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If you are not located in the United States, you -will have to check the laws of the country where you are located before -using this eBook. - -Title: Obras - -Author: Garcilaso de la Vega - -Editor: Tomás Navarro Tomás - -Release Date: May 20, 2022 [eBook #68131] - -Language: Spanish - -Produced by: Ramón Pajares Box and the Online Distributed Proofreading - Team at https://www.pgdp.net. (This file was produced from - images generously made available by The Internet - Archive/Canadian Libraries.) - -*** START OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK OBRAS *** - - -NOTA DE TRANSCRIPCIÓN - - * Las cursivas se muestran entre _subrayados_ y las versalitas se han - convertido a MAYÚSCULAS. - - * Los errores de imprenta han sido corregidos. - - * La ortografía del texto original ha sido modernizada de acuerdo con - las normas publicadas en 2010 por la Real Academia Española, excepto - cuando quedaba afectada la métrica del verso o el arcaísmo de la - expresión. - - * Las notas a pie de página han sido renumeradas y colocadas al final - del libro. - - * Nueve páginas en blanco han sido eliminadas. - - - - -Garcilaso - - - - - CLÁSICOS CASTELLANOS - - - GARCILASO - - OBRAS - - - MADRID - EDICIONES DE «LA LECTURA» - 1911 - - - - -IMPRENTA DE «CLÁSICOS CASTELLANOS» - - - - -INTRODUCCIÓN - - -Garcilaso de la Vega nació en Toledo, año de 1503; fue hijo segundo de -D. García[1], notable político de la Corte católica, y de D.ª Sancha -de Guzmán, señora de Batres; hubo en su estirpe escritores, artistas, -santos y guerreros, desde D. Pedro Laso, almirante del Rey Alfonso -_el Sabio_, hasta su hermano el mayorazgo, llamado también D. Pedro -Laso, corregidor de Toledo y capitán del partido rebelde al comienzo -de las Comunidades, cuando estas defendían sinceramente los fueros -castellanos[2]. - -Siendo Garcilaso mozo de pocos años quedó huérfano de padre; pasó en -Toledo su primera juventud[3], y cuando fue de edad para servir al -César, recibiole este en la noble guardia de su persona. - -«En el hábito del cuerpo tuvo justa proporción, porque fue más grande -que mediano, respondiendo los lineamentos y compostura a la grandeza; -la trabazón de los miembros igual, el rostro apacible con gravedad, la -frente dilatada con majestad, los ojos vivísimos con sosiego, y todo -el talle tal, que aun los que no le conocían, viéndole le juzgaran por -hombre principal y esforzado, porque resultaba de él una hermosura -verdaderamente viril[4].» - -Fue un perfecto cortesano; hablaba el griego, el latín, el toscano y el -francés; manejaba las armas con gentileza; tañía el arpa y la vihuela -con rara habilidad, y en las fiestas galantes, con Boscán, Acuña, -Mendoza y Villalobos, triunfaba por su ingenio y su donaire; llevole -a la corte de Francisco I una airosa embajada de la Emperatriz; en la -deleitosa Nápoles, predilecto del virrey D. Pedro de Toledo, sirvió al -Estado en cargos de privanza; y en cortejos y amoríos, como poeta y -caballero, rindió su tributo a las costumbres de su tiempo; dos amores, -en distintas fechas, pasaron por sus versos con singular fragancia -de sinceridad: el de _Galatea_ o _Elisa_, la musa campesina de sus -églogas, muerta en la juventud[5], y el de cierta dama napolitana, -sirena misteriosa, musa gentil de sus sonetos[6]; en 1526, acaso -demasiado joven, fue desposado con doña Elena de Zúñiga, señora muy -principal, hija de D. Íñigo, el maestresala de la Reina D.ª Isabel; en -1532, por su complicidad en el desposorio de un sobrino suyo con D.ª -Isabel de la Cueva, sobrina del Duque de Alburquerque, desobedeciendo -la voluntad de los Reyes, estuvo algunos meses desterrado en una isla -del Danubio[7]. - -Garcilaso, soldado, fue espejo de valientes; afecto al César por -educación y gratitud, se batió contra los comuneros en Olías[8]; -formó en la expedición de los sanjuanistas en defensa de la malograda -isla de Rodas, 1522[9]; peleó contra los franceses en Fuenterrabía, -1523, y contra los florentinos en Italia, 1530; tomó parte, acaso, -en el socorro de Viena, amenazada por Solimán el Magnífico, 1532, y -luchó contra Barbarroja en la caballeresca empresa de Túnez; varias -veces fue herido, y las más de ellas en el rostro; osado hasta la -temeridad, se halló en trances de muerte, y en un siglo de héroes, la -fama de su valor sobresalió hasta lo legendario[10]. En 1536, día 23 -de setiembre, pasando las tropas imperiales frente a la torre de Muey, -a cuatro millas de Frejus, en la Provenza, unos cuantos arcabuceros, -con piedras y venablos, molestaron a los soldados desde los muros; en -ellos abrió brecha la artillería, y como el Emperador se extrañase de -que sus peones retardaran el asalto, picose más que nadie Garcilaso, -maestre de campo de la gente que al caso estaba más obligada, y sin -casco ni coraza, solo con rodela y espada, arremetió escala arriba -temerariamente; despeñaron de lo alto una gran piedra que, alcanzándole -en la cabeza, le hizo caer de espaldas en el foso con herida mortal; -irritados sus soldados, escalaron la torre, y el Emperador, sañoso, -mandó demolerla hasta los cimientos y ahorcar a sus defensores, «rigor -desacostumbrado en el ánimo benigno de tan gran Príncipe, que nos -muestra bien el exceso de dolor y rabia con que destrozó su alma tan -trágico suceso»[11]; llevado el herido a los reales de Niza, acabó sus -días en 14 de octubre, a los treinta y tres años de edad[12]. - - * * * * * - -Perdiose el poeta Garcilaso antes de manifestar plenamente el fruto -de su virtud; la guerra y la política ocuparon su actividad; gastó su -vagar en ejercicios cortesanos, y solo por deleite, por homenaje de -amistad, por discreteo galante o por desahogo de su corazón dio a las -letras, en cortas ocasiones, el regalo de sus versos. Era en su tiempo -el humanismo gala de la nobleza, privaban los poetas entre las gentes -de calidad, y los príncipes y los magnates estudiaban las obras de los -clásicos. - -No publicó él sus versos ni acaso se cuidó de conservarlos; olvidados -quedaron los que escribió en toscano y en latín[13], y de los -castellanos, solo han llegado hasta nosotros los que la diligencia -de Boscán, su entrañable amigo, logró reunir; estos fueron tres -_églogas_, dos _elegías_, una _epístola_, cinco _canciones_ y varios -_sonetos_[14], los cuales, dados a la imprenta en 1543 por D.ª -Ana Girón de Rebolledo, viuda de Boscán, juntamente con los de su -marido[15], fueron reeditados en aquel mismo siglo hasta veinticuatro o -veinticinco veces. - -La métrica italiana, apenas importada por Boscán, halló en Garcilaso un -feliz defensor; si erró su gusto en la _rima al mezzo_, acertó en el -_terceto_ y en la _octava rima_; del _verso suelto_ solo dejó un breve -ensayo; dio del _soneto_ y de la _estancia lírica_ ejemplos acabados, -y de su dulce _lira_ tanto supo pulir la perfección, que el mismo -fray Luis no pudo aventajarle; por su destreza técnica y su intuición -poética, aventajando extraordinariamente a sus compañeros Acuña, -Mendoza y Boscán, primeros adalides del verso endecasílabo, aseguró en -España, con triunfo prodigioso, el estilo toscano[16]. - -Con las nuevas formas métricas recibimos de Italia abundantes -materiales de su Parnaso; «nuestros poetas se apropiaron, como bienes -mostrencos las ideas que --en aquellas formas-- habían vertido -los italianos, y estos y los clásicos antiguos de Grecia y Roma -abastecieron a la Musa ibérica, de tal modo, que en los unos y en -los otros pueden buscarse, casi siempre con fruto, durante los dos -últimos tercios del siglo XVI y una buena parte del XVII, las fuentes -de nuestro vasto caudal de asuntos y pensamientos poéticos. Todos -imitaban, todos traducían; trajímonos con los moldes la masa echada en -ellos, y nuestro Parnaso perdió en originalidad genuínamente española -cuanto ganó en brillantes atavíos, en amplitud de formas y en riqueza y -variedad de modos de expresión[17].» - -Los modelos preferentemente seguidos por Garcilaso fueron Sannazaro -en las _églogas_, y en las _canciones y sonetos_, el Petrarca; el -Brocense y Herrera, grandes eruditos, pusieron tal cuidado en descubrir -sus imitaciones, que apenas le dejaron idea original; fueron en gran -parte justificadas las protestas que esto ocasionó. Hallose Garcilaso -en el principio de una edad naciente, rota la vieja tradición poética, -transformada la vida nacional y encendido el espíritu en nuevas ideas -con el hervor de las humanidades; no fue pequeña empresa en tales -circunstancias adaptar su sentir al gusto clásico, sacar de la Edad -Media al habla castellana dándole la dulzura y flexibilidad que faltaba -a su bizarría, y sin hacer de las letras profesión --entre las armas -del sangriento Marte--, tomando ora la espada, ora la pluma[18], echar -los fundamentos de la lírica moderna. Media en la historia de nuestra -poesía, un paso de gigante entre Garcilaso y el más moderno de sus -predecesores. - -Si en sus obras falta, realmente, originalidad, castellanía, espíritu -de raza, en fin, alma española, las andanzas de su vida, el provecho -de sus pocos años, su obra mal conservada y su temprana muerte le -disculpan. - -Es su estilo suave y armonioso, dotado de elegancia y humildad en -admirable ligamento; «las sentencias son agudas, deleitosas y graves; -las palabras, propias y bien sonantes; los modos de decir, escogidos -y cortesanos; los números, aunque generosos y llenos, son blandos y -regalados; el arreo de toda la oración está retocado de lumbres y -matices que despiden un resplandor antes nunca visto; los versos son -tersos y fáciles, todos ilustrados de claridad y ternura, virtudes muy -loadas en los poetas de su género»[19]; el castellano ha conservado -fielmente todos sus giros y modismos; después de cuatro siglos de -existencia, su lenguaje aún mantiene lozanía y juventud. - -Por natural predilección de su temperamento fue más afortunado en la -llaneza de las _églogas_ que en el petrarquismo de los _sonetos_. -Admiraban las gentes la bondad de su trato, el agrado de sus palabras -y la singular simpatía con que ganaba los corazones; enemigo de -vituperio, detúvose de sí mismo sorprendido, si alguna vez a sátira -se fue su paso a paso[20]; sentía la paz del campo, la majestad de la -naturaleza, el encanto del agua y de los árboles, del cielo y de la -luz; envidiaba a Boscán en su vida burguesa y sosegada[21], y en más de -una ocasión, deseando, sin duda, apartarse de la milicia y de la Corte, -solicitó servicios provincianos; soldado del gran César, no se inspiró -su musa, al parecer, ni en los triunfos de las armas ni en el esplendor -imperial. - -Nótase en el fondo de sus versos cierto amargor de vida malograda, -cierta inquietud y descontentamiento de una no realizada aspiración; -sentíase corrido y salteado de generosa vergüenza ante la flaqueza de -su voluntad (_Canción IV_, 53); lamentaba el errado proceso de sus años -(_Soneto VI_), y maldecía las horas y momentos --gastados mal en libres -pensamientos-- (_Canción IV_, 119). Diez años fue casado, y de ellos -más de seis anduvo lejos de su hogar; pródigo de su pluma con amigos y -parientes[22], el nombre de su esposa D.ª Elena, en el desconsuelo de -su soledad, no tuvo entre sus versos, que se sepa, ni una dedicatoria -ni un recuerdo; y en tanto _Elisa_ --D.ª Isabel Freyre--, cuyos -cabellos de oro tejieron la red en que el poeta vio enredada y revuelta -su razón (_Canción IV_, 101), fue númen inspirador de sus composiciones -más sentidas; _Elisa_, _Galatea_ y acaso _Camila_, fueron D.ª Isabel, -como _Salicio_ y _Nemoroso_, y acaso _Albanio_, fueron, en suma, -Garcilaso[23]; lícitas eran, ciertamente, en aquellos tiempos del -_amor perfecto_, galanterías que hoy condenan nuestras costumbres, pero -ello no fue obstáculo para que el mismo traductor de _El Cortesano_, el -buen Boscán, cantara las delicias de la vida doméstica y las bondades -de su propia mujer[24]. Si drama hubo secreto en la conciencia del -poeta, y hay medio de poderlo descubrir, no faltará quien pronto -nos lo diga; sea, entre tanto, permitida la indiscreción de estos -aventurados pormenores, contra la injusticia de los que han culpado a -Garcilaso de vano, artificioso y falto de interés en la expresión de -sus sentimientos. - -Llamáronle sus contemporáneos _príncipe_ de los poetas castellanos; -cien ingenios lamentaron su muerte en canciones de duelo; sus -imitadores y partidarios fueron denominados _garcilasistas_ por -Cervantes; Lope, en muchos pasajes, le tuvo en la memoria; Sebastián de -Córdoba, viendo cuán común y manual andaba su libro entre las gentes, -pretendió mejorar su doctrina vertiéndolo _a lo divino_[25]; por el -mismo camino, D. Juan de Andosilla Larramendi salió con su _Cristo -Nuestro Señor en la Cruz, hallado en los versos de Garcilaso_, y el -sabio Sánchez de las Brozas, el divino Herrera y el culto Tamayo de -Vargas pusiéronle con sus comentarios en la consideración de un autor -clásico; estas son pruebas fehacientes de la popularidad que en todos -tiempos disfrutó Garcilaso. - - * * * * * - -El texto de la presente edición se ajusta exactamente al que Fernando -de Herrera dio en sus _Anotaciones_; CLÁSICOS CASTELLANOS prefieren -reproducir este texto famoso, indiscutiblemente útil para el estudio -de las letras, en vez de lanzarse a una edición _nueva_, semi-erudita, -que, sin responder de lleno a las exigencias de la crítica filológica, -pudiera resultar indigesta e ineficaz en su misión vulgarizadora. - -Herrera usó en su libro aquella escrupulosa ortografía, por él ideada, -que apenas tuvo partidarios sino en Sevilla, entre sus familiares[26]; -de ella respeta esta edición todo lo que puede tener valor fonético, -como en la Égloga I, _dino_ 34, _vitoria_ 35, _entristesco_ 254, -_mesquina_ 368, _inesorable_ 377, _comovida_ 383, en la Égloga II, -_acidente_ 131, _eleción_ 166, _mesclado_ 252, _noturna_ 297, _nétar_ -1298, etc.; pero se ha modernizado aquello que solo afecta a la -escritura, como en la Égloga I _apressura_ 18, _iedra_ 38, _avezina_ -83, _immortales_ 395, y se ha repuesto la vocal, prescindiendo del -apóstrofo, en formas como _nombre ’n todo_ (Égloga I, 8); _qu’ -apressura_ 18, _qu’ en vano_ 20, _al’ otra_ (Elegía II, 20), etc. - -Entre nuestras notas ha sido recogido de los libros del Brocense, -Herrera, Tamayo y Azara todo cuanto ha parecido adaptable al carácter -de CLÁSICOS CASTELLANOS, omitiendo, por tanto, muchas citas sobre -concordancias e imitaciones, que son asunto para tratarlo detenidamente -en un trabajo de pura erudición. - - TOMÁS NAVARRO TOMÁS. - - - - -DATOS BIBLIOGRÁFICOS - - -Las obras de Garcilaso, a partir de la primera edición, hecha, como se -ha dicho, en Barcelona en 1543, se publicaron muchas veces con las de -Boscán, ocupando el cuarto libro de _Las obras de Boscán y algunas de -Garci Lasso de la Vega, repartidas en cuatro libros_; pero el gusto del -público, demostrando de día en día creciente predilección por las de -Garcilaso, movió a los impresores a editarlas separadamente, quedando, -desde este punto, casi olvidadas las del amigo que hasta entonces, en -su compañía, había participado de su triunfo. En 1570 tuvo ya Garcilaso -por sí solo una edición: «_Las obras del Excellente Poeta Garci-Lasso -de la Vega, en esta postrera imprission corregidas de muchos errores -que en todas las passadas auia_ -- Madrid, Alonso Gómez, 1570--; 8.º, -78 hojas foliadas, incluso las preliminares. -- Contiene únicamente -las poesías sin anotaciones»; véase Pérez Pastor, _Bibliografía -madrileña_, Madrid, 1901, núm. 43. - ---_Obras del excelente poeta Garci-Lasso de la Vega; con Anotaciones -y Emiendas del Maestro Francisco Sánchez, Catedrático de Retórica en -Salamanca_; conforme a la edición de Salamanca de 1581: Francisci -Sanctii Brocensis, Opera Omnia -- Tomus Quartus seu Opera Poetica -- -Genevae -- Apud Fratres de Tournes -- MDCCLXVI. -- La primera edición -de las anotaciones del Brocense es de 1574, en Salamanca, casa de Pedro -Laso, en 16.º, según D. Nicolás Antonio; edición que se repitió en -1577, 1581, 1589, etc.; sus notas tienden principalmente a señalar los -pasajes de autores latinos e italianos que imitó Garcilaso; dan por -hecho que el poeta imitó consciente e intencionadamente, y hubo quien -protestó de esta censura como Jerónimo de los Cobos, poeta gaditano, -con su soneto: _Descubierto se ha un hurto de gran fama -- del ladrón -Garcilaso_... Sánchez defendió su sistema en el prólogo de la edición -de 1581; su trabajo es, sin duda, el más sobrio y erudito entre todos -los comentarios de Garcilaso. - ---_Obras de Garci-Lasso de la Vega con anotaciones de Fernando de -Herrera._ En Sevilla, por Alonso de la Barrera. Año de 1580. Precede -un _Discurso a los lectores_ del maestro Francisco de Medina, modelo -de elegancia y clasicismo; el estudio de Herrera es el más completo -y minucioso, pero peca de pesado e indigesto; el anotador debió -proponerse decir todo lo que sabía en toda clase de materias, y a -veces, muy fuera de propósito, cualquier palabra del texto, sirve de -tema a un largo discurso tan erudito como innecesario para el caso; la -severidad de Herrera, preceptista y retórico escrupuloso, condenando -algunos defectos que creyó encontrar, le valió la célebre réplica de -_Prete Jacopin_ -- D. Pedro Fernández de Velasco. - ---_Garci-Lasso de la Vega, natural de Toledo -- Príncipe de los poetas -castellanos_ -- De Don Thomas Tamaio de Vargas -- Con licencia; en -Madrid, por Luis Sánchez. Año 1622. -- Tamayo dedicó principalmente su -trabajo a hacer crítica, expurgo y fijación del texto y a dar noticia -de los pasajes imitados. - ---_Obras de Garcilaso, ilustradas con notas._ En la Imprenta Real de la -_Gaceta_, Madrid -- 1765; esta fue la edición que compuso el magnífico -caballero aragonés D. José Nicolás de Azara, autor del elocuente -prólogo que la precede, sobre la decadencia del habla castellana, y -de las breves notas que la siguen, referentes en general a la cita de -pasajes imitados, según el Brocense; pecó, a mi juicio, de displicencia -y acritud en ciertas observaciones sobre Garcilaso, así como al decir ---en su prólogo-- respecto a Tamayo, que «hizo de sus notas el mejor -dechado de los despropósitos». - ---_Poetas líricos de los siglos XVI y XVII_ -- Colección ordenada por -D. Adolfo de Castro -- Dos tomos -- Colecc. de Autores Españoles -- -Rivadeneyra -- Madrid -- 1854. -- Castro debió poner su mayor atención -en hacer crítica del texto; a esto se reducen sus notas casi siempre; -pero se encuentran en cualquiera de las fuentes que él compulsó muchas -variantes de interés, no recogidas ni mencionadas en su estudio. - ---_Vida del célebre poeta Garcilaso de la Vega_, escrita por D. -Eustaquio Fernández de Navarrete: Colección de documentos inéditos para -la Historia de España, tomo XVI: Madrid, 1850; razonada monografía, -trabajada con claridad y acierto sobre documentos originales relativos -al poeta; precede el retrato de este, grabado por don Manuel Salvador -Carmona, y el facsímil de una carta autógrafa de Garcilaso. - - - - - OBRAS - DE - GARCILASO DE LA VEGA - PRÍNCIPE - DE LOS POETAS CASTELLANOS - - - - -ÉGLOGA PRIMERA - - - El dulce lamentar de dos pastores,[27] - Salicio juntamente y Nemoroso,[28] - he de contar, sus quejas imitando; - cuyas ovejas al cantar sabroso - estaban muy atentas, los amores, 5 - de pacer olvidadas, escuchando. - Tú, que ganaste obrando - un nombre en todo el mundo, - y un grado sin segundo, - agora estés atento, solo y dado 10 - al ínclito gobierno del Estado - albano; agora vuelto a la otra parte,[29] - resplandeciente, armado, - representando en tierra el fiero Marte;[30] - agora de cuidados enojosos 15 - y de negocios libre, por ventura - andes a caza, el monte fatigando - en ardiente jinete, que apresura - el curso tras los ciervos temerosos, - que en vano su morir van dilatando; 20 - espera, que en tornando - a ser restituído - al ocio ya perdido, - luego verás ejercitar mi pluma - por la infinita innumerable suma 25 - de tus virtudes y famosas obras; - antes que me consuma, - faltando a ti, que a todo el mundo sobras.[31] - En tanto que este tiempo que adivino - viene a sacarme de la deuda un día, 30 - que se debe a tu fama y a tu gloria; - que es deuda general, no solo mía, - mas de cualquier ingenio peregrino - que celebra lo dino de memoria;[32] - el árbol de vitoria[33] 35 - que ciñe estrechamente - tu gloriosa frente - dé lugar a la hiedra que se planta[34] - debajo de tu sombra, y se levanta - poco a poco, arrimada a tus loores; 40 - y en cuanto esto se canta, - escucha tú el cantar de mis pastores. - Saliendo de las ondas encendido, - rayaba de los montes el altura[35] - el sol, cuando Salicio, recostado 45 - al pie de un alta haya, en la verdura,[36] - por donde un agua clara con sonido - atravesaba el fresco y verde prado; - él, con canto acordado - al rumor que sonaba, 50 - del agua que pasaba, - se quejaba tan dulce y blandamente - como si no estuviera de allí ausente - la que de su dolor culpa tenía; - y así, como presente, 55 - razonando con ella, le decía. - - SALICIO - - ¡Oh más dura que mármol a mis quejas, - y al encendido fuego en que me quemo - más helada que nieve, Galatea![37] - Estoy muriendo, y aún la vida temo; 60 - témola con razón, pues tú me dejas; - que no hay, sin ti, el vivir para qué sea. - Vergüenza he que me vea - ninguno en tal estado, - de ti desamparado, 65 - y de mí mismo yo me corro agora. - ¿De un alma te desdeñas ser señora, - donde siempre moraste, no pudiendo - della salir un hora? - Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. 70 - El sol tiende los rayos de su lumbre - por montes y por valles, despertando - las aves y animales y la gente: - cuál por el aire claro va volando, - cuál por el verde valle o alta cumbre 75 - paciendo va segura y libremente, - cuál con el sol presente - va de nuevo al oficio, - y al usado ejercicio - do su natura o menester le inclina: 80 - siempre está en llanto esta ánima mesquina,[38] - cuando la sombra el mundo va cubriendo - o la luz se avecina. - Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. - ¿Y tú, desta mi vida ya olvidada, 85 - sin mostrar un pequeño sentimiento - de que por ti Salicio triste muera, - dejas llevar, desconocida, al viento - el amor y la fe que ser guardada - eternamente solo a mí debiera? 90 - ¡Oh Dios! ¿Por qué siquiera, - pues ves desde tu altura - esta falsa perjura - causar la muerte de un estrecho amigo, - no recibe del cielo algún castigo? 95 - Si en pago del amor yo estoy muriendo, - ¿qué hará el enemigo?[39] - Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. - Por ti el silencio de la selva umbrosa, - por ti la esquividad y apartamiento 100 - del solitario monte me agradaba; - por ti la verde hierba, el fresco viento, - el blanco lirio y colorada rosa - y dulce primavera deseaba. - ¡Ay, cuánto me engañaba! 105 - ¡Ay, cuán diferente era - y cuán de otra manera[40] - lo que en tu falso pecho se escondía! - Bien claro con su voz me lo decía - la siniestra corneja repitiendo[41] 110 - la desventura mía. - Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. - ¡Cuántas veces, durmiendo en la floresta, - reputándolo yo por desvarío, - vi mi mal entre sueños desdichado! 115 - Soñaba que en el tiempo del estío - llevaba, por pasar allí la siesta, - a beber en el Tajo mi ganado;[42] - y después de llegado, - sin saber de cuál arte, 120 - por desusada parte - y por nuevo camino el agua se iba; - ardiendo ya con la calor estiva, - el curso, enajenado, iba siguiendo - del agua fugitiva.[43] 125 - Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. - Tu dulce habla ¿en cúya oreja suena?[44] - Tus claros ojos ¿a quién los volviste? - ¿Por quién tan sin respeto me trocaste? - Tu quebrantada fe ¿dó la pusiste? 130 - ¿Cuál es el cuello que, como en cadena, - de tus hermosos brazos anudaste? - No hay corazón que baste, - aunque fuese de piedra, - viendo mi amada hiedra, 135 - de mí arrancada, en otro muro asida, - y mi parra en otro olmo entretejida,[45] - que no se esté con llanto deshaciendo - hasta acabar la vida. - Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. 140 - ¿Qué no se esperará de aquí adelante, - por difícil que sea y por incierto? - O ¿qué discordia no será juntada? - y juntamente ¿qué tendrá por cierto, - o qué de hoy más no temerá el amante, 145 - siendo a todo materia por ti dada? - Cuando tú enajenada - de mí, cuidado fuiste, - notable causa diste - y ejemplo a todos cuantos cubre el cielo, 150 - que el más seguro tema con recelo - perder lo que estuviere poseyendo. - Salid fuera sin duelo, - salid sin duelo, lágrimas, corriendo. - Materia diste al mundo de esperanza 155 - de alcanzar lo imposible y no pensado, - y de hacer juntar lo diferente,[46] - dando a quien diste el corazón malvado, - quitándolo de mí con tal mudanza, - que siempre sonará de gente en gente. 160 - La cordera paciente - con el lobo hambriento - hará su ayuntamiento, - y con las simples aves sin ruído - harán las bravas sierpes ya su nido; 165 - que mayor diferencia comprehendo - de ti al que has escogido. - Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. - Siempre de nueva leche en el verano - y en el invierno abundo; en mi majada 170 - la manteca y el queso está sobrado;[47] - de mi cantar, pues, yo te vi agradada, - tanto, que no pudiera el mantuano - Títiro ser de ti más alabado.[48] - No soy, pues, bien mirado, 175 - tan disforme ni feo; - que aun agora me veo - en esta agua que corre clara y pura,[49] - y cierto no trocara mi figura[50] - con ese que de mí se está riendo;[51] 180 - ¡trocara mi ventura! - Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. - ¿Cómo te vine en tanto menosprecio? - ¿Cómo te fui tan presto aborrecible? - ¿Cómo te faltó en mí el conocimiento? 185 - Si no tuvieras condición terrible, - siempre fuera tenido de ti en precio, - y no viera de ti este apartamiento. - ¿No sabes que sin cuento - buscan en el estío 190 - mis ovejas el frío - de la sierra de Cuenca, y el gobierno - del abrigado Estremo en el invierno?[52] - Mas ¡qué vale el tener, si derritiendo - me estoy en llanto eterno! 195 - Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. - Con mi llorar las piedras enternecen[53] - su natural dureza y la quebrantan, - los árboles parece que se inclinan, - las aves que me escuchan, cuando cantan, 200 - con diferente voz se condolecen, - y mi morir cantando me adivinan. - Las fieras que reclinan - su cuerpo fatigado, - dejan el sosegado 205 - sueño por escuchar mi llanto triste. - Tú sola contra mí te endureciste, - los ojos aun siquiera no volviendo - a los que tú heciste - salir sin duelo, lágrimas, corriendo.[54] 210 - Mas ya que a socorrer aquí no vienes, - no dejes el lugar que tanto amaste, - que bien podrás venir de mí segura. - Yo dejaré el lugar do me dejaste; - ven, si por solo esto te detienes. 215 - Ves aquí un prado lleno de verdura, - ves aquí un espesura,[55] - ves aquí un agua clara, - en otro tiempo cara, - a quien de ti con lágrimas me quejo. 220 - Quizá aquí hallarás, pues yo me alejo, - al que todo mi bien quitarme puede;[56] - que pues el bien le dejo, - no es mucho que el lugar también le quede.-- - Aquí dio fin a su cantar Salicio, 225 - y sospirando en el postrero acento, - soltó de llanto una profunda vena. - Queriendo el monte al grave sentimiento - de aquel dolor en algo ser propicio, - con la pasada voz retumba y suena. 230 - La blanca Filomena,[57] - casi como dolida - y a compasión movida, - dulcemente responde al son lloroso. - Lo que cantó tras esto Nemoroso[58] 235 - decidlo vos, Piérides; que tanto[59] - no puedo yo ni oso, - que siento enflaquecer mi débil canto. - - NEMOROSO - - Corrientes aguas, puras, cristalinas; - árboles que os estáis mirando en ellas, 240 - verde prado de fresca sombra lleno, - aves que aquí sembráis vuestras querellas, - hiedra que por los árboles caminas, - torciendo el paso por su verde seno; - yo me vi tan ajeno 245 - del grave mal que siento, - que de puro contento - con vuestra soledad me recreaba, - donde con dulce sueño reposaba, - o con el pensamiento discurría 250 - por donde no hallaba - sino memorias llenas de alegría; - y en este mismo valle, donde agora - me entristesco y me canso, en el reposo - estuve ya contento y descansado. 255 - ¡Oh bien caduco, vano y presuroso! - Acuérdome durmiendo aquí algún hora, - que despertando, a Elisa vi a mi lado.[60] - ¡Oh miserable hado! - ¡Oh tela delicada, 260 - antes de tiempo dada - a los agudos filos de la muerte! - Mas convenible suerte[61] - a los cansados años de mi vida, - que es más que el hierro fuerte, 265 - pues no la ha quebrantado tu partida. - ¿Dó están agora aquellos claros ojos - que llevaban tras sí, como colgada, - mi alma doquier que ellos se volvían? - ¿Dó está la blanca mano delicada, 270 - llena de vencimientos y despojos - que de mí mis sentidos le ofrecían? - Los cabellos que vían - con gran desprecio el oro, - como a menor tesoro, 275 - ¿adónde están? ¿Adónde el blando pecho? - ¿Dó la coluna que el dorado techo[62] - con presunción graciosa sostenía? - Aquesto todo agora ya se encierra, - por desventura mía, 280 - en la fría, desierta y dura tierra.[63] - ¿Quién me dijera, Elisa, vida mía, - cuando en aqueste valle al fresco viento - andábamos cogiendo tiernas flores, - que había de ver con largo apartamiento 285 - venir el triste y solitario día - que diese amargo fin a mis amores? - El cielo en mis dolores - cargó la mano tanto,[64] - que a sempiterno llanto 290 - y a triste soledad me ha condenado; - y lo que siento más es verme atado - a la pesada vida y enojosa, - solo, desamparado, - ciego sin lumbre en cárcel tenebrosa. 295 - Después que nos dejaste, nunca pace - en hartura el ganado ya, ni acude - el campo al labrador con mano llena. - No hay bien que en mal no se convierta y mude: - la mala hierba al trigo ahoga, y nace 300 - en lugar suyo la infelice avena; - la tierra, que de buena - gana nos producía - flores con que solía - quitar en solo vellas mil enojos, 305 - produce agora en cambio estos abrojos, - ya de rigor de espinas intratable; - yo hago con mis ojos - crecer, lloviendo, el fruto miserable. - Como al partir del sol la sombra crece, 310 - y en cayendo su rayo se levanta - la negra escuridad que el mundo cubre, - de do viene el temor que nos espanta, - y la medrosa forma en que se ofrece - aquella que la noche nos encubre,[65] 315 - hasta que el sol descubre - su luz pura y hermosa;[66] - tal es la tenebrosa - noche de tu partir, en que he quedado - de sombra y de temor atormentado, 320 - hasta que muerte el tiempo determine - que a ver el deseado - sol de tu clara vista me encamine. - Cual suele el ruiseñor con triste canto - quejarse, entre las hojas escondido, 325 - del duro labrador, que cautamente - le despojó su caro y dulce nido - de los tiernos hijuelos, entre tanto - que del amado ramo estaba ausente,[67] - y aquel dolor que siente 330 - con diferencia tanta - por la dulce garganta - despide, y a su canto el aire suena, - y la callada noche no refrena - su lamentable oficio y sus querellas,[68] 335 - trayendo de su pena - al cielo por testigo y las estrellas; - desta manera suelto ya la rienda - a mi dolor, y así me quejo en vano - de la dureza de la muerte airada. 340 - Ella en mi corazón metió la mano, - y de allí me llevó mi dulce prenda; - que aquel era su nido y su morada. - ¡Ay muerte arrebatada! - Por ti me estoy quejando 345 - al cielo y enojando - con importuno llanto al mundo todo: - el desigual dolor no sufre modo.[69] - No me podrán quitar el dolorido - sentir, si ya del todo 350 - primero no me quitan el sentido. - Tengo una parte aquí de tus cabellos, - Elisa, envueltos en un blanco paño, - que nunca de mi seno se me apartan; - descójolos, y de un dolor tamaño 355 - enternecerme siento, que sobre ellos - nunca mis ojos de llorar se hartan. - Sin que de allí se partan, - con suspiros calientes, - más que la llama ardientes,[70] 360 - los enjugo del llanto, y de consuno - casi los paso y cuento uno a uno; - juntándolos, con un cordón los ato. - Tras esto el importuno - dolor me deja descansar un rato. 365 - Mas luego a la memoria se me ofrece - aquella noche tenebrosa, escura,[71] - que tanto aflige esta ánima mesquina - con la memoria de mi desventura. - Verte presente agora me parece 370 - en aquel duro trance de Lucina,[72] - y aquella voz divina, - con cuyo son y acentos - a los airados vientos - pudieras amansar, que agora es muda; 375 - me parece que oigo que a la cruda, - inesorable diosa demandabas[73] - en aquel paso ayuda; - y tú, rústica diosa, ¿dónde estabas?[74] - ¿Íbate tanto en perseguir las fieras? 380 - ¿Íbate tanto en un pastor dormido?[75] - ¿Cosa pudo bastar a tal crueza, - que, comovida a compasión, oído[76] - a los votos y lágrimas no dieras - por no ver hecha tierra tal belleza, 385 - o no ver la tristeza - en que tu Nemoroso - queda, que su reposo - era seguir tu oficio, persiguiendo - las fieras por los montes, y ofreciendo 390 - a tus sagradas aras los despojos? - ¿Y tú, ingrata, riendo - dejas morir mi bien ante los ojos? - Divina Elisa, pues agora el cielo - con inmortales pies pisas y mides, 395 - y su mudanza ves, estando queda, - ¿por qué de mí te olvidas, y no pides - que se apresure el tiempo en que este velo - rompa del cuerpo, y verme libre pueda, - y en la tercera rueda[77] 400 - contigo mano a mano - busquemos otro llano, - busquemos otros montes y otros ríos, - otros valles floridos y sombríos, - donde descanse y siempre pueda verte 405 - ante los ojos míos, - sin miedo y sobresalto de perderte?-- - Nunca pusieran fin al triste lloro - los pastores, ni fueran acabadas - las canciones que solo el monte oía, 410 - si mirando las nubes coloradas, - al tramontar del sol bordadas de oro, - no vieran que era ya pasado el día.[78] - La sombra se veía - venir corriendo apriesa 415 - ya por la falda espesa - del altísimo monte, y recordando[79] - ambos como de sueño, y acabando - el fugitivo sol, de luz escaso, - su ganado llevando, 420 - se fueron recogiendo paso a paso. - - - - -ÉGLOGA SEGUNDA - - - ALBANIO - - En medio del invierno está templada[80] - el agua dulce desta clara fuente,[81] - y en el verano más que nieve helada. - ¡Oh claras ondas, cómo veo presente, - en viéndoos, la memoria de aquel día 5 - de que el alma temblar y arder se siente! - En vuestra claridad vi mi alegría - escurecerse toda y enturbiarse; - cuando os cobré perdí mi compañía. - ¿A quién pudiera igual tormento darse, 10 - que con lo que descansa otro afligido - venga mi corazón a atormentarse? - El dulce murmurar de este ruído, - el mover de los árboles al viento, - el suave olor del prado florecido,[82] 15 - podrían tornar, de enfermo y descontento, - cualquier pastor del mundo, alegre y sano; - yo solo en tanto bien morir me siento. - ¡Oh hermosura sobre el ser humano! - ¡Oh claros ojos! ¡Oh cabellos de oro![83] 20 - ¡Oh cuello de marfil! ¡Oh blanca mano! - ¿Cómo puede ora ser que en triste lloro - se convirtiese tan alegre vida, - y en tal pobreza todo mi tesoro? - Quiero mudar lugar, y a la partida 25 - quizá me dejará parte del daño - que tiene el alma casi consumida. - ¡Cuán vano imaginar, cuán claro engaño - es darme yo a entender que con partirme, - de mí se ha de partir un mal tamaño! 30 - ¡Ay miembros fatigados, y cuán firme - es el dolor que os cansa y enflaquece! - ¡Oh si pudiese un rato aquí dormirme! - Al que velando el bien nunca se ofrece, - quizá que el sueño le dará durmiendo 35 - algún placer, que presto desfallece - en tus manos ¡oh sueño! me encomiendo.[84] - - SALICIO - - ¡Cuán bienaventurado[85] - aquel puede llamarse - que con la dulce soledad se abraza, 40 - y vive descuidado, - y lejos de empacharse - en lo que al alma impide y embaraza! - No ve la llena plaza, - ni la soberbia puerta 45 - de los grandes señores, - ni los aduladores - a quien la hambre del favor despierta; - no le será forzoso - rogar, fingir, temer y estar quejoso. 50 - A la sombra holgando - de un alto pino o robre, - o de alguna robusta y verde encina, - el ganado contando - de su manada pobre; 55 - que por la verde selva se avecina, - plata cendrada y fina, - oro luciente y puro, - baja y vil le parece, - y tanto lo aborrece, 60 - que aun no piensa que dello está seguro; - y como está en su seso, - rehuye la cerviz del grave peso. - Convida a dulce sueño - aquel manso ruído 65 - del agua que la clara fuente envía, - y las aves sin dueño - con canto no aprendido - hinchen el aire de dulce armonía; - háceles compañía, 70 - a la sombra volando, - y entre varios olores - gustando tiernas flores, - la solícita abeja susurrando; - los árboles y el viento 75 - al sueño ayudan con su movimiento. - ¿Quién duerme aquí? ¿Dó está que no le veo? - ¡Oh! helo allí. Dichoso tú, que aflojas - la cuerda al pensamiento o al deseo. - ¡Oh natura, cuán pocas obras cojas 80 - en el mundo son hechas por tu mano! - Creciendo el bien, menguando las congojas, - el sueño diste al corazón humano - para que al despertar más se alegrase - del estado gozoso, alegre y sano; 85 - que, como si de nuevo le hallase, - hace aquel intervalo que ha pasado - que el nuevo gusto nunca al bien se pase.[86] - Y al que de pensamiento fatigado - el sueño baña con licor piadoso, 90 - curando el corazón despedazado, - aquel breve descanso, aquel reposo - basta para cobrar de nuevo aliento, - con que se pase el curso trabajoso. - Llegarme quiero cerca con buen tiento, 95 - y ver, si de mí fuere conocido, - si es del número triste o del contento. - Albanio es este que está aquí dormido, - o yo conozco mal. Albanio es, cierto. - Duerme, garzón cansado y afligido. 100 - ¡Por cuán mejor librado tengo un muerto - que acaba el curso de la vida humana - y es reducido a más seguro puerto, - que el que, viviendo acá, de vida ufana - y de estado gozoso, noble y alto, 105 - es derrocado de fortuna insana! - Dicen que este mancebo dio un gran salto: - que de amorosos bienes fue abundante, - y agora es pobre, miserable y falto. - No sé la historia bien; mas quien delante 110 - se halló al duelo me contó algún poco - del grave caso deste pobre amante. - - ALBANIO - - ¿Es esto sueño, o ciertamente toco - la blanca mano? ¡Ah sueño! ¿estás burlando? - Yo estábate creyendo como loco. 115 - ¡Oh cuitado de mí! Tú vas volando - con prestas alas por la ebúrnea puerta;[87] - yo quédome tendido aquí llorando. - ¿No basta el grave mal en que despierta - el alma vive, o por mejor decillo, 120 - está muriendo de una vida incierta? - - SALICIO - - Albanio, deja el llanto, que en oíllo - me aflijo. - - ALBANIO - - ¿Quién presente está a mi duelo? - - SALICIO - - Aquí está quien te ayudará a sentillo. - - ALBANIO - - ¿Aquí estás tú, Salicio? Gran consuelo 125 - me fuera en cualquier mal tu compañía; - mas tengo en esto por contrario al cielo. - - SALICIO - - Parte de tu trabajo ya me había - contado Galafrón, que fue presente - en aqueste lugar el mismo día; 130 - mas no supo decir del acidente - la causa principal; bien que pensaba - que era mal que decir no se consiente; - y a la sazón en la ciudad yo estaba, - como tú sabes bien, aparejando 135 - aquel largo camino que esperaba; - y esto que digo me contaron cuando - torné a volver; mas yo te ruego agora, - si esto no es enojoso que demando, - que particularmente el punto y hora, 140 - la causa, el daño cuentes y el proceso; - que el mal comunicado se mejora.[88] - - ALBANIO - - Con un amigo tal verdad es eso, - cuando el mal sufre cura, mi Salicio; - mas este ha penetrado hasta el hueso. 145 - Verdad es que la vida y ejercicio - común, y el amistad que a ti me ayunta, - mandan que complacerte sea mi oficio; - mas ¿qué haré? que el alma ya barrunta, - que quiero renovar en la memoria 150 - la herida mortal de aguda punta; - y póneme delante aquella gloria - pasada, y la presente desventura, - para espantarme de la horrible historia. - Por otra parte, pienso que es cordura 155 - renovar tanto el mal que me atormenta, - que a morir venga de tristeza pura. - Y por esto, Salicio, entera cuenta - te daré de mi mal como pudiere, - aunque el alma rehuya y no consienta. 160 - Quise bien, y querré mientras rigiere - aquestos miembros el espirtu mío, - aquella por quien muero, si muriere.[89] - En este amor no entré por desvarío,[90] - ni lo traté, como otros, con engaños, 165 - ni fue por eleción de mi albedrío. - Desde mis tiernos y primeros años - a aquella parte me inclinó mi estrella, - y a aquel fiero destino de mis daños. - Tú conociste bien una doncella, 170 - de mi sangre y abuelos descendida,[91] - más que la misma hermosura bella. - En su verde niñez, siendo ofrecida - por montes y por selvas a Diana,[92] - ejercitaba allí su edad florida. 175 - Yo, que desde la noche a la mañana - y del un sol al otro, sin cansarme, - seguía la caza con estudio y gana, - por deudo y ejercicio a conformarme - vine con ella en tal domestiqueza, 180 - que della un punto no sabía apartarme. - Iba de un hora en otra la estrecheza - haciéndose mayor, acompañada - de un amor sano y lleno de pureza. - ¿Qué montaña dejó de ser pisada 185 - de nuestros pies? ¿Qué bosque o selva umbrosa - no fue de nuestra caza fatigada? - Siempre con mano larga y abundosa - con parte de la caza visitando - el sacro altar de nuestra santa diosa. 190 - La colmilluda testa ora llevando - del puerco jabalí cerdoso y fiero, - del peligro pasado razonando; - ora clavando del ciervo ligero - en algún sacro pino los ganchosos 195 - cuernos, con puro corazón sincero - tornábamos contentos y gozosos, - y al disponer de lo que nos quedaba, - jamás me acuerdo de quedar quejosos. - Cualquiera caza a entrambos agradaba; 200 - pero la de las simples avecillas - menos trabajo y más placer nos daba. - En mostrando el aurora sus mejillas - de rosa, y sus cabellos de oro fino - humedeciendo ya las florecillas, 205 - nosotros, yendo fuera de camino, - buscábamos un valle, el más secreto - y de conversación menos vecino; - aquí con una red de muy perfeto - verde tejida, aquel valle atajábamos 210 - muy sin rumor, con paso muy quieto. - De dos árboles altos la colgábamos, - y habiéndonos un poco lejos ido, - hacia la red armada nos tornábamos, - y por lo más espeso y escondido, 215 - los árboles y matas sacudiendo, - turbábamos el valle con ruído. - Zorzales, tordos, mirlas, que temiendo - delante de nosotros, espantados - del peligro menor, iban huyendo, 220 - daban en el mayor, desatinados, - quedando en la sutil red engañosa - confusamente todos enredados. - Y entonces era vellos una cosa - estraña y agradable, dando gritos, 225 - y con voz lamentándose quejosa. - Algunos dellos, que eran infinitos, - su libertad buscaban revolando; - otros estaban míseros y aflitos.[93] - Al fin las cuerdas de la red tirando, 230 - llevábamosla juntos casi llena, - la caza a cuestas y la red cargando. - Cuando el húmido otoño ya refrena - del seco estío el gran calor ardiente, - y va faltando sombra a Filomena,[94] 235 - con otra caza desta diferente, - aunque también de vida ociosa y blanda, - pasábamos el tiempo alegremente. - Entonces siempre, como sabes, anda - de estorninos volando a cada parte 240 - de acá y allá la espesa y negra banda. - Y cierto aquesto es cosa de contarte, - cómo con los que andaban por el viento - usábamos también de astucia y arte. - Uno vivo primero de aquel cuento 245 - tomábamos, y en esto sin fatiga - era cumplido luego nuestro intento; - al pie del cual un hilo, untado en liga, - atando, le soltábamos al punto - que vía volar aquella banda amiga. 250 - Apenas era suelto, cuando junto - estaba con los otros y mesclado, - secutando el efeto de su asunto.[95] - A cuantos era el hilo enmarañado - por alas o por pies o por cabeza, 255 - todos venían al suelo mal su grado. - Andaban forcejando una gran pieza - a su pesar y a mucho placer nuestro; - que así de un mal ajeno bien se empieza.[96] - Acuérdaseme agora que el siniestro 260 - canto de la corneja y el agüero - para escaparse no le fue maestro. - Cuando una dellas, como es muy ligero, - a nuestras manos viva nos venía, - era ocasión de más de un prisionero. 265 - La cual a un llano grande yo traía, - a do muchas cornejas andar juntas - o por el suelo o por el aire vía; - clavándola en la tierra por las puntas - estremas de las alas, sin rompellas, 270 - seguíase lo que apenas tú barruntas. - Parecía que mirando a las estrellas, - clavada boca arriba en aquel suelo, - estaba a contemplar el curso dellas. - De allí nos alejábamos, y el cielo 275 - rompía con gritos ella, y convocaba - de las cornejas el superno vuelo.[97] - En un solo momento se ayuntaba - una gran muchedumbre presurosa - a socorrer la que en el suelo estaba. 280 - Cercábanla, y alguna, más piadosa - del mal ajeno de la compañera - que del suyo avisada y temerosa, - llegábase muy cerca, y la primera - que esto hacía, pagaba su inocencia 285 - con prisión o con muerte lastimera. - Con tal fuerza la presa y tal violencia - se engarrafaba de la que venía, - que no se despidiera sin licencia. - Ya puedes ver cuán gran placer sería 290 - ver, de una por soltarse y desasirse, - de otra por socorrerse, la porfía. - Al fin la fiera lucha a despartirse - venía por nuestra mano, y la cuitada - del bien hecho empezaba a arrepentirse. 295 - ¿Qué me dirás si con su mano alzada - haciendo la noturna centinela, - la grúa de nosotros fue engañada?[98] - No aprovechaba al ánsar la cautela, - ni ser siempre sagaz descubridora 300 - de noturnos engaños con su vela.[99] - Ni al blanco cisne que en las aguas mora - por no morir como Faetón en fuego, - del cual el triste caso canta y llora. - Y tú, perdiz cuitada, ¿piensas luego 305 - que en huyendo del techo estás segura?[100] - En el campo turbamos tu sosiego. - A ningún ave o animal natura[101] - dotó de tanta astucia que no fuese - vencido al fin de nuestra astucia pura. 310 - Si por menudo de contarte hubiese - de aquesta vida cada partecilla, - temo que antes del fin anocheciese. - Basta saber que aquesta tan sencilla - y tan pura amistad, quiso mi hado 315 - en diferente especie convertilla: - en un amor tan fuerte y tan sobrado, - y en un desasosiego no creíble, - tal, que no me conosco, de trocado. - El placer de miralla, con terrible 320 - y fiero desear sentí mesclarse, - que siempre me llevaba a lo imposible. - La pena de su ausencia vi mudarse, - no en pena, no en congoja, en cruda muerte, - y en fuego eterno el alma atormentarse. 325 - A aqueste estado en fin mi dura suerte - me trajo poco a poco, y no pensara - que contra mí pudiera ser más fuerte, - si con mi grave daño no probara - que, en comparación de esta, aquella vida 330 - cualquiera por descanso la juzgara. - Ser debe aquesta historia aborrecida - de tus orejas ya, que así atormenta - mi lengua y mi memoria entristecida. - Decir ya más no es bien que se consienta; 335 - junto todo mi bien perdí en un hora, - y esta es la suma, en fin, de aquesta cuenta. - - SALICIO - - Albanio, si tu mal comunicaras[102] - con otro, que pensaras que tu pena - juzgaba como ajena, o que este fuego 340 - nunca probó, ni el juego peligroso - de que tú estás quejoso, yo confieso - que fuera bueno aqueso que hora haces; - mas si tú me deshaces con tus quejas, - ¿por qué agora me dejas como a estraño, 345 - sin dar de aqueste daño fin al cuento? - ¿Piensas que tu tormento como nuevo - escucho, y que no pruebo, por mi suerte, - aquesta viva muerte en las entrañas? - Si no con todas mañas ni esperiencia 350 - esta grave dolencia se desecha, - al menos aprovecha, yo te digo, - para que de un amigo que adolesca - otro se condolesca, que ha llegado - de bien acuchillado a ser maestro.[103] 355 - Así que, pues te muestro abiertamente - que no estoy inocente destos males, - que aún traigo las señales de las llagas, - no es bien que tú te hagas tan esquivo; - que mientras estás vivo, ser podría 360 - que por alguna vía te avisase, - y contigo llorase; que no es malo - tener al pie del palo quien se duela[104] - del mal, y sin cautela te aconseje. - - ALBANIO - - Tú quieres que forceje y que contraste[105] 365 - con quien al fin no baste a derrocalle. - Amor quiere que calle; yo no puedo - mover el paso un dedo sin gran mengua. - Él tiene de mi lengua el movimiento; - así que no me siento ser bastante. 370 - - SALICIO - - ¿Qué te pone delante que te impida - el descubrir tu vida al que aliviarte - del mal alguna parte cierto espera? - - ALBANIO - - Amor quiere que muera sin reparo; - y conociendo claro que bastaba 375 - lo que yo descansaba en este llanto - contigo, a que entre tanto me aliviase, - y aquel tiempo probase a sostenerme; - por más presto perderme, como injusto, - me ha ya quitado el gusto que tenía 380 - de echar la pena mía por la boca. - Así que ya no toca nada dello - a ti querer sabello, ni contallo - a quien solo pasallo le conviene, - y muerte solo por alivio tiene. 385 - - SALICIO - - ¿Quién es contra su ser tan inhumano, - que al enemigo entrega su despojo, - y pone su poder en otra mano? - ¿Cómo, y no tienes ora algún enojo - de ver que amor tu misma lengua ataje, 390 - o la desate por su solo antojo? - - ALBANIO - - Salicio amigo, cese este lenguaje; - cierra tu boca, y más aquí no la abras; - yo siento mi dolor, y tú mi ultraje. - ¿Para qué son maníficas palabras?[106] 395 - ¿Quién te hizo filósofo elocuente,[107] - siendo pastor de ovejas y de cabras? - ¡Oh cuitado de mí, cuán fácilmente - con espedida lengua y rigurosa - el sano da consejos al doliente! 400 - - SALICIO - - No te aconsejo yo, ni digo cosa - para que debas tú por ella darme - respuesta tan aceda y tan odiosa. - Ruégote que tu mal quieras contarme, - porque dél pueda tanto entristecerme, 405 - cuanto suelo del bien tuyo alegrarme. - - ALBANIO - - Pues ya de ti no puedo defenderme, - yo tornaré a mi cuento cuando hayas - prometido una gracia concederme; - y es, que en oyendo el fin, luego te vayas 410 - y me dejes llorar mi desventura - entre estos pinos solo y estas hayas. - - SALICIO - - Aunque pedir tú eso no es cordura, - yo seré dulce más que sano amigo, - y daré bien lugar a tu tristura. 415 - - ALBANIO - - Hora, Salicio, escucha lo que digo; - y vos, oh ninfas deste bosque umbroso, - a doquiera que estáis, estad conmigo. - Ya te conté el estado tan dichoso - a do me puso amor, si en él yo firme 420 - pudiera sostenerme con reposo; - mas, como de callar y de encubrirme - de aquella por quien vivo me encendía,[108] - llegué ya casi al punto de morirme, - mil veces ella preguntó qué había, 425 - y me rogó que el mal le descubriese, - que mi rostro y color lo descubría. - Mas no acabó con cuanto me dijese, - que de mí a su pregunta otra respuesta - que un sospiro con lágrimas hubiese. 430 - Aconteció que en una ardiente siesta, - viniendo de la caza fatigados, - en el mejor lugar desta floresta, - que es este donde estamos asentados, - a la sombra de un árbol aflojamos 435 - las cuerdas a los arcos trabajados. - En aquel prado allí nos reclinamos, - y del céfiro fresco recogiendo - el agradable espirtu, respiramos. - Las flores, a los ojos ofreciendo 440 - diversidad estraña de pintura, - diversamente así estaban oliendo. - Y en medio aquesta fuente clara y pura, - que como de cristal resplandecía, - mostrando abiertamente su hondura, 445 - el arena, que de oro parecía, - de blancas pedrezuelas variada, - por do manaba el agua, se bullía. - En derredor ni sola una pisada - de fiera o de pastor o de ganado 450 - a la sazón estaba señalada. - Después que con el agua resfriado - hubimos el calor, y juntamente - la sed de todo punto mitigado, - ella, que con cuidado diligente 455 - a conocer mi mal tenía el intento, - y a escudriñar el ánimo doliente, - con nuevo ruego y firme juramento - me conjuró y rogó que le contase - la causa de mi grave pensamiento; 460 - y si era amor, que no me recelase - de hacelle mi caso manifiesto, - y demostralle aquella que yo amase, - que me juraba que también en esto - el verdadero amor que me tenía 465 - con pura voluntad estaba presto. - Yo, que tanto callar ya no podía, - y claro descubrir menos osaba - lo que en el alma triste se sentía, - le dije que en aquella fuente clara 470 - vería de aquella que yo tanto amaba - abiertamente la hermosa cara. - Ella, que ver aquesta deseaba, - con menos diligencia discurriendo - de aquella con que el paso apresuraba, 475 - a la pura fontana fue corriendo, - y en viendo el agua, toda fue alterada, - en ella su figura sola viendo.[109] - Y no de otra manera, arrebatada, - del agua rehuyó, que si estuviera 480 - de la rabiosa enfermedad tocada. - Y sin mirarme, desdeñosa y fiera, - no sé qué allá entre dientes murmurando, - me dejó aquí, y aquí quiere que muera. - Quedé yo triste y solo allí, culpando 485 - mi temerario osar, mi desvarío, - la pérdida del bien considerando. - Creció de tal manera el dolor mío, - y de mi loco error el desconsuelo, - que hice de mis lágrimas un río. 490 - Fijos los ojos en el alto cielo, - estuve boca arriba una gran pieza - tendido, sin mudarme en este suelo.[110] - Y como de un dolor otro se empieza,[111] - el largo llanto, el desvanecimiento, 495 - el vano imaginar de la cabeza, - de mi gran culpa aquel remordimiento, - verme del todo al fin sin esperanza, - me trastornaron casi el sentimiento. - Cómo deste lugar hice mudanza 500 - no sé, ni quién de aquí me condujese - al triste albergo y a mi pobre estanza. - Sé que tornando en mí, como estuviese - sin comer y dormir bien cuatro días, - y sin que el cuerpo de un lugar moviese, 505 - las ya desamparadas vacas mías - por otro tanto tiempo no gustaron - las verdes hierbas ni las aguas frías. - Los pequeños hijuelos, que hallaron - las tetas secas ya de las hambrientas 510 - madres, bramando al cielo se quejaron. - Las selvas, a su voz también atentas, - bramando pareció que respondían, - condolidas del daño y descontentas. - Aquestas cosas nada me movían, 515 - antes con mi llorar hacía espantados - todos cuantos a verme allí venían. - Vinieron los pastores de ganados, - vinieron de los sotos los vaqueros, - para ser de mi mal de mí informados. 520 - Y todos con los gestos lastimeros - me preguntaban cuáles habían sido - los acidentes de mi mal primeros. - A los cuales, en tierra yo tendido, - ninguna otra respuesta dar sabía, 525 - rompiendo con sollozos mi gemido, - sino de rato en rato les decía: - «Vosotros, los de Tajo en su ribera, - cantaréis la mi muerte cada día.[112] - »Este descanso llevaré aunque muera, 530 - que cada día cantaréis mi muerte - vosotros, los de Tajo, en su ribera.»[113] - La quinta noche, en fin, mi cruda suerte, - queriéndome llevar do se rompiese - aquesta tela de la vida fuerte, 535 - hizo que de mi choza me saliese - por el silencio de la noche escura - a buscar un lugar donde muriese. - Y caminando por do mi ventura - y mis enfermos pies me condujeron, 540 - llegué a un barranco de muy gran altura. - Luego mis ojos lo reconocieron, - que pende sobre el agua, y su cimiento - las ondas poco a poco le comieron. - Al pie de un olmo hice allí mi asiento, 545 - y acordeme que ya con ella estuve - pasando allí la siesta al fresco viento. - En aquesta memoria me detuve, - como si aquesta fuera medicina - de mi furor y cuanto mal sostuve. 550 - Denunciaba el aurora ya vecina - la venida del sol resplandeciente, - a quien la tierra, a quien la mar se inclina. - Entonces, como cuando el cisne siente - el ansia postrimera que le aqueja, 555 - y tienta el cuerpo mísero y doliente, - con triste y lamentable son se queja, - y se despide con funesto canto - del espirtu vital que dél se aleja;[114] - así, aquejado yo de dolor tanto, 560 - que el alma abandonaba ya la humana - carne, solté la rienda al triste llanto. - «¡Oh fiera, dije, más que tigre hircana, - y más sorda a mis quejas que el ruído - embravecido de la mar insana! 565 - »Heme entregado, heme aquí rendido, - he aquí vences; toma los despojos - de un cuerpo miserable y afligido. - »Yo pondré fin del todo a tus enojos, - ya no te ofenderá mi rostro triste, 570 - mi temerosa voz y húmidos ojos. - »Quizá tú, que en mi vida no moviste - el paso a consolarme en tal estado, - ni tu dureza cruda enterneciste, - »viendo mi cuerpo aquí desamparado, 575 - vendrás a arrepentirte y lastimarte; - mas tu socorro tarde habrá llegado. - »¿Cómo pudiste tan presto olvidarte - de aquel tan luengo amor, y de sus ciegos - nudos en sola un hora desligarte? 580 - »¿No se te acuerda de los dulces juegos - ya de nuestra niñez, que fueron leña - destos dañosos y encendidos fuegos, - »cuando la encina desta espesa breña - de sus bellotas dulces despojaba, 585 - que íbamos a comer sobre esta peña? - »¿Quién las castañas tiernas derrocaba - del árbol al subir dificultoso? - ¿Quién en su limpia falda las llevaba? - »¿Cuándo en valle florido, espeso, umbroso 590 - metí jamás el pie, que dél no fuese - cargado a ti de flores y oloroso? - »Jurábasme, si ausente yo estuviese, - que ni el agua sabor, ni olor la rosa, - ni el prado hierba para ti tuviese. 595 - »¿A quién me quejo, que no escucha cosa - de cuantas digo, quien debría escucharme? - Eco sola me muestra ser piadosa; - »respondiéndome prueba conhortarme,[115] - como quien probó mal tan importuno;[116] 600 - mas no quiere mostrarse y consolarme.[117] - »¡Oh dioses! si allá juntos de consuno - de los amantes el cuidado os toca; - ¡oh tú solo! si toca a solo uno, - »recebid las palabras que la boca 605 - echa con la doliente ánima fuera, - antes que el cuerpo torne en tierra poca. - »¡Oh náyades, de aquesta mi ribera[118] - corriente moradoras! ¡Oh napeas, - guarda del verde bosque verdadera![119] 610 - »Alce una de vosotras, blancas deas, - del agua su cabeza rubia un poco, - así, ninfa, jamás en tal se vea. - »Podré decir que con mis quejas toco - las divinas orejas, no pudiendo[120] 615 - las humanas tocar, cuerdo ni loco. - »¡Oh hermosas oréades, que teniendo - el gobierno de selvas y montañas, - a caza andáis por ellas discurriendo! - »Dejad de perseguir las alimañas; 620 - venid a ver un hombre perseguido, - a quien ni valen fuerzas ya ni mañas. - »¡Oh dríades, de amor hermoso nido,[121] - dulces y graciosísimas doncellas, - que a la tarde salís de lo escondido, 625 - »con los cabellos rubios, que las bellas - espaldas dejan de oro cobijadas, - parad mientes un rato a mis querellas! - »Y si con mi ventura conjuradas - no estáis, haced que sean las ocasiones 630 - de mi muerte aquí siempre celebradas. - »¡Oh lobos, oh osos, que, por los rincones - destas fieras cavernas escondidos, - estáis oyendo agora mis razones! - »Quedaos adiós, que ya vuestros oídos 635 - de mi zampoña fueron halagados, - y alguna vez de amor enternecidos. - »Adiós, montañas; adiós, verdes prados; - adiós, corrientes ríos espumosos; - vivid sin mí con siglos prolongados; 640 - »y mientras en el curso presurosos - iréis al mar a dalle su tributo, - corriendo por los valles pedregosos, - »haced que aquí se muestre triste luto - por quien, viviendo alegre, os alegraba 645 - con agradable son y viso enjuto.[122] - »Por quien aquí sus vacas abrevaba, - por quien, ramos de lauro entretejiendo, - aquí sus fuertes toros coronaba.» - Estas palabras tales en diciendo, 650 - en pie me alcé por dar ya fin al duro - dolor que en vida estaba padeciendo. - Y por el paso en que me ves te juro[123] - que ya me iba a arrojar de do te cuento, - con paso largo y corazón seguro,[124] 655 - cuando una fuerza súbita de viento - vino con tal furor, que de una sierra - pudiera remover el firme asiento. - De espaldas, como atónito, en la tierra - desde ha gran rato me hallé tendido;[125] 660 - que así se halla siempre aquel que yerra.[126] - Con más sano discurso en mi sentido, - comencé de culpar el presupuesto[127] - y temerario error que había seguido, - en querer dar con triste muerte al resto 665 - de aquesta breve vida fin amargo, - no siendo por los hados aún dispuesto. - De allí me fui con corazón más largo - para esperar la muerte, cuando venga - a relevarme deste grave cargo. 670 - Bien has ya visto cuánto me convenga, - que pues buscalla a mí no se consiente, - ella en buscarme a mí no se detenga. - Contado te he la causa, el acidente, - el daño y el proceso todo entero; 675 - cúmpleme tu promesa prestamente. - Y si mi amigo cierto y verdadero - eres, como yo pienso, vete agora; - no estorbes un dolor acerbo y fiero - al afligido y triste cuando llora. 680 - - SALICIO - - Tratara de una parte - que agora solo siento, - si no pensaras que era dar consuelo. - Quisiera preguntarte - cómo tu pensamiento 685 - se derribó tan presto en ese suelo, - o se cubrió de un velo, - para que no mirase - que quien tan luengamente - amó, no se consiente 690 - que tan presto del todo te olvidase. - ¿Qué sabes si ella agora - juntamente su mal y el tuyo llora? - - ALBANIO - - Cese ya el artificio - de la maestra mano; 695 - no me hagas pasar tan grave pena. - Harásme tú, Salicio, - ir do nunca pie humano - estampó su pisada en el arena. - Ella está tan ajena 700 - de estar desa manera - como tú de pensallo, - aunque quieres mostrallo - con razón aparente a verdadera. - Ejercita aquí el arte 705 - a solas, que yo voyme en otra parte. - - SALICIO - - No es tiempo de curalle, - hasta que menos tema - la cura del maestro y su crueza. - Solo quiero dejalle; 710 - que aún está el apostema - intratable, a mi ver, por su dureza. - Quebrante la braveza - del pecho empedernido - con largo y tierno llanto; 715 - ireme yo entre tanto - a requerir de un ruiseñor el nido, - que está en un alta encina, - y estará presto en manos de Gravina.[128] - - CAMILA - - Si desta tierra no he perdido el tino, 720 - por aquí el corzo vino que ha traído, - después que fue herido, atrás el viento. - ¿Qué recio movimiento en la corrida - lleva, de tal herida lastimado? - En el siniestro lado soterrada 725 - la flecha enherbolada va mostrando, - las plumas blanqueando solas fuera. - Y háceme que muera con buscalle. - No pasó deste valle; aquí está cierto,[129] - y por ventura muerto. ¡Quién me diese 730 - alguno que siguiese el rastro agora, - mientras la ardiente hora de la siesta - en aquesta floresta yo descanso! - ¡Ay viento fresco y manso y amoroso, - almo, dulce, sabroso! Esfuerza, esfuerza 735 - tu soplo, y esta fuerza tan caliente - del alto sol ardiente hora quebranta; - que ya la tierna planta del pie mío - anda a buscar el frío desta hierba. - A los hombres reserva tú, Diana, 740 - en esta siesta insana tu ejercicio; - por agora tu oficio desamparo, - que me ha costado caro en este día. - ¡Ay dulce fuente mía, y de cuán alto - con solo un sobresalto me arrojaste! 745 - ¿Sabes qué me quitaste, fuente clara? - Los ojos de la cara, que no quiero - menos un compañero que yo amaba; - mas no como él pensaba. Dios ya quiera - que antes Camila muera que padesca 750 - culpa por do meresca ser echada - de la selva sagrada de Diana.[130] - ¡Oh cuán de mala gana mi memoria - renueva aquesta historia! Mas la culpa - ajena me desculpa; que si fuera 755 - yo la causa primera desta ausencia, - yo diera la sentencia en mi contrario. - Él fue muy voluntario y sin respeto. - Mas ¿para qué me meto en esta cuenta? - Quiero vivir contenta y olvidallo, 760 - y aquí donde me hallo recrearme. - Aquí quiero acostarme, y en cayendo - la siesta iré siguiendo mi corcillo, - que yo me maravillo ya y me espanto - cómo con tal herida huyó tanto. 765 - - ALBANIO - - Si mi turbada vista no me miente, - paréceme que vi entre rama y rama - una ninfa llegar a aquella fuente. - Quiero llegar allá; quizá, si ella ama, - me dirá alguna cosa con que engañe 770 - con algún falso alivio aquesta llama. - Y no se me da nada que desbañe[131] - mi alma, si es contrario lo que creo; - que a quien no espera bien no hay mal que dañe. - ¡Oh santos dioses! ¿Qué es esto que veo? 775 - ¿Es error de fantasma convertida - en forma de mi amor y mi deseo? - Camila es esta que está aquí dormida; - no puede de otra ser su hermosura; - la razón está clara y conocida: 780 - una obra sola quiso la natura[132] - hacer como esta, y rompió luego apriesa - la estampa do fue hecha tal figura.[133] - ¿Quién podrá luego de su forma espresa - el traslado sacar, si la maestra 785 - misma no basta, y ella lo confiesa? - Mas ya que es cierto el bien que a mí se muestra - ¿cómo podré llegar a despertalla, - temiendo yo la luz que a ella me adiestra?[134] - ¿Si solamente de poder tocalla 790 - perdiese el miedo yo? Mas ¿si despierta?... - Si despierta, tenella y no soltalla. - Esta osadía temo que no es cierta. - Mas ¿qué me puede hacer? Quiero llegarme. - En fin, ella está agora como muerta. 795 - Cabe ella por lo menos asentarme - bien puedo; mas no ya como solía. - ¡Oh mano poderosa de matarme! - ¿Viste cuánto tu fuerza en mí podía? - ¿Por qué para sanarme no la pruebas? 800 - Que tu poder a todo bastaría. - - CAMILA - - Socórreme, Diana. - - ALBANIO - - No te muevas, - que no te he de soltar; escucha un poco. - - CAMILA - - ¿Quién me dijera, Albanio, tales nuevas? - Ninfas del verde bosque a vos invoco, 805 - a vos pido socorro desta fuerza. - ¿Qué es esto, Albanio? Dime si estás loco. - - ALBANIO - - Locura debe ser la que me fuerza - a querer más que el alma y que la vida - a la que a aborrecerme así se esfuerza. 810 - - CAMILA - - Yo debo ser de ti la aborrecida, - pues me quieres tratar de tal manera, - siendo tuya la culpa conocida. - - ALBANIO - - ¿Yo culpa contra ti? Si la primera - no está por cometer, Camila mía, 815 - en tu desgracia y disfavor yo muera. - - CAMILA - - ¿Tú no violaste nuestra compañía, - queriéndola torcer por el camino - que de la vida honesta se desvía? - - ALBANIO - - ¿Cómo de sola un hora el desatino 820 - ha de perder mil años de servicio, - si el arrepentimiento tras él vino? - - CAMILA - - Aqueste es de los hombres el oficio: - tentar el mal, y si es malo el suceso, - pedir con humildad perdón del vicio. 825 - - ALBANIO - - ¿Qué tenté yo, Camila? - - CAMILA - - Bueno es eso. - Esta fuente lo diga, que ha quedado - por un testigo de tu mal proceso. - - ALBANIO - - Si puede ser mi yerro castigado - con muerte, con deshonra o con tormento, 830 - vesme aquí, estoy a todo aparejado. - - CAMILA - - Suéltame ya la mano, que el aliento - me falta de congoja. - - ALBANIO - - He muy gran miedo - que te me irás, que corres más que el viento. - - CAMILA - - No estoy como solía, que no puedo 835 - moverme ya, de mal ejercitada. - Suelta, que casi me has quebrado un dedo. - - ALBANIO - - ¿Estarás, si te suelto, sosegada, - mientras con razón clara yo te muestro - que fuiste sin razón de mí enojada? 840 - - CAMILA - - Eres tú de razones gran maestro. - Suelta, que sí estaré. - - ALBANIO - - Primero jura - por la primera fe del amor nuestro. - - CAMILA - - Yo juro por la ley sincera y pura - de la amistad pasada, de sentarme, 845 - y de escuchar tus quejas muy segura. - ¡Cuál me tienes la mano, de apretarme - con esa dura mano, descreído! - - ALBANIO - - ¡Cuál me tienes el alma de dejarme! - - CAMILA - - Mi prendedero de oro ¡si es perdido!...[135] 850 - ¡Oh cuitada de mí! Mi prendedero - desde aquel valle aquí se me ha caído. - - ALBANIO - - Mira no se cayese allá primero, - antes de aqueste al Val de la Hortiga. - - CAMILA - - Doquier que se perdió, buscallo quiero. 855 - - ALBANIO - - Yo iré a buscado, escusa esa fatiga; - que no puedo sufrir que aquesta arena - abrase el blanco pie de mi enemiga. - - CAMILA - - Pues que quieres tomar por mí esta pena, - derecho ve primero a aquellas hayas; 860 - que allí estuve yo echada un hora buena. - - ALBANIO - - Ya voy; mas entre tanto no te vayas. - - CAMILA - - Seguro ve, que antes verás mi muerte - que tú me cobres ni a tus manos hayas. - - ALBANIO - - ¡Ah, ninfa desleal! Y ¿desa suerte 865 - se guarda el juramento que me diste? - ¡Ah condición de vida dura y fuerte! - ¡Oh falso amor, de nuevo me heciste - revivir con un poco de esperanza! - ¡Oh modo de matar penoso y triste! 870 - ¡Oh muerte llena de mortal tardanza! - Podré por ti llamar injusto el cielo, - injusta su medida y su balanza. - Recibe tú, terreno y duro suelo, - este rebelde cuerpo, que detiene 875 - del alma el espedido y leve vuelo. - Yo me daré la muerte, y aun si viene - alguno a resistirme... ¿A resistirme? - Él verá que a su vida no conviene. - ¿No puedo yo morir, no puedo irme 880 - por aquí, por allí, por do quisiere, - desnudo espirtu o carne y hueso firme? - - SALICIO - - Escucha, que algún mal hacerse quiere, - o cierto tiene trastornado el seso. - - ALBANIO - - Aquí tuviese yo quien mal me quiere. 885 - Descargado me siento de un gran peso; - paréceme que vuelo, despreciando - monte, choza, ganado, leche y queso. - ¿No son aquestos pies? Con ellos ando. - Ya caigo en ello, el cuerpo se me ha ido; 890 - solo el espirtu es este que hora mando. - ¿Hale hurtado alguno o escondido - mientras mirando estaba yo otra cosa? - ¿O si quedó por caso allí dormido? - Una figura de color de rosa 895 - estaba allí durmiendo; ¿si es aquella - mi cuerpo? No, que aquella es muy hermosa - - NEMOROSO - - Gentil cabeza; no daría por ella - yo para mi traer solo un cornado.[136] - - ALBANIO - - ¿A quién iré del hurto a dar querella? 900 - - SALICIO - - Estraño ejemplo es ver en qué ha parado - este gentil mancebo, Nemoroso; - ¡Y a nosotros que le hemos más tratado, - manso, cuerdo, agradable, virtuoso, - sufrido, conversable, buen amigo, 905 - y con un alto ingenio, gran reposo! - - ALBANIO - - Yo podré poco, o hallaré testigo - de quién hurtó mi cuerpo; aunque esté ausente, - yo lo perseguiré como enemigo. - ¿Sabrásme decir dél, mi clara fuente? 910 - Dímelo, si lo sabes; así Febo - nunca tus frescas ondas escaliente. - Allá dentro en lo fondo está un mancebo - de laurel coronado, y en la mano - un palo propio, como yo, de acebo. 915 - Hola, ¿quién está allá? Responde, hermano. - ¡Válgame Dios! O tú eres sordo o mudo, - o enemigo mortal del trato humano. - Espirtu soy, de carne ya desnudo, - que busco el cuerpo mío, que me ha hurtado 920 - algún ladrón malvado, injusto y crudo. - Callar que callarás. ¿Hasme escuchado? - ¡Oh santo Dios! Mi cuerpo mismo veo, - o yo tengo el sentido trastornado. - ¡Oh cuerpo! Hete hallado, y no lo creo; 925 - tanto sin ti me hallo descontento. - Pon fin ya a tu destierro y mi deseo. - - NEMOROSO - - Sospecho que el contino pensamiento - que tuvo de morir antes de agora - le representa aqueste apartamiento. 930 - - SALICIO - - Como del que velando siempre llora, - quedan durmiendo las especies llenas - del dolor que en el alma triste mora. - - ALBANIO - - Si no estás en cadenas, sal ya fuera - a darme verdadera forma de hombre, 935 - que agora solo el nombre me ha quedado. - Y si no estás forzado en ese suelo, - dímelo; que si al cielo que me oyere, - con quejas no moviere y llanto tierno, - convocaré el infierno y reino escuro, 940 - y romperé su muro de diamante, - como hizo el amante blandamente[137] - por la consorte ausente, que cantando - estuvo halagando las culebras - de las hermanas negras mal peinadas.[138] 945 - - NEMOROSO - - ¡De cuán desvariadas opiniones - saca buenas razones el cuitado! - - SALICIO - - El curso acostumbrado del ingenio, - aunque le falte el genio que lo mueva, - con la fuga que lleva, corre un poco; 950 - y aunque este está hora loco, no por eso - ha de dar al travieso su sentido - en todo, habiendo sido cual tú sabes. - - NEMOROSO - - No más, no me le alabes, que por cierto, - de vello como muerto estoy llorando. 955 - - ALBANIO - - Estaba contemplando qué tormento - es este apartamiento. A lo que pienso - no nos aparta inmenso mar airado, - no torres de fosado rodeadas,[139] - no montañas cerradas y sin vía, 960 - no ajena compañía, dulce y cara; - un poco de agua clara nos detiene; - por ella no conviene lo que entramos[140] - con ansia deseamos; porque al punto - que a ti me acerco y junto, no te apartas; 965 - antes nunca te hartas de mirarme, - y de sinificarme en tu meneo - que tienes gran deseo de juntarte - con esta media parte. Daca, hermano, - échame acá esa mano, y como buenos 970 - amigos a lo menos nos juntemos, - y aquí nos abracemos. Ah ¿burlaste? - ¿Así te me escapaste? Yo te digo - que no es obra de amigo hacer eso. - ¿Quedo yo, don Travieso, remojado, 975 - y tú estás enojado? ¡Cuán apriesa - mueves ¿qué cosa es esa? tu figura! - ¿Aún esa desventura me quedaba? - Ya yo me consolaba en ver serena - tu imagen, y tan buena y amorosa.[141] 980 - No hay bien ni alegre cosa ya que dure. - - NEMOROSO - - A lo menos, que cure tu cabeza. - - SALICIO - - Salgamos, que ya empieza un furor nuevo. - - ALBANIO - - ¡Oh Dios! ¿Por qué no pruebo a echarme dentro - hasta llegar al centro de la fuente? 985 - - SALICIO - - ¿Qué es esto, Albanio? Tente. - - ALBANIO - - ¡Oh manifiesto - ladrón! Mas ¿qué es aquesto? Y ¿es muy bueno - vestiros de lo ajeno, y ante el dueño, - como si fuese un leño sin sentido, - venir muy revestido de mi carne? 990 - Yo haré que descarne esa alma osada - aquesta mano airada. - - SALICIO - - Está quedo. - Llega tú, que no puedo detenelle. - - NEMOROSO - - Pues ¿qué quieres hacelle? - - SALICIO - - ¿Yo? dejalle, - si desenclavijalle yo acabase 995 - la mano, a que escapase mi garganta. - - NEMOROSO - - No tiene fuerza tanta; solo puedes[142] - hacer lo que tú debes a quien eres. - - SALICIO - - ¡Qué tiempo de placeres y de burlas! - ¿Con la vida te burlas, Nemoroso? 1000 - Ven ya, no estés donoso. - - NEMOROSO - - Luego vengo, - en cuanto me detengo yo aquí un poco. - Veré cómo de un loco te desatas. - - SALICIO - - ¡Ay! paso, que me matas. - - ALBANIO - - Aunque mueras... - - NEMOROSO - - Ya aquello va de veras. Suelta, loco. 1005 - - ALBANIO - - Déjame estar un poco, que ya acabo. - - NEMOROSO - - Suelta ya. - - ALBANIO - - ¿Qué te hago? - - NEMOROSO - - ¿A mí? No, nada. - - ALBANIO - - Pues vete tu jornada, y nunca entiendas - en ajenas contiendas. - - SALICIO - - ¡Ah, furioso! - Afierra, Nemoroso; tenle fuerte.[143] 1010 - Yo te daré la muerte, don Perdido. - Ténmele tú tendido mientras lo ato; - probemos así un rato a castigallo. - Quizá con espantallo habrá algún miedo. - - ALBANIO - - Señores, si estoy quedo ¿dejareisme? 1015 - - SALICIO - - No. - - ALBANIO - - ¡Pues qué! ¿matareisme? - - SALICIO - - Sí. - - ALBANIO - - ¿Sin falta? - Mira cuánto más alta aquella sierra - está que la otra tierra. - - NEMOROSO - - Bueno es esto. - Él olvidará presto la braveza. - - SALICIO - - Calla, que así se aveza a tener seso. 1020 - - ALBANIO - - ¿Cómo? ¡Azotado y preso! - - SALICIO - - Calla, escucha. - - ALBANIO - - Negra fue aquella lucha que contigo - hice, que tal castigo dan tus manos. - ¿No éramos como hermanos de primero? - - NEMOROSO - - Albanio, compañero, calla agora, 1025 - y duerme aquí algún hora, y no te muevas. - - ALBANIO - - ¿Sabes algunas nuevas de mí? - - SALICIO - - Loco. - - ALBANIO - - Paso, que duermo un poco. - - SALICIO - - ¿Duermes, cierto? - - ALBANIO - - ¿No me ves como un muerto? Pues ¿qué hago? - - SALICIO - - Este te dará el pago, si despiertas, 1030 - en esas carnes muertas, te prometo. - - NEMOROSO - - Algo está más quieto y reposado - que hasta aquí. ¿Qué dices tú, Salicio? - ¿Parécete que puede ser curado? - - SALICIO - - En procurar cualquiera beneficio 1035 - a la vida y salud de un tal amigo - haremos el debido y justo oficio. - - NEMOROSO - - Escucha, pues, un poco lo que digo, - y contaré una estraña y nueva cosa, - de que yo fui la parte y el testigo. 1040 - En la ribera verde y deleitosa[144] - del sacro Tormes, dulce y claro río, - hay una vega grande y espaciosa, - verde en el medio del invierno frío, - en el otoño verde y primavera, 1045 - verde en la fuerza del ardiente estío. - Levántase al fin della una ladera - con proporción graciosa en el altura, - que sojuzga la vega y la ribera. - Allí está sobrepuesta la espesura 1050 - de las hermosas torres, levantadas - al cielo con estraña hermosura.[145] - No tanto por la fábrica estimadas, - aunque estraña labor allí se vea, - cuanto de sus señores ensalzadas. 1055 - Allí se halla lo que se desea: - virtud, linaje, haber y todo cuanto - bien de natura o de fortuna sea. - Un hombre mora allí de ingenio tanto,[146] - que toda la ribera adonde él vino 1060 - nunca se harta de escuchar su canto. - Nacido fue en el campo placentino,[147] - que con estrago y destruición romana - en el antiguo tiempo fue sanguino;[148] - y en este, con la propia, la inhumana 1065 - furia infernal, por otro nombre guerra, - lo tiñe, lo arruína y lo profana. - Él, viendo aquesto, abandonó su tierra, - por ser más del reposo compañero, - que de la patria que el furor atierra.[149] 1070 - Llevole a aquella parte el buen agüero, - de aquella tierra de Alba tan nombrada, - que este es el nombre della, y dél Severo. - A aqueste Febo no le escondió nada; - antes de piedras, hierbas y animales 1075 - diz que le fue noticia entera dada. - Este, cuando le place, a los caudales - ríos el curso presuroso enfrena - con fuerza de palabras y señales. - La negra tempestad en muy serena 1080 - y clara luz convierte, y aquel día, - si quiere revolvello, el mundo atruena. - La luna de allá arriba bajaría - si al son de las palabras no impidiese - el son del carro que la mueve y guía. 1085 - Temo que si decirte presumiese - de su saber la fuerza con loores, - que en lugar de alaballo, lo ofendiese. - Mas no te callaré que los amores - con un tan eficaz remedio cura, 1090 - cuanto conviene a tristes amadores. - En un punto remueve la tristura, - convierte en odio aquel amor insano, - y restituye el alma a su natura.[150] - No te sabré decir, Salicio hermano, 1095 - la orden de mi cura y la manera; - mas sé que me partí dél libre y sano. - Acuérdaseme bien que en la ribera - de Tormes lo hallé solo cantando, - tan dulce, que a una piedra enterneciera. 1100 - Como cerca me vido, adivinando - la causa y la razón de mi venida, - suspenso un rato estuvo allí callando; - y luego con voz clara y espedida - soltó la rienda al verso numeroso 1105 - en alabanzas de la libre vida. - Yo estaba embebecido y vergonzoso; - atento al son, y viéndome del todo - fuera de libertad y de reposo, - no sé decir sino que, en fin, de modo 1110 - aplicó a mi dolor la medicina, - que el mal desarraigó de todo en todo. - Quedé yo entonces como quien camina - de noche por caminos enriscados, - sin ver dónde la senda o paso inclina, 1115 - mas venida la luz, y contemplados, - del peligro pasado nace un miedo, - que deja los cabellos erizados. - Así estaba mirando atento y quedo - aquel peligro yo que atrás dejaba, 1120 - que nunca sin temor pensado puedo. - Tras esto luego se me presentaba, - sin antojos delante, la vileza - de lo que antes ardiendo deseaba. - Así curó mi mal con tal destreza 1125 - el sabio viejo, como te he contado, - que volvió el alma a su naturaleza, - y soltó el corazón aherrojado. - - SALICIO - - ¡Oh gran saber! ¡Oh viejo frutuoso! - que el perdido reposo al alma vuelve, 1130 - y lo que la revuelve y lleva a tierra - del corazón destierra encontinente. - Con esto solamente que contaste, - así lo reputaste acá comigo, - que sin otro testigo, a desealle 1135 - ver presente y hablalle me levantas. - - NEMOROSO - - ¿Desto poco te espantas tú, Salicio? - De más te daré indicio manifiesto, - si no te soy molesto y enojoso. - - SALICIO - - ¿Qué es esto, Nemoroso, y qué cosa 1140 - puede ser tan sabrosa en otra parte - a mí, como escucharte? No la siento, - cuanto más este cuento de Severo; - dímelo por entero, por tu vida, - pues no hay quien nos impida ni embarace. 1145 - Nuestro ganado pace, el viento espira, - Filomena sospira en dulce canto, - y en amoroso llanto se amancilla;[151] - gime la tortolilla sobre el olmo, - preséntanos a colmo el prado flores, 1150 - y esmalta en mil colores su verdura; - la fuente clara y pura murmurando - nos está convidando a dulce trato. - - NEMOROSO - - Escucha, pues, un rato, y diré cosas - estrañas y espantosas poco a poco. 1155 - Ninfas, a vos invoco; verdes faunos, - sátiros y silvanos, soltad todos - mi lengua en dulces modos y sutiles; - que ni los pastoriles ni la avena[152] - ni la zampoña suena como quiero. 1160 - Este nuestro Severo pudo tanto - con el suave canto y dulce lira, - que, revueltos en ira y torbellino, - en medio del camino se pararon - los vientos, y escucharon muy atentos 1165 - la voz y los acentos, muy bastantes - a que los repunantes y contrarios - hiciesen voluntarios y conformes. - A aqueste el viejo Tormes como a hijo - lo metió al escondrijo de su fuente, 1170 - de do va su corriente comenzada. - Mostrole una labrada y cristalina - urna, donde él reclina el diestro lado; - y en ella vio entallado y esculpido - lo que antes de haber sido, el sacro viejo 1175 - por divino consejo puso en arte, - labrado a cada parte, las estrañas - virtudes y hazañas de los hombres - que con sus claros nombres ilustraron - cuanto señorearon de aquel río. 1180 - Estaba con un brío desdeñoso, - con pecho corajoso, aquel valiente - que contra un rey potente y de gran seso, - que el viejo padre preso le tenía,[153] - cruda guerra movía, despertando 1185 - su ilustre y claro bando al ejercicio - de aquel piadoso oficio. A aqueste junto - la gran labor al punto señalaba - al hijo, que mostraba acá en la tierra - ser otro Marte en guerra, en corte Febo.[154] 1190 - Mostrábase mancebo en las señales - del rostro, que eran tales, que esperanza - y cierta confianza claro daban - a cuantos le miraban, que él sería - en quien se informaría un ser divino. 1195 - Al campo sarracino en tiernos años - daba con graves daños a sentillo;[155] - que, como fue caudillo del cristiano, - ejercitó la mano y el maduro - seso y aquel seguro y firme pecho. 1200 - En otra parte, hecho ya más hombre, - con más ilustre nombre los arneses - de los fieros franceses abollaba.[156] - Junto tras esto estaba figurado - con el arnés manchado de otra sangre, 1205 - sosteniendo la hambre en el asedio, - siendo él solo remedio del combate, - que con fiero rebate y con ruído - por el muro batido le ofrecían. - Tantos, al fin, morían por su espada, 1210 - a tantos la jornada puso espanto, - que no hay labor que tanto notifique - cuánto el fiero Fadrique de Toledo - puso terror y miedo al enemigo. - Tras aqueste que digo se veía 1215 - el hijo don García, que en el mundo[157] - sin par y sin segundo solo fuera, - si hijo no tuviera. ¿Quién mirara - de su hermosa cara el rayo ardiente, - quién su resplandeciente y clara vista, 1220 - que no diera por vista su grandeza? - Estaban de crueza fiera armadas - las tres inicas hadas, cruda guerra[158] - haciendo allí a la tierra con quitalle - a este, que en alcanzalle fue dichosa. 1225 - ¡Oh patria lagrimosa, y cómo vuelves - los ojos a los Gelves, sospirando![159] - Él está ejercitando el duro oficio, - y con tal artificio la pintura - mostraba su figura, que dijeras, 1230 - si pintado le vieras, que hablaba. - El arena quemaba, el sol ardía, - la gente se caía medio muerta; - él solo con despierta vigilanza - dañaba la tardanza floja, inerte, 1235 - y alababa la muerte gloriosa. - Luego la polvorosa muchedumbre - gritando a su costumbre le cercaba; - mas el que se llegaba al fiero mozo, - llevaba con destrozo y con tormento 1240 - del loco atrevimiento el justo pago. - Unos en bruto lago de su sangre, - cortado ya el estambre de la vida, - la cabeza partida revolcaban; - otros claro mostraban espirando, 1245 - de fuera palpitando las entrañas, - por las fieras y estrañas cuchilladas - de aquella mano dadas. Mas el hado - acerbo, triste, airado, fue venido; - y al fin él, confundido de alboroto, 1250 - atravesado y roto de mil hierros, - pidiendo de sus yerros venia al cielo, - puso en el duro suelo la hermosa - cara, como la rosa matutina,[160] - cuando ya el sol declina al mediodía, 1255 - que pierde su alegría, y marchitando - va la color mudando; o en el campo - cual queda el lirio blanco, que el arado - crudamente cortado al pasar deja, - del cual aún no se aleja presuroso 1260 - aquel color hermoso, o se destierra; - mas ya la madre tierra, descuidada, - no le administra nada de su aliento, - que era el sustentamiento y vigor suyo; - ¡Tal está el rostro tuyo en la arena, 1265 - fresca rosa, azucena blanca y pura! - Tras esto una pintura estraña tira - los ojos de quien mira, y los detiene - tanto, que no conviene mirar cosa - estraña ni hermosa, sino aquella. 1270 - De vestidura bella allí vestidas - las Gracias esculpidas se veían; - solamente traían un delgado - velo, que el delicado cuerpo viste; - mas tal, que no resiste a nuestra vista. 1275 - Su diligencia en vista demostraban;[161] - todas tres ayudaban en un hora - a una muy gran señora que paría.[162] - Un infante se vía ya nacido,[163] - tal, cual jamás salido de otro parto, 1280 - del primer siglo al cuarto vio la luna.[164] - En la pequeña cuna se leía - un nombre que decía: _Don Fernando_. - Bajaban, dél hablando, de dos cumbres[165] - aquellas nueve lumbres de la vida;[166] 1285 - con ligera corrida iba con ellas, - cual luna con estrellas, el mancebo - intonso y rubio Febo; y en llegando,[167] - por orden abrazando todas fueron - al niño, que tuvieron luengamente 1290 - visto como presente. De otra parte[168] - Mercurio estaba, y Marte cauto y fiero, - viendo el gran caballero que encogido - en el recién nacido cuerpo estaba. - Entonces lugar daba mesurado 1295 - a Venus, que a su lado estaba puesta. - Ella con mano presta y abundante - nétar sobre el infante desparcía;[169] - mas Febo la desvía de aquel tierno - niño, y daba el gobierno a sus hermanas. 1300 - Del cargo están ufanas todas nueve. - El tiempo el paso mueve, el niño crece, - y en tierna edad florece, y se levanta - como felice planta en buen terreno. - Ya sin preceto ajeno daba tales 1305 - de su ingenio señales, que espantaban - a los que lo criaban. Luego estaba - cómo una lo entregaba a un gran maestro, - que con ingenio diestro y vida honesta - hiciese manifiesta al mundo y clara 1310 - aquella ánima rara que allí vía. - Al niño recebía con respeto - un viejo, en cuyo aspeto se vía junto - severidad a un punto con dulzura. - Quedó desta figura como helado 1315 - Severo, y espantado viendo al viejo, - que, como si en espejo se mirara, - en cuerpo, edad y cara eran conformes. - En esto, el rostro a Tormes revolviendo, - vio que estaba riendo de su espanto. 1320 - «¿De qué te espantas tanto? --dijo el río-- - ¿No basta el saber mío a que primero - que naciese Severo, yo supiese - que había de ser quien diese la dotrina - al ánima divina deste mozo?» 1325 - Él, lleno de alborozo y de alegría, - sus ojos mantenía de pintura. - Miraba otra figura de un mancebo, - el cual venía con Febo mano a mano, - al modo cortesano. En su manera,[170] 1330 - lo juzgara cualquiera, viendo el gesto - lleno de un sabio, honesto y dulce afeto, - por un hombre perfeto en la alta parte - de la difícil arte cortesana, - maestra de la humana y dulce vida. 1335 - Luego fue conocida de Severo - la imagen por entero fácilmente - deste que allí presente era pintado. - Vio que era el que había dado a don Fernando, - su ánimo formando en luenga usanza, 1340 - el trato, la crianza y gentileza, - la dulzura y llaneza acomodada, - la virtud apartada y generosa, - y en fin, cualquiera cosa que se vía - en la cortesanía, de que lleno 1345 - Fernando tuvo el seno y bastecido. - Después de conocido, leyó el nombre - Severo de aqueste hombre que se llama - Boscán, de cuya llama clara y pura - sale el fuego que apura sus escritos, 1350 - que en siglos infinitos tendrán vida. - De algo más crecida edad miraba - al niño que escuchaba sus consejos, - luego los aparejos ya de Marte, - estotro puesto aparte, le traía. 1355 - Así les convenía a todos ellos, - que no pudiera dellos dar noticia - a otro la milicia en muchos años. - Obraba los engaños de la lucha; - la maña y fuerza mucha y ejercicio 1360 - con el robusto oficio está mesclando.[171] - Allí con rostro blando y amoroso - Venus aquel hermoso mozo mira, - y luego lo retira por un rato - de aquel áspero trato y son de hierro. 1365 - Mostrábale ser yerro y ser mal hecho - armar contino el pecho de dureza, - no dando a la terneza alguna puerta. - Entrada en una huerta, con él siendo, - una ninfa durmiendo le mostraba. 1370 - El mozo la miraba, y juntamente - de súbito acidente acometido, - estaba embebecido, y a la diosa, - que a la ninfa hermosa se allegase - mostraba que rogase, y parecía 1375 - que la diosa temía de llegarse. - Él no podía hartarse de miralla, - eternamente amalla proponiendo. - Luego venía corriendo Marte airado, - mostrándose alterado en la persona, 1380 - y daba la corona a don Fernando. - Estábale mostrando un caballero - que con semblante fiero amenazaba - al mozo que quitaba el nombre a todos. - Con atentados modos se movía 1385 - contra el que le atendía en una puente.[172] - Mostraba claramente la pintura - que acaso noche escura entonces era. - De la batalla fiera era testigo - Marte, que al enemigo condenaba 1390 - y al mozo coronaba en el fin della; - el cual como la estrella relumbrante - que el sol envía delante, resplandece. - De allí su nombre crece, y se derrama - su valerosa fama a todas partes. 1395 - Luego con nuevas artes se convierte - a hurtar a la muerte y a su abismo - gran parte de sí mismo y quedar vivo - cuando el vulgo cautivo lo llorare, - y muerto lo llamare con deseo. 1400 - Estaba el Himeneo allí pintado, - el diestro pie calzado en lazos de oro.[173] - De vírgenes un coro está cantando, - partidas altercando y respondiendo, - y en un lecho poniendo una doncella,[174] 1405 - que quien atento aquella bien mirase, - y bien la cotejase en su sentido - con la que el mozo vido allá en la huerta, - verá que la despierta y la dormida - por una es conocida de presente. 1410 - Mostraba juntamente ser señora - dina y merecedora de tal hombre. - El almohada el nombre contenía, - el cual doña María Enriques era.[175] - Apenas tienen fuera a don Fernando, 1415 - ardiendo y deseando estar ya echado.[176] - Al fin era dejado con su esposa, - dulce, pura, hermosa, sabia, honesta. - En un pie estaba puesta la fortuna, - nunca estable ni una, que llamaba 1420 - a Fernando, que estaba en vida ociosa, - que por dificultosa y ardua vía - quisiera ser su guía y ser primera; - mas él por compañera toma aquella, - siguiendo a la que es bella descubierta, 1425 - y juzgada cubierta por disforme; - el nombre era conforme a aquesta fama: - virtud esta se llama, al mundo rara.[177] - ¿Quién tras ella guiara igual en curso, - sino este, que el discurso de su lumbre 1430 - forzaba la costumbre de sus años, - no recibiendo engaños sus deseos? - Los montes Pirineos (que se estima[178] - de abajo que la cima está en el cielo, - y desde arriba el suelo en el infierno) 1435 - por medio del invierno atravesaba. - La nieve blanqueaba, y las corrientes - por debajo de puentes cristalinas - y por heladas minas van calladas. - El aire las cargadas ramas mueve, 1440 - que el peso de la nieve las desgaja. - Por aquí se trabaja el Duque osado, - del tiempo contrastado y de la vía, - con clara compañía de ir delante. - El trabajo constante y tan loable 1445 - por la Francia mudable, en fin, le lleva,[179] - la fama en él renueva la presteza; - la cual con ligereza iba volando, - y con el gran Fernando se paraba, - y le sinificaba en modo y gesto 1450 - que el caminar muy presto convenía. - De todos escogía el Duque uno,[180] - y entrambos de consuno cabalgaban; - los caballos mudaban fatigados; - mas a la fin llegados a los muros 1455 - del gran París seguros, la dolencia, - con su débil presencia y amarilla,[181] - bajaba de la silla al Duque sano, - y con la pesada mano le tocaba. - El luego comenzaba a demudarse, 1460 - y amarillo pararse y a dolerse. - Luego pudiera verse de travieso - venir por un espeso bosque ameno, - de buenas hierbas lleno y medicina, - Esculapio, y camina, no parando,[182] 1465 - hasta donde Fernando está en el lecho. - Entró con pie derecho, y parecía - que le restituía en tanta fuerza, - que a proseguir se esfuerza su viaje, - que le llevó al pasaje del gran Reno.[183] 1470 - Tomábale en su seno el caudaloso - y claro río, gozoso de tal gloria, - trayendo a la memoria cuándo vino - el vencedor latino al mismo paso.[184] - No se mostraba escaso de sus ondas; 1475 - antes con aguas hondas que engendraba, - los bajos igualaba y al liviano - barco daba de mano, el cual, volando, - atrás iba dejando muros, torres. - Con tanta priesa corres, navecilla, 1480 - que llegas do amancilla una doncella, - y once mil más con ella, y mancha el suelo - de sangre, que en el cielo está esmaltada:[185] - Úrsula, desposada y virgen pura, - mostraba su figura, en una pieza 1485 - pintada su cabeza. Allí se vía - que los ojos volvía ya espirando; - y estábate mirando aquel tirano[186] - que con acerba mano llevó a hecho - de tierno en tierno pecho tu compaña. 1490 - Por la fiera Alemaña de aquí parte - el Duque, a aquella parte enderezado - donde el cristiano estado estaba en dubio.[187] - En fin al gran Danubio se encomienda; - por él suelta la rienda a su navío,[188] 1495 - que con poco desvío de la tierra, - entre una y otra sierra el agua hiende. - El remo, que deciende en fuerza suma, - mueve la blanca espuma como argento. - El veloz movimiento parecía 1500 - que pintado se vía ante los ojos. - Con amorosos ojos adelante - Carlo, César triunfante, le abrazaba - cuando desembarcaba en Ratisbona.[189] - Allí por la corona del imperio 1505 - estaba el magisterio de la tierra - convocado a la guerra que esperaban. - Todos ellos estaban enclavando - los ojos en Fernando, y en el punto - que así le vieron junto, se prometen 1510 - de cuanto allí acometen la vitoria. - Con falsa y vana gloria y arrogancia, - con bárbara jatancia allí se vía - a los fines de Hungría el campo puesto - de aquel que fue molesto en tanto grado 1515 - al húngaro cuitado y afligido;[190] - las armas y el vestido a su costumbre, - era la muchedumbre tan estraña, - que apenas la campaña la abrazaba, - ni a dar pasto bastaba, ni agua el río. 1520 - César con celo pío y con valiente - ánimo aquella gente despreciaba; - la suya convocaba, y en un punto - vieras un campo junto de naciones - diversas y razones, mas de un celo.[191] 1525 - No ocupaban el suelo en tanto grado - con número sobrado y infinito - como el campo maldito; mas mostraban - virtud, con que sobraban su contrario,[192] - ánimo voluntario, industria y maña; 1530 - con generosa saña y viva fuerza - Fernando los esfuerza y los recoge, - y a sueldo suyo coge muchos dellos. - De un arte usaba entre ellos admirable; - con el disciplinable alemán fiero 1535 - a su manera y fuero conversaba; - a todos se aplicaba de manera, - que el flamenco dijera que nacido - en Flandes había sido, y el osado - español y sobrado, imaginando[193] 1540 - ser suyo don Fernando y de su suelo, - demanda sin recelo la batalla. - Quien más cerca se halla del gran hombre - piensa que crece el nombre por su mano. - El cauto italiano nota y mira,[194] 1545 - los ojos nunca tira del guerrero,[195] - y aquel valor primero de su gente[196] - junto en este y presente considera. - En él ve la manera misma y maña - del que pasó en España sin tardanza, 1550 - siendo solo esperanza de su tierra, - y acabó aquella guerra peligrosa - con mano poderosa y con estrago - de la fiera Cartago y de su muro, - y del terrible y duro su caudillo, 1555 - cuyo agudo cuchillo a las gargantas - Italia tuvo tantas veces puesto.[197] - Mostrábase tras esto allí esculpida - la envidia carcomida, así molesta;[198] - contra Fernando puesta frente a frente, 1560 - la desvalida gente convocaba, - y contra aquel la armaba, y con sus artes - busca por todas partes daño y mengua. - Él con su mansa lengua y largas manos - los tumultos livianos asentando, 1565 - poco a poco iba alzando tanto el vuelo, - que la envidia en el cielo lo miraba; - y como no bastaba a la conquista, - vencida ya su vista de tal lumbre, - forzaba su costumbre, y parecía 1570 - que perdón le pedía, en tierra echada. - Él, después de pisada, descansado - quedaba y aliviado de este enojo; - y lleno del despojo desta fiera, - hallaba en la ribera del gran río, 1575 - de noche, al puro frío del sereno, - a César, que en su seno está pensoso, - del suceso dudoso desta guerra; - que, aunque de sí destierra la tristeza, - del caso la grandeza trae consigo 1580 - el pensamiento amigo del remedio.[199] - Entrambos buscan medio convenible - para que aquel terrible furor loco - les empeciese poco, y recibiese - tal estrago, que fuese destrozado. 1585 - Después de haber hablado, ya cansados, - en la hierba acostados se dormían; - el gran Danubio oían ir sonando, - casi como aprobando aquel consejo. - En esto el claro viejo río se vía 1590 - que del agua salía muy callado, - de sauces coronado y de un vestido - de las ovas tejido mal cubierto, - y en aquel sueño incierto les mostraba - todo cuanto tocaba al gran negocio. 1595 - Y parecía que el ocio sin provecho - les sacaba del pecho; porque luego, - como si en vivo fuego se quemara - alguna cosa cara, se levantan - del gran sueño y se espantan, alegrando 1600 - el ánimo y alzando la esperanza. - El río sin tardanza parecía - que el agua disponía al gran viaje; - allanaba el pasaje y la corriente, - para que fácilmente aquella armada[200] 1605 - que había de ser guiada por su mano, - en el remar liviano y dulce viese - cuánto el Danubio fuese favorable. - Con presteza admirable vieras junto - un ejército a punto denodado; 1610 - y después de embarcado, el remo lento, - el duro movimiento de los brazos, - los pocos embarazos de las ondas - llevaban por las hondas aguas presta - el armada, molesta al gran tirano.[201] 1615 - El artificio humano no hiciera - pintura que esprimiera vivamente, - el armada, la gente, el curso, el agua; - apenas en la fragua, donde sudan - los cíclopes y mudan fatigados[202] 1620 - los brazos, ya cansados del martillo, - pudiera así esprimillo el gran maestro. - Quien viera el curso diestro por la clara - corriente, bien jurara a aquellas horas[203] - que las agudas proras dividían 1625 - el agua y la hendían con sonido, - y el rastro iba seguido. Luego vieras - al viento las banderas tremolando, - las ondas imitando en el moverse. - Pudiera también verse casi viva 1630 - la otra gente esquiva y descreída, - que, de ensoberbecida y arrogante, - pensaban que delante no hallaran - hombres que se pararan, a su furia. - Los nuestros, tal injuria no sufriendo, 1635 - remos iban metiendo con tal gana, - que iba de espuma cana el agua llena. - El temor enajena al otro bando; - el sentido, volando de uno en uno, - entrábase importuno por la puerta 1640 - de la opinión incierta, y siendo dentro, - en el íntimo centro allá del pecho - les dejaba deshecho un hielo frío, - el cual, como un gran río en flujos gruesos, - por médulas y huesos discurría. 1645 - Todo el campo se vía conturbado - y con arrebatado movimiento; - solo del salvamento platicaban.[204] - Luego se levantaban con desorden, - confusos y sin orden caminando, 1650 - atrás iban dejando con recelo, - tendida por el suelo, su riqueza. - Las tiendas do pereza y do fornicio, - con todo bruto vicio obrar solían, - sin ellas se partían. Así armadas, 1655 - eran desamparadas de sus dueños. - A grandes y pequeños juntamente - era el temor presente por testigo, - y el áspero enemigo a las espaldas, - que les iba las faldas ya mordiendo. 1660 - César estar teniendo allí se vía - a Fernando, que ardía sin tardanza - por colorar su lanza en turca sangre. - Con animosa hambre y con denuedo - forcejea con quien quedo estar le manda. 1665 - Como lebrel de Irlanda generoso - que el jabalí cerdoso y fiero mira, - rebátese, sospira, fuerza y riñe, - y apenas le constriñe el atadura, - que el dueño con cordura más aprieta;[205] 1670 - así estaba perfeta y bien labrada - la imagen figurada de Fernando, - que quien allí mirándola estuviera, - que era desta manera bien juzgara. - Resplandeciente y clara de su gloria 1675 - pintada la vitoria se mostraba; - a César abrazaba, y no parando, - los brazos a Fernando echaba al cuello. - Él mostraba de aquello sentimiento, - por ser el vencimiento tan holgado. 1680 - Estaba figurado un carro estraño - con el despojo y daño de la gente - bárbara, y juntamente allí pintados - cautivos amarrados a las ruedas, - con hábitos y sedas variadas; 1685 - lanzas rotas, celadas y banderas, - armaduras ligeras de los brazos, - escudos en pedazos divididos, - vieras allí cogidos en trofeo, - con que el común deseo y voluntades 1690 - de tierras y ciudades se alegraba. - Tras esto blanqueaba falda y seno - con velas al Tirreno de la armada - sublime y ensalzada y gloriosa. - Con la prora espumosa las galeras, 1695 - como nadantes fieras, el mar cortan, - hasta que en fin aportan con corona - de lauro a Barcelona, do cumplidos[206] - los votos ofrecidos y deseos, - y los grandes trofeos ya repuestos, 1700 - con movimientos prestos de allí luego, - en amoroso fuego todo ardiendo, - el Duque iba corriendo, y no paraba. - Cataluña pasaba, atrás la deja; - ya de Aragón se aleja, y en Castilla, 1705 - sin bajar de la silla, los pies pone. - El corazón dispone a la alegría - que vecina tenía, y reserena - su rostro, y enajena de sus ojos - muerte, daños, enojos, sangre y guerra. 1710 - Con solo amor se encierra sin respeto, - y el amoroso afeto y celo ardiente - figurado y presente está en la cara; - y la consorte cara, presurosa, - de un tal placer dudosa, aunque lo vía, 1715 - el cuello le ceñía en nudo estrecho,[207] - de aquellos brazos hecho delicados; - de lágrimas preñados relumbraban - los ojos que sobraban al sol claro. - Con su Fernando caro y señor pío 1720 - la tierra, el campo, el río, el monte, el llano, - alegres a una mano estaban todos, - mas con diversos modos lo decían. - Los muros parecían de otra altura; - el campo en hermosura de otras flores 1725 - pintaba mil colores disconformes; - estaba el mismo Tormes figurado, - en torno rodeado de sus ninfas, - vertiendo claras linfas con instancia, - en mayor abundancia que solía; 1730 - del monte se veía el verde seno - de ciervos todo lleno, corzos, gamos, - que de los tiernos ramos van rumiando; - el llano está mostrando su verdura, - tendiendo su llanura así espaciosa, 1735 - que a la vida curiosa nada empece, - ni deja en qué tropiece el ojo vago. - Bañados en un lago, no de olvido, - mas de un embebecido gozo, estaban - cuantos consideraban la presencia 1740 - deste, cuya ecelencia el mundo canta, - cuyo valor quebranta al turco fiero. - Aquesto vio Severo por sus ojos, - y no fueron antojos ni ficiones; - si oyeras sus razones, yo te digo 1745 - que como a buen testigo lo creyeras. - Contaba muy de veras que, mirando - atento y contemplando las pinturas, - hallaba en las figuras tal destreza, - que con mayor viveza no pudieran 1750 - estar si ser les dieran vivo y puro. - Lo que dellas escuro allí hallaba, - y el ojo no bastaba a recogello, - el río le daba dello gran noticia. - --Este de la milicia --dijo el río-- 1755 - la cumbre y señorío tendrá solo - del uno al otro polo, y porque espantes - a todos cuantos cantes los famosos - hechos tan gloriosos, tan ilustres,[208] - sabe que en cinco lustres de sus años[209] 1760 - hará tantos engaños a la muerte, - que con ánimo fuerte habrá pasado - por cuanto aquí pintado della has visto. - Ya todo lo has previsto, vamos fuera, - dejarte he en la ribera do estar sueles. 1765 - --Quiero que me reveles tú primero, - --le replicó Severo--, qué es aquello, - que de mirar en ello se me ofusca - la vista; así corusca y resplandece,[210] - y tan claro parece allí en la urna, 1770 - como en hora noturna la cometa. - --Amigo, no se meta --dijo el viejo-- - ninguno, le aconsejo, en este suelo - en saber más que el cielo le otorgare; - y si no te mostrare lo que pides, 1775 - tú mismo me lo impides, porque en tanto - que el mortal velo y manto el alma cubren, - mil cosas se te encubren, que no bastan - tus ojos, que contrastan, a mirallas. - No pude yo pintallas con menores 1780 - luces y resplandores, porque sabe, - y aquesto en ti bien cabe, que esto todo - que en ecesivo modo resplandece - tanto, que no parece ni se muestra, - es lo que aquella diestra mano osada 1785 - y virtud sublimada de Fernando - acabarán entrando más los días. - Lo cual, con lo que vías comparado, - es como con nublado muy escuro - el sol ardiente, puro, relumbrante. 1790 - Tu vista no es bastante a tanta lumbre, - hasta que la costumbre de miralla - tu ver al contemplalla no confunda. - Como en cárcel profunda el encerrado, - que, súbito sacado, le atormenta 1795 - el sol que se presenta a sus tinieblas; - así tú, que las nieblas y hondura, - metido en estrechura, contemplabas - que era cuanto mirabas otra gente, - viendo tan diferente suerte de hombre, 1800 - no es mucho que te asombre luz tamaña; - pero vete, que baña el sol hermoso - su carro presuroso ya en las ondas, - y antes que me respondas será puesto.-- - Diciendo así, con gesto muy humano 1805 - tomole por la mano. ¡Oh admirable - caso, y, cierto, espantable! Que en saliendo, - se fueron estriñendo de una parte - y de otra de tal arte aquellas ondas, - que las aguas, que hondas ser solían, 1810 - el suelo descubrían, y dejaban - seca por do pasaban la carrera, - hasta que en la ribera se hallaron; - y como se pararon en un alto, - el viejo de allí un salto dio con brío, 1815 - y levantó del río espuma al cielo, - y comovió del suelo negra arena. - Severo, ya de ajena ciencia instruto, - fuese a coger el fruto sin tardanza - de futura esperanza; y escribiendo, 1820 - las cosas fue esprimiendo muy conformes - a las que había de Tormes aprendido; - y aunque de mi sentido él bien juzgase - que no las alcanzase, no por eso - este largo proceso sin pereza 1825 - dejó, por su nobleza, de mostrarme. - Yo no podía hartarme allí leyendo, - y tú de estarme oyendo estás cansado. - - SALICIO - - Espantado me tienes - con tan estraño cuento, 1830 - y al son de tu hablar embebecido; - acá dentro me siento, - oyendo tantos bienes - y el valor deste príncipe escogido, - bullir con el sentido 1835 - y arder con el deseo, - por contemplar presente - a aquel que, estando ausente, - por tu divina relación ya veo. - ¡Quién viese la escritura, 1840 - ya que no puede verse la pintura! - Por firme y verdadero, - después que te he escuchado, - tengo que ha de sanar Albanio cierto; - que, según me has contado, 1845 - bastará a tu Severo - a dar salud a un vivo y vida a un muerto; - que a quien fue descubierto - un tamaño secreto, - razón es que se crea 1850 - que, cualquiera que sea, - alcanzará con su saber perfeto, - y a las enfermedades - aplicará contrarias calidades. - - NEMOROSO - - Pues ¿en qué te resumes, di, Salicio, 1855 - acerca deste enfermo compañero? - - SALICIO - - En que hagamos el debido oficio. - Luego de aquí partamos, y primero - que haga curso el mal y se envejesca, - así le presentemos a Severo. 1860 - - NEMOROSO - - Yo soy contento, y antes que amanesca - y que del sol el claro rayo ardiente - sobre las altas cumbres se paresca, - el compañero mísero y doliente - llevemos luego donde cierto entiendo 1865 - que será guarecido fácilmente. - - SALICIO - - Recoge tu ganado, que cayendo - ya de los altos montes las mayores - sombras, con ligereza van corriendo. - Mira en torno, y verás por los alcores 1870 - salir el humo de las caserías - de aquestos comarcanos labradores.[211] - Recoge tus ovejas y las mías, - y vete ya con ellas poco a poco - por aquel mismo valle que solías. 1875 - Yo solo me avendré con nuestro loco, - que pues él hasta aquí no se ha movido, - la braveza y furor debe ser poco. - - NEMOROSO - - Si llegas antes, no te estés dormido; - apareja la cena, que sospecho 1880 - que aún fuego Galafrón no habrá encendido. - - SALICIO - - Yo lo haré, que al hato iré derecho, - si no me lleva a despeñar consigo - de algún barranco Albanio a mi despecho. - Adiós, hermano. - - NEMOROSO - - Adiós, Salicio amigo. 1885 - - - - -ÉGLOGA III - - Aquella voluntad honesta y pura,[212] - ilustre y hermosísima María, - que en mí de celebrar tu hermosura, - tu ingenio y tu valor estar solía, - a despecho y pesar de la ventura 5 - que por otro camino me desvía, - está y estará en mí tanto clavada, - cuanto del cuerpo el alma acompañada.[213] - Y aun no se me figura que me toca - aqueste oficio solamente en vida; 10 - mas con la lengua muerta y fría en la boca[214] - pienso mover la voz a ti debida. - Libre mi alma de su estrecha roca, - por el Estigio lago conducida, - celebrándote irá, y aquel sonido 15 - hará parar las aguas del olvido. - Mas la fortuna, de mi mal no harta, - me aflige y de un trabajo en otro lleva; - ya de la patria, ya del bien me aparta, - ya mi paciencia en mil maneras prueba; 20 - y lo que siento más, es que la carta,[215] - donde mi pluma en tu alabanza mueva, - poniendo en su lugar cuidados vanos, - me quita y me arrebata de las manos. - Pero, por más que en mí su fuerza pruebe, 25 - no tornará mi corazón mudable; - nunca dirán jamás que me remueve - fortuna de un estudio tan loable. - Apolo y las hermanas, todas nueve, - me darán ocio y lengua con que hable 30 - lo menos de lo que en tu ser cupiere, - que esto será lo más que yo pudiere.[216] - En tanto no te ofenda ni te harte - tratar del campo y soledad que amaste, - ni desdeñes aquesta inculta parte 35 - de mi estilo, que en algo ya estimaste. - Entre las armas del sangriento Marte, - do apenas hay quien su furor contraste, - hurté de el tiempo aquesta breve suma, - tomando, ora la espada, ora la pluma.[217] 40 - Aplica, pues, un rato los sentidos - al bajo son de mi zampoña ruda, - indina de llegar a tus oídos, - pues de ornamento y gracia va desnuda; - mas a las veces son mejor oídos 45 - el puro ingenio y lengua casi muda, - testigos limpios de ánimo inocente, - que la curiosidad del elocuente. - Por aquesta razón de ti escuchado, - aunque me falten otras, ser meresco. 50 - Lo que puedo te doy, y lo que he dado, - con recibillo tú yo me enriquesco. - De cuatro ninfas que del Tajo amado - salieron juntas, a cantar me ofresco, - Filódoce, Dinámene y Crimene, 55 - Nise, que en hermosura par no tiene. - Cerca del Tajo en soledad amena, - de verdes sauces hay una espesura, - toda de hiedra revestida y llena, - que por el tronco va hasta el altura, 60 - y así la teje arriba y encadena, - que el sol no halla paso a la verdura; - el agua baña el prado, con sonido - alegrando la vista y el oído. - Con tanta mansedumbre el cristalino 65 - Tajo en aquella parte caminaba, - que pudieran los ojos el camino - determinar apenas que llevaba. - Peinando sus cabellos de oro fino, - una ninfa, del agua, do moraba, 70 - la cabeza sacó, y el prado ameno - vido de flores y de sombra lleno. - Moviola el sitio umbroso, el manso viento, - el suave olor de aquel florido suelo. - Las aves en el fresco apartamiento 75 - vio descansar del trabajoso vuelo. - Secaba entonces el terreno aliento - el sol subido en la mitad del cielo. - En el silencio solo se escuchaba - un susurro de abejas que sonaba. 80 - Habiendo contemplado una gran pieza - atentamente aquel lugar sombrío, - somorgujó de nuevo su cabeza,[218] - y al fondo se dejó calar del río.[219] - A sus hermanas a contar empieza 85 - del verde sitio el agradable frío, - y que vayan les ruega y amonesta - allí con su labor a estar la siesta. - No perdió en esto mucho tiempo el ruego, - que las tres dellas su labor tomaron, 90 - y en mirando de fuera, vieron luego - el prado, hacia el cual enderezaron. - El agua clara con lacivo juego[220] - nadando dividieron y cortaron,[221] - hasta que el blanco pie tocó mojado, 95 - saliendo de la arena, el verde prado. - Poniendo ya en lo enjuto las pisadas,[222] - escurrieron del agua sus cabellos, - los cuales esparciendo, cubijadas - las hermosas espaldas fueron dellos. 100 - Luego sacando telas delicadas, - que en delgadeza competían con ellos,[223] - en lo más escondido se metieron, - y a su labor atentas se pusieron. - Las telas eran hechas y tejidas 105 - del oro que el felice Tajo envía, - apurado, después de bien cernidas - las menudas arenas do se cría.[224] - Y de las verdes hojas reducidas - en estambre sutil, cual convenía 110 - para seguir el delicado estilo - del oro ya tirado en rico hilo. - La delicada estambre era distinta - de las colores que antes le habían dado - con la fineza de la varia tinta 115 - que se halla en las conchas del pescado. - Tanto artificio muestra en lo que pinta - y teje cada ninfa en su labrado, - cuanto mostraron en sus tablas antes - el celebrado Apeles y Timantes. 120 - Filódoce, que así de aquellas era - llamada la mayor, con diestra mano - tenía figurada la ribera - de Estrimón, de una parte el verde llano, - y de otra el monte de aspereza fiera, 125 - pisado tarde o nunca de pie humano, - donde el amor movió con tanta gracia - la dolorosa lengua del de Tracia.[225] - Estaba figurada la hermosa - Eurídice, en el blanco pie mordida[226] 130 - de la pequeña sierpe ponzoñosa,[227] - entre la hierba y flores escondida; - descolorida estaba como rosa - que ha sido fuera de sazón cogida, - y el ánima, los ojos ya volviendo, 135 - de su hermosa carne despidiendo. - Figurado se vía estensamente - el osado marido que bajaba - al triste reino de la escura gente, - y la mujer perdida recobraba; 140 - y cómo después desto él, impaciente - por miralla de nuevo, la tornaba - a perder otra vez, y del tirano - se queja al monte solitario en vano.[228] - Dinámene no menos artificio 145 - mostraba en la labor que había tejido, - pintando a Apolo en el robusto oficio - de la silvestre caza embebecido. - Mudar luego le hace el ejercicio - la vengativa mano de Cupido, 150 - que hizo a Apolo consumirse en lloro - después que le enclavó con punta de oro.[229] - Dafne con el cabello suelto al viento,[230] - sin perdonar al blanco pie, corría - por áspero camino tan sin tiento, 155 - que Apolo en la pintura parecía - que, porque ella templase el movimiento, - con menos ligereza la seguía. - Él va siguiendo, y ella huye como - quien siente al pecho el odioso plomo.[231] 160 - Mas a la fin los brazos le crecían, - y en sendos ramos vueltos se mostraban, - y los cabellos, que vencer solían - al oro fino, en hojas se tornaban; - en torcidas raíces se estendían 165 - los blancos pies, y en tierra se hincaban. - Llora el amante, y busca el ser primero, - besando y abrazando aquel madero. - Climene, llena de destreza y maña, - el oro y las colores matizando, 170 - iba de hayas una gran montaña - de robles y de peñas variando. - Un puerco entre ellas, de braveza estraña, - estaba los colmillos aguzando - contra un mozo, no menos animoso, 175 - con su venablo en mano, que hermoso.[232] - Tras esto, el puerco allí se vía herido - de aquel mancebo por su mal valiente, - y el mozo en tierra estaba ya tendido, - abierto el pecho del rabioso diente; 180 - con el cabello de oro desparcido - barriendo el suelo miserablemente, - las rosas blancas por allí sembradas - tornaba con su sangre coloradas. - Adonis este se mostraba que era, 185 - según se muestra Venus dolorida, - que viendo la herida abierta y fiera, - estaba sobre él casi amortecida. - Boca con boca coge la postrera[233] - parte del aire que solía dar vida 190 - al cuerpo, por quien ella en este suelo - aborrecido tuvo al alto cielo. - La blanca Nise no tomó a destajo - de los pasados casos la memoria, - y en la labor de su sutil trabajo 195 - no quiso entretejer antigua historia; - antes mostrando de su claro Tajo - en su labor la celebrada gloria, - lo figuró en la parte donde él baña - la más felice tierra de la España.[234] 200 - Pintado el caudaloso río se vía, - que, en áspera estrecheza reducido, - un monte casi al rededor teñía, - con ímpetu corriendo y con ruído; - querer cercallo todo parecía[235] 205 - en su volver; mas era afán perdido; - dejábase correr, en fin, derecho,[236] - contento de lo mucho que había hecho. - Estaba puesta en la sublime cumbre - del monte, y desde allí por él sembrada, 210 - aquella ilustre y clara pesadumbre, - de antiguos edificios adornada. - De allí con agradable mansedumbre - el Tajo va siguiendo su jornada, - y regando los campos y arboledas 215 - con artificio de las altas ruedas.[237] - En la hermosa tela se veían - entretejidas las silvestres diosas - salir de la espesura, y que venían - todas a la ribera presurosas, 220 - en el semblante tristes, y traían - cestillos blancos de purpúreas rosas, - las cuales esparciendo, derramaban - sobre una ninfa muerta que lloraban.[238] - Todas con el cabello desparcido[239] 225 - lloraban una ninfa delicada,[240] - cuya vida mostraba que había sido - antes de tiempo y casi en flor cortada.[241] - Cerca del agua, en un lugar florido, - estaba entre la hierba degollada,[242] 230 - cual queda el blanco cisne cuando pierde - la dulce vida entre la hierba verde. - Una de aquellas diosas, que en belleza, - al parecer, a todas ecedía, - mostrando en el semblante la tristeza 235 - que del funesto y triste caso había, - apartada algún tanto, en la corteza - de un álamo unas letras escribía, - como epitafio de la ninfa bella, - que hablaban así por parte della: 240 - «Elisa soy, en cuyo nombre suena - y se lamenta el monte cavernoso, - testigo del dolor y grave pena - en que por mí se aflige Nemoroso, - y llama Elisa; Elisa a boca llena 245 - responde el Tajo, y lleva presuroso - al mar de Lusitania el nombre mío,[243] - donde será escuchado, yo lo fío.» - En fin, en esta tela artificiosa - toda la historia estaba figurada, 250 - que en aquella ribera deleitosa - de Nemoroso fue tan celebrada; - porque de todo aquesto y cada cosa - estaba Nise ya tan informada, - que llorando el pastor, mil veces ella 255 - se enterneció escuchando su querella. - Y porque aqueste lamentable cuento, - no solo entre las selvas se contase, - mas, dentro de las ondas, sentimiento - con la noticia de esto se mostrase, 260 - quiso que de su tela el argumento - la bella ninfa muerta señalase, - y así se publicase de uno en uno - por el húmido reino de Netuno. - Destas historias tales variadas 265 - eran las telas de las cuatro hermanas, - las cuales, con colores matizadas - y claras luces de las sombras vanas, - mostraban a los ojos relevadas - las cosas y figuras que eran llanas; 270 - tanto que, al parecer, el cuerpo vano - pudiera ser tomado con la mano.[244] - Los rayos ya del sol se trastornaban,[245] - escondiendo su luz, al mundo cara, - tras altos montes, y a la luna daban 275 - lugar para mostrar su blanca cara; - los peces a menudo ya saltaban, - con la cola azotando el agua clara, - cuando las ninfas, la labor dejando, - hacia el agua se fueron paseando. 280 - En las templadas ondas ya metidos - tenían los pies, y reclinar querían - los blancos cuerpos, cuando sus oídos - fueron de dos zampoñas que tañían - suave y dulcemente, detenidos; 285 - tanto, que sin mudarse las oían, - y al son de las zampoñas escuchaban - dos pastores, a veces, que cantaban. - Más claro cada vez el son se oía - de dos pastores, que venían cantando 290 - tras el ganado, que también venía - por aquel verde soto caminando, - y a la majada, ya pasado el día, - recogido llevaban, alegrando - las verdes selvas con el son suave, 295 - haciendo su trabajo menos grave. - Tirreno destos dos el uno era, - Alcino el otro, entrambos estimados, - y sobre cuantos pacen la ribera - del Tajo, con sus vacas, enseñados; 300 - mancebos de una edad, de una manera - a cantar juntamente aparejados, - y a responder. Aquesto van diciendo, - cantando el uno, el otro respondiendo. - - TIRRENO - - Flérida, para mí dulce y sabrosa 305 - más que la fruta del cercado ajeno,[246] - más blanca que la leche y más hermosa - que el prado por abril, de flores lleno; - si tú respondes pura y amorosa - al verdadero amor de tu Tirreno, 310 - a mi majada arribarás, primero - que el cielo nos amuestre su lucero. - - ALCINO - - Hermosa Filis, siempre yo te sea - amargo al gusto más que la retama, - y de ti despojado yo me vea, 315 - cual queda el tronco de su verde rama, - si más que yo el murciélago desea - la escuridad, ni más la luz desama, - por ver ya el fin de un término tamaño - deste día, para mí mayor que un año. 320 - - TIRRENO - - Cual suele acompañada de su bando - aparecer la dulce primavera, - cuando Favonio y Céfiro soplando,[247] - al campo toman su beldad primera, - y van artificiosos esmaltando 325 - de rojo, azul y blanco la ribera; - en tal manera a mí, Flérida mía, - viniendo, reverdece mi alegría. - - ALCINO - - ¿Ves el furor del animoso viento, - embravecido en la fragosa sierra, 330 - que los antiguos robles ciento a ciento - y los pinos altísimos atierra, - y de tanto destrozo aún no contento, - al espantoso mar mueve la guerra? - Pequeña es esta furia, comparada 335 - a la de Filis, con Alcino airada. - - TIRRENO - - El blanco trigo multiplica y crece, - produce el campo en abundancia tierno - pasto al ganado, el verde monte ofrece - a las fieras salvajes su gobierno; 340 - adoquiera que miro me parece - que derrama la copia todo el cuerno;[248] - mas todo se convertirá en abrojos - si dello aparta Flérida sus ojos. - - ALCINO - - De la esterilidad es oprimido 345 - el monte, el campo, el soto y el ganado; - la malicia del aire corrompido - hace morir la hierba mal su grado;[249] - las aves ven su descubierto nido, - que ya de verdes hojas fue cercado; 350 - pero si Filis por aquí tornare, - hará reverdecer cuanto mirare. - - TIRRENO - - El álamo de Alcides escogido - fue siempre, y el laurel del rojo Apolo; - de la hermosa Venus fue tenido 355 - en precio y en estima el mirto solo; - el verde sauz de Flérida es querido, - y por suyo entre todos escogiolo;[250] - doquiera que de hoy más sauces se hallen, - el álamo, el laurel y el mirto callen. 360 - - ALCINO - - El fresno por la selva en hermosura - sabemos ya que sobre todos vaya, - y en aspereza y monte de espesura - se aventaja la verde y alta haya; - mas el que la beldad de tu figura 365 - dondequiera mirado, Filis, haya, - al fresno y a la haya en su aspereza - confesará que vence tu belleza.-- - - Esto cantó Tirreno, y esto Alcino - le respondió; y habiendo ya acabado 370 - el dulce son, siguieron su camino - con paso un poco más apresurado. - Siendo a las ninfas ya el rumor vecino, - todas juntas se arrojan por el vado, - y de la blanca espuma que movieron 375 - las cristalinas hondas se cubrieron. - - - - -ELEGÍA PRIMERA - - - Aunque este grave caso haya tocado[251] - con tanto sentimiento el alma mía, - que de consuelo estoy necesitado, - con que de su dolor mi fantasía - se descargase un poco, y se acabase 5 - de mi continuo llanto la porfía, - quise, pero, probar si me bastase[252] - el ingenio a escribirte algún consuelo, - estando cual estoy, que aprovechase - para que tu reciente desconsuelo 10 - la furia mitigase, si las musas - pueden un corazón alzar del suelo - y poner fin a las querellas que usas, - con que de Pindo ya las moradoras - se muestran lastimadas y confusas; 15 - que, según he sabido, ni a las horas - que el sol se muestra ni en el mar se esconde, - de tu lloroso estado no mejoras; - antes en él permaneciendo, donde - quiera que estás tus ojos siempre bañas, 20 - y el llanto a tu dolor así responde, - que temo ver deshechas tus entrañas - en lágrimas, como al lluvioso viento - se derrite la nieve en las montañas. - Si acaso el trabajado pensamiento 25 - en el común reposo se adormece, - por tornar al dolor con nuevo aliento, - en aquel breve sueño te aparece - la imagen amarilla del hermano, - que de la dulce vida desfallece; 30 - y tú, tendiendo la piadosa mano, - probando a levantar el cuerpo amado, - levantas solamente el aire vano; - y del dolor el sueño desterrado - con ansia vas buscando, el que partido 35 - era ya con el sueño y alongado. - Así desfalleciendo en tu sentido, - como fuera de ti, por la ribera - de Trápana con llanto y con gemido - el caro hermano buscas, que sola era 40 - la mitad de tu alma, el cual muriendo, - no quedará ya tu alma entera.[253] - Y no de otra manera repitiendo - vas el amado nombre, en desusada - figura a todas partes revolviendo, 45 - que cerca del Erídano aquejada,[254] - lloró y llamó Lampecie el nombre en vano,[255] - con la fraterna muerte lastimada: - «Ondas, tornadme ya mi dulce hermano - Faetón; si no, aquí veréis mi muerte, 50 - regando con mis ojos este llano.» - ¡Oh cuántas veces, con el dolor fuerte - avivadas las fuerzas, renovaba - las quejas de su cruda y dura suerte! - ¡Y cuántas otras, cuando se acababa 55 - aquel furor, en la ribera umbrosa, - muerta, cansada, el cuerpo reclinaba! - Bien te confieso que si alguna cosa - entre la humana puede y mortal gente - entristecer un alma generosa, 60 - con gran razón podrá ser la presente, - pues te ha privado de un tan dulce amigo, - no solamente hermano, un acidente; - el cual, no solo siempre fue testigo - de tus consejos y íntimos secretos, 65 - mas de cuanto lo fuiste tú contigo. - En él se reclinaban tus discretos - y honestos pareceres, y hacían - conformes al asiento sus efetos. - En él ya se mostraban y leían 70 - tus gracias y virtudes una a una, - y con hermosa luz resplandecían, - como en luciente de cristal coluna,[256] - que no encubre de cuanto se avecina - a su viva pureza cosa alguna. 75 - ¡Oh, miserables hados! ¡Oh, mesquina - suerte la del estado humano, y dura, - do por tantos trabajos se camina! - Y agora muy mayor la desventura - de aquesta nuestra edad, cuyo progreso 80 - muda de un mal en otro su figura. - ¿A quién ya de nosotros el eceso - de guerras, de peligros y destierro - no toca, y no ha cansado el gran proceso? - ¿Quién no vio desparcir su sangre al hierro 85 - del enemigo? ¿Quién no vio su vida - perder mil veces y escapar por yerro? - ¿De cuántos queda y quedará perdida - la casa y la mujer y la memoria, - y de otros la hacienda despendida? 90 - ¿Qué se saca de aquesto? ¿Alguna gloria? - ¿Algunos premios o agradecimientos? - Sabralo quien leyere nuestra historia. - Verase allí que como polvo al viento, - así se deshará nuestra fatiga 95 - ante quien se endereza nuestro intento. - No contenta con esto la enemiga - del humano linaje, que invidiosa - coge sin tiempo el grano de la espiga, - nos ha querido ser tan rigurosa, 100 - que ni a tu juventud, don Bernaldino, - ni ha sido a nuestra pérdida piadosa. - ¿Quién pudiera de tal ser adivino? - ¿A quién no le engañara la esperanza, - viéndote caminar por tal camino? 105 - ¿Quién no se prometiera en abastanza[257] - seguridad entera de tus años, - sin temer de natura tal mudanza? - Nunca los tuyos, mas los propios daños, - dolernos deben; que la muerte amarga 110 - nos muestra claros ya mil desengaños: - hanos mostrado ya que en vida larga - apenas de tormentos y de enojos - llevar podemos la pesada carga; - hanos mostrado en ti que claros ojos 115 - y juventud y gracia y hermosura,[258] - son también, cuando quiere, sus despojos. - Mas no puede hacer que tu figura, - después de ser de vida ya privada, - no muestre el artificio de natura. 120 - Bien es verdad que no está acompañada - de la color de rosa que solía - con la blanca azucena ser mesclada; - porque el calor templado que encendía - la blanca nieve de tu rostro puro, 125 - robado ya la muerte te lo había. - En todo lo demás, como en seguro - y reposado sueño descansabas, - indicio dando del vivir futuro.[259] - Mas ¿qué hará la madre que tú amabas, 130 - de quien perdidamente eras amado, - a quien la vida con la tuya dabas? - Aquí se me figura que ha llegado - de su lamento el son, que con su fuerza - rompe el aire vecino y apartado; 135 - tras el cual a venir también se esfuerza - el de las cuatro hermanas, que teniendo - va con el de la madre viva fuerza. - A todas las contemplo desparciendo - de su cabello luengo el fino oro, 140 - al cual ultraje y daño están haciendo. - El viejo Tormes con el blanco coro - de sus hermosas ninfas seca el río, - y humedece la tierra con su lloro. - No recostado en urna al dulce frío[260] 145 - de su caverna umbrosa, mas tendido - por el arena en el ardiente estío, - con ronco son de llanto y de gemido, - los cabellos y barbas mal paradas - se despedaza, y el sutil vestido. 150 - En torno dél sus ninfas, desmayadas, - llorando en tierra están sin ornamento, - con las cabezas de oro despeinadas. - Cese ya del dolor, el sentimiento, - hermosas moradoras del undoso 155 - Tormes; tened más provechoso intento; - consolad a la madre, que el piadoso - dolor la tiene puesta en tal estado, - que es menester socorro presuroso. - Presto será que el cuerpo, sepultado 160 - en un perpetuo mármol, de las ondas - podrá de vuestro Tormes ser bañado. - Y tú, hermoso coro, allá en las hondas - aguas metido, podrá ser que al llanto - de mi dolor te muevas y respondas. 165 - Vos, altos promontorios, entre tanto - con toda la Trinacria entristecida[261] - buscad alivio en desconsuelo tanto. - Sátiros, faunos, ninfas, cuya vida[262] - sin enojos se pasa, moradores 170 - de la parte repuesta y escondida, - con luenga esperiencia sabidores, - buscad para consuelo de Fernando - hierbas de propriedad oculta y flores; - así en el escondido bosque, cuando 175 - ardiendo en vivo y agradable fuego - las fugitivas ninfas vais buscando, - ellas se inclinen al piadoso ruego, - y en recíproco lazo estén ligadas, - sin esquivar el amoroso juego. 180 - Tú, gran Fernando, que entre tus pasadas - y tus presentes obras resplandeces, - y a mayor fama están por ti obligadas, - contempla dónde estás; que si falleces - al nombre que has ganado entre la gente, 185 - de tu virtud en algo te enflaqueces. - Porque al fuerte varón no se consiente - no resistir los casos de fortuna - con firme rostro y corazón valiente. - Y no tan solamente esta importuna, 190 - con proceso cruel y riguroso, - con revolver de sol, de cielo y luna - mover no debe un pecho generoso, - ni entristecello con funesto vuelo, - turbando con molestia su reposo; 195 - mas si toda la máquina del cielo - con espantable son y con ruído, - hecha pedazos, se viniere al suelo, - debe ser aterrado y oprimido - del grave peso y de la gran ruína, 200 - primero que espantado y comovido. - Por estas asperezas se camina - de la inmortalidad al alto asiento, - do nunca arriba quien de aquí declina. - En fin, Señor, tornando al movimiento 205 - de la humana natura, bien permito - a nuestra flaca parte un sentimiento; - mas el eceso en esto vedo y quito, - si alguna cosa puedo, que parece - que quiere proceder en infinito. 210 - A lo menos el tiempo que, descrece - y muda de las cosas el estado, - debe bastar, si la razón fallece. - No fue el troyano príncipe llorado[263] - siempre del viejo padre dolorido, 215 - ni siempre de la madre lamentado; - antes, después del cuerpo redemido - con lágrimas humildes y con oro, - que fue del fiero Aquiles concedido, - y reprimido el lamentable coro 220 - del frigio llanto, dieron fin al vano - y sin provecho sentimiento y lloro. - El tierno pecho, en esta parte humano, - de Venus, ¿qué sintió, su Adonis viendo - de su sangre regar el verde llano?[264] 225 - Mas des que vido bien que corrompiendo - con lágrimas sus ojos no hacía - sino en su llanto estarse deshaciendo, - y que tornar llorando no podía - su caro y dulce amigo de la escura 230 - y tenebrosa noche al claro día, - los ojos enjugó, y la frente pura - mostró con algo más contentamiento, - dejando con el muerto la tristura; - y luego con gracioso movimiento 235 - se fue su paso por el verde suelo, - con su guirnalda usada y su ornamento. - Desordenaba con lacivo vuelo - el viento su cabello, y con su vista - alegraba la tierra, el mar y el cielo. 240 - Con discurso y razón que es tan prevista, - con fortaleza y ser que en ti contemplo, - a la flaca tristeza se resista. - Tu ardiente gana de subir al templo - donde la muerte pierde su derecho, 245 - te baste, sin mostrarte yo otro ejemplo. - Allí verás cuán poco mal ha hecho - la muerte en la memoria y clara fama - de los famosos hombres que ha deshecho. - Vuelve los ojos donde al fin te llama 250 - la suprema esperanza, do perfeta - sube y purgada el alma en pura llama. - ¿Piensas que es otro el fuego que en Oeta[265] - de Alcides consumió la mortal parte[266] - cuando voló el espirtu al alta meta? 255 - Desta manera aquel por quien reparte - tu corazón sospiros mil al día, - y resuena tu llanto en cada parte, - subió por la difícil y alta vía, - de la carne mortal purgado y puro, 260 - en la dulce región del alegría; - do con discurso libre ya y seguro - mira la vanidad de los mortales, - ciegos, errados en el aire escuro; - y viendo y contemplando nuestros males, 265 - alégrase de haber alzado el vuelo - a gozar de las horas inmortales. - Pisa el inmenso y cristalino cielo - teniendo puestos de una y otra mano - el claro padre y el sublime abuelo.[267] 270 - El uno ve de su proceso humano - sus virtudes estar allí presentes, - que el áspero camino hacen llano; - el otro, que acá hizo entre las gentes - en la vida mortal menor tardanza, 275 - sus llagas muestra allá resplandecientes. - Dellas aqueste premio allá se alcanza; - porque del enemigo no conviene - procurar en el cielo otra venganza. - Mira la tierra, el mar que la contiene,[268] 280 - todo lo cual por un pequeño punto - a respeto del cielo juzga y tiene. - Puesta la vista en aquel gran trasunto - y espejo, do se muestra lo pasado - con lo futuro y lo presente junto, 285 - el tiempo que a tu vida limitado - de allá arriba te está, Fernando, mira, - y allí ve tu lugar ya deputado. - ¡Oh bienaventurado! que sin ira, - sin odio, en paz estás, sin amor ciego, 290 - con quien acá se muere y se sospira; - y en eterna holganza y en sosiego - vives, y vivirás cuanto encendiere - las almas del divino amor el fuego! - Si el cielo piadoso y largo diere 295 - luenga vida a la voz deste mi llanto, - lo cual tú sabes que pretende y quiere, - yo te prometo, amigo, que entre tanto - que el sol al mundo alumbre, y que la escura - noche cubra la tierra con su manto, 300 - y en tanto que los peces la hondura - húmida habitarán del mar profundo, - y las fieras del monte la espesura, - se cantará de ti por todo el mundo; - que en cuanto se discurre, nunca visto 305 - de tus años jamás otro segundo - será desde el Antártico a Calisto.[269] - - - - -ELEGÍA SEGUNDA - - - Aquí, Boscán, donde del buen troyano[270] - Anquises con eterno nombre y vida[271] - conserva la ceniza el Mantuano,[272] - debajo de la seña esclarecida - de César Africano nos hallamos,[273] 5 - la vencedora gente recogida; - diversos en estudio; que unos vamos - muriendo por coger de la fatiga - el fruto que con el sudor sembramos; - otros, que hacen la virtud amiga 10 - y premio de sus obras, y así quieren - que la gente lo piense y que lo diga, - destotros en lo público difieren, - y en lo secreto sabe Dios en cuánto - se contradicen en lo que profieren. 15 - Yo voy por medio, porque nunca tanto - quise obligarme a procurar hacienda; - que un poco más que aquellos me levanto. - Ni voy tampoco por la estrecha senda - de los que cierto sé que a la otra vía 20 - vuelven de noche, al caminar, la rienda. - Mas, ¿dónde me llevó la pluma mía, - que a sátira me voy mi paso a paso,[274] - y aquesta que os escribo es elegía? - Yo enderezo, señor, en fin, mi paso 25 - por donde vos sabéis, que su proceso - siempre ha llevado y lleva Garcilaso;[275] - y así, en mitad de aqueste monte espeso - de las diversidades me sostengo, - no sin dificultad, mas no por eso 30 - dejo las musas, antes torno y vengo - dellas al negociar, y variando, - con ellas dulcemente me entretengo. - Así se van las horas engañando, - así del duro afán y grave pena 35 - estamos algún hora descansando. - De aquí iremos a ver de la sirena - la patria, que bien muestra haber ya sido[276] - de ocio y de amor antiguamente llena.[277] - Allí mi corazón tuvo su nido 40 - un tiempo ya; mas no sé ¡triste! agora - o si estará ocupado o desparcido.[278] - De aquesto un frío temor así a deshora - por mis huesos discurre en tal manera, - que no puedo vivir con él un hora. 45 - Si ¡triste! de mi bien estado hubiera - un breve tiempo ausente, yo no niego - que con mayor seguridad viviera. - La breve ausencia hace el mismo juego - en la fragua de amor, que en fragua ardiente 50 - el agua moderada hace al fuego; - la cual verás que no tan solamente - no lo suele matar, mas lo refuerza - con ardor más intenso y eminente; - porque un contrario con la poca fuerza 55 - de su contrario, por vencer la lucha, - su brazo aviva y su valor esfuerza; - pero si el agua en abundancia mucha - sobre el fuego se esparce y se derrama, - el humo sube al cielo, el son se escucha, 60 - y el claro resplandor de viva llama, - en polvo y en ceniza convertido, - apenas queda dél sino la fama. - Así el ausencia larga, que ha esparcido - en abundancia su licor, que amata 65 - el fuego que el amor tenía encendido, - de tal suerte lo deja, que lo trata - la mano sin peligro en el momento - que en aparencia y son se desbarata. - Yo solo fuera voy de aqueste cuento; 70 - porque el amor me aflige y me atormenta, - y en el ausencia crece el mal que siento; - y pienso yo que la razón consienta - y permita la causa deste efeto, - que a mí solo entre todos se presenta; 75 - porque, como del cielo yo sujeto - estaba eternamente y deputado - al amoroso fuego en que me meto, - así para poder ser amatado, - el ausencia sin término infinita 80 - debe ser, y sin tiempo limitado; - lo cual no habrá razón que lo permita; - porque, por más y más que ausencia dure, - con la vida se acaba, que es finita. - Mas a mí ¿quién habrá que me asegure 85 - que mi mala fortuna con mudanza - y olvido contra mí no se conjure? - Este temor persigue la esperanza - y oprime y enflaquece el gran deseo - con que mis ojos van de su holganza.[279] 90 - Con ellos solamente agora veo - este dolor que el corazón me parte, - y con él y comigo aquí peleo. - ¡Oh crudo, oh riguroso, oh fiero Marte, - de túnica cubierto de diamante,[280] 95 - y endurecido siempre en toda parte! - ¿Qué tiene que hacer el tierno amante - con tu dureza y áspero ejercicio - llevado siempre del furor delante? - Ejercitando, por mi mal, tu oficio, 100 - soy reducido a términos que muerte - será mi postrimero beneficio.[281] - Y esta no permitió mi dura suerte - que me sobreviniese peleando, - de hierro traspasado agudo y fuerte,[282] 105 - por que me consumiese contemplando - mi amado y dulce fruto en mano ajena, - y el duro posesor de mí burlando. - Mas, ¿dónde me trasporta y enajena - de mi proprio sentido el triste miedo? 110 - Aparte de vergüenza y dolor llena, - donde si el mal yo viese, ya no puedo, - según con esperalle estoy perdido, - acrecentar en la miseria un dedo. - Así lo pienso agora, y si él venido 115 - fuese en su misma forma y su figura, - tendría el presente por mejor partido, - y agradecería siempre a la ventura - mostrarme de mi mal solo el retrato, - que pintan mi temor y mi tristura. 120 - Yo sé qué cosa es esperar un rato - el bien del propio engaño, y solamente - tener con él inteligencia y trato. - Como acontece al mísero doliente, - que del un cabo el cierto amigo y sano 125 - le muestra el grave mal de su acidente, - y le amonesta que del cuerpo humano - comience a levantar a mejor parte - el alma suelta con volar liviano; - mas la tierna mujer, de la otra parte, 130 - no se puede entregar a desengaño, - y encúbrele del mal la mayor parte; - él, abrazado con su dulce engaño, - vuelve los ojos a la voz piadosa, - y alégrase muriendo con su daño, 135 - así los quito yo de toda cosa, - y póngolos en solo el pensamiento - de la esperanza cierta o mentirosa. - En este dulce error muero contento; - porque ver claro y conocer mi estado 140 - no puede ya curar el mal que siento; - y acabo como aquel que en un templado - baño metido, sin sentido muere, - las venas dulcemente desatado.[283] - Tú, que en la patria entre quien bien te quiere 145 - la deleitosa playa estás mirando,[284] - y oyendo el son del mar que en ella hiere, - y sin impedimento contemplando - la misma a quien tú vas eterna fama, - en tus vivos escritos, procurando; 150 - alégrate, que más hermosa llama[285] - que aquella que el troyano encendimiento - pudo causar, el corazón te inflama. - No tienes que temer el movimiento - de la fortuna con soplar contrario, 155 - que el puro resplandor serena el viento. - Yo, como conducido mercenario, - voy do fortuna a mi pesar me envía, - si no a morir, que aquesto es voluntario. - Solo sostiene la esperanza mía 160 - un tan débil engaño, que de nuevo - es menester hacello cada día; - y si no lo fabrico y lo renuevo, - da consigo en el suelo mi esperanza; - tanto, que en vano a levantalla pruebo. 165 - Aqueste premio mi servir alcanza, - que en sola la miseria de mi vida - negó fortuna su común mudanza. - ¿Dónde podré huir que sacudida - un rato sea de mí la grave carga 170 - que oprime mi cerviz enflaquecida? - Mas ¡ay! que la distancia no descarga - el triste corazón, y el mal, doquiera - que estoy, para alcanzarme el vuelo alarga. - Si donde el sol ardiente reverbera 175 - en la arenosa Libia, engendradora - de toda cosa ponzoñosa y fiera; - o adonde es él vencido a cualquiera hora - de la rígida nieve y viento frío, - parte do no se vive ni se mora; 180 - si en esta o en aquella el desvarío - o la fortuna me llevase un día, - y allí gastase todo el tiempo mío; - el celoso temor con mano fría - en medio del calor y ardiente arena 185 - el triste corazón me apretaría; - y en el rigor del hielo, en la serena - noche, soplando el viento agudo y puro, - que el veloce correr del agua enfrena, - de aqueste vivo fuego en que me apuro 190 - y consumirme poco a poco espero, - sé que aun allí no podré estar seguro; - y así, diverso entre contrarios muero. - - - - -EPÍSTOLA - - - Señor Boscán, quien tanto gusto tiene[286] - de daros cuenta de los pensamientos - hasta en las cosas que no tienen nombre, - no le podrá con vos faltar materia, - ni será menester buscar estilo 5 - presto, distinto, de ornamento puro,[287] - tal cual a culta epístola conviene. - Entre muy grandes bienes que consigo - el amistad perfeta nos concede, - es aqueste descuido suelto y puro, 10 - lejos de la curiosa pesadumbre; - y así, de aquesta libertad gozando, - digo que vine, cuanto a lo primero, - tan sano como aquel que en doce días - lo que solo veréis ha caminado 15 - cuando el fin de la carta os lo mostrare.[288] - Alargo y suelto a su placer la rienda, - mucho más que al caballo, al pensamiento, - y llévame a las veces por camino - tan dulce y agradable, que me hace 20 - olvidar el trabajo del pasado. - Otras me lleva por tan duros pasos, - que con la fuerza del afán presente, - también de los pasados se me olvida. - A veces sigo un agradable medio 25 - honesto y reposado en que el discurso - del gusto y del ingenio se ejercita. - Iba pensando y discurriendo un día - a cuántos bienes alargó la mano - el que de la amistad mostró el camino; 30 - y luego vos, de la amistad ejemplo, - os me ofrecéis en estos pensamientos. - Y con vos a lo menos me acontece - una gran cosa, al parecer estraña; - y porque la sepáis en pocos versos, 35 - es que, considerando los provechos, - las honras y los gustos que me vienen - desta vuestra amistad, que en tanto tengo, - ninguna cosa en mayor precio estimo,[289] - ni me hace gustar del dulce estado, 40 - tanto como el amor de parte mía. - Este conmigo tiene tanta fuerza, - que sabiendo muy bien las otras partes - de la amistad, de la estrecheza nuestra, - con solo aqueste el alma se enternece; 45 - y sé que otra mente me aprovecha, - que el deleite, que suele ser pospuesto - a las útiles cosas y a las graves.[290] - Llévame a escudriñar la causa desto - ver contino tan recio en mí el efeto, 50 - y hallo que el provecho, el ornamento, - el gusto y el placer que se me sigue - del vínculo de amor que nuestro genio - enredó sobre nuestros corazones, - son cosas que de mí no salen fuera, 55 - y en mí el provecho solo se convierte. - Mas el amor, de donde por ventura - nacen todas las cosas, si hay algunas - que a vuestra utilidad y gusto miren, - es razón grande que en mayor estima 60 - tenido sea de mí, que todo el resto, - cuánto más generosa y alta parte - es el hacer el bien que el recebillo;[291] - así que amando me deleito, y hallo - que no es locura este deleite mío. 65 - ¡Oh cuán corrido estoy y arrepentido - de haberos alabado el tratamiento - del camino de Francia y las posadas![292] - Corrido de que ya por mentiroso - con razón me tendréis; arrepentido 70 - de haber perdido tiempo en alabaros - cosa tan dina ya de vituperio; - donde no hallaréis sino mentiras, - vinos acedos, camareras feas, - varletes codiciosos, malas postas,[293] 75 - gran paga, poco argén, largo camino;[294] - llegar al fin a Nápoles no habiendo - dejado allá enterrado algún tesoro, - salvo si no decís que es enterrado - lo que nunca se halla ni se tiene. 80 - A mi señor Dural estrechamente[295] - abrazad de mi parte, si pudierdes. - Doce del mes de Otubre, de la tierra - do nació el claro fuego del Petrarca, - y donde están del fuego las cenizas.[296] 85 - - - - -CANCIÓN PRIMERA - - - Si a la región desierta, inhabitable - por el hervor del sol demasiado, - y sequedad de aquella arena ardiente; - o a la que por el hielo congelado - y rigurosa nieve es intratable, 5 - del todo inhabitada de la gente, - por algún acidente - o acaso de fortuna desastrada, - me fuésedes llevada, - y supiese que allá vuestra dureza 10 - estaba en su crueza, - allá os iría a buscar, como perdido,[297] - hasta morir a vuestros pies tendido.[298] - - Vuestra soberbia y condición esquiva - acabe ya, pues es tan acabada 15 - la fuerza de en quien ha de esecutarse.[299] - Mirad bien que el amor se desagrada - deso, pues quiere que el amante viva - y se convierta a do piense salvarse.[300] - El tiempo ha de pasarse, 20 - y de mis males, arrepentimiento, - confusión y tormento - sé que os ha de quedar, y esto recelo; - ¡que aún de aquesto me duelo! - Como en mí vuestros males son de otra arte, 25 - duélenme en más sensible y tierna parte. - - Así paso la vida, acrecentando - materia de dolor a mis sentidos, - como si la que tengo no bastase; - los cuales para todo están perdidos, 30 - sino para mostrarme a mí cuál ando. - Pluguiese a Dios que aquesto aprovechase - para que yo pensase - un rato en mi remedio, pues os veo - siempre ir con un deseo 35 - de perseguir al triste y al caído; - yo estoy aquí tendido,[301] - mostrándoos de mi muerte las señales, - y vos viviendo solo de mis males. - - Si aquella amarillez y los sospiros[302] 40 - salidos sin licencia de su dueño; - si aquel hondo silencio no han podido - un sentimiento grande ni pequeño - mover en vos, que baste convertiros - a siquiera saber que soy nacido, 45 - baste ya haber sufrido - tanto tiempo, a pesar de lo que basto; - que a mí mismo contrasto,[303] - dándome a entender que mi flaqueza - me tiene en la tristeza 50 - en que estoy puesto, y no lo que yo entiendo; - así que con flaqueza me defiendo. - - Canción, no has de tener - comigo que ver más en malo o en bueno; - trátame como ajeno, 55 - que no te faltará de quien lo aprendas. - Si has miedo que me ofendas, - no quieras hacer más por mi derecho - de lo que hice yo, que el mal me he hecho. - - - - -CANCIÓN SEGUNDA - - - La soledad siguiendo, - rendido a mi fortuna, - me voy por los caminos que se ofrecen, - por ellos esparciendo - mis quejas de una en una 5 - al viento, que las lleva do perecen;[304] - puesto que ellas merecen - ser de vos escuchadas, - pues son tan bien vertidas, - he lástima de ver que van perdidas 10 - por donde suelen ir las remediadas. - A mí se han de tornar, - adonde para siempre habrán de estar.[305] - - Mas ¿qué haré, señora, - en tanta desventura? 15 - ¿Adónde iré, si a vos no voy con ella? - ¿De quién podré yo agora - valerme en mi tristura, - si en vos no halla abrigo mi querella? - Vos sola sois aquella 20 - con quien mi voluntad - recibe tal engaño, - que viéndoos holgar siempre con mi daño, - me quejo a vos, como si en la verdad - vuestra condición fuerte 25 - tuviese alguna cuenta con mi muerte. - - Los árboles presento - entre las duras peñas - por testigo de cuanto os he encubierto; - de lo que entrellas cuento 30 - podrán dar buenas señas, - si señas pueden dar del desconcierto. - Mas ¿quién tendrá concierto - en contar el dolor, - que es de orden enemigo? 35 - No me den pena, pues, por lo que digo; - que ya no me refrenará el temor. - ¡Quién pudiese hartarse[306] - de no esperar remedio y de quejarse! - - Mas esto me es vedado 40 - con unas obras tales - con que nunca fue a nadie defendido; - que si otros han dejado - de publicar sus males, - llorando el mal estado a que han venido, 45 - señora, no habrá sido - sino con mejoría - y alivio en su tormento; - mas ha venido en mí a ser lo que siento - de tal arte, que ya en mi fantasía 50 - no cabe; y así, quedo - sufriendo aquello que decir no puedo. - - Si por ventura estiendo - alguna vez mis ojos - por el proceso luengo de mis daños, 55 - con lo que me defiendo - de tan grandes enojos, - solamente es allí con mis engaños; - mas vuestros desengaños - vencen mi desvarío 60 - y apocan mis defensas. - Sin yo poder dar otras recompensas, - sino que, siendo vuestro más que mío, - quise perderme así, - por vengarme de vos, señora, en mí. 65 - - Canción, yo he dicho más que me mandaron, - y menos que pensé; - no me pregunten más, que lo diré.[307] - - - - -CANCIÓN TERCERA - - - Con un manso ruído - de agua corriente y clara, - cerca el Danubio una isla, que pudiera[308] - ser lugar escogido - para que descansara 5 - quien como yo estó agora, no estuviera; - do siempre primavera - parece en la verdura - sembrada de las flores; - hacen los ruiseñores 10 - renovar el placer o la tristura - con sus blandas querellas, - que nunca día ni noche cesan dellas. - - Aquí estuve yo puesto, - o por mejor decillo, 15 - preso y forzado y solo en tierra ajena;[309] - bien pueden hacer esto - en quien puede sufrillo - y en quien él a sí mismo se condena. - Tengo solo una pena, 20 - si muero desterrado - y en tanta desventura, - que piensen por ventura - que juntos tantos males me han llevado; - y sé yo bien que muero 25 - por solo aquello que morir espero. - - El cuerpo está en poder - y en manos de quien puede - hacer a su placer lo que quisiere; - mas no podrá hacer 30 - que mal librado quede, - mientras de mí otra prenda no tuviere. - Cuando ya el mal viniere - y la postrera suerte, - aquí me ha de hallar, 35 - en el mismo lugar; - que otra cosa más dura que la muerte - me halla y ha hallado; - y esto sabe muy bien quien lo ha probado. - - No es necesario agora 40 - hablar más sin provecho, - que es mi necesidad muy apretada; - pues ha sido en un hora - todo aquello deshecho - en que toda mi vida fue gastada. 45 - Y al fin de tal jornada - ¿presumen espantarme? - Sepan que ya no puedo - morir sino sin miedo; - que aun nunca qué temer quiso dejarme 50 - la desventura mía, - que el bien y el miedo me quitó en un día. - - Danubio, río divino,[310] - que por fieras naciones[311] - vas con tus claras ondas discurriendo, 55 - pues no hay otro camino - por donde mis razones - vayan fuera de aquí, sino corriendo - por tus aguas y siendo - en ellas anegadas; 60 - si en tierra tan ajena - en la desierta arena - fueren de alguno acaso en fin halladas, - entiérrelas, siquiera, - porque su error se acabe en tu ribera. 65 - - Aunque en el agua mueras, - canción, no has de quejarte; - que yo he mirado bien lo que te toca. - Menos vida tuvieras - si hubieras de igualarte 70 - con otras que se me han muerto en la boca. - Quién tiene culpa desto, - allá lo entenderás de mí muy presto. - - - - -CANCIÓN CUARTA[312] - - - El aspereza de mis males quiero[313] - que se muestre también en mis razones, - como ya en los efetos se ha mostrado. - Lloraré de mi mal las ocasiones, - sabrá el mundo la causa por que muero, 5 - y moriré a lo menos confesado.[314] - Pues soy por los cabellos arrastrado - de un tan desatinado pensamiento, - que por agudas peñas peligrosas, - por matas espinosas, 10 - corre con ligereza más que el viento, - bañando de mi sangre la carrera; - y para más despacio atormentarme, - llévame alguna vez por entre flores, - a do de mis tormentos y dolores 15 - descanso, y dellos vengo a no acordarme; - mas él a más descanso no me espera; - antes, como me ve desta manera, - con un nuevo furor y desatino - toma a seguir el áspero camino. 20 - - No vine por mis pies a tantos daños; - fuerzas de mi destino me trajeron, - y a la que me atormenta me entregaron. - Mi razón y juicio bien creyeron - guardarme, como en los pasados años 25 - de otros graves peligros me guardaron; - mas cuando los pasados compararon - con los que venir vieron, no sabían - lo que hacer de sí ni dó meterse; - que luego empezó a verse 30 - la fuerza y el rigor con que venían. - Mas de pura vergüenza constreñida, - con tardo paso y corazón medroso - al fin ya mi razón salió al camino. - Cuanto era el enemigo más vecino, 35 - tanto más el recelo temeroso - le mostraba el peligro de su vida. - Pensar en el temor de ser vencida, - la sangre alguna vez le calentaba, - mas el mismo temor se la enfriaba. 40 - - Estaba yo a mirar, y peleando - en mi defensa mi razón estaba - cansada, y en mil partes ya herida; - y sin ver yo quién dentro me incitaba, - ni saber cómo, estaba deseando 45 - que allí quedase mi razón vencida.[315] - Nunca en todo el proceso de mi vida - cosa se me cumplió que desease - tan presto como aquesta; que a la hora[316] - se rindió la señora, 50 - y al siervo consintió que gobernase[317] - y usase de la ley del vencimiento. - Entonces yo sentime salteado - de una vergüenza libre y generosa; - corrime gravemente que una cosa 55 - tan sin razón hubiese así pasado. - Luego siguió el dolor al corrimiento - de ver mi reino en mano de quien cuento - que me da vida y muerte cada día, - y es la más moderada tiranía. 60 - - Los ojos, cuya lumbre bien pudiera - tornar clara la noche tenebrosa, - y escurecer al sol a mediodía, - me convirtieron luego en otra cosa. - En volviéndose a mí la vez primera 65 - con el calor del rayo que salía - de su vista, que en mí se difundía, - y de mis ojos la abundante vena - de lágrimas, al sol que me inflamaba, - no menos ayudaba 70 - a hacer mi natura en todo ajena - de lo que era primero. Corromperse - sentí el sosiego y libertad pasada, - y el mal de que muriendo estó, engendrarse, - y en tierra sus raíces ahondarse 75 - tanto cuanto su cima levantada - sobre cualquier altura hace verse. - El fruto que de aquí suele cogerse, - mil es amargo, alguna vez sabroso; - mas mortífero siempre y ponzoñoso. 80 - - De mí agora huyendo, voy buscando - a quien huye de mí como enemiga; - que al un error añado el otro yerro, - y en medio del trabajo y la fatiga - estoy cantando yo, y está sonando 85 - de mis atados pies el grave hierro; - mas poco dura el canto si me encierro - acá dentro de mí, porque allí veo - un campo lleno de desconfianza. - Muéstrame la esperanza 90 - de lejos su vestido y su meneo; - mas ver su rostro nunca me consiente. - Torno a llorar mis daños, porque entiendo - que es un crudo linaje de tormento - para matar aquel que está sediento, 95 - mostralle el agua por que está muriendo; - de la cual el cuitado juntamente - la claridad contempla, el ruido siente; - mas cuando llega ya para bebella, - gran espacio se halla lejos della.[318] 100 - - De los cabellos de oro fue tejida - la red que fabricó mi sentimiento, - do mi razón revuelta y enredada - con gran vergüenza suya y corrimiento, - sujeta al apetito y sometida, 105 - en público adulterio fue tomada, - del cielo y de la tierra contemplada.[319] - Mas ya no es tiempo de mirar yo en esto, - pues no tengo con qué considerallo, - y en tal punto me hallo, 110 - que estoy sin armas en el campo puesto, - y el paso ya cerrado y la huida. - ¿Quién no se espantará de lo que digo? - Que es cierto que he venido a tal estremo, - que del grave dolor que huyo y temo, 115 - me hallo algunas veces tan amigo, - que en medio dél, si vuelvo a ver la vida - de libertad, la juzgo por perdida, - y maldigo las horas y momentos - gastados mal en libres pensamientos. 120 - - No reina siempre aquesta fantasía, - que en imaginación tan variable - no se reposa un hora el pensamiento. - Viene con un rigor tan intratable - a tiempos el rigor, que al alma mía 125 - desampara, huyendo, el sufrimiento, - lo que dura la fuerza del tormento. - No hay parte en mí que no se me trastorne - y que en torno de mí no esté llorando; - de nuevo protestando 130 - que de la vía espantosa atrás me torne. - Esto ya por razón no va fundado, - ni le dan parte dello a mi juicio, - que este discurso todo es ya perdido; - mas es en tanto daño del sentido 135 - este dolor, y en tanto perjuicio, - que todo lo sensible atormentado, - del bien, si alguno tuvo, ya olvidado - está de todo punto, y solo siente - la furia y el rigor del mal presente. 140 - - En medio de la fuerza del tormento - una sombra de bien se me presenta, - do el fiero ardor un poco se mitiga. - Figúraseme cierto a mí que sienta - alguna parte de lo que yo siento 145 - aquella tan amada mi enemiga. - Es tan incomportable la fatiga, - que si con algo yo no me engañase - para poder llevalla, moriría; - y así, me acabaría 150 - sin que de mí en el mundo se hablase. - Así que, del estado más perdido - saco algún bien; mas luego en mí la suerte - trueca y revuelve el orden; que algún hora, - si el mal acaso un poco en mí mejora, 155 - aquel descanso luego se convierte - en un temor que me ha puesto en olvido - aquella por quien sola me he perdido. - Así, del bien que un rato satisface, - nace el dolor que el alma me deshace. 160 - - Canción, si quien te viere se espantare - de la instabilidad y ligereza - y revuelta del vago pensamiento; - estable, grave y firme es el tormento - le di, que es causa; cuya fortaleza 165 - es tal, que en cualquier parte que tocare, - la hará revolver hasta que pare - en aquel fin de lo terrible y fuerte, - que todo el mundo afirma que es la muerte. - - - - -CANCIÓN QUINTA - - - Si de mi baja lira[320] - tanto pudiese el son, que un momento - aplacase la ira - del animoso viento, - y la furia del mar y el movimiento;[321] 5 - - y en ásperas montañas - con el suave canto enterneciese - las fieras alimañas, - los árboles moviese, - y al son confusamente los trajese;[322] 10 - - no pienses que cantado - sería de mí, hermosa flor de Nido,[323] - el fiero Marte airado, - a muerte convertido, - de polvo y sangre y de sudor teñido; 15 - - ni aquellos capitanes - en las sublimes ruedas colocados,[324] - por quien los alemanes - el fiero cuello atados, - y los franceses van domesticados.[325] 20 - - Mas solamente aquella - fuerza de tu beldad sería cantada, - y alguna vez con ella - también sería notada - el aspereza de que estás armada; 25 - - y cómo por ti sola, - y por tu gran valor y hermosura, - convertida en viola,[326] - llora su desventura - el miserable amante en su figura. 30 - - Hablo de aquel cativo, - de quien tener se debe más cuidado, - que está muriendo vivo, - al remo condenado, - en la concha de Venus amarrado.[327] 35 - - Por ti, como solía, - del áspero caballo no corrige - la furia y gallardía, - ni con freno le rige, - ni con vivas espuelas ya le aflige. 40 - - Por ti, con diestra mano - no revuelve la espada presurosa, - y en el dudoso llano - huye la polvorosa - palestra como sierpe ponzoñosa.[328] 45 - - Por ti, su blanda musa, - en lugar de la cítara sonante, - tristes querellas usa,[329] - que con llanto abundante - hacen bañar el rostro del amante. 50 - - Por ti, el mayor amigo - le es importuno, grave y enojoso; - yo puedo ser testigo, - que ya del peligroso - naufragio fui su puerto y su reposo. 55 - - Y agora en tal manera - vence el dolor a la razón perdida, - que ponzoñosa fiera - nunca fue aborrecida - tanto como yo dél, ni tan temida. 60 - - No fuiste tú engendrada - ni producida de la dura tierra; - no debe ser notada - que ingratamente yerra - quien todo el otro error de sí destierra.[330] 65 - - Hágate temerosa - el caso de Anajerete, y cobarde, - que de ser desdeñosa - se arrepintió muy tarde; - y así, su alma con su mármol arde.[331] 70 - - Estábase alegrando - del mal ajeno el pecho empedernido, - cuando abajo mirando, - el cuerpo muerto vido - del miserable amante, allí tendido. 75 - - Y al cuello el lazo atado, - con que desenlazó de la cadena - el corazón cuitado, - que con su breve pena - compró la eterna punición ajena. 80 - - Sintió allí convertirse - en piedad amorosa el aspereza. - ¡Oh tarde arrepentirse! - ¡Oh última terneza! - ¿Cómo te sucedió mayor dureza? 85 - - Los ojos se enclavaron - en el tendido cuerpo que allí vieron, - los huesos se tornaron - más duros y crecieron, - y en sí toda la carne convirtieron; 90 - - las entrañas heladas - tornaron poco a poco en piedra dura; - por las venas cuitadas - la sangre su figura - iba desconociendo y su natura;[332] 95 - - hasta que, finalmente, - en duro mármol vuelta y trasformada, - hizo de sí la gente - no tan maravillada - cuanto de aquella ingratitud vengada. 100 - - No quieras tú, señora, - de Némesis airada las saetas[333] - probar, por Dios, agora; - baste que tus perfetas - obras y hermosura a los poetas 105 - - den inmortal materia, - sin que también en verso lamentable - celebren la miseria - de algún caso notable - que por ti pase triste y miserable. 110 - - - - -SONETOS - -I - - - Cuando me paro a contemplar mi estado,[334] - y a ver los pasos por do me ha traído, - hallo, según por do anduve perdido, - que a mayor mal pudiera haber llegado; - mas cuando del camino estó olvidado, 5 - a tanto mal no sé por dó he venido; - sé que me acabo, y más he yo sentido - ver acabar comigo mi cuidado. - Yo acabaré, que me entregué sin arte - a quien sabrá perderme y acabarme, 10 - si ella quisiere, y aun sabrá querello; - que pues mi voluntad puede matarme, - la suya, que no es tanto de mi parte, - pudiendo, ¿qué hará sino hacello?[335] - - - - -II - - - En fin, a vuestras manos he venido, - do sé que he de morir tan apretado, - que aun aliviar con quejas mi cuidado, - como remedio, me es ya defendido. - Mi vida no sé en qué se ha sostenido, 5 - si no es en haber sido yo guardado - para que solo en mí fuese probado - cuánto corta un espada en un rendido.[336] - Mis lágrimas han sido derramadas - donde la sequedad y la aspereza 10 - dieron mal fruto dellas y mi suerte. - Basten las que por vos tengo lloradas. - No os venguéis más de mí con mi flaqueza; - allá os vengad, señora, con mi muerte. - - - - -III - - - La mar en medio y tierras he dejado - de cuanto bien, cuitado, yo tenía; - yéndome alejando cada día,[337] - gentes, costumbres, lenguas he pasado. - Ya de volver estoy desconfiado; 5 - pienso remedios en mi fantasía, - y el que más cierto espero es aquel día - que acabará la vida y el cuidado. - De cualquier mal pudiera socorrerme - con veros yo, señora, o esperallo, 10 - si esperallo pudiera sin perdello. - Mas de no veros ya para valerme, - si no es morir, ningún remedio hallo; - y si esto lo es, tampoco podré habello.[338] - - - - -IV - - - Un rato se levanta mi esperanza. - Tan cansada de haberse levantado - torna a caer, que deja, mal mi grado, - libre el lugar a la desconfianza. - ¿Quién sufrirá tan áspera mudanza 5 - del bien al mal? ¡Oh, corazón cansado! - esfuerza en la miseria de tu estado; - que tras fortuna suele haber bonanza.[339] - Yo mismo emprenderé a fuerza de brazos - romper un monte, que otro no rompiera, 10 - de mil inconvenientes muy espeso. - Muerte, prisión no pueden, ni embarazos, - quitarme de ir a veros, como quiera - desnudo espirtu o hombre en carne y hueso.[340] - - - - -V - - - Escrito está en mi alma vuestro gesto, - y cuanto yo escrebir de vos deseo; - vos sola lo escrebistes, yo lo leo - tan solo, que aun de vos me guardo en esto. - En esto estoy y estaré siempre puesto; 5 - que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo, - de tanto bien lo que no entiendo creo, - tomando ya la fe por presupuesto. - Yo no nací sino para quereros; - mi alma os ha cortado a su medida; 10 - por hábito del alma misma os quiero. - Cuanto tengo confieso yo deberos; - por vos nací, por vos tengo la vida, - por vos he de morir y por vos muero. - - - - -VI - - - Por ásperos caminos he llegado - a parte que de miedo no me muevo; - y si a mudarme o dar un paso pruebo, - allí por los cabellos soy tornado.[341] - Mas tal estoy, que con la muerte al lado 5 - busco de mi vivir consejo nuevo; - y conozco el mejor y el peor apruebo,[342] - o por costumbre mala o por mi hado. - Por otra parte, el breve tiempo mío, - y el errado proceso de mis años, 10 - en su primer principio y en su medio, - mi inclinación, con quien ya no porfío,[343] - la cierta muerte, fin de tantos daños, - me hacen descuidar de mi remedio. - - - - -VII - - - No pierda más quien ha tanto perdido;[344] - bástete, amor, lo que ha por mí pasado; - válgame agora haber jamás probado - a defenderme de lo que has querido. - Tu templo y sus paredes he vestido 5 - de mis mojadas ropas, y adornado, - como acontece a quien ha ya escapado - libre de la tormenta en que se vido.[345] - Yo había jurado nunca más meterme, - a poder mío y a mi consentimiento, 10 - en otro tal peligro, como vano.[346] - Mas del que viene no podré valerme; - y en esto no voy contra el juramento; - que ni es como los otros ni en mi mano. - - - - -VIII - - - De aquella vista pura y ecelente - salen espirtus vivos y encendidos, - y siendo por mis ojos recebidos, - me pasan hasta donde el mal se siente. - Encuéntranse al camino fácilmente,[347] 5 - con los míos, que de tal calor movidos - salen fuera de mí como perdidos,[348] - llamados de aquel bien que está presente. - Ausente, en la memoria la imagino; - mis espirtus, pensando que la vían, 10 - se mueven y se encienden sin medida; - mas no hallando fácil el camino, - que los suyos entrando derretían, - revientan por salir do no hay salida. - - - - -IX - - - Señora mía, si de vos yo ausente - en esta vida turo y no me muero,[349] - paréceme que ofendo a lo que os quiero, - y al bien de que gozaba en ser presente. - Tras este, luego siento otro acidente, 5 - que es ver que si de vida desespero, - yo pierdo cuanto bien de vos espero, - y así ando en lo que siento diferente. - En esta diferencia mis sentidos - están en vuestra ausencia y en porfía. 10 - No sé ya qué hacerme en mal tamaño.[350] - Nunca entre sí los veo sino reñidos. - De tal arte pelean noche y día, - que solo se conciertan en mi daño. - - - - -X - - - ¡Oh dulces prendas, por mi mal halladas,[351] - dulces y alegres cuando Dios quería! - Juntas estáis en la memoria mía, - y con ella en mi muerte conjuradas. - ¿Quién me dijera, cuando en las pasadas 5 - horas en tanto bien por vos me vía, - que me habíades de ser en algún día - con tan grave dolor representadas? - Pues en un hora junto me llevastes - todo el bien que por términos me distes, 10 - llevadme junto el mal que me dejastes. - Si no, sospecharé que me pusistes - en tantos bienes, porque deseastes - verme morir entre memorias tristes.[352] - - - - -XI - - - Hermosas ninfas, que en el río metidas, - contentas habitáis en las moradas - de relucientes piedras fabricadas - y en colunas de vidro sostenidas; - agora estéis labrando embebecidas, 5 - o tejiendo las telas delicadas; - agora unas con otras apartadas, - contándoos los amores y las vidas; - dejad un rato la labor, alzando - vuestras rubias cabezas a mirarme, 10 - y no os detendréis mucho según ando; - que o no podréis de lástima escucharme, - o convertido en agua aquí llorando, - podréis allá de espacio consolarme.[353] - - - - -XII - - - Si para refrenar este deseo - loco, imposible, vano, temeroso, - y guarecer de un mal tan peligroso, - que es darme a entender yo lo que no creo, - no me aprovecha verme cual me veo, 5 - o muy aventurado o muy medroso, - en tanta confusión, que nunca oso - fiar el mal de mí que lo poseo, - ¿qué me ha de aprovechar ver la pintura - de aquel que con las alas derretidas 10 - cayendo, fama y nombre al mar ha dado; - y la del que su fuego y su locura - llora entre aquellas plantas conocidas, - apenas en el agua resfriado? - - - - -XIII - - - A Dafne ya los brazos le crecían,[354] - y en luengos ramos vueltos se mostraban; - en verdes hojas vi que se tornaban - los cabellos que al oro escurecían. - De áspera corteza se cubrían 5 - los tiernos miembros, que aún bullendo estaban; - los blancos pies en tierra se hincaban, - y en torcidas raíces se volvían. - Aquel que fue la causa de tal daño, - a fuerza de llorar, crecer hacía 10 - este árbol que con lágrimas regaba. - ¡Oh miserable estado, oh mal tamaño! - ¡Que con lloralla cresca cada día - la causa y la razón por que lloraba! - - - - -XIV - - - Como la tierna madre que el doliente - hijo le está con lágrimas pidiendo - alguna cosa, de la cual comiendo, - sabe que ha de doblarse el mal que siente, - y aquel piadoso amor no le consiente 5 - que considere el daño que haciendo - lo que le pide hace, va corriendo, - y dobla el mal, y aplaca el acidente;[355] - así a mi enfermo y loco pensamiento, - que en su daño os me pide, yo querría 10 - quitar este mortal mantenimiento. - Mas pídemelo, y llora cada día - tanto, que cuanto quiere le consiento, - olvidando su muerte y aun la mía. - - - - -XV - - - Si quejas y lamentos pueden tanto, - que el curso refrenaron de los ríos, - y en los diversos montes y sombríos - los árboles movieron con su canto; - si convirtieron a escuchar su llanto 5 - las fieras tigres y peñascos fríos; - si, en fin, con menos casos que los míos - bajaron a los reinos del espanto;[356] - ¿por qué no ablandará mi trabajosa - vida, en miseria y lágrimas pasada, 10 - un corazón comigo endurecido? - Con más piedad debría ser escuchada - la voz del que se llora por perdido - que la del que perdió y llora otra cosa. - - - - -XVI - - - No las francesas armas odiosas,[357] - en contra puestas del airado pecho, - ni en los guardados muros con pertrecho - los tiros y saetas ponzoñosas; - no las escaramuzas peligrosas, 5 - ni aquel fiero ruido contrahecho - de aquel que para Júpiter fue hecho - por manos de Vulcano artificiosas,[358] - pudieron, aunque más yo me ofrecía - a los peligros de la dura guerra, 10 - quitar un hora sola de mi hado. - Mas infición de aire en solo un día - me quitó al mundo, y me ha en ti sepultado, - Parténope, tan lejos de mi tierra.[359] - - - - -XVII - - - Pensando que el camino iba derecho, - vine a parar en tanta desventura, - que imaginar no puedo, aun con locura, - algo de que esté un rato satisfecho. - El ancho campo me parece estrecho; 5 - la noche clara para mí es escura; - la dulce compañía, amarga y dura, - y duro campo de batalla el lecho. - Del sueño, si hay alguno, aquella parte - sola que es ser imagen de la muerte 10 - se aviene con el alma fatigada. - En fin, que como quiera, estoy de arte, - que juzgo ya por hora menos fuerte, - aunque en ella me vi, la que es pasada. - - - - -XVIII - - - Si a vuestra voluntad yo soy de cera, - y por sol tengo solo vuestra vista, - la cual a quien no inflama o no conquista - con su mirar, es de sentido fuera; - de do viene una cosa, que si fuera 5 - menos veces de mí probada y vista, - según parece que a razón resista, - a mi sentido mismo no creyera, - y es, que yo soy de lejos inflamado - de vuestra ardiente vista, y encendido 10 - tanto, que en vida me sostengo apenas. - Mas si de cerca soy acometido - de vuestros ojos, luego siento helado - cuajárseme la sangre por las venas. - - - - -XIX - - - Julio, después que me partí llorando[360] - de quien jamás mi pensamiento parte, - y dejé de mi alma aquella parte - que al cuerpo vida y fuerza estaba dando, - de mi bien a mí mismo voy tomando 5 - estrecha cuenta, y siento de tal arte - faltarme todo el bien, que temo en parte - que ha de faltarme el aire sospirando; - y con este temor, mi lengua prueba - a razonar con vos ¡oh dulce amigo! 10 - del amarga memoria de aquel día - en que yo comencé como testigo - a poder dar del alma vuestra nueva, - y a sabella de vos del alma mía.[361] - - - - -XX - - - Con tal fuerza y vigor son concertados[362] - para mi perdición los duros vientos, - que cortaron mis tiernos pensamientos - luego que sobre mí fueron mostrados. - El mal es que me quedan los cuidados 5 - en salvo destos acontecimientos, - que son duros, y tienen fundamentos - en todos mis sentidos bien echados. - Aunque por otra parte no me duelo, - ya que el bien me dejó con su partida, 10 - del grave mal que en mí está de contino; - antes con él me abrazo y me consuelo; - porque en proceso de tan dura vida - atajaré la guerra del camino.[363] - - - - -XXI - - - Clarísimo Marqués, en quien derrama[364] - el cielo cuanto bien conoce el mundo; - si al gran valor en que el sujeto fundo, - y al claro resplandor de vuestra llama - arribare mi pluma, y do la llama 5 - la voz de vuestro nombre alto y profundo, - seréis vos solo eterno y sin segundo, - y por vos inmortal quien tanto os ama. - Cuanto del largo cielo se desea, - cuanto sobre la tierra se procura, 10 - todo se halla en vos de parte en parte; - y, en fin, de solo vos formó natura - una estraña y no vista al mundo idea, - y hizo igual al pensamiento el arte. - - - - -XXII - - - Con ansia estrema de mirar qué tiene - vuestro pecho escondido allá en su centro, - y ver si a lo de fuera lo de dentro - en aparencia y ser igual conviene, - en él puse la vista; mas detiene 5 - de vuestra hermosura el duro encuentro - mis ojos, y no pasan tan adentro, - que miren lo que el alma en sí contiene.[365] - Y así, se quedan tristes en la puerta - hecha por mi dolor, con esa mano, 10 - que aun a su mismo pecho no perdona;[366] - donde vi claro mi esperanza muerta, - y el golpe que os hizo amor en vano - _non esservi passato oltra la gonna_.[367] - - - - -XXIII - - - En tanto que de rosa y azucena - se muestra la color en vuestro gesto, - y que vuestro mirar ardiente, honesto, - enciende el corazón y lo refrena; - y en tanto que el cabello, que en la vena 5 - del oro se escogió, con vuelo presto, - por el hermoso cuello blanco, enhiesto, - el viento mueve, esparce y desordena; - coged de vuestra alegre primavera - el dulce fruto, antes que el tiempo airado 10 - cubra de nieve la hermosa cumbre. - Marchitará la rosa el viento helado, - todo lo mudará la edad ligera, - por no hacer mudanza en su costumbre.[368] - - - - -XXIV - - - Ilustre honor del nombre de Cardona,[369] - décima moradora de Parnaso,[370] - a Tansilo, a Minturno, al culto Taso[371] - sujeto noble de inmortal corona; - si en medio del camino no abandona 5 - la fuerza y el espirtu a vuestro Laso, - por vos me llevará mi osado paso - a la cumbre difícil de Helicona.[372] - Podré llevar entonces sin trabajo - con dulce son que el curso al agua enfrena, 10 - por un camino hasta agora enjuto, - el patrio celebrado y rico Tajo, - que del valor de su luciente arena - a vuestro nombre pague el gran tributo. - - - - -XXV - - - ¡Oh hado esecutivo en mis dolores,[373] - cómo sentí tus leyes rigurosas! - Cortaste el árbol con manos dañosas, - y esparciste por tierra fruta y flores. - En poco espacio yacen mis amores 5 - y toda la esperanza de mis cosas, - tornadas en cenizas desdeñosas, - y sordas a mis quejas y clamores. - Las lágrimas que en esta sepultura - se vierten hoy en día y se vertieron 10 - recibe, aunque sin fruto allá te sean, - hasta que aquella eterna noche escura - me cierre aquestos ojos que te vieron, - dejándome con otros que te vean.[374] - - - - -XXVI - - - Echado está por tierra el fundamento[375] - que mi vivir cansado sostenía. - ¡Oh cuánto bien se acaba en solo un día! - ¡Oh cuántas esperanzas lleva el viento! - ¡Oh cuán ocioso está mi pensamiento 5 - cuando se ocupa en bien de cosa mía! - A mi esperanza, así como a baldía, - mil veces la castiga mi tormento. - Las más veces me entrego, otras resisto - con tal furor, con una fuerza nueva, 10 - que un monte puesto encima rompería. - Aqueste es el deseo que me lleva - a que desee tornar a ver un día - a quien fuera mejor nunca haber visto. - - - - -XXVII - - - Amor, amor, un hábito vestí,[376] - el cual de vuestro paño fue cortado; - al vestir ancho fue, mas apretado - y estrecho cuando estuvo sobre mí. - Después acá de lo que consentí, 5 - tal arrepentimiento me ha tornado, - que pruebo alguna vez, de congojado, - a romper esto en que yo me metí. - Mas ¿quién podrá deste hábito librarse, - teniendo tan contraria su natura, 10 - que con él ha venido a conformarse? - Si alguna parte queda por ventura - de mi razón, por mí no osa mostrarse; - que en tal contradición no está segura. - - - - -XXVIII - - - Boscán, vengado estáis, con mengua mía, - de mi rigor pasado y mi aspereza, - con que reheprenderos la terneza - de vuestro blando corazón solía. - Agora me castigo cada día 5 - de tal salvatiquez y tal torpeza;[377] - mas es a tiempo que de mi bajeza - correrme y castigarme bien podría. - Sabed que en mi perfeta edad y armado, - con mis ojos abiertos me he rendido 10 - al niño que sabéis, ciego y desnudo. - De tan hermoso fuego consumido - nunca fue corazón. Si preguntado - soy lo demás, en lo demás soy mudo. - - - - -XXIX - - - Pasando el mar Leandro el animoso,[378] - en amoroso fuego todo ardiendo, - esforzó el viento, y fuese embraveciendo - el agua con un ímpetu furioso. - Vencido del trabajo presuroso, 5 - contrastar a las ondas no pudiendo, - y más del bien que allí perdía muriendo, - que de su propia vida congojoso, - como pudo esforzó su voz cansada, - y a las ondas habló desta manera, 10 - (mas nunca fue la voz dellas oída): - «Ondas, pues no os escusa que yo muera, - dejadme allá llegar, y a la tornada - vuestro furor esecutá en mi vida.»[379] - - - - -XXX - - - Sospechas, que en mi triste fantasía - puestas, hacéis la guerra a mi sentido, - volviendo y revolviendo el afligido - pecho, con dura mano, noche y día; - ya se acabó la resistencia mía 5 - y la fuerza del alma; ya rendido - vencer de vos me dejo, arrepentido - de haberos contrastado en tal porfía.[380] - Llevadme a aquel lugar tan espantable, - do por no ver mi muerte allí esculpida, 10 - cerrados hasta aquí tuve los ojos. - Las armas pongo ya; que concedida[381] - no es tan larga defensa al miserable; - colgad en vuestro carro mis despojos.[382] - - - - -XXXI - - - Dentro en mi alma fue de mí engendrado - un dulce amor, y de mi sentimiento - tan aprobado fue su nacimiento - como de un solo hijo deseado; - mas luego dél nació quien ha estragado 5 - del todo el amoroso pensamiento; - que en áspero rigor y en gran tormento - los primeros deleites ha trocado. - ¡Oh crudo nieto, que das vida al padre[383] - y matas al abuelo! ¿por qué creces 10 - tan disconforme a aquel de que has nacido? - ¡Oh celoso temor! ¿a quién pareces? - ¡Que la envidia, tu propia y fiera madre, - se espanta en ver el mostro que ha parido![384] - - - - -XXXII - - - Estoy contino en lágrimas bañado, - rompiendo el aire siempre con sospiros; - y más me duele nunca osar deciros - que he llegado por vos a tal estado, - que viéndome do estoy y lo que he andado 5 - por el camino estrecho de seguiros, - si me quiero tornar para huiros, - desmayo viendo atrás lo que he dejado; - si a subir pruebo, en la difícil cumbre, - a cada paso espántanme en la vía 10 - ejemplos tristes de los que han caído. - Y sobre todo, fáltame la lumbre - de la esperanza, con que andar solía - por la escura región de vuestro olvido.[385] - - - - -XXXIII - - - Mario, el ingrato amor, como testigo[386] - de mi fe pura y de mi gran firmeza, - usando en mí su vil naturaleza, - que es hacer más ofensa al más amigo; - teniendo miedo que si escribo o digo 5 - su condición, abajo su grandeza, - no bastando su fuerza a mi crueza, - ha esforzado la mano a mi enemigo. - Y así, en la parte que la diestra mano - gobierna, y en aquella que declara 10 - el conceto del alma, fui herido. - Mas yo haré que aquesta ofensa, cara - le cueste al ofensor, que ya estoy sano, - libre, desesperado y ofendido. - - - - -XXXIV - - - Gracias al cielo doy que ya del cuello - del todo el grave yugo he sacudido, - y que del viento el mar embravecido - veré desde la tierra sin temello. - Veré colgada de un sutil cabello[387] 5 - la vida del amante embebecido - en su error, y en su engaño adormecido, - sordo a las voces que le avisan dello. - Alegrárame el mal de los mortales; - mas no es mi corazón tan inhumano 10 - en aqueste mi error como parece, - porque yo huelgo, como huelga el sano, - no de ver a los otros en los males, - sino de ver que dellos él carece.[388] - - - - -XXXV - - - Boscán, las armas y el furor de Marte,[389] - que con su propia sangre el africano - suelo regando, hacen que el romano - imperio reverdesca en esta parte, - han reducido a la memoria el arte 5 - y el antiguo valor italiano, - por cuya fuerza y valerosa mano - África se aterró de parte a parte. - Aquí donde el romano encendimiento, - donde el fuego y la llama licenciosa 10 - solo el nombre dejaron a Cartago, - vuelve y revuelve amor mi pensamiento, - hiere y enciende el alma temerosa, - y en llanto y en ceniza me deshago.[390] - - - - -XXXVI - - - A la entrada de un valle, en un desierto, - do nadie atravesaba ni se vía, - vi que con estrañeza un can hacía - estremos de dolor con desconcierto; - ahora suelta el llanto al cielo abierto, 5 - ora va rastreando por la vía; - camina, vuelve, para, y todavía - quedaba desmayado como muerto. - Y fue que se apartó de su presencia - su amo, y no le hallaba, y esto siente: 10 - mirad hasta dó llega el mal de ausencia. - Moviome a compasión ver su acidente; - díjele lastimado: «Ten paciencia, - que yo alcanzo razón, y estoy ausente.»[391] - - - - -XXXVII - - - Mi lengua va por do el dolor la guía; - ya yo con mi dolor sin guía camino; - entrambos hemos de ir con puro tino; - cada uno va a parar do no querría, - yo, porque voy sin otra compañía, 5 - sino la que me hace el desatino; - ella, porque la lleve aquel que vino - a hacella decir más que querría. - Y es para mí la ley tan desigual, - que aunque inocencia siempre en mí conoce, 10 - siempre yo pago el yerro ajeno y mío. - ¿Qué culpa tengo yo del desvarío - de mi lengua, si estoy en tanto mal, - que el sufrimiento ya me desconoce? - - - - -XXXVIII - - - Siento el dolor menguarme poco a poco, - no porque ser le sienta más sencillo, - mas fallece el sentir para sentillo, - después que de sentillo estoy tan loco. - Ni en sello pienso que en locura toco, 5 - antes voy tan ufano con oíllo, - que no dejaré el sello y el sufrillo, - que si dejo de sello el seso apoco. - Todo me empece, el seso y la locura; - prívame este de sí por ser tan mío; 10 - mátame estotra por ser yo tan suyo. - Parecerá a la gente desvarío - preciarme deste mal, do me destruyo: - yo lo tengo por única ventura.[392] - - - - -CANCIONES - -EN VERSOS CORTOS - -I - - - Culpa debe ser quereros,[393] - según lo que en mí hacéis; - mas allá lo pagaréis, - do no sabrán conoceros, - por mal que me conocéis. - Por quereros, ser perdido - pensaba, que no culpado; - mas que todo lo haya sido - así me lo habéis mostrado, - que lo tengo bien sabido. - ¡Quién pudiese no quereros - tanto, como vos sabéis, - por holgarme que paguéis - lo que no han de conoceros - con lo que no conocéis! - - - - -II - - - Yo dejaré desde aquí - de ofenderos más hablando; - porque mi morir callando - os ha de hablar por mí. - Gran ofensa os tengo hecha - hasta aquí en haber hablado, - pues en cosa os he enojado - que tampoco me aprovecha. - Derramaré desde aquí - mis lágrimas no hablando; - porque quien muere callando - tiene quien hable por sí. - - - - -III - - - Acaso supo, a mi ver,[394] - y por acierto quereros, - quien tal yerro fue a hacer, - como partirse de veros - donde os dejase de ver. - Imposible es que este tal, - pensando que os conocía, - supiese lo que hacía, - cuando su bien y su mal - junto os entregó en un día. - Acertó acaso a hacer - lo que si por conoceros - hiciera, no podía ser - partirse, y con solo veros - dejaros siempre de ver. - - - - -IV - - - Pues este nombre perdí,[395] - Dido, mujer de Siqueo, - en mi muerte esto deseo - que se escriba sobre mí: - «El peor de los troyanos - dio la causa y el espada; - Dido, a tal punto llegada, - no puso más de las manos.» - - - - -V - - - De la red y del hilado[396] - hemos de tomar, señora, - que echáis de vos en un hora - todo el trabajo pasado. - Y si el vuestro se ha de dar - a los que se pasearen, - lo que por vos trabajaren, - ¿dónde lo pensáis echar? - - - - -VI - - - ¿Qué testimonios son estos[397] - que le queréis levantar? - Que no fue sino bailar. - ¿Esta tienen por gran culpa? - No lo fue a mi parecer, - porque tiene por desculpa - que lo hizo la mujer. - Esta le hizo caer, - mucho más que no el saltar - que hizo con el bailar. - - - - -VII - - - La gente se espanta toda[398] - que hablar a todos distes, - que un milagro que hecistes, - hubo de ser en la boda. - Pienso que habéis de venir, - si vais por este camino, - a tornar el agua en vino, - como el danzar en reír. - - - - -VIII - - - Nadie puede ser dichoso; - señora, ni desdichado, - sino que os haya mirado. - Porque la gloria de veros - en ese punto se quita - que se piensa mereceros. - Así que, sin conoceros, - nadie puede ser dichoso, - señora, ni desdichado, - sino que os haya mirado. - - - - -APÉNDICES - -I - -A LA MUY MAGNÍFICA SEÑORA DOÑA JERÓNIMA PALOVA DE ALMOGÁVAR, GARCILASO -DE LA VEGA[399] - - -Si no hubiera sabido antes de ahora dónde llega el juicio de V. m. -bastárame para entenderlo ver que os parescía bien este libro; mas -ya estábades tan adelante en mi opinión que paresciéndome este libro -bien hasta ahora por muchas causas, la principal por donde ahora me lo -paresce es porque le habéis aprobado de tal manera, que podemos decir -que le habéis hecho, pues por vuestra causa le alcanzamos a tener en -lengua que le entendemos. Porque, no solamente no pensé poder acabar -con Boscán que le tradujese,[400] mas nunca me osé poner en decírselo, -según le vía siempre aborrecer a los que romanzan libros, aunque él a -esto no lo llama romanzar, ni yo tampoco,[401] mas aunque lo fuera creo -que no se escusara dello mandándolo V. m. - -Estoy muy satisfecho de mí, porque antes que el libro viniese a -vuestras manos,[402] ya yo le tenía en tanto como entonces debía; -porque si ahora, después que os parece bien, empezara a conocerle, -creyera que me llevaba el juicio de vuestra opinión. Pero ya no hay que -sospechar en esto, sino tener por cierto que es libro que merece andar -en vuestras manos para que luego se le parezca dónde anduvo y pueda -después andar por el mundo sin peligro; porque una de las cosas de que -mayor necesidad hay doquiera que hay hombres y damas principales, es de -hacer, no solamente todas las cosas que en aquella su manera de vivir -acrecienta el punto y el valor de las personas, mas aun de guardarse de -todas las que pueden abajarle: lo uno y lo otro se trata en este libro -tan sabia y tan cortesanamente que no me parece que hay que desear en -él, sino vello cumplido todo en algún hombre, y también iba a decir en -alguna dama, si no me acordara que estábades en el mundo para pedirme -cuenta de las palabras ociosas. - -Demás de todo esto puédese considerar en este libro que, como las cosas -muy acertadas, siempre se estienden a más de lo que prometen: de tal -manera escribió el Conde Castellón[403] lo que debía hacer un singular -cortesano, que casi no dejó estado a quien no avisase de su oficio. En -esto se puede ver lo que perdiéramos a no entenderle. - -Y también tengo por muy principal el beneficio que se hace a la lengua -castellana en poner en ella cosas que merezcan ser leídas, porque yo -no sé qué desventura ha sido siempre la nuestra, que apenas ha nadie -escrito en nuestra lengua sino lo que se pudiera muy bien escusar; -aunque esto sería malo de probar con los que traen entre las manos -estos libros que matan hombres.[404] - -Y supo V. m. muy bien escoger persona por cuyo medio hiciésedes este -bien a todos; que siendo, a mi parecer, tan dificultosa cosa traducir -bien un libro como hacerle de nuevo, diose Boscán en esto tan buena -maña, que cada vez que me pongo a leer este su libro, o por mejor -decir, vuestro, no me parece que le hay escrito en otra lengua; y si -alguna vez se me acuerda del que he visto y leído, luego el pensamiento -se me vuelve al que tengo entre las manos. Guardó una cosa en la -lengua castellana que muy pocos la han alcanzado, que fue huir de la -afectación, sin dar consigo en una sequedad; y con gran limpieza de -estilo usó de términos muy cortesanos y muy admitidos de los buenos -oídos, y no nuevos ni al parecer desusados de la gente. Fue, más desto, -muy fiel traductor, porque no se ató al rigor de la letra, como hacen -algunos, sino a la verdad de las sentencias, y por diferentes caminos -puso en esta lengua toda la fuerza y el ornamento de la otra.[405] -Así lo dejó todo tan en su punto como lo halló, y hallolo tal que -con poco trabajo podrían los defensores deste libro responder a los -que quisiesen tachar alguna cosa dél.[406] No hablo en los hombres -de tan tiernos y tan delicados oídos, que entre mil cosas buenas que -tendrá este libro, les ofenderá una o dos que no serán tan buenas como -las otras; que destos tales no puedo creer sino que aquellas dos les -agradan y las otras les ofenden, y podríalo probar con muchas cosas que -ellos fuera de esto aprueban. Mas no es de perder tiempo con estos, -sino remitirlos a quien les habla y responde dentro en ellos mismos, y -volverme a los que con alguna aparencia de razón podrían en un lugar -desear satisfacción de algo que les ofendiese; y es, que allí donde -se trata de todas las maneras que puede haber de decir donaires y -cosas bien dichas a propósito de hacer reír, y de hablar delgadamente, -hay algunas puestas por ejemplo que paresce que no llegan al punto -de las otras ni merecen ser tenidas por muy buenas de un hombre que -tan avisadamente trató las otras partes; y de aquí podrían inferir -una sospecha de no tan buen juicio ni tanta fineza del auctor como le -damos. Lo que a esto se puede responder es que la intención del auctor -fue poner diversas maneras de hablar graciosamente y de decir donaires, -y porque mejor pudiésemos conocer la diferencia y el linaje de cada -una de aquellas maneras, púsonos ejemplo de todas, y discurriendo por -tantas suertes de hablar, no podía haber tantas cosas bien dichas en -cada una destas, que algunas de las que daba por ejemplo no fuesen algo -más bajas que otras; y por tales creo yo que las tuvo, sin engañarse -punto en ellas, un auctor tan discreto y tan avisado como este. Así -que ya en esto se ve que él está fuera de culpa; yo solo habré de -quedar con una, que es haberme alargado más de lo que era menester; mas -enójanme las sinrazones, y hácenme que las haga con una carta tan larga -a quien no me tiene culpa. - -Confieso a V. md. que hube tanta invidia de veros merecer sola las -gracias que se deben por este libro, que me quise meter allá entre los -renglones o como pudiese; y porque hube miedo que alguno se quisiese -meter en traducir este libro,[407] o por mejor decir, dañarle, trabajé -con Boscán que sin esperar otra cosa le hiciese luego imprimir, -por atajar la presteza que los que escriben mal alguna cosa suelen -tener en publicarla; y aunque esta traducción me diera venganza de -cualquier otra que hubiera, soy tan enemigo de cisma, que aun esta -tan sin peligro me enojara; y por esto, casi por fuerza, le hice que -a todo correr le pasase, y él me hizo estar presente a la postrera -lima, más como a hombre acogido a razón que como ayudador de ninguna -enmienda.[408] - -Suplico a V. md. que pues este libro está debajo de vuestro amparo, que -no pierda nada por esta poca de parte que yo dél tomo, pues en pago -desto os le doy escrito de mejor letra donde se lea vuestro nombre y -vuestras obras.[409] - - - - -II - -CARTA DE GARCILASO AL EMPERADOR CARLOS V[410] - - -† - -S. C. C. M.t[411] - -La orden q̄ el Principe[412] a dado enel caminar de la gente es q̄ -se deſenbarquen enbaya o en saona y de alli tomen el camino la via -de alexandria y paren en medio desta ciudad y de alexandria lo qual -se pone luego en obra y yo me parto delante para tener prouisto lo -neceſsario en saona. - -El capitan sabajosa va alo q̄ el principe y el embaxador[413] escriuen; -lagente q̄ viene segū todos afirman es muy buena. Nro. Sor. la S. -perſona de V. M.t[414] guarde con acrecētamjēto de nueuos Reynos y -srios.[415] De genoua XX de mayo 1536. - -S. C. C. M.t - -Criado de V. S. M.t - - Garcilaſso.[416] - - - - -III - -GARSIAE LASSI DE LA VEGA AD FERDINANDUM DE ACUÑA[417] - -EPIGRAMMA - - - Dum Reges, Fernande, canis, dum Caesaris altam - Progeniem nostri, claraque facta Ducum, - Dum Hispana memoras fractas sub cuspide gentes, - Obstupuere homines, obstupuere Dei: - Extollensque caput sacri de vertice Pindi - Calliope blandis vocibus haec retulit; - Macte puer gemina praecinctus tempora lauro, - Qui nova nunc Martis gloria solus eras; - Hac tibi dat Bacchusque pater, dat Phoebus-Apollo - Nympharumque leves Castalidumque chori, - Ut quos divino celebrasti carmine Reges, - Teque simul, curva qui canis arma lyra, - Saepe legant, laudent, celebrent post fata Nepotes: - Nullaque perpetuos nox fuget atra dies. - - - - -IV - -OCTAVA RIMA - - -«Cristóbal de Castillejo, poeta de agudo ingenio en su tiempo, da el -nombre de _poeta_ solamente al nuestro --a Garcilaso-- fol. 27 de sus -obras, y da por suya, fol. 275, esta octava rima: - - Y ya que mis tormentos son forzados, - Aunque vienen sin fuerza consentidos - ¿Pues qué mayor alivio [a] mis cuidados - que ser por vuestra causa padecidos? - Si como son por vos bien empleados, - De vos fuesen, señora, conocidos, - La más crecida angustia de mi pena - Sería de descanso y gloria llena.» - -(Don Tomás Tamayo de Vargas, _Garcilaso de la Vega_, Madrid, 1622, fol. -86 de las anotaciones.) - - - - -V - -ANÉCDOTA - - -«Garcilaso, como era un caballero muy cortesano, y el doctor Villalobos -un muy del palacio y gracioso médico, así muy ordinariamente --es -decir, frecuentemente-- ambos se burlaban; y habiendo estado muy malo -Garcilaso, curole el dotor y sanole muy cuidadosamente; y viendo que -un día y otro se tardaba la paga, enviole un paje el dotor, que pues -le había hecho tanto mal como volverle al mundo, que le pagase. Él ---Garcilaso-- abriendo un arca vacía, sacó della también una bolsa -vacía, y enviósela con esta copla dentro: - - La bolsa dice: --Yo vengo - Como el arca de moré, - Que es el arca de _Noé_ - Que quiere decir: _no tengo_.» - -(_Miscelánea_ de don Luis Zapata, tomo XI del _Memorial histórico -español_, pág. 297.) De este mismo juego de vocablos: _Noé_ = _no -he_ = _no tengo_, usó también Barahona de Soto en su paradoja _A la -pobreza_ y Luis Rufo en _Las quinientas apotegmas_. (V. F. Rodríguez -Marín, _Luis Barahona de Soto_, Madrid, 1903, págs 739-740.) - - - - -ÍNDICE ALFABÉTICO - -DE PRIMEROS VERSOS - - - Págs. - - Acaso supo a mi ver, _Versos cortos III_. 257 - - A Dafne ya los brazos le crecían, _Soneto XIII_. 220 - - A la entrada de un valle, en un desierto, _Soneto XXXVI_. 252 - - Amor, amor, un hábito vestí, _Soneto XXVII_. 237 - - Aquella voluntad honesta y pura, _Égloga III_. 123 - - Aquí, Boscán, donde del buen troyano, _Elegía II_. 159 - - Aunque este grave caso haya tocado, _Elegía I_. 145 - - Boscán, las armas y el furor de Marte, _Soneto XXXV_. 250 - - Boscán, vengado estáis, con mengua mía, _Soneto XXVIII_. 239 - - Clarísimo Marqués, en quien derrama, _Soneto XXI_. 228 - - Como la tierna madre que al doliente, _Soneto XIV_. 221 - - Con ansia estrema de mirar qué tiene, _Soneto XXII_. 229 - - Con tal fuerza y vigor son concertados, _Soneto XX_. 227 - - Con un manso ruido, _Canción III_. 183 - - Cuando me paro a contemplar mi estado, _Soneto I_. 205 - - Culpa debe ser quereros, _Versos cortos I_. 255 - - De aquella vista pura y ecelente, _Soneto VIII_. 215 - - De la red y del hilado, _Versos cortos V_. 258 - - Dentro en mi alma fue de mí engendrado, _Soneto XXXI_. 243 - - Echado está por tierra el fundamento, _Soneto XXVI_. 235 - - El aspereza de mis males quiero, _Canción IV_. 187 - - El dulce lamentar de dos pastores, _Égloga I_. 1 - - En fin, a vuestras manos he venido, _Soneto II_. 207 - - En medio del invierno está templada, _Égloga II_. 27 - - En tanto que de rosa y azucena, _Soneto XXIII_. 231 - - Escrito está en mi alma vuestro gesto, _Soneto V_. 211 - - Estoy contino en lágrimas bañado, _Soneto XXXII_. 245 - - Gracias al cielo doy que ya del cuello, _Soneto XXXIV_. 248 - - Hermosas ninfas, que en el río metidas, _Soneto XI_. 218 - - Ilustre honor del nombre de Cardona, _Soneto XXIV_. 232 - - Julio, después que me partí llorando, _Soneto XIX_. 226 - - La gente se espanta toda, _Versos cortos VII_. 259 - - La mar en medio y tierras he dejado, _Soneto III_. 208 - - La soledad siguiendo, _Canción II_. 179 - - Mario, el ingrato amor, como testigo, _Soneto XXXIII_. 246 - - Mi lengua va por do el dolor la guía, _Soneto XXXVII_. 253 - - Nadie puede ser dichoso, _Versos cortos VIII_. 260 - - No las francesas armas odiosas, _Soneto XVI_. 223 - - No pierda más quien ha tanto perdido, _Soneto VII_. 214 - - ¡Oh hado esecutivo en mis dolores, _Soneto XXV_. 234 - - ¡Oh dulces prendas, por mi mal halladas, _Soneto X_. 217 - - Pasando el mar Leandro el animoso, _Soneto XXIX_. 240 - - Pensando que el camino iba derecho, _Soneto XVII_. 224 - - Por ásperos caminos he llegado, _Soneto VI_. 212 - - Pues este nombre perdí, _Versos cortos IV_. 257 - - ¿Qué testimonios son estos, _Versos cortos VI_. 258 - - Señora mía, si de vos yo ausente, _Soneto IX_. 216 - - Señor Boscán, quien tanto gusto tiene, _Epístola_. 169 - - Si a la región desierta, inhabitable, _Canción I_. 175 - - Si a vuestra voluntad yo soy de cera, _Soneto XVIII_. 225 - - Si de mi baja lira, _Canción V_. 197 - - Siento el dolor menguarme poco a poco, _Soneto XXXVIII_. 254 - - Si para refrenar este deseo, _Soneto XII_. 219 - - Si quejas y lamentos pueden tanto, _Soneto XV_. 222 - - Sospechas, que en mi triste fantasía, _Soneto XXX_. 242 - - Un rato se levanta mi esperanza, _Soneto IV_. 210 - - Yo dejaré desde aquí, _Versos cortos II_. 256 - - - - -ÍNDICE GENERAL - - - Págs. - - _Introducción._ VII - - _Datos bibliográficos._ XXI - - - ÉGLOGAS - - I.--El dulce lamentar de dos pastores. 1 - - II.--En medio del invierno está templada. 27 - - III.--Aquella voluntad honesta y pura. 123 - - - ELEGÍAS - - I.--Aunque este grave caso haya tocado. 145 - - II.--Aquí, Boscán, donde del buen troyano. 159 - - - EPÍSTOLA - - Señor Boscán, quien tanto gusto tiene. 169 - - - CANCIONES - - I.--Si a la región desierta, inhabitable. 175 - - II.--La soledad siguiendo. 179 - - III.--Con un manso ruído. 183 - - IV.--El aspereza de mis males quiero. 187 - - V.--Si de mi baja lira. 197 - - - SONETOS - - I.--Cuando me paro a contemplar mi estado. 205 - - II.--En fin, a vuestras manos he venido. 207 - - III.--La mar en medio y tierras he dejado. 208 - - IV.--Un rato se levanta mi esperanza. 210 - - V.--Escrito está en mi alma vuestro gesto. 211 - - VI.--Por ásperos caminos he llegado. 212 - - VII.--No pierda más quien ha tanto perdido. 214 - - VIII.--De aquella vista pura y ecelente. 215 - - IX.--Señora mía, si de vos yo ausente. 216 - - X.--¡Oh dulces prendas, por mi mal halladas! 217 - - XI.--Hermosas ninfas, que en el río metidas. 218 - - XII.--Si para refrenar este deseo. 219 - - XIII.--A Dafne ya los brazos le crecían. 220 - - XIV.--Como la tierna madre que al doliente. 221 - - XV.--Si quejas y lamentos pueden tanto. 222 - - XVI.--No las francesas armas odiosas. 223 - - XVII.--Pensando que el camino iba derecho. 224 - - XVIII.--Si a vuestra voluntad yo soy de cera. 225 - - XIX.--Julio, después que me partí llorando. 226 - - XX.--Con tal fuerza y vigor van concertados. 227 - - XXI.--Clarísimo Marqués, en quien derrama. 228 - - XXII.--Con ansia estrema de mirar qué tiene. 229 - - XXIII.--En tanto que de rosa y azucena. 231 - - XXIV.--Ilustre honor del nombre de Cardona. 232 - - XXV.--¡Oh hado esecutivo en mis dolores! 234 - - XXVI.--Echado está por tierra el fundamento. 235 - - XXVII.--Amor, amor, un hábito vestí. 237 - - XXVIII.--Boscán, vengado estáis con mengua mía. 239 - - XXIX.--Pasando el mar Leandro el animoso. 240 - - XXX.--Sospechas que en mi triste fantasía. 242 - - XXXI.--Dentro en mi alma fue de mí engendrado. 243 - - XXXII.--Estoy contino en lágrimas bañado. 245 - - XXXIII.--Mario, el ingrato amor, como testigo. 246 - - XXXIV.--Gracias al cielo doy que ya del cuello. 248 - - XXXV.--Boscán, las armas y el furor de Marte. 250 - - XXXVI.--A la entrada de un valle, en un desierto. 252 - - XXXVII.--Mi lengua va por do el dolor la guía. 253 - - XXXVIII.--Siento el dolor menguarme poco a poco. 254 - - - CANCIONES EN VERSOS CORTOS - - I.--Culpa debe ser quereros. 255 - - II.--Yo dejaré desde aquí. 256 - - III.--Acaso supo a mi ver. 257 - - IV.--Pues este nombre perdí. 257 - - V.--De la red y del hilado. 258 - - VI.--¿Qué testimonios son estos? 258 - - VII.--La gente se espanta toda. 259 - - VIII.--Nadie puede ser dichoso. 260 - - - APÉNDICES - - I.--A la muy magnífica señora doña Jerónima Palova - de Almogávar, Garcilaso de la Vega. 261 - - II.--Carta de Garcilaso al Emperador Carlos V. 269 - - III.--Garsiae Lassi de la Vega ad Ferdinandum - de Acuña, Epigramma. 271 - - IV.--Octava rima. 272 - - V.--Anécdota. 273 - - Índice alfabético de primeros versos. 275 - - - - - ESTE LIBRO SE ACABÓ DE IMPRIMIR - EN LA TIPOGRAFÍA DE «CLÁSICOS CASTELLANOS» - EL DÍA III DE FEBRERO - DEL AÑO MCMXI - - - - -NOTAS - - -[1] Heredaba D. García, por su padre D. Pedro, el apellido Suárez de -Figueroa; pero, hijo segundón, educado acaso con su abuela D.ª Elvira, -hermana de D. Íñigo, el famoso Marqués de Santillana, tomó el apellido -de esta, la cual a su vez quiso conservar el de su madre D.ª Leonor -Laso de la Vega en vez del de su padre D. Diego Hurtado de Mendoza. El -solar de la Vega se halla en las Asturias de Santillana, en la ribera -del Besaya, a una legua de Santillana y otra del mar. (V. Navarrete, -_Vida de Garcilaso_, Ilust. I.) - -[2] «Don Pedro era un caballero de sanas entrañas y sin malicia, y -junto con esta bondad, amigo de justicia y del bien del reino, y por -esto se metió tanto en estos bullicios.» (Sandoval, _Hist. de Carlos -V_, lib. V.) - -[3] Así dicen Herrera, Tamayo y Cienfuegos; pero Navarrete supone que -debió criarse en la Casa Real, según la antigua costumbre que hacía -educar junto a los príncipes a los hijos de los nobles. - -[4] Tamayo de Vargas, fol. 4. - -[5] V. Égloga I, notas a los versos 2 y 258. - -[6] V. Soneto XXVI, nota. - -[7] Los del linaje de la Cueva se oponían a aquel desposorio en su -interés de que D.ª Isabel, única sucesora de Alburquerque, casara de -modo que no se perdiera el nombre de la casa; tuvieron de su parte al -Emperador, el cual despachó una cédula desde Bruselas a 4 de setiembre -de 1531, prohibiendo que aquel matrimonio siguiera adelante; no -obstante parece ser que los novios fueron desposados, en secreto, en -una iglesia de Ávila, siendo testigo Garcilaso; noticioso de lo cual el -Emperador le impuso dicho destierro, como castigo, en ocasión en que -fue a servirle contra los turcos que asediaban a Viena. (V. Navarrete, -_Vida_, 35 y siguientes.) - -[8] Véase la carta de creencia otorgada a Garcilaso por D. Juan Ribera, -Capitán General de Toledo, en 12 de mayo de 1522. (Navarrete, _Vida_, -pág. 203.) - -[9] V. Menéndez y Pelayo, _Antología_, XIII, pág. 38. - -[10] Cuenta D. Luis Zapata en su _Carlo Famoso_ que yendo Garcilaso a -Roma a reunirse con el Emperador, después de cierta aventura galante, -saliole al paso una dama que le anunció el peligro que le amenazaba -por los facinerosos, hacia cuyas guaridas inconscientemente caminaba; -agradeciendo el aviso, resolvió el caballero seguir adelante, y al -internarse en un bosque, oyó resonar de silvos, cuernos y bocinas, con -que se convocaban los salteadores; más de trescientos, bien armados, -le rodearon; lanza en ristre, y firme en su caballo, les acometió; y -matando a unos, hiriendo a otros y haciendo huir a los restantes, logró -llegar, salvo y con honra, a su destino. Es evidente que en el fondo -de este fantástico relato hay, por lo menos, de cierto la opinión de -valiente en que el poeta vivió. - -[11] Navarrete, _Vida_, pág. 85. - -[12] Dejó Garcilaso tres hijos: Garcilaso, D. Pedro y D.ª Sancha, y -otro, además, D. Lorenzo, que se sospecha fuese natural; murió el -primero a los veinticinco años en la defensa de Ulpiano contra los -franceses; profesó el segundo en la Orden de Santo Domingo; casó D.ª -Sancha con D. Antonio Puertocarrero, y D. Lorenzo, espíritu cáustico, -desterrado a Orán, como autor de una aguda sátira, dícese que murió en -el camino. - -[13] Un epigrama latino se hallará en el Apéndice de este volumen. - -[14] Los sonetos, por hallazgos posteriores, montan hoy a 38, algunos -de dudosa autenticidad, según se advertirá en su lugar; figuran, -además, en la presente edición, varias composiciones que el autor -escribió en versos cortos, la carta-prólogo escrita para la traducción -de _El Cortesano_ de Boscán, y otra breve carta del poeta al Emperador. - -[15] _Las obras de Boscán y algunas de Garcilasso de la Vega, -repartidas en cuatro libros._ -- Escudo del Emperador con el _Plus -Ultra_. -- _Cvm Privilegio Imperiali. Carles Amorós._ -- Colofón: -«Acabaronse de imprimir las obras de Boscán y Garcilasso de la Vega: en -Barcelona, en la Officina de Carles Amoros, a los XX del mes de Março: -Año de M.D.XLIII.» 4.º, 8 hojas preliminares, más 242 de texto. - -[16] El mismo Boscán en su carta a la Duquesa de Soma, prólogo del -segundo libro de sus poesías, declara la parte que tomó Garcilaso -en la reforma: «Comencé a tentar este género de verso, en el cual -al principio hallé alguna dificultad, por ser muy dificultoso y -tener muchas particularidades diferentes del nuestro; pero después -pareciéndome, quizá con el amor de las cosas propias, que esto -comenzaba a sucederme bien, fui paso a paso metiéndome con calor en -ello; mas esto no bastara a hacerme pasar muy adelante, si Garcilaso -con su juicio, el cual, no solamente en mi opinión, mas en la de todo -el mundo, ha sido tenido por regla cierta, no me confirmara en esta mi -demanda, y así alabándome muchas veces este mi propósito y acabándomele -de aprobar con su ejemplo, porque quiso él también llevar este camino, -al cabo me hizo ocupar mis ratos ociosos en esto más particularmente.» - -[17] F. Rodríguez Marín, _Luis Barahona de Soto_, página 282. - -[18] Versos 37 y 40 de su égloga III. - -[19] Prólogo de Francisco de Medina a las _Anotaciones_ de Herrera, -pág. 8. - -[20] Elegía II, verso 24. - -[21] Elegía II, verso 145 y siguientes. - -[22] Hizo lugar honroso en sus escritos al nombre de D. Fernando de -Toledo, gran Duque de Alba, Eg. II; D. Pedro de Toledo, Virrey de -Nápoles, Eg. I; fray Severo, ayo del gran Duque, Eg. II; D.ª María de -la Cueva, Condesa de Osuna, Eg. III; D. Bernardino de Toledo, Eleg. I; -D.ª Catalina Sanseverino, la Flor de Gnido, Canc. V; Mario Galeota, -soneto XXXIII; D. Fernando de Guzmán, hermano del poeta, soneto XVI; -Julio César, poeta napolitano, soneto XIX; D. Alonso de Ávalos, Marqués -del Vasto, soneto XXI; D.ª María de Cardona, Marquesa de la Padula, -soneto XXIV, y particularmente a su amigo Boscán, Eg. II, Eleg. II, -epíst., sonetos XXVIII y XXXV, y versos cortos VII. - -[23] Véanse las notas a los versos 2 y 258 de la Eg. I, y al 20 de la -Eg. II. - -[24] V. M. Menéndez y Pelayo, _Juan Boscán_, páginas 132-138. - -[25] Égloga I: - - El dulce lamentar de dos pastores - Cristo y el pecador triste y lloroso - He de cantar sus quejas imitando, etc. - -[26] Se halla noticia de tal sistema ortográfico y de sus pormenores en -el libro del Conde de la Viñaza, _Biblioteca histórica de la Filología -Castellana_, Madrid, 1893, número 544. - -[27] Dedicó Garcilaso esta égloga a D. Pedro de Toledo, el _gran -justador_, primer Marqués de Villafranca y Virrey de Nápoles desde -1532 a 1553; fue hijo segundo de don Fadrique de Toledo y tío carnal -del gran Duque de Alba D. Fernando. Hombre de carácter y talento, -recibió del César el virreinato de Nápoles en momentos de peligro; -al encargarse de él, llevó consigo desde Alemania a Garcilaso, -consiguiendo que el Emperador le sacase de su destierro del Danubio. -Fue su más constante protector. (Navarrete, págs. 44 a 49.) - -[28] _Salicio_ laméntase de celos; _Nemoroso_ llora la muerte de -su pastora _Elisa_. _Salicio_ es Garcilaso, y _Elisa_, según todos -los comentadores, es D.ª Isabel Freyre, dama portuguesa, esposa de -D. Antonio de Fonseca. Muchos, desde Herrera, han creído que este -D. Antonio es el _Nemoroso_ de la égloga; muchos más, desde el -Brocense, han dicho que _Nemoroso_ no es sino Boscán, «porque _nemus_ -es bosque», y D. Luis Zapata, autor del _Carlo Famoso_, asegura, en -efecto, que Boscán conoció a _Elisa_ en la Corte, como dama que era -de la Emperatriz D.ª Isabel de Portugal, y «fue su servidor antes que -casase»; pero ambas opiniones en lucha han dado sus razones contrarias -y se han destruido mutuamente. Y dice D. Manuel de Faria y Sousa: «Lo -cierto es que no fue Boscán ni otro alguno, sino que Garcilaso se -representa con ambos nombres, y esto es ordinario en los escritores de -églogas... El introducir nombres sirve solo al diálogo; pero la persona -es una sola. Así en la égloga de Garcilaso, lo mismo es _Salicio_ que -_Nemoroso_.» El enamorado de D.ª Isabel Freyre, según el mismo Faria, -no fue Boscán, sino Garcilaso «que de sus amores fue muy derretido -estando ella en Palacio, y a ella son los más de sus versos... como -quien la galanteó antes de casar». Sa de Miranda llama siempre -_Nemoroso_ a Garcilaso. D.ª Carolina Michaëlis de Vasconcellos defiende -la opinión de Faria y Sousa, y el maestro Menéndez y Pelayo dice: -«Prefiero la tradición de Faria a la de Zapata, porque no es verosímil, -ni posible siquiera, que la divina lamentación de _Nemoroso_, que es -lo más tierno y apasionado que brotó de la pluma de Garcilaso, sea el -eco o el reflejo de una pasión ajena, de la cual, por otra parte, no -hay rastro en los versos de Boscán. Garcilaso ha puesto en aquellas -estancias todo su corazón, y habla allí en nombre propio, no en el de -su amigo, ni mucho menos en nombre del marido de su dama.» Todo esto -con más extensión y con la documentación necesaria puede verse en el -tomo XIII de la _Antología_ de Menéndez y Pelayo, págs. 55 a 60. - -[29] _Estado Albano_: el Reino de Nápoles, llamado así, acaso, por la -vieja y famosa _Alba-Longa_, o por _Alba_, ciudad también famosa, donde -los romanos hospedaban a los reyes bárbaros, sus cautivos. Se ha creído -que _Albano_ es nombre propio (Bello-Cuervo, _Gram._, París, 1907, § -1171), y se ha dicho que representa al mismo Virrey (Mérimée, _Litt. -Esp._, París, 1908, pág. 156); no advirtieron tal cosa los comentadores -antiguos; ni D. Pedro era hombre para juegos pastoriles, ni Albano -figura para nada en las églogas de Garcilaso, y si llama la atención -encontrar en las ediciones antiguas _estado-Albano_, no siendo entonces -obligada la mayúscula inicial de verso, téngase presente que también se -imprimía _tigre Hircana_, _campo Placentino_, _campo Sarracino_, _arte -Cortesana_, _sangre Turca_, etc., sin tratarse de nombres propios. Son -ejemplos del texto de Tamayo, Eg. II. - -[30] _Marte_, para los griegos era el más odioso de los inmortales; -los romanos le tenían por dios favorable y bienhechor; este rasgo, en -pequeño, retrata a ambos pueblos. - -[31] _sobras_ = _superas_. _Sobrar_ tiene la misma etimología que -_superar_, y en este caso tiene también la misma significación, que es -la del latín _superare_. Repítese en la Eg. II, versos 1529 y 1540. El -poeta juega aquí del vocablo entre _faltar_ y _sobrar_, este último en -sus acepciones culta y corriente. - -[32] _dino_ = _digno_, como _maníficas_, Eg. II, v. 395. Demuestra que -en aquel tiempo se pronunciaba _dino_, aun en lenguaje culto, el hecho -de encontrar en buenos poetas rimas como _contino_, _dino_, etc. (F. -Rodríguez Marín, _Luis Barahona de Soto_, pág. 402.) - -[33] Perífrasis del laurel con que se coronaban los guerreros -triunfantes y los poetas heroicos, los eróticos se coronaban de mirto, -y de hiedra los poetas menores. (Herrera, pág. 411.) Apolo dijo al -laurel-Dafne--: «Tu follaje adornará mi cabellera y mis armas, y -servirás de atavío a los guerreros del Lacio al resonar los alborozados -gritos de la victoria y al desplegar el Capitolio sus triunfales -pompas.» Ovidio, _Metamórfosis_, lib. I, fáb. X; véase adelante el -soneto XIII. - -[34] La hiedra simboliza afecto y humildad; repítese esta imagen -adelante, versos 135 y 243 de esta misma égloga: «Fue Ciso --la -hiedra-- un mancebo que servía a Baco de danzante... y ejercitándose -una vez delante él en aquel oficio, cayó en el suelo y se mató del -golpe; y la tierra por honra de Baco crió... una planta, que luego que -salió por la tierra, comenzó a abrazar la vid de la mesma suerte que -solía en las danzas y bailes abrazar y rodear Ciso a Baco.» (Herrera, -pág. 411.) - -[35] _el altura_. En tiempo de Garcilaso era lícita esta construcción: -_el alegría_, Eleg. I, v. 261; _el ausencia_, Eleg. II, versos 72 y 80; -_el aspereza_, canc. IV, v. 1; _el amarga memoria_, soneto XIX, v. 11, -etc.; pero luego se admitió _el_ con femenino, tan solo en el caso en -que siguiese _a_ acentuada, _el alma_, etc. (R. Menéndez Pidal, _Gram. -Hist._, § 100,2.) - -[36] Herrera escribió aquí _un’ alta haya_; en el verso siguiente, -_un’ agua_; en el 69, _un’ hora_, y así en muchos casos análogos, Eg. -I, v. 217, 218, 257, etc.; Eg. II, 580, 718, etc.; yo he prescindido -del apóstrofo y de la vocal _a_, huyendo de la contradicción de otros -editores que, en iguales circunstancias, y sin motivo razonable, han -escrito unas veces _un alta, un agua, un hora_, etc., y otras, _una -alta, una agua, una hora_; comp., por ejemplo, en la edición de Castro, -Eg. I, v. 46, 47, 218, y 69, 259; Eg. II, 182, 718, etc. - -[37] Galatea, Elisa, Camila, Gravina, Flérida y Filis son los nombres -de las pastoras de Garcilaso, pero la historia recuerda preferentemente -a la primera unida al nombre del poeta: «Aquella cuyo nombre -entronizado -- por vos ha sido más que de Catulo -- el nombre de su -Lesbia celebrado... -- Más que del claro Castillejo, Ana, -- Más que de -Garcilaso, Galatea...» (F. Rodríguez Marín, _Barahona_, pág. 29.) - -[38] _mesquina_, como _entristesco_, Eg. I, v. 254; _mesclado_, Eg. II, -v. 252, etc.; estas formas con _sc_ tienen en castellano más abolengo -y más historia que las modernas con _zc_. (R. Menéndez Pidal, _Gram. -Hist._, § 112,3.) - -[39] Tal pensamiento encontró Herrera (pág. 406) en Dante, Ariosto y -Jorge de Resende; este último dijo así: «Senhora, pois me matais --Por -vos dar meu coraçãm. -- Peço vos que me digais -- De que manera tratais --- A os que vossos nam sãm...» Aun cuando en lengua extraña, entiendo -que estos versos pueden aquí servir para comprender mejor los de -Garcilaso. - -[40] «Injustamente, en mi humilde opinión, censuró Hermosilla, como -ociosamente pleonástico, este verso, que tan sentidamente exprime el -dolor de Salicio por la inconstancia de Galatea. Dudo que a nadie -parezcan más expresivos aquellos acumulados pleonasmos de Homero que el -mismo escritor llama bellísimos: “Pero Aquiles pretende _sobre todos_ --- _Los otros ser, a todos dominarlos_, -- _Sobre todos mandar, y como -jefe_, -- _Dictar leyes a todos_.”» Bello-Cuervo, _Gramática_, París, -1907, § 411, nota. - -[41] No ha desaparecido aún la creencia vulgar en los agüeros de las -aves. Dicen de la lechuza, ave nocturna, que cuando grazna sobre -la chimenea de alguna casa es anuncio de una gran desgracia para -la familia que allí viva (La Mancha). Sobre la antigüedad de estas -supersticiones y lo arraigadas que estuvieron en España y en el -mediodía de Francia, véase Amador de los Ríos, _Hist. de la Lit._, IV, -520, etc.; _Rev. de España_, tomo 17 y 18; Fauriel, _Histoire de la -poésie provenç._, III, 305, etc.; Restori, _La Gesta del Cid_, pág. -208; sobre los agüeros de las aves en nuestra literatura medioeval, -véase R. Menéndez Pidal, _La Leyenda de los Infantes de Lara_, pág. 8. - -[42] Garcilaso recuerda en muchas de sus poesías el patrio, celebrado y -rico Tajo, felice y claro río de su tierra natal, Eg. III, v. 106, 197, -214, 246 y 300; Eg. II, v. 528, 532; Son. XXIV, v. 12, etc.; lo cual -llenaba de satisfacción al insigne toledano D. Tomás Tamayo de Vargas; -en cambio, el nombre de la ciudad de Toledo no aparece nunca en estos -versos, aun cuando el poeta habla de ella en la Eg. III, a no ser como -apellido de la casa de Alba. - -[43] Dice el Brocense: «Alegoría es, como si dijera: De la suerte que -el agua se huía por camino desusado, ansí imaginaba que me habías de -dejar por otro.» - -[44] El uso de _cúyo_, interrogativo, ha desaparecido de nuestro -idioma. «No creo que sean aceptables en el día las construcciones: -_¿Cúyo buque ha naufragado?_ _¿Cúya casa habitas?_ _¿A cúya protección -te acoges?_, sin embargo de recomendarlas su precisión y sencillez y -la autoridad de nuestros clásicos.» (Bello-Cuervo, _Gramática_, París, -1907, § 336.) - -[45] «La parra se casa con el olmo y es su amiga, porque crece en él, -que, según Virgilio, se maridaban las parras a los olmos, y hoy se usa -junto a Barcelona. La que estaba sola se decía viuda, y así la llama -Catulo; y al olmo nombra el mesmo, marido de la vid...» (Herrera, 423.) - -[46] Hay que leer: _Y-de-ha-cer_...para que el verso resulte cabal. -La _f_ del latín se conservó en el castellano escrito hasta fines del -siglo XV: _fablar_, _fazer_, _folgar_, _foja_, _fijo_, etc., y después -fue sustituida por la _h_, que era verdadera aspirada en los siglos XV -y XVI. No he encontrado ningún caso en que Garcilaso prescindiese de la -aspiración de la _h_: véase más abajo, versos 162, 209; Eg. II, v. 462, -472, 490, 509, 535, 545, etc; cuando a la _h_ precede una consonante, -el verso no sirve para dar idea de la aspiración: Eg. II, 500, 510, -516, 536, 623, 630, etc.; a fines del siglo XVI los escritores empiezan -a vacilar, y unas veces aspiran la _h_ y otras no. (R. Menéndez Pidal, -_Gramática Hist._, § 38,2; F. Rodríguez Marín, _Luis Barahona de Soto_, -págs. 399-402.) Extraño es que Boscán elidiese ya la _h_ en muchos -casos al uso moderno. (M. Menéndez y Pelayo, _Antología_, XIII, pág. -215.) - -[47] Herrera puntúa aquí de esta manera: ..._abundo en mi majada; -- La -manteca y el queso está sobrado_. El sentido es el mismo, pero la frase -parece mejor con la variante seguida en el texto. - -[48] _Títiro_: divinidad campestre de la alegre corte de Baco. Los -poetas bucólicos usaban este nombre como sinónimo de _pastor_. _El -mantuano títiro_, llamado más comúnmente _el cisne de Mantua_, es el -poeta latino Virgilio. - -[49] «Esto de mirarse en el mar --dice el Brocense--, primero lo dijo -Teócrito, y de allí lo tomó Virgilio, y luego los demás. Y con todo eso -dicen que es yerro decirlo, porque en el mar ni en aguas corrientes no -se puede ver la figura.» Salicio no mentía; Herrera lo defiende con -ejemplos clásicos; pero mejor testimonio es el de la experiencia: puede -verse la figura en cualquier remanso de agua corriente. - -[50] _cierto_, con valor adverbial, por _ciertamente_, como _dulce_ -por _dulcemente_, Eg. II, v. 1100; _inmenso_ por _inmensamente_: -«Las grandes virtudes _inmenso_ le aplacen.» (Juan de Mena, _Las -Trescientas_, copla CCXIII.) - -[51] Esta ingenua declaración de Salicio no estaba mal vista en los -pastores de églogas; pruébanlo los ejemplos de Herrera, pág. 246; no -obstante, el ingenioso Lope, que en multitud de ocasiones recordó a -Garcilaso, parodió este pasaje en su _Gatomaquia_: «Pues no soy yo tan -feo, -- Que ayer me vi, mas no como veo, -- En un caldero de agua, -que de un pozo -- Sacó para regar mi casa un mozo, -- Y dije: “¿Esto -desprecia Zapaquilda? -- Oh celos, oh impiedad, oh amor, reñilda.”» - -[52] _Estremo_ es la Extremadura, así dicha, según Mariana, por haber -sido mucho tiempo frontera, y lo extremo y postrero que por aquella -parte poseían los cristianos. - -[53] «Las tristes lágrimas mías -- En piedras hacen señal -- Y en vos -nunca por mi mal.» Canción antigua de la cual no cita Herrera, pág. -428, más que estos versos. - -[54] _No volviendo siguiera los ojos a los desgraciados a quienes tú -hiciste derramar lágrimas._ Esto se lee de una manera muy diferente en -los textos de Tamayo, Azara y Castro. - -[55] _un espesura._ La elisión de la a ha sido lícita ante vocal, aun -fuera de los casos indicados en la nota al verso 46; escritores en -prosa, poco anteriores a Garcilaso, usaban también, con los poetas, de -esta licencia; Micer Gonzalo de Santa María en _Evangelios e Epistolas_ -(1485), reedición de Upsala, 1908, escribía _un statua_, 78-3; _un -estrella_, 281-12. - -[56] He enmendado el verso de Herrera que, sin duda, por error de -imprenta dice así: _Al que todo mi bien quitarme me puede_. - -[57] _Filomena_ es el ruiseñor; tiene una trágica leyenda. Un viejo -rey de Atenas, Pandión, tenía dos hijas bellísimas, y Tereo, rey de -Tracia, casó con una de ellas, con Procné. Cierto día Procné quiso -ver a su hermana Filomena, y el rey Tereo marchó a Atenas para traer -a sus palacios a la princesa, su cuñada. A la vista de la joven ardió -Tereo en ciega pasión; durante el viaje le descubrió sus torpes -deseos, y al llegar a una selva triunfó de su virginidad. Vuelta en -sí Filomena, juró al cielo venganza. «Yo misma --dijo a Tereo-- he de -arrostrar la vergüenza para publicar tu delito: he de descubrirlo al -universo entero.» El feroz tirano, en su ira, para que no le delatase, -le cortó la lengua y la dejó presa en cárcel de rocas. Filomena -bordó en una tela la historia de su desgracia, y con una criada la -envió a su hermana Procné, que la lloraba creyéndola muerta. Procné, -secretamente, la sacó de su cárcel; sintió hacia su marido un odio -mortal; ¿qué venganza podía ser la más cruel?... Sacrificó en sí misma -su amor de madre; mató a Itis, su propio hijo; puso a hervir una parte -de él en vasijas de cobre, y, en la comida, sirvió a su esposo aquel -manjar. Pregunta el padre: «¿Dónde está Itis?» Procné contesta: «Está -contigo.» Y entonces Filomena se adelanta y arroja la lívida cabeza -del niño al rostro de Tereo. Prorrumpe este en horrorosos lamentos; -desnudando la espada corre tras de las hijas de Pandión; pero ellas, -como si tuvieran alas, huyeron. Y en efecto, alas tenían: Filomena, -transformada en ruiseñor, desapareció en una arboleda inmediata; -Procné, hecha golondrina, aún tiene en su plumaje, como vestigios de -su cruel asesinato, manchas de sangre. Tereo, sediento de venganza, -fue convertido en abubilla, la de vistoso penacho y pico de dardo; -hay quien dice que se transformó en gavilán; Itis, quedó en jilguero. -(Ovidio, _Metamórfosis_, lib. VI, fáb. VI.) Ahora bien: el ruiseñor no -es blanco, _la blanca Filomena_, por lo cual al Brocense le pareció -mejor _la blanda Filomena_, y esta enmienda siguieron Azara, Castro y -otros; también la defiende Tamayo (fol. 41-43), porque aquel ruiseñor -blanco que presentaron, según dicen, a Agripina, mujer de Claudio, -túvolo Plinio ya por maravilla; pero dice Herrera (pág. 429): «con -licencia de ellos no hizo mal Garcilaso en dalle tal apuesto, porque -el color blanco es purísimo y el más perfeto de los colores, y por -traslación al ánimo se toma por sincero, y así _blanca_ significa -simple, sencilla, pura y piadosa...» - -[58] Este nombre, _Nemoroso_, ha servido también de adjetivo -poético aplicado a cosas propias de bosques; Castro cita ejemplos -de Cairasco de Figueroa en su _Templo militante_, y de Lope de Vega -en su _Arcadia_; San Juan de la Cruz en la _Canción entre el alma y -su esposo_, dice: «Mi amado, las montañas, -- Los valles solitarios -_nemorosos_, -- Las ínsulas extrañas, -- Los ríos sonorosos, -- El -silbo de los aires amorosos...» - -[59] _Piérides_, las Musas. Piero, rey de Macedonia, tenía nueve -hijas que creían cantar mejor y ser más sabias que las nueve Musas, -tanto que, audaces, como poetas vanidosos, se disputaron con ellas el -triunfo de las artes, y en castigo de su temeridad fueron convertidas -en urracas. (Ovidio, _Metamórfosis_, lib. V, fáb. IV.) No obstante la -poesía suele llamar también _Piérides_ a las Musas verdaderas, sin -duda, porque, según Hesiodo, nacieron en la Piérida, provincia de -Macedonia. - -[60] Si _Nemoroso_ y _Salicio_ son Garcilaso (nota al verso 2), _Elisa_ -y _Galatea_ deben ser D.ª Isabel Freyre; las quejas de ambos pastores -son, en efecto, compatibles como episodios de un mismo amor. El -afortunado rival a quien alude _Salicio_ en los versos 127-137 y en el -180, acaso fue D. Antonio de Fonseca, marido de D.ª Isabel; esto parece -confirmar el epígrafe de la _Canción primera en versos cortos_, según -el manuscrito de Iriarte: «A D.ª Isabel Freyra, porque se casó con un -hombre fuera de su condición.» - -[61] Según la estructura de las demás estrofas, este verso debiera ser -endecasílabo; el Brocense lo enmendó de este modo: _Más convenible -fuera aquesta suerte_; pero Herrera, aunque advirtió el defecto, tuvo a -bien respetarlo. - -[62] _coluna._ Evolución tardía del cultismo _columna_. El grupo de -consonante _mn_ dio _ñ_ en su primitiva evolución: _damnu_, _daño_; -_somnu_, _sueño_. (V. R. Menéndez Pidal, _Gram. Hist._, § 47,2,a.) - -[63] Esta estancia tiene 15 versos en vez de los 14 que le -corresponden, y Tamayo (notas, fol. 43), por indicación de Luis -Tribaldos de Toledo, propone una enmienda en que se suprime un verso -«y se quita la superfluidad, y aquel _blanco pecho_, que tiene algo -de lascivo, y se refiere la gloria a los cabellos, _el dorado techo_, -sobre el cuello, _la coluna_, con mayor encarecimiento». En cuanto a -Herrera, lo que quisiera corregir es lo de _blando pecho_, y decir en -su lugar _blanco_. Muchas ediciones han aceptado esta corrección, entre -ellas la de Tamayo. Por lo demás, el mismo Herrera, pág. 436, dijo: -«¿quién ha de poner mano en obras de un escritor tan alabado y recebido -de la opinión pública? Basta apuntar este error, y quede así solamente -notado.» - -[64] _Cargar la mano_; no es pequeño mérito de un poeta tan ilustre -como Garcilaso haber sabido mantener correcto y elegante su lenguaje, -sin desdeñar giros, frases y modismos sacados de la entraña del -castellano: _Por el paso en que me ves, te juro_..., Eg. II, v. 653; -_Callar que callarás_, íd., 922; _Yo, para mi traer_..., íd., 899; _Dar -al travieso_, íd., 952; _Daca, hermano_..., íd., 969; _Diz que_..., -íd., 1076; _Entrar con pie derecho_, íd., 1467; _Dar de mano_, íd. -1478; _Tomar a destajo_, Eg. III, 193; _Traer por los cabellos_..., -canc. IV, v. 7; _Darse buena mano_, Apéndice I; _A todo correr_, -Apéndice I, etc. Complétase esta nota con las de los versos 360, Eg. I, -y 142, Eg. II. El culto Herrera se indignaba de esto. - -[65] El Brocense enmendó _aquello que_; pero Herrera dejó _aquella_, -interpretando, sin duda, así: «Aquella cosa que con medrosa forma o -imagen se nos ofrece de noche y pone horror.» - -[66] Parece que en este verso puede elidirse la aspiración de la _h_, -pero acaso le corresponda esta lectura: «Su-luz-pu-ra-y-her-mo-sa.» (V. -nota anterior, al verso 157.) - -[67] Este pensamiento es el mismo de la famosa cantilena de Esteban -Manuel de Villegas (1595-1669): «Yo vi sobre un tomillo -- quejarse un -pajarillo -- viendo su nido amado, -- de quien era caudillo -- de un -labrador robado...» Hállase en poetas latinos y en otros castellanos; -nació en las _Geórgicas_ de Virgilio, según Herrera, pág. 439. - -[68] La noche no consuela su llanto ni sus quejas. - -[69] Dolor tan grande no puede soportarse en modo alguno. - -[70] Deseo insistir en la intención de la nota al verso 289, de esta -misma égloga, sobre la simpatía de Garcilaso por ciertas formas del -castellano familiar, recordando al lado de esta: _más ardiente que la -llama_, las siguientes: _más dura que mármol_, v. 57; _más helada que -nieve_, v. 59; _más fuerte que el hierro_, v. 265; _más rubio que el -oro_, v. 274; _lo quiero más que a mis ojos_, Eg. II.ª, v. 747, etc. - -[71] La noche de la muerte de Elisa. - -[72] _Aquel duro trance_ es el trance del parto. _Lucina_ es Diana, a -quien tenían los gentiles por abogada en los partos y, a la vez, por -diosa de la castidad. «Suponía la fábula que Diana, nacida momentos -antes que Apolo, había presenciado los dolores y padecimientos de -su madre Latona, y que esto le inspiró tal horror al matrimonio y -compasión por las mujeres en el trance de ser madres, que imploró de -Júpiter el don de perpetua virginidad y la facultad de favorecer los -alumbramientos difíciles.» (Gebhardt, _Los dioses de Grecia y Roma_, -tomo I, pág. 119.) - -[73] _inesorable_, inexorable; véase Eg. II.ª, v. 253, nota. - -[74] Recordaba estos sentidos versos Cristóbal Mosquera de Figueroa -en su lamentación por la muerte de Garcilaso: «¡Murió Salicio; ya -Salicio es ido! -- ¡Salicio es ido! luego respondieron -- Las selvas, -redoblando su ruído... -- Y tú, Apolo, ¿dó estabas, que testigo --No -fuiste cuando el cuerpo dio en el suelo -- Por mano del sacrílego -enemigo?... -- Y tú, Venus dorada... -- ¿Por qué no socorriste el -doloroso -- Trance de tu poeta?...» - -[75] Diana cazadora, la diosa de los riscos y los montes, encontró una -vez al gentil pastor Endimión dormido en una gruta. Endimión, hijo de -Júpiter, tiene la facultad de dormir eternamente, sin envejecer ni -morir. Diana, la Luna, enamorada de él, baja todas las noches en su -carro de plata, a contemplarle en silencio, a besarle y a reposar a su -lado. (Véase Gebhardt, _obr. cit._, tomo I, pág. 133.) - -[76] _comovida_; reducción de la forma culta _conmovida_; casos -análogos _tramontar_, Eg. I, v. 412; _ecelencia_, Eg. II, v. 1741; -_comovió_, Eg. II, v. 1817; _lacivo_, Eg. III, v. 93, etc.; véase nota -al v. 1298 de la Eg. II. - -[77] _Tercera rueda_: Juan de Mena, _Las Trescientas_, tercer cerco. -«Es el cielo de Venus, cuya luz cría amorosos efectos, y de ninguna -otra benina estrella se engendran cosas tan cercanas al poder de la -hermosa Venus.» (Herrera, pág. 444.) - -[78] El escrupuloso Herrera, a quien no podía ocultarse el -convencionalismo pastoril, en vez de disculpar a Garcilaso, le hace -aquí la siguiente reconvención: «Mucho es gastar un día en el canto; -porque _Salicio_ comenzó al salir del sol.» y «_Nemoroso_ acaba al -poner del sol.» (Pág. 445.) - -[79] _recordando_, despertando. De esta significación antigua de -_recordar_ hay un bello ejemplo en el romance de Melisenda: «Vase -para los palacios -- donde sus damas están -- dando palmadas en ellas ---Las empezó de llamar: -- Si dormides, mis doncellas, -- si dormides, -recordad! -- Las que sabedes de amores -- consejos me queráis dar...» -(R. Menéndez Pidal, _El Romancero Español_, The Hispanic Society of -America, 1910, págs. 25-26.) - -[80] Intervienen tres pastores: _Albanio_, _Salicio_ y _Nemoroso_ y la -pastora _Camila_, ninfa de _Albanio_. «Esta égloga es poema dramático, -que también se dice _ativo_, en que no habla el poeta, sino las -personas introducidas... Tiene mucha parte de principios medianos de -comedia, de tragedia, fábula, coro y elegía.» (Herrera, pág. 537.) «Es -muy desigual, y aunque en ella se hallan muchos pedazos excelentes, en -el todo no puede compararse con la primera.» Azara. Fue escrita después -del socorro de Viena y después del destierro del poeta en la isla del -Danubio; seguramente en Nápoles, hacia 1533. - -[81] Se ha creído que la fuente que aquí se cita es una que hay en -Batres, antigua posesión de la casa del autor, de la cual dice Tamayo -(fol. 45) que se ha conservado con el nombre de _Fuente de Garcilaso_, -y como ilustre monumento de sus escritos se venera. - -[82] Hay que leer _sua-ve_, en dos sílabas, y no _su-a-ve_, como -_rui-do_, canc. IV, v. 98; en cambio dos versos antes del presente se -encuentra _ru-í-do_; más adelante veremos como monosílabos _peor_, -_mío_, _míos_, _río_, _día_, etc., Son. VI, 7; Son. VII, 10; Son. VIII, -6; Son. XXVI, 13; Eg. II, 1472; Eg. III, 330. «De esta sinéresis, -enemicísimas de la buena prosodia, abusaron nuestros clásicos... a -extremo tal, que más pueden pasar por vicio común de aquella época que -por rudeza de oído de este o aquel versificador.» (V. Rodríguez Marín, -_Luis Barahona de Soto_, págs. 411-413.) - -[83] Claros ojos, delicada y blanca mano, cabello de oro y cuello -de marfil; la belleza de _Elisa_ (Eg. I, v. 267 y sigs.) coincide -exactamente con la de _Camila_ que aquí describe _Albanio_; conviene -apuntar la sospecha de que este _Albanio_ no sea sino Garcilaso, y, -asimismo, que la parte sentimental de esta égloga sea una nueva ofrenda -del poeta hacia aquella dama cuyos amores, de que fue tan derretido -(Eg. I, nota al v. 2), le inspiraron toda la égloga anterior, cuatro -bellas octavas de la tercera (versos 217-248), las dos primeras -canciones en versos cortos y acaso los sonetos XXV y XXVI. No he podido -persuadirme de que _Albanio_ sea el gran Duque de Alba, como se ha -dicho. (V. adelante, nota al v. 1716.) - -[84] Conviene advertir de estos tercetos dichos por _Albanio_ que son -los más antiguos que hay en castellano, aparte los de Boscán, y de algo -debe servirles este mérito frente aquella ventaja que puedan llevarles -los de Quevedo, de los Argensolas y del gran incógnito sevillano, -autor de la _Epístola Moral_ (siglo XVII). (V. Menéndez y Pelayo, -_Antología_, XIII, pág. 237.) - -[85] «Imita en estas tres estanzas la famosa oda de Horacio _Beatus -ille_. No se pone aquí porque la saben aun los muchachos medianamente -instruidos y porque tenemos en castellano más de veinte traducciones.» -(Azara.) - -[86] «Don Francisco Gómez de Quevedo, ejemplo de las ingeniosidades de -los nobles de nuestra nación, me escribe que le parece que se ha de -leer así: _Que en nuevo gusto nunca el bien se pase_. Basta su parecer -para que se siga.» (Tamayo, fol. 46.) - -[87] «Dice Virgilio, tomándolo de Homero, al fin del libro VI de la -_Eneida_, que hay dos puertas del sueño: por la de marfil salen los -sueños falsos, y por la de cuerno, los verdaderos. _Ebúrnea_ es de -marfil.» (Brocense, nota 118.) - -[88] El mejor testimonio de la consideración que mereció a Garcilaso el -castellano familiar y corriente está en la frecuencia con que se vale -de adagios y refranes: _el mal, comunicado, se mejora; de un mal, ajeno -bien se empieza_, Eg. II, v. 259; _no hay mejor cirujano que el bien -acuchillado_, Eg. II, v. 355; _no es malo tener quien llore al pie del -palo_, Eg. II, v. 363; _fácilmente, el sano da consejo al doliente_, -Eg. II, v. 400; _de un dolor a otro se empieza_, Eg. II, v. 494; _a -quien no espera bien, no hay mal que dañe_, Eg. II, v. 774; etc. (V. -Eg. I, v. 289, nota.) - -[89] «Este verso está en Boscán en un soneto.» (Brocense, nota 123.) -Castro podía haber repetido en este lugar lo que dijo con motivo del v. -32 de la Eg. III. - -[90] Sujeto estaba enteramente, y _destinado_ por el cielo, a -consumirse en vivo amor, Eleg. II, v. 76; a poder suyo, se hubiera -resistido, mas no hay defensa contra lo que el _destino_ determina, -Son. VII. Los que creyeron en el fatalismo, pensando que la fuerza del -hado podía ahogar nuestro libre albedrío, fueron juzgados por herejes; -de aquí que Herrera, pág. 551, y Tamayo, fol. 37, hayan intentado -defender la ortodoxia de nuestro poeta. Acaso Garcilaso había aceptado -esta opinión, a la vez que su respeto a los dioses, a las musas y -a natura, como uno de tantos aderezos poéticos, resucitados por el -clasicismo, de la antigüedad pagana; pero lo cierto es que los poetas, -en materia de amor especialmente, y el vulgo, en esta y otras muchas -materias, han concedido siempre gran influencia al poder del destino, a -pesar de las decisiones ecuménicas de la religión. - -[91] Esta referencia al parentesco entre _Camila_ y _Albanio_ habrá -sido recogida, seguramente, por el Sr. Menéndez y Pelayo en el próximo -tomo XIV de su _Antología_, para identificar definitivamente las -personas en ambos pastores representadas. - -[92] Ofrecerse a Diana era jurar castidad, vivir en las selvas y -consagrarse a los ejercicios de la caza; era parte del culto de esta -religión ofrendar a la diosa, en su silvestre altar, la testa del -jabalí, los cuernos del ciervo y otros tales despojos de las piezas -cobradas. - -[93] _aflitos_ por _aflictos_, afligidos. (V. nota adelante, verso -1298.) - -[94] Empieza a faltar sombra al ruiseñor --_Filomena_-- en el otoño, -cuando los árboles van quedando sin hoja. - -[95] _secutando_, ejecutando; _esecutarse_, canc. I, v. 16; -_esecutivo_, Son. XXV, v. 1; en el Son. XXIX, v. 14, _esecutá_, -ejecutad. (*exsecutare, Körting, _Lateinisch-Romanisches Wörterbuch_, -1907, núm. 3483.) En español antiguo se escribía _executar_; pero la -_x_ equivale al grupo _cs_, y este grupo, en palabras cultas, podía -simplificarse en _s_, como hoy se simplifica en las formas vulgares: -_desaminar_, _desención_, etc., Eg. I, v. 377, _inesorable_. - -[96] «Este es proverbio latino, _Nulla mala hora est, quin alicui sit -bona_. No hay mal sin bien, catá para quien.» (Brocense, nota 127.) - -[97] «_Superno_, adj. Supremo, o lo que está más alto. Es del latino -_Supernus_ y tiene poco uso.» (_Dicc. Aut._, 1739.) - -[98] _grúa_, grulla. «Escribe Eliano que las grúas duermen todas de -noche, y que tres o cuatro velan haciendo guarda a las demás, y que por -no vencerse del sueño, sufren un fatigoso y molesto trabajo, porque -levantando un pie, tienen en él con gran cuidado una piedra, para que -cuando las acometa el sueño y se haga señor dellas, las despierte el -ruido de la piedra que se les cayere.» (Herrera, 555.) - -[99] Esta fama ha quedado a los ánsares desde aquella hazaña en -que, gracias a ellos, se salvó Roma. «Teniendo los Galos sitiado el -Capitolio, lo asaltaron una noche que los centinelas estaban dormidos; -pero los ánsares con sus graznidos despertaron a Manlio, que con sus -romanos rechazó el asalto.» (Azara.) - -[100] Primo de Faetón era el rey de Liguria, el cual llorando la muerte -de su pariente se convirtió en cisne. De esta fábula va una nota más -amplia en el Son. X, v. 14. - -[101] «La fábula de la perdiz se cuenta en Ovidio, y dice que era ---Talo-- un criado de Dédalo, y que halló --es decir, inventó-- la -sierra, y Dédalo de envidia de tan buena invención le echó de una -torre abajo, y agora las perdices por miedo de la caída hacen nido -en el suelo huyendo de los techos.» Brocense, nota 129. (Ovidio, -_Metamórfosis_, lib. VIII, fáb. IV.) - -[102] En este lugar y en tres pasajes más de la presente égloga, versos -720, 934 y 1129, ensaya Garcilaso la _rima interior_, imitando al -Petrarca. Es esta rima pariente de los viejos versos leoninos usados -alguna vez en la _Eneida_ y no desconocidos en el _Cantar de mío Cid_. -(V. la obra de este título por D. R. Menéndez Pidal, Madrid, 1908, -tomo I, parte 1.ª § 35.) Garcilaso estuvo poco afortunado en esta rima -trabada; sus continuadores, Cervantes, Cetina, Tirso, Barahona y otros, -no tuvieron mejor éxito. (V. sobre esto una interesante nota de D. F. -Rodríguez Marín en _Luis Barahona de Soto_, pág. 330.) - -[103] No hay mejor cirujano que el bien acuchillado. Proverbio antiguo. - -[104] _al pie del palo_, al pie de la horca. «También es refrán, que -alude a los que ahorcan.» (Brocense, nota 132. V. Eg. II, v. 142, nota.) - -[105] _contrastar_: hacer oposición y frente, combatir y lidiar. -(_Dicc. Aut._, 1739.) - -[106] _maníficas_, magníficas. V. Eg. I, v. 34, nota. - -[107] «Quiere el licenciado Cristóbal de Mesa que diga _retórico_ -por _filósofo_, por ser más propia la elocuencia de aquel que -déste.» (Tamayo, notas, fol. 49.) Sin embargo, por lo que Salicio ha -venido discurriendo para consuelo de Albanio, cabe que este pudiese -calificarle con lo de _filósofo_ además de lo de _elocuente_. - -[108] «El silencio es alimento de las enfermedades de amor.» (Herrera, -559.) - -[109] Camila, deseosa de conocer a la ninfa de Albanio, levantose con -tanta prisa que no dio lugar al pensamiento para discurrir sobre la -imposibilidad de que en la fuente se encontrase mujer alguna. Conviene -intentar esta explicación para que no parezca excesiva la candidez, o -acaso la coquetería de Camila. - -[110] _boca arriba tendido_: Garcilaso repite algunas veces esta imagen -como última expresión del aniquilamiento y postración del ánimo; en -esta misma égloga, versos 118, 659, y Canción I, versos 13 y 37; la -rusticidad de la vida pastoril disculpa la llaneza de esta figura, no -bien acogida por algunos críticos. - -[111] «Proverbio latino: _malis mala succedunt_. Por eso decimos: Bien -vengas, mal, si vienes solo.» (Brocense, nota 139.) - -[112] _la mi muerte._ «Los pronombres posesivos y demostrativos se -suponen envolver el artículo cuando preceden al substantivo: _Mi libro, -el libro mío_... Pero antiguamente solía construirse el posesivo con el -artículo, precediendo ambos al substantivo, en sentido determinado; uso -que subsiste en las expresiones _el tu nombre_, _el tu reino_, de la -oración dominical; en _el mi consejo_, _la mi cámara_, y otras de las -provisiones reales.» (Bello-Cuervo, _Gramática_, París, 1907, § 878.) - -[113] Murió Garcilaso, y «luego que se oyó su muerte, se desataron -en elogios y en lágrimas las lenguas y las Musas compitiéndose las -naciones extranjeras unas a otras. En Toledo fue universal el luto y el -llanto, en una muerte tan digna de sentimiento, que hasta hoy no acabó -de llorarla bien el Tajo, como predijo él mismo en este que quiso ser -verso y fue vaticinio.» (Cienfuegos, _Vida de San Francisco_, Madrid, -1726, pág. 52.) - -[114] «Cosa muy vulgar es decir que el cisne canta dulcemente siempre, -pero más al fin de su muerte. Dícelo Platón _in Phaedone_, y Plutarco -y muchos poetas griegos y latinos; pero Luciano se burla mucho desto, -y Eliano, grave historiador, en el libro 1.º de _Varia Historia_, y -Plinio, libro 10, cap. 23. Puede ser que en unas tierras cantan y en -otras no; a lo menos en España no sabemos que canten, mas de que en -Tordesillas oyeron muchas gentes entre los juncos del río unos gaznidos -(_sic_) espantosos, tanto que pensaron ser alguna cosa monstruosa, y -algunos se atrevieron a llegar allá, y hallaron un cisne que había -venido de otra parte, y murió muy presto. Desto hubo muchos testigos.» -(Brocense, nota 146.) - -[115] De la ninfa Eco y del castigo que Juno la impuso por ayudar a -Júpiter en sus devaneos tiénese noticia a mano en el tomo II, pág. -17, de esta _Colección_, nota a los versos 294-295, acto I de _El -Vergonzoso en Palacio_, de Tirso de Molina. - -[116] Porque también Eco fue muy desgraciada en sus amores con Narciso. - -[117] Eco no puede mostrarse; pero se oye su voz, que es lo único que -de ella ha sobrevivido. - -[118] «Para que se entienda la propiedad destas ninfas que aquí pone, -digo que _Nayades_, son de los ríos; _Napeas_, de los collados; -_Dríades_, de los bosques; _Hamadríades_, de los árboles; _Oreades_, de -los montes; _Henides_, de los prados.» (Brocense, nota 149.) - -[119] _Las napeas son la verdadera guarda del bosque._ Creo, a pesar de -Castro, que en esta frase no hay nada contrario a la Gramática. - -[120] A las _orejas_ de algún purista acaso suene mal esta expresión, -como a la de aquellos contemporáneos de Herrera que hubieran querido -enmendar _divinos oídos_, «por parecerles que no significan _orejas_, -en el sermón vulgar, sino las del asno... lo cual no es otra cosa que -una solicitud demasiadamente curiosa y afectada, y que procede antes -de inorancia, que del conocimiento de la fuerza y hermosura de nuestra -habla... ¿Mas qué, merecen menos las orejas, varia y hermosísima parte -de la composición humana, que las otras que constituyen el cuerpo? ¿No -son ministras de nobilísima operación? ¿No es esta voz bien compuesta? -El oído, ¿no es ajeno de la significación dellas? ¿Pues qué barbaria -se ha introducido en los ánimos de los nuestros, que huyen como si -fuese sacrilegio inespiable, el uso de esta dición?...» (Herrera, -_Anotaciones_, 568-569.) - -[121] Dríades o Hamadríades son las ninfas de los bosques que viven en -los troncos de los árboles: - - «Y así las ninfas, el cantar rompido, - Volviendo al campo do el oculto moro - Riquezas guarda con el puño avaro, - Desnudas se metieron - En las encinas huecas, do salieron.» - -_Luis Barahona de Soto._ Fin de la égloga de las Hamadríades. - -[122] _viso_, vista, italianismo usado especialmente por los poetas -del siglo XV. «Señora, flor de azucena -- Claro viso angelical,» -Villasandino, _Canc. Baena_, 18-a. «Tanto quel viso de la criatura ---Por la diáfana claror de los cantos -- Pudiera traer objetos a tantos --- Cuantos celaba so sí la clausura.» (Juan de Mena, _Las Trescientas_, -cap. XV.) - -[123] _Por el paso en que me ves_... El culto Herrera nos hace saber -el carácter popular de esta forma de juramento al decir de ella, como -censura, que es traída de en medio de la plebe. - -[124] Albanio no hubiera pensado en suicidarse con un arma, «porque la -muerte de hierro es trágica y no conviene a la rustiqueza y simplicidad -de pastores». (Herrera, 570.) - -[125] En situación semejante a la de _Albanio_, _Carino_, pastor de -Sannazaro, fue distraído de su desesperación por el vuelo de unas -palomas, y tal recurso es, acaso, más verosímil que el que utiliza -Garcilaso, pero, desde luego, se advierte en la intención de este el -deseo de valerse de un fenómeno puramente natural, y al mismo tiempo -decisivo, para vencer la voluntad de Albanio sin dejar sospecha sobre -la firmeza y sinceridad de su resolución. - -[126] Tamayo, notas, fol. 18, discute el sentido de este terceto: «Si -el último verso se aplica al _atónito_, es floja la sentencia; si al -segundo, no tiene ninguna. Si se lee _rendido_, en vez de _tendido_, -parece que puede ser alusión al rendimiento del ánimo cuando se -ha caído en la cuenta, haciendo equívoca la translación. Los más -ingeniosos lo juzguen.» La enmienda de _tendido_ en _rendido_ se ha -propuesto también para la Canc. I, v. 13 y 37. - -[127] _presupuesto_, usado como substantivo se toma por el motivo, -causa o pretexto con que se ejecuta alguna cosa. (_Dicc. Aut._) - -[128] _Salicio_ piensa llevar a _Gravina_ el nido de su ruiseñor, con -agravio de la desdeñada _Galatea_, si no es que se trata de un segundo -nombre de esta misma pastora, exigido aquí por la consonancia de -_encina_. - -[129] Herrera acentúa _pásso_, como si Camila dijese: _no paso, me -quedo en este valle_; ha parecido mejor acentuar _pasó_, como hizo el -Brocense, entendiendo que esta palabra se refiere al corzo herido que -Camila persigue. - -[130] Tal ocurrió a la ninfa Calisto, que por corresponder a los amores -de Júpiter, perdió la compañía de las demás ninfas, y, además, Juno, en -venganza, la transformó en osa. (Ovidio, _Metam._, lib. II, fáb. IV.) - -[131] _desbañar_, quiere decir _afligir_, _congojar_, lo contrario de -_bañar_, que, según Tamayo, fol. 51-52, se usó en latín --_balineum_, -_balineare_-- con la significación de _aliviar_, _quitar cuidados_. El -mismo Tamayo trae unos versos de otro poeta, sin decir quién es, en -donde aparece también _desbañar_ dicha acepción de _afligir_. - -[132] Un elogio semejante hállase también en el último terceto del Son. -XXI. - -[133] _estampa_, idea, original, dibujo y molde principal o prototipo. -(_Dicc. Aut._) - -[134] _me adiestra_: por me guía o me conduce. - -[135] _prendedero_: «cierto instrumento, que se hace de hierro, -alambre u otro metal, y consta de dos o tres ganchos pequeños, con que -regularmente las aldeanas prenden sus sayas, cuando las enfaldan.» -(_Dicc. Aut._) - -[136] _cornado_. Moneda de baja ley que mandó batir el rey D. Alfonso -el Onceno el año de 1331 para remediar la falta de dinero, carestía y -falta de mantenimientos. (_Dicc. Aut._) A lo cual Sancho respondió que -por la ley de Caballería que su amo había recibido no pagaría un solo -cornado aunque le costase la vida. (_Don Quijote_, tomo I, cap. 17.) - -[137] Eurídice, huyendo del pastor Aristeo, fue mordida en un talón por -una sierpe y murió el día de su boda; Orfeo, su esposo, fue a buscarla -a los infiernos, y de tal modo embelesó a las divinidades infernales -con su voz y su lira, que le concedieron sacase a Eurídice. (Ovidio, -_Metamórfosis_, lib. X, fáb. I.) - -[138] Son divinidades infernales las tres Furias hermanas, Alecto, -Tisífone y Meguera, las de ojos de ira y cabellera de culebras. - -[139] _fosado_: foso. - -[140] _entramos_ y _entrambos_ eran formas igualmente usadas en tiempo -de Garcilaso, pero la primera tiene más color popular; él mismo dice -_entrambos_ en otros lugares. - -[141] En esto hay un recuerdo de la fábula del lindo Narciso, el cual, -habiéndose visto en una fuente, gustó tanto de su propia belleza, que -falleció de amor. (Ovidio, _Metamórfosis_, lib. III, fáb. V.) - -[142] _puedes_, _debes_ no son consonantes, ni tampoco _culebras_, -_negras_, v. 945; _acabo_, _hago_, v. 1007; _faunos_, _silvanos_, v. -1157; _sangre_, _hambre_, v. 1205; _sangre_, _estambre_, v. 1242 y -1663; _campo_, _blanco_, v. 1257, y a propósito de esto dice Tamayo, -fol. 54: «en este género de metro, como tan lleno de consonancias, no -ofende al oído que alguna difiera en alguna letra... fuera de que en -el furor de tan largo discurso como este de Nemoroso, es más permitida -esta licencia, que denota el valor acreditado de Garcilaso, que podía -reconocer sin reprehensión en sí, facultad libre para no reparar en -menudencias tan accidentales.» - -[143] «_aferrar_, de que en los siglos XVI y XVII se decía -indiferentemente _afierro_ o _aferro_, no admite hoy sino la última -forma.» (Bello-Cuervo, _Gram._, pág. 77, n.) - -[144] Empiezan aquí los loores a la casa de Alba. - -[145] Se refiere a la ciudad de los duques, de la cual dice el refrán: -«Alba de Tormes, baja de muros y alta de torres.» (Herrera, 626.) - -[146] Habla de Fr. Severo, monje italiano, preceptor del gran Duque D. -Fernando. «Este fraile fue el que, abusando de la confianza del Duque -de Alba, D. Fadrique, engañó miserablemente a Luis Vives, que era -el verdadero preceptor que el Duque de Alba quería para su nieto... -Severo, que iba a Lovaina, se encargó de hablar a Vives y de entregarle -una carta sobre el asunto, pero ni una cosa ni otra hizo, a pesar de -haber tenido con él larga conversación más de diez veces. Ofendido -el Duque por no recibir contestación, creyó que el sabio valenciano -despreciaba su oferta, y dio la plaza de preceptor al mismo Fr. Severo, -que con tan malas artes la había granjeado.» (Menéndez y Pelayo, -_Antología_, tomo XIII, pág. 48.) - -[147] Quintana se equivocó haciéndole benedictino y siciliano. (_Obras -inéditas de D. Manuel José Quintana_, Madrid, 1872, págs. 117 y 118.) -Era dominico y había nacido en Plasencia de Lombardía o en su campo. -(M. Menéndez y Pelayo, l. c.) - -[148] Refiérese a las famosas batallas entre cartagineses y romanos en -la segunda guerra púnica. - -[149] «En _aterrar_ quieren los gramáticos hacer una distinción -entre _atierro_, en sentido de “echar por tierra”, y _aterro_, en el -metafórico de “consternar”, creyendo, sin duda, que en esta segunda -acepción el verbo se deriva de _terror_.» (R. Menéndez Pidal, _Gram. -Hist._, § 112 bis,-2.) - -[150] «¿Cómo se pueden traducir en lenguaje vulgar estas maravillas? -¿Sería, por ventura, Fr. Severo un físico más o menos teósofo, a estilo -de su tiempo, una especie de Cardano o de Agripa, iniciado en la magia -natural, y aun en la teurgia? Si algo de esto hubiese sido, por otra -parte lo sabríamos, y quizá los procesos de la Inquisición nos diesen -razón de él como nos la dan del licenciado Torralba. Es muy probable -que Severo tuviese algunos conocimientos de ciencias naturales, aparte -de su física escolástica, y que las cultivase para recreo propio y de -sus amigos; pero todo lo demás debe de ser pura fantasmagoría poética. -Y lo que me confirma más en esta idea es que Garcilaso, en varios -lugares de esta égloga, no hace más que poner en verso mucha parte -de las prosas octava y novena de la _Arcadia_ de Sanazzaro, como ya -advirtieron en sus respectivos comentarios el Brocense y Herrera: los -prodigios de Severo son los mismos que se refieren del mágico Enareto -en la novela italiana... la adaptación de estos pasajes a Severo pudo -tener algún fundamento en los estudios y aficiones de este; pero pudo -ser también mero capricho del poeta. Una de las muchas convenciones -del género bucólico era el uso frecuente de la magia y de las -supersticiones gentílicas.» (M. Menéndez y Pelayo, _Ob. cit._, págs. 53 -y 54.) - -[151] _amancilla_: entristece. - -[152] _pastoriles_, _avena_: instrumentos músicos; la _avena_ es una -especie de flauta, voz poética y puramente latina. (_Dicc. Aut._) - -[153] «El Rey D. Juan el Segundo prendió a D. Fernando Álvarez de -Toledo, Conde de Alba, y su hijo D. García, que después fue primer -Duque de Alba, le hizo mucha guerra desde las fortalezas de su padre, -mayormente desde la villa de Piedrahita, que es a diez leguas de Béjar, -procurando su libertad; pero muriendo el Rey don Juan, D. Enrique el -4.º, su hijo, luego que fue jurado por rey, voluntariamente sacó de -la prisión al Conde de Alba y a D. Diego Manrique, Conde de Treviño.» -(Herrera, 588.) Esta era la época de las famosas rivalidades entre -la nobleza y el Condestable D. Álvaro de Luna. «De este D. Fernando -Álvarez de Toledo hace mención el Bachiller Fernán Gómez de Cibda-real, -y Hernando del Pulgar lo incluye entre sus _Claros Varones_, tít. V.» -(Navarrete, pág. 154.) - -[154] Hijo de D. García y de una tía carnal del Rey Católico fue D. -Fadrique de Toledo, segundo Duque de Alba, el cual casó con D.ª Isabel -Pimentel, de la casa de Benavente, y fue también Marqués de Coria. (V. -Herrera, 588; Navarrete, 156.) - -[155] «Don Fadrique, siendo vivo su padre, D. García, fue general de -los cristianos en los pueblos de la frontera de Granada.» (Herrera, -589.) - -[156] Esto fue en la guerra de Navarra. El Duque de Alba fue el jefe -del ejército que conquistó aquel reino para D. Fernando el Católico, -1515. (Mariana, lib. XXX, cap. XXII.) - -[157] «Este caballero, D. García, fue hijo mayor de D. Fadrique de -Toledo y de D.ª Isabel Pimentel, Duques de Alba y Marqueses de Coria, -y padre del Duque don Fernando.» (Herrera, pág. 589.) Hermano de D. -García, pero de otra madre, de D.ª Isabel de Zúñiga, hija del Duque de -Béjar, fue D. Pedro de Toledo, primer Marqués de Villafranca y Virrey -de Nápoles. (Navarrete, página 156.) - -[158] _inicas_, inicuas; refiérese a las Parcas. (V. adelante v. 1581, -nota.) - -[159] «Militando D. García de Toledo con el Conde Pedro Navarro en -la costa de África, paso a la conquista de la isla de los Gelves. -Luego que desembarcó quiso internarse en el país desierto y arenoso. -Era el tiempo extremamente caloroso, y su gente, fatigada del ardor -del sol y del cansancio, fue a beber a unos pozos, donde los moros -estaban en emboscada. Dieron sobre los nuestros, que de pura sed y -fatiga apenas se pusieron en defensa. D. García les animó con la -voz y con el ejemplo; y con una pica en la mano peleó como valeroso -soldado, hasta que muertos o dispersos todos sus españoles, oprimido -de la muchedumbre, lleno de heridas, cayó muerto en la arena a los -veintitrés años de su edad, el de 1510.» (Azara.) «Allí pereció la flor -de la gente española... murieron casi 4000 escogidos soldados con sus -capitanes y oficiales, pocos a hierro, muchos con sed y ahogados en -aquellas cuevas y bocas cubiertas de la tierra y en aquellos tragaderos -ascondidos.» (Herrera, 595.) Por esta derrota se levantó aquel cantar -español: «Y los Gelves, madre -- malos son de tomare.» etc. (Brocense, -nota 169.) - -[160] Queda dicho que cuando murió D. García solo contaba veintitrés -años de edad, lo cual disculpa el elogio de su belleza, que parecería -poco oportuno si se tratase de un guerrero veterano. (V. Eleg. I, v. -116, nota.) - -[161] _vista_, nombre; _en vista_, advervio, como _a la vista_. -Palabras iguales, pero equívocas, pueden formar rima, porque, en -realidad, al tener distinta significación, vienen a ser palabras -diferentes; Tirso y Barahona usaron de esto (Rodríguez Marín, _Luis -Barahona de Soto_, pág. 404), y aun hoy se ha defendido como licencia -que se debe permitir. (E. Benot, _Prosodia castellana y versificación_, -tomo III, pág. 236.) - -[162] Doña Beatriz Pimentel, hija del Conde de Benavente, mujer de D. -García y madre de D. Fernando, el gran Duque de Alba. - -[163] Don Fernando Álvarez de Toledo nació en Piedrahita, villa de -la provincia de Ávila, en el año de 1507, y murió en Lisboa a 11 de -diciembre de 1582, a los setenta y cinco años de edad. (V. Navarrete, -156-157.) - -[164] «Si bello infante n’ apparia che’ l mondo -- Non hebbe un tal -dal secol primo al quarto.» (Ariosto, canto 46) Pónese como término de -ponderación el nacimiento de Jesús a los 4000 años de la Creación. - -[165] El monte Parnaso tiene dos cumbres. En una estaban los templos de -Apolo y Diana, y en otra, el de Baco. (Herrera, pág. 188.) - -[166] _Aquellas nueve lumbres_, las nueve Musas. - -[167] Pintan mancebo a Febo, porque naciendo y escondiéndose todos -los días, nunca siente vejez, y le llaman intonso, porque nadie puede -cortar de su frente su cabellera de luz. - -[168] Las Musas, _luengamente_, es decir, desde hacía mucho tiempo -tenían visto y sabido lo que había de ser el porvenir del recién nacido. - -[169] _nétar_, voz semiculta, por _néctar_, como _vitoria_, Eg. I, -v. 35; _acidente_, Eg. II, v. 131; _eleción_, íd., 166; _aflitos_, -íd., 229; _efeto_, íd., 253; _noturna_, íd., 297 y 301; _jatancia_, -íd., 1513, etc.; la pronunciación de estas palabras respondía a su -ortografía, como demuestra el hecho de encontrar en rima _trompetas_, -_perfetas_ y otros casos análogos. (F. Rodríguez Marín, _Luis Barahona -de Soto_, pág. 402.) - -[170] Este mancebo de quien habla Garcilaso es su amigo Juan Boscán; -da su nombre más abajo, v. 1349. Boscán, siendo muy joven, entró en la -casa de Alba a ser ayo de D. Fernando. «El ayo, en las costumbres de -entonces, tenía más de camarada que de pedagogo, pero aun así, no es -verosímil que se confiara tal cargo a quien, por lo menos, no excediese -en diez años a su educando.» (Menéndez y Pelayo, _Antología_, XIII.) -Hace igual conjetura Navarrete, pág. 161. Debió, pues, nacer Boscán a -fines del siglo XV, y murió en 1542. - -[171] El robusto oficio de la silvestre caza. Eg. III, v. 147. - -[172] «En el año de XXIV (1524), en Burgos, un caballero servía -a una dama a quien también el Duque de Alba servía, y aún no era -Duque; y en aquel tiempo se habían comenzado a usar los arcabuces, y -teníase por caso de menos valer, entre caballeros, usar de arcabuces, -principalmente los que se preciaban de la espada. Y aquel caballero -preciábase de gran tirador de arcabuz; y estando los dos delante de la -dama, sacó el Duque un lienzo, y poniéndolo en las narices dijo: “¡Oh, -como hiede por aquí a pólvora!” Entonces riose la dama, y corriose el -caballero; y luego lo más secreto que pudo apartó al Duque y desafiole -a espada y capa a la puente de San Pablo, a cierta hora de la noche. Y -llegando el Duque, dijo el otro: “¿Qué armas traéis?” Dijo el Duque: -“Espada y daga.” Dijo el otro: “Yo no tengo más que espada.” Entonces -el Duque sacó su daga y echola de la puente abajo en el río. Comenzaron -su desafío; y allí se hicieron amigos y trataron de que no se supiese -este hecho; mas húbose de descubrir, porque al tomar de las capas -que estaban en el suelo, se trocaron, y el Duque no cayendo en ello, -descubrió en palacio la encomienda que tenía la capa del otro, y por -aquí se vino a saber el desafío.» (Brocense, nota 177.) - -[173] «Himeneo era el dios de las bodas. El diestro pie calzado -significa buen agüero, porque la reina Dido, para desatar el casamiento -de Eneas, tenía un pie descalzo, como dice Virgilio.» (Brocense, nota -179.) De este rito de calzarse o descalzarse el pie derecho, para -significar firmeza o rompimiento de los lazos matrimoniales, entre los -gentiles recogió varios datos Tamayo, notas, fol. 62-65. - -[174] «Comprehende aquí Garcilaso las costumbres de las bodas antiguas -(paganas). Dice que alternaban el canto las que ponían a la novia en -el lecho... Las que llama aquí _vírgines_ eran las pronubas antiguas, -aunque no vírgines, pero castas, que tenían este oficio a su cargo...» -(Tamayo, notas, fol. 65.) - -[175] «Esta señora era hija del Conde de Alba de Liste, y prima y mujer -del Duque.» (Herrera, 603.) - -[176] Al divino Herrera, pág. 603, le escandalizó este atrevimiento de -Garcilaso «que muy ajeno es de su modestia y pureza, y que deslustró -mucho la limpieza y honestidad de toda esta descrición.» Pero no se -trata de cosa indigna, impura ni inmodesta, sino de la casta y legítima -correspondencia del lecho conyugal, y aun solamente del deseo de -D. Fernando, no del suceso. Homero, Virgilio, y el mismo Petrarca, -llegaron en sus versos a mayores libertades. (V. Tamayo, notas 61-62.) - -[177] «Toca aquí la ficción del filósofo Pródico, la cual refiere -Xenofon. Y es, que Hércules siendo mancebo, yendo por un camino llegó -adonde se partían dos caminos, y estando dudoso por cuál iría, vio -venir por cada uno una doncella, una muy hermosa, y otra robusta y -varonil; cada una le rogaba que fuese por su camino, y la muy hermosa, -al parecer exterior, que era Voluptas, el deleite, prometía en su -camino muchos regalos y descansos; la otra, que era Virtud, le prometía -mal camino y muchos trabajos, pero prometía al cabo dellos descanso y -fama, al revés de la otra. Hércules dijo que más quería trabajos con -aquella condición; y fuese tras la Virtud.» (Brocense, nota 181.) - -[178] A partir de este verso cuenta Garcilaso el viaje que el Duque -hizo a Alemania para intervenir en el socorro de Viena, amenazada por -Solimán, gran Sultán de Turquía. Garcilaso acompañaba al Duque en dicho -viaje: año de 1532. (Navarrete, págs. 32 y 33.) - -[179] «_mudable_: atributo propio de los franceses.» (Herrera, pág. -605.) - -[180] «Pasadas las asperezas del Pirineo recibió orden el Duque de -caminar con más rapidez, dejó su escolta y comitiva, y solo con -Garcilaso, atravesó por la posta de Francia hasta París, donde -cayó enfermo, acaso de las fatigas del viaje; su amigo le asistió -esmeradamente, hasta que ya convalecido pudieron ambos continuar -adelante...» (Navarrete, pág. 40.) - -[181] «Parece que es alusión a la Morbania, deidad falsa y ridícula de -los antiguos.» (Tamayo, notas, fol. 66.) - -[182] «Esculapio fue gran médico, tenido por los antiguos por dios de -la medicina. Fue hijo de Apolo y padre de Padalirio y Macaón, grandes -médicos.» (Brocense, nota 182.) «Halló muchas cosas útiles a la salud -de los hombres. Fue tan excelente en la curación de los enfermos, que -fuera de la opinión de todos, dicen que restituyó a muchos desesperados -a la vida y que volvió a ella a muchos muertos. Acusado por esto ante -Júpiter, lo mató con un rayo... Enojado Apolo desta muerte, mató a los -Cíclopes que fabricaron el rayo a Júpiter.» (Herrera, pág. 606.) - -[183] Repuesto D. Fernando de su enfermedad, Garcilaso y él continuaron -su viaje; llegaron al Rin, y embarcados en sus aguas, pasaron a Colonia. - -[184] «Dícelo por Julio César, que pasó del Rheno (Rin) contra -alemanes.» (Brocense, nota 183.) - -[185] «Fue Santa Úrsula hija de Dioneto, nobilísimo príncipe de -Inglaterra; padeció martirio con once mil vírgenes de la mesma nación -en Colonia Agripina, a la ribera del Rin, por los capitanes de Atila -que la tenían cercada, en el año de nuestra salud, 352, siendo -emperador Marciano.» (Herrera, pág. 607.) - -[186] Aquel tirano fue, según se cree, Giula, capitán general de Atila. -(Azara.) - -[187] _estaba en dubio_, en duda; _dubio_ es voz latina. - -[188] Emplea metafóricamente _suelta la rienda a su navío_, como ahora -decimos dar rienda suelta al llanto, al entusiasmo, a los deseos; de -otro modo «parecería dura esta translación del uso de los caballos -al de la navegación; pero es elegantísima, y como tal usada de los -antiguos griegos y latinos de mejor fama...» (Tamayo, notas, fol. 66.) - -[189] El César Carlos V recibió en sus brazos al Duque de Alba -en Ratisbona, donde se hallaba convocada la Dieta entendiendo en -el conflicto político-religioso promovido por el protestantismo. -(Navarrete, 32.) Era también aquella ciudad punto de reunión para los -caballeros que acudían al socorro de Viena. - -[190] «El Príncipe turco, Solimán, que dos años antes había sojuzgado -la Hungría y puesto, aunque infructuosamente, cerco sobre Viena, salió -segunda vez de Constantinopla con innumerables gentes, para repetir el -asedio de aquella ciudad.» (Navarrete, pág. 32.) - -[191] _Eran gentes de diversos pueblos y opiniones, pero con un solo -propósito e intención. Los nuestros ocupaban mucho menos terreno que -los enemigos._.. Este pasaje ha tenido mala interpretación en la -edición de Castro. - -[192] _Sobrar_: exceder, sobrepujar. V. Eg. I, v. 28, nota. - -[193] _Sobrado_: el que excede a otro. V. Eg. I, v. 28, nota. - -[194] En el ejército del César había alemanes, flamencos, italianos y -españoles: «El Emperador al ver la gran tempestad que sobrevenía pidió -auxilio a la Dieta, escribió al Marqués del Vasto para que recogiese -toda la infantería española que acababa de poner fin a la guerra -de Florencia, y juntase más italiana, avisó a los hombres de armas -ordinarios de Flandes y Borgoña, y pidió a los grandes y ciudades de -España apercibiesen hombres de armas y todo recaudo, preparándose a -sostener solo este glorioso empeño, en que ni el Rey de Francia ni el -de Inglaterra quisieron ayudarle.» (Navarrete, pág. 32-33.) - -[195] _Tirar_, quitar, apartar. - -[196] _Su gente_, no se refiere al _guerrero_, sino al _cauto -italiano_, que en el valor del Duque recordaba el de los famosos -capitanes de la antigua Roma. - -[197] Habla en estos versos de Cornelio Escipión el primer Africano, -única esperanza de la República, vencedor del terrible y duro Aníbal, y -demoledor de la fiera Cartago. - -[198] _así molesta_, acaso deba interpretarse _tan molesta_, del mismo -modo que en frases como «no puedo dudar de un hombre tan honrado; tan -cordiales relaciones quedaron rotas»... En el castellano antiguo, _tan_ -y _así_ tenían un valor equivalente en comparaciones. (V. R. Menéndez -y Pidal, _El Cantar de mío Cid_, tomo I, parte II, § 180.) Compárense -en esta misma égloga, versos 1671, 1735 y 1769. El Brocense interpretó -de otro modo «dividiendo aquella palabra, _assí_, en dos, _a sí_, que -es en latín _sibi_», y la mayor parte de las ediciones han seguido esta -enmienda del Brocense. - -[199] Se entiende mejor leyendo el _pensamiento ambigo_, como -propone Tamayo, fol. 67; el estado cristiano estaba en dubio, v. -1493; el suceso de esta guerra era dudoso, v. 1578; su remedio, por -consiguiente, ambiguo. Las tropas del César apenas eran, en efecto, -la mitad de las que llevaba el sultán. (Navarrete, pág. 43.) La forma -_ambigo_ corresponde a _ambiguo_, como _inicas_ a _inicuas_, verso -1223, y como _antigo_ a _antiguo_. - -[200] «Salió, el Emperador, de Ratisbona con la caballería flamenca y -un lucido tren de artillería, pasando por el Danubio a Linz, seguido -de numerosa comitiva en barcas construidas al efecto, con el nombre de -_nasadas_, cuya dilatada hilera formaba una escuadra de sorprendente -vista.» (Navarrete, pág. 42.) - -[201] _Gran tirano_: entiéndase por el Sultán de Turquía, Solimán el -Magnífico, contra quien fue toda esta expedición. - -[202] «Los Cíclopes fueron unos salvajes en Sicilia, que no tenían más -de un ojo en la frente, y eso quiere decir en griego _Ciclops_. Dicen -los poetas que son los herreros de Vulcano, al cual llaman aquí _el -gran maestro_.» (Brocense, nota 191.) - -[203] Nuestro lenguaje antiguo empleaba las formas _esora_, _la hora_, -_a esas horas_, etc., con el valor castellano actual _entonces_, como -el francés _alors_ y el italiano _allora_; esta interpretación conviene -en este caso _a aquellas horas_, en vez de suponer como Tamayo, notas, -fol. 68, el latinismo _ora_ por _ribera_, cuyo uso, si ha existido, -debió ser rarísimo en castellano: comp. _a la hora_, Canc. IV, v. 49, -nota. - -[204] Noticioso el Sultán de los preparativos con que acudía el -Emperador, retirose de Viena a Gratz, sin aventurarse a darle la -batalla, y después retrocedió definitivamente a Constantinopla. -(Navarrete, págs. 42 y 43.) - -[205] «Don Fernando estuvo en la persecución de algunos de los -capitanes enemigos, y anhelando teñir su espada en sangre turca, sintió -que la suerte no preparase a los imperiales más difíciles triunfos.» -(Navarrete, pág. 43.) Cree este autor que Garcilaso no debió tomar -parte en estos sucesos por haber sido desterrado por el Emperador desde -el principio de la jornada, cuando el Duque y el poeta llegaron a -Ratisbona. (V. nota a la Canc. III, v. 3.) - -[206] Cuentan que los antiguos coronaban con ramos sus naves después de -una victoria, y que tales ramos solían poner en el sagrario o capilla -de popa; a esta costumbre pudo aludir Garcilaso, aun cuando lo que -dice puede también decirse metafóricamente por las naves que volvían -vencedoras. - -[207] Ha dicho el Sr. Menéndez y Pelayo, _Antología_, XIII, pág. 54, -que el pastor _Albanio_, enfermo de mal de amores por la hermosa -_Camila_, debe de ser el Duque de Alba, D. Fernando; a esto quiero -decir que no acierto a comprender cómo a Garcilaso pudo ocurrírsele -introducir dos veces al Duque en esta Égloga con tan distinto carácter, -a saber: como Duque en persona y como pastor; como esposo enamorado, -correspondido y satisfecho, y, a la vez, como amante desesperado y loco -furioso; téngase presente que mientras _Nemoroso_ ha estado elogiando -al Duque por su prudencia y su valor, ha tenido a sus pies al mismo -_Albanio_, aletargado y rendido en su locura. - -[208] Es necesario leer _glo-ri-o-so_, como _o-di-o-sas_, soneto XVI, -v. 1; nuestros poetas clásicos medían a la manera latina e italiana, -_la-bi-os_, _o-di-o_, _glo-ri-a_, y del mismo modo los derivados -_fu-ri-o-so_, _in-ge-ni-o-so_, etc. (V. Elías Zerolo, _Noticias de -Cariasco y del empleo del verso esdrújulo en el siglo XVI. Legajo de -Varios_, París, 1897, y F. Rodríguez Marín, _Luis Barahona de Soto_, -págs. 405-411.) - -[209] _lustre_ por _lustro_, que fue primitivamente espacio de cuatro -años, y que «el uso y abuso de los gramáticos lo ha hecho de cinco». -(Herrera, pág. 267.) Cuando la expedición a Alemania (1532) el Duque D. -Fernando solo tenía veinticinco años, y Garcilaso veintinueve. - -[210] _coruscar_, lucir, brillar. El _Dicc. Aut._ solo da _coruscante_ -y _corusco_, «resplandeciente, sumamente lucido y brillante». - -[211] Describe pastoralmente el tiempo de la cena, de la cual es -indicio el humo que sale por los _alcores_, chimeneas. - -[212] Garcilaso dedicó esta Égloga, según afirmación de D. Antonio -Puertocarrero, su yerno, a D.ª María de la Cueva, esposa de D. Juan -Téllez Girón, Conde de Osuna, fundador del Colegio Mayor y Universidad -de dicha villa, y gran amigo de los hombres de letras. D.ª María, ya -viuda, fue Camarera mayor de la Reina D.ª Isabel de Valois, tercera -mujer de Felipe II, y falleció en Madrid a 19 de abril de 1566. (V. F. -Rodríguez Marín, _Luis Barahona de Soto_, Madrid, 1903, pág. 73.) - -[213] Garcilaso no ha dejado más _octavas rimas_ que las que componen -esta Égloga y la que nos conservó Castillejo (V. Apéndice IV): «_La -octava rima_, enteramente desconocida en todas las literaturas de la -Península antes de Boscán, es una de las adquisiciones más importantes -que este hizo para nuestra métrica, y quizá el género en que sobresalió -más. Su modelo inmediato, aunque no único, fueron las estancias -compuestas por Bembo para el Carnaval de la corte de Urbino en 1507.» -(M. Menéndez y Pelayo, _Antología_, XIII, 237.) - -[214] Entiende Tamayo, fol. 68, «que es demasía sin fruto decir que -la lengua está en la boca, pues ¿adónde había de estar?,» y sin más -que esto, en algunas ediciones se ha corregido el presente verso, -imprimiendo: «Mas con la lengua muerta y fría la boca», que es la -lectura que el mismo Tamayo proponía. Yo respeto tal _demasía_ porque -he visto que Herrera, más escrupuloso que nadie en estas cuestiones, la -conserva, y el elegante prosista Cienfuegos, hablando precisamente de -la muerte de Garcilaso por la honda impresión que causó en el espíritu -del Marqués de Lombay, la repite diciendo: «él vio fría y difunta en su -boca aquella espiritosa lengua, ramillete de las más cultas flores de -la erudición y de la elocuencia...» (_Vida del Grande San Francisco de -Borja_, Madrid, 1726, pág. 48.) - -[215] «_Carta_ por el papel, en significación latina o italiana.» -(Azara.) - -[216] «En Boscán se hallan en una estancia de una canción los versos -que dicen: - - “_Hablaré yo lo menos que tuviere_ - _Que esto será lo más que yo pudiere._” - -¿Quién tomó a quién en este último verso? ¿Boscán a Garcilaso o -Garcilaso a Boscán? Tamayo afirma, notas, fol. 69, que Boscán -aprovechose de este verso como de hacienda de amigo. Ignoro en qué se -fundó para decir lo que dijo.» (Castro, pág. 21.) - -[217] Nadie ha hablado de Garcilaso que no haya repetido este famoso -verso, el cual glosa Cienfuegos (_Vida del Grande San Francisco de -Borja_, Madrid, 1726, pág. 50) de esta manera: «Él había nacido para -decidir aquella antigua batalla entre las armas y las letras, siendo a -un tiempo milagro de ambas escuelas... Él hizo cantar las Musas al son -de los clarines y de las cajas roncas, como al compás de las cítaras -templadas...» - -[218] _somorgujar_ y _somormujar_, verbo que significa meter debajo -del agua, chapuzar, zabullir; la forma verbal se ha hecho sobre el -substantivo _somorgujo_, cuya etimología es *_submergulio_, derivado -de _submergo_, y con el sentido de _submergulus_. (V. R. Menéndez -Pidal, _Gramática Hist._ § 65.) - -[219] _calar_, bajar, descender. «Entonces se levantó (Don Quijote) -y... dándole soga el primo y Sancho, le dejaron calar al fondo de la -caverna espantosa.» (_Don Quijote_, I.ª Parte, cap. XXII.) - -[220] _lacivo_ por _lascivo_, como _picina_ por _piscina_. (Santa -Teresa, _Las Moradas_, ed. _Cl. Castellanos_, Madrid, 1910, 11-23; v. -nota al v. 383 de la Eg. I.) - -[221] «Burlaba un poeta de este verso: _nadando dividieron y cortaron_, -porque parece que hay en él ripia para henchir el verso, y sobra el -_cortaron_. Digo que de no entender el punto, se erraba él, porque se -ha de leer: - - _El agua clara con lascivo juego_ - _Nadando dividieron; y cortaron,_ - _Hasta que el blanco pie_, etc.» - -(Brocense, nota 219.) - -[222] Por lo visto alguno protestó de que el poeta sacase de las aguas -a estas ninfas, que siendo moradoras de dicho elemento no podrían vivir -en tierra seca. Tamayo defiende a Garcilaso con el testimonio de varios -autores clásicos. - -[223] _delgadeza_, _domestiqueza_, Eg. II, v. 180, y _selvatiquez_, -Son. XXVIII, tienen procedencia italiana. - -[224] «Debe Toledo a Garcilaso muchas alabanzas, pues no deja ocasión -en que las olvide; y aquí no son encarecidas, sino verdaderas las del -oro de sus arenas, pues hasta hoy se experimenta lo que en los tiempos -antiguos fue tan recibido.» (Tamayo, notas, fol. 71.) Del aurífero Tajo -hablan muchos autores latinos. - -[225] El de Tracia es Orfeo, a quien se refieren las dos octavas -siguientes. - -[226] «No dejaré de notar el cuidado de las palabras de Garcilaso en -todo lo que es ornato de las mujeres, cuya blancura, particularmente en -los pies, repite tantas veces.» (Tamayo, notas, fol. 65.) - -[227] Por si alguno aspira a resolver la cuestión advertiré que hay -discrepancia entre los autores sobre si la sierpe que mordió a Eurídice -fue pequeña o grande. (V. Brocense, nota 215.) - -[228] En otro lugar, Eg. II, v. 942, fue necesario decir parte de -esta fábula. Dejaron, pues, a Orfeo, marido de Eurídice, que sacase a -su esposa de los infiernos, pero con la condición de que no había de -mirarla hasta que saliese de los límites y jurisdicción de ellos, y -no habiendo podido abstenerse de verla, le fue arrebatada por segunda -vez; Orfeo, desesperado de su infortunio, retirose sobre el monte Hemo. -(Ovidio, _Metam._, lib. X, fáb. I.) - -[229] Hallábase Cupido ofendido contra Apolo porque este se había -atrevido a burlarse de las astucias del Amor; fue su venganza -dispararle una flecha dorada para rendirle al amor de Dafne, y, al -mismo tiempo, inspirar a esta un gran desamor hacia Apolo. - -[230] La fábula de Apolo y Dafne se trata más adelante en el Son. XIII. - -[231] Cupido hiere con dos géneros de saetas; con las de oro engendra -el amor firme y verdadero, v. 152; con las de plomo inspira la -antipatía y el desdén. (Ovidio, _Metam._, lib. I, fáb. X.) - -[232] Adonis, hijo de Mirra, de famosísima belleza, fue amado de Venus -con la mayor ternura. Un día estando cazando hirió a un jabalí, el cual -se volvió contra él con la mayor furia y le mató. (Ovidio, _Metam._, -lib. X, fáb. X.) Y quieren decir que aquel jabalí no fue sino el dios -Marte, enamorado de Venus, y convertido expresamente en aquella fiera -para matar a Adonis por los celos que le tenía. (Brocense, nota 217.) - -[233] Porque Herrera creyó excesivo el color de este detalle, contesta -Tamayo, notas, fol. 71: «Melindre es llamar _complosiones torpes_ estos -afectos cuidadosos en Garcilaso, pues es imitación de Virgilio; díjolo -doctamente nuestro poeta con alusión a la costumbre antigua de recibir -con la boca, los parientes y amigos, el último aliento de los que se -morían...» - -[234] Pinta Garcilaso en las dos octavas siguientes «la ciudad, cabeza -y asiento del Imperio de España, Toledo, su patria, con tanta grandeza -y suavidad de palabras, que dudo haya cosa mejor tratada en todas sus -obras, ni más digna de la majestad de tan insigne madre, ni del ingenio -de tan noble hijo...» (Tamayo, notas, fol. 72.) - -[235] «Aquí comienza un género de Bucólica que llaman los griegos -_canto amebeo_, que es responsorio, en el cual se suele guardar esta -ley: que el que comienza es libre, y puede mudar propósitos, mas el que -responde y sigue, o ha de decir mucho más en la misma materia, o lo -contrario; y ansí se hace aquí imitando el proceder de Virgilio en la -primera y séptima Égloga.» (Brocense, nota 225.) - -[236] Describe exactamente el curso del Tajo en torno de la ciudad de -Toledo. - -[237] Refiérese a las ruedas de las _azudas_, máquinas hidráulicas con -que se saca agua de los ríos por el impulso de su misma corriente. «Se -llaman _azudas_, voz arábiga, significadora de su color y de su ruido, -propiedad particular de las lenguas orientales.» (Tamayo, notas, fol. -73.) - -[238] «En la pompa funeral que las diosas silvestres hacían a la ninfa, -observa sin afectación, Garcilaso, la costumbre de los entierros -antiguos... Los antiguos esparcían flores sobre los cuerpos o sepulcros -de sus defunctos... Flores cortadas para dar a entender, sin duda, la -fragilidad de la vida que retratan las rosas...» (Tamayo, notas, fol. -73 y 74.) - -[239] «Era señal de tristeza el desperdicio de los cabellos; en los -libros sagrados no hay pocos ejemplos de los hebreos,» y lo mismo entre -griegos y latinos. (Tamayo, notas, fol. 74.) - -[240] Recuerda nuevamente Garcilaso la muerte de doña Isabel Freyre. -(V. Eg. I, v. 2, nota.) - -[241] «Una ninfa muerta, a quien las divinidades de los bosques, -saliendo de los árboles en que están metidas, cantan y lloran a su vez, -y después de haber cumplido con esta triste solemnidad, se vuelven -a esconder en los huecos mismos de las encinas, era un argumento -nuevo, al paso que sencillo, y que por su naturaleza y por la calidad -de los interlocutores podía ser enriquecido con todas las galas del -sentimiento y la fantasía.» Tal decía D. Manuel José Quintana (_Poesías -castellanas_, ed. 1830, pág. 371.) a propósito de la famosa Égloga de -Barahona de Soto, llamada _de las Hamadríades_, cuyo argumento, como se -ve, dejó indicado Garcilaso en este lugar. - -[242] El Brocense dice que halló en un libro antiguo, en vez de -_degollada_, _igualada_, que significa _amortajada_. Herrera afirma -que _degollada_ se tomaba por _desangrada_, «como decimos cuando -sangran mucho a uno, que lo _degolló_ el barbero.» Covarrubias en su -_Tesoro de la Lengua castellana_, escribe: «Cuando sacan a uno mucha -sangre por las venas, solemos decir que conviene _degollarle_, si el -accidente requiere tanta evacuación.» Azara dice que «más natural era -que se leyese en el verso _desangrada_, puesto que D.ª Isabel murió -de sobreparto. Tamayo acepta la voz _degollada_ siguiendo a Herrera.» -(Castro, pág. 22.) - -[243] Dice _al mar de Lusitania_ porque D.ª Isabel era portuguesa; -había venido a la Corte española como dama de honor de la Infanta D.ª -Isabel de Portugal, casada en 1526 con Carlos V. - -[244] Es encarecimiento de las labores de las ninfas, pues el presentar -como en relieve figuras llanas «es artificio de la mejor pintura»... -(Tamayo, notas, fol. 76.) - -[245] _trastornarse_, _trasponerse_. Barahona de Soto dio a -_trastornarse_ esta misma acepción en los siguientes versos de su -Égloga III: - - «Cual con sencillo rostro y pecho tierno - Al levantar del sol o al _trastornarse_ - Te ofrecerá el panar recién cogido...» - -[246] «Adagio es latino: _Aquae furtivae dulciores_. Mucho sabe lo -hurtado.» (Brocense, nota 225.) No latino, sino hebreo, cree Tamayo, -fol. 77, esto de que _las aguas hurtadas son las más dulces_ o las que -mejor saben. - -[247] «Aquí, sin duda, se descuidó nuestro poeta, porque hace dos -vientos, siendo uno; porque al que los griegos llaman _zephyro_, porque -trae vida, llaman los latinos _favonio_, porque favorece la vida, de -modo que la cosa es una y los nombres son dos.» (Brocense, nota 227.) A -este parecer se inclina también Herrera; pero D. Tomás Tamayo defiende -a Garcilaso con el testimonio de muchos escritores antiguos que, como -él, tuvieron a _zefiro_ y _favonio_ por vientos diferentes, notas, -fol. 78. D. Adolfo de Castro, pág. 23, prescindiendo de esa defensa, -cree que, «o Garcilaso se engañó o puso el nombre de otro viento que -equivocaron los escribientes o los impresores». Queda, pues, esta -cuestión en planta como la de la sierpe de Eurídice, Eg. III, v. 130. - -[248] «El cuerno de Amaltea --o cornucopia--, que denota la fertilidad -y abundancia de las cosas, no era de buey como fingían los pintores, -sino de plata, que quien la tuviere puede pedille lo que quisiere, que -se lo dará. Fue Amaltea... una mujer vieja y muy rica que contrataba, -la cual guardaba en un cuerno la mayor parte de la ganancia... y -robándoselo Hércules lleno de dineros, vivía a su gusto y deleite, y de -aquí tuvo origen decir que el cuerno de Amaltea ministraba a Hércules -todos los bienes.» (Herrera, pág. 686.) - -[249] Dijo Garcilaso esto de _morir la yerba_ «por la opinión de -Pitágoras que creía que las plantas y otras cosas, no solo vivían, -sino que sentían el mal que les hacían; o porque la resolución de la -forma no es otra cosa que muerte.» (Tamayo, notas, fol. 79.) Esto -último, sin necesidad de acudir a la doctrina pitagórica, es suficiente -explicación, dada la natural inclinación y libertad que tienen los -poetas para suponer vida y sentimientos en lo inanimado. - -[250] _escogiolo._ Andrés Rey de Artieda en sus _Discursos, epístolas -y epigramas de Artemidoro_, Zaragoza. 1605, censuraba a Garcilaso esta -forma, porque, según él, sería más concreto _escogiole_. (Castro, pág. -23.) Nuestro texto --es decir, el de Herrera-- es _loísta_, Eg. II, v. -1088, 1099, 1307, 1308, 1364, 1399, 1400, 1567, etc.; en todos estos -casos el de Tamayo es _leísta_. La indecisión entre _le_ y _lo_, que -aún dura en nuestra lengua, viene manifestándose desde los textos más -antiguos. (V. R. Menéndez Pidal, _El Cantar de Mío Cid_, tomo I, Parte -II, § 130.) - -[251] _Al Duque de Alba en la muerte de D. Bernardino de Toledo, su -hermano._ -- De regreso de la conquista de Túnez (1535), y de resultas -de los muchos padecimientos que en aquel país ardiente, seco y arenoso -había pasado, murió el gallardo joven D. Bernardino de Toledo, hermano -del gran Duque de Alba y amadísimo amigo de Garcilaso. Murió en Túnez, -según Argote de Molina, _Nobleza de Andalucía_, lib. II, cap. XXII; en -Trápana, camino de Palermo, según Sandoval, _Historia de la vida del -Emperador Carlos V_, lib. XXII, § 48, o en la ciudad de Palermo, como -dice Navarrete, pág. 67, desmintiendo a los anteriores. - -[252] «Frase italiana.» Azara, _pero_ por _empero_: «quise, _no -obstante_, probar si me _bastaría_ el ingenio _para_ escribirte»... - -[253] «Algunos, pareciéndoles que está falto este verso de Garcilaso, -no considerando la diéresis, lo han enmendado o dañado desta suerte: -_No quedará ya toda tu alma entera_; pero Garcilaso que conocía mejor -los números, se contentó con aquel modo, porque demás de sinificar así -la falta del alma, que él pretendió mostrar, no es flojo número de -verso, sino artificioso y no ajeno de suavidad.» (Herrera, 305. Del -mismo parecer es Tamayo, notas, fol. 30.) - -[254] Erídano es el río fabuloso donde las Helíades, hermanas de -Faetón, lloran su muerte convertidas en álamos. (Son. XII, 14.) Han -creído muchos que se trataba del Po, otros, del Ródano, y autor de -tanta antigüedad como Esquilo, dijo que era un río de España. (Herrera, -305.) - -[255] Lampecie, Lampetura y Faetura fueron las tres Helíades. - -[256] Censuró Juan de Mal-lara la dislocación de esta frase tal como -aparece en el verso, y defendieron a Garcilaso Herrera y Tamayo: «la -prosa no tiene licencias, a los versos se les consienten... el juicio -de la una se puede quedar al oído, como el de la otra a la licencia de -los poetas; pero menos lo fue Mal-lara, que docto y hombre de bien, y -rara vez juzgan bien de los poetas los que no lo son». (Tamayo, notas, -fol. 31.) - -[257] «_Abastanza._ Voz antigua, hoy desusada enteramente en nuestra -lengua. Los italianos la han conservado.» (Azara.) - -[258] «Más propio es esto que dice Garcilaso para alabar una dama que -a un caballero... mas, porque D. Bernaldino era mancebo de edad tierna -que no había dado muestra de su valor, pudiera emplear esto en lamentar -las esperanzas perdidas.» (Herrera, pág. 311.) Esta misma consideración -requiere el pasaje de la Eg. II, v. 1254 y siguientes. Por lo demás, -en muchos autores antiguos se encontraron ejemplos semejantes, «porque -la hermosura es siempre digna de imperio y no desdice a la fortaleza -viril». (Tamayo, notas, fol. 56.) - -[259] «Declara la índole y lo que prometían las esperanzas de su -valor.» (Herrera, pág. 312.) - -[260] «Cosa muy usada fue poner dioses a los ríos, pintándolos -recostados, y alzado el medio cuerpo, y con las urnas debajo el -brazo, enviar de allí los ríos como de una fuente; coronábanlos por -la mayor parte con guirnaldas de cañas, y cubiertos hasta el ombligo -de un carbaso, que es vestidura floja y ancha, y desnudos la parte -superior del cuerpo; tal se ve Tibre en Roma en casa Cesi, tal Arno en -los huertos del Pontífice y tal describe Virgilio en el 8.º al mesmo -Tibre...» (Herrera, 312.) - -[261] _Trinacria_ es lo mismo que decir Sicilia. (Herrera, 316.) - -[262] Los lascivos sátiros, compañeros de Baco, provocadores y -deshonestos, con su busto de hombre, cuerpo de caballo y patas -de carnero, tuvieron para los antiguos tal realidad, que algunos -historiadores hablan de sátiros de carne y hueso conocidos por las -gentes. (V. Herrera, 317.) - -[263] Refiérese a Héctor, defensor de Troya, vencido y muerto por -Aquiles. - -[264] Recuerda de nuevo la fábula de Adonis. (Véase Eg. III, 176, nota.) - -[265] Oeta es un monte de Tesalia que, según Estrabón, lib. 9, se -extiende de oriente a occidente, desde las Termópilas hasta el golfo de -Arta. (V. Herrera, 331.) - -[266] «_Alcides_ se llamó Hércules por su gran fuerza, porque en griego -_Alce_ es fuerza. Otros dicen que por su agüelo Alceo. Dicen que -sintiéndose morir de la ponzoña de la camisa, que su mujer Dejanira -le había enviado, hizo una hoguera en el monte Oeta y allí se quemó. -Esta ficción quieren que sea la purificación de los excelentes hombres -que suben a ser dioses, dejando acá la vestidura grosera del alma.» -(Brocense, nota 59.) - -[267] «_El claro padre._ D. García de Toledo, que murió en los Gelves -de poca edad. _El sublime abuelo._ D. Fadrique, Duque de Alba.» (Azara.) - -[268] «El mar, sin duda, cerca la tierra y la tierra el mar, mas -creyendo los antiguos que este era mayor, dijeron que la coronaba... -Pero los modernos que con curiosidad lo tienen especulado, prueban ser -mayor la tierra que el Océano, según, no sus superficies, sino sus -cuerpos, en que es, sin comparación, mayor la tierra, como fácilmente -se deduce de sus diámetros...» (Tamayo, notas, fol. 35.) - -[269] Como si dijese desde el polo Sur al polo Norte _Calisto_ es la -Osa Mayor. Antes fue una bella ninfa de quien Júpiter anduvo enamorado. -La iracunda Juno la convirtió en osa, y entonces Júpiter la transportó -al cielo. (Ovidio, _Metam._, lib. II, fáb. IV.) - -[270] _Elegía a Boscán_; la escribió Garcilaso a su amigo desde -Sicilia, de regreso de su expedición a Túnez con el ejército del -Emperador, año de 1535. Esta Elegía y la anterior debieron ser escritas -hacia la misma fecha. - -[271] «Anquises fue hijo de Asáraco y padre de Eneas, que lo engendró -en Venus junto a la Ribera de Simois, río de Troya.» (Herrera, 356.) - -[272] «Este confusísimo terceto quiere decir que el Mantuano Virgilio, -en sus eternos versos, nos conserva la memoria de que Anquises está -enterrado en Trápana --ciudad de Sicilia--. Libro III de la Eneida.» -(Azara.) - -[273] «Llama César Africano al Emperador Carlos quinto porque venció a -África.» (Brocense, nota 66.) - -[274] De la celebridad de este verso dan testimonio Sa de Miranda, -en su égloga _Nemoroso_; Barahona de Soto, en su soneto a Herrera, a -propósito de las _Anotaciones_, y Lope de Vega, v. Cayetano A. de la -Barrera, _Nueva biografía_, tomo I de las _Obras de Lope de Vega_, -publicadas por la R. A. Española, Madrid, 1890, pág. 122. - -[275] Dice Cienfuegos (_Vida del Grande San Francisco de Borja_, -Madrid, 1726, pág. 49) que «lo que más robaba en Garcilaso la afición -del Marqués de Lombay... era el no haber sentido jamás en sus labios -respiración que empañase la fama ajena...; escribiendo con pluma -elegante en todos los estilos, solo parece que ignoraba el de la -sátira, en que son elocuentes y agudos aun los menos discretos». - -[276] Llama _la patria de la Sirena_ a Nápoles, que antes se llamó -Parténope, por una de las tres Sirenas así llamada, cuyo cuerpo allí se -halló. (Brocense, nota 66.) - -[277] Nápoles fue tierra de muchos deleites y regalos, según el -testimonio de los clásicos (V. notas de Azara y Tamayo, y acaso por -esto la tradición la hizo patria de las Sirenas.) Era una ciudad -nobilísima, vestida de jardines y bellos edificios, y llena de -caballeros y gente rica, «domicilio de hombres ociosos, que muchos, por -huir de negocios, se iban de Roma a ella». (Herrera, págs. 359-364.) - -[278] Sobre estos amores a que alude el poeta véase adelante, nota al -Son. XXVI, v. 1. - -[279] «Quiere decir: Este temor persigue la esperanza y oprime el gran -deseo de su holganza, con el cual deseo van mis ojos.» (Brocense, nota -69.) - -[280] «La túnica de diamante significa la fortaleza, que tan importante -es para la guerra; aunque escribe San Isidoro que pintaban a Marte con -el pecho desnudo y sin armas, porque el que se halla en la guerra, se -debe arrojar en la batalla sin miedo de la muerte.» (Herrera, pág. 346.) - -[281] - - «Y en medio de la guerra peligrosa... - Te acuerdas del amor y del ausencia - Y maldices allí el rigor de Marte - Pronosticando en ti dura sentencia...» - -(Cristóbal Mosquera de Figueroa, _Elegía a la muerte de Garcilaso, -Anotaciones_ de Herrera, pág. 40.) Pocos meses después de escribir -Garcilaso la presente Elegía se cumplió, en efecto, este siniestro -presentimiento de su muerte. - -[282] «Y se cumplió --su pronóstico-- hasta en sus términos literales, -porque murió... asaltando una torre como a su valor cuadraba, pero -no cayó _traspasado de hierro agudo y fuerte_, sino prosaicamente -descalabrado por una piedra...» (M. Menéndez y Pelayo, _Antología_, -XIII, pág. 147.) - -[283] _Las venas dulcemente desatado_, es una cláusula casi _absoluta_ -en que el participio _desatado_ no concierta con el substantivo de su -oración, _venas_, sino con el sujeto principal, aquel, mantenido por -el pensamiento aun dentro de la aposición; en prosa habría que decir, -_las venas dulcemente desatadas_. Es tan rara tal construcción que las -gramáticas no dan cuenta de ella; sin embargo, pueden recogerse algunos -ejemplos: - ---«Los alemanes, -- El fiero cuello _atados_, -- Y los franceses van -domesticados.» (Garcilaso, Canc. V, v. 18.) -- «_Desnuda el pecho anda -ella._» (Góngora.) -- «_Desnuda_ el pecho, el brazo _descubierta_.» -(Góngora.) -- «Febo... cantó -- _Revuelto_ en oro la encrespada -frente.» (Herrera.) -- «estuve... ya entregado -- Al agudo cuchillo -la garganta.» (Ercilla.) -- «El cuerpo de nieve pura -- Que excede a -toda blancura -- _Vestido_ del sol los rayos -- Vertiendo abriles y -mayos --de la blanca vestidura.» (Cristobalina Fernández.) (V. Castro, -_Poetas líricos_, etc., pág. 31, nota.) - -[284] Elogia también la playa de Barcelona, patria de Boscán, D. Diego -Hurtado de Mendoza en su carta V, a María de Peña (_Auts. Esps. poetas -líricos de los siglos XVI y XVII_, pág. 59): «Que, como desparece -Barcelona -- Y huye aquella plaza gloriosa, -- Ansí va enflaqueciendo -la persona...» - -[285] Alude a D.ª Ana Girón de Rebolledo, dama valenciana, esposa -de Boscán. «Era de singular belleza, como se deduce de estos versos -de Garcilaso. D. Diego Hurtado de Mendoza la llama sabia, gentil y -cortés, en una epístola a Boscán. Este, en su respuesta, encarece la -vida quieta, dulce y sosegada que llevaba en compañía de su esposa, de -quien elogia con entusiasmo la belleza, bondad y discreción. Dícese que -juntos leían y saboreaban los poetas clásicos, especialmente Homero, -Virgilio, Catulo y Propercio, lo cual arguye en pro de la cultura -literaria de doña Ana... Al frente de las ediciones de Boscán va un -prólogo que, bien leído, a nadie puede ser atribuido sino a D.ª Ana...» -(M. Serrano y Sanz, _Apuntes para una Bibl. de Escritoras Españolas_, -Madrid, 1903, tomo I, pág. 459. V. Menéndez y Pelayo, _Antología_, -XIII, págs. 131-136.) - -[286] La presente Epístola es el único ensayo de _verso suelto_ -que de Garcilaso conocemos. Boscán y Garcilaso fueron los primeros -artífices castellanos que se ejercitaron en esta clase de verso. En -sus composiciones es preciso apreciar el valor histórico más que el -artístico. El _verso suelto_ tuvo que pasar por muchas pruebas antes de -conseguir la perfección clásica del _Aminta_ de Jáuregui. (V. Menéndez -y Pelayo, _Antología_, XIII, pág. 239.) - -[287] «...facilidad, descuido, libertad sin afectación de palabras ni -exornación de sentencias, todo lo tiene esta carta, cuya llaneza, en -vano y sin razón es culpada, pues ella es particular alabanza en este -género de escritura.» (Tamayo, notas, fol. 38.) - -[288] Garcilaso había venido desde Nápoles a Barcelona, enviado por -el Virrey D. Pedro, para informar personalmente al Emperador de los -desastres que había causado en las costas de Italia la armada de -Barbarroja. Debió llegar a Barcelona poco después del 4 de septiembre -de 1534, y estuvo en ella hasta el 1.º de octubre, en que emprendió su -regreso a Nápoles, haciendo en doce días el camino, a caballo, desde -Barcelona a Valclusa. (V. Navarrete, pág. 237.) - -[289] De Boscán a Garcilaso hay una sincera expresión de amistad honda -y sentida en el soneto: _Garcilaso, que al bien siempre aspirante_... - -[290] En honor de Garcilaso se ha dicho que, en medio de la llaneza -de esta carta, da idea de su erudición el hecho de que la mayor parte -de sus consideraciones sobre la amistad coinciden con la doctrina de -Aristóteles en su _Ética_, lib. VIII. (V. Conti, _Col. de poesías -castellanas_, traducidas al italiano, Parte 1.ª, tomo II, pág. 345.) - -[291] «Vulgar dicho es: _Beatius est dare, quam accipere_.» (Brocense, -nota 76.) - -[292] Volvía Garcilaso esta vez a Italia por la Provenza, patria de los -trovadores, no siendo acaso prudente ir por mar a causa de las naves de -Barbarroja que lo infestaban. (Navarrete, pág. 59.) - -[293] _Varlet_, palabra francesa antigua, como _vaslet_, hoy _valet_: -criado, fámulo. - -[294] _Argén_, es otro galicismo, que solamente por donaire emplea -Garcilaso en esta ocasión. - -[295] Mosén Durall, uno de los mejores amigos de Boscán, fue un -caballero principal y rico de Barcelona, maestro racional o contador -del Principado, y hombre de noble trato y buen burlar, según el mismo -Boscán en su _Epístola_ a Hurtado de Mendoza. Era muy gordo el Dorall, -y por eso dice Garcilaso lo de _abrazad si pudiereis_. (Herrera, pág. -384.) - -[296] 12 del mes de octubre del año 1534. Escribe Garcilaso desde -Valclusa, do nació madona Laura, claro fuego del Petrarca. - -[297] _como perdido_: ciegamente, como loco. «Noto que es frase -particular de las ponderaciones de nuestro poeta, esta _como perdido_, -así en el Son. VIII, v. 7: _Salen fuera de sí como perdidos_.» (Tamayo, -notas, fol. 17.) - -[298] Hállase repetido este pensamiento en varios poetas, en Horacio, -Petrarca, Tansillo, y aun en el mismo Garcilaso, Eleg. II, v. 176 y -sigs. Horacio en la Oda 22, libro I, acaba diciendo: - - «...ya me ponga alguno - En la región al sol más allegada, - Do no vive ninguno, - Siempre será de mí Lalage amada: - La del reír gracioso - La del parlar muy más que miel sabroso.» - -(Brocense, nota 19.) - -[299] _esecutarse_, ejecutarse. (V. Eg. II, v. 253, nota.) La doble -_ss_ que pone Herrera, conforme a la ortografía de su tiempo, en -_essecutarse_, _fuessedes_, _supiesse_, _desso_, _passarse_, etc., no -la conservamos en ningún caso. - -[300] A esto aludió F. de Cangas, diciendo: - -«Porque no quiere el amor -- La muerte del amador, -- Sino tomallo -a partido; -- Que perdonar al rendido -- Es gloria del vencedor.» -(Herrera, _Anotaciones_, pág. 224.) - -[301] Lo de _tendido_ en este verso y en el 13 de esta misma -canción fue enmendado en _rendido_ por D. Diego Hurtado de Mendoza, -considerando aquella voz menos digna, «pero juzga doctamente D. Juan -de Fonseca y Figueroa que no se ha de mudar, por ser modo ordinario -de los poetas latinos _jacere ante pedes_... y en los griegos -frecuentísimamente, mirando por ventura a la costumbre de los que -rogaban tocando las rodillas y echados a los pies.» (Tamayo, notas, -fol. 18.) (V. Eg. II, v. 661, nota.) - -[302] La amarillez de los que aman, dice Herrera que «debe proceder, -por ventura, de tristeza y profundo cuidado, porque arrebatados en -consideración de lo que desean, gastan y destruyen la propia virtud y -impiden sus operaciones con la vigilia y trabajo de los espíritus», -pero reconoce como causa general «la poca fuerza del calor natural que -no puede digerir bien ni hacer buena sangre». (_Anotaciones_, pág. 225.) - -[303] _Contrastar_: hacer frente, resistir. - -[304] «Pensaron los antiguos que los vientos eran intérpretes y -mensajeros que llevaban los ruegos y votos y todas las palabras a las -orejas de los dioses... y los votos que no tenían suceso y eran vanos, -pensaban que los vientos no los llevaban ante los dioses, antes los -disipaban o arrojaban lejos, en regiones apartadas.» (Herrera, pág. -231.) - -[305] Los últimos versos de esta estancia, mal conocidos en su forma -original, han sido modificados a su manera por cada anotador, como -puede verse en Tamayo, notas, fol. 20. - -[306] Herrera llama aquí la atención con estas palabras: «Ningún poeta -élogo (de elegía), conforme a lo que yo he leído dellos y me acuerdo, -pudo alcanzar a decir tanto como esto.» (_Anotaciones_, pág. 233.) - -[307] En esta Canción hay diez versos agudos, uno en la Canción -primera, cuatro en la tercera y cuatro en el Soneto XXVII, y estos -versos troncados o mancos, que llama el toscano, «son dinos de -reprehensión», como dice Herrera, pág. 232. Tienen versos endecasílabos -agudos el Marqués de Santillana, y en el Boscán, Sa de Miranda, -Hurtado de Mendoza y otros. Siglo XVI. Parece seguro que en tiempos -de Garcilaso, el rigor del criterio paroxitónico, o de acentuación -grave, que después ha prevalecido, no se cumplía ni entre los mismos -italianos, puesto que en el mismo _Orlando_ de Ariosto hay cinco o -seis casos de versos agudos. Hoy solamente son lícitos en ciertas -combinaciones métricas. (Menéndez y Pelayo, _Antología_, XIII, _págs. -219 y sigs._; Rodríguez Marín, _Luis Barahona de Soto_, págs. 414-417.) - -[308] «Más abajo de Presbourg, ciudad de la Hungría occidental, se -divide el Danubio en dos brazos, los cuales no se reúnen hasta Komorn, -plaza fuerte de la Hungría oriental, y forman una gran isla a la que se -ha dado el nombre de Schut. Previendo Carlos V --cuando el socorro de -Viena, 1532-- que Solimán podía traer embarcados por el río víveres y -pertrechos de guerra, para estorbarlo envió algunas tropas a esta isla -con orden de formar en ellas cuantas baterías se juzgasen necesarias.» -(Navarrete, páginas 40-43.) - -[309] En la isla de Schut, cuya frondosidad y belleza tanto alaba -Garcilaso, estuvo él preso, en efecto, de orden del Emperador, desde -marzo a junio de 1532, por su intervención en el desposorio de su -sobrino con D.ª Isabel de la Cueva. Ya se ha dado noticia de este -suceso en la _Introducción_. - -[310] «... Tú, Danubio, río divino, -- Envolviste en tus ondas sus -razones...» (_Elegía a la muerte de Garcilaso_, por Cristóbal Mosquera -de Figueroa, _Anotaciones_ de Herrera, pág. 39.) - -[311] _Fieras_ tiene el valor de _belicosas_, y el poeta lo dice -particularmente por los antiguos suevos, etc., pobladores de las -naciones del Danubio. (Herrera, pág. 240.) - -[312] De esta Canción hace Tamayo, notas, fol. 21, el siguiente elogio: -«Es tal, que a mi ver, no tienen todas las lenguas juntas cosa más -culta, y así, es la primera de las obras de Garcilaso, que cuando -sola quedara de tanto como tenemos que agradecer al tiempo que nos ha -conservado, como de quejarnos dél por lo que nos quitó, bastaba para -la honra de un gran varón; porque si se mira la poesía, es cuidadosa; -si la materia, importantísima; si la disposición, extremada; si la -dificultad de la mucha filosofía que en sí encierra, reducida con -suma claridad a lo que solo el ingenio capacísimo de Garcilaso podía -comprehender, no otro...» Poco menos dice Herrera en sus _Anotaciones_, -pág. 250. - -[313] El licenciado Juan López de Úbeda dice en el prólogo de su -_Vergel de Flores divinas_ (1582) que Garcilaso, Boscán, Castillejo -y otros muchos autores después de haber gastado tiempo en escribir -versos _a lo humano_, vueltos en sí, y comprendiendo la vanidad de -sus escritos, «escribieron cosas maravillosas a lo divino, como la -_Conversión_, de Boscán, que anda escrita de molde; la _Elegía al -Alma_, de Garcilaso, y ansí otras muchas». No se sabe a que elegía de -Garcilaso alude Úbeda. (Menéndez y Pelayo sospecha que acaso quiso -referirse a esta Canción cuarta, _Antología_, XIII, pág. 393.) - -[314] «_Confesado_: habiendo publicado mi mal. Este verso humilló mucho -la grandeza de esta estanza.» (Herrera, pág. 250.) Es la única alusión -de Garcilaso al dogma católico. - -[315] «Describe hermosamente aquella interna discordia y guerra en que -contrasta, reluchando, la razón, con el apetito sensual y bruto...» -(Herrera, pág. 252.) - -[316] _a la hora_ por _luego, inmediatamente_: el escribano Rodrigo de -Idoyaga, que actuó en el proceso de Garcilaso por lo del _desposorio_, -empleaba con frecuencia este giro: «dijo que estaba presto de las -complir, y para ello ir _a la hora_ a la villa de Tolosa.» «E luego _a -la hora_, visto lo susodicho, el dicho Corregidor dijo:» (Navarrete, -págs. 211 y 220.) «Él, avergonzado, conoció su yerro; pidió perdón, -que le dio _a la hora_ de buena gana, contento de sastisfacerse de su -injuria con la muestra de su valor y esfuerzo.» (Mariana, _Historia_. -Conquista de Sevilla.) - -[317] Se rindió la razón al apetito. - -[318] «Aquí moraliza la fábula de Tántalo, el cual fingen los poetas -que está en el infierno metido en el río con el agua hasta la boca, y -cuando quiere beber, le huye el agua.» (Brocense, nota 40.) - -[319] «Moraliza la fábula de Venus, que fingen los poetas que la -prendió Vulcano en una sutilísima red, tomándola en adulterio con el -dios Marte.» (Brocense, nota 41.) «Clemente Alejandrino dice en el -Libro 2.º de su _Pedagogo_, que las cadenas con que fue presa Venus... -son el oro y ornato mujeril... los aderezos, y vestidos y joyas, -señales del adulterio...» (Herrera, _Anotaciones_, pág. 256. Trató esta -fábula Ovidio en sus _Metamórfosis_, lib. IV, fáb. III.) - -[320] Escribió Garcilaso esta Canción a la _Flor de Gnido_ --D.ª -Catalina San Severino, hermana del Príncipe de Bisignano y viuda del -Duque de Traggeto-- para persuadirla a ser menos esquiva con Mario -Galeota, su cortejante, gran amigo del poeta. Hay otras opiniones, como -se verá en la nota al verso 12; pero esta, apoyada directamente en el -testimonio de D. Antonio Puertocarrero, yerno de Garcilaso, parece la -más autorizada. (Herrera, pág. 266.) De esta bellísima composición -dicen los críticos que nada le faltó si acertó con su halago a -conseguir lo que antes no pudieran los rendimientos y obsequios del -galán. (Navarrete, pág. 52.) El nombre de Mario Galeota aparece otra -vez en el Soneto XXXIII. - -[321] Este género de estrofas que Garcilaso trajo al castellano han -quedado en nuestra poética con el nombre de _liras_ por aparecer esta -palabra en el primero de los presentes versos. Entre los que siguieron -a Garcilaso escribiendo en _liras_ sus canciones, ninguno honró tanto -esta combinación métrica como el ilustre Fr. Luis de León. - -[322] Tal fue el maravilloso prodigio que obró el infortunado Orfeo en -los montes de Tracia lamentando la pérdida de su bella esposa Eurídice. -(V. notas a los versos 942, Eg. II, y 144, Eg. III.) - -[323] «En Nápoles hay un barrio que se dice _Il Seggio di Gnido_, que -es como una parte donde se ayuntan los caballeros. Allí había muchas -damas, entre las cuales una, llamada Violante Sant Severino, hija del -Duque de Soma, era servida de un amigo de Garcilaso llamado Fabio -Galeota.» (Brocense, nota 43.) Por Fabio, hijo de Vicencio Belprato, -Conde de Aversa, que sirvió a Violante San Severino, escribió Garcilaso -esta Canción, dice Tamayo, fol. 10, sin tener en cuenta la explicación -dada antes por Herrera; y de estas afirmaciones viene la duda sobre -si los interesados en esta Canción fueron Mario o Fabio, Catalina o -Violante. - -[324] En lo de _sublimes ruedas_ se debe entender _carros triunfales_. -(Herrera, pág. 268.) Si aludiese a la _rueda de Fortuna_ sería -superfluo el plural _ruedas_, como dice Tamayo, fol. 24; mas Garcilaso -habla de los Capitanes romanos y sus triunfos, y así _sublimes ruedas_ -serán los carros triunfales y sublimidad del triunfo en que aquellos -Capitanes se manifestaban al pueblo entre trofeos de sus victorias y -cautivos encadenados; «y al tiempo que los truhanes van delante de los -carros triunfales diciendo: _¡Viva, viva la invencible Roma!_, por otra -parte los pobres cautivos van, en sus corazones, diciendo a los dioses: -_¡Justicia, justicia!_...» (A. de Guevara, _Reloj de Príncipes_.) -(Razonamiento de un germano al Senado de Roma.) - -[325] Aquellos capitanes que domesticaron a los alemanes y a los -franceses fueron los romanos, domesticadores también de España. - -[326] Dice bien Herrera, pág. 266, que lo de ver una alusión al nombre -de Violante, en _convertido en viola_, y negar por ello que esta -Canción fuese escrita a D.ª Catalina, «es conjetura muy flaca y de poco -fundamento». La conjetura es del Brocense, nota 43. - -[327] Venus apareció en el mar flotando en una concha. _A la concha -de Venus amarrado_, es alusión al apellido _Galeota_, como si dijera -_galeote_, forzado de la _galera_ de Venus. En esto están de acuerdo el -Brocense, nota 43, y Herrera, pág. 269. - -[328] _Palestra_: «En la habla griega significa _lucha_. Halló la -palestra Mercurio, y su invención dice Filostrato que fue en Arcadia; -y por ser el autor della, fingieron que era su hija.» (Herrera, -_Anotaciones_, 269.) Garcilaso dice _la polvorosa palestra_, por el -lugar o sitio donde se lucha. - -[329] De estos versos se deduce que el cortejante de la _Flor de Gnido_ -era poeta; y, al efecto, dice el Brocense, nota 43, que «entre las -rimas de diversos poetas hay una elegía de Fabio Galeota a Violante, -que comienza: _Andrete senza me, chara Violante_...» Tal noticia -defiende mucho a _Fabio_ en cuanto a la propiedad de esta Canción de -Garcilaso; mas, por lo que toca a _Mario_, candidato de Herrera, siendo -joven, cortesano, galanteador y amigo de nuestro poeta, en tiempos en -que tanto se estimaba la poesía en los palacios, no es difícil suponer -que también escribiría versos. - -[330] «Este lugar muchos le han querido enmendar por no entenderle; -quiere decir: No debe ser notada una dama de ingrata, pues no tiene -otra falta.» (Brocense, nota 43.) «No debe merecer nombre de ingrata -quien carece de todos los demás vicios.» (Herrera, 270.) - -[331] «Esta fábula cuenta largamente -- Ovidio, _Metam._, lib. XIV, -fáb. XIII. En suma es que Ifis andaba muy enamorado de Anaxárite, y no -pudiéndola enternecer a sus plegarias, amaneciole un día ahorcado a la -puerta. Y ella, como le vio, quedose helada y fue vuelta en mármol.» -(Brocense, nota 43.) Está traducida por D. Diego de Mendoza, en coplas -españolas, en la carta que empieza: «Amor, amor que consientes -- que -los días se me alarguen...» (V. _Auts. Esps. Poetas líricos de los s. -XVI y XVII_, pág. 73.) - -[332] _Por las venas la sangre iba_... Los comentadores de Garcilaso -han creído hallar en estos versos una noticia de la circulación de la -sangre, anterior a las alusiones del español Servet y a la explicación -científica del inglés Hervey. - -[333] «Es _Némesis_ la venganza divina que castiga los soberbios y sus -arrogancias.» (Herrera, 273.) - -[334] El primero que aclimató el soneto en España fue Boscán; Garcilaso -acabó de perfeccionar su estructura. Antes que ellos, el Marqués de -Santillana escribió sonetos castellanos, pero su ensayo no fructificó. -Sobre esto véase M. Menéndez y Pelayo, _Antología_, XIII, págs. 227-232. - -[335] Lope imitó ceñidamente este soneto en el primero de sus _Rimas -Sacras_, y el Duque de Sesa túvolo por modelo cuando en otro soneto, -«con puntas de festivo, pero con ribetes de melancólico», lamentó la -ruina de su hacienda. (V. F. Rodríguez Marín, _Barahona_, pág. 68.) - -[336] Es caso tan lastimoso acuchillar a un rendido que el amante -pudo fiar en esta imagen para mover su dama a compasión. Asimismo -dijo Torres Naharro: «¿Cuál honra te pudo ser -- Dar lanzada a moro -muerto...» (Herrera, pág. 82.) - -[337] Resulta corto este verso, llanamente pronunciado. -Herrera le impone una diéresis violenta: _Y_-_en_-do-me -a-le-jan-do-ca-da-dí-a. Tamayo le antepone una sílaba: Y-yen-do-me -ale-jan-do... Remedio más sencillo parece deshacer la sinéresis -del verso que uno y otro conservan en medio del verso, midiendo: -Yen-do-_me_-_a_-le-jan-do-ca-da-dí-a. A esto da derecho la libertad -con que los clásicos usaron de la diéresis y de la sinéresis, como -se ve en Lope: _Se_-_a_-jus-to o-no-sea-jus-to; y en Góngora: -E-llas-po-nían-el-de-dal; Y-yo-po-ní-a-la a-gu-ja. (V. Rodríguez Marín, -l. c. en la nota, Eg. II, v. 15.) - -[338] Dice el poeta que consolaría su amargura volviendo a ver a -su dama, ¡teniendo siquiera la esperanza de volverla a ver!; fuera -de esto, solo aguarda consuelo en la muerte; mas tan desgraciado -se considera, que cree que ni la misma muerte le ha de hacer la -misericordia de llevárselo --tan pronto como quisiera él--. Este mismo -pensamiento puso Fernando de Cangas en una copla citada por Herrera -en sus _Anotaciones_: «Y si es remedio a mi pena -- Morir por causa -tan buena -- Yo sé que no moriré; -- Porque no mereceré -- Gozar de -gloria tan llena.» El ilustre Azara dice que Garcilaso puso en los seis -últimos versos de este soneto «una antítesis ridícula, esto es: que -morirá si ve o no ve a su dama.» No es cierto: el poeta no dice _que -morirá si ve a su dama_; todo lo contrario. - -[339] Tras de la tempestad viene la calma. «Con lluvia y noche scura ---Si el cielo se escurece, él se serena. -- No si falta ventura -- -Agora ha de durar siempre la pena.» Horacio. (V. Brocense, nota 5.) - -[340] Las amarguras de la ausencia inspiraron a Garcilaso, además del -presente soneto, los núms. III, IX, XIX, XX y XXXVI. Del presente y -del IX sospechó Tamayo, fols. 7 y 8, que debieron ser escritos en la -isla del Danubio, donde el poeta estuvo desterrado. Esto mismo puede -sospecharse del núm. XI. - -[341] En este pasaje y en la Canc. IV, v. 6, da Garcilaso a la frase -_traer por los cabellos_ un valor distinto de su uso corriente. Dice -traer por los cabellos de la violencia con que es aportado al discurso -algún argumento, autoridad o consecuencia: «puesto que los refranes -son sentencias breves (dijo Don Quijote a Sancho), muchas veces los -traes tan por los cabellos que más parecen disparates que sentencias»; -pero Garcilaso no se refiere al discurso, sino a la violencia moral de -ser una persona arrastrada involuntariamente a una determinada acción. -_Tornado_, vuelto, era ya para Herrera voz envejecida y desusada. - -[342] Conocer lo mejor y, sin embargo, seguir lo peor es dejar triunfar -la pasión sobre el pensamiento, el apetito sobre la voluntad, y esto -es tan humano y tan frecuente, que se encontrará repetido en muchos -poetas; Herrera cita ejemplos de Ovidio, Petrarca, Chariteo, Salvago, -Rebeiro y Hurtado de Mendoza. - -[343] Empleamos hoy _quien_, _quienes_, cuando el relativo se refiere a -persona o cosa personificada; pero el uso antiguo lo empleaba también -algunas veces como relativo de cosa: «Quiérote contar las maravillas -que este transparente alcázar solapa, de _quien_ yo soy el alcaide...» -(Cervantes.) Por ligero tinte de personificación que a una cosa se -atribuya, como en este verso ocurre con _inclinación_, cabe el uso -de _quien_, según se puede ver en Rioja, Ercilla, Jovellanos, Alcalá -Galiano, etc. (V. Andrés Bello, _Obras completas_, tomo IV, Madrid, -1903, págs, 179-182.) - -[344] El pensamiento de este soneto es muy común entre los poetas. El -amante libre de pasados amores y de sus amarguras, jura no volver por -tales pasos; pero se le ofrece una nueva ocasión, un amor _que no es -como los otros ni está en su mano poderse valer contra él_, y el poeta -rinde su corazón una vez más. - -[345] Esta antigua costumbre, de la cual hablan Virgilio, Horacio, -Tasso y otros muchos poetas, no se ha perdido aun entre los marineros, -y particularmente la conservan los pescadores. - -[346] _Como_, no me parece aquí correlativo de _tal_, leo así: «Yo, -_como_ vano e incauto había jurado nunca más meterme, etc...» - -[347] _al camino_ por _en el camino_; este uso de _al_ se conserva aún -como provincialismo: «Ricardo no estuvo al baile; le encontré al arco -del Alcázar.» (Ávila.) - -[348] _como perdidos_: ciegamente como locos. (V. Canc. I, verso 12.) - -[349] _turo_ de _turar_: durar, permanecer. En los valles del Pirineo -aragonés es aun corriente esta palabra en la forma de _aturar_: -«_atúrame exas crabas_:=» detenme esas cabras. - -[350] tamaño, _tam magnus_, quiere decir propiamente _tan grande_, pero -aquí no con valor comparativo, sino absoluto, como cuando decimos: no -se puede vivir en clima _tan frío_. Del uso de esta palabra en este -verso han hablado largamente Herrera, _Prete Jacopin_ y Tamayo de -Vargas, y un buen comentario de ello se encuentra en Rodríguez Marín, -_Luis Barahona de Soto_, pág. 680-681. - -[351] «Este soneto es, sin comparación, el más dulce y suave de los de -Garcilaso.» (Azara.) - -[352] «Acordábase el Cisne que sus plumas habían vestido más color de -fuego que de nieve... que su corazón había quemado muchas veces las -alas en torno de unas luces mentidas... y comenzó a llorar lo que antes -había cantado; porque derribando de su memoria las imágenes que habían -ocupado sus aras, deshojando esperanzas y prendas antiguas, decía -inspirado de mejor Numen: _¡Oh, dulces prendas por mi mal halladas!_» -(Cienfuegos, _Vida del Grande San Francisco de Borja_, Madrid, 1726, -pág. 52.) - -[353] También Herrera en un soneto decía al Betis: «... destilado --Iré -en tu curso largo y extendido, -- en llanto desatado -- Seré en tus -blancas manos recogido.» (_Anotaciones_, pág. 129.) - -[354] Dicen que fue Dafne una hermosísima hija del río Perseo, de -Tesalia, y que encendido Apolo en amor loco, la seguía, perdido por -ella; y ya que la iba alcanzando, suplicó Dafne a la Tierra, su madre, -que la recogiese en sí, librándola de aquel trance, y la tierra escuchó -su voto y transformó a la doncella en un bello laurel, al pie del cual -tanto ha llorado Apolo su imposible amor, que con sus lágrimas mantiene -al laurel siempre verde y lozano. (Ovidio, _Metam._, lib. I, fáb. X.) - -[355] El símil de la madre y el hijo doliente contenido en estos -primeros versos, hállase también rimado por Boscán y Hurtado de -Mendoza, y procede, según el Brocense, nota 16, y Menéndez y Pelayo, -_Antología_, XIII, 302, del gran poeta del amor, Ausías March: «Li’n -pren aixi com dona ab son infant, -- Que si veri li demana plorant, ---Ha tant poch seny que no l’sab contradir.» (_Cants d’Amor_, XXVIII.) - -[356] Recuerda en estos versos el prodigio del amoroso llanto de Orfeo, -por manera semejante a como se lee en las dos primeras liras de la -Canción _A la Flor de Gnido_. - -[357] Hizo Garcilaso este soneto como epitafio a la sepultura de su -hermano D. Fernando, que murió de pestilencia en Nápoles, de edad de -veinte años, hallándose en el ejército del Emperador Carlos V contra -los franceses. - -[358] Ese fiero ruido que quiere imitar el estampido del rayo que -Vulcano labró en las fraguas del Etna para el padre Júpiter, es el -ruido de la artillería, «cruelísimo linaje de máquina militar que -llamaron _bombarda_, del estruendo y ardor, y nosotros _lombarda_... -Pero no eran estas como las de ahora, sino más cortas y más gruesas, -que por ventura debían ser las piezas que hoy llaman _morteros_.» -(Herrera, págs. 149-150.) - -[359] _Parténope_ es la ciudad de Nápoles, como queda dicho en la Eleg. -II, v. 38. - -[360] «Por ventura fue este numeroso y bellísimo y afectuoso soneto -escrito a Julio César, poeta napolitano, de la nobilísima casa -Caraciola de aquel reino.» (Herrera, página 184.) - -[361] Garcilaso, partiendo de Nápoles, parece ser que había ido -precisamente adonde vivía la dama de Julio, y Julio había quedado en -Nápoles, donde vivía la dama de Garcilaso; uno y otro, pues, podían -cambiarse _nuevas_, noticias, de sus damas respectivas. ¿Por qué ha -de ser _ridículo de puro exquisito_, este modo de explicarse? Azara -es algo descontentadizo: Garcilaso no escribió este soneto para -nosotros, sino para Julio, que estaría bien enterado de los pormenores -de su asunto, y que, por consiguiente, no había de tropezar en las -dificultades de que Azara protesta. - -[362] Una ausencia de la dama del poeta le inspiró las quejas del -presente soneto. - -[363] En un ejemplar antiguo que manejó el Brocense, nota 24, leíase -_largueza_ en vez de _guerra_, palabra que, a mi juicio, aclara más -el pensamiento del poeta, el cual, acongojado por la partida de su -dama, abrázase a su propia pena, deseando atajar así la _largueza_ del -camino, es decir, deseando abreviar su vida. - -[364] «Este soneto fue escrito a D. Pedro de Toledo, Marqués de -Villafranca y Virrey de Nápoles; aunque algunos piensan que a D. Alonso -de Ávalos, Marqués del Vasto, grande amigo de Garcilaso.» (Herrera, -pág. 168.) - -[365] «El argumento de este soneto es caso particular, y por eso -difícil de inteligencia. Parece que yendo a ver a su señora, que tenía -descubiertos los pechos, el poeta puso los ojos en ellos, alargándose -en la consideración de la belleza del alma, aunque el duro encuentro -de la hermosura corporal impidió su intento, y compelió a olvidar su -primer pensamiento y parar en la belleza exterior.» (Herrera, pág. 170.) - -[366] La precedente explicación pareció a Herrera más acertada que -las demás conjeturas que se le ocurrieron, y en esto coincidió con -el Brocense, el cual decía de este primer terceto, que la dama, -pesándole de que el poeta le hubiese visto el pecho, «acudió con la -mano a cubrillo y hiriose, con algún alfiler de la beatilla, en él». -(Nota 25) Tamayo, fol. 11, se muestra conforme con esta interpretación -más _material que espiritual_; sin embargo, Azara dice que «las -circunstancias con que lo visten Herrera y Sánchez son conjeturas que -no satisfacen». - -[367] _gonna_: ropa larga de mujer, a manera de bata. El poeta, -considerando la picadura del alfiler como golpe de saeta de amor, -se duele de que su herida _no hubiese pasado más allá de la gonna_. -Este verso «del Petrarca, Canc. IV, Stanc. II, reprehenden, por ser -introducido entre los castellanos; más engáñanse, no considerando -que debía de ser este soneto para alguna señora de Italia, donde tan -favorecido vivió Garcilaso, fuera de que no es cosa vituperable cuando -se toman estos versos de hombres insignes»... (Tamayo, notas, fol. 11.) - -[368] Dice la Pipota en _Rinconete y Cortadillo_: «Holgaos, hijos..., -que vendrá la vejez y lloraréis en ella los ratos que perdisteis en -la mocedad, como yo los lloro»; que no es otra cosa sino lo que dijo -Ausonio en su famoso epigrama: «Collige, virgo, rosas...», mil veces -repetido y parafraseado por los poetas españoles y extranjeros (V. -ejemplos en Herrera, _Anotaciones_, págs. 175, 186, y F. Rodríguez -Marín, _Barahona_, págs. 295-297 y 628-630), y asimismo, lo que una -vieja de antigua edad aconsejaba a la bella Melisenda, encendida en -amores del Conde Ayuelos: «Mientras sois moza, mi hija, -- placer vos -querades dar -- que si esperáis a vejez -- no vos querrá un rapaz.» -(R. Menéndez Pidal, _El Romancero Español_, The Hispanic Society of -America, 1910, pág. 26.) - -[369] «Este soneto fue escrito a la Marquesa de la Padula, D.ª María de -Cardona, hija del Marqués D. Juan de Cardona... Fue su esposo D. Artal -de Cardona, Conde de Colisano... Después casó en el año de 1538 con D. -Francico de Este, hermano del Duque de Ferrara. Por ella escribió Mario -de Leo el _Amor preso_, y a ella dedicó el Gesualdo sus _Comentos_ en -Petrarca. Fue muy discreta y valerosa, inclinada al conocimiento de -la historia y poesía, y aunque no muy hermosa, tuvo mucha gracia y -donaire.» (Herrera, pág. 187.) - -[370] Se ha hecho clásico este elogio de llamar _décima Musa_ a una -dama docta, como _cuarta Gracia_ a una dama bella, siendo nueve las -Musas, _las moradoras del Parnaso_, y las Gracias, tres; D. Adolfo -de Castro llama a doña Cristobalina Fernández de Alarcón décima musa -antequerana (_Auts. Esps. Poetas Líricos de los siglos XVI y XVII_, -Madrid, 1854, tomo I, pág. 31), y el Sr. Rodríguez Marín (_Luis -Barahona de Soto_, Madrid, 1903, pág. 425), a propósito de D.ª Rosalía -de Castro, dice también «la dulce Rosalía, décima musa del Parnaso de -España, y no primera, sino única, del gallego». - -[371] Luis Tansillo (¿1510?-1568), poeta italiano, autor del malicioso -poema _Il Vendemmiatore_, que la Inquisición condenó, y de _Le -Lagrime di San Pietro_. Estuvo con Garcilaso en la expedición a -Túnez. --Antonio Sebastián Minturno, obispo y literato italiano († -1574), que escribió varias poesías y libros de erudición. -- Bernardo -Tasso, (1493-1569), poeta italiano también, Secretario del Príncipe -de Salerno, cantor de la bella Ginebra Malatesta, amante de Tulia de -Aragón y padre del famosísimo _Cisne de Sorrento_, que escribió la -_Jerusalén conquistada_ y la _Aminta_. Bernardo Tasso fue autor del -poema _Amadigi_ (Amadís de Gaula). - -[372] Helicona por Helicón. Monte de Grecia consagrado por los poetas -como el Pindo y el Parnaso; en él tenían su morada Apolo y las Musas. - -[373] Habla el poeta junto a la sepultura de su dama. - -[374] Este soneto, por su honda melancolía y por la llaneza de su -forma, me parece uno de los mejores de Garcilaso. Es un lamento lleno -de amargura. Los que le han censurado cuando sutiliza y alambica a la -manera italiana, no debieran haber callado su elogio en este lugar. - -[375] El poeta, experimentado en amarguras, había jurado nunca más -amar, pero una sirena napolitana cautivó su espíritu, soneto VII; dio -cuenta a Boscán del principio de esta aventura en el soneto XXVIII, -guardando, respecto a quien fuese la dama, absoluta reserva; esto -pudo ocurrir a fines de 1532; el poeta no era ya un mancebo, pero se -enamoró con loco encendimiento, y rindiose apasionadamente a la sirena -misteriosa, soneto V; un feliz descuido del tocado, soneto XXII, le -arriesgó a un consejo malicioso, soneto XXIII, y, al mismo tiempo, -lamentaba rigores, cuidados, arrepentimientos y sospechas, sonetos -XV, XX, XXVII, XXX y XXXI. Llegó la empresa de África: el poeta, -desde Túnez, duélese de su ausencia, soneto XXXV; y desde Sicilia, a -su regreso, confía a Boscán sus inquietudes, temeroso de olvidos y -mudanzas, Elegía II. Volvió el poeta a Nápoles, hacia septiembre de -1535; su dama no le había sido infiel, pero había muerto, o acaso murió -poco después de su llegada; en los sonetos XXV y XXVI hay un hondo -dolor, un dolor verdadero; un año después murió el poeta. Tal pudo -ser, en fin, esta historia sencilla y sentimental. Una duda: estos dos -últimos sonetos pueden ser también a la muerte de D.ª Isabel Freyre. -(V. Eg. I., v. 2, nota.) - -[376] «Niega Morel-Fatio (_L’Espagne au XVIe et au XVIIe siècle_, pág. -602) que este soneto, imitado de Ausías March, pueda ser de Garcilaso, -porque este no se hubiera atrevido a truncar el endecasílabo, y le -atribuye a Boscán o D. Diego de Mendoza. Pero es cierto que Garcilaso, -en la Canc. II, usa con insistencia los versos agudos (véase la nota -a la Canc. II, v. 68), y nada tiene de particular que los emplease -imitando unos versos de Ausías, puesto que el original catalán los -tiene también. Hay de este soneto una refundición en que los agudos -se han convertido en graves (publicada por Knapp, por Morel y por -Walberg, notas a Juan de la Cueva, pág. 91), según copias distintas: -_Amor, amor, me ha un hábito vestido_. Esta refundición lleva en los -manuscritos el nombre de Mendoza. Hay, finalmente, otra refundición, -también sin agudos, de que se valió el Brocense en su edición de -Garcilaso. D. Diego de Mendoza imitó el mismo pasaje de Ausías en una -canción.» (M. Menéndez y Pelayo, _Antología_, XIII, pág. 221, nota.) - -[377] _salvatiquez_, en italiano _selvatichezza_. La _e_ de la -primera sílaba de _selvatiquez_ se ha transformado en _a_, por -asimilación de la _a_ siguiente, por influencia de la forma vulgar -_salvaje_ (silvaticu), o por ambas causas; casos análogos: _balanza_ -(bilance), _zarcillo_ (circellu), ant. _cercillo_, etc. (V. R. Menéndez -Pidal, _Gram. Hist._, Madrid, 1905, § 18-3.) También otro cultismo: -_parálisis_, dejose influir por la forma vulgar _perlesía_, dando -origen a _paralisía_. (_Bulletin de Dialectologie romane_, Bruxelles, -1909, pág. 126.) - -[378] Leandro, para ver a su amante Hero, atravesaba de noche, a -nado, el Helesponto. Hero le orientaba desde su torre con la luz de -una antorcha. La posibilidad del viaje de Leandro fue demostrada -experimentalmente por Lord Byron, atravesando a nado aquel estrecho, -entre Sestos y Abidos, en 31 de mayo de 1810, según él mismo refiere en -una nota del canto 2.º de _Don Juan_. Una noche de tempestad apagose la -luz; Leandro, perdido entre bravas olas, murió ahogado, y Hero murió -también al descubrir desde la orilla su cadáver. De la historia de este -bello asunto en nuestra literatura ha hecho un magnífico estudio el Sr. -Menéndez y Pelayo en su _Antología_, tomo XIII, págs. 334-378. - -[379] _esecutá_ por _ejecutad_. (V. nota al v. 253 de la Eg. II.) La -pérdida de la _d_ final en la pronunciación de los imperativos _vení_, -_poné_, _mirá_, etc., nació, sin duda, en el lenguaje familiar; este -valor tiene el testimonio de Santa Teresa (_Las Moradas_, ed. _Clásicos -Castellanos_, Madrid, 1910, pág. 43, nota 16), aparte de la tradición -de dicho fenómeno conservada en la Argentina: _cantá_, _hacé_, y en la -lengua literaria ante el pronombre _os_: _andaos_, _salíos_ (excepto -_idos_); pero los clásicos, desde Garcilaso, adoptaron también aquella -pronunciación, y pusiéronla en moda: «Andá, señor, que estáis muy mal -criado.» (V. Bello-Cuervo, _Gramática_, París, 1907, § 614; R. Menéndez -Pidal, _Gram. Hist._, § 107-2.) - -[380] _contrastado_: resistido. - -[381] _poner_ por _deponer_, rendir las armas. - -[382] _despojos_: las armas del vencido y demás restos de la derrota de -que se rodeaban los victoriosos en sus carros triunfales. (V. Canc. V, -v. 17.) - -[383] Endecasílabos de _muiñeira_, propuestos, como endecasílabos -malos, por no tener los acentos en su sitio, para ingresar en la sala -segunda del _Hospital de los versos incurables_, fundado por D. Eduardo -Benot en su _Prosodia castellana y versificación_, tomo III, págs. -154-249: - ---Oh, crudo nieto, que das vida al padre-- - ---Ora clavando del ciervo ligero. --Eg. II, v. 194. - ---Cómo pudiste tan presto olvidarte. --Eg. II, v. 578. - ---Hace tremer con terrible sonido. --Hurtado de Mendoza. - ---¡Qué! ¿no te acuerdas de cuando cantando? --Barahona. - ---Se la mia vita dall’ aspro tormento. --Petrarca. - ---Gran Cardinal di la Chiesa di Roma. --Ariosto. - -(V. F. Rodríguez Marín, _Barahona_, pág. 425.) - -[384] Supónese esta genealogía: El espíritu engendra el amor, y del -amor, en maridaje con la envidia, nacen los celos; estos, que son el -_monstruo_ parido por la envidia, son _el nieto cruel_ que encendiendo -el amor matan el alma --dan vida al padre y matan al abuelo. - -[385] «Hermosísima alegoría por todo el terceto, y no sé si se hallará -en la lengua latina otra más ilustre y bien tratada que esta.» -(Herrera, _Anotaciones_, pág. 209.) - -[386] _A Mario Galeota._ Soneto núm. XXXV en las ediciones de Azara y -Castro. Expedición a Túnez contra Barbarroja. El 14 de julio de 1535, -el ejército del Emperador se apoderó del fuerte de la Goleta, y estuvo -en aquella empresa Garcilaso con su hermano D. Pedro Laso, el Marqués -de Lombay, D. Diego Hurtado de Mendoza y otros muchos caballeros -ilustres. Doce guerreros, Garcilaso entre ellos, se atrevieron a -acometer ochenta caballos númidas que les provocaban; fue el aprieto -grande; nuestro poeta fue socorrido por Federico Carraffa, napolitano, -y por el César en persona, que sabiendo el peligro en que se encontraba -le ayudó con sus hombres y peleó a su lado. Garcilaso salió herido de -dos lanzadas, en la mano diestra y en la cara; esta le interesó la -lengua, dejándole cierto defecto de pronunciación que le agraciaba. -(Cienfuegos, _Vida del Grande San Francisco de Borja_, pág. 50; -Navarrete, págs. 62, 65 y 66.) - -[387] Alude a la leyenda de la famosa espada que Dionisio I, tirano de -Siracusa, hizo colgar, suspendiéndola de un cabello, sobre la cabeza de -Damocles, en tanto que le rodeaba de todo el regalo y la suntuosidad -de un rey, para dar a entender a aquel cortesano cuán poco envidiables -eran las grandezas que tanto le elogiaba, teniendo que gozarlas bajo -la constante amenaza de un peligro mortal: el odio, la envidia, la -ambición. - -[388] Como esto es lo que dijo D. Diego Hurtado de Mendoza en su carta -IX, tercetos 33-36, dirigida a don Diego Laso (_Auts. Esps. Poetas -líricos de los siglos XVI y XVII_, Madrid, 1854, tomo I, pág. 65): - - «Dulce ver es de tierra un bravo viento... - No porque el mal ajeno te contente, - Mas porque, en la verdad, es dulce cosa - Carecer del dolor que el otro siente...» - -Garcilaso y Mendoza, según Herrera, imitaron aquí a Lucrecio. -(_Anotaciones_, pág. 211.) - -[389] _A Boscán, desde la Goleta._ Soneto núm. XXXIII, en Azara y -Castro. Por lo que Garcilaso dice en estos últimos versos de este -soneto, se ha supuesto que debió tener alguna aventura galante en -la Goleta, durante la curación de sus heridas (Cienfuegos, _o. c._, -lib. II, pág. 50; Navarrete, pág. 66, nota 1); me parece que no hay -suficiente fundamento para esta conjetura; el 14 de julio, con la -toma de la Goleta, o acaso después, en alguna escaramuza, fue herido -Garcilaso, el 20 se sometió Túnez, y el 12 de agosto regresaron -las tropas a España; ciertamente, en menos de un mes que Garcilaso -estuvo en la Goleta, y con heridas que le tuvieron _a los umbrales -de la muerte_ (Navarrete, pág. 65), ¿qué aventuras galantes había de -tener?... más lógico es relacionar estas quejas de su alma _temerosa_ -y estas incertidumbres de sus esperanzas, con los temores y las -incertidumbres de que pocos días después hablaba a Boscán en la Eleg. -II, por la suerte que en su ausencia hubiera podido seguir el _nido_ -que su corazón había dejado en Nápoles. - -[390] Hasta aquí llegan los sonetos en Herrera; los seis últimos, -desde el XXX inclusive, los admitió como auténticos por opinión común -y por afirmación de D. Antonio Puertocarrero, yerno de Garcilaso; pero -desechó los tres siguientes por no parecerle tan segura su autenticidad -(_Anotaciones_, pág. 206); yo pongo también estos siguiendo una -costumbre establecida; conservo estrictamente el texto del Brocense, -_Opera Omnia_, Genevae, 1766, tomo IV. - -[391] De este soneto, como del XXXII y XXXVIII, decía el Brocense «que -se tienen por de Garcilaso, de un libro de mano». - -[392] Tamayo admite este soneto como auténtico; el Brocense lo -considera dudoso; Herrera y Azara lo rechazan, y Castro lo tiene por -indigno de Garcilaso. Verdaderamente, con tan desdichado juego de -_sentir_, _siento_, _sienta_, _sentillo_ y _sello_, su autor acertó a -decir poco de provecho; tal vez no es sino un pobre soneto advenedizo, -que debe su fortuna al desconocido editor de aquel libro de mano en que -lo encontró el Brocense, figurando entre las demás composiciones de -Garcilaso como hijo de la misma mano. - -[393] Estas pocas composiciones al estilo antiguo de Castilla, acaso -no fueron las únicas que escribió Garcilaso, pero la ruina que alcanzó -seguramente a todas las poesías de nuestro poeta, por causa de su -orfandad, debió señalarse en las de este género, como más humildes -y menos estimadas. Herrera no las acogió en su edición. Los versos -cortos, ante la magnificencia del endecasílabo italiano, vinieron a -creerse incapaces de conceptos graves, y por esto, y por ser vicio -común dar más estima a las cosas extrañas que a las nuestras, cayeron -en menosprecio. (Tamayo, fols. 80-82.) Según Castro, esta primera -Canción lleva en un manuscrito de Iriarte el siguiente epígrafe: _A -doña Isabel Freyra, porque se casó con un hombre fuera de su condición._ - -[394] En otras ediciones lleva este epígrafe: _A una partida_. - -[395] Epígrafe: _Traduciendo cuatro versos de Ovidio_. - -[396] «A una señora que andando él y otro paseando, les echó una red -empezada y un uso comenzado a hilar en él, y dijo que aquello había -trabajado todo el día.» En el citado manuscrito de Iriarte, según -Castro, decía: _A D.ª Mencía de la Cerda que le dio una red y díjole -que aquello había hilado aquel día._ - -[397] «Glosa de Garci-Lasso sobre este villancico», dice el Brocense; -el villancico solo lo forman los tres primeros versos, y dice Castro -que, según se ve en las obras de Boscán, esta copla fue escrita a D. -Luis de la Cueva porque bailó en palacio con una dama que llamaban la -Pájara. Boscán, el Duque de Alba y otros muchos caballeros escribieron -a propósito del mismo asunto. - -[398] «En un códice de poesías varias que perteneció al célebre -anticuario aragonés D. Vicencio Juan de Lastanosa, y más tarde a los -Iriartes, se leen estas redondillas: _A Boscán, porque estando en -Alemaña danzó en unas bodas_.» Las publicó Gayangos, notas a Ticknor, -tomo II, pág. 488. El Sr. Menéndez y Pelayo, _Antología_, XIII, pág. -479, supone que Boscán debió ir a Alemania acompañando al Duque de -Alba, como Garcilaso, cuando el socorro de Viena, 1532, aunque el poeta -no le menciona en la descripción que de aquel viaje dejó en la Eg. II. - -[399] Esta carta escribió Garcilaso de la Vega en 1533, hallándose en -Barcelona como emisario del Virrey de Nápoles; sirve de prólogo a la -traducción de _El Cortesano_ hecha por Boscán, y es la única muestra -que la áurea pluma de nuestro poeta dejó de la excelencia de su prosa. -D.ª Jerónima Palova de Almogávar, parienta, acaso de Boscán, a juzgar -por el segundo apellido, es la misma a quien este dedicó su libro. -Sigo el texto dado por D. Tomás Tamayo de Vargas en su edición de -_Garcilaso_, Madrid, 1622. El Brocense, Herrera, Azara y Castro no -publicaron esta carta. - -[400] «Andando yo en estas dudas, Vuestra Merced ha sido la que me -ha hecho determinar, mandándome que le tradujese; y así todos los -inconvenientes han cesado, y solo he tenido ojo a serviros.» (Boscán, -_Carta-dedicatoria a D.ª Jerónima Palova_.) - -[401] «Mas como estas cosas me movían a hacello, así otras muchas me -detenían que no lo hiciese, y la más principal era una opinión que -siempre tuve de parecerme vanidad baja y de hombres de pocas letras -andar romanzando libros; que aun para hacerse bien vale poco, cuanto -más haciéndose tan mal que ya no hay cosa más lejos de lo que se -traduce que lo que es traducido... viendo yo esto, y acordándome del -mal que he dicho muchas veces de estos romancistas (aunque traducir -este libro no es propiamente romanzalle, sino mudalle de una lengua -vulgar en otra quizá tan buena), no se me levantaban los brazos a esta -traducción.» (Boscán, _ibid._) - -[402] Y aun antes de que viniese a manos de Boscán, puesto que -Garcilaso fue quien lo envió a su amigo desde Italia: «No ha muchos -días que me envió Garcilaso de la Vega, como Vuestra Merced sabe, este -libro llamado _El Cortesano_, compuesto en lengua italiana por el Conde -Baltasar Castellón.» (Boscán, _ibid._) - -[403] El famoso autor de _Il Cortegiano_, Baltasar Castiglione, nació -en tierra de Mantua, el 6 de diciembre de 1478, y murió en Toledo -el 2 de febrero de 1529, siendo Nuncio en España del Papa Clemente -VII, en cuyo tiempo las tropas imperiales saquearon a Roma. El Conde -Castiglione «fue hombre de armas y hombre de corte, aventajado en todos -los ejercicios y deportes caballerescos, maestro en el arte de la -conversación y en todo primor de urbana galantería; profesor sutil de -aquella filosofía de amor que la escuela platónica de Florencia había -renovado doctamente; curioso especulador de la belleza en los cuerpos, -en las almas y en las puras ideas; conocedor fino en las artes del -diseño; amigo y consejero de Rafael, en quien parece haber inoculado -su propio idealismo estético; pensador político y ameno moralista; -poeta lírico y dramático y organizador de fiestas áulicas: todas estas -cosas era Castiglione, sin sombra de pedantismo, con aquella cultura -íntegra y multiforme, con aquella serena visión del mundo que renovaba -los prodigios de la antigüedad en algunos espíritus selectos del siglo -XVI». (M. Menéndez y Pelayo, _Antología_, XIII, págs. 80-81.) Primera -edición de su obra: _Il Libro del Cortegiano_ | _del Conte Baldesar_ | -_Castiglione_ (Escudo del impresor con el áncora aldina.) Colofón: _In -Venetia, nelle case d’Aldo Romano, et d’Andrea d’Asola_ | _suo Suocero -nell’ anno MDXXVIII_ | _del mese d’aprile_. La más sabia edición y -comentario: _Il Cortegiano del Conte Baldesar Castiglione, annotato e -illustrato da Vittorio Cian. Firenze, Sansoni, 1894_. - -[404] _Libros que matan hombres_; ¿aludirá a los de Caballerías? Sería -de notar tan temprana protesta. - -[405] «Yo no terné fin en la traducción deste libro a ser tan estrecho -que me apriete a sacalle palabra por palabra; antes, si alguna cosa en -él se ofreciere, que en su lengua parezca bien y en la nuestra mal, no -dejaré de mudarla o de callarla.» (Boscán, _ibid._) - -[406] «El sujeto del libro es tal, y su proceso tan bueno, que quien -le leyere será muy delicado si entre tantas y tan buenas cosas no -perdonare algunas pequeñas, compensando las unas con las otras.» -(Boscán, _ibid._) - -[407] Publicó Boscán su traducción en 1534: _Los cuatro libros del -Cortesano, compuestos en italiano por el Conde Baltasar_ | _Castellón, -y agora nuevamente traducidos en len_ | _gua castellana por Boscán_. -(Escudo de las armas reales.) _Con privilegio imperial por diez -años._ Colofón: _Aquí se acaban los cuatro libros del Cortesa_ | _no, -compuestos en italiano por el Conde Baltasar Castellon, y traducidos en -lengua castellana por Boscán, imprimidos en_ | _la muy noble ciudad de -Barcelona por Pedro Mon_ | _pezat, imprimidor. A dos del presente mes -de abril_ | _Mil y quinientos treinta y cuatro_. Fol. gót., 113 hojas. - -[408] Don Eustaquio Fernández de Navarrete, hablando de la traducción -de _El Cortesano_ dice: «Al ver la gran ventaja que su elegante y -castiza prosa lleva, no solo a los duros y penosos versos del autor -(Boscán), sino aun a la de los prólogos que acompañan sus poesías, -hemos sospechado que en esta perfección debió tener parte la mano de -Garcilaso. Este, por empeño de Boscán, estuvo presente a la última -línea, y aunque por modestia nos diga que asistió _más como hombre -acogido a razón que como ayudador de ninguna enmienda_, no cabe duda de -que sus consejos y advertencias serían de grande utilidad al traductor. -Nos dice, además, que él tomó a su cargo la copia que se remitió a D.ª -Jerónima --esto parece decir en las dos últimas líneas--; y en ella su -gusto y conocimiento de la lengua, es posible corrigiesen todo aquello -que ofendiese a sus delicados oídos, dando así a esta obra un sabor de -elegancia de que carecen las obras de Boscán.» _Vida de Garcilaso_, -Col. de documentos inéditos para la Historia de España, tomo XVI, pág. -165. Todo esto es mera conjetura, y es, a mi juicio, querer deducir -demasiado de las palabras de Garcilaso; para menguar de tal modo a -Boscán la gloria de su trabajo se necesitan pruebas más seguras; por -otra parte, la carta de Boscán, muestra cierta de su prosa, a D.ª -Jerónima Palova, está evidentemente a la altura de la de Garcilaso y no -desdice del estilo de lo demás del libro; por estas razones, acaso, el -Sr. Menéndez y Pelayo en su libro _Juan Boscán_ no hizo mención de las -sospechas de Navarrete. - -[409] «De antiguo viene la costumbre de los prólogos ajustados por mano -amiga al talle de la obra, pero pocos habrá tan galanos y discretos -como este y tan finamente justos. El fallo de Garcilaso quedó como -inapelable.» (M. Menéndez y Pelayo, _Antología_, XIII, pág. 114.) - -[410] Don Álvaro de Bazán, Capitán General de las Galeras de España, -aportó en Génova el 19 de mayo de 1536 con 3000 soldados españoles, -reclamados por el Emperador para la guerra que se preparaba contra el -rey francés. Garcilaso fue nombrado Maestre de Campo de estos soldados, -y hallándose en Génova para recibirles, escribió al Emperador la -presente carta dándole cuenta de su gestión. El Sr. Navarrete puso -al frente de su _Vida de Garcilaso_ un facsímil de esta carta que se -conserva autógrafa. Dicho facsímil transcribo conservando todos sus -detalles para que pueda tenerse más fiel idea del original. - -[411] S. C. C. M. Sacra Cesárea Católica Majestad. - -[412] El _Príncipe_ a quien Garcilaso se refiere es el famoso Capitán -Andrea Doria, de cuya autoridad dependía él por orden del Emperador. - -[413] Era embajador español en Génova el caballero don Gómez Suárez de -Figueroa. - -[414] _Nuestro Señor_ la _Sacra_ persona de _Vuestra Majestad_, etc. - -[415] _Srios_, señoríos. - -[416] En el sobre dice: _A la S. C. C. M. del Emperador Rey nuestro -Señor_. - -[417] Sigo el texto dado por Tamayo, el cual, a propósito de este -epigrama de Garcilaso, dice: «De sus versos latinos, celebrados por el -Bembo, Tansillo, Jovio y Boscán nos quedó por muestra un elegantísimo -epigrama al fin del _Caballero Determinado_ de D. Fernando de Acuña, -que es tal que no se puede mejorar en invención, elocución y gallardía.» - -*** END OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK OBRAS *** - -Updated editions will replace the previous one--the old editions will -be renamed. - -Creating the works from print editions not protected by U.S. copyright -law means that no one owns a United States copyright in these works, -so the Foundation (and you!) can copy and distribute it in the -United States without permission and without paying copyright -royalties. Special rules, set forth in the General Terms of Use part -of this license, apply to copying and distributing Project -Gutenberg-tm electronic works to protect the PROJECT GUTENBERG-tm -concept and trademark. Project Gutenberg is a registered trademark, -and may not be used if you charge for an eBook, except by following -the terms of the trademark license, including paying royalties for use -of the Project Gutenberg trademark. 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font-size:1.2em; font-weight:bold'>The Project Gutenberg eBook of <span lang='es' xml:lang='es'>Obras</span>, by Garcilaso de la Vega</p> -<div style='display:block; margin:1em 0'> -This eBook is for the use of anyone anywhere in the United States and -most other parts of the world at no cost and with almost no restrictions -whatsoever. You may copy it, give it away or re-use it under the terms -of the Project Gutenberg License included with this eBook or online -at <a href="https://www.gutenberg.org">www.gutenberg.org</a>. 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(This file was produced from images generously made available by The Internet Archive/Canadian Libraries.)</p> -<div style='margin-top:2em; margin-bottom:4em'>*** START OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK <span lang='es' xml:lang='es'>OBRAS</span> ***</div> - -<div class="front"> - <hr class="full"/> - <p><a href="#ToC">Índice general</a></p> - <p><a href="#Ipv">Índice de primeros versos</a></p> - <p><a href="#Notas">Notas</a></p> - <h1 class="faux">Obras</h1> -</div> - -<div class="transnote" id="tnote"> - <p class="tnotetit">Nota de transcripción</p> - <ul> - <li>Los errores de imprenta han sido corregidos.</li> - - <li>La ortografía del texto original ha sido modernizada de acuerdo con - las normas publicadas en 2010 por la Real Academia Española, excepto - cuando quedaba afectada la métrica del verso o el arcaísmo de la - expresión.</li> - - <li>Las notas a pie de página han sido renumeradas y colocadas al final - del libro.</li> - - <li>Nueve páginas en blanco han sido eliminadas.</li> - </ul> -</div> - - -<div class="screenonly x-ebookmaker-drop"> - <hr class="chap"/> - <div class="figcenter"> - <img class="thin" - style="width: 22em; height: auto;" - src="images/cover.jpg" - alt="Cubierta del libro"/> - </div> -</div> - - -<div class="tit pt6"> - <hr class="chap"/> - <p><span class="pagenum" id="Page_iii">p. iii</span></p> - <p class="fs200 g0">Garcilaso</p> - <hr class="chap"/> -</div> - - -<div class="tit pt3"> - <p><span class="pagenum" id="Page_v">p. v</span></p> - <div class="caja"> - <p class="fs75">CLÁSICOS CASTELLANOS</p> - <p class="sobre fs130 g1 mt15">GARCILASO</p> - <p class="smaller mt15">OBRAS</p> - <p class="sobre smaller g0 mt2">MADRID</p> - <p class="smaller asc">EDICIONES DE «LA LECTURA»</p> - <p class="fs75">1911</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt6"> - <p><span class="pagenum" id="Page_vi">p. vi</span></p> - <hr class="fil"/> - <p class="centra asc ws1">IMPRENTA DE «CLÁSICOS CASTELLANOS»</p> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch0-1"> - <p><span class="pagenum" id="Page_vii">p. vii</span></p> - <h2 class="nobreak g1">INTRODUCCIÓN</h2> -</div> - -<p>Garcilaso de la Vega nació en Toledo, año de 1503; fue -hijo segundo de D. García<a id="FNanchor_1" href="#Footnote_1" -class="fnanchor">[1]</a>, notable político de la Corte católica, y de -D.ª Sancha de Guzmán, señora de Batres; hubo en su estirpe escritores, -artistas, santos y guerreros, desde D. Pedro Laso, almirante del Rey -Alfonso <i>el Sabio</i>, hasta su hermano el mayorazgo, llamado también -D. Pedro Laso, corregidor de Toledo y capitán del partido rebelde -al comienzo de las Comunidades, cuando estas defendían sinceramente -los fueros castellanos<a id="FNanchor_2" href="#Footnote_2" -class="fnanchor">[2]</a>.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_viii">p. viii</span>Siendo Garcilaso -mozo de pocos años quedó huérfano de padre; pasó en Toledo su primera -juventud<a id="FNanchor_3" href="#Footnote_3" class="fnanchor">[3]</a>, -y cuando fue de edad para servir al César, recibiole este en la noble -guardia de su persona.</p> - -<p>«En el hábito del cuerpo tuvo justa proporción, porque fue más -grande que mediano, respondiendo los lineamentos y compostura a la -grandeza; la trabazón de los miembros igual, el rostro apacible con -gravedad, la frente dilatada con majestad, los ojos vivísimos con -sosiego, y todo el talle tal, que aun los que no le conocían, viéndole -le juzgaran por hombre principal y esforzado, porque resultaba de él -una hermosura verdaderamente viril<a id="FNanchor_4" href="#Footnote_4" -class="fnanchor">[4]</a>.»</p> - -<p>Fue un perfecto cortesano; hablaba el griego, el latín, el toscano -y el francés; manejaba las armas con gentileza; tañía el arpa y la -vihuela con rara habilidad, y en las fiestas galantes, con Boscán, -Acuña, Mendoza y Villalobos, triunfaba por su ingenio y su donaire; -llevole a la corte de Francisco I una airosa embajada de la Emperatriz; -en la deleitosa Nápoles, predilecto del virrey D. Pedro de Toledo, -sirvió al Estado en cargos<span class="pagenum" id="Page_ix">p. -ix</span> de privanza; y en cortejos y amoríos, como poeta y caballero, -rindió su tributo a las costumbres de su tiempo; dos amores, en -distintas fechas, pasaron por sus versos con singular fragancia de -sinceridad: el de <i>Galatea</i> o <i>Elisa</i>, la musa campesina de -sus églogas, muerta en la juventud<a id="FNanchor_5" href="#Footnote_5" -class="fnanchor">[5]</a>, y el de cierta dama napolitana, -sirena misteriosa, musa gentil de sus sonetos<a id="FNanchor_6" -href="#Footnote_6" class="fnanchor">[6]</a>; en 1526, acaso demasiado -joven, fue desposado con doña Elena de Zúñiga, señora muy principal, -hija de D. Íñigo, el maestresala de la Reina D.ª Isabel; en 1532, por -su complicidad en el desposorio de un sobrino suyo con D.ª Isabel de la -Cueva, sobrina del Duque de Alburquerque, desobedeciendo la voluntad de -los Reyes, estuvo algunos meses desterrado en una isla del Danubio<a -id="FNanchor_7" href="#Footnote_7" class="fnanchor">[7]</a>.</p> - -<p>Garcilaso, soldado, fue espejo de valientes; afecto al César por -educación y gratitud, se batió<span class="pagenum" id="Page_x">p. -x</span> contra los comuneros en Olías<a id="FNanchor_8" -href="#Footnote_8" class="fnanchor">[8]</a>; formó en la expedición -de los sanjuanistas en defensa de la malograda isla de Rodas, 1522<a -id="FNanchor_9" href="#Footnote_9" class="fnanchor">[9]</a>; peleó -contra los franceses en Fuenterrabía, 1523, y contra los florentinos -en Italia, 1530; tomó parte, acaso, en el socorro de Viena, amenazada -por Solimán el Magnífico, 1532, y luchó contra Barbarroja en la -caballeresca empresa de Túnez; varias veces fue herido, y las -más de ellas en el rostro; osado hasta la temeridad, se halló en -trances de muerte, y en un siglo de héroes, la fama de su valor -sobresalió hasta lo legendario<a id="FNanchor_10" href="#Footnote_10" -class="fnanchor">[10]</a>. En 1536, día 23 de setiembre, pasando -las tropas imperiales frente a la torre de Muey, a cuatro millas de -Frejus, en la Provenza, unos cuantos arcabuceros, con piedras<span -class="pagenum" id="Page_xi">p. xi</span> y venablos, molestaron a -los soldados desde los muros; en ellos abrió brecha la artillería, y -como el Emperador se extrañase de que sus peones retardaran el asalto, -picose más que nadie Garcilaso, maestre de campo de la gente que al -caso estaba más obligada, y sin casco ni coraza, solo con rodela y -espada, arremetió escala arriba temerariamente; despeñaron de lo -alto una gran piedra que, alcanzándole en la cabeza, le hizo caer -de espaldas en el foso con herida mortal; irritados sus soldados, -escalaron la torre, y el Emperador, sañoso, mandó demolerla hasta los -cimientos y ahorcar a sus defensores, «rigor desacostumbrado en el -ánimo benigno de tan gran Príncipe, que nos muestra bien el exceso -de dolor y rabia con que destrozó su alma tan trágico suceso»<a -id="FNanchor_11" href="#Footnote_11" class="fnanchor">[11]</a>; llevado -el herido a los reales de Niza, acabó sus días en 14 de octubre, a los -treinta y tres años de edad<a id="FNanchor_12" href="#Footnote_12" -class="fnanchor">[12]</a>.</p> - - -<p class="mt2">Perdiose el poeta Garcilaso antes de manifestar<span -class="pagenum" id="Page_xii">p. xii</span> plenamente el fruto de su -virtud; la guerra y la política ocuparon su actividad; gastó su vagar -en ejercicios cortesanos, y solo por deleite, por homenaje de amistad, -por discreteo galante o por desahogo de su corazón dio a las letras, -en cortas ocasiones, el regalo de sus versos. Era en su tiempo el -humanismo gala de la nobleza, privaban los poetas entre las gentes de -calidad, y los príncipes y los magnates estudiaban las obras de los -clásicos.</p> - -<p>No publicó él sus versos ni acaso se cuidó de conservarlos; -olvidados quedaron los que escribió en toscano y en latín<a -id="FNanchor_13" href="#Footnote_13" class="fnanchor">[13]</a>, -y de los castellanos, solo han llegado hasta nosotros los que la -diligencia de Boscán, su entrañable amigo, logró reunir; estos -fueron tres <i>églogas</i>, dos <i>elegías</i>, una <i>epístola</i>, -cinco <i>canciones</i> y varios <i>sonetos</i><a id="FNanchor_14" -href="#Footnote_14" class="fnanchor">[14]</a>, los cuales, dados a -la imprenta en 1543 por D.ª Ana Girón de Rebolledo, viuda de Boscán, -juntamente con los de su marido<a id="FNanchor_15" href="#Footnote_15" -class="fnanchor">[15]</a>, fueron reeditados en aquel mismo siglo hasta -veinticuatro o veinticinco veces.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_xiii">p. xiii</span>La métrica -italiana, apenas importada por Boscán, halló en Garcilaso un feliz -defensor; si erró su gusto en la <i>rima al mezzo</i>, acertó en el -<i>terceto</i> y en la <i>octava rima</i>; del <i>verso suelto</i> -solo dejó un breve ensayo; dio del <i>soneto</i> y de la <i>estancia -lírica</i> ejemplos acabados, y de su dulce <i>lira</i> tanto supo -pulir la perfección, que el mismo fray Luis no pudo aventajarle; -por su destreza técnica y su intuición poética, aventajando -extraordinariamente a sus compañeros Acuña, Mendoza y Boscán, primeros -adalides del verso endecasílabo, aseguró en España, con triunfo -prodigioso, el estilo toscano<a id="FNanchor_16" href="#Footnote_16" -class="fnanchor">[16]</a>.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_xiv">p. xiv</span>Con las nuevas -formas métricas recibimos de Italia abundantes materiales de su -Parnaso; «nuestros poetas se apropiaron, como bienes mostrencos -las ideas que —en aquellas formas— habían vertido los italianos, y -estos y los clásicos antiguos de Grecia y Roma abastecieron a la -Musa ibérica, de tal modo, que en los unos y en los otros pueden -buscarse, casi siempre con fruto, durante los dos últimos tercios -del siglo <span class="asc">XVI</span> y una buena parte del -<span class="asc">XVII</span>, las fuentes de nuestro vasto -caudal de asuntos y pensamientos poéticos. Todos imitaban, todos -traducían; trajímonos con los moldes la masa echada en ellos, y -nuestro Parnaso perdió en originalidad genuínamente española cuanto -ganó en brillantes atavíos, en amplitud de formas y en riqueza y -variedad de modos de expresión<a id="FNanchor_17" href="#Footnote_17" -class="fnanchor">[17]</a>.»</p> - -<p>Los modelos preferentemente seguidos por Garcilaso fueron Sannazaro -en las <i>églogas</i>, y en las <i>canciones y sonetos</i>, el -Petrarca; el Brocense y Herrera, grandes eruditos, pusieron tal -cuidado en descubrir sus imitaciones, que apenas le dejaron idea -original; fueron en gran parte justificadas las protestas que esto -ocasionó. Hallose Garcilaso en el principio de una edad naciente, rota -la vieja tradición poética, transformada la vida nacional y<span -class="pagenum" id="Page_xv">p. xv</span> encendido el espíritu en -nuevas ideas con el hervor de las humanidades; no fue pequeña empresa -en tales circunstancias adaptar su sentir al gusto clásico, sacar de -la Edad Media al habla castellana dándole la dulzura y flexibilidad -que faltaba a su bizarría, y sin hacer de las letras profesión —entre -las armas del sangriento Marte—, tomando ora la espada, ora la pluma<a -id="FNanchor_18" href="#Footnote_18" class="fnanchor">[18]</a>, echar -los fundamentos de la lírica moderna. Media en la historia de nuestra -poesía, un paso de gigante entre Garcilaso y el más moderno de sus -predecesores.</p> - -<p>Si en sus obras falta, realmente, originalidad, castellanía, -espíritu de raza, en fin, alma española, las andanzas de su vida, el -provecho de sus pocos años, su obra mal conservada y su temprana muerte -le disculpan.</p> - -<p>Es su estilo suave y armonioso, dotado de elegancia y humildad -en admirable ligamento; «las sentencias son agudas, deleitosas y -graves; las palabras, propias y bien sonantes; los modos de decir, -escogidos y cortesanos; los números, aunque generosos y llenos, son -blandos y regalados; el arreo de toda la oración está retocado de -lumbres y matices que despiden un resplandor antes nunca visto; los -versos son tersos y fáciles, todos ilustrados de claridad y ternura, -virtudes muy<span class="pagenum" id="Page_xvi">p. xvi</span> loadas -en los poetas de su género»<a id="FNanchor_19" href="#Footnote_19" -class="fnanchor">[19]</a>; el castellano ha conservado fielmente todos -sus giros y modismos; después de cuatro siglos de existencia, su -lenguaje aún mantiene lozanía y juventud.</p> - -<p>Por natural predilección de su temperamento fue más afortunado -en la llaneza de las <i>églogas</i> que en el petrarquismo de los -<i>sonetos</i>. Admiraban las gentes la bondad de su trato, el agrado -de sus palabras y la singular simpatía con que ganaba los corazones; -enemigo de vituperio, detúvose de sí mismo sorprendido, si alguna vez -a sátira se fue su paso a paso<a id="FNanchor_20" href="#Footnote_20" -class="fnanchor">[20]</a>; sentía la paz del campo, la majestad -de la naturaleza, el encanto del agua y de los árboles, del cielo -y de la luz; envidiaba a Boscán en su vida burguesa y sosegada<a -id="FNanchor_21" href="#Footnote_21" class="fnanchor">[21]</a>, y en -más de una ocasión, deseando, sin duda, apartarse de la milicia y de la -Corte, solicitó servicios provincianos; soldado del gran César, no se -inspiró su musa, al parecer, ni en los triunfos de las armas ni en el -esplendor imperial.</p> - -<p>Nótase en el fondo de sus versos cierto amargor de vida -malograda, cierta inquietud y descontentamiento de una no realizada -aspiración; sentíase corrido y salteado de generosa vergüenza<span -class="pagenum" id="Page_xvii">p. xvii</span> ante la flaqueza de -su voluntad (<a href="#Can4-53"><i>Canción IV</i>, 53</a>); lamentaba el errado proceso -de sus años (<a href="#Ch5-6"><i>Soneto VI</i></a>), y maldecía las horas y momentos -—gastados mal en libres pensamientos— (<a href="#Can4-119"><i>Canción IV</i>, 119</a>). -Diez años fue casado, y de ellos más de seis anduvo lejos de su -hogar; pródigo de su pluma con amigos y parientes<a id="FNanchor_22" -href="#Footnote_22" class="fnanchor">[22]</a>, el nombre de su -esposa D.ª Elena, en el desconsuelo de su soledad, no tuvo entre sus -versos, que se sepa, ni una dedicatoria ni un recuerdo; y en tanto -<i>Elisa</i> —D.ª Isabel Freyre—, cuyos cabellos de oro tejieron la -red en que el poeta vio enredada y revuelta su razón (<a href="#Can4-101"><i>Canción -IV</i>, 101</a>), fue númen inspirador de sus composiciones más sentidas; -<i>Elisa</i>, <i>Galatea</i> y acaso <i>Camila</i>, fueron D.ª Isabel, -como <i>Salicio</i> y <i>Nemoroso</i>, y acaso <i>Albanio</i>, -fueron, en suma, Garcilaso<a id="FNanchor_23" href="#Footnote_23" -class="fnanchor">[23]</a>; lícitas eran, ciertamente, en<span -class="pagenum" id="Page_xviii">p. xviii</span> aquellos tiempos -del <i>amor perfecto</i>, galanterías que hoy condenan nuestras -costumbres, pero ello no fue obstáculo para que el mismo traductor -de <i>El Cortesano</i>, el buen Boscán, cantara las delicias de la -vida doméstica y las bondades de su propia mujer<a id="FNanchor_24" -href="#Footnote_24" class="fnanchor">[24]</a>. Si drama hubo secreto en -la conciencia del poeta, y hay medio de poderlo descubrir, no faltará -quien pronto nos lo diga; sea, entre tanto, permitida la indiscreción -de estos aventurados pormenores, contra la injusticia de los que han -culpado a Garcilaso de vano, artificioso y falto de interés en la -expresión de sus sentimientos.</p> - -<p>Llamáronle sus contemporáneos <i>príncipe</i> de los poetas -castellanos; cien ingenios lamentaron su muerte en canciones -de duelo; sus imitadores y partidarios fueron denominados -<i>garcilasistas</i> por Cervantes; Lope, en muchos pasajes, le tuvo -en la memoria; Sebastián de Córdoba, viendo cuán común y manual -andaba su libro entre las gentes, pretendió mejorar su doctrina -vertiéndolo <i>a lo divino</i><a id="FNanchor_25" href="#Footnote_25" -class="fnanchor">[25]</a>; por el mismo camino, D. Juan de Andosilla -Larramendi salió con su <i>Cristo Nuestro Señor en la Cruz, hallado -en los versos de Garcilaso</i>, y el sabio Sánchez de las Brozas, -el divino Herrera<span class="pagenum" id="Page_xix">p. xix</span> -y el culto Tamayo de Vargas pusiéronle con sus comentarios en la -consideración de un autor clásico; estas son pruebas fehacientes de la -popularidad que en todos tiempos disfrutó Garcilaso.</p> - - -<p class="mt2">El texto de la presente edición se ajusta exactamente -al que Fernando de Herrera dio en sus <i>Anotaciones</i>; <span -class="sc">Clásicos Castellanos</span> prefieren reproducir este texto -famoso, indiscutiblemente útil para el estudio de las letras, en vez de -lanzarse a una edición <i>nueva</i>, semi-erudita, que, sin responder -de lleno a las exigencias de la crítica filológica, pudiera resultar -indigesta e ineficaz en su misión vulgarizadora.</p> - -<p>Herrera usó en su libro aquella escrupulosa ortografía, -por él ideada, que apenas tuvo partidarios sino en -Sevilla, entre sus familiares<a id="FNanchor_26" -href="#Footnote_26" class="fnanchor">[26]</a>; de ella -respeta esta edición todo lo que puede tener valor fonético, -como en la Égloga I, <a href="#FNanchor_32"><i>dino</i> -34</a>, <a href="#FNanchor_33"><i>vitoria</i> 35</a>, -<a href="#Eg1-254"><i>entristesco</i> 254</a>, -<a href="#Eg1-368"><i>mesquina</i> 368</a>, <a -href="#FNanchor_73"><i>inesorable</i> 377</a>, <a -href="#FNanchor_76"><i>comovida</i> 383</a>, en -la Égloga II, <a href="#Eg2-131"><i>acidente</i> -131</a>, <a href="#Eg2-166"><i>eleción</i> 166</a>, -<a href="#Eg2-252"><i>mesclado</i> 252</a>, -<a href="#Eg2-297"><i>noturna</i> 297</a>, <a -href="#FNanchor_169"><i>nétar</i> 1298</a>, etc.; pero -se ha modernizado aquello que<span class="pagenum" -id="Page_xx">p. xx</span> solo afecta a la escritura, -como en la Égloga I <a href="#Eg1-18"><i>apressura</i> -18</a>, <a href="#FNanchor_34"><i>iedra</i> 38</a>, -<a href="#Eg1-83"><i>avezina</i> 83</a>, <a -href="#Eg1-395"><i>immortales</i> 395</a>, y se ha repuesto la vocal, -prescindiendo del apóstrofo, en formas como <i>nombre ’n todo</i> (<a -href="#Eg1-8">Égloga I, 8</a>); <a href="#Eg1-18"><i>qu’ apressura</i> -18</a>, <a href="#Eg1-20"><i>qu’ en vano</i> 20</a>, <i>al’ otra</i> -(<a href="#El2-20">Elegía II, 20</a>), etc.</p> - -<p>Entre nuestras notas ha sido recogido de los libros del Brocense, -Herrera, Tamayo y Azara todo cuanto ha parecido adaptable al carácter -de <span class="sc">Clásicos Castellanos</span>, omitiendo, por tanto, -muchas citas sobre concordancias e imitaciones, que son asunto para -tratarlo detenidamente en un trabajo de pura erudición.</p> - -<p class="firma sc ws1">Tomás Navarro Tomás.</p> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch0-2"> - <p><span class="pagenum" id="Page_xxi">p. xxi</span></p> - <h2 class="nobreak g0">DATOS BIBLIOGRÁFICOS</h2> -</div> - -<p>Las obras de Garcilaso, a partir de la primera edición, hecha, como -se ha dicho, en Barcelona en 1543, se publicaron muchas veces con las -de Boscán, ocupando el cuarto libro de <i>Las obras de Boscán y algunas -de Garci Lasso de la Vega, repartidas en cuatro libros</i>; pero el -gusto del público, demostrando de día en día creciente predilección por -las de Garcilaso, movió a los impresores a editarlas separadamente, -quedando, desde este punto, casi olvidadas las del amigo que hasta -entonces, en su compañía, había participado de su triunfo. En 1570 tuvo -ya Garcilaso por sí solo una edición: «<i>Las obras del Excellente -Poeta Garci-Lasso de la Vega, en esta postrera imprission corregidas -de muchos errores que en todas las passadas auia</i> — Madrid, Alonso -Gómez, 1570—; 8.º, 78 hojas foliadas, incluso las preliminares. — -Contiene únicamente las poesías sin anotaciones»;<span class="pagenum" -id="Page_xxii">p. xxii</span> véase Pérez Pastor, <i>Bibliografía -madrileña</i>, Madrid, 1901, núm. 43.</p> - -<p>—<i>Obras del excelente poeta Garci-Lasso de la Vega; con -Anotaciones y Emiendas del Maestro Francisco Sánchez, Catedrático de -Retórica en Salamanca</i>; conforme a la edición de Salamanca de 1581: -Francisci Sanctii Brocensis, Opera Omnia — Tomus Quartus seu Opera -Poetica — Genevae — Apud Fratres de Tournes — MDCCLXVI. — La primera -edición de las anotaciones del Brocense es de 1574, en Salamanca, -casa de Pedro Laso, en 16.º, según D. Nicolás Antonio; edición que se -repitió en 1577, 1581, 1589, etc.; sus notas tienden principalmente a -señalar los pasajes de autores latinos e italianos que imitó Garcilaso; -dan por hecho que el poeta imitó consciente e intencionadamente, y -hubo quien protestó de esta censura como Jerónimo de los Cobos, poeta -gaditano, con su soneto: <i>Descubierto se ha un hurto de gran fama — -del ladrón Garcilaso</i>... Sánchez defendió su sistema en el prólogo -de la edición de 1581; su trabajo es, sin duda, el más sobrio y erudito -entre todos los comentarios de Garcilaso.</p> - -<p>—<i>Obras de Garci-Lasso de la Vega con anotaciones de Fernando -de Herrera.</i> En Sevilla, por Alonso de la Barrera. Año de 1580. -Precede un <i>Discurso a los lectores</i> del maestro Francisco -de Medina, modelo de elegancia y clasicismo; el estudio<span -class="pagenum" id="Page_xxiii">p. xxiii</span> de Herrera es el más -completo y minucioso, pero peca de pesado e indigesto; el anotador -debió proponerse decir todo lo que sabía en toda clase de materias, y -a veces, muy fuera de propósito, cualquier palabra del texto, sirve de -tema a un largo discurso tan erudito como innecesario para el caso; la -severidad de Herrera, preceptista y retórico escrupuloso, condenando -algunos defectos que creyó encontrar, le valió la célebre réplica de -<i>Prete Jacopin</i> — D. Pedro Fernández de Velasco.</p> - -<p>—<i>Garci-Lasso de la Vega, natural de Toledo — Príncipe de los -poetas castellanos</i> — De Don Thomas Tamaio de Vargas — Con licencia; -en Madrid, por Luis Sánchez. Año 1622. — Tamayo dedicó principalmente -su trabajo a hacer crítica, expurgo y fijación del texto y a dar -noticia de los pasajes imitados.</p> - -<p>—<i>Obras de Garcilaso, ilustradas con notas.</i> En la Imprenta -Real de la <i>Gaceta</i>, Madrid — 1765; esta fue la edición que -compuso el magnífico caballero aragonés D. José Nicolás de Azara, autor -del elocuente prólogo que la precede, sobre la decadencia del habla -castellana, y de las breves notas que la siguen, referentes en general -a la cita de pasajes imitados, según el Brocense; pecó, a mi juicio, de -displicencia y acritud en ciertas observaciones sobre Garcilaso, así -como al decir —en<span class="pagenum" id="Page_xxiv">p. xxiv</span> -su prólogo— respecto a Tamayo, que «hizo de sus notas el mejor dechado -de los despropósitos».</p> - -<p>—<i>Poetas líricos de los siglos <span class="asc">XVI</span> -y <span class="asc">XVII</span></i> — Colección ordenada por -D. Adolfo de Castro — Dos tomos — Colecc. de Autores Españoles — -Rivadeneyra — Madrid — 1854. — Castro debió poner su mayor atención -en hacer crítica del texto; a esto se reducen sus notas casi siempre; -pero se encuentran en cualquiera de las fuentes que él compulsó muchas -variantes de interés, no recogidas ni mencionadas en su estudio.</p> - -<p>—<i>Vida del célebre poeta Garcilaso de la Vega</i>, escrita por D. -Eustaquio Fernández de Navarrete: Colección de documentos inéditos para -la Historia de España, tomo XVI: Madrid, 1850; razonada monografía, -trabajada con claridad y acierto sobre documentos originales relativos -al poeta; precede el retrato de este, grabado por don Manuel Salvador -Carmona, y el facsímil de una carta autógrafa de Garcilaso.</p> - - -<div class="tit pt6"> - <hr class="chap"/> - <p><span class="pagenum" id="Page_xxv">p. xxv</span></p> - <p class="fs120 lh200 g1">OBRAS</p> - <p class="fs90 lh200">DE</p> - <p class="fs150 lh200 ws2 g0">GARCILASO DE LA VEGA</p> - <p class="lh200 g2">PRÍNCIPE</p> - <p class="lh200 ws1">DE LOS POETAS CASTELLANOS</p> - <hr class="chap"/> -</div> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch1-1"> - <p><span class="pagenum" id="Page_1">p. 1</span></p> - <h2 class="nobreak g1">ÉGLOGA PRIMERA</h2> -</div> - -<div class="versos ml4"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">El dulce lamentar de dos pastores,<a id="FNanchor_27" href="#Footnote_27" class="fnanchor">[27]</a></p> - <p class="i0">Salicio juntamente y Nemoroso,<a id="FNanchor_28" href="#Footnote_28" class="fnanchor">[28]</a></p> - <p class="i0">he de contar, sus quejas imitando;</p> - <p class="i0">cuyas ovejas al cantar sabroso</p> - <p class="i0">estaban muy atentas, los amores,<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">de pacer olvidadas, escuchando.</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_2">p. 2</span>Tú, que ganaste obrando</p> - <p class="i0" id="Eg1-8">un nombre en todo el mundo,</p> - <p class="i0">y un grado sin segundo,</p> - <p class="i0">agora estés atento, solo y dado<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">al ínclito gobierno del Estado</p> - <p class="i0">albano; agora vuelto a la otra parte,<a id="FNanchor_29" href="#Footnote_29" class="fnanchor">[29]</a></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_3">p. 3</span>resplandeciente, armado,</p> - <p class="i0">representando en tierra el fiero Marte;<a id="FNanchor_30" href="#Footnote_30" class="fnanchor">[30]</a></p> - <p class="i2">agora de cuidados enojosos<span class="lnum">15</span></p> - <p class="i0">y de negocios libre, por ventura</p> - <p class="i0">andes a caza, el monte fatigando</p> - <p class="i0" id="Eg1-18">en ardiente jinete, que apresura</p> - <p class="i0">el curso tras los ciervos temerosos,</p> - <p class="i0" id="Eg1-20">que en vano su morir van dilatando;<span class="lnum">20</span></p> - <p class="i0">espera, que en tornando</p> - <p class="i0">a ser restituído</p> - <p class="i0">al ocio ya perdido,</p> - <p class="i0">luego verás ejercitar mi pluma</p> - <p class="i0">por la infinita innumerable suma<span class="lnum">25</span></p> - <p class="i0">de tus virtudes y famosas obras;</p> - <p class="i0">antes que me consuma,</p> - <p class="i0">faltando a ti, que a todo el mundo sobras.<a id="FNanchor_31" href="#Footnote_31" class="fnanchor">[31]</a></p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_4">p. 4</span>En tanto que este tiempo que adivino</p> - <p class="i0">viene a sacarme de la deuda un día,<span class="lnum">30</span></p> - <p class="i0">que se debe a tu fama y a tu gloria;</p> - <p class="i0">que es deuda general, no solo mía,</p> - <p class="i0">mas de cualquier ingenio peregrino</p> - <p class="i0">que celebra lo dino de memoria;<a id="FNanchor_32" href="#Footnote_32" class="fnanchor">[32]</a></p> - <p class="i0">el árbol de vitoria<a id="FNanchor_33" href="#Footnote_33" class="fnanchor">[33]</a><span class="lnum">35</span></p> - <p class="i0">que ciñe estrechamente</p> - <p class="i0">tu gloriosa frente</p> - <p class="i0">dé lugar a la hiedra que se planta<a id="FNanchor_34" href="#Footnote_34" class="fnanchor">[34]</a></p> - <p class="i0">debajo de tu sombra, y se levanta</p> - <p class="i0">poco a poco, arrimada a tus loores;<span class="lnum">40</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_5">p. 5</span>y en cuanto esto se canta,</p> - <p class="i0">escucha tú el cantar de mis pastores.</p> - <p class="i2">Saliendo de las ondas encendido,</p> - <p class="i0">rayaba de los montes el altura<a id="FNanchor_35" href="#Footnote_35" class="fnanchor">[35]</a></p> - <p class="i0">el sol, cuando Salicio, recostado<span class="lnum">45</span></p> - <p class="i0">al pie de un alta haya, en la verdura,<a id="FNanchor_36" href="#Footnote_36" class="fnanchor">[36]</a></p> - <p class="i0">por donde un agua clara con sonido</p> - <p class="i0">atravesaba el fresco y verde prado;</p> - <p class="i0">él, con canto acordado</p> - <p class="i0">al rumor que sonaba,<span class="lnum">50</span></p> - <p class="i0">del agua que pasaba,</p> - <p class="i0">se quejaba tan dulce y blandamente</p> - <p class="i0">como si no estuviera de allí ausente</p> - <p class="i0">la que de su dolor culpa tenía;</p> - <p class="i0">y así, como presente,<span class="lnum">55</span></p> - <p class="i0">razonando con ella, le decía.</p> - </div> - - <p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_6">p. 6</span>SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2" id="Eg1-57">¡Oh más dura que mármol a mis quejas,</p> - <p class="i0">y al encendido fuego en que me quemo</p> - <p class="i0">más helada que nieve, Galatea!<a id="FNanchor_37" href="#Footnote_37" class="fnanchor">[37]</a></p> - <p class="i0">Estoy muriendo, y aún la vida temo;<span class="lnum">60</span></p> - <p class="i0">témola con razón, pues tú me dejas;</p> - <p class="i0">que no hay, sin ti, el vivir para qué sea.</p> - <p class="i0">Vergüenza he que me vea</p> - <p class="i0">ninguno en tal estado,</p> - <p class="i0">de ti desamparado,<span class="lnum">65</span></p> - <p class="i0">y de mí mismo yo me corro agora.</p> - <p class="i0">¿De un alma te desdeñas ser señora,</p> - <p class="i0">donde siempre moraste, no pudiendo</p> - <p class="i0">della salir un hora?</p> - <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.<span class="lnum">70</span></p> - <p class="i2">El sol tiende los rayos de su lumbre</p> - <p class="i0">por montes y por valles, despertando</p> - <p class="i0">las aves y animales y la gente:</p> - <p class="i0">cuál por el aire claro va volando,</p> - <p class="i0">cuál por el verde valle o alta cumbre<span class="lnum">75</span></p> - <p class="i0">paciendo va segura y libremente,</p> - <p class="i0">cuál con el sol presente</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_7">p. 7</span>va de nuevo al oficio,</p> - <p class="i0">y al usado ejercicio</p> - <p class="i0">do su natura o menester le inclina:<span class="lnum">80</span></p> - <p class="i0">siempre está en llanto esta ánima mesquina,<a id="FNanchor_38" href="#Footnote_38" class="fnanchor">[38]</a></p> - <p class="i0">cuando la sombra el mundo va cubriendo</p> - <p class="i0" id="Eg1-83">o la luz se avecina.</p> - <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p> - <p class="i2">¿Y tú, desta mi vida ya olvidada,<span class="lnum">85</span></p> - <p class="i0">sin mostrar un pequeño sentimiento</p> - <p class="i0">de que por ti Salicio triste muera,</p> - <p class="i0">dejas llevar, desconocida, al viento</p> - <p class="i0">el amor y la fe que ser guardada</p> - <p class="i0">eternamente solo a mí debiera?<span class="lnum">90</span></p> - <p class="i0">¡Oh Dios! ¿Por qué siquiera,</p> - <p class="i0">pues ves desde tu altura</p> - <p class="i0">esta falsa perjura</p> - <p class="i0">causar la muerte de un estrecho amigo,</p> - <p class="i0">no recibe del cielo algún castigo?<span class="lnum">95</span></p> - <p class="i0">Si en pago del amor yo estoy muriendo,</p> - <p class="i0">¿qué hará el enemigo?<a id="FNanchor_39" href="#Footnote_39" class="fnanchor">[39]</a></p> - <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_8">p. 8</span>Por ti el silencio de la selva umbrosa,</p> - <p class="i0">por ti la esquividad y apartamiento<span class="lnum">100</span></p> - <p class="i0">del solitario monte me agradaba;</p> - <p class="i0">por ti la verde hierba, el fresco viento,</p> - <p class="i0">el blanco lirio y colorada rosa</p> - <p class="i0">y dulce primavera deseaba.</p> - <p class="i0">¡Ay, cuánto me engañaba!<span class="lnum">105</span></p> - <p class="i0">¡Ay, cuán diferente era</p> - <p class="i0">y cuán de otra manera<a id="FNanchor_40" href="#Footnote_40" class="fnanchor">[40]</a></p> - <p class="i0">lo que en tu falso pecho se escondía!</p> - <p class="i0">Bien claro con su voz me lo decía</p> - <p class="i0">la siniestra corneja repitiendo<a id="FNanchor_41" href="#Footnote_41" class="fnanchor">[41]</a><span class="lnum">110</span></p> - <p class="i0">la desventura mía.</p> - <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_9">p. 9</span>¡Cuántas veces, durmiendo en la floresta,</p> - <p class="i0">reputándolo yo por desvarío,</p> - <p class="i0">vi mi mal entre sueños desdichado!<span class="lnum">115</span></p> - <p class="i0">Soñaba que en el tiempo del estío</p> - <p class="i0">llevaba, por pasar allí la siesta,</p> - <p class="i0">a beber en el Tajo mi ganado;<a id="FNanchor_42" href="#Footnote_42" class="fnanchor">[42]</a></p> - <p class="i0">y después de llegado,</p> - <p class="i0">sin saber de cuál arte,<span class="lnum">120</span></p> - <p class="i0">por desusada parte</p> - <p class="i0">y por nuevo camino el agua se iba;</p> - <p class="i0">ardiendo ya con la calor estiva,</p> - <p class="i0">el curso, enajenado, iba siguiendo</p> - <p class="i0">del agua fugitiva.<a id="FNanchor_43" href="#Footnote_43" class="fnanchor">[43]</a><span class="lnum">125</span></p> - <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p> - <p class="i2">Tu dulce habla ¿en cúya oreja suena?<a id="FNanchor_44" href="#Footnote_44" class="fnanchor">[44]</a></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_10">p. 10</span>Tus claros ojos ¿a quién los volviste?</p> - <p class="i0">¿Por quién tan sin respeto me trocaste?</p> - <p class="i0">Tu quebrantada fe ¿dó la pusiste?<span class="lnum">130</span></p> - <p class="i0">¿Cuál es el cuello que, como en cadena,</p> - <p class="i0">de tus hermosos brazos anudaste?</p> - <p class="i0">No hay corazón que baste,</p> - <p class="i0">aunque fuese de piedra,</p> - <p class="i0" id="Eg1-135">viendo mi amada hiedra,<span class="lnum">135</span></p> - <p class="i0">de mí arrancada, en otro muro asida,</p> - <p class="i0">y mi parra en otro olmo entretejida,<a id="FNanchor_45" href="#Footnote_45" class="fnanchor">[45]</a></p> - <p class="i0">que no se esté con llanto deshaciendo</p> - <p class="i0">hasta acabar la vida.</p> - <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.<span class="lnum">140</span></p> - <p class="i2">¿Qué no se esperará de aquí adelante,</p> - <p class="i0">por difícil que sea y por incierto?</p> - <p class="i0">O ¿qué discordia no será juntada?</p> - <p class="i0">y juntamente ¿qué tendrá por cierto,</p> - <p class="i0">o qué de hoy más no temerá el amante,<span class="lnum">145</span></p> - <p class="i0">siendo a todo materia por ti dada?</p> - <p class="i0">Cuando tú enajenada</p> - <p class="i0">de mí, cuidado fuiste,</p> - <p class="i0">notable causa diste</p> - <p class="i0">y ejemplo a todos cuantos cubre el cielo,<span class="lnum">150</span></p> - <p class="i0">que el más seguro tema con recelo</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_11">p. 11</span>perder lo que estuviere poseyendo.</p> - <p class="i0">Salid fuera sin duelo,</p> - <p class="i0">salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p> - <p class="i2">Materia diste al mundo de esperanza<span class="lnum">155</span></p> - <p class="i0">de alcanzar lo imposible y no pensado,</p> - <p class="i0">y de hacer juntar lo diferente,<a id="FNanchor_46" href="#Footnote_46" class="fnanchor">[46]</a></p> - <p class="i0">dando a quien diste el corazón malvado,</p> - <p class="i0">quitándolo de mí con tal mudanza,</p> - <p class="i0">que siempre sonará de gente en gente.<span class="lnum">160</span></p> - <p class="i0">La cordera paciente</p> - <p class="i0" id="Eg1-162">con el lobo hambriento</p> - <p class="i0">hará su ayuntamiento,</p> - <p class="i0">y con las simples aves sin ruído</p> - <p class="i0">harán las bravas sierpes ya su nido;<span class="lnum">165</span></p> - <p class="i0">que mayor diferencia comprehendo</p> - <p class="i0">de ti al que has escogido.</p> - <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_12">p. 12</span>Siempre de nueva leche en el verano</p> - <p class="i0">y en el invierno abundo; en mi majada<span class="lnum">170</span></p> - <p class="i0">la manteca y el queso está sobrado;<a id="FNanchor_47" href="#Footnote_47" class="fnanchor">[47]</a></p> - <p class="i0">de mi cantar, pues, yo te vi agradada,</p> - <p class="i0">tanto, que no pudiera el mantuano</p> - <p class="i0">Títiro ser de ti más alabado.<a id="FNanchor_48" href="#Footnote_48" class="fnanchor">[48]</a></p> - <p class="i0">No soy, pues, bien mirado,<span class="lnum">175</span></p> - <p class="i0">tan disforme ni feo;</p> - <p class="i0">que aun agora me veo</p> - <p class="i0">en esta agua que corre clara y pura,<a id="FNanchor_49" href="#Footnote_49" class="fnanchor">[49]</a></p> - <p class="i0">y cierto no trocara mi figura<a id="FNanchor_50" href="#Footnote_50" class="fnanchor">[50]</a></p> - <p class="i0">con ese que de mí se está riendo;<a id="FNanchor_51" href="#Footnote_51" class="fnanchor">[51]</a><span class="lnum">180</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_13">p. 13</span>¡trocara mi ventura!</p> - <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p> - <p class="i2">¿Cómo te vine en tanto menosprecio?</p> - <p class="i0">¿Cómo te fui tan presto aborrecible?</p> - <p class="i0">¿Cómo te faltó en mí el conocimiento?<span class="lnum">185</span></p> - <p class="i0">Si no tuvieras condición terrible,</p> - <p class="i0">siempre fuera tenido de ti en precio,</p> - <p class="i0">y no viera de ti este apartamiento.</p> - <p class="i0">¿No sabes que sin cuento</p> - <p class="i0">buscan en el estío<span class="lnum">190</span></p> - <p class="i0">mis ovejas el frío</p> - <p class="i0">de la sierra de Cuenca, y el gobierno</p> - <p class="i0">del abrigado Estremo en el invierno?<a id="FNanchor_52" href="#Footnote_52" class="fnanchor">[52]</a></p> - <p class="i0">Mas ¡qué vale el tener, si derritiendo</p> - <p class="i0">me estoy en llanto eterno!<span class="lnum">195</span></p> - <p class="i0">Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.</p> - <p class="i2">Con mi llorar las piedras enternecen<a id="FNanchor_53" href="#Footnote_53" class="fnanchor">[53]</a></p> - <p class="i0">su natural dureza y la quebrantan,</p> - <p class="i0">los árboles parece que se inclinan,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_14">p. 14</span>las aves que me escuchan, cuando cantan,<span class="lnum">200</span></p> - <p class="i0">con diferente voz se condolecen,</p> - <p class="i0">y mi morir cantando me adivinan.</p> - <p class="i0">Las fieras que reclinan</p> - <p class="i0">su cuerpo fatigado,</p> - <p class="i0">dejan el sosegado<span class="lnum">205</span></p> - <p class="i0">sueño por escuchar mi llanto triste.</p> - <p class="i0">Tú sola contra mí te endureciste,</p> - <p class="i0">los ojos aun siquiera no volviendo</p> - <p class="i0" id="Eg1-209">a los que tú heciste</p> - <p class="i0">salir sin duelo, lágrimas, corriendo.<a id="FNanchor_54" href="#Footnote_54" class="fnanchor">[54]</a><span class="lnum">210</span></p> - <p class="i2">Mas ya que a socorrer aquí no vienes,</p> - <p class="i0">no dejes el lugar que tanto amaste,</p> - <p class="i0">que bien podrás venir de mí segura.</p> - <p class="i0">Yo dejaré el lugar do me dejaste;</p> - <p class="i0">ven, si por solo esto te detienes.<span class="lnum">215</span></p> - <p class="i0">Ves aquí un prado lleno de verdura,</p> - <p class="i0">ves aquí un espesura,<a id="FNanchor_55" href="#Footnote_55" class="fnanchor">[55]</a></p> - <p class="i0">ves aquí un agua clara,</p> - <p class="i0">en otro tiempo cara,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_15">p. 15</span>a quien de ti con lágrimas me quejo.<span class="lnum">220</span></p> - <p class="i0">Quizá aquí hallarás, pues yo me alejo,</p> - <p class="i0">al que todo mi bien quitarme puede;<a id="FNanchor_56" href="#Footnote_56" class="fnanchor">[56]</a></p> - <p class="i0">que pues el bien le dejo,</p> - <p class="i0">no es mucho que el lugar también le quede.—</p> - <p class="i2">Aquí dio fin a su cantar Salicio,<span class="lnum">225</span></p> - <p class="i0">y sospirando en el postrero acento,</p> - <p class="i0">soltó de llanto una profunda vena.</p> - <p class="i0">Queriendo el monte al grave sentimiento</p> - <p class="i0">de aquel dolor en algo ser propicio,</p> - <p class="i0">con la pasada voz retumba y suena.<span class="lnum">230</span></p> - <p class="i0">La blanca Filomena,<a id="FNanchor_57" href="#Footnote_57" class="fnanchor">[57]</a></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_16">p. 16</span>casi como dolida</p> - <p class="i0">y a compasión movida,</p> - <p class="i0">dulcemente responde al son lloroso.</p> - <p class="i0">Lo que cantó tras esto Nemoroso<a id="FNanchor_58" href="#Footnote_58" class="fnanchor">[58]</a><span class="lnum">235</span></p> - <p class="i0">decidlo vos, Piérides; que tanto<a id="FNanchor_59" href="#Footnote_59" class="fnanchor">[59]</a></p><span class="pagenum" id="Page_17">p. 17</span> - <p class="i0">no puedo yo ni oso,</p> - <p class="i0">que siento enflaquecer mi débil canto.</p> - </div> - - <p class="rol">NEMOROSO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Corrientes aguas, puras, cristalinas;</p> - <p class="i0">árboles que os estáis mirando en ellas,<span class="lnum">240</span></p> - <p class="i0">verde prado de fresca sombra lleno,</p> - <p class="i0">aves que aquí sembráis vuestras querellas,</p> - <p class="i0" id="Eg1-243">hiedra que por los árboles caminas,</p> - <p class="i0">torciendo el paso por su verde seno;</p> - <p class="i0">yo me vi tan ajeno<span class="lnum">245</span></p> - <p class="i0">del grave mal que siento,</p> - <p class="i0">que de puro contento</p> - <p class="i0">con vuestra soledad me recreaba,</p> - <p class="i0">donde con dulce sueño reposaba,</p> - <p class="i0">o con el pensamiento discurría<span class="lnum">250</span></p> - <p class="i0">por donde no hallaba</p> - <p class="i0">sino memorias llenas de alegría;</p> - <p class="i2">y en este mismo valle, donde agora</p> - <p class="i0" id="Eg1-254">me entristesco y me canso, en el reposo</p> - <p class="i0">estuve ya contento y descansado.<span class="lnum">255</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_18">p. 18</span>¡Oh bien caduco, vano y presuroso!</p> - <p class="i0" id="Eg1-257">Acuérdome durmiendo aquí algún hora,</p> - <p class="i0">que despertando, a Elisa vi a mi lado.<a id="FNanchor_60" href="#Footnote_60" class="fnanchor">[60]</a></p> - <p class="i0">¡Oh miserable hado!</p> - <p class="i0">¡Oh tela delicada,<span class="lnum">260</span></p> - <p class="i0">antes de tiempo dada</p> - <p class="i0">a los agudos filos de la muerte!</p> - <p class="i0">Mas convenible suerte<a id="FNanchor_61" href="#Footnote_61" class="fnanchor">[61]</a></p> - <p class="i0">a los cansados años de mi vida,</p> - <p class="i0" id="Eg1-265">que es más que el hierro fuerte,<span class="lnum">265</span></p> - <p class="i0">pues no la ha quebrantado tu partida.</p> - <p class="i2" id="Eg1-267">¿Dó están agora aquellos claros ojos</p> - <p class="i0">que llevaban tras sí, como colgada,</p> - <p class="i0">mi alma doquier que ellos se volvían?</p> - <p class="i0">¿Dó está la blanca mano delicada,<span class="lnum">270</span></p> - <p class="i0">llena de vencimientos y despojos</p> - <p class="i0">que de mí mis sentidos le ofrecían?</p> - <p class="i0">Los cabellos que vían</p> - <p class="i0" id="Eg1-274"><span class="pagenum" id="Page_19">p. 19</span>con gran desprecio el oro,</p> - <p class="i0">como a menor tesoro,<span class="lnum">275</span></p> - <p class="i0">¿adónde están? ¿Adónde el blando pecho?</p> - <p class="i0">¿Dó la coluna que el dorado techo<a id="FNanchor_62" href="#Footnote_62" class="fnanchor">[62]</a></p> - <p class="i0">con presunción graciosa sostenía?</p> - <p class="i0">Aquesto todo agora ya se encierra,</p> - <p class="i0">por desventura mía,<span class="lnum">280</span></p> - <p class="i0">en la fría, desierta y dura tierra.<a id="FNanchor_63" href="#Footnote_63" class="fnanchor">[63]</a></p> - <p class="i2">¿Quién me dijera, Elisa, vida mía,</p> - <p class="i0">cuando en aqueste valle al fresco viento</p> - <p class="i0">andábamos cogiendo tiernas flores,</p> - <p class="i0">que había de ver con largo apartamiento<span class="lnum">285</span></p> - <p class="i0">venir el triste y solitario día</p> - <p class="i0">que diese amargo fin a mis amores?</p> - <p class="i0">El cielo en mis dolores</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_20">p. 20</span>cargó la mano tanto,<a id="FNanchor_64" href="#Footnote_64" class="fnanchor">[64]</a></p> - <p class="i0">que a sempiterno llanto<span class="lnum">290</span></p> - <p class="i0">y a triste soledad me ha condenado;</p> - <p class="i0">y lo que siento más es verme atado</p> - <p class="i0">a la pesada vida y enojosa,</p> - <p class="i0">solo, desamparado,</p> - <p class="i0">ciego sin lumbre en cárcel tenebrosa.<span class="lnum">295</span></p> - <p class="i2">Después que nos dejaste, nunca pace</p> - <p class="i0">en hartura el ganado ya, ni acude</p> - <p class="i0">el campo al labrador con mano llena.</p> - <p class="i0">No hay bien que en mal no se convierta y mude:</p> - <p class="i0">la mala hierba al trigo ahoga, y nace<span class="lnum">300</span></p> - <p class="i0">en lugar suyo la infelice avena;</p> - <p class="i0">la tierra, que de buena</p> - <p class="i0">gana nos producía</p> - <p class="i0">flores con que solía</p> - <p class="i0">quitar en solo vellas mil enojos,<span class="lnum">305</span></p> - <p class="i0">produce agora en cambio estos abrojos,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_21">p. 21</span>ya de rigor de espinas intratable;</p> - <p class="i0">yo hago con mis ojos</p> - <p class="i0">crecer, lloviendo, el fruto miserable.</p> - <p class="i2">Como al partir del sol la sombra crece,<span class="lnum">310</span></p> - <p class="i0">y en cayendo su rayo se levanta</p> - <p class="i0">la negra escuridad que el mundo cubre,</p> - <p class="i0">de do viene el temor que nos espanta,</p> - <p class="i0">y la medrosa forma en que se ofrece</p> - <p class="i0">aquella que la noche nos encubre,<a id="FNanchor_65" href="#Footnote_65" class="fnanchor">[65]</a><span class="lnum">315</span></p> - <p class="i0">hasta que el sol descubre</p> - <p class="i0">su luz pura y hermosa;<a id="FNanchor_66" href="#Footnote_66" class="fnanchor">[66]</a></p> - <p class="i0">tal es la tenebrosa</p> - <p class="i0">noche de tu partir, en que he quedado</p> - <p class="i0">de sombra y de temor atormentado,<span class="lnum">320</span></p> - <p class="i0">hasta que muerte el tiempo determine</p> - <p class="i0">que a ver el deseado</p> - <p class="i0">sol de tu clara vista me encamine.</p> - <p class="i2">Cual suele el ruiseñor con triste canto</p> - <p class="i0">quejarse, entre las hojas escondido,<span class="lnum">325</span></p> - <p class="i0">del duro labrador, que cautamente</p> - <p class="i0">le despojó su caro y dulce nido</p> - <p class="i0">de los tiernos hijuelos, entre tanto</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_22">p. 22</span>que del amado ramo estaba ausente,<a id="FNanchor_67" href="#Footnote_67" class="fnanchor">[67]</a></p> - <p class="i0">y aquel dolor que siente<span class="lnum">330</span></p> - <p class="i0">con diferencia tanta</p> - <p class="i0">por la dulce garganta</p> - <p class="i0">despide, y a su canto el aire suena,</p> - <p class="i0">y la callada noche no refrena</p> - <p class="i0">su lamentable oficio y sus querellas,<a id="FNanchor_68" href="#Footnote_68" class="fnanchor">[68]</a><span class="lnum">335</span></p> - <p class="i0">trayendo de su pena</p> - <p class="i0">al cielo por testigo y las estrellas;</p> - <p class="i2">desta manera suelto ya la rienda</p> - <p class="i0">a mi dolor, y así me quejo en vano</p> - <p class="i0">de la dureza de la muerte airada.<span class="lnum">340</span></p> - <p class="i0">Ella en mi corazón metió la mano,</p> - <p class="i0">y de allí me llevó mi dulce prenda;</p> - <p class="i0">que aquel era su nido y su morada.</p> - <p class="i0">¡Ay muerte arrebatada!</p> - <p class="i0">Por ti me estoy quejando<span class="lnum">345</span></p> - <p class="i0">al cielo y enojando</p> - <p class="i0">con importuno llanto al mundo todo:</p> - <p class="i0">el desigual dolor no sufre modo.<a id="FNanchor_69" href="#Footnote_69" class="fnanchor">[69]</a></p> - <p class="i0">No me podrán quitar el dolorido</p> - <p class="i0">sentir, si ya del todo<span class="lnum">350</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_23">p. 23</span>primero no me quitan el sentido.</p> - <p class="i2">Tengo una parte aquí de tus cabellos,</p> - <p class="i0">Elisa, envueltos en un blanco paño,</p> - <p class="i0">que nunca de mi seno se me apartan;</p> - <p class="i0">descójolos, y de un dolor tamaño<span class="lnum">355</span></p> - <p class="i0">enternecerme siento, que sobre ellos</p> - <p class="i0">nunca mis ojos de llorar se hartan.</p> - <p class="i0">Sin que de allí se partan,</p> - <p class="i0">con suspiros calientes,</p> - <p class="i0">más que la llama ardientes,<a id="FNanchor_70" href="#Footnote_70" class="fnanchor">[70]</a><span class="lnum">360</span></p> - <p class="i0">los enjugo del llanto, y de consuno</p> - <p class="i0">casi los paso y cuento uno a uno;</p> - <p class="i0">juntándolos, con un cordón los ato.</p> - <p class="i0">Tras esto el importuno</p> - <p class="i0">dolor me deja descansar un rato.<span class="lnum">365</span></p> - <p class="i2">Mas luego a la memoria se me ofrece</p> - <p class="i0">aquella noche tenebrosa, escura,<a id="FNanchor_71" href="#Footnote_71" class="fnanchor">[71]</a></p> - <p class="i0" id="Eg1-368">que tanto aflige esta ánima mesquina</p> - <p class="i0">con la memoria de mi desventura.</p> - <p class="i0">Verte presente agora me parece<span class="lnum">370</span></p> - <p class="i0">en aquel duro trance de Lucina,<a id="FNanchor_72" href="#Footnote_72" class="fnanchor">[72]</a></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_24">p. 24</span>y aquella voz divina,</p> - <p class="i0">con cuyo son y acentos</p> - <p class="i0">a los airados vientos</p> - <p class="i0">pudieras amansar, que agora es muda;<span class="lnum">375</span></p> - <p class="i0">me parece que oigo que a la cruda,</p> - <p class="i0">inesorable diosa demandabas<a id="FNanchor_73" href="#Footnote_73" class="fnanchor">[73]</a></p> - <p class="i0">en aquel paso ayuda;</p> - <p class="i0">y tú, rústica diosa, ¿dónde estabas?<a id="FNanchor_74" href="#Footnote_74" class="fnanchor">[74]</a></p> - <p class="i2">¿Íbate tanto en perseguir las fieras?<span class="lnum">380</span></p> - <p class="i0">¿Íbate tanto en un pastor dormido?<a id="FNanchor_75" href="#Footnote_75" class="fnanchor">[75]</a></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_25">p. 25</span>¿Cosa pudo bastar a tal crueza,</p> - <p class="i0">que, comovida a compasión, oído<a id="FNanchor_76" href="#Footnote_76" class="fnanchor">[76]</a></p> - <p class="i0">a los votos y lágrimas no dieras</p> - <p class="i0">por no ver hecha tierra tal belleza,<span class="lnum">385</span></p> - <p class="i0">o no ver la tristeza</p> - <p class="i0">en que tu Nemoroso</p> - <p class="i0">queda, que su reposo</p> - <p class="i0">era seguir tu oficio, persiguiendo</p> - <p class="i0">las fieras por los montes, y ofreciendo<span class="lnum">390</span></p> - <p class="i0">a tus sagradas aras los despojos?</p> - <p class="i0">¿Y tú, ingrata, riendo</p> - <p class="i0">dejas morir mi bien ante los ojos?</p> - <p class="i2">Divina Elisa, pues agora el cielo</p> - <p class="i0" id="Eg1-395">con inmortales pies pisas y mides,<span class="lnum">395</span></p> - <p class="i0">y su mudanza ves, estando queda,</p> - <p class="i0">¿por qué de mí te olvidas, y no pides</p> - <p class="i0">que se apresure el tiempo en que este velo</p> - <p class="i0">rompa del cuerpo, y verme libre pueda,</p> - <p class="i0">y en la tercera rueda<a id="FNanchor_77" href="#Footnote_77" class="fnanchor">[77]</a><span class="lnum">400</span></p> - <p class="i0">contigo mano a mano</p> - <p class="i0">busquemos otro llano,</p> - <p class="i0">busquemos otros montes y otros ríos,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_26">p. 26</span>otros valles floridos y sombríos,</p> - <p class="i0">donde descanse y siempre pueda verte<span class="lnum">405</span></p> - <p class="i0">ante los ojos míos,</p> - <p class="i0">sin miedo y sobresalto de perderte?—</p> - <p class="i2">Nunca pusieran fin al triste lloro</p> - <p class="i0">los pastores, ni fueran acabadas</p> - <p class="i0">las canciones que solo el monte oía,<span class="lnum">410</span></p> - <p class="i0">si mirando las nubes coloradas,</p> - <p class="i0" id="Eg1-412">al tramontar del sol bordadas de oro,</p> - <p class="i0">no vieran que era ya pasado el día.<a id="FNanchor_78" href="#Footnote_78" class="fnanchor">[78]</a></p> - <p class="i0">La sombra se veía</p> - <p class="i0">venir corriendo apriesa<span class="lnum">415</span></p> - <p class="i0">ya por la falda espesa</p> - <p class="i0">del altísimo monte, y recordando<a id="FNanchor_79" href="#Footnote_79" class="fnanchor">[79]</a></p> - <p class="i0">ambos como de sueño, y acabando</p> - <p class="i0">el fugitivo sol, de luz escaso,</p> - <p class="i0">su ganado llevando,<span class="lnum">420</span></p> - <p class="i0">se fueron recogiendo paso a paso.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch1-2"> - <p><span class="pagenum" id="Page_27">p. 27</span></p> - <h2 class="nobreak g1">ÉGLOGA SEGUNDA</h2> -</div> - -<div class="versos ml4"> - <p class="rol">ALBANIO</p> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">En medio del invierno está templada<a id="FNanchor_80" href="#Footnote_80" class="fnanchor">[80]</a></p> - <p class="i0">el agua dulce desta clara fuente,<a id="FNanchor_81" href="#Footnote_81" class="fnanchor">[81]</a></p> - <p class="i0">y en el verano más que nieve helada.</p> - <p class="i2">¡Oh claras ondas, cómo veo presente,</p> - <p class="i0">en viéndoos, la memoria de aquel día<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">de que el alma temblar y arder se siente!</p> - <p class="i2">En vuestra claridad vi mi alegría</p> - <p class="i0">escurecerse toda y enturbiarse;</p> - <p class="i0">cuando os cobré perdí mi compañía.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_28">p. 28</span>¿A quién pudiera igual tormento darse,<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">que con lo que descansa otro afligido</p> - <p class="i0">venga mi corazón a atormentarse?</p> - <p class="i2">El dulce murmurar de este ruído,</p> - <p class="i0">el mover de los árboles al viento,</p> - <p class="i0">el suave olor del prado florecido,<a id="FNanchor_82" href="#Footnote_82" class="fnanchor">[82]</a><span class="lnum">15</span></p> - <p class="i2">podrían tornar, de enfermo y descontento,</p> - <p class="i0">cualquier pastor del mundo, alegre y sano;</p> - <p class="i0">yo solo en tanto bien morir me siento.</p> - <p class="i2">¡Oh hermosura sobre el ser humano!</p> - <p class="i0">¡Oh claros ojos! ¡Oh cabellos de oro!<a id="FNanchor_83" href="#Footnote_83" class="fnanchor">[83]</a><span class="lnum">20</span></p> - <p class="i0">¡Oh cuello de marfil! ¡Oh blanca mano!</p> - <p class="i2">¿Cómo puede ora ser que en triste lloro</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_29">p. 29</span>se convirtiese tan alegre vida,</p> - <p class="i0">y en tal pobreza todo mi tesoro?</p> - <p class="i2">Quiero mudar lugar, y a la partida<span class="lnum">25</span></p> - <p class="i0">quizá me dejará parte del daño</p> - <p class="i0">que tiene el alma casi consumida.</p> - <p class="i2">¡Cuán vano imaginar, cuán claro engaño</p> - <p class="i0">es darme yo a entender que con partirme,</p> - <p class="i0">de mí se ha de partir un mal tamaño!<span class="lnum">30</span></p> - <p class="i2">¡Ay miembros fatigados, y cuán firme</p> - <p class="i0">es el dolor que os cansa y enflaquece!</p> - <p class="i0">¡Oh si pudiese un rato aquí dormirme!</p> - <p class="i2">Al que velando el bien nunca se ofrece,</p> - <p class="i0">quizá que el sueño le dará durmiendo<span class="lnum">35</span></p> - <p class="i0">algún placer, que presto desfallece</p> - <p class="i0">en tus manos ¡oh sueño! me encomiendo.<a id="FNanchor_84" href="#Footnote_84" class="fnanchor">[84]</a></p> - </div> -</div> - -<div class="versos ml4"> - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Cuán bienaventurado<a id="FNanchor_85" href="#Footnote_85" class="fnanchor">[85]</a></p> - <p class="i0">aquel puede llamarse</p> - <p class="i0">que con la dulce soledad se abraza,<span class="lnum">40</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_30">p. 30</span>y vive descuidado,</p> - <p class="i0">y lejos de empacharse</p> - <p class="i0">en lo que al alma impide y embaraza!</p> - <p class="i0">No ve la llena plaza,</p> - <p class="i0">ni la soberbia puerta<span class="lnum">45</span></p> - <p class="i0">de los grandes señores,</p> - <p class="i0">ni los aduladores</p> - <p class="i0">a quien la hambre del favor despierta;</p> - <p class="i0">no le será forzoso</p> - <p class="i0">rogar, fingir, temer y estar quejoso.<span class="lnum">50</span></p> - <p class="i2">A la sombra holgando</p> - <p class="i0">de un alto pino o robre,</p> - <p class="i0">o de alguna robusta y verde encina,</p> - <p class="i0">el ganado contando</p> - <p class="i0">de su manada pobre;<span class="lnum">55</span></p> - <p class="i0">que por la verde selva se avecina,</p> - <p class="i0">plata cendrada y fina,</p> - <p class="i0">oro luciente y puro,</p> - <p class="i0">baja y vil le parece,</p> - <p class="i0">y tanto lo aborrece,<span class="lnum">60</span></p> - <p class="i0">que aun no piensa que dello está seguro;</p> - <p class="i0">y como está en su seso,</p> - <p class="i0">rehuye la cerviz del grave peso.</p> - <p class="i2">Convida a dulce sueño</p> - <p class="i0">aquel manso ruído<span class="lnum">65</span></p> - <p class="i0">del agua que la clara fuente envía,</p> - <p class="i0">y las aves sin dueño</p> - <p class="i0">con canto no aprendido</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_31">p. 31</span>hinchen el aire de dulce armonía;</p> - <p class="i0">háceles compañía,<span class="lnum">70</span></p> - <p class="i0">a la sombra volando,</p> - <p class="i0">y entre varios olores</p> - <p class="i0">gustando tiernas flores,</p> - <p class="i0">la solícita abeja susurrando;</p> - <p class="i0">los árboles y el viento<span class="lnum">75</span></p> - <p class="i0">al sueño ayudan con su movimiento.</p> - <p class="i2">¿Quién duerme aquí? ¿Dó está que no le veo?</p> - <p class="i0">¡Oh! helo allí. Dichoso tú, que aflojas</p> - <p class="i0">la cuerda al pensamiento o al deseo.</p> - <p class="i2">¡Oh natura, cuán pocas obras cojas<span class="lnum">80</span></p> - <p class="i0">en el mundo son hechas por tu mano!</p> - <p class="i0">Creciendo el bien, menguando las congojas,</p> - <p class="i2">el sueño diste al corazón humano</p> - <p class="i0">para que al despertar más se alegrase</p> - <p class="i0">del estado gozoso, alegre y sano;<span class="lnum">85</span></p> - <p class="i2">que, como si de nuevo le hallase,</p> - <p class="i0">hace aquel intervalo que ha pasado</p> - <p class="i0">que el nuevo gusto nunca al bien se pase.<a id="FNanchor_86" href="#Footnote_86" class="fnanchor">[86]</a></p> - <p class="i2">Y al que de pensamiento fatigado</p> - <p class="i0">el sueño baña con licor piadoso,<span class="lnum">90</span></p> - <p class="i0">curando el corazón despedazado,</p> - <p class="i2">aquel breve descanso, aquel reposo</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_32">p. 32</span>basta para cobrar de nuevo aliento,</p> - <p class="i0">con que se pase el curso trabajoso.</p> - <p class="i2">Llegarme quiero cerca con buen tiento,<span class="lnum">95</span></p> - <p class="i0">y ver, si de mí fuere conocido,</p> - <p class="i0">si es del número triste o del contento.</p> - <p class="i2">Albanio es este que está aquí dormido,</p> - <p class="i0">o yo conozco mal. Albanio es, cierto.</p> - <p class="i0">Duerme, garzón cansado y afligido.<span class="lnum">100</span></p> - <p class="i2">¡Por cuán mejor librado tengo un muerto</p> - <p class="i0">que acaba el curso de la vida humana</p> - <p class="i0">y es reducido a más seguro puerto,</p> - <p class="i2">que el que, viviendo acá, de vida ufana</p> - <p class="i0">y de estado gozoso, noble y alto,<span class="lnum">105</span></p> - <p class="i0">es derrocado de fortuna insana!</p> - <p class="i2">Dicen que este mancebo dio un gran salto:</p> - <p class="i0">que de amorosos bienes fue abundante,</p> - <p class="i0">y agora es pobre, miserable y falto.</p> - <p class="i2">No sé la historia bien; mas quien delante<span class="lnum">110</span></p> - <p class="i0">se halló al duelo me contó algún poco</p> - <p class="i0">del grave caso deste pobre amante.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¿Es esto sueño, o ciertamente toco</p> - <p class="i0">la blanca mano? ¡Ah sueño! ¿estás burlando?</p> - <p class="i0">Yo estábate creyendo como loco.<span class="lnum">115</span></p> - <p class="i2">¡Oh cuitado de mí! Tú vas volando</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_33">p. 33</span>con prestas alas por la ebúrnea puerta;<a id="FNanchor_87" href="#Footnote_87" class="fnanchor">[87]</a></p> - <p class="i0" id="Eg2-118">yo quédome tendido aquí llorando.</p> - <p class="i2">¿No basta el grave mal en que despierta</p> - <p class="i0">el alma vive, o por mejor decillo,<span class="lnum">120</span></p> - <p class="i0">está muriendo de una vida incierta?</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Albanio, deja el llanto, que en oíllo</p> - <p class="i0">me aflijo.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i9">¿Quién presente está a mi duelo?</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Aquí está quien te ayudará a sentillo.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¿Aquí estás tú, Salicio? Gran consuelo<span class="lnum">125</span></p> - <p class="i0">me fuera en cualquier mal tu compañía;</p> - <p class="i0">mas tengo en esto por contrario al cielo.</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Parte de tu trabajo ya me había</p> - <p class="i0">contado Galafrón, que fue presente</p> - <p class="i0">en aqueste lugar el mismo día;<span class="lnum">130</span></p> - <p class="i2" id="Eg2-131"><span class="pagenum" id="Page_34">p. 34</span>mas no supo decir del acidente</p> - <p class="i0">la causa principal; bien que pensaba</p> - <p class="i0">que era mal que decir no se consiente;</p> - <p class="i2">y a la sazón en la ciudad yo estaba,</p> - <p class="i0">como tú sabes bien, aparejando<span class="lnum">135</span></p> - <p class="i0">aquel largo camino que esperaba;</p> - <p class="i2">y esto que digo me contaron cuando</p> - <p class="i0">torné a volver; mas yo te ruego agora,</p> - <p class="i0">si esto no es enojoso que demando,</p> - <p class="i2">que particularmente el punto y hora,<span class="lnum">140</span></p> - <p class="i0">la causa, el daño cuentes y el proceso;</p> - <p class="i0">que el mal comunicado se mejora.<a id="FNanchor_88" href="#Footnote_88" class="fnanchor">[88]</a></p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Con un amigo tal verdad es eso,</p> - <p class="i0">cuando el mal sufre cura, mi Salicio;</p> - <p class="i0">mas este ha penetrado hasta el hueso.<span class="lnum">145</span></p> - <p class="i2">Verdad es que la vida y ejercicio</p> - <p class="i0">común, y el amistad que a ti me ayunta,</p> - <p class="i0">mandan que complacerte sea mi oficio;</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_35">p. 35</span>mas ¿qué haré? que el alma ya barrunta,</p> - <p class="i0">que quiero renovar en la memoria<span class="lnum">150</span></p> - <p class="i0">la herida mortal de aguda punta;</p> - <p class="i2">y póneme delante aquella gloria</p> - <p class="i0">pasada, y la presente desventura,</p> - <p class="i0">para espantarme de la horrible historia.</p> - <p class="i2">Por otra parte, pienso que es cordura<span class="lnum">155</span></p> - <p class="i0">renovar tanto el mal que me atormenta,</p> - <p class="i0">que a morir venga de tristeza pura.</p> - <p class="i2">Y por esto, Salicio, entera cuenta</p> - <p class="i0">te daré de mi mal como pudiere,</p> - <p class="i0">aunque el alma rehuya y no consienta.<span class="lnum">160</span></p> - <p class="i2">Quise bien, y querré mientras rigiere</p> - <p class="i0">aquestos miembros el espirtu mío,</p> - <p class="i0">aquella por quien muero, si muriere.<a id="FNanchor_89" href="#Footnote_89" class="fnanchor">[89]</a></p> - <p class="i2">En este amor no entré por desvarío,<a id="FNanchor_90" href="#Footnote_90" class="fnanchor">[90]</a></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_36">p. 36</span>ni lo traté, como otros, con engaños,<span class="lnum">165</span></p> - <p class="i0" id="Eg2-166">ni fue por eleción de mi albedrío.</p> - <p class="i2">Desde mis tiernos y primeros años</p> - <p class="i0">a aquella parte me inclinó mi estrella,</p> - <p class="i0">y a aquel fiero destino de mis daños.</p> - <p class="i2">Tú conociste bien una doncella,<span class="lnum">170</span></p> - <p class="i0">de mi sangre y abuelos descendida,<a id="FNanchor_91" href="#Footnote_91" class="fnanchor">[91]</a></p> - <p class="i0">más que la misma hermosura bella.</p> - <p class="i2">En su verde niñez, siendo ofrecida</p> - <p class="i0">por montes y por selvas a Diana,<a id="FNanchor_92" href="#Footnote_92" class="fnanchor">[92]</a></p> - <p class="i0">ejercitaba allí su edad florida.<span class="lnum">175</span></p> - <p class="i2">Yo, que desde la noche a la mañana</p> - <p class="i0">y del un sol al otro, sin cansarme,</p> - <p class="i0">seguía la caza con estudio y gana,</p> - <p class="i2">por deudo y ejercicio a conformarme</p> - <p class="i0" id="Eg2-180">vine con ella en tal domestiqueza,<span class="lnum">180</span></p> - <p class="i0">que della un punto no sabía apartarme.</p> - <p class="i2">Iba de un hora en otra la estrecheza</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_37">p. 37</span>haciéndose mayor, acompañada</p> - <p class="i0">de un amor sano y lleno de pureza.</p> - <p class="i2">¿Qué montaña dejó de ser pisada<span class="lnum">185</span></p> - <p class="i0">de nuestros pies? ¿Qué bosque o selva umbrosa</p> - <p class="i0">no fue de nuestra caza fatigada?</p> - <p class="i2">Siempre con mano larga y abundosa</p> - <p class="i0">con parte de la caza visitando</p> - <p class="i0">el sacro altar de nuestra santa diosa.<span class="lnum">190</span></p> - <p class="i2">La colmilluda testa ora llevando</p> - <p class="i0">del puerco jabalí cerdoso y fiero,</p> - <p class="i0">del peligro pasado razonando;</p> - <p class="i2" id="Eg2-194">ora clavando del ciervo ligero</p> - <p class="i0">en algún sacro pino los ganchosos<span class="lnum">195</span></p> - <p class="i0">cuernos, con puro corazón sincero</p> - <p class="i2">tornábamos contentos y gozosos,</p> - <p class="i0">y al disponer de lo que nos quedaba,</p> - <p class="i0">jamás me acuerdo de quedar quejosos.</p> - <p class="i2">Cualquiera caza a entrambos agradaba;<span class="lnum">200</span></p> - <p class="i0">pero la de las simples avecillas</p> - <p class="i0">menos trabajo y más placer nos daba.</p> - <p class="i2">En mostrando el aurora sus mejillas</p> - <p class="i0">de rosa, y sus cabellos de oro fino</p> - <p class="i0">humedeciendo ya las florecillas,<span class="lnum">205</span></p> - <p class="i2">nosotros, yendo fuera de camino,</p> - <p class="i0">buscábamos un valle, el más secreto</p> - <p class="i0">y de conversación menos vecino;</p> - <p class="i2">aquí con una red de muy perfeto</p> - <p class="i0">verde tejida, aquel valle atajábamos<span class="lnum">210</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_38">p. 38</span>muy sin rumor, con paso muy quieto.</p> - <p class="i2">De dos árboles altos la colgábamos,</p> - <p class="i0">y habiéndonos un poco lejos ido,</p> - <p class="i0">hacia la red armada nos tornábamos,</p> - <p class="i2">y por lo más espeso y escondido,<span class="lnum">215</span></p> - <p class="i0">los árboles y matas sacudiendo,</p> - <p class="i0">turbábamos el valle con ruído.</p> - <p class="i2">Zorzales, tordos, mirlas, que temiendo</p> - <p class="i0">delante de nosotros, espantados</p> - <p class="i0">del peligro menor, iban huyendo,<span class="lnum">220</span></p> - <p class="i2">daban en el mayor, desatinados,</p> - <p class="i0">quedando en la sutil red engañosa</p> - <p class="i0">confusamente todos enredados.</p> - <p class="i2">Y entonces era vellos una cosa</p> - <p class="i0">estraña y agradable, dando gritos,<span class="lnum">225</span></p> - <p class="i0">y con voz lamentándose quejosa.</p> - <p class="i2">Algunos dellos, que eran infinitos,</p> - <p class="i0">su libertad buscaban revolando;</p> - <p class="i0">otros estaban míseros y aflitos.<a id="FNanchor_93" href="#Footnote_93" class="fnanchor">[93]</a></p> - <p class="i2">Al fin las cuerdas de la red tirando,<span class="lnum">230</span></p> - <p class="i0">llevábamosla juntos casi llena,</p> - <p class="i0">la caza a cuestas y la red cargando.</p> - <p class="i2">Cuando el húmido otoño ya refrena</p> - <p class="i0">del seco estío el gran calor ardiente,</p> - <p class="i0">y va faltando sombra a Filomena,<a id="FNanchor_94" href="#Footnote_94" class="fnanchor">[94]</a><span class="lnum">235</span></p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_39">p. 39</span>con otra caza desta diferente,</p> - <p class="i0">aunque también de vida ociosa y blanda,</p> - <p class="i0">pasábamos el tiempo alegremente.</p> - <p class="i2">Entonces siempre, como sabes, anda</p> - <p class="i0">de estorninos volando a cada parte<span class="lnum">240</span></p> - <p class="i0">de acá y allá la espesa y negra banda.</p> - <p class="i2">Y cierto aquesto es cosa de contarte,</p> - <p class="i0">cómo con los que andaban por el viento</p> - <p class="i0">usábamos también de astucia y arte.</p> - <p class="i2">Uno vivo primero de aquel cuento<span class="lnum">245</span></p> - <p class="i0">tomábamos, y en esto sin fatiga</p> - <p class="i0">era cumplido luego nuestro intento;</p> - <p class="i2">al pie del cual un hilo, untado en liga,</p> - <p class="i0">atando, le soltábamos al punto</p> - <p class="i0">que vía volar aquella banda amiga.<span class="lnum">250</span></p> - <p class="i2">Apenas era suelto, cuando junto</p> - <p class="i0" id="Eg2-252">estaba con los otros y mesclado,</p> - <p class="i0">secutando el efeto de su asunto.<a id="FNanchor_95" href="#Footnote_95" class="fnanchor">[95]</a></p> - <p class="i2">A cuantos era el hilo enmarañado</p> - <p class="i0">por alas o por pies o por cabeza,<span class="lnum">255</span></p> - <p class="i0">todos venían al suelo mal su grado.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_40">p. 40</span>Andaban forcejando una gran pieza</p> - <p class="i0">a su pesar y a mucho placer nuestro;</p> - <p class="i0">que así de un mal ajeno bien se empieza.<a id="FNanchor_96" href="#Footnote_96" class="fnanchor">[96]</a></p> - <p class="i2">Acuérdaseme agora que el siniestro<span class="lnum">260</span></p> - <p class="i0">canto de la corneja y el agüero</p> - <p class="i0">para escaparse no le fue maestro.</p> - <p class="i2">Cuando una dellas, como es muy ligero,</p> - <p class="i0">a nuestras manos viva nos venía,</p> - <p class="i0">era ocasión de más de un prisionero.<span class="lnum">265</span></p> - <p class="i2">La cual a un llano grande yo traía,</p> - <p class="i0">a do muchas cornejas andar juntas</p> - <p class="i0">o por el suelo o por el aire vía;</p> - <p class="i2">clavándola en la tierra por las puntas</p> - <p class="i0">estremas de las alas, sin rompellas,<span class="lnum">270</span></p> - <p class="i0">seguíase lo que apenas tú barruntas.</p> - <p class="i2">Parecía que mirando a las estrellas,</p> - <p class="i0">clavada boca arriba en aquel suelo,</p> - <p class="i0">estaba a contemplar el curso dellas.</p> - <p class="i2">De allí nos alejábamos, y el cielo<span class="lnum">275</span></p> - <p class="i0">rompía con gritos ella, y convocaba</p> - <p class="i0">de las cornejas el superno vuelo.<a id="FNanchor_97" href="#Footnote_97" class="fnanchor">[97]</a></p> - <p class="i2">En un solo momento se ayuntaba</p> - <p class="i0">una gran muchedumbre presurosa</p> - <p class="i0">a socorrer la que en el suelo estaba.<span class="lnum">280</span></p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_41">p. 41</span>Cercábanla, y alguna, más piadosa</p> - <p class="i0">del mal ajeno de la compañera</p> - <p class="i0">que del suyo avisada y temerosa,</p> - <p class="i2">llegábase muy cerca, y la primera</p> - <p class="i0">que esto hacía, pagaba su inocencia<span class="lnum">285</span></p> - <p class="i0">con prisión o con muerte lastimera.</p> - <p class="i2">Con tal fuerza la presa y tal violencia</p> - <p class="i0">se engarrafaba de la que venía,</p> - <p class="i0">que no se despidiera sin licencia.</p> - <p class="i2">Ya puedes ver cuán gran placer sería<span class="lnum">290</span></p> - <p class="i0">ver, de una por soltarse y desasirse,</p> - <p class="i0">de otra por socorrerse, la porfía.</p> - <p class="i2">Al fin la fiera lucha a despartirse</p> - <p class="i0">venía por nuestra mano, y la cuitada</p> - <p class="i0">del bien hecho empezaba a arrepentirse.<span class="lnum">295</span></p> - <p class="i2">¿Qué me dirás si con su mano alzada</p> - <p class="i0" id="Eg2-297">haciendo la noturna centinela,</p> - <p class="i0">la grúa de nosotros fue engañada?<a id="FNanchor_98" href="#Footnote_98" class="fnanchor">[98]</a></p> - <p class="i2">No aprovechaba al ánsar la cautela,</p> - <p class="i0">ni ser siempre sagaz descubridora<span class="lnum">300</span></p> - <p class="i0">de noturnos engaños con su vela.<a id="FNanchor_99" href="#Footnote_99" class="fnanchor">[99]</a></p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_42">p. 42</span>Ni al blanco cisne que en las aguas mora</p> - <p class="i0">por no morir como Faetón en fuego,</p> - <p class="i0">del cual el triste caso canta y llora.</p> - <p class="i2">Y tú, perdiz cuitada, ¿piensas luego<span class="lnum">305</span></p> - <p class="i0">que en huyendo del techo estás segura?<a id="FNanchor_100" href="#Footnote_100" class="fnanchor">[100]</a></p> - <p class="i0">En el campo turbamos tu sosiego.</p> - <p class="i2">A ningún ave o animal natura<a id="FNanchor_101" href="#Footnote_101" class="fnanchor">[101]</a></p> - <p class="i0">dotó de tanta astucia que no fuese</p> - <p class="i0">vencido al fin de nuestra astucia pura.<span class="lnum">310</span></p> - <p class="i2">Si por menudo de contarte hubiese</p> - <p class="i0">de aquesta vida cada partecilla,</p> - <p class="i0">temo que antes del fin anocheciese.</p> - <p class="i2">Basta saber que aquesta tan sencilla</p> - <p class="i0">y tan pura amistad, quiso mi hado<span class="lnum">315</span></p> - <p class="i0">en diferente especie convertilla:</p> - <p class="i2">en un amor tan fuerte y tan sobrado,</p> - <p class="i0">y en un desasosiego no creíble,</p> - <p class="i0">tal, que no me conosco, de trocado.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_43">p. 43</span>El placer de miralla, con terrible<span class="lnum">320</span></p> - <p class="i0">y fiero desear sentí mesclarse,</p> - <p class="i0">que siempre me llevaba a lo imposible.</p> - <p class="i2">La pena de su ausencia vi mudarse,</p> - <p class="i0">no en pena, no en congoja, en cruda muerte,</p> - <p class="i0">y en fuego eterno el alma atormentarse.<span class="lnum">325</span></p> - <p class="i2">A aqueste estado en fin mi dura suerte</p> - <p class="i0">me trajo poco a poco, y no pensara</p> - <p class="i0">que contra mí pudiera ser más fuerte,</p> - <p class="i2">si con mi grave daño no probara</p> - <p class="i0">que, en comparación de esta, aquella vida<span class="lnum">330</span></p> - <p class="i0">cualquiera por descanso la juzgara.</p> - <p class="i2">Ser debe aquesta historia aborrecida</p> - <p class="i0">de tus orejas ya, que así atormenta</p> - <p class="i0">mi lengua y mi memoria entristecida.</p> - <p class="i2">Decir ya más no es bien que se consienta;<span class="lnum">335</span></p> - <p class="i0">junto todo mi bien perdí en un hora,</p> - <p class="i0">y esta es la suma, en fin, de aquesta cuenta.</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Albanio, si tu mal comunicaras<a id="FNanchor_102" href="#Footnote_102" class="fnanchor">[102]</a></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_44">p. 44</span>con otro, que pensaras que tu pena</p> - <p class="i0">juzgaba como ajena, o que este fuego<span class="lnum">340</span></p> - <p class="i0">nunca probó, ni el juego peligroso</p> - <p class="i0">de que tú estás quejoso, yo confieso</p> - <p class="i0">que fuera bueno aqueso que hora haces;</p> - <p class="i0">mas si tú me deshaces con tus quejas,</p> - <p class="i0">¿por qué agora me dejas como a estraño,<span class="lnum">345</span></p> - <p class="i0">sin dar de aqueste daño fin al cuento?</p> - <p class="i0">¿Piensas que tu tormento como nuevo</p> - <p class="i0">escucho, y que no pruebo, por mi suerte,</p> - <p class="i0">aquesta viva muerte en las entrañas?</p> - <p class="i0">Si no con todas mañas ni esperiencia<span class="lnum">350</span></p> - <p class="i0">esta grave dolencia se desecha,</p> - <p class="i0">al menos aprovecha, yo te digo,</p> - <p class="i0">para que de un amigo que adolesca</p> - <p class="i0">otro se condolesca, que ha llegado</p> - <p class="i0">de bien acuchillado a ser maestro.<a id="FNanchor_103" href="#Footnote_103" class="fnanchor">[103]</a><span class="lnum">355</span></p> - <p class="i2">Así que, pues te muestro abiertamente</p> - <p class="i0">que no estoy inocente destos males,</p> - <p class="i0">que aún traigo las señales de las llagas,</p> - <p class="i0">no es bien que tú te hagas tan esquivo;</p> - <p class="i0">que mientras estás vivo, ser podría<span class="lnum">360</span></p> - <p class="i0">que por alguna vía te avisase,</p> - <p class="i0">y contigo llorase; que no es malo</p> - <p class="i0">tener al pie del palo quien se duela<a id="FNanchor_104" href="#Footnote_104" class="fnanchor">[104]</a></p> - <p class="i0">del mal, y sin cautela te aconseje.</p> - </div> - - <p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_45">p. 45</span>ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Tú quieres que forceje y que contraste<a id="FNanchor_105" href="#Footnote_105" class="fnanchor">[105]</a><span class="lnum">365</span></p> - <p class="i0">con quien al fin no baste a derrocalle.</p> - <p class="i0">Amor quiere que calle; yo no puedo</p> - <p class="i0">mover el paso un dedo sin gran mengua.</p> - <p class="i0">Él tiene de mi lengua el movimiento;</p> - <p class="i0">así que no me siento ser bastante.<span class="lnum">370</span></p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¿Qué te pone delante que te impida</p> - <p class="i0">el descubrir tu vida al que aliviarte</p> - <p class="i0">del mal alguna parte cierto espera?</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Amor quiere que muera sin reparo;</p> - <p class="i0">y conociendo claro que bastaba<span class="lnum">375</span></p> - <p class="i0">lo que yo descansaba en este llanto</p> - <p class="i0">contigo, a que entre tanto me aliviase,</p> - <p class="i0">y aquel tiempo probase a sostenerme;</p> - <p class="i0">por más presto perderme, como injusto,</p> - <p class="i0">me ha ya quitado el gusto que tenía<span class="lnum">380</span></p> - <p class="i0">de echar la pena mía por la boca.</p> - <p class="i0">Así que ya no toca nada dello</p> - <p class="i0">a ti querer sabello, ni contallo</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_46">p. 46</span>a quien solo pasallo le conviene,</p> - <p class="i0">y muerte solo por alivio tiene.<span class="lnum">385</span></p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¿Quién es contra su ser tan inhumano,</p> - <p class="i0">que al enemigo entrega su despojo,</p> - <p class="i0">y pone su poder en otra mano?</p> - <p class="i2">¿Cómo, y no tienes ora algún enojo</p> - <p class="i0">de ver que amor tu misma lengua ataje,<span class="lnum">390</span></p> - <p class="i0">o la desate por su solo antojo?</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Salicio amigo, cese este lenguaje;</p> - <p class="i0">cierra tu boca, y más aquí no la abras;</p> - <p class="i0">yo siento mi dolor, y tú mi ultraje.</p> - <p class="i2">¿Para qué son maníficas palabras?<a id="FNanchor_106" href="#Footnote_106" class="fnanchor">[106]</a><span class="lnum">395</span></p> - <p class="i0">¿Quién te hizo filósofo elocuente,<a id="FNanchor_107" href="#Footnote_107" class="fnanchor">[107]</a></p> - <p class="i0">siendo pastor de ovejas y de cabras?</p> - <p class="i2">¡Oh cuitado de mí, cuán fácilmente</p> - <p class="i0">con espedida lengua y rigurosa</p> - <p class="i0" id="Eg2-400">el sano da consejos al doliente!<span class="lnum">400</span></p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">No te aconsejo yo, ni digo cosa</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_47">p. 47</span>para que debas tú por ella darme</p> - <p class="i0">respuesta tan aceda y tan odiosa.</p> - <p class="i2">Ruégote que tu mal quieras contarme,</p> - <p class="i0">porque dél pueda tanto entristecerme,<span class="lnum">405</span></p> - <p class="i0">cuanto suelo del bien tuyo alegrarme.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Pues ya de ti no puedo defenderme,</p> - <p class="i0">yo tornaré a mi cuento cuando hayas</p> - <p class="i0">prometido una gracia concederme;</p> - <p class="i2">y es, que en oyendo el fin, luego te vayas<span class="lnum">410</span></p> - <p class="i0">y me dejes llorar mi desventura</p> - <p class="i0">entre estos pinos solo y estas hayas.</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Aunque pedir tú eso no es cordura,</p> - <p class="i0">yo seré dulce más que sano amigo,</p> - <p class="i0">y daré bien lugar a tu tristura.<span class="lnum">415</span></p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Hora, Salicio, escucha lo que digo;</p> - <p class="i0">y vos, oh ninfas deste bosque umbroso,</p> - <p class="i0">a doquiera que estáis, estad conmigo.</p> - <p class="i2">Ya te conté el estado tan dichoso</p> - <p class="i0">a do me puso amor, si en él yo firme<span class="lnum">420</span></p> - <p class="i0">pudiera sostenerme con reposo;</p> - <p class="i2">mas, como de callar y de encubrirme</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_48">p. 48</span>de aquella por quien vivo me encendía,<a id="FNanchor_108" href="#Footnote_108" class="fnanchor">[108]</a></p> - <p class="i0">llegué ya casi al punto de morirme,</p> - <p class="i2">mil veces ella preguntó qué había,<span class="lnum">425</span></p> - <p class="i0">y me rogó que el mal le descubriese,</p> - <p class="i0">que mi rostro y color lo descubría.</p> - <p class="i2">Mas no acabó con cuanto me dijese,</p> - <p class="i0">que de mí a su pregunta otra respuesta</p> - <p class="i0">que un sospiro con lágrimas hubiese.<span class="lnum">430</span></p> - <p class="i2">Aconteció que en una ardiente siesta,</p> - <p class="i0">viniendo de la caza fatigados,</p> - <p class="i0">en el mejor lugar desta floresta,</p> - <p class="i2">que es este donde estamos asentados,</p> - <p class="i0">a la sombra de un árbol aflojamos<span class="lnum">435</span></p> - <p class="i0">las cuerdas a los arcos trabajados.</p> - <p class="i2">En aquel prado allí nos reclinamos,</p> - <p class="i0">y del céfiro fresco recogiendo</p> - <p class="i0">el agradable espirtu, respiramos.</p> - <p class="i2">Las flores, a los ojos ofreciendo<span class="lnum">440</span></p> - <p class="i0">diversidad estraña de pintura,</p> - <p class="i0">diversamente así estaban oliendo.</p> - <p class="i2">Y en medio aquesta fuente clara y pura,</p> - <p class="i0">que como de cristal resplandecía,</p> - <p class="i0">mostrando abiertamente su hondura,<span class="lnum">445</span></p> - <p class="i2">el arena, que de oro parecía,</p> - <p class="i0">de blancas pedrezuelas variada,</p> - <p class="i0">por do manaba el agua, se bullía.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_49">p. 49</span>En derredor ni sola una pisada</p> - <p class="i0">de fiera o de pastor o de ganado<span class="lnum">450</span></p> - <p class="i0">a la sazón estaba señalada.</p> - <p class="i2">Después que con el agua resfriado</p> - <p class="i0">hubimos el calor, y juntamente</p> - <p class="i0">la sed de todo punto mitigado,</p> - <p class="i2">ella, que con cuidado diligente<span class="lnum">455</span></p> - <p class="i0">a conocer mi mal tenía el intento,</p> - <p class="i0">y a escudriñar el ánimo doliente,</p> - <p class="i2">con nuevo ruego y firme juramento</p> - <p class="i0">me conjuró y rogó que le contase</p> - <p class="i0">la causa de mi grave pensamiento;<span class="lnum">460</span></p> - <p class="i2">y si era amor, que no me recelase</p> - <p class="i0" id="Eg2-462">de hacelle mi caso manifiesto,</p> - <p class="i0">y demostralle aquella que yo amase,</p> - <p class="i2">que me juraba que también en esto</p> - <p class="i0">el verdadero amor que me tenía<span class="lnum">465</span></p> - <p class="i0">con pura voluntad estaba presto.</p> - <p class="i2">Yo, que tanto callar ya no podía,</p> - <p class="i0">y claro descubrir menos osaba</p> - <p class="i0">lo que en el alma triste se sentía,</p> - <p class="i2">le dije que en aquella fuente clara<span class="lnum">470</span></p> - <p class="i0">vería de aquella que yo tanto amaba</p> - <p class="i0" id="Eg2-472">abiertamente la hermosa cara.</p> - <p class="i2">Ella, que ver aquesta deseaba,</p> - <p class="i0">con menos diligencia discurriendo</p> - <p class="i0">de aquella con que el paso apresuraba,<span class="lnum">475</span></p> - <p class="i2">a la pura fontana fue corriendo,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_50">p. 50</span>y en viendo el agua, toda fue alterada,</p> - <p class="i0">en ella su figura sola viendo.<a id="FNanchor_109" href="#Footnote_109" class="fnanchor">[109]</a></p> - <p class="i2">Y no de otra manera, arrebatada,</p> - <p class="i0">del agua rehuyó, que si estuviera<span class="lnum">480</span></p> - <p class="i0">de la rabiosa enfermedad tocada.</p> - <p class="i2">Y sin mirarme, desdeñosa y fiera,</p> - <p class="i0">no sé qué allá entre dientes murmurando,</p> - <p class="i0">me dejó aquí, y aquí quiere que muera.</p> - <p class="i2">Quedé yo triste y solo allí, culpando<span class="lnum">485</span></p> - <p class="i0">mi temerario osar, mi desvarío,</p> - <p class="i0">la pérdida del bien considerando.</p> - <p class="i2">Creció de tal manera el dolor mío,</p> - <p class="i0">y de mi loco error el desconsuelo,</p> - <p class="i0" id="Eg2-490">que hice de mis lágrimas un río.<span class="lnum">490</span></p> - <p class="i2">Fijos los ojos en el alto cielo,</p> - <p class="i0">estuve boca arriba una gran pieza</p> - <p class="i0">tendido, sin mudarme en este suelo.<a id="FNanchor_110" href="#Footnote_110" class="fnanchor">[110]</a></p> - <p class="i2">Y como de un dolor otro se empieza,<a id="FNanchor_111" href="#Footnote_111" class="fnanchor">[111]</a></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_51">p. 51</span>el largo llanto, el desvanecimiento,<span class="lnum">495</span></p> - <p class="i0">el vano imaginar de la cabeza,</p> - <p class="i2">de mi gran culpa aquel remordimiento,</p> - <p class="i0">verme del todo al fin sin esperanza,</p> - <p class="i0">me trastornaron casi el sentimiento.</p> - <p class="i2" id="Eg2-500">Cómo deste lugar hice mudanza<span class="lnum">500</span></p> - <p class="i0">no sé, ni quién de aquí me condujese</p> - <p class="i0">al triste albergo y a mi pobre estanza.</p> - <p class="i2">Sé que tornando en mí, como estuviese</p> - <p class="i0">sin comer y dormir bien cuatro días,</p> - <p class="i0">y sin que el cuerpo de un lugar moviese,<span class="lnum">505</span></p> - <p class="i2">las ya desamparadas vacas mías</p> - <p class="i0">por otro tanto tiempo no gustaron</p> - <p class="i0">las verdes hierbas ni las aguas frías.</p> - <p class="i2" id="Eg2-509">Los pequeños hijuelos, que hallaron</p> - <p class="i0" id="Eg2-510">las tetas secas ya de las hambrientas<span class="lnum">510</span></p> - <p class="i0">madres, bramando al cielo se quejaron.</p> - <p class="i2">Las selvas, a su voz también atentas,</p> - <p class="i0">bramando pareció que respondían,</p> - <p class="i0">condolidas del daño y descontentas.</p> - <p class="i2">Aquestas cosas nada me movían,<span class="lnum">515</span></p> - <p class="i0" id="Eg2-516">antes con mi llorar hacía espantados</p> - <p class="i0">todos cuantos a verme allí venían.</p> - <p class="i2">Vinieron los pastores de ganados,</p> - <p class="i0">vinieron de los sotos los vaqueros,</p> - <p class="i0">para ser de mi mal de mí informados.<span class="lnum">520</span></p> - <p class="i2">Y todos con los gestos lastimeros</p> - <p class="i0">me preguntaban cuáles habían sido</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_52">p. 52</span>los acidentes de mi mal primeros.</p> - <p class="i2">A los cuales, en tierra yo tendido,</p> - <p class="i0">ninguna otra respuesta dar sabía,<span class="lnum">525</span></p> - <p class="i0">rompiendo con sollozos mi gemido,</p> - <p class="i2">sino de rato en rato les decía:</p> - <p class="i0" id="Eg2-528">«Vosotros, los de Tajo en su ribera,</p> - <p class="i0">cantaréis la mi muerte cada día.<a id="FNanchor_112" href="#Footnote_112" class="fnanchor">[112]</a></p> - <p class="i2">»Este descanso llevaré aunque muera,<span class="lnum">530</span></p> - <p class="i0">que cada día cantaréis mi muerte</p> - <p class="i0" id="Eg2-532">vosotros, los de Tajo, en su ribera.»<a id="FNanchor_113" href="#Footnote_113" class="fnanchor">[113]</a></p> - <p class="i2">La quinta noche, en fin, mi cruda suerte,</p> - <p class="i0">queriéndome llevar do se rompiese</p> - <p class="i0" id="Eg2-535">aquesta tela de la vida fuerte,<span class="lnum">535</span></p> - <p class="i2" id="Eg2-536">hizo que de mi choza me saliese</p> - <p class="i0">por el silencio de la noche escura</p> - <p class="i0">a buscar un lugar donde muriese.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_53">p. 53</span>Y caminando por do mi ventura</p> - <p class="i0">y mis enfermos pies me condujeron,<span class="lnum">540</span></p> - <p class="i0">llegué a un barranco de muy gran altura.</p> - <p class="i2">Luego mis ojos lo reconocieron,</p> - <p class="i0">que pende sobre el agua, y su cimiento</p> - <p class="i0">las ondas poco a poco le comieron.</p> - <p class="i2" id="Eg2-545">Al pie de un olmo hice allí mi asiento,<span class="lnum">545</span></p> - <p class="i0">y acordeme que ya con ella estuve</p> - <p class="i0">pasando allí la siesta al fresco viento.</p> - <p class="i2">En aquesta memoria me detuve,</p> - <p class="i0">como si aquesta fuera medicina</p> - <p class="i0">de mi furor y cuanto mal sostuve.<span class="lnum">550</span></p> - <p class="i2">Denunciaba el aurora ya vecina</p> - <p class="i0">la venida del sol resplandeciente,</p> - <p class="i0">a quien la tierra, a quien la mar se inclina.</p> - <p class="i2">Entonces, como cuando el cisne siente</p> - <p class="i0">el ansia postrimera que le aqueja,<span class="lnum">555</span></p> - <p class="i0">y tienta el cuerpo mísero y doliente,</p> - <p class="i2">con triste y lamentable son se queja,</p> - <p class="i0">y se despide con funesto canto</p> - <p class="i0">del espirtu vital que dél se aleja;<a id="FNanchor_114" href="#Footnote_114" class="fnanchor">[114]</a></p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_54">p. 54</span>así, aquejado yo de dolor tanto,<span class="lnum">560</span></p> - <p class="i0">que el alma abandonaba ya la humana</p> - <p class="i0">carne, solté la rienda al triste llanto.</p> - <p class="i2">«¡Oh fiera, dije, más que tigre hircana,</p> - <p class="i0">y más sorda a mis quejas que el ruído</p> - <p class="i0">embravecido de la mar insana!<span class="lnum">565</span></p> - <p class="i2">»Heme entregado, heme aquí rendido,</p> - <p class="i0">he aquí vences; toma los despojos</p> - <p class="i0">de un cuerpo miserable y afligido.</p> - <p class="i2">»Yo pondré fin del todo a tus enojos,</p> - <p class="i0">ya no te ofenderá mi rostro triste,<span class="lnum">570</span></p> - <p class="i0">mi temerosa voz y húmidos ojos.</p> - <p class="i2">»Quizá tú, que en mi vida no moviste</p> - <p class="i0">el paso a consolarme en tal estado,</p> - <p class="i0">ni tu dureza cruda enterneciste,</p> - <p class="i2">»viendo mi cuerpo aquí desamparado,<span class="lnum">575</span></p> - <p class="i0">vendrás a arrepentirte y lastimarte;</p> - <p class="i0">mas tu socorro tarde habrá llegado.</p> - <p class="i2" id="Eg2-578">»¿Cómo pudiste tan presto olvidarte</p> - <p class="i0">de aquel tan luengo amor, y de sus ciegos</p> - <p class="i0" id="Eleg2-580">nudos en sola un hora desligarte?<span class="lnum">580</span></p> - <p class="i2">»¿No se te acuerda de los dulces juegos</p> - <p class="i0">ya de nuestra niñez, que fueron leña</p> - <p class="i0">destos dañosos y encendidos fuegos,</p> - <p class="i2">»cuando la encina desta espesa breña</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_55">p. 55</span>de sus bellotas dulces despojaba,<span class="lnum">585</span></p> - <p class="i0">que íbamos a comer sobre esta peña?</p> - <p class="i2">»¿Quién las castañas tiernas derrocaba</p> - <p class="i0">del árbol al subir dificultoso?</p> - <p class="i0">¿Quién en su limpia falda las llevaba?</p> - <p class="i2">»¿Cuándo en valle florido, espeso, umbroso<span class="lnum">590</span></p> - <p class="i0">metí jamás el pie, que dél no fuese</p> - <p class="i0">cargado a ti de flores y oloroso?</p> - <p class="i2">»Jurábasme, si ausente yo estuviese,</p> - <p class="i0">que ni el agua sabor, ni olor la rosa,</p> - <p class="i0">ni el prado hierba para ti tuviese.<span class="lnum">595</span></p> - <p class="i2">»¿A quién me quejo, que no escucha cosa</p> - <p class="i0">de cuantas digo, quien debría escucharme?</p> - <p class="i0">Eco sola me muestra ser piadosa;</p> - <p class="i2">»respondiéndome prueba conhortarme,<a id="FNanchor_115" href="#Footnote_115" class="fnanchor">[115]</a></p> - <p class="i0">como quien probó mal tan importuno;<a id="FNanchor_116" href="#Footnote_116" class="fnanchor">[116]</a><span class="lnum">600</span></p> - <p class="i0">mas no quiere mostrarse y consolarme.<a id="FNanchor_117" href="#Footnote_117" class="fnanchor">[117]</a></p> - <p class="i2">»¡Oh dioses! si allá juntos de consuno</p> - <p class="i0">de los amantes el cuidado os toca;</p> - <p class="i0">¡oh tú solo! si toca a solo uno,</p> - <p class="i2">»recebid las palabras que la boca<span class="lnum">605</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_56">p. 56</span>echa con la doliente ánima fuera,</p> - <p class="i0">antes que el cuerpo torne en tierra poca.</p> - <p class="i2">»¡Oh náyades, de aquesta mi ribera<a id="FNanchor_118" href="#Footnote_118" class="fnanchor">[118]</a></p> - <p class="i0">corriente moradoras! ¡Oh napeas,</p> - <p class="i0">guarda del verde bosque verdadera!<a id="FNanchor_119" href="#Footnote_119" class="fnanchor">[119]</a><span class="lnum">610</span></p> - <p class="i2">»Alce una de vosotras, blancas deas,</p> - <p class="i0">del agua su cabeza rubia un poco,</p> - <p class="i0">así, ninfa, jamás en tal se vea.</p> - <p class="i2">»Podré decir que con mis quejas toco</p> - <p class="i0">las divinas orejas, no pudiendo<a id="FNanchor_120" href="#Footnote_120" class="fnanchor">[120]</a><span class="lnum">615</span></p> - <p class="i0">las humanas tocar, cuerdo ni loco.</p> - <p class="i2">»¡Oh hermosas oréades, que teniendo</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_57">p. 57</span>el gobierno de selvas y montañas,</p> - <p class="i0">a caza andáis por ellas discurriendo!</p> - <p class="i2">»Dejad de perseguir las alimañas;<span class="lnum">620</span></p> - <p class="i0">venid a ver un hombre perseguido,</p> - <p class="i0">a quien ni valen fuerzas ya ni mañas.</p> - <p class="i2" id="Eg2-623">»¡Oh dríades, de amor hermoso nido,<a id="FNanchor_121" href="#Footnote_121" class="fnanchor">[121]</a></p> - <p class="i0">dulces y graciosísimas doncellas,</p> - <p class="i0">que a la tarde salís de lo escondido,<span class="lnum">625</span></p> - <p class="i2">»con los cabellos rubios, que las bellas</p> - <p class="i0">espaldas dejan de oro cobijadas,</p> - <p class="i0">parad mientes un rato a mis querellas!</p> - <p class="i2">»Y si con mi ventura conjuradas</p> - <p class="i0" id="Eg2-630">no estáis, haced que sean las ocasiones<span class="lnum">630</span></p> - <p class="i0">de mi muerte aquí siempre celebradas.</p> - <p class="i2">»¡Oh lobos, oh osos, que, por los rincones</p> - <p class="i0">destas fieras cavernas escondidos,</p> - <p class="i0">estáis oyendo agora mis razones!</p> - <p class="i2">»Quedaos adiós, que ya vuestros oídos<span class="lnum">635</span></p> - <p class="i0">de mi zampoña fueron halagados,</p> - <p class="i0">y alguna vez de amor enternecidos.</p> - <p class="i2">»Adiós, montañas; adiós, verdes prados;</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_58">p. 58</span>adiós, corrientes ríos espumosos;</p> - <p class="i0">vivid sin mí con siglos prolongados;<span class="lnum">640</span></p> - <p class="i2">»y mientras en el curso presurosos</p> - <p class="i0">iréis al mar a dalle su tributo,</p> - <p class="i0">corriendo por los valles pedregosos,</p> - <p class="i2">»haced que aquí se muestre triste luto</p> - <p class="i0">por quien, viviendo alegre, os alegraba<span class="lnum">645</span></p> - <p class="i0">con agradable son y viso enjuto.<a id="FNanchor_122" href="#Footnote_122" class="fnanchor">[122]</a></p> - <p class="i2">»Por quien aquí sus vacas abrevaba,</p> - <p class="i0">por quien, ramos de lauro entretejiendo,</p> - <p class="i0">aquí sus fuertes toros coronaba.»</p> - <p class="i2">Estas palabras tales en diciendo,<span class="lnum">650</span></p> - <p class="i0">en pie me alcé por dar ya fin al duro</p> - <p class="i0">dolor que en vida estaba padeciendo.</p> - <p class="i2">Y por el paso en que me ves te juro<a id="FNanchor_123" href="#Footnote_123" class="fnanchor">[123]</a></p> - <p class="i0">que ya me iba a arrojar de do te cuento,</p> - <p class="i0">con paso largo y corazón seguro,<a id="FNanchor_124" href="#Footnote_124" class="fnanchor">[124]</a><span class="lnum">655</span></p> - <p class="i2">cuando una fuerza súbita de viento</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_59">p. 59</span>vino con tal furor, que de una sierra</p> - <p class="i0">pudiera remover el firme asiento.</p> - <p class="i2">De espaldas, como atónito, en la tierra</p> - <p class="i0">desde ha gran rato me hallé tendido;<a id="FNanchor_125" href="#Footnote_125" class="fnanchor">[125]</a><span class="lnum">660</span></p> - <p class="i0">que así se halla siempre aquel que yerra.<a id="FNanchor_126" href="#Footnote_126" class="fnanchor">[126]</a></p> - <p class="i2">Con más sano discurso en mi sentido,</p> - <p class="i0">comencé de culpar el presupuesto<a id="FNanchor_127" href="#Footnote_127" class="fnanchor">[127]</a></p> - <p class="i0">y temerario error que había seguido,</p> - <p class="i2">en querer dar con triste muerte al resto<span class="lnum">665</span></p> - <p class="i0">de aquesta breve vida fin amargo,</p> - <p class="i0">no siendo por los hados aún dispuesto.</p> - <p class="i2">De allí me fui con corazón más largo</p> - <p class="i0">para esperar la muerte, cuando venga</p> - <p class="i0">a relevarme deste grave cargo.<span class="lnum">670</span></p> - <p class="i2">Bien has ya visto cuánto me convenga,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_60">p. 60</span>que pues buscalla a mí no se consiente,</p> - <p class="i0">ella en buscarme a mí no se detenga.</p> - <p class="i2">Contado te he la causa, el acidente,</p> - <p class="i0">el daño y el proceso todo entero;<span class="lnum">675</span></p> - <p class="i0">cúmpleme tu promesa prestamente.</p> - <p class="i2">Y si mi amigo cierto y verdadero</p> - <p class="i0">eres, como yo pienso, vete agora;</p> - <p class="i0">no estorbes un dolor acerbo y fiero</p> - <p class="i0">al afligido y triste cuando llora.<span class="lnum">680</span></p> - </div> - -<div class="section"> - <p class="rol">SALICIO</p> -</div> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Tratara de una parte</p> - <p class="i0">que agora solo siento,</p> - <p class="i0">si no pensaras que era dar consuelo.</p> - <p class="i0">Quisiera preguntarte</p> - <p class="i0">cómo tu pensamiento<span class="lnum">685</span></p> - <p class="i0">se derribó tan presto en ese suelo,</p> - <p class="i0">o se cubrió de un velo,</p> - <p class="i0">para que no mirase</p> - <p class="i0">que quien tan luengamente</p> - <p class="i0">amó, no se consiente<span class="lnum">690</span></p> - <p class="i0">que tan presto del todo te olvidase.</p> - <p class="i0">¿Qué sabes si ella agora</p> - <p class="i0">juntamente su mal y el tuyo llora?</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Cese ya el artificio</p> - <p class="i0">de la maestra mano;<span class="lnum">695</span></p> - <p class="i0">no me hagas pasar tan grave pena.</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_61">p. 61</span>Harásme tú, Salicio,</p> - <p class="i0">ir do nunca pie humano</p> - <p class="i0">estampó su pisada en el arena.</p> - <p class="i0">Ella está tan ajena<span class="lnum">700</span></p> - <p class="i0">de estar desa manera</p> - <p class="i0">como tú de pensallo,</p> - <p class="i0">aunque quieres mostrallo</p> - <p class="i0">con razón aparente a verdadera.</p> - <p class="i0">Ejercita aquí el arte<span class="lnum">705</span></p> - <p class="i0">a solas, que yo voyme en otra parte.</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">No es tiempo de curalle,</p> - <p class="i0">hasta que menos tema</p> - <p class="i0">la cura del maestro y su crueza.</p> - <p class="i0">Solo quiero dejalle;<span class="lnum">710</span></p> - <p class="i0">que aún está el apostema</p> - <p class="i0">intratable, a mi ver, por su dureza.</p> - <p class="i0">Quebrante la braveza</p> - <p class="i0">del pecho empedernido</p> - <p class="i0">con largo y tierno llanto;<span class="lnum">715</span></p> - <p class="i0">ireme yo entre tanto</p> - <p class="i0">a requerir de un ruiseñor el nido,</p> - <p class="i0" id="Eleg2-718">que está en un alta encina,</p> - <p class="i0">y estará presto en manos de Gravina.<a id="FNanchor_128" href="#Footnote_128" class="fnanchor">[128]</a></p> - </div> - - <p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_62">p. 62</span>CAMILA</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2" id="Eg2-720">Si desta tierra no he perdido el tino,<span class="lnum">720</span></p> - <p class="i0">por aquí el corzo vino que ha traído,</p> - <p class="i0">después que fue herido, atrás el viento.</p> - <p class="i0">¿Qué recio movimiento en la corrida</p> - <p class="i0">lleva, de tal herida lastimado?</p> - <p class="i0">En el siniestro lado soterrada<span class="lnum">725</span></p> - <p class="i0">la flecha enherbolada va mostrando,</p> - <p class="i0">las plumas blanqueando solas fuera.</p> - <p class="i0">Y háceme que muera con buscalle.</p> - <p class="i0">No pasó deste valle; aquí está cierto,<a id="FNanchor_129" href="#Footnote_129" class="fnanchor">[129]</a></p> - <p class="i0">y por ventura muerto. ¡Quién me diese<span class="lnum">730</span></p> - <p class="i0">alguno que siguiese el rastro agora,</p> - <p class="i0">mientras la ardiente hora de la siesta</p> - <p class="i0">en aquesta floresta yo descanso!</p> - <p class="i0">¡Ay viento fresco y manso y amoroso,</p> - <p class="i0">almo, dulce, sabroso! Esfuerza, esfuerza<span class="lnum">735</span></p> - <p class="i0">tu soplo, y esta fuerza tan caliente</p> - <p class="i0">del alto sol ardiente hora quebranta;</p> - <p class="i0">que ya la tierna planta del pie mío</p> - <p class="i0">anda a buscar el frío desta hierba.</p> - <p class="i0">A los hombres reserva tú, Diana,<span class="lnum">740</span></p> - <p class="i0">en esta siesta insana tu ejercicio;</p> - <p class="i0">por agora tu oficio desamparo,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_63">p. 63</span>que me ha costado caro en este día.</p> - <p class="i0">¡Ay dulce fuente mía, y de cuán alto</p> - <p class="i0">con solo un sobresalto me arrojaste!<span class="lnum">745</span></p> - <p class="i0">¿Sabes qué me quitaste, fuente clara?</p> - <p class="i0" id="Eg2-747">Los ojos de la cara, que no quiero</p> - <p class="i0">menos un compañero que yo amaba;</p> - <p class="i0">mas no como él pensaba. Dios ya quiera</p> - <p class="i0">que antes Camila muera que padesca<span class="lnum">750</span></p> - <p class="i0">culpa por do meresca ser echada</p> - <p class="i0">de la selva sagrada de Diana.<a id="FNanchor_130" href="#Footnote_130" class="fnanchor">[130]</a></p> - <p class="i0">¡Oh cuán de mala gana mi memoria</p> - <p class="i0">renueva aquesta historia! Mas la culpa</p> - <p class="i0">ajena me desculpa; que si fuera<span class="lnum">755</span></p> - <p class="i0">yo la causa primera desta ausencia,</p> - <p class="i0">yo diera la sentencia en mi contrario.</p> - <p class="i0">Él fue muy voluntario y sin respeto.</p> - <p class="i0">Mas ¿para qué me meto en esta cuenta?</p> - <p class="i0">Quiero vivir contenta y olvidallo,<span class="lnum">760</span></p> - <p class="i0">y aquí donde me hallo recrearme.</p> - <p class="i0">Aquí quiero acostarme, y en cayendo</p> - <p class="i0">la siesta iré siguiendo mi corcillo,</p> - <p class="i0">que yo me maravillo ya y me espanto</p> - <p class="i0">cómo con tal herida huyó tanto.<span class="lnum">765</span></p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Si mi turbada vista no me miente,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_64">p. 64</span>paréceme que vi entre rama y rama</p> - <p class="i0">una ninfa llegar a aquella fuente.</p> - <p class="i2">Quiero llegar allá; quizá, si ella ama,</p> - <p class="i0">me dirá alguna cosa con que engañe<span class="lnum">770</span></p> - <p class="i0">con algún falso alivio aquesta llama.</p> - <p class="i2">Y no se me da nada que desbañe<a id="FNanchor_131" href="#Footnote_131" class="fnanchor">[131]</a></p> - <p class="i0">mi alma, si es contrario lo que creo;</p> - <p class="i0" id="Eg2-774">que a quien no espera bien no hay mal que dañe.</p> - <p class="i2">¡Oh santos dioses! ¿Qué es esto que veo?<span class="lnum">775</span></p> - <p class="i0">¿Es error de fantasma convertida</p> - <p class="i0">en forma de mi amor y mi deseo?</p> - <p class="i2">Camila es esta que está aquí dormida;</p> - <p class="i0">no puede de otra ser su hermosura;</p> - <p class="i0">la razón está clara y conocida:<span class="lnum">780</span></p> - <p class="i2">una obra sola quiso la natura<a id="FNanchor_132" href="#Footnote_132" class="fnanchor">[132]</a></p> - <p class="i0">hacer como esta, y rompió luego apriesa</p> - <p class="i0">la estampa do fue hecha tal figura.<a id="FNanchor_133" href="#Footnote_133" class="fnanchor">[133]</a></p> - <p class="i2">¿Quién podrá luego de su forma espresa</p> - <p class="i0">el traslado sacar, si la maestra<span class="lnum">785</span></p> - <p class="i0">misma no basta, y ella lo confiesa?</p> - <p class="i2">Mas ya que es cierto el bien que a mí se muestra</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_65">p. 65</span>¿cómo podré llegar a despertalla,</p> - <p class="i0">temiendo yo la luz que a ella me adiestra?<a id="FNanchor_134" href="#Footnote_134" class="fnanchor">[134]</a></p> - <p class="i2">¿Si solamente de poder tocalla<span class="lnum">790</span></p> - <p class="i0">perdiese el miedo yo? Mas ¿si despierta?...</p> - <p class="i0">Si despierta, tenella y no soltalla.</p> - <p class="i2">Esta osadía temo que no es cierta.</p> - <p class="i0">Mas ¿qué me puede hacer? Quiero llegarme.</p> - <p class="i0">En fin, ella está agora como muerta.<span class="lnum">795</span></p> - <p class="i2">Cabe ella por lo menos asentarme</p> - <p class="i0">bien puedo; mas no ya como solía.</p> - <p class="i0">¡Oh mano poderosa de matarme!</p> - <p class="i2">¿Viste cuánto tu fuerza en mí podía?</p> - <p class="i0">¿Por qué para sanarme no la pruebas?<span class="lnum">800</span></p> - <p class="i0">Que tu poder a todo bastaría.</p> - </div> - - <p class="rol">CAMILA</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Socórreme, Diana.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i18">No te muevas,</p> - <p class="i0">que no te he de soltar; escucha un poco.</p> - </div> - - <p class="rol">CAMILA</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">¿Quién me dijera, Albanio, tales nuevas?</p> - <p class="i2">Ninfas del verde bosque a vos invoco,<span class="lnum">805</span></p> - <p class="i0">a vos pido socorro desta fuerza.</p> - <p class="i0">¿Qué es esto, Albanio? Dime si estás loco.</p> - </div> - - <p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_66">p. 66</span>ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Locura debe ser la que me fuerza</p> - <p class="i0">a querer más que el alma y que la vida</p> - <p class="i0">a la que a aborrecerme así se esfuerza.<span class="lnum">810</span></p> - </div> - - <p class="rol">CAMILA</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Yo debo ser de ti la aborrecida,</p> - <p class="i0">pues me quieres tratar de tal manera,</p> - <p class="i0">siendo tuya la culpa conocida.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¿Yo culpa contra ti? Si la primera</p> - <p class="i0">no está por cometer, Camila mía,<span class="lnum">815</span></p> - <p class="i0">en tu desgracia y disfavor yo muera.</p> - </div> - - <p class="rol">CAMILA</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¿Tú no violaste nuestra compañía,</p> - <p class="i0">queriéndola torcer por el camino</p> - <p class="i0">que de la vida honesta se desvía?</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¿Cómo de sola un hora el desatino<span class="lnum">820</span></p> - <p class="i0">ha de perder mil años de servicio,</p> - <p class="i0">si el arrepentimiento tras él vino?</p> - </div> - - <p class="rol">CAMILA</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Aqueste es de los hombres el oficio:</p> - <p class="i0">tentar el mal, y si es malo el suceso,</p> - <p class="i0">pedir con humildad perdón del vicio.<span class="lnum">825</span></p> - </div> - - <p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_67">p. 67</span>ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¿Qué tenté yo, Camila?</p> - </div> - - <p class="rol">CAMILA</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i22">Bueno es eso.</p> - <p class="i0">Esta fuente lo diga, que ha quedado</p> - <p class="i0">por un testigo de tu mal proceso.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Si puede ser mi yerro castigado</p> - <p class="i0">con muerte, con deshonra o con tormento,<span class="lnum">830</span></p> - <p class="i0">vesme aquí, estoy a todo aparejado.</p> - </div> - - <p class="rol">CAMILA</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Suéltame ya la mano, que el aliento</p> - <p class="i0">me falta de congoja.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i18">He muy gran miedo</p> - <p class="i0">que te me irás, que corres más que el viento.</p> - </div> - - <p class="rol">CAMILA</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">No estoy como solía, que no puedo<span class="lnum">835</span></p> - <p class="i0">moverme ya, de mal ejercitada.</p> - <p class="i0">Suelta, que casi me has quebrado un dedo.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¿Estarás, si te suelto, sosegada,</p> - <p class="i0">mientras con razón clara yo te muestro</p> - <p class="i0">que fuiste sin razón de mí enojada?<span class="lnum">840</span></p> - </div> - - <p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_68">p. 68</span>CAMILA</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Eres tú de razones gran maestro.</p> - <p class="i0">Suelta, que sí estaré.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i18">Primero jura</p> - <p class="i0">por la primera fe del amor nuestro.</p> - </div> - - <p class="rol">CAMILA</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Yo juro por la ley sincera y pura</p> - <p class="i0">de la amistad pasada, de sentarme,<span class="lnum">845</span></p> - <p class="i0">y de escuchar tus quejas muy segura.</p> - <p class="i2">¡Cuál me tienes la mano, de apretarme</p> - <p class="i0">con esa dura mano, descreído!</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">¡Cuál me tienes el alma de dejarme!</p> - </div> - - <p class="rol">CAMILA</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Mi prendedero de oro ¡si es perdido!...<a id="FNanchor_135" href="#Footnote_135" class="fnanchor">[135]</a><span class="lnum">850</span></p> - <p class="i0">¡Oh cuitada de mí! Mi prendedero</p> - <p class="i0">desde aquel valle aquí se me ha caído.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Mira no se cayese allá primero,</p> - <p class="i0">antes de aqueste al Val de la Hortiga.</p> - </div> - - <p class="rol">CAMILA</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Doquier que se perdió, buscallo quiero.<span class="lnum">855</span></p> - </div> - - <p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_69">p. 69</span>ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Yo iré a buscado, escusa esa fatiga;</p> - <p class="i0">que no puedo sufrir que aquesta arena</p> - <p class="i0">abrase el blanco pie de mi enemiga.</p> - </div> - - <p class="rol">CAMILA</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Pues que quieres tomar por mí esta pena,</p> - <p class="i0">derecho ve primero a aquellas hayas;<span class="lnum">860</span></p> - <p class="i0">que allí estuve yo echada un hora buena.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Ya voy; mas entre tanto no te vayas.</p> - </div> - - <p class="rol">CAMILA</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Seguro ve, que antes verás mi muerte</p> - <p class="i0">que tú me cobres ni a tus manos hayas.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Ah, ninfa desleal! Y ¿desa suerte<span class="lnum">865</span></p> - <p class="i0">se guarda el juramento que me diste?</p> - <p class="i0">¡Ah condición de vida dura y fuerte!</p> - <p class="i2">¡Oh falso amor, de nuevo me heciste</p> - <p class="i0">revivir con un poco de esperanza!</p> - <p class="i0">¡Oh modo de matar penoso y triste!<span class="lnum">870</span></p> - <p class="i2">¡Oh muerte llena de mortal tardanza!</p> - <p class="i0">Podré por ti llamar injusto el cielo,</p> - <p class="i0">injusta su medida y su balanza.</p> - <p class="i2">Recibe tú, terreno y duro suelo,</p> - <p class="i0">este rebelde cuerpo, que detiene<span class="lnum">875</span></p> - <p class="i0">del alma el espedido y leve vuelo.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_70">p. 70</span>Yo me daré la muerte, y aun si viene</p> - <p class="i0">alguno a resistirme... ¿A resistirme?</p> - <p class="i0">Él verá que a su vida no conviene.</p> - <p class="i2">¿No puedo yo morir, no puedo irme<span class="lnum">880</span></p> - <p class="i0">por aquí, por allí, por do quisiere,</p> - <p class="i0">desnudo espirtu o carne y hueso firme?</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Escucha, que algún mal hacerse quiere,</p> - <p class="i0">o cierto tiene trastornado el seso.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Aquí tuviese yo quien mal me quiere.<span class="lnum">885</span></p> - <p class="i2">Descargado me siento de un gran peso;</p> - <p class="i0">paréceme que vuelo, despreciando</p> - <p class="i0">monte, choza, ganado, leche y queso.</p> - <p class="i2">¿No son aquestos pies? Con ellos ando.</p> - <p class="i0">Ya caigo en ello, el cuerpo se me ha ido;<span class="lnum">890</span></p> - <p class="i0">solo el espirtu es este que hora mando.</p> - <p class="i2">¿Hale hurtado alguno o escondido</p> - <p class="i0">mientras mirando estaba yo otra cosa?</p> - <p class="i0">¿O si quedó por caso allí dormido?</p> - <p class="i2">Una figura de color de rosa<span class="lnum">895</span></p> - <p class="i0">estaba allí durmiendo; ¿si es aquella</p> - <p class="i0">mi cuerpo? No, que aquella es muy hermosa</p> - </div> - - <p class="rol">NEMOROSO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Gentil cabeza; no daría por ella</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_71">p. 71</span>yo para mi traer solo un cornado.<a id="FNanchor_136" href="#Footnote_136" class="fnanchor">[136]</a></p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">¿A quién iré del hurto a dar querella?<span class="lnum">900</span></p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Estraño ejemplo es ver en qué ha parado</p> - <p class="i0">este gentil mancebo, Nemoroso;</p> - <p class="i0">¡Y a nosotros que le hemos más tratado,</p> - <p class="i2">manso, cuerdo, agradable, virtuoso,</p> - <p class="i0">sufrido, conversable, buen amigo,<span class="lnum">905</span></p> - <p class="i0">y con un alto ingenio, gran reposo!</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Yo podré poco, o hallaré testigo</p> - <p class="i0">de quién hurtó mi cuerpo; aunque esté ausente,</p> - <p class="i0">yo lo perseguiré como enemigo.</p> - <p class="i2">¿Sabrásme decir dél, mi clara fuente?<span class="lnum">910</span></p> - <p class="i0">Dímelo, si lo sabes; así Febo</p> - <p class="i0">nunca tus frescas ondas escaliente.</p> - <p class="i2">Allá dentro en lo fondo está un mancebo</p> - <p class="i0">de laurel coronado, y en la mano</p> - <p class="i0">un palo propio, como yo, de acebo.<span class="lnum">915</span></p> - <p class="i2">Hola, ¿quién está allá? Responde, hermano.</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_72">p. 72</span>¡Válgame Dios! O tú eres sordo o mudo,</p> - <p class="i0">o enemigo mortal del trato humano.</p> - <p class="i2">Espirtu soy, de carne ya desnudo,</p> - <p class="i0">que busco el cuerpo mío, que me ha hurtado<span class="lnum">920</span></p> - <p class="i0">algún ladrón malvado, injusto y crudo.</p> - <p class="i2" id="Eg2-922">Callar que callarás. ¿Hasme escuchado?</p> - <p class="i0">¡Oh santo Dios! Mi cuerpo mismo veo,</p> - <p class="i0">o yo tengo el sentido trastornado.</p> - <p class="i2">¡Oh cuerpo! Hete hallado, y no lo creo;<span class="lnum">925</span></p> - <p class="i0">tanto sin ti me hallo descontento.</p> - <p class="i0">Pon fin ya a tu destierro y mi deseo.</p> - </div> - - <p class="rol">NEMOROSO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Sospecho que el contino pensamiento</p> - <p class="i0">que tuvo de morir antes de agora</p> - <p class="i0">le representa aqueste apartamiento.<span class="lnum">930</span></p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Como del que velando siempre llora,</p> - <p class="i0">quedan durmiendo las especies llenas</p> - <p class="i0">del dolor que en el alma triste mora.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2" id="Eg2-934">Si no estás en cadenas, sal ya fuera</p> - <p class="i0">a darme verdadera forma de hombre,<span class="lnum">935</span></p> - <p class="i0">que agora solo el nombre me ha quedado.</p> - <p class="i0">Y si no estás forzado en ese suelo,</p> - <p class="i0">dímelo; que si al cielo que me oyere,</p> - <p class="i0">con quejas no moviere y llanto tierno,</p> - <p class="i0">convocaré el infierno y reino escuro,<span class="lnum">940</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_73">p. 73</span>y romperé su muro de diamante,</p> - <p class="i0">como hizo el amante blandamente<a id="FNanchor_137" href="#Footnote_137" class="fnanchor">[137]</a></p> - <p class="i0">por la consorte ausente, que cantando</p> - <p class="i0" id="Eg2-945">estuvo halagando las culebras</p> - <p class="i0">de las hermanas negras mal peinadas.<a id="FNanchor_138" href="#Footnote_138" class="fnanchor">[138]</a><span class="lnum">945</span></p> - </div> - - <p class="rol">NEMOROSO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡De cuán desvariadas opiniones</p> - <p class="i0">saca buenas razones el cuitado!</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">El curso acostumbrado del ingenio,</p> - <p class="i0">aunque le falte el genio que lo mueva,</p> - <p class="i0">con la fuga que lleva, corre un poco;<span class="lnum">950</span></p> - <p class="i0">y aunque este está hora loco, no por eso</p> - <p class="i0" id="Eg2-952">ha de dar al travieso su sentido</p> - <p class="i0">en todo, habiendo sido cual tú sabes.</p> - </div> - - <p class="rol">NEMOROSO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">No más, no me le alabes, que por cierto,</p> - <p class="i0">de vello como muerto estoy llorando.<span class="lnum">955</span></p> - </div> - - <p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_74">p. 74</span>ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Estaba contemplando qué tormento</p> - <p class="i0">es este apartamiento. A lo que pienso</p> - <p class="i0">no nos aparta inmenso mar airado,</p> - <p class="i0">no torres de fosado rodeadas,<a id="FNanchor_139" href="#Footnote_139" class="fnanchor">[139]</a></p> - <p class="i0">no montañas cerradas y sin vía,<span class="lnum">960</span></p> - <p class="i0">no ajena compañía, dulce y cara;</p> - <p class="i0">un poco de agua clara nos detiene;</p> - <p class="i0">por ella no conviene lo que entramos<a id="FNanchor_140" href="#Footnote_140" class="fnanchor">[140]</a></p> - <p class="i0">con ansia deseamos; porque al punto</p> - <p class="i0">que a ti me acerco y junto, no te apartas;<span class="lnum">965</span></p> - <p class="i0">antes nunca te hartas de mirarme,</p> - <p class="i0">y de sinificarme en tu meneo</p> - <p class="i0">que tienes gran deseo de juntarte</p> - <p class="i0" id="Eg2-969">con esta media parte. Daca, hermano,</p> - <p class="i0">échame acá esa mano, y como buenos<span class="lnum">970</span></p> - <p class="i0">amigos a lo menos nos juntemos,</p> - <p class="i0">y aquí nos abracemos. Ah ¿burlaste?</p> - <p class="i0">¿Así te me escapaste? Yo te digo</p> - <p class="i0">que no es obra de amigo hacer eso.</p> - <p class="i0">¿Quedo yo, don Travieso, remojado,<span class="lnum">975</span></p> - <p class="i0">y tú estás enojado? ¡Cuán apriesa</p> - <p class="i0">mueves ¿qué cosa es esa? tu figura!</p> - <p class="i0">¿Aún esa desventura me quedaba?</p> - <p class="i0">Ya yo me consolaba en ver serena</p><span class="pagenum" id="Page_75">p. 75</span> - <p class="i0">tu imagen, y tan buena y amorosa.<a id="FNanchor_141" href="#Footnote_141" class="fnanchor">[141]</a><span class="lnum">980</span></p> - <p class="i0">No hay bien ni alegre cosa ya que dure.</p> - </div> - - <p class="rol">NEMOROSO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">A lo menos, que cure tu cabeza.</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Salgamos, que ya empieza un furor nuevo.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">¡Oh Dios! ¿Por qué no pruebo a echarme dentro</p> - <p class="i0">hasta llegar al centro de la fuente?<span class="lnum">985</span></p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">¿Qué es esto, Albanio? Tente.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i25">¡Oh manifiesto</p> - <p class="i0">ladrón! Mas ¿qué es aquesto? Y ¿es muy bueno</p> - <p class="i0">vestiros de lo ajeno, y ante el dueño,</p> - <p class="i0">como si fuese un leño sin sentido,</p> - <p class="i0">venir muy revestido de mi carne?<span class="lnum">990</span></p> - <p class="i0">Yo haré que descarne esa alma osada</p> - <p class="i0">aquesta mano airada.</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i18">Está quedo.</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_76">p. 76</span>Llega tú, que no puedo detenelle.</p> - </div> - - <p class="rol">NEMOROSO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Pues ¿qué quieres hacelle?</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i23">¿Yo? dejalle,</p> - <p class="i0">si desenclavijalle yo acabase<span class="lnum">995</span></p> - <p class="i0">la mano, a que escapase mi garganta.</p> - </div> - - <p class="rol">NEMOROSO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">No tiene fuerza tanta; solo puedes<a id="FNanchor_142" href="#Footnote_142" class="fnanchor">[142]</a></p> - <p class="i0">hacer lo que tú debes a quien eres.</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">¡Qué tiempo de placeres y de burlas!</p> - <p class="i0">¿Con la vida te burlas, Nemoroso?<span class="lnum">1000</span></p> - <p class="i0">Ven ya, no estés donoso.</p> - </div> - - <p class="rol">NEMOROSO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i21">Luego vengo,</p><span class="pagenum" id="Page_77">p. 77</span> - <p class="i0">en cuanto me detengo yo aquí un poco.</p> - <p class="i0">Veré cómo de un loco te desatas.</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">¡Ay! paso, que me matas.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i22">Aunque mueras...</p> - </div> - - <p class="rol">NEMOROSO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Ya aquello va de veras. Suelta, loco.<span class="lnum">1005</span></p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0" id="Eg2-1007">Déjame estar un poco, que ya acabo.</p> - </div> - - <p class="rol">NEMOROSO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Suelta ya.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i10">¿Qué te hago?</p> - </div> - - <p class="rol">NEMOROSO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i24">¿A mí? No, nada.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Pues vete tu jornada, y nunca entiendas</p> - <p class="i0">en ajenas contiendas.</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i18">¡Ah, furioso!</p> - <p class="i0">Afierra, Nemoroso; tenle fuerte.<a id="FNanchor_143" href="#Footnote_143" class="fnanchor">[143]</a><span class="lnum">1010</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_78">p. 78</span>Yo te daré la muerte, don Perdido.</p> - <p class="i0">Ténmele tú tendido mientras lo ato;</p> - <p class="i0">probemos así un rato a castigallo.</p> - <p class="i0">Quizá con espantallo habrá algún miedo.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Señores, si estoy quedo ¿dejareisme?<span class="lnum">1015</span></p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">No.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i4">¡Pues qué! ¿matareisme?</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i25">Sí.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i28">¿Sin falta?</p> - <p class="i0">Mira cuánto más alta aquella sierra</p> - <p class="i0">está que la otra tierra.</p> - </div> - - <p class="rol">NEMOROSO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i19">Bueno es esto.</p> - <p class="i0">Él olvidará presto la braveza.</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Calla, que así se aveza a tener seso.<span class="lnum">1020</span></p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">¿Cómo? ¡Azotado y preso!</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i23">Calla, escucha.</p> - </div> - - <p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_79">p. 79</span>ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Negra fue aquella lucha que contigo</p> - <p class="i0">hice, que tal castigo dan tus manos.</p> - <p class="i0">¿No éramos como hermanos de primero?</p> - </div> - - <p class="rol">NEMOROSO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Albanio, compañero, calla agora,<span class="lnum">1025</span></p> - <p class="i0">y duerme aquí algún hora, y no te muevas.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">¿Sabes algunas nuevas de mí?</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i26">Loco.</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Paso, que duermo un poco.</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i23">¿Duermes, cierto?</p> - </div> - - <p class="rol">ALBANIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">¿No me ves como un muerto? Pues ¿qué hago?</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Este te dará el pago, si despiertas,<span class="lnum">1030</span></p> - <p class="i0">en esas carnes muertas, te prometo.</p> - </div> - - <p class="rol">NEMOROSO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Algo está más quieto y reposado</p> - <p class="i0">que hasta aquí. ¿Qué dices tú, Salicio?</p> - <p class="i0">¿Parécete que puede ser curado?</p> - </div> - - <p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_80">p. 80</span>SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">En procurar cualquiera beneficio<span class="lnum">1035</span></p> - <p class="i0">a la vida y salud de un tal amigo</p> - <p class="i0">haremos el debido y justo oficio.</p> - </div> - - <p class="rol">NEMOROSO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Escucha, pues, un poco lo que digo,</p> - <p class="i0">y contaré una estraña y nueva cosa,</p> - <p class="i0">de que yo fui la parte y el testigo.<span class="lnum">1040</span></p> - <p class="i2">En la ribera verde y deleitosa<a id="FNanchor_144" href="#Footnote_144" class="fnanchor">[144]</a></p> - <p class="i0">del sacro Tormes, dulce y claro río,</p> - <p class="i0">hay una vega grande y espaciosa,</p> - <p class="i2">verde en el medio del invierno frío,</p> - <p class="i0">en el otoño verde y primavera,<span class="lnum">1045</span></p> - <p class="i0">verde en la fuerza del ardiente estío.</p> - <p class="i2">Levántase al fin della una ladera</p> - <p class="i0">con proporción graciosa en el altura,</p> - <p class="i0">que sojuzga la vega y la ribera.</p> - <p class="i2">Allí está sobrepuesta la espesura<span class="lnum">1050</span></p> - <p class="i0">de las hermosas torres, levantadas</p> - <p class="i0">al cielo con estraña hermosura.<a id="FNanchor_145" href="#Footnote_145" class="fnanchor">[145]</a></p> - <p class="i2">No tanto por la fábrica estimadas,</p> - <p class="i0">aunque estraña labor allí se vea,</p> - <p class="i0">cuanto de sus señores ensalzadas.<span class="lnum">1055</span></p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_81">p. 81</span>Allí se halla lo que se desea:</p> - <p class="i0">virtud, linaje, haber y todo cuanto</p> - <p class="i0">bien de natura o de fortuna sea.</p> - <p class="i2">Un hombre mora allí de ingenio tanto,<a id="FNanchor_146" href="#Footnote_146" class="fnanchor">[146]</a></p> - <p class="i0">que toda la ribera adonde él vino<span class="lnum">1060</span></p> - <p class="i0">nunca se harta de escuchar su canto.</p> - <p class="i2">Nacido fue en el campo placentino,<a id="FNanchor_147" href="#Footnote_147" class="fnanchor">[147]</a></p> - <p class="i0">que con estrago y destruición romana</p> - <p class="i0">en el antiguo tiempo fue sanguino;<a id="FNanchor_148" href="#Footnote_148" class="fnanchor">[148]</a></p> - <p class="i2">y en este, con la propia, la inhumana<span class="lnum">1065</span></p> - <p class="i0">furia infernal, por otro nombre guerra,</p> - <p class="i0">lo tiñe, lo arruína y lo profana.</p> - <p class="i2">Él, viendo aquesto, abandonó su tierra,</p> - <p class="i0">por ser más del reposo compañero,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_82">p. 82</span>que de la patria que el furor atierra.<a id="FNanchor_149" href="#Footnote_149" class="fnanchor">[149]</a><span class="lnum">1070</span></p> - <p class="i2">Llevole a aquella parte el buen agüero,</p> - <p class="i0">de aquella tierra de Alba tan nombrada,</p> - <p class="i0">que este es el nombre della, y dél Severo.</p> - <p class="i2">A aqueste Febo no le escondió nada;</p> - <p class="i0">antes de piedras, hierbas y animales<span class="lnum">1075</span></p> - <p class="i0" id="Eg2-1076">diz que le fue noticia entera dada.</p> - <p class="i2">Este, cuando le place, a los caudales</p> - <p class="i0">ríos el curso presuroso enfrena</p> - <p class="i0">con fuerza de palabras y señales.</p> - <p class="i2">La negra tempestad en muy serena<span class="lnum">1080</span></p> - <p class="i0">y clara luz convierte, y aquel día,</p> - <p class="i0">si quiere revolvello, el mundo atruena.</p> - <p class="i2">La luna de allá arriba bajaría</p> - <p class="i0">si al son de las palabras no impidiese</p> - <p class="i0">el son del carro que la mueve y guía.<span class="lnum">1085</span></p> - <p class="i2">Temo que si decirte presumiese</p> - <p class="i0">de su saber la fuerza con loores,</p> - <p class="i0" id="Eg2-1088">que en lugar de alaballo, lo ofendiese.</p> - <p class="i2">Mas no te callaré que los amores</p> - <p class="i0">con un tan eficaz remedio cura,<span class="lnum">1090</span></p> - <p class="i0">cuanto conviene a tristes amadores.</p> - <p class="i2">En un punto remueve la tristura,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_83">p. 83</span>convierte en odio aquel amor insano,</p> - <p class="i0">y restituye el alma a su natura.<a id="FNanchor_150" href="#Footnote_150" class="fnanchor">[150]</a></p> - <p class="i2">No te sabré decir, Salicio hermano,<span class="lnum">1095</span></p> - <p class="i0">la orden de mi cura y la manera;</p> - <p class="i0">mas sé que me partí dél libre y sano.</p> - <p class="i2">Acuérdaseme bien que en la ribera</p> - <p class="i0" id="Eg2-1099">de Tormes lo hallé solo cantando,</p> - <p class="i0" id="Eg2-1100">tan dulce, que a una piedra enterneciera.<span class="lnum">1100</span></p> - <p class="i2">Como cerca me vido, adivinando</p> - <p class="i0">la causa y la razón de mi venida,</p> - <p class="i0">suspenso un rato estuvo allí callando;</p> - <p class="i2">y luego con voz clara y espedida</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_84">p. 84</span>soltó la rienda al verso numeroso<span class="lnum">1105</span></p> - <p class="i0">en alabanzas de la libre vida.</p> - <p class="i2">Yo estaba embebecido y vergonzoso;</p> - <p class="i0">atento al son, y viéndome del todo</p> - <p class="i0">fuera de libertad y de reposo,</p> - <p class="i2">no sé decir sino que, en fin, de modo<span class="lnum">1110</span></p> - <p class="i0">aplicó a mi dolor la medicina,</p> - <p class="i0">que el mal desarraigó de todo en todo.</p> - <p class="i2">Quedé yo entonces como quien camina</p> - <p class="i0">de noche por caminos enriscados,</p> - <p class="i0">sin ver dónde la senda o paso inclina,<span class="lnum">1115</span></p> - <p class="i2">mas venida la luz, y contemplados,</p> - <p class="i0">del peligro pasado nace un miedo,</p> - <p class="i0">que deja los cabellos erizados.</p> - <p class="i2">Así estaba mirando atento y quedo</p> - <p class="i0">aquel peligro yo que atrás dejaba,<span class="lnum">1120</span></p> - <p class="i0">que nunca sin temor pensado puedo.</p> - <p class="i2">Tras esto luego se me presentaba,</p> - <p class="i0">sin antojos delante, la vileza</p> - <p class="i0">de lo que antes ardiendo deseaba.</p> - <p class="i2">Así curó mi mal con tal destreza<span class="lnum">1125</span></p> - <p class="i0">el sabio viejo, como te he contado,</p> - <p class="i0">que volvió el alma a su naturaleza,</p> - <p class="i0">y soltó el corazón aherrojado.</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2" id="Eg2-1129">¡Oh gran saber! ¡Oh viejo frutuoso!</p> - <p class="i0">que el perdido reposo al alma vuelve,<span class="lnum">1130</span></p> - <p class="i0">y lo que la revuelve y lleva a tierra</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_85">p. 85</span>del corazón destierra encontinente.</p> - <p class="i0">Con esto solamente que contaste,</p> - <p class="i0">así lo reputaste acá comigo,</p> - <p class="i0">que sin otro testigo, a desealle<span class="lnum">1135</span></p> - <p class="i0">ver presente y hablalle me levantas.</p> - </div> - - <p class="rol">NEMOROSO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¿Desto poco te espantas tú, Salicio?</p> - <p class="i0">De más te daré indicio manifiesto,</p> - <p class="i0">si no te soy molesto y enojoso.</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¿Qué es esto, Nemoroso, y qué cosa<span class="lnum">1140</span></p> - <p class="i0">puede ser tan sabrosa en otra parte</p> - <p class="i0">a mí, como escucharte? No la siento,</p> - <p class="i0">cuanto más este cuento de Severo;</p> - <p class="i0">dímelo por entero, por tu vida,</p> - <p class="i0">pues no hay quien nos impida ni embarace.<span class="lnum">1145</span></p> - <p class="i0">Nuestro ganado pace, el viento espira,</p> - <p class="i0">Filomena sospira en dulce canto,</p> - <p class="i0">y en amoroso llanto se amancilla;<a id="FNanchor_151" href="#Footnote_151" class="fnanchor">[151]</a></p> - <p class="i0">gime la tortolilla sobre el olmo,</p> - <p class="i0">preséntanos a colmo el prado flores,<span class="lnum">1150</span></p> - <p class="i0">y esmalta en mil colores su verdura;</p> - <p class="i0">la fuente clara y pura murmurando</p> - <p class="i0">nos está convidando a dulce trato.</p> - </div> - -<div class="section"> - <p class="rol">NEMOROSO</p> -</div> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Escucha, pues, un rato, y diré cosas</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_86">p. 86</span>estrañas y espantosas poco a poco.<span class="lnum">1155</span></p> - <p class="i0" id="Eg2-1157">Ninfas, a vos invoco; verdes faunos,</p> - <p class="i0">sátiros y silvanos, soltad todos</p> - <p class="i0">mi lengua en dulces modos y sutiles;</p> - <p class="i0">que ni los pastoriles ni la avena<a id="FNanchor_152" href="#Footnote_152" class="fnanchor">[152]</a></p> - <p class="i0">ni la zampoña suena como quiero.<span class="lnum">1160</span></p> - <p class="i2">Este nuestro Severo pudo tanto</p> - <p class="i0">con el suave canto y dulce lira,</p> - <p class="i0">que, revueltos en ira y torbellino,</p> - <p class="i0">en medio del camino se pararon</p> - <p class="i0">los vientos, y escucharon muy atentos<span class="lnum">1165</span></p> - <p class="i0">la voz y los acentos, muy bastantes</p> - <p class="i0">a que los repunantes y contrarios</p> - <p class="i0">hiciesen voluntarios y conformes.</p> - <p class="i0">A aqueste el viejo Tormes como a hijo</p> - <p class="i0">lo metió al escondrijo de su fuente,<span class="lnum">1170</span></p> - <p class="i0">de do va su corriente comenzada.</p> - <p class="i0">Mostrole una labrada y cristalina</p> - <p class="i0">urna, donde él reclina el diestro lado;</p> - <p class="i0">y en ella vio entallado y esculpido</p> - <p class="i0">lo que antes de haber sido, el sacro viejo<span class="lnum">1175</span></p> - <p class="i0">por divino consejo puso en arte,</p> - <p class="i0">labrado a cada parte, las estrañas</p> - <p class="i0">virtudes y hazañas de los hombres</p> - <p class="i0">que con sus claros nombres ilustraron</p> - <p class="i0">cuanto señorearon de aquel río.<span class="lnum">1180</span></p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_87">p. 87</span>Estaba con un brío desdeñoso,</p> - <p class="i0">con pecho corajoso, aquel valiente</p> - <p class="i0">que contra un rey potente y de gran seso,</p> - <p class="i0">que el viejo padre preso le tenía,<a id="FNanchor_153" href="#Footnote_153" class="fnanchor">[153]</a></p> - <p class="i0">cruda guerra movía, despertando<span class="lnum">1185</span></p> - <p class="i0">su ilustre y claro bando al ejercicio</p> - <p class="i0">de aquel piadoso oficio. A aqueste junto</p> - <p class="i0">la gran labor al punto señalaba</p> - <p class="i0">al hijo, que mostraba acá en la tierra</p> - <p class="i0">ser otro Marte en guerra, en corte Febo.<a id="FNanchor_154" href="#Footnote_154" class="fnanchor">[154]</a><span class="lnum">1190</span></p> - <p class="i0">Mostrábase mancebo en las señales</p> - <p class="i0">del rostro, que eran tales, que esperanza</p> - <p class="i0">y cierta confianza claro daban</p> - <p class="i0">a cuantos le miraban, que él sería</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_88">p. 88</span>en quien se informaría un ser divino.<span class="lnum">1195</span></p> - <p class="i0">Al campo sarracino en tiernos años</p> - <p class="i0">daba con graves daños a sentillo;<a id="FNanchor_155" href="#Footnote_155" class="fnanchor">[155]</a></p> - <p class="i0">que, como fue caudillo del cristiano,</p> - <p class="i0">ejercitó la mano y el maduro</p> - <p class="i0">seso y aquel seguro y firme pecho.<span class="lnum">1200</span></p> - <p class="i0">En otra parte, hecho ya más hombre,</p> - <p class="i0">con más ilustre nombre los arneses</p> - <p class="i0">de los fieros franceses abollaba.<a id="FNanchor_156" href="#Footnote_156" class="fnanchor">[156]</a></p> - <p class="i0">Junto tras esto estaba figurado</p> - <p class="i0" id="Eg2-1205">con el arnés manchado de otra sangre,<span class="lnum">1205</span></p> - <p class="i0">sosteniendo la hambre en el asedio,</p> - <p class="i0">siendo él solo remedio del combate,</p> - <p class="i0">que con fiero rebate y con ruído</p> - <p class="i0">por el muro batido le ofrecían.</p> - <p class="i0">Tantos, al fin, morían por su espada,<span class="lnum">1210</span></p> - <p class="i0">a tantos la jornada puso espanto,</p> - <p class="i0">que no hay labor que tanto notifique</p> - <p class="i0">cuánto el fiero Fadrique de Toledo</p> - <p class="i0">puso terror y miedo al enemigo.</p> - <p class="i2">Tras aqueste que digo se veía<span class="lnum">1215</span></p> - <p class="i0">el hijo don García, que en el mundo<a id="FNanchor_157" href="#Footnote_157" class="fnanchor">[157]</a></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_89">p. 89</span>sin par y sin segundo solo fuera,</p> - <p class="i0">si hijo no tuviera. ¿Quién mirara</p> - <p class="i0">de su hermosa cara el rayo ardiente,</p> - <p class="i0">quién su resplandeciente y clara vista,<span class="lnum">1220</span></p> - <p class="i0">que no diera por vista su grandeza?</p> - <p class="i0">Estaban de crueza fiera armadas</p> - <p class="i0">las tres inicas hadas, cruda guerra<a id="FNanchor_158" href="#Footnote_158" class="fnanchor">[158]</a></p> - <p class="i0">haciendo allí a la tierra con quitalle</p> - <p class="i0">a este, que en alcanzalle fue dichosa.<span class="lnum">1225</span></p> - <p class="i0">¡Oh patria lagrimosa, y cómo vuelves</p> - <p class="i0">los ojos a los Gelves, sospirando!<a id="FNanchor_159" href="#Footnote_159" class="fnanchor">[159]</a></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_90">p. 90</span>Él está ejercitando el duro oficio,</p> - <p class="i0">y con tal artificio la pintura</p> - <p class="i0">mostraba su figura, que dijeras,<span class="lnum">1230</span></p> - <p class="i0">si pintado le vieras, que hablaba.</p> - <p class="i0">El arena quemaba, el sol ardía,</p> - <p class="i0">la gente se caía medio muerta;</p> - <p class="i0">él solo con despierta vigilanza</p> - <p class="i0">dañaba la tardanza floja, inerte,<span class="lnum">1235</span></p> - <p class="i0">y alababa la muerte gloriosa.</p> - <p class="i0">Luego la polvorosa muchedumbre</p> - <p class="i0">gritando a su costumbre le cercaba;</p> - <p class="i0">mas el que se llegaba al fiero mozo,</p> - <p class="i0">llevaba con destrozo y con tormento<span class="lnum">1240</span></p> - <p class="i0">del loco atrevimiento el justo pago.</p> - <p class="i0" id="Eg2-1242">Unos en bruto lago de su sangre,</p> - <p class="i0">cortado ya el estambre de la vida,</p> - <p class="i0">la cabeza partida revolcaban;</p> - <p class="i0">otros claro mostraban espirando,<span class="lnum">1245</span></p> - <p class="i0">de fuera palpitando las entrañas,</p> - <p class="i0">por las fieras y estrañas cuchilladas</p> - <p class="i0">de aquella mano dadas. Mas el hado</p> - <p class="i0">acerbo, triste, airado, fue venido;</p> - <p class="i0">y al fin él, confundido de alboroto,<span class="lnum">1250</span></p> - <p class="i0">atravesado y roto de mil hierros,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_91">p. 91</span>pidiendo de sus yerros venia al cielo,</p> - <p class="i0">puso en el duro suelo la hermosa</p> - <p class="i0">cara, como la rosa matutina,<a id="FNanchor_160" href="#Footnote_160" class="fnanchor">[160]</a></p> - <p class="i0">cuando ya el sol declina al mediodía,<span class="lnum">1255</span></p> - <p class="i0">que pierde su alegría, y marchitando</p> - <p class="i0" id="Eg2-1257">va la color mudando; o en el campo</p> - <p class="i0">cual queda el lirio blanco, que el arado</p> - <p class="i0">crudamente cortado al pasar deja,</p> - <p class="i0">del cual aún no se aleja presuroso<span class="lnum">1260</span></p> - <p class="i0">aquel color hermoso, o se destierra;</p> - <p class="i0">mas ya la madre tierra, descuidada,</p> - <p class="i0">no le administra nada de su aliento,</p> - <p class="i0">que era el sustentamiento y vigor suyo;</p> - <p class="i0">¡Tal está el rostro tuyo en la arena,<span class="lnum">1265</span></p> - <p class="i0">fresca rosa, azucena blanca y pura!</p> - <p class="i2">Tras esto una pintura estraña tira</p> - <p class="i0">los ojos de quien mira, y los detiene</p> - <p class="i0">tanto, que no conviene mirar cosa</p> - <p class="i0">estraña ni hermosa, sino aquella.<span class="lnum">1270</span></p> - <p class="i0">De vestidura bella allí vestidas</p> - <p class="i0">las Gracias esculpidas se veían;</p> - <p class="i0">solamente traían un delgado</p> - <p class="i0">velo, que el delicado cuerpo viste;</p> - <p class="i0">mas tal, que no resiste a nuestra vista.<span class="lnum">1275</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_92">p. 92</span>Su diligencia en vista demostraban;<a id="FNanchor_161" href="#Footnote_161" class="fnanchor">[161]</a></p> - <p class="i0">todas tres ayudaban en un hora</p> - <p class="i0">a una muy gran señora que paría.<a id="FNanchor_162" href="#Footnote_162" class="fnanchor">[162]</a></p> - <p class="i0">Un infante se vía ya nacido,<a id="FNanchor_163" href="#Footnote_163" class="fnanchor">[163]</a></p> - <p class="i0">tal, cual jamás salido de otro parto,<span class="lnum">1280</span></p> - <p class="i0">del primer siglo al cuarto vio la luna.<a id="FNanchor_164" href="#Footnote_164" class="fnanchor">[164]</a></p> - <p class="i0">En la pequeña cuna se leía</p> - <p class="i0">un nombre que decía: <i>Don Fernando</i>.</p> - <p class="i2">Bajaban, dél hablando, de dos cumbres<a id="FNanchor_165" href="#Footnote_165" class="fnanchor">[165]</a></p> - <p class="i0">aquellas nueve lumbres de la vida;<a id="FNanchor_166" href="#Footnote_166" class="fnanchor">[166]</a><span class="lnum">1285</span></p> - <p class="i0">con ligera corrida iba con ellas,</p> - <p class="i0">cual luna con estrellas, el mancebo</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_93">p. 93</span>intonso y rubio Febo; y en llegando,<a id="FNanchor_167" href="#Footnote_167" class="fnanchor">[167]</a></p> - <p class="i0">por orden abrazando todas fueron</p> - <p class="i0">al niño, que tuvieron luengamente<span class="lnum">1290</span></p> - <p class="i0">visto como presente. De otra parte<a id="FNanchor_168" href="#Footnote_168" class="fnanchor">[168]</a></p> - <p class="i0">Mercurio estaba, y Marte cauto y fiero,</p> - <p class="i0">viendo el gran caballero que encogido</p> - <p class="i0">en el recién nacido cuerpo estaba.</p> - <p class="i0">Entonces lugar daba mesurado<span class="lnum">1295</span></p> - <p class="i0">a Venus, que a su lado estaba puesta.</p> - <p class="i0">Ella con mano presta y abundante</p> - <p class="i0">nétar sobre el infante desparcía;<a id="FNanchor_169" href="#Footnote_169" class="fnanchor">[169]</a></p> - <p class="i0">mas Febo la desvía de aquel tierno</p> - <p class="i0">niño, y daba el gobierno a sus hermanas.<span class="lnum">1300</span></p> - <p class="i2">Del cargo están ufanas todas nueve.</p> - <p class="i0">El tiempo el paso mueve, el niño crece,</p> - <p class="i0">y en tierna edad florece, y se levanta</p> - <p class="i0">como felice planta en buen terreno.</p> - <p class="i0">Ya sin preceto ajeno daba tales<span class="lnum">1305</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_94">p. 94</span>de su ingenio señales, que espantaban</p> - <p class="i0" id="Eg2-1307">a los que lo criaban. Luego estaba</p> - <p class="i0" id="Eg2-1308">cómo una lo entregaba a un gran maestro,</p> - <p class="i0">que con ingenio diestro y vida honesta</p> - <p class="i0">hiciese manifiesta al mundo y clara<span class="lnum">1310</span></p> - <p class="i0">aquella ánima rara que allí vía.</p> - <p class="i0">Al niño recebía con respeto</p> - <p class="i0">un viejo, en cuyo aspeto se vía junto</p> - <p class="i0">severidad a un punto con dulzura.</p> - <p class="i0">Quedó desta figura como helado<span class="lnum">1315</span></p> - <p class="i0">Severo, y espantado viendo al viejo,</p> - <p class="i0">que, como si en espejo se mirara,</p> - <p class="i0">en cuerpo, edad y cara eran conformes.</p> - <p class="i0">En esto, el rostro a Tormes revolviendo,</p> - <p class="i0">vio que estaba riendo de su espanto.<span class="lnum">1320</span></p> - <p class="i0">«¿De qué te espantas tanto? —dijo el río—</p> - <p class="i0">¿No basta el saber mío a que primero</p> - <p class="i0">que naciese Severo, yo supiese</p> - <p class="i0">que había de ser quien diese la dotrina</p> - <p class="i0">al ánima divina deste mozo?»<span class="lnum">1325</span></p> - <p class="i0">Él, lleno de alborozo y de alegría,</p> - <p class="i0">sus ojos mantenía de pintura.</p> - <p class="i2">Miraba otra figura de un mancebo,</p> - <p class="i0">el cual venía con Febo mano a mano,</p> - <p class="i0">al modo cortesano. En su manera,<a id="FNanchor_170" href="#Footnote_170" class="fnanchor">[170]</a><span class="lnum">1330</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_95">p. 95</span>lo juzgara cualquiera, viendo el gesto</p> - <p class="i0">lleno de un sabio, honesto y dulce afeto,</p> - <p class="i0">por un hombre perfeto en la alta parte</p> - <p class="i0">de la difícil arte cortesana,</p> - <p class="i0">maestra de la humana y dulce vida.<span class="lnum">1335</span></p> - <p class="i0">Luego fue conocida de Severo</p> - <p class="i0">la imagen por entero fácilmente</p> - <p class="i0">deste que allí presente era pintado.</p> - <p class="i0">Vio que era el que había dado a don Fernando,</p> - <p class="i0">su ánimo formando en luenga usanza,<span class="lnum">1340</span></p> - <p class="i0">el trato, la crianza y gentileza,</p> - <p class="i0">la dulzura y llaneza acomodada,</p> - <p class="i0">la virtud apartada y generosa,</p> - <p class="i0">y en fin, cualquiera cosa que se vía</p> - <p class="i0">en la cortesanía, de que lleno<span class="lnum">1345</span></p> - <p class="i0">Fernando tuvo el seno y bastecido.</p> - <p class="i0">Después de conocido, leyó el nombre</p> - <p class="i0">Severo de aqueste hombre que se llama</p> - <p class="i0" id="Eg2-1349">Boscán, de cuya llama clara y pura</p> - <p class="i0">sale el fuego que apura sus escritos,<span class="lnum">1350</span></p> - <p class="i0">que en siglos infinitos tendrán vida.</p> - <p class="i2">De algo más crecida edad miraba</p> - <p class="i0">al niño que escuchaba sus consejos,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_96">p. 96</span>luego los aparejos ya de Marte,</p> - <p class="i0">estotro puesto aparte, le traía.<span class="lnum">1355</span></p> - <p class="i0">Así les convenía a todos ellos,</p> - <p class="i0">que no pudiera dellos dar noticia</p> - <p class="i0">a otro la milicia en muchos años.</p> - <p class="i0">Obraba los engaños de la lucha;</p> - <p class="i0">la maña y fuerza mucha y ejercicio<span class="lnum">1360</span></p> - <p class="i0">con el robusto oficio está mesclando.<a id="FNanchor_171" href="#Footnote_171" class="fnanchor">[171]</a></p> - <p class="i2">Allí con rostro blando y amoroso</p> - <p class="i0">Venus aquel hermoso mozo mira,</p> - <p class="i0" id="Eg2-1364">y luego lo retira por un rato</p> - <p class="i0">de aquel áspero trato y son de hierro.<span class="lnum">1365</span></p> - <p class="i0">Mostrábale ser yerro y ser mal hecho</p> - <p class="i0">armar contino el pecho de dureza,</p> - <p class="i0">no dando a la terneza alguna puerta.</p> - <p class="i0">Entrada en una huerta, con él siendo,</p> - <p class="i0">una ninfa durmiendo le mostraba.<span class="lnum">1370</span></p> - <p class="i0">El mozo la miraba, y juntamente</p> - <p class="i0">de súbito acidente acometido,</p> - <p class="i0">estaba embebecido, y a la diosa,</p> - <p class="i0">que a la ninfa hermosa se allegase</p> - <p class="i0">mostraba que rogase, y parecía<span class="lnum">1375</span></p> - <p class="i0">que la diosa temía de llegarse.</p> - <p class="i0">Él no podía hartarse de miralla,</p> - <p class="i0">eternamente amalla proponiendo.</p> - <p class="i2">Luego venía corriendo Marte airado,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_97">p. 97</span>mostrándose alterado en la persona,<span class="lnum">1380</span></p> - <p class="i0">y daba la corona a don Fernando.</p> - <p class="i0">Estábale mostrando un caballero</p> - <p class="i0">que con semblante fiero amenazaba</p> - <p class="i0">al mozo que quitaba el nombre a todos.</p> - <p class="i0">Con atentados modos se movía<span class="lnum">1385</span></p> - <p class="i0">contra el que le atendía en una puente.<a id="FNanchor_172" href="#Footnote_172" class="fnanchor">[172]</a></p> - <p class="i0">Mostraba claramente la pintura</p> - <p class="i0">que acaso noche escura entonces era.</p> - <p class="i0">De la batalla fiera era testigo</p> - <p class="i0">Marte, que al enemigo condenaba<span class="lnum">1390</span></p> - <p class="i0">y al mozo coronaba en el fin della;</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_98">p. 98</span>el cual como la estrella relumbrante</p> - <p class="i0">que el sol envía delante, resplandece.</p> - <p class="i0">De allí su nombre crece, y se derrama</p> - <p class="i0">su valerosa fama a todas partes.<span class="lnum">1395</span></p> - <p class="i2">Luego con nuevas artes se convierte</p> - <p class="i0">a hurtar a la muerte y a su abismo</p> - <p class="i0">gran parte de sí mismo y quedar vivo</p> - <p class="i0" id="Eg2-1399">cuando el vulgo cautivo lo llorare,</p> - <p class="i0" id="Eg2-1400">y muerto lo llamare con deseo.<span class="lnum">1400</span></p> - <p class="i0">Estaba el Himeneo allí pintado,</p> - <p class="i0">el diestro pie calzado en lazos de oro.<a id="FNanchor_173" href="#Footnote_173" class="fnanchor">[173]</a></p> - <p class="i0">De vírgenes un coro está cantando,</p> - <p class="i0">partidas altercando y respondiendo,</p> - <p class="i0">y en un lecho poniendo una doncella,<a id="FNanchor_174" href="#Footnote_174" class="fnanchor">[174]</a><span class="lnum">1405</span></p> - <p class="i0">que quien atento aquella bien mirase,</p> - <p class="i0">y bien la cotejase en su sentido</p> - <p class="i0">con la que el mozo vido allá en la huerta,</p> - <p class="i0">verá que la despierta y la dormida</p> - <p class="i0">por una es conocida de presente.<span class="lnum">1410</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_99">p. 99</span>Mostraba juntamente ser señora</p> - <p class="i0">dina y merecedora de tal hombre.</p> - <p class="i0">El almohada el nombre contenía,</p> - <p class="i0">el cual doña María Enriques era.<a id="FNanchor_175" href="#Footnote_175" class="fnanchor">[175]</a></p> - <p class="i0">Apenas tienen fuera a don Fernando,<span class="lnum">1415</span></p> - <p class="i0">ardiendo y deseando estar ya echado.<a id="FNanchor_176" href="#Footnote_176" class="fnanchor">[176]</a></p> - <p class="i0">Al fin era dejado con su esposa,</p> - <p class="i0">dulce, pura, hermosa, sabia, honesta.</p> - <p class="i2">En un pie estaba puesta la fortuna,</p> - <p class="i0">nunca estable ni una, que llamaba<span class="lnum">1420</span></p> - <p class="i0">a Fernando, que estaba en vida ociosa,</p> - <p class="i0">que por dificultosa y ardua vía</p> - <p class="i0">quisiera ser su guía y ser primera;</p> - <p class="i0">mas él por compañera toma aquella,</p> - <p class="i0">siguiendo a la que es bella descubierta,<span class="lnum">1425</span></p> - <p class="i0">y juzgada cubierta por disforme;</p> - <p class="i0">el nombre era conforme a aquesta fama:</p> - <p class="i0">virtud esta se llama, al mundo rara.<a id="FNanchor_177" href="#Footnote_177" class="fnanchor">[177]</a></p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_100">p. 100</span>¿Quién tras ella guiara igual en curso,</p> - <p class="i0">sino este, que el discurso de su lumbre<span class="lnum">1430</span></p> - <p class="i0">forzaba la costumbre de sus años,</p> - <p class="i0">no recibiendo engaños sus deseos?</p> - <p class="i0">Los montes Pirineos (que se estima<a id="FNanchor_178" href="#Footnote_178" class="fnanchor">[178]</a></p> - <p class="i0">de abajo que la cima está en el cielo,</p> - <p class="i0">y desde arriba el suelo en el infierno)<span class="lnum">1435</span></p> - <p class="i0">por medio del invierno atravesaba.</p> - <p class="i0">La nieve blanqueaba, y las corrientes</p> - <p class="i0">por debajo de puentes cristalinas</p> - <p class="i0">y por heladas minas van calladas.</p> - <p class="i0">El aire las cargadas ramas mueve,<span class="lnum">1440</span></p> - <p class="i0">que el peso de la nieve las desgaja.</p> - <p class="i0">Por aquí se trabaja el Duque osado,</p> - <p class="i0">del tiempo contrastado y de la vía,</p> - <p class="i0">con clara compañía de ir delante.</p> - <p class="i0">El trabajo constante y tan loable<span class="lnum">1445</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_101">p. 101</span>por la Francia mudable, en fin, le lleva,<a id="FNanchor_179" href="#Footnote_179" class="fnanchor">[179]</a></p> - <p class="i0">la fama en él renueva la presteza;</p> - <p class="i0">la cual con ligereza iba volando,</p> - <p class="i0">y con el gran Fernando se paraba,</p> - <p class="i0">y le sinificaba en modo y gesto<span class="lnum">1450</span></p> - <p class="i0">que el caminar muy presto convenía.</p> - <p class="i2">De todos escogía el Duque uno,<a id="FNanchor_180" href="#Footnote_180" class="fnanchor">[180]</a></p> - <p class="i0">y entrambos de consuno cabalgaban;</p> - <p class="i0">los caballos mudaban fatigados;</p> - <p class="i0">mas a la fin llegados a los muros<span class="lnum">1455</span></p> - <p class="i0">del gran París seguros, la dolencia,</p> - <p class="i0">con su débil presencia y amarilla,<a id="FNanchor_181" href="#Footnote_181" class="fnanchor">[181]</a></p> - <p class="i0">bajaba de la silla al Duque sano,</p> - <p class="i0">y con la pesada mano le tocaba.</p> - <p class="i0">El luego comenzaba a demudarse,<span class="lnum">1460</span></p> - <p class="i0">y amarillo pararse y a dolerse.</p> - <p class="i2">Luego pudiera verse de travieso</p> - <p class="i0">venir por un espeso bosque ameno,</p> - <p class="i0">de buenas hierbas lleno y medicina,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_102">p. 102</span>Esculapio, y camina, no parando,<a id="FNanchor_182" href="#Footnote_182" class="fnanchor">[182]</a><span class="lnum">1465</span></p> - <p class="i0">hasta donde Fernando está en el lecho.</p> - <p class="i0" id="Eg2-1467">Entró con pie derecho, y parecía</p> - <p class="i0">que le restituía en tanta fuerza,</p> - <p class="i0">que a proseguir se esfuerza su viaje,</p> - <p class="i0">que le llevó al pasaje del gran Reno.<a id="FNanchor_183" href="#Footnote_183" class="fnanchor">[183]</a><span class="lnum">1470</span></p> - <p class="i0">Tomábale en su seno el caudaloso</p> - <p class="i0" id="Eg2-1472">y claro río, gozoso de tal gloria,</p> - <p class="i0">trayendo a la memoria cuándo vino</p> - <p class="i0">el vencedor latino al mismo paso.<a id="FNanchor_184" href="#Footnote_184" class="fnanchor">[184]</a></p> - <p class="i0">No se mostraba escaso de sus ondas;<span class="lnum">1475</span></p> - <p class="i0">antes con aguas hondas que engendraba,</p> - <p class="i0">los bajos igualaba y al liviano</p> - <p class="i0" id="Eg2-1478">barco daba de mano, el cual, volando,</p> - <p class="i0">atrás iba dejando muros, torres.</p> - <p class="i0">Con tanta priesa corres, navecilla,<span class="lnum">1480</span></p> - <p class="i0">que llegas do amancilla una doncella,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_103">p. 103</span>y once mil más con ella, y mancha el suelo</p> - <p class="i0">de sangre, que en el cielo está esmaltada:<a id="FNanchor_185" href="#Footnote_185" class="fnanchor">[185]</a></p> - <p class="i0">Úrsula, desposada y virgen pura,</p> - <p class="i0">mostraba su figura, en una pieza<span class="lnum">1485</span></p> - <p class="i0">pintada su cabeza. Allí se vía</p> - <p class="i0">que los ojos volvía ya espirando;</p> - <p class="i0">y estábate mirando aquel tirano<a id="FNanchor_186" href="#Footnote_186" class="fnanchor">[186]</a></p> - <p class="i0">que con acerba mano llevó a hecho</p> - <p class="i0">de tierno en tierno pecho tu compaña.<span class="lnum">1490</span></p> - <p class="i2">Por la fiera Alemaña de aquí parte</p> - <p class="i0">el Duque, a aquella parte enderezado</p> - <p class="i0">donde el cristiano estado estaba en dubio.<a id="FNanchor_187" href="#Footnote_187" class="fnanchor">[187]</a></p> - <p class="i0">En fin al gran Danubio se encomienda;</p> - <p class="i0">por él suelta la rienda a su navío,<a id="FNanchor_188" href="#Footnote_188" class="fnanchor">[188]</a><span class="lnum">1495</span></p> - <p class="i0">que con poco desvío de la tierra,</p> - <p class="i0">entre una y otra sierra el agua hiende.</p> - <p class="i0">El remo, que deciende en fuerza suma,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_104">p. 104</span>mueve la blanca espuma como argento.</p> - <p class="i0">El veloz movimiento parecía<span class="lnum">1500</span></p> - <p class="i0">que pintado se vía ante los ojos.</p> - <p class="i2">Con amorosos ojos adelante</p> - <p class="i0">Carlo, César triunfante, le abrazaba</p> - <p class="i0">cuando desembarcaba en Ratisbona.<a id="FNanchor_189" href="#Footnote_189" class="fnanchor">[189]</a></p> - <p class="i0">Allí por la corona del imperio<span class="lnum">1505</span></p> - <p class="i0">estaba el magisterio de la tierra</p> - <p class="i0">convocado a la guerra que esperaban.</p> - <p class="i0">Todos ellos estaban enclavando</p> - <p class="i0">los ojos en Fernando, y en el punto</p> - <p class="i0">que así le vieron junto, se prometen<span class="lnum">1510</span></p> - <p class="i0">de cuanto allí acometen la vitoria.</p> - <p class="i2">Con falsa y vana gloria y arrogancia,</p> - <p class="i0" id="Eg2-1513">con bárbara jatancia allí se vía</p> - <p class="i0">a los fines de Hungría el campo puesto</p> - <p class="i0">de aquel que fue molesto en tanto grado<span class="lnum">1515</span></p> - <p class="i0">al húngaro cuitado y afligido;<a id="FNanchor_190" href="#Footnote_190" class="fnanchor">[190]</a></p> - <p class="i0">las armas y el vestido a su costumbre,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_105">p. 105</span>era la muchedumbre tan estraña,</p> - <p class="i0">que apenas la campaña la abrazaba,</p> - <p class="i0">ni a dar pasto bastaba, ni agua el río.<span class="lnum">1520</span></p> - <p class="i2">César con celo pío y con valiente</p> - <p class="i0">ánimo aquella gente despreciaba;</p> - <p class="i0">la suya convocaba, y en un punto</p> - <p class="i0">vieras un campo junto de naciones</p> - <p class="i0">diversas y razones, mas de un celo.<a id="FNanchor_191" href="#Footnote_191" class="fnanchor">[191]</a><span class="lnum">1525</span></p> - <p class="i0">No ocupaban el suelo en tanto grado</p> - <p class="i0">con número sobrado y infinito</p> - <p class="i0">como el campo maldito; mas mostraban</p> - <p class="i0">virtud, con que sobraban su contrario,<a id="FNanchor_192" href="#Footnote_192" class="fnanchor">[192]</a></p> - <p class="i0">ánimo voluntario, industria y maña;<span class="lnum">1530</span></p> - <p class="i0">con generosa saña y viva fuerza</p> - <p class="i0">Fernando los esfuerza y los recoge,</p> - <p class="i0">y a sueldo suyo coge muchos dellos.</p> - <p class="i0">De un arte usaba entre ellos admirable;</p> - <p class="i0">con el disciplinable alemán fiero<span class="lnum">1535</span></p> - <p class="i0">a su manera y fuero conversaba;</p> - <p class="i0">a todos se aplicaba de manera,</p> - <p class="i0">que el flamenco dijera que nacido</p> - <p class="i0">en Flandes había sido, y el osado</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_106">p. 106</span>español y sobrado, imaginando<a id="FNanchor_193" href="#Footnote_193" class="fnanchor">[193]</a><span class="lnum">1540</span></p> - <p class="i0">ser suyo don Fernando y de su suelo,</p> - <p class="i0">demanda sin recelo la batalla.</p> - <p class="i0">Quien más cerca se halla del gran hombre</p> - <p class="i0">piensa que crece el nombre por su mano.</p> - <p class="i0">El cauto italiano nota y mira,<a id="FNanchor_194" href="#Footnote_194" class="fnanchor">[194]</a><span class="lnum">1545</span></p> - <p class="i0">los ojos nunca tira del guerrero,<a id="FNanchor_195" href="#Footnote_195" class="fnanchor">[195]</a></p> - <p class="i0">y aquel valor primero de su gente<a id="FNanchor_196" href="#Footnote_196" class="fnanchor">[196]</a></p> - <p class="i0">junto en este y presente considera.</p> - <p class="i0">En él ve la manera misma y maña</p> - <p class="i0">del que pasó en España sin tardanza,<span class="lnum">1550</span></p> - <p class="i0">siendo solo esperanza de su tierra,</p> - <p class="i0">y acabó aquella guerra peligrosa</p> - <p class="i0">con mano poderosa y con estrago</p> - <p class="i0">de la fiera Cartago y de su muro,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_107">p. 107</span>y del terrible y duro su caudillo,<span class="lnum">1555</span></p> - <p class="i0">cuyo agudo cuchillo a las gargantas</p> - <p class="i0">Italia tuvo tantas veces puesto.<a id="FNanchor_197" href="#Footnote_197" class="fnanchor">[197]</a></p> - <p class="i2">Mostrábase tras esto allí esculpida</p> - <p class="i0">la envidia carcomida, así molesta;<a id="FNanchor_198" href="#Footnote_198" class="fnanchor">[198]</a></p> - <p class="i0">contra Fernando puesta frente a frente,<span class="lnum">1560</span></p> - <p class="i0">la desvalida gente convocaba,</p> - <p class="i0">y contra aquel la armaba, y con sus artes</p> - <p class="i0">busca por todas partes daño y mengua.</p> - <p class="i0">Él con su mansa lengua y largas manos</p> - <p class="i0">los tumultos livianos asentando,<span class="lnum">1565</span></p> - <p class="i0">poco a poco iba alzando tanto el vuelo,</p> - <p class="i0" id="Eg2-1567">que la envidia en el cielo lo miraba;</p> - <p class="i0">y como no bastaba a la conquista,</p> - <p class="i0">vencida ya su vista de tal lumbre,</p> - <p class="i0">forzaba su costumbre, y parecía<span class="lnum">1570</span></p> - <p class="i0">que perdón le pedía, en tierra echada.</p> - <p class="i0">Él, después de pisada, descansado</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_108">p. 108</span>quedaba y aliviado de este enojo;</p> - <p class="i0">y lleno del despojo desta fiera,</p> - <p class="i0">hallaba en la ribera del gran río,<span class="lnum">1575</span></p> - <p class="i0">de noche, al puro frío del sereno,</p> - <p class="i0">a César, que en su seno está pensoso,</p> - <p class="i0" id="Eg2-1578">del suceso dudoso desta guerra;</p> - <p class="i0">que, aunque de sí destierra la tristeza,</p> - <p class="i0">del caso la grandeza trae consigo<span class="lnum">1580</span></p> - <p class="i0">el pensamiento amigo del remedio.<a id="FNanchor_199" href="#Footnote_199" class="fnanchor">[199]</a></p> - <p class="i0">Entrambos buscan medio convenible</p> - <p class="i0">para que aquel terrible furor loco</p> - <p class="i0">les empeciese poco, y recibiese</p> - <p class="i0">tal estrago, que fuese destrozado.<span class="lnum">1585</span></p> - <p class="i2">Después de haber hablado, ya cansados,</p> - <p class="i0">en la hierba acostados se dormían;</p> - <p class="i0">el gran Danubio oían ir sonando,</p> - <p class="i0">casi como aprobando aquel consejo.</p> - <p class="i0">En esto el claro viejo río se vía<span class="lnum">1590</span></p> - <p class="i0">que del agua salía muy callado,</p> - <p class="i0">de sauces coronado y de un vestido</p> - <p class="i0">de las ovas tejido mal cubierto,</p> - <p class="i0">y en aquel sueño incierto les mostraba</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_109">p. 109</span>todo cuanto tocaba al gran negocio.<span class="lnum">1595</span></p> - <p class="i0">Y parecía que el ocio sin provecho</p> - <p class="i0">les sacaba del pecho; porque luego,</p> - <p class="i0">como si en vivo fuego se quemara</p> - <p class="i0">alguna cosa cara, se levantan</p> - <p class="i0">del gran sueño y se espantan, alegrando<span class="lnum">1600</span></p> - <p class="i0">el ánimo y alzando la esperanza.</p> - <p class="i2">El río sin tardanza parecía</p> - <p class="i0">que el agua disponía al gran viaje;</p> - <p class="i0">allanaba el pasaje y la corriente,</p> - <p class="i0">para que fácilmente aquella armada<a id="FNanchor_200" href="#Footnote_200" class="fnanchor">[200]</a><span class="lnum">1605</span></p> - <p class="i0">que había de ser guiada por su mano,</p> - <p class="i0">en el remar liviano y dulce viese</p> - <p class="i0">cuánto el Danubio fuese favorable.</p> - <p class="i2">Con presteza admirable vieras junto</p> - <p class="i0">un ejército a punto denodado;<span class="lnum">1610</span></p> - <p class="i0">y después de embarcado, el remo lento,</p> - <p class="i0">el duro movimiento de los brazos,</p> - <p class="i0">los pocos embarazos de las ondas</p> - <p class="i0">llevaban por las hondas aguas presta</p> - <p class="i0">el armada, molesta al gran tirano.<a id="FNanchor_201" href="#Footnote_201" class="fnanchor">[201]</a><span class="lnum">1615</span></p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_110">p. 110</span>El artificio humano no hiciera</p> - <p class="i0">pintura que esprimiera vivamente,</p> - <p class="i0">el armada, la gente, el curso, el agua;</p> - <p class="i0">apenas en la fragua, donde sudan</p> - <p class="i0">los cíclopes y mudan fatigados<a id="FNanchor_202" href="#Footnote_202" class="fnanchor">[202]</a><span class="lnum">1620</span></p> - <p class="i0">los brazos, ya cansados del martillo,</p> - <p class="i0">pudiera así esprimillo el gran maestro.</p> - <p class="i2">Quien viera el curso diestro por la clara</p> - <p class="i0">corriente, bien jurara a aquellas horas<a id="FNanchor_203" href="#Footnote_203" class="fnanchor">[203]</a></p> - <p class="i0">que las agudas proras dividían<span class="lnum">1625</span></p> - <p class="i0">el agua y la hendían con sonido,</p> - <p class="i0">y el rastro iba seguido. Luego vieras</p> - <p class="i0">al viento las banderas tremolando,</p> - <p class="i0">las ondas imitando en el moverse.</p> - <p class="i0">Pudiera también verse casi viva<span class="lnum">1630</span></p> - <p class="i0">la otra gente esquiva y descreída,</p> - <p class="i0">que, de ensoberbecida y arrogante,</p> - <p class="i0">pensaban que delante no hallaran</p> - <p class="i0">hombres que se pararan, a su furia.</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_111">p. 111</span>Los nuestros, tal injuria no sufriendo,<span class="lnum">1635</span></p> - <p class="i0">remos iban metiendo con tal gana,</p> - <p class="i0">que iba de espuma cana el agua llena.</p> - <p class="i2">El temor enajena al otro bando;</p> - <p class="i0">el sentido, volando de uno en uno,</p> - <p class="i0">entrábase importuno por la puerta<span class="lnum">1640</span></p> - <p class="i0">de la opinión incierta, y siendo dentro,</p> - <p class="i0">en el íntimo centro allá del pecho</p> - <p class="i0">les dejaba deshecho un hielo frío,</p> - <p class="i0">el cual, como un gran río en flujos gruesos,</p> - <p class="i0">por médulas y huesos discurría.<span class="lnum">1645</span></p> - <p class="i0">Todo el campo se vía conturbado</p> - <p class="i0">y con arrebatado movimiento;</p> - <p class="i0">solo del salvamento platicaban.<a id="FNanchor_204" href="#Footnote_204" class="fnanchor">[204]</a></p> - <p class="i2">Luego se levantaban con desorden,</p> - <p class="i0">confusos y sin orden caminando,<span class="lnum">1650</span></p> - <p class="i0">atrás iban dejando con recelo,</p> - <p class="i0">tendida por el suelo, su riqueza.</p> - <p class="i0">Las tiendas do pereza y do fornicio,</p> - <p class="i0">con todo bruto vicio obrar solían,</p> - <p class="i0">sin ellas se partían. Así armadas,<span class="lnum">1655</span></p> - <p class="i0">eran desamparadas de sus dueños.</p> - <p class="i0">A grandes y pequeños juntamente</p> - <p class="i0">era el temor presente por testigo,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_112">p. 112</span>y el áspero enemigo a las espaldas,</p> - <p class="i0">que les iba las faldas ya mordiendo.<span class="lnum">1660</span></p> - <p class="i2">César estar teniendo allí se vía</p> - <p class="i0">a Fernando, que ardía sin tardanza</p> - <p class="i0" id="Eg2-1663">por colorar su lanza en turca sangre.</p> - <p class="i0">Con animosa hambre y con denuedo</p> - <p class="i0">forcejea con quien quedo estar le manda.<span class="lnum">1665</span></p> - <p class="i0">Como lebrel de Irlanda generoso</p> - <p class="i0">que el jabalí cerdoso y fiero mira,</p> - <p class="i0">rebátese, sospira, fuerza y riñe,</p> - <p class="i0">y apenas le constriñe el atadura,</p> - <p class="i0">que el dueño con cordura más aprieta;<a id="FNanchor_205" href="#Footnote_205" class="fnanchor">[205]</a><span class="lnum">1670</span></p> - <p class="i0" id="Eg2-1671">así estaba perfeta y bien labrada</p> - <p class="i0">la imagen figurada de Fernando,</p> - <p class="i0">que quien allí mirándola estuviera,</p> - <p class="i0">que era desta manera bien juzgara.</p> - <p class="i2">Resplandeciente y clara de su gloria<span class="lnum">1675</span></p> - <p class="i0">pintada la vitoria se mostraba;</p> - <p class="i0">a César abrazaba, y no parando,</p> - <p class="i0">los brazos a Fernando echaba al cuello.</p> - <p class="i0">Él mostraba de aquello sentimiento,</p> - <p class="i0">por ser el vencimiento tan holgado.<span class="lnum">1680</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_113">p. 113</span>Estaba figurado un carro estraño</p> - <p class="i0">con el despojo y daño de la gente</p> - <p class="i0">bárbara, y juntamente allí pintados</p> - <p class="i0">cautivos amarrados a las ruedas,</p> - <p class="i0">con hábitos y sedas variadas;<span class="lnum">1685</span></p> - <p class="i0">lanzas rotas, celadas y banderas,</p> - <p class="i0">armaduras ligeras de los brazos,</p> - <p class="i0">escudos en pedazos divididos,</p> - <p class="i0">vieras allí cogidos en trofeo,</p> - <p class="i0">con que el común deseo y voluntades<span class="lnum">1690</span></p> - <p class="i0">de tierras y ciudades se alegraba.</p> - <p class="i2">Tras esto blanqueaba falda y seno</p> - <p class="i0">con velas al Tirreno de la armada</p> - <p class="i0">sublime y ensalzada y gloriosa.</p> - <p class="i0">Con la prora espumosa las galeras,<span class="lnum">1695</span></p> - <p class="i0">como nadantes fieras, el mar cortan,</p> - <p class="i0">hasta que en fin aportan con corona</p> - <p class="i0">de lauro a Barcelona, do cumplidos<a id="FNanchor_206" href="#Footnote_206" class="fnanchor">[206]</a></p> - <p class="i0">los votos ofrecidos y deseos,</p> - <p class="i0">y los grandes trofeos ya repuestos,<span class="lnum">1700</span></p> - <p class="i0">con movimientos prestos de allí luego,</p> - <p class="i0">en amoroso fuego todo ardiendo,</p> - <p class="i0">el Duque iba corriendo, y no paraba.</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_114">p. 114</span>Cataluña pasaba, atrás la deja;</p> - <p class="i0">ya de Aragón se aleja, y en Castilla,<span class="lnum">1705</span></p> - <p class="i0">sin bajar de la silla, los pies pone.</p> - <p class="i0">El corazón dispone a la alegría</p> - <p class="i0">que vecina tenía, y reserena</p> - <p class="i0">su rostro, y enajena de sus ojos</p> - <p class="i0">muerte, daños, enojos, sangre y guerra.<span class="lnum">1710</span></p> - <p class="i0">Con solo amor se encierra sin respeto,</p> - <p class="i0">y el amoroso afeto y celo ardiente</p> - <p class="i0">figurado y presente está en la cara;</p> - <p class="i0">y la consorte cara, presurosa,</p> - <p class="i0">de un tal placer dudosa, aunque lo vía,<span class="lnum">1715</span></p> - <p class="i0">el cuello le ceñía en nudo estrecho,<a id="FNanchor_207" href="#Footnote_207" class="fnanchor">[207]</a></p> - <p class="i0">de aquellos brazos hecho delicados;</p> - <p class="i0">de lágrimas preñados relumbraban</p> - <p class="i0">los ojos que sobraban al sol claro.</p> - <p class="i2">Con su Fernando caro y señor pío<span class="lnum">1720</span></p> - <p class="i0">la tierra, el campo, el río, el monte, el llano,</p> - <p class="i0">alegres a una mano estaban todos,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_115">p. 115</span>mas con diversos modos lo decían.</p> - <p class="i0">Los muros parecían de otra altura;</p> - <p class="i0">el campo en hermosura de otras flores<span class="lnum">1725</span></p> - <p class="i0">pintaba mil colores disconformes;</p> - <p class="i0">estaba el mismo Tormes figurado,</p> - <p class="i0">en torno rodeado de sus ninfas,</p> - <p class="i0">vertiendo claras linfas con instancia,</p> - <p class="i0">en mayor abundancia que solía;<span class="lnum">1730</span></p> - <p class="i0">del monte se veía el verde seno</p> - <p class="i0">de ciervos todo lleno, corzos, gamos,</p> - <p class="i0">que de los tiernos ramos van rumiando;</p> - <p class="i0">el llano está mostrando su verdura,</p> - <p class="i0" id="Eg2-1735">tendiendo su llanura así espaciosa,<span class="lnum">1735</span></p> - <p class="i0">que a la vida curiosa nada empece,</p> - <p class="i0">ni deja en qué tropiece el ojo vago.</p> - <p class="i0">Bañados en un lago, no de olvido,</p> - <p class="i0">mas de un embebecido gozo, estaban</p> - <p class="i0">cuantos consideraban la presencia<span class="lnum">1740</span></p> - <p class="i0" id="Eg2-1741">deste, cuya ecelencia el mundo canta,</p> - <p class="i0">cuyo valor quebranta al turco fiero.</p> - <p class="i2">Aquesto vio Severo por sus ojos,</p> - <p class="i0">y no fueron antojos ni ficiones;</p> - <p class="i0">si oyeras sus razones, yo te digo<span class="lnum">1745</span></p> - <p class="i0">que como a buen testigo lo creyeras.</p> - <p class="i0">Contaba muy de veras que, mirando</p> - <p class="i0">atento y contemplando las pinturas,</p> - <p class="i0">hallaba en las figuras tal destreza,</p> - <p class="i0">que con mayor viveza no pudieran<span class="lnum">1750</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_116">p. 116</span>estar si ser les dieran vivo y puro.</p> - <p class="i0">Lo que dellas escuro allí hallaba,</p> - <p class="i0">y el ojo no bastaba a recogello,</p> - <p class="i0">el río le daba dello gran noticia.</p> - <p class="i2">—Este de la milicia —dijo el río—<span class="lnum">1755</span></p> - <p class="i0">la cumbre y señorío tendrá solo</p> - <p class="i0">del uno al otro polo, y porque espantes</p> - <p class="i0">a todos cuantos cantes los famosos</p> - <p class="i0">hechos tan gloriosos, tan ilustres,<a id="FNanchor_208" href="#Footnote_208" class="fnanchor">[208]</a></p> - <p class="i0">sabe que en cinco lustres de sus años<a id="FNanchor_209" href="#Footnote_209" class="fnanchor">[209]</a><span class="lnum">1760</span></p> - <p class="i0">hará tantos engaños a la muerte,</p> - <p class="i0">que con ánimo fuerte habrá pasado</p> - <p class="i0">por cuanto aquí pintado della has visto.</p> - <p class="i0">Ya todo lo has previsto, vamos fuera,</p> - <p class="i0">dejarte he en la ribera do estar sueles.<span class="lnum">1765</span></p> - <p class="i0">—Quiero que me reveles tú primero,</p> - <p class="i0">—le replicó Severo—, qué es aquello,</p> - <p class="i0">que de mirar en ello se me ofusca</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_117">p. 117</span>la vista; así corusca y resplandece,<a id="FNanchor_210" href="#Footnote_210" class="fnanchor">[210]</a></p> - <p class="i0">y tan claro parece allí en la urna,<span class="lnum">1770</span></p> - <p class="i0">como en hora noturna la cometa.</p> - <p class="i0">—Amigo, no se meta —dijo el viejo—</p> - <p class="i0">ninguno, le aconsejo, en este suelo</p> - <p class="i0">en saber más que el cielo le otorgare;</p> - <p class="i0">y si no te mostrare lo que pides,<span class="lnum">1775</span></p> - <p class="i0">tú mismo me lo impides, porque en tanto</p> - <p class="i0">que el mortal velo y manto el alma cubren,</p> - <p class="i0">mil cosas se te encubren, que no bastan</p> - <p class="i0">tus ojos, que contrastan, a mirallas.</p> - <p class="i0">No pude yo pintallas con menores<span class="lnum">1780</span></p> - <p class="i0">luces y resplandores, porque sabe,</p> - <p class="i0">y aquesto en ti bien cabe, que esto todo</p> - <p class="i0">que en ecesivo modo resplandece</p> - <p class="i0">tanto, que no parece ni se muestra,</p> - <p class="i0">es lo que aquella diestra mano osada<span class="lnum">1785</span></p> - <p class="i0">y virtud sublimada de Fernando</p> - <p class="i0">acabarán entrando más los días.</p> - <p class="i0">Lo cual, con lo que vías comparado,</p> - <p class="i0">es como con nublado muy escuro</p> - <p class="i0">el sol ardiente, puro, relumbrante.<span class="lnum">1790</span></p> - <p class="i0">Tu vista no es bastante a tanta lumbre,</p> - <p class="i0">hasta que la costumbre de miralla</p> - <p class="i0">tu ver al contemplalla no confunda.</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_118">p. 118</span>Como en cárcel profunda el encerrado,</p> - <p class="i0">que, súbito sacado, le atormenta<span class="lnum">1795</span></p> - <p class="i0">el sol que se presenta a sus tinieblas;</p> - <p class="i0">así tú, que las nieblas y hondura,</p> - <p class="i0">metido en estrechura, contemplabas</p> - <p class="i0">que era cuanto mirabas otra gente,</p> - <p class="i0">viendo tan diferente suerte de hombre,<span class="lnum">1800</span></p> - <p class="i0">no es mucho que te asombre luz tamaña;</p> - <p class="i0">pero vete, que baña el sol hermoso</p> - <p class="i0">su carro presuroso ya en las ondas,</p> - <p class="i0">y antes que me respondas será puesto.—</p> - <p class="i2">Diciendo así, con gesto muy humano<span class="lnum">1805</span></p> - <p class="i0">tomole por la mano. ¡Oh admirable</p> - <p class="i0">caso, y, cierto, espantable! Que en saliendo,</p> - <p class="i0">se fueron estriñendo de una parte</p> - <p class="i0">y de otra de tal arte aquellas ondas,</p> - <p class="i0">que las aguas, que hondas ser solían,<span class="lnum">1810</span></p> - <p class="i0">el suelo descubrían, y dejaban</p> - <p class="i0">seca por do pasaban la carrera,</p> - <p class="i0">hasta que en la ribera se hallaron;</p> - <p class="i0">y como se pararon en un alto,</p> - <p class="i0">el viejo de allí un salto dio con brío,<span class="lnum">1815</span></p> - <p class="i0">y levantó del río espuma al cielo,</p> - <p class="i0" id="Eg2-1817">y comovió del suelo negra arena.</p> - <p class="i2">Severo, ya de ajena ciencia instruto,</p> - <p class="i0">fuese a coger el fruto sin tardanza</p> - <p class="i0">de futura esperanza; y escribiendo,<span class="lnum">1820</span></p> - <p class="i0">las cosas fue esprimiendo muy conformes</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_119">p. 119</span>a las que había de Tormes aprendido;</p> - <p class="i0">y aunque de mi sentido él bien juzgase</p> - <p class="i0">que no las alcanzase, no por eso</p> - <p class="i0">este largo proceso sin pereza<span class="lnum">1825</span></p> - <p class="i0">dejó, por su nobleza, de mostrarme.</p> - <p class="i0">Yo no podía hartarme allí leyendo,</p> - <p class="i0">y tú de estarme oyendo estás cansado.</p> - </div> -</div> - -<div class="section"> -<div class="versos ml4"> - <p class="rol">SALICIO</p> -</div> -</div> - -<div class="versos ml4"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Espantado me tienes</p> - <p class="i0">con tan estraño cuento,<span class="lnum">1830</span></p> - <p class="i0">y al son de tu hablar embebecido;</p> - <p class="i0">acá dentro me siento,</p> - <p class="i0">oyendo tantos bienes</p> - <p class="i0">y el valor deste príncipe escogido,</p> - <p class="i0">bullir con el sentido<span class="lnum">1835</span></p> - <p class="i0">y arder con el deseo,</p> - <p class="i0">por contemplar presente</p> - <p class="i0">a aquel que, estando ausente,</p> - <p class="i0">por tu divina relación ya veo.</p> - <p class="i0">¡Quién viese la escritura,<span class="lnum">1840</span></p> - <p class="i0">ya que no puede verse la pintura!</p> - <p class="i2">Por firme y verdadero,</p> - <p class="i0">después que te he escuchado,</p> - <p class="i0">tengo que ha de sanar Albanio cierto;</p> - <p class="i0">que, según me has contado,<span class="lnum">1845</span></p> - <p class="i0">bastará a tu Severo</p> - <p class="i0">a dar salud a un vivo y vida a un muerto;</p> - <p class="i0">que a quien fue descubierto</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_120">p. 120</span>un tamaño secreto,</p> - <p class="i0">razón es que se crea<span class="lnum">1850</span></p> - <p class="i0">que, cualquiera que sea,</p> - <p class="i0">alcanzará con su saber perfeto,</p> - <p class="i0">y a las enfermedades</p> - <p class="i0">aplicará contrarias calidades.</p> - </div> - - <p class="rol">NEMOROSO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Pues ¿en qué te resumes, di, Salicio,<span class="lnum">1855</span></p> - <p class="i0">acerca deste enfermo compañero?</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i0">En que hagamos el debido oficio.</p> - <p class="i2">Luego de aquí partamos, y primero</p> - <p class="i0">que haga curso el mal y se envejesca,</p> - <p class="i0">así le presentemos a Severo.<span class="lnum">1860</span></p> - </div> - - <p class="rol">NEMOROSO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Yo soy contento, y antes que amanesca</p> - <p class="i0">y que del sol el claro rayo ardiente</p> - <p class="i0">sobre las altas cumbres se paresca,</p> - <p class="i2">el compañero mísero y doliente</p> - <p class="i0">llevemos luego donde cierto entiendo<span class="lnum">1865</span></p> - <p class="i0">que será guarecido fácilmente.</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Recoge tu ganado, que cayendo</p> - <p class="i0">ya de los altos montes las mayores</p> - <p class="i0">sombras, con ligereza van corriendo.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_121">p. 121</span>Mira en torno, y verás por los alcores<span class="lnum">1870</span></p> - <p class="i0">salir el humo de las caserías</p> - <p class="i0">de aquestos comarcanos labradores.<a id="FNanchor_211" href="#Footnote_211" class="fnanchor">[211]</a></p> - <p class="i2">Recoge tus ovejas y las mías,</p> - <p class="i0">y vete ya con ellas poco a poco</p> - <p class="i0">por aquel mismo valle que solías.<span class="lnum">1875</span></p> - <p class="i2">Yo solo me avendré con nuestro loco,</p> - <p class="i0">que pues él hasta aquí no se ha movido,</p> - <p class="i0">la braveza y furor debe ser poco.</p> - </div> - - <p class="rol">NEMOROSO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Si llegas antes, no te estés dormido;</p> - <p class="i0">apareja la cena, que sospecho<span class="lnum">1880</span></p> - <p class="i0">que aún fuego Galafrón no habrá encendido.</p> - </div> - - <p class="rol">SALICIO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Yo lo haré, que al hato iré derecho,</p> - <p class="i0">si no me lleva a despeñar consigo</p> - <p class="i0">de algún barranco Albanio a mi despecho.</p> - <p class="i0">Adiós, hermano.</p> - </div> - - <p class="rol">NEMOROSO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i14">Adiós, Salicio amigo.<span class="lnum">1885</span></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch1-3"> - <p><span class="pagenum" id="Page_123">p. 123</span></p> - <h2 class="nobreak g1">ÉGLOGA III</h2> -</div> - -<div class="versos ml4"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Aquella voluntad honesta y pura,<a id="FNanchor_212" href="#Footnote_212" class="fnanchor">[212]</a></p> - <p class="i0">ilustre y hermosísima María,</p> - <p class="i0">que en mí de celebrar tu hermosura,</p> - <p class="i0">tu ingenio y tu valor estar solía,</p> - <p class="i0">a despecho y pesar de la ventura<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">que por otro camino me desvía,</p> - <p class="i0">está y estará en mí tanto clavada,</p> - <p class="i0">cuanto del cuerpo el alma acompañada.<a id="FNanchor_213" href="#Footnote_213" class="fnanchor">[213]</a></p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_124">p. 124</span>Y aun no se me figura que me toca</p> - <p class="i0">aqueste oficio solamente en vida;<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">mas con la lengua muerta y fría en la boca<a id="FNanchor_214" href="#Footnote_214" class="fnanchor">[214]</a></p> - <p class="i0">pienso mover la voz a ti debida.</p> - <p class="i0">Libre mi alma de su estrecha roca,</p> - <p class="i0">por el Estigio lago conducida,</p> - <p class="i0">celebrándote irá, y aquel sonido<span class="lnum">15</span></p> - <p class="i0">hará parar las aguas del olvido.</p> - <p class="i2">Mas la fortuna, de mi mal no harta,</p> - <p class="i0">me aflige y de un trabajo en otro lleva;</p> - <p class="i0">ya de la patria, ya del bien me aparta,</p> - <p class="i0">ya mi paciencia en mil maneras prueba;<span class="lnum">20</span></p> - <p class="i0">y lo que siento más, es que la carta,<a id="FNanchor_215" href="#Footnote_215" class="fnanchor">[215]</a></p> - <p class="i0">donde mi pluma en tu alabanza mueva,</p> - <p class="i0">poniendo en su lugar cuidados vanos,</p> - <p class="i0">me quita y me arrebata de las manos.</p> - <p class="i2">Pero, por más que en mí su fuerza pruebe,<span class="lnum">25</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_125">p. 125</span>no tornará mi corazón mudable;</p> - <p class="i0">nunca dirán jamás que me remueve</p> - <p class="i0">fortuna de un estudio tan loable.</p> - <p class="i0">Apolo y las hermanas, todas nueve,</p> - <p class="i0">me darán ocio y lengua con que hable<span class="lnum">30</span></p> - <p class="i0">lo menos de lo que en tu ser cupiere,</p> - <p class="i0">que esto será lo más que yo pudiere.<a id="FNanchor_216" href="#Footnote_216" class="fnanchor">[216]</a></p> - <p class="i2">En tanto no te ofenda ni te harte</p> - <p class="i0">tratar del campo y soledad que amaste,</p> - <p class="i0">ni desdeñes aquesta inculta parte<span class="lnum">35</span></p> - <p class="i0">de mi estilo, que en algo ya estimaste.</p> - <p class="i0" id="Eg3-37">Entre las armas del sangriento Marte,</p> - <p class="i0">do apenas hay quien su furor contraste,</p> - <p class="i0">hurté de el tiempo aquesta breve suma,</p> - <p class="i0">tomando, ora la espada, ora la pluma.<a id="FNanchor_217" href="#Footnote_217" class="fnanchor">[217]</a><span class="lnum">40</span></p> - <p class="i2">Aplica, pues, un rato los sentidos</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_126">p. 126</span>al bajo son de mi zampoña ruda,</p> - <p class="i0">indina de llegar a tus oídos,</p> - <p class="i0">pues de ornamento y gracia va desnuda;</p> - <p class="i0">mas a las veces son mejor oídos<span class="lnum">45</span></p> - <p class="i0">el puro ingenio y lengua casi muda,</p> - <p class="i0">testigos limpios de ánimo inocente,</p> - <p class="i0">que la curiosidad del elocuente.</p> - <p class="i2">Por aquesta razón de ti escuchado,</p> - <p class="i0">aunque me falten otras, ser meresco.<span class="lnum">50</span></p> - <p class="i0">Lo que puedo te doy, y lo que he dado,</p> - <p class="i0">con recibillo tú yo me enriquesco.</p> - <p class="i0">De cuatro ninfas que del Tajo amado</p> - <p class="i0">salieron juntas, a cantar me ofresco,</p> - <p class="i0">Filódoce, Dinámene y Crimene,<span class="lnum">55</span></p> - <p class="i0">Nise, que en hermosura par no tiene.</p> - <p class="i2">Cerca del Tajo en soledad amena,</p> - <p class="i0">de verdes sauces hay una espesura,</p> - <p class="i0">toda de hiedra revestida y llena,</p> - <p class="i0">que por el tronco va hasta el altura,<span class="lnum">60</span></p> - <p class="i0">y así la teje arriba y encadena,</p> - <p class="i0">que el sol no halla paso a la verdura;</p> - <p class="i0">el agua baña el prado, con sonido</p> - <p class="i0">alegrando la vista y el oído.</p> - <p class="i2">Con tanta mansedumbre el cristalino<span class="lnum">65</span></p> - <p class="i0">Tajo en aquella parte caminaba,</p> - <p class="i0">que pudieran los ojos el camino</p> - <p class="i0">determinar apenas que llevaba.</p> - <p class="i0">Peinando sus cabellos de oro fino,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_127">p. 127</span>una ninfa, del agua, do moraba,<span class="lnum">70</span></p> - <p class="i0">la cabeza sacó, y el prado ameno</p> - <p class="i0">vido de flores y de sombra lleno.</p> - <p class="i2">Moviola el sitio umbroso, el manso viento,</p> - <p class="i0">el suave olor de aquel florido suelo.</p> - <p class="i0">Las aves en el fresco apartamiento<span class="lnum">75</span></p> - <p class="i0">vio descansar del trabajoso vuelo.</p> - <p class="i0">Secaba entonces el terreno aliento</p> - <p class="i0">el sol subido en la mitad del cielo.</p> - <p class="i0">En el silencio solo se escuchaba</p> - <p class="i0">un susurro de abejas que sonaba.<span class="lnum">80</span></p> - <p class="i2">Habiendo contemplado una gran pieza</p> - <p class="i0">atentamente aquel lugar sombrío,</p> - <p class="i0">somorgujó de nuevo su cabeza,<a id="FNanchor_218" href="#Footnote_218" class="fnanchor">[218]</a></p> - <p class="i0">y al fondo se dejó calar del río.<a id="FNanchor_219" href="#Footnote_219" class="fnanchor">[219]</a></p> - <p class="i0">A sus hermanas a contar empieza<span class="lnum">85</span></p> - <p class="i0">del verde sitio el agradable frío,</p> - <p class="i0">y que vayan les ruega y amonesta</p> - <p class="i0">allí con su labor a estar la siesta.</p> - <p class="i2">No perdió en esto mucho tiempo el ruego,</p> - <p class="i0">que las tres dellas su labor tomaron,<span class="lnum">90</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_128">p. 128</span>y en mirando de fuera, vieron luego</p> - <p class="i0">el prado, hacia el cual enderezaron.</p> - <p class="i0">El agua clara con lacivo juego<a id="FNanchor_220" href="#Footnote_220" class="fnanchor">[220]</a></p> - <p class="i0">nadando dividieron y cortaron,<a id="FNanchor_221" href="#Footnote_221" class="fnanchor">[221]</a></p> - <p class="i0">hasta que el blanco pie tocó mojado,<span class="lnum">95</span></p> - <p class="i0">saliendo de la arena, el verde prado.</p> - <p class="i2">Poniendo ya en lo enjuto las pisadas,<a id="FNanchor_222" href="#Footnote_222" class="fnanchor">[222]</a></p> - <p class="i0">escurrieron del agua sus cabellos,</p> - <p class="i0">los cuales esparciendo, cubijadas</p> - <p class="i0">las hermosas espaldas fueron dellos.<span class="lnum">100</span></p> - <p class="i0">Luego sacando telas delicadas,</p> - <p class="i0">que en delgadeza competían con ellos,<a id="FNanchor_223" href="#Footnote_223" class="fnanchor">[223]</a></p> - <p class="i0">en lo más escondido se metieron,</p> - <p class="i0">y a su labor atentas se pusieron.</p> - <p class="i2">Las telas eran hechas y tejidas<span class="lnum">105</span></p> - <p class="i0" id="Eg3-106">del oro que el felice Tajo envía,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_129">p. 129</span>apurado, después de bien cernidas</p> - <p class="i0">las menudas arenas do se cría.<a id="FNanchor_224" href="#Footnote_224" class="fnanchor">[224]</a></p> - <p class="i0">Y de las verdes hojas reducidas</p> - <p class="i0">en estambre sutil, cual convenía<span class="lnum">110</span></p> - <p class="i0">para seguir el delicado estilo</p> - <p class="i0">del oro ya tirado en rico hilo.</p> - <p class="i2">La delicada estambre era distinta</p> - <p class="i0">de las colores que antes le habían dado</p> - <p class="i0">con la fineza de la varia tinta<span class="lnum">115</span></p> - <p class="i0">que se halla en las conchas del pescado.</p> - <p class="i0">Tanto artificio muestra en lo que pinta</p> - <p class="i0">y teje cada ninfa en su labrado,</p> - <p class="i0">cuanto mostraron en sus tablas antes</p> - <p class="i0">el celebrado Apeles y Timantes.<span class="lnum">120</span></p> - <p class="i2">Filódoce, que así de aquellas era</p> - <p class="i0">llamada la mayor, con diestra mano</p> - <p class="i0">tenía figurada la ribera</p> - <p class="i0">de Estrimón, de una parte el verde llano,</p> - <p class="i0">y de otra el monte de aspereza fiera,<span class="lnum">125</span></p> - <p class="i0">pisado tarde o nunca de pie humano,</p> - <p class="i0">donde el amor movió con tanta gracia</p> - <p class="i0">la dolorosa lengua del de Tracia.<a id="FNanchor_225" href="#Footnote_225" class="fnanchor">[225]</a></p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_130">p. 130</span>Estaba figurada la hermosa</p> - <p class="i0">Eurídice, en el blanco pie mordida<a id="FNanchor_226" href="#Footnote_226" class="fnanchor">[226]</a><span class="lnum">130</span></p> - <p class="i0">de la pequeña sierpe ponzoñosa,<a id="FNanchor_227" href="#Footnote_227" class="fnanchor">[227]</a></p> - <p class="i0">entre la hierba y flores escondida;</p> - <p class="i0">descolorida estaba como rosa</p> - <p class="i0">que ha sido fuera de sazón cogida,</p> - <p class="i0">y el ánima, los ojos ya volviendo,<span class="lnum">135</span></p> - <p class="i0">de su hermosa carne despidiendo.</p> - <p class="i2">Figurado se vía estensamente</p> - <p class="i0">el osado marido que bajaba</p> - <p class="i0">al triste reino de la escura gente,</p> - <p class="i0">y la mujer perdida recobraba;<span class="lnum">140</span></p> - <p class="i0">y cómo después desto él, impaciente</p> - <p class="i0">por miralla de nuevo, la tornaba</p> - <p class="i0">a perder otra vez, y del tirano</p> - <p class="i0">se queja al monte solitario en vano.<a id="FNanchor_228" href="#Footnote_228" class="fnanchor">[228]</a></p> - <p class="i2">Dinámene no menos artificio<span class="lnum">145</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_131">p. 131</span>mostraba en la labor que había tejido,</p> - <p class="i0">pintando a Apolo en el robusto oficio</p> - <p class="i0" id="Eg3-148">de la silvestre caza embebecido.</p> - <p class="i0">Mudar luego le hace el ejercicio</p> - <p class="i0">la vengativa mano de Cupido,<span class="lnum">150</span></p> - <p class="i0">que hizo a Apolo consumirse en lloro</p> - <p class="i0">después que le enclavó con punta de oro.<a id="FNanchor_229" href="#Footnote_229" class="fnanchor">[229]</a></p> - <p class="i2">Dafne con el cabello suelto al viento,<a id="FNanchor_230" href="#Footnote_230" class="fnanchor">[230]</a></p> - <p class="i0">sin perdonar al blanco pie, corría</p> - <p class="i0">por áspero camino tan sin tiento,<span class="lnum">155</span></p> - <p class="i0">que Apolo en la pintura parecía</p> - <p class="i0">que, porque ella templase el movimiento,</p> - <p class="i0">con menos ligereza la seguía.</p> - <p class="i0">Él va siguiendo, y ella huye como</p> - <p class="i0">quien siente al pecho el odioso plomo.<a id="FNanchor_231" href="#Footnote_231" class="fnanchor">[231]</a><span class="lnum">160</span></p> - <p class="i2">Mas a la fin los brazos le crecían,</p> - <p class="i0">y en sendos ramos vueltos se mostraban,</p> - <p class="i0">y los cabellos, que vencer solían</p> - <p class="i0">al oro fino, en hojas se tornaban;</p> - <p class="i0">en torcidas raíces se estendían<span class="lnum">165</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_132">p. 132</span>los blancos pies, y en tierra se hincaban.</p> - <p class="i0">Llora el amante, y busca el ser primero,</p> - <p class="i0">besando y abrazando aquel madero.</p> - <p class="i2">Climene, llena de destreza y maña,</p> - <p class="i0">el oro y las colores matizando,<span class="lnum">170</span></p> - <p class="i0">iba de hayas una gran montaña</p> - <p class="i0">de robles y de peñas variando.</p> - <p class="i0">Un puerco entre ellas, de braveza estraña,</p> - <p class="i0">estaba los colmillos aguzando</p> - <p class="i0">contra un mozo, no menos animoso,<span class="lnum">175</span></p> - <p class="i0">con su venablo en mano, que hermoso.<a id="FNanchor_232" href="#Footnote_232" class="fnanchor">[232]</a></p> - <p class="i2">Tras esto, el puerco allí se vía herido</p> - <p class="i0">de aquel mancebo por su mal valiente,</p> - <p class="i0">y el mozo en tierra estaba ya tendido,</p> - <p class="i0">abierto el pecho del rabioso diente;<span class="lnum">180</span></p> - <p class="i0">con el cabello de oro desparcido</p> - <p class="i0">barriendo el suelo miserablemente,</p> - <p class="i0">las rosas blancas por allí sembradas</p> - <p class="i0">tornaba con su sangre coloradas.</p> - <p class="i2">Adonis este se mostraba que era,<span class="lnum">185</span></p> - <p class="i0">según se muestra Venus dolorida,</p> - <p class="i0">que viendo la herida abierta y fiera,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_133">p. 133</span>estaba sobre él casi amortecida.</p> - <p class="i0">Boca con boca coge la postrera<a id="FNanchor_233" href="#Footnote_233" class="fnanchor">[233]</a></p> - <p class="i0">parte del aire que solía dar vida<span class="lnum">190</span></p> - <p class="i0">al cuerpo, por quien ella en este suelo</p> - <p class="i0">aborrecido tuvo al alto cielo.</p> - <p class="i2" id="Eg3-193">La blanca Nise no tomó a destajo</p> - <p class="i0">de los pasados casos la memoria,</p> - <p class="i0">y en la labor de su sutil trabajo<span class="lnum">195</span></p> - <p class="i0">no quiso entretejer antigua historia;</p> - <p class="i0" id="Eg3-197">antes mostrando de su claro Tajo</p> - <p class="i0">en su labor la celebrada gloria,</p> - <p class="i0">lo figuró en la parte donde él baña</p> - <p class="i0">la más felice tierra de la España.<a id="FNanchor_234" href="#Footnote_234" class="fnanchor">[234]</a><span class="lnum">200</span></p> - <p class="i2">Pintado el caudaloso río se vía,</p> - <p class="i0">que, en áspera estrecheza reducido,</p> - <p class="i0">un monte casi al rededor teñía,</p> - <p class="i0">con ímpetu corriendo y con ruído;</p> - <p class="i0">querer cercallo todo parecía<a id="FNanchor_235" href="#Footnote_235" class="fnanchor">[235]</a><span class="lnum">205</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_134">p. 134</span>en su volver; mas era afán perdido;</p> - <p class="i0">dejábase correr, en fin, derecho,<a id="FNanchor_236" href="#Footnote_236" class="fnanchor">[236]</a></p> - <p class="i0">contento de lo mucho que había hecho.</p> - <p class="i2">Estaba puesta en la sublime cumbre</p> - <p class="i0">del monte, y desde allí por él sembrada,<span class="lnum">210</span></p> - <p class="i0">aquella ilustre y clara pesadumbre,</p> - <p class="i0">de antiguos edificios adornada.</p> - <p class="i0">De allí con agradable mansedumbre</p> - <p class="i0" id="Eg3-214">el Tajo va siguiendo su jornada,</p> - <p class="i0">y regando los campos y arboledas<span class="lnum">215</span></p> - <p class="i0">con artificio de las altas ruedas.<a id="FNanchor_237" href="#Footnote_237" class="fnanchor">[237]</a></p> - <p class="i2">En la hermosa tela se veían</p> - <p class="i0">entretejidas las silvestres diosas</p> - <p class="i0">salir de la espesura, y que venían</p> - <p class="i0">todas a la ribera presurosas,<span class="lnum">220</span></p> - <p class="i0">en el semblante tristes, y traían</p> - <p class="i0">cestillos blancos de purpúreas rosas,</p> - <p class="i0">las cuales esparciendo, derramaban</p> - <p class="i0">sobre una ninfa muerta que lloraban.<a id="FNanchor_238" href="#Footnote_238" class="fnanchor">[238]</a></p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_135">p. 135</span>Todas con el cabello desparcido<a id="FNanchor_239" href="#Footnote_239" class="fnanchor">[239]</a><span class="lnum">225</span></p> - <p class="i0">lloraban una ninfa delicada,<a id="FNanchor_240" href="#Footnote_240" class="fnanchor">[240]</a></p> - <p class="i0">cuya vida mostraba que había sido</p> - <p class="i0">antes de tiempo y casi en flor cortada.<a id="FNanchor_241" href="#Footnote_241" class="fnanchor">[241]</a></p> - <p class="i0">Cerca del agua, en un lugar florido,</p> - <p class="i0">estaba entre la hierba degollada,<a id="FNanchor_242" href="#Footnote_242" class="fnanchor">[242]</a><span class="lnum">230</span></p> - <p class="i0">cual queda el blanco cisne cuando pierde</p> - <p class="i0">la dulce vida entre la hierba verde.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_136">p. 136</span>Una de aquellas diosas, que en belleza,</p> - <p class="i0">al parecer, a todas ecedía,</p> - <p class="i0">mostrando en el semblante la tristeza<span class="lnum">235</span></p> - <p class="i0">que del funesto y triste caso había,</p> - <p class="i0">apartada algún tanto, en la corteza</p> - <p class="i0">de un álamo unas letras escribía,</p> - <p class="i0">como epitafio de la ninfa bella,</p> - <p class="i0">que hablaban así por parte della:<span class="lnum">240</span></p> - <p class="i2">«Elisa soy, en cuyo nombre suena</p> - <p class="i0">y se lamenta el monte cavernoso,</p> - <p class="i0">testigo del dolor y grave pena</p> - <p class="i0">en que por mí se aflige Nemoroso,</p> - <p class="i0">y llama Elisa; Elisa a boca llena<span class="lnum">245</span></p> - <p class="i0" id="Eg3-246">responde el Tajo, y lleva presuroso</p> - <p class="i0">al mar de Lusitania el nombre mío,<a id="FNanchor_243" href="#Footnote_243" class="fnanchor">[243]</a></p> - <p class="i0">donde será escuchado, yo lo fío.»</p> - <p class="i2">En fin, en esta tela artificiosa</p> - <p class="i0">toda la historia estaba figurada,<span class="lnum">250</span></p> - <p class="i0">que en aquella ribera deleitosa</p> - <p class="i0">de Nemoroso fue tan celebrada;</p> - <p class="i0">porque de todo aquesto y cada cosa</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_137">p. 137</span>estaba Nise ya tan informada,</p> - <p class="i0">que llorando el pastor, mil veces ella<span class="lnum">255</span></p> - <p class="i0">se enterneció escuchando su querella.</p> - <p class="i2">Y porque aqueste lamentable cuento,</p> - <p class="i0">no solo entre las selvas se contase,</p> - <p class="i0">mas, dentro de las ondas, sentimiento</p> - <p class="i0">con la noticia de esto se mostrase,<span class="lnum">260</span></p> - <p class="i0">quiso que de su tela el argumento</p> - <p class="i0">la bella ninfa muerta señalase,</p> - <p class="i0">y así se publicase de uno en uno</p> - <p class="i0">por el húmido reino de Netuno.</p> - <p class="i2">Destas historias tales variadas<span class="lnum">265</span></p> - <p class="i0">eran las telas de las cuatro hermanas,</p> - <p class="i0">las cuales, con colores matizadas</p> - <p class="i0">y claras luces de las sombras vanas,</p> - <p class="i0">mostraban a los ojos relevadas</p> - <p class="i0">las cosas y figuras que eran llanas;<span class="lnum">270</span></p> - <p class="i0">tanto que, al parecer, el cuerpo vano</p> - <p class="i0">pudiera ser tomado con la mano.<a id="FNanchor_244" href="#Footnote_244" class="fnanchor">[244]</a></p> - <p class="i2">Los rayos ya del sol se trastornaban,<a id="FNanchor_245" href="#Footnote_245" class="fnanchor">[245]</a></p> - <p class="i0">escondiendo su luz, al mundo cara,</p> - <p class="i0">tras altos montes, y a la luna daban<span class="lnum">275</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_138">p. 138</span>lugar para mostrar su blanca cara;</p> - <p class="i0">los peces a menudo ya saltaban,</p> - <p class="i0">con la cola azotando el agua clara,</p> - <p class="i0">cuando las ninfas, la labor dejando,</p> - <p class="i0">hacia el agua se fueron paseando.<span class="lnum">280</span></p> - <p class="i2">En las templadas ondas ya metidos</p> - <p class="i0">tenían los pies, y reclinar querían</p> - <p class="i0">los blancos cuerpos, cuando sus oídos</p> - <p class="i0">fueron de dos zampoñas que tañían</p> - <p class="i0">suave y dulcemente, detenidos;<span class="lnum">285</span></p> - <p class="i0">tanto, que sin mudarse las oían,</p> - <p class="i0">y al son de las zampoñas escuchaban</p> - <p class="i0">dos pastores, a veces, que cantaban.</p> - <p class="i2">Más claro cada vez el son se oía</p> - <p class="i0">de dos pastores, que venían cantando<span class="lnum">290</span></p> - <p class="i0">tras el ganado, que también venía</p> - <p class="i0">por aquel verde soto caminando,</p> - <p class="i0">y a la majada, ya pasado el día,</p> - <p class="i0">recogido llevaban, alegrando</p> - <p class="i0">las verdes selvas con el son suave,<span class="lnum">295</span></p> - <p class="i0">haciendo su trabajo menos grave.</p> - <p class="i2">Tirreno destos dos el uno era,</p> - <p class="i0">Alcino el otro, entrambos estimados,</p> - <p class="i0">y sobre cuantos pacen la ribera</p> - <p class="i0" id="Eg3-300">del Tajo, con sus vacas, enseñados;<span class="lnum">300</span></p> - <p class="i0">mancebos de una edad, de una manera</p> - <p class="i0">a cantar juntamente aparejados,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_139">p. 139</span>y a responder. Aquesto van diciendo,</p> - <p class="i0">cantando el uno, el otro respondiendo.</p> - </div> - - <p class="rol">TIRRENO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Flérida, para mí dulce y sabrosa<span class="lnum">305</span></p> - <p class="i0">más que la fruta del cercado ajeno,<a id="FNanchor_246" href="#Footnote_246" class="fnanchor">[246]</a></p> - <p class="i0">más blanca que la leche y más hermosa</p> - <p class="i0">que el prado por abril, de flores lleno;</p> - <p class="i0">si tú respondes pura y amorosa</p> - <p class="i0">al verdadero amor de tu Tirreno,<span class="lnum">310</span></p> - <p class="i0">a mi majada arribarás, primero</p> - <p class="i0">que el cielo nos amuestre su lucero.</p> - </div> - - <p class="rol">ALCINO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Hermosa Filis, siempre yo te sea</p> - <p class="i0">amargo al gusto más que la retama,</p> - <p class="i0">y de ti despojado yo me vea,<span class="lnum">315</span></p> - <p class="i0">cual queda el tronco de su verde rama,</p> - <p class="i0">si más que yo el murciélago desea</p> - <p class="i0">la escuridad, ni más la luz desama,</p> - <p class="i0">por ver ya el fin de un término tamaño</p> - <p class="i0">deste día, para mí mayor que un año.<span class="lnum">320</span></p> - </div> - - <p class="rol">TIRRENO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Cual suele acompañada de su bando</p> - <p class="i0">aparecer la dulce primavera,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_140">p. 140</span>cuando Favonio y Céfiro soplando,<a id="FNanchor_247" href="#Footnote_247" class="fnanchor">[247]</a></p> - <p class="i0">al campo toman su beldad primera,</p> - <p class="i0">y van artificiosos esmaltando<span class="lnum">325</span></p> - <p class="i0">de rojo, azul y blanco la ribera;</p> - <p class="i0">en tal manera a mí, Flérida mía,</p> - <p class="i0">viniendo, reverdece mi alegría.</p> - </div> - - <p class="rol">ALCINO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¿Ves el furor del animoso viento,</p> - <p class="i0" id="Eg3-330">embravecido en la fragosa sierra,<span class="lnum">330</span></p> - <p class="i0">que los antiguos robles ciento a ciento</p> - <p class="i0">y los pinos altísimos atierra,</p> - <p class="i0">y de tanto destrozo aún no contento,</p> - <p class="i0">al espantoso mar mueve la guerra?</p> - <p class="i0">Pequeña es esta furia, comparada<span class="lnum">335</span></p> - <p class="i0">a la de Filis, con Alcino airada.</p> - </div> - - <p class="rol">TIRRENO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">El blanco trigo multiplica y crece,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_141">p. 141</span>produce el campo en abundancia tierno</p> - <p class="i0">pasto al ganado, el verde monte ofrece</p> - <p class="i0">a las fieras salvajes su gobierno;<span class="lnum">340</span></p> - <p class="i0">adoquiera que miro me parece</p> - <p class="i0">que derrama la copia todo el cuerno;<a id="FNanchor_248" href="#Footnote_248" class="fnanchor">[248]</a></p> - <p class="i0">mas todo se convertirá en abrojos</p> - <p class="i0">si dello aparta Flérida sus ojos.</p> - </div> - - <p class="rol">ALCINO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">De la esterilidad es oprimido<span class="lnum">345</span></p> - <p class="i0">el monte, el campo, el soto y el ganado;</p> - <p class="i0">la malicia del aire corrompido</p> - <p class="i0">hace morir la hierba mal su grado;<a id="FNanchor_249" href="#Footnote_249" class="fnanchor">[249]</a></p> - <p class="i0">las aves ven su descubierto nido,</p> - <p class="i0">que ya de verdes hojas fue cercado;<span class="lnum">350</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_142">p. 142</span>pero si Filis por aquí tornare,</p> - <p class="i0">hará reverdecer cuanto mirare.</p> - </div> - - <p class="rol">TIRRENO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">El álamo de Alcides escogido</p> - <p class="i0">fue siempre, y el laurel del rojo Apolo;</p> - <p class="i0">de la hermosa Venus fue tenido<span class="lnum">355</span></p> - <p class="i0">en precio y en estima el mirto solo;</p> - <p class="i0">el verde sauz de Flérida es querido,</p> - <p class="i0">y por suyo entre todos escogiolo;<a id="FNanchor_250" href="#Footnote_250" class="fnanchor">[250]</a></p> - <p class="i0">doquiera que de hoy más sauces se hallen,</p> - <p class="i0">el álamo, el laurel y el mirto callen.<span class="lnum">360</span></p> - </div> - - <p class="rol">ALCINO</p> - - <div class="estrofa"> - <p class="i2">El fresno por la selva en hermosura</p> - <p class="i0">sabemos ya que sobre todos vaya,</p> - <p class="i0">y en aspereza y monte de espesura</p> - <p class="i0">se aventaja la verde y alta haya;</p> - <p class="i0">mas el que la beldad de tu figura<span class="lnum">365</span></p> - <p class="i0">dondequiera mirado, Filis, haya,</p> - <p class="i0">al fresno y a la haya en su aspereza</p> - <p class="i0">confesará que vence tu belleza.—</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_143">p. 143</span>Esto cantó Tirreno, y esto Alcino</p> - <p class="i0">le respondió; y habiendo ya acabado<span class="lnum">370</span></p> - <p class="i0">el dulce son, siguieron su camino</p> - <p class="i0">con paso un poco más apresurado.</p> - <p class="i0">Siendo a las ninfas ya el rumor vecino,</p> - <p class="i0">todas juntas se arrojan por el vado,</p> - <p class="i0">y de la blanca espuma que movieron<span class="lnum">375</span></p> - <p class="i0">las cristalinas hondas se cubrieron.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch2-1"> - <p><span class="pagenum" id="Page_145">p. 145</span></p> - <h2 class="nobreak g1">ELEGÍA PRIMERA</h2> -</div> - -<div class="versos ml4"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Aunque este grave caso haya tocado<a id="FNanchor_251" href="#Footnote_251" class="fnanchor">[251]</a></p> - <p class="i0">con tanto sentimiento el alma mía,</p> - <p class="i0">que de consuelo estoy necesitado,</p> - <p class="i2">con que de su dolor mi fantasía</p> - <p class="i0">se descargase un poco, y se acabase<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">de mi continuo llanto la porfía,</p> - <p class="i2">quise, pero, probar si me bastase<a id="FNanchor_252" href="#Footnote_252" class="fnanchor">[252]</a></p> - <p class="i0">el ingenio a escribirte algún consuelo,</p> - <p class="i0">estando cual estoy, que aprovechase</p> - <p class="i2">para que tu reciente desconsuelo<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_146">p. 146</span>la furia mitigase, si las musas</p> - <p class="i0">pueden un corazón alzar del suelo</p> - <p class="i2">y poner fin a las querellas que usas,</p> - <p class="i0">con que de Pindo ya las moradoras</p> - <p class="i0">se muestran lastimadas y confusas;<span class="lnum">15</span></p> - <p class="i2">que, según he sabido, ni a las horas</p> - <p class="i0">que el sol se muestra ni en el mar se esconde,</p> - <p class="i0">de tu lloroso estado no mejoras;</p> - <p class="i2">antes en él permaneciendo, donde</p> - <p class="i0">quiera que estás tus ojos siempre bañas,<span class="lnum">20</span></p> - <p class="i0">y el llanto a tu dolor así responde,</p> - <p class="i2">que temo ver deshechas tus entrañas</p> - <p class="i0">en lágrimas, como al lluvioso viento</p> - <p class="i0">se derrite la nieve en las montañas.</p> - <p class="i2">Si acaso el trabajado pensamiento<span class="lnum">25</span></p> - <p class="i0">en el común reposo se adormece,</p> - <p class="i0">por tornar al dolor con nuevo aliento,</p> - <p class="i2">en aquel breve sueño te aparece</p> - <p class="i0">la imagen amarilla del hermano,</p> - <p class="i0">que de la dulce vida desfallece;<span class="lnum">30</span></p> - <p class="i2">y tú, tendiendo la piadosa mano,</p> - <p class="i0">probando a levantar el cuerpo amado,</p> - <p class="i0">levantas solamente el aire vano;</p> - <p class="i2">y del dolor el sueño desterrado</p> - <p class="i0">con ansia vas buscando, el que partido<span class="lnum">35</span></p> - <p class="i0">era ya con el sueño y alongado.</p> - <p class="i2">Así desfalleciendo en tu sentido,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_147">p. 147</span>como fuera de ti, por la ribera</p> - <p class="i0">de Trápana con llanto y con gemido</p> - <p class="i2">el caro hermano buscas, que sola era<span class="lnum">40</span></p> - <p class="i0">la mitad de tu alma, el cual muriendo,</p> - <p class="i0">no quedará ya tu alma entera.<a id="FNanchor_253" href="#Footnote_253" class="fnanchor">[253]</a></p> - <p class="i2">Y no de otra manera repitiendo</p> - <p class="i0">vas el amado nombre, en desusada</p> - <p class="i0">figura a todas partes revolviendo,<span class="lnum">45</span></p> - <p class="i2">que cerca del Erídano aquejada,<a id="FNanchor_254" href="#Footnote_254" class="fnanchor">[254]</a></p> - <p class="i0">lloró y llamó Lampecie el nombre en vano,<a id="FNanchor_255" href="#Footnote_255" class="fnanchor">[255]</a></p> - <p class="i0">con la fraterna muerte lastimada:</p> - <p class="i2">«Ondas, tornadme ya mi dulce hermano</p> - <p class="i0">Faetón; si no, aquí veréis mi muerte,<span class="lnum">50</span></p> - <p class="i0">regando con mis ojos este llano.»</p> - <p class="i2">¡Oh cuántas veces, con el dolor fuerte</p> - <p class="i0">avivadas las fuerzas, renovaba</p> - <p class="i0">las quejas de su cruda y dura suerte!</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_148">p. 148</span>¡Y cuántas otras, cuando se acababa<span class="lnum">55</span></p> - <p class="i0">aquel furor, en la ribera umbrosa,</p> - <p class="i0">muerta, cansada, el cuerpo reclinaba!</p> - <p class="i2">Bien te confieso que si alguna cosa</p> - <p class="i0">entre la humana puede y mortal gente</p> - <p class="i0">entristecer un alma generosa,<span class="lnum">60</span></p> - <p class="i2">con gran razón podrá ser la presente,</p> - <p class="i0">pues te ha privado de un tan dulce amigo,</p> - <p class="i0">no solamente hermano, un acidente;</p> - <p class="i2">el cual, no solo siempre fue testigo</p> - <p class="i0">de tus consejos y íntimos secretos,<span class="lnum">65</span></p> - <p class="i0">mas de cuanto lo fuiste tú contigo.</p> - <p class="i2">En él se reclinaban tus discretos</p> - <p class="i0">y honestos pareceres, y hacían</p> - <p class="i0">conformes al asiento sus efetos.</p> - <p class="i2">En él ya se mostraban y leían<span class="lnum">70</span></p> - <p class="i0">tus gracias y virtudes una a una,</p> - <p class="i0">y con hermosa luz resplandecían,</p> - <p class="i2">como en luciente de cristal coluna,<a id="FNanchor_256" href="#Footnote_256" class="fnanchor">[256]</a></p> - <p class="i0">que no encubre de cuanto se avecina</p> - <p class="i0">a su viva pureza cosa alguna.<span class="lnum">75</span></p> - <p class="i2">¡Oh, miserables hados! ¡Oh, mesquina</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_149">p. 149</span>suerte la del estado humano, y dura,</p> - <p class="i0">do por tantos trabajos se camina!</p> - <p class="i2">Y agora muy mayor la desventura</p> - <p class="i0">de aquesta nuestra edad, cuyo progreso<span class="lnum">80</span></p> - <p class="i0">muda de un mal en otro su figura.</p> - <p class="i2">¿A quién ya de nosotros el eceso</p> - <p class="i0">de guerras, de peligros y destierro</p> - <p class="i0">no toca, y no ha cansado el gran proceso?</p> - <p class="i2">¿Quién no vio desparcir su sangre al hierro<span class="lnum">85</span></p> - <p class="i0">del enemigo? ¿Quién no vio su vida</p> - <p class="i0">perder mil veces y escapar por yerro?</p> - <p class="i2">¿De cuántos queda y quedará perdida</p> - <p class="i0">la casa y la mujer y la memoria,</p> - <p class="i0">y de otros la hacienda despendida?<span class="lnum">90</span></p> - <p class="i2">¿Qué se saca de aquesto? ¿Alguna gloria?</p> - <p class="i0">¿Algunos premios o agradecimientos?</p> - <p class="i0">Sabralo quien leyere nuestra historia.</p> - <p class="i2">Verase allí que como polvo al viento,</p> - <p class="i0">así se deshará nuestra fatiga<span class="lnum">95</span></p> - <p class="i0">ante quien se endereza nuestro intento.</p> - <p class="i2">No contenta con esto la enemiga</p> - <p class="i0">del humano linaje, que invidiosa</p> - <p class="i0">coge sin tiempo el grano de la espiga,</p> - <p class="i2">nos ha querido ser tan rigurosa,<span class="lnum">100</span></p> - <p class="i0">que ni a tu juventud, don Bernaldino,</p> - <p class="i0">ni ha sido a nuestra pérdida piadosa.</p> - <p class="i2">¿Quién pudiera de tal ser adivino?</p> - <p class="i0">¿A quién no le engañara la esperanza,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_150">p. 150</span>viéndote caminar por tal camino?<span class="lnum">105</span></p> - <p class="i2">¿Quién no se prometiera en abastanza<a id="FNanchor_257" href="#Footnote_257" class="fnanchor">[257]</a></p> - <p class="i0">seguridad entera de tus años,</p> - <p class="i0">sin temer de natura tal mudanza?</p> - <p class="i2">Nunca los tuyos, mas los propios daños,</p> - <p class="i0">dolernos deben; que la muerte amarga<span class="lnum">110</span></p> - <p class="i0">nos muestra claros ya mil desengaños:</p> - <p class="i2">hanos mostrado ya que en vida larga</p> - <p class="i0">apenas de tormentos y de enojos</p> - <p class="i0">llevar podemos la pesada carga;</p> - <p class="i2">hanos mostrado en ti que claros ojos<span class="lnum">115</span></p> - <p class="i0">y juventud y gracia y hermosura,<a id="FNanchor_258" href="#Footnote_258" class="fnanchor">[258]</a></p> - <p class="i0">son también, cuando quiere, sus despojos.</p> - <p class="i2">Mas no puede hacer que tu figura,</p> - <p class="i0">después de ser de vida ya privada,</p> - <p class="i0">no muestre el artificio de natura.<span class="lnum">120</span></p> - <p class="i2">Bien es verdad que no está acompañada</p> - <p class="i0">de la color de rosa que solía</p> - <p class="i0">con la blanca azucena ser mesclada;</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_151">p. 151</span>porque el calor templado que encendía</p> - <p class="i0">la blanca nieve de tu rostro puro,<span class="lnum">125</span></p> - <p class="i0">robado ya la muerte te lo había.</p> - <p class="i2">En todo lo demás, como en seguro</p> - <p class="i0">y reposado sueño descansabas,</p> - <p class="i0">indicio dando del vivir futuro.<a id="FNanchor_259" href="#Footnote_259" class="fnanchor">[259]</a></p> - <p class="i2">Mas ¿qué hará la madre que tú amabas,<span class="lnum">130</span></p> - <p class="i0">de quien perdidamente eras amado,</p> - <p class="i0">a quien la vida con la tuya dabas?</p> - <p class="i2">Aquí se me figura que ha llegado</p> - <p class="i0">de su lamento el son, que con su fuerza</p> - <p class="i0">rompe el aire vecino y apartado;<span class="lnum">135</span></p> - <p class="i2">tras el cual a venir también se esfuerza</p> - <p class="i0">el de las cuatro hermanas, que teniendo</p> - <p class="i0">va con el de la madre viva fuerza.</p> - <p class="i2">A todas las contemplo desparciendo</p> - <p class="i0">de su cabello luengo el fino oro,<span class="lnum">140</span></p> - <p class="i0">al cual ultraje y daño están haciendo.</p> - <p class="i2">El viejo Tormes con el blanco coro</p> - <p class="i0">de sus hermosas ninfas seca el río,</p> - <p class="i0">y humedece la tierra con su lloro.</p> - <p class="i2">No recostado en urna al dulce frío<a id="FNanchor_260" href="#Footnote_260" class="fnanchor">[260]</a><span class="lnum">145</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_152">p. 152</span>de su caverna umbrosa, mas tendido</p> - <p class="i0">por el arena en el ardiente estío,</p> - <p class="i2">con ronco son de llanto y de gemido,</p> - <p class="i0">los cabellos y barbas mal paradas</p> - <p class="i0">se despedaza, y el sutil vestido.<span class="lnum">150</span></p> - <p class="i2">En torno dél sus ninfas, desmayadas,</p> - <p class="i0">llorando en tierra están sin ornamento,</p> - <p class="i0">con las cabezas de oro despeinadas.</p> - <p class="i2">Cese ya del dolor, el sentimiento,</p> - <p class="i0">hermosas moradoras del undoso<span class="lnum">155</span></p> - <p class="i0">Tormes; tened más provechoso intento;</p> - <p class="i2">consolad a la madre, que el piadoso</p> - <p class="i0">dolor la tiene puesta en tal estado,</p> - <p class="i0">que es menester socorro presuroso.</p> - <p class="i2">Presto será que el cuerpo, sepultado<span class="lnum">160</span></p> - <p class="i0">en un perpetuo mármol, de las ondas</p> - <p class="i0">podrá de vuestro Tormes ser bañado.</p> - <p class="i2">Y tú, hermoso coro, allá en las hondas</p> - <p class="i0">aguas metido, podrá ser que al llanto</p> - <p class="i0">de mi dolor te muevas y respondas.<span class="lnum">165</span></p> - <p class="i2">Vos, altos promontorios, entre tanto</p> - <p class="i0">con toda la Trinacria entristecida<a id="FNanchor_261" href="#Footnote_261" class="fnanchor">[261]</a></p> - <p class="i0">buscad alivio en desconsuelo tanto.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_153">p. 153</span>Sátiros, faunos, ninfas, cuya vida<a id="FNanchor_262" href="#Footnote_262" class="fnanchor">[262]</a></p> - <p class="i0">sin enojos se pasa, moradores<span class="lnum">170</span></p> - <p class="i0">de la parte repuesta y escondida,</p> - <p class="i2">con luenga esperiencia sabidores,</p> - <p class="i0">buscad para consuelo de Fernando</p> - <p class="i0">hierbas de propriedad oculta y flores;</p> - <p class="i2">así en el escondido bosque, cuando<span class="lnum">175</span></p> - <p class="i0">ardiendo en vivo y agradable fuego</p> - <p class="i0">las fugitivas ninfas vais buscando,</p> - <p class="i2">ellas se inclinen al piadoso ruego,</p> - <p class="i0">y en recíproco lazo estén ligadas,</p> - <p class="i0">sin esquivar el amoroso juego.<span class="lnum">180</span></p> - <p class="i2">Tú, gran Fernando, que entre tus pasadas</p> - <p class="i0">y tus presentes obras resplandeces,</p> - <p class="i0">y a mayor fama están por ti obligadas,</p> - <p class="i2">contempla dónde estás; que si falleces</p> - <p class="i0">al nombre que has ganado entre la gente,<span class="lnum">185</span></p> - <p class="i0">de tu virtud en algo te enflaqueces.</p> - <p class="i2">Porque al fuerte varón no se consiente</p> - <p class="i0">no resistir los casos de fortuna</p> - <p class="i0">con firme rostro y corazón valiente.</p> - <p class="i2">Y no tan solamente esta importuna,<span class="lnum">190</span></p> - <p class="i0">con proceso cruel y riguroso,</p> - <p class="i0">con revolver de sol, de cielo y luna</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_154">p. 154</span>mover no debe un pecho generoso,</p> - <p class="i0">ni entristecello con funesto vuelo,</p> - <p class="i0">turbando con molestia su reposo;<span class="lnum">195</span></p> - <p class="i2">mas si toda la máquina del cielo</p> - <p class="i0">con espantable son y con ruído,</p> - <p class="i0">hecha pedazos, se viniere al suelo,</p> - <p class="i2">debe ser aterrado y oprimido</p> - <p class="i0">del grave peso y de la gran ruína,<span class="lnum">200</span></p> - <p class="i0">primero que espantado y comovido.</p> - <p class="i2">Por estas asperezas se camina</p> - <p class="i0">de la inmortalidad al alto asiento,</p> - <p class="i0">do nunca arriba quien de aquí declina.</p> - <p class="i2">En fin, Señor, tornando al movimiento<span class="lnum">205</span></p> - <p class="i0">de la humana natura, bien permito</p> - <p class="i0">a nuestra flaca parte un sentimiento;</p> - <p class="i2">mas el eceso en esto vedo y quito,</p> - <p class="i0">si alguna cosa puedo, que parece</p> - <p class="i0">que quiere proceder en infinito.<span class="lnum">210</span></p> - <p class="i2">A lo menos el tiempo que, descrece</p> - <p class="i0">y muda de las cosas el estado,</p> - <p class="i0">debe bastar, si la razón fallece.</p> - <p class="i2">No fue el troyano príncipe llorado<a id="FNanchor_263" href="#Footnote_263" class="fnanchor">[263]</a></p> - <p class="i0">siempre del viejo padre dolorido,<span class="lnum">215</span></p> - <p class="i0">ni siempre de la madre lamentado;</p> - <p class="i2">antes, después del cuerpo redemido</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_155">p. 155</span>con lágrimas humildes y con oro,</p> - <p class="i0">que fue del fiero Aquiles concedido,</p> - <p class="i2">y reprimido el lamentable coro<span class="lnum">220</span></p> - <p class="i0">del frigio llanto, dieron fin al vano</p> - <p class="i0">y sin provecho sentimiento y lloro.</p> - <p class="i2">El tierno pecho, en esta parte humano,</p> - <p class="i0">de Venus, ¿qué sintió, su Adonis viendo</p> - <p class="i0">de su sangre regar el verde llano?<a id="FNanchor_264" href="#Footnote_264" class="fnanchor">[264]</a><span class="lnum">225</span></p> - <p class="i2">Mas des que vido bien que corrompiendo</p> - <p class="i0">con lágrimas sus ojos no hacía</p> - <p class="i0">sino en su llanto estarse deshaciendo,</p> - <p class="i2">y que tornar llorando no podía</p> - <p class="i0">su caro y dulce amigo de la escura<span class="lnum">230</span></p> - <p class="i0">y tenebrosa noche al claro día,</p> - <p class="i2">los ojos enjugó, y la frente pura</p> - <p class="i0">mostró con algo más contentamiento,</p> - <p class="i0">dejando con el muerto la tristura;</p> - <p class="i2">y luego con gracioso movimiento<span class="lnum">235</span></p> - <p class="i0">se fue su paso por el verde suelo,</p> - <p class="i0">con su guirnalda usada y su ornamento.</p> - <p class="i2">Desordenaba con lacivo vuelo</p> - <p class="i0">el viento su cabello, y con su vista</p> - <p class="i0">alegraba la tierra, el mar y el cielo.<span class="lnum">240</span></p> - <p class="i2">Con discurso y razón que es tan prevista,</p> - <p class="i0">con fortaleza y ser que en ti contemplo,</p> - <p class="i0">a la flaca tristeza se resista.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_156">p. 156</span>Tu ardiente gana de subir al templo</p> - <p class="i0">donde la muerte pierde su derecho,<span class="lnum">245</span></p> - <p class="i0">te baste, sin mostrarte yo otro ejemplo.</p> - <p class="i2">Allí verás cuán poco mal ha hecho</p> - <p class="i0">la muerte en la memoria y clara fama</p> - <p class="i0">de los famosos hombres que ha deshecho.</p> - <p class="i2">Vuelve los ojos donde al fin te llama<span class="lnum">250</span></p> - <p class="i0">la suprema esperanza, do perfeta</p> - <p class="i0">sube y purgada el alma en pura llama.</p> - <p class="i2">¿Piensas que es otro el fuego que en Oeta<a id="FNanchor_265" href="#Footnote_265" class="fnanchor">[265]</a></p> - <p class="i0">de Alcides consumió la mortal parte<a id="FNanchor_266" href="#Footnote_266" class="fnanchor">[266]</a></p> - <p class="i0">cuando voló el espirtu al alta meta?<span class="lnum">255</span></p> - <p class="i2">Desta manera aquel por quien reparte</p> - <p class="i0">tu corazón sospiros mil al día,</p> - <p class="i0">y resuena tu llanto en cada parte,</p> - <p class="i2">subió por la difícil y alta vía,</p> - <p class="i0">de la carne mortal purgado y puro,<span class="lnum">260</span></p> - <p class="i0" id="Eleg1-261">en la dulce región del alegría;</p> - <p class="i2">do con discurso libre ya y seguro</p> - <p class="i0">mira la vanidad de los mortales,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_157">p. 157</span>ciegos, errados en el aire escuro;</p> - <p class="i2">y viendo y contemplando nuestros males,<span class="lnum">265</span></p> - <p class="i0">alégrase de haber alzado el vuelo</p> - <p class="i0">a gozar de las horas inmortales.</p> - <p class="i2">Pisa el inmenso y cristalino cielo</p> - <p class="i0">teniendo puestos de una y otra mano</p> - <p class="i0">el claro padre y el sublime abuelo.<a id="FNanchor_267" href="#Footnote_267" class="fnanchor">[267]</a><span class="lnum">270</span></p> - <p class="i2">El uno ve de su proceso humano</p> - <p class="i0">sus virtudes estar allí presentes,</p> - <p class="i0">que el áspero camino hacen llano;</p> - <p class="i2">el otro, que acá hizo entre las gentes</p> - <p class="i0">en la vida mortal menor tardanza,<span class="lnum">275</span></p> - <p class="i0">sus llagas muestra allá resplandecientes.</p> - <p class="i2">Dellas aqueste premio allá se alcanza;</p> - <p class="i0">porque del enemigo no conviene</p> - <p class="i0">procurar en el cielo otra venganza.</p> - <p class="i2">Mira la tierra, el mar que la contiene,<a id="FNanchor_268" href="#Footnote_268" class="fnanchor">[268]</a><span class="lnum">280</span></p> - <p class="i0">todo lo cual por un pequeño punto</p> - <p class="i0">a respeto del cielo juzga y tiene.</p> - <p class="i2">Puesta la vista en aquel gran trasunto</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_158">p. 158</span>y espejo, do se muestra lo pasado</p> - <p class="i0">con lo futuro y lo presente junto,<span class="lnum">285</span></p> - <p class="i2">el tiempo que a tu vida limitado</p> - <p class="i0">de allá arriba te está, Fernando, mira,</p> - <p class="i0">y allí ve tu lugar ya deputado.</p> - <p class="i2">¡Oh bienaventurado! que sin ira,</p> - <p class="i0">sin odio, en paz estás, sin amor ciego,<span class="lnum">290</span></p> - <p class="i0">con quien acá se muere y se sospira;</p> - <p class="i2">y en eterna holganza y en sosiego</p> - <p class="i0">vives, y vivirás cuanto encendiere</p> - <p class="i0">las almas del divino amor el fuego!</p> - <p class="i2">Si el cielo piadoso y largo diere<span class="lnum">295</span></p> - <p class="i0">luenga vida a la voz deste mi llanto,</p> - <p class="i0">lo cual tú sabes que pretende y quiere,</p> - <p class="i2">yo te prometo, amigo, que entre tanto</p> - <p class="i0">que el sol al mundo alumbre, y que la escura</p> - <p class="i0">noche cubra la tierra con su manto,<span class="lnum">300</span></p> - <p class="i2">y en tanto que los peces la hondura</p> - <p class="i0">húmida habitarán del mar profundo,</p> - <p class="i0">y las fieras del monte la espesura,</p> - <p class="i2">se cantará de ti por todo el mundo;</p> - <p class="i0">que en cuanto se discurre, nunca visto<span class="lnum">305</span></p> - <p class="i0">de tus años jamás otro segundo</p> - <p class="i0">será desde el Antártico a Calisto.<a id="FNanchor_269" href="#Footnote_269" class="fnanchor">[269]</a></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch2-2"> - <p><span class="pagenum" id="Page_159">p. 159</span></p> - <h2 class="nobreak g1">ELEGÍA SEGUNDA</h2> -</div> - -<div class="versos ml4"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Aquí, Boscán, donde del buen troyano<a id="FNanchor_270" href="#Footnote_270" class="fnanchor">[270]</a></p> - <p class="i0">Anquises con eterno nombre y vida<a id="FNanchor_271" href="#Footnote_271" class="fnanchor">[271]</a></p> - <p class="i0">conserva la ceniza el Mantuano,<a id="FNanchor_272" href="#Footnote_272" class="fnanchor">[272]</a></p> - <p class="i2">debajo de la seña esclarecida</p> - <p class="i0">de César Africano nos hallamos,<a id="FNanchor_273" href="#Footnote_273" class="fnanchor">[273]</a><span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">la vencedora gente recogida;</p> - <p class="i2">diversos en estudio; que unos vamos</p> - <p class="i0">muriendo por coger de la fatiga</p> - <p class="i0">el fruto que con el sudor sembramos;</p> - <p class="i2">otros, que hacen la virtud amiga<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">y premio de sus obras, y así quieren</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_160">p. 160</span>que la gente lo piense y que lo diga,</p> - <p class="i2">destotros en lo público difieren,</p> - <p class="i0">y en lo secreto sabe Dios en cuánto</p> - <p class="i0">se contradicen en lo que profieren.<span class="lnum">15</span></p> - <p class="i2">Yo voy por medio, porque nunca tanto</p> - <p class="i0">quise obligarme a procurar hacienda;</p> - <p class="i0">que un poco más que aquellos me levanto.</p> - <p class="i2">Ni voy tampoco por la estrecha senda</p> - <p class="i0" id="El2-20">de los que cierto sé que a la otra vía<span class="lnum">20</span></p> - <p class="i0">vuelven de noche, al caminar, la rienda.</p> - <p class="i2">Mas, ¿dónde me llevó la pluma mía,</p> - <p class="i0">que a sátira me voy mi paso a paso,<a id="FNanchor_274" href="#Footnote_274" class="fnanchor">[274]</a></p> - <p class="i0" id="El2-24">y aquesta que os escribo es elegía?</p> - <p class="i2">Yo enderezo, señor, en fin, mi paso<span class="lnum">25</span></p> - <p class="i0">por donde vos sabéis, que su proceso</p> - <p class="i0">siempre ha llevado y lleva Garcilaso;<a id="FNanchor_275" href="#Footnote_275" class="fnanchor">[275]</a></p> - <p class="i2">y así, en mitad de aqueste monte espeso</p> - <p class="i0">de las diversidades me sostengo,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_161">p. 161</span>no sin dificultad, mas no por eso<span class="lnum">30</span></p> - <p class="i2">dejo las musas, antes torno y vengo</p> - <p class="i0">dellas al negociar, y variando,</p> - <p class="i0">con ellas dulcemente me entretengo.</p> - <p class="i2">Así se van las horas engañando,</p> - <p class="i0">así del duro afán y grave pena<span class="lnum">35</span></p> - <p class="i0">estamos algún hora descansando.</p> - <p class="i2">De aquí iremos a ver de la sirena</p> - <p class="i0">la patria, que bien muestra haber ya sido<a id="FNanchor_276" href="#Footnote_276" class="fnanchor">[276]</a></p> - <p class="i0">de ocio y de amor antiguamente llena.<a id="FNanchor_277" href="#Footnote_277" class="fnanchor">[277]</a></p> - <p class="i2" id="El2-40">Allí mi corazón tuvo su nido<span class="lnum">40</span></p> - <p class="i0">un tiempo ya; mas no sé ¡triste! agora</p> - <p class="i0">o si estará ocupado o desparcido.<a id="FNanchor_278" href="#Footnote_278" class="fnanchor">[278]</a></p> - <p class="i2">De aquesto un frío temor así a deshora</p> - <p class="i0">por mis huesos discurre en tal manera,</p> - <p class="i0">que no puedo vivir con él un hora.<span class="lnum">45</span></p> - <p class="i2">Si ¡triste! de mi bien estado hubiera</p> - <p class="i0">un breve tiempo ausente, yo no niego</p> - <p class="i0">que con mayor seguridad viviera.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_162">p. 162</span>La breve ausencia hace el mismo juego</p> - <p class="i0">en la fragua de amor, que en fragua ardiente<span class="lnum">50</span></p> - <p class="i0">el agua moderada hace al fuego;</p> - <p class="i2">la cual verás que no tan solamente</p> - <p class="i0">no lo suele matar, mas lo refuerza</p> - <p class="i0">con ardor más intenso y eminente;</p> - <p class="i2">porque un contrario con la poca fuerza<span class="lnum">55</span></p> - <p class="i0">de su contrario, por vencer la lucha,</p> - <p class="i0">su brazo aviva y su valor esfuerza;</p> - <p class="i2">pero si el agua en abundancia mucha</p> - <p class="i0">sobre el fuego se esparce y se derrama,</p> - <p class="i0">el humo sube al cielo, el son se escucha,<span class="lnum">60</span></p> - <p class="i2">y el claro resplandor de viva llama,</p> - <p class="i0">en polvo y en ceniza convertido,</p> - <p class="i0">apenas queda dél sino la fama.</p> - <p class="i2">Así el ausencia larga, que ha esparcido</p> - <p class="i0">en abundancia su licor, que amata<span class="lnum">65</span></p> - <p class="i0">el fuego que el amor tenía encendido,</p> - <p class="i2">de tal suerte lo deja, que lo trata</p> - <p class="i0">la mano sin peligro en el momento</p> - <p class="i0">que en aparencia y son se desbarata.</p> - <p class="i2">Yo solo fuera voy de aqueste cuento;<span class="lnum">70</span></p> - <p class="i0">porque el amor me aflige y me atormenta,</p> - <p class="i0" id="Eleg2-72">y en el ausencia crece el mal que siento;</p> - <p class="i2">y pienso yo que la razón consienta</p> - <p class="i0">y permita la causa deste efeto,</p> - <p class="i0">que a mí solo entre todos se presenta;<span class="lnum">75</span></p> - <p class="i2" id="Eleg2-76">porque, como del cielo yo sujeto</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_163">p. 163</span>estaba eternamente y deputado</p> - <p class="i0">al amoroso fuego en que me meto,</p> - <p class="i2">así para poder ser amatado,</p> - <p class="i0" id="Eleg2-80">el ausencia sin término infinita<span class="lnum">80</span></p> - <p class="i0">debe ser, y sin tiempo limitado;</p> - <p class="i2">lo cual no habrá razón que lo permita;</p> - <p class="i0">porque, por más y más que ausencia dure,</p> - <p class="i0">con la vida se acaba, que es finita.</p> - <p class="i2">Mas a mí ¿quién habrá que me asegure<span class="lnum">85</span></p> - <p class="i0">que mi mala fortuna con mudanza</p> - <p class="i0">y olvido contra mí no se conjure?</p> - <p class="i2">Este temor persigue la esperanza</p> - <p class="i0">y oprime y enflaquece el gran deseo</p> - <p class="i0">con que mis ojos van de su holganza.<a id="FNanchor_279" href="#Footnote_279" class="fnanchor">[279]</a><span class="lnum">90</span></p> - <p class="i2">Con ellos solamente agora veo</p> - <p class="i0">este dolor que el corazón me parte,</p> - <p class="i0">y con él y comigo aquí peleo.</p> - <p class="i2">¡Oh crudo, oh riguroso, oh fiero Marte,</p> - <p class="i0">de túnica cubierto de diamante,<a id="FNanchor_280" href="#Footnote_280" class="fnanchor">[280]</a><span class="lnum">95</span></p> - <p class="i0">y endurecido siempre en toda parte!</p> - <p class="i2">¿Qué tiene que hacer el tierno amante</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_164">p. 164</span>con tu dureza y áspero ejercicio</p> - <p class="i0">llevado siempre del furor delante?</p> - <p class="i2">Ejercitando, por mi mal, tu oficio,<span class="lnum">100</span></p> - <p class="i0">soy reducido a términos que muerte</p> - <p class="i0">será mi postrimero beneficio.<a id="FNanchor_281" href="#Footnote_281" class="fnanchor">[281]</a></p> - <p class="i2">Y esta no permitió mi dura suerte</p> - <p class="i0">que me sobreviniese peleando,</p> - <p class="i0">de hierro traspasado agudo y fuerte,<a id="FNanchor_282" href="#Footnote_282" class="fnanchor">[282]</a><span class="lnum">105</span></p> - <p class="i2">por que me consumiese contemplando</p> - <p class="i0">mi amado y dulce fruto en mano ajena,</p> - <p class="i0">y el duro posesor de mí burlando.</p> - <p class="i2">Mas, ¿dónde me trasporta y enajena</p> - <p class="i0">de mi proprio sentido el triste miedo?<span class="lnum">110</span></p> - <p class="i0">Aparte de vergüenza y dolor llena,</p> - <p class="i2">donde si el mal yo viese, ya no puedo,</p> - <p class="i0">según con esperalle estoy perdido,</p> - <p class="i0">acrecentar en la miseria un dedo.</p> - <p class="i2">Así lo pienso agora, y si él venido<span class="lnum">115</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_165">p. 165</span>fuese en su misma forma y su figura,</p> - <p class="i0">tendría el presente por mejor partido,</p> - <p class="i2">y agradecería siempre a la ventura</p> - <p class="i0">mostrarme de mi mal solo el retrato,</p> - <p class="i0">que pintan mi temor y mi tristura.<span class="lnum">120</span></p> - <p class="i2">Yo sé qué cosa es esperar un rato</p> - <p class="i0">el bien del propio engaño, y solamente</p> - <p class="i0">tener con él inteligencia y trato.</p> - <p class="i2">Como acontece al mísero doliente,</p> - <p class="i0">que del un cabo el cierto amigo y sano<span class="lnum">125</span></p> - <p class="i0">le muestra el grave mal de su acidente,</p> - <p class="i2">y le amonesta que del cuerpo humano</p> - <p class="i0">comience a levantar a mejor parte</p> - <p class="i0">el alma suelta con volar liviano;</p> - <p class="i2">mas la tierna mujer, de la otra parte,<span class="lnum">130</span></p> - <p class="i0">no se puede entregar a desengaño,</p> - <p class="i0">y encúbrele del mal la mayor parte;</p> - <p class="i2">él, abrazado con su dulce engaño,</p> - <p class="i0">vuelve los ojos a la voz piadosa,</p> - <p class="i0">y alégrase muriendo con su daño,<span class="lnum">135</span></p> - <p class="i2">así los quito yo de toda cosa,</p> - <p class="i0">y póngolos en solo el pensamiento</p> - <p class="i0">de la esperanza cierta o mentirosa.</p> - <p class="i2">En este dulce error muero contento;</p> - <p class="i0">porque ver claro y conocer mi estado<span class="lnum">140</span></p> - <p class="i0">no puede ya curar el mal que siento;</p> - <p class="i2">y acabo como aquel que en un templado</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_166">p. 166</span>baño metido, sin sentido muere,</p> - <p class="i0">las venas dulcemente desatado.<a id="FNanchor_283" href="#Footnote_283" class="fnanchor">[283]</a></p> - <p class="i2" id="El2-145">Tú, que en la patria entre quien bien te quiere<span class="lnum">145</span></p> - <p class="i0">la deleitosa playa estás mirando,<a id="FNanchor_284" href="#Footnote_284" class="fnanchor">[284]</a></p> - <p class="i0">y oyendo el son del mar que en ella hiere,</p> - <p class="i2">y sin impedimento contemplando</p> - <p class="i0">la misma a quien tú vas eterna fama,</p> - <p class="i0">en tus vivos escritos, procurando;<span class="lnum">150</span></p> - <p class="i2">alégrate, que más hermosa llama<a id="FNanchor_285" href="#Footnote_285" class="fnanchor">[285]</a></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_167">p. 167</span>que aquella que el troyano encendimiento</p> - <p class="i0">pudo causar, el corazón te inflama.</p> - <p class="i2">No tienes que temer el movimiento</p> - <p class="i0">de la fortuna con soplar contrario,<span class="lnum">155</span></p> - <p class="i0">que el puro resplandor serena el viento.</p> - <p class="i2">Yo, como conducido mercenario,</p> - <p class="i0">voy do fortuna a mi pesar me envía,</p> - <p class="i0">si no a morir, que aquesto es voluntario.</p> - <p class="i2">Solo sostiene la esperanza mía<span class="lnum">160</span></p> - <p class="i0">un tan débil engaño, que de nuevo</p> - <p class="i0">es menester hacello cada día;</p> - <p class="i2">y si no lo fabrico y lo renuevo,</p> - <p class="i0">da consigo en el suelo mi esperanza;</p> - <p class="i0">tanto, que en vano a levantalla pruebo.<span class="lnum">165</span></p> - <p class="i2">Aqueste premio mi servir alcanza,</p> - <p class="i0">que en sola la miseria de mi vida</p> - <p class="i0">negó fortuna su común mudanza.</p> - <p class="i2">¿Dónde podré huir que sacudida</p> - <p class="i0">un rato sea de mí la grave carga<span class="lnum">170</span></p> - <p class="i0">que oprime mi cerviz enflaquecida?</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_168">p. 168</span>Mas ¡ay! que la distancia no descarga</p> - <p class="i0">el triste corazón, y el mal, doquiera</p> - <p class="i0">que estoy, para alcanzarme el vuelo alarga.</p> - <p class="i2">Si donde el sol ardiente reverbera<span class="lnum">175</span></p> - <p class="i0" id="El2-176">en la arenosa Libia, engendradora</p> - <p class="i0">de toda cosa ponzoñosa y fiera;</p> - <p class="i2">o adonde es él vencido a cualquiera hora</p> - <p class="i0">de la rígida nieve y viento frío,</p> - <p class="i0">parte do no se vive ni se mora;<span class="lnum">180</span></p> - <p class="i2">si en esta o en aquella el desvarío</p> - <p class="i0">o la fortuna me llevase un día,</p> - <p class="i0">y allí gastase todo el tiempo mío;</p> - <p class="i2">el celoso temor con mano fría</p> - <p class="i0">en medio del calor y ardiente arena<span class="lnum">185</span></p> - <p class="i0">el triste corazón me apretaría;</p> - <p class="i2">y en el rigor del hielo, en la serena</p> - <p class="i0">noche, soplando el viento agudo y puro,</p> - <p class="i0">que el veloce correr del agua enfrena,</p> - <p class="i2">de aqueste vivo fuego en que me apuro<span class="lnum">190</span></p> - <p class="i0">y consumirme poco a poco espero,</p> - <p class="i0">sé que aun allí no podré estar seguro;</p> - <p class="i0">y así, diverso entre contrarios muero.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch3-1"> - <p><span class="pagenum" id="Page_169">p. 169</span></p> - <h2 class="nobreak g2">EPÍSTOLA</h2> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Señor Boscán, quien tanto gusto tiene<a id="FNanchor_286" href="#Footnote_286" class="fnanchor">[286]</a></p> - <p class="i0">de daros cuenta de los pensamientos</p> - <p class="i0">hasta en las cosas que no tienen nombre,</p> - <p class="i0">no le podrá con vos faltar materia,</p> - <p class="i0">ni será menester buscar estilo<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">presto, distinto, de ornamento puro,<a id="FNanchor_287" href="#Footnote_287" class="fnanchor">[287]</a></p> - <p class="i0">tal cual a culta epístola conviene.</p> - <p class="i2">Entre muy grandes bienes que consigo</p> - <p class="i0">el amistad perfeta nos concede,</p> - <p class="i0">es aqueste descuido suelto y puro,<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">lejos de la curiosa pesadumbre;</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_170">p. 170</span>y así, de aquesta libertad gozando,</p> - <p class="i0">digo que vine, cuanto a lo primero,</p> - <p class="i0">tan sano como aquel que en doce días</p> - <p class="i0">lo que solo veréis ha caminado<span class="lnum">15</span></p> - <p class="i0">cuando el fin de la carta os lo mostrare.<a id="FNanchor_288" href="#Footnote_288" class="fnanchor">[288]</a></p> - <p class="i2">Alargo y suelto a su placer la rienda,</p> - <p class="i0">mucho más que al caballo, al pensamiento,</p> - <p class="i0">y llévame a las veces por camino</p> - <p class="i0">tan dulce y agradable, que me hace<span class="lnum">20</span></p> - <p class="i0">olvidar el trabajo del pasado.</p> - <p class="i0">Otras me lleva por tan duros pasos,</p> - <p class="i0">que con la fuerza del afán presente,</p> - <p class="i0">también de los pasados se me olvida.</p> - <p class="i0">A veces sigo un agradable medio<span class="lnum">25</span></p> - <p class="i0">honesto y reposado en que el discurso</p> - <p class="i0">del gusto y del ingenio se ejercita.</p> - <p class="i2">Iba pensando y discurriendo un día</p> - <p class="i0">a cuántos bienes alargó la mano</p> - <p class="i0">el que de la amistad mostró el camino;<span class="lnum">30</span></p> - <p class="i0">y luego vos, de la amistad ejemplo,</p> - <p class="i0">os me ofrecéis en estos pensamientos.</p> - <p class="i0">Y con vos a lo menos me acontece</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_171">p. 171</span>una gran cosa, al parecer estraña;</p> - <p class="i0">y porque la sepáis en pocos versos,<span class="lnum">35</span></p> - <p class="i0">es que, considerando los provechos,</p> - <p class="i0">las honras y los gustos que me vienen</p> - <p class="i0">desta vuestra amistad, que en tanto tengo,</p> - <p class="i0">ninguna cosa en mayor precio estimo,<a id="FNanchor_289" href="#Footnote_289" class="fnanchor">[289]</a></p> - <p class="i0">ni me hace gustar del dulce estado,<span class="lnum">40</span></p> - <p class="i0">tanto como el amor de parte mía.</p> - <p class="i0">Este conmigo tiene tanta fuerza,</p> - <p class="i0">que sabiendo muy bien las otras partes</p> - <p class="i0">de la amistad, de la estrecheza nuestra,</p> - <p class="i0">con solo aqueste el alma se enternece;<span class="lnum">45</span></p> - <p class="i0">y sé que otra mente me aprovecha,</p> - <p class="i0">que el deleite, que suele ser pospuesto</p> - <p class="i0">a las útiles cosas y a las graves.<a id="FNanchor_290" href="#Footnote_290" class="fnanchor">[290]</a></p> - <p class="i0">Llévame a escudriñar la causa desto</p> - <p class="i0">ver contino tan recio en mí el efeto,<span class="lnum">50</span></p> - <p class="i0">y hallo que el provecho, el ornamento,</p> - <p class="i0">el gusto y el placer que se me sigue</p> - <p class="i0">del vínculo de amor que nuestro genio</p> - <p class="i0">enredó sobre nuestros corazones,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_172">p. 172</span>son cosas que de mí no salen fuera,<span class="lnum">55</span></p> - <p class="i0">y en mí el provecho solo se convierte.</p> - <p class="i0">Mas el amor, de donde por ventura</p> - <p class="i0">nacen todas las cosas, si hay algunas</p> - <p class="i0">que a vuestra utilidad y gusto miren,</p> - <p class="i0">es razón grande que en mayor estima<span class="lnum">60</span></p> - <p class="i0">tenido sea de mí, que todo el resto,</p> - <p class="i0">cuánto más generosa y alta parte</p> - <p class="i0">es el hacer el bien que el recebillo;<a id="FNanchor_291" href="#Footnote_291" class="fnanchor">[291]</a></p> - <p class="i0">así que amando me deleito, y hallo</p> - <p class="i0">que no es locura este deleite mío.<span class="lnum">65</span></p> - <p class="i2">¡Oh cuán corrido estoy y arrepentido</p> - <p class="i0">de haberos alabado el tratamiento</p> - <p class="i0">del camino de Francia y las posadas!<a id="FNanchor_292" href="#Footnote_292" class="fnanchor">[292]</a></p> - <p class="i0">Corrido de que ya por mentiroso</p> - <p class="i0">con razón me tendréis; arrepentido<span class="lnum">70</span></p> - <p class="i0">de haber perdido tiempo en alabaros</p> - <p class="i0">cosa tan dina ya de vituperio;</p> - <p class="i0">donde no hallaréis sino mentiras,</p> - <p class="i0">vinos acedos, camareras feas,</p> - <p class="i0">varletes codiciosos, malas postas,<a id="FNanchor_293" href="#Footnote_293" class="fnanchor">[293]</a><span class="lnum">75</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_173">p. 173</span>gran paga, poco argén, largo camino;<a id="FNanchor_294" href="#Footnote_294" class="fnanchor">[294]</a></p> - <p class="i0">llegar al fin a Nápoles no habiendo</p> - <p class="i0">dejado allá enterrado algún tesoro,</p> - <p class="i0">salvo si no decís que es enterrado</p> - <p class="i0">lo que nunca se halla ni se tiene.<span class="lnum">80</span></p> - <p class="i0">A mi señor Dural estrechamente<a id="FNanchor_295" href="#Footnote_295" class="fnanchor">[295]</a></p> - <p class="i0">abrazad de mi parte, si pudierdes.</p> - <p class="i0">Doce del mes de Otubre, de la tierra</p> - <p class="i0">do nació el claro fuego del Petrarca,</p> - <p class="i0">y donde están del fuego las cenizas.<a id="FNanchor_296" href="#Footnote_296" class="fnanchor">[296]</a><span class="lnum">85</span></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch4-1"> - <p><span class="pagenum" id="Page_175">p. 175</span></p> - <h2 class="nobreak g1">CANCIÓN PRIMERA</h2> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Si a la región desierta, inhabitable</p> - <p class="i0">por el hervor del sol demasiado,</p> - <p class="i0">y sequedad de aquella arena ardiente;</p> - <p class="i0">o a la que por el hielo congelado</p> - <p class="i0">y rigurosa nieve es intratable,<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">del todo inhabitada de la gente,</p> - <p class="i0">por algún acidente</p> - <p class="i0">o acaso de fortuna desastrada,</p> - <p class="i0">me fuésedes llevada,</p> - <p class="i0">y supiese que allá vuestra dureza<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">estaba en su crueza,</p> - <p class="i0">allá os iría a buscar, como perdido,<a id="FNanchor_297" href="#Footnote_297" class="fnanchor">[297]</a></p> - <p class="i0">hasta morir a vuestros pies tendido.<a id="FNanchor_298" href="#Footnote_298" class="fnanchor">[298]</a></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_176">p. 176</span>Vuestra soberbia y condición esquiva</p> - <p class="i0">acabe ya, pues es tan acabada<span class="lnum">15</span></p> - <p class="i0">la fuerza de en quien ha de esecutarse.<a id="FNanchor_299" href="#Footnote_299" class="fnanchor">[299]</a></p> - <p class="i0">Mirad bien que el amor se desagrada</p> - <p class="i0">deso, pues quiere que el amante viva</p> - <p class="i0">y se convierta a do piense salvarse.<a id="FNanchor_300" href="#Footnote_300" class="fnanchor">[300]</a></p> - <p class="i0">El tiempo ha de pasarse,<span class="lnum">20</span></p> - <p class="i0">y de mis males, arrepentimiento,</p> - <p class="i0">confusión y tormento</p> - <p class="i0">sé que os ha de quedar, y esto recelo;</p> - <p class="i0">¡que aún de aquesto me duelo!</p> - <p class="i0">Como en mí vuestros males son de otra arte,<span class="lnum">25</span></p> - <p class="i0">duélenme en más sensible y tierna parte.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Así paso la vida, acrecentando</p> - <p class="i0">materia de dolor a mis sentidos,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_177">p. 177</span>como si la que tengo no bastase;</p> - <p class="i0">los cuales para todo están perdidos,<span class="lnum">30</span></p> - <p class="i0">sino para mostrarme a mí cuál ando.</p> - <p class="i0">Pluguiese a Dios que aquesto aprovechase</p> - <p class="i0">para que yo pensase</p> - <p class="i0">un rato en mi remedio, pues os veo</p> - <p class="i0">siempre ir con un deseo<span class="lnum">35</span></p> - <p class="i0">de perseguir al triste y al caído;</p> - <p class="i0">yo estoy aquí tendido,<a id="FNanchor_301" href="#Footnote_301" class="fnanchor">[301]</a></p> - <p class="i0">mostrándoos de mi muerte las señales,</p> - <p class="i0">y vos viviendo solo de mis males.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Si aquella amarillez y los sospiros<a id="FNanchor_302" href="#Footnote_302" class="fnanchor">[302]</a><span class="lnum">40</span></p> - <p class="i0">salidos sin licencia de su dueño;</p> - <p class="i0">si aquel hondo silencio no han podido</p> - <p class="i0">un sentimiento grande ni pequeño</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_178">p. 178</span>mover en vos, que baste convertiros</p> - <p class="i0">a siquiera saber que soy nacido,<span class="lnum">45</span></p> - <p class="i0">baste ya haber sufrido</p> - <p class="i0">tanto tiempo, a pesar de lo que basto;</p> - <p class="i0">que a mí mismo contrasto,<a id="FNanchor_303" href="#Footnote_303" class="fnanchor">[303]</a></p> - <p class="i0">dándome a entender que mi flaqueza</p> - <p class="i0">me tiene en la tristeza<span class="lnum">50</span></p> - <p class="i0">en que estoy puesto, y no lo que yo entiendo;</p> - <p class="i0">así que con flaqueza me defiendo.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Canción, no has de tener</p> - <p class="i0">comigo que ver más en malo o en bueno;</p> - <p class="i0">trátame como ajeno,<span class="lnum">55</span></p> - <p class="i0">que no te faltará de quien lo aprendas.</p> - <p class="i0">Si has miedo que me ofendas,</p> - <p class="i0">no quieras hacer más por mi derecho</p> - <p class="i0">de lo que hice yo, que el mal me he hecho.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch4-2"> - <p><span class="pagenum" id="Page_179">p. 179</span></p> - <h2 class="nobreak g1">CANCIÓN SEGUNDA</h2> -</div> - -<div class="versos ml4"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">La soledad siguiendo,</p> - <p class="i0">rendido a mi fortuna,</p> - <p class="i0">me voy por los caminos que se ofrecen,</p> - <p class="i0">por ellos esparciendo</p> - <p class="i0">mis quejas de una en una<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">al viento, que las lleva do perecen;<a id="FNanchor_304" href="#Footnote_304" class="fnanchor">[304]</a></p> - <p class="i0">puesto que ellas merecen</p> - <p class="i0">ser de vos escuchadas,</p> - <p class="i0">pues son tan bien vertidas,</p> - <p class="i0">he lástima de ver que van perdidas<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">por donde suelen ir las remediadas.</p> - <p class="i0">A mí se han de tornar,</p> - <p class="i0">adonde para siempre habrán de estar.<a id="FNanchor_305" href="#Footnote_305" class="fnanchor">[305]</a></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Mas ¿qué haré, señora,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_180">p. 180</span>en tanta desventura?<span class="lnum">15</span></p> - <p class="i0">¿Adónde iré, si a vos no voy con ella?</p> - <p class="i0">¿De quién podré yo agora</p> - <p class="i0">valerme en mi tristura,</p> - <p class="i0">si en vos no halla abrigo mi querella?</p> - <p class="i0">Vos sola sois aquella<span class="lnum">20</span></p> - <p class="i0">con quien mi voluntad</p> - <p class="i0">recibe tal engaño,</p> - <p class="i0">que viéndoos holgar siempre con mi daño,</p> - <p class="i0">me quejo a vos, como si en la verdad</p> - <p class="i0">vuestra condición fuerte<span class="lnum">25</span></p> - <p class="i0">tuviese alguna cuenta con mi muerte.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Los árboles presento</p> - <p class="i0">entre las duras peñas</p> - <p class="i0">por testigo de cuanto os he encubierto;</p> - <p class="i0">de lo que entrellas cuento<span class="lnum">30</span></p> - <p class="i0">podrán dar buenas señas,</p> - <p class="i0">si señas pueden dar del desconcierto.</p> - <p class="i0">Mas ¿quién tendrá concierto</p> - <p class="i0">en contar el dolor,</p> - <p class="i0">que es de orden enemigo?<span class="lnum">35</span></p> - <p class="i0">No me den pena, pues, por lo que digo;</p> - <p class="i0">que ya no me refrenará el temor.</p> - <p class="i0">¡Quién pudiese hartarse<a id="FNanchor_306" href="#Footnote_306" class="fnanchor">[306]</a></p> - <p class="i0">de no esperar remedio y de quejarse!</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_181">p. 181</span>Mas esto me es vedado<span class="lnum">40</span></p> - <p class="i0">con unas obras tales</p> - <p class="i0">con que nunca fue a nadie defendido;</p> - <p class="i0">que si otros han dejado</p> - <p class="i0">de publicar sus males,</p> - <p class="i0">llorando el mal estado a que han venido,<span class="lnum">45</span></p> - <p class="i0">señora, no habrá sido</p> - <p class="i0">sino con mejoría</p> - <p class="i0">y alivio en su tormento;</p> - <p class="i0">mas ha venido en mí a ser lo que siento</p> - <p class="i0">de tal arte, que ya en mi fantasía<span class="lnum">50</span></p> - <p class="i0">no cabe; y así, quedo</p> - <p class="i0">sufriendo aquello que decir no puedo.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Si por ventura estiendo</p> - <p class="i0">alguna vez mis ojos</p> - <p class="i0">por el proceso luengo de mis daños,<span class="lnum">55</span></p> - <p class="i0">con lo que me defiendo</p> - <p class="i0">de tan grandes enojos,</p> - <p class="i0">solamente es allí con mis engaños;</p> - <p class="i0">mas vuestros desengaños</p> - <p class="i0">vencen mi desvarío<span class="lnum">60</span></p> - <p class="i0">y apocan mis defensas.</p> - <p class="i0">Sin yo poder dar otras recompensas,</p> - <p class="i0">sino que, siendo vuestro más que mío,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_182">p. 182</span>quise perderme así,</p> - <p class="i0">por vengarme de vos, señora, en mí.<span class="lnum">65</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Canción, yo he dicho más que me mandaron,</p> - <p class="i0">y menos que pensé;</p> - <p class="i0">no me pregunten más, que lo diré.<a id="FNanchor_307" href="#Footnote_307" class="fnanchor">[307]</a></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch4-3"> - <p><span class="pagenum" id="Page_183">p. 183</span></p> - <h2 class="nobreak g1">CANCIÓN TERCERA</h2> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Con un manso ruído</p> - <p class="i0">de agua corriente y clara,</p> - <p class="i0">cerca el Danubio una isla, que pudiera<a id="FNanchor_308" href="#Footnote_308" class="fnanchor">[308]</a></p> - <p class="i0">ser lugar escogido</p> - <p class="i0">para que descansara<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">quien como yo estó agora, no estuviera;</p> - <p class="i0">do siempre primavera</p> - <p class="i0">parece en la verdura</p> - <p class="i0">sembrada de las flores;</p> - <p class="i0">hacen los ruiseñores<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">renovar el placer o la tristura</p> - <p class="i0">con sus blandas querellas,</p> - <p class="i0">que nunca día ni noche cesan dellas.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_184">p. 184</span>Aquí estuve yo puesto,</p> - <p class="i0">o por mejor decillo,<span class="lnum">15</span></p> - <p class="i0">preso y forzado y solo en tierra ajena;<a id="FNanchor_309" href="#Footnote_309" class="fnanchor">[309]</a></p> - <p class="i0">bien pueden hacer esto</p> - <p class="i0">en quien puede sufrillo</p> - <p class="i0">y en quien él a sí mismo se condena.</p> - <p class="i0">Tengo solo una pena,<span class="lnum">20</span></p> - <p class="i0">si muero desterrado</p> - <p class="i0">y en tanta desventura,</p> - <p class="i0">que piensen por ventura</p> - <p class="i0">que juntos tantos males me han llevado;</p> - <p class="i0">y sé yo bien que muero<span class="lnum">25</span></p> - <p class="i0">por solo aquello que morir espero.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">El cuerpo está en poder</p> - <p class="i0">y en manos de quien puede</p> - <p class="i0">hacer a su placer lo que quisiere;</p> - <p class="i0">mas no podrá hacer<span class="lnum">30</span></p> - <p class="i0">que mal librado quede,</p> - <p class="i0">mientras de mí otra prenda no tuviere.</p> - <p class="i0">Cuando ya el mal viniere</p> - <p class="i0">y la postrera suerte,</p> - <p class="i0">aquí me ha de hallar,<span class="lnum">35</span></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_185">p. 185</span>en el mismo lugar;</p> - <p class="i0">que otra cosa más dura que la muerte</p> - <p class="i0">me halla y ha hallado;</p> - <p class="i0">y esto sabe muy bien quien lo ha probado.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">No es necesario agora<span class="lnum">40</span></p> - <p class="i0">hablar más sin provecho,</p> - <p class="i0">que es mi necesidad muy apretada;</p> - <p class="i0">pues ha sido en un hora</p> - <p class="i0">todo aquello deshecho</p> - <p class="i0">en que toda mi vida fue gastada.<span class="lnum">45</span></p> - <p class="i0">Y al fin de tal jornada</p> - <p class="i0">¿presumen espantarme?</p> - <p class="i0">Sepan que ya no puedo</p> - <p class="i0">morir sino sin miedo;</p> - <p class="i0">que aun nunca qué temer quiso dejarme<span class="lnum">50</span></p> - <p class="i0">la desventura mía,</p> - <p class="i0">que el bien y el miedo me quitó en un día.</p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Danubio, río divino,<a id="FNanchor_310" href="#Footnote_310" class="fnanchor">[310]</a></p> - <p class="i0">que por fieras naciones<a id="FNanchor_311" href="#Footnote_311" class="fnanchor">[311]</a></p> - <p class="i0">vas con tus claras ondas discurriendo,<span class="lnum">55</span></p> - <p class="i0">pues no hay otro camino</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_186">p. 186</span>por donde mis razones</p> - <p class="i0">vayan fuera de aquí, sino corriendo</p> - <p class="i0">por tus aguas y siendo</p> - <p class="i0">en ellas anegadas;<span class="lnum">60</span></p> - <p class="i0">si en tierra tan ajena</p> - <p class="i0">en la desierta arena</p> - <p class="i0">fueren de alguno acaso en fin halladas,</p> - <p class="i0">entiérrelas, siquiera,</p> - <p class="i0">porque su error se acabe en tu ribera.<span class="lnum">65</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Aunque en el agua mueras,</p> - <p class="i0">canción, no has de quejarte;</p> - <p class="i0">que yo he mirado bien lo que te toca.</p> - <p class="i0">Menos vida tuvieras</p> - <p class="i0">si hubieras de igualarte<span class="lnum">70</span></p> - <p class="i0">con otras que se me han muerto en la boca.</p> - <p class="i0">Quién tiene culpa desto,</p> - <p class="i0">allá lo entenderás de mí muy presto.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch4-4"> - <p><span class="pagenum" id="Page_187">p. 187</span></p> - <h2 class="nobreak g1" title="CANCIÓN CUARTA">CANCIÓN CUARTA<a id="FNanchor_312" href="#Footnote_312" class="fnanchor">[312]</a></h2> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">El aspereza de mis males quiero<a id="FNanchor_313" href="#Footnote_313" class="fnanchor">[313]</a></p> - <p class="i0">que se muestre también en mis razones,</p> - <p class="i0">como ya en los efetos se ha mostrado.</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_188">p. 188</span>Lloraré de mi mal las ocasiones,</p> - <p class="i0">sabrá el mundo la causa por que muero,<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">y moriré a lo menos confesado.<a id="FNanchor_314" href="#Footnote_314" class="fnanchor">[314]</a></p> - <p class="i0" id="Can4-7">Pues soy por los cabellos arrastrado</p> - <p class="i0">de un tan desatinado pensamiento,</p> - <p class="i0">que por agudas peñas peligrosas,</p> - <p class="i0">por matas espinosas,<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">corre con ligereza más que el viento,</p> - <p class="i0">bañando de mi sangre la carrera;</p> - <p class="i0">y para más despacio atormentarme,</p> - <p class="i0">llévame alguna vez por entre flores,</p> - <p class="i0">a do de mis tormentos y dolores<span class="lnum">15</span></p> - <p class="i0">descanso, y dellos vengo a no acordarme;</p> - <p class="i0">mas él a más descanso no me espera;</p> - <p class="i0">antes, como me ve desta manera,</p> - <p class="i0">con un nuevo furor y desatino</p> - <p class="i0">toma a seguir el áspero camino.<span class="lnum">20</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">No vine por mis pies a tantos daños;</p> - <p class="i0">fuerzas de mi destino me trajeron,</p> - <p class="i0">y a la que me atormenta me entregaron.</p> - <p class="i0">Mi razón y juicio bien creyeron</p> - <p class="i0">guardarme, como en los pasados años<span class="lnum">25</span></p> - <p class="i0">de otros graves peligros me guardaron;</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_189">p. 189</span>mas cuando los pasados compararon</p> - <p class="i0">con los que venir vieron, no sabían</p> - <p class="i0">lo que hacer de sí ni dó meterse;</p> - <p class="i0">que luego empezó a verse<span class="lnum">30</span></p> - <p class="i0">la fuerza y el rigor con que venían.</p> - <p class="i0">Mas de pura vergüenza constreñida,</p> - <p class="i0">con tardo paso y corazón medroso</p> - <p class="i0">al fin ya mi razón salió al camino.</p> - <p class="i0">Cuanto era el enemigo más vecino,<span class="lnum">35</span></p> - <p class="i0">tanto más el recelo temeroso</p> - <p class="i0">le mostraba el peligro de su vida.</p> - <p class="i0">Pensar en el temor de ser vencida,</p> - <p class="i0">la sangre alguna vez le calentaba,</p> - <p class="i0">mas el mismo temor se la enfriaba.<span class="lnum">40</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Estaba yo a mirar, y peleando</p> - <p class="i0">en mi defensa mi razón estaba</p> - <p class="i0">cansada, y en mil partes ya herida;</p> - <p class="i0">y sin ver yo quién dentro me incitaba,</p> - <p class="i0">ni saber cómo, estaba deseando<span class="lnum">45</span></p> - <p class="i0">que allí quedase mi razón vencida.<a id="FNanchor_315" href="#Footnote_315" class="fnanchor">[315]</a></p> - <p class="i0">Nunca en todo el proceso de mi vida</p> - <p class="i0">cosa se me cumplió que desease</p> - <p class="i0">tan presto como aquesta; que a la hora<a id="FNanchor_316" href="#Footnote_316" class="fnanchor">[316]</a></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_190">p. 190</span>se rindió la señora,<span class="lnum">50</span></p> - <p class="i0">y al siervo consintió que gobernase<a id="FNanchor_317" href="#Footnote_317" class="fnanchor">[317]</a></p> - <p class="i0">y usase de la ley del vencimiento.</p> - <p class="i0" id="Can4-53">Entonces yo sentime salteado</p> - <p class="i0">de una vergüenza libre y generosa;</p> - <p class="i0">corrime gravemente que una cosa<span class="lnum">55</span></p> - <p class="i0">tan sin razón hubiese así pasado.</p> - <p class="i0">Luego siguió el dolor al corrimiento</p> - <p class="i0">de ver mi reino en mano de quien cuento</p> - <p class="i0">que me da vida y muerte cada día,</p> - <p class="i0">y es la más moderada tiranía.<span class="lnum">60</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Los ojos, cuya lumbre bien pudiera</p> - <p class="i0">tornar clara la noche tenebrosa,</p> - <p class="i0">y escurecer al sol a mediodía,</p> - <p class="i0">me convirtieron luego en otra cosa.</p> - <p class="i0">En volviéndose a mí la vez primera<span class="lnum">65</span></p> - <p class="i0">con el calor del rayo que salía</p> - <p class="i0">de su vista, que en mí se difundía,</p> - <p class="i0">y de mis ojos la abundante vena</p> - <p class="i0">de lágrimas, al sol que me inflamaba,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_191">p. 191</span>no menos ayudaba<span class="lnum">70</span></p> - <p class="i0">a hacer mi natura en todo ajena</p> - <p class="i0">de lo que era primero. Corromperse</p> - <p class="i0">sentí el sosiego y libertad pasada,</p> - <p class="i0">y el mal de que muriendo estó, engendrarse,</p> - <p class="i0">y en tierra sus raíces ahondarse<span class="lnum">75</span></p> - <p class="i0">tanto cuanto su cima levantada</p> - <p class="i0">sobre cualquier altura hace verse.</p> - <p class="i0">El fruto que de aquí suele cogerse,</p> - <p class="i0">mil es amargo, alguna vez sabroso;</p> - <p class="i0">mas mortífero siempre y ponzoñoso.<span class="lnum">80</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">De mí agora huyendo, voy buscando</p> - <p class="i0">a quien huye de mí como enemiga;</p> - <p class="i0">que al un error añado el otro yerro,</p> - <p class="i0">y en medio del trabajo y la fatiga</p> - <p class="i0">estoy cantando yo, y está sonando<span class="lnum">85</span></p> - <p class="i0">de mis atados pies el grave hierro;</p> - <p class="i0">mas poco dura el canto si me encierro</p> - <p class="i0">acá dentro de mí, porque allí veo</p> - <p class="i0">un campo lleno de desconfianza.</p> - <p class="i0">Muéstrame la esperanza<span class="lnum">90</span></p> - <p class="i0">de lejos su vestido y su meneo;</p> - <p class="i0">mas ver su rostro nunca me consiente.</p> - <p class="i0">Torno a llorar mis daños, porque entiendo</p> - <p class="i0">que es un crudo linaje de tormento</p> - <p class="i0">para matar aquel que está sediento,<span class="lnum">95</span></p> - <p class="i0">mostralle el agua por que está muriendo;</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_192">p. 192</span>de la cual el cuitado juntamente</p> - <p class="i0" id="Can4-98">la claridad contempla, el ruido siente;</p> - <p class="i0">mas cuando llega ya para bebella,</p> - <p class="i0">gran espacio se halla lejos della.<a id="FNanchor_318" href="#Footnote_318" class="fnanchor">[318]</a><span class="lnum">100</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2" id="Can4-101">De los cabellos de oro fue tejida</p> - <p class="i0">la red que fabricó mi sentimiento,</p> - <p class="i0">do mi razón revuelta y enredada</p> - <p class="i0">con gran vergüenza suya y corrimiento,</p> - <p class="i0">sujeta al apetito y sometida,<span class="lnum">105</span></p> - <p class="i0">en público adulterio fue tomada,</p> - <p class="i0">del cielo y de la tierra contemplada.<a id="FNanchor_319" href="#Footnote_319" class="fnanchor">[319]</a></p> - <p class="i0">Mas ya no es tiempo de mirar yo en esto,</p> - <p class="i0">pues no tengo con qué considerallo,</p> - <p class="i0">y en tal punto me hallo,<span class="lnum">110</span></p> - <p class="i0">que estoy sin armas en el campo puesto,</p> - <p class="i0">y el paso ya cerrado y la huida.</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_193">p. 193</span>¿Quién no se espantará de lo que digo?</p> - <p class="i0">Que es cierto que he venido a tal estremo,</p> - <p class="i0">que del grave dolor que huyo y temo,<span class="lnum">115</span></p> - <p class="i0">me hallo algunas veces tan amigo,</p> - <p class="i0">que en medio dél, si vuelvo a ver la vida</p> - <p class="i0">de libertad, la juzgo por perdida,</p> - <p class="i0" id="Can4-119">y maldigo las horas y momentos</p> - <p class="i0">gastados mal en libres pensamientos.<span class="lnum">120</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">No reina siempre aquesta fantasía,</p> - <p class="i0">que en imaginación tan variable</p> - <p class="i0">no se reposa un hora el pensamiento.</p> - <p class="i0">Viene con un rigor tan intratable</p> - <p class="i0">a tiempos el rigor, que al alma mía<span class="lnum">125</span></p> - <p class="i0">desampara, huyendo, el sufrimiento,</p> - <p class="i0">lo que dura la fuerza del tormento.</p> - <p class="i0">No hay parte en mí que no se me trastorne</p> - <p class="i0">y que en torno de mí no esté llorando;</p> - <p class="i0">de nuevo protestando<span class="lnum">130</span></p> - <p class="i0">que de la vía espantosa atrás me torne.</p> - <p class="i0">Esto ya por razón no va fundado,</p> - <p class="i0">ni le dan parte dello a mi juicio,</p> - <p class="i0">que este discurso todo es ya perdido;</p> - <p class="i0">mas es en tanto daño del sentido<span class="lnum">135</span></p> - <p class="i0">este dolor, y en tanto perjuicio,</p> - <p class="i0">que todo lo sensible atormentado,</p> - <p class="i0">del bien, si alguno tuvo, ya olvidado</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_194">p. 194</span>está de todo punto, y solo siente</p> - <p class="i0">la furia y el rigor del mal presente.<span class="lnum">140</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">En medio de la fuerza del tormento</p> - <p class="i0">una sombra de bien se me presenta,</p> - <p class="i0">do el fiero ardor un poco se mitiga.</p> - <p class="i0">Figúraseme cierto a mí que sienta</p> - <p class="i0">alguna parte de lo que yo siento<span class="lnum">145</span></p> - <p class="i0">aquella tan amada mi enemiga.</p> - <p class="i0">Es tan incomportable la fatiga,</p> - <p class="i0">que si con algo yo no me engañase</p> - <p class="i0">para poder llevalla, moriría;</p> - <p class="i0">y así, me acabaría<span class="lnum">150</span></p> - <p class="i0">sin que de mí en el mundo se hablase.</p> - <p class="i0">Así que, del estado más perdido</p> - <p class="i0">saco algún bien; mas luego en mí la suerte</p> - <p class="i0">trueca y revuelve el orden; que algún hora,</p> - <p class="i0">si el mal acaso un poco en mí mejora,<span class="lnum">155</span></p> - <p class="i0">aquel descanso luego se convierte</p> - <p class="i0">en un temor que me ha puesto en olvido</p> - <p class="i0">aquella por quien sola me he perdido.</p> - <p class="i0">Así, del bien que un rato satisface,</p> - <p class="i0">nace el dolor que el alma me deshace.<span class="lnum">160</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Canción, si quien te viere se espantare</p> - <p class="i0">de la instabilidad y ligereza</p> - <p class="i0">y revuelta del vago pensamiento;</p> - <p class="i0">estable, grave y firme es el tormento</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_195">p. 195</span>le di, que es causa; cuya fortaleza<span class="lnum">165</span></p> - <p class="i0">es tal, que en cualquier parte que tocare,</p> - <p class="i0">la hará revolver hasta que pare</p> - <p class="i0">en aquel fin de lo terrible y fuerte,</p> - <p class="i0">que todo el mundo afirma que es la muerte.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch4-5"> - <p><span class="pagenum" id="Page_197">p. 197</span></p> - <h2 class="nobreak g1">CANCIÓN QUINTA</h2> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Si de mi baja lira<a id="FNanchor_320" href="#Footnote_320" class="fnanchor">[320]</a></p> - <p class="i0">tanto pudiese el son, que un momento</p> - <p class="i0">aplacase la ira</p> - <p class="i0">del animoso viento,</p> - <p class="i0">y la furia del mar y el movimiento;<a id="FNanchor_321" href="#Footnote_321" class="fnanchor">[321]</a><span class="lnum">5</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">y en ásperas montañas</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_198">p. 198</span>con el suave canto enterneciese</p> - <p class="i0">las fieras alimañas,</p> - <p class="i0">los árboles moviese,</p> - <p class="i0">y al son confusamente los trajese;<a id="FNanchor_322" href="#Footnote_322" class="fnanchor">[322]</a><span class="lnum">10</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">no pienses que cantado</p> - <p class="i0">sería de mí, hermosa flor de Nido,<a id="FNanchor_323" href="#Footnote_323" class="fnanchor">[323]</a></p> - <p class="i0">el fiero Marte airado,</p> - <p class="i0">a muerte convertido,</p> - <p class="i0">de polvo y sangre y de sudor teñido;<span class="lnum">15</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">ni aquellos capitanes</p> - <p class="i0">en las sublimes ruedas colocados,<a id="FNanchor_324" href="#Footnote_324" class="fnanchor">[324]</a></p> - <p class="i0" id="Can5-18"><span class="pagenum" id="Page_199">p. 199</span>por quien los alemanes</p> - <p class="i0">el fiero cuello atados,</p> - <p class="i0">y los franceses van domesticados.<a id="FNanchor_325" href="#Footnote_325" class="fnanchor">[325]</a><span class="lnum">20</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Mas solamente aquella</p> - <p class="i0">fuerza de tu beldad sería cantada,</p> - <p class="i0">y alguna vez con ella</p> - <p class="i0">también sería notada</p> - <p class="i0">el aspereza de que estás armada;<span class="lnum">25</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">y cómo por ti sola,</p> - <p class="i0">y por tu gran valor y hermosura,</p> - <p class="i0">convertida en viola,<a id="FNanchor_326" href="#Footnote_326" class="fnanchor">[326]</a></p> - <p class="i0">llora su desventura</p> - <p class="i0">el miserable amante en su figura.<span class="lnum">30</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Hablo de aquel cativo,</p> - <p class="i0">de quien tener se debe más cuidado,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_200">p. 200</span>que está muriendo vivo,</p> - <p class="i0">al remo condenado,</p> - <p class="i0">en la concha de Venus amarrado.<a id="FNanchor_327" href="#Footnote_327" class="fnanchor">[327]</a><span class="lnum">35</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Por ti, como solía,</p> - <p class="i0">del áspero caballo no corrige</p> - <p class="i0">la furia y gallardía,</p> - <p class="i0">ni con freno le rige,</p> - <p class="i0">ni con vivas espuelas ya le aflige.<span class="lnum">40</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Por ti, con diestra mano</p> - <p class="i0">no revuelve la espada presurosa,</p> - <p class="i0">y en el dudoso llano</p> - <p class="i0">huye la polvorosa</p> - <p class="i0">palestra como sierpe ponzoñosa.<a id="FNanchor_328" href="#Footnote_328" class="fnanchor">[328]</a><span class="lnum">45</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Por ti, su blanda musa,</p> - <p class="i0">en lugar de la cítara sonante,</p> - <p class="i0">tristes querellas usa,<a id="FNanchor_329" href="#Footnote_329" class="fnanchor">[329]</a></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_201">p. 201</span>que con llanto abundante</p> - <p class="i0">hacen bañar el rostro del amante.<span class="lnum">50</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Por ti, el mayor amigo</p> - <p class="i0">le es importuno, grave y enojoso;</p> - <p class="i0">yo puedo ser testigo,</p> - <p class="i0">que ya del peligroso</p> - <p class="i0">naufragio fui su puerto y su reposo.<span class="lnum">55</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Y agora en tal manera</p> - <p class="i0">vence el dolor a la razón perdida,</p> - <p class="i0">que ponzoñosa fiera</p> - <p class="i0">nunca fue aborrecida</p> - <p class="i0">tanto como yo dél, ni tan temida.<span class="lnum">60</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">No fuiste tú engendrada</p> - <p class="i0">ni producida de la dura tierra;</p> - <p class="i0">no debe ser notada</p> - <p class="i0">que ingratamente yerra</p> - <p class="i0">quien todo el otro error de sí destierra.<a id="FNanchor_330" href="#Footnote_330" class="fnanchor">[330]</a><span class="lnum">65</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_202">p. 202</span>Hágate temerosa</p> - <p class="i0">el caso de Anajerete, y cobarde,</p> - <p class="i0">que de ser desdeñosa</p> - <p class="i0">se arrepintió muy tarde;</p> - <p class="i0">y así, su alma con su mármol arde.<a id="FNanchor_331" href="#Footnote_331" class="fnanchor">[331]</a><span class="lnum">70</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Estábase alegrando</p> - <p class="i0">del mal ajeno el pecho empedernido,</p> - <p class="i0">cuando abajo mirando,</p> - <p class="i0">el cuerpo muerto vido</p> - <p class="i0">del miserable amante, allí tendido.<span class="lnum">75</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Y al cuello el lazo atado,</p> - <p class="i0">con que desenlazó de la cadena</p> - <p class="i0">el corazón cuitado,</p> - <p class="i0">que con su breve pena</p> - <p class="i0">compró la eterna punición ajena.<span class="lnum">80</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Sintió allí convertirse</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_203">p. 203</span>en piedad amorosa el aspereza.</p> - <p class="i0">¡Oh tarde arrepentirse!</p> - <p class="i0">¡Oh última terneza!</p> - <p class="i0">¿Cómo te sucedió mayor dureza?<span class="lnum">85</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Los ojos se enclavaron</p> - <p class="i0">en el tendido cuerpo que allí vieron,</p> - <p class="i0">los huesos se tornaron</p> - <p class="i0">más duros y crecieron,</p> - <p class="i0">y en sí toda la carne convirtieron;<span class="lnum">90</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">las entrañas heladas</p> - <p class="i0">tornaron poco a poco en piedra dura;</p> - <p class="i0">por las venas cuitadas</p> - <p class="i0">la sangre su figura</p> - <p class="i0">iba desconociendo y su natura;<a id="FNanchor_332" href="#Footnote_332" class="fnanchor">[332]</a><span class="lnum">95</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">hasta que, finalmente,</p> - <p class="i0">en duro mármol vuelta y trasformada,</p> - <p class="i0">hizo de sí la gente</p> - <p class="i0">no tan maravillada</p> - <p class="i0">cuanto de aquella ingratitud vengada.<span class="lnum">100</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">No quieras tú, señora,</p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_204">p. 204</span>de Némesis airada las saetas<a id="FNanchor_333" href="#Footnote_333" class="fnanchor">[333]</a></p> - <p class="i0">probar, por Dios, agora;</p> - <p class="i0">baste que tus perfetas</p> - <p class="i0">obras y hermosura a los poetas<span class="lnum">105</span></p> - </div> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">den inmortal materia,</p> - <p class="i0">sin que también en verso lamentable</p> - <p class="i0">celebren la miseria</p> - <p class="i0">de algún caso notable</p> - <p class="i0">que por ti pase triste y miserable.<span class="lnum">110</span></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-1"> - <p><span class="pagenum" id="Page_205">p. 205</span></p> - <h2 class="nobreak g1">SONETOS</h2> -</div> - -<h3>I</h3> - -<div class="versos ml5"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Cuando me paro a contemplar mi estado,<a id="FNanchor_334" href="#Footnote_334" class="fnanchor">[334]</a></p> - <p class="i0">y a ver los pasos por do me ha traído,</p> - <p class="i0">hallo, según por do anduve perdido,</p> - <p class="i0">que a mayor mal pudiera haber llegado;</p> - <p class="i2">mas cuando del camino estó olvidado,<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">a tanto mal no sé por dó he venido;</p> - <p class="i0">sé que me acabo, y más he yo sentido</p> - <p class="i0">ver acabar comigo mi cuidado.</p> - <p class="i2">Yo acabaré, que me entregué sin arte</p> - <p class="i0">a quien sabrá perderme y acabarme,<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">si ella quisiere, y aun sabrá querello;</p> - <p class="i2">que pues mi voluntad puede matarme,</p><span class="pagenum" id="Page_206">p. 206</span> - <p class="i0">la suya, que no es tanto de mi parte,</p> - <p class="i0">pudiendo, ¿qué hará sino hacello?<a id="FNanchor_335" href="#Footnote_335" class="fnanchor">[335]</a></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-2"> - <p><span class="pagenum" id="Page_207">p. 207</span></p> - <h3 class="g1">II</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">En fin, a vuestras manos he venido,</p> - <p class="i0">do sé que he de morir tan apretado,</p> - <p class="i0">que aun aliviar con quejas mi cuidado,</p> - <p class="i0">como remedio, me es ya defendido.</p> - <p class="i2">Mi vida no sé en qué se ha sostenido,<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">si no es en haber sido yo guardado</p> - <p class="i0">para que solo en mí fuese probado</p> - <p class="i0">cuánto corta un espada en un rendido.<a id="FNanchor_336" href="#Footnote_336" class="fnanchor">[336]</a></p> - <p class="i2">Mis lágrimas han sido derramadas</p> - <p class="i0">donde la sequedad y la aspereza<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">dieron mal fruto dellas y mi suerte.</p> - <p class="i2">Basten las que por vos tengo lloradas.</p> - <p class="i0">No os venguéis más de mí con mi flaqueza;</p> - <p class="i0">allá os vengad, señora, con mi muerte.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-3"> - <p><span class="pagenum" id="Page_208">p. 208</span></p> - <h3 class="g1">III</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">La mar en medio y tierras he dejado</p> - <p class="i0">de cuanto bien, cuitado, yo tenía;</p> - <p class="i0">yéndome alejando cada día,<a id="FNanchor_337" href="#Footnote_337" class="fnanchor">[337]</a></p> - <p class="i0">gentes, costumbres, lenguas he pasado.</p> - <p class="i2">Ya de volver estoy desconfiado;<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">pienso remedios en mi fantasía,</p> - <p class="i0">y el que más cierto espero es aquel día</p> - <p class="i0">que acabará la vida y el cuidado.</p> - <p class="i2">De cualquier mal pudiera socorrerme</p> - <p class="i0">con veros yo, señora, o esperallo,<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">si esperallo pudiera sin perdello.</p> - <p class="i2">Mas de no veros ya para valerme,</p><span class="pagenum" id="Page_209">p. 209</span> - <p class="i0">si no es morir, ningún remedio hallo;</p> - <p class="i0">y si esto lo es, tampoco podré habello.<a id="FNanchor_338" href="#Footnote_338" class="fnanchor">[338]</a></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-4"> - <p><span class="pagenum" id="Page_210">p. 210</span></p> - <h3 class="g1">IV</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Un rato se levanta mi esperanza.</p> - <p class="i0">Tan cansada de haberse levantado</p> - <p class="i0">torna a caer, que deja, mal mi grado,</p> - <p class="i0">libre el lugar a la desconfianza.</p> - <p class="i2">¿Quién sufrirá tan áspera mudanza<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">del bien al mal? ¡Oh, corazón cansado!</p> - <p class="i0">esfuerza en la miseria de tu estado;</p> - <p class="i0">que tras fortuna suele haber bonanza.<a id="FNanchor_339" href="#Footnote_339" class="fnanchor">[339]</a></p> - <p class="i2">Yo mismo emprenderé a fuerza de brazos</p> - <p class="i0">romper un monte, que otro no rompiera,<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">de mil inconvenientes muy espeso.</p> - <p class="i2">Muerte, prisión no pueden, ni embarazos,</p> - <p class="i0">quitarme de ir a veros, como quiera</p> - <p class="i0">desnudo espirtu o hombre en carne y hueso.<a id="FNanchor_340" href="#Footnote_340" class="fnanchor">[340]</a></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-5"> - <p><span class="pagenum" id="Page_211">p. 211</span></p> - <h3>V</h3> -</div> - -<div class="versos ml5"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Escrito está en mi alma vuestro gesto,</p> - <p class="i0">y cuanto yo escrebir de vos deseo;</p> - <p class="i0">vos sola lo escrebistes, yo lo leo</p> - <p class="i0">tan solo, que aun de vos me guardo en esto.</p> - <p class="i2">En esto estoy y estaré siempre puesto;<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,</p> - <p class="i0">de tanto bien lo que no entiendo creo,</p> - <p class="i0">tomando ya la fe por presupuesto.</p> - <p class="i2">Yo no nací sino para quereros;</p> - <p class="i0">mi alma os ha cortado a su medida;<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">por hábito del alma misma os quiero.</p> - <p class="i2">Cuanto tengo confieso yo deberos;</p> - <p class="i0">por vos nací, por vos tengo la vida,</p> - <p class="i0">por vos he de morir y por vos muero.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-6"> - <p><span class="pagenum" id="Page_212">p. 212</span></p> - <h3 class="g1">VI</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Por ásperos caminos he llegado</p> - <p class="i0">a parte que de miedo no me muevo;</p> - <p class="i0">y si a mudarme o dar un paso pruebo,</p> - <p class="i0">allí por los cabellos soy tornado.<a id="FNanchor_341" href="#Footnote_341" class="fnanchor">[341]</a></p> - <p class="i2">Mas tal estoy, que con la muerte al lado<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">busco de mi vivir consejo nuevo;</p> - <p class="i0">y conozco el mejor y el peor apruebo,<a id="FNanchor_342" href="#Footnote_342" class="fnanchor">[342]</a></p> - <p class="i0">o por costumbre mala o por mi hado.</p><span class="pagenum" id="Page_213">p. 213</span> - <p class="i2">Por otra parte, el breve tiempo mío,</p> - <p class="i0">y el errado proceso de mis años,<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">en su primer principio y en su medio,</p> - <p class="i2">mi inclinación, con quien ya no porfío,<a id="FNanchor_343" href="#Footnote_343" class="fnanchor">[343]</a></p> - <p class="i0">la cierta muerte, fin de tantos daños,</p> - <p class="i0">me hacen descuidar de mi remedio.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-7"> - <p><span class="pagenum" id="Page_214">p. 214</span></p> - <h3 class="g1">VII</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">No pierda más quien ha tanto perdido;<a id="FNanchor_344" href="#Footnote_344" class="fnanchor">[344]</a></p> - <p class="i0">bástete, amor, lo que ha por mí pasado;</p> - <p class="i0">válgame agora haber jamás probado</p> - <p class="i0">a defenderme de lo que has querido.</p> - <p class="i2">Tu templo y sus paredes he vestido<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">de mis mojadas ropas, y adornado,</p> - <p class="i0">como acontece a quien ha ya escapado</p> - <p class="i0">libre de la tormenta en que se vido.<a id="FNanchor_345" href="#Footnote_345" class="fnanchor">[345]</a></p> - <p class="i2">Yo había jurado nunca más meterme,</p> - <p class="i0" id="Son7-10">a poder mío y a mi consentimiento,<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">en otro tal peligro, como vano.<a id="FNanchor_346" href="#Footnote_346" class="fnanchor">[346]</a></p> - <p class="i2">Mas del que viene no podré valerme;</p> - <p class="i0">y en esto no voy contra el juramento;</p> - <p class="i0">que ni es como los otros ni en mi mano.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-8"> - <p><span class="pagenum" id="Page_215">p. 215</span></p> - <h3 class="g1">VIII</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">De aquella vista pura y ecelente</p> - <p class="i0">salen espirtus vivos y encendidos,</p> - <p class="i0">y siendo por mis ojos recebidos,</p> - <p class="i0">me pasan hasta donde el mal se siente.</p> - <p class="i2">Encuéntranse al camino fácilmente,<a id="FNanchor_347" href="#Footnote_347" class="fnanchor">[347]</a><span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0" id="Son8-6">con los míos, que de tal calor movidos</p> - <p class="i0">salen fuera de mí como perdidos,<a id="FNanchor_348" href="#Footnote_348" class="fnanchor">[348]</a></p> - <p class="i0">llamados de aquel bien que está presente.</p> - <p class="i2">Ausente, en la memoria la imagino;</p> - <p class="i0">mis espirtus, pensando que la vían,<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">se mueven y se encienden sin medida;</p> - <p class="i2">mas no hallando fácil el camino,</p> - <p class="i0">que los suyos entrando derretían,</p> - <p class="i0">revientan por salir do no hay salida.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-9"> - <p><span class="pagenum" id="Page_216">p. 216</span></p> - <h3 class="g1">IX</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Señora mía, si de vos yo ausente</p> - <p class="i0">en esta vida turo y no me muero,<a id="FNanchor_349" href="#Footnote_349" class="fnanchor">[349]</a></p> - <p class="i0">paréceme que ofendo a lo que os quiero,</p> - <p class="i0">y al bien de que gozaba en ser presente.</p> - <p class="i2">Tras este, luego siento otro acidente,<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">que es ver que si de vida desespero,</p> - <p class="i0">yo pierdo cuanto bien de vos espero,</p> - <p class="i0">y así ando en lo que siento diferente.</p> - <p class="i2">En esta diferencia mis sentidos</p> - <p class="i0">están en vuestra ausencia y en porfía.<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">No sé ya qué hacerme en mal tamaño.<a id="FNanchor_350" href="#Footnote_350" class="fnanchor">[350]</a></p> - <p class="i2">Nunca entre sí los veo sino reñidos.</p> - <p class="i0">De tal arte pelean noche y día,</p> - <p class="i0">que solo se conciertan en mi daño.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-10"> - <p><span class="pagenum" id="Page_217">p. 217</span></p> - <h3>X</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Oh dulces prendas, por mi mal halladas,<a id="FNanchor_351" href="#Footnote_351" class="fnanchor">[351]</a></p> - <p class="i0">dulces y alegres cuando Dios quería!</p> - <p class="i0">Juntas estáis en la memoria mía,</p> - <p class="i0">y con ella en mi muerte conjuradas.</p> - <p class="i2">¿Quién me dijera, cuando en las pasadas<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">horas en tanto bien por vos me vía,</p> - <p class="i0">que me habíades de ser en algún día</p> - <p class="i0">con tan grave dolor representadas?</p> - <p class="i2">Pues en un hora junto me llevastes</p> - <p class="i0">todo el bien que por términos me distes,<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">llevadme junto el mal que me dejastes.</p> - <p class="i2">Si no, sospecharé que me pusistes</p> - <p class="i0">en tantos bienes, porque deseastes</p> - <p class="i0">verme morir entre memorias tristes.<a id="FNanchor_352" href="#Footnote_352" class="fnanchor">[352]</a></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-11"> - <p><span class="pagenum" id="Page_218">p. 218</span></p> - <h3 class="g1">XI</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Hermosas ninfas, que en el río metidas,</p> - <p class="i0">contentas habitáis en las moradas</p> - <p class="i0">de relucientes piedras fabricadas</p> - <p class="i0">y en colunas de vidro sostenidas;</p> - <p class="i2">agora estéis labrando embebecidas,<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">o tejiendo las telas delicadas;</p> - <p class="i0">agora unas con otras apartadas,</p> - <p class="i0">contándoos los amores y las vidas;</p> - <p class="i2">dejad un rato la labor, alzando</p> - <p class="i0">vuestras rubias cabezas a mirarme,<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">y no os detendréis mucho según ando;</p> - <p class="i2">que o no podréis de lástima escucharme,</p> - <p class="i0">o convertido en agua aquí llorando,</p> - <p class="i0">podréis allá de espacio consolarme.<a id="FNanchor_353" href="#Footnote_353" class="fnanchor">[353]</a></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-12"> - <p><span class="pagenum" id="Page_219">p. 219</span></p> - <h3 class="g1">XII</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Si para refrenar este deseo</p> - <p class="i0">loco, imposible, vano, temeroso,</p> - <p class="i0">y guarecer de un mal tan peligroso,</p> - <p class="i0">que es darme a entender yo lo que no creo,</p> - <p class="i2">no me aprovecha verme cual me veo,<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">o muy aventurado o muy medroso,</p> - <p class="i0">en tanta confusión, que nunca oso</p> - <p class="i0">fiar el mal de mí que lo poseo,</p> - <p class="i2">¿qué me ha de aprovechar ver la pintura</p> - <p class="i0">de aquel que con las alas derretidas<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">cayendo, fama y nombre al mar ha dado;</p> - <p class="i2">y la del que su fuego y su locura</p> - <p class="i0">llora entre aquellas plantas conocidas,</p> - <p class="i0">apenas en el agua resfriado?</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-13"> - <p><span class="pagenum" id="Page_220">p. 220</span></p> - <h3 class="g1">XIII</h3> -</div> - -<div class="versos ml4"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">A Dafne ya los brazos le crecían,<a id="FNanchor_354" href="#Footnote_354" class="fnanchor">[354]</a></p> - <p class="i0">y en luengos ramos vueltos se mostraban;</p> - <p class="i0">en verdes hojas vi que se tornaban</p> - <p class="i0">los cabellos que al oro escurecían.</p> - <p class="i2">De áspera corteza se cubrían<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">los tiernos miembros, que aún bullendo estaban;</p> - <p class="i0">los blancos pies en tierra se hincaban,</p> - <p class="i0">y en torcidas raíces se volvían.</p> - <p class="i2">Aquel que fue la causa de tal daño,</p> - <p class="i0">a fuerza de llorar, crecer hacía<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">este árbol que con lágrimas regaba.</p> - <p class="i2">¡Oh miserable estado, oh mal tamaño!</p> - <p class="i0">¡Que con lloralla cresca cada día</p> - <p class="i0">la causa y la razón por que lloraba!</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-14"> - <p><span class="pagenum" id="Page_221">p. 221</span></p> - <h3 class="g1">XIV</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Como la tierna madre que el doliente</p> - <p class="i0">hijo le está con lágrimas pidiendo</p> - <p class="i0">alguna cosa, de la cual comiendo,</p> - <p class="i0">sabe que ha de doblarse el mal que siente,</p> - <p class="i2">y aquel piadoso amor no le consiente<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">que considere el daño que haciendo</p> - <p class="i0">lo que le pide hace, va corriendo,</p> - <p class="i0">y dobla el mal, y aplaca el acidente;<a id="FNanchor_355" href="#Footnote_355" class="fnanchor">[355]</a></p> - <p class="i2">así a mi enfermo y loco pensamiento,</p> - <p class="i0">que en su daño os me pide, yo querría<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">quitar este mortal mantenimiento.</p> - <p class="i2">Mas pídemelo, y llora cada día</p> - <p class="i0">tanto, que cuanto quiere le consiento,</p> - <p class="i0">olvidando su muerte y aun la mía.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-15"> - <p><span class="pagenum" id="Page_222">p. 222</span></p> - <h3 class="g1">XV</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Si quejas y lamentos pueden tanto,</p> - <p class="i0">que el curso refrenaron de los ríos,</p> - <p class="i0">y en los diversos montes y sombríos</p> - <p class="i0">los árboles movieron con su canto;</p> - <p class="i2">si convirtieron a escuchar su llanto<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">las fieras tigres y peñascos fríos;</p> - <p class="i0">si, en fin, con menos casos que los míos</p> - <p class="i0">bajaron a los reinos del espanto;<a id="FNanchor_356" href="#Footnote_356" class="fnanchor">[356]</a></p> - <p class="i2">¿por qué no ablandará mi trabajosa</p> - <p class="i0">vida, en miseria y lágrimas pasada,<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">un corazón comigo endurecido?</p> - <p class="i2">Con más piedad debría ser escuchada</p> - <p class="i0">la voz del que se llora por perdido</p> - <p class="i0">que la del que perdió y llora otra cosa.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-16"> - <p><span class="pagenum" id="Page_223">p. 223</span></p> - <h3 class="g1">XVI</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">No las francesas armas odiosas,<a id="FNanchor_357" href="#Footnote_357" class="fnanchor">[357]</a></p> - <p class="i0">en contra puestas del airado pecho,</p> - <p class="i0">ni en los guardados muros con pertrecho</p> - <p class="i0">los tiros y saetas ponzoñosas;</p> - <p class="i2">no las escaramuzas peligrosas,<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">ni aquel fiero ruido contrahecho</p> - <p class="i0">de aquel que para Júpiter fue hecho</p> - <p class="i0">por manos de Vulcano artificiosas,<a id="FNanchor_358" href="#Footnote_358" class="fnanchor">[358]</a></p> - <p class="i2">pudieron, aunque más yo me ofrecía</p> - <p class="i0">a los peligros de la dura guerra,<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">quitar un hora sola de mi hado.</p> - <p class="i2">Mas infición de aire en solo un día</p> - <p class="i0">me quitó al mundo, y me ha en ti sepultado,</p> - <p class="i0">Parténope, tan lejos de mi tierra.<a id="FNanchor_359" href="#Footnote_359" class="fnanchor">[359]</a></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-17"> - <p><span class="pagenum" id="Page_224">p. 224</span></p> - <h3 class="g1">XVII</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Pensando que el camino iba derecho,</p> - <p class="i0">vine a parar en tanta desventura,</p> - <p class="i0">que imaginar no puedo, aun con locura,</p> - <p class="i0">algo de que esté un rato satisfecho.</p> - <p class="i2">El ancho campo me parece estrecho;<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">la noche clara para mí es escura;</p> - <p class="i0">la dulce compañía, amarga y dura,</p> - <p class="i0">y duro campo de batalla el lecho.</p> - <p class="i2">Del sueño, si hay alguno, aquella parte</p> - <p class="i0">sola que es ser imagen de la muerte<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">se aviene con el alma fatigada.</p> - <p class="i2">En fin, que como quiera, estoy de arte,</p> - <p class="i0">que juzgo ya por hora menos fuerte,</p> - <p class="i0">aunque en ella me vi, la que es pasada.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-18"> - <p><span class="pagenum" id="Page_225">p. 225</span></p> - <h3 class="g1">XVIII</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Si a vuestra voluntad yo soy de cera,</p> - <p class="i0">y por sol tengo solo vuestra vista,</p> - <p class="i0">la cual a quien no inflama o no conquista</p> - <p class="i0">con su mirar, es de sentido fuera;</p> - <p class="i2">de do viene una cosa, que si fuera<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">menos veces de mí probada y vista,</p> - <p class="i0">según parece que a razón resista,</p> - <p class="i0">a mi sentido mismo no creyera,</p> - <p class="i2">y es, que yo soy de lejos inflamado</p> - <p class="i0">de vuestra ardiente vista, y encendido<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">tanto, que en vida me sostengo apenas.</p> - <p class="i2">Mas si de cerca soy acometido</p> - <p class="i0">de vuestros ojos, luego siento helado</p> - <p class="i0">cuajárseme la sangre por las venas.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-19"> - <p><span class="pagenum" id="Page_226">p. 226</span></p> - <h3 class="g1">XIX</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Julio, después que me partí llorando<a id="FNanchor_360" href="#Footnote_360" class="fnanchor">[360]</a></p> - <p class="i0">de quien jamás mi pensamiento parte,</p> - <p class="i0">y dejé de mi alma aquella parte</p> - <p class="i0">que al cuerpo vida y fuerza estaba dando,</p> - <p class="i2">de mi bien a mí mismo voy tomando<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">estrecha cuenta, y siento de tal arte</p> - <p class="i0">faltarme todo el bien, que temo en parte</p> - <p class="i0">que ha de faltarme el aire sospirando;</p> - <p class="i2">y con este temor, mi lengua prueba</p> - <p class="i0">a razonar con vos ¡oh dulce amigo!<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0" id="Son19-11">del amarga memoria de aquel día</p> - <p class="i2">en que yo comencé como testigo</p> - <p class="i0">a poder dar del alma vuestra nueva,</p> - <p class="i0">y a sabella de vos del alma mía.<a id="FNanchor_361" href="#Footnote_361" class="fnanchor">[361]</a></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-20"> - <p><span class="pagenum" id="Page_227">p. 227</span></p> - <h3 class="g1">XX</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Con tal fuerza y vigor son concertados<a id="FNanchor_362" href="#Footnote_362" class="fnanchor">[362]</a></p> - <p class="i0">para mi perdición los duros vientos,</p> - <p class="i0">que cortaron mis tiernos pensamientos</p> - <p class="i0">luego que sobre mí fueron mostrados.</p> - <p class="i2">El mal es que me quedan los cuidados<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">en salvo destos acontecimientos,</p> - <p class="i0">que son duros, y tienen fundamentos</p> - <p class="i0">en todos mis sentidos bien echados.</p> - <p class="i2">Aunque por otra parte no me duelo,</p> - <p class="i0">ya que el bien me dejó con su partida,<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">del grave mal que en mí está de contino;</p> - <p class="i2">antes con él me abrazo y me consuelo;</p> - <p class="i0">porque en proceso de tan dura vida</p> - <p class="i0">atajaré la guerra del camino.<a id="FNanchor_363" href="#Footnote_363" class="fnanchor">[363]</a></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-21"> - <p><span class="pagenum" id="Page_228">p. 228</span></p> - <h3 class="g1">XXI</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Clarísimo Marqués, en quien derrama<a id="FNanchor_364" href="#Footnote_364" class="fnanchor">[364]</a></p> - <p class="i0">el cielo cuanto bien conoce el mundo;</p> - <p class="i0">si al gran valor en que el sujeto fundo,</p> - <p class="i0">y al claro resplandor de vuestra llama</p> - <p class="i2">arribare mi pluma, y do la llama<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">la voz de vuestro nombre alto y profundo,</p> - <p class="i0">seréis vos solo eterno y sin segundo,</p> - <p class="i0">y por vos inmortal quien tanto os ama.</p> - <p class="i2">Cuanto del largo cielo se desea,</p> - <p class="i0">cuanto sobre la tierra se procura,<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">todo se halla en vos de parte en parte;</p> - <p class="i2">y, en fin, de solo vos formó natura</p> - <p class="i0">una estraña y no vista al mundo idea,</p> - <p class="i0">y hizo igual al pensamiento el arte.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-22"> - <p><span class="pagenum" id="Page_229">p. 229</span></p> - <h3 class="g1">XXII</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Con ansia estrema de mirar qué tiene</p> - <p class="i0">vuestro pecho escondido allá en su centro,</p> - <p class="i0">y ver si a lo de fuera lo de dentro</p> - <p class="i0">en aparencia y ser igual conviene,</p> - <p class="i2">en él puse la vista; mas detiene<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">de vuestra hermosura el duro encuentro</p> - <p class="i0">mis ojos, y no pasan tan adentro,</p> - <p class="i0">que miren lo que el alma en sí contiene.<a id="FNanchor_365" href="#Footnote_365" class="fnanchor">[365]</a></p> - <p class="i2">Y así, se quedan tristes en la puerta</p> - <p class="i0">hecha por mi dolor, con esa mano,<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">que aun a su mismo pecho no perdona;<a id="FNanchor_366" href="#Footnote_366" class="fnanchor">[366]</a></p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_230">p. 230</span>donde vi claro mi esperanza muerta,</p> - <p class="i0">y el golpe que os hizo amor en vano</p> - <p class="i0"><i>non esservi passato oltra la gonna</i>.<a id="FNanchor_367" href="#Footnote_367" class="fnanchor">[367]</a></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-23"> - <p><span class="pagenum" id="Page_231">p. 231</span></p> - <h3 class="g1">XXIII</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">En tanto que de rosa y azucena</p> - <p class="i0">se muestra la color en vuestro gesto,</p> - <p class="i0">y que vuestro mirar ardiente, honesto,</p> - <p class="i0">enciende el corazón y lo refrena;</p> - <p class="i2">y en tanto que el cabello, que en la vena<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">del oro se escogió, con vuelo presto,</p> - <p class="i0">por el hermoso cuello blanco, enhiesto,</p> - <p class="i0">el viento mueve, esparce y desordena;</p> - <p class="i2">coged de vuestra alegre primavera</p> - <p class="i0">el dulce fruto, antes que el tiempo airado<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">cubra de nieve la hermosa cumbre.</p> - <p class="i2">Marchitará la rosa el viento helado,</p> - <p class="i0">todo lo mudará la edad ligera,</p> - <p class="i0">por no hacer mudanza en su costumbre.<a id="FNanchor_368" href="#Footnote_368" class="fnanchor">[368]</a></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-24"> - <p><span class="pagenum" id="Page_232">p. 232</span></p> - <h3 class="g1">XXIV</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Ilustre honor del nombre de Cardona,<a id="FNanchor_369" href="#Footnote_369" class="fnanchor">[369]</a></p> - <p class="i0">décima moradora de Parnaso,<a id="FNanchor_370" href="#Footnote_370" class="fnanchor">[370]</a></p> - <p class="i0">a Tansilo, a Minturno, al culto Taso<a id="FNanchor_371" href="#Footnote_371" class="fnanchor">[371]</a></p> - <p class="i0">sujeto noble de inmortal corona;</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_233">p. 233</span>si en medio del camino no abandona<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">la fuerza y el espirtu a vuestro Laso,</p> - <p class="i0">por vos me llevará mi osado paso</p> - <p class="i0">a la cumbre difícil de Helicona.<a id="FNanchor_372" href="#Footnote_372" class="fnanchor">[372]</a></p> - <p class="i2">Podré llevar entonces sin trabajo</p> - <p class="i0">con dulce son que el curso al agua enfrena,<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">por un camino hasta agora enjuto,</p> - <p class="i2" id="Son24-12">el patrio celebrado y rico Tajo,</p> - <p class="i0">que del valor de su luciente arena</p> - <p class="i0">a vuestro nombre pague el gran tributo.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-25"> - <p><span class="pagenum" id="Page_234">p. 234</span></p> - <h3 class="g1">XXV</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¡Oh hado esecutivo en mis dolores,<a id="FNanchor_373" href="#Footnote_373" class="fnanchor">[373]</a></p> - <p class="i0">cómo sentí tus leyes rigurosas!</p> - <p class="i0">Cortaste el árbol con manos dañosas,</p> - <p class="i0">y esparciste por tierra fruta y flores.</p> - <p class="i2">En poco espacio yacen mis amores<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">y toda la esperanza de mis cosas,</p> - <p class="i0">tornadas en cenizas desdeñosas,</p> - <p class="i0">y sordas a mis quejas y clamores.</p> - <p class="i2">Las lágrimas que en esta sepultura</p> - <p class="i0">se vierten hoy en día y se vertieron<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">recibe, aunque sin fruto allá te sean,</p> - <p class="i2">hasta que aquella eterna noche escura</p> - <p class="i0">me cierre aquestos ojos que te vieron,</p> - <p class="i0">dejándome con otros que te vean.<a id="FNanchor_374" href="#Footnote_374" class="fnanchor">[374]</a></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-26"> - <p><span class="pagenum" id="Page_235">p. 235</span></p> - <h3 class="g1">XXVI</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Echado está por tierra el fundamento<a id="FNanchor_375" href="#Footnote_375" class="fnanchor">[375]</a></p> - <p class="i0">que mi vivir cansado sostenía.</p> - <p class="i0">¡Oh cuánto bien se acaba en solo un día!</p> - <p class="i0">¡Oh cuántas esperanzas lleva el viento!</p> - <p class="i2">¡Oh cuán ocioso está mi pensamiento<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">cuando se ocupa en bien de cosa mía!</p> - <p class="i0">A mi esperanza, así como a baldía,</p> - <p class="i0">mil veces la castiga mi tormento.</p> - <p class="i2">Las más veces me entrego, otras resisto</p> - <p class="i0">con tal furor, con una fuerza nueva,<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">que un monte puesto encima rompería.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_236">p. 236</span>Aqueste es el deseo que me lleva</p> - <p class="i0" id="Son26-13">a que desee tornar a ver un día</p> - <p class="i0">a quien fuera mejor nunca haber visto.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-27"> - <p><span class="pagenum" id="Page_237">p. 237</span></p> - <h3 class="g1">XXVII</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Amor, amor, un hábito vestí,<a id="FNanchor_376" href="#Footnote_376" class="fnanchor">[376]</a></p> - <p class="i0">el cual de vuestro paño fue cortado;</p> - <p class="i0">al vestir ancho fue, mas apretado</p> - <p class="i0">y estrecho cuando estuvo sobre mí.</p> - <p class="i2">Después acá de lo que consentí,<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">tal arrepentimiento me ha tornado,</p> - <p class="i0">que pruebo alguna vez, de congojado,</p> - <p class="i0">a romper esto en que yo me metí.</p> - <p class="i2">Mas ¿quién podrá deste hábito librarse,</p> - <p class="i0">teniendo tan contraria su natura,<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">que con él ha venido a conformarse?</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_238">p. 238</span>Si alguna parte queda por ventura</p> - <p class="i0">de mi razón, por mí no osa mostrarse;</p> - <p class="i0">que en tal contradición no está segura.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-28"> - <p><span class="pagenum" id="Page_239">p. 239</span></p> - <h3 class="g1">XXVIII</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Boscán, vengado estáis, con mengua mía,</p> - <p class="i0">de mi rigor pasado y mi aspereza,</p> - <p class="i0">con que reheprenderos la terneza</p> - <p class="i0">de vuestro blando corazón solía.</p> - <p class="i2">Agora me castigo cada día<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">de tal salvatiquez y tal torpeza;<a id="FNanchor_377" href="#Footnote_377" class="fnanchor">[377]</a></p> - <p class="i0">mas es a tiempo que de mi bajeza</p> - <p class="i0">correrme y castigarme bien podría.</p> - <p class="i2">Sabed que en mi perfeta edad y armado,</p> - <p class="i0">con mis ojos abiertos me he rendido<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">al niño que sabéis, ciego y desnudo.</p> - <p class="i2">De tan hermoso fuego consumido</p> - <p class="i0">nunca fue corazón. Si preguntado</p> - <p class="i0">soy lo demás, en lo demás soy mudo.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-29"> - <p><span class="pagenum" id="Page_240">p. 240</span></p> - <h3 class="g1">XXIX</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Pasando el mar Leandro el animoso,<a id="FNanchor_378" href="#Footnote_378" class="fnanchor">[378]</a></p> - <p class="i0">en amoroso fuego todo ardiendo,</p> - <p class="i0">esforzó el viento, y fuese embraveciendo</p> - <p class="i0">el agua con un ímpetu furioso.</p> - <p class="i2">Vencido del trabajo presuroso,<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">contrastar a las ondas no pudiendo,</p> - <p class="i0">y más del bien que allí perdía muriendo,</p> - <p class="i0">que de su propia vida congojoso,</p> - <p class="i2">como pudo esforzó su voz cansada,</p> - <p class="i0">y a las ondas habló desta manera,<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">(mas nunca fue la voz dellas oída):</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_241">p. 241</span>«Ondas, pues no os escusa que yo muera,</p> - <p class="i0">dejadme allá llegar, y a la tornada</p> - <p class="i0">vuestro furor esecutá en mi vida.»<a id="FNanchor_379" href="#Footnote_379" class="fnanchor">[379]</a></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-30"> - <p><span class="pagenum" id="Page_242">p. 242</span></p> - <h3 class="g1">XXX</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Sospechas, que en mi triste fantasía</p> - <p class="i0">puestas, hacéis la guerra a mi sentido,</p> - <p class="i0">volviendo y revolviendo el afligido</p> - <p class="i0">pecho, con dura mano, noche y día;</p> - <p class="i2">ya se acabó la resistencia mía<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">y la fuerza del alma; ya rendido</p> - <p class="i0">vencer de vos me dejo, arrepentido</p> - <p class="i0">de haberos contrastado en tal porfía.<a id="FNanchor_380" href="#Footnote_380" class="fnanchor">[380]</a></p> - <p class="i2">Llevadme a aquel lugar tan espantable,</p> - <p class="i0">do por no ver mi muerte allí esculpida,<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">cerrados hasta aquí tuve los ojos.</p> - <p class="i2">Las armas pongo ya; que concedida<a id="FNanchor_381" href="#Footnote_381" class="fnanchor">[381]</a></p> - <p class="i0">no es tan larga defensa al miserable;</p> - <p class="i0">colgad en vuestro carro mis despojos.<a id="FNanchor_382" href="#Footnote_382" class="fnanchor">[382]</a></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-31"> - <p><span class="pagenum" id="Page_243">p. 243</span></p> - <h3 class="g1">XXXI</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Dentro en mi alma fue de mí engendrado</p> - <p class="i0">un dulce amor, y de mi sentimiento</p> - <p class="i0">tan aprobado fue su nacimiento</p> - <p class="i0">como de un solo hijo deseado;</p> - <p class="i2">mas luego dél nació quien ha estragado<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">del todo el amoroso pensamiento;</p> - <p class="i0">que en áspero rigor y en gran tormento</p> - <p class="i0">los primeros deleites ha trocado.</p> - <p class="i2">¡Oh crudo nieto, que das vida al padre<a id="FNanchor_383" href="#Footnote_383" class="fnanchor">[383]</a></p> - <p class="i0"><span class="pagenum" id="Page_244">p. 244</span>y matas al abuelo! ¿por qué creces<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">tan disconforme a aquel de que has nacido?</p> - <p class="i2">¡Oh celoso temor! ¿a quién pareces?</p> - <p class="i0">¡Que la envidia, tu propia y fiera madre,</p> - <p class="i0">se espanta en ver el mostro que ha parido!<a id="FNanchor_384" href="#Footnote_384" class="fnanchor">[384]</a></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-32"> - <p><span class="pagenum" id="Page_245">p. 245</span></p> - <h3 class="g1">XXXII</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Estoy contino en lágrimas bañado,</p> - <p class="i0">rompiendo el aire siempre con sospiros;</p> - <p class="i0">y más me duele nunca osar deciros</p> - <p class="i0">que he llegado por vos a tal estado,</p> - <p class="i2">que viéndome do estoy y lo que he andado<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">por el camino estrecho de seguiros,</p> - <p class="i0">si me quiero tornar para huiros,</p> - <p class="i0">desmayo viendo atrás lo que he dejado;</p> - <p class="i2">si a subir pruebo, en la difícil cumbre,</p> - <p class="i0">a cada paso espántanme en la vía<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">ejemplos tristes de los que han caído.</p> - <p class="i2">Y sobre todo, fáltame la lumbre</p> - <p class="i0">de la esperanza, con que andar solía</p> - <p class="i0">por la escura región de vuestro olvido.<a id="FNanchor_385" href="#Footnote_385" class="fnanchor">[385]</a></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-33"> - <p><span class="pagenum" id="Page_246">p. 246</span></p> - <h3 class="g1">XXXIII</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Mario, el ingrato amor, como testigo<a id="FNanchor_386" href="#Footnote_386" class="fnanchor">[386]</a></p> - <p class="i0">de mi fe pura y de mi gran firmeza,</p> - <p class="i0">usando en mí su vil naturaleza,</p> - <p class="i0">que es hacer más ofensa al más amigo;</p> - <p class="i2">teniendo miedo que si escribo o digo<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">su condición, abajo su grandeza,</p> - <p class="i0">no bastando su fuerza a mi crueza,</p> - <p class="i0">ha esforzado la mano a mi enemigo.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_247">p. 247</span>Y así, en la parte que la diestra mano</p> - <p class="i0">gobierna, y en aquella que declara<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">el conceto del alma, fui herido.</p> - <p class="i2">Mas yo haré que aquesta ofensa, cara</p> - <p class="i0">le cueste al ofensor, que ya estoy sano,</p> - <p class="i0">libre, desesperado y ofendido.</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-34"> - <p><span class="pagenum" id="Page_248">p. 248</span></p> - <h3 class="g1">XXXIV</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Gracias al cielo doy que ya del cuello</p> - <p class="i0">del todo el grave yugo he sacudido,</p> - <p class="i0">y que del viento el mar embravecido</p> - <p class="i0">veré desde la tierra sin temello.</p> - <p class="i2">Veré colgada de un sutil cabello<a id="FNanchor_387" href="#Footnote_387" class="fnanchor">[387]</a><span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">la vida del amante embebecido</p> - <p class="i0">en su error, y en su engaño adormecido,</p> - <p class="i0">sordo a las voces que le avisan dello.</p> - <p class="i2">Alegrárame el mal de los mortales;</p> - <p class="i0">mas no es mi corazón tan inhumano<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">en aqueste mi error como parece,</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_249">p. 249</span>porque yo huelgo, como huelga el sano,</p> - <p class="i0">no de ver a los otros en los males,</p> - <p class="i0">sino de ver que dellos él carece.<a id="FNanchor_388" href="#Footnote_388" class="fnanchor">[388]</a></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-35"> - <p><span class="pagenum" id="Page_250">p. 250</span></p> - <h3 class="g1">XXXV</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Boscán, las armas y el furor de Marte,<a id="FNanchor_389" href="#Footnote_389" class="fnanchor">[389]</a></p> - <p class="i0">que con su propia sangre el africano</p> - <p class="i0">suelo regando, hacen que el romano</p> - <p class="i0">imperio reverdesca en esta parte,</p> - <p class="i2">han reducido a la memoria el arte<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">y el antiguo valor italiano,</p> - <p class="i0">por cuya fuerza y valerosa mano</p> - <p class="i0">África se aterró de parte a parte.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_251">p. 251</span>Aquí donde el romano encendimiento,</p> - <p class="i0">donde el fuego y la llama licenciosa<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">solo el nombre dejaron a Cartago,</p> - <p class="i2">vuelve y revuelve amor mi pensamiento,</p> - <p class="i0">hiere y enciende el alma temerosa,</p> - <p class="i0">y en llanto y en ceniza me deshago.<a id="FNanchor_390" href="#Footnote_390" class="fnanchor">[390]</a></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-36"> - <p><span class="pagenum" id="Page_252">p. 252</span></p> - <h3 class="g1">XXXVI</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">A la entrada de un valle, en un desierto,</p> - <p class="i0">do nadie atravesaba ni se vía,</p> - <p class="i0">vi que con estrañeza un can hacía</p> - <p class="i0">estremos de dolor con desconcierto;</p> - <p class="i2">ahora suelta el llanto al cielo abierto,<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">ora va rastreando por la vía;</p> - <p class="i0">camina, vuelve, para, y todavía</p> - <p class="i0">quedaba desmayado como muerto.</p> - <p class="i2">Y fue que se apartó de su presencia</p> - <p class="i0">su amo, y no le hallaba, y esto siente:<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">mirad hasta dó llega el mal de ausencia.</p> - <p class="i2">Moviome a compasión ver su acidente;</p> - <p class="i0">díjele lastimado: «Ten paciencia,</p> - <p class="i0">que yo alcanzo razón, y estoy ausente.»<a id="FNanchor_391" href="#Footnote_391" class="fnanchor">[391]</a></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-37"> - <p><span class="pagenum" id="Page_253">p. 253</span></p> - <h3 class="g1">XXXVII</h3> -</div> - -<div class="versos ml5"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Mi lengua va por do el dolor la guía;</p> - <p class="i0">ya yo con mi dolor sin guía camino;</p> - <p class="i0">entrambos hemos de ir con puro tino;</p> - <p class="i0">cada uno va a parar do no querría,</p> - <p class="i2">yo, porque voy sin otra compañía,<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">sino la que me hace el desatino;</p> - <p class="i0">ella, porque la lleve aquel que vino</p> - <p class="i0">a hacella decir más que querría.</p> - <p class="i2">Y es para mí la ley tan desigual,</p> - <p class="i0">que aunque inocencia siempre en mí conoce,<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">siempre yo pago el yerro ajeno y mío.</p> - <p class="i2">¿Qué culpa tengo yo del desvarío</p> - <p class="i0">de mi lengua, si estoy en tanto mal,</p> - <p class="i0">que el sufrimiento ya me desconoce?</p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch5-38"> - <p><span class="pagenum" id="Page_254">p. 254</span></p> - <h3 class="g1">XXXVIII</h3> -</div> - -<div class="versos ml6"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Siento el dolor menguarme poco a poco,</p> - <p class="i0">no porque ser le sienta más sencillo,</p> - <p class="i0">mas fallece el sentir para sentillo,</p> - <p class="i0">después que de sentillo estoy tan loco.</p> - <p class="i2">Ni en sello pienso que en locura toco,<span class="lnum">5</span></p> - <p class="i0">antes voy tan ufano con oíllo,</p> - <p class="i0">que no dejaré el sello y el sufrillo,</p> - <p class="i0">que si dejo de sello el seso apoco.</p> - <p class="i2">Todo me empece, el seso y la locura;</p> - <p class="i0">prívame este de sí por ser tan mío;<span class="lnum">10</span></p> - <p class="i0">mátame estotra por ser yo tan suyo.</p> - <p class="i2">Parecerá a la gente desvarío</p> - <p class="i0">preciarme deste mal, do me destruyo:</p> - <p class="i0">yo lo tengo por única ventura.<a id="FNanchor_392" href="#Footnote_392" class="fnanchor">[392]</a></p> - </div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch6-1"> - <p><span class="pagenum" id="Page_255">p. 255</span></p> - <h2 class="nobreak g1">CANCIONES</h2> - <p class="subh2 g1">EN VERSOS CORTOS</p> -</div> - -<h3>I</h3> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Culpa debe ser quereros,<a id="FNanchor_393" href="#Footnote_393" class="fnanchor">[393]</a></p> - <p class="i0">según lo que en mí hacéis;</p> - <p class="i0">mas allá lo pagaréis,</p> - <p class="i0">do no sabrán conoceros,</p> - <p class="i0">por mal que me conocéis.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_256">p. 256</span>Por quereros, ser perdido</p> - <p class="i0">pensaba, que no culpado;</p> - <p class="i0">mas que todo lo haya sido</p> - <p class="i0">así me lo habéis mostrado,</p> - <p class="i0">que lo tengo bien sabido.</p> - <p class="i2">¡Quién pudiese no quereros</p> - <p class="i0">tanto, como vos sabéis,</p> - <p class="i0">por holgarme que paguéis</p> - <p class="i0">lo que no han de conoceros</p> - <p class="i0">con lo que no conocéis!</p> - </div> -</div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch6-2"> - <h3 class="g1">II</h3> -</div> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Yo dejaré desde aquí</p> - <p class="i0">de ofenderos más hablando;</p> - <p class="i0">porque mi morir callando</p> - <p class="i0">os ha de hablar por mí.</p> - <p class="i2">Gran ofensa os tengo hecha</p> - <p class="i0">hasta aquí en haber hablado,</p> - <p class="i0">pues en cosa os he enojado</p> - <p class="i0">que tampoco me aprovecha.</p> - <p class="i2">Derramaré desde aquí</p> - <p class="i0">mis lágrimas no hablando;</p> - <p class="i0">porque quien muere callando</p> - <p class="i0">tiene quien hable por sí.</p> - </div> -</div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch6-3"> - <p><span class="pagenum" id="Page_257">p. 257</span></p> - <h3 class="g1">III</h3> -</div> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Acaso supo, a mi ver,<a id="FNanchor_394" href="#Footnote_394" class="fnanchor">[394]</a></p> - <p class="i0">y por acierto quereros,</p> - <p class="i0">quien tal yerro fue a hacer,</p> - <p class="i0">como partirse de veros</p> - <p class="i0">donde os dejase de ver.</p> - <p class="i2">Imposible es que este tal,</p> - <p class="i0">pensando que os conocía,</p> - <p class="i0">supiese lo que hacía,</p> - <p class="i0">cuando su bien y su mal</p> - <p class="i0">junto os entregó en un día.</p> - <p class="i2">Acertó acaso a hacer</p> - <p class="i0">lo que si por conoceros</p> - <p class="i0">hiciera, no podía ser</p> - <p class="i0">partirse, y con solo veros</p> - <p class="i0">dejaros siempre de ver.</p> - </div> -</div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch6-4"> - <h3 class="g1">IV</h3> -</div> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Pues este nombre perdí,<a id="FNanchor_395" href="#Footnote_395" class="fnanchor">[395]</a></p> - <p class="i0">Dido, mujer de Siqueo,</p> - <p class="i0">en mi muerte esto deseo</p> - <p class="i0">que se escriba sobre mí:</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_258">p. 258</span>«El peor de los troyanos</p> - <p class="i0">dio la causa y el espada;</p> - <p class="i0">Dido, a tal punto llegada,</p> - <p class="i0">no puso más de las manos.»</p> - </div> -</div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch6-5"> - <h3 class="g1">V</h3> -</div> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">De la red y del hilado<a id="FNanchor_396" href="#Footnote_396" class="fnanchor">[396]</a></p> - <p class="i0">hemos de tomar, señora,</p> - <p class="i0">que echáis de vos en un hora</p> - <p class="i0">todo el trabajo pasado.</p> - <p class="i2">Y si el vuestro se ha de dar</p> - <p class="i0">a los que se pasearen,</p> - <p class="i0">lo que por vos trabajaren,</p> - <p class="i0">¿dónde lo pensáis echar?</p> - </div> -</div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch6-6"> - <h3 class="g1">VI</h3> -</div> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">¿Qué testimonios son estos<a id="FNanchor_397" href="#Footnote_397" class="fnanchor">[397]</a></p> - <p class="i0">que le queréis levantar?</p> - <p class="i0">Que no fue sino bailar.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_259">p. 259</span>¿Esta tienen por gran culpa?</p> - <p class="i0">No lo fue a mi parecer,</p> - <p class="i0">porque tiene por desculpa</p> - <p class="i0">que lo hizo la mujer.</p> - <p class="i2">Esta le hizo caer,</p> - <p class="i0">mucho más que no el saltar</p> - <p class="i0">que hizo con el bailar.</p> - </div> -</div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch6-7"> - <h3 class="g1">VII</h3> -</div> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">La gente se espanta toda<a id="FNanchor_398" href="#Footnote_398" class="fnanchor">[398]</a></p> - <p class="i0">que hablar a todos distes,</p> - <p class="i0">que un milagro que hecistes,</p> - <p class="i0">hubo de ser en la boda.</p> - <p class="i2"><span class="pagenum" id="Page_260">p. 260</span>Pienso que habéis de venir,</p> - <p class="i0">si vais por este camino,</p> - <p class="i0">a tornar el agua en vino,</p> - <p class="i0">como el danzar en reír.</p> - </div> -</div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch6-8"> - <h3 class="g1">VIII</h3> -</div> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Nadie puede ser dichoso;</p> - <p class="i0">señora, ni desdichado,</p> - <p class="i0">sino que os haya mirado.</p> - <p class="i2">Porque la gloria de veros</p> - <p class="i0">en ese punto se quita</p> - <p class="i0">que se piensa mereceros.</p> - <p class="i2">Así que, sin conoceros,</p> - <p class="i0">nadie puede ser dichoso,</p> - <p class="i0">señora, ni desdichado,</p> - <p class="i0">sino que os haya mirado.</p> - </div> -</div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch7-1"> - <p><span class="pagenum" id="Page_261">p. 261</span></p> - <h2 class="nobreak g1">APÉNDICES</h2> -</div> - -<h3>I</h3> - -<p class="subh3">A LA MUY MAGNÍFICA SEÑORA DOÑA JERÓNIMA -PALOVA DE ALMOGÁVAR, GARCILASO DE LA VEGA<a id="FNanchor_399" -href="#Footnote_399" class="fnanchor">[399]</a></p> - -<p>Si no hubiera sabido antes de ahora dónde llega el juicio de V. m. -bastárame para entenderlo ver que os parescía bien este libro; mas -ya estábades tan adelante en mi opinión que paresciéndome este libro -bien hasta ahora por muchas causas, la principal por donde ahora me -lo paresce es porque le habéis aprobado de tal manera, que podemos -decir que le habéis hecho, pues por vuestra causa le alcanzamos a -tener<span class="pagenum" id="Page_262">p. 262</span> en lengua -que le entendemos. Porque, no solamente no pensé poder acabar con -Boscán que le tradujese,<a id="FNanchor_400" href="#Footnote_400" -class="fnanchor">[400]</a> mas nunca me osé poner en decírselo, -según le vía siempre aborrecer a los que romanzan libros, aunque -él a esto no lo llama romanzar, ni yo tampoco,<a id="FNanchor_401" -href="#Footnote_401" class="fnanchor">[401]</a> mas aunque lo fuera -creo que no se escusara dello mandándolo V. m.</p> - -<p>Estoy muy satisfecho de mí, porque antes que el libro viniese -a vuestras manos,<a id="FNanchor_402" href="#Footnote_402" -class="fnanchor">[402]</a> ya yo le tenía en tanto como entonces debía; -porque si ahora, después que os parece bien, empezara a conocerle, -creyera que me llevaba el juicio de vuestra opinión. Pero ya no hay que -sospechar en esto, sino tener por cierto que es libro que merece andar -en vuestras manos<span class="pagenum" id="Page_263">p. 263</span> -para que luego se le parezca dónde anduvo y pueda después andar por el -mundo sin peligro; porque una de las cosas de que mayor necesidad hay -doquiera que hay hombres y damas principales, es de hacer, no solamente -todas las cosas que en aquella su manera de vivir acrecienta el punto y -el valor de las personas, mas aun de guardarse de todas las que pueden -abajarle: lo uno y lo otro se trata en este libro tan sabia y tan -cortesanamente que no me parece que hay que desear en él, sino vello -cumplido todo en algún hombre, y también iba a decir en alguna dama, -si no me acordara que estábades en el mundo para pedirme cuenta de las -palabras ociosas.</p> - -<p>Demás de todo esto puédese considerar en este libro que, como las -cosas muy acertadas, siempre se estienden a más de lo que prometen: -de tal manera escribió el Conde Castellón<a id="FNanchor_403" -href="#Footnote_403" class="fnanchor">[403]</a> lo que debía hacer -un<span class="pagenum" id="Page_264">p. 264</span> singular -cortesano, que casi no dejó estado a quien no avisase de su oficio. En -esto se puede ver lo que perdiéramos a no entenderle.</p> - -<p>Y también tengo por muy principal el beneficio que se hace a la -lengua castellana en poner en ella cosas que merezcan ser leídas, -porque yo no sé qué desventura ha sido siempre la nuestra, que -apenas ha nadie escrito en nuestra lengua sino lo que se pudiera muy -bien escusar; aunque esto sería malo de probar con los que traen -entre las manos estos libros que matan hombres.<a id="FNanchor_404" -href="#Footnote_404" class="fnanchor">[404]</a></p> - -<p>Y supo V. m. muy bien escoger persona por cuyo medio hiciésedes este -bien a todos; que siendo, a mi parecer, tan dificultosa cosa traducir -bien un libro como hacerle de nuevo, diose Boscán en esto tan buena -maña, que cada vez que me pongo a leer este su libro, o por mejor -decir, vuestro, no me parece que le hay escrito en otra lengua; y si -alguna vez se me acuerda del que he visto y leído, luego el pensamiento -se me vuelve al que tengo entre las manos. Guardó una cosa en la -lengua castellana que muy pocos la han alcanzado, que fue huir de la -afectación,<span class="pagenum" id="Page_265">p. 265</span> sin dar -consigo en una sequedad; y con gran limpieza de estilo usó de términos -muy cortesanos y muy admitidos de los buenos oídos, y no nuevos ni al -parecer desusados de la gente. Fue, más desto, muy fiel traductor, -porque no se ató al rigor de la letra, como hacen algunos, sino a -la verdad de las sentencias, y por diferentes caminos puso en esta -lengua toda la fuerza y el ornamento de la otra.<a id="FNanchor_405" -href="#Footnote_405" class="fnanchor">[405]</a> Así lo dejó todo -tan en su punto como lo halló, y hallolo tal que con poco trabajo -podrían los defensores deste libro responder a los que quisiesen -tachar alguna cosa dél.<a id="FNanchor_406" href="#Footnote_406" -class="fnanchor">[406]</a> No hablo en los hombres de tan tiernos y tan -delicados oídos, que entre mil cosas buenas que tendrá este libro, les -ofenderá una o dos que no serán tan buenas como las otras; que destos -tales no puedo creer sino que aquellas dos les agradan y las otras -les ofenden, y podríalo probar con muchas cosas que ellos fuera de -esto aprueban. Mas no es de perder tiempo con estos, sino remitirlos a -quien les habla y responde dentro en ellos mismos, y volverme a los que -con alguna aparencia de razón podrían en un lugar desear satisfacción -de algo que les ofendiese; y es, que allí donde se trata de todas -las maneras que puede haber de decir donaires<span class="pagenum" -id="Page_266">p. 266</span> y cosas bien dichas a propósito de hacer -reír, y de hablar delgadamente, hay algunas puestas por ejemplo que -paresce que no llegan al punto de las otras ni merecen ser tenidas por -muy buenas de un hombre que tan avisadamente trató las otras partes; -y de aquí podrían inferir una sospecha de no tan buen juicio ni tanta -fineza del auctor como le damos. Lo que a esto se puede responder -es que la intención del auctor fue poner diversas maneras de hablar -graciosamente y de decir donaires, y porque mejor pudiésemos conocer la -diferencia y el linaje de cada una de aquellas maneras, púsonos ejemplo -de todas, y discurriendo por tantas suertes de hablar, no podía haber -tantas cosas bien dichas en cada una destas, que algunas de las que -daba por ejemplo no fuesen algo más bajas que otras; y por tales creo -yo que las tuvo, sin engañarse punto en ellas, un auctor tan discreto -y tan avisado como este. Así que ya en esto se ve que él está fuera de -culpa; yo solo habré de quedar con una, que es haberme alargado más de -lo que era menester; mas enójanme las sinrazones, y hácenme que las -haga con una carta tan larga a quien no me tiene culpa.</p> - -<p>Confieso a V. md. que hube tanta invidia de veros merecer sola las -gracias que se deben por este libro, que me quise meter allá entre los -renglones o como pudiese; y porque hube miedo que alguno se quisiese -meter en traducir este libro,<a id="FNanchor_407" href="#Footnote_407" -class="fnanchor">[407]</a> o por mejor decir, dañarle,<span -class="pagenum" id="Page_267">p. 267</span> trabajé con Boscán que sin -esperar otra cosa le hiciese luego imprimir, por atajar la presteza -que los que escriben mal alguna cosa suelen tener en publicarla; y -aunque esta traducción me diera venganza de cualquier otra que hubiera, -soy tan enemigo de cisma, que aun esta tan sin peligro me enojara; y -por esto, casi por fuerza, le hice que <span id="Ap1-2">a todo -correr</span> le pasase, y él me hizo estar presente a la postrera -lima, más como a hombre acogido a razón que como ayudador de -ninguna enmienda.<a id="FNanchor_408" href="#Footnote_408" -class="fnanchor">[408]</a></p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_268">p. 268</span>Suplico a V. md. -que pues este libro está debajo de vuestro amparo, que no pierda nada -por esta poca de parte que yo dél tomo, pues en pago desto os le doy -escrito de mejor letra donde se lea vuestro nombre y vuestras obras.<a -id="FNanchor_409" href="#Footnote_409" class="fnanchor">[409]</a></p> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch7-2"> - <p><span class="pagenum" id="Page_269">p. 269</span></p> - <h3 class="g1">II</h3> -</div> - -<p class="subh3">CARTA DE GARCILASO AL EMPERADOR CARLOS V<a -id="FNanchor_410" href="#Footnote_410" class="fnanchor">[410]</a></p> - -<p class="centra">†</p> - -<p class="centra mt1">S. C. C. M.<sup>t<a id="FNanchor_411" -href="#Footnote_411" class="fnanchor">[411]</a></sup></p> - -<p class="mt1">La orden q̄ el Principe<a id="FNanchor_412" -href="#Footnote_412" class="fnanchor">[412]</a> a dado enel caminar -de la gente es q̄ se deſenbarquen enbaya o en saona y de alli tomen -el camino la via de alexandria y paren en medio desta ciudad y de -alexandria lo qual se pone luego en obra y yo me parto delante para -tener prouisto lo neceſsario en saona.</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_270">p. 270</span>El capitan -sabajosa va alo q̄ el principe y el embaxador<a id="FNanchor_413" -href="#Footnote_413" class="fnanchor">[413]</a> escriuen; lagente -q̄ viene segū todos afirman es muy buena. Nro. Sor. la S. perſona -de V. M.<sup>t<a id="FNanchor_414" href="#Footnote_414" -class="fnanchor">[414]</a></sup> guarde con acrecētamjēto de nueuos -Reynos y srios.<a id="FNanchor_415" href="#Footnote_415" -class="fnanchor">[415]</a> De genoua <span class="asc">XX</span> de -mayo 1536.</p> - -<p class="centra mt1">S. C. C. M.<sup>t</sup></p> - -<p class="mt1">Criado de V. S. M.<sup>t</sup></p> - -<p class="firma">Garcilaſso.<a id="FNanchor_416" href="#Footnote_416" -class="fnanchor">[416]</a><br/></p> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch7-3"> - <p><span class="pagenum" id="Page_271">p. 271</span></p> - <h3 class="g1">III</h3> -</div> - -<p class="subh3">GARSIAE LASSI DE LA VEGA AD FERDINANDUM DE ACUÑA<a -id="FNanchor_417" href="#Footnote_417" class="fnanchor">[417]</a></p> - -<p class="centra smaller mt1">EPIGRAMMA</p> - -<div class="poetry-container mt1"> -<div class="poetry"> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">Dum Reges, Fernande, canis, dum Caesaris altam</p> - <p class="i2">Progeniem nostri, claraque facta Ducum,</p> - <p class="i0">Dum Hispana memoras fractas sub cuspide gentes,</p> - <p class="i2">Obstupuere homines, obstupuere Dei:</p> - <p class="i0">Extollensque caput sacri de vertice Pindi</p> - <p class="i2">Calliope blandis vocibus haec retulit;</p> - <p class="i0">Macte puer gemina praecinctus tempora lauro,</p> - <p class="i2">Qui nova nunc Martis gloria solus eras;</p> - <p class="i0">Hac tibi dat Bacchusque pater, dat Phoebus-Apollo</p> - <p class="i2">Nympharumque leves Castalidumque chori,</p> - <p class="i0">Ut quos divino celebrasti carmine Reges,</p> - <p class="i2">Teque simul, curva qui canis arma lyra,</p> - <p class="i0">Saepe legant, laudent, celebrent post fata Nepotes:</p> - <p class="i2">Nullaque perpetuos nox fuget atra dies.</p> - </div> -</div> -</div> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch7-4"> - <p><span class="pagenum" id="Page_272">p. 272</span></p> - <h3 class="g1">IV</h3> -</div> - -<p class="subh3">OCTAVA RIMA</p> - -<p>«Cristóbal de Castillejo, poeta de agudo ingenio en su tiempo, da el -nombre de <i>poeta</i> solamente al nuestro —a Garcilaso— fol. 27 de -sus obras, y da por suya, fol. 275, esta octava rima:</p> - -<div class="poetry-container mt1"> -<div class="poetry"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">Y ya que mis tormentos son forzados,</p> - <p class="i0">Aunque vienen sin fuerza consentidos</p> - <p class="i0">¿Pues qué mayor alivio [a] mis cuidados</p> - <p class="i0">que ser por vuestra causa padecidos?</p> - <p class="i0">Si como son por vos bien empleados,</p> - <p class="i0">De vos fuesen, señora, conocidos,</p> - <p class="i0">La más crecida angustia de mi pena</p> - <p class="i0">Sería de descanso y gloria llena.»</p> - </div> -</div> -</div> - -<p class="mt1">(Don Tomás Tamayo de Vargas, <i>Garcilaso de la -Vega</i>, Madrid, 1622, fol. 86 de las anotaciones.)</p> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ch7-5"> - <p><span class="pagenum" id="Page_273">p. 273</span></p> - <h3>V</h3> -</div> - -<p class="subh3">ANÉCDOTA</p> - -<p>«Garcilaso, como era un caballero muy cortesano, y el doctor -Villalobos un muy del palacio y gracioso médico, así muy ordinariamente -—es decir, frecuentemente— ambos se burlaban; y habiendo estado muy -malo Garcilaso, curole el dotor y sanole muy cuidadosamente; y viendo -que un día y otro se tardaba la paga, enviole un paje el dotor, que -pues le había hecho tanto mal como volverle al mundo, que le pagase. Él -—Garcilaso— abriendo un arca vacía, sacó della también una bolsa vacía, -y enviósela con esta copla dentro:</p> - -<div class="poetry-container mt1"> -<div class="poetry"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">La bolsa dice: —Yo vengo</p> - <p class="i0">Como el arca de moré,</p> - <p class="i0">Que es el arca de <i>Noé</i></p> - <p class="i0">Que quiere decir: <i>no tengo</i>.»</p> - </div> -</div> -</div> - -<p class="mt1">(<i>Miscelánea</i> de don Luis Zapata, tomo XI del -<i>Memorial histórico español</i>, pág. 297.) De este mismo juego de -vocablos: <i>Noé</i> = <i>no he</i> = <i>no tengo</i>, usó también -Barahona de Soto en su paradoja <i>A la pobreza</i> y Luis Rufo en -<i>Las quinientas apotegmas</i>. (V. F. Rodríguez Marín, <i>Luis -Barahona de Soto</i>, Madrid, 1903, págs 739-740.)</p> - -<p><span class="pagenum" id="Page_274">p. 274</span></p> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="Ipv"> - <p><span class="pagenum" id="Page_275">p. 275</span></p> - <h2 class="nobreak g1" title="Índice alfabético de primeros versos">ÍNDICE ALFABÉTICO</h2> - <p class="subh2 g1">DE PRIMEROS VERSOS</p> -</div> - -<table class="alfa"> - <tr> - <td> </td> - <td class="tdr smaller bb">Págs.</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh pt05">Acaso supo a mi ver, <a href="#Ch6-3"><i>Versos cortos III</i></a>.</td> - <td class="tdrb pt05"><a href="#Page_257">257</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">A Dafne ya los brazos le crecían, <a href="#Ch5-13"><i>Soneto XIII</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_220">220</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">A la entrada de un valle, en un desierto, <a href="#Ch5-36"><i>Soneto XXXVI</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_252">252</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Amor, amor, un hábito vestí, <a href="#Ch5-27"><i>Soneto XXVII</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_237">237</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Aquella voluntad honesta y pura, <a href="#Ch1-3"><i>Égloga III</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_123">123</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Aquí, Boscán, donde del buen troyano, <a href="#Ch2-2"><i>Elegía II</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_159">159</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Aunque este grave caso haya tocado, <a href="#Ch2-1"><i>Elegía I</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_145">145</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Boscán, las armas y el furor de Marte, <a href="#Ch5-35"><i>Soneto XXXV</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_250">250</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Boscán, vengado estáis, con mengua mía, <a href="#Ch5-28"><i>Soneto XXVIII</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_239">239</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Clarísimo Marqués, en quien derrama, <a href="#Ch5-21"><i>Soneto XXI</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_228">228</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Como la tierna madre que al doliente, <a href="#Ch5-14"><i>Soneto XIV</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_221">221</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Con ansia estrema de mirar qué tiene, <a href="#Ch5-22"><i>Soneto XXII</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_229">229</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Con tal fuerza y vigor son concertados, <a href="#Ch5-20"><i>Soneto XX</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_227">227</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Con un manso ruido, <a href="#Ch4-3"><i>Canción III</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_183">183</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Cuando me paro a contemplar mi estado, <a href="#Ch5-1"><i>Soneto I</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_205">205</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Culpa debe ser quereros, <a href="#Ch6-1"><i>Versos cortos I</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_255">255</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">De aquella vista pura y ecelente, <a href="#Ch5-8"><i>Soneto VIII</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_215">215</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">De la red y del hilado, <a href="#Ch6-5"><i>Versos cortos V</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_258">258</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh"><span class="pagenum" id="Page_276">p. 276</span>Dentro en mi alma fue de mí engendrado, <a href="#Ch5-31"><i>Soneto XXXI</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_243">243</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Echado está por tierra el fundamento, <a href="#Ch5-26"><i>Soneto XXVI</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_235">235</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">El aspereza de mis males quiero, <a href="#Ch4-4"><i>Canción IV</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_187">187</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">El dulce lamentar de dos pastores, <a href="#Ch1-1"><i>Égloga I</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_1">1</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">En fin, a vuestras manos he venido, <a href="#Ch5-2"><i>Soneto II</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_207">207</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">En medio del invierno está templada, <a href="#Ch1-2"><i>Égloga II</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_27">27</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">En tanto que de rosa y azucena, <a href="#Ch5-23"><i>Soneto XXIII</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_231">231</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Escrito está en mi alma vuestro gesto, <a href="#Ch5-5"><i>Soneto V</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_211">211</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Estoy contino en lágrimas bañado, <a href="#Ch5-32"><i>Soneto XXXII</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_245">245</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Gracias al cielo doy que ya del cuello, <a href="#Ch5-34"><i>Soneto XXXIV</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_248">248</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Hermosas ninfas, que en el río metidas, <a href="#Ch5-11"><i>Soneto XI</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_218">218</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Ilustre honor del nombre de Cardona, <a href="#Ch5-24"><i>Soneto XXIV</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_232">232</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Julio, después que me partí llorando, <a href="#Ch5-19"><i>Soneto XIX</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_226">226</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">La gente se espanta toda, <a href="#Ch6-7"><i>Versos cortos VII</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_259">259</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">La mar en medio y tierras he dejado, <a href="#Ch5-3"><i>Soneto III</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_208">208</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">La soledad siguiendo, <a href="#Ch4-2"><i>Canción II</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_179">179</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Mario, el ingrato amor, como testigo, <a href="#Ch5-33"><i>Soneto XXXIII</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_246">246</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Mi lengua va por do el dolor la guía, <a href="#Ch5-37"><i>Soneto XXXVII</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_253">253</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Nadie puede ser dichoso, <a href="#Ch6-8"><i>Versos cortos VIII</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_260">260</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">No las francesas armas odiosas, <a href="#Ch5-16"><i>Soneto XVI</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_223">223</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">No pierda más quien ha tanto perdido, <a href="#Ch5-7"><i>Soneto VII</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_214">214</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">¡Oh hado esecutivo en mis dolores, <a href="#Ch5-25"><i>Soneto XXV</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_234">234</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">¡Oh dulces prendas, por mi mal halladas, <a href="#Ch5-10"><i>Soneto X</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_217">217</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Pasando el mar Leandro el animoso, <a href="#Ch5-29"><i>Soneto XXIX</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_240">240</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Pensando que el camino iba derecho, <a href="#Ch5-17"><i>Soneto XVII</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_224">224</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh"><span class="pagenum" id="Page_277">p. 277</span>Por ásperos caminos he llegado, <a href="#Ch5-6"><i>Soneto VI</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_212">212</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Pues este nombre perdí, <a href="#Ch6-4"><i>Versos cortos IV</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_257">257</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">¿Qué testimonios son estos, <a href="#Ch6-6"><i>Versos cortos VI</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_258">258</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Señora mía, si de vos yo ausente, <a href="#Ch5-9"><i>Soneto IX</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_216">216</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Señor Boscán, quien tanto gusto tiene, <a href="#Ch3-1"><i>Epístola</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_169">169</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Si a la región desierta, inhabitable, <a href="#Ch4-1"><i>Canción I</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_175">175</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Si a vuestra voluntad yo soy de cera, <a href="#Ch5-18"><i>Soneto XVIII</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_225">225</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Si de mi baja lira, <a href="#Ch4-5"><i>Canción V</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_197">197</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Siento el dolor menguarme poco a poco, <a href="#Ch5-38"><i>Soneto XXXVIII</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_254">254</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Si para refrenar este deseo, <a href="#Ch5-12"><i>Soneto XII</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_219">219</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Si quejas y lamentos pueden tanto, <a href="#Ch5-15"><i>Soneto XV</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_222">222</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Sospechas, que en mi triste fantasía, <a href="#Ch5-30"><i>Soneto XXX</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_242">242</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Un rato se levanta mi esperanza, <a href="#Ch5-4"><i>Soneto IV</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_210">210</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdlh">Yo dejaré desde aquí, <a href="#Ch6-2"><i>Versos cortos II</i></a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_210">256</a></td> - </tr> -</table> - -<hr class="chap x-ebookmaker-drop"/> - - -<div class="chapter pt3" id="ToC"> - <p><span class="pagenum" id="Page_279">p. 279</span></p> - <h2 class="nobreak g1">ÍNDICE GENERAL</h2> -</div> - -<table class="toc"> - <tr> - <td colspan="2"> </td> - <td class="tdr smaller bb">Págs.</td> - </tr> - <tr> - <td colspan="2" class="tdlh"><a href="#Ch0-1"><i>Introducción.</i></a></td> - <td class="tdrb asc"><a href="#Page_vii">VII</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="2" class="tdlh"><a href="#Ch0-2"><i>Datos bibliográficos.</i></a></td> - <td class="tdrb asc"><a href="#Page_xxi">XXI</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdc pt1">ÉGLOGAS</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru pt05">I.—</td> - <td class="tdlh pt05"><a href="#Ch1-1">El dulce lamentar de dos pastores</a>.</td> - <td class="tdrb pt05"><a href="#Page_1">1</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">II.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch1-2">En medio del invierno está templada</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_27">27</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">III.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch1-3">Aquella voluntad honesta y pura</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_123">123</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdc pt1">ELEGÍAS</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru pt05">I.—</td> - <td class="tdlh pt05"><a href="#Ch2-1">Aunque este grave caso haya tocado</a>.</td> - <td class="tdrb pt05"><a href="#Page_145">145</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">II.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch2-2">Aquí, Boscán, donde del buen troyano</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_159">159</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdc pt1">EPÍSTOLA</td> - </tr> - <tr> - <td colspan="2" class="tdlh pt05"><a href="#Ch3-1">Señor Boscán, quien tanto gusto tiene</a>.</td> - <td class="tdrb pt05"><a href="#Page_169">169</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdc pt1">CANCIONES</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru pt05">I.—</td> - <td class="tdlh pt05"><a href="#Ch4-1">Si a la región desierta, inhabitable</a>.</td> - <td class="tdrb pt05"><a href="#Page_175">175</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">II.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch4-2">La soledad siguiendo</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_179">179</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">III.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch4-3">Con un manso ruído</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_183">183</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">IV.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch4-4">El aspereza de mis males quiero</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_187">187</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">V.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch4-5">Si de mi baja lira</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_197">197</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdc pt1"><span class="pagenum" id="Page_280">p. 280</span>SONETOS</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru pt05">I.—</td> - <td class="tdlh pt05"><a href="#Ch5-1">Cuando me paro a contemplar mi estado</a>.</td> - <td class="tdrb pt05"><a href="#Page_205">205</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">II.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-2">En fin, a vuestras manos he venido</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_207">207</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">III.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-3">La mar en medio y tierras he dejado</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_208">208</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">IV.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-4">Un rato se levanta mi esperanza</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_210">210</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">V.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-5">Escrito está en mi alma vuestro gesto</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_211">211</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">VI.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-6">Por ásperos caminos he llegado</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_212">212</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">VII.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-7">No pierda más quien ha tanto perdido</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_214">214</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">VIII.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-8">De aquella vista pura y ecelente</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_215">215</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">IX.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-9">Señora mía, si de vos yo ausente</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_216">216</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">X.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-10">¡Oh dulces prendas, por mi mal halladas!</a></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_217">217</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XI.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-11">Hermosas ninfas, que en el río metidas</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_218">218</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XII.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-12">Si para refrenar este deseo</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_219">219</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XIII.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-13">A Dafne ya los brazos le crecían</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_220">220</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XIV.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-14">Como la tierna madre que al doliente</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_221">221</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XV.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-15">Si quejas y lamentos pueden tanto</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_222">222</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XVI.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-16">No las francesas armas odiosas</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_223">223</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XVII.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-17">Pensando que el camino iba derecho</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_224">224</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XVIII.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-18">Si a vuestra voluntad yo soy de cera</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_225">225</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XIX.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-19">Julio, después que me partí llorando</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_226">226</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XX.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-20">Con tal fuerza y vigor van concertados</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_227">227</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XXI.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-21">Clarísimo Marqués, en quien derrama</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_228">228</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XXII.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-22">Con ansia estrema de mirar qué tiene</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_229">229</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XXIII.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-23">En tanto que de rosa y azucena</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_231">231</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XXIV.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-24">Ilustre honor del nombre de Cardona</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_232">232</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XXV.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-25">¡Oh hado esecutivo en mis dolores!</a></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_234">234</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XXVI.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-26">Echado está por tierra el fundamento</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_235">235</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XXVII.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-27">Amor, amor, un hábito vestí</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_237">237</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XXVIII.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-28">Boscán, vengado estáis con mengua mía</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_239">239</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XXIX.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-29">Pasando el mar Leandro el animoso</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_240">240</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XXX.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-30">Sospechas que en mi triste fantasía</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_242">242</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XXXI.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-31">Dentro en mi alma fue de mí engendrado</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_243">243</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru"><span class="pagenum" id="Page_281">p. 281</span>XXXII.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-32">Estoy contino en lágrimas bañado</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_245">245</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XXXIII.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-33">Mario, el ingrato amor, como testigo</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_246">246</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XXXIV.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-34">Gracias al cielo doy que ya del cuello</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_248">248</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XXXV.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-35">Boscán, las armas y el furor de Marte</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_250">250</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XXXVI.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-36">A la entrada de un valle, en un desierto</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_252">252</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XXXVII.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-37">Mi lengua va por do el dolor la guía</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_253">253</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">XXXVIII.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch5-38">Siento el dolor menguarme poco a poco</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_254">254</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdc pt1">CANCIONES EN VERSOS CORTOS</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru pt05">I.—</td> - <td class="tdlh pt05"><a href="#Ch6-1">Culpa debe ser quereros</a>.</td> - <td class="tdrb pt05"><a href="#Page_255">255</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">II.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch6-2">Yo dejaré desde aquí</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_256">256</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">III.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch6-3">Acaso supo a mi ver</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_257">257</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">IV.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch6-4">Pues este nombre perdí</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_257">257</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">V.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch6-5">De la red y del hilado</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_258">258</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">VI.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch6-6">¿Qué testimonios son estos?</a></td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_258">258</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">VII.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch6-7">La gente se espanta toda</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_259">259</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">VIII.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch6-8">Nadie puede ser dichoso</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_260">260</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="3" class="tdc pt1">APÉNDICES</td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru pt05">I.—</td> - <td class="tdlh pt05"><a href="#Ch7-1">A la muy magnífica señora doña - Jerónima Palova de Almogávar, Garcilaso de la Vega</a>.</td> - <td class="tdrb pt05"><a href="#Page_261">261</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">II.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch7-2">Carta de Garcilaso al Emperador Carlos V</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_269">269</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">III.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch7-3">Garsiae Lassi de la Vega ad - Ferdinandum de Acuña, Epigramma</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_271">271</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">IV.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch7-4">Octava rima</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_272">272</a></td> - </tr> - <tr> - <td class="tdru">V.—</td> - <td class="tdlh"><a href="#Ch7-5">Anécdota</a>.</td> - <td class="tdrb"><a href="#Page_273">273</a></td> - </tr> - <tr> - <td colspan="2" class="tdlh pt1"><a href="#Ipv">Índice alfabético de primeros versos</a>.</td> - <td class="tdrb pt1"><a href="#Page_275">275</a></td> - </tr> -</table> - - -<div class="tit pt6"> - <hr class="chap"/> - <p><span class="pagenum" id="Page_283">p. 283</span></p> - <p class="smaller lh150 asc ws1">ESTE LIBRO SE ACABÓ DE IMPRIMIR<br/> - EN LA TIPOGRAFÍA DE «CLÁSICOS CASTELLANOS»<br/> - EL DÍA III DE FEBRERO<br/> - DEL AÑO MCMXI</p> - <hr class="chap"/> -</div> - - -<div class="chapter pt3" id="Notas"> - <h2 class="nobreak g2">NOTAS</h2> -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_1" href="#FNanchor_1" class="label">[1]</a> Heredaba -D. García, por su padre D. Pedro, el apellido Suárez de Figueroa; pero, -hijo segundón, educado acaso con su abuela D.ª Elvira, hermana de D. -Íñigo, el famoso Marqués de Santillana, tomó el apellido de esta, la -cual a su vez quiso conservar el de su madre D.ª Leonor Laso de la Vega -en vez del de su padre D. Diego Hurtado de Mendoza. El solar de la -Vega se halla en las Asturias de Santillana, en la ribera del Besaya, -a una legua de Santillana y otra del mar. (V. Navarrete, <i>Vida de -Garcilaso</i>, Ilust. I.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_2" href="#FNanchor_2" class="label">[2]</a> «Don -Pedro era un caballero de sanas entrañas y sin malicia, y junto con -esta bondad, amigo de justicia y del bien del reino, y por esto se -metió tanto en estos bullicios.» (Sandoval, <i>Hist. de Carlos V</i>, -lib. V.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_3" href="#FNanchor_3" class="label">[3]</a> Así -dicen Herrera, Tamayo y Cienfuegos; pero Navarrete supone que debió -criarse en la Casa Real, según la antigua costumbre que hacía educar -junto a los príncipes a los hijos de los nobles.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_4" href="#FNanchor_4" class="label">[4]</a> Tamayo -de Vargas, fol. 4.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_5" href="#FNanchor_5" class="label">[5]</a> V. -Égloga I, <a href="#Footnote_28">notas a los versos 2</a> y <a -href="#Footnote_60">258</a>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_6" href="#FNanchor_6" class="label">[6]</a> V. -<a href="#Footnote_375">Soneto XXVI, nota</a>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_7" href="#FNanchor_7" class="label">[7]</a> Los -del linaje de la Cueva se oponían a aquel desposorio en su interés de -que D.ª Isabel, única sucesora de Alburquerque, casara de modo que no -se perdiera el nombre de la casa; tuvieron de su parte al Emperador, -el cual despachó una cédula desde Bruselas a 4 de setiembre de 1531, -prohibiendo que aquel matrimonio siguiera adelante; no obstante parece -ser que los novios fueron desposados, en secreto, en una iglesia de -Ávila, siendo testigo Garcilaso; noticioso de lo cual el Emperador le -impuso dicho destierro, como castigo, en ocasión en que fue a servirle -contra los turcos que asediaban a Viena. (V. Navarrete, <i>Vida</i>, 35 -y siguientes.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_8" href="#FNanchor_8" class="label">[8]</a> Véase -la carta de creencia otorgada a Garcilaso por D. Juan Ribera, Capitán -General de Toledo, en 12 de mayo de 1522. (Navarrete, <i>Vida</i>, pág. -203.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_9" href="#FNanchor_9" class="label">[9]</a> V. -Menéndez y Pelayo, <i>Antología</i>, XIII, pág. 38.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_10" href="#FNanchor_10" class="label">[10]</a> -Cuenta D. Luis Zapata en su <i>Carlo Famoso</i> que yendo Garcilaso a -Roma a reunirse con el Emperador, después de cierta aventura galante, -saliole al paso una dama que le anunció el peligro que le amenazaba -por los facinerosos, hacia cuyas guaridas inconscientemente caminaba; -agradeciendo el aviso, resolvió el caballero seguir adelante, y al -internarse en un bosque, oyó resonar de silvos, cuernos y bocinas, con -que se convocaban los salteadores; más de trescientos, bien armados, -le rodearon; lanza en ristre, y firme en su caballo, les acometió; y -matando a unos, hiriendo a otros y haciendo huir a los restantes, logró -llegar, salvo y con honra, a su destino. Es evidente que en el fondo -de este fantástico relato hay, por lo menos, de cierto la opinión de -valiente en que el poeta vivió.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_11" href="#FNanchor_11" class="label">[11]</a> -Navarrete, <i>Vida</i>, pág. 85.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_12" href="#FNanchor_12" class="label">[12]</a> Dejó -Garcilaso tres hijos: Garcilaso, D. Pedro y D.ª Sancha, y otro, además, -D. Lorenzo, que se sospecha fuese natural; murió el primero a los -veinticinco años en la defensa de Ulpiano contra los franceses; profesó -el segundo en la Orden de Santo Domingo; casó D.ª Sancha con D. Antonio -Puertocarrero, y D. Lorenzo, espíritu cáustico, desterrado a Orán, como -autor de una aguda sátira, dícese que murió en el camino.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_13" href="#FNanchor_13" class="label">[13]</a> Un -epigrama latino se hallará en el <a href="#Ch7-3">Apéndice</a> de este -volumen.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_14" href="#FNanchor_14" class="label">[14]</a> -Los sonetos, por hallazgos posteriores, montan hoy a 38, algunos de -dudosa autenticidad, según se advertirá en su lugar; figuran, además, -en la presente edición, varias composiciones que el autor escribió en -versos cortos, la carta-prólogo escrita para la traducción de <i>El -Cortesano</i> de Boscán, y otra breve carta del poeta al Emperador.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_15" href="#FNanchor_15" class="label">[15]</a> -<i>Las obras de Boscán y algunas de Garcilasso de la Vega, repartidas -en cuatro libros.</i> — Escudo del Emperador con el <i>Plus Ultra</i>. -— <i>Cvm Privilegio Imperiali. Carles Amorós.</i> — Colofón: -«Acabaronse de imprimir las obras de Boscán y Garcilasso de la Vega: en -Barcelona, en la Officina de Carles Amoros, a los XX del mes de Março: -Año de M.D.XLIII.» 4.º, 8 hojas preliminares, más 242 de texto.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_16" href="#FNanchor_16" class="label">[16]</a> -El mismo Boscán en su carta a la Duquesa de Soma, prólogo del -segundo libro de sus poesías, declara la parte que tomó Garcilaso -en la reforma: «Comencé a tentar este género de verso, en el cual -al principio hallé alguna dificultad, por ser muy dificultoso y -tener muchas particularidades diferentes del nuestro; pero después -pareciéndome, quizá con el amor de las cosas propias, que esto -comenzaba a sucederme bien, fui paso a paso metiéndome con calor en -ello; mas esto no bastara a hacerme pasar muy adelante, si Garcilaso -con su juicio, el cual, no solamente en mi opinión, mas en la de -todo el mundo, ha sido tenido por regla cierta, no me confirmara en -esta mi demanda, y así alabándome muchas veces este mi propósito y -acabándomele de aprobar con su ejemplo, porque quiso él también llevar -este camino, al cabo me hizo ocupar mis ratos ociosos en esto más -particularmente.»</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_17" href="#FNanchor_17" class="label">[17]</a> F. -Rodríguez Marín, <i>Luis Barahona de Soto</i>, página 282.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_18" href="#FNanchor_18" class="label">[18]</a> -<a href="#Eg3-37">Versos 37 y 40</a> de su égloga III.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_19" href="#FNanchor_19" class="label">[19]</a> -Prólogo de Francisco de Medina a las <i>Anotaciones</i> de Herrera, -pág. 8.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_20" href="#FNanchor_20" class="label">[20]</a> -<a href="#El2-24">Elegía II, verso 24</a>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_21" href="#FNanchor_21" class="label">[21]</a> -<a href="#El2-145">Elegía II, verso 145</a> y siguientes.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_22" href="#FNanchor_22" class="label">[22]</a> Hizo -lugar honroso en sus escritos al nombre de D. Fernando de Toledo, -gran Duque de Alba, <a href="#Ch1-2">Eg. II</a>; D. Pedro de Toledo, -Virrey de Nápoles, <a href="#Ch1-1">Eg. I</a>; fray Severo, ayo del -gran Duque, <a href="#Ch1-2">Eg. II</a>; D.ª María de la Cueva, Condesa -de Osuna, <a href="#Ch1-3">Eg. III</a>; D. Bernardino de Toledo, <a -href="#Ch2-1">Eleg. I</a>; D.ª Catalina Sanseverino, la Flor de Gnido, -<a href="#Ch4-5">Canc. V</a>; Mario Galeota, <a href="#Ch5-33">soneto -XXXIII</a>; D. Fernando de Guzmán, hermano del poeta, <a -href="#Ch5-16">soneto XVI</a>; Julio César, poeta napolitano, <a -href="#Ch5-19">soneto XIX</a>; D. Alonso de Ávalos, Marqués del Vasto, -<a href="#Ch5-21">soneto XXI</a>; D.ª María de Cardona, Marquesa de la -Padula, <a href="#Ch5-24">soneto XXIV</a>, y particularmente a su amigo -Boscán, <a href="#Ch1-2">Eg. II</a>, <a href="#Ch2-2">Eleg. II</a>, <a -href="#Ch3-1">epíst.</a>, <a href="#Ch5-28">sonetos XXVIII</a> y <a -href="#Ch5-35">XXXV</a>, y <a href="#Ch6-7">versos cortos VII</a>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_23" href="#FNanchor_23" class="label">[23]</a> -Véanse las <a href="#Footnote_28">notas a los versos 2</a> -y <a href="#Footnote_60">258</a> de la Eg. I, y al <a -href="#Footnote_83">20</a> de la Eg. II.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_24" href="#FNanchor_24" class="label">[24]</a> V. M. -Menéndez y Pelayo, <i>Juan Boscán</i>, páginas 132-138.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_25" href="#FNanchor_25" class="label">[25]</a> -Égloga I:</p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">El dulce lamentar de dos pastores</p> - <p class="i0">Cristo y el pecador triste y lloroso</p> - <p class="i0">He de cantar sus quejas imitando, etc.</p> - </div> -</div> -</div> - - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_26" href="#FNanchor_26" class="label">[26]</a> Se -halla noticia de tal sistema ortográfico y de sus pormenores en el -libro del Conde de la Viñaza, <i>Biblioteca histórica de la Filología -Castellana</i>, Madrid, 1893, número 544.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_27" href="#FNanchor_27" class="label">[27]</a> -Dedicó Garcilaso esta égloga a D. Pedro de Toledo, el <i>gran -justador</i>, primer Marqués de Villafranca y Virrey de Nápoles desde -1532 a 1553; fue hijo segundo de don Fadrique de Toledo y tío carnal -del gran Duque de Alba D. Fernando. Hombre de carácter y talento, -recibió del César el virreinato de Nápoles en momentos de peligro; -al encargarse de él, llevó consigo desde Alemania a Garcilaso, -consiguiendo que el Emperador le sacase de su destierro del Danubio. -Fue su más constante protector. (Navarrete, págs. 44 a 49.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_28" href="#FNanchor_28" class="label">[28]</a> -<i>Salicio</i> laméntase de celos; <i>Nemoroso</i> llora la muerte de -su pastora <i>Elisa</i>. <i>Salicio</i> es Garcilaso, y <i>Elisa</i>, -según todos los comentadores, es D.ª Isabel Freyre, dama portuguesa, -esposa de D. Antonio de Fonseca. Muchos, desde Herrera, han creído -que este D. Antonio es el <i>Nemoroso</i> de la égloga; muchos más, -desde el Brocense, han dicho que <i>Nemoroso</i> no es sino Boscán, -«porque <i>nemus</i> es bosque», y D. Luis Zapata, autor del <i>Carlo -Famoso</i>, asegura, en efecto, que Boscán conoció a <i>Elisa</i> en -la Corte, como dama que era de la Emperatriz D.ª Isabel de Portugal, -y «fue su servidor antes que casase»; pero ambas opiniones en lucha -han dado sus razones contrarias y se han destruido mutuamente. Y dice -D. Manuel de Faria y Sousa: «Lo cierto es que no fue Boscán ni otro -alguno, sino que Garcilaso se representa con ambos nombres, y esto -es ordinario en los escritores de églogas... El introducir nombres -sirve solo al diálogo; pero la persona es una sola. Así en la égloga -de Garcilaso, lo mismo es <i>Salicio</i> que <i>Nemoroso</i>.» El -enamorado de D.ª Isabel Freyre, según el mismo Faria, no fue Boscán, -sino Garcilaso «que de sus amores fue muy derretido estando ella en -Palacio, y a ella son los más de sus versos... como quien la galanteó -antes de casar». Sa de Miranda llama siempre <i>Nemoroso</i> a -Garcilaso. D.ª Carolina Michaëlis de Vasconcellos defiende la opinión -de Faria y Sousa, y el maestro Menéndez y Pelayo dice: «Prefiero la -tradición de Faria a la de Zapata, porque no es verosímil, ni posible -siquiera, que la divina lamentación de <i>Nemoroso</i>, que es lo más -tierno y apasionado que brotó de la pluma de Garcilaso, sea el eco o el -reflejo de una pasión ajena, de la cual, por otra parte, no hay rastro -en los versos de Boscán. Garcilaso ha puesto en aquellas estancias -todo su corazón, y habla allí en nombre propio, no en el de su amigo, -ni mucho menos en nombre del marido de su dama.» Todo esto con más -extensión y con la documentación necesaria puede verse en el tomo XIII -de la <i>Antología</i> de Menéndez y Pelayo, págs. 55 a 60.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_29" href="#FNanchor_29" class="label">[29]</a> -<i>Estado Albano</i>: el Reino de Nápoles, llamado así, acaso, por -la vieja y famosa <i>Alba-Longa</i>, o por <i>Alba</i>, ciudad -también famosa, donde los romanos hospedaban a los reyes bárbaros, -sus cautivos. Se ha creído que <i>Albano</i> es nombre propio -(Bello-Cuervo, <i>Gram.</i>, París, 1907, § 1171), y se ha dicho que -representa al mismo Virrey (Mérimée, <i>Litt. Esp.</i>, París, 1908, -pág. 156); no advirtieron tal cosa los comentadores antiguos; ni D. -Pedro era hombre para juegos pastoriles, ni Albano figura para nada -en las églogas de Garcilaso, y si llama la atención encontrar en las -ediciones antiguas <i>estado-Albano</i>, no siendo entonces obligada la -mayúscula inicial de verso, téngase presente que también se imprimía -<i>tigre Hircana</i>, <i>campo Placentino</i>, <i>campo Sarracino</i>, -<i>arte Cortesana</i>, <i>sangre Turca</i>, etc., sin tratarse de -nombres propios. Son ejemplos del texto de Tamayo, Eg. II.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_30" href="#FNanchor_30" class="label">[30]</a> -<i>Marte</i>, para los griegos era el más odioso de los inmortales; -los romanos le tenían por dios favorable y bienhechor; este rasgo, en -pequeño, retrata a ambos pueblos.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_31" href="#FNanchor_31" class="label">[31]</a> -<i>sobras</i> = <i>superas</i>. <i>Sobrar</i> tiene la misma -etimología que <i>superar</i>, y en este caso tiene también la -misma significación, que es la del latín <i>superare</i>. Repítese -en la Eg. II, <a href="#FNanchor_192">versos 1529</a> y <a -href="#FNanchor_193">1540</a>. El poeta juega aquí del vocablo entre -<i>faltar</i> y <i>sobrar</i>, este último en sus acepciones culta y -corriente.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_32" href="#FNanchor_32" class="label">[32]</a> -<i>dino</i> = <i>digno</i>, como <i>maníficas</i>, <a -href="#FNanchor_106">Eg. II, v. 395</a>. Demuestra que en aquel -tiempo se pronunciaba <i>dino</i>, aun en lenguaje culto, el hecho de -encontrar en buenos poetas rimas como <i>contino</i>, <i>dino</i>, etc. -(F. Rodríguez Marín, <i>Luis Barahona de Soto</i>, pág. 402.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_33" href="#FNanchor_33" class="label">[33]</a> -Perífrasis del laurel con que se coronaban los guerreros triunfantes y -los poetas heroicos, los eróticos se coronaban de mirto, y de hiedra -los poetas menores. (Herrera, pág. 411.) Apolo dijo al laurel-Dafne—: -«Tu follaje adornará mi cabellera y mis armas, y servirás de atavío -a los guerreros del Lacio al resonar los alborozados gritos de la -victoria y al desplegar el Capitolio sus triunfales pompas.» Ovidio, -<i>Metamórfosis</i>, lib. I, fáb. X; véase adelante el soneto <a -href="#Ch5-13">XIII</a>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_34" href="#FNanchor_34" class="label">[34]</a> La -hiedra simboliza afecto y humildad; repítese esta imagen adelante, <a -href="#Eg1-135">versos 135</a> y <a href="#Eg1-243">243</a> de esta -misma égloga: «Fue Ciso —la hiedra— un mancebo que servía a Baco de -danzante... y ejercitándose una vez delante él en aquel oficio, cayó en -el suelo y se mató del golpe; y la tierra por honra de Baco crió... una -planta, que luego que salió por la tierra, comenzó a abrazar la vid de -la mesma suerte que solía en las danzas y bailes abrazar y rodear Ciso -a Baco.» (Herrera, pág. 411.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_35" href="#FNanchor_35" class="label">[35]</a> -<i>el altura</i>. En tiempo de Garcilaso era lícita esta -construcción: <i>el alegría</i>, <a href="#Eleg1-261">Eleg. I, -v. 261</a>; <i>el ausencia</i>, <a href="#Eleg2-72">Eleg. II, -versos 72</a> y <a href="#Eleg2-80">80</a>; <i>el aspereza</i>, <a -href="#FNanchor_313">canc. IV, v. 1</a>; <i>el amarga memoria</i>, <a -href="#Son19-11">soneto XIX, v. 11</a>, etc.; pero luego se admitió -<i>el</i> con femenino, tan solo en el caso en que siguiese <i>a</i> -acentuada, <i>el alma</i>, etc. (R. Menéndez Pidal, <i>Gram. Hist.</i>, -§ 100,2.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_36" href="#FNanchor_36" class="label">[36]</a> -Herrera escribió aquí <i>un’ alta haya</i>; en el verso siguiente, -<i>un’ agua</i>; en el 69, <i>un’ hora</i>, y así en muchos casos -análogos, Eg. I, v. <a href="#FNanchor_55">217, 218</a>, <a -href="#Eg1-257">257</a>, etc.; <a href="#Eleg2-580">Eg. II, 580</a>, <a -href="#Eleg2-718">718</a>, etc.; yo he prescindido del apóstrofo y de -la vocal <i>a</i>, huyendo de la contradicción de otros editores que, -en iguales circunstancias, y sin motivo razonable, han escrito unas -veces <i>un alta, un agua, un hora</i>, etc., y otras, <i>una alta, una -agua, una hora</i>; comp., por ejemplo, en la edición de Castro, Eg. I, -v. 46, 47, 218, y 69, 259; Eg. II, 182, 718, etc.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_37" href="#FNanchor_37" class="label">[37]</a> -Galatea, Elisa, Camila, Gravina, Flérida y Filis son los nombres de las -pastoras de Garcilaso, pero la historia recuerda preferentemente a la -primera unida al nombre del poeta: «Aquella cuyo nombre entronizado — -por vos ha sido más que de Catulo — el nombre de su Lesbia celebrado... -— Más que del claro Castillejo, Ana, — Más que de Garcilaso, -Galatea...» (F. Rodríguez Marín, <i>Barahona</i>, pág. 29.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_38" href="#FNanchor_38" class="label">[38]</a> -<i>mesquina</i>, como <i>entristesco</i>, <a href="#Eg1-254">Eg. I, v. -254</a>; <i>mesclado</i>, <a href="#Eg2-252">Eg. II, v. 252</a>, etc.; -estas formas con <i>sc</i> tienen en castellano más abolengo y más -historia que las modernas con <i>zc</i>. (R. Menéndez Pidal, <i>Gram. -Hist.</i>, § 112,3.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_39" href="#FNanchor_39" class="label">[39]</a> Tal -pensamiento encontró Herrera (pág. 406) en Dante, Ariosto y Jorge de -Resende; este último dijo así: «Senhora, pois me matais — Por vos dar -meu coraçãm. — Peço vos que me digais — De que manera tratais — A os -que vossos nam sãm...» Aun cuando en lengua extraña, entiendo que estos -versos pueden aquí servir para comprender mejor los de Garcilaso.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_40" href="#FNanchor_40" class="label">[40]</a> -«Injustamente, en mi humilde opinión, censuró Hermosilla, como -ociosamente pleonástico, este verso, que tan sentidamente exprime el -dolor de Salicio por la inconstancia de Galatea. Dudo que a nadie -parezcan más expresivos aquellos acumulados pleonasmos de Homero que -el mismo escritor llama bellísimos: “Pero Aquiles pretende <i>sobre -todos</i> — <i>Los otros ser, a todos dominarlos</i>, — <i>Sobre todos -mandar, y como jefe</i>, — <i>Dictar leyes a todos</i>.”» Bello-Cuervo, -<i>Gramática</i>, París, 1907, § 411, nota.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_41" href="#FNanchor_41" class="label">[41]</a> No -ha desaparecido aún la creencia vulgar en los agüeros de las aves. -Dicen de la lechuza, ave nocturna, que cuando grazna sobre la chimenea -de alguna casa es anuncio de una gran desgracia para la familia que -allí viva (La Mancha). Sobre la antigüedad de estas supersticiones y -lo arraigadas que estuvieron en España y en el mediodía de Francia, -véase Amador de los Ríos, <i>Hist. de la Lit.</i>, IV, 520, etc.; -<i>Rev. de España</i>, tomo 17 y 18; Fauriel, <i>Histoire de la poésie -provenç.</i>, III, 305, etc.; Restori, <i>La Gesta del Cid</i>, pág. -208; sobre los agüeros de las aves en nuestra literatura medioeval, -véase R. Menéndez Pidal, <i>La Leyenda de los Infantes de Lara</i>, -pág. 8.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_42" href="#FNanchor_42" class="label">[42]</a> -Garcilaso recuerda en muchas de sus poesías el patrio, celebrado -y rico Tajo, felice y claro río de su tierra natal, <a -href="#Eg3-106">Eg. III, v. 106</a>, <a href="#Eg3-197">197</a>, -<a href="#Eg3-214">214</a>, <a href="#Eg3-246">246</a> y <a -href="#Eg3-300">300</a>; <a href="#Eg2-528">Eg. II, v. 528</a>, <a -href="#Eg2-532">532</a>; <a href="#Son24-12">Son. XXIV, v. 12</a>, -etc.; lo cual llenaba de satisfacción al insigne toledano D. Tomás -Tamayo de Vargas; en cambio, el nombre de la ciudad de Toledo no -aparece nunca en estos versos, aun cuando el poeta habla de ella en -la <a href="#Ch1-3">Eg. III</a>, a no ser como apellido de la casa de -Alba.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_43" href="#FNanchor_43" class="label">[43]</a> Dice -el Brocense: «Alegoría es, como si dijera: De la suerte que el agua se -huía por camino desusado, ansí imaginaba que me habías de dejar por -otro.»</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_44" href="#FNanchor_44" class="label">[44]</a> El -uso de <i>cúyo</i>, interrogativo, ha desaparecido de nuestro idioma. -«No creo que sean aceptables en el día las construcciones: <i>¿Cúyo -buque ha naufragado?</i> <i>¿Cúya casa habitas?</i> <i>¿A cúya -protección te acoges?</i>, sin embargo de recomendarlas su precisión -y sencillez y la autoridad de nuestros clásicos.» (Bello-Cuervo, -<i>Gramática</i>, París, 1907, § 336.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_45" href="#FNanchor_45" class="label">[45]</a> «La -parra se casa con el olmo y es su amiga, porque crece en él, que, según -Virgilio, se maridaban las parras a los olmos, y hoy se usa junto a -Barcelona. La que estaba sola se decía viuda, y así la llama Catulo; y -al olmo nombra el mesmo, marido de la vid...» (Herrera, 423.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_46" href="#FNanchor_46" class="label">[46]</a> Hay -que leer: <i>Y-de-ha-cer</i>...para que el verso resulte cabal. La -<i>f</i> del latín se conservó en el castellano escrito hasta fines -del siglo <span class="asc">XV</span>: <i>fablar</i>, <i>fazer</i>, -<i>folgar</i>, <i>foja</i>, <i>fijo</i>, etc., y después fue -sustituida por la <i>h</i>, que era verdadera aspirada en los siglos -<span class="asc">XV</span> y <span class="asc">XVI</span>. No he -encontrado ningún caso en que Garcilaso prescindiese de la aspiración -de la <i>h</i>: véase más abajo, versos <a href="#Eg1-162">162</a>, -<a href="#Eg1-209">209</a>; Eg. II, v. <a href="#Eg2-462">462</a>, -<a href="#Eg2-472">472</a>, <a href="#Eg2-490">490</a>, <a -href="#Eg2-509">509</a>, <a href="#Eg2-535">535</a>, <a -href="#Eg2-545">545</a>, etc; cuando a la <i>h</i> precede una -consonante, el verso no sirve para dar idea de la aspiración: -Eg. II, <a href="#Eg2-500">500</a>, <a href="#Eg2-510">510</a>, -<a href="#Eg2-516">516</a>, <a href="#Eg2-536">536</a>, <a -href="#Eg2-623">623</a>, <a href="#Eg2-630">630</a>, etc.; a fines -del siglo <span class="asc">XVI</span> los escritores empiezan a -vacilar, y unas veces aspiran la <i>h</i> y otras no. (R. Menéndez -Pidal, <i>Gramática Hist.</i>, § 38,2; F. Rodríguez Marín, <i>Luis -Barahona de Soto</i>, págs. 399-402.) Extraño es que Boscán elidiese -ya la <i>h</i> en muchos casos al uso moderno. (M. Menéndez y Pelayo, -<i>Antología</i>, XIII, pág. 215.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_47" href="#FNanchor_47" class="label">[47]</a> -Herrera puntúa aquí de esta manera: ...<i>abundo en mi majada; — La -manteca y el queso está sobrado</i>. El sentido es el mismo, pero la -frase parece mejor con la variante seguida en el texto.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_48" href="#FNanchor_48" class="label">[48]</a> -<i>Títiro</i>: divinidad campestre de la alegre corte de Baco. Los -poetas bucólicos usaban este nombre como sinónimo de <i>pastor</i>. -<i>El mantuano títiro</i>, llamado más comúnmente <i>el cisne de -Mantua</i>, es el poeta latino Virgilio.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_49" href="#FNanchor_49" class="label">[49]</a> «Esto -de mirarse en el mar —dice el Brocense—, primero lo dijo Teócrito, y -de allí lo tomó Virgilio, y luego los demás. Y con todo eso dicen que -es yerro decirlo, porque en el mar ni en aguas corrientes no se puede -ver la figura.» Salicio no mentía; Herrera lo defiende con ejemplos -clásicos; pero mejor testimonio es el de la experiencia: puede verse la -figura en cualquier remanso de agua corriente.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_50" href="#FNanchor_50" class="label">[50]</a> -<i>cierto</i>, con valor adverbial, por <i>ciertamente</i>, como -<i>dulce</i> por <i>dulcemente</i>, <a href="#Eg2-1100">Eg. II, v. -1100</a>; <i>inmenso</i> por <i>inmensamente</i>: «Las grandes virtudes -<i>inmenso</i> le aplacen.» (Juan de Mena, <i>Las Trescientas</i>, -copla CCXIII.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_51" href="#FNanchor_51" class="label">[51]</a> Esta -ingenua declaración de Salicio no estaba mal vista en los pastores de -églogas; pruébanlo los ejemplos de Herrera, pág. 246; no obstante, -el ingenioso Lope, que en multitud de ocasiones recordó a Garcilaso, -parodió este pasaje en su <i>Gatomaquia</i>: «Pues no soy yo tan feo, -— Que ayer me vi, mas no como veo, — En un caldero de agua, que de un -pozo — Sacó para regar mi casa un mozo, — Y dije: “¿Esto desprecia -Zapaquilda? — Oh celos, oh impiedad, oh amor, reñilda.”»</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_52" href="#FNanchor_52" class="label">[52]</a> -<i>Estremo</i> es la Extremadura, así dicha, según Mariana, por haber -sido mucho tiempo frontera, y lo extremo y postrero que por aquella -parte poseían los cristianos.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_53" href="#FNanchor_53" class="label">[53]</a> «Las -tristes lágrimas mías — En piedras hacen señal — Y en vos nunca por mi -mal.» Canción antigua de la cual no cita Herrera, pág. 428, más que -estos versos.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_54" href="#FNanchor_54" class="label">[54]</a> <i>No -volviendo siguiera los ojos a los desgraciados a quienes tú hiciste -derramar lágrimas.</i> Esto se lee de una manera muy diferente en los -textos de Tamayo, Azara y Castro.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_55" href="#FNanchor_55" class="label">[55]</a> <i>un -espesura.</i> La elisión de la a ha sido lícita ante vocal, aun fuera -de los casos indicados en la nota al verso 46; escritores en prosa, -poco anteriores a Garcilaso, usaban también, con los poetas, de esta -licencia; Micer Gonzalo de Santa María en <i>Evangelios e Epistolas</i> -(1485), reedición de Upsala, 1908, escribía <i>un statua</i>, 78-3; -<i>un estrella</i>, 281-12.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_56" href="#FNanchor_56" class="label">[56]</a> He -enmendado el verso de Herrera que, sin duda, por error de imprenta dice -así: <i>Al que todo mi bien quitarme me puede</i>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_57" href="#FNanchor_57" class="label">[57]</a> -<i>Filomena</i> es el ruiseñor; tiene una trágica leyenda. Un viejo -rey de Atenas, Pandión, tenía dos hijas bellísimas, y Tereo, rey de -Tracia, casó con una de ellas, con Procné. Cierto día Procné quiso -ver a su hermana Filomena, y el rey Tereo marchó a Atenas para traer -a sus palacios a la princesa, su cuñada. A la vista de la joven ardió -Tereo en ciega pasión; durante el viaje le descubrió sus torpes -deseos, y al llegar a una selva triunfó de su virginidad. Vuelta en -sí Filomena, juró al cielo venganza. «Yo misma —dijo a Tereo— he de -arrostrar la vergüenza para publicar tu delito: he de descubrirlo al -universo entero.» El feroz tirano, en su ira, para que no le delatase, -le cortó la lengua y la dejó presa en cárcel de rocas. Filomena -bordó en una tela la historia de su desgracia, y con una criada la -envió a su hermana Procné, que la lloraba creyéndola muerta. Procné, -secretamente, la sacó de su cárcel; sintió hacia su marido un odio -mortal; ¿qué venganza podía ser la más cruel?... Sacrificó en sí misma -su amor de madre; mató a Itis, su propio hijo; puso a hervir una parte -de él en vasijas de cobre, y, en la comida, sirvió a su esposo aquel -manjar. Pregunta el padre: «¿Dónde está Itis?» Procné contesta: «Está -contigo.» Y entonces Filomena se adelanta y arroja la lívida cabeza -del niño al rostro de Tereo. Prorrumpe este en horrorosos lamentos; -desnudando la espada corre tras de las hijas de Pandión; pero ellas, -como si tuvieran alas, huyeron. Y en efecto, alas tenían: Filomena, -transformada en ruiseñor, desapareció en una arboleda inmediata; -Procné, hecha golondrina, aún tiene en su plumaje, como vestigios de -su cruel asesinato, manchas de sangre. Tereo, sediento de venganza, -fue convertido en abubilla, la de vistoso penacho y pico de dardo; -hay quien dice que se transformó en gavilán; Itis, quedó en jilguero. -(Ovidio, <i>Metamórfosis</i>, lib. VI, fáb. VI.) Ahora bien: el -ruiseñor no es blanco, <i>la blanca Filomena</i>, por lo cual al -Brocense le pareció mejor <i>la blanda Filomena</i>, y esta enmienda -siguieron Azara, Castro y otros; también la defiende Tamayo (fol. -41-43), porque aquel ruiseñor blanco que presentaron, según dicen, a -Agripina, mujer de Claudio, túvolo Plinio ya por maravilla; pero dice -Herrera (pág. 429): «con licencia de ellos no hizo mal Garcilaso en -dalle tal apuesto, porque el color blanco es purísimo y el más perfeto -de los colores, y por traslación al ánimo se toma por sincero, y así -<i>blanca</i> significa simple, sencilla, pura y piadosa...»</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_58" href="#FNanchor_58" class="label">[58]</a> -Este nombre, <i>Nemoroso</i>, ha servido también de adjetivo poético -aplicado a cosas propias de bosques; Castro cita ejemplos de Cairasco -de Figueroa en su <i>Templo militante</i>, y de Lope de Vega en su -<i>Arcadia</i>; San Juan de la Cruz en la <i>Canción entre el alma y -su esposo</i>, dice: «Mi amado, las montañas, — Los valles solitarios -<i>nemorosos</i>, — Las ínsulas extrañas, — Los ríos sonorosos, — El -silbo de los aires amorosos...»</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_59" href="#FNanchor_59" class="label">[59]</a> -<i>Piérides</i>, las Musas. Piero, rey de Macedonia, tenía nueve -hijas que creían cantar mejor y ser más sabias que las nueve Musas, -tanto que, audaces, como poetas vanidosos, se disputaron con ellas el -triunfo de las artes, y en castigo de su temeridad fueron convertidas -en urracas. (Ovidio, <i>Metamórfosis</i>, lib. V, fáb. IV.) No obstante -la poesía suele llamar también <i>Piérides</i> a las Musas verdaderas, -sin duda, porque, según Hesiodo, nacieron en la Piérida, provincia de -Macedonia.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_60" href="#FNanchor_60" class="label">[60]</a> -Si <i>Nemoroso</i> y <i>Salicio</i> son Garcilaso (<a -href="#Footnote_28">nota al verso 2</a>), <i>Elisa</i> y <i>Galatea</i> -deben ser D.ª Isabel Freyre; las quejas de ambos pastores son, en -efecto, compatibles como episodios de un mismo amor. El afortunado -rival a quien alude <i>Salicio</i> en los <a href="#FNanchor_44">versos -127-137</a> y en el <a href="#FNanchor_51">180</a>, acaso fue D. -Antonio de Fonseca, marido de D.ª Isabel; esto parece confirmar el -epígrafe de la <i>Canción primera en versos cortos</i>, según el -manuscrito de Iriarte: «A D.ª Isabel Freyra, porque se casó con un -hombre fuera de su condición.»</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_61" href="#FNanchor_61" class="label">[61]</a> -Según la estructura de las demás estrofas, este verso debiera ser -endecasílabo; el Brocense lo enmendó de este modo: <i>Más convenible -fuera aquesta suerte</i>; pero Herrera, aunque advirtió el defecto, -tuvo a bien respetarlo.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_62" href="#FNanchor_62" class="label">[62]</a> -<i>coluna.</i> Evolución tardía del cultismo <i>columna</i>. El grupo -de consonante <i>mn</i> dio <i>ñ</i> en su primitiva evolución: -<i>damnu</i>, <i>daño</i>; <i>somnu</i>, <i>sueño</i>. (V. R. Menéndez -Pidal, <i>Gram. Hist.</i>, § 47,2,a.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_63" href="#FNanchor_63" class="label">[63]</a> Esta -estancia tiene 15 versos en vez de los 14 que le corresponden, y Tamayo -(notas, fol. 43), por indicación de Luis Tribaldos de Toledo, propone -una enmienda en que se suprime un verso «y se quita la superfluidad, y -aquel <i>blanco pecho</i>, que tiene algo de lascivo, y se refiere la -gloria a los cabellos, <i>el dorado techo</i>, sobre el cuello, <i>la -coluna</i>, con mayor encarecimiento». En cuanto a Herrera, lo que -quisiera corregir es lo de <i>blando pecho</i>, y decir en su lugar -<i>blanco</i>. Muchas ediciones han aceptado esta corrección, entre -ellas la de Tamayo. Por lo demás, el mismo Herrera, pág. 436, dijo: -«¿quién ha de poner mano en obras de un escritor tan alabado y recebido -de la opinión pública? Basta apuntar este error, y quede así solamente -notado.»</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_64" href="#FNanchor_64" class="label">[64]</a> -<i>Cargar la mano</i>; no es pequeño mérito de un poeta tan -ilustre como Garcilaso haber sabido mantener correcto y elegante -su lenguaje, sin desdeñar giros, frases y modismos sacados -de la entraña del castellano: <i>Por el paso en que me ves, -te juro</i>..., <a href="#FNanchor_123">Eg. II, v. 653</a>; -<i>Callar que callarás</i>, <a href="#Eg2-922">íd., 922</a>; -<i>Yo, para mi traer</i>..., <a href="#FNanchor_136">íd., -899</a>; <i>Dar al travieso</i>, <a href="#Eg2-952">íd., 952</a>; -<i>Daca, hermano</i>..., <a href="#Eg2-969">íd., 969</a>; <i>Diz -que</i>..., <a href="#Eg2-1076">íd., 1076</a>; <i>Entrar con pie -derecho</i>, <a href="#Eg2-1467">íd., 1467</a>; <i>Dar de mano</i>, -<a href="#Eg2-1478">íd. 1478</a>; <i>Tomar a destajo</i>, <a -href="#Eg3-193">Eg. III, 193</a>; <i>Traer por los cabellos</i>..., -<a href="#Can4-7">canc. IV, v. 7</a>; <i>Darse buena mano</i>, -<a href="#Ch7-1">Apéndice I</a>; <i>A todo correr</i>, <a -href="#Ap1-2">Apéndice I</a>, etc. Complétase esta nota con -las de los versos <a href="#Footnote_70">360, Eg. I</a>, y <a -href="#Footnote_88">142, Eg. II</a>. El culto Herrera se indignaba de -esto.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_65" href="#FNanchor_65" class="label">[65]</a> El -Brocense enmendó <i>aquello que</i>; pero Herrera dejó <i>aquella</i>, -interpretando, sin duda, así: «Aquella cosa que con medrosa forma o -imagen se nos ofrece de noche y pone horror.»</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_66" href="#FNanchor_66" class="label">[66]</a> -Parece que en este verso puede elidirse la aspiración de la <i>h</i>, -pero acaso le corresponda esta lectura: «Su-luz-pu-ra-y-her-mo-sa.» (V. -<a href="#Footnote_46">nota anterior, al verso 157</a>.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_67" href="#FNanchor_67" class="label">[67]</a> Este -pensamiento es el mismo de la famosa cantilena de Esteban Manuel de -Villegas (1595-1669): «Yo vi sobre un tomillo — quejarse un pajarillo -— viendo su nido amado, — de quien era caudillo — de un labrador -robado...» Hállase en poetas latinos y en otros castellanos; nació en -las <i>Geórgicas</i> de Virgilio, según Herrera, pág. 439.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_68" href="#FNanchor_68" class="label">[68]</a> La -noche no consuela su llanto ni sus quejas.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_69" href="#FNanchor_69" class="label">[69]</a> Dolor -tan grande no puede soportarse en modo alguno.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_70" href="#FNanchor_70" class="label">[70]</a> Deseo -insistir en la intención de la <a href="#Footnote_64">nota al verso -289</a>, de esta misma égloga, sobre la simpatía de Garcilaso por -ciertas formas del castellano familiar, recordando al lado de esta: -<i>más ardiente que la llama</i>, las siguientes: <i>más dura que -mármol</i>, <a href="#Eg1-57">v. 57</a>; <i>más helada que nieve</i>, -<a href="#FNanchor_37">v. 59</a>; <i>más fuerte que el hierro</i>, -<a href="#Eg1-265">v. 265</a>; <i>más rubio que el oro</i>, <a -href="#Eg1-274">v. 274</a>; <i>lo quiero más que a mis ojos</i>, <a -href="#Eg2-747">Eg. II.ª, v. 747</a>, etc.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_71" href="#FNanchor_71" class="label">[71]</a> La -noche de la muerte de Elisa.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_72" href="#FNanchor_72" class="label">[72]</a> -<i>Aquel duro trance</i> es el trance del parto. <i>Lucina</i> es -Diana, a quien tenían los gentiles por abogada en los partos y, a la -vez, por diosa de la castidad. «Suponía la fábula que Diana, nacida -momentos antes que Apolo, había presenciado los dolores y padecimientos -de su madre Latona, y que esto le inspiró tal horror al matrimonio -y compasión por las mujeres en el trance de ser madres, que imploró -de Júpiter el don de perpetua virginidad y la facultad de favorecer -los alumbramientos difíciles.» (Gebhardt, <i>Los dioses de Grecia y -Roma</i>, tomo I, pág. 119.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_73" href="#FNanchor_73" class="label">[73]</a> -<i>inesorable</i>, inexorable; véase <a href="#Footnote_95">Eg. II.ª, -v. 253, nota</a>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_74" href="#FNanchor_74" class="label">[74]</a> -Recordaba estos sentidos versos Cristóbal Mosquera de Figueroa en su -lamentación por la muerte de Garcilaso: «¡Murió Salicio; ya Salicio es -ido! — ¡Salicio es ido! luego respondieron — Las selvas, redoblando su -ruído... — Y tú, Apolo, ¿dó estabas, que testigo — No fuiste cuando el -cuerpo dio en el suelo — Por mano del sacrílego enemigo?... — Y tú, -Venus dorada... — ¿Por qué no socorriste el doloroso — Trance de tu -poeta?...»</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_75" href="#FNanchor_75" class="label">[75]</a> Diana -cazadora, la diosa de los riscos y los montes, encontró una vez al -gentil pastor Endimión dormido en una gruta. Endimión, hijo de Júpiter, -tiene la facultad de dormir eternamente, sin envejecer ni morir. Diana, -la Luna, enamorada de él, baja todas las noches en su carro de plata, -a contemplarle en silencio, a besarle y a reposar a su lado. (Véase -Gebhardt, <i>obr. cit.</i>, tomo I, pág. 133.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_76" href="#FNanchor_76" class="label">[76]</a> -<i>comovida</i>; reducción de la forma culta <i>conmovida</i>; -casos análogos <i>tramontar</i>, <a href="#Eg1-412">Eg. I, v. -412</a>; <i>ecelencia</i>, <a href="#Eg2-1741">Eg. II, v. 1741</a>; -<i>comovió</i>, <a href="#Eg2-1817">Eg. II, v. 1817</a>; <i>lacivo</i>, -<a href="#FNanchor_220">Eg. III, v. 93</a>, etc.; véase <a -href="#Footnote_169">nota al v. 1298 de la Eg. II</a>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_77" href="#FNanchor_77" class="label">[77]</a> -<i>Tercera rueda</i>: Juan de Mena, <i>Las Trescientas</i>, tercer -cerco. «Es el cielo de Venus, cuya luz cría amorosos efectos, y de -ninguna otra benina estrella se engendran cosas tan cercanas al poder -de la hermosa Venus.» (Herrera, pág. 444.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_78" href="#FNanchor_78" class="label">[78]</a> El -escrupuloso Herrera, a quien no podía ocultarse el convencionalismo -pastoril, en vez de disculpar a Garcilaso, le hace aquí la -siguiente reconvención: «Mucho es gastar un día en el canto; porque -<i>Salicio</i> comenzó al salir del sol.» y «<i>Nemoroso</i> acaba al -poner del sol.» (Pág. 445.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_79" href="#FNanchor_79" class="label">[79]</a> -<i>recordando</i>, despertando. De esta significación antigua de -<i>recordar</i> hay un bello ejemplo en el romance de Melisenda: «Vase -para los palacios — donde sus damas están — dando palmadas en ellas -— Las empezó de llamar: — Si dormides, mis doncellas, — si dormides, -recordad! — Las que sabedes de amores — consejos me queráis dar...» (R. -Menéndez Pidal, <i>El Romancero Español</i>, The Hispanic Society of -America, 1910, págs. 25-26.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_80" href="#FNanchor_80" class="label">[80]</a> -Intervienen tres pastores: <i>Albanio</i>, <i>Salicio</i> y -<i>Nemoroso</i> y la pastora <i>Camila</i>, ninfa de <i>Albanio</i>. -«Esta égloga es poema dramático, que también se dice <i>ativo</i>, en -que no habla el poeta, sino las personas introducidas... Tiene mucha -parte de principios medianos de comedia, de tragedia, fábula, coro y -elegía.» (Herrera, pág. 537.) «Es muy desigual, y aunque en ella se -hallan muchos pedazos excelentes, en el todo no puede compararse con -la primera.» Azara. Fue escrita después del socorro de Viena y después -del destierro del poeta en la isla del Danubio; seguramente en Nápoles, -hacia 1533.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_81" href="#FNanchor_81" class="label">[81]</a> Se ha -creído que la fuente que aquí se cita es una que hay en Batres, antigua -posesión de la casa del autor, de la cual dice Tamayo (fol. 45) que -se ha conservado con el nombre de <i>Fuente de Garcilaso</i>, y como -ilustre monumento de sus escritos se venera.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_82" href="#FNanchor_82" class="label">[82]</a> Hay -que leer <i>sua-ve</i>, en dos sílabas, y no <i>su-a-ve</i>, como -<i>rui-do</i>, <a href="#Can4-98">canc. IV, v. 98</a>; en cambio dos -versos antes del presente se encuentra <i>ru-í-do</i>; más adelante -veremos como monosílabos <i>peor</i>, <i>mío</i>, <i>míos</i>, -<i>río</i>, <i>día</i>, etc., <a href="#FNanchor_342">Son. VI, 7</a>; -<a href="#Son7-10">Son. VII, 10</a>; <a href="#Son8-6">Son. VIII, -6</a>; <a href="#Son26-13">Son. XXVI, 13</a>; <a href="#Eg2-1472">Eg. -II, 1472</a>; <a href="#Eg3-330">Eg. III, 330</a>. «De esta sinéresis, -enemicísimas de la buena prosodia, abusaron nuestros clásicos... a -extremo tal, que más pueden pasar por vicio común de aquella época que -por rudeza de oído de este o aquel versificador.» (V. Rodríguez Marín, -<i>Luis Barahona de Soto</i>, págs. 411-413.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_83" href="#FNanchor_83" class="label">[83]</a> -Claros ojos, delicada y blanca mano, cabello de oro y cuello de marfil; -la belleza de <i>Elisa</i> (<a href="#Eg1-267">Eg. I, v. 267</a> y -sigs.) coincide exactamente con la de <i>Camila</i> que aquí describe -<i>Albanio</i>; conviene apuntar la sospecha de que este <i>Albanio</i> -no sea sino Garcilaso, y, asimismo, que la parte sentimental de esta -égloga sea una nueva ofrenda del poeta hacia aquella dama cuyos amores, -de que fue tan derretido (<a href="#Footnote_28">Eg. I, nota al v. -2</a>), le inspiraron toda la égloga anterior, cuatro bellas octavas -de la tercera (versos 217-248), las dos primeras canciones en versos -cortos y acaso los sonetos XXV y XXVI. No he podido persuadirme de -que <i>Albanio</i> sea el gran Duque de Alba, como se ha dicho. (V. -adelante, <a href="#Footnote_207">nota al v. 1716</a>.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_84" href="#FNanchor_84" class="label">[84]</a> -Conviene advertir de estos tercetos dichos por <i>Albanio</i> que son -los más antiguos que hay en castellano, aparte los de Boscán, y de algo -debe servirles este mérito frente aquella ventaja que puedan llevarles -los de Quevedo, de los Argensolas y del gran incógnito sevillano, autor -de la <i>Epístola Moral</i> (siglo <span class="asc">XVII</span>). (V. -Menéndez y Pelayo, <i>Antología</i>, XIII, pág. 237.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_85" href="#FNanchor_85" class="label">[85]</a> -«Imita en estas tres estanzas la famosa oda de Horacio <i>Beatus -ille</i>. No se pone aquí porque la saben aun los muchachos -medianamente instruidos y porque tenemos en castellano más de veinte -traducciones.» (Azara.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_86" href="#FNanchor_86" class="label">[86]</a> «Don -Francisco Gómez de Quevedo, ejemplo de las ingeniosidades de los nobles -de nuestra nación, me escribe que le parece que se ha de leer así: -<i>Que en nuevo gusto nunca el bien se pase</i>. Basta su parecer para -que se siga.» (Tamayo, fol. 46.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_87" href="#FNanchor_87" class="label">[87]</a> «Dice -Virgilio, tomándolo de Homero, al fin del libro VI de la <i>Eneida</i>, -que hay dos puertas del sueño: por la de marfil salen los sueños -falsos, y por la de cuerno, los verdaderos. <i>Ebúrnea</i> es de -marfil.» (Brocense, nota 118.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_88" href="#FNanchor_88" class="label">[88]</a> -El mejor testimonio de la consideración que mereció a Garcilaso el -castellano familiar y corriente está en la frecuencia con que se -vale de adagios y refranes: <i>el mal, comunicado, se mejora; de -un mal, ajeno bien se empieza</i>, <a href="#FNanchor_96">Eg. II, -v. 259</a>; <i>no hay mejor cirujano que el bien acuchillado</i>, -<a href="#FNanchor_103">Eg. II, v. 355</a>; <i>no es malo tener -quien llore al pie del palo</i>, <a href="#FNanchor_104">Eg. II, -v. 363</a>; <i>fácilmente, el sano da consejo al doliente</i>, -<a href="#Eg2-400">Eg. II, v. 400</a>; <i>de un dolor a otro se -empieza</i>, <a href="#FNanchor_111">Eg. II, v. 494</a>; <i>a quien no -espera bien, no hay mal que dañe</i>, <a href="#Eg2-774">Eg. II, v. -774</a>; etc. (V. <a href="#Footnote_64">Eg. I, v. 289, nota</a>.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_89" href="#FNanchor_89" class="label">[89]</a> «Este -verso está en Boscán en un soneto.» (Brocense, nota 123.) Castro podía -haber repetido en este lugar lo que dijo con motivo del v. 32 de la Eg. -III.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_90" href="#FNanchor_90" class="label">[90]</a> -Sujeto estaba enteramente, y <i>destinado</i> por el cielo, a -consumirse en vivo amor, <a href="#Eleg2-76">Eleg. II, v. 76</a>; -a poder suyo, se hubiera resistido, mas no hay defensa contra lo -que el <i>destino</i> determina, <a href="#Ch5-7">Son. VII</a>. Los -que creyeron en el fatalismo, pensando que la fuerza del hado podía -ahogar nuestro libre albedrío, fueron juzgados por herejes; de aquí -que Herrera, pág. 551, y Tamayo, fol. 37, hayan intentado defender -la ortodoxia de nuestro poeta. Acaso Garcilaso había aceptado esta -opinión, a la vez que su respeto a los dioses, a las musas y a natura, -como uno de tantos aderezos poéticos, resucitados por el clasicismo, de -la antigüedad pagana; pero lo cierto es que los poetas, en materia de -amor especialmente, y el vulgo, en esta y otras muchas materias, han -concedido siempre gran influencia al poder del destino, a pesar de las -decisiones ecuménicas de la religión.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_91" href="#FNanchor_91" class="label">[91]</a> Esta -referencia al parentesco entre <i>Camila</i> y <i>Albanio</i> habrá -sido recogida, seguramente, por el Sr. Menéndez y Pelayo en el próximo -tomo XIV de su <i>Antología</i>, para identificar definitivamente las -personas en ambos pastores representadas.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_92" href="#FNanchor_92" class="label">[92]</a> -Ofrecerse a Diana era jurar castidad, vivir en las selvas y consagrarse -a los ejercicios de la caza; era parte del culto de esta religión -ofrendar a la diosa, en su silvestre altar, la testa del jabalí, los -cuernos del ciervo y otros tales despojos de las piezas cobradas.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_93" href="#FNanchor_93" class="label">[93]</a> -<i>aflitos</i> por <i>aflictos</i>, afligidos. (V. <a -href="#Footnote_169">nota</a> adelante, verso 1298.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_94" href="#FNanchor_94" class="label">[94]</a> -Empieza a faltar sombra al ruiseñor —<i>Filomena</i>— en el otoño, -cuando los árboles van quedando sin hoja.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_95" href="#FNanchor_95" class="label">[95]</a> -<i>secutando</i>, ejecutando; <i>esecutarse</i>, <a -href="#FNanchor_299">canc. I, v. 16</a>; <i>esecutivo</i>, -<a href="#FNanchor_373">Son. XXV, v. 1</a>; en el <a -href="#FNanchor_379">Son. XXIX, v. 14</a>, <i>esecutá</i>, ejecutad. -(* exsecutare, Körting, <i>Lateinisch-Romanisches Wörterbuch</i>, -1907, núm. 3483.) En español antiguo se escribía <i>executar</i>; pero -la <i>x</i> equivale al grupo <i>cs</i>, y este grupo, en palabras -cultas, podía simplificarse en <i>s</i>, como hoy se simplifica en -las formas vulgares: <i>desaminar</i>, <i>desención</i>, etc., <a -href="#FNanchor_73">Eg. I, v. 377</a>, <i>inesorable</i>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_96" href="#FNanchor_96" class="label">[96]</a> «Este -es proverbio latino, <i>Nulla mala hora est, quin alicui sit bona</i>. -No hay mal sin bien, catá para quien.» (Brocense, nota 127.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_97" href="#FNanchor_97" class="label">[97]</a> -«<i>Superno</i>, adj. Supremo, o lo que está más alto. Es del latino -<i>Supernus</i> y tiene poco uso.» (<i>Dicc. Aut.</i>, 1739.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_98" href="#FNanchor_98" class="label">[98]</a> -<i>grúa</i>, grulla. «Escribe Eliano que las grúas duermen todas de -noche, y que tres o cuatro velan haciendo guarda a las demás, y que por -no vencerse del sueño, sufren un fatigoso y molesto trabajo, porque -levantando un pie, tienen en él con gran cuidado una piedra, para que -cuando las acometa el sueño y se haga señor dellas, las despierte el -ruido de la piedra que se les cayere.» (Herrera, 555.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_99" href="#FNanchor_99" class="label">[99]</a> Esta -fama ha quedado a los ánsares desde aquella hazaña en que, gracias a -ellos, se salvó Roma. «Teniendo los Galos sitiado el Capitolio, lo -asaltaron una noche que los centinelas estaban dormidos; pero los -ánsares con sus graznidos despertaron a Manlio, que con sus romanos -rechazó el asalto.» (Azara.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_100" href="#FNanchor_100" class="label">[100]</a> -Primo de Faetón era el rey de Liguria, el cual llorando la muerte -de su pariente se convirtió en cisne. De esta fábula va una <a -href="#Footnote_352">nota</a> más amplia en el Son. X, v. 14.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_101" href="#FNanchor_101" class="label">[101]</a> -«La fábula de la perdiz se cuenta en Ovidio, y dice que era —Talo— un -criado de Dédalo, y que halló —es decir, inventó— la sierra, y Dédalo -de envidia de tan buena invención le echó de una torre abajo, y agora -las perdices por miedo de la caída hacen nido en el suelo huyendo de -los techos.» Brocense, nota 129. (Ovidio, <i>Metamórfosis</i>, lib. -VIII, fáb. IV.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_102" href="#FNanchor_102" class="label">[102]</a> -En este lugar y en tres pasajes más de la presente égloga, versos -<a href="#Eg2-720">720</a>, <a href="#Eg2-934">934</a> y <a -href="#Eg2-1129">1129</a>, ensaya Garcilaso la <i>rima interior</i>, -imitando al Petrarca. Es esta rima pariente de los viejos versos -leoninos usados alguna vez en la <i>Eneida</i> y no desconocidos en el -<i>Cantar de mío Cid</i>. (V. la obra de este título por D. R. Menéndez -Pidal, Madrid, 1908, tomo I, parte 1.ª § 35.) Garcilaso estuvo poco -afortunado en esta rima trabada; sus continuadores, Cervantes, Cetina, -Tirso, Barahona y otros, no tuvieron mejor éxito. (V. sobre esto una -interesante nota de D. F. Rodríguez Marín en <i>Luis Barahona de -Soto</i>, pág. 330.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_103" href="#FNanchor_103" class="label">[103]</a> No -hay mejor cirujano que el bien acuchillado. Proverbio antiguo.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_104" href="#FNanchor_104" class="label">[104]</a> -<i>al pie del palo</i>, al pie de la horca. «También es refrán, -que alude a los que ahorcan.» (Brocense, nota 132. V. <a -href="#Footnote_88">Eg. II, v. 142, nota</a>.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_105" href="#FNanchor_105" class="label">[105]</a> -<i>contrastar</i>: hacer oposición y frente, combatir y lidiar. -(<i>Dicc. Aut.</i>, 1739.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_106" href="#FNanchor_106" class="label">[106]</a> -<i>maníficas</i>, magníficas. V. <a href="#Footnote_32">Eg. I, v. 34, -nota</a>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_107" href="#FNanchor_107" class="label">[107]</a> -«Quiere el licenciado Cristóbal de Mesa que diga <i>retórico</i> -por <i>filósofo</i>, por ser más propia la elocuencia de aquel que -déste.» (Tamayo, notas, fol. 49.) Sin embargo, por lo que Salicio -ha venido discurriendo para consuelo de Albanio, cabe que este -pudiese calificarle con lo de <i>filósofo</i> además de lo de -<i>elocuente</i>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_108" href="#FNanchor_108" class="label">[108]</a> -«El silencio es alimento de las enfermedades de amor.» (Herrera, -559.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_109" href="#FNanchor_109" class="label">[109]</a> -Camila, deseosa de conocer a la ninfa de Albanio, levantose con -tanta prisa que no dio lugar al pensamiento para discurrir sobre la -imposibilidad de que en la fuente se encontrase mujer alguna. Conviene -intentar esta explicación para que no parezca excesiva la candidez, o -acaso la coquetería de Camila.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_110" href="#FNanchor_110" class="label">[110]</a> -<i>boca arriba tendido</i>: Garcilaso repite algunas veces esta -imagen como última expresión del aniquilamiento y postración -del ánimo; en esta misma égloga, <a href="#Eg2-118">versos -118</a>, <a href="#FNanchor_125">659</a>, y Canción I, <a -href="#FNanchor_298">versos 13</a> y <a href="#FNanchor_301">37</a>; la -rusticidad de la vida pastoril disculpa la llaneza de esta figura, no -bien acogida por algunos críticos.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_111" href="#FNanchor_111" class="label">[111]</a> -«Proverbio latino: <i>malis mala succedunt</i>. Por eso decimos: Bien -vengas, mal, si vienes solo.» (Brocense, nota 139.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_112" href="#FNanchor_112" class="label">[112]</a> -<i>la mi muerte.</i> «Los pronombres posesivos y demostrativos se -suponen envolver el artículo cuando preceden al substantivo: <i>Mi -libro, el libro mío</i>... Pero antiguamente solía construirse el -posesivo con el artículo, precediendo ambos al substantivo, en sentido -determinado; uso que subsiste en las expresiones <i>el tu nombre</i>, -<i>el tu reino</i>, de la oración dominical; en <i>el mi consejo</i>, -<i>la mi cámara</i>, y otras de las provisiones reales.» (Bello-Cuervo, -<i>Gramática</i>, París, 1907, § 878.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_113" href="#FNanchor_113" class="label">[113]</a> -Murió Garcilaso, y «luego que se oyó su muerte, se desataron en elogios -y en lágrimas las lenguas y las Musas compitiéndose las naciones -extranjeras unas a otras. En Toledo fue universal el luto y el llanto, -en una muerte tan digna de sentimiento, que hasta hoy no acabó de -llorarla bien el Tajo, como predijo él mismo en este que quiso ser -verso y fue vaticinio.» (Cienfuegos, <i>Vida de San Francisco</i>, -Madrid, 1726, pág. 52.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_114" href="#FNanchor_114" class="label">[114]</a> -«Cosa muy vulgar es decir que el cisne canta dulcemente siempre, pero -más al fin de su muerte. Dícelo Platón <i>in Phaedone</i>, y Plutarco -y muchos poetas griegos y latinos; pero Luciano se burla mucho desto, -y Eliano, grave historiador, en el libro 1.º de <i>Varia Historia</i>, -y Plinio, libro 10, cap. 23. Puede ser que en unas tierras cantan y en -otras no; a lo menos en España no sabemos que canten, mas de que en -Tordesillas oyeron muchas gentes entre los juncos del río unos gaznidos -(<i>sic</i>) espantosos, tanto que pensaron ser alguna cosa monstruosa, -y algunos se atrevieron a llegar allá, y hallaron un cisne que había -venido de otra parte, y murió muy presto. Desto hubo muchos testigos.» -(Brocense, nota 146.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_115" href="#FNanchor_115" class="label">[115]</a> -De la ninfa Eco y del castigo que Juno la impuso por ayudar a Júpiter -en sus devaneos tiénese noticia a mano en el tomo II, pág. 17, de esta -<i>Colección</i>, nota a los versos 294-295, acto I de <i>El Vergonzoso -en Palacio</i>, de Tirso de Molina.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_116" href="#FNanchor_116" class="label">[116]</a> -Porque también Eco fue muy desgraciada en sus amores con Narciso.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_117" href="#FNanchor_117" class="label">[117]</a> -Eco no puede mostrarse; pero se oye su voz, que es lo único que de ella -ha sobrevivido.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_118" href="#FNanchor_118" class="label">[118]</a> -«Para que se entienda la propiedad destas ninfas que aquí pone, digo -que <i>Nayades</i>, son de los ríos; <i>Napeas</i>, de los collados; -<i>Dríades</i>, de los bosques; <i>Hamadríades</i>, de los árboles; -<i>Oreades</i>, de los montes; <i>Henides</i>, de los prados.» -(Brocense, nota 149.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_119" href="#FNanchor_119" class="label">[119]</a> -<i>Las napeas son la verdadera guarda del bosque.</i> Creo, a pesar de -Castro, que en esta frase no hay nada contrario a la Gramática.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_120" href="#FNanchor_120" class="label">[120]</a> -A las <i>orejas</i> de algún purista acaso suene mal esta expresión, -como a la de aquellos contemporáneos de Herrera que hubieran querido -enmendar <i>divinos oídos</i>, «por parecerles que no significan -<i>orejas</i>, en el sermón vulgar, sino las del asno... lo cual no -es otra cosa que una solicitud demasiadamente curiosa y afectada, y -que procede antes de inorancia, que del conocimiento de la fuerza y -hermosura de nuestra habla... ¿Mas qué, merecen menos las orejas, -varia y hermosísima parte de la composición humana, que las otras que -constituyen el cuerpo? ¿No son ministras de nobilísima operación? ¿No -es esta voz bien compuesta? El oído, ¿no es ajeno de la significación -dellas? ¿Pues qué barbaria se ha introducido en los ánimos de los -nuestros, que huyen como si fuese sacrilegio inespiable, el uso de esta -dición?...» (Herrera, <i>Anotaciones</i>, 568-569.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_121" href="#FNanchor_121" class="label">[121]</a> -Dríades o Hamadríades son las ninfas de los bosques que viven en los -troncos de los árboles:</p> - -<div class="poetry-container mt1"> -<div class="poetry"> - <div class="estrofa"> - <p class="i2">«Y así las ninfas, el cantar rompido,</p> - <p class="i0">Volviendo al campo do el oculto moro</p> - <p class="i0">Riquezas guarda con el puño avaro,</p> - <p class="i0">Desnudas se metieron</p> - <p class="i0">En las encinas huecas, do salieron.»</p> - </div> -</div> -</div> - -<p class="ti1 mt1"><i>Luis Barahona de Soto.</i> Fin de la égloga de -las Hamadríades.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_122" href="#FNanchor_122" class="label">[122]</a> -<i>viso</i>, vista, italianismo usado especialmente por los poetas del -siglo <span class="asc">XV</span>. «Señora, flor de azucena — Claro -viso angelical,» Villasandino, <i>Canc. Baena</i>, 18-a. «Tanto quel -viso de la criatura — Por la diáfana claror de los cantos — Pudiera -traer objetos a tantos — Cuantos celaba so sí la clausura.» (Juan de -Mena, <i>Las Trescientas</i>, cap. XV.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_123" href="#FNanchor_123" class="label">[123]</a> -<i>Por el paso en que me ves</i>... El culto Herrera nos hace saber -el carácter popular de esta forma de juramento al decir de ella, como -censura, que es traída de en medio de la plebe.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_124" href="#FNanchor_124" class="label">[124]</a> -Albanio no hubiera pensado en suicidarse con un arma, «porque la muerte -de hierro es trágica y no conviene a la rustiqueza y simplicidad de -pastores». (Herrera, 570.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_125" href="#FNanchor_125" class="label">[125]</a> -En situación semejante a la de <i>Albanio</i>, <i>Carino</i>, pastor -de Sannazaro, fue distraído de su desesperación por el vuelo de unas -palomas, y tal recurso es, acaso, más verosímil que el que utiliza -Garcilaso, pero, desde luego, se advierte en la intención de este el -deseo de valerse de un fenómeno puramente natural, y al mismo tiempo -decisivo, para vencer la voluntad de Albanio sin dejar sospecha sobre -la firmeza y sinceridad de su resolución.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_126" href="#FNanchor_126" class="label">[126]</a> -Tamayo, notas, fol. 18, discute el sentido de este terceto: «Si el -último verso se aplica al <i>atónito</i>, es floja la sentencia; -si al segundo, no tiene ninguna. Si se lee <i>rendido</i>, -en vez de <i>tendido</i>, parece que puede ser alusión al -rendimiento del ánimo cuando se ha caído en la cuenta, haciendo -equívoca la translación. Los más ingeniosos lo juzguen.» La -enmienda de <i>tendido</i> en <i>rendido</i> se ha propuesto -también para la <a href="#FNanchor_298">Canc. I, v. 13</a> y <a -href="#FNanchor_301">37</a>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_127" href="#FNanchor_127" class="label">[127]</a> -<i>presupuesto</i>, usado como substantivo se toma por el motivo, causa -o pretexto con que se ejecuta alguna cosa. (<i>Dicc. Aut.</i>)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_128" href="#FNanchor_128" class="label">[128]</a> -<i>Salicio</i> piensa llevar a <i>Gravina</i> el nido de su ruiseñor, -con agravio de la desdeñada <i>Galatea</i>, si no es que se trata de un -segundo nombre de esta misma pastora, exigido aquí por la consonancia -de <i>encina</i>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_129" href="#FNanchor_129" class="label">[129]</a> -Herrera acentúa <i>pásso</i>, como si Camila dijese: <i>no paso, me -quedo en este valle</i>; ha parecido mejor acentuar <i>pasó</i>, como -hizo el Brocense, entendiendo que esta palabra se refiere al corzo -herido que Camila persigue.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_130" href="#FNanchor_130" class="label">[130]</a> -Tal ocurrió a la ninfa Calisto, que por corresponder a los amores de -Júpiter, perdió la compañía de las demás ninfas, y, además, Juno, en -venganza, la transformó en osa. (Ovidio, <i>Metam.</i>, lib. II, fáb. -IV.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_131" href="#FNanchor_131" class="label">[131]</a> -<i>desbañar</i>, quiere decir <i>afligir</i>, <i>congojar</i>, lo -contrario de <i>bañar</i>, que, según Tamayo, fol. 51-52, se usó en -latín —<i>balineum</i>, <i>balineare</i>— con la significación de -<i>aliviar</i>, <i>quitar cuidados</i>. El mismo Tamayo trae unos -versos de otro poeta, sin decir quién es, en donde aparece también -<i>desbañar</i> dicha acepción de <i>afligir</i>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_132" href="#FNanchor_132" class="label">[132]</a> -Un elogio semejante hállase también en el último terceto del <a -href="#Ch5-21">Son. XXI</a>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_133" href="#FNanchor_133" class="label">[133]</a> -<i>estampa</i>, idea, original, dibujo y molde principal o prototipo. -(<i>Dicc. Aut.</i>)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_134" href="#FNanchor_134" class="label">[134]</a> -<i>me adiestra</i>: por me guía o me conduce.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_135" href="#FNanchor_135" class="label">[135]</a> -<i>prendedero</i>: «cierto instrumento, que se hace de hierro, alambre -u otro metal, y consta de dos o tres ganchos pequeños, con que -regularmente las aldeanas prenden sus sayas, cuando las enfaldan.» -(<i>Dicc. Aut.</i>)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_136" href="#FNanchor_136" class="label">[136]</a> -<i>cornado</i>. Moneda de baja ley que mandó batir el rey D. Alfonso -el Onceno el año de 1331 para remediar la falta de dinero, carestía y -falta de mantenimientos. (<i>Dicc. Aut.</i>) A lo cual Sancho respondió -que por la ley de Caballería que su amo había recibido no pagaría un -solo cornado aunque le costase la vida. (<i>Don Quijote</i>, tomo I, -cap. 17.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_137" href="#FNanchor_137" class="label">[137]</a> -Eurídice, huyendo del pastor Aristeo, fue mordida en un talón por una -sierpe y murió el día de su boda; Orfeo, su esposo, fue a buscarla a -los infiernos, y de tal modo embelesó a las divinidades infernales -con su voz y su lira, que le concedieron sacase a Eurídice. (Ovidio, -<i>Metamórfosis</i>, lib. X, fáb. I.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_138" href="#FNanchor_138" class="label">[138]</a> -Son divinidades infernales las tres Furias hermanas, Alecto, Tisífone y -Meguera, las de ojos de ira y cabellera de culebras.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_139" href="#FNanchor_139" class="label">[139]</a> -<i>fosado</i>: foso.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_140" href="#FNanchor_140" class="label">[140]</a> -<i>entramos</i> y <i>entrambos</i> eran formas igualmente usadas en -tiempo de Garcilaso, pero la primera tiene más color popular; él mismo -dice <i>entrambos</i> en otros lugares.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_141" href="#FNanchor_141" class="label">[141]</a> -En esto hay un recuerdo de la fábula del lindo Narciso, el cual, -habiéndose visto en una fuente, gustó tanto de su propia belleza, que -falleció de amor. (Ovidio, <i>Metamórfosis</i>, lib. III, fáb. V.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_142" href="#FNanchor_142" class="label">[142]</a> -<i>puedes</i>, <i>debes</i> no son consonantes, ni tampoco -<i>culebras</i>, <i>negras</i>, <a href="#Eg2-945">v. 945</a>; -<i>acabo</i>, <i>hago</i>, <a href="#Eg2-1007">v. 1007</a>; -<i>faunos</i>, <i>silvanos</i>, <a href="#Eg2-1157">v. 1157</a>; -<i>sangre</i>, <i>hambre</i>, <a href="#Eg2-1205">v. 1205</a>; -<i>sangre</i>, <i>estambre</i>, <a href="#Eg2-1242">v. 1242</a> -y <a href="#Eg2-1663">1663</a>; <i>campo</i>, <i>blanco</i>, <a -href="#Eg2-1257">v. 1257</a>, y a propósito de esto dice Tamayo, fol. -54: «en este género de metro, como tan lleno de consonancias, no -ofende al oído que alguna difiera en alguna letra... fuera de que en -el furor de tan largo discurso como este de Nemoroso, es más permitida -esta licencia, que denota el valor acreditado de Garcilaso, que podía -reconocer sin reprehensión en sí, facultad libre para no reparar en -menudencias tan accidentales.»</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_143" href="#FNanchor_143" class="label">[143]</a> -«<i>aferrar</i>, de que en los siglos <span class="asc">XVI</span> y -<span class="asc">XVII</span> se decía indiferentemente <i>afierro</i> -o <i>aferro</i>, no admite hoy sino la última forma.» (Bello-Cuervo, -<i>Gram.</i>, pág. 77, n.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_144" href="#FNanchor_144" class="label">[144]</a> -Empiezan aquí los loores a la casa de Alba.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_145" href="#FNanchor_145" class="label">[145]</a> Se -refiere a la ciudad de los duques, de la cual dice el refrán: «Alba de -Tormes, baja de muros y alta de torres.» (Herrera, 626.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_146" href="#FNanchor_146" class="label">[146]</a> -Habla de Fr. Severo, monje italiano, preceptor del gran Duque D. -Fernando. «Este fraile fue el que, abusando de la confianza del Duque -de Alba, D. Fadrique, engañó miserablemente a Luis Vives, que era -el verdadero preceptor que el Duque de Alba quería para su nieto... -Severo, que iba a Lovaina, se encargó de hablar a Vives y de entregarle -una carta sobre el asunto, pero ni una cosa ni otra hizo, a pesar de -haber tenido con él larga conversación más de diez veces. Ofendido -el Duque por no recibir contestación, creyó que el sabio valenciano -despreciaba su oferta, y dio la plaza de preceptor al mismo Fr. Severo, -que con tan malas artes la había granjeado.» (Menéndez y Pelayo, -<i>Antología</i>, tomo XIII, pág. 48.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_147" href="#FNanchor_147" class="label">[147]</a> -Quintana se equivocó haciéndole benedictino y siciliano. (<i>Obras -inéditas de D. Manuel José Quintana</i>, Madrid, 1872, págs. 117 y -118.) Era dominico y había nacido en Plasencia de Lombardía o en su -campo. (M. Menéndez y Pelayo, l. c.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_148" href="#FNanchor_148" class="label">[148]</a> -Refiérese a las famosas batallas entre cartagineses y romanos en la -segunda guerra púnica.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_149" href="#FNanchor_149" class="label">[149]</a> -«En <i>aterrar</i> quieren los gramáticos hacer una distinción entre -<i>atierro</i>, en sentido de “echar por tierra”, y <i>aterro</i>, en -el metafórico de “consternar”, creyendo, sin duda, que en esta segunda -acepción el verbo se deriva de <i>terror</i>.» (R. Menéndez Pidal, -<i>Gram. Hist.</i>, § 112 bis,-2.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_150" href="#FNanchor_150" class="label">[150]</a> -«¿Cómo se pueden traducir en lenguaje vulgar estas maravillas? ¿Sería, -por ventura, Fr. Severo un físico más o menos teósofo, a estilo de -su tiempo, una especie de Cardano o de Agripa, iniciado en la magia -natural, y aun en la teurgia? Si algo de esto hubiese sido, por otra -parte lo sabríamos, y quizá los procesos de la Inquisición nos diesen -razón de él como nos la dan del licenciado Torralba. Es muy probable -que Severo tuviese algunos conocimientos de ciencias naturales, aparte -de su física escolástica, y que las cultivase para recreo propio y de -sus amigos; pero todo lo demás debe de ser pura fantasmagoría poética. -Y lo que me confirma más en esta idea es que Garcilaso, en varios -lugares de esta égloga, no hace más que poner en verso mucha parte de -las prosas octava y novena de la <i>Arcadia</i> de Sanazzaro, como -ya advirtieron en sus respectivos comentarios el Brocense y Herrera: -los prodigios de Severo son los mismos que se refieren del mágico -Enareto en la novela italiana... la adaptación de estos pasajes a -Severo pudo tener algún fundamento en los estudios y aficiones de -este; pero pudo ser también mero capricho del poeta. Una de las muchas -convenciones del género bucólico era el uso frecuente de la magia y de -las supersticiones gentílicas.» (M. Menéndez y Pelayo, <i>Ob. cit.</i>, -págs. 53 y 54.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_151" href="#FNanchor_151" class="label">[151]</a> -<i>amancilla</i>: entristece.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_152" href="#FNanchor_152" class="label">[152]</a> -<i>pastoriles</i>, <i>avena</i>: instrumentos músicos; la <i>avena</i> -es una especie de flauta, voz poética y puramente latina. (<i>Dicc. -Aut.</i>)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_153" href="#FNanchor_153" class="label">[153]</a> -«El Rey D. Juan el Segundo prendió a D. Fernando Álvarez de Toledo, -Conde de Alba, y su hijo D. García, que después fue primer Duque de -Alba, le hizo mucha guerra desde las fortalezas de su padre, mayormente -desde la villa de Piedrahita, que es a diez leguas de Béjar, procurando -su libertad; pero muriendo el Rey don Juan, D. Enrique el 4.º, su hijo, -luego que fue jurado por rey, voluntariamente sacó de la prisión al -Conde de Alba y a D. Diego Manrique, Conde de Treviño.» (Herrera, 588.) -Esta era la época de las famosas rivalidades entre la nobleza y el -Condestable D. Álvaro de Luna. «De este D. Fernando Álvarez de Toledo -hace mención el Bachiller Fernán Gómez de Cibda-real, y Hernando del -Pulgar lo incluye entre sus <i>Claros Varones</i>, tít. V.» (Navarrete, -pág. 154.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_154" href="#FNanchor_154" class="label">[154]</a> -Hijo de D. García y de una tía carnal del Rey Católico fue D. Fadrique -de Toledo, segundo Duque de Alba, el cual casó con D.ª Isabel Pimentel, -de la casa de Benavente, y fue también Marqués de Coria. (V. Herrera, -588; Navarrete, 156.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_155" href="#FNanchor_155" class="label">[155]</a> -«Don Fadrique, siendo vivo su padre, D. García, fue general de los -cristianos en los pueblos de la frontera de Granada.» (Herrera, -589.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_156" href="#FNanchor_156" class="label">[156]</a> -Esto fue en la guerra de Navarra. El Duque de Alba fue el jefe del -ejército que conquistó aquel reino para D. Fernando el Católico, 1515. -(Mariana, lib. XXX, cap. XXII.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_157" href="#FNanchor_157" class="label">[157]</a> -«Este caballero, D. García, fue hijo mayor de D. Fadrique de Toledo y -de D.ª Isabel Pimentel, Duques de Alba y Marqueses de Coria, y padre -del Duque don Fernando.» (Herrera, pág. 589.) Hermano de D. García, -pero de otra madre, de D.ª Isabel de Zúñiga, hija del Duque de Béjar, -fue D. Pedro de Toledo, primer Marqués de Villafranca y Virrey de -Nápoles. (Navarrete, página 156.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_158" href="#FNanchor_158" class="label">[158]</a> -<i>inicas</i>, inicuas; refiérese a las Parcas. (V. adelante <a -href="#Footnote_199">v. 1581, nota</a>.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_159" href="#FNanchor_159" class="label">[159]</a> -«Militando D. García de Toledo con el Conde Pedro Navarro en la costa -de África, paso a la conquista de la isla de los Gelves. Luego que -desembarcó quiso internarse en el país desierto y arenoso. Era el -tiempo extremamente caloroso, y su gente, fatigada del ardor del sol -y del cansancio, fue a beber a unos pozos, donde los moros estaban -en emboscada. Dieron sobre los nuestros, que de pura sed y fatiga -apenas se pusieron en defensa. D. García les animó con la voz y con -el ejemplo; y con una pica en la mano peleó como valeroso soldado, -hasta que muertos o dispersos todos sus españoles, oprimido de la -muchedumbre, lleno de heridas, cayó muerto en la arena a los veintitrés -años de su edad, el de 1510.» (Azara.) «Allí pereció la flor de la -gente española... murieron casi 4000 escogidos soldados con sus -capitanes y oficiales, pocos a hierro, muchos con sed y ahogados en -aquellas cuevas y bocas cubiertas de la tierra y en aquellos tragaderos -ascondidos.» (Herrera, 595.) Por esta derrota se levantó aquel cantar -español: «Y los Gelves, madre — malos son de tomare.» etc. (Brocense, -nota 169.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_160" href="#FNanchor_160" class="label">[160]</a> -Queda dicho que cuando murió D. García solo contaba veintitrés años -de edad, lo cual disculpa el elogio de su belleza, que parecería -poco oportuno si se tratase de un guerrero veterano. (V. <a -href="#Footnote_258">Eleg. I, v. 116, nota</a>.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_161" href="#FNanchor_161" class="label">[161]</a> -<i>vista</i>, nombre; <i>en vista</i>, advervio, como <i>a la -vista</i>. Palabras iguales, pero equívocas, pueden formar rima, -porque, en realidad, al tener distinta significación, vienen a ser -palabras diferentes; Tirso y Barahona usaron de esto (Rodríguez Marín, -<i>Luis Barahona de Soto</i>, pág. 404), y aun hoy se ha defendido como -licencia que se debe permitir. (E. Benot, <i>Prosodia castellana y -versificación</i>, tomo III, pág. 236.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_162" href="#FNanchor_162" class="label">[162]</a> -Doña Beatriz Pimentel, hija del Conde de Benavente, mujer de D. García -y madre de D. Fernando, el gran Duque de Alba.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_163" href="#FNanchor_163" class="label">[163]</a> -Don Fernando Álvarez de Toledo nació en Piedrahita, villa de la -provincia de Ávila, en el año de 1507, y murió en Lisboa a 11 de -diciembre de 1582, a los setenta y cinco años de edad. (V. Navarrete, -156-157.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_164" href="#FNanchor_164" class="label">[164]</a> -«Si bello infante n’ apparia che’ l mondo — Non hebbe un tal dal -secol primo al quarto.» (Ariosto, canto 46) Pónese como término de -ponderación el nacimiento de Jesús a los 4000 años de la Creación.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_165" href="#FNanchor_165" class="label">[165]</a> El -monte Parnaso tiene dos cumbres. En una estaban los templos de Apolo y -Diana, y en otra, el de Baco. (Herrera, pág. 188.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_166" href="#FNanchor_166" class="label">[166]</a> -<i>Aquellas nueve lumbres</i>, las nueve Musas.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_167" href="#FNanchor_167" class="label">[167]</a> -Pintan mancebo a Febo, porque naciendo y escondiéndose todos los días, -nunca siente vejez, y le llaman intonso, porque nadie puede cortar de -su frente su cabellera de luz.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_168" href="#FNanchor_168" class="label">[168]</a> -Las Musas, <i>luengamente</i>, es decir, desde hacía mucho tiempo -tenían visto y sabido lo que había de ser el porvenir del recién -nacido.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_169" href="#FNanchor_169" class="label">[169]</a> -<i>nétar</i>, voz semiculta, por <i>néctar</i>, como -<i>vitoria</i>, <a href="#FNanchor_33">Eg. I, v. 35</a>; -<i>acidente</i>, <a href="#Eg2-131">Eg. II, v. 131</a>; -<i>eleción</i>, <a href="#Eg2-166">íd., 166</a>; <i>aflitos</i>, -<a href="#FNanchor_93">íd., 229</a>; <i>efeto</i>, <a -href="#FNanchor_95">íd., 253</a>; <i>noturna</i>, <a -href="#Eg2-297">íd., 297</a> y <a href="#FNanchor_99">301</a>; -<i>jatancia</i>, <a href="#Eg2-1513">íd., 1513</a>, etc.; la -pronunciación de estas palabras respondía a su ortografía, -como demuestra el hecho de encontrar en rima <i>trompetas</i>, -<i>perfetas</i> y otros casos análogos. (F. Rodríguez Marín, <i>Luis -Barahona de Soto</i>, pág. 402.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_170" href="#FNanchor_170" class="label">[170]</a> -Este mancebo de quien habla Garcilaso es su amigo Juan Boscán; da su -nombre más abajo, <a href="#Eg2-1349">v. 1349</a>. Boscán, siendo -muy joven, entró en la casa de Alba a ser ayo de D. Fernando. «El -ayo, en las costumbres de entonces, tenía más de camarada que de -pedagogo, pero aun así, no es verosímil que se confiara tal cargo -a quien, por lo menos, no excediese en diez años a su educando.» -(Menéndez y Pelayo, <i>Antología</i>, XIII.) Hace igual conjetura -Navarrete, pág. 161. Debió, pues, nacer Boscán a fines del siglo <span -class="asc">XV</span>, y murió en 1542.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_171" href="#FNanchor_171" class="label">[171]</a> -El robusto oficio de la silvestre caza. <a href="#Eg3-148">Eg. III, v. -147</a>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_172" href="#FNanchor_172" class="label">[172]</a> -«En el año de XXIV (1524), en Burgos, un caballero servía a una dama a -quien también el Duque de Alba servía, y aún no era Duque; y en aquel -tiempo se habían comenzado a usar los arcabuces, y teníase por caso de -menos valer, entre caballeros, usar de arcabuces, principalmente los -que se preciaban de la espada. Y aquel caballero preciábase de gran -tirador de arcabuz; y estando los dos delante de la dama, sacó el Duque -un lienzo, y poniéndolo en las narices dijo: “¡Oh, como hiede por aquí -a pólvora!” Entonces riose la dama, y corriose el caballero; y luego lo -más secreto que pudo apartó al Duque y desafiole a espada y capa a la -puente de San Pablo, a cierta hora de la noche. Y llegando el Duque, -dijo el otro: “¿Qué armas traéis?” Dijo el Duque: “Espada y daga.” Dijo -el otro: “Yo no tengo más que espada.” Entonces el Duque sacó su daga y -echola de la puente abajo en el río. Comenzaron su desafío; y allí se -hicieron amigos y trataron de que no se supiese este hecho; mas húbose -de descubrir, porque al tomar de las capas que estaban en el suelo, -se trocaron, y el Duque no cayendo en ello, descubrió en palacio la -encomienda que tenía la capa del otro, y por aquí se vino a saber el -desafío.» (Brocense, nota 177.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_173" href="#FNanchor_173" class="label">[173]</a> -«Himeneo era el dios de las bodas. El diestro pie calzado significa -buen agüero, porque la reina Dido, para desatar el casamiento de Eneas, -tenía un pie descalzo, como dice Virgilio.» (Brocense, nota 179.) De -este rito de calzarse o descalzarse el pie derecho, para significar -firmeza o rompimiento de los lazos matrimoniales, entre los gentiles -recogió varios datos Tamayo, notas, fol. 62-65.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_174" href="#FNanchor_174" class="label">[174]</a> -«Comprehende aquí Garcilaso las costumbres de las bodas antiguas -(paganas). Dice que alternaban el canto las que ponían a la novia en el -lecho... Las que llama aquí <i>vírgines</i> eran las pronubas antiguas, -aunque no vírgines, pero castas, que tenían este oficio a su cargo...» -(Tamayo, notas, fol. 65.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_175" href="#FNanchor_175" class="label">[175]</a> -«Esta señora era hija del Conde de Alba de Liste, y prima y mujer del -Duque.» (Herrera, 603.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_176" href="#FNanchor_176" class="label">[176]</a> -Al divino Herrera, pág. 603, le escandalizó este atrevimiento de -Garcilaso «que muy ajeno es de su modestia y pureza, y que deslustró -mucho la limpieza y honestidad de toda esta descrición.» Pero no se -trata de cosa indigna, impura ni inmodesta, sino de la casta y legítima -correspondencia del lecho conyugal, y aun solamente del deseo de -D. Fernando, no del suceso. Homero, Virgilio, y el mismo Petrarca, -llegaron en sus versos a mayores libertades. (V. Tamayo, notas -61-62.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_177" href="#FNanchor_177" class="label">[177]</a> -«Toca aquí la ficción del filósofo Pródico, la cual refiere Xenofon. -Y es, que Hércules siendo mancebo, yendo por un camino llegó adonde -se partían dos caminos, y estando dudoso por cuál iría, vio venir por -cada uno una doncella, una muy hermosa, y otra robusta y varonil; cada -una le rogaba que fuese por su camino, y la muy hermosa, al parecer -exterior, que era Voluptas, el deleite, prometía en su camino muchos -regalos y descansos; la otra, que era Virtud, le prometía mal camino -y muchos trabajos, pero prometía al cabo dellos descanso y fama, al -revés de la otra. Hércules dijo que más quería trabajos con aquella -condición; y fuese tras la Virtud.» (Brocense, nota 181.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_178" href="#FNanchor_178" class="label">[178]</a> -A partir de este verso cuenta Garcilaso el viaje que el Duque hizo a -Alemania para intervenir en el socorro de Viena, amenazada por Solimán, -gran Sultán de Turquía. Garcilaso acompañaba al Duque en dicho viaje: -año de 1532. (Navarrete, págs. 32 y 33.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_179" href="#FNanchor_179" class="label">[179]</a> -«<i>mudable</i>: atributo propio de los franceses.» (Herrera, pág. -605.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_180" href="#FNanchor_180" class="label">[180]</a> -«Pasadas las asperezas del Pirineo recibió orden el Duque de caminar -con más rapidez, dejó su escolta y comitiva, y solo con Garcilaso, -atravesó por la posta de Francia hasta París, donde cayó enfermo, acaso -de las fatigas del viaje; su amigo le asistió esmeradamente, hasta que -ya convalecido pudieron ambos continuar adelante...» (Navarrete, pág. -40.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_181" href="#FNanchor_181" class="label">[181]</a> -«Parece que es alusión a la Morbania, deidad falsa y ridícula de los -antiguos.» (Tamayo, notas, fol. 66.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_182" href="#FNanchor_182" class="label">[182]</a> -«Esculapio fue gran médico, tenido por los antiguos por dios de la -medicina. Fue hijo de Apolo y padre de Padalirio y Macaón, grandes -médicos.» (Brocense, nota 182.) «Halló muchas cosas útiles a la salud -de los hombres. Fue tan excelente en la curación de los enfermos, que -fuera de la opinión de todos, dicen que restituyó a muchos desesperados -a la vida y que volvió a ella a muchos muertos. Acusado por esto ante -Júpiter, lo mató con un rayo... Enojado Apolo desta muerte, mató a los -Cíclopes que fabricaron el rayo a Júpiter.» (Herrera, pág. 606.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_183" href="#FNanchor_183" class="label">[183]</a> -Repuesto D. Fernando de su enfermedad, Garcilaso y él continuaron -su viaje; llegaron al Rin, y embarcados en sus aguas, pasaron a -Colonia.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_184" href="#FNanchor_184" class="label">[184]</a> -«Dícelo por Julio César, que pasó del Rheno (Rin) contra alemanes.» -(Brocense, nota 183.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_185" href="#FNanchor_185" class="label">[185]</a> -«Fue Santa Úrsula hija de Dioneto, nobilísimo príncipe de Inglaterra; -padeció martirio con once mil vírgenes de la mesma nación en Colonia -Agripina, a la ribera del Rin, por los capitanes de Atila que la tenían -cercada, en el año de nuestra salud, 352, siendo emperador Marciano.» -(Herrera, pág. 607.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_186" href="#FNanchor_186" class="label">[186]</a> -Aquel tirano fue, según se cree, Giula, capitán general de Atila. -(Azara.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_187" href="#FNanchor_187" class="label">[187]</a> -<i>estaba en dubio</i>, en duda; <i>dubio</i> es voz latina.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_188" href="#FNanchor_188" class="label">[188]</a> -Emplea metafóricamente <i>suelta la rienda a su navío</i>, como ahora -decimos dar rienda suelta al llanto, al entusiasmo, a los deseos; de -otro modo «parecería dura esta translación del uso de los caballos -al de la navegación; pero es elegantísima, y como tal usada de los -antiguos griegos y latinos de mejor fama...» (Tamayo, notas, fol. -66.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_189" href="#FNanchor_189" class="label">[189]</a> -El César Carlos V recibió en sus brazos al Duque de Alba en Ratisbona, -donde se hallaba convocada la Dieta entendiendo en el conflicto -político-religioso promovido por el protestantismo. (Navarrete, 32.) -Era también aquella ciudad punto de reunión para los caballeros que -acudían al socorro de Viena.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_190" href="#FNanchor_190" class="label">[190]</a> -«El Príncipe turco, Solimán, que dos años antes había sojuzgado la -Hungría y puesto, aunque infructuosamente, cerco sobre Viena, salió -segunda vez de Constantinopla con innumerables gentes, para repetir el -asedio de aquella ciudad.» (Navarrete, pág. 32.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_191" href="#FNanchor_191" class="label">[191]</a> -<i>Eran gentes de diversos pueblos y opiniones, pero con un solo -propósito e intención. Los nuestros ocupaban mucho menos terreno que -los enemigos.</i>.. Este pasaje ha tenido mala interpretación en la -edición de Castro.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_192" href="#FNanchor_192" class="label">[192]</a> -<i>Sobrar</i>: exceder, sobrepujar. V. <a href="#Footnote_31">Eg. I, v. -28, nota</a>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_193" href="#FNanchor_193" class="label">[193]</a> -<i>Sobrado</i>: el que excede a otro. V. <a href="#Footnote_31">Eg. I, -v. 28, nota</a>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_194" href="#FNanchor_194" class="label">[194]</a> -En el ejército del César había alemanes, flamencos, italianos y -españoles: «El Emperador al ver la gran tempestad que sobrevenía pidió -auxilio a la Dieta, escribió al Marqués del Vasto para que recogiese -toda la infantería española que acababa de poner fin a la guerra -de Florencia, y juntase más italiana, avisó a los hombres de armas -ordinarios de Flandes y Borgoña, y pidió a los grandes y ciudades de -España apercibiesen hombres de armas y todo recaudo, preparándose a -sostener solo este glorioso empeño, en que ni el Rey de Francia ni el -de Inglaterra quisieron ayudarle.» (Navarrete, pág. 32-33.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_195" href="#FNanchor_195" class="label">[195]</a> -<i>Tirar</i>, quitar, apartar.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_196" href="#FNanchor_196" class="label">[196]</a> -<i>Su gente</i>, no se refiere al <i>guerrero</i>, sino al <i>cauto -italiano</i>, que en el valor del Duque recordaba el de los famosos -capitanes de la antigua Roma.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_197" href="#FNanchor_197" class="label">[197]</a> -Habla en estos versos de Cornelio Escipión el primer Africano, única -esperanza de la República, vencedor del terrible y duro Aníbal, y -demoledor de la fiera Cartago.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_198" href="#FNanchor_198" class="label">[198]</a> -<i>así molesta</i>, acaso deba interpretarse <i>tan molesta</i>, -del mismo modo que en frases como «no puedo dudar de un hombre tan -honrado; tan cordiales relaciones quedaron rotas»... En el castellano -antiguo, <i>tan</i> y <i>así</i> tenían un valor equivalente en -comparaciones. (V. R. Menéndez y Pidal, <i>El Cantar de mío Cid</i>, -tomo I, parte II, § 180.) Compárense en esta misma égloga, versos -<a href="#Eg2-1671">1671</a>, <a href="#Eg2-1735">1735</a> y <a -href="#FNanchor_210">1769</a>. El Brocense interpretó de otro modo -«dividiendo aquella palabra, <i>assí</i>, en dos, <i>a sí</i>, que es -en latín <i>sibi</i>», y la mayor parte de las ediciones han seguido -esta enmienda del Brocense.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_199" href="#FNanchor_199" class="label">[199]</a> -Se entiende mejor leyendo el <i>pensamiento ambigo</i>, como -propone Tamayo, fol. 67; el estado cristiano estaba en dubio, <a -href="#FNanchor_187">v. 1493</a>; el suceso de esta guerra era dudoso, -<a href="#Eg2-1578">v. 1578</a>; su remedio, por consiguiente, -ambiguo. Las tropas del César apenas eran, en efecto, la mitad de las -que llevaba el sultán. (Navarrete, pág. 43.) La forma <i>ambigo</i> -corresponde a <i>ambiguo</i>, como <i>inicas</i> a <i>inicuas</i>, -<a href="#FNanchor_158">verso 1223</a>, y como <i>antigo</i> a -<i>antiguo</i>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_200" href="#FNanchor_200" class="label">[200]</a> -«Salió, el Emperador, de Ratisbona con la caballería flamenca y un -lucido tren de artillería, pasando por el Danubio a Linz, seguido -de numerosa comitiva en barcas construidas al efecto, con el nombre -de <i>nasadas</i>, cuya dilatada hilera formaba una escuadra de -sorprendente vista.» (Navarrete, pág. 42.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_201" href="#FNanchor_201" class="label">[201]</a> -<i>Gran tirano</i>: entiéndase por el Sultán de Turquía, Solimán el -Magnífico, contra quien fue toda esta expedición.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_202" href="#FNanchor_202" class="label">[202]</a> -«Los Cíclopes fueron unos salvajes en Sicilia, que no tenían más de un -ojo en la frente, y eso quiere decir en griego <i>Ciclops</i>. Dicen -los poetas que son los herreros de Vulcano, al cual llaman aquí <i>el -gran maestro</i>.» (Brocense, nota 191.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_203" href="#FNanchor_203" class="label">[203]</a> -Nuestro lenguaje antiguo empleaba las formas <i>esora</i>, <i>la -hora</i>, <i>a esas horas</i>, etc., con el valor castellano -actual <i>entonces</i>, como el francés <i>alors</i> y el italiano -<i>allora</i>; esta interpretación conviene en este caso <i>a -aquellas horas</i>, en vez de suponer como Tamayo, notas, fol. 68, -el latinismo <i>ora</i> por <i>ribera</i>, cuyo uso, si ha existido, -debió ser rarísimo en castellano: comp. <i>a la hora</i>, <a -href="#Footnote_316">Canc. IV, v. 49, nota</a>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_204" href="#FNanchor_204" class="label">[204]</a> -Noticioso el Sultán de los preparativos con que acudía el Emperador, -retirose de Viena a Gratz, sin aventurarse a darle la batalla, y -después retrocedió definitivamente a Constantinopla. (Navarrete, págs. -42 y 43.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_205" href="#FNanchor_205" class="label">[205]</a> -«Don Fernando estuvo en la persecución de algunos de los capitanes -enemigos, y anhelando teñir su espada en sangre turca, sintió que -la suerte no preparase a los imperiales más difíciles triunfos.» -(Navarrete, pág. 43.) Cree este autor que Garcilaso no debió tomar -parte en estos sucesos por haber sido desterrado por el Emperador -desde el principio de la jornada, cuando el Duque y el poeta llegaron -a Ratisbona. (V. <a href="#Footnote_308">nota</a> a la Canc. III, v. -3.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_206" href="#FNanchor_206" class="label">[206]</a> -Cuentan que los antiguos coronaban con ramos sus naves después de una -victoria, y que tales ramos solían poner en el sagrario o capilla -de popa; a esta costumbre pudo aludir Garcilaso, aun cuando lo que -dice puede también decirse metafóricamente por las naves que volvían -vencedoras.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_207" href="#FNanchor_207" class="label">[207]</a> -Ha dicho el Sr. Menéndez y Pelayo, <i>Antología</i>, XIII, pág. 54, -que el pastor <i>Albanio</i>, enfermo de mal de amores por la hermosa -<i>Camila</i>, debe de ser el Duque de Alba, D. Fernando; a esto quiero -decir que no acierto a comprender cómo a Garcilaso pudo ocurrírsele -introducir dos veces al Duque en esta Égloga con tan distinto carácter, -a saber: como Duque en persona y como pastor; como esposo enamorado, -correspondido y satisfecho, y, a la vez, como amante desesperado y -loco furioso; téngase presente que mientras <i>Nemoroso</i> ha estado -elogiando al Duque por su prudencia y su valor, ha tenido a sus pies al -mismo <i>Albanio</i>, aletargado y rendido en su locura.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_208" href="#FNanchor_208" class="label">[208]</a> -Es necesario leer <i>glo-ri-o-so</i>, como <i>o-di-o-sas</i>, <a -href="#FNanchor_357">soneto XVI, v. 1</a>; nuestros poetas clásicos -medían a la manera latina e italiana, <i>la-bi-os</i>, <i>o-di-o</i>, -<i>glo-ri-a</i>, y del mismo modo los derivados <i>fu-ri-o-so</i>, -<i>in-ge-ni-o-so</i>, etc. (V. Elías Zerolo, <i>Noticias de Cariasco y -del empleo del verso esdrújulo en el siglo XVI. Legajo de Varios</i>, -París, 1897, y F. Rodríguez Marín, <i>Luis Barahona de Soto</i>, págs. -405-411.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_209" href="#FNanchor_209" class="label">[209]</a> -<i>lustre</i> por <i>lustro</i>, que fue primitivamente espacio de -cuatro años, y que «el uso y abuso de los gramáticos lo ha hecho -de cinco». (Herrera, pág. 267.) Cuando la expedición a Alemania -(1532) el Duque D. Fernando solo tenía veinticinco años, y Garcilaso -veintinueve.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_210" href="#FNanchor_210" class="label">[210]</a> -<i>coruscar</i>, lucir, brillar. El <i>Dicc. Aut.</i> solo da -<i>coruscante</i> y <i>corusco</i>, «resplandeciente, sumamente lucido -y brillante».</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_211" href="#FNanchor_211" class="label">[211]</a> -Describe pastoralmente el tiempo de la cena, de la cual es indicio el -humo que sale por los <i>alcores</i>, chimeneas.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_212" href="#FNanchor_212" class="label">[212]</a> -Garcilaso dedicó esta Égloga, según afirmación de D. Antonio -Puertocarrero, su yerno, a D.ª María de la Cueva, esposa de D. Juan -Téllez Girón, Conde de Osuna, fundador del Colegio Mayor y Universidad -de dicha villa, y gran amigo de los hombres de letras. D.ª María, ya -viuda, fue Camarera mayor de la Reina D.ª Isabel de Valois, tercera -mujer de Felipe II, y falleció en Madrid a 19 de abril de 1566. (V. -F. Rodríguez Marín, <i>Luis Barahona de Soto</i>, Madrid, 1903, pág. -73.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_213" href="#FNanchor_213" class="label">[213]</a> -Garcilaso no ha dejado más <i>octavas rimas</i> que las que -componen esta Égloga y la que nos conservó Castillejo (V. <a -href="#Ch7-4">Apéndice IV</a>): «<i>La octava rima</i>, enteramente -desconocida en todas las literaturas de la Península antes de Boscán, -es una de las adquisiciones más importantes que este hizo para nuestra -métrica, y quizá el género en que sobresalió más. Su modelo inmediato, -aunque no único, fueron las estancias compuestas por Bembo para el -Carnaval de la corte de Urbino en 1507.» (M. Menéndez y Pelayo, -<i>Antología</i>, XIII, 237.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_214" href="#FNanchor_214" class="label">[214]</a> -Entiende Tamayo, fol. 68, «que es demasía sin fruto decir que la lengua -está en la boca, pues ¿adónde había de estar?,» y sin más que esto, en -algunas ediciones se ha corregido el presente verso, imprimiendo: «Mas -con la lengua muerta y fría la boca», que es la lectura que el mismo -Tamayo proponía. Yo respeto tal <i>demasía</i> porque he visto que -Herrera, más escrupuloso que nadie en estas cuestiones, la conserva, y -el elegante prosista Cienfuegos, hablando precisamente de la muerte de -Garcilaso por la honda impresión que causó en el espíritu del Marqués -de Lombay, la repite diciendo: «él vio fría y difunta en su boca -aquella espiritosa lengua, ramillete de las más cultas flores de la -erudición y de la elocuencia...» (<i>Vida del Grande San Francisco de -Borja</i>, Madrid, 1726, pág. 48.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_215" href="#FNanchor_215" class="label">[215]</a> -«<i>Carta</i> por el papel, en significación latina o italiana.» -(Azara.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_216" href="#FNanchor_216" class="label">[216]</a> -«En Boscán se hallan en una estancia de una canción los versos que -dicen:</p> - -<div class="poetry-container mt1"> -<div class="poetry"> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">“<i>Hablaré yo lo menos que tuviere</i></p> - <p class="i0"><i>Que esto será lo más que yo pudiere.</i>”</p> - </div> -</div> -</div> - -<p class="mt1">¿Quién tomó a quién en este último verso? ¿Boscán a -Garcilaso o Garcilaso a Boscán? Tamayo afirma, notas, fol. 69, que -Boscán aprovechose de este verso como de hacienda de amigo. Ignoro en -qué se fundó para decir lo que dijo.» (Castro, pág. 21.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_217" href="#FNanchor_217" class="label">[217]</a> -Nadie ha hablado de Garcilaso que no haya repetido este famoso -verso, el cual glosa Cienfuegos (<i>Vida del Grande San Francisco de -Borja</i>, Madrid, 1726, pág. 50) de esta manera: «Él había nacido para -decidir aquella antigua batalla entre las armas y las letras, siendo a -un tiempo milagro de ambas escuelas... Él hizo cantar las Musas al son -de los clarines y de las cajas roncas, como al compás de las cítaras -templadas...»</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_218" href="#FNanchor_218" class="label">[218]</a> -<i>somorgujar</i> y <i>somormujar</i>, verbo que significa meter debajo -del agua, chapuzar, zabullir; la forma verbal se ha hecho sobre el -substantivo <i>somorgujo</i>, cuya etimología es * <i>submergulio</i>, -derivado de <i>submergo</i>, y con el sentido de <i>submergulus</i>. -(V. R. Menéndez Pidal, <i>Gramática Hist.</i> § 65.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_219" href="#FNanchor_219" class="label">[219]</a> -<i>calar</i>, bajar, descender. «Entonces se levantó (Don Quijote) y... -dándole soga el primo y Sancho, le dejaron calar al fondo de la caverna -espantosa.» (<i>Don Quijote</i>, <span class="asc">I</span>.ª Parte, -cap. XXII.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_220" href="#FNanchor_220" class="label">[220]</a> -<i>lacivo</i> por <i>lascivo</i>, como <i>picina</i> -por <i>piscina</i>. (Santa Teresa, <i>Las Moradas</i>, -ed. <i>Cl. Castellanos</i>, Madrid, 1910, 11-23; v. <a -href="#Footnote_76">nota</a> al v. 383 de la Eg. I.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_221" href="#FNanchor_221" class="label">[221]</a> -«Burlaba un poeta de este verso: <i>nadando dividieron y cortaron</i>, -porque parece que hay en él ripia para henchir el verso, y sobra el -<i>cortaron</i>. Digo que de no entender el punto, se erraba él, porque -se ha de leer:</p> - -<div class="poetry-container mt1"> -<div class="poetry"> - <div class="estrofa"> - <p class="i0"><i>El agua clara con lascivo juego</i></p> - <p class="i0"><i>Nadando dividieron; y cortaron,</i></p> - <p class="i0"><i>Hasta que el blanco pie</i>, etc.»</p> - </div> -</div> -</div> - -<p class="mt1">(Brocense, nota 219.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_222" href="#FNanchor_222" class="label">[222]</a> -Por lo visto alguno protestó de que el poeta sacase de las aguas a -estas ninfas, que siendo moradoras de dicho elemento no podrían vivir -en tierra seca. Tamayo defiende a Garcilaso con el testimonio de varios -autores clásicos.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_223" href="#FNanchor_223" class="label">[223]</a> -<i>delgadeza</i>, <i>domestiqueza</i>, <a href="#Eg2-180">Eg. II, v. -180</a>, y <i>selvatiquez</i>, <a href="#FNanchor_377">Son. XXVIII</a>, -tienen procedencia italiana.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_224" href="#FNanchor_224" class="label">[224]</a> -«Debe Toledo a Garcilaso muchas alabanzas, pues no deja ocasión en que -las olvide; y aquí no son encarecidas, sino verdaderas las del oro -de sus arenas, pues hasta hoy se experimenta lo que en los tiempos -antiguos fue tan recibido.» (Tamayo, notas, fol. 71.) Del aurífero Tajo -hablan muchos autores latinos.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_225" href="#FNanchor_225" class="label">[225]</a> El -de Tracia es Orfeo, a quien se refieren las dos octavas siguientes.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_226" href="#FNanchor_226" class="label">[226]</a> -«No dejaré de notar el cuidado de las palabras de Garcilaso en todo lo -que es ornato de las mujeres, cuya blancura, particularmente en los -pies, repite tantas veces.» (Tamayo, notas, fol. 65.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_227" href="#FNanchor_227" class="label">[227]</a> -Por si alguno aspira a resolver la cuestión advertiré que hay -discrepancia entre los autores sobre si la sierpe que mordió a Eurídice -fue pequeña o grande. (V. Brocense, nota 215.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_228" href="#FNanchor_228" class="label">[228]</a> En -otro lugar, <a href="#FNanchor_137">Eg. II, v. 942</a>, fue necesario -decir parte de esta fábula. Dejaron, pues, a Orfeo, marido de Eurídice, -que sacase a su esposa de los infiernos, pero con la condición de que -no había de mirarla hasta que saliese de los límites y jurisdicción de -ellos, y no habiendo podido abstenerse de verla, le fue arrebatada por -segunda vez; Orfeo, desesperado de su infortunio, retirose sobre el -monte Hemo. (Ovidio, <i>Metam.</i>, lib. X, fáb. I.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_229" href="#FNanchor_229" class="label">[229]</a> -Hallábase Cupido ofendido contra Apolo porque este se había atrevido -a burlarse de las astucias del Amor; fue su venganza dispararle una -flecha dorada para rendirle al amor de Dafne, y, al mismo tiempo, -inspirar a esta un gran desamor hacia Apolo.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_230" href="#FNanchor_230" class="label">[230]</a> La -fábula de Apolo y Dafne se trata más adelante en el Son. XIII.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_231" href="#FNanchor_231" class="label">[231]</a> -Cupido hiere con dos géneros de saetas; con las de oro engendra el amor -firme y verdadero, <a href="#FNanchor_229">v. 152</a>; con las de plomo -inspira la antipatía y el desdén. (Ovidio, <i>Metam.</i>, lib. I, fáb. -X.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_232" href="#FNanchor_232" class="label">[232]</a> -Adonis, hijo de Mirra, de famosísima belleza, fue amado de Venus con -la mayor ternura. Un día estando cazando hirió a un jabalí, el cual se -volvió contra él con la mayor furia y le mató. (Ovidio, <i>Metam.</i>, -lib. X, fáb. X.) Y quieren decir que aquel jabalí no fue sino el -dios Marte, enamorado de Venus, y convertido expresamente en aquella -fiera para matar a Adonis por los celos que le tenía. (Brocense, nota -217.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_233" href="#FNanchor_233" class="label">[233]</a> -Porque Herrera creyó excesivo el color de este detalle, contesta -Tamayo, notas, fol. 71: «Melindre es llamar <i>complosiones torpes</i> -estos afectos cuidadosos en Garcilaso, pues es imitación de Virgilio; -díjolo doctamente nuestro poeta con alusión a la costumbre antigua de -recibir con la boca, los parientes y amigos, el último aliento de los -que se morían...»</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_234" href="#FNanchor_234" class="label">[234]</a> -Pinta Garcilaso en las dos octavas siguientes «la ciudad, cabeza y -asiento del Imperio de España, Toledo, su patria, con tanta grandeza -y suavidad de palabras, que dudo haya cosa mejor tratada en todas sus -obras, ni más digna de la majestad de tan insigne madre, ni del ingenio -de tan noble hijo...» (Tamayo, notas, fol. 72.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_235" href="#FNanchor_235" class="label">[235]</a> -«Aquí comienza un género de Bucólica que llaman los griegos <i>canto -amebeo</i>, que es responsorio, en el cual se suele guardar esta ley: -que el que comienza es libre, y puede mudar propósitos, mas el que -responde y sigue, o ha de decir mucho más en la misma materia, o lo -contrario; y ansí se hace aquí imitando el proceder de Virgilio en la -primera y séptima Égloga.» (Brocense, nota 225.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_236" href="#FNanchor_236" class="label">[236]</a> -Describe exactamente el curso del Tajo en torno de la ciudad de -Toledo.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_237" href="#FNanchor_237" class="label">[237]</a> -Refiérese a las ruedas de las <i>azudas</i>, máquinas hidráulicas con -que se saca agua de los ríos por el impulso de su misma corriente. «Se -llaman <i>azudas</i>, voz arábiga, significadora de su color y de su -ruido, propiedad particular de las lenguas orientales.» (Tamayo, notas, -fol. 73.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_238" href="#FNanchor_238" class="label">[238]</a> -«En la pompa funeral que las diosas silvestres hacían a la ninfa, -observa sin afectación, Garcilaso, la costumbre de los entierros -antiguos... Los antiguos esparcían flores sobre los cuerpos o sepulcros -de sus defunctos... Flores cortadas para dar a entender, sin duda, la -fragilidad de la vida que retratan las rosas...» (Tamayo, notas, fol. -73 y 74.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_239" href="#FNanchor_239" class="label">[239]</a> -«Era señal de tristeza el desperdicio de los cabellos; en los libros -sagrados no hay pocos ejemplos de los hebreos,» y lo mismo entre -griegos y latinos. (Tamayo, notas, fol. 74.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_240" href="#FNanchor_240" class="label">[240]</a> -Recuerda nuevamente Garcilaso la muerte de doña Isabel Freyre. (V. <a -href="#Footnote_28">Eg. I, v. 2, nota</a>.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_241" href="#FNanchor_241" class="label">[241]</a> -«Una ninfa muerta, a quien las divinidades de los bosques, saliendo -de los árboles en que están metidas, cantan y lloran a su vez, y -después de haber cumplido con esta triste solemnidad, se vuelven -a esconder en los huecos mismos de las encinas, era un argumento -nuevo, al paso que sencillo, y que por su naturaleza y por la calidad -de los interlocutores podía ser enriquecido con todas las galas -del sentimiento y la fantasía.» Tal decía D. Manuel José Quintana -(<i>Poesías castellanas</i>, ed. 1830, pág. 371.) a propósito de la -famosa Égloga de Barahona de Soto, llamada <i>de las Hamadríades</i>, -cuyo argumento, como se ve, dejó indicado Garcilaso en este lugar.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_242" href="#FNanchor_242" class="label">[242]</a> -El Brocense dice que halló en un libro antiguo, en vez de -<i>degollada</i>, <i>igualada</i>, que significa <i>amortajada</i>. -Herrera afirma que <i>degollada</i> se tomaba por <i>desangrada</i>, -«como decimos cuando sangran mucho a uno, que lo <i>degolló</i> el -barbero.» Covarrubias en su <i>Tesoro de la Lengua castellana</i>, -escribe: «Cuando sacan a uno mucha sangre por las venas, solemos -decir que conviene <i>degollarle</i>, si el accidente requiere tanta -evacuación.» Azara dice que «más natural era que se leyese en el verso -<i>desangrada</i>, puesto que D.ª Isabel murió de sobreparto. Tamayo -acepta la voz <i>degollada</i> siguiendo a Herrera.» (Castro, pág. -22.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_243" href="#FNanchor_243" class="label">[243]</a> -Dice <i>al mar de Lusitania</i> porque D.ª Isabel era portuguesa; había -venido a la Corte española como dama de honor de la Infanta D.ª Isabel -de Portugal, casada en 1526 con Carlos V.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_244" href="#FNanchor_244" class="label">[244]</a> Es -encarecimiento de las labores de las ninfas, pues el presentar como en -relieve figuras llanas «es artificio de la mejor pintura»... (Tamayo, -notas, fol. 76.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_245" href="#FNanchor_245" class="label">[245]</a> -<i>trastornarse</i>, <i>trasponerse</i>. Barahona de Soto dio a -<i>trastornarse</i> esta misma acepción en los siguientes versos de su -Égloga III:</p> - -<div class="poetry-container mt1"> -<div class="poetry"> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">«Cual con sencillo rostro y pecho tierno</p> - <p class="i0">Al levantar del sol o al <i>trastornarse</i></p> - <p class="i0">Te ofrecerá el panar recién cogido...»</p> - </div> -</div> -</div> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_246" href="#FNanchor_246" class="label">[246]</a> -«Adagio es latino: <i>Aquae furtivae dulciores</i>. Mucho sabe lo -hurtado.» (Brocense, nota 225.) No latino, sino hebreo, cree Tamayo, -fol. 77, esto de que <i>las aguas hurtadas son las más dulces</i> o las -que mejor saben.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_247" href="#FNanchor_247" class="label">[247]</a> -«Aquí, sin duda, se descuidó nuestro poeta, porque hace dos vientos, -siendo uno; porque al que los griegos llaman <i>zephyro</i>, porque -trae vida, llaman los latinos <i>favonio</i>, porque favorece la vida, -de modo que la cosa es una y los nombres son dos.» (Brocense, nota -227.) A este parecer se inclina también Herrera; pero D. Tomás Tamayo -defiende a Garcilaso con el testimonio de muchos escritores antiguos -que, como él, tuvieron a <i>zefiro</i> y <i>favonio</i> por vientos -diferentes, notas, fol. 78. D. Adolfo de Castro, pág. 23, prescindiendo -de esa defensa, cree que, «o Garcilaso se engañó o puso el nombre de -otro viento que equivocaron los escribientes o los impresores». Queda, -pues, esta cuestión en planta como la de la sierpe de Eurídice, <a -href="#FNanchor_226">Eg. III, v. 130</a>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_248" href="#FNanchor_248" class="label">[248]</a> -«El cuerno de Amaltea —o cornucopia—, que denota la fertilidad y -abundancia de las cosas, no era de buey como fingían los pintores, sino -de plata, que quien la tuviere puede pedille lo que quisiere, que se lo -dará. Fue Amaltea... una mujer vieja y muy rica que contrataba, la cual -guardaba en un cuerno la mayor parte de la ganancia... y robándoselo -Hércules lleno de dineros, vivía a su gusto y deleite, y de aquí tuvo -origen decir que el cuerno de Amaltea ministraba a Hércules todos los -bienes.» (Herrera, pág. 686.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_249" href="#FNanchor_249" class="label">[249]</a> -Dijo Garcilaso esto de <i>morir la yerba</i> «por la opinión de -Pitágoras que creía que las plantas y otras cosas, no solo vivían, -sino que sentían el mal que les hacían; o porque la resolución de la -forma no es otra cosa que muerte.» (Tamayo, notas, fol. 79.) Esto -último, sin necesidad de acudir a la doctrina pitagórica, es suficiente -explicación, dada la natural inclinación y libertad que tienen los -poetas para suponer vida y sentimientos en lo inanimado.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_250" href="#FNanchor_250" class="label">[250]</a> -<i>escogiolo.</i> Andrés Rey de Artieda en sus <i>Discursos, -epístolas y epigramas de Artemidoro</i>, Zaragoza. 1605, censuraba -a Garcilaso esta forma, porque, según él, sería más concreto -<i>escogiole</i>. (Castro, pág. 23.) Nuestro texto —es decir, -el de Herrera— es <i>loísta</i>, <a href="#Eg2-1088">Eg. II, v. -1088</a>, <a href="#Eg2-1099">1099</a>, <a href="#Eg2-1307">1307</a>, -<a href="#Eg2-1308">1308</a>, <a href="#Eg2-1364">1364</a>, <a -href="#Eg2-1399">1399</a>, <a href="#Eg2-1400">1400</a>, <a -href="#Eg2-1567">1567</a>, etc.; en todos estos casos el de Tamayo es -<i>leísta</i>. La indecisión entre <i>le</i> y <i>lo</i>, que aún dura -en nuestra lengua, viene manifestándose desde los textos más antiguos. -(V. R. Menéndez Pidal, <i>El Cantar de Mío Cid</i>, tomo I, Parte II, § -130.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_251" href="#FNanchor_251" class="label">[251]</a> -<i>Al Duque de Alba en la muerte de D. Bernardino de Toledo, su -hermano.</i> — De regreso de la conquista de Túnez (1535), y de -resultas de los muchos padecimientos que en aquel país ardiente, seco y -arenoso había pasado, murió el gallardo joven D. Bernardino de Toledo, -hermano del gran Duque de Alba y amadísimo amigo de Garcilaso. Murió en -Túnez, según Argote de Molina, <i>Nobleza de Andalucía</i>, lib. II, -cap. XXII; en Trápana, camino de Palermo, según Sandoval, <i>Historia -de la vida del Emperador Carlos V</i>, lib. XXII, § 48, o en la -ciudad de Palermo, como dice Navarrete, pág. 67, desmintiendo a los -anteriores.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_252" href="#FNanchor_252" class="label">[252]</a> -«Frase italiana.» Azara, <i>pero</i> por <i>empero</i>: «quise, <i>no -obstante</i>, probar si me <i>bastaría</i> el ingenio <i>para</i> -escribirte»...</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_253" href="#FNanchor_253" class="label">[253]</a> -«Algunos, pareciéndoles que está falto este verso de Garcilaso, no -considerando la diéresis, lo han enmendado o dañado desta suerte: <i>No -quedará ya toda tu alma entera</i>; pero Garcilaso que conocía mejor -los números, se contentó con aquel modo, porque demás de sinificar así -la falta del alma, que él pretendió mostrar, no es flojo número de -verso, sino artificioso y no ajeno de suavidad.» (Herrera, 305. Del -mismo parecer es Tamayo, notas, fol. 30.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_254" href="#FNanchor_254" class="label">[254]</a> -Erídano es el río fabuloso donde las Helíades, hermanas de Faetón, -lloran su muerte convertidas en álamos. (<a href="#Ch5-12">Son. -XII</a>, 14.) Han creído muchos que se trataba del Po, otros, del -Ródano, y autor de tanta antigüedad como Esquilo, dijo que era un río -de España. (Herrera, 305.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_255" href="#FNanchor_255" class="label">[255]</a> -Lampecie, Lampetura y Faetura fueron las tres Helíades.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_256" href="#FNanchor_256" class="label">[256]</a> -Censuró Juan de Mal-lara la dislocación de esta frase tal como aparece -en el verso, y defendieron a Garcilaso Herrera y Tamayo: «la prosa no -tiene licencias, a los versos se les consienten... el juicio de la -una se puede quedar al oído, como el de la otra a la licencia de los -poetas; pero menos lo fue Mal-lara, que docto y hombre de bien, y rara -vez juzgan bien de los poetas los que no lo son». (Tamayo, notas, fol. -31.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_257" href="#FNanchor_257" class="label">[257]</a> -«<i>Abastanza.</i> Voz antigua, hoy desusada enteramente en nuestra -lengua. Los italianos la han conservado.» (Azara.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_258" href="#FNanchor_258" class="label">[258]</a> -«Más propio es esto que dice Garcilaso para alabar una dama que a un -caballero... mas, porque D. Bernaldino era mancebo de edad tierna que -no había dado muestra de su valor, pudiera emplear esto en lamentar las -esperanzas perdidas.» (Herrera, pág. 311.) Esta misma consideración -requiere el pasaje de la <a href="#FNanchor_160">Eg. II, v. 1254</a> -y siguientes. Por lo demás, en muchos autores antiguos se encontraron -ejemplos semejantes, «porque la hermosura es siempre digna de imperio y -no desdice a la fortaleza viril». (Tamayo, notas, fol. 56.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_259" href="#FNanchor_259" class="label">[259]</a> -«Declara la índole y lo que prometían las esperanzas de su valor.» -(Herrera, pág. 312.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_260" href="#FNanchor_260" class="label">[260]</a> -«Cosa muy usada fue poner dioses a los ríos, pintándolos recostados, -y alzado el medio cuerpo, y con las urnas debajo el brazo, enviar de -allí los ríos como de una fuente; coronábanlos por la mayor parte con -guirnaldas de cañas, y cubiertos hasta el ombligo de un carbaso, que es -vestidura floja y ancha, y desnudos la parte superior del cuerpo; tal -se ve Tibre en Roma en casa Cesi, tal Arno en los huertos del Pontífice -y tal describe Virgilio en el 8.º al mesmo Tibre...» (Herrera, 312.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_261" href="#FNanchor_261" class="label">[261]</a> -<i>Trinacria</i> es lo mismo que decir Sicilia. (Herrera, 316.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_262" href="#FNanchor_262" class="label">[262]</a> -Los lascivos sátiros, compañeros de Baco, provocadores y deshonestos, -con su busto de hombre, cuerpo de caballo y patas de carnero, tuvieron -para los antiguos tal realidad, que algunos historiadores hablan -de sátiros de carne y hueso conocidos por las gentes. (V. Herrera, -317.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_263" href="#FNanchor_263" class="label">[263]</a> -Refiérese a Héctor, defensor de Troya, vencido y muerto por Aquiles.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_264" href="#FNanchor_264" class="label">[264]</a> -Recuerda de nuevo la fábula de Adonis. (Véase <a -href="#Footnote_232">Eg. III, 176, nota</a>.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_265" href="#FNanchor_265" class="label">[265]</a> -Oeta es un monte de Tesalia que, según Estrabón, lib. 9, se extiende de -oriente a occidente, desde las Termópilas hasta el golfo de Arta. (V. -Herrera, 331.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_266" href="#FNanchor_266" class="label">[266]</a> -«<i>Alcides</i> se llamó Hércules por su gran fuerza, porque en griego -<i>Alce</i> es fuerza. Otros dicen que por su agüelo Alceo. Dicen que -sintiéndose morir de la ponzoña de la camisa, que su mujer Dejanira -le había enviado, hizo una hoguera en el monte Oeta y allí se quemó. -Esta ficción quieren que sea la purificación de los excelentes hombres -que suben a ser dioses, dejando acá la vestidura grosera del alma.» -(Brocense, nota 59.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_267" href="#FNanchor_267" class="label">[267]</a> -«<i>El claro padre.</i> D. García de Toledo, que murió en los Gelves -de poca edad. <i>El sublime abuelo.</i> D. Fadrique, Duque de Alba.» -(Azara.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_268" href="#FNanchor_268" class="label">[268]</a> -«El mar, sin duda, cerca la tierra y la tierra el mar, mas creyendo -los antiguos que este era mayor, dijeron que la coronaba... Pero los -modernos que con curiosidad lo tienen especulado, prueban ser mayor la -tierra que el Océano, según, no sus superficies, sino sus cuerpos, en -que es, sin comparación, mayor la tierra, como fácilmente se deduce de -sus diámetros...» (Tamayo, notas, fol. 35.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_269" href="#FNanchor_269" class="label">[269]</a> -Como si dijese desde el polo Sur al polo Norte <i>Calisto</i> es la Osa -Mayor. Antes fue una bella ninfa de quien Júpiter anduvo enamorado. La -iracunda Juno la convirtió en osa, y entonces Júpiter la transportó al -cielo. (Ovidio, <i>Metam.</i>, lib. II, fáb. IV.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_270" href="#FNanchor_270" class="label">[270]</a> -<i>Elegía a Boscán</i>; la escribió Garcilaso a su amigo desde Sicilia, -de regreso de su expedición a Túnez con el ejército del Emperador, año -de 1535. Esta Elegía y la anterior debieron ser escritas hacia la misma -fecha.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_271" href="#FNanchor_271" class="label">[271]</a> -«Anquises fue hijo de Asáraco y padre de Eneas, que lo engendró en -Venus junto a la Ribera de Simois, río de Troya.» (Herrera, 356.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_272" href="#FNanchor_272" class="label">[272]</a> -«Este confusísimo terceto quiere decir que el Mantuano Virgilio, en sus -eternos versos, nos conserva la memoria de que Anquises está enterrado -en Trápana —ciudad de Sicilia—. Libro III de la Eneida.» (Azara.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_273" href="#FNanchor_273" class="label">[273]</a> -«Llama César Africano al Emperador Carlos quinto porque venció a -África.» (Brocense, nota 66.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_274" href="#FNanchor_274" class="label">[274]</a> -De la celebridad de este verso dan testimonio Sa de Miranda, en su -égloga <i>Nemoroso</i>; Barahona de Soto, en su soneto a Herrera, a -propósito de las <i>Anotaciones</i>, y Lope de Vega, v. Cayetano A. de -la Barrera, <i>Nueva biografía</i>, tomo I de las <i>Obras de Lope de -Vega</i>, publicadas por la R. A. Española, Madrid, 1890, pág. 122.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_275" href="#FNanchor_275" class="label">[275]</a> -Dice Cienfuegos (<i>Vida del Grande San Francisco de Borja</i>, -Madrid, 1726, pág. 49) que «lo que más robaba en Garcilaso la afición -del Marqués de Lombay... era el no haber sentido jamás en sus labios -respiración que empañase la fama ajena...; escribiendo con pluma -elegante en todos los estilos, solo parece que ignoraba el de la -sátira, en que son elocuentes y agudos aun los menos discretos».</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_276" href="#FNanchor_276" class="label">[276]</a> -Llama <i>la patria de la Sirena</i> a Nápoles, que antes se llamó -Parténope, por una de las tres Sirenas así llamada, cuyo cuerpo allí se -halló. (Brocense, nota 66.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_277" href="#FNanchor_277" class="label">[277]</a> -Nápoles fue tierra de muchos deleites y regalos, según el testimonio de -los clásicos (V. notas de Azara y Tamayo, y acaso por esto la tradición -la hizo patria de las Sirenas.) Era una ciudad nobilísima, vestida -de jardines y bellos edificios, y llena de caballeros y gente rica, -«domicilio de hombres ociosos, que muchos, por huir de negocios, se -iban de Roma a ella». (Herrera, págs. 359-364.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_278" href="#FNanchor_278" class="label">[278]</a> -Sobre estos amores a que alude el poeta véase adelante, <a -href="#Footnote_375">nota al Son. XXVI, v. 1</a>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_279" href="#FNanchor_279" class="label">[279]</a> -«Quiere decir: Este temor persigue la esperanza y oprime el gran deseo -de su holganza, con el cual deseo van mis ojos.» (Brocense, nota -69.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_280" href="#FNanchor_280" class="label">[280]</a> -«La túnica de diamante significa la fortaleza, que tan importante es -para la guerra; aunque escribe San Isidoro que pintaban a Marte con el -pecho desnudo y sin armas, porque el que se halla en la guerra, se debe -arrojar en la batalla sin miedo de la muerte.» (Herrera, pág. 346.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_281" href="#FNanchor_281" class="label">[281]</a></p> - -<div class="poetry-container"> -<div class="poetry"> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">«Y en medio de la guerra peligrosa...</p> - <p class="i0">Te acuerdas del amor y del ausencia</p> - <p class="i0">Y maldices allí el rigor de Marte</p> - <p class="i0">Pronosticando en ti dura sentencia...»</p> - </div> -</div> -</div> - -<p class="mt1">(Cristóbal Mosquera de Figueroa, <i>Elegía a la muerte -de Garcilaso, Anotaciones</i> de Herrera, pág. 40.) Pocos meses después -de escribir Garcilaso la presente Elegía se cumplió, en efecto, este -siniestro presentimiento de su muerte.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_282" href="#FNanchor_282" class="label">[282]</a> -«Y se cumplió —su pronóstico— hasta en sus términos literales, -porque murió... asaltando una torre como a su valor cuadraba, -pero no cayó <i>traspasado de hierro agudo y fuerte</i>, sino -prosaicamente descalabrado por una piedra...» (M. Menéndez y Pelayo, -<i>Antología</i>, XIII, pág. 147.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_283" href="#FNanchor_283" class="label">[283]</a> -<i>Las venas dulcemente desatado</i>, es una cláusula casi -<i>absoluta</i> en que el participio <i>desatado</i> no concierta -con el substantivo de su oración, <i>venas</i>, sino con el sujeto -principal, aquel, mantenido por el pensamiento aun dentro de la -aposición; en prosa habría que decir, <i>las venas dulcemente -desatadas</i>. Es tan rara tal construcción que las gramáticas no dan -cuenta de ella; sin embargo, pueden recogerse algunos ejemplos:</p> - -<p class="ti1">—«Los alemanes, — El fiero cuello <i>atados</i>, — Y -los franceses van domesticados.» (Garcilaso, <a href="#Can5-18">Canc. -V, v. 18</a>.) — «<i>Desnuda el pecho anda ella.</i>» (Góngora.) — -«<i>Desnuda</i> el pecho, el brazo <i>descubierta</i>.» (Góngora.) -— «Febo... cantó — <i>Revuelto</i> en oro la encrespada frente.» -(Herrera.) — «estuve... ya entregado — Al agudo cuchillo la garganta.» -(Ercilla.) — «El cuerpo de nieve pura — Que excede a toda blancura — -<i>Vestido</i> del sol los rayos — Vertiendo abriles y mayos — de la -blanca vestidura.» (Cristobalina Fernández.) (V. Castro, <i>Poetas -líricos</i>, etc., pág. 31, nota.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_284" href="#FNanchor_284" class="label">[284]</a> -Elogia también la playa de Barcelona, patria de Boscán, D. Diego -Hurtado de Mendoza en su carta V, a María de Peña (<i>Auts. Esps. -poetas líricos de los siglos <span class="asc">XVI</span> y <span -class="asc">XVII</span></i>, pág. 59): «Que, como desparece Barcelona -— Y huye aquella plaza gloriosa, — Ansí va enflaqueciendo la -persona...»</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_285" href="#FNanchor_285" class="label">[285]</a> -Alude a D.ª Ana Girón de Rebolledo, dama valenciana, esposa de Boscán. -«Era de singular belleza, como se deduce de estos versos de Garcilaso. -D. Diego Hurtado de Mendoza la llama sabia, gentil y cortés, en una -epístola a Boscán. Este, en su respuesta, encarece la vida quieta, -dulce y sosegada que llevaba en compañía de su esposa, de quien elogia -con entusiasmo la belleza, bondad y discreción. Dícese que juntos leían -y saboreaban los poetas clásicos, especialmente Homero, Virgilio, -Catulo y Propercio, lo cual arguye en pro de la cultura literaria de -doña Ana... Al frente de las ediciones de Boscán va un prólogo que, -bien leído, a nadie puede ser atribuido sino a D.ª Ana...» (M. Serrano -y Sanz, <i>Apuntes para una Bibl. de Escritoras Españolas</i>, Madrid, -1903, tomo I, pág. 459. V. Menéndez y Pelayo, <i>Antología</i>, XIII, -págs. 131-136.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_286" href="#FNanchor_286" class="label">[286]</a> -La presente Epístola es el único ensayo de <i>verso suelto</i> que -de Garcilaso conocemos. Boscán y Garcilaso fueron los primeros -artífices castellanos que se ejercitaron en esta clase de verso. En -sus composiciones es preciso apreciar el valor histórico más que el -artístico. El <i>verso suelto</i> tuvo que pasar por muchas pruebas -antes de conseguir la perfección clásica del <i>Aminta</i> de Jáuregui. -(V. Menéndez y Pelayo, <i>Antología</i>, XIII, pág. 239.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_287" href="#FNanchor_287" class="label">[287]</a> -«...facilidad, descuido, libertad sin afectación de palabras ni -exornación de sentencias, todo lo tiene esta carta, cuya llaneza, en -vano y sin razón es culpada, pues ella es particular alabanza en este -género de escritura.» (Tamayo, notas, fol. 38.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_288" href="#FNanchor_288" class="label">[288]</a> -Garcilaso había venido desde Nápoles a Barcelona, enviado por el Virrey -D. Pedro, para informar personalmente al Emperador de los desastres que -había causado en las costas de Italia la armada de Barbarroja. Debió -llegar a Barcelona poco después del 4 de septiembre de 1534, y estuvo -en ella hasta el 1.º de octubre, en que emprendió su regreso a Nápoles, -haciendo en doce días el camino, a caballo, desde Barcelona a Valclusa. -(V. Navarrete, pág. 237.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_289" href="#FNanchor_289" class="label">[289]</a> De -Boscán a Garcilaso hay una sincera expresión de amistad honda y sentida -en el soneto: <i>Garcilaso, que al bien siempre aspirante</i>...</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_290" href="#FNanchor_290" class="label">[290]</a> -En honor de Garcilaso se ha dicho que, en medio de la llaneza de -esta carta, da idea de su erudición el hecho de que la mayor parte -de sus consideraciones sobre la amistad coinciden con la doctrina -de Aristóteles en su <i>Ética</i>, lib. VIII. (V. Conti, <i>Col. de -poesías castellanas</i>, traducidas al italiano, Parte 1.ª, tomo II, -pág. 345.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_291" href="#FNanchor_291" class="label">[291]</a> -«Vulgar dicho es: <i>Beatius est dare, quam accipere</i>.» (Brocense, -nota 76.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_292" href="#FNanchor_292" class="label">[292]</a> -Volvía Garcilaso esta vez a Italia por la Provenza, patria de los -trovadores, no siendo acaso prudente ir por mar a causa de las naves de -Barbarroja que lo infestaban. (Navarrete, pág. 59.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_293" href="#FNanchor_293" class="label">[293]</a> -<i>Varlet</i>, palabra francesa antigua, como <i>vaslet</i>, hoy -<i>valet</i>: criado, fámulo.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_294" href="#FNanchor_294" class="label">[294]</a> -<i>Argén</i>, es otro galicismo, que solamente por donaire emplea -Garcilaso en esta ocasión.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_295" href="#FNanchor_295" class="label">[295]</a> -Mosén Durall, uno de los mejores amigos de Boscán, fue un caballero -principal y rico de Barcelona, maestro racional o contador del -Principado, y hombre de noble trato y buen burlar, según el mismo -Boscán en su <i>Epístola</i> a Hurtado de Mendoza. Era muy gordo el -Dorall, y por eso dice Garcilaso lo de <i>abrazad si pudiereis</i>. -(Herrera, pág. 384.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_296" href="#FNanchor_296" class="label">[296]</a> 12 -del mes de octubre del año 1534. Escribe Garcilaso desde Valclusa, do -nació madona Laura, claro fuego del Petrarca.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_297" href="#FNanchor_297" class="label">[297]</a> -<i>como perdido</i>: ciegamente, como loco. «Noto que es frase -particular de las ponderaciones de nuestro poeta, esta <i>como -perdido</i>, así en el <a href="#FNanchor_348">Son. VIII, v. 7</a>: -<i>Salen fuera de sí como perdidos</i>.» (Tamayo, notas, fol. 17.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_298" href="#FNanchor_298" class="label">[298]</a> -Hállase repetido este pensamiento en varios poetas, en -Horacio, Petrarca, Tansillo, y aun en el mismo Garcilaso, <a -href="#El2-176">Eleg. II, v. 176</a> y sigs. Horacio en la Oda 22, -libro I, acaba diciendo:</p> - -<div class="poetry-container mt1"> -<div class="poetry"> - <div class="estrofa"> - <p class="i8">«...ya me ponga alguno</p> - <p class="i0">En la región al sol más allegada,</p> - <p class="i0">Do no vive ninguno,</p> - <p class="i0">Siempre será de mí Lalage amada:</p> - <p class="i0">La del reír gracioso</p> - <p class="i0">La del parlar muy más que miel sabroso.»</p> - </div> -</div> -</div> - -<p class="mt1">(Brocense, nota 19.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_299" href="#FNanchor_299" class="label">[299]</a> -<i>esecutarse</i>, ejecutarse. (V. <a href="#Footnote_95">Eg. II, v. -253, nota</a>.) La doble <i>ss</i> que pone Herrera, conforme a la -ortografía de su tiempo, en <i>essecutarse</i>, <i>fuessedes</i>, -<i>supiesse</i>, <i>desso</i>, <i>passarse</i>, etc., no la conservamos -en ningún caso.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_300" href="#FNanchor_300" class="label">[300]</a> A -esto aludió F. de Cangas, diciendo:</p> - -<p class="ti1">«Porque no quiere el amor — La muerte del amador, -— Sino tomallo a partido; — Que perdonar al rendido — Es gloria del -vencedor.» (Herrera, <i>Anotaciones</i>, pág. 224.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_301" href="#FNanchor_301" class="label">[301]</a> -Lo de <i>tendido</i> en este verso y en el 13 de esta misma canción -fue enmendado en <i>rendido</i> por D. Diego Hurtado de Mendoza, -considerando aquella voz menos digna, «pero juzga doctamente D. Juan -de Fonseca y Figueroa que no se ha de mudar, por ser modo ordinario -de los poetas latinos <i>jacere ante pedes</i>... y en los griegos -frecuentísimamente, mirando por ventura a la costumbre de los que -rogaban tocando las rodillas y echados a los pies.» (Tamayo, notas, -fol. 18.) (V. <a href="#Footnote_126">Eg. II, v. 661, nota</a>.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_302" href="#FNanchor_302" class="label">[302]</a> -La amarillez de los que aman, dice Herrera que «debe proceder, por -ventura, de tristeza y profundo cuidado, porque arrebatados en -consideración de lo que desean, gastan y destruyen la propia virtud y -impiden sus operaciones con la vigilia y trabajo de los espíritus», -pero reconoce como causa general «la poca fuerza del calor natural que -no puede digerir bien ni hacer buena sangre». (<i>Anotaciones</i>, pág. -225.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_303" href="#FNanchor_303" class="label">[303]</a> -<i>Contrastar</i>: hacer frente, resistir.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_304" href="#FNanchor_304" class="label">[304]</a> -«Pensaron los antiguos que los vientos eran intérpretes y mensajeros -que llevaban los ruegos y votos y todas las palabras a las orejas de -los dioses... y los votos que no tenían suceso y eran vanos, pensaban -que los vientos no los llevaban ante los dioses, antes los disipaban o -arrojaban lejos, en regiones apartadas.» (Herrera, pág. 231.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_305" href="#FNanchor_305" class="label">[305]</a> -Los últimos versos de esta estancia, mal conocidos en su forma -original, han sido modificados a su manera por cada anotador, como -puede verse en Tamayo, notas, fol. 20.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_306" href="#FNanchor_306" class="label">[306]</a> -Herrera llama aquí la atención con estas palabras: «Ningún poeta élogo -(de elegía), conforme a lo que yo he leído dellos y me acuerdo, pudo -alcanzar a decir tanto como esto.» (<i>Anotaciones</i>, pág. 233.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_307" href="#FNanchor_307" class="label">[307]</a> -En esta Canción hay diez versos agudos, uno en la Canción primera, -cuatro en la tercera y cuatro en el Soneto XXVII, y estos versos -troncados o mancos, que llama el toscano, «son dinos de reprehensión», -como dice Herrera, pág. 232. Tienen versos endecasílabos agudos el -Marqués de Santillana, y en el Boscán, Sa de Miranda, Hurtado de -Mendoza y otros. Siglo <span class="asc">XVI</span>. Parece seguro -que en tiempos de Garcilaso, el rigor del criterio paroxitónico, o de -acentuación grave, que después ha prevalecido, no se cumplía ni entre -los mismos italianos, puesto que en el mismo <i>Orlando</i> de Ariosto -hay cinco o seis casos de versos agudos. Hoy solamente son lícitos en -ciertas combinaciones métricas. (Menéndez y Pelayo, <i>Antología</i>, -XIII, <i>págs. 219 y sigs.</i>; Rodríguez Marín, <i>Luis Barahona de -Soto</i>, págs. 414-417.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_308" href="#FNanchor_308" class="label">[308]</a> -«Más abajo de Presbourg, ciudad de la Hungría occidental, se divide -el Danubio en dos brazos, los cuales no se reúnen hasta Komorn, plaza -fuerte de la Hungría oriental, y forman una gran isla a la que se ha -dado el nombre de Schut. Previendo Carlos V —cuando el socorro de -Viena, 1532— que Solimán podía traer embarcados por el río víveres y -pertrechos de guerra, para estorbarlo envió algunas tropas a esta isla -con orden de formar en ellas cuantas baterías se juzgasen necesarias.» -(Navarrete, páginas 40-43.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_309" href="#FNanchor_309" class="label">[309]</a> -En la isla de Schut, cuya frondosidad y belleza tanto alaba Garcilaso, -estuvo él preso, en efecto, de orden del Emperador, desde marzo a -junio de 1532, por su intervención en el desposorio de su sobrino con -D.ª Isabel de la Cueva. Ya se ha dado noticia de este suceso en la -<i>Introducción</i>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_310" href="#FNanchor_310" class="label">[310]</a> -«... Tú, Danubio, río divino, — Envolviste en tus ondas sus razones...» -(<i>Elegía a la muerte de Garcilaso</i>, por Cristóbal Mosquera de -Figueroa, <i>Anotaciones</i> de Herrera, pág. 39.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_311" href="#FNanchor_311" class="label">[311]</a> -<i>Fieras</i> tiene el valor de <i>belicosas</i>, y el poeta lo dice -particularmente por los antiguos suevos, etc., pobladores de las -naciones del Danubio. (Herrera, pág. 240.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_312" href="#FNanchor_312" class="label">[312]</a> -De esta Canción hace Tamayo, notas, fol. 21, el siguiente elogio: «Es -tal, que a mi ver, no tienen todas las lenguas juntas cosa más culta, y -así, es la primera de las obras de Garcilaso, que cuando sola quedara -de tanto como tenemos que agradecer al tiempo que nos ha conservado, -como de quejarnos dél por lo que nos quitó, bastaba para la honra de un -gran varón; porque si se mira la poesía, es cuidadosa; si la materia, -importantísima; si la disposición, extremada; si la dificultad de la -mucha filosofía que en sí encierra, reducida con suma claridad a lo que -solo el ingenio capacísimo de Garcilaso podía comprehender, no otro...» -Poco menos dice Herrera en sus <i>Anotaciones</i>, pág. 250.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_313" href="#FNanchor_313" class="label">[313]</a> -El licenciado Juan López de Úbeda dice en el prólogo de su <i>Vergel -de Flores divinas</i> (1582) que Garcilaso, Boscán, Castillejo y otros -muchos autores después de haber gastado tiempo en escribir versos -<i>a lo humano</i>, vueltos en sí, y comprendiendo la vanidad de -sus escritos, «escribieron cosas maravillosas a lo divino, como la -<i>Conversión</i>, de Boscán, que anda escrita de molde; la <i>Elegía -al Alma</i>, de Garcilaso, y ansí otras muchas». No se sabe a que -elegía de Garcilaso alude Úbeda. (Menéndez y Pelayo sospecha que acaso -quiso referirse a esta Canción cuarta, <i>Antología</i>, XIII, pág. -393.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_314" href="#FNanchor_314" class="label">[314]</a> -«<i>Confesado</i>: habiendo publicado mi mal. Este verso humilló mucho -la grandeza de esta estanza.» (Herrera, pág. 250.) Es la única alusión -de Garcilaso al dogma católico.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_315" href="#FNanchor_315" class="label">[315]</a> -«Describe hermosamente aquella interna discordia y guerra en que -contrasta, reluchando, la razón, con el apetito sensual y bruto...» -(Herrera, pág. 252.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_316" href="#FNanchor_316" class="label">[316]</a> -<i>a la hora</i> por <i>luego, inmediatamente</i>: el escribano -Rodrigo de Idoyaga, que actuó en el proceso de Garcilaso por lo del -<i>desposorio</i>, empleaba con frecuencia este giro: «dijo que estaba -presto de las complir, y para ello ir <i>a la hora</i> a la villa -de Tolosa.» «E luego <i>a la hora</i>, visto lo susodicho, el dicho -Corregidor dijo:» (Navarrete, págs. 211 y 220.) «Él, avergonzado, -conoció su yerro; pidió perdón, que le dio <i>a la hora</i> de buena -gana, contento de sastisfacerse de su injuria con la muestra de su -valor y esfuerzo.» (Mariana, <i>Historia</i>. Conquista de Sevilla.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_317" href="#FNanchor_317" class="label">[317]</a> Se -rindió la razón al apetito.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_318" href="#FNanchor_318" class="label">[318]</a> -«Aquí moraliza la fábula de Tántalo, el cual fingen los poetas que está -en el infierno metido en el río con el agua hasta la boca, y cuando -quiere beber, le huye el agua.» (Brocense, nota 40.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_319" href="#FNanchor_319" class="label">[319]</a> -«Moraliza la fábula de Venus, que fingen los poetas que la prendió -Vulcano en una sutilísima red, tomándola en adulterio con el dios -Marte.» (Brocense, nota 41.) «Clemente Alejandrino dice en el Libro 2.º -de su <i>Pedagogo</i>, que las cadenas con que fue presa Venus... son -el oro y ornato mujeril... los aderezos, y vestidos y joyas, señales -del adulterio...» (Herrera, <i>Anotaciones</i>, pág. 256. Trató esta -fábula Ovidio en sus <i>Metamórfosis</i>, lib. IV, fáb. III.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_320" href="#FNanchor_320" class="label">[320]</a> -Escribió Garcilaso esta Canción a la <i>Flor de Gnido</i> —D.ª Catalina -San Severino, hermana del Príncipe de Bisignano y viuda del Duque de -Traggeto— para persuadirla a ser menos esquiva con Mario Galeota, su -cortejante, gran amigo del poeta. Hay otras opiniones, como se verá en -la <a href="#Footnote_323">nota al verso 12</a>; pero esta, apoyada -directamente en el testimonio de D. Antonio Puertocarrero, yerno de -Garcilaso, parece la más autorizada. (Herrera, pág. 266.) De esta -bellísima composición dicen los críticos que nada le faltó si acertó -con su halago a conseguir lo que antes no pudieran los rendimientos y -obsequios del galán. (Navarrete, pág. 52.) El nombre de Mario Galeota -aparece otra vez en el <a href="#Ch5-33">Soneto XXXIII</a>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_321" href="#FNanchor_321" class="label">[321]</a> -Este género de estrofas que Garcilaso trajo al castellano han quedado -en nuestra poética con el nombre de <i>liras</i> por aparecer esta -palabra en el primero de los presentes versos. Entre los que siguieron -a Garcilaso escribiendo en <i>liras</i> sus canciones, ninguno honró -tanto esta combinación métrica como el ilustre Fr. Luis de León.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_322" href="#FNanchor_322" class="label">[322]</a> -Tal fue el maravilloso prodigio que obró el infortunado Orfeo en los -montes de Tracia lamentando la pérdida de su bella esposa Eurídice. -(V. <a href="#Footnote_137">notas a los versos 942, Eg. II</a>, y <a -href="#Footnote_228">144, Eg. III</a>.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_323" href="#FNanchor_323" class="label">[323]</a> -«En Nápoles hay un barrio que se dice <i>Il Seggio di Gnido</i>, que -es como una parte donde se ayuntan los caballeros. Allí había muchas -damas, entre las cuales una, llamada Violante Sant Severino, hija del -Duque de Soma, era servida de un amigo de Garcilaso llamado Fabio -Galeota.» (Brocense, nota 43.) Por Fabio, hijo de Vicencio Belprato, -Conde de Aversa, que sirvió a Violante San Severino, escribió Garcilaso -esta Canción, dice Tamayo, fol. 10, sin tener en cuenta la explicación -dada antes por Herrera; y de estas afirmaciones viene la duda sobre -si los interesados en esta Canción fueron Mario o Fabio, Catalina o -Violante.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_324" href="#FNanchor_324" class="label">[324]</a> En -lo de <i>sublimes ruedas</i> se debe entender <i>carros triunfales</i>. -(Herrera, pág. 268.) Si aludiese a la <i>rueda de Fortuna</i> sería -superfluo el plural <i>ruedas</i>, como dice Tamayo, fol. 24; mas -Garcilaso habla de los Capitanes romanos y sus triunfos, y así -<i>sublimes ruedas</i> serán los carros triunfales y sublimidad del -triunfo en que aquellos Capitanes se manifestaban al pueblo entre -trofeos de sus victorias y cautivos encadenados; «y al tiempo que los -truhanes van delante de los carros triunfales diciendo: <i>¡Viva, viva -la invencible Roma!</i>, por otra parte los pobres cautivos van, en sus -corazones, diciendo a los dioses: <i>¡Justicia, justicia!</i>...» (A. -de Guevara, <i>Reloj de Príncipes</i>.) (Razonamiento de un germano al -Senado de Roma.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_325" href="#FNanchor_325" class="label">[325]</a> -Aquellos capitanes que domesticaron a los alemanes y a los franceses -fueron los romanos, domesticadores también de España.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_326" href="#FNanchor_326" class="label">[326]</a> -Dice bien Herrera, pág. 266, que lo de ver una alusión al nombre de -Violante, en <i>convertido en viola</i>, y negar por ello que esta -Canción fuese escrita a D.ª Catalina, «es conjetura muy flaca y de poco -fundamento». La conjetura es del Brocense, nota 43.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_327" href="#FNanchor_327" class="label">[327]</a> -Venus apareció en el mar flotando en una concha. <i>A la concha de -Venus amarrado</i>, es alusión al apellido <i>Galeota</i>, como si -dijera <i>galeote</i>, forzado de la <i>galera</i> de Venus. En esto -están de acuerdo el Brocense, nota 43, y Herrera, pág. 269.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_328" href="#FNanchor_328" class="label">[328]</a> -<i>Palestra</i>: «En la habla griega significa <i>lucha</i>. Halló la -palestra Mercurio, y su invención dice Filostrato que fue en Arcadia; -y por ser el autor della, fingieron que era su hija.» (Herrera, -<i>Anotaciones</i>, 269.) Garcilaso dice <i>la polvorosa palestra</i>, -por el lugar o sitio donde se lucha.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_329" href="#FNanchor_329" class="label">[329]</a> -De estos versos se deduce que el cortejante de la <i>Flor de Gnido</i> -era poeta; y, al efecto, dice el Brocense, nota 43, que «entre las -rimas de diversos poetas hay una elegía de Fabio Galeota a Violante, -que comienza: <i>Andrete senza me, chara Violante</i>...» Tal noticia -defiende mucho a <i>Fabio</i> en cuanto a la propiedad de esta Canción -de Garcilaso; mas, por lo que toca a <i>Mario</i>, candidato de -Herrera, siendo joven, cortesano, galanteador y amigo de nuestro poeta, -en tiempos en que tanto se estimaba la poesía en los palacios, no es -difícil suponer que también escribiría versos.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_330" href="#FNanchor_330" class="label">[330]</a> -«Este lugar muchos le han querido enmendar por no entenderle; quiere -decir: No debe ser notada una dama de ingrata, pues no tiene otra -falta.» (Brocense, nota 43.) «No debe merecer nombre de ingrata quien -carece de todos los demás vicios.» (Herrera, 270.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_331" href="#FNanchor_331" class="label">[331]</a> -«Esta fábula cuenta largamente — Ovidio, <i>Metam.</i>, lib. XIV, fáb. -XIII. En suma es que Ifis andaba muy enamorado de Anaxárite, y no -pudiéndola enternecer a sus plegarias, amaneciole un día ahorcado a la -puerta. Y ella, como le vio, quedose helada y fue vuelta en mármol.» -(Brocense, nota 43.) Está traducida por D. Diego de Mendoza, en coplas -españolas, en la carta que empieza: «Amor, amor que consientes — que -los días se me alarguen...» (V. <i>Auts. Esps. Poetas líricos de los s. -<span class="asc">XVI</span> y <span class="asc">XVII</span></i>, pág. -73.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_332" href="#FNanchor_332" class="label">[332]</a> -<i>Por las venas la sangre iba</i>... Los comentadores de Garcilaso -han creído hallar en estos versos una noticia de la circulación de la -sangre, anterior a las alusiones del español Servet y a la explicación -científica del inglés Hervey.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_333" href="#FNanchor_333" class="label">[333]</a> -«Es <i>Némesis</i> la venganza divina que castiga los soberbios y sus -arrogancias.» (Herrera, 273.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_334" href="#FNanchor_334" class="label">[334]</a> El -primero que aclimató el soneto en España fue Boscán; Garcilaso acabó de -perfeccionar su estructura. Antes que ellos, el Marqués de Santillana -escribió sonetos castellanos, pero su ensayo no fructificó. Sobre esto -véase M. Menéndez y Pelayo, <i>Antología</i>, XIII, págs. 227-232.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_335" href="#FNanchor_335" class="label">[335]</a> -Lope imitó ceñidamente este soneto en el primero de sus <i>Rimas -Sacras</i>, y el Duque de Sesa túvolo por modelo cuando en otro soneto, -«con puntas de festivo, pero con ribetes de melancólico», lamentó la -ruina de su hacienda. (V. F. Rodríguez Marín, <i>Barahona</i>, pág. -68.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_336" href="#FNanchor_336" class="label">[336]</a> -Es caso tan lastimoso acuchillar a un rendido que el amante pudo fiar -en esta imagen para mover su dama a compasión. Asimismo dijo Torres -Naharro: «¿Cuál honra te pudo ser — Dar lanzada a moro muerto...» -(Herrera, pág. 82.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_337" href="#FNanchor_337" class="label">[337]</a> -Resulta corto este verso, llanamente pronunciado. Herrera -le impone una diéresis violenta: <i>Y</i>-<i>en</i>-do-me -a-le-jan-do-ca-da-dí-a. Tamayo le antepone una sílaba: Y-yen-do-me -ale-jan-do... Remedio más sencillo parece deshacer la sinéresis -del verso que uno y otro conservan en medio del verso, midiendo: -Yen-do-<i>me</i>-<i>a</i>-le-jan-do-ca-da-dí-a. A esto da derecho la -libertad con que los clásicos usaron de la diéresis y de la sinéresis, -como se ve en Lope: <i>Se</i>-<i>a</i>-jus-to o-no-sea-jus-to; y -en Góngora: E-llas-po-nían-el-de-dal; Y-yo-po-ní-a-la a-gu-ja. (V. -Rodríguez Marín, l. c. en la <a href="#Footnote_82">nota, Eg. II, v. -15</a>.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_338" href="#FNanchor_338" class="label">[338]</a> -Dice el poeta que consolaría su amargura volviendo a ver a su dama, -¡teniendo siquiera la esperanza de volverla a ver!; fuera de esto, -solo aguarda consuelo en la muerte; mas tan desgraciado se considera, -que cree que ni la misma muerte le ha de hacer la misericordia de -llevárselo —tan pronto como quisiera él—. Este mismo pensamiento -puso Fernando de Cangas en una copla citada por Herrera en sus -<i>Anotaciones</i>: «Y si es remedio a mi pena — Morir por causa tan -buena — Yo sé que no moriré; — Porque no mereceré — Gozar de gloria tan -llena.» El ilustre Azara dice que Garcilaso puso en los seis últimos -versos de este soneto «una antítesis ridícula, esto es: que morirá si -ve o no ve a su dama.» No es cierto: el poeta no dice <i>que morirá si -ve a su dama</i>; todo lo contrario.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_339" href="#FNanchor_339" class="label">[339]</a> -Tras de la tempestad viene la calma. «Con lluvia y noche scura — Si el -cielo se escurece, él se serena. — No si falta ventura — Agora ha de -durar siempre la pena.» Horacio. (V. Brocense, nota 5.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_340" href="#FNanchor_340" class="label">[340]</a> -Las amarguras de la ausencia inspiraron a Garcilaso, además -del presente soneto, los núms. <a href="#Ch5-3">III</a>, -<a href="#Ch5-9">IX</a>, <a href="#Ch5-19">XIX</a>, <a -href="#Ch5-20">XX</a> y <a href="#Ch5-36">XXXVI</a>. Del presente y del -<a href="#Ch5-9">IX</a> sospechó Tamayo, fols. 7 y 8, que debieron ser -escritos en la isla del Danubio, donde el poeta estuvo desterrado. Esto -mismo puede sospecharse del núm. <a href="#Ch5-11">XI</a>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_341" href="#FNanchor_341" class="label">[341]</a> -En este pasaje y en la <a href="#FNanchor_314">Canc. IV, v. 6</a>, da -Garcilaso a la frase <i>traer por los cabellos</i> un valor distinto -de su uso corriente. Dice traer por los cabellos de la violencia con -que es aportado al discurso algún argumento, autoridad o consecuencia: -«puesto que los refranes son sentencias breves (dijo Don Quijote -a Sancho), muchas veces los traes tan por los cabellos que más -parecen disparates que sentencias»; pero Garcilaso no se refiere al -discurso, sino a la violencia moral de ser una persona arrastrada -involuntariamente a una determinada acción. <i>Tornado</i>, vuelto, era -ya para Herrera voz envejecida y desusada.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_342" href="#FNanchor_342" class="label">[342]</a> -Conocer lo mejor y, sin embargo, seguir lo peor es dejar triunfar la -pasión sobre el pensamiento, el apetito sobre la voluntad, y esto -es tan humano y tan frecuente, que se encontrará repetido en muchos -poetas; Herrera cita ejemplos de Ovidio, Petrarca, Chariteo, Salvago, -Rebeiro y Hurtado de Mendoza.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_343" href="#FNanchor_343" class="label">[343]</a> -Empleamos hoy <i>quien</i>, <i>quienes</i>, cuando el relativo se -refiere a persona o cosa personificada; pero el uso antiguo lo empleaba -también algunas veces como relativo de cosa: «Quiérote contar las -maravillas que este transparente alcázar solapa, de <i>quien</i> yo soy -el alcaide...» (Cervantes.) Por ligero tinte de personificación que a -una cosa se atribuya, como en este verso ocurre con <i>inclinación</i>, -cabe el uso de <i>quien</i>, según se puede ver en Rioja, Ercilla, -Jovellanos, Alcalá Galiano, etc. (V. Andrés Bello, <i>Obras -completas</i>, tomo IV, Madrid, 1903, págs, 179-182.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_344" href="#FNanchor_344" class="label">[344]</a> -El pensamiento de este soneto es muy común entre los poetas. El amante -libre de pasados amores y de sus amarguras, jura no volver por tales -pasos; pero se le ofrece una nueva ocasión, un amor <i>que no es como -los otros ni está en su mano poderse valer contra él</i>, y el poeta -rinde su corazón una vez más.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_345" href="#FNanchor_345" class="label">[345]</a> -Esta antigua costumbre, de la cual hablan Virgilio, Horacio, Tasso -y otros muchos poetas, no se ha perdido aun entre los marineros, y -particularmente la conservan los pescadores.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_346" href="#FNanchor_346" class="label">[346]</a> -<i>Como</i>, no me parece aquí correlativo de <i>tal</i>, leo así: «Yo, -<i>como</i> vano e incauto había jurado nunca más meterme, etc...»</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_347" href="#FNanchor_347" class="label">[347]</a> -<i>al camino</i> por <i>en el camino</i>; este uso de <i>al</i> se -conserva aún como provincialismo: «Ricardo no estuvo al baile; le -encontré al arco del Alcázar.» (Ávila.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_348" href="#FNanchor_348" class="label">[348]</a> -<i>como perdidos</i>: ciegamente como locos. (V. <a -href="#FNanchor_297">Canc. I, verso 12</a>.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_349" href="#FNanchor_349" class="label">[349]</a> -<i>turo</i> de <i>turar</i>: durar, permanecer. En los valles del -Pirineo aragonés es aun corriente esta palabra en la forma de -<i>aturar</i>: «<i>atúrame exas crabas</i>:=» detenme esas cabras.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_350" href="#FNanchor_350" class="label">[350]</a> -tamaño, <i>tam magnus</i>, quiere decir propiamente <i>tan grande</i>, -pero aquí no con valor comparativo, sino absoluto, como cuando decimos: -no se puede vivir en clima <i>tan frío</i>. Del uso de esta palabra -en este verso han hablado largamente Herrera, <i>Prete Jacopin</i> -y Tamayo de Vargas, y un buen comentario de ello se encuentra en -Rodríguez Marín, <i>Luis Barahona de Soto</i>, pág. 680-681.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_351" href="#FNanchor_351" class="label">[351]</a> -«Este soneto es, sin comparación, el más dulce y suave de los de -Garcilaso.» (Azara.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_352" href="#FNanchor_352" class="label">[352]</a> -«Acordábase el Cisne que sus plumas habían vestido más color de fuego -que de nieve... que su corazón había quemado muchas veces las alas -en torno de unas luces mentidas... y comenzó a llorar lo que antes -había cantado; porque derribando de su memoria las imágenes que -habían ocupado sus aras, deshojando esperanzas y prendas antiguas, -decía inspirado de mejor Numen: <i>¡Oh, dulces prendas por mi mal -halladas!</i>» (Cienfuegos, <i>Vida del Grande San Francisco de -Borja</i>, Madrid, 1726, pág. 52.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_353" href="#FNanchor_353" class="label">[353]</a> -También Herrera en un soneto decía al Betis: «... destilado — Iré en -tu curso largo y extendido, — en llanto desatado — Seré en tus blancas -manos recogido.» (<i>Anotaciones</i>, pág. 129.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_354" href="#FNanchor_354" class="label">[354]</a> -Dicen que fue Dafne una hermosísima hija del río Perseo, de Tesalia, -y que encendido Apolo en amor loco, la seguía, perdido por ella; y ya -que la iba alcanzando, suplicó Dafne a la Tierra, su madre, que la -recogiese en sí, librándola de aquel trance, y la tierra escuchó su -voto y transformó a la doncella en un bello laurel, al pie del cual -tanto ha llorado Apolo su imposible amor, que con sus lágrimas mantiene -al laurel siempre verde y lozano. (Ovidio, <i>Metam.</i>, lib. I, fáb. -X.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_355" href="#FNanchor_355" class="label">[355]</a> -El símil de la madre y el hijo doliente contenido en estos primeros -versos, hállase también rimado por Boscán y Hurtado de Mendoza, -y procede, según el Brocense, nota 16, y Menéndez y Pelayo, -<i>Antología</i>, XIII, 302, del gran poeta del amor, Ausías March: -«Li’n pren aixi com dona ab son infant, — Que si veri li demana -plorant, — Ha tant poch seny que no l’sab contradir.» (<i>Cants -d’Amor</i>, XXVIII.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_356" href="#FNanchor_356" class="label">[356]</a> -Recuerda en estos versos el prodigio del amoroso llanto de Orfeo, por -manera semejante a como se lee en las dos primeras liras de la Canción -<i>A la Flor de Gnido</i>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_357" href="#FNanchor_357" class="label">[357]</a> -Hizo Garcilaso este soneto como epitafio a la sepultura de su hermano -D. Fernando, que murió de pestilencia en Nápoles, de edad de veinte -años, hallándose en el ejército del Emperador Carlos V contra los -franceses.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_358" href="#FNanchor_358" class="label">[358]</a> -Ese fiero ruido que quiere imitar el estampido del rayo que Vulcano -labró en las fraguas del Etna para el padre Júpiter, es el ruido de -la artillería, «cruelísimo linaje de máquina militar que llamaron -<i>bombarda</i>, del estruendo y ardor, y nosotros <i>lombarda</i>... -Pero no eran estas como las de ahora, sino más cortas y más gruesas, -que por ventura debían ser las piezas que hoy llaman <i>morteros</i>.» -(Herrera, págs. 149-150.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_359" href="#FNanchor_359" class="label">[359]</a> -<i>Parténope</i> es la ciudad de Nápoles, como queda dicho en la <a -href="#FNanchor_276">Eleg. II, v. 38</a>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_360" href="#FNanchor_360" class="label">[360]</a> -«Por ventura fue este numeroso y bellísimo y afectuoso soneto escrito a -Julio César, poeta napolitano, de la nobilísima casa Caraciola de aquel -reino.» (Herrera, página 184.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_361" href="#FNanchor_361" class="label">[361]</a> -Garcilaso, partiendo de Nápoles, parece ser que había ido precisamente -adonde vivía la dama de Julio, y Julio había quedado en Nápoles, -donde vivía la dama de Garcilaso; uno y otro, pues, podían cambiarse -<i>nuevas</i>, noticias, de sus damas respectivas. ¿Por qué ha de ser -<i>ridículo de puro exquisito</i>, este modo de explicarse? Azara -es algo descontentadizo: Garcilaso no escribió este soneto para -nosotros, sino para Julio, que estaría bien enterado de los pormenores -de su asunto, y que, por consiguiente, no había de tropezar en las -dificultades de que Azara protesta.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_362" href="#FNanchor_362" class="label">[362]</a> -Una ausencia de la dama del poeta le inspiró las quejas del presente -soneto.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_363" href="#FNanchor_363" class="label">[363]</a> -En un ejemplar antiguo que manejó el Brocense, nota 24, leíase -<i>largueza</i> en vez de <i>guerra</i>, palabra que, a mi juicio, -aclara más el pensamiento del poeta, el cual, acongojado por la -partida de su dama, abrázase a su propia pena, deseando atajar así la -<i>largueza</i> del camino, es decir, deseando abreviar su vida.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_364" href="#FNanchor_364" class="label">[364]</a> -«Este soneto fue escrito a D. Pedro de Toledo, Marqués de Villafranca -y Virrey de Nápoles; aunque algunos piensan que a D. Alonso de Ávalos, -Marqués del Vasto, grande amigo de Garcilaso.» (Herrera, pág. 168.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_365" href="#FNanchor_365" class="label">[365]</a> -«El argumento de este soneto es caso particular, y por eso difícil -de inteligencia. Parece que yendo a ver a su señora, que tenía -descubiertos los pechos, el poeta puso los ojos en ellos, alargándose -en la consideración de la belleza del alma, aunque el duro encuentro -de la hermosura corporal impidió su intento, y compelió a olvidar su -primer pensamiento y parar en la belleza exterior.» (Herrera, pág. -170.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_366" href="#FNanchor_366" class="label">[366]</a> -La precedente explicación pareció a Herrera más acertada que las demás -conjeturas que se le ocurrieron, y en esto coincidió con el Brocense, -el cual decía de este primer terceto, que la dama, pesándole de que -el poeta le hubiese visto el pecho, «acudió con la mano a cubrillo y -hiriose, con algún alfiler de la beatilla, en él». (Nota 25) Tamayo, -fol. 11, se muestra conforme con esta interpretación más <i>material -que espiritual</i>; sin embargo, Azara dice que «las circunstancias con -que lo visten Herrera y Sánchez son conjeturas que no satisfacen».</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_367" href="#FNanchor_367" class="label">[367]</a> -<i>gonna</i>: ropa larga de mujer, a manera de bata. El poeta, -considerando la picadura del alfiler como golpe de saeta de amor, se -duele de que su herida <i>no hubiese pasado más allá de la gonna</i>. -Este verso «del Petrarca, Canc. IV, Stanc. II, reprehenden, por ser -introducido entre los castellanos; más engáñanse, no considerando -que debía de ser este soneto para alguna señora de Italia, donde tan -favorecido vivió Garcilaso, fuera de que no es cosa vituperable cuando -se toman estos versos de hombres insignes»... (Tamayo, notas, fol. -11.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_368" href="#FNanchor_368" class="label">[368]</a> -Dice la Pipota en <i>Rinconete y Cortadillo</i>: «Holgaos, hijos..., -que vendrá la vejez y lloraréis en ella los ratos que perdisteis en -la mocedad, como yo los lloro»; que no es otra cosa sino lo que dijo -Ausonio en su famoso epigrama: «Collige, virgo, rosas...», mil veces -repetido y parafraseado por los poetas españoles y extranjeros (V. -ejemplos en Herrera, <i>Anotaciones</i>, págs. 175, 186, y F. Rodríguez -Marín, <i>Barahona</i>, págs. 295-297 y 628-630), y asimismo, lo que -una vieja de antigua edad aconsejaba a la bella Melisenda, encendida en -amores del Conde Ayuelos: «Mientras sois moza, mi hija, — placer vos -querades dar — que si esperáis a vejez — no vos querrá un rapaz.» (R. -Menéndez Pidal, <i>El Romancero Español</i>, The Hispanic Society of -America, 1910, pág. 26.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_369" href="#FNanchor_369" class="label">[369]</a> -«Este soneto fue escrito a la Marquesa de la Padula, D.ª María de -Cardona, hija del Marqués D. Juan de Cardona... Fue su esposo D. Artal -de Cardona, Conde de Colisano... Después casó en el año de 1538 con -D. Francico de Este, hermano del Duque de Ferrara. Por ella escribió -Mario de Leo el <i>Amor preso</i>, y a ella dedicó el Gesualdo sus -<i>Comentos</i> en Petrarca. Fue muy discreta y valerosa, inclinada al -conocimiento de la historia y poesía, y aunque no muy hermosa, tuvo -mucha gracia y donaire.» (Herrera, pág. 187.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_370" href="#FNanchor_370" class="label">[370]</a> -Se ha hecho clásico este elogio de llamar <i>décima Musa</i> a una -dama docta, como <i>cuarta Gracia</i> a una dama bella, siendo nueve -las Musas, <i>las moradoras del Parnaso</i>, y las Gracias, tres; D. -Adolfo de Castro llama a doña Cristobalina Fernández de Alarcón décima -musa antequerana (<i>Auts. Esps. Poetas Líricos de los siglos <span -class="asc">XVI</span> y <span class="asc">XVII</span></i>, Madrid, -1854, tomo I, pág. 31), y el Sr. Rodríguez Marín (<i>Luis Barahona -de Soto</i>, Madrid, 1903, pág. 425), a propósito de D.ª Rosalía de -Castro, dice también «la dulce Rosalía, décima musa del Parnaso de -España, y no primera, sino única, del gallego».</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_371" href="#FNanchor_371" class="label">[371]</a> -Luis Tansillo (¿1510?-1568), poeta italiano, autor del malicioso -poema <i>Il Vendemmiatore</i>, que la Inquisición condenó, y de <i>Le -Lagrime di San Pietro</i>. Estuvo con Garcilaso en la expedición a -Túnez. — Antonio Sebastián Minturno, obispo y literato italiano († -1574), que escribió varias poesías y libros de erudición. — Bernardo -Tasso, (1493-1569), poeta italiano también, Secretario del Príncipe -de Salerno, cantor de la bella Ginebra Malatesta, amante de Tulia de -Aragón y padre del famosísimo <i>Cisne de Sorrento</i>, que escribió -la <i>Jerusalén conquistada</i> y la <i>Aminta</i>. Bernardo Tasso fue -autor del poema <i>Amadigi</i> (Amadís de Gaula).</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_372" href="#FNanchor_372" class="label">[372]</a> -Helicona por Helicón. Monte de Grecia consagrado por los poetas como el -Pindo y el Parnaso; en él tenían su morada Apolo y las Musas.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_373" href="#FNanchor_373" class="label">[373]</a> -Habla el poeta junto a la sepultura de su dama.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_374" href="#FNanchor_374" class="label">[374]</a> -Este soneto, por su honda melancolía y por la llaneza de su forma, -me parece uno de los mejores de Garcilaso. Es un lamento lleno de -amargura. Los que le han censurado cuando sutiliza y alambica a la -manera italiana, no debieran haber callado su elogio en este lugar.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_375" href="#FNanchor_375" class="label">[375]</a> -El poeta, experimentado en amarguras, había jurado nunca más -amar, pero una sirena napolitana cautivó su espíritu, soneto <a -href="#Ch5-7">VII</a>; dio cuenta a Boscán del principio de esta -aventura en el soneto <a href="#Ch5-28">XXVIII</a>, guardando, -respecto a quien fuese la dama, absoluta reserva; esto pudo -ocurrir a fines de 1532; el poeta no era ya un mancebo, pero se -enamoró con loco encendimiento, y rindiose apasionadamente a -la sirena misteriosa, <a href="#Ch5-5">soneto V</a>; un feliz descuido del tocado, -soneto <a href="#Ch5-22">XXII</a>, le arriesgó a un consejo -malicioso, soneto <a href="#Ch5-23">XXIII</a>, y, al mismo tiempo, -lamentaba rigores, cuidados, arrepentimientos y sospechas, -sonetos <a href="#Ch5-15">XV</a>, <a href="#Ch5-20">XX</a>, -<a href="#Ch5-27">XXVII</a>, <a href="#Ch5-30">XXX</a> y <a -href="#Ch5-31">XXXI</a>. Llegó la empresa de África: el poeta, desde -Túnez, duélese de su ausencia, soneto <a href="#Ch5-35">XXXV</a>; y -desde Sicilia, a su regreso, confía a Boscán sus inquietudes, temeroso -de olvidos y mudanzas, <a href="#Ch2-2">Elegía II</a>. Volvió el poeta -a Nápoles, hacia septiembre de 1535; su dama no le había sido infiel, -pero había muerto, o acaso murió poco después de su llegada; en los -sonetos <a href="#Ch5-25">XXV</a> y <a href="#Ch5-26">XXVI</a> hay -un hondo dolor, un dolor verdadero; un año después murió el poeta. -Tal pudo ser, en fin, esta historia sencilla y sentimental. Una duda: -estos dos últimos sonetos pueden ser también a la muerte de D.ª Isabel -Freyre. (V. Eg. I., v. 2, <a href="#Footnote_28">nota</a>.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_376" href="#FNanchor_376" -class="label">[376]</a> «Niega Morel-Fatio (<i>L’Espagne -au <span class="asc">XVI</span><sup>e</sup> et au <span -class="asc">XVII</span><sup>e</sup> siècle</i>, pág. 602) que este -soneto, imitado de Ausías March, pueda ser de Garcilaso, porque este -no se hubiera atrevido a truncar el endecasílabo, y le atribuye -a Boscán o D. Diego de Mendoza. Pero es cierto que Garcilaso, en -la Canc. II, usa con insistencia los versos agudos (véase la <a -href="#Footnote_307">nota a la Canc. II, v. 68</a>), y nada tiene de -particular que los emplease imitando unos versos de Ausías, puesto -que el original catalán los tiene también. Hay de este soneto una -refundición en que los agudos se han convertido en graves (publicada -por Knapp, por Morel y por Walberg, notas a Juan de la Cueva, pág. 91), -según copias distintas: <i>Amor, amor, me ha un hábito vestido</i>. -Esta refundición lleva en los manuscritos el nombre de Mendoza. Hay, -finalmente, otra refundición, también sin agudos, de que se valió -el Brocense en su edición de Garcilaso. D. Diego de Mendoza imitó -el mismo pasaje de Ausías en una canción.» (M. Menéndez y Pelayo, -<i>Antología</i>, XIII, pág. 221, nota.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_377" href="#FNanchor_377" class="label">[377]</a> -<i>salvatiquez</i>, en italiano <i>selvatichezza</i>. La <i>e</i> -de la primera sílaba de <i>selvatiquez</i> se ha transformado en -<i>a</i>, por asimilación de la <i>a</i> siguiente, por influencia -de la forma vulgar <i>salvaje</i> (silvaticu), o por ambas causas; -casos análogos: <i>balanza</i> (bilance), <i>zarcillo</i> (circellu), -ant. <i>cercillo</i>, etc. (V. R. Menéndez Pidal, <i>Gram. Hist.</i>, -Madrid, 1905, § 18-3.) También otro cultismo: <i>parálisis</i>, -dejose influir por la forma vulgar <i>perlesía</i>, dando origen a -<i>paralisía</i>. (<i>Bulletin de Dialectologie romane</i>, Bruxelles, -1909, pág. 126.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_378" href="#FNanchor_378" class="label">[378]</a> -Leandro, para ver a su amante Hero, atravesaba de noche, a nado, -el Helesponto. Hero le orientaba desde su torre con la luz de -una antorcha. La posibilidad del viaje de Leandro fue demostrada -experimentalmente por Lord Byron, atravesando a nado aquel estrecho, -entre Sestos y Abidos, en 31 de mayo de 1810, según él mismo refiere -en una nota del canto 2.º de <i>Don Juan</i>. Una noche de tempestad -apagose la luz; Leandro, perdido entre bravas olas, murió ahogado, -y Hero murió también al descubrir desde la orilla su cadáver. De -la historia de este bello asunto en nuestra literatura ha hecho un -magnífico estudio el Sr. Menéndez y Pelayo en su <i>Antología</i>, tomo -XIII, págs. 334-378.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_379" href="#FNanchor_379" class="label">[379]</a> -<i>esecutá</i> por <i>ejecutad</i>. (V. <a href="#Footnote_95">nota -al v. 253 de la Eg. II</a>.) La pérdida de la <i>d</i> final en la -pronunciación de los imperativos <i>vení</i>, <i>poné</i>, <i>mirá</i>, -etc., nació, sin duda, en el lenguaje familiar; este valor tiene -el testimonio de Santa Teresa (<i>Las Moradas</i>, ed. <i>Clásicos -Castellanos</i>, Madrid, 1910, pág. 43, nota 16), aparte de la -tradición de dicho fenómeno conservada en la Argentina: <i>cantá</i>, -<i>hacé</i>, y en la lengua literaria ante el pronombre <i>os</i>: -<i>andaos</i>, <i>salíos</i> (excepto <i>idos</i>); pero los clásicos, -desde Garcilaso, adoptaron también aquella pronunciación, y pusiéronla -en moda: «Andá, señor, que estáis muy mal criado.» (V. Bello-Cuervo, -<i>Gramática</i>, París, 1907, § 614; R. Menéndez Pidal, <i>Gram. -Hist.</i>, § 107-2.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_380" href="#FNanchor_380" class="label">[380]</a> -<i>contrastado</i>: resistido.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_381" href="#FNanchor_381" class="label">[381]</a> -<i>poner</i> por <i>deponer</i>, rendir las armas.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_382" href="#FNanchor_382" class="label">[382]</a> -<i>despojos</i>: las armas del vencido y demás restos de la derrota -de que se rodeaban los victoriosos en sus carros triunfales. (V. <a -href="#FNanchor_324">Canc. V, v. 17</a>.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_383" href="#FNanchor_383" class="label">[383]</a> -Endecasílabos de <i>muiñeira</i>, propuestos, como endecasílabos malos, -por no tener los acentos en su sitio, para ingresar en la sala segunda -del <i>Hospital de los versos incurables</i>, fundado por D. Eduardo -Benot en su <i>Prosodia castellana y versificación</i>, tomo III, págs. -154-249:</p> - -<p class="ti1">—Oh, crudo nieto, que das vida al padre—</p> - -<p class="ti1">—Ora clavando del ciervo ligero. —<a href="#Eg2-194">Eg. -II, v. 194</a>.</p> - -<p class="ti1">—Cómo pudiste tan presto olvidarte. —<a -href="#Eg2-578">Eg. II, v. 578</a>.</p> - -<p class="ti1">—Hace tremer con terrible sonido. —Hurtado de -Mendoza.</p> - -<p class="ti1">—¡Qué! ¿no te acuerdas de cuando cantando? —Barahona.</p> - -<p class="ti1">—Se la mia vita dall’ aspro tormento. —Petrarca.</p> - -<p class="ti1">—Gran Cardinal di la Chiesa di Roma. —Ariosto.</p> - -<p class="ti1">(V. F. Rodríguez Marín, <i>Barahona</i>, pág. 425.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_384" href="#FNanchor_384" class="label">[384]</a> -Supónese esta genealogía: El espíritu engendra el amor, y del amor, -en maridaje con la envidia, nacen los celos; estos, que son el -<i>monstruo</i> parido por la envidia, son <i>el nieto cruel</i> que -encendiendo el amor matan el alma —dan vida al padre y matan al -abuelo.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_385" href="#FNanchor_385" class="label">[385]</a> -«Hermosísima alegoría por todo el terceto, y no sé si se hallará en -la lengua latina otra más ilustre y bien tratada que esta.» (Herrera, -<i>Anotaciones</i>, pág. 209.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_386" href="#FNanchor_386" class="label">[386]</a> -<i>A Mario Galeota.</i> Soneto núm. XXXV en las ediciones de Azara y -Castro. Expedición a Túnez contra Barbarroja. El 14 de julio de 1535, -el ejército del Emperador se apoderó del fuerte de la Goleta, y estuvo -en aquella empresa Garcilaso con su hermano D. Pedro Laso, el Marqués -de Lombay, D. Diego Hurtado de Mendoza y otros muchos caballeros -ilustres. Doce guerreros, Garcilaso entre ellos, se atrevieron a -acometer ochenta caballos númidas que les provocaban; fue el aprieto -grande; nuestro poeta fue socorrido por Federico Carraffa, napolitano, -y por el César en persona, que sabiendo el peligro en que se encontraba -le ayudó con sus hombres y peleó a su lado. Garcilaso salió herido de -dos lanzadas, en la mano diestra y en la cara; esta le interesó la -lengua, dejándole cierto defecto de pronunciación que le agraciaba. -(Cienfuegos, <i>Vida del Grande San Francisco de Borja</i>, pág. 50; -Navarrete, págs. 62, 65 y 66.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_387" href="#FNanchor_387" class="label">[387]</a> -Alude a la leyenda de la famosa espada que Dionisio I, tirano de -Siracusa, hizo colgar, suspendiéndola de un cabello, sobre la cabeza de -Damocles, en tanto que le rodeaba de todo el regalo y la suntuosidad -de un rey, para dar a entender a aquel cortesano cuán poco envidiables -eran las grandezas que tanto le elogiaba, teniendo que gozarlas bajo -la constante amenaza de un peligro mortal: el odio, la envidia, la -ambición.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_388" href="#FNanchor_388" class="label">[388]</a> -Como esto es lo que dijo D. Diego Hurtado de Mendoza en su carta -IX, tercetos 33-36, dirigida a don Diego Laso (<i>Auts. Esps. -Poetas líricos de los siglos <span class="asc">XVI</span> y <span -class="asc">XVII</span></i>, Madrid, 1854, tomo I, pág. 65):</p> - -<div class="poetry-container mt1"> -<div class="poetry"> - <div class="estrofa"> - <p class="i0">«Dulce ver es de tierra un bravo viento...</p> - <p class="i0">No porque el mal ajeno te contente,</p> - <p class="i0">Mas porque, en la verdad, es dulce cosa</p> - <p class="i0">Carecer del dolor que el otro siente...»</p> - </div> -</div> -</div> - -<p class="ti1 mt1">Garcilaso y Mendoza, según Herrera, imitaron aquí a -Lucrecio. (<i>Anotaciones</i>, pág. 211.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_389" href="#FNanchor_389" class="label">[389]</a> -<i>A Boscán, desde la Goleta.</i> Soneto núm. XXXIII, en Azara y -Castro. Por lo que Garcilaso dice en estos últimos versos de este -soneto, se ha supuesto que debió tener alguna aventura galante en la -Goleta, durante la curación de sus heridas (Cienfuegos, <i>o. c.</i>, -lib. II, pág. 50; Navarrete, pág. 66, nota 1); me parece que no hay -suficiente fundamento para esta conjetura; el 14 de julio, con la -toma de la Goleta, o acaso después, en alguna escaramuza, fue herido -Garcilaso, el 20 se sometió Túnez, y el 12 de agosto regresaron -las tropas a España; ciertamente, en menos de un mes que Garcilaso -estuvo en la Goleta, y con heridas que le tuvieron <i>a los umbrales -de la muerte</i> (Navarrete, pág. 65), ¿qué aventuras galantes -había de tener?... más lógico es relacionar estas quejas de su alma -<i>temerosa</i> y estas incertidumbres de sus esperanzas, con los -temores y las incertidumbres de que pocos días después hablaba a Boscán -en la <a href="#El2-40">Eleg. II</a>, por la suerte que en su ausencia -hubiera podido seguir el <i>nido</i> que su corazón había dejado en -Nápoles.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_390" href="#FNanchor_390" class="label">[390]</a> -Hasta aquí llegan los sonetos en Herrera; los seis últimos, desde -el XXX inclusive, los admitió como auténticos por opinión común y -por afirmación de D. Antonio Puertocarrero, yerno de Garcilaso; pero -desechó los tres siguientes por no parecerle tan segura su autenticidad -(<i>Anotaciones</i>, pág. 206); yo pongo también estos siguiendo una -costumbre establecida; conservo estrictamente el texto del Brocense, -<i>Opera Omnia</i>, Genevae, 1766, tomo IV.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_391" href="#FNanchor_391" class="label">[391]</a> -De este soneto, como del <a href="#Ch5-32">XXXII</a> y <a -href="#Ch5-38">XXXVIII</a>, decía el Brocense «que se tienen por de -Garcilaso, de un libro de mano».</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_392" href="#FNanchor_392" class="label">[392]</a> -Tamayo admite este soneto como auténtico; el Brocense lo considera -dudoso; Herrera y Azara lo rechazan, y Castro lo tiene por indigno de -Garcilaso. Verdaderamente, con tan desdichado juego de <i>sentir</i>, -<i>siento</i>, <i>sienta</i>, <i>sentillo</i> y <i>sello</i>, su autor -acertó a decir poco de provecho; tal vez no es sino un pobre soneto -advenedizo, que debe su fortuna al desconocido editor de aquel libro -de mano en que lo encontró el Brocense, figurando entre las demás -composiciones de Garcilaso como hijo de la misma mano.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_393" href="#FNanchor_393" class="label">[393]</a> -Estas pocas composiciones al estilo antiguo de Castilla, acaso no -fueron las únicas que escribió Garcilaso, pero la ruina que alcanzó -seguramente a todas las poesías de nuestro poeta, por causa de su -orfandad, debió señalarse en las de este género, como más humildes -y menos estimadas. Herrera no las acogió en su edición. Los versos -cortos, ante la magnificencia del endecasílabo italiano, vinieron a -creerse incapaces de conceptos graves, y por esto, y por ser vicio -común dar más estima a las cosas extrañas que a las nuestras, cayeron -en menosprecio. (Tamayo, fols. 80-82.) Según Castro, esta primera -Canción lleva en un manuscrito de Iriarte el siguiente epígrafe: -<i>A doña Isabel Freyra, porque se casó con un hombre fuera de su -condición.</i></p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_394" href="#FNanchor_394" class="label">[394]</a> En -otras ediciones lleva este epígrafe: <i>A una partida</i>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_395" href="#FNanchor_395" class="label">[395]</a> -Epígrafe: <i>Traduciendo cuatro versos de Ovidio</i>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_396" href="#FNanchor_396" class="label">[396]</a> «A -una señora que andando él y otro paseando, les echó una red empezada y -un uso comenzado a hilar en él, y dijo que aquello había trabajado todo -el día.» En el citado manuscrito de Iriarte, según Castro, decía: <i>A -D.ª Mencía de la Cerda que le dio una red y díjole que aquello había -hilado aquel día.</i></p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_397" href="#FNanchor_397" class="label">[397]</a> -«Glosa de Garci-Lasso sobre este villancico», dice el Brocense; el -villancico solo lo forman los tres primeros versos, y dice Castro -que, según se ve en las obras de Boscán, esta copla fue escrita a D. -Luis de la Cueva porque bailó en palacio con una dama que llamaban la -Pájara. Boscán, el Duque de Alba y otros muchos caballeros escribieron -a propósito del mismo asunto.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_398" href="#FNanchor_398" class="label">[398]</a> -«En un códice de poesías varias que perteneció al célebre anticuario -aragonés D. Vicencio Juan de Lastanosa, y más tarde a los Iriartes, se -leen estas redondillas: <i>A Boscán, porque estando en Alemaña danzó -en unas bodas</i>.» Las publicó Gayangos, notas a Ticknor, tomo II, -pág. 488. El Sr. Menéndez y Pelayo, <i>Antología</i>, XIII, pág. 479, -supone que Boscán debió ir a Alemania acompañando al Duque de Alba, -como Garcilaso, cuando el socorro de Viena, 1532, aunque el poeta no le -menciona en la descripción que de aquel viaje dejó en la Eg. II.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_399" href="#FNanchor_399" class="label">[399]</a> -Esta carta escribió Garcilaso de la Vega en 1533, hallándose en -Barcelona como emisario del Virrey de Nápoles; sirve de prólogo a la -traducción de <i>El Cortesano</i> hecha por Boscán, y es la única -muestra que la áurea pluma de nuestro poeta dejó de la excelencia de -su prosa. D.ª Jerónima Palova de Almogávar, parienta, acaso de Boscán, -a juzgar por el segundo apellido, es la misma a quien este dedicó su -libro. Sigo el texto dado por D. Tomás Tamayo de Vargas en su edición -de <i>Garcilaso</i>, Madrid, 1622. El Brocense, Herrera, Azara y Castro -no publicaron esta carta.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_400" href="#FNanchor_400" class="label">[400]</a> -«Andando yo en estas dudas, Vuestra Merced ha sido la que me ha -hecho determinar, mandándome que le tradujese; y así todos los -inconvenientes han cesado, y solo he tenido ojo a serviros.» (Boscán, -<i>Carta-dedicatoria a D.ª Jerónima Palova</i>.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_401" href="#FNanchor_401" class="label">[401]</a> -«Mas como estas cosas me movían a hacello, así otras muchas me detenían -que no lo hiciese, y la más principal era una opinión que siempre tuve -de parecerme vanidad baja y de hombres de pocas letras andar romanzando -libros; que aun para hacerse bien vale poco, cuanto más haciéndose -tan mal que ya no hay cosa más lejos de lo que se traduce que lo que -es traducido... viendo yo esto, y acordándome del mal que he dicho -muchas veces de estos romancistas (aunque traducir este libro no es -propiamente romanzalle, sino mudalle de una lengua vulgar en otra quizá -tan buena), no se me levantaban los brazos a esta traducción.» (Boscán, -<i>ibid.</i>)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_402" href="#FNanchor_402" class="label">[402]</a> Y -aun antes de que viniese a manos de Boscán, puesto que Garcilaso fue -quien lo envió a su amigo desde Italia: «No ha muchos días que me envió -Garcilaso de la Vega, como Vuestra Merced sabe, este libro llamado -<i>El Cortesano</i>, compuesto en lengua italiana por el Conde Baltasar -Castellón.» (Boscán, <i>ibid.</i>)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_403" href="#FNanchor_403" class="label">[403]</a> -El famoso autor de <i>Il Cortegiano</i>, Baltasar Castiglione, nació -en tierra de Mantua, el 6 de diciembre de 1478, y murió en Toledo -el 2 de febrero de 1529, siendo Nuncio en España del Papa Clemente -VII, en cuyo tiempo las tropas imperiales saquearon a Roma. El Conde -Castiglione «fue hombre de armas y hombre de corte, aventajado en todos -los ejercicios y deportes caballerescos, maestro en el arte de la -conversación y en todo primor de urbana galantería; profesor sutil de -aquella filosofía de amor que la escuela platónica de Florencia había -renovado doctamente; curioso especulador de la belleza en los cuerpos, -en las almas y en las puras ideas; conocedor fino en las artes del -diseño; amigo y consejero de Rafael, en quien parece haber inoculado -su propio idealismo estético; pensador político y ameno moralista; -poeta lírico y dramático y organizador de fiestas áulicas: todas estas -cosas era Castiglione, sin sombra de pedantismo, con aquella cultura -íntegra y multiforme, con aquella serena visión del mundo que renovaba -los prodigios de la antigüedad en algunos espíritus selectos del siglo -<span class="asc">XVI</span>». (M. Menéndez y Pelayo, <i>Antología</i>, -XIII, págs. 80-81.) Primera edición de su obra: <i>Il Libro del -Cortegiano</i> | <i>del Conte Baldesar</i> | <i>Castiglione</i> (Escudo -del impresor con el áncora aldina.) Colofón: <i>In Venetia, nelle -case d’Aldo Romano, et d’Andrea d’Asola</i> | <i>suo Suocero nell’ -anno MDXXVIII</i> | <i>del mese d’aprile</i>. La más sabia edición y -comentario: <i>Il Cortegiano del Conte Baldesar Castiglione, annotato e -illustrato da Vittorio Cian. Firenze, Sansoni, 1894</i>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_404" href="#FNanchor_404" class="label">[404]</a> -<i>Libros que matan hombres</i>; ¿aludirá a los de Caballerías? Sería -de notar tan temprana protesta.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_405" href="#FNanchor_405" class="label">[405]</a> -«Yo no terné fin en la traducción deste libro a ser tan estrecho que me -apriete a sacalle palabra por palabra; antes, si alguna cosa en él se -ofreciere, que en su lengua parezca bien y en la nuestra mal, no dejaré -de mudarla o de callarla.» (Boscán, <i>ibid.</i>)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_406" href="#FNanchor_406" class="label">[406]</a> -«El sujeto del libro es tal, y su proceso tan bueno, que quien le -leyere será muy delicado si entre tantas y tan buenas cosas no -perdonare algunas pequeñas, compensando las unas con las otras.» -(Boscán, <i>ibid.</i>)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_407" href="#FNanchor_407" class="label">[407]</a> -Publicó Boscán su traducción en 1534: <i>Los cuatro libros del -Cortesano, compuestos en italiano por el Conde Baltasar</i> | -<i>Castellón, y agora nuevamente traducidos en len</i> | <i>gua -castellana por Boscán</i>. (Escudo de las armas reales.) <i>Con -privilegio imperial por diez años.</i> Colofón: <i>Aquí se acaban los -cuatro libros del Cortesa</i> | <i>no, compuestos en italiano por el -Conde Baltasar Castellon, y traducidos en lengua castellana por Boscán, -imprimidos en</i> | <i>la muy noble ciudad de Barcelona por Pedro -Mon</i> | <i>pezat, imprimidor. A dos del presente mes de abril</i> | -<i>Mil y quinientos treinta y cuatro</i>. Fol. gót., 113 hojas.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_408" href="#FNanchor_408" class="label">[408]</a> -Don Eustaquio Fernández de Navarrete, hablando de la traducción de -<i>El Cortesano</i> dice: «Al ver la gran ventaja que su elegante y -castiza prosa lleva, no solo a los duros y penosos versos del autor -(Boscán), sino aun a la de los prólogos que acompañan sus poesías, -hemos sospechado que en esta perfección debió tener parte la mano de -Garcilaso. Este, por empeño de Boscán, estuvo presente a la última -línea, y aunque por modestia nos diga que asistió <i>más como hombre -acogido a razón que como ayudador de ninguna enmienda</i>, no cabe -duda de que sus consejos y advertencias serían de grande utilidad al -traductor. Nos dice, además, que él tomó a su cargo la copia que se -remitió a D.ª Jerónima —esto parece decir en las dos últimas líneas—; -y en ella su gusto y conocimiento de la lengua, es posible corrigiesen -todo aquello que ofendiese a sus delicados oídos, dando así a esta obra -un sabor de elegancia de que carecen las obras de Boscán.» <i>Vida de -Garcilaso</i>, Col. de documentos inéditos para la Historia de España, -tomo XVI, pág. 165. Todo esto es mera conjetura, y es, a mi juicio, -querer deducir demasiado de las palabras de Garcilaso; para menguar -de tal modo a Boscán la gloria de su trabajo se necesitan pruebas más -seguras; por otra parte, la carta de Boscán, muestra cierta de su -prosa, a D.ª Jerónima Palova, está evidentemente a la altura de la de -Garcilaso y no desdice del estilo de lo demás del libro; por estas -razones, acaso, el Sr. Menéndez y Pelayo en su libro <i>Juan Boscán</i> -no hizo mención de las sospechas de Navarrete.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_409" href="#FNanchor_409" class="label">[409]</a> -«De antiguo viene la costumbre de los prólogos ajustados por mano amiga -al talle de la obra, pero pocos habrá tan galanos y discretos como este -y tan finamente justos. El fallo de Garcilaso quedó como inapelable.» -(M. Menéndez y Pelayo, <i>Antología</i>, XIII, pág. 114.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_410" href="#FNanchor_410" class="label">[410]</a> -Don Álvaro de Bazán, Capitán General de las Galeras de España, aportó -en Génova el 19 de mayo de 1536 con 3000 soldados españoles, reclamados -por el Emperador para la guerra que se preparaba contra el rey francés. -Garcilaso fue nombrado Maestre de Campo de estos soldados, y hallándose -en Génova para recibirles, escribió al Emperador la presente carta -dándole cuenta de su gestión. El Sr. Navarrete puso al frente de su -<i>Vida de Garcilaso</i> un facsímil de esta carta que se conserva -autógrafa. Dicho facsímil transcribo conservando todos sus detalles -para que pueda tenerse más fiel idea del original.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_411" href="#FNanchor_411" class="label">[411]</a> S. -C. C. M. Sacra Cesárea Católica Majestad.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_412" href="#FNanchor_412" class="label">[412]</a> -El <i>Príncipe</i> a quien Garcilaso se refiere es el famoso Capitán -Andrea Doria, de cuya autoridad dependía él por orden del Emperador.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_413" href="#FNanchor_413" class="label">[413]</a> -Era embajador español en Génova el caballero don Gómez Suárez de -Figueroa.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_414" href="#FNanchor_414" class="label">[414]</a> -<i>Nuestro Señor</i> la <i>Sacra</i> persona de <i>Vuestra -Majestad</i>, etc.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_415" href="#FNanchor_415" class="label">[415]</a> -<i>Srios</i>, señoríos.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_416" href="#FNanchor_416" class="label">[416]</a> -En el sobre dice: <i>A la S. C. C. M. del Emperador Rey nuestro -Señor</i>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a id="Footnote_417" href="#FNanchor_417" class="label">[417]</a> -Sigo el texto dado por Tamayo, el cual, a propósito de este epigrama -de Garcilaso, dice: «De sus versos latinos, celebrados por el Bembo, -Tansillo, Jovio y Boscán nos quedó por muestra un elegantísimo epigrama -al fin del <i>Caballero Determinado</i> de D. Fernando de Acuña, que es -tal que no se puede mejorar en invención, elocución y gallardía.»</p> - -</div> - -<hr class="chap"/> - - -<hr class="full"/> - -<div lang='en' xml:lang='en'> -<div style='display:block; margin-top:4em'>*** END OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK <span lang='es' xml:lang='es'>OBRAS</span> ***</div> -<div style='text-align:left'> - -<div style='display:block; margin:1em 0'> -Updated editions will replace the previous one—the old editions will -be renamed. -</div> - -<div style='display:block; margin:1em 0'> -Creating the works from print editions not protected by U.S. copyright -law means that no one owns a United States copyright in these works, -so the Foundation (and you!) can copy and distribute it in the United -States without permission and without paying copyright -royalties. 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Redistribution is subject to the trademark -license, especially commercial redistribution. -</div> - -<div style='margin-top:1em; font-size:1.1em; text-align:center'>START: FULL LICENSE</div> -<div style='text-align:center;font-size:0.9em'>THE FULL PROJECT GUTENBERG LICENSE</div> -<div style='text-align:center;font-size:0.9em'>PLEASE READ THIS BEFORE YOU DISTRIBUTE OR USE THIS WORK</div> - -<div style='display:block; margin:1em 0'> -To protect the Project Gutenberg™ mission of promoting the free -distribution of electronic works, by using or distributing this work -(or any other work associated in any way with the phrase “Project -Gutenberg”), you agree to comply with all the terms of the Full -Project Gutenberg™ License available with this file or online at -www.gutenberg.org/license. -</div> - -<div style='display:block; font-size:1.1em; margin:1em 0; font-weight:bold'> -Section 1. 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