Eg. II</a>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_77" href="#FNanchor_77" class="label">[77]</a>
-<i>Tercera rueda</i>: Juan de Mena, <i>Las Trescientas</i>, tercer
-cerco. «Es el cielo de Venus, cuya luz cría amorosos efectos, y de
-ninguna otra benina estrella se engendran cosas tan cercanas al poder
-de la hermosa Venus.» (Herrera, pág. 444.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_78" href="#FNanchor_78" class="label">[78]</a> El
-escrupuloso Herrera, a quien no podía ocultarse el convencionalismo
-pastoril, en vez de disculpar a Garcilaso, le hace aquí la
-siguiente reconvención: «Mucho es gastar un día en el canto; porque
-<i>Salicio</i> comenzó al salir del sol.» y «<i>Nemoroso</i> acaba al
-poner del sol.» (Pág. 445.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_79" href="#FNanchor_79" class="label">[79]</a>
-<i>recordando</i>, despertando. De esta significación antigua de
-<i>recordar</i> hay un bello ejemplo en el romance de Melisenda: «Vase
-para los palacios — donde sus damas están — dando palmadas en ellas
-— Las empezó de llamar: — Si dormides, mis doncellas, — si dormides,
-recordad! — Las que sabedes de amores — consejos me queráis dar...» (R.
-Menéndez Pidal, <i>El Romancero Español</i>, The Hispanic Society of
-America, 1910, págs. 25-26.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_80" href="#FNanchor_80" class="label">[80]</a>
-Intervienen tres pastores: <i>Albanio</i>, <i>Salicio</i> y
-<i>Nemoroso</i> y la pastora <i>Camila</i>, ninfa de <i>Albanio</i>.
-«Esta égloga es poema dramático, que también se dice <i>ativo</i>, en
-que no habla el poeta, sino las personas introducidas... Tiene mucha
-parte de principios medianos de comedia, de tragedia, fábula, coro y
-elegía.» (Herrera, pág. 537.) «Es muy desigual, y aunque en ella se
-hallan muchos pedazos excelentes, en el todo no puede compararse con
-la primera.» Azara. Fue escrita después del socorro de Viena y después
-del destierro del poeta en la isla del Danubio; seguramente en Nápoles,
-hacia 1533.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_81" href="#FNanchor_81" class="label">[81]</a> Se ha
-creído que la fuente que aquí se cita es una que hay en Batres, antigua
-posesión de la casa del autor, de la cual dice Tamayo (fol. 45) que
-se ha conservado con el nombre de <i>Fuente de Garcilaso</i>, y como
-ilustre monumento de sus escritos se venera.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_82" href="#FNanchor_82" class="label">[82]</a> Hay
-que leer <i>sua-ve</i>, en dos sílabas, y no <i>su-a-ve</i>, como
-<i>rui-do</i>, <a href="#Can4-98">canc. IV, v. 98</a>; en cambio dos
-versos antes del presente se encuentra <i>ru-í-do</i>; más adelante
-veremos como monosílabos <i>peor</i>, <i>mío</i>, <i>míos</i>,
-<i>río</i>, <i>día</i>, etc., <a href="#FNanchor_342">Son. VI, 7</a>;
-<a href="#Son7-10">Son. VII, 10</a>; <a href="#Son8-6">Son. VIII,
-6</a>; <a href="#Son26-13">Son. XXVI, 13</a>; <a href="#Eg2-1472">Eg.
-II, 1472</a>; <a href="#Eg3-330">Eg. III, 330</a>. «De esta sinéresis,
-enemicísimas de la buena prosodia, abusaron nuestros clásicos... a
-extremo tal, que más pueden pasar por vicio común de aquella época que
-por rudeza de oído de este o aquel versificador.» (V. Rodríguez Marín,
-<i>Luis Barahona de Soto</i>, págs. 411-413.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_83" href="#FNanchor_83" class="label">[83]</a>
-Claros ojos, delicada y blanca mano, cabello de oro y cuello de marfil;
-la belleza de <i>Elisa</i> (<a href="#Eg1-267">Eg. I, v. 267</a> y
-sigs.) coincide exactamente con la de <i>Camila</i> que aquí describe
-<i>Albanio</i>; conviene apuntar la sospecha de que este <i>Albanio</i>
-no sea sino Garcilaso, y, asimismo, que la parte sentimental de esta
-égloga sea una nueva ofrenda del poeta hacia aquella dama cuyos amores,
-de que fue tan derretido (<a href="#Footnote_28">Eg. I, nota al v.
-2</a>), le inspiraron toda la égloga anterior, cuatro bellas octavas
-de la tercera (versos 217-248), las dos primeras canciones en versos
-cortos y acaso los sonetos XXV y XXVI. No he podido persuadirme de
-que <i>Albanio</i> sea el gran Duque de Alba, como se ha dicho. (V.
-adelante, <a href="#Footnote_207">nota al v. 1716</a>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_84" href="#FNanchor_84" class="label">[84]</a>
-Conviene advertir de estos tercetos dichos por <i>Albanio</i> que son
-los más antiguos que hay en castellano, aparte los de Boscán, y de algo
-debe servirles este mérito frente aquella ventaja que puedan llevarles
-los de Quevedo, de los Argensolas y del gran incógnito sevillano, autor
-de la <i>Epístola Moral</i> (siglo <span class="asc">XVII</span>). (V.
-Menéndez y Pelayo, <i>Antología</i>, XIII, pág. 237.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_85" href="#FNanchor_85" class="label">[85]</a>
-«Imita en estas tres estanzas la famosa oda de Horacio <i>Beatus
-ille</i>. No se pone aquí porque la saben aun los muchachos
-medianamente instruidos y porque tenemos en castellano más de veinte
-traducciones.» (Azara.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_86" href="#FNanchor_86" class="label">[86]</a> «Don
-Francisco Gómez de Quevedo, ejemplo de las ingeniosidades de los nobles
-de nuestra nación, me escribe que le parece que se ha de leer así:
-<i>Que en nuevo gusto nunca el bien se pase</i>. Basta su parecer para
-que se siga.» (Tamayo, fol. 46.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_87" href="#FNanchor_87" class="label">[87]</a> «Dice
-Virgilio, tomándolo de Homero, al fin del libro VI de la <i>Eneida</i>,
-que hay dos puertas del sueño: por la de marfil salen los sueños
-falsos, y por la de cuerno, los verdaderos. <i>Ebúrnea</i> es de
-marfil.» (Brocense, nota 118.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_88" href="#FNanchor_88" class="label">[88]</a>
-El mejor testimonio de la consideración que mereció a Garcilaso el
-castellano familiar y corriente está en la frecuencia con que se
-vale de adagios y refranes: <i>el mal, comunicado, se mejora; de
-un mal, ajeno bien se empieza</i>, <a href="#FNanchor_96">Eg. II,
-v. 259</a>; <i>no hay mejor cirujano que el bien acuchillado</i>,
-<a href="#FNanchor_103">Eg. II, v. 355</a>; <i>no es malo tener
-quien llore al pie del palo</i>, <a href="#FNanchor_104">Eg. II,
-v. 363</a>; <i>fácilmente, el sano da consejo al doliente</i>,
-<a href="#Eg2-400">Eg. II, v. 400</a>; <i>de un dolor a otro se
-empieza</i>, <a href="#FNanchor_111">Eg. II, v. 494</a>; <i>a quien no
-espera bien, no hay mal que dañe</i>, <a href="#Eg2-774">Eg. II, v.
-774</a>; etc. (V. <a href="#Footnote_64">Eg. I, v. 289, nota</a>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_89" href="#FNanchor_89" class="label">[89]</a> «Este
-verso está en Boscán en un soneto.» (Brocense, nota 123.) Castro podía
-haber repetido en este lugar lo que dijo con motivo del v. 32 de la Eg.
-III.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_90" href="#FNanchor_90" class="label">[90]</a>
-Sujeto estaba enteramente, y <i>destinado</i> por el cielo, a
-consumirse en vivo amor, <a href="#Eleg2-76">Eleg. II, v. 76</a>;
-a poder suyo, se hubiera resistido, mas no hay defensa contra lo
-que el <i>destino</i> determina, <a href="#Ch5-7">Son. VII</a>. Los
-que creyeron en el fatalismo, pensando que la fuerza del hado podía
-ahogar nuestro libre albedrío, fueron juzgados por herejes; de aquí
-que Herrera, pág. 551, y Tamayo, fol. 37, hayan intentado defender
-la ortodoxia de nuestro poeta. Acaso Garcilaso había aceptado esta
-opinión, a la vez que su respeto a los dioses, a las musas y a natura,
-como uno de tantos aderezos poéticos, resucitados por el clasicismo, de
-la antigüedad pagana; pero lo cierto es que los poetas, en materia de
-amor especialmente, y el vulgo, en esta y otras muchas materias, han
-concedido siempre gran influencia al poder del destino, a pesar de las
-decisiones ecuménicas de la religión.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_91" href="#FNanchor_91" class="label">[91]</a> Esta
-referencia al parentesco entre <i>Camila</i> y <i>Albanio</i> habrá
-sido recogida, seguramente, por el Sr. Menéndez y Pelayo en el próximo
-tomo XIV de su <i>Antología</i>, para identificar definitivamente las
-personas en ambos pastores representadas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_92" href="#FNanchor_92" class="label">[92]</a>
-Ofrecerse a Diana era jurar castidad, vivir en las selvas y consagrarse
-a los ejercicios de la caza; era parte del culto de esta religión
-ofrendar a la diosa, en su silvestre altar, la testa del jabalí, los
-cuernos del ciervo y otros tales despojos de las piezas cobradas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_93" href="#FNanchor_93" class="label">[93]</a>
-<i>aflitos</i> por <i>aflictos</i>, afligidos. (V. <a
-href="#Footnote_169">nota</a> adelante, verso 1298.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_94" href="#FNanchor_94" class="label">[94]</a>
-Empieza a faltar sombra al ruiseñor —<i>Filomena</i>— en el otoño,
-cuando los árboles van quedando sin hoja.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_95" href="#FNanchor_95" class="label">[95]</a>
-<i>secutando</i>, ejecutando; <i>esecutarse</i>, <a
-href="#FNanchor_299">canc. I, v. 16</a>; <i>esecutivo</i>,
-<a href="#FNanchor_373">Son. XXV, v. 1</a>; en el <a
-href="#FNanchor_379">Son. XXIX, v. 14</a>, <i>esecutá</i>, ejecutad.
-(* exsecutare, Körting, <i>Lateinisch-Romanisches Wörterbuch</i>,
-1907, núm. 3483.) En español antiguo se escribía <i>executar</i>; pero
-la <i>x</i> equivale al grupo <i>cs</i>, y este grupo, en palabras
-cultas, podía simplificarse en <i>s</i>, como hoy se simplifica en
-las formas vulgares: <i>desaminar</i>, <i>desención</i>, etc., <a
-href="#FNanchor_73">Eg. I, v. 377</a>, <i>inesorable</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_96" href="#FNanchor_96" class="label">[96]</a> «Este
-es proverbio latino, <i>Nulla mala hora est, quin alicui sit bona</i>.
-No hay mal sin bien, catá para quien.» (Brocense, nota 127.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_97" href="#FNanchor_97" class="label">[97]</a>
-«<i>Superno</i>, adj. Supremo, o lo que está más alto. Es del latino
-<i>Supernus</i> y tiene poco uso.» (<i>Dicc. Aut.</i>, 1739.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_98" href="#FNanchor_98" class="label">[98]</a>
-<i>grúa</i>, grulla. «Escribe Eliano que las grúas duermen todas de
-noche, y que tres o cuatro velan haciendo guarda a las demás, y que por
-no vencerse del sueño, sufren un fatigoso y molesto trabajo, porque
-levantando un pie, tienen en él con gran cuidado una piedra, para que
-cuando las acometa el sueño y se haga señor dellas, las despierte el
-ruido de la piedra que se les cayere.» (Herrera, 555.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_99" href="#FNanchor_99" class="label">[99]</a> Esta
-fama ha quedado a los ánsares desde aquella hazaña en que, gracias a
-ellos, se salvó Roma. «Teniendo los Galos sitiado el Capitolio, lo
-asaltaron una noche que los centinelas estaban dormidos; pero los
-ánsares con sus graznidos despertaron a Manlio, que con sus romanos
-rechazó el asalto.» (Azara.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_100" href="#FNanchor_100" class="label">[100]</a>
-Primo de Faetón era el rey de Liguria, el cual llorando la muerte
-de su pariente se convirtió en cisne. De esta fábula va una <a
-href="#Footnote_352">nota</a> más amplia en el Son. X, v. 14.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_101" href="#FNanchor_101" class="label">[101]</a>
-«La fábula de la perdiz se cuenta en Ovidio, y dice que era —Talo— un
-criado de Dédalo, y que halló —es decir, inventó— la sierra, y Dédalo
-de envidia de tan buena invención le echó de una torre abajo, y agora
-las perdices por miedo de la caída hacen nido en el suelo huyendo de
-los techos.» Brocense, nota 129. (Ovidio, <i>Metamórfosis</i>, lib.
-VIII, fáb. IV.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_102" href="#FNanchor_102" class="label">[102]</a>
-En este lugar y en tres pasajes más de la presente égloga, versos
-<a href="#Eg2-720">720</a>, <a href="#Eg2-934">934</a> y <a
-href="#Eg2-1129">1129</a>, ensaya Garcilaso la <i>rima interior</i>,
-imitando al Petrarca. Es esta rima pariente de los viejos versos
-leoninos usados alguna vez en la <i>Eneida</i> y no desconocidos en el
-<i>Cantar de mío Cid</i>. (V. la obra de este título por D. R. Menéndez
-Pidal, Madrid, 1908, tomo I, parte 1.ª § 35.) Garcilaso estuvo poco
-afortunado en esta rima trabada; sus continuadores, Cervantes, Cetina,
-Tirso, Barahona y otros, no tuvieron mejor éxito. (V. sobre esto una
-interesante nota de D. F. Rodríguez Marín en <i>Luis Barahona de
-Soto</i>, pág. 330.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_103" href="#FNanchor_103" class="label">[103]</a> No
-hay mejor cirujano que el bien acuchillado. Proverbio antiguo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_104" href="#FNanchor_104" class="label">[104]</a>
-<i>al pie del palo</i>, al pie de la horca. «También es refrán,
-que alude a los que ahorcan.» (Brocense, nota 132. V. <a
-href="#Footnote_88">Eg. II, v. 142, nota</a>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_105" href="#FNanchor_105" class="label">[105]</a>
-<i>contrastar</i>: hacer oposición y frente, combatir y lidiar.
-(<i>Dicc. Aut.</i>, 1739.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_106" href="#FNanchor_106" class="label">[106]</a>
-<i>maníficas</i>, magníficas. V. <a href="#Footnote_32">Eg. I, v. 34,
-nota</a>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_107" href="#FNanchor_107" class="label">[107]</a>
-«Quiere el licenciado Cristóbal de Mesa que diga <i>retórico</i>
-por <i>filósofo</i>, por ser más propia la elocuencia de aquel que
-déste.» (Tamayo, notas, fol. 49.) Sin embargo, por lo que Salicio
-ha venido discurriendo para consuelo de Albanio, cabe que este
-pudiese calificarle con lo de <i>filósofo</i> además de lo de
-<i>elocuente</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_108" href="#FNanchor_108" class="label">[108]</a>
-«El silencio es alimento de las enfermedades de amor.» (Herrera,
-559.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_109" href="#FNanchor_109" class="label">[109]</a>
-Camila, deseosa de conocer a la ninfa de Albanio, levantose con
-tanta prisa que no dio lugar al pensamiento para discurrir sobre la
-imposibilidad de que en la fuente se encontrase mujer alguna. Conviene
-intentar esta explicación para que no parezca excesiva la candidez, o
-acaso la coquetería de Camila.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_110" href="#FNanchor_110" class="label">[110]</a>
-<i>boca arriba tendido</i>: Garcilaso repite algunas veces esta
-imagen como última expresión del aniquilamiento y postración
-del ánimo; en esta misma égloga, <a href="#Eg2-118">versos
-118</a>, <a href="#FNanchor_125">659</a>, y Canción I, <a
-href="#FNanchor_298">versos 13</a> y <a href="#FNanchor_301">37</a>; la
-rusticidad de la vida pastoril disculpa la llaneza de esta figura, no
-bien acogida por algunos críticos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_111" href="#FNanchor_111" class="label">[111]</a>
-«Proverbio latino: <i>malis mala succedunt</i>. Por eso decimos: Bien
-vengas, mal, si vienes solo.» (Brocense, nota 139.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_112" href="#FNanchor_112" class="label">[112]</a>
-<i>la mi muerte.</i> «Los pronombres posesivos y demostrativos se
-suponen envolver el artículo cuando preceden al substantivo: <i>Mi
-libro, el libro mío</i>... Pero antiguamente solía construirse el
-posesivo con el artículo, precediendo ambos al substantivo, en sentido
-determinado; uso que subsiste en las expresiones <i>el tu nombre</i>,
-<i>el tu reino</i>, de la oración dominical; en <i>el mi consejo</i>,
-<i>la mi cámara</i>, y otras de las provisiones reales.» (Bello-Cuervo,
-<i>Gramática</i>, París, 1907, § 878.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_113" href="#FNanchor_113" class="label">[113]</a>
-Murió Garcilaso, y «luego que se oyó su muerte, se desataron en elogios
-y en lágrimas las lenguas y las Musas compitiéndose las naciones
-extranjeras unas a otras. En Toledo fue universal el luto y el llanto,
-en una muerte tan digna de sentimiento, que hasta hoy no acabó de
-llorarla bien el Tajo, como predijo él mismo en este que quiso ser
-verso y fue vaticinio.» (Cienfuegos, <i>Vida de San Francisco</i>,
-Madrid, 1726, pág. 52.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_114" href="#FNanchor_114" class="label">[114]</a>
-«Cosa muy vulgar es decir que el cisne canta dulcemente siempre, pero
-más al fin de su muerte. Dícelo Platón <i>in Phaedone</i>, y Plutarco
-y muchos poetas griegos y latinos; pero Luciano se burla mucho desto,
-y Eliano, grave historiador, en el libro 1.º de <i>Varia Historia</i>,
-y Plinio, libro 10, cap. 23. Puede ser que en unas tierras cantan y en
-otras no; a lo menos en España no sabemos que canten, mas de que en
-Tordesillas oyeron muchas gentes entre los juncos del río unos gaznidos
-(<i>sic</i>) espantosos, tanto que pensaron ser alguna cosa monstruosa,
-y algunos se atrevieron a llegar allá, y hallaron un cisne que había
-venido de otra parte, y murió muy presto. Desto hubo muchos testigos.»
-(Brocense, nota 146.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_115" href="#FNanchor_115" class="label">[115]</a>
-De la ninfa Eco y del castigo que Juno la impuso por ayudar a Júpiter
-en sus devaneos tiénese noticia a mano en el tomo II, pág. 17, de esta
-<i>Colección</i>, nota a los versos 294-295, acto I de <i>El Vergonzoso
-en Palacio</i>, de Tirso de Molina.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_116" href="#FNanchor_116" class="label">[116]</a>
-Porque también Eco fue muy desgraciada en sus amores con Narciso.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_117" href="#FNanchor_117" class="label">[117]</a>
-Eco no puede mostrarse; pero se oye su voz, que es lo único que de ella
-ha sobrevivido.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_118" href="#FNanchor_118" class="label">[118]</a>
-«Para que se entienda la propiedad destas ninfas que aquí pone, digo
-que <i>Nayades</i>, son de los ríos; <i>Napeas</i>, de los collados;
-<i>Dríades</i>, de los bosques; <i>Hamadríades</i>, de los árboles;
-<i>Oreades</i>, de los montes; <i>Henides</i>, de los prados.»
-(Brocense, nota 149.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_119" href="#FNanchor_119" class="label">[119]</a>
-<i>Las napeas son la verdadera guarda del bosque.</i> Creo, a pesar de
-Castro, que en esta frase no hay nada contrario a la Gramática.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_120" href="#FNanchor_120" class="label">[120]</a>
-A las <i>orejas</i> de algún purista acaso suene mal esta expresión,
-como a la de aquellos contemporáneos de Herrera que hubieran querido
-enmendar <i>divinos oídos</i>, «por parecerles que no significan
-<i>orejas</i>, en el sermón vulgar, sino las del asno... lo cual no
-es otra cosa que una solicitud demasiadamente curiosa y afectada, y
-que procede antes de inorancia, que del conocimiento de la fuerza y
-hermosura de nuestra habla... ¿Mas qué, merecen menos las orejas,
-varia y hermosísima parte de la composición humana, que las otras que
-constituyen el cuerpo? ¿No son ministras de nobilísima operación? ¿No
-es esta voz bien compuesta? El oído, ¿no es ajeno de la significación
-dellas? ¿Pues qué barbaria se ha introducido en los ánimos de los
-nuestros, que huyen como si fuese sacrilegio inespiable, el uso de esta
-dición?...» (Herrera, <i>Anotaciones</i>, 568-569.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_121" href="#FNanchor_121" class="label">[121]</a>
-Dríades o Hamadríades son las ninfas de los bosques que viven en los
-troncos de los árboles:</p>
-
-<div class="poetry-container mt1">
-<div class="poetry">
- <div class="estrofa">
- <p class="i2">«Y así las ninfas, el cantar rompido,</p>
- <p class="i0">Volviendo al campo do el oculto moro</p>
- <p class="i0">Riquezas guarda con el puño avaro,</p>
- <p class="i0">Desnudas se metieron</p>
- <p class="i0">En las encinas huecas, do salieron.»</p>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="ti1 mt1"><i>Luis Barahona de Soto.</i> Fin de la égloga de
-las Hamadríades.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_122" href="#FNanchor_122" class="label">[122]</a>
-<i>viso</i>, vista, italianismo usado especialmente por los poetas del
-siglo <span class="asc">XV</span>. «Señora, flor de azucena — Claro
-viso angelical,» Villasandino, <i>Canc. Baena</i>, 18-a. «Tanto quel
-viso de la criatura — Por la diáfana claror de los cantos — Pudiera
-traer objetos a tantos — Cuantos celaba so sí la clausura.» (Juan de
-Mena, <i>Las Trescientas</i>, cap. XV.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_123" href="#FNanchor_123" class="label">[123]</a>
-<i>Por el paso en que me ves</i>... El culto Herrera nos hace saber
-el carácter popular de esta forma de juramento al decir de ella, como
-censura, que es traída de en medio de la plebe.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_124" href="#FNanchor_124" class="label">[124]</a>
-Albanio no hubiera pensado en suicidarse con un arma, «porque la muerte
-de hierro es trágica y no conviene a la rustiqueza y simplicidad de
-pastores». (Herrera, 570.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_125" href="#FNanchor_125" class="label">[125]</a>
-En situación semejante a la de <i>Albanio</i>, <i>Carino</i>, pastor
-de Sannazaro, fue distraído de su desesperación por el vuelo de unas
-palomas, y tal recurso es, acaso, más verosímil que el que utiliza
-Garcilaso, pero, desde luego, se advierte en la intención de este el
-deseo de valerse de un fenómeno puramente natural, y al mismo tiempo
-decisivo, para vencer la voluntad de Albanio sin dejar sospecha sobre
-la firmeza y sinceridad de su resolución.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_126" href="#FNanchor_126" class="label">[126]</a>
-Tamayo, notas, fol. 18, discute el sentido de este terceto: «Si el
-último verso se aplica al <i>atónito</i>, es floja la sentencia;
-si al segundo, no tiene ninguna. Si se lee <i>rendido</i>,
-en vez de <i>tendido</i>, parece que puede ser alusión al
-rendimiento del ánimo cuando se ha caído en la cuenta, haciendo
-equívoca la translación. Los más ingeniosos lo juzguen.» La
-enmienda de <i>tendido</i> en <i>rendido</i> se ha propuesto
-también para la <a href="#FNanchor_298">Canc. I, v. 13</a> y <a
-href="#FNanchor_301">37</a>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_127" href="#FNanchor_127" class="label">[127]</a>
-<i>presupuesto</i>, usado como substantivo se toma por el motivo, causa
-o pretexto con que se ejecuta alguna cosa. (<i>Dicc. Aut.</i>)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_128" href="#FNanchor_128" class="label">[128]</a>
-<i>Salicio</i> piensa llevar a <i>Gravina</i> el nido de su ruiseñor,
-con agravio de la desdeñada <i>Galatea</i>, si no es que se trata de un
-segundo nombre de esta misma pastora, exigido aquí por la consonancia
-de <i>encina</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_129" href="#FNanchor_129" class="label">[129]</a>
-Herrera acentúa <i>pásso</i>, como si Camila dijese: <i>no paso, me
-quedo en este valle</i>; ha parecido mejor acentuar <i>pasó</i>, como
-hizo el Brocense, entendiendo que esta palabra se refiere al corzo
-herido que Camila persigue.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_130" href="#FNanchor_130" class="label">[130]</a>
-Tal ocurrió a la ninfa Calisto, que por corresponder a los amores de
-Júpiter, perdió la compañía de las demás ninfas, y, además, Juno, en
-venganza, la transformó en osa. (Ovidio, <i>Metam.</i>, lib. II, fáb.
-IV.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_131" href="#FNanchor_131" class="label">[131]</a>
-<i>desbañar</i>, quiere decir <i>afligir</i>, <i>congojar</i>, lo
-contrario de <i>bañar</i>, que, según Tamayo, fol. 51-52, se usó en
-latín —<i>balineum</i>, <i>balineare</i>— con la significación de
-<i>aliviar</i>, <i>quitar cuidados</i>. El mismo Tamayo trae unos
-versos de otro poeta, sin decir quién es, en donde aparece también
-<i>desbañar</i> dicha acepción de <i>afligir</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_132" href="#FNanchor_132" class="label">[132]</a>
-Un elogio semejante hállase también en el último terceto del <a
-href="#Ch5-21">Son. XXI</a>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_133" href="#FNanchor_133" class="label">[133]</a>
-<i>estampa</i>, idea, original, dibujo y molde principal o prototipo.
-(<i>Dicc. Aut.</i>)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_134" href="#FNanchor_134" class="label">[134]</a>
-<i>me adiestra</i>: por me guía o me conduce.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_135" href="#FNanchor_135" class="label">[135]</a>
-<i>prendedero</i>: «cierto instrumento, que se hace de hierro, alambre
-u otro metal, y consta de dos o tres ganchos pequeños, con que
-regularmente las aldeanas prenden sus sayas, cuando las enfaldan.»
-(<i>Dicc. Aut.</i>)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_136" href="#FNanchor_136" class="label">[136]</a>
-<i>cornado</i>. Moneda de baja ley que mandó batir el rey D. Alfonso
-el Onceno el año de 1331 para remediar la falta de dinero, carestía y
-falta de mantenimientos. (<i>Dicc. Aut.</i>) A lo cual Sancho respondió
-que por la ley de Caballería que su amo había recibido no pagaría un
-solo cornado aunque le costase la vida. (<i>Don Quijote</i>, tomo I,
-cap. 17.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_137" href="#FNanchor_137" class="label">[137]</a>
-Eurídice, huyendo del pastor Aristeo, fue mordida en un talón por una
-sierpe y murió el día de su boda; Orfeo, su esposo, fue a buscarla a
-los infiernos, y de tal modo embelesó a las divinidades infernales
-con su voz y su lira, que le concedieron sacase a Eurídice. (Ovidio,
-<i>Metamórfosis</i>, lib. X, fáb. I.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_138" href="#FNanchor_138" class="label">[138]</a>
-Son divinidades infernales las tres Furias hermanas, Alecto, Tisífone y
-Meguera, las de ojos de ira y cabellera de culebras.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_139" href="#FNanchor_139" class="label">[139]</a>
-<i>fosado</i>: foso.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_140" href="#FNanchor_140" class="label">[140]</a>
-<i>entramos</i> y <i>entrambos</i> eran formas igualmente usadas en
-tiempo de Garcilaso, pero la primera tiene más color popular; él mismo
-dice <i>entrambos</i> en otros lugares.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_141" href="#FNanchor_141" class="label">[141]</a>
-En esto hay un recuerdo de la fábula del lindo Narciso, el cual,
-habiéndose visto en una fuente, gustó tanto de su propia belleza, que
-falleció de amor. (Ovidio, <i>Metamórfosis</i>, lib. III, fáb. V.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_142" href="#FNanchor_142" class="label">[142]</a>
-<i>puedes</i>, <i>debes</i> no son consonantes, ni tampoco
-<i>culebras</i>, <i>negras</i>, <a href="#Eg2-945">v. 945</a>;
-<i>acabo</i>, <i>hago</i>, <a href="#Eg2-1007">v. 1007</a>;
-<i>faunos</i>, <i>silvanos</i>, <a href="#Eg2-1157">v. 1157</a>;
-<i>sangre</i>, <i>hambre</i>, <a href="#Eg2-1205">v. 1205</a>;
-<i>sangre</i>, <i>estambre</i>, <a href="#Eg2-1242">v. 1242</a>
-y <a href="#Eg2-1663">1663</a>; <i>campo</i>, <i>blanco</i>, <a
-href="#Eg2-1257">v. 1257</a>, y a propósito de esto dice Tamayo, fol.
-54: «en este género de metro, como tan lleno de consonancias, no
-ofende al oído que alguna difiera en alguna letra... fuera de que en
-el furor de tan largo discurso como este de Nemoroso, es más permitida
-esta licencia, que denota el valor acreditado de Garcilaso, que podía
-reconocer sin reprehensión en sí, facultad libre para no reparar en
-menudencias tan accidentales.»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_143" href="#FNanchor_143" class="label">[143]</a>
-«<i>aferrar</i>, de que en los siglos <span class="asc">XVI</span> y
-<span class="asc">XVII</span> se decía indiferentemente <i>afierro</i>
-o <i>aferro</i>, no admite hoy sino la última forma.» (Bello-Cuervo,
-<i>Gram.</i>, pág. 77, n.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_144" href="#FNanchor_144" class="label">[144]</a>
-Empiezan aquí los loores a la casa de Alba.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_145" href="#FNanchor_145" class="label">[145]</a> Se
-refiere a la ciudad de los duques, de la cual dice el refrán: «Alba de
-Tormes, baja de muros y alta de torres.» (Herrera, 626.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_146" href="#FNanchor_146" class="label">[146]</a>
-Habla de Fr. Severo, monje italiano, preceptor del gran Duque D.
-Fernando. «Este fraile fue el que, abusando de la confianza del Duque
-de Alba, D. Fadrique, engañó miserablemente a Luis Vives, que era
-el verdadero preceptor que el Duque de Alba quería para su nieto...
-Severo, que iba a Lovaina, se encargó de hablar a Vives y de entregarle
-una carta sobre el asunto, pero ni una cosa ni otra hizo, a pesar de
-haber tenido con él larga conversación más de diez veces. Ofendido
-el Duque por no recibir contestación, creyó que el sabio valenciano
-despreciaba su oferta, y dio la plaza de preceptor al mismo Fr. Severo,
-que con tan malas artes la había granjeado.» (Menéndez y Pelayo,
-<i>Antología</i>, tomo XIII, pág. 48.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_147" href="#FNanchor_147" class="label">[147]</a>
-Quintana se equivocó haciéndole benedictino y siciliano. (<i>Obras
-inéditas de D. Manuel José Quintana</i>, Madrid, 1872, págs. 117 y
-118.) Era dominico y había nacido en Plasencia de Lombardía o en su
-campo. (M. Menéndez y Pelayo, l. c.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_148" href="#FNanchor_148" class="label">[148]</a>
-Refiérese a las famosas batallas entre cartagineses y romanos en la
-segunda guerra púnica.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_149" href="#FNanchor_149" class="label">[149]</a>
-«En <i>aterrar</i> quieren los gramáticos hacer una distinción entre
-<i>atierro</i>, en sentido de “echar por tierra”, y <i>aterro</i>, en
-el metafórico de “consternar”, creyendo, sin duda, que en esta segunda
-acepción el verbo se deriva de <i>terror</i>.» (R. Menéndez Pidal,
-<i>Gram. Hist.</i>, § 112 bis,-2.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_150" href="#FNanchor_150" class="label">[150]</a>
-«¿Cómo se pueden traducir en lenguaje vulgar estas maravillas? ¿Sería,
-por ventura, Fr. Severo un físico más o menos teósofo, a estilo de
-su tiempo, una especie de Cardano o de Agripa, iniciado en la magia
-natural, y aun en la teurgia? Si algo de esto hubiese sido, por otra
-parte lo sabríamos, y quizá los procesos de la Inquisición nos diesen
-razón de él como nos la dan del licenciado Torralba. Es muy probable
-que Severo tuviese algunos conocimientos de ciencias naturales, aparte
-de su física escolástica, y que las cultivase para recreo propio y de
-sus amigos; pero todo lo demás debe de ser pura fantasmagoría poética.
-Y lo que me confirma más en esta idea es que Garcilaso, en varios
-lugares de esta égloga, no hace más que poner en verso mucha parte de
-las prosas octava y novena de la <i>Arcadia</i> de Sanazzaro, como
-ya advirtieron en sus respectivos comentarios el Brocense y Herrera:
-los prodigios de Severo son los mismos que se refieren del mágico
-Enareto en la novela italiana... la adaptación de estos pasajes a
-Severo pudo tener algún fundamento en los estudios y aficiones de
-este; pero pudo ser también mero capricho del poeta. Una de las muchas
-convenciones del género bucólico era el uso frecuente de la magia y de
-las supersticiones gentílicas.» (M. Menéndez y Pelayo, <i>Ob. cit.</i>,
-págs. 53 y 54.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_151" href="#FNanchor_151" class="label">[151]</a>
-<i>amancilla</i>: entristece.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_152" href="#FNanchor_152" class="label">[152]</a>
-<i>pastoriles</i>, <i>avena</i>: instrumentos músicos; la <i>avena</i>
-es una especie de flauta, voz poética y puramente latina. (<i>Dicc.
-Aut.</i>)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_153" href="#FNanchor_153" class="label">[153]</a>
-«El Rey D. Juan el Segundo prendió a D. Fernando Álvarez de Toledo,
-Conde de Alba, y su hijo D. García, que después fue primer Duque de
-Alba, le hizo mucha guerra desde las fortalezas de su padre, mayormente
-desde la villa de Piedrahita, que es a diez leguas de Béjar, procurando
-su libertad; pero muriendo el Rey don Juan, D. Enrique el 4.º, su hijo,
-luego que fue jurado por rey, voluntariamente sacó de la prisión al
-Conde de Alba y a D. Diego Manrique, Conde de Treviño.» (Herrera, 588.)
-Esta era la época de las famosas rivalidades entre la nobleza y el
-Condestable D. Álvaro de Luna. «De este D. Fernando Álvarez de Toledo
-hace mención el Bachiller Fernán Gómez de Cibda-real, y Hernando del
-Pulgar lo incluye entre sus <i>Claros Varones</i>, tít. V.» (Navarrete,
-pág. 154.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_154" href="#FNanchor_154" class="label">[154]</a>
-Hijo de D. García y de una tía carnal del Rey Católico fue D. Fadrique
-de Toledo, segundo Duque de Alba, el cual casó con D.ª Isabel Pimentel,
-de la casa de Benavente, y fue también Marqués de Coria. (V. Herrera,
-588; Navarrete, 156.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_155" href="#FNanchor_155" class="label">[155]</a>
-«Don Fadrique, siendo vivo su padre, D. García, fue general de los
-cristianos en los pueblos de la frontera de Granada.» (Herrera,
-589.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_156" href="#FNanchor_156" class="label">[156]</a>
-Esto fue en la guerra de Navarra. El Duque de Alba fue el jefe del
-ejército que conquistó aquel reino para D. Fernando el Católico, 1515.
-(Mariana, lib. XXX, cap. XXII.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_157" href="#FNanchor_157" class="label">[157]</a>
-«Este caballero, D. García, fue hijo mayor de D. Fadrique de Toledo y
-de D.ª Isabel Pimentel, Duques de Alba y Marqueses de Coria, y padre
-del Duque don Fernando.» (Herrera, pág. 589.) Hermano de D. García,
-pero de otra madre, de D.ª Isabel de Zúñiga, hija del Duque de Béjar,
-fue D. Pedro de Toledo, primer Marqués de Villafranca y Virrey de
-Nápoles. (Navarrete, página 156.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_158" href="#FNanchor_158" class="label">[158]</a>
-<i>inicas</i>, inicuas; refiérese a las Parcas. (V. adelante <a
-href="#Footnote_199">v. 1581, nota</a>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_159" href="#FNanchor_159" class="label">[159]</a>
-«Militando D. García de Toledo con el Conde Pedro Navarro en la costa
-de África, paso a la conquista de la isla de los Gelves. Luego que
-desembarcó quiso internarse en el país desierto y arenoso. Era el
-tiempo extremamente caloroso, y su gente, fatigada del ardor del sol
-y del cansancio, fue a beber a unos pozos, donde los moros estaban
-en emboscada. Dieron sobre los nuestros, que de pura sed y fatiga
-apenas se pusieron en defensa. D. García les animó con la voz y con
-el ejemplo; y con una pica en la mano peleó como valeroso soldado,
-hasta que muertos o dispersos todos sus españoles, oprimido de la
-muchedumbre, lleno de heridas, cayó muerto en la arena a los veintitrés
-años de su edad, el de 1510.» (Azara.) «Allí pereció la flor de la
-gente española... murieron casi 4000 escogidos soldados con sus
-capitanes y oficiales, pocos a hierro, muchos con sed y ahogados en
-aquellas cuevas y bocas cubiertas de la tierra y en aquellos tragaderos
-ascondidos.» (Herrera, 595.) Por esta derrota se levantó aquel cantar
-español: «Y los Gelves, madre — malos son de tomare.» etc. (Brocense,
-nota 169.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_160" href="#FNanchor_160" class="label">[160]</a>
-Queda dicho que cuando murió D. García solo contaba veintitrés años
-de edad, lo cual disculpa el elogio de su belleza, que parecería
-poco oportuno si se tratase de un guerrero veterano. (V. <a
-href="#Footnote_258">Eleg. I, v. 116, nota</a>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_161" href="#FNanchor_161" class="label">[161]</a>
-<i>vista</i>, nombre; <i>en vista</i>, advervio, como <i>a la
-vista</i>. Palabras iguales, pero equívocas, pueden formar rima,
-porque, en realidad, al tener distinta significación, vienen a ser
-palabras diferentes; Tirso y Barahona usaron de esto (Rodríguez Marín,
-<i>Luis Barahona de Soto</i>, pág. 404), y aun hoy se ha defendido como
-licencia que se debe permitir. (E. Benot, <i>Prosodia castellana y
-versificación</i>, tomo III, pág. 236.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_162" href="#FNanchor_162" class="label">[162]</a>
-Doña Beatriz Pimentel, hija del Conde de Benavente, mujer de D. García
-y madre de D. Fernando, el gran Duque de Alba.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_163" href="#FNanchor_163" class="label">[163]</a>
-Don Fernando Álvarez de Toledo nació en Piedrahita, villa de la
-provincia de Ávila, en el año de 1507, y murió en Lisboa a 11 de
-diciembre de 1582, a los setenta y cinco años de edad. (V. Navarrete,
-156-157.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_164" href="#FNanchor_164" class="label">[164]</a>
-«Si bello infante n’ apparia che’ l mondo — Non hebbe un tal dal
-secol primo al quarto.» (Ariosto, canto 46) Pónese como término de
-ponderación el nacimiento de Jesús a los 4000 años de la Creación.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_165" href="#FNanchor_165" class="label">[165]</a> El
-monte Parnaso tiene dos cumbres. En una estaban los templos de Apolo y
-Diana, y en otra, el de Baco. (Herrera, pág. 188.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_166" href="#FNanchor_166" class="label">[166]</a>
-<i>Aquellas nueve lumbres</i>, las nueve Musas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_167" href="#FNanchor_167" class="label">[167]</a>
-Pintan mancebo a Febo, porque naciendo y escondiéndose todos los días,
-nunca siente vejez, y le llaman intonso, porque nadie puede cortar de
-su frente su cabellera de luz.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_168" href="#FNanchor_168" class="label">[168]</a>
-Las Musas, <i>luengamente</i>, es decir, desde hacía mucho tiempo
-tenían visto y sabido lo que había de ser el porvenir del recién
-nacido.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_169" href="#FNanchor_169" class="label">[169]</a>
-<i>nétar</i>, voz semiculta, por <i>néctar</i>, como
-<i>vitoria</i>, <a href="#FNanchor_33">Eg. I, v. 35</a>;
-<i>acidente</i>, <a href="#Eg2-131">Eg. II, v. 131</a>;
-<i>eleción</i>, <a href="#Eg2-166">íd., 166</a>; <i>aflitos</i>,
-<a href="#FNanchor_93">íd., 229</a>; <i>efeto</i>, <a
-href="#FNanchor_95">íd., 253</a>; <i>noturna</i>, <a
-href="#Eg2-297">íd., 297</a> y <a href="#FNanchor_99">301</a>;
-<i>jatancia</i>, <a href="#Eg2-1513">íd., 1513</a>, etc.; la
-pronunciación de estas palabras respondía a su ortografía,
-como demuestra el hecho de encontrar en rima <i>trompetas</i>,
-<i>perfetas</i> y otros casos análogos. (F. Rodríguez Marín, <i>Luis
-Barahona de Soto</i>, pág. 402.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_170" href="#FNanchor_170" class="label">[170]</a>
-Este mancebo de quien habla Garcilaso es su amigo Juan Boscán; da su
-nombre más abajo, <a href="#Eg2-1349">v. 1349</a>. Boscán, siendo
-muy joven, entró en la casa de Alba a ser ayo de D. Fernando. «El
-ayo, en las costumbres de entonces, tenía más de camarada que de
-pedagogo, pero aun así, no es verosímil que se confiara tal cargo
-a quien, por lo menos, no excediese en diez años a su educando.»
-(Menéndez y Pelayo, <i>Antología</i>, XIII.) Hace igual conjetura
-Navarrete, pág. 161. Debió, pues, nacer Boscán a fines del siglo <span
-class="asc">XV</span>, y murió en 1542.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_171" href="#FNanchor_171" class="label">[171]</a>
-El robusto oficio de la silvestre caza. <a href="#Eg3-148">Eg. III, v.
-147</a>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_172" href="#FNanchor_172" class="label">[172]</a>
-«En el año de XXIV (1524), en Burgos, un caballero servía a una dama a
-quien también el Duque de Alba servía, y aún no era Duque; y en aquel
-tiempo se habían comenzado a usar los arcabuces, y teníase por caso de
-menos valer, entre caballeros, usar de arcabuces, principalmente los
-que se preciaban de la espada. Y aquel caballero preciábase de gran
-tirador de arcabuz; y estando los dos delante de la dama, sacó el Duque
-un lienzo, y poniéndolo en las narices dijo: “¡Oh, como hiede por aquí
-a pólvora!” Entonces riose la dama, y corriose el caballero; y luego lo
-más secreto que pudo apartó al Duque y desafiole a espada y capa a la
-puente de San Pablo, a cierta hora de la noche. Y llegando el Duque,
-dijo el otro: “¿Qué armas traéis?” Dijo el Duque: “Espada y daga.” Dijo
-el otro: “Yo no tengo más que espada.” Entonces el Duque sacó su daga y
-echola de la puente abajo en el río. Comenzaron su desafío; y allí se
-hicieron amigos y trataron de que no se supiese este hecho; mas húbose
-de descubrir, porque al tomar de las capas que estaban en el suelo,
-se trocaron, y el Duque no cayendo en ello, descubrió en palacio la
-encomienda que tenía la capa del otro, y por aquí se vino a saber el
-desafío.» (Brocense, nota 177.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_173" href="#FNanchor_173" class="label">[173]</a>
-«Himeneo era el dios de las bodas. El diestro pie calzado significa
-buen agüero, porque la reina Dido, para desatar el casamiento de Eneas,
-tenía un pie descalzo, como dice Virgilio.» (Brocense, nota 179.) De
-este rito de calzarse o descalzarse el pie derecho, para significar
-firmeza o rompimiento de los lazos matrimoniales, entre los gentiles
-recogió varios datos Tamayo, notas, fol. 62-65.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_174" href="#FNanchor_174" class="label">[174]</a>
-«Comprehende aquí Garcilaso las costumbres de las bodas antiguas
-(paganas). Dice que alternaban el canto las que ponían a la novia en el
-lecho... Las que llama aquí <i>vírgines</i> eran las pronubas antiguas,
-aunque no vírgines, pero castas, que tenían este oficio a su cargo...»
-(Tamayo, notas, fol. 65.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_175" href="#FNanchor_175" class="label">[175]</a>
-«Esta señora era hija del Conde de Alba de Liste, y prima y mujer del
-Duque.» (Herrera, 603.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_176" href="#FNanchor_176" class="label">[176]</a>
-Al divino Herrera, pág. 603, le escandalizó este atrevimiento de
-Garcilaso «que muy ajeno es de su modestia y pureza, y que deslustró
-mucho la limpieza y honestidad de toda esta descrición.» Pero no se
-trata de cosa indigna, impura ni inmodesta, sino de la casta y legítima
-correspondencia del lecho conyugal, y aun solamente del deseo de
-D. Fernando, no del suceso. Homero, Virgilio, y el mismo Petrarca,
-llegaron en sus versos a mayores libertades. (V. Tamayo, notas
-61-62.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_177" href="#FNanchor_177" class="label">[177]</a>
-«Toca aquí la ficción del filósofo Pródico, la cual refiere Xenofon.
-Y es, que Hércules siendo mancebo, yendo por un camino llegó adonde
-se partían dos caminos, y estando dudoso por cuál iría, vio venir por
-cada uno una doncella, una muy hermosa, y otra robusta y varonil; cada
-una le rogaba que fuese por su camino, y la muy hermosa, al parecer
-exterior, que era Voluptas, el deleite, prometía en su camino muchos
-regalos y descansos; la otra, que era Virtud, le prometía mal camino
-y muchos trabajos, pero prometía al cabo dellos descanso y fama, al
-revés de la otra. Hércules dijo que más quería trabajos con aquella
-condición; y fuese tras la Virtud.» (Brocense, nota 181.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_178" href="#FNanchor_178" class="label">[178]</a>
-A partir de este verso cuenta Garcilaso el viaje que el Duque hizo a
-Alemania para intervenir en el socorro de Viena, amenazada por Solimán,
-gran Sultán de Turquía. Garcilaso acompañaba al Duque en dicho viaje:
-año de 1532. (Navarrete, págs. 32 y 33.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_179" href="#FNanchor_179" class="label">[179]</a>
-«<i>mudable</i>: atributo propio de los franceses.» (Herrera, pág.
-605.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_180" href="#FNanchor_180" class="label">[180]</a>
-«Pasadas las asperezas del Pirineo recibió orden el Duque de caminar
-con más rapidez, dejó su escolta y comitiva, y solo con Garcilaso,
-atravesó por la posta de Francia hasta París, donde cayó enfermo, acaso
-de las fatigas del viaje; su amigo le asistió esmeradamente, hasta que
-ya convalecido pudieron ambos continuar adelante...» (Navarrete, pág.
-40.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_181" href="#FNanchor_181" class="label">[181]</a>
-«Parece que es alusión a la Morbania, deidad falsa y ridícula de los
-antiguos.» (Tamayo, notas, fol. 66.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_182" href="#FNanchor_182" class="label">[182]</a>
-«Esculapio fue gran médico, tenido por los antiguos por dios de la
-medicina. Fue hijo de Apolo y padre de Padalirio y Macaón, grandes
-médicos.» (Brocense, nota 182.) «Halló muchas cosas útiles a la salud
-de los hombres. Fue tan excelente en la curación de los enfermos, que
-fuera de la opinión de todos, dicen que restituyó a muchos desesperados
-a la vida y que volvió a ella a muchos muertos. Acusado por esto ante
-Júpiter, lo mató con un rayo... Enojado Apolo desta muerte, mató a los
-Cíclopes que fabricaron el rayo a Júpiter.» (Herrera, pág. 606.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_183" href="#FNanchor_183" class="label">[183]</a>
-Repuesto D. Fernando de su enfermedad, Garcilaso y él continuaron
-su viaje; llegaron al Rin, y embarcados en sus aguas, pasaron a
-Colonia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_184" href="#FNanchor_184" class="label">[184]</a>
-«Dícelo por Julio César, que pasó del Rheno (Rin) contra alemanes.»
-(Brocense, nota 183.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_185" href="#FNanchor_185" class="label">[185]</a>
-«Fue Santa Úrsula hija de Dioneto, nobilísimo príncipe de Inglaterra;
-padeció martirio con once mil vírgenes de la mesma nación en Colonia
-Agripina, a la ribera del Rin, por los capitanes de Atila que la tenían
-cercada, en el año de nuestra salud, 352, siendo emperador Marciano.»
-(Herrera, pág. 607.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_186" href="#FNanchor_186" class="label">[186]</a>
-Aquel tirano fue, según se cree, Giula, capitán general de Atila.
-(Azara.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_187" href="#FNanchor_187" class="label">[187]</a>
-<i>estaba en dubio</i>, en duda; <i>dubio</i> es voz latina.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_188" href="#FNanchor_188" class="label">[188]</a>
-Emplea metafóricamente <i>suelta la rienda a su navío</i>, como ahora
-decimos dar rienda suelta al llanto, al entusiasmo, a los deseos; de
-otro modo «parecería dura esta translación del uso de los caballos
-al de la navegación; pero es elegantísima, y como tal usada de los
-antiguos griegos y latinos de mejor fama...» (Tamayo, notas, fol.
-66.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_189" href="#FNanchor_189" class="label">[189]</a>
-El César Carlos V recibió en sus brazos al Duque de Alba en Ratisbona,
-donde se hallaba convocada la Dieta entendiendo en el conflicto
-político-religioso promovido por el protestantismo. (Navarrete, 32.)
-Era también aquella ciudad punto de reunión para los caballeros que
-acudían al socorro de Viena.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_190" href="#FNanchor_190" class="label">[190]</a>
-«El Príncipe turco, Solimán, que dos años antes había sojuzgado la
-Hungría y puesto, aunque infructuosamente, cerco sobre Viena, salió
-segunda vez de Constantinopla con innumerables gentes, para repetir el
-asedio de aquella ciudad.» (Navarrete, pág. 32.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_191" href="#FNanchor_191" class="label">[191]</a>
-<i>Eran gentes de diversos pueblos y opiniones, pero con un solo
-propósito e intención. Los nuestros ocupaban mucho menos terreno que
-los enemigos.</i>.. Este pasaje ha tenido mala interpretación en la
-edición de Castro.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_192" href="#FNanchor_192" class="label">[192]</a>
-<i>Sobrar</i>: exceder, sobrepujar. V. <a href="#Footnote_31">Eg. I, v.
-28, nota</a>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_193" href="#FNanchor_193" class="label">[193]</a>
-<i>Sobrado</i>: el que excede a otro. V. <a href="#Footnote_31">Eg. I,
-v. 28, nota</a>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_194" href="#FNanchor_194" class="label">[194]</a>
-En el ejército del César había alemanes, flamencos, italianos y
-españoles: «El Emperador al ver la gran tempestad que sobrevenía pidió
-auxilio a la Dieta, escribió al Marqués del Vasto para que recogiese
-toda la infantería española que acababa de poner fin a la guerra
-de Florencia, y juntase más italiana, avisó a los hombres de armas
-ordinarios de Flandes y Borgoña, y pidió a los grandes y ciudades de
-España apercibiesen hombres de armas y todo recaudo, preparándose a
-sostener solo este glorioso empeño, en que ni el Rey de Francia ni el
-de Inglaterra quisieron ayudarle.» (Navarrete, pág. 32-33.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_195" href="#FNanchor_195" class="label">[195]</a>
-<i>Tirar</i>, quitar, apartar.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_196" href="#FNanchor_196" class="label">[196]</a>
-<i>Su gente</i>, no se refiere al <i>guerrero</i>, sino al <i>cauto
-italiano</i>, que en el valor del Duque recordaba el de los famosos
-capitanes de la antigua Roma.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_197" href="#FNanchor_197" class="label">[197]</a>
-Habla en estos versos de Cornelio Escipión el primer Africano, única
-esperanza de la República, vencedor del terrible y duro Aníbal, y
-demoledor de la fiera Cartago.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_198" href="#FNanchor_198" class="label">[198]</a>
-<i>así molesta</i>, acaso deba interpretarse <i>tan molesta</i>,
-del mismo modo que en frases como «no puedo dudar de un hombre tan
-honrado; tan cordiales relaciones quedaron rotas»... En el castellano
-antiguo, <i>tan</i> y <i>así</i> tenían un valor equivalente en
-comparaciones. (V. R. Menéndez y Pidal, <i>El Cantar de mío Cid</i>,
-tomo I, parte II, § 180.) Compárense en esta misma égloga, versos
-<a href="#Eg2-1671">1671</a>, <a href="#Eg2-1735">1735</a> y <a
-href="#FNanchor_210">1769</a>. El Brocense interpretó de otro modo
-«dividiendo aquella palabra, <i>assí</i>, en dos, <i>a sí</i>, que es
-en latín <i>sibi</i>», y la mayor parte de las ediciones han seguido
-esta enmienda del Brocense.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_199" href="#FNanchor_199" class="label">[199]</a>
-Se entiende mejor leyendo el <i>pensamiento ambigo</i>, como
-propone Tamayo, fol. 67; el estado cristiano estaba en dubio, <a
-href="#FNanchor_187">v. 1493</a>; el suceso de esta guerra era dudoso,
-<a href="#Eg2-1578">v. 1578</a>; su remedio, por consiguiente,
-ambiguo. Las tropas del César apenas eran, en efecto, la mitad de las
-que llevaba el sultán. (Navarrete, pág. 43.) La forma <i>ambigo</i>
-corresponde a <i>ambiguo</i>, como <i>inicas</i> a <i>inicuas</i>,
-<a href="#FNanchor_158">verso 1223</a>, y como <i>antigo</i> a
-<i>antiguo</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_200" href="#FNanchor_200" class="label">[200]</a>
-«Salió, el Emperador, de Ratisbona con la caballería flamenca y un
-lucido tren de artillería, pasando por el Danubio a Linz, seguido
-de numerosa comitiva en barcas construidas al efecto, con el nombre
-de <i>nasadas</i>, cuya dilatada hilera formaba una escuadra de
-sorprendente vista.» (Navarrete, pág. 42.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_201" href="#FNanchor_201" class="label">[201]</a>
-<i>Gran tirano</i>: entiéndase por el Sultán de Turquía, Solimán el
-Magnífico, contra quien fue toda esta expedición.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_202" href="#FNanchor_202" class="label">[202]</a>
-«Los Cíclopes fueron unos salvajes en Sicilia, que no tenían más de un
-ojo en la frente, y eso quiere decir en griego <i>Ciclops</i>. Dicen
-los poetas que son los herreros de Vulcano, al cual llaman aquí <i>el
-gran maestro</i>.» (Brocense, nota 191.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_203" href="#FNanchor_203" class="label">[203]</a>
-Nuestro lenguaje antiguo empleaba las formas <i>esora</i>, <i>la
-hora</i>, <i>a esas horas</i>, etc., con el valor castellano
-actual <i>entonces</i>, como el francés <i>alors</i> y el italiano
-<i>allora</i>; esta interpretación conviene en este caso <i>a
-aquellas horas</i>, en vez de suponer como Tamayo, notas, fol. 68,
-el latinismo <i>ora</i> por <i>ribera</i>, cuyo uso, si ha existido,
-debió ser rarísimo en castellano: comp. <i>a la hora</i>, <a
-href="#Footnote_316">Canc. IV, v. 49, nota</a>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_204" href="#FNanchor_204" class="label">[204]</a>
-Noticioso el Sultán de los preparativos con que acudía el Emperador,
-retirose de Viena a Gratz, sin aventurarse a darle la batalla, y
-después retrocedió definitivamente a Constantinopla. (Navarrete, págs.
-42 y 43.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_205" href="#FNanchor_205" class="label">[205]</a>
-«Don Fernando estuvo en la persecución de algunos de los capitanes
-enemigos, y anhelando teñir su espada en sangre turca, sintió que
-la suerte no preparase a los imperiales más difíciles triunfos.»
-(Navarrete, pág. 43.) Cree este autor que Garcilaso no debió tomar
-parte en estos sucesos por haber sido desterrado por el Emperador
-desde el principio de la jornada, cuando el Duque y el poeta llegaron
-a Ratisbona. (V. <a href="#Footnote_308">nota</a> a la Canc. III, v.
-3.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_206" href="#FNanchor_206" class="label">[206]</a>
-Cuentan que los antiguos coronaban con ramos sus naves después de una
-victoria, y que tales ramos solían poner en el sagrario o capilla
-de popa; a esta costumbre pudo aludir Garcilaso, aun cuando lo que
-dice puede también decirse metafóricamente por las naves que volvían
-vencedoras.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_207" href="#FNanchor_207" class="label">[207]</a>
-Ha dicho el Sr. Menéndez y Pelayo, <i>Antología</i>, XIII, pág. 54,
-que el pastor <i>Albanio</i>, enfermo de mal de amores por la hermosa
-<i>Camila</i>, debe de ser el Duque de Alba, D. Fernando; a esto quiero
-decir que no acierto a comprender cómo a Garcilaso pudo ocurrírsele
-introducir dos veces al Duque en esta Égloga con tan distinto carácter,
-a saber: como Duque en persona y como pastor; como esposo enamorado,
-correspondido y satisfecho, y, a la vez, como amante desesperado y
-loco furioso; téngase presente que mientras <i>Nemoroso</i> ha estado
-elogiando al Duque por su prudencia y su valor, ha tenido a sus pies al
-mismo <i>Albanio</i>, aletargado y rendido en su locura.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_208" href="#FNanchor_208" class="label">[208]</a>
-Es necesario leer <i>glo-ri-o-so</i>, como <i>o-di-o-sas</i>, <a
-href="#FNanchor_357">soneto XVI, v. 1</a>; nuestros poetas clásicos
-medían a la manera latina e italiana, <i>la-bi-os</i>, <i>o-di-o</i>,
-<i>glo-ri-a</i>, y del mismo modo los derivados <i>fu-ri-o-so</i>,
-<i>in-ge-ni-o-so</i>, etc. (V. Elías Zerolo, <i>Noticias de Cariasco y
-del empleo del verso esdrújulo en el siglo XVI. Legajo de Varios</i>,
-París, 1897, y F. Rodríguez Marín, <i>Luis Barahona de Soto</i>, págs.
-405-411.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_209" href="#FNanchor_209" class="label">[209]</a>
-<i>lustre</i> por <i>lustro</i>, que fue primitivamente espacio de
-cuatro años, y que «el uso y abuso de los gramáticos lo ha hecho
-de cinco». (Herrera, pág. 267.) Cuando la expedición a Alemania
-(1532) el Duque D. Fernando solo tenía veinticinco años, y Garcilaso
-veintinueve.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_210" href="#FNanchor_210" class="label">[210]</a>
-<i>coruscar</i>, lucir, brillar. El <i>Dicc. Aut.</i> solo da
-<i>coruscante</i> y <i>corusco</i>, «resplandeciente, sumamente lucido
-y brillante».</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_211" href="#FNanchor_211" class="label">[211]</a>
-Describe pastoralmente el tiempo de la cena, de la cual es indicio el
-humo que sale por los <i>alcores</i>, chimeneas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_212" href="#FNanchor_212" class="label">[212]</a>
-Garcilaso dedicó esta Égloga, según afirmación de D. Antonio
-Puertocarrero, su yerno, a D.ª María de la Cueva, esposa de D. Juan
-Téllez Girón, Conde de Osuna, fundador del Colegio Mayor y Universidad
-de dicha villa, y gran amigo de los hombres de letras. D.ª María, ya
-viuda, fue Camarera mayor de la Reina D.ª Isabel de Valois, tercera
-mujer de Felipe II, y falleció en Madrid a 19 de abril de 1566. (V.
-F. Rodríguez Marín, <i>Luis Barahona de Soto</i>, Madrid, 1903, pág.
-73.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_213" href="#FNanchor_213" class="label">[213]</a>
-Garcilaso no ha dejado más <i>octavas rimas</i> que las que
-componen esta Égloga y la que nos conservó Castillejo (V. <a
-href="#Ch7-4">Apéndice IV</a>): «<i>La octava rima</i>, enteramente
-desconocida en todas las literaturas de la Península antes de Boscán,
-es una de las adquisiciones más importantes que este hizo para nuestra
-métrica, y quizá el género en que sobresalió más. Su modelo inmediato,
-aunque no único, fueron las estancias compuestas por Bembo para el
-Carnaval de la corte de Urbino en 1507.» (M. Menéndez y Pelayo,
-<i>Antología</i>, XIII, 237.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_214" href="#FNanchor_214" class="label">[214]</a>
-Entiende Tamayo, fol. 68, «que es demasía sin fruto decir que la lengua
-está en la boca, pues ¿adónde había de estar?,» y sin más que esto, en
-algunas ediciones se ha corregido el presente verso, imprimiendo: «Mas
-con la lengua muerta y fría la boca», que es la lectura que el mismo
-Tamayo proponía. Yo respeto tal <i>demasía</i> porque he visto que
-Herrera, más escrupuloso que nadie en estas cuestiones, la conserva, y
-el elegante prosista Cienfuegos, hablando precisamente de la muerte de
-Garcilaso por la honda impresión que causó en el espíritu del Marqués
-de Lombay, la repite diciendo: «él vio fría y difunta en su boca
-aquella espiritosa lengua, ramillete de las más cultas flores de la
-erudición y de la elocuencia...» (<i>Vida del Grande San Francisco de
-Borja</i>, Madrid, 1726, pág. 48.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_215" href="#FNanchor_215" class="label">[215]</a>
-«<i>Carta</i> por el papel, en significación latina o italiana.»
-(Azara.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_216" href="#FNanchor_216" class="label">[216]</a>
-«En Boscán se hallan en una estancia de una canción los versos que
-dicen:</p>
-
-<div class="poetry-container mt1">
-<div class="poetry">
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">“<i>Hablaré yo lo menos que tuviere</i></p>
- <p class="i0"><i>Que esto será lo más que yo pudiere.</i>”</p>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="mt1">¿Quién tomó a quién en este último verso? ¿Boscán a
-Garcilaso o Garcilaso a Boscán? Tamayo afirma, notas, fol. 69, que
-Boscán aprovechose de este verso como de hacienda de amigo. Ignoro en
-qué se fundó para decir lo que dijo.» (Castro, pág. 21.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_217" href="#FNanchor_217" class="label">[217]</a>
-Nadie ha hablado de Garcilaso que no haya repetido este famoso
-verso, el cual glosa Cienfuegos (<i>Vida del Grande San Francisco de
-Borja</i>, Madrid, 1726, pág. 50) de esta manera: «Él había nacido para
-decidir aquella antigua batalla entre las armas y las letras, siendo a
-un tiempo milagro de ambas escuelas... Él hizo cantar las Musas al son
-de los clarines y de las cajas roncas, como al compás de las cítaras
-templadas...»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_218" href="#FNanchor_218" class="label">[218]</a>
-<i>somorgujar</i> y <i>somormujar</i>, verbo que significa meter debajo
-del agua, chapuzar, zabullir; la forma verbal se ha hecho sobre el
-substantivo <i>somorgujo</i>, cuya etimología es * <i>submergulio</i>,
-derivado de <i>submergo</i>, y con el sentido de <i>submergulus</i>.
-(V. R. Menéndez Pidal, <i>Gramática Hist.</i> § 65.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_219" href="#FNanchor_219" class="label">[219]</a>
-<i>calar</i>, bajar, descender. «Entonces se levantó (Don Quijote) y...
-dándole soga el primo y Sancho, le dejaron calar al fondo de la caverna
-espantosa.» (<i>Don Quijote</i>, <span class="asc">I</span>.ª Parte,
-cap. XXII.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_220" href="#FNanchor_220" class="label">[220]</a>
-<i>lacivo</i> por <i>lascivo</i>, como <i>picina</i>
-por <i>piscina</i>. (Santa Teresa, <i>Las Moradas</i>,
-ed. <i>Cl. Castellanos</i>, Madrid, 1910, 11-23; v. <a
-href="#Footnote_76">nota</a> al v. 383 de la Eg. I.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_221" href="#FNanchor_221" class="label">[221]</a>
-«Burlaba un poeta de este verso: <i>nadando dividieron y cortaron</i>,
-porque parece que hay en él ripia para henchir el verso, y sobra el
-<i>cortaron</i>. Digo que de no entender el punto, se erraba él, porque
-se ha de leer:</p>
-
-<div class="poetry-container mt1">
-<div class="poetry">
- <div class="estrofa">
- <p class="i0"><i>El agua clara con lascivo juego</i></p>
- <p class="i0"><i>Nadando dividieron; y cortaron,</i></p>
- <p class="i0"><i>Hasta que el blanco pie</i>, etc.»</p>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="mt1">(Brocense, nota 219.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_222" href="#FNanchor_222" class="label">[222]</a>
-Por lo visto alguno protestó de que el poeta sacase de las aguas a
-estas ninfas, que siendo moradoras de dicho elemento no podrían vivir
-en tierra seca. Tamayo defiende a Garcilaso con el testimonio de varios
-autores clásicos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_223" href="#FNanchor_223" class="label">[223]</a>
-<i>delgadeza</i>, <i>domestiqueza</i>, <a href="#Eg2-180">Eg. II, v.
-180</a>, y <i>selvatiquez</i>, <a href="#FNanchor_377">Son. XXVIII</a>,
-tienen procedencia italiana.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_224" href="#FNanchor_224" class="label">[224]</a>
-«Debe Toledo a Garcilaso muchas alabanzas, pues no deja ocasión en que
-las olvide; y aquí no son encarecidas, sino verdaderas las del oro
-de sus arenas, pues hasta hoy se experimenta lo que en los tiempos
-antiguos fue tan recibido.» (Tamayo, notas, fol. 71.) Del aurífero Tajo
-hablan muchos autores latinos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_225" href="#FNanchor_225" class="label">[225]</a> El
-de Tracia es Orfeo, a quien se refieren las dos octavas siguientes.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_226" href="#FNanchor_226" class="label">[226]</a>
-«No dejaré de notar el cuidado de las palabras de Garcilaso en todo lo
-que es ornato de las mujeres, cuya blancura, particularmente en los
-pies, repite tantas veces.» (Tamayo, notas, fol. 65.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_227" href="#FNanchor_227" class="label">[227]</a>
-Por si alguno aspira a resolver la cuestión advertiré que hay
-discrepancia entre los autores sobre si la sierpe que mordió a Eurídice
-fue pequeña o grande. (V. Brocense, nota 215.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_228" href="#FNanchor_228" class="label">[228]</a> En
-otro lugar, <a href="#FNanchor_137">Eg. II, v. 942</a>, fue necesario
-decir parte de esta fábula. Dejaron, pues, a Orfeo, marido de Eurídice,
-que sacase a su esposa de los infiernos, pero con la condición de que
-no había de mirarla hasta que saliese de los límites y jurisdicción de
-ellos, y no habiendo podido abstenerse de verla, le fue arrebatada por
-segunda vez; Orfeo, desesperado de su infortunio, retirose sobre el
-monte Hemo. (Ovidio, <i>Metam.</i>, lib. X, fáb. I.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_229" href="#FNanchor_229" class="label">[229]</a>
-Hallábase Cupido ofendido contra Apolo porque este se había atrevido
-a burlarse de las astucias del Amor; fue su venganza dispararle una
-flecha dorada para rendirle al amor de Dafne, y, al mismo tiempo,
-inspirar a esta un gran desamor hacia Apolo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_230" href="#FNanchor_230" class="label">[230]</a> La
-fábula de Apolo y Dafne se trata más adelante en el Son. XIII.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_231" href="#FNanchor_231" class="label">[231]</a>
-Cupido hiere con dos géneros de saetas; con las de oro engendra el amor
-firme y verdadero, <a href="#FNanchor_229">v. 152</a>; con las de plomo
-inspira la antipatía y el desdén. (Ovidio, <i>Metam.</i>, lib. I, fáb.
-X.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_232" href="#FNanchor_232" class="label">[232]</a>
-Adonis, hijo de Mirra, de famosísima belleza, fue amado de Venus con
-la mayor ternura. Un día estando cazando hirió a un jabalí, el cual se
-volvió contra él con la mayor furia y le mató. (Ovidio, <i>Metam.</i>,
-lib. X, fáb. X.) Y quieren decir que aquel jabalí no fue sino el
-dios Marte, enamorado de Venus, y convertido expresamente en aquella
-fiera para matar a Adonis por los celos que le tenía. (Brocense, nota
-217.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_233" href="#FNanchor_233" class="label">[233]</a>
-Porque Herrera creyó excesivo el color de este detalle, contesta
-Tamayo, notas, fol. 71: «Melindre es llamar <i>complosiones torpes</i>
-estos afectos cuidadosos en Garcilaso, pues es imitación de Virgilio;
-díjolo doctamente nuestro poeta con alusión a la costumbre antigua de
-recibir con la boca, los parientes y amigos, el último aliento de los
-que se morían...»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_234" href="#FNanchor_234" class="label">[234]</a>
-Pinta Garcilaso en las dos octavas siguientes «la ciudad, cabeza y
-asiento del Imperio de España, Toledo, su patria, con tanta grandeza
-y suavidad de palabras, que dudo haya cosa mejor tratada en todas sus
-obras, ni más digna de la majestad de tan insigne madre, ni del ingenio
-de tan noble hijo...» (Tamayo, notas, fol. 72.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_235" href="#FNanchor_235" class="label">[235]</a>
-«Aquí comienza un género de Bucólica que llaman los griegos <i>canto
-amebeo</i>, que es responsorio, en el cual se suele guardar esta ley:
-que el que comienza es libre, y puede mudar propósitos, mas el que
-responde y sigue, o ha de decir mucho más en la misma materia, o lo
-contrario; y ansí se hace aquí imitando el proceder de Virgilio en la
-primera y séptima Égloga.» (Brocense, nota 225.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_236" href="#FNanchor_236" class="label">[236]</a>
-Describe exactamente el curso del Tajo en torno de la ciudad de
-Toledo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_237" href="#FNanchor_237" class="label">[237]</a>
-Refiérese a las ruedas de las <i>azudas</i>, máquinas hidráulicas con
-que se saca agua de los ríos por el impulso de su misma corriente. «Se
-llaman <i>azudas</i>, voz arábiga, significadora de su color y de su
-ruido, propiedad particular de las lenguas orientales.» (Tamayo, notas,
-fol. 73.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_238" href="#FNanchor_238" class="label">[238]</a>
-«En la pompa funeral que las diosas silvestres hacían a la ninfa,
-observa sin afectación, Garcilaso, la costumbre de los entierros
-antiguos... Los antiguos esparcían flores sobre los cuerpos o sepulcros
-de sus defunctos... Flores cortadas para dar a entender, sin duda, la
-fragilidad de la vida que retratan las rosas...» (Tamayo, notas, fol.
-73 y 74.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_239" href="#FNanchor_239" class="label">[239]</a>
-«Era señal de tristeza el desperdicio de los cabellos; en los libros
-sagrados no hay pocos ejemplos de los hebreos,» y lo mismo entre
-griegos y latinos. (Tamayo, notas, fol. 74.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_240" href="#FNanchor_240" class="label">[240]</a>
-Recuerda nuevamente Garcilaso la muerte de doña Isabel Freyre. (V. <a
-href="#Footnote_28">Eg. I, v. 2, nota</a>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_241" href="#FNanchor_241" class="label">[241]</a>
-«Una ninfa muerta, a quien las divinidades de los bosques, saliendo
-de los árboles en que están metidas, cantan y lloran a su vez, y
-después de haber cumplido con esta triste solemnidad, se vuelven
-a esconder en los huecos mismos de las encinas, era un argumento
-nuevo, al paso que sencillo, y que por su naturaleza y por la calidad
-de los interlocutores podía ser enriquecido con todas las galas
-del sentimiento y la fantasía.» Tal decía D. Manuel José Quintana
-(<i>Poesías castellanas</i>, ed. 1830, pág. 371.) a propósito de la
-famosa Égloga de Barahona de Soto, llamada <i>de las Hamadríades</i>,
-cuyo argumento, como se ve, dejó indicado Garcilaso en este lugar.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_242" href="#FNanchor_242" class="label">[242]</a>
-El Brocense dice que halló en un libro antiguo, en vez de
-<i>degollada</i>, <i>igualada</i>, que significa <i>amortajada</i>.
-Herrera afirma que <i>degollada</i> se tomaba por <i>desangrada</i>,
-«como decimos cuando sangran mucho a uno, que lo <i>degolló</i> el
-barbero.» Covarrubias en su <i>Tesoro de la Lengua castellana</i>,
-escribe: «Cuando sacan a uno mucha sangre por las venas, solemos
-decir que conviene <i>degollarle</i>, si el accidente requiere tanta
-evacuación.» Azara dice que «más natural era que se leyese en el verso
-<i>desangrada</i>, puesto que D.ª Isabel murió de sobreparto. Tamayo
-acepta la voz <i>degollada</i> siguiendo a Herrera.» (Castro, pág.
-22.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_243" href="#FNanchor_243" class="label">[243]</a>
-Dice <i>al mar de Lusitania</i> porque D.ª Isabel era portuguesa; había
-venido a la Corte española como dama de honor de la Infanta D.ª Isabel
-de Portugal, casada en 1526 con Carlos V.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_244" href="#FNanchor_244" class="label">[244]</a> Es
-encarecimiento de las labores de las ninfas, pues el presentar como en
-relieve figuras llanas «es artificio de la mejor pintura»... (Tamayo,
-notas, fol. 76.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_245" href="#FNanchor_245" class="label">[245]</a>
-<i>trastornarse</i>, <i>trasponerse</i>. Barahona de Soto dio a
-<i>trastornarse</i> esta misma acepción en los siguientes versos de su
-Égloga III:</p>
-
-<div class="poetry-container mt1">
-<div class="poetry">
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">«Cual con sencillo rostro y pecho tierno</p>
- <p class="i0">Al levantar del sol o al <i>trastornarse</i></p>
- <p class="i0">Te ofrecerá el panar recién cogido...»</p>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_246" href="#FNanchor_246" class="label">[246]</a>
-«Adagio es latino: <i>Aquae furtivae dulciores</i>. Mucho sabe lo
-hurtado.» (Brocense, nota 225.) No latino, sino hebreo, cree Tamayo,
-fol. 77, esto de que <i>las aguas hurtadas son las más dulces</i> o las
-que mejor saben.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_247" href="#FNanchor_247" class="label">[247]</a>
-«Aquí, sin duda, se descuidó nuestro poeta, porque hace dos vientos,
-siendo uno; porque al que los griegos llaman <i>zephyro</i>, porque
-trae vida, llaman los latinos <i>favonio</i>, porque favorece la vida,
-de modo que la cosa es una y los nombres son dos.» (Brocense, nota
-227.) A este parecer se inclina también Herrera; pero D. Tomás Tamayo
-defiende a Garcilaso con el testimonio de muchos escritores antiguos
-que, como él, tuvieron a <i>zefiro</i> y <i>favonio</i> por vientos
-diferentes, notas, fol. 78. D. Adolfo de Castro, pág. 23, prescindiendo
-de esa defensa, cree que, «o Garcilaso se engañó o puso el nombre de
-otro viento que equivocaron los escribientes o los impresores». Queda,
-pues, esta cuestión en planta como la de la sierpe de Eurídice, <a
-href="#FNanchor_226">Eg. III, v. 130</a>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_248" href="#FNanchor_248" class="label">[248]</a>
-«El cuerno de Amaltea —o cornucopia—, que denota la fertilidad y
-abundancia de las cosas, no era de buey como fingían los pintores, sino
-de plata, que quien la tuviere puede pedille lo que quisiere, que se lo
-dará. Fue Amaltea... una mujer vieja y muy rica que contrataba, la cual
-guardaba en un cuerno la mayor parte de la ganancia... y robándoselo
-Hércules lleno de dineros, vivía a su gusto y deleite, y de aquí tuvo
-origen decir que el cuerno de Amaltea ministraba a Hércules todos los
-bienes.» (Herrera, pág. 686.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_249" href="#FNanchor_249" class="label">[249]</a>
-Dijo Garcilaso esto de <i>morir la yerba</i> «por la opinión de
-Pitágoras que creía que las plantas y otras cosas, no solo vivían,
-sino que sentían el mal que les hacían; o porque la resolución de la
-forma no es otra cosa que muerte.» (Tamayo, notas, fol. 79.) Esto
-último, sin necesidad de acudir a la doctrina pitagórica, es suficiente
-explicación, dada la natural inclinación y libertad que tienen los
-poetas para suponer vida y sentimientos en lo inanimado.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_250" href="#FNanchor_250" class="label">[250]</a>
-<i>escogiolo.</i> Andrés Rey de Artieda en sus <i>Discursos,
-epístolas y epigramas de Artemidoro</i>, Zaragoza. 1605, censuraba
-a Garcilaso esta forma, porque, según él, sería más concreto
-<i>escogiole</i>. (Castro, pág. 23.) Nuestro texto —es decir,
-el de Herrera— es <i>loísta</i>, <a href="#Eg2-1088">Eg. II, v.
-1088</a>, <a href="#Eg2-1099">1099</a>, <a href="#Eg2-1307">1307</a>,
-<a href="#Eg2-1308">1308</a>, <a href="#Eg2-1364">1364</a>, <a
-href="#Eg2-1399">1399</a>, <a href="#Eg2-1400">1400</a>, <a
-href="#Eg2-1567">1567</a>, etc.; en todos estos casos el de Tamayo es
-<i>leísta</i>. La indecisión entre <i>le</i> y <i>lo</i>, que aún dura
-en nuestra lengua, viene manifestándose desde los textos más antiguos.
-(V. R. Menéndez Pidal, <i>El Cantar de Mío Cid</i>, tomo I, Parte II, §
-130.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_251" href="#FNanchor_251" class="label">[251]</a>
-<i>Al Duque de Alba en la muerte de D. Bernardino de Toledo, su
-hermano.</i> — De regreso de la conquista de Túnez (1535), y de
-resultas de los muchos padecimientos que en aquel país ardiente, seco y
-arenoso había pasado, murió el gallardo joven D. Bernardino de Toledo,
-hermano del gran Duque de Alba y amadísimo amigo de Garcilaso. Murió en
-Túnez, según Argote de Molina, <i>Nobleza de Andalucía</i>, lib. II,
-cap. XXII; en Trápana, camino de Palermo, según Sandoval, <i>Historia
-de la vida del Emperador Carlos V</i>, lib. XXII, § 48, o en la
-ciudad de Palermo, como dice Navarrete, pág. 67, desmintiendo a los
-anteriores.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_252" href="#FNanchor_252" class="label">[252]</a>
-«Frase italiana.» Azara, <i>pero</i> por <i>empero</i>: «quise, <i>no
-obstante</i>, probar si me <i>bastaría</i> el ingenio <i>para</i>
-escribirte»...</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_253" href="#FNanchor_253" class="label">[253]</a>
-«Algunos, pareciéndoles que está falto este verso de Garcilaso, no
-considerando la diéresis, lo han enmendado o dañado desta suerte: <i>No
-quedará ya toda tu alma entera</i>; pero Garcilaso que conocía mejor
-los números, se contentó con aquel modo, porque demás de sinificar así
-la falta del alma, que él pretendió mostrar, no es flojo número de
-verso, sino artificioso y no ajeno de suavidad.» (Herrera, 305. Del
-mismo parecer es Tamayo, notas, fol. 30.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_254" href="#FNanchor_254" class="label">[254]</a>
-Erídano es el río fabuloso donde las Helíades, hermanas de Faetón,
-lloran su muerte convertidas en álamos. (<a href="#Ch5-12">Son.
-XII</a>, 14.) Han creído muchos que se trataba del Po, otros, del
-Ródano, y autor de tanta antigüedad como Esquilo, dijo que era un río
-de España. (Herrera, 305.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_255" href="#FNanchor_255" class="label">[255]</a>
-Lampecie, Lampetura y Faetura fueron las tres Helíades.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_256" href="#FNanchor_256" class="label">[256]</a>
-Censuró Juan de Mal-lara la dislocación de esta frase tal como aparece
-en el verso, y defendieron a Garcilaso Herrera y Tamayo: «la prosa no
-tiene licencias, a los versos se les consienten... el juicio de la
-una se puede quedar al oído, como el de la otra a la licencia de los
-poetas; pero menos lo fue Mal-lara, que docto y hombre de bien, y rara
-vez juzgan bien de los poetas los que no lo son». (Tamayo, notas, fol.
-31.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_257" href="#FNanchor_257" class="label">[257]</a>
-«<i>Abastanza.</i> Voz antigua, hoy desusada enteramente en nuestra
-lengua. Los italianos la han conservado.» (Azara.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_258" href="#FNanchor_258" class="label">[258]</a>
-«Más propio es esto que dice Garcilaso para alabar una dama que a un
-caballero... mas, porque D. Bernaldino era mancebo de edad tierna que
-no había dado muestra de su valor, pudiera emplear esto en lamentar las
-esperanzas perdidas.» (Herrera, pág. 311.) Esta misma consideración
-requiere el pasaje de la <a href="#FNanchor_160">Eg. II, v. 1254</a>
-y siguientes. Por lo demás, en muchos autores antiguos se encontraron
-ejemplos semejantes, «porque la hermosura es siempre digna de imperio y
-no desdice a la fortaleza viril». (Tamayo, notas, fol. 56.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_259" href="#FNanchor_259" class="label">[259]</a>
-«Declara la índole y lo que prometían las esperanzas de su valor.»
-(Herrera, pág. 312.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_260" href="#FNanchor_260" class="label">[260]</a>
-«Cosa muy usada fue poner dioses a los ríos, pintándolos recostados,
-y alzado el medio cuerpo, y con las urnas debajo el brazo, enviar de
-allí los ríos como de una fuente; coronábanlos por la mayor parte con
-guirnaldas de cañas, y cubiertos hasta el ombligo de un carbaso, que es
-vestidura floja y ancha, y desnudos la parte superior del cuerpo; tal
-se ve Tibre en Roma en casa Cesi, tal Arno en los huertos del Pontífice
-y tal describe Virgilio en el 8.º al mesmo Tibre...» (Herrera, 312.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_261" href="#FNanchor_261" class="label">[261]</a>
-<i>Trinacria</i> es lo mismo que decir Sicilia. (Herrera, 316.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_262" href="#FNanchor_262" class="label">[262]</a>
-Los lascivos sátiros, compañeros de Baco, provocadores y deshonestos,
-con su busto de hombre, cuerpo de caballo y patas de carnero, tuvieron
-para los antiguos tal realidad, que algunos historiadores hablan
-de sátiros de carne y hueso conocidos por las gentes. (V. Herrera,
-317.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_263" href="#FNanchor_263" class="label">[263]</a>
-Refiérese a Héctor, defensor de Troya, vencido y muerto por Aquiles.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_264" href="#FNanchor_264" class="label">[264]</a>
-Recuerda de nuevo la fábula de Adonis. (Véase <a
-href="#Footnote_232">Eg. III, 176, nota</a>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_265" href="#FNanchor_265" class="label">[265]</a>
-Oeta es un monte de Tesalia que, según Estrabón, lib. 9, se extiende de
-oriente a occidente, desde las Termópilas hasta el golfo de Arta. (V.
-Herrera, 331.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_266" href="#FNanchor_266" class="label">[266]</a>
-«<i>Alcides</i> se llamó Hércules por su gran fuerza, porque en griego
-<i>Alce</i> es fuerza. Otros dicen que por su agüelo Alceo. Dicen que
-sintiéndose morir de la ponzoña de la camisa, que su mujer Dejanira
-le había enviado, hizo una hoguera en el monte Oeta y allí se quemó.
-Esta ficción quieren que sea la purificación de los excelentes hombres
-que suben a ser dioses, dejando acá la vestidura grosera del alma.»
-(Brocense, nota 59.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_267" href="#FNanchor_267" class="label">[267]</a>
-«<i>El claro padre.</i> D. García de Toledo, que murió en los Gelves
-de poca edad. <i>El sublime abuelo.</i> D. Fadrique, Duque de Alba.»
-(Azara.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_268" href="#FNanchor_268" class="label">[268]</a>
-«El mar, sin duda, cerca la tierra y la tierra el mar, mas creyendo
-los antiguos que este era mayor, dijeron que la coronaba... Pero los
-modernos que con curiosidad lo tienen especulado, prueban ser mayor la
-tierra que el Océano, según, no sus superficies, sino sus cuerpos, en
-que es, sin comparación, mayor la tierra, como fácilmente se deduce de
-sus diámetros...» (Tamayo, notas, fol. 35.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_269" href="#FNanchor_269" class="label">[269]</a>
-Como si dijese desde el polo Sur al polo Norte <i>Calisto</i> es la Osa
-Mayor. Antes fue una bella ninfa de quien Júpiter anduvo enamorado. La
-iracunda Juno la convirtió en osa, y entonces Júpiter la transportó al
-cielo. (Ovidio, <i>Metam.</i>, lib. II, fáb. IV.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_270" href="#FNanchor_270" class="label">[270]</a>
-<i>Elegía a Boscán</i>; la escribió Garcilaso a su amigo desde Sicilia,
-de regreso de su expedición a Túnez con el ejército del Emperador, año
-de 1535. Esta Elegía y la anterior debieron ser escritas hacia la misma
-fecha.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_271" href="#FNanchor_271" class="label">[271]</a>
-«Anquises fue hijo de Asáraco y padre de Eneas, que lo engendró en
-Venus junto a la Ribera de Simois, río de Troya.» (Herrera, 356.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_272" href="#FNanchor_272" class="label">[272]</a>
-«Este confusísimo terceto quiere decir que el Mantuano Virgilio, en sus
-eternos versos, nos conserva la memoria de que Anquises está enterrado
-en Trápana —ciudad de Sicilia—. Libro III de la Eneida.» (Azara.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_273" href="#FNanchor_273" class="label">[273]</a>
-«Llama César Africano al Emperador Carlos quinto porque venció a
-África.» (Brocense, nota 66.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_274" href="#FNanchor_274" class="label">[274]</a>
-De la celebridad de este verso dan testimonio Sa de Miranda, en su
-égloga <i>Nemoroso</i>; Barahona de Soto, en su soneto a Herrera, a
-propósito de las <i>Anotaciones</i>, y Lope de Vega, v. Cayetano A. de
-la Barrera, <i>Nueva biografía</i>, tomo I de las <i>Obras de Lope de
-Vega</i>, publicadas por la R. A. Española, Madrid, 1890, pág. 122.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_275" href="#FNanchor_275" class="label">[275]</a>
-Dice Cienfuegos (<i>Vida del Grande San Francisco de Borja</i>,
-Madrid, 1726, pág. 49) que «lo que más robaba en Garcilaso la afición
-del Marqués de Lombay... era el no haber sentido jamás en sus labios
-respiración que empañase la fama ajena...; escribiendo con pluma
-elegante en todos los estilos, solo parece que ignoraba el de la
-sátira, en que son elocuentes y agudos aun los menos discretos».</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_276" href="#FNanchor_276" class="label">[276]</a>
-Llama <i>la patria de la Sirena</i> a Nápoles, que antes se llamó
-Parténope, por una de las tres Sirenas así llamada, cuyo cuerpo allí se
-halló. (Brocense, nota 66.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_277" href="#FNanchor_277" class="label">[277]</a>
-Nápoles fue tierra de muchos deleites y regalos, según el testimonio de
-los clásicos (V. notas de Azara y Tamayo, y acaso por esto la tradición
-la hizo patria de las Sirenas.) Era una ciudad nobilísima, vestida
-de jardines y bellos edificios, y llena de caballeros y gente rica,
-«domicilio de hombres ociosos, que muchos, por huir de negocios, se
-iban de Roma a ella». (Herrera, págs. 359-364.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_278" href="#FNanchor_278" class="label">[278]</a>
-Sobre estos amores a que alude el poeta véase adelante, <a
-href="#Footnote_375">nota al Son. XXVI, v. 1</a>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_279" href="#FNanchor_279" class="label">[279]</a>
-«Quiere decir: Este temor persigue la esperanza y oprime el gran deseo
-de su holganza, con el cual deseo van mis ojos.» (Brocense, nota
-69.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_280" href="#FNanchor_280" class="label">[280]</a>
-«La túnica de diamante significa la fortaleza, que tan importante es
-para la guerra; aunque escribe San Isidoro que pintaban a Marte con el
-pecho desnudo y sin armas, porque el que se halla en la guerra, se debe
-arrojar en la batalla sin miedo de la muerte.» (Herrera, pág. 346.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_281" href="#FNanchor_281" class="label">[281]</a></p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">«Y en medio de la guerra peligrosa...</p>
- <p class="i0">Te acuerdas del amor y del ausencia</p>
- <p class="i0">Y maldices allí el rigor de Marte</p>
- <p class="i0">Pronosticando en ti dura sentencia...»</p>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="mt1">(Cristóbal Mosquera de Figueroa, <i>Elegía a la muerte
-de Garcilaso, Anotaciones</i> de Herrera, pág. 40.) Pocos meses después
-de escribir Garcilaso la presente Elegía se cumplió, en efecto, este
-siniestro presentimiento de su muerte.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_282" href="#FNanchor_282" class="label">[282]</a>
-«Y se cumplió —su pronóstico— hasta en sus términos literales,
-porque murió... asaltando una torre como a su valor cuadraba,
-pero no cayó <i>traspasado de hierro agudo y fuerte</i>, sino
-prosaicamente descalabrado por una piedra...» (M. Menéndez y Pelayo,
-<i>Antología</i>, XIII, pág. 147.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_283" href="#FNanchor_283" class="label">[283]</a>
-<i>Las venas dulcemente desatado</i>, es una cláusula casi
-<i>absoluta</i> en que el participio <i>desatado</i> no concierta
-con el substantivo de su oración, <i>venas</i>, sino con el sujeto
-principal, aquel, mantenido por el pensamiento aun dentro de la
-aposición; en prosa habría que decir, <i>las venas dulcemente
-desatadas</i>. Es tan rara tal construcción que las gramáticas no dan
-cuenta de ella; sin embargo, pueden recogerse algunos ejemplos:</p>
-
-<p class="ti1">—«Los alemanes, — El fiero cuello <i>atados</i>, — Y
-los franceses van domesticados.» (Garcilaso, <a href="#Can5-18">Canc.
-V, v. 18</a>.) — «<i>Desnuda el pecho anda ella.</i>» (Góngora.) —
-«<i>Desnuda</i> el pecho, el brazo <i>descubierta</i>.» (Góngora.)
-— «Febo... cantó — <i>Revuelto</i> en oro la encrespada frente.»
-(Herrera.) — «estuve... ya entregado — Al agudo cuchillo la garganta.»
-(Ercilla.) — «El cuerpo de nieve pura — Que excede a toda blancura —
-<i>Vestido</i> del sol los rayos — Vertiendo abriles y mayos — de la
-blanca vestidura.» (Cristobalina Fernández.) (V. Castro, <i>Poetas
-líricos</i>, etc., pág. 31, nota.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_284" href="#FNanchor_284" class="label">[284]</a>
-Elogia también la playa de Barcelona, patria de Boscán, D. Diego
-Hurtado de Mendoza en su carta V, a María de Peña (<i>Auts. Esps.
-poetas líricos de los siglos <span class="asc">XVI</span> y <span
-class="asc">XVII</span></i>, pág. 59): «Que, como desparece Barcelona
-— Y huye aquella plaza gloriosa, — Ansí va enflaqueciendo la
-persona...»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_285" href="#FNanchor_285" class="label">[285]</a>
-Alude a D.ª Ana Girón de Rebolledo, dama valenciana, esposa de Boscán.
-«Era de singular belleza, como se deduce de estos versos de Garcilaso.
-D. Diego Hurtado de Mendoza la llama sabia, gentil y cortés, en una
-epístola a Boscán. Este, en su respuesta, encarece la vida quieta,
-dulce y sosegada que llevaba en compañía de su esposa, de quien elogia
-con entusiasmo la belleza, bondad y discreción. Dícese que juntos leían
-y saboreaban los poetas clásicos, especialmente Homero, Virgilio,
-Catulo y Propercio, lo cual arguye en pro de la cultura literaria de
-doña Ana... Al frente de las ediciones de Boscán va un prólogo que,
-bien leído, a nadie puede ser atribuido sino a D.ª Ana...» (M. Serrano
-y Sanz, <i>Apuntes para una Bibl. de Escritoras Españolas</i>, Madrid,
-1903, tomo I, pág. 459. V. Menéndez y Pelayo, <i>Antología</i>, XIII,
-págs. 131-136.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_286" href="#FNanchor_286" class="label">[286]</a>
-La presente Epístola es el único ensayo de <i>verso suelto</i> que
-de Garcilaso conocemos. Boscán y Garcilaso fueron los primeros
-artífices castellanos que se ejercitaron en esta clase de verso. En
-sus composiciones es preciso apreciar el valor histórico más que el
-artístico. El <i>verso suelto</i> tuvo que pasar por muchas pruebas
-antes de conseguir la perfección clásica del <i>Aminta</i> de Jáuregui.
-(V. Menéndez y Pelayo, <i>Antología</i>, XIII, pág. 239.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_287" href="#FNanchor_287" class="label">[287]</a>
-«...facilidad, descuido, libertad sin afectación de palabras ni
-exornación de sentencias, todo lo tiene esta carta, cuya llaneza, en
-vano y sin razón es culpada, pues ella es particular alabanza en este
-género de escritura.» (Tamayo, notas, fol. 38.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_288" href="#FNanchor_288" class="label">[288]</a>
-Garcilaso había venido desde Nápoles a Barcelona, enviado por el Virrey
-D. Pedro, para informar personalmente al Emperador de los desastres que
-había causado en las costas de Italia la armada de Barbarroja. Debió
-llegar a Barcelona poco después del 4 de septiembre de 1534, y estuvo
-en ella hasta el 1.º de octubre, en que emprendió su regreso a Nápoles,
-haciendo en doce días el camino, a caballo, desde Barcelona a Valclusa.
-(V. Navarrete, pág. 237.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_289" href="#FNanchor_289" class="label">[289]</a> De
-Boscán a Garcilaso hay una sincera expresión de amistad honda y sentida
-en el soneto: <i>Garcilaso, que al bien siempre aspirante</i>...</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_290" href="#FNanchor_290" class="label">[290]</a>
-En honor de Garcilaso se ha dicho que, en medio de la llaneza de
-esta carta, da idea de su erudición el hecho de que la mayor parte
-de sus consideraciones sobre la amistad coinciden con la doctrina
-de Aristóteles en su <i>Ética</i>, lib. VIII. (V. Conti, <i>Col. de
-poesías castellanas</i>, traducidas al italiano, Parte 1.ª, tomo II,
-pág. 345.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_291" href="#FNanchor_291" class="label">[291]</a>
-«Vulgar dicho es: <i>Beatius est dare, quam accipere</i>.» (Brocense,
-nota 76.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_292" href="#FNanchor_292" class="label">[292]</a>
-Volvía Garcilaso esta vez a Italia por la Provenza, patria de los
-trovadores, no siendo acaso prudente ir por mar a causa de las naves de
-Barbarroja que lo infestaban. (Navarrete, pág. 59.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_293" href="#FNanchor_293" class="label">[293]</a>
-<i>Varlet</i>, palabra francesa antigua, como <i>vaslet</i>, hoy
-<i>valet</i>: criado, fámulo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_294" href="#FNanchor_294" class="label">[294]</a>
-<i>Argén</i>, es otro galicismo, que solamente por donaire emplea
-Garcilaso en esta ocasión.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_295" href="#FNanchor_295" class="label">[295]</a>
-Mosén Durall, uno de los mejores amigos de Boscán, fue un caballero
-principal y rico de Barcelona, maestro racional o contador del
-Principado, y hombre de noble trato y buen burlar, según el mismo
-Boscán en su <i>Epístola</i> a Hurtado de Mendoza. Era muy gordo el
-Dorall, y por eso dice Garcilaso lo de <i>abrazad si pudiereis</i>.
-(Herrera, pág. 384.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_296" href="#FNanchor_296" class="label">[296]</a> 12
-del mes de octubre del año 1534. Escribe Garcilaso desde Valclusa, do
-nació madona Laura, claro fuego del Petrarca.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_297" href="#FNanchor_297" class="label">[297]</a>
-<i>como perdido</i>: ciegamente, como loco. «Noto que es frase
-particular de las ponderaciones de nuestro poeta, esta <i>como
-perdido</i>, así en el <a href="#FNanchor_348">Son. VIII, v. 7</a>:
-<i>Salen fuera de sí como perdidos</i>.» (Tamayo, notas, fol. 17.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_298" href="#FNanchor_298" class="label">[298]</a>
-Hállase repetido este pensamiento en varios poetas, en
-Horacio, Petrarca, Tansillo, y aun en el mismo Garcilaso, <a
-href="#El2-176">Eleg. II, v. 176</a> y sigs. Horacio en la Oda 22,
-libro I, acaba diciendo:</p>
-
-<div class="poetry-container mt1">
-<div class="poetry">
- <div class="estrofa">
- <p class="i8">«...ya me ponga alguno</p>
- <p class="i0">En la región al sol más allegada,</p>
- <p class="i0">Do no vive ninguno,</p>
- <p class="i0">Siempre será de mí Lalage amada:</p>
- <p class="i0">La del reír gracioso</p>
- <p class="i0">La del parlar muy más que miel sabroso.»</p>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="mt1">(Brocense, nota 19.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_299" href="#FNanchor_299" class="label">[299]</a>
-<i>esecutarse</i>, ejecutarse. (V. <a href="#Footnote_95">Eg. II, v.
-253, nota</a>.) La doble <i>ss</i> que pone Herrera, conforme a la
-ortografía de su tiempo, en <i>essecutarse</i>, <i>fuessedes</i>,
-<i>supiesse</i>, <i>desso</i>, <i>passarse</i>, etc., no la conservamos
-en ningún caso.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_300" href="#FNanchor_300" class="label">[300]</a> A
-esto aludió F. de Cangas, diciendo:</p>
-
-<p class="ti1">«Porque no quiere el amor — La muerte del amador,
-— Sino tomallo a partido; — Que perdonar al rendido — Es gloria del
-vencedor.» (Herrera, <i>Anotaciones</i>, pág. 224.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_301" href="#FNanchor_301" class="label">[301]</a>
-Lo de <i>tendido</i> en este verso y en el 13 de esta misma canción
-fue enmendado en <i>rendido</i> por D. Diego Hurtado de Mendoza,
-considerando aquella voz menos digna, «pero juzga doctamente D. Juan
-de Fonseca y Figueroa que no se ha de mudar, por ser modo ordinario
-de los poetas latinos <i>jacere ante pedes</i>... y en los griegos
-frecuentísimamente, mirando por ventura a la costumbre de los que
-rogaban tocando las rodillas y echados a los pies.» (Tamayo, notas,
-fol. 18.) (V. <a href="#Footnote_126">Eg. II, v. 661, nota</a>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_302" href="#FNanchor_302" class="label">[302]</a>
-La amarillez de los que aman, dice Herrera que «debe proceder, por
-ventura, de tristeza y profundo cuidado, porque arrebatados en
-consideración de lo que desean, gastan y destruyen la propia virtud y
-impiden sus operaciones con la vigilia y trabajo de los espíritus»,
-pero reconoce como causa general «la poca fuerza del calor natural que
-no puede digerir bien ni hacer buena sangre». (<i>Anotaciones</i>, pág.
-225.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_303" href="#FNanchor_303" class="label">[303]</a>
-<i>Contrastar</i>: hacer frente, resistir.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_304" href="#FNanchor_304" class="label">[304]</a>
-«Pensaron los antiguos que los vientos eran intérpretes y mensajeros
-que llevaban los ruegos y votos y todas las palabras a las orejas de
-los dioses... y los votos que no tenían suceso y eran vanos, pensaban
-que los vientos no los llevaban ante los dioses, antes los disipaban o
-arrojaban lejos, en regiones apartadas.» (Herrera, pág. 231.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_305" href="#FNanchor_305" class="label">[305]</a>
-Los últimos versos de esta estancia, mal conocidos en su forma
-original, han sido modificados a su manera por cada anotador, como
-puede verse en Tamayo, notas, fol. 20.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_306" href="#FNanchor_306" class="label">[306]</a>
-Herrera llama aquí la atención con estas palabras: «Ningún poeta élogo
-(de elegía), conforme a lo que yo he leído dellos y me acuerdo, pudo
-alcanzar a decir tanto como esto.» (<i>Anotaciones</i>, pág. 233.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_307" href="#FNanchor_307" class="label">[307]</a>
-En esta Canción hay diez versos agudos, uno en la Canción primera,
-cuatro en la tercera y cuatro en el Soneto XXVII, y estos versos
-troncados o mancos, que llama el toscano, «son dinos de reprehensión»,
-como dice Herrera, pág. 232. Tienen versos endecasílabos agudos el
-Marqués de Santillana, y en el Boscán, Sa de Miranda, Hurtado de
-Mendoza y otros. Siglo <span class="asc">XVI</span>. Parece seguro
-que en tiempos de Garcilaso, el rigor del criterio paroxitónico, o de
-acentuación grave, que después ha prevalecido, no se cumplía ni entre
-los mismos italianos, puesto que en el mismo <i>Orlando</i> de Ariosto
-hay cinco o seis casos de versos agudos. Hoy solamente son lícitos en
-ciertas combinaciones métricas. (Menéndez y Pelayo, <i>Antología</i>,
-XIII, <i>págs. 219 y sigs.</i>; Rodríguez Marín, <i>Luis Barahona de
-Soto</i>, págs. 414-417.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_308" href="#FNanchor_308" class="label">[308]</a>
-«Más abajo de Presbourg, ciudad de la Hungría occidental, se divide
-el Danubio en dos brazos, los cuales no se reúnen hasta Komorn, plaza
-fuerte de la Hungría oriental, y forman una gran isla a la que se ha
-dado el nombre de Schut. Previendo Carlos V —cuando el socorro de
-Viena, 1532— que Solimán podía traer embarcados por el río víveres y
-pertrechos de guerra, para estorbarlo envió algunas tropas a esta isla
-con orden de formar en ellas cuantas baterías se juzgasen necesarias.»
-(Navarrete, páginas 40-43.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_309" href="#FNanchor_309" class="label">[309]</a>
-En la isla de Schut, cuya frondosidad y belleza tanto alaba Garcilaso,
-estuvo él preso, en efecto, de orden del Emperador, desde marzo a
-junio de 1532, por su intervención en el desposorio de su sobrino con
-D.ª Isabel de la Cueva. Ya se ha dado noticia de este suceso en la
-<i>Introducción</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_310" href="#FNanchor_310" class="label">[310]</a>
-«... Tú, Danubio, río divino, — Envolviste en tus ondas sus razones...»
-(<i>Elegía a la muerte de Garcilaso</i>, por Cristóbal Mosquera de
-Figueroa, <i>Anotaciones</i> de Herrera, pág. 39.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_311" href="#FNanchor_311" class="label">[311]</a>
-<i>Fieras</i> tiene el valor de <i>belicosas</i>, y el poeta lo dice
-particularmente por los antiguos suevos, etc., pobladores de las
-naciones del Danubio. (Herrera, pág. 240.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_312" href="#FNanchor_312" class="label">[312]</a>
-De esta Canción hace Tamayo, notas, fol. 21, el siguiente elogio: «Es
-tal, que a mi ver, no tienen todas las lenguas juntas cosa más culta, y
-así, es la primera de las obras de Garcilaso, que cuando sola quedara
-de tanto como tenemos que agradecer al tiempo que nos ha conservado,
-como de quejarnos dél por lo que nos quitó, bastaba para la honra de un
-gran varón; porque si se mira la poesía, es cuidadosa; si la materia,
-importantísima; si la disposición, extremada; si la dificultad de la
-mucha filosofía que en sí encierra, reducida con suma claridad a lo que
-solo el ingenio capacísimo de Garcilaso podía comprehender, no otro...»
-Poco menos dice Herrera en sus <i>Anotaciones</i>, pág. 250.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_313" href="#FNanchor_313" class="label">[313]</a>
-El licenciado Juan López de Úbeda dice en el prólogo de su <i>Vergel
-de Flores divinas</i> (1582) que Garcilaso, Boscán, Castillejo y otros
-muchos autores después de haber gastado tiempo en escribir versos
-<i>a lo humano</i>, vueltos en sí, y comprendiendo la vanidad de
-sus escritos, «escribieron cosas maravillosas a lo divino, como la
-<i>Conversión</i>, de Boscán, que anda escrita de molde; la <i>Elegía
-al Alma</i>, de Garcilaso, y ansí otras muchas». No se sabe a que
-elegía de Garcilaso alude Úbeda. (Menéndez y Pelayo sospecha que acaso
-quiso referirse a esta Canción cuarta, <i>Antología</i>, XIII, pág.
-393.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_314" href="#FNanchor_314" class="label">[314]</a>
-«<i>Confesado</i>: habiendo publicado mi mal. Este verso humilló mucho
-la grandeza de esta estanza.» (Herrera, pág. 250.) Es la única alusión
-de Garcilaso al dogma católico.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_315" href="#FNanchor_315" class="label">[315]</a>
-«Describe hermosamente aquella interna discordia y guerra en que
-contrasta, reluchando, la razón, con el apetito sensual y bruto...»
-(Herrera, pág. 252.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_316" href="#FNanchor_316" class="label">[316]</a>
-<i>a la hora</i> por <i>luego, inmediatamente</i>: el escribano
-Rodrigo de Idoyaga, que actuó en el proceso de Garcilaso por lo del
-<i>desposorio</i>, empleaba con frecuencia este giro: «dijo que estaba
-presto de las complir, y para ello ir <i>a la hora</i> a la villa
-de Tolosa.» «E luego <i>a la hora</i>, visto lo susodicho, el dicho
-Corregidor dijo:» (Navarrete, págs. 211 y 220.) «Él, avergonzado,
-conoció su yerro; pidió perdón, que le dio <i>a la hora</i> de buena
-gana, contento de sastisfacerse de su injuria con la muestra de su
-valor y esfuerzo.» (Mariana, <i>Historia</i>. Conquista de Sevilla.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_317" href="#FNanchor_317" class="label">[317]</a> Se
-rindió la razón al apetito.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_318" href="#FNanchor_318" class="label">[318]</a>
-«Aquí moraliza la fábula de Tántalo, el cual fingen los poetas que está
-en el infierno metido en el río con el agua hasta la boca, y cuando
-quiere beber, le huye el agua.» (Brocense, nota 40.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_319" href="#FNanchor_319" class="label">[319]</a>
-«Moraliza la fábula de Venus, que fingen los poetas que la prendió
-Vulcano en una sutilísima red, tomándola en adulterio con el dios
-Marte.» (Brocense, nota 41.) «Clemente Alejandrino dice en el Libro 2.º
-de su <i>Pedagogo</i>, que las cadenas con que fue presa Venus... son
-el oro y ornato mujeril... los aderezos, y vestidos y joyas, señales
-del adulterio...» (Herrera, <i>Anotaciones</i>, pág. 256. Trató esta
-fábula Ovidio en sus <i>Metamórfosis</i>, lib. IV, fáb. III.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_320" href="#FNanchor_320" class="label">[320]</a>
-Escribió Garcilaso esta Canción a la <i>Flor de Gnido</i> —D.ª Catalina
-San Severino, hermana del Príncipe de Bisignano y viuda del Duque de
-Traggeto— para persuadirla a ser menos esquiva con Mario Galeota, su
-cortejante, gran amigo del poeta. Hay otras opiniones, como se verá en
-la <a href="#Footnote_323">nota al verso 12</a>; pero esta, apoyada
-directamente en el testimonio de D. Antonio Puertocarrero, yerno de
-Garcilaso, parece la más autorizada. (Herrera, pág. 266.) De esta
-bellísima composición dicen los críticos que nada le faltó si acertó
-con su halago a conseguir lo que antes no pudieran los rendimientos y
-obsequios del galán. (Navarrete, pág. 52.) El nombre de Mario Galeota
-aparece otra vez en el <a href="#Ch5-33">Soneto XXXIII</a>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_321" href="#FNanchor_321" class="label">[321]</a>
-Este género de estrofas que Garcilaso trajo al castellano han quedado
-en nuestra poética con el nombre de <i>liras</i> por aparecer esta
-palabra en el primero de los presentes versos. Entre los que siguieron
-a Garcilaso escribiendo en <i>liras</i> sus canciones, ninguno honró
-tanto esta combinación métrica como el ilustre Fr. Luis de León.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_322" href="#FNanchor_322" class="label">[322]</a>
-Tal fue el maravilloso prodigio que obró el infortunado Orfeo en los
-montes de Tracia lamentando la pérdida de su bella esposa Eurídice.
-(V. <a href="#Footnote_137">notas a los versos 942, Eg. II</a>, y <a
-href="#Footnote_228">144, Eg. III</a>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_323" href="#FNanchor_323" class="label">[323]</a>
-«En Nápoles hay un barrio que se dice <i>Il Seggio di Gnido</i>, que
-es como una parte donde se ayuntan los caballeros. Allí había muchas
-damas, entre las cuales una, llamada Violante Sant Severino, hija del
-Duque de Soma, era servida de un amigo de Garcilaso llamado Fabio
-Galeota.» (Brocense, nota 43.) Por Fabio, hijo de Vicencio Belprato,
-Conde de Aversa, que sirvió a Violante San Severino, escribió Garcilaso
-esta Canción, dice Tamayo, fol. 10, sin tener en cuenta la explicación
-dada antes por Herrera; y de estas afirmaciones viene la duda sobre
-si los interesados en esta Canción fueron Mario o Fabio, Catalina o
-Violante.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_324" href="#FNanchor_324" class="label">[324]</a> En
-lo de <i>sublimes ruedas</i> se debe entender <i>carros triunfales</i>.
-(Herrera, pág. 268.) Si aludiese a la <i>rueda de Fortuna</i> sería
-superfluo el plural <i>ruedas</i>, como dice Tamayo, fol. 24; mas
-Garcilaso habla de los Capitanes romanos y sus triunfos, y así
-<i>sublimes ruedas</i> serán los carros triunfales y sublimidad del
-triunfo en que aquellos Capitanes se manifestaban al pueblo entre
-trofeos de sus victorias y cautivos encadenados; «y al tiempo que los
-truhanes van delante de los carros triunfales diciendo: <i>¡Viva, viva
-la invencible Roma!</i>, por otra parte los pobres cautivos van, en sus
-corazones, diciendo a los dioses: <i>¡Justicia, justicia!</i>...» (A.
-de Guevara, <i>Reloj de Príncipes</i>.) (Razonamiento de un germano al
-Senado de Roma.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_325" href="#FNanchor_325" class="label">[325]</a>
-Aquellos capitanes que domesticaron a los alemanes y a los franceses
-fueron los romanos, domesticadores también de España.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_326" href="#FNanchor_326" class="label">[326]</a>
-Dice bien Herrera, pág. 266, que lo de ver una alusión al nombre de
-Violante, en <i>convertido en viola</i>, y negar por ello que esta
-Canción fuese escrita a D.ª Catalina, «es conjetura muy flaca y de poco
-fundamento». La conjetura es del Brocense, nota 43.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_327" href="#FNanchor_327" class="label">[327]</a>
-Venus apareció en el mar flotando en una concha. <i>A la concha de
-Venus amarrado</i>, es alusión al apellido <i>Galeota</i>, como si
-dijera <i>galeote</i>, forzado de la <i>galera</i> de Venus. En esto
-están de acuerdo el Brocense, nota 43, y Herrera, pág. 269.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_328" href="#FNanchor_328" class="label">[328]</a>
-<i>Palestra</i>: «En la habla griega significa <i>lucha</i>. Halló la
-palestra Mercurio, y su invención dice Filostrato que fue en Arcadia;
-y por ser el autor della, fingieron que era su hija.» (Herrera,
-<i>Anotaciones</i>, 269.) Garcilaso dice <i>la polvorosa palestra</i>,
-por el lugar o sitio donde se lucha.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_329" href="#FNanchor_329" class="label">[329]</a>
-De estos versos se deduce que el cortejante de la <i>Flor de Gnido</i>
-era poeta; y, al efecto, dice el Brocense, nota 43, que «entre las
-rimas de diversos poetas hay una elegía de Fabio Galeota a Violante,
-que comienza: <i>Andrete senza me, chara Violante</i>...» Tal noticia
-defiende mucho a <i>Fabio</i> en cuanto a la propiedad de esta Canción
-de Garcilaso; mas, por lo que toca a <i>Mario</i>, candidato de
-Herrera, siendo joven, cortesano, galanteador y amigo de nuestro poeta,
-en tiempos en que tanto se estimaba la poesía en los palacios, no es
-difícil suponer que también escribiría versos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_330" href="#FNanchor_330" class="label">[330]</a>
-«Este lugar muchos le han querido enmendar por no entenderle; quiere
-decir: No debe ser notada una dama de ingrata, pues no tiene otra
-falta.» (Brocense, nota 43.) «No debe merecer nombre de ingrata quien
-carece de todos los demás vicios.» (Herrera, 270.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_331" href="#FNanchor_331" class="label">[331]</a>
-«Esta fábula cuenta largamente — Ovidio, <i>Metam.</i>, lib. XIV, fáb.
-XIII. En suma es que Ifis andaba muy enamorado de Anaxárite, y no
-pudiéndola enternecer a sus plegarias, amaneciole un día ahorcado a la
-puerta. Y ella, como le vio, quedose helada y fue vuelta en mármol.»
-(Brocense, nota 43.) Está traducida por D. Diego de Mendoza, en coplas
-españolas, en la carta que empieza: «Amor, amor que consientes — que
-los días se me alarguen...» (V. <i>Auts. Esps. Poetas líricos de los s.
-<span class="asc">XVI</span> y <span class="asc">XVII</span></i>, pág.
-73.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_332" href="#FNanchor_332" class="label">[332]</a>
-<i>Por las venas la sangre iba</i>... Los comentadores de Garcilaso
-han creído hallar en estos versos una noticia de la circulación de la
-sangre, anterior a las alusiones del español Servet y a la explicación
-científica del inglés Hervey.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_333" href="#FNanchor_333" class="label">[333]</a>
-«Es <i>Némesis</i> la venganza divina que castiga los soberbios y sus
-arrogancias.» (Herrera, 273.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_334" href="#FNanchor_334" class="label">[334]</a> El
-primero que aclimató el soneto en España fue Boscán; Garcilaso acabó de
-perfeccionar su estructura. Antes que ellos, el Marqués de Santillana
-escribió sonetos castellanos, pero su ensayo no fructificó. Sobre esto
-véase M. Menéndez y Pelayo, <i>Antología</i>, XIII, págs. 227-232.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_335" href="#FNanchor_335" class="label">[335]</a>
-Lope imitó ceñidamente este soneto en el primero de sus <i>Rimas
-Sacras</i>, y el Duque de Sesa túvolo por modelo cuando en otro soneto,
-«con puntas de festivo, pero con ribetes de melancólico», lamentó la
-ruina de su hacienda. (V. F. Rodríguez Marín, <i>Barahona</i>, pág.
-68.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_336" href="#FNanchor_336" class="label">[336]</a>
-Es caso tan lastimoso acuchillar a un rendido que el amante pudo fiar
-en esta imagen para mover su dama a compasión. Asimismo dijo Torres
-Naharro: «¿Cuál honra te pudo ser — Dar lanzada a moro muerto...»
-(Herrera, pág. 82.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_337" href="#FNanchor_337" class="label">[337]</a>
-Resulta corto este verso, llanamente pronunciado. Herrera
-le impone una diéresis violenta: <i>Y</i>-<i>en</i>-do-me
-a-le-jan-do-ca-da-dí-a. Tamayo le antepone una sílaba: Y-yen-do-me
-ale-jan-do... Remedio más sencillo parece deshacer la sinéresis
-del verso que uno y otro conservan en medio del verso, midiendo:
-Yen-do-<i>me</i>-<i>a</i>-le-jan-do-ca-da-dí-a. A esto da derecho la
-libertad con que los clásicos usaron de la diéresis y de la sinéresis,
-como se ve en Lope: <i>Se</i>-<i>a</i>-jus-to o-no-sea-jus-to; y
-en Góngora: E-llas-po-nían-el-de-dal; Y-yo-po-ní-a-la a-gu-ja. (V.
-Rodríguez Marín, l. c. en la <a href="#Footnote_82">nota, Eg. II, v.
-15</a>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_338" href="#FNanchor_338" class="label">[338]</a>
-Dice el poeta que consolaría su amargura volviendo a ver a su dama,
-¡teniendo siquiera la esperanza de volverla a ver!; fuera de esto,
-solo aguarda consuelo en la muerte; mas tan desgraciado se considera,
-que cree que ni la misma muerte le ha de hacer la misericordia de
-llevárselo —tan pronto como quisiera él—. Este mismo pensamiento
-puso Fernando de Cangas en una copla citada por Herrera en sus
-<i>Anotaciones</i>: «Y si es remedio a mi pena — Morir por causa tan
-buena — Yo sé que no moriré; — Porque no mereceré — Gozar de gloria tan
-llena.» El ilustre Azara dice que Garcilaso puso en los seis últimos
-versos de este soneto «una antítesis ridícula, esto es: que morirá si
-ve o no ve a su dama.» No es cierto: el poeta no dice <i>que morirá si
-ve a su dama</i>; todo lo contrario.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_339" href="#FNanchor_339" class="label">[339]</a>
-Tras de la tempestad viene la calma. «Con lluvia y noche scura — Si el
-cielo se escurece, él se serena. — No si falta ventura — Agora ha de
-durar siempre la pena.» Horacio. (V. Brocense, nota 5.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_340" href="#FNanchor_340" class="label">[340]</a>
-Las amarguras de la ausencia inspiraron a Garcilaso, además
-del presente soneto, los núms. <a href="#Ch5-3">III</a>,
-<a href="#Ch5-9">IX</a>, <a href="#Ch5-19">XIX</a>, <a
-href="#Ch5-20">XX</a> y <a href="#Ch5-36">XXXVI</a>. Del presente y del
-<a href="#Ch5-9">IX</a> sospechó Tamayo, fols. 7 y 8, que debieron ser
-escritos en la isla del Danubio, donde el poeta estuvo desterrado. Esto
-mismo puede sospecharse del núm. <a href="#Ch5-11">XI</a>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_341" href="#FNanchor_341" class="label">[341]</a>
-En este pasaje y en la <a href="#FNanchor_314">Canc. IV, v. 6</a>, da
-Garcilaso a la frase <i>traer por los cabellos</i> un valor distinto
-de su uso corriente. Dice traer por los cabellos de la violencia con
-que es aportado al discurso algún argumento, autoridad o consecuencia:
-«puesto que los refranes son sentencias breves (dijo Don Quijote
-a Sancho), muchas veces los traes tan por los cabellos que más
-parecen disparates que sentencias»; pero Garcilaso no se refiere al
-discurso, sino a la violencia moral de ser una persona arrastrada
-involuntariamente a una determinada acción. <i>Tornado</i>, vuelto, era
-ya para Herrera voz envejecida y desusada.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_342" href="#FNanchor_342" class="label">[342]</a>
-Conocer lo mejor y, sin embargo, seguir lo peor es dejar triunfar la
-pasión sobre el pensamiento, el apetito sobre la voluntad, y esto
-es tan humano y tan frecuente, que se encontrará repetido en muchos
-poetas; Herrera cita ejemplos de Ovidio, Petrarca, Chariteo, Salvago,
-Rebeiro y Hurtado de Mendoza.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_343" href="#FNanchor_343" class="label">[343]</a>
-Empleamos hoy <i>quien</i>, <i>quienes</i>, cuando el relativo se
-refiere a persona o cosa personificada; pero el uso antiguo lo empleaba
-también algunas veces como relativo de cosa: «Quiérote contar las
-maravillas que este transparente alcázar solapa, de <i>quien</i> yo soy
-el alcaide...» (Cervantes.) Por ligero tinte de personificación que a
-una cosa se atribuya, como en este verso ocurre con <i>inclinación</i>,
-cabe el uso de <i>quien</i>, según se puede ver en Rioja, Ercilla,
-Jovellanos, Alcalá Galiano, etc. (V. Andrés Bello, <i>Obras
-completas</i>, tomo IV, Madrid, 1903, págs, 179-182.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_344" href="#FNanchor_344" class="label">[344]</a>
-El pensamiento de este soneto es muy común entre los poetas. El amante
-libre de pasados amores y de sus amarguras, jura no volver por tales
-pasos; pero se le ofrece una nueva ocasión, un amor <i>que no es como
-los otros ni está en su mano poderse valer contra él</i>, y el poeta
-rinde su corazón una vez más.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_345" href="#FNanchor_345" class="label">[345]</a>
-Esta antigua costumbre, de la cual hablan Virgilio, Horacio, Tasso
-y otros muchos poetas, no se ha perdido aun entre los marineros, y
-particularmente la conservan los pescadores.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_346" href="#FNanchor_346" class="label">[346]</a>
-<i>Como</i>, no me parece aquí correlativo de <i>tal</i>, leo así: «Yo,
-<i>como</i> vano e incauto había jurado nunca más meterme, etc...»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_347" href="#FNanchor_347" class="label">[347]</a>
-<i>al camino</i> por <i>en el camino</i>; este uso de <i>al</i> se
-conserva aún como provincialismo: «Ricardo no estuvo al baile; le
-encontré al arco del Alcázar.» (Ávila.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_348" href="#FNanchor_348" class="label">[348]</a>
-<i>como perdidos</i>: ciegamente como locos. (V. <a
-href="#FNanchor_297">Canc. I, verso 12</a>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_349" href="#FNanchor_349" class="label">[349]</a>
-<i>turo</i> de <i>turar</i>: durar, permanecer. En los valles del
-Pirineo aragonés es aun corriente esta palabra en la forma de
-<i>aturar</i>: «<i>atúrame exas crabas</i>:=» detenme esas cabras.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_350" href="#FNanchor_350" class="label">[350]</a>
-tamaño, <i>tam magnus</i>, quiere decir propiamente <i>tan grande</i>,
-pero aquí no con valor comparativo, sino absoluto, como cuando decimos:
-no se puede vivir en clima <i>tan frío</i>. Del uso de esta palabra
-en este verso han hablado largamente Herrera, <i>Prete Jacopin</i>
-y Tamayo de Vargas, y un buen comentario de ello se encuentra en
-Rodríguez Marín, <i>Luis Barahona de Soto</i>, pág. 680-681.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_351" href="#FNanchor_351" class="label">[351]</a>
-«Este soneto es, sin comparación, el más dulce y suave de los de
-Garcilaso.» (Azara.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_352" href="#FNanchor_352" class="label">[352]</a>
-«Acordábase el Cisne que sus plumas habían vestido más color de fuego
-que de nieve... que su corazón había quemado muchas veces las alas
-en torno de unas luces mentidas... y comenzó a llorar lo que antes
-había cantado; porque derribando de su memoria las imágenes que
-habían ocupado sus aras, deshojando esperanzas y prendas antiguas,
-decía inspirado de mejor Numen: <i>¡Oh, dulces prendas por mi mal
-halladas!</i>» (Cienfuegos, <i>Vida del Grande San Francisco de
-Borja</i>, Madrid, 1726, pág. 52.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_353" href="#FNanchor_353" class="label">[353]</a>
-También Herrera en un soneto decía al Betis: «... destilado — Iré en
-tu curso largo y extendido, — en llanto desatado — Seré en tus blancas
-manos recogido.» (<i>Anotaciones</i>, pág. 129.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_354" href="#FNanchor_354" class="label">[354]</a>
-Dicen que fue Dafne una hermosísima hija del río Perseo, de Tesalia,
-y que encendido Apolo en amor loco, la seguía, perdido por ella; y ya
-que la iba alcanzando, suplicó Dafne a la Tierra, su madre, que la
-recogiese en sí, librándola de aquel trance, y la tierra escuchó su
-voto y transformó a la doncella en un bello laurel, al pie del cual
-tanto ha llorado Apolo su imposible amor, que con sus lágrimas mantiene
-al laurel siempre verde y lozano. (Ovidio, <i>Metam.</i>, lib. I, fáb.
-X.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_355" href="#FNanchor_355" class="label">[355]</a>
-El símil de la madre y el hijo doliente contenido en estos primeros
-versos, hállase también rimado por Boscán y Hurtado de Mendoza,
-y procede, según el Brocense, nota 16, y Menéndez y Pelayo,
-<i>Antología</i>, XIII, 302, del gran poeta del amor, Ausías March:
-«Li’n pren aixi com dona ab son infant, — Que si veri li demana
-plorant, — Ha tant poch seny que no l’sab contradir.» (<i>Cants
-d’Amor</i>, XXVIII.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_356" href="#FNanchor_356" class="label">[356]</a>
-Recuerda en estos versos el prodigio del amoroso llanto de Orfeo, por
-manera semejante a como se lee en las dos primeras liras de la Canción
-<i>A la Flor de Gnido</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_357" href="#FNanchor_357" class="label">[357]</a>
-Hizo Garcilaso este soneto como epitafio a la sepultura de su hermano
-D. Fernando, que murió de pestilencia en Nápoles, de edad de veinte
-años, hallándose en el ejército del Emperador Carlos V contra los
-franceses.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_358" href="#FNanchor_358" class="label">[358]</a>
-Ese fiero ruido que quiere imitar el estampido del rayo que Vulcano
-labró en las fraguas del Etna para el padre Júpiter, es el ruido de
-la artillería, «cruelísimo linaje de máquina militar que llamaron
-<i>bombarda</i>, del estruendo y ardor, y nosotros <i>lombarda</i>...
-Pero no eran estas como las de ahora, sino más cortas y más gruesas,
-que por ventura debían ser las piezas que hoy llaman <i>morteros</i>.»
-(Herrera, págs. 149-150.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_359" href="#FNanchor_359" class="label">[359]</a>
-<i>Parténope</i> es la ciudad de Nápoles, como queda dicho en la <a
-href="#FNanchor_276">Eleg. II, v. 38</a>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_360" href="#FNanchor_360" class="label">[360]</a>
-«Por ventura fue este numeroso y bellísimo y afectuoso soneto escrito a
-Julio César, poeta napolitano, de la nobilísima casa Caraciola de aquel
-reino.» (Herrera, página 184.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_361" href="#FNanchor_361" class="label">[361]</a>
-Garcilaso, partiendo de Nápoles, parece ser que había ido precisamente
-adonde vivía la dama de Julio, y Julio había quedado en Nápoles,
-donde vivía la dama de Garcilaso; uno y otro, pues, podían cambiarse
-<i>nuevas</i>, noticias, de sus damas respectivas. ¿Por qué ha de ser
-<i>ridículo de puro exquisito</i>, este modo de explicarse? Azara
-es algo descontentadizo: Garcilaso no escribió este soneto para
-nosotros, sino para Julio, que estaría bien enterado de los pormenores
-de su asunto, y que, por consiguiente, no había de tropezar en las
-dificultades de que Azara protesta.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_362" href="#FNanchor_362" class="label">[362]</a>
-Una ausencia de la dama del poeta le inspiró las quejas del presente
-soneto.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_363" href="#FNanchor_363" class="label">[363]</a>
-En un ejemplar antiguo que manejó el Brocense, nota 24, leíase
-<i>largueza</i> en vez de <i>guerra</i>, palabra que, a mi juicio,
-aclara más el pensamiento del poeta, el cual, acongojado por la
-partida de su dama, abrázase a su propia pena, deseando atajar así la
-<i>largueza</i> del camino, es decir, deseando abreviar su vida.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_364" href="#FNanchor_364" class="label">[364]</a>
-«Este soneto fue escrito a D. Pedro de Toledo, Marqués de Villafranca
-y Virrey de Nápoles; aunque algunos piensan que a D. Alonso de Ávalos,
-Marqués del Vasto, grande amigo de Garcilaso.» (Herrera, pág. 168.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_365" href="#FNanchor_365" class="label">[365]</a>
-«El argumento de este soneto es caso particular, y por eso difícil
-de inteligencia. Parece que yendo a ver a su señora, que tenía
-descubiertos los pechos, el poeta puso los ojos en ellos, alargándose
-en la consideración de la belleza del alma, aunque el duro encuentro
-de la hermosura corporal impidió su intento, y compelió a olvidar su
-primer pensamiento y parar en la belleza exterior.» (Herrera, pág.
-170.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_366" href="#FNanchor_366" class="label">[366]</a>
-La precedente explicación pareció a Herrera más acertada que las demás
-conjeturas que se le ocurrieron, y en esto coincidió con el Brocense,
-el cual decía de este primer terceto, que la dama, pesándole de que
-el poeta le hubiese visto el pecho, «acudió con la mano a cubrillo y
-hiriose, con algún alfiler de la beatilla, en él». (Nota 25) Tamayo,
-fol. 11, se muestra conforme con esta interpretación más <i>material
-que espiritual</i>; sin embargo, Azara dice que «las circunstancias con
-que lo visten Herrera y Sánchez son conjeturas que no satisfacen».</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_367" href="#FNanchor_367" class="label">[367]</a>
-<i>gonna</i>: ropa larga de mujer, a manera de bata. El poeta,
-considerando la picadura del alfiler como golpe de saeta de amor, se
-duele de que su herida <i>no hubiese pasado más allá de la gonna</i>.
-Este verso «del Petrarca, Canc. IV, Stanc. II, reprehenden, por ser
-introducido entre los castellanos; más engáñanse, no considerando
-que debía de ser este soneto para alguna señora de Italia, donde tan
-favorecido vivió Garcilaso, fuera de que no es cosa vituperable cuando
-se toman estos versos de hombres insignes»... (Tamayo, notas, fol.
-11.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_368" href="#FNanchor_368" class="label">[368]</a>
-Dice la Pipota en <i>Rinconete y Cortadillo</i>: «Holgaos, hijos...,
-que vendrá la vejez y lloraréis en ella los ratos que perdisteis en
-la mocedad, como yo los lloro»; que no es otra cosa sino lo que dijo
-Ausonio en su famoso epigrama: «Collige, virgo, rosas...», mil veces
-repetido y parafraseado por los poetas españoles y extranjeros (V.
-ejemplos en Herrera, <i>Anotaciones</i>, págs. 175, 186, y F. Rodríguez
-Marín, <i>Barahona</i>, págs. 295-297 y 628-630), y asimismo, lo que
-una vieja de antigua edad aconsejaba a la bella Melisenda, encendida en
-amores del Conde Ayuelos: «Mientras sois moza, mi hija, — placer vos
-querades dar — que si esperáis a vejez — no vos querrá un rapaz.» (R.
-Menéndez Pidal, <i>El Romancero Español</i>, The Hispanic Society of
-America, 1910, pág. 26.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_369" href="#FNanchor_369" class="label">[369]</a>
-«Este soneto fue escrito a la Marquesa de la Padula, D.ª María de
-Cardona, hija del Marqués D. Juan de Cardona... Fue su esposo D. Artal
-de Cardona, Conde de Colisano... Después casó en el año de 1538 con
-D. Francico de Este, hermano del Duque de Ferrara. Por ella escribió
-Mario de Leo el <i>Amor preso</i>, y a ella dedicó el Gesualdo sus
-<i>Comentos</i> en Petrarca. Fue muy discreta y valerosa, inclinada al
-conocimiento de la historia y poesía, y aunque no muy hermosa, tuvo
-mucha gracia y donaire.» (Herrera, pág. 187.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_370" href="#FNanchor_370" class="label">[370]</a>
-Se ha hecho clásico este elogio de llamar <i>décima Musa</i> a una
-dama docta, como <i>cuarta Gracia</i> a una dama bella, siendo nueve
-las Musas, <i>las moradoras del Parnaso</i>, y las Gracias, tres; D.
-Adolfo de Castro llama a doña Cristobalina Fernández de Alarcón décima
-musa antequerana (<i>Auts. Esps. Poetas Líricos de los siglos <span
-class="asc">XVI</span> y <span class="asc">XVII</span></i>, Madrid,
-1854, tomo I, pág. 31), y el Sr. Rodríguez Marín (<i>Luis Barahona
-de Soto</i>, Madrid, 1903, pág. 425), a propósito de D.ª Rosalía de
-Castro, dice también «la dulce Rosalía, décima musa del Parnaso de
-España, y no primera, sino única, del gallego».</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_371" href="#FNanchor_371" class="label">[371]</a>
-Luis Tansillo (¿1510?-1568), poeta italiano, autor del malicioso
-poema <i>Il Vendemmiatore</i>, que la Inquisición condenó, y de <i>Le
-Lagrime di San Pietro</i>. Estuvo con Garcilaso en la expedición a
-Túnez. — Antonio Sebastián Minturno, obispo y literato italiano (†
-1574), que escribió varias poesías y libros de erudición. — Bernardo
-Tasso, (1493-1569), poeta italiano también, Secretario del Príncipe
-de Salerno, cantor de la bella Ginebra Malatesta, amante de Tulia de
-Aragón y padre del famosísimo <i>Cisne de Sorrento</i>, que escribió
-la <i>Jerusalén conquistada</i> y la <i>Aminta</i>. Bernardo Tasso fue
-autor del poema <i>Amadigi</i> (Amadís de Gaula).</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_372" href="#FNanchor_372" class="label">[372]</a>
-Helicona por Helicón. Monte de Grecia consagrado por los poetas como el
-Pindo y el Parnaso; en él tenían su morada Apolo y las Musas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_373" href="#FNanchor_373" class="label">[373]</a>
-Habla el poeta junto a la sepultura de su dama.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_374" href="#FNanchor_374" class="label">[374]</a>
-Este soneto, por su honda melancolía y por la llaneza de su forma,
-me parece uno de los mejores de Garcilaso. Es un lamento lleno de
-amargura. Los que le han censurado cuando sutiliza y alambica a la
-manera italiana, no debieran haber callado su elogio en este lugar.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_375" href="#FNanchor_375" class="label">[375]</a>
-El poeta, experimentado en amarguras, había jurado nunca más
-amar, pero una sirena napolitana cautivó su espíritu, soneto <a
-href="#Ch5-7">VII</a>; dio cuenta a Boscán del principio de esta
-aventura en el soneto <a href="#Ch5-28">XXVIII</a>, guardando,
-respecto a quien fuese la dama, absoluta reserva; esto pudo
-ocurrir a fines de 1532; el poeta no era ya un mancebo, pero se
-enamoró con loco encendimiento, y rindiose apasionadamente a
-la sirena misteriosa, <a href="#Ch5-5">soneto V</a>; un feliz descuido del tocado,
-soneto <a href="#Ch5-22">XXII</a>, le arriesgó a un consejo
-malicioso, soneto <a href="#Ch5-23">XXIII</a>, y, al mismo tiempo,
-lamentaba rigores, cuidados, arrepentimientos y sospechas,
-sonetos <a href="#Ch5-15">XV</a>, <a href="#Ch5-20">XX</a>,
-<a href="#Ch5-27">XXVII</a>, <a href="#Ch5-30">XXX</a> y <a
-href="#Ch5-31">XXXI</a>. Llegó la empresa de África: el poeta, desde
-Túnez, duélese de su ausencia, soneto <a href="#Ch5-35">XXXV</a>; y
-desde Sicilia, a su regreso, confía a Boscán sus inquietudes, temeroso
-de olvidos y mudanzas, <a href="#Ch2-2">Elegía II</a>. Volvió el poeta
-a Nápoles, hacia septiembre de 1535; su dama no le había sido infiel,
-pero había muerto, o acaso murió poco después de su llegada; en los
-sonetos <a href="#Ch5-25">XXV</a> y <a href="#Ch5-26">XXVI</a> hay
-un hondo dolor, un dolor verdadero; un año después murió el poeta.
-Tal pudo ser, en fin, esta historia sencilla y sentimental. Una duda:
-estos dos últimos sonetos pueden ser también a la muerte de D.ª Isabel
-Freyre. (V. Eg. I., v. 2, <a href="#Footnote_28">nota</a>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_376" href="#FNanchor_376"
-class="label">[376]</a> «Niega Morel-Fatio (<i>L’Espagne
-au <span class="asc">XVI</span><sup>e</sup> et au <span
-class="asc">XVII</span><sup>e</sup> siècle</i>, pág. 602) que este
-soneto, imitado de Ausías March, pueda ser de Garcilaso, porque este
-no se hubiera atrevido a truncar el endecasílabo, y le atribuye
-a Boscán o D. Diego de Mendoza. Pero es cierto que Garcilaso, en
-la Canc. II, usa con insistencia los versos agudos (véase la <a
-href="#Footnote_307">nota a la Canc. II, v. 68</a>), y nada tiene de
-particular que los emplease imitando unos versos de Ausías, puesto
-que el original catalán los tiene también. Hay de este soneto una
-refundición en que los agudos se han convertido en graves (publicada
-por Knapp, por Morel y por Walberg, notas a Juan de la Cueva, pág. 91),
-según copias distintas: <i>Amor, amor, me ha un hábito vestido</i>.
-Esta refundición lleva en los manuscritos el nombre de Mendoza. Hay,
-finalmente, otra refundición, también sin agudos, de que se valió
-el Brocense en su edición de Garcilaso. D. Diego de Mendoza imitó
-el mismo pasaje de Ausías en una canción.» (M. Menéndez y Pelayo,
-<i>Antología</i>, XIII, pág. 221, nota.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_377" href="#FNanchor_377" class="label">[377]</a>
-<i>salvatiquez</i>, en italiano <i>selvatichezza</i>. La <i>e</i>
-de la primera sílaba de <i>selvatiquez</i> se ha transformado en
-<i>a</i>, por asimilación de la <i>a</i> siguiente, por influencia
-de la forma vulgar <i>salvaje</i> (silvaticu), o por ambas causas;
-casos análogos: <i>balanza</i> (bilance), <i>zarcillo</i> (circellu),
-ant. <i>cercillo</i>, etc. (V. R. Menéndez Pidal, <i>Gram. Hist.</i>,
-Madrid, 1905, § 18-3.) También otro cultismo: <i>parálisis</i>,
-dejose influir por la forma vulgar <i>perlesía</i>, dando origen a
-<i>paralisía</i>. (<i>Bulletin de Dialectologie romane</i>, Bruxelles,
-1909, pág. 126.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_378" href="#FNanchor_378" class="label">[378]</a>
-Leandro, para ver a su amante Hero, atravesaba de noche, a nado,
-el Helesponto. Hero le orientaba desde su torre con la luz de
-una antorcha. La posibilidad del viaje de Leandro fue demostrada
-experimentalmente por Lord Byron, atravesando a nado aquel estrecho,
-entre Sestos y Abidos, en 31 de mayo de 1810, según él mismo refiere
-en una nota del canto 2.º de <i>Don Juan</i>. Una noche de tempestad
-apagose la luz; Leandro, perdido entre bravas olas, murió ahogado,
-y Hero murió también al descubrir desde la orilla su cadáver. De
-la historia de este bello asunto en nuestra literatura ha hecho un
-magnífico estudio el Sr. Menéndez y Pelayo en su <i>Antología</i>, tomo
-XIII, págs. 334-378.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_379" href="#FNanchor_379" class="label">[379]</a>
-<i>esecutá</i> por <i>ejecutad</i>. (V. <a href="#Footnote_95">nota
-al v. 253 de la Eg. II</a>.) La pérdida de la <i>d</i> final en la
-pronunciación de los imperativos <i>vení</i>, <i>poné</i>, <i>mirá</i>,
-etc., nació, sin duda, en el lenguaje familiar; este valor tiene
-el testimonio de Santa Teresa (<i>Las Moradas</i>, ed. <i>Clásicos
-Castellanos</i>, Madrid, 1910, pág. 43, nota 16), aparte de la
-tradición de dicho fenómeno conservada en la Argentina: <i>cantá</i>,
-<i>hacé</i>, y en la lengua literaria ante el pronombre <i>os</i>:
-<i>andaos</i>, <i>salíos</i> (excepto <i>idos</i>); pero los clásicos,
-desde Garcilaso, adoptaron también aquella pronunciación, y pusiéronla
-en moda: «Andá, señor, que estáis muy mal criado.» (V. Bello-Cuervo,
-<i>Gramática</i>, París, 1907, § 614; R. Menéndez Pidal, <i>Gram.
-Hist.</i>, § 107-2.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_380" href="#FNanchor_380" class="label">[380]</a>
-<i>contrastado</i>: resistido.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_381" href="#FNanchor_381" class="label">[381]</a>
-<i>poner</i> por <i>deponer</i>, rendir las armas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_382" href="#FNanchor_382" class="label">[382]</a>
-<i>despojos</i>: las armas del vencido y demás restos de la derrota
-de que se rodeaban los victoriosos en sus carros triunfales. (V. <a
-href="#FNanchor_324">Canc. V, v. 17</a>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_383" href="#FNanchor_383" class="label">[383]</a>
-Endecasílabos de <i>muiñeira</i>, propuestos, como endecasílabos malos,
-por no tener los acentos en su sitio, para ingresar en la sala segunda
-del <i>Hospital de los versos incurables</i>, fundado por D. Eduardo
-Benot en su <i>Prosodia castellana y versificación</i>, tomo III, págs.
-154-249:</p>
-
-<p class="ti1">—Oh, crudo nieto, que das vida al padre—</p>
-
-<p class="ti1">—Ora clavando del ciervo ligero. —<a href="#Eg2-194">Eg.
-II, v. 194</a>.</p>
-
-<p class="ti1">—Cómo pudiste tan presto olvidarte. —<a
-href="#Eg2-578">Eg. II, v. 578</a>.</p>
-
-<p class="ti1">—Hace tremer con terrible sonido. —Hurtado de
-Mendoza.</p>
-
-<p class="ti1">—¡Qué! ¿no te acuerdas de cuando cantando? —Barahona.</p>
-
-<p class="ti1">—Se la mia vita dall’ aspro tormento. —Petrarca.</p>
-
-<p class="ti1">—Gran Cardinal di la Chiesa di Roma. —Ariosto.</p>
-
-<p class="ti1">(V. F. Rodríguez Marín, <i>Barahona</i>, pág. 425.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_384" href="#FNanchor_384" class="label">[384]</a>
-Supónese esta genealogía: El espíritu engendra el amor, y del amor,
-en maridaje con la envidia, nacen los celos; estos, que son el
-<i>monstruo</i> parido por la envidia, son <i>el nieto cruel</i> que
-encendiendo el amor matan el alma —dan vida al padre y matan al
-abuelo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_385" href="#FNanchor_385" class="label">[385]</a>
-«Hermosísima alegoría por todo el terceto, y no sé si se hallará en
-la lengua latina otra más ilustre y bien tratada que esta.» (Herrera,
-<i>Anotaciones</i>, pág. 209.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_386" href="#FNanchor_386" class="label">[386]</a>
-<i>A Mario Galeota.</i> Soneto núm. XXXV en las ediciones de Azara y
-Castro. Expedición a Túnez contra Barbarroja. El 14 de julio de 1535,
-el ejército del Emperador se apoderó del fuerte de la Goleta, y estuvo
-en aquella empresa Garcilaso con su hermano D. Pedro Laso, el Marqués
-de Lombay, D. Diego Hurtado de Mendoza y otros muchos caballeros
-ilustres. Doce guerreros, Garcilaso entre ellos, se atrevieron a
-acometer ochenta caballos númidas que les provocaban; fue el aprieto
-grande; nuestro poeta fue socorrido por Federico Carraffa, napolitano,
-y por el César en persona, que sabiendo el peligro en que se encontraba
-le ayudó con sus hombres y peleó a su lado. Garcilaso salió herido de
-dos lanzadas, en la mano diestra y en la cara; esta le interesó la
-lengua, dejándole cierto defecto de pronunciación que le agraciaba.
-(Cienfuegos, <i>Vida del Grande San Francisco de Borja</i>, pág. 50;
-Navarrete, págs. 62, 65 y 66.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_387" href="#FNanchor_387" class="label">[387]</a>
-Alude a la leyenda de la famosa espada que Dionisio I, tirano de
-Siracusa, hizo colgar, suspendiéndola de un cabello, sobre la cabeza de
-Damocles, en tanto que le rodeaba de todo el regalo y la suntuosidad
-de un rey, para dar a entender a aquel cortesano cuán poco envidiables
-eran las grandezas que tanto le elogiaba, teniendo que gozarlas bajo
-la constante amenaza de un peligro mortal: el odio, la envidia, la
-ambición.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_388" href="#FNanchor_388" class="label">[388]</a>
-Como esto es lo que dijo D. Diego Hurtado de Mendoza en su carta
-IX, tercetos 33-36, dirigida a don Diego Laso (<i>Auts. Esps.
-Poetas líricos de los siglos <span class="asc">XVI</span> y <span
-class="asc">XVII</span></i>, Madrid, 1854, tomo I, pág. 65):</p>
-
-<div class="poetry-container mt1">
-<div class="poetry">
- <div class="estrofa">
- <p class="i0">«Dulce ver es de tierra un bravo viento...</p>
- <p class="i0">No porque el mal ajeno te contente,</p>
- <p class="i0">Mas porque, en la verdad, es dulce cosa</p>
- <p class="i0">Carecer del dolor que el otro siente...»</p>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="ti1 mt1">Garcilaso y Mendoza, según Herrera, imitaron aquí a
-Lucrecio. (<i>Anotaciones</i>, pág. 211.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_389" href="#FNanchor_389" class="label">[389]</a>
-<i>A Boscán, desde la Goleta.</i> Soneto núm. XXXIII, en Azara y
-Castro. Por lo que Garcilaso dice en estos últimos versos de este
-soneto, se ha supuesto que debió tener alguna aventura galante en la
-Goleta, durante la curación de sus heridas (Cienfuegos, <i>o. c.</i>,
-lib. II, pág. 50; Navarrete, pág. 66, nota 1); me parece que no hay
-suficiente fundamento para esta conjetura; el 14 de julio, con la
-toma de la Goleta, o acaso después, en alguna escaramuza, fue herido
-Garcilaso, el 20 se sometió Túnez, y el 12 de agosto regresaron
-las tropas a España; ciertamente, en menos de un mes que Garcilaso
-estuvo en la Goleta, y con heridas que le tuvieron <i>a los umbrales
-de la muerte</i> (Navarrete, pág. 65), ¿qué aventuras galantes
-había de tener?... más lógico es relacionar estas quejas de su alma
-<i>temerosa</i> y estas incertidumbres de sus esperanzas, con los
-temores y las incertidumbres de que pocos días después hablaba a Boscán
-en la <a href="#El2-40">Eleg. II</a>, por la suerte que en su ausencia
-hubiera podido seguir el <i>nido</i> que su corazón había dejado en
-Nápoles.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_390" href="#FNanchor_390" class="label">[390]</a>
-Hasta aquí llegan los sonetos en Herrera; los seis últimos, desde
-el XXX inclusive, los admitió como auténticos por opinión común y
-por afirmación de D. Antonio Puertocarrero, yerno de Garcilaso; pero
-desechó los tres siguientes por no parecerle tan segura su autenticidad
-(<i>Anotaciones</i>, pág. 206); yo pongo también estos siguiendo una
-costumbre establecida; conservo estrictamente el texto del Brocense,
-<i>Opera Omnia</i>, Genevae, 1766, tomo IV.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_391" href="#FNanchor_391" class="label">[391]</a>
-De este soneto, como del <a href="#Ch5-32">XXXII</a> y <a
-href="#Ch5-38">XXXVIII</a>, decía el Brocense «que se tienen por de
-Garcilaso, de un libro de mano».</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_392" href="#FNanchor_392" class="label">[392]</a>
-Tamayo admite este soneto como auténtico; el Brocense lo considera
-dudoso; Herrera y Azara lo rechazan, y Castro lo tiene por indigno de
-Garcilaso. Verdaderamente, con tan desdichado juego de <i>sentir</i>,
-<i>siento</i>, <i>sienta</i>, <i>sentillo</i> y <i>sello</i>, su autor
-acertó a decir poco de provecho; tal vez no es sino un pobre soneto
-advenedizo, que debe su fortuna al desconocido editor de aquel libro
-de mano en que lo encontró el Brocense, figurando entre las demás
-composiciones de Garcilaso como hijo de la misma mano.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_393" href="#FNanchor_393" class="label">[393]</a>
-Estas pocas composiciones al estilo antiguo de Castilla, acaso no
-fueron las únicas que escribió Garcilaso, pero la ruina que alcanzó
-seguramente a todas las poesías de nuestro poeta, por causa de su
-orfandad, debió señalarse en las de este género, como más humildes
-y menos estimadas. Herrera no las acogió en su edición. Los versos
-cortos, ante la magnificencia del endecasílabo italiano, vinieron a
-creerse incapaces de conceptos graves, y por esto, y por ser vicio
-común dar más estima a las cosas extrañas que a las nuestras, cayeron
-en menosprecio. (Tamayo, fols. 80-82.) Según Castro, esta primera
-Canción lleva en un manuscrito de Iriarte el siguiente epígrafe:
-<i>A doña Isabel Freyra, porque se casó con un hombre fuera de su
-condición.</i></p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_394" href="#FNanchor_394" class="label">[394]</a> En
-otras ediciones lleva este epígrafe: <i>A una partida</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_395" href="#FNanchor_395" class="label">[395]</a>
-Epígrafe: <i>Traduciendo cuatro versos de Ovidio</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_396" href="#FNanchor_396" class="label">[396]</a> «A
-una señora que andando él y otro paseando, les echó una red empezada y
-un uso comenzado a hilar en él, y dijo que aquello había trabajado todo
-el día.» En el citado manuscrito de Iriarte, según Castro, decía: <i>A
-D.ª Mencía de la Cerda que le dio una red y díjole que aquello había
-hilado aquel día.</i></p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_397" href="#FNanchor_397" class="label">[397]</a>
-«Glosa de Garci-Lasso sobre este villancico», dice el Brocense; el
-villancico solo lo forman los tres primeros versos, y dice Castro
-que, según se ve en las obras de Boscán, esta copla fue escrita a D.
-Luis de la Cueva porque bailó en palacio con una dama que llamaban la
-Pájara. Boscán, el Duque de Alba y otros muchos caballeros escribieron
-a propósito del mismo asunto.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_398" href="#FNanchor_398" class="label">[398]</a>
-«En un códice de poesías varias que perteneció al célebre anticuario
-aragonés D. Vicencio Juan de Lastanosa, y más tarde a los Iriartes, se
-leen estas redondillas: <i>A Boscán, porque estando en Alemaña danzó
-en unas bodas</i>.» Las publicó Gayangos, notas a Ticknor, tomo II,
-pág. 488. El Sr. Menéndez y Pelayo, <i>Antología</i>, XIII, pág. 479,
-supone que Boscán debió ir a Alemania acompañando al Duque de Alba,
-como Garcilaso, cuando el socorro de Viena, 1532, aunque el poeta no le
-menciona en la descripción que de aquel viaje dejó en la Eg. II.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_399" href="#FNanchor_399" class="label">[399]</a>
-Esta carta escribió Garcilaso de la Vega en 1533, hallándose en
-Barcelona como emisario del Virrey de Nápoles; sirve de prólogo a la
-traducción de <i>El Cortesano</i> hecha por Boscán, y es la única
-muestra que la áurea pluma de nuestro poeta dejó de la excelencia de
-su prosa. D.ª Jerónima Palova de Almogávar, parienta, acaso de Boscán,
-a juzgar por el segundo apellido, es la misma a quien este dedicó su
-libro. Sigo el texto dado por D. Tomás Tamayo de Vargas en su edición
-de <i>Garcilaso</i>, Madrid, 1622. El Brocense, Herrera, Azara y Castro
-no publicaron esta carta.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_400" href="#FNanchor_400" class="label">[400]</a>
-«Andando yo en estas dudas, Vuestra Merced ha sido la que me ha
-hecho determinar, mandándome que le tradujese; y así todos los
-inconvenientes han cesado, y solo he tenido ojo a serviros.» (Boscán,
-<i>Carta-dedicatoria a D.ª Jerónima Palova</i>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_401" href="#FNanchor_401" class="label">[401]</a>
-«Mas como estas cosas me movían a hacello, así otras muchas me detenían
-que no lo hiciese, y la más principal era una opinión que siempre tuve
-de parecerme vanidad baja y de hombres de pocas letras andar romanzando
-libros; que aun para hacerse bien vale poco, cuanto más haciéndose
-tan mal que ya no hay cosa más lejos de lo que se traduce que lo que
-es traducido... viendo yo esto, y acordándome del mal que he dicho
-muchas veces de estos romancistas (aunque traducir este libro no es
-propiamente romanzalle, sino mudalle de una lengua vulgar en otra quizá
-tan buena), no se me levantaban los brazos a esta traducción.» (Boscán,
-<i>ibid.</i>)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_402" href="#FNanchor_402" class="label">[402]</a> Y
-aun antes de que viniese a manos de Boscán, puesto que Garcilaso fue
-quien lo envió a su amigo desde Italia: «No ha muchos días que me envió
-Garcilaso de la Vega, como Vuestra Merced sabe, este libro llamado
-<i>El Cortesano</i>, compuesto en lengua italiana por el Conde Baltasar
-Castellón.» (Boscán, <i>ibid.</i>)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_403" href="#FNanchor_403" class="label">[403]</a>
-El famoso autor de <i>Il Cortegiano</i>, Baltasar Castiglione, nació
-en tierra de Mantua, el 6 de diciembre de 1478, y murió en Toledo
-el 2 de febrero de 1529, siendo Nuncio en España del Papa Clemente
-VII, en cuyo tiempo las tropas imperiales saquearon a Roma. El Conde
-Castiglione «fue hombre de armas y hombre de corte, aventajado en todos
-los ejercicios y deportes caballerescos, maestro en el arte de la
-conversación y en todo primor de urbana galantería; profesor sutil de
-aquella filosofía de amor que la escuela platónica de Florencia había
-renovado doctamente; curioso especulador de la belleza en los cuerpos,
-en las almas y en las puras ideas; conocedor fino en las artes del
-diseño; amigo y consejero de Rafael, en quien parece haber inoculado
-su propio idealismo estético; pensador político y ameno moralista;
-poeta lírico y dramático y organizador de fiestas áulicas: todas estas
-cosas era Castiglione, sin sombra de pedantismo, con aquella cultura
-íntegra y multiforme, con aquella serena visión del mundo que renovaba
-los prodigios de la antigüedad en algunos espíritus selectos del siglo
-<span class="asc">XVI</span>». (M. Menéndez y Pelayo, <i>Antología</i>,
-XIII, págs. 80-81.) Primera edición de su obra: <i>Il Libro del
-Cortegiano</i> | <i>del Conte Baldesar</i> | <i>Castiglione</i> (Escudo
-del impresor con el áncora aldina.) Colofón: <i>In Venetia, nelle
-case d’Aldo Romano, et d’Andrea d’Asola</i> | <i>suo Suocero nell’
-anno MDXXVIII</i> | <i>del mese d’aprile</i>. La más sabia edición y
-comentario: <i>Il Cortegiano del Conte Baldesar Castiglione, annotato e
-illustrato da Vittorio Cian. Firenze, Sansoni, 1894</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_404" href="#FNanchor_404" class="label">[404]</a>
-<i>Libros que matan hombres</i>; ¿aludirá a los de Caballerías? Sería
-de notar tan temprana protesta.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_405" href="#FNanchor_405" class="label">[405]</a>
-«Yo no terné fin en la traducción deste libro a ser tan estrecho que me
-apriete a sacalle palabra por palabra; antes, si alguna cosa en él se
-ofreciere, que en su lengua parezca bien y en la nuestra mal, no dejaré
-de mudarla o de callarla.» (Boscán, <i>ibid.</i>)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_406" href="#FNanchor_406" class="label">[406]</a>
-«El sujeto del libro es tal, y su proceso tan bueno, que quien le
-leyere será muy delicado si entre tantas y tan buenas cosas no
-perdonare algunas pequeñas, compensando las unas con las otras.»
-(Boscán, <i>ibid.</i>)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_407" href="#FNanchor_407" class="label">[407]</a>
-Publicó Boscán su traducción en 1534: <i>Los cuatro libros del
-Cortesano, compuestos en italiano por el Conde Baltasar</i> |
-<i>Castellón, y agora nuevamente traducidos en len</i> | <i>gua
-castellana por Boscán</i>. (Escudo de las armas reales.) <i>Con
-privilegio imperial por diez años.</i> Colofón: <i>Aquí se acaban los
-cuatro libros del Cortesa</i> | <i>no, compuestos en italiano por el
-Conde Baltasar Castellon, y traducidos en lengua castellana por Boscán,
-imprimidos en</i> | <i>la muy noble ciudad de Barcelona por Pedro
-Mon</i> | <i>pezat, imprimidor. A dos del presente mes de abril</i> |
-<i>Mil y quinientos treinta y cuatro</i>. Fol. gót., 113 hojas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_408" href="#FNanchor_408" class="label">[408]</a>
-Don Eustaquio Fernández de Navarrete, hablando de la traducción de
-<i>El Cortesano</i> dice: «Al ver la gran ventaja que su elegante y
-castiza prosa lleva, no solo a los duros y penosos versos del autor
-(Boscán), sino aun a la de los prólogos que acompañan sus poesías,
-hemos sospechado que en esta perfección debió tener parte la mano de
-Garcilaso. Este, por empeño de Boscán, estuvo presente a la última
-línea, y aunque por modestia nos diga que asistió <i>más como hombre
-acogido a razón que como ayudador de ninguna enmienda</i>, no cabe
-duda de que sus consejos y advertencias serían de grande utilidad al
-traductor. Nos dice, además, que él tomó a su cargo la copia que se
-remitió a D.ª Jerónima —esto parece decir en las dos últimas líneas—;
-y en ella su gusto y conocimiento de la lengua, es posible corrigiesen
-todo aquello que ofendiese a sus delicados oídos, dando así a esta obra
-un sabor de elegancia de que carecen las obras de Boscán.» <i>Vida de
-Garcilaso</i>, Col. de documentos inéditos para la Historia de España,
-tomo XVI, pág. 165. Todo esto es mera conjetura, y es, a mi juicio,
-querer deducir demasiado de las palabras de Garcilaso; para menguar
-de tal modo a Boscán la gloria de su trabajo se necesitan pruebas más
-seguras; por otra parte, la carta de Boscán, muestra cierta de su
-prosa, a D.ª Jerónima Palova, está evidentemente a la altura de la de
-Garcilaso y no desdice del estilo de lo demás del libro; por estas
-razones, acaso, el Sr. Menéndez y Pelayo en su libro <i>Juan Boscán</i>
-no hizo mención de las sospechas de Navarrete.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_409" href="#FNanchor_409" class="label">[409]</a>
-«De antiguo viene la costumbre de los prólogos ajustados por mano amiga
-al talle de la obra, pero pocos habrá tan galanos y discretos como este
-y tan finamente justos. El fallo de Garcilaso quedó como inapelable.»
-(M. Menéndez y Pelayo, <i>Antología</i>, XIII, pág. 114.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_410" href="#FNanchor_410" class="label">[410]</a>
-Don Álvaro de Bazán, Capitán General de las Galeras de España, aportó
-en Génova el 19 de mayo de 1536 con 3000 soldados españoles, reclamados
-por el Emperador para la guerra que se preparaba contra el rey francés.
-Garcilaso fue nombrado Maestre de Campo de estos soldados, y hallándose
-en Génova para recibirles, escribió al Emperador la presente carta
-dándole cuenta de su gestión. El Sr. Navarrete puso al frente de su
-<i>Vida de Garcilaso</i> un facsímil de esta carta que se conserva
-autógrafa. Dicho facsímil transcribo conservando todos sus detalles
-para que pueda tenerse más fiel idea del original.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_411" href="#FNanchor_411" class="label">[411]</a> S.
-C. C. M. Sacra Cesárea Católica Majestad.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_412" href="#FNanchor_412" class="label">[412]</a>
-El <i>Príncipe</i> a quien Garcilaso se refiere es el famoso Capitán
-Andrea Doria, de cuya autoridad dependía él por orden del Emperador.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_413" href="#FNanchor_413" class="label">[413]</a>
-Era embajador español en Génova el caballero don Gómez Suárez de
-Figueroa.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_414" href="#FNanchor_414" class="label">[414]</a>
-<i>Nuestro Señor</i> la <i>Sacra</i> persona de <i>Vuestra
-Majestad</i>, etc.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_415" href="#FNanchor_415" class="label">[415]</a>
-<i>Srios</i>, señoríos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_416" href="#FNanchor_416" class="label">[416]</a>
-En el sobre dice: <i>A la S. C. C. M. del Emperador Rey nuestro
-Señor</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_417" href="#FNanchor_417" class="label">[417]</a>
-Sigo el texto dado por Tamayo, el cual, a propósito de este epigrama
-de Garcilaso, dice: «De sus versos latinos, celebrados por el Bembo,
-Tansillo, Jovio y Boscán nos quedó por muestra un elegantísimo epigrama
-al fin del <i>Caballero Determinado</i> de D. Fernando de Acuña, que es
-tal que no se puede mejorar en invención, elocución y gallardía.»</p>
-
-</div>
-
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-Project Gutenberg&#8482; depends upon and cannot survive without widespread
-public support and donations to carry out its mission of
-increasing the number of public domain and licensed works that can be
-freely distributed in machine-readable form accessible by the widest
-array of equipment including outdated equipment. Many small donations
-($1 to $5,000) are particularly important to maintaining tax exempt
-status with the IRS.
-</div>
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-The Foundation is committed to complying with the laws regulating
-charities and charitable donations in all 50 states of the United
-States. Compliance requirements are not uniform and it takes a
-considerable effort, much paperwork and many fees to meet and keep up
-with these requirements. We do not solicit donations in locations
-where we have not received written confirmation of compliance. To SEND
-DONATIONS or determine the status of compliance for any particular state
-visit <a href="https://www.gutenberg.org/donate/">www.gutenberg.org/donate</a>.
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-While we cannot and do not solicit contributions from states where we
-have not met the solicitation requirements, we know of no prohibition
-against accepting unsolicited donations from donors in such states who
-approach us with offers to donate.
-</div>
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-International donations are gratefully accepted, but we cannot make
-any statements concerning tax treatment of donations received from
-outside the United States. U.S. laws alone swamp our small staff.
-</div>
-
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-Please check the Project Gutenberg web pages for current donation
-methods and addresses. Donations are accepted in a number of other
-ways including checks, online payments and credit card donations. To
-donate, please visit: www.gutenberg.org/donate
-</div>
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-Section 5. General Information About Project Gutenberg&#8482; electronic works
-</div>
-
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-Professor Michael S. Hart was the originator of the Project
-Gutenberg&#8482; concept of a library of electronic works that could be
-freely shared with anyone. For forty years, he produced and
-distributed Project Gutenberg&#8482; eBooks with only a loose network of
-volunteer support.
-</div>
-
-<div style='display:block; margin:1em 0'>
-Project Gutenberg&#8482; eBooks are often created from several printed
-editions, all of which are confirmed as not protected by copyright in
-the U.S. unless a copyright notice is included. Thus, we do not
-necessarily keep eBooks in compliance with any particular paper
-edition.
-</div>
-
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-Most people start at our website which has the main PG search
-facility: <a href="https://www.gutenberg.org">www.gutenberg.org</a>.
-</div>
-
-<div style='display:block; margin:1em 0'>
-This website includes information about Project Gutenberg&#8482;,
-including how to make donations to the Project Gutenberg Literary
-Archive Foundation, how to help produce our new eBooks, and how to
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